El crédito agropecuario: Un cuello de botella más

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El crédito agropecuario: Un cuello de botella
más
Jorge Espitia
Profesor Universitario
El crédito es fundamental para realizar los planes de inversión. Cuando los
empresarios observan un aumento de las expectativas de crecimiento de la
demanda, se ven incitados a aumentar sus beneficios y empréstitos del sistema
financiero, para realizar las nuevas inversiones y, así, atender tales
expectativas 1. El aumento de la inversión de los agentes económicos (los
empresarios) es lo que explica el aumento endógeno de la oferta monetaria.
En este marco, el crédito es fundamental a la hora de realizar o poner en marcha
los planes de inversión; es relevante al movilizar los recursos que necesitan los
proyectos 2. El crédito, a su vez, se constituye en uno de los primeros filtros de
evaluación del plan de inversión al determinar su viabilidad financiera,
rentabilidad y riesgo.
En condiciones de competencia, cuando se logra el financiamiento de un
proyecto de inversión, se envía información acerca de la rentabilidad de
determinadas actividades. En esos términos, se debe analizar la política del
crédito para el sector agropecuario.
Históricamente, el acceso a los recursos del crédito, ha sido uno de los cuellos
de botella del sector agropecuario, en especial para los pequeños y medianos
productores, en otras palabras, para aquellas unidades productivas familiares
con bajos niveles patrimoniales y/o de ingresos.
Como si esto fuera poco, en los últimos años se observa una fuerte tendencia a
fortalecer el acceso al crédito a los grandes y medianos productores. De acuerdo
con las cifras aportadas en el documento el “SISTEMA NACIONAL DE CRÉDITO
AGROPECUARIO. PROPUESTA DE REFORMA” preparado por la Misión para
la Transformación del Campo (2014), el sistema de crédito se divide en cartera
sustitutiva y de redescuento. La primera va dirigida a los grandes y medianos
productores y los recursos de redescuento a los pequeños productores. En 2010,
1
Davidson, Paul. 1994. Post Keynesian Macroeconomic Theory. Edward Elgar ed. England.
“El financiamiento de tales compromisos de costos de producción futuros (es decir, la toma de
una “posición” en lo que respecta a los bienes de capital de trabajo) requiere que los empresarios
dispongan de dinero para cumplir estas obligaciones en una o más fechas futuras antes de que
el producto se venda y se entregue, se reciba el pago y se liquide la posición”. Davidson, Paul.
1978. Por qué importa el dinero: Lecciones de medio siglo de teoría monetaria. En Economía
post-keynesiana. Selección de José Antonio Ocampo. FCE. 1988.
2
la relación entre la cartera sustitutiva y de redescuento era del orden del 36%,
en 2013, esta misma relación, alcanzó el 73%.
En otras palabras, el aumento de los recursos del crédito ha sido absorbido en
lo fundamental por los grandes y medianos productores los cuales en el periodo
2010-2013 aumentaron su crecimiento promedio en un 29% mientras que los
pequeños productores tan sólo lo hicieron en un 6.4%.
En suma, la distribución de los recursos del crédito ha sido más desfavorable
para los pequeños y medianos productores en los últimos años.
Esta situación contrasta con los resultados que arroja el Censo Agropecuario de
2014 del DANE, donde se muestra, por un lado, que del total de productores (2.7
millones) tan sólo el 26.9% viven en la Unidad Productiva, es decir se definen
como “productores residentes”; y, por el otro, que el 16.4% de ellos demandó
crédito para el desarrollo de sus actividades, entre ellas, la compra de insumos
(36.8%); compra de animales (16.1%); y, pago de mano de obra (14.8%). La
concentración de éste tipo de crédito a nivel departamental se dio en Cauca
(13.4%); Nariño (11.5%); y, Santander (10.5%) (DANE, Boletín 2).
El bajo porcentaje de población residente, obedece, entre otras razones, a la
deficiente provisión de bienes públicos como a su baja calidad (educación, salud,
agua potable, alcantarillado, vías de comunicación, entre otros). Algunas de sus
características es que son mayoritariamente personas entre 40 y 54 años de
edad y con bajo nivel educativo (60% con tan sólo primaria), concentrados en los
departamentos de Cauca (11.1%); Nariño (9.8%); Santander (7.6%); y, Antioquía
(7.6%).
Las barreras de entrada al sistema de crédito agropecuario han generado un
conjunto de mecanismos informales donde su costo financiero sobrepasa los
niveles de usura. “Dadas las grandes barreras de acceso al financiamiento
agropecuario, se ha desarrollado un mercado informal de prestamistas donde se
encuentran los comercializadores de productos agropecuarios, los proveedores
de insumos y aquellos que hacen parte del entorno familiar y social de los
productores agropecuarios como vecinos, amigos y parientes. Sobre este último
mercado se destaca el papel de las casas de agroinsumos como una fuente de
financiamiento importante para el segmento de los pequeños productores”. El
Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural “estima que estas empresas
prestaron $1,06 billones en 2012, lo que representa el equivalente al 43% de las
colocaciones del Banco Agrario (BAC) para el mismo periodo. Dicha situación es
de particular atención ya que generalmente las tasas cobradas por estas
empresas superan ampliamente las tasas de usura. Lo anterior implica que los
pequeños productores financian sus proyectos productivos a un alto costo y sus
rentas son extraídas al tener que pagar los préstamos”. Los mecanismos
informales de acceso al crédito contribuyen a distribuir el excedente productivo,
aumentando la concentración del ingreso, y deteriorando la competitividad del
sector (Misión, 2014, Pág. 24).
Crédito agropecuario Banco Agrario
De acuerdo con la información de AGRONET, el crédito otorgado por el Banco
Agrario en 2014 ascendió a 2.3 billones de pesos ($2.285.787 Millones), lo cual
representó el 3.02 por mil del PIB, y de los cuales el 68% se concentró en
pequeños productores. Si bien, el crédito otorgado por el Banco Agrario tiene
una tendencia hacia la baja en los últimos años, la participación de los pequeños
productores ha venido ganando en participación (Gráfico). Entre el periodo 20002014 el crédito otorgado por el Banco Agrario aumento en 1.8 miles de puntos
del PIB al pasar de 1.21 en 2000 a 3.02 en 2014.
El crédito otorgado por el Banco Agrario se concentró en lo fundamental en
Boyacá (10.16%); Nariño (9.34%); Antioquia (8.86%); Cundinamarca (8.16%);
Santander (7.50); y Huila (7.22), departamentos con alta concentración de
pequeños propietarios.
Llama la atención la poca correlación que existe entre la asignación del crédito
a nivel departamental con las áreas de los principales cultivos transitorios: arroz,
maíz y papa; como de sus respectivas participaciones.
El coeficiente de correlación en arroz de riego es del orden del 33%. Por ejemplo,
el departamento de Tolima tiene el 39% del área cultivada y recibe tan sólo el
6% del total del crédito que el Banco Agrario otorga. Algo parecido sucede con
Huila y Casanare. En arroz secano mecanizado, el coeficiente es bastante bajo
al igual que en maíz tecnificado y tradicional. Entre tanto, en papa el índice es
cercano al 60% (Cuadro).
Lo anterior muestra que no existe una distribución de excedentes entre las
entidades territoriales, pues la concentración del crédito poca relación guarda
con las áreas de los principales cultivos transitorios.
Crédito agropecuario FINAGRO
En el caso del crédito otorgado por FINAGRO, este ascendió en 2014 a 8.1
billones de pesos ($8.113.024 millones), el 10.73 por mil del PIB. Tan sólo el
19.78% de estos créditos se concentró en pequeños productores. El crédito
otorgado por FINAGRO ha tenido una fuerte tendencia al alza entre el 2001 y el
2014 al pasar de 5.68 a 10.73 miles de puntos del PIB; mientras que la
participación de los pequeños productores es hacia la baja (Gráfico). Entre el
periodo 2000-2014 el crédito otorgado por FINAGRO se incrementó en 5.05
miles de puntos del PIB, mucho más del aumento que tuvo el Banco Agrario.
Así pues, los beneficiarios del crédito agropecuario no han sido los pequeños
propietarios, sino los grandes, los cuales lo han utilizado en cultivos
permanentes. Pues mientras a un cultivador de papa le prestan en promedio 10
o 12 millones de pesos por crédito a un palmicultor le prestan más de 300
millones, o a un cultivador de caña de azúcar cerca de 200 o 300 millones
(Cuadro)
Cuadro. Monto, Número y valor unitario de los Créditos otorgados por FINAGRO
Palma Africana
2010
2011
2012
2013
2014
2015
Caucho
2010
2011
2012
2013
2014
2015
Caña de Azúcar
2010
2011
2012
Valor (Millones $)
136,956
240,383
228,315
148,244
104,596
48,281
Valor $Millones
21,602
13,492
25,278
26,210
10,331
10,456
Valor (Millones $)
28,212
41,832
138,123
Núm. Créditos
329
636
615
453
313
166
Núm. Créditos
244
385
725
950
437
213
Núm. Créditos
146
221
268
Valor/Número (Millones de $)
416.28
377.96
371.24
327.25
334.17
290.85
Valor/Número (Millones de $)
88.5
35.0
34.9
27.6
23.6
49.1
Valor / Número (Millones de $)
193.2
189.3
515.4
Cuadro. Monto, Número y valor unitario de los Créditos otorgados por FINAGRO
2013
2014
2015
Cacao
2010
2011
2012
2013
2014
2015
Soya
2010
2011
2012
2013
2014
2015
Papa
2010
2011
2012
2013
2014
2015
Plátano
109,158
56,647
57,558
Valor (Millones $)
41,908
84,670
81,772
81,271
73,930
65,884
Valor (Millones $)
1,892
2,593
1,667
2,429
2,650
57
Valor (Millones $)
57,868
65,418
70,315
71,628
59,361
43,303
Valor (Millones $)
274
256
174
Núm. Créditos
5,223
8,265
7,368
7,575
7,602
6,517
Núm. Créditos
14
22
18
26
26
2
Núm. Créditos
5,655
5,982
5,990
5,768
4,729
3,237
Núm. Créditos
398.4
221.3
330.8
Valor / Número (Millones de $)
8.02
10.24
11.10
10.73
9.73
10.11
Valor / Número (Millones de $)
135.2
117.9
92.6
93.4
101.9
28.5
Valor / Número (Millones de $)
10.23
10.94
11.74
12.42
12.55
13.38
Valor / Número (Millones de $)
2010
2011
2012
2013
2014
2015
26,772
53,648
75,653
124,621
117,919
67,954
3,679
7,728
8,990
14,648
13,967
8,250
7.28
6.94
8.42
8.51
8.44
8.24
Fuente: AGRONET. Cálculos propios.
En suma…
El crédito es fundamental para la puesta en marcha de los planes de inversión,
así como el primer filtro de evaluación financiera, rentabilidad y riesgo, en un
marco de competencia y transparencia.
El crédito agropecuario es uno de los principales instrumentos mediante el cual
el sector público interviene en el sector. El fuerte impulso que han tenido los
cultivos permanentes, tienen como fundamento el crédito otorgado; en otras
palabras, la crisis de los medianos y pequeños productores está en la política
errática de crédito que el gobierno nacional ha venido impulsando.
Si el gobierno nacional quiere ampliar en un millón las hectáreas sembradas en
Colombia, debe busca mecanismos mediante los cuales los pequeños y
medianos agricultores puedan acceder a los recursos del crédito. Éste conjunto
de agricultores están muy poco representados en la Sociedad de Agricultores de
Colombiana (SAC), la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite
(Fedepalma), la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y
Leguminosas (Fenalce), la Federación Nacional de Industriales de la Madera
(Fedemaderas), gremios con los cuales se reunió para impulsar el plan de
sustituciones de importaciones, fomentar las exportaciones y recuperar los
productos nacionales que se dejaron de sembrar en el país.
La influencia política de los grupos de presión magnifican el desafío, en lugar de
promover acciones que apunten a mejorar el bienestar general a largo plazo,
estos grupos tienden a impulsar micro-objetivos, que en varios de los casos
sirven para mantener los elementos tradicionales de la política así como el
control del sistema. Pocos agentes están dispuestos a la autodisrupción que
requiere el sector agropecuario y sus mecanismos para acceder al crédito. 3
El auge de los cultivos permanentes (caña de azúcar, palma africana, entre
otros) ha tenido como contrapartida toda una política crediticia. Resolver la crisis
de los medianos y pequeños productores agropecuarios pasa por cambiar el
modelo de crédito que hay en el sector. La actual política del crédito agropecuario
no favorece la economía campesina y lo lleva a caer en manos de los
mecanismos informales de crédito, lo cuales contribuyen a aumentar la
inequidad social en el campo y a deteriorar la competitividad del sector.
Edición 468 – Semana del 16 al 22 de octubre de 2015
3
El-Erian, Mohamed. 2015. Los gobiernos ante el desafío de la autodisrupción. En Project
Syndicate.
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