El autoritarismo en Europa Durante la posguerra se potenciaron las tendencias nacionalistas ya existentes en Europa. En algunos países el revanchismo y el militarismo dieron lugar al surgimiento de movimientos autoritarios. Durante la década de 1920, el fascismo italiano llegó al poder y el nazismo alemán inició su camino hacia el gobierno. Italia en la Posguerra – El advenimiento del fascismo La intervención de Italia en la primera guerra significó un gran esfuerzo para el pueblo italiano, que debió contribuir con su trabajo y con hombres jóvenes para el ejército, muchos de los cuales murieron en los frentes de combate. Cuando se firmó la paz, contra todas sus pretensiones de obtener territorios, Italia no fue recompensada por sus aliados. Había perdido 600.000 hombres, y pese a haber formado parte del lado vencedor, fue tratada como una potencia derrotada. Esto generó un creciente descontento, especialmente entre los sectores nacionalistas, que comenzaron a hablar de una “victoria mutilada”. También como consecuencia de la guerra, la situación económica era desastrosa1. El malestar y la agitación se extendieron por todo el país y se multiplicaron las huelgas obreras y levantamientos campesinos. Mientras tanto el gobierno, a cargo del rey Víctor Manuel III, se mostraba impotente e incapaz de tomar medidas para mejorar la situación. Este período de huelgas e insurrecciones fue conocido como el “bienio rojo” (1919-1920), en el cual lo trabajadores tomaron cientos de fábricas y los campesinos se apropiaron de las tierras de grandes propietarios. Las clases medias y altas –temerosas por el desorden social- creyeron que se produciría una revolución comunista como en Rusia y, para evitarlo, financiaron la formación de brigadas o “grupos de choque” integrados por ex combatientes, desocupados y partidarios de imponer el orden por la fuerza. Estos grupos se ocupaban de atacar a los manifestantes, “romper huelgas” y ejercer violencia contra periódicos, sedes y asociaciones de izquierda. De acuerdo, con esta tendencia, en 1919 Benito Mussolini creó en Milán su propia organización paramilitar nacionalista, los fasci di combattimento, grupos armados también conocidos como “camisas negras” por el uniforme que vestían. La eficaz represión de las milicias fascistas contra las huelgas y ocupaciones de fábricas y tierras, hizo que Mussolini fuera ganando el apoyo de los sectores propietarios, que lo consideraron un freno para el “peligro comunista”. Así, el fascismo obtuvo importantes donaciones que lo ayudaron a crecer. En 1921 se fundó el Partido Fascista bajo el liderazgo de Mussolini. La Marcha sobre Roma y la “toma” del poder A mediados de 1922, maduró entre los fascistas la idea de tomar el poder por la fuerza. El 28 de octubre, casi treinta mil fascistas, vestidos con sus características “camisas negras”, marcharon sobre Roma y el rey Víctor Manuel III entregó el poder a Mussolini Una vez en el cargo, comenzó a 1 Ver apunte sobre la Economía en el período de Entreguerras. instaurar un régimen totalitario. En 1925, una serie de leyes (conocidas como “leyes fascistísimas”) modificaron drásticamente el régimen político italiano implantando una dictadura2: Se estableció un único partido político –el fascista-, prohibiendo todos los demás partidos. Mussolini asumió el Poder Ejecutivo con el título de Duce (“conductor”). La justicia quedó también bajo su control directo. La prensa y toda organización opositora quedaron disueltas. Se suprimieron los sindicatos, quedaron prohibidas las huelgas y movilizaciones obreras. Se estableció la censura y se creó una policía política cuya función era perseguir opositores. Se impulsó el corporativismo, es decir, el reemplazo de la representación política tradicional por la representación de los distintos sectores de la economía. Mussolini creía que las clases sociales debían marchar unidas a favor del ideal de una comunidad de manera conjunta. La forma de resolver posibles desacuerdos sociales era mediante la organización de corporaciones. Así, cada rama de actividad debía tener su corporación (por ejemplo, obreros, empresarios, etc). Esta doctrina corporativista se opone al liberalismo, el cual defiende los derechos individuales y la formación de diversos partidos políticos. El gobierno fascista inició una política de desarrollo económico que dio buenos resultados hasta la crisis de 1929. Con pasividad o entusiasmo, la mayoría de los italianos aceptaron el régimen fascista. La pérdida de la libertad y la represión fueron amortiguadas por el bienestar económico, la quietud pública y el creciente nacionalismo. 2 Dictadura: régimen político antidemocrático en el que una persona, un grupo o un partido ejercen el poder del estado sin haber sido electos por el pueblo. Sus características principales son el exclusivismo en el ejercicio del poder, la restricción de las libertades civiles y los métodos drásticos de control social y político. Alemania. La República de Weimar Como consecuencia de la derrota en la Primera Guerra Mundial, el káiser (emperador) Guillermo II abdicó y el 9 de noviembre de 1918 se formó un gobierno provisional encargado de organizar una república parlamentaria. En febrero de 1919 en la ciudad de Weimar se estableció una constitución para Alemania que instauró una República. Este nuevo gobierno, conocido como la República de Weimar, fue el encargado de firmar el humillante Tratado de Versalles, razón por la cual, se ganó la desconfianza y oposición de amplios sectores de la sociedad. Por un lado, los sectores de derecha: nacionalistas que acusaron al nuevo gobierno de traicionar a Alemania y su ejército. Por otro lado, los sectores de izquierda: socialistas revolucionarios que formaron consejos de obreros y soldados (al estilo “soviets rusos”) y lideraron levantamientos en distintas regiones de Alemania. Al mismo tiempo, el nuevo gobierno tuvo que enfrentar un proceso hiperinflacionario tan grave que se abandonó la moneda como unidad de cambio y llevó a millones de alemanes a la miseria. A medida que la desocupación se extendía, el gobierno perdía más legitimidad y aumentaban las posiciones extremas. La militarización de la sociedad alemana Las duras condiciones del Tratado de Versalles dieron origen a un creciente proceso de militarización de la sociedad alemana. El nacionalismo, el anticomunismo y el antisemitismo3 se extendieron como formas de reivindicación de la “patria alemana” frente a otras naciones, otros grupos étnicos e ideologías de izquierda. Las organizaciones de veteranos comenzaron a difundirse por toda Alemania. Los nacionalistas de derecha organizaron numerosos grupos, entre ellos los Freikorps (en alemán “cuerpos libres”, es decir, voluntarios) formados por unos 50.000 hombres que componían una fuerza paramilitar que aplastaba revueltas socialistas. 3 El antisemitismo, en sentido amplio del término, hace referencia a la hostilidad hacia los judíos basada en una combinación de prejuicios de tipo religioso, racial, cultural y étnico. En sentido restringido, el antisemitismo se refiere a la hostilidad hacia los judíos, definidos como una raza no como un grupo religioso, concepción moderna que habría surgido a mediados del siglo XIX como una derivación del racismo y del nacionalismo, diferenciándose así del "antisemitismo religioso" anterior que algunos historiadores prefieren llamar antijudaísmo. El adjetivo semítico no hace referencia a una raza sino a un grupo de lenguas llamadas semíticas -el arameo, el hebreo y el árabe, entre otras. Esta acepción de la palabra semítico fue usada en el siglo XIX, por lingüistas que distinguieron dos tipos de lenguas: la semítica y la "aria" (o indoeuropea). Sin embargo, a mediados del siglo XIX se empieza a pasar del concepto lingüístico al racial, es decir, de la noción de lenguas semíticas al de "raza" semita opuesta a la "raza" indoeuropea o aria, todo ello ligado al nacimiento del racismo. En este período, comenzó a cobrar fuerza en Europa la idea de que los pueblos semitas son inferiores a los pueblos arios, por lo que se debía depurar al cristianismo de todos sus elementos semíticos. Así pues, semita se empezó a utilizar a mediados del siglo XIX para designar a los pueblos hablantes de las lenguas semíticas y sus realizaciones culturales. Pese a carecer de toda base étnica, y al igual que sucedió con el término ario, la voz semita se transfirió de su significado lingüístico original a un nuevo significado racial. El surgimiento del nazismo Entre los grupos que se formaron después de la guerra se hallaba el Partido Obrero Alemán, fundado en 1919 en la ciudad de Múnich. Era una organización política de pocos integrantes que se inclinaba por ideas nacionalistas y racistas. Ese mismo año, Adolf Hitler se unió a ese partido, rápidamente se destacó por su oratoria y fue designado jefe de propaganda del partido. A principios de 1920, el Partido Obrero Alemán cambió su nombre y pasó a llamarse Partido Nacional Socialista Obrero Alemán, más conocido como Partido Nazi4. Su programa de 25 puntos se basaba en: Nacionalismo extremo Oposición a la República de Weimar y a la democracia Pangermanismo5: Reivindicación de la “raza germana aria”. Reconstrucción de una comunidad nacional en alrededor de una raza considerada superior. Abolición del Tratado de Versalles: recuperación de territorios y colonias perdidos. Organización de un gobierno central fuerte Profundo antisemitismo (rechazo extremista hacia la cultura hebrea) Para el ejercicio de la violencia, Hitler organiza las SA (“secciones de asalto”), formaciones paramilitares al mando de Ernst Röhm, semejantes a las camisas negras de Mussolini. A sus integrantes se los conoció como “camisas pardas” por el color de su uniforme. Estas milicias se trenzaban en las calles con los socialistas y los comunistas y, al mismo tiempo, ayudaban a muchos alemanes que tenían problemas para ganarse su apoyo. A su vez, Hitler crea las SS que eran su guardia personal y vestían uniforme negro. Los nazis se agrupaban en torno a ideas muy vagas que proclamaban el despertar de Alemania de la mano de un radical anticomunismo y de un igualmente extremo anticapitalismo. Al igual que en Italia, su prédica entusiasmaba a las clases medias, víctimas de la crisis económica. Si bien pocos querían una nueva guerra, lo cierto es que el clima alentaba la toma de actitudes más firmes frente a las cláusulas de Versalles. El historiador Ian Kershaw sostiene que estos vagos ideales sumados al notable talento oratorio de Hitler explican por qué el jefe del nacionalsocialismo se convirtió en uno de los políticos más populares del siglo XX. Al mismo tiempo, Kershaw afirma que la idea de que un hombre predestinado a salvar a Alemania ya estaba instalada desde los años veinte. El putsch de Múnich Al igual que sucedió en Italia, la clase media alemana, arruinada económicamente y temeroso de que los obreros realicen una revolución comunista, apoyó a los grupos violentos de derecha. En este contexto, Hitler decidió apoderarse del gobierno de la ciudad de Múnich mediante un golpe de Estado (putsch, en alemán). 4 5 Por la abreviatura de la palabra alemana Nationalsozialismus. Pan = todo. El 8 de noviembre de 1923, con el apoyo del general Ludendorff y las SA, Hitler encabezó el “putsch de la cervecería”, así llamado porque la marcha se inició en la taberna donde el líder nazi había anunciado su “revolución nacional”. El intento fracasó porque Hitler no tuvo el respaldo militar que esperaba y la policía reprimió rápidamente a los golpistas. Hitler fue juzgado y sentenciado a cinco años de prisión. Sin embargo, nueve meses después fue liberado gracias a una amnistía del gobierno. Durante el tiempo que pasó en prisión, Hitler escribió Mi Lucha, libro en el que expuso la ideología del nacionalsocialismo. El ascenso del Nazismo Después del fracaso de su intento golpista, Hitler decidió cambiar de táctica y optó por el camino electoral. A partir de 1932 el Partido Nazi obtuvo una amplia mayoría en las elecciones parlamentarias del Reichstag (parlamento). Al año siguiente, Hitler fue nombrado canciller de Alemania, cargo equivalente a jefe de gobierno o primer ministro. Poco después de asumir como canciller, Hitler se autoproclamó Führer (conductor, jefe) del Tercer Reich 6(imperio), asumió la totalidad del poder político y disolvió el parlamento alemán. Los demás partidos fueron prohibidos y sus miembros perseguidos, encarcelados y asesinados. La persecución afectó incluso a dirigentes nazis, muchos de ellos asesinados en la llamada “noche de los cuchillos largos” en 1934, la cual consistió en una purga de partidarios nazis que empezaban a ganar independencia. Muchos de los asesinados pertenecían a las SA, entre ellos su líder Ernst Röhm. La dictadura y el racismo Al llegar al poder Hitler concentra todas las atribuciones del Estado en su persona. Nombre como ministro de propaganda a Joseph Goebbels, un fanático nazi que sostenía que una imagen o una emoción valían mucho más que todos los razonamientos políticos. Goebbels, mediante la propaganda nazi, contribuyó a convertir al fanatismo en una virtud, siendo intolerados los indiferentes. El régimen nazi desplegó una serie de rituales planificados y cuidados en cada detalle con el fin de producir una experiencia casi religiosa en la que cada individuo se sentía parte de una comunidad con un destino común. El régimen se sostenía en una cuidada atención por las movilizaciones, la propaganda y los rituales. Al mismo tiempo, las SS y la Gestapo (policía secreta comandada por Heinrich Himmler, 6 El término Reich quiere decir «imperio» en alemán. En el siglo X Carlomagno fundó el Sacro Imperio Romano Germánico que fue conocido como Primer Reich y perduraría a lo largo de los siguientes diez siglos (1806). En 1871 la unificación de los estados alemanes a raíz de la guerra francoprusiana, hizo que se fundara el conocido como Segundo Reich, pero la derrota de los germanos en la Primera Guerra Mundial hizo que también acabara (1918). El proyecto de la Alemania nazi (1933-1945) hizo que Adolf Hitler quisiera conquistar un gran imperio y devolverle al país germano el dominio sobre gran parte de Europa (y el mundo), dando pie al Tercer Reich que sería uno de los principales ideólogos del genocidio7 judío) impusieron el terror a los opositores. En 1935 Hitler proclamó las llamadas Leyes de Nuremberg que quitaba la condición de ciudadano alemán a todos los que no eran considerados “arios” (principalmente judíos pero también eslavos, gitanos, entre otros). Además se les prohibía casarse con alemanes, ejercer profesiones liberales (médico, abogado, docente, etc.), se le confiscaban los bienes, trabajar en empleos públicos, entre otras restricciones. Esta ley señaló el inicio de la discriminación nazi. El régimen nazi acentúo su violencia racista a partir de 1938, cuando tuvo lugar la “noche de los cristales rotos”. Este acontecimiento que toma su nombre de la destrucción masiva de comercios pertenecientes a judíos (los cristales rotos son los de sus vidrieras), incluyó la quema de sinagogas, la profanación de cementerios y la deportación de miles de judíos a campos de concentración o guetos. De esta manera, se establecían las primeras acciones que, poco después desencadenaron el Holocausto, nombre con el que se conoce el genocidio de millones de personas bajo el nazismo. Economía y política exterior del nazismo Una de las primeras medidas tomadas por Hitler en el ámbito internacional fue el rechazo a los términos del Tratado de Versalles, iniciando una política de rearme, reequipando a sus fuerzas armadas. A partir de ese momento, inició una agresiva política expansionista, la que pretendía justificar afirmando que Alemania debía contar con un “espacio vital” para su desarrollo. El rearme impulsó un aumento en la producción que, junto con el desarrollo de la industria pesada (siderúrgica, química de maquinaria y armamentos) y la puesta en práctica de un ambicioso plan de obras públicas, permitió aumentar los niveles de empleo. Anexiones Otro objetivo del nazismo fue unificar en un solo Estado a toda la población de habla alemana. Austria fue invadida en 1938. Meses después Hitler avanzó sobre territorios de la antigua Checoslovaquia, donde había una numerosa población de habla alemana. Francia y Gran Bretaña, en los acuerdos celebrados con Hitler en Múnich, aceptaron el desmembramiento de Checoslovaquia, cuyos territorios quedaron bajo control alemán. Simultáneamente, Hitler se acercó a Italia y a Japón mediante un acuerdo conocido como el Pacto Antikomintern, en 1936 que establecía un frente común de las tres potencias que fue conocido como el Eje Berlín-Roma-Tokio. 7 Aniquilación o exterminio sistemático y deliberado de un grupo social por motivos raciales, políticos o religiosos Ideas y símbolos del autoritarismo Los movimientos autoritarios que surgieron durante la primera posguerra tuvieron algunas características ideológicas comunes. Tanto el fascismo como el nazismo se opusieron a las corrientes políticas predominantes en la época, exaltaron el nacionalismo y el militarismo, glorificaron el pasado, proclamaron la supremacía del Estado por sobre el individuo y apelaron a la violencia como método de control. Para reforzar estas ideas, utilizaron símbolos, rituales y mitos que difundieron entre la población. Principios en común ANTILIBERALISMO: rechazaban los principios del liberalismo, tales como el respeto por los derechos individuales y la conformación de un sistema de partidos políticos como expresión de las distintas opiniones existentes en una sociedad. Por el contrario, sostenían la primacía del Estado, es decir la intervención estatal en todos los aspectos de la vida de los individuos, y el régimen de partido único, como modo de supresión de las otras manifestaciones políticas. Para controlar la oposición se valieron del uso sistemático de la violencia, la censura y la persecución política. ANTICOMUNISMO: lucharon contra una posible expansión del comunismo entre las clases trabajadoras de sus países, en tanto ideología que proclamaba el internacionalismo en oposición al ultranacionalismo. NACIONALISMO FANÁTICO: exaltaban el valor de la propia nación frente a otras naciones del mundo. Esto justificaba el militarismo y el imperialismo, entendido como expansión territorial necesaria para la sobrevivencia de la nación. El nazismo –no así el fascismoreforzó el sentimiento nacionalista con un fuerte racismo, basado en el mito de la superioridad de una supuesta “raza aria”. Como parte de este componente ideológico del nazismo, en Alemania se difundió el antisemitismo. GLORIFICACIÓN DEL PASADO: para afirmar la grandeza del presente representado por los movimientos autoritarios se promovió la exaltación de ciertas etapas del pasado nacional, como íconos del patriotismo. En Italia, se presentó al Imperio Romano como representante del momento fundacional de la “patria italiana”, y en Alemania se recuperaron las tradiciones relacionadas con la mitología germana y la idea de imperio. CULTO AL LÍDER: Hitler y Mussolini fueron considerados como jefes predestinados, conductores de sus naciones hacia un destino de grandeza e infalibles a la hora de tomar decisiones. Por eso, se les rindió culto en grandes ceremonias y concentraciones masivas. Educar para controlar Con el objeto de extender la ideología autoritaria, el fascismo y el nazismo creían necesario un fuerte control del Estado sobre las instituciones educativas. Los docentes tenían que transmitir los programas oficiales sin alentar de ninguna manera el pensamiento libre y crítico. Los alumnos debían participar de organizaciones juveniles en las que vestían uniformes y realizaban rituales militarizados, y los docentes tuvieron que jurar fidelidad al régimen y afiliarse al partido nazi.