ANEXO III: LA TEORÍA CRÍTICA DE LA ESCUELA DE FRANKFURT 3.1.-Circunstancias históricas y sociopolíticas (En el Anexo I y en el libro de texto -págs. 334-341-) 3.2.-Caracteres generales de la Escuela de Frankfurt Breve recorrido La llamada Escuela de Frankfurt surge con la fundación, en 1923, del Instituto para la Investigación Social (IIS), interesados en desarrollar una reflexión global sobre los procesos que consolidan la sociedad burguesa-capitalista desde una óptica marxista. En 1931, bajo la dirección de Horkheimer, cambia la orientación: en vez de centrarse en estudios exclusivamente marxistas, se realizan investigaciones interdisciplinares: sociología, psicología, etc, aunque predomina la reflexión filosófica. En este periodo pasan a formar parte de la escuela Fromm, Adorno, Marcuse, entre otros, dando lugar a la que fue llamada "teoría crítica". El proyecto de ésta era retomar, profundizándola, la teoría de Marx - como teoría crítica del capitalismo- , incorporando los desarrollos de Freud en lo relativo a la sociedad. En 1934, año siguiente de la llegada de Hitler al poder, los nazis cerraron el Instituto por las tendencias comunistas y la ascendencia judía de la mayoría de sus miembros, muchos de los cuales se exiliaron y algunos murieron. Horkheimer trasladó la actividad de la escuela a Ginebra y París, y finalmente en ese mismo año se instalan en la Universidad de Columbia (Nueva York) abriéndose así su etapa norteamericana. La primera obra colectiva de los frankfurtianos son los Estudios sobre Autoridad y Familia, escritos en París, donde estos hacen un diagnóstico de la estabilidad social y cultural de las sociedades burguesas contemporáneas. Hacia 1947, con la aparición de "Dialéctica del Iluminismo", escrita por Horkheimer y Adorno, se verifica un cambio de posición en relación al marxismo, cuyo nombre ya se evita. Con Fromm y Marcuse se produce la incorporación del psicoanálisis a la teoría crítica. Las ideas de los frankfurtianos influyeron en gran medida en los movimientos contestatarios de la década de 1960. Jürgen Habermas, tras la muerte de Adorno y Horkheimer, es el principal representante de la segunda etapa de la Escuela de Frankfurt. En la trayectoria cronológica de la Escuela de Frankfurt habría que subrayar cuatro etapas determinantes: a. La primera, comprendida entre los años 1923-1931, es decir, desde la fecha de su fundación, y en la que el Instituto de Investigación Social se vincula a la Universidad de Frankfurt y la elección como nuevo director del Instituto de Horkheimer. b. La segunda, 1931- 1950, bajo Max Horkheimer, en la que se publica la Revista de Investigación Social, (1932), Esta segunda etapa coincide con el ascenso del Nazismo, el exilio y la muerte de algunos de sus miembros. Periodo más centrado en la crítica a los totalitarismos. No obstante, el contacto con la sociedad norteamericana introduce y consolida el estudio de la sociedad postindustrial y sus estructuras sociopolíticas y culturales. La vuelta de Max Horkheimer a Alemania en el año 1950 cierra esta etapa. c. Desde 1950 hasta la muerte de Adorno en 1969 y de Horkheimer en 1973, es en esta etapa en la que se escriben las obras fundamentales no sólo de quienes volvieron a Alemania, sino también de quienes permanecen en Estados Unidos como Marcuse. d. La cuarta etapa supone el surgimiento de la "segunda generación" entre la que cabe destacar a Jürgen Habermas. Teoría tradicional y Teoría crítica; interdisciplinariedad; crítica al positivismo 1 Los frankfurtianos entienden por teoría tradicional aquella que considera que la ciencia es un saber objetivo y neutral, guiado por la búsqueda desinteresada de la verdad. Tal es la posición del positivismo. Sin embargo, según los de la escuela, la posición positivista es una ideología al servicio del poder establecido y legitima las distintas formas de dominación del ser humano. La razón positivista, como razón propia de la teoría tradicional, es considerada una razón instrumental que se centra en los medios y no en los fines, convirtiendo al ser humano en un medio. En 1937, Horkheimer publicó Teoría tradicional y teoría crítica, el texto fundacional de la Escuela de Frankfurt. En ese texto Horkheimer cuestiona la pretensión de neutralidad de la teoría tradicional, es decir, de la sociología burguesa. Ésta, que tiene su origen en Comte, busca en realidad domesticar y dominar los antagonismos de clase que ha generado el orden socioeconómico liberal-capitalista anulando la posibilidad de cualquier posible revolución. La concepción tradicional de la teoría puede resumirse, según Horkheimer, en tres puntos: a) La teoría se entiende como la formulación de principios generales que describen el mundo. b) Es una teoría general y abstracta que se considera independiente del marco histórico y social del que surge. c) Es un teoría pura, pues sólo es teoría. La teoría crítica, por el contrario, considera que la razón ha de ser crítica frente a todo tipo de ideología manipuladora y alienante, que pretendiendo dominar la naturaleza ha terminado dominando al ser humano, tal y como se observa en el surgimiento de los totalitarismos. El objetivo de la teoría crítica es fundamentalmente emancipador: la razón debe liberar al ser humano, no esclavizarlo. Su meta es una sociedad más justa y para ello es necesario aunar teoría y praxis. El análisis de la sociedad requiere una perspectiva interdisciplinar. La teoría crítica, como teoría del conocimiento y, a la vez, teoría de la sociedad, que se basa en una crítica marxista, no dogmática, recurre al método dialéctico de Hegel, aunque al margen de todo idealismo, y atribuye a la razón una esencial dimensión práctica, en virtud de la cual no sólo se transforma la sociedad, sino que también se constituye el hombre. Así pues, la teoría crítica se caracteriza por: a) Prosigue un planteamiento hegeliano-marxista, de modo que la teoría está enraizada en el marco y contenido social del pensamiento e interrelacionada con la instancia material y económica. b) La Teoría crítica sabe que es un riesgo de toda teoría el convertirse en una forma ideológica de la estructura básica de la sociedad. La teoría debe tener la fuerza para criticarse a sí misma y evitar convertirse en ideología. c) La Teoría crítica no olvida la estrecha relación que existe entre conocimiento y acción, entre teoría y praxis, entre razón teórica y razón práctica. En este sentido, la Teoría crítica ha demostrado la falsedad de la pretendida neutralidad valorativa de la teoría y particularmente de la ciencia. La Teoría crítica ha de estar al servicio de la transformación práctica de la sociedad. d) Negatividad: Dialéctica Negativa. Se niega que sea posible una total conceptualización de la realidad. Hegel en su visión dialéctica de la realidad y de la razón recupera la identidad en la síntesis final, aún cuando la negación es parte esencial del su dialéctica. De esta manera, se justifica la identidad en tanto es racional. Si la dialéctica hegeliana es una dialéctica positiva, en contraposición, Horkheimer y Adorno proponen una dialéctica negativa, a través de la cual afirmará que no todo lo real es totalmente racional. Se rechazan las explicaciones totalizadoras, justificadoras y "con un final feliz". e) La utopía negativa: se rechaza la posibilidad de construir una utopía positiva en tanto no es posible determinar cómo habría de ser el futuro. Lo que sí es posible es establecer cómo “no debe ser”, lo cual, alcanza, en efecto, para poder criticar el presente. f) Mediación: mientras que en la teoría tradicional se pretende la inmediatez entre el sujeto y el objeto, en la Teoría crítica, se afirmará que todo conocimiento está determinado por mediaciones, porque la producción teórica no puede existir independientemente de los procesos sociohistóricos y económicos dentro de los cuales han surgido. Una de las ideas centrales del proyecto frankfurtiano es la interdisciplinariedad. Si de transformar la sociedad se trata, si “introducir razón en el mundo” es uno de los objetivos de la escuela, un conocimiento lo más científico posible de la misma será una condición indispensable. Esta interdisciplinariedad se 2 concretará en tres disciplinas fundamentales: economía, sociología y psicoanálisis. Estas podrán verse complementadas por otras secundarias. El positivismo, también estará en la mira de los teóricos críticos: no compartirán la idea de identificar conocimiento con la ciencia, ni considerar a ésta como todo conocimiento objetivo. Porque simplemente, esto supone atenerse a los hechos desechando cualquier forma de valoración, ya sea positiva o negativa. Para enfocar la realidad desde una perspectiva crítica es necesario dejar de lado tanto la posición hegeliana que pretende identificar lo racional con lo real, como el positivismo, que considera a los hechos como el único aspecto de la realidad. En cualquiera de éstos casos, se produce una absolutización de los hechos, que promueve su aceptación, descartando de plano, la mirada crítica. Análisis crítico del marxismo Los frankfurtianos critican diversos aspectos de las predicciones de Marx. a. En primer lugar: al considerar que el proletariado ya no podía ser una clase revolucionaria que transformara la sociedad alienante capitalista porque dicho sistema había conseguido aburguesarlo, integrarlo en el sistema de consumo creciente. Horkheimer quedó convencido de que la sociedad, tanto capitalista como comunista, se desarrolla hacia un mundo administrado totalitariamente en el que todo estará regulado. El Estado será omnipresente en todos los asuntos humanos. La nueva teoría crítica propuesta por Horkheimer no defiende ya la revolución porque no sería más que otra acción terrorista. Se trata únicamente de conservar lo que es positivo, “la autonomía de la persona individual, su psicología diferenciada y no poner obstáculos al progreso”, es decir, las ideas básicas del liberalismo político de Locke. b. En segundo lugar: los de la escuela creían que el colapso del capitalismo del que habló Marx, no se produciría porque las crisis económicas podrían evitarse mediante la intervención política y económica. Marx creía que la revolución sería el resultado de crisis económicas cada vez más agudas que empobrecerían cada vez más a la clase trabajadora. Pero no fue esa la evolución del capitalismo. El capitalismo se las ha arreglado para ir desplazando la miseria de los trabajadores de un país a otro. c. En tercer lugar: Marx creía que una sociedad justa haría a los seres humanos más libres. Horkheimer, por el contrario, manifiesta que a mayor libertad, menor justicia y viceversa. A mayor libertad, mayor peligro de abuso y totalitarismo. A mayor justicia, más represión y vuelta al totalitarismo. La sociedad perfecta que Marx planteó es imposible porque justicia y libertad son ideales contradictorios. Si queremos que las cosas se hagan justamente será necesario prohibir a las personas imponerse unas a otras. A mayor libertad, menos justicia porque los más capacitados se impondrían a los más débiles y habría menos justicia. Análisis crítico de la Ilustración La experiencia vital e histórica de los miembros de la Escuela de Frankfurt provocó un giro en su pensamiento. La barbarie sistemática y racionalmente organizada les hizo desconfiar de la capacidad del hombre y especialmente de la razón para lograr construir sociedades justas e igualitarias. Los filósofos ilustrados creían que los problemas de la humanidad tendrían solución cuando el ser humano fuera capaz de aplicar la razón a todas las esferas de su vida. Su optimista confianza en el progreso humano gracias a la “divina” razón, cargada de elementos míticos, hizo temblar al mundo con armas hasta entonces desconocidas. La Primera y la Segunda Guerras Mundiales, los campos de exterminio nazis, las bombas nucleares mostraron el poder mortífero y maquiavélico de la razón o de la paradójica “racionalización” de la destrucción. ¿Es ese el poder emancipador de la razón? ¿Y qué decir de la alienación de las sociedades neocapitalistas en las que los seres humanos son instrumentalizados en aras del todo poderoso mercado o de las necesidades productivas? La Ilustración esconde dentro de sí los momentos de explotación y horror que se han ido desplegando a lo largo de la Historia. Se trata de una crítica devastadora a la razón occidental. El mito tiene algo de ilustrado, y la Ilustración tiene también un componente mitológico. Pretender deslindar ambas dimensiones es, sencillamente, ingenuo. La afirmación ilustrada de la razón lleva aparejada la destrucción y 3 la instrumentalización del ser humano, por lo que confiar en la razón, antes o después, vuelve a conducirnos al exterminio, a la masacre. El fracaso de la razón instrumental es una de las ideas centrales de la Dialéctica de la Ilustración, de Adorno y Horkheimer. Ambos se mostraron profundamente críticos, escépticos y pesimistas frente a la capacidad racional humana. Parte fundamental de la Escuela de Frankfurt es la crítica de la razón ilustrada. La Ilustración perseguía la consecución de la emancipación del ser humano a través de la razón. Sin embargo, la razón ilustrada quedó reducida a razón instrumental. La razón instrumental es la razón subordinada a los requerimientos y finalidades del modelo de producción dominante, acrítica, que reifica al ser humano, burocratiza y desmoviliza a la sociedad, promueve la dominación tecnológica y rompe la relación existente entre el hombre y la naturaleza. Esta razón es incapaz de plantearse fines o de ser crítica. La razón científica, positiva, ha llevado a la humanidad a una forma extrema de barbarie: las dos guerras mundiales y los campos de concentración. De ahí la desconfianza de Horkheimer y Adorno respecto a la razón. Análisis crítico de los totalitarismos y del neocapitalismo En un principio los frankfurtianos confiaron en el marxismo como única posibilidad de conjugar el ideal proletario de justicia con el ideal liberal de progreso. Reivindicaban al individuo frente a la sociedad capitalista que alienaba al ser humano, reduciéndolo a mero productor y consumidor. Esta crítica pretendía despertar la conciencia del proletariado para luchar contra el totalitarismo y conquistar la emancipación, pero, en los años treinta, los integrantes de la Escuela se percataron de la incapacidad del proletariado para llevar a cabo esta tarea. Tras ese momento los de la escuela llegan a la conclusión de que el proletariado ha desaparecido integrándose en la clase media de postguerra, ajena a cualquier tipo de revolución. Además el marxismo ha sido desvirtuado por la práctica totalitaria de los regímenes comunistas, como el implantado por Stalin, donde se ha perdido el ideal de justicia y se han eliminado las libertades básicas. La Teoría crítica se centra, entonces, en la crítica a la creciente despersonalización y cosificación de las sociedades neocapitalistas provocadas por la sociedad de consumo y el control tecnológico. En las sociedades neocapitalistas todo intento de disidencia termina convirtiéndose en una mercancía (ej.: el Che y las camisetas, chapitas, posters.) El nivel de vida sube y, al mismo tiempo, todos estamos más controlados, más sometidos a la burocracia y a un exceso de normatividad. Los medios de comunicación al servicio de los intereses de mercado manipulan las conciencias y fomentan la uniformidad difundiendo una serie de valores, gustos y necesidades que convierten al individuo en un elemento más de la masa. Por todo ello, las sociedades neocapitalistas son una forma encubierta de totalitarismo. Aquí la crítica sociopolítica se hace filosófica y el cuestionamiento al capitalismo y al fascismo se convierte en un enjuiciamiento radical del conjunto de la civilización occidental, patentizada en uno de sus más destacados productos: la razón ilustrada y su fundamento, la ciencia empírica, que en lugar de liberarnos de la superstición nos ha arrastrado a una nueva esclavitud, la del engaño masivo de un mundo moderno de opresiva ansiedad. La barbarie fascista había sido entonces expresión de la voluntad de dominio de una razón instrumental que es parte medular del proyecto ilustrado, y la derrota del fascismo, lejos de abrir las puertas a un mundo mejor, nos dejó en manos de un capitalismo avanzado en el cual la “razón” como fuente de emancipación humana —y no como instrumento de control, como razón técnica e instrumental— se ha eclipsado. Fuentes: http://ficus.pntic.mec.es/amoe0013/FILO-II/E-Frankfurt.html http://centros4.pntic.mec.es/ies.reino.aftasida/educdistancia/depfilosofia/horkheimer.htm http://www.ieszurbaranbad.es/asignaturas/wp-content/uploads/2009/11/Max_Horkheimer1.pdf http://auladefilosofia.net/2012/04/09/esbozo-de-las-caracteristicas-generales-de-la-escuela-de-frankfurt-pau-extremadura-2012/ 4