Muchachita... Con prontitud iré a cumplir tu mandato... Nican Mopohua 2000-2010 Índice 3 GRUPO EDITOR Presidente Mons. Diego Monroy Ponce Director Lic. Arturo Rocha Cortés Editorial Lic. Ángel Roa Hernández Jefe de Formación Ricardo Galindo Melchor Colaboradores P. Juan Ortiz Magos - P. Gabriel Rodríguez Martín del Campo - Diácono Mario Bustamante Rubio - Mons. Jorge Palencia Ramírez de Arellano - Mons. Salvador Diez de Sollano y Ortega - Lic. María de la Concepción M.C. de Jiménez - Lic. Marcela Vallecillo Gómez - Alma Olguín Castro - Ricardo Espinosa Tovar - Lic. Martha Reta - Lic. Samuel Jiménez Hernández - María Guadalupe Bustamante Rosas. Boletín Guadalupano es una publicación mensual y gratuita de la Basílica de Guadalupe A.R. La distribución es realizada por la propia Basílica, con domicilio en Plaza de las Américas núm. 1, Col. Villa de Guadalupe, Deleg. Gustavo A. Madero, C.P. 07050, México, D.F. Tel.: 55776022 exts. 201 Redacción y 161; fax 5577-5038. Correo electrónico: boletinguadalupano@basilicadeguadalupe. org.mx. web: www.virgendeguadalupe.org.mx. Registro de SEPOMEX (en trámite). Certificado de Licitud de Contenido núm. 10545, expedido por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la SEGOB, el 26 de noviembre de 2004. Certificado de Licitud de Título núm. 12972, expedido por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de SEGOB, expedido el 26 de noviembre de 2004. Certificado de Reserva de Derechos al Uso Exclusivo núm. 04-2004-102812475400-106, expedido por la Dirección de Reservas de Derechos del Instituto Nacional del Derecho de Autor, el 28 de octubre de 2004. Diseño Arturo Pardo, Arturo Rocha Formación Editorial Arturo Rocha y Ricardo Galindo Impresión Litográfica Fca S.A. de C.V. Acalotenco 74, Col. Santo Tomás, C.P. 02040, Deleg. Azcapotzalco, México D.F., con un tiraje de 10,000 ejemplares. PUBLICACIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA Los artículos y demás contribuciones publicadas en el Boletín Guadalupano no reflejan necesariamente el sentir de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe. Y son responsabilidad exclusiva de sus autores. Diseño de Portada: Arturo Pardo Ayala Diseño de interiores: Arturo Rocha, Ricardo Galindo, Lidia Binzhá. Lic. Arturo Rocha Cortés 12 Cultura y Arte 16 Museo Arte y cultura en la Basílica de Guadalupe Museo de la Basílica de Guadalupe (MUBAGUA) Lic. Ana Rita Valero de García Lascuráin Lic. Martha Reta 21 Capilla de Música Comunicación 23 Social Medios de Comunicación Social Capilla de Música Mtro. Manuel Rosillo 26 Lic. Marcela Vallecillo Artículo 30 Conociéndonos Testimonio y prospectiva, 10 años de Rectoría Departamentos pastorales y administrativos Mons. Salvador Diez de Sollano y Ortega Lic. Samuel Homero Jiménez Hernández 34 37 Liturgia Artículo La Liturgia en la Basílica de Guadalupe La promoción cultural de un rectorado... Pbro. Dr. Ricardo Valenzuela P. Jaime Cuadriello 39 44 Misiones “Flor y Canto” expresión armónica de vida y de trabajo conjunto de la Pastoral Misionera del Santuario Tonantzin Guadalupe El Caminar de la Pastoral Indígena Pbro. Juan Ortiz Magos Lic. María de la Concepción M.C. de Jiménez ADEMÁS 7 Editorial 48 MENSAJE DEL RECTOR Acontecimiento Guadalupano Acontecimiento Guadalupano ‘ a 7 años de Boletín Guadalupano Mons. Diego Monroy Ponce saluda a todos los peregrinos y lectores En Portada 2 10 Mensaje del Rector Evangelización de las Culturas desde el Acontecimiento Guadalupano H ermanas y hermanos: Desde donde floreció la semilla cristiana, el murmullo del Evangelio de Jesucristo, la esperanza de nuestros pueblos latinoamericanos en el verdaderísimo Dios por quien se vive, los saludo con fraterno afecto desde el corazón espiritual de México y América, la Casita Sagrada de nuestra Niña y Señora santa María de Guadalupe, la alegría de nuestro pueblo y orgullo de nuestra raza. Bendito sea Dios, hermanos y hermanas, porque a través de santa María de Guadalupe, nuestra tierna y compasiva Madre, ha llegado a nosotros el anuncio gozoso de la salvación. El Dios de la paz, de la justicia y de la esperanza tocó hace 479 años las puertas de nuestro continente haciéndonos participar de la fe en su amado Hijo Jesucristo, nuestro Señor, el Arraigadísimo Dios por quien se vive. El Dios de Israel, de Abraham, de Isaac y de Jacob, es el mismo Dios y Señor que se reveló a nuestros antepasados indios sin que ellos lo supieran, pero que ya anhelaban silenciosamente y manifestaban a través de sus ricas tradiciones religiosas como lo afirma el Papa Benedicto XVI en su discurso inaugural en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Aparecida del Brasil. Desde entonces, queridos hermanos y hermanas, Jesucristo, el Verbo de Dios, ha acompañado nuestra historia y nuestra cultura. ¿Cómo no celebrar, pues, reconocer y amar a aquella mujer por quien nos llegó la fe? ¿Cómo no alabar, agradecer y bendecir a Dios por los innumerables testimonios de hombres y mujeres que a lo largo de estas casi cinco centurias han sabido trasmitirnos con el testimonio de su vida la fe cristiana? Mis amados hermanos y hermanas, ¿cómo no alabar y bendecir el nombre de Dios si ha querido dejarnos a través de la bendita imagen de nuestra Muchachita y Celestial Señora santa María de Guadalupe la señal más clara de su amor y predilección por nosotros? Así, ante tanta bondad, no nos queda más que decir: ¡Gracias, Señor. Te has portado maravillosamente con nosotros! Ojalá, mis amados hermanos y hermanas, que esta gratitud nos acompañe todos los días de nuestra vida. No sólo de labios hacia fuera sino que brote de lo más profundo de nuestro corazón y se convierta en un concreto testimonio de vida. Que no nos contentemos únicamente con dar las gracias –como lo canta la Liturgia de las Hora– sin dar lo que las merece. Con gratitud, hermanos y hermanas, despidamos el año 2010 que está por terminar. Con este mismo sentimiento recibamos el nuevo año 2011 que ya clarea ante nuestros ojos. Bendito sea el nombre del Señor que en el tiempo no deja de bendecirnos y acompañarnos en el camino de la vida, mientras avanzamos a su Reino de eternidad. ¿Cuánto hay que agradecer, hermanos míos, al término de este año? Es tiempo de recapitular, de poner en la balanza los frutos dulces y amargos de nuestro diario quehacer de cara al año que está por concluir. Es necesario ir al interior de nuestro corazón, viajar dentro de él a través de la conciencia, para valorar nuestra vida cristiana, nuestro modo de ser. Que el Señor nos ayude en esta introspección. 3 Mensaje del Rector Con anticipada gratitud preparémonos para recibir el año que viene. Mirémoslo desde ahora con esperanza. Alejemos de él el desánimo, la desconfianza, el descrédito, las descalificaciones. Trabajemos en unidad, diálogo, respeto, entendimiento, sumando contrarios. ¡Pedagogía guadalupana! Empeñémonos en la construcción de una sociedad al servicio de la vida donde los valores del Evangelio sean la cimiente. Evitemos los confrontamientos innecesarios, la división, la desventaja del otro. Ésta es la encomienda que hemos recibido de la Dulce Señora del Cielo santa María de Guadalupe ser portadores de integración, signos de unidad, solidaridad, fraternidad y reconciliación. Sólo y únicamente desde esta perspectiva estaremos llevando a cabo su aliento y voluntad. Que sepamos vencer el mal a fuerza del bien. Pongamos este año bajo la providencia divina, para que no nos falte a lo largo de él, casa, vestido y susteno. Un servidor, hermanos y hermanas, mucho tiene que agradecer. En primer lugar alabo y bendigo a Dios porque me llamó a la vida y me hizo cristiano mediante el bautismo. Porque recibí a través del ejemplo de mis padres la fe en Cristo, Jesús. ¡Bendito sea su nombre! Agradezco también el llamado que el Señor me hiciera a la vida sacerdotal. Él me eligió para hacerlo presente entre los hermanos, en medio de la asamblea santa, a través del pan de la Palabra y de la Eucaristía. ¡Bendito seas Señor por esta elección de tu bondad! Cómo no agradecer, hermanos y hermanas, a esta amada Iglesia Particular de México Tenochtitlan que me ha acogido como hijo suyo. En primer lugar en su arzobispo don Miguel Darío Miranda y Gómez, de quien recibiera la ordenación sacerdotal. Luego la continuación de mi ministerio en esta arquidiócesis bajo la autoridad del tan amado y recordado Ernesto Cardenal Corripio Ahumada, quien me tuviera por ocho años en la Casita del Tepeyac. Y, finalmente, con Su Eminencia don Norberto Rivera Carrera, mi actual arzobispo, quien me ha privilegiado no sólo con su amistad y cariño, sino también con su confianza al nombrarme vicario episcopal suyo, primero en la V Vicaria Episcopal, san Pedro apóstol, y luego en esta Vicaria Episcopal de Guadalupe como el primer rector del templo más importante de México y América: la Insigne y Nacional Basílica de santa María de Guadalupe. Así, aprovecho este Boletín Guadalupano para manifestar públicamente mi gratitud a Su Eminencia por la confianza brindada y por compartirme la responsabilidad de custodiar junto con a él desde hace diez años la bendita y milagrosa imagen de Nuestra Niña y Virgencita santa María de Guadalupe, nuestro más preciado tesoro espiritual. Agradezco el afecto, la cercanía y la oración de los obispos mexicanos, de sus consejeros permanentes y de su consejero pastoral. Muchas gracias. Dios les pague. La tarea al frente de este santuario, el más importante del mundo cristiano, no ha sido cosa fácil. Me he topado con verdaderas dificultades, me he tropezado, ha habido errores, pero ante todo aciertos. En todo me ha acompañado el consuelo y la maternal ternura de mi preciosa Muchachita y Señora santa María de Guadalupe. 4 Mensaje del Rector Ella ha sabido acurrucarme en sus brazos en las horas de dificultad y animarme a seguir caminando en la construcción del Reino de su Hijo, Jesucristo, nuestro amo y Señor, abriéndome nuevos caminos en el gobierno pastoral de su Casita Sagrada. ¡Bendito sea el Señor por esta distinción! Aquí en razón de gratitud debo de reconocer también el celo pastoral de mis hermanos sacerdotes. En especial de los miembros del Venerable Cabildo Colegial de Guadalupe. Sin su ministerio, el trabajo de un servidor sería insuficiente. Ellos, a lo largo de estos diez años, han sabido generosamente compartir conmigo su fecunda experiencia de pastores. Les agradezco a todos su oración, ministerio y caridad sacerdotal. Muchas gracias. Que el Señor los bendiga. ¡Bendito sea su nombre porque no deja de proveer de pastores a sus fieles! Gracias también a ustedes, mis queridos hermanos sacerdotes capellanes de coro, sacerdotes adscritos, sacerdotes voluntarios diocesanos, religiosos y diáconos permanentes. Su colaboración cercana en el colegio sacerdotal de este santuario ha sido de vital importancia. Que el Señor recompense su dedicación, el tiempo y las energías que en bien de nuestros hermanos peregrinos emplean. A todos ustedes les agradezco la comprensión, la paciencia, la cordialidad, el trato afectuoso y respetuoso hacia mi persona. Asimismo, su consejo, ejemplo y cercana colaboración. ¡Bendito seas, Señor, por el don del sacerdocio! Me permito de manera muy especial agradecer el valiosísimo ministerio sacerdotal de Mons. José Luis Guerrero Rosado, sacerdote insigne y ejemplar, quien a lo largo de estos diez años siempre me ha obsequiado su amistad, sabiduría y amor a María santísima de Guadalupe. Su probidad sacerdotal está a prueba de todo. Gracias, queridísimo monseñor Guerrero. Que el Señor te bendiga por tu sacerdocio. Que santa María de Guadalupe a quien has consagrado con tanta dedicación los últimos años de tu vida te pague como al indio santo Juan Diego Cuauhtlatloatzin todo tu cansancio y tus desvelos. Gracias por tu colaboración tan cercana en mi ministerio. Que el Señor te bendiga, muestre su rostro y te dé su paz. José Luis Herrera Martínez, compañero, amigo y hermano sacerdote de muchos años, te agradezco tus innumerables muestras de cariño, cercanía, aprecio, colaboración y oración sacerdotal. Tu discreto ministerio ha sido una valiosísima herramienta a lo largo de estos años. Cómo puedo pagarte tu generosidad sino orando por ti y pidiéndole al Señor te colme de bienes. Que siga suscitando en ti el amor a su Palabra. Dios te bendiga. ¡Gracias, Señor, por la fraternidad y la solidaridad sacerdotal de estos hermanos míos en el ministerio! También con gratitud me dirijo a las religiosas de clausura y de vida activa, expresión tangible y visible del Reino de Dios, quienes día y noche me auxiliaron con sus fervorosas oraciones. Gracias a todos los agentes laicos de pastoral. Ustedes, queridísimos hermanos y hermanas, han sido parte vertebral en todas nuestras acciones pastorales. Son la luz y la sal del mundo como dice el Evangelio. Son en este Tepeyac los brazos de santa María de Guadalupe que se extienden sobre cada uno de los hombres y mujeres que acuden a la Casita Sagrada de nuestra Madre de Guadalupe en busca de auxilio, defensa y salud. Dios los bendiga por su tiempo, esfuerzo y dedicación. 5 Mensaje del Rector Que con su ejemplo muchos hombres y mujeres se sumen a la avasalladora tarea de dar a conocer el materno amor de Dios a través de santa María de Guadalupe, nuestra Niña y Señora. Bendito seas, Señor, porque no dejas de enviar operarios a tu mies. Gratitud también debo a todo el personal administrativo y de servicios de este santuario. Muchas gracias por su trabajo incondicional y decidido. Sé de su compromiso y profesionalismo. Prueba de ello es lo que hasta ahora hemos logrado. Ustedes muchas veces han sido testigos de las urgencias, de los días difíciles y complicados en las diversas áreas de trabajo de esta estructura basilical, las que sin duda hemos sabido sortear gracias a su conocimiento y pericia. Así, mis amados hermanos y hermanas, con el corazón lleno de gratitud y con la misma alegría con que recibí esta encomienda concluyo este segundo quinquenio de gobierno pastoral al frente de la Casita Sagrada de nuestra preciosa Niña y celestial Señora santa María de Guadalupe. El Señor me ha bendecido a manos llenas, nunca me ha abandonado. Siempre me ha acompañado el materno aliento de la Señora del Cielo. Ella ha sido quien me ha animado e inspirado en este camino de servicio a su amado Hijo, Jesucristo, el verdadero Dios por quien se vive. Agradecido por todo lo anterior, antes de concluir este último número del mes de diciembre del año 2010, quiero invitarlos hermanos y hermanas, a agradecer a Dios el mayor don con que ha bendecido a la humanidad: el nacimiento de su Hijo Unigénito, Jesucristo, Dios Salvador del género humano. Jesús, es la mayor manifestación de la gratuidad de Dios. Que Él, por el misterio de su nacimiento, el que ahora llenos de alegría celebramos, nos conceda dar gratuitamente lo que gratuitamente hemos recibido. ¡Bendito seas, Señor, porque es don tuyo el que seamos agradecidos! Que la Navidad, mis amados hermanos y hermanas, traiga para cada uno de ustedes y los suyos sentimientos de armonía, alegría y paz. A cada uno los encomiendo al cuidado y a la protección de la Virgen Madre, la Dulce y Celestial Señora del Cielo, santa María de Guadalupe. Que Ella la Niña, Doncella, la Mujer de Nazaret que contempló a Dios nacido en la carne, interceda por nosotros para que podamos contemplar a Dios en la eternidad. A todos les envío un apretado abrazo con motivo de las fiestas navideñas, de fin y principio de año. Que la paz y la alegría del Niño nacido en Belén estén con ustedes. Dios les bendiga. Mons. Diego Monroy Ponce Vicario General y Episcopal de Guadalupe Rector del Santuario 6 EDITORIAL E l Boletín Guadalupano en el formato que ahora lo conocemos apareció por primera vez en julio de 2003. En aquella ocasión se imprimieron de manera rústica 50 mil ejemplares. Recogió en sus páginas el primer aniversario de la canonización de san Juan Diego y el testimonio de la más numerosa peregrinación diocesana que acude al Tepeyac: Querétaro. El antecedente del actual Boletín Guadalupano fue una pequeña publicación de distribución interna. Desde entonces tuvo muy claro su objetivo: ser la información del Tepeyac para los pueblos de México. Esta finalidad pronto se vio rebasada, pues muchos allende nuestras fronteras, comenzaron a solicitarlo. No sólo eso, sino que también lo comenzaron a pedir en intercambio bibliotecas, universidades, seminarios y organismos públicos y privados. Siendo hasta hoy una publicación de alto contenido, plural y gratuita. Al paso de los años se ha enriquecido enormemente. En cualquiera de sus aspectos la hemos visto gratamente crecer en impresión, formato, diseño, calidad de contenidos, etc. Cada vez más confluyen en ella ricas, variadas y eruditas plumas. Es una publicación con estricto sentido pastoral y cercana para todos. Quienes conformamos el Consejo Editorial de esta publicación nos sentimos verdaderamente satisfechos por los alcances obtenidos, más aún cuando en sus inicios no pocos nos auguraron un inminente fracaso. La prueba de este esfuerzo y la dedicación mostrada nos hace constatar hoy la acogida con que mensualmente 10 mil lectores nos reciben en los más variados sectores de la Iglesia Católica. El empeño por hacer llegar a cada uno de nuestros lectores este boletín siempre ha estado animado e impulsado por su Presidente Mons. Diego Monroy Ponce, quien desde el principio acogió este proyecto de buena prensa, dándole orientación y buena marcha. No ha salido ningún número a la luz sin antes haber sido revisado detalladamente por su presidente. A lo largo de estos años no ha habido línea a la que no anime el único espíritu de informar de las actividades del santuario, pero sobre todo, el dar a conocer la importancia del Acontecimiento Guadalupano, el más noble acontecimiento de la Iglesia en México. Orgullosamente podemos decir que en esto, hemos sido cien por ciento institucionales, además de haberlo hecho con genuino sentido de Iglesia. Así, queridos lectores, al concluir el año dos mil diez y, con él, el segundo quinquenio de la administración pastoral del Rector de la Basílica de Guadalupe, nuestro presidente, hemos querido recapitular en este último número del año, a través de la visión de algunos de nuestros cercanos colaboradores lo que para ellos ha significado el trabajo pastoral de esta década que culmina. Luces y sombras han acompañado indudablemente estos años. Aunque aún falta mucho por hacer debemos también reconocer lo que se ha logrado a lo largo del camino. Éste el espíritu de las contribuciones de este mes, no buscan adular ni engolosinar el oído de nadie, sino más bien, hacer una análisis crítico del acontecer de los últimos años en esta Basílica. Dicen que recordar es volver a vivir. Así, que la recapitulación que ahora les presentamos de algunos de nuestros cercanos colaboradores nos reviva la historia que en estas páginas hemos escrito mes con mes para honor y gloria de Dios, de nuestra Madre santísima de Guadalupe y de nuestra Iglesia mexicana. Con este espíritu, vayamos a nuestros contenidos. Que cada uno de ellos nos permitan mirarnos globalmente a diez años de distancia. 7 Editorial Liturgo de corazón y de escuela, el presbítero y doctor Ricardo Valenzuela Pérez, nos comparte desde su experiencia como secretario de la Pastoral Litúrgica y Maestro de Ceremonias de esta Insigne y Nacional Basílica de santa María de Guadalupe, la riqueza de la Liturgia. Nos adentra de manera ágil y con palabras sencillas al espíritu conciliar y a la abundante doctrina que ilumina y pone de manifiesto su genuino sentido en la vida de la Iglesia. Resalta de ella su carácter universal y, como patrimonio de la Iglesia, nos indica que ésta debe estar lejos de miradas reduccionistas o individualistas. La Liturgia, entonces, no pertenece al celebrante, sino a la Iglesia que la celebra y la vive en su sentido más original, haciéndola brillar en su propia naturaleza, como el ejercicio del sacerdocio de Cristo y de la Iglesia. De este modo, quien celebra la Liturgia en su sentido más pleno, nada tiene que agregarle, nada que quitarle, porque por sí misma resplandece con toda su belleza. La invitación es a celebrar contemplando y aprovechar los signos, los textos y la fuerza espiritual de la misma Liturgia, fuente y culmen de la vida de la Iglesia, a fin de que todos, como lo indica el mismo espíritu conciliar; degustemos desde ahora con nuestras celebraciones, lo que será la Liturgia celestial. Siempre preciados de su erudición en esta ocasión tan especial no puede faltar la voz de nuestro director el maestro Arturo Rocha Cortés, quien con el estricto espíritu científico que lo caracteriza ha enriquecido a lo largo de estos años una sección que es eje fundamental en nuestra publicación. En ella ha dado a conocer el Acontecimiento Guadalupano a través de sus fuentes mediante de un valioso acervo documental perteneciente al siglo XVI. En su artículo resalta la importancia de estas fuentes, no sólo en el apuntalamiento del 8 Editorial hecho guadalupano, en cuanto a la devoción y religiosidad se refiere, sino en su verificación histórica. Por su parte, la doctora Ana Rita Valero de García Lascuráin hace una apología de la obra de la Iglesia a lo largo de su historia. Desentraña el papel que ha jugado en el vasto mundo de la cultura, especialmente en México a través del Acontecimiento Guadalupano. Es así, con esta introducción como nos presenta los entes culturales con que cuenta el Santuario de nuestra Señora de Guadalupe: Museo, los Archivos histórico y musical y por su puesto la Biblioteca Lorenzo Boturini. El P. Juan Ortiz Magos, responsable de la Pastoral Indígena, nos hace un balance del camino de esta área de la pastoral. Señala los logros que a lo largo de nueve años han alcanzado. La tarea no ha sido fácil. Sin embargo, poco a poco, con el apoyo y la confianza del cardenal primado de México y del Rector de la Basílica ha logrado implementar líneas de acción a favor de los indígenas, los hijos predilectos de santa María de Guadalupe. Reconoce en ellos, en su riqueza cultural, la riqueza misma de la Iglesia. Su texto es una clara invitación para aceptar a los indígenas como nuestros hermanos en la sangre, en la cultura y en la fe. Salvador Diez de Sollano, sacerdote y profuso escritor de nuestra publicación, nos regala una particular visión sobre los más significativos cambios que él ha constatado en los últimos años en la Basílica. Desde la limpieza del atrio hasta la construcción de la monumental Plaza Mariana. De la creación del Centro de Pastoral hasta el proyecto de construcción de diversos espacios que favorezcan la acciones pastorales del Santuario. Asimismo nos habla de la realización de trascendentales acontecimientos como la canonización de san Juan Diego y el Encuentro Mundial de las Familias, así como de la organización de Congresos Guadalupanos y de la fundación del Instituto de Estudios Teológicos Guadalupanos. Asimismo, elabora en torno a los medios de comunicación al servicio de la Basílica y la participación de bienes de la misma con comunidades necesitadas. Señala el proyecto misionero que monseñor Monroy ha asumido en la difusión del Acontecimiento Guadalupano, del que nos da cuenta detalladamente la licenciada Conchita Jiménez a través de un elenco de lugares donde se ha llevado el mensaje de Guadalupe. No han sido pocas las diócesis, las universidades, las empresas, las instituciones públicas y privadas que se han beneficiado de este celo pastoral. El doctor Jaime Cuadriello, por su parte, desentraña en su artículo, por así decirlo, la exquisita sensibilidad del rector de Guadalupe de cara a la cultura y a las tradiciones de México. Cada una de ellas se ha convertido para el rector en vehículo oportuno de evangelización y herramienta de inculturación. Su pasión por los nacimientos, los altares de Dolores y de los Muertos no son la excepción. Los conciertos mensuales, las exposiciones artísticas y las representaciones teatrales se suman a este legado cultural que en voz del propio rector de Guadalupe hemos oído decir: son expresiones generadoras de cultura cristiana y promotoras de desarrollo humano. Finalmente queremos agradecer la generosa, oportuna y puntual participación de las plumas que confluyen en este número especial. En primer lugar a la doctora Ana Rita Valero de García Lascuráin, presidenta de la Archicofradía Universal de santa María de Guadalupe, mujer de acendrada devoción guadalupana y de exquisita sensibilidad. Asimismo nuestra gratitud se dirige al doctor Jaime Cuadriello Aguilar acucioso investigador, experto historiador del arte y hombre sereno, de extraordinaria calidad humana. Al Pbro. Dr. Ricardo Valenzuela Pérez, actual Maestro de Ceremonias de esta Insigne y Nacioanl Basílica de Guadalupe, quien no sólo es perito en Sagrada Liturgia sino también verdadero maestro al saberla trasmitir, enseñar y vivir con profundidad. Si hay alguien que sabe Liturgia en esta arquidiócesis de México es precisamente él. Muchas gracias por su contribución. Que el Señor le siga concediendo la sencillez y transparencia que lo caracteriza. La Señora del Tepeyac, santa María de Guadalupe, seguro pagará puntualmente a cada uno de ustedes el trabajo que por Ella emprenden. Sea también nuestro agradecimiento para quienes mensualmente se suman al esfuerzo de esta publicación. Gracias Martha, Mercedes, Samuel Homero, Ricardo, Lidia, Arturo Pardo, Marcela y Guadalupe Bustamante. Un reconocimiento también muy especial para la Litográfica Formas Continuas quienes mensualmente nos imprimen el Boletín Guadalupano. Que el Señor les pague a todos su generoso servicio. Un abrazo para ustedes, queridísimos lectores, y los mejores deseos para la Navidad y el Año Nuevo que se aproxima. Que el Niño nacido en Belén, Jesús, nuestra Buena Noticia, nos conceda encontrarnos nuevamente el año que viene anunciándoles la alegría y la paz de su salvación. BG. El equipo Editorial. 9 Acontecimiento Guadalupano Acontecimiento Guadalupano a 7 años de Boletín Guadalupano Lic. Arturo Rocha Cortés Director del Boletín Guadalupano rocha@basilicadeguadalupe.org.mx U na de las principales objeciones que se han enderezado a lo largo de las épocas contra la historicidad del acontecimiento guadalupano ha sido la supuesta carencia de documentos del siglo XVI que la fundamenten. Y si bien hace tiempo y con autoridad, dicho lugar común ha sido refutado por lo autores, se sigue sobando el argumento del “silencio” documental guadalupano en el siglo de la conquista. Y aun desconociendo muchos de los investigadores guadalupanos, cómo es o dónde para determinado documento. Algunos de ellos, por lo elusivo, se cree incluso que no existen, error del que se puede salir con la sola evidencia intrínseca: la presentación del documento. Acontecimiento Guadalupano reproducción fotográfica de calidad, acompañada de un estudio o comentario no erudito. Pero sobre todo, adecuadamente paleografiado y en su caso traducido, tarea que encomendó al indigno director de esta revista al tiempo que encargado de la presente sección. La experiencia de reunir e integrar un dossier documental con todos estos papales custodiados en diversas partes del mundo, muchos de ellos fotografiados por primera vez, ha deparado gratas sorpresas. No sólo por que semejante ejercicio no había sido realizado, al menos con rigor facsimilar, ni siquiera por quienes trabajaron en la canonización de Juan Diego, ya no digamos diversos autores o historiadores que militan sea en la contención aparicionista o antiaparicionista. Pero sobre todo por la auspiciosa respuesta de los lectores de toda índole que desde el principio saludaron con beneplácito la publicación de estas fuentes guadalupanas. Surgieron por diversos rumbos los coleccionistas que mes tras mes se tomaban la molestia de buscar en las páginas de esta publicación del Tepeyac los documentos y paleografías que apuntalan el hecho guadalupano, no en su devoción o religiosidad (que tal no requiere de apuntalamiento), sino en su verificabilidad histórica. A lo largo de los años, diversos lectores de las más variadas extracciones, pero sobre todo aquel decidido campeón de la causa guadalupana –nuestro mentor y maestro Mons. José Luis Guerrero Rosado– recomendaron que todos estas fuentes del siglo XVI se reunieran adecuadamente en una “separata” que facilitara su consulta. Este afán hubo de preterirse por diversas razones por varios años… hasta el presente de 2010 (año que cierra un quinquenio más de intenso trabajo pastoral de Mons. Diego Monroy Ponce) en el que, auspiciados por la INBG y la empresa Estrella Blanca, fue posible integrar no una sencilla “separata”, sino un libro en forma, de gran calidad, que reúne facsimilarmente no sólo los 40 documentos fundamentales del acontecimiento guadalupano, sino que exhibe algo de la vasta riqueza pictórica del Museo de la Basílica. Tal libro, ya a disposición del interesado, se intitula Monumenta Guadalupensia Mexicana: “Monumentos Guadalupanos Mexicanos” (obra que viene a coronar unos esfuerzos que iniciaron con la publicación del Testamento de Elvira Ramírez de 1577), y que desde el título subraya la vocación de identidad y pertenencia que estas fuentes revisten para la historia de nuestra patria. No por nada el Guadalupano es el más entrañable acontecimiento de nuestra nación y germen decidió de nuestra mexicanidad mestiza. Cuando hace siete años, Mons. Diego Monroy Ponce, Rector del Santuario de Santa María de Guadalupe, concibió la idea de instituir este valioso instrumento de difusión y evangelización –el Boletín Guadalupano–, uno de sus principales intereses fue el presentar las fuentes documentales primarias en que se afinca la historicidad del acontecimiento de las que hablamos... sólo que en facsímil; en una 10 11 Cultura y Arte CULTURA Y ARTE Arte y cultura en la Basílica de Guadalupe Los años recientes Punto central dentro de este escenario es y ha sido siempre la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe; siendo la casa que la Virgen le encargó a Juan Diego, ha servido desde el siglo XVI, para …oir y remediar… las penas y angustias de …todos los moradores… de estas tierras. Es en la Basílica donde se concentran todas las manifestaciones de la extensa devoción guadalupana. Es allí donde fluye el numen del fervor hacia la Virgen. Es en el Tepeyac, donde los devotos derraman su inspiración, su arrebato, su entusiasmo y su creatividad. Dentro de este contexto, ha sobresalido en los últimos años, el interés y constante apoyo otorgado por la Basílica a las diversas manifestaciones que el arte universal ha desplegado en torno a la Virgen de Guadalupe. Ana Rita Valero de García Lascuráin Presidente de la Archicofradía Univeral de Guadalupe Introducción M ucho es lo que la Iglesia Católica ha trabajado a lo largo de dos mil años en beneficio del hombre, apoyándolo, orientándolo y acompañándolo en el difícil camino que va en pos de lograr una vida más digna, menos doliente y sobre todo, más cercana a Dios. Bajo la luz de esta inspiración, la Iglesia ha caminado siempre en pro del conocimiento, dentro de un pensamiento que se precia de su sapiencia y erudición; es así que a lo largo de este proceso, la Iglesia se ha ocupado de llenar al mundo de arte, belleza, gracia y esplendor. En ese sentido se podría decir, que la Iglesia Católica es cultura y me refiero a cultura en el más amplio sentido antropológico del término. Si se hiciera hoy un inventario del patrimonio 12 artístico, bibliográfico y documental del mundo, saltaría a la vista de inmediato la presencia destacada de la Iglesia Católica, sobre todo en ciertos puntos de la geografía en los que por diversas razones, su acción se ha dejado sentir con mayor intensidad. México es ciertamente uno de estos puntos, al haber tenido el honor de ser la tierra escogida por la Santísima Virgen para manifestar su presencia a través de un hecho histórico de carácter portentoso: El acontecimiento guadalupano Tan distinguido privilegio ha generado a lo largo de los siglos, incontables frutos en múltiples campos, empezando por haber introducido el cristianismo en el pensamiento de las sociedades indígenas, dando lugar al nacimiento no solo de una nueva manera de acercarse a Dios, sino también de un nuevo arte y de una nueva cultura, cuya fuerza y autonomía han dejado su huella centenariamente. Allí, en “la Villa”, como se le conoce cariñosamente al santuario, se ha desarrollado un clima de verdadera sensibilidad, mismo que conocedor del valor espiritual del arte y la cultura, se ha ocupado de fomentar estos valores, al punto de que hoy por hoy, la Basílica de Guadalupe se ha convertido en el eje cultural del norte del Valle de México. Tanto unos como los otros, han derramado su talento en pro del conocimiento y de la historia del acontecimiento guadalupano, siempre con la intención de honrar a la Virgen. En este campo, el Museo de la Basílica, bajo la dirección de la doctora Martha Reta Hernández, con su acervo de más de 4,000 piezas cumple plenamente con su misión evangelizadora, misión que no se reduce al ámbito nacional, lo que ya sería encomiable, sino que además, con visión y verdadera ambición doctrinal, ha roto las fronteras, llevando sus piezas con la imagen de la Virgen a sitios tan remotos como Polonia, la Federación Rusa, los Países Bajos, la Gran Bretaña, Francia, España y Portugal. Mas no conforme con compartir sus colecciones, también el Museo ha desplegado una labor editorial que rebasa cualquier expectativa, publicando en los últimos cinco años, un promedio de tres obras anuales, lo que difícilmente llegan a igualar otros museos del país. Esta actividad cultural realizada por la Basílica se pone de manifiesto desde cuatro instancias diferentes que son las que se encargan de producir, conservar y difundir la cultura guadalupana. El museo La Iglesia ha sido históricamente, amante y patrona de las bellas artes en todas sus manifestaciones, lo que en Guadalupe se potencia de manera ilimitada; desde los primeros devotos que plasmaron sus intensas vivencias en lienzos, muros, y papeles, pasando por los grandes maestros del arte virreinal, hasta las ingenuas y candorosas expresiones de aquellos creyentes que, sin pretensiones ni empeños académicos, pero con una fe sincera y profunda, se han postrado ante la Señora de Guadalupe para demostrarle su afecto, por medio de sus ex votos, ricos en piedad; ternura y devoción. 13 Cultura y Arte Cultura y Arte La biblioteca La Biblioteca Lorenzo Boturini, al cuidado de Elvira Araiza Velázquez, es seguramente el repositorio más rico del mundo en su género, lo que le permite proporcionar a investigadores e interesados en general un inmenso elenco de literatura guadalupana, tanto en lo que se refiere a obra bibliográfica propiamente dicha, como también a la sección hemerográfica que cuenta con cerca de 2000 ejemplares, perfectamente catalogados. El reto de conservar dicho acervo, así como la responsabilidad académica que significa el ponerlo a disposición de los investigadores, han sido temas constantes a lo largo de los últimos años, lo que ha dado como resultado un eficiente desempeño de este repositorio, para satisfacción de aquellos que estudian la historia del acontecimiento guadalupano. El Archivo Histórico Tal vez ninguna instancia de las múltiples que conforman la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe, tenga la importancia y el peso que el Archivo Histórico, sabiamente dirigido por el presbítero y doctor Gustavo Watson. Digo esto con todo conocimiento de causa, ya que sus importantísimos fondos guardan nada menos que la historia de México, a través del acontecimiento guadalupano. El archivo tiene el registro de los actos que le dan significado a la historia del acontecimiento guadalupano, por eso 14 se puede afirmar que está indisolublemente ligado a la historia del guadalupanismo y por lo tanto, a la historia nacional. Dentro de este escenario, la Basílica de Guadalupe no podía ser la excepción, al conservar y difundir su rico acervo musical. La impronta de la evolución del pensamiento guadalupano, lo que reconoce y preserva, está plasmado en los legajos del archivo, por eso no es atrevido afirmar, que éste constituye el mayor y más rico patrimonio dentro del amplio quehacer guadalupano. A manera de conclusión Hoy la Basílica de Guadalupe, cumple una vocación pluridimensional. Si bien es cierto que su quehacer principal ha sido siempre el de atender, difundir y engrandecer la devoción a la Santísima Virgen de Guadalupe, cabe señalar que derivada de su función plenamente espiritual, en los últimos años ha desarrollado una amplia misión cultural, que incide brillantemente en el escenario ilustrado de México. Cabe recordar empero que, hasta hace muy poco, dicho tesoro se hallaba inaccesible, entre otras cosas, por la falta de los instrumentos de consulta adecuados para aprovechar la rica información allí resguardada. Afortunadamente para la comunidad académica, el Archivo cuenta hoy con varios catálogos que permiten entrar con gran facilidad dentro de los temas del acervo. Cabe resaltar que de 2006 a 2010, se clasificaron 11,123 documentos del período que cubre desde 1822 hasta 1878; es decir, solo este último catálogo contempla lo que se conoce como el período “republicano” de México, una época fuerte, conflictiva, de gran dificultad, para la Iglesia mexicana, para los fieles y para las autoridades eclesiásticas de entonces. Archivo Musical Tanto en esa época, como en los trescientos años que la antecedieron, la Santísima Señora, ha estado siempre presente, orientando y acompañando a México, como se puede ver a través de la consulta de tan ricos documentos. Desde esa plataforma, cabe recordar que en todos los tiempos, la música y el canto han formado parte importante del culto divino, tan es así, que hay quien sugiere que la música se inventó para honrar a la divinidad. De acuerdo a las palabras de la maestra Lidia Guerberof Hahn, encargada del Archivo Musical, la actividad central del archivo se concentra en conservar y clasificar sus obras, así como también en adquirir otras nuevas que enriquezcan el acervo original. Sus aportes en el campo editorial y museístico nacional la colocan entre uno de los principales centros de cultura de México, haciéndole honor a la milenaria tradición erudita de la Iglesia Católica universal. Se sabe bien que los primeros cristianos usaban la música para darle brillo y espectacularidad a los oficios divinos; casi desde el tiempo de los apóstoles, se acostumbraba cantar himnos y salmos y durante el proceso de evangelización de los pueblos indígenas de América, los frailes echaron mano de la música con fines plenamente catequéticos, de tal suerte que se puede afirmar que la Iglesia siempre ha favorecido el desarrollo de la música, con la clara intención de alentar la devoción. 15 Museo MUSEO DE LA BASÍLICA TERRITORIO NACIONAL Museo de la Basílica de Guadalupe (MUBAGUA) Una oferta cultural para todos www.mubagua.org.mx COLECCIONES Y EXPOSICIONES Durante los últimos años se llevó a cabo la actualización completa del inventario de bienes artísticos que conforman el acervo del Museo. Se ha levantado el registro técnico y fotográfico de un total de 4000 piezas, patrimonio cultural que está a disposición de investigadores para su estudio, así como para su difusión a nivel académico y de divulgación, a través de exposiciones, medios impresos y audiovisuales. Lic. Martha Reta Directora del Museo de la Basílica de Guadalupe T ermina el año 2010 y con él se cierra un ciclo más en la historia de la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe. Durante el segundo quinquenio de rectoría de Monseñor Diego Monroy Ponce, el Museo desarrolló gracias a su impulso, una intensa actividad que le ha permitido consolidar su presencia entre las instancias culturales de México y del extranjero por sus colecciones, así como por sus actividades académicas y museísticas. De la misma forma, ha cumplido con su misión pública, pues ofrece servicio durante el mayor número de días al año; tiene abiertas sus puertas de martes a domingo, incluyendo los días festivos 16 y amplía su horario durante la celebración Guadalupana los días 11 y 12 de diciembre. El visitante es el agente principal de nuestro Museo y por ello procuramos brindar un buen servicio, poniendo especial atención al peregrino que se ha trasladado desde su lugar de origen, a veces remoto, para visitar el santuario. Es un gusto para la que suscribe, dar a conocer a nuestros lectores algunas de las actividades que se han llevado a cabo en nuestra institución cultural, pues las obras que conservamos y difundimos son patrimonio de todos los mexicanos. El Museo de la Basílica de Guadalupe tiene una fuerte presencia a nivel nacional e internacional pues presta, temporalmente, piezas de su colección para que formen parte de exposiciones temporales. Durante el periodo 2006-2010, nuestro Museo, a través de sus colecciones, participó en las siguientes instituciones y muestras: - Museo de El Carmen. La imagen retratada. - Museo Estudio Diego Rivera. El maguey. Símbolo de identidad nacional. - Museo Nacional de Culturas Populares. Imágenes para una historia. Estampas de lo popular mexicano. - Biblioteca Vasconcelos. Cine y Ferrocarril. - Museo Nacional del Virreinato. Plata. Forjando México. - Museo Nacional de las Intervenciones, INAH. Los relatos pintados, la otra historia. Exvotos Mexicanos. - Sala Villacero (Monterrey, NL). Juan Pablo II. Su obra y herencia en México y el Mundo. - Museo de Arte Moderno, INBA. La colección: Facturas y manufacturas de la identidad. - Museo Nacional de Arte, INBA. El éxodo mexicano. Los héroes en la mira del arte. - Museo Nacional de Historia. Castillo de Chapultepec, INAH. De Novohispanos a Mexicanos. Retratos de una sociedad en transición. - Museo de Arte Moderno, INBA. Fernando Gamboa: la utopía moderna. - Museo Mural Diego Rivera, INBA / Museo Biblioteca Pape (Monclova, Coah.) / Museo de Historia Mexicana (Monterrey, NL). Diego Rivera y la Inquisición. Un puente el el tiempo. - Museo de Guadalupe, INAH (Guadalupe, Zac.). Los escultores novohispanos y sus obras. El Museo Franz Mayer en el Museo de Guadalupe. - Museo Nacional de Arte, INBA. Materia y sentido. El arte mexicano en la mirada de Octavio Paz. - Museo Franz Mayer. El camino de la belleza. 800 años de la Orden Franciscana. - Museo Regional de Guadalajara. Renacimiento mexicano. Lorenzo Boturini y el rescate de la memoria indígena. - Museo Mural Diego Rivera, INBA. Raíces iconográficas. Mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, de Diego Rivera. - Museo del Palacio de Bellas Artes. Frida Kahlo. Homenaje Nacional. 17 Museo Museo - Museo Estudio Diego Rivera, INBA. Frida Kahlo en páginas impresas. - Casa ITESO Clavijero (Guadalajara, Jal.). Francisco Xavier Clavijero. - Museo Nacional de Historia. Castillo de Chapultepec, INAH. Benito Juárez: El Buen Ciudadano. - Centro Insurgentes. Juan Pablo II. Ejemplo de vida en México y Polonia. - Fomento Cultural Banamex. Imágenes de los Naturales en el arte de la Nueva España. Siglos XVI-XVIII. EXTRANJERO - Museo Nacional del Prado y Palacio Real de Madrid. Pintura de los Reinos. Identidades compartidas. - Museo della Citta´ di Santa Giulia. BRESCIA, ITALIA. Plus Ultra. Al di la´del barocco. - Indianapolis Museum of Art. INDIANAPOLIS, IN, EUA. Sacred Spain. Art and Belief in the Spanish World. Anualmente se presenta una exposición temporal de gran envergadura, con temática ligada al culto guadalupano o mariano, ocupando la mayor parte de las instalaciones de nuestro Museo. La mayoría de las obras que conforman las exposiciones son del propio acervo de nuestra institución y son complementadas con obras provenientes de diferentes instancias culturales, museísticas, 18 bibliotecas, archivos, santuarios y colecciones privadas de México y el extranjero. Durante los últimos años hemos presentado en nuestras instalaciones: - Un privilegio Sagrado. La Concepción de María Inmaculada. Celebración del dogma en México. - Pasión y Fe. Futbol, manifestaciones populares de religiosidad. - Guadalupe Arte y Liturgia. La sillería de coro de la Colegiata - El Caballero andante. Vida, obra y desventuras de Lorenzo Boturini Benaduci (1698-1755) - Del otro lado del mar…Exvotos a la Virgen de Guadalupe. - La familia en torno a Santa María de Guadalupe - La Navidad - Tres siglos en el Tepeyac. El Antiguo Templo y Morada de Guadalupe, 1709-2009. - Madre de la Patria. La Imagen Guadalupana en la Historia Mexicana. Exposiciones presentadas en el interior de la Basílica, organizadas por el Museo: - Henryk Plóciennik. Grabados en homenaje a Juan Pablo II. - Via Crucis. Artistas Polacos - El sueño que canta la tierra. Fotografías de Enrique Carrasco. - Héroes Anónimos. Un recorrido por la piel de México. Fotografías de Rafael Doniz. El Museo de la Basílica de Guadalupe ha realizado dos proyectos museísticos de gran importancia; a través del arte llevamos la Imagen de la Virgen de Guadalupe a un gran número de visitantes en el interior de la República Mexicana. - La Imagen Guadalupana en la historia patria, misma que se presentó exitosamente en: Museo Arocena (Torreón, Coah.), Museo de Arte del Estado de Veracruz (Orizaba, Ver.), Museo de Arte de Querétaro (Querétaro, Qro.) y Museo de Ciencias e Industria (Toluca, Edo. Méx.). - La Maravilla Mexicana. Obras del Museo de la Basílica de Guadalupe, en el Museo de Guadalupe, Zacatecas- INAH, como parte del convenio de hermamiento que se dio entre aquel Museo y el Museo de la Basílica de Guadalupe. 19 Museo Humanos, Relaciones Públicas, Comunicación Social, Internet, Contaduría, Obras, Archivo Histórico, Archivo Musical, Biblioteca, Capilla de Música, Pastoral, Mantenimiento, Módulo de Informes y Seguridad, entre otros. Capilla de Música A todos ellos debemos agradecer su esfuerzo y colaboración; juntos hacemos que tu patrimonio se proteja, se conozca, se disfute y se aprenda de él. Te esperamos, ¡sólo faltas tú!. Foto: Comunicación Social INBG Es necesario mencionar que todas las actividades del museo y sus éxitos como institución cultural, han sido posibles gracias a la intensa labor, entusiasta apoyo y completo respaldo de Monseñor Diego Monroy Ponce, Rector del Santuario. De la misma manera, se debe reconocer el apoyo y trabajo de las diferentes áreas que colaboran con nosotros para llevar a buen término nuestros proyectos: Administración General, Recursos MÚSICA Mtro. Manuel Rosillo Segura Director del Coro de Infantes de la Basílica de Guadalupe L a Capilla de Música de la INBG está constituida por un grupo de adultos varones y por el coro de Infantes, entidades bicentenarias de la Basílica, ya que existen desde que ésta era Colegiata. Tienen como obligación participar en la celebración diaria de Laudes y en la Misa de Cabildo, además de cantar en muchas celebraciones solemnes que marca el calendario litúrgico o que por necesidades pastorales requiere la Arquidiócesis Primada de México. Éstas son algunas de ellas: La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, San Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Navidad, Año Nuevo, Semana Santa, Peregrinación del la 20 Arquidiócesis, Día de las Madres, La Anunciación de la Santísima Virgen, Natividad de la Santísima Virgen, Solemne Cambio de Corona, Aniversario de la Erección de la Basílica de Guadalupe, y de manera muy especial, en la Solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe. Entre los eventos especiales, de carácter mundial, en que han colaborado el Coro de Infantes y el coro de Adultos, destacan: la Canonización, por S.S. Juan Pablo II, de San Juan Diego Cuauhtlatoztzin; (31 de Julio de 2002) y el Rosario y Misa de Clausura con motivo del VI Encuentro Mundial de las Familias (17 y 18 de Enero de 2009). 21 Música A solicitud expresa de las autoridades de la Basílica, por contratación, mediante intercambio institucional, el coro ha cantado también en diversos sitios de la Ciudad de México y del interior de la República, como San Juan del Río, Puebla, Amozoc, Quiroga y Cueneo, Veracruz, Tlaxcala, etc. En lo referente a recitales, la Capilla de Música (coro de Infantes y Adultos) ha realizado ya nueve conciertos de Navidad, siendo acompañados por la Orquesta Sinfónica de Tlaxcala y con la Orquesta de Alientos de la Secretaría de Seguridad Pública. Ha ofrecido recitales breves en tres Congresos Guadalupanos. Se ha presentado en el propio recinto, en el Templo Expiatorio y en la Escuela Cristóbal Colón, entidad encargada de la formación de los académica de los niños con motivo de su 60 aniversario. Es importante mencionar que en estos conciertos se han difundido obras del Archivo Musical de la INBG. El coro de Infantes está conformado por 68 niños de 4º, 5º, y 6º de primaria, y el Coro de Adultos consta de 9 elementos. 22 Medios de Comunicación Social Foto: Comunicación Social INBG Colaborando con la Arquidiócesis podemos mencionar las Ordenaciones Presbiterales, las Ordenaciones Episcopales, la Inauguración o clausura de la C. E. M., las Ceremonias Fúnebres del Sr. Arzobispo Emérito de México, Ernesto Cardenal Corripio Ahumada y del M. I. Sr. Abad Guillermo Schulemburg Prado. Entre las actividades del Director de la Capilla de Música destaca atender a coros, orquestas y bandas que participan en celebraciones y conciertos en el recinto. Entre los grupos que han asistido se cuenta: el Coro de Niños de la Catedral de Colonia, Alemania, el Coro de Niños del Conservatorio de Puerto Rico, el Coro de la Arquidiócesis de Filadelfia, la Orquesta de Cámara y Coro de la Secretaría de Marina, el Coro de Niños de Vancouver, Canadá, el Coro ABC (American Boys Choir), EU, el Coro de la Universidad de Poznam, Polonia, la Banda Juvenil de Cajicá, Colombia, la Banda Moisés Rodríguez de La Chorrera, Panamá, la Banda Santa María Betanza de Ixtlahuaca, México, la Banda San Juan de Aragón, D.F., la Banda Infantil de Santa María, Prelatura de los Mixes. Tuvo también a su cargo el concierto Inicial del Proyecto Ecumenicon. Lic. Marcela Vallecillo Gómez Comunicación Social de la INBG Foto: Comunicación Social INBG Foto: Comunicación Social INBG COMUNICACIÓN SOCIAL Ha organizado el Festival Internacional de Órgano de la Basílica de Guadalupe ya en seis ocasiones consecutivas, con la presencia de organistas de Francia, Estados Unidos, Inglaterra y México, además de conciertos solicitados por otras dependencias, como el Festival de la Ciudad de México, la Escuela de Música Sacra del Estado de México y la Orden Franciscana, contando con la presencia de una organista polaca y dos organistas italianos. D urante los últimos años se continuó la misión evangelizadora en relación a los medios de comunicación social en el santuario, mediante la adquisición de equipo de fotografía y video profesional (para grabación, edición y transmisión), el fortalecimiento de la difusión a través de la sinergia con otras oficinas de comunicación eclesiales y la atención dedicada en la recepción y la logística de los representantes de los medios de comunicación social. La misión con los medios de comunicación social desde el santuario consiste en: “Dar a conocer el Mensaje de Cristo y del Acontecimiento Guadalupano a partir del testimonio personal, con la atención activa y oportuna a los representantes de los medios de comunicación social locales, nacionales e internacionales, y la difusión masiva a través de éstos medios y los medios de comunicación oficiales del santuario, así como contribuir en la construcción del Reino de Dios en coordinación con otras áreas del Santuario. La visión correspondiente es: “Animar la fe, la esperanza, la caridad, la reconciliación y la integración personal en jóvenes, niños, adultos, y corresponder con profesionalismo y eficiencia a la alta dignidad del servicio que se nos ha concedido, expandiendo el mensaje de Cristo y de Santa María de Guadalupe con las nuevas tecnologías y a través de los medios de comunicación social oficiales de la Basílica, y de los medios de comunicación masivos locales, nacionales e internacionales”. 23 Comunicación Social Las labores donde se ha avanzado en la profesionalización es en la Cobertura Informativa periodística de las actividades relevantes --de o en el Santuario--, con el reporteo en videograbación (más de mil horas de video) y fotografía (unas dos mil carpetas de fotografía). Estos materiales van conformando un archivo valioso del santuario, con el cual se ha apoyado a los medios y pastorales de la Basílica, los del arzobispado, de las diócesis, los movimientos eclesiales e incluso a las congregaciones religiosas. Son documentos valiosos para la vida de la Iglesia por ser el santuario mariano más visitado a nivel mundial. 24 En este sentido se atendieron las solicitudes de información, grabaciones y entrevistas, en concordancia con los criterios que se han ido estableciendo con base en las necesidades del santuario y las de los medios de comunicación, a fin de facilitarles su trabajo informativo dentro de las normas de respeto al Acontecimiento Guadalupano, al peregrino, a la Liturgia y al santuario. En los últimos dos años se extendieron al menos mil 500 acreditaciones a representantes de los medios de comunicación que realizaron alguna labor en la Basílica. Entre ellos, de noticieros, programas, espectáculos, deportes, telenovelas, productoras; de prensa escrita, radio y televisión; de provincia, locales, nacionales e internacionales. Esto, sin contar las acreditaciones de 11-12 de diciembre que alcanzan unas 700 cada año para productores, conductores, reporteros, fotógrafos, camarógrafos y asistentes. Por otra parte, se continuó con el monitoreo de la información sobre el santuario que se genera en los medios de comunicación social escritos -periódicos y revistas--, con el propósito de formar el archivo hemerográfico de dicha información que se compila día tras día en la síntesis correspondiente, y cada seis meses se envía a la biblioteca para su archivo y consulta permanente. La información en medios electrónicos se solicita cuando es necesario. Finalmente se ha continuado con la formación constante e integral del personal de la oficina de Comunicación Social, a fin de profesionalizar cada vez más nuestro servicio en favor de la misión que tenemos. Todo lo anterior se ha realizado, con entusiasmo y entrega generosa que nacen del amor de Cristo y de Santa María de Guadalupe, con el único propósito de contribuir a la misión global de la Iglesia Católica desde este hermoso lugar a donde acuden personas de todo el mundo a experimentar o testificar, la fe, la esperanza y la caridad. Foto: Comunicación Social INBG En este sentido hemos caminado durante los últimos cinco años favoreciendo la mejor cobertura informativa en el santuario tanto de los medios de comunicación institucionales como de los externos, y cuidando el respeto a las normas de la institución. En otro orden, se ha ido mejorando la atención permanente a los representantes de los medios de comunicación Social, de oficinas de comunicación de las diócesis, movimientos católicos, instituciones gubernamentales y civiles. Foto: Comunicación Social INBG Lo anterior se desprende de los lineamientos establecidos en la Constitución Inter Mirifica del Concilio Vaticano Segundo, los documentos emanados de las Conferencia del Episcopado Latinoamericano y Mexicano, en relación a los Medios de Comunicación, así como de la tarea dada en este sentido por el Emmo. Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo de México, y M.I. Mons. Diego Monroy Ponce, Vicario General y Episcopal de Guadalupe y Rector del Santuario. Por otra parte, se va avanzando en la difusión de las actividades del santuario en orden a los criterios periodísticos de interés general y trascendencia social. Esto, mediante el mejoramiento tecnológico de los equipos materiales (video, fotografía), y la extensión de la difusión a través de los medios de comunicación oficiales de la Basílica (Boletín Guadalupano e Internet), la sinergia con otros equipos materiales y humanos de la Arquidiócesis de México, la Conferencia del Episcopado Mexicano, las diócesis y movimientos eclesiales, y mediante los medios de comunicación que existen en la sociedad. Foto: Comunicación Social INBG Foto: Comunicación Social INBG Comunicación Social 25 Artículo ARTÍCULO El justo reconocimiento y mi testimonio personal de los logros realizados a favor de la Basílica por su actual y primer Rector, Mons. Diego Monroy Ponce, acciones que en la verdad todos pueden constatar durante estos últimos diez años, son motivo alentador y entusiasta para continuar en este proceso renovador de nuestra muy amada Basílica. Testimonio y prospectiva De manera realista hay que tomar conciencia de que diez años son pocos para los muchos cambios organizativos y pastorales que nuestra amada Basílica requiere, pues siempre hay más por hacer que lo ya realizado. 10 años del nuevo regimen canónico de Rectoría en la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe Foto: Comunicación Social INBG Mons. Diego Monroy Ponce muchas cosas mejoró notablemente y muchas otras implementó. A continuación, con un no exhaustivo recuento, presento algunas obras realizadas, reconociendo que hay muchas más. Mons. Salvador Diez de Sollano y Ortega C on gran pasión por nuestra amada Basílica y siempre enamorado de santa María de Guadalupe, guadalupano de cepa porque nací en la Villa de Guadalupe el año 1941 a un lado del Santuario, en la calle Montiel n° 24, vecino de él la mayor parte de mi vida, monaguillo de niño y monitor litúrgico de joven, familiarizado con el ambiente popular de la que era todavía antigua y verdadera “Villa”, aún separada de la Ciudad de México que llegaba por entonces hasta Peralvillo y el Monumento a La Raza, ordenado sacerdote allí mismo en agosto del año 1978, me siento válidamente autorizado y con alegría para dar mi testimonio de los cambios positivos que he apreciado sobre todo en los diez últimos años, los primeros ya con el nuevo régimen canónico 26 al frente de un Rector y Vicario Episcopal, Mons. Diego Monroy Ponce, y habiendo trabajado yo como capellán los últimos tres años. De ninguna manera me interesa aquí la actitud negativa de subrayar errores personales de nadie, sino apreciar lo positivo para alentar algunos de los grandes retos, posibilidades, horizontes bellísimos de creatividad y reorganización que presenta permanentemente nuestra Basílica en respuesta a los designios de Dios por medio de nuestra preciosísima Virgen santa María de Guadalupe. Tampoco son de mi gusto y convicción la lisonja y la alabanza malintencionadas, cultivo de la vanagloria, falseada de principio y desviado de la Gloria que sólo pertenece a Dios y a María. Un prioritario paso fue el poner orden, decoro, limpieza, disciplina en todo el espacio guadalupano: sacó eficazmente de allí el comercio ambulante, la mendicidad, el robo y la indecencia que infestaba prácticamente todo el recinto guadalupano; también ordenó la economía. Organizó y financió dentro de la Basílica una gran cantidad de acontecimientos de enorme trascendencia eclesial para todo México, en apoyo a su Eminencia el Cardenal Norberto Rivera Carrera y a la Comisión de la CEM: La canonización de san Juan Diego Cuauhtlatloatzin. La venida de SS. Juan Pablo II. A partir de allí promovió el culto al san Juan Diego, al que nunca se le había venerado en la Basílica. Ha fomentado notablemente la creciente asistencia de peregrinos a la Basílica, mediante su atención y labor promotoras de las peregrinaciones desde su punto de partida, en camino y a su regreso; él mismo ha acompañado a muchas peregrinaciones que organiza desde su salida de origen. En sus diez años han pasado de 12-14 millones de peregrinos a 20-22 millones al año; de 1600 a más de 2700 peregrinaciones registradas anualmente. Ha promovido también el novedoso peregrinaje de las familias, logrando una nueva proyección pastoral que antes no existía en la Basílica. Convirtió el Atrio basilical en un instrumento para promover actividades pastorales muy variadas, unas permanentes y otras, periódicas. Tuvo gran visión pastoral mediante el proyecto, ahora ya en vías de realización, de una “gran Plaza Mariana” con multiservicios de diversa índole; más aún, todo un gran centro mariano abarcando la dignificación y proyección de todo el entorno urbano de la Basílica. Adquirió numerosas propiedades (casas y terrenos adyacentes a la Basílica y en torno al Cerrito del Tepeyac) para implementar a futuro una gran cantidad de servicios de pastoral, espiritualidad y hospedaje. Construyó un centro de Pastoral, de Evangelización y Cultura, adyacente en esquina de la calle Allende y 5 de Mayo. Ha abierto muchos nuevos horizontes promoviendo intensamente el conocimiento del Acontecimiento Guadalupano dentro de toda la geografía mexicana y en muchos países del mundo. Ha llevado a la Virgen de Guadalupe a muchas naciones donde era poco o nada conocida. 27 Artículo Pastoralmente ha trabajado siempre en gran sintonía con la Arquidiócesis de México. Ha promovido las relaciones de la Basílica con la CEM. Vitalizó en la Basílica las tres áreas de Pastoral y mantiene reuniones permanentes de animación, de formación y acompañamiento. Ordenó y dignificó grandemente la Liturgia. Ha promovido notablemente la investigación histórica-científica sobre el Acontecimiento Guadalupano, y los estudios y las publicaciones guadalupanas de gran calidad. Ha realizado Congresos Guadalupanos anuales con sus publicaciones correspondientes. Organizó con reconocidos especialistas al frente los archivos Histórico y Musical y el Museo de la Basílica. También la biblioteca Lorenzo Boturini. El Boletín Guadalupano es una publicación mensual de gran calidad y difusión, de distribución gratuita, dirigida a una gran variedad de lectores y que llega a muchos lugares del país, de América y del mundo. Ha proyectado la imagen de la Basílica y la devoción guadalupana por los medios de comunicación: televisión, radio e internet, especialmente por medio del Departamento de Comunicación Social que él mismo creó. Mons. Diego Monroy siempre acepta las iniciativas viables. Le propusimos, por ejemplo, un estudio sobre las diversas tipologías de peregrinos que acuden a nuestra Basílica y la creación de un voluntariado guadalupano específico y capacitado, con la creación de amplias redes sociales solidarias. En disponibilidad total lo aceptó y, de acuerdo con el deseo del Cardenal Norberto Rivera, nos pidió elaborar el anteproyecto del Centro Cáritas Basílica de Guadalupe, por el que se promoverá la amplia gama del voluntariado, se le dará formación y organización específicas. Verdaderamente un gran y extraordinario Centro de Pastoral socio-caritativa para la Basílica, muy probablemente el “Centro Cáritas” más trascendente e importante de México y América, y decidió ya mandar hacer el proyecto arquitectónico para construirlo en el terreno en el que se levanta 28 Artículo el templo a San Juan Diego. Entre muchas otras iniciativas viables e indispensables que se le proponen, ha aceptado también como necesaria la creación a futuro de un Centro de Espiritualidad Guadalupana, que estamos proyectando, como el alma que vitalice toda la pastoral guadalupana ad intra y ad extra la Basílica y alimente a todo apóstol guadalupano. Para irlo preparando, ha abierto el Boletín Guadalupano a artículos sobre la espiritualidad de nuestra Señora de Guadalupe, Mística y Mistagoga. Ha demostrado tener verdadera preparación y experiencia pastoral, con mucha creatividad y entrega total; de las siete de la mañana a las 11 de la noche trabaja para la Basílica normalmente. Cierto que el Rector Diego Monroy Ponce es un sacerdote de personalidad grandemente carismática, con sus luces y sus sombras como toda persona. Con esos dones dados por el Señor y con el auxilio de nuestra amada Madre ha realizado valiosísimos logros para Gloria de Dios de María de Guadalupe a favor de la organización, misión y proyección de nuestra Insigne y Nacional Basílica. Ciertamente que gran parte de ello es el haberse sabido rodear de laicos, de organizaciones e instituciones, también exteriores al Santuario. Tiene don de palabra y gran calidad homilética. Mons. Diego Monroy Ponce ha mostrado sentirse verdaderamente enamorado de su misión guadalupana a favor de nuestro pueblo y sobre todo de los peregrinos que allí acuden. Se le siente muy cercano a toda la gente, crea lazos de empatía en su trato sacerdotal con todos, sin distinción ni preferencia de clases sociales, de carácter fuerte pero siempre educado, amable y bondadoso, prudente, sabiendo dar el trato adecuado a cada persona, tanto a los más humildes y pobres como a la tan grande variedad de personas de condición social y cultural diversa, así como a las más distinguidas personalidades nacionales o internacionales. Su trato con los sacerdotes que trabajamos en la Basílica es cercano afectivamente, respetuoso, amable, servicial y comprensivo. Ha ayudado económicamente a numerosos sacerdotes necesitados dentro y fuera de la Basílica, a varias parroquias y a misiones en el África. Prospectiva guadalupana. No dudamos que probablemente en un futuro cercano se sienta la necesidad de replantear nuevamente el modelo organizativo de la Basílica y su Eminencia el Cardenal Norberto Rivera Carrera vea conveniente crear una nueva institución canónica, como un día se hizo al terminar con la figura del Abad y realizar la actual institución aprobada por su Santidad Juan Pablo II en la Praestantem Pietatem, pues ante la creciente complejidad de retos que tiene la Basílica para ser fiel a la misión encomendada por santa María de Guadalupe y la fidelidad que se requiere ante los signos de los tiempos, el que funja como Rector necesita urgentemente el apoyo de un equipo de sacerdotes especializados en las ciencias pastorales y con una renovada forma de trabajar. Nuestra Basílica ha requerido y necesita aún de enormes cambios y renovación para dar cumplimiento a los deseos de nuestra amada Madre, santa María de Guadalupe. Además de todo lo positivo, hay grandes carencias y enormes necesidades en la organización interna, en orden a la Pastoral en sus diferentes vertientes; a la realización creativa y aplicada de una Liturgia y de una evangelización perfectamente inculturada de acuerdo con el Magisterio de la Iglesia y el modelo de santa María de Guadalupe; a la elaboración y puesta en acción de una pastoral socio-caritativa personalizada y de multitudes con amplísimos horizontes. Gran necesidad es el que llegue a erigirse el Centro Cáritas Basílica de Guadalupe y a realizarse el Centro de Espiritualidad Guadalupana que se desprenden necesariamente de María misma en el Acontecimiento Guadalupano; que sean el alma de todo el ser y el quehacer de todos los que allí y desde allí laboramos, sacerdotes y apóstoles laicos, con vigorosa formación de vida espiritual, voluntariado que sea el “sacramento maternal de María de Guadalupe”, no cientos sino miles de voluntarios(as) sin fronteras. Las religiosas de todo México son un gran potencial, no del todo tomado en cuenta en la Basílica, con su rica diversidad de carismas eclesiales. Hace falta integrar más plenamente la riquísima religiosidad popular. Todo esto y aún más requiere de todo un profundo y serio estudio de Pastoral Prospectiva Guadalupana. “AD MAIOREM GLORIAM DEI ET MARIAE VIRGINIS” 29 Conociéndonos E sta sección lleva publicados hasta la fecha 82 artículos. En sus inicios buscó cómo lo indica el nombre de la sección –dar a conocer– los distintos departamentos pastorales y administrativos que conforman el organigrama de la Basílica de Guadalupe. Cada uno de ellos es importante en la intensa actividad pastoral del Santuario. Ellos desde sus objetivos y líneas de acción han favorecido toda la acción pastoral en su conjunto, trabajando en interrelación y sirviéndose unos a otros. Como responsables de esta sección siempre nos hemos empeñado en detallar minuciosamente las actividades de estos departamentos, desde sus responsables hasta la forma en como están estructurados. Conviene señalar que los departamentos administrativos están al servicio de la pastoral, de tal manera que, subordinados a 30 ella, contribuyen de manera significativa a volver más eficiente el trabajo diario de nuestras acciones pastorales. A lo largo de estos diez últimos años, nuestras áreas de trabajo se han ido estructurando y creando otras bajo la administración presidida por Monseñor Diego Monroy Ponce. Para pocos o casi nadie era sabido el intenso ir y venir al interior del Santuario. Nadie se imaginaba que en la parte posterior del templo, a espaldas del Sagrado Original, existiera una torre de ocho niveles que albergara en gran parte la estructura de gobierno de la Basílica. En ella están las oficinas del rector, vicerrector, administrador general, secretario particular, sala de cabildo, departamento de obras, contabilidad, sitio de internet, Boletín Guadalupano, almacén general, comedor de empleados, auditorio y otras más. Entonces la agitada actividad pastoral y administrativa del templo mariano más importante de México y del mundo, se une a la populosa alegría de las más variadas expresiones de la fe, que en magnífica sintonía confluyen a lo largo del día en el altar de la Virgen de Guadalupe, convirtiéndose todo este enjambre de actividades en una verbena festiva en honor a la Madre de Dios, bajo la venerada advocación de Guadalupe. Todo esto nos lo descubrió esta sección. Estas colaboraciones, sin duda alguna, contribuyeron también a desmitificar, sí no en todo, sí en mucho, lo erróneo, las muchas fantasías y las especulaciones que se dicen de la Basílica de Guadalupe. Cuántas veces no hemos oído hablar de las millonarias limosnas de la Basílica. De los recursos que salen de ella directo al Vaticano o a las arcas de los altos jerarcas de la Iglesia, de la manera en que se recogen a carretadas las ofrendas de los fieles. En fin, éstas y otras muchas cosas podríamos escuchar. Afortunadamente estos artículos como se señaló anteriormente han ayudado a desmentir tales versiones. De todo ello, de lo que lamentablemente nadie habla, es de los gastos que la administración de este santuario genera. La Basílica, no lo olvidemos, no está exenta del cumplimiento de las leyes fiscales, de las obligaciones que genera la contratación de empleados, como seguro social, aportaciones patronales, becas, pensiones, etc. Paga a sus empleados sueldos, no sólo de acuerdo con lo que marca la ley, sino en consonancia con lo que dicta el espíritu de la doctrina social de la Iglesia. Foto: Comunicación Social INBG Lic. Samuel Homero Jiménez Hernández Foto: Comunicación Social INBG Departamentos pastorales y administrativos de la casita del Tepeyac Como en cualquier otra casa en la que se generan gastos, la Basílica no es la excepción, aunque los suyos son en mayor escala. Se paga teléfono, agua, luz, gas, predios, gastos operativos, administrativos, variadas adquisiciones y muchas cosas más. Diariamente se sirven cuatrocientos cincuenta cubiertos entre desayunos y comidas, además de cubrirse la nómina de casi quinientos empleados, sin contar por su puesto las múltiples ayudas económicas que el santuario otorga en diversos rubros. Foto: Comunicación Social INBG Desde muy temprana hora el templo abre sus puertas para que los hijos e hijas de la Virgen vengan a saludarla. Paulatinamente se van sumando a él, a través de sus diversas áreas de trabajo, el resto de los empleados, los agentes de pastoral, los sacerdotes, los religiosos y religiosas. Foto: Comunicación Social INBG CONOCIÉNDONOS 31 El verse hoy en pie, viviendo en paz, es consecuencia de un pasado violento. Aquello que sembraron con lágrimas, hoy lo cosechan con alegría. Recordemos que la historia de la Iglesia siempre se ha escrito con la sangre de los mártires. Al desaparecer la sección retratos y semblanzas, la sección conociéndonos, asumió 32 Por muchos años, María Cristina Osornio Vázquez, quien ahora ya goza de Dios, sirvió mediante este oficio que aprendió de su madre, a los coloraditos de la Basílica, como cariñosamente los llamaba. María Cristina siempre vio en su trabajo una bendición de Dios. A través de él logró junto con su madre sacar adelante a sus hermanos, convirtiéndose esto en su orgullo. La satisfacción de su humilde oficio de costurera le trajo también la gratificación de ver muchas generaciones de infantes, quienes al paso de los años, se convirtieron en profesionistas y para alegría suya, en hombres de bien y provecho. No podía pedir más, con verlos realizados, se daba por bien servida. Estamos seguros que esta parlanchina mujer, que hablaba y hablaba sin parar, quien se llevó incontables recuerdos, ha de tener bastante bien entretenidos a los huéspedes del cielo con las anécdotas vividas aquí en la tierra, de las que su viejo cuarto de costura aún escucha contar. Con cariño la recordamos, que su testimonio de mujer trabadora y cristiana nos anime en nuestras labores cotidianas. Una institución en el mundo de la cultura, es sin duda alguna, el maestro Jorge Guadarrama Guevara, ex director del Museo de la Basílica de Guadalupe. El maestro Jorge Guadarrama es pilar fundamental del actual Museo de la Basílica. Gracias a él, a su empeño y dedicación, este espacio goza de renombre en el mundo de la cultura no sólo de México, sino también del extranjero. Desde pequeño Jorge incursionó en el campo de las artes plásticas. Tuvo la fortuna de conocer al muralista Diego Rivera y ser colaborador de uno de los máximos exponentes de la museografía de principios del siglo pasado don Fernando Gamboa. El Maestro Guadarrama es poseedor de un espíritu crítico, de una cabal capacidad museográfica y de una exquisita sensibilidad capaz de fascinar con su trabajo a propios y extraños. A él debemos no sólo el cuidado y la conservación del acervo del Museo de la Basílica de Guadalupe, hoy en manos de su nueva directora, la licenciada Martha Reta, sino también los trabajos de conservación del Sagrado Original de nuestra Señora de Guadalupe. Al cerrar esta edición del año lo recordamos con especial afecto. Su memoria, sus recuerdos, su inteligente, lúcida e interesante conversación son nuestra reminiscencia. Finalmente queridos lectores, agradecemos a cada uno de ustedes, su compañía a lo largo de esta década. Ustedes junto con nosotros han hecho la historia de esta sección. Que el Señor nos bendiga a todos. Que el próximo año podamos encontrarnos en esta publicación con la que honramos a Dios y santa María de Guadalupe. Foto: Comunicación Social INBG Hemos podido acercarnos al espíritu de sus fundadores, a su obra, sus apostolados, sus campos de misión, en una palabra, a las raíces de su congregación y, con ella muchas veces, a la propia historia de México, pues sus azarosas epopeyas están escritas en el México trágico de los años veinte; otras tantas, en diferentes episodios históricos de esta nación. Antes de concluir queremos recordar con ustedes algunos artículos especiales. En el número cincuenta y dos, del mes de abril de 2005, presentamos la historia de una mujer, que recién llegada de su natal Contepec, Michoacán, comenzó a trabajar en esta basílica como costurera para los Infantes del Coro de la Basílica. Foto: Comunicación Social INBG Sin lugar a dudas la vida consagrada refleja la diversidad de dones y carismas con que Dios ha edificado su Iglesia. Ésta riqueza es precisamente la que rodea el entorno del Santuario de Guadalupe, cada una de estas familias religiosas de hombres y mujeres que se albergan a la sombra maternal de santa María de Guadalupe, han dado cuenta en estas páginas de su vocación y experiencia al amparo de la Virgen del Tepeyac. el reto de presentar los perfiles de los sacerdotes que al día de hoy se han sumando a la pastoral de la Basílica. La extinta sección dejó de aparecer en nuestra publicación terminada la presentación de todos los sacerdotes. En ella conocimos y leímos los datos biográficos del Señor Cardenal, al Rector de Guadalupe, a los miembros del Venerable Cabildo, a los Capellanes de Coro y a los diáconos. El ministerio sacerdotal de esta basílica se va renovando continuamente. Es por eso que siempre encontraremos en esta sección nuevos perfiles sacerdotales. Así, queridos lectores, hemos llegado hasta este mes de diciembre de 2010, presentándoles la riqueza de nuestro santuario, suma de valores humanos, materiales y espirituales que iluminados por el mensaje de Guadalupe, la Madre del Verdadero Dios por quien se vive, se transforman en el corazón que da vida a esta institución llamada Insigne y Nacional Basílica de santa María de Guadalupe. Foto: Comunicación Social INBG Conociendo esto, no será complicado para aquellas mentes fantasiosas o quizá perversas imaginarse los cuantiosos gastos que mes a mes eroga el templo del Tepeyac, mismos que son cubiertos gracias a la generosa contribución de los fieles católicos. Posteriormente, presentados todos los departamentos pastorales y administrativos, comenzamos a dar a conocer la vida consagrada en torno a la Basílica de Guadalupe, es decir, los conventos, monasterios y casas de formación de mujeres y hombres dedicados al servicio del Evangelio. Se pretendió en esta nueva etapa que cada uno de ustedes, nuestros lectores, se acercaran a las comunidades de religiosas y religiosos que habitan la periferia del conjunto guadalupano. Que cada uno conociera a los fundadores, su carisma, su espiritualidad y el por qué y cómo se instalaron en las inmediaciones de la Basílica. Foto: Comunicación Social INBG Conociéndonos Conociéndonos 33 Artículo ARTÍCULO La promoción cultural de un rectorado: el padre Diego y su década guadalupana Jaime Cuadriello IIE, UNAM. E n su natal Quiroga, monseñor Diego Monroy Ponce conoció desde su infancia el valor de la cultura vinculada a la historia y, más aún, vivida hondamente entre la misma comunidad: receptivo a la producción de las artesanías regionales, que hacia más de cuatro centurias generó y arraigó, con visión y misión, la pastoral de don Vasco de Quiroga. Entre el colorido de los textiles, el brillo de la laca o el cincelado de los metales, la ribera de lago de Pátzcuaro es todavía famosa por la excelencia de sus artesanos y festividades patronales. Una honda religiosidad convoca aún a sus habitantes a mantenerse unidos y orgullosos de sus orígenes: el niño Diego, obediente y sensible, asistía a las celebraciones de la Preciosa Sangre de Cristo, patrona de Quiroga, junto con san Diego de Alcalá, su santo de pila. La Semana Santa era con mucho la experiencia más estremecedora: en los intensos momentos de la adoración nocturna de la Eucaristía y la meditación, entre velas y cánticos en falsete, durante las ceremonias del pésame. En medio de esto, me ha referido, pensaba que la puesta del altar de la Virgen de los Dolores era una de las formas más tradicionales y entrañables para inculcar la devoción, mediante la conmoción de los sentidos. Es verdad, entre sus trigos germinados, la alfombra de semillas y aserrín, y sus botellones de aguas 34 pintadas con anilinas, reverberaban a la vista –y al corazón-, los símbolos de la pasión. A los catorce años de edad don Diego dejó su terruño para seguir su vocación sacerdotal, aunque en realidad nunca se ha ido de allí, porque se llevó tantos valores culturales y artísticos, que ha sabido transmitir en cada una de las parroquias en las que ha servido. Todo a ejemplo, pues, de Tata Vasco, el hombre inmenso que fundó y organizó la sociedad de aquellos territorios del Gran Michoacán con tanta visión y largueza. Un obispo con vocación de verdadero apóstol, que valoraba tanto la práctica de las virtudes como de los oficios humanos, o la filosofía del querer y el hacer, que es la manera de imponer la justicia social, valorando a la persona y transformando al mundo. Basta ver el ejemplo de don Vasco, un hombre de enorme cultura jurídica y cristiana, fundando pueblos-hospitales, derramando sus saberes y quehaceres por todas las comarcas de esta provincia: el mismo pueblo de Santa Fe de la Laguna es todavía testigo de que la obra de don Vasco continúa y allí los niños de las comunidades indígenas, ahora mismo, gozan de un nuevo colegio modélico y digno, bajo los cuidados discretos de “el padre Diego”. Más tarde, entre sus maestros en el seminario, don Diego tuvo trato cercano con el padre Luis Ávila Blancas, a mi juicio, un hecho decisivo en su labor en la cura de almas. Éste último es por muchos respetado como un incansable defensor de los bienes artísticos y culturales de la arquidiócesis de México. En esta rara estirpe de eclesiásticos, comprometidos con el valor integral de las obras de decoro litúrgico, con la promoción de la cultura y la procuración pastoral, hay que situar para siempre la figura del rector de Basílica de Guadalupe. Basta ver lo realizado a lo largo de dos quinquenios incansables, llenos de iniciativas y transformaciones: en primer lugar la dignificación del espacio histórico del atrio, que hoy ofrece una cálida bienvenida al visitante y al peregrino; cuyas edificaciones son, como dijo alguna vez, “piedras vivas trasmisoras de la fe”. Esta misma revista que gratuitamente se lleva a su casa cada uno de los peregrinos, como una invitación repensar en su experiencia religiosa y a regresar, mejor informado, al santuario y a su entorno cultural. Hay que recordar también la continua oferta de eventos culturales que acompañan el calendario litúrgico y que reciben una asistencia multitudinaria, ya esperada por los fieles: el susodicho altar de Dolores, la ofrenda de los fieles difuntos, el nacimiento de la natividad de Jesús, los conciertos y representaciones teatrales. De tal manera, el peregrino se marcha emocionado con “un algo más” en su experiencia religiosa y social. En este último sentido, no puedo dejar de reconocer la visión con que Monseñor Monroy ha entendido el papel artístico y social que cumple el Museo de la Basílica de Guadalupe, algo más que un simple museo de sitio o de arte sacro. Se trata de un recinto tan valioso e imprescindible para el corazón espiritual de país. 35 Artículo LITURGIA Valga un ejemplo: para el peregrino que se asoma a sus salas, procedente de localidades tan distantes como Coatzacoalcos o Los Mochis, es quizás la única vez en toda su existencia en que puede conocer, apreciar y disfrutar de los objetos que allí se resguardan. Jorge Guadarrama, da cuenta de todo esto: ahora mismo la buena acogida de estas exposiciones, ha hecho que sus respectivas publicaciones sean una referencia nacional e internacional en los temas del arte mexicano, con énfasis en las expresiones marianas y guadalupanas. En otras palabras, ingresar a un museo. En sus históricas salas, la iconografía mariana o de los ángeles, no sólo luce con las mejores firmas de los artistas virreinales y actuales sino que en ese mismo recorrido se estimulan dos funciones básicas de la cultura: la transmisión, por vía familiar de padres a hijos, del culto guadalupano y, por otra parte, la conciencia patrimonial depositada en los mismos objetos, como un bien precioso y común a todos los mexicanos. Conocedor de estas funciones tan emotivas como fundamentales en la identidad, desde hace una década el Museo incrementa en la medida de lo posible sus colecciones y ofrece servicios especializados a los visitantes, así como un programa de exposiciones temporales, que suponen una investigación -y el respectivo montaje- hechos con profesionalismo y entrega. La edición de una decena de catálogos, a empeños de su antiguo director el maestro Por su número de visitantes y por ser depósito de un acervo de origen acumulado desde el siglo XVI, el Museo posee una misión cultural única en su campo dentro de las instituciones del país. Lo mismo que una potencialidad social y religiosa (del verbo re-ligar con nuestro origen entre lo divino y lo humano), consecuente con el papel promotor y educador de la Iglesia. Para quienes en algún momento colaboramos con las iniciativas de don Diego y quienes hemos visto los buenos resultados de su rectorado, no podemos menos que pensar que desde la fundación del Museo por don Feliciano Cortés (XX abad de Guadalupe), ahora a punto de cumplir siete décadas, este recinto y la Basílica en su conjunto son centros que hacen honra, cabalmente, a su carácter “Insigne y Nacional”. La Liturgia en la Basílica de Guadalupe Pbro. Dr. Ricardo Valenzuela P. Srio. de la Pastoral Litúrgica y Mtro. de las Celebraciones Litúrgicas en la INBG Dir. de la Comisión de Liturgia en la Arquidiócesis de México Catedrático de Sagrada Liturgia en ISEE, UPM, UIC e IFTIM L a Sagrada Liturgia, como la define el Concilio Vaticano II en su Constitución Litúrgica (que por cierto cumplió 47 años desde su promulgación este 3 de diciembre), es la Actualización del Misterio Pascual, es ejercicio del Sacerdocio de Cristo, es obra de Cristo y de su Iglesia. Podríamos decir que en estas expresiones se resume toda la vitalidad teológica y pastoral de la Liturgia. Sin embargo, pese a la grandeza de la Reforma Litúrgica hay mucho que hacer todavía. En esta Basílica hemos visto la fe viva del Pueblo de Dios, hemos contemplado el inmensurable amor de Dios por su pueblo y la alegría que muestra el pueblo de Dios cuando se reúne para orar y ejercer el sacerdocio de Cristo. Hemos sido testigos de la vitalidad con la que Liturgia ayuda a la comunidad a “participar activamente” en celebraciones Pontificias como la Canonización de Juan Diego, la Beatificación de la Mártires de Cajonos, la Clausura del Encuentro Mundial de las Familias, la entrega del Documento “Ecclesia in America”, etc.; en celebraciones Arquidiocesanas como las Peregrinaciones, las ordenaciones Episcopales, Presbiterales y Diaconales; o bien, las innumerables peregrinaciones de Diócesis, grupos, empresas… En 36 todas estas ocasiones, la Liturgia ha jugado un papel muy importante ya que es el “centro de la vida de la Iglesia” y en este caso concreto de la Basílica; en ella nos encontramos, celebramos, crecemos como hijos de Dios, configuramos espléndidamente el Cuerpo Místico de Cristo. La Liturgia en la Basílica nutre a la Basílica, por la oración incesante, por la recepción de la Comunión, por las súplicas que se dirigen a Dios a favor de tantos que piden la intercesión de la Señora del Cielo que nos dice constantemente “¿qué no estoy yo aquí que soy tu Madre?”, por los muchos sacerdotes que celebran cotidianamente el Misterio de Salvación, por las aportaciones económicas que permiten apoyar tantas acciones pastorales, por la devoción y el amor con el que los Peregrinos visitan a la Virgen en su casa. Hablo evidentemente de un nutrimento que hunde sus raíces en la dimensión espiritual a pesar de que el elemento material sea más visible o al menos ostensible. Es en este aspecto espiritual donde conviene fijar la atención, sobre todo cuando lo material puede traer tantas dificultades y críticas. Si ponemos en la perspectiva espiritual la riqueza de la Sagrada Liturgia en la Basílica, no sería posible computar todos los regalos espirituales que Dios le da 37 Artículo Podemos decir que en estos años en materia litúrgica ¡muchas cosas han pasado! Cosas y eventos extraordinarios como los citados anteriormente, momentos que llenan de alegría a la Iglesia entera, porque pensar que más de 20 millones de peregrinos que visitan esta hermosa Basílica al año es descubrir que la acción que la Iglesia celebra en su Liturgia han llenado de bendiciones a cada uno esos peregrinos. Puedo sólo decir que somos testigos de la continua y constante acción de Dios. Además de las magníficas experiencias contamos también algunos desaciertos y abusos derivados de una interpretación inconsistente de la Reforma del Concilio Vaticano II, como llegar a pensar y luego a decir que “participación” es hacer que los fieles pronuncien fórmulas o hagan gestos que no corresponden con la naturaleza celebrativa, o bien que se abre la posibilidad de hacer lo que se le ocurre al celebrante bajo la bandera de la “inculturación” o de la “creatividad litúrgica”. De esto S. S. Juan Pablo II, de feliz memoria, habló con una cierta preocupación en “Spiritus et sponsa” al celebrar los 40 años de la Constitución Litúrgica, pues estamos corriendo el riesgo de empobrecer y banalizar la naturaleza de la acción litúrgica con el consiguiente detrimento del “ars celebrandi”. Celebrar es una acción sagrada que demanda un 38 espíritu contemplativo, una ascesis interior que se sobreponga al protagonismo propio de este mundo, una disciplina de libertad que me permita obedecer la normativa litúrgico celebrativa en aras de la unidad de la Iglesia. Los retos pastorales en materia litúrgica, adquieren en la Basílica una dinámica peculiar, especialmente cuando la liturgia eucarística se coloca como cumbre y fuente de todo el actuar de la Iglesia, especialmente si consideramos la riqueza de la “lex orandi” y del “ars celebrandi”. Se nos propone, entonces, un itinerario espiritual concreto, que desde la celebración de Misterio, desde la Misión Continental, la fuerza espiritual del Nican Mopohua y la puesta en marcha de la teología litúrgica, nos conduce en un proceso de madurez por lo que convendrá alejarse de la visión instrumentista de la celebración litúrgica en la que se ven minusvalorados los signos, los textos, la fuerza espiritual, de tal modo que todo el actuar de la Iglesia se vuelva sobre la contemplación del Misterio y no al extravío interpretativo de las formas y de los signos subjetivos. La frivolidad se opone contundentemente a la contemplación y lo celebramos es sólo contemplable. Tenemos una gran responsabilidad frente a Dios y frente a su pueblo. Estamos invitados a cuidar delicadamente esta oportunidad que tenemos de santificarnos en cada celebración, de dedicarnos a hacer lo mejor que nos toca hacer, a llenarnos del amor de Cristo que nos dejó su Cuerpo y su Sangre en la última cena, a vivir alegremente las encomiendas dadas para servir a la Iglesia, a nutrirnos del pan de Vida. Por todo lo anterior, no nos faltan las oportunidades de celebrar amando y amar celebrando. “Flor y Canto” expresión armónica de vida y de trabajo conjunto de la Pastoral Misionera del Santuario Lic. María de la Concepción M.C. de Jiménez Misiones Guadalupanas INBG E l santuario de nuestra Señora de Guadalupe es un lugar privilegiado de encuentro. A él acuden hombres y mujeres para encontrarse y reconciliarse con Dios, con la Madre del Señor y con sus hermanos. Esta realidad de fe, representa para el Rector y demás agentes de pastoral del santuario un reto y una prioridad pastoral. A casi diez años de haber configurado la estructura de la pastoral misionera en atención al peregrino y a las multitudes, se continúa proporcionando, renovando y actualizando los medios adecuados para que Fotos: Misiones Guadalupanas INBG a su Iglesia en cada acción litúrgica, y de ello estoy convencido, incluso cuando se celebran acciones litúrgicas sin mucho sentido y propósito contemplativo. Me convenzo aún más de la necesidad que tenemos de volver los ojos al cielo en cada acción sagrada, con la misma sencillez con la que el pueblo de Dios contempla el sagrado lienzo en que se manifiesta día a día la Virgen Morena, ya que en la liturgia tenemos el Misterio que el mismo Jesús nos ha dejado, y lo repetimos más de 30 veces cada día “Hagan esto en conmemoración mía”. La liturgia no es patrimonio personal, es arraigo espiritual de pertenencia a un Cuerpo Místico en el que todos estamos unidos a Cristo Cabeza, a menos que alguien pretendiera estar por encima y con ello desdibujara la claridad que resplandece en el Misterio celebrado. Sin arraigo espiritual sólo hay arrogancia, desdén, ritualismo, rutina, autoritarismo. MISIONES los fieles vivan la experiencia de encuentro con el Arraigadísimo Dios por quien se vive. Para atender esta realidad esencial de la inculturación de la fe, tan importante en la vida de la Iglesia, Mons. Monroy estableció como objetivo de la actividad misionera de este recinto mariano; el atender, animar y conducir a los peregrinos a vivir la experiencia dinámica, misionera y evangelizadora que Cristo encomendó a la Iglesia sacramento universal de salvación. 39 Misiones El fin propio de esta actividad misionera es la evangelización, por medio del método guadalupano y el testimonio del primer peregrino en estas tierras de América san Juan Diego Cuauhtlatoatzin; por lo que exhortamos a nuestros hermanos a mantener y testimoniar su fe viva y sólida a través de una asidua vida sacramental, esencialmente en la participación del sacramento de la reconciliación y en el sacramento de la eucaristía fuente y culmen de la vida cristiana (LG 11) . A ejemplo de san Juan Diego, vidente y mensajero de la Virgen del Tepeyac, laico, primer indígena canonizado; notable en sencillez y mansedumbre, 40 Su llegada al santuario es flor y canto momento de alegría y esperanza, verdadera fiesta de fe y vida comunitaria, la cual es propicia para la proclamación de la Buena Nueva a través del Hecho Guadalupano, modelo de evangelización e inculturización en la historia eclesial de América, que los conduce a una reflexión comprometida del Evangelio, y a dar un auténtico testimonio cristiano. Transformados por el encuentro amoroso con Jesucristo bajo el amparo maternal de Guadalupe, inician el retorno a sus lugares de origen, momento en que se les exhorta a dar testimonio de lo que han visto y oído, siendo verdaderos discípulos y misioneros de Cristo, colaborando en la edificación del Reino de Dios para transformar el mundo. Teniendo presente que no tenemos en esta tierra morada permanente, sino que estamos en camino hacia la ciudad celestial (Hb 13,14). La actividad misionera de este recinto mariano es una respuesta pastoral a la movilidad humana; por lo que el Rector la promueve y la protege en bien del peregrinar de nuestros hermanos que acuden al santuario de todas partes del mundo, para vivir la experiencia de la ternura y de la cercanía del Dios y Señor de la vida, a través de la mirada compasiva y misericordiosa de la siempre Virgen santa María de Guadalupe. A partir de los primeros meses del año 2001 y hasta el día de hoy por gracia divina, el equipo misionero no ha dejado de atender solícitamente a los peregrinos, proclamando el evangelio guadalupano a tiempo y a destiempo (2Tm 4,2) por medio de numerosas e incansables misiones guadalupanas encabezadas por el Vicario General y Episcopal de Guadalupe. Los destinatarios han sido diferentes diócesis y arquidiócesis de nuestra república mexicana, así como algunas de ellas que se encuentran más allá de nuestras fronteras. Las misiones se organizan y programan en comunión con los organizadores y/o coordinadores de peregrinaciones como sacerdotes y laicos de una diversidad de grupos, asociaciones, instituciones sociales, recintos educativos, congregaciones religiosas, conjuntos empresariales, deportistas, artistas, gente de la cultura y la política; talleres, fábricas, sindicatos, mercados, comercios, centros de readaptación social, etnias, comunidades indígenas, migrantes, medios de comunicación como radio y televisión, familias entre otras. Durante su caminar se hace presente el equipo misionero, compartiendo la Palabra de Dios, el rezo del rosario y celebrando juntos la eucaristía alimento que los fortalece, renueva y asiste para continuar su peregrinar. Fotos: Misiones Guadalupanas INBG La tarea misional del santuario se realiza a través del Acontecimiento Guadalupano, que es y seguirá siendo ejemplo de evangelización perfectamente inculturada, y que opera Santa María de Guadalupe (cf. Doctos. Sto. Domingo JP II Discurso inaugural No.24). Esta obra es ejecutada por un equipo de agentes laicos constituido por Mons. Diego Monroy; cuya formación integral y permanente es asistida y guiada por él. De tal manera, que las fuerzas vivas de este santuario, establezcan con su servicio misionero, verdaderos lazos de unión y fraternidad con los peregrinos, estimulados por el compromiso de servirles, atenderles y proclamarles el Hecho Guadalupano totalmente cristocéntrico, de modo que se les descubra el camino firme y sólido para participar plenamente en el misterio del único Dios por quien se vive. en piedad y servicio, en fidelidad y santidad. Acogió el mensaje de amor de Dios al contemplar el rostro dulce y sereno de la Virgen de Guadalupe, convirtiéndose en testigo del Arraigadísimo Dios; edificando a los demás con su testimonio y su palabra, verdadero misionero que evangelizaba al contar puntualmente lo que había visto y admirado. Modelo de evangelizador para los misioneros del tercer mileno. Durante ésta década por medio de las misiones guadalupanas nos hemos hecho cercanos a los peregrinos, llegando a sus lugares de origen o de partida, donde se les anima a iniciar su peregrinar testificando y asumiendo su compromiso cristiano de seguir a Cristo como pueblo en marcha que se dirige a la casa del Padre Celestial. Su fe viva y operante se manifestada al caminar juntos hacía Dios que los espera. Cristo mismo se hace peregrino, y camina resucitado entre los pobres (cf. DA 259). Nosotros somos el pueblo de Dios peregrino a través de la historia que avanza hacia su Señor, siendo peregrinos del cielo ya en esta tierra y no fugitivos en este mundo temporal. En su camino los peregrinos experimentan y viven la solidaridad con los que están a su lado, compartiendo no sólo lo material, sino la oración espiritual y la reconciliación con sus hermanos. Fotos: Misiones Guadalupanas INBG Fotos: Misiones Guadalupanas INBG Misiones 41 - Polonia (2001) - Islas Filipinas (2005 y 2009) - Diócesis de Crotone Italia. Parroquia de la Visitación Le Castella (2002) - Arquidiócesis de New York (2003-2004) - Arquidiócesis de Chicago Illinois, EU (2006) - Mensaje y caridad de Guadalupe en: Kenia, Àfrica: Parroquia de Lowarengak, Turkana comunidad misionera de san Pablo Apóstol (2006) - Arquidiócesis de Los Ángeles California, EU (2006-07-08-09) - Arquidiócesis de Newark New Jersey, EU.(20072010) - Palermo Italia. Capilla Guadalupana, en Sierra de Marineo (2008) - Diócesis de Puerto Plata República Dominicana (2005) - Diócesis de Panamá (2009) - Diócesis de Stockton (2009) 42 La riqueza devocional a la Virgen de Guadalupe nos abre diferentes espacios de misión. Nuestro compromiso misionero nos empuja y anima a continuar haciendo que los peregrinos se conviertan en discípulos y misioneros, porque su marcha es oración dirigida a Dios y su misión, testimonio y anuncio, dirigido a los hombres. Expresamos nuestra oración, esperanza, gratitud y reconocimiento a los peregrinos y peregrinas de diversas comunidades y sectores de nuestro México querido, como a la Arquidiócesis de México; Diócesis de Querétaro; Arquidiócesis de Morelia; Diócesis de Toluca; Diócesis de Tenancingo, las más numerosas que llegan a pie de su lugar de origen al Tepeyac. Como también a nuestros hermanos extranjeros y migrantes, que bondadosamente han manifestado su disposición y apertura para la realización de la Misión Guadalupana integrante de la Pastoral de Conjunto de la Basílica de Guadalupe. Gratitud por compartirnos su cultura, tradiciones, cantos, danzas, alimentos, cariño y sobre todo su fe en Cristo y su amorosa devoción a nuestra madrecita santa María de Guadalupe, que los hace dejar sus seguridades y peregrinar con esperanza al encuentro del Señor, bajo las inclemencias del tiempo, los peligros del camino, los riesgos viales, el cansancio, las enfermedades inesperadas, los contagios masivos y otras más. Reconocimiento por sus iniciativas pastorales no sólo por compartirlas, sino por involucrarnos en las mismas, dando testimonio de unión y fraternal convivencia como hijos de una Madre excepcional que nos enseña y guía a Jesucristo, el Arraigadísimo Dios, camino para la conversión, la comunión, la solidaridad y la vida plena. Rogamos a nuestra Niña del Cielo que interceda por todos sus hijos peregrinos y que el cálido sentido misionero, el celo evangelizador y el compromiso de proclamar el mensaje guadalupano, de los que tenemos el privilegio de servir en la Casita del Tepeyac, nos apremie a continuar la actividad misionera, a través del amor, vida, unidad y reconciliación que otorga Guadalupe, para contribuir a la transformación del mundo, siendo protagonistas y constructores incansables de nuevos caminos de esperanza. Convertidos en la señal que pide ahora la humanidad del tercer milenio, seamos las rosas del amor que Que este mundo envuelto en la cultura de muerte, encuentre en cada peregrino y peregrina, un discípulo y misionero de Jesucristo y Guadalupe. Invoquemos al Verdaderísimo Dios por quien se vive y a Santa María de Guadalupe, para que florezca y de fruto el trabajo misionero en bien de nuestros hermanos peregrinos de todo el mundo, que hoy gracias a ellos, ha dejado huella en los archivos de Pastoral Misionera de la Basílica de Guadalupe como testimonio de esta Iglesia Particular para la Iglesia Universal de Jesucristo el Señor. Fotos: Misiones Guadalupanas INBG Con respecto a las diócesis y arquidiócesis de más allá de nuestras fronteras enlistamos las siguientes: - Congreso de Católicos Unidos del “El Sembrador”. - Asociación Nacional de Charros, A. C. - Medios de Comunicación, como: ESNE, María + Visión, Radio María. - Empresarios jaliscienses - Cinco Centros de Readaptación Social del Edo. de Querétaro - Caballeros de Colón - Universidad Vasco de Quiroga - Universidad Popular Autónoma de Puebla - Instituto Cumbres - Centro Promotor Guadalupano, S. A. de C. V. - Colegio Guadalupe exhalan, el perdón, el diálogo, la unidad, la paz, la solidaridad, la reconciliación y la tolerancia. De tal manera que demos respuesta a Dios, por el don maravilloso de ser los privilegiados de este regalo divino de nuestro Dios y Señor llamado Acontecimiento Guadalupano, seamos generosos en su proclamación al mundo entero. Fotos: Misiones Guadalupanas INBG - Arquidiócesis de la ciudad de México en algunas de sus Vicarias Episcopales. (2001) -Diócesis de Querétaro.(2001) - Arquidiócesis de Morelia ( 2005) - Diócesis de Toluca (2008) - Diócesis de Tenancingo (2010) - Diócesis de Atlacomulco (2009) - Diócesis de Orizaba, Ver. (2002) - Arquidiócesis de Guadalajara (2004) - Diócesis de Tlaxcala ( 2006) - Diócesis de Texcoco (2006) - Diócesis de Hidalgo (2007) - Diócesis de Celaya (2005) - Arquidiócesis de Puebla (2009) - Diócesis de la Paz Baja California Sur. (2008) - Diócesis de Tehuantepec, Oaxaca (2010) - Diócesis de Acapulco (2010) - Diócesis de Chilpancingo (2010) - Diócesis de Campeche (2010) - Diócesis de el Paso Texas (2010) Nuestra misión guadalupana ha llegado también a instituciones, asociaciones, comunidades y grupos, algunas de ellas son las siguientes: Fotos: Misiones Guadalupanas INBG Las diócesis y arquidiócesis de nuestra nación mexicana que han vivido la experiencia de la misión guadalupana a partir de la fecha señalada son: Fotos: Misiones Guadalupanas INBG Misiones Misiones 43 Tonantzin Guadalupe Pbro. Juan Ortiz Magos Secretario Ejecutivo de la Comisión de Pastoral Indígena de la Arquidiócesis de México Encargado de la Pastoral Indígena de Basílica de Guadalupe C on gran alegría, la Pastoral Indígena, comparte con ustedes el agradecimiento a Dios, Señor de la historia, por el caminar de estos años, en esta Teocaltzin, por las actividades realizadas con la ayuda y colaboración de muchos hermanos y hermanas indígenas. Una visión de Fe nos llevó a tomar en cuenta a los miles y miles de indígenas que peregrinan como San Juan Diego Cuauhtlatoatzin aquí al Tepeyac. Otros más que caminan por la Ciudad de México en búsqueda de subsistencia o los ya radicados aquí, que tratan de acomodarse al ritmo de esta gran ciudad y los que tienen raíces profundas en estas tierras, son los 44 que en la persona de San Juan Diego, han sido los predilectos de la Virgen de Guadalupe. Basada en esta consideración, la Comisión y Pastoral Indígena de la Arquidiócesis de México y la Pastoral Indígena de esta Insigne y Nacional Basílica de Tonantzin Guadalupe, han venido trabajando constante y animosamente. La comunidad cristiana ha empezado a superar la indiferencia, la sospecha, la discriminación, el rechazo de la población indígena y ha reconocido en los indígenas a los hijos pequeños de María de Guadalupe. Copyright © Servicio Fotográfico del L’Osservatore Romano El Caminar de la Pastoral Indígena Especialmente desde hace nueve años, su presencia, cultura, religiosidad, dignidad y derechos, son valorados y respetados. Pero cuánto camino nos falta por recorrer para llegar a reconocer y aceptar a los indígenas como hermanos en la sangre, en la cultura y en la Fe. Esta ciudad cosmopolita, pluriétnica y pluricultural en cuanto al evangelio es tierra de misión. A pesar de eso, entre los católicos ha venido calando, a partir del II Sínodo Diocesano, este espíritu misionero de evangelización de la cultura y de las culturas de la ciudad, entre cuyos destinatarios están los pobres. Ahora, bien los más pobres entre los pobres son precisamente nuestros compatriotas indígenas a los que hay que anunciarles a Jesucristo y ayudarles a sostener y conservar la Fe, pues, venidos de la provincia, aquí en la ciudad no encuentran apoyos y puntos de referencia para expresarla y celebrarla. Para ello, los miembros de la Pastoral Indígena ubican a las personas y grupos indígenas, los visitan, los catequizan, los preparan para los sacramentos y los acompañan en su celebración. Sin embargo, ¡cuántos evangelizadores más necesitamos! A la par que los miembros de dicha pastoral, otras muchas personas anuncian el evangelio a los grupos indígenas, los acompañan en su vida y les proporcionan ayuda en relación a la salud, alimento, trabajo, defensa de sus derechos, habitación, etc. Es una colaboración para la atención integral de estas personas en lo social y religioso. FOTO: Pastoral Indígena INBG TONANTZIN GUADALUPE A continuación presentamos una síntesis de algunas actividades que han surgido a lo largo de este caminar, para difundir y promover la Pastoral Indígena, como un medio eficaz de Evangelización Inculturada, sintiéndonos comprometidos y partícipes con nuestro hermanos indígenas, quienes tantas veces han sido ignorados, rechazados y excluidos. Recordemos lo que el Santo Padre Juan Pablo II nos dijera: “La aparición de María al indio Juan Diego en la colina del Tepeyac, en el año de 1531, tuvo una repercusión decisiva para la evangelización. Este influjo va más allá de los confines de la nación mexicana, alcanzando todo el Continente.” (Juan Pablo II, Ecclesia in América). Es aquí en el Tepeyac donde siguen estando los Juan Diego de hoy. El mes de enero participamos en la peregrinación de la Arquidiócesis de México en la que caminamos con nuestro Pastor el Emmo. Sr. Cardenal Don Norberto Rivera Carrera; además de participar en la Asamblea Nacional anual de Pastoral Indígena, convocada por la dimensión de Pastoral Indígena de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia del Episcopado Mexicano. Allí reflexionamos y compartimos los valores cristianos como parte fundamental en la vida personal, familiar y comunitaria, acompañados con signos que manifiestan una cercanía y familiaridad con Dios y con el hombre mismo; la religiosidad popular que mantiene viva la fe a través de mayordomías, fiestas patronales, procesiones, peregrinaciones, danzas, ritos y costumbres. Además del encuentro del mes de enero, participamos en el encuentro nacional de sacerdotes y laicos indígenas, en la Misa dominical a las 16:00 hrs. Se brinda oportunidad a todos los indígenas para que participen haciendo las lecturas en su idioma materno, además de emplear algunos elementos de la cultura indígena, como las danzas, que para el indígena es una oración de ofrenda a Dios. Algunos jóvenes miembros de esta pastoral han logrado realizar estudios a nivel universitario manteniendo su identidad e impulsando el valor de su cultura. 45 Tonantzin Guadalupe Tonantzin Guadalupe El mes de julio celebramos el aniversario de Canonización de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin con un novenario, una peregrinación desde la Catedral Metropolitana a esta Teocaltzin, una Misa Solemne, así como la expo-venta de artesanía y productos indígenas, cambio de mayordomía y bastón de mando. Asimismo, el nueve de diciembre celebramos la fiesta litúrgica de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, resaltando su santidad y modelo evangelizador, acompañando a nuestro Pastor 46 FOTO: Pastoral Indígena INBG En el mes de diciembre recibimos a los hermanos indígenas antorchistas, celebrando misa con ellos, poniendo a San Juan Diego como modelo de santidad. Participamos en las festividades de la Virgen de Guadalupe, brindando atención al peregrino. Este mes se realizó también la Misa bilingüe náhuatl-español, con presencia de danzantes indígenas. Participamos también en la Misa Solemne y el día nueve celebramos la fiesta de San Juan Diego. En ella los indígenas, debidamente preparados, reciben los sacramentos en los que se hace uso de algunos elementos propios de cada cultura de su comunidad y de su vestimenta. Agradecemos al Emmo. Sr. Cardenal Don Norberto Rivera Carrera Arzobispo Primado de México y a Mons. Diego Monrroy Ponce la confianza al pedir nuestra colaboración en la Pastoral Indígena en esta Teocaltzin donde hace nueve años se inició, recibiendo mayor impulso a partir de la Canonización de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin en julio de 2001. A la fecha ha crecido la atención a las comunidades indígenas en quienes está “…el precioso tesoro de la Iglesia católica…” (Documento de Aparecida, n.1) Al compartir este artículo, nos viene a la memoria cuando nos pidieron colaborar en lo que era un pequeño folleto en copias fotostáticas en blanco y negro. Ahora se cuenta con este valioso medio en el que los indígenas “…han encontrado espacios y apoyo para expresar la riqueza de su cultura y la sabiduría de su identidad” (Aparecida, n. 6); lo han hallado en la publicación mensual del Boletín Guadalupano, en su sección “Tonantzin Guadalupe y los indígenas”. FOTO: Pastoral Indígena INBG Durante la Cuaresma, realizamos nuestro retiro y con elementos propios de las comunidades; nos preparamos para las celebraciones de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, para lo cual algunos miembros van a sus pueblos como evangelizadores. El mes de octubre se participó en el cambio de la Corona de Tonantzin Guadalupe y en la Misa solemne de “Las Rosas”, compartiendo la gran riqueza de nuestros abuelitos indígenas, ante la inserción de otros modelos culturales en nuestra sociedad. El mes de noviembre colocamos la ofrenda de muertos en honor a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin con elementos propios de nuestros pueblos indígena. FOTO: Pastoral Indígena INBG Cada año participamos en el Enlace de Agentes de Pastoral Indígena (EAPI) que se lleva a cabo en distintas comunidades indígenas, con una participación de más de quinientos hermanos con quienes reflexionamos los señalamientos de la Iglesia y de nuestros pastores referente a las comunidades indígenas. El mes de abril recordamos al Papa Juan Pablo II en su aniversario luctuoso, colocando un altar y ofrenda floral agradeciendo el inmenso amor que mostró por los indígenas de México y por habernos canonizado a nuestro santo patrono indigena. Don Norberto Rivera Carrera, sucesor de Fray Juan de Zumárraga, realizando una procesión de la Primera Ermita al Santuario de San Juan Diego, ubicado en Insurgentes Norte y Montevideo. En la Expo-laico que se realiza en el atrio de esta basílica se participa proporcionando información y promoviendo la Pastoral Indígena. FOTO: Pastoral Indígena INBG Los padres fomentan en los hijos el apego a sus pueblos de origen, donde están sus raíces. En la ciudad es muy fácil perder los valores humanos, familiares y religiosos por la necesidad del trabajo. Se impulsan talleres en el Centro de Pastoral que profundizan los estudios sobre el Acontecimiento Guadalupano y sobre nuestra identidad cultural para formar agentes especializados, investigando en documentos y videos, partiendo de la realidad del mismo indígena. Durante el año, recibimos a los peregrinos indígenas que llegan con sus diócesis, como los Mazatecos de Huautla de Jiménez Oaxaca, la Pastoral Indígena de Tulancingo, Prelatura del Nayar, Rarámuri, San Cristóbal de las Casas Chiapas, Tlapa, Puebla, etc. 47 Artículo Artículo Evangelización de las Culturas desde el Acontecimiento Guadalupano Algunas conclusiones pastorales a la XVI Asamblea Diocesana – Noviembre 2010 Monseñor Jorge Palencia Ramírez de Arellano Vice-Rector y Coordinador General de la Pastoral de Santuario U no de los temas más difíciles de abordar, de discusión y controversial que brotó en las deliberaciones de la XVI Asamblea Diocesana ha sido sin duda, el tema de la interrelación fe-cultura. Partir de una definición de cultura ha sido una tarea ardua. La palabra “cultura” se usa, de ordinario, fundamentalmente en dos sentidos: a) antropológico, para designar el cultivo, por cada hombre, de su propio espíritu, no sólo por la vía del simple aumento o acumulación de acontecimientos, sino más profundamente, por la vía de un desarrollo de la propia personalidad, de la posesión de una síntesis vital conocimientos 48 y valores, de la apertura a los grandes ideales, a la verdad y al bien, en suma, por la vía del realizarse verdadera y auténticamente como hombre: b) histórico y etnográfico, para aludir a un sistema o conjunto de tradiciones, creencias, usos, valores, actitudes y modelos de comportamientos propios de un pueblo o de una comunidad determinada, de la que integran el acerbo histórico que reciben y trasmiten las sucesivas generaciones y constituyen el contexto del vivir colectivo y el ámbito en el que se posibilita la formación y el desarrollo de cada persona singular. En uno y en otro sentido la cultura dice relación a realidades básicas y, a fin de cuentas, a la comprensión que el hombre tiene de sí mismo, la fe, a su vez, ilumina profundamente esa misma realidad, la comprensión de nosotros mismos y del mundo en que vivimos, ya que nos da a conocer la realidad de Dios y de su amor, dotando de sentido pleno nuestra vida y nuestro destino. De ahí que exista entre una y otra, entre cultura y fe, una interacción profunda, tal como SS. Juan Pablo II, lo señaló en 1980, en discurso dirigido a la UNESCO: “…..la cultura presupone y reclama una “visión del hombre integral”, captado y comprendido en la variedad de sus virtualidades morales y espirituales, en la riqueza de sus aspiraciones y de su vocación. Es precisamente ahí donde radica el profundo nexo, la “relación orgánica y constitutiva” que une entre sí fe cristiana y cultura humana. Porque la fe ofrece y aporta esa visión profunda del hombre que la cultura necesita. Ciertamente el hombre puede conocer algo de sí mismo y advertir su dignidad al margen de la fe cristiana, a partir de la pura experiencia humana o de “otras fuentes de inspiración religiosa, humanista y ética”; pero ello no disminuye “la vinculación fundamental del Evangelio, es decir, del mensaje de Cristo y de la Iglesia, con el hombre, en su humanidad misma”, y un vínculo de esa naturaleza “es creador de cultura en su fundamento mismo”. En la fe cristiana, la cultura puede encontrar aliento e inspiración; más aún, sólo en la fe cristiana puede encontrar fundamento radical y último, pues sólo la fe aporta de modo pleno esa comprensión acabada del hombre a la que toda cultura aspira.” (AAS, 72, 1980, 735752). Pero como ha quedado muy en claro en la pasada XVI Asamblea Diocesana: la conexión entre fe y cultura opera también en dirección inversa. La fe no es una realidad etérea y ahistórica que, en un acto de pura liberalidad, ofrezca su luz a la cultura, permaneciendo indiferente a ella. La fe se vive siempre en una situación histórica concreta, de modo que toma cuerpo en ella y a través de ella. La síntesis entre cultura y fe no es sólo una exigencia de la cultura, sino también de la fe... Una fe que no se hace cultura es una fe no plenamente acogida, no totalmente pensada, no fielmente vivida. La fe compromete al hombre en la totalidad de su ser y de sus aspiraciones. Una fe que se situara al margen de lo humano, y por tanto de la cultura, sería una fe infiel a la plenitud de lo que la Palabra de Dios manifiesta y revela, e incluso en proceso de autodisolución. La fe, aunque trascienda a la cultura, mejor, por el hecho mismo de trascenderla y revelar el destino divino y eterno del hombre, crea cultura, engendra cultura, y ello en virtud de su propia dinámica. Un punto que nos ha quedado para reflexión, a partir de las conclusiones de la XVI Asamblea Diocesana, ha sido las dos problemáticas de las manifestaciones de la interacción fe-cultura: a) La difusión de la fe cristiana y la diversidad cultura, bajo el amparo del Acontecimiento Guadalupano. La interacción de la fe con las diversas culturas existentes en nuestra Ciudad de México, da lugar a lo que, en el lenguaje contemporáneo, se expresa hablando de “inculturación de la fe”. La fe, que trasciende las diversas culturas, no está vinculada a ninguna, tampoco a aquélla o aquellas en las que se hizo presente en épocas pasadas, vivificándolas desde dentro y asumiéndolas, en uno u otro grado, para expresar el mensaje trascendente del que es portadora. De ahí que, al extenderse a otras culturas, se abra a las características, al lenguaje y a los valores que esas otras culturas implican, para proceder de nuevo a un proceso de inculturación y purificación. Así aconteció en los inicios del Acontecimiento Guadalupano cuando la fe cristiana, desde el contexto indigena, se difundió por el mundo y la cultura mestiza ha continuado y continúa aconteciendo con la difusión cada vez mayor del cristianismo - guadalupano. 49 Artículo Artículo El proceso de encuentro y confrontación de dos culturas la indígena y la española es una experiencia que la Iglesia ha vivido desde los comienzos del Acontecimiento Guadalupano. El mandato de Cristo a los discípulos de ir a todas partes “hasta los confines de la tierra” (Hch 1, 8) para trasmitir la verdad por El revelada, se encarno de manera sorprendente en una comunidad nueva a partir de la presencia maternal de Santa María de Guadalupe, verificando bien pronto la universalidad del anuncio y los obstáculos derivados de la diversidad de las culturas. somete a las culturas sino que las transforma desde dentro; el proceso de inculturación que tanto se abordó durante las reflexiones de la XVI Asamblea, implica, en consecuencia que sea una purificación de la cultura de los elementos menos nobles o anti – valores, que hubiera en ella, potenciando de los elementos y valores positivos. El fruto de este proceso ha sido un enriquecimiento de las culturas y, dada su pluralidad, tenemos una manifestación de la universalidad de la fe que asume y vivifica experiencias humanas diversas entre sí. Las culturas indígena y española, cuando están profundamente enraizadas en lo humano, en el Acontecimiento Guadalupano llevaron en las entrañas una perfecta inculturación, el testimonio de la apertura típica del hombre a lo universal y a la trascendencia. Nuestra cultura mexicana lleva impresa y deja entrever la tensión hacia la plenitud, tiene en sí misma la posibilidad de acoger la revelación divina con canto y flor, con piedad y profunda fe. Sin embargo, recientemente constatamos cada día más la ruptura entre Evangelio y cultura, y es sin duda alguna el drama de nuestro tiempo. Por eso la evangelización tiene, así, en la inculturación, uno de sus mayores desafíos. Por tanto hoy más que nunca debemos replantear una catequesis transformadora de las culturas, dialogante, y propositiva, que al referirse al misterio de la Encarnación del Hijo de Dios como el más perfecto modelo de inculturación, proponga al Acontecimiento Guadalupano como ejemplo de la inculturación, mejor lograda. El anuncio que el Acontecimiento Guadalupano ha llevado al mundo y a las culturas es una llamada a la verdad plena. En ese encuentro, bajo el amparo del Acontecimiento Guadalupano, las culturas indígena y española, no se vieron privadas de nada, sino que por el contrario fueron animadas a abrirse a la novedad de la verdad evangélica recibiendo incentivos para ulteriores desarrollos. Por tanto es innegable que el Acontecimiento Guadalupano, dinamizo la verdad suprema de la revelación cristiana, que no está subordinada a ninguna expresión cultural y por tanto se abrió a todas ellas, haciéndose presente en todas las culturas existentes. b) El proceso de inculturación bajo el amparo de la pedagogía guadalupana. La fe cristiana se ha hecho presente en las diversas culturas de nuestro México y de nuestro Continente Americano, con toda su fuerza iluminadora y vivificadora. La fe cristiana no se 50 Hoy más que nunca debemos proponer en todo proceso de inculturación: el Tepeyac y la imagen que la Virgen de Guadalupe dejó impresa en la tilma de S. Juan Diego como testimonio claro del Evangelio proclamado en América. La llegada de Santa María de Guadalupe es ejemplo espléndido de evangelización e inculturación, es la proclamación de la Buena Nueva de Jesucristo expresada con palabras, símbolos y elementos tomados de la riqueza cultural del mundo náhuatl y propuesto de manera abierta y dialogante al mundo español -europeo. Y en el centro de este anuncio jubiloso está Cristo, Señor de la Historia, Santa María de Guadalupe, la Virgen mestiza del Tepeyac, estrella del nuevo mundo, no llega con un evangelio diferente al que predicaban los misioneros, su palabra y su presencia están plenamente centradas en la transmisión de la fe en el Dios único y verdadero y en la promoción de individuos y comunidades. a las realidades temporales y a las culturas y analizar cuestiones, dialogar con tradiciones, retomar propuestas y valores implícitos en la profundidad de la naturaleza humana, para iluminarla con el esplendor de la Encarnación de Dios. “Al entrar en contacto con las culturas, la Iglesia debe acoger todo lo que en las tradiciones de los pueblos es conciliable con el Evangelio para aportarles las riquezas de Cristo y para enriquecerse ella misma con la sabiduría multiforme de las naciones de la tierra. Vosotros lo sabéis: la inculturación coloca a la Iglesia en un camino difícil, pero necesario...” (JUAN PABLO II, Discurso al Pontificio Consejo para la Cultura, 17-I-1987: AAS 79 (1987)). Que mejor propuesta metodológica y catequética que la pedagogía implícita en el Acontecimiento Guadalupano para repensar las conclusiones de la XVI Asamblea Diocesana: a) una vivencia real de la fe, a partir de los diálogos de Santa María de Guadalupe y Juan Diego, porque las relaciones entre fe y cultura no son relaciones de exterioridad, de dominio, de imposición, sino de comunicación vital, una fe “fielmente vivida” por María Santísima, hecha carne su propia persona, capaz por tanto de informar, sin violentarlas, todas las dimensiones del existir. b) una fe que ha de ser además “totalmente pensada”, captada racional y reflejamente en la plenitud de sus riquezas e implicaciones. En suma, una fe que engendre un pensar cristiano y, por tanto, que desemboque en reflexión de fe, de la antropología, de la política, de la teología y la filosofía y se nutra de esos saberes. Tal como ha acontecido a partir del Acontecimiento Guadalupano a lo largo de casi 5 siglos. Solo así con este pensar cristiano y guadalupano podemos con un discernimiento crítico acercarnos 51