I. Estudio preliminar medios de control contencioso-administrativos 147 por ausencia de acto. Desde luego que, en un caso como el presente, la vía procesal con que cuenta el administrado para hacer valer su derecho sustancial es indudablemente la acción de reparación directa”. (Consejo de Estado. Sección Tercera. Sentencia 13685 de 24 de Agosto de 1998). 10.5. Actio in rem verso. Atendiendo los artículos 39 y 41 de la Ley 80 de 1993, los contratos estatales existen cuando las partes acuerdan el objeto y la contraprestación y este se eleve a escrito, por manera que dichos contratos no pueden ser verbales, así se trate de aquellos que sean pactados sin formalidades plenas. Ahora bien, en algunas ocasiones se observa en la práctica, que erradamente los particulares prestan servicios al Estado o le suministran productos sin que medie contrato escrito, lo que si bien se advierte contrario a derecho, tampoco puede implicar un enriquecimiento sin justa causa a favor del Estado y su consecuencial empobrecimiento al contratista. La eventual controversia que se suscite se enmarca en la actio in rem verso, en aplicación de la teoría del enriquecimiento sin causa, siendo la primera el motivo y la segunda la pretensión (Consejo de Estado. SU Sec. 3. 19 de Noviembre de 2012. Exp. 24897). La figura aparece mencionada por primera vez por la Corte Suprema de Justicia mediante sentencia de fecha 19 de noviembre de 1936, donde se hace una diáfana explicación en relación con los elementos del enriquecimiento sin causa: “Cinco son los elementos constitutivos del enriquecimiento sin causa, sin cuya reunión no puede existir aquel, a saber: -Que exista un enriquecimiento, es decir, que el obligado haya obtenido una ventaja patrimonial, la cual puede ser positiva o negativa. Esto es, no solo en el sentido de adición de algo, sino también en el de evitar el menoscabo de un patrimonio. -Que haya un empobrecimiento correlativo, lo cual significa que la ventaja obtenida por el enriquecido haya costado algo al empobrecido, o sea que a expensas de éste se haya efectuado el enriquecimiento. - Para que sea legitimada en la causa la acción de in rem verso, se requiere que el demandante, a fin de recuperar el bien, carezca de cualquiera otra acción originada por un contrato, un cuasicontrato, un delito, un cuasidelito, o de las que brotan de los derechos absolutos. Por lo tanto, carece igualmente de la acción el demandante que por su hecho o por su culpa perdió cualquiera de las otras vías de derecho. El debe sufrir las consecuencias de su imprudencia o negligencia. - La acción no procede cuando con ella se pretende soslayar una disposición imperativa de la ley. El objeto del enriquecimiento sin causa es el de reparar un daño, pero no el de indemnizarlo”.