1 Edita: DIPUTACION DE A CORUÑA Colaboran: ICOMOS CONSEJO INTERNACIONAL DE MONUMENTOS Y SITIOS INTERNATIONAL COUNCIL ON MONUMENTS AND SITES EXCMO. CONCELLO DE FERROL Autor: Juan Antonio Rodríguez-Villasante Prieto EXCMO. Colaboradores: José A. Alonso Rodríguez, CONCELLO José López Hermida, Bárbara López Reig, Alfonso Fuentes Martínez, DE FERROL Mª Carmen Daviña Facal, Mª Concepción Perales Garat, Mª Ángeles Martínez Fernández, Mª Carmen Perales Garat, Gloria Mª Ormaechea Ares, Agustín Bravo Díaz y Argemino Malde Freire. Producción: Pluma Estudio Gráfico Dep. Legal: ISBN: Presentación La Diputación Provincial de A Coruña, el Concello de Ferrol, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) y Ferrol Metrópoli, teniendo una larga colaboración para estudiar y valorar los bienes culturales ferrolanos, han hecho posible una nueva actualización de los trabajos sobre esta gran fortificación costera y ahora también la edición en formato de libro y soporte informático (CD). Así, el Director del Centro Internacional de Estudios de Fortificación y Apoyo Logístico (CIEFAL) y sus colaboradores han preparado esta edición para un mejor conocimiento del castillo y aportar una base de datos para los planes directores de gestión y rehabilitación, así como un nuevo documento para demostrar el valor “excepcional universal” de la candidatura de “Ferrol de la Ilustración” a la Lista de Patrimonio Mundial. Diego Calvo Pouso Presidente da Deputación da Coruña. 3 CASTILLO DE SAN FELIPE INFORME HISTÓRICO PATRIMONIAL ÍNDICE Introducción............................................................................................................ Identificación y Localización: Lugar y coordenada. Geografía física.................... Descripción............................................................................................................. Estudio histórico general Del conjunto y zona defensiva De la construcción del castillo de San Felipe.......................................... La primera fortificación “a la marina” La gran reconstrucción dieciochesca............................................. El final de las obras y los juicios críticos...................................... Las reformas decimonónicas y su pérdida de eficacia defensiva............. Del estado actual del castillo y su valoración histórica................................... Configuración general Descripción y valoración histórica de los elementos (partes).................. El entorno................................................................................................. Delimitaciones (acotación para zona de respeto)................................................... Resumen de la valoración histórica........................................................................ 7 9 15 18 21 29 36 39 43 71 72 73 Anexos I. Tipologías: modelos académicos de ingeniería naval y militar........................... 79 II. Documentación histórica................................................................................... 98 A. Documentos escritos B. Mapas, planos y dibujos históricos............................................................. 130 III. Material de artillería y pertrechos ................................................................... 165 IV. Bibliografía....................................................................................................... 182 V. Gráficas dimensionadas complementarias......................................................... 187 VI. Logística y servicio de aguas........................................................................... 224 5 Navegando entre castillos… El Castillo de San Felipe en Ferrol INFORME HISTÓRICO PATRIMONIAL INTRODUCCIÓN Se trata de hacer un estudio histórico del Castillo de San Felipe en la Ría de Ferrol con proyección a su gestión en el futuro y su plan director. Para este trabajo se han recogido una gran cantidad de fuentes primarias y secundarias en diferentes archivos de España y también de otras naciones, principalmente de Francia e Inglaterra, o sea se dispone de un amplio catalogo documental, tanto en escritos como en planos, mapas y dibujos, y la abundante bibliografía que también encuadra el tema en un ámbito superior del conjunto y sistema a que pertenece; todo ello se recoge en los correspondientes anexos a este trabajo. En cuanto a la metodología que se emplea debemos destacar el modelo seguido, en base a la estructura de análisis que se ha diseñado en el ámbito del Comité Científico Internacional de Fortificaciones y Patrimonio Militar (ICOFORT), dependiente del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) que es el órgano asesor de la UNESCO para el patrimonio inmueble. Este modelo de análisis e información es parte de una “base de datos”, más amplia y de la que se extrae la información y permite hacer todo tipo de comparaciones y establecer las lógicas interrelaciones con otros bienes culturales similares. Así, este modelo, denominado CIEFORM y creado precisamente en el Centro Internacional de Estudios de Fortificación y Apoyo Logístico (CIEFAL) en Ferrol, y adoptado como método de trabajo por el citado ICOFORT, nos facilita la coordinación de informaciones muy diferentes que se obtienen de ámbitos profesionales diversos con carácter interdisciplinario: geografía, historia, arqueología, arquitectura, ingeniería, ejercito, marina, botánica etc, incluyendo también ciertas aportaciones del ámbito económico y del derecho. Este modelo y esquema nos facilita también la comprensión de la historia del diseño y su posibilidad de ejecución, es decir de la funcionalidad que tenía y tiene, la tipología de los cánones académicos aplicados y sus adaptaciones para conseguir los proyectos, luego condicionados por la disponibilidad de personal cualificado, de los materiales con su tecnología y la necesaria financiación. En este orden de ideas hacemos una primera identificación del bien cultural y su localización, donde se plantea un breve estudio de la geografía física (orografía e hidrografía) que es el escenario básico (“teatro de operaciones”) del Castillo y después de su entorno. Se procede a realizar una descripción completa de la construcción, con referencias al conjunto y sistema defensivo al que pertenece, comenzando por el estudio histórico. En este 7 epígrafe se analizan las demandas funcionales defensivas, teniendo en cuenta la geoestrategia, la organización, la táctica y logística de cada época, así como la aportación de los entornos académicos de las corporaciones militares que intervinieron, valorando también las iniciativas y pensamiento de los sucesivos autores de los diseños (proyectos) y su ejecución. Los referidos estudios históricos nos facilitarán una breve descripción general, encuadrando así las diferentes partes del castillo en unos esquemas tipológicos que nos proporcionan después la base para la valoración de este bien cultural, incluido el entorno. El apartado de la valoración se realiza desde cuatro puntos de vista diferentes: la “instrumental” en sus aspectos defensivos, la de “antigüedad” o rememorativa de acontecimientos importantes, la “evolutiva” que compara en el tiempo y espacio este bien con otros similares y sus aportaciones históricas, también finalmente la “artística” en su sentido más amplio de la estética. Estas valoraciones nos deben facilitar una clasificación del bien y sus partes, teniendo también en cuenta el estado de conservación en cuanto a la “autenticidad” e “integridad” de la fortificación y su entorno. Por último, se plantean las recomendaciones para la gestión en base a establecer los elementos sustanciales e importantes del castillo con los máximos valores y su mejor conservación, los que trasmite la historia por sus formas y el “espíritu del lugar”, pretendiendo una protección integral. Pero también se deben obtener otros dos niveles inferiores, en cuanto a la valoración y conservación, determinando así los elementos que se consideran secundarios y los que tienen escaso valor. 8 IDENTIFICACIÓN El Castillo de San Felipe, así nombrado desde su construcción inicial, se identifica como un bien cultural del grupo material inmueble y de la clase de fortificación permanente y batería de costa, según la base de datos del CIEFAL-ICOMOS, dándole el nº 1173 (grupo-clase)ES-10000 (provisional). Está identificado en el catálogo de Bienes de Interés Cultural del Ministerio de Cultura y de la Xunta de Galicia con el nº R-I-51-0008845. LOCALIZACIÓN Lugar y coordenadas El Castillo está localizado en España, en su Comunidad Autónoma de Galicia, provincia de A Coruña, comarca y ayuntamiento de Ferrrol, parroquia de Santa María de Brión. Tiene las siguientes coordenadas para su localización: UTM: Geográficas: X:558232 Longitud:43º 27´ 53´´ N Y:4812894 Latitud:8º 16´ 53´´ O USO: 29 GEOGRAFÍA FÍSICA En este apartado se trata de aportar una información elemental de la orografía, hidrografía y otros elementos condicionantes geográficos como introducción y soporte del escenario histórico. El conjunto costero de la ría de Ferrol, con su contigua de Ares-Betanzos y la zona exterior a estas, presenta una geomorfología de profundas entradas de la mar en un territorio de relativa gran altitud y compleja formación de valles. Estas características, con los materiales que componen el territorio y sus asociaciones biológicas, tendrían una decisiva importancia en la historia de la zona, ya que conformaron un ecosistema de apreciadas cualidades para el desarrollo de la vida marítima, pero también compatible con otras actividades en tierra. En todo caso fue esencial para determinar su relaciones exteriores y 9 el aprovechamiento de sus recursos naturales. Por otra parte habrá que reconocer este paisaje con sus características estéticas naturales y de su evolución. Cuando se estableció la primera proto-base naval en la ría ferrolana, durante el siglo XVI, la geografía física no había tenido prácticamente ninguna variación por las acciones humanas, lo que es muy importante para comprender los condicionantes del puerto de mar y valorar sus interesantes características; las que también determinaron después la evolución de este primer establecimiento de apoyo para las armadas de la monarquía, hasta obtener la gran base naval de Ferrol en el siglo XVIII. La geoestrategia de los puertos “llave” del reino de Galicia fue inicialmente, como después su ampliación al océano Atlántico Norte, un factor decisivo en el sistema de comunicaciones marítimas, dando gran importancia al conjunto de infraestructuras de la ría de Ferrol; entendiendo que ya cumpliría con las exigencias de un buen fondeadero para los buques y la disponibilidad de las construcciones necesarias para su apoyo y defensa. 10 En este informe sobre el castillo de San Felipe no es necesario relatar la importancia de esta geografía del conjunto ferrolano que ya tiene su estudio específico complementario, ni siquiera la parte relativa al ámbito de las “Defensas Costeras” de la base naval, al que pertenece esta fortificación y sobre las que hemos publicado también el oportuno informe particular (Rodríguez-Villasante, Juan. 2008). Aquí nos centraremos en los condicionantes del territorio que controlaba el Castillo de San Felipe, aunque contando con el apoyo colateral de los otros fuertes construidos en esta zona. Debemos intentar conocer las cualidades de esta parte de la costa para comprender la funcionalidad de la fortificación, teniendo en cuenta la limitada capacidad de modificar la geografía que se tenía en el siglo XVI y aún después en el “siglo de las luces”, por lo menos en los parajes con grandes diferencias de altitud costera y sus profundidades marinas. En la doctrina académica de los ingenieros militares se daba una capital importancia a las características del terreno para la elección del lugar (Zapatero L.Anaya, J.M. 1978; cita a Zastrow), considerando siempre la posición de “comodidad” para una fortificación defensiva respecto de su entorno, más o menos dominante o dominada en altura, la posibilidad de construir con “simetría” en su concepto de figura geométrica tendente a la regularidad, adaptada la orografía, y también la “firmeza” que dependía en gran manera de los materiales disponibles en la zona próxima, para obtener la mejor resistencia de su estructura, tanto en previsión de un posible ataque como para su mantenimiento. 11 Una primera idea sobre la forma de la Ría de Ferrol puede ser la de un “embudo con su parte central ancha y espaciosa, formando el cuello un corredor estrecho” (Pérez Alberti, A. 1983) de una longitud aproximada de cuatro kilómetros, en el que se encuentra el castillo de San Felipe. Esta comparación descriptiva de su plano es también buena para sus perfiles de cierta angostura. Sabemos que este corredor es el resultado de una parte de la gran fractura del macizo noroccidental gallego que hizo posible el curso del río Grande de Jubia, cuyo cauce se amplió por la debilidad de los materiales y la transgresión marina, dando lugar a esta Ría y su particular zona del oeste que tiene una configuración de garganta por la excepcional dureza de las rocas como ahora describiremos. El impresionante aspecto de esta boca de la ría tiene su base en la pequeña anchura de 1800 metros que se estrecha en su parte del este a menos 500 metros y deja un canal de acceso de sólo 200, formado precisamente por las faldas de las montañas de Montefaro al sur y San Cristóbal al norte, incluyendo su abrupta caída en la mar. Es también importante destacar que este corredor tiene un cierto ensanchamiento en sus dos extremos ; o sea hacia el sudoeste (exterior) que forma la pequeña ensenada de Cariño, así como también el comienzo de la gran bahía que se extiende hacia el nordeste y este (interior). La configuración de esta boca de la ría tiene un eje (oeste-este) que atraviesa una gran franja rocosa, constituida por granito, la que es una parte de la gran veta que se extiende desde la banda norte hacia la sur, formando unas montañas con apreciables alturas de 216 metros en Brión y Ventoso, pero también la de 265 metros del citado Montefaro en la otra orilla. Parece lógico afirmar ahora que esta configuración rocosa influyó notablemente en el diseño de la fortificación, teniendo en cuenta la dureza del granito y el perfil de la superficie con escasa tierra y aflorando la roca a menos de un metro de profundidad ; pero también esta cantería facilitó el recurso material que predomina en la obra ejecutada. En cuanto a la configuración de las cotas próximas a la ribera es fácil de apreciar que su plano se caracteriza por una línea muy sinuosa y accidentada, lo que se produjo por los citados movimientos tectónicos y la erosión de la mar sobre la costa primitiva; así, hay abundantes pequeños cabos, tallados en el duro granito, destacando para este informe los siguientes: por la banda norte están los de Prioriño Chico, Viñas (hoy desaparecido por los rellenos del puerto exterior ferrolano), San Cristóbal, Porca, San Felipe (el castillo) y Vispón que está ya dentro de la ría; por la ribera sur encontramos los cabos del Segaño (el más occidental), San Martín, La Palma y Leira (dentro de la bahía). Destacamos ahora que el cabo donde se construyó el castillo de San Felipe se aproximaba mucho a la figura de triangulo (línea en cota 10), con un apuntamiento hacia el sur-oeste y avanzando unos 160 metros desde la línea imaginaria que uniría la cala de poniente con el entrante de levante (dirección oeste-este); las curvas de nivel tenían casi la misma forma angular y alcanzaban la cota 27 aproximadamente en la intersección de la bisectriz con la citada línea imaginaria de su base triangular; así el dato más importante es la fuerte inclinación de las laderas, de manera que en sentido sur sobrepasaba los 10º (17%) y en las direcciones este oeste los 15º (24%) aproximadamente. En esta zona ribereña se produjeron también algunos restos arcillosos y más aún de arenas con depósitos detríticos que forman algunas calas entre los citados cabos: en la banda norte está la de Cariño entre la desaparecida punta de Viñas y San Cristóbal, las dos citadas y contiguas al Castillo de San Felipe con forma de pequeña playa al oeste y un gran entrante de perfil rocoso al este, llamado de Leusa; en la zona sur está la ensenada del Baño al este de la Palma y una 12 breve cala al oeste. Parece interesante hacer una generalización de estos tipos de formación costera a todo el entorno, incluso el más alejado. Así pues, la morfología de las riberas de toda esta comarca nos permite comprender los condicionantes de la actividad del castillo, tanto a nivel de su situación estratégica como en el desarrollo de los planteamientos de tipo táctico (defensivos) y de utilización de los diferentes elementos de apoyo logístico, incluidos los de aprovisionamiento y transporte desde la zona interior de la ría. Para una mayor información remitimos al correspondiente informe publicado del conjunto o zona de las “Defensas Costeras” (Rodríguez-Villasante, J. 2008) como parte de la base de datos general. En cuanto a hidrografía, en su plano y perfil de fondos marinos, debemos destacar la existencia de idénticos materiales rocosos de granito en toda esta boca de la ría y señalar también las grandes profundidades marinas en relación con la poca extensión de esta zona, llegando a 31 metros en la citada boca y superando los 10 metros en las cercanías de la ribera. Al sudoeste del ensanchamiento del canal hay calados de 13 y 14 metros muy próximos a la costa y 24 metros en su parte central. Todo esto permitió siempre a las embarcaciones históricas un acceso relativamente fácil a la Ría, en cuanto a la profundidad demandada por sus diferentes tipos, aunque era necesaria una complicada maniobra para navegar por el ya citado plano sinuoso del corredor, aún con pleamar. Estos datos pueden ampliarse en el trabajo publicado sobre el Puerto de Ferrol (Rodríguez-Villasante, J. 2001) En esta aproximación a los condicionantes geográficos hay que destacar también que había algunos bajos marinos, conocidos como los de la Palma (9, 8 y 9,0 metros) y del Inglés (10,6 metros) que no eran casi apreciables en el siglo XVI y XVIII por los pilotos, por lo menos estaban escasamente considerados como limitaciones; incluso las rocas de la Reina, Mirela, Batel, Cabaliño etc no pasaron de ser puntos de referencia en las cercanías de las riberas, por cierto produciendo algunos accidentes marítimos con varadas de los buques mal gobernados, generalmente en días de niebla y temporales del sudoeste. A manera de resumen volvemos a destacar la sinuosidad de esta boca de la Ría, enfrentando la ensenada del Baño con la punta del Vispón, la rinconada de Leusa con la punta de la Palma, el entrante de Nande con el saliente de San Felipe y la cala de Lage con la punta de San Martín. 13 Además de estos datos es imprescindible conocer que existe una fuerte corriente marina, producida por la subida y bajada de las mareas, que llega a superar en algún punto y hora la velocidad de 3 nudos. Las modificaciones de esta orografía e hidrografía en el siglo XX, tanto en la ensenada de Cariño como en la zona del Vispón, tienen que ser tenidas en cuenta para comprender ahora como fue el entorno histórico de la fortificación de San Felipe y apreciar sus influencias en la época de la construcción y sucesivas obras de modificación. Así pues, debemos citar la pérdida del que fue antepuerto natural de Ferrol, situado entre el cabo Prioriño Chico y la punta de Porca, cuyo fondeadero fue rellenado en gran parte por la citada obra del puerto exterior; pero también el avance de los muelles actuales de la Estación Naval de la Graña y la modificación de los antiguos viales costeros en esta zona. Es imprescindible hacer una cita sobre los vientos que influyeron grandemente en este espacio marítimo costero, por ser un condicionante de la navegación con propulsión vélica hasta la mitad del siglo XIX: el viento dominante es de componente oeste y sudoeste, con frecuentes lluvias, entrando los temporales precisamente por la boca de la ría. Por último parece oportuno destacar la clase de vegetación del entorno montañoso, hoy modificado grandemente por la plantación de especies nuevas en Galicia y de alto porte como es el eucalipto, llegando a las cercanías de la línea costera norte, además de una inadecuada conservación de la “campaña” o zona polémica del castillo. Esta configuración geográfica como factor del sistema portuario y defensivo estará presente en la descripción y valoración histórica que sigue en los posteriores epígrafes de este informe (base de datos), de manera que remarcamos así los condicionantes: los de tipo geoestratégico para la elección del lugar y sus zonas de control, incluyendo la organización del conjunto defensivo; los del planeamiento para los supuestos tácticos referidos a las armas que se empleasen y los de la construcción del castillo que fue una actividad de ingeniería-arquitectura regida por el correspondiente “ciclo logístico: determinación de necesidades, obtención y distribución” (Salgado Alba, J. 1973). Este es un procedimiento que podemos enlazar con las operaciones del diseño en sus fases de estudio funcional y del modelo aplicable para realizar el proyecto, así como en las de obra por su posibilidad de ejecución, o sea la disponibilidad de personal adecuado, materiales apropiados y financiación suficiente. Remarcamos estos temas, puesto que ya eran conocidos por los ingenieros militares que tenían formación académica a partir del siglo XVI, como luego analizaremos, y más perfeccionada en el siglo XVIII utilizando un precursor “esquema operacional de diseño”. 250 200 150 100 200 50 150 100 50 50 100 150 200 14 250 DESCRIPCIÓN ESTUDIO HISTÓRICO GENERAL En este apartado se trata de relatar el proceso histórico que se realizó para la construcción del Castillo de San Felipe, o sea un relato de su tiempo y cronología, pero referido a las demandas funcionales, a los modelos de diseño empleados, a sus autores como interpretes de estos cánones académicos que produjeron los proyectos y, por supuesto, la ejecución de la obra con sus condicionantes. DEL CONJUNTO Y ZONA DEFENSIVA Comenzamos esta descripción con una breve referencia al conjunto y zona que pertenece, puesto que este bien cultural es una parte de las “Defensas Costeras” y estas de la agrupación que denominamos “Ferrol de la Ilustración”, más concretamente de las fortificaciones de la Ría y precisamente para la defensa de la “boca” como hemos anotado anteriormente. En primer lugar debemos hacer también una referencia a que este conjunto y zona es parte de un sistema de control del territorio y la mar que conocemos como el antiguo Departamento Marítimo del Norte con capital en Ferrol desde 1726, ya que antes la defensa fue simplemente del fondeadero y la protobase naval del siglo XVI. En este orden de ideas, es preciso destacar que el condicionante geoestratégico y su ampliación al concepto de “poder naval”, ya en el siglo XVIII, fue decisivo para la historia del Castillo de S. Felipe; así como también la disponibilidad de personal del Ejercito de Tierra y la Marina, la producción de material de guerra y otros considerados estratégicos, los transportes terrestres y marítimos, el apoyo logístico de las Maestranzas (militares) y bases navales, así como la composición de las “fuerzas” de tierra y mar (buques), conformaron un entramado de organización realmente complejo para el diseño y construcción del castillo a partir de su remodelación en el “siglo de las luces”. De una forma más concreta nos referimos a la “amenaza” como parte del análisis estratégico, tanto en el siglo XVI como en el XVIII, determinando unas funcionalidades de tipo “táctico” y sus necesidades logísticas. En todo caso el diseño defensivo se hacía siempre desde las “fortalezas” naturales de la boca de la Ría, aunque contando también con ciertas “debilidades” del territorio costero y aprovechando la “oportunidad” de cada momento. Este subconjunto o zona defensiva costera se planteaba ya inicialmente, como hemos escrito, para la protección de la proto-base naval de Ferrol desde 1520 que apoyaba el armamento de las escuadras de la Corona con motivo de las campañas marítimas de la Europa atlántica. En 1580 se concretaban los informes de los ingenieros del Rey para fortificar en tres puntas geográficas que dominarían la estrecha boca de la ría, las que hoy se conocen como de nuestro Castillo de San Felipe, la de Nª Señora de la Palma y San Martín, formando un triangulo de control; pero además se tenía en cuenta una fortificación al interior inmediato en las puntas del Vispón y de Mugardos (Leyra). Esta fue la primera configuración defensiva que se basaba lógicamente en los estudios estratégicos dirigidos por los Capitanes Generales, considerándose principalmente la amenaza naval que se contrarrestaría con la fortaleza de una artillería con poca potencia pero emplazada en lugares apropiados (puntas geográficas), aunque con alguna debilidad por la zona terrestre de las montañas que dominan estos cabos. Los castillos deberían 15 controlar conjuntamente el acceso, aunque cada uno tenía lógicamente asignado un sector de tiro artillero hacía la mar, considerando entonces que los desembarcos de tropas expedicionarias para el ataque por tierra eran de una gran dificultad. Los buque que constituían la amenaza eran entonces de muy diferentes portes y potencia artillera, pero sobre todo tenían una gran dificultad en sus maniobras de aproximación a la boca de la ría. Otro tanto se podría afirmar de la capacidad para un ataque por tierra de una fuerza expedicionaria desembarcada (García-Parreño, J.1982). Este conjunto defensivo sirvió en los años finales del siglo XVI y durante todo el siglo XVII, con cierta eficacia, a pesar de su deficiente estado de conservación, incluso con distintos tipos de construcción, siendo el de San Felipe el de peores calidades, como luego se verá, para aquella época. Los modelos de fortificación eran los aconsejados por la Academia de Matemáticas de Madrid de los ingenieros de Felipe II. En el siglo XVIII, repetimos, con el nuevo planteamiento defensivo a partir de 1729, se trató inicialmente de mejorar los tres castillos que se habían consolidado como “permanentes”, pero valorando también las defensas “terrestres” que se habían utilizado puntualmente. En 1731 ya se concretaba más el plan defensivo, fortificando también hacia el exterior o, mejor dicho, el antepuerto de la ensenada de Cariño, apareciendo diseños para las puntas de Segaño, Rabo de Porca (luego San Carlos) y Restrebor (luego San Cristóbal). Este “teatro de operaciones” se analizaba en base a las nuevas tácticas y los medios logísticos disponibles, siguiendo ciertas “lecciones aprendidas” de los ataques recientes de Rande (Vigo) y otras muchas expediciones. Las nuevas propuestas de los Capitanes Generales del Ejercito y Marina, con la decisión final de la Corona (Secretarías), aprobaban un plan estratégico y una incipiente organización. Se trataba de contrarrestar la nueva amenaza de los grandes navíos artillados con mayor número de cañones, hasta en tres cubiertas, y enorme “masa de fuego” pero que tenían aún grandes dificultades en la maniobra para forzar la entrada de la ría (García-Parreño J., 1982, Casado Soto, J. 2002, Rodríguez-Villasante J. 2002). Entonces se disponía de una corporación de ingenieros de gran calidad, formada en el entorno de la Academia de Matemáticas del Ejercito de Barcelona, crisol de tecnologías de toda la Monarquía Hispánica y con apreciación de otras escuelas extranjeras, como era la prestigiosa de Francia del siglo XVII (Vauban entre otros). Pero esta parte de ingeniería sería completada también con un fuerte apoyo logístico y financiero, por lo que el desarrollo del gran proyecto defensivo abarcaba un gran entorno comarcal y de la zona marítima. En 1733 ya se estaban modificando sustancialmente las fortificaciones de San Felipe y La Palma, pero también se ampliaba el proyecto a los apoyos del almacenamiento de pólvora en la zona del Vispón (1737) y a la obtención de materiales de obra en las cercanías y en el resto de Galicia, para aminorar costes. En 1738 surgían nuevas iniciativas ante la presencia de ataques y desembarcos, fortificando en las playas de Canelas y Cariño, incluso después en la punta de Viñas que serían complementadas con otras baterías costeras en la zona exterior en la ría de Ares, playa de Doniños etc. Todo este impulso de construcción de fuertes, ya como “baterías colaterales”, tenía un cierto fundamento en la eficacia de la artillería disponible, tanto la defensiva española como la de los posibles atacantes franceses o ingleses; por lo que los estudios de las “piezas” artilleras eran fundamentales y entonces ya estaban en procesos de normalización, más o menos basados en estudios matemáticos y experiencias contrastadas en alcances y efectividad destructora. Así 16 17 27’ 43º 28’ 43º 29’ 43º 30’ 43º 4816000 4815000 4814000 4813000 4812000 4811000 8º 21’ 8º 21’ 553000 Dc08 Dc09 Dc11 553000 8º 20’ 554000 554000 8º 20’ 555000 Dc10 555000 Dc05 8º 19’ 8º 19’ 556000 Dc04 556000 8º 18’ 8º 18’ 557000 557000 Dc03 Dc06 8º 17’ 558000 558000 8º 17’ Dc01 559000 Dc02 Dc12 559000 8º 16’ 8º 16’ Dc07 560000 560000 8º 15’ 8º 15’ 561000 561000 27’ 43º 28’ 43º 29’ 43º 30’ 43º 8º 14’ 4816000 4815000 4814000 4813000 4812000 4811000 en la segunda mitad del siglo XVIII ya se tenía un conocimiento del tiro artillero con datos bastantes concretos; por ejemplo: con cañones de “a 24” y elevación a 0º se podría penetrar en el casco de un navío a unos 600 metros y con elevaciones a 2º y 3º se tiraba “a desarbolar” entre alcances de 1000 y 1500 metros. En consecuencia con estas ideas se procuró mejorar los sectores de tiro para dominar la ensenada de Cariño y la boca de la Ría, así como sus ampliaciones exteriores. Todo esto llevo a la reedificación de las citadas baterías colaterales y a la construcción de la de San Carlos (1762) que tenía gran relación con las de San Felipe y San Martín por su proximidad. Hacia 1756, la costa estaba ya bien fortificada, aunque había ciertas deficiencias según informes de los sucesivos ingenieros que atendían las mejoras del conjunto por orden del Capitán General. De manera que en el resto del siglo se fue perfeccionando la defensa, aunque sabemos que había grandes dificultades en su apoyo logístico, las que debían compaginarse con otras ampliaciones del conjunto fortificado en la costa exterior (Ares, Doniños y San Jorge), además de la nueva batería de cabo Prioriño Chico. El siglo XIX fue la época en la que perdieron valor estas defensas colaterales por la revolución tecnológica que proporcionaba una artillería más potente, de mayor alcance y precisión, así como el blindaje de los buques, también con mejor maniobra por su propulsión mecánica. En 1860 se trataba de adaptar el Castillo de San Felipe a las nuevas armas, pero complementando al de La Palma que pasaría a ser el más importante, así como pensando ya en el emplazamiento de las baterías a mayor altura, en Montefaro. Este epígrafe se cierra con la necesaria referencia a la publicación “Las Defensas Costeras” (Patrimonio histórico del Ferrol de la Ilustración), ya citado, en el que se amplia la información sobre esta zona o subconjunto defensivo, identificado el castillo de San Felipe en el plano con el número 1 y el resto del 2 al 12 (Dc). DE LA CONSTRUCCIÓN DEL CASTILLO DE SAN FELIPE Siguiendo el mismo criterio y exposición cronológica del apartado anterior, ahora iniciamos la descripción histórica de esta fortificación a partir de los primeros datos conocidos y contrastados, tanto en la documentación escrita como en los planos, mapas y dibujos que se encuentran en diferentes archivos con gran cantidad y calidad (Ver anexo II apartados A y B). La primera fortificación “a la marina” En 1589, coincidiendo con la invernada de la escuadra de Alonso de Bazán en Ferrol, comenzaba a construirse la primera edificación con el nombre de San Felipe por la onomástica del Rey, aunque posiblemente existiera una obra terrera, un par de años antes. Se procedía lógicamente el inicio por la excavación del foso (1590) y sus movimientos de tierras (incluidas las rocas), siendo su director técnico el alférez Pedro Rodríguez Muñiz; pero siguiendo los primeros estudios y anteproyectos que se habían realizado en Ferrol para la defensa del fondeadero y proto-base de los buque de las Armadas Reales, a partir de 1580, incluyendo los informes de otros prestigiosos ingenieros que estaban vinculados a la Real Academia de Matemáticas de Madrid: J. Palearo Fratrin, Tiburcio Españochi y Cristóbal de Rojas, etc (Soraluce, J. 1988). Estos técnicos eran los responsables de crear las defensas del imperio de Felipe II y aplicaban la nueva cultura renacentista de la geometría a los diseños de la naciente fortificación abaluartada que era la solución para el problema de la nueva amenaza con la artillería y otras armas 18 de fuego, de reciente introducción en las campañas militares. Pueden consultarse las obras de Alicia Cámara, 1998; Ignacio González Tascón, 1998, José Soraluce, 1987 y Fernando Cobos, 2000 y 2004. En este estudio concreto del Castillo de San Felipe no es necesario extenderse en los pormenores de estas técnicas de fortificación defensiva, en las que intervenían multitud de ingenieros y artilleros con experiencias en las numerosas guerras contemporáneas, pero si debemos resaltar la importancia de la aplicación de las “máximas” de las Escuelas y su adaptación al terreno. Para una introducción al sistema de fortificación abaluartado remitimos a las publicaciones concretas sobre el reino de Galicia y sus contenidos más generales. Puede consultarse la obra de José R. Soraluce, 1985, Juan Rodríguez-Villasante, 1984, y el resumen de “Tipologías: modelos académicos de ingeniería militar” en anexo I. En el primer momento se proyectó un castillo ligeramente apartado del perfil costero y relativamente elevado del nivel de la mar; tenía forma de trapecio (polígono básico) alargado en dirección norte-sur, siguiendo el modelo de los fuertes “a la marina”, o sea “a propósito sobre un río o en el canal de un puerto” que conocemos por el tratado de “Teoría y Práctica de Fortificación” de Cristóbal de Rojas en 1598, recogiendo las experiencias de la citada Academia de Madrid y de todo el imperio hispano, incluidas las opiniones de otros tratadistas con mayor dominio de las técnicas de la artillería que comenzaba a desarrollarse y era normalmente escasa en número de piezas, calidad y personal sirviente (Lechuga, Cristóbal. 1611). El castillo por su parte defensiva de la ría presentaba una forma estrellada con dos mediotorreones y en el frente de tierra dos baluartes muy agudos en su ángulo capital que flanqueaban una pequeña cortina. De este primer proyecto no se conserva realmente nada, salvo una traza muy parcial y las referencias documentales que nos dicen de los trabajos preliminares de movimientos terreros y excavación del foso, con grandes dificultades por el personal y material granítico del suelo (Ref. documentos escritos de 1590 y 1596 en anexo II A, nº 1, 2, 3 y 4 y su apéndice números 369 a 387, así como sus planos históricos en anexo II B, nº 1 y 2 del Archivo Instituto de Historia y Cultura Militar, APA-1-40 y Archivo General de Simancas, Mapas, Planos y Dibujos XXXVII-71). El castillo se construyó realmente como un pequeño fuerte para defender el sector norte de la boca de la ría, “cruzando fuegos” con los de Nª Sra. de la Palma y San Martín, siendo probablemente una ejecución limitada y muy condicionada por el terreno del antedicho proyecto, 19 concretamente construida en su parte sudoeste, o sea una punta de la estrella y el medio-torreón contiguo. Así se llegó a levantar una línea quebrada en dirección oeste-sur para el emplazamiento de la artillería y una especie de cubo de acceso por levante; pero esta obra, que conocemos por un grabado de V.M. Coronelli (Atlas editado en hacia 1720 Anexo II nº 7), no concuerda exactamente con la disposición que se conservó en la obra del siglo XVIII: creemos que debió modificarse parcialmente durante las obras iniciales con la forma de una cortina (sin baluartes) para artillar con 6 troneras entre merlones, defendiendo el acceso por el sudoeste, y otra ligeramente curva para otras tres piezas, también con troneras y cubriendo el sector sudeste; tras su amplio adarve, formando casi 90º, estaba la zona de acuartelamiento con la puerta del recinto en su lado del nordeste. Hoy se conserva la cortina del sudoeste y parte de la puerta. Este fuerte de San Felipe, aunque no pasó de tener una forma muy sencilla, sin cumplir los cánones académicos y con mala construcción, tenía su mayor importancia por su localización en la costa, cerrando la boca de la ría con los otros dos fuertes citados de Nª Sra. de la Palma y San Martín que fueron de mejor traza académica, pudiendo colocar una “cadena” con maderas (sobre la mar) para atrancar la canal de entrada, desde su lado de poniente hasta el citado de S. Martín. A pesar de su escasa calidad, sirvió en su conjunto para impedir la entrada en la ría de las escuadras inglesas del Conde de Essex, de Charles Howar y Walter Raleigh, en 1597, que intentaban un “golpe de mano” después de los apreciables resultados de su asalto a Cádiz. Sabemos que a la disposición defensiva se añadía la fortificación de Santiago en la punta del Vispón y de materiales “terreros”, además del fondeo en batería de los galeones disponibles de la escuadra que se estaba armando en Ferrol, bajo el mando de Martín de Padilla. (Anexo II B nº 3 y 4). En 1609 el ingeniero Jerónimo de Soto, durante su inspección de las fortificaciones de Galicia, consideraba conveniente la demolición de los tres fuertes que estaban en mal estado 20 y reedificar el de San Felipe, dándole la mayor importancia. Al año siguiente, en otro informe del Capitán General Luis Enriquez describía la mala conservación de los castillos. La cantidad y calidades de las piezas de artillería emplazada en San Felipe debió variar mucho durante el siglo XVI y primera mitad del XVII, dadas las disponibilidades en Galicia y de acuerdo con el estado de la defensa, en la que pesaba también un menosprecio por algunos mandos militares por este fuerte. Parece que no sobrepasó nunca la cifra de 15 piezas, de la que sabemos solamente algunos datos de sus clases: en 1592 había 8 piezas de hierro, 5 pedreros, 1 berraco y 1 falconete; en 1656 estaba artillado 6 piezas de bronce que suponemos que eran de la tipología de cañones (ver material de artillería en anexo III). En todo caso debemos referir que la artillería fue siempre escasa y con un deficiente apoyo logístico, como se desprende del contenido de los documentos de la época citados, incluidos las “encabalgaduras” (cureñas) y el suministro de pólvora, balas y pertrechos. En 1639 las deficientes fortificaciones de la boca de la Ría dieron nuevamente una muestra de su valor estratégico (Ref. doc. escritos anexo II A nº 5 y Cartas-dibujo nº 5 y 6 de anexo II B), disuadiendo del ataque a la fuerza expedicionaria francesa del almirante Henri D´Escobleau de Sourdis que también bloqueó la vecina plaza coruñesa. Después de estas fechas y la concentración de las escuadras del almirante Antonio de Oquendo, la ría ferrolana no tendría casi actividad militar, hasta el siglo XVIII; pero seguían los estudios para mejorar la fortificación con ciertos intentos al comenzar la nueva centuria y en relación con la campaña defensiva que se realizó en la ría de Vigo, conocida como batalla de Rande y su ataque anglo-holandés de 1702 y otro posterior en 1719. La experiencia obtenida en estos combates fue muy importante para el diseño y fortificación de la ría ferrolana, sobre todo en los aspectos del conocimiento de las cualidades de los navíos y capacidades para los desembarcos de tropas y su armamento para el ataque a las fortificaciones costeras (Rodríguez-Villasante, J. 2002 y Casado Soto, J. 2002). Ver el Resumen de Tipologías (modelos) academias de ingeniería naval y militar en anexo I. La gran reconstrucción dieciochesca El gran impulso, como se adelantó en anterior epígrafe, fue a partir de 1726 durante el segundo reinado de Felipe V, cuando el ministro José Patiño decidió convertir a Ferrol en capital de uno de los tres Departamentos Marítimos del litoral español. Así, con esta resolución, se creaba el primer Arsenal para el Departamento del Norte en La Graña y se elaboraba un plan defensivo. Comenzaba entonces un estudio de la rada de Ferrol y los puntos más idóneos para mejorar la fortificación, teniendo en cuenta la amenaza de los numerosos buques con mayor potencial artillero, contando hasta tres cubiertas con cañones y cierta posibilidad de efectuar desembarcos de fuerzas expedicionarias (remitimos al informe de las “Defensas Costeras” y al apartado anterior para mayor detalle de la situación geoestratégica, táctica y logística). Ver plano n 8 y 9, Anexo II B. El Ingeniero Director de las obras de Galicia Francisco Montiagu fue el encargado de planificar la reforma de los fuertes existentes, pues se consideró que era muy buena su disposición para controlar la boca de la Ría. Montiagu propuso probablemente el proyecto de ampliación del antiguo fuerte de S. Felipe, hacia 1729, con dos baterías laterales: una de cinco troneras hacia el interior de la ría y otra en forma angular con otros cinco cañoneras para el lado oeste y tres para el sur; además de un pequeño flanqueo de la cortina de tierra con muros aspillados. Esta obra no llegó a realizarse pero nos indica ya un primer análisis de tipo estratégico y orgánico del conjunto, así como un planteamiento táctico y logístico, aunque era muy corto para la 21 amenaza previsible (Referencia planos históricos en anexo II B con nº 11, Archivo General de Simancas M.P. y D-XXV-14). En 1730 Montiagu fue relevado como ingeniero jefe de la comisión en Ferrol por Juan de la Ferriere que iniciaba los nuevos proyectos para una gran ampliación de San Felipe, considerado ya como el lugar de mayor importancia y desarrollando posiblemente algunas ideas de Montiagu (Plano nº 10 Archivo General de Simancas, M.P. y D. VI-97). Así, el 23 de abril de 1731, firmaba un plano que marcaba las nuevas líneas que debían establecerse “para la seguridad del puerto” desde este castillo (Ref. planos históricos en anexo II B nº 12, Archivo General de Simancas M.P. y D-VI-98) y la edificación de otras “baterías colaterales exteriores”. 22 Este plano fue enviado con oficio de la misma fecha a la Corte para su aprobación, junto con otros que determinaban las necesidades de cañones y artilleros y el coste de la fortificación nueva. Juan de la Ferriere parece que tenía en cuenta un análisis de la nueva funcionalidad defensiva ante los buques de mayor poder artillero y posibles desembarcos, incluso de la determinación de los elementos logísticos propios para desarrollar un plan defensivo a base de una artillería que debía igualar, por lo menos, la de los buques atacantes y el acoso por tierra, fiándose de la eficacia de cañones de “a 24” para la mayor parte de la batería (Ref. Anexo II A documentos 7 al 13 y Material artillería, anexo III). Aplicaba entonces toda su experiencia e interpretación de la tecnología que se estaba consolidando en el entorno de la Real Academia de Matemáticas del Ejército (Barcelona) que era la fusión de los estudios de todas las “Escuelas de la Monarquía Hispánica” y ciertas aportaciones de las francesas y holandesas. Esta fortificación abaluartada, con atenazamiento hacia el exterior, aplicaba ya sus “máximas” y modelos académicos en función de los condicionantes del terreno y la posibilidad de ejecución, incluso la financiera, como se comprueba en nuestro caso. De nuevo remitimos al anexo I de “Tipologías: modelos de ingeniería naval militar” y al IV de Bibliografía, citada anteriormente para una mayor información general. El proyecto de 23 de abril de J. de la Ferriere respetaba el castillo antiguo del s. XVI, al que le serían añadidos dos baluartes, parecidos al diseño anterior de F. Montiagu, pero diseñaba una gran obra hacia la zona terrestre y otra a la mar por el poniente. Esto era el intento de materializar la necesaria defensa hacia la montaña dominante, con una “obra accidental” avanzada delante de la cortina y baluartes (“obras esenciales”) del pequeño castillo (antiguo); 23 pero también una batería con más de 20 cañones que necesitaban una línea de 80 metros aproximadamente, además de artillar posiblemente otra a mayor altura. Así, el frente de tierra lo trazaba con un gran hornabeque sencillo (dos semibaluartes flanqueando la cortina) con su gran revellín y glacis, así como en su interior situaba una gran plaza con las edificaciones logísticas y en su gola (al sur) estaría unido a la vieja fortificación con los citados baluartes y sendas lunetas hacia levante y poniente. Trazaba también la gran batería artillera baja a “flor de agua” al poniente y la unía al camino cubierto del foso (cara oeste del hornabeque) con una gran caponera, salvando así el enorme desnivel del terreno. No se planteaba la “simetría” total de la fortificación, infravalorando el “revés” (hacia el interior de la ría), ni resolvía totalmente la “incomodidad”, al estar dominado por las cercanas alturas, aunque apunta ya ciertas soluciones parciales y, en todo caso, se pretendía obtener una gran “firmeza” por su construcción en cantería granítica y bóvedas a “prueba de bomba”. Con este proyecto estaba haciendo una gran aportación a la ingeniería militar de su época, ya que aproximaba enormemente el hornabeque al castillo, haciendo una composición novedosa para una gran batería colateral que sustituiría realmente al concepto del castillo antiguo (“fuerte a la mar”) que tenía entonces 12 cañones de pequeño calibre y todos considerados como inútiles. Este proyecto era aprobado por la Corona el 8 de abril de 1731 con oficio del Secretario (Ministro) José Patiño el 20 de mayo, comenzando las obras inmediatamente (Anexo II A. Documento. 14). A partir de esta fecha tenemos una gran información de la evolución de las obras por sus planos de 17 de julio (planta y perfil) y de 24 del mismo mes (Anexo II B planos históricos del Archivo General de Simancas: M. P. y D.-XXV-13, nº 14; M.P. y D.-XXIV-21, nº 13 y M.P y D-XXIV-23, nº 15). Se realizaban entonces las cimentaciones, incluidos los grandes movimientos de tierra y cantería de granito para terraplenar los distintos niveles. En 25 de septiembre (plano histórico del anexo II B nº 16, Archivo General de Simancas M.P. y D. XII-44) se había realizado gran parte de la batería de poniente (curva y ángulo sur), pero sus perfiles nos indican que llegaba solamente a la cota del adarve, sin realizarse este remate, y todo asentado sobre la roca en bajamar con escollera exterior. En 1732 se continuaba consolidando los distintos niveles, según planos de 1 de enero, se llegaba a la cimentación de la caponera de poniente sobre el 22 de julio y se proyectaba la caponera de levante (ver planos históricos: nº 17 de Archivo General de Simancas M.P. y D.-XXV-12 y nº 18, M.P. y D. XXIV-16). En 1733 se realizaba un fuerte avance de las obras: el 1 de septiembre Juan de la Ferriere presentaba la puerta del Castillo (plano histórico anexo II B nº 19, Archivo General de Simancas M.P. y D. VI-96) y al mes siguiente se dibujaba la planta y perfil de lo realizado que era la caponera y el frente exterior con el foso, camino cubierto y revellín, también con sus muros escarpados y terraplenes, todo firmado de 13 de octubre (ver planos y perfiles Anexo II B nº 20, Archivo General de Simancas M.P. y D. XXI-34, nº 21 M.P. y D. XII-45). Estas obras continuaban con menor intensidad en el año siguiente de 1734 en que se remata gran parte de la batería de poniente y las caponeras (ver Anexo II B plano histórico nº 22 Archivo General de Simancas M.P. y D. XXIV-20). Por supuesto que estos años de la dirección de Juan de la Ferriere se producían gran cantidad de problemas que conocemos en la abundante documentación escrita (ver anexo II A doc. escritos nº 15 al 58): gestiones para artillar el castillo con cierta urgencia y necesidad de operarios (maestros y peones) que se compartían con las obras en el arsenal de La Graña y el castillo de La Palma; dificultades para cortar las faldas del monte para hacer la gran batería; contratación por asiento con Domingo Núñez y otros empresarios catalanes que reducían el pre- 24 cio de la obra. Cuestiones estas en las que intervenía el Intendente Bernardino Freire por su responsabilidad de gestión en el Departamento de Marina que financiaba gran parte de la construcción, concretamente la batería baja. En esta época, auxiliaron a Juan de la Feriere los ingenieros José Reinaldi, Diego Pandorgy y Juan Focault. En marzo de 1735 se hacía cargo de las obras el ingeniero Juan Vergel, formado en la Real Academia de Matemáticas del Ejercito (Barcelona) y con dedicación prioritaria al remate de las obras del Castillo de S. Felipe. De manera que, con fecha 20 de julio, remitía el oficio y plano de las objeciones que propiciaron algunos cambios en el diseño y construcción de las baterías de poniente, también la de levante con su caponera (ver plano histórico en anexo II 25 B, nº 23 Archivo General de Simancas M.P. y D. XXIV-22 y anexo II A, documentos escritos nº 51 al 55). Con este proyecto se avanzaba más aún en la idea de integrar el hornabeque en el cuerpo del castillo-batería, pasando a ser realmente una obra de tipo “esencial” y, en todo caso, una novedosa aportación para utilizar el hornabeque con doble función: táctica, como era su tipo original, y logística, como entonces se utilizaría, incluyendo las obras “accesorias” de la fortificación (cuarteles, almacenes, cisterna), también con las caponeras, puertas, puentes, garitas etc. Se consolidaba entonces un nuevo modelo académico. Estas reformas de Vergel quedaron bien documentadas en la colección de planos que firmaba y remitía el 14 de septiembre (ver planos históricos anexo II B, nº 24 Archivo General de Simancas, M.P. y D. XII-42, nº 25 M.P. y D. XXI-30, nº 26 M.P. y D. XXI-31, nº 27 M.P. y D. XXI-32, nº 28 M.P. y D. XII-40 y nº 29 M.P. y D. XII-41) y otros dibujos de 20 de diciembre, sin firma (ver planos históricos anexo II B, nº 32 Archivo General de Simancas M.P. y D. LXII-12, nº 30 M.P. y D. LXII-10 y nº 31 M. P. y D. LXII-11). Entonces estaban levantados los muros de las baterías y la caponera de levante con las líneas defensivas que hoy aún se aprecian, incluido el frente exterior de tierra; también se iniciaban los cimientos del hornabeque con cierta dificultad y, al comenzar el invierno, las primeras hiladas de los muros. Por estos planos se aprecia muy bien el estado de las obras con unos magníficos dibujos de perfil (norte-sur) que aún dibujan en amarillo (proyecto) estas fábricas y otros parciales de las caponeras y algún detalle de ornamentación como los remates de la puerta del rastrillo (caponera de levante). 26 Durante el año 1736 y todo el siguiente continuaban las obras, al mismo tiempo que se hacia la obtención del armamento para el castillo y su munición, iniciada su previsión el año anterior con dificultades y apoyándose en la Armada (cañones de “a 24” de Marina. Ver material artillería en anexo III); pero lo más importante era la decisión de “aumentar la batería alta” en la zona de poniente para mejorar la defensa de la entrada de la ría. Entonces había nuevos contratos con el asentista de la obra Antonio Vázquez, en los que se fijaba el precio de la cantería, mampostería, madera, plomo etc. Debemos recoger aquí que el castillo, según se terminaban las obras parciales, se estaba artillando: en 1736 se habían montado ya 72 cañones de a 24 y 8 de a 18 (Ver anexo III de material artillería), también fue el caso de la caponera de la izquierda (levante), ante la peligrosidad de una acción por esta parte más expuesta. En aquel año se estaban distribuyendo los espacios interiores de acuerdo con los proyectos: almacenes de pólvora, acuartelamientos etc, lo que suponía lógicamente la previsión de los materiales para cerrar sus cubiertas con bóvedas que serían de ladrillo; así se calculó una obtención de 600 millares de estos, cuyos primeros envíos se recibieron en 30 de octubre de 1737, la mayoría procedentes de Málaga. Esta situación, de simultanear la construcción con el cumplimiento de la orden de poner en defensa el castillo, producía grandes problemas, sobre todo con el almacenamiento de pólvoras en el recinto, estudiándose su distribución en otros lugares y tratando de resolver algunos problemas de la organización militar entre el Ejercito de Tierra y la Armada, incluidos los aportes de caudales de las Secretarías (Ministerios) de Guerra y Marina, lo que finalmente se determinó con el mando del “General de Tierra” y ciertas contribuciones de caudales del Ministro de Hacienda. Esta gran obra necesitaba de un control administrativo importante, por lo que se destinó personal del Cuerpo del Ministerio (intendentes) que colaboraban con los ingenieros y controlan los materiales y pagos; tal es el caso de los Comisarios, como Pedro Oarrichena Borda, que informa continuamente de los estados de las obras y de su liquidación a los proveedores y asentistas. Sobre estas acciones logísticas durante la construcción pueden consultarse las referencias de los documentos escritos del anexo II A, con numeración del 55 al 117. Todos estos datos y los planos que se levantan en 1736 y 1737, concretamente los firmados el 1 de diciembre por Juan Vergel, nos dan una idea del avance de las obras del castillo (ver referencia Anexo II B planos históricos nº 33, Servicio Geográfico del Ejercito Gal 109; nº 37, Archivo General de Simancas M.P. y D. XIV-95, nº 36; M. P. y D. XIV-94; nº 38, M.P. y D. XIV-96; nº 35, M.P. y D. XIV 93; nº 34, M.P. y D. XIV-92). En esta fecha estaba hecho el primer cuerpo del pabellón de oficiales y parte del hornabeque, casi hasta el inicio de las bóvedas, así como las modificaciones de las cubiertas, ventanales y el cierre superior del gran aljibe que se había practicado bajo la gran plaza, en la gola del hornabeque. El perfil (corte norte-sur), 27 desde el glacis al espaldón y la mar, nos demuestra el avance de la obra que ya había salvado los desniveles para iniciar sus murallas hasta una altura de unos tres metros en algunos lugares, también apreciadas en los alzados del frente del hornabeque, incluidos los semibaluartes. En fin, el plano general (planta) de aquel 1 de diciembre de 1737 nos indica el gran avance de las obras que, en resumen, ya eran útiles militarmente en el frente exterior, en toda la batería baja (poniente, sur y levante), batería alta y caponeras de ambos lados (el artillado continuaba con 80 cañones); pero parcialmente en el hornabeque. Se habían iniciado también las obras proyectadas de los espaldones que eran imprescindibles para proteger a los artilleros de los “fuegos cruzados” desde la mar y la montaña, de manera que las dos baterías de poniente ya disponían de estas obras y estaba en proyecto la del ángulo sur (batería baja), así como las diseñadas para ser construidas sobre las caponeras laterales que unían el hornabeque con las baterías bajas. Se habían proyectado entonces otras dos caponeras en los laterales del glacis central para flanquear las campañas del oeste y este, las que arrancaban del camino cubierto del foso en ambas esquinas, frente a los ángulos capitales. 28 Se puede afirmar que en 1738 el castillo estaba prácticamente diseñado en su totalidad y las obras muy avanzadas, cesando la dirección de Juan Vergel que había sido auxiliado por otros ingenieros: José Santos, Miguel Roncali y Antonio Córdoba. A partir de entonces se producía una serie de intervenciones de nuevos ingenieros para rematar las obras y hacer pequeñas modificaciones que se describen a continuación, comentando también los problemas de la ejecución material de los proyectos y el artillado de las baterías que, al fin, eran el objetivo prioritario para rematar la fortificación. El final de las obras y los juicios críticos Pedro Daubeterre firmaba un plano en 10 de febrero de 1738 que nos presenta el perfil “que pasa a 20 toesas (38,98 metros) distante del glacis de la derecha” y otro dibujo de aquel mismo mes con otro “perfil que pasa por la capital de la “plaza de armas...hacia la montaña” (ver anexo II B planos históricos, nº 39 Archivo General de Simancas M.P. y D. XVII-55 y nº 40 M.P. y D. XXVII-56). De 1739, el 22 de julio, es otro plano de José Crane (nº 43 Archivo General de Simancas M.P. y D. XVII-63) que proyectó una reforma del revellín con troneras (“plaza de armas”). Todo esto nos indica la preocupación por el dominio de la zona polémica y la valoración de las obras externas hacia la “campaña” (glacis), siempre conscientes de estar con cierta “incomodidad” por las cotas próximas del monte dominante. Entonces, como hemos apuntado, el castillo estaba bastante edificado y se remataban ya las zonas de los adarves con sus parapetos de troneras o cortina “a barbeta”, tanto en el frente de tierra como en las baterías a la mar; lo que exigía una concreción final de las obras para el emplazamiento de los cañones y otras piezas de artillería. Por tanto, los ingenieros estaban atentos a la evolución de estas armas, tanto en la eficacia del tiro como en las exigencias de sus cureñas, pertrechos, cargas de pólvora y municiones. Hasta 1743 la artillería del ejercito de tierra se regía básicamente por antiguas ordenanzas, admitiendo una gran variedad de piezas distintas en sus formas y materiales, calibres, longitudes etc, aunque las más empleadas eran las de una primera normalización de los cañones en 1609 (Cristóbal Lechuga, 1611) que regulaba los tipos que debían emplazarse en los castillos: cañón de batería de 40 libras de bala, medio cañón de 24 libras, cuanto cañón de 10 libras y los primeros morteros que no eran de bombas, sino mezclas incendiarias; pero durante el resto del siglo XVII se fue generalizando el uso de los proyectiles de bomba y los primeros tipos 29 de obuses para sustituir a los cañones, determinando también las cargas de pólvora para las distintas piezas artilleras. Por otra parte, la Marina tampoco había realizado una verdadera normalización de su armamento a bordo de los buques, hasta que en 1728 se iniciaba una reglamentación que sería aplicada lentamente, dada la existencia de muchas de estas armas y teniendo en cuenta que estos cañones tendrían una cierta aplicación en las baterías de tierra, como ya hemos comentado, por su intercambiabilidad entre navíos y castillo, siendo los de “a 24” quizá la referencia más importante. Así pues, hacia la mitad del siglo se procedía a ordenar los sistemas de armas, repercutiendo estas variaciones en las obras de fortificación, considerando también las características de los cañones de campaña de la fuerza que atacaría los castillos por tierra, así como los de tipo naval, incluidos los de nuestros previsibles enemigos ingleses y franceses. El caso es que, en 1743, el Ejercito de Tierra copiaba de Francia el sistema Valliére con cañones de cinco calibres diferentes (24, 16, 12, 8 y 4) y morteros (12/8 pulgadas), minimizando los obuses y desapareciendo la distinción entre piezas de campaña y de batería (castillos y plazas), salvo el tipo de cureña lógicamente, conservando la utilización del tipo de marina (madera y cuatro ruedas) para las baterías en tierra. Los buques de la Real Armada hacían también una normalización parecida en 1752 con pequeñas reformas en 1765. Las normalizaciones posteriores, de 1783, con nueva ordenanza, conocida como de Morla para el Ejercito de Tierra (Morla, Tomás Edic. facsímil, 1993) y otra del mismo año para la Real Armada, no tendrían influencia prácticamente para el diseño y construcción del castillo de S. Felipe, aunque si produjeron algunas pequeñas adaptaciones en las baterías (normalización con cañones de a 24, 16 y 12 libras, obuses de 8 pulgadas y morteros de 12, 10 y 8 pulgadas). Otro tanto podemos decir de los cañones recamados a partir de 1792 y 1798, porque se realizaron pruebas de estos tipos precisamente en Ferrol (1793), determinando los distintos alcances efectivos con los diferentes grados de elevación y los tipos de carga de pólvora y municiones (Rovira Francisco X. 1785; Ciscar, Gabriel. 1795 y 1829, Fernández Núñez, Pedro.1990) Todos estos datos de la artillería, incluso el estudio de los tiros de “rebote”, tenían gran importancia para diseñar entonces y comprender ahora la disposición de las troneras y parapetos en las baterías bajas y alta respectivamente, tal y como se comprueba en los planos y perfiles de las construcciones; más aún teniendo en cuenta que las reformas del castillo en el siglo XIX nos han dejado muy modificadas las citadas troneras y parapetos. Así pues debemos considerar ciertas medidas originales en correlación con el tipo de cureña; por ejemplo la altura que se ajustaría a la base de la tronera y parapeto, siendo una de cañón de “a 24” de 4 pies (1,2 metros aproximadamente). Para estos temas remitimos a los datos y figuras del anexo III, con resumen del material de artillería. En estas terminaciones de las obras tenían gran poder condicionante los problemas que planteaban los materiales disponibles y el sistema de asiento de los contratistas, ambos siempre relacionados y que alargaron el tiempo de ejecución de los proyectos: si las condiciones del “maestro arquitecto” Vázquez Seijas producían ciertos contratiempos, más fueron las del estudio y controversias para el empleo de diferentes materiales para el cerramiento de las bóvedas (“macizos de los huecos de las formaletas...”), de manera que Juan Vergel trataba de solucionar el problema del alto coste de ladrillos de Málaga con alternativas de “rajuela” o incluso de “piedra labrada”, en todo caso “revocadas con una capa de argamasa de media pulgada de grueso, compuesta por cal, polvo de teja o ladrillo y escorias de hierro”. En 1738, por orden de la Real 30 Junta de Fortificaciones, Vergel reconocía las calidades de los ladrillos de la zona de La Coruña que desechaba y luego los de Padrón, donde también acudía el ingeniero Fulgencio Jiménez. Existe un informe final de Pedro Daubeterre que fijaba calidades y precios, lo que produjo la decisión de la Junta de Fortificación a favor de la fábrica de Padrón por su buena calidad, pero con las medidas del de Málaga; no obstante se hacían pruebas para comprobar su clase que realizaba Juan Vergel, teniendo en cuenta también la posibilidad de fabricarlos en Cortiñan (Betanzos), lo que suponía menos coste y llegando a obtener mejor calidad luego que los de Padrón. Aún así se producía un gran debate por la utilización de estos materiales, interviniendo otros ingenieros de mayor empleo como José Crane y hasta el jefe superior en la Capitanía General de La Coruña, Carlos Desnaux, quien ordenaba finalmente la vuelta a la utilización de cantería de granito para el cerramiento de las 26 bóvedas que aún estaban pendientes de hacer, dejando las de ladrillos para algunos almacenes secundarios de víveres y pertrechos (ver anexo II A, documentos escritos, nº 118 a 313). Además de estos problemas técnicos, debemos reseñar los de tipo financiero, por la falta de caudales en algunos años, llegando a situaciones de total parada en las obras por el asentista y también por otros problemas de personal, documentándose una deuda que llegaba a 90.000 reales de vellón en 1739. Estos problemas se irían solucionando poco a poco y, por tanto, retrasándose las obras, pero siempre con repetidas deudas y las consiguientes interrupciones de las obras, aún existiendo ciertas amenazas de ataques ingleses, como las de los años 1739 y 1745. Al iniciarse la década de los años cuarenta ya estaban cerradas las bóvedas del hornabeque y terminadas la mayoría de las obras principales, en las que habían intervenido Vergel y otros ingenieros subalternos: Tomás Montojo y Fulgencio Jiménez. 31 En 1752 el ingeniero Francisco Llobet, al mando en Ferrol, firma un plano (1 de marzo) donde se comprueba el estado de las obras, destacando los trabajos de remate de la caponera de levante y el camino cubierto del lado este, delante del hornabeque (ver anexo II B, planos históricos nº 45 Archivo General de Simancas M.P. y D. XX-100). El Castillo estaría prácticamente terminado. Poco después, en 1756, se está trabajando en el entorno del castillo, mejorando teóricamente su glacis y reconociendo las casas de la aldea contigua (lado del nordeste), donde después se pensaban establecer la “casa-habitación para la dotación del bote de servicio del castillo”, en 1772, según plano de Baltasar Ricaud de 24 de febrero (ver anexo II B planos históricos nº 53 Archivo General de Simancas M.P. y D. XIV-113). También se hacia un proyecto sobre la casa del Gobernador en el mismo año y por el mismo ingeniero (ver anexo II B planos históricos nº 50. Archivo Instituto Histórico y Cultura Militar, C-13-16). Continuaba el ingeniero Miguel Hermosilla con otro proyecto (31-diciembre 1772) realizando sus obras en la casa del gobernador (zona del castillo antiguo) y al año siguiente otro para la casa del “piloto-práctico” de la embarcación (17-agosto 1773), lo que nos permite conocer de nuevo el entorno de la caponera de levante (ver anexo II B planos históricos nº 54 Archivo Instituto Historia y Cultura Militar C-13-4 y nº 55 del mismo archivo C-13-19). De aquel mismo año de 1772 son dos planos que nos indican la construcción del brocal del pozo (sobre el aljibe) y las garitas que coinciden exactamente con los diseños que publicó Sánchez Taramas, M. (1768) en el seno de la Academia de Barcelona (Anexo II B planos históricos nº 51, Archivo Instituto Historia y Cultura Militarl. C-13-1). También se conserva el plano y alzado de la capilla, por Hermosilla, en la misma fecha, indicándonos así que las obras estaban ya casi terminadas con sus remates finales (Anexo II B planos históricos nº 52. Archivo Instituto de Historia y Cultura Militar. C-13-21). Un plano muy interesante es el que realizó también Miguel Hermosilla en 31 de diciembre de 1774 por su importante descripción, ya muy completa, del castillo de San Felipe; aunque no era para la ejecución de obras, nos permite conocer su estado en el último cuarto del siglo XVIII, incluso todo su glacis con la captación de aguas; es más, por su contenido que incluye perfiles y plantas (con sistemas de pestañas) fue uno de los que se llevaron a Francia en tiempos de la ocupación de 1809, estando actualmente en Paris, (ver anexo II B planos históricos nº 56 Archive du Genie Cartón 1. Pieza 10/2). Este tipo de información por planos de los ingenieros nos permite conocer finalmente también el estado del castillo en 20 de junio de 1792, con la firma del ingeniero Juan Bautista Meric que es muy completo y dibuja todo el glacis y monte, dándonos así una visión de conjunto al terminar el siglo XVIII (ver anexo II B planos históricos nº 58 Archivo Instituto Historia y Cultura Militar C-13-28) Otro documento importante es el dibujo de las “anclas de una uña y su baliza y cadena” que servían para asegurar la cadena de cierre de la ría y que nos facilita la comprensión de este aparato que se fijó debajo de la batería de poniente en combinación con otra igual en el castillo de San Martín (ver anexo II B planos históricos, nº 46 Archivo General de Simancas M.P. y D. XV-60). Estos datos, tomados de oficios y planos históricos, se pueden completar con los informes descriptivos y críticos, incluso con propuestas, que se emitieron por los ingenieros que inspeccionaban la fortificación en diferentes ocasiones, dándonos así una visión importante de los valores y defectos de esta construcción. Nos referimos seguidamente a los más importantes conservados: En 1752, Francisco Llobet, y en 1754, Miguel Marín, hacían las iniciales valoraciones tácticas de este conjunto de fortificaciones (anexo II A, documentos escritos nº 341-343 y 320-321). 32 33 El 5 de octubre de 1756, Francisco Llobet, en un largo informe sobre las fortificaciones de Galicia, dedicaba unos párrafos al Castillo de San Felipe (anexo II A, documentos escritos nº 358): nos dice de sus 70 cañones a “flor de agua”, 24 en la batería alta y 8 en la parte antigua, “cuyos fuegos y los interiores se dirigen a diversos puntos y cursos de la ría”; define también la función del hornabeque y las caponeras, resaltando el concepto de protección de los espaldones, además de sus instalaciones logísticas internas. Llobet comentaba la gran ventaja de “que para apoderarse de él un enemigo necesitaba hacerle sitio formal, operación larga y dificultosa por la inseguridad e insubsistencia de su campamento, costoso desembarco, transporte y colocación de su artillería...” (sic) reparando que las fuerzas navales adversarias estarían en “demora peligrosa” en la ensenada de Cariño. Razonaba Llobet la idoneidad de la batería alta y baja en su posición relativa a la proa de los navíos que se acercasen, así como resaltaba la idoneidad de las enfilaciones o sectores de tiro frente al curso de los navíos que estarían muy condicionados por los vientos y corrientes en su maniobra; todo ello en relación con los otros castillos de la orilla sur. En resumen, razona la buena combinación de los elemento arquitectónicos y sus particularidades funcionales, bien distribuidas en el entorno geográfico, lo que supondría, como se verá, un gran valor disuasorio que se percibe también con su amenazante estructura, sobre todo desde la mar. Otros comentarios similares se encuentran en la documentación general de las “Defensas Costeras de Ferrol” que se han publicado como informe de este subconjunto (Rodríguez- Villasante, 2008). Por otra parte, quizá, es más destacable la contribución de San Felipe al rechazo del pretendido golpe de mano inglés en el 25 de agosto de 1800; entonces se pudo comprobar, efectivamente, la perfección del diseño estratégico y de ingeniería militar disuasoria y defensiva para la costa ferrolana: una gran escuadra y un ejército expedicionario, cifrado en unos 15.000 hombres, 34 a las órdenes del general Pultney, desembarcaba en las playas de Doniños y San Jorge con el objetivo de arrasar el Arsenal de Ferrol. Ésta acción era el fruto de un nuevo planemiento de ataque inglés, posterior a las campañas de espionaje del ingeniero Hugh Debbieg y su informe “Remarks upon the Harbour of Ferrol...” en 1767 y 1768 (anexo II A documentos escritos nº 359). Entonces se optó por no forzar la boca de la ría, ni el desembarco en Ares, haciendo un asalto por el norte y bajando de los altos de Brión hasta el Castillo de San Felipe el 26 de agosto. Este castillo, por su buena disposición y a pesar de contar con escaso personal y artillería, también con el apoyo del castillo de La Palma y buques fondeados en esta zona, rechazaron el ataque y la batalla terminó con la retirada del ejército inglés derrotado (González-Llanos, S. 2000 y Ramos Arda, R. 2000) En 1804, el ingeniero Miguel Hermosilla hacía el oportuno informe y comentarios de este castillo de San Felipe, cumplimentando una Real Orden de 31 de agosto, para reconocer el estado de toda la fortificación costera gallega, ante otros posible ataques (ver anexo II A documentos escritos nº 360). Hermosilla lo califica inicialmente de “puesto respetable, así por su magnitud, como por que puede montar 145 cañones, los 109 repartidos por las baterías que miran a la mar”. Hace también una descripción de sus elementos defensivos y aporta una serie de datos como “juicio crítico” y apunta soluciones que nos dan una idea de su estado real, aunque siempre destacando sus grandes valores. Todo esto nos permite ahora obtener una serie de matizaciones sobre los detalles de la construcción; así comenta la mala calidad del “castillo antiguo” y los problemas de ventilación y filtración de aguas pluviales que deberían corregirse con apertura de “aspilleras”; la falta de estacada del camino cubierto que proponía sustituir por un muro también “aspillerado” para fusilería, entre otras muchas ideas. Pero este informe resalta también el valor de su disposición artillera, “pudiendo hacer fuego este castillo a cualquier buque que entre por la ría con los 100 cañones a un tiempo, mientras que él solo puede corresponderle con las miras de proa”, luego añade que “aunque está dominado con mucha proximidad, se halla remediado este defecto con abundantes y gruesos espaldones, teniendo casi todos los edificios necesarios a prueba de bomba...” En los textos citados se aprecia el valor excepcional de la fortificación, según el buen 35 entender de los ingenieros contemporáneos, al final de una época que cerraba el sistema abaluartado y atenazado, ya que la artillería del siglo XIX planteaba nuevas amenazas y demandaba soluciones diferentes: los cañones de retrocarga, anima rayada y proyectiles con mayor carga explosiva, eran entonces parte de la revolución tecnológica e industrial; de manera que el castillo dieciochesco perdía valor táctico y, en parte estratégico, pasando entonces a un nuevo sistema defensivo más amplio y con fortificaciones que demandaban emplazamientos dominantes en altura por el mayor alcance de los proyectiles artilleros. Pese a esta demanda, en la mitad del siglo XIX, cuando los buques comenzaban a ser blindados en sus cascos y las maniobras eran más precisas y fáciles por su propulsión mecánica, se decidió adaptar el castillo de San Felipe a la nueva artillería con algunas modificaciones que apuntamos ahora. (Ver resumen de Tipologías académicas de la ingeniería naval y militar, Anexo I y de Material de artillería Anexo III). Las reformas decimonónicas y su pérdida de eficacia En 1847 el ingeniero Rafael Balanzat reproducía los planos antiguos de Hermosilla (1773) para el estudio previo (ver anexo II B, planos históricos nº 60, Archivo Instituto Historia y Cultura Militar C-13-22) y al año siguiente otro similar de Sisto Ferrín y Casimiro Polanco (ver anexo II B, planos históricos nº 61 Archivo Instituto Historia y Cultura Militar C-13-2). Sobre este trabajo gráfico realizó el nuevo diseño de las reformas el ingeniero Enrique Montenegro que firma su proyecto el 1 de diciembre de 1860 (ver anexo II B, planos históricos nº 62 Archivo Instituto Historia y Cultura Militar C-13-23). Las obras se aprobaron y ejecutaron con apreciable rapidez. En 1862, el 13 de agosto, se levantó otro plano por José González Molade con las obras ejecutadas, según el citado diseño de Montenegro: Se hacían casamatas sobre la batería baja de poniente, modificando parte de los merlones y troneras, se levantaba una torre de observación y dirección artillera en el ángulo sur, se modificaba el parapeto de la batería alta (poniente) y se hacía llegar el foso en su lado oeste hasta la batería baja, penetrando en la roca y construyendo unos arbotantes de sujeción; además se realizaban otras obras de menor volumen, como eran las modificaciones de la mayoría de las troneras y los adarves para situar la nueva artillería sobre sistemas mecánicos giratorios, incluso en las terrazas del hornabeque (ver anexo II B planos históricos, nº 63, Archivo Instituto Historia y Cultura Militar c-13-24). Estas obras cambiaron mucho las vistas parciales del castillo dieciochesco, repetimos, por la gran modificación de las troneras, aunque quedan sus señales y vestigios. En 1868, Gustavo Valdés levanta unos nuevos planos que son muy explicativos por su planta, alzados y perfiles, recogiendo la obra efectuada y descrita (ver anexo II B, planos históricos nos 64, 65, 66 Archivo Intermedio Militar de Ferrol, Museo. Planero, Cajón 1). Otro plano, también del mismo año (16 de septiembre) de Montenegro, dibuja los sectores de tiro y los radios de acción de la artillería que controlaba la parte más estrecha de la boca de la ría hacia las fortificaciones de S. Martín y La Palma (ver anexo planos históricos nº 69 Archivo Intermedio Militar. Noroeste. Planero, Cajón 3). Otro tanto representa este ingeniero en la parte de tierra con las cotas del monte y zonas polémicas que llegaban hasta el Vispón, la batería de S. Carlos y la cota 240 aproximadamente por el lado norte, también en 1868 (ver anexo II B, planos históricos nº 68 Archivo Instituto Historia y Cultura Militar c-12-17 y nº 67 Archivo Instituto Historia y Cultura Militar c-12-18). Otra reforma, aunque de pequeña incidencia en la obra, fue la de “poner en abrigo de un golpe de mano” por la gola del castillo, según proyecto de Cipriano Díez Reliegos en 1873 (ver 36 anexo II B planos históricos nº 70, Archivo Instituto Historia y Cultura Militar c-13-26). Poca información tiene el croquis de las baterías que realizaron los espías franceses, posiblemente en 1883, pero que parece interesante por la importancia que se daba aún a estas instalaciones militares de Ferrol y su castillo de S. Felipe (ver anexo II B, planos históricos nº 71 Archive du Genie (París) Articulo 14 Cartón 2.Pieza 3.F-1). Los documentos de espionaje francés de 1905 y 1910, tampoco aportan nuevos datos (anexo II A. Documentos 365 y 366). Al final del siglo XIX se edificaba un almacén de artillería sobre el muro exterior del camino cubierto del este (foso) del hornabeque, llegando por el norte hasta la caponera. Terminamos esta referencia de la construcción fortificada, citando un plano de Carlos Masquelet de 31 de octubre de 1904, en el que se proyectan las conduciones de aguas potables y saneamientos, así como se dibujan los emplazamientos de los diferentes tipos de piezas de artillería, sin variar prácticamente las formas de la fortificación citadas (ver anexo II B, planos históricos nº 72 Archivo Intermedio Militar. Ferrol, Museo. Planero, Cajón 1). Puede consultarse también el “Informe/base de datos” (CIEFORM) del castillo de San Felipe en la Comisión Patrimonio Histórico Ferrol con su anexo 6.2.4.1. del “material portátil” (artillería) para mayor información y el resumen anexo III de este material de artillería con las características de todo el armamento. Aunque la exigencias de tipo táctico (armas y su emplazamiento) no se modificarían desde 1905, sí se intervenía en la logística del personal, habitabilidad y servicio de aguas con proyectos y obras desde 1891 a 1909, así como reformas posteriores (ver anexo II A, apéndice I y anexo II B, así como el anexo VI sobre logística y servicio de aguas). En la primera década del siglo XX el castillo de San Felipe perdía definitivamente su función esencial defensiva, después de que se instalasen las baterías de mayor alcance y precisión en Montefaro desde 1886 y otras en Segaño y Sudova al principio del siglo XX, luego 37 también completadas, hacia 1928, con las de Campelo, Prior, Prioriño y La Coruña (S. Pedro). Se utilizaron entonces las dependencias del castillo como centro de reclusión para condenas de la Justicia Militar, con especial repercusión en la Guerra Civil de 1936. En abril de 1998 se realizaron algunas pequeñas obras de reforma, con la idea de utilizar algunos espacios (interior del semibaluarte de levante y edificio central) para Archivo Judicial del Tribunal Territorial IV, proyecto que nunca llegó a ser aprobado (ver anexo documento histórico nº 367). El día 31 de diciembre del año 2000 fue enajenado por el Ministerio de Defensa, siendo adquirido en propiedad por el Ayuntamiento de Ferrol (ver anexo II A, documentos nº 368). Con respecto al entorno debemos remarcar los datos históricos citados, en cuanto se refiera a sus limitaciones a la construcción por seguridad del castillo y su zona polémica que casi coincidían, por lo que no podría haber obstáculos para las líneas de tiro; no obstante, se fue generando un pequeño núcleo de población desde el siglo XVIII en las cercanías de su lado nordeste que se incrementaba por el camino de comunicación hacia La Graña por la parte alta del Vispón (polvorín y cuartelillo). Esta aldea se fue consolidando en el siglo XIX y en la actualidad es un tramo de carreteraa urbanizada con caserio que llega al limite del glacis. 38 DEL ESTADO ACTUAL DEL CASTILLO Y SU VALORACIÓN HISTÓRICA En este capítulo se trata de hacer una descripción espacial; es decir, como está ahora el castillo, en general y sus partes (zonas, elementos), incluyendo su valoración histórica (funcional, rememorativa, evolutiva y estética), así como su estado de conservación (integridad y autenticidad). Esta descripción y análisis nos permite hacer una clasificación de los elementos que son “esenciales” y “secundarios” para transmitir el “espíritu del lugar” y, por tanto, las pautas para la protección de este bien cultural. CONFIGURACIÓN GENERAL El recinto fortificado de San Felipe, con una superficie de 23.500 metros cuadrados, presenta en su planta una forma parecida a una punta de flecha, una especie de “morro” que mira a la mar, formado por las baterías que recorren la línea de costa sobre la que se asientan. El hornabeque que defiende el frente de tierra hace realmente de núcleo central del castillo y le dota de un cierta “simetría” que se acentúa por la presencia de las caponeras laterales. De esta forma se cumple con la máxima de planta regular de los modelos académicos de la época. Además de esta característica cumple el principio de “firmeza” que es la consistencia de las fábricas con eficacia en la función defensiva y ofensiva, lograda por la sólida construcción de cantería labrada de toda la obra. Pero la idea de “comodidad” no se consiguió totalmente al verse amenazado por la gran altura de los montes cercanos, sobre el pequeño glacis, y el enorme desnivel existente entre las cotas más altas del castillo y el nivel del mar, que fue lo 39 que aconsejó el diseño inicial del hornabeque para salvarlo y la solución de situar dos largas caponeras como elemento de unión entre el hornabeque y las baterías costeras que circundan la fortificación. Para poder describir y valorar históricamente el castillo con cierto detalle, distinguimos cuatro zonas diferentes. Se señalan en el plano con distintos colores, según su función predominante. • Baterías artilleras del frente de mar. (rosa) • Frente defensivo de tierra. (azul) • Obras exteriores. (verde) • Instalaciones interiores de apoyo logístico. (amarillo) Cada una de ellas está, a su vez, formada por distintos elementos que se detallarán en los puntos sucesivos y que son: •Baterías artilleras del frente de mar. A) Batería del castillo antiguo. B) Batería baja. C) Batería alta. •Frente defensivo de tierra. D) Hornabeque. E) Caponeras. 40 •Obras exteriores. F) Foso. G) Camino cubierto. H) Revellín. I) Glacis y traida de aguas. •Instalaciones interiores de apoyo logístico. J) Plaza del hornabeque. K) Casa del gobernador y jefes. L) Pabellón de oficiales. M) Puerta de acceso. N) Almacén de pertrechos de artillería En esta descripción parece lógico hacer primeramente una breve reseña del sistema constructivo que se conforma en general con sólidos muros de cantería y también con la utilización de ladrillo en algunos lugares. En este orden de ideas comentamos los siguientes datos sobre los tipos de muros, cubiertas y pavimentos: • Los muros de sillería son generalmente de simple o doble cara ataluzados, a base sillares graníticos asentados, trabados y rejuntados con mortero de cal grasa y arena. Se utilizaron en los lugares más expuestos de los frentes de mar y tierra . 41 • Los muros de mampostería concertada careada son generalmente de aparejos graníticos regulares y juntas de espesor constante, asentados, trabados y rejuntados con mortero de cal grasa y arena. En muchos lugares se rellena su alma con argamasa de piedra ciclópea granítica y tierras, por ser zonas menos expuestas de los frentes de mar y tierra. • Los muros de mampostería no concertada careada son generalmente de aparejos graníticos irregulares y juntas de espesor variable, asentados, trabados y rejuntados con mortero de cal grasa y arena y también rellenos con argamasa de piedra ciclópea granítica y tierras, siendo utilizados en los taludes interiores y algunos remates de las construcciones. • Los muros de cachotería granítica y esquistos son a base de mampuestos irregulares con intercalado de piedras labradas y ripios, combinándose con potentes arcos ciegos de descarga, para estabilidad, enlace y reparto de esfuerzos; también asentados, trabados y rejuntados con mortero de cal grasa y arena, siendo poco utilizados y en obras interiores o de simple contención de los terreros. El arranque de las cimentaciones se produce desde la propia roca natural a través de un ensanchamiento o tacón más amplio que le sirve de base, escalona y adapta a la topografía que condicionó la fortificación en todo el perímetro de la Batería Baja (línea de costa); se encuentra defendida su base por una escollera formada por la propia roca y piedras ciclópeas graníticas. Los muros presentan en algunas zonas huecos para paso, aspilleras de tiro y ventilación, mechinales de evacuación de aguas, etc. Todos ellos se encuentran realizados en sillería espléndidamente labrada, (soleras, jambas, adintelamientos, arcos...) siendo tal la cantidad, variedad y calidad de los mismos que nos remite a los tratados de estereometría y estereotomía de la época, como el de Ginés Martínez de Aranda (facsímil de 1986) y otros que estudia Antonio Bonet Correa en esta misma obra. Las albardillas para la coronación en los muros están en función de su espesor y de los elementos de su coronación; normalmente con la misma configuración que la composición del muro. Se destacan especialmente las piezas de merlones y troneras, realizadas en sillería, con soleras, jambas y derramas de una cuidada estereometría. Las zonas cubiertas en edificaciones, pasos, casamatas, etc, son de dos tipos: las de fábrica y las realizadas con maderas, normalmente de roble o castaño. De estas ultimas, quitando la cubierta del Pabellón de Oficiales, apenas alguna permanece en pie y no merecen especial mención. Las de fábrica están resueltas a base de bóvedas de cañón. Se realizaron con dovelas de sillares graníticos o doble rosca de ladrillo macizo a tizón, como es el caso de las casamatas. Los morteros de agarre y recubrimiento son a base de cales grasa y arenas y debido a las filtraciones de agua presentan serias patologías con perdida y descomposición del mortero. En cuanto a los pavimentos se pueden hacer las siguientes diferenciaciones: En las dependencias y estancias interiores, los suelos de los niveles altos, eran de madera, pero poco o nada queda de ellos. Por otra parte en la actualidad existen varios tipos de soleras. Hay losas de granito labradas, tanto en espacios exteriores como interiores, algunas de ellas recubiertas de mortero de cemento, hormigón o baldosas, como es el caso de algunas depen- 42 dencias interiores, rampas, polvorín, parte alta del hornabeque, etc. Este enlosado de granito permanece en bastante buen estado en adarves y caminos cubiertos. En las zonas de accesos al castillo y en las áreas aterrazadas de las baterías aparece un pavimento de tierra compactada, consolidado con chacotería, que en la actualidad se presenta más bien como un problema por su mal estado de acabado y falta de pendientes en la evacuación de aguas. En cuanto a la canalización de aguas (sistema hidráulico) debe resaltarse su importancia en toda fortaleza, ya que podría quedar asediada y también por la recogida de pluviales; así pues, existe en el castillo un complejo sistema hidráulico para la captación de agua potable y la evacuación de las de lluvia. En la ladera Norte (monte dominante) y desde el regato que discurre en torrentera por el Nordeste encontramos una construcción destinada a la captación de agua, que se encauza por una canalización, en parte subterránea, realizada en sillería y mampostería con pozos de decantación hasta el revellín y finalmente hasta el aljibe y servicios sanitarios, cocinas, etc. (ver anexo VI logística y servicio de aguas). El aljibe también recibe el agua de lluvia del patio de armas, por las pendientes en su pavimento. Debido a la topografía y a las diferencias de nivel entre las distintas zonas del castillo, existe una completa red de conducciones y canalizaciones, en parte ocultos y en parte superficiales que, a través de gárgolas, aliviaderos y mechinales evacuan el agua hasta el exterior. Párrafo a parte debería de constituir el equipamiento fijo de tipo inmueble, tanto de los sistemas de armas como de plataforma logística; pero no queda ninguno excepto los carriles de la artillería del s. XIX. No obstante es imprescindible su conocimiento histórico que presentamos en el Anexo III (Material de artillería). DESCRIPCIÓN Y VALORACIÓN HISTÓRICA DE LOS ELEMENTOS (PARTES) • Baterías artilleras del frente de mar. A- Batería del castillo antiguo. Se construyó durante el reinado de Felipe II con la función defensiva de la entrada de la ría, junto con los castillos de La Palma y San Martín; pero en el S. XVIII se planificó su reforma quedando como un destino secundario en la defensa. En el perfil de la muralla no se distinguen marcas que puedan hacer sospechar la presencia de un cordón magistral que aún no era preceptivo en aquella época del siglo XVI. Los proyectos del S. XVIII lo respetaban bastante, pero en el siglo XIX se modificó su parte oriental, eliminando las troneras existentes, por lo que solo queda en pie un trozo de su muralla sur, en la que se abren cinco troneras, integradas en el castillo actual. La parte posterior sirvió de apoyo a la gola del hornabeque y a la casa del gobernador e ingeniero. (Se describe y valora en las obras de apoyo logístico, letra K). También en el S. XIX se modificó la parte escarpada del este, sustituyendo la muralla antigua redondeada por un muro recto para permitir el paso a los cañones de la época desde la entrada principal del castillo hasta la batería baja. No hay constancia de hechos históricos que merezcan su valoración rememorativa. 43 44 En cuanto al criterio histórico-evolutivo debe tenerse en cuenta su escaso valor como representación de la tipología académica del siglo XVI. No obstante, debe valorarse ya que es el único vestigio de aquélla época. No tiene tampoco valor artístico. El muro del poniente conservado se realizó en mampostería concertada careada con simple ataluzado, siendo auténtico, al igual que su adarve del siglo XVI y parte de la puerta de levante. La integridad de su forma primitiva está mermada por las modificaciones del siglo XVIII y XIX. Existe en esta zona un pequeño jardín, más bien vinculado a la Casa del Gobernador con escasa autenticidad. Por todos estos valores y su conservación parece lógico considerar esta batería como obra “esencial”, facilitando la comprensión del lugar histórico. B- Batería baja. Su función fue la defensa de la posición frente a la artillería de los navíos enemigos que pretendían entrar en el puerto. Esta función defensiva en el siglo XVIII se consiguió con gran eficacia por su ubicación “a flor de agua” y por su capacidad para albergar 70 cañones, dispuestos a lo largo de toda la línea de costa. Casi toda la batería se resolvía a merlones que formaban 60 troneras, excepto un tramo recto por levante, donde se decidió que no era necesario el uso de merlones por la” imposibilidad de que un navío pueda darle el costado” y que, por tanto, se resolvió a barbeta. No hay referencias rememorativas de ningún hecho importante en esta zona. Pertenece a la tipología de “batería costera”; por lo que, como fortificación permanente, su trazado consiste en una línea poligonal quebrada más o menos regular que se adapta al terreno sobre el que se asienta. 45 Estas trazas fueron muy estudiadas en el ámbito académico de la ”Monarquía Hispánica”, donde se definían la “batería baja” como la situada al nivel del mar que debía estar artillada con cañones dispuestos en troneras entre merlones y dotada de una amplia plataforma interior o “adarve” para situar la artillería y permitir el movimiento del personal. En este caso se compone de un largo murallón de 400 metros y escasa altura (5 m. de media sobre el nivel del mar) que, para cubrir con sus trayectorias de fuego todos los frentes, describe una línea quebrada formada por: 1.Flanco de playa contigua por el oeste. 2.Línea curva que defiende la boca de la ría hasta el castillo de San Martín. 3.Pequeño tramo orientado al suroeste para cubrir el centro de la canal. 4.Tramo que cubre el sector sureste haciendo ángulo recto con el anterior. 5.Punta redondeada que cubre el interior de la ría cruzando sus fuegos con el castillo de La Palma. 6.Tramo recto que, mirando al este, complementa sus fuegos con el anterior. Sobre este muro se situaba la batería propiamente dicha, con capacidad para 70 cañones dispuestos sobre un amplio adarve de entre 15 y 20 metros de ancho, y 46 protegidos por gruesos merlones que separan las pequeñas troneras sobre las que se asientan. En sus esquinas presentaba cuatro pequeñas garitas iguales de bella traza para abrigo y defensa de los centinelas, que luego se comentarán. Su perfil responde también al tipificado, distinguiéndose el cordón magistral de su escarpa que señala el nivel de las obras interiores del castillo. Para proteger a los artilleros del tiro de enfilada o través, poseía cuatro espaldones en la zona oeste, de los que sólo quedan dos, y otro en la punta redondeada que cubre el interior de la ría. Los espaldones están perforados por arcos carpaneles para permitir el paso de armas y personal. Tras la parte de batería situada en el ángulo recto se dispusieron cuatro naves contiguas intercomunicadas, formadas por bóvedas de cañón, destinadas a cuerpo de guardia y almacenes de pertrechos y de pólvora para servicio de la batería baja. 47 Esta obra dieciochesca es una buena muestra del diseño y construcción de las baterías, representando fielmente la evolución de estos elementos defensivos al máximo nivel de la ingeniería de su época. En 1860, para adaptarse a las necesidades defensivas de la época, acordes con el desarrollo de nuevo armamento, se proyectó la construcción en el flanco oeste de una zona con casamatas, consistentes en cinco naves intercomunicadas con bóvedas muy resistentes y con abocinadas ventana-troneras para instalar la artillería. Junto a ellas se construyó una torre-casamata de dos pisos con 48 capacidad para cuatro cañones y se modificó el cuerpo de guardia y los almacenes de pólvora y pertrechos para instalar en ellos otros siete cañones. Todo ello ocasionó que se eliminara la garita del ángulo saliente y los dos espaldones situados en la zona que pasaba a ser acasamatada, se rebajaron los merlones del tramo recto orientado al oeste y se rellenó su adarve; también se trasformó a barbeta la zona correspondiente al tramo recto sur para no estorbar el tiro desde las nuevas zonas acasamatadas. En el resto de la batería se recrecieron los merlones para proteger los nuevos cañones de mayor envergadura (cañones de retrocarga y ánima rayada). En la cantería de la explanada y en las casamatas pueden distinguirse las acanaladuras de los cañones del S. XIX. A finales de siglo sufría otra modificación con la construcción de cinco troneras en la zona oriental que se había resuelto a barbeta inicialmente. Todas estas obras del siglo XIX son una adaptación muy elemental de la antigua fortificación de la centuria anterior, sin representar ningún valor importante en su época. La batería está construida sobre la roca granítica de la costa, defendida de las acciones marítimas por escollera de piedra ciclópea de material granítico, de manera que su cortina no estuviera en contacto con el agua, lo que simplificó las obras necesarias. El muro está ataluzado y formado por sillería bien labrada con aristas bien vivas y colocado en hileras perfectas, calzadas al menos un tercio y tomadas con mortero de cal grasa y arena. El adarve también está realizado con cantería bien labrada. Para poner a nivel el adarve fue necesario hacer toda la excavación a fuerza de barrenas por lo que las obras se realizaban con gran lentitud. Los espaldones están realizados con muro de mampostería no concertada hasta alcanzar su altura y rematados con sillería en la formación de sus arranques y en los dinteles con arcos. Cabe señalar la existencia de arcos de descarga que se observan sobre el adintelamiento. Las casamatas se apoyan en la fábrica de la batería baja y se realizaron en diferentes tipos de mampostería con sillería en esquinales, pasos y huecos. Se realizaron también abovedados a prueba de bomba con ladrillo compacto. Casi toda la construcción se realizó con piedra granítica de las canteras existentes en la zona. Este material de gran calidad y solidez era trabajado por numerosos canteros que trabajaban en la obra y que eran aportados por los asentistas que tomaban las obras. Por todos estos atributos de diseño, materiales y técnicas constructivas documentadas, se puede afirmar que las obras conservadas son auténticas del siglo XVIII y XIX, excepto el murete del tramo sur, contiguo a la torre que tiene también un cerramiento de arcadas con ladrillo y cemento, así como algunas tuberías de gres y una barandilla sobre el espaldón sur. 49 Al ser una obra de gran calidad constructiva, su conservación es buena en su estructura, aunque presenta algunas pérdidas de su integridad histórica y ciertas patologías en su superficie. El porcentaje de conservación es muy alto aunque faltan los merlones contiguos por el sur a la casamata y los de las troneras del resto han sido recrecidas; así como la pérdida de la garita de la esquina sur, un relleno de tierra sobre el adarve y vegetación improcedente. Debido al mal funcionamiento de los aliviaderos del adarve se producen problemas de filtraciones, empujes y lavado de juntas en los muros. También presenta problemas por absorción de humedad por capilaridad desde el arranque en base de muros. En su frente de poniente presenta claras patologías de exfoliación y pérdida de rejuntado. La zona oriental presenta claras manchas de suciedad, oscurecimiento y pérdida de su color natural. En esta batería baja cabe destacar las cuatro garitas idénticas que existían 50 en sus esquinas, de las que sólo quedan tres, puesto que en el S. XIX se eliminó la que estaba situada en el ángulo saliente del castillo, junto a la torre. Estas obras constituyen su gran valor artístico por la proporción de sus medidas y ornamentación. Las garitas fueron objeto de minucioso estudio académico. Las de este castillo se adaptan con gran fidelidad al diseño que publicó Sánchez Taramas (Tratado de fortificación. 1768) que predominó en el S. XVIII como ideal compositivo de la Real Academia de Matemáticas de Barcelona y su entorno artístico y científico. Sus elementos, normalizados por los numerosos trabajos de esta escuela, se distinguen con las formas siguientes: - Culdelamp: ménsula que arranca de la muralla en una bola. - Linterna: cuerpo hexagonal donde estaba el centinela. - Chapitel: cúpula que la cubre, con remate en lo alto de una piña ó una bola. Las proporciones de su perfil (linterna) siguen la relación 8/5, afín con la proporción del número áureo (φ =1.618). El labrado de la cantería de las garitas también se realizó según los precisos tratados del corte de piedras (estereotomía), destacando las piezas que forman el chapitel y las aspilleras de la linterna. Las dovelas de los arcos de comunicación de las casamatas también presentan una estereotomía y estereometría de especial relevancia, debido a la desviación de la cruceta de sus naves, siguiendo la orientación de la batería baja en esa zona. Otros detalles a destacar en esta batería son los arcos carpaneles en los espaldones, así como la cuidada red de canales para el alivio de pluviales. Sobre la escollera de la batería, en el ángulo entrante sudoeste se pueden ver las anclas que aguantaban la cadena de cierre del puerto y otra procedente de un navío (sumergidas generalmente). Estos valores y su conservación demuestran un tipo de obra “esencial” para toda la batería baja que trasmite el “espíritu del lugar” perfectamente como defensa artillera. Sería importante, recuperar parcialmente algún tramo de las troneras y merlones del siglo XVIII, aunque tengan un cierto mimetismo, pero didáctico. Podrían ser las desaparecidas de la zona oeste junto a las casamatas. C- Batería alta. La funcionalidad de esta batería era la de formar, con la batería baja, un doble frente artillado por el oeste que defendía la entrada de la ría. Tenía capacidad para unos 24 cañones, desde los que se tiraba “a barbeta” que consiste en disparar por encima de un parapeto bajo que defendía a la pieza pero no tanto a los sirvientes, aunque con gran ventaja para poder orientarla hacia cualquier objetivo. Su función defensiva se veía completada por los ocho cañones que estaban situados en las troneras del antiguo castillo del S. XVI, casi al mismo nivel. No hay constancia de hechos históricos relevantes en esta zona. La cortina de esta batería alta tiene una longitud de 100 metros y sigue las mismas líneas que la batería baja por el lado oeste del castillo, distinguiéndose en su perfil la escarpa de 4 a 5 metros, con su cordón magistral y amplio adarve de unos 15 metros para la colocación de las piezas artilleras. Detrás hay un gran espacio que funcionaría como glacis del camino cubierto del foso, al oeste de la cara del hornabeque. 51 Sobre el adarve había cinco espaldones para proteger a los artilleros del tiro de través desde la montaña, siendo similares a los de la batería baja, o sea perforados con arcos carpaneles y de medio punto. Se comunica con la batería baja con dos escaleras de caracol. En el S. XIX, la batería alta también tuvo que adaptarse a la artillería de retrocarga, recreciéndose el parapeto, debido al mayor tamaño de los nuevos cañones, sobre todo en altura, ocultando parte de la jamba oeste del espaldón, así como modificando parte del adarve. La batería se compone de un muro de mampostería concertada y careada, rematado en su parte superior por diferentes calidades de cantería. Al estar situado a cierta altura y más expuesto a las bombas enemigas, podía correr mayor peligro de derrumbamiento; para evitarlo se agrandaron los espaldones situados sobre el adarve de la batería 52 baja, de manera que hiciesen de contrafuertes, a la vez que conservaban su función defensiva; además de separar los muros de manera que, si ocurría un derrumbamiento de alguna zona de la batería alta, sus ruinas no cayeran sobre los defensores de la batería baja ni dificultasen sus movimientos. La construcción de esta batería se realizó con material granítico extraído de la excavación del propio interior del castillo. Para nivelar el adarve se usaron tierras, cubiertas por pavimento de piedra granítica. Se usaron 374 toesas³ de mampostería + 15776 pies² de sillería + 4736 pies² de pavimento de piedra según Juan Vergel en 1736 (1 toesa = 1.949 m. y 1 pie = 0.2786 m). Al no tener la calidad constructiva de la batería baja, su conservación es algo inferior aunque se conserva en su totalidad con las citadas modificaciones del siglo XIX. Destaca la gran suciedad de su lienzo, su rejuntado de mortero de cemento y la meteorización, debida a la acción del viento y a la salinidad marina. Sólo quedan tres de los cinco espaldones construidos, estando dos de ellos desmochados. El adarve se encuentra cubierto de losas graníticas desniveladas y con pérdida de material en juntas, lo que provoca filtraciones contra el trasdós del muro. Contiguo al adarve se encuentra un terreno que actuaba de glacis del camino cubierto del foso en su parte oeste del hornabeque, manteniendo su declive y vegetación de hierba, aunque algo rebajado en su nivel y con pavimentación de cemento en su zona sur. Podemos señalar que la integridad es bastante alta con las excepciones citadas de los desmoches de los espaldones y el hormigonado del extremo sur, contiguo a la torre. En cuanto a la autenticidad se aprecian los cambios en el diseño, materiales y técnicas empleadas, no dándose mimetismos. Destacan las dos magníficas escaleras de caracol que se construyeron para unir la batería alta con la baja; estando situadas: la primera junto a las naves del ángulo sur saliente y la segunda de la caponera de poniente. Con respecto a estas escaleras es preciso escribir que los libros de arquitectura de la época cuidaron mucho estos diseños, publicándose incluso tratados específicos de 53 famosos autores. El más completo es el de Ginés Martínez Aranda en cuyas trazas parecen basarse estas escaleras del Castillo. En este libro, (editado en facsímil por el CEHOPU (1986), se describen las monteas necesarias para construir hasta once tipos de escaleras de caracol, destacando su cuidada estereometría y estereometría. Otros elementos de cierto valor artístico son las gárgolas. Por todo lo expuesto en sus valores funcionales, tipológicos (evolutivo) y artísticos, así como su conservación (autenticidad e integridad) este elemento debe considerarse como “esencial” en su casi totalidad, exceptuándose la parte del adarve sur que tendría una calificación de “secundaria” por su falta de autenticidad. De manera que la protección debe ser integral, menos esta parte citada. En todo caso esta batería alta trasmite el “espíritu del lugar” en su actual estado, como batería artillera reformada en el siglo XIX. • Frente defensivo de tierra D- Hornabeque. Este elemento es eminentemente defensivo y se utilizaba en el frente de tierra de las fortificaciones, cuando éstas se situaban sobre una colina alargada o, como en este caso, cuando hay que defender una loma con grandes desniveles laterales. Su función particular sería la de repeler un ataque enemigo que llegaría por tierra, tras desembarcar en las playas próximas del litoral. Para ello el hornabeque de San Felipe se construyó con su cortina a gran altura y provisto de treinta troneras entre merlones a lo largo de sus dos semibaluartes y de sus alas. En este caso, los cañones emplazados sobre la cortina y los semibaluartes defendían el frente de tierra, mientras que los situados sobre las alas constituían la batería de tercera línea del frente de mar, así como apoyo de las baterías baja y alta. 54 En este castillo de San Felipe el hornabeque cumple también una función logística por la disposición del espacio interior, ya que albergaba dentro de él dos almacenes de pólvora (uno en el semibaluarte oeste y otro en la gola en su parte oeste al nivel de la plaza) y dos almacenes de víveres (en los semibaluartes), además de los alojamientos para la tropa. Se percibe bien su valor funcional defensivo (táctico) aunque sus instalaciones logísticas de habitabilidad han perdido parte de su carácter histórico. No obstante es importante hacer una valoración funcional en su totalidad por la aportación de esta arquitectura que combina excepcionalmente las funciones tácticas y logísticas citadas. Tiene un cierto valor rememorativo por la defensa de 1800 (Batalla de Brión). Responde a la tipología propia de los frentes “atenazados” de “hornabeque sencillo a cola de milano”. Está formado por dos largos muros de 75 metros en forma trapezoidal que descienden hacia el mar, unidos en su frente de tierra por una cortina de 40 metros con dos semibaluartes que forman con ella un ángulo denominado fijante con apertura a 100º (adopción del primer sistema de Vauban). En los ángulos capitales de los semibaluartes, que son de 60º; y en la parte final de sus alas hay sendas garitas idénticas a las de la batería baja, cuya traza se ajusta al modelo aconsejado por la Real Academia de Matemáticas de Barcelona, ya definidas al describir dicha batería. En la gola (parte sur del hornabeque), se encuentra el patio de armas central del castillo que se comentará después; también el foso que lo rodea, excepto por la parte sudoeste que se apoya en el castillo antiguo y donde se encuentra la casa del gobernador. En su perfil se distingue la elevada escarpa con su cordón magistral, situado a una altura de 10 metros en la cortina central y de 8 metros en la gola, así como las pequeñas aberturas o 55 aspilleras que recorren toda la longitud de la cortina central y alas del hornabeque para tiro con fusil desde el interior de los acuartelamientos. En los polvorines, las ventilaciones que se abren al exterior tienen una forma especial, denominada “sistema de dado” que permite la aireación del reducto, a la vez que impide la entrada de artefactos que pudiesen representar un peligro para los materiales almacenados en su interior. La puerta principal de acceso al hornabeque se sitúa en el ala este. En la cortina (central) del hornabeque se abre también un portillo al foso seco y las correspondientes aspilleras de fusilería.. El hornabeque está formado por paredes de mampostería no concertada careada que forma un muro de doble cara ataluzada, asentados sobre el foso y rematados en su cordón magistral y en los ángulos capitales de los baluartes con sillería labrada. 56 Los alojamientos para tropa, almacenes de pólvora y de víveres del interior del hornabeque se realizaron abovedados, “a prueba de bomba”, y se encontraban divididos en dos plantas, utilizándose para la separación un sistema de canzorros de cantería sobre los que apoyaban las vigas y soportaban el entarimado de madera del segundo piso. En el piso bajo se encontraban las aspilleras de fusilería con sus banquetas para la defensa y el hogar-cocina. El material utilizado en la construcción de los muros es, como en toda la obra, roca granítica, proveniente de la excavación de los propios fosos e interior del castillo, así como del glacis (frente de tierra). Para la construcción de las bóvedas se utilizaron ladrillos que se trajeron en un principio de Málaga y posteriormente se intentó construir una fábrica de ladrillos cerca de Ferrol, pero no fue posible por falta de material adecuado en la zona. Al final se obtenían de una fábrica en Padrón, aunque la calidad de los ladrillos no era tan buena como la de los traídos de Málaga; Carlos Dexnaux (ingeniero jefe en 1738) la consideró suficiente para continuar la obra y resolvió también que, debido al elevado coste de la fabricación de este material en la época y la falta de recursos necesarios, las últimas bóvedas, (1739) se hicieran de cantería, ya que precisaban un menor tiempo de ejecución y su coste era menor. Todas ellas debían estar revestidas con cal delgada a la llana. Para los entarimados, puertas y ventanas se utilizaron maderas de castaño y de roble. Con respecto a la conservación del hornabeque cabe señalar lo siguiente: La integridad es total en su configuración externa, pero sus interiores han sufrido grandes cambios con perdida de compartimentación en el polvorín del semibaluarte y de las habitaciones. Con respecto a la autenticidad consideramos que es muy alta en su diseño y ejecución, con la excepción de las obras realizadas en el interior del baluarte del este, la apertura de ventanas en las caras de ambos baluartes y las adaptaciones del siglo XIX en los alojamientos. El exterior presenta como patologías más significativas ciertas capilaridades en fábrica, 57 en base de apoyo de cimentaciones, lienzos exteriores con manchas generalizadas de suciedad y polvo, presentando en algunas partes de su cara a poniente exfoliaciones por la acción del viento, humedad y salinidad. Su encintado está realizado con mortero de cemento. En la terraza superior, el adarve presenta un pavimento de mortero de cemento completamente fisurado. En los alojamientos del interior presenta suelos de mortero de cemento y filtraciones provenientes de la terraza con afectación a los enfoscados y a los materiales de agarre de las bóvedas. Desde una valoración artística destacan las impresionantes puntas afiladas que presentan los semibaluartes en su ángulo capital y las garitas que rematan estas puntas a gran altura, ya comentadas en la batería baja. Otro elemento importante es la puerta principal de entrada al hornabeque que se abre en el ala oriental y da acceso a la plaza de armas. Se trata de una elevada portada que llega a la altura de las troneras, construida con fábrica lisa de cantería granítica y coronada por una cornisa curva en su centro y recta en los laterales.Sobre el arco de entrada hay una gran placa lisa y superpuesta, sobre la que debía estar prevista la colocación de un gran escudo de armas que no llegó a realizarse. En ella se observan las hendiduras laterales que indican que, en su día, la entrada se realizaba sobre un pequeño puente levadizo. También son interesantes las gárgolas. Por todo lo expuesto el hornabeque es una obra “esencial” en su estructura arquitectónica, considerando los espacios internos como elementos “secundarios” de menor valor y con cierta perdida de autenticidad e integridad. No obstante debería reproducirse algún alojamiento a efectos didácticos, aunque sea con cierto mimetismo. En todo caso trasmite la idea de su función antigua defensiva y logística. 58 E- Caponeras. Su función era la de unir perpendicularmente los largos muros del camino cubierto en los laterales del hornabeque con las baterías; ejerciendo así la defensa de los flancos libres existentes. Para ello están provistas de baterías a sus espaldas, con capacidad para cuatro cañones sobre la caponera derecha y cinco la de la izquierda, siendo éstos últimos cañones de “a 12” pues la proximidad de la montaña hacía que no fueran necesarios calibres mayores. Sus parapetos bajos, con naves de bóveda de medio cañón, están perforados y presentan pequeñas aspilleras para tiro con fusil. En la caponera de levante se abre la puerta principal exterior del castillo que se comentará después. El perfil de las caponeras responde al mismo principio que el frente abaluartado, compuesto por la cortina (con su cordón magistral), foso, contraescarpa, camino cubierto y su glacis, estando este más bajo que la explanada (glacis) central del hornabeque y dominado en su flanco por otras caponeras subterráneas en dirección norte-sur. La caponera oriental, de 52 metros, salva un desnivel de 7,50 metros entre el hornabeque y la batería 59 baja. En su perfil se distinguen 20 aspilleras situadas sobre el cordón magistral (tiro desde el interior) y 4 troneras situadas sobre la terraza-adarve. En esta caponera se encuentra la puerta principal de entrada a toda la fortificación (que se detallará en otro apartado), a la que se accedía atravesando el foso seco mediante un puente levadizo. En su interior y entrando a la derecha se encuentra el cuerpo de guardia y a la izquierda el cuarto del oficial de guardia. La caponera oeste ocupa una longitud de 50 metros y salva un desnivel de 8,50 metros. Tiene 16 aspilleras (tiro desde el interior abovedado) y sobre su terraza (adarve) tiene 5 troneras con amplios merlones, así como 3 grandes espaldones con arcos de comunicación. Su interior estaba compartimentado para alojamientos de la tropa, luego muy modificado. Estas caponeras presentan una tipología muy compleja e interesante en relación con las de su época. La conservación se puede considerar como de total integridad y autenticidad, excepto las pequeñas obras que se realizaron en sus interiores: la del este adaptada para habitabilidad recientemente, en parte, y la del oeste que fue convertida en granja de animales. Estas caponeras siguen el mismo sistema constructivo que el resto de la fortificación, siendo su frente de mampostería concertada careada de diferentes calidades, con su cordón magistral de cantería labrada. Los espaldones son de mampostería no concertada con los pasos en sólida sillería trabada y pavimento con losas de granito. 60 61 Tanto los cuerpos de guardia de la caponera oriental como los alojamientos de la caponera oeste son abovedados, siguiendo el diseño primitivo. El material utilizado en la construcción es roca granítica como en el resto del castillo, y ladrillos para las bóvedas interiores, como también se citó. Todas estas instalaciones interiores de las caponeras se encuentran deterioradas, debido a las filtraciones de agua, con pérdida de material de agarre y recubrimientos. La meteorización de la caponera de poniente en su piedra, juntas y enfoscados de cemento es más destacable. Como valoración general se consideran como obras de tipo “esencial” para comprender el castillo en su práctica totalidad exterior defensiva y su estructura, siendo la actual compartimentación interior carente de valores. •Obras exteriores F- Foso. Su funcionalidad particular es la de separar las obras exteriores de la “línea de defensa” de la fortificación, en particular del hornabeque. Es una obra de tipo “esencial” en las fortificaciones atenazadas. Para nuestro caso, se trata de un “foso seco” que recorre todo el frente del hornabeque y sus alas, dejando libre la parte posterior, donde se apoya la casa del gobernador; aunque en la zona este se encuentra bastante deformado por la compartimentación de la puerta de entrada. En su interior se encuentra un pequeño lavadero, (parte norte), y su refosete para canalización de las aguas. Los frentes de las caponeras también estaban recorridos por fosos secos, cuya comunicación con el del hornabeque se encuentra hoy cerrada. 62 En el siglo XIX se profundizó la parte oeste, para facilitar el movimiento de la nueva artillería y del personal, construyéndose unos arcos transversales que actúan como arbotantes en las bases del hornabeque y camino cubierto, así como una comunicación con las casamatas de la batería baja. En esta zona también se construyó un aljibe para recibir las aguas pluviales, conocido popularmente como “baño de la reina”, que tenía y aún conserva un canalón central que conduce las aguas al exterior. Toda la excavación del foso se produjo mediante barrenas, por ser la zona sobre la que se encuentra la roca granítica. El plan del foso es de tierra con hierba o roca, sin tener una especial rele- vancia su diseño y construcción; pero debe reseñarse una pequeña falta de integridad en la puerta este del hornabeque hoy rellenado, donde se utilizó para su colmatado el material granítico de los espaldones, eliminados en la batería alta. Se puede considerar que tiene todos los atributos de autenticidad. Por todos estos valores y conservación se considera obra “esencial” que trasmite el espíritu del lugar, excepto la mencionada entrada este del hornabeque y pequeña plaza que no tiene ningún valor. 63 64 G- Camino cubierto. Su función consiste en permitir la circulación exterior y adelantada de los defensores, así como crear una primera línea de fuego contra los atacantes que se acercaran por el glacis, formada por fusileros que se colocaban tras su parapeto “a cubierto” (como el propio nombre indica) del fuego enemigo. Su perfil se compone de un estrecho camino de unos cuatro metros de ancho, exterior a la contraescarpa de los muros de la fortificación, con banquetas o escalones donde se asentaría el personal y un parapeto lo suficientemente alto para facilitar la defensa de este primer puesto avanzado. En su exterior se colocaban estacas con sus puntas hacia el glacis para dificultar el asalto enemigo. Debía circundar todo el frente del hornabeque y de las caponeras por delante del foso, con sus correspondientes escaleras. En la zona más cercana al revellín presenta dos pequeños espaldones transversales que protegen la entrada y le dan cierto flanqueo. En la caponera de levante, en la parte más cercana al mar, presenta una batería de tres piezas para defender el acceso desde el la playa y rampa. Para su construcción se nivelaron las tierras a la altura de la contraescarpa del foso, realizándose las banquetas con piedra de sillería tallada y los parapetos con mampostería no concertada. En los ángulos salientes, delante de los semibaluartes, están las entradas a las caponeras del glacis, de las que se comentará luego. Este camino cubierto se encuentra en buen estado de conservación, excepto en la zona de levante, donde se apoyó un edificio-cobertizo para almacén de pertrechos de artillería. La estacada exterior de madera ha desaparecido y fue sustituida en algunos puntos por alambrada metálica. Así pues, tiene total autenticidad y gran parte de integridad. En todo caso debe considerarse como obra “esencial” para comprender el “espíritu del lugar”, teniendo en cuenta que el citado edificio de almacenamiento adosado tiene un valor muy secundario, haciendo una mala interpretación de esta zona. H- Revellín. La funcionalidad particular es la de aumentar la protección exterior; así se sitúa en la entrada central del camino cubierto por el frente de tierra del castillo, para proteger los flancos de los baluartes y la puerta de la cortina del hornabeque, impidiendo el tiro directo sobre ella. En su cara nordeste se encuentra su pasillo de 65 entrada de tierra. Tiene forma de rombo o de punta de flecha que mira al glacis y se coloca en la crujía del conjunto defensivo; siendo del tipo simple (sencillo, sin flancos). Su construcción es parecida a la del camino cubierto, con una zona de tierra compactada y sus parapetos de mampostería no concertada, con banquetas para la defensa. Se conserva en buenas condiciones, aunque con las patologías descritas anteriormente para las fábricas al exterior, teniendo total integridad y autenticidad. Se considera como una obra “esencial” para su conservación, completamente ligada a la funcionalidad del camino cubierto. I- Glacis. Consiste en una amplia explanada exterior a la fortificación, libre de obstáculos y vegetación, cuya función es que el enemigo se tenga que acercar a campo abierto y siempre expuesto a los disparos de la artillería y fusilería del frente defensivo. Se construyó con una ligera pendiente que asciende hacia la fortificación, pero sin llegar a una altura en que se pierda la ventaja defensiva desde ésta. En el Castillo de San Felipe los glacis del frente del hornabeque y de las grandes caponeras de levante y poniente están separados por unos muros que tienen también la consideración de caponeras, laterales y subterráneas que salvan el desnivel existente entre ambos glacis y mejoran su defensa, al estar acasamatados y provistos de aspilleras para tiro con fusil desde su interior, en todo caso flanqueantes de sus explanadas. El glacis abarca un espacio de 60 toesas (unos 115 metros) en los muros, pretendiendo que con su “forma se conseguirá una dominación del enemigo más distante, más feliz el fuego de la plaza y la ventaja que para venir de frente le atrasará el resalto.” (Disposiciones de S. M. Felipe V comunicadas por José Patiño, 1735); pero realmente su extensión es muy poca y está totalmente condicionado por la ladera montañosa, por la que discurre la conducción de aguas según se describe en el anexo VI de logística y servicio de aguas. Por otra parte, al estar el Castillo de San Felipe situado sobre una ladera de roca granítica, la nivelación del terreno fue realizada a base de barrenos y pequeños movimientos de tierra, con la ventaja de dificultar cualquier minado por el enemigo. De este frente procede parte del material utilizado en el resto de la construcción. Su manto vegetal está muy deteriorado, incluso han desaparecido los planos originales que formaban su superficie con vértices en las esquinas del camino cubierto. En la zona de levante hay arbolado de gran porte, hasta alcanzar las murallas de la fortificación, y con una pendiente bastante irregular. En la zona de la caponera de poniente ha perdido gran parte de su nivel y tiene arboleda de varios tipos de porte bajo. Se puede considerar como un elemento auténtico y con integridad, a pesar de su recorte en extensión y perdida de los planos y cotas originales. Se debe valorar como una obra terrera “esencial” y que llegaría más lejos del vial hoy existente en su lado norte •Instalaciones interiores de apoyo logístico. J- Plaza del hornabeque. Es el lugar del castillo donde formaban y hacían ejercicio las tropas, siendo también, el centro del hornabeque y de toda la fortificación, sirviendo de lugar de encuentro y reparto de funciones. Se trata de una plaza trapezoidal de unos 25 metros de largo desde la fachada del pabellón de oficiales hasta la gola y unos 35 metros de anchura en su parte central. 66 En su lado norte se sitúa el edificio para pabellón de oficiales y capilla (fachada principal), mientras al sur se sitúa un frente porticado con arcos de medio punto “para formar la guardia en días de lluvia y oír misa la tropa a cubierto”. (Duque de Montemar 1738). En su parte central se encuentra un aljibe “a prueba de bomba”, sobre el que en 1772 se construyó un pozo hexagonal, proyectado por Miguel Hermosilla, teniendo un aliviadero de canalización subterránea por la zona este, hacia la mar. Se puede acceder al aljibe desde una trampilla situada cercanamente del brocal del pozo. Es una parte esencial del servicio de aguas (ver anexo VI) Los laterales este y oeste de la plaza lo constituyen las alas del hornabeque con sus acuartelamientos. Para su construcción fue necesario rebajar y nivelar los terrenos de peña viva, sobre los que se asienta, manteniendo una ligera inclinación hacia el centro de la plaza donde está la cisterna y desde donde sale un caño para limpieza y alivio de pluviales, como se citó. Tiene el suelo de piedra de granito, labrada a picón. Se considera un elemento relativamente bien conservado, con autenticidad e integridad, aunque con ciertas patologías: el verdín y las malas hierbas cubren en parte el enlosado del patio de armas, sin llegar a ocultarlo y presenta serias separaciones en sus juntas. Desde un punto de vista artístico destaca en el centro del patio el brocal del pozo citado, con planta hexagonal y cuidada cantería labrada. Este elemento es “esencial” para comprender el castillo en su totalidad por su función logística de distribución del personal. 67 K- Casa del gobernador y jefes. Constituía la vivienda, despacho y sala de recibimiento del gobernador del castillo, así como de sus subalternos inmediatos. Se trata de un edificio con un trazado muy simple y sin ningún tipo de ornamentación en su fachada. Estaba construido inicialmente para una sola altura, con entradas desde la plaza de armas (hornabeque) y desde la batería del castillo antiguo. En su distribución interior destacaban dos grandes salas para recibimiento y el despacho del gobernador. Las otras habitaciones estaban dedicadas a gabinete y alcoba, dos cuartos para criados y cocina. Frente a la cocina y separado del edificio por la entrada del castillo antiguo se encontraba una sala de repuestos para pertrechos. Adosadas a ella se encontraban la casa del ayudante mayor y la del ingeniero. La primera, proyectada por Baltasar Ricaud en 1772, se situaba sobre la cocina de la casa del gobernador y sobre el almacén de pertrechos, formando un arco sobre la entrada del castillo antiguo. Constaba solo de un gabinete con alcoba, cocina, alacena (despensa) y cuarto para un criado. El pabellón del ingeniero, proyectado por Miguel Hermosilla también en 1772, constaba de dos pisos con, cocina, dos cuartos para criados, sala de reunión y despacho en la inferior y alcoba, sala y alacena en la superior que era abuhardillada. Su fachada estaba más cuidada, destacando en ella los tejadillos de las buhardillas y la imposta de separación de los pisos. El conjunto de las tres casas ocupaba todo el ancho delimitado por las murallas del castillo antiguo y se apoyaban sobre la gola del hornabeque. Fue construido a base de muros portantes de mampostería y se aprovechó el de la gola del hornabeque, utilizando vigas de roble y con recercados en huecos, antepecho, jambas y dinteles de sillería. Todas estas casas se encuentran en ruinas, con sus tejados caídos y tabiquería interior destruida, de forma que apenas se puede reconocer su antigua estructura, además de las reformas posteriores de escasa calidad. Así pues tenemos que referir el concepto de integridad a la fachada solamente y el de autenticidad a este mismo muro y sus vanos. Párrafo aparte debe hacerse para el jardín contiguo, delante de la casa, con un par de especies de cierto interés, aunque posteriores a la construcción (araucaria y yucas). Este jardín se puede considerar como parte de la integridad y, en cierto modo, auténtico (no sus especies). Por todo ello se considera de valor “secundario” para comprender el castillo. L- Pabellón de oficiales. Fue construido inicialmente para alojamiento del gobernador, capellán y oficiales, con una pequeña capilla. Más tarde, el gobernador pasó a alojarse en la vivienda que se edificó para él en el castillo antiguo. Está situado en el lado norte de la plaza del hornabeque (de armas) con su fachada principal mirando hacia ella. Su planta es rectangular y está dividida en siete pequeñas salas abovedadas, dispuestas de fachada a fachada, aunque en el proyecto original cada sala se dividía en dos más pequeñas. La sala central estaba destinada a capilla y vivienda del capellán y el resto a pabellón del gobernador y oficiales. Con la construcción de la vivienda del gobernador se reordenaron sus usos pasando algunas dependencias a almacenes de pertrechos y víveres. Más tarde sufrió una remodelación interior, quedando el espacio dividido en seis salas más grandes, conservando la zona central para capilla; pero en la actualidad presenta las siete salas iniciales. 68 Vista actual. (Foto Víctor Shäfer Freire) 69 La puerta central está formada por un arco escarzano sobre el que se abre un ventanal ovalado y el resto de las puertas y ventanas del piso bajo son rectangulares; las ventanas del piso superior son cuadradas. En el año 2010 se terminó una obra de rehabilitación que modificó su tejado y su interior. Se conservó la espadaña central, desapareciendo un pequeño reloj de sol, construido a propuesta de Dambaterre en lugar del reloj de campana propuesto por Vergel por ser éste último demasiado caro. Se conservan también las dos gárgolas con forma de cañón y dos remates ovales coronados con pináculos, pero se modificó la función y forma de este tejado, de manera que los citados remates y espadaña se utilizaron como áticos, añadiendo otros de cierto mimetismo, además de aumentar el volumen total de la cubierta y sustituir la teja por láminas de zinc. A cada lado del pabellón se encuentran adosadas unas escaleras para subir a los pabellones superiores. La fachada presentaba muros de mampostería, y se dejó sin enfoscar inicialmente pero fueron enlucidos recientemente con mortero de cal y arena, y está rematada con sillares de cantería en los marcos de las puertas y ventanas (situados en los ejes de las siete salas construidas inicialmente), así como en la cornisa y en el almohadillado de las esquinas. En el interior del edificio se han realizado obras de reforma en el piso superior con materiales no muy acordes con la construcción, de forma que se ha perdido su autenticidad y parte de su integridad. En el piso bajo se conserva su estructura pero se observan bastantes problemas de filtraciones de agua con pérdida de recubrimientos y material de agarre. Este elemento se considera de carácter “esencial” con la excepción de su interior en la segunda planta y su cubierta.. M- Puerta principal. Está situada en la parte central de la caponera oriental y controla el paso al interior del recinto. Se trataba de una puerta con paso levadizo propia de las fortificaciones de la época. Su tipología se basa en modelos muy estudiados pero de una gran simplicidad. Consiste en un amplio portón rectangular con arco central de medio punto y, separada por un listel, tiene una elevada cornisa de remate con molduras muy voladas. No posee más ornamentación que el almohadillado de los sillares en los laterales de la puerta. El diseño inicial de Juan de la Ferrière (1733) presentaba un coronamiento con un gran escudo, orlado con cañones y dos pirámides de balas de artillería en sus extremos y marcadas dovelas sobre el arco; pero no llegó a realizarse quizá por los problemas económicos que atravesó la construcción. En la portada se aprecian claramente los rebajes diseñados para alojar las “flechas” o maderos que accionaban el puente levadizo de manera que al levantarlo quedaba totalmente encajado en la puerta. El puente ha desaparecido hoy en día y ha sido sustituido por un tramo compacto de piedra, prolongación del “durmiente”, que aún se conserva (1903), añadiéndose también unos pequeños pilares para sostener unas cadenas de protección lateral. La puerta propiamente dicha, era de madera con gruesos herrajes y fue rehecha en una reciente restauración, según modelo mimético del siglo XVIII. Los muros están construidos a base de sillares graníticos labrados que se encuentran asentados, trabados y rejuntados con mortero de cal grasa y arena. Las jambas están recubiertas con sillares almohadillados dispuestos sobre el cordón magistral, también de sillería de calidad al igual que la cornisa. 70 Presenta las patologías descritas para las obras exteriores, principalmente suciedad acumulada por polvo y humedad y filtraciones. Es preciso destacar la falta de integridad de los elementos originales de la puerta y puente levadizo, así como la falta de autenticidad en estos y los pilarillos y cadenas citadas. Esta puerta se considera como elemento “esencial” para comprende el “espíritu del lugar” que controlaba el acceso principal del castillo. N. Almacén de pertrechos de artillería Este almacén está situado al sur de la caponera de levante y apoyado en esta y el muro exterior del camino cubierto del hornabeque por el este. Es una obra hecha a base de pilares de cantería haciendo una especie de diafragma para sostener una cubierta de madera y teja. Fue realizado al final del siglo XIX y reformado recientemente en su tejado. Se considera de valor secundario. El ENTORNO El Castillo de San Felipe se asienta en un enclave de un extraordinario valor medioambiental, enmarcado por la suave pendiente de Monte Ventoso y frente a la elevación más escarpada de Montefaro; las que limitan la estrecha boca de la ría. Al poniente del castillo y antes del inicio del canal de entrada de la ría se encuentra la Ensenada de Cariño: conforma un espacio amplio como antepuerto, que fue clave para la elec- 71 ción de Ferrol como capital del Departamento Marítimo del Norte, por lo que se encontraba fuertemente protegido por un conjunto de baterías costeras “colaterales”. Este espacio posee en sí mismo un alto valor paisajístico y estratégico, aunque en la actualidad se encuentra muy modificado por la reciente creación del puerto exterior desde 1998. El frente sur de este antepuerto y canal se cierra con unas laderas en fuerte pendiente, sobre cuya ribera se ubica el Castillo de la Palma y los restos del de San Martín, completando la impresionante vista que se creó con la presencia de ambos fuertes, situados en los puntos más sobresalientes del canal. La banda norte es la falda del Monte Ventoso, que forma el entorno próximo del castillo, desde la punta de San Carlos (antes Rabo da Porca), y tiene paisaje forestal predominante pero con un grupo de casas y unas instalaciones deportivas en las cercanías del glacis actual. Al nordeste del castillo, en su ensenada contigua, se encuentra el núcleo poblacional de San Felipe, formado por una pequeña aldea con una estructura lineal de crecimiento junto a la costa y camino de acceso al Castillo; tiene una morfología de pequeño caserío adosado y todavía conserva parte de su antiguo frente marino. Además, sobre los espacios laterales del regato existente se aprecian unas interesantísimas construcciones de terrenos aterrazados con mampostería para antiguos cultivos (viñas y otras plantas) así como varios molinos; aportando todo ello un característico entorno que se creó con dependencia y apoyo al Castillo. Se cierra esta ensenada, ya dentro de la ría, con la Punta del Vispón, lugar del polvorín para avituallamiento de las baterías costeras. En la ribera sur del canal, una vez sobrepasado el Castillo de Nuestra Señora de la Palma, el ensanchamiento de la ría produce la ensenada del Baño que tiene algún caserío disperso, un espigón de un pequeño astillero para reparación de buques y, al fondo de la propia ensenada, da paso a la playa de Bestarruza; después del pequeño saliente del mismo nombre, dan lugar al pueblo costero de Mugardos. De este entorno cabe destacar el recorte geográfico de ambas riberas que forman el canal de entrada y la configuración de vegetación como elementos visuales relevantes. En este orden de ideas, se puede afirmar que tiene integridad y autenticidad histórica, con la excepción de la repoblación forestal y las citadas casas contiguas al glacis. DELIMITACIONES (ACOTACIón PARA ZONA DE RESPETO): Las funciones (disuasoria y defensiva) del Castillo son claves para el entendimiento de su configuración general y cualquier intervención en su área de influencia. Se trata de reconocer la zona de respeto en base a su área “polémica” que completa el “espíritu del lugar”, tanto para su línea costera como para sus frentes hacia tierra. Estas delimitaciones se deberían extremar en la zona terrestre, donde la presión edificatoria, apertura de nuevos caminos e invasión de algunas especies arbóreas son más acusadas. Elementos como el glacis, hornabeque, espaldones etc., no se llegarían a entender sin una conservación del área polémica antigua que, al menos, se debería extender al campo visual que desde ellos se abarca. En este orden de ideas se debería establecer una delimitación de la zona de respeto que alcance hasta la cota de 110 metros (círculo aproximado de 600 m de radio) y retomar su condición natural del siglo XVIII. 72 RESUMEN DE LA VALORACIÓN HISTÓRICA Como resumen final de la valoración patrimonial histórica se anotan seguidamente los elementos del castillo de San Felipe que se clasifican en tres categorías, teniendo en cuenta sus valores, ya citados, y su estado de conservación (autenticidad e integridad). Se considera además su propuesta de protección. 73 • Elementos esenciales: Estimamos que debe de establecerse esta categoría y, por tanto, su “protección integral” para todos los elementos descritos y valorados del castillo de San Felipe con carácter general, pero con las excepciones de los siguientes elementos “secundarios” y “complementarios”. 74 • Elementos secundarios: Se estiman en esta categoría por sus particularidades descritas y valoradas; por tanto con “protección parcial”: A.Entorno próximo de toda la fortificación, incluida parte del glacis más alejada con especial cuidado en los movimientos de tierras y vegetación que deberá ser autóctona y de su tiempo histórico, así como la conducción de aguas al Castillo. B.Espacios internos con vegetación, a los que se le aplicará el criterio anterior, incluidos los fosos, adarves y rampas antiguas. C.Cuerpo de Guardia de la caponera de levante (Puerta Principal) en su interior. D.Almacén de Pertrechos y Cureñas, contiguo al Cuerpo de Guardia. E.Casa del Gobernador, en la gola del hornabeque sobre el castillo antiguo, en su interior, incluyendo la casa del ingeniero. F. Jardín del castillo antiguo, con limitación al diseño clásico existente y respetando el adarve de la batería en su totalidad. G.Almacenes de apoyo a la batería baja (sudoeste). Al ser espacios de igual construcción, se puede aplicar la “protección integral” a uno de ellos y podrá darse “protección parcial” a los otros tres. H.Torre del siglo XIX, en su interior solamente y con tratamiento de los vanos (arcadas) abiertas hacia el este que recuperen su diafanidad histórica. I. Espacios artilleros de las casamatas de la batería baja (S: XIX). Al ser espacios de igual construcción, se aplicará la “protección integral” a uno de ellos y podrá aplicarse la “protección parcial” a los otros cuatro, pero deberá respetarse escrupulosamente la visión de su comunicación interna por los sucesivos arcos. J. Espacios internos de la caponera de poniente. Al ser espacios de igual construcción se puede aplicar el mismo criterio de protección que los apartados G, cuidando el aspecto original del pasillo escalonado de las aspilleras. K.Espacios de la arquería del patio interior, en su zona de la gola del hornabeque (sur) y en su interior, pero dejando claro su aspecto diáfano de estos soportes. L.Alojamientos de los lados este y oeste del patio interior. Al ser espacios de similar construcción interna se aplicaría el mismo criterio de protección que en el apartado G; pero el antiguo polvorín y nave de entrada, tendrán protección integral. M.Espacios internos del edificio de alojamiento de mandos y capilla en planta baja. Se respetará la idea de espacio diáfano de la nave central que fue capilla. N.Espacios de alojamiento bajo la cortina y semibaluartes del hornabeque. Por ser espacios de similar construcción interna se aplicará el mismo criterio de protección que en el apartado G. Así como se respetará la diafanidad de la nave central que comunica con la puerta del foso. • Elementos complementarios: Se estima que no deben tener protección específica, aunque sus actuaciones estarán acordes con el entorno: O.Planta alta del edificio de alojamiento de mandos, (al norte del patio central) y su cubierta incluidos sus áticos. P. Límite del glacis, contiguo a la carretera, y del entorno próximo que deberán considerarse como zona de respeto. 75 Hay otros pequeñas partes de los elementos que tampoco tienen valor histórico y, por tanto, son excepciones a la categoría de esencial y secundaria. – Murete de la batería baja que está al este de la torre del s. XIX. – Garita (de cemento) en la entrada de la caponera de levante. – Pavimento en a plazuela de entrada de hornabeque. – Barandilla sobre el espaldón sur. – Adiciones de la Torre del s. XIX. – Cegamientos de los arbotantes en foso por su zona de poniente. – Relleno del adarve en batería baja, al sur de las casamatas. – Verjas metálicas en la caponera de poniente y foso, también de poniente. – Elementos de la granja de la caponera de poniente. – Rejas de zona porticada sur en Patio de Armas. – Relleno del foso de entrada al hornabeque (Puerta). 76 • Valoración general En base a lo anteriormente expuesto, podemos hacer una valoración de este bien cultural sobre los siguientes conceptos que se pueden atribuir a un monumento, según estableció Alois Riegl, recogidos y actualizados por Miguel Aguilo (2004) para las obras de ingeniería: El valor instrumental ha variado evidentemente de su función basicamente defensiva, pero tiene ahora una posible utilidad para otras actividades que sean compatibles con la exposición cultural de sus elementos de arquitectura/ingeniería militar. El valor de antiguedad es de tipo rememorativo de la actividad diaria de más de cuatrocientos años y los hechos relevantes, como fueron los asedios que resistió y particularmente el ataque de los ingleses en 1800 y su consiguiente rechazo. El valor histórico evolutivo de su tipología es, quizá, el más destacado por su diseño, ya que representa una gran innovación en los proyectos de las “baterías costeras”, consiguiendo integrar una obra exterior, como era el hornabeque, en el polígono básico de la defensa, llegando a un modelo que demuestra la pericia de sus ingenieros para la oportuna adaptación a las condiciones geográficas, destacando también el trazado de las caponeras y las plantas de las baterías a la mar como sucesivos frentes en las líneas de defensa. El valor artístico lo encontramos en el conjunto de sus volúmenes que resaltan por el juego de las luces sobre los diferentes elementos arquitectónicos, actualmente apreciados y en relación con el paisaje natural que rodea el castillo: un gran cabo de roca artificial que se adentra en la mar. Podemos hacer una consideración final en base a los criterios que propone la UNESCO para justificar el valor “universal excepcional” de un bien cultural. Creemos que son aplicables los dos siguientes: el castillo “atestigua un intercambio de influencias considerable” en los ámbitos de la “tecnología y las artes monumentales” que fue la ingeniería militar del academicismo mundial; el castillo constituye un “ejemplo eminentemente representativo de un tipo de construcción” que ilustra un “periodo significativo de la historia humana”, como fue el de la cultura clasicista, sobre todo en el siglo XVIII. Así pues, el castillo de San Felipe en Ferrol puede aspirar a la consideración de “Patrimonio Mundial”. 77 Anexo I Tipologías: modelos académicos de ingeniería naval y militar En este anexo se trata de hacer un resumen descriptivo de los diferentes modelos, generalmente académicos, que se aplicaron con ciertas adaptaciones en la Edad Moderna a los proyectos y construcciones de los buques, armas y fortificaciones, relacionados con la costa de Ferrol; o sea una reseña de los medios técnicos (elementos logísticos) que funcionarían en las tácticas de ataque y defensa de la boca de la ría. LA INGENIERÍA NAVAL MILITAR (BUQUES Y ARMAS NAVALES). En este resumen se pretende aportar una información básica para conocer la tipología de los buques de guerra y sus “requisitos operativos”, como se dice hoy; referenciando particularmente los que fueron una amenaza para los castillos defensivos costeros, como el de San Felipe (Ferrol), y también algunos datos de la capacidad ofensiva de las fuerzas expedicionarias que podrían desembarcar para atacar por tierra. En todo caso estos datos, con algo de las tácticas militares, determinarían el estudio funcional, más o menos consciente, para los diseños de fortificación “a la marina” y después su evolución a lo que denominó “baterías colaterales” costeras. La amenaza naval del siglo XVI En el siglo XVI los buques de las escuadras en contienda bélicas no estaban diseñados exclusivamente para la guerra; en la mayoría de los casos se procedía a preparar su estructura y completar sus dotaciones con piezas de artillería y otras armas. Por otra parte, los tipos de embarcaciones eran entonces muy variados en su tonelaje (peso/ desplazamiento) y medidas, incluso eran diferentes en sus formas y aparejos velicos. Aún hoy es difícil establecer una tipología de las naves que formaban las flotas, ni siquiera con aproximación a los modelos más conocidos, algunos de origen académico. En la fachada atlántica española se utilizaron múltiples tipos que se armaban, en su sentido general, para las campañas marítimas de la Carrera de Indias (América) o la formación de escuadras de guerra naval. Aquellos buques del final del siglo XVI habían evolucionado de los modelos de galeras a las nuevas formas de galeazas y de carabelas, naos y carracas, luego a los “galeones” que eran realmente una denominación genérica de buques con una buena capacidad de carga y también artillería suficiente para la autodefensa e incluso para servir de escoltas. Había también una especialidad de galeones “de armada”, más adaptados para el combate naval. Por supuesto que las citadas naos y carracas de menor porte también se armaban para la guerra con funciones de apoyo. Esta clase de buques serían el grueso de las flotas que se completaban con otras naves de funciones variadas: los “brulotes” que se utilizaban como elementos incendiarios, las urcas, zabras, pataches y pinazas que eran más bien logísticas, de transporte de materiales y personal, montando una escasa artillería. 79 En el caso de otras naciones, como Inglaterra, Francia y Holanda, que fueron nuestros oponentes con frecuencia, los tipos de buques también variaron mucho, aunque comenzaban a tener una pronta especialización para la guerra o el corso, disponiendo de bases de apoyo permanente, sobre todo en Gran Bretaña (Plymouth), ya en el siglo XVI. Para un posible ataque a los puertos de mar españoles, que es interesante resaltar ahora, estas fuerzas navales carecían de diseño académico, en su sentido de falta de estudios teóricos y científicos, a pesar de existir algún intento de “tratado” de construcciones navales (Cano, Thome.1611); más bien fueron trabajos artesanales, aunque obtenidos con una gran experiencia en la navegación y acciones militares. Es interesante resaltar que se producían ya copias de modelos entre las naciones. Así pues, tratamos de señalar algunos datos de los requisitos operativos que podrían tener en cuenta los ingenieros responsables de fortificar la costa; es decir identificar la “amenaza” en su dimensión táctica y logística. Para este tema puede consultarse las obras de García-Parreño, J.1982; Casado Soto, J. 1988; Cerezo, R. 1988; Salgado Alba, J. 1989; Martín, C. 1988; Carrero, L. 1962; Landstrom, B. 1964). Las fuerzas inglesas tenían generalmente buques con algo más de especialización, destacando los equivalentes funcionales a los galeones, aunque con portes algo inferiores, siendo en su mayoría de 600 toneladas y muy ligeros, también parecidos a los “filibotes” (fly-boat) holandeses; pero había ciertas experiencias con buques próximos a las 1000 toneladas que sirvieron luego de base a los llamados “navíos de línea”, tal era el ejemplo del “Ark Royal”, construido en 1587, contando con el ensayo del anterior gran navío “Henry Grace a Dieu”; entonces se aconsejaba reducir su plataforma y darle mayor capacidad de maniobra, aumentando su línea de flotación y aparejo, llegando a ceñir en 6 cuartas (los españoles generalmente llegarían sólo a 7). Además los ingleses habían adquirido una gran experiencia en el armamento de mercantes (equivalentes a las carracas españolas) que montaban artillería del tipo de las culebrinas, pero con una gran eficacia por el apoyo logístico de personal y material (municiones, pólvora y sus fábricas). Todo esto es conocido por los estudios más recientes que se realizaron sobre la campaña de 1588 (de la “Gran Armada”), como es el trabajo de Michael Lewis (“Armada Guns”) recogido por García-Parreño (1984) y otros autores. Los buques holandeses tenían ciertas semejanzas con los ingleses aunque destacaban por su mejor maniobra y menor porte, pero relativamente bien armados en sus tipos comparados, tal como hemos citado de los “filibotes”. En esta misma línea de semejanzas, producto de las copias de los modelos en construcción y armamento, estaban los buques franceses, siempre atentos a las experiencias oceánicas de los españoles, ingleses y holandeses. En todo caso hay que remarcar el resultado práctico de la artillería a bordo de los buques, de cualquier nación: entonces no se había conseguido una gran potencia artillera, ni la eficacia del tiro, empleándose con frecuencia los “brulotes” o “navíos de fuego” en los combates navales, pero estos no serían efectivos lógicamente contra las defensas de los fuertes costeros que normalmente dominarían su entorno marítimo. Por todo lo descrito se puede pensar que los ingenieros de aquella época partirían del conocimiento de una amenaza naval previsible y que se limitaría a buques con difícil aproximación a los fuertes para disparar por una banda, en su comprometida situación y con un máximo de 25 piezas de artillería, estando las de mayor peso (cañones) en la batería baja y las 80 de menor carga (culebrinas) en la alta, así como algunos tipos de armas más ligeras (falcones) en la cubierta, sobre la borda. Para hacernos una idea de este armamento, podemos imaginar lo que sería uno de los tipos de buque más potente, montando sobre 24 piezas de artillería, casi todas por las bandas; algo así como: 3 cañones bastardos de “a 24” libras de bala y otros tantos pedreros del mismo tipo, 4 culebrinas bastardas de “a 14” libras y 2 sacres de “a 5” libras por cada costado. Este armamento suponía un alcance máximo de 780 metros para las culebrinas (de a 24) con tiro “a raso de metales” (3º a 6º elevación según el espesor de la pieza) y unos 380 metros en tiro “por nivel de ánima” (mirando hacia el blanco por el lado de la culebrina); si fuesen cañones (“medio” de a 24) el alcance sería menor, entre 580 y 290 m. respectivamente; este era el tipo de cañón cuyo peso máximo era posible instalar a borde de buques de 800 toneladas (Rojas Cristóbal, 1598. Edición facsímil: CEHOPU, 1985). Debemos matizar que la disposición de esta artillería de mayor peso en la batería baja y con portas (no estacas) hacía muy difícil la maniobra del tiro, sobre todo en zonas de poco calado y angostas. Ver esquema al final de este anexo y datos de la artillería en anexo III. Las fuerzas expedicionarias para desembarcar y atacar por tierra tenían múltiples problemas, aún contando con algunas experiencias en su época, como la utilización de barcazas en la campaña de las islas Terceras (1583) por los españoles, siendo operaciones muy complejas que no conseguían poner en tierra la artillería pesada y sus rudimentarias “encabalgaduras”que tomaban en algunos casos la forma de las cureñas de grandes ruedas, peso y volumen, necesitando caballerías para su arrastre. Por tanto, la amenaza sería más bien de piezas menores como los sacres (de a 8 libras) o falcones (de a 4 libras), con alcances entre 400 y 300 metros, para batir los ángulos capitales de los baluartes, así como los arcabuces y mosquetes que alcanzarían con dificultad los 350 metros. Con este armamento se plantearía un espacio táctico de pequeños “glacis” y “líneas de defensa” (entre ángulos capitales de baluartes) de unos 200 metros (Cristóbal de Rojas, 1598) según se explican en el apartado de las fortificaciones de este anexo. Todo esto explica y justifica en gran parte las magnitudes que se tenían en cuenta para el diseño de los fuertes costeros, como fueron el castillo de San Felipe y sus complementarios de Nª Srª de La Palma y San Martín en los años finales del siglo XVI. La evolución de las armas y su amenaza en el siglo XVII, por lo menos en sus tres primeros cuartos de la centuria, no tendría repercusión real en estas defensas costeras ya que no se modificaron prácticamente. La amenaza naval del siglo XVIII Tratamos ahora de exponer las características de la amenaza al principio del siglo XVIII, recogiendo los datos más importantes de las fuerzas navales que disponían de una mejor artillería y la plataforma de los buques les permitía unas mayores capacidades ofensivas, así como también se daban unas mejoras en el armamento de las fuerzas expedicionarias en los desembarcos. Los buques de guerra, que estaban operativos en el primer cuarto del siglo XVIII, eran ya de un diseño y construcción especializada según el concepto de “buque de línea” que tenía un gran aumento de tonelaje y mejor capacidad en las maniobras, precisamente por un aparejo que facilitaría las formaciones en “línea” para producir una mayor descarga artillera por cada una de las dos bandas. Aunque había ya varios tipos de buques, denominados diferentemente según el porte, armamento y funciones, nos referimos ahora a los que presentaban una mayor amenaza; o sea 81 a los llamados “navíos”, siendo relativamente importantes las “fragatas” y “corbetas” para el ataque costero, pero más bien actuando de escoltas y avisos estos últimos. Los “navíos” fueron aumentando de porte y artillería en la última parte del siglo XVII y principios del XVIII, llegando a unos modelos o clases que se distinguían esencialmente por el número de cubiertas (baterías) artilladas; así los había de dos o tres “puentes” que eran su denominación por rango de tonelaje y armamento; es más, se estaba produciendo una cierta normalización de los buques y sus pertrechos, muy relacionados con el “ciclo logístico” que era ya entonces bastante complejo y necesitado de modernos arsenales para las funciones de construcción, armamento (aprovisionamiento) y reparaciones (mantenimiento). Los navíos de las diferentes naciones tenían ciertas desigualdades en sus cascos y quizá menos en sus tipos de aparejo y piezas de artillería, pero también se espiaban y copiaban los “requisitos operativos” y las construcciones. En todo caso, las campañas navales de aquella época y el conocimiento de las características de los buques nos dan una idea de las demandas defensivas, ante sus posibles ataques. Tomamos como referencia importante las operaciones navales de la Guerra de Sucesión a la Corona española y más concretamente los acontecimientos de la llamada batalla de Rande, en la Ría de Vigo, por la posibilidad de consignar los datos más relevantes de aquellas fuerzas que intervinieron: españolas, francesas, holandesas e inglesas, en 1702. Esta contienda y otro ataque posterior (1719) a la misma ría, fueron “lecciones aprendidas” con cierto “juicio crítico” para el diseño y construcción de la base naval de Ferrol y particularmente importantes para la remodelación de sus defensas costeras. La citada batalla en sus fuentes documentales (Compilación documental, Varios Autores, 2002) y los estudios sobre las fuerzas navales en conflicto (Casado Soto, José L. 2002) y las defensas de la Ría de Vigo (Rodríguez-Villasante Prieto, Juan Antonio. 2002), nos permiten hacer un resumen de la tecnología militar marítima en aquella época como base para el esquema funcional (estratégico, orgánico, táctico y logístico) que se tendría en cuenta en Ferrol unos años después. Los buques de guerra españoles, al comenzar el siglo XVIIII, eran muy escasos por la desastrosa política naval que se había desarrollado en el océano Atlántico y la Carrera de Indias, a pesar de los esfuerzos científicos y tecnológicos que se realizaron y hoy conocemos por los tratados de Jacinto Echeverri (1670), Francisco Garrote (1690) y, sobre todo, de Antonio de Gaztañeta (1688 y 1720). La fuerza naval española tenía, a pesar de todo, algunos modelos y construcciones de cierto valor táctico que eran equiparables a los extranjeros oponentes: El “Jesús, María y José”, de algo más de 1000 toneladas, montaba 70 cañones; considerado como de rango II (se quemó en Rande) era realmente un reflejo de las viejas y escasas construcciones del siglo XVII. El “Reina” (Isabel de Farnesio) se botó en 1729 y portaba 70 cañones. El “Princesa” (María Antonia) entró en servicio en 1730, también con 70 cañones (2 puentes). El “Real Felipe” de 1965 toneladas y 114 cañones (3 puentes, rango I) y el “Real Familia” de 1000 toneladas y 60 cañones (2 puentes. Rango III) se construyeron en 1732. Estos podrían ser los modelos nacionales que considerarían los mandos militares españoles para tener en cuenta durante el diseño defensivo costero, incluso también por estas fechas el llamado “Príncipe de Asturias” (Luis I) de 1220 toneladas y 80 cañones (rango I) que había sido inglés (1695) con el nombre de “Cumberland”, luego apresado por los franceses y finalmente vendido a España en 1716 y armado con 70 cañones. Por otra parte, como hemos apuntado, se considerarían lógicamente las capacidades de ataque de los navíos extranjeros que anotamos ahora con algunos datos, teniendo en cuenta 82 que en aquella época todas las potencias marítimas comparaban sus modelos y aplicaban algunas reglas de construcción pretendidamente científicas. Los buques franceses estaban bien representados en la obra de Dassie (1677), L’Hoste (1697) y en los recientes estudios de Martine Acerra, (1993). En general eran buques menos artillados que los ingleses, pero más que los españoles, siendo posiblemente los mejores de su época en la maniobra de las velas. Se daba una gran variación en los modelos y su artillería, abundando los de más de 70 cañones y 1500 toneladas, pero tendrían grandes pérdidas en los de menor artillería durante la batalla de Rande (40-60 cañones). Serían quizás representativos los de nombre “Prompt” (70 cañones),“Bourbón”, “Fort” y “Superbe” (de 68 cañones cada uno). Los buques ingleses se conocen principalmente por la obra de Anthony Deane (1670) y Sutherland (1711). Como norma general anteponían a cualquier otra consideración la necesidad de obtener una gran plataforma para aumentar la artillería de gran calibre, resultando más pesados y con mayor calado. Entonces se habían normalizado bastante los tipos, estableciendo los rangos más precisos: 60, 70, 80, 90 y más cañones. En la citada batalla de Rande, con el ataque a las defensas costeras y a la “cadena” tendida entre estas, destacó el navío “Association”, recientemente botado (1696) con 1459 toneladas en su plataforma y 90 cañones de hierro; era un prototipo de Edmund Dummer muy equilibrado en su desplazamiento y artillería, además de poco calado (6,5m.); también el “Barfleur” que era muy similar en sus características y el “Torbay” de 80 cañones. Se habían elegido precisamente estos para aquella acción sobre el estrecho de Rande, por ser los más artillados y maniobreros, aunque arriesgando mucho en el ataque. Los buques holandeses se aprecian en las obras de Nicolas Witsen (1671) y Cornelius Van Yk (1697). Eran navíos de dos puentes casi todos y con limitaciones en su calado, pero maniobreros y también muy artillados, con rango de 72 cañones en su mayoría y algunos de 92 cañones como eran el “Unie” y el “Zeven Provincien”, siendo este último el que se utilizó con los citados ingleses para el ataque en el angosto canal de Rande. En estos buques era común la utilización de cañones de grueso calibre y corto alcance, ciertamente imprecisos y con distribuciones diferentes según los tipos y naciones. Un buque bastante generalizado y representativo entre los más potentes de su época sería de 90 cañones en dos baterías (puentes), artillando la más baja con cañones de “a 36” libras y la alta con los de “a 24” libras, además en el alcázar montaría de “a 8” libras; pero se fueron usando cada vez más los de “a 24”. Se había producido realmente una primera normalización de los tipos de piezas artilleras, aunque no se despreciaban las antiguas, siendo prácticamente todos cañones de hierro colado de siete tipos (de 36, 24, 18, 12, 8, 6 y 4 libras de bala), además de un limitado uso de morteros (más bien montados en los buques llamados bombardas) Fue entonces muy importante el diseño y construcción de cureñas que se usaban indistintamente a bordo de los buques o en las baterías costeras, normalizándose una conocida como de “escaleta”, de madera y cuatro ruedas, con sus herrajes para la maniobra. (Ver anexo III de material de artillería y esquema de buque al final de este anexo). A principio del siglo XVIII el tiro naval no conseguía una buena precisión ni alcance; por ejemplo, para un cañón de “a 24” hasta unos 1500 m (2º/ 3º de elevación) y más fiable en 600 m (0º de elevación). En cuanto a la maniobra de los buques, por su aumento de tonelaje y a pesar de las novedades en los galibos, no se habían conseguido grandes mejoras en la propulsión, también mejorado el aparejo de sus velas. La aproximación a la costa era dificultosa y más aún gober- 83 narlos en un canal de entrada portuaria, salvo vientos muy determinados, lo que hacía muy dificultosos los bloqueos y control de los fondeaderos. El diseño y construcción de los buques estaba pensado básicamente para la mar abierta, siendo la maniobra portuaria muy incomoda y lenta, utilizándose antepuertos cuando se podría disponer de esta configuración geográfica para el resguardo de las flotas. Esta circunstancia incidía notablemente en su autodefensa, siendo relativamente fácil desarbolar un buque por el disparo de algún tipo de munición de los cañones, como eran las palanquetas, balas encadenadas, angelotes, saquetes de metralla etc. Los avances realizados en los buque y armas navales a final del siglo XVIII, aunque interesantes, no son aplicables al estudio del diseño y construcción del Castillo de San Felipe, aunque la nueva artillería si se debió emplear con alguna pequeña ventaja. En cuanto a la fuerza para los desembarcos hay que señalar que no se habían superado la mayoría de las dificultades para poner en tierra la necesaria artillería de campaña, aunque habían mejorado las cureñas y algún medio de trasbordo. Todo el gran contingente de tropas expedicionarias embarcadas eran muy vulnerables en el desembarco desde las simples trincheras y ataques de caballería por los flancos, aún contando con fuego de apoyo desde los buques y la disponibilidad de “carcasas explosivas” sobre las primeras defensas que eran las nuevas técnicas de ataque. Se puede afirmar que estos desembarcos, sirva de ejemplo el siempre citado en Teis (Vigo), previo a la acción naval de Rande, eran muy dificultosos. En todo caso era complicado poner en tierra un ejercito capaz de sitiar una plaza o fortaleza durante un tiempo prolongado y con las técnicas de “aproches” (aproximaciones) y ataques sucesivos, para abrir brechas en las defensas permanentes de las fortificaciones, ya por la artillería, ya por la construcción de minas. En este sentido hay que valorar la condición de “firmeza”, “comodidad” y “simetría” de la fortificación abaluartada, como luego se explicará, contrarrestando fácilmente los medios de los atacantes. La táctica en este tipo de operaciones ya terrestres, que generó luego los modelos de fortificación costera, no varió mucho en los siglo XVI, XVII y XVIII. Se trataba de hacer un desembarco en zonas poco defendidas y progresar por tierra, para acosar y tomar por “la espalda” las baterías que defenderían las angostas entradas portuarias, permitiendo así la penetración de los navíos en las bahías, donde pudiera haber otros buques de guerra y otras fortificaciones, entablándose luego el combate con brulotes y artillería en la cantidad equivalente (buques-defensas). Es importante anotar que se creía suficiente defensa de las bocas portuarias cualquier fuerte costero, aún los terreros (no permanentes) y la utilización de una “cadena” entre ellos. Por tanto, habría realmente dos fases en las operaciones: una anfibia y otra marina, lo que suponía lógicamente una previsión de necesidades logísticas en ambos escenarios, incluidas las construcciones y su sostenimiento. Hoy constatamos una cantidad apreciable de acciones similares en el siglo XVIII como la citada de Rande Vigo (1702) o las de La Habana (1762), Cavite-Manila (1762) y Ferrol (1800); todas ellas con planeamientos tácticos muy parecidos, incluso en el desarrollo de las operaciones. Las modificaciones del siglo XIX En el siglo XIX, mejor dicho la segunda mitad de esta centuria, se producían importantes modificaciones en los buques de guerra, relacionados con la logística y su aplicación táctica, siendo precisamente las fortificaciones costeras las que produjeron las primeras innovaciones. Desde la perspectiva de la plataforma de los navíos mejoraba su estructura que pasaba a ser metálica y con propulsión mecánica (vapor), lo que permitía una mayor movilidad 84 y maniobra, aún conservando el aparejo velico. Pero el primer experimento de acorazar los buques se producía en la Guerra de Crimea, con el ataque del fuerte Kinburn en Sebastopol, por “baterías flotantes”francesas e inglesas que tenían un forro exterior de hierro forjado de 10 centímetros de espesor. El ataque de 1855, a 1000 metros de distancia, consiguió rendir el fuerte, demostrando que la nueva metalurgía y tecnología aplicada a los buques era verdaderamente efectiva y los parapetos de cantería de los fuertes, incluso las casamatas, no resistirían los nuevos cañones de gran potencia y ánima rayada que también se habían conseguido emplazar a bordo de los buques. Así fueron apareciendo nuevos modelos de cascos blindados del tipo del “Monitor” americano que luego se adaptaron a las “fragatas de helice”, convirtiéndose en buques acorazados con gran poder ofensivo, muchos famosos como el “Dreadnoght” inglés, el “Gloria” francés o nuestro “Numancia” (de origen francés). Entonces la artillería seguía progresando en su eficacia: se mejoran las cureñas con mayor movilidad y frenado en retroceso, llegando a las “torres de artillería”, y también se modernizaban con mayor eficacia los proyectiles de ogiva ya “perforantes”, y otras clases de munición con nuevos explosivos y pólvoras (mecánicas, prismáticas, pardas, nitroglicerinicas etc.); el sistema de “avancarga” que pasaría a “retrocarga” (por la culata) y también las técnicas de dirección de tiro. Todo esto haría necesario un nuevo estudio de la amenaza y adaptación de las defensas que luego pasarían a tomar mayor altura con parapetos de gran masa y hormigonados (final del siglo), así como mayor complejidad en el apoyo logístico (maestranzas, transportes, municionamiento, polvorines etc.). Para el tema que nos ocupa, la defensa en España y la Ría de Ferrol, anotamos un cierto desfase con los avances tecnológicos extranjeros, a pesar de los esfuerzos de nuestros ingenieros con ideas muy útiles pero con escasos recursos logísticos. No obstante se producían ciertas reacciones estratégicas y orgánicas para la defensa hacia la mitad del siglo XIX, más bien como adaptaciones de los castillos antiguos (San Felipe y Nª Srª de La Palma) que se comentarán después. En cuanto a la amenaza de los fuertes por tierra está muy claro que las mejoras citadas de la artillería, incluidos los morteros, con mayor eficacia y alcance, dejaban totalmente ineficaz el sistema abaluartado-atenazado, aunque se contase con obras externas avanzadas. En fin, se pasaba a realizar un planeamiento táctico en un “teatro de operaciones” de mayor amplitud que no tenía conexiones prácticamente con las posiciones defensivas antiguas. LA INGENIERÍA DE LA FORTIFICACIÓN Esta información es realmente un pequeño resumen de la doctrina académica de fortificación en la Edad Moderna que permite comprender las aportaciones de cada época y siguiendo las diferentes teorías y prácticas de las Academias que funcionaron en el ámbito de la Monarquía Hispánica durante los siglos XVI, XVII y XVIII; es decir, las que informaron a los ingenieros constructores, más o menos directamente, aportando unos modelos que se estimaban como óptimos, pero que debían ser adaptados a las condiciones geoestratégicas, tácticas y logísticas de cada lugar. Así pues, este resumen es también una especie de diccionario ideológico que se presenta con la terminología de cada época y su concepto funcional. En todo caso es una síntesis adaptada a las defensas costeras en general y al castillo de San Felipe en particular. Ver esquemas de las fortificaciones al final de este anexo. 85 La fortificacón del siglo XVI y XVII Para el tema de este informe hay que señalar que el modelo académico durante la época de construcción de los castillos en la ría de Ferrol fue el que se desarrolló en el ámbito de la “Real Académica de Matemáticas, Arquitectura Civil y Militar” de Madrid, creada por Felipe II en 1583 y dirigida por Juan de Herrera, con la colaboración de Tibucio Espanochi que era el ingeniero responsable de los temas de fortificación. Los estudios de los profesores, como Pedro Rodríguez Muñiz o Cristóbal de Rojas, y las experiencias de las grandes obras de fortificación de esta época por otros importantes ingenieros (J. Pelearo Fratin, Juan B. Antonelli, G. De Soto etc), fueron perfilando unas soluciones formales a los problemas defensivos del momento. Estos modelos pretendían tener una base matemática, casi toda obtenida de los estudios de geometría euclidiana y de sus primeros desarrollos prácticos por autores tan famosos como Pedro L. Escriba, Carlo Teti, Jerónimo Cataneo, entre otros muchos intelectuales renacentistas. La función que tendrían las fortificaciones defensivas de un puerto de mar estaban en relación con la geografía del fondeadero que ya se identificaba en su tipología; para nuestro caso es el de una bahía con su acceso por una canal, teniendo en cuenta también los modelos de buques (muy diferentes), las disponibilidades de la artillería y otras armas (arcabuces, mosquetes etc) como ya se indicó en este mismo estudio. Así pues se trataba de controlar básicamente la “avenida de los navíos”, teniendo en cuenta su maniobra de navegación, oponiéndole un suficiente “fuego artillero”; pero también estableciendo una defensa por tierra de la fortificación ante un posible ataque por esta parte. En definitiva, se estudiaba y diseñaba un modelo con dos zonas diferenciadas: la batería artillera hacia la mar (normalmente estaría sobre un cabo) y el frente “a la campaña”, también con armas de fuego. El modelo generalmente utilizado lo encontramos en un tratado de Cristóbal de Rojas (1598): “Teoría y práctica de la fortificación...” que nos muestra el tipo denominado “fuerte a la marina... a propósito sobre un río o en canal de un puerto”. Este modelo se puede analizar de la siguiente forma: En la planta (entonces denominada Ichnografía) presentaba lógicamente las dos soluciones a las funciones antedichas: Por la parte de la mar describía una línea quebrada que significaba la adaptación a los sectores del tiro artillero hacia los buques y su condicionante del plano costero (cabo o ribera más o menos recta). Por la parte de tierra (“espaldas a la marina”) presentaba un frente abaluartado, configurando un cierre poligonal, cuyos lados eran las llamadas “cortinas” y en sus ángulos tenían sus correspondientes “baluartes” en forma romboidal saliente que flanquearían las citadas cortinas. La unión de las partes de tierra y la mar se hacía generalmente con una adaptación del baluarte que perdía prácticamente su función de flanqueo, dando realmente un “semibaluarte”. Por supuesto que los baluartes tenían entonces unas trazas también académicas y medidas aconsejadas, con nombres propios que identificaban cada elemento de su composición, además de su entorno hacia el foso y campaña (ver esquema). Reseñamos las partes más significativas para este estudio: “Cortina franca” era la línea frontal entre los baluartes (360 pies) “Frente del recinto” era la distancia entre los ángulos del polígono (600 pies) “Frente del baluarte” era el lado saliente de este (250 pies) “Flanco del baluarte” era el lado que se unía a la cortina, con un ángulo de 90º y podía tener un “orejon” y “casamata” para la artillería (90 pies). “Foso” era el espacio excavado en todo el frente (80 pies de ancho) 86 “Estrada cubierta” era un terraplén al otro lado del foso, junto a la campaña (“glacis”), más bajo que esta (15 pies de ancho) y podría tener un ángulo saliente al frente de la cortina, llamado “rebellín”, de donde podría salir un puente sobre el foso. “Gola” era la parte donde se estrechaba cualquier parte de la fortificación hacia el interior, como era la unión del baluarte con el ángulo del polígono defensivo. Había, por supuesto, otros muchos elementos bien identificados que no se explican en este resumen (consultar bibliografía para mayor conocimiento: Rojas C. 1598). En la sección o perfil (entonces denominada orthografía) se daban también dos soluciones: Por la parte de la mar se presentaba una muralla escarpada (45 pies o más, según el terreno), normalmente sobre la roca de la ribera, que tenía hacia el interior un terraplén (“adarve”) de unos 50 pies de ancho para emplazar las armas. Por la parte de tierra tenía este mismo perfil y su correspondiente foso (50 pies de profundidad) y la citada estrada o camino cubierto. Se podía disponer de una “contramina” junto a la muralla escarpada, bajo la adarve. El remate o coromiento de la muralla era un “parapeto” que podía ser continuo para tiro “a barbeta” (sobre el parapeto) o discontinuo con “troneras” (cañoneras) para las bocas de los cañones y sus correspondientes “merlones” laterales para defensa de los servidores. (Ver esquemas/diccionario gráfico). Durante el siglo XVII el imperio de la Monarquía Hispánica fue desarrollando una serie de teorías y experiencias en la fortificación de los grandes territorios que trataba de controlar. Si bien es cierto que los ingenieros militares fueron adaptando los modelos de la citada Academia de Matemáticas de Madrid, como máxima autoridad en la formación, también es cierto e importante que a lo largo del siglo XVII se crearon una apreciable cantidad de centros académicos que formaron “escuela” en diferentes modalidades y contribuyeron a establecer un enorme cuerpo doctrinal que se puede conocer en la multitud de tratados que se conservan. Así, como introducción para comentar luego las tipologías del siglo XVIII, parece conveniente citar algunos datos de estas experiencias y teorías: El caso de las adaptaciones de la discutida “traza triangular” para los castillos en América (Zapatero J. 1978) y la construcción de los “fuertes a la mar”, ya citados, produjo una serie de fortificaciones de gran calidad y eficacia para la defensa de las bahías; estos fueron los magníficos diseños de Juan B. Antonelli en los”morros” (La Habana, Santiago de Cuba, S. Juan de Puerto Rico) que en su adaptación a las puntas costeras presentan una cierta diversidad por sus baterías a la mar y también en su frentes de tierra que se acomodaban al escarpado costero, modificando las cortinas y los baluartes ; así estos reducen los flancos en las zonas de mayor desnivel por el imposible ataque a estos lados de la fortaleza, incluso desapareciendo, hasta llegar a formas parecidas a lo que luego se denominaría “hornabeque” por su configuración de semibaluartes, adaptados a terrenos con gran diferencia de cotas. Esta fortificación hispana en el Nuevo Mundo tiene sobrados méritos y características propias para ser considerada como “Escuela de Fortificación Hispanoamericana”, en su sentido de aplicación a unas necesidades concretas en el Caribe y los virreinatos coloniales próximos, pero también en conexión con los centros de estudios de los reinos hispanos en Europa (XXXVI Congreso Internacional de Americanistas, 1966: Zapatero, J.M. 1978): “Escuela de Palas “ del Marques de Leganes en Madrid y la “Academia de Matemáticas” en Milán de Ambrosio de Spinola, ambas después de 1630; “Academia Real y Militar del Ejercito de los Países Bajos” en Bruselas de Sebastián Fernández Medrano, después de 1670; el famoso “Colegio Imperial” de los Jesuitas con varias sedes y enorme difusión de la teoría matemática y su aplicación po- 87 liorcética; incluso también pequeñas academias que funcionaron en Burgos, Valladolid, Sevilla y Cádiz. En general en todos estos centros técnico se percibe la importancia y el gran impulso de la adaptación de los fuertes en la configuración geográfica, como interpretación lógica de unos modelos geométricos clásicos (“simetría”), así como un esfuerzo por obtener los mejores diseños para “fortificar al exterior”, como hemos citado de los ingenieros en territorio americano, destacando, una vez más, la aportación de los Antonelli con cierta formación italo-española en la que se tenía muy en cuenta este método de proyección exterior, por otra parte contrario al francés de “fortificación al interior” que defendió Errard de Bar-Le-Duc. Hay que destacar que hacia el final de la primera parte del siglo XVII había ya un gran intercambio de tratados de fortificación entre las diferentes escuelas que también atendían a sus particulares territorios; así, por ejemplo, el ingeniero francés F. Pagan en 1645 combinaba los métodos hispano-italianos y las experiencias holandesas que luego aplicaría Sebastián LaPreste (Vizconde de Vauban), llevando a sistematizar en sus obras las diferentes maneras (sistemas) de hacer fortificación, dándole hoy un excesivo protagonismo a este autor y luego divulgadas también con algunos desarrollos por otros tratadistas como Bernard Forest de Belidor. Para nuestro caso de los fuertes o castillos “a la mar” es preciso valorar los elementos fundamentales de estas fortificaciones que se consideraban en cierto modo “irregulares”; pero también necesarias para el control de las bahías y sus ciudades portuarias por la conveniencia de los “fuegos laterales” de la artillería, frente a la gran potencia de los primeros “navíos de línea” que comenzaban a presentar más de 30 cañones por banda. Así pues, los llamados “planes de defensa” tenían en cuenta las nuevas “baterías colaterales” que realmente se articulaban en un sistema defensivo con los antiguos “fuertes a la mar”, incluso transformándolos como “obras convenientes” según su tamaño y tipo de protección, al decir de algunos autores. En ninguna de las otras “escuelas” europeas se le dio la importancia debida, siendo la hispanoamericana la que desarrolló realmente este tipo de fortificación, más aún después en el siglo XVIII, como veremos. Los castillos-baterías-costeras se consideraban obras “permanentes” por su “firmeza” (construcción sólida) y sus proporciones quedaban reguladas por el número de cañones de la dotación: “a cada cañón se le da 12 pies, con que multiplicados los cañones por doce, el producto es lo ancho de la batería”, según lo enseñado en el ámbito el Colegio Imperial de los Jesuitas (Cassani, J. 1705) y reconocido por la Escuela de Bruselas, luego incorporada doctrinalmente a la de Barcelona (Fernández Medrano, S. 1700). Los parapetos con sus troneras también se dimensionaban, siendo inicialmente entre 7 y 9 pies de altura, con troneras de unos 3 pies en la boca interior o de tiro “a barbeta” si estaban a gran altura, ya que “así pueden tirar a todas partes y excusar la tierra…” (Fernández Medrano. S. 1700). Estas instalaciones artilleras, agrupadas inicialmente por razón táctica, quedaron ordenadas con tipificaciones propias de “bajas” y “altas” según su posición. En su frente de tierra se iría acudiendo a las soluciones académicas que se conocían en cada época, siempre utilizando las “esenciales” (cortinas, fosos, camino cubierto y explanada), pero también con las”convenientes” (revellines, contraguardias, plazas de armas etc), las “accidentales” (tenazas, hornabeques, coronas etc.) y las “accesorios” (puentes, garitas, caponeras, espaldones, almacenes, cisternas, cuarteles etc.). Ver esquemas gráficos. 88 La fortificación del siglo XVIII Al comenzar el siglo XVIII, como ya se comentó, la relación de conocimientos entre las diferentes “escuelas” era muy grande, tal y como se puede comprobar en la bibliografía que manejaban los ingenieros en sus “academias” y de los apuntes que realizaban para utilizar como cuadernos teóricos, luego en su profesión (Capel, Horacio. 1988). Estos tratados personalizados y sus pequeñas bibliotecas les acompañarían en sus destinos y hoy se conservan en buena parte en Ferrol (Biblioteca de la antigua Zona Marítima). Además, en el entorno fundacional de la Real Academia de Matemáticas de los Ejércitos en Barcelona estaban presentes todas las doctrinas de las más prestigiosas escuelas europeas e hispano-americanas, siendo el citado Fernández Medrano el gran teórico inicial para la formación del nuevo Cuerpo de Ingenieros, a partir de 1710. A esta primera época y entorno académico pertenecían los ingenieros que proyectaron las fortificaciones costeras de Ferrol. La más importante fue la de San Felipe, llegando a ser una síntesis de todas las “máximas” de fortificación que se reconocían como la base científica de la ingeniería militar española en la primera mitad del siglo XVIII. Las 15 máximas que enseñaba Fernández Medrano serían indiscutibles y aplicadas en Ferrol por los ingenieros F. Montiagu, J. de la Ferriere y J. Vergel; como después, las 6 máximas de Pedro Lucuze en la segunda mitad del siglo por F.Llobet, M. Hermosilla y otros muchos. Ni que decir tiene que estas máximas se desarrollaban en las diferentes clases con apuntes, ejercicios y referencias bibliográficas dedicadas al estudio de los elementos (obras) esenciales, convenientes, accidentales y accesorias que hemos citado. Para el tema que desarrollamos en Ferrol y el castillo de San Felipe es muy importante reseñar algunas características funcionales y constructivas de las obras que se definían ya con cierta precisión, utilizando las mejoras obtenidas de los diseños del anterior siglo que se debían básicamente a la adaptación de estos tipos a los alcances y potencia de las armas de fuego en el comienzo del siglo XVIII, aunque la normalización de los modelos de piezas de artillería y armas portátiles de fuego aún comenzaba a desarrollarse. En el diseño y construcción de la gran reforma de San Felipe no tendrían lógicamente aplicación los cambios realizados por los ingenieros de la segunda mitad del “siglo de las luces”, como fueron los destacados españoles Pedro Lucuze o Pedro Martín Cermeño de la Academia de Barcelona, el francés Marc Montalaubert y otros de la escuela de Meziers, introduciendo novedades en las postrimerías del sistema abaluartado-atenazado, como fueron ciertos desarrollos de las casamatas y otras precauciones para los tiros de rebote que Vauban había estudiado y aplicado. Por la parte de la mar las baterías artilleras, ya se comentó, se estructuraban en base a la amenaza de los navíos, con su gran potencia de fuego y la posibilidad de bombardear a diferentes cotas, lo que determinó, repetimos, una “orthografía” (perfil) de batería baja “a flor de agua” y otras altas, siendo de troneras o barbeta respectivamente; la ichnografia (planta) era muy variable en función de la “avenida de los báxeles”, intentando cruzar los tiros con otros castillos, siguiendo los rumbos y maniobras de los navíos; en todo caso estableciendo sectores de tiro desde las agrupaciones de cañones en líneas curvas y quebradas, con algún pequeño flanqueo para las proximidades de los entrantes de la mar (laterales de las puntas geográficas). En resumen no había grandes diferencias tipológicas con los diseños del siglo anterior, pero si una mayor capacidad de ejecución de los proyectos. Por la parte de tierra se daban algunos cambios, debidos a las mejoras de la fusilería y artillería de campaña, así como las también citadas obras “al exterior” que trataban de poner 89 sucesivos frentes y reparos, más bien pensando en las posibles tácticas de “sitios” o “cercos“ con líneas de “circunvalación” y “contravalación” y sus correspondientes “aproches” (aproximaciones) con trabajos de zapadores, incluso de minados. En las obras “esenciales” no habían cambiado grandemente las cortinas, fosos y explanadas respecto a su configuración antigua (si sus medidas); pero la zona de la estrada o camino cubierto se complicaba con obras “convenientes”, ya que los “revellines” tomaban formas diferentes y con elementos parecidos de ángulos salientes que se aplicaban a esta zona; como eran las “lunetas” o “plazas atrincheradas”, flanqueando los revellines y las “contraguardias” que estaban delante de los baluartes con formas más o menos complejas. Había también otros elementos que no se aplicaron en San Felipe: medias lunas y tenazones. Los baluartes modificaban entonces su “ángulo fijante” entre la cortina y el flanco, ampliándose a 100º (antes 90º). Es importante señalar que las obras llamadas “accidentales”, por ser complementarias de los frentes abaluartados-atenazados, llegaban a tener una extraordinaria función en base a los condicionantes del terreno, incluidas las partes que estaban dominadas (“incomodidad”); de tal manera que se perfeccionaron las llamadas “tenazas” y “hornabeques”, también con diferentes tipos en planta que llegaban a formar verdaderos frentes avanzados, contando con todas las obras “convenientes”. En San Felipe se utilizó solamente el tipo “hornabeque”, en este caso de la modalidad “sencillo” (dos semibaluartes que flanquean una cortina) y de “cola de golondrina” que era más estrecho por la “gola” o parte más cercana a la fortificación básica. La adaptación del hornabeque a las baterías costeras, cerrando su “espalda”, como fue la novedad de San Felipe, facilitó el desarrollo de un nuevo modelo de “batería colateral”, también diseñado por F. Llobet en Ferrol para la punta de Rabo da Porca (hoy San Carlos) y perfeccionando finalmente por la Academia de Barcelona. Las obras “accesorias” también se fueron ensayando y modelando con diferentes tipologías según su función táctica o logística; de manera que en el siglo XVIII los ingenieros tenían ya buenos diseños generales como referencias. Para el tema que nos ocupa destacamos los siguientes: Las “garitas” tenían la función de puestos de vigilancia en los ángulos más avanzados (baluartes normalmente), construídas sobre el “cordón magistral” (marcaba la línea de la fortificación interna), y su figura tenía base hexagonal llamada “solanera “ o “culdelamp“, evolucionada de las circulares y pentagonales, con un cuerpo o “linterna” y sus aspilleras, rematada en “cubierta de media naranja” o “chapitel” (cupulilla); fueron también piezas bastante decoradas. Los “puentes” que cruzaban los fosos no evolucionaron grandemente, consolidándose la parte fija o estable, llamada “durmiente”, que sería de fábrica de cantería compacta o de pilastras, a veces de madera, y la parte “levadiza” que evolucionó de un sistema mecánico de “contrapeso y flechas” a otro de cadena con aparejo de roldana. Los “portales” eran también objeto de estudio, aunque su función básica de cierre con portón (normalmente de madera) se completaba con la de mostrar la importancia de la fortificación, teniendo carácter ornamental que seguía los cánones académicos de cada época y sus estilos artísticos (del barroco al clasicismo académico) con escudos, alegorías etc. Las llamadas “caponeras”, aunque su función como elemento avanzado hacia el exterior de la fortaleza había sido siempre muy diversa, fue tomando gran importancia en la determinación de sus tipologías, de manera que se complicaban las formas: Desde una simple galería 90 en el foso o glacis hasta llegar a presentar la completa “orthografía” (perfil) de una cortina, con su propio foso y camino cubierto. En cualquier caso fue una obra de vanguardia, cabecera hacia el exterior, de ahí su nombre y muy flexible en su aplicación por los ingenieros. Los “espaldones”, también de origen antiguo, tenían la función de proteger los emplazamientos de las armas y sus dotaciones de los disparos laterales de los enemigos; así estas piezas eran fundamentales en las fortificaciones dominadas desde las alturas próximas; fueron evolucionando desde un simple muro hasta diseños con arcadas de cierta complejidad. En cuanto a los edificios logísticos de apoyo al personal y material debemos reseñar su relación directa con los modelos de arquitectura civil de la época, aunque en las fortificaciones se aprovechaban los espacios internos del polígono básico con las consiguientes adaptaciones y compartimentaciones internas: cuarteles, almacenes generales, hospitales, cisternas para el agua, capillas, cuadras de animales etc, etc. No obstante debemos reseñar algunas características particulares que los distinguen: Los almacenes de pólvora en las fortificaciones se disponían en los lugares que se consideraban más protegidos, siempre a “prueba de bomba” por su cubierta resistente de fábrica y con ventilaciones indirectas (dado interpuesto en el muro aspillado). Estos polvorines solían tener también una zona de protección con doble acceso. Los alojamientos de la tropa eran por unidades orgánicas, incluyendo su habitabilidad, incluso la cocina (ranchos), adaptándose siempre y de manera subordinada a las necesidades tácticas defensivas de la fortificación. La fortificación del siglo XIX Con respecto a la evolución de las fortificaciones costeras del siglo XIX basta decir, para este trabajo del castillo de San Felipe y las otras baterías colaterales, que se fue imponiendo un sistema de mayor de protección para las piezas de artillería, basado en la construcción de “casamatas” a prueba de bomba, similar en su forma y materiales a la cubierta de los polvorines y también con un diseño a varios niveles; pero esta evolución desde el último cuarto de siglo XVIII y primera mitad del XIX fue también el final de este tipo de fortificación, ya que la nueva artillería de la época, con mayor alcance, potencia y precisión, dejo completamente ineficaces los emplazamientos de la Edad Moderna, o sea el sistema abaluartado-atenazado, tal como hemos apuntado en el epígrafe que describe la ingeniería naval militar. Las obras genuinas y académicas del nuevo sistema defensivo con la artillería de la segunda mitad de la centuria no tendrían realmente aplicación en el castillo de San Felipe, eligiéndose lugares de mayor altura y dominio de la costa para las nuevas armas. 91 92 93 94 95 96 97 Anexo II Documentación histórica A- Documentos escritos Este anexo de los documentos escritos, que son referencias importantes para el “Informe patrimonial histórico” del castillo de San Felipe (Ferrol), es una parte del catalogo general del conjunto “Ferrol de la Ilustración”, editado en dos volúmenes en el año 2006 y 2007 en Ferrol (Ayuntamiento/ Comisión para el Estudio y Valoración del Patrimonio Histórico), así como algunas adiciones posteriores que se han incluido en la base de datos general, realizada para el estudio de este bien cultural (referencias: Fortificación de la Ría (Ferrol) y castillo de San Felipe). Así, este catálogo parcial recoge los documentos escritos obtenidos hasta la fecha de 30 de junio de 2010, procedentes de muy diferentes archivos históricos, estimándose que abarca un alto porcentaje por los fondos consultados durante la última década. En todo caso debemos precisar que todos estos documentos están catalogados y reprografiados íntegramente en la Comisión de Estudio y Valoración del Patrimonio Histórico de Ferrol (Ayuntamiento). 1. Le envía un tanteo de lo que costará ahondar el foso del castillo de San Felipe en Ferrol, será de largo 160 pasos, de ancho 20 y de fondo 10,e n la superficie serán 3.120 pasos y el coste de los mismos será de 401.340 escudos de a 10 reales. 1590/10/06 Marques de Cerralbo A. G. de Simancas. Guerra Antigua, leg. 289, fol. 1 2. Según el tanteo del coste la excavación del Fuerte de San Felipe en Ferrol, costará en total 401.30 escudos de a 10 reales. 1590/10/06 Pedro Rodriguez Moñíz A.G. de Simancas. Guerra Antigua, leg. 289, fol. 2 3. Dice que para la mejor fortificación del Puerto de Ferrol se deben hacer tres fuertes, que están señalados a su entrada; se pondrá una cadena de trozos de madera 98 entre los fuertes de San Felipe y de la Palma, y artilleros, ganarán 2.500 ducados. Acompaña al plano donde se pretende hacer el citado Fuerte de San Felipe. 1596 s.f. Conde de Santa Gadea, Adelantado de Castilla A.G. de Simancas. Guerra Antigua, leg.462, fol. 145 4. Explica la traza que tendrán los fuertes de la Ría de Ferrol y que así quedará asegurada la entrada a su puerto. 1596/12/06 Conde de Santa Gadea, Adelantado de Castilla A.G. de Simancas. Guerra Antigua, leg. 462, fol. 144 5. Envía el plano de la plante del Puerto de Ferrol y el estado en que están los tres fuertes de la Ría: San Martín, San Felipe y Nuestra Señora de la Palma, por la visita que mandó hacer al capitán y sargento mayor Francisco Fernández Palomino. Necesitan más gente y municiones. 1639/02/13 Marques de Valparaíso A.G. de Simancas. Guerra Antigua, leg. 1275 6. Infoma sobre el estado del Puerto de Ferrol y su defensa: el puerto tiene 1 legua de canal desde la boca al sugidero, la latitud no pasa de tiro de arcabuz en lo más ancho y el mosquete hará efecto de una banda a otra; tiene a más de medio canal tres castillos que mandó fabricar el Adelantado de Castilla, Martín de Padilla, para seguridad del puerto, cuando los ingleses quisieron venir a quemar los navíos de la Armada y que tienen poca guarnición, artillería y artilleros. Tiene almacenes y hornos de labrar bizcocho. Para su seguridad es necesario hacer un fuerte donde llaman el cabo de Leyres. 1639/02/17 Marques de Mancera A.G. de Simancas. Guerra Antigua, leg. 1275 7. Estado de la gente que se necesita para las obras que se pretender ejecutar en la Ría de Ferrol: sobrestantes, carpinteros, aserradores, canteros, monteros, peones 1731/04/22 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 8. Envía el plano de la fortificación proyectado para el Castillo de San Felipe, dice que se puede hacer una gran batería; se fortificará la punta de Segaño y la del Rabo de Porca Oficio 1731/04/24 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 9. Estado de los artilleros que se necesitan en los tres Cas- tillos, indica el número de ellos según las ocasiones 1731/04/24 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 10. Estado del gasto que mensualmente ocasionarán las obras de la conclusión del tercer almacén y los castillos de San Felipe y La Palma 1731/04/24 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 11. Informa que recibió el plano y el presupuesto del costo de las obras del Castillo de Nuestra Señora de Palma; pide el gasto total de la obra y un plano de las fortificaciones y el número de cañones que se necesitan en los tres castillos de la Ría de Ferrol y en la batería de Segaño. 1731/05/06 José Patiño A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 12. Remite el plano de la fortificación de la punta de Segaño y lo que mensualmente importaran las obras; ha pedido ingenieros y demás trabajadores a Bernardino Freire para empezar a trabajar en el Castillo de San Felipe 1731/05/08 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 13. Informa que se le avisará cuando el Rey dé la resolución del proyecto de la obra del Castillo de San Felipe de Ferrol 1731/05/13 José Patiño A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 14. Informa que el Rey aprueba la obra que se debe hacer en el Castillo de San Felipe de Ferrol Oficio 1731/05/20 José Patiño A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 15. Remite una relación con el estado de los cañones, cureñas, pólvora, balas y demás pertrechos que se necesitan para las baterías de los tres castillos de la Ría de Ferrol: Nuestra Señora de Palma, San Martín y San Felipe 1731/06/05 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 16. Estado de la que se remitió de Cádiz y de los arsenales de la Marina para los tres castillos de la Ría de Ferrol: Nuestra Señora de Palma, San Martín y San Felipe 1731/06/05 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 17. Estado general de la artillería, municiones y demás pertrechos con que se han de guarnecer los tres castillos de la Ría de Ferrol: Nuestra Señora de Palma, San Martín y San Felipe 1731/06/05 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 18. Envía un estado particular de la artillería, municiones y pertrechos con que se han de guarnecer los tres castillos de la Ría de Ferrol: Nuestra Señora de Palma, San Martín y San Felipe. 1731/06/05 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 19. Estado de los maestros y peones empleados en las obras del tercer almacén del Arsenal de La Graña, baterías del castillo de Nuestra Señora de Palma y fortificación del Castillo de San Felipe 1731/07/03 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 20. Le informa que el Rey ha resuelto que de los Arsenales de la Carraca de Cádiz se lleven 30 cañones para los castillos de la Ría de Ferrol 1731/07/04 Salvador de Olivares A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 21. Informa del estado de las obras con plano y perfiles del Castillo de San Felipe; en el Castillo de Nuestra Señora de Palma, se trabaja en el cordón para la batería a barbeta y excavación para la muralla del recinto 1731/07/17 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 22. Informa que el Rey ha resuelto que se provean a los tres castillos de la Ría de Ferrol: Nuestra Señora de Palma, San Martín y San Felipe, de artillería, municiones y pertrechos necesarios 1731/08/18 José Patiño A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 23. Le informa que el Rey ha resuelto que se guarnezcan de artillería, municiones y pertrechos necesarios los tres castillos de la Ría de Ferrol: Nuestra Señora 99 de Palma, San Martín y San Felipe 1731/08/18 José Patiño A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 24. Le incluye un planito del estado de las obras del Castillo de San Felipe en Ferrol; se ha puesto la pizarra a las dos testeras de la falda del tercer almacén, se prosigue la escalera del primer piso al segundo; se ha adelantado la gran batería; también informa del estado de los operarios 1731/09/25 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 25. Le envía el plano y perfiles del estado de las obras del Castillo de Nuestra Señora de Palma, el trabajo en las baterías es duro y penoso; informa sobre el trabajo de los carpinteros y canteros; se acabaran en breve las baterías, para ello se han llevado operarios del Castillo de San Felipe. Que se han excavado los cimientos de la puerta principal del Arsenal de La Graña, que corresponde al frente de los almacenes de desarmo y que se empezará alguno de los almacenes 1732/01/01 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 26. Estado de los maestros, peones y demás operarios empleados en las obras del Arsenal de La Graña, baterías del Castillo de Nuestra Señora de Palma y fortificación del Castillo de San Felipe 1732/01/01 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 27. Informa que en el Arsenal de La Graña se trabaja en la excavación y cimientos de los almacenes de desarmo. En el Castillo de Nuestra Señora de Palma, se hacen reparos en la muralla antigua, y propone que se hagan tres espaldones en la batería a barbeta de Santa Isabel, le da noticias de las obras de albañilería y le remite un plano del citado castillo. En el Castillo de San Felipe, se ha finalizado una porción del parapeto del camino cubierto, se ha empezado el parapeto a la muralla y se continua cortando la falda de la montaña que cae a la gran batería. 1732/07/08 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 28. Le informa del estado de las obras de la ría de Ferrol, incluye un plano del Castillo de San Felipe, en el cual propone que se hagan alguna obras más. 1732/07/29 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 100 29. Informa de cómo siguen las obras: en el Arsenal se clavaron estacas de pilotaje en las dos rampas, se empezaron las murallas en el tercer y cuarto almacén de desarmo. En el Castillo de Nuestra Señora de Palma se deberán hacer los tres espaldones en la batería a barbeta. En el Castillo de San Felipe: manda un plano adjunto del castillo, donde se ve la comunicación a la derecha del hornaveque, en simetría a la de la izquierda, con esto cierra la parte de tierra; no se necesitará de tanta obra y se ahorrará mucho en el presupuesto 1732/07/29 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 30. Informa del estado de las obras de albañilería: en el Arsenal, se han clavado estacas del pilotaje en las dos rampas; se concluyó la muralla de los cimientos del tercer y cuarto almacén de desarmo. En el Castillo de San Felipe, se prosigue la cara interior del parapeto de la gran batería, la muralla de la estrada incubierta, la excavación de la contra escarpa del frente del hornaveque, se labra la piedra de sillería para los parajes que se necesita; se hacen los pagos de los gastos de labrar la madera, compra de materiales, los jornales de los operarios, etc. 1732/08/05 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 31. Le informa que el Rey ha visto el plano del Castillo de San Felipe y manda aprobar las obras proyectadas y que se disponga se hagan según el plano; para el cuartel de la infantería, deja la elección de la construcción dentro o fuera del Arsenal. 1732/08/29 José Patiño A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 32. Le informa sobre las obras y asiento para la plataforma de la gran batería del Castillo de San Felipe en Ferrol. Incluye las condiciones a las que se obliga el asentista Domingo Núñez, en la citada construcción, que corresponde a las 12 troneras que hay en las dos caras del ángulo saliente 1733/05/12 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 33. Le envía una copia de las condiciones practicadas para quien quisiere tomar por asiento labrar y sentar la piedra de sillería de la cara exterior de la muralla, que debe seguir a la gran batería del Castillo de San Felipe 1733/08/11 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 34. Informa de la contrata hecha a Domingo Núñez para la realización de la plataforma de la gran batería, zócalo de la muralla, y pies derechos de los arcos del Castillo de San Felipe en Ferrol; incluye las condiciones del asiento de la citada contrata 1733/08/11 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 35. Le informa sobre el asiento para labrar la piedra de sillería para la muralla que ha de seguir a la gran batería del Castillo de San Felipe en Ferrol. Incluye las condiciones y posturas de los asentistas para la citada obra 1733/09/08 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 36. Informa que el Rey aprueba las obras que deben hacerse en el Castillo de San Felipe de Ferrol, para aumentar la seguridad del puerto, y por ser uno de los castillos que defienden su ría. 1734/05/13 José Patiño A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 37. Le remite la contrata hecha por los asentistas catalanes para las obras del Castillo de San Felipe en Ferrol, en la que han reducido los precios y con la que tendrán que proseguir las obras del citado castillo 1734/06/01 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 38. Envía el estado de la Artillería y cureñas que se hallan en los almacenes y parque del Arsenal de La Graña; el estado de la Artillería, municiones y demás pertrechos de Guerra, que se hallan existentes en los tres Castillos de la Ría de Ferrol: San Martín, Nuestra Señora de la Palma y San Felipe. 1734/06/01 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 39. Le informa que debían de traerse de la fundición de La Cavada (Cantabria), 100 cañones de a 12; se habían traído cañones de a 24 que se habían colocado en el Castillo de San Felipe de Ferrol; Bernardino Freire dice que no hay cañones en La Cavada, porque se los llevaron a Cádiz, si no los traen, se quitaran los del castillo para ponerlos en el navío San Fernando 1735/03/08 Francisco Cornejo A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 40. Informa que enviará un pontón a Santander para transportar los 43 cañones de a 24 para el Castillo de San Felipe 1735/03/22 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 41. Le informa sobre la Artillería que debe remitirse al Arsenal de La Graña, enviará 28 cañones de artillería del calivo de a 12 1735/04/28 Juan de la Pedrueca A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 42. Da noticia de que está pendiene la salida del Pontón San Francisco Xavier con 37 cañones de a 24, esperando tiempo favorable y espera embarcación para enviar el resto que son 28 de a 12 y 6 más de a 24. 1735/05/18 Juan de la Pedrueca A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 43. Da noticia de la salida del Ponton San Francisco Xavier con 37 cañones del calibre de a 24 para Ferrol. 1735/05/19 Juan de la Pedrueca A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 44. Sobre el transporte de la artillería de Guarnizo al Castillo de San Felipe 1735/06/07 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 45. Da cuenta de la salida para Ferrol de 28 cañones de a 12 y 6 de a 24. 1735/06/09 Juan de la Pedrueca A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 46. Da cuenta de la salida para Ferrol de un patache de bandera española que Manuel Olarte fletó para el transporte a Ferrol de 20 cañones de a 12. Se prevee próxima la salida de los 8 restantes de a 12 y los 6 de a 24. 1735/06/16 Juan de la Pedrueca A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 47. Hace objeciones sobre la fortificación del Castillo de San Felipe de Ferrol. Incluye unas disposiciones del Rey comunicadas por José Patiño, sobre las obras de la fortificación del citado castillo. 1735/06/17 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 101 48. Informa que se han recibido 37 cañones para el Castillo de san Felipe 1735/06/21 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 49. Informa que se han enviado 14 cañones para el navío San Fernando, y 43 para el Castillo de San Felipe, desde Guarnido a Ferrol en el patache “Nuestra Señora de Aguirre” 1735/06/23 Juan de la Pedrueca A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 50. Le informa que han llegado dos embarcaciones que remite Juan de la Pedrueca, con cañones para el navío San Fernando y para el Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol 1735/06/28 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 51. Le remite el plano de las objeciones y decisiones de la obra del Castillo de San Felipe de Ferrol. 1735/07/19 Juan Vergel A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 52. Le remite un plano del Castillo de San Felipe de Ferrol e incluye la explicación del mismo. 1735/07/20 Conde de Itre A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 53. Le comenta el estado actual de los planos del Castillo de San Felipe de Ferrol: hornaveque, cuarteles y almacenes 1735/08/02 s.a. A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 54. Le remite la noticia de la munición y valeria que se ha conducido a Cádiz desde Ferrol; y que la valeria que se salvó del navío Andrómeda se destinará para el Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol. 1735/08/30 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 55. Le envía un plano y los perfiles del Castillo de San Felipe de Ferrol, con una explicación detallada del citado plano (la batería baja ya está concluida). 1735/09/14 Juan Vergel A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 102 56. Informa que se puede almacenar la pólvora de los navíos en los almacenes del Castillo viejo de San Felipe de Ferrol 1735/10/11 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 57. Le envía el proyecto y el plano del Castillo de San Felipe de Ferrol que formado para terminar las obras que faltan por hacer siguiendo la idea que se le comunicó, aumentando la batería alta, para mejorar la defensa de la entrada de la ría. Incluye el estado de las especies de obra y el importe total de lo que falta por hacer 1736/02/27 Juan Vergel A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 58. Le informa que se ha convenido con el maestro Antonio Vázquez, asentista de las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, para entrar en ellas, bajo los precios y circunstancias que se le han propuesto. Incluye una relación de los precios de cantería, mampostería y demás géneros de obras que se deben hacer en el citado castillo (maderas, hierro, plomo etc.) con las condiciones del citado asentista. 1736/03/05 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 59. Informa que Juan Vergel le ha comunicado que en el Castillo de San Felipe de Ferrol está casi finalizada la batería de 5 cañones sobre la caponera de la izquierda, que se guarnezca el frente y alas del hornaveque; se necesitan 24 cañones de bronce de a 12 libras de bala, que el comandante de Artillería forme los diseños de las cureñas para su construcción. 1736/05/01 Conde de Itre A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 60. Le informa que el almacén de pólvora proyectado en el ala izquierda del Hornaveque del Castillo de San Felipe de Ferrol, se pondrá en medio del baluarte de la izquierda, como se lo encargó 1736/05/23 Juan Vergel A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 61. Le envía el estado de la artillería, municiones y demás pertrechos, que existían a final de noviembre de 1736 en los tres castillos de la ría de Ferrol: Nuestra Señora de Palma, San Martín y San Felipe 1736/12/03 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 62. Le informa que la pólvora de los navíos desarmados se almacena en el Castillo de San Felipe de Ferrol, y pide señalen sitio separado del citado castillo y del Arsenal de La Graña, para construir un almacén para la pólvora. 1737/01/21 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 63. El Gobernador del Castillo de San Felipe, José Candía, se queja de sus atribuciones porque debe estar a las ordenes del Duque de Montemar 1737/02/08 José Candía A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 64. Informa que el gobernador del Castillo de San Felipe de Ferrol, tendrá grado de teniente coronel, se le destinará un sargento mayor, un ayudante y un capitán de llaves; tendrá un considerable número de artilleros y guarnición. El derecho de Ancoraje y de visita, será según lo ordene Su Majestad 1737/02/20 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 65. Informa que se ha hecho el tanteo de las bóvedas del frente del Hornaveque, caponeras, almacenes y cuerpo de guardia del Castillo de San Felipe de Ferrol, se necesitarán 600 millares de ladrillos para su construcción 1737/02/20 Juan Vergel A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 66. Informa sobre las dudas que tienen a cerca del paraje donde se construirá el Almacén de Pólvora de Ferrol y su cuartel y sobre las bóvedas de piedra del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol. 1737/03/11 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 67. Le informa que el gobernador del Castillo de San Felipe, José Candía, pretende que los almacenes de los castillos no intervengan en los oficios de Marina; en los almacenes hay 1.010 quintales de pólvora de la Armada y 373 quintales de pólvora de la dotación de los castillos. El gobernador pretende tocarle el derecho de Ancoraje de las embarcaciones extranjeras que entren en el puerto de Ferrol, alegando que se practica en los demás puertos y citando una orden del Marqués de Risbourg de fecha de 19 de abril de 1720. Los capitanes del puerto son los que cobran ese derecho. El Castillo de San Felipe necesita más oficiales 1737/04/16 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 68. Le envía los estados generales de a Artillería, municiones y pertrechos correspondientes a los meses de marzo y abril de 1737, que hay existentes en los tres castillos de la Ría de Ferrol: San Martín, Nuestra Señora de la Palma y San Felipe. 1737/05/06 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 69. Le informa que los navíos los guarnecerán con tropa de Marina y la fortificación la ejecutará el Ministerio de Guerra. 1737/05/17 Marqués de Torrenueva A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 70. Le informa que los castillos de la ría de Ferrol, están destinados al resguardo y seguridad del Arsenal y de los navíos que han de subsistir en la citada ría. Los gobernadores del Castillo de Nuestra Señora de la Palma y San Martín deben estar a las ordenes del gobernador del Castillo de San Felipe, por ser el de mayor fuerza y el más principal. El derecho de Ancoraje debe cobrarlo el capitán del puerto de la ría. 1737/05/27 Casimiro Uztariz A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 71. Informa del peligro a que está expuesto el Castillo de San Felipe de Ferrol, por la considerable cantidad de pólvora que hay: la de los cañones y la de unos bajeles 1737/06/06 Francisco Cornejo A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 72. Le manda el estado de la Artillería, municiones y demás pertrechos, que hasta fin de mayo de 1737, existían en los tres castillos de la Ría de Ferrol: San Martín, Nuestra Señora de la Palma y San Felipe. 1737/06/09 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 73. Le informa sobre los almacenes de pólvora, que se adaptaron los cuartelitos de la tropa en el Castillo de San Felipe de Ferrol, para poder depositar el aumento de pólvora de los cañones de la batería baja 1737/06/10 Juan Vergel A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 74. Le informa que los almacenes de pólvora deben estar fuera del Castillo de San Felipe de Ferrol. Que 103 examine el inconveniente que ha representado José Candia, gobernador del Castillo de San Felipe en la ría de Ferrol, porque tiene los almacenes en la ruina 1737/06/12 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 75. Que podrá continuar entregando los géneros de Artillería al Guarda de Almacén de los castillos de la Ría de Ferrol, que le pidan los gobernadores de los mismos 1737/06/12 Marqués de Torrenueva A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 76. Le informa que el asentista de las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol Antonio Vázquez, pide el abono de los huecos (puertas, ventanas, troneras, chimeneas y los de los arcos), por macizos en la medida de la mampostería en las citadas obras. 1737/06/18 Juan Vergel A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 77. Le comunica que ha recibido un informe de Juan Hevitt, donde indica que se le debe 5.139 reales de vellón, por un fletamiento de una partida de balas de artillería y palanquetas de distintos calivos, que llevó desde el Puerto de Pasajes al Puerto de Ferrol, por cuenta de la Real Hacienda y no se le pagó por falta de caudales. 1737/06/24 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 78. Remite un informe diciendo que es francés y capitán del navío llamado “San José”, que condujo por cuenta de la Real Hacienda desde el Puerto de Pasajes hasta el Puerto de Ferrol, cantidad de valeria y palanquetas; su flete importa 5.139 reales de vellón. 1737/06/24 s.f. Juan Hevitt A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 79. Le informa que los gobernadores de los castillos de San Martín y de Nuestra Señora de la Palma deben estar subordinados al gobernador del Castillo de San Felipe 1737/06/26 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 80. Informa sobre las salvas en los castillos de la ría de Ferrol y pregunta que días se deben de tirar las citadas salvas 1737/07/04 104 José Candía A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 81. Le informa que se ha puesto a cargo del Teniente Coronel José Candía, gobernador del Castillo de San Felipe de Ferrol, el cuidado de la sargentía mayor y caudillatos de Cedeira, Valdoviño y Prioro, pide se le suministren algunas armas y municiones para defenderse de las embarcaciones de moros que habían llegado a la costa. 1737/07/08 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 82. Informa sobre los reparos que ejecuta el gobernador del Castillo de San Felipe de Ferrol, y sobre la subordinación de los otros dos castillos de la ría de Ferrol: San Martín y Nuestra Señora de la Palma 1737/07/10 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 83. Le informa de la resolución que ha tomado el rey sobre el mando concedido al gobernador del Castillo de San Felipe, debe atender al resguardo de la ría y recibir los avisos del Comandante General de Marina, residente en Ferrol. El santo y seña lo dará cada gobernador. Francisco Cornejo desaprueba el mando que se le ha dado sobre los tres castillos de la ría, que es igual al del Conde de Itre 1737/07/18 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 84. Le informa que el rey dice que las obras de fortificación que se construyen en la ría de Ferrol, se harán bajo la dirección de la Secretaría del despacho de Marina 1737/07/28 Sebastián de la Cuadra A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 85. Le pregunta si las obras de la ría de Ferrol deben correr a cargo de la Secretaría de Guerra o de la Secretaría de Marina 1737/07/28 Marqués de Torrenueva A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 86. Informa sobre las salvas de artillería en los tres castillos de la ría de Ferrol. Y sobre los inconvenientes que causarían los comandantes de Marina si se meten en el gobierno de los citados castillos 1737/07/29 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 87. Pide noticias sobre las fortificaciones de la ría de Ferrol; quiere ver los planos, perfiles y elevaciones del Castillo de San Felipe de Ferrol 1737/07/31 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 88. Le informa de la inquietud del gobernador del Castillo de San Felipe de Ferrol, sobre las ordenes o reglas de la salida o entrada de las embarcaciones y de la tropa 1737/08/12 Marqués de la Ensenada A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 89. Le pide recursos y providencias para seguir y terminar las obras del Castillo de San Felipe de la ría de Ferrol 1737/08/21 Casimiro Uztariz A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 90. Le informa de la resolución del rey sobre los recursos y controversias ocurridas en Ferrol, por instancias de los gobernadores de los tres castillos: San Martín, Nuestra Señora de la Palma y San Felipe 1737/08/22 Sebastián de la Cuadra A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 91. Le pide que el mando de los tres castillos de la ría de Ferrol (Nuestra Señora de Palma, San Martín y San Felipe) sea igual que en los demás puertos donde hay marina 1737/08/23 Marqués de Torrenueva A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 92. Informa que ya está enterado que las fortificaciones de los castillos de Ferrol, quedarán a la orden del General de Tierra 1737/08/28 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 93. Informa que según Su Majestad todos los empleados de los castillos de la ría de Ferrol, deben tener Real Despacho o nombramiento del ministerio de Marina 1737/08/31 Sebastián de la Cuadra A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 94. Informa que según una Resolución del Rey, las obras de fortificación de los castillos de la Ría de Ferrol, deben estar a cargo del Ministerio de Tierra y no a cargo del Ministerio de Marina. 1737/09/11 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 95. Informa que el Comandante de Marina no tendrá mando sobre los castillos de la ría de Ferrol, ni en otras fortificaciones 1737/09/21 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 96. Le dice que exonere a la Marina de concurrir a los gastos de los tres castillos de la ría de Ferrol (Nuestra Señora de Palma, San Martín y San Felipe), conforme a lo resuelto por el Rey. Avisa de la entrega de inventarios de lo que existía en los almacenes para el servicio de Tierra y que sea separado lo que corresponde a la Marina. Que en los gastos de Tierra se debe incluir el sueldo de los dependientes de almacenes de Tierra 1737/09/22 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 97. Le dice que como consecuencia de la Resolución del Rey de que las obras de fortificación de los tres castillos de la Ría de Ferrol pasen a cargo del Ministerio de Tierra, se previno al Conde de Itre y a Pedro de Oarrichena se hiciese cargo de la dirección y cuidado de las citadas obras, cada uno en lo que le corresponde; se previno al Ministro de Hacienda que facilite los fondos necesarios para estas obras. 1737/10/02 Sebastián de la Cuadra A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 98. Memorial de Antonio Vázquez de Seijas, asentista de las obras del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, solicita le paguen por llenos y no por triángulos los huecos de las formaletas o arcos que se hacen en el citado castillo. 1737/10/21 Antonio Vázquez de Seijas A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 99. Informa que según la resolución del Rey, la dependencia de Tierra debe asistir con el sueldo al Guarda Almacén de Artillería de los castillos de la Ría de Ferrol, a sus dos ayudantes, a los capellanes y a los demás empleados en ellos. 1737/10/23 Pedro de Oarrichena y Borda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 100. Pide que envíen un comisario de guerra para presenciar los gastos de la obra del Castillo de San Felipe de Ferrol. 105 1737/10/23 Pedro de Oarrichena y Borda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 101. Informa de la entrega de los ladrillos para las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol y pide que destine barcos para su traslado desde La Graña a Ferrol. 1737/10/30 Pedro de Oarrichena y Borda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 102. Informa de cómo está el estado de las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, se continúa ejecutando el ala izquierda del hornaveque a la altura de las flecheras; incluye una relación completa del estado de las obras 1737/11/06 Pedro de Oarrichena y Borda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 103. Le informa de la entrega de una porción de ladrillos de Málaga que existe en el Arsenal de La Graña, con destino para las bóvedas del pabellón del Castillo de San Felipe de Ferrol 1737/11/06 Pedro de Oarrichena y Borda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 104. Dice que le envíen el dinero que ha pedido y no le han remitido para las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol 1737/11/06 Pedro de Oarrichena y Borda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 105. Informa de cómo van las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, se continúa ejecutando la pared que divide las bóvedas superiores de las inferiores, y los cimientos de la primera bóveda inferior 1737/11/13 Pedro de Oarrichena y Borda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 106. Informa sobre el asiento de los sueldos de los trabajadores de las obras de Ferrol, dice que se les pague por la tesorería de Tierra y no por la de Mar 1737/11/20 Pedro de Oarrichena y Borda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 107. Informa sobre el estado de las obras de fortificación del Castillo de San Felipe de Ferrol, se continúa construyendo la pared que divide las bóvedas inferiores de las superiores 1737/11/20 Pedro de Oarrichena y Borda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 106 108. Informa de la entrega que les han hecho de la porción de ladrillo de Málaga que existía en La Graña para la ejecución de las bóvedas del Castillo de San Felipe de Ferrol 1737/11/20 Pedro de Oarrichena y Borda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 109. Le envía el estado de las obras de fortificación del Castillo de San Felipe de Ferrol, se levantan las paredes de la primera bóveda inferior del ala izquierda del hornaveque, hasta la altura de los arranques de la bóveda 1737/11/27 Pedro de Oarrichena y Borda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 110. Informa del estado y adelantamiento de las obras del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol; incluye un memorial del asentista de las obras, en el que solicita el abono de las formaletas. 1737/11/27 Pedro de Oarrichena y Borda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 111. Le dice que las bóvedas del frente y principio de las alas del hornaveque del Castillo de San Felipe de Ferrol, se harán mejor de ladrillo de Málaga, cada toesa de bóveda serán de dos pies de grueso y costarán a 105 reales de vellón; que se han adjudicado las obras al asentista Antonio Vázquez, que pide que los senos de las bóvedas se le midan como macizos y se le pague por pie cuadrado de mampostería 1737/12/01 Juan Vergel A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 112. Informa del plano y perfiles y del estado de las obras del Castillo de San Felipe de la ría de Ferrol, que se siguen construyendo las bóvedas, y dice que si se hacen de cantería se logrará mayor solidez que con el ladrillo, la obra se saca a pregones y se remata en el asentista 1737/12/04 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 113. Le informa sobre el estado de las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, dice que se ha concluido la formaleta de la primera bóveda interior del ala izquierda del hornaveque 1737/12/11 Pedro de Oarrichena y Borda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 114. Le envía de orden del Rey, la carta del Conde de Itre con el plano y perfiles de la obra del Castillo de San Felipe en la Ría de Ferrol, y el dictamen del ingeniero Juan Vergel, para que de su opinión. 1737/12/16 Sebastián de la Cuadra A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 115. Le dice que se continúan las obras de fortificación del Castillo de San Felipe de Ferrol, que se sigue ejecutando la primera bóveda inferior del ala izquierda del hornaveque, la fuente y los terraplenes 1737/12/18 Pedro de Oarrichena y Borda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 116. Antonio Vázquez de Seijas, maestro arquitecto, vecino de La Coruña, dice que se obliga a tomar por asiento las obras de fortificación del Castillo de San Felipe de Ferrol, bajo unas condiciones y calidades, según los precios de los materiales que se emplearan. 1737/12/28 Antonio Vázquez de Seijas (Asentista de las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol). A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 117. Informe sobre los jornales que se han pagado a los operarios que han trabajado en las obras del Castillo de San Felipe de la ría de Ferrol. 1737-1738 s.f. José Candía A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 118. Le comunica que se le deben abonar al asentista de la obra del Castillo de San Felipe, por macizos todos los huecos de puertas, ventanas, troneras, chimeneas y los de los arcos medidos por el triángulo. 1738/01/02 Juan Vergel A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 119. Le informa que el asentista de las obras del castillo de San Felipe de Ferrol, pretende que se le abonen por macizos los huecos de las formaletas hechas para la formación de las bóvedas del Hornaveque y que sirven de tránsito a las flecheras. 1738/01/24 Real Junta de Fortificaciones A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 120. Le comunica que el coste de los ladrillos de Málaga para las bóvedas del Hornaveque del Castillo de San Felipe de Ferrol, es bastante elevado y que deberían ejecutarse las citadas bóvedas de piedra labrada o de rajuela. 1738/01/25 Real Junta de Fortificaciones A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 121. Le envía las condiciones hechas por Juan Vergel, para el Asentista de las obras del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, en quién se rematará y adjudicará la ejecución y conclusión de las obras, según los planos y perfiles que se le darán 1738/01/27 Francisco Salvador de Pineda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 122. Le informa que Pedro de Oarrichena le envío una copia de la contrata del asentista de las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, informándole del abono por llenos de los huecos de las formaletas que se hicieron para la formación de las bóvedas del Hornaveque y que sirven de tránsito a las flecheras 1738/01/29 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 123. Pide le remita los perfiles del terreno del frente del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol 1738/01/29 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 124. Le remite los planos y perfiles de las obras del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, con el dictamen del ingeniero Juan Vergel; éste dice que sería conveniente hacer las bóvedas del castillo con ladrillos de Andalucía y sino de rajuela, revocadas con una capa de argamasa de media pulgada de grueso, compuesta por cal, polvo de teja o ladrillo y escorias de hierro 1738/01/29 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 125. Informa que la fábrica de ladrillo de La Coruña no se puede hacer porque no hay tierras a propósito y que el ingeniero Juan Vergel reconozca el ladrillo del Padrón para las bóvedas del Castillo de San Felipe de Ferrol. 1738/01/31 Real Junta de Fortificaciones A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 126. Le pide que examine el terreno para el establecimiento de una fábrica de ladrillo en las cercanías del Castillo de San Felipe de Ferrol. 1738/02/04 Duque de Montemar s.a. A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 127. Le informa que el Rey ha declarado que el asen- 107 tista de las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, no tiene derecho a que se le abonen y midan por llenos los huecos de las formaletas, que se hicieron para la formación de las bóvedas del Hornaveque y que sirven de tránsito a las flecheras, los arcos se medirán por triángulos. 1738/02/10 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 128. Le comunica que el Rey ha quedado enterado de las obras proyectadas en el Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, según lo expuesto por Juan Vergel y el Conde de Itre; le remite los planos y perfiles del citado castillo, para que de instrucciones y se ejecute todo lo proyectado 1738/02/10 Sebastián de la Cuadra A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 129. Le informa que Juan vergel tiene la orden de ir a hacer un reconocimiento a la fábrica de ladrillos de la villa de Padrón, para ver si son de buena calidad y poder ejecutar con ellos las bóvedas del Castillo de San Felipe de Ferrol. 1738/02/12 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 130. Dice que el Rey prefiere que las bóvedas del Castillo de San Felipe de Ferrol, se hagan de ladrillo de Andalucía o de ladrillo del Padrón y en su defecto se hagan de rajuela en vez de piedra 1738/02/19 Casimiro Uztariz A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3369 131. Le informa que pasará a ver el estado de las obras del Castillo de San Felipe, las cuales están bajo su dirección 1738/02/19 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 132. Le pide que encargue la diligencia de visitar la fábrica de ladrillo del Padrón al Ingeniero extraordinario Fulgencio Jiménez, en lugar de a Juan Vergel, por encontrarse éste enfermo. 1738/02/19 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 133. Informa del reconocimiento de los ladrillos de la fábrica del Padrón; incluye una relación que sirve de noticia de los hornos de ladrillos que hay en la Ría de Padrón, su número, calidad, el género del barro con que 108 se fabrican, el coste de cada millar, su transporte hasta el embarcadero y todo lo demás. Fue reconocida por el Ingeniero de Su Majestad Fulgencio Jiménez. Las medidas de los ladrillos son: 12 pulgadas de largo, 6 de ancho, 2 de alto, a 7 reales de vellón el ciento, ponerlos en el embarcadero a 3 reales el millar, es decir el millar saldrá a 73 reales de vellón. 1738/02/26 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 134. Le pregunta si como está a cargo de la dirección de las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, también está a su cargo la obra de los almacenes 1738/02/26 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 135. Pide le entregue los planos y perfiles de las obras del Arsenal de La Graña y de las obras de fortificación de los castillos de la Ría de Ferrol. 1738/02/26 Juan Vergel A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 136. Le comunica que después que el Rey ha examinado los planos y perfiles del Castillo de San Felipe de Ferrol, ha resuelto que las bodegas se ejecuten con el ladrillo de Andalucía, si se puede conseguir su transporte o con el de la villa de Padrón, o con el de la fábrica de la Ría, si su calidad fuese buena y precio moderado; en su defecto que se hiciesen las citadas bodegas de rajuela, en lugar de piedra; también informa como deben ejecutarse las demás obras del castillo. 1738/02/27 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 137. Le informan de la dirección de las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol; las obras están a cargo de la Secretaría de Marina, y el Rey ordena que pasen a depender de la Ministerio de Guerra. 1738/03/04 Real Junta de Fortificaciones A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 138. Remite una copia de la Orden del Capitán General, sobre lo que ha resuelto Su Majestad, referente a las obras del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol; da orden que Juan Vergel resida en el castillo, para dar las ordenes necesarias para su mejor construcción, debe avisar del estado de las obras cada 8 días. 1738/03/05 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 139. Le comunica que los contornos de Ferrol, carecen de materiales para establecer una fábrica de ladrillos; encargó la comisión al ingeniero Diego Montojo, por tener más conocimiento del terreno, no queda ninguna duda de la imposibilidad de establecer la citada fábrica. 1738/03/05 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 140. Comunica que el ingeniero Juan Vergel, pasará a la dirección de las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, que se hará todo lo que ha mandado el Rey en cuanto a las obras del citado castillo. 1738/03/12 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 141. Informa que por el reconocimiento que se ha hecho al ladrillo de la fábrica de la villa de Padrón, se ha observado que es de buena calidad, tiene la falta de no estar bien cocido, pero quiere que se hagan de las medidas del de Málaga. 1738/03/12 Real Junta de Fortificaciones A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 142. Le informa que ha examinado y devuelve los planos de los perfiles del terreno del frente de tierra del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol: uno va señalado con tinta negra y color amarillo, es la forma en que debe quedar el terreno, para hacer más impracticable el acceso al castillo; el asentista tomará toda la piedra necesaria 1738/03/18 Duque de Montemar s.a. A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 143. Le comunica que no se ha encontrado barro para los ladrillos de la fábrica que se ha solicitado establecer en La Coruña; que ha prevenido a Juan Vergel para que traslade su residencia al Castillo de San Felipe en la Ría de Ferrol. 1738/03/18 Real Junta de Fortificaciones A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 144. Comunica que la experiencia de la hornada de ladrillos del Padrón se hará con las medidas del de Málaga, a razón de 70 reales el millar y que se pagarán con los Fondos de Dotación. 1738/03/18 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 145. Le informa de la subordinación de los subalternos en las obras del castillo de San Felipe de Ferrol; que deben continuar las obras a cargo del ingeniero Juan Vergel. 1738/03/19 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 146. Informa que ha mandado a visitar la fábrica de ladrillos a la villa del Padrón al ingeniero Fulgencio Jiménez. 1738/03/19 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 147. Envía una relación de los reparos que se necesitan ejecutar en plazas y castillos del Reino de Galicia, con el tanteo prudencial de su coste, en la que van incluidos los que ya están aprobados. Reparos castillos de la Ría de Ferrol: Castillo de San Martín y Castillo de Nuestra Señora de la Palma 1738/03/19 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 148. Informa de las diligencias que se han ejecutado para el establecimiento de una fábrica de ladrillos en las cercanías de Ferrol, se ha comprobado que es imposible. 1738/03/24 Duque de Montemar s.a. A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 149. Pide le remita el estado de la metralla que existe en los arsenales de Ferrol y la que necesitan para tener repuesto en los almacenes 1738/03/25 Marqués de la Ensenada A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 150. Le comunica que dispondrá se costee la prueba de la fábrica de ladrillos de Padrón, con el Fondo de Dotación. 1738/03/26 Francisco Salvador de Pineda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 151. Dice que se hará la experiencia de una hornada de ladrillos de la fábrica del Padrón, con las medidas del de Málaga, para ejecutar las bóvedas del Castillo de San Felipe de Ferrol. 1738/03/26 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 152. Informa que la dirección de las obras está a cargo del ingeniero jefe Pedro Daubeterre y del ingeniero segundo Juan Vergel; que están aprobados los planos 109 y perfiles y no debe haber gran novedad en las citadas obras. 1738/04/01 Real Junta de Fortificaciones A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 153. Envía una relación de los reparos que por ahora se podrán ejecutar en las plazas y castillos del Reino de Galicia, con el tanteo total de su costo (14.471 reales de vellón). Castillo de Nuestra Señora de la Palma en la Ría de Ferrol (5406 reales de vellón). Castillo de San Martín. 1738/04/01 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 154. Le comunica que ha mandado al ingeniero Juan Vergel a que resida en el Castillo de San Felipe de Ferrol, así estará más cerca de las obras y de los trabajadores. 1738/04/02 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 155. Le comunica que se reconocerá la porción de metralla que existe en los almacenes del Arsenal de La Graña, y se le enviará su estado y el número que se necesita 1738/04/08 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 156. Envía el inventario de los planos, perfiles y demás papeles de las obras que se deben ejecutar en el Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol; sobre el abono que se ha de hacer al Asentista de las citadas obras de los huecos de las formaletas; plano y perfiles del Castillo de Nuestra Señora de la Palma de la misma Ría. 1738/04/11 Juan Vergel A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 157. Le informa que se necesitan construir torres en la costa de Galicia, para su defensa, por los daños que anualmente se experimentan 1738/04/15 Real Junta de Fortificaciones A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 158. Informa que Juan Vergel le entregó los planos y perfiles del Castillo de San Felipe de Ferrol; al ingeniero Fulgencio Jiménez le encargará los reparos que deben hacerse en los Castillos de San Martín y de Nuestra Señora de la Palma de la Ría de Ferrol. 1738/04/16 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 110 159. Le remite el estado de la cantidad y calidad de metralla y valeria, que existe en los almacenes del Arsenal de La Graña, y de lo que considera más importante para tener de repuesto 1738/04/22 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 160. Informa del estado y adelantamiento de las obras en el Castillo de San Felipe de Ferrol: se continúa el ala del medio baluarte de la izquierda a la altura de 8 pies. 1738/04/30 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 161. Le comunica que el ingeniero Alonso Montojo está en las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol; Pedro Daubeterre y Juan vergel fueron a visitar las obras de los tres castillos de la Ría de Ferrol. 1738/04/30 Real Junta de Fortificaciones A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 162. Le remite una relación de las obras y reparos que deben ejecutarse en las plazas y castillos del Reino de Galicia, con los Fondos de Dotación, con expresión de su importe: Castillos de la Ría de Ferrol: Castillo de Nuestra Señora de la Palma: importe de la obra 122 reales de vellón. Castillo de San Martín: importe de la obra 1.683 reales de vellón. 1738/04/30 Real Junta de Fortificaciones A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 163. Le comunica que prefiere que Juan Vergel haga las pruebas de los ladrillos en las fábricas de Cortiñán y de Padrón, por estar más práctico en la materia. 1738/04/30 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 164. Le comunica la propuesta de colocar un reloj en el Castillo de San Felipe de Ferrol, esto traería consigo unos gastos para su mantenimiento, mantener un hombre que le cuidase, dice que se puede excusar su colocación haciendo uno de sol, que con el de arena para los días nublados y de noche es suficiente. Apenas se han adelantado las obras en el citado castillo. 1738/05/14 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 165. Le comunica que el ladrillo de Cortiñán es de mejor calidad que el del Padrón; que se necesitaran ladrillos muy pronto para empezar las bóvedas del Cas- tillo de San Felipe de Ferrol. 1738/05/23 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 Ferrol. 1738/06/07 Duque de Montemar s.a. A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 166. Informa que se han hecho experiencias de calidad con los ladrillos del Padrón y de Cortiñán; pide que traigan fabricantes de ladrillos de Málaga para que hagan prácticas en las cercanías para el establecimiento de fábricas de ladrillos lo más cerca posible. 1738/05/28 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 172. Le comunica que se han dado providencias por la vía de Guerra, para el establecimiento de las baterías provisionales para el resguardo de la Ría de Ferrol 1738/06/10 Marqués de la Ensenada A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 167. Informa de los lugares donde se deben construir las baterías provisionales para el resguardo de cualquier ataque de los ingleses, se establecerán baterías en las playas de Cariño y de Canela, a la entrada del Puerto de Ferrol, en la fábrica de Sada habrá otra batería. Se podría enviar de la fábrica de La Cavada (Cantabria), alguna artillería. 1738/06/02 Bernardino Freire A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 168. Le comunica que el Capitán General Conde de Itre, le ha avisado que tenía orden para que se estableciesen en la villa de Ferrol, el Regimiento de Lisboa y un escuadrón de Dragones de Batavia; que sería conveniente para evitar cualquier ataque se formase una batería a barbeta en la playa de Cariño, Prioriño y en otros parajes inmediatos al Arsenal de La Graña 1738/06/03 Francisco de Liaño A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 169. Le informa que dará orden para que el Fondo de Dotación suministre lo necesario para las experiencias en las fábricas de ladrillos de Cortiñán y de Padrón; que informen de cual es el mejor para las bóvedas del Castillo de San Felipe de Ferrol. 1738/06/07 Duque de Montemar s.a. A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 170. Pide que de orden a Juan Vergel para que examine las fábricas de ladrillos de Cortiñán y de Padrón, para no retrasar las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol. 1738/06/07 Duque de Montemar s.a. A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 171. Dice que Juan Vergel u otro ingeniero determinarán que calidad del ladrillo es la mejor, para la fabricación de las bóvedas del Castillo de San Felipe de 173. Informa del estado y adelantamiento de las obras del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol; del importante trabajo que desempeña Miguel de Zárraga, ayudante de Guarda Almacén del citado castillo, interviniendo en las obras que en él se ejecutan, se le asistirá con 9 reales de vellón diarios. 1738/06/15 Francisco Salvador de Pineda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 174. Le informa que se harán pruebas de ladrillos en el lugar de Cortiñán, jurisdicción de la villa de Betanzos, con cargo al Fondo de Dotación, para la realización de las bóvedas del Castillo de San Felipe de Ferrol. 1738/06/18 Francisco Salvador de Pineda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 175. Le informa del estado y adelantamiento de las obras del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol: la cortina del Hornaveque se halla a la altura de 18 pies. 1738/06/25 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 176. Informa de las pruebas que se han hecho con los ladrillos del Padrón y de Cortiñán, éste parece que es de mejor calidad; pide que informe Juan Vergel cual es el más apropiado para realizar las bóvedas del Castillo de San Felipe de Ferrol. 1738/06/25 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 177. Le comunica que no se adelantará dinero a los ingenieros para realizar las pruebas de los ladrillos, para las bóvedas del Castillo de San Felipe de Ferrol, porque el Intendente sabe el costo y lo pagará más adelante. 1738/07/02 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 178. Le pide que se haga más grande la capilla del Castillo de San Felipe de Ferrol, que se construya a 111 la espalda del castillo viejo, donde habita Juan Vergel, en el tinglado donde a de hacer frente al pabellón y a la Plaza de Armas. 1738/08/05 Obispo de Mondoñedo A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 Felipe de la Ría de Ferrol, su coste será de 151 reales de vellón el millar de ladrillos, más baratos que los de Andalucía. 1738/08/20 Real Junta de Fortificaciones A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 179. Informa de la prueba que se hizo con los ladrillos de Padrón para las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, y su coste que será de 151 reales de vellón el millar puesto en el castillo, en lugar de 220 reales de vellón que costaba el de Andalucía. Incluye una copia del coste de los ladrillos del Padrón ya puestos en el castillo (serán 15.900 ladrillos, que costarán en total 2.409 reales de vellón). 1738/08/05 Francisco Salvador de Pineda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 185. Le comunica que será conveniente erigir la capilla del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, en el lugar que le ha indicado, para que su guarnición pueda oír misa a cubierto, y tendrá capacidad para todos. 1738/08/20 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370ç 180. Le informa del trabajo de Miguel de Zárraga, ayudante de Guarda Almacén del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, que se podría disponer de un comisario de guerra para este destino. 1738/08/06 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 181. Le envía adjunta una relación de las obras y reparos ejecutados en el mes de julio de 1738 en las plazas y castillos del Reino de Galicia, con los Fondos de Dotación, ordenados por su Majestad: Castillos de la Ría de Ferrol: San Felipe y Nuestra Señora de la Palma. 1738/08/06 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 182. Informa de que el Obispo de Mondoñedo ha pedido que se haga más grande la capilla del Castillo de San Felipe de Ferrol, sólo caben en ella 8 personas. 1738/08/19 Real Junta de Fortificaciones A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 183. Pide que Bernardino Freire, permita hacer una relación de los fusiles, pistolas y chafarotes que existen en los navíos y paquebotes que se hallan en el Puerto de Ferrol, y su calidad para dar providencias sobre el reemplazo de lo que faltare; convendrá que se informe de sí existen estos géneros en los almacenes de Artillería 1738/08/20 Félix Celdrán A.G. de Simancas. Marina, leg. 660 184. Le informa de la buena calidad de los ladrillos de la villa de Padrón, para las obras del Castillo de San 112 186. Le informa del estado y adelantamiento de las obras del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, pide se aumente el número de obreros y su salario. 1738/08/27 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 187. Le informa del coste de los ladrillos que se traerán de la villa de Padrón, que será de 70 reales de vellón el millar, más el coste del acarreo y el flete. 1738/09/02 Francisco Salvador de Pineda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 188. Le comunica que para concluir el frente del Hornaveque del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol y sus bóvedas se necesitan más obreros. 1738/09/03 Juan de la Feriére A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 189. Informa del estado de las obras del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, y que los ladrillos del Padrón para las citadas obras no son tan buenos como los de Andalucía, pero se pueden emplear por su bajo coste. 1738/09/03 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 190. Le comunica que cuando lleguen los ladrillos del Padrón al Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, se suspenderán todas las obras, para hacer las bóvedas del hornaveque, empezando por las de los flancos y caras de los baluartes, a fin de poner con la mayor brevedad posible en estado de defensa por tierra el citado castillo; informa de la calidad de los ladrillos que se traerán de la villa de Padrón. 1738/09/10 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 191. Informa de la ejecución de las bóvedas del hornaveque del castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, no se permite se aumenten los fondos destinados para ellas. 1738/09/10 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 192. Le pide que se haga con la mayor brevedad el transporte de los ladrillos de la villa de Padrón al Castillo de San Felipe de Ferrol, para comenzar las obras cuanto antes. 1738/09/10 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 193. Informa que ya está hecha una hornada de ladrillos del Padrón, para las bóvedas del Castillo de San Felipe de Ferrol, antes de concluir el mes estarán hechos 279.500 ladrillos de mejor calidad. 1738/09/16 Francisco Salvador de Pineda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 194. Pide que un Comisario de Guerra asista en las obras del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol. 1738/11/18 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 195. Le informa que las obras en el Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, en el mes de noviembre de 1738, se adelantaron poco por falta de dinero: se continuaron las bóvedas del ala derecha del Hornaveque, se ha concluido la bóveda de ladrillo del almacén de pólvora. 1738/12/10 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3370 196. Informa sobre las irregularidades que ha notado en las obras del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol. 1738/12/22 José Candía (gobernador de Castillo de San Felipe). A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 197. Le informa sobre los reparos en las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, las cuales están bajo la dirección del ingeniero Juan Vergel. 1738/12/22 José Candía (Gobernador del Castillo de San Felipe de Ferrol). A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 198. Informa de la dificultad que hay para concluir las bóvedas del Castillo de San Felipe de Ferrol, por la falta de ladrillos, por no ser estos de tan buena calidad como los de Málaga y ser muy costosos, dice que se podrían hacer de cantería porque es de mejor calidad y solidez, se ejecutaran con mayor brevedad y con menor coste para la Real Hacienda. 1738/12/24 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 199. Informa de los reparos que son necesarios en las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, ha hecho un reconocimiento y ha encontrado varias irregularidades tanto en las obras como en los materiales. 1738/12/29 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 200. Informa sobre el reconocimiento que ha hecho a las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, y ha visto que según los planos hay varios errores; la relación de lo ejecutado no es lo mismo que lo dicho por el gobernador, que se ha puesto de acuerdo con el ingeniero Juan Vergel, y han arreglado los planos. 1738/12/29 José de Crane y Snoucy A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 201. Envía el estado general de lo que se ha ejecutado en el año 1738 en el Castillo de San Felipe de la ría de Ferrol, por cuenta del asentista Antonio Vázquez de Seijas, sobre los fondos mensuales de 15.000 reales de vellón ordenados por Su Majestad; se ha gastado 233.868 reales de vellón, la dotación del año es de 180.000 reales de vellón, hay un alcance de 53.868 reales de vellón. 1738/12/31 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 202. Extracto de las providencias dadas en punto a fortificaciones, para la defensa de la Ría de Ferrol, y Plaza de La Coruña. 1739 s.f. s.a. A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 203. Le remite un mapa de Ferrol, en el que se ven las dos fortificaciones que se señalan a la entrada del Puerto, una en el Cabo de Segaño, y la otra en el cabo de Pietro, y para que se forme el proyecto de fortificación, afirma que los tres castillos de la Ría de Ferrol (Castillos de San Felipe, La Palma y San Martín) están indefensos ante un posible ataque enemigo. 1739/01/07 Rodrigo de Torres y Morales A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 113 204. Le envía una relación del estado de las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol en el mes de diciembre de 1738: se ha terminado las últimas bóvedas del ala izquierda del Hornabeque, se ha concluido la escalera de caracol de la izquierda, también el parapeto del camino cubierto inferior, etc El importe del estado de estas obras durante los meses de noviembre y diciembre es de 36.710 reales de vellón. 1739/01/07 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 205. Informa sobre los diferentes costes que pueden tener el hacer las bóvedas que faltan por ejecutar en el Castillo de San Felipe de Ferrol, de cantería o de ladrillo; algunas partidas de ladrillo son de mala calidad, la obra de cantería es de mayor resistencia. 1739/01/19 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 206. Juan Vergel sirve destinado a perfeccionar las obras del Castillo de San Felipe en Ferrol, está empleado al mismo tiempo en la construcción de los almacenes de pólvora y almacenes de desarmo en el Arsenal de La Graña. 1739/01/19 Marqués de la Ensenada A.G. de Simancas. Marina, leg. 375 207. Informa sobre los reparos y los defectos que se han reconocido en la construcción de las obras de fortificación del Castillo de San Felipe de la ría de Ferrol. 1739/01/21 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 208. Informa que no puede tomar una resolución sobre los ladrillos para la construcción de las bóvedas del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, hasta que no le envíen el acuerdo con el ingeniero Juan Vergel. 1739/01/21 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 209. Le informa sobre las quejas que dio José Candía, gobernador del Castillo de San Felipe de Ferrol, contra el ingeniero Juan Vergel, encargado de las obras de la ría de Ferrol, y sobre los materiales que se emplean en su construcción. Incluye las notas de los artículos en que ha faltado el ingeniero Juan Vergel, en la construcción de las obras del citado castillo: en la flaqueza de la muralla del revestimiento exterior del Hornabeque; en las divisiones y distribuciones de los cuarteles; entablado del tejado; dejó las bóvedas sin cubrir con las plataformas; no conviene ejecutar la capilla en el paraje 114 donde la ha empezado por su altura; el pabellón está más elevado y no corresponde al plano. 1739/01/21 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 210. Le comunica que prefiere que las bóvedas del Castillo de San Felipe de Ferrol, se ejecuten de cantería en vez de ladrillo de Padrón, aunque el ingeniero Juan Vergel esté en contra de ello. 1739/01/27 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 211. Informa que la ejecución de las bóvedas de cantería del Castillo de San Felipe de Ferrol, serán más ventajosas que si se ejecutan de ladrillo de Padrón por ser de menor grosor y calidad. 1739/01/28 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 212. Le informa sobre la diferencia que hay en construir las bóvedas del Castillo de San Felipe de Ferrol, de ladrillo de Padrón o de cantería; Juan Vergel insiste en hacerlas de ladrillo, dice que por cada toesa de bóveda de dos pies de grueso se necesitan 760 ladrillos; las obras de cantería son muy buenas, resistentes y de bajo coste; cree que el asentista Antonio Vázquez se hará cargo de estas obras por el precio de 150 reales de vellón la toesa cuadrada. 1739/01/28 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 213. Le envía una relación de las cantidades de obra y reparos que se han hecho en los castillos de la Ría de Ferrol: San Felipe, Nuestra Señora de la Palma y San Martín, en el año de 1738, y del importe total del gasto que han tenido según sus precios, que ha sido de 215.777 reales de vellón. 1739/01/31 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 214. Envía una relación de lo que se han adelantado las obras del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol en el mes de enero de 1739: se han continuado las plataformas de la batería alta, se ha enlosado la mitad de la calle entre el pabellón y la cortina, etc 1739/01/31 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 215. Informa que se ha convenido con el asentista Antonio Vázquez, que ejecutará de cantería las 26 bóvedas que faltan por hacer en el frente y alas del Hornabeque del Castillo de San Felipe de Ferrol, pagándole lo mismo que si se harían de ladrillo, 22.000 reales de vellón por todas. 1739/02/04 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 216. Informa que las bóvedas que faltan por ejecutar en el Castillo de San Felipe de Ferrol se harán de cantería en vez de ladrillo por ser más conveniente y barato para la Real Hacienda, resultará a su favor en el total de las 26 bóvedas de 27.066 reales de vellón. 1739/02/04 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 217. Envía una relación de las obras y número de trabajadores que ha tenido empleados el asentista en las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol. Se ha enlosado la explanada de la batería alta y se ha hecho una escalera de caracol. 1739/02/16 Francisco Salvador de Pineda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 218. Le informa sobre los defectos y reparos en las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol; dice que el ingeniero Juan Vergel no ha seguido los planos y perfiles del citado castillo y ha cometido irregularidades. 1739/02/17 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 219. Envía el estado semanario de las obras que se ejecutan en el Castillo de San Felipe de Ferrol, incluye el número de operarios que trabajó en ellas esa semana; se sigue trabajando en las plataformas de la batería alta. 1739/02/24 Francisco Salvador de Pineda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 220. Le da noticias de lo que se han adelantado las obras del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, en el mes de Febrero de 1739: se han concluido las plataformas de la batería alta, se han enlosado todas las bóvedas del pabellón, etc 1739/02/28 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 221. Informa acerca de las obras del Castillo de San Felipe en la ría de Ferrol, y responde a los defectos que le han sacado sobre las citadas obras y sobre su conducta en la dirección de las mismas. 1739/03/01 Juan Vergel A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 222. Envía una relación del estado de las obras: labrar y sentar el cordón del baluarte del ala izquierda del Hornabeque, en la parte superior, y de la gente que trabaja en el Castillo de San Felipe de Ferrol. 1739/03/03 Francisco Salvador de Pineda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 223. Le comunica que se deben reglar los trabajos de las obras del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, a proporción de los fondos con que están asistidos. 1739/03/11 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 224. Le pide un cálculo individual del coste que tendrían de cantería y de ladrillo, las 26 bóvedas que faltan por ejecutar del Castillo de San Felipe de Ferrol, para tener mejor conocimiento del ahorro que tendrá la Real Hacienda, y poder dar una resolución. 1739/03/11 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 225. Le comunica que las obras del Castillo de San Felipe son por asiento, el estado de las obras: están losando las oficinas y los almacenes del Hornabeque. 1739/03/13 Francisco Salvador de Pineda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 226. Le remite dos cálculos del gasto de la construcción de una toesa de bóveda de ladrillo del Padrón de dos pies de grueso, uno según el ingeniero Juan Vergel y el otro del ingeniero en jefe Carlos Desnaux, autor de la carta, por los que se verá la diferencia que hay de ejecutarlas de cantería a hacerlas de ladrillo. El coste total de cantería será de 27.120 reales de vellón y el coste de ladrillos del padrón será de 49.120 reales de vellón. 1739/03/25 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 227. Remite una relación de lo que se han adelantado las obras del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol en el mes de marzo de 1739: se acabó de colocar el cordón en el medio baluarte de la izquierda, se echaron los pavimentos del primer cuartel etc; Que está esperando la resolución sobre el material con el que se construirán las bóvedas; el comandante del citado castillo ha hecho destruir los huertos y plantíos que había en él. 115 1739/04/01 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 228. Le dice que le han informado que las 26 bóvedas del Castillo de San Felipe de Ferrol, se ejecutaran de piedra de cantería en lugar de ladrillo, así la obra tendrá mayor solidez y ahorro a la Real Hacienda; informa que al asentista se le debe gran cantidad de reales de la obra que ha realizado. 1739/04/14 Francisco Salvador de Pineda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 229. Le remite el estado de las obras que por asiento se ejecutan en el Castillo de San Felipe de la ría de Ferrol: se han continuado las bóvedas inferiores del ala izquierda del Hornabeque; y el estado de la gente que trabaja en ellas. 1739/04/21 Francisco Salvador de Pineda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 230. Le informa que se ha ajustado la ejecución de las 26 bóvedas que faltan por hacer en el Castillo de San Felipe de Ferrol, se ejecutarán de cantería al precio de 200 reales cada toesa superficial de dos pies de grueso, sin abono de sólido; se ejecutaran igual en las dos alas del Hornabeque; la obra será más sólida, permanente y se ejecutará con mayor brevedad que con el ladrillo. 1739/04/29 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 231. Le informa que las 26 bóvedas que faltan por construir en el Castillo de San Felipe de Ferrol, se deben ejecutar de piedra de cantería. El asentista no empezará la obra hasta que no se la pague el caudal que se le debe, el cual excede de 60.000 reales de vellón. 1739/04/29 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 232. Comunica que no le agrada la orden que ha dado de destinar a las obras del Castillo de San Felipe de la ría de Ferrol, al ingeniero Fulgencio Jiménez, para que esté a las órdenes de Juan Vergel. 1739/04/29 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 233. Informa del estado de las obras que se ejecutan por asiento en el Castillo de San Felipe de la ría de Ferrol, incluye la gente que trabaja en ellas. 1739/05/04 116 Francisco Salvador de Pineda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 234. Le envía los importes de las obras de fortificación del Castillo de San Felipe de los meses de marzo y abril de 1739 que es de 37.189 reales de vellón. Que han llegado 24.000 ladrillos de Padrón, los cuales se emplearan en terminar la bóveda del almacén de víveres, las demás se harán de cantería. Da noticia del adelantamiento de las obras en el citado castillo: concluidas las divisiones de los cuartos del pabellón, se continúan las bóvedas del ala izquierda del Hornabeque. 1739/05/06 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 235. Le comunica que aún no se ha hecho efectivo el dinero destinado para las obras de fortificación del Castillo de San Felipe, el cual se ha empleado para pagar el Prest, para poder continuar las obras. 1739/05/13 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 236. Informa del estado de las obras de fortificación del Castillo de San Felipe de Ferrol: se han concluido dos de las bóvedas de cantería del Hornabeque, se ha seguido ejecutando de ladrillo la bóveda del Almacén de Pólvora; incluye el estado de la gente que está trabaja en las citadas obras. 1739/05/19 Francisco Salvador de Pineda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 237. Comunica que se van a suspender las obras de fortificación del Castillo de San Felipe de Ferrol y de la Plaza de La Coruña, porque los asentistas las van a abandonar a causa del descubierto que tienen al no haber mandado el caudal necesario para ellas. 1739/05/20 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 238. Pide le envíe un plano del Puerto de Ferrol, con la situación, resguardo y fortificación de los tres Castillos de su Ría, con el Astillero y el Arsenal, y si necesita más tropa para reforzar algún puesto. 1739/05/23 Marqués de Villerías A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 239. Le comunican que es preciso que se continúen las obras en el Castillo de San Felipe, pues las fortificaciones de la parte de tierra están en mediano estado; se establecerá una gran batería en la Punta de Segaño, para evitar que ni en la ensenada de San Cristóbal ni en la de Chanteiro se pueda arrimar alguna embarcación. 1739/05/24 Real Junta de Fortificaciones A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 240. Le comunica que le enviará un plano del puerto de Ferrol, en el cual se ve la situación de los castillos de la ría, su resguardo y fortificación con el Astillero y Arsenal. 1739/05/26 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 241. Informa de la mala situación de las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, en vez de adelantarse van disminuyendo por falta de caudales y de operarios. El asentista Antonio Vázquez de Seijas, quiere dejar el asiento por estarle debiendo 5 meses del trabajo. 1739/05/27 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 242. Le comunica que si no llegan caudales suficientes, se van a suspender las obras de fortificación del Castillo de San Felipe de la ría de Ferrol, por falta de medios y por que hay un descubierto con el asentista de 50.000 reales de vellón. 1739/05/27 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 243. Quiere que se tomen precauciones para impedir un desembarco en el Puerto de Ferrol, es necesario construir tres baterías en la Ensenada de Cariño, dos de a 8 cañones y una de a 12 en la Punta de Segaño, provisionalmente serán de tierra y fagina; conviene terminar enseguida la obra del Castillo de San Felipe, que es la principal defensa de la ría; es preciso establecer otro fuerte en la Punta de Segaño; señala que se debe llevar una porción de tropa al lugar de San Cristóbal, para defender el Arsenal de La Graña, poner guardia en el lugar y playa de Cedeira, distante del arsenal por tierra cinco leguas al Norte. 1739/05/30 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 244. Le dice que es necesario se tomen precauciones para impedir el desembarco que puede practicarse en la rivera donde termina la falda de la montaña que está sobre el Castillo de San Felipe y Arsenal de La Graña, para el resguardo de la Marina se establecerán tres baterías sobre la Ensenada de Cariño, dos de a ocho cañones y una de a doce, en la Punta de Segaño, que serán provisionales de tierra y fajina; conviene que se esfuercen en las obras del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, y es preciso establecer otro fuerte en la citada Punta de Segaño, para prevenir un posible ataque en las ensenadas de San Cristóbal y en la de Chanteiro. 1739/05/30 s.a. A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 245. Le previene que ha resuelto Su Majestad que se haga construir una batería provisional de 20 cañones de a 24 en la Punta de Segaño; que en la Ensenada de Cariño se haga una línea flanqueada con sus reductos guarnecidos con cañones, estableciendo una porción de tropa en el lugar inmediato de San Cristóbal, poniendo también una guardia en la playa de Cedeira; que se continúen los trabajos en el frente de tierra del Castillo de San Felipe, y se establezca la Artillería necesaria, porque junto con el Castillo de La Palma, se hace imposible la entrada a la ría, no consideran necesario la colocación de las cadenas entre los dos castillos. 1739/06 s.f. Duque de Montemar s.a. A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 246. Memorial de Antonio Vázquez de Seijas, maestro arquitecto, vecino de La Coruña, asentista de las obras de fortificación del Castillo de San Felipe de Ferrol, dice que rescinde el asiento de las citadas obras por el descubierto que tienen con él; pide que se haga inventario y tasación de todos los géneros que le pertenecen y están en dichas obras. 1739/06/02 Antonio Vázquez de Seijas A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 247. Suplica que le sean pagados los 90.000 reales de vellón que le deben como asentista de las obras de fortificación del Castillo de San Felipe de Ferrol. 1739/06/02 Antonio Vázquez de Seijas A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 248. Le dice que con el asentista de las obras del Castillo de San Felipe, hay un descubierto por la falta de caudales de 90.000 reales de vellón. 1739/06/02 Francisco Salvador de Pineda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 249. Informa que el asentista que tenía las obras de fortificación de del Castillo de San Felipe de la ría de Ferrol, no continuará y despedirá a los trabajadores por que le deben algunas semanas por falta de caudal, lo que ha producido gran perjuicio. Incluye una instancia del asentista diciendo que no sigue en ella por falta de pago. 1739/06/03 117 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 250. Le informa que se dio orden al conde de Itre con todas las providencias para continuar las obras del Castillo de San Felipe de la ría de Ferrol, pide el plano que está en la Secretaría de Marina. 1739/06/04 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 251. Le pide que se tomen todas las precauciones para la defensa y resguardo del Puerto de Ferrol y del Arsenal de La Graña; que el Conde de Itre disponga de lo necesario para su ejecución y forme el tanteo del gasto de las obras provisionales para facilitar el caudal necesario, que encargue la conclusión del plano del citado puerto. 1739/06/04 Marqués de Villerías A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 252. Le remite la carta del Conde de Itre sobre la falta de caudales para las obras de fortificación del Castillo de San Felipe de la ría de Ferrol; se ha prevenido por orden del Rey al Ministerio de Hacienda que se reemplace el caudal en que está descubierto el asentista de las citadas obras Antonio Vázquez de Seijas. 1739/06/07 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 253. Le remite un plano comprendiendo desde La Coruña a la Ría de Ferrol, con explicaciones detalladas del citado plano acerca de la fortificación de la dicha ría y de otros lugares. 1739/06/10 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 254. Le informa que Su Majestad ha dado una resolución para que se continúen las obras de fortificación del Castillo de San Felipe de Ferrol, y que se construirá provisionalmente una batería en Segaño. 1739/06/12 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 255. Pide se remitan caudales para hacer el pago de 60.000 reales de vellón que tiene de descubierto el asentista de las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, se van los obreros porque no cobran el trabajo, no se pueden adelantar las obras. 1739/06/17 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 118 256. Le informa de todo lo que ha observado en el reconocimiento que ha hecho de la parte norte de La Graña y de Ferrol; que pronto le remitirá un mapa de lo que ha reconocido, es importante mantener el mayor número de tropa en el Castillo de San Felipe. 1739/06/17 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 257. Le remite el diseño de dos cadenas atravesadas oblicuamente en parajes oportunos para cerrar el paso de la entrada de la Ría de Ferrol, y un plano y perfil de donde se colocaría la dicha cadena. 1739/06/17 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 258. Pide se haga efectiva la remesa de caudal necesario para la continuación de las obras de fortificación de la Ría de Ferrol; la Tesorería Mayor sólo ha enviado fondos para el Prest de las tropas, se debe dinero al asentista del Castillo de San Felipe de Ferrol. 1739/06/17 Francisco Salvador de Pineda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 259. Informan del modo que se puede defender la Ría y el Puerto de Ferrol, que conviene establecer un fuerte en la Playa de Ares, que los castillos de San Martín y de La Palma, no aguantarían un ataque, pero la mayor oposición está en el castillo de San Felipe; se deberían repartir dos batallones de tropa por los lugares inmediatos a la ría; comunica que hay un gran atraso en el pago de las pagas a los ingenieros. 1739/06/18 Real Junta de Fortificaciones A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 260. Le comunican que disponga la tropa en la mejor forma que le parezca para mayor defensa de la entrada de la Ría de Ferrol, que la propuesta de la colocación de una cadena a la entrada de la ría cree que es inútil y de un gasto excesivo. 1739/06/22 Real Junta de Fortificaciones A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 261. Pide le envíe los planos de las baterías provisionales que se han comenzado a construir para la defensa de la Ría de Ferrol, y el plano y perfiles del estado actual de las obras del Castillo de San Felipe, y de las que faltan por ejecutar. 1739/06/24 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 262. Le informa de la defensa de la Ría de Ferrol, expone lo que sobre ello se le ofrece, y avisa lo que se van adelantando las obras provisionales que a este fin se están ejecutando. Pide que mande caudales para que puedan seguir las obras del Castillo de San Felipe y todas las demás que se hacen para la defensa de la citada ría. 1739/06/24 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 263. Le informa del adelanto de las obras en la Ría de Ferrol, se trabaja en la batería de Viñas (Ensenada de Cariño), en el Castillo de San Felipe, apenas se avanza por el alcance que se debe al asentista, que si no se le envían caudales tendrá que parar las obras. 1739/06/24 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 264. Le comunica que ha recibido los mapas de la Ría de Ferrol, explicando que puertos se deben resguardar para su mayor seguridad, estableciendo en unos baterías y en otros a la tropa; pide el envío del plano y perfiles del estado de las obras del Castillo de San Felipe y lo que conviene ejecutar para su defensa. 1739/06/24 Duque de Montemar s.a. A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 265. Avisa del estado y adelantamiento de las obras de fortificación del Castillo de San Felipe de la ría de Ferrol, el Ministro de Hacienda avisa de la dotación de la tesorería para el mes, se incluyen 90.000 reales de vellón para atender al citado castillo; según el asentista a final de mes estarán concluidas todas las bóvedas del Hornabeque; remitirán un plano y perfiles del castillo. 1739/07/01 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 266. Comunica que queda enterado de la promesa del asentista, de terminar las bóvedas del frente del Hornabeque del Castillo de San Felipe de la ría de Ferrol, para que se pueda colocar la artillería sin necesitar plataformas, previene lo que se debe ejecutar y espera le envíen el plano y perfiles del estado en que se hallan las obras. 1739/07/08 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 267. Le informa que en la Ensenada de Cariño, se están adelantando las obras, a pesar de la falta de Alarifes, se han puesto ya 14 cañones en la Punta de Viña; y en las obras del Castillo de San Felipe, se concluirán las bóvedas y el frente del hornabeque. 1739/07/15 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 268. Le comunica que se deben concluir las obras de las baterías provisionales lo más brevemente posible, y que se deben vencer las dificultades para poder construir la batería en la Punta de Segaño, pide que en breve se le remita un plano y perfiles del Castillo de San Felipe. 1739/07/21 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 269. Que los ingenieros han pensado que se podrá construir una batería de 4 cañones en el atrincheramiento de la Plaza de Armas del Castillo de San Felipe de Ferrol, según el plano que le envían. 1739/07/22 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 270. Le envía su reflexión sobre la defensa de la Ría de Ferrol, se acordonarán los navíos de la Escuadra en la Boca de la Ría, y se formarán baterías en tierra. 1739/07/28 Francisco de Liaño A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 271. Informa que se prosiguen con mucho esfuerzo las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol por parte de su asentista, si no hay fondos las obras se atrasaran, pide el envío de caudales para el adelantamiento de las mismas. 1739/07/28 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 272. Le comunica que los ingenieros tienen falta de medios para mantenerse, por los excesivos gastos, tienen un atraso de 19 meses, pide que se les pague el alcance que se les está debiendo. 1739/07/29 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 273. Le comunica la imposibilidad de emprender a un tiempo todas las obras que están pendientes en la ría de Ferrol, pide le diga la preferencia que tiene cada obra. 1739/07/29 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 274. Le remite el plano de la Ría de Ferrol, desde el 119 Castillo de San Martín hasta la boca de la ría, en la que están señaladas las baterías provisionales proyectadas, le enviará los perfiles del Castillo de San Felipe, las obras van lentas porque el asentista no tiene medios para continuar, por no haber cobrado las libranzas. 1739/07/29 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 275. Envía una reflexión sobre la defensa de la Ría de Ferrol, y la disposición más conveniente para asegurar los navíos de guerra que se hallen en el puerto contra un posible ataque enemigo, los navíos se deberán poner amarrados desde la Punta del Bispón hasta La Graña; informa sobre el adelanto de las obras de las baterías en tierra. 1739/07/29 Reinaldo MacDonnell A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 276. Le comunica que ha prevenido al Ministerio de Hacienda para que se envíen caudales a las obras que se ejecutan en el Castillo de San Felipe de Ferrol. 1739/07/31 Marqués de Villerías A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 277. Informa de las proposiciones del Conde de Itre en las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol: bóvedas del frente del Hornabeque; añadir merlones en la batería alta construida a barbeta; no han podido concluir el plano y perfiles del estado de las obras del citado castillo. Han pensado los ingenieros hacer una batería de 4 cañones en el atrincheramiento de la Plaza de Armas. 1739/07/31 Real Junta de Fortificaciones. A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 278. Le comunica que los planos de las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, llegan sin escala y sin la explicación correspondiente; que es preciso la terminación de la batería de 3 cañones en el ala del camino cubierto de la izquierda del citado castillo; que el asentista no saque piedra de mampostería de otro paraje que no sea el ya señalado. 1739/07/31 Real Junta de Fortificaciones (Juan de la Ferière, Juan Ballesteros y Pedro Superviela). A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 279. Informa que ha prevenido al Ministro de Hacienda que envíe los caudales dotados para la continuación de las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, pide noticias del estado en que se halla la construcción de la batería de Segaño y demás obras provisionales que se ejecutan en la Ría. 120 1739/07/31 Marqués de Villerías A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 280. Le comunica que no conviene ejecutar el proyecto de la batería de 4 cañones en la cortadura de la Plaza de Armas del Castillo de San Felipe de Ferrol. 1739/08/04 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 281. Le pide que destine a las playas de Ares y Redes, en la Ría de Sada, a la caballería y Dragones, para impedir cualquier desembarco; que haga retirar a todas las embarcaciones de la Ría de Ferrol, que se hallan en aquella banda a la de La Graña, cortando el Puente de Jubia, para hacerles más dificultoso el acceso al Arsenal, y en caso que se inclinasen a tomar los tres Castillos de la Ría: San Felipe, Nuestra Señora de La Palma y San Martín, y la batería de Segaño, por su poca defensa en la parte de tierra, que haga retirar la artillería a San Felipe. 1739/08/04 Duque de Montemar s.a. A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 282. Que ha recibido el plano del Castillo de San Felipe de Ferrol y se lo devuelve por no tener escala ni explicación del estado de las obras; le previene el modo que el asentista debe sacar la piedra de mampostería. 1739/08/04 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 283. Informa sobre lo que se ha ejecutado en el Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, en el mes de julio de 1738: se han construido 4 bóvedas de cantería en la cara izquierda del Hornabeque, etc, se han adelantado poco por falta de dinero. 1739/08/05 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 284. Le remite un dibujo y da explicaciones acerca de la defensa y seguridad de la entrada a la Ría de Ferrol, le propone que Juan de la Ferriére pase a Ferrol para poderlo ejecutar. 1739/08/09 Real Junta de Fortificaciones(Juan de la Ferriére, Juan Ballesteros, Pedro Superviela). A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 285. Le encarga que junte al ingeniero director de las obras con el comandante de artillería y un oficial general y examinen las reflexiones que se han hecho sobre los terrenos de Ferrol y de su ría, y le dé una respuesta. 1739/08/10 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 286. Le informa que ha pasado la orden a Juan Vergel para que se perfeccione la batería de las tres piezas del camino cubierto del ala izquierda del Hornabeque del Castillo de San Felipe; que el asentista debe sacar las piedras para mampostear todo el frente de tierra según está obligado por su contrata. 1739/08/19 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 287. Piensa que las baterías proyectadas para la seguridad de la Ría de Ferrol, son muy útiles y convenientes, las tropas están bien situadas, y registran todas las playas de alrededor, aunque es difícil que haga el enemigo un desembarco en ellas por no tener agua suficiente. 1739/08/21 Marqués de Valparaíso y de Villahermosa A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 288. Le dice que conviene que todas las baterías que miran a la marina sean a barbeta, para el libre uso de la Artillería y dirección de sus tiros donde convenga; la batería de Segaño se extenderá lo necesario para poner hasta 16 cañones. 1739/08/25 Duque de Montemar s.a. A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 289. Informa que hay un hoyo que el asentista ha hecho en la plaza de armas del Castillo de San Felipe de Ferrol, inmediato al Glacis con el arranque de la piedra y otro más arriba de donde se saca arena para las mezclas, expone lo perjudicial que son para el fuerte; se debe prevenir al Conde de Itre que mande taparlos, que se hicieron cuando la obra se hacía por Administración, por anteriores asentistas y por el actual asentista. 1739/08/29 Real Junta de Fortificaciones. A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 290. Informa que ha prevenido al Conde de Itre que se terraplenen los hoyos del frente del Castillo de San Felipe de Ferrol, dejando abierto lo necesario para extraer la arena y la piedra. 1739/09/07 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 291. Informa del estado y adelantamiento de las obras del Castillo de San Felipe y de la Ría de Ferrol; que se han concluido los almacenes de pólvora de las baterías de Viñas, Restrebort y de Segaño, y se están ejecutando sus Cuerpos de Guardia. 1739/09/09 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 292. Le informa de la falta de caudales para las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol: al asentista se le están debiendo 15.000 reales de vellón de la dotación mensual, si no se le paga parará las obras a finales de mes. 1739/09/23 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 293. Le comunica que hay falta de caudales para continuar las obras para la defensa del Puerto de Ferrol, pide que se informe de ello al Rey. 1739/09/24 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 294. Le comunica que se ocasionarán graves consecuencias si no se reciben caudales para la continuación de las obras de defensa del Puerto y Ría de Ferrol y para el vestuario de la tropa. 1739/09/28 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 295. Le informa que la falta de fondos originará que se paren las obras para la defensa del Puerto de Ferrol, lo que tendrá graves consecuencias. 1739/09/29 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 296. Informa que las obras en el Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, prosiguen lentamente, por falta de fondos para poder pagar mensualmente al asentista de la misma. 1739/09/30 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 297. Le pide que vigile los fondos dotados para la fortificación de la Ría y Puerto de Ferrol para que no vayan a otro destino. 1739/10/07 Duque de Montemar A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 298. Que en cuanto el Ministro de Hacienda remita los fondos para la continuación de las obras para la defensa de la Ría y Puerto de Ferrol, se finalizarán convenientemente y no se irán a otro destino que no 121 sean las citadas obras. 1739/10/14 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 299. Informa que el asentista no puede continuar las obras del Castillo de San Felipe sino se le abona lo que se le está debiendo que son cuatro meses, por esto se han suspendido las citadas obras. 1739/10/14 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 300. Le informa que como asentista deja las obras de fortificación del Castillo de San Felipe de Ferrol, por falta de pago del asiento, la Real Hacienda le está debiendo 60.000 reales de vellón. 1739/10/20 Antonio Vázquez de Seijas A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 301. Relación y noticia del estado en que se hallan las obras del Castillo de San Felipe y las baterías de la Ría de Ferrol (de Campo Santo, de Restrebort, de Cariño, de Viñas, de Canelas, de Segaño, de Ares, del Camino de Redes). 1739/10/20 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 302. Informa que le remite el estado de las obras del Castillo de San Felipe y de las Baterías de la Ría de Ferrol y le da su opinión acerca de las citadas obras. El Conde de Itre le ha propuesto que formase un proyecto para la construcción de una batería en la Punta de Rabo de Porca, en la entrada del canal de San Felipe, esto sería lo más útil para impedir el paso de los navíos, si en lugar de estar el Castillo de San Felipe donde se halla, se hubiera construido en este paraje, sería perfecto para la mayor defensa de la ría y no hubiese tenido tan grandes gastos. 1739/10/21 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3680 303. Le informa del mal estado de las obras de fortificación del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, por el impago al asentista. 1739/10/21 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 304. Informa del estado de las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol: el frente del Hornabeque estará concluido a fin de mes; los almacenes y Parque de Artillería están sin maderas y sin repuesto de estacas. 122 1739/10/21 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 305. Informa que el Conde de Itre pide que se permita construir una cisterna en el Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol; el corte de la madera se hará en el tiempo oportuno; la batería de Rabo de Porca es la pieza más importante para asegurar la entrada de la citada ría. 1739/10/26 Diego de Bordiell A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 306. Informa sobre la falta de medios para continuar las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, el asentista no quiere seguir con las obras si no se le pagan los cuatro meses que se le deben. Es necesario adelantar las obras, por ser el principal puesto para la defensa de la Ría de Ferrol. 1739/10/27 Real Junta de Fortificaciones A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 307. Informa que se debe construir una cisterna para el agua en el Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, pide se den providencias para su ejecución. Que se haga prevención e maderas y estacas para las fortificaciones. 1739/11/03 Real Junta de Fortificaciones A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 308. Informa sobre el perjuicio que causa el cese de las obras de fortificación del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, se ha quedado indefenso; es necesario que lleguen remesas de caudales para hacer frente al alcance del asentista Antonio Vázquez de Seijas, al pago de las tropas, y demás gastos de las citadas obras. 1739/11/03 Francisco Salvador de Pineda A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 309. Informa que ha pedido a Carlos Desnaux, forme la relación y tanteo de las maderas que se necesitan para las obras proyectadas, para que se den las providencias necesarias para ello. 1739/11/18 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 310. Informa que ha vuelto a prevenir al ingeniero Juan Vergel, que le remita cada mes el estado de las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol; se están ejecutando dos almacenes, uno de pólvora entre el Arsenal de La Graña y el citado castillo, y otro en La Graña, para el uso de la Marina. Se ha empleado a los subalternos Fulgencio Jiménez en cuidar las obras de la batería de San Cristóbal, y a Tomás Montojo en las baterías de viñas y Segaño, dice trabaja bien y que sería conveniente se encargase de las obras del citado castillo. 1739/11/18 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 311. Le informa de la marcha de los ingenieros de las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol por falta de pago y medios para seguir trabajando; pide que de las órdenes convenientes para que se les envíen caudales para continuar las citadas obras. 1739/11/25 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 312. Informa que el asentista no se esfuerza en continuar las obras de fortificación del Castillo de San Felipe, porque aún no se le ha pagado todo el descubierto que se le debe, y no se le ha abonado la dotación mensual de 15.000 reales de vellón, desde el mes de junio; pide el envío de fondos. 1739/11/25 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 313. Le comunica que no le envía noticias de las obras ejecutadas en el Castillo de San Felipe de Ferrol, porque no le ha mandado nada el ingeniero Juan Vergel; las baterías del Puerto de Ares no se construyen por falta de medios. 1739/12/02 Carlos Desnaux A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3371 314. Le comunica que la tropa de tierra que guarnece el Arsenal de La Graña, debe estar subordinada a la jurisdicción de Marina; los tres castillos de la ría de Ferrol (San Martín, Nuestra Señora de la Palma y San Felipe), son la defensa del citado arsenal impidiendo al enemigo entrar en la ría. 1741/10/30 Marqués de la Ensenada s. a. A.G. de Simancas. Marina, leg. 311 315. Informa que le es muy difícil abastecer tanta cal como se necesita para la contraguardia de La Coruña y para el Castillo de San Felipe de Ferrol, por no encontrar embarcaciones grandes para su transporte, se necesitan diariamente 500 fanegas de cal para las referidas obras. 1751/07/16 Cosme Álvarez A.G. de Simancas. Marina, leg. 376 316. Remite la relación y tanteo de las obras de fortificación que deben hacerse en el Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol para su conclusión, según la relación que dio el ingeniero jefe Juan Vergel. 1752/02/09 Francisco Llobet A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 317. Relación y tanteo de las obras que se deben ejecutar en el Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol para su conclusión. El importe total de las obras era según Juan Vergel en 1749 de 300.319 reales de vellón, desde entonces se han hecho obras por un total de 65.914 reales de vellón, para la entera conclusión de estas se necesitan 234.404 reales de vellón. 1752/02/09 Francisco Llobet A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 318. Le remite un plano del Castillo de San Felipe, en el cual se ve su actual estado, y las obras que faltan y deben ejecutarse para su conclusión y dejarle en estado de defensa. 1752/03/01 Francisco Llobet A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 319. Le informa que el Rey ha destinado para las obras de conclusión del Castillo de San Felipe de la ría de Ferrol y para los reparos en otras obras del Reino de Galicia, 15.000 escudos de vellón, pide dé providencias para que se continúe con la realización de las obras. 1752/03/08 Marqués de la Ensenada s.a. A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 320. Informa que Francisco Llovet ha formado ya la relación sobre las obras y reparos de las fortificaciones del Reino de Galicia. El Rey ha aprobado y ha aumentado la dotación en 15.000 escudos para que se vayan perfeccionando las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol y que dará las disposiciones necesarias. 1752/03/15 José de Avilés A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 321. Envía una relación de las obras y reparos que podrán ejecutarse el año 1752 en las plazas y demás puertos fortificados del Reino de Galicia, con los 60.000 reales de vellón que el Rey ha destinado y los 26.082 reales de vellón que quedaban al final de 1751, resto de la dotación. Castillo de San Felipe y su dependencia en Ferrol: para continuar el ala derecha del hornabeque del castillo se destinan 40.000 reales de vellón. Para ensanchar las puertas de las bóvedas de la batería baja, retejos y otros 123 reparos menudos del citado castillo y otros puestos de la ría de Ferrol y Ensenada de Cariño, se destinan 3.000 reales de vellón. 1752/03/22 Francisco Llobet A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 322. Le informa sobre la relación de las obras y reparos del Castillo de San Felipe de Ferrol, se ha aumentado su dotación en 15.000 reales de vellón. 1752/03/22 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 323. Le dice que cumplirá la orden y se pondrá de acuerdo con José de Avilés, sobre la cantidad de cal que se va a necesitar para las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol 1752/03/28 Cosme Álvarez A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 324. Le remite la instancia de Antonio Blanco, Asentista del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, que dice haber entrado en el Asiento en el año 1751, bajo las mismas condiciones que tenía el anterior Asentista Antonio Vázquez de Seijas, pide se le paguen las perdidas que ha tenido para que pueda proseguir con las obras; y la instancia de José Martínez de Celis, Asentista de las obras de La Coruña. 1752/12/15 Salvador Felipe Bermeo Aries A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 325. Da noticias sobre el caudal que quedó existente a final del año 1751, para obras y reparos de fortificación del Reino de Galicia; de lo consignado y pagado en el año 1752, el caudal existente el 31 de diciembre de 1752 era de 4.476 reales de vellón. En las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol se pagó a los asentistas y los materiales que se necesitaron para las obras. 1753/01/21 Francisco de Mendoza Sotomayor A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 326. Le comunica que las obras del Arsenal de Marina de Ferrol, son las más grandes y numerosas, están atendidas por Cosme Álvarez. Que el ingeniero segundo Sebastián Rodolphe cuidará las obras del Castillo de San Felipe; pide proyecto y tanteo de las obras que se deben hacer en la Ensenada de Cariño para asegurar su defensa de un posible ataque de tropas extranjeras. 1753/01/24 Francisco Llobet A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 124 327. Relación del adelantamiento y gastos causados en las obras nuevas y reparos de las fortificaciones y edificios militares del Reino de Galicia en el año 1752. Fondo que hay para todas las obras: 150.000 reales de vellón. Castillo de San Felipe: por asiento se continuó el ala derecha del hornabeque, el perfil de la rampa que comunica a la batería baja; el transporte de algunos géneros y la porción de cal que se llevó a Ferrol desde Corcubión, por un total de gastos: 49.028 reales de vellón. Por administración se hicieron reparos en los edificios militares del Castillo de San Felipe y en los demás castillos de la Ría, por un total de 287 reales de vellón. 1753/01/25 Francisco Llobet A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 328. Le remite una relación de las obras y reparos que podrán ejecutarse en el año 1753 en las plazas y puertos fortificados del Reino de Galicia, con los 260.000 reales de vellón que ha destinado Su Majestad y los 112.648 reales de vellón que quedaron sobrantes a final de 1752, que en total son 372.648 reales de vellón: En el Castillo de San Felipe, se destinaran 100.000 reales para continuar las obras; para retejos y demás puestos de sus dependencias se destinaran 4.000 reales de vellón. 1753/01/27 Francisco Llobet A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 329. Le adjunta una relación de las obras y reparos que podrán ejecutarse en las fortificaciones del Reino de Galicia en el año 1753. 1753/02/14 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 330. Remite una relación de los oficiales y cadetes que podrán emplearse como sobrestantes de las obras que se ejecutan en la Ría de Ferrol, expresando el Regimiento en el que sirven, la obra a la que van destinados y su salario. Al Castillo de San Felipe irá destinado Miguel de Robles, Alférez de la Compañía de Artilleros inválidos, su salario será de seis reales de vellón diarios. 1753/02/21 Francisco Llobet A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 331. Le informa que el Rey ha destinado para el reparo de las fortificaciones y edificios militares del Reino de Galicia durante 1752: 60.000 reales de vellón. Pide al ingeniero comandante Francisco Llovet, que forme una relación individual de las obras y reparos más urgentes; hacen falta más ingenieros para estas obras y reparos. 1753/02/23 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 332. Antonio Blanco, maestro de obras, hizo obligación en el mes de julio de 1751, de continuar las obras del Castillo de San Felipe en la ría de Ferrol, bajo los mismos precios y condiciones que las que tuvo Antonio Vázquez, que tomó el asiento en abril de 1736. Dice que no podrá cumplir con la obra en los precios convenidos, que tuvo unos gastos de más de 3.000 reales de vellón. 1753/03/12 Antonio Blanco A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 333. Le manda una relación de las perdidas que ha tenido Antonio Blanco, asentista de las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, en la parte que de ellas ha ejecutado en los dos últimos años de 1751 y 1752. Total pérdidas: 13.874 reales de vellón. 1753/03/23 Francisco Llobet A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 334. Le envía los tanteos que ha formado Francisco Llovet sobre los perjuicios alegados por Antonio Blanco, asentista de las obras de fortificación del Castillo de San Felipe en Ferrol, consistentes en 13.874 reales de vellón. 1753/05/23 José de Avilés A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 335. Envía un estado del caudal consumido en las obras nuevas y reparos de las fortificaciones y edificios militares del Reino de Galicia en el año 1753. En las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, se abonó al asentista de la obra: 101.026 reales de vellón; la excavación de la peña ejecutada por Administración ha importado: 5.005 reales de vellón; reparos en los tres castillos de la ría (San Felipe, Nuestra Señora de Palma y San Martín) han importado 4.180 reales de vellón. Total gastado en las obras de Ferrol: 110.211 reales de vellón. 1754/01/01 Miguel Marín A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 336. Le informa sobre el estado de las obras de fortificación del Reino de Galicia: si al fondo se aumentase en este año de 1754 la cantidad de 400.000 reales de vellón, se conseguiría concluir el hornabeque del Castillo de San Felipe de Ferrol, además de otras obras del Reino. Oficio Miguel Marín A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 337. Le envía el total del caudal que sobró a final de 1753, para las obras y reparos del Reino de Galicia, de lo entregado en tesorería en 1754, procedido de diferentes efectos que se beneficiaron de cuenta de la Real Hacienda. Pagos hechos en el Castillo de San Felipe de Ferrol, por los jornales en la excavación de la piedra; al asentista Antonio Blanco por diferentes reparos en los tres castillos de la ría (San Felipe, Nuestra Señora de Palma y San Martín), etc. Total 80.686 reales de vellón. 1754/01/16 Francisco de Mendoza y Sotomayor A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 338. Envía una relación del caudal gastado en el adelantamiento de las obras del Reino de Galicia: en el Castillo de San Felipe para diferentes reparos se gastaron 3.996 reales de vellón. 1754/01/18 Francisco de Mendoza y Sotomayor A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 339. Remite una relación del estado de las obras que se ejecutan en el Castillo de San Felipe de Ferrol, las que faltan por hacer para su conclusión, y el caudal que se necesita para acabar el ala derecha del Hornabeque, la caponera de la derecha, pórtico de la Plaza de Armas, para pavimentos, para las bóvedas de ladrillo, para terraplenes, para las puertas y ventanas de las bóvedas y caponera, para suelos y forros de los Almacenes de Pólvora y puentes levadizos, para acabar el caño de limpieza en la batería baja, y para gastos imprevistos en total hacen falta 310.562 reales de vellón. 1754/01/30 Miguel Marín A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 340. Informa que ha pedido al ingeniero director Miguel Marín, le remita una relación de lo que falta por concluir en el Castillo de San Felipe de Ferrol. 1754/01/30 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 341. Relación del estado de las obras que se ejecutan en el Reino de Galicia, en el que se expresa lo que falta por concluir y el caudal que se necesita para ello. En el Castillo de San Felipe de Ferrol, se sigue trabajando en el ala derecha del hornabeque, perfil de la rampa que comunica a la batería baja; en la caponera derecha, en el pórtico de la plaza de armas del castillo; y para la cantería, mampostería, ladrillo, puertas y ventanas, forros de los almacenes de pólvora y puentes levadizos, y otros gastos, se necesitan 340.562 reales de vellón. 1754/01/31 125 Miguel Marín A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 342. Le remite una relación de las obras nuevas y reparos necesarios que se necesitan en el Castillo de San Felipe de Ferrol y demás obras de las fortificaciones y edificios militares del Reino de Galicia, a las cuales se aplican y comparten los 70.000 escudos que el Rey ha destinado en este año de 1754, más los 187.787 reales de vellón que sobraron del fondo del año 1753; en total hay destinados para las obras 787.787 reales de vellón. Para dejar perfeccionado el Castillo de San Felipe se necesitan 310.562 reales de vellón. 1754/01/31 Miguel Marín A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 343. Le dice que no está de acuerdo con la Orden del Rey, sobre que se perfeccionen las obras en el Castillo de San Felipe de Ferrol, desatendiendo las obras de la Puerta Real de La Coruña, que es el único asilo de la guarnición en la citada ciudad; propone que se destinen para el castillo 100.000 reales de vellón y para la Puerta Real 87.000 reales de vellón. Pide le manden más ingenieros. Le dice que no está de acuerdo con la Orden del Rey, sobre que se perfeccionen las obras en el Castillo de San Felipe de Ferrol, desatendiendo las obras de la Puerta Real de La Coruña, que es el único asilo de la guarnición en la citada ciudad; propone que se destinen para el castillo 100.000 reales de vellón y para la Puerta Real 87.000 reales de vellón. Pide le manden más ingenieros. 1754/02/02 Miguel Marín A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 344. Le comunica que ha pasado al ingeniero director Miguel Marín la Real Resolución que le envió el pasado mes de marzo, para que del caudal sobrante del año anterior se destinen 100.000 reales de vellón a la obra del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol. 1754/04/17 Conde de Itre A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 345. Le remite una relación del caudal que se necesita para continuar y concluir las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol: en total 150.000 reales de vellón. Para reparos y retejos en los Castillos de San Martín y Nuestra Señora de la Palma y en otros puestos fortificados de la ría: total 10.000 reales de vellón. Piensa que las obras deben hacerse por asiento y no por administración. 1755/01/18 Miguel Marín A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 126 346. Le envía una relación de los empleados en las obras de fortificación del reino de Galicia, que se pagan con su fondo, formada por la Contaduría General. En el Castillo de San Felipe de Ferrol, trabaja el sobrestante Manuel de Robles, que ha sido nombrado por los ingenieros, recibe de sueldo seis reales de vellón al día. 1755/04/02 Francisco de Mendoza y Sotomayor A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 347. Pide que se le informe sobre la distribución de los fondos que deben consignarse para cada una de las obras de las fortificaciones del Reino de Galicia; para las obras del Castillo de San Felipe de Ferrol, ya se ha hecho el Asiento. 1755/04/23 José de Avilés A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 348. Le envía el reparto y la aplicación de los 30.000 escudos de vellón que se dotaron para el año 1755 más el sobrante de 1754 que son 489.091 reales de vellón, para las obras y reparos de fortificación del Reino de Galicia; de los cuales para la obra nueva del Castillo de San Felipe, se aplicaron 90.000 reales de vellón; para renovar el tejado del pabellón del castillo y otros reparos 12.000 reales de vellón; para reparar el Castillo de Nuestra Señora de Palma, de los daños causados con pólvora, y otros reparos en las fortificaciones de la ría de Ferrol, 10.000 reales de vellón. 1755/05/28 Francisco Llobet s.a. A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 349. Envía una relación de los reparos y obras que se necesitan ejecutar en las habitaciones de los gobernadores, cuarteles, almacenes de pólvora y demás edificios interiores de los castillos de San Felipe, Nuestra Señora de la Palma y San Martín, y de las baterías de Segaño, Viñas, Cariño y San Cristóbal de la Ría de Ferrol, y un tanteo individual de los mismos que ha formado el Ingeniero ensegundo Sebastián Rodolphe, por orden del Ingeniero Director Miguel Marín; el importe total de las obras será de 2.277 reales de vellón, de las cuales se hace cargo para ejecutarlas por Asiento el maestro de obras Antonio Blanco. 1755/07/03 Francisco de Mendoza y Sotomayor A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 350. Tanteo del coste que tendrán las obras y reparos que se necesitan realizar en el Castillo de nuestra Señora de la Palma y vidrieras para la capilla del Castillo de San Felipe de la ría de Ferrol, estas obras se harán por el Asentista Antonio Blanco, por un total de 9.435 reales de vellón; el cual se obliga a hacer los reparos que sean necesarios en los tres castillos de la citada ría. 1755/07/03 Francisco de Mendoza y Sotomayor A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 351. Informa que ha reconocido las obras del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, que se ejecutan por Asiento; en el Castillo de Nuestra Señora de la Palma y en las demás fortificaciones de la citada ría y de la Ensenada de Cariño, se deben hacer varios reparos y por Administración sería muy costoso, se consiguió que el Asentista del Castillo de San Felipe, los tomase a su cargo. 1755/07/08 Francisco Llobet A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 352. Le remite dos informes con los reparos de los fuertes y baterías de la Ría de Ferrol, que se deben hacer en este año y los fondos destinados a ellos y a otras obras de fortificación del Reino de Galicia. 1755/07/09 José de Avilés A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 353. Comunica el envío de dos tanteos para ejecutar las obras de los reparos en los fuertes y baterías de la Ría de Ferrol; con los contratos de obligación para que los ejecute Antonio Blanco, Asentista del Castillo de San Felipe, uno es de 9.200 reales de vellón y el otro de 2.277 reales de vellón. 1755/07/17 s.a. A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 354. Le informa que según el reparto que hizo el Ingeniero Director Miguel Marín del fondo destinado para las obras de fortificación que debían hacerse en el año 1755 en el Reino de Galicia, dio las instrucciones para su cumplimiento, aunque el Intendente le previno que debían ceñirse los gastos, porque sólo se contaba con los 300.000 reales dotados para el año, se determinó que se atendiesen los reparos más urgentes. 1755/09/08 Francisco Llobet A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 355. Relación del caudal que se considera podrá gastarse para continuar las obras de fortificaciones y reparos de los edificios militares del Reino de Galicia en el año 1756: para la continuación de las obras y reparos en el Castillo de San Felipe de Ferrol, en el de Nuestra Señora de la Palma, en el de San Martín y en las baterías de su dependencia, se necesitarán 93.000 reales de vellón. En total se necesitan para todas las obras del reino 576.111 reales de vellón. 1755/11/11 Francisco Llobet A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 356. Relación de lo que se ha gastado en el año 1755 en las obras y reparos de las fortificaciones y edificios militares del Reino de Galicia. En el Castillo de San Felipe de Ferrol se gastaron desde el día 22 de mayo hasta el 31 de octubre 65.307 reales de vellón; por los reparos que se hicieron en los tres castillos de la ría: San Felipe, Nuestra Señora de la Palma y San Martín, y en las baterías de la Ensenada de Cariño, se gastaron 22.000 reales de vellón. En total en todo el reino hubo unos gastos por las obras de 303.786 reales de vellón; como la dotación para el año fue de 300.000 reales de vellón se ha gastado demás 3.786 reales de vellón. 1755/11/11 Francisco Llobet A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 357. Remite una relación de las obras y reparos ejecutados en las fortificaciones y edificios militares del Reino de Galicia en el año 1755. En las obras y reparos de los tres castillos de la ría de Ferrol: San Felipe, Nuestra Señora de la Palma, San Martín, baterías de Segaño, de Viñas, de Cariño y de San Cristóbal, el coste de todo asciende a 98.592 reales de vellón. 1756/01/21 Francisco Llobet A.G. de Simancas. Guerra Moderna, leg. 3375 358. Descripción de las Plazas y puestos fortificados del Reyno de Galicia, de sus costas y fronteras. Consistencia y estado de sus defensas, con noticia con noticia de las obras Proyectadas y aprovadas. 1756/10/05 Francisco Llobet Instituto de Historia y Cultura Militar. Archivo Histórico 3-1-68. 359. Remark upon the Harbour of Ferrol…of the attack which was lately meditated upon the harbour of Ferrol. 1767-1768 Hugh Debbieg Biblioteca del Museo Británico. Grupo III (6R-III) 360. Relación topográfica de las plazas y puestos fortificados del Reino de Galicia. Informe de la Real Orden de 31 de agosto de 1800.Parte relativa a Ferrol. Contiene planos de las fortificaciones a las que alude. 1804 Miguel de Hermosilla Instituto de Historia y Cultura Militar. Biblioteca-Museo. 1800-B1/ Rollo R-3C. Nº: 02-098 361. Descripción detallada de la ciudad de Ferrol y sus 127 sistemas de defensa. 1809/01/31 Blein Archive du Génie. Places ètrangeres. La Corogne et le Ferrol dans la Galice Article nº 14. Carton 1 Pièce nº 14 362. Descripción detallada de la ciudad de Ferrol y sus sistemas de defensa. 1824/08/20 Perreau Archive du Génie. Places ètrangeres. La Corogne et le Ferrol dans la Galice. Article nº 14. Carton 1 Pièce nº 17 363. Proyecto del camino vecinal y militar desde el Castillo de San Felipe a la Villa de La Graña para unirse con el que partiendo del Ferrol llega al mismo punto. 1864 Enrique Montenegro y López Archivo de la Comandancia de obras de La Coruña. Legajo del Castillo de San Felipe 364. Proyecto de las obras necesarias para habilitar doce emplazamientos para obuses de hierro ratados de 21 cm. 1878 Gabriel Lovarinas Archivo de la Comandancia de obras de La Coruña. Legajo del Castillo de San Felipe 365. Descripción de la Coruña, Ferrol y sus defensas, tomando en cuenta el estado en el que se encuentran en 1905. Contiene 7 gráficos catalogados como: Carton 2: Ficha No 27; Ficha No 28; Ficha No 29 No 5F4; Ficha 30(a) No5F5; Ficha 30(b); Ficha 30(c); Ficha 31 No7F1. 1905 s.a. Archive du Génie. Places ètrangeres. La Corogne et le Ferrol dans la Galice. Article nº 14. Carton 2 Pièce nº 5 366. Descripción de Ferrol y sus defensas, tomando en cuenta el estado en el que se encuentran en 1910. Se describen los siguientes sitios: La muralla, caseta defensiva, el malecón, Fuerte de San Felipe, Monte faro, Batería de Coitelada, Batería de Segaño, Batería A, Batería C, cúspide del faro, Batería D. Contiene varios gráficos y fotografías que apoyan la descripción escrita y están catalogados como: Carton 2: Ficha No 31 hasta la Ficha No 42. 1910/07/07 s.a. Archive du Génie. Places ètrangeres. La Corogne et 128 le Ferrol dans la Galice. Article nº 14. Carton 2 Pièce nº 7 367. Documentación gráfica sobre el estado actual del Castillo de San Felipe. Incluye planos de las reformas ejecutadas a partir de 1991. 2000/04/27 Ministerio de Defensa. Área de Asuntos Territoriales Ayuntamiento de Ferrol 368. Escritura de compraventa por la cual le Gerencia de Infraestructura y Equipamiento de la Defensa vende al Ayuntamiento de Ferrol el Castillo de San Felipe 2000/12/29 s.a. Ayuntamiento de Ferrol Apéndice I Documentos escritos, catalogados después de 2007 y hasta septiembre de 2010. 369. Defensas de Ferrol… Bernardo de Pedroso 1590/91/03 Archivo General de Simancas. Guerra Antigua. Leg. 280. 370. Estado de las obras, carenas… B. de Pedroso. 1590/01/24 Archivo General de Simancas. Guerra Antigua. Lega. 280. 371. Forma en que se pone en defensa la entrada del Puerto de Ferrol… [Alonso de Bazán] 1590/01/24 Archivo General de Simancas. Guerra Antigua. Leg. 280. 372. Sobre la defensa del Puerto de Ferrol… Alonso de Bazán 1590/01/24 Archivo General de Simancas. Guerra Antigua. Leg. 280. 373. Sobre al avance de las obras… Alonso de Bazán 1590/01/28 Archivo General de Simancas. Guerra Antigua. Leg. 280. 374. Estado de defensas y artillería… [Alonso de Bazán] 1590/02/07 Archivo General de Simancas. Guerra Antigua. Leg. 281. 375. Personal. Haberes. Alonso de Bazán. 1590/02/07 Archivo General de Simancas. Guerra Antigua. Leg. 281. 376. Personal y estado general de la Escuadra… Alonso de Bazán. 1590/02/23 Archivo General de Simancas. Guerra Antigua. Leg. 281. 377. Declaración marineros ingleses apresados. Juan Ramos de Arriola. 1590/02/20 Archivo General de Simancas. Guerra Antigua. Leg. 281. 378. Relación de gente de mar… [Alonso de Bazán] 1590/02/20 Archivo General de Simancas. Guerra Antigua. Leg. 281. 379. Relación de marinos de la Armada. S.A. [1590] Archivo General de Simancas. Guerra Antigua. Leg. 281. 380. Testimonio de los franceses apresados. S.A. S.F. Archivo General de Simancas. Guerra Antigua. Leg. 281. 381. Relación de naves… S.A. 1590/02/17 Archivo General de Simancas. Guerra Antigua. Leg. 281. 382. Personal. Haberes. S.A. 1590/02/21 Archivo General de Simancas. Guerra Antigua. Leg. 281. 383. Relación de Artillería. Pedro López de Sota. 1590/02/22 Archivo General de Simancas. Guerra Antigua. Leg. 281. 384. Sobre los buques… en Ferrol. Bernardo de Pedroso. 1590/02/23 Archivo General de Simancas. Guerra Antigua. Leg. 281. 385. Gastos de construcción del Castillo de San Felipe. Manuel de Espinoza. 1591/04/04 Archivo General de Simancas. Guerra Antigua. Leg. 328. 386. Órdenes del Marqués de Cenalbo. Cristóbal de Salas. 1591/12/06 Archivo General de Simancas. Guerra Antigua. Leg. 328. 387. Gastos de obras en Castillo de San Felipe y San Martín. S.A. [1591] Archivo General de Simancas. Guerra Antigua. Leg. 328. Apéndice II Documentos escritos, catalogados después de 2010 hasta 2012. 388. Proyecto de mejora en el servicio de aguas Leonardo Rego 1891 Archivo Intermedio M. Noroeste (Ferrol). 389. Proyecto de mejora en el servicio de aguas potables en el Castillo de San Felipe. Antonio Vidal y Rúa. 1895 Archivo Intermedio M. Noroeste (Ferrol). 390. Proyecto de modificación del servicio de aguas potables en el Castillo de San Felipe. Carlos Masquelet Lacaci 1904 Archivo Intermedio M. Noroeste. Museo / Cajón nº1 (p-112). 391. Proyecto adaptado (de Carlos Maquelet) para guarnición más 4 cañones de a 10 sistema “García Lomas”... 1905 Archivo Intermedio M. Noroeste (Ferrol). 129 Anexo II Documentación histórica (continuación) B- Mapas, planos y dibujos históricos Este anexo de los “Mapas, Planos y Dibujos” históricos (MPyD), que son referencias importantes para el “Informe patrimonial histórico” del castillo de San Felipe, es una parte del catálogo general del conjunto “Ferrol de la Ilustración”, editado en dos volúmenes: en 2006 y 2007, en Ferrol (Ayuntamiento/Comisión para el Estudio y Valoración del Patrimonio Histórico), así como algunas adiciones posteriores que han sido incluidas en la base de datos general, realizada para el estudio de este bien cultural. Así este catalogo parcial recoge los mapas, planos y dibujos obtenidos hasta el 30 de septiembre de 2010, procedentes de varios archivos históricos, estimándose que abarca un alto porcentaje de los fondos consultados durante la última década. Debemos precisar que todos estos mapas, planos y dibujos están catalogados y reprografiados íntegramente en la Comisión de Estudios y Valoración del Patrimonio Histórico de Ferrol (Ayuntamiento). 130 1 Plano del perfil para que se vea lo que se va ahondar en el foso del castillo de San Felipe en Ferrol. Acompaña al plano una carta del marqués de Cerralbo al Rey, con fecha de La Coruña, 6 de octubre de 1590, y le incluye un tanteo del coste de la excavación del foso del citado castillo por Pedro Rodríguez Moñíz. 1590/10/06 s.f. Tiburcio Espanochi s.a. A.G. de Simancas. MPD XXXVIII-71. Guerra Antigua, leg. 289. 2 Plano del perfil para que se vea lo que se va ahondar en el foso del castillo de San Felipe en Ferrol. Copia del plano anterior realizada por José Aparici el 24 de diciembre de 1849. 1590/10/06 s.f. Tiburcio Espanochi s.a. Inst. de Historia y Cultura Militar. SH. APA-1/40 131 3 (a) Plano de la planta del Puerto de Ferrol. Acompaña al plano una carta del conde de Santa Gadea, Adelantado de Castilla al rey Felipe II, con fecha de Ferrol 6 de diciembre de 1596, donde le incluye una relación de las obras proyectadas en el citado puerto. [1596/12/06] s.f. Pedro Rodríguez Moñíz A.G. de Simancas. MPD. XXV-53. Guerra Antigua, leg. 462 3 (b) Planta del Puerto de Ferrol. Copia del plano anterior realizada por José Aparici el 12 de marzo de 1846. [1596/12/06] s.f. Pedro Rodríguez Moñiz Inst. de Historia y Cultura Militar. SH. APA-1/41 4 Dibujo de la preparación de la “forma de la defensa de Armada y Puerto de Ferrol” que acompañaba una carta del Adelantado. [1597/04/11] s.a. Copia en Museo Naval de Ferrol 132 5 Plano del puerto de Ferrol; incluye una descripción del citado puerto. Contiene: representación de las casas reales donde se labra el bizcocho, aceñas del rey, La Graña, castillos de San Felipe, Nuestra Señora de la Palma y San Martín de Padilla. Monasterio de Santa Catalina de Monte Faro, etc. Acompaña al plano una carta del marqués de Valparaiso al rey Felipe IV, con fecha de La Coruña 13 de febrero de 1639, una relación del estado de los castillos y una descripción de la ría y puerto de Ferrol. [1639/02/13] s.f. Bernardo Gómez Geographus A.G. de Simancas. MPD. LXII-4. Guerra Antigua, leg. 1275 6 Plano del puerto de Ferrol; incluye una descripción del citado puerto. Contiene: representación de las casas reales donde se labra el bizcocho, aceñas del rey, La Graña, castillos de San Felipe, Nuestra Señora de la Palma y San Martín de Padilla, Monasterio de Santa Catalina de Monte Faro, etc. Copia del plano anterior realizada por José Aparici el 11 de septiembre de 1847. [1639/02/13] s.f. Bernardo Gómez Geographus Inst. de Historia y Cultura Militar. SH. APA-6/7 7 Grabado del Puerto de Ferrol (Atlas). [1720] s.f. V. M. Coronelli (Colección Escrigas) 133 8 Mapa de la Ria de Ferrol 1728/01/01 Diego Bordick Servicio Geográfico del Ejército. CGE-Gal 96 9 Mapa de la Ria de Ferrol 1728/01/01 Diego Bordick s.a. Museo Naval Ferrol MNF 390 10 Plano de un proyecto para el Castillo de San Felipe en la entrada del puerto de Ferrol. [1731] s.f. s.a. A.G. de Simancas. MPD VI-97. Marina, leg. 375 134 11 Plano del Castillo de San Felipe de Ferrol, en el que se ven las baterías proyectadas y que están señaladas de color amarillo [1730] s.f. [Francisco Montaigu] s.a. A.G. de Simancas. MPD XXV-14. Marina, leg. 375 12 Plano del Castillo de San Felipe de Ferrol, con el proyecto de un hornaveque, que se propone ejecutar en él, para la seguridad del puerto, lo pintado de amarillo es lo proyectado y lo pintado de rojo es en lo que consiste actualmente el castillo 1731/04/23 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. MPD VI-98. Marina, leg. 375 135 13 Plano con los perfiles de la fortificación del Castillo de San Felipe 1731/07/17 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. MPD XXIV-21. Marina, leg. 375 14 Plano de la fortificación que se ejecuta en el Castillo de San Felipe de Ferrol, en él se ve lo ejecutado 1731/07/17 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. MPD XXV-13. Marina, leg. 375 136 15 Plano del hornaveque de la fortificación del Castillo de San Felipe de Ferrol, en el que hay sólo ejecutado una porción de peña del frente. 1731/07/24 [Juan de la Ferrière] s.a. A.G. de Simancas. MPD XXIV-23. Marina, leg. 375 16 Plano y perfiles de la gran batería que se ejecuta en el Castillo de San Felipe de Ferrol 1731/09/25 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. MPD XII-44. Marina, leg. 375 137 17 Plano de los perfiles que pasan por las líneas 1 y 2, 3y 4 de la fortificación proyectada en el Castillo de San Felipe 1732/01/01 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. MPD XXV-12. Marina, leg. 375 18 Plano de la fortificación del Castillo de San Felipe en Ferrol, por el que se ve lo que está ejecutado y lo que se propone ejecutar nuevamente, que no estaba proyectado en el primer proyecto que se envió 1732/07/29 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. MPD XXIV-16. Marina, leg. 375 138 19 Plano de la elevación de la fachada de la puerta que se proyecta en la comunicación de la derecha de la fortificación del Castillo de San Felipe en Ferrol. 1733/09/01 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. MPD VI-96. Marina, leg. 375 20 Plano de la fortificación del Castillo de San Felipe 1733/10/13 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. MPD XXI-34. Marina, leg. 375 139 21 Plano con los perfiles del Castillo de San Felipe en Ferrol. 1733/10/13 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. MPD XII-45. Marina, leg. 375 22 Plano del Castillo de San Felipe 1734/02/16 Juan de la Ferière y Valentín A.G. de Simancas. MPD XXIV-20. Marina, leg. 375 23 Plano del recinto de la batería alta y baja de la fortificación del Castillo de San Felipe de Ferrol [1735/07/20] s.f. Juan Vergel A.G. de Simancas. MPD XXIV-22. Marina, leg. 375 140 24 Papel volante del plano del Castillo de San Felipe de Ferrol, para colocarle sobre el plano detallado 1735/09/14 Juan Vergel A.G. de Simancas. MPD XII-42. Marina, leg. 375 25 Plano de las baterías y del recinto del Castillo de San Felipe de Ferrol 1735/09/14 Juan Vergel A.G. de Simancas. MPD XXI-30. Marina, leg. 375 141 26 Plano de los perfiles de las baterías y del recinto del Castillo de San Felipe de Ferrol. 1735/09/14 Juan Vergel A.G. de Simancas. MPD XXI-31. Marina, leg. 375 142 27 Plano del perfil que pasa por la línea 22, 23, 24, 11, 12 del plano general del Castillo de San Felipe de Ferrol. 1735/09/14 Juan Vergel A.G. de Simancas. MPD XXI-32. Marina, leg. 375 28 Plano del perfil que pasa por la línea 1y 2 del plano detallado del Castillo de San Felipe de Ferrol. [1735/09/14] s.f. Juan Vergel A.G. de Simancas. MPD XII-40. Marina, leg. 375 29 Plano del perfil que pasa por la línea 3, 4, 5, 6, 7, 8 del plano del Castillo de San Felipe de Ferrol 1735/09/14 s.f. Juan Vergel A.G. de Simancas. MPD XII-41. Marina, leg. 375 143 30 Plano de la caponera pequeña del Castillo de San Felipe de Ferrol, después de hecho el plano se echó para atrás las pilastras. [1735/12/20] s.f. s.a. A.G. de Simancas. MPD LXII-10. Marina, leg. 375 31 Plano del Castillo de San Felipe de Ferrol. Después del plano y perfiles entregado a la corte, le entregaron este que aunque tenía la piedra labrada no sirvió por ser distinto del otro [1735/12/20] s.f. s.a. A.G. de Simancas. MPD LXII-11. Marina, leg. 375 32 Plano del Castillo de San Felipe de Ferrol. Estos remates son de la primera puerta del nestrillo, que después de hacerlos labrar, no sirven, porque no caben con las estacas, aunque les cortaron dos pulgadas [1735/12/20] s.f. s.a. A.G. de Simancas. MPD LXII-12. Marina, leg. 375 144 33 Plano del Castillo de San Phelipe en la entrada de la Rya del Ferrol [1736] s.f. Cuerpo de Ingenieros Militares s.a. Servicio Geográfico del Ejército. CGE-Gal 109 34 Plano detallado de las baterías y del recinto del Castillo de San Felipe de Ferrol [1737/12/01] s.f. Juan Vergel A.G. de Simancas. MPD XIV-92. Guerra Moderna, leg. 3369 145 35 Plano del perfil 1º según la línea de puntos en el plano 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8. 1737/12/01 Juan Vergel A.G. de Simancas. MPD XIV-93. Guerra Moderna, leg. 3369 36 Plano del perfil según la línea 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30 1737/12/01 Juan Vergel A.G. de Simancas. MPD XIV-94. Guerra Moderna, leg. 3369 146 37 Plano del alzado del pabellón de oficiales del Castillo de San Felipe de Ferrol. Perfil del ala derecha y ala izquierda del hornaveque, según la línea 31, 32, 33, 34. 1737/12/01 Juan Vergel A.G. de Simancas. MPD XIV-95. Guerra Moderna, leg. 3369 38 Plano del alzado según la línea exterior del hornaveque D, E, F, G, H, I, K 1737/12/01 Juan Vergel A.G. de Simancas. MPD XIV-96. Guerra Moderna, leg. 3369 39 Plano del perfil que pasa a 20 toesas, distante del perfil del glacis de la derecha del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, paralelamente a su polígono. 1738/02/10 Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. MPD XVII-55. Guerra Moderna, leg. 3370 147 40 Plano del perfil que pasa por la capital de la Plaza de Armas del Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, desde ella hacia la montaña. [1738/02/26] s.f. Pedro Daubeterre A.G. de Simancas. MPD XXVII-56. Guerra Moderna, leg. 3370 41 Plano y perfil de una cadena proyectada para el Puerto del Ferrol. Cadena hecha con maderas, con cuerdas y con hierros. Acompaña al plano una carta del Conde de Itre al Duque de Montemar, con fecha de Coruña 17 de junio de 1739. 1739/06/17 José de Crane y Snoucy A.G. de Simancas. MPD XXV-58. Guerra Moderna, leg. 3680 148 42 “Plano de la medianía de la entrada del puerto de Ferrol, con el proyecto que propone el jefe de escuadra Francisco Cornejo: A. Nueva fortificación que propone al Castillo de San Felipe…” además de muelle, islotes y cadena de cierre. (Acompaña carta del Conde de Itre). [1731] s.f. [Francisco Cornejo] s.a. A.G. de Simancas MPD XXV-45. Guerra Moderna. leg. 3680. 43 “Plano de una porción del Castillo de San Felipe de la ría de Ferrol, en el cual se ven proyectadas las 4 troneras sobre el retrincheramiento de la gola de la Plaza de Armas y Cuerpo de Guardía”. [1739/07/22] s.f. José de Crane y Snoucy A.G. de Simancas. MPD XVII-63. Guerra Moderna, leg. 3371 149 44 Dibujo de la Ría de Ferrol. Señala: la entrada de la Ría, Segaño, Castillo de San Martín, Castillo de Nuestra Señora de la Palma, al Castillo de San Felipe (Chata y pontones). Al lado del Castillo de San Felipe hay navíos que se propone por la Junta de Fortificaciones. Punta de Bispón y hasta La Graña, hay navíos que propone Liaño. Casa del Priorato de Bernardo en el interior y en la costa pone desembarco que pueden hacer los enemigos. Acompaña al plano una carta de la Real Junta de Fortificaciones al Duque de Montemar, con fecha de 9 de agosto de 1739, donde le da varias providencias para la seguridad de la Ría de Ferrol. [1739/08/09] s.f. s.a. A.G. de Simancas. MPD XXVI-96. Guerra Moderna, leg. 3680 45 Plano del Castillo de San Felipe en la Ría de Ferrol, en el que se ven las obras que todavía faltan para concluirlo. Lo lavado de encarnado son las obras ya ejecutadas y lo de amarillo es la obra que falta por ejecutar. Acompaña al plano una carta de Francisco Llovet al Marqués de la Ensenada. 1752/03/01 Francisco Llobet A.G. de Simancas. MPD XX-100. Guerra Moderna, leg. 3375 150 46 Plano de un ancla de uña con su cadena para puertos de marea, con un peso de sesenta a setenta quintales; hay 2 figuras en el dibujo. Acompaña una carta de Cosme Álvarez al Marqués de la Ensenada, con fecha de Ferrol, 5 de diciembre de 1752, en la que explica el dibujo. [1752/12/05] s.f. Cosme Álvarez s.a. A.G. de Simancas. MPD XV-60. Marina 321 47 Mapa de la Ria con arsenales de Ferrol con Castillos 1755/02/25 Miguel Marín Museo Naval Ferrol 391 151 48 Plano del Castillo de San Phelipe Ría de Ferrol 1756 José Santos Calderón Inst. de Historia y Cultura Militar. SH. C-13/15 49 Mapa en que se manifiesta la situación de la Ría del Ferrol, disposición de sus costas contiguas, y del terreno de sus inmediaciones con las trincheras, puestos y reductos, con que se han ocupado las diferentes alturas y avenidas que de las costas inmediatas pueden dirigirse a los castillos que defienden la canal de la expresada Ría, con el fin de poner a cubierto aquel Arsenal de un golpe de mano. 1771/02/02 Baltasar Ricaud A.G. de Simancas. MPD XVII-75 Guerra Moderna, leg. 3383 152 50 Plano y Perfiles de la Casa del Gobernador del Castillo de San Felipe en la Ría del Ferrol con la vivienda que se propone sobre la cosina del citado edificio para habitación del Ayudante Mayor de dicho castillo la que va señalada en pagizo. [1772] s.f. Baltasar Ricaud Inst. de Historia y Cultura Militar. SH. C-13/16 51 Planos y vista del brocal y armazón… (pozo), así como de las garitas. 1772 Miguel de Hermosilla Inst. de Historia y Cultura Militar. SH. C-13/1 153 52 Capilla y retablo construidos en el Castillo de San Felipe. 1772 Miguel de Hermosilla Inst. de Historia y Cultura Militar. SH. C-13/21 53 Plano y perfiles de un edificio a Plan terreno que se propone para vivienda de un piloto practico con 17 marineros y el patron del bote para el servicio del Castillo. 1772/02/24 Baltasar Ricaud A.G. de Simancas. MPD XIV-113 Guerra Moderna 3384 154 54 Plano, perfil y vistas del Pavellón para los Yngenieros, en el Castillo de San Phelipe de la Ría de Ferrol contiguo a la Casa del Gobernador y reedificado en el año de 1772 1772/12/31 Miguel de Hermosilla Inst. de Historia y Cultura Militar. SH. C-13/4 55 Plano de una porción de terrenos inmediata al Castillo de San Phelipe en la Ría del Ferrol, en que se manifiesta el sitio que se considera a propósito para colocar una Habitación … con el plano en grande de la distribución de dicha vivienda, sus perfiles y elevaciones. Inserta plano y perfiles de la vivienda. 1773/08707 Miguel de Hermosilla Inst. de Historia y Cultura Militar. SH. C-13/19 155 56 Plano detallado del recinto y baterías del Castillo de San Felipe en la Ría de Ferrol 1774/12/31 Miguel de Hermosilla Archive du Génie. Places étrangères. La Corogne et le Ferrol dans la Galice. Article nº 14. Carton 1 Pièce nº10/2 57 Plano del Castillo de San Phelipe, en la entrad de la Ría del Ferrol. [1790] s.f. s.a. Inst. de Historia y Cultura Militar. SH. C-13/7 156 58 Plano detallado del Castillo de San Felipe en la Ría de Ferrol. Perfil cortado por la línea 1.2.3.4.5. 1792/06/20 Juan Bauitista Meric Inst. de Historia y Cultura Militar. SH. C-13/28 59 Castillo de San Felipe [1830] s.f. s.a. Inst. de Historia y Cultura Militar. SH. C-13/8 157 60 Plano de los Castillos de San Felipe y la Palma en la Ría del Ferrol, levantado por Don Miguel de Hermosilla en 1773, corregidos y copiados y dibujados por el Comandante Capitán Don Rafael Balanzat 1847/06/04 Rafael Balanzat Inst. de Historia y Cultura Militar. SH. C-13/22 61 Plano del Castillo de San Felipe levantado por el ingeniero Don Miguel Hermosilla en 1773 1848/08/02 Casimiro de Polanco Inst. de Historia y Cultura Militar. SH. C-13/2 158 62 Proyecto de baterías acasamatadas para el Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol. 1860/12/01 Enrique Montenegro y López Inst. de Historia y Cultura Militar. SH. C-13/23 63 Plano del Castillo de San Felipe en la Ría del Ferrol con las obras ejecutadas en su modificación 1862/08/31 Enrique Montenegro y López / José González Moleda Inst. de Historia y Cultura Militar. SH. C-13/24 159 64 Cortes y vistas del Castillo de San Felipe levantado por la Brigada Topográfica. 1868 Gustavo Valdés Archivo Intermedio Militar del Noroeste. Museo (f-111) y Arch. G. Obras La Coruña (f-111) 65 Cortes y vistas del Castillo de San Felipe levantado por la Brigada Topográfica. 1868 [Gustavo Valdés] Archivo Intermedio Militar del Noroeste. Museo (f-111) y Arch. G. Obras La Coruña (f-111) 160 66 Cortes y vistas del Castillo de San Felipe, levando por la Brigada topográfica con cinta rodete en 1868. 1868 [Gustavo Valdés] Archivo Intermedio Militar Noroeste. Museo. Planero. Cajón nº 1. (f-111) y Arch. G. Obras La Coruña (f-111) 67 Plano del terreno inmediato al Castillo de San Felipe de la plaza de Ferrol y de la parte de la 1ª zona que sin peligro para la defensa por los accidentes topográficos se pueden modificar las condiciones de edificación expresadas en la Real Orden de 16 de septiembre de 1856. 1868/06/20 Enrique Montenegro y López Inst. de Historia y Cultura Militar. SH. C-12/18 y Arch. G. Obras La Coruña (f-99) 161 68 Plano de las zonas polémicas del Castillo de San Felipe con la indicación de las partes en que se puede modificar las condiciones de edificación expresadas en la Real Orden de 16 de Septiembre de 1856. 1868/06/20 Enrique Montenegro y López Inst. de Historia y Cultura Militar. SH. C-12/17 y Arch. G. Obras La Coruña (f-99) 69 Croquis de la entrada a la ría de Ferrol. (a lápiz) Planos de los emplazamientos señalados en el Castillo de San Felipe para 3 piezas de 28 en un caso y para 6 en otro. Aparecen San Felipe, La Palma y San Martín. 1868/09/16 Enrique Montenegro y López Archivo Intermedio Militar Noroeste Ferrol. Museo. Planero. Cajón nº 3. (f-115) 162 70 Proyecto de las obras y reformas de aumento de defensa en el Castillo de San Felipe de la Ría de Ferrol, principalmente en su gola, con objeto de ponerle al abrigo de un golpe de mano que pudiera intentarse por sorpresa por la misma: formado con arreglo as lo prescrito en Real Orden de 20 de Diciembre de 1872 1873/02/12 Cipriano Díez y Reliegos Inst. de Historia y Cultura Militar. SH. C-13/26 71 Croquis del Castillo Fuerte de San Felipe [1883] s.f. s.a. Archive du Génie Places étrangères. La Corogne et le Ferrol dans la Galice. Article nº 14. Carton 2 Pièce nº3-Feuille 1 163 72 Proyecto de modificación del servicio de aguas potables y saneamiento de los retretes en el Castillo de San Felipe. Hoja nº 1 Figuras 1 y 2, plantas del Castillo, con emplazamiento de piezas de artillería. 1904/10/31 Carlos Masquelet Archivo Intermedio Militar Noroeste. Museo. Planero. Cajón nº 1. (f-112) 164 Anexo III Material de artillería y otro armamento En este anexo sobre el material de artillería y otro armamento se trata de aportar los datos más importantes para conocer los tipos de estas armas de fuego que se instalaron o utilizaron en el castillo de San Felipe, siguiendo una secuencia cronológica y las clases de estos bienes inmuebles que fueron indispensables para la defensa, incluso condicionantes de la estructura de la fortificación. No se trata de hacer un estudio exhaustivo del armamento, pero si reconocerlo para poder reproducir en su momento la imagen histórica del castillo, incluido el centro de interpretación que se establezca; en todo caso contribuir al conocimiento del “espíritu del lugar”. El siglo XVI y gran parte del XVII fue una época en la que las armas de fuego se desarrollaron con muy diversos tipos, productos del ingenio innovador de la época, pero también se trataría de ir seleccionando los más efectivos y, en cierto modo, obtener una relativa normalización. (Ver representación gráfica al final de este anexo). En cuanto a la artillería debemos reseñar que era de fundición y avancarga (cargar el proyectil por la boca de la pieza) y montada sobre unos primitivos afustes o cureñas, siendo las de los fuertes generalmente “en escaleta” de madera (escalonada) en forma de “carreta” y con cuatro ruedas, pero también utilizados los de campaña con dos grandes ruedas, apoyadas sobre “muñones” u horquilla para las más ligeras (sin cureña). Se produjeron piezas de bronce y de hierro que se diferenciaban básicamente por su forma y el alcance del proyectil que solía ser esférico generalmente. Así, podemos hacer una primera clasificación de los tipos: Las “culebrinas” eran las más largas y de mayor alcance y las había de muchas clases, según su longitud y el peso de la balas (en libras: 460 gramos): las llamadas “extraordinarias” (las más largas) que tenían curiosos nombres como “dragón volante” (doble culebrina) de 40 libras la bala, “pasamuros” o “serena” de 20 libras de proyectil, “pasavolante” o “merlina” que era una media culebrina de 10 libras de bala y el “girante” o “falconete” extraordinario con bala de 2,5 libras (1/8 de culebrina). Las llamadas culebrinas normales se confundían algunas veces con las anteriormente citadas en sus tamaños menores, siendo la más utilizada la “sacre” que era considerada como cuarto de culebrina con bala de 5 libras; otros tipos interesantes fueron las culebrinas “bastardas” que eran realmente más cortas en la caña y también tenían curiosos nombres: “Basilisco” de 48 libras, “serpentín” de 24 libras, “ribadoquín” de 14 libras, “áspide” de 12 libras, “pelicano” de 6 libras y “esmeril” de 10 onzas. Todas estas piezas tenían unos alcances muy variables, por el tipo de pólvora, balas y la difícil precisión del tiro, llegando a los 780 m. en el caso de las culebrinas-serpentín de 24 libras de bala, pero generalmente alcanzaban unos 500m. las de tipo normal o bastardas. La eficacia del tiro era a menos de 300 m (se documentaban los alcances de cada tipo, pero hay imprecisiones y contradicciones). Los “cañones” eran piezas de artillería de menor longitud, mayor peso de bala y un relativo menor alcance; también se dieron diferentes tipos, clasificados por el tipo de bala: los “normales” se dividían en los llamados “doble”, “despertador” o “quebrantahuesos” de 96 libras de bala, el “común” o “batemuro” de 48 libras, el “brecante” (1/2 cañón) de 24 libras de bala, el “perseguidor” o “moyano” (1/4 de cañón) de 12 libras y el 1/8 de cañón con balas de 6 165 libras; los “bastardos” eran cañones aún más cortos, también con nombres curiosos: “rebufo”, “crepante” (1/2 cañón) y “berraco” (1/4 de cañón) con balas semejantes a las anteriores. Estos cañones podrían alcanzar en su tiro algo más de 500 m. y con efectividad a unos 250 m. Los “pedreros” eran denominaciones que indicaban el tipo de bala por su material (piedra) no ferrica, siendo de gran utilización en buques y baterías costeras, normalmente con el formato de cañones y menos en culebrinas. Comenzaron entonces a producirse algún tipo de “mortero”, de ancha boca y muy cortos, pero también muy imprecisos. Hacia el año 1609 se llegaba a una primera normalización de la artillería (Ordenanzas de Cristóbal Lechuga), estableciéndose para los castillos tres tipos básicos: “cañón de batería” de 40 libras de bala (18 calibres de longitud), “medio cañón” de 24 libras (19 calibres de longitud) y “cuarto cañón” de 10 libras; para los de “campaña” se usarían preferentemente los de 5 libras de bala, así como los morteros que no eran de bombas, sino de mezclas incendiarias. Según se avanzó en el siglo XVII se fue generalizando la bomba como munición y comenzó también la fabricación de las piezas del tipo “obús” de mayor calibre que el cañón, en relación con su longitud y usando munición de tipo “granada”. Para el caso concreto del castillo de San Felipe en Ferrol contamos con poca documentación que nos indique su artillado en el siglo XVI y XVII, sobre su antigua fortificación. En 1592, según documento del Archivo General de Simancas. (Legajo 359.folio 82) monta ba la siguiente artillería: -1 berraco, que era un cañón bastardo (1/4 cañón) de 12 libras de bala y posible alcance entre 518 m y 250 m (efectivos). -5 pedreros, sin especificar, pero que serían posiblemente de tipo cañón de 24 libras de bala. -1 falcon, sin especificar, que podrían ser 2,5 libras de bala. -8 piezas de hierro, también sin especificar, quizá del tipo culebrina de pequeño calibre y peso de bala. Este armamento es mayor que el número de troneras, por lo que se supone emplazamientos “a barbeta” para algunos. No hay otra información documentada hasta 1656, en el Archivo General de Simancas. (Legajo. 1882.folio 91-93), donde consta: -6 piezas de bronce, sin especificar tipo; podrían ser del tipo cañón de 24 libras de bala; que estaba bastante generalizado y era el armamento más común también en los buques. El armamento portátil en esta época, a parte de las armas blancas, era del tipo “arcabuz”, más o menos evolucionado en su sistema de disparo (mecha-serpentín, llave, etc), luego también los “mosquetes”, más precisos y mejorando el alcance. En estos casos debemos anotar una cierta eficacia a menos de 900 pies (aproximadamente 250 m.), llegando a 1000 pies (aproximadamente 300 m.). En el siglo XVIII la artillería evolucionaba notablemente, por lo menos en la segunda mitad del siglo, normalizándose los tipos de piezas, sobre todo los cañones, ya que las culebrinas habían desaparecido prácticamente, así como los de bronce también dejaban de utilizarse 166 en las fortificaciones. No obstante, debe señalarse que no se retiraron de los parques artilleros las viejas armas que, por ser escasas, continuaban en uso, aunque más restringido. La citada normalización fue importante para determinar el uso en navíos y fortificaciones costeras de las mismas piezas e, incluso, las cureñas para variar el ángulo de tiro. En 1728 se reglamentaban los tipos de cañón en la Real Marina, siendo esta la que apoyaría el castillo de San Felipe inicialmente, por lo menos durante su construcción. Destacamos los siguientes datos documentados en esta fortificación: En el año, 1731, según domento del A.G.S (Marina, Legajo 375; oficio de J. de la Ferriere de 6 de mayo) el artillado era de cañones y no especifica el metal; siendo 7 cañones de a 16; 1 de a 12 y 3 de a 8 libras. Todos considerados inútiles. En el año, 1735, según oficio de Francisco Cornejo en A.G.Simancas. (8,1, Marina, legajo 660) de 3 de agosto, había varios cañones de a 24, que se habían colocado en la construcción, pero no especifica el número. En el año 1736, según oficio de Bernardino Freire en A.G.S. (Marina Legajo 375) se habían montado 80 cañones de hierro; siendo 72 cañones de a 24 y 8 de a 18. En el año 1737, según otro oficio de Bernardino Freire en A. G. S. (Marina Legajo 660) de 6 de octubre, estaban los citados 80 cañones de hierro, sin variación. Pocos años después, en 1743, el Ejercito de Tierra normalizaba los tipos de cañones, siguiendo el modelo francés (sistema Valliere) con cinco calibres y balas de “a 24”, 16, 12, 8 y 4 libras, así como morteros de 12 y 8 pulgadas. Además desaparecía la distinción de piezas de campaña y baterías de fortificación, aunque las cureñas eran lógicamente diferentes. No se aceptaban los obuses. (Ver representación gráfica y fotografías al final de este anexo). En los años de 1728, 1752 y 1762 la Marina también precisaba los dataos de construcción de los cañones nuevos y seguía colaborando con el armamento del castillo. En el año, 1781, según Gómez Ruíz y Alonso Juanolas, en el trabajo “El Ejército de los Borbones” (Tomo II. Página 184. Servicio Histórico Militar y Museo del Ejército) había 55 cañones de hierro, siendo 11 cañones de a 36; 39 de a 24; 3 de a 22; 1 de a 12; 1 de a 6. La nueva reglamentación de 1783 (R. Ordenanza), conocida como de Tomás Morla, que coincidía también con otra de Marina del mismo año, normalizaba los cañones de campaña (cortos) de 12, 8 y 4 libras; obuses de 6 pulgadas y para las baterías de las plazas (fortificaciones) eran de “a 24”, 16 y 12, así como morteros de 12, 10 y 8 pulgadas; pero continuaba el apoyo de la Marina con sus cañones similares y los de a 18 y a 6 libras. Esta normativa no influyó realmente hasta el inicio del siglo siguiente, ni tampoco la utilización de los nuevos cañones “ recamados” que se probaron en Ferrol en 1792. En el siglo XIX el castillo de San Felipe, después del ataque inglés de 1800 en el que estaba poco armado, se documentan los siguientes estados de artillería: 167 En el año 1806, según estudio realizado por el Teniente Coronel Rafael de Hozes, comandante de artillería de la Plaza de Ferrol y sus costas, había 57 cañones de hierro; siendo 27 cañones de a 24; 3 de a 22; 2 de a 18; 6 de a 12 y 19 de a 6. También 2 obuses de hiero de a 24 y 2 obuses de bronce de a 6. En el año 1825, según escrito dirigido por el Comandante de Artillería de la Plaza, Teniente Coronel Pablo de la Puente, al Gobernador de la Plaza de Ferrol (17 de febrero 1825) había sólo 14 cañones de hiero de a 18. En el año 1826, según relación de piezas de artillería, fechada en Ferrol el 10 de agosto 1827, había 20 cañones de hierro, siendo 5 cañones de a 24 (1 inútil); 2 de a 18; 4 de a 8; y 9 de a 6. En el año 1830, según la relación de armamento de aquel año, había 23 cañones de hierro; siendo 9 cañones de a 24 (4 inútiles); 4 de a 18; 19 de a 8 (7 inútiles). En el año 1838, según el estado de la dotación de artillería de esta plaza de Ferrol (4 de agosto 1838) había 9 cañones de hierro; siendo 3 cañones de a 24; 2 de a 18; y 4 de a 8. En el año, 1843 según el resumen de la fuerza (personal y material) del arma en esta Plaza, Castillo de San Felipe y en el de la Palma, había 16 cañones de hierro; siendo 7 cañones de a 24; 2 de a 18 y 7 de a 8; además de 1 obús de bronce de a 9 En el año 1857, según el estado de la artillería montada que existe en los fuertes y baterías de la plaza (Ferrol 31 de marzo), había sólo 4 cañones de hierro de a 24. Con fecha 7 de abril 1862 se aprobó un Real Decreto por el que se fijó el nuevo sistema de artillería rayada y se señaló el nombre con que debían ser tituladas las piezas antiguas, una vez reformadas, y que detallamos seguidamente: la primera letra significa la clase de arma; la segunda, tipo del metal con que está construida; la tercera, si es lisa o rayada; la cuarta, si es de avancarga o retrocarga, etc.; seguida del calibre en centímetros. (Ver representación gráfica y dibujos al final de este anexo). Las abreviaturas más usadas en esta nueva denominación de las bocas de fuego, son las siguientes: Ac. Acero............................... H. Hierro B. Bronce............................... L. Liso Bc. Bronce comprimido........ Lr. Largo C. Cañón................................ M. Mortero Cc. Cargado por la culata...... Mt. Morterete Có. Cónico............................. O. Obús Cr. Corto................................ R. Rayado Cs. Costa................................ Rf. Reformado G. Granada............................. S. Sunchado 168 Siguiendo esta tipología se detallan los siguientes estadillos de armamento artillero elaborados por José López Hermida con datos sacados del Archivo Intermedio de la RMN en Ferrol. Año1861: Cañones de hierro: C.H.R 16 cm= 8; C.H.R. 8 cm= 3; Obuses de hierro: O.H.L. 21 cm= 15; Obuses de bronce: O.B.L. 15 cm= 5; Morteros de bronce de 32 cm= 2 Año 1873, Cañones de hierro: C.H.R.Lr = 20 (10 de baja); Cañones de bronce: C.B.R.Cr. 12 cm= 6; C.B. 10 cm= 8; C.B. R. Lr. 8 cm= 12; C.B.R.Lr. 16 cm= 20 (6 de baja); C.B. 15 cm= 2; Obuses de hierro: O.H.Lr. 21 cm= 8; O.H. 16 cm= 7; Obuses de bronce: O.B.Lr. 21 cm= 4; O.B.Cr. 21 cm= 1. Año 1884. Cañones de hiero: C.H.R. 16 cm= 10; C.H.L.21 cm= 3; C.H.L. 28 cm. (Barrios)= 8; Cañones de bronce: C.B.R. 12 cm= 3; C.B.R. 16 cm= 8; C.B.L. 16 cm= 2; Obuses de hierro: O.H.R. 21cm= 12; O.H.L. 16cm= 5; Obuses de bronce: O.B.L. 21cm= 4. Año 1885. Cañones de hierro: C.H.R. 16 cm. 2, marco y cureña de hierro; C.H.R. y S. 15 cm Cc.=8, marco y cureña de hierro; C.H.L 28 cm., Barrios17, marco y cureña de hierro; cañones de bronce: C.B.R. 16 cm= 7, marco y cureña de hierro; C.B.L. 15 cm= 2, marco y cureña de hierro; C.B.R. Lr. 12 cm= 2, marco y cureña de madera; C.B.R. 10 cm. Cc= 8, cureña de madera; Obuses de hierro: O.H.R. y S. 21 cm = 21, marco y cureña de hierro). Año 1914, según Historia del Regimiento de Artillería de Farol: cañones de tipo “García Lomas”= 4; cañones de hierro: de a 32, 24, 22, 18, 16, 12, 8 y 6 libras de bala; C.H.L. 21 cm., C.H.L. 28 cm tipo Barrios, C.H.R. 8cm., C.H.R. 16 cm., C.H.R. y S. 15 cm. Cc.; Cañones de bronce: C.B.L. 10 cm., C.B.L. 15 cm, C.B.L. 16 cm. C.B.R. Lr. 8 cm. C.B.R. 10 cm., C.B.R. 12 cm, C.B.R. Lr. 12 cm., C.B.R. 16 cm., C.B.R. Lr. 16 cm.; Obuses de hierro: de a 9 y 6 pulgadas O.H.L. 16 cm., O.H.Lr. 21 cm., O.H.L. 21 cm., O.H.R. 21 cm., O.H.R. y S. 21 cm.; Obuses de bronce O.B.L. 15 cm., O.B.Lr. 21 cm., O.B.Cr. 21 cm., O.B.L. 21 cm.; Morteros: M. B. 32 cm. 169 REPRESENTACIÓN GRÁFICA Y DATOS DE LAS PIEZAS 170 CAÑONES DE HIERRO CAÑÓN DE A 24 LIBRAS. C. de a 24 libras, en cureña de Marina asentados en la batería. (A. G. Simancas, Ref. MP. y D. XLIX 38). 171 Piezas de artillería y sus cureñas en el “Tratado de Artillería…” de Tomás Morla (17841786). 172 Cañones del siglo XVIII de “a 24 libras” en sus cureñas (Arsenal de Ferrol). 173 CAÑÓN DE HIERRO LISO 28 Cm. BARRIOS (C. H. L. 28 Cm.) - Anima lisa - Longitud del tubo................................................. 4,660 m. - Peso................................................................... 19.040 kg. - Penetración a 658 metros....................................... 17,2 m. - Peso de las cargas............................... 19,600 ó 21,600 m. - Montaje, marco bajo y cureña de hierro. - Proyectiles: Bala esférica de hierro endurecido o de acero 87 kg. Bala esférica de hierro colado de 79 kg. contra buques de madera CAÑON DE HIERRO RAYADO 16 Cm. (C. H. R. 16 Cm.) - Número de rayas...............................................................3 - Longitud del tubo................................................. 3,195 m. - Peso del tubo....................................................... 4.100 kg. - Peso de la carga de proyección........................... 3,500 kg. - Montaje, cureña chapa de hierro M. 1866 nº1 y marco M. 1868 nº1 - Proyectil, granada con tetones de zinc de 28 kg. 174 CAÑON DE HIERRO RAYADO Y SUNCHADO 15 Cm. A CARGAR POR LA CULATA. (C. H. R. y S. 15 Cm. Cc.) - Número de rayas.............................................................36 - Longitud del tubo................................................. 3,670 m. - Peso de la pieza................................................... 6.240 kg. - Velocidad inicial...................................................... 475 m. - Peso de la carga de proyección.................................. 7 kg. - Alcance................................................................. 5.000 m. - Montaje, cureña y marco de chapa M. 1.878 - Proyectil, granada cilindro ojival con aros de cobre, de 28,300 kg Cañón H.R. y S. de 24 cm. Colección de José López Hermida 175 CAÑÓN DE HIERRO RAYADO 24 Cm. A CARGAR POR LA CULATA (C. H. R. 24 Cm Cc.) De este cañón se fabricaron dos modelos (M. 1881 y M 1884) no difieren nada más que en sus dimensiones. Tiene dos montajes de marco alto, uno de giro central y otro adelantado, además del de marco bajo. CARACTERISTICAS comunes a los dos M. - Número de rayas.............................................................36 - Proyectiles: Granada ordinaria, cilindro-ojival de 44 Kg. Granada perforante de fundición endurecida 141 Kg. Con marco alto, de giro central. Con marco bajo, de giro adelantado. 176 CAÑONES DE BRONCE CAÑÓN DE BRONCE LISO DE 16 Cm. (C. B. L. 16 Cm.) Es el antiguo de a 24 transformado a 16 Cm. CAÑÓN DE BRONCE LISO DE 15 Cm. (C. B. L. 15 Cm.) Es el antiguo de a 24 que no se han rayado y se seguían usando en el siglo XIX, pero ya no se fabricaban en esta época. Su figura exterior es igual al de 16 Cm., que procede de este. - Proyectil, esférico sólido de 11,8 Kg. de peso. CAÑON DE BRONCE RAYADO 10 Cm. A CARGAR POR LA CULATA. (C. B. R. 10 Cm.) - Número de rayas.............................................................16 - Longitud del tubo................................................. 1,809 m. - Peso del tubo..........................................................630 Kg. - Velocidad inicial...................................................... 368 m. - Peso de la carga de proyección............................. 1,200 g. - Peso del proyectil................................................8,360 Kg. - Alcance................................................................. 4.000 m. - Montaje, de madera - Proyectil, granada de envuelta, de 8,380 Kg. CAÑON DE BRONCE RAYADO DE 12 cm. (C. B. R. 12 Cm., proviene de haber rayado el antiguo del mismo calibre). - Número de rayas...............................................................6 - Longitud del tubo................................................. 3,154 m. - Peso del tubo....................................................... 1.663 kg. - Peso de la carga de proyección.............................. 800 kg. - Montaje, cureña de madera M. 1.864 nº 2 y marco M. 1864 nº 2 - Proyectil, granada ojival de 12 cm. con tetones de cinc de 10,930 kg. 177 CAÑÓN DE BRONCE RAYADO LARGO DE 16 Cm. (C. B. R. Lr. 16 Cm.) Procede del de a 24 rayado a 16 cm. de calibre. - Número de rayas...............................................................3 - Longitud............................................................... 3,524 m. - Peso...................................................................... 2.950 m. - Proyectil, cilíndrico-ojival de tetones de 26 Kg. CAÑON DE BRONCE RAYADO DE 16 Cm. (C. B. R. 16 Cm., proviene de haber rayado el antiguo de 15 cm.). - Número de rayas...............................................................3 - Longitud del tubo................................................. 3,524 m. - Peso del tubo....................................................... 2.800 kg. - Velocidad inicial.....................................................307 ms. - Peso de la carga de proyección........................... 3,500 kg. - Alcance................................................................. 3.600 m. - Montaje, cureña de madera M.1864, o en la de chapa de hierro M. 1866 nº 1 - Proyectil, granada con tetones de zinc de.................. 8 kg. 178 CAÑONES DE ACERO CAÑÓN DE ACERO 10 Cm. TIRO RAPIDO tipo GARCÍA LOMAS. (C. Ac. 10 Cm). - Número de rayas.............................................................30 - Longitud total.................................................... 4.678 mm. - Peso de la pieza...................................................1.805 Kg. - Velocidad inicial....................................................660 m/s. - Penetración en hierro a 1.000 m………26 cm. a 2.000 m………18 cm. a 3.000 m…...15,43 cm. - Montaje de cuna (con mantelete) modelo Guillén Ristari. - Alcance................................................................. 3.200 m. - Peso de la carga de proyección........................... 7,850 kg. - Proyectiles: granada ordinaria granada de segmentos granada perforante de acero (bala granada) 179 OBUSES DE HIERRO De a 9 y 6 pulgadas. Con las nuevas denominaciones pasan a ser, O. H. L. 21 Cm. y O. H. L. 16 Cm. respectivamente. OBÚS DE HIERRO LISO DE 16 Cm. (O. H. L. 16 Cm.) Es el antiguo de 6 pulgadas trasformado a 16 cm. OBÚS DE HIERRO RAYADO 21 Cm. (O. H. R. 21 Cm.) Es el resultado de la trasformación del antiguo liso de nueve pulgadas para costa o bombero de a 80. - Número de rayas...............................................................6 - Peso.....................................................................6.000 Kg. - Longitud............................................................... 2,390 m. - Alance................................................................... 4.500 m. - Cureña nº 3 M 1872 - Marco nº 3 M 1872 - Proyectil, granada ordinaria de tetones y falsa boquilla de zinc, tenía dos modelos. Uno de tres calibres de largo y 100 kg. de peso, el otro de dos calibres y medio, con un peso de 78 kg. OBUS DE HIERRO RAYADO Y SUNCHADO 21 cm. M 1.870. (O. H. R. y S. 21 Cm. proviene del obús de igual calibre, que ha sido rayado y reforzado con seis zunchos de acero) - Numero de rayas...............................................................6 - Longitud del tubo................................................. 3,231 m. - Peso de la pieza................................................... 8.672 kg. - Velocidad inicial.....................................................231 ms. - Peso de la carga de proyección........................... 5.800 kg. - Alcance................................................................. 5.000 m. - Montaje, cureña y marco de chapa M. 1.872, giro adelantado - Proyectil, cilíndrico- esférico 12 tetones de zinc, de 75 kg. 180 MORTERO DE BRONCE MORTERO DE BRONCE DE 32 cm. (M. B. 32 Cm.) - Longitud del tubo...................................................896 cm. - Peso..................................................................... 1.288 kg. - Peso de la carga de proyección................................ 42 kg. - Afuste modelo 1861 - Proyectiles: bomba de....................................................77,503 Kg. 181 Anexo IV Bibliografía 1. Abelleira Méndez, Sagrario (coordinación) Compilación documental sobre la batalla de Rande Vigo Museo de Mar de Galicia 2002 2. Acerra, Martine Rochefort et la construction navale francaise 1661-1815 París Libraire de l’Inde 1993 3. Acerra Martine (et al) Histoire de la marine francaise… Rennes Ed. Ouest-F 1994 4. Aguiló, Miguel Importancia de la ingeniería civil en el patrimonio histórico; en Ferrol y las ciudades del siglo XVIII Ferrol Fundación Ferrol Metrópoli 2004 5. 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Anaya, Juan Manuel La fortificación abaluartada en América San Juan de Puerto Rico Instituto de Cultura Puertorriqueña 1978 Anexo V Gráficos dimensionados complementarios En este anexo se presenta una selección de planos de plantas, secciones y alzados que realizó Alfonso Fuentes para conocer el estado actual del Castillo de San Felipe y que no han sido incorporados a los textos descriptivos y de valoración, pero son gráficos complementarios que permiten conocer y estudiar la fortificación con gran detalle, incluyendo sus dimensiones. Esta expresión gráfica y georeferenciada es la que corresponde al estado del Castillo en 2010, siendo después alterado solamente las que corresponden al Pabellón de Oficiales en su cubierta. 187 188 189 190 191 192 193 194 195 196 197 198 199 200 201 202 203 204 205 206 207 208 209 210 211 212 213 214 215 216 217 218 219 220 221 222 223 ANEXO VI Logística y servicio de aguas (Colaboración específica de José Antonio Alonso Rodríguez, José López Hermida, Alfonso Fuentes Martínez y Jorge Álvarez). Para ofrecer una descripción algo más completa, aunque resumida, de los elementos funcionales de apoyo logístico del Castillo de San Felipe, se anotan a continuación unos datos generales sobre el sostenimiento de su dotación, pero detallando más la infraestructura del servicio de aguas, por ser la única conservada y que aparece fuera del recinto defensivo en continuidad con él. Del mantenimiento del castillo y sus armas no es necesario exponer para este trabajo los talleres que hacían o reparaban estas instalaciones y sus pertrechos, ya que en el texto descriptivo histórico y los anexos documentales se han hecho referencias a las obras más importantes de los inmuebles, siempre proyectadas por ingenieros y contratadas en su ejecución a diversos asentistas, así como las referentes a las armas se pueden comprender con lo expuesto en el Anexo II, teniendo en cuenta que era suministradas por los “parques” dependientes del mando de la Plaza (ciudad) de Ferrol y con origen en Reales Fábricas (Liérganes, La Cavada, Trubia, etc.). En lo concerniente al servicio de “munición”, entonces provisión para personas y armas, distinguimos entre los almacenes externos y vinculados al castillo y los espacios interiores compartiendo funcionalidades, ya descritos; así, los proyectiles vendrían del citado Parque, también con la aportación de la Real Fábrica de Sargadelos al final del siglo XVIII, pero los explosivos eran almacenados de manera centralizada en el cercano polvorín del Vispón, construido en 1737 por Juan Vergel, y también en el de la Armada, en El Montón, como auxilio. La “munición de boca”, se hacía prácticamente por compra directa a la población cercana y algún “asiento” para el racionamiento de pan, vino y otros alimentos, incluida la leña para los hogares de los “ranchos” (organización de habitabilidad); pero el agua era de captación propia del castillo, con una importante infraestructura hidráulica, en todo caso imprescindible para la dotación. Del abastecimiento de aguas al castillo. La demanda de agua y su ciclo logístico (determinación de necesidades, obtención y distribución) fue siempre objeto de estudio y obras por los mandos operativos y los ingenieros de la “plaza”; así, era un diseño que debía integrarse en la fortificación como condicionante esencial para el suministro normal en tiempo de paz y, más aún, en guerra ante un asedio, incluyendo una cierta discreción sobre su acceso en la zona “polémica”, si no se disponía de un pozo-manantial interno; asunto superado en sus connotaciones tácticas ya avanzado el siglo XIX, pero siempre atendido para la vida cuartelaria. Para el fuerte de San Felipe no encontramos información en las obras del siglo XVI y XVII, debiendo suponer que el abastecimiento se realizaría con el traslado y acopio de la misma desde fuentes o manantiales cercanos. Tampoco, hasta el segundo tercio del XVIII, aparecen ni tenemos referencias, de conducciones y captaciones externas, únicamente cuando se proyectan las obras internas del castillo (Feriére -1731, Vergel -1735-37), aparece 224 un almacenamiento de aguas pluviales, provenientes de las cubiertas y terrazas, en un aljibe situado en la plaza del hornabeque, con sus correspondientes previsiones de conducciones y canalizaciones internas, tanto para la captación (en superficie), como en su desagüe. Este actualmente todavía existe y las diferentes actuaciones, que ha sufrido a lo largo del tiempo, han sido para repararlo y dotarlo de medios necesarios para su uso (rebosadero, brocal, fuente, etc.) En 1756 se estaba trabajando en el glacis y en las cercanías del entorno noroeste del castillo en la edificación de casas de servicios externos (casa de leña, para patrón y marinero de bote, ayudante, herrero, huerto del Gobernador, etc.) y en la zona de la rinconada de “Lousada” (ó Caleta de Lensada), en donde desemboca el Río Laxes, (Santos Calderón -1756). En esta época el castillo estaba prácticamente operativo (Llobet -1756). En los años de las décadas 60-70, debió de realizarse (así lo recogen los planos) la primera conducción de aguas externa, desde el citado Laxes (Hermosilla -1774) . En él se aprecia un trazado de línea azulada que parece ser una canalización por zanja a cielo abierto desde el río, terminando en una fuente situada en el glacis ya cerca del ángulo capital del revellín. De esta fuente parece que una parte se derramaba sobre el terreno y otra, a través de canalización subterránea entraba al camino cubierto por el ángulo capital, llegando el agua al foso donde hay una fuente y pilón. Las canalizaciones por el interior del foso y hornabeque todavía se conservan. Así estaba el servicio de aguas al final del siglo XVIII (Meric -1792), pero debía tener problemas de escasez y calidad, según nos consta por informes de 1810 -13 (escasez en épocas de verano, aguas turbias, obstrucción en cañerías, etc.,). En dichos informes ya se hace mención a la conducción de tubos de barro, manantial, arquetas intermedias, etc., así como figura en un plano de Enrique Montenegro (1868), lo que nos hace pensar que la conducción hidráulica, perfectamente descrita en los proyectos de Leonardo Rego (1891), Antonio Vidal (1895) y Carlos Marquelet (1904), debió de ser realizada sobre finales del XVIII principios XIX. La conducción antes aludida se iniciaba tomando el agua de un manantial próximo al río Laxes, a unos 600 mts. de distancia desde la fuente que está en la contraescarpa del foso y a unos 54 mts de diferencia de cota; realizada con tubería de barro de acueducto, tomada a enchufe y de 7 cmts. de diámetro interior; ésta se interrumpía por siete arquetas de sillería para limpieza y registro. El agua corría en continuo descenso y sin presión hasta la fuente, desde cuyo pilón partían los sobrantes del líquido por cunetas labradas en el foso hasta perderse en el mar. Siendo de gran calidad el agua del manantial, pone en desuso el aljibe, el cual durante una época permanece clausurado por ser causa de infecciones al albergar aguas insalubres en épocas de escasez. Los proyectos antes mentados que inicia Leonardo Rego y posteriormente se van modificando, mejorando y ampliando, según las circunstancias y financiación, poor Vidal y Masquelet (el finalmente realizado), tienen como principales objetivos la mejora y solución definitiva del abastecimiento de aguas al castillo; para ello proponen, entre otras obras: – Mejora en la arqueta de recogida de aguas – Depósito de decantación y filtro – Sustitución de tubería de barro por hierro 225 – – – – – – Construcción de depósito regulador y de distribución Conducción desde deposito a dependencias del fuerte Puesta en funcionamiento de aljibe, suministrando agua de traída, fuente Mejora, eliminación y creación de retretes de tropa y oficiales Servicios en casa del gobernador y oficial artillero Servicios y red de saneamiento Ha resultado curioso y muy didáctico el estudio de dichos proyectos, tanto por la aplicación de sus conocimientos técnicos: depósitos de regulación, decantación y filtrado, cálculo de suministros, presiones y diámetros; como por la calidad de los planos y aportaciones en obra, que en la mayoría de los casos aún existen en la actualidad. Los recientes reconocimientos de esta obra de servicio de agua nos permiten valorar su conservación con gran autenticidad e integridad. Se acompañan estas notas con el esquema de la conducción de aguas, sobre foto aérea, que da idea de la escala y dimensión de esta obra hidráulica. Es perfectamente identificable en ella el relieve topográfico que aparecen en los plano de Hermosilla y Meric de 1774 y 1792. Se adjuntan detalles de los proyectos de Miguel de Hermosilla (1774), Antonio Vidal (1895) y Carlos Masquelet (1904); así como fotos de detalles de las diferentes partes mencionadas de la misma. Esquema de la conducción de aguas sobre foto aérea y sus arquetas (J. A. Alonso) 226 Detalle de fuente y canalización de agua en plano detallado del recinto y baterias del Castillo de San Felipe. Miguel Hermosilla, 1774. Archive du Génie. París Detalles de fuente, pilón y aljibe. Antonio Vidal, 1895. Archivo Intermedio Militar del Noroeste. 227 Detalles de manantial, filtro y depósito. Antonio Vidal, 1895. Archivo Intermedio Militar del Noroeste. Plano parcial de saneamiento en Pabellón del Gobernador y otras dependencias en la gola del hornabeque. Carlos Masquelet, 1904. Archivo Intermedio Militar del Noroeste. 228 Muro de contención y canalización de agua en su inicio. (Foto J. A. Alonso) Arqueta nº 6 de conducción de aguas. (Foto J. A. Alonso) Arqueta nº 1 de conducción de aguas. (Foto J. A. Alonso) 229 Arqueta nº 7 y depósito de conducción de aguas. (Foto J. A. Alonso) Fuente y pilón en contraescarpa del foso. (Foto J. A. Alonso) Conducción de agua bajo el glacis hasta el revellín. (Foto J. A. Alonso) 230 231 232