10 de febrero de 2014 — buzos www.buzos.com.mx Escafandra 45 Sócrates: héroe y mártir del pensamiento crítico Ángel trejo RAYGADAS / Periodista - escritor pio y del universo; cultivo sistemático de la conciencia crítica, y práctica de la justicia y negación de la riqueza como bien individual primario. Cuando pudo intercambiar con sus acusadores los evidenció en absoluto, pero no puso demasiado énfasis en rebatir a Melito cuando éste ratificó su imputación de que negaba la existencia de los dioses al afirmar que el Sol era una piedra y la Luna un pedazo de tierra. Su único alegato consistió en atribuir a Anaxágoras tal postulado y afirmar que tenía un “demonio personal” propio y que como éste era de condición divina, no podía afirmarse que negara a los dioses. La flojedad de este argumento pesó en el jurado que, al final del proceso, lo condenó a muerte con un mínimo de seis votos de diferencia: 281 contra 275. (Fuentes: Apología de Sócrates (Platón, Editorial Tomo, 2002, México) y Sócrates (Jean Brun, Conaculta, 2001, México) Ilustración: Carlos Mejía El filósofo griego Sócrates –Atenas, 469-399 antes de nuestra (ane)– fue hijo de una partera (Fenarete) y un escultor (Sofronisco); al parecer tuvo dos esposas (Xantipa y Mirto) y tres hijos (Lamprocles, Sofronisco y Menéxeno). Fue escultor hasta el año 430 y meteorólogo-astrónomo hasta el 422. Posteriormente fue sofista, polemista y filósofo de ágora (plaza pública) hasta su muerte. No dejó ningún texto escrito, ni siquiera los poemas que compuso antes de beber la cicuta que lo mató, ni las fábulas de Esopo que puso en verso. Fue senador y participó como hoplita (soldado de infantería) en tres campañas militares en las que destacó por su valor personal, su disciplina y su solidaridad con sus compañeros (salvó la vida de Alcibíades y Jenofonte). Su primer servicio militar en el Peloponeso duró tres años (432-429); el segundo un año en Delion (424) y otro más en la expedición de Anfípolis (422). Su última campaña la realizó a los 47 años, cuando era un hombre mayor para su época. En ningún momento, según testigos, dejó de actuar como persona reflexiva, práctica, sencilla, alegre y solidaria. Su sabiduría le ganó fama pero también muchas envidias y rivalidades. A finales del siglo V o principios del siglo IV ane Querefón, amigo de infancia, preguntó al oráculo de Delfos si había algún ser humano más sabio que Sócrates y la Pythia contestó: "El más sabio de ustedes es aquel que reconoce, igual que Sócrates, que su sabiduría es nada". Este aserto lo llevó a confrontarse con otros sofistas y con políticos, poetas y artistas que tenían reputación de sabios, a fin de probar que la sabiduría de los hombres, o de un hombre en particular, siempre es limitada y que, por lo mismo, hay que acrecentarla. Su cotejo resultó nefasto porque la mayoría de sus encuestados no eran tan doctos como creían serlo y algunos no entendían lo que decían en poemas, tragedias, comedias, esculturas y leyes. Esto le provocó más rivalidades y enemigos, entre ellos Aristófanes, quien escribió varias comedias en su contra (entre ellas Las nubes y Las aves) y una acusación por impiedad (ateísmo) y corrupción de menores que promovieron los representantes de los tres gremios más afectados: Melito (poetas), Anito (políticos) y Licón (artistas). Durante el juicio Sócrates negó los cargos, insistió en sus propuestas filosóficas: búsqueda de la verdad por encima de cualquier otro objetivo, comenzando por el conocimiento pro-