1ACUERDO Nº 122En la ciudad de Rosario, el día 19 de mayo del año dos mil nueve, reuniéronse en Acuerdo los Jueces de la Cámara de Apelación de Circuito doctores Eduardo Jorge Pagnacco y Ricardo Netri y el doctor Edgar José Baracat, Juez de Cámara de la Sala IV de Distrito, con quien se integró el Tribunal para dictar sentencia en los caratulados “CINTIOLI DARIO CESAR C/ OCUPANTES-INQUILINOS Y/O SUBINQUILINOS S/ DESALOJO”Expte.N°137/06 (Expte.N°578/02 del Juzg. de Primera Inst. de Circuito N°7 de Casilda).Se resolvió someter a sorteo el estudio de la causa, resultando el siguiente orden: doctores Eduardo Jorge Pagnacco, Ricardo Netri y Edgar José Baracat.Hecho el estudio de la causa, se resuelve plantear las siguientes cuestiones: 1º) ES NULA LA SENTENCIA RECURRIDA ? 2º) EN SU CASO, ES JUSTA ? 3º) QUE PRONUNCIAMIENTO CORRESPONDE DICTAR ? A la primera cuestión, el doctor Pagnacco dijo: Mediante la sentencia Nº3525/05 (fs.247/249), a cuya relación de la causa me remito por razones de brevedad, se condena a los demandados Marcelo Bianco y Delia Storniol y/o ocupantes, inquilinos y/o subinquilinos a desalojar en el término de 15 días el inmueble de la calle Mitre 2982 de la ciudad de Casilda bajo apercibimiento de ordenar el lanzamiento con el auxilio de la fuerza pública, con costas a los demandados.Contra dicho pronunciamiento se alzan los demandados interponiendo los recursos de apelación y nulidad (fs.250/256), y llegados los autos a esta instancia expresan agravios a fs.328/339, los que fueron contestados por el actor a fs.343/346.Encontrándose consentida la providencia que llamó los autos para dictar sentencia (fs.370 y 371) quedan los presentes en estado de definitiva.1.- Si bien los recurrentes no fundamentan específicamente el recurso de nulidad que oportunamente interpusieran, “iura novit curiae” corresponde encuadrar dentro del mismo a sus agravios relativos a: 1° La violación por la A-quo del principio de prejudicialidad penal del art.1101 del Código Civil, al dictar sentencia no obstante encontrarse en trámite la causa “Cheche, Cristina Beatríz y otros s/ Estafa y defraudación” (Expte.N°238/2002) del Juzgado en lo Penal de Instrucción de Casilda. 2° La falta de proveimiento y resolución de la subincidencia de nulidad de la fianza (fs.300/304) otorgada para ejecutar el lanzamiento y dar efecto devolutivo a la apelación del demandado. 3° La falta de pago del impuesto de justicia y tasa de actuación por parte del actor, violando la disposición del art.33 del C.P.C. y falta de acompañamiento del pago del Impuesto Inmobiliario. 4° Ausencia de la notificación prevista por el art.520 C.P.C.2.- Entrando en la consideración de tales agravios, y con relación a la aplicación del art.1101 del Código Civil en base al sumario antes referido, debe señalarse que a fs.365 se encuentra agregada copia de la resolución N°432/06 dictada por el Juzgado en lo Penal de Instrucción y Correccional de Casilda sobreseyendo a Cristina Cheche y revocando el llamado a declaración indagatoria del resto de los denunciados. Por lo demás, así parecen haberlo considerado también los demandados, ya que a fs.406 y 416 solicitan el dictado de la presente sentencia.En cuanto a la falta de proveimiento de la subincidencia interpuesta por los demandados a fs.300/304 no puede dejar de ponderarse que los aquí recurrentes consintieron (e incumplieron) el decreto de fs.305 que condiciona la admisibilidad de dicha articulación al cumplimiento de ciertos recaudos. Ergo, esta Cámara carece de competencia para expedirse sobre el tópico.Con respecto al cumplimiento de los recaudos fiscales de que se quejan los accionados recurrentes, debe señalarse que estos no poseen legitimación sustancial para agraviarse dado que carecen de interés jurídico atendible para hacerlo. Sin perjuicio de ello corresponde que se corra vista a la API a fin de que se expida sobre el tópico.Por último, con relación al cumplimiento de la notificación dispuesta por el art.520 CPC ha sido practicada a tenor de la cédula glosada a fs.11, dado que de las constancias de autos surge que no existieron otros ocupantes de la finca que los aquí recurrentes ; ergo, tampoco ningún perjuicio puede invocarse.Por lo expuesto, voto por la negativa.A la misma cuestión, el doctor Netri dijo: De acuerdo con lo expuesto por el Vocal preopinante, voto en igual sentido.A la misma cuestión, el doctor Baracat dijo: He recibido de la Actuaria estas actuaciones y me he impuesto del total de las mismas. Habida cuenta de la concordancia plena existente en los votos que anteceden, me abstengo de votar (art.26 ley 10160).A la segunda cuestión, el doctor Pagnacco dijo: 1.- Se agravian los recurrentes de que la Juez a-quo toma un argumento (intrusión) que no estaba en el texto de la demanda y lo inserta en la sentencia como el motivo esencial y fundamental para decretar el desalojo de los demandados, cuando solo atribuye a Bianco ser “intruso”; se preguntan si el propietario poseedor de un inmueble puede ser intruso de si mismo, a la par que critican la conceptualización que la A-quo efectúa de la “intrusión”, la ausencia de sustento probatorio para su atribución y su desatención a valiosas pruebas producidas. Se quejan asimismo de que la sentenciante considere que el actor ha acreditado ser el propietario del bien en base a la escritura que le otorgara el doctor García Bonano sin analizar los recaudos que se necesitan para acceder al dominio del inmueble. Puntualiza que la sentencia no ha entrado al estudio de la “traditio posesoria” ni del pago del precio, pues ninguno de dichos elementos ha estado presente en la primera escritura (Bianco-Cheche) en la segunda (Chechearcía Bonano) ni en la tercera (García Bonano-Cintioli) y, sin embargo, ha reconocido la condición de propietario al actor.Asimismo se agravian los recurrentes de que la sentenciante estime que la alegación de la cuestión posesoria por el demandado no impide el progreso del desalojo, pues la sentencia “no prejuzga sobre los referidos derechos posesorios o petitorios” siendo que ellos han demostrado ser poseedores propietarios.Afirma que cuando el demandado por desalojo ha invocado ser dueño o poseedor de la cosa, no se requiere que el mismo aporte una prueba cabal de ello, puesto que en dicho juicio no puede abordarse el análisis del “jus possidendi” y “jus possiciónis” que debe remitirse al juicio declarativo que corresponda.Afirma también que cuando se vende una cosa ocupada por terceros sin darse la tradición que determina el art.577 del Código Civil , lo que ha adquirido el presunto comprador es la acción reivindicatoria y no el dominio y debe entablar juicio reivindicatorio ante el juzgado de distrito y no de circuito.Por su parte, el apelado se opone al progreso de tales agravios recordando que conforme al art.2513 del Código Civil es inherente a la propiedad del derecho a la cosa, disponer o servirse de ella, usarla y gozarla conforme a un ejercicio regular, y asi como tiene facultad de alquilarla o arrendarla, también tiene la de excluir a tercero del uso o goce o disposición de la cosa (art.2516 Cód. Civil).Señala que su parte, acreditó por medio de la escritura pública N°120 pasada ante el escribano Víctor Parma, que adquirió al Sr. José Antonio García Bonano el inmueble individualizado en autos y que dicha escritura se encuentra amparada por la fe pública y goza de plena fe respecto de las partes y terceros hasta tanto no se la impugne por acción de falsedad pasada en autoridad de cosa juzgada. Afirma que con dicha escritura pública quedó debidamente acreditado su carácter de propietario y, por consiguiente, su legitimación activa en el presente proceso.Con respecto a la viabilidad de la vía elegida para obtener la entrega del bien, no obstante la ausencia de tradición a su favor, recuerda que la Cámara de Apelación de Circuito mediante Acuerdo N°12 del 7 de marzo de 1991 dispuso que “No es imprescindible que haya existido tradición para que el comprador pueda accionar por desalojo pues el contrato de compraventa lleva implícita la cesión de todos los derechos que competen a la cosa, ya sean reales o personales..., y citando a Borda debe entenderse que al contratar el vendedor no se reserva ningún derecho sobre la cosa, y que se desprende y transmite al comprador todas las acciones que tenía respecto de ella... le transmite el poder jurídico de reclamarla contra cualquiera”.Por ello señala que la acción de desalojo resulta idónea para obtener la entrega del bien de quien no tiene derecho para permanecer en él, siendo facultad suya elegir la vía que crea pertinente.2.- Un orden lógico de tratamiento de los agravios vertidos por los recurrentes impone comenzar con aquellos que remiten a la legitimación del actor, esto es al carácter de propietario de la finca invocado por el mismo para accionar por desalojo.La calidad de propietario del inmueble ha sido acreditada por el accionante mediante la fotocopia del testimonio de la escritura pública N°120 pasada por ante el escribano de Casilda Víctor C. Parma en fecha 18-05-01 (fs.2/4) , e impugnada por los demandados aduciendo que aquél no ha acreditado la tradición ni entrado en posesión del inmueble en ningún momento.Al respecto, dice Palacios que “la legitimación del propietario debe fundarse en la pertinente escritura traslativa de dominio inscripta en el registro inmobiliario correspondiente, aunque aquella calidad puede desvirtuarse mediante la prueba de que no se hizo al adquirente la efectiva tradición del inmueble, no pudiéndose tener por configurada la existencia de ese acto mediante la simple manfiestación que al respecto contenga la escritura” (“Derecho Procesal Civil” Edit. Abeledo-Perrot, T.VII, pág.89).Por su parte, Salgado señala que “La calidad de propietario en nuestro derecho no se adquiere antes de la tradición”(art.577 Cód. Civil), de modo que en rigor...no se puede llamar de esta manera a quien no se le haya hecho la tradición del inmueble mediante el concurso de dos voluntades (la del tradens y la del accipiens) coincidentes, proyectadas en un acto exteriorizado revestido de materialidad. Consecuentemente, quien alega su calidad de propietario demandando por intrusión a quien se titula poseedor debe demostrar si le es negado, que tiene efectivamente aquella calidad, esto es, que alguna vez se le hizo la tradición del inmueble” (“Locación, Comodato y Desalojo”, Edit. La Rocca, Bs.As. 2003, pág.339) (idem: Ramirez Jorge Orlando “El Juicio de Desalojo”, Edit. De Palma, Bs.As.1994, pág.60; Kenny, Héctor Eduardo “ Proceso de Desalojo”, Edit.Astrea, Bs.As.2001, pág.73; De Santo, Víctor “Juicio de Desalojo” Edit. Universidad, Bs.As.2009, pág.103).Desde ya anticipo que de la prueba colectada en autos se desprende en forma indúbita que ni el actor ni sus antecesores en la titularidad registral del inmueble recibieron la tradición ni entraron de hecho en la posesión del inmueble.En efecto, el propio actor al absolver posiciones a fs.76vta. reconoce que no tomaron la posesión del inmueble (respuesta 16ta.) y que solo conoce la casa externamente, puesto que internamente la conoce por planos y comentarios de quienes la conocían (respuesta 17ma.).Tampoco recibió tal tradición su antecesor en la titularidad del inmueble doctor García Bonano, quien en su declaración testimonial de fs.116/117, declara que en ningún momento tomó posesión física de la casa (respuesta 9na.).Además de ello, han acreditado los demandados -al menos “prima facie”- que nunca se desprendieron de la posesión del inmueble (posición 10ma., fs.76, inspección ambiental de fs.85 y escrito de demanda a fs.2 de los caratulados “Asociación Mutual entre Asociados del Club Atlético Unión Casildense c/Marcelo Bianco y otra s/ Demanda Declaración de Simulación y/ o subsidiaria acción de fraude” tramitado por ante el Juzgado de Distrito Civil, Comercial y Laboral N°7).Cierto es que la escritura pública N°120 otorgada a favor del actor reza que el Sr. José Antonio García Bonano le transfiere todos los derechos de propiedad, posesión y dominio que sobre lo vendido tenía, pero sabido es que la sola declaración del tradente de darse por desposeído, o de dar al adquirente la posesión de la cosa, no suple las formas legales (art.2378 Cód. Civil) y que conforme se viera supra, el vendedor tampoco había adquirido la posesión (respuesta novena, fs.116vta.), ergo no podía transferirla (arts. 2603 y 3270 del Código Civil).La jurisprudencia actualmente es coincidente en punto a que quien no recibió la tradición del inmueble, pese a habérsele otorgado escritura de compraventa, no puede ser calificado como propietario, y, por ende, no puede accionar por desalojo, a título de tal, contra el ocupante del inmueble (L.L. 1999 -D- 797; L.L. 1990-D-210; L.L. 1985-C-647; D.J.B.A. 128-141; E.D. 113-648; L.L.119-514; L.L.N.O.A. 1998-339; L.L.C. 2000-1099; L.L.Litoral 1997-776, etc.); como consecuencia de lo expresado el actor de los presentes carece de legitimación para accionar por desalojo, lo cual sella la suerte adversa de sus pretensiones en los presentes, y exime de la consideración de los restantes agravios.Voto pues por la negativa.A la misma cuestión, el doctor Netri dijo: De acuerdo a los principios y fundamentos a los que arriba el Vocal preopinante, voto en igual sentido.A la misma cuestión, el doctor Baracat dijo: Reitero mi opción por la posibilidad de no votar (art.26 ley 10160) expresada en la cuestión anterior.A la tercera cuestión, el doctor Pagnacco dijo: Atento el resultado obtenido al votar las cuestiones precedentes, corresponde rechazar la nulidad y revocar la sentencia Nº3525/05 (fs.247/249) y, consecuentemente con ello, rechazar la demanda de desalojo entablada por el Sr. Darío Cesar Cíntioli contra Marcelo Adrián Bianco y Delia Storniol respecto del inmueble sito en calle Mitre N° 2982 de la ciudad de Casilda, con costas al actor en ambas instancias. Disponer de que antes de dar por terminado el presente proceso se corra vista a la API a fin de que determine, y en su caso liquide, las tasas judiciales que pudieran adeudarse, a los fines de ley. Propongo que los honorarios de Alzada de los doctores Jorge Omar Cipolloni y Diego A. Haro Martínez se fijen en el cincuenta por ciento del honorario que en definitiva les corresponda, respectivamente, a los profesionales de cada parte por su labor desplegada en lo principal en sede inferior con noticia de la Caja Forense.Así voto.A la misma cuestión, el doctor Netri dijo: El pronunciamiento que corresponde dictar es el que propicia el doctor Pagnacco.A la misma cuestión, el doctor Baracat dijo: Que reitera lo ya expresado en oportunidad de votar en las cuestiones anteriores.- Por todo ello, la Cámara de Apelación de Circuito, debidamente integrada, RESUELVE: Rechazar la nulidad y revocar la sentencia Nº3525/05 (fs.247/249) y, consecuentemente con ello, rechazar la demanda de desalojo entablada por el Sr. Darío Cesar Cíntioli contra Marcelo Adrián Bianco y Delia Storniol respecto del inmueble sito en calle Mitre N° 2982 de la ciudad de Casilda, con costas al actor en ambas instancias. Disponer de que antes de dar por terminado el presente proceso se corra vista a la API a fin de que determine, y en su caso liquide, las tasas judiciales que pudieran adeudarse, a los fines de ley. Fíjanse los honorarios de Alzada de los doctores Jorge Omar Cipolloni y Diego A. Haro Martínez en el cincuenta por ciento del honorario que en definitiva les corresponda, respectivamente, a los profesionales de cada parte por su labor desplegada en lo principal en sede inferior con noticia de la Caja Forense. Insértese, hágase saber y bajen.- (AUTOS:”CINTIOLI DARIO CESAR C/ OCUPANTES-INQUILINOS Y/O SUBINQUILINOS S/DESALOJO” Expte.N°137/06)8-45 ///mas.- (AUTOS:”CINTIOLI DARIO CESAR C/ OCUPANTES-INQUILINOS Y/O SUBINQUILINOS S/DESALOJO” Expte.N°137/06)8-45 PAGNACCO NETRI fir- BARACAT (Art.26 ley 10160) MUNINI