AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 6027/2015 QUEJOSO Y RECURRENTE: ********** PONENTE: MINISTRO JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ SECRETARIA: MIREYA MELÉNDEZ ALMARAZ SUMARIO El presente juicio de amparo deriva de un juicio ejecutivo mercantil uninstancial, en el que una persona jurídica dedicada al autofinanciamiento reclamó de los hoy recurrentes el pago de la cantidad amparada en el documento base de la acción, los intereses moratorios, y demás prestaciones accesorias. El juez de conocimiento condenó a los demandados. En virtud de lo anterior, éstos promovieron juicio de amparo en el que alegaron violaciones al procedimiento (específicamente irregularidades de ocho notificaciones realizadas por “boletín judicial”), sostuvieron la inconstitucionalidad de los artículos 126 y 127 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, que contemplan el modo en que se realizan este tipo de notificaciones. Al dictar sentencia, el Tribunal Colegiado de Circuito declaró infundados los argumentos tendentes a impugnar dichos preceptos, y negó el amparo. En contra de ésta resolución, los quejosos interpusieron el recurso de revisión que hoy se resuelve y en el cual se realiza el estudio de constitucionalidad respectivo. 39. Esta Suprema Corte de Justicia ha definido el derecho de acceso a la justicia o de tutela judicial efectiva como el derecho público subjetivo que toda persona tiene, dentro de los plazos y términos que fijen las leyes, para acceder de manera expedita a tribunales independientes e imparciales, a plantear una pretensión o a defenderse de ella, con el fin de que a través de un proceso en el que se respeten ciertas formalidades, se decida sobre la pretensión o la defensa y, en su caso, se ejecute esa decisión1. 1 Al respecto, resulta aplicable la jurisprudencia 1a./J. 42/2007, emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en la página ciento veinticuatro, Tomo XXV, abril de 2007, Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, de rubro y texto siguientes: GARANTÍA A LA TUTELA JURISDICCIONAL PREVISTA EN EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. SUS ALCANCES. La garantía a la tutela jurisdiccional puede definirse como el derecho público subjetivo que toda persona tiene, dentro de los plazos y términos que fijen las leyes, para acceder de manera expedita a tribunales independientes e imparciales, a plantear una pretensión o a defenderse de ella, con el fin de que a través de un proceso en el que se respeten ciertas formalidades, se decida sobre la pretensión o la defensa y, en su caso, se ejecute esa decisión. Ahora bien, si se atiende a que la prevención de que los órganos jurisdiccionales estén expeditos -desembarazados, libres de todo estorbo- para impartir justicia en los plazos y términos que fijen las leyes, significa que el poder público -en cualquiera de sus manifestaciones: Ejecutivo, Legislativo o Judicial- no puede supeditar el acceso a los tribunales a condición alguna, pues de establecer cualquiera, ésta constituiría un obstáculo entre los gobernados y los tribunales, por lo que es indudable que el derecho a la tutela judicial puede conculcarse por normas que impongan requisitos impeditivos u obstaculizadores del acceso a AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 6027/2015 40. De la definición misma del derecho de acceso a la justicia, se advierte que su contenido esencial consta de tres etapas, “(i) una previa al juicio, a la que le corresponde el derecho de acceso a la jurisdicción, que parte del derecho de acción como una especie del de petición dirigido a las autoridades jurisdiccionales y que motiva un pronunciamiento por su parte; (ii) una judicial, que va desde el inicio del procedimiento hasta la última actuación y a la que corresponden las garantías del debido proceso; y, (iii) una posterior al juicio, identificada con la eficacia de las resoluciones emitidas2. 41. En este contexto, cabe señalar que el debido proceso es un presupuesto para la satisfacción plena del derecho de acceso a la justicia, especialmente por lo que hace a la etapa judicial, ya que la jurisdicción, si tales trabas resultan innecesarias, excesivas y carentes de razonabilidad o proporcionalidad respecto de los fines que lícitamente puede perseguir el legislador. Sin embargo, no todos los requisitos para el acceso al proceso pueden considerarse inconstitucionales, como ocurre con aquellos que, respetando el contenido de ese derecho fundamental, están enderezados a preservar otros derechos, bienes o intereses constitucionalmente protegidos y guardan la adecuada proporcionalidad con la finalidad perseguida, como es el caso del cumplimiento de los plazos legales, el de agotar los recursos ordinarios previos antes de ejercer cierto tipo de acciones o el de la previa consignación de fianzas o depósitos. 2 Lo anterior se deriva de la tesis aislada 1a. LXXIV/2013 (10a.), emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en la foja ochocientos ochenta y dos, Libro XVIII, tomo 1, marzo de dos mil trece, de la Décima Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, de rubro y texto siguientes: DERECHO DE ACCESO A LA JUSTICIA. SUS ETAPAS. De los artículos 14, 17 y 20, apartados B y C, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, deriva el derecho de acceso efectivo a la justicia, el cual comprende, en adición a determinados factores socioeconómicos y políticos, el derecho a una tutela jurisdiccional efectiva y los mecanismos de tutela no jurisdiccional que también deben ser efectivos y estar fundamentados constitucional y legalmente. Ahora bien, como se señaló en la jurisprudencia 1a./J. 42/2007, de rubro: "GARANTÍA A LA TUTELA JURISDICCIONAL PREVISTA EN EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. SUS ALCANCES.", esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación definió el acceso a la tutela jurisdiccional como el derecho público subjetivo que toda persona tiene, dentro de los plazos y términos que fijen las leyes, para acceder de manera expedita a tribunales independientes e imparciales, a plantear una pretensión o a defenderse de ella, con el fin de que, a través de un proceso en el que se respeten ciertas formalidades, se decida sobre la pretensión o la defensa y, en su caso, se ejecute esa decisión; de ahí que este derecho comprenda tres etapas, a las que corresponden tres derechos: (i) una previa al juicio, a la que le corresponde el derecho de acceso a la jurisdicción, que parte del derecho de acción como una especie del de petición dirigido a las autoridades jurisdiccionales y que motiva un pronunciamiento por su parte; (ii) una judicial, que va desde el inicio del procedimiento hasta la última actuación y a la que corresponden las garantías del debido proceso; y, (iii) una posterior al juicio, identificada con la eficacia de las resoluciones emitidas. Los derechos antes mencionados alcanzan no solamente a los procedimientos ventilados ante jueces y tribunales del Poder Judicial, sino también a todos aquellos seguidos ante autoridades que, al pronunciarse sobre la determinación de derechos y obligaciones, realicen funciones materialmente jurisdiccionales. 2 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 6027/2015 durante ésta deben colmarse formalidades esenciales, las cuales permiten que los gobernados desplieguen sus defensas antes de que las autoridades modifiquen en forma definitiva su esfera jurídica3. 42. Dentro de fichas formalidades, destacan las relativas a: i) notificar a las partes del procedimiento y sus consecuencias; ii) ofrecerles la oportunidad de ofrecer y desahogar pruebas en las que se finque la defensa; iii) permitirles alegar; y, iv) que se dicte una resolución que dirima las cuestiones debatidas4. 43. Ahora bien, en cuanto a los requisitos y formalidades que deben contener las notificaciones, como requisito del debido proceso, cabe señalar que no existe disposición constitucional expresa que 3 Tal como se desprende de la tesis jurisprudencial 2a. /J. 16/2008 de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Federación, cuyo criterio comparte esta Primera Sala, que dispone: "AUDIENCIA. SI SE OTORGA LA PROTECCIÓN CONSTITUCIONAL RESPECTO DE UNA LEY POR SER VIOLATORIA DE ESA GARANTÍA, LA AUTORIDAD FACULTADA PARA EMITIR UN ACTO PRIVATIVO PODRÁ REITERARLO SI LLEVA A CABO UN PROCEDIMIENTO EN EL QUE CUMPLA LAS FORMALIDADES ESENCIALES, AUN CUANDO PARA ELLO NO EXISTAN DISPOSICIONES DIRECTAMENTE APLICABLES. Si se toma en cuenta que el fin que persiguió el Constituyente a través de la garantía de audiencia fue el de permitir que los gobernados desplieguen sus defensas antes de que las autoridades modifiquen en forma definitiva su esfera jurídica, y no el de impedir que éstas ejerzan las facultades que les fueron conferidas para cumplir con los fines que constitucional o legalmente se les encomendaron, se concluye que cuando se declara la inconstitucionalidad de una disposición de observancia general por no prever un procedimiento en el que antes de la emisión de un acto privativo se respeten las formalidades esenciales a que se refiere el párrafo segundo del artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en acatamiento del fallo protector, la respectiva autoridad administrativa o jurisdiccional podrá reiterar el sentido de su determinación, siempre y cuando siga un procedimiento en el que el quejoso pueda ejercer plenamente su derecho de audiencia. Ello es así, porque el efecto de la protección constitucional no llega al extremo de impedir el desarrollo de la respectiva potestad, pues permite a la autoridad competente purgar ese vicio antes de su ejercicio, brindando al quejoso la oportunidad de defensa en la que se acaten las referidas formalidades; sin que obste a lo anterior la circunstancia de que no existan disposiciones directamente aplicables para llevar a cabo el referido procedimiento, pues ante ello, al tenor del párrafo cuarto del mencionado precepto constitucional, la autoridad competente deberá aplicar los principios generales que emanen del ordenamiento respectivo o de uno diverso que permitan cumplir con los fines de la garantía citada." Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XXVII, febrero de 2008, materia constitucional, de la Novena Época, página 497, registro 170392. 4 Lo anterior, encuentra sustento en la jurisprudencia P./J. 47/95 de rubro “FORMALIDADES ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO. SON LAS QUE GARANTIZAN UNA ADECUADA Y OPORTUNA DEFENSA PREVIA AL ACTO PRIVATIVO.”, emitida por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada a foja ciento treinta y tres, tomo II, diciembre de mil novecientos noventa y cinco, de la Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta 3 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 6027/2015 obligue al legislador a prever alguna manera específica de realizarlas, sino que para ello, en principio, éste cuenta con un amplio margen de configuración. No obstante, este parámetro de apreciación no es ilimitado, ya que el principio de seguridad jurídica debe orientar la labor del legislador, para que el modo de realizar las notificaciones previsto por la ley garantice a los gobernados: (i) su conocimiento sobre la existencia de un juicio, al tratarse del emplazamiento, o bien, (ii) el acaecimiento de cierta actuación judicial en un proceso del cual ya es sabedor. Ello mediante el cumplimiento de requisitos o formalidades que el legislador considere indispensables para tal efecto5. 44. En este orden de ideas, resulta claro que en el presente caso, los derechos aludidos poseen un grado predominante de interdependencia y estrecha vinculación, pues a través de la notificación se informa a las partes de un juicio, de las actuaciones procesales que resultan relevantes para su conocimiento, de forma que se le permite ejercer sus derechos de audiencia y defensa, cumplir con sus obligaciones y cargas procesales, e impulsar el procedimiento, para así obtener una sentencia favorable a sus 5 Resulta aplicable, en lo conducente, la tesis aislada P. XI/2000, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada a foja noventa y nueve, tomo XI, marzo de dos mil, de la Novena Época del Judicial de la Federación y su Gaceta, de rubro y texto siguientes: NOTIFICACIONES PERSONALES EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL. EL HECHO DE QUE EL ARTÍCULO 743 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO NO PREVEA QUE EL ACTUARIO DEBA IDENTIFICARSE AL PRACTICARLAS, NO ES VIOLATORIO DEL ARTÍCULO 14 CONSTITUCIONAL. Si bien es cierto que el referido precepto no contiene disposición alguna que obligue al actuario que realiza la primera notificación personal al demandado en un juicio laboral a que se identifique plenamente ante el notificado, a fin de acreditar que es autoridad competente para llevar a cabo dicha actuación, no lleva a concluir que el numeral impugnado sea violatorio del artículo 14 de la Constitución Federal, en primer lugar, porque ese solo hecho, de no haberse reproducido en aquella disposición la obligación de cumplir ciertas garantías fundamentales, no exime a la autoridad de cumplirlas, en virtud de que en ausencia de norma específica contenida en la ley del acto, se halla el imperativo del mandato constitucional y, en segundo, porque si la formalidad esencial del procedimiento, en tratándose del emplazamiento, estriba en enterar al demandado de la existencia de un juicio instaurado en su contra, lo importante es que el legislador secundario exija la observancia de los requisitos o formalidades que considere indispensables para garantizar ese conocimiento, mas no así al de la persona que se lo hace saber, pues como ejecutor del acto de autoridad, su papel, en la finalidad del mismo, es accidental y no esencial. (Lo resaltado es propio). 4 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 6027/2015 intereses. Tales cuestiones, que de forma sinérgica contribuyen a la satisfacción plena del derecho de acceso a la justicia. 45. Expuesto lo anterior, sigue analizar el procedimiento de notificaciones por boletín judicial, para lo cual, debe tenerse en cuenta que, en un ámbito de mera legalidad, el Tribunal Colegiado de Circuito señaló que el artículo 1068, fracción II, del Código de Comercio prevé que las notificaciones no personales se realizaran por boletín judicial, gaceta o periódico oficial, en los lugares en los que se publique el mismo y, al efecto, para la integración de dicha norma en el presente asunto, precisó que resultaban aplicables los artículos 126 y 127 del Código de Procedimientos Civiles del Distrito Federal, mismos cuya constitucionalidad cuestionó el hoy quejoso. 46. De los preceptos del Código de Procedimientos Civiles del Distrito Federal, mencionados, se advierte que las notificaciones que se realizan por boletín judicial, antes que limitarse a una simple publicación en dicho medio de difusión oficial, constituyen una serie de actos, regidos bajo ciertos requisitos y formalidades, que conforman un procedimiento de notificación. 47. En efecto, de la interpretación del artículo 126 citado6, es posible concluir que las notificaciones denominadas “por boletín judicial”, se realizan mediante dos listas de contenidos diversos, que se hacen de conocimiento público en dos momentos distintos. La primera de ellas está compuesta por los 6 Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal. Artículo 126.- Se fijara en lugar visible de las oficinas del tribunal o juzgados, una lista de los negocios que se hayan acordado cada día, y se remitirá otra lista expresando solamente los nombres y apellidos de los interesados para que al día siguiente sea publicada en el boletin judicial, diario que solo contendrá dichas listas de acuerdos y avisos judiciales y que se publicara antes de las nueve de la mañana. Solo por errores u omisiones sustanciales que hagan no identificables los juicios, podrá pedirse la nulidad de las notificaciones hechas por boletín judicial. Además, se fijara diariamente en la puerta de la sala del tribunal y juzgados un ejemplar del boletín judicial, coleccionándose dicho diario para resolver cualquier cuestión que se suscite sobre la falta de alguna publicación. en el archivo judicial se formaran dos colecciones, una de las cuales estará siempre a disposición del público. 5 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 6027/2015 “negocios que se hayan acordado cada día”, según la expresión literal del artículo aludido, y se publica en un lugar visible de las oficinas del tribunal o de los juzgados. Mientras tanto, la segunda lista únicamente contiene los nombres y apellidos de los interesados, y se publica en el boletín judicial, al día siguiente de que se publicó la primera. 48. Además, dicho precepto prevé que el boletín se fije diariamente en la puerta del tribunal y juzgado que realiza la notificación y que se coleccione por duplicado, con el fin de resolver cualquier cuestión que se suscite respecto alguna publicación y para el efecto de que el público lo tenga siempre a su disposición. 49. Asimismo, del artículo 127 referido7, también se advierte que dentro de los autos del juicio correspondiente debe asentarse constancia del número y fecha del boletín Judicial en que se haya hecho la publicación de la lista respectiva. 50. En estos términos, es evidente que el procedimiento de notificación denominado “por boletín judicial”, se compone por una serie de actos cuyo cumplimiento debe obedecer a requisitos y formalidades previstas por la ley. 51. Si bien es cierto, dentro de este procedimiento de notificación destaca, debido a su denominación, “por boletín judicial”, la publicación de los nombres y apellidos de los enjuiciados en dicho medio de difusión oficial, también es verdad, que éste no es el único acto que debe cumplirse para satisfacer los requisitos y formalidades que implica el mismo. Antes bien, 7 Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal. Articulo 127.- En las salas del tribunal y en los juzgados, los empleados que determine el reglamento harán constar en los autos respectivos el número y fecha del boletín judicial en que se haya hecho la publicación a que se refiere el artículo anterior, bajo la pena de que se le impondrá una multa, equivalente al importe de hasta dos días del salario que perciba, por la primera falta, que se duplicara por la segunda y de suspensión de empleo hasta por tres meses por la tercera; sin perjuicio de indemnizar debidamente a la persona que resulte perjudicada por la omisión. 6 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 6027/2015 previo a ello, en las instalaciones del órgano jurisdiccional respectivo, se publica una primera lista en la que no se contienen solamente los nombres de las personas, sino mayores datos que permiten identificar los “negocios que se hayan acordado cada día”; a su vez, con posterioridad a la publicación del boletín, éste se fija en la puerta del órgano jurisdiccional de que se trate; y, de igual forma, en los autos del expediente respectivo, se asientan los datos que dejan constancia de la notificación. 52. Expuesto todo lo anterior, resulta evidente que la situación de que no se publique en el boletín judicial el número de expediente donde se realiza la notificación o mayores datos de identificación, de forma alguna trasgrede los derechos de acceso a la justicia, debido proceso y seguridad jurídica. 53. Tal afirmación se realiza en la medida que, según se precisó, la publicación de los nombres respectivos en el boletín judicial no es el único acto que compone el procedimiento de notificación que se realiza “por boletín judicial”, sino que además de ello, existen otros medios que permiten a los justiciables conocer con mayor precisión, los datos del expediente respectivo, asimismo, al revisar el expediente de que se trate, pueden observar la constancia de que cierta actuación judicial se les ha notificado. 54. Bajo esta perspectiva, se pone de relieve que el procedimiento de notificación —apreciado en su integridad— que contemplan los artículos 126 y 127, del Código de Procedimientos Civiles, impugnados, no transgrede los derechos de acceso a la justicia, debido proceso, ni seguridad jurídica, pues en éste se contemplan los requisitos y formalidades necesarias y suficientes para dar a conocer a los justiciables de manera cierta, la existencia de actuaciones procesales que a su interés convengan. 7 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 6027/2015 55. En concordancia con lo anterior, cabe señalar que las notificaciones realizadas por boletín judicial se realizan con posterioridad al emplazamiento, cuando los justiciables ya han sido enterados legalmente de la existencia de un juicio en el que son parte. De ahí que, en este tipo de notificaciones, el derecho de acceso a la justicia desde su perspectiva prestacional no llegue al extremo de enterarlos personalísimamente de cada una de las actuaciones procesales, pues de esta forma se incrementaría el uso de los recursos capitales y humanos del Poder Judicial, en detrimento del delicado y costoso mecanismo de la administración de justicia, que sirve para el beneficio de todos los gobernados. 56. Antes bien, en estos casos, las partes en el juicio saben de la tramitación del proceso y tienen a su disposición la legislación vigente que les permite saber cuáles son los requisitos y formalidades notificaciones; previstas en la legislación para realizar las lo que a su vez les permite conocer cuáles son aquellos medios que existen para enterarse de las actuaciones judiciales. 57. Así las cosas, es que se considera correcto lo aducido por el Tribunal Colegiado de Circuito, en el sentido que ante la publicación del boletín, las partes en juicio están en aptitud de acudir al órgano jurisdiccional a verificar directamente el expediente, el tipo de acuerdo que se dictó y su contenido, atento a que por este medio, ya pueden enterarse de que el órgano jurisdiccional respectivo dictó una resolución en un juicio del que son parte. 58. Además, como bien se mencionó en esta sentencia, las partes, también, están en aptitud de verificar la lista que se publica en el juzgado, que contiene mayores datos a la del boletín, y que se hace pública un día anterior. 8 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 6027/2015 59. Ante este contexto, es que se considera infundado el agravio en estudio. 60. Ahora bien, desde otra perspectiva, cabe señalar que, no pasa por alto para esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, que los argumentos en el sentido de publicar el número de expediente en el boletín judicial, o incluso mayores datos de identificación, pueden apreciarse como genuinas razones para el perfeccionamiento del diseño institucional que el legislador previó para realizar este tipo de notificaciones, con lo que a su vez se lograría abonar en la optimización y progresividad de los derechos fundamentales de acceso a la justicia, debido proceso y seguridad jurídica; sin embargo, el hecho de que el procedimiento de notificación, se contemple en los términos precisados, como bien lo expresó el tribunal de amparo, no resulta nugatorio de tales derechos. 61. Al respecto, conviene precisar que, una vez que el legislador configura cierto esquema procesal, otorga seguridad jurídica a las partes, en la medida que ellas saben "a qué atenerse" durante el proceso judicial, por lo que para vencer la presunción de constitucionalidad de las normas respectivas, resulta imperativo demostrar “por qué” las mismas realmente vulneran cierto derecho fundamental —sustantivo o procesal— de manera que se justifique legítimamente el quebrantamiento de la seguridad jurídica provista por las reglas procesales, para que así pueda prevalecer el respeto a determinada norma fundamental. 62. En sentido contrario, no resulta legítimo constitucionalidad del sistema procesal, cuestionar la a partir de meros argumentos de corrección, ya que, aún y cuando con ellos se puedan aportar perfeccionamiento genuinas de razones ciertas para instituciones el progreso procesales, o lo contundente es que si éstos no son aptos para demostrar que el 9 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 6027/2015 sistema vigente quebranta alguna norma fundamental, no hay razón fundada para declarar su inconstitucionalidad, pues al hacerlo, únicamente sobre esas bases, se otorgaría un beneficio indebido a la parte que lo alega, para modificar las reglas del juego a su favor. 63. Más aún, intentar vencer la presunción de constitucionalidad a partir de tales criterios, resulta contrario al sistema democrático y de distribución de poderes, ya que hacerlo de ese modo, implicaría la invasión, por parte de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, del amplio margen de configuración que tiene el legislador para el diseño de las normas procesales, sin la justificación adecuada. Es decir, se avalaría la imposición de técnicas legislativas específicas, por parte de esta Suprema Corte de justicia de la Nación hacia el legislador democrático, sin una real y verdadera justificación sustancialmente democrática, como lo es el respeto a las normas fundamentales. 10