Expedición ACCIONA Windpowered Antártica 2011-2012 ÍNDICE 4 de Diciembre de 2011 // En marcha. Ramón Larramendi 6 de Diciembre de 2011 // Por aquí andamos, por Ciudad del Cabo. Ignacio Ofialdegui 6 de Diciembre de 2011 // Ya estamos de camino a la Antártida. Javier Selva 7 de Diciembre de 2011 // Volando a la Antártida. Ramón Larramendi 8 de Diciembre de 2011 // En el Plateau Antártico. Ramón Larramendi 9 de Diciembre de 2011 // Andanzas de un fotógrafo Antártico: Qué desesperación. Javier Selva 10 de Diciembre de 2011 // Seguimos en la meseta. Ramón Larramendi 11 de Diciembre de 2011 // Hoy nos hemos levantado con el trineo ya acabado. Ramón Larramendi 15 de Diciembre de 2011 // Escapando de la Tormenta: nuestros 100 primeros kilómetros en trineo. Ramón Larramendi 17 de Diciembre de 2011// En medio de la tormenta perfecta. Javier Selva 18 de Diciembre de 2011// Adiós, tormenta, adiós. La travesía continúa tras 10 horas de vientos. Ramón Larramendi 23 de Diciembre de 2011// Golondrinas, un montón de kilómetros y los 80º de latitud Sur. Ramón Larramendi 25 de Diciembre de 2011// Feliz Navidad desde donde no hay Navidad. Ignacio Ofialdegui 26 de Diciembre de 2011// Andanzas de un fotógrafo Antártico: Blanca Navidad. Javier Selva 26 de Diciembre de 2011// Navegando en Navidad. Ramón Larramendi 27 de Diciembre de 2011 // Avances científicos de la expedición. Juan Pablo Albar 28 de Diciembre de 2011 // Sastrugis gigantes y la primera rotura en Santos Inocentes. Ramón Larramendi Expedición 2005 // Uno de nuestros mayores enemigos en la Antártida: los sastrugis. Juanma Viu 30 de Diciembre de 2011 // Cada vez más cerca del Polo con una cometa de 8m2. Ramón Larramendi 1 de Enero de 2012 // El Polo Sur al fin: Crónica de una Nochevieja y un año nuevo de 50 horas y 500km. Ramón Larramendi Expedición 2005 // Recuerdos de una Nochevieja en el Polo (2005). Juanma Viu 1 de Enero de 2012// 90ºS batiendo récords. Ignacio Ofialdegui 3 de Enero de 2012 // Visita de la Base Amundsen-Scott. Ramón Larramendi 4 de Enero de 2012 // Andanzas de un fotógrafo Antártico: el Polo Sur y las fiestas de mi pueblo. Javier Selva 5 de Enero de 2012// Los “Polos Sur”. Javier Selva 5 de Enero de 2012// La noche de Reyes. Ignacio Ofialdegui 8 de Enero de 2012 // De catabáticos y albaceteños. Ignacio Ofialdegui 11 de Enero de 2012 // Las manos del científico expedicionario. Juan Pablo Albar 13 de Enero de 2012// Avances de los proyectos científicos en la Antártida. Juan Pablo Albar 13 de Enero de 2012// A 1.300 kilómetros de altitud: Montañas, calor y poco viento. Ramón Larramendi 15 de Enero de 2012 // Tan cerca pero aún tan lejos. La lucha contra el gran blanco. Ramón Larramendi 16 de Enero de 2012 // La expedición ACCIONA Windpowered Antártica completa con éxito su travesía polar. 18 de Enero de 2012 // Lo conseguimos. Ramón Larramendi 18 de Enero de 2012 // Y sin embargo, es perfecto, es precioso. Ignacio Ofialdegui EN por MARCHA Ramón Larramendi Al fin se acabaron los preparativos, el estrés de los últimos días, la sensación de que nada se puede olvidar, y que un fallo mínimo en estos momentos puede tener graves consecuencias. El vuelo a Sudáfrica con parada en Dubái ha resultado bastante exótico para un viaje a la Antártida. La noche de mal dormir en el avión ha servido de relajación, tiempo sin pensar en nada. Que falta nos hacía. fecha 4 de Diciembre de 2011 A nuestra llegada a Ciudad del Cabo. Victor Serov -el representante de ALCI y viejo conocido mío de varios viajes al Polo Norte, de hecho última vez que le había visto era a 90ªN cuando él y yo coincidimos en el helicóptero de vuelta del Polo- nos espera en el aeropuerto. Es un ruso amable y con una gran experiencia en logística y expediciones polares. Nos confirma que nuestro cargo aéreo ha llegado y está listo en un hangar próximo, lo cual es una gran alegría al igual que el hecho de que todo nuestro equipaje facturado llegase bien. La pérdida de equipaje, siempre es una preocupación pues puede hacer fracasar una expedición. Víctor nos acerca al hangar donde Raymond un tipo de aspecto Afrikaner nos muestra todo, sin perder tiempo y antes de alojarnos en Ciudad del Cabo, nos ponemos a abrir bultos y ordenar todo. Hemos de trabajar en el exterior de la nave, donde sopla un fuerte viento; la temperatura es muy agradable. Siempre quedan cosas por hacer, pero tenemos la sensación de tenerlo todo bajo control. Javi con sus cámaras, ordenadores y teléfonos satélites, Ignacio y yo revisamos trineo, cometas y los reembalamos. Cuando cierran el hangar a las 4pm finalmente vamos a nuestro hotel, el Hotel Parliement, el mismo que en 2005. Todo trae recuerdos, es increíble, han pasado 6 años. Ciudad del Cabo es una ciudad bonita y agradable, las altas montañas que la rodean y la característica mesa le dan un aire imponente a la ciudad. Llenamos la habitación con petates y seguimos ultimando cosas. Estamos cansados y tenemos sueño. Ya de noche nos pegamos una merecida cena en el hotel próximo. Ignacio y Javi se comen un filetón de tamaño épico. Y yo un guiso de cordero, con buen vino sudafricano. Hoy nos habíamos olvidado de comer con eso de las prisas de que nos iban a cerrar el hangar. Nos acostamos pronto, y caemos en segundos. Hoy hemos dedicado el día a hacer las últimas compras de comida, la mantequilla, el azúcar, el imprescindible zumo en polvos de naranja, Tang, que por alguna razón han dejado de vender en España. Pequeñas compras y deambular por las abarrotadas calles, comemos junto al mercadillo al aire libre. Mucha gente por todas partes y mucho viento. La tarde revisando cometas, colocando logotipos, cosiendo y ajustando la ropa, revisando herramientas. Los detalles que nunca se acaban y que tan importante son. El momento de empezar la expedición parece que no va a llegar nunca, de primeras nos han cambiado el vuelo del día 6 al 7 de diciembre. Lo que posiblemente nos obligue a salir el día 10 y no el 9 de Diciembre. POR AQUÍ ANDAMOS, POR CIUDAD DEL CABO. por Ignacio Oficialdegui Familiarmente conocida como Capetón. Los días antes de la partida han sido de un estrés tremendo pero todo fue saliendo razonablemente bien, más bien diría que muy bien para lo que suelen ser los previos de una expedición de esta envergadura. El buen tiempo y la casa de Javi, perfecta para preparar una expedición de trineo polar, fueron claves junto con la impagable fecha 6 de Diciembre de 2011 ayuda de todos los amigos que pasaron por allí y que prefiero no nombrar porque seguro que acabo siendo injusto con alguno. Se cortaron, quemaron las punta y anudaron las casi 1.200 cuerditas que unirán todas las piezas de nuestro vehículo, se prepararon los 140 travesaños, se revisaron las cometas, se cortaron a medida las planchas de polietileno sobre el que patinaremos, se montaron las tiendas, se prepararon las raciones de comida, se probaron las comunicaciones, se revisó la electrónica, los botiquines… y encima nos dieron de comer, de dormir y para remate se filmó casi todo. Al día siguiente el cargo aéreo, in extremis, que comenzó con una furgoneta que había que llenar de cosas y que se había quedado sin batería. Gracias a la ayuda de Leo en Transtact conseguíamos cerrar las compuertas del camión que se llevaba todo al aeropuerto mientras se iba. El viaje largo pero bien. Todo el equipaje facturado salió rápido y perfecto y para bordarla el cargo llegó impecable y nos estaba esperando en los almacenes de ALCI, la compañía que nos llevará a la Antártida. Poco hemos podido disfrutar de Ciudad del Cabo, todo el día en el almacén o en la habitación preparando el material, pero me siento cómodo en este país. He tenido la sensación de haber llegado a un lugar donde hubiera estado toda mi vida y que me da la bienvenida de una manera discreta. Me hace mucha ilusión el que este sea el punto de partida de una expedición polar, es una mezcla de tranquilidad, placer y emoción que pocos lugares del mundo me darían. El tiempo está pasando volando, nuestra habitación parece el taller del inventor loco, el viento sopla fuerte en la calle. Ayer nos fuimos a cenar, fue el único rato de relax en mucho tiempo, parece que las cosas van bien: el tema de conversación fue como tiene que ser el siguiente ACCIONA Windpowered. YA ESTAMOS DE CAMINO, A LA ANTÁRTIDA. por Javier Selva fecha Esta tendencia al estrés me va a matar, o quizás, sea lo que me da la vida. También es verdad que no todas las expediciones, como las vidas, son iguales. La mía, las nuestras, no deben de ser del todo “normales”, ni la expedición, ni la vida. Estos pensamientos me vienen a la cabeza mirando por la ventana de nuestro hotel de Ciudad del Cabo en Sudáfrica rodeado de cámaras de fotos, cables y ordenadores 6 de Diciembre de 2011 mientras el bullicio de esta mestiza ciudad se cuela por la ventana. Estamos a 30º y rodeados de gente de raza negra, no parece la mejor aclimatación para la Antártida. No acabo de alejarme de mi otra vida, la de Madrid, la del curro, la de la crisis. Aún hoy, desde 15.500 km. de distancia estoy cerrando asuntos escabrosos con mi estudio. Se ve que necesito el frío para desconectar. Apenas he tenido tiempo para despedirme, para charlar un rato con tranquilidad con mis amigos, los que me apoyan, los que me aconsejan, con los que voy al monte, con los que me acodo en las barras, aunque esto cada vez pase con menos frecuencia, me refiero a lo de las barras, que para eso uno va teniendo una edad. Mi papel en esta expedición me tendrá muy ocupado con las tareas propias de mi sexo, el de fotógrafo, y no creo que pueda mantener mucha regularidad en los escritos, pero alguna cosa iré mandando, y por supuesto, todos vuestros comentarios serán muy bien recibidos, nos calentarán un poquito. Por cierto, gracias a todos los que os tomásteis la molestia de dejar comentarios en la entrada anterior con vuestros consejos y sugerencias, no solo fueron bienvenidos sino que muchos me han sido de gran utilidad. Espero que me luzca el pelo y consiga grandes imágenes de esta aventura. Como el resto de mis compañeros irán haciendo una crónica detallada de los lugares y los sucedidos de la expedición, yo me limitaré a contaros cosas más o menos relacionadas con la fotografía y el video y, seguro que no me podré resistir, mis sensaciones más personales de toda esta experiencia. Como me lo ha pedido mucha gente y considero que puede tener cierta utilidad para muchos, os copio la relación del equipo fotográfico, de video y de audio que traemos en la expedición. Tenéis que tener en cuenta que hablamos de equipos profesionales y de conseguir imágenes que permitan emisión televisiva y todo tipo de uso. Además, el audio tiene mucha importancia porque las opiniones y las entrevistas de los protagonistas son fundamentales para entender la travesía en toda su grandeza. Además hay otra cosa importante por la que ha sido elegido una buena parte de este equipo: en la misma persona, es decir, en mí, recae la responsabilidad de las fotos y el video. Y esto, aunque cada vez sea más frecuente, no es cosa fácil. Aparte de adaptar el ojo a los dos formatos, supone un auténtico engorro con el equipo. Al final uno acaba pareciendo un “hombre orquesta” (en el fondo siempre quise ser un hombre orquesta, también Leonardo lo era). En fin, que no estamos aquí para quejarnos, más bien al contrario. Está es la lista del equipo: 1 Objetivo Canon EF 70-300/4-5.6 L I con estuche 1 Cuerpo Canon EOS 7D con cargador de batería y batería, cable interfaz, cable AV stereo 1 Objetivo Canon EF 16-35/2.8 L II con estuche y parasol EW-88 2 Adaptador Manfrotto 013 Espiga 2 Batería LP-E6 2 Batería BP-827 1 Filtro B+W 77 UV 2 DEADCAT RODE 1 Filtro B+W 82 UV 1 Conexión XLR Macho/XLR Hembra 2M cable 1 Filtro B+W 67 UV 1 Conexión XLR Macho/XLR Hembra 5M cable 1 Cámara video Canon XA10 1 Maleta PELI 1510 Comp. Despl. NE 1 MacBook Air 11” Dual-Core 1.6 GHz/4Gb/ 128 Gb flash/HD Graphics 2 Batería Canon LP-E6 1 MacBook Air 11” Dual-Core 1.6 GHz/4Gb/ 128 Gb flash/HD Graphics 1 Cargador Universal PW-2110 12V 1 Filtro Haida 82 ND Variable 1 Adaptador USB Ethernet 1 Cargador STARBLITZ SCH-592/01 1 Rode Videomic 1 Cargador Canon CBC-E6 1 VZ Shooter varizoom 1 Disparador Canon RC-6 IR 1 Redhead antivientos para el zoom 4HN 1 Filtro B+W 58 UV 1 Zoom Portable Stereo/4 Track recorder 1 Lector Lexar CF Y SD USB 3.0 1 Cinema kit hoodman 1 Plato Manfrotto 501 PL 1 MicroFinder loupe accesory kit 1 Soporte GoPro P/Cabeza 1 Rode Micon Conector XLR 3 Pila Kodak CR-2032 1 Rode Lavalier 1 Soporte Rótula Novoflex BALL 30 1 Mercury Extreme Pro 3G SSD 6 Tarj. D Micro SD 16 GB Lexar CL 1 Rótula Manfrotto 701 HDV 1 Mercury On The Go Samsung 12 Pilar Energizer Litio R6 (2) 1 Trípode Manfrotto 055-XPROB+80 2 OWC Pocket 2,5 Sata 2 Est. Case Logic XNS-13A 1 Trípode Manfrotto 755-MF3 MDEV 2 HyperJuice Magic Box 1 Temporizador Canon TC-80N3 15 Tarjeta D CF 16 G Sandisk Extreme 1 Explorer 500 Terminal 3 Est. Para GoPro 10 Tarjeta D SD 16 GB Sandisk CL.10 1 Iridium 3 Cámara Digital Canon Powershot S-95 1 Bolsa cámara Lowepro 1 Rode NTG 2 3 Batería Canon NB-6 L 1 Lector tarjetas Lexar CF y SD USB 3.0 2 Super Clamp Manfrotto 035 1 Cuerpo Canon EOS 5D Mark II 1 Objetivo EF 24-105 L IS USM con estuche y parasol EW 83 H 1 JOBO GPS4 + CD Manual instrucciones 1 Maleta PELI 1050 Micro 1 Pantalla GoPro Hero LCD BacPac 1 Cámara GoPro HD Hero2 Motorsports Edition + batería + cable usb VOLANDO A LA ANTÁRTIDA por Ramón Larramendi En dos horas volamos a la Antártida, tras unos días intensos en Ciudad del Cabo ultimando los detalles finales antes de la partida. Resulta singular estar pensando en la Antártida desde un sitio tan poco polar como Ciudad del Cabo. Calor, gente, vegetación frondosa, ruido… todo un contraste. Ayer nos dimos una cena de despedida en el waterfront, el lugar fecha 7 de Diciembre de 2011 más turístico pero bonito y agradable de la ciudad, en pleno puerto junto a todos los barcos de recreo. Una cena que no olvidaremos. Allí coincidimos con muchos españoles, las tripulaciones de varios barcos de regatas de la Volvo Ocean Race, entre ellos el Telefónica y el Camper, también con Jesus Calleja que vuela a la Antártida. Por la tarde nuestros compañeros rusos encargados de la logística en Antártida nos habían dado una sorpresa de última hora que nos inquietaba, y es que, posiblemente nada más llegar a Novo en 4 o 5 horas volaríamos a nuestro punto de partida. A las 11-12 de la mañana del 7 de diciembre debiéramos estar ya en nuestro punto de partida. Esperábamos estar en Novo y tener dos días de adaptación y nos encontramos con que vamos a tener un tratamiento de choque. Y sobre todo que el trineo lo tendremos que montar en pleno Plateau antártico a -30º y con viento. Esperamos tardar un día en montarlo y hemos de realizar cerca de 750 nudos. En menos de 12 horas pasaremos del agradable y bullicioso Ciudad el Cabo a estar solos en el plateau más desolado del planeta. Todos tenemos una tensa calma antes de la tormenta. Mañana es el gran día. EN EL PLATEAU por ANTÁRTICO Ramón Larramendi Nos encontramos en el Plateau, fuera ruge una tormenta que impide ver nada, el polvo de nieve fina te entra en todos los resquicios. Todo nuestro equipaje esta enterrado por los ventisqueros. Hemos medido -32º C. Una buena introducción a la realidad antártica. Es nuestro punto de partida de la gran travesía. A 70 km de la base noruega de Troll y casi 3.000 m de altitud. Las ultimas 36 horas se han sucedido a gran velocidad. A las 10 de la fecha 8 de Diciembre de 2011 noche del día 6 estábamos cenando en el aeropuerto de Ciudad del Cabo antes de volar. El vuelo de 6 horas de duración lo hicimos en un avión ruso IL-76, el mejor para estas condiciones, pero cuya estética es peculiar, muy soviética, con tuberías a la vista, sin ventanas, pues es un avión de cargo. Íbamos unas 50 personas y la mitad de cargo. Casi todos eran alemanes del Alfred Wegener Institute, pero había gente de todos lados. Nada mas llegar a Novo, el caos. Los rusos van de un lado para otro, nadie sabe nada, de repente Vladimir el jefe nos informa que tenemos nuestra salida para las 8 de la mañana. Luego, que para las 6, sin habernos dado la gasolina, ya nos quieren meter en el avión a nuestro punto de partida. Viene mal tiempo, si no volamos ahora, ya no lo haremos como mínimo hasta el 12 o mas tarde. Ahora tenemos el peligro de que el mal tiempo nos bloquee en el Plateau. Pero todos nos afirman que las condiciones meteorológicas con seguridad serán mejores en el Plateau y podremos avanzar mientras Novo esta bloqueado. Aceptamos, nos vamos, y ya montaremos el trineo arriba, lo cual no nos hace gracia, contábamos con dos días para montar el trineo en Novo y ultimar los interminables últimos detalles. El día es esplendido. Apenas nos tomamos un café en Novo. Las instalaciones están mucho mejor que en mi anterior visita. Sobre todo llaman la atención los coches Toyota islandeses con ruedas gigantes que se han convertido en el vehiculo de transporte por excelencia, hay al menos 10. Para cuando nos damos cuenta estamos a bordo del Bassler tripulado por pilotos canadienses. El piloto es pesimista, dice que los sastrugis son enormes por todos lados, y que en muchas zonas cercanas no han podido aterrizar. Nos informa que puede estar buscando un buen sitio cerca de una hora y si no tendrá que volver. El lugar que hemos estudiado debiera tener buenas condiciones, por estar a resguardo de los vientos predominantes del Este. El sobrevuelo es espectacular en el avión, las montañas de la reina Maud con sus paredes verticales son una de las maravillas del mundo. Es un momento de tensa calma. Solo Juan Pablo no ha estado antes en el antártico, todo le es nuevo. Ignacio es ya un veterano antártico y tiene muy claro lo que nos espera. Javi ya ha estado en el antártico, pero nunca en una travesía tan grande como esta. Estamos cansados y ansiosos, una vez en el hielo ya solo dependeremos de nosotros mismos. Yo estoy tranquilo y me siento optimista, pero inquieto por cómo van a funcionar nuestras innovaciones en el trineo y por saber dónde surgirán los problemas. Hay sastrugis por todos lados, pero como por arte de magia cuando nos acercamos a la zona escogida para aterrizar, estos se suavizan y el piloto indica que todo OK. Tras sobrevolar un par de veces el lugar escogido el piloto se dispone a aterrizar parando casi el motor, el aterrizaje me resulta más suave de lo esperado, y sorprende que aguante la estructura los golpes contra los pequeños sastrugis de nieve dura. La superficie y el viento son perfectos para navegar. Los sastrugis solo alcanzan la categoría de “anchoillas”, luego vienen las “sardinillas”, luego los “tiburones”, que empiezan a dar miedo. Qué lastima que necesitemos casi dos días para estar preparados. En 15 minutos el avión se ha ido, nos quedamos solos con cerca de una tonelada de carga. Sin perder el tiempo montamos nuestra nueva tienda. El aspecto es formidable, el efecto de las ventanas transparentes lo sentimos de inmediato. Hace realmente calor dentro, a pesar de estar cansados por no dormir empezamos a montar el trineo, avanzamos rápido pero a las 7 decidimos parar a cenar. Javi está probando la señal de Inmarsat para enviar información, comprobamos que funciona bien. Nuestra tienda que es bastante grande le permite sentarse en los arcones de carga, y tras sacar una mesa para trabajar confortablemente, Ignacio y yo cosemos el trineo con nudos que nos llevan cerca de un minuto por nudo. Nos esperan cerca de 700 para completar el trineo. Juan Pablo prepara los travesaños y el polietileno para ser cosidos. Hace acaso 36 horas que no dormimos y estamos embotados. Además la altura se siente. En la Antártida la altura representa cerca de un 50% mas que en zonas ecuatoriales o tropicales, una altura de 3000m equivalen a 4500 en esas zonas. El viento empieza a ser mas fuerte mientras cenamos y hemos de preparar el campamento para tormenta. Tras llamar a Novo y hablar con los rusos, nos confirman que aquello es bastante caótico. La persona que había que avisar nos dice que no es él, que es otro. Nadie sabe nada. Ignacio habla con al menos cuatro rusos hasta aclarar la situación. Debemos reportar cada 24h; 48h sin comunicación y se activaría un rescate automáticamente. Durante toda la noche el viento sopla cada vez mas fuerte. Por la mañana la tormenta lo ha enterrado todo. Hoy no podremos trabajar en el exterior, deberemos esperar e ir haciendo otras cosas dentro de la tienda. A todos nos duele la cabeza. Javi no se encuentra bien. Tan pronto como suavice saldremos a montar el trineo, ahora es imposible. ANDANZAS DE UN FOTÓGRAFO ANTÁRTICO: Qué desesperación. por Javier Selva fecha Qué desesperación. Estamos en un lugar único y maravilloso, viviendo una de las mayores experiencias que cualquier ser humano, no digamos un fotógrafo, pudiera soñar y resulta que me paso el día rodeado de cables, baterías y ordenadores y con una presión, que me impongo yo mismo, que ríete tú del diferencial de la deuda (por cierto, ¿siguen existiendo esas cosas en el mundo normal?). Resulta que al final los 9 de Diciembre de 2011 plazos se aceleraron y nosotros acabamos en el plató Antártico unos días antes de lo previsto. El vuelo se adelantó por previsión de tormenta. Eso, que en principio pudiera incluso habernos favorecido, nos ha obligado a trabajar bajo los rigores de nuestra primera tormenta Antártica. Para empezar no está mal: -30 grados y vientos de 70 km/h. Y como en esta expedición todos tenemos un papel muy definido (o eso parece) cada uno intenta que la tormenta le afecte lo menos posible a su “negociado”. Mi lucha es con las cámara, los ordenadores y las placas solares. Lo que tienen las tormentas es que en general durante el tiempo que duran no hay sol, y esto para las placas solares y la carga de las baterías es un problema. Si a esto le unimos unos curiosos – 30 grados tenemos el coctel perfecto para que casi todos nuestros modernos sistemas de grabación y de trasmisión de imágenes dejen de funcionar. Y al principio uno se preocupa y después se enfada por no ser capaz de hacer que durante las tormentas las placas solares funcionen (¿quizás por eso las llaman solares?) y me sale un poco mi vena cascarrabias y casi se me olvida donde estamos. Después de varias horas dentro de la tienda mirando lucecitas y apretando botones a ver si se produce el milagro de que los satélites y las placas vuelvan a funcionar, salgo al exterior y miro a mi alrededor. El intenso frío y la luz de la tarde me devuelven de sopetón a la evidencia, a la única y maravillosa realidad. El horizonte es infinito y los colores intensos y luminosos. Mi cámara funciona a la perfección y me permite hacer una de las cosas que más me gusta: capturar la belleza de estos momentos con imágenes. Mis compañeros están contentos y muy animados, forman parte del paisaje, de este inigualable paisaje. De repente recuerdo la historia que viví hace años en alguna remota montaña. Alguien con su teléfono móvil en la mano maldecía en voz alta y de manera desaforada porque la llamada se cortaba o la comunicación no era todo lo buena que él, acostumbrado a las comodidades de la civilización, consideraba apropiada. A mi lado una persona mayor lo miraba con una mezcla de asombro y desdén. No se muy bien cómo acabé hablando con él pero, la verdad, fue una de esas ocasiones que dan para reflexionar muchas veces, incluida en la Antártida. En resumen, lo que el sabio señor venía a decir es que lo que de verdad era realmente asombroso es que “alguna” vez lograsen funcionar los móviles en esas circunstancias, y que haríamos mejor en alegrarnos y estar muy orgullosos de los avances del ser humano por ser capaz de lograr cosas que hace tan solo unos años parecían de ciencia ficción, como por ejemplo mandar imágenes y crónicas desde un sitio tan increíble como la Antártida. Vuelvo a mirar a mi alrededor y ahora ya no me preocupa tanto que nuestras baterías no carguen bien y nuestro satélite no esté operativo. He decidido, siguiendo los consejos de aquel sabio al que me tropecé un día en alguna remota montaña, alegrarme por las pocas fotos que puedo mandar en lugar de enfadarme por lo demás. Y ahora vuelvo a mirar otra vez todo esto con los ojos que más me importan, los de dentro. SEGUIMOS en la meseta por Ramón Larramendi El mal tiempo parece que no cesa nunca. El día 8 nos pudimos hacer nada. Javi estuvo todo el día con fuertes dolores de cabeza y nauseas. La tienda y todos los bultos estaban sepultados por la nieve, al igual que la entrada de la tienda que se nos bloqueó completamente y debíamos salir a palear cada rato. Tenemos infinidad de pequeñas tareas que hacer además de la más importante que es construir el trineo. La inmediata venida al hielo sin los días en fecha 10 de Diciembre de 2011 Novo con que contábamos y la tormenta repentina nos ha pillado a desmano, pues todavía no tenemos todo ajustado. El viento en Novo según nos informan es de 100 km/h y aquí arriba el viento que no hemos podido medir por tener los anemómetros en un petate sepultado se le ha acercado. Hemos tenido que pasar todo el día dentro de la tienda. Imposible hacer nada en el exterior. La tienda ha superado con éxito esta primera prueba. Al ser grande podemos estar de pie en el interior de la misma, pero es un hándicap para el viento. Sin embargo, tras armarla con el armazón de tormenta que habíamos preparado, formado por unas varillas rígidas de aluminio, ha soportado perfectamente el viento. Es muy sólida, además de muy caliente y confortable. El día 9 amaneció con un poco menos de viento, hace solo unos 50-60 km/h, y algo de sol entre las nubes. Empezamos desenterrando la tienda, los trineos y todo. La llanura blanca estaba preciosa. Los ventisqueros creados han sepultado casi todo. Llevamos tantos bultos y piezas diferentes que hemos de contarlos para asegurar que nada queda perdido bajo la nieve. Nuestra prioridad es acabar de construir el trineo. A media mañana el tiempo ha empeorado y de nuevo no se puede trabajar en el exterior de modo que decidimos empezar a coser el trineo en el interior de la tienda. Hemos de coser los travesaños a los raíles y los polietilenos por debajo de los travesaños. Toda la estructura va atada con cuerdas, en total 700 nudos, de ese modo el trineo adquiere una flexibilidad y resistencia excepcional que le permite adaptarse a las irregularidades del terreno, los sastrugis y otras formaciones, pues la superficie nunca es plana, y el trineo necesita articularse. Si se producen excesivas tensiones, romperá una de las cuerdas, pero no los raíles o los travesaños. Es la idea básica: el reparto de tensiones que son absorbidas por estas cuerdas que se convierten en fusibles fácilmente reparables. La temperatura se mantiene entre -25 y -30 aunque dentro de la tienda es mucho más suave. Pasamos todo el día sin descanso atando el trineo y conseguimos realizar las 2/3 partes del mismo. La tienda se ha llenado de nieve entre tanto meter y sacar trineos en el interior. Hoy (10 de diciembre) vuelve a amanecer con tormenta. La entrada a la tienda se ha sepultado de nuevo haciendo difícil salir de la misma. El ulular del viento no cesa ni un minuto, y con él, el polvo de nieve arrastrada se te mete en todos los resquicios. Las placas solares se cubren de nieve constantemente dificultando la ya muy limitada carga por falta de sol. Necesitamos un día entero en el que el tiempo no sea demasiado malo para acabar de preparar todo y estar listos para navegar. Esperamos acabar hoy sábado 10 el trineo. Tendremos que coserlo en el exterior en medio del vendaval. El parte dice que mañana mejora el tiempo, y el objetivo es navegar ya los primeros kilómetros. Tras unos primeros kilómetros analizar cómo se ha comportado todo, corregir lo que haga falta y acabar de ajustar el conjunto, la tienda sobre el trineo, el instrumental científico, la estiba, la tensión de los nudos del trineo. Tras este ajuste final ya estaremos preparados para empezar la navegación en serio. La moral es alta pero estamos ansiosos por empezar a navegar. Estos días de dificultad inesperada nos están sirviendo de aclimatación, tanto a la altura como a la vida en la meseta antártica. HOY NOS LEVANTAMOS CON EL TRINEO YA por ACABADO Ramón Larramendi Ayer por la tarde mejoró el tiempo y pudimos terminarlo, sin embargo toda la noche ha soplado viento fuerte de nuevo, volviendo a enterrar los bultos y la entrada por enésima vez. Aunque hay nubes hace sol casi todo el día. La llanura infinita nos rodea. Las tareas que nos quedan para poder empezar a navegar se nos antojan igualmente infinitas. Empezamos por la mañana con la intención de navegar por la tarde pero a pesar de no parar fecha 11 de Diciembre de 2011 ni un minuto, no conseguimos acabar de dejar listo nuestro flamante trineo. Entre ajustar el sistema de tiro frontal y el lateral, desenterrar la tienda y los petates, colocar el sistema de atado de petates y cajas, estibar y estructurar la carga para encontrar su posición final, hacer el sistema de enganche de la locomotora con el trineo tienda… se nos fue el tiempo. Además, coser las asas de los petates que hemos descubierto no son lo suficientemente fuertes, preparar la colocación del instrumental científico, y sobre todo intentar averiguar por qué nuestro teléfono Inmarsat no consigue cargar. Javi lleva todo el día haciendo pruebas para detectar por qué todo carga sin problemas pero ese sistema no lo hace. El día pasa y para cuando nos damos cuenta es la hora de cenar. Hoy no podemos navegar. El viento ligeramente E-SE no es demasiado favorable. Por la tarde el tiempo se ha quedado definitivamente bueno, con un viento ahora sí suave. La luz es preciosa. Ya va a ser nuestra quinta noche en el punto de partida. Armar nuestro nuevo trineo esta siendo mas laborioso de lo esperado. Pero el puzzle gigante que es el catamarán esta casi completo. Para cenar una sopa de cebolla muy sabrosa, jamón serrano, penmican con puré de patatas y un té. Juanpa y Javi no han probado nunca el penmican y no parecen entusiasmados. Es la comida de expediciones polares por excelencia, una mezcla de carnes y grasas usada por los indios de Cánada originalmente y después por todas las expediciones polares. A Ignacio y a mí nos encanta su sabor fuerte y peculiar. Mañana sí empezaremos la navegación al fin. Escapando de la tormenta: Nuestros 100 primeros km en el trineo. Iniciamos la travesía sobre el plateau antártico a más 7 millas por hora por Ramón Larramendi Juanma Viu, nuestro quinto expedicionario desde nuestro centro logístico y de Coordinación en España, nos ha avisado esta noche que se nos viene encima una tormenta severa y sobre todo larga con vientos intensos de más de 120 kms/hora. Puede durar más de cuatro días y nos ha recomendado que aprovechemos el viento fecha 15 de Diciembre de 2011 favorable que ahora tenemos y salgamos por pies. Raudos, así lo hacemos. No las tenemos todas con nosotros, no hemos podido acondicionar todo de la manera más adecuada, ni tenemos la mejor estiva e incluso reina el caos en el interior de la tienda. No obstante, elevamos la cometa y el trineo se empieza a mover con suavidad hacia el rumbo que Juanma nos ha indicado. En este momento la emoción es intensa. Hasta ahora todo habían sido preparativos pero por fin ya iniciamos el gran viaje. En el exterior, al mando de las cometas, Ignacio y Juan Pablo hacen el primer turno, y si todo va bien estaremos navegando más 10 horas seguidas. Mientras, Javi y yo ponemos orden en el interior de la tienda, seguimos peleando con la tecnología e intentaremos descansar algo para estar en las mejores condiciones en el momento del relevo. Hasta ahora todo ha sido más complicado de lo esperado. Urgencias para salir de Novo al Plateau, mal tiempo que nos han retrasado nuestros preparativos, problemas con el teléfono Inmarsat y la baterías… y además rotura de uno de nuestros prototipos de cometas. En las pruebas que hemos hecho estos días, las innovaciones del trineo han funcionado perfectamente y lo mismo ha sucedido con la tienda que ha aguantado vientos superiores a 100km/h a pesar de su altura (entramos de pie). Pero las cometas nuevas, las LWP9, con un sistema diferente de fabricación no han soportado los 1.200 kg que tienen que arrastrar. A la vuelta tendremos que hacer nuevas pruebas. Esto es parte de los objetivos de la expedición, ver cómo se comportan sobre el terreno materiales y formas que superan holgadamente las pruebas de laboratorio. Ahora lo que nos interesa es continuar alejándonos de la tormenta. Si nos coge lo pasaremos mal. No es que tengamos miedo por la tienda que aguantará seguro, incluso si el viento fuera superior a lo esperado construiríamos un muro que la proteja. Afortunadamente, todo empieza a funcionar y mantenemos una velocidad estable. Lo peor de todos ha sido el tiempo perdido, la desesperación de estar parados y recluidos en la tienda. Puede darse la situación de que la niebla haga invisible la tienda a un metro de distancia y que tengamos que salir unidos a ella por una vía de cuerda para encontrar el camino de vuelta. El viento declina. No conseguimos mantener la cometa en alto. Cae. Intentamos elevarla de nuevo. Luchamos por conseguirlo, pero es imposible. Sin un mínimo de viento no hay nada que hacer. Necesitamos salir de este agujero, pero solo podemos avanzar en un rumbo. Incluso podríamos aprovechar el viento de la tormenta pero su rumbo es desfavorable y nos puede alejar de nuestro objetivo. En medio de la tormenta perfecta. Nuestras últimas 24 horas, resistiendo en la tienda vientos de más de100km/hora. por Javier Selva fecha Cuando leas esta crónica tal vez nos encontremos en una cueva que habremos cavado bajo el trineo para guarecernos de una tormenta que no cesa. En este momento los cuatro estamos dentro de la tienda, vestidos con la ropa de exterior (incluso con botas), escuchando el intenso ulular de un viento que no baja de los 100 km desde hace horas y que ha llegado a picos de 150 km. Tememos que la tienda no aguante tal intensidad y constancia. 17 de Diciembre de 2011 Si se rompe o cae nuestro único plan es salir a todo velocidad, coger el machete que llevamos junto al mando de las cometas y romper las cuerdas que atan la estiba del trineo locomotora (desde el que se gobierna), tirar los bultos, hacer con el trineo un parapeto, cavar en la nieve, y meternos allí hasta que el tiempo mejore. Recapitulemos. Veamos que ha pasado en las últimas 24 h hasta quedar atrapados en la tormenta perfecta. Ayer, no sabría decir a qué hora pues aquí entre la intensidad del trabajo y la luz solar permanente se pierde la noción del tiempo. Menos mal que Ramón tiene un reloj interior que une a cualquier suceso. Pues bien, como decía, ayer, después de haber quedados parados por la falta de viento, volvimos a aprovechar una ligera brisa para salir. Nos pusimos al mando Ramón y yo. Lo hicimos por tiro lateral, es decir, poniendo la cometa en un lado del trineo para aprovechar el viento sin perder el rumbo que necesitamos. Hay que tener en cuenta que como no tenemos timón la única manera con la que podemos coger un rumbo es situando la cometa en un lugar u otro y moviendo la carga. Nos costó arrancar, con la cometa de 30 m2 no avanzábamos y con la de 50 m2 era demasiado. Pero poco a poco conseguimos una marcha a trompicones pero lo suficiente como para recorrer unos 20 km. No demasiado, pero menos es nada. Hicimos el cambio de turno, entramos en la tienda y caímos rendidos. Cuando me despertaron me sorprendió ver a los tripulantes en el interior. Noté el trineo parado y escuché un viento ensordecedor que no me explicaba cómo no me había despertado antes. Me pusieron al corriente. A Ignacio y Juan Pablo les pareció raro mientras gobernaban el trineo que la temperatura fuera cada vez suave. En unas horas pasó de -35ºC a -16ºC. Aunque no lo quisieron pensar sabían que era el preámbulo de una tormenta. ¡Otra! Y así fue. Sin previo aviso el sol desapareció. Casi se hizo de noche por la intensidad de la nubes que cubrían todo el cielo. El viento roló de una suave brisa a huracanado. El trineo se convirtió en ingobernable y apenas se podía ver lo que había unos metros más allá. Pararon. Decidieron construir a barlovento un muro con las cajas de carga para proteger la tienda. Me despertaron y también yo me vestí. Salimos. Permanecer en el exterior era casi imposible, la temperatura estaba sobre los -20ºC y unida al fortísimo viento la sensación térmica se hace casi insoportable. El viento con nieve se mete por cualquier resquicio de nuestros trajes y al menor descuido nos tira. Apenas podemos abrir los ojos y nos sentimos torpes para construir la muralla. Pero lo conseguimos. De nuevo en el interior valoramos la situación. Tememos por la tienda. Hasta ahora ha aguantado bien pero todo tiene un límite. Tenemos otra tienda más baja que aguantaría mejor pero con estas condiciones meteorológicas es imposible montarla. La única solución es mantenernos vestidos de exterior en la tienda. Tener todo lo que necesitamos localizado: machete, palas, y sobre todo los dos teléfonos Iridium con el sistema de emergencia activado (pulsando un botón envía un mensaje de emergencia con nuestras coordenadas a la base rusa de Novo y a otra norteamericana). Sería una petición de rescate. Pero, ¿quién nos va a rescatar? ¿cuándo? ¿cómo? ¿desde dónde? Estamos en la Antártida, dependemos de nosotros mismos. Adiós tormenta, adiós. La Travesía continúa tras 10 horas de vientos. por Ramón Larramendi La tormenta se fue como llegó. Cuatro horas después de que Javier enviara su crónica de ayer, es decir a la 1 am se desvaneció el viento. La calma más absoluta bajo un cielo aún encapotado. La verdad es que nos sentimos aliviados. Nos precipitamos al exterior para poner todo en orden y aprovechar la más leve brisa para salir de allí. Nuestro objetivo: superar el meridiano 75º, a partir del cual el riesgo de tormentas disminuye considerablemente ya que las influencias oceánicas se han alejado. El trineo se encontraba sepultado y fecha 18 de Diciembre de 2011 la tienda repleta de nieve en polvo. Desenterrarlo todo no nos llevó demasiado tiempo. Creo que porque estábamos tan deseosos por navegar que nos sobraba energía. Deshicimos el muro de contención que habíamos fabricado a barlovento de la tienda y toda la carga quedo adecuadamente colocada. El tiempo pasó volando y sin darnos cuenta una ligera brisa de apenas 10 km/h nos avisó de que era el momento de ponernos en marcha. Un viento tan débil nos obliga a salir con la cometa más grande, 80 m2. En las siguientes horas las condiciones de navegación mejoraron y en dos turnos recorrimos 120 Km, cambiando a cometas de 30 m2 y 10 m2. La navegación de hoy nos ha sabido a gloria. Notar cómo se desliza el trineo por el Plateau antártico adaptándose a las irregularidades de la superficie nos llena de optimismo y confirma nuestra certeza de que estamos consiguiendo el mejor, más limpio y más rápido vehículo para la Antártida. Nuestro objetivo era pasar cuanto antes el paralelo 75º y estamos en el 75,26º. Hemos dejado atrás la zona que más nos preocupaba. Aquí los vientos son más desfavorables y según nos adentremos en el Plateau mejoraran aún más. Aunque nos encontramos en la Antártida y en cualquier momento las inclemencias meteorológicas nos pueden dar un susto. Llevamos un poco de retraso, pero nada preocupante. En cuanto encontremos unos días favorables nos recuperaremos. Ahora, comiendo en la tienda y charlando distendidamente nos parece muy lejana la tormenta de ayer. Golondrinas, un montón de kilómetros y los 80º de latitud Sur. por Ramón Larramendi Tras la buena marcha del día 18, el día 19 el viento de dirección contraria al esperado, viene del Polo Sur hacia la costa. Juanma (nuestro quinto expedicionario), que nos envía el parte meteo desde España, ya nos había avisado de que iba a ser un día meteorológicamente raro. Y así lo fue. El viento roló pero en todas las direcciones malas. Cambiamos el trineo de posición varias veces a ver si podíamos hacer algo pero fue en balde. Cuando fecha 23 de Diciembre de 2011 por la noche nos tocó el turno a Javi y a mí estuvimos haciendo reparaciones del trineo, deshaciendo nudos de cometas y pequeñas tareas para estar a punto. Filmando y haciendo las tareas que con la marcha no habrá tiempo de hacer. Intentamos mantener los turnos a toda costa. De hecho a las 11 de la mañana nos acostamos y cogen el relevo Juanpa e Ignacio. Por la noche el viento cambia y se pone favorable con una ligera desviación. Javi y yo comenzamos la marcha yendo muy bien, el viento nocturno es fuerte y partimos con la cometa de 60 m2. Al poco rato de la partida salta el sistema de suelta rápida y la cometa se cae, mientras Javi va a la cometa, unos pajaritos blancos con ojos saltones que parecen golondrinas se acercan al trineo y me miran. Son ocho o diez, no doy crédito, estamos a mas de 500 km de la costa y ¡qué diablos pueden hacer estos pájaros en este lugar totalmente desértico donde no hay nada! No se entretienen mucho tiempo y para cuando voy a sacar la cámara ya se han ido en su peregrinaje a ninguna parte, un poco como nosotros. Es un buen augurio. Conseguimos ponernos en marcha y esta es buena, el terreno es mejor del esperado, de hecho sorprende lo uniforme y plano que es. Los kilómetros se suceden hasta el cambio de turno, pasamos a dormir y conseguimos hacerlo sin problema durante la marcha, el movimiento del trineo incluso ayuda. A la noche el día ha sido optimo, 180 km, la mejor jornada hasta la fecha. Todo lo que nos adentremos en el interior significa tiempo estable y mejores condiciones, la zona costera es el problema. El 21 sopla viento fuerte de noche, empezamos con una cometa de 60 m2 pero debemos cambiarla a 30 m2 por ser demasiado fuerte, a unos 30 m de altura el viento sopla como un verdadero cañón, llevándonos fuera de control. El terreno sigue siendo bueno. A las 6 de la mañana el viento empieza a bajar, se va quedando sin fuerza, tanto que cambiamos a la cometa de 80 m2, pero ni aún así esta tiene fuerza. Cuando Ignacio y Juanpa cogen el relevo el viento muere totalmente y ellos apenas consiguen arrancar unos 4 km. Simplemente no hay viento. Nosotros habíamos hecho cerca de 100 de modo que no ha sido un mal día a pesar de todo. Lo importante es que ya hemos cogido el ritmo y las condiciones son mas estables. El 22 el tiempo sigue estable, pero de noche el viento es fortísimo. Salimos con 60 m2 pero pronto nos colocamos fuera de control, debemos cambiar a una cometa menor, ponemos 30 m2 que aun así va muy fuerte, en algunos momentos cogemos 30 km/h. Es una pasada ver al trineo comportarse en este terreno saltando, adaptándose y dando todo tipo de tumbos. El viento es muy bueno, la nieve arrastrada por la superficie le da a la progresión un aspecto fantasmal, los botes que pega el trineo impresionan, parece imposible que se pueda dormir dentro. Mientras conduce Javi en un momento y en medio de los botes pierde el mando y hemos de soltar la cometa. Que vuela a casi 1 km de distancia. Recogerla, colocar las líneas de 300 m, ordenar de nuevo la cometa, comprobar que todos las líneas estén bien, la maniobra nos lleva hora y media. Vamos tan abrigados que nos cuesta caminar mucho, y hemos de hacerlo de un modo lento. La cara protegida por la mascara, la parka, las botas… Mucha ropa para andar, pero la justa para estar parados en el trineo. Cuando acabamos nuestro turno hemos hecho 140 km. No está mal. Manteniendo la cometa en el aire hacemos el cambio de guardia, momento que Juanpa aprovecha para los experimentos. El mejor momento del día es entrar en la tienda que esta siempre milagrosamente caliente. Es entrar en un auténtico hogar movible. En marcha comemos algo, bebemos, leemos y a dormir. Nos levantamos de nuestro plácido sueño mecido un grado de latitud más adelante. Ignacio para el trineo a los 80ºS. Valoramos la posibilidad de tirar y batir nuestro récord de 311 km en un día, pero finalmente nos quedamos para no perder el ritmo. Hemos hecho 253 km, El tiempo es estable, hay mucha menos diferencia entre día y noche, y hace mas calor que junto a la costa. Estamos casi eufóricos, todo funciona, hemos cogido el ritmo que creemos puede ser imparable. El trineo va muy bien, la tienda también, el sistema de turnos es un acierto total que nos hace aumentar la eficacia y estar casi más descansados y el Polo empieza a verse no tan lejos. A 250 km por día no está más que a 4-5 días de aquí. Ahora lo importante es mantener el ritmo continuo de entre 150 y 250 km/día. ¿Seremos capaces de mantenerlo? El día 23 vamos también como una moto. El terreno es mucho peor. Por primera vez aparecen sastrugis de verdad y zonas que parecen imposibles donde el trineo demuestra lo mejor de sí mismo, y se comprende el porqué de su diseño. Hemos de ir despacio, controlar la velocidad, da miedo romper el trineo. El viento en altura sigue siendo fortísimo. Para parar el trineo hemos de poner las maromas de cuerda bajo el rail para frenarlo, y aun así cuesta. Javi quiere filmar el trineo desde fuera pero no es fácil, pues el sistema no para, e intentamos evitar al máximo las maniobras de cambio de cometa, pues fácilmente nos suponen una hora. Estamos siguiendo un rumbo este para evitar una zona de grietas en medio del Plateau. El viento es sencillamente perfecto, viene del norte, el sol brilla con fuerza. Por primera vez navegamos sin parar ni una sola vez ni ningún incidente. Cuando cambiamos el turno Ignacio y Juapa tienen varias roturas de cuerda que les hacen perder mucho tiempo, aun así hemos hecho 183 km en una jornada. Esto marcha, hablamos de llegar al Polo Sur antes de Nochevieja. ¡Quién sabe! Ya veremos. Mañana es Nochebuena, para nosotros todo es igual, sin embargo no puedo dejar de sentir cierta nostalgia. Este año no habrá comilonas ni cenas familiares de Navidad, solo hielo, viento, cometas y mis tres compañeros: Javi, Juanpa e Ignacio que ahora mismo forman todo mi mundo. Feliz Navidad desde donde no hay Navidad por Ignacio Oficialdegui Juanma Viu, nuestro compañero de proyecto que nos da apoyo desde Madrid, nos manda casi todos los días un mensajito con el parte de viento que nos espera para nuestra posición, algún consejillo de estrategia, y mucho ánimo, sobre todo mucho ánimo. Juanma es un gran conocedor de la Antártida, de la meteo y de sus amigos. Ayer nos avisó de que nos llegaba un buen día para poder arañar un buen pedazo de nuestro periplo, vientos constantes de N y NE. Y así ha sido y así de bien los hemos utilizado. ¡Qué gran disfrute de día! Día del Catabático puro, limpio, helador, rotundo y que nos lleva como un buen pastor hacia nuestro destino. Hoy me he vuelto a reencontrar con mi constante compañero el viento, con el trineo que iba como un paño de fecha 25 de Diciembre de 2011 seda dibujando cada contorno de la superficie, con mis mejores sensaciones de “plateaudor” antártico, con el recuerdo de navegar con Juanma, con la buena compañía de Juanpa, con el empuje de Javi. La Antártida en el fondo...cuando la conoces...es maja. Hoy no hemos parado hasta el 80º S (253km). En términos polares esto es inconcebible. Gracias Ramón y gracias ACCIONA. Otro día os cuento que es eso del Catabático. A la lista he añadido otro concepto que quiero que conozcáis, los sastrugi. Con estas dos cosas claras, un buen pasamontañas y un buen chubasquero uno ya esta en condiciones de ir de excursión por el plateau antártico. No obstante, si os echáis a Ramón en el petate mejor. De todas formas habrá que retrasar una vez más esas expediciones que tenéis pendientes a estas latitudes puesto que hoy es Nochebuena y la cabeza me lleva en tiro frontal, en mitad de la ventana, a otros pensamientos, ya haré el esfuerzo de morder grados por el borde de la ventana otro día. Hoy el viento se ha parado, parece que nos obliga a descansar y diferenciar el día de alguna manera. Javi y Ramón están en su turno de dormir y lo están exprimiendo. Javi coge fuerzas para alegrarnos la noche y para navegar hacia el SE si se tercia (todavía no apuntamos directos al Sur por razones de estrategia con los vientos). Juanpa lee y parece meditativo, con un poco de morriña, me acompaña en el sentimiento. Ramón digiere los km hechos y por venir mientras dormita en una de sus posturas imposibles. Van a ser mis terceras navidades en su compañía, somos ya parte del Belén viviente de la Antártida, como figuritas de Alfredo Mayo, pétreos por el frío y la inmovilidad que impone nuestra vestimenta. Volviendo al centro de la ventana con cometón, no viene muy a cuento, pero no sé si os he contado que tengo tres hijos, y estos tienen su correspondiente madre. Anne, la mayor, con sus 14 añitos es la más guapa, la más lista, la más observadora y complicada, es mi princesa y eso vale todo. No creo que le gustara estar aquí conmigo, en esta atiborrada tienda de campaña. Matías le sigue con 12: si quieres alegrarte el día busca a este personaje lleno de entrañas de la vida, de sentimientos, de empatía, el rey del balonmano, la felicidad... El lugar donde estoy ahora le resultaría indiferente, estaría a gusto, pero sin darle un especial valor. Don Raúl va a cumplir 11 el día de Reyes; menudo personaje, no le vaciles ni molestes a su gente porque tendrás el infierno encima, pero si necesitas ayuda, protección o cariño, la armada invencible va en tu ayuda. Es la justicia, la protección,...todavía a su manera... Estoy tranquilo habiéndolo dejado al cargo del resto de la familia. Le encantaría estar conmigo aquí, ahora, en este infinito blanco. Todo lo bueno que tienen estas criaturas viene de su madre, bueno, alguna aportación del lado paterno tienen, pero vienen de genes recesivos del abuelo, sin haberse manifestado en la generación intermedia. Celina, la mencionada madre, es además la cuarta persona que más quiero. A ella si que le gustaría estar aquí, o estar allí donde estuviere. Es muy fácil meterse en estos jardines teniendo un campo base tan fuerte y confortable esperando después de cualquier incursión en la mayor complejidad. Espero que pasen una buena noche, creo que van a estar en buena compañía. Yo les voy a echar mucho de menos, espero que más que ellos a mí. Otro personaje que extrañamente extrañaré será Miguelito, no mi hermano (que también un poco, y a María), sino mi nuevo sobrino, hijo de mi hermanita Ana y uno que se llama Mikel, con quien todavía no he pasado ninguna Navidad. La falta de mis suegrillas Espe y Babibel con la recua de cuñadas, lo soportaré. Un beso para todas. De quien también me voy a acordar mucho hoy es de Juanma, nuestro quinto expedicionario, y de Susana, su mujer, y de sus tres soles, Lucia, Raquel y el monstruo de Dani.¡Qué gente! No hay hielo en la Antártida para pararlos. Aprovechando que me he puesto, quiero felicitar la Navidad a toda la gente que hace que pueda estar aquí. Aun con riesgo de dejarme a muchos, a toda la familia ACCIONA, representada por José Manuel Entrecanales, a ACCIONA Energía, con nuestro líder Rafael, toda la gente de RRHH, con Maite y Carlota a la cabeza arreglándolo todo, a los súper Kintxo y Luis, que todo lo pueden, incluso apoyar mis locurillas, y por supuesto a los “reyes de la casa”, el clan RREE en todos los países, que no hay malos vientos que se le resistan y que los oigo soplar mientras navego. A Pío Cabanillas que nos apoya y anima. Y a mis amigos. ¡Patxi cuídate! Feliz Navidad Enrique, nuestro enlace con el planeta tierra, y que te recuperes pronto. Por cierto, tengo un tío que se llama Tomás y, aunque es un poco agarrao, si le decís que sois amigos míos os invitara a un buen pote. La próxima hablamos de Catabáticos y sastrugi.... Feliz Navidad desde donde no hay Navidad ni nada salvo hielo, viento y buenos compañeros. ANDANZAS DE UN FOTÓGRAFO ANTÁRTICO: BLANCA NAVIDAD por Javier Selva fecha Aquí estamos, rodeados de hielo por todas partes. Nuestra navegación ha adquirido la regularidad que todos estábamos esperando y sorprendentemente este vehiculo salido de la cabeza y el tesón de este chalado visionario que es Ramón Larramendi esta demostrando ser una máquina de devorar kilómetros. Pasamos horas pilotando el cacharro mirando la inmensidad blanca: siempre igual y siempre diferente. Lo mismo que dijo 26 de Diciembre de 2011 Heráclito sobre el agua del río, siempre hay agua pero nunca es la misma…En estos y otros pensamientos igualmente peregrinos empleo el tiempo que paso mirando la superficie de hielo en movimiento junto a nuestro catamarán. He aprendido a distinguir las horas del día por la temperatura de color de la nieve. Los fotógrafos que han asistido a mis talleres saben bien lo que es eso: es el color el que establece la diferencia entre la monotonía del blanco aparentemente igual de la inmensidad helada. Ni el color es el mismo ni el relieve del hielo tampoco. Pasamos de una superficie homogénea y amable para la navegación a zonas de sastrugis (término ruso para definir como olas de hielo de la dureza de una piedra) que son auténticas trialeras, una prueba de resistencia para el vehiculo y los que van durmiendo (o lo que pueden) dentro de la tienda. Como era previsible los equipos fotográficos y electrónicos van acusando el trato implacable al que son sometidos. Uno de nuestros Mac ha pasado a mejor vida, la Go Pro salió despedida del trineo mientras intentábamos una arriesgada toma de una de las explosivas levantada de cometa. Las baterías se descargan al instante con el frío y tenemos que mantenerlas calientes en todo momento dentro de nuestro cuerpo. Las trasmisiones por Iridium son desesperantes, funciona relativamente bien para voz pero puede tardar horas en enviar una foto en baja calidad. Pero yo ya no me desespero, esto es la Antártida, siempre igual y siempre diferente. Como mis compañeros de expedición a los que no pierdo de vista ni un solo segundo del día. Vivimos en un trozo de tela de 3x3m. montado sobre maderas que se desplaza por este desierto helado, tan solo nos alejamos unos metros para las cuestiones más escatológicas. Si no fuera por que estamos solos y no existe competición alguna parecería la carrera de los Autos locos, aquellos dibujos animados de cuando algunos éramos jóvenes. Un excéntrico vehiculo lleno de chiflados: el científico loco, el visionario inventor, el metódico navarro y el despistado fotógrafo. Y esa es mi familia de la Antártida y con ella es con la que estoy pasando estas navidades dentro de una tienda, en el fin del mundo y rodeado de nieve, como tienen que ser unas navidades que se precien. NAVEGANDO por en NAVIDAD Ramón Larramendi El día de Nochebuena comenzó con un viento suave y favorable, pero con un terreno a ratos muy malo, de esos que parece imposible que no se rompa el trineo en mil pedazos. Los cuatro cuerpos del trineo deformándose en todas las direcciones, crujidos, impactos… No parece que Ignacio y Juanpa puedan dormir mucho, hemos pasado la zona de sastrugis mas grande hasta ahora. fecha 26 de Diciembre de 2011 El día es espléndido y conforme avanza muere el viento. Cambiamos de 30 m a 80 m de cometa pero sirve de poco, el viento muere y hace realmente calor como nunca hasta la fecha. Hemos podido rascar 56 km, algo es algo. Cambiamos guardia y Javi y yo descansamos mientras Juanpa e Ignacio reparan cosas. Hace tanto calor dentro de la tienda que hemos de tapar las ventanas. Es Nochebuena y queremos hacer nuestra pequeña celebración. Decoramos la tienda con espumillón, sacamos nuestra botella de champán que hemos de descongelar, preparamos una cena de cordero ¡liofilizado! y turrón. Buena música y sesión telefónica con la familia. Mi madre está en el hospital, se me quitan las ganas de celebrar. Nochebuena agridulce. Mis compañeros hablan con sus familias. Se respira cierta nostalgia. Los cuatro formamos una pequeña familia rodeada de blanco y hielo. El día de Navidad amanece con vierto del SW de dirección totalmente contraria. Intentamos navegar pero el rumbo es malo, nos lleva al Este. A los 10 km desistimos. Tras el cambio de turno Ignacio y Juanpa lo vuelven a intentar, hacen 15 km más pero gracias a que a última hora el viento ha rolado a Norte. No hay celebración de Navidad, nuestra preocupación es avanzar lo más rápido posible. Como siempre a la 1 de la mañana empieza el turno de Javi y mío, mientras mis compañeros duermen. El viento es favorable y con la cometa de 30 m avanzamos en medio de un whiteout que nos impide ver relieves. El viento es fluctuante pero nos permite avanzar muy bien hasta que arrecia y nos hace perder casi el control. El ambiente es fantasmal, la nieve arrastrada envuelve el trineo confiriéndole un aspecto tenebroso, una nueva tormenta está en ciernes. El viento es fuerte, cuando Ignacio y Juanpa intentan navegar con cometas pequeñas de tormenta no lo consiguen, hace demasiado viento y casi pierden una. Tras varias horas intentando navegar entran en la tienda frustrados y helados. Hace mucho frío. Al menos hemos hecho 90 km en el turno de la mañana, quedan 800 km al Polo Sur, 4 días de estabilidad, pero de nuevo todo depende del viento y del tiempo. Esperamos llegar en los primeros días de enero, pero, quién sabe. AVANCES CIENTÍFICOS DE LA por EXPEDICIÓN Juan Pablo Albar Cumplida la primera quincena desde que aterrizamos en el Plateau antártico en las proximidades de Novolazareskaya, alcanzado el paralelo 80º S, dejado atrás el frenesí inicial asociado al ensamblaje del navío-trineo y pasadas las tormentas no puedo posponer más estas notas para resaltar que los muestreos asociados a los tres proyectos científicos vinculados al Instituto de Glaciología y Geofísica del CNRS-UJF de Grenoble (Dr JeanRobert Petit), al Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del CSIC en Barcelona (Dr Jordi Dachs y Ana Cabrerizo) y a la Universidad fecha 27 de Diciembre de 2011 Autónoma de Madrid (Drs Antonio Quesada y David Velazquez) ya están en marcha. A día de hoy ya hemos tomado 19 x 2 muestras de nieve en distintos puntos de nuestro transecto para que el Dr J-R. Petit determine la proporción de los isótopos estables de la nieve y el hielo (O18/ O16 y D/H) en el casquete de hielo polar como herramienta para deducir el origen de la masa de aire que dio lugar a su precipitación. Para este proyecto no hemos tenido ningún problema y el muestreo sigue su curso, como tampoco lo ha habido para el proyecto de los Drs Antonio Quesada y David Velázquez para los que ya hemos tomado muestras de nieve superficial en condiciones de cuasi esterilidad. Sin embargo, hasta el momento solo hemos tenido una pequeña contrariedad con el proyecto de los contaminantes orgánicos persistentes aéreos (POPs) del IDAEA-CSIC por bloqueo del dispositivo de medida debido a las fuertes tormentas que hemos padecido. No obstante, proseguimos con el muestreo con nuevos absorbentes y ahora sin ningún contratiempo. Esperamos completar sin problema los muestreos para los proyectos de la Expedición Antártica Española ACCIONA Windpowered Antártica. Sastrugis gigantes y la primera rotura por en Santos Inocentes Ramón Larramendi Sin visibilidad y aún bajo los restos de la pequeña tormenta nos disponemos a salir con la cometa de 10 m. La marcha es impecable, a una velocidad muy controlada que no obstante nos permite ir a 10 km/h. Zonas planas alternan con zonas de bloques en los que el trineo se articula hasta parecer romperse. La niebla da paso al sol, es increíble cómo el hielo es siempre igual pero siempre diferente. Hacemos 75 km antes de dar el relevo a Ignacio y Juanpa que aumentan de cometa y se enfrentan a zonas de sastrugis cada vez mas grandes. Por primera vez nos es imposible dormir debido a los violentos fecha 28 de Diciembre de 2011 golpes. Parece que estamos entrando en una zona diferente a todo cuanto hemos visto. En total 130 km en la jornada. El día de los Santos Inocentes amanece prometedor. Ignacio para porque se le ha roto el tiro de modo que estamos en medio de un campo de sastrugis. Aviso para navegantes, comenzamos con 30 m y arrancada fuerte y muy pronto una zona infernal de sastrugis gigantes que parecen auténticos tiburones ballena con sus fauces abiertas dispuestos a engullirnos. Dan miedo. Terraplenes, ventisqueros, manadas de tiburones por doquier, la conducción es extremadamente violenta y el trineo parece romperse en mil pedazos a cada momento, se articula siguiendo ángulos imposibles. Los sastrugis y los terraplenes alcanzan el metro de altura, varias veces estamos a punto de caernos del trineo. Y parece no acabar nunca. Al mismo tiempo que ocurre todo esto, un globo meteorológico posiblemente procedente del Polo Sur nos sobrevuela a no demasiada altura como observándonos. En un instante mejora y paro a revisar el trineo. Descubro que la tienda está empezando a romperse pero es solo el principio. Los esquíes que iban atados a la trasera de la tienda han desaparecido. Javi va a buscarlos, pero pronto los damos por perdidos, pueden estar a 20 km. Dentro de la gravedad, no es algo dramático, no pensamos usarlos. Los llevamos por si acaso. Lo más grave, sin embargo, es que descubrimos un rail del vagón roto por la unión de las planchas de madera. No sabemos que ha pasado, pero algo se debe de haber soltado, enganchado y hecho palanca. El desánimo acecha y, para Ignacio y para mí regresan algunos recuerdos de las roturas sin fin de 2005. A pesar de todo, al final la reparación es fácil, no ha sido tan grave. Nos lleva cuatro horas volver a estar en marcha. Ha sido un aviso, hemos de controlar la velocidad si queremos llegar a buen puerto. El trineo puede partir. Estamos yendo en rumbo sudeste. Decidimos pasar a rumbo sudoeste a ver si mejora. La clave es controlar la velocidad. Cuando Ignacio y Juanpa empiezan, que por cierto no han podido pegar ojo, cambian a 8 m de cometa. La única obsesión: ir despacio para ir rápido. A una media de 7 km/h vamos mejor. Contra todo pronóstico conseguimos dormir. Estamos muy cansados. En total hemos hecho 106 km al sur. Estamos en 84,40 S, menos de 600 km al Polo Sur que ahora parece lejos, tal vez cinco o seis días con este terreno. Sentimos incertidumbre, con este terreno es una eternidad. Uno de nuestros mayores enemigos en la Antártida: los sastrugis Experiencias del 5º expedicionario: Juanma Viu Los sastrugis los inventaron los rusos, bueno en realidad los sastrugis siempre han estado presentes, lo que hicieron los rusos fue ponerles nombre. Son formaciones producidas en el hielo por la erosión del viento y hacen que la Antártida parezca un mar con olas congelado. Por eso, nosotros que vivimos experiencias similares a los geniales rusos que los bautizaron, también les ponemos nuestros propios nombres: sardinillas, truchetas “buenas”, salmonetes, cachalotes o tiburones (los más temidos) porque nos recuerdan a peces en un mar helado. En Groenlandia estas formaciones son muy diferentes y por supuesto mucho menos peligrosas, allí no tenían formas vivientes. En Groenlandia son simplemente “tamatumos” (así llamamos también a la lechuga del huerto de Ramón). Los sastrugis pueden dar mucho miedo, es probable que después de días sorteando “salmonetes” y “peces voladores” sin que afecten la navegación, aparezcan los temidos “tiburones”. Los sastrugis que llamamos tiburones son más duros que el cemento y dan miedo, mucho miedo. Si se choca frontalmente con uno de ellos de considerable tamaño, el trineo podría pararse en seco y sufrir daños, y eso es lo último que se quiere. En el diseño del ACCIONA Windpowered Antártica, hemos tenido en cuenta a estos “enemigos” de la naturaleza, así que hemos construido una curva de más de medio metro en la proa de los raíles, este tipo de forma ayuda a pasar por encima de los sastrugis y dificulta la posibilidad de quedarse atascado, siempre que no nos encontremos con un “tiburón blanco” en nuestro camino y nos ponga en problemas, claro. ¿Y qué hay de modificar el rumbo si vemos un obstáculo? Por supuesto es una posibilidad, pero no es tan fácil cuando a la vez estás manejando una cometa. Cambiar de rumbo puede significar ponerse todavía más a favor del viento y aumentar la velocidad del trineo, lo que viene a ser “despendolarse”, y lo que ganas por un lado lo pierdes por otro. Un pequeño obstáculo a gran velocidad puede ser todavía peor solución. Por eso lo que hacemos normalmente es “llevar la cometa al viento” y disminuir su empuje y por tanto la velocidad. Y si el trineo se queda atascado no queda otra que bajarse y empujar. Cada vez más cerca del Polo 2 con una cometa de 8 m por Ramón Larramendi El tiempo es bueno, el viento perfecto, el terreno malo, hemos de controlar la velocidad porque estamos casi de empopada, por ello usamos de nuevo la cometa de 8 m2, parece increíble que un trapo que pesa menos de 1 kg sea capaz de arrastrar 1.200 kg a través de todo tipo de obstáculos, pero así es. Vamos muy despacio, a no más de 8 km/h e intentando no impactar con los sastrugis, fecha 30 de Diciembre de 2011 los cogemos de frente en vez de lado y el trineo sufre menos. Ir despacio para ir rápido. Javi y yo vamos charlando mientras conducimos en turnos de una hora. Una rutina implacable. El terreno solo mejora cuando es hora de cambiar turno. Entrar en la tienda es toda una sensación, no deja de sorprender el calor que hace y la fuerza del efecto invernadero, es como entrar en otro mundo, en un pequeño hotel. Juanpa e Ignacio salen. En total conseguimos hacer 130 km antes de iniciar nuestra cena-desayuno. Javi y yo prácticamente hacemos solo una comida al día, pues al levantarnos cenamos, y tras cenar desayunamos, para durante nuestras 10 horas de marcha la mayoría de las veces ni beber, y comer poco, el chocolate es el poco apetito que tenemos. Lo que más echamos en falta es el sueño, pues en marcha dormitamos pero rara vez dormimos bien. Esperaremos a condiciones favorables o al Polo Sur para pegarnos una dormida en condiciones. El día 30 ha amanecido con viento más suave pero bueno. Cambiamos a cometa de 16 m2 y el terreno parece mejorar, conseguimos hacer 77 km nosotros y 88 km Juanpa e Ignacio, un total de 165 km. Estamos a 300 km del Polo. A distancia incluso de un día largo. Nos enteramos de que el Basque Team ha llegado ya al Polo. Desde aquí nuestra enhorabuena. Deben de tener a estas alturas unas piernas de acero. Esperamos encontrarnos con ellos en el camino en medio del hielo o en Unión Glaciar. Mikel Zabalza es vecino y amigo de Ignacio en Pamplona, y yo compartí expedición con Juan Vallejo hace once años a Groenlandia. Nos reservaremos un cava para brindar con ellos cuando llegue el momento. Por ahora, cuando lleguemos al Polo Sur brindaremos por nosotros, nuestras familias y aquellos que nos han ayudado y apoyado para estar aquí, ACCIONA. Sin olvidarnos de Amundsen y, sobre todo, del sufrido capitán Scott. Estando aquí se le ponen a uno los pelos de punta al imaginar el grado de esfuerzo y sufrimiento que padecieron. Pero aún quedan 300 km que pueden deparar muchas sorpresas. En breve lo sabremos.... El Polo Sur al fin: Crónica de una Nochevieja y año nuevo de 50 horas y 500 km. por Ramón Larramendi fecha 1 de Enero de 2012 10 de la mañana. 90ºS. El Polo SUR. Llevamos 50 horas frenéticas para aprovechar las condiciones excepcionalmente buenas de viento y de terreno y alcanzar el Polo Sur a donde al fin llegamos tras 2.200 km. de travesía recorridos en 19 días y 12 horas. La más rápida expedición no mecanizada en alcanzar el Polo Sur. Nuestra Nochevieja, una maratoniana jornada record de 310 km. non stop. Somos el primer vehiculo movido por el viento que alcanza el Polo Sur, nuestro trineo, un autentico velero de los desiertos polares, ha vuelto a demostrar que es capaz de todo. Un sueño se cumple. Casi sin dormir, sin comer ni beber, tras navegar durante toda la Nochevieja, mientras millones de personas celebraban la fiesta, nosotros navegamos sin descanso por alcanzar nuestro objetivo, por cumplir un sueño. Numerosas sensaciones se agolpan en mi cabeza; emoción, cansancio, satisfacción, alegría, tristeza, nostalgia, admiración , gratitud, esperanza. Emoción por el reto conseguido, por la sensación del trabajo bien hecho. Cansancio por el ritmo agotador, no solo de las últimas horas, sino de los últimos meses. Satisfacción y alegría por culminar un sueño que empezó hace ya muchos años. Tristeza y preocupación por mi madre, que está en el hospital y siempre me animó a creer en mí mismo y a quien especialmente dedico este momento. Nostalgia por no estar con mi mujer Getse ni con mi hijo Inuk de cuatro años. Admiración al recordar a Amundsen y Scott que hace justo 100 años luchaban como nosotros en la meseta Antártica con un coraje y determinación sin limite. Gratitud a mis compañeros de expedición Javier Selva, Ignacio Oficialdegui y Juan Pablo Albar que forman un equipo excepcional, y gratitud a aquellas personas que han creído en este proyecto y que forman el gran equipo de ACCIONA. Esperanza y convicción en el potencial de este vehículo para desarrollar un programa científico en la Antártida y como auténtico transporte del futuro en esta zona de forma limpia y cero emisiones. Todas estas son sensaciones que se agolpan en mi cabeza cuando navegamos casi a 20 km/h hacia el Polo Sur, y aparecen los primeros banderines que señalan la proximidad de las instalaciones de la base americana que está dentro de una nube oscura que impide que podamos verla. Llevamos la cometa de 802 m y la línea de 300 m. Tan solo cuando estamos muy cerca del Polo Sur empiezan a aparecer algunos de los edificios de la base americana Amundsen-Scott. El aspecto es bastante fantasmal y no se ve a ningún ser humano. Paramos a tomar un café en una tienda de ALE, los responsables logísticos de la expedición. Allí esta Scott, un americano simpático y hospitalario, la primera persona ajena al equipo que vemos en varias semanas. Después continuamos con la cometa hasta el mismísimo punto que señala el Polo Sur que se encuentra 1 km. mas adelante. Abrazos, fotos, unos trabajadores de la base bajan a ver que diablos es ese extraño vehículo movido por una cometa y sin dar crédito a que haya podido navegar hasta aquí. El día 30 queda ya lejano pero es la verdadera crónica de cómo hemos llegado hasta aquí. Ese día comenzamos con un terreno bastante malo y lleno de sastrugis, pero con un viento favorable del norte. Decidimos usar la cometa de 16 m para no coger demasiada velocidad, intentamos derivar hacia el este con la esperanza de que el terreno fuera mejor que el de los días anteriores. Y en efecto, parece acertada la estrategia porque poco a poco, y ligeramente, el terreno fue a mejor y, contra todo pronostico, los kilómetros fluyeron de modo que conseguimos hacer 165 km. en la jornada. Por la noche los ánimos se encendieron cuando recibimos el parte meteorológico que nos enviaba Juanma Viu, nuestro quinto expedicionario, y en el que se hablaba de vientos favorables para las siguientes 36 horas. Las reparaciones del trineo y la pequeña intervención que hubo que hacer para atajar una infección en un dedo de Juanpa nos obligaron a salir muy tarde casi a las 6 de la mañana del día 31. Íbamos a intentar llegar al Polo, para ello necesitábamos que se mantuviese el viento, y que se confirmase que íbamos a encontrar el mejor terreno. Y así se cumplió, el terreno súbitamente se hizo impecable y pudimos ir a buena velocidad. Los kilómetros fueron cayendo mientras hacíamos nuestras rotaciones de turnos. Los que iban dentro de la tienda pudieron dormitar y descansar bastante bien. Cambios de cometa de 16 a 30, 60 y 82 m conforme el viento iba cayendo poco a poco. Debido a la proximidad del Polo debíamos ganar grados al Este para que el viento fuera favorable, o si no no llegaríamos. Estábamos ajenos a la Nochevieja, cuando se cambiaba de año a Javi y a mi nos tocó descansar en el saco de dormir. Entre dormitada y dormitada oímos a Ignacio y Juanpa que celebraban mientras navegaban la Nochevieja, estábamos tan cansados que no tuvimos celebración. A las 2 de la mañana cambiamos el turno y nuestra Nochevieja consistió en navegar sin descanso, sin haber comido mas que cuatro lonchas de jamón serrano cada uno, unas almendras, y algo de chocolate mientras cabalgábamos hacia el Polo Sur y vimos los primeros banderines que indicaban la proximidad de la base. Así completamos una larga jornada y nuestro auténtico record de distancia: 310 km. de navegación continuada. Recuerdos de una Nochevieja EN EL POLO 2005 por Juanma Viu, el 5º Expedicionario Justo ahora que se cumplen seis años de nuestra anterior expedición y, estando inmersos en la segunda, se me vienen a la memoria aquellas fechas. En medio de la meseta polar, cuando la persona más cercana está a 1.000 Km de distancia, uno se encuentra a merced de lo que disponga la naturaleza, y no te queda otra que adaptarte a ella. Aquellos días fueron de total calma chicha, estuvimos casi tres días parados sin viento y, aunque teníamos una fecha tope para llegar al final y si no llegábamos nos metíamos en serios problemas, intentábamos estar tranquilos y relajados. Teníamos la sensación de estar absolutamente a nuestro aire, sin más ataduras o compromisos que los caprichos del viento, el hielo y las tormentas. Sin tener acceso a ningún pronóstico meteorológico, los contactos con el exterior eran muy espaciados, la sensación de libertad e incertidumbre era total. Una sensación auténtica y antigua como los tiempos y que acabas, no solo aceptando sino también amando. En estas circunstancias nos sorprendieron las últimas horas de 2005. Era difícil saber cuándo exactamente serían las 00.00 hrs. ¿Qué hora utilizábamos? ¿La de casa? ¿La UTC corrigiendo nuestra posición? Cuando estás cerca de un Polo los husos horarios están tan pegados que resulta un poco absurdo decir qué hora es exactamente en tu posición, el colmo es en el mismo Polo donde dando un paso puedes pasar de las 12 del mediodía a las 12 de la noche. Al final el reloj se tiene como un artilugio necesario para comunicarse con el mundo de fuera, pero se emplea más el reloj interno. Estábamos descansados, habíamos paseado un rato por un paisaje lunar y luminoso, aunque el termómetro marcaba los cotidianos -35º C la sensación era muy agradable, habíamos jugado a las cartas y leído, habíamos hecho bromas, lo peor de la travesía creíamos que ya había pasado, no teníamos tanta presión y era el día 31, aunque no queríamos saber exactamente qué hora. Decidimos preparar nuestra Nochevieja. ¿Qué teníamos? Pues teníamos un benjamín, en realidad llevábamos tres, uno lo usamos cuando llegamos al Polo de Inaccesibilidad, otro lo queríamos para el final y el tercero, para Nochevieja. Teníamos un puro, ninguno de los tres fumamos, pero el increíble explorador Rune Gelnes que llevaba un itinerario parecido al nuestro aquel año, y con el que coincidimos en Novo, nos obsequió allí con un Cohibas de los pocos que había traído; un tipo peculiar, más latino que nórdico en algunas cosas. Además teníamos unos panes, queso y jamón de la base rusa por la que habíamos pasado. ¿Para qué más? Con unas sopetas de champiñones el menú estaba servido, pasando por una noche del penmican que si normalmente no entra bien, cuando llevas días de inactividad es infumable. Aquella noche no racionamos la comida, echamos la casa por la ventana. ¿Dos rodajas de pan? Venga, ¡dos rodajas esta noche! Estábamos muy concienciados de la cantidad de comida, si no llegábamos a tiempo podíamos tener serios problemas de víveres para poder esperar días a que nos sacaran del hielo. Pero esa noche nos olvidamos de ese tema. La cena discurrió entre bromas, siempre he pensado que para emborracharse no hace falta beber. La música corría de mi parte, que soy un cero a la izquierda con mi gusto musical, pero el público no era precisamente exigente. Cada vez que me acuerdo que les pregunté a Ignacio y Ramón qué música querían que llevara en el iPod, “música clásica” me dijeron haciéndose los interesantes y al final solo escuchábamos “Tropical total 3” que cargó mi cuñado Jordi antes de salir y me dijo: “llévatelo que nunca se sabe”. ¡Y tanto! la canción del “Tiburón” fue declarado himno de la expedición y la cantábamos todos los días a la sombra de los sastrugis. Y cuando nos dio la gana preparamos las uvas. Así que con una cuchara y la tetera “conectamos” con la Puerta del Sol para escuchar las campanadas. Tomamos frutos secos en vez de uvas, y seguimos el ritual de elegir las mejores para los meses más complicados, yo al menos así lo hago. Ramón se equivocó con los cuartos, lo cual daba mucho realismo a la situación. Ignacio siempre tan profesional y entregado se dedicó a filmar un poco, si por mí hubiera sido no habría ni una imagen, cuanta razón tenía filmando a cada rato. Luego se relajó y se disfrazó, como suele hacerse por su tierra, se disfrazó de jefe de base rusa, el disfraz estaba muy logrado, hubiera pasado por Vladimir sin ningún problema. Ramón bailando dentro de la tienda, Ignacio disfrazado y haciéndonos reír con su humor fino de navarrico sano; todos contentos y ajenos a la inmensidad que nos rodeaba, o quizás plenamente conscientes de ella, sin miramientos ni tapujos, felices por estar en un medio increíble y encontrarnos en la recta final de nuestra gran aventura. Una camaradería sin fisuras, un entendimiento a prueba de bomba…, estábamos simplemente bien. Así nos encontró el comienzo de aquel 2006. Seguro que este año Ramón, Ignacio, Javi y Juan Pablo estarán teniendo una Nochevieja parecida, y así se lo deseo desde aquí. 90º S batiendo récords por Ignacio Ofialdegui ¡Polo Sur Geográfico! hasta el mismísimo punto cometeando con nuestro trineo, cosa realmente difícil e inesperada, dada la complejidad de normas e infraestructuras que rodean tan ansiado punto. Todo un éxito y un hecho histórico sin duda. ACCIONA se la ha jugado, ha apostado por lo más innovador, lo más respetuoso, un órdago a lo convencional, y ha ganado. Ha sido impresionante el ver cómo hemos recorrido una media de un grado de latitud al día (unos 115km) durante 20 a pesar de días parados por tormentas o calmas. El colofón ha sido fecha 1 de Enero de 2012 espectacular, con más de 300 km non stop en plena Nochevieja. Como para decirle a Juanma que no, nos ha buscado la ventana ideal de viento y nos ha lanzado a la aventura. El viaje al Polo Sur mas rápido jamás realizado sin medios mecánicos convencionales, solo con un derroche de ingenio y esfuerzo. Hemos transportado una tonelada de peso, hemos realizado todo el trabajo científico encomendado, hemos probado materiales y equipos, hemos abierto una ruta de viento, y todo ello superando, además, los objetivos de cualquier proyecto meramente deportivo. Enhorabuena a todos los involucrados! Por cierto, feliz 2012 a todo el mundo. Este va a ser un buen año, lo que bien empieza bien acaba. Feliz año a mi familia, a mis hijitos, a mis sobrinitos, a todos mis amigos, al mitológico Amancio, super héroe del cambio de año, y a Malen, que siempre me llama pero esta vez se lo he puesto difícil. Ha sido una Nochevieja original, llevábamos unas 20 horas navegando y las 12 de la noche en horario UTC nos cogió a Juanpa y a mi pilotando en mitad de la nada. Juanpa sacó unos matasuegras de uno de los arcones de la cubierta, chillamos un feliz año a los dormilones y nos pusimos a soplar los cacharrillos en mitad de la soledad del Plateau como unos colgadillos a 15 km/h sobre una nieve esponjosa y con un viento de norte que nos ayudaba como nunca. Unas extrañas sensaciones, querer avanzar, la grandeza del Plateau, la incertidumbre de un contratiempo, de un cambio de viento, el recuerdo de la familia, la ganas de hacer una llamada, la cercanía del Polo y de los objetivos cumplidos. La familia sabia que iba a estar bien, de eso se encargan mi suegra Espe, la tía Maribel y el batallón de cuñadas. Son de esas que se lo pasan bien en Nochevieja y hacen que los demás se lo pasen mejor. Para toda la tropa de nietos y sobrinos es su mejor noche, bueno, quizás después de la de Reyes, pero esa de otra manera. Seguro que no me echaron mucho de menos, o eso espero. Bueno, ya son casi 48 horas sin comer ni dormir y me cuesta seguir el hilo. Para terminar, vaya el Polo por el rey del 2011, Don Miguel Azcarate Oficialdegui, que espero que si algún día viene por estos lares se encuentre con una Antártida como la que todavía tenemos ahora. Seguro que iniciativas como la de ACCIONA harán que así sea. A ver si comemos algo y mañana nos enseñan la base Amundsen-Scott. Visita de la base Amundsen-Scott por Ramón Larramendi Tras llegar al Polo Sur al fin hemos tenido tiempo para descansar, pues realmente lo que más echamos de menos es poder dormir sin estar en movimiento y poder descansar completamente, por ello dormimos casi 14 horas. Estamos un poco confusos con las horas, la base americana sigue el horario de Nueva Zelanda, la zona de visitantes de la base sigue el horario chileno, que tiene 6 horas de diferencia, y nosotros hemos seguido el horario UTC de Greenwich, que tiene 3 horas más de diferencia, y cuando nos levantamos no tenemos claro dónde estamos, pues el sol se mantiene constante en el horizonte. Para nuestro alivio el viento es desfavorable para continuar la navegación. fecha 3 de Enero de 2012 Nuestro día, en una hora indeterminada, consiste en estudiar la ruta que nos queda hasta Union Glacier y después ir a visitar la base americana, en la que, para nuestra sorpresa, nos informan que hay un español que está trabajando en ella: Carlos Pobes de Zaragoza que está con el proyecto ICECUBE de estudio de los Neutrinos. Carlos nos hace de guía, lo cual es una suerte. La base es posiblemente lo más parecido a como sería una base en el espacio. En el sitio más desolado y hostil para el hombre de repente hay una minucia que simula la vida normal en otras latitudes. La base está colocada sobre pilares elevables para prevenir su posible enterramiento, y lo primero que se visita cuando se entra es una cancha de baloncesto de un tamaño considerable que es el lugar donde se hacen partidos, conciertos y numerosas actividades. Toda la base está pensada para que los trabajadores en ella tengan el máximo de posibilidades de tener cierto ocio sin salir de aquí. Por supuesto fuera de la base y especialmente en invierno, a -70º, es imposible vivir ni hacer nada más que estar el mínimo tiempo posible haciendo el trabajo que a cada uno le corresponda. La base, que ha costado 173 millones de dólares construirla, fue completada en 2008, con motivo del año geofísico internacional. Tras la cancha seguimos viendo la biblioteca, la sala de ver películas, el gimnasio, el hospital, el invernadero donde plantan lechugas y tomates que en invierno es la única fuente de comida fresca, la producción alcanza para una ensalada por semana para cada una de las 50 personas que pasan el invierno aquí. Nos da la sensación de estar en el campus de una universidad, la cafetería con vistas al punto geográfico del Polo Sur. Por supuesto nosotros visitamos la zona de vida en común, incluyendo los centros de análisis de datos del estudio de neutrinos, del telescopio y meteorológicos. Luego hay laboratorios externos y zonas de almacenamiento que no visitamos. Todo es impresionante pero el costo económico y energético de mantenerlo en pie es enorme, casi todo viene en avión Hércules, se hablan de al menos 2.5 millones de litros de combustible necesarios en un año, más el enorme consumo de gasolina de las decenas de vuelos que los aviones han de hacer. base, junto con Carlos y más gente de la base, visitan el trineo para que se lo expliquemos. Están sorprendidos e interesados, nadie ha oído hablar de un vehículo movido por el viento que surque el Antártico. Lo que más les sorprende es que sean unos españoles quienes hayan creado este vehículo, y no noruegos, canadienses o gente que viva en la nieve todo el tiempo. Todo muy impresionante, no puedo evitar las comparaciones con Vostok donde Ignacio y yo estuvimos hace 5 años, una base enterrada en la nieve y donde el único espacio común era un pequeño comedor de 4x7 metros que servía a la vez de cocina, y por donde había goteras a su entrada de la nieve que lo envolvía. La diferencia es algo mas que dramática, reflejan dos planetas diferentes. Les explicamos que este es un primer proyecto, realizado con el objetivo de demostrar el potencial de este concepto y la capacidad que tiene para más allá de ser un vehiculo de exploración, sostener un programa de investigación científica pionero en el Antártico de un modo totalmente limpio, idea que para mí está totalmente clara. Sé que resulta chocante para quien lo ve, pero las ideas nuevas siempre generan desconcierto. De nuevo el contraste entre la base americana y el concepto totalmente limpio y muy económico que nosotros planteamos es total. Subida la moral tras la visita y recibir felicitaciones y pasar una agradable velada con los habitantes temporales del Polo Sur, nos hemos metido ya en el día 3 de enero, día del cumpleaños de Javier Selva Tenemos la oportunidad de explicar un poco nuestro proyecto. En general la gente esta desconcertada con él por la extrema sencillez de nuestro trineo y por la demostrada eficiencia del mismo para el Antártico. Es un concepto totalmente nuevo que sorprende incluso a los más veteranos y expertos en el Antártico. La futura manager de invierno de la y de Juan Pablo Albar. De modo que celebramos con cava y turrón la llegada al Polo y los cumpleaños. Antes de dormir decidimos qué horario vamos a seguir en nuestro camino. Posiblemente seguiremos un horario solar compatible con el horario chileno de la base de Union Glacier y con España. Mañana toca partir, siempre que el viento sea favorable. Aún nos quedan 1.300 km por recorrer que pueden tener muchas sorpresas. Nos preocupa lo que llaman los “escarpments”, zonas de pronunciada cuesta abajo, también las grietas, hay campos de grietas en nuestra ruta que debemos evitar. Por lo demás el viento debería ser bastante favorable. ANDANZAS DE UN FOTÓGRAFO ANTÁRTICO: el Polo Sur y las fiestas de mi pueblo por Javier Selva fecha Ya hemos llegado al Polo Sur. Una de nuestras metas, la más importante, ha sido conseguida. Ahora tenemos que continuar hasta Patriot Hills para completar la travesía Antártica en este original vehículo movido por el viento. Tiene su gracia esto de recorrer 2.500 km por el desierto helado de la Antártida en lo que Juan Pablo llama el “carromato”. Y no le falta razón, parecemos los antiguos pioneros del Oeste Americano cuando encima de sus carretas recorrían las infinitas llanuras desconocidas 4 de Enero de 2011 para ellos en busca de su particular Polo Sur. Dos de nosotros pilotan el catamarán y dos intentan descansar o dormir en el interior de la tienda que llevamos montada en el modulo trasero. La conclusión de este sistema es que vamos arrastrando un déficit de sueño importante, además como en esta época en la Antártida no existe la noche es difícil convencer al cuerpo que, a pesar de que el sol lo inunda todo, las dos de la madrugada es un buena hora para irse a dormir. A esto hay que añadir las irregularidades del terreno que por la construcción del vehiculo, pensado para deformarse y adaptarse al relieve sin romperse, se trasmiten directamente al suelo de la tienda…, en fin todo lo que un hombre desearía para poder echar una cabezadita. Y para demostrar que no solo la electrónica falla en estas condiciones extremas, precisamente en una de esas zonas de olas de hielo gigantes que aquí llaman “sastrugis” partimos uno de los raíles del catamarán. Fue un buen susto, los raíles, a diferencia de otras parte del trineo, son una parte vital y no son fáciles de reparar. Están construidos de madera laminada de fresno y diseñados para que puedan soportar los fuertes impactos y las deformaciones que se producen cuando atravesamos los campos de “sastrugis” con una tonelada que es lo que pesa el catamarán. Pero después de unas horas de hábiles trabajos de bricolaje conseguimos solucionarlo, y debimos hacerlo muy bien porque nos ha permitido llegar hasta el Polo Sur. Y por fin llegamos al Polo. Y qué queréis que os diga, esto de ser de pueblo es lo que tiene y el término “carromato” me resulta familiar. En las fiestas patronales de mi pueblo llegan algunos feriantes: el “turronero”, el “de los churros”, el “de los pollos” (por desgracia hace unos años perdimos al “del tiro” con el que la mayoría de nosotros aprendimos a hacer trampas con una escopeta de aire comprimido), instalan lo que allí se llama el “tarraque” que es un chiringuito móvil en el que tienen en el mismo pack su negocio, su vivienda y su vehículo. En ausencia de un diccionario de la RAE en estas latitudes por motivos obvios, no puedo confirmar si la palabra “tarraque” es una invención local de mi imaginativo pueblo o existe en realidad, pero lo cierto es que, además de definir a los feriantes de mi pueblo, es perfecta para aplicársela a nuestro vehiculo. Fue formidable nuestra aparición en el complejo de la base americana que hay instalada en el Polo Sur. Cuando lo detuvimos en la mismísima entrada aparecieron dos individuos corriendo, nosotros en un primer momento pensamos que habríamos infringido alguna de las numerosas prohibiciones que hay en este lugar, pero no, por una vez no se trataba de eso. Nos habían visto desde la base y bajaban asombrados para ver de cerca lo que desde lejos les debía de parecer una aparición. Estuvieron hablando con nosotros y haciendo cientos de fotos supongo que para dejar constancia gráfica del acontecimiento. Es de suponer que además, como en mi pueblo, no son muchas las novedades que ocurren por aquí y la aparición de semejante cacharro despierta todo tipo de entusiasmos. Una de las cosas que más les llamaba la atención era que además de trineo tirado por el viento pudiéramos vivir y dormir en él. Cotillearon y fotografiaron el interior de la tienda como si de un verdadero milagro se tratara. Igual que yo y todos los niños de mi edad cuando por fiestas llegaban aquellas extrañas caravanas que de día vendían turrón o churros y después, con las paredes cerradas, servían de dormitorio a las familias que se ganaban la vida de feria en feria. Tendréis que permitirme este pequeño ataque de nostalgia pueblerina pero es que la Antártida pasa factura a la cabeza y el corazón de casi todos los que la conocemos. Y más si encima es el día de tu cumpleaños… “LOS” POLO SUR por Javier Selva fecha Participas en una expedición, haces cientos de km (2.400); pasas frío, es decir, te hielas, vamos que te congelas; no duermes casi durante 20 días; pasas varias tormentas y en algún momento miedo, pero miedo de verdad; y todo con un objetivo: alcanzar el Polo Sur con un vehículo 0 emisiones, 100% ecológico; y cuando por fin llegas resulta que hay varios Polos Sur. La vida es así. 5 de Enero de 2012 Pero el Polo Sur, el de verdad, es el geográfico, el de Amundsen y Scott, el que si la Tierra fuera un ovillo y tuvieras una aguja que metieras por él llegarías al Polo Norte. Como hablar de los varios Polos no es una conversación habitual os hago una pequeña descripción. Polo Sur Geográfico: El auténtico, al que hemos llegado 100 años después que Amundsen y Scott. Latitud: 90º Longitud: 0º. El lugar más meridional de la Tierra. Donde como en el Polo Norte Geográfico confluyen todos los horarios. A las 0 h son las 24 h y todas las que hay entre ellas. Por él pasan todos los meridianos. Se encuentra en el Plateau antártico a una altitud de 2.835 m de los que 2.700 son hielo. Polo Sur Magnético: Se define como el lugar donde el campo magnético del planeta es perpendicular a la superficie. En un sentido estrictamente magnético es un Polo Norte, hacia el cual apunta el Polo Sur de una brújula. Polo Sur Ceremonial: Es el lugar donde se encuentra la Base Amundsen-Scott, a pocos metros del Polo Sur Geográfico. Está señalizado por un pedestal con una esfera metálica acompañada por todas las banderas de los países firmantes del Tratado Antártico. Polo Sur de Inaccesibilidad: Es el punto de la Antártida más alejado del Océano Antártico y más complicado de acceder. Lo importante es que el 1 de enero llegamos al Polo Sur Geográfico al que se encaminaba la expedición y que ya hemos cumplido el objetivo más importante que nos habíamos propuesto. Ahora nos quedan unos 1.200 km más en condiciones igual de difíciles de las que hemos superado. Si todo va bien hacia el 15 de enero llegaremos a Union Glacier, última etapa en la Antártida. Pero aún queda mucho, prácticamente como ir de La Coruña hasta Gerona. LA NOCHE por DE REYES Ignacio Oficialdegui Lo primero: Muchas felicidades a mi amigo Jesús; Jesús, además de otras cosas, ha estado siempre en la retaguardia de mis incursiones polares haciendo que me pueda despreocupar de muchos asuntos “terrenales” que rodean las aventuras. Celebrada la onomástica, me voy a mis últimas experiencias antárticas. Hoy se me han juntado unos cuantos sentimientos dolorosos: Estamos intentando alejarnos del Polo Sur (¡qué vueltas da la vida!) fecha 5 de Enero de 2012 y los vientos y la estrategia a seguir es complicada. Solo la orientación es un lío por el baile de cifras de longitud que te vuelve loco y hace indescifrable de dónde viene el viento y a dónde tienes que ir. Hoy ha hecho un viento muy difícil, que implica navegar en condiciones muy extremas para poder sacar 90º de diferencia. El trineo va muy forzado, totalmente cizallado y la cometa totalmente pasada de fuerza en el borde de la ventana, imparable. Pero, nos lleva en la dirección necesaria y a saber cuándo se volverán a dar esas condiciones, por lo que “a saco”. Nieve polvo, terreno liso, un frío que pela, tormentoso, 18 km/h, 9 horas de turno por delante, cometón de 82 m2, el cuento de la lechera calculando el regalo de Reyes que les vamos a dar a Ramón y Javi que duermen en la tienda. Pero..., como ya comenté en una crónica anterior, aquí todo tiene trampa. Una hora de “felicidad tensa” y la línea se ha enganchado en un mini sastrugi, casi no merecía ese nombre, y al suelo con ella. La cometa se va al viento, el trineo se queda cruzado 90º, nieve barrida en la superficie, 82 m2 de tela llena de hilos,...el jardín está montado. Más de una hora de maniobras con las manos congeladas. Tres cuerdas de la cometa rotas. Luego la arrancada con el trineo cruzado al viento,... Juanpa que estaba en la cometa casi no consigue montarse en el trineo. De nuevo parecen los mundos de Yuppie y empiezan los castillos en el aire ha dejarse ver por la mente. Tengo bastante frío y me cuesta contener el intento de las mejillas por congelarse; llevo las manos enfundadas en los cubremanoplas de los mandos y cualquier diminuta rendija en el pasamontañas es suficiente para reírse de mi inutilidad. Así pasan un par de horas. Cuando mejor iba, de repente un mando sale disparado de mi mano y pierdo el control de la cometa. ¿Qué pasa aquí? Me tengo que abalanzar sobre el “sueltarrapido” y dejar que el viento se lleve la cometa, mi alegría y mis energías. Se había roto uno de los cordinos a los que va anclado el tiro de la cometa en el trineo. Una nueva pelota gigante de tela e hilos se convierte en nuestro entretenimiento hasta final del turno. Mi frustración es tremenda, podíamos haber hecho un montonazo de kilómetros y haber salido de esta zona tan complicada... Cuando entro en la tienda, después de hacer algunos arreglillos en el trineo, recuerdo que es la Noche de Reyes. Después de la anterior Transantártica, en 2005-2006, me prometí que no volvería a pasar esta noche fuera de casa mientras mis hijos fueran pequeños (también me prometí que no volvería a cruzar la Antártida). Desde entonces falté de nuevo hace un par de años durante la expedición Polo Sur Sin Limites, y ahora,...pues eso, traicionándome de nuevo. La cosa es que me ha entrado una morriña gigantesca y que me gustaría aparecer en casa como por arte de magia. Me puedo imaginar a todos cenando en casa de mi hermano y la tensión de volver a casa y meterse en la cama después de trajinar por ahí un rato. Estarán poniendo la comida para los camellos, y Matías, mi hijo mediano, se irá corriendo a la cama para no cruzarse con nadie en medio de la noche. Además, el día de Reyes tiene otra gran celebración en mi familia, esta noche nació, hace 11 años, mi hijo Raúl. ¡Menudo regalo nos apareció en el zapato! Paradójicamente, me consuela saber que todos esos momentos están pasando y los están, sin duda, disfrutando, y que seguro van a estar ahí el año que viene. Es un grandísimo lujo poder haber elegido estar aquí esta noche, en medio de nada, en un sitio cuyo nombre es un número y que si doy un paso tiene otro nombre, aunque no se diferencie en nada del anterior. Muchas felicidades Raúl. Sé que nos echamos los dos de menos y sé, también, que me entiendes y que algún día querrás venir por aquí, a ver la curvatura de la tierra en color blanco. Un besazo y todas mis vistas de mañana son para ti. De “catabáticos” y albaceteños por Ignacio Oficialdegui Si alguno os fijáis en un mapa de la Antártida con curvas de nivel, veréis que estamos en una zona de gran pendiente, hoy hemos bajado mas de 300 m. Sin embargo la sensación sigue siendo de que todo es plano, más aún, cuando hay una bajada especialmente pronunciada (solo lo sabemos por el GPS), la sensación visual es de estar enfrentándonos a una especie de rampa cuesta arriba, cosa bastante curiosa. Hoy ha sido un día bastante fructífero, a pesar de la modesta cifra de 98 km. Lo digo porque hemos tenido que atravesar unos campos de sastrugis terroríficos que han puesto a prueba la resistencia del fecha 8 de Enero de 2012 trineo y nuestra pericia como conductores. El objetivo, además, era librar un gran campo de grietas y parece que lo hemos conseguido. Lo que no he conseguido es dormir ni un segundo pues mi turno de descanso ha sido un calvario de salto en salto dentro de la tienda de campaña debido a lo salvaje del terreno. Ponemos rumbo al paso de las montañas Thiel en la cadena Transantártica. Por cierto os debo lo de los “catabáticos”. A este paso se acaba la expedición sin ello: nuestra hipótesis de funcionamiento del viento de cara a la navegación es considerar que, en condiciones de estabilidad, el aire frío se va acumulando sobre la superficie antártica. Ese aire es pesado, y más cuanto más frío sea, por lo que se va aplastando contra el suelo, sobre todo en las zonas geográficamente más altas (llamadas Domos). Esas masas pesadas acaban por “desparramarse” hacia las partes más bajas siguiendo la topografía, la máxima pendiente, como cualquier fluido, por el simple fenómeno de la gravedad. De esta manera debería moverse perpendicular a las curvas de nivel. Sin embargo, existe otro componente que es la rotación de la tierra, la cual hace desviar esa masa siguiendo el fenómeno conocido como “Aceleración de Coriolis” que desvía la masa de aire unos 45º con respecto a la máxima pendiente y en el sentido contrario a las agujas del reloj. Pues esto es la exploración y la investigación. Se tiene que cumplir la hipótesis y además el día que pasas tú por allí. Falta otro de los grandes protagonistas del viento y el hielo, el sastrugi, de los que ya os hemos hablado en numerosas ocasiones por que por otro lado, aquí no se habla de otra cosa. Pues eso es todo lo que hay aquí en la antártida. Bueno, me corrijo, en este momento estoy viendo algo que denominaría “Capitán Hellín”: se trata de algo parecido a un superhéroe vestido con un mono apretado de forro polar de color rojo al que le cuelga del cuello un antifaz de esos de los aviones. Digo lo de Hellín porque Javi Selva, entre otros sitios, dice también que es de Hellín. De hecho lleva una navaja albaceteña de un palmo que es su arma para salvar el mundo, o para separar capas de queso congeladas, o por si nos atracan por el plateau polar. CONCLUSIÓN: Se compra uno un mapa de la Antártida, que es “nosecuantas” veces USA (la cual todavía Ya veis que aquí hay de todo, hasta no esta bien cartografiada) con curvas de nivel cada 500 m, y se diseña una rutita de recuerdos para mucha gente. lado a lado sabiendo que ir a 80º del viento Nos vamos a navegar. Espero escribir la en empopada es todo un éxito. próxima vez un grado y medio de latitud mas allá... Las manos del “científico” expedicionario por Juan Pablo Albar Como muchos de los asiduos seguidores de esta expedición, muy agradecidos por nuestra parte desde estas latitudes, habrán podido comprobar el responsable/ coordinador de los proyectos científicos no se ha prodigado en exceso en esto de la comunicación. Sobre todo después de haber alcanzado el hito de Polo Sur geográfico. Como siempre, una cascada de razones pueden justificar este hueco que desde ahora pretendo cubrir. fecha 11 de Enero de 2012 Obviamente, una de las principales razones ha sido el enorme impacto físico y emocional que ha supuesto integrarme de lleno en este proyecto con mayúsculas que supone la travesía antártica a bordo de un vehículo singular como reto meramente exploratorio. Resulta tan dominante que los aspectos científico-técnicos quedan relegados a un segundo o tercer plano. No quiero referirme en primer lugar al estatus de esos proyectos, hoy quiero compartir con vosotros una realidad vivencial desde esos ángulos no contemplados en el guión de la propuesta expedicionaria. con los proyectos científicos que después hemos venido desarrollando durante esta expedición. Ya hice mención fugaz en mi anterior crónica a esas labores menores pero imprescindibles que supusieron el inicio formal de la expedición, cuando nos dejó la avioneta Basler en el borde del plateau antártico a -28ºC con unas horas por delante de una gran tormenta. Durante cuatro días en esas condiciones ambientales tuvimos que montar desde sus componentes más elementales el vehículo trineo-catamarán al que Ramón aún no ha bautizado con nombre propio. Aunque ya había sido informado de los cientos y cientos de nudos que tendríamos que hacer, estos tomaron cuerpo en esos días además de comprobar que los petates que llevamos no resistían dos desplazamientos con algo de peso en su interior por lo que había que reforzarlos. Estas labores requieren de destreza en las artes de cortar, quemar extremos de cordino, anudar, coser, etc. todas ellas muy manuales que a ciertas temperaturas, siempre bajas, sensibilizaron de manera significativa las yemas de los dedos de más de uno, desde luego las mías. En aquellos circunstancias aparqué mis preocupaciones relacionadas Como muchos de vosotros sabréis una de las actividades importantes en alta montaña y este tipo de expediciones es la de fundir nieve para generar agua en cantidades importantes, cosa que también se hace en gran medida con la ayuda de las manos. El gobierno del catamarán también se hace con las manos debidamente protegidas, las recogidas de cometa, las de muestras para los distintos proyectos científicos, etc., etc. Todas estas manualidades no siempre tienen su reconocimiento pero van dejando huella en esas manos que de pronto empiezan a ser protagonistas en primera persona de casi todas las cosas que llevamos a cabo. Esto puede resultar anecdotario y marginal pero las sensaciones que percibimos a través de ellas pueden llegar a dominar nuestro estado de ánimo y humor modulando las relaciones con los vecinos, en este caso cuatro. El acorchamiento de las yemas de los dedos supone un estado de evolución del proceso que ya nos acompañará hasta más allá de finalizada nuestra aventura. También esta hipersensibilización puede conducir a algún proceso patológico menor que, como en mi caso, que en este ambiente siempre te deja algo preocupado. No obstante y dicho esto, la fuerza emocional de esta gran expedición absorbe, mitiga y arrincona todos estos inconvenientes físicos. Por supuesto, el impacto físico al que me refería no se reduce a la incomodidad de las actividades mencionadas en presencia del frío. La dinámica de navegación a la que Ramón Larramendi ya se habrá referido en sus crónicas (desde aquí no tenemos acceso a la página web) implican 10 horas seguidas diarias de navegación para cada dos de nosotros fuera de la tienda-habitáculo con temperaturas entre -20º y -35ºC. Esto deja poco espacio temporal a aquellos poco experimentados en el envío de crónicas in situ e in vivo. El refugio del saco durante 10 horas, mientras la otra pareja sigue navegando, no permite salvo en paradas obligadas, poder teclear una crónica. No dejo de asombrarme cuando Ramón está tecleando en el MacBook Air elaborando su crónica casi diaria a la vez que prepara la comida en el interior de la tienda, atiende el teléfono y se prepara para su turno de navegación, también lo veo en Javi, preocupado con la carga de batería del ordenador y el envío de imágenes a Madrid y además también es capaz de enviar crónicas. No menos hace Ignacio desde su PDA después de haber repasado el estado del vehiculo de navegación. Parece ser claro que soy el menos experimentado en estas labores. Bueno, saludos y hasta pronto. AVANCES PROYECTOS CIENTIFICOS EN LA ANTÁRTIDA por Juan Pablo Albar La llegada al Polo Sur con un vehículo cero emisiones propulsado por el viento, indudablemente ha supuesto un hito emocional de primera magnitud para el grupo expedicionario cuyo último objetivo es completar la travesía trans-antártica desde Novolazareskaya hasta Union Glacier. No obstante, aún tenemos por delante más de 800 Km llenos de sastruguis, grietas, pendientes varias y otras lindezas que esperamos completar en menos de una semana si el viento sopla con maestría a nuestro favor. Ahora quiero referirme al estatus de los proyectos científicos que estamos llevando fecha 13 de Enero de 2012 a cabo en nuestra magna expedición. Ya hemos completado la recogida de muestras de alguno de los proyectos científicos que llevamos en la expedición. Se trata del proyecto del CNRS y Universidad J. Fourier de Grenoble para determinar las ratios de oxigeno O18/O16 e hidrógeno D/H en las muestras de nieve/hielo recogidas desde Novo hasta el Polo Sur (34) y luego de forma vertical en las proximidades de este. Este proyecto ha contado con la inestimable colaboración de Javier Selva que se ha implicado de tal manera en el mismo que ha optimizado el procedimiento de cata mediante el uso del cilindro titanizado por lanzamiento del mismo sobre la superficie blanca que además, como el lector se habrá dado cuenta, también es blanca, presión posterior sobre la misma hasta captar un cilindro de nieve compacta de 100 x 6 cm , extracción y homogenización de la misma, alicuotado en tubos de polietileno de 50 ml ya etiquetados y almacenamiento de la muestra a temperatura ambiente (variable entre -25ºC y -38ºC) en menos de 5 min. Todo ello, en aras a minimizar la parada de cometa mientras se navega por este mar de nieve. El muestreo en las proximidades del Polo Sur, a no más de 4 Km de la base americana, consistió en hacer un pozo de aproximadamente 1 m3 (1 x1 x1m), practicado por Ramón Larramendi en menos de 15 minutos, observar las distintas capas de deposición de nieves a lo largo de los años (recogida documentalmente también por Javier Selva en su rol de fotógrafo y documentalista de la expedición) y recoger muestras de 50 ml en sentido vertical cada 5 cm. Hemos de tener en cuenta que, contrariamente a lo que un observador no especializado en el tema pueda presuponer, el nivel de precipitaciones en estas latitudes es extremadamente bajo (menor que en el desierto del Sahara), hay desplazamientos de nieve superficial de un lado para otro provocado por los vientos pero no precipitación en sentido estricto por lo que estas capas pueden reflejar ambientes atmosféricos de hace cientos o miles (¿?) de años con solo unos metros de profundidad. Esperemos que el Profesor Jean-Robert Petit nos pueda dar alguna luz sobre esos ambientes tras el análisis de las muestras. El muestreo de aire a lo largo de todo nuestro transecto, enmarcado en el proyecto del CSIC (IDAEA-CSIC) de Barcelona, sigue su curso aunque con alguna restricción. Como ya me he referido en algún otro lugar, este proyecto pretende tomar muestras del aire del plateau antártico para determinar la posible presencia de los llamados Contaminantes Orgánicos Persistentes más conocidos por su acrónimo inglés POP (Persistent Organic Pollutants) provenientes de actividades antropogénicas industriales, fundamentalmente a partir de la segunda mitad del siglo pasado, son compuestos químicos cuya degradación muy baja o nula, se acumulan en sistemas vivos y resultan nocivos para la salud de personas y otros seres vivos. Entre estos, bifenilos organopoli-halogenados (clorados principalmente) o pesticidas como los DDTs. Este proyecto, gozaba y goza, de gran interés por nuestra parte ya que entendemos que el trineo-catamarán-Larramendi como vehículo cero emisiones se ajusta casi idóneamente a los requerimientos del muestreo de aire en vehiculo limpio no propulsado por combustibles fósiles. Para llevar a cabo este muestreo el grupo del Profesor Jordi Dachs del IDAEACSIC diseñó un dispositivo para alojar una membrana captadora de este tipo de compuestos consistente en una espuma de poliuretano pre-tratada de forma cilíndrica que se inserta en el interior de un tubo cilíndrico de 10 x 40 cm que además contiene un molinete que sirve para medir el flujo de aire que llega de forma efectiva a la espuma/membrana absorbente y que está conectado a un registrador de datos (el famoso dataloger) con unas baterías de litio especiales para resistir bajas temperaturas. El dispositivo cilíndrico va en el exterior de la tienda de campaña que tenemos en el módulo-vagón del trineo dirigido a popa ya que los vientos que nos propulsan tienen que tener al menos una componente vectorial de empuje importante desde atrás. Empezamos a muestrear el 13 de Diciembre y ya hemos realizado 5 tomas (cambios de filtro) y quizá podamos completar el experimento con una sexta. Las circunstancias climatológicas que vivimos al principio de la expedición han limitado la obtención óptima de datos aunque confiamos que del análisis de las espumas recogidas se puedan derivar conclusiones de interés y además poder optimizar el diseño del dispositivo para futuras expediciones polares en este tipo de vehículos de cero emisiones. Finalmente, el proyecto de la Universidad Autónoma de Madrid, (Profesores A. Quesada y D. Velazquez), para el que hemos recogido muestras en condiciones cuasi estériles de aproximadamente 1,5 Kg de nieve en distintos puntos, el último en las proximidades del Polo Sur. Este proyecto pretende ver si las cantidades de muestreo cómo las elegidas serian suficientes para determinar mediante espectrometría de masas de alta sensibilidad y exactitud de masa, la presencia de compuestos que fuesen indicadores de retos de algún tipo de actividad vital, tales como los llamados DOCs, acrónimo en inglés de Disolved Organic Carbon). Cuando uno se ve inmerso en la inmensidad del plateau antártico y las referencias previas de muestreos de este tipo en las costas antárticas y en latitudes más benignas de este continente le cuesta entender que las cantidades de muestreo propuestas estén dentro del orden de magnitud adecuado. No obstante, como prueba de principio bien vale el intento. A 1.300 m de altitud. Montañas, calor y poco viento. por Ramón Larramendi Es sorprendente lo gradual que se va perdiendo altitud desde el Polo Sur. El día 9 en poco más de 100 km descendimos más de 500 m de desnivel. Este no se baja de golpe sino que va como por terrazas que acaban en un valle de nieve. La primera que vimos por la mañana estaba a 87º 30’ en la continuación de una grieta bien conocida, realmente era una gran prominencia que delataba posiblemente la presencia de relieve subglacial causante de la grieta. Cuando estábamos dispuestos a subir, vimos una tienda de campaña roja sobre el hielo, como a unos 2km de distancia, posiblemente Richard Weber. Pero no fue el único atisbo de vida que nos encontramos, cruzando la cresta también vimos huellas de pulka y de un vehículo, además de una avioneta Twin Otter, cosa fecha 13 de Enero de 2012 poco usual. Esto parece casi masificado comparado con la Antártida Oriental. Cuando se desciende una cuesta pronunciada, el trineo adelanta a la cometa, y esta se desinfla y se cae, cosa que estuvo a punto de pasarnos en varias ocasiones; hasta que al final decidimos poner las gruesas maromas de cuerda de freno por debajo para no alcanzar la cometa. El terreno es aterrazado y nada malo, los grandes sastrugis aparecen ocasionalmente pero nada que ver con la zona de los 88º S. De hecho en general es mejor el terreno, nuestro problema es el viento: cambiante, errático y con una fuerza muy variable lo que nos obligó a cambiar de cometa en varias ocasiones subiendo y bajando tamaño, pero sin dar con la cometa justa. Tenemos las maniobras muy optimizadas con respecto al comienzo de la travesía. Si usamos la línea de 150 m tardamos apenas 15 minutos en cambiar, si la línea es de 300 m son 30 minutos, y si hay que cambiar de línea tardamos 45 minutos. Eso contando que no pase nada, que no se enganche ninguna línea con un sastrugi o se enrede, o cualquier otra cosa. Entonces hay que volver a comenzar desde el principio. La textura de la nieve es diferente, se nota que ha deshelado y vuelto a helar. A 86º 50´ S nos encontramos con la rampa mas pronunciada de toda la travesía, con una pendiente que daría casi para esquiar por ella, la visibilidad es mala y nos cuesta ser conscientes de si bajamos o subimos. El GPS se convierte en el indicador más fiable. e inmóviles, esta nublado y no se siente el sol. En la tienda toman ellos un café y nosotros un chocolate que llevamos en termos y todos comemos galletas con mantequilla. Es curioso que en ningún momento tengamos apetito ni prácticamente sed. De hecho hacemos una sola comida fuerte al día que se convierte en merienda-cena-desayuno. El ritmo del trineo es muy especial. Aunque el esfuerzo físico como tal es pequeño, lo que nos consume es la exposición continua al frío. Posiblemente por la altura no tenemos apetito casi en ningún momento, hay días que incluso no nos apetece cenar. De hecho nos sobra mucha comida, pues estamos consumiendo bastante por debajo de lo esperado. Se nos cae la cometa en medio del “cuestón” más grande de todos y coincidiendo con la hora del cambio de turno. Cuando pasamos la barrera de los 2.000 m ya se nota que esto es otra Antártida, nada que ver con el Plateau central a 3.000 m de altura y menos todavía que ver con la alta meseta que atravesamos en 2005 a 3700 m de altura. La temperatura sube a -17º C, algo muy cálido. En el cambio de turno Ignacio y Juan Pablo están somnolientos, nosotros entramos vestidos y siempre un poco helados después de 9 horas al aire libre Tenemos a ritmo muy ajustado, 9 horas de travesía para cada equipo de 2, una hora de cambio de turno en el cual Javi y yo empezamos a dormir y Juanpa e Ignacio se levantan para hacer sus 9 horas. Y luego 5 horas para reparaciones del trineo, cenar y desayunar y derretir nieve. El sistema esta funcionando notoriamente bien, y de hecho esta siendo posible descansar en el trineo mejor incluso de lo que yo esperaba. Las horas de tienda son claves para relajarse un poco, compartir las aventuras del día con los compañeros del otro turno, planificar la siguiente jornada y tener un mínimo tiempo donde abstraerse. El viento para mientras cenamos y durante todo el día 10 de enero no hay ni gota de viento, y con bastante frustración no podemos avanzar, ya estamos cerca, esperábamos que esta zona fuera la mas favorable de viento, y la realidad es que está siendo bastante mala. En nuestro turno intentamos navegar, prácticamente sin viento levantamos la cometa, y conseguimos mover el trineo allí donde parece que es imposible, avanzamos a apenas 2 km/h, pero de repente rola y esa escasa velocidad ni siquiera la sacamos a rumbo favorable. Tras navegar 5 km en dos horas paramos. El calor es total, de hecho podemos ir por primera vez sin gorro y sin gore-tex. Miramos constantemente nuestra pequeña veleta, un hilo de seda, para ver si hay alguna posibilidad de navegar. Durante gran parte del día ha soplado viento hacia el Polo Sur, tal y como Juanma con su parte méteo que nos envía diariamente desde España nos había advertido. Javi y yo salimos con poca convicción en medio de una densa niebla y nubes. Conseguimos levantar cometa y esta se desinfla y se cae cuando ya vamos a entrar en la tienda. Una racha la infla estando en el suelo, levantamos rápidamente y todo empieza a rodar bien, aunque sin posibilidad de ver el relieve, el whiteout, cuando el cielo y la nieve se mezclan. El viento sube y pronto vamos casi a 15 km/h. Debemos intentar ir despacio pues somos incapaces de ver los sastrugis. El frío es húmedo en vez de seco, diferente, y el ambiente desapacible, de hecho nos vemos obligados a abrigarnos al máximo. De repente, a lo lejos, vemos nuestras primeras montañas desde que salimos. Empezamos a sentir el fin de la expedición, y la verdad ya tenemos ganas de concluir. A 86º 10´ hemos visto a lo lejos restos de un depósito o de gente, no hemos podido averiguar qué eran. Seguimos bajando desnivel durante el turno de Ignacio y Juanpa, el viento se muestra de nuevo cambiante hasta desaparecer a las 3 de la tarde. Las montañas se ven a nuestra izquierda, deben estar a 20-30 km. Nos quedan poco más de 600 km para llegar a nuestro objetivo, la temperatura es de -8ºC. Se está en el exterior a gusto casi sin ropa, sin gorro ni guantes, cosa impensable en el Plateau. Estamos a 1.300 m de altura. Nuestro objetivo está cerca. Estamos todos muy animados. Tan cerca pero aún tan lejos. La lucha contra el gran blancO. por Ramón Larramendi La sensación de aproximarse al final de una larga expedición siempre es extraña, entran los nervios, las ganas de llegar, y sobre todo, uno ve las dificultades de un modo diferente. El día 12 avanzábamos optimistas hacia la costa en una buena etapa en la que hicimos 130 km con viento muy variable de fuerza y dirección, algo que ya viene siendo costumbre. En cuanto al día 13, éste amaneció con un “whiteout” total, es decir, que no se veía nada y era imposible distinguir el suelo del cielo: una ausencia total de relieve que por supuesto hace imposible ver los sastrugis. Pese a ello intentamos avanzar, pero a una velocidad reducida para no impactar con obstáculos no visibles. fecha 15 de Enero de 2012 En esta situación, la marcha es lenta, mareante incluso. Comienza a nevar y un polvo fino nos cubre a Javi y a mí, nos chocamos contra sastrugis varios sin enterarnos y el trineo se articula sobre una nube de algodón. Tenemos sensación de ingravidez, de flotar por el espacio, tan solo se ve la cometa y absolutamente nada más. Con dificultad conseguimos hacer 30 km. Cuando Ignacio y Juanpa empiezan su turno parece que clarea y surge momentáneamente un poco más de relieve, pero el terreno cambia y entramos en una zona de grandes blancos, es decir, de sastrugis gigantes que en esta ocasión debemos afrontar de cara. Tienen más de un metro y unas “fauces” abiertas que se pueden tragar al trineo. A veces nos encontramos con campos de satrugis, unidos entre sí que forman zanjas de más de un metro. Cuando Ignacio entra en la tienda tras un turno accidentado, afirma que son los peores sastrugis que han visto hasta la fecha. A mí me cuesta creer que sean tan malos pero no tengo más que esperar a mi turno para comprobar que estamos ante la zona más difícil de toda la expedición para navegar y que para colmo hemos de afrontarla sin visibilidad. Y a pesar de todo, ya hemos sacado 55 km a un día de mal tiempo, no es gran cosa pero es mejor que nada. Hemos conseguido bajar hasta el paralelo 83ºS y estamos animados. Conforme salimos de la tienda el día 14 nos dura poco la alegría, pensábamos que estábamos cerca de llegar pero el día es malo y trastoca nuestros planes. Niebla, nieve sin visibilidad ni relieve, un viento fuerte y sí los mismos campos de sastrugis. Casi a ciegas nos estampamos contra algunos de esos “tiburones gigantes”, el trineo está sometido a las torsiones más increíbles de toda la travesía, en alguna ocasión los raíles se ponen a 90º unos de otros, es realmente extremo. El ritmo es de apenas 2-3 km/hora. Nos enganchamos, hay que buscar la posición de máxima tracción con la cometa para que tenga la potencia suficiente para sacarnos, pero sin que nos haga salir despedidos a gran velocidad. El manejo es sutil, la necesidad es la de evitar impactos y posibles daños: unas veces se engancha la cuerda de tiro con un sastrugi y otras afronta sitios imposibles. De nuevo tenemos la sensación de que es físicamente imposible que el trineo o la tienda no se rompan, pero contra todo pronóstico, no lo hacen. El trineo se dobla, cruje, gira casi 90º en un sentido y luego en el contrario, se levanta un raíl de un extremo casi un metro, luego el centro el que se levanta, mientras conduzco me caigo de mi asiento hacia un lado, luego hacia el otro, entre las cajas se abre un agujero de mi tamaño, Javi se cae, los que supuestamente duermen (porque es imposible) se agarran dónde pueden, no pegan ojo y los petates se zarandean en el interior de la tienda. Tratamos de avanzar muy despacio para no impactar. Tenemos que cambiar las cometas para ir con la fuerza justa, aun así es desesperante, lento y peligroso. En un momento dado sale el sol entre las nubes, y podemos ir a más velocidad ya que por lo menos podemos ver y evitar la gran mayoría de los “grandes blancos”. Javi se encuentra mal, mareado algo le ha debido de sentar mal. El día no ayuda tampoco. El terreno parece mejorar. La cuerda del tiro se rompe y aprovechamos para cambiar el turno con Ignacio y Juanpa. Nuestro optimismo matutino ha desaparecido, el tiempo sigue malo aunque la temperatura es suave, de -10º C, se nota entre otras cosas, en que la cara no duele si se va sin máscara. Ignacio y Juanpa no tienen más suerte que la nuestra en su avance, la nieve es copiosa, el viento errático y variable por lo que tienen que ir de la cometa de 8m2 a la de 80m2 en cuestión de horas. En definitiva, hablamos de un avance lento, duro y exasperante. Cuando entran en la tienda las caras reflejan desánimo: no solo no vamos a llegar de inmediato, sino que aún nos pueden quedar varios días… tan solo el humor de Javi mantiene en tono positivo. Estamos tan cerca pero aún tan lejos… La Expedición ACCIONA Windpowered Antártica completa con éxito su travesía polar El equipo de ACCIONA ha culminado su recorrido de 3.500 kilómetros a través del Polo Sur empleando solo la fuerza del viento para propulsar su trineo. Los expedicionarios han recogido muestras de aire y hielo para determinar científicamente los efectos del cambio climático. Madrid, 16 de enero de 2012.- Los científicos y expedicionarios del equipo ACCIONA Windpowered Antártica han alcanzado hoy a las 11.30 de la mañana (hora española) el punto final de su travesía, coincidiendo con el centenario exacto de la llegada de Robert Falcon Scott al Polo Sur. Después de alcanzar el Polo Sur Geográfico el pasado uno de enero, el grupo liderado por Ramón Larramendi, ha recorrido 1.000 kilómetros más hasta llegar al punto final de su expedición, donde, a lo largo de las próximas horas, les recogerá la avioneta que les conducirá primero hasta la base Unión Glacier y posteriormente hasta territorio chileno. La expedición ha logrado recorrer los últimos 300 kilómetros en tan solo 36 horas, a pesar de las malas condiciones atmosféricas, que según Ramón Larramendi han sometido al trineo “a las torsiones más increíbles de toda la travesía”. Los integrantes del equipo ACCIONA Windpowered Antártica - Ramón Larramendi, Ignacio Oficialdegui, Juan Pablo Albar, y Javier Selva-, han completado con éxito los proyectos científicos que se habían planificado en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid, el CSIC, el CNR y la Universidad J. Fourier de Grenoble. La expedición ha recogido muestras tanto de hielo como de aire, con el objetivo de analizar la evolución de las condiciones atmosféricas a lo largo de los siglos (reflejadas en las muestras de hielo extraídas de catas a diversas profundidades), la presencia en el aire de los llamados “Contaminantes Orgánicos Persistentes” procedentes de la actividad industrial, así como la existencia en el hielo de compuestos que arrojen indicios de algún tipo de vida. La expedición ACCIONA Windpowered Antártica ha recorrido en total 3.500 km de travesía a bordo de un catamarán movido exclusivamente por la fuerza tractora de grandes cometas de hasta ochenta metros cuadrados. Esto supone que, por primera vez, cien años después de la llegada de Amundsen y Scott, se ha logrado alcanzar el Polo Sur Geográfico a bordo de un vehículo movido exclusivamente por una energía no contaminante, y prueba la utilidad de este sistema como medio de trasporte a través el continente helado. La travesía del equipo ACCIONA Winpowered Antártica marca un hito en la introducción de innovaciones técnicas para optimizar el trineo utilizado como base polar móvil. ¡ LO CONSEGUIMOS! por Ramón Larramendi Es una sensación extraña, mezcla de euforia y añoranza la de llegar al objetivo final. Sobre todo después de la incertidumbre de los últimos días, el mal tiempo nos ha ralentizado la marcha, y el tiempo nublado y gris, nos ha trasmitido un estado de ánimo más bien triste. Navegando casi a ciegas con la visibilidad justa para ver la cometa y poco más, resulta sobrecogedor flotar entre el blanco de la nieve y del cielo. Navegamos sin descanso aprovechando un viento favorable y un terreno que después de la zona de tiburones gigantes fue mejorando fecha 18 de Enero de 2012 progresivamente hasta convertirse en una superficie prácticamente perfecta. Lo que nos permitió avanzar el día 15 de enero más de 170 km y el día 16 de madrugada realizar un sprint en 8 horas de 125 km para llegar a las proximidades de Patriot Hills, punto final de la expedición. Navegar el tramo final nos correspondió a Javi y a mí, Juan Pablo e Ignacio salieron apenas dos horas antes de la llegada, justo cuando el sol salió después de que las nubes desapareciesen. Navegamos todos juntos por primera vez en el trineo locomotora, el terreno y el viento permitían ir a gran velocidad, de hecho alcanzamos los 30 km/h. Mientras, las colinas que dan nombre a Patriot Hills aparecieron por el horizonte junto a unos Nunataks llamados las Three sails. Estábamos ansiosos y ligeramente emocionados, navegando a toda velocidad con un sol radiante y un terreno muy bueno, viendo nuestro objetivo agrandarse rápidamente. E interiorizando que lo habíamos conseguido. Hemos recorrido 3.500 km en 34 días de viaje, cruzando la Antártida y alcanzando el Polo Sur por primera vez en un vehículo movido por el viento. Estamos cansados, llevamos 40 días en el hielo desde que el avión Bassler nos depositase cerca de Novo, en la otra parte de la Antártida. Partimos llenos de dudas respecto a las innovaciones que habíamos introducido en el catamarán ya que éstas solo podían ser probadas en la Antártida, y por tanto no teníamos garantías de que funcionasen. Todas las innovaciones nos abrían el camino a la construcción de catamaranes más grandes, capaces de transportar mucha más carga. Y potencialmente por tanto de ser capaces de sustentar un trabajo científico, y convertirse en el vehículo de referencia para grandes travesías antárticas de investigación. Ese era el verdadero reto de la expedición. Además de la satisfacción por la consecución de nuestros objetivos geográficos, me siento especialmente satisfecho porque todas las innovaciones han sido un éxito y nos abren el camino a que el ACCIONA Windpowered Antártica se convierta en el vehículo del Plateau de la Antártida. Me reafirmo sobre su potencial como vehículo capaz de sustentar un programa científico, hemos dado un gran paso en esta dirección. El ACCIONA Windpowered Antártica es el autentico velero de los desiertos polares, un vehículo fiable, totalmente adaptado a la naturaleza del terreno, cuya construcción y manejo utilizan unas técnicas sencillas, pero muy eficientes, totalmente limpias. Un vehículo para el futuro que resuelve los problemas para moverse por el interior de la Antártida, que es cero emisiones y tiene un muy bajo coste operativo. Éste ha sido un gran paso hacia un futuro de investigación sostenible en la Antártida, aún queda mucho por hacer en este apasionante proyecto. Pero para Javi, Juanpa, Ignacio y para mí ahora mismo mientras esperamos que la avioneta venga a recogernos no pensamos más que en una ansiada ducha, una cena en condiciones con un buen vino y el no tener que abrigarnos tapándonos hasta la cara para salir al exterior. Ahora mismo añoramos la vuelta al mundo y a nuestra casa, es tiempo de abandonar la primitiva sencillez de la vida en el lugar mas hostil y frío de la tierra, la gigantesca meseta antártica. Y sin embargo es perfecto por es precioso Ignacio Oficialdegui fecha 18 de Enero de 2012 Transantártica finalizada. Parecía mentira la envergadura, complejidad, posibilidades cuando íbamos hacia el Polo Sur y también de fracaso y las complicaciones en las que lo parecía cuando salimos de este. te puedes ver involucrado ante cualquier contratiempo. Las grandes expediciones Una vez lo consigues todo parece fácil, tradicionales al Polo Sur, las cuales ¿cómo no lo íbamos a conseguir?, ¿alguien tampoco cuentan con un gran número de tenía alguna duda? realizaciones, cubren una distancia de unos 1.200 km y se realizan en unos 60 días. La realidad es que estas expediciones, a Acabamos de finalizar un cruce de unos nivel histórico, se pueden contar con los 3.500 km en un mes. dedos de las manos y la ruta que acabamos Cada día que ha pasado hemos vivido de hacer es una de las transantárticas con la incertidumbre constante de no ver más largas realizadas. Muy poca gente se que este final llegaría. Ha sido una de las aventura a este tipo de exploración dada travesías más largas y, sin duda, una de las más rápida de todas cuantas se hayan realizado. Con esto estamos hablando solo del plano estadístico/deportivo, pero en realidad este proyecto tenía otros objetivos muy importantes en el plano científico, documental y de innovación tecnológica que lastran, por decirlo de alguna manera, el movimiento y que han sido también plenamente ejecutados. Estamos, en definitiva, ante un logro de gran envergadura cuyo planteamiento ya es una locura en sí misma, tanto en el reto como en la forma de la ejecución. Ya ha quedado atrás Cape Town, Novo runway , el paisaje de la Tierra de la Reina Maud, la llegada al Plateau, el paso del hombro del domo, los interminables km hacia el Polo Sur, el campo de grietas, los llanos “prepolo”, la entrada al Polo Sur, la base Amundsen-Scott, el viento de salida, el 85º, el 80º,…, cientos de km, cientos de horas de navegación, cientos de horas de frío, cientos de nudos, cientos de fotos, de muestras científicas, de cucharadas de mantequilla, de litros de nieve deshelados, de levantadas de cometa, de envíos de ficheros, de “jaris” de cuerdas, de tiburones, de “tamatumos”, de vientos “desorientados”, de calmas, de alfombras, de crónicas, de botes durmiendo, sopas de cebolla, tormentas, roturas de travesaños, heladas de dedos, kilómetros, kilómetros, y kilómetros. Los últimos días han sido muy complicados, el viento no venía, los sastrugis nos han jugado alguna mala pasada, se estaba alargando todo demasiado para el ritmo que queríamos llevar…, sin embargo, hace 48 horas la Antártida reconoció nuestra labor y tenacidad: por primera vez entró el viento predominante, el que esperábamos, el que tenía que haber sido y, por supuesto, nos pilló con los mandos en la mano, con la cometa levantada y no perdimos ni un Watio de su potencia. En una tirada recorrimos unos 300 km, el reloj no existía, ni el sueño, ni la comida, ese viento nos lo daba todo. Mientras comíamos, uno de los temas recurrentes ha sido siempre hablar de nuestro vehículo. No sabíamos como clasificarlo, lo veíamos en tierra de nadie. No se trata de un medio deportivo al uso, aunque supera todas las modalidades actuales en este sentido, no es un vehículo científico al uso, con sus orugas y sus decenas de bidones de combustible. ¿Qué haces con algo novedoso, que cubre las expectativas científicas, y lo hace más rápido y barato que las actividades deportivas, pero que rompe con lo convencional, con lo establecido en la comodidad? Estamos en la tesitura de los pioneros y que además lo hacen en la dirección del respeto, de la sostenibilidad del futuro. Éste es el contexto en el que, una vez más, ACCIONA se ha involucrado. Estamos realizando acciones presentes que marcan un futuro con futuro, con el riesgo que esto conlleva, pero que en este caso ya, hoy, hemos demostrado que es posible. Ya pasó la decisión más difícil, la de jugársela, y ahora tenemos que disfrutar y explotar el éxito. Yo ya llevo unos años disfrutando de esta filosofía de ACCIONA, he participado en la locura de crear una alternativa energética por todo el mundo y he visto cómo otros compañeros se la han jugado en otras divisiones con la innovación en materiales constructivos, modelos de negocio novedosos, planes de gestión de agua con una visión integral de solucionar problemas del futuro, no solo de un beneficio económico puntual, y todo ello con los pies en el suelo del momento en el que viven, pero con las expectativas de implementar algo que seguirá siendo la solución dentro de muchos años y sin hipotecar las soluciones de aún más adelante. En definitiva, durante todos estos días, ACCIONA ha dado un paso de gigante en el paradigma de la exploración y de la conservación del planeta, el continente blanco. Hemos dejado tras nosotros muchas soluciones y tan solo, físicamente, las huellas de cinco raíles donde la nieve permitía imprimirlas y que en su mayor parte barría conforme pasábamos. Hemos recibido viento y sol y lo hemos convertido en conocimiento, sin ningún otro efecto secundario, sin externalidades. No hemos dejado nada y no nos llevamos nada que no se pueda guardar exclusivamente en nuestras neuronas. Ha sido una experiencia personal única. La sensación de formar parte de este proyecto tan ambicioso, la superación de dificultades de todo tipo, el conocimiento de mis propios límites, tanto físicos como mentales, la convivencia con esta cuadrilla de seres incansables y entrañables, la genialidad y determinación de las ideas de Ramón; el arte, técnica y humor de Javi, el compromiso científico y la sencillez de JuanPa, la belleza de este manto blanco infinito donde uno puede ver en todo momento la curvatura de la esfera terrestre y se siente sobre un planeta, la violencia y poder de la naturaleza, la sensación de que existe una energía infinita que se nos ofrece para que la tomemos. Ahora a esperar a volver a casa, a dejarnos arrastrar por todo lo que hemos contenido durante varias semanas. Tengo muchas ganas de reencontrarme con mi familia, con mis compañeros de trabajo, amigos y todos los personajes de mi vida cotidiana. Esto ha estado muy bien, pero no nos olvidemos de que somos personajes “normales”, una pieza más de la vida cotidiana propia y de otros, a pesar de habernos involucrado en semejante historia. Y ahí está precisamente el secreto y el éxito de los grandes cambios, en que no hay que esperar a que aparezcan seres “extraordinarios”, venidos de otras galaxias. Las ideas y la fuerza para llevarlas a cabo están por igual dentro de cada individuo, tan solo hay que creérselo, dar el paso, o ayudar a otros a que lo den, como hace todos los días ACCIONA, y mi familia. Me siento un privilegiado por poder decir esto y por haber tenido las condiciones para estar en la punta del iceberg de una acción de futuro sustentada por la voluntad y el esfuerzo de muchas otras personas que no se ven, pero que están ahí, permitiendo que todo esto sea posible. 3.500 km en los que solo hemos visto hielo, viento, cielo, sol, nubes, frío y fuertes voluntades para que siga siendo así. Todos componentes sólidos a nuestros ojos pero efímeros como mota de hielo, fotón, caloría…. El componente humano parece sobrar, pero el planeta es así, la vida es así, nadie ha dicho que esté diseñado a medida para nosotros y sin embargo es perfecto, es precioso. Para Juanma y Susana Gracias Ramón, JuanPa y Javi Gracias Celina Gracias ACCIONA Papel elaborado a partir de pasta FSC reciclada y sometida a un proceso de PCF (libre de cloro). www.accionantartida.es