IP/02/894 Bruselas, 19 de junio de 2002 Normas de calidad y seguridad para las células y los tejidos humanos La Comisión ha propuesto nuevas normas de calidad y seguridad para las células y los tejidos humanos utilizados con fines terapéuticos en la Unión Europea. La medida tiene por objeto garantizar unos requisitos obligatorios y precisos para estas sustancias humanas, desde el donante hasta el paciente. Gracias a la Directiva propuesta se logrará que, por primera vez, haya un registro de las entidades que trabajan en este ámbito en toda la Unión Europea, que se fijen los sistemas mínimos de calidad y seguridad que deben aplicarse, así como la formación y las cualificaciones profesionales necesarias, que se organicen las inspecciones y las sanciones en los Estados miembros, y que se establezcan las normas mínimas y los procedimientos obligatorios para todo el proceso de donación, verificación, extracción, procesamiento, almacenamiento, distribución y preservación de tejidos y células. La directiva establece normas claras de seguridad y de calidad en lo que se refiere a la donación, la verificación y la extracción de las células y los tejidos humanos, con independencia de cuál vaya a ser su utilización final, incluido el transplante y otras aplicaciones terapéuticas. La acción de la Unión Europea en este ámbito es necesaria porque en Europa, cada año, cientos de miles de pacientes se someten a una u otra forma de tratamiento terapéutico basado en la utilización de células y tejidos humanos. El establecimiento de normas de calidad y seguridad para toda la Unión hará que la población se sienta segura de que las células y los tejidos humanos procedentes de donaciones realizadas en otro Estado miembro reúnen las mismas garantías que las de su propio país. Corresponde a los Estados miembros decidir qué células serán autorizadas. Dichas normas de seguridad y calidad sólo se aplicarán a los tejidos y las células que los Estados miembros decidan autorizar, lo cual está en consonancia con la disposición específica introducida por el Tratado de Amsterdam para garantizar un alto nivel de protección de la salud pública para las sustancias de origen humano, y respeta plenamente la subsidiariedad, puesto que el artículo 152 del Tratado CE establece también que las medidas comunitarias «no afectarán a las disposiciones nacionales en materia de donaciones o de uso médico de órganos y de sangre». La propuesta respeta rigurosamente las orientaciones éticas de la Carta de Derechos Fundamentales, así como los dictámenes del grupo Europeo de Ética y del Consejo de Europa. Sin embargo, el establecimiento de normas éticas vinculantes compete exclusivamente a los Estados miembros. El uso creciente de células y tejidos humanos con fines terapéuticos hace que se preste mayor atención a la necesidad de garantizar su calidad y seguridad. David Byrne, Comisario encargado de la sanidad y la protección de los consumidores, ha declarado: «Nuestro objetivo es proteger a los pacientes. En virtud del Tratado de Amsterdam, la Unión Europea tiene la posibilidad y la obligación de introducir medidas obligatorias que fijen normas elevadas de calidad y de seguridad para la sangre, los órganos y las sustancias de origen humano. Esta es la segunda iniciativa de la Comisión en este ámbito, y la redacción de la propuesta sobre la calidad y seguridad de las células y los tejidos se ha beneficiado en gran medida de la experiencia adquirida en el procedimiento de codecisión con el Parlamento Europeo y el Consejo para la Directiva relativa a la seguridad de la sangre.» (véase IP/01/1594) «La directiva propuesta aumentará la confianza de la población en el uso de células y tejidos humanos para su aplicación al cuerpo humano.» La propuesta de directiva presentada por la Comisión establece requisitos de calidad en lo concerniente a la donación, la obtención y la verificación de células y tejidos, así como normas para el funcionamiento de los centros de tejidos, con el fin de garantizar un nivel comparable de seguridad en toda la Unión Europea. Asimismo, se introducen normas de trazabilidad que permitirán seguir las células y los tejidos desde el donante hasta el paciente, y viceversa. Se establecen normas comunes para la donación, la obtención, el procesamiento, la preservación, el almacenamiento y la distribución, en caso de que las células y los tejidos vayan a ser utilizados para el trasplante humano. Si su destino fuera otro, como, por ejemplo, aplicaciones industriales y medicamentos o tratamientos terapéuticos, dichos procesos se regirán por otra legislación comunitaria. La propuesta insta a los Estados miembros a colaborar en la aplicación de las medidas previstas y a crear estructuras de acreditación y control. Fija normas elevadas en lo que se refiere a la admisibilidad de los donantes de células y tejidos, y contiene disposiciones relativas a la formación del personal que interviene directamente en cualquier etapa del proceso. Las normas técnicas serán actualizadas por un Comité de reglamentación, al igual que en la Directiva sobre la seguridad de la sangre, tal como se prevé en el procedimiento de codecisión. Según el caso, se consultará a todos los comités científicos pertinentes. -2-