Córdoba, Argentina. Martes 31 de julio de 2012. Suplemento especial 325 años con la luz del monserrat El colegio fundado en 1687 sigue apostando por una educación pública, inclusiva, plural y democrática. Identidad y pertenencia, valores de esta escuela preuniversitaria que el tiempo no erosionó entre sus alumnos y egresados. 1938 Monumento histórico nacional El 25 de julio, el edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional (ley 12.365). Es custodiado por la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos. 2012 Netbooks sobre cada pupitre e Internet en todas las aulas. A comienzos de año y con la presencia de la rectora de la Universidad de Córdoba, Carolina Scotto, alumnos y docentes recibieron netbooks de la Nación. El patio mayor, con la estatua de Ignacio Duarte y Quirós, centro de actos solemnes y del festejo más esperado. El humanismo como bandera El Monserrat afronta el siglo 21 con nuevos desafíos y una valorada apuesta educativa. La Voz del Interior. Córdoba. Martes 31 julio de 2012 E 2 ntrada la segunda década del siglo 21 y a 325 años de su nacimiento, el Colegio Nacional de Monserrat se plantea renovar su estatura de institución emblemática para la educación, que ha trascendido las fronteras de Argentina hacia América y el mundo. Entre sus desafíos, resaltan hoy sus autoridades, están los de solidificar valores como la democracia, la participación, la inclusión y el pluralismo, desde una visión humanista y con un colegio público cuyo reconocimiento se traduce cada año en el interés que despierta entre cientos de aspirantes al ingreso o en el destacado rendimiento posterior de sus egresados. “La educación humanista parece hoy una utopía, pero apostamos a ese humanismo hecho realidad en un contexto difícil, pese a modelos impuestos en los medios que apuntan a la superficialidad y el facilismo”, resumen los directivos. El Monserrat, referente clave en la historia de esta provincia y el país, celebra además este aniversario con la intención de derribar prejuicios que lo estigmatizan como un centro elitista y conservador. Los domicilios registrados de los 1.673 alumnos que hoy cursan el secundario, de los que 908 son mujeres y 765 varones, reflejan un mosaico de los más diversos sectores sociales. Otro tanto ocurre con los 545 asistentes a las carreras de pregrado (martillero y corredor público, tecnicatura superior en Bromatología y Comunicación Visual), que por la noche son también parte de la oferta educativa de esta institución, junto al trayecto técnico profesional del curso de preceptor y auxiliar docente. Para intentar su cometido de brindar una educación pública de calidad, en este colegio ligado a la Universidad Nacional de Córdoba trabajan cerca de 35 no docentes y 200 docentes, entre autoridades, profesores, preceptores y ayudantes de gabinetes tales como los de Física, Química, Ciencias Naturales o Informática. Además, a las aulas virtuales y de proyección ya existentes se sumó este año la posibilidad de que cada alumno y docente cuenten con su propia netbook suministrada por la Nación a través del programa Conectar Igualdad, lo que permitió, tras la adaptación del edificio, la conexión a Internet en cada curso y el uso de nuevas tecnologías como herramienta. A ello se suman talleres y actividades opcionales, que incluyen idiomas que no están en los planes de estudio, teatro, coro, plástica, grupos musicales, integración de escuadras deportivas en distintas disciplinas o la práctica de esgrima y tiro, más allá de la Educación Física como asignatura curricular. Todo este menú de opciones se brinda en un colegio al que 1.673 Son los estudiantes que cursan hoy en el Colegio Nacional de Monserrat y aspiran a su título de bachiller humanista. 908 de ellas son mujeres; 765, varones. muchos imaginan con alto precio en su matrícula, pero cuyo costo anual (entre cooperadora y gastos administrativos) no llega a la mitad de lo que se paga por mes en algunas instituciones privadas de la ciudad, además de contemplarse casos de eximiciones de pago cuando las circunstancias lo ameriten, como recordó en la web de este diario Francisco Gelonch, hoy jefe de preceptores y quien hace 32 años ingresó al “Monse” con 10 años para no irse ya más. Tal vez una mezcla de todo lo antes expresado contribuye a que, cada año, cerca de mil aspirantes se inscriban para rendir el examen de ingreso de diciembre, en el que están en juego algo más de 250 vacantes y para el cual se brinda desde mayo un curso nivelatorio cada sábado. Así es hoy el Monserrat, 325 años después, y de ese modo afronta desafíos de este tiempo. Diseño: Ricardo Heredia. Fotografía portada: Martín Baez. Producción fotográfica interior: José Gabriel Hernández. Agradecimiento archivo fotográfico CNM. Producción periodística: Juan Carlos Carranza y Marcelo Taborda. 1987 Gente de laboratorio. Estudiantes de pregrado en plena actividad (foto) durante clases de la Tecnicatura Superior en Bromatología que se brinda en el turno noche. El presidente Raúl Alfonsín asistió a los actos por el tricentenario. 1 Los festejos por los 300 años convocaron a toda la comunidad y contaron como invitado al entonces presidente de la República, que izó ese 1° de agosto la Bandera. ambientes singulares en cada rincón Un recreo en el segundo piso, donde se hallan las aulas de los primeros, segundos y algunos terceros años del secundario, tanto a la mañana como por la tarde. Es el primer “paisaje” de quienes ingresan desde 5° o 6° grado. Por la noche, en el colegio se dictan clases de diferentes carreras de pregrado y del Curso de Preceptor y Auxiliar Docente. 1 El mural del salón de actos. Situado en el primer piso, fue pintado por el artista plástico Claudio Bogino, quien fuera alumno del establecimiento. En ese ámbito, diversas promociones han celebrado a lo largo de los años su cena de fin de curso y luego han conmemorado sus bodas de plata o de oro de egresados. 2 La otra fuente. Ubicada en el segundo patio, junto a añejos pinos y recién restaurada, la música de su agua vuelve a acompañar a quienes se detienen a leer las placas evocativas, a los que van hacia la reubicada biblioteca o a quienes acuden al gabinete psicopedagógico. 3 3 2 La Voz del Interior. Córdoba. Martes 31 julio de 2012 1979 Por iniciativa de alumnos de 7° año, se volvió a izar la bandera cada mañana. 3 Comienzos del siglo 20. Los chicos de primero y segundo años del Colegio Monserrat del año 1900. La fotografía fue tomada en uno de los patios internos de la institución. El saco y el moño eran parte del atuendo distintivo de aquella época; después, vinieron el saco y la corbata. En el centro de la escena, no podía faltar una pelota de fútbol. MONSERRATENSES DIXERUNT Una marca que perdura miguel clariá, periodista Pertenencia. De eso se trata el perdurable espíritu del Monserrat, no importa en qué cruces de tiempos propios y ajenos se hayan transitado sus claustros ni cuáles los caminos recorridos al cabo. Se puede pertenecer de muy distintos modos. El riesgo es el espíritu de cuerpo que induzca al encierro y no a la apertura. Y no siempre se ha logrado evitar la confusión entre apego a las tradiciones y simple oscurantismo o sentimientos menores de elitismo mal entendido. El Monserrat nos ha marcado y perdura, en cada uno de los que lo vivimos, en mínimos gestos que permiten reconocernos en el respeto y el amor por sus aulas, su patio y su fuente. Es una sensación de parentesco aun entre generaciones tan distantes como las de quienes ya hemos celebrado los 50 años de egresados y las chicas y chicos que alborotan la Obispo Trejo. Ellos hoy, y todas las promociones anteriores desde hace 325 años, somos, simplemente, monserratenses. El orgullo de pertenecer Carlos oulton, de que fuimos dotados, que sin duda contribuyó a la formación de los valores individuales y colectivos que mantienen viva la llama monserratense. Querría resaltar que el gran debate que se formuló por la incorporación de mujeres allá por 1997 tenía antecedentes, ya que personalmente cursé mi sexto año en el turno noche y ya era mixto: teníamos tres compañeras mujeres, en 1959. La Voz del Interior. Córdoba. Martes 31 julio de 2012 médico Ser ex alumno del Monserrat es tener el orgullo siempre vivo de pertenecer a una de las escuelas más prestigiosas e influyentes de Córdoba, Argentina y Latinoamérica. Basta recordar que por sus aulas pasaron eminencias y dirigentes políticos, y desde allí surgieron los primeros manifiestos de la Reforma Universitaria de 1918 liderados, entre otros, por Deodoro Roca. Considero de inestimable valor la formación humanística 4 Franco Patiño envió la foto, egresado de la promoción 1993. Ingresó cuando “el Monse” cumplía 300 años. “Recuerdo que aquella vez estuvo como invitado el presidente Raúl Alfonsín. Fue muy emocionante”, contó. Cuenta Juan Carlos Antuña que la imagen es del viaje a Bariloche de la promo 74 turno tarde. En círculos, aparecen Eduardo Chalimond, secretario de Salud de Colonia Caroya, y Jorge Lawson, ministro de Producción. Pancho Marchiaro, gestor cultural Huella interna Lunes, 7.45 am. Saco de un tío, pupitre de madera y hierro forjado. Corbata con el nudo más grande de Córdoba y correcto peinado “lamido de vaca”. Entra un señor y nos trata de señores. Miedo. Entra otro señor y dice: “Salvete alumni”. Casi al borde de hacernos pis, nos paramos y empieza la primera clase del primer día del Monserrat, un mundo misterioso de palmeras infinitas y adultez. Especialmente para un niño de 10 años. Después, todo es compañerismo y eminencias que, en sus clases, aportaban las bases intelectuales que deberían construir a esas personas que empezaban a erigirse. También había perversos y conservadores, pero del “Monse”, lo que queda no es de los otros sino propio: la convicción de que el conocimiento es libertad. Galería de fotos. Más imágenes. LaVoz.com.ar. Los monserratenses pueden enviar mensajes en Facebook. 1969 Siete horas estuvo ocupado el Monserrat, tituló La Voz el 11 de diciembre. Los docentes hicieron una huelga y los estudiantes tomaron el colegio por los cambios realizados en el plan de estudios. El rector de la UNC era Rogelio Nores Martínez. 2005 Se plantea la idea de un museo propio, anexo al Museo Histórico de la UNC. Muchos de los instrumentos y piezas alojados en el actual Museo del Colegio (foto) eran, hasta hace sólo algunos años, parte de los elementos del gabinete de física. El hogar encendido y un café a disposición para los profesores en su sala, durante el recreo de una mañana de invierno de 2012. Del Monse a la Reforma En sus galerías dio sus primeros pasos parte del movimiento que derivó en la gesta de 1918. Deodoro Roca, Arturo Orgaz y Arturo Capdevila, protagonistas de esa épica estudiantil. T estigo de los acontecimientos que configuraron nuestro destino de Nación, el Colegio Nacional de Monserrat continúa dando testimonio de su compromiso y entrega no sólo a la educación sino también a la cultura de nuestro país y de toda Latinoamérica. En él se amalgaman la memoria y la utopía con las que se entretejieron las tramas de su rica historia. Muchos de sus alumnos fueron protagonistas de su tiempo. Quizá porque el sueño de Duarte transmitió una misión en el espíritu monserratense que pervive encarnado en la formación humanista de su legado. El Colegio Nacional al cual señalaran de conserva- dor y reaccionario sin embargo dio albergue y cobijó también al espíritu revolucionario, reformista y progresista. Así, podemos decir que la épica estudiantil que representó la Reforma del ‘18 empezó a balbucear sus reivindicaciones en las galerías del “Monse”, en la visión de tres compañeros de promoción protagonistas de aquella gesta: Deodoro Roca, Arturo Orgaz y Arturo Capdevila. Los muros del Monserrat incentivaron aquellas ideas de justicia y de rebeldía que van a enarbolarse en el famoso Manifiesto Liminar. También ellos intervinieron en representación del centro de estudiantes de Derecho, en el escrito firmado por Deodoro Roca el 5 de julio de 1912, ante la prohibición del Consejo Superior de la Universidad de una conferencia de Alfredo Palacios, auspiciada por los alumnos del Monserrat, en el que expresaban su solidaridad. Los tres monserratenses estarán ligados, asimismo, en la constitución de aquel Comité Córdoba Libre que se funda en la casa de Arturo Capdevila en 1916 y cuyas conferencias en la Biblioteca Córdoba son la antesala del movimiento reformista. Por eso, al celebrar los 325 años de su fundación, el Monserrat no puede dejar de honrar a sus ex alumnos, que brindaron a Córdoba y a su Universidad el hito intelectual por el cual es reconocida en todo el mundo. (*) Licenciado en Filosofía, profesor del Monserrat. Voces de Mayo con tonada En los claustros del Colegio Monserrat están sus nombres, pero la leyenda respecto de su participación en el Cabildo de Mayo no da mayores pistas de la historia subyacente. Un grupo de jóvenes estudiantes que, después de leer a escondidas libros prohibidos, imaginó un país libre y soberano. Ocultos en arcones, contrabandeados entre equipajes y vituallas, los libros de la libertad entran al colegio, circulan de mano en mano con toda discreción y determinan así la formación de secretos grupos para su lectura y discusión, fuera de la vigilancia de las autoridades. Las lecturas prohibidas requerían escondites que brindaran la seguridad de abrir las páginas que empezaran a escribir una nueva historia. El 25 de mayo de 1810 se formaba el primer gobierno elegido en estas tierras, con tres monserratenses entre ellos. Acometer desde nuestro presente la evocación de la Primera Junta es rendir tributo a aquellos alumnos que forjaron sueños y utopías en las aulas del colegio, en sus caminatas hasta la huerta de Santa Ana o bien en sus cabalgatas por la estancia de Caroya. Los nombres de Castelli, Paso y Alberti ocupan los sitios privilegiados de aquel primer gobierno, pero también participaron en ese Cabildo y con su voto pidieron el reemplazo del virrey otros monserratenses, como Domingo Belgrano, Joaquín Campana, Agustín de Elía, Juan Dámaso Fonseca, Mariano Yrigoyen, Juan Seguí, Pascual Silva Braga, Andrés Ramírez, Ramón Vieytes y José de Zeide. La Voz del Interior. Córdoba. Martes 31 julio de 2012 José Camaño Landaeta (*) 5 /*: /,/ 3/: ,D* ::6 ; */; );D'@;6 El esplendor de un edificio *D;@:/ * /:)6 Hernán Moya 75&11*5=>=8 /,;@:D'0, * ,I, ;D(@' :*'I ;/: * ; * 3*,/ +; ,@'$D/ 7D ; /,/ 4* %:+,/ /: , 1="J5< */; ;@D'/; :;@D:'0, */; @%/; 4* 3: D:*/,$ H * :7D'@@/ H,'5 H D, 'D)/ * :7D'@@/ D, :/,!D;;6 5>CA*5$>= @/: ;@',/ * ;@'+',@/ H +,@,'+',@/ * /+3.(6 AC 5> 30 !" 3+0 H !"<6"0<< "%"@3;+3 /+/: */; *D+,/;6 @+3 !" .3< @..";"< !:', *; @);6 "<3 . ;0)";,3 ;@ :@D: /+D,' * ;:(/ */; ;*F/;6 * **$ */; );D'@; %( D, :+'@ '!' 1J ./; ,@;6 ;D* :'+:; @:;6 /,F'@/:'/6 $*;' * /+3.(6 /*: /,/ 3/: D:@6 ,'F:;' /*$'/ /,;::@ 5>5J , * 3:'+: ./ %( " ;:/@; AJ %:+,/; H C" ;@D',@;6 0*/ ; '@, '*/;/!( H /*/$(6 5>J>*5>=' D 3:/*/,$ /,;@:D'0, ; '0 ',@::D3'/,; 3/: !*@ ',:/6 5>J$ 5>J> 3/;,@/; */; *:$D */; 3:; );D'@;6 ;@D',@; );D'@;6 0!";, 5>$=9 ;+/"; "/6.I/+"0@3 !". 3."(+3 30<";;@ D D, :;',' /, 3/: * 3:;(@:/ :6 $,'/ D:@ H :!'/, 3: */): ;@D',@; * D,'F:;' 7D F'F(, , * ',@:'/:6 /H ; * D;/ , *:@/6 7)3H F 9 #."I ;<%+".! 8 3@+ 4!:+'5 6";@D; !" . .." D;@" D+;4< "0 5$>= 3;;. D";@ 7) 3H <" ;3 <8 6+.. !" .3< <623."< ":D+ /; );D'@; * D@'*'I, 3: * :'$/ * %D:@6 6+.. 3/#<@+ 1>#A&1>#" 30 !" D.< D', ;/: * *@:* * '!''/6 .";, "<!" 5=$C * /,F'@/:'/ ; @:;*/ * @D* D''0, * /*$'/6 La Voz del Interior. Córdoba. Martes 31 julio de 2012 6 <+..3< *:/: *; $*:(; */; 3;'**/; /+D,', /, */; /@:/; '!''/;6 0 511$ ". 3."(+3 +30. !" 30<";;@ . :D" <4.3 30D;;,0 "<@D!+0@"< F;30"< !36@4 D0 ;#(+/"0 /+G@39 !/+<+40 !". +0(;"<3 !" /D-";"< -D0@3 30 . !".;+40 !" . 0I0 "<D,@+ 3/3 @;+/30+3 D.@D;. !" . D/0+!! +/6.+4 .3< E.@+/3< /+3< !" D0 "!+%++3 :D" 63; <D F.3; )+<@4;+3 H ;:D+@"@40+3 @/+#0 "< 30D/"0@3 +<@4;+3 +30.9 5>$= * * /*$'/ /,F'@/:'/ D;@: ./: /,;::@ !D !D,/ , * 'D 0:/ * 12 $/;@/6 D:,@ * 3:'+: 3:(// 41>=&1=>=5 , 7D * /*$'/ ;@DF/ :$'/ 3/: */; ;:/@; );D'@; * ',;@'@D'0, *,I0 $:, 3:;@'$'/6 * G3D*;:; * /+3.( ;E; * ,'F:;' H * /*$'/ 7D:/, :$/ */; !:,';,/;6 @+3 F" 6;+0+6. 5=>= , * 3:(// !:,';,/ 7D F 1=>= 1J= * /*$'/ !D @:;*/ * ; D:@ 7D /D30 %;@ ,@/,; %/H /*$'/ D:!,; * '!''/ , * 7D @D*+,@ !D,'/, +D,I 87D '/ @// * ;: * /*$'/9 ;$E, * G3:;'0, D,/ ;D; :@/:; H 7D ; :*'I0 * - !::/ 1=C6 @+3< :, D:/; H ;@, ':D,/; 3/: $*:(; H %'@'/,;6 D;, /+/ ):',; /@,'/;6 "<3< . 0I0 !"<!" ". @;+3 7)3 H 9 ;"-3 8 5$J= * 6";,3!3 !". .";3 <"D.; 41J=&1CJ5 /+',I * :; D+3*'+',@/ * * D* * ./ 1JJ 3/: * 7D * :H :*/; : * 8* ,'F:;' , :*/; H D;@: ./: /,;::@9 ;/: * ; */; ,@'$D/; ',;@'@D@/;6 , ;@ 3/ ; 3:/D, *; '+3/:@,@; :!/:+; */; 3*,; ;@D'/; 3:/3D;@/; 3/: * , :$/:'/ D,; ,@/,; :@/: * ,'F:;' H * /*$'/ H 3/: * $/:,/: 0:/ ,D* ,@/,'/ ;@:/6 6+.. !" .3< @D;."< ;';@(, ','/; H ;*F/;6 5$CJ * 6";,3!3 6;3F+0+. ; ','' /, * ( *; D@/:'; * $/':,/ $,:* * '0, 41CJ&1"#56 , ; *3;/ * /*$'/ 3;0 *; 3/; +; '!('*; ;D %';@/:' '/ *; $D::; * ,3,,' *; *D%; 'F'*; H *; '!'D*@; /,0+'; 7D ;@; 3:):/,6 D:,@ ; @'+3/ ; :!/:+:/, */; 3*,; ;@D'/ ',''@'F * $/:,/: D;@/; 7D +@:'*'I0 /; '$/::(6 /6;"0@ -"<D,@+ D,'/, , * ;0@,/ ; 1=>" H !D * 3:'+: 0:/6 5$&' * /:$,'I:; * $/':,/ !:* * /*$'/ H * ,'F:;' !D:/, ,'/,*'I/; /, */ 7D ; ',''0 * 6";,3!3 0+30. 41"#&1-J=56 , ;@ @'+3/ * /*$'/ !D @:,;!/:+/ , D, ',;@'@D@/ ,;.,I ;D,:' H 3:'0 * :@: /,F'@/:'/6 ; ,@/,; ; D, /*$'/ '/,* /, *; :@:(;@'; @D*; 3/: */ 7D ;D; 3*,; ;@D'/ ;D!:':/, *; @:,;!/:+'/,; /::;3/,',@;6 D"0@" :7D'@@/ :*/; 6 $ & 0I0 "<D,@+ !" . +D!! !" 4;!3 6 $ & . 30<";;@9 ;"<+"0@3< 23< 5>$=*51$= & :76 :,, /H F'':@/: * /*$'/ /,;::@ & ;:D+@"@D; 3.30+. "0 . ;("0@+0 D, :/,!D;;6 51J= * /*$'/ !D ,G/ * ,'F:;' '/,* 0:/ H ;( /+,I0 * 6";,3!3 D0+F";<+@;+3 7D ; G@', %;@ %/H6 ',@:/D):/, :!/:+; * 3*, * 7D ; * '/ D, ;,@'/ 3:/3'/ ',@$:* H %D+,';@6 * F')/ '!''/ * /*$'/ !D :!/:+/ D,/*/ *; ,;'; H * )::7D( * @D* ',;@'@D'0,6 ',*D;'0, * ,I, ;D(@' /+/ @:'+/,'/ * D+,' H * **$ *; +D):; @:):/, /,;'$/ */; E*@'+/; $:,; +'/; : ;@ ;'$*/ C16 0%3(;%, D, /*/+@/ H ,I/ *'F6 Vicedirector administrativo del Colegio Monserrat E l Monserrat es hoy un edificio emblemático de la ciudad de Córdoba, testigo fiel de la historia, sin dejar de lado el aspecto de tradición educativa para el que el Colegio fue creado, en 1687. Lo que hoy admiramos desde su exterior, su imponente torre reloj enclavada en el vértice, que ofrece un remate visual y se transforma en un ícono de la arquitectura urbana –como su hermosa y elegante fachada, su portal de ingreso, sus balcones, sus rejas de hierro forjado, sus múltiples molduras, A la derecha, la construcción de la torre del reloj. Abajo, el edificio, con la calle Trejo abierta al paso de los autos y los tranvías. Al fondo, la Compañía luce cúpulas distintas a las de hoy. guirnaldas, escudos y medallones–, no pertenece a aquel viejo y derruido edificio en que funcionara el antiguo Colegio de Nuestra Señora de Monserrat, trasladado al actual emplazamiento en 1782. Con anterioridad, funcionaba en la actual calle Caseros, frente a la Capilla Doméstica de la Compañía de Jesús, donde era la casa paterna de Ignacio Duarte y Quirós, fundador del Colegio, hoy Museo de Arte Religioso San Alberto. Fue en 1927 cuando se dio al Colegio su aspecto monu- mental, tomando acertadas decisiones que conjugaban la historia con la arquitectura. El diseño del arquitecto Jaime Roca utiliza y sintetiza a la perfección un lenguaje denominado como restauración nacionalista o bien neocolonial, es decir que el arquitecto utiliza en pleno siglo 20 una arquitectura historicista que ha dado como resultado uno de los edificios más bellos de Córdoba. Claro está que en el propio período colonial se encontraban presentes elementos provenientes de Europa, como era el Renacimiento (siglos XIV, XV y XVI) y el Barroco (siglo XVII). El arquitecto Jaime Roca realizó una intervención impecable, supo captar el espíritu del colonial y respetar la historia, aun en momentos en que lo colonial no era muy aceptado por la sociedad, que prefería mirar al progreso de las nuevas ciudades europeas. Por ello, la impronta de lo clásico, arcos de medio punto, tipologías de claustro, patio central, galerías con amplios muros y luminosas arcadas, elementos del renacimiento italiano, y los elementos barrocos, tales como la decoración del portal, que enmarcan y jerarquizan a la puerta de doble hoja que constituye el ingreso principal. El barroco se hace presente en cada moldura, en cada columna. Estas tienen la clara particularidad de ser sólo ornamentales, ya que no llegan al piso, es decir son decorativas y no estructurales. Se pueden observar, además, columnas de fuste retorcido o salomónicas, armoniosamente en ambas fachadas; han sido decoradas de modo cuidadoso las ventanas, algunas de las cuales poseen balcones con rejas y otras sólo rejas de gran belleza. En conjunto, se trata de un edificio que para 1928 lucía esplendoroso en el comienzo del nuevo siglo 20. Fue declarado monumento histórico nacional en 1938 y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en diciembre de 2000. La Voz del Interior. Córdoba. Martes 31 julio de 2012 OPINIóN 7 1925 La primera mujer egresada del Monserrat En 1921, María Krasner de Yankilevich ingresó al colegio preuniversitario con otras 13 compañeras. Pero sólo ella siguió en la escuela hasta que egresó, en 1925. 2000 Patrimonio Cultural de la Humanidad En 2000, el edificio del Colegio Monserrat fue declarado, junto con el resto de la Manzana Jesuítica, Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. El debate que trajo a las chicas OPINIóN Eduardo Staricco Ex rector de la UNC El tiempo hizo lo suyo A En 1997, el Consejo Superior habilitó el ingreso de alumnas al colegio, en medio de una gran polémica que llegó hasta la Corte Suprema de Justicia / Hoy, las chicas son más numerosas. La Voz del Interior. Córdoba. Martes 31 julio de 2012 E 8 l 6 de mayo de 1997, a las 18.30, el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) habilitó el ingreso de mujeres al Colegio Nacional de Monserrat. A la misma hora, padres, docentes y alumnos ocupaban el colegio en protesta por esa decisión. El entonces rector Eduardo Staricco apoyó la iniciativa presentada por los estudiantes de Franja Morada, que desató una gran polémica en la institución. El tiempo fue extinguiendo el descontento y nunca hubo problemas de integración entre varones y mujeres. “Fue un problema de los adultos, no de los chicos”, reflexiona el actual director del Monserrat, Aldo Guerra. Aun así, la resistencia de quienes se oponían al ingreso mixto del “Monse” llegó hasta la Corte Suprema de Justicia y se zanjó en septiembre de 2000 con un lapidario fallo unánime a favor de lo dispuesto por la UNC. En sus extensos considerandos, uno de los ministros de la Corte, Enrique Petracchi, sostuvo: “Tengo la tranquila sospecha de que existen quienes añoran el pasado y rechazan la radical igualación de la mujer y el hombre en cuanto al goce de los derechos humanos y las libertades fundamentales (...)”. Con mirada retrospectiva, el actual director administrativo del Monserrat, Hernán Moya, señaló que no había argumentos pedagógicos para oponerse al ingreso de muje- res al colegio. Pero recordó que las críticas a esa iniciativa se basaban en que las autoridades universitarias nunca consultaron ni tuvieron en cuenta las inquietudes de la comunidad monserratense. Pocas, al principio Los alumnos protestaban en el colegio, mientras el Consejo Superior debatía la inclusión de las chicas. El primer año (1998) apenas ingresaron al Monserrat 45 chicas, sobre un total de 247 alumnos. Los ecos del conflicto desalentaron la inscripción de mujeres, pero esa tendencia luego se fue revirtiendo y hoy son más numerosas que los varones. En la actualidad, representan el 52 por ciento del total de alumnos. Y también son más las mujeres que año a año se presentan a rendir el examen de ingreso. Esto ocurre desde 2007. Como era de esperar, las mujeres cambiaron la vida del colegio, pero, según ellas mismas aseguran, se integraron rápidamente a la idiosincrasia de la institución. Las heridas de aquel conflicto quedaron atrás y todos miran para adelante. 45 Fue el número inicial de mujeres ingresantes al Colegio Monserrat en 1998. En 2007, el número de ingresantes mujeres fue superior al de varones: 148 contra 112. En los años siguientes, se mantuvo esta tendencia. ntes que nada, debo decir que cursé la escuela primaria en la Olmos, por esa época escuela de varones. Y, por añadidura, hice la secundaria en la escuela industrial de la Nación número 1, “Otto Krause”, en la ciudad de Buenos Aires, también por entonces enteramente masculina. Pero no toda mi iniciación escolar fue unívoca, ya que a la tarde estudiaba inglés en la Cultura Británica y aún recuerdo con afecto su enseñanza mixta. La introducción vale para entender lo que sobrevino después. Al final, los inconvenientes son como una bendición, como diría Rita Levi. Después de todo, eso es la evolución: un cambio permanente. Y si es necesario, hay que estar dispuesto a navegar a contracorriente. Un día de 1995, a poco de asumir el rectorado, dirigentes de Franja Morada me preguntaron qué pensaba del ingreso de chicas en el Monserrat. Y así empezó todo. Los recuerdos que me pueden quedar de la discusión no me parecen que estuvieran centrados en aspectos pedagógicos, sino más bien en una especie de “tradición”. A lo largo del proceso, he procurado respetar todos los sentimientos, pero manteniendo la convicción de que tenía el derecho (y el deber) de expresar mis ideas. Y lo que para mí fue una especie de tramo final, transcurrió al final de una sesión de tablas del Consejo Superior. Unas personas amablemente pidieron conversar sobre el Monserrat y en un momento dado una dama expresó algo así como: “¡Ay, rector, usted va a convertir el colegio en un burdel!”. En 1998, el 20 por ciento de los ingresantes fueron niñas. En el presente año, ingresó el 52 por ciento. Parece que el tiempo hizo su parte. 1703 El escudo. Un gran ciprés simboliza al Monserrat, que abre sus ramas y se extiende. La estrella alude a la Virgen y las llaves que se cruzan son la virtud y las letras. el 2 de febrero murió en Caroya el fundador Ignacio Duarte y Quirós. La estatua de Duarte Quirós en el patio central del Monserrat es obra del escultor Roberto Delgado. Los restos del fundador descansan en la Cripta de la Compañía de Jesús. Belén zdero inició una tendencia OPINIóN marcos duarte Ex dirigente de Franja Morada Fue una de las primeras 45 chicas que ingresó al “Monse” en 1998 / Y en 2004 se convirtió en primera escolta / Se graduó luego en Recursos Humanos y volvió al colegio como preceptora. Y ohana Belén Zdero fue la primera mujer en llegar al podio académico del “Monse”, en 2004, como primera escolta de la Bandera. Ella fue una de las 45 chicas de la primera camada que ingresó al Colegio Nacional de Monserrat en 1998. Belén nunca se enteró de la polémica que rodeó el proyecto que propició el ingreso de mujeres al Monserrat. Sólo recuerda que la hicieron interrumpir sus vacaciones para ponerse a estudiar para el examen de ingreso. Como hija de un albañil, Belén destierra el mito sobre la existencia de una “élite” en el Monserrat. “La conexión que los alumnos logramos con el colegio es increíble. Hay que vivir la experiencia ‘Monserrat’ para sentir la identidad y pertenencia al colegio. Algunos ven esto como una pedantería, aunque se trata de un sentimiento, como llevar la camiseta de un club”, confiesa. Belén Zdero está feliz de haber vuelto al “Monse”, como preceptora. Belén agrega que ese sentimiento se construye a partir de las vivencias compartidas y un entorno que los contiene. “Las primeras dos semanas, el colegio asusta a los ingresantes; después, lo sienten suyo”. Dice entender lo que sintieron aquellos que se oponían al ingreso de las chicas. “Fue una medida inconsulta, mal canalizada por las autoridades universitarias”. Después de egresar del cole- gio, Belén se licenció en Recursos Humanos en el IUA y hace algunos años volvió como preceptora. Y se la nota feliz. “En el Monserrat, somos como una gran familia. No somos ni mejores ni peores que otros”. Evolución de la matrícula femenina Mujeres Año 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 Ingresantes mujeres 45 84 89 87 116 115 100 125 116 148 140 149 131 138 140 Ingresantes Total de alumnos ingresantes 247 244 246 243 248 252 248 248 254 260 261 255 263 260 267 Mujeres ingresantes / matrícula 18% 34% 36% 36% 47% 46% 40% 50% 46% 57% 54% 58% 50% 53% 52% Aspirantes mujeres Aspirantes Total de aspirantes Mujeres aspirantes / matrícula Total alumnos aspirantes / matrícula 192 285 280 286 294 349 362 437 502 556 552 624 609 549 686 639 634 765 751 737 809 885 1.015 1.024 1.145 1.088 35% 42% 44% 45% 38% 46% 49% 54% 57% 55% 54% 54% 56% 223% 282% 258% 252% 308% 303% 290% 311% 339% 398% 389% 440% 407% Mixto, como la vida E l 6 de mayo de 1997, el Consejo Superior de la UNC, en pleno ejercicio de su autonomía y dentro de las facultades acordadas por su estatuto, aprobó el proyecto que ordenaba que las inscripciones en el Colegio Nacional de Monserrat “se efectuaran sin distinción de sexo”. De esta manera, materializó el mandato constitucional de igualdad ante la ley y no discriminación. Estos argumentos bastarían para justificar la posición de quienes promovimos aquel debate, pero no consideró la multiplicidad de valores, ideas y pasiones que involucró. No existía una norma restrictiva plasmada en un reglamento, sólo una inveterada costumbre que había sobrevivido más de tres siglos, sin que casi nadie la cuestionara. Simplemente nos pareció injusto y nos propusimos corregirlo. En su trabajo Retóricas de la intransigencia, el economista Albert O. Hirschman identifica tres tipos de argumentos que se han utilizado contra los avances sociales y que resumen las objeciones que se esgrimieron: se argumentó el efecto perverso, diciendo que brindar la misma educación sin distinción de géneros sólo iba a profundizar la innata desigualdad entre ellos; se nos dijo que la propuesta era fútil, pronosticando que las aspirantes simplemente no se iban a inscribir, y se nos advirtió sobre el riesgo de sacrificar la calidad educativa del “Monse” en el altar del acceso igualitario. Hoy podemos verificar que ninguna de esas previsiones se cumplió y la UNC cuenta con un colegio que supo incluir a las mujeres en todas las instancias, manteniendo su bien ganado prestigio. Hoy, las hijas de muchos de los que temieron por el “Monse” cursan en sus aulas y es para festejar. La Voz del Interior. Córdoba. Martes 31 julio de 2012 1984 Se conforma el centro de Estudiantes, que se afianzará al año siguiente. 9 1937 Los festejos por los 250 años se realizaron en Córdoba y Colonia Caroya. Cuando la institución estuvo a cargo de los franciscanos, se aplicaban castigos en celdas especiales (foto) que hoy se pueden visitar en recorridos guiados. 1956 La Voz del Interior cronicó: “grave atentado contra el colegio”. La campana, oportuna salvadora si no se sabían las traducciones ante Viotto, o enemiga en esos trimestrales de Análisis Matemático aún sin resolver. No la toca cualquiera. Los mitos, las leyendas y el duende El reloj, traído de Alemania en 1926, es una joya de la ingeniería mecánica y los sones de sus campanadas emulan a su par de la torre de Westminster. La Voz del Interior. Córdoba. Martes 31 julio de 2012 “E 10 n los túneles que pasaban hacia la Compañía, a veces Juan José Castelli y otros hombres de Mayo leían documentos o libros que forjaron el pensamiento revolucionario de este país. Eso es verdad. Ahora, que los túneles llegaran hasta las estancias jesuíticas de Caroya o Alta Gracia es parte de los mitos que se han tejido en torno a la historia del colegio”, explica uno de los profesores que ha investigado su evolución. “Cada tanto entra alguien, turista o cordobés, y nos pregunta: ‘¿Cómo? ¿No es de curas el Monserrat?’”, sonríe un alto directivo que todos los años suele tomar los hábitos, pero sólo para personificar a un protagonista emblemático de hace tres centurias en la bienvenida con excursión incluida que se da a los flamantes alumnos de primer año. Mitos y leyendas se alimentan y transmiten a través de generaciones por quienes han pasado o aún habitan su imponente edificio. Otras son historias que sus protagonistas juran como verdaderas. Hay quienes aseguran tener alguna moneda de un misterioso cofre hallado cuando se ejecutaban demoliciones y reformas estructurales previas a la peatonalización de la calle Obispo Trejo. Otros, más intrigantes, mencionan enigmáticos ruidos de cadenas que se arrastran y evocan quizá a habitantes de otros siglos que fueron a dar a las celdas de castigo; o tacones de una prostituta que –dicen– fue degollada junto a la entrada de lo que era la antigua intendencia del Colegio (por calle Duarte Quirós) y cuyo caminar sonoro y presuroso en los pasillos más de uno aseguró sentir cuando el colegio está vacío y en penumbras. Algo parecido cuenta que le pasó hace unos años Segundo Leonides Pérez, hoy director de servicios generales de mantenimiento y producción y en el Monserrat desde hace casi 41 años. “Una tarde, en vísperas de un paro de transporte, estábamos por cerrar el colegio con otros compañeros. Cuando me disponía a apagar el tablero de luz del primer piso, me di vuelta y vi la figura de un cura, con su hábito oscuro y un sombrero, y atiné a salir corriendo, bajar y decirles a los otros que se apuraran a cerrar todo para que nos fuéramos. Me dijeron que estaba blanco, pero mi palidez tenía explicación, aunque no me creyeron que vi un fantasma…”, dice Pérez, que vino a suceder en funciones a Pantaleón Albornoz (quien décadas atrás como casero vivía en el colegio) y a Pedro “Negro” Domínguez, el entrañable intendente y portero fanático de Instituto que, tras 43 años ligado a su “Monse”, se fue hace un par de años de este mundo. Ellos, como las autoridades, profesores, preceptores y demás empleados que han visto pasar tantas promociones por las majestuosas puertas de entrada, coincidirían sin embargo en confirmar la presencia de un “duende”. Y “el duende del Monserrat”, como una suerte de espíritu que invade a quienes pasan por sus aulas, acaso sea el que, más allá de épocas, diferencias y vaivenes de toda índole, reafirma un sentido de pertenencia tan poco común. Pérez no se olvida del día en que vio al fantasma. Túneles interminables, celdas de castigo, ruidos en pasillos, una falsa creencia en el carácter religioso de su educación actual y un espíritu que prevalece; ficción y realidad conviven entre estos muros. El Consejo Superior aprobó la creación de un consejo asesor en el Monserrat. En realidad, se trata de dos órganos consultivos, uno para el nivel secundario y otro pa- ra el pregrado, aunque para temas generales sesionan en plenario. Las funciones son asesorar al director del colegio, formular propuestas sobre cuestiones acadé- 2009 micas, administrativas, económico-financieras, de exten­sión y estudiantiles. Además, el Consejo Asesor elige a las autoridades del establecimiento. En septiembre se creó el consejo asesor del colegio OPINIóN Aldo Guerra Director del Colegio Monserrat clásicos y conectados En el plan de estudios, Latín y Griego mantienen su vigencia. La llegada de las netbooks del programa Conectar Igualdad y la adaptación del edificio potenciaron a Internet como recurso. Alumnos de 4° año reciben consignas y almacenan datos de Físico-Química dados por la profesora Mónica Bonaterra. Modelo de educación pública L as instituciones con historia, día a día, marcan su presencia en la sociedad. Hoy, a 325 años de aquel 1° de agosto de 1687, reforzamos nuestro compromiso de seguir construyendo un modelo educativo público, pluralista, exigente, de calidad, de compromiso y solidaridad hacia la sociedad. Para ello, hay una comunidad comprometida en seguir forjando el camino democrático de la libertad, garantizado en todos los jóvenes que valoran la educación como la luz protectora que permanecerá encendida para modelar una nación más justa. El Monserrat ha podido El compromiso es seguir con un modelo educativo pluralista, de calidad y solidario hacia la sociedad. superar la barrera de los años; ha podido permanecer con esa juventud añosa que le brinda el transcurrir por distintas etapas de nuestra historia, potenciando este presente auguroso con un sentido de identidad y pertenencia que pueden transponer todos estos claustros del saber. Hoy deseamos celebrar esta fecha con la impronta de festejar un acontecimiento que da a nuestra institución un origen y un destino. Es compartir en cada rincón donde se valore el humanismo, el ser monserratense y su compro- miso. El paso del tiempo ha permitido reforzar la firmeza de los muros de nuestra Casa, impregnados por la alegría cotidiana de sus jóvenes estudiantes. En ellos, sin distinciones de ninguna naturaleza y representando a la diversidad de nuestra sociedad, está el legado de seguir transmitiendo para las próximas generaciones la memoria y el discurso como guías por las que van a transcurrir los derroteros de nuestra institución, en “Virtud y Letras”. Compromiso Monserrat es sinónimo de compromiso; lo tuvimos con la historia como demuestran las gestas de la Independencia y los destinos de nuestra patria, que se nutrieron con muchos hombres que transitaron por estos claustros, así también como la memorable Reforma Universitaria que revolucionó los ideales estudiantiles americanos. Nuestro compromiso es palabra dada, perdurará en el tiempo porque se instaura como una misión, y así lo proyectaremos hacia el futuro, con ideas renovadas que cultivan el espíritu del hombre como protagonista de la razón de ser, pero con un sentimiento y un estilo que sólo los años pueden transmitir. Para quien añora el sonido de la campana, el murmullo del agua de la fuente, el perfume añejo de las aulas, sus claustros vetustos o simplemente para los que adoptaron a esta Casa como propia, este es nuestro Monserrat. La Voz del Interior. Córdoba. Martes 31 julio de 2012 El profesor de Latín Miguel Nievas supervisa las declinaciones que escribe su alumna de primer año. 11 Entre rituales, símbolos y cambios Tirarse a la fuente como principio de una despedida, un rito que atravesó el tiempo en un espacio lleno de historias. La Voz del Interior. Córdoba. Martes 31 julio de 2012 D 12 icen que hay algunos que al cantar el himno del colegio aún pronuncian “Duartessss”, para ver si el maestro Alberto Grandi, llegado algún día de Italia, se aparece de nuevo con su sobretodo gigante, su figura encorvada y, mordiéndose el dedo índice de su mano derecha que ha quitado del piano, les grita: “¡Infames, es Duarte, sin “s”…!”, en un reto que no es tal y mueve a risa. Y aunque ni él ni los músicos que lo acompañaban en esa pequeña orquesta tan encantadora y noble como la del Titanic irrumpen ya en los actos, su sonido se dispara en la memoria de egresados que peinan canas y vuelven al salón de actos del primer piso o al patio central de la gran fuente. La fuente. Ahí sí se renueva cada fin de año un festejo que es, a la vez, el inicio de la despedida de una etapa de estudiante a la que se entra de niño y se sale más o menos adulto, según cada quien. Dicen que ahora, cada viernes, los/as de séptimo esperan la campana del recreo para juntarse a cantar, mientras en los muros de más de un metro de espesor de la planta baja cuelgan almanaques caseros que cuentan cuánto falta para “ese” último viernes, en noviembre. Los muros, las galerías, las aulas, no parecen tan fríos como hace 35 años, a partir de algunas reformas edilicias. ¿Quedarán profes que lleguen al curso casi en mangas de camisa y pidan abrir las ventanas en pleno julio? ¿Seguirá habiendo alumnas/os que apenas aprenden el alfabeto griego utilizan su nuevo conocimiento para producir ingeniosos machetes, ante docentes desprevenidos que los ven como inocentes apuntes de otras asignaturas? ¿Cuántos habrá fuera del cole que sepan que el “Gaudeamus” que se entona como himno universitario se llama “Himno Goliárdico” y exhorta en latín a alegrarnos mientras somos jóvenes, porque después nos tragará la tierra? Bajo la sombra oscilante de una palmera que sigue creciendo en busca del cielo, algunas voces parecen repetir rituales y tradiciones que despiertan nostalgia de la buena. También hay recuerdos de los otros, que no merecen repetirse, de cuando en tiempos de dictaduras u oscurantismo se confundía autoridad con autoritarismo o respeto con miedo. Por eso, bienvenidos los cambios que integraron y democratizaron este colegio tan emblemático. Que el debate y la pluralidad hagan a cada integrante de esta comunidad predicar el humanismo con el ejemplo, porque de eso se trata aquello de “en Virtud y Letras”. Ya no sé si los sobrenombres siguen reemplazando las verdaderas identidades de docentes conocidos con apodos como los que acompañaron a “la Momia”, “la Morsa”, “Cachilo”, “el Tata”, “el Titi” y tantos otros. Los chicos y chicas de hoy tampoco se conectan por su apellido. Si este desordenado repaso fuera un trimestral, no sé si llegaría al “7 (siete)”, y tal vez debiera firmarlo simplemente como “Cacho, promoción 1982”.