Comision Constitucion, Legislacion y Justicia Camara de Diputados Diciembre 2014 Introducción • Para comenzar quisiera enfocarme en cifras y estadísticas respecto de la familia, en especial, los hijos nacidos fuera del matrimonio. • Cifras del Registro Civil señalan que: El año 2012 nacieron fuera del matrimonio 177.514 niños . • • • 25.839 reconocidos sólo por la madre 1.457 reconocidos sólo por el padre. 2 niños no fueron reconocidos ni por papá ni mamá 69,73% nacieron fuera del matrimonio 30,27 dentro del matrimonio • Lo curioso es que en lugar de reconocer estas estadísticas como el reflejo de una crisis en la familia Chilena, las estamos celebrando como cambios positivos del progreso, “descubriendo” una variopinta gama de familias, y nuevas formas de relaciones afectivas. • Al parecer, esta es una mirada “progresista, abierta, tolerante y pluralista” que nos equipara con naciones desarrolladas y modernas. • Sin embargo, surgen muchas dudas al momento de analizar los datos y los hechos, ya que si nos vamos a comparar con naciones desarrolladas, por ejemplo, en la tasa de nacimientos fuera del matrimonio, nos estamos acercando más a países como: • Estonia (58.4%), Eslovenia (58% - 2013), Bulgaria (57.4%) • Reino Unido (47.6%), Holanda (46.6%), República Checa (45% in 2013), Hungría (44.5%), Finlandia (41.5%), Austria (41.5%), Luxemburgo (37.1%), Alemania (34.5%), Grecia (7.6%), Croacia (15.4%), Portugal (47,6%- 2013), España (35.5%), Irlanda (35.1%), Italia (28.0%), Estados Unidos (2011) 39.5%, Japón (1.4%), Israel (3.1%) "Marriage and divorce statistics - Statistics Explained". Epp.eurostat.ec.europa.eu. Retrieved 2014-04-04. http://sustaindemographicdividend.org/articles/international-family-indicators/global-childrens-trends • No nos engañemos, el maquillaje de una realidad construida con el lenguaje no es una solución seria ni responsable ante la crisis que estamos viviendo como nación. • Mirar de esta manera los hechos, los acontecimientos y la problemática social-familiar, es cerrarse irresponsablemente a un diálogo profundo, y también es negarse a la posibilidad de realizar estudios y evaluaciones serias, sistémicas, diferenciadas, tanto en lo cuantitativo como lo cualitativo, frente a los nuevos fenómenos que acaecen en nuestro Chile del siglo 21. • Entonces, no miremos ni celebremos como “open mind”, lo que en realidad es un desastre de alto costo social para la familia y para la sociedad chilena. • Bajo lo anterior, necesitamos pensar críticamente todos los elementos constitutivos de la familia. Asumir lo precario y deficiente que ha sido el Estado (junto a todos los grupos intermedios) en el apoyo y fortalecimiento de la familia, Reconocer la actitud acrítica de los gobiernos de Chile frente a los datos y estadísticas reales que poseemos, y de no asumir con responsabilidad la situación presente. Responsabilidad de la cuál ustedes como legisladores responderán ante la historia y la familia chilena. • No estamos de acuerdo con romantizar la familia, pero tampoco vamos a celebrar como novedoso, moderno, pluralista, tolerante y democrático a los llamados “nuevos estilos de familia y relaciones afectivas”. • El peor enemigo de los gobiernos y de un Estado, es la ideologización, manipulación de datos, control social, ingeniería social y los dogmas sociológicos que buscan rehacer la sociedad en beneficio de grupos minoritarios. Datos y Estadísticas • 4.795.901 Personas casadas • 2.078.727 Personas viven juntas (que no es lo mismo a parejas que cohabitan convivencia sexuada) • • • Un tercio de quienes viven con su pareja nunca optan por el matrimonio o no se han casado. Y, como dijimos, existe un 70 % nacimientos fuera del matrimonio Todas estas cifras se han usado como argumento para legislar a favor del AVP, ya que este sería la solución a los diferentes tipos de litigiosidad que surgen de las relaciones de pareja no casadas. ¿Argumento pro AVP? • Sin embargo, los antecedentes indican que los verdaderos interesados en esta institución serían las parejas de un mismo sexo, ya que por más que se ha deseado involucrar y hacer esfuerzos para convencer a parejas de convivientes heterosexuales, no obstante, estas no parecen muy seducidas por esta institución. ¿Por qué no hay mucha adherencia de parejas heterosexuales al AVP? 1. En primer lugar porque no podemos reducir todas las relaciones de pareja a una misma causal. No todas las parejas poseen un denominador común. a) Hay parejas cuya convivencia es pre-matrimonial (antesala al matrimonio) b) Hay parejas que cuya convivencia es post matrimonial (aquellos que vienen del matrimonio) c) Hay parejas que no han podido casarse por diversas razones (económicas, legales, familiares etc). Y el AVP tampoco será una solución para aquellas personas casadas que aún no han podido disolver su vínculo matrimonial. a) • • • • • Hay parejas cuya convivencia es alternativa al matrimonio (amor sin papeles) Todas ellas han optado por no contraer matrimonio. Han manifestado su deseo de no querer regular su relación. Salvo las parejas con A.M.S. (Atracción al mismo sexo), que efectivamente no pueden contraer matrimonio con alguien del mismo sexo ¿Existen estudios de cohabitación serios? ¿Por qué regular relaciones de quienes optaron por no vivir bajo un régimen legal? ¿Son esas 2.078.727 personas que viven juntas convivientes sexuados? 2.- En segundo lugar, porque toda institución es el reflejo del obrar humano colectivo del hombre. En otras palabras: • ¿existe un reconocimiento de parte de la sociedad hacia estas relaciones de pareja (heterosexuales y A.M.S.) de tal manera que haya una expectativa social?, • ¿qué normas sociales acompañan a los convivientes?. Por ejemplo en la institución del matrimonio existen tradiciones y costumbres que generan un acompañamiento y solidarizan con quienes van a contraer matrimonio. En el matrimonio los novios entran “acompañados” por la sociedad (testigos, padrinos, líderes religiosos, oraciones, fiestas, luna de miel, regalos, tarjetas, consejería, código de novios, despedidas de solteros etc.) • En otras palabras, la sociedad acompaña, solidariza y apoya a los novios en su proyecto matrimonial y familiar. En cambio en la convivencia: entran solos. • Ejemplo, no existen tarjetas de saludo para convivientes, nadie recuerda ni celebra el día que decidieron cohabitar, no hay programas de consejería para convivientes, no hay instituciones ni centros de investigación de parejas no matrimoniadas etc. • A pesar de que la convivencia crece y se multiplica en muchas sociedades y países, sin embargo, “aún no posee el reconocimiento de una institución”. (Véase Brinig, Margaret, Family, Law, and Community. Chicago: The University of Chicago Press, 2010. p. 16.) • Por lo tanto no será el derecho, ni las leyes las que afirman y sustancian la institución, sino más bien una sociedad que está consciente de su existencia, que tiene expectativas, que acompaña a sus contrayentes y que la reconoce como una institución que aportará al desarrollo de la misma sociedad. • Por esto, no es extraña la iniciativa de algunos colectivos por querer deconstruir las tradiciones sociales e imponer estilos de vida novedosos por vía de la persuasión publicitaria. Campañas comunicacionales mostrando imágenes de personas del mismo sexo besándose acompañadas de slogans como “si te molesta el amor, hazte ver”, Señor Presidente: ¿Está seguro que está recogiendo esta iniciativa desde las mismas bases de la sociedad, o al contrario, es una idea de un grupo minoritario con sed de reconocimiento en medio de una sociedad que aún no ve en ellos un aporte sustantivo al país? 3.-En tercer lugar, porque: No hay un lenguaje significativo y de contenido que caracterice la esencia de estas relaciones. • Como vimos anteriormente las normas sociales son las que sirven como guía para el reconocimiento de una institución. Por lo mismo, toda institución va acompañada de un lenguaje. • El lenguaje refleja lo significativo y trascendente de las personas y cosas. Hay una fuerte carga emocional detrás de aquellas palabras que me identifican y relacionan con alguien a quién reconozco como “mío”. Mamá, papá, hijo, “mi marido”, “mi mujer”. • La sociedad respeta, reconoce y recoge estos términos como algo “sagrado” (de ahí las solemnidades del matrimonio). En cambio palabras como “conviviente social” no dirán mucho en una tarjeta de saludo o una publicación de un diario. • Al respecto, el mismo proyecto de ley dice en su artículo 4° “Entre un conviviente civil y los consanguíneos de la persona con la que está unida por un acuerdo de vida en pareja existirá, mientras éste se encuentre vigente, parentesco por afinidad…” • Es cierto, la palabra pareja parece ser un término comúnmente aceptada en la sociedad, no obstante, cuando tenemos que enseñarle a un niño como nominar a la actual pareja de su padre las dudas se hacen patentes ante lo ambiguo de la relación con el niño, así, la palabra “tío” parece ser la más apropiada, pero carente de significado social. Lo que no obsta que se desarrolle a través del tiempo. • En consecuencia, así como hay interés de modificar la norma social, de la misma forma hay sistemáticos esfuerzos por modificar el lenguaje con el fin de construir realidades que favorezcan los intereses de grupos minoritarios, presentar sus conductas como naturales. Por ejemplo, parejas del mismo sexo besándose a la misma hora a la salida del metro con el fin de naturalizar la conducta A.M.S. • Se crean neologismos con el fin de imponer un sistema ideológico, cuya violencia se hace patente cada vez que no hay correspondencia con sus dogmas o sistemas de creencias. • Palabras como: homófobo – retrógrado - machista – patriarcal - medieval etc. Son usadas constantemente como armas intimidatorias cuyo único propósito es neutralizar y poner en entredicho a cualquiera que no comparta su visión. • Junto a esta campaña destructora de las normas sociales y del lenguaje, también aparece la llamada IDEOLOGÍA DE GÉNERO. Ideología que busca deconstruir la sexualidad del hombre en el hombre y de la mujer en la mujer, predicando un falso dualismo que divorcia sexualidad con anatomía. 4. En cuarto lugar, porque la estabilidad y permanencia de las relaciones de parejas convivientes es menor que la de los matrimonios. • Por ejemplo en los Estados Unidos el promedio de convivencia es de 1, 3 años • Un dato potente es que estudios arrojan que la estabilidad en los matrimonios que comenzaron con una convivencia resultó ser menor que aquellos que se embarcaron directamente en el matrimonio. • Así se hecha por tierra el mito que la convivencia sirve como elemento estabilizador del matrimonio. (Wilson, James Q, The Marriage Problem: How Culture Has Weakened Families. Nueva York: Harper Collins Publishers, 2002, p.5.) • Otro antecedente adicional es que la inestabilidad en las convivencias continúa aún con la llegada de los hijos. (Brinig, Margaret, Family, Law, and Community. Chicago: The University of Chicago Press, 2010. p. 210) • EL profesor Mario Verdugo M. define una institución como: “Creaciones del obrar humano colectivo que, con carácter de permanencia, procuran satisfacer necesidades sociales éticas” (C.F. Verdugo M., Mario et altera: Manual de derecho político, p. 36) • Más allá de las estadísticas, analicemos el mismo proyecto de ley para ver si realmente contempla el elemento típico de “carácter permanente” que, según Mario Verdugo, debe detentar toda institución que se precie de tal. • El proyecto del AVP establece en su artículo 26. letras d y e: “El acuerdo de vida en pareja terminará: d) Por mutuo acuerdo de los convivientes civiles, que deberá constar por escritura pública o acta otorgada ante oficial del Registro Civil. e) Por voluntad unilateral de uno de los convivientes civiles, que deberá constar por escritura pública o acta otorgada ante oficial del Registro Civil. • Es cierto, el matrimonio también se disuelve por mutuo acuerdo y de forma unilateral. Sin embargo siempre contempla el carácter permanente y de ser para toda la vida. • Art. 102. El matrimonio es un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen actual e indisolublemente, y por toda la vida, con el fin de vivir juntos, de procrear, y de auxiliarse mutuamente • La ley no creó el matrimonio. Lo reconoce como una realidad que viene sustanciándose de épocas pretéritas. Por eso es una institución, porque se le reconoce su calidad de tal, es decir, permanente, y estable, como toda institución, y sobre todo cuando está presente el interés general de la sociedad • Cuando tenemos conciencia de estar embarcados en un proyecto a largo plazo nace en nosotros el sentido de mayor compromiso y mayor sacrificio. En cambio, cuando sabemos que nuestra relación no es de largo aliento, algo nos predispone a barajar, y guardar bajo la manga, nuevos caminos o alternativas para cuando todo se acabe. • Así, la conciencia de permanencia le da significado a mi relación, y afecta la forma como enfrentaremos las dificultades. “uno pide menos, se conforma con menos y, por lo tanto, hay una hipoteca menor para pagar” 59 Bauman, Zygmunt, Amor líquido: acerca de la fragilidad de los vínculos humanos. México: Fondo de Cultura Económica, 2007. p. 48. Conclusiones • ¿Por qué regular relaciones de quienes optaron por no vivir bajo un régimen legal? • ¿Por qué crear una institución que no tiene resonancia en la sociedad? • ¿Dará esta ley estabilidad a las parejas no casadas o, al contrario, será una red para que más personas opten por el AVP en lugar del matrimonio? "Instituciones débiles y transgredidas forman ciudadanos débiles sin contención“ (El Suicidio. preguntas y Respuestas. Perez Barrero, Sergio; Begue, Myriam. Editorial: AKADIA)”