Núm. 25 nominqo 6 de Junio de 1 9 2 0 EL AMlNECEB Afto II M U L A Se publica los Domingos REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN REDRIÑAN, T = CON CENSURA ECbESIASTICA = REDACTOR-JEFE MARTÍN P E R E A RQMEKO DIRECTOR ÁDMÜ^ñSTRÁDÓR PAFAFL il GINES L.. D E L C A S T I L L O MORENO GARCÍA Annnco i s y Esquelis i precios coBTeaco i nte ls — No se devuelven lo^ origínales — PRECIO D t SUSCRIPCIÓN En toda España. 5 0 céntimos al m e » alguno de esos poemas que es- Literatos de la Región ntiiiie iiitií li m mm n u j M m M El nombre de don Jo*e Frutos | antes que nadie sus composlcioBaeza, no es desconocido de ninnes; ello», han aceptado como buenos n.is pobres c o n 5 e j o s y g\XN m u T c x a n o que le haya servireconocido en mi cit-rta autoridad. do de cuna este vergel de flores ¿Tengo o no tengo motivo i»ara de nuestra tierra, lira vibrante de llamarme yó su pa Jre espiritual en cuantos poetas la han cantado, sentido literario? Más este libro especialmente Frutos, que podeha visto la luz en mi casa: lo ha mos decir fué su bella Dulcinea, compuesto el mismo Frutos que De entre sus sublimes y explendoes un buen cajista en la cajas de rosos matice?, se inspiraba y exmi imprenta, se ha tirado en mi traía el jugo de la vida de estas máquina, porque era de íllos y gentes elevándola a la alta y porque de ellos k s escribo aquí sublime inspiración de la poesía. estas líneas.» Frutos, pertenecía a esa clase Martínez Totnel encontró en social que se lo debe todo a sí Frutos Baeza—digámoslo asi—' misma. En 5ii juventud, no era teireno donde cultivar su literatupoeta; caso extraordinario; pues la panocha que fué lo que engranraro es el «cantor» que no empiedeció su nombre y tal vez lo inza a cultivar la Literatura en plena mortalizó. ^ . juventud: era, un modesto trabaLas poesías de Frutos, tienen jador de los talleres litografieos J a d o r d . los U l " e . | „ „ , h o , .1 , e c u « d o d . los cribía el Poeta de la Huerta. Mienhas, el sol ^e ponia; el cielo se cubría poco a poco de un rojo manto; y en los rosales, con los petalos caídos de sus rosas perfumadas, hay montones de hojas blancas, rojas amarillas... En aquel momento, el paisaje que contemplaban mis ojos, era mi mayiír tiibuto de homenaje para nuestro poeta, y mi mayor gloría aquí en la tierra. de Murcia; mas tatd-, «'•t''™__ i ¡„„..„,„rt_ lozanos años de la juventud, y. Madrid por espacio de unos tres Otros, sentirán en la lecturi de años empleado en el mismo ofiellas el soplo de los aftos idos y cio; al regreso a su [\'¿\»\, la dulzura de los primeros amore*. entró de cajista en el periódico El a el poeta de Murcia, y sus •El ÜM\O de Murcia», ÁONÁT poesías, sintetizan el alma de la despertó sus aficiones a la L\TQXNciudad... XW^; en el año 1885 y, en colaSus obras fueron las siguientes: boración con José ^OÁÚGNVI Ga«Palíeos y canicas», «Pólvora baldón, publicó $u PÑMTRA obra en salvas», «Del libro de mi tie<le poesías titulada *9Z\\CQ& y rra», «Cojines y albares», «El ciucanicas»^ eil la que &^Ü\TCT su dadano Fattiín», «Desde Churra PX'MTX romance \PANOCHO WXN^BÚO primer romance [PANOCFW XNU»^^ r • La fiesta de San Blas», eXcelen- *» • Cuando murió el poeta, se contentaron con dedicarle un poco de prosa, y con poner su nombie a una calle: homenaje que en esta vida se le tributa a todo el mundo y aún a otros que tal veí no Ib merecieran. Se quedó dormido én un jardín donde dormían también sus amores prinieros; nosotros no sabemos abrir los ojos al Sol de la bondad que ilumina su vida perdurable. j te composición. , Su maestro, el inolvidable poeta j don José Martínez Tornel, escri- ' bió el prólogo del expresado li- I bro, del qire merece citarse uno autotes que de asi estedice: libfito,de «Los los párrafos, Jose Rodríguez Gabaldóii y )osé Fruto", lo digo con orgullo, son algo hijos míos. Tengo otros menores, pero estos son los mavores en sabtr gobernársela. HÜos hauj nacido a la vida de IbS Lenas en mi querido «Diario», ellos me lian hecho ti honor de que YO lea LLIS FUERTES. ¡Faradójicoí a la Azacaya, pasando por ZARAILas poesías de su primer libro che»son breves casi todas, metiificadas en versos coitos de una admirable limpjtza incap z de un principiante. Los otros libros son una verdadera joia de la literatura clásica rtgi<mal, lo «.ua!, baíia con decir que el alma üe e^ta literatura está encamada en sus obras, todas de inconmensurable valt^r. He dejado de escibir, por leer ESTEVE y acabando por no entrar nadie a su casa a bascar a quien cura tanta erró. Pero habia hecho fortuna y un pito se le importaba si dinero no le entraba... y fué gastando una a una las pesetas que guardaba. Poco a poco iba bajando el número dei caudal y eso ¡claro! estaba mal. (¡Muy mal, casi agonizando el gastado capitail) Por no perder la costumbre, tampoco pudo curar aquello; |y se echó a llorar con tremenda pesadumbre, «sin poderlo remediar». Y aquel docto hombre de ciencia halló como solución del caso de referencia de quitarse la existencia de un tiro en el corazón. Fuese el plan a ejecutar a las orillas de un río; se sentó, se puso a orar, sintió un gran escalofrío y... ¡¡no se pudo matar!! ANTONIO F . E S C O B E S 18! tmi lll B BU 1: «Xlíll mtTIIHKlJQ Preside ei señor Meseguer y Artero, P a r a mi el « s e r - asisten tos concejales íente poeta, doB Martfit Molina, Sánchez, Pantoja^ l'erea Re mere. Blaya y Gómez. El Secretario señor Botia da Habitaba en el Palmar lecttira al acta de la sesión anun afamado Doctor terior, quedando aprobada. que érase el hombre mejor Manifiesta el señor Meseque habia para curar gui r ha tenido una entrevistoda clase de dolor. ta con el Maestro de Obras Enfermo a quien asistió, don Juan Huesear, el que le enfermo que no dirá ha dicho [le fiará ta entrega que ei Doctor no lo curó. del presupuesto de los gastos (¡Y decirlo no podrá que ocasione [la instalación de porque el Doctor lo mató!) dos mangas de riego en la A grandes voces proclama que si él a uii enfermo asiste IVaza de la Constitución, y que el importe de la cañería no está oiez dias en cama. necesaria oscilará entre 750 y /¡Y es verdad lo que el tal clama ya que antes de dos no existe!) ^^00 pesetas. Hace uso de la palabra el Tantas personas mató concejal señor Artero, dicien que la gente se escamó