Santos Mercedarios: Biografias Santa María de Cervellón Se celebra el 19 de septiembre La primera religiosa mercedaria, nació en Barcelona, en la calle de Moncada, el 1 de diciembre de 1230. Fue bautizada el 8 del mismo mes, en el sarcófago antiguo del protomártir barcelonés Santa Eulalia, que servía de pila bautismal en la parroquia de Santa María del Mar. La joven María, inmersa en el clima de caridad creado en su ciudad natal por los frailes redentores de cautivos, se sintió atraída por el empeño liberador, y se convirtió en el consuelo de los pobres, de los enfermos y de los cautivos, en el Hospital de Santa Eulalia. Allí conoció a las grandes primeras figuras de la Orden Mercedaria agrupados en torno a fray Pedro Nolasco. Pidió, decidida, el hábito blanco de la Merced , y el 25 de mayo de 1265, emitió su profesión religiosa como hermana de la Orden de la Merced , prometiendo trabajar por la redención de cautivos. Con ella formaron comunidad las jóvenes sor Eulalia Pinós, sor Isabel Berti y sor María de Requesens, a las que muy pronto se agregó sor Colagia. El sobrenombre de Socós o de Socorro, con que también se la conoce, se debe a que sor María, en vida y después de muerta, fue vista, más de una vez, acudir, sobre las alas del viento, en socorro de las naves de la redención combatidas por el mar embravecido. Murió el 19 de septiembre de 1290. Sus restos mortales fueron sepultados en la iglesia de los frailes mercedarios de Barcelona, hoy Basílica de la Merced. En un altar, el primero de la derecha, reposa su cuerpo, que se conserva incorrupto. Desde el siglo XIII fue tenida como santa. Ha sido invocada como patrona de los navegantes y tiene su templo parroquial en la Barceloneta , puerto de la ciudad Condal. San Pedro Pascual Hijo de fervorosos mozárabes, nació en Valencia el año 1227. Pedro Nolasco y sus frailes conocían a la familia del joven Pedro Pascual y se hospedaban en su casa, próxima al Portal de Valldigna cuando iban a redimir. Pedro Pascual inició la carrera eclesiástica en su ciudad natal y perfeccionó sus estudios en la Universidad de París. Vuelto a Valencia fue distinguido con la dignidad de canónigo de la iglesia catedral. Pronto abandonó la canonjía e ingresó a la Orden de la Merced, recibiendo el hábito en la catedral de Valencia de manos de Arnaldo de Carcasona el año 1250. En 1296 viajó a Roma y el papa Bonifacio VIII lo nombró obispo de Jaén. Fue consagrado por el cardenal Mateo de Acquasparta, en la capilla de san Bartolomé de la Isla Tiberina , el 20 de febrero de 1296. Realizando, luego, la visita pastoral a su diócesis de Jaén, fue asaltado y llevado cautivo a Granada por los moros de ese reino. En la cárcel escribió, en lengua lemosina: Disputa del obispo de Jaén contra los judios e Impugnación de la secta de Mahoma, dos interesantísimas obras de contenido apologético, para suministrar argumentos a los cristianos cautivos contra las prédicas proselitistas de judíos y musulmanes. También escribió: Libro de Gama lid que trata de la pasión y muerte de Cristo, Destrucción de Jerusalén, Tratado contra cl fatalismo musulmán, Glosa del Padre Nuestro y Glosa de los diez mandamientos. A este sabio doctor mercedario le cabe el honor de haber defendido públicamente en París y en su escrito Vida de Lázaro, la Inmaculada Concepción de la Virgen María antes que ningún teólogo de occidente, en 1295. Sus hermanos redentores le enviaron varias veces el precio de su rescate, pero él prefirió que otros cautivos recobraran la libertad en su lugar. Los cincuenta años que vistió el hábito blanco habían dejado en su alma la impronta mercedaria. El 6 de diciembre de 1300 fue decapitado en la mazmorra, revestido todavía con los ornamentos que había empleado para celebrar la misa. Su cuerpo fue sepultado en el mismo lugar donde estaba la prisión y donde murió. Los cristianos llamaron a este lugar Cerro de los mártires. Sus escritos constituyen un valioso legado de la Orden de la Merced. Algunos escritores mercedarios, como Manuel Mariano Ribera, 1720; Juan Interián de Ayala, 1721; y Pedro Armengol Valenzuela, 1901, han defendido el estado religioso y la profesión mercedaria de este ilustre obispo de Jaén. Recogieron y publicaron sus obras los padres Bartolomé de Anento, 1676, y Pedro A. Valenzuela, 1905-1908. San Ramón Nonato Ramón, conocido universalmente, por su nacimiento atípico, como Nonato o no nacido, es, con mucho, el personaje mercedario santo que más popularidad ha logrado entre los fieles cristianos, en los lugares, reinos y naciones en los que se implantó la Orden de la Merced.Según la tradición mercedaria más firme, san Ramón nació en el pueblo de Portell, situado en la comarca de la Segarra , provincia de Lérida, cuando alboreaba el siglo XIII. Y le pusieron el sobrenombre de Nonato o no nacido, por haber salido a la luz del mundo por la incisión, inspirada y urgente, que la daga del vizconde de Cardona practicó en el vientre de la madre muerta. En su adolescencia y juventud primera se dedicó al pastoreo de un rebaño de ovejas por los contornos de la ermita románica dedicada a san Nicolás, en la que se veneraba una imagen de la Virgen María. Allí nació su devoción a la Santa Madre de Jesús. Muy joven ingresó a la Orden de la Merced. El padre Francisco Zumel narra que este joven Ramón fue « alumno del vigilantísimo primer fraile y Maestre de la Orden , Pedro Nolasco ». Fue, por tanto, redentor de cautivos en tierra de moros. En una redención que realizó en Argel, debió quedar en rehenes. Fue entonces cuando padeció el tormento de ver cerrados sus labios con un candado de hierro para impedirle dirigir palabras de consuelo a los cautivos cristianos y predicar la buena nueva liberadora del Evangelio. Rescatado por sus hermanos mercedarios, cl papa Gregorio IX lo nombró Cardenal de la Iglesia con el título de San Eustaquio. Cuando iba ya de viaje a Roma, convocado por el Sumo Pontífice, le alcanzó la muerte en el fuerte y enriscado castillo de Cardona, el año 1240. Su cuerpo muerto, cuya posesión se disputaban la Orden de la Merced , el señor vizconde y la villa de Cardona, fue confiado a la Providencia divina sobre el aparejo de una mula ciega que, sin guía que la condujera, encaminó su trote, acompañada de un gentío, hacia la ermita de san Nicolás donde se dio sepultura al venerable cuerpo. Es el abogado de las que van a dar a luz. San Pedro Armengol Vino al mundo en la Guardia del Prats (Tarragona), a mediados del siglo XIII. Transcurridas la niñez y la adolescencia con su familia y apenas traspasado el umbral de la juventud, Pedro Armengol se vio arrastrado por las malas compañías al precipicio de la vida deshonesta y criminal del bandolero. En un encuentro con gente de armas enviada por Jaime I a limpiar de maleantes la zona por donde debía transitar la comitiva real, Pedro Armengol se encontró, espada en mano frente a frente con su propio padre Arnaldo. La providencial circunstancia hizo que Pedro depusiera las armas ante su progenitor, le pidiera perdón y decidiera, con férrea voluntad, cambiar de vida. El prestigio del padre libró al hijo del castigo merecido y Pedro Armengol importunó a los frailes de la Merced para que lo recibieran en la Orden , pues quería dedicar el resto de su vida a la obra de misericordia de la redención de cautivos. Recibido en la Merced , pudo ir dos veces a tierra de moros a desempeñar el ministerio de la redención. En el segundo viaje, en Bugía, el año 1266, se quedó de rehén por algunos cautivos. Mas no llegando a tiempo el dinero del rescate por el que se había quedado en prenda, fue colgado de una horca, en la que por singular protección de María se mantuvo indemne. Y vivo lo encontró fray Guillermo de Firenze cuando llegó, al día siguiente del ahorcamiento con el dinero pactado. Como secuela de su martirio Pedro Armengol quedó con el cuello torcido para el resto de su vida. De regreso a España vivió durante casi cuarenta años retirado en el convento de Santa María del Prats, donde murió santamente el año 1304. Se celebra el 27 de abril. San Serapio De origen irlandés, nació hacia el año 1179. Fue militar enrolado en el ejército de su rey Ricardo Corazón de León, y luego en la compañía de Leopoldo VI, el Glorioso, duque de Austria, se alineó en su escuadrón para ir a España, en apoyo del ejército cristiano de Alfonso VIII que luchaba contra los musulmanes. En la Península , Serapio decidió quedarse al servicio del rey de Castilla, para proseguir luchando en defensa de la fe católica. Allí tuvo la ocasión de conocer a Pedro Nolasco y a sus frailes, que se dedicaban a la defensa de la misma fe, pero no guerreando contra moros, sino sacando de su poder a los cristianos cautivos, empeñando en la empresa sus propias vidas. Pidió y recibió el hábito mercedario en 1222. Realizó varias redenciones. En la última, que llevó a cabo en Argel con su compañero redentor Berenguer de Bañeres, debió quedarse como rehén por algunos cautivos en peligro de renegar. El otro redentor viajó rápidamente a Barcelona para buscar el dinero. Pedro Nolasco, que estaba a la sazón en Montpellier, escribió una carta urgente a su lugarteniente Guillermo de Bas: que avisase a todos los conventos que recogiesen limosnas y las enviasen pronto a Argel. No llegó en el tiempo estipulado el dinero del rescate, y los moros, defraudados, dieron atroz muerte a Serapio, clavándolo en una cruz en forma de aspa, como la de san Andrés, y desmembrándolo ferozmente. El bárbaro y cruel rey de Argel, Selín Benimarin, fue quien regaló a la Iglesia y a la Orden mercedaria este santo mártir, el 14 de noviembre de 1240. San Pedro Nolasco Fue un mercader nacido en Récaud , en la diócesis de Carcasona . En 1203 se trasladó, con sus padres, a Barcelona ( España ), cuando todavía era un niño. En 1203 el laico San Pedro Nolasco iniciaba en Valencia la redención de cautivos, con su propio patrimonio organiza expediciones para negociar redenciones. Su condición de comerciantes les facilita la obra. Comerciaban para rescatar esclavos. Cuando se les acabó el dinero forman grupos para recaudar la limosna para los cautivos . En la noche del 1 al 2 de agosto de 1218 se le apareció la Virgen pidiéndole que fundara una orden que se dedicara a la redención de los cautivos. Junto con Raimundo de Peñafort la Orden de Nuestra Señora de la Merced el 10 de agosto de 1218; con el consentimiento de Jaime I de Aragón la orden quedó establecida. El Papa Gregorio IX la aprobó en 1235 dándoles la regla de San Agustín . Estaba compuesta por religiosos y caballeros que recibieron la institución canónica del obispo de Barcelona y la investidura militar de Jaime I . Sus miembros se obligaban, por un cuarto voto, a entregarse como rehenes para la liberación de los cautivos si no tenían el dinero necesario para su rescate. Los mercedarios pronunciaban cuatro votos: pobreza, castidad, obediencia y, cuarto: estar dispuestos a entregarse como rehenes si ese fuera el único medio de cumplir con su promesa . Muchos eran, por entonces, los cristianos que eran capturados y vendidos como esclavos a los musulmanes de África , lo que ocurrió hasta que desapareció la piratería. Los mercedarios cumplieron con la promesa hecha y en su historia constan, perfectamente documentadas, 344 redenciones y más de 80.000 redimidos. Pedro Nolasco fue canonizado en 1628 y su fiesta se celebra el 6 de mayo . Se le representa vistiendo el hábito blanco de los mercedarios, con unas cadenas rotas que simbolizan la liberación de los cautivos, un estandarte con las armas de la Corona de Aragón, una cruz y un ramo de olivo. Zurbarán pintó un ciclo de cuadros para el convento de los Mercedarios de Sevilla . Beata Mariana de Jesús Nació en un hogar distinguido de linaje en Madrid el 17 de Enero de 1565. Se llamana Mariana Navarra de Guevara y Romero. En 1616 a la edad de 23 años rehuso una propuesta de matrimonio y se consagró a Dios, haciendo una vida de retiro y de oración, y profesando en el convento de las religiosas descalzas de Nuestra Señora de la Merced adoptando el nombre de Mariana de Jesús. Se distinguió por su devoción a la Eucaristía, y su obediencia, humildad y espíritu de sacrificio. Sus superiores ordenaron que ella escribiese sobre su vida espiritual. La consultaban y veneraban eclesiásticos y hombres de la corte madrileña. Murió siendo aún joven el 17 de abril de 1624. Años más tarde su cuerpo fue exhumado para ser trasladado para la Casa Matriz de la Orden y fue encontrado en perfecto estado e incorrupto y fue nuevamente enterrado en Madrid. El pueblo madrileño la venera con el título de "La azucena de Madrid". Su fiesta es celebrada el día 17 de abril.