Clases de Residentes año 2.014 Síndrome de ovario poliquístico Servicio de Obstetricia y Ginecología Hospital Universitario Virgen de las Nieves Granada SÍNDROME DE OVARIO POLIQUÍSTICO. Pilar Duarte Maldonado 20/03/2014. INTRODUCCIÓN El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es la endocrinopatía más frecuente en la edad reproductiva y la causa más frecuente de infertilidad, con una prevalencia que oscila entre 6-10% de las mujeres, dependiendo de los criterios diagnósticos aplicados. Es importante tener en cuenta que se trata de un síndrome, y no una enfermedad, y que es consecuencia de la interacción de múltiples factores tanto ambientales como genéticos. La prevalencia de este síndrome en las madres y hermanas de mujeres con SOP es del 20-40%, considerablemente más alta que la observada en la población general, apoyando firmemente la base genética del SOP1. Engloba un amplio espectro de desórdenes con complejas alteraciones metabólicas, hipotalámicas, hipofisarias, ováricas y adrenales, que se caracterizan clínicamente por oligo-amenorrea e hiperandrogenismo. También está frecuentemente asociado con factores de riesgo cardiovascular como obesidad, tolerancia alterada a la glucosa o dislipemia. A menudo se asocia con problemas psicológicos, como depresión y otros trastornos del estado de ánimo. Por todo esto, es importante reconocer y tratar el SOP a edades tempranas. A pesar de ser un trastorno frecuente, el SOP tiene considerable variabilidad fenotípica y esto ha dado lugar a controversia sobre su definición exacta y diagnóstico, sobre todo por las implicaciones que acarrea este diagnóstico. P. Duarte Maldonado / L. Martínez Navarro -1- Clases de Residentes año 2.014 Síndrome de ovario poliquístico MECANISMO FISIOPATOLÓGICO DEL SOP La etiología del SOP sigue siendo incierta a pesar de que ha sido motivo de investigación durante décadas, pero las anormalidades intrínsecas en la síntesis y la secreción de andrógenos son una base plausible para comprender el síndrome. Existe una clara evidencia de hipersecreción de andrógenos por las células de la teca del ovario, pero las anomalías de la producción de andrógenos suprarrenales también se han implicado en la etiología. Alteración en el equilibrio hipotálamo-hipofisario: El SOP se caracteriza por una producción asincrónica de gonadotropinas, que favorece un ambiente androgénico sobre el estrogénico en el ovario y que, como trastorno funcional principal, da lugar a una anovulación persistente. En las mujeres con SOP, los pulsos de secreción hipotalámicos de GnRH están aumentados en frecuencia y amplitud, lo que implica un predominio en la producción hipofisaria de LH sobre la FSH, con una inversión del cociente LH/FSH a favor de la primera. La hipersecreción de LH es secundaria a la alteración en los mecanismos de retroalimentación, en el que influyen: La anovulación persistente, que provoca un déficit de progesterona, relacionado con el aumento de los pulsos de GnRH. Alteración en los neurotransmisores hipotalámicos: el déficit de progesterona disminuiría el efecto inhibidor que los péptidos opiodes y la dopamina ejercen en la secreción de GnRH. Este déficit de actividad dopaminérgica también podría explicar la hiperprolactinemia levemoderada que se detecta en algunas mujeres con SOP. Alteración en el equilibrio hormonal del ovario La producción de andrógenos en las mujeres se lleva a cabo tanto en el ovario como en las glándulas suprarrenales, y la conversión se realiza en los tejidos periféricos, principalmente piel y grasa. Del mismo modo, se lleva a cabo su eliminación tanto en tejidos glandulares como periféricos. En las pacientes con SOP está incrementada la producción de andrógenos, sin que aumente su aclaramiento. Además, existe evidencia que en las mujeres con obesidad de predominio central hay una mayor producción de testosterona, aunque no de androstendiona, lo que no ocurre en mujeres con obesidad periférica. P. Duarte Maldonado / L. Martínez Navarro -2- Clases de Residentes año 2.014 Síndrome de ovario poliquístico En las mujeres, la producción de andrógenos sirve como precursor para la síntesis de estrógenos El ovario es la fuente principal de andrógenos en las mujeres con SOP, la LH actúa a sobre las células de la teca interna sobreestimulando la síntesis de andrógenos ováricos y sus precursores. A concentraciones fisiológicas, los andrógenos activan la actividad aromatasa en las células de la granulosa y, por lo tanto, su transformación en estrógenos, pero a dosis mayores predomina la conversión 5α-reductasa a derivados androgénicos más potentes, que inhiben la aromatización y provocan el predominio androgénico sobre el ambiente estrogénico2. Por lo tanto, las concentraciones de estrógenos en el SOP: No disminuyen lo suficiente como para impedir el reclutamiento folicular inicial. Tampoco aumentan lo necesario para inducir el pico de LH a mitad del ciclo que desencadene la ovulación. Esto, unido al fuerte ambiente androgénico, favorece la atresia folicular y la no selección de un folículo dominante, con la consecuente anovulación persistente. La histología del ovario poliquístico se caracteriza por un aumento de folículos preantrales y antrales pequeños y un mayor reclutamiento folicular. Esta situación se acompaña, además, de una detención del proceso de selección folicular, lo que explica la ausencia de ovulación. Por lo tanto, en el síndrome de ovario poliquístico habría mayor reclutamiento y una menor selección, lo que mantiene un aumento del pool de folículos en crecimiento productores de andrógenos3. Alteración en la secreción y actividad insulínica La resistencia a la insulina está presente en el 50-70% de las pacientes con SOP. La insulina altera la esteroidogénesis ovárica independiente de la secreción de gonadotropinas en el SOP. En las células estromales del ovario hay receptores de insulina y del factor de crecimiento insulinoide tipo I (IGF-I). La causa más común de resistencia a la insulina, con la hiperinsulinemia compensadora asociada, es la obesidad, pero a pesar de su aparición frecuente en el SOP, la obesidad sola no explica esta importante asociación. P. Duarte Maldonado / L. Martínez Navarro -3- Clases de Residentes año 2.014 Síndrome de ovario poliquístico La hiperinsulinemia trata de compensar esta respuesta biológica anormal en los tejidos periféricos, pero también conlleva efectos negativos a otros niveles, favoreciendo la producción de andrógenos en la teca interna; a nivel hepático, la insulina inhibe la SHBG, favoreciendo la circulación de andrógenos libres, que son los metabólicamente activos en los tejidos. MANIFESTACIONES CLÍNICAS 45 El núcleo central de la fisiopatología de este síndrome son el exceso de andrógenos y la resistencia a la insulina, las manifestaciones clínicas más frecuentes: Alteraciones menstruales debido a anovulación. Habitualmente comienzan alrededor de la pubertad, cursa con mayor frecuencia como amenorrea y oligomenorrea. Pero también puede cursar como hemorragia uterina anormal como resultado de una anovulación crónica. Hiperplasia endometrial y cáncer de endometrio. En estas pacientes existe un mayor riesgo de hiperplasia y carcinoma de endometrio, debido a la exposición continua de estrógenos sin el efecto protector de la progesterona. Al hiperestronismo hay que sumar otros factores de riesgo para carcinoma endometrial como son el hiperinsulinismo y obesidad, hiperandrogenismo y aumento sérico de IGF-I. Hiperandrogenismo clínico o analítico. El hiperandrogenismo clínico se manifiesta en dos tercios de los casos como hirsutismo, acné resistente al tratamiento, hidrosadenitis supurativa, alopecia androgenética. El 50-90% de las mujeres con SOP tendrá niveles séricos elevados de andrógenos. Obesidad: si bien se observa un patrón androide, con predominio troncular, no existe un tipo particular de la distribución de la grasa. Es un signo importante incluido en la fisiopatología del síndrome porque provoca disminución de SHBG, contribuye a la estimulación estrogénica crónica por el aumento de la conversión periférica de andrógenos a estrógenos y está en relación con la resistencia a la P. Duarte Maldonado / L. Martínez Navarro -4- Clases de Residentes año 2.014 Síndrome de ovario poliquístico acción de la insulina, citada como elemento clave en la génesis y perpetuación del hiperandrogenismo ovárico. Resistencia a la insulina: obesidad, tolerancia alterada a la glucosa. Estudios recientes han demostrado que existe una clara relación entre SOP, hiperandrogenismo, resistencia a la insulina y alteraciones metabólicas a largo plazo, tales como la Diabetes Mellitus tipo II, las dislipemias y la hipertensión. Aunque la detección de la resistencia a la insulina per se no tiene importancia práctica para el diagnóstico o el tratamiento de SOP, el estudio de la intolerancia a la glucosa en las mujeres con SOP tiene valor porque los riesgos de patología cardiovascular se relacionan con este hallazgo, no obstante no es necesario realizar ningún test de resistencia a la insulina ni para el diagnóstico ni para tratamiento de SOP y puesto que ninguna prueba ha demostrado ser concluyente ni predice la respuesta al tratamiento, no se recomienda la evaluación sistemática de la resistencia a la insulina. La acantosis nigricans, es un marcador fiable de resistencia a la insulina en mujeres con hirsutismo, que consiste en lesiones cutáneas engrosadas, pigmentadas y aterciopeladas que se encuentran más frecuentemente en la vulva, pero pueden estar presentes en la axila, la nuca, debajo de las mamas y en la cara interna del muslo. La resistencia a la insulina-hiperinsulinemia se ha incluido en un síndrome agrupado conocido como síndrome metabólico o síndrome X dismetabólico, cuya importancia como factor de riesgo de patología cardiovascular ha hecho que se establezcan unos criterios diagnósticos: tres criterios confirman el diagnóstico y cuanto mayor sea el número de criterios, mayor será el nivel de resistencia a la insulina y de sus consecuencias. Las pacientes candidatas al tratamiento con fármacos que disminuyen la insulina se identifican por los siguientes criterios diagnósticos: - Circunferencia abdominal > 89 cm. - Triglicéridos > 150 mg/dl. - Colesterol HDL < 50 mg/dl. P. Duarte Maldonado / L. Martínez Navarro -5- Clases de Residentes año 2.014 Síndrome de ovario poliquístico - Presión aterial > 130/85 mmHg. - Glucemia en ayunas: 110-125 mg/dl. - TTG de 2h (75 mg): 140-199 mg/dl. Ovarios poliquísticos: este criterio ecográfico ha perdido valor durante los últimos años, ya que con el avance en los equipos de ultrasonidos es posible una mejor visualización de un mayor número de folículos antrales, lo que podría llevar a un sobrediagnóstico de SOP en mujeres jóvenes6. Infertilidad. Resultados obstétricos adversos. Se ha observado una mayor tasa de diabetes mellitus gestacional, hipertensión inducida por el embarazo, preeclampsia, parto prematuro y feto pequeño para la edad gestacional en pacientes con SOP7. Otras manifestaciones clínicas: trastorno ansioso-depresivo, apnea del sueño, esteatosis hepática no alcohólica, trastornos de la alimentación. DIAGNÓSTICO A pesar de ser un trastorno frecuente, presenta una amplia variabilidad fenotípica, por lo que no deja de generar controversia el establecer una clara definición. Realizar un diagnóstico de SOP conlleva importantes implicaciones clínicas y, como consecuencia, cargar a la paciente de un tratamiento a muy largo plazo. Por lo tanto, el diagnóstico no debe asignarse a la ligera, sin basarse en criterios diagnósticos deben estar basados en datos sólidos. En las últimas décadas, se han utilizado tres sistemas de clasificación distintos. En 1990 se llegó a un consenso, con el apoyo del National Institutes of Health (NIH), que aceptó como definición una situación que abarca anovulación e hiperandrogenismo, tras haber descartado todas las otras causas de menstruación irregular. Posteriormente, y debido a que en Europa se estaba incluyendo como parte del diagnóstico la imagen ecográfica del ovario poliquístico, ya que así se describió originalmente por Stein y Leventhal, se hizo patente la necesidad de un acuerdo global. Así, con el apoyo de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología y la Sociedad P. Duarte Maldonado / L. Martínez Navarro -6- Clases de Residentes año 2.014 Síndrome de ovario poliquístico Americana de Medicina Reproductiva (ESHRE/ASRM) se llegó a un nuevo consenso, que resultó en lo que conocemos como criterios de Rotterdam. Para el diagnóstico de SOP con los criterios de Rotterdam 8 (2003) es necesaria la presencia de dos de las siguientes características clínicas: - Oligo-anovulación. - Hiperandrogenismo clínico o analítico. Se discute si en pacientes con hiperandrogenismo clínico es necesaria la determinación de testosterona sérica, pero los grupos de expertos sugieren realizar una determinación inicial de testosterona total en pacientes que presentan hirsutismo. En el resto de pacientes, se recomienda la medición de testosterona libre en lugar de o además de la testosterona total, ya que es la prueba más sensible para establecer la presencia de hiperandrogenemia y se trata de la hormona activa, sin embargo, los análisis de testosterona libre disponibles en el mercado son a menudo poco fiables. Además, debe determinarse androstendiona, DHEA-S y 17-OH progesterona así como SHBG. - Criterio ecográfico de ovario poliquístico: presencia de 12 o más folículos en cada ovario, con un tamaño de 9-12 mm de diámetro y/o un volumen ovárico superior a 10 ml. Sobre este criterio han surgido distintas controversias. Existe un debate sobre cómo considerar la presencia de morfología de ovarios poliquísticos en ausencia de otros criterios, si puede tratarse de variantes naturales de la morfología ovárica entre mujeres y también entre distintos periodos de la vida. Por ello, el criterio ecográfico solo no debe considerarse como diagnóstico, sobre todo en pacientes adolescentes9. Otra cuestión que se ha planteado, es si deberían modificarse las características definitorias de ovario poliquístico, ya que esta definición se creó en 2003, y los aparatos de ultrasonidos actuales tienen una mayor resolución, lo que podría llevar a un sobrediagnóstico. Además de ello, haber descartado otras causas de oligo-anovulación y de hiperandrogenismo, como patología tiroidea, hiperplasia suprarrenal congénita, hiperprolactinemia, o tumores secretores de andrógenos. P. Duarte Maldonado / L. Martínez Navarro -7- Clases de Residentes año 2.014 Síndrome de ovario poliquístico Hay autores que se plantean si estos criterios están adecuadamente definidos como para poder ser correctamente medidos y aplicados 10. La mayor crítica que se plantea al criterio ecográfico es que el resultado es muy dependiente del ecografista. En 2006, la Sociedad de Exceso de Andrógenos junto con la Sociedad de SOP propusieron los criterios AE-PCOS11. En contraste con los criterios de Rotterdam, este grupo acordó que no hay datos suficientes para clasificar a las mujeres con disfunción ovulatoria y ovarios poliquísticos pero sin evidencia de hiperandrogenismo como SOP. El uso de múltiples sistemas de clasificación crea confusión para médicos y pacientes. Un resumen de un seminario del NIH de metodología basada en la evidencia sobre el SOP, celebrado en diciembre de 2012, llegó a la conclusión de que los criterios de Rotterdam deben adoptarse por ahora, ya que inlcuye unos criterios más amplios. También sugirieron cambiar el nombre de SOP porque se centra en la morfología de ovario poliquístico, que no es ni suficiente ni necesaria para el diagnóstico12. Actualmente se está estudiando la utilidad de medir la concentración de la hormona antimülleriana (AMH) en la confirmación o diagnóstico de SOP. AMH podría constituir un marcador sérico que refleje el número de folículos en crecimiento independiente de gonadotrofinas, y, por tanto, de reserva ovárica en cualquier momento de la vida de la mujer. Además, recientemente se ha podido establecer, que las hijas de las mujeres con SOP tienen niveles significativamente mayores de AMH desde la infancia temprana hasta la peripubertad, lo que sugiere que estas niñas nacen con una masa de folículos aumentada, lo que podría constituir un eslabón para el desarrollo ulterior de SOP. No obstante, los datos no son concluyentes y su medición rutinaria no se recomienda por el momento13. TRATAMIENTO El tratamiento del síndrome de ovario poliquístico debe ser individualizado e ir dirigido según la clínica de cada paciente. En pacientes adolescentes, el tratamiento irá dirigido, principalmente, a las manifestaciones clínicas derivadas del hiperandrogenismo, irregularidades menstruales y obesidad y clínica relacionada con la resistencia a la insulina. P. Duarte Maldonado / L. Martínez Navarro -8- Clases de Residentes año 2.014 Síndrome de ovario poliquístico En mujeres adultas, el tratamiento de primera línea irá dirigido a la pérdida de peso, ya que puede restaurar los ciclos ovulatorios y por su efecto protector frente a factores de riesgo cardiovascular. I. Alteraciones menstruales: la anovulación crónica incrementa el riesgo de desarrollar hiperplasia de endometrio, que se asocia con un incremento de riesgo para padecer carcinoma de endometrio. Además de ello, las alteraciones menstruales que cursan con sangrado uterino disfuncional pueden ser causantes de anemia. Los anticonceptivos combinados, suelen ser el tratamiento de primera línea en pacientes jóvenes con ciclos irregulares, especialmente en aquéllas pacientes con hiperandrogenismo clínico. Estarán indicados aquéllos con un perfil antiandrogénico o con actividad androgénica baja. El tratamiento con progestágenos tiene un efecto beneficioso en la regulación del ciclo, aunque no es útil en el tratamiento del hiperandrogenismo14. El tratamiento habitual se realiza con progesterona micronizada (100-200 mg/24h) o acetado de medroxiprogesterona (10 mg /24h) durante 7-10 días. El sangrado uterino anormal puede aparecer con frecuencia en casos de SOP, incluso puede ser la forma inicial de presentación. En general para esta sintomatología, las pacientes adolescentes con SOP, suelen responder mejor a la terapia con anticonceptivos hormonales combinados que con gestágenos exclusivamente. El tratamiento debe mantenerse hasta que la paciente sea ginecológicamente madura (5 años postmenarquia) o hasta que consiga una adecuada pérdida de peso. En este punto, puede suspenderse el tratamiento durante unos meses para permitir la recuperación del eje hipófiso-gonadal y comprobar si las alteraciones menstruales persisten. Al igual que en pacientes adolescentes, los anticonceptivos hormonales combinados van a ser la base del tratamiento farmacológico para el tratamiento del hiperandrogenismo y las alteraciones menstruales, así como método anticonceptivo de elección en mujeres que no deseen gestación. En estos casos, hay que prestar atención al resto de factores de riesgo tromboembólicos, principalmente la edad, ya que estas P. Duarte Maldonado / L. Martínez Navarro -9- Clases de Residentes año 2.014 Síndrome de ovario poliquístico pacientes son habitualmente obesas, que ya supone un factor de riesgo. La alternativa a los anticonceptivos combinados es la terapia con gestágenos, ya sean cíclicos (acetato de medroxiprogesterona o con progesterona micronizada -200 mg- durante 10-14 días) o en terapia continua (desogestrel diario o DIU de levonorgestrel.) como protección de la hiperplasia endometrial; aunque hay que advertir a las pacientes que, en este caso, no va a mejorar la clínica de hiperandrogenismo y que el uso de gestágenos cíclicos discontínuos no es un método anticonceptivo. II. Hiperandrogenismo: aunque en las pacientes con hirsutismo el principal tratamiento del mismo van a ser medidas dermo-cosméticas, los anticonceptivos hormonales combinados son efectivos en los casos en los que el ovario es la principal fuente de exceso de andrógenos. Éstos disminuyen los niveles séricos de testosterona libre, principalmente por la disminución de la producción ovárica, a través de la supresión de los niveles de gonadotropinas y el aumento de la globulina transportadora de hormonas sexuales (SHBG). III. Insulino-resistencia y obesidad. La obesidad es de importancia mayor en la resistencia a la insulina del SOP. El tratamiento de la obesidad consigue restaurar los ciclos ovulatorios, la acantosis nigricans, exceso de andrógenos y factores de riesgo cardiovascular en las pacientes con SOP15. La reducción de peso está indicada como terapia de primera línea en estas pacientes, incluso una pérdida de peso modesta (disminución del 5-10% del peso corporal) puede restaurar los ciclos ovulatorios y mejorar las tasas de embarazo. El hiperinsulinismo derivado de la resistencia a la insulina, es un importante factor extrínseco en la fisiopatología del SOP y sus complicaciones, por lo que resulta beneficioso disminuir los niveles de insulina en estas pacientes. Las biguanidas (metformina) son un complemento potencial en el tratamiento, se consigue mejorar la ovulación en aproximadamente la mitad de los casos y reducir modestamente los niveles de andrógenos. Las tiazolidinedionas también P. Duarte Maldonado / L. Martínez Navarro - 10 - Clases de Residentes año 2.014 Síndrome de ovario poliquístico han demostrado eficacia tanto en la sensibilidad a la insulina, pero no están indicadas para el tratamiento del SOP sin diabetes mellitus por su posible asociación con eventos cardiovasculares. IV. Tratamiento de la infertilidad. El tratamiento del SOP en la paciente estéril es complejo e incluye modificaciones en el estilo de vida, pérdida de peso, inductores de la ovulación y fármacos insulinosensibilizantes. Es importante realizar una evaluación básica de la pareja antes de iniciar la terapia en una mujer infértil, incluyendo un análisis del semen del varón. En mujeres con sobrepeso y obesas el primer paso siempre es la pérdida de peso mediante dieta y ejercicio antes de iniciar cualquier tratamiento de inducción de la ovulación en mujeres con IMC ≥27 porque, como se indicó previamente, una modesta cantidad de pérdida de peso se asocia a menudo con una reducción de la concentración sérica de testosterona, reanudación de la ovulación y embarazo16. Si no tiene éxito, entonces se lleva a cabo un enfoque de múltiples etapas para inducción de la ovulación. A. Tratamiento farmacológico: Citrato de clomifeno (CC). Es el tratamiento farmacológico de primera opción como inductor de la ovulación en pacientes con SOP dado su bajo coste, facilidad de administración (oral) y sus relativos escasos efectos adversos. El CC es un antiestrógeno que induce la ovulación al bloquear la retroalimentación negativa de los estrógenos sobre el sistema hipotálamo-hipofisario de forma que provoca una mayor secreción de FSH. El tratamiento habitual con citrato de clomifeno se inicia entre el 2º y el 5º día del ciclo, a una dosis inicial de 50 mg al día durante 5 días. Si no se consigue la ovulación en el primer ciclo de tratamiento, se aumenta la dosis a 50 mg en el siguiente ciclo, hasta una dosis máxima de 150 mg/día, ya que no hay evidencia clara de que dosis mayores sean eficaces. De forma opcional, se puede inducir la descarga ovulatoria con hCG (250 µg de hCG P. Duarte Maldonado / L. Martínez Navarro - 11 - Clases de Residentes año 2.014 Síndrome de ovario poliquístico recombinante o 5.000 UI de hCG urinaria), aunque no existen pruebas de que su administración mejore las tasas de embarazo. Se considera que no existe respuesta al clomifeno cuando no se ha producido la ovulación con dosis máximas tras seis ciclos de tratamiento. Se consigue desencadenar la ovulación con CC en, aproximadamente el 80% de las mujeres con SOP, sin embargo la tasa total de embarazo es del 22-30%, aunque la tasa acumulada puede ascender hasta el 60% en los seis primeros ciclos. La asociación de CC con otros fármacos como la metformina y la dexametasona, en comparación con el uso único de CC, no ha demostrado mejores resultados. Metformina. El uso rutinario de metformina no está recomendado, salvo en mujeres con intolerancia a la glucosa. Sin embargo, la adición de metformina en algunas mujeres puede ayudar a facilitar la pérdida de peso y, por tanto, la ovulación. Al menos el 50 por ciento de las mujeres con SOP son obesas, y la metformina puede ser útil para lograr una pérdida de peso o potenciar la pérdida de peso conseguida por la restricción calórica. El mecanismo de acción de la metformina consiste en la inhibición de la producción hepática de glucosa sin provocar hipoglucemia en pacientes normoglucémicos, ya que incrementa el número de receptores, pero no incrementa la secreción de insulina. Las dosis recomendadas oscilan entre 1.500 y 2.350 mg/día. Se consiguen menores tasas de gestación que con CC, y no se ha demostrado beneficio en la asociación de metformina con CC salvo en pacientes con IMC>35 o en caso de resistencia al CC. También se ha sugerido mantener su uso durante la gestación de forma preventiva tanto para diabetes tipo II como para disminuir la tasa de aborto, que es mayor en las pacientes con SOP; pero puesto que esto aún no se ha podido demostrar, no está indicado su uso para tal indicación. P. Duarte Maldonado / L. Martínez Navarro - 12 - Clases de Residentes año 2.014 Síndrome de ovario poliquístico Inhibidores de la aromatasa. El letrozol es un inhibidor de la aromatasa de administración oral. Posee un mecanismo de acción mediado por su efecto antiestrogénico al bloquear la acción de la aromatasa que transforma la androstendiona en testosterona y ésta en estrófenos. Esta reducción de los niveles estrogénicos librera al hipotálamo de la retroalimentación negativa desencadenando una hipersecreción de FSH. Se administra vía oral en dosis de 2,5 a 5 mg durante 5 días, del tercer al séptimo día del ciclo. Al desarrollarse un folículo dominante, los niveles de estrógenos se elevan, de forma que produce una supresión de la secreción de FSH y en la atresia de los folículos pequeños. Por lo tanto, se suele conseguir una respuesta monofolicular con más frecuencia que con el CC, lo que disminuiría la tasa de gestación múltiple. El letrozol no produce efectos adversos sobre el endometrio y el moco cervical, como los estrógenos de acción central. Gonadotropinas. Es el tratamiento más recomendable para pacientes resistentes al tratamiento con CC. Sin embargo, debido a la gran sensibilidad de las pacientes con SOP a la estimulación con gonadotropinas y la tendencia al desarrollo folicular múltiple, este tipo de tratamiento está relacionado con una elevada incidencia de gestación múltiple y de síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO). Para evitar el reclutamiento masivo en la inducción de la ovulación, se utilizan bajas dosis en protocolos largos. Se puede utilizar FHSr o gonadotropina menopáusica humana. El inicio es entre el 2º-5º día del ciclo siguiendo alguno de los siguientes protocolos: 1. Protocolo de dosis creciente o low-step up: es el más utilizado, y el inicio de la estimulación es a bajas dosis empleando también el menor incremento posible de dosis (37,5 UI o menos), en intervalos de 7 días hasta alcanzar el inicio del desarrollo folicular. Las dosis se reducen si el crecimiento P. Duarte Maldonado / L. Martínez Navarro - 13 - Clases de Residentes año 2.014 Síndrome de ovario poliquístico folicular es excesivo o los valores de estradiol no son acordes con el crecimiento folicular. 2. Protocolo de dosis decreciente o step-down: requiere mayor entrenamiento y suele producir un mayor reclutamiento folicular. Se suele iniciar con una dosis entre 100 y 150 UI de gonadotropinas. El control ecográfico permite reducir las dosis entre 37,5-50 UI cada 2-3 días hasta conseguir un crecimiento folicular de 18 mm. Las tasas de gestación son similares a las conseguidas con la pauta step-up, pero con un mayor porcentaje de ciclos monofoliculares con esta última pauta. B. Tratamiento quirúrgico: Resección en cuña bilateral: logra restaurar la ovulación en ocasiones, pero aumenta la predisposición de las pacientes a desarrollar adherencias. Drilling ovárico (diatermia ovárica por laparoscopia): consiste en crear múltiples punciones en la superficie del ovario mediante láser o electrocoagulación bipolar. La principal indicación para el drilling ovárico es la resistencia al tratamiento con CC en pacientes con SOP. No se han observado diferencias en la tasa de recién nacidos vivos en pacientes con SOP resistentes al CC tratadas con diatermia frente a las tratadas con gonadotropinas. La baja tasa de gestación múltiple conseguida con esta técnica es lo que la convierte en una alternativa atractiva al tratamiento médico. Sin embargo, existen dudas respecto a los posibles efectos a largo plazo sobre la función ovárica. Su uso puede lograr ciclos ovulatorios sin riesgo de SHO y podría ser una buena indicación en aquellas pacientes en las que no se puede realizar una estimulación hormonal con un seguimiento ultrasonográfico estricto. C. Técnicas de reproducción asistida. En caso de fallo de la inducción de la ovulación, o existencia de patologías asociadas, el siguiente paso será la estimulación P. Duarte Maldonado / L. Martínez Navarro - 14 - Clases de Residentes año 2.014 Síndrome de ovario poliquístico ovárica y la fecundación in vitro (FIV). Las tasas de fecundación en estas pacientes son comparables a las pacientes sin SOP, si bien la tasa de cancelación en estas mujeres sí es mayor 17. BIBLIOGRAFÍA 1 Kahsar-Miller MD, Nixon C, Boots LR, Go RC, Azziz R. Prevalence of polycystic ovary syndrome (PCOS) in first-degree relatives of patients with PCOS. Fertil Steril. 2001;75(1):53-8. 2 Bale A. The pathopyisiology of polycystic ovary syndrome: trying to understand PCOS and its endocrinology. Best Pract Res Clin Obstet Gynaecol. 2004; 18:685-706. 3 Webber LJ, Stubbs S, Stark J, Trew GH, Margara R, Hardy K, et al. Formation and early development of follicles in the polycystic ovary. Lancet 2003; 362: 1017-1021. 4 Kazlauskas S, Lucas V, Herrero S. 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