92 Omar Huertas Díaz Profesor e investigador universitario; Magíster en Derechos Humanos, Estado de Derecho y Democracia de la Universidad de Alcalá; Director de la línea de investigación “Derecho Internacional de los Derechos Humanos y Crímenes Internacionales”, Grupo de Investigación “El Alba del Saber” (COLCIENCIAS: CvLAC y GrupLAC Código COL0053829 – Categoría C). Jesús Darío Mora Calvo Abogado, Profesor e Investigador de la Universidad Autónoma de Colombia. Magíster en Investigación Social Interdisciplinaria de la Universidad Distrital. 93 94 Omar Huertas Díaz Jesús Darío Mora Calvo El genocidio político como expresión de violencia política en Colombia en la segunda mitad del siglo XX 1 Artículo de reflexión Resumen El presente artículo se concentra en el análisis y exploración de diferentes fenómenos sociales que desde la historia de la violencia política en Colombia a partir de la segunda mitad del siglo XX y sus precedentes, tienen relación directa con una actividad sistemática de exterminio de miembros de grupos políticos por parte del Estado, transformando de este modo la violencia política en un verdadero crimen contra la humanidad. Political genocide as an expression of political violence in Colombia in the second half of the 20th century 1 Artículo resultado del Trabajo de Investigación que los autores realizan sobre el tema en el Grupo de Investigación “El Alba del Saber” de la Universidad Autónoma de Colombia (Registro COLCIENCIAS: COL0053829 – Categoría C). Participaron en la elaboración de este artículo, además de los dos autores mencionados, los profesores Boris Alberto Pinzón Franco e Iván Andrés Flórez Acero. Palabras clave Derechos Humanos, Violencia Política, Genocidio Político, Crímenes de Estado, Crímenes contra la Humanidad, Historia, Colombia Reflection Article Abstract This article is devoted to the analysis and exploration of different social phenomena that from the history of political violence in Colombia incepted in the mid-20th century and their preceding facts keep a direct relationship with the state’s systematic activity of exterminating members of political groups, transforming political violence into a true crime against humankind. Key words. Human rights, Political violence, Political genocide, State crimes, Crimes against humankind, History, Colombia. 95 El genocidio político como expresión de violencia política en Colombia en la segunda mitad del siglo XX Introducción astaría con traer la cronología que nos presenta María Tila Uribe en su libro Los Años Escondidos. Sueños y Rebeldías en los Años Veinte para dar cuenta de la actividad política y popular que antecedió a la época de la violencia en Colombia, que no es más que un capitulo en la historia de la violencia política agudizado con la muerte de Jorge Eliecer Gaitán el 9 de abril de 1948, pero que en definitiva abre la puerta a un periodo de profunda intolerancia en la cultura política de nuestro país, intolerancia que ha traído consigo el aniquilamiento de movimientos políticos y el agudizamiento de una violencia más que generalizada. 1 Uribe, M.T. (2007). Los Años Escondidos, Sueños y Rebeldias En La Decada del Veinte. Bogotá: Ediciones Antropos Ltda., pág.15. 2 Ibídem. 3 Ibídem. 4 Archila, N. A. (1989). La clase obrera Colombiana (1886 - 1930). En A.T. Mejía, Nueva Historia De Colombia. Bogotá: Planeta, pág. 225. 5 Uribe, M.T. (2007). Los Años Escondidos…Ob. Cit., pág.15. 96 Así, el siglo veinte comienza con la guerra de los Mil Días (1898 – 1901) en donde se destacaron generales Liberales como Rafael Uribe Uribe, Benjamín Herrera y Gaitán Obeso, que durante los primeros treinta años del siglo XX, después del rechazo por la separación del Panamá bajo la presión norteamericana1, comienza una larga ruta de reivindicaciones populares de capital importancia para el ejercicio político y sindical de la clase trabajadora en el país que ante los ojos del tradicionalismo político se constituye en actos de vandalismo e ilegalidad que derivan en la persecución, asesinato y encarcelamiento de los líderes políticos, sindicales y populares que gestaron estas reivindicaciones. En el año de 1914 es asesinado en Bogotá el general Uribe Uribe, partidario de un “liberalismosocialista” por lo que gran parte de la población, y como parte de ella los generales liberales de la Guerra de los Mil Días, se sienten indignados por el crimen. En el año de 1919 se presenta una gran movilización de los artesanos en Bogotá2 en donde grupos de obreros e intelectuales lanzan el “Manifiesto Socialista” y crean el primer partido socialista en Colombia que tendrá vida hasta 19223. En este mismo año se celebra por primera vez en el país el 1º de mayo día internacional del trabajo. En este sentido, el profesor Mauricio Archila afirma que el liberalismo ideológico, propio de esta época, contribuye no solo a desligar a los obreros de la práctica eclesial, sino que aporta una especie de divinidad a la razón. Los obreros de los años XX pondrán toda su confianza en la razón como principio organizador del comportamiento social, así la clase obrera nació por tanto, con el convencimiento optimista de que la razón seria el principio redentor de la humanidad, y de que ella, la clase obrera, era su última y más perfecta herramienta. Era una visión optimista de su papel histórico4. En el periodo de 1920 a 1928 se desarrollan huelgas de diferentes duraciones e intensidades en varias regiones del país. Las más importantes son las de los ferrocarriles del Pacífico, La Dorada y Cundinamarca; Las petroleras de Barranca, las Bananeras en el Magdalena. Contingentes de mujeres se incorporaron al trabajo asalariado y se produjeron las primeras huelgas femeninas. Se recrudecieron los movimientos campesinos en Cundinamarca y otras regiones, así como, las luchas de resistencia indígena en el cauca, Tolima y la guajira5.Y finalmente el año de 1928 terminó con la masacre de los huelguistas en la zona bananera por parte del Ejercito Nacional y posterior a esto el apresamiento general de los dirigentes socialista y el sometimiento a consejos de Guerra. Omar Huertas Díaz y Jesús Darío Mora Calvo 1. Jorge Eliecer Gaitán: Caudillo de masas Jorge Eliecer Gaitán, líder popular y político de la primera mitad del siglo XX, abogado de la Universidad Nacional cuya tesis de grado se tituló “Las ideas socialistas en Colombia” que ya marcaban un derrotero para su futura vida de hombre político, amplió sus conocimientos en derecho penal en la Real Universidad de Roma en donde conociera la doctrina y el pensamiento de Enrrico Ferri6. Gaitán a su regreso al país, como lo afirma el historiador Colombiano Álvaro Tirado Mejía, a fines de marzo de 1929, se levantaba el Estado de sitio en la zona bananera. Los dueños de las plantaciones del banano, acompañados por el ejército colombiano, acababan de asesinar a millares de indefensos obreros, culpables de pedir un poco de justicia social para sus vidas. Gaitán quiso conocer de cerca la comarca martirizada y por muchos días recorrió el escenario del terror, escuchando los relatos de los sobrevivientes y conociendo reveladores documentos sobre la masacre7. Gaitán, quien había sido elegido para el congreso, realizó durante quince días el más formidable debate denunciando las arbitrariedades de la Unit Fruit Company, y con la documentación que llegó a tener en la mano, obtenida en sus dos viajes a la región, probó en sus acusaciones que había una conspiración entre la compañía norteamericana y el gobierno colombiano para explotar a los trabajadores8; como antecedente a esta denuncia, fue Gaitán quien en el año de 1929 asumió la defensa de líderes políticos como la de Tomas Uribe Márquez, fundador del Partido Socialista Revolucionario PSR junto con María Cano, Ignacio Torres Giraldo y Mahecha entre otros, acusados por rebelión. Para Gaitán el caso Uribe Márquez era continuidad de los procesos en la zona bananera –en los que ya había obtenido el triunfo político y los presos comenzaban a quedar en libertad-9. Así, este hecho no sólo dio a Gaitán la fama de ser un abogado con grandes capacidades intelectuales e histriónicas frente a los estrados judiciales sino que también mostró su sensibilidad social, teniendo en cuenta que estas defensas tenían el precio del deber cumplido y la libertad de hombres y mujeres “quienes hicieron polvo la injusticia y el desamor” 10; Gaitán ante todo, heredó a la historia política y social la verdad frente a la responsabilidad criminal y la complacencia del Estado Colombiano a favor de la Unit Fruit Company en la masacre de las bananeras. En octubre de 1933, antes de que se clausurara el congreso, Gaitán lanzó un manifiesto trascendental: Invitaba al pueblo, a toda la intelectualidad, a todos los oprimidos a que formaran un frente único, capaz de luchar por la justicia social. Ese movimiento se llamaría Unión Nacional Izquierdista Revolucionaria, planteándose un programa similar al de Haya De Latorre en el Perú. Gaitán habló de los grandes latifundios abandonados y de los campesinos explotados como bueyes. En varios centros agrícolas la UNIR adquirió proporciones de peligro social y bajo sus banderas se realizaron numerosas movilizaciones, huelgas agrarias y reclamaciones directas a los terratenientes11. Durante la campaña presidencial del 44’ al 46’ Gaitán y los gaitanistas usaron su lema -Por la restauración moral y democrática- como un arma efectiva contra los enemigos políticos, principalmente de los liberales del sector oficialista. El 25 de septiembre de 1945 la plaza de Toros de Bogotá se desbordó con cuarenta mil gaitanistas, plenos de alegría y confianza en el triunfo, participantes de una experiencia política sin precedentes, Gaitán era ya un caudillo de masas, un líder social12. 2. La violencia en la segunda mitad del siglo xx en Colombia La confrontación política y militar que las guerrillas libran contra el Estado en Colombia, desde hace más de cincuenta años, es hoy el elemento desencadenante de la violencia política y uno de los factores que atentan de manera más grave contra el normal desarrollo de la vida democrática e institucional del país13. 6 7 Tirado, M. A. (1989). El Nueve De Abril, Asesinato de Una Esperanza. En M. A.Tirado, Nueva Historia De Colombia. Tomo II. Bogotá: Planeta, págs. 33 – 56. 8 Ibídem. 9 Ibídem. Uribe, M.T. (2007). Los Años Escondidos…Op. Cit., pág. 335. 10 Ibídem. 11 Tirado, M. A. (1989). El Nueve De Abril… Op. Cit., págs.33 – 56 12 Ibídem.. 13 Lara, P. (1989). Siembra Vientos Y Recogeras Tempestades (La historia del M - 19 sus protagonistas y sus destinos). Bogotá: Planeta, pág.26. 97 El genocidio político como expresión de violencia política en Colombia en la segunda mitad del siglo XX La violencia en la segunda mitad del siglo es el resultado de varios factores que se venían presentando desde la época de la independencia, así: La lucha bipartidista por el poder, las estrategias violentas para la apropiación de tierras, la concentración del poder en cabeza de terratenientes en el campo, las luchas obreras y el surgimiento de los sindicatos, entre otras.Todas ellas contribuyeron a la agudización de la violencia en Colombia en donde a finales de los años cuarenta la violencia dejó de doscientos a trescientos mil muertos14. Las luchas bipartidistas iniciaron prácticamente desde antes de la independencia de España. Hay que recordar que durante el periodo en el que se proclamó la independencia en 1810 y la reconquista por par te de España, Colombia atravesó el período denominado “La patria boba”, en el cual los federalistas lucharon contra los centralistas por decidir la mejor forma de gobierno. Luego de la Independencia final en 1819, rápidamente se conformaron los partidos así: Liberales, agrupados bajo los ideales de Francisco de Paula Santander y Conservadores, agrupados bajo los ideales de Simón Bolívar. 14 Ibídem. 98 Aquí entra el segundo factor desencadenante de la violencia y es la apropiación de tierras de manera violenta. La clase gobernante se apodera de amplios territorios respaldados por la creación de leyes que sustentan de manera legal dicha apropiación de manos de los campesinos, quienes pasan de ser propietarios a ser empleados. La miseria se extiende toda vez que las condiciones de los ahora trabajadores son mínimas, siendo que el pago en muchas ocasiones se da en especie y no en dinero. Esta serie de injusticias desata un sentimiento de ira en las clases trabajadoras quienes empiezan a ver en sus patronos a los usurpadores de su riqueza y derechos, sentimiento que es la base de la lucha guerrillera en busca de su reivindicación de la justicia, las tierras y los derechos de ellos mismos. Como resultado de los enfrentamientos entre las diferentes ideologías se presentaron numerosos conflictos bélicos de manera consecutiva desde el año 1835 en adelante, siendo el último de estos y el más grave la guerra conocida como “la guerra de los mil días” finalizada en 1903 con la independencia y pérdida de Panamá con la colaboración de los Estados Unidos. Es por esta razón que durante el siglo XIX y principios del siglo XX el país no tuvo mayor desarrollo económico y la pobreza y condiciones sociales precarias eran la generalidad para la población. El tercer factor está estrechamente relacionado con la apropiación de tierras y es la acumulación de extensos territorios, lo que a su vez permitió que estos terratenientes adquirieran poder en las zonas de su propiedad. Esto desembocó en que los diferentes asentamientos urbanos que se conforman se encuentran bajo la potestad y dirección del terrateniente quien les indica, entre otras cosas la religión que deben profesar y el partido político que deben elegir. Este dominio resultó tan arraigado que desató un fenómeno de persecución por causas políticas, esto es, un odio fratricida entre conservadores y liberales. Esta persecución política, resultó ser la excusa para la ejecución de viejas venganzas o la apropiación de territorios por parte del mismo terrateniente. El cuarto factor de estudio fue el surgimiento de las luchas por reivindicaciones laborales, tales como la prohibición de pagos en especie, la jornada máxima de trabajo, seguridad social, entre otras. Es a par tir de 1903 cuando el país entra en una época de relativa calma en donde la lucha bipartidista no se va a dar a manera de guerra civil, sino que las diferentes regiones toman partido por unos u otros de manera radical y empieza una época de violencia sistemática y aislada con base en la política. Todos estos factores dejaron como consecuencia el surgimiento de la época conocida como “la violencia”. Se empieza a contar como tal a partir del 9 de abril de 1948, pues la muerte de Gaitán es el detonante para el surgimiento de las guerrillas, fenómeno fundamental de la violencia de segunda mitad del siglo XX. Omar Huertas Díaz y Jesús Darío Mora Calvo Es importante reconocer que si bien el asesinato de Gaitán implicó el desencadenamiento de la lucha armada contra el Estado por parte de los campesinos, ésta no surgió únicamente como una respuesta a su muerte. Hay que recordar que Gaitán en sus alocuciones constantemente hablaba de la violencia a manos del estado conservador en contra del pueblo liberal. Ejemplo de esto es la organización de la Marcha del silencio y la famosa Oración por la paz, discurso en el que imploraba al presidente Ospina Pérez por la defensa de los ciudadanos de la violencia. Constantemente eran denunciadas matanzas de campesinos liberales a manos de la policía conservadora y en las zonas rurales era famosa la persecución por parte de los denominados “pájaros” en contra de los liberales. Si bien nunca han podido ser despejadas las razones de la muer te de Gaitán, no resulta descabellado afirmar que ésta terminó por favorecer la conservación del poder por parte de la clase gobernante, quien finalmente fue la única beneficiada con el magnicidio. El partido liberal, sin su cabeza que abogaba por el cambio social volvió a ser dirigida por los mismos personajes quienes negociaron su participación en el gobierno olvidando rápidamente la muer te del caudillo. Por su parte, los dirigentes conservadores si bien cedieron un espacio conservaron el poder15. Esto no quiere decir que no se presentaran matanzas de conservadores a manos de liberales, situación que también era denunciada. Noticias de la época hablan de pueblos arrasados por su condición política, familias desterradas y algunas otras atrocidades cometidas por causa política. Es así como para el pueblo liberal, para los obreros, para los artesanos y en general todas las clases oprimidas, la figura de Gaitán representaba el cambio, una esperanza que implicaba acceso a la tierra para los campesinos y condiciones dignas de trabajo para los citadinos. La lucha de Gaitán entonces era una lucha del pueblo contra la clase dominante por el poder, sin dejar de lado los odios por décadas concebidos entre unos y otros. Por su parte la clase gobernante que desde la independencia había detentado el poder, veía en Gaitán una amenaza de verse excluida del mismo, razón por la cual no apoyaban su candidatura. No hay que olvidar que precisamente la división del partido liberal en las elecciones de 1946 fue la que le dio la victoria al partido conservador después de una hegemonía de casi 30 años de gobierno liberal. Una vez derrotado el liberalismo y habiendo Gaitán asumido la dirección única del partido liberal la clase dominante tuvo que unirse en contra de ese enemigo común. 15 Ibídem. 99 El genocidio político como expresión de violencia política en Colombia en la segunda mitad del siglo XX 3. EL 9 de Abril de 1948 El profesor Arturo Alape Narra en su libro “El Bogotazo, Memorias del olvido” la forma como el caudillo liberal es asesinado por Juan Roa Sierra, el nueve de abril de 1948 a la 1:05 pm y todo el contexto de orden público que este acontecimiento desató sobre la carrera séptima en Bogotá en donde el líder fue abaleado. En el testimonio de quienes vivieron en carne propia este atroz crimen y la investigación en prensa durante un periodo de treinta años, así como el expediente judicial que en 1978 cerró sus páginas, para que solo en la pluma de Arturo Alape recuperara la memoria histórica de este día: El 9 de abril. Por su parte, Jaime Bateman Cayón dirigente del Movimiento 19 de Abril desde su visión política sobre el 9 de abril de 1948, afirma que “cuando asesinaron a Gaitán, la respuesta popular fue violenta.Y así tenía que ser. Pero fue una respuesta desorganizada. Los jefes liberales no se colocaron a la cabeza de la insurrección. No derrocaron al gobierno que estaba asesinando al pueblo liberal. No fueron capaces de apoyar a la masa que los apoyaba entonces. ¡Pero eso que ellos no podían hacerlo! De haberle respondido, hubieran atentado contra los intereses de su clase. Hubieran colaborado con el triunfo de los pobres, del pueblo. Y al día siguiente del asesinato de Gaitán, cuando las casas incendiadas humeaban todavía, cuando la gente, a la deriva, había ahogado en alcohol su desconcierto, Darío Echandía amigo personal y político de Gaitán, se convirtió en el nuevo ministro de gobierno. Y se intensificó la violencia” 16. 16 17 Lara, P. (1989). Siembra Vientos Y Recogeras Tempestades... Op. Cit., pág. 80. Ibídem. 100 El 9 de abril de 1948, Jorge Eliécer Gaitán, el caudillo del pueblo es asesinado, aparentemente por la clase dirigente, lo que hace que el pueblo enloquezca temporalmente y provoca el fenómeno denominado “El Bogotazo”, en el cual si bien es cierto la ciudad se vio arrasada en su estructura física, no pudo tocar su estructura política conservándose el poder intacto por la clase gobernante. El Bogotazo, apar te de tener como objetivo destrozar las insignias del poder y de la opresión, implicó una persecución política de quienes entonces fueron considerados los culpables de la muer te de Gaitán, el par tido conser vador, representado por todos sus militantes, quienes sin miramientos fueron asesinados, no solo en Bogotá, sino en todos los pueblos y zonas rurales a donde alcanzó la noticia. Miles de ciudadanos fueron asesinados en todo el país en los días siguientes por su condición de conservadores. Una vez negociado el poder entre los partidos, empieza la retaliación en contra de los liberales por parte de la policía conservadora. Debemos insistir que no se trató de un fenómeno nuevo, sin embargo se diferencia de los anteriores en la causa que se le imputó y que fue la consecuencia desencadenada por la muerte de Gaitán17. 4. Luchas campesinas y el surgimiento de guerrillas liberales Los campesinos liberales como respuesta al abandono del Estado quién los atacaba de manera directa y con el respaldo de las instituciones decidieron organizar grupos de defensa en contra de la violencia contra ellos ejercida. Es así como en la segunda mitad del siglo XX surgen las conocidas “guerrillas liberales”, en principio apoyadas por los terratenientes liberales. Estas guerrillas, conformadas en su mayoría por campesinos quienes habían sido víctimas de la violencia conservadora, tenían como objetivo defenderse de los ataques infligidos, atacando a su vez a la población conservadora. Este era el escenario de la población, sin embargo es necesario observar el escenario político que siguió a la muerte de Gaitán, toda vez que permite explicar el surgimiento y permanencia de las guerrillas liberales. Luego de la muer te de Gaitán, la dirigencia del par tido liberal, reunida de urgencia en la Clínica Central donde había sido trasladado el cadáver del caudillo decidió dirigirse al Palacio de Nariño donde se encontraba el presidente de la República. La comisión encargada estaba dividida Omar Huertas Díaz y Jesús Darío Mora Calvo en dos grupos. Uno de ellos consideraba que la visita debía tener como fin exigir la renuncia del entonces presiente Mariano Ospina Pérez. El segundo grupo consideraba que el objetivo debía ser el de negociar mayor participación del partido liberal en el gobierno. Como líder de la comisión fue elegido Darío Echandía quién pertenecía al segundo grupo. Una vez en palacio se negoció una mayor participación del partido liberal con el nombramiento de Darío Echandía como ministro de gobierno y algunos otros nombramientos de dirigentes liberales. Las elecciones de 1950 presentaron un cambio en sus aspirantes. Por el partido liberal se presentó como candidato Darío Echandía y por el partido conservador Laureano Gómez. Sin embargo un atentando en contra del candidato liberal en el que murió su hermano Vicente Echandía, terminó en su renuncia dejando como único candidato y ganador de las elecciones a Laureano Gómez. Laureano Gómez gobernó el país hasta 1951, año en el cual tuvo que ceder el poder temporalmente a Roberto Urdaneta. En 1953 regresó al poder debido a la crisis política desatada por sus políticas represivas y la amenaza de golpe de estado liderada por el general Gustavo Rojas Pinilla. El gobierno de Gómez estuvo caracterizado por la suspensión de libertades civiles, sindicales y de prensa, además de la suspensión de las cortes y de promover la prohibición de la educación laica y la entrega de poderes a la Iglesia. Dichas medidas generaron un clima de violencia, en medio del cual fue acusado de utilizar medidas autoritarias y de implementar un esquema de represión contra Liberales y comunistas. En este periodo se creó una fuerza secreta de civiles armados apodada en la áreas rurales como “Policía Chulavita” fieles al gobierno, quienes perseguían a los liberales y otros simpatizantes de movimientos de izquierda, destruían haciendas y fincas e incautaban bienes y terrenos a los perseguidos. A esta fuerza secreta se le atribuyen numerosas desapariciones de liberales y opositores. El 13 de junio de 1953, como respuesta al descontento de la población se realizó el golpe de estado encabezado por el General Rojas Pinilla, quien derrocó al presidente y asumió el poder, legitimado por una asamblea constituyente que lo nombró presidente de la república. Durante su mandato logró firmar un armisticio con las guerrillas liberales prometiéndoles cambios sociales a cambio de su desmovilización. Si bien es cierto muchas de estas guerrillas accedieron a su desmovilización, algunas se conservaron en la lucha. 5. La junta Militar de 1957 Rojas Pinilla fue ratificado en el poder en 1954 hasta 1958, sin embargo la creciente popularidad entre el pueblo y el temor de los partidos tradicionales de ser excluidos del poder, así como la creación de un tercer partido político “Movimiento de Acción Popular” que defendía las políticas del general, llevaron a los partidos y a la Iglesia a hacer oposición al régimen. El 10 de mayo de 1957 la Asamblea Constituyente fue disuelta por un golpe militar y el general Rojas Pinilla obligado a renunciar. La junta militar, compuesta por cinco militares del Ejército, la Armada y la Policía Nacional, gobernó hasta el 7 de agosto de 1958, período durante el cual los partidos tradicionales se pusieron de acuerdo para conformar el denominado “Frente Nacional”. Es importante resaltar el hecho de que varios dirigentes de las guerrillas liberales que habían depuesto las armas y firmado la paz con el gobierno fueron asesinados durante el mandato de Rojas Pinilla, entre ellos Guadalupe Salcedo, famoso guerrillero de los llanos. Es por esta razón que muchos de los desmovilizados de las guerrillas liberales vuelven a las armas. 6. EL Frente Nacional La idea de repartir el poder entre los partidos tradicionales surgió desde inicios del siglo con políticas como la “Concordia Nacional”, establecida por Rafael Reyes y la “Unión Nacional” promovida 101 El genocidio político como expresión de violencia política en Colombia en la segunda mitad del siglo XX por el presidente Ospina Pérez. Durante el gobierno del general Rojas Pinilla y como respuesta a su creciente popularidad, los dirigentes de los par tidos liberal y conservador, Alber to Lleras Camargo y Laureano Gómez, respectivamente iniciaron conversaciones que llevaron a la firma del pacto de Benidorm el 24 de Julio de 1956, el cual dio inicio al “Frente Nacional”, cuyo objetivo consistía en turnar la presidencia entre los partidos políticos y repartir el gobierno en partes iguales durante 4 períodos presidenciales desde 1958 hasta 1974. Posteriormente se firma la declaración de Sitges el 20 de Julio de 1957 entre Lleras Camargo y Gómez, en donde confirman que los dos partidos compartirían el poder en partes iguales durante 12 años, la presidencia se alternaría entre los dos partidos y se realizaría un plebiscito; y por último el pacto de San Carlos de Noviembre de 1957 en donde acuerdan que sería el Congreso el que elegiría el candidato conservador que iniciaría el Frente Nacional. Durante el gobierno de la junta militar se realiza un plebiscito popular en el cual se acepta el frente nacional por el pueblo. El partido conservador no logró ponerse de acuerdo en quién sería el candidato a la presidencia razón por lo cual el Congreso, que fue restituido por la Junta Militar, decidió que el frente nacional sería iniciado por el partido liberal, siendo elegido Alberto Lleras Camargo como presidente para el período de 1958 a 1962. El Frente Nacional marca el fin de la lucha bipartidista por el poder, sin embargo la violencia continúa en diferentes zonas del país, por las antiguamente conocidas guerrillas liberales. Esto por cuanto si bien el poder dejó de disputarse entre los partidos, las injusticias sociales, así como la apropiación de grandes extensiones de tierra y riqueza en manos de terratenientes y las pobres condiciones laborales de los trabajadores, continuaron y de hecho se acentuaron. 102 Para los siguientes períodos fueron nombrados de manera consecutiva: Guillermo León Valencia (1962- 1966) y Carlos Lleras Restrepo (1966 – 1970). Durante los gobiernos del frente nacional se prohibió la existencia de un tercer partido que participara en las elecciones, sin embargo surgieron políticos disidentes que para poder acceder a las elecciones se refugiaron en los toldos de alguno de los partidos, como el Movimiento Revolucionario Liberal (MRL) liderado por Alfonso López Michelsen y apoyado por el Partido Comunista Colombiano (CPC) y la Alianza Nacional Popular (ANAPO) fundada por el general Rojas Pinilla. En las elecciones de 1970 se presentaron dos candidatos: Gustavo Rojas Pinilla por la ANAPO y Misael Pastrana Borrero por el partido conservador, a quien le correspondía por turno la presidencia. El día de las elecciones el candidato de la ANAPO parecía haber obtenido la mayoría de las votaciones, sin embargo el presidente decretó el toque de queda y al día siguiente fue proclamado como ganador el candidato conservador, bajo fuertes acusaciones de la existencia de un fraude electoral. El último gobierno del frente nacional estuvo caracterizado por el auge de las guerrillas existentes y el surgimiento de un movimiento guerrillero de tinte político llamado M-19 (Movimiento 19 de abril). 7. Surgimiento de las guerrillas Es durante el frente nacional que cobran fuerza las diferentes guerrillas que protagonizan gran parte de la violencia de la segunda mitad del siglo XX. Las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) surgen oficialmente en el año 1964 con la “Operación Marquetalia” en la cual expiden su “programa agrario” y sientan las bases de su lucha. Influenciadas por las políticas marxistas y comunistas abogan por una igualdad social, acceso a la riqueza y a la tierra por parte de los campesinos y el cese de las acciones violentas por parte del gobierno. Hay que recordar que las FARC fueron conformadas inicialmente como guerrillas liberales en los años 50 y sus integrantes no se desmovilizaron en el gobierno del General Rojas Pinilla. Omar Huertas Díaz y Jesús Darío Mora Calvo El ELN (Ejército de Liberación Nacional) surge en el año 1965 con la toma de Simacota donde dan a conocer el “Manifiesto de Simacota” donde exponen sus principios. Hay que resaltar que mientras las FARC tuvieron su base en campesinos, el ELN fue conformado tanto por campesinos como por estudiantes de la Universidad Industrial de Santander – UIS. Otras guerrillas importantes fueron el EPL (Ejército Popular de Liberación) surgida en 1965 y el movimiento indigenista Quintín Lame (MAQL) surgido en 1984. Una guerrilla importante en la lucha armada fue el Movimiento 19 de abril (M-19) la cual surge como una protesta al supuesto fraude electoral en 1970 el cual dio como ganador al conservador Misael Pastrana Borrero. Los líderes del M-19 fueron guerrilleros disidentes de las FARC, quienes no compartían la ausencia de visión política de dicha guerrilla y esperaban un cambio político y social. Conclusión El genocidio político como expresión de violencia política en Colombia en la segunda mitad del siglo XX en Colombia debe ser estudiado desde un análisis que relacione la violencia política como un fenómeno de violencia social y política en el escenario político colombiano. Es necesario abordar en el mismo sentido los acontecimientos de violencia política que antecedieron al 9 de abril de 1948 como inicio del bipartidismo político que desencadenó la violencia política en los albores de la segunda mitad del siglo XX en Colombia, tales como los movimientos sindicales, el surgimiento de par tidos políticos como el Par tido Socialista Revolucionario PSR y el declive del movimiento sindical después de la masacre de las bananeras de 1928, como parte de una actividad sistemática de persecución y asesinato por parte del Estado a los líderes políticos de estas organizaciones; para luego, abordar el bipartidismo político y la muerte de Jorge Eliecer Gaitán como un momento histórico que acentúa la violencia política en Colombia agudizándose el bipartidismo (lucha entre liberales y conser vadores) que desemboca en una manifestación de violencia política generalizada y la formación de movimientos políticos que a lo largo del la segunda mitad del siglo XX en Colombia toman protagonismo. Por último, es impor tante analizar las actividades sistemáticas y deliberadas por parte del Estado Colombiano frente a la aniquilación de grupos políticos mediante el exterminio de sus miembros, que se tienen como fenómenos de violencia política en la historia del país, constituyéndose, a la luz del genocidio político, en un crimen contra la humanidad en cabeza del Estado Colombiano. 103 El genocidio político como expresión de violencia política en Colombia en la segunda mitad del siglo XX Bibliografía Alape, A. ( XVI Edición). El Bogotazo. Memorias del Olvido. Bogotá: Planeta, 2004. Amnistia Internacional. Sindicalismmo en Colombia. Bogotá: EDAI., 2007. Archila, N. A. La clase obrera Colombiana (1886 - 1930). En A. T. Mejía, Nueva Historia De Colombia. Bogotá: Planeta, 1989. Cassese, A. Los Derechos Humanos En El Mundo Contemporaneo. Barcelona: Ariel S.A., 1993. Dudley, S. Armas y Urnas. Historia de un genocidio político. Bogotá: Planeta., 1998. Gil, A. G. 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