Resumen del proyecto de NUEVA PRESTACIÓN ORTOPROTÉSICA Este documento es únicamente para información interna de FEDOP ¿De qué norma hablamos? El Ministerio de Sanidad lleva preparando dos años una Orden Ministerial que cambiará el catálogo de la cartera de servicios, fijará importes de los productos y cómo se tramitará la prestación ortoprotésica. Lo que resumimos aquí es el borrador de ese proyecto, que no será público hasta la primera semana de julio. ¿Qué contiene? el catálogo común: referencias de los nuevos tipos de producto, fija los importes máximos de financiación y los coeficientes de corrección que permiten calcular los precios finales el proceso de Oferta y los requisitos para prescriptores, fabricantes y establecimientos comercializadores (que no tienen que ser necesariamente ortopedia): cómo se incluye, cambia o se da de baja un producto ortoprotésico en la Oferta; cómo se entrega, se garantiza y se factura. ¿Quién ha escrito esta norma y quién la aprueba? El procedimiento y los importes los ha preparado un grupo reducido de funcionarios del Ministerio y de algunas Comunidades Autónomas. Estos han sido respaldados por el Comité asesor para la prestación ortoprotésica, donde están todas las Comunidades y algunos expertos. Cuando se publique el proyecto podremos hacer alegaciones formales durante unas semanas. Si el Consejo Interterritorial lo aprobase en septiembre, la Orden entraría en vigor a principio de 2016 en toda España. ¿Obliga a todas las Comunidades? Sí. Esta orden actualiza el catálogo común de prestación ortoprotésica suplementaria que han de facilitar todas las comunidades autónomas, el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) y las mutualidades de funcionarios, determinando los Tipos de productos y los importes máximos de financiación para cada uno. Las comunidades autónomas adaptarán sus respectivas carteras de servicios a lo dispuesto en esta orden en el plazo máximo de seis meses desde su entrada en vigor. Cada administración sanitaria competente podrá tener un catálogo propio después a partir de esta norma, que será el mínimo común para toda España. ¿Quién podrá prescribir la prestación? El médico especialista en la materia correspondiente a la clínica sobre la que se esté prescribiendo. Sin embargo, las comunidades autónomas podrán establecer en sus respectivos catálogos aquellos Tipos de productos que sólo podrán ser prescritos por un determinado especialistas o por una unidad clínica designada especialmente. ¿Se podrá prescribir una marca o producto concreto? El especialista podrá prescribir un Tipo de producto o directamente un producto. En ese caso, el establecimiento podría dispensar y adaptar otro del mismo Tipo incluida en la Oferta siempre que lo permita la normativa de la correspondiente comunidad autónoma y que el facultativo prescriptor no indique en la prescripción nada en contra de la sustitución. ¿Cómo se va a controlar la prestación y los productos entregados? Los productos incluidos en la Oferta irán dotados de un precinto identificativo particular. El establecimiento que dispense y adapte un producto ortoprotésico que requiera un ajuste básico o una adaptación individualizada al paciente adherirá en la factura (o equivalente) ese precinto como justificante de la adaptación y dispensación y consignará el número de serie o de lote del producto. En el caso de productos a medida, indicará el nombre de la persona responsable de la elaboración y firmará la dispensación. No se podrá colocar ningún elemento que no venga indicado en la prescripción. ¿Por qué fija unos Importes Máximos de Financiación para cada tipo? Las empresas fabricantes o distribuidoras ofertarán al Sistema Nacional de Salud sus productos si sus precios no superan el importe máximo de financiación que se ha fijado para el Tipo de producto en el que se encuadran. Los productos elaborados a medida incluidos en el catálogo común no formarán parte de la “Oferta” pero sí se incluirán clasificados en los correspondientes Tipos de productos. Los productos que reúnan todas las características para estar dentro de los Tipos de productos del catálogo común, pero que superen el IMF, no serán aceptados en la Oferta. El Ministerio dejará que las empresas los comuniquen “a título informativo”. Sólo serán financiables por el Sistema Nacional de Salud los productos ortoprotésicos incluidos en la Oferta - salvo en el caso de productos a medida, en los que se financiarán todos aquellos productos que respondan a la denominación genérica del correspondiente Tipo de producto- y no superen el respectivo IMF. ¿Qué incluye el Importe Máximo de Financiación? El IMF es el precio máximo que la Administración quiere pagar en general por un Tipo de producto. Para un producto específico (por ejemplo, un modelo concreto de una marca) la Administración quiere que exista un Precio de Oferta concreto, que siempre ha de ser menor que el IMF para ese Tipo de producto. El Precio de Oferta incluiría los márgenes de la distribución y de los establecimientos sanitarios dispensadores y adaptadores (ortopedias u otros), los costes de adaptación o de elaboración individualizada y los impuestos. La Orden establece los “coeficientes de corrección” para calcular los precios de Oferta a partir de los precios de venta de las empresas fabricantes. Estos coeficientes dependen de dos variables: un factor que varía en función del precio de empresa del que se parte, siendo más alto para los 1.000 primeros euros e inferior para el resto del precio de empresa (F), un factor que tiene en consideración el grado de complejidad de la elaboración (A); para ello indica junto a cada Tipo si requiere un ajuste básico o una adaptación individualizada al paciente, con su respectivo grado de complejidad, si es realizado a medida o si se trata de un componente, accesorio o recambio. Precio de Oferta sin impuestos = (Precio de empresa x F) + A Valor del factor F F = 1,30 F = 1,20 Para los 1.000 primeros euros de precio del fabricante Para el resto del precio de fabricante (a partir de 1.000 €) Grado de complejidad de elaboración BAS ADAP1 ADAP2 ADAP3 COMP0 COMP1 Por ejemplo, manga con precio de coste 50€ se podría vender al público por 75€ COMP2 COMP3 Valor del factor A A=10€ A=20€ A=50€ A=120€ A=0€ A=0€ A=20€, prescrito como recambio A=20€ A=50€ ¿Se ha calculado bien el grado de adaptación? Existen errores evidentes en el grado de elaboración exigido, pero además existe una tendencia constante a minusvalorar el grado y tiempo de intervención que requerirá la dispensación del producto. En general se considera una adaptación básica o de tipo 1 para casi todos los productos que no son a medida, lo que supone un importe de entre 10 y 20€ por producto. Se trata de una contraprestación insuficiente para los trabajos de toma de medidas, colocación, seguimiento y, como dice la norma, “cuantas rectificaciones imputables a la elaboración y adaptación sean precisas”. Por ejemplo, cualquier silla de ruedas manual plegable con reposabrazos y reposapiés desmontables y/o abatibles y regulables, para pacientes de más de 130 kg, se considerará de adaptación básica (un módulo de 10€ para la ortopedia) y se le pedirá una vida de 36 meses, por un importe de venta inferior a 376,85€ ¿Se ha calculado bien el IMF? En bastantes referencias se indica un importe poco real, sobre todo en los más complejos o de gamas medias. Los productos que se pueden suministrar por esos precios nunca cumplirían con la vida media indicada y estarían fuera de las normativas. En muchos de los Tipos el IMF indicado deja fuera a la mayor parte de productos para esa referencia, sobre todo los de “última generación”, e incluso en algunos Tipos los precios de financiación no son suficientes para ninguno de los productos realmente existentes. Por ejemplo, taco abductor 70.93€, mando a mentón 1455,15€ ¿Pueden cambiar los Importes? La normativa dice que se revisarán una vez al año por el Comité del Ministerio, aunque en realidad habrá una primera etapa de tira y afloja con los precios durante el primer año en función de cómo vean qué se demanda y a cuánto ascienden los costes. Nuestro temor es que en realidad el Ministerio siempre podrá bajar los Importes Máximos de Financiación arbitrariamente, expulsando así de hecho a los productos que hubieran notificado un p recio superior de Oferta (que incluye la parte de la ortopedia) o de empresa (sólo coste) . En cambio, si un fabricante necesita o quiere cambiar su precio de coste o de oferta, el nuevo precio tendrá que ser inferior al IMF, no entrará en vigor a los tres meses de la notificación a la empresa de la aceptación de dicha alteración, y no podrá solicitar una nueva modificación del precio hasta que haya transcurrido, al menos, un año. ¿Podrán los pacientes completar la financiación pública? No, a menos que expresamente lo autorice la administración sanitaria competente. Los establecimientos dispensadores no podrán cobrar al usuario, cuando se trate de un producto facilitado a cargo del Sistema Nacional de Salud, cantidades adicionales al precio de Oferta con impuestos. Si un paciente quiere un producto que no está dentro de la Oferta pierde el derecho a la financiación pública. ¿Qué significa la vida media útil que viene en la norma para cada Tipo? La renovación de los productos susceptibles de la misma no podrá solicitarse antes de haber transcurrido el periodo de vida media fijado para cada Tipo de producto, excepto: niños en los que se requiere una adecuación a la etapa de crecimiento, pacientes por evolución de su patología o cambios antropométricos. En ambos casos el prescriptor debe justificarlo debidamente. La prestación no se renovará automáticamente al pasar el período de vida media, sino que además deberá ser valorada específicamente por el prescriptor. ¿Se ha calculado bien la vida media? En general los plazos de renovación son demasiado largos, algunos van más allá de la garantía de los fabricantes. Son especialmente amplios para los productos pediátricos o de uso continuo, como las prendas de compresión, que tienen indicado un período de 12 meses. Por ejemplo, las silla plegable en libro y la rígida basculante para niños no cumplen con la normativa de traslado en vehículos adaptados, son sillas de pésimo posicionamiento que perjudicarían el desarrollo del niño. El periodo de renovación de 36 meses es excesivo para cualquier niño en plena edad de crecimiento. ¿Qué sucede con las innovaciones y los stocks? Los requisitos para que una empresa incluya, cambie o dé de baja una referencia son muy complejos, y siempre están condicionados a que vayan por debajo del importe máximo de financiación. Además los plazos son tremendamente largos. Existen problemas para la gestión de stocks: porque si un producto no se renueva para dos años más, el sistema lo da de baja en la Oferta, con lo que ya no se podrían prescribir ni colocar las existencias; porque cuando una empresa se dé de baja en la Oferta, automáticamente sus productos se darán de baja, aunque exista en distribuidoras o en establecimientos.