El forcaire (1)

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^^Capolar" las horcas consiste en cortar las purrtas y el mai^+o a unas medidas deterrnirk^da.s.
asta yue la mecanización se
impuso cn el campo, para rcalizar los trabajos de la siega y
la trilla había una herramienta
imprescindible: la horca o forca. Para la fabricación de una
bucna horca eran necesarios
más de seis años, desde que se empezaban a orientar los brotes del almez hasta
que quedaba dispuesta para los trabajos
del campo.
Si muchas de la5 horcas que se han utilizado por todo cl norte de España pudieran hablar, harían referencia a un pequeño
84/VIDA RURAL/N.° 52/1 DE OCTUBRE 1997
pueblo Ilamado Alentorn. En los años florecientes de esta industria artesanal llegaron a salir de este pueblo entre ocho y
diez mil pares de horcas anuales.
Casimir Brescó, a sus 76 años, es el
último forcaire que queda en activo. Con
él vamos a conocer todo este paciente
proceso de fabricación de las horcas de
almez.
Proceso de fatxicacíón
El almez, llamado también litonero 0
]ledoner, es un árbol pcrteneciente a la
familia de los ulmos, quc d^t
una madcra dcnsa y pcsada,
pcro muy flcxible y fácil dc
trabajar a pcsar de su rclativa dureza.
En el puchlo de Alcnlorn
el almez. cortado a unos 4O
cm del suelo, se ha cultivado
extensivamente en campus y
bancalcs para aprovcchar sus
varas, con cl mistno cariiio
que lo son los olivos o
almcndros en otras comarcas.
Casimir Brescó aprendiú
de su padre cl lrahajo de
fabric^^ r las horcas de almez
cuando tenía doce . ^ ños y
hoy todavía mantiene csta
tradicicín.
EI proccso comienza con
el cuidado dc los árbolcs. [?I
crecimienlo del almez cs Icnto y, desdc yuc se corta para
dejarlc brotar las ramas yuc
después scrán las horcas, pasan cntrc cuatro y scis aiios.
Casimir va sclcccionando
los broles dc los litoncros para a^rtar ayucllos que no sirven para hacer horcas. E?ntre
los cuatro y scis años si^uientes, el furc^tirc conlrolar<í el
crecimicnto procurando que
las ramas tcngan los grucsos
y las formas simétricos; para
ello poda ayucllos brolcs yuc
pucdan rompcr la simetría u
que restan fue ^ra al crecimiento de las ramas que le
interesan. Cuantas m^ís vcccs
se podan los almeces, mcjores salcn las forcas.
Aunyue ('asimir tiene hoy
su propio cultivo dc litonenx,
en la época florecicnte dc
esta industria artcsana los
fabricantes compraban a los
payeses las ramas cultivadas
y preparadas, quc luego cllos
transformaban cn horcas. Hasla
hace algunas décadas, cn Alcntorn sc
dedicaban a este trabajo unas 40 familias.
Cuando las varas alcanzan el tamaño
descado, nuestro amigo Casimir las rr^rta
en la mengua del invicrno. A veccs, como
ocurrc cste año, apura cl curtc hasta finales dc mar^o.
(^^s horcas, por su fo ^ma, son difíriles
de transportar y Casimir las lleva al hombro hasta su taller dcspués de limpiarl. ^s
en el campo y quitarles el peso dc las
ramas sobrantcs.
El primer proceso que cl forcaire hace
en el [aller es «capolar» las horcas, lo que
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consiste cn cortarlcs las
puntas y cl mango a unas
medidas determinadas. EI
« palo dc hacer horcas»,
yuc ocupa el centro del
tallcr, scrá el soportc para
todos los trabajos posteriores. En este proceso
Casimir aprovecha para
rcbajar con cl hacha el
grueso del mango.
Para pelar bicn las
ramas dc litoncro hay que
socarrarlas con fucgo.
Nucstro amigo el forcaire
prcpara el socarrador
donde envolver^í las horcas con las virutas c{ue
tienc almacenadas.
EI proceso de socarrar
dchc scr muy rápido para
dar el fuego justo a lodas
las horcas. Casimir prcpara las herramientas y
encicndc las virutas yue
harán de comhustihle.
La hoguera dura un
En el ^^palo^^ Casimir quita las pieles socarradas (izquierda) y las púas de las horcas (derecha).
CUilI'l0 df'. hora, aprllXlnla-
damentc, y las horcas yucdan prcparadas
para duitarles la pieL C'asimir coge las
horcas de una cn una para trabajarlas cn
el «palo», mientras las otras conservan su
calor cn cl rescoldo dc la hrasa.
Nucstro amigo cl forcaire enderera los
mangos y las púas de las horcas y su
mujer le ayuda a yuitar la piel que, como
cst^í calicntc, se dcsprcndc con facilidad.
Hay yuc trabajar deprisa poryue no es
hucno yue las horcas se cnfríen.
Cuando las horcas están limpias, el foryuero las deja unos días a la intcmperie
para que se evapore paT-te de la humedad
yue llevan y después las marca con un
martillo especial.
« Antes, cuando se hacían tantas horcas,
las poníamos cn el barranco y cabía la
posibilidad de yuc bajara una riada y se
llevara las horcas casi hasta el río Segre,
por lo que si no las marcahas no sabías
de yuien eran».
^.^^^^'^^:5' ^^^^J_^^^_r^ ^:S'
La hilandera
El tejedor
I_os labradore.r
Lns resineros
Lo.r abarqrseros
El molinern
El herrero
Los espigolerns
El calderern
El pan y las tnrtas
El jabón de palo
^e^r+.f;^.L1
34 ENTRAÑABLES DOCUMENTALES,
MAS DE 7 HORAS DE GRABACION
A UN PRECIO ESPECIAL
El madreñero
Los mieleros
El tornero
Las navatas
El cucharero
El zapatero
El botera
Elcolchnnern
Después de un reposo de yuince días,
el artesano lleva las horcas marcadas a la
balsa. Allí se realizará el proceso del
embalsado por el que se diluyen las partcs
solubles y la madera gana flexibilidad.
«Cuando el agua está sucia, por ejemplo, más espesa, le sacas el moho que se
pone cnc-ima y sale una horc-^1 blanca como
la nieve casi. Parece que tiene que ser al
revés. Cuando el agua está más turbia,
pues las horcas quedan más bonitas». ■
EI tonelera
EI e.rqrrilero
Los f ideleros
Los ladrilleros
El sillern
El tratante
El topero
Los lnseros
El nivelador
EI cuchillern
L os cañicerns
El qr^e.rn
La zrurntequilla
1_os higo.r secos
Elchocolate
a la piedra
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