ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE ELECCIONES, CONFLICTO Y VIOLENCIA EN MÉXICO Manuel Carrillo Poblano1 I. INTRODUCCIÓN El tema de la V Conferencia de la Red Mundial de Organismos Electorales (GEO Conference), se refiere a la credibilidad de las elecciones democráticas. En este sentido, esta intervención tiene como propósito expresar algunas ideas y reflexiones sobre el papel que juegan el conflicto y la violencia en el marco de las elecciones democráticas, lo cual puede afectar la credibilidad y confianza en los procesos electorales. Posteriormente, haré una presentación sobre las acciones que el Instituto Federal Electoral de México (IFE) llevó a cabo en 2009 para prevenir y/o mitigar el impacto de algunos hechos de violencia, que eventualmente podrían afectar la tranquilidad y credibilidad de las elecciones. II. ¿QUÉ SIGNIFICAN LAS ELECCIONES DEMOCRÁTICAS? 1 En primer lugar, las elecciones tienen sentido en la medida en que, a través de su celebración, se pueda procesar pacíficamente la pluralidad política y social de un país. ¿Qué se juega en las elecciones? Está en disputa el poder político, es decir, las agrupaciones de ciudadanos organizados en partidos políticos se disputan los distintos cargos de representación política para poder ejercer sus ideales o sus programas. Dicho de otra forma, se desea el poder para tener la capacidad de aplicar una determinada forma de gobierno. Por lo tanto, desde su definición, la política genera conflictos, ya que existen diversos intereses que se contraponen en sociedades plurales. En este sentido, ¿qué hacen las elecciones? Administran los intereses en conflicto que se expresan a través de las plataformas de los partidos políticos y los candidatos en las campañas electorales. ¿Qué es lo que caracteriza a las elecciones democráticas en contextos plurales? En primer lugar, los contendientes que se disputan el poder tienen un consenso básico sobre las reglas para poder actuar pacífica y equitativamente. Por lo tanto, en elecciones democráticas, además de este consenso sobre las reglas, hay Coordinador de Asuntos Internacionales del Instituto Federal Electoral de México. acuerdo sobre los procedimientos y acciones que regulan la actuación de los actores que se disputan el poder. Luego entonces, las elecciones consisten en un conjunto de reglas, procedimientos y acciones que regulan la disputa por el poder político de manera pacífica. De esta forma, los organismos electorales son los responsables de conducir y administrar esa disputa por el poder. De ahí, la importancia de que los organismos electorales deben ser imparciales, cuenten con la confianza del electorado y de los actores políticos y sean eficientes en su actuación. Los organismos electorales igualmente procesan los miles o millones de votos de los ciudadanos, quienes deciden libremente por quién votar y, por lo tanto, definen quién los gobernará. El poder puede ser ratificado o rectificado a través de los diferentes procesos eleccionarios, sobre todo en sociedades plurales. Con base en las consideraciones anteriores, se quiere decir que en cada elección el ciudadano es libre de decidir quién lo gobernará. En sistemas democráticos no existe la posibilidad de tener perdedores perpetuos o ganadores permanentes. Los humores ciudadanos se expresan de manera diferente en cada elección. Para ello, los organismos responsables de la administración del proceso electoral tienen que garantizar condiciones de libertad para que el ciudadano se exprese a través del sufragio, y los partidos políticos y candidatos promuevan su oferta política en las campañas para que, finalmente, el voto ciudadano decida quién lo debe gobernar. Si todos estos elementos están razonablemente bien administrados, crean confianza y legitimidad en los gobernantes electos. En todo lo expresado, los procesos electorales juegan un papel fundamental para evitar la violencia política. La diversidad y la pluralidad pueden ser expresadas mediante el debate y la exposición pública de las distintas ofertas políticas. De esta forma, las elecciones ayudan a evitar la violencia. No hay que olvidar que el conflicto es una condición inherente a la política y a los procesos electorales. Por ello hay que poner atención a que las reglas no consensadas, la ineficiencia en la gestión electoral o las irregularidades en las condiciones de la competencia, pueden rebasar el marco de legalidad y generar violencia política. En este sentido, existen dos grandes campos para analizar la violencia en procesos electorales: 1. Violencia derivada de conflictos inherentes al desarrollo de las distintas etapas del ciclo electoral. 2. Violencia derivada del contexto económico, político y social en el que se desarrollan las elecciones. III. ELECCIONES Y CONDICIONES DE VIOLENCIA 1. Violencia derivada de conflictos inherentes al desarrollo de las distintas etapas del ciclo electoral. Si bien el Ciclo Electoral está compuesto por ocho etapas (considerando actos preparatorios, el día de la elección y las actividades posteriores a la misma), podríamos agrupar los posibles actos de violencia derivados directamente de la organización electoral en cuatro principales ejes, a saber: 1.1. Marco legal Ausencia del consenso básico respecto a los mecanismos que regulan la competencia electoral. Insuficiencia para regular todas las acciones involucradas en la disputa por el poder. La falta de coherencia entre los distintos actores para regular la contienda. Vacíos en la información y ausencia de mecanismos legales para responder a las necesidades de la contienda electoral 1.2. Confianza y efectividad del organismo electoral. Las condiciones de integración, funcionamiento y operación del organismo electoral. Imparcialidad y autonomía en su actuación y/o confianza de los actores políticos fundamentales. Definición de los criterios y mecanismos para procesar los conflictos y resolver las controversias electorales. 1.3. Organización y logística de la elección. Ausencia de garantías para entregar la lista de electores, así como de mecanismos que garanticen la defensa de los derechos de los ciudadanos. Ausencia o deficiencia en los mecanismos de verificación de la documentación y materiales electorales y los miembros de las mesas receptoras del voto. Deficiencias en la integración y capacitación de los miembros de las mesas receptoras de voto. 1.4. Resultados electorales. Insuficiencia en los mecanismos y procedimientos para informar oportunamente sobre los resultados de la elección. Sospechas de manipulación de los resultados electorales. Falta de credibilidad en el manejo de la información por parte de los partidos y candidatos. 2. Violencia derivada del contexto económico, político y social en el que se desarrollan las elecciones. Existe otro conjunto de variables que juegan fuera del ciclo electoral, las cuales son determinadas por el contexto económico, político y social, pero que influyen en la organización del proceso electoral. Es decir, este tipo de violencia no se deriva directamente de la organización electoral o de los instrumentos electorales, sino que las elecciones están bajo riesgo o influencia de factores externos que rebasan el ámbito de competencia del propio organismo electoral. En este escenario podemos enmarcar las elecciones mexicanas de 2009. Si bien se cumplían los diferentes requerimientos legales, administrativos y políticos para llevar a cabo unas elecciones libres, transparentes y equitativas, había un contexto de violencia, provocado por distintas acciones del crimen organizado y de los cárteles de la droga que eventualmente podría haber afectado la realización de los comicios o inhibir la participación ciudadana y de los propios candidatos en las elecciones. Para ello, la autoridad electoral estableció un plan estratégico que le permitiera estar en condiciones de mitigar los posibles escenarios de violencia que afectaran el proceso electoral. Esta estrategia consistió en la articulación de tres ejes de acción institucional: 1. Creación de un Sistema de Información sobre áreas de riesgo. El Sistema se construyó correlacionando cinco variables: homicidios, robos, secuestros, pobreza y complejidad electoral. 2. Desarrollo de un diagnóstico y plan estratégico de prevención y seguridad electoral. Con la información obtenida al sistematizarlas, se identificó el riesgo – alto, mediano o bajo– de cada uno de los estados de la República Mexicana y se mapearon dichos resultados. En seguida se ubicaron en el mapa los cárteles y grupos del crimen organizado por cada entidad federativa. De este modo se obtuvo un mapa que integraba variables estructurales, como la pobreza, y variables coyunturales, como el narcotráfico. 3. Integración de un grupo interinstitucional. Estuvo coordinado por del IFE. En él participaron representantes de diferentes instancias del Poder Ejecutivo Federal (secretarías de Seguridad Púbica, Defensa, Marina y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional –CISEN-). IV. CONSIDERACIONES FINALES Con los elementos presentados anteriormente, quiero destacar la importancia de que los organismos de administración electoral lleven a cabo una sistematización de la información relativa a los problemas estructurales y coyunturales (internos y externos) que pueden, eventualmente, afectar un proceso electoral. Esto con el objetivo de desarrollar medidas que permitan prevenir o mitigar dichos conflictos, a través de mecanismos de diagnóstico que sean eficaces para tomar las decisiones más relevantes de manera informada y efectiva. Por último, es importante mencionar que el fortalecimiento de las instituciones democráticas en México es el resultado de una larga historia de acuerdos entre las fuerzas políticas y las autoridades electorales en diferentes etapas de nuestra historia nacional. Se ha logrado mantener actualizadas las reglas que permiten celebrar elecciones libres, justas y equitativas. Sólo de esta forma, se puede seguir procesando pacíficamente la pluralidad política y social de un país.