Número de registro: 21698 Novena Época Instancia: Tribunales

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AMPARO EN REVISIÓN 75/2009.
Número de registro: 21698
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo XXX, Agosto de 2009
Página: 1486
AMPARO EN REVISIÓN 75/2009. **********
CONSIDERANDO:
CUARTO. Los agravios son fundados.
En efecto, el Juez de Distrito realizó una indebida interpretación de los artículos 575 y 582
del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, porque la calidad de ejecutante
sólo libera de presentar la postura para el remate en billete de depósito, como ocurre para el
postor pero no implica que se surta la hipótesis de ese precepto, para tener derecho a la
adjudicación del bien inmueble objeto del remate en una cantidad diferente al precio del
avalúo.
Los artículos 573, 574, 575, 579, 580, 582 y 583 del Código de Procedimientos Civiles para
el Distrito Federal establecen lo siguiente:
"Artículo 573. Es postura legal la que cubra las dos terceras partes del avalúo o del precio
fijado a la finca hipotecada por los contratantes, con tal de que la parte de contado sea
suficiente para pagar el crédito o créditos que han sido objeto del juicio y las costas.
"Cuando por el importe del avalúo no sea suficiente la parte de contado para cubrir el crédito
o créditos y las costas, será postura legal las dos tercias partes del avalúo dadas al contado."
"Artículo 574. Para tomar parte en la subasta, deberán los licitadores consignar previamente
en el establecimiento de crédito destinado al efecto por la ley, una cantidad igual por lo
menos al diez por ciento efectivo del valor de los bienes, que sirva de base para el remate, sin
cuyo requisito no serán admitidos.
"Se devolverán dichas consignaciones a sus respectivos dueños acto continuo al remate,
excepto la que corresponda al mejor postor, la cual se reservará en depósito como garantía
del cumplimiento de su obligación y en su caso como parte del precio de la venta."
"Artículo 575. El ejecutante podrá tomar parte en la subasta y mejorar las posturas que se
hicieren, sin necesidad de consignar el depósito prevenido en el artículo anterior."
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"Artículo 579. El día del remate a la hora señalada, pasará el Juez personalmente lista de los
postores presentados y concederá media hora para admitir a los que de nuevo se presenten.
Concluida la media hora el Juez declarará que va a procederse al remate y ya no admitirá
nuevos postores. Enseguida revisará las propuestas presentadas, desechando desde luego las
que no tengan postura legal y las que no estuvieren acompañadas del billete de depósito a que
se refiere el artículo 574."
"Artículo 580. Calificadas de buenas las posturas, el Juez las leerá en alta voz por sí mismo o
mandará darles lectura por la secretaría, para que los postores presentes puedan mejorarlas. Si
hay varias posturas legales, el Juez decidirá cuál sea la preferente.
"Hecha la declaración de la postura considerada preferente, el Juez preguntará si alguno de
los licitadores la mejora. En caso de que alguno la mejore dentro de los cinco minutos que
sigan a la pregunta, interrogará de nuevo si algún postor puja la mejora; y así sucesivamente
con respecto a las pujas que se hagan. En cualquier momento en que, pasados cinco minutos
de hecha la pregunta correspondiente, no se mejorare la última postura o puja, declarará el
tribunal fincado el remate en favor del postor que hubiere hecho aquélla y lo aprobará en su
caso.
"La resolución que apruebe o desapruebe el remate será apelable en ambos efectos."
"Artículo 582. No habiendo postor quedará al arbitrio del ejecutante pedir en el momento de
la diligencia que se le adjudiquen los bienes por el precio del avalúo que sirvió de base para
el remate o que se saquen de nuevo a pública subasta con rebaja del veinte por ciento de la
tasación.
"Esta segunda subasta se anunciará y celebrará en igual forma que la anterior."
"Artículo 583. Si en ella tampoco hubiere licitadores, el actor podrá pedir o la adjudicación
por el precio que sirvió de base para la segunda subasta o que se le entreguen en
administración los bienes para aplicar sus productos al pago de los intereses y extinción del
capital y de las costas."
Conforme a la interpretación sistemática, literal y funcional de los artículos anteriormente
transcritos, es postura legal la que cubre las dos terceras partes del avalúo, con tal de que la
parte de contado sea suficiente para pagar el crédito o créditos que han sido objeto del juicio
y las costas.
Quienes deseen comparecer como postores en la subasta deben consignar una cantidad
equivalente al menos al diez por ciento del valor de los bienes que sirva de base para el
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remate y la consignación se devolverá excepto la que corresponda al mejor postor, la que
quedará en garantía del cumplimiento de su obligación y, en su caso, como parte del pago del
precio de la venta.
El ejecutante puede tomar parte en la subasta y mejorar las posturas que se hicieren, sin
necesidad de consignar el depósito necesario que se exige a los postores para garantizar su
postura.
Por tanto, el ejecutante también tiene el derecho a comparecer con la calidad de postor,
solamente que como acreedor, su crédito existente que motiva la ejecución justifica que
quede exento de consignar el depósito que se le exige al resto de los postores. Sin embargo, el
que pueda tener los mismos derechos que un postor y que comparezca a la almoneda
ostentando esta última calidad, no significa que si no hay postores, pueda resultar beneficiado
por lo establecido en el artículo 582 del Código de Procedimientos Civiles, y que pueda
obtener la adjudicación en la cantidad equivalente a las dos terceras partes del avalúo, ya que
el precepto antes citado claramente distingue al ejecutante del postor.
En efecto, el artículo 582 citado, en primer lugar regula la ausencia de postor y, como
consecuencia de esa situación, atribuye al ejecutante el derecho a la adjudicación por el
precio del avalúo que sirvió de base para el remate. De modo que no basta que el ejecutante
afirme que comparece como ejecutante y postor, para que se concluya que como ostenta la
calidad de postor pueda adjudicarle el bien rematado en las dos terceras partes del precio del
avalúo, ya que su situación especial de ejecutante está claramente regulada, puesto que una
cosa es que el ejecutante tenga los mismos derechos que un postor y otra que pierda su
calidad de ejecutante con una situación regulada de manera especial en cuanto a su derecho a
la adjudicación en un precio distinto al del postor.
La diferencia entre ejecutante y postor deriva de la naturaleza misma del procedimiento de
remate que tiene como finalidad realizar la venta forzosa de un bien del deudor, convocando
postores que son cualquier persona que pueda interesarse en adquirir el bien, a partir de que
tenga conocimiento para intervenir oportunamente, a fin de obtener la cantidad necesaria para
cubrir las prestaciones de dar a las que haya sido condenada la parte demandada dentro de un
juicio.
La diligencia de remate comprende cuatro etapas:
La primera, en la que el juzgador pasa lista de postores presentados y determina la admisión o
rechazo de las posturas, de acuerdo con el cumplimiento de los requisitos legales;
La segunda, la lectura de las posturas y la declaración de cuál de ellas es preferente, misma
que constituye una declaración de voluntad en la que acepta adquirir en el precio fijado y en
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las condiciones estipuladas, siendo requisito para su legalidad que se cubran dos terceras
partes del avalúo o el precio fijado.
La tercera, en la que se da oportunidad a los postores para mejorar su oferta mediante pujas
sucesivas y obtener así el mayor precio posible.
Finalmente, la cuarta, consistente en la adjudicación del bien al mejor postor.
El anterior procedimiento encuentra justificación en que mediante el remate se dispone de los
bienes propios del deudor para que con su importe se pague al acreedor, ante la imposibilidad
de lograr el cumplimiento voluntario de la sentencia, pretendiéndose que los bienes se
subasten en el mayor precio posible.
En ese contexto, la posición del acreedor frente al deudor queda en equilibrio en la medida en
que si acuden postores, el acreedor puede participar en la subasta sin que deba realizar la
consignación que garantice su postura, porque su crédito declarado en la sentencia ejecutoria
es suficiente para ese fin, pero si no acuden postores o si acudiendo no realizan su actuación
conforme a la naturaleza de licitador, porque no presente ninguna puja, queda en la misma
situación como si no hubieran asistido, porque es claro que su asistencia solamente se
justifica si participan sosteniendo su postura y una puja, y así se realiza la voluntad del
legislador de que se haga la venta forzosa para pagar con su producto al acreedor pero, si
solamente acude a la diligencia y no actúa, en realidad es la misma situación que se da
cuando no acude ningún postor.
Luego, en tal supuesto, el ejecutante quien también asiste a la almoneda solamente tiene
derecho a la adjudicación en el precio del avalúo o a que se saquen a remate a una segunda
subasta con rebaja del veinte por ciento de la tasación, lo que encuentra justificación en el
hecho de que el fin de la subasta es que ante la concurrencia de postores el bien pueda
rematarse en el mayor precio posible y evitar que el deudor resienta una pérdida en su
patrimonio por no haber acudido postores.
En caso de una segunda subasta, sin que existan de nueva cuenta postores, el acreedor puede
pedir la adjudicación en el precio de la segunda subasta o que se le entreguen en
administración los bienes para aplicar sus productos al pago de los intereses y extinción del
capital y de las costas.
Lo anterior tampoco implica que el precio en el que deba adjudicarse un bien se encuentre al
arbitrio del ejecutado para no afectar sus intereses económicos, puesto que el monto que
servirá como base para el remate debe determinarse con base en las disposiciones legales
aplicables al caso.
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Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis sustentada por este Tribunal Colegiado, publicado en la
página mil doscientos veinticinco, Tomo XII, agosto de dos mil, del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, del rubro y texto siguientes:
"REMATE EN ÚLTIMA ALMONEDA. EL PRECIO EN QUE SE ADJUDIQUE EL BIEN
EMBARGADO, NO DEPENDE DE LA VOLUNTAD DEL DEUDOR, SINO DE LA
DISPOSICIÓN EXPRESA DE LA LEY. Conforme a los artículos 1411 y 1412 del Código
de Comercio, 571, 573, 575, 582 y 583 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito
Federal, de aplicación supletoria al primero, la postura legal es la que cubre las dos terceras
partes del avalúo, con tal de que la parte de contado sea suficiente para pagar el crédito o
créditos que han sido objeto del juicio y las costas, y el ejecutante puede tomar parte en la
subasta y mejorar las posturas que se hicieren, sin necesidad de consignar el depósito
necesario que se exige a los postores para garantizar su postura. Cuando no haya postor, el
ejecutante puede pedir en el momento de la diligencia que se le adjudiquen los bienes por el
precio del avalúo que sirvió de base para el remate o que se saquen a remate a una segunda
subasta con rebaja del veinte por ciento de la tasación, y si en esta última tampoco hay
postores, el actor puede pedir o la adjudicación por el precio que sirvió de base para la
segunda subasta, o que se le entreguen en administración los bienes para aplicar sus
productos al pago de los intereses y extinción del capital y de las costas. Las disposiciones
relativas a que el inmueble embargado se saque a remate convocando a postores en subasta
pública y se adjudique al mejor postor, así como que sea postura legal la que cubra las dos
terceras partes del avalúo, que ante la ausencia de postores se saque a remate en una segunda
subasta con rebaja del veinte por ciento del precio de avalúo, y que el ejecutante pueda
solicitar que se le adjudique el bien inmueble en el precio que sirvió de base para la subasta,
concilian el interés del acreedor para que se le pague en contra de la voluntad del dueño, dado
que ante su incumplimiento, existe una sentencia que así lo declara y le condena, con el
interés de la sociedad en que los deudores cumplan forzosamente con sus obligaciones, y el
interés de éstos con la garantía de audiencia que permite que sean oídos antes del acto de
privación definitivo; así como la obligación del Estado de administrar justicia a fin de
salvaguardar el orden y estabilidad social con la resolución de los litigios. De modo que
como se trata de una venta forzosa, el precio en que se adjudique el inmueble embargado no
depende de la voluntad del deudor, sino de la disposición expresa de la ley, y el ejecutante,
aun sin cumplir con los requisitos que la ley exige para los postores, puede solicitar que le sea
adjudicado el bien en el precio fijado como base para el remate en la última almoneda."
Entonces, cuando sólo comparezca el ejecutante en su carácter de postor natural, éste puede
pedir en el momento de la diligencia que se le adjudiquen los bienes por el precio del avalúo
que sirvió de base para el remate o que se saquen a remate a una segunda subasta con rebaja
del veinte por ciento de la tasación, pues si bien es cierto que el cumplimiento de las
sentencias es de orden público y que el procedimiento de remate se inicia ante la falta de
pago de las cantidades a las que fue condenado el demandado, también lo es que tal
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circunstancia no implica, en modo alguno, que ante el incumplimiento del deudor deba
afectarse su patrimonio y adjudicar el inmueble objeto del remate en la primera almoneda al
ejecutante por el equivalente a las dos terceras partes del precio fijado en el avalúo.
El acreedor en su carácter de ejecutante, si bien es cierto que tiene la calidad de postor natural
en la subasta y puede intervenir en cualquier momento, también lo es que sólo puede hacerlo
para mejorar las propuestas de otros postores, o bien, puede solicitar que se le adjudique el
bien en la primera almoneda siempre que sea por la totalidad del precio que sirvió de base
para el remate, de conformidad con el artículo 582 del Código de Procedimientos Civiles para
el Distrito Federal; de ahí que, el hecho de que haya comparecido como único postor y haya
ofrecido una cantidad inferior al precio fijado en el avalúo que sirvió como base, no obligaba
al Juez a adjudicarle el bien por ese monto, porque no compareció a mejorar la propuesta de
otro postor para que, de esta manera, se obtuviera la mayor cantidad posible derivada de esa
venta judicial.
En consecuencia, si la parte actora no tuvo oportunidad de mejorar propuestas ante la
ausencia de otros postores y su intención era que se le adjudicara el bien en la primera
almoneda, debió solicitarlo en términos del artículo 582 del Código de Procedimientos
Civiles para el Distrito Federal, puesto que no estaba facultada para solicitar la adjudicación
del bien en primera almoneda ante la ausencia de postores, por las dos terceras partes del
precio señalado en el avalúo, ya que ese parámetro sólo es aplicable para quienes desean
participar en la subasta y que no tienen el carácter de ejecutantes.
Las consideraciones antes expuestas se corroboran con lo establecido en la parte final del
primer párrafo del artículo 582 y 583 del código adjetivo civil vigente en el Distrito Federal,
que establecen que en caso de que no comparezcan postores a la primera almoneda y el
ejecutante no solicite la adjudicación del bien por el precio del avalúo, puede sacarse de
nuevo con rebaja del veinte por ciento, es decir, aun en la segunda almoneda el ejecutante no
puede ofrecer las dos terceras partes del avalúo, sino el ochenta por ciento de éste, por lo que
si en la segunda almoneda tampoco comparecen postores, podrá pedir que se le adjudique en
el precio que sirvió como base para la segunda subasta o que se le entregue en administración
para aplicar sus productos al pago de intereses y extinción de capital y de costas.
Sirve de apoyo a lo anterior, el criterio de este Tribunal Colegiado, publicado en la página
mil doscientos, Tomo XVIII, julio de dos mil tres, del Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Novena Época, del rubro y texto siguientes:
"REMATE. LA SUBASTA ES PÚBLICA Y TIENE COMO FINALIDAD QUE
CUALQUIER PERSONA PUEDA COMPARECER COMO POSTOR Y EL EJECUTANTE
PUEDA PARTICIPAR SIN QUE DEBA CONSIGNAR EL BILLETE DE DEPÓSITO QUE
GARANTICE SU POSTURA (LEGISLACIÓN DEL DISTRITO FEDERAL). De las
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disposiciones que en el Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal vigente
regulan el remate, se desprende que debe ser público, en virtud de que es esencial dar
oportunidad a cualquier persona que pueda interesarse a que tenga conocimiento e intervenga
en él oportunamente, esto es, cualquier persona puede comparecer como postor, incluyendo
el acreedor rematante y acreedores citados, con la finalidad de que puedan manifestar su
voluntad de adquirir el bien en remate ante la presencia judicial; diligencia que comprende
cuatro etapas: la primera, en la que el Juez pasa lista de postores presentados y determina la
admisión o rechazo de las posturas, según llenen o no los requisitos legales; la segunda, la
lectura de las posturas y la declaración de cuál de ellas es preferente, misma que constituye
una declaración de voluntad en la que acepta adquirir en el precio fijado y en las condiciones
estipuladas, siendo requisito para su legalidad que se cubran dos terceras partes del avalúo o
el precio fijado; la tercera, en la que se da oportunidad a los postores para mejorar su oferta
mediante pujas sucesivas y obtener así el mayor precio posible; y la cuarta, consistente en la
adjudicación del bien al mejor postor. El anterior procedimiento encuentra justificación en
que mediante el remate se dispone de los bienes propios del deudor para que con su importe
se pague al acreedor, ante la imposibilidad de lograr el cumplimiento voluntario de la
sentencia, pretendiéndose que los bienes se subasten en el mayor precio posible. En ese
contexto, la posición del acreedor frente al deudor queda en equilibrio en la medida en que si
acuden postores, el acreedor puede participar en la subasta sin que deba realizar la
consignación que garantice su postura, porque su crédito declarado en la sentencia ejecutoria
es suficiente para ese fin, máxime que si no acuden postores solamente tiene derecho a la
adjudicación en el precio del avalúo o a que se saquen a remate a una segunda subasta con
rebaja del veinte por ciento de la tasación, lo que encuentra justificación en el hecho de que el
fin de la subasta es que ante la concurrencia de postores el bien pueda rematarse en el mayor
precio posible y evitar que el deudor resienta una pérdida en su patrimonio por no haber
acudido postores; en caso de esperar una segunda subasta, sin que existan de nueva cuenta
postores, el acreedor puede pedir la adjudicación en el precio de la segunda subasta o que se
le entreguen en administración los bienes para aplicar sus productos al pago de los intereses y
extinción del capital y de las costas; de todo ello se concluye la existencia de un trámite
específico para que el bien se saque a remate en subasta pública."
En tales condiciones, es evidente que las disposiciones relativas a que el inmueble embargado
se saque a remate convocando a postores en subasta pública y se adjudique al mejor postor,
así como que sea postura legal la que cubra las dos terceras partes del avalúo, que ante la
ausencia de postores se adjudique al ejecutante por el precio del avalúo, o bien, se saque a
remate en una segunda subasta con rebaja del veinte por ciento del precio de avalúo, y que el
ejecutante pueda solicitar que se le adjudique el bien inmueble en el precio que sirvió de base
para la subasta, concilian el interés del acreedor para que se le pague en contra de la voluntad
del dueño, dado que ante su incumplimiento, existe una sentencia que así lo declara y lo
condena, con el interés de la sociedad en que los deudores cumplan forzosamente con sus
obligaciones, y el interés de éstos con la garantía de audiencia que permite que sean oídos
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antes del acto de privación definitivo; así como la obligación del Estado de administrar
justicia a fin de salvaguardar el orden y estabilidad social con la resolución de los litigios.
Dicha conciliación debe salvaguardar el equilibrio entre cada uno de los interesados a fin de
no otorgar ventajas ni privilegios a ninguna de las partes.
No queda inadvertida la circunstancia de que en el caso sí compareció una postora a la
audiencia de remate aunque durante esa diligencia se retiró, por considerar que su postura no
era preferente, tal como se advierte de la siguiente transcripción:
"En la ciudad de México, Distrito Federal, siendo las diez horas con treinta minutos del día
cuatro de septiembre del año dos mil ocho, día y horas señalados para la celebración de la
presente audiencia de remate en primera almoneda, ante el C. Juez Octavo de lo Civil,
licenciado Julio Gabriel Iglesias Gómez y C. Secretario de Acuerdos, licenciado Víctor A.
Méndez Martínez, se hace constar que comparecen los coactores señores ********** quien
en este acto se identifica con su cédula profesional número ********** expedida por la
Dirección General de Profesiones, dependiente de la Secretaría de Educación Pública.
Asimismo, comparece el señor ********** quien en este acto se identifica con copia
certificada de su cédula profesional número ********** expedida por la Dirección General
de Profesiones, dependiente de la Secretaría de Educación Pública. Así como el señor
********** quien en este acto se identifica con copia certificada de su cédula profesional
número ********** expedida por la Dirección General de Profesiones, dependiente de la
Secretaría de Educación Pública. Así como el señor ********** quien se identifica con
credencial de elector con número de folio ********** expedida por el Instituto Federal
Electoral. Asimismo comparece la señora ********** en su carácter de postora, quien se
identifica con credencial de elector con número de folio ********** expedida por el Instituto
Federal Electoral. Asimismo se hace constar que no comparece la parte demandada ni
persona alguna que legalmente la represente. El C. Juez declara formalmente abierta la
presente audiencia. Enseguida el secretario de Acuerdos da cuenta con una promoción
presentada a este juzgado con esta misma fecha, registrada en el libro de promociones con el
número 11, misma que se acuerda de la siguiente manera: A sus autos el escrito de cuenta de
********** y ********** con el que acompaña copias certificadas por el C. Secretario de
Acuerdos del Juzgado Noveno de lo Civil de esta ciudad, visto lo manifestado dígase a los
ocursantes que no ha lugar a proveer de conformidad lo solicitado y que en lo conducente
deberá de estarse a constancias de autos. Notifíquese. Enseguida el secretario de Acuerdos da
cuenta con una promoción presentada a este juzgado con esta misma fecha, registrada en el
libro de promociones con el número 17, misma que se acuerda de la siguiente manera: A sus
autos el escrito de cuenta de ********** a quien se le tiene por presentada en su carácter de
postora en el presente juicio, con el que acompaña el billete de depósito número **********
por la cantidad de cuatrocientos diez mil pesos 00/100 moneda nacional, mismo que se
manda guardar en el seguro del juzgado para los efectos legales a que haya lugar.
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Notifíquese. Enseguida el secretario de acuerdos da cuenta con una promoción presentada a
este juzgado con esta misma fecha, registrada en el libro de promociones con el número 18,
misma que se acuerda de la siguiente manera: Se tiene por presentado a ********** en su
carácter de coactores y la última persona mencionada en su carácter de apoderado del señor
********** con el que se acompaña testimonio notarial número ********** pasado ante la
fe del notario público número 104 del Estado de México, mismo que se manda agregar a los
presentes autos para los efectos legales a que haya lugar. Se tienen por hechas las
manifestaciones de los promoventes las cuales serán tomadas en consideración en su
momento procesal oportuno. Notifíquese. Se hace constar que la audiencia se lleva a cabo en
los términos ordenados en proveído de fecha veintisiete de junio del año en curso,
encontrándose presente únicamente las partes antes mencionadas y el postor, no así la parte
demandada ni persona alguna que legalmente la represente, no obstante de habérsele llamado
por tres ocasiones en voz alta. Continuándose con la audiencia y con fundamento en el
artículo 578 del Código de Procedimientos Civiles, el suscrito Juez procede a revisar
escrupulosamente el expediente a fin de verificar si se dio cumplimiento a las publicaciones
ordenadas en autos. Enseguida y con fundamento en el artículo 579 del código procesal civil,
se procede a conceder la media hora de espera a efecto de que comparezcan postores a la
presente audiencia de remate, la cual inicia a las diez horas con cuarenta y cinco minutos del
día en que se actúa. El secretario de acuerdos certifica que la media hora de espera a efecto de
que comparezcan postores inicia a las diez horas con cuarenta y cinco minutos y concluye a
las once horas con quince minutos del día en que se actúa. Conste. Habiéndose requerido a
los encargados de la oficialía de partes y archivo de este juzgado manifiestan que no hay
promociones pendientes de acuerdo, asimismo, no comparece postor alguno conste. El C.
Juez acuerda.-Vista la certificación que antecede y toda vez que no ha comparecido postor
alguno a la diligencia de remate, se determina no recibir postor alguno, y procédase a
continuar con el remate del bien inmueble materia de la presente diligencia. A continuación y
en uso de la palabra concedida a la señora ********** manifiesta que: Haciendo uso de la
palabra y siendo que mi postura no ha sido la preferente, me retiro del presente proceso de
remate, pidiendo me sea debidamente devuelto y endosado a mi favor el billete de depósito
que presenté como garantía para mi participación en el presente remate. El C. Juez acuerda:
Se tienen por hechas las manifestaciones de la pencionada (sic) postora y como se solicita se
retira de la presente audiencia de remate, en tal virtud devuélvasele el billete de depósito,
debidamente endosado y entréguesele por persona que autoriza en el escrito presentado con
esta misma fecha. En uso de la palabra la parte actora manifiesta: que toda vez que no se ha
mejorado la postura de la parte ejecutante solicito, se declare la misma preferente por las
casas ubicadas en las calles de ********** número 74, correspondientes a la número siete en
dos millones setecientos mil pesos; a la número nueve en dos millones trescientos setenta y
cinco mil pesos; a la número catorce en dos millones doscientos cuarenta y cinco mil pesos;
todas ellas en ********** es esta ciudad, casas y terrenos, con todo lo que de hecho y por
derechos les corresponda, y toda vez que las sumas de dichas cantidades resulta inferior a las
cantidades sentenciadas a su favor por concepto de suerte principal, de intereses y de costas,
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tener por reservados sus derechos, respecto del remate correspondiente; los inmuebles de
referencia deberán adjudicarse a los coactores en la proporción que les corresponde el crédito
hipotecario, esto es en copropiedad al señor ********** en un treinta y tres punto tres mil
trescientos cuarenta por ciento, y a los señores ********** en un dieciséis punto seis mil
seiscientos sesenta y cinco por ciento cada uno. El C. Juez acuerda: Se tienen por hechas las
manifestaciones de la parte actora y como lo solicita se adjudican las casas ubicadas en las
calles de ********** número 74-7 (casa 7) en ********** México, Distrito Federal en la
cantidad de dos millones setecientos mil pesos; el inmueble ubicado en las calles de
********** número setenta y cuatro quin (sic) nueve (casa nueve) en ********** México,
Distrito Federal en la cantidad de dos millones trescientos setenta y cinco mil pesos. El
inmueble ubicado en las calles de ********** número setenta y cuatro quion (sic) catorce
(casa catorce) en ********** México, Distrito Federal en la cantidad de dos millones
doscientos cuarenta y cinco mil pesos; precios que sirvieron de remate para esta almoneda,
ello con fundamento en lo dispuesto en el artículo 582 del Código de Procedimientos Civiles
para los efectos legales a que haya lugar, asimismo, se tienen por reservados sus derechos a
que hace mención para ejercitarlos en su oportunidad. En consecuencia, túrnense los
presentes autos a la vista del suscrito para dictar la sentencia interlocutoria correspondiente.
Notifíquese. Con lo que se da por concluida la presente audiencia siendo las doce horas con
quince minutos de la fecha al inicio señalada, firmando quienes en ella intervinieron en unión
del C. Juez y C. Secretario de Acuerdos que autoriza y da fe. Doy fe."
De la anterior transcripción se advierte que, efectivamente, compareció una persona a la
audiencia de remate, sin embargo, aun cuando mediante escrito presentado en la misma fecha
de la audiencia, precisó cuáles serían sus posturas respecto de cada uno de los inmuebles
(fojas 263 a 265 del cuaderno de pruebas), no se advierte que haya existido puja en relación
con la que hubiese ofrecido el ejecutante como postor y, solamente consta que se retiró al no
haberse elegido su postura como preferente, sin que en la diligencia conste actuación judicial
en la que se hayan precisado cuáles fueron las posturas y frente a cuál no fue preferente; por
ende, no se asentaron cuáles fueron las posturas ni en qué momento se definió como
preferente la postura del ejecutante de conformidad con lo establecido en el artículo 580 del
Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, para que una vez realizada dicha
declaratoria se procediera a dar la oportunidad de mejorar la postura preferente o retirarse de
la puja. De ahí que si la postora que compareció a la audiencia distinta al ejecutante se retiró
de la diligencia, sin la actuación judicial de que se trata, aparece como si no hubiera existido
postor. En consecuencia, no es posible considerar válida la adjudicación del bien a la parte
actora en la postura legal que ofreció en la audiencia, ya que no equivale a la totalidad de la
cantidad señalada por cada inmueble en la actualización del avalúo y, en el caso, no existió
puja para mejorar su propuesta aun cuando compareció una postora.
En efecto, de la actualización de dictamen que obra a fojas doscientos cuatro a doscientos
doce del cuaderno de pruebas, se advierte que los inmuebles fueron valuados en las siguientes
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cantidades:
"Conclusiones:
"Casa 7: $4,010,982.41 (cuatro millones diez mil novecientos ochenta y dos pesos con
cuarenta y un centavos moneda nacional).-Casa 9: $3,536,226.16 (tres millones quinientos
treinta y seis mil doscientos veintiséis pesos con dieciséis centavos moneda nacional).-Casa
14: $3,343,970.13 (tres millones trescientos cuarenta y tres mil novecientos setenta pesos con
trece centavos moneda nacional)."
La parte actora ofreció como postura legal, las siguientes cantidades:
"1) Las calles de ********** número setenta y cuatro guión siete, (casa siete) en
********** México, Distrito Federal: Formulando postura por la cantidad de $2,700,000
(dos millones trescientos setenta y cinco mil pesos) (sic).-2) Las calles de **********
número setenta y cuatro guión nueve (casa nueve) en ********** México, Distrito Federal:
formulando postura por la cantidad de $2,375,000 (dos millones trescientos setenta y cinco
mil pesos).-3) Las calles de ********** número setenta y cuatro guión catorce (casa catorce)
en ********** México, Distrito Federal: formulando postura por la cantidad de $2,245,000
(dos millones doscientos cuarenta y cinco mil pesos)." (foja 267 del cuaderno de pruebas del
juicio de amparo 973/2008-II).
De la transcripción anterior se advierte que la parte actora propuso como postura legal
cantidades inferiores al valor de cada uno de los inmuebles; por tanto, aun cuando
inicialmente hubiera comparecido un postor que fijó su postura en $2,675,000.00 (dos
millones seiscientos setenta y cinco mil pesos 00/100 M.N.), respecto de la casa identificada
con el número siete; $2,357,486.00 (dos millones trescientos cincuenta y siete mil
cuatrocientos ochenta y seis pesos 00/100 M.N.), respecto de la casa identificada con el
número nueve y $2,230,000.00 (Dos millones doscientos treinta mil pesos 00/100 M.N.),
respecto de la casa identificada con el número catorce, tal como se advierte del escrito que
obra a fojas doscientos sesenta y tres a doscientos sesenta y cinco del cuaderno de pruebas
del juicio de amparo 973/2008-II, tal circunstancia resulta insuficiente para que se le
adjudicaran los bienes en las cantidades que propuso el ejecutante, puesto que el hecho de
que su propuesta inicial fuera más alta que la ofrecida por la postora, no significa que haya
mejorado alguna postura puesto que se trataba de la propuesta inicial, por ende, el Juez debía
declarar qué postura legal debía considerarse como preferente para que, a partir de ese
momento, los postores pudieran mejorarlas y, una vez que esto ocurriera, es decir, que se
mejorara la postura seleccionada como preferente, podía adjudicarse el inmueble al
ejecutante en la última cantidad que se hubiese fijado aun cuando fuera inferior al precio
establecido en el avalúo.
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AMPARO EN REVISIÓN 75/2009.
Lo anterior encuentra sustento en el contenido del artículo 580 del Código de Procedimientos
Civiles para el Distrito Federal, antes transcrito, que establece que cuando existan varias
posturas calificadas de legales el Juez debe decidir cuál es la preferente y, una vez
seleccionada ésta, se les preguntará a los licitadores si la mejoran; por tanto, si la única
postora que compareció a la audiencia, además del ejecutante, se retiró antes de que el Juez
pudiera preguntar si mejoraba o no la propuesta, no puede considerarse que su sola presencia
en la parte inicial fue suficiente para que la parte actora pudiera adjudicarse los inmuebles en
las cantidades que propuso, puesto que una vez que fue seleccionada su postura como
preferente no existió postor que pudiera mejorar su oferta, por ende, únicamente podía
solicitar la adjudicación de los bienes en el precio en que fueron valuados.
En consecuencia, cabe señalar que, contrario a lo manifestado por el Juez de Distrito, si bien
es cierto que no existe disposición expresa para el caso de que el postor que no sea el
ejecutante sea único y no puedan existir propuestas para mejorar su postura, también lo es
que sí existe un precepto que establece claramente que cuando el ejecutante sea el único
postor se le deben adjudicar los bienes por el precio del avalúo; por esa razón el hecho de que
la parte actora hubiera comparecido como postora no implicaba que dejara de observar las
reglas que la ley procesal civil establece para el caso de que el postor tenga la calidad de
ejecutante, puesto que se trata de un doble carácter que tiene el actor.
En las narradas condiciones, al haberse demostrado la inconstitucionalidad del acto
reclamado, lo procedente es conceder el amparo y protección de la Justicia Federal, para el
efecto de que la autoridad responsable deje insubsistente la resolución reclamada y, en su
lugar, emita otra en la que analice nuevamente los agravios planteados siguiendo los
lineamientos precisados en la presente ejecutoria.
Por lo expuesto, fundado y con apoyo, además, en los artículos 76 a 80, 90, 91, 184 y 188 de
la Ley de Amparo, se resuelve:
PRIMERO.-Se revoca la sentencia recurrida.
SEGUNDO.-La Justicia de la Unión ampara y protege a ********** contra los actos que
reclamó de la Sexta Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal,
consistente en la resolución de veinte de noviembre de dos mil ocho, dictada en el toca
**********/2008.
Notifíquese; con testimonio de esta resolución, devuélvanse los autos originales al Juzgado
de Distrito que los remitió y, en su oportunidad, archívese este toca como asunto concluido.
Así, lo resolvió el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, por
unanimidad de votos de los señores Magistrados: presidente Neófito López Ramos, Víctor
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AMPARO EN REVISIÓN 75/2009.
Francisco Mota Cienfuegos y Benito Alva Zenteno, fue ponente el primero de los nombrados.
Conforme a lo previsto en los artículos 3 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la
Información Pública Gubernamental y 8 reformado, del Reglamento de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal para la aplicación de la misma,
en esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o
confidencial.
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