Sentencia Definitiva Número 73/2016 Torreón, Coahuila, a ocho de abril de dos mil dieciséis. V I S T O S para resolver en sentencia definitiva los autos del Juicio Ejecutivo Mercantil, expediente número 36/2015, promovido por CARLOS REGULO ESQUIVEL VILLARREAL, en contra de MARTHA PATRICIA LINARES SALDAÑA y PATRICIA MAYELA ÁVILA GONZÁLEZ. RESULTANDO PRIMERO. Escrito de demanda. Mediante escrito del catorce de enero del dos mil quince, compareció el licenciado Francisco Juan Manuel González García, en su carácter de endosatario en procuración de la parte actora Carlos Regulo Esquivel Villarreal, a demandar en la vía Ejecutiva Mercantil y ejercitando la acción cambiaría directa en contra de Martha Patricia Linares Saldaña y Patricia Mayela Ávila González, por el pago de las siguientes prestaciones: a).- El pago de la cantidad de $120,000.00 (ciento veinte mil pesos 00/100 moneda nacional), por concepto de suerte principal dentro del presente juicio, y que es la cantidad pactada en os documentos base de la acción. b).- El pago de la cantidad que corresponda por concepto de intereses moratorios a razón del 10% (diez por ciento) mensual sobre saldos insolutos, según lo pactado en los documentos base de la acción, que deberán computarse desde que la parte demandada incurrió en mora y hasta la total solución del presente juicio. c).- El pago de gastos y costas que se originen con motivo de la tramitación el presente juicio. SEGUNDO.- Trámite de la demanda. A dicha demanda se le dio trámite mediante proveído del quince de enero del año dos mil quince, mediante el cual se ordenó requerir embargar y emplazar a la parte demandada por el término de ocho días a fin de que compareciera a hacer paga llana del adeudo y costas, y a oponer excepciones que tuviera para ello, diligencias que se practicaron el diecinueve de enero y diecisiete de febrero del año dos mil quince. Por autos del seis de febrero y seis de marzo del año dos mil quince; se tuvo a la parte demandada, por contestando en tiempo la demanda instaurada en su contra y dándose vista a la parte actora. Por auto de fecha dieciocho de marzo del dos mil quince, se admitieron las pruebas de su intención, pasándose a la fase de alegatos mediante auto del once de marzo del año dos mil dieciséis, por el término dos días comunes a las partes. Por auto de veintinueve de marzo del presente año, se citó a las partes para oír la resolución definitiva que hoy se pronuncia. CONSIDERANDO PRIMERO.- Competencia del Juzgado. Que de conformidad con lo dispuesto por el artículo 1104 fracción I del Código de Comercio, salvo lo dispuesto por el artículo 1103, sea cual fuere la naturaleza del juicio serán preferidos a cualquier otro juez: "I. El del lugar en que el deudor haya designado para ser requerido judicialmente de pago." y, siendo el caso que en el documento base de la acción se designó la ciudad de Torreón, Coahuila para dicho efecto, este juzgado resulta competente para conocer del presente negocio judicial. SEGUNDO.- Procedencia de la vía ejecutiva Mercantil. Que de acuerdo con el artículo 1391 del Código de Comercio, el procedimiento ejecutivo tiene lugar cuando se funda en documento que traiga aparejada ejecución; y conforme al artículo 167 de la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito, la acción cambiaria contra cualquiera de los signatarios de la letra es ejecutiva por el importe de ésta y por el de los intereses y gastos accesorios, sin necesidad de que reconozca su firma el demandado; como la demanda ejercitada se funda en (05) CINCO títulos de crédito de los denominados pagarés que reúnen los requisitos esenciales que previene la Ley que rige su circulación y se trata de crédito líquido y exigible, con apoyo además en los artículos 1049, 1408 del Código Mercantil, 10, 14, 76, 170 y 174 de la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito; por lo que, se declara procedente la Vía Ejecutiva Mercantil. TERCERO.- Carga de la prueba. Fundándose en los principios de prueba contenidos en los artículos 1194, 1195 y 1196 del Código de Comercio, el que afirma está obligado a probar, pero también está obligado a probar el que niega, cuando al hacerlo desconoce la presunción legal que tiene a su favor su colitigante, en efecto más que una obligación, debe entenderse como una carga, pero como el accionante apoya se pretensión en un título que conforme a la ley de su circulación tiene carácter ejecutivo y constituye una prueba preconstituida de la acción ejercitada en el juicio y la dilación probatoria que en un juicio se concede es para que la parte demandada justifique sus excepciones y no para que el actor pruebe su acción; pues de conformidad con lo dispuesto por el artículo 1391 I párrafo y fracción IV del Código de Comercio, los títulos de crédito como el pagaré tiene el carácter de ejecutivos, es decir, trae aparejada ejecución y constituye una prueba preconstituida de la acción ejercitada en el juicio, lo que jurídicamente significa que el documento ejecutivo exhibido por la actora es un elemento demostrativo que por si mismo hace prueba plena. Robustece lo anterior el criterio jurisprudencial sustentado por el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito que a la letra dice: TÍTULOS EJECUTIVOS, EXCEPCIONES CONTRA LA ACCIÓN DERIVADA DE LOS. CARGA DE LA PRUEBA. De conformidad con lo dispuesto por el artículo 1391, primer párrafo y fracción IV, del Código de Comercio, los títulos de crédito como el pagaré tienen el carácter de ejecutivos, es decir, traen aparejada ejecución, luego, constituyen una prueba preconstituida de la acción ejercitada en el juicio, lo que jurídicamente significa que el documento ejecutivo exhibido por la actora, es un elemento demostrativo que en sí mismo hace prueba plena, y por ello si el demandado opone una excepción tendiente a destruir la eficacia del título, es a él y no a la actora a quien corresponde la carga de la prueba del hecho en que fundamente su excepción, precisamente en aplicación del principio contenido en el artículo 1194 de la legislación mercantil invocada, consistente en que, de igual manera que corresponde al actor la demostración de los hechos constitutivos de su acción, toca a su contraria la justificación de los constitutivos de sus excepciones o defensas; y con apoyo en el artículo 1196 de esa codificación, es el demandado que emitió la negativa, el obligado a probar, ya que este último precepto establece que también está obligado a probar el que niega, cuando al hacerlo desconoce la presunción legal que tiene a su favor su colitigante; en ese orden de ideas, la dilación probatoria que se concede en los juicios ejecutivos mercantiles es para que la parte demandada acredite sus excepciones o defensas, además, para que el actor destruya las excepciones o defensas opuestas, o la acción no quede destruida con aquella prueba ofrecida por su contrario. Por lo que al haber acompañado la parte actora en su escrito inicial de demanda un título de crédito de los denominados pagaré, que reúne los requisitos indispensables a que alude la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, medio de convicción al cual se le otorga valor probatorio pleno al tenor de lo dispuesto por el artículo 1296 del Código de Comercio. CUARTO.- Carga de la prueba. Con fundamento en lo dispuesto por el artículo 1194 del Código de Comercio, se procede a entrar al estudio del merito de las defensas opuestas por la parte demandada, quienes al contestar niegan las prestaciones que se le reclaman. Aduce que jamás suscribió un titulo de crédito base de la acción a favor del actor por la cantidad que reclama; que objeta de falso el documento, así como el contenido, firma y llenado del documento base de la acción; manifiesta que se encuentra alterado en cuanto a su como el contenido, firma y llenado, manifiesta que el llenado no fueron puestas del puño y letra de la demandada. Que efectivamente firmó un documento a favor del actor, pero fue por la cantidad de $70.000.00 pesos y no por $120,000.00, como lo pretende accionar, que dicho documento fue llenado en su totalidad al momento de celebrar un contrato de compraventa el día ocho de agosto de dos mil catorce, el motivo fue porque el actor le vendió un vehículo marca VOLKSWAGEN, modelo 2007. Oponiendo como excepciones: 1.- La de falta de personalidad en el actor y de representación de quien suscribió el titulo a nombre del demandado; 2.- La de falta de acción y Derecho; y 3.- La de alteración del texto del documento. A fin de acreditar el mérito de las excepciones que opuso ofreció y se le admitieron como medios de convicción: 1).- La Confesional a cargo de la parte actora Carlos Regulo Esquivel Villarreal; 2).- La documental adminiculada con la de reconocimiento de firmas; 3).- La presuncional en su doble aspecto legal y humana y; 4).- la Instrumental de Actuaciones Judiciales; 5).- La pericial grafoscopica, caligráfica; y 6).La inspección judicial adminiculada con la pericial contable. La prueba confesional a cargo del actor, se le declaro desierta en audiencia del veinticuatro de agosto del año dos mil quince, dada la falta de interés procesal. La prueba Documental adminiculada con la de reconocimiento de firmas, a cargo de Carlos Regulo Esquivel Villarreal, respecto de los recibos exhibidos por la demandada en su escrito de contestación, no se desahogo dicha prueba el la audiencia señalada para ello, el día once de junio del año dos mil quince, dada la inasistencia de las partes; la parte demandada, oferente de la prueba no solicitó nueva fecha para su desahogo, en consecuencia, en el auto de fecha once de marzo del año dos mil dieciséis, en que se concluyó el período probatorio y se abrió la fase de alegatos; el oferente de la prueba a desahogar, debió de haber recurrido dicho acuerdo, sin embargo no lo hizo, quedando firme dicho acuerdo. La prueba grafoscopica, caligráfica, en proveído del cinco de junio del año dos mil quince, se le tuvo por conforme con el peritaje que rinda su contraria, en virtud de no haber rendido el dictamen el perito designado por su parte. La prueba de inspección adminiculada con la pericial contable, no se le admitió por auto de veinticinco de marzo del año dos mil quince, toda vez que no designó perito de su intención y no señaló domicilio de éste, además no preciso sobre cuales documentos o libros contables se había de desahogar dicha prueba. Por lo que, hace a la primer excepción de falta de personalidad en el actor y de representación de quien suscribió el titulo a nombre del demandado; la hace consistir en el hecho de que el endosante no acredita la personalidad con la que se ostenta y por consiguiente su endosatario carece de personalidad para representar dicha demanda; argumenta que la demandada jamás suscribió el titulo de crédito el cual le pretende cobrar la actora. Dicha excepción se declara infundada, en virtud de que el documento base de la acción es un titulo de crédito que autoriza al actor ejercitar el derecho literal y autónomo que en el se consigna, y al reconocer las demandadas la suscripción del pagaré están obligadas a su pago. Ahora bien, en cuanto a lo argumentado, respecto de que el endosatario carece de personalidad para representar dicha demanda; de que de conformidad con lo dispuesto por el artículo 29 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, que a la letra dice: Artículo 29.- El endoso debe constar en el titulo relativo o en hoja adherida al mismo y llenar los siguientes requisitos: I El nombre del endosatario; II La firma del endosante o de la persona que suscriba el endoso a su ruego o en su nombre; III La clase de endoso; IV El lugar y la fecha. La fajilla de endoso adherida al documento base de la acción (pagare), contienen el nombre del endosatario: Licenciado JUAN MANUEL GONZALEZ GARCIA; la firma de la persona que suscribe el endoso: el Licenciado Carlos Regulo Esquivel Villarreal, la clase de endoso: en procuración; y el lugar y fecha: Torreón, Coahuila, a dieciocho de noviembre del dos mil catorce; por ende, el endoso reúne los requisitos necesarios para comparecer en nombre y representación de la parte actora, dado que no comparece como representante o apoderado de la persona física actora, para que requiera carta notarial o poder para el ejercicio de la demanda o de la acción intentada; dado que, el Licenciado JUAN MANUEL GARCIA GONZALEZ, comparece como endosatario en procuración de la parte actora, tienen todos los derechos y obligaciones de un mandatario, de conformidad con el artículo 35 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito. A lo anterior sirve de apoyo lo aprobado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la Tesis que a la letra dice: Octava Época Registro: 213545 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tesis Aislada Fuente: Semanario Judicial de la Federación XIII, Febrero de 1994, Materia(s): Civil Tesis: II.2o.161 C Página: 387 PAGARES. EL RECONOCIMIENTO DEL DEUDOR DE SU SUSCRIPCION Y FIRMA, OBLIGA A SU PAGO. Conforme al artículo 5o., en relación con el 170 de la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito, como el pagaré es un título de crédito que autoriza al portador legítimo para ejercitar el derecho literal y autónomo que en él se consigna, es evidente que el mismo está desvinculado de la causa que lo originó, y así si el deudor reconoce la suscripción y firma del documento, está obligado a su pago una vez que el tenedor legítimo lo exhiba para su cobro. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO CIRCUITO. Amparo directo 834/93. Manuel Díaz Sosa. 3 de noviembre de 1993. Unanimidad de votos. Ponente: Raúl Solís Solís. Secretaria: Ma. del Rocío F. Ortega Gómez. La segunda excepción de falta de acción y Derecho, la hace consistir en la falta de acción de la cual carece el actor para reclamarle lo que pide en su demanda contra la demandada. Dicha excepción se declara infundada, en virtud, de que la falta de acción y derecho no es propiamente una excepción en sí, sino únicamente la negación del derecho ejercitado, arrojándole la carga de la prueba a la contraria; sin embargo, al fundar la parte actora su acción en un título de crédito que por naturaleza trae aparejada ejecución, le corresponde a la parte actora acreditar su pago, ya que le corresponde la carga de la prueba. Lo anterior sirve de apoyo lo aprobado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la jurisprudencia que a la letra dice: Octava Época Registro: 219050 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Jurisprudencia Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación 54, Junio de 1992, Materia(s): Común Tesis: VI. 2o. J/203 Página: 62 SINE ACTIONE AGIS. La defensa de carencia de acción o sine actione agis, no constituye propiamente hablando una excepción, pues la excepción es una defensa que hace valer el demandado, para retardar el curso de la acción o para destruirla, y la alegación de que el actor carece de acción, no entra dentro de esa división. Sine actione agis no es otra cosa que la simple negación del derecho ejercitado, cuyo efecto jurídico, solamente puede consistir en el que generalmente produce la negación de la demanda, o sea, el de arrojar la carga de la prueba al actor, y el de obligar al juez a examinar todos los elementos constitutivos de la acción. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO. Amparo directo 144/88. María Trinidad Puga Rojas. 6 de septiembre de 1988. Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: José Mario Machorro Castillo. Amparo directo 68/89. Celia Alonso Bravo. 7 de marzo de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: José Mario Machorro Castillo. Amparo directo 442/89. Rodrigo Bernabé García y Sánchez y otro. 21 de noviembre de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: José Mario Machorro Castillo. Amparo directo 104/92. Flotilde Barcala Rubio. 25 de marzo de 1992. Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: Jorge Alberto González Alvarez. Amparo directo 167/92. Fernando Ortiz Pedroza. 29 de abril de 1992. Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: Jorge Alberto González Alvarez. La tercera excepción de alteración del texto del documento, que argumenta que a simple vista se puede observar que dicho documento se encuentra alterado en cuando a su contenido y firma, ya que es por demás evidente que fue llenado con distinta letra, diferentes tintas y en diversas épocas. Dicha excepción se declara infundada, en atención a que la prueba idónea para acreditar la alteración de los documentos es la prueba pericial grafoscópica, en la cual se le tuvo por conforme con el peritaje que rinda su contraria, en virtud de no haber rendido el dictamen el perito designado por su parte. Examinado que es el dictamen emitido por el perito designado por la parte actora, con lo dispuesto por el artículo 1301 del Código de Comercio, se les otorga valor probatorio pleno, lo anterior conforme a las siguientes consideraciones de hecho y de derecho: Del Peritaje de la actora a cargo del Licenciado Mariano Flores Cordero, concluye que al realizar el análisis detallado del documento, pagaré base de la acción del presente juicio, realizó todos los estudios técnicos necesarios, para llegar a la verdad documental, concluyendo que sobre el documento analizado “NO” se aprecia ninguna alteración, transformación o modificación, toda vez que de acuerdo a la aceitosidad y o resequedad de la tinta con la que se llenaron sus interiores y se plasmaron las dos firmas que lo calzan, estas se advierte elaboradas en una misma época y en un mismo momento escritural, tampoco se advirtieron, ningún tipo de borraduras, empastes, empalmamientos, ni ninguna clase de alteración. De conformidad con los razonamientos expuestos con antelación, se llega a la convicción que la parte actora acreditó los elementos constitutivos de su acción de conformidad con lo señalado en el considerando segundo de esta misma resolución, en tanto que la demandada no acreditó sus excepciones. Por ende habrá de condenarse a la parte demandada a pagar a la actora las prestaciones reclamadas, y por lo que respecta al pago de intereses deberán computarse conforme a lo que más adelante se expresará. Debiendo reducirse el monto del pago de intereses del documento base de la acción en un 24.1% anual, porcentaje que dividido en doce meses da como resultado 2.008% mensual, calculados a partir de la fecha de vencimiento del documento base de la acción, lo anterior tomando en consideración que el interés pactado resulta usurario, debiendo analizarse dicha cuestión de oficio por cualquier autoridad en el ámbito de su competencia, advirtiéndose el abuso, en contravención a la prohibición emanada del artículo 21, apartado 3, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y en observancia al control judicial que debe hacerse de oficio, como lo estableció la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al aprobar las jurisprudencias 46/1014 y 47/2014, el veintiuno de mayo del dos mil catorce, consultables en las páginas 400 y 402, del libro 7, junio del 2014, Tomo I, de la Décima Época, de la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Cuyos rubros son. PAGARÉ, EL ARTICULO 174, PARRAFO SEGUNDO DE LA LEY GENERAL DE TITULOS Y OPERACIONES DE CREDITO, PERMITE A LAS PARTES LA LIBRE CONVENCIÓN DE INTERESES CON LA LIMITANTE DE INTERPRETACIÓN QUE LOS MISMOS CONFORME CON NO SEA LA USURARIOS, CONSTITUCIÓN (ABANDONO DE LA JURISPRUDENCIA 1ª./J 132/2012 (10ª) Y DE LA TESISI AISLADA 1ª CCLXIV/2012 (10ª) y PAGARE SI EL JUZGADOR ADVIERTE QUE LA TASA DE INTERESES PACTADA CON BASE EN EL ARTICULO 174, PARRAFO SEGUNDO, DE LA LEY GENERAL DE TITULOS Y OPERACIONES DE CREDITO ES NOTARIAMENTE USURARIA PUEDE, DE OFICIO, REDUCIRLA PRUDENCIALMENTE. Y en el caso a estudio el interés pactado del 10% diez por ciento mensual, resulta usurario, ya que con base en ese pacto la actora pretende obtener en provecho propio y de modo abusivo sobre el demandado, un interese excesivo derivado de un préstamo, pues es cinco veces mayor al interés que se causaba en las operaciones con tarjeta de crédito, toda vez que es desproporcionado, con relación a la tasa que establecen las instituciones especializadas en la actividad financiera, así como a las circunstancias y las características del pagaré base de la acción, en el que participaron personas físicas y, para fijar de manera prudencial la reducción del interés aplicable, tomando en cuenta la tasa de interés que en el tiempo en que se suscribió el documento prevalecía para las disposiciones en tarjetas de crédito, o tasa de interés efectiva promedio ponderada, pues se estima que se trata de una operación semejante a la de mutuo con interés. En consecuencia deberá de reducirse el monto del pago de intereses del documento base de la acción, en veinticuatro punto uno por ciento, porcentaje que dividido en doce meses da como resultado dos puntos porcentuales cero cero ocho centésimos, calculados a partir de la fecha de vencimiento del documento base de la acción; así mismo se condena a los demandados al pago las costas judiciales, éstos últimos con fundamento en la fracción III del numeral 1084 del Código de Comercio. Por lo expuesto y fundado además en los artículos 1321, 1322, 1324, 1325 y demás relativos de Código de Comercio, se resuelve: PRIMERO.- Procedió la Vía Ejecutiva Mercantil intentada y tramitada. SEGUNDO.- La actora probó los hechos de su acción y la parte demandada no justificó sus excepciones; en consecuencia: TERCERO.- Se condena a la parte demandada MARTHA PATRICIA LINARES SALDAÑA y PATRICIA MAYELA ÁVILA GONZÁLEZ, a pagar a la parte actora CARLOS REGULO ESQUIVEL VILLARREAL, la cantidad de $120,000.00 (CIENTO VEINTE MIL PESOS 00/100 MONEDA NACIONAL), en concepto de suerte principal; al pago de los intereses moratorios calculados a razón del dos puntos porcentuales cero cero ocho centésimos mensual a partir de la mora, más los que se sigan venciendo hasta la total solución de este negocio. CUARTO.- Se señala el término de CINCO DÍAS a partir del día siguiente al en que cause ejecutoria esta sentencia para que la parte demandada cumpla con las prestaciones a que se le condena y en caso de no hacerlo, procédase al trance y remate de lo que legalmente se hubiere embargado y con su producto páguese proporcionalmente a la parte actora. QUINTO.- Se condena a la parte demandada a cubrir los gastos y costas de la instancia, según lo dispuesto por la fracción III del artículo 1084 del Código de Comercio. NOTIFÍQUESE PERSONALMENTE Y LÍSTESE.- Artículo 309 fracción III del Código Federal de Procedimientos Civiles, aplicado supletoriamente al de Comercio.- Así definitivamente lo resolvió y firma la LICENCIADA LORENA IVONE RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, Jueza Primero de Primera Instancia en Materia Mercantil del Distrito Judicial de Torreón con residencia en esta ciudad, ante la Secretaria de Acuerdo y Trámite Licenciada OBDULIA VILLA GARCÍA que autoriza y da fe. En la misma fecha se listó la anterior resolución.- CONSTE. Expediente 36/2015