Tribunal Superior de Justicia de Galicia, Sala de lo Social, Sentencia 3031/2014 de 6 Jun. 2014. Recurso 903/2014 Un vigilante de seguridad estacionaba el vehículo en lugares no justificados durante la jornada laboral, y en una ocasión fue se le encontró durmiendo. La empresa instaló un GPS en el vehículo sin informarle. Se admite como prueba el seguimiento del GPS instalado en su vehículo, aún cuando la empresa no había informado al trabajador de su instalación. La sentencia considera correcto el uso empresarial del GPS para controlar los recorridos y los tiempos y momentos de parada, y como medio de seguridad para la localización del vehículo en caso de producirse un incidente. El fondo del asunto es que no se vulnera el derecho a la intimidad y dignidad del trabajador. Copiamos el literal de la sentencia: “... el derecho a la intimidad no es absoluto, como no lo es ninguno de los derechos fundamentales, pudiendo ceder ante intereses constitucionalmente relevantes, siempre que el recorte que aquél haya de experimentar se revele como necesario para lograr el fin legítimo previsto, proporcionado para alcanzarlo y, en todo caso, sea respetuoso con el contenido esencial del derecho" (SSTC 57/1994 143/1994, por todas).” ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO: D Ovidio presentó demanda contra PROTECCION E INTEGRIDAD SA, con intervención del Mº Fiscal, siendo turnada para su conocimiento y enjuiciamiento al señalado Juzgado de lo Social, el cual, dictó la sentencia número 370/2013, de fecha doce de Noviembre de dos mil trece. SEGUNDO: En la sentencia recurrida en suplicación se consignaron los siguientes hechos expresamente declarados probados: 1.- Queda probado y así se declara que Don Ovidio, con DNI NUM000, trabajó por cuenta de la entidad PROTECCIÓN E INTEGRIDAD S.A. desde el día 1 de abril de 2009, con la categoría profesional de vigilante de seguridad, percibiendo un salario mensual de 1.551,14 euros incluido el prorrateo de las pagas extraordinarias. Dicha relación laboral se basó en los siguientes contratos: contrato de trabajo de duración determinada celebrado el día 01/04/2009, a tiempo completo, eventual por circunstancias de la producción, con duración hasta el día 30/09/2009; prórroga del anterior acordada el día 1 de octubre de 2009 hasta el día 31/03/2010; contrato de trabajo de duración determinada para obra o servicio determinado a tiempo completo celebrado el día 01/04/2010 con duración hasta el 31/12/2010, y conversión en contrato de trabajo indefinido a tiempo completo acordada el día 01/09/2010. 2.- El día 1 de junio de 2012 al demandante le fue notificada carta de despido disciplinario de la misma fecha emitida por PROINSA, cuyo contenido se da por reproducido íntegramente al constar unida a los autos, con fecha de efectos del despido el mismo día 1 de junio de 2012, alegando la empresa la comisión de faltas muy graves tipificadas en los __________________________________________________________________________________________________________ 1 www.aepsal.com/wp-content/TSJGalicia-GPS · aepsal@aepsal.com números 12, 13 y 22 del artículo 55 del Convenio Estatal de Empresas de Seguridad por el abandono del trabajo en puesto de responsabilidad una vez tomado posesión del mismo y la inhibición o pasividad en la prestación del mismo, y la disminución continuada y voluntaria del rendimiento en el trabajo, así como por imprudencia en acto de servicio con riesgo tanto para el trabajador y su compañero como para el público, en relación con el artículo 54.2.d) del ET, por transgresión de la buena fe contractual. Asimismo la entidad PROINSA le comunicaba al actor que tenía a su disposición la liquidación de haberes y finiquito correspondientes a la extinción del contrato de trabajo por despido en el Departamento de Personal de la empresa y que podría retirarla a partir del día 5 de junio. 3.- El demandante prestaba sus servicios para la entidad demandada en el polígono industrial Costa Vella-Área Empresarial do Tambre de Santiago de Compostela, en virtud del contrato suscrito el 4 de octubre de 2007 entre PROINSA y ÁREA EMPRESARIAL DO TAMBRE que obra unido a los autos y cuyo contenido se da por reproducido (folios 270 a 272 del ramo de prueba del demandado)-, iniciando, al igual que los demás vigilantes de seguridad, su jornada de trabajo en la sede de la mercantil FINSA en donde la entidad demandada tiene los vehículos, armeros y perrera, a fin de que los vigilantes puedan recogerlos para iniciar sus correspondientes turnos. Los vigilantes de seguridad deben reflejar en los partes de seguridad el trabajo que realizan durante el turno, especificando los kilómetros que efectúan en las rondas. El demandante recibió los pertinentes cursos de formación de la entidad demandada, así como la uniformidad, vehículo y perro de defensa y ataque, y material necesario para el desarrollo de sus funciones de vigilancia. Desde el mes de marzo de 2012 la empresa demandada procedió a instalar localizadores GPS en los vehículos utilizados por los vigilantes de seguridad para prestar el servicio a fin de controlar los recorridos y rondas y los tiempos y momentos de parada que realizaban aquéllos durante la prestación del servicio, y también como medio de seguridad para la localización del vehículo en caso de producirse un incidente. 4.- El día 31 de mayo de 2012 mientras el demandante prestaba sus servicios en el tuno de 21:00 a 07:00 horas del día 1 de junio, junto con otro vigilante de seguridad Sr. Constantino, utilizando el vehículo FIAT DOBLO 0132HHR, el jefe de seguridad de la entidad demandada Sr. Mariano efectuó, junto con el coordinador de personal Sr. Jose Pedro, una inspección del servicio del actor y su compañero de trabajo, elaborando el correspondiente parte de inspección -cuyo contenido se da por reproducido al obrar unido a los autos (folios 149 a 166 del ramo de prueba de la demandada- constatando que a las 21:27 se detuvieron ante la cafetera de DECATHLON hasta las 21:50 horas; a las 22:04 entraron a la Feria hasta las 22:29 horas; a las 22:47 horas abandonaron el Polígono de Costa Vella y se dirigieron a la Rúa Galileo en el Polígono del Tambre, dejando el coche en el aparcamiento del bar hasta las 22:53 horas; desde las 22:58 a las 23:40 estuvieron de nuevo ante la cafetera de DECATHLON, desde las 00:01 hasta las 00:58 estuvieron en el aparcamiento de LEROY MERLIN; seguidamente circularon por la carretera de Ardo a 69 km/h y se detuvieron en un descampado al final de la calle y salieron del polígono por debajo de la autovía del aeropuerto circulando a 52 km/h, circulando por delante de la gasolinera del polígono entre las 00:59 y a las 01:09 a 53 km/h; a las 01:33 salieron del polígono por la Avda. Asturias y se dirigieron por la zona donde se encuentra el depósito municipal de vehículos, y salieron a la carretera de O Cruceiro (A Coruña) y finalmente estacionaron delante del concesionario de BMW desde las 01:46 hasta las 02:19 horas; dese las 02:20 hasta las 02:31 horas circularon por la zona central del polígono (rúas Polonia, Amio y Eslovenia) donde están las instalaciones de LEROY MERLIN y DECATHOLON y la gasolinera; a las 02:31 horas se dirigieron a las instalaciones de FINSA y entraron de nuevo en el polígono a las 03:06 horas, dirigiéndose directamente al aparcamiento de LEROY MERLIN, una vez allí el demandante se __________________________________________________________________________________________________________ 2 www.aepsal.com/wp-content/TSJGalicia-GPS · aepsal@aepsal.com apeó del vehículo, soltó el perro -raza rotwailer- pese a conocer que no puede soltarlo nunca por ser él su guía y obedecerle sólo a él, y se tumbó en una de las hamacas de la exposición de jardín y se dispuso a utilizar un Smartphone, y su compañero se quedó en el interior del vehículo tumbado a lo largo de los dos asientos y con los pies apoyados en la puerta hacia afuera. Durante el tiempo que estuvieron en el aparcamiento de LEROY MERLÍN, en la exposición de jardín, el demandante y su compañero no se percataron de que el jefe de seguridad y el coordinador de personal, se encontraban agazapados tras otros artículos de la exposición observándolos, hasta el momento en que ambos salieron y se dirigieron a ellos, ordenándole Don. Mariano al demandante que procediese a atar el perro. Con anterioridad a dicha inspección del servicio del demandante y su compañero, Don Mariano efectuó otras anteriores desde el mes de febrero de 2012, cuyos partes de inspección constan unidos a autos y se dan por íntegramente reproducidos (folios 25 a 148 del ramo de prueba de la demandada). Constatando así que el día 29 de enero de 2012 el demandante y Don Constantino, con quien prestaba servicio, fueron apercibidos por el Jefe de Seguridad de los pocos kilómetros recorridos en el día anterior y que estuvieron demasiado tiempo parados en el parking de LEROY MERLIN sin bajarse del coche. Que el día 28 de febrero de 2012 cuando el actor prestaba servicio con Don Aníbal, estuvieron hasta las 02:00 horas aproximadamente parados dentro del vehículo, por lo que el jefe de seguridad se acercó a ellos y les dio instrucciones para realizar el servicio correctamente. Que en el servicio del 26 al 27 de marzo de 2012 el demandante y su compañero Don. Constantino estuvieron desde las 01:15 hasta las 02:50 horas en el aparcamiento de LEROY MERLÍN los dos juntos, desde las 03:52 hasta las 04:20 horas en la cafetera del DECATHLON, desde las 04:45 hasta las 05:40 horas volvieron a estar en el aparcamiento de LEROY MERLÍN, y a las 05:43 se desplazaron 10 metros hasta la entrada de la Feria hasta las 06:02 horas, y a las 06:10 hasta la finalización del servicio estuvieron detrás del concesionario de la BMW sin salir del coche, hasta que a las 06:51 horas finalizaron el servicio desplazándose a las instalaciones de la Asociación a entregar los partes de servicio. Que en el servicio del 29 al 30 de marzo el demandante y su compañero Don. Constantino estuvieron desde las 23:00 horas en la cafetera del DECATHLON durante 20 minutos, cruzando después la calle para el aparcamiento de LEROY MERLÍN y permaneciendo allí hasta las 01:07 horas, a las 01:20 horas volvieron a la posición anterior hasta las 02:30 horas y a esta hora salieron del polígono hasta el Cruceiro por la Avda. de Asturias; que a las 02:44 horas estacionaron en el LEROY MERLIN hasta las 04:47 horas, seguidamente hicieron un pequeño recorrido por las inmediaciones hasta las 04:54 horas y regresaron a la misma posición hasta las 05:42 horas, seguidamente hicieron una ronda de 4 minutos y regresaron a la cafetera del DECATHLON, y las 06:00 horas cruzaron la calle y estacionaron hasta las 06:20 horas, y las 06:25 volvieron a abandonar el polígono en dirección al Cruceiro por la Avda. de Asturias y regresaron a las 06:37 horas al aparcamiento de LEROY MERLÍN. Que en la noche del 30 al 31 de marzo de 2012 el demandante abandonó a las 21:38 horas el polígono de Costa Vella y subió al de Tambre sin indicar los motivos en el parte, permaneciendo en la vía Galileo hasta las 21:51 horas; desde las 22:58 hasta las 23:35 horas permaneció junto con otro compañero en la cafetera de DECATHLON desde las 22:30 hasta las 22:48 horas, y a las 23:44 él y su compañero abandonaron el polígono por la carretera de Amio accediendo al mismo de nuevo por la Sionlla, permaneciendo fuera de la zona de vigilancia hasta las 00:02 horas; desde las 00:009 horas estuvieron hasta las 01:50 horas en el aparcamiento de LEROY MERLIN, después cruzaron la calle y permanecieron en la cafetera de LEROY MERLIN hasta las 01:57 horas, y desde las 02:05 hasta las 02:32 volvieron a estar en el aparcamiento de LEROY MERLIN; a las 02:34 aparcaron en una finca contigua al polígono y permanecieron allí hasta las 03:27 horas, y desde las 3:33 a las 04:46 volvieron a estar en el aparcamiento de LEROY MERLIN, posición a la que retornaron a las 05:00 horas hasta las 05:16, y a las 05:22 __________________________________________________________________________________________________________ 3 www.aepsal.com/wp-content/TSJGalicia-GPS · aepsal@aepsal.com estacionaron detrás de BLUSENS hasta finalizar el servicio. Y en el servicio del 1 al 2 de abril el demandante -utilizando para el servicio el vehículo FIAT DOBLO 0132HHR- estuvo desde las 21:00 a las 21:21 en la cafetera de DECATHLON, a las 22:03 se desplazó hasta detrás del centro de negocios de BLUSENS donde estuvo hasta las 22:43 horas, a las 22:51 horas abandonó el polígono por la Avda. de Asturias a 95 km/h, regresando por la carretera de A Coruña a las 22:53, y desde las 23:00 a las 23:30 hizo un seguimiento a un vehículo, regresando con su compañero al aparcamiento de LEROY MERLIN donde permanecieron hasta las 00:10 horas, regresando a dicha posición a las 00:25 horas hasta las 03:29 horas, volviendo a abandonar el polígono por la Avda. de Asturias a las 03:46 horas regresando por la carretera de A Coruña a las 03:48 horas; desde las 03:59 hasta las 04:39 permanecieron en el aparcamiento de LEROY MERLIN, después cruzaron la calle y fueron a la cafetera de DECATHLON hasta las 05:42 horas; seguidamente volvieron a salir del polígono por la Avda. de Asturias y regresando por la carretera de A Coruña a las 05:10 horas circulando a 86 km/h, y desde las 05:37 a las 06:32 estuvieron estacionados sin salir del vehículo detrás del centro de negocios de BLUSENS hasta la finalización del servicio a las 07:00 horas. Que en el servicio del día 23 de abril el demandante y su compañero Constantino -utilizando para el servicio el vehículo FIAT DOBLO 0132HHR- estuvieron parados desde las 23:00 a 23:30 en el aparcamiento de LEROY MERLIN a donde regresaron a las 23:50 horas, y permanecieron allí y juntos hasta las 01:53 horas, después cruzaron la calle y se fueron a la cafetera de DECATHLON hasta las 02:00 horas, y después de circular unos 100 metros se pararon delante de la entrada de la Feria hasta las 02:16 horas, y después estuvieron en el aparcamiento de LERCY MERLIN desde las 02:35 hasta las 03:07 y desde las 03:10 hasta las 05:00 horas, y desde las 05:15 hasta las 06:47 estuvieron detrás de la nave de BLUSENS sin salir del vehículo, finalizando el servicio a las 07:00 horas Y asimismo que en los servicios de los días 25 a 26 de abril, 26 a 27 de abril, 27 a 28 de abril, 29 a 30 de abril, 31 de abril a 1 de mayo, 28 a 29 de mayo, el demandante y su compañero -utilizando el vehículo FIAT DOBLO 0132HHRefectuaron largas paradas en el estacionamiento de LEROY MERLIN, todas ellas por tiempo superior a media hora, llegando el día 1 de mayo y también el día 28 de mayo (vid informes de GPS) a estar totalmente parados en la Rúa Polonia un total de 2 horas continuadas. 5.- El día 13 de julio de 2012 el demandante y tres compañeros de trabajo, Don Constantino, Don Sabino, y Don Anibal, presentaron denuncia contra la empresa PROINSA ante la Subdelegación del Gobierno de A Coruña por deficiencias en el servicio de seguridad prestado por la empresa denunciada que determinan incumplimientos de la Ley de Seguridad Privada. Dicha denuncia consta en autos (doc. 14 del actor) y se da por íntegramente reproducida. 6.- El día 30 de julio de 2012 -con fecha de presentación en agosto de 2012- el demandante junto con sus compañeros de trabajo Don Constantino, Don Sabino y Don Anibal, presentaron denuncia contra PROINSA ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social por deficiencias en el servicio de seguridad prestado por la empresa y por presión contra los trabajadores denunciantes identificable como acoso, y la intención de la empresa de realizar un ERE encubierto. Dicha denuncia consta en autos (doc. 16 del demandante) y se da por íntegramente reproducida. 7.- En fecha 24 de septiembre de 2012 el Comisario Jefe de la Comisaría de Policía Nacional de Santiago de Compostela dictó propuesta de incoación de expediente sancionador -cuyo contenido se da por íntegramente reproducido al constar unida a los autos (expediente administrativo)- contra la entidad PROINSA como presunta autora de una infracción grave prevista en el artículo 222.d) en relación con el artículo 6.1 de la Ley 23/1992 de 30 de julio de Seguridad Privada y en el artículo 149.4.b) en relación con el articulo 20.1 y artículo 801 __________________________________________________________________________________________________________ 4 www.aepsal.com/wp-content/TSJGalicia-GPS · aepsal@aepsal.com del Real Decreto 2364/1994 de 9 de diciembre por el que se aprueba el Reglamento de Seguridad Privada y en relación con los artículos 16 y 17 de la Orden INT/314/2011 de 1 de febrero sobre Empresas de Seguridad Privada, remitiéndola a la Subdelegación del Gobierno de A Coruña. El día 28 de noviembre de 2012 la Subdelegación del Gobierno de Coruña dictó resolución -cuyo contenido se da por íntegramente reproducido por constar unida a los autos (expediente administrativo)- de incoación de expediente sancionador contra PROINSA como presunta autora de una infracción administrativa grave tipificada en el artículo 22.2.d) en relación con el artículo 6.1 de la Ley 23/1992 de 30 de de Seguridad Privada y en el artículo 149.4.b) en relación con el artículo 20.1 del Real Decreto 2364/1994 de 9 de diciembre por el que se aprueba el Reglamento de Seguridad Privada y los artículos 16 y 17 de la Orden INT/314/2011 de 1 de febrero sobre Empresas de Seguridad Privada, efectuando nombramiento de instructor del expediente sancionador. Dicha resolución fue notificada al demandante y demás denunciantes el día 12 de diciembre de 2012 (doc. 15 del actor), y el día 4 de febrero de 2013 la instructora de expediente remitió el mismo a la Unidad Central de Seguridad Privada-Comisaría General de Seguridad Ciudadana de la Dirección General de la Policía para su resolución con propuesta de sanción. 8.- El día 4 de diciembre de 2012 la Inspección de Trabajo y Seguridad Social emitió informe en relación con la denuncia presentada por el demandante y sus compañeros de trabajo el día 30 de julio de 2012, cuyo contenido se da aquí por íntegramente reproducido al constar unido a los autos (doc. 18 demandante). 9.- El 1 de junio de 2012 la entidad PROINSA despidió por motivos disciplinarios al compañero de trabajo del demandante Don Constantino, habiendo sido impugnado dicho despido por el referido trabajador ante los Juzgados de lo Social de Santiago de Compostela (doc. 24 del demandante). El día 26 de octubre de 2012 se dictó por el Juzgado de lo Social N° 2 de Santiago de Compostela sentencia en los autos de despido n° 523/2012 incoados a instancia de Don Constantino, en la cual se declaró procedente el despido disciplinario del mismo acordado por la entidad demandada el día 1 de junio de 2012 (doc. F del demandado folios 180 a 185 de su ramo de prueba). Dicha sentencia consta recurrida en suplicación por el Sr. Constantino y admitido a trámite el recurso (doc. 25 del demandante). 10.- El día 11 de junio de 2011 la entidad PROINSA le notificó a los compañeros de trabajo del demandante Don Sabino y Don Anibal, sendas sanciones disciplinarias de suspensión de empleo y sueldo de 30 días por la comisión de faltas muy graves tipificadas en los números 12 y 13 del artículo 55 del Convenio Estatal de Empresas de Seguridad por abandono del trabajo en un puesto de responsabilidad una vez tomado posesión del mismo y la inhibición o pasividad en la prestación del mismo, y por la disminución continuada y voluntaria del rendimiento en el trabajo, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 56.3.a) del citado Convenio y con el apercibimiento expreso de que de producirse hechos de igual o similar naturaleza serían objeto de la máxima sanción disciplinaria (docs. 19 y 22 del demandante). No consta si dichas sanciones son o no firmes al haber sido impugnadas ante la jurisdicción social sin que conste resolución sobre las mismas (docs. 20 y 23 del demandante). 11.- El 27 de julio de 2012 la entidad PROINSA despidió por motivos disciplinarios al compañero de trabajo del demandante Don Anibal (doc. F de la demandada), habiendo sido impugnado dicho despido por el referido trabajador ante los Juzgados de lo Social de Santiago de Compostela (doc. 21 del demandante) El día 13 de junio de 2013 se dictó por este Juzgado sentencia en los autos de despido n° 699/2012 incoados a instancia de Don Anibal, en la cual se declaró procedente el despido disciplinario del mismo acordado por la entidad demandada el día 27 de julio de 2012 (doc. F del demandado folios 186 a 206 de su __________________________________________________________________________________________________________ 5 www.aepsal.com/wp-content/TSJGalicia-GPS · aepsal@aepsal.com ramo de prueba). Dicha sentencia consta recurrida en suplicación por el Sr. Anibal y admitido a trámite el recurso (doc. 21 del demandante) 12.- El día 8 de marzo de 2013 se dictó por el Juzgado de lo Social N° 3 de Santiago de Compostela Decreto en los autos de despido n° 679/2012 seguidos a instancia de Don Hilario frente a PROINSA, en el que se aprobó la avenencia alcanzada entre las partes en el acto de conciliación, desistiendo el trabajador de la petición de nulidad del despido, y reconociendo la empresa la improcedencia del despido por fraude en la contratación e indemnizando al trabajador en las cuantías correspondientes y dejando nula y sin efecto la sanción que le había sido impuesta al trabajador en el mes de junio de 2012, comprometiéndose este a desistir de la demanda entablada para la impugnación de la sanción (dos. 26 del demandante). 13.- Al actor le resulta aplicable el Convenio Colectivo Estatal de las Empresas de Seguridad publicado en el BOE de 16 de febrero de 2011. 14.- El demandante no ostentó en el último año la condición de representante legal de los trabajadores". TERCERO: En la sentencia recurrida en suplicación se emitió el siguiente fallo o parte dispositiva: FALLO: "Que desestimando íntegramente la demanda interpuesta por DON Ovidio, contra PROTECCIÓN E INTEGRIDAD S.A. (PROINSA), declaro la procedencia del despido disciplinario del demandante con fecha de efectos de 1 de junio de 2012, quedando convalidada la extinción de la relación laboral que vinculaba al demandante con la demandada, y debo absolver y absuelvo a la mercantil demandada PROINSA de todas las peticiones deducidas en su contra". CUARTO: Frente a dicha sentencia se anunció recurso de suplicación por Ovidio formalizándolo posteriormente. Tal recurso fue objeto de impugnación por la contraparte. QUINTO: Elevados por el Juzgado de lo Social de referencia los autos principales, a esta Sala de lo Social, tuvieron los mismos entrada en esta T.S.X.GALICIA SALA DO SOCIAL en fecha 21/02/2014. SEXTO: Admitido a trámite el recurso se señaló el día 06/06/2014 para los actos de votación y fallo. A la vista de los anteriores antecedentes de hecho, se formulan por esta Sección de Sala los siguientes, FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO.- La sentencia de instancia desestimó la demanda por despido contra la empresa PROTECCION E INTEGRIDAD S.A. (PROINSA), convalidándose la extinción de la relación laboral y, frente a este pronunciamiento, interpone recurso de suplicación la representación procesal del demandante, en base a tres motivos, al amparo del art. 193 a), b ) y c) de la L.J .S. pretendiendo nulidad de actuaciones por vulneración del art. 94 L.J.S., 317 y ss LEC, solicita modificación fáctica y alega, finalmente, infracción del art. 97.2 de la L.J.S., 217 LEC, art. 55.12 __________________________________________________________________________________________________________ 6 www.aepsal.com/wp-content/TSJGalicia-GPS · aepsal@aepsal.com , 13 y 22 del Convenio colectivo estatal de empresas de seguridad y 55 y 56 del E.T., siendo el recurso impugnado. SEGUNDO.- Se solicita, en primer lugar, la nulidad de actuaciones por entender, en definitiva, que se ha valorado incorrectamente la prueba documental, habiéndose impugnado por el recurrente. La medida de la nulidad de actuaciones requiere la infracción de norma esencial de procedimiento, con resultado de indefensión para la parte (SSTSJ Galicia 20 febrero 1993, Rec. 4733/1991 y 12 noviembre 1999, Rec. 4095/1997 ), porque la nulidad de actuaciones por violación de disposición adjetiva requiere inexcusablemente -así, SSTSJ Galicia 12 mayo 2000, Rec. 1192/1997 , 16 mayo 2000, Rec. 2018/1997 y 15 junio 2000, Rec. 1117/1997 - 1º) que se indique la concreta norma que se considere infringida 2º) que efectivamente se haya vulnerado 3º) que la misma tenga carácter esencial 4º) que con la infracción se haya determinado indefensión a la parte, y 5º) que se hubiese formulado oportuna protesta, en los supuestos en que la misma sea factible. Ello es así, porque la indefensión - proscrita por el art. 24 CE [RCL 1978, 2836 y ApNDL 2875)- no nace de toda infracción de las reglas procesales, sino tan sólo de aquella que se traduce en privación o limitación real del fundamental derecho de defensa (STC 34/1991, de 14 febrero [RTC 1991, 34]), de manera que la prohibición de indefensión tiene carácter material más que formal, y no se entiende producida cuando, pese a la existencia de infracciones procesales, no se impide la aplicación efectiva del principio de contradicción mediante el adecuado desarrollo de la dialéctica procesal o cuando no se merman las oportunidades de la parte para alegar y probar lo que a su derecho convenga ( STS 12 noviembre 1990 [RJ 1990, 9169]). Pues bien, no se ha acreditado que la prueba en que se basó la Magistrada de instancia se haya obtenido con violación de derechos fundamentales ni que se haya valorado de forma absurda o arbitraria, por lo que no procede la nulidad solicitada pues la juzgadora puede dar primacía a determinada prueba o pruebas pues es facultad del juzgador/a de instancia, sin que sea obstáculo que haya sido impugnada la prueba por el recurrente, pues la impugnación no priva de valor a la citada prueba. TERCERO.- Solicita, seguidamente, revisión del hecho probado 3º y 4º. La primera revisión a fin de hacer constar las que, se dice, numerosas actuaciones recientes del actor y sus compañeros en el servicio de vigilancia, y la segunda revisión del mismo hecho probado 3º a fin de hacer constar las dificultades del trabajo en los Polígonos y sus características, en base a la Revista Finsa de la empresa y hacer constar las cualificaciones profesionales del actor. Se desestima puesto que las adiciones que se proponen son intrascendentes y se valora la prueba documental tenida en cuenta por la Magistrada de instancia. Es necesario, atendiendo a reiterada doctrina judicial, para que pueda operar la revisión de los hechos declarados probados propuesta por las partes, que concurran los siguientes requisitos: A) Ha de devenir trascendente a efectos de la solución del litigio, con propuesta de texto alternativo o nueva redacción que al hecho probado tildado de erróneo pudiera corresponder y basada en documento auténtico o prueba pericial que, debidamente identificado y obrante en autos, patentice, de manera clara, evidente y directa, de forma contundente e incuestionable, sin necesidad de acudir a hipótesis, conjeturas, suposiciones o argumentaciones más o menos lógicas, naturales o razonables, el error en que hubiera podido incurrir el juzgador, cuya facultad de apreciación conjunta y según las reglas de la sana critica, (artículo 97 L.J.S.) no puede verse afectada por valoraciones o conclusiones distintas efectuadas por parte interesada. Es al Juez de instancia, cuyo conocimiento directo del asunto garantiza el principio de inmediación del proceso laboral, a quien corresponde __________________________________________________________________________________________________________ 7 www.aepsal.com/wp-content/TSJGalicia-GPS · aepsal@aepsal.com apreciar los elementos de convicción -concepto más amplio que el de medios de pruebapara establecer la verdad procesal intentando su máxima aproximación a la verdad real, valorando, en conciencia y según las reglas de la sana crítica, la prueba practicada. B) La revisión pretendida sólo puede basarse en las pruebas documentales o periciales, sin que sea admisible su invocación genérica, sino una mención de los documentos que de manera contundente e incuestionable evidencien el error del Juzgador, y sin que las declaraciones de las partes o de testigos sea hábiles para alcanzar la revisión fáctica en el extraordinario recurso de suplicación. Debemos recordar que es doctrina constante de esta Sala la que señala que sólo de excepcional manera han de hacer uso los Tribunales Superiores de la facultad de modificar, fiscalizándola, la valoración de la prueba hecha por el Juzgador de instancia, facultad que les está atribuida para el supuesto de que los elementos señalados como revisorios, ofrezcan tan alta fuerza de convicción que, a juicio de la Sala, delaten claro error de hecho sufrido por el Juzgador en la apreciación de la prueba; de ahí que sostengamos que el error de hecho ha de ser evidente y fluir, derivarse y patentizarse por prueba pericial o documental eficaz y eficiente, sin necesidad de acudir a deducciones más o menos lógicas o razonables, pues dado el carácter extraordinario del recurso de suplicación y de que no se trata de una segunda instancia, no cabe llevar a cabo un análisis de la prueba practicada con una nueva valoración de la totalidad de los elementos probatorios, pues ello supondría, en definitiva, sustituir el criterio objetivo del Juzgador de instancia, -que aprecia "los elementos de convicción" conforme al artículo 97.2 de la L.J.S., concepto más extenso que el de medios de prueba, pues no sólo abarca a los que enumera el artículo 299 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, sino también el comportamiento de las partes en el transcurso del proceso e incluso sus omisiones-, por el de la parte, lógicamente parcial e interesado, lo que es inaceptable al suponer un desplazamiento en la función de enjuiciar que tanto el artículo 2.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial como el artículo 117.3 de nuestra Constitución otorgan en exclusiva a los Jueces y Tribunales. Asimismo solicita la supresión del hecho probado 4º que se desestima puesto que la Magistrada de instancia ha plasmado los hechos con fundamento en prueba documental y testifical, por lo que ningún fundamento tiene la supresión solicitada. CUARTO.- Alega, finalmente, infracción del art. 97.2 de la L.J.S ., 217 LEC, alegando error en la apreciación de la prueba testifical y documental, art. 55.12 , 13 y 22 del Convenio colectivo estatal de empresas de seguridad y 55 y 56 del E.T . La Sala tiene conocimiento del dictado de la S.T.S.J. Galicia 17-1-14 (Rec. 3483/2013) en asunto similar contra la misma empresa, y cuyos argumentos se asumen en su integridad para desestimar el recurso de suplicación del actor, y en la que se decía que: "el motivo debe ser rechazado. El art. 193 c) de la LRJS sólo permite invocar como infringidas normas sustantivas o de la Jurisprudencia, no normas de naturaleza procesal y es por ello que no puede admitirse dentro del recurso de suplicación laboral, la alegación del error de derecho en la apreciación y valoración de la prueba practicada cuando al tiempo, existe otro motivo tasado de recurso que permite la revisión de los hechos declarados probados. Además, el error de derecho en la valoración de la prueba sólo puede fundar una denuncia por vulneración del art. 24.1 de la Constitución, cuando produzca una total falta de motivación y el resultado aparezca desproporcionado, irracional o arbitrario; fuera de esos casos, debe rechazarse la nulidad de actuaciones dado que el derecho fundamental a una tutela judicial efectiva no puede incluir la exigencia de acierto, en términos de legalidad ordinaria, de la resolución recaída, ni la de que el órgano judicial acoja las tesis de una de las partes sobre las cuestiones de hecho o de derecho debatidas en la Litis. __________________________________________________________________________________________________________ 8 www.aepsal.com/wp-content/TSJGalicia-GPS · aepsal@aepsal.com Debe además distinguirse lo que son las reglas de la valoración de la prueba de la regla de la apreciación conjunta de la prueba como ya se ha anunciado anteriormente. La primera establece cual es el valor probatorio qué debe darse a cada medio probatorio; con carácter general la LRJS acude a las reglas de la sana crítica salvo en los documentos públicos y en los privados no impugnados de contrario; en el resto rige la regla de la valoración según las reglas de la sana crítica o libre apreciación que no implica sino genérica invocación al enjuiciar racional y no atribuyen valor o alcance determinado al medio concreto de prueba objeto de valoración. La apreciación conjunta de la prueba debe tener en cuenta las reglas de valoración de cada medio en concreto de modo que el juez ponga en conocimiento de las partes cuál ha sido el medio de prueba del que ha extraído cada hecho y segundo, cuál es el resultado global de esa valoración judicial individualizado, lo que se ha dado en llamar la convicción judicial. Es por ello, que a salvo de que todo ese proceso lógico aparezca como claramente irracional o arbitraria, difícilmente podremos encontrarnos ante una sentencia nula por ese tipo de defectos. Vemos en este caso cómo la juzgadora de instancia se preocupa de señalar de forma detallada qué medios de prueba le han conducido a redactar un determinado hecho probado. La discrepancia del recurrente en relación a esa versión judicial se sustenta además, básicamente, en la prueba testifical practicada en el juicio cuando la prueba testifical no es un medio de prueba hábil para revisar en el recurso de suplicación laboral; es por esa razón que la parte pretende alegar un error de derecho es esa valoración judicial cuando es lo cierto que, la prueba testifical debe ser valorada con arreglo a las reglas de la sana crítica y ya se dijo que, existiendo una mínima actividad probatoria, lo que aquí acontece con creces, no puede tildarse a la valoración judicial de errónea, arbitraria o irrazonable. Por lo que se refiere a los seguimientos del vehículo del que fue objeto el trabajador a través de dispositivo GPS, debe decirse que según el artículo 90.1 de la L.J .S. las partes podrán servirse de cuantos medios de prueba se encuentren regulados en la Ley, admitiéndose como tales los medios mecánicos de reproducción de la palabra, la imagen y del sonido, salvo que se hubieran obtenido, directa o indirectamente, mediante procedimientos que supongan violación de derechos fundamentales o libertades públicas. Por otro lado, el artículo 20.3 del Estatuto de los Trabajadores 1270/1995 otorga al empresario la facultad de adoptar las medidas que estime más oportunas de vigilancia y control para verificar el cumplimiento por el trabajador de sus obligaciones y deberes laborales, guardando en su adopción y aplicación la consideración debida a su dignidad humana. Como ha puesto de relieve la sentencia del Tribunal Constitucional de 10 de julio de 2000 , el derecho a la intimidad personal, consagrado en el artículo 18.1 CE, se configura como un derecho fundamental estrictamente vinculado a la propia personalidad y que deriva, sin ningún género de dudas, de la dignidad de la persona que el artículo 10.1 CE reconoce e implica "la existencia de un ámbito propio y reservado frente a la acción y el conocimiento de los demás, necesario, según las pautas de nuestra cultura, para mantener una calidad mínima de la vida humana" y que el derecho a la intimidad es aplicable al ámbito de las relaciones laborales ( STC 98/2000 ). Igualmente es doctrina reiterada del Tribunal Constitucional que "el derecho a la intimidad no es absoluto, como no lo es ninguno de los derechos fundamentales, pudiendo ceder ante intereses constitucionalmente relevantes, siempre que el recorte que aquél haya de experimentar se revele como necesario para lograr el fin legítimo previsto, proporcionado para alcanzarlo y, en todo caso, sea respetuoso con el contenido esencial del derecho" (SSTC __________________________________________________________________________________________________________ 9 www.aepsal.com/wp-content/TSJGalicia-GPS · aepsal@aepsal.com 57/1994 143/1994, por todas). En este sentido debe tenerse en cuenta que el poder de dirección del empresario, imprescindible para la buena marcha de la organización productiva (organización que refleja otros derechos reconocidos constitucionalmente en los artículos 33 y 38 CE) y reconocido expresamente en el artículo 20 ET, atribuye al empresario, entre otras facultades, la de adoptar las medidas que estime más oportunas de vigilancia y control para verificar el cumplimiento del trabajador de sus obligaciones laborales. Mas esa facultad ha de producirse en todo caso, como es lógico, dentro del debido respecto a la dignidad del trabajador, como expresamente nos lo recuerda igualmente la normativa laboral- artículos 4.2.c ) y 20.3 ET . En este caso se alega la violación del artículo 18-3 de la Constitución al haberse aportado como prueba el resultado del seguimiento a través del GPS instalado en el vehículo utilizado por el actor sin ratificar de modo que caso contrario, parece admitir la licitud de ese control empresarial a través del GPS pero al mismo tiempo cuestiona después, que se trate de un medio de vigilancia empresarial proporcionado y respetuoso con la dignidad e intimidad del trabajador. Debe rechazarse esa última afirmación pues en ningún momento el GPS instalado en el coche de la empresa tiene por objeto captar imágenes íntimas de los trabajadores sino facilitar el control, incluso en beneficio de la propia seguridad de los trabajadores (y así se corrobora por las propias intenciones del trabajador recurrente al querer introducir el carácter peligroso de la vigilancia en los polígonos industriales). El uso de medios y dispositivos tipo GPS no se pueden considerar ilícitos, pues la empresa tiene un claro interés en tener localizados sus vehículos, lo que no incide en la violación de ningún derecho fundamental. Finalmente, tampoco parece razonable que la empresa, ante la comisión de faltas laborales, desvele las medidas de control y de seguridad tendentes a prevenir a disuadir o a posibles infractores, cuando se refieren a vigilancia sobre mercancías, que pueden ser sustraídas, o localización de vehículos en sus rutas laborales en un ámbito que no se puede considerar de intimidad o privacidad o de estricto control de una persona con un fin ilegal. Tampoco se ha dado por probado que estuviera autorizado el actor para hacer un uso privado del mismo, y como ya se ha dicho puede considerarse adecuado y proporcionado a la finalidad que se perseguía la empresa, consistente en averiguar si cumplía su jornada laboral y si la actividad que durante la misma realizaba coincida o no con los partes de trabajo que facilitaba a la empresa. Además, la instalación del GPS se justifica también por razón de realizar su trabajo fuera de las dependencias de la empresa, no estando sujeto a un control directo en cuanto a su jornada y horario. Tanto la colocación de un GPS, que lo que hace es registrar cuando arranca y se detiene el vehículo y donde se encuentra físicamente, son medios adecuados y proporcionados de vigilancia y control que no afectan a su intimidad personal, pues el control se realiza durante la jornada laboral, es decir durante un tiempo en que el trabajador está a disposición del empresario para desempeñar las funciones concretas de su puesto de trabajo. En cuanto a la ratificación de los mismos, en tanto en cuanto fueron impugnados por la parte actora los referidos seguimientos, queda como libre facultad de valoración del juez de instancia y ya se ha dicho, que esa valoración judicial con apoyo en la testifical no se detecta errónea o arbitraria. En el mismo sentido se pronuncian los tribunales superiores de Murcia (STSJ de 13-5-2013, Recurso nº 129/2013) o la de Cataluña (STSJ de 5 de marzo de 2012, Recurso nº 5194/2011). El siguiente motivo del recurso, con el mismo amparo procesal que el anterior, alega la infracción del art. 55 apartados 12, 13 y 22 del Convenio Colectivo estatal de empresas de seguridad manifestando que aun probando las imputaciones concretas que en la carta de __________________________________________________________________________________________________________ 10 www.aepsal.com/wp-content/TSJGalicia-GPS · aepsal@aepsal.com despido se efectúan al trabajador recurrente, éstas no pueden engarzarse en los supuestos tipificados en el texto del Convenio Colectivo que se cita. La carta de despido tipifica los hechos como constitutivos de las faltas establecidas en los apartados 4, 12 y 13 del art. 55 de citado Convenio. Vemos como el apartado 4 del art. 55 del Convenio tipifica entre otras conductas, la deslealtad y el abuso de confianza. El apartado 12 tipifica la inhibición o pasividad en la prestación del servicio (y también el abandono del trabajo en puestos de responsabilidad) y el apartado 13, la disminución voluntaria y continuada. Podemos estar de acuerdo en que la conducta imputada en la carta de despido, por venir referida a un solo día no siendo firme la sanción que por conducta similar se le impuso meses anteriores, no puede reunir las notas de continuidad y por ello no se halla tipificada en el convenio colectivo aplicable ni tampoco en el art. 54 2º e) del Estatuto de los Trabajadores que también exige el elemento de la continuidad. Pero la tipificación como deslealtad y abuso de confianza así como inhibición o incluso abandono de su trabajo encajan perfectamente con la conducta imputada y acreditada. No debe olvidarse que el contrato de trabajo sujeta a las partes al mutuo deber de acomodar su comportamiento a las exigencias derivadas del principio básico de la buena fe, que es elemento normativo delimitador del contenido obligacional derivado del contrato de trabajo y que impone una conducta arreglada a pautas de lealtad, honradez, probidad y de respeto a la confianza que legítimamente el uno deposita en el otro, conforme evidencian los artículos 5.a y 20.2, sobre la que conviene poner de manifiesto que: 1) es consustancial al contrato de trabajo, en cuanto que por su naturaleza sinalagmática genera derechos y deberes recíprocos, traduciéndose el deber de mutua fidelidad entre empresario y trabajador en una exigencia de comportamiento ético jurídicamente protegido y exigible en el ámbito contractual, y pudiendo definirse la buena fe en sentido objetivo como un modelo de tipicidad de conducta exigible, o mejor aún, un principio general de derecho que impone un comportamiento arreglado a valoraciones éticas, que condiciona y limita por ello el ejercicio de los derechos subjetivos y que se traduce en directivas equivalentes a lealtad, honorabilidad, probidad y confianza; 2) la esencia del incumplimiento no está en el daño causado, sino en el quebranto de la buena fe depositada y de la lealtad debida; 3) no es necesario que la conducta tenga carácter doloso, pues también se engloban en el artículo 54.2.d ET las acciones simplemente culposas, cuando la negligencia sea grave e inexcusable; 4) a los efectos de valorar la gravedad y culpabilidad de la infracción pasan a un primer plano la categoría profesional, la responsabilidad del puesto desempeñado y la confianza depositada, agravando la responsabilidad del personal directivo; y 5) en materia de pérdida de confianza no cabe establecer graduación alguna. Sobre la base de la doctrina sustentada por esta Sala, el motivo no debe prosperar, por las siguientes consideraciones: 1) En primer lugar, la empresa en la carta de despido ha tipificado los hechos imputados al trabajador y que se recogen y narran en la carta de despido subsumiéndolos en una infracción muy grave de conformidad al art. 55 4 º y 12º del Convenio Colectivo de Seguridad que tipifica, ya se ha dicho, "la deslealtad" y "el abuso de confianza" y el abandono del trabajo en puestos de responsabilidad una vez tomado posesión de los mismos y la inhibición o pasividad en la prestación del mismo"; __________________________________________________________________________________________________________ 11 www.aepsal.com/wp-content/TSJGalicia-GPS · aepsal@aepsal.com 2) En el caso enjuiciado se ha acreditado que el actor, vigilante de seguridad con arma en un polígono industrial, en varias ocasiones, durante su turno en el día de autos estaciona su vehículo en determinados lugares de su ámbito de vigilancia sin que esas paradas se hallaran justificadas por el propio servicio de vigilancia siendo detectado en una de esas ocasiones durmiendo en el vehículo; 3) Respecto al perjuicio considerable a la empresa, es evidente también que concurre pues la empresa presta servicios de vigilancia en un polígono industrial y dicho servicio como su propio nombre indica queda en manos del personal vigilante de seguridad; en este caso en un solo vigilante de seguridad en el turno de noche pues cuando se le encuentra dormido, estaba solo modo que si el vigilante de seguridad se duerme el servicio no se cumple. Y si no se cumple el servicio o se cumple defectuosamente, las consecuencias son fáciles de colegir: se facilita la comisión de aquellas conductas que se pretenden prevenir o impedir tales como robos, hurtos o cualquier actuación contraria a los intereses de las empresas ubicadas en el referido polígono; 4) No hay datos ni consta acreditado circunstancias que permitan atenuar la conducta descrita. En definitiva, no hay circunstancias concurrentes que permitan moderar o explicar la conducta muy grave del trabajador quién, como vigilante de seguridad, fue encontrado durmiendo y fuera de su puesto de trabajo y dicha conducta del trabajador no sólo encuentra su encaje en el precepto del convenio colectivo estatal que cita la empresa en la carta de despido sino en el Estatuto de los Trabajadores que tipifica como causa del despido la transgresión de la buena fe contractual y el abuso de confianza pues su conducta elimina la confianza depositada en un trabajador que ejerce funciones de seguridad para un tercero (cliente) en esas condiciones y muestra la falta de la buena fe contractual y deslealtad en el propio trabajador para con la empresa al haber abandonado su puesto, el servicio y ponerse a dormir de modo que dicho servicio quedó desatendido cuando menos durante ese tiempo al hallarse el actor sólo en el referido turno. En definitiva, la Sala concluye que, habiéndose acreditado que el trabajador incurrió en esas infracciones muy graves, la de abandono del servicio de responsabilidad y la de la transgresión de la buena fe contractual y abuso de confianza, las mismas dan lugar a la máxima sanción, la de despido, y por ello cabe calificar como legítima la actuación del empresario, siendo acorde con el ordenamiento y mas concretamente, con la normativa que queda invocada. En el último motivo de recurso con amparo procesal también en el art. 193 c) de la LRJS se alega la infracción por no aplicación de los art. 55 y 56 del ET. El motivo debe ser desestimado. En este caso, la juez ha apreciado correctamente la existencia de indicios racionales de que el despido del actor puede obedecer a una represalia por razón de las actuaciones previamente efectuadas por el actor si bien, no todos los antecedentes presentados como indicios por el actor han sido considerados como tales pues, en efecto, existen algunas circunstancias que no lo son. Sólo son indicio a juicio de la juzgadora, la denuncia del actor y otros compañeros ante la Subdelegación del Gobierno de A Coruña de fecha 13 de julio de 2012 dado que el despido es de fecha muy próxima y posterior (27 de julio de 2012); también lo es la impugnación de la sanción impuesta al actor en fecha 11 de junio de 2012 que se produce el 6 de julio de 2012. No así las denuncias a la Inspección de Trabajo pues una se presenta el mismo día en que se le comunica el despido y otra en fecha posterior. Los referidos indicios antes citados son suficientes para invertir la carga de la prueba. Alcanzado, pues, por el demandante el anterior resultado probatorio, sobre la parte demandada recae la carga de probar, ahora, la existencia de causas suficientes, reales y serias, para calificar de razonable y ajena a todo propósito lesivo del derecho fundamental, la decisión o práctica empresarial cuestionada, único medio de destruir la apariencia lesiva __________________________________________________________________________________________________________ 12 www.aepsal.com/wp-content/TSJGalicia-GPS · aepsal@aepsal.com creada por los indicios. Y la prueba de los hechos imputados en la carta de despido permiten destruir la apariencia o sospecha de discriminación pues debe mencionarse que existe la posibilidad de desvincular una decisión empresarial de despido de cualquier sospecha de vulneración de un derecho fundamental incluso en supuestos en que la empresa no ha alcanzado a probar la procedencia del despido y así lo ha considerado en diversas ocasiones el TC, en particular en relación con los denominados despidos "pluricausales" aunque también es cierto que la declaración de procedencia del despido no permite descartar -en todo caso y sin excepción- que éste sea lesivo de derechos fundamentales. Los despidos pluricausales son aquellos despidos disciplinarios en los que, frente a los indicios de lesión de un derecho fundamental, el empresario alcanza a probar que el despido obedece realmente a la concurrencia de incumplimientos contractuales del trabajador que justifican la adopción de la medida extintiva. En esos casos, se admite que sea válido para excluir que el mismo pueda considerarse discriminatorio o contrario a los derechos fundamentales que el empresario acredite que la causa alegada tiene una justificación objetiva y razonable que, con independencia de que merezca la calificación de procedente, permita excluir cualquier propósito discriminatorio o contrario al derecho fundamental invocado. En ese sentido se ha pronunciado la jurisprudencia constitucional en STC 41/2006 (Sala Segunda), de 13 febrero (Recurso de Amparo nº 5038/2003) y la STC 138/2006 (Sala Primera), de 8 mayo (Recurso de Amparo núm. 4609/2002) citadas ambas por la STC 125/2008 (Sala Segunda), de 20 octubre (Recurso de Amparo nº2899/2006). Lo cierto es que en este caso, no sólo se ha probado una causa objetiva y razonables que justifica el despido sino que también aparece claro la ausencia de móvil discriminatorio si nos fijamos en los propios indicios presentados de contrario. Los antecedentes que figuran en autos relativos a una previa sanción por hechos muy similares en junio de 2012, y que debido a su impugnación judicial no ha permitido alcanzar firmeza, si marcan el inicio de una serie de actuaciones del trabajador contra la empresa demandada que son precisamente los indicios que fundan la sospecha de vulneración de derechos fundamentales en el momento en que es despedido. Es por ello que si bien los indicios (denuncia a la Subdelegación del Gobierno y la demanda contra la sanción) existen, los mismos se hallan muy atenuados por esta circunstancia al tiempo que la prueba de los hechos imputados en el despido y su gravedad llevan a concluir en la procedencia del despido y la ausencia de vulneración de derechos fundamentales.". QUINTO.- En definitiva, los hechos sucedidos el día 31 de mayo y 1 de junio de 2012, expuestos en el inmodificado hecho probado 4º, son suficientes para estimar que el recurrente merecía la máxima sanción del despido, por lo que el recurso debe ser desestimado y, por ello, la sentencia confirmada. FALLAMOS Desestimamos el recurso de suplicación interpuesto por la representación procesal de Ovidio contra la sentencia de fecha 12-11-13, dictada por el Juzgado de lo Social nº 1 de Santiago de Compostela, en proceso por despido promovido por el recurrente contra PROTECCION E INTEGRIDAD S.A. (PROINSA), y confirmamos la sentencia de instancia. Incorpórese el original de esta sentencia, por su orden, al Libro de Sentencias de esta T.S.X.GALICIA SALA DO SOCIAL __________________________________________________________________________________________________________ 13 www.aepsal.com/wp-content/TSJGalicia-GPS · aepsal@aepsal.com MODO DE IMPUGNACIÓN: Se hace saber a las partes que contra esta sentencia cabe interponer recurso de casación para la unificación de doctrina que ha de prepararse mediante escrito presentado ante esta Sala de lo Social dentro del improrrogable plazo de diez días hábiles inmediatos siguientes a la fecha de notificación de esta sentencia. Si el recurrente no tuviere la condición de trabajador o beneficiario del régimen público de seguridad social deberá consignar la cantidad de 600 euros en concepto de depósito para recurrir, en la Cuenta de Consignaciones de esta Sala abierta en BANESTO con el nº 1552 debiendo indicar en el campo concepto, "Recurso" seguida del código "35 Social Casación". Si el ingreso se hace mediante transferencia bancaria deberá incluir tras la cuenta referida, separados por un espacio, el código "35 Social Casación". Si efectuare diversos pagos en la misma cuenta deberá especificar un ingreso por cada concepto, incluso si obedecen a otros recursos de la misma o distinta clase indicando en el campo de observaciones la fecha de la resolución recurrida utilizando el formato dd/mm/aaaa. Quedan exentos de su abono en todo caso, el Ministerio Fiscal, el Estado, las Comunidades Autónomas, las Entidades locales y los Organismos Autónomos dependientes de ellos. Así, por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos. PUBLICACIÓN.- Leída y publicada fue la anterior sentencia en el día de su fecha, por el Ilmo.Sr. Magistrado-Ponente que la suscribe, en la Sala de Audiencia de este Tribunal. Doy fe. __________________________________________________________________________________________________________ 14 www.aepsal.com/wp-content/TSJGalicia-GPS · aepsal@aepsal.com