el despertar del diseño gráfico

/// TEORÍA HISTORIA Y CRÍTICA DEL DISEÑO Y EL ARTE / DISEÑO GRÁFICO / PRIMER AÑO
EL DESPERTAR DEL DISEÑO GRÁFICO. Desde la antigüedad hasta principios del Siglo XX.
ANTIGÜEDAD:
En la antigüedad, los medios de comunicación visual usados fueron principalmente, la pintura, escultura, dibujo,
mosaico, sobre diferentes soportes como: tablas, lienzo, muro, piedra o mármol, etc.
El medio de comunicación, se transforma en la obra de arte, que en este caso, coincide con el mensaje.
El uso de la escritura (representación gráfica de la palabra) se mantuvo reservado, hasta hace muy poco, a la clase
instruida: funcionarios de la iglesia y el estado, clases altas, que eran capaces de leer y escribir.
El antecedente histórico de la tipografía es la escritura "lapidaria" o "epigráfica" greco-latina (letra tallada en piedra,
generalmente sobre bloques de mármol). Posteriormente se usaron otros soportes: arcilla, papiro, pergamino,
papel.
En cuanto a este tipo de escritura, Roma superó a Grecia, ya que la columna Trajana (monumento recordatorio),
cuyas inscripciones en la base de la columna, talladas en la piedra, dieron origen a lo que muy posteriormente fue la
familia tipográfica conocida como "romana"[1] , que dominó el mundo de la tipografía durante mucho tiempo.
Recién en la segunda década del siglo XX se produce la sistematización de las letras de "palo seco"[2].
¿Recuerdan la Revolución Urbana? La señalamos como un hito importante en el desarrollo de la cultura de la
humanidad.
A partir de las actividades propias de la vida en las ciudades, aparece la necesidad de ANUNCIAR relacionada con los
edificios (iconografía urbana). Generalmente eran anuncios tallados o incrustados (mosaicos) en los dinteles o
entradas de los diferentes locales (tabernas, termas), o también colgantes (telas, cueros) que eran identificaciones
de carácter visual.
EDAD MEDIA:
Durante toda la antigüedad y Edad Media, hasta el Renacimiento, no se valoró la tarea ni la persona del artista o
artesano (calígrafos, grabadores, talladores).
Hasta el siglo XV, coincidiendo con los primeros procedimientos mecánicos de reproducción y multiplicación exacta
de imágenes y con la creciente intervención de la iniciativa privada en la producción de informaciones visuales con
fines exclusivamente comerciales, no se dividirán claramente las dos actividades: la del diseñador gráfico y la del
artista.
El cristianismo, apoyando su ideología revolucionaria en las masas desclasadas totalmente analfabetas, acudió a la
representación gráfica como el medio más eficaz de comunicación...
[1] se caracteriza por sus palos verticales alternos en grueso y fino y por su remate a la cabeza y al
pie de la letra, en bases o patas decrecientes elemental.
[2] no tiene alternancia grueso fino en ninguno de sus palos, ni dispone de bases o patas.
. Elabora a través de los siglos, desde los balbuceos de la ingenua emblemática encontrada en las catacumbas de los
primeros siglos del cristianismo, hasta el refinado esplendor de Bizancio, una política de comunicación, que no
implicaba una participación interpretativa del receptor (activa), sino que se basaba en actos de fe (arte religioso).
A partir de los siglos VIII y IX, se desarrolla una "ilustración" (que constituye un gran esfuerzo artístico de este
período) en los talleres de conventos y monasterios, donde se realizaban los "códices"[1] según un sistema de
división del trabajo, que muestran una admirable unidad entre escritura e imagen. Los textos no sólo eran
religiosos, sino también científicos (geografía, astronomía, literatura), se copiaban y enviaban a otros monasterios.
Los libros litúrgicos fueron escritos con gran aplicación y ricamente ilustrados con decoraciones ornamentales y
figurativas.
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En esta época también se pueden ver aparecer las miniaturas preciosistas, con la intervención del oro bruñido y la
inicial miniada que ha llegado hasta nosotros desde el período carolingio.
Alrededor del siglo XIII, aparece otro de los lenguajes que han permanecido a través del tiempo: la escritura gráfica
musical, que debía facilitar el mecanismo mnemotécnico "fijar en la memoria sonidos o grupos de sonidos".
Durante la Edad Media, en las calles de las ciudades aparecen gallardetes, estandartes, blasones, banderas,
escudos, como parte de la heráldica[2], que va indicando la iniciación de un protodiseño identificatorio.
También se advierte en las ciudades, la necesidad de identificar y distinguir un establecimiento de otro, con
señalizaciones generalmente colgantes, perpendiculares al sentido de circulación, situadas sobre el nivel de las
cabezas para ser vistas desde lejos.
En la primera mitad del siglo XIV, aparece en Europa la "xilografía", y con ella, la estampación. El grabado sobre
madera, primer procedimiento de multiplicación seriada y mecánica de copias idénticas a partir de un original,
facilita un incipiente consumo de imágenes repetibles, circunscriptas en general a la Iglesia y el Estado como
distribuidores de imágenes-recordatorios, para que el pueblo no olvidara las consignas, órdenes o dogmas
pronunciados desde el púlpito o la plaza.
Hay también algunos ejemplos de iniciativa de comunicación del sector privado, como son las barajas de naipes, en
algunos casos, pequeñas maravillas gráficas (ejemplo, naipes españoles): uso del módulo, sistematización de
formatos, papeles y respaldos de naipes, metodología de los procesos de diseño y reproducción, conocimiento de
técnicas de estampación, coloreado de imágenes, imaginativa utilización de repertorios icónicos fácilmente
codificables para el pueblo, entre otros atributos, sitúan todavía hoy, la creación de este material lúdico de
representación visual dentro de un proceso de diseño de gran categoría.
RENACIMIENTO
Renacimiento significa en este contexto, renacer, renovar.
Originalmente se empleó este término para designar el período que comienza en Italia entre los siglos XIV y XV,
cuando resurge la cultura clásica de las antiguas Grecia y Roma. Este concepto se usa para indicar la transición entre
la Edad Media y el mundo moderno.
En cuanto a la historia del Diseño Gráfico, se destaca la disciplina editorial y en ella el LIBRO: una correa de
transmisión de la cultura occidental. A mediados del siglo XV coinciden en Europa dos procesos capitales de la
cultura occidental: el Renacimiento de las artes y la invención de la tipografía, lo que constituye el núcleo
fundacional de lo que será el diseño gráfico, materializado en el libro como producto gráfico.
[1] Libro manuscrito de cierta antigüedad, de importancia histórica o literaria, también: parte del misal y del
breviario que contiene los oficios concedidos a una diócesis o corporación particularmente.
[2] Arte de componer, interpretar y describir los escudos de armas de cada linaje, ciudad o persona.
Alrededor de 1440, se inventa en Alemania un procedimiento de impresión a base de tipos móviles, intercambiables
y reutilizables que revoluciona para siempre la transmisión de conocimientos.
Paralelamente, en Italia se está produciendo un movimiento intelectual, que en pleno Quattrocento replantea la
concepción del arte medieval, cuyas primeras consecuencias son la división y el reconocimiento del trabajo artístico.
Además de temas como la perspectiva, las proporciones, los órdenes las relaciones armónicas, la aritmética y la
geometría, se atiende también a temas específicos del futuro Diseño Gráfico, como la correcta construcción de las
letras o la arquitectura gráfica.
La tipografía: la supremacía tecnológica sobre el tosco, lento e imperfecto procedimiento de estampación de la
xilografía, fue incuestionable, como también lo fueron la dependencia al sistema compositivo formal clásico y el
escaso rigor estético. Los primeros libros impresos por Gutemberg, aunque muestran atención a aspectos formales
de la página, no llegan a conseguir el viejo objetivo de los antiguos amanuenses. La obtención de un bloque o
columna de texto compacto por ambos lados.
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En Italia, la nueva ordenación intelectual que ha ascendido a la categoría de artistas a los pintores, escultores y
arquitectos, se apoya en la filosofía humanista (en cierto modo pagana, renacer de las culturas clásicas) así, los
artistas se convierten en parámetro cultural de su tiempo, en contraposición con la postura dogmática de la Iglesia y
el Estado.
El diseño del libro impreso es introducido en un tiempo en el que las formas visuales son reconsideradas por el
análisis racionalizador del Renacimiento.
Durante el humanismo renacentista fue posible articular una armónica relación entre el diseñador, el grabador de
tipos, el tipógrafo, el impresor, el encuadernador y el editor (a menudo eran una sola persona).
En el plano estrictamente formal, el libro impreso aporta dos novedades respecto del manuscrito: el colofón[1] y la
marca del impresor.
El colofón se situaba en la última página, testificando la fecha y el lugar en que el libro se acababa de imprimir. La
marca del impresor solía contener su nombre completo o bien sus iniciales, complementado con algún símbolo
gráfico, viñeta u ornamento tipográfico, que aludiera a su nombre, condición o vocación.
Nota: Se recomienda profundizar este período, estudiando la obra de Gutemberg, Jenson, Aldo Manuzio, Dürer,
Holbein, etc.
LOS SIGLOS XVI, XVII Y XVIII
La vital energía creadora con que se sucedieron diseños de tipos, normas de composición, ilustraciones y
encuadernaciones, junto con una impresionante lista de participantes prestigiosos contrastan con el anodino
perfeccionismo practicado durante los tres siglos siguientes.
Si comparamos entre si los tres núcleos disciplinares en que hemos dividido el diseño gráfico: la edición, la
publicidad y la imagen de identidad, constatamos que cada uno de estos grupos, ha cubierto con gran
aproximación, períodos de alrededor de cincuenta años (ciclos que asignó Kondratieff a los procesos de la historia)
para sus más activos períodos de gestación, alumbramiento y fecundo desarrollo ha cubierto con gran
aproximación, períodos de alrededor de cincuenta años (ciclos que asignó Kondratieff a los procesos de la historia)
para sus más activos períodos de gestación, alumbramiento y fecundo desarrollo.
[1] Colofón: anotación al final de los libros para anotar el nombre del impresor, lugar y fecha de impresión.
Durante el siglo XVI, de la reforma y contrareforma y la intolerancia consiguiente, se desprende una vuelta a las
prácticas económicas feudales, que fueron causa de un estancamiento en el desarrollo de la disciplina.
La caligrafía, toma un gran impulso durante este período.
Durante el siglo XVII, la tutela estatal sobre cualquier manifestación intelectual y artística, se manifiesta a través de
la creación de academias, que ejercen absoluto dominio sobre las expresiones estéticas, e incluso la industria
manufacturera, dotando de un estilo homogéneo (exactamente "académico") toda manifestación artística o
artesanal, desde un palacio, a un mueble, un tapiz o una cerámica.
En la evolución de las etiquetas de productos comerciales, el texto, el ornamento y la ilustración, van apareciendo
sucesivamente en ese orden.
También aparecen en esta época, las primeras informaciones que venían en hojas sueltas, primero periódicamente
y poco después diarias, se va desarrollando lo que sería la prensa diaria, el cartel y el panfleto como habituales
vehículos de información pública.
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El famoso magazine, que ha dado su nombre a la revista semanal, tiene su origen en Inglaterra, y hacia mediados
del siglo XVIII, ya existían varios periódicos dedicados a la publicación de anuncios de ofertas y demandas.
Aparecen las enciclopedias, diccionarios y catálogos ilustrados, y pueden observarse avances en la tipografía y la
edición.
La práctica de la propaganda política introduce un nuevo instrumento para la agresiva dialéctica que se establece
entre el poder y la oposición, donde el elemento gráfico va a jugar un papel importante desde 1789: la caricatura.
Es en esta época cuando aparece el fenómeno que dará una impronta innegable a toda la vida de la sociedad: La
revolución industrial.
El próximo paso será el siglo XIX, donde las nuevas ideas y teorías filosóficas, antropológicas, biológicas, los
descubrimientos de culturas exóticas para los europeos y toda la rica variación cultural y artística que hacia
principios del siglo XX se manifestará como una explosión de hechos y creatividad, dando lugar al Diseño Gráfico tal
como lo conocemos.
Nota: se recomienda consultar y ampliar conocimientos sobre: Garamond, Bodoni, Didot, Fournier, Steingrüber.
BIBLIOGRAFÍA:
-
Satué, E. "El diseño gráfico. Desde los orígenes hasta nuestros días" Alianza, Barcelona,1997.
-
Meggs, P. "Historia del Diseño Gráfico". Ed Trillas, México, 1998.
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