RESOLUCION Nº 323/01 En Buenos Aires, a los 24 días del mes de

Anuncio
RESOLUCION Nº 323/01
En Buenos Aires, a los 24 días del mes de octubre del
año dos mil uno, sesionando en la Sala de Plenario del Consejo
de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación, con la
Presidencia
del
Dr.
Diego
J.
May
Zubiría,
los
señores
consejeros presentes
VISTO:
El expediente 341/00, caratulado “Azaretto, Roberto
c/ titular del Juzg. Crim. y Correcc. Fed. Nº 6 - Dr. Rodolfo
Canicoba Corral” y su acumulado, expediente 80/01, caratulado
“Bonadío, Claudio (Juez Fed.) - Remite documentación por orden
de la Sala II Crim. Corr. Fed.”, del que
RESULTA:
I. Expediente 341/00:
A) Se inician estas actuaciones con la presentación
efectuada por el Sr. Roberto Angel Azaretto -quien manifiesta
ser presidente de la Asociación Civil Defensa del Usuario de
Servicios
Públicos-,
en
la
que
solicita
la
apertura
del
procedimiento de remoción del titular del Juzgado Nacional en
lo Criminal y Correccional Federal Nº 6, Dr. Rodolfo Canicoba
Corral, por las causales de mal desempeño y comisión de delitos
en el ejercicio de su función, en los términos del artículo 53
de rutas nacionales a un grupo de empresas privadas, cobrando
por la reparación, mantenimiento y repavimentación, peaje a los
usuarios
y
estableciendo
tarifas
diferenciales”
para
los
distintos tipos de vehículos.
Relata que se preveía el pago de un canon al Estado
Nacional partiendo de una tarifa alta con indexación y que no
se habrían realizado estudios para determinar el valor de la
tarifa, de conformidad con lo establecido en la ley 17.520 en
cuanto dispone “que la misma no puede superar el beneficio que
recibe el usuario” (fs. 2).
Manifiesta que especialistas locales y del exterior
criticaron
la
aplicación
del
peaje
como
mecanismo
de
financiación para la reparación de rutas con antiguo diseño,
dado
que
“[este]
sistema
fue
ideado
para
promover
la
construcción de autopistas, puentes sobre grandes ríos y otras
obras de envergadura” (fs. 3).
Explica que la polémica se extendió también a la
metodología empleada, ya que “el sistema fue ideado por las
empresas
constructoras
que
además
redactaron
los
pliegos
licitatorios”, siendo luego beneficiarias de las licitaciones.
Detalla en forma pormenorizada cuales habrían sido
los
funcionarios,
los
empresarios
y
las
empresas
que
participaron de estos procesos, indicando también diversas
publicaciones de las que -a su criterio- se deduciría la
fidelidad de dichos datos.
Sostiene que en los pliegos constaban cláusulas que
de
las
licitaciones
con
precios
acordados
de
antemano
y
distribución de los negocios entre las empresas de la Cámara
Argentina
de
denominándose
la
a
Construcción,
este
sistema
sin
en
competencia
los
distintos
alguna”,
medios
periodísticos “Club del Peaje”, resaltando las declaraciones
formuladas en tal sentido por el Sr. Estanislao Kocourek –
integrante de la Unión Argentina de la Construcción- (fs. 6).
Por otra parte, destaca que una vez obtenidas las
adjudicaciones las empresas “querían perpetuar el sistema,
mediante una prórroga de los contratos de peaje”, motivo por el
que gestionaron el dictado del decreto 489/95 por el cual el
Poder Ejecutivo se “autorizaba a sí mismo a prorrogar los
plazos, en abierta violación a las(...) leyes 17.520 y 13.064
que le obligaban a convocar a licitación pública”. Afirma que,
mediante el decreto referido, se prorrogó la concesión de la
ruta 14 hasta el año 2018, con incremento de tarifas, por lo
que la concesionaria “cobraría 1.507 millones de dólares por
una inversión en obra nueva de apenas 45 millones”, con una
utilidad promedio del 182% anual en moneda constante (fs. 7).
Expresa que “(s)emejante abuso provocó(...) alarma
[en] las fuerzas de producción nucleadas en el Comité de
Defensa del Usuario Vial [que] realizó una intensa labor de
esclarecimiento
público
oponiéndose
a
la
prórroga
de
los
contratos en forma directa y su licitación pública”, por lo que
las empresas gestionaron la sanción de una ley especial que
autorizaba al Poder Ejecutivo Nacional a otorgar las prórrogas
Indica
que
ni
el
Dr.
Dromi
ni
sus
sucesores
cumplieron con lo previsto en el artículo 8 de la ley 17.520,
en el sentido de destinar el 0,5% de la recaudación para
financiar una auditoría técnica y económica que controlase el
cumplimiento de las prestaciones en tiempo oportuno y calidad
adecuada.
Manifiesta que la causa penal fue iniciada el 16 de
abril de 1999, permaneciendo “inmóvil” hasta el 9 de septiembre
de ese año, oportunidad en que fue publicado un artículo en el
diario “La Nación”, dando cuenta de declaraciones efectuadas
por el Sr. Guillermo Laura en las que se daban “precisiones
sobre el monto de los sobornos pagados a Dromi por las empresas
constructoras para conseguir los contratos de peaje”. Relata
que, aparecida esa publicación, por decreto 1001/99 el Poder
Ejecutivo Nacional ordenó al entonces Procurador del Tesoro,
Dr. Rodolfo Díaz, que se presentara como parte querellante en
las actuaciones. Indica que ello fue “una simple maniobra que
buscaba solamente proteger a los involucrados, basamento de la
política
de
entonces
fundada
en
la
dependencia
del
Poder
Judicial”, resaltando que esta afirmación había sido parte de
una declaración formulada al diario “Clarín” por el Sr. Luis
Montes de Oca (fs. 9).
Expone que la demora en citar a declarar a los
testigos en la causa posibilitó a los imputados ejercer presión
sobre ellos para obtener la modificación de sus testimonios. En
ese sentido, manifiesta que el arquitecto Kocourek reconoció
correspondiente a su empresa- del soborno pagado al Dr. Dromi
por la preadjudicación de la Red de Accesos Metropolitanos de
Buenos Aires; que ello surge de la grabación de los dichos del
arquitecto efectuada el 19 de septiembre de 1999 y que, pese a
ello, el Sr. Alejandro Kocourek no fue llamado a declarar como
testigo.
Afirma que no fue citado el Sr. Jaime Smart, quien
habría participado de la reunión en la que el Sr. Kocourek
habría contado “con lujo de detalles como se pagó el soborno de
Dromi” (fs. 11) y que tampoco se citó al Sr. Diputado Nacional,
Dr.
Alberto
Natale,
miembro
de
la
Comisión
Bicameral
de
Seguimiento de las Privatizaciones, quien habría afirmado que
la licitación de las concesiones viales habría sido “uno de los
actos más corruptos del menemismo”, que las “licitaciones
fueron amañadas y adjudicadas en forma irregular” y que los
peajes fueron “uno de los más escandalosos negociados que se
hicieron en el país”.
el
Dr.
Juan
Alemann,
Agrega que lo mismo habría ocurrido con
quien
habría
sido
citado
pero
que
finalmente no declaró porque el Dr. Dromi habría desistido de
su declaración. Manifiesta que se agregaron a la causa dos
grabaciones telefónicas hechas ante escribano público en las
que el Dr. Alemann habría relatado el pedido de “coima” hecho
por el Dr. Dromi al Sr. Spadone con el objeto de adjudicarle la
ruta 5 (fs. 11).
Sostiene que tampoco fueron citados el Sr. Bernardo
Loitegui, el Sr. Diputado Nacional Rubén Gustiniani -quien
testigos” (fs. 12), por lo cual no pudo haberse evaluado la
seriedad
y
utilidad
de
la
prueba.
Afirma
que
tampoco
se
efectuaron pruebas obvias como determinar si las llamadas
telefónicas habían existido ni se efectuó una pericia técnica
para determinar si estaban adulteradas.
Por otra parte, refiere que “(l)a investigación se
condujo sobre la base de evitar ahondar aquellos aspectos que
eran comprometedores para Dromi”, citando como ejemplo la
grabación
de
una
conversación
sostenida
con
el
Sr.
Paul
Leclerq, presidente del consorcio norteamericano Bell Atlantic,
en supuesta referencia al caso de la privatización de la
empresa telefónica pública (fs. 13).
Expresa que el mencionado empresario habría sostenido
que fue “sondeado por Dromi para pagar coima”, que luego de
consultar con sus superiores en Estados Unidos esta posibilidad
fue rechazada “de plano” y que sabía que “los otros dos pagaron
pero no [tiene] pruebas” (fs. 13).
Manifiesta que en la causa se citó a declarar como
testigo al Sr. Leclerq quien, sin haber escuchado la cinta,
dijo
que
estaba
editada.
Aduce
que
este
episodio
trajo
aparejada la formulación de una denuncia por falso testimonio
contra el Sr. Guillermo Laura -que tramitó ante el Juzgado
Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 3-, en la que
se probó que la conversación telefónica existió, que tuvo una
duración compatible con lo informado por la empresa Telecom y
que
mediante
una
pericia
se
determinó
que
no
presentaba
esta
circunstancia,
“remendando
su
omisión”
con
una
certificación que daba cuenta de la presencia en el acto de los
Dres. Francisco D’Albora (h), Federico Medina Fernández y
Alejandra Zizzias. Expone que esta aclaración “no subsanó la
falsedad ideológica por la naturaleza formal del delito(...)
además no permite saber quienes formularon las preguntas”, lo
que sería de importancia por haber denunciado el escribano “que
las preguntas fueron reiterativas” con el afán de hacerlo
incurrir en contradicciones (fs. 14).
Agrega que el juez “se dio por satisfecho con la
tardía e incompleta certificación del Fiscal quien confesaba la
verdad de la denuncia del escribano” (fs. 14).
Indica que se hizo “caso omiso” de la solicitud de
investigación de la compra simultánea efectuada por el Dr.
Dromi
de
cuatro
departamentos
“de
lujo”,
por
valor
de
quinientos mil pesos cada uno, para establecer su relación con
los hechos que eran objeto de la denuncia. Asimismo, tampoco se
habrían
solicitado
las
declaraciones
del
impuesto
a
las
ganancias y al patrimonio neto del Dr. Dromi y de su esposa.
Remarca que el “único acusado”, ingeniero Eduardo
Baglietto,
presidente
de
la
Cámara
Argentina
de
la
Construcción, “se defendió recurriendo al tiempo transcurrido”,
habiéndose declarado “la prescripción de la causa penal [a su]
respecto(...) en el mes de diciembre de 1999”. Indica que el
fiscal no apeló esta resolución pese a que se había opuesto al
planteo y que tampoco interpuso recurso el Sr. Procurador del
peticiones de los imputados que eran atendidas de inmediato”.
Agrega que la Procuración del Tesoro de la Nación, constituida
en
querellante,
“no
demostró
interés
alguno
por
la
investigación a diferencia del imputado Dromi a cuyos abogados,
sin estar debidamente legitimados (jamás aceptaron cargo alguno
por lo que carecían de capacidad para actuar, tampoco aportaron
el bono correspondiente) se les extendió permanentemente copia
de lo que se iba actuando”; que se les permitió participar de
audiencias testimoniales que “les eran notificadas (no así a la
querella)
[y]
hasta
desistían
de
las
audiencias
que
consideraban inconvenientes” y que, en definitiva, el trámite
del
expediente
se
manejó
“discrecionalmente
a
favor
del
imputado Dromi” (fs. 16/17).
D) De las constancias de la causa caratulada “NN s/
administración
fraudulenta,
incumplimiento
de
autoridad
y
violación de los deberes de funcionario público y cohecho”
(autos 3.961/99) del registro de la Secretaría Nº 12 del
Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 6,
remitidas en copia certificada a requerimiento de la Comisión
de Acusación, surge:
a) El 16 de abril de 1999 los Sres. Roberto Angel
Azaretto y Luis Guillermo Montes de Oca promovieron denuncia a
fin de que se investigaran “los graves hechos de corrupción y
las irregularidades que han rodeado los contratos de concesión
de peajes en las principales rutas nacionales –corredores
viales-(...) tanto los actos vinculados a la licitación y
administración pública, y además del posible incumplimiento de
los deberes del funcionario público que se evidencia en la
falta de un adecuado sistema de fiscalización y control tal
como lo establece la ley de Concesión de Obra Pública” (fs. 1).
En
términos
similares
a
los
expuestos
en
la
presentación que originó estas actuaciones, los denunciantes
expresaron
que
las
licitaciones
fueron
“amañadas”
y
“colusivas”, constituyendo un “verdadero negociado”. Señalaron,
además, que las tarifas eran exageradas y que las opiniones del
Banco Mundial y de las distintas personalidades del quehacer
político habrían descalificado tanto las primitivas concesiones
como su renegociación (fs. 2/25 de la causa).
Agregaron
como
prueba
distintos
informes
y
documentos, así como también recortes periodísticos referidos
al
tema
y
siguientes
ofrecieron
personas:
la
Ing.
declaración
Enrique
testimonial
Sargiotto,
de
apoderado
las
de
“Covicentro S.A.”; Ing. Luis Aragón, presidente de “Concanor
S.A.”; Sr. Patricio Gerbi, presidente de “Caminos del Abra
S.A.”;
Ing.
José
Alberto
Balzano,
vicepresidente
de
la
“Comisión del Abra S.A.”; Ing. Darío Clebañer, presidente de
“Nuevas Rutas S.A.”; Ing. José Chediack, vicepresidente de la
misma
sociedad;
“Kocourek
Arq.
Estanislao
Construcciones”;
Ing.
Kocourek,
Eduardo
R.
presidente
de
Baglietto,
de
“Techint” y presidente de “Caminos del Oeste S.A.”; Ing. Angel
C.A. Rabuffetti, director de “Caminos del Oeste S.A.”; Ing.
Luis Freixas Pinto, vicepresidente de “Dycasa”; Ing. Angel A.
Nacional de Defensa del Usuario Vial; Ing. María I. Pluss,
director del órgano de control de Vialidad Nacional y los Sres.
Diputados
Nacionales
Alberto
Natale,
Rubén
Giustiniani,
Alejandro Nieva, Gustavo Gutiérrez y José Recio (fs. 26/29 del
expediente citado).
b) Ratificada la denuncia y agregada la documental
presentada por los denunciantes, el 26 de abril de 1999, se
ordenó
correr
vista
al
Ministerio
Público
Fiscal
en
los
términos del artículo 180 del Código Procesal Penal de la
Nación. El 29 de abril de 1999 el Sr. Fiscal solicitó que, como
medida
previa,
se
requiriera
a
la
Comisión
Bicameral
de
Seguimiento de las Privatizaciones del H. Congreso de la Nación
las actuaciones relativas a la renegociación de los corredores
viales (fs. 36/37 de las mencionadas actuaciones).
El 14 de mayo de ese año la Comisión referida hizo
saber
la
gran
voluminosidad
de
las
actuaciones
que
se
solicitaban y pidió precisiones acerca de la documentación que
debía remitir. Por ello, se ordenó requerirle el envío de la
documental emanada de la autoridad administrativa y de los
dictámenes emitidos, referidos a la “renegociación de los
contratos de concesión de peajes en las principales rutas
nacionales –corredores viales-, comprendiendo las licitaciones
y adjudicaciones durante el período 1990-1999, las referidas a
la renegociación de los contratos prevista en el decreto del
Poder Ejecutivo Nacional Nº 489/95 y a la que haya sido acordada
El 30 de junio de 1999 se dispuso requerir a la
Secretaría de Obras Públicas y Transporte de la Nación que
informe la cantidad de corredores viales –rutas nacionalesexistentes en el territorio nacional y, respecto de cada uno de
ellos, cuáles habían sido objeto de concesión, debiendo indicar
a qué empresa o entidad se habían adjudicado (fs. 63 del
expediente).
El 2 de julio de ese año se recibió la documental
requerida
a
la
Comisión
Bicameral
de
Seguimiento
de
las
Privatizaciones. Asimismo, el 2 de agosto de 1999 se ordenó la
reiteración del oficio librado a la mencionada Secretaría ante
la falta de respuesta. La dependencia aludida hizo saber -el 19
de ese mes- que se encontraba recabando la totalidad de la
información y la documentación solicitada a los organismos
pertinentes (fs. 69 de las actuaciones).
El 10 de septiembre de 1999, ante publicaciones
periodísticas relacionadas con el objeto de la investigación,
se ordenó recibir declaración testifical al Sr. Azaretto en
audiencia que se fijó para el 16 de ese mismo mes (fs. 75 de la
causa).
Cabe agregar que el Estado Nacional, a través del
entonces Procurador del Tesoro de la Nación, Dr. Rodolfo Díaz,
se presentó como parte querellante en las actuaciones el 13 de
septiembre
de
1999,
teniéndolo
como
tal
el
juzgado
interviniente en la misma fecha (fs. 76/81).
d) En audiencias celebradas los días 14 y 24 de
128). Solicitó, asimismo, que se investigara al “grupo liderado
por el ex Ministro de Obras Públicas, Dr. Roberto Dromi e
integrado por sus colaboradores Dr. Rodolfo Barra, Ingenieros
Mario Guaragna, Roberto Ramallo y Rodolfo Perales”, a quienes
imputó haber incurrido en los delitos de asociación ilícita,
negociaciones
incompatibles
con
la
función
pública,
administración fraudulenta en perjuicio de la administración
pública, malversación de caudales públicos y pago y percepción
de sobornos (fs. 128 del expediente).
Ofreció como testigos al Dr. Guillermo D. Laura, al
ingeniero Víctor Pellegrino, al arquitecto Estanislao Kocourek,
al Dr. Teodoro Kreckler y al ingeniero Moisés Fontenla. En el
petitorio solicitó que se tuviera “por presentada la(...)
denuncia”,
que
se
lo
citara
para
su
ratificación
y
que,
oportunamente, se condenara a los responsables de los delitos
a la pena máxima establecida (fs. 130 vta.).
La causa caratulada “Dromi, Roberto - Barra, Rodolfo
-
Guaragna,
Mario
s/
asociación
ilícita,
negociaciones
incompatibles (art. 265), defraudación contra la administración
pública y malversación de causales públicos (art. 260)” quedó
radicada bajo el número 11.227/99, en el Juzgado Nacional en lo
Criminal y Correccional Federal Nº 5. El Dr. Gabriel Cavallo,
interinamente
a
cargo
del
juzgado,
ordenó
certificar
las
constancias del sumario –causa 3.961/99- en trámite ante el
Juzgado Nº 6 del mismo fuero y, luego de comprobarse que los
Guillermo Insúa, en su calidad de vicepresidente del Directorio
y
presidente
de
Construcciones
“Caminos
y
del
Concesiones
Uruguay
Sociedad
Viales”
(fs.
Anónima
49
y
de
52,
respectivamente); Rodolfo Perales (fs. 82); Roberto Righini
(fs. 142); Roberto Dromi (fs. 144) y Eduardo Baglietto (fs.
158).
Por su parte, el Sr. Insúa hizo saber que uno de los
denunciantes había concurrido, acompañado por un escribano
público, a distintas sedes entidades bancarias de la ciudad a
fin de notificarles los términos de la denuncia (fs. 53).
g) Luego de realizadas numerosas medidas probatorias,
el 22 de diciembre de 1999 el Dr. Gerardo Di Masi, titular de
la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº
8 -en una presentación que se agregó a fs. 697/709- determinó
los hechos que eran objeto de investigación, los trámites
cumplidos
y
encontraban
la
prueba
configurados
producida
los
y
delitos
concluyó
que
no
por
que
fueron
los
se
denunciados los Sres. Dromi, Guaragna, Ramallo, Perales y
Baglietto, solicitando su sobreseimiento. En relación con la
cuestión relativa a la renegociación de los contratos, la
Fiscalía pidió continuar con la investigación.
Entre las medidas de prueba producidas, el Sr. Fiscal
destacó las declaraciones testificales recibidas a los Sres.
Teodoro E. Kreckler (fs. 195), Lucía Falabella (fs. 255 y 439),
Pablo M. Leclerq (fs. 434), Víctor Pellegrino Testoni (fs.
441), Luis R. Freizas Pinto (fs. 446), Oscar A. Vicente (fs.
que las casetes le fueron proporcionados por el Sr. Laura y que
fueron envueltas en papel de plomo que él mismo adquirió luego
de la primera conversación. Agregó que también fue él quien
efectuó las transcripciones de las conversaciones y que el
nombre de la persona con la que supuestamente éstas eran
mantenidas se lo suministró el Sr. Laura. Finalmente, indicó
que la mayoría de las grabaciones se realizaron en un recinto
perteneciente a una escribanía cuyo titular desconocía el
procedimiento realizado y que no se le explicó que serían
utilizadas como prueba en un proceso penal. El acta que da
cuenta de la declaración del escribano se agregó a fs. 559/567
y, el 30 de noviembre de 1999 se dejó constancia a fs. 568 de
que en el acto, debido a un error material e involuntario, se
omitió dejar constancia de la presencia de los Dres. D’Albora
(h), Fernández y Zizzias, en su calidad de abogados de los
imputados, Sres. Dromi y Baglietto, “conforme lo autoriza el
art. 200 del Código Procesal Penal de la Nación”. En la misma
fecha se dejó constancia de la entrega de una copia del acta al
escribano
Chacra
Larrory
(fs.
570
de
las
actuaciones
mencionadas).
Los testigos que participaron, de algún modo, en el
proceso
de
adjudicaciones
de
los
corredores
viales
desconocieron los hechos alegados en las respectivas denuncias.
De ellos, quienes fueron confrontados con las actas notariales
en las que se volcaron los dichos contenidos en las grabaciones
aportadas
por
el
Sr.
Laura,
manifestaron
que
no
tenían
y Servicios Públicos de la Nación, a la Sindicatura General de
la Nación y a la Comisión Bicameral de Seguimiento de las
Privatizaciones.
También se recibieron copias de las resoluciones
dictadas en los expedientes caratulados “Cafiero, Juan Pablo y
Montes de Oca, Luis Guillermo s/ denuncia” (autos 25.245), del
registro del Juzgado Federal Nº 2 de San Nicolás (fs. 470/480),
y
“Fiscal
Federal
Dr.
Mariano
Ciaffardini
s/
dcia.
por
infracción art. 268 del C.P.” (autos 4.199) del registro del
Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 5
(fs. 154/157).
En el primero de ellos se investigó una supuesta
evasión de tributos por parte de la empresa “Servicios Viales
S.A.”, concesionaria de rutas por peaje, habiéndose concluido
que no se encontraba acreditado el ilícito denunciado a pesar
de los “ingentes esfuerzos llevados a cabo(...) por el órgano
persecutor”, razón por la cual se ordenó el archivo de las
actuaciones
en
los
términos
del
artículo
195
del
Código
Procesal Penal de la Nación (fs. 480).
El segundo de los expedientes se inició en base a la
documentación aportada al entonces Fiscal, Dr. Ciaffardini, por
los Sres. Diputados Nacionales Juan Pablo Cafiero y Germán
Abdala, acumulándose luego la denuncia realizada por los Sres.
Diputados Nacionales César Jaroslavsky, Luis Osovnikar, José A.
Furque, Lorenzo J. Cortese y Melchor R. Cruchaga. El objeto de
la causa fue determinar si en las licitaciones referidas a
ordenó la devolución de las actuaciones al fiscal para que se
expidiera sobre los hechos relativos a la renegociación de los
contratos (fs. 710).
En consecuencia, el 29 de septiembre de ese año, el
Dr. Di Masi solicitó al Sr. Secretario de Obras Públicas y
Transporte de la Nación que informara sobre el estado de dichas
negociaciones (fs. 714). En la respuesta recibida el 17 de
enero del año 2000, el ingeniero Máximo Fioravanti -a cargo de
la dependencia- hizo saber que los expedientes formados como
consecuencia de las Actas Acuerdo de Reformulación de los
Contratos de Concesión suscriptos por el Dr. Costamagna habían
cumplido con todas las instancias administrativas requeridas
(dictámenes de la Dirección General de Asuntos Jurídicos,
elevación y dictámenes de la Sindicatura General de la Nación
y
dictámenes
de
la
Comisión
Bicameral,
entre
otros),
encontrándose ad referendum del Poder Ejecutivo Nacional, no
suscripto hasta ese entonces, el decreto correspondiente (fs.
717/718). Con relación al corredor vial Nº 18, indicó que su
renegociación fue realizada “sobre la base de la normativa del
Decreto 489/95” y que, el acta acuerdo del 12 de abril de 1996,
fue convalidada por el Poder Ejecutivo Nacional mediante el
Decreto 1019/96 (fs. 724).
Teniendo
en
cuenta
esos
informes
la
Fiscalía
determinó que, dándose en el caso la intervención de los
organismos de control competentes sin que se hubieran formulado
acontecimientos “demostrando haber estado en el lugar de los
hechos, y dando muestras contundentes de su credibilidad, lo
cual sumado a la abundante documentación obtenida(...) aunado
a los dichos vertidos por Liliana Isabel Gurdulich, quien fuera
en
su
momento
Seguimiento
de
presidente
las
de
la
Comisión
Privatizaciones,
Bicameral
conforman
un
de
plexo
probatorio que permite inferir(...) que no han ocurrido los
hechos denunciados” (fs. 738 vta.).
Por el mismo auto se ordenó extraer testimonios de
las partes pertinentes de la causa a efectos de remitirlas a la
Cámara del fuero, para la determinación del juzgado que debía
intervenir en la investigación de la conducta del Sr. Laura
(fs. 740).
k) El 6 de marzo del año 2000 se notificó el Sr.
Fiscal y, al día siguiente, el Sr. Luis A. Ugarte, Director
Nacional de Asuntos Judiciales de la Procuración del Tesoro de
la Nación, con el patrocinio letrado del Sr. Procurador del
Tesoro de la Nación, Dr. Ernesto Alberto Marcer, efectuó una
presentación en la que manifestó que se encontraba compelido a
acompañar los pasos procesales que adoptase el representante
del Ministerio Público, destacando lo previsto en la ley 24.946
y en las instrucciones contenidas en el decreto 1.001/99 que
había impuesto coadyuvar en el ejercicio de la acción penal
pública (fs. 744).
l) Se encuentra agregado a fs. 748/796 el “Incidente
de
prescripción
de
la
acción
penal”
interpuesto
por
el
resolvió aconsejar al Plenario de este Consejo la desestimación
del pedido de apertura del procedimiento de remoción del juez
cuestionado.
Con posterioridad, el denunciante solicitó que esa
Comisión interviniera nuevamente a los efectos de considerar lo
resuelto por la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en
lo Criminal y Correccional Federal de esta ciudad, en la causa
caratulada
“Laura,
Guillermo
s/
falso
testimonio”
(autos
2658/00), por la que se ordenó la remisión de copias de la
sentencia, del 19 de diciembre del año 2000, que revocaba el
procesamiento sin prisión preventiva del imputado.
II. Expediente 80/01:
A) Por oficio del 5 de marzo del año en curso el Dr.
Claudio Bonadío, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y
Correccional Federal Nº 11, remitió testimonios de la resolución
dictada el 19 de diciembre del año 2000 por la Sala II de la
Cámara de Apelaciones del fuero -mencionada por el Sr. Azaretto
en la presentación comentada en el punto anterior- y de las
piezas procesales y documentación afectadas a la causa que
motivó
esa
sentencia,
señaladas
en
el
punto
IX
de
los
considerandos, a los fines de lo dispuesto en el punto V de la
parte resolutiva (fs. 15).
En el considerando IX se indicó: “en virtud de lo
solicitado por la Defensa oficial de Guillermo Laura(...)
C)
Entre
las
copias
remitidas
a
este
Cuerpo
se
encuentra el acta que da cuenta de la indagatoria del Sr. Laura
en la causa 2.658/00, que se formó a fin de investigar si había
incurrido en falso testimonio al declarar en el expediente
3961/99, iniciado por denuncia del Sr. Azaretto y tramitado
ante el Juzgado del fuero Nº 6, a cargo del Dr. Canicoba
Corral.
En esa declaración indagatoria el Sr. Laura negó
haberse pronunciado con falsedad al prestar testimonio y se
explayó
sobre
la
forma
en
que
se
habían
producido
las
grabaciones de las conversaciones de las que se ha dado cuenta
al efectuar el análisis de la causa 3.691/99. También efectuó
comentarios críticos acerca del modo en que se había llevado a
cabo la investigación conducida por la Fiscalía Nacional en lo
Criminal y Correccional Nº 8, a cargo del Dr. Di Masi,
y aportó
diversa documentación en apoyo de sus dichos. Sus expresiones
en tal sentido son similares al contenido de la denuncia que
dio origen al expediente 341/00 de este Consejo.
También manifestó que el escribano Chacra Larrory
había denunciado, ante la Procuración General de la Nación, lo
acontecido al prestar declaración testifical ante el Dr. Di
Masi.
D) Se encuentra agregado, asimismo, el informe del
artículo
454
del
Código
Procesal
Penal
de
la
Nación
que
presentó el Defensor Oficial que asistía al Sr. Laura en el
“N.N.
s/
delito
de
acción
pública”
(autos
3.096/01),
del
registro de la Secretaría Nº 11 del Juzgado Nacional en lo
Criminal y Correccional Federal Nº 6 de esta ciudad, de cuyas
constancias surge que:
a) Corrida la vista que prevé el artículo 180 del
Código Procesal Penal de la Nación, a la Fiscalía Nacional en
lo Criminal y Correccional Federal Nº 11, a cargo del Dr.
Montenegro, se solicitó como medida previa a expedirse, que se
requirieran
a
la
Procuración
General
de
la
Nación
las
actuaciones tramitadas con motivo de la denuncia efectuada por
el escribano Chacra Larrory y que se hiciera correr por cuerda
al expediente la causa 3.691/99 (fs. 3).
b) Se agregó al expediente copia de la resolución
24
de la Procuración General de la Nación, del 9 de marzo del año
2000, por la cual el Dr. Becerra dispuso su archivo “por no
advertir irregularidad alguna en la actuación del señor Fiscal
Nacional en lo Criminal y Correccional Federal a cargo de la
Fiscalía
Nº
8,
doctor
Gerardo
Di
Masi
en
la
causa
nro.
3961/99(...) en las cuestiones a[llí] tratadas” (fs. 10 vta.).
c)
querellante,
El
Sr.
efectuó
Laura
un
solicitó
relato
de
ser
tenido
por
parte
los
hechos,
en
forma
concordante con lo expuesto en los demás documentos que se han
detallado en el presente y, además, recusó al Dr. Canicoba
Corral, por entender que “la mayor parte del objeto procesal”
ya había sido resuelto por el magistrado, lo que constituiría
“técnicamente un prejuzgamiento” (fs. 35 vta.).
circunstancias que posean una entidad tal que autoricen al
apartamiento del juez a partir de la mera invocación de un
infundado temor de parcialidad” (fs. 69 vta.).
d) El 15 de agosto del presente año el Sr. Fiscal,
Dr. Montenegro, solicitó el archivo de las actuaciones.
Se expresó en tal dictamen que si bien la cámara, al
ordenar la formación de causa, no había especificado cuáles
serían los hechos objeto de investigación, se hace referencia
al memorial presentado por la defensa del Sr. Laura, por lo que
se desprendía que debían investigarse aquellos que no habían
sido objeto de pesquisa en la causa 3.961/99.
Refirió el Dr. Montenegro que “(d)el análisis de las
irregularidades señaladas por Laura en confrontación con la
lectura del expte. 3961/99 cuya instrucción se cuestiona, sólo
cabe
concluir
que
las
aseveraciones
efectuadas
por
el
denunciante obedecen a apreciaciones particulares que no se
condicen
con
lo
actuado
en
aquellos
autos(...)
no
puede
calificarse de delictual la supuesta ‘demora’ en que se habría
incurrido originalmente en la instrucción del sumario ni la
falta de adopción de medidas probatorias que, a criterio de
Laura, debieron realizarse por cuanto no sólo no se vislumbra
demora
alguna
en
la
instrucción(...)
sino
que
además
la
adopción de las diligencias probatorias resultan de exclusivo
arbitrio del instructor -en est(e) caso el Sr. Agente Fiscaly su negativa a su producción resultan irrecurribles”.
Añadió
que,
más
allá
de
la
opinión
que
pudiera
e) El 16 de agosto del año en curso el Dr. Canicoba
Corral
resolvió
de
conformidad
con
lo
dictaminado
por
la
Fiscalía y dispuso el archivo de los autos por inexistencia de
delito. Además. no hizo lugar al pedido de ser tenido por parte
querellante
formulado
testimonios
de
la
por
el
totalidad
Sr.
de
Laura
las
y
ordenó
actuaciones
extraer
para
ser
agregados a la causa 3.961/99 (fs. 82/82 vta.).
En
igual
fecha
se
dejó
nota
actuarial
de
la
extracción de testimonios, de su agregación a aquella causa y
de la reapertura de la investigación (fs. 82 vta.).
Cabe
agregar
que
la
resolución
referida
fue
notificada al Sr. Laura el 23 de agosto del corriente año.
F) También se compulsó la causa caratulada “Laura,
Guillermo Domingo s/ falso testimonio” (autos 12.156/99), del
Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 11,
Secretaría Nº 21.
Los autos se iniciaron con la denuncia del Dr. Dromi
contra el Sr. Laura por declaraciones que éste efectuó en
relación con presuntos ilícitos vinculados con el presupuesto
de la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares
(fs. 1/4).
Más adelante se amplió el objeto de la investigación
a declaraciones del Sr. Laura, relativas a la conversación
mantenida con el Sr. Paul Leclerq (fs. 40/44), hecho por el
cual se decretó la falta de mérito prevista en el artículo 309
del Código Procesal Penal de la Nación (fs. 242/252).
Indicó el denunciante que la causal de mal desempeño
se funda en el trámite irregular de la causa 3.961/99; que
finalizó mediante resolución del 28 de febrero del año 2000 y
que los mismos hechos configurarían, además, el delito de
incumplimiento de los deberes de funcionario público por la
omisión
de
realizar
diligencias
procesales
tendientes
al
esclarecimiento de los hechos investigados.
Del detalle efectuado acerca de la tramitación de la
causa surge, del que -por lo demás- surge que se encontraba
delegada en el fiscal, de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 196 del Código Procesal Penal de la Nación, que no se
advierten irregularidades que justifiquen la continuación de
las presentes actuaciones.
Por otra parte, la resolución dictada por el Dr.
Canicoba Corral disponía el archivo y, por ende, no implicó el
cierre definitivo de la investigación. Tanto es así que, como
se consigna supra, ha sido reabierta.
2º) Que, en su extenso memorial, el Sr. Azaretto
señaló que el juez omitió convocar a personas cuyo testimonio
habría sido de fundamental importancia y que, por otra parte,
la
demora
en
citar
a
declarar
a
algunos
testigos
habría
posibilitado a los imputados ejercer presión sobre ellos.
Esta
imputación
no
puede
corroborarse
de
las
constancias de la causa, que dan cuenta de que en el trámite se
recibieron numerosos testimonios, que los imputados efectuaron
1001/99) habría sido “una simple maniobra que buscaba solamente
proteger a los involucrados”, no constituye una imputación que
pueda ser atribuida al juez cuestionado.
Por lo demás, corresponde poner de relieve que a la
primigenia presentación efectuada por el Dr. Díaz le sucedieron
las realizadas por funcionarios de dicha dependencia durante la
gestión del actual Poder Ejecutivo Nacional y que, incluso, se
hizo lugar al pedido de extraer fotocopias de las actuaciones
efectuado por la Oficina Anticorrupción.
5º) Que el denunciante endilga al magistrado no haber
profundizado
en
la
investigación,
a
la
que
calificó
de
“superficial e insuficiente”, haciendo hincapié en que le
habría
bastado
introducidas
que
como
los
testigos
dijeran
que
las
cintas
prueba
estaban
editadas
para
obviando
efectuar
consideraciones
restarles
validez.
Al
respecto,
y
relativas a la forma en que fueron obtenidas las grabaciones,
es del caso destacar que el contenido de las cintas, que se
encontraba
volcado
en
actas
notariales,
se
impuso
a
los
testigos que fueron interrogados sobre el punto.
6º) Que la imputación al juez de haber soslayado “la
falsedad ideológica” en la que habría incurrido el Sr. Fiscal
interviniente, en el acta que da cuenta de la declaración
testimonial
del
escribano
Chacra
Larrory,
tampoco
resulta
viable pues, de conformidad con lo señalado precedentemente,
se lo tuviera por parte querellante y, el 16 de noviembre del
mismo año, el juez resolvió no hacer lugar a lo peticionado,
por cuanto entendió que el denunciante carecía del elemento
primordial para constituirse como tal, toda vez que no poseía
la condición de persona particularmente ofendida y tampoco era
titular del bien jurídico tutelado.
8º) Que en mérito de las consideraciones efectuadas
en los puntos precedentes y no advirtiéndose, en el trámite de
la
causa,
la
comisión
de
irregularidades
que
justifiquen
efectuar reproche alguno al Dr. Canicoba Corral, corresponde
concluir que las manifestaciones formuladas por el denunciante
sólo trasuntan una discrepancia de criterio respecto de lo
resuelto por el magistrado en el expediente judicial.
En consecuencia, al no configurarse alguna de las
causales
de
remisión
previstas
en
el
artículo
53
de
la
Constitución Nacional -y de conformidad con lo propuesto por la
Comisión de Acusación (dictamen 81/01)- corresponde desestimar
la denuncia formulada.
Por ello,
SE RESUELVE:
1º)
Desestimar
el
pedido
de
apertura
del
procedimiento de remoción del Dr. Rodolfo Canicoba Corral,
titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional
Federal Nº 6 de la Capital Federal.
Descargar