ACTIVIDAD FINANCIERA – CAPTACIÓN MASIVA Y HABITUAL Concepto 2006056363-002 del 8 de noviembre de 2006. Síntesis: Una de las características de la intermediación financiera es el nexo causal existente entre la captación de recursos del público y la colocación de los mismos a terceros, actividad que sólo puede ser desarrollada por entidades sometidas al control, inspección y vigilancia del Estado (Superintendencia Financiera, Superintendencia de la Economía Solidaria). En caso de que se desee captar ahorro del público y otorgar créditos, lo que comúnmente se denomina intermediación financiera, los únicos tipos de entidades financieras autorizados para ello serían los establecimientos de crédito, v. gr. bancos, corporaciones financieras, compañías de financiamiento comercial y cooperativas financieras vigiladas por esta Superintendencia o las cooperativas de ahorro y crédito y las cooperativas multiactivas o integrales a través de sus secciones de ahorro y crédito las cuales se encuentran vigiladas por la Superintendencia de la Economía Solidaria. Existen restricciones para evitar que la utilización de expresiones pueda llevar a que el público confunda la actividad realizada por una entidad debidamente autorizada por el Estado, con la ejecutada por aquellas que no reúnen tal condición, de ahí que se incluyan medidas que cobijan restricciones en la utilización de sustantivos, adjetivos y abreviaturas propios de instituciones autorizadas por parte de personas ajenas a la operación financiera. «(…) informa que pretenden constituir una institución financiera que facilite el acceso al ahorro y el crédito a las micro y pequeñas empresas, como alternativa para mejorar la calidad de vida de los habitantes del Chocó, razón por la cual remite los estatutos sociales con el fin de que esta Superintendencia emita su opinión sobre los mismos. Sobre el particular, esta Superintendencia considera pertinente efectuar los siguientes comentarios: 1.- Actividad de intermediación Financiera. La actividad financiera, bursátil, aseguradora y cualquiera otra relacionada con el manejo, aprovechamiento e inversión de los recursos del público, según lo preceptuado por el artículo 335 de la Constitución Política, son de interés público y sólo pueden ser realizadas previa autorización del Estado. De tal forma, le compete a la Superintendencia Financiera como organismo técnico de carácter administrativo, evitar que personas no autorizadas conforme a la ley ejerzan actividades exclusivas de las entidades vigiladas, y supervisar de manera integral las operaciones de las instituciones sometidas a su control con el fin de velar por el cumplimiento de las normas que las regulan, asegurando sí la confianza en el sistema Financiero. Bajo este contexto, se precisa que la intermediación financiera es una actividad propia de las entidades vigiladas por este Organismo y se entiende como la captación profesional de recursos del público mediante operaciones pasivas (recepción de dineros), y a su vez la transferencia de dichos recursos mediante la realización de operaciones activas (otorgamiento de créditos), gestión que por su naturaleza requiere previa autorización de la Superintendencia Financiera de Colombia. Sobre el tema esta Superintendencia en reiteradas ocasiones se ha pronunciado de la siguiente manera: “...es una industria objeto de estricta regulación en nuestro ordenamiento jurídico, a tal punto que no hay plena liberación para crear sociedades destinadas al ejercicio de esta actividad, como tampoco la conducción de sus negocios, por cuanto estos aspectos están sometidos al principio de la autorización administrativa, por ser la intermediación un servicio público, sujeto a concesión y a un régimen de derecho público. Por tal motivo esta actividad solo puede ser ejercida por entidades sometidas a la inspección, vigilancia y control de la Superintendencia Bancaria, en los términos que señalan los artículos 90 y 92 de la Ley 45 de 1990. “Con fundamento en lo anterior, la actividad de captar dinero del público y prestarlo, solo puede ser llevada a cabo por una institución financiera debidamente autorizada por la Superintendencia Bancaria, so pena de incurrir en el delito de captación masiva y habitual, conducta predicable tanto de personas naturales como jurídicas, sancionado por el artículo 208, numeral 3, del Decreto 663 de 1993, con pena de prisión de dos a seis años, en concordancia con el artículo 1 del Decreto 1981 de 1988(...)” 1 (se resalta). Como puede apreciarse, una de las características de la intermediación financiera es la relación íntima o nexo causal existente entre la captación de recursos del público y la colocación de los mismos a terceros, actividad que sólo puede ser desarrollada por entidades sometidas al control, inspección y vigilancia del Estado (Superintendencia Financiera, Superintendencia de la Economía Solidaria). Ahora, en caso de que se desee captar ahorro del público y otorgar créditos, lo que comúnmente se denomina intermediación financiera, los únicos tipos de entidades financieras autorizados para ello serían los establecimientos de crédito 2 , v. gr. bancos, corporaciones financieras, compañías de financiamiento comercial y cooperativas financieras vigiladas por esta Superintendencia o las cooperativas de ahorro y crédito y las cooperativas multiactivas o integrales a través de sus secciones de ahorro y crédito las cuales se encuentran vigiladas por la Superintendencia de la Economía Solidaria. 2.- Captación de dineros del público. 1 Superintendencia Bancaria, Concepto número 97051936-2 del 27 de (…) 1998. De acuerdo con lo dispuesto en el inciso segundo del numeral 1 del artículo 2º del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero “se consideran establecimientos de crédito las instituciones financieras cuya función principal consista en captar en moneda legal recursos del público en depósitos, a la vista o a término, para colocarlos nuevamente a través de préstamos, descuentos, anticipos u otras operaciones activas de crédito”. 2 La sola captación de dineros del público se enmarca como actividad irregular cuando se configuran los elementos señalados en el artículo 1º del Decreto 1981 de 1988, el cual es del siguiente tenor: “Artículo 1º. Para los efectos del Decreto 2920 de 1982, se entiende que una persona natural o jurídica capta dineros del público en forma masiva y habitual en cualquiera de los siguientes casos: “1. Cuando su pasivo para con el público esté compuesto por obligaciones con más de veinte (20) personas o por más de cincuenta (50) obligaciones, en cualquiera de los dos casos contraídas directamente o a través de interpuesta persona. “Por pasivo para con el público se entiende el monto de las obligaciones contraídas por haber recibido dinero a título de mutuo o a cualquiera otro en que no se prevea como contraprestación el suministro de bienes o servicios. “2. Cuando, conjunta o separadamente, haya celebrado en un período de tres (3) meses consecutivos mas de veinte (20) contratos de mandato con el objeto de administrar dineros de sus mandantes bajo la modalidad de libre administración o para invertirlos en títulos o valores a juicio del mandatario, o haya vendido títulos de crédito o de inversión con la obligación para el comprador de transferirle la propiedad de títulos de la misma especie, a la vista o en un plazo convenido, y contra reembolso de un precio. “Para determinar el período de los tres (3) meses a que se refiere el inciso anterior, podrá tenerse como fecha inicial la que corresponda a cualquiera de los contratos de mandato o de las operaciones de venta.” Como requisito para la adecuación del comportamiento al evento descrito es necesario que en cualquiera de los casos señalados concurra una de las siguientes condiciones: “a. Que el valor total de los dineros recibidos por el conjunto de las operaciones indicadas sobrepase el 50% del patrimonio líquido de aquella persona, o “b. Que las operaciones respectivas hayan sido el resultado de haber realizado ofertas públicas o privadas a personas innominadas, o de haber utilizado cualquier otro sistema con efectos idénticos o similares. “Parágrafo 2: No quedarán comprendidos dentro de los cómputos a que se refiere el presente artículo las operaciones realizadas con el cónyuge o los parientes hasta el 4o. grado de consanguinidad, 2o de afinidad y único civil, o con los socios o asociados que, teniendo previamente esta calidad en la respectiva sociedad o asociación durante un período de seis (6) meses consecutivos, posean individualmente una participación en el capital de la misma sociedad o asociación superior al cinco por ciento (5%) de dicho capital. “Tampoco se computarán las operaciones realizadas con las instituciones financieras definidas por el artículo 24 del Decreto 2920 de 1982.” En este orden de ideas, deberá tenerse especial cuidado que no se esté incurriendo en la actividad de intermediación financiera o en la captación de dineros del público en forma ilegal, caso en el cual procederían las medidas cautelares contenidas en el numeral primero del artículo 108 del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero3 , además de las acciones penales correspondientes. 3.- Prohibición en la utilización de adjetivos o sustantivos propios de las entidades vigiladas. Sobre el particular es necesario precisar que el artículo 1º del Decreto 1997 de 1988 dispone: "Solo podrán utilizar en su nombre comercial sustantivos que indiquen genéricamente o específicamente el ejercicio de una actividad financiera, o adjetivos y abreviaturas que la costumbre mercantil reserve a instituciones financieras, las entidades que, debidamente autorizadas, tengan por objeto el manejo o aprovechamiento y la inversión de los fondos provenientes del ahorro privado, así como las sociedades dedicadas a la realización de operaciones de arrendamiento financiero o 'leasing' o de compraventa de cartera o 'factoring' sometidas a la vigilancia de la Superintendencia de Sociedades". 3 El Estatuto Orgánico del Sistema Financiero puede ser consultado en la página web www.superfinanciera.gov.co., ícono normativa. En todo caso el artículo 108 reza:- “PRINCIPIOS GENERALES “1. Medidas cautelares. Corresponde a la Superintendencia Bancaria imponer una o varias de las siguientes medidas cautelares a las personas naturales o jurídicas que realicen actividades exclusivas de las instituciones vigiladas sin contar con la debida autorización: “a) La suspensión inmediata de tales actividades, bajo apremio de multas sucesivas hasta por un millón de pesos ($1’000.000.) cada una; “b) La disolución de la persona jurídica, y “c) La liquidación rápida y progresiva de las operaciones realizadas ilegalmente, para lo cual se seguirán en lo pertinente los procedimientos administrativos que señala el presente Estatuto para los casos de toma de posesión de los bienes, haberes y negocios de las instituciones financieras. “Parágrafo 1°- La Superintendencia Bancaria entablará, en estos casos, las acciones cautelares para asegurar eficazmente los derechos de terceros de buena fe y, bajo su responsabilidad, procederá de inmediato a tomar las medidas necesarias para informar al público. “Parágrafo 2°- La Superintendencia Bancaria podrá imponer las sanciones previstas en los artículos 209 y 211 a cualquier persona que obstruya o impida el desarrollo de las actuaciones administrativas que se adelanten para establecer la existencia de un eventual ejercicio ilegal de actividades exclusivas de las entidades vigiladas, así como a aquellas personas que le suministren información falsa o inexacta”. Como se observa, la norma tuvo como propósito que entidades que no se dedican profesionalmente a la actividad financiera 4 puedan engañar a terceros sobre la naturaleza de la actividad que desarrollan, al incluir dentro de su nombre comercial adjetivos o abreviaturas que inducen a dicha confusión. Sobre el alcance del precepto en comento esta Superintendencia se ha pronunciado en el siguiente sentido: "(...) “Siendo entonces la actividad financiera, reservada a instituciones que la ley se ha ocupado de definir, resultan fácilmente identificables los sustantivos que indican genérica o específicamente el ejercicio de dicha actividad, así como los adjetivos y abreviaturas que la costumbre mercantil reserva a instituciones de este género, si se observan los parámetros subjetivos y objetivos que el ordenamiento jurídico establece, así: “a Parámetros subjetivos “La ley ha previsto que la actividad de manejo o aprovechamiento e inversión de los fondos provenientes del ahorro privado debe ser desarrollada en Colombia por establecimientos de crédito e inversionistas institucionales; entre los primeros se cuentan los establecimientos bancarios que a su vez se dividen en bancos comercial y bancos hipotecarios; las corporaciones financieras; las corporaciones de ahorro y vivienda 5 ; las compañías de financiamiento comercial; las cajas de ahorro, los organismos cooperativos de grado superior de carácter financiero 6 (...)” “Significa lo anterior de las denominaciones 'banco', 'corporación financiera', 'corporación de ahorro y vivienda', 'caja de ahorro', identifican el ejercicio de una actividad financiera, y, por consiguiente, solo pueden utilizar dichas denominaciones las entidades que estén debidamente autorizadas para desarrollar tales actividades. “Dicho en otros términos, únicamente los bancos que se constituyen y se sujetan a las disposiciones de la Ley 45 de 1923 7 y demás normas complementarias, o las corporaciones financieras que se constituyen y se sujetan a las disposiciones del 4 Es aquella que realizan "personas jurídicas que con autorización del Estado hacen de la captación, manejo, aprovechamiento e inversión de dineros provenientes del ahorro público, y de la prestación de servicios complentarios al crédito su profesión habitual" (MARTÍNEZ NEIRA, Néstor Humberto. Cátedra de Derecho Bancario, Legis, 2000, pág.7). 5 De conformidad con lo señalado en el artículo 5º de la Ley 546 de 1999 las corporaciones de ahorro y vivienda tienen la naturaleza de bancos comerciales y cuentan a partir de la misma fecha de un plazo de 36 meses para adecuarse a su nueva forma jurídica. 6 A partir del año de 1998 con la expedición de la Ley 454 las cooperativas financieras fueron calificadas expresamente como establecimientos de crédito. 7 Hoy, artículos 7º y 53 del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero. Decreto 2941 de 1987 y las demás normas que lo complementan, etc., pueden utilizar en su nombre comercial la palabra 'banco', 'corporación financiera', etc. “(...) “Se concluye de lo expuesto que los sustantivos, adjetivos y abreviaturas a que se refieren el parágrafo del artículo 2º y el artículo 3º. del Decreto 1997 de 1988 incluyen todos aquellos nombres que la ley emplea para denominar genéricamente a las instituciones que, debidamente autorizadas, pueden manejar o aprovechar e invertir fondos provenientes del ahorro privado -(banco, corporación financiera, corporación de ahorro y vivienda, compañía de financiamiento comercial, etc.), así como cualquier denominación que tienda a confundirse con ellos, o pueda crear en los terceros la idea de que se trata de aquellos sujetos facultados por la ley para intervenir en el mercado de dinero en la forma como atrás se explicó, pues las obligaciones que imponen los artículos señalados están enmarcadas dentro del propósito de evitar que, con la utilización de tales denominaciones, se engañe a los terceros sobre la naturaleza de la actividad que se desarrolla con ese nombre. “b. Parámetros objetivos “Si bien las denominaciones genéricas que se señalaron en el sub-aparte anterior denotan el ejercicio de una actividad financiera, es igualmente indicativo de dicho ejercicio el nombre que describe objetivamente la propia actividad. Es ésta una afirmación que no requiere de mayores explicaciones, pues es apenas obvio que el nombre comercial que se identifica con la actividad señalada es indicativo de que la persona que lo utiliza realiza esa actividad y no otra. “En estos términos las denominaciones que incluyen palabras tales como 'financiero', 'ahorro, intermediario financiero o de dinero', o cualquiera otra que indica que la entidad que las utiliza realiza o puede realizar intermediación financiera, quedan incluidas dentro de las previsiones del Decreto 1997 de 1988, y, en consecuencia, deben ser observadas en el cumplimiento de las obligaciones que dicho Decreto impone a las Cámaras de Comercio. Quedan así mismo incluidas en las previsiones del decreto citado las abreviaturas que se identifican con dichas palabras y que pueden inducir al público a creer que se trata de una institución dedicada a actividades de intermediación financiera” 8 . Así mismo, el artículo 109 del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero 9 prohíbe que personas no autorizadas por la Superintendencia Bancaria de Colombia utilicen avisos o 8 Superintendencia Bancaria, oficio 000416 del 4 de enero de 1989. Dicho texto reza: “LIMITACIONES EN LA PUBLICIDAD “Ninguna persona o sociedad, excepto el Banco de la República y aquellas debidamente autorizadas por el Superintendente Bancario, podrá hacer uso de ningún aviso de oficina en el lugar donde haga sus negocios, que contenga un nombre artificial u otras palabras que indiquen que aquel lugar u oficina corresponde a un banco, 9 papelería en los que se indique que su actividad corresponde a la de un banco o cualquiera otra de las instituciones autorizadas. Es claro entonces que el objetivo de las anteriores restricciones es evitar que la utilización de tales expresiones pueda llevar a que el público confunda la actividad realizada por una entidad debidamente autorizada por el Estado, con la ejecutada por aquellas que no reúnen tal condición, de ahí que se incluyan medidas que cobijan restricciones en la utilización de sustantivos, adjetivos y abreviaturas propios de dichas instituciones por parte de personas ajenas a la operación financiera. 4.- Hipótesis sometida a estudio. En el caso bajo análisis se observa que la entidad que pretende constituirse, de acuerdo con la documentación remitida, funcionará como institución financiera o intermediario financiero, con capacidad para captar y colocar recursos. Así pues, conforme a lo anotado dicha actividad sólo puede ser realizado por las personas autorizadas, ya sea por la Superintendencia Financiera o la Superintendencia de Economía Solidaria. En tal sentido, sería necesaria la constitución de un establecimiento de crédito, en cualquiera de sus modalidades para cuyo efecto deberá seguirse el procedimiento señalado en el artículo 53 del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero, en armonía con lo dispuesto en el numeral 1.2 del Capítulo Primero del Título Primero de la Circular Básica Jurídica (Circular Externa 007 de 1996) 10 expedida por esta Entidad, o en su defecto la constitución de una cooperativa de ahorro y crédito o Multiactiva con sección de ahorro, cuya vigilancia le corresponde a la Superintendencia de la Economía Solidaria, a donde podrá acudir para una mayor ilustración. De otra parte, en el evento en que no se constituya como una entidad vigilada por esta Superintendencia no podrá incluir dentro de su razón social la expresión Corporación Financiera de Ahorro y Crédito, tal como se propone, en virtud de la prohibición contenida en el Decreto 1997 de 1988 atrás citado. Así mismo, no sobra advertir que en caso de constituirse sin autorización legal, podrían generarse las correspondientes responsabilidades, tanto administrativas como penales, tal como se indicó a lo largo del presente escrito, toda vez que la captación de dineros del público sin contar con la debida autorización constituye un tipo penal en los términos del artículo 316 corporación financiera, corporación de ahorro y vivienda, compañía de financiamiento comercial, sociedad de servicios financieros o sociedad de capitalización, ni podrá persona alguna usar o circular membretes, encabezamiento de facturas, esqueletos en blanco, documentos, recibos, certificados, circulares o cualquier papel escrito o impreso en todo o en parte, que contengan un nombre artificial o de entidad, u otra palabra o palabras que indiquen que tales negocios son los de una de las entidades mencionadas.” 10 Este instructivo puede ser consultado en nuestro sitio de Internet atrás señalado. del Código Penal, el cual dispone: Quien capte dineros del público, en forma masiva y habitual sin contar con la previa autorización de la autoridad competente, incurrirá en prisión de dos (2) a seis (6) años y multa hasta de cincuenta mil (50.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes”. En tal sentido, se solicita desistir del proyecto en estudio, situación que deberá ser informada a esta Superintendencia. (…).»