N° 44

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///ta Fe, 25 de marzo de 2010.VISTOS: Estos autos caratulados: “1- A., N. N.; 2- I., W. S. S/
RECURSO APELACIÓN SOBRESEIMIENTO” (Expte. n° 46 - Año 2010); de
los que,
RESULTA: Contra el auto dictado el 23 de noviembre de 2009 por el
señor Juez de Primera Instancia de Distrito en lo Penal de Instrucción de la Primera
Nominación de esta ciudad, que sobresee a N.N.A. y W.S.I. del delito de Falsedad
de Documento Privado, interpone recurso de apelación el señor Fiscal de Cámaras,
doctor Arealdo Dante Bertoldi.Al expresar agravios, el representante de la Acusación manifiesta que
se remite a los fundamentos vertidos en ocasión de deducir el recurso, oportunidad
en la que sostuvo que el documento privado -pagaré- no sólo se utilizó para
cometer estafa procesal y engañar al juez, sino que previamente se adulteró en su
materialidad en perjuicio del ejecutado, configurándose el ilícito de
falsedad
documental con plena autonomía y tipicidad, razón por la cual solicita que se haga
lugar al recurso y se revoque el sobreseimiento dictado (fs. 28/29).A su turno, la defensa de los imputados sostiene que sólo es aplicable
la pena del delito que desplaza al otro, evitando así la posibilidad de un “bis in
idem”.En esa dirección, considera aplicable la regla de la consunción,
conforme a la cual el precepto penal más amplio o complejo, absorbe al que castiga
infracciones consumidas en aquél, sosteniendo que en el “subjúdice” se ha
configurado un concurso aparente de normas.Continúa afirmando que la supuesta falsedad de documento privado
sólo desplegó efectos en relación al proceso civil tendiente al cobro de la acreencia
plasmada en el pagaré, sin lesionar otro bien jurídico, razón por la cual no cabe
juzgar por este delito sino tan sólo por el de estafa, correspondiendo sobreseer a su
defendido en relación a la falsificación atribuida. Y,
CONSIDERANDO: El 27 de febrero de 2009, el “a quo” procesó a
N.N.A. y W.S.I., como presuntos autores penalmente responsables de los delitos de
Estafa Procesal y Falsificación de Documento Privado, en concurso real (artículos
172; 292; y 55 del Código Penal), resolución que fue confirmada por la Sala Penal
II de la Cámara de Apelación en lo Penal de esta ciudad el 8 de junio de 2009.En oportunidad de formular la requisitoria de elevación a juicio, el
Fiscal de primera instancia sostuvo que el ilícito de falsificación de documento
privado quedaba subsumido en el de estafa de acuerdo con el principio de
consunción, sin posibilidad de escindirlo del ardid desplegado para cometer
aquélla, propiciando el sobreseimiento respecto del primero, lo que encontró
acogida favorable en el juez de grado (fs. 532).Al tomar la intervención prevista por el artículo 358 del Código
Procesal Penal, el señor Fiscal de Cámaras, adoptó la postura descripta supra.Ingresando en el análisis de la cuestión, cabe recordar, en cuanto a la
consumación del ilícito de falsedad documental, que la doctrina mayoritaria
establece una diferencia entre instrumento público y privado. En el primero de los
casos, la falsedad material se consuma con la creación del documento falso o con la
adulteración del verdadero. En cambio, en los instrumentos privados, “el delito se
consuma con su uso en el sentido del artículo 296 del Código Penal, no sólo con la
utilización del instrumento con arreglo a su finalidad documental, sino también en
cualquier acto que exteriorice la intención de conservarlo por su significación
documental...” (DONNA, Edgardo Alberto; “Derecho Penal, parte especial”, t. IV,
pág. 170/171).En el mismo sentido, al referirse a los documentos privados, Creus
sostiene que“...la consumación sólo se puede dar con su utilización, pues sólo con
ella nace la posibilidad de perjuicio; implica utilización cualquier acto que coloque
el documento en situación que lo haga valer o se lo pueda hacer valer según su
finalidad; la reserva del documento privado falsificado en la esfera privada del
agente no constituye delito...”(CREUS-BUOMPADRE; “Derecho Penal, parte
especial”, t. 2, Ed. Astrea, 2007, pág.472).-
Sentado lo anterior, se advierte que en el “subjúdice” estamos en
presencia de un problema que corresponde ubicar dentro del general de la
concurrencia, bien de leyes o de tipos, bien de hechos ilícitos.La relación existente entre la falsedad instrumental y el uso aplicado a
esa falsificación en un proceso civil, conforma circunstancia jurídico penal cuyo
tratamiento y resolución definitiva -en orden a las complejidades implícitas en la
misma- no puede formularse en abstracto de manera pacífica ya que, bien podría
ser hipótesis que implicara ser tratada como de concurrencia aparente de tipos, bien
como de concurso ideal, existiendo también argumentos para considerar que podría
tratarse de un concurso real; dependiendo centralmente la cuestión del agotamiento
de la investigación en relación a las personas que podrían resultar imputadas de la
falsedad.La resolución definitiva sobre la cuestión -por los argumentos
vertidos- no conforma materia a dilucidar en esta instancia procesal, sino que
deberá ser abordada y resuelta en la oportunidad propia del juicio.Por ello, ratificar el sobreseimiento supondría de manera fatal e
irrevisable, la eliminación de la falsedad de la “res iudicanda” lo que, como se ha
expresado, sería objeto de una decisión propia de la etapa en la que se cuente con
todos los elementos de juicio, descartada definitivamente la posibilidad de que otra
persona pudiere resultar imputada de la falsedad, y todas las argumentaciones de
las partes al efecto.Por todo ello, la Sala Tercera de la Cámara de
“1- A., Nilda Nélida;
2- I.., Washington Sixto
S/ REC. APEL. SOBRESEIMIENTO”
(Expte. n° 46 - Año 2010)
Apelación en lo Penal,
RESUELVE: Revocar el sobreseimiento dictado.Insértese el original, agréguese duplicado, hágase saber y bajen.-
SUÁREZ
RONDINA
GEMIGNANI
Fuentes
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