UNED [UNIVERSIDAD ESTATAL A DISTANCIA, UNED Vicerrectoría de Investigación CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE CULTURA Y DESARROLLO (CICDE) I Seminario CICDE: hacia la promoción de la investigación científica sobre sociedad, cultura y desarrollo en la UNED Los retos teóricos, éticos y metodológicos del economista en el siglo XXI Dr. Roberto Jiménez Gómez CICDE-UNED 18-09-2012 1 Los retos teóricos, éticos y metodológicos del economista en el siglo XXI I. Introducción y Justificación El presente ensayo busca llamar la atención sobre algunos de los retos que enfrenta el investigador y profesional en Economía en el siglo XXI. Hay una importante preocupación por el proceso de tecnificación del profesional, lo cual por sí mismo no es negativo; por el contrario, puede ser positivo, si paralelamente se tiene una formación integral, analítica y crítica, que posibilite una concepción lo más completa posible. Lo anterior es importante, pues la profesión tiene la particularidad de que seamos influenciados por el contexto, las experiencias, intereses, historia, los medios de comunicación e incluso por posiciones que se dan en las organizaciones en donde se ejerce la profesión, los cuales influyen sobre nuestras percepciones y puntos de vista. Un segundo elemento es replantear algunas discusiones sustantivas que ha tenido la Economía, las que difícilmente se terminarán y se tendrá una conciliación; por ejemplo, la relación entre los valores y la objetividad, como elemento que incide en la teoría, la investigación científica y técnica. Se asume el criterio de que debe darse una integración explícita de ambas, sin perder la objetividad científica y la rigurosidad en la aplicación de las teorías, metodologías y técnicas. Existe la necesidad de considerar objetivos explícitos de política, en donde los juicios valorativos siempre estarán presentes; sin ser esto razón para la no aplicación rigurosa del arsenal teórico metodológico. Otro aspecto a considerar es la forma cómo a partir de todo lo anterior el autor ha buscado abordar la investigación y la toma de decisiones en el campo económico, la concepción implícita y el pragmatismo metodológico que ha tenido que asumir ante los retos que los objetos de estudio le han planteado. Llama la atención la relevancia que pueden tener las investigaciones y toma de decisiones económicas, ya que estas situaciones son un reto y a la vez una gran oportunidad, pues se tiene la posibilidad de incidir en la construcción de una sociedad más prospera, sostenible y justa. II. Antecedentes generales Para tratar de estudiar los asuntos económicos y sus problemas, se encuentran diversidad de enfoques, con los que han sido tratados a lo largo de la evolución del pensamiento económico; además de la gran cantidad de controversias metodológicas y teóricas que se han generado a raíz de ello. El estudio, los métodos y los enfoques bajo los cuales se abordan los problemas económicos surgen de distintas concepciones filosófico-ideológicas del mundo y de la vida que rodea a cada uno. Los primeros pensadores que abordaron los problemas económicos eran personas formados en la filosofía moral y para su tiempo -en el contexto del conocimiento existente- tenían una visión holística. Por ello, dentro de los planteamientos de los temas económicos se tenía una concepción integral de los aspectos económicos, no desligando la dimensión valorativa sustentada en principios éticos y valores y la forma cómo consideraban que la Economía Política Clásica debía utilizarse para el logro de determinados objetivos en la sociedad. En esta clasificación se pueden citar a Adam Smith y David Ricardo. Basado en la teoría del valor trabajo de David Ricardo, Marx desarrolla su teoría marxista del valor. La gran división que generaron estos planteamientos, así como los desarrollos de la física newtoniana, llevó a que los pensadores económicos de finales del siglo XIX se alejaran de los economistas clásicos, para establecer lo que se denominó la escuela Neoclásica. El surgimiento de esta escuela tuvo sus orígenes en la década de 1870, cuando se publicaron obras que consignaron que el valor o precio de una mercancía depende de la utilidad marginal que proporciona al consumirse. Lo anterior permitió el desarrollo de la Economía a finales del siglo XIX y XX, concentrándose en los intercambios de bienes escasos en un mercado capitalista, con una perspectiva cada vez más ahistórica. Dentro de las formas de asumir las acciones en el sistema económico, resulta importante contextualizar cómo la Economía ha podido percibir y abordar acciones de política económica. A través de la historia del pensamiento económico se han dado tres grandes tipos de respuestas a la citada cuestión del futuro del capitalismo. (Guerreo D., 2004): a.) En primer lugar la interpretación "clasista" de los clásicos, que insistieron 2 en el efecto asimétrico del desarrollo capitalista; es decir, señalaron que uno de los rasgos fundamentales de la tendencia histórica del capitalismo es que perjudicaría a unas clases a la vez que beneficiaría a otras. b.) La segunda respuesta es de Marx, el cual argumentó que, en esencia, en un pronóstico de transformación del sistema en su contrario, el socialismo, como consecuencia de su propia ley interna de desarrollo. c) Por último, el enfoque de los autores posteriores, que fue muy distinto, ya que, salvo excepciones, les impidió observar tendencias particulares en la dinámica capitalista -haciéndolos preocuparse de problemas de naturaleza estática-, o bien los reforzó en la idea de que es imposible encontrar tendencia alguna en cualquier evolución económica, descalificando toda pretensión contraria como teleología metafísica. Para Guerreo (2004), este tercer grupo de autores prefiere no pronunciarse sobre el futuro del sistema; pero no puede evitar hacerlo sobre el presente, de forma que se puede descubrir en estos pronunciamientos dos grandes ramas dentro de la tercera familia de respuestas que diferentes autores han identificado: La de quienes opinan que el sistema capitalista funciona de la mejor forma posible gracias a una serie de cualidades innatas que posee; y, La de quienes creen que, gracias al control público y/o institucional sobre la economía de mercado, este sistema es el menos malo de todos los posibles. Las diferentes orientaciones de modelos de desarrollo económico han tenido como fundamento alguna de las perspectivas antes indicadas. En ese sentido, como investigador, se asume la segunda posición; es decir, que el mercado con ciertos ajustes es el menos malo de los sistemas que son viables actualmente. A partir de esta posición, los procesos de investigación, el empeño por incidir en las políticas y el alcance de los estudios, buscan incidir en ese sistema para tratar de hacerlo más sostenible, más equitativo y que los escollos para alcanzar el desarrollo sean gestionados a partir de diferentes políticas públicas y acciones del sector privado. La especialización; sus bondades y sus riesgos El desarrollo de la ciencia económica ha ido enriqueciéndose y aportando diferentes instrumentales para la comprensión, análisis y predicción de diferentes problemas. Este proceso ha permitido desarrollar aplicaciones de la teoría, lográndose áreas de especialización en cuanto al objeto y las técnicas aplicadas. La especialización ha permitido una mayor comprensión de los fenómenos bajo estudio, así como la aplicación de técnicas basadas en categorías y métodos de la Economía específicos. Diferentes subdisciplinas y especialidades han dado nuevos campos de trabajo y de aporte a la sociedad. No obstante, los análisis basados en objetos de estudio estrechos y con procesos en donde la ciencia económica va derivándose en la aplicación de las categorías analíticas generales al uso de parámetros y técnicas muy específicas, llevan implícito importantes riesgos como: a) Insuficiente comprensión integral de los fenómenos económicos y por ello la falta de capacidad para poder modificar los métodos de trabajo, ante cambios en el entorno o las circunstancias bajo las cuales era válido la aplicación de la técnica. b) La simplificación al aplicar tecnicismos sin tener en cuenta las virtudes y limitaciones del marco teórico conceptual, bajo el cual se sustentan las aplicaciones específicas. c) La pérdida de rigurosidad científica y la aplicación irrestricta de técnicas a problemas y situaciones en donde no es correcto o bien existen otras formas más rigurosas o pertinentes. Por tanto, un reto fundamental que enfrenta la Economía y sus derivaciones es guardar un adecuado balance entre el buen conocimiento de las técnicas y el conocimiento integral y riguroso que su disciplina científica debe tener, con el fin de poder aplicar, desarrollar, seleccionar y desechar abordajes que desde la perspectiva de la técnica se llegan a aplicar, sin tener una visión crítica y bien fundamentada. Por otra parte, es importante que en los procesos de investigación científica en la Economía se tenga presente que su objeto de estudio y la misma Economía tiene fronteras poco precisas con las Ciencias Sociales, por lo cual para tener una compresión adecuada de la realidad debe tener presente que la separación entre disciplinas se hace con el fin de poder profundizar y especializarse en los conocimientos en el campo económico, pero que estos ámbitos forman parte de esa única realidad, en el cual se desenvuelven los colectivos sociales. Dos de las recomendaciones que se han dado para este punto son: el menor énfasis en estudios empíricos y por otra, la integración de más aspectos sociales y otros ámbitos para tener una visión más amplia (Mochón F., 2012). 3 III. Del objeto y el método de la Economía El término “método” dentro del proceso de investigación científica se define como el conjunto de procedimientos de investigación de conceptos, teorías y principios de razonamiento utilizados en una parte concreta del conocimiento humano. Para que el conocimiento pueda ser considerado como científico, según Mario Bunge en Gómez López (2004), debe reunir al menos dos rasgos singulares mínimos, tal y como genéricamente afirma la doctrina, que son las características de objetividad y racionalidad. Para este autor el concepto de racionalidad se concreta en: a) Que está constituida por conceptos, juicios y raciocinios, y no por sensaciones, imágenes pautas de conducta, entre otras. b) Que esas ideas pueden combinarse de acuerdo con algún conjunto de reglas lógicas, con el fin de producir nuevas ideas. Estas no son estrictamente nuevas desde un punto de vista lógico, puesto que están implicadas por las premisas de la deducción; pero son gnoseológicamente nuevas, en la medida en que expresan conocimientos de los que no se tenía conciencia antes de efectuarse la deducción. c) Que esas ideas no se amontonan caóticamente o, simplemente, en forma cronológica, sino que se organizan en sistemas de ideas, esto es, en conjuntos ordenados de proposiciones. La racionalidad por tanto no deja de estar influida por los juicios, sobre todo en ámbitos como el de la Economía en donde se es sujeto y objeto a la vez, pues de partida se tiene un lugar, un interés y una historia compartida en un contexto social. Tener presente este aspecto y sus implicaciones para el ejercicio de la investigación y de la profesión es un elemento central en la sociedad actual, en donde con mucha frecuencia se pretenden brindar criterios sustentados en una supuesta neutralidad hacia los juicios y valores. Dentro de las críticas o limitaciones más comunes a la Economía se indica: a) Abordaje parcial e individualizado de los problemas del desarrollo (debería incluir aspectos más amplios). b) Prestar mayor atención a los aspectos empíricos de los problemas económicos (requiere una perspectiva más amplia para formular nuevos supuestos y teorías), unido al requerimiento de bases empíricas para la economía normativa. c) Desarrollar de forma más intensa estudios de carácter social (se sugiere la reconstrucción de la economía como economía política, volver en cierto sentido a su enfoque inicial) (Monchon F., 2012). Se debe tener presente cuándo una crítica metodológica se hace desde la misma perspectiva teórica (desde adentro) o bien desde otra concepción, pues el alcance y la posibilidad de lograr compatibilizar sugerencias o críticas no es posible generalmente cuando las críticas son desde afuera; es decir, desde otra perspectiva teórica. De igual forma, la metodología y las técnicas aplicables en cada caso pueden diferir significativamente, desde la aplicación de modelos econométricos en una perspectiva neoclásica, hasta la investigación cualitativa en un trabajo bajo un enfoque de Economía Política, por ejemplo. La teoría del positivismo y lo normativo El pensamiento económico se ha dividido en el marco del metodológico entre lo que llaman enfoque positivo y enfoque normativo. Bajo el pensamiento económico clásico, ortodoxo y neoclásicos se mantuvo, con mayor o menor unanimidad el principio de diferenciación entre proposiciones positivas y normativas. Desde el punto de vista conceptual esta distinción parece clara; en palabras de M. Friedman: “la primera se ocupa de cómo se resuelve el problema económico mientras que la teoría normativa de cómo se debe resolver”. La dificultad surge en el campo de la Política Económica dado que la Economía es una disciplina en la que, a diferencia de otras como la física, el objeto de estudio son las interrelaciones entre los seres humanos (entre los que se incluye obviamente el propio investigador) en donde cualquier valoración sobre una determinada acción parte de las consecuencias previstas en los principios positivistas bajo los que se analiza aquella, las cuales podrán suscitar, dependiendo de la persona de que se trate, su aceptación o rechazo. Schumpeter propone separar la Economía Científica (que para él si es ciencia) de la Economía Política (que no lo es). Esta pretensión ha sido criticada, ya que la ideología está en la misma raíz del análisis económico. Es común que los defensores de la conexión entre Economía e Ideología añadan el calificativo de Política al término Economía; y así hablan de Economía Política y no de Ciencia Económica; 4 término que usan quiénes ven a la Economía libre de condicionamientos ideológicos. La separación de los fines de los medios en el ámbito de la Ciencia Económica es lo que ha llevado a plantear la llamada neutralidad científica (Guerrero D., 2004). Entre las críticas a la concepción admitida tradicionalmente de una Economía libre de juicios de valor, se argumenta que la ideología está en la base misma del trabajo analítico ya que la selección de los datos se hace según la particular visión que cada cual tiene de las cosas, y esa visión es fruto de la ideología, cuya presencia –se admite- puede afectar la validez de los resultados1. La profesión en Economía ha estado conviviendo entre la rigurosidad y el método de investigación científica, junto con el hecho de que ha sido un vehículo de la ideología en diferentes momentos de la historia. El investigador debe lograr la separación entre ambos; y la cual tiene importantes dificultades, ya que todo sistema económico se apoya en la existencia de un conjunto de reglas, fruto de una concepción ideológica determinada que el individuo asume y que el economista se encuentra obligado a justificar. Realizar la división entre la dimensión normativa de la positiva no significa que el investigador o profesional deba dejar de lado los aspectos valorativos, puesto que el fin último de todas las actividades económicas consiste en propiciar una humanidad más equitativa, sostenible y próspera para las presentes y futuras generaciones: No tener presente esto constituye una ingenuidad del analista, convirtiéndose en uno de los peligros a los cuales se enfrentan los profesionales y científicos en el siglo XXI, pues pese al perfeccionamiento de métodos y técnicas, es cada vez más difícil extraerse de un mundo que crea condicionamientos a partir de visiones predeterminadas sustentadas en sistemas filosóficos y ciertas orientaciones ideológicas. Sin duda, lo anterior constituye un gran reto para la investigación y la Economía en general. En línea con lo anterior, una ruptura metodológica importante entre un enfoque positivo y otro normativo en la Economía se encuentra en el debate entre los neoclásicos y otros pensamientos como el post keynesiano. Esta discusión refleja una diferencia fundamental desde el punto de vista de sí las teorías económicas deben expresar los juicios de valor del teórico y ser relevantes para un ámbito social e institucional determinado, o, en cambio, las teorías deben en principio ser formuladas en términos objetivos y tomar en cuenta los valores éticos y el contexto social en el momento de ser aplicadas al análisis empírico. Con base a lo anterior, el reto que tiene el economista es asumir una posición crítica, analítica y cuestionarse los diferentes planteamientos, investigar, lograr un conocimiento lo más integral e integrador, tendiente a no caer en la trampa que unas y otras orientaciones pueden llevar a aquellos profesionales ingenuos, mal formados o sin capacidad de analizar y cuestionar. IV. Importancia e implicaciones del abordaje de la Economía para la sociedad Las concepciones y aplicaciones de la Políticas Económica a nivel macroeconómico, de las organizaciones o determinados objetos de estudio a nivel sectorial, tienen importantes efectos sobre la asignación de recursos, las opciones de mejoramiento social y económico en la sociedad. Por ello es que, el investigador y profesional en Economía debe tener presente la concientización (cada vez mayor) de que con sus estudios, propuestas, decisiones y no decisiones se pueden afectar diferentes y significativos aspectos de la sociedad. En esencia, se pueden resaltar algunos elementos de gran incidencia en la sociedad, a la luz de políticas económicas en determinados momentos: a. Los efectos de la desregulación económica Un elemento de suma importancia es la regulación económica, pues desde la década de 1970 se insistió en la necesidad de eliminar escollos a las actividades económicas, pidiéndose desregulación, lo cual tiene campo fértil en las décadas de 1980 en los países desarrollados y la década de 1990 especialmente en los 1 “Se considera a las instituciones en cuanto en parte imponen forma y coherencia social a la actividad humana mediante la continua producción y reproducción de hábitos de pensamiento y acción. Esto implica la creación y la propagación de modelos conceptuales y signos y significados aprendidos. Se entiende a las instituciones como parte crucial de los procesos cognitivos, por medio de las cuales los agentes perciben los datos sensibles y los hacen significativos” (Hodgson G., 2003, p. 908). 5 países en desarrollo. Esta política ha tenido un importante efecto sobre diversos ámbitos, tales como el sector financiero y el sector eléctrico en países como los Estados Unidos, sin dejar de lado otros sectores que han tenido una serie de problemas o bien podrían llegar a tenerlo debido a la falta de normas y acciones tendientes a regular, supervisar y evaluar las actividades. Esos planteamientos se han basado en argumentaciones como la siguiente, expresada por M. Friedman: “A pesar de que los Estados Unidos no han adoptado la planificación económica central, el aumento del papel del estado en la economía ha ido muy lejos durante los últimos cincuenta años. Esta intervención ha significado un costo en términos económicos. Las limitaciones que esta actuación impone a nuestra libertad económica amenazan con liquidar dos siglos de progreso económico. La intervención ha tenido también un costo político: ha limitado considerablemente nuestra libertad humana.” Como se ha podido apreciar en los últimos años, la aplicación de procesos de desregulación sin un adecuado control, supervisión y evaluación de entidades públicas, pueden tener implicaciones significativas sobre toda la sociedad y a escala planetaria. Las consecuencias de asumir de forma absoluta ciertos argumentos han tenido efectos significativamente negativos, como lo constituye la crisis del sistema financiero internacional, que se ha originado en políticas regulatorias laxas a los bancos, cuyas consecuencias sociales y económicas son difíciles de estimar. Un fenómeno que inició en el sector financiero relacionado con el mercado inmobiliario de los Estados Unidos, ha llevado a duras medidas a los países periféricos de Europa, los cuales cuestionan la existencia misma de la Eurozona. En este sentido, el reto del economista es doble. Por una parte, cuestionar y proponer marcos institucionales con reglas del juego suficientemente claras y eficaces que permitan en el enfoque del modelo económico actual, propiciar los flujos de ahorro, inversión y consumo de forma segura, teniendo presente que sus actuaciones y no actuaciones tienen efectos serios sobre diversos agentes económicos y la sociedad en su conjunto. Por otra parte, desarrollar de una formación ética, valores que de manera preventiva permitan aplicar acciones más apegadas a la ley y a las buenas prácticas de la ciencia y propicien una mejor sociedad para la mayoría. b. Las especificidades de los países en desarrollo Tener presente que las teorías, metodologías y las técnicas en el campo económico deben validarse con el contexto social, histórico, económico y cultural de los países, es una responsabilidad que tienen los investigadores. Poder discernir qué marcos teóricos e instrumentos de política económica y metodologías son aplicables al objeto de estudio y al contexto del país, la organización o a la cultura de determinadas regiones geográficas o contextos organizacionales, son un reto y una responsabilidad del economista. Cabe destacar lo que indica el premio Nóbel de Economía 1992 Douglas North (1993): “La teoría neoclásica es sencillamente una herramienta inadecuada para analizar y prescribir políticas que induzcan el desarrollo. Se preocupa por la operación de los mercados más no de cómo éstos se desarrollan. ¿Cómo puede prescribir políticas sin entender la manera en que se desarrollan las economías? Son precisamente los métodos utilizados por los economistas neoclásicos los que han impuesto el tema y los que han militado en contra de tal desarrollo.” Relacionado con lo anterior, se tiene por ejemplo el hecho de que las reformas económicas basadas en la teoría neoclásica ha tendido a dejar de lado el contexto histórico, las instituciones y las circunstancias de cada país, efectuando estudios que tienden a tener una visión ahistórica de la realidad y aplicar teorías y políticas por igual a cualquier país (North D., 2005). Esta situación ha ocasionado graves problemas en las últimas décadas para los países en vías de desarrollo ante la aplicación irrestricta de programas de estabilización y ajuste estructural bajo las normas rígidas que se han concretado en reformas económicas, que en la mayoría de los casos no han tenido el efecto positivo sobre el bienestar y el desarrollo de aquellos países que se había pregonado (Stiglitz J., 2003). Los críticos de las reformas económicas neoclásicos consideraban que para que se puedan desarrollar los mercados es necesario que existan un conjunto de condiciones, en donde es precisamente el Estado como representante del interés general, el que debe paulatinamente ir definiendo y desarrollando las condiciones para que el sistema económico y las formas de convivencia social cuenten con un marco institucional acorde. Stiglitz indica, con respecto a la creación de las condiciones para los mercados, lo 6 siguiente (Stiglitz J., 2002, p. 115): “El sistema de mercado requiere derechos de propiedad claramente establecidos y tribunales que los garanticen, algo que a menudo no existe en los países en desarrollo. El sistema de mercado requiere de competencia e información perfecta. Pero la competencia es limitada y la información está lejos de ser perfecta –y unos mercado competitivos que funcionen bien no pueden ser establecidos de la noche a la mañana.” El reto del investigador y tomador de decisión económica es desarrollar la capacidad analítica para poder aplicar políticas públicas que induzcan al desarrollo de los países, al margen de consideraciones teóricas e ideológicas que en muchos casos han parecido más recetas de cocina que la aplicación rigurosa del método científico. Se trata de crear un espacio para diagnosticar, analizar y diseñar políticas que permitan mejores opciones para los países en vías de desarrollo. c. La distribución del ingreso Junto a la búsqueda de la eficiencia económica, es necesario que los economistas integren elementos normativos a sus criterios. Los problemas distributivos en las diferentes sociedades han sido elementos que limitan y afectan sensiblemente la convivencia social y las opciones de desarrollo económico. Por ello es que, además de consideraciones éticas, que deben estar implícitas en el profesional, se debe tener claro que es necesario para el crecimiento económico, la eficiencia y la competitividad, dado que son conocidos los efectos que las fuertes desigualdades del ingreso tienen. Una población bien nutrida, saludable, educada, junto con un sistema sociopolítico estable son elementos básicos en la sociedad actual para alcanzar el éxito de los países. Es una obligación para el economista tener presente que el Capital Humano y Social son elementos fundamentales para que los países puedan avanzar en la senda del desarrollo. La razón de ser de la Economía debería ser el desarrollo humano como medio para tener sociedades más desarrolladas, con equidad en la distribución de los frutos del crecimiento económico. d. La problemática ambiental La sociedad actual enfrenta el problema de un subsistema económico cada vez más grande, complejo y contaminante, que encuentra los límites ante un sistema ecológico finito, cuya capacidad de asimilar la contaminación, ser fuente de materias primas y en general sustentar las actividades humanas es cada vez más limitada. Los efectos que sobre los ecosistemas las actividades humanas han causado, pueden generar consecuencias negativas sobre los seres humanos por medio de diversas manifestaciones. La destrucción de ecosistemas sustentadores de la vida, así como la alteración de funciones ecológicas básicas están teniendo fuertes consecuencias a escala planetaria. El investigador económico no ha sido suficientemente formado y concientizado de la importancia de tomar en cuenta la dimensión ambiental en las diversas decisiones. El reto y la oportunidad que para éste se cierne es grande, puede ser parte de los causantes de los problemas ambientales que se dan a nivel local, sectorial o empresarial o formar parte del cambio de aptitud para la construcción de una sociedad más sostenible, capaz de legar a las próximas generaciones mejores condiciones biofísicas, sociales y culturales para su desarrollo integral. e. El rigor, metodologías integradoras y cierta dosis de pragmatismo con objetivos y valores definidos El investigador y tomador de decisiones en el campo económico debe contribuir al desarrollo futuro, para ello particularmente se considera que debe asumir un conjunto de características, dentro de las cuales se encuentran las siguientes: 1. Buscar el mejoramiento y disponibilidad de mayores bases de datos. En la era de la información hay una oportunidad para contar con mejores sistemas de información que brinden el conocimiento fáctico a los profesionales para sustentar mejor las investigaciones y la toma de decisiones. 7 2. Tratar de que en la disciplina se incorporen teorías, conceptos y nuevas ideas generadas en estudios afines. Los límites de la ciencia económica con las ciencias sociales son tenues. La capacidad de comprender y trabajar con otras disciplinas científicas en equipos inter y multidisciplinarios es una visión fundamental que debe contemplarse. 3. Los investigadores en Economía deben desarrollar capacidades para comprender y aplicar diversas técnicas y metodologías dentro de sus disciplinas; aunado a ello, deben ser conscientes de que muchos de los desarrollos obtenidos tienen un legado en las ciencias físicas, lo cual hace que su aplicación tenga limitaciones. Es esencial que además de conocer sus potencialidades, puedan discernir sus limitaciones. Deben contribuir al desarrollo de metodologías y técnicas que aborden de mejor forma los objetos de estudio de la Economía. En este sentido, el investigador ha logrado aplicar técnicas de prospectiva que permiten desarrollar escenarios posibles para el análisis de políticas alternativas. 4. Se debe ser capaz de comprender que los marcos teóricos y las técnicas que generalmente aplican parten de una concepción filosófica ideológica, por lo cual deben estar atentos y críticos a que aquellas concepciones pueden estar en contra del rigor científico y de la sociedad en determinados contextos históricos y sociales. 5. Los nuevos problemas ambientales y los persistentes rezagos en el desarrollo y la pobreza deben formar parte inherente de las preocupaciones, investigaciones y de los criterios en los procesos de toma de decisiones. En estos temas el economista no debería ser neutro. 6. El análisis permanente del método, las técnicas y las teorías deben formar parte de la labor del investigador, con el fin de que éstas puedan mejorarse y no convertirse en dogmas, que no contribuyen al mejoramiento de la Economía y de ésta al desarrollo de los países. 7. En el campo de la relación de la Economía y el Ambiente, el autor ha aplicado técnicas de diferentes vertientes teóricas, tanto de la Economía Ambiental como de la Economía Ecológica. En este sentido, lo que sí ha estado claro es el objetivo perseguido. 8. Es fundamental que las investigaciones sean importantes para la sociedad. Hacer investigación al margen de la realidad social y económica de los países en desarrollo es una falta de compromiso ético. Los trabajos de investigación deben tener incidencia, ya sea por nuevos aportes, ayudar a tomar decisiones o incidir en la construcción de agendas, alternativas de propuestas y la toma de decisiones de política pública. 9. Contextualizar las realidades de las organizaciones y de los países en cuanto a sus diferencias sociales, económicas, biofísicas, culturales e institucionales es fundamental, como elementos que influyen y determinan en muchos casos la posibilidad de aplicación exitosa de una política, una metodología o una técnica. Las experiencias del autor en la integración de aspectos culturales e históricos como determinantes relevantes de ciertas condiciones para la viabilidad de ciertas políticas públicas es un ejemplo de ello. V. Conclusiones El economista ha tenido y tendrá un impacto sustantivo en las actividades de la sociedad, desde una pequeña organización en la que se adoptan políticas hasta en organismos internacionales. La rigurosidad científica por medio del uso correcto de las teorías, las metodologías y las técnicas es la primera responsabilidad del profesional. La utilización de dicho arsenal según el contexto, haciendo las distinciones de acuerdo a la realidad a la cual se enfrenta, es una fase básica en el ejercicio de la profesión. Unido a ello la consideración explícita de orientaciones valorativas, sin despreciar la rigurosidad científica, es un aspecto que el economista debe tener presente. La ética en el ejercicio de la profesión es una tarea que todos y cada uno de los profesionales debe fortalecer. Las decisiones de la profesión tienen efectos significativos sobre la sociedad, por ello se debe ser conscientes y actuar en correspondencia con responsabilidad. 8 La experiencia del investigador permite indicar con respecto a aspectos teóricos metodológicos de interés: a. Hay teorías y metodologías que por sí mismas son insuficientes para abordar con éxito un objeto de estudio. Por ello, en muchos casos la combinación de marcos teóricos, metodologías y técnicas permite mejores resultados, teniendo más complejidad y riesgos teóricos epistemológicos. b. En algunos casos, en especial la investigación para la adopción de decisiones de política, un marco teórico o metodológico es insuficiente; por lo que, la combinación de métodos y técnicas de otras teorías pueden ayudar a lograr los objetivos que se persiguen. Lo anterior se ha podido ver en el campo de la relación entre economía y ambiente; por ejemplo, con la Economía Ecológica. Ésta brinda un marco de referencia general apropiado; sin embargo, en su desarrollo, los métodos y técnicas son limitadas, haciendo necesario la utilización de técnicas y métodos de la Economía Ambiental, que conceptualmente son distintas, pero que ayudan al logro de objetivos de sostenibilidad. c. Los procesos de acercamiento con otras disciplinas de las Ciencias Sociales puede ampliar el panorama e integrar variables relevantes que inciden de forma significativa sobre aspectos económicos, tales como la cultura, los valores y las costumbres, aportes que el neoinstitucionalismo ha podido adicionar al análisis de la Economía. d. Al estudiar determinados objetos y problemas es conveniente conocerlo a profundidad. El acercamiento y el tomar partido en ciertos temas pueden ser un gran riesgo para el estudio riguroso de la realidad, pues puede llevar a la toma de decisión de forma indebida. e. De forma pragmática y con rigor se debe estar dispuesto a tomar prestado el arsenal metodológico o técnicas de diferentes enfoques teóricos o disciplinas en busca de apoyar los procesos de investigación. Pese a que existen riesgos teóricos y metodológicos, si se hace bien, ayuda a lograr los propósitos de investigaciones y los procesos de incidencia para la toma de decisiones de política. VI. 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