Buenos Aires, 31de julio de 2000 Señor Presidente de la Honorable Cámara de Senadores, Señor Presidente de la Honorable Cámara de Diputados, Señores Senadores, Señores Diputados, Me dirijo al Honorable Congreso de la Nación con la finalidad de informar sobre las actividades que ha desarrollado el Banco Central de la República Argentina en el transcurso del año 1999. Como ya es habitual, se presenta un análisis de la evolución de la economía y el sistema financiero argentino. Asimismo se detallan los principales cambios en las regulaciones prudenciales así como en las políticas de monitoreo del sistema financiero implementadas durante el período en cuestión, a fin de asegurar la solvencia y confiabilidad del mismo. Se analiza la evolución de la estructura del sistema financiero y de los procesos de reestructuración de entidades financieras en los que participó este Banco Central de acuerdo con las normas legales en vigencia. Asimismo se informa sobre la administración de las reservas internacionales, el sistema de pagos, las actuaciones judiciales y otras actividades relacionadas con la operatoria corriente de este Banco Central. Finalmente, se realiza una evaluación del plan que este Banco Central implementó para enfrentar las contingencias del año 2000 en relación con el sistema financiero. Puedo afirmar con satisfacción que los objetivos prioritarios del Banco Central -preservar el valor de la moneda y mantener la estabilidad del sistema financiero- han sido plenamente cumplidos durante el año 1999. La inflación, medida por el índice de precios al consumidor, ha registrado una caída de 1,8 por ciento, mientras que en Estados Unidos registró un aumento de 2,7 por ciento y en Europa de 1,7 por ciento. En lo que respecta a la estabilidad del sistema financiero merece destacarse que, a pesar de la secuela de la crisis asiática (1997) y rusa (1998) y de la devaluación en Brasil a comienzos de año con su impacto negativo sobre el nivel de actividad doméstico-, de la incertidumbre electoral y de los posibles efectos de la llegada del año 2000, el alto grado de solvencia y liquidez del sistema financiero ha permitido conservar la confianza de los inversores. Esto ha evitado que el sector se transforme en un agente amplificador de las condiciones de incertidumbre imperantes y que, por el contrario, haya contribuido a atenuarlas. Así los depósitos crecieron -en promedio- en 4.423 millones de pesos lo que representa una tasa anual del 5,9 por ciento, mientras que la liquidez del sistema financiero pasó de 32.972 millones a 33.562 millones de pesos. Por otra parte, merece destacarse muy especialmente que, luego de 18 meses de recesión, la solvencia del sistema financiero se mantiene inalterada. Mientras la cartera irregular neta de previsiones con respecto al total de financiaciones creció levemente de 3,9 por ciento en junio 1998 a 4,7 por ciento en diciembre 1999, el mismo indicador medido -cartera irregular neta de previsiones - en relación con el patrimonio de las entidades evolucionó de 20,4 por ciento a 24,7 por ciento. Si se tiene en cuenta que la integración de capital sobre activos ponderados por riesgo mejoró alcanzando 21,5 por ciento a fines del período, se puede ver que aún si todos los créditos irregulares se volvieran irrecuperables, el sistema financiero mantendría un nivel de capitalización elevado, que permitiría que siga cumpliendo su rol de absorbedor de shocks. BCRA Como ya hemos expresado en informes anteriores, este significativo cambio en el rol del sistema financiero es el resultado de las importantes reformas introducidas en los últimos años 10 años. La primera decisión fue establecer un marco de funcionamiento del sistema financiero totalmente competitivo, con plena libertad para la apertura de sucursales, para la entrada de nuevos bancos, incluso de los extranjeros -cumpliendo con el mandato de la Ley de Inversión Extranjera, que le asigna igual tratamiento jurídico a la inversión de capital local que a la de capital extranjero. Con respecto a la normativa prudencial, al diseñarla se tomó en cuenta los criterios que respaldan los estándares internacionales pero adaptándolos a la realidad nacional. Este proceso de adaptación ha probado ser crucial, pues el marco institucional, político y económico para el cual se han desarrollado esos estándares no coincide con el de nuestro país. En ese proceso de adaptación, advertimos que los requisitos de capital deben ser significativamente mayores en nuestro país que en los países industrializados, para tener en cuenta la mayor volatilidad de nuestra economía y su incidencia sobre el sistema financiero. También, fruto de ese análisis, es que hemos desarrollado una importante política de liquidez sistémica que nos ha permitido dar tranquilidad a los depositantes de que podrán retirar sus depósitos cuando así lo deseen. No se nos escapa que esta política tiene un costo, pues nos impide disponer de valiosos recursos que podrían atender las necesidades crediticias de la actividad productiva. Así, mas de 19.000 millones de dólares de capacidad prestable del sistema financiero argentino están colocados en el exterior. Pero este costo está más que compensado por el beneficio que trae aparejada esta política: la estabilidad de los depósitos frente a crisis externas e incluso su persistente crecimiento, por la confianza que esta liquidez otorga al depositante. Por último, creo que debemos señalar como un hecho destacado -que ha tenido importantes beneficios para el sistema financiero- la decisión con que se enfrentó la crisis del Tequila. Que en aquél momento, el inversor percibiera que las autoridades iban a hacer todos los esfuerzos necesarios para no defraudar a quienes habían confiado sus depósitos al sistema financiero argentino ha tenido efectos importantísimos para el sistema financiero argentino. El hecho de que -pese a la severidad de la crisis- no se recurriera -como en un pasado no muy lejano- al cambio de la moneda en que estaban expresado los depósitos, la modificación de los plazos de pago o su licuación por vía de una devaluación, ha generado un capital reputacional para el sistema financiero argentino, del cual estamos hoy comenzando a derivar sus dividendos. Es de esperar que nuestras políticas sigan manteniendo como un objetivo central mantener la reputación ganada. Es como consecuencia de esa política -y de la confianza que ha traído aparejada- que la monetización ha crecido del 8,9 por ciento del PIB en 1991 al 32,3 por ciento en 1999, alcanzando valores similares a los de la década del cincuenta. El crédito total del sistema financiero ha crecido en magnitudes similares, alcanzando -a la fecha- una cifra superior a los 80.000 millones de pesos. Pero no sólo es el tamaño lo que nos da una idea de la efectividad de la política financiera, sino también la forma en que el sistema se ha comportado durante las recientes crisis externas. Así, de ser un factor desestabilizante, ha pasado a ser un ancla de la economía en tiempos de crisis. Este informe recoge el accionar del Banco Central en su conjunto, por lo que aprovecho esta oportunidad para agradecer a los integrantes del Directorio y a todos los funcionarios del Banco Central por la colaboración brindada. Pedro Pou I. LA ECONOMÍA INTERNACIONAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 II. LA ECONOMÍA ARGENTINA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 1. La macroeconomía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 Oferta y demanda agregada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 Sector externo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 Situación fiscal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 2. El mercado de capitales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 Evolución de los mercados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 Mercados de bonos y riesgo soberano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 Mercado accionario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23 Inversores institucionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 3. Principales desarrollos monetarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25 Recursos monetarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25 Tasas de interés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 Programa contingente de pases . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 4. Sistema bancario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 Situación patimonial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33 Rentabilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36 Calidad de la cartera crediticia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39 Solvencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 5. Financiamiento externo público y privado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42 Sector público no financiero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44 Sector privado no financiero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46 Sector financiero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46 III. Políticas y Régimen Prudencial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47 1. Regulación prudencial y otras normas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47 Requisitos mínimos de liquidez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47 Exigencia de capital por riesgo de crédito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48 Exigencia de capital por riesgo de tasas de interés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49 Emisión de deuda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50 Garantías . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .50 Clasificación de deudores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .51 Fraccionamiento del riesgo crediticio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .52 Cuentas de inversión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .52 Financiamiento a las PyMEs . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .52 Reestructuración de pasivos bancarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .53 Prevención del lavado de dinero y otras actividades ilícitas . . . . . . . . . . . . . . .53 Fondos comunes de inversión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .54 Inversiones a plazo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .54 Cuenta corriente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .55 2. Políticas de monitoreo del sector bancario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55 I: Información . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56 Información y análisis técnico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .56 Régimen informativo y publicaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .56 Central de deudores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .58 A: Control de auditores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59 Auditoría externa de sistemas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .60 S: Supervisión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62 BCRA Calificación CAMELS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64 Desarrollo de un nuevo esquema de supervisión orientado al riesgo . . . . . . . . 66 Franquicias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66 B: Emisión de bonos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66 C: Calificación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67 IV. Estructura del Sistema Financiero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71 1. Evolución de la estructura del sistema financiero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71 Nuevo Banco de La Rioja . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .73 2. Reestructuración de entidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73 Marco normativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .73 Artículo 35 bis de la Ley de Entidades Financieras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .74 Seguro de depósito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .76 Fondo Fiduciario de Capitalización Bancaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .77 Tranferencia en propiedad fiduciaria (Ley de Fideicomiso) . . . . . . . . . . . . . . .77 Resultados y costos del proceso de reestructuración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .77 3. Entidades reestructuradas o en proceso de reestructuración . . . . . . . . . . . . . .78 Banco Israelita de Córdoba S.A. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .79 Banco Mendoza S.A. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .80 Banco República S.A. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .82 Calificaciones CAMELS de las entidades financieras mencionadas . . . . . . . . .82 Evaluación de las experiencias de reestructuración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .83 V. ADMINISTRACIÓN DE LAS RESERVAS INTERNACIONALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .84 1. Composición y rendimiento de la cartera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .84 2. Administración de las reservas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86 Administración interna de las reservas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .86 Evolución de la posición en oro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .87 Administradores externos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .87 VI. SISTEMA DE PAGOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89 1. Medios de pagos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89 Medios Electrónicos de Pagos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .89 Tareas para el año 2000 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .89 Central de Registración y Liquidación de Instrumentos de Endeudamiento público (CRYL) .90 Modernización de las comunidades externas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .91 2. Compensación de medios de pago . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92 Ajustes en el marco normativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .94 3. Circulación de billetes y monedas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94 VII. ACTUACIONES JUDICIALES DEL BANCO CENTRAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96 1. Asuntos judiciales en lo institucional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .96 Juicios ordinarios por cobro de pesos y reclamos por indemnización de daños y perjuicios promovidos contra el Banco Central . . . . . . . . . . . . . . . . .96 Acciones de amparo y/o habeas data contra el Banco Central relacionadas con inhabilitaciones de cuentacorrentistas y/o resoluciones administrativas y/o decretos del poder Ejecutivo Nacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97 Apelaciones de resoluciones dictadas por el Banco Central . . . . . . . . . . . . . . .97 Tareas periciales y de consulta técnica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .97 BCRA 2. Asuntos judiciales en lo financiero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98 Juicios ejecutivos de recupero de cartera cedida en garantía de la asistencia crediticia brindada por el Banco Central a entidades financieras . . . . . . . . . . .98 Juicios por procesos de quiebra y de intervención judicial de entidades financieras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .98 Actuación en los comités de acreedores constituidos en el proceso de quiebra de ex-entidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .99 3. Sector de abogados penalistas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99 Evolución de las causas penales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99 Resoluciones Judiciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .100 Sentencias condenatorias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .100 Procesos contra funcionarios del Banco Central . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101 Protección Legal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .106 4. Asistencia administrativa judicial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106 VIII. OTRAS ACTIVIDADES DEL BANCO CENTRAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108 1. Crédito del Banco Central a las instituciones financieras . . . . . . . . . . . . . . 108 Asistencias financieras por iliquidez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .108 Programa Global de Crédito para la Pequeña Empesa y la Microempresa . . . .109 Restantes líneas de crédito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .110 Creación del Grupo de Control y Seguimiento de los Contratos de Fideicomiso .111 2. Relaciones internacionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111 Mercosur . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .111 Convenios de pagos y créditos recíprocos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .113 Fondo Monetario Internacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .114 Grupo Banco Mundial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .116 Bank for Internacional Settlements . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .116 Otros temas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .116 3. Proyecto Año 2000 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117 El proyecto interno: Grupo 2000 Banco Central . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117 Acciones de la Superintendencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119 Norma sobre contingencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .120 Grupo 2000 Sistema Financiero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121 Prueba piloto de octubre de 1998: sistemas de pagos . . . . . . . . . . . . . . . .122 Pruebas sistémáticas de abril de 1999: sistemas de pagos . . . . . . . . . . . . .122 Pruebas sistémicas de junio de 1999: sistems críticos de entidades . . . . . .123 Pruebas sistémicas de noviembre y diciembre de 1999 . . . . . . . . . . . . . . .123 Pruebas internacionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .123 Plan de contingencias y Operación Crítica del Banco Central . . . . . . . . .124 4. SISCEN: nuevo régimen informativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125 5. Sitio en Internet del Banco Central . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127 6. Proyecto BCRA 2000 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128 Resultados alcanzados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .129 7. Construcción de un nuevo edificio en el predio Reconquista 250 . . . . . . . . 131 8. Asociaciones Mutuales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131 9. Seguridad de entidades financieras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132 10. Bibliotecas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133 Anexo I. Balance General al 31 de diciembre de 1999 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135 Anexo II. Principales discursos del Presidente del BCRA . . . . . . . . . . . . . . . . 159 BCRA BCRA I. La economía internacional 7 Si bien las condiciones de la economía internacional fueron mejorando paulatinamente a lo largo del año, Argentina enfrentó en 1999 un contexto internacional predominantemente adverso. La crisis en Brasil a comienzos de año se superó con rapidez, pero tuvo un impacto negativo sobre el comercio bilateral y el nivel de actividad doméstico. Por su parte, los precios de los bienes de exportación argentinos, con excepción del petróleo, continuaron deprimidos, limitando la posibilidad de compensar la caída en demanda doméstica con mayores ingresos por exportaciones. Por otro lado, a pesar de que los mercados financieros internacionales se estabilizaron y el crecimiento mundial se aceleró -a su vez, estimulando la demanda externa por los bienes exportables de Argentina-, el acceso al crédito externo de las economías emergentes continuó limitado. I. LA ECONOMÍA INTERNACIONAL Superadas las crisis financieras de Asia, Rusia y Brasil, la economía mundial entró en una fase de expansión. El mayor crecimiento mundial estimuló el comercio internacional y favoreció la recuperación de los precios de algunos bienes básicos. En este sentido, la recuperación de la actividad económica en los países del sudeste de Asia jugó un papel importante, ya que son grandes demandantes de ese tipo de bienes. Asimismo, el crecimiento se aceleró en la mayor parte de las economías industriales -excepto Japón-, impulsado por las fuertes inversiones en el sector de alta tecnología y las políticas monetarias expansivas que se habían llevado adelante en 1998 para atenuar los efectos de las crisis asiática y rusa. Durante 1999, tanto la Reserva Federal como el Banco Central Europeo viraron hacia políticas más restrictivas con el objetivo de prevenir una posible aceleración inflacionaria. Cabe destacar la fortaleza de la economía estadounidense, que creció 4,2 por ciento en 1999. En mayo, la Reserva Federal cambió el sesgo de su política monetaria de neutral a restrictiva y aumentó sucesivamente la tasa de fondos federales en 25 puntos básicos en junio, agosto y noviembre. Los mercados anticiparon estas subas y respondieron en cada caso sin sobresaltos. No se produjeron correcciones importantes en los mercados accionarios y la economía registró un crecimiento significativo en el segundo semestre. La fuerte suba del precio del petróleo en los últimos meses del año y la sostenida expansión de la economía estadounidense hacen suponer que la Reserva Federal mantendrá el sesgo restrictivo de su política monetaria. Por su parte, el crecimiento en los países de la Unión Monetaria Europea se aceleró durante 1999 y se aceleraría aún más en 2000. Dado lo sostenido de la demanda doméstica, se podría esperar que la política monetaria continué con un sesgo restrictivo durante el año 2000. Con excepción de México y Perú, el crecimiento fue casi nulo para los países de América Latina durante 1999, aunque las economías comenzaron a recuperarse hacia fin de año. En este sentido, Brasil logró superar con rapidez la crisis externa que llevó a la devaluación de su moneda en enero y registró un crecimiento de 0,5 por ciento en 1999. La economía mundial terminaría de recuperarse de la fuerte desaceleración que siguió a las crisis asiática y rusa. Se espera que el crecimiento se acelere de 3,3 por ciento en 1999 a 4,2 por ciento en 20001. Las economías industriales crecerían 3,6 por ciento en 2000, 1 Fuente: World Economic Outlook, abril de 2000. BCRA 8 I. La economía internacional Principales Indicadores de la Economía Mundial Tasa porcentual de variación anual Producto Mundial Economías desarrolladas Principales países industrializados Estados Unidos Japón Alemania Francia Italia Reino Unido Canadá Otros países desarrollados Área del Euro Ec. asiáticas recientemente industrializadas Países en desarrollo Latinoamérica Proyecciones 1999 2000 1997 1998 2,5 3,3 4,2 3,9 2,4 2,5 4,3 -2,5 2,2 3,4 1,5 2,2 3,1 2,0 2,8 -2,3 3,1 2,8 4,2 0,3 1,5 2,7 1,4 2,0 4,2 4,6 2,3 7,7 3,6 3,3 4,4 0,9 2,8 3,5 2,7 3,0 3,7 4,5 3,2 6,6 3,0 2,7 3,0 1,8 3,3 3,1 2,8 2,0 2,7 4,1 3,2 6,1 3,2 2,1 3,8 0,1 5,4 4,0 5,3 4,7 1,5 1,3 1,6 0,6 0,6 0,7 1,7 2,7 1,0 1,4 1,5 2,2 -0,3 0,7 0,6 1,7 2,3 1,7 1,9 1,8 2,5 0,1 1,2 1,3 2,2 2,0 2,1 2,0 1,9 2,5 0,9 1,3 1,1 1,6 2,4 2,0 10,1 21,8 6,5 43,7 5,7 19,5 4,7 14,2 6,7 6,2 4,5 4,1 9,4 11,7 11,8 4,7 8,3 8,1 10,9 6,4 6,1 4,2 4,7 9,0 11,0 11,4 4,4 7,6 7,3 10,1 6,0 5,9 4,2 4,7 8,6 10,2 11,0 4,3 6,7 6,3 9,4 5,8 5,7 4,2 4,6 8,1 9,8 10,4 4,5 6,6 6,0 8,9 -1,3 -0,1 -4,3 -1,7 -2,7 -2,8 0,2 0,9 -1,2 0,5 -7,1 -1,1 -1,8 -1,9 0,3 2,8 -1,1 1,0 -8,4 -0,7 -1,5 -1,5 0,2 2,3 -0,6 1,2 -6,7 -1,0 -1,0 -1,1 0,2 2,0 -31,2 -14,7 37,6 -6,9 36,5 4,9 -19,4 3,2 5,6 0,7 3,7 5,5 0,2 3,0 6,8 0,2 4,1 7,1 0,4 4,9 Precios al consumidor Economías desarrolladas Principales países industrializados Estados Unidos Japón Alemania Francia Italia Reino Unido Canadá Otros países desarrollados Países en desarrollo Países en transición Tasa de desempleo Economías desarrolladas Principales países industrializados Estados Unidos Japón Alemania Francia Italia Reino Unido Canadá Otros países desarrollados Área del Euro Déficit Fiscal / PIB Principales países industrializados Estados Unidos Japón Alemania Francia Italia Reino Unido Canadá Precios de bienes básicos Petróleo Bienes básicos (excluyendo petróleo) Tasas de Interés: LIBOR (6 Meses) Depósitos en dólares estadounidenses Depósitos en yenes Depósitos en euros Fuente: World Economic Outlook, abril de 2000. BCRA I. La economía internacional 9 comparado con 3,1 por ciento en 1999, mientras que para las economías en desarrollo el crecimiento se aceleraría de 3,8 por ciento a 5,4 por ciento. Se estima que la recuperación de las economías latinoamericanas será particularmente pronunciada, luego de permanecer prácticamente estancadas en 1999, con un crecimiento de 4 por ciento en 2000. Contribuirían a esta recuperación mayores flujos de capitales hacia la región y mejores precios de sus bienes exportables. Los países exportadores de petróleo como México y Venezuela ya comenzaron a recuperar ingresos de exportación en virtud del fuerte aumento del precio del petróleo durante la segunda mitad del año. Hacia el segundo trimestre de 1999, los precios del petróleo y los metales habían revertido notablemente su tendencia decreciente. Si bien la Argentina no es un país especializado en la exportación de petróleo (“non-oil exporter”), debido a la mejora de los precios, la participación del petróleo en las exportaciones argentinas aumentó de 9,2 por ciento a 17,4 por ciento entre 1998 y 1999. Por otro lado, los precios de los bienes básicos de origen agrícola -que en 1998 representaron el 33,5 por ciento del valor de las exportaciones argentinas-, no mostraron un quiebre decidido en su evolución negativa, que se mantuvo con altibajos a lo largo de prácticamente todo 1999, observándose cierta recuperación en el cuarto trimestre. El precio promedio de los bienes agrícolas durante 1999 fue casi 21 por ciento inferior al del año anterior, lo que significó en sí mismo una caída cercana a 7 por ciento en el valor de las exportaciones totales de Argentina. Sin embargo, las perspectivas futuras son bastante más alentadoras: los mercados a futuro anticipan una recuperación relativamente importante de los precios y se pronostican caídas en las existencias de granos durante el curso de 2000 debido a una recuperación de la demanda mundial, reforzada por una caída en la producción. Cabe destacar que se espera una excelente cosecha de los principales granos para Argentina durante 2000. Los premios por riesgo de la deuda de los países emergentes fueron en promedio superiores en 300 puntos básicos a los que se registraron durante 1998. Fueron muy elevados a comienzos del año, cuando se desató la crisis brasileña (los premios alcanzaron 1.300 puntos básicos a fines de enero), para luego reducirse lentamente hacia fin de año, hasta alcanzar 850 puntos básicos a fines de diciembre, pero sin retornar a los niveles previos a la crisis rusa. La deuda latinoamericana pagó primas de riesgo superiores en más de 230 puntos básicos a las del año anterior. Los flujos de capitales hacia las economías emergentes registraron apenas una modesta recuperación en 1999, aumentando de 75.100 millones de dólares en 1998 a 80.500 millones. Mientras los flujos brutos se mantuvieron restringidos, hubo sustanciales pagos netos de deuda bancaria, principalmente por parte de las economías asiáticas y, en menor medida, de América Latina. Las economías asiáticas experimentaron salidas netas de capitales por 27.100 millones de dólares, bastante menores a las registradas en 1998 (42.600 millones de dólares). Los flujos netos hacia las economías latinoamericanas aunque positivos, sufrieron una fuerte caída en 1999, disminuyendo de 70.000 millones de dólares en 1998 a 54.100 millones en 1999. Según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional, los flujos hacia las economías emergentes se reducirían en el año 2000, estimándose en 70.900 millones de dólares, debido principalmente a mayores pagos netos de deuda bancaria por parte de las economías asiáticas afectadas por la crisis de 1997. Por el contrario, los flujos hacia América Latina aumentarían a casi 70.000 millones de dólares durante este año y se espera que la región sea el principal destino de los flujos de capitales hacia las economías emergentes en el mediano plazo. Las proyecciones también predicen una importante BCRA 10 I. La economía internacional La Evolución del Precio del Petróleo Los precios de los bienes básicos han venido cayendo de manera casi continua desde sus niveles máximos históricos alcanzados durante 1996 hasta el segundo trimestre de 1999, manteniéndose esta tendencia decreciente relativamente estable para los productos agrícolas incluso hasta fines de ese año. En efecto, fue ésta una de las causas principales que causó la reducción en el valor de las exportaciones de Argentina durante 1999. Sin embargo, el caso del petróleo merece un análisis especial y diferenciado del resto de los bienes básicos, tanto por lo profundo de la caída de su precio a lo largo de 1998, como por su increíble y acelerada recuperación a partir de marzo de 1999. A partir de noviembre de 1997, el precio del petróleo crudo comenzó a mostrar un movimiento descendente que lo llevaría a ubicarse el 12 de diciembre de 1998 en el nivel irrisoriamente bajo de 10,76 dólares por barril de petróleo WTI (West Texas Intermediate). Un precio tan bajo no se había registrado desde julio de 1986 cuando el barril llegó a costar 10,70 dólares. Esta situación llevó a los países de la OPEP a acordar una política de racionamiento de la producción con el objeto de inducir un alza en el precio a través de una reducción en la oferta. El acuerdo fijó un techo de 22,1 millones de barriles diarios a la producción de petróleo crudo para el conjunto de los países de la OPEP por un período que llegaría hasta el 31 de marzo de 2000, retirando de esta forma alrededor de unos 5 millones de barriles diarios del mercado. Contratos a futuro de petróleo WTI A febrero de 2000 BCRA La consecuencia de esta política de restricción de oferta llevada a cabo por la OPEP, a lo que se debe sumar una creciente recuperación de la demanda mundial asociada a la salida de la recesión en los países del este asiático y al periodo de prosperidad que atraviesa Estados Unidos, fue una rápida y constante escalada en el precio del petróleo, que llegó a alcanzar niveles inesperadamente altos. El precio del petróleo WTI superó los 20 dólares por barril hacia mediados de julio de 1999 y, desde ese momento, se Dólares por barril mantuvo siempre por encima de dicho valor. Contratos a futuro de petróleo WTI a febrero Mar-00 29,43 de 2000, el precio del barril WTI se May-00 27,29 encontraba rondando los 30 dólares, un nivel Jul-00 25,86 que no se registraba desde 1991 en ocasión de la Guerra del Golfo. Sep-00 24,69 Nov-00 23,74 Ene-01 22,91 Abr-01 21,78 Jul-01 20,92 Las expectativas del mercado implícitas en los contratos a futuro hacia febrero de 2000, parecieron reflejar la creencia de que la escasez creada por la política de la OPEP se I. La economía internacional 11 mantendría firme hasta fines de marzo. Luego, esta situación se iría relajando poco a poco a lo largo de 2000 y 2001, estabilizándose el precio finalmente alrededor de 21 dólares el barril de petróleo WTI hacia mediados de 2001. Impacto sobre Argentina El efecto expansivo directo de la suba del precio del petróleo sobre la economía argentina está básicamente determinado por la importancia relativa de este producto dentro del total de sus exportaciones. En este sentido, si bien el petróleo no se encuentra entre las mercancías tradicionalmente más relevantes dentro de las exportaciones de Argentina, su incidencia es actualmente significativa. Las exportaciones de petróleo y sus derivados representaron alrededor de 9 por ciento del valor total de las ventas al Evolución del precio del petróleo exterior durante 1998 (sólo el petróleo crudo significó algo más de 7% por ciento). Por ello, el pasar de un precio de 14,50 dólares por barril (precio promedio del petróleo a lo largo de 1998) a otro de 25,00 dólares (precio promedio esperado para el 2000), aún manteniéndose fijas las cantidades, implicaría por sí solo un crecimiento del 6,75 por ciento en valor total de las exportaciones. La suba del precio del petróleo podría producir otros efectos adicionales. Por un lado, está el impulso positivo que la mejora de precios puede inducir en las cantidades producidas. Por otro lado, hay un efecto negativo a través del encarecimiento del transporte y de los costos de otros sectores que utilizan combustibles en forma intensiva (incluyendo a la actividad agrícola). Por último, hay un efecto más indirecto que podría repercutir negativamente sobre la economía nacional. Este tiene que ver con los efectos inflacionarios que el encarecimiento del petróleo traería aparejado, lo que podría llegar a profundizar el endurecimiento esperado en las políticas monetarias de los países desarrollados. BCRA 12 I. La economía internacional recuperación de los flujos netos de capitales hacia las economías emergentes en 2001, que se estima alcanzarían 127.800 millones de dólares. A lo largo de 1999, el dólar ha mostrado una evolución dispar al compararlo con las otras dos divisas de relevancia internacional, el euro y el yen. Se verificó una importante depreciación del dólar con respecto al yen, en especial durante la segunda mitad del año, cayendo entre inicios de julio y fines de diciembre desde 123 yenes por dólar hasta 102 yenes por dólar (una depreciación mayor a 20 por ciento). Por el contrario, se registró una apreciación casi continua de la moneda norteamericana con respecto al euro. El tipo de cambio hacia inicios de 1999 se encontraba en 1,18 dólares por euro, finalizando el año en 1,01 dólares por euro (una apreciación de 14,5 por ciento). En términos de la competitividad externa de la economía argentina, la apreciación del dólar frente al euro es mucho más significativa que su depreciación respecto de la moneda japonesa, dado el mayor nivel de comercio internacional que la Argentina mantiene con el bloque europeo. BCRA II. La economía argentina 13 II. LA ECONOMÍA ARGENTINA 1. La macroeconomía Tras sobrellevar bien las crisis de Asia, la economía argentina entró en una fase recesiva en el último trimestre de 1998. La recesión, que se prolongó durante los tres primeros trimestres de 1999, estuvo fuertemente condicionada por la crisis rusa que indujo un importante aumento de la aversión al riesgo de los inversores, particularmente, en los mercados emergentes. La economía doméstica comenzó a dar signos de recuperación recién hacia el tercer trimestre del año y las cifras preliminares muestran un leve crecimiento del producto en el cuarto. Factores externos y, en menor medida domésticos, contribuyeron a prolongar la recesión. La crisis brasileña tuvo un impacto global limitado pero afectó sectores importantes, como la industria automotriz. Los precios de los bienes exportables de Argentina, con excepción del petróleo, continuaron deprimidos y el acceso del país a los mercados financieros internacionales continuó restringido. En el plano interno, la incertidumbre electoral también parece haber afectado a la demanda interna, en particular a la inversión, aún cuando la transición política fue ordenada y no puso en juego los principales lineamientos de la política económica. Hacia fin de año hubo un deterioro de la situación fiscal debido principalmente a una caída de los ingresos por la menor actividad económica. Además, la inminencia de las elecciones presidenciales postergó la firma de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que recién se firmó en febrero de 2000, lo que pudo haber contribuido a retrasar la recuperación de la economía. Oferta y demanda agregada La demanda agregada registró una caída anual de 4 por ciento en 1999. A diferencia de otros episodios contractivos, en los que la debilidad de la demanda interna fue compensada con aumentos en las cantidades exportadas -como por ejemplo, durante la recesión que siguió a la crisis del Tequila-, las exportaciones a valores constantes se redujeron 1,1 por ciento durante 1999. Por otro lado, hubo una contracción de 7,6 por ciento anual en la inversión, caída bastante inferior a la registrada en el episodio recesivo que siguió a la crisis del Tequila. El consumo, cuyo comportamiento es menos sensible al ciclo económico que el de la inversión, se contrajo 3,4 por ciento anual en 1999. En cuanto a la oferta agregada, el producto interno bruto se redujo 3 por ciento en 1999, mientras que las importaciones fueron 11,2 por ciento menores a las registradas en 1998, debido a la menor actividad económica. En los sectores productores de bienes, el nivel I.98 II.98 III.98 Producto interno bruto Importaciones 6,4 16,7 6,7 14,6 3,3 7,3 -0,6 -3,3 3,9 8,4 Consumo Inversión interna bruta Exportaciones 4,9 18,6 9,3 5,7 10,4 15,9 2,7 4,4 11,7 -0,6 -3,9 2,8 3,1 6,6 10,1 7,6 7,5 3,8 -0,9 4,4 Oferta y demanda globales IV.98 Año 1998 I.99 II.99 III.99 IV.99 Año1999 -3,0 -4,9 -4,1 -11,2 -17,9 -11,1 0,1 -4,0 -3,0 -11,2 -2,5 -5,9 -11,4 -10,6 -0,3 -2,0 -4,9 -4,8 -6,1 -0,1 -3,9 4,7 -3,4 -7,6 -1,1 -5,0 -0,4 -4,0 -4,0 -6,4 Composición de la Demanda Agregada Variaciones porcentuales interanuales de las variables a precios de1993 Fuente: Ministerio de Economía BCRA 14 II. La economía argentina de actividad se contrajo 4,3 por ciento. La actividad manufacturera fue la que más se contrajo, con una caída anual de 6,9 por ciento. En los sectores productores de servicios, el nivel de actividad cayó 1,4% anual y el sector comercio fue el más contractivo, con una caída anual de 7,5 por ciento. Los efectos de la recesión se reflejaron sobre la tasa de desempleo, que era de 12,4 por ciento en octubre de 1998 y aumentó a 14,5 en mayo de 1999, manteniéndose en el mismo nivel en agosto y descendiendo levemente, a 13,8 por ciento en octubre. El aumento en la tasa de desempleo se debió en mayor medida a un aumento en la oferta laboral que a una menor demanda, ya que la tasa de actividad aumentó de 42,1 en octubre de 1998 a 42,7 por ciento en octubre de 1999 mientras la tasa de empleo apenas disminuyó de 36,9 por ciento a 36,8 por ciento (aunque hubo un descenso a 36,2 por ciento en agosto de 1999). El nivel de precios respondió a la menor actividad económica con caídas tanto en los precios al consumidor como en los precios mayoristas. Estos últimos arrastraban ya una sistemática caída desde mediados de 1996, debido a la tendencia declinante en los precios de los bienes básicos. Los precios al consumidor cayeron en promedio 1,1 por ciento en 1999 y los mayoristas en 3,7 por ciento, aunque la suba del precio del petróleo llevó a que en diciembre el índice de precios mayorista aumentara 2,2 por ciento interanual, luego de más de dos años de caída sostenida. Sector externo El déficit de la cuenta corriente registrado a lo largo de 1999 totalizó 12.155 millones de dólares, 14,8 por ciento menor al alcanzado durante el año anterior. Esto es fundamentalmente consecuencia de la pronunciada reducción del déficit en el balance de bienes, que pasó de un saldo de -3.117 millones de dólares en 1998 a uno de -829 millones en 1999. El ítem servicios reales fue deficitario por 3.970 millones de dólares, 358 millones menos que en el del año anterior. Por su parte, el saldo de las rentas de inversión fue de 7.847 millones de dólares, incrementándose de esta forma el déficit en 512 millones respecto Tasa de desocupacion (1) Tasa de desocupación: población desocupada como porcentaje de la población económica activa. (2) Tasa de empleo: población ocupada como porcentaje de la población total. (3) Tasa de actividad: población economicamente activa como porcentaje de la población total. Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos BCRA II. La economía argentina 15 a 1998, ya que el pago neto de intereses aumentó 809 millones de dólares mientras que las utilidades y dividendos netos girados al exterior cayeron 293 millones. Por último, las transferencias corrientes generaron una entrada de 492 millones de dólares, muy similar al flujo registrado el año anterior. Los ingresos netos de capital durante 1999 (incluyendo errores y omisiones) alcanzaron 13.355 millones de dólares, 4.353 millones de dólares menos que los registrados el año anterior. De esta forma, el déficit de cuenta corriente pudo ser cubierto totalmente por financiamiento externo, generándose incluso un incremento en las reservas internacionales de 1.201 millones de dólares. Los datos sobre el intercambio comercial de Argentina son una clara demostración del contexto recesivo local y regional que predominó en 1999. Durante el año, las exportaciones de bienes alcanzaron 23.318 millones de dólares, disminuyendo 11,8 por ciento con respecto al valor registrado en 1998. Las importaciones de bienes cayeron de una manera aún más pronunciada (-18,7 por ciento), pasando de 31.404 millones de dólares en 1998 a 25.538 millones de dólares en 1999. La caída del valor de las exportaciones se explica fundamentalmente por un descenso en los precios (-11 por ciento) ya que las cantidades registraron una pequeña caída (-1 por ciento). A su vez, la reducción de las importaciones es consecuencia de disminuciones de 6 por ciento en precios y de 13 por ciento en las cantidades, reflejando la contracción de la demanda interna. El comportamiento de las exportaciones desagregadas por grandes rubros muestra comportamientos bastante desparejos durante 1999: el valor exportado de los productos primarios cayó 20,6 por ciento, el de las manufacturas de origen industrial cayó 19,9 por ciento y el de las manufacturas de origen agropecuario disminuyó 6,2 por ciento. Las exportaciones de combustibles, por su parte, aumentaron 20,7 por ciento impulsadas por la fuerte recuperación del precio del petróleo a lo largo de 1999, consecuencia de la política de racionamiento de la producción llevada a cabo por los países de la OPEP (el precio del petróleo crudo WTI subió desde 12 dólares por barril en febrero de 1999 hasta 26,1 dólares por barril en diciembre). A lo largo de 1999 las importaciones desagregadas por grandes rubros muestran caídas en todos los rubros, alcanzándose en algunos casos magnitudes realmente considerables. Las Exportaciones por grandes rubros Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. BCRA 16 II. La economía argentina Importaciones por usos Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. importaciones de vehículos automotores disminuyeron 41 por ciento, las de piezas y accesorios para bienes de capital cayeron 29 por ciento, bienes de capital 17 por ciento, las de bienes intermedios 16 por ciento, las de combustibles y lubricantes 14 por ciento y las compras de bienes de consumo -que fueron las que menos se redujeron- 7 por ciento, reflejando su usual menor sensibilidad al ciclo. El intercambio comercial discriminado por zonas económicas también muestra un comportamiento muy dispar en el caso de las exportaciones y bastante más homogéneo en el de las importaciones. Las ventas a países del Mercosur diminuyeron 25 por ciento, mientras que las que se dirigen al NAFTA y a la Unión Europea crecieron 17 por ciento y 3 por ciento, respectivamente. En consecuencia, el Mercosur redujo su participación dentro del total de las exportaciones de 35,6 por ciento en 1998 a 30,2 por ciento en 1999. Para las importaciones, las variaciones verificadas son las siguientes: Mercosur, -21 por ciento, NAFTA, -20 por ciento y Unión Europea, -17 por ciento. La caída más pronunciada de los precios de las exportaciones respecto a los de las importaciones a lo largo de 1999 significó un deterioro de los términos de intercambio de 5,3 por ciento para Argentina. De hecho, si hubiesen prevalecido los mismos precios que se registraron durante 1998, las exportaciones habrían alcanzado 26.130 millones de dólares, mientras que las importaciones habrían totalizado 27.259 millones de dólares. De esta forma, el déficit comercial de 1999 hubiese sido de 1.129 millones de dólares, es decir, 1.092 millones de dólares menor al realmente verificado. La competitividad externa de la economía argentina, medida a través del tipo de cambio real, empeoró durante 1999. El tipo de cambio real promedio de 1999 de Argentina con respecto a sus seis principales socios comerciales (Brasil, Estados Unidos, Chile, Alemania, Japón e Italia), calculado en función de índices de precios mayoristas, muestra una apreciación real del peso argentino de 6,8 por ciento si se lo compara con el tipo de cambio real vigente a lo largo de 1998. La causa principal de esta apreciación de la moneda local, fue la devaluación del real iniciada en enero de 1999; la moneda brasileña se depreció 22,6 por ciento en términos reales con respecto al peso. Cabe aclarar que desde el mes de octubre se ha venido verificando una mejora del tipo de cambio real con Brasil (12 por ciento hasta BCRA II. La economía argentina 17 diciembre), resultado conjunto de una revalorización nominal de la moneda brasileña (10,2 por ciento) y de una mayor inflación en ese país con respecto a Argentina (1,8 por ciento). Sin embargo, esta mejora sólo logró compensar una parte de la depreciación nominal ocurrida en los primeros meses de 1999: el real se depreció 78 por ciento en términos nominales entre el 12 de enero y el 2 de marzo de 1999. De esta forma, hacia diciembre de 1999 el tipo de cambio real respecto a Brasil se había apreciado 17 por ciento con respecto al vigente un año atrás, pero mostraba una depreciación de 20 por ciento con respecto a febrero de 1999. Con respecto al dólar, en cambio, el peso se depreció en términos reales 5,8 por ciento, debido exclusivamente a la mayor inflación verificada en Estados Unidos. La comparación contra el yen también muestra una depreciación real del peso, en este caso del orden de 17 por ciento; este hecho se debe a la apreciación nominal que registró el yen respecto al dólar desde julio de 1999 (el 8 de julio de 1999 el tipo de cambio se encontraba en 122,5 yenes por dólar, mientras que el 31 de diciembre estaba en 102 yenes por dólar). Respecto al marco alemán, se evidencian cambios menos importantes: el peso se apreció nominalmente 4,2 por ciento y en términos reales 1,4 por ciento. Cabe mencionar que más allá de los movimientos que registre el tipo de cambio nominal, detrás de la competitividad externa subyace un factor de carácter más fundamental y de largo plazo, que es la productividad relativa de la economía nacional y su evolución con respecto al resto del mundo. En este sentido, la inversión en capital físico y humano, la capacidad de generar y asimilar tecnología más avanzada y la modernización de las prácticas administrativas juegan como determinantes fundamentales del desarrollo de la competitividad externa, junto con las remuneraciones reales de los agentes involucrados en la producción de bienes y servicios y los impuestos que deben pagarse para solventar los servicios gubernamentales. Todos estos factores se encuentran, a su vez, condicionados por la existencia de una marco macroeconómico estable y predecible, donde reglas de juego claras señalen a los actores económicos incentivos adecuados para el crecimiento genuino a largo plazo. Situación fiscal En 1999 las cuentas fiscales se vieron afectadas principalmente por la recesión, que impactó de manera directa sobre la recaudación. El déficit global -incluyendo el resultado del Banco Central- sin privatizaciones alcanzó 7.094.5 millones de pesos, casi 2.000 millones de pesos por encima de lo que establecía la meta pactada con el Fondo Monetario Internacional, aumentando de 1,3 por ciento del producto en 1998 a aproximadamente 2,4 por ciento en 1999. Si bien el superávit primario resultó mayor al de 1998 en 868 millones de pesos, se debe tener en cuenta que en 1999 hubo ingresos corrientes no tributarios de 2.270 millones de pesos por la venta de acciones residuales de Yacimientos Petrolíferos Fiscales y 1.230 millones de pesos por la concesión de la telefonía PCS. A su vez, el pago de intereses aumentó en 1.563 millones de pesos, llevando el resultado financiero del sector público nacional no financiero (incluyendo privatizaciones) a -4.768 millones de pesos. El déficit registrado fue mayor al del año anterior en 695 millones de pesos. La recaudación tributaria total cayó 4,8 por ciento interanual. Tanto la recaudación del impuesto al valor agregado como del impuesto a las ganancias disminuyeron en 1999: lo recaudado por ambos conceptos por la Dirección General Impositiva cayó 5,7 por ciento y BCRA 18 II. La economía argentina Déficit Fiscal Nacional sin privatizaciones Fuente: Ministerio de Economía. 1,8 por ciento, respectivamente, reflejando la caída del producto interno bruto. El impuesto al valor agregado recaudado por la Aduana cayó en 17,3 por ciento debido a menores importaciones. Por su parte, los ingresos de seguridad social cayeron 11 por ciento debido en su mayor parte a una reducción en el número de aportantes al sistema de reparto y a la rebaja en la alícuota de la contribución previsional vigente desde febrero de 1999. En el ámbito provincial también se observan importantes efectos de la recesión sobre la recaudación y las cuentas fiscales provinciales. El déficit consolidado de las 24 jurisdicciones alcanzó 3.700 millones de pesos en 1999, superando en 1.468 millones de pesos el déficit (sin privatizaciones) de 1998. Para el año 2000, el nuevo acuerdo stand-by a 3 años firmado con el Fondo Monetario Internacional establece una meta de 6.900 millones de pesos para el déficit consolidado, donde 4.700 millones de pesos es el límite de déficit para el sector público nacional no financiero (incluyendo al PAMI) y 2.200 millones de pesos se establece como una meta indicativa para los gobiernos provinciales. El acuerdo también establece metas de déficit Recaudación tributaria Fuente: Ministerio de Economía. BCRA II. La economía argentina 19 consolidado para los años siguientes hasta 2003, cuando debe alcanzarse un presupuesto equilibrado, tanto a nivel nacional como provincial. Si bien la meta para el déficit provincial es sólo indicativa, la meta de endeudamiento provincial es restrictiva y establece un límite de 2.000 millones de pesos para el año 2000. El gobierno nacional comenzó a trasladar parte de la responsabilidad fiscal hacia las provincias ofreciendo la refinanciación de las deudas provinciales a cambio de disciplina fiscal. 2. El mercado de capitales En 1999 los mercados de capitales, tanto locales como internacionales, continuaron caracterizándose por una alta volatilidad. En este contexto, la percepción del riesgo de la región se vio adversamente afectada En particular, el riesgo soberano argentino sufrió una importante suba, que también contribuyó adversamente al desenvolvimiento del sector real de la economía. Evolución de los mercados Los mercados de capitales respondieron a lo largo del año a factores de diversa índole. A mediados de enero de 1999 tras soportar una importante pérdida de reservas, el gobierno brasileño se vio obligado a dejar flotar libremente el tipo de cambio lo que condujo a una depreciación de su moneda. Esta medida tuvo un importante impacto en los mercados de capitales latinoamericanos y en especial en Argentina, su principal socio comercial. En un comienzo, la percepción de riesgo soberano y cambiario argentino se deterioró ampliamente. En menos de una semana estos riesgos llegaron a incrementarse en más de 500 y 800 puntos básicos, respectivamente. Sin embargo, hacia fines de enero el real se estabilizó y los indicadores del mercado local comenzaron a evidenciar una recuperación. Las primas de riesgo cambiario descendieron rápidamente a su nivel de fines de noviembre de 1998 (alrededor de 300 y 500 puntos básicos para las operaciones a un mes y a un año de plazo, respectivamente). Por su parte, la incertidumbre acerca de los posibles efectos de la devaluación del real sobre el nivel de actividad doméstico influyó en la percepción de riesgo soberano, que descendió con más lentitud. El período entre mediados de marzo y mediados de mayo fue altamente positivo para las economías de América Latina. La aparente estabilidad de los mercados atrajo a numerosos fondos extranjeros que decidieron tomar fuertes posiciones en la región. Los volúmenes operados en el mercado local por títulos y acciones -que en promedio rondaron 1.000 millones de pesos diarios- fueron los más altos desde la crisis rusa. Este período favorable se opacó a mediados de mayo cuando, ante ciertos síntomas de recalentamiento de la economía norteamericana, los inversores anticiparon una suba de las tasas de interés de referencia de la Reserva Federal. Ello repercutió sobre el riesgo soberano de los países emergentes, que subió en pocos días más de 200 puntos básicos. Los meses de julio y agosto fueron especialmente negativos para el mercado de capitales local. En esta ocasión, factores domésticos parecieron prevalecer. La proximidad de las elecciones presidenciales incrementó la incertidumbre y desincentivó aún más la inversión en activos financieros argentinos. La percepción de riesgo cambiario se incrementó BCRA BCRA 3.074 8.741 1.894 3.610 2.158 1.079 Fondos de Pensión Número de Aportantes (en millones) Valor de la Cartera (millones de pesos) Acciones Titulos Públicos Plazos Fijos Otros 3.303 9.956 2.318 3.992 2.546 1.100 204 5.903 501 1.899 2.734 769 148.296 3.275 9.963 2.111 4.272 2.319 1.261 227 6.186 413 1.647 3.481 645 163.037 142 n.d. 350 5.345 1.996 6.722 43.247 57.438 76.236 8.212 68.024 128 50.402 9.071 550 3.326 9.959 1.848 4.735 2.167 1.209 233 5.707 301 1.186 3.714 505 161.130 145 4.177 348 2.426 1.935 5.417 40.675 55.477 78.542 8.181 70.361 127 45.041 8.224 380 III.98 3.459 11.351 2.116 5.531 2.170 1.534 234 6.865 318 1.106 4.982 458 146.845 144 4.669 277 4.114 696 5.216 42.302 34.533 81.506 7.800 73.706 131 45.292 5.741 430 IV.98 3.522 12.268 2.174 5.998 2.291 1.805 234 7.984 325 964 6.254 441 151.676 147 5.534 248 5.278 1.065 5.145 45.619 36.721 83.954 7.660 76.294 129 46.199 4.158 419 I.99 Fuente: Comisión Nacional de Valores, Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión, Superintendencia de AFJP, Ministerio de Economía, BCRA. (1) Corresponde a obligaciones negociables a lo largo del período. (2) Los datos corresponden únicamente a los fondos inscriptos en la Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión. Los volúmenes negociados corresponden a los montos operados a lo largo del año en la BCBA y el MAE. En el caso del MAE contienen ventas totales + cartera propia. 199 5.347 484 2.039 2.074 750 133.139 Fondos Comunes de Inversión (2) Cantidad Patrimonio Neto (millones de pesos) Renta Variable Renta Fija Plazo Fijo y Dinero Otros Entidades Financieras Activo (millones de pesos) 6.784 44.316 58.916 6.976 40.659 407.104 132 n.d. 201 2.582 2.264 74.187 8.235 65.952 73.553 9.500 64.054 123 n.d. 1.350 11.205 7.692 128 60.196 9.157 710 II.98 3.366 13.595 2.403 6.694 2.516 1.982 228 7.738 343 891 6.072 432 154.896 158 5.501 300 5.067 656 4.882 47.527 55.559 86.500 6.700 79.800 126 52.714 3.598 499 II.99 3.577 15.128 2.912 7.365 2.951 1.900 224 7.112 354 781 5.567 410 158.083 133 5.352 313 5.161 n.d. 4.652 48.682 51.556 88.396 6.574 81.822 124 52.824 2.362 534 III.99 Fin de mes 129 58.983 41.188 688 I.98 3.483 16.624 3.449 8.141 2.597 2.437 222 7.081 421 755 5.488 417 153.166 130 5.569 261 1.036 n.d. 4.807 49.718 43.366 89.978 6.390 83.588 125 83.879 2.566 550 IV.99 Indicadores del mercado de capitales Obligaciones Negociables Número de compañías Capitalización de Mercado (millones de pesos) Volumen Negociado (millones de pesos) Programas autorizados (millones de pesos) (1) Montos Colocados Acciones Número de compañías Capitalización de Mercado (millones de pesos) Volumen Negociado (millones de pesos) Merval (índice) Títulos y Bonos del Sector Público (millones de pesos) Valor Nominal En moneda local En moneda extranjera Capitalización de Mercado En moneda local En moneda extranjera Volumen Negociado 1997 20 II. La economía argentina II. La economía argentina 21 notablemente en aquellos plazos que vencían luego del recambio presidencial y el país perdió toda la diferenciación en términos de riesgo soberano que había ganado con respecto a otros países emergentes luego de la crisis rusa. Este efecto se fue desvaneciendo a medida que se iban conociendo los resultados de las encuestas y aún más luego de que el nuevo presidente fue electo. Entre principios de septiembre y fines de diciembre el riesgo soberano cayó 300 puntos básicos y las cotizaciones de títulos y acciones recuperaron alrededor de 10 por ciento de su valor. El efecto año 2000 afectó principalmente a las tasas de interés ofrecidas por el sistema financiero local, mientras que los mercados de deuda y acciones no se vieron mayormente afectados, excepto por un bajo volumen de negocios. Mercado de bonos y riesgo soberano El riesgo soberano2 de Argentina finalizó 1999 en 660 puntos básicos, alrededor de 145 puntos básicos por debajo del nivel de diciembre de 1998. La incertidumbre generada en torno a las elecciones presidenciales trajo consigo una pérdida de la diferenciación que se había conseguido con respecto al resto de los países de América Latina a partir de la crisis rusa. Si bien parte de esta diferenciación se recuperó temporalmente entre fines de agosto y principios de noviembre a raíz del deterioro de la situación económica de algunos países latinoamericanos3 , volvió a disminuir a medida que ésta se fue estabilizando. Por su parte, la prima de riesgo cambiario finalizó 1999 en niveles similares a los registrados al culminar el año anterior. El rendimiento implícito del futuro sobre el peso (Non-deliverable forward, NDF) en relación con la tasa Libor se ubicó en un rango de 2 a 4 por ciento anual para los distintos plazos. Sin embargo, hubo dos períodos en los cuales la prima de riesgo cambiario alcanzó niveles sumamente elevados. El primero fue durante la crisis brasileña cuando el rendimiento implícito del futuro sobre el peso superó 10 por ciento Diferenciación de riesgos Spread sobre US Treasury Bond del índice EMBI Medido por el índice EMBI, publicado por J.P. Morgan. Entre otros problemas se podría mencionar: la cesación del pago de intereses de los bonos Brady Discount en Ecuador, con la posterior extensión de la moratoria a todos sus bonos Brady y eurobonos y la reestructuración de su deuda interna; el abandono del régimen de bandas cambiarias en Chile y Colombia, con la consecuente depreciación de sus monedas; y la mayor depreciación de real ante la falta de aprobación de medidas necesarias por parte del congreso. 2 3 BCRA 22 II. La economía argentina Percepción del riesgo cambiario anual para todos los plazos, recuperando su nivel previo pocas semanas después ante la estabilización del real. El segundo tuvo lugar entre mayo y octubre. En un principio se produjo un incremento en los rendimientos requeridos, especialmente en los plazos cuya madurez excedía el día de recambio presidencial, ampliándose notablemente el diferencial entre las operaciones a un mes y a un año de plazo. A comienzos de octubre, ante la proximidad de las elecciones, los rendimientos requeridos para operaciones a más corto plazo subieron abruptamente, llegándose a evidenciar curvas de rendimientos invertidas. Inmediatamente después de conocerse el resultado de los sufragios, la percepción de riesgo cambiario comenzó a descender. A su vez, la suba que registró la tasa Libor a causa del efecto año 2000 también favoreció la baja de los spreads implícitos requeridos. Los títulos públicos fueron afectados por la volatilidad de los mercados en un entorno de bajos volúmenes negociados. Los bonos Brady FRB y Discount finalizaron el año con un alza de 6,5 por ciento, mientras el PAR cayó alrededor de 8,5 por ciento. El diferente comportamiento de éste último radica en que sus cupones son a tasa de interés fija, lo cual significa una desventaja ante los aumentos en las tasas internacionales. Los bonos globales en dólares mostraron un comportamiento dispar pero en general no sufrieron grandes Volumen negociado BCRA II. La economía argentina 23 variaciones. Aquellos con vencimiento en los años 2001, 2003, 2006 y 2027 evidenciaron subas cercanas a 1 por ciento, mientras los que vencen en el 2005, 2007 y 2017 cayeron 5, 3 y 1 por ciento, respectivamente. Mercado accionario Se produjo una nueva caída en los volúmenes operados en el mercado accionario local. Durante 1999 se negoció un volumen promedio de 1.100 millones de pesos mensuales, frente a 2.700 millones de pesos en 1998 y 3.400 millones de pesos en 1997. Uno de los efectos de la crisis internacional sobre la economía local fue el menor crecimiento de las corporaciones, que se reflejó en una importante merma en las cotizaciones de las acciones. A principios de 1999, luego de la devaluación del real, los índices de acciones del mercado local se encontraban en niveles cercanos a los mínimos registrados durante la crisis rusa. A partir de ese momento, los precios de las acciones crecieron en forma prácticamente constante debido a las mejores perspectivas de crecimiento de la economía para el año siguiente. Desde comienzos de la crisis internacional la evolución del precio de las acciones de las empresas con mayor capitalización del mercado (medida por el índice Burcap) tuvo claramente un mejor desempeño que la de aquéllas con mayor volumen de negocios (medida por el índice Merval). Mientras que en el período entre julio de 1997 y diciembre de 1999 el índice Burcap creció casi 1 por ciento, el índice Merval cayó 32 por ciento. Sin embargo, si se toma como referencia únicamente el último año ambos evidenciaron un comportamiento similar, creciendo aproximadamente 27 por ciento en el año. Por su parte, las acciones del sector bancario evidenciaron menores ganancias, creciendo tan sólo 12 por ciento en 1999. Cabe agregar que el mercado accionario fue impulsado entre los meses de abril y junio de 1999 por el lanzamiento de la oferta de Repsol por acciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales S.A. La operación finalmente se efectuó el 28 de junio a través de una oferta pública de adquisición por un monto total de 13.158 millones de dólares. La empresa española compró 83 por ciento de las acciones de la empresa a 44,78 dólares por acción. Ello sumado al 15 por ciento que había adquirido al Estado Nacional en enero, dejaron a Repsol con 98 por ciento de la petrolera. Según la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, aproximadamente Indices de acciones BCRA 24 II. La economía argentina 3.200 millones de dólares fueron abonados localmente, al Estado Nacional (800 millones de dólares), a las provincias de Mendoza, Santa Cruz y Chubut (1.000 millones de dólares), a las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (390 millones de dólares) y a otros inversores privados. Cabe mencionar que la mayor parte de estos fondos no retornaron al mercado bursátil y que el mayor efecto de esta operación se manifestó en un aumento de depósitos de las entidades financieras. En el mes de noviembre, con el objetivo de devolver algo de liquidez al mercado local4 , comenzó a cotizar la empresa española Repsol-YPF, que ya cotiza en los mercados bursátiles de Madrid y New York. Inversores institucionales Los activos de inversión de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), los fondos comunes de inversión y las compañías de seguros continuaron mostrando un crecimiento importante: durante 1999 se incrementaron en 30 por ciento (6.600 millones de pesos). Casi la mitad de las nuevas inversiones se dirigieron hacia títulos públicos, mientras que alrededor de 30 por ciento fue a depósitos bancarios y 20 por ciento hacia el mercado accionario. El valor de los fondos de jubilaciones y pensiones continuó mostrando un alto crecimiento en el año, con una suba de 46 por ciento, es decir, casi 5.300 millones de pesos. Este aumento se descompone en 3.000 millones de pesos producto de mayores ingresos que egresos y 2.300 millones de pesos producto de la rentabilidad del período. Por su parte, la cartera de inversiones no sufrió mayores cambios. La mitad de los 16.800 millones de pesos que administran permanecieron invertidos en títulos públicos, mientras que respecto al resto de las inversiones sólo se verificó, ante la mayor estabilidad de los mercados en los últimos meses del año, una leve sustitución de alrededor de 3 puntos porcentuales de certificados a plazo fijo por acciones. El patrimonio neto de los fondos comunes de inversión fue de 7.100 millones de pesos a fin de 1999, mostrando un crecimiento de tan sólo 200 millones (3 por ciento) con respecto al año anterior. Tal como viene sucediendo desde los inicios de la crisis financiera internacional, los fondos que invierten en acciones y títulos públicos siguieron perdiendo Cartera conjunta de las AFJP, los FCI y las Cías. de Seguros 4 La acción de YPF era hasta junio de 1999 la acción con mayor volumen de negocios en el mercado local. BCRA II. La economía argentina 25 cuotapartes. De todas formas, el bajo crecimiento de los fondos comunes de inversión se debió principalmente al menor dinamismo de los fondos de plazo fijo y dinero que representan 78 por ciento del total de fondos, esto es, 5 puntos porcentuales más que en 1998. Tras haber subido durante los primeros meses de 1999, estos fondos sufrieron una importante caída de 1.100 millones de pesos producto del rescate de 12 por ciento de las cuotapartes. Entre las posibles causas de este efecto se pueden mencionar: el pago del impuesto a las ganancias al que debieron hacer frente las empresas en mayo, acentuado por la incorporación del impuesto a la ganancia mínima presunta; y el cambio de regulación que entró en vigor el 31 de julio, que dispuso que 20 por ciento del patrimonio neto total de los fondos comunes de inversión de dinero y plazo fijo debe estar invertido en colocaciones a la vista5. Esta última medida, si bien reduce el riesgo de liquidez de este tipo de fondos comunes, da lugar a una menor rentabilidad para los inversores, en especial ante el incremento en las tasas de interés que tuvo lugar en los últimos meses del año por el problema del año 2000, lo que podría haber inducido a los inversores a invertir directamente en depósitos a plazo fijo bancarios. Por su parte, los activos de inversión de las compañías de seguros crecieron alrededor de 1.100 millones de pesos (22 por ciento) en 1999. Los fondos totales que administran (6.000 millones de pesos) se encuentran invertidos principalmente en títulos públicos (45 por ciento) y depósitos a plazo (34 por ciento). A lo largo del año, las inversiones en estos dos tipos de activos se fueron incrementando en detrimento de las tenencias de acciones con cotización en el mercado y de cuotapartes de fondos comunes de inversión. 3. Principales desarrollos monetarios Durante 1999 el sistema financiero argentino debió confrontar el impacto potencial de diversos sucesos, tales como la crisis de Brasil a comienzos de año, las elecciones presidenciales en octubre y el problema del año 2000 en diciembre. La incertidumbre que en general generan estos tipos de sucesos afecta la normal evolución de las variables monetarias, e incluso, en el peor de los casos, puede inducir a los agentes económicos a retirar sus fondos del sistema financiero. Sin embargo, a pesar del contexto adverso en que debieron desenvolverse, las variables monetarias respondieron favorablemente, aunque lógicamente su crecimiento resultó más pausado que en años anteriores. Recursos monetarios Durante 1999 los recursos monetarios del sector privado (M3*) crecieron 3,4 por ciento alcanzando 85.600 millones de pesos a fin de diciembre de 1999. Este crecimiento, claramente menor al de los últimos años, implicó, sin embargo, una importante monetización de la economía argentina dada la contracción del producto. En este sentido, la relación entre los recursos monetarios y el producto interno bruto se incrementó en más de tres puntos porcentuales en el año, alcanzando aproximadamente 32 por ciento. En términos de los recursos monetarios, se puede mencionar que los presagios de situaciones conflictivas a lo largo del año no se cumplieron. La crisis en Brasil, lejos de traducirse en pérdida de depósitos implicó entrada de capitales al sistema financiero. Por su parte, la transición política se realizó en forma ordenada lo que llevó a que las variables 5 Una descripción más detallada de esta medida asi como sus objetivos y cronogramas de implementación se presenta en la sección 2 del Capítulo III, en el item Fondos Comunes de Inversiones. BCRA BCRA -481 -633 2.967 -38 -309 2.124 -230 -25 205 6.524 12.647 49.720 2.230 27.776 43.345 7.258 90.265 83.007 30,56 27.857 44.679 8.067 92.184 84.117 29,22 7.033 12.936 49.949 2.618 11.581 80.603 72.536 24.752 31.762 81 1.334 808 1.919 1.110 509 289 229 388 -305 2.224 1.415 -544 -60 *Incluye con signo positivo el stock de Títulos Públicos denominados en dólares involucrados en operaciones de pases pasivos. -1.610 1.585 1.815 -1.228 25.296 11.886 78.379 71.121 -190 27.232 46.308 7.208 92.349 85.141 29,71 6.600 13.523 50.763 2.655 11.600 80.749 73.541 23.436 32.200 438 -625 1.629 -858 165 1.024 -433 587 814 37 19 146 1.004 -1.317 Trimestre III 1999 Nivel Flujo 26.687 44.889 7.086 92.383 85.297 29,35 6.478 12.959 49.676 2.463 13.721 78.662 71.576 27.831 33.589 -545 -1.419 -122 34 156 -122 -563 -1.087 -193 2.121 -2.087 -1.965 4.395 1.389 Trimestre IV 1999 Nivel Flujo En millones de pesos 31.822 Trimestre II 1999 Nivel Flujo Recursos monetarios y sus fuentes de creación Billetes y monedas Depósitos totales Depósitos privados Por tipo Cuenta corriente Caja de ahorros Plazo fijo Otros Por moneda Moneda nacional Moneda extranjera Depósitos del sector público Recursos monetarios totales Recursos monetarios privados Recursos monetarios / PIB Reservas Internacionales del sistema financiero Reservas Internacionales en el BCRA* Trimestre I 1999 Nivel Flujo 26 II. La economía argentina II. La economía argentina 27 monetarias no evidenciaran importantes movimientos, mientras que el problema del año 2000 afectó a los depósitos aunque en proporciones muy lejanas a las que se podrían considerar críticas. Bajo estas circunstancias, los depósitos del sector privado no financiero aumentaron 2.540 millones de pesos (3,7 por ciento) en el año y ascendieron a 71.850 millones de pesos a fin de diciembre de 1999. Este crecimiento, si bien es menor al observado en años anteriores, es importante dado el contexto macroeconómico adverso en que se desarrolló. Las colocaciones a plazo fijo explican el total del aumento de los depósitos privados. El crecimiento de los depósitos a plazo fijo se produjo fundamentalmente durante el primer trimestre y está asociado a la entrada de capitales, especialmente la registrada durante enero. A lo largo del segundo trimestre, se observa un estancamiento en la evolución de este tipo de colocaciones que vuelven a crecer los últimos días de junio de 1999. En este caso, la importante entrada de capitales que significó la venta de acciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales S.A. a Repsol se tradujo en un fuerte aumento de depósitos. Se considera que alrededor de una tercera parte de los fondos que ingresaron por esta operación se quedaron en el sistema financiero (alrededor de 1.000 millones de pesos). Posteriormente, las colocaciones a plazo volvieron a estancarse entre julio y septiembre, aumentaron en octubre y terminaron cayendo en diciembre. En diciembre de 1999, los depósitos a plazo se redujeron 1.200 millones de pesos. Este fenómeno, que no se había producido en años anteriores, era previsible en el contexto del problema del año 2000. Uno de los escenarios posibles que se preveían para el fin de año consistía en que las expectativas adversas de los agentes económicos sobre el grado de respuesta del sistema financiero al problema informático que representaba el inicio del año 2000, se traduciría en una fuerte búsqueda de liquidez, en especial en los últimos días del año, que llevaría a un retiro masivo de fondos del sistema financiero, generando un serio problema de liquidez para las entidades. La realidad mostró una constante caída de depósitos a plazo desde mediados de noviembre. En un principio, la caída de las colocaciones a plazo fue compensada por el aumento en los depósitos a la vista. Pero, a partir de la segunda quincena de diciembre, los depósitos a plazo fijo continuaron cayendo y se detuvo el aumento de los depósitos a la vista, hasta que finalmente, durante la última semana del mes Depósitos totales del sector privado BCRA 28 II. La economía argentina Dolarización de los depósitos a plazo fijo se incrementó el retiro de fondos, aunque exclusivamente de cuentas a la vista. De todas formas, se debe subrayar que, la caída de depósitos durante el último mes del año, si bien fue importante, 2,9 por ciento, estuvo lejos de ser crítica (considerando cifras en promedio, rondó en apenas uno por ciento). El proceso de dolarización de los depósitos continuó durante 1999. Es interesante observar que la reacción de los agentes económicos, ante aumentos en la incertidumbre generados por los diferentes shocks exógenos, es “dolarizarse” pero permaneciendo en el sistema. Este comportamiento, refuerza el argumento a favor de la confianza en el sistema financiero argentino. De esta forma, la participación de los depósitos a plazo fijo en dólares respecto al total se incrementó más de tres puntos porcentuales en los últimos dos años, promediando 75 por ciento en 1999. Al analizar la evolución de los depósitos también es importante considerar el comportamiento de inversores institucionales como los fondos comunes de inversión de plazo fijo y money markets y los fondos de jubilaciones y pensiones. Los depósitos de los fondos comunes de inversión de plazo fijo y money markets presentaron una evolución dispar a lo largo del año. Durante los seis primeros meses de 1999, 32 por ciento del aumento de las colocaciones a plazo se canalizó a través de este tipo de instituciones. Es así que sus depósitos a plazo fijo se incrementaron 1.000 millones de pesos (20 por ciento) y llegaron a representar en junio de 1999, 12 por ciento del total de este tipo de colocaciones (3,5 puntos porcentuales más que en junio de 1998). A partir del 31 de julio comenzó a regir el cambio en las normas que rigen a los fondos comunes de inversión, ya descrito en la sección anterior. Esta modificación, que afectó principalmente a los fondos de plazo fijo y los money markets , se tradujo en un aumento de sus depósitos en caja de ahorros, por aproximadamente 1.000 millones de pesos, mientras se redujeron sus colocaciones a plazo fijo. Finalmente, desde mediados de noviembre se observó un cambio en la política de liquidez de los fondos comunes de inversión, que prefirieron mantener una mayor proporción de su cartera en activos líquidos ante la problemática del año 2000. En consecuencia, se realizaron traspasos de depósitos a plazo a depósitos a la vista por montos estimados en 400 millones de pesos. Los fondos de jubilaciones y pensiones mostraron un comportamiento diferente. Durante 1999, los depósitos a plazo fijo de estas instituciones se incrementaron en 430 BCRA II. La economía argentina 29 millones de pesos (19,7 por ciento) llegando a representar 5 por ciento del total de los depósitos a plazo fijo privados. Casi la totalidad del crecimiento se produjo a fin de junio cuando utilizaron el resultado de la venta de acciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales S.A. que poseían para realizar colocaciones a plazo. En general, los fondos de jubilaciones y pensiones no renovaron las inversiones a plazo de rendimiento variable y prefirieron realizar colocaciones a plazo de rendimiento fijo. El circulante en poder del público, si bien creció 1,9 por ciento en el año, hasta diciembre presentó caídas interanuales. Este diferente comportamiento que se produjo a lo largo del año se basa en dos aspectos. En primer lugar, el continuo proceso de bancarización implicó la utilización por parte de un mayor número de personas de los servicios bancarios y se reflejó en una constante reducción de la participación del circulante en poder del público en los recursos monetarios totales (considerando el promedio de los doce meses, la participación del circulante en poder del público en los recursos monetarios totales se redujo más de 3 puntos porcentuales en los últimos dos años). El otro aspecto que afectó el comportamiento del circulante fue las expectativas que generó el problema del año 2000 en los agentes económicos, que provocó una demanda adicional de liquidez. Los medios de pago del sector privado en pesos (M2) disminuyeron 2,4 por ciento durante 1999 y de esta forma, continuó la reducción de su participación en los recursos monetarios. En este sentido, la relación entre M2 y M3* promedió 32 por ciento en el año, tres puntos porcentuales menos que en 1998. En este comportamiento influyó el contexto recesivo de la economía argentina durante 1999. Todos estos desarrollos determinaron un crecimiento de 4,9 por ciento de las reservas internacionales del sistema financiero -reservas internacionales del Banco Central más integración de requisitos de liquidez en el exterior-, que al 31 de diciembre de 1999 alcanzaron 33.589 millones de pesos. Tasas de interés La evolución de las tasas de interés a lo largo del año resultó influenciada por diversos motivos tanto exógenos como endógenos al sistema financiero. Durante el primer semestre, Tasas de interés y riesgo país BCRA 30 II. La economía argentina el comportamiento de las tasas de interés estuvo asociado básicamente a los vaivenes de la situación financiera internacional. En los primeros días del año, el aumento del riesgo soberano producto de la devaluación en Brasil se tradujo en un fuerte incremento de las tasas de interés locales que comenzaron a reducirse a partir de febrero. Hasta mayo se observó una clara tendencia decreciente de las tasas de interés, interrumpida abruptamente por la suba de los riesgos soberano y cambiario. A partir del tercer trimestre, la evolución de las tasas de interés se asoció más fuertemente a factores internos. En este sentido, los cambios en la liquidez del mercado, las expectativas ante las elecciones presidenciales y la situación del sistema financiero para enfrentar la problemática del año 2000, impactaron en las tasas de interés durante los últimos meses del año. Las tasas de interés por depósitos a plazo fijo promediaron en el año 8,0 por ciento y 6,4 por ciento para operaciones en pesos y dólares, respectivamente. Luego del fuerte incremento que evidenciaron en enero, descendieron rápidamente y en abril se situaron en los niveles más bajos de los últimos años. A partir de la segunda quincena de mayo, las tasas de interés por depósitos volvieron a aumentar de manera significativa, en especial, las correspondientes a depósitos de más de un millón de pesos a plazos superiores a 60 días, que llegaron casi a duplicar las tasas de interés en pesos para depósitos de menor tamaño y plazo. Este comportamiento se puede atribuir, entre otros motivos, a la actitud de ciertas entidades que trataban de fondear con depósitos de largo plazo, la compra de dólares al contado de modo de poder tener cobertura sobre operaciones de venta de dólar futuro. Las tasas de interés por depósitos se mantuvieron en niveles elevados durante el cuarto trimestre del año y en diciembre, alcanzaron los registros más altos del año. Cabe señalar que las tasas de interés por depósitos en cajas de ahorro, que suelen permanecer relativamente estables a lo largo del tiempo, evidenciaron un aumento significativo en diciembre: alrededor de 0,4 puntos porcentuales respecto a los meses anteriores tanto para las operaciones en pesos como en dólares. La explicación de este comportamiento se encuentra en la mayor participación en ese mes de depósitos de fondos comunes, que reciben una remuneración sustancialmente más alta que el resto. Las tasas de interés por préstamos al sector privado, si bien manifestaron alguna diferencia en su evolución según el tipo de operatoria, no resultaron ajenas al desarrollo comentado para el resto de las tasas de interés. Considerando las operaciones en pesos y dólares en conjunto, las tasas de interés resultaron superiores en promedio en 1999 respecto al año anterior, excepto las correspondientes a préstamos personales (incluyen operaciones vinculadas al financiamiento a través de tarjetas de crédito) que continuaron evidenciando una tendencia decreciente. Las tasas de interés por préstamos a corto plazo entre entidades financieras reflejaron las condiciones de liquidez del mercado monetario y promediaron en el período considerado 7,0 por ciento y 6,1 por ciento para operaciones en pesos y dólares, respectivamente. A lo largo del año, las tasas de interés correspondientes a este tipo de operatoria combinaron períodos en los que los niveles observados resultaron los más bajos de los últimos años con aumentos en sus niveles en enero, mayo, octubre y diciembre. Estas variaciones se relacionaron con los sucesos mencionados anteriormente, como la crisis de Brasil, las elecciones presidenciales y el efecto año 2000. BCRA II. La economía argentina 31 Indicador de liquidez sistémica Programa contingente de pases El programa contingente de pases fue firmado en diciembre de 1996 con un grupo de instituciones financieras internacionales -a diciembre de 1999 sumaban 16- y tiene por objetivo dotar al sistema de liquidez a partir de ciertos activos que las entidades financieras mantienen habitualmente en sus carteras, en el caso en que el sector financiero enfrente un problema de liquidez sistémica. De acuerdo con este programa, el Banco Central tiene la opción de realizar operaciones de pase pasivo con títulos del Gobierno Nacional y letras hipotecarias emitidas según Ley 24.441, ambos denominados en dólares. En caso de ejercerse la opción, el Banco Central recompraría, al vencimiento de la operación, los activos por un valor igual al precio de venta más una prima que considera la tasa de interés Libor y un cargo adicional promedio de 207 puntos básicos. Se prevé que el programa sea ampliado incluyendo otros activos subyacentes tales como préstamos otorgados por las instituciones financieras a las provincias con garantía de coparticipación federal de impuestos y préstamos con prendas sobre automotores. A mediados de 1999, el programa fue notablemente fortalecido con el aporte realizado por el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, que otorgaron sendas líneas de préstamos contingentes de 500 millones de dólares cada una. Los recursos de estos préstamos sólo pueden ser desembolsados cuando se ejecute la facilidad y están destinados a cubrir los márgenes de garantías (margin calls). Actualmente, los recursos totales del programa -incluyendo los correspondientes al Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo- proveen liquidez por 7.450 millones de dólares. El fortalecimiento del programa contingente de pases contribuye a aumentar la seguridad del sistema bancario reduciendo el riesgo para sus participantes. De esta manera, también se generan incentivos adicionales para aumentar el número de instituciones financieras internacionales participantes en el programa, lo cual es imprescindible, en la medida que los depósitos sigan creciendo, para lograr cubrir un porcentaje objetivo aproximadamente, entre 8 por ciento y 10 por ciento- de los depósitos del sistema. BCRA 32 II. La economía argentina El objetivo primordial del programa es generar un fuerte efecto disuasivo frente a potenciales retiros de depósitos, en su carácter de seguro de liquidez, proporcionando confianza a los mercados. La posibilidad de que sea ejecutado es remota, porque está diseñado para actuar como última línea de defensa ante crisis financieras muy graves, superiores al “Tequila”, en virtud de que los primeros recursos en ser liberados serían los requisitos de liquidez y las reservas excedentes del Banco Central. En este sentido, la suma de los tres componentes de la liquidez del sistema financiero argentino representaron poco menos de 40 por ciento del total de depósitos a diciembre de 1999. 4. Sistema bancario Introducción El alto grado de solvencia y liquidez del sistema financiero permitieron conservar la confianza de los inversores, evitando así que el sector se transformase en un agente amplificador de las condiciones de incertidumbre imperantes durante el período. A pesar del menor ritmo de crecimiento agregado del nivel de intermediación financiera, el proceso de consolidación del sector bancario no se detuvo durante el período bajo consideración. El número de entidades financieras se redujo significativamente y la participación de las primeras 20 entidades en el total de activos del sector continuó creciendo, pasando de 79 por ciento en diciembre de 1998 a 83 por ciento en diciembre de 1999. Este proceso de cambio estructural de la banca prosiguió su desarrollo en un ambiente de creciente competencia motivando una fuerte presión sobre los precios de los servicios ofrecidos por la banca y generado como consecuencia una mayor disciplina de costos. Otra manifestación del contexto económico adverso durante el período bajo consideración, fue el deterioro registrado por la calidad de la cartera crediticia de las entidades. Este desarrollo, a pesar del avance en el manejo del riesgo crediticio y de las reacciones de política por parte de las entidades, impactó significativamente en la rentabilidad de las entidades. Cabe destacar, sin embargo, que la menor rentabilidad de 1999 no afectó el grado de solvencia del sector bancario, que se mantuvo en niveles muy por encima de los recomendados internacionalmente. Activo del sector bancario BCRA II. La economía argentina 33 Situación patrimonial En el marco de una economía con una sensible disminución de su nivel de actividad, el sector bancario finalizó 1999 registrando un leve crecimiento. El activo neteado y consolidado5 del conjunto de las entidades financieras creció 2,3 por ciento en el año. Conforme la evolución de las distintas etapas de la crisis, el sector fue observando una clara desaceleración en el crecimiento de su nivel de intermediación desde el segundo semestre de 1998. En este sentido, el incremento del activo neteado y consolidado del sector bancario fue de 20 por ciento y 11,5 por ciento en 1997 y 1998, respectivamente. A la par del menor crecimiento, se observaron algunos cambios importantes en la composición de las colocaciones y el fondeo. Por un lado, el sector bancario registró fuertes incrementos en la tenencia de activos líquidos y en la tenencia de deuda del sector público. Estos desarrollos recogieron tanto cambios normativos como los efectos de un comportamiento más prudente por parte de las entidades y conservador por parte de los consumidores de servicios financieros (ante el contexto de mayor incertidumbre sobre la evolución de la macroeconomía) y de fuertes necesidades de financiamiento del sector público. Por otro lado, considerando los cambios en el financiamiento del sector y ante la importante desaceleración del ritmo de crecimiento de los depósitos, se destacó la evolución del fondeo externo. Dic-98 Dic-99 Variación en porcentaje en millones de pesos Activos totales 118.405 121.105 2.700 2,3 Activos líquidos 26.663 28.761 2.099 7,9 Préstamos al sector no financiero (1) 78.329 78.331 2 0,0 Sector público 9.316 11.991 2.675 28,7 Sector privado 69.013 66.340 -2.673 -3,9 -5.485 -5.999 -513 9,4 Previsiones por préstamos Otros créditos por intermediación financiera 5.748 6.956 1.208 21,0 Otros activos 13.150 13.055 -95 -0,7 Pasivos totales 102.138 105.116 2.978 2,9 Depósitos del sector no financiero (1) 78.718 80.680 1.962 2,5 Otras obligaciones por intermediación financiera 19.346 19.289 -56 -0,3 Obligaciones negociables 5.288 5.087 -200 -3,8 Líneas de préstamos del exterior 8.991 10.279 1.288 14,3 Obligaciones subordinadas 1.414 2.206 791 56,0 Otros pasivos 2.660 2.941 281 10,6 16.267 15.989 -278 -1,7 Patrimonio neto Principales cambios en el balance consolidado Diciembre de 1998 y diciembre de 1999 (1) No incluye intereses devengados y ajustes. Nota: El balance neteado y consolidado del sector se obtiene al deducir las duplicaciones contables introducidas al registrar las operaciones de pase y compra-venta a plazo y al contado a liquidar y las operaciones entre las entidades. Algunas cifras fueron corregidas - respecto de las que surgen directamente de los estados contables - para evitar el efecto de cambios introducidos durante el perodo en la metodología de registración. 5 Es decir, neteando del activo total la duplicación contable introducida por la registración de operaciones de pase y compra-venta a término y contado a liquidar de activos financieros, y consolidando las operaciones entre entidades financieras. BCRA 34 II. La economía argentina Analizando los activos del sector bancario, se observa que los activos líquidos6 aumentaron casi 2.100 millones de pesos (8 por ciento) entre diciembre de 1998 y diciembre de 1999. Este incremento se explicó fundamentalmente por aumentos significativos en la integración de requisitos de liquidez y la tenencia de títulos públicos. El incremento de la integración de requisitos de liquidez (1.400 millones de pesos, es decir, 10 por ciento) fue consecuencia del aumento de los depósitos y de un conjunto de cambios transitorios en la norma al comienzo y final del período7. Con relación a la evolución de la tenencia de títulos públicos, que creció 1.200 millones de pesos (18 por ciento) durante 1999, se registró un importante aumento del monto de títulos mantenidos en cuenta de inversión, parcialmente compensado por una disminución de la cartera para operaciones de compra-venta o intermediación. Durante 1999 se registró una transferencia de préstamos a fondos fiduciarios -en gran parte, consecuencia de la reestructuración de varias entidades en el primer semestre del añosobre los que algunas entidades del sistema poseen derechos de propiedad. Este fenómeno tuvo un impacto negativo sobre el monto del rubro “Préstamos” reportados en el balance agregado del sector. Si se incluyese el monto de los créditos transferidos a fideicomisos, la cartera de préstamos al sector no financiero mostraría un leve incremento de aproximadamente 2,6 por ciento en 1999, en lugar del virtual estancamiento que se observa al comparar directamente los balances consolidados a principio y a fin del período. La ausencia de variación en el agregado de los préstamos al sector no financiero -esto es, sólo considerando los datos reportados en balance- se debió a un fuerte incremento de 2.700 millones de pesos (es decir, un crecimiento de 29 por ciento) en los préstamos otorgados al sector público, a la par de una disminución en los préstamos al sector privado por igual magnitud (en gran parte afectados por la transferencia de créditos a fideicomisos antes comentada), incluyendo una retracción de 600 millones de pesos en colocaciones en Préstamos con fideicomisos de bancos reestructurados En miles de millones de pesos 6 Se define activos líquidos a la suma de efectivo y otras disponibilidades, títulos públicos, títulos privados con cotización e integración de requisitos mínimos de liquidez. 7 Además, hay que tener especialmente en cuenta que el cumplimiento de la norma sobre requisitos mínimos de liquidez se realiza en promedio a lo largo de cada mes; como los datos de balance corresponden a las cifras del último día de cada mes, las variaciones registradas en la integración de requisitos de liquidez no siempre reflejan adecuadamente su evolución. BCRA II. La economía argentina 35 el exterior. La preferencia de las entidades de financiar al sector público resultó evidente durante el segundo trimestre del año, cuando prácticamente la totalidad del aumento del saldo de préstamos se debió a aquellos otorgados al sector público. Al Gobierno Nacional le fueron concedidos 56 por ciento de este tipo de préstamos, en su mayor parte a través de licitaciones de pagarés-bonos, correspondiendo el resto a préstamos concedidos a provincias, municipalidades y otros entes públicos. En lo que respecta a los préstamos otorgados al sector privado no financiero, se destaca la disminución observada de los préstamos comerciales, en especial adelantos (-9 por ciento) y documentos (-5 por ciento), consecuencia en gran medida de la caída del nivel de actividad económica. Por su parte, los créditos hipotecarios y en menor medida los otorgados con tarjetas de crédito fueron los instrumentos que observaron una evolución positiva durante el año al crecer 3 por ciento y 2,5 por ciento, respectivamente, recogiendo los efectos de condiciones operativas particulares en estos segmentos de negocios, estrategias a mediano plazo de las entidades y características intrínsecas de los instrumentos. Con respecto a la evolución del pasivo del sector bancario consolidado, se observa que los depósitos del sector no financiero continuaron proveyendo la mayor cantidad de fondos a las entidades financieras. En el agregado, los depósitos del sector no financiero aumentaron aproximadamente 2.000 millones de pesos (2,5 por ciento), lo que representó una desaceleración del ritmo de crecimiento respecto de lo observado en los últimos años (29 por ciento y 13 por ciento en 1997 y 1998, respectivamente). Sin embargo, este comportamiento debe ponderarse teniendo en consideración tanto el contexto de fuerte disminución del nivel de actividad y precios y mayor incertidumbre macroeconómica presente a lo largo del año, como las expectativas del impacto del problema del año 2000. Por último cabe mencionar que se continuó registrando un aumento en el grado de concentración de los depósitos, como lo muestra la suba de 3 puntos porcentuales en la participación dentro de este rubro de las 10 entidades más grandes del sector, que alcanzaron un nivel de 71 por ciento a diciembre de 1999. Por otra parte, se mantuvo el acceso del sistema financiero al crédito externo, aún en un período en que predominaron las condiciones adversas para el financiamiento a mercados emergentes. En este sentido, el incremento del financiamiento externo fue de aproximadamente 1.830 millones de pesos (13 por ciento), explicado fundamentalmente por el aumento de las líneas de crédito del exterior (1.290 millones de pesos, 14 por ciento), y en menor medida por la colocación de deuda subordinada (aumento neto de casi 300 millones de pesos, 35 por ciento) y obligaciones negociables (200 millones de pesos, 5 por ciento). Cabe destacar que el aumento de las líneas de crédito del exterior se debió a un crecimiento transitorio en diciembre de 1.700 millones de pesos (a enero de 2000, el saldo por este concepto se estabilizó en un nivel similar al registrado en diciembre de 1998). Por su parte, el monto total (es decir, incluyendo colocaciones en mercados locales) de obligaciones negociables cayó 200 millones de pesos, mientras que el de deuda subordinada aumentó 790 millones de pesos. Por último, el patrimonio neto del sector bancario consolidado disminuyó aproximadamente 280 millones de pesos durante 1999. Esta variación se originó básicamente en una importante disminución de los resultados no asignados, no compensada por el incremento del capital social. Por un lado, el saldo de resultados no asignados BCRA 36 II. La economía argentina Resultado sobre patrimonio neto Anualizado disminuyó poco más de 500 millones de pesos, recogiendo el efecto promedio de importantes imputaciones de resultados de ejercicios anteriores por parte de cada entidad, conjuntamente con menores resultados en el último ejercicio. Por otro lado, la suma del capital y aportes no capitalizados se incrementó sólo 300 millones de pesos (3 por ciento). Cabe destacar que la evolución del capital social del sector bancario estuvo significativamente influenciada por el cierre y reestructuración de entidades ocurridos durante el año, ya que si se consideraran sólo las entidades que operaron durante todo el período se obtendría un aumento de aproximadamente 9 por ciento. Rentabilidad El conjunto de entidades financieras obtuvo un beneficio neto de 320 millones de pesos durante 1999, es decir, la mitad de lo observado en el año anterior (650 millones de pesos) y un tercio de lo correspondiente a 1997 (1.000 millones de pesos). Los beneficios netos generados en el período bajo consideración, determinaron una rentabilidad en el sector bancario agregado de 0,3 por ciento en términos del activo neteado y de 1,9 por ciento en términos del patrimonio neto, siendo significativamente menor aún a la ya baja rentabilidad observada en los últimos años. La rentabilidad para el conjunto de entidades se correspondió con beneficios en términos del patrimonio neto de 2,4 por ciento para los bancos públicos y 1,8 por ciento para los bancos privados8. Cabe mencionar, sin embargo, que en el grupo de entidades privadas se observó en el período una dispersión significativa de la rentabilidad; por ejemplo, los 9 bancos privados más grandes, en términos de activos neteados, obtuvieron beneficios equivalentes a 8,8 por ciento del patrimonio neto promedio. Durante 1999 el resultado neto del sector bancario resultó afectado por una marcada disminución del margen por intermediación (ingresos netos por intereses y servicios) y por un significativo incremento del previsionamiento de créditos durante el período. El incremento de los ingresos netos por tenencia de activos financieros y la disminución de la carga de los costos operativos no fueron suficientes como para compensar la evolución 8 Cabe mencionar que estos valores se hayan influidos por el comportamiento de un banco privado que incurrió en importantes gastos extraordinarios en concepto de cargos por incobrabilidad y, en menor medida, gastos administrativos, habiendo estado relacionados con el proceso previo de integración con otra entidad. Si esta entidad fuese excluida, la rentabilidad de todo el sector bancario sería de 3 por ciento en términos del patrimonio neto promedio en el año 1999, mientras que la rentabilidad del grupo de bancos privados sería de 3,6 por ciento en el mismo período. BCRA II. La economía argentina 37 negativa de aquellos componentes. En la explicación de estos comportamientos han tenido injerencia tanto factores estructurales como coyunturales. En este sentido, se deben mencionar, por un lado, el aún reducido tamaño de la banca, el marco de fuerte competencia entre los principales participantes del negocio y las políticas de expansión de las entidades presentes en los últimos años; y por otro lado, el contexto de incertidumbre macroeconómica, con sus efectos sobre las tasas de interés, el crecimiento y la calidad de la cartera crediticia. En el marco de un descenso del beneficio total en términos de los activos neteados de 0,3 puntos porcentuales durante 1999, el margen por intermediación de las entidades financieras se redujo 0,4 puntos porcentuales del activo neteado. Esta caída se debió a sendas disminuciones en los resultados por intereses y por servicios. Con relación al primero (-0,2 puntos porcentuales del activo), se destacó el efecto casi exclusivo de un importante aumento de los egresos por intereses, que en términos del activo se incrementaron 0,3 puntos porcentuales llegando a 4,8 por ciento en el año (la tasa pasiva implícita promedio de los depósitos pasó de 7,1 por ciento anual en el año anterior a 7,4 por ciento anual en 1999). Por su parte, el nivel de los ingresos por intereses en términos del activo se mantuvo prácticamente estable en el período, permaneciendo en torno de 9,2 por ciento anual. Con respecto a la caída del resultado por servicios (-0,2 puntos porcentuales del activo), se debe remarcar que se debió principalmente a la disminución de los ingresos relacionados a comisiones por obligaciones y créditos (en conjunto, -0,2 puntos porcentuales del activo), como consecuencia tanto de menores precios como de cambios en la composición de la cartera activa, y a comisiones por intermediación en operaciones en oro y moneda extranjera (-0,1 punto porcentual). El deterioro de la calidad de la cartera crediticia demostró tener un impacto relevante en la rentabilidad de las entidades financieras. Como consecuencia del reconocimiento de un significativo aumento de las pérdidas esperadas por créditos irrecuperables, los cargos por incobrabilidad se incrementaron 0,4 puntos porcentuales del activo neteado en el 1997 1998 1999 Resultado por intereses 4,1 4,6 4,3 Resultado por servicios 3,3 3,1 2,9 Resultado por activos 1,0 0,7 0,9 Gastos de administración -6,4 -6,2 -6,0 Cargos por incobrabilidad -2,2 -1,7 -2,1 Cargas impositivas -0,4 -0,4 -0,4 0,3 0,3 0,4 -0,3 -0,3 -0,3 Diversos 1,6 0,5 0,5 Resultado operativo 0,6 1,0 0,9 Resultado financiero -0,4 0,4 0,1 Resultado total 1,0 0,6 0,3 Resultado total / Patrimonio neto 6,3 4,0 1,9 Otros resultados financieros Impuesto a las ganancias Estructura de la rentabilidad En porcentaje del activo neteado Nota: Resultado operativo = resultado por intereses + resultado por servicios - gastos de administración - cargas impostivas sobre intereses y servicios. Resultado financiero = resultado operativo + resultado por activos - cargos por incobrabilidad + otros resultados financieros BCRA 38 II. La economía argentina período, alcanzando un nivel de 2,1 por ciento frente a 1,7 por ciento en 1998. Los bancos privados registraron un aumento de sus cargos por incobrabilidad de 0,5 puntos porcentuales del activo (alcanzando 2,3 por ciento en el año), mientras que los bancos públicos vieron aumentado el nivel de este concepto en 0,1 punto porcentual del activo (llegando a 1,2 por ciento en el año)9. Considerando la relación de estos gastos con la valuación de los servicios financieros es posible apreciar mejor el impacto sobre la rentabilidad; esto es, se observa que los cargos por incobrabilidad aumentaron significativamente más que los intereses devengados por préstamos, pasando su relación de 18,8 por ciento en 1998 a 22,1 por ciento en 1999. Un elemento que evitó un mayor descenso de la rentabilidad del conjunto de las entidades financieras durante 1999 fue la recuperación del resultado por tenencia de activos financieros, que registró un incrementó de 0,2 puntos porcentuales del activo neteado en el período bajo análisis, alcanzando un nivel de 0,9 por ciento (el incremento en los bancos privados fue de 0,3 puntos porcentuales, llegando a un nivel de 1,1 por ciento). Desagregando el aumento del resultado por activos, se debe ponderar en primer lugar el incremento registrado en el ingreso neto por participaciones transitorias (0,1 punto porcentual del activo), seguido por el aumento del resultado por títulos públicos, y en último lugar la importante disminución de las pérdidas por opciones. Respecto de las causas del aumento del resultado por tenencia de títulos públicos, caben mencionar los efectos del crecimiento de la cartera de estas especies y de la recuperación general de su precio durante 1999. Respecto de la evolución de los costos operativos del sector bancario en el período bajo análisis, se observó que los gastos administrativos en términos del activo neteado descendieron de 6,2 por ciento en 1998 a 6,0 por ciento en 1999. El comportamiento de este indicador recogió el efecto de un bajo crecimiento del monto de gastos totales (1,8 por ciento), basado en la contención de los gastos en personal (en conjunto, remuneraciones y Calidad de cartera del sector bancario En porcentajes Dic-96 Dic-97 Dic-98 Jun-99 Dic-99 Indicadores de irregularidad y exposición Cartera Irregular / Financiaciones (Cartera Irreg. - Irrec.) / (Financiaciones - Irrec.) (Cartera Irreg. - Previsiones) / Financiaciones (Cartera Irreg. - Previsiones) / Patrimonio Neto 13,6 9,1 5,5 29,4 11,6 7,4 4,5 28,7 10,3 6,5 4,0 26,4 10,9 7,2 4,2 29,1 11,5 7,1 4,6 34,6 Irregularidad por sector (1) Público no financiero Financiero Privado no financiero Con garantías preferidas autoliquidables Con otras garantías preferidas Sin garantías preferidas 0,4 4,4 16,2 2,6 22,2 13,6 0,4 2,9 13,8 7,9 19,8 10,8 0,1 2,1 12,2 6,3 17,9 9,4 0,1 2,9 13,0 5,1 19,2 10,0 0,1 3,7 13,9 4,1 20,9 10,4 Irregularidad por tipo (1) Cartera comercial Cartera comercial hasta $200.000 (2) Cartera de consumo y vivienda 10,5 n.d. 18,5 9,0 18,9 15,1 7,5 18,6 13,6 7,7 20,0 15,1 7,8 21,2 16,5 (1) Cartera irregular / Financiaciones para cada tipo de deuda. (2) Conformada por créditos comerciales de hasta $200.000 que las entidades consideran a los efectos de su clasificación y prervisionamiento como de consumo y vivienda (Comunicación "A" 2358). Notas: la cartera irregular comprende las categorías 3 a 6, mientras que la cartera irrecuperable incluye las categorías 5 y 6 de la calificación de deudores. Las cifras no incluyen los créditos irrecuperables que, a partir de agosto de 1995, se deducen del activo y se contabilizan en cuentas de orden. 9 Los cargos por incobrabilidad en 1999, que resultarían de excluir la entidad financiera aludida en la nota al pie anterior, serían de 1,9 por ciento para todo el sector y de 2,1 por ciento para los bancos privados. BCRA II. La economía argentina 39 cargas sociales representan 54 por ciento del total y sólo aumentaron 0,1 por ciento), a pesar del importante crecimiento de los gastos en servicios profesionales y honorarios (7 por ciento) y amortizaciones (14 por ciento). La evolución del gasto en personal se correspondió con un menor nivel de empleo y una virtual estabilidad del salario promedio (excluidas las cargas sociales) para todo el sector respecto del año anterior (luego de crecer casi 8 por ciento en 1998, el salario promedio permaneció en torno a 2.800 pesos en 1999). Cabe destacar que la disminución del gasto administrativo en términos del activo neteado para los bancos públicos superó el descenso observado para los bancos privados (0,6 puntos porcentuales y 0,1 puntos porcentuales, respectivamente). También es preciso mencionar que la relación entre el margen por intermediación y los gastos administrativos -que junto a la relación gastos a activos, constituyen los indicadores simples de eficiencia más utilizados-, luego de aumentar significativamente en 1998, mostró una suave mejora en el período bajo análisis. Calidad de la cartera crediticia Durante el año 1999, la calidad de la cartera de financiaciones observó un deterioro importante, en el marco de un quiebre en la tendencia ocurrido en el segundo semestre de 1998 y luego de casi tres años de persistente mejora. Condicionando la capacidad de repago de las distintas unidades económicas, el contexto económico de recesión y de marcada incertidumbre que caracterizó al período bajo análisis ejerció un impacto significativo en el comportamiento de la calidad de los activos del conjunto de las entidades financieras. Sin embargo, cabe destacar que el riesgo crediticio del sector registró una evolución relativamente favorable dada la situación macroeconómica -por ejemplo, los niveles de morosidad no llegaron a superar lo observado a principios de 1998-, manifestando una mejoría en la capacidad promedio de gestión y cobertura de dicho riesgo por parte de las entidades. Considerando los principales indicadores de calidad de la cartera crediticia del sector bancario, se puede observar que la cartera irregular en términos de las financiaciones totales ascendió a 11,5 por ciento en diciembre de 1999 desde 10,3 por ciento en diciembre de 1998. Este incremento de la irregularidad bruta en el período surgió como consecuencia de un aumento de la cartera irregular (13 por ciento), compensado sólo parcialmente por el crecimiento de las financiaciones totales (1 por ciento). El indicador de irregularidad bruta registró un aumento tanto para los bancos públicos, pasando de 16,6 por ciento a 18,8 por ciento, como para los bancos privados, pasando de 6,8 por ciento a 7,1 por ciento. Irregularidad de la cartera crediticia Cartera irregular neta de previsiones/financiaciones BCRA 40 II. La economía argentina Las entidades financieras -en especial, los bancos privados- realizaron un importante esfuerzo para evitar una caída significativa del nivel de cobertura del riesgo de crédito. Las previsiones registradas en el balance10 para el sector bancario agregado crecieron 10 por ciento durante 1999, manteniendo aproximadamente su relación con la cartera irregular en torno a 60 por ciento, al tiempo que los bancos privados aumentaron en 5 puntos porcentuales este indicador, llegando a un nivel de 71 por ciento. En consecuencia, la cartera irregular neta de previsiones en términos de las financiaciones totales registró un incremento relativamente leve, al pasar de 4 por ciento en diciembre de 1998 a 4,6 por ciento en diciembre de 1999 (el indicador para los bancos privados disminuyó de 2,3 por ciento a 2,1 por ciento). Por otra parte, y como consecuencia de la disminución del patrimonio neto, el indicador de exposición patrimonial al riesgo de crédito aumentó de 26,4 por ciento en diciembre de 1998 a 34,6 por ciento en diciembre de 1999 (para los bancos privados, descendió de 17,7 por ciento a 17,4 por ciento). A los efectos de enriquecer el análisis respecto de la evolución de la morosidad durante 1999, así como de las políticas encaradas por el conjunto de las entidades frente al contexto de alta incertidumbre macroeconómica, conviene remarcar las diferencias que existieron en el comportamiento de las financiaciones según las distintas clasificaciones. En términos del destino de la asistencia, se observa que el incremento de la morosidad agregada devino fundamentalmente del crecimiento de la irregularidad en la cartera de consumo y vivienda de 3 puntos porcentuales (alcanzando 16,5 por ciento a fin del período, consecuencia del aumento de 24 por ciento en el monto de la cartera en situación irregular). Si se considera el tipo de prestatario, se debe resaltar la influencia del incremento de la morosidad de las financiaciones otorgadas al sector privado no financiero, en especial las respaldadas con garantías preferidas (cuya irregularidad pasó de 18 por ciento a 21 por ciento). Por último, el aumento significativo de las financiaciones al sector público no financiero (25 por ciento en el período), permitió que las entidades suavizaran el impacto del crecimiento de la irregularidad de su cartera crediticia. Solvencia El grado de solvencia del sector bancario no se modificó sustancialmente entre Integración de capital En términos del activo ponderado por riesgo, según criterio de Basilea Es decir, este monto no incluye las previsiones dadas de baja del balance correspondientes a créditos irrecuperables dados de baja del balance durante el período. Estos créditos representaron 22 por ciento de las previsiones totales en balance registradas a principios del año. 10 BCRA II. La economía argentina 41 diciembre de 1998 y diciembre de 1999, manteniéndose en niveles muy superiores a los estándares internacionales. En el período bajo consideración, si bien los principales indicadores de capitalización registraron incrementos significativos, éstos se originaron fundamentalmente en los cambios introducidos en la regulación de capitales mínimos durante el año, en particular la modificación en agosto de la tabla de correspondencias entre el costo financiero del crédito y el factor de riesgo por tasa de interés (Ir). Así, la integración de capital en términos de los activos ponderados por riesgo aumentó 1 punto porcentual, alcanzando 18,6 por ciento a diciembre de 1999 (15,8 por ciento para los bancos privados). Sin embargo, si se consideran los activos ponderados por riesgo sin el factor de riesgo por tasa de interés -equivalente al criterio de Basilea- este indicador no registró modificación significativa alguna para el sector agregado, manteniéndose en el año en torno a 20,3 por ciento. Este último ratio alcanzó, a diciembre de 1999, 26,7 por ciento para los bancos públicos, 17,4 por ciento para todos los bancos privados y 15,5 por ciento para los primeros 9 bancos privados. El sector financiero registró una disminución significativa de la exigencia de capital por riesgo de crédito de 584 millones de pesos (5 por ciento), consecuencia del fuerte descenso del saldo de los activos ponderados por riesgo, que cayó 6.400 millones de pesos, es decir 6,7 por ciento. La importante disminución observada de los activos ponderados por riesgo en el período se debió principalmente al descenso del índice promedio de riesgo por tasa de interés producto de los cambios introducidos en la norma en agosto -los activos ponderados por riesgo totales cayeron 5 por ciento, mientras que los activos ponderados por riesgo sin considerar el factor Ir cayeron sólo 0,3 por ciento-, y en menor medida de la caída del ponderador medio de los activos no inmovilizados, que descendió 2 puntos porcentuales como consecuencia del importante incremento de los préstamos al sector público. Por otra parte, la consideración del riesgo de tasa de interés o descalce de plazos -introducido a partir Dic-96 Dic-97 Dic-98 Jun-99 Dic-99 108.786 73.715 60.997 8.784 8.784 5.119 98 8.882 14.546 18 5.664 137.715 85.375 73.098 10.121 10.121 6.062 147 10.268 15.183 68 4.914 162.130 94.809 80.941 11.133 11.133 6.611 11 94 11.238 16.549 -68 5.311 160.869 95.701 81.845 11.234 11.234 6.692 4 112 11.350 16.910 37 5.560 167.373 88.451 80.707 10.709 10.550 159 6.679 48 43 119 10.919 16.416 29 5.497 Integración / Activos ponderados por riesgo sin IR (2) - en porcentaje Exceso / Exigencia (2) - en porcentaje Exceso / Integración (2) - en porcentaje 23,8 65,6 39,6 20,8 50,0 33,3 20,4 48,6 32,7 20,7 50,5 33,6 20,3 53,3 34,8 Indice de riesgo por tasa de interés Ponderador medio de los A.N.I. (3) - en porcentaje 1,25 53,3 1,20 50,5 1,20 47,6 1,20 48,5 1,11 45,8 Activos totales Activos ponderados por riesgo Activos ponderados por riesgo sin IR (según Basilea) Exigencia de capital por riesgo de crédito y tasa de interés Exigencia de capital por riesgo de crédito Exigencia de capital por riesgo de tasa de interés Exigencia de capital según Basilea Exigencia adicional por defecto de colocación de deuda Exigencia adicional por función de custodia y/o agente de registro Exigencia de capital por riesgo de mercado Exigencia de capital total (1) Integración de capital Variación del precio de los activos y reposiciones de capital Exceso de integración total Capitales mínimos por riesgo de crédito En millones de pesos (1) Comprende exigencia de capital por riesgos de crédito, tasa de interés y mercado y exigencia adicional por defecto de colocación de deuda y por función de custodia y/o agente de registro. (2) Indicadores según la posición de riesgo de crédito y tasa de interés. (3) Activos no inmovilizados. BCRA 42 II. La economía argentina de marzo de 1999- representó a fin del período un incremento en la exigencia de capital de aproximadamente 160 millones de pesos para todo el sector (95 millones de pesos para los bancos privados). Dado el comportamiento de la integración de capital durante 1999 -disminuyó levemente (-0,8 por ciento), básicamente por la disminución del patrimonio neto complementario (-19 por ciento)- y el descenso significativo de la exigencia de capital por riesgos de crédito y tasa de interés (-4 por ciento), el exceso de integración por estos conceptos se incrementó casi 5 puntos porcentuales en términos de la exigencia, superando 53 por ciento a fin del período (si sólo se consideraran las entidades que operaron en todo el período, el incremento registrado sería de 3 puntos porcentuales). El exceso de integración de los bancos privados se incrementó en 6 puntos porcentuales, alcanzado aproximadamente a 32 por ciento de la exigencia. Al considerar los primeros 9 bancos privados, se observa que el exceso de integración alcanzó 23,7 por ciento de la exigencia a diciembre de 1999, equivalente a 5 puntos porcentuales de incremento en el año, motivado por el aumento de la integración en más de 7 por ciento. Cabe mencionar que el requerimiento de capital tendiente a proveer cobertura para el riesgo de mercado de los portafolios de activos financieros (títulos con cotización, excluidos los activos mantenidos en cuenta de inversión) se incrementó aproximadamente 24 millones de pesos en el período. Por otra parte, en conceptos de defecto de colocación de deuda y función de custodia y/o agente de registro11 se generó en el año un aumento adicional en la exigencia de capital equivalente a 81 millones de pesos. De esta manera, se puede observar que la exigencia de capital total disminuyó 320 millones de pesos (-2,8 por ciento), que junto a la caída de la integración de 133 millones de pesos (-0,8 por ciento), determinaron un aumento del exceso de integración total de capital de 186 millones de pesos (3,5 por ciento). 5. Financiamiento externo público y privado El endeudamiento externo argentino total creció un 3 por ciento (4.200 millones de dólares ) durante 1999, alcanzando a 144.700 millones de dólares al finalizar el año. Este incremento fue notablemente menor al de años anteriores -en 1997 y 1998 crecieron a un Colocaciones de títulos públicos en los mercados internacionales Cantidad de operaciones Monto emitido (1) Vida promedio Spread promedio 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2 1 6 19 18 30 18 24 40 500 250 2.121 2.600 6.370 10.413 10.214 11.664 11.869 2,0 5,0 6,9 3,3 4,0 8,2 14,9 13,3 7,6 452 300 278 238 371 395 310 429 589 I.99 II.99 III.99 IV.99 8 10 11 11 2.335 3.886 1.733 3.916 13,8 8,2 3,7 5,0 684 625 572 504 (1) Valor nominal, en millones de dólares. Fuente: Ministerio de Economía. 11 La exigencia adicional de capital por defecto de colocación de deuda surge cuando una entidad ejerce el derecho de no emitir deuda según lo previsto en las normas prudenciales vigentes. Por su parte, los bancos comerciales que asuman la función de custodia de los títulos representativos de las inversiones de los fondos de jubilaciones y pensiones, y/o de agente de registro de las letras hipotecarias escriturales deberán observar un exceso de integración de por lo menos 0,25 por ciento de los valores custodiados y/o registrados. BCRA II. La economía argentina 43 Stock al Mediano y largo plazo Corto 2000 2001 2002 2003 2004 2005 y después 31-Dic-99 plazo Sector Público No Financiero Gobierno Nacional Bonos y títulos públicos Organismos internacionales Acreedores oficiales Bancos comerciales Proveedores y otros Gobiernos Locales Títulos públicos Acreedores oficiales Bancos comerciales Proveedores y otros 84.805 82.324 56.144 19.834 5.612 666 68 2.481 2.008 142 273 58 830 669 669 0 0 0 0 161 161 0 0 0 7.279 7.129 3.747 2.190 1.047 115 30 150 91 4 52 3 9.457 9.146 5.911 2.390 727 98 20 311 254 4 51 2 10.290 9.973 5.026 4.275 582 82 8 317 269 5 42 1 9.273 8.934 5.567 2.829 464 70 4 339 239 7 42 51 8.780 38.896 8.456 38.017 6.314 28.910 1.564 6.586 508 2.284 67 234 3 3 324 879 286 708 7 115 30 56 1 0 Sector Privado No Financiero Títulos de deuda Organismos internacionales Acreedores oficiales Bancos Bancos participantes Deuda bancaria directa Proveedores y otros 36.224 16.649 1.168 2.184 13.797 1.314 12.483 2.426 5.512 516 0 3 3.352 0 3.352 1.641 6.593 2.430 111 400 3.503 193 3.310 149 5.510 2.478 139 384 2.384 173 2.211 125 4.987 2.909 135 324 1.393 164 1.229 226 2.415 1.023 130 278 894 126 768 90 3.309 2.258 124 214 683 131 552 30 7.898 5.035 529 581 1.588 527 1.061 165 Sector Financiero Depósitos Lineas de crédito Bonos y títulos Obligaciones negociables Bonos Papeles comerciales Obligaciones subordinadas Organismos internacionales Obligaciones diversas 23.628 13.321 2.630 2.445 9.781 5.870 6.349 1.290 3.832 143 700 0 1.147 1.147 670 0 499 0 4.369 3.716 2.172 70 569 1.190 1.038 148 0 4 43 300 4.152 110 2.522 1.231 676 471 0 84 78 211 1.150 0 234 498 481 1 0 16 286 132 1.196 5 91 1.076 863 73 0 140 23 1 515 0 160 305 109 2 0 194 50 0 1.122 0 335 759 522 5 0 232 19 9 Estimación del perfil de vencimientos de la deuda externa Saldos a fin de período en millones de dólares Fuente: Ministerio de Economía. Dic-96 Dic-97 Dic-98 Mar-99 Jun-99 Sep-99 Dic-99 109.774 124.696 140.489 140.480 140.695 141.581 144.657 Sector Público Bonos y títulos Organismos internacionales Acreedores oficiales Bancos comerciales Proveedores y otros 73.511 46.079 15.710 10.040 1.346 336 74.803 49.273 16.121 7.881 1.318 210 82.441 55.355 18.476 7.248 1.240 122 81.034 55.174 18.367 6.390 996 107 81.782 56.384 18.222 6.105 978 93 83.118 56.926 19.219 5.913 975 85 84.805 58.152 19.834 5.754 939 126 Sector Privado Bonos y títulos Organismos internacionales Acreedores oficiales Bancos participantes Deuda bancaria directa Proveedores y otros 20.604 8.278 757 2.105 1.165 7.175 1.124 29.304 12.936 815 2.360 1.138 10.713 1.342 35.742 16.614 817 2.400 985 12.968 1.958 35.830 16.390 849 2.319 936 13.311 2.025 36.575 17.227 941 2.209 1.138 12.911 2.149 36.192 16.841 1.100 2.183 1.254 12.420 2.394 36.224 16.649 1.168 2.184 1.314 12.483 2.426 Sector Financiero Bonos y títulos Líneas de crédito Organismos internacionales Depósitos Obligaciones diversas 15.659 3.978 6.948 502 1.603 2.628 20.589 5.064 7.407 459 2.822 4.837 22.306 6.161 8.522 431 2.354 4.838 23.616 6.171 8.587 461 2.684 5.713 22.338 5.848 8.348 439 2.579 5.124 22.271 6.138 8.087 500 2.531 5.015 23.628 6.349 9.781 499 2.630 4.369 Total Deuda externa bruta Saldos a fin de período, en millones de pesos Fuente: Ministerio de Economía. BCRA 44 II. La economía argentina 13 por ciento anual- y se concentró en el cuarto trimestre. Este menor crecimiento en el saldo del endeudamiento externo se manifestó tanto en el sector público como privado, aunque principalmente en el sector privado no financiero. Por un lado, la demanda de fondos de este sector disminuyó a causa de la recesión y del encarecimiento del nuevo endeudamiento. Por otro lado, el incremento en el riesgo país emergente determinó una menor oferta de fondos hacia la región. Cabe mencionar que debido a la recesión por la que atravesó la economía, el endeudamiento externo subió en 4,5 puntos porcentuales en términos del producto interno bruto, alcanzando 50 por ciento durante 1999. Por su parte, la inversión extranjera directa fue una de las más altas de los últimos años. Si se descuenta el efecto de los 10.900 millones de dólares de la venta de acciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales que se efectuó entre no residentes12, el flujo del año alcanzó a 8.000 millones de dólares. Este mayor ingreso provino principalmente de cambios de manos de empresas y aportes desde el exterior. Sector público no financiero El endeudamiento externo del sector público alcanzó 84.800 millones de dólares a fines de diciembre de 1999. El Gobierno Nacional realizó colocaciones netas en los mercados internacionales por casi 11.300 millones de dólares, a una vida promedio de 8 años. El spread pagado por estas colocaciones fue disminuyendo a lo largo del período, finalizando el año en 550 puntos básicos. Es notable el diferencial que existió en los meses de mayor turbulencia por las elecciones presidenciales entre los indicadores de riesgo soberano y los spreads que debió pagar el Gobierno Nacional por su nueva deuda. Si se consideran únicamente las colocaciones del gobierno a largo plazo -comparables con los indicadores de riesgo país- mientras estas se mantuvieron bastante estables entre mediados de mayo y principios de diciembre en alrededor de 590puntos básicos-, el riesgo país se mantuvo entre 200 y 330 puntos básicos por encima de los spreads pagados en las emisiones primarias de deuda. Esto sugiere que los indicadores de riesgo país no sólo reflejan problemas estructurales sino liquidez del mercado en un momento determinado. La tenencia neta de títulos públicos argentinos en el exterior aumentó sólo en 2.800 millones de pesos, debido a la creciente demanda por títulos emitidos en el exterior de residentes, las recompras y canjes de títulos y las diferencias de cambio. En cuanto a otros tipos de endeudamiento, se observó una caída de 300 millones de dólares en la deuda contraída con bancos comerciales del exterior y una sustitución de deuda con acreedores oficiales por una suba en el endeudamiento con organismos internacionales que dejó un saldo neto de menos 100 millones de dólares. Cabe mencionar que en el mercado doméstico los amplios vencimientos del período determinaron que el efecto de las operaciones del gobierno sea expansivo en 400 millones de dólares. 12 En el primer semestre del año, la empresa española Repsol adquirió el capital accionario de YPF po 15.169 millones de dólares, lo que implico un flujo positivo para el balance de pagos. Sin embargo, esta cifra incluye -debido a la metodología empleada en la contabilización de la balanza de pago -la venta de las tendencias accionarias de recidentes en el exterior (10.838 millones de dólares), que se compensa con una caída de igual magnitud en el rubro “inversiones en cartera”. El remanente quedó en poder del sector público nacional (2.849 millones de dólares), gobiernos provinciales (743 millones de dólares) e inversores residentes en el país (739 millones de dólares). BCRA (1) Incorpora nueva información del BIS. (2) Incorpora revisiones de títulos en cartera. -600 -600 -628 28 Otros financiamientos -1.365 Venta a no residentes de activos financieros internos -1.365 Títulos públicos -1.486 Acciones del sistema financiero 121 -5.621 -1.370 -1.677 -193 -2.381 2.951 9.172 5.726 527 669 125 524 1.110 310 79 102 -11.234 -1.367 -3.122 -230 -6.515 -3.668 1996 8.931 3.731 1.459 843 135 127 2.122 503 -13 24 Pasivos Inversión directa Títulos de deuda Acciones y otras participaciones de capital Organismos internacionales Bancos participantes Deudas directas con bancos Acreedores oficiales Deudas con proveedores Otros Activos Inversión directa Depósitos (1) Creditos comerciales Otros (2) Total Sector Privado no Financiero 1995 -1.261 -1.261 -1.312 51 17.346 7.218 4.747 1.338 78 -29 3.328 269 200 197 -6.246 -3.628 -444 -275 -1.899 9.839 1997 -1.271 -1.271 -1.070 -201 11.288 5.123 3.617 -241 1 -155 2.167 16 614 146 -5.866 -2.209 -640 98 -3.115 4.151 1998 -232 -232 -115 -117 2.305 2.096 -158 21 32 -47 345 -81 67 31 -978 -772 -300 451 -357 1.095 Trim.I -739 -739 -774 35 2.897 12.827 874 -10.753 92 203 -355 -88 125 -28 -543 -233 -187 -282 159 1.615 Trim.II -508 -508 -407 -101 1.804 2.361 -387 -214 158 116 -492 -26 244 43 -747 -219 -193 -51 -284 549 1999 Trim.III -263 -263 -243 -20 1.228 1.175 -192 74 69 59 64 1 32 -54 -1.891 212 -731 -138 -1.234 -926 Trim.IV -1.742 -1.742 -1.539 -203 8.233 18.459 137 -10.872 351 331 -438 -194 468 -9 -4.159 -1.012 -1.411 -20 -1.716 2.332 Año II. La economía argentina 45 Flujo de capitales del sector privado no financiero En millones de dólares BCRA 46 II. La economía argentina Inversión extranjera directa en Argentina Sector privado no financiero El saldo de la deuda externa del sector privado no financiero alcanzó 36.200 millones de dólares a fines de 1999, evidenciando un crecimiento de sólo 1,3 por ciento (480 millones de dólares) en el año. Se produjo un cambio en la composición del endeudamiento externo del sector. Los títulos subieron sólo 30 millones de dólares, ya que las colocaciones netas del segundo trimestre apenas sobrepasaron a las amortizaciones netas que se registraron durante el resto del año. La deuda bancaria externa mostró una baja de poco más de 150 millones de dólares, que se vio prácticamente contrarrestada por el aumento neto de 130 millones en la deuda contraída con acreedores oficiales y organismos internacionales. Como contrapartida se amplió el endeudamiento con proveedores en casi 470 millones de dólares. Cabe mencionar, que la principal fuente de financiamiento externo del sector privado fue la inversión extranjera directa. En el año, la inversión extranjera directa en el sector privado no financiero se elevó en 7.600 millones de dólares13 , lo que constituye el mayor flujo de los últimos 7 años, sólo similar al de 1997 en el que la economía argentina percibió una importante entrada de capitales. Sector financiero La participación del endeudamiento externo como forma de financiación del sector financiero representa aproximadamente el 19 por ciento de sus pasivos14. A lo largo del año, el financiamiento proveniente del exterior creció en 1300 millones de pesos, principalmente por el mayor dinamismo de las líneas de crédito que se incrementaron en un 14 por ciento. Las colocaciones de títulos en los mercados internacionales son cada vez menores y a plazos más cortos. Las emisiones netas de amortizaciones aumentaron poco menos de 200 millones de dólares y las emisiones a menos de un año alcanzaron 20 por ciento del saldo total. Los depósitos de residentes en el exterior sufrieron un incremento de alrededor de 200 millones de pesos. La caída en el resto de los pasivos compensó en parte estos incrementos. El sector financiero deberá hacer frente a casi15.500 millones de pesos (casi 70 por ciento del saldo) en el año 2000 -en su mayoría correspondientes a colocaciones de corto plazo-, situación muy similar a la del anterior. Esta cifra considera, de la venta de acciones de YPF, únicamente los 739 millones de dólares proveniente de la venta de acciones de residentes locales. 14 Medido en términos del pasivo neteado. 13 BCRA III. Políticas y régimen prudencial 47 III. POLÍTICAS Y RÉGIMEN PRUDENCIAL 1. Regulación prudencial y otras normas El marco regulatorio prudencial diseñado a partir de 1991 ha tendido al desarrollo de un sistema financiero sólido capaz de sobrepasar las crisis en los mercados financieros internacionales. No obstante, es adecuado continuamente a los cambios en los mercados y a los nuevos desarrollos incorporados en el accionar de las entidades financieras. Durante el año 1999 se han introducido numerosas modificaciones al régimen normativo. Requisitos mínimos de liquidez Con el fin de contemplar situaciones, generalmente vinculadas a la estacionalidad de la demanda de dinero, que pudieran resultar en cierta escasez de fondos líquidos para algunas entidades, se estableció la posibilidad de trasladar parte de la exigencia de liquidez a períodos posteriores. En particular se fijó que el traslado no puede superar 10 por ciento de la exigencia ni sobrepasar los seis meses de plazo. Por otra parte, se tomaron diversas medidas transitorias cuyo objetivo fue facilitar la disponibilidad de fondos frente al problema informático del año 2000. En primer lugar, se estableció la posición bimestral diciembre de 1999-enero de 2000 de requisitos mínimos de liquidez. El cómputo de la exigencia e integración se realiza sobre el promedio de los saldos diarios de los conceptos comprendidos registrados durante ese lapso por la cantidad total de días del bimestre. En segundo lugar, se permitió el cómputo de un porcentaje del efectivo en pesos y dólares mantenido por las entidades para la integración de los requisitos mínimos de Situación anterior Tasa de interés (en %, n.a.) Pesos Hasta 18 Más de 18 Más de 21 Más de 24 Más de 27 Más de 30 Más de 33 Más de 36 Más de 39 Más de 42 Más de 45 Más de 48 Más de 51 Más de 54 Más de 57 Más de 60 Más de 63 Más de 66 Más de 69 Más de 72 Más de 75 Más de 78 Indicador de Riesgo Dólares a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a 21 24 27 30 33 36 39 42 45 48 51 54 57 60 63 66 69 72 75 78 Hasta 14 Más de 14 Más de 17 Más de 20 Más de 23 Más de 26 Más de 29 Más de 32 Más de 35 Más de 38 Más de 41 Más de 44 Más de 47 Más de 50 Más de 53 Más de 56 Más de 59 Más de 62 Más de 65 Más de 68 Más de 71 Más de 74 a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a 17 20 23 26 29 32 35 38 41 44 47 50 53 56 59 62 65 68 71 74 1,0 1,2 1,4 1,6 1,8 2,2 2,2 2,4 2,6 2,8 3,0 3,2 3,4 3,6 3,8 4,0 4,3 4,6 4,9 5,2 5,5 6,0 Situación actual Tasa de interés Indicador de (en %, n.a.) Riesgo Ambas monedas Hasta 18 Más de 18 Más de 21 Más de 24 Más de 27 Más de 30 Más de 33 Más de 36 Más de 39 Más de 42 Más de 45 Más de 48 Más de 51 Más de 54 Más de 57 Más de 60 Más de 63 Más de 66 Más de 69 Más de 72 Más de 75 Más de 78 a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a 21 24 27 30 33 36 39 42 45 48 51 54 57 60 63 66 69 72 75 78 Tasa de interés Indicador de Riesgo 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 1,5 1,6 1,9 2,2 2,5 2,8 3,1 3,4 3,7 4,0 4,3 4,6 5,0 5,4 6,0 6,5 7,0 BCRA 48 III. Políticas y régimen prudencial liquidez. En tercer lugar, se eximió del pago del cargo por los defectos de integración diaria de la posición bimestral antes mencionada. Finalmente, se admitió, para la determinación de la exigencia de los requisitos mínimos de liquidez de la posición del bimestre diciembre de 1999-enero de 2000, deducir el importe dispensado durante ese período a través de los cajeros automáticos operados en red, cualquiera fuera el concepto de la extracción. Exigencia de capital por riesgo de crédito Con el objetivo de obtener una mejor aproximación al riesgo particular de cada deuda, se modificaron los indicadores de riesgo asociados a la tasa de interés cobrada por los préstamos, unificándose los correspondientes a los tramos en moneda nacional y extranjera. Este cambio en los indicadores de riesgo determinó una reducción en la exigencia por este concepto para aquellas financiaciones que pagan tasas inferiores a 55 por ciento anual. A su vez, una nueva modificación de los indicadores de riesgo, con vigencia a partir de enero de 2000, busca mejorar dicha aproximación. Con este fin, se establecieron dos escalas de indicadores de riesgo a utilizar, en función del costo administrativo de las financiaciones. Esta modificación se introdujo considerando que sobre los préstamos con mayores costos administrativos se cobra una tasa de interés mayor, en parte para compensar dichos gastos, por lo que sería incorrecto interpretar estas mayores tasas como asociadas íntegramente a un mayor riesgo. El grupo de préstamos asociados con altos costos está compuesto por las financiaciones a través de tarjetas de crédito, adelantos en cuenta corriente y otros adelantos. La escala de indicadores de riesgo aplicable a este grupo de préstamos muestra la misma pendiente que la anterior, pero empieza a tener impacto a partir de tasas de interés de 26 por ciento anual (en lugar de 18 por ciento anual). Para el resto de los préstamos, se corrió la escala a aplicar de manera tal que el factor empieza a tener impacto sobre operaciones con tasas de interés superiores a 16 por ciento anual. Indicador de riesgo resumen Tasa de interés (en %, n.a.) Préstamos personales, adelantos, tarjetas de crédito Hasta 26 Más de 26 Más de 29 Más de 32 Más de 35 Más de 38 Más de 41 Más de 44 Más de 47 Más de 50 Más de 53 Más de 56 Más de 59 Más de 62 Más de 65 Más de 68 Más de 71 Más de 74 Más de 77 Más de 80 Más de 83 Más de 86 BCRA a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a 29 32 35 38 41 44 47 50 53 56 59 62 65 68 71 74 77 80 83 86 Restantes financiaciones Hasta 16 Más de 16 Más de 19 Más de 22 Más de 25 Más de 28 Más de 31 Más de 34 Más de 37 Más de 40 Más de 43 Más de 46 Más de 49 Más de 52 Más de 55 Más de 58 Más de 61 Más de 64 Más de 67 Más de 70 Más de 73 Más de 76 a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a 19 22 25 28 31 34 37 40 43 46 49 52 55 58 61 64 67 70 73 76 Indicador de Riesgo 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 1,5 1,6 1,9 2,2 2,5 2,8 3,1 3,4 3,7 4,0 4,3 4,6 5,0 5,4 6,0 6,5 7,0 III. Políticas y régimen prudencial 49 Por otra parte, se dispuso que a partir de abril de 2000, los títulos públicos mantenidos en cuentas de inversión y las financiaciones otorgadas al sector público no financiero estarán sujetas a una exigencia de capital entre 1 por ciento y 5 por ciento dependiendo de su modified duration15. Asimismo, se admitió considerar como integración de capital computable el 50 por ciento de las previsiones sobre la cartera normal y las financiaciones cubiertas con garantías preferidas “A”, que alcanza aproximadamente al 3,5 por ciento de los requisitos por riesgo de contraparte. Con el propósito de suavizar el efecto de la reducción del IR sobre el computo de la exigencia de capital por riesgo de crédito se aumentó el factor “k” para las entidades financieras con calificación CAMELS 3, 4 o 5. Exigencia de capital por riesgo de tasa de interés En marzo de 1999 se introdujo un requisito de capital para cubrir el riesgo de pérdidas potenciales en el valor económico de los activos y pasivos registrados en el banking book, utilizando la metodología de valor a riesgo. El objetivo de esta exigencia es que los bancos tengan en cuenta el riesgo de descalce de tasa de interés generado por los activos y pasivos que no tienen mercados secundarios. El riesgo de descalce de plazo o de tasa de interés enfrentado por una entidad financiera consiste en que su condición económica puede verse afectada por cambios en las tasas de interés del mercado. Este riesgo existe cuando la sensibilidad de los activos ante cambios en las tasas de interés no coincide con la de los pasivos. Si el plazo de los pasivos es menor que el de los activos y estos últimos son a tasa fija, un incremento en el costo del fondeo producirá un cambio en el valor del activo, aún cuando la calidad crediticia de la contraparte no hubiera sufrido modificaciones e independientemente de que este cambio de valor se refleje en un precio de mercado. Estas modificaciones podrían causar problemas de solvencia para aquellas entidades que se vean obligadas a renovar sus pasivos incrementando su remuneración pero sin poder modificar sus tasas activas. Dadas las características del sistema financiero argentino, el descalce de plazos aún no tiene la relevancia que adquirió en otros países. Sin embargo, el avance en el grado de desarrollo económico requiere de la financiación de proyectos de inversión a largo plazo y el consecuente crecimiento del mercado de crédito a largo plazo. De esta forma, el problema del descalce de plazos puede agravarse en la medida en que se incremente la proporción de créditos a largo plazo a tasa fija y los bancos los mantengan en sus activos en lugar de venderlos o titulizarlos. Calificación CAMELS 1 2 3 4 5 Factor “k” actual 0,97 1,00 1,05 1,10 1,15 Factor “k” anterior CAMELS factor “k” 0,97 1,00 1,03 1,07 1.125 La modified duration es una medida aproximada del cambio esperado en el precio de un activo financiero a tasa fija dado un cambio determinado en su rendimiento. 15 BCRA 50 III. Políticas y régimen prudencial Por este motivo, se consideró oportuno introducir una regulación preventiva que estableciera un requisito de capital para cubrir las pérdidas que podrían originarse por las fluctuaciones de las tasas de interés. Esta regulación genera los incentivos adecuados para reducir el descalce, a través de medidas como el otorgamiento de préstamos a tasa variable, el fondeo de préstamos a largo plazo a tasa fija con pasivos a largo plazo con tasa fija y la titulización de la cartera de activos a largo plazo. El capital requerido por esta norma es suficiente para cubrir la pérdida potencial del valor económico de los activos netos de los pasivos por aumentos en las tasas de interés de fondeo dentro de un rango de tres meses, de forma tal que la probabilidad de que la pérdida observada supere al requisito de capital establecido sea de 1 por ciento. Adicionalmente, y con fines informativos, se requiere a las entidades financieras que calculen la pérdida potencial que podrían llegar a soportar ante una circunstancia crítica (con niveles extremos de tasas de interés), como la experimentada durante la crisis del “Tequila”. El cálculo de la exigencia sobre operaciones a tasa fija asigna los flujos de capitales e intereses de las distintas operaciones a diferentes bandas temporales según sus vencimientos contractuales. A su vez, la norma considera a las operaciones a tasa variable de acuerdo al indicador utilizado para su ajuste. De esta forma, los contratos a tasa variable referidos a un indicador de origen externo son tratados como si fueran a tasa fija para reflejar la mayor volatilidad del spread argentino. Por otra parte, las operaciones activas a tasa variable referidas a un indicador de origen local -excepto las deudas del Gobierno Nacional- se tratan en un 40 por ciento como si fueran a tasa fija, para reflejar el hecho de que shocks de gran magnitud en las tasas de fondeo no se trasladan íntegramente a los deudores, por lo que persiste parcialmente el riesgo de tasa de interés. Adicionalmente, la norma permite el tratamiento diferencial de los depósitos básicos (cuenta corriente y caja de ahorro) de acuerdo al nivel de riesgo asociado a cada una de las entidades financieras. El supuesto subyacente es que a pesar de que el vencimiento implícito de estos pasivos es de 1 día, las entidades consideradas con menor riesgo van a mantener en todo momento un nivel mínimo de estos depósitos. De esta forma, las entidades con calificación CAMELS 1 a 3 pueden asignar hasta el 50 por ciento de sus depósitos básicos a bandas temporales más distantes que las correspondientes a su vencimiento contractual (en el caso de una entidad CAMELS 3, el plazo no puede superar 3 años). Emisión de deuda Considerando las particularidades que atraviesa el mercado de capitales nacional y las dificultades que enfrentan las empresas argentinas para acceder a mercados del exterior, se diseñó un procedimiento alternativo para aquellas entidades que encuentran dificultades para cumplir con el requerimiento de la emisión anual de deuda (B de BASIC). Las entidades pueden optar por no emitir esta deuda, en cuyo caso, por el procedimiento alternativo, se incrementa la tasa de requisitos mínimos de liquidez en un punto porcentual y en 5 por ciento los requisitos mínimos de capital por riesgo de crédito y de tasa de interés. Durante 1999, 33 entidades optaron por este régimen. Garantías Se modificó la clasificación de las garantías otorgadas para las operaciones financieras, creándose tres categorías. BCRA III. Políticas y régimen prudencial 51 La categoría de garantías preferidas “A” incluye aquellas garantías que le aseguran a la entidad financiera la cancelación de la obligación debido a la existencia de terceros solventes o mercados secundarios que posibilitan la venta de los activos. Entre los conceptos que pueden mencionarse se encuentran: garantías constituidas en efectivo, cauciones de certificados de depósitos a plazo fijo, títulos públicos nacionales (a precio de mercado), afectaciones de fondos de coparticipación, prendas fijas con desplazamiento hacia la entidad, etc. Para ser incluidos dentro de esta categoría, las operaciones no podrán tener un plazo residual mayor a 6 meses. La categoría de garantías preferidas “B” incluye aquellas garantías constituidas por derechos reales sobre bienes o compromisos de terceros que le aseguran a la entidad la cancelación de la obligación siempre que cumpla con los procedimientos para la ejecución de dichas garantías. Son consideradas garantías preferidas “B” las hipotecas en primer grado, las prendas fijas en primer grado, las garantías o avales otorgados por sociedades de garantías recíprocas y las garantías que cumplen todas las condiciones necesarias para ser preferidas “A” excepto la de tener un plazo residual menor a 6 meses. La tercera categoría esta formada por el resto de las garantías. Las financiaciones cubiertas con garantías preferidas “A” tienen un tratamiento diferencial en cuanto a clasificación y fraccionamiento del riesgo crediticio. Clasificación de deudores Debido a la recategorización de las garantías, las normas de clasificación de deudores también fueron modificadas. En este sentido, para las financiaciones respaldadas con garantías preferidas “A” no se requiere la evaluación de la capacidad de repago del deudor. En el caso de que la garantía no sea suficiente para respaldar el total de la deuda, la entidad debe aplicar reglas sobre clasificación de deudores y previsionamiento sobre los montos no cubiertos por la correspondiente garantía. A su vez, se establecieron pautas para la clasificación de deudores con procesos de refinanciación, contemplando además de los convenios colectivos, las convenidas individualmente con la entidad. La clasificación de estos deudores debe tomar en cuenta el porcentaje de la cancelación de la deuda. La norma establece que para poder clasificar a un deudor en la categoría “con riesgo potencial”, éste debe haber cancelado al menos 35 por ciento del monto adeudado, a cuyo efecto puede considerarse la mitad de las garantías adicionales a las ofrecidas, constituidas sobre bienes no vinculados a la explotación del deudor (salvo en el caso del sector agropecuario, en que se admite la hipoteca sobre el inmueble rural). Por último, cuando los convenios de refinanciación hayan sido establecidos únicamente con la entidad financiera, se exige que cuenten con opinión del auditor externo de la entidad, una calificadora de riesgo admitida por las normas sobre evaluación de entidades financieras o sujeta a la previa intervención de la Superintendencia si el monto de la deuda supera 5.000.000 pesos; no es requerida la opinión de la Superintendencia para deudas entre 5.000.000 pesos y 1.000.000 pesos; y es necesaria únicamente la opinión del auditor externo para montos menores a 1.000.000 pesos. BCRA 52 III. Políticas y régimen prudencial Fraccionamiento del riesgo crediticio La incorporación del concepto de garantía preferida “A” también modificó la norma sobre fraccionamiento del crédito. Esta norma establece límites al financiamiento que una entidad puede otorgar a cada cliente con el fin de fijar estándares mínimos de diversificación. De esta forma, las financiaciones otorgadas se imputan a cada uno de los clientes respetando estos límites. Sin embargo, en algunos casos cuando existen garantías preferidas “A” (por ejemplo, descuento de facturas), es en última instancia el tercero obligado al pago quien asume la responsabilidad de la cancelación de la deuda. En estos casos la financiación cubierta con garantía preferida “A” no se imputa al cliente sino al obligado al pago, por lo que, si opera con la entidad financiera, se afecta su margen crediticio. Cuentas de inversión Se modificaron las normas contables referentes al método de valuación de los activos contabilizados en cuentas de inversión. En sustitución de la registración a valor de costo, acrecentado en forma exponencial en función de su tasa interna de retorno y del tiempo transcurrido desde su incorporación, a partir de marzo de 2000, estas tenencias se deberán registrar a su valor de costo, acrecentado hasta el vencimiento de cada servicio en función del interés que surja del cupón corriente. Sin embargo, el valor contable debe ajustarse cuando el precio de mercado caiga más de 20 por ciento del valor registrado en los libros. Por último, se permiten realizar operaciones de pase con estas tenencias sin afectar su valor contable, siempre que la contraparte de la operación sea otra entidad financiera del país, banco del exterior con calificación internacional “A” o superior, o bien con el Banco Central. Financiamiento a las PyMEs Durante 1999 se han adoptado una serie de medidas tendientes a flexibilizar las condiciones para el otorgamiento de fondos en el segmento de pequeños tomadores de créditos, como así también la normativa con relación a sus refinanciaciones. En primer lugar, se puede mencionar el tratamiento dado a las operaciones financieras cubiertas por garantías preferidas “A” que permite la financiación a pequeñas empresas sin afectar su límite de crédito y sin considerar su clasificación sino la de los emisores de las facturas, cheques de pago diferido u otros medios de crédito. En segundo lugar, se fijaron condiciones para el refinanciamiento de deudas. En junio se dictó la norma por la que se establecieron las condiciones para la refinanciación y reclasificación de deudores de hasta 200.000 pesos contra la entrega en garantía de títulos o bonos cupón cero entre 5 y 20 años de plazo emitidos por el Gobierno Nacional o el Banco de la Nación Argentina. Una vez constituidas las garantías y abonado determinado número de cuotas -dependiendo de la clasificación del deudor, las garantías adicionales otorgadas y el plazo del bono-, el deudor puede ser reclasificado en la categoría inmediata superior, alcanzando la categoría de situación normal de acuerdo a un cronograma preestablecido. Este programa tuvo validez hasta el 31 de diciembre de 1999. Asimismo, se desarrolló otro plan para la reclasificación de deudores de hasta 200.000 pesos, que pudo ser aplicado hasta el 31 de diciembre de 1999. La refinanciación debe realizarse por la totalidad de la deuda, las empresas deben realizar un pago inicial, los plazos previstos para esta refinanciación son de 3, 5, 7 y 10 años, con una tasa de interés máxima de hasta 15 por ciento. La BCRA III. Políticas y régimen prudencial 53 reclasificación de estos deudores depende de su clasificación inicial, las garantías otorgadas y el plazo seleccionado para la refinanciación. Por último, se autorizó la financiación adicional a empresas con calificación crediticia distinta de la normal sin que esto obligue a los bancos a realizar el previsionamiento de acuerdo a la categoría actual del deudor. Estos fondos no pueden superar 20 por ciento del total de la deuda para un cliente en categoría 2 y 5 por ciento para uno en categoría 5. Este programa tuvo validez hasta el 31 de diciembre de 1999. Reestructuración de pasivos bancarios Hacia finales del año se sancionó la Ley 25.190 que establece un régimen optativo de reestructuración de pasivos bancarios que otorga la posibilidad de refinanciar pasivos registrados hasta agosto de 1999. El Banco Central reglamentó esta ley dentro del marco de los criterios prudenciales que deben seguir las entidades con respecto a la política de créditos. Entre las condiciones requeridas que deben contar los deudores, se pueden mencionar las siguientes: debe tratarse de deudores en categoría distinta a la normal cuya deuda con la entidad no supere 500.000 pesos y correspondan a los sectores agropecuario, industrial, comercial y de servicios; si la deuda es mantenida con una única entidad, la refinanciación puede alcanzar a 1.500.000 pesos; no se pueden refinanciar las deudas por préstamos personales, hipotecarios para adquisición, mejora o refacción de vivienda, prendarios o tarjetas de crédito. Las condiciones establecidas en este programa exigen como garantía la caución de bonos del Tesoro Nacional a tasa de interés capitalizable a 5, 10, 15 o 20 años de plazo y de pago íntegro al vencimiento. El plazo para la adopción de este programa finaliza en enero de 2000. Prevención del lavado de dinero y otras actividades ilícitas El Banco Central ha desarrollado políticas y procedimientos para prevenir el lavado de dinero, basado en leyes y regulaciones que comprenden las buenas prácticas internacionales. En este sentido, se han dictado normas estableciendo los recaudos mínimos que las entidades financieras deben tener en cuenta: prestar atención al funcionamiento de la cuenta de la clientela; mantener los registros necesarios para las transacciones tanto nacionales como internacionales; elaborar programas contra el lavado de dinero incluyendo como mínimo el diseño de políticas, procedimientos y controles internos y planes de capacitación del personal; y designación de un funcionario que será el encargado de centralizar la información que requiera el Banco Central o sea solicitada por otra entidad financiera, y que además será responsable de la implementación, el seguimiento y el control de los procedimientos internos de la entidad. Además, se estableció que las entidades deben mantener una base de datos de las personas que realicen operaciones por importes iguales o superiores a 10.000 pesos (por depósitos en efectivo, con títulos valores, pases activos y pasivos, compraventa de títulos valores, metales, moneda extranjera, pago o cobro de importaciones o exportaciones y cancelación anticipada de préstamos). BCRA 54 III. Políticas y régimen prudencial Se determinó que toda transacción considerada sospechosa, inusual o de innecesaria complejidad producida aislada o reiteradamente, debe informarse a la Superintendencia. Entre estas operaciones se podrían mencionar: depósito inusual y transferencia inmediata por grandes sumas de dinero; manejo inusual de efectivo por sucursales; depósitos en efectivo que contienen dinero falso; aumento del uso de cajas de seguridad y retiro frecuente de bultos o paquetes sellados; y transacciones cursadas a y recibidas de áreas internacionalmente consideradas sospechosas de lavar dinero. Fondos comunes de inversión Con el fin poder delimitar la interrelación entre la operatoria de los fondos comunes de inversión y las entidades financieras, el Banco Central, a partir de agosto de 1999, estableció una norma mediante la cual las entidades financieras no pueden ser titulares de cuotapartes de fondos comunes de inversión, ni otorgarles liquidez a través de la compra o cesión de activos que componen su haber. No obstante, se exceptuaron de este límite las tenencias de cuotapartes de nuevos fondos comunes de inversión durante los primeros cuatro meses desde el lanzamiento de la oferta al público, en la medida en que esas tenencias, en promedio mensual, no superen 2 por ciento de la integración de requisitos de liquidez de la entidad o 2 millones de pesos, de ambos el mayor. A partir del segundo semestre del año, la Comisión Nacional de Valores dispuso un encaje técnico equivalente al 20 por ciento del patrimonio de aquellos fondos comunes compuestos, al menos, en un 50 por ciento por activos que no poseen mercado secundario. Este requerimiento de liquidez debe ser constituido a través de depósitos a la vista en el sistema financiero. El objetivo de este encaje es asegurar un nivel mínimo de liquidez para estos fondos compatible con el de los depósitos bancarios. Por su parte, el Banco Central dispuso fijar, a través de un cronograma que prevé incrementos graduales, en 100 por ciento el requisito mínimo de liquidez sobre estos depósitos. Esta medida complementa la política de liquidez sistémica seguida por esta Institución; las entidades financieras mantendrán un nivel de reservas de efectivo compatible con las eventuales necesidades de liquidez de los fondos comunes, en el caso de que éstos deban afrontar demandas de rescate en escenarios críticos, en una medida acorde con la naturaleza del instrumento que permite a los inversores la restitución de las cuotapartes en forma prácticamente inmediata. Inversiones a plazo Dadas las nuevas encuestas del Banco Central, se han establecido indicadores adicionales para realizar inversiones a plazo con retribución variable. Se incorporaron como indicadores financieros aplicables a estas operaciones, las tasas que elabora y publica el Banco Central según la encuesta diaria: Badlar (tasa de interés de los depósitos a plazo fijo de 30 a 35 días por montos de 1 millón de pesos o más), Baibar (tasa de interés aceptada entre bancos privados), Baibor (tasa de interés ofrecida entre bancos). Del mismo modo, se fijaron tasas aplicables para el cálculo de la retribución básica de los depósitos a plazo fijo con cláusula de interés variable. BCRA III. Políticas y régimen prudencial 55 Cuenta corriente Durante 1999 se introdujeron modificaciones a la reglamentación de la cuenta corriente relacionadas con la incorporación del truncamiento de cheques. Específicamente, la norma enumera los causales por los cuales un cheque carece de valor o debe ser rechazado. Además, se extendió el plazo de 8 a 10 días hábiles para enviar la información correspondiente a la central de cuentacorrentistas inhabilitados. Asimismo, se modificaron las pautas para la rehabilitación de cuentacorrentistas tomando en consideración los decretos emitidos en esta materia. La rehabilitación de los cuentacorrentistas inhabilitados por rechazos de cheques generados hasta el 31 de agosto de 1999 queda supeditada a la presentación de la solicitud correspondiente y la demostración fehaciente de la cancelación de los cheques rechazado antes del 11 de abril de 2000. 2. Políticas de monitoreo del sector bancario El Banco Central avanzó en la implementación del sistema de monitoreo denominado BASIC, cuyas siglas corresponden a las palabras Bonos, Auditoría, Superintendencia, Información y Calificación16 . Cabe recordar que este esquema de supervisión bancaria tiene por objetivo fundamental la consolidación de un sistema financiero sólido, estable y transparente. El BASIC es un sistema que complementa la supervisión oficial con la disciplina de mercado. La supervisión oficial se basa principalmente en el control de auditorías, la inspección de entidades y el seguimiento off-site. Los resultados obtenidos de esta labor son brindados al público a través de un completo y transparente sistema de información. De esta forma, el mercado agrega a sus propios datos, los recogidos y analizados por esta Institución y está en mejores condiciones para evaluar por sí mismo la calidad de las entidades financieras. Esto se refleja en el premio por riesgo que le exige sobre la deuda colocada, así como en la calificación otorgada por las agencias calificadoras de riesgo. Evidentemente, este sistema se retroalimenta en forma constante, permitiendo la complementariedad entre supervisión oficial y evaluación del mercado. BASIC Información MERCADO Supervisión Tradicional (CAMELS) Bonos 16 Auditoría Calificadoras de riesgo La descripción detallada de este sistema se ha realizado en informes anteriores por lo tanto no se repite aquí. BCRA 56 III. Políticas y régimen prudencial A continuación se describen los avances más recientes en la implementación de cada uno de sus componentes. I: Información Información y análisis técnico Se amplió el alcance de la publicación Información de Entidades Financieras incorporándose datos agregados relacionados con la cartera comercial y de consumo de los fideicomisos financieros. Por otra parte, en virtud de las modificaciones realizadas a la Ley de Cheques a través de decretos de necesidad y urgencia del Poder Ejecutivo Nacional, se elaboraron procedimientos para la rehabilitación de cuentacorrentistas. En este sentido, se realizó un relevamiento de la totalidad de los cheques rechazados y se calcularon los montos de las multas que correspondían aplicar. Este trabajo fue puesto a disposición de las entidades bancarias. Régimen informativo y publicaciones Se evaluaron las exigencias de información del Banco Central a las entidades financieras, comparándolas con las de otros organismos de supervisión bancarias, entre los que se consideró especialmente los requerimientos que determina la Reserva Federal de los Estados Unidos a las entidades que supervisa. Se analizó el tipo, frecuencia y nivel de desagregación de la información requerida a las entidades financieras en Argentina y Estados Unidos. La principal conclusión del estudio realizado es la conveniencia de adecuar los requisitos informativos del Banco Central a los estándares internacionales en cuanto a diferenciación de los datos requeridos según el nivel de riesgo (exigir mayor frecuencia y nivel de desagregación a las entidades más riesgosas). La tarea se realizó mediante la contratación de firmas de reconocido prestigio. Por otra parte, se continuó avanzando en la sistematización de los regímenes contable (trimestral y anual) y para control interno del Banco Central (trimestral, semestral y anual). Al tiempo que se agrega información necesaria para evaluar a las entidades financieras, se mejora la adecuación a normas contables profesionales vigentes y se logra un mecanismo que permite el acceso más rápido a las bases de datos. Durante 1999 se puso a disposición de las entidades financieras y otros usuarios, el proyecto de sistema informativo Deudores de las Entidades Financieras para recibir comentarios, consultas y sugerencias en cuanto a su extensión y grado de comprensión. Este proyecto permitiría disponer de información detallada sobre cada uno de los deudores del sistema financiero. En lo que respecta a la publicación Información de Entidades Financieras, se observó una sensible disminución en el número de ejemplares que se distribuyen mensualmente, debido esencialmente al crecimiento de las consultas a través del sitio de Internet de la Institución. En el año se ha registrado un promedio de 70.000 consultas diarias, de las cuales 15.000 se refieren a Información Estadística, 40.000 se concentran en “Consulta a Bases de Información” (cuentacorrentistas inhabilitados y Deudores del Sistema Financiero) y las BCRA III. Políticas y régimen prudencial 57 Cantidad de Datos Regímenes Mensuales (CD) Balance de saldos Estado de situación de deudores Información sobre promedio de saldos diarios Capitales mínimos Requisitos mínimos de liquidez Posición de liquidez Emisión y colocación de deuda 17.923 1.415 590 91 9.252 106 6.460 9 Regímenes Mensuales (datos variables, CD) Deudores del sistema financiero Pagos superiores a $10.000 Institucional Prestamos inmobiliarios Dependen respectivamente de la cantidad de deudores, pagos, directivos y préstamos que tenga cada entidad. Regímenes Mensuales (papel) Estado de consolidación de entidades locales con filales y subsidiarias Estado de situación de deudores consolidado Operaciones con vinculados Aplicación de recursos en Moneda Extranjera 670 33 Nota 45 Regímenes Trimestrales (datos fijos, CD) Régimen contable trimestral/anual para publicación Régimen de control interno para el BCRA Pago de remuneraciones por acreditación en cuenta Regímenes Trimestrales (datos variables, CD) Cuentacorrentistas inhabilitados Calificadoras de riesgo Clasificación de los regímenes informativos recibidos actualmente 11.015 1.989 9.008 18 Dependen respectivamente de la cantidad de cuenta-correntistas y deudores Regímenes Semestrales (papel) EECC de acciones vinculados Según la entidad Regímenes Anuales (papel) Auditores externos DDJJ familiares de Auditores Externos EECC consolidado con casa matriz del exterior Certificado de antecedentes judiciales Asistencia de accionistas a Asamblea Movimiento de accionistas (casas y agencias de cambio) Según Según Según Según Según Según Aperíodicas (papel) Certíficados de antecedentes judiciales de fundadores y promotores Auditores internos Responsables de política de liquidez y lavado de dinero Responsables de política de administración del riesgo Responsables del régimen informativo Según la entidad Según la entidad Según la entidad Según la entidad Según la entidad la la la la la la entidad entidad entidad entidad entidad entidad BCRA 58 III. Políticas y régimen prudencial restantes a otros servicios que brinda la página de la Institución. Existen en la actualidad al menos 500 usuarios externos de los servicios de Internet BCRA-SEFyC. Central de Deudores En febrero de 1999 incorporó el hardware y software correspondiente a la licitación adjudicada a la firma NCR. Con posterioridad a la instalación y adecuación del software de base por parte de la empresa proveedora, se procedió a la reiteración de las pruebas de cumplimiento de los requisitos establecidos en el pliego de condiciones. Las pruebas repitieron y en algunos casos mejoraron el desempeño medido en las pruebas realizadas en San Diego, Estados Unidos y determinaron la liberación del primer pago y el inicio de los seis meses de operación conjunta. Durante este período se encaró, con la asistencia de los técnicos de la firma NCR, la migración de la aplicación Deudores del Sistema Financiero de su ambiente original (Sybase y Unix) a un nuevo servidor, configurando un ambiente de procesamiento de mayor potencia. Esta tarea, si bien no fue aún implementada formalmente, se ejecuta diariamente de manera estabilizada. A solicitud de la Superintendencia, se generó una base de datos que albergara el padrón de la Dirección General Impositiva, de forma de contar con mejores mecanismos para cruzar informaciones. En tal sentido, ya se realizó la carga inicial y se están desarrollando los procedimientos para su actualización semanal a partir de las novedades enviadas por la Dirección General Impositiva. En los últimos meses de 1999, se encaró en forma conjunta con los usuarios de la Superintendencia y los técnicos de NCR, la definición del modelo lógico de todos los datos requeridos por la dependencia usuaria, tendiente a la generación de un repositorio de datos (Data Warehouse) en el que se recopile y almacene en forma ordenada y confiable en un único ambiente de cómputos, información actualmente mantenida en diversos ámbitos de procesamiento. Matriz de Transición Sistema Financiero Cantidad de registros Situación 1 Deudores a Marzo 2000 2 3 4 5 Total 8% 24% 35% 34% 2% 4% 22% 36% 59% 96% 100% 100% 100% 100% 100% Deudores 1 2 3 4 5 a Abril 1998 81% 18% 4% 2% 1% 5% 24% 5% 1% 0% 3% 12% 19% 4% 1% Se incluyen aquellos deudores que tengan asistencia en Marzo ´00 y Abril ´98 Principales deudores sector privado no financiero (+ de $200 mil) Matriz de Transición Sistema Financiero En montos Situación 1 Deudores a Marzo 2000 2 3 a Abril 1998 1 2 3 4 5 89% 12% 5% 2% 1% 5% 27% 5% 0% 0% 1% 11% 27% 6% 1% Se incluyen aquellos deudores que tengan asistencia en Marzo ´00 y Abril ´98 Principales deudores sector privado no financiero (+ de $200 mil) BCRA 4 5 Total 4% 40% 33% 36% 2% 1% 9% 30% 56% 96% 100% 100% 100% 100% 100% Deudores III. Políticas y régimen prudencial 59 A diciembre de 1999, la central de deudores cuenta con más de 5 millones de deudores. Las financiaciones y garantías totales incluidas alcanza los 95 mil millones de pesos. El 69 por ciento de dicho total corresponde a la cartera comercial (63 por ciento si se considera la cartera comercial mayor a 200 mil pesos) y el 31 por ciento restante a la cartera de consumo. Una aplicación de dicha central de deudores es la matriz de transición, que refleja la evolución en la situación17 de los deudores asistidos en dos períodos determinados. Así por ejemplo, si analizamos lo sucedido con los principales deudores del sector privado no financiero de las entidades financieras durante los últimos dos años (marzo de 2000 en comparación con abril de 1998) puede observarse los cambios en la situación de deudores asistidos en ambos períodos así como las financiaciones involucradas. En las tablas precedentes los resultados de dicho ejercicio están volcados en dicha “matriz de transición”. Del mismo se desprende, por ejemplo, que de todos los deudores que se encontraban en situación 1 en abril de 1998, el 89 por ciento de los mismos mantienen en marzo de 2000 dicha calificación, el 3 por ciento pasó a situación 2, el 1 por ciento a situación 3, el 5 por ciento a situación 4 y el 1 por ciento restante a situación 5. Adicionalmente, de todos los deudores que se hallaban en situación 2 en junio de 1999, 32 por ciento mantienen dicha calificación, 24 por ciento mejoró pasando a situación 1 y el 44 por ciento restante empeoró su situación (a 3, 4 ó 5). Por otro lado, en las citadas tablas, se incluyen los montos (financiaciones y garantías) a marzo de 2000 de los deudores involucrados en la matriz antes comentada. A: Control de auditores En el marco del sistema BASIC, resulta fundamental alcanzar y mantener un adecuado nivel de calidad de los trabajos de los auditores externos e internos y de los comités de auditoría, cuya labor es evaluada internamente desde la Superintendencia. El objetivo principal de los auditores externos es asegurar que la información provista por las entidades financieras en sus estados contables refleje adecuadamente su situación patrimonial, económica y financiera, emitiendo en forma anual el informe del auditor sobre los estados contables de cierre del ejercicio, que deberá cumplir con los procedimientos de auditoría establecidos por el Banco Central. Adicionalmente, los auditores externos deben presentar a esta Institución los informes de revisión limitada de los estados contables trimestrales e informes especiales relacionados con la información de los deudores de las entidades financieras, el cumplimiento de las relaciones técnicas, regulaciones monetarias y de las normas en materia de prevención del lavado de dinero proveniente de actividades ilícitas, la adecuación de los sistemas informáticos para su uso a partir del año 2000, el régimen informativo para el Banco Central y sobre el sistema de control interno de las entidades financieras. Por otra parte, para promover la efectividad y eficiencia de las operaciones de las entidades financieras, la confiabilidad de la información contable y el cumplimiento de las leyes y las normas aplicables, las normas del Banco Central definen al control interno como Se entiende por situación a la clasificación que merece el deudor de acuerdo a la normativa del BCRA (Com. A 2729 y compl..). La misma va de 1 (situación/cumplimiento normal) a 5 (irrecuperable). 17 BCRA 60 III. Políticas y régimen prudencial un proceso efectuado por el directorio, la gerencia y los demás miembros de una entidad financiera, asignándole roles específicos a cada uno de ellos. Dentro de ese marco, las auditorías internas son las encargadas de la evaluación y el monitoreo del control interno, y los comités de auditoría son los responsables del análisis de las observaciones emanadas de la auditoría interna, del seguimiento de la implementación de las soluciones a las debilidades de control interno detectadas y de la coordinación de las funciones de control interno y externo que interactúan en la entidad financiera. Como resultado de la evaluación de las labores de los auditores externos e internos y de los comités de auditoría, se procede a calificar a los auditores de acuerdo con una metodología aprobada por la Superintendencia, a través de un comité de calificación. En el caso particular de los auditores externos, las calificaciones hasta el 31 de diciembre de 1999 mostraron una mejora significativa en la calidad de su labor. Durante el mismo período, se produjo una evolución favorable en la labor de las auditorías internas que en general no llevaban a cabo sus tareas orientadas a los riesgos de las operaciones, debiendo modificar su metodología a partir de abril de 1997, cuando se produjo un importante cambio en la regulación del Banco Central sobre control interno. En el período comprendido entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 1999, se cumplió con los cronogramas de tareas aprobados por la Superintendencia, habiéndose efectuado 60 revisiones integrales de la labor de los auditores externos, 96 revisiones integrales de la labor de auditoría interna y 41 revisiones reducidas de la labor de los auditores externos (incluyen solamente la revisión del informe sobre verificación de los deudores de las entidades financieras). Actualmente se está llevando a cabo el quinto cronograma con 36 revisiones integrales de la labor de los auditores externos, 43 revisiones integrales de la labor de auditoría interna y 34 revisiones reducidas de la labor de los auditores externos. Auditoría externa de sistemas Las auditorías externas de sistemas se realizan en el marco de referencia que fijan la normativa vigente del Banco Central, las normas internacionales específicas de la actividad y las leyes o regulaciones nacionales vinculadas a sistemas tecnológicos. Calificaciones de auditoría externa 4(Inadecuado) 17% 5(Inaceptable) 1% 1(Muybueno) 2% 2(Adecuado) 45% 3(Ajustado) 35% BCRA III. Políticas y régimen prudencial 61 Calificaciones de auditoría interna 4(Inadecuado) 44% 5(Inaceptable) 3% 1(Muybueno) 0% 2(Adecuado) 6% 3(Ajustado) 47% Ultima calificación 1 2 1 2 3 4 5 S/C Ultima calificación Total Ultima calificación 6 10 4 2 7 7 2 15 20 16 2 Calificación previa Con objeción 10 14 46 1 Calificación previa 3 4 3 Total 3 1 16 17 16 30 47 S/C 2 18 13 3 2 26 64 Total 2 38 35 14 2 26 117 S/C 27 9 11 47 Calificaciones de auditoría interna S/C Total 1 2 3 17 10 1 16 47 7 49 41 4 16 117 Cantidad de entidades Auditorías de sistemas Calificaciones 1 2 3 4 5 Seguimientos efectuados Homologación de cámaras compensadoras Matriz de transición al 31 de diciembre de 1999 72 34 11 117 5 3 Calificaciones de auditoría externa Calificaciones de auditoría externa objeciones a informes Matriz de transición al 31 de diciembre de 1999 Total 24 2 1 2 3 4 5 S/C 5 12 3 Sin objeción 35 11 Sin objeción Con objeción S/C Total Calificación previa 3 4 74 0 13 38 18 5 30 1 Matriz de transición al 31 de diciembre de 1999 Auditoría externa de sistemas Tareas realizadas durante 1999 BCRA 62 III. Políticas y régimen prudencial Calificaciones de auditorías de sistemas Calificación5 7% Calificación1 0% Calificación2 18% Calificación4 24% Calificación3 51% Estas auditorías forman parte de las auditorias CAMELS que se llevan a cabo periódicamente. Sin embargo, lo específico de la actividad tecnológica hace que las auditorías de sistemas tengan su propia metodología de acción y calificación, que se aplica sobre la base de las evidencias reunidas en cada inspección practicada. Los elementos que se auditan son: gerenciamiento informático, continuidad del procesamiento de datos, operaciones, seguridad lógica, telecomunicaciones, sistemas aplicativos, transferencia electrónica de fondos, banca electrónica y proveedores externos. La evaluación conjunta de los temas auditados se resume en una calificación que evalúa a cada entidad financiera desde el punto de vista tecnológico. Adicionalmente a las auditorías de sistemas que se practican como parte integrante de las auditorías CAMELS, se efectúan revisiones adicionales independientes (denominadas de “seguimiento”) en todas aquellas entidades cuya calificación haya sido 4 o 5. Estas entidades son notificadas de su situación -con antelación a la remisión del informe CAMELS definitivo, para que puedan proyectar a la brevedad un plan de acción tendiente a superar las debilidades observadas. Por otra parte, auditoría de sistemas brinda soporte técnico a los equipos de supervisión realizando la validación de la información de cartera de consumos. En tal sentido se realizaron 119 estudios y análisis de carteras de consumo de las entidades, de los cuales 26 derivaron en el rechazo de la información enviada por problemas de falta de cumplimiento del requerimiento en cuanto al formato, tanto de campos individuales como del registro en su totalidad, como así también en la forma de completar cada uno de ellos. S: Supervisión El esquema de supervisión que aplica la Superintendencia está orientado a conocer la situación corriente de la entidad financiera y su viabilidad en el mediano plazo. En este sentido, el esquema enfatiza tanto el determinar si los estados contables reflejan adecuadamente la situación de la entidad, como el conocer si la calidad de su gerenciamiento, su posicionamiento actual y futuro y sus políticas de crédito, captación de recursos, servicios, empleo, remuneraciones, distribución geográfica, diversificación de riesgos, etc., permiten prever su viabilidad en el futuro. BCRA III. Políticas y régimen prudencial 63 En función de esta orientación, la supervisión bancaria reconoce varios objetivos. En primer lugar, velar por la estabilidad del sistema financiero en su conjunto y contribuir a mejorar la transparencia en la información suministrada por las entidades financieras al público en general. En segundo lugar, promover el ejercicio prudente de la profesión bancaria, enfatizando la responsabilidad de los directorios y gerencias de las entidades en el desarrollo de sistemas de gestión, control e información, coherentes con el perfil de riesgos asumido y con la complejidad de sus operaciones. En tercer lugar, promover una disciplina preventiva eficaz, para preservar la solvencia y estabilidad de las entidades y subsanar las debilidades detectadas en los procesos de gestión de los riesgos bancarios. Finalmente, diagnosticar sistemáticamente la situación y viabilidad de cada entidad financiera, de manera comprensiva y consolidada. En consonancia con estos objetivos, se ha implementado un proceso de supervisión bancaria que va más allá de las inspecciones periódicas a las entidades financieras. El proceso es un ciclo continuo que combina inspecciones y seguimiento a distancia abarcando cuatro etapas. Las tres primeras etapas del proceso de supervisión corresponden a la inspección on-site de las entidades financieras y comprenden: la planificación de la inspección a realizarse, determinando el alcance y la oportunidad de los procedimientos a aplicar, su duración y el personal afectado; la ejecución de la inspección, aplicando los procedimientos establecidos; y la comunicación de los resultados de la inspección y de la calificación de la entidad. La cuarta etapa comprende el seguimiento en sede (off-site) de la situación de cada entidad financiera, a través del análisis de la documentación establecida por el régimen informático y demás elementos adicionales solicitados, con el objetivo de analizar: indicadores de alerta que permitan estimar y anticipar la situación de cada entidad; escenarios y proyecciones, particularmente de aquellas entidades en las que se detectó una señal de alerta; cumplimiento normativo de relaciones técnicas y monetarias, como así también de la clasificación y previsionamiento de los deudores; y evolución histórica de la entidad. Realizadas No realizadas Reciente inicio Programadas para el primer trimestre de 2000 Proceso de fusión, venta o revocación Total Calificadas En proceso de calificación Bancos públicos Bancos privados Compañías financieras Cajas de crédito 5 25 7 2 2 19 3 2 7 17 2 1 0 4 4 0 1 10 0 1 1 2 1 1 16 77 17 7 Total 39 26 27 8 12 5 117 En curso / veeduría Realizadas Calificadas Bancos públicos Bancos privados Companías financieras Cajas de Crédito 1 2 Total 3 No realizadas Proceso de fusión, venta o revocación En proceso de calificación En curso / veeduría Reciente inicio Programadas a partir de Junio 2000 3 11 4 1 7 12 4 1 2 5 48 9 4 1 3 1 17 77 19 6 19 23 66 5 119 3 Total Cronograma de inspecciones para 1999 Cronograma de inspecciones para 2000 BCRA 64 III. Políticas y régimen prudencial Calificación CAMELS Al término de cada inspección, cada entidad financiera recibe una calificación compuesta que proporciona un marco para evaluar y resumir los factores económicos, financieros, operacionales y de cumplimiento normativo, y que se genera mediante la valoración de cinco componentes: suficiencia de Capital, calidad de los Activos, dirección administrativa (Management), rentabilidad (Earnings), Liquidez, Sensibilidad a los riesgos de mercado. Cada uno de estos componentes recibe una valoración de 1 a 5 en escala de valores satisfactorios a no satisfactorios. La calificación final de una entidad financiera es la resultante de una combinación de los factores evaluados y determina su situación y por ende, las acciones de superintendencia que corresponde aplicar. La Superintendencia utiliza un método de supervisión similar al implementado por la Oficina de Contralor de la Moneda (OCC) y la Reserva Federal de Estados Unidos, denominado sistema de calificación CAMELS, que constituye un enfoque integrador en el cual las fortalezas y debilidades resultan de un análisis conjunto de factores clave. De acuerdo con las evaluaciones efectuadas a diciembre de 1999, las entidades privadas con calificación CAMELS 1 y 2 concentran 87 por ciento del total de los depósitos (esta proporción era 78 por ciento en 1998), mientras que sólo 2 por ciento se concentra en entidades con calificación CAMELS 4. Cabe destacar que no hay entidades con calificación CAMELS 5. Se ha producido una mejora en relación a las calificaciones vigentes a diciembre de 1998 ya que no sólo aumentó el porcentaje de depósitos en las entidades mejor calificadas sino que también se incrementó en 7 la cantidad de entidades con CAMELS 1 y 2 (de 37 a 45 entidades). Parte de la mayor concentración de depósitos en las entidades mejor calificadas se explica porque éstas absorbieron a otras entidades que estaban peor calificadas. En este sentido, 78 por ciento de los depósitos de las entidades que dejaron de operar durante 1999 fue absorbido por entidades con CAMELS 1 o 2. Entre otros cambios significativos entre 1998 y 1999, se puede mencionar que 3 entidades mejoraron la calificación de 3 a 2 y que las 3 entidades que en 1998 tenía calificación 5 mejoraron su nota durante 1999. Adicionalmente, cabe señalar que de las entidades que en 1998 no tenían calificación CAMELS y que fueron calificadas en 1999, 5 recibieron una nota de 1 o 2. Todas las entidades fueron inspeccionadas en el período correspondiente salvo las nuevas. Distribución de los depósitos según calificación CAMELS BCRA III. Políticas y régimen prudencial 65 La matriz de transición de calificaciones CAMELS -que compara la primera y la última nota que recibieron cada una de las entidades financieras- permite realizar algunas observaciones de interés. Es así como, por ejemplo, de las 29 entidades que fueron originalmente calificadas en 4, 10 entidades mantuvieron dicha nota en la última calificación, mientras que de las 19 restantes, 7 mejoraron su calificación (2 pasaron a tener una nota CAMELS 2 y las 5 restantes una CAMELS 3), en que 12 fueron revocadas (7 de ellas se retiraron del mercado en forma ordenada18 y al resto se les aplicó el artículo 35 bis de la Ley de Entidades Financieras). También se observa que 30 por ciento de las entidades que recibieron como primera nota un CAMELS 3 mejoraron su calificación o bien se retiraron del mercado de manera ordenada. Esta proporción asciende a 48 por ciento si se consideran las entidades cuya primera calificación CAMELS fue 4 y al 50 por ciento en el caso de las calificadas originalmente en 5. La supervisión a distancia (off-site) se complementa con el análisis y seguimiento de los principales deudores del sistema financiero informados a través de la central de riesgo. Con base en esta información, así como en el análisis de deudores efectuado por las inspecciones y la información remitida por las calificadoras de riesgo, se remiten mensualmente notas a las entidades donde se señala la necesidad de reclasificar o reanalizar determinados deudores. Durante 1999 se enviaron 687 cartas que involucraron a aproximadamente 2.070 deudores comerciales. El análisis del riesgo crediticio también considera a los principales grupos económicos que reciben asistencia de entidades financieras, por lo que durante 1999 se analizaron 162 grupos y 166 empresas individuales. Ultima calificación Entidades revocadas desde diciembre de 1997 1 2 3 4 5 s/c Subtotal Retiro ordenado Suspención por art. 35bis Total 1 2 9 4 13 3 3 17 3 23 5 16 28 Primera calificación = 1) Mejoró su calificación 2) Retiro ordenado (1) 3) Subtotal (1+2) 4) Mantuvo su calificación 5) Empeoró su calificación 6) Suspensión/Revocación art. 35 bis. Primera calificación 3 4 6 2 13 5 8 10 27 17 6 7 CAMELS 3 20% 10% 30% 50% 20% 0% 33 5 29 CAMELS 4 32% 16% 48% 32% 0% 20% 5 1 1 - s/c 2 1 10 9 14 36 6 Total 14 30 32 27 0 14 117 27 1 2 2 44 8 152 CAMELS 5 50% 0% 50% 0% 0% 50% Calificaciones CAMELS Matriz de transición al 31 de diciembre de 1999 Evolución de las calificaciones CAMELS Primera vs. última calificación (1) Entidades de baja por fusión, absorción o solicitud de revocatoria sin recibir asistencia del Banco Central, SEDESA o el Fondo Fiduciario de Capitalización Bancaria. Esto es, por fusión, absorción o solicitud de revocatoria sin recibir asistencia del Banco Central, SEDESA o el Fondo Fiduciario de Capitalización Bancaria. 18 BCRA 66 III. Políticas y régimen prudencial El seguimiento de entidades entre inspecciones, se complementa con un monitoreo sistemático de las entidades financieras a través de indicadores referidos a variables clave tales como capital, activos, rentabilidad y liquidez elaborados con la información mensual que las entidades remiten a esta Institución y que permiten evaluar su situación y evolución entre inspecciones. Desarrollo de un nuevo esquema de supervisión orientado al riesgo Durante 1999 se decidió introducir modificaciones al esquema de supervisión a fin de adecuarlo a los más altos estándares internacionales. El nuevo esquema orienta la supervisión al riesgo particular de cada entidad financiera y reconoce dos objetivos: por un lado, la identificación cualitativa y el entendimiento específico de los riesgos enfrentados por cada una de las entidades financieras, siendo estos riesgos los que definen el planeamiento de la supervisión de cada una de ellas; y por el otro lado, el análisis metódico y la proyección de recursos comunes y especiales que son requeridos para cada ciclo de supervisión bancaria, tanto para las inspecciones en la entidad como para el seguimiento posterior a distancia, de manera de buscar la optimización en la asignación del personal y lograr un mejor conocimiento de los hechos significantes y los cambios estratégicos que ocurren en las entidades en el período entre inspecciones. Las herramientas necesarias para planificar y concluir el proceso de supervisión han sido desarrolladas en los manuales de inspección y de seguimiento, que reúnen las siguientes características: definen los principios básicos de la supervisión bancaria orientada al riesgo, prestando especial atención a la importancia de cada componente y a la interacción entre ellos; estandarizan los procedimientos de supervisión de forma que el resultado de la supervisión responda a pautas mínimas objetivas; profundizan y coordinan la utilización de herramientas analíticas para la evaluación y seguimiento de las entidades financieras; y mantienen el ciclo continuo de inspecciones en sede de las entidades financieras y seguimiento a distancia a través del régimen informativo diseñado al efecto. Durante el año 2000 está previsto comenzar los cursos de capacitación interna sobre esta metodología para concluir posteriormente con su implementación. Franquicias Durante 1999 el Banco Central, en el marco de lo establecido en el artículo 34 de la Ley de Entidades Financieras, otorgó facilidades a 36 entidades financieras, 11 de las cuales fueron públicas. Las facilidades otorgadas consistieron en: admitir en forma temporaria excepciones a los límites de las relaciones técnicas y monetarias vigentes; atenuar el pago de los cargos por los incumplimientos registrados en las relaciones técnicas y monetarias vigentes; y otras medidas tendientes a facilitar el cumplimiento de los planes de regularización y saneamiento, las fusiones, absorciones o privatizaciones de entidades. B: Emisión de bonos Con el objeto de brindar mayor transparencia a los ahorristas e inversores sobre la situación patrimonial de las entidades financieras, éstas deben emitir bonos -u otros pasivos BCRA III. Políticas y régimen prudencial 67 de largo plazo- en el mercado de capitales, por un monto equivalente a 2 por ciento de sus depósitos, a dos años de plazo. En el caso de que una entidad opte por no emitir deuda, se le incrementa automáticamente en un punto porcentual la tasa de exigencia de requisitos mínimos de liquidez y en cinco puntos porcentuales la exigencia de capitales mínimos por riesgo de crédito y de tasa de interés. Durante 1999, 28 entidades financieras emitieron deuda bajo este régimen por un total de 760 millones de pesos. Los instrumentos utilizados fueron obligaciones negociables (421 millones de pesos), certificados de depósitos (49 millones de pesos) y préstamos de entidades locales y del exterior (290 millones de pesos). Cabe destacar que a agosto de 1999, 49 entidades financieras ejercieron la opción de no emitir deuda, mientras que 15 entidades tenían tiempo de ejercer la opción hasta el 31 de diciembre de 1999, por estar cubiertas por emisiones anteriores. C: Calificación Durante 1999 las entidades financieras fueron evaluadas por las sociedades calificadoras de riesgo inscriptas en el registro habilitado por el Banco Central, con bases en la información contable extraída de los balances cerrados entre diciembre de 1998 y septiembre de 1999. Estos informes permiten analizar el cumplimiento de las pautas mínimas establecidas por las disposiciones previstas en el régimen de evaluación de entidades y demás normas complementarias. En cumplimiento de la Ley 24.241, el Banco Central informó a la Superintendencia de Aseguradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones las evaluaciones de aquellas entidades que solicitaron ser captadoras de depósitos de los fondos de jubilaciones y pensiones. De las 117 entidades habilitadas a diciembre de 1999, 105 fueron evaluadas, 2 están exceptuadas, 4 son entidades nuevas (no habiéndose producido el vencimiento del primer informe de evaluación) y 6 no presentaron la evaluación. De las 105 entidades evaluadas, 89 lo hicieron bajo el régimen general y 16 bajo el régimen alternativo. Entidades AAA AA A BBB BB B CCC F Exceptuadas Sin evaluación Nuevas Total Depósitos Porcentaje sobre el total Cantidad En porcentaje Montos a Dic-99 En millones de pesos 30 16 27 13 8 2 3 10 2 2 4 25,6 13,7 23,1 11,1 6,8 1,7 2,6 8,5 1,7 1,7 3,4 52.509 18.814 6.989 969 225 13 264 990 159 1.682 63,6 22,8 8,5 1,2 0,3 0,0 0,3 1,2 0,2 2,0 117 100,0 82.614 100,0 Individual Acumulado Distribución de las evaluaciones recibidas 63,6 86,3 94,8 96,0 96,2 96,3 96,6 97,8 98,0 100,0 Notas: En aquellas entidades que optaron por el régimen alternativo (16) se consideró la nota equivalente. En caso de que una entidad este evaluada por dos calificadoras de riesgo, se consideró la peor nota. Comprende las evaluaciones de 105 entidades con fecha de estudio 30 de septiembre de 1999. Para los casos que no presentaron las evaluaciones a esa fecha (4 entidades) se tomó la nota correspondiente al trimestre anterior. BCRA 68 III. Políticas y régimen prudencial Distribución de las evaluaciones recibidas La distribución de las evaluaciones recibidas19 se concentra en la calificación “AAA” (30 entidades) que captan 63,6 por ciento del total de los depósitos del sistema. Casi la mitad de estas evaluaciones corresponden a equivalencias otorgadas sobre calificaciones internacionales de sus casas matrices o controlantes de entidades locales que avalan sus operaciones pasivas. Las entidades que poseen una evaluación igual o superior a “A” (73) concentran 94,8 por ciento de los depósitos totales del sistema. En otras palabras, las 36 entidades que poseen evaluaciones iguales o inferiores a “BBB” poseen sólo 3 por ciento de los depósitos. La distribución de las evaluaciones a diciembre de 1999 muestra una mejora con respecto al cierre del ejercicio 1998. En dicho período las evaluaciones se concentraban en “A” (22,7 por ciento de las entidades con una participaban de 6,8 por ciento de los depósitos). Evolución de las evaluaciones 1998 Cantidad AAA AA A BBB BB B CCC F Exceptuadas No presentaron Nuevas Total 1999 Porcentaje Cantidad Porcentaje 26 20 29 23 7 6 1 3 7 4 2 20,3 15,6 22,7 18,0 5,5 4,7 0,8 2,3 5,5 3,1 1,6 30 16 27 13 8 2 3 10 2 2 4 25,6 13,7 23,1 11,1 6,8 1,7 2,6 8,5 1,7 1,7 3,4 128 100,0 117 100,0 Las evaluaciones corresponden a las de septiembre de cada uno de los años indicados. 19 Para el análisis de la distribución de las notas de evaluación, en aquellas entidades que no se recibió aún el informe se consideró la última nota disponible. BCRA III. Políticas y régimen prudencial 69 Entidades Cantidad Porcentaje Montos a Dic-99 En millones de pesos Depósitos Porcentaje sobre el total Individual Acumulado 74,4 99,7 100,0 AAA AA A 17 11 5 51,5 33,3 15,2 1.931 658 8 74,4 25,3 0,3 Total 33 100,0 2.597 100,0 Evaluaciones de las entidades que captan depósitos de AFJP Notas: Participan del régimen de captación de depósitos de AFJP 62 entidades. En aquellas entidades que optaron por el régimen alternativo (12) se consideró la nota equivalente. Comprende las evaluaciones con fecha de estudio septiembre de 1999. Para los casos que no presentaron las evaluaciones a esa fecha se tomó la nota correspondiente al trimestre anterior. A diciembre de 1999, 62 entidades participaban del régimen de captación de depósitos provenientes de fondos de jubilaciones y pensiones, de las cuales sólo 33 captaron efectivamente depósitos, por un total de 2.597 millones de pesos (casi 20 por ciento más que en 1998). La casi totalidad de las inversiones hechas por los fondos de pensión (99,7 por ciento) se encontraban en entidades financieras con evaluación igual o superior a “AA”. Durante 1999, se observó un incremento en la cantidad de entidades participantes con evaluación “AAA” (de 21 a 23 entidades), mientras que se redujo el número de aquellas ubicadas en “AA” (de 16 a 14 entidades) y en “A” (de 22 a 17 entidades). Aunque hay 5 entidades participantes con evaluación “BBB”, una entidad con “BB” y 2 entidades con “F”20 , ninguna cuenta con depósitos de fondos de jubilaciones y pensiones. Las sociedades que participan del régimen de evaluación de entidades financieras deben estar previamente habilitadas por el Banco Central. La habilitación tiene un año de validez y a los fines de su renovación se considera, entre otros aspectos, la calidad del trabajo realizado. Con el objeto de constatar que los informes de evaluación cumplan con lo dispuesto en la normativa vigente, se efectúa por muestreo un análisis de los estudios de evaluación de las entidades financieras. Durante 1999 se analizaron 49 informes, de los cuales 2 por ciento Evolución de la calidad del trabajo de las calificadoras 20 Una calificación “F” significa que la entidad, habiendo solicitado la evaluación, no suministra la información requerida. BCRA 70 III. Políticas y régimen prudencial Evaluación interna de los informes Inadecuada 10% Muy buena 2% Ajustada 33% Adecuada 55% alcanzó una calificación de “muy bueno”, 55 por ciento fueron evaluados como “adecuado”, 33 por ciento como “ajustado” y 10 por ciento como “inadecuado”, en tanto que ninguno resultó con una calificación de “inaceptable”. Cabe aclarar que la calificación de los informes de evaluación no implica que el Banco Central se expida sobre la evaluación asignada a la entidad, que continúa siendo de exclusiva responsabilidad de la sociedad calificadora y puede no coincidir con la opinión de esta Institución. De la comparación con las revisiones efectuadas durante 1998 (que registró 80 por ciento de las evaluaciones como “ajustado” y sólo 16 por ciento fue considerado “adecuado”), surge que la calidad del trabajo realizado por las sociedades calificadoras mejoró sensiblemente. BCRA IV. Estructura del sistema financiero 71 IV. ESTRUCTURA DEL SISTEMA FINANCIERO 1. Evolución de la estructura del sistema financiero Durante 1999, el sistema financiero argentino continuó el proceso de consolidación que se inició con la Ley de Convertibilidad y se profundizó después de la crisis del “Tequila”. El número de entidades financieras pasó de 126 en diciembre de 1998 a 117 en diciembre de 1999. Cabe señalar que si bien el número de entidades disminuyó, se autorizó el funcionamiento de 6 nuevas entidades, correspondiendo 5 de ellas a pedidos formulados durante 1999 y la restante a una solicitud hecha en 1998. En el transcurso de 1999 la mayoría de las entidades que cerraron lo hicieron por decisión propia y no por problemas de solvencia o credibilidad. Sobre un total de 19 entidades que cerraron en 1999, 15 lo hicieron por decisión propia o fueron parte de una absorción “no traumática” en tanto que los 4 casos restantes fueron resueltos mediante la aplicación del artículo 35 bis, por lo que prácticamente no existió pérdida para los depositantes ya que los activos escindidos fueron tomados por otras entidades. Este aspecto también es parte importante del proceso de consolidación del sistema financiero, ya que implica la salida del sector de aquellos participantes que no pueden desenvolverse en un ambiente competitivo o de aquellos cuyo negocio se vuelve inviable o poco rentable en el largo plazo. Cabe destacar que los cierres de entidades financieras ocurridos durante el período considerado, ya sea voluntario o a través de mecanismos de mercado, no generaron efectos de desconfianza sobre el resto del sistema. El continuo proceso de inversión extranjera en el sistema bancario argentino se mantuvo activo durante 1999. En este caso, la mayor parte de los capitales fueron de origen europeo -Francia, España y Alemania- y, en menor medida, de Brasil y Estados Unidos. El aumento de la diversidad del origen de los capitales permite disminuir la probabilidad de que problemas que se manifiestan en determinados países afecten al sistema financiero local. Por otra parte, se mantuvo el proceso de apertura de sucursales en todo el país. A diciembre de 1999 se encontraban habilitadas 4.381 filiales, mientras que el número de filiales autorizadas aún no habilitadas sumaba 404, distribuyéndose de la siguiente forma: 89 en Capital Federal, 158 en Buenos Aires, 27 en Córdoba, 30 en Mendoza, 30 en Santa Fe y 70 en las restantes provincias del país. También se registraban 126 filiales solicitadas aún no autorizadas. Con respecto a 1998, la cantidad de sucursales habilitadas permaneció estable, en tanto que aumentó en 102 la cantidad de otras dependencias habilitadas (en empresas, supermercados, etc.). Cabe destacar que mientras disminuyó el número de solicitudes de autorización para la apertura de sucursales, en el caso de los otros tipos de dependencias las solicitudes aumentaron. Por su parte, a diciembre de 1999 se encontraban habilitados 4.245 cajeros automáticos. El número de solicitudes recibidas sumaba 1.065, distribuyéndose de la siguiente forma: 197 en Capital Federal, 383 en Buenos Aires, 125 en Córdoba, 20 en Mendoza, 125 en Santa Fe y 216 en las restantes provincias del país. Con relación a 1998, BCRA BCRA 15 8 23 126 Compañías Financieras Cajas de Crédito Total Entidades No Bancarias Total Entidades Financieras 17 Sucursales de Entidades Extranjeras 103 4 Cooperativos Total de Bancos 66 87 Sociedades Anónimas Bancos Privados 3 10 De Provincias De Municipalidades 3 16 7 7 1 6 7 8 3 1 2 5 4 4 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 Bajas Absorciones Revocatorias Transformación de Privatizaciones naturaleza jurídica 1 1 1 1 Transformación de naturaleza jurídica 6 4 4 2 2 2 Altas Nuevas entidades 1 1 1 1 Privatizaciones 117 24 7 17 93 17 2 60 79 3 9 2 14 Al 31/12/99 Evolución de la estructura del sistema financiero De la Nación Bancos Públicos Al 31/12/98 72 IV. Estructura del sistema financiero IV. Estructura del sistema financiero 73 se observa una tendencia hacia la automatización de las operaciones de atención al público, ya que el número de cajeros automáticos habilitados creció en 507, destacándose el aumento en la provincia de Buenos Aires. Durante 1999 se destacó la autorización para funcionar de nuevas compañías financieras. Estas entidades tienen como característica distintiva la restricción en materia de captación de recursos de terceros ya que no pueden tomar depósitos e inversiones incluyendo el valor nominal de las obligaciones negociables que emita- por montos inferiores a un millón de pesos. Las entidades autorizadas para funcionar fueron Debis Cía. Fciera. S.A., Fiat Crédito Cía. Fciera. S.A. y Gmac Cía. Fciera. S.A. Estas tres compañías financieras forman parte de un total de diez solicitudes de licencias de autorización para establecer entidades financieras recibidas en el transcurso de 1999. Nuevo Banco de La Rioja Entre los cambios en la estructura del sistema financiero más significativos de 1999, se podría mencionar la recompra por parte de la Provincia de La Rioja de su ex-banco provincial. A raíz de la inspección llevada a cabo por la Superintendencia durante 1999 en el Nuevo Banco de La Rioja, se determinaron mayores previsiones que derivaron en un defecto del capital mínimo exigido por el Banco Central. Ante la imposibilidad del accionista mayoritario de realizar el aporte de capital necesario, este debió transferir su tenencia accionaria en la entidad al Estado Provincial. El 19 de noviembre de 1999 la Cámara de Diputados de la Provincia de La Rioja dispuso que a los fines de la capitalización del banco, la función ejecutiva emita un bono de capitalización por un monto no superior a 25 millones de pesos con garantía de coparticipación federal de impuestos. Posteriormente, en asamblea general extraordinaria de la entidad se resolvió que el Sr. Elías Sahad (accionista de clase A), debía ceder -al 1 de diciembre de 1999- sus acciones al Estado Provincial para permitir que éste lo recapitalice, y exigió la renuncia de los directores y síndicos que lo representaban. El 16 de diciembre de 1999 el Banco Central resolvió: admitir la integración del capital con títulos del gobierno provincial con garantía de coparticipación federal de impuestos por 16 millones de pesos, de los cuales se efectivizaron 7 millones de pesos a diciembre (que a su vez se afectaron a integrar requisitos de liquidez); admitir por el término de un año la no deducción del saldo pendiente de integración de 9 millones de pesos de la cuenta accionistas para la exigencia e integración de capitales mínimos; y solicitar la presentación de un plan de adecuación en materia de activos inmovilizados dentro de los 60 días de notificada la resolución. Las facilidades que otorgó el Banco Central están sujetas principalmente a que se cumpla el nivel de capitalización comprometido y los adicionales que determine la veeduría, y a que se presente un cronograma de adecuación en materia de requisitos mínimos de liquidez. 2. Reestructuración de entidades Marco normativo El objetivo primordial del procedimiento de reestructuración bancaria consiste en buscar una solución para la entidad que atraviesa dificultades y evitar que los depositantes BCRA 74 IV. Estructura del sistema financiero en particular los pequeños- deban esperar el resultado del proceso de distribución en la quiebra para recuperar las colocaciones no alcanzadas por el régimen de garantía de los depósitos, así como mantener las fuentes de trabajo y la continuidad de la prestación del servicio financiero. Por otra parte, y no menos importante, se busca evitar el fuerte deterioro que sobre el valor de los activos de la entidad impone el proceso judicial de quiebra. Para este propósito resulta fundamental garantizar la continuidad operativa del banco, lo que a su término requiere asegurar los privilegios laborales en el proceso de reestructuración bancaria. Para atender a los bancos con problemas se utilizan diversos instrumentos legales. En primer término, ante una entidad en operaciones y con dificultades, el Banco Central puede requerir la presentación de un plan de regularización y saneamiento, que debe explicitar el compromiso asumido por la entidad para el cumplimiento de un cronograma de medidas tendientes a eliminar sus incumplimientos normativos y reducir sus principales vulnerabilidades; el Banco Central evalúa la factibilidad del compromiso y posteriormente su cumplimiento efectivo. En este marco, la Ley de Entidades Financieras faculta a la Superintendencia a otorgar exenciones temporarias (franquicias) en el cumplimiento de relaciones técnicas, atenuación y/o condonación de cargos, etc. Si la situación de la entidad no mejora en la forma prevista en el plan de regularización y saneamiento, el Banco Central puede suspender temporalmente a la entidad hasta tanto se restablezcan las condiciones necesarias para la continuidad de sus operaciones. Si estas medidas tampoco resultan suficientes para resolver los problemas de liquidez y/o solvencia de la entidad, el Banco Central puede impulsar su reestructuración, que en general se efectúa a través de la separación de activos y pasivos. Con esta modalidad de reestructuración se crea una nueva entidad financiera que continúa operando con los pasivos y activos excluidos, y una entidad residual que se liquida en el proceso judicial de quiebra correspondiente. Finalmente, en el tratamiento de bancos con problemas, se cuenta con el apoyo del Fondo Fiduciario de Capitalización Bancaria y el seguro de depósitos, con el objeto de facilitar absorciones o fusiones entre entidades y coadyuvar en los procesos de reestructuración en el marco del artículo 35 bis de la Ley de Entidades Financieras. Artículo 35 bis de la Ley de Entidades Financieras Cuando están dadas las condiciones para la revocación de la autorización para funcionar de una entidad (por ejemplo, problemas irreversibles en su liquidez y/o solvencia), el artículo 35 bis de la Ley de Entidades Financieras otorga facultades extraordinarias al Banco Central para impulsar su reestructuración, en resguardo del crédito y los depósitos bancarios. Estas facultades pueden consistir en: disponer la reducción, aumento o enajenación del capital social de la entidad; practicar la exclusión de activos y pasivos en favor de otras entidades; y disponer la intervención judicial y el control de la entidad. El objetivo principal del Banco Central en el proceso de reestructuración es satisfacer los pasivos privilegiados, es decir, los depósitos, los pasivos emanados de relaciones laborales y las deudas de la entidad con el Banco Central. El inciso c) del artículo 44 de la Ley de Entidades Financieras establece que: “El Banco Central de la República Argentina podrá resolver la revocación de la autorización para funcionar de las entidades financieras: (...) c) Por afectación de la solvencia y/o liquidez de la entidad que, a juicio del Banco Central de la República Argentina, no pudiera resolverse por medio de un plan de regularización y saneamiento;...”. Por su parte, el artículo 35 bis establece: “Cuando a juicio exclusivo del Banco Central, adoptado por la mayoría absoluta BCRA IV. Estructura del sistema financiero 75 de su Directorio, una entidad financiera se encontrara en cualquiera de las situaciones previstas por el artículo 44, aquél podrá autorizar su reestructuración en defensa de los depositantes, con carácter previo a considerar la revocación de la autorización para funcionar.” Como ya se mencionara, dentro de las facultades otorgadas por la Ley de Entidades Financieras al Banco Central se encuentran la posibilidad de ajustar el capital social de la entidad según los ajustes al activo que a su juicio correspondan, otorgar plazo para la capitalización de la entidad a efectos de cumplir con los requisitos legales, revocar la participación de algunos o todos los accionistas, y encomendar o realizar la venta del capital de una entidad financiera. Ante la generación de pérdidas, la entidad afectada deberá reducir su capital o sus reservas para absorberlas, o aumentar su capital, incluso incorporando nuevos socios. El objetivo implícito en estos mecanismos es que, a través del cambio de titularidad accionaria, se produzca una modificación en la administración y el gerenciamiento de la entidad. Si los accionistas se oponen a la transferencia accionaria, el Banco Central no puede forzarla, pudiendo sólo impulsar alguna otra alternativa de reestructuración o bien disponer la revocación de la autorización para funcionar de la entidad financiera. Cuando la entidad se encuentra muy afectada en su liquidez y/o solvencia, cualquiera de las modalidades enunciadas resulta de muy difícil concreción, ya que todas apuntan a obtener una mayor capitalización, hecho al que son renuentes tanto los propios accionistas como los terceros. Cuando no se logra capitalizar a una entidad con problemas, excluir sus activos y pasivos resulta un instrumento de suma eficacia para facilitar su reestructuración, permitiendo una selección de los activos y pasivos que mejoran las condiciones para su transferencia. La normativa faculta al Banco Central a que, en el marco de la reestructuración de una entidad, disponga la exclusión de activos a su elección por un importe equivalente a los pasivos que también se excluyan. Como se mencionó anteriormente, los pasivos que el Banco Central puede excluir (pasivos privilegiados) son los depósitos, los pasivos laborales y las deudas con el Banco Central. En el caso de que los activos sean insuficientes para respaldar la totalidad de los pasivos privilegiados, el marco legal vigente provee un mecanismo para la exclusión parcial de dichos pasivos. Este instrumento legal otorga al Banco Central cierta flexibilidad en tanto permite evitar la opción de “todo o nada” en la reestructuración de la entidad en problemas. En las circunstancias previstas en el artículo 44 de la Ley de Entidades Financieras y cuando resulta necesario a los efectos de los procedimientos de exclusión y transferencia de activos y pasivos, reducción, aumento y enajenación del capital social de la entidad, el Banco Central está facultado para solicitar la designación de un interventor judicial con o sin desplazamiento de las autoridades estatutarias de administración. A diferencia de la legislación tradicional, el interventor judicial es designado a propuesta del Banco Central y con las facultades que éste solicite. BCRA 76 IV. Estructura del sistema financiero Asimismo, para facilitar las operaciones de reestructuración, el Banco Central otorga a las entidades adquirentes ciertas facilidades o flexibilidades para el cumplimiento de sus relaciones técnicas, las cuales pueden verse desfasadas por efecto de la adquisición de activos de riesgo. Seguro de depósitos Otro instrumento importante en el proceso de reestructuración de entidades en problemas es el apoyo del seguro de depósitos. La ley 24.485 creó el Sistema de Seguro de Garantía de los Depósitos -a través de Seguro de Depósitos S.A. (SEDESA)- y el Fondo de Garantía de los Depósitos. El sistema es obligatorio, ya que todas las entidades bancarias están obligadas a adherir al sistema de garantía de depósitos, y oneroso, en virtud de que el Fondo de Garantía de los Depósitos está constituido con aportes de las entidades financieras. En la implementación del seguro de depósitos se ha considerado la creación de un mecanismo de incentivos adecuado para los depositantes y las entidades, que contribuya a un funcionamiento eficiente del sistema. Estos incentivos incluyen: el carácter limitado de la garantía (en la actualidad alcanza hasta 30.000 pesos); los límites fijados a las tasas de interés de los depósitos comprendidos por la garantía, así como la exclusión de la garantía de aquellos que otorguen premios, incentivos, etc.; y las contribuciones individuales al Fondo de Garantía de los Depósitos en función del nivel de riesgo de cada entidad. El carácter limitado de la garantía, junto con la fijación de tasas de interés de referencia a partir de las cuales se fijan límites a los depósitos bajo cobertura de la garantía, apunta a reducir los problemas de riesgo moral. El carácter limitado incentiva a los depositantes a monitorear adecuadamente las operaciones de la entidad, en tanto los límites en las tasas de interés de los depósitos asegurados apunta a romper con el esquema de incentivos perverso que permite continuar operando a entidades mal administradas y/o insolventes a través de la renovación sistemática de sus depósitos al costo de tasas de interés elevadas y crecientes. Las contribuciones de las entidades al Fondo de Garantía de los Depósitos están determinadas en función del nivel de riesgo de cada entidad, básicamente determinado a partir de su calificación CAMELS, en un rango entre 3 y 6 pesos mensuales por cada 10.000 pesos depositados. Este esquema genera incentivos no sólo para la reducción del riesgo en las entidades, sino para el eficiente funcionamiento del sistema de garantía de depósitos, al determinar mayores aportes -mayor prima del seguro- para aquellas entidades con mayor riesgo en sus operaciones y que por lo tanto tienen una mayor probabilidad de uso de los fondos. Ante el cierre de una entidad, si los montos requeridos para su transferencia o fusión con otra entidad fuesen inferiores a los comprometidos por la garantía de depósitos, netos de la expectativa de recupero durante el proceso de quiebra, SEDESA estará facultado a realizar esta operatoria. La solución de menor costo -tal como se denomina a esta opción- ha sido una herramienta legal central, mediante la cual el seguro de depósitos ha contribuido en la reestructuración de entidades, permitiendo una solución más eficiente para los intereses de los depositantes en tanto asegura una devolución de los depósitos más allá de los montos garantizados, con menores erogaciones por parte del Fondo de Garantía de Depósitos. BCRA IV. Estructura del sistema financiero 77 Fondo Fiduciario de Capitalización Bancaria Para facilitar las operaciones de reestructuración de entidades financieras se crearon fondos fiduciarios. El Fondo Fiduciario de Capitalización Bancaria constituye un instrumento igualmente necesario para facilitar los procesos de reestructuración o fusión de entidades, cuando las circunstancias así lo requieren. Son varias las funciones que tiene: realizar los activos que adquiera; y suscribir e integrar aportes de capital, comprar y vender acciones de entidades financieras, adquirir parte de sus activos u otorgarles préstamos. Asimismo, el Banco Central puede encomendarle la realización de transferencias de activos y pasivos financieros. Usualmente, el Fondo Fiduciario de Capitalización Bancaria coadyuva en el proceso de reestructuración, financiando parcialmente a las entidades adquirentes los mayores requisitos de capital que surgen de la adquisición de activos de riesgo de otras entidades. Transferencia en propiedad fiduciaria (Ley de Fideicomisos) El procedimiento actual de reestructuración de bancos en problemas permite construir el activo del nuevo banco colocando los (“buenos”) activos en un fideicomiso, los que respaldan la emisión de bonos con distintos privilegios de cobro. Resultados y costos del proceso de reestructuración El reciente proceso de reestructuración del sistema bancario de Argentina ha puesto de relieve la eficiencia y eficacia tanto del marco normativo prudencial vigente, como del conjunto de arreglos legales y financieros utilizado y de las decisiones adoptadas por el Banco Central tendientes a la resolución de los casos presentados. Esta situación adquiere mayor relevancia al ponderar dicho desempeño en el marco del proceso actual de consolidación de la banca y en el contexto internacional de crisis financiera presente en los últimos años. En términos de los logros relativos obtenidos en el proceso de reestructuración21 , cabe mencionar en primer lugar que la magnitud de este fenómeno desde 1996 hasta 1999 ha sido relativamente baja, toda vez que medida con relación a los depósitos agregados de las 18 entidades involucradas (3.229 millones de pesos) no ha superado 5 por ciento del total del sistema. Aún si se considera la totalidad de los pasivos de estas entidades (5.121 millones de pesos), su dimensión es inferior a 2 por ciento del producto interno bruto (o bien un promedio anual durante el período de 0,5 por ciento del producto). En segundo lugar, con los instrumentos legales disponibles fue posible honrar los depósitos de 99 por ciento de los depositantes de todas las entidades reestructuradas desde 1996, correspondiendo a 96,6 por ciento del monto de depósitos involucrado. Si se considera las entidades reestructuradas sólo en 1998 y 1999, se observa que se reintegró a sus titulares más de 99 por ciento del monto de los depósitos. Los recursos invertidos por el Fondo de Garantía de los Depósitos, el Fondo Fiduciario de Capitalización Bancaria y el Banco Central en las 18 operaciones desde 1996 alcanzaron 1.950 millones de pesos. En este sentido, aún bajo un escenario tan extremo como improbable de una completa imposibilidad de recuperación de todos los recursos invertidos 21 Se debe tener presente, en general, que no hay legislación ni política bancaria capaz de impedir por completo el fracaso de determinados negocios bancarios. Por otra parte, y respecto de la experiencia reciente de Argentina, cabe mencionar que el Banco Central ha denunciado en tiempo y forma las conductas presuntamente delictivas o ilegales detectadas en la actividad de algunas entidades. BCRA 78 IV. Estructura del sistema financiero Estimación del costo fiscal de crisis bancarias de países seleccionados En porcentaje del PIB Período Brasil Chile Colombia Ecuador España Estados Unidos Finlandia Indonesia Japón Malasia Malasia México Noruega Paraguay Tailandia Uruguay Venezuela Costo Fiscal 1994-1996 1981-1985 1982-1987 1996-presente 1977-1985 1984-1991 1991-1993 1997-presente 1992-presente 1985-1988 1997-presente 1994-presente 1987-1993 1995-presente 1997-presente 1981-1984 1994-1997 10 41 6 13 17 7 10 50 20 5 16,4 19,3 8 5,1 32,8 31 22 Fuente: Compilación elaborada en base a estimaciones presentadas en "Financial Crises: Characteristics and Indicators of Vulnerability", IMF, 1998. "Controlling Fiscal Cost of Banking Crises"; P. Honohan and D. Klingebiel,The World Bank, April 2000. en el mencionado proceso de reestructuración, el costo financiero total no podría superar en la actualidad 0,7 por ciento del producto (o bien 0,2 por ciento anual en promedio durante el período). Cabe mencionar que esta estimación de costo potencial se reduce en la medida en que se van recuperando los préstamos otorgados y realizando los activos adquiridos a través de los distintos mecanismos utilizados en el proceso de reestructuración. Asimismo, se debe remarcar que el Fondo de Garantía de los Depósitos está conformado con aportes efectuados por las propias entidades financieras y administrado por una sociedad privada (SEDESA). Por último, resulta necesario destacar que en Argentina la magnitud del costo financiero potencial -que es mayor al costo fiscal, ya que incluye el costo del seguro de depósitos, que es privado- resultaría significativamente menor a cualquier estándar de experiencia nacional o internacional, donde sólo la carga fiscal ha oscilado entre 5 por ciento y 50 por ciento del producto. En particular, resulta de interés considerar la experiencia de los principales países de América Latina tanto a principios de los ‘80 como en la segunda mitad de los ‘90; lo ocurrido en los países más importantes del sudeste asiático desde 1997; y -como ejemplos de crisis financieras costosas en países desarrollados- lo observado tanto en Estados Unidos con las entidades de ahorro y préstamos (1984 a 1991) como en Japón en la década de los ‘90. 3. Entidades reestructuradas o en proceso de reestructuración Durante 1999 se reestructuraron dos entidades financieras: Banco Israelita de Córdoba S.A. y Banco Mendoza S.A. El procedimiento fijado demostró tener la versatilidad necesaria para atender las particulares y complejas circunstancias en que se encontraban cada una de estas entidades. En ambos casos fue necesario recurrir a breves períodos de suspensión a fin de facilitar su reestructuración. Un caso particular fue el de Banco República S.A. que tras su suspensión logró superar los problemas de liquidez sin que fuera necesario recurrir a su reestructuración. BCRA IV. Estructura del sistema financiero 79 Evolución de los depósitos de Banco Israelita de Córdoba S.A. Banco Israelita de Córdoba S.A. El Banco Israelita de Córdoba S.A. sufrió una importante disminución de sus depósitos a partir de la suspensión de Banco Mayo Coop. Ltdo., que financió con su propia liquidez y el recupero de su cartera de créditos. A su vez, la entidad no cumplía con la relación de capital que normativamente exige el Banco Central, razón por la que se le había requerido su capitalización en diversas oportunidades y, en diciembre de 1998, la presentación de un plan de regularización y saneamiento. Ante la falta de presentación del plan requerido, el 4 de febrero de 1999 se encuadró al banco en las disposiciones de reestructuración previstas en el artículo 35 bis de la Ley de Entidades Financieras, fijándosele el viernes 12 de ese mes como último plazo para proceder a su capitalización. Frente a la eventualidad de que no se pudiera lograr la capitalización requerida y a la pérdida de liquidez que evidenciaba la entidad, se diseñó un plan de contingencia que preveía que un grupo de seis bancos se hiciera cargo de las sucursales del banco, la devolución integral de los depósitos y la preservación de las fuentes de trabajo. Este plan no hacía necesaria la suspensión de la atención de los depósitos, ya que se pensaba implementar esta solución contingente durante el fin de semana, como ya se había hecho en el caso de Banco Almafuerte Coop. Ltdo. Si bien la entidad estaba en condiciones de hacer frente a sus depósitos hasta tanto se obtuviera una solución, el lunes 8 de febrero de 1999 se produjo un significativo incremento en el retiro de depósitos, aparentemente provocado por una noticia periodística publicada el sábado anterior en la ciudad de Buenos Aires y recogida en los medios de la ciudad de Entidades adquirentes Banco Suquía S.A. Banco Bisel S.A. Banco Macro Misiones S.A. Banco Supervielle Societe Generale S.A. Banco Sudameris Argentina S.A. Banca Nazionale del Lavoro S.A. Total Cantidad de sucursales Depósitos en millones de pesos Personal 6 5 2 2 2 3 22,8 79,9 8,6 2,7 16,8 20,6 60 112 20 12 18 46 20 151,3 268 Banco Israelita de Córdoba S.A. BCRA 80 IV. Estructura del sistema financiero Córdoba el domingo y lunes siguientes. Esta situación hizo necesario suspender las operaciones del banco en atención a que ese ritmo de retiros hubiera provocado que la entidad se viera imposibilitada de honrar sus compromisos y habría puesto en riesgo la obtención de una solución integral para sus depositantes. El 12 de febrero de 1999 y teniendo en cuenta que el Banco Israelita de Córdoba S.A. no pudo alcanzar el nivel de capitalización requerido, el directorio del Banco Central dispuso la exclusión de sus depósitos a favor de Banca Nazionale del Lavoro S.A., Banco Bisel S.A., Banco Macro Misiones S.A., Banco Sudameris S.A., Banco Supervielle S.A. y Banco Suquía S.A. Estos bancos también se hicieron cargo de la totalidad del personal no jerárquico y de una parte del personal jerárquico de la entidad. Como contrapartida, se asignaron activos por montos iguales a los pasivos asumidos a un fideicomiso y los bancos recibieron un bono y asistencia de SEDESA por un importe equivalente a los pasivos asumidos. A su vez, SEDESA también recibió un bono como contrapartida de su aporte de 60 millones de pesos. La transferencia de activos se realizó durante el fin de semana del 13 y 14 de febrero, con lo cual los ahorristas se encontraron el lunes siguiente con los depósitos a su entera disposición. Banco Mendoza S.A. El 5 de abril de 1999, la Superintendencia designó veedores con facultad de veto para el Banco Mendoza S.A.. Dicha medida se sustentó, entre otros aspectos, en el considerable deterioro de la liquidez del Banco Mendoza S.A. y la importante caída de depósitos registrada por la entidad, que se produjo contemporáneamente a la difusión de noticias periodísticas sobre la situación patrimonial y financiera de la entidad, su controlante (Banco República S.A.) y sus accionistas. El Banco Mendoza S.A. y el Banco República S.A., se encontraban en proceso de fusión por escisión, autorizada por el directorio del Banco Central en marzo de 1999, sujeto a distintas condiciones que no pudieron ser cumplidas por las entidades comprometidas. Este Evolución de los depósitos del Banco Mendoza S.A. Nota: los depósitos muestran variaciones importantes en función de los movimientos de fondos realizados por la provincia de Mendoza y sus organismos. BCRA IV. Estructura del sistema financiero 81 Entidades adquirentes Cantidad de sucursales Depósitos en millones de pesos Personal Banco Credicoop Coop. Ltdo. Banco Galicia y Buenos Aires S.A. Banco Suquía S.A. Banco Frances S.A. Banco de la Nación Argentina HSBC Bank Argentina S.A. Banco de San Juan S.A. Banco Macro Misiones S.A. Banco Velox S.A. 10 8 7 2 20 8 5 1 1 24,6 11,8 42,9 1,3 218,7 29,1 12,5 24,0 3,4 68 32 81 5 295 76 27 10 5 Total 62 368,2 599 Banco Mendoza S.A. Nota: El Banco Regional de Cuyo S.A. en su carácter de Fiduciario del Fideicomiso Mendoza, contrató ex-novo a 79 personas, con lo cual el total de contratados asciende a 678. hecho, sumado a la situación evidenciada por ambas entidades, motivó que el 8 de abril de 1999 se dejara sin efecto el proceso de fusión y se dispusiera la reestructuración del Banco Mendoza S.A. en los términos del artículo 35 bis de la Ley de Entidades Financieras, en defensa de sus depositantes. Ante esta situación, y considerando que la entidad no pudo revertir la pérdida de sus depósitos -cuya tendencia se mantenía-, la Superintendencia dispuso el 9 de abril de 1999 la suspensión de las operaciones del Banco Mendoza S.A., en los términos del artículo 49 de la Carta Orgánica del Banco Central. El 13 de abril, los bancos BBV Banco Francés S.A., Credicoop Coop. Ltdo., de Galicia y Buenos Aires S.A., de la Nación Argentina, de San Juan S.A., HSBC Banco Roberts S.A., Macro Misiones S.A., Suquía S.A y Velox S.A., presentaron una oferta que comprendía la adquisición de los depósitos de la entidad y la contratación ex-novo de una parte importante del personal de Banco Mendoza S.A.. Como contrapartida, se preveía la transferencia a un fideicomiso, de activos por un monto equivalente a los pasivos asumidos. El 16 de abril, el directorio del Banco Central dispuso la exclusión de los activos y pasivos del Banco Mendoza S.A. en los términos planteados en la oferta por los bancos mencionados y autorizó la transferencia de los activos excluidos a favor del Banco Regional de Cuyo S.A. en calidad de fiduciario y de los pasivos excluidos a los bancos oferentes. Por su parte, el Banco Mendoza S.A., a través de su intervención judicial, y los bancos indicados suscribieron un contrato de transferencia y conjuntamente con el Banco Regional de Cuyo S.A., en su calidad de fiduciario, suscribieron el contrato de Fideicomiso “Mendoza”. En esta solución participó SEDESA con un aporte de 100 millones de pesos, recibiendo como contrapartida un bono por igual importe en el fideicomiso mencionado. Como conclusión del proceso señalado se destaca que la totalidad de los depositantes del Banco Mendoza S.A. cobraron sus depósitos, se resguardaron los pasivos y privilegios laborales y se mantuvieron numerosas fuentes de trabajo, preservándose la estabilidad del conjunto del sistema financiero. Posteriormente, Banco Mendoza S.A. solicitó al Banco Central que se disponga la revocación de su autorización para funcionar como entidad financiera, señalando que la BCRA 82 IV. Estructura del sistema financiero situación patrimonial presentada por la entidad, ajustada en función de los actos instrumentados y obligaciones asumidas por Banco República S.A., accionista mayoritario, le permitía contar con una importante liquidez y un patrimonio positivo para hacer frente a sus obligaciones remanentes. Considerándose que no correspondía encuadrar a la entidad en otro causal distinto al citado, el Banco Central dispuso revocar la autorización para funcionar como entidad financiera al Banco Mendoza S.A. En consecuencia y de acuerdo con la legislación vigente, el juzgado comercial competente es quién decidirá sobre la forma de liquidación o cese de la actividad de Banco Mendoza S.A. y por lo tanto de qué forma se distribuirán los importantes fondos líquidos existentes. Banco República S.A. El 5 de abril de 1999, la Superintendencia designó veedores con facultad de veto en el Banco República S.A. considerándose, entre otros aspectos, la comprometida situación de liquidez del Banco República S.A., la calidad de controlante de esa entidad del Banco Mendoza S.A. y el proceso de fusión cuya situación ya fue comentada. La entidad no pudo revertir esta situación, agravada por la pérdida sostenida de depósitos vinculada con la difusión de noticias periodísticas que puso en duda la solvencia de las entidades mencionadas. Esta situación fue reconocida por la entidad y considerando que el Banco Central había otorgado el máximo legal de asistencia crediticia, se dispuso el 9 de abril de 1999 la suspensión de las operaciones del Banco República S.A., por el plazo de 30 días corridos. Posteriormente, el directorio del Banco Central autorizó la prórroga del plazo de suspensión de las operaciones del Banco República S.A., hasta el plazo máximo previsto en el artículo 49 de la Carta Orgánica, a los fines de permitir a la entidad la formulación de una propuesta delineada por sí misma, su acreditación y el posterior análisis por parte de esta Institución. Mediante notas sucesivas del 18 de junio, 30 de junio, 14 de julio y 20 de julio de 1999, Banco República S.A. presentó una propuesta cuyo objetivo era el restablecimiento de la liquidez de la entidad a los fines de permitir su continuidad dentro de las regulaciones técnicas determinadas por esta Institución. La propuesta consistía en la utilización de parte de sus activos para conformar un fideicomiso en beneficio de sus acreedores financieros y lograr la liquidez necesaria para atender al resto de los pasivos y posibilitar su operatoria bancaria. Con la instrumentación de esta propuesta y el subsiguiente restablecimiento de la liquidez de la entidad, se dispuso aprobar el plan de regularización y saneamiento presentado por Banco República S.A. El 9 de agosto de 1999, Banco República S.A. reinició sus operaciones atendiendo normalmente sus obligaciones. Calificaciones CAMELS de las entidades financieras mencionadas Las entidades que fueron suspendidas y/o posteriormente revocadas, poseían en general una calificación CAMELS baja, principalmente 4 y 5. Esto no significa necesariamente que BCRA IV. Estructura del sistema financiero 83 Banco Israelita de Córboba S.A. Banco Mendoza S.A. Banco República S.A. 4 Sin calificación 4 Calificaciones CAMELS entidades reestructuradas las entidades con bajas calificaciones deban ser reestructuradas, ya que una importante proporción de las entidades que merecieron calificaciones bajas mejoraron posteriormente su calificación. Evaluación de las experiencias de reestructuración La reestructuración de entidades durante 1999 posibilitó la devolución de la totalidad de los depósitos involucrados. Cabe destacar que de haberse procedido directamente a la liquidación de las entidades en cuestión, la aplicación del régimen de garantía de depósitos hubiese satisfecho una baja proporción del total de los depósitos. Como conclusión general, puede señalarse que la aplicación del mecanismo previsto en el artículo 35 bis de la Ley de Entidades Financieras conjuntamente con los instrumentos adicionales (SEDESA y FFCB), permitió superar situaciones críticas de liquidez y solvencia resguardando los intereses del personal, de los acreedores que contaban con garantías reales y de los depositantes. Fecha Entidad reestructurada Activos Pasivos Total pasivos Depósitos Depósitos Aporte Aporte Entidad excluídos asumidos en Sedesa FFCB compradora excluídos excluídos entidad porcentaje Feb-99 Banco Israelita de Córdoba S.A. Grupo de bancos (1) 168,5 Abr-99 Banco de Mendoza S.A. Grupo de bancos (2) 368,3 168,5 368,3 199,7 477,9 168,4 368,3 100 100 60 100 Resumen de los procesos de reestructuración En millones de pesos (1) El grupo de Bancos fue constituído por Bisel S.A., Del Suquia S.A., Sudameris, BNL y Macro Misiones S.A. (2) El grupo de Bancos fue constituído por Credicoop C.L., Macro Misiones S.A., Del Suquía S.A.,Velox S.A., San Juan S.A., Galicia y Buenos Aires S.A. BCRA 84 V. Administración de las reservas internacionales V. ADMINISTRACIÓN DE LAS RESERVAS INTERNACIONALES La política de administración de las reservas internacionales del Banco Central tiene como objetivo maximizar su rendimiento, a través de su inversión en activos financieros de un alto grado de liquidez y bajo riesgo, a los efectos de garantizar, en cumplimiento de la Ley de Convertibilidad, el respaldo en dólares de los pasivos financieros. En consecuencia, la cartera de inversiones de las reservas internacionales debe reflejar un incremento de su poder adquisitivo en términos de dólares estadounidenses, manteniendo en los niveles mínimos posibles los riesgos de crédito, tasa de interés y tipo de cambio. 1. Composición y rendimiento de la cartera Al 31 de diciembre de 1999 las reservas internacionales del Banco Central ascendían a 28.724 millones de dólares, 887 millones más que en diciembre de 1998. Su composición era la siguiente: 57,8 por ciento en bancos comerciales del exterior (depósitos a plazo fijo y certificados de depósito); 14,1 por ciento en títulos de la tesorería de Estados Unidos; 18,8 por ciento administrado por bancos internacionales, a través del programa de administración externa de reservas; 5,0 por ciento en títulos públicos argentinos; 1,8 por ciento en divisas y depósitos a la vista en bancos corresponsales; 0,7 por ciento en bonos de otros países; 0,4 por ciento en oro amonedado; y 1,4 por ciento en billetes en el país. Durante 1999, la tasa de rendimiento de las reservas internacionales fue de 4,70 por ciento anual. Este rendimiento fue similar al de una letra de tres meses del tesoro de Estados Unidos -que en general es considerada como una inversión libre de riesgo-, que en el mismo período tuvo un retorno promedio de 4,77 por ciento anual. Cabe señalar que este resultado se obtuvo en un período en que el comportamiento de las tasas de interés determinó un pobre desempeño del mercado de bonos. En efecto, en 1999 se produjo un cambio en las expectativas de los mercados internacionales, ya que se registró un aumento de las tasas de Composición de las reservas internacionales por instrumento financiero Billetes en el país 1,4% Oro amonedado 0,4% Administración externa de reservas 18,8% Títulos de gobiernos extranjeros 14,8% Inversiones en el Fondo Monetario Internacional 0,5% Títulos públicos argentinos 5,0% Inversiones en el Banco de la Nación Argentina, New York 1,3% Inversiones en bancos comerciales del exterior 57,8% BCRA V. Administración de las reservas internacionales 85 Stock al 31/12/98 Stock al 31/12/99 Letras de la Tesorería de los Estados Unidos (1) Bonos de la Tesorería de los Estados Unidos y otros países Títulos públicos argentinos (1) Inversiones en bancos comerciales del exterior Inversiones en el Banco de la Nación Argentina, New York Inversiones en el Fondo Monetario Internacional Programa de Administración Externa de Reservas Monedas de Oro en el Tesoro del BCRA Billetes en el Tesoro del BCRA 1.397,8 4.128,2 1.617,7 15.125,9 471,9 264,1 4.631,3 124,3 75,7 348,9 3.896,4 1.424,0 16.615,7 365,2 157,8 5.398,3 121,3 396,1 Total Total (2) 27.836,9 25.755,1 28.723,7 26.624,5 Tasa de rendimiento anual (%) 4,9 2,9 8,8 5,3 5,1 3,3 3,6 0,0 0,0 Rendimiento de las reservas internacionales por tipo de instrumento En millones de dólares 4,7 4,5 (1) El retorno de las Letras de la Tesorería de los Estados Unidos y de los títulos públicos argentinos incluye el rendimiento obtenido por su alquiler. (2) En este caso el rendimiento total no considera el rendimiento de las monedas de oro, de los billetes en el Tesoro del BCRA, el saldo permanente con el F.M.I. ni los títulos públicos argentinos, con el objetivo de reflejar el resultado de la administración activa de las reservas. Nota: los totales excluyen la posición neta de convenios ALADI (USD 30 millones al 31/12/98 y USD 42,7 millones al 31/12/99) e incluyen las divisas como contrapartida de los depósitos del Gobierno Nacional en el BCRA (USD 1.343 millones al 31/12/98 y USD 935,4 millones al 31/12/99). interés de corto plazo forzado por un acelerado crecimiento de la economía en Estados Unidos, lo que determinó que los títulos de vencimiento más largo tuvieran un desempeño más débil que los de corto plazo. Ante este escenario, se implementó una estrategia global de inversión que privilegió las colocaciones en instrumentos de corto plazo. Así, la mayor parte de la cartera del Banco Central estuvo invertida en depósitos a plazo fijo y certificados de depósito -generalmente, con un vencimiento menor a un mes- y letras del tesoro de Estados Unidos de tres y seis meses. De esta forma se evitaron los efectos adversos del comportamiento de los mercados. Las colocaciones en bancos comerciales del exterior en depósitos a plazo fijo y certificados de depósito, que corresponden a poco más de la mitad de las reservas, tuvieron un rendimiento de 5,27 por ciento. Este tipo de inversión resultó ser una estrategia adecuada en el escenario de suba de tasas de mercado experimentado en 1999. Hay que tener en cuenta que estas colocaciones se realizan en bancos con una calificación mínima de AA-, por lo que generalmente tienen un rendimiento superior al de las letras del Tesoro de Estados Unidos, ya que incorporan un leve riesgo de crédito. Cabe destacar el muy buen rendimiento obtenido por los bonos argentinos a lo largo del año. En el primer semestre, el precio de mercado de estos títulos cayó significativamente, como consecuencia de diversos factores, particularmente la devaluación del real. A partir de la segunda mitad del año, se observó una fuerte recuperación de los precios de los bonos de los mercados emergentes, especialmente los de América Latina, en virtud de las mejoras en las expectativas económicas y financieras para estos países. Por otro lado, el rendimiento de las inversiones en títulos del tesoro de Estados Unidos y en títulos públicos argentinos fue incrementado como consecuencia de su alquiler en el mercado internacional. Estas operaciones arrojaron un resultado total de 1,83 millones de dólares. BCRA 86 V. Administración de las reservas internacionales Por su parte, el programa de administración externa de reservas, que normalmente se ubica entre los rubros de mayor rendimiento, no tuvo un retorno satisfactorio. La explicación radica en que, comparado con la administración interna y teniendo en cuenta el benchmark que se les ha fijado a los administradores externos (Índice de Merril Lynch de 1-3 años) , los instrumentos en los que pueden invertir son de más largo plazo, con una mayor proporción de bonos de Estados Unidos, que fueron los de peor desempeño entre los títulos de países del Grupo de los 7, debido a la política de tasas de interés dispuesta por la Reserva Federal. Cabe señalar que el benchmark que se ha fijado para los administradores externos se construyó considerando un horizonte temporal de mediano y largo plazo, período en el cual los rendimientos esperados son superiores a la tasa libre de riesgo dada por la letra de 3 meses del tesoro de Estados Unidos, pudiéndose observar en períodos menores a un año, rendimientos inferiores a los que se obtienen por depósitos a corto plazo, tal como sucedió en 1999 como consecuencia del incremento de la volatilidad en los mercados. 2. Administración de las reservas Administración interna de las reservas El 81,2 por ciento de las reservas internacionales del Banco Central fue administrado internamente. Las inversiones realizadas fueron altamente líquidas y con un riesgo de crédito mínimo, al estar la mayor parte de las inversiones en títulos públicos estadounidenses y en colocaciones en bancos comerciales del exterior con una calificación crediticia mínima de AA-. La exposición a los movimientos de tipo de cambio se minimizó manteniendo la totalidad de las inversiones en dólares. El riesgo por variaciones en las tasas de interés tampoco fue importante, ya que la mayor parte de las inversiones se realizaron a muy corto plazo. Durante 1999, los títulos de renta fija de los países desarrollados, en especial de Estados Unidos, no tuvieron un buen rendimiento. En 1998, debido a las crisis asiática y rusa, la búsqueda de refugio en activos seguros por parte de los inversores había llevado a que estos títulos tuvieran un excelente desempeño, al ser los más demandados por el mercado. Además, la política monetaria de baja de tasas de interés fomentada por la mayoría de los países para evitar una recesión mundial, también había beneficiado a los activos de menor riesgo en el mundo. Para 1999 se esperaba un escenario favorable para el mercado de bonos, pero los hechos mostraron un panorama radicalmente diferente. La economía de Estados Unidos creció aceleradamente a lo largo de todo el año y, si bien aún no se han manifestado síntomas de inflación preocupantes, el hecho de que los principales indicadores mostraran un crecimiento firme, llevó a la Reserva Federal a incrementar tres veces en el año la tasa de fondos federales. De esta manera, las tasas de interés de mercado aumentaron en promedio 150 puntos básicos a lo largo de toda la curva de rendimientos durante 1999, aunque el retiro de deuda de largo plazo por parte de la Reserva Federal suavizó el aumento observado en los bonos de 30 años. Posteriormente, la Reserva Federal continuó llevando a cabo una política monetaria restrictiva, con nuevos incrementos de tasas. BCRA V. Administración de las reservas internacionales 87 Evolución de la posición en oro Durante 1999, el Banco Central ofreció a la venta al público los Argentinos Oro. A través del programa de venta directa, que comenzó el 31 de diciembre de 1998, se vendieron un total de 95.384 monedas, por lo que el número de piezas que quedó en poder del Banco Central fue de 1.424.012 monedas. Una vez finalizada la venta, se procederá a fundir las piezas restantes con el fin de convertirlas en barras de buena entrega susceptibles de ser transadas en los mercados internacionales. La posición de monedas remanente se encuentra cubierta con opciones de venta por 340.600 onzas a un precio promedio de 365,07 dólares la onza. Administradores externos La administración externa mejora la gestión de las reservas de distintas maneras. Por un lado, tiene como objetivo alcanzar un rendimiento mayor al del resto de las reservas, aceptando un nivel de riesgo levemente por encima del correspondiente al de la administración interna, establecido por las pautas de inversión y por el índice de referencia (benchmark) contra el cual se comparan y evalúan a los administradores externos. Por otro lado, se mejora la administración interna a través de un proceso de aprendizaje, aprovechando la experiencia de los bancos de inversión más importantes del mundo. Al 31 de diciembre de 1999, el programa de administración externa comprendía 18,8 por ciento de la totalidad de las reservas, esto es, 5.398 millones de dólares. El aumento de la volatilidad en los mercados, como consecuencia de un cambio en las expectativas, determinó que el riesgo al que estaban expuestos los administradores externos creciera significativamente, por lo que se decidió acortar la duración del programa, pasándose a administrar bajo pautas de inversión de corto plazo 3.152 millones de dólares. Esas pautas comprenden activos con una duración menor a 3 meses, reduciéndose de esta manera el riesgo de tasa de interés. El retorno del índice que se utiliza para evaluar a los administradores fue de 3,03 por ciento. La caída en los retornos se debió a que, como se comentara, 1999 no fue un buen año para el mercado de bonos, registrándose subas en las tasas de 170 puntos básicos en el sector de la curva de dos años en Estados Unidos y de 150 puntos básicos y 108 puntos básicos para el mismo sector de la curva en Inglaterra y en la Comunidad Europea, respectivamente. El rendimiento neto de honorarios del programa de administración externa durante 1999 fue de 3,58 por ciento, superando al benchmark (3,03 por ciento). La volatilidad anualizada de los retornos del programa fue de 0,99 por ciento. A pesar de no haber sido un 1999 Retorno neto de honorarios Retorno Letra de 3 meses Retorno Letra de 6 meses Retorno Bono 2 años Desvío de retornos entre administradores Volatilidad del retorno del programa 3,58 4,85 4,64 1,90 0,49 0,99 Desde inicio 1996 Promedio anual 23,38 22,39 22,82 21,03 0,42 0,83 5,39 5,18 5,27 4,89 Administración externa de reservas En porcentaje BCRA 88 V. Administración de las reservas internacionales buen año para el retorno del programa de administración externa, al estar diversificado entre distintos administradores y países, se ha logrado reducir el riesgo en el que se hubiera incurrido de haberse mantenido una administración unificada de los fondos en un solo mercado. Dada la persistencia de la incertidumbre en los mercados internacionales, durante el año 2000 se mantendrá la menor duración de los activos de reservas internacionales, reduciéndose el monto administrado externamente. Retorno de la administración externa de reserva Evolución de los retornos de la administración externa de reservas BCRA VI. Sistema de pagos 89 VI. SISTEMA DE PAGOS 1. Medios de pagos Medio Electrónico de Pagos El Medio Electrónico de Pagos (MEP) es un sistema de transferencias brutas en tiempo real -o RTGSS por sus siglas en inglés, Real Time Gross Settlement System- que permite a los bancos y a otros entes adheridos la transferencia de fondos de alto valor a bajo costo y en tiempo real hacia cuentas corrientes o de movimiento abiertas en el Banco Central por otras entidades. La implementación del MEP brinda mayor solidez al sistema financiero a través de la eliminación de los riesgos propios de las transacciones financieras, incrementando a su vez, la eficiencia en forma significativa, incentivando el desarrollo y el uso por parte del público del sistema bancario. El desarrollo del MEP contempla la integración progresiva de todas las operatorias que efectúa el Banco Central con las entidades en el marco de sus funciones especificas. Actualmente, el sistema se encuentra funcionando de acuerdo a lo planeado y cuenta con una amplia aceptación por parte de las entidades financieras. En comparación a 1998, la cantidad de entidades intervinientes durante 1999 fue menor. Sin embargo, la cantidad de operaciones cursadas en valores absolutos y en promedio diario fue superior a la registrada en 1998, alcanzando un monto total operado por día de alrededor de 7.400 millones de pesos. Tareas para el año 2000 La compensación en cámaras electrónicas comprende a tres medios de pago: cheques, débitos directos y, a partir de abril de 2000, transferencias. En el caso de los débitos directos para pagar servicios y/o cuotas mensuales preestablecidas y de las transferencias entre cuentas Entidades (promedio diario) Operaciones cursadas (en miles) Monto operado (en millones de pesos) Operaciones cursadas Monto operado Monto promedio por operación Operaciones cursadas por entidad (promedio diario en millones de pesos) (promedio diario en miles) (en miles de pesos) (promedio diario en miles) Ene-99 Feb-99 Mar-99 Abr-99 May-99 Jun-99 Jul-99 Ago-99 Sep-99 Oct-99 Nov-99 Dic-99 110 107 106 106 105 105 108 106 105 104 105 107 57,8 56,3 59,6 59,8 62,2 63,3 65,5 66,6 70,2 66,7 72,6 76,9 146.444 145.478 145.040 147.055 154.703 143.951 156.401 147.305 153.895 140.798 170.686 171.521 2,9 2,8 3,0 3,0 3,1 3,2 3,1 3,2 3,2 3,3 3,3 3,7 7.322 7.274 7.252 7.353 7.735 7.198 7.448 7.015 6.995 7.040 7.758 8.168 2.532 2.585 2.434 2.461 2.486 2.275 2.387 2.211 2.194 2.112 2.350 2.230 26 26 28 28 30 30 29 30 30 32 31 34 Totales 106 777,5 1.823.277 3,1 7.380 2.355 30 Operaciones entre entidades cursadas a través del MEP BCRA 90 VI. Sistema de pagos de clientes de distintas entidades bancarias, las operaciones se compensan a nivel nacional. Por su parte, los cheques se compensan electrónicamente sólo cuando ambas entidades financieras intervinientes -depositaria y girada- se hallan localizadas en la ciudad de Buenos Aires o en plazas del interior del país que poseen puntos de intercambio de documentos, que remiten electrónicamente los datos necesarios para realizar la compensación y posterior liquidación en las cuentas corrientes abiertas en el Banco Central. El intercambio físico se realiza en cada una de las plazas. En el resto de las plazas del interior, donde existen dos o más bancos operando y no hay un punto de intercambio, las entidades se canjean los documentos entre ellas, sin la correspondiente compensación y liquidación. La tarea a realizar al respecto durante el año 2000 consiste en la integración a la compensación y liquidación electrónica de todas esas plazas sin punto de intercambio. La tarea de integración nacional de la compensación electrónica también se extenderá al truncamiento de cheques. Hasta 1999, todos los cheques depositados en bancos ubicados en la ciudad de Buenos Aires, hasta un valor de mil pesos, no se remiten físicamente al banco girados, sino que sólo se transmiten los datos necesarios para su compensación y liquidación en las cuentas corrientes de las entidades en el Banco Central, a través de las cámaras electrónicas. Durante el año 2000, se prevé que el truncamiento de documentos se extienda a los depósitos realizados en los puntos de intercambio localizados en el interior del país. A partir de abril de 2000 está prevista la puesta en marcha de las transferencias de clientes entres distintas entidades financieras. Este nuevo medio de pago permitirá realizar operaciones de pago y/o movimientos de fondos mediante la transferencia de los montos entre cuentas a la vista de distintas entidades, localizadas en plazas diferentes, a través de las cámaras electrónicas de compensación. Mediante el uso de la transferencia en cuenta se podrá abonar salarios en forma abierta (esto es cuando las cuentas del empleado y el empleador están en distintas entidades); pagar a proveedores; y realizar transferencias entre cuentas. Finalmente, durante 2000 se realizará una adecuada difusión del débito directo, para poner en conocimiento del público en general las transacciones que se pueden realizar y la conveniencia de su utilización. Central de Registración y Liquidación de Instrumentos de Endeudamiento Público (CRYL) La colocación de instrumentos de endeudamiento público se adapta a la de uso común en los mercados financieros desarrollados, de forma tal que a mediano plazo se podrá disponer de una curva de rendimientos de la deuda pública y lograr el reemplazo de los títulos públicos colocados con anterioridad en el mercado local. Con el objetivo de aproximarse a los estándares internacionales, se está utilizando en el mercado de títulos públicos domésticos prácticas tales como la figura de “creadores de mercado”, que son agentes que participan de los procesos de colocación primaria y negociación secundaria, asegurando un valor de cotización para los títulos en todo momento. En el plano operativo, se utiliza el proceso de confrontación previa de las instrucciones entre las partes intervinientes y un sistema de compensación y liquidación que incorpora el BCRA VI. Sistema de pagos 91 concepto de entrega contra pago, que condiciona la transferencia entre cuentas de registro de los títulos a un pago simultáneo efectuado por medio de una transferencia entre las cuentas corrientes de los agentes. La aplicación de estos criterios permite la eliminación del riesgo de liquidación de las operaciones concertadas y la utilización del MEP posibilita una mejora en la eficiencia del sistema al permitir una mayor integración entre las funciones de transferencia de fondos y títulos. Al 31 de diciembre de 1999 el saldo de deuda registrado en la Central de Registración y Liquidación de Instrumentos de Endeudamiento Público (CRYL) ascendía a 14.444 millones de pesos, discriminada en Bonos del Tesoro a mediano plazo en dólares por 9.154 millones, Letras del Tesoro en dólares por 4.174 millones y bonos a tasa variable por 1.116 millones. Modernización de las comunicaciones externas El Banco Central prevé la implementación de una red de comunicaciones transaccional basada en el intercambio de mensajes entre computadores, con dispositivos de seguridad acordes a la importancia de la información que se trasmitirá. Tales facilidades serán complementadas con la habilitación de un Sitio Alternativo de Procesamiento (SAP) que permitirá al Banco Central continuar con su operatoria de cómputos en caso de siniestro o contingencia grave en su centro de procesamiento de datos. El nuevo esquema fue concebido con el cumplimiento de las siguientes premisas: que no condicione significativamente la tecnología de quienes se comuniquen con el Banco Central; que permita a las entidades financieras desarrollar aplicaciones sobre la base de sus propias herramientas y normas de usuario final; que permita a las entidades financieras distribuir el acceso a las facilidades informáticas del Banco Central sin límites geográficos ni de cantidad de puestos de trabajo remoto conectados; y que no interfiera en los planes de sistemas de las entidades financieras. El nuevo soporte tecnológico del STAF (Sistema de Telecomunicaciones del Área Financiera) estará basado en un conjunto de dispositivos que permitirán el intercambio de transacciones de formato predefinido, mediante comunicaciones que soporten diferentes tipos de protocolos. Las transacciones serán administradas en el Banco Central por un software monitor de transacciones y se ajustarán a los formatos establecidos en las normas fijadas por estándares internacionales según se determine en oportunidad de la implementación de las diferentes aplicaciones. Adicionalmente se ha previsto la posibilidad de utilizar transacciones de formato libre para aquellos casos en que resulte necesario. Las transacciones podrán generarse y/o recibirse en aplicaciones desarrolladas en las plataformas informáticas de cada entidad financiera o mediante aplicaciones que el propio Banco Central entregará para ser ejecutadas en computadoras personales. Asimismo, se ha previsto la interconexión de los distintos sistemas de correo electrónico mediante la cual se comunicarán los sistemas de mensajería. Los vínculos de toda índole con los equipos de comunicaciones del Banco Central serán sometidos al control centralizado de un sistema que contemplará la validación del extremo BCRA 92 VI. Sistema de pagos remoto y la encripción de los datos que sobre ese vínculo se estén cursando, además de los controles de validación de programas y de autenticación de claves también previstos. Se implementarán cinco categorías de seguridad: control de accesos, que permitirá o denegará el acceso en función de identidad y atributos; autenticación, que verificará la autenticidad del origen de la información y efectuará el reconocimiento recíproco entre partes; integridad, que detectará alteraciones en la información transmitida; confidencialidad, que ocultará la información a terceros no autorizados; y no repudio, que garantizará el no repudio de información, mediante la implementación de un sistema de clave pública RSA (esta implementación se aplicará en un esquema de autenticación de información por firma digital). El Banco Central controlará la administración de todos los mecanismos de seguridad implementados. Esta administración abarcará incluso el control centralizado del manejo de hardware específico de seguridad, tales como encriptores y dispositivos de identificación de entidades usuarias y los accesos a los vínculos de comunicación. No obstante, el Banco Central no administrará los aspectos de seguridad internos en el ámbito de las instalaciones de las entidades financieras. La mayor parte de 1999 fue insumida en realizar los ajustes al pliego de condiciones y a la adjudicación de la licitación internacional, monitoreada desde sus inicios por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que corresponde a la implementación de la red de comunicaciones transaccional. La función de este organismo, además de financiar el proyecto y asesorar técnicamente al personal del Banco Central, es la de brindar transparencia a los mecanismos licitatorios, dado que actúa como nexo entre esta Institución y el proveedor, eliminando toda relación contractual entre ambos (los bienes y servicios son adquiridos por el Programa de las Naciones para el Desarrollo y luego transferidos al Banco Central). Actualmente se encuentra en plena tarea la adecuación del Sitio Alternativo de Procesamiento en las instalaciones que el Banco Central arrienda a tal efecto. Asimismo, se halla en ejecución la adecuación en las instalaciones propias de esta Institución. Uno de los factores críticos de éxito de la implementación de la nueva tecnología es, sin duda, la correcta transmisión de los objetivos, alcances y características del proyecto a quienes en definitiva serán los usuarios, es decir, las entidades financieras. 2. Compensación de medios de pago Durante 1999 se cursaron a través de las cámaras compensadoras del país aproximadamente 117 millones de documentos, de los cuales 77 por ciento corresponden al sistema de compensación electrónica, 21 por ciento a las cámaras del interior y 2 por ciento a las sesiones de compensados de seis cámaras interconectadas con la ciudad de Buenos Aires. El importe total de los documentos compensados fue de alrededor de 312.500 millones de pesos. La cantidad de documentos transados en las cámaras de compensación electrónica fue en promedio de aproximadamente 7,5 millones por mes. Esto implicó un promedio mensual de 22.100 millones de pesos operados. BCRA VI. Sistema de pagos 93 Cámaras de compensación electrónica Ene-99 Feb-99 Mar-99 Abr-99 May-99 Jun-99 Jul-99 Ago-99 Sep-99 Oct-99 Nov-99 Dic-99 Total Total Cámaras interconectadas Capital - Interior Interior - Capital Total 5.858 5.283 6.654 6.104 6.345 6.859 7.287 8.244 9.221 8.742 9.711 9.964 3.518 2.936 3.358 3.009 2.928 2.673 2.234 1.799 1.031 775 515 85 355 307 353 269 234 163 36 0 0 0 0 0 67 57 66 52 47 24 3 0 0 0 0 0 9.798 8.583 10.431 9.434 9.554 9.719 9.560 10.043 10.252 9.517 10.226 10.049 90.272 24.861 1.717 316 117.166 Cámaras de compensación electrónica Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Set. Oct. Nov. Dic. Cámaras del interior 202 179 224 199 201 224 231 265 287 288 312 337 2.949 Cámaras del interior 124 108 128 109 111 117 91 64 42 28 18 4 944 Cámaras interconectadas Capital - Interior Interior - Capital Total 3 3 3 3 2 1 (i) 0 0 0 0 0 16 14 14 13 13 8 2 0 0 0 0 0 345 304 369 324 327 350 324 329 329 316 330 341 15 80 3.988 Documentos compensados En miles de unidades Documentos rechazados En miles de unidades (i) Dato inferior a la unidad utilizada. Cámaras de compensación electrónica Ene-99 Feb-99 Mar-99 Abr-99 May-99 Jun-99 Jul-99 Ago-99 Sep-99 Oct-99 Nov-99 Dic-99 Total Total Cámaras interconectadas Capital - Interior Interior - Capital Total 20.477 17.821 20.671 19.675 20.206 21.271 23.256 23.378 24.042 23.626 25.261 25.658 6.475 5.357 5.916 5.527 5.488 5.011 3.850 2.897 1.456 911 574 77 598 516 596 469 328 296 60 0 0 0 0 0 154 132 150 126 118 69 11 0 0 0 0 0 27.704 23.827 27.334 25.798 26.140 26.647 27.177 26.275 25.498 24.536 25.835 25.735 265.342 43.540 2.864 762 312.507 Cámaras de compensación electrónica Ene-99 Feb-99 Mar-99 Abr-99 May-99 Jun-99 Jul-99 Ago-99 Sep-99 Oct-99 Nov-99 Dic-99 Cámaras del interior Cámaras del interior Cámaras interconectadas Capital - Interior Interior - Capital Total 463 398 439 452 392 599 538 489 530 513 312 623 181 145 165 161 156 146 127 87 56 32 17 4 8 8 8 11 8 3 1 0 0 0 0 0 24 23 24 25 22 15 3 0 0 0 0 0 677 574 636 649 578 763 669 577 585 545 330 626 5.749 1.276 47 136 7.208 Documentos compenzados En miles de pesos Documentos rechazados En miles de pesos BCRA 94 VI. Sistema de pagos En las cámaras compensadoras del interior del país se cursaron cerca de 25 millones de documentos, de los cuales las participaciones más importantes corresponden a las provincias de Buenos Aires (22 por ciento), Santa Fe (17 por ciento), Córdoba (15 por ciento) y Mendoza (11 por ciento). En lo que respecta a las sesiones de compensados de las seis cámaras compensadoras interconectadas (Azul, Mar del Plata, Bahía Blanca, Córdoba, Santa Fe y Rosario) se presentaron alrededor de 2 millones de documentos, de los cuales 84,3 por ciento corresponden a cheques recibidos en la ciudad de Buenos Aires para su cobro en el interior. Asimismo, se rechazaron casi 4 millones de documentos a través de los organismos compensadores de todo el país, lo que representa 3,4 por ciento del total de los documentos presentados. Los volúmenes que corresponden a las cámaras del interior e interconectadas fueron descendiendo en el transcurso de 1999 debido al cumplimiento del cronograma de implantación de esas plazas dentro del Sistema Nacional de Pagos. En ese sentido, cabe resaltar que este mecanismo de incorporación quedó finalizado el 16 de diciembre. Ajustes en el marco normativo El esquema que se encontraba vigente desde 1992, vinculado con la rendición de cuentas de los pagos efectuados por los bancos a través de órdenes de pago previsional, no contemplaba las necesidades administrativas de la Administración Nacional de Seguridad Social, ya que al no ser integral, obligaba al organismo a presumir que los beneficios no rendidos como impagos habían sido abonados, lo que generaba falta de certeza acerca de lo efectivamente pagado por los bancos e imposibilitaba un adecuado control de los fondos inmovilizados para el pago de prestaciones. En consecuencia, fue necesario e imperativo implementar un nuevo esquema con el objetivo de erradicar los problemas enunciados, reglamentando de esta manera un servicio público (el pago de jubilaciones y pensiones) delegado en las entidades financieras del sistema por un organismo estatal. La normativa correspondiente fue establecida en marzo de 1999. El Banco Central resolvió discontinuar a partir del 25 de noviembre de 1999 la operatoria que hasta esa fecha cursaban las empresas administradoras de redes de cajeros automáticos y de tarjetas de crédito por ante la Cámara Compensadora Residual. Consecuentemente se inició la canalización de esta operatoria por intermedio del sistema de Medios Electrónicos de Pago, para lo cual las empresas mencionadas comenzaron a operar a través de alguna de las cámaras compensadoras homologadas por el Banco Central. 3. Circulación de billetes y monedas Entre el diciembre de 1998 y el diciembre de 1999 la circulación de billetes y monedas se incrementó 122,6 millones de pesos (0,75 por ciento). El papel impreso creció 101,4 millones de pesos (0,64 por ciento) y las piezas metálicas aumentaron 21,2 millones de pesos (3,86 por ciento). Cabe destacar que la circulación de monedas crece continuamente desde la aparición de la actual línea en enero de 1992, alcanzando a fines de 1999 un total de 2.477,5 millones de unidades. BCRA VI. Sistema de pagos 95 En el mismo período la relación monedas y billetes en circulación creció sostenida pero lentamente. Al cierre del ejercicio las disponibilidades (287,5 millones de billetes) cubrían 54,5 por ciento de la circulación (527,1 millones de billetes). En lo que respecta al Museo Numismático, se incrementaron las tareas de conservación mediante la guarda, el escaneo y la digitalización de numerosas piezas. También se incorporaron elementos para mejorar las exposiciones y visitas guiadas y se adquirieron numerosas piezas históricas. El 24 de agosto de 1999, se emitieron las monedas conmemorativas del centenario del natalicio de Jorge L. Borges, que se acuñaron en oro, plata y cuproníquel. Se vendieron 3.865 estuches con distintas presentaciones e ingresaron a la circulación 967,5 millares de monedas de cuproníquel. Con la finalidad de abastecer a los grandes usuarios de monedas -por lo general, empresas de servicios públicos- continuaron vigentes los convenios con las transportadoras de caudales MACO S.A., Brinks S.A. y Juncadella S.A. A través de este servicio, que no tiene costo para el Banco Central, se entregaron 317,1 millones de monedas por un valor de 157,6 millones de pesos. Por medio de la compensación interbancaria de billetes se efectuaron operaciones de pago entre bancos por 772,7 millones de monedas por un valor de 403,6 millones de pesos. Se efectuaron cambios en el software de las máquinas expendedoras de monedas que el Banco Central entregó en comodato a las entidades bancarias, continuándose el seguimiento y el control de su funcionamiento. Sumaron 17.019 las operaciones con los bancos, correspondientes a pagos, compensación interbancaria, recepción de depósitos, operativos y declaración de excedentes. Se recibieron 26.330 billetes falsos de distintos valores retenidos por esta Institución, los bancos del sistema y los tesoros regionales. Al respecto se efectuaron las denuncias ante la Sección Falsificación de Moneda de la Policía Federal de los billetes retenidos por bancos de la ciudad de Buenos Aires y fueron devueltos los correspondientes a las entidades del interior para que radiquen las denuncias en los juzgados de su competencia. Las agencias y tesoros regionales efectuaron 44.209 operaciones (extracciones y depósitos) por un valor de 31.052,7 millones de pesos, mientras que el traslado de numerario alcanzó a 4.966,5 millones de pesos. Durante el período, fueron transformados en agencias los tesoros regionales Río Grande, Río Gallegos y Mar del Plata. En el transcurso de 2000 ocurrirá lo mismo con los tesoros regionales Rosario, Bahía Blanca, Trelew y Comodoro Rivadavia, dando por concluido el proceso iniciado por el Banco Central en 1994. BCRA 96 VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central VII. ACTUACIONES JUDICIALES DEL BANCO CENTRAL 1. Asuntos judiciales en lo institucional Juicios ordinarios por cobro de pesos y reclamos por indemnización de daños y perjuicios promovidos contra el Banco Central Durante 1999 se obtuvo sentencia de primera instancia favorable al Banco Central en los autos “Figueroa, Eduardo Antonio c/ Banco Central y Estado Nacional s/ ordinario” en los que se reclaman cuantiosos daños y perjuicios por la intervención y posterior liquidación del ex-Banco del Iguazú, desligando el juzgado al Banco Central de toda responsabilidad en el asunto. Asimismo, en la demanda promovida por el Banco del Buen Ayre S.A. contra el Banco Central y la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas, en la que se reclamaban 1.800 millones de pesos, en concepto de daños y perjuicios que se habrían originado en una denuncia penal que se les inició y que concluyó con un sobreseimiento, se dictó sentencia de primera instancia rechazando íntegramente la demanda. El pronunciamiento resultó luego confirmado en 1999 y se encuentra firme. En marzo de 1999 se dictó sentencia a favor del Banco Central en los autos “Anaeróbicos c/ Banco Central s/ Proceso de conocimiento” en los que se reclamaban daños y perjuicios por un supuesto incumplimiento en contratos de seguros de cambio. También se ha tomado intervención judicial en representación del Estado Nacional contra impugnaciones de decretos de necesidad y urgencia emitidos en función del régimen del cheque. En tal sentido se encuentra en pleno trámite la acción promovida por el Defensor del Pueblo tendiente a que se declare la nulidad del artículo 3 del decreto de necesidad y urgencia N° 347/99. Total de juicios con sentencia 800 700 669 600 500 400 300 200 68 100 0 Juicios ganados BCRA Juicios perdidos VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central 97 En los procesos por cobro de pesos contra el Banco Central promovidos con fundamento en el derogado régimen de garantía de los depósitos se han obtenido sentencias favorables en asuntos de gran importancia económica. Entre ellos cabe mencionar “Sergi Vinciguerra, Antonio J. c/ Banco Central” que implicaba una pretensión que ascendía a 49,7 millones de pesos. Además, se encuentran en pleno trámite, en distintas etapas procesales y en diversas jurisdicciones judiciales, procesos promovidos por depositantes del ex-Banco Integrado Departamental Coop. Ltdo. y del ex-Banco Crédito Provincial S.A. en los que se intenta responsabilizar al Banco Central por la omisión en el ejercicio de su poder de policía sobre el funcionamiento de estas entidades. Acciones de amparo y/o habeas data contra el Banco Central relacionadas con inhabilitaciones de cuentacorrentistas y/o resoluciones administrativas y/o decretos del Poder Ejecutivo Nacional En aquellos amparos vinculados con las informaciones contenidas en las bases de datos del Banco Central, las sentencias judiciales dictadas han reconocido el carácter de tercero de la Institución, en cuanto a que es sólo un administrador de las bases de datos que se nutre con la información que suministran las entidades financieras del sistema, por lo que la responsabilidad de una errónea inclusión se atribuye al banco girado o bien al banco informante. Durante 1999, se dictaron sentencias favorables, que se hallan firmes, en los procesos tendientes a cuestionar el poder de policía cambiario ejercido por el Banco Central. Este es el caso de los expedientes “Ferrer y Asociados S.A. c/ Banco Central s/ Proceso de conocimiento” y “García Navarro & Cía. S.A. c/ Banco Central”. Apelaciones de resoluciones dictadas por el Banco Central Las resoluciones dictadas por el Banco Central que dispusieron la revocación para funcionar de entidades financieras y/o impusieron sanciones a dichas entidades o a personas físicas, han sido confirmadas, en su gran mayoría, por la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal. En este sentido, este tribunal confirmó recientemente la resolución que dispuso la revocación para funcionar del Banco Patricios S.A., que ha quedado firme. En mayo de 1999 la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal confirmó la resolución Banco Central que dispuso la revocación de la autorización para funcionar y la liquidación del Banco de Italia y Río de La Plata S.A. Tareas periciales y de consulta técnica El Banco Central cuenta con un sector de peritos contadores, cuyos integrantes intervienen en procesos penales, civiles y comerciales, sumarios en materia financiera y cambiaria, atención a peritos de oficio y apoyo y asesoramiento a los letrados apoderados de la Institución. BCRA 98 VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central En las causas penales en las que el Banco Central ha asumido el rol de querellante, se interviene como perito de parte y en los procesos civiles o comerciales se designa a los peritos de la Institución como consultores técnicos o peritos de control. Durante 1999 se tomó intervención en 31 procesos. En los sumarios por infracciones al régimen penal cambiario o a la Ley de Entidades Financieras se tomó intervención en 65 casos. En las causas civiles, cuando se ha ofrecido prueba pericial contable, se designa a los peritos de esta Institución como consultores técnicos a los efectos de colaborar con los abogados intervinientes en todas las etapas procesales que tenga vinculación con su especialidad, lográndose un control de la producción de la prueba en los aspectos técnicos y un específico asesoramiento a los letrados en materia de interpretación de los dictámenes periciales. 2. Asuntos judiciales en lo financiero Juicios ejecutivos de recupero de cartera cedida en garantía de la asistencia crediticia brindada por el Banco Central a entidades financieras Con motivo de la asistencia financiera brindada a distintas entidades financieras, el Banco Central recibió cartera crediticia en garantía. A fin de obtener su recupero se iniciaron 2.144 juicios. Las actuaciones judiciales se tramitan en juzgados radicados en la ciudad de Buenos Aires y en otras doce provincias incluyendo además ciudades tales como La Plata, Azul, Bahía Blanca, Campana, Junín, Lomas de Zamora, Mar del Plata, San Martín, San Nicolás, Rosario, Venado Tuerto, Reconquista, Posadas, Paraná, Bariloche y Río Gallegos. Durante 1999, se dictó sentencia en un número considerable de los juicios mencionados (387), habiéndose obtenido resultados favorables a los intereses de esta Institución en un 95 por ciento de los casos. Juicios por procesos de quiebra y de intervención judicial de entidades financieras El Banco Central interviene en los procesos de revocación de la autorización para funcionar, quiebra y liquidación de entidades financieras, decretadas en el marco de las reformas introducidas a la Ley de Entidades Financieras. Esta reforma determinó que el Banco Central se apartara de las funciones de síndico liquidador que preveía la antigua ley. En este contexto, el Banco Central se presenta ante los distintos juzgados comerciales que tienen a su cargo los procesos y, entre otros asuntos, comunica a los magistrados competentes las distintas resoluciones que se sancionan, toma intervención en los múltiples incidentes que se promueven persiguiendo la correcta aplicación de la nueva Ley de Entidades Financieras, y participa en la etapa de verificación de créditos e incidentes de revisión que eventualmente se deduzcan. A requerimiento de los distintos juzgados, el Banco Central presta asistencia técnica e informa sobre los asuntos de su conocimiento en virtud de sus funciones de superintendencia cumplidas con anterioridad a la revocación de la autorización para funcionar. En los procesos de reestructuración de entidades, en resguardo del crédito y los depósitos bancarios en los cuales se aplica el artículo 35 bis de la Ley de Entidades Financieras, se ejerce el patrocinio legal de los interventores judiciales designados por el fuero comercial, a propuesta del Banco Central, a fin de instrumentar las transferencias de los BCRA VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central 99 activos y pasivos excluidos a las entidades adquirentes. A diciembre de 1999, existían 16 exentidades bajo intervención judicial: Banco Federal, Nuevo Banco Industrial de Azul, Banco Platense, Banco Coopesur, Banco BUCI, Banco Argencoop, Banco Crédito Provincial, Banco Austral, Banco Caseros, Banco Medefin UNB, Banco Feigín, Banco Almafuerte, Banco Israelita de Córdoba, Banco Patricios, Banco Mayo y Banco Mendoza. Actuación en los comités de acreedores constituidos en los procesos de quiebra de exentidades El Banco Central, en su carácter de acreedor mayoritario, ha sido designado integrante del comité de acreedores en dos entidades financieras actualmente en quiebra, el ex-Banco Austral S.A. y el ex-Banco Integrado Departamental Coop. Ltdo., a fin de ejercer las funciones previstas en el artículo 260 de la Ley de Concursos y Quiebras, proponiendo medidas y exigiendo información a los funcionarios del concurso a fin de controlar e instar la realización de los bienes que integran el activo de la quiebra. Durante 1999, el Banco Central solicitó y obtuvo la remoción del síndico concursal en el caso del Banco Austral S.A. y denunció penalmente al síndico actuante en el caso del Banco Integrado Departamental Coop. Ltdo. por irregularidades detectadas respecto de un crédito correspondiente a la cartera cedida. 3. Sector de abogados penalistas En los últimos años, particularmente a partir de 1995, la cantidad de procesos penales se ha incrementado. Actualmente, el número de actuaciones penales asciende a mucho más de medio centenar de causas, que en su mayoría se tramitan ante la justicia penal de la ciudad de Buenos Aires, ya sea ordinaria o federal. Algunas de estas actuaciones todavía se rigen por el viejo código de procedimientos en materia penal debido a su antigüedad; el resto, en cambio se regulan por el nuevo Código Procesal Penal de la Nación, que incorporó a partir de 1992 el juicio oral y público para los procesos penales. Evolución de las causas penales Durante marzo de 1999, se amplió la querella promovida contra el ex-Banco Austral S.A., por la solicitud de redescuentos al Banco Central en materia de iliquidez, ocultando la realidad que la entidad atravesaba, en parte por la canalización clandestina de depósitos en provecho del Austral Bank International. En mayo, se promovió una denuncia contra el ex-Banco Medefin UNB, por la detección de una operación de pase pasivo de títulos con el Credit Commercial de France, de dudosa existencia, que permitió reflejar a la entidad un mayor activo. En junio, se radicó una denuncia contra el Nuevo Banco del Chaco, a raíz de detectarse una operatoria irregular con valores negociables en la sucursal de Buenos Aires. Al mes siguiente, se formalizó una nueva presentación contra la entidad, por la asistencia crediticia que acordó a favor de determinadas empresas. Durante 1999, se amplió en diferentes oportunidades la denuncia que se había presentado contra el ex-Banco Almafuerte por la suscripción de obligaciones negociables BCRA 100 VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central subordinadas -que aparecían calzadas con el otorgamiento de créditos-, asistencia crediticia a determinadas empresas, uso irregular de cuentas corrientes, irregularidades en asientos contables y registraciones sin respaldo documental. En abril, se amplió la denuncia por la registración contable en cuentas patrimoniales de documentos que habían sido endosados a terceros. En junio, la denuncia fue nuevamente ampliada al advertirse la pretensión de cobro de un certificado a plazo fijo por un monto elevado, cuyo vencimiento había operado durante 1996 y que no estaba contabilizado en la entidad. Por último, se volvió a ampliar la denuncia en octubre al verificarse la concesión por la entidad financiera de asistencia económica en condiciones ventajosas a empresas vinculadas. En diciembre de 1999 se formalizó una denuncia contra el Nuevo Banco de La Rioja S.A., al detectarse operaciones de crédito por montos significativos a favor de cinco empresas, que evidenciaban una gestión crediticia irregular. Finalmente, en enero y junio de 1999 se propició ante la Procuración General de la Nación la iniciación de investigaciones preliminares, con el objeto de esclarecer las posibilidades de eventuales ilícitos y prevenir sobre fraudes, al tomarse conocimiento de que municipalidades del interior del país habían emitido pagarés o caucionado letras en garantía de créditos ofrecidos por representantes de inversores extranjeros, para los que se requería la afectación de su coparticipación provincial y por los que no se había recabado la correspondiente autorización del Gobierno Nacional (por el endeudamiento en moneda extranjera). Resoluciones judiciales En relación con la denuncia que durante 1998 se promoviera contra el ex-Banco Patricios S.A., a raíz de maniobras irregulares con la cartera de consumo y asistencia crediticia a empresas vinculadas, se dictaron durante 1999, mediante resoluciones aún apeladas, el auto de procesamiento respecto de funcionarios de la entidad y de personas relacionadas con ésta, en orden al delito de administración fraudulenta. Con relación a la denuncia que se había radicado durante 1998 contra el ex-Banco Mayo Coop. Ltdo., en diciembre de 1999 se ordenó, mediante resolución a la fecha no firme, el procesamiento de directivos de la entidad y de personas relacionadas, por los delitos de administración fraudulenta y fraude en perjuicio de una administración pública, con motivo de la adquisición irregular de “semanas de tiempo compartido” en Uruguay por 24 millones de dólares, la asistencia crediticia brindada a empresas relacionadas con la entidad, la canalización de operaciones al margen del circuito institucional y el uso dado a la asistencia financiera que recibió del Banco Central para atender situaciones transitorias de liquidez. Sentencias condenatorias Por el trámite previsto en el anterior código de procedimientos en materia penal que rigió para la jurisdicción nacional, la justicia se pronunció durante 1999 respecto del exBanco Los Andes y las empresas colaterales del Grupo Greco, al confirmar parcialmente la Cámara Federal de la ciudad de Mendoza la sentencia dictada por el juez, a resulta de la cual se condenó a José Greco, Ángel Pedro Falanga, Juan Hilardo Milordo, Mario Alberto Balza , Oscar Fortunato Corradini, Bernardo Eduardo Valenzuela, Héctor Bruno y María Miladi BCRA VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central 101 Ana Privitera de Santibañez , por infracción a la ley 20.840 de subversión económica. Este pronunciamiento no se encuentra firme, por haber sido recurrido ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Asimismo, la Cámara Federal de la ciudad de Buenos Aires confirmó parcialmente las condenas que, por la captación clandestina de depósitos y asistencia a vinculadas que se desarrollaron en Carles Cía. Fciera. S.A., se impusieron a Federico Ezequiel Carles, Roberto Marcelo Carles, Bernardino Jorge Bagur, Oscar César Porrini y Norberto Camilo Rodriguez, en orden al delito de administración fraudulenta en perjuicio de una administración pública. Este pronunciamiento tampoco se encuentra firme por haberse recurrido ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Procesos contra funcionarios del Banco Central En los últimos años, ha sido una constante que a la par en que se dispone el cierre de una entidad financiera, sobrevienen denuncias y procesos penales contra las autoridades y demás funcionarios del Banco Central y la Superintendencia. Es así como actualmente se ventilan ante la justicia en lo criminal y correccional federal de la ciudad de Buenos Aires diversos procesos penales contra dichos funcionarios, por la supervisión bancaria y/o resoluciones que se adoptaron con relación a las siguientes entidades bancarias: ·BANCO BASEL: Causa N° B-1954, caratulada “Santana, María Angélica s/ denuncia”, en trámite ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 1, Secretaría N° 2. ·BANCO AUSTRAL: Causa N° 3685/95 ( N° A-505 ), caratulada “N.N. s/ abuso de autoridad”, que tramita ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 12, Secretaría N° 23, por la captación financiera a favor del AUSTRAL BANK INTERNATIONAL. ·BANCO INTEGRADO DEPARTAMENTAL: Causa N° 3292/97, caratulada “N.N. s/ abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público”, en trámite ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 6, Secretaría N° 11. ·BANCO FEIGIN: Causa N° 9833/97, caratulada “N.N. s/ abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público”, que tramita ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 11, Secretaría N° 22. ·BANCO CREDITO PROVINCIAL: Causas N° 18.920, caratulada “N.N. s/ denuncia” y N° 1971/99, caratulada “Zizzias, María Alejandra s/ denuncia”, que tramitan ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 6, Secretaría N° 12, y causa N° 14.141/99 ( N° B-4403 ) en trámite ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 1, Secretaría N° 2. ·BANCO MEDEFIN UNB: Causas N° 9561/96, caratulada “Cáceres Monié, José Antonio y otros s/ defraudación” y N° 12.060/98, caratulada “B.C.R.A. s/ BCRA 102 VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central negligencia”, que tramitan ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 12, Secretaría N° 23. ·BANCO PATRICIOS: Causas N° 10.249/98, caratulada “Pou, Pedro s/ incumplimiento de los deberes de funcionario público” y N° 5900/99, caratulada “Pou, Pedro y otros s/ defraudación”, en trámite ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 5, Secretaría N° 10. ·BANCO MAYO: Causa N° 1238/99, caratulada “Pou, Pedro s/ coacción”, que tramita ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 3, Secretaría N° 6. ·BANCO DE MENDOZA y BANCO DE PREVISIÓN SOCIAL DE MENDOZA: Causa N° 8425/98, caratulada “N.N. s/ delito de acción pública”, en trámite ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 10, Secretaría N° 20. ·BANCO REPÚBLICA: Causa N° 2404/99, caratulada “Moneta, Raúl y otros s/ asociación ilícita y otros”, que tramita ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 10, Secretaría N° 20. ·BANCO PLATENSE: Causa N° 3302/99, caratulada “B.C.R.A. s/ abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público”, en trámite ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 6, Secretaría N° 12. ·BANCO ALMAFUERTE: Causa N° 132, caratulada “Pou, Pedro - Bolzico, Javier s/ querella”, que tramita ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 2 - Secretaría N° 3. ·NUEVO BANCO DE LA RIOJA: Causa N° 14.223/99, caratulada “Pou, Pedro y otros p/ delito de acción pública”, del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 1, Secretaría N° 2. Por otra parte, por denuncia de un particular quedó radicada ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 11, Secretaría N° 22, una denuncia contra el B.C.R.A., por el tratamiento dispensado a varias entidades financieras: causa N° 9913/99, caratulada “B.C.R.A. s/ denuncia - Denunciante Gabriel Pérez Barbera”. Asimismo, por denuncia del Dr. Ricardo Monner Sanz, se inició ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 3, Secretaría N° 5, la causa N° 2371/99, caratulada “B.C.R.A. - SEDESA s/ infracción leyes 24.144, 24.485 y 24.627”. Y por su lado, ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 3, Secretaría N° 6, quedó radicada una denuncia que formalizaron los Diputados Nacionales Jorge Rivas y Alfredo Bravo, por la supuesta falta de recaudación de multas provenientes del régimen legal de cheques: causa N° 8645/99, caratulada “Pou, Pedro s/ defraudación por administración fraudulenta”. En tres de esos procesos, funcionarios e integrantes del Directorio fueron convocados a prestar declaración indagatoria: Ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 1, a cargo de la BCRA VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central 103 Dra. María Romilda Servini de Cubría, Secretaría N° 2, en relación con la causa N° B-1954, caratulada “SANTANA, María Angélica s/ denuncia”, por el tema del EX BANCO BASEL: María Angélica SANTANA, Daniel Rubén ANDRÉS, Gustavo César SANI, Guillermo Leonardo LESNIEWIER, Héctor Oscar BIONDO, Miguel Ángel ORTIZ, Eugenio Isaac Armando PENDÁS, Pedro POU y Roque Benjamín FERNÁNDEZ; todos a quienes en julio de 1996 se les dictó auto de falta de mérito, sin perjuicio de proseguir la investigación. En relación con el EX BANCO INTEGRADO DEPARTAMENTAL, ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 11, a cargo del Dr. Claudio Bonadio, Secretaría N° 22, en la causa N° 3292, caratulada “N.N. s/ abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público” ( que actualmente tramita en el Juzgado Federal N° 6 ) prestaron declaración como imputados: Elba CASTAÑO, Daniel Humberto MERLO, Teresita LORENZO, Juan José ANCHORENA, Eduardo Luis SUSSE, Pedro Jorge DONATO, Rafael INIESTA, María Cristina PASIN, Daniel MERINO, Ricardo Alberto FERREIRO, Marcos Rafael SAUL, Manuel Rubén DOMPER, Juan Carlos FOSSATTI, Miguel Ángel ORTIZ, Eugenio Isaac Armando PENDÁS y Pedro POU; respecto de quienes durante 1997 también se declaró la falta de mérito. Y ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 5, interinamente a cargo del Dr. Gabriel Cavallo, Secretaría N° 10, en la causa N° 10.249/98, caratulada “POU, Pedro y otros s/ incumplimiento de los deberes de funcionario público”, lo hicieron en relación con el EX BANCO PATRICIOS y la exclusión de activos y pasivos a favor del BANCO MAYO: Pedro POU, Martín LAGOS, Marcos Rafael SAUL, Miguel Angel ORTIZ, Manuel Rubén DOMPER, Daniel Ricardo PERALTA OLGUÍN, Juan Martín ETCHEGOYHEN, Javier Alberto BOLZICO, Federico Miguel CAPARRÓS BOSCH, Aldo Rubén PIGNANELLI y Ricardo Alberto FERREIRO; en relación a los cuales durante 1999 se dictó mediante resolución no firme todavía auto de procesamiento por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público en cuanto a los siete primeros y por el delito de abuso de autoridad para los demás, salvo respecto del último de los nombrados - Ferreiro - que fue sobreseído. Todo ello pese a que la Carta Orgánica del Banco Central y la Ley de Entidades Financieras, dejan librado a criterio de los funcionarios la consideración y evaluación de la oportunidad, así como de las razones de mérito y conveniencia para adoptar determinadas decisiones en materia de supervisión bancaria. En ese sentido, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal había señalado que: “La elección de la medida a adoptar por parte del Banco Central de la República Argentina, una vez constatadas dificultades en una entidad financiera, así como el momento para hacerlo comportan facultades discrecionales de tal entidad. Por tanto, quien pretende cuestionar las medidas adoptadas o no adoptadas por aquel debe acreditar la arbitrariedad o irrazonabilidad de la conducta de aquél” ( C.N. Contencioso Administrativo Federal, sala III, agosto 28-1997, “Elí, José y otro c/ Banco Central”. Rev. La Ley del 1.2.99, p. 7, fallo 41.110-S ). También que: “La protección jurisdiccional, solicitada al Estado mueve el mecanismo del control judicial de los actos de los otros poderes, control que se limita a la verificación de su legitimidad. De manera alguna les está permitido a los jueces valorar la BCRA 104 VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central oportunidad, el mérito o la conveniencia de aquellos actos, y por lo tanto el acierto o el error de su elección en orden a las consecuencias prácticas que pueden tener en el seno de la comunidad” ( C.N. Contencioso Administrativo Federal, Sala IV, junio 13-1985, “Peso, Agustín c/ B.C.R.A.”. La Ley 1985-C, 374; DJ 985-45-454; ED 114:236 ). Más aún se había dicho que: “La posibilidad de que el ente oficial acuda en ayuda financiera de las entidades bajo su control constituye una decisión técnica, propia de ese órgano, que no puede ser suplida por la valoración de los magistrados. Es el Banco Central administrador de fondos de la comunidad nacional y ente técnico especializado en la materia, el facultado para valorar las circunstancias que rodean cada caso y decidir en consecuencia. Los jueces sólo pueden controlar la legitimidad de su obrar y, en consecuencia, declarar su nulidad en supuestos de violación de las normas que regulan la materia, o cuando la actuación es irrazonable o arbitraria. .... Excede de la competencia de este Tribunal el examen de la conveniencia o mérito de la negativa del Banco Central referente a la eximición o disminución de los cargos impuestos, en tanto tales decisiones tienen naturaleza eminentemente técnica y se encuentran en relación con la política general monetaria y bancaria cuya implementación le ha sido encomendada”. ( C.N. Contencioso Administrativo Federal, Sala IV, junio 18-1992, “Giménez Zapiola SA de Ahorro y Préstamo para la Vivienda c/ res. 29/90 del B.C.R.A.” ). A su vez se señaló que: “ .... esta vía tiene como presupuesto la acción u omisión de órganos o agentes de la autoridad pública que adolezca de arbitrariedad o ilegitimidad manifiesta, lo que excluye que pueda convertirse en una instancia en que los jueces asuman facultades propias de otras autoridades públicas o poderes o se constituyan en revisores de su actuar dentro de las normas respectivas ( conf. CNFed. Cont. Adm., Sala III, in re “Borensztejn y Gicovate SA c/ Obras Sanitarias de la Nación” del 8-9-81 ) o incluso que se someta a vigilancia judicial el desempeño de funcionarios u organismos para juzgar su acierto o desacierto ( C.S.J.N. Fallos 302:535 )” (Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo Federal N° 2, Secretaría N° 3, en causa N° 9.938/97, caratulada “Ancarani de Godoy, Norma c/ B.C.R.A. - Resol. 191/97 - s/ amparo ley 16.986”, junio 12-1997 ). En ese mismo proceso, con fecha 26 de junio de 1997 la Sala II de la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal expresó: “... la razón de ser de la acción de amparo no es someter a la vigilancia judicial el desempeño de los funcionarios y organismos administrativos, sino proveer el remedio adecuado contra la arbitraria violación de los derechos y garantías reconocidos por la Constitución Nacional; ni el control del acierto con que la administración desempeña las funciones que la ley le encomienda válidamente, ni el razonable ejercicio de las atribuciones propias de la autoridad administrativa son bastantes para motivar la intervención judicial por vía de amparo - Fallos 305:2237 -“. La misma Sala II señaló recientemente que: “La revisión que compete a esta Cámara en cuanto a la razonabilidad del acto sancionatorio, su equidad, su adecuación con el fin público perseguido ( Fallos 199:483; 236:241 ) debe ser prudente, pues actos como el subexamine son dictados BCRA VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central 105 por un órgano estatal especializado en la complejidad técnica de la competencia que se le ha asignado, y de cuyo pronunciamiento sólo cabría apartarse ante razones de grave arbitrariedad palmaria y manifiesta, que no se verifican en el presente caso ( conf. Doctrina de la C.S.J.N. en Fallos: 268:340, 281:280, 284:280, 281:214, 293:691; esta Sala en los autos “Groisman”, del 13/7/82; y “Caja de Crédito Villa Mercedes Cooperativa Limitada s/ apel. Res. 587/84 B.C.R.A.” del 2/9/92; en igual sentido Sala III, “Devoreal SA”, “Banco Delta”, y “Banco Patagónico”, del 2/10/88, 5/3/92 y 17/10/94, respectivamente )” ( C.N. Contencioso Administrativo Federal, Sala II, abril 18 de 2000, “Columbia Cia. Financiera SA y otros c/ B.C.R.A. -Res. 268/99- Expte 39002/85 Sum Fin. 610” ). Por su parte, la Corte Suprema de Justicia de la Nación tuvo ocasión de señalar que: “En el caso de que la entidad financiera se encuentre incapacitada para operar conforme su objetivo societario y para cumplir con sus obligaciones exigibles, se abren para el Banco Central diversas alternativas previstas en el ordenamiento legal. La conveniencia de aplicar uno u otro criterio, según las condiciones de solvencia en que se encuentre la entidad y las necesidades de la coyuntura económica - parámetros cuya apreciación corresponde al Banco Central - es uno de los temas que tradicionalmente se han considerado ajenos a la competencia de los jueces, salvo las hipótesis de arbitrariedad o violación del derecho de defensa” ( C.S.J.N. “Saiegh, Rafael Héctor y Conjunción SA c/ Banco Central de la República Argentina y Ministerio de Economía de la Nación”, junio 8 de 1993; S. 90.XXII ). En ese sentido, el Alto Tribunal expresó en otra oportunidad que: “Es ajeno a la competencia de los jueces, salvo las hipótesis de arbitrariedad o violación del derecho de defensa, la conveniencia de aplicar el saneamiento o la consolidación, cuya apreciación corresponde al Banco Central” ( C.S.J.N. “La Inversora Bahiense SA Cía. Financiera c/ B.C.R.A. - resolución 598/89 - s/ apelación y nulidad”, rto. 23-5-95; T. 317: L. 169 XXV ). Por otro lado, en materia penal se había llegado a señalar que: “Las medidas adoptadas por las autoridades de la Superintendencia de Entidades Financieras, quienes optaron por proseguir monitoreando el desenvolvimiento de los negocios del banco inspeccionado, no puede ponerse en tela de juicio por esta magistrada, en razón de que es deber incuestionable y facultad discrecional de dichas autoridades la elección de las medidas más convenientes a adoptar según la situación del banco inspeccionado; observando la gran crisis en la que se encontraba el Mercado Financiero Internacional, a raíz de los inconvenientes suscitados con el fenómeno denominado “Efecto Tequila”, fenómeno económico en el que se basaron los responsables del ente controlador para la elección de las medidas adoptadas. ( Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 1, Secretaría N° 1, en causa N° A-3304/98, caratulada “Banco Central de la República Argentina s/ delito de acción pública”, julio 6 de 1999 ). Tanto la Carta Orgánica como la Ley de Entidades Financieras preveen una serie de medidas que el directorio del Banco Central y la Superintendencia pueden adoptar ante una situación determinada, como por ejemplo: asistir financieramente a una entidad ante situaciones transitoria de iliquidez; hacer cesar y desistir una determinada política de BCRA 106 VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central créditos; requerir la presentación de un plan de regularización y saneamiento; suspender total o parcialmente las operaciones de una entidad; disponer la reestructuración de un banco; reducir, aumentar o enajenar su capital social; excluir sus activos y pasivos; revocar la autorización para funcionar; etc. El ejercicio de esas facultades debe atender a un sinnúmero de variables eminentemente técnicas y de suma complejidad, así como a factores de orden sistémico, para preservar el valor de la moneda y la estabilidad del sistema en su conjunto, con el objetivo de proteger y arraigar el ahorro y la confianza del público. En razón de ello, no en vano la jurisprudencia arriba citada vedó a los jueces la posibilidad de revisar la oportunidad, mérito y conveniencia de los actos de la autoridad, salvo los casos de arbitrariedad o ilegitimidad manifiesta, pues de lo contrario ello trasuntaría una paralela o irremediable afectación al principio de división de poderes del Estado, sobre el que se funda la organización institucional de la Nación, toda vez que ello importaría tanto como acceder a una indebida intromisión en esferas reservadas al poder administrador ( Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil -Sala “A”-, en autos “Gallardo, Francisco c/ Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires”, rtos. julio 1-1991, con cita de Miguel Marienhoff, “Tratado de Derecho Administrativo”, t. II p. 446 núm. 468 ). Protección legal Todo lo anterior pese a que la Carta Orgánica del Banco Central y la Ley de Entidades Financieras, dejan librado a criterio de los funcionarios la consideración y evaluación de la oportunidad y las razones de mérito y conveniencia para adoptar determinadas decisiones en materia de supervisión bancaria. Por ello, no en vano cierta doctrina ha considerado que descartada la arbitrariedad o ilegitimidad del acto estatal, de manera alguna les está permitido a los jueces valorar la oportunidad, mérito y conveniencia de tales actos. Dicho criterio fue recogido por el Juzgado Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal N° 2 - Secretaría N° 3 - en los autos “Ancarani de Godoy, Norma c/ B.C.R.A. - Res. 191/97 - s/ amparo ley 16.986” resueltos el 12.6.97, así como en esos mismos autos con fecha 26.6.97 por la Sala II de la Excma Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal; por la Sala III de esa misma Cámara en los autos “Borensztejn y Gicovate SA c/ Obras Sanitarias de la Nación”, resueltos el 8.9.91; la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil -Sala “A”- el 1.7.91 en los autos “Gallardo, Francisco c/ Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires”; así como a su vez por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en Fallos 302:535, 314:1251 y en los autos “Giberti, Silvio Gustavo c/ Gobierno Nacional” fallados el 12.8.97, causa G 1553.XXXII 4. Asistencia administrativa judicial Durante 1999 concluyó la incorporación de medios informáticos que incluyen diversas bases de datos utilizadas para registro y control de las actuaciones que se tramitan. Con la colaboración de personal especializado de la Institución y utilizando el programa de uso BCRA VII. Actuaciones Judiciales del Banco CentralSección 107 obligatorio que instaló la Procuración del Tesoro de la Nación, se han cubierto las necesidades del Banco Central en el ámbito de los asuntos judiciales. Actualmente, se cuenta con una base de datos para registrar el ingreso de los oficios judiciales y otra para las cédulas de notificación. Estas herramientas permiten el control de un elevado volumen de actuaciones: durante 1999 ingresaron al Banco Central aproximadamente 17.000 oficios y 5.000 cédulas y se ha logrado acelerar el trámite para responder los informes solicitados por distintos organismos del Poder Judicial, el resto del sector público y el sector privado. En igual sentido se incorporó un programa para control y registro de las solicitudes de consolidación de deudas (Ley 23.982), que permite conocer cualquier dato relacionado con las distintas etapas del trámite. En lo que respecta a la base de registro de juicios, el sistema operativo se desarrolla mediante el programa Advocatus Plus (ADV 5.8), suministrado y controlado por la Procuración del Tesoro de la Nación. Este programa se ha adaptado a los requerimientos de las autoridades superiores y la auditoría general del Banco Central y a las necesidades que surgen de las solicitudes formuladas por la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), la Auditoría General de la Nación (AGN) y auditores y consultores externos. BCRA 108 VIII Otras Operaciones del Banco Central VIII. OTRAS OPERACIONES DEL BANCO CENTRAL 1. Crédito del Banco Central a las instituciones financieras Asistencias financieras por iliquidez Durante 1999 se otorgaron a cinco entidades financieras un total de 110 millones de pesos en concepto de asistencias por iliquidez transitoria, cuyo saldo total al 31 de diciembre de 1999 ascendió a 1 millón de pesos. Asimismo, por estos préstamos se percibieron intereses por 1 millón de pesos. Debido a que una de las entidades asistidas no cumplió con la cláusula de recompra de los créditos y/o valores transferidos como contraprestación del crédito otorgado, que ascendía a 79,2 millones de pesos, se registraron en propiedad del Banco Central activos por 172 millones de pesos. De tales activos, al 31.12.99 se registró el recupero de 24,4 millones de pesos, en tanto al 30.06.00 los ingresos acumulados referidos a los referidos activos tomados en propiedad eran de 30,2 millones de pesos, representando los valores de tales recuperos representativos del 30.8 y del 38.1 por ciento de la obligación que mantuviese la mencionada entidad. Con relación a las asistencias otorgadas por el Banco Central a las entidades financieras durante 1995, el saldo adeudado en concepto de capital fue de 552,3 millones de pesos a fines de diciembre de 1999. No obstante, se puede reducir este monto a sólo 188,7 millones de pesos si se excluyen: la deuda de aquellas entidades que entregaron títulos públicos o derechos crediticios en garantía de sus pasivos (260,5 millones de pesos); las deudas de aquellas entidades que la garantizaron con fondos provenientes del Régimen de Coparticipación Federal de Impuestos (73,9 millones de pesos); y un certificado de participación en fideicomiso del cual el Banco Central es beneficiario clase “B” (29,2 millones de pesos). Durante el período bajo análisis, se recuperaron 54,5 millones de pesos de estas asistencias. Los intereses cobrados en el período, derivados de estas acreencias, alcanzaron 15 millones de pesos. En lo que respecta a las operaciones concertadas dentro del régimen de iliquidez con posterioridad a 1995, el Banco Central es beneficiario clase “B” de otros certificados de participación en fideicomisos por un monto total de 311,7 millones de pesos, en concepto de capital. Por su parte, el costo aplicable a los préstamos de iliquidez se mantuvo sin variantes, dentro del rango de 9 por ciento a 9,5 por ciento anual, en función de las garantías aportadas. Hasta el 31 de diciembre de 1999, el Banco Central poseía 38,23 por ciento del capital accionario de Transnoa S.A. La propiedad de esta empresa transportadora de energía eléctrica surgió de la exclusión de activos y pasivos dispuesta en 1995 al ex-Banco Feigín S.A. BCRA VIII Otras Operaciones del Banco Central 109 Evolución de la deuda por iliquidez en el año 1999 En millones de pesos 950 928 923 918 913 903 900 899 891 887 882 880 878 874 866 850 800 Dic-98 Ene-99 Feb-99 Mar-99 Abr-99 May-99 Jun-99 Jul-99 Ago-99 Sep-99 Oct-99 Nov-99 Dic-99 En el período bajo consideración, se implementó un mecanismo de “convocatoria de mejora de oferta” ante una presentación efectuada en febrero de 1999 por una sociedad interesada en la adquisición de la participación accionaria del Banco Central en Transnoa S.A. En junio de 1999 se verificó la presentación del último ofrecimiento de mejora de precio tendiente a la adquisición del paquete accionario por un valor de 12,6 millones de pesos. La segunda oferta ascendió a 12 millones de pesos. En noviembre de 1999, se adjudicó la tenencia accionaria a IATE S.A., que había registrado el mejor ofrecimiento y, en segundo orden de prelación, a EDET S.A. Con posterioridad al 31 de diciembre 1999, luego de no haber cumplido IATE S.A. con el pago del precio comprometido, fue convocada EDET S.A. a abonar el valor de su oferta, hecho que efectivizó en enero de 2000. En febrero de 2000 se rubricó el contrato de compraventa entre el Banco Central y EDET S.A. Programa Global de Crédito para la Pequeña Empresa y la Microempresa. En virtud de la línea crediticia que el Banco Interamericano de Desarrollo asignara oportunamente a Argentina para el otorgamiento de créditos a pequeñas empresas y microempresas que desarrollen actividades de producción primaria o industrial, comercio o prestación de servicios, el Banco Central -que actúa por cuenta y orden de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa como administradora de los fondos, dado su condición de agente financiero del Gobierno Nacional- atendió los pedidos específicos que le formularon las entidades financieras interesadas en participar del programa. Durante 1999, se cursaron tres desembolsos (correspondían al décimo, undécimo y duodécimo del programa) por un total de 40 millones de dólares, habiéndose asignado la cantidad de 20,8 millones de dólares. El saldo adeudado por el conjunto de entidades usuarias del sistema al 31 de diciembre de 1999 era de 20,9 millones de dólares por capital e intereses. Sobre la totalidad de los préstamos acordados bajo el régimen, las entidades financieras constituyeron las garantías pertinentes -de acuerdo con lo establecido en la normativa vigente- por un valor no inferior a 120 por ciento de los saldos adeudados. Estas garantías, nominadas en dólares estadounidenses, se constituyeron mediante títulos públicos BCRA 110 VIII Otras Operaciones del Banco Central nacionales, prendas y/o hipotecas y documentos comerciales. En estos dos últimos casos, las garantías exigidas correspondieron a clientes del sector privado no financiero, clasificados en situación normal. Restantes líneas de crédito Durante el período bajo análisis, prosiguió la administración de las líneas crediticias referidas a operatorias diversas cuyo saldo a diciembre de 1999 fue de 1.055,9 millones de dólares, en concepto de capital e intereses. Los saldos de deuda residuales originados en líneas de crédito otorgadas antes de la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central totalizaban a fines de diciembre 835,9 millones de pesos. Estas operatorias cuentan con un esquema de devengamiento y recupero particular de acuerdo con cada uno de los regímenes que les dieron origen. Fundamentalmente, comprenden la deuda del ex-Banco Hipotecario Nacional que, de acuerdo con lo establecido en el artículo 26 de la Ley de Desarrollo Regional y Generación de Empleo, fue transferida al Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional. En noviembre de 1999, el Poder Ejecutivo dictó el decreto que estableció la forma en que el Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional debe abonar su obligación con el Banco Central. En este sentido, se fijó un pago de capital de 10 millones de pesos que se hizo efectivo en diciembre de 1999; el importe restante de capital se abonará en 120 cuotas a partir de septiembre de 2003. Al 31 de diciembre de 1999 el saldo de capital e intereses adeudado por el Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional ascendía a 617,3 millones de pesos. Asimismo, durante 1999 se percibieron 12 millones de pesos en concepto de intereses de la deuda. Los saldos restantes corresponden principalmente a las deudas contraídas por los gobiernos de provincias a través de sus ex-bancos provinciales (168,9 millones de pesos), y las obligaciones del patrimonio en liquidación del ex-Banco Nacional de Desarrollo (39,1 millones de pesos). Créditos del Banco Central al Sistema Financiero En millones de pesos 2.500 Diciembre de 1998 2.000 1.818 Diciembre de 1999 1.921 1.500 1.056 928 1.000 866 890 500 0 Deuda total BCRA Deuda por iliquidez Restantes líneas VIII Otras Operaciones del Banco Central 111 Por su parte, los bienes y derechos ingresados y de activos en propiedad del Banco Central originados en operaciones de iliquidez a partir de 1995 alcanzan un total de 220 millones de pesos, incluyendo 161,6 millones de pesos de activos del ex-Banco República S.A. y 58,4 millones de pesos de los activos excluidos al ex-Banco Feigín S.A. Creación del Grupo de Control y Seguimiento de los Contratos de Fideicomiso En febrero de 1999 se creó el Grupo de Control y Seguimiento de los Contratos de Fideicomiso cuyo objetivo es efectuar el seguimiento y control de la gestión o administración de los contratos de fideicomiso ya constituidos o por constituirse, en los que el Banco Central resulte propietario de certificados de participación u otros instrumentos equivalentes representativos de los derechos emergentes de los fideicomisos, como consecuencia de las asistencias financieras por iliquidez oportunamente otorgadas. Los controles no se agotan con el análisis de las rendiciones de cuenta que proporcionen los fiduciarios, sino que abarcan el funcionamiento de la organización fiduciaria y la obtención de todos los datos que permitan determinar un cuadro de situación para efectuar el diagnóstico de la administración bajo control, detectándose sus puntos fuertes y débiles, los desvíos respecto de los manuales de procedimientos del fiduciario y el cumplimiento de las normas contractuales que los relaciona legalmente con esta Institución, y que se ven reforzados por la existencia de una auditoría externa del fideicomiso, distinta de la auditoría externa de la propia entidad financiera. Cada fiduciario es supervisado por un equipo de profesionales capacitados en distintas especialidades. Como resultado del control y seguimiento, que puede realizarse además a través de visitas e inspecciones a los fiduciarios, de sus gestores de cobranzas y de estudios jurídicos o abogados contratados, se produce un informe de resultados de controles de gestión, ponderando la actuación del fiduciario, indicando además recomendaciones a ser utilizadas en la próxima etapa de determinación del estado de situación del fideicomiso. 2. Relaciones internacionales Mercosur Durante 1999 el Banco Central, en cumplimiento de sus funciones como miembro titular del Grupo Mercado Común y Coordinador Nacional del Subgrupo de Trabajo N° 4 “Asuntos Financieros” (SGT4) asistió a la Reunión de Ministros de Economía y Presidentes de Bancos Centrales y a dos encuentros del SGT4, convocados por Paraguay y Uruguay en su calidad de presidentes pro témpore del Mercosur durante el primer y segundo semestre, respectivamente. En la Reunión de Ministros de Economía y Presidentes de Bancos Centrales se elaboró una propuesta de coordinación de políticas macroeconómicas en conformidad con la recomendación suscripta el 21 de febrero por los presidentes de los estados partes en la Declaración de los Presidentes. El Consejo Mercado Común, órgano superior, aprobó esta propuesta en la Reunión Cumbre del Mercosur en junio. BCRA 112 VIII Otras Operaciones del Banco Central Esta decisión presenta dos aspectos a destacar. En primer lugar, instruye a los ministros de economía y presidentes de bancos centrales de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, a avanzar en la tarea de coordinación de políticas macroeconómicas, para asegurar condiciones adecuadas de competencia intra y extra regional. En segundo lugar, crea un grupo de trabajo de alto nivel integrado por subsecretarios de estado y/o directores de bancos centrales en el ámbito de la Reunión de Ministros de Economía y Presidentes de Bancos Centrales. Este grupo de trabajo tiene como misión analizar las políticas económicas de los países miembros, realizar propuestas de coordinación macroeconómica, armonizar las estadísticas sobre la base de los trabajos efectuados por el SGT4 y elaborar indicadores económicos regionales relevantes. Asimismo, el SGT4 -conformado por funcionarios representantes de los socios plenos del Mercosur: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- trabajó en diversos temas. Los coordinadores nacionales -que son funcionarios de las autoridades monetariaselaboraron el plan de trabajo del SGT4 para los años 2000 y 2001. Luego de que el plan fuese consensuado por las cuatro delegaciones, se lo elevó a consideración del Grupo Mercado Común que lo aprobó en noviembre bajo el título de Pauta Negociadora para el período 2000-2001 del SGT4. La Comisión del Sistema Financiero, compuesta por funcionarios competentes en regulación bancaria de los bancos centrales, acordó actualizar semestralmente el cuadro comparativo de normas de los sistemas financieros del Mercosur. Actualmente, está trabajando en la evaluación del grado de adecuación de los 25 Principios Básicos de Basilea, según la nueva metodología emitida por el Comité de Basilea, para adicionar esta información al cuadro mencionado. Asimismo, se comprometió a tratar el tema de la transparencia de las informaciones de las entidades financieras. La Subcomisión de Lavado de Dinero avanzó en varios órdenes. En primer lugar, aprobó las pautas de regulación mínima a ser adoptadas por los bancos centrales para la prevención y represión del lavado de dinero, que fueron posteriormente elevadas al Grupo Mercado Común para su aprobación. En segundo lugar, consensuó el reglamento interno de la Fuerza Tarea -cuyo objetivo es intercambiar experiencias y metodologías adquiridas para prevenir e impedir la utilización del sistema financiero en maniobras de lavado de dineroque fue luego aprobado por el Grupo Mercado Común. Finalmente, estableció pautas sobre los criterios de capacitación para la formación de recursos humanos en diversos aspectos relativos al lavado de dinero. La Comisión Mercado de Capitales, integrada por representantes de las respectivas comisiones de valores de la región, además de tratar de consensuar un Acuerdo y Convenio de Asistencia Recíproca y Cooperación sobre “Negociación Transfronteriza de Fondos de Inversión”, inició el relevamiento de la legislación vigente en cada país miembro en materia de sistema de clearing. Asimismo, acordó elaborar indicadores sobre la participación de la capitalización bursátil en el producto interno bruto del Mercosur, actualizar los cuadros comparativos de regulación sobre fondos de inversión e inversiones y recopilar antecedentes internacionales sobre la oferta pública y negociación por Internet. La Comisión de Seguros, integrada por técnicos de las respectivas superintendencias de seguros concluyó una serie de proyectos, que fueron aprobados por los coordinadores BCRA VIII Otras Operaciones del Banco Central 113 nacionales y posteriormente, hacia fines de 1999, por el Grupo Mercado Común. Los proyectos aprobados fueron: “Glosario de términos básicos preliminares sobre seguros para el ámbito del Mercosur”, “Convenio de Cooperación entre autoridades supervisoras de empresas aseguradoras de los estados partes del Mercosur” y “Acuerdo Marco de Condiciones de Acceso para empresas de seguros con énfasis en el acceso por sucursal”. La Comisión de Indicadores Macroeconómicos presentó una versión mejorada de las notas metodológicas y un plan para armonizar las metodologías estadísticas. Asimismo, además de la actualización mensual de los datos del Boletín de Indicadores Macroeconómicos del Mercosur, las delegaciones decidieron incorporar mejoras (como por ejemplo, una medición del producto interno bruto por la paridad del poder de compra) que próximamente podrán ser accedidas a través de Internet a medida que la Secretaría Administrativa del Mercosur avance en su edición. Convenios de pagos y créditos recíprocos El Banco Central es signatario de varios convenios de pagos y créditos recíprocos, siendo el más importante el correspondiente a la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI). El convenio de pagos de ALADI fue concebido con la finalidad de iniciar una cooperación multilateral formal entre los bancos centrales de la región. Entre sus objetivos básicos se pueden mencionar la estimulación de las relaciones financieras entre los países de la región, el facilitar la expansión de su comercio recíproco y la sistematización de las consultas mutuas en materias monetarias, cambiarias y de pagos. En la práctica, el convenio se focalizó en el objetivo de facilitar la expansión del comercio entre los países de la región. En la actualidad, este objetivo no se cumple. Si se toman las cifras históricas del uso del convenio a partir de los años ‘90, que es cuando su uso se vuelve voluntario para la mayoría de los países, el porcentaje de operaciones cursadas por el mecanismo respecto del total de las importaciones intrarregionales cae de 75 por ciento a sólo 13 por ciento en 1998. No obstante, los bancos centrales siguen asumiendo dos tipos de riesgo que son inherentes al mecanismo: el riesgo país, dado las garantías de convertibilidad y transferibilidad que otorgan, y un riesgo comercial o de crédito dada la garantía de reembolso, es decir, su calidad de garantes de las operaciones cursadas por el convenio. La garantía de reembolso impone a los bancos centrales un riesgo al convertirse en garantes de las operaciones que se cursan al amparo del convenio. En este sentido, la preocupación del Banco Central ha sido siempre la de reducir este riesgo a un mínimo. Esta situación, en la que los bancos centrales asumen un riesgo que no se traduce en el cumplimiento del objetivo de facilitar la expansión del comercio, ha llevado al Banco Central a plantear una solución consensuada del problema que haga que el mecanismo esté a disposición de los usuarios que así lo quieran, que elimine el riesgo de crédito para los bancos centrales y que mantenga intacta la cooperación entre ellos. Lamentablemente, no fue posible alcanzar una solución de consenso, por lo que una vez concluidas las negociaciones multilaterales, el Banco Central adoptó una norma que BCRA 114 VIII Otras Operaciones del Banco Central Participación del Convenio ALADI en el comercio exterior argentino 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 Exportaciones totales de Argentina 12.353 11.978 12.235 13.118 15.839 20.963 23.811 26.430 26.441 21.314 Exportaciones a países del ALADI 3.128 3.369 3.918 5.287 6.957 9.625 11.092 13.088 12.978 9.162 % sobre el total de exportaciones 25,3 28,1 32,0 40,3 43,9 45,9 46,6 49,5 49,1 43,0 En millones de dólares Cobros por Convenio ALADI % sobre exportaciones a ALADI % sobre exportaciones totales 2.748 2.729 87,9 81,0 22,2 22,8 2.622 3.013 2.734 3.125 1.830 1.808 1.547 66,9 57,0 39,3 32,5 16,5 13,8 11,9 21,4 23,0 17,3 14,9 7,7 6,8 5,9 Importaciones totales de Argentina Importaciones desde países del ALADI % sobre importaciones totales 4.077 8.275 14.872 16.784 21.590 20.122 23.762 30.450 31.404 23.225 1.404 2.535 4.973 5.426 6.606 5.860 7.362 9.350 9.675 6.979 34,4 30,6 33,4 32,3 30,6 29,1 31,0 30,7 30,8 30,0 Pagos por Convenio ALADI % sobre importaciones desde ALADI % sobre importaciones totales 1.116 1.989 79,5 78,5 27,4 24,0 3.616 3.068 2.398 1.693 1.381 1.139 72,7 56,5 36,3 28,9 18,8 12,2 24,3 18,3 11,1 8,4 5,8 3,7 889 9,2 2,8 857 9,4 4,0 591 8,5 2,5 Nota: las cifras de 1999 corresponden a los primero 11 meses del año. prevé la constitución de garantías por parte de las entidades que emitan instrumentos por convenio de pagos que signifiquen compromisos de pagos para el Banco Central. Esta regulación establece una excepción al régimen general para los países miembros del Mercosur y Bolivia y Chile, dispensando de la constitución de garantías a las operaciones de hasta 100.000 dólares. El límite fijado tomó en consideración el hecho de que gran parte de las operaciones de Argentina con sus socios del Mercosur están debajo de esa cifra (aproximadamente 85 por ciento, tanto para importaciones como para exportaciones), a fin de no perjudicar a los pequeños y medianos operadores que son los que mayores dificultades pueden tener a la hora de tramitar cartas de crédito en divisas libres. La medida adoptada por el Banco Central tiene un carácter prudencial, procurando que no se utilicen fondos públicos para garantizar el riesgo comercial de las operaciones de comercio, cuando éste puede ser evaluado y soportado por el sector privado. No obstante, se procuró que la medida tuviera el menor impacto posible sobre el comercio del país. Fondo Monetario Internacional La Undécima Revisión General de Cuotas del Fondo Monetario Internacional, adoptada por la Asamblea de Gobernadores el 30 de enero de 1998, con el voto afirmativo del representante de Argentina, elevó el total de las cuotas de los países miembros a aproximadamente DEG 212.000 millones, esto es, 285.000 millones de dólares. La revisión de cuotas tuvo por objeto: dotar al organismo de los recursos financieros adecuados que le permitan desempeñarse con efectividad -atento a su papel de institución central en el sistema monetario internacional- frente a casos de dificultades en la balanza de pagos de los países miembros; disponer de un nivel de activos utilizables suficiente para proteger la liquidez e inmediata disponibilidad de los reclamos de sus miembros a fin de preservar en ellos la confianza y sustento de la institución; y dar apoyo a programas de ajuste y reforma estructural y económica de gran envergadura, orientados al crecimiento de los países miembros y a promover más eficazmente la estabilidad y el crecimiento de la economía mundial. BCRA VIII Otras Operaciones del Banco Central 115 En el contexto de esta revisión, la cuota de Argentina se incrementó en DEG 580 millones (809 millones de dólares al momento de realizarse los pagos22 ), pasando de DEG 1537,1 millones (2.144 millones de dólares) a DEG 2.117,1 millones (2.953 millones de dólares). Este aumento recibió la aprobación legislativa correspondiente a través de la Ley de Presupuesto Nacional; por tal motivo, el 3 de febrero de 1999 el Banco Central procedió a efectuar los pagos emergentes. Por otra parte, el Banco Central continuó la fluida cooperación que mantiene con el Fondo Monetario Internacional en materia de provisión de información estadística y económica, que se plasma a través de su participación en diversos programas y publicaciones del organismo. En algunos casos, la tarea desarrollada por el Banco Central no se limita a proporcionar información propia, sino que también consiste en coordinar con otras dependencias y áreas oficiales la preparación y remisión al organismo de la información pertinente. El programa Special Data Dissemination Standards (SDDS) consiste en la aplicación de estándares en materia de provisión de datos económicos y estadísticos sobre la base de ciertos requisitos de periodicidad y puntualidad en la entrega, alcance, integridad, calidad y acceso por parte del público a la información estadística. Durante 1999, se han implementado diversas mejoras en áreas vinculadas a la integridad, calidad y accesibilidad por parte del público de la información. De esta forma, se han estandarizado las metodologías de producción de datos estadísticos conforme a un patrón común desarrollado para todos los países participantes actuales y futuros. Asimismo, se divulgan regularmente los calendarios anticipados de publicación de información estadística a través del sitio en Internet del Banco Central y se han incluido notas aclaratorias en todas las publicaciones, tanto impresas como electrónicas, indicando la periodicidad de cada publicación así como indicaciones respecto de dónde consultar los calendarios anticipados de publicación, etc. Finalmente, y conforme a las últimas mejoras introducidas en el programa por el Fondo Monetario Internacional, se ha iniciado el proceso interno tendiente a ajustar el capítulo de presentación de reservas internacionales y liquidez en moneda extranjera, incrementando el volumen de datos y nivel de detalle ofrecidos, previéndose finalizar esta tarea para marzo de 2000. Con respecto a la publicación Estadísticas Financieras Internacionales, se continuó proveyendo en forma regular información sobre tipo de cambio, reservas internacionales, base monetaria, estadísticas del sistema financiero y las entidades que lo componen, y tasas de interés. El Banco Central, en su carácter de corresponsal del organismo para esta publicación ante el Instituto Nacional de Estadística y Censos, el Ministerio de Economía y la Tesorería General de la Nación, coordina la remisión mensual de información estadística sobre precios y producción, salarios y empleo, transacciones internacionales, valor y volumen de importaciones y exportaciones, cuentas nacionales, finanzas del gobierno central, etc. Finalmente, en lo que respecta al informe anual sobre Acuerdos y Restricciones Cambiarias, cuyo objeto es el de proporcionar información actualizada de los países miembros del Fondo Monetario Internacional sobre sus regímenes cambiarios, mecanismos para efectuar y recibir pagos, tratamiento de cuentas de residentes y no residentes, pagos e ingresos de exportación, transacciones por invisibles y transferencias corrientes, y transacciones de capital, el Banco Central siguió coordinando la revisión y actualización del 22 En la fecha en que se aprobó la resolución, este monto era igual a 780 millones de dólares. BCRA 116 VIII Otras Operaciones del Banco Central capítulo de Argentina, para lo que, además de proporcionar la información vinculada con los temas que analiza y que caen bajo su competencia, interactúa con diversas dependencias oficiales del orden nacional. Grupo Banco Mundial El Congreso de la Nación aprobó por ley el aumento de los aportes de Argentina a la Asociación Internacional de Fomento (AIF), miembro del Grupo Banco Mundial, bajo la XI Reposición de Recursos del organismo. El incremento de la participación argentina en el capital de la asociación asciende a DEG 8.050.000 (equivalente a 12.224.730 dólares según las paridades fijadas al momento de entrar en vigencia la reposición de recursos), de los cuales DEG 3.000.000 (4.555.800 dólares) se destinarán la Fondo Fiduciario Provisional que administra el organismo y DEG 5.050.000 (7.668.930 dólares) al capital social de la Asociación Internacional de Fomento. Entre los meses de abril y julio se efectivizaron los aportes referidos mediante la emisión de sendas letras de tesorería a favor del organismo. Bank for International Settlements Durante noviembre de 1999, el Bank for International Settlements (BIS) invitó al Banco Central a formar parte de esa prestigiosa institución. El BIS, fundado en 1930, es el organismo financiero internacional más antiguo del mundo y desarrolla funciones de banco para bancos centrales e instituciones financieras internacionales, funciona como un destacado centro de investigación económica y constituye un foro internacional de suma relevancia en temas vinculados con la cooperación monetaria y financiera. La relación entre el Banco Central y el BIS es de larga data, habiendo colaborado en diversas oportunidades en la investigación y análisis económico de temas relativos al sistema financiero internacional, mercados de capitales, regulación bancaria, desarrollo de sistemas de pagos y el problema del año 2000. Adicionalmente, el Banco Central participó con frecuencia de los foros organizados por este organismo. A diciembre de 1999, el Banco Central se encontraba abocado al estudio sobre la conveniencia y oportunidad de asociarse al BIS23 que, en caso de concretarse, se realizaría a través de la suscripción de 3.000 acciones de capital del banco, cada una de las cuales tiene un valor nominal de 2.500 francos oro y un precio de suscripción de 5.020 francos oro. Del valor de cada acción a suscribir, 25 por ciento (625 francos oro más una prima de 4.395 francos oro por acción, es decir, un total de 40 millones de dólares) constituye capital pagadero en efectivo, mientras que 75 por ciento (1.875 francos oro, es decir, 15 millones de dólares) constituyen el capital exigible. Otros temas Durante mayo de 1999, tuvo lugar en la ciudad de México, la asamblea constituyente de la Asociación de Supervisores Bancarios de las Américas (ASBA). Esta asociación es continuadora de la Asociación de Supervisores Bancarios de América Latina y el Caribe (ASBALC), que funcionaba al amparo del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA), del cual el Banco Central es miembro. El nuevo organismo contará con personalidad jurídica y estructura propios y colaborará con los organismos de supervisión 23 BCRA El 28 de marzo de 2000 se efectivizó la asociación del Banco Central al BIS. VIII Otras Operaciones del Banco Central 117 bancaria de la región de América Latina y del Caribe y en particular, estará dedicado a desarrollar importantes actividades en el área de capacitación bancaria. En otro orden, el Banco Central continuó con su política de mejorar la coordinación de la supervisión bancaria con otros países y firmó memorandos de entendimiento con organismos de Brasil y Estados Unidos El acuerdo con el Banco Central de Brasil tuvo como objetivo establecer una cooperación entre las autoridades de supervisión de Argentina y Brasil. Por su parte, el acuerdo con la Reserva Federal y la Oficina de Contralor de la Moneda, en su calidad de máximos organismos de supervisión bancaria de Estados Unidos se firmó con el propósito de promover instituciones financieras seguras y sólidas en Argentina y Estados Unidos 3. Proyecto Año 2000 A partir de 1996, el Banco Central decidió adoptar una actitud enérgica frente al problema del año 2000, tanto internamente como en lo concerniente a las entidades bajo su regulación. El foco de las acciones encaradas por el Banco Central se concentró en su sistema de pagos y en los sistemas críticos de atención a clientes de las entidades financieras. Asimismo, se enfatizó la prioridad de asegurar una transición ordenada entre los años 1999 y 2000, básicamente a través de los planes: Contingencia, Medidas Financieras, Medidas Operativas y Comunicación al Público. En su doble función de organismo público autárquico y ente rector del sistema financiero, el Banco Central enfrentó la problemática del año 2000 desarrollando actividades en tres niveles distintos, pero interrelacionados entre sí: el Grupo Banco Central 2000, la Superintendencia y el Grupo 2000 Banco Central. En 1997 el Banco Central designó a un equipo de proyecto formado por personal propio, dedicado a resolver la problemática interna del año 2000. A lo largo del proyecto se asignaron, con diferentes responsabilidades y grados de afectación horaria, aproximadamente sesenta personas, coordinadas por un equipo de proyecto de seis personas, que se mantuvo desde el inicio del proyecto hasta su finalización. En su carácter de ente regulador de la actividad financiera, la Superintendencia se abocó a normar y controlar los proyectos individuales encarados por las entidades financieras, a través de una serie de acciones encaradas desde mediados de 1997. Paralelamente al proyecto interno y al enfoque de supervisión individual de cada entidad, el Banco Central impulsó a principios de 1998 la creación de un grupo de trabajo que abarcara la totalidad del sector financiero. El Grupo 2000 Sistema Financiero fue creado en mayo de 1998 y su objetivo fue asegurar la compatibilidad año 2000 del sistema financiero en su conjunto, fundamentalmente a través de la organización de pruebas sistémicas. El proyecto interno: Grupo 2000 Banco Central El proyecto interno se definió a mediados de 1997. Poco tiempo después se formó un equipo de proyecto interdisciplinario, incluyendo el aporte de la auditoría interna. Luego de BCRA 118 VIII Otras Operaciones del Banco Central Cronograma del proyecto interno del Banco Central Fechas Inventarios Análisis de impacto Categorización del riesgo Conversión y/o remediación Prueba interna y puesta en producción Prueba de conectividad Pruebas sistémicas locales Prueba sistémica internacional Ene-98 Feb-98 Feb-98 Jun-98 Jul-98 Oct-98 Abr-99 Jun-99 Nov-99 / Dic-99 Jun-99 analizar las metodologías aplicadas internacionalmente -que no eran muchas, dada la poca atención y difusión que tenía el tema por ese entonces-, se decidió definir un proyecto con un esquema de fases. En primer lugar, se realizó un exhaustivo inventario de la plataforma, incluyendo aplicaciones, software de base, hardware corporativo (mainframe, servidores, dispositivos), hardware microinformático (computadoras personales y portátiles, impresoras, etc.), software microinformático (paquetes de oficina) y aplicaciones de usuarios. Posteriormente, para cada uno de los elementos inventariados, se analizaron las alternativas disponibles y se seleccionó la más apropiada para la problemática del Banco Central. Una vez detectados los problemas potenciales y seleccionado el mejor curso de acción para solucionarlos, se estableció una categorización por prioridades y criticidad de remediación, en función de tres criterios básicos aplicados a cada sistema: complejidad técnica, cercanía de impacto de fechas año 2000 y recursos requeridos. Durante la cuarta fase, que contó con la participación de especialistas propios del Banco Central y, en algunos casos, el concurso de terceros, se efectuó la conversión o remediación, que consistió en la reprogramación y/o modificación y/o reemplazo de aplicaciones, formateo de datos, migraciones de plataforma, recambio de computadoras personales, etc. En un primer momento, cada aplicación fue probada tanto individualmente como en conjunción con aplicaciones relacionadas. Una vez satisfechas las condiciones de prueba, las aplicaciones fueron instaladas en entorno de producción. Finalmente, a medida que los distintos elementos fueron convertidos, se realizaron pruebas en distintos niveles hasta asegurar su compatibilidad con el año 2000. Cabe destacar que incluso se probaron los elementos que, según la opinión y/o certificación de los proveedores, no necesitaban modificaciones. La metodología diseñada para el proyecto interno del Banco Central se reflejó en un cronograma que, debido a la antelación con que se enfrentó el problema, pudo cumplirse dentro de los plazos previstos. Las distintas etapas definidas se fueron cumpliendo en forma gradual, finalizando la prueba de todas las aplicaciones críticas en julio de 1998. Posteriormente, cuando las circunstancias lo requirieron, las aplicaciones formaron parte de BCRA VIII Otras Operaciones del Banco Central 119 las pruebas sistémicas de octubre de 1998, abril de 1999, junio de 1999 y noviembre y diciembre de 1999. Acciones de la Superintendencia Desde junio de 1996, se comenzó a observar si las entidades financieras se estaban preparando para solucionar las fallas que podrían surgir como consecuencia de la problemática del año 2000 y cómo lo estaban haciendo. El panorama obtenido fue que algunas de las entidades con casa matriz en el exterior ya habían comenzado a trabajar en el tema, mientras que el resto del sistema consideraba que el problema era todavía muy lejano y subestimaba su dimensión. En consecuencia la Superintendencia comenzó a trabajar en el diseño de normas, con el fin de que las entidades financieras tomaran conciencia sobre el problema del año 2000 y empezaran a encararlo con el tiempo suficiente y la seriedad requerida. Oportunamente, se fueron emitiendo normas que establecían un marco general para el tratamiento del problema del año 2000 y demandaban acciones específicas por parte de las entidades financieras. Cada entidad debió crear una comisión Año 2000 -con un director como máximo responsable-, generar un plan y monitorear su ejecución. Asimismo, tuvieron que efectuar pruebas sustantivas y de cumplimiento hasta lograr la compatibilidad con el año 2000. El plan debía incluir todas las fases típicas como: inventario de hardware y software; análisis de conversión; planificación detallada del proyecto; pruebas y verificaciones; acciones de contingencias; interrelaciones externas con la entidad (proveedores de software, hardware y servicios, intercambio de datos con otros organismos y empresas, y proyecto año 2000 compatible de empresas clientes); e informe mensual al directorio. Asimismo, cada entidad financiera estuvo requerida a desarrollar planes de continuidad de negocio, finalizar toda acción de remediación antes del 31 de diciembre de 1998, terminar con todas las pruebas integrales en los equipos de producción antes del 30 de junio de 1999 y finalizar las pruebas efectuadas por los auditores externos antes del 30 de septiembre de 1999. El Plan Año 2000 de las entidades financieras quedó bajo la supervisión de la Superintendencia a través de tres diferentes niveles: la auditoría interna de cada entidad, la auditoría externa de cada entidad y la auditoría de la Superintendencia. Las auditorías internas de cada entidad efectuaban revisiones mensuales y debían reportar a la comisión Año 2000 de la entidad y a la Superintendencia. Asimismo, participaron en las pruebas finales. Las auditorías externas efectuaban revisiones y generaban informes trimestrales, reportando a la comisión Año 2000 de la entidad y a la Superintendencia sobre el grado de cumplimiento del Plan Año 2000, así como de las deficiencias y recomendaciones correspondientes. También participaron de las pruebas finales. La auditoría de la Superintendencia se creó con la función de verificar in situ en todo el sistema financiero, el tratamiento que se le estaba dando al problema del año 2000 en términos del cumplimiento normativo, el desarrollo de planes de remediación razonables, el BCRA 120 VIII Otras Operaciones del Banco Central Evolución de las calificaciones de compatibilidad con año 2000 Como porcentaje del total de entidades financieras May-98 Satisfactorio Adecuado Moderado Alto riesgo Muy alto riesgo 24,0 37,0 24,0 15,0 Oct-98 42,0 45,0 11,0 2,0 Mar-99 61,2 31,4 6,6 0,8 Jul-99 58,3 31,3 7,8 2,6 Set-99 66,7 26,3 6,1 0,9 Dic-99 49,6 44,2 5,3 0,0 0,9 Como porcentaje del total de activos del sistema financiero May-98 Satisfactorio Adecuado Moderado Alto riesgo Muy alto riesgo 37,0 39,0 9,0 15,0 Oct-98 39,0 46,0 15,0 0,0 Mar-99 59,7 26,5 13,7 0,1 Jul-99 64,2 34,0 1,3 0,5 Set-99 79,2 19,4 1,2 0,2 Dic-99 57,5 41,8 0,5 0,0 0,2 Definiciones de las calificaciones: SATISFACTORIO tratamiento y solución de la problemática. Los sistemas críticos de la entidad, su software de base y hardware han sido probados con resultados positivos y han adecuado sus vínculos con terceros. Los riesgos han sido minimizados. ADECUADO tratamiento de la problemática del año 2000. La entidad ha desarrollado y finalizado las etapas anteriores a la planificación y se encuentra ejecutando el plan dentro de los plazos previstos. MODERADO tratamiento de la problemática del año 2000. La entidad ha realizado las acciones necesarias para enfrentar esta problemática y se encuentra ejecutando el plan, pero se observan algunas deficiencias en los trabajos previos y/o los avances no son adecuados. Se deben tomar medidas inmediatas para disminuir el riesgo. Aún tienen tiempo de lograr los niveles adecuados. ALTO RIESGO de no lograr la compatibilidad año 2000. La entidad ha iniciado tareas referidas al año 2000, pero aún no ha comenzado a ejecutar el plan, o ha realizado dichas tareas en forma incorrecta o de improbable cumplimiento. Se deben tomar urgentes medidas para disminuir el riesgo. Aún tienen alguna posibilidad de lograr los niveles adecuados. MUY ALTO RIESGO de no lograr la compatibilidad año 2000. La entidad no ha iniciado tareas adecuadas referidas al año 2000, o las ha realizado en forma incorrecta o de improbable cumplimiento. Se deben tomar urgentes medidas para disminuir el riesgo, pero es poco probable que logren los niveles adecuados. Nota: la calificación de SATISFACTORIO se pudo obtener recién a partir del mes de octubre de 1999, después de que las pruebas verificadas por los auditores externos fueran realizadas exitosamente y de que el directorio de la entidad emitiera una declaración jurada de haber minimizado los posibles efectos de la problemática. progreso de las tareas y actividades planificadas, y su implementación dentro de las fechas establecidas. Se realizaron por lo menos cuatro verificaciones en cada una de las entidades financieras y las que presentaban un alto riesgo fueron verificadas con mayor frecuencia (algunas hasta en trece oportunidades). El proceso de adecuación de las entidades evolucionó en forma satisfactoria, en especial con la drástica disminución de la cantidad de bancos que mostraban una situación de riesgo elevado con respecto al problema del año 2000. A las entidades financieras que operaban al 30 de diciembre de 1999 se les realizaron 661 verificaciones (no se tienen en cuenta las verificaciones efectuadas a las entidades financieras que por fusión, liquidación o cierre dejaron de operar durante 1998 y 1999). El sistema financiero invirtió aproximadamente 350 millones de pesos en los proyectos relacionados directa o indirectamente con la solución de esta problemática. Normas sobre contingencias La Superintendencia estableció que las entidades financieras debían disponer de planes BCRA VIII Otras Operaciones del Banco Central 121 de contingencia probados para eventuales fallas, propias o ajenas, durante el cambio de año, con plazos fijos para su conversión. En este sentido, se encargó a la comisión Año 2000 de cada entidad, desarrollar planes de contingencias de toda operatoria crítica que pudiera registrar fallas en los procesos una vez comenzado el año 2000. Cada entidad debió iniciar el proyecto con un análisis preliminar de criticidad, esto es, dirigido tanto a la continuidad del negocio como al aspecto tecnológico, teniendo en cuenta toda su operatoria y envergadura para que ninguna de sus funciones vitales se viera afectada por el traspaso de fecha. Desde el inicio de las verificaciones en las entidades financieras, se fue observando el cumplimiento del desarrollo del plan de contingencia para el año 2000 y también las actividades en él detalladas, dado que el plan debía contemplar escenarios de procesamiento manual en la operatoria o proceso de información, la planificación de pruebas, la divulgación y la capacitación. También se supervisó el desarrollo de otro plan de contingencias, relacionado específicamente con el proyecto de la adecuación al año 2000, a fin de asegurar la existencia de acciones alternativas en caso de no poder cumplir con las fechas establecidas. En verificaciones posteriores, se fue observando no solamente el cumplimiento del desarrollo del plan de contingencia para el año 2000, sino además de las actividades en él detalladas, dado que el plan debía contemplar escenarios de procesamiento manual en la operatoria o proceso de información, la planificación de pruebas, la divulgación y la capacitación. Grupo 2000 Sistema Financiero El Grupo 2000 Sistema Financiero se formó a principios de 1998, siguiendo una recomendación del Banco Central. Respetando la intención original de abarcar a todo el sistema, el grupo fue formado por representantes de: el Banco Central y la Superintendencia; las asociaciones de bancos ABA (Asociación de Bancos Argentinos), ABAPPRA (Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina), ABM (Asociación de la Banca Minorista), IMFC (Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos); las redes de cajeros automáticos Banelco, Cabal y Link; y las cámaras de compensación electrónica ACH, COELSA e Interbanking. Desde su creación, el grupo se reunía por lo general cada semana, aunque en ocasiones lo hacía cada quince días. El Grupo 2000 Sistema Financiero se propuso sostener como meta la compatibilidad año 2000 del sistema financiero en su conjunto a través de diversas acciones. En primer lugar, impulsó la realización de pruebas sistémicas de los sistemas de pagos y los sistemas críticos de las entidades financieras, interviniendo en la definición de su alcance y requerimientos. En segundo lugar, invitó a empresas internacionales de consultoría a acompañar al grupo en la generación de las pruebas y seleccionó a una de las consultoras para la preparación, planificación, coordinación, ejecución y control de las pruebas. En tercer lugar, actuó como interfase entre el Banco Central, la consultora y las entidades, para lograr la máxima eficiencia en la implementación de las pruebas. En cuarto lugar, constituyó subgrupos especializados para la atención de problemas que amenazaran las pruebas; este proceso incluyó, por ejemplo, discusiones con los grandes proveedores de hardware. Finalmente, estableció mecanismos de BCRA 122 VIII Otras Operaciones del Banco Central consulta recíproca con los principales proveedores de servicios críticos para la actividad, es decir, las empresas de las áreas de energía, comunicaciones, etc. Prueba piloto de octubre de 1998: sistemas de pagos En octubre de 1998 se realizó una prueba de interconexión, donde se probaron particularmente los vínculos entre los participantes y el funcionamiento del Sistema Nacional de Pagos. La prueba contó con la participación de todas las cámaras de compensación electrónica, las redes de cajeros automáticos, seis entidades piloto (Banco de la Provincia de Buenos Aires, Banco de la Ciudad de Buenos Aires, Banco de la Provincia de Córdoba, Banco Credicoop, Banco Supervielle y Banco Galicia) y el Banco Central. La prueba se realizó con resultados muy satisfactorios y constituyó una referencia básica para las pruebas sistémicas de abril y junio de 1999. Cabe aclarar que esta prueba piloto no generó calificaciones. Pruebas sistémicas de abril de 1999: sistemas de pagos El objetivo principal de las pruebas efectuadas en abril de 1999 fue extrapolar a escala sistémica la prueba piloto efectuada en octubre de 1998, trabajando con escenarios simulados de 29 de diciembre de 1999, 30 de diciembre de 1999 y 3 de enero de 2000. El foco de estas pruebas estuvo centrado en la interconexión de los sistemas y su correcta funcionalidad, con especial atención en el sistema de pagos del Banco Central que interconecta en forma on-line a todo el sistema financiero de la Argentina. Otros sistemas probados fueron los que vinculan a las entidades financieras con las cámaras compensadoras (pago y rechazo de cheques y débitos automáticos), a las cámaras entre sí y a las redes de cajeros automáticos con los bancos (extracciones, consultas de saldos y rechazos). Las operaciones de estos sistemas eran finalmente liquidadas contra el sistema de pagos on-line, impactando análogamente al sistema de contabilidad del Banco Central que registraba las transacciones y generaba los extractos de cuentas para cada entidad. Las pruebas comenzaron el jueves 1 de abril con la participación de 41 entidades financieras, las cámaras de compensación electrónica, las redes de cajeros automáticos y el Banco Central. Posteriormente, el 10 de abril, participaron 36 entidades financieras, la cámara de bajo valor COELSA, la cámara de alto valor Interbanking, la red de cajeros automáticos Banelco y el Banco Central. En la tercera y última prueba, el 17 de abril, participaron 39 entidades financieras, la cámara de bajo valor ACH, la cámara de alto valor Interbanking, la red de cajeros automáticos Link y el Banco Central. Todas las pruebas se realizaron bajo el control operativo de la consultora Sema Group SAE, cuyo centro de operaciones estuvo ubicado en una de las sedes del Banco Central. En total participaron alrededor de 1.700 personas distribuidas entre todos los participantes, incluyendo los soportes técnicos de proveedores, presentes en las pruebas para prever cualquier contratiempo. De esta forma, la experiencia abarcó todos los componentes del sistema financiero. El resultado final fue altamente satisfactorio, ya que durante las pruebas se experimentaron solamente algunas fallas de logística en las entidades participantes, pero no BCRA VIII Otras Operaciones del Banco Central 123 inconvenientes atribuibles a la problemática del año 2000. La calificación promedio para la totalidad del sistema financiero fue de 96,86 puntos, mientras que la calificación individual del Banco Central fue de 100 puntos. Pruebas sistémicas de junio de 1999: sistemas críticos de entidades Las pruebas sistémicas de junio de 1999 tuvieron como objetivo probar el comportamiento de todas las entidades financieras en forma individual y en conjunto a través del sistema de pagos on-line, mediante una simulación de los escenarios temporales que se consideraban críticos: 29 de diciembre de 1999, 30 de diciembre de 1999, 3 de enero de 2000 y 29 de febrero de 2000. En esta etapa, se probaron los sistemas críticos de las entidades, del Banco Central, de las cámaras de compensación y de las redes de cajeros automáticos. Es importante destacar que 85 por ciento de los participantes, ejecutó las pruebas en ambiente de producción y no de laboratorio, pruebas o desarrollo. En el caso de las entidades financieras se consideraron críticas las aplicaciones que dan soporte a los usuarios del sistema, es decir, caja de ahorros, cuenta corriente, plazo fijo, préstamos, etc. Las pruebas, que se extendieron a lo largo de tres fines de semana, contaron con la participación de más de 3.000 personas de las 115 entidades financieras participantes, el Banco Central, las tres cámaras de compensación y las cinco redes de cajeros automáticos. Las pruebas fueron verificadas por la consultora contratada a través de 18.244 puntos de control distribuidos en cinco módulos diferentes. Los resultados promedio obtenidos para cada módulo, de acuerdo a la calificación de la consultora, fueron los siguientes: preparación, 96,6 puntos; ejecución, 98,2 puntos; hardware y software, 95,5 puntos; aplicativos, 97,9 puntos; y sucursales, 99,8 puntos. Pruebas sistémicas de noviembre y diciembre de 1999 Las modificaciones a los sistemas informáticos que se pudieron efectuar luego de las pruebas de abril y junio de 1999, determinaron la necesidad de disponer nuevas pruebas sistémicas destinadas esta vez a despejar la incertidumbre debida a eventuales “contaminaciones” de sistemas. Con este propósito, los días 27 de noviembre y 4 de diciembre de 1999 se llevaron a cabo nuevas pruebas sistémicas. Como en las anteriores, participaron todas las entidades del sistema financiero, las cámaras compensadoras, las redes de cajeros automáticos y el Banco Central. Las pruebas se efectuaron con un alcance y metodología similares a las efectuadas en abril y junio, ya que se enfocaron en los sistemas de interconexión y los sistemas críticos de las entidades financieras. En esta oportunidad las pruebas fueron monitoreadas por los auditores internos de cada institución. Los resultados de estas pruebas fueron, una vez más, satisfactorios. Pruebas internacionales El Banco Central fue invitado a participar de una prueba internacional de sistemas de BCRA 124 VIII Otras Operaciones del Banco Central pagos organizada por la New York Clearing House, en la que intervinieron los principales agentes de la comunidad financiera mundial. La prueba se realizó durante los días 12 y 13 de junio, con la participación por la Argentina del Banco Central y de seis entidades financieras que operan localmente. Los resultados de la prueba fueron exitosos y la organización coordinadora destacó el aporte importante de la Argentina a la ejecución de la prueba. En la misma fecha, Argentina realizó transferencias de pago a entidades de Chile, a través de la misma estructura informática que soportó la prueba de la New York Clearing House. Esta prueba se realizó dentro del marco de una comisión binacional entre Argentina y Chile, creada a fines de 1998 y orientada a analizar las áreas de actividad interfronterizas que podrían ser afectadas por la problemática del año 2000. Dentro de este mismo marco, en octubre de 1999 se realizaron pruebas de transacciones año 2000 con tarjetas de débito y crédito entre Argentina y Chile. Básicamente la prueba consistió en que tarjetas emitidas en un país generaran operaciones en el otro país. Los resultados, desde el entorno controlable por ambos países, fueron satisfactorios. Asimismo, cabe destacar que Argentina, a través del Banco Central, fue seleccionada para participar en un centro de comunicaciones internacional para el área financiera, organizado por el Bank for International Settlements (BIS). El criterio de selección de los organizadores se basó en la importancia sistémica en el ámbito internacional asignada a los 27 países que formaron parte del centro de comunicaciones. En este contexto se desarrollaron diversas actividades, concentradas en: informes semanales de estado de los mercados financieros, conferencias telefónicas con el resto de los países e informes y comunicación diaria con el centro de comunicaciones en el período crítico de transición al año 2000 Plan de Contingencias y Operación Crítica del Banco Central A efectos de prevenir inconvenientes dentro del Banco Central que pudieran surgir durante el traspaso de los años 1999 a 2000, se encaró un proyecto de contingencias, comprendiendo desde los procedimientos de acciones frente a caídas potenciales de equipos y aplicaciones informáticos hasta cortes de electricidad, telefonía, comunicaciones y demás aspectos con potenciales efectos nocivos. El Plan de Contingencias y Operación Crítica del Banco Central contó con la participación de más de 200 funcionarios de esta Institución. El operativo comenzó a las 8:30 horas del 31 de diciembre, iniciando el intercambio de información con organismos internacionales y con la Jefatura del Gabinete de Ministros, y monitoreando permanentemente en Internet las páginas de noticias relativas a la transición del año 1999 al 2000. Se instaló un centro de comando, provisto de computadoras portátiles con conexión a Internet, telefaxes, impresoras y la proyección de imágenes de canales de noticias vía cable. Las actividades previstas para la mañana -cierres de la contabilidad, transmisión anticipada de extractos a las entidades y toma de resguardos- se desarrollaron sin inconvenientes. A las 22:00 horas se pasó el esquema de la Central de Alarmas a modo contingencia, conectando la alimentación eléctrica a los generadores propios, a efectos de evitar inconvenientes ante un hipotético corte energético a la medianoche. Luego de transcurrida la primera hora del año nuevo y sin detectarse inconvenientes de ningún tipo en la prestación de servicios básicos, se BCRA VIII Otras Operaciones del Banco Central 125 restableció la alimentación energética de la red pública. A las 2:00 horas comenzó el encendido del centro de cómputos, sin experimentarse novedades. A partir de las 3:00 horas comenzaron a probarse los sistemas críticos del Banco Central, tarea que se extendió a lo largo de la mañana. Durante este procedimiento, se probaron las siguientes funcionalidades: software de base, Internet, correo electrónico interno, Medios Electrónicos de Pago (prueba interna), Siaban, cheques rechazados, compensación interbancaria de billetes, cuentacorrentistas inhabilitados, Portia APO, SisCen, convenios ALADI, CRyL, Swift, sistema de expedientes, comunicación X.25 con entidades, central telefónica, administración de reservas y sistemas administrados por la Gerencia Técnica de Entidades Financieras. En todos los casos, se realizaron las pruebas de acuerdo con los protocolos oportunamente acordados con las áreas usuarias y el resultado fue satisfactorio, contando con la participación de la Auditoría General. Posteriormente, a las 11:00 horas comenzó una etapa de prueba con los sistemas del Banco Central que interactúan con las entidades financieras, sin que se experimentara inconveniente alguno. 4. SISCEN: nuevo régimen informativo En septiembre de 1999 entró en vigencia el Sistema Centralizado de requerimientos informativos de la Subgerencia de Estadísticas Monetarias y Financieras (SISCEN), que tiene como objetivos principales: estandarizar la forma a través de la cual las entidades transmiten sus informaciones a esta Institución; unificar la plataforma operativa de procesamiento; y proveer un sistema administrador de datos válido, tanto para evitar la repetición de solicitudes de información como para posibilitar la utilización de los datos en un esquema de uso corporativo asegurado para todo el Banco Central y, a través de las publicaciones, el resto del sistema financiero. Aunque las informaciones son similares a las requeridas anteriormente, el nuevo sistema presenta una mayor desagregación basada en conceptos que se han incorporado. Entre los cambios más significativos, se puede señalar: identificación de los tipos de depositantes y los receptores de los préstamos; mayor apertura de los plazos de concertación de los préstamos y depósitos, estratificación de los plazos y de los montos; ampliación del detalle de los tipos de préstamos y depósitos con desagregación de los datos correspondientes a los sectores no financieros; información clasificada según los distintos tipos de monedas; incorporación de información referida a cajas de ahorros con incentivos y cuentas corrientes remuneradas; detalle de préstamos y depósitos agrupados por cada una de las casas o filiales de las entidades financieras; y ampliación de la tabla con la identificación de las actividades económicas (que se ajusta a las normas determinadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos). En un principio, este régimen debía implementarse en marzo de 1999, pero la puesta en marcha fue prorrogada en dos oportunidades (primero hasta junio y finalmente hasta septiembre), debido principalmente a los reclamos de las entidades financieras, relacionados con la necesidad de adecuar sus sistemas administrativos e informáticos para cumplir con los nuevos requerimientos, en un entorno de alta complejidad por los preparativos asociados a la problemática del año 2000. BCRA 126 VIII Otras Operaciones del Banco Central Tareas que integran el SISCEN Descripción 0001 0002 0003 0004 0005 0006 0007 0008 0009 0010 0011 0012 0013 0014 0015 0016 0017 Tasas de interés declarativas ofrecidas entre entidades bancarias locales de calidad compatible con la calificación AAA. Tasas de interés por depósitos en caja de ahorros, plazo fijo y cuentas corrientes remuneradas, captados por entidades financieras radicadas en Capital Federal y Gran Buenos Aires. Tasas de interés por préstamos a empresas de primera línea, establecidas por entidades financieras radicadas en Capital Federal y Gran Buenos Aires. Préstamos otorgados a entidades financieras locales. Obligaciones contraídas por financiaciones y préstamos recibidos de entidades financieras o de organismos del exterior. Saldos de los principales pasivos del sistema financiero (depósitos, otras obligaciones por intermediación financiera y partidas pasivas pendientes de imputación). Saldos de los principales activos del sistema financiero (préstamos y activos financieros disponibles). Tasas de interés por préstamos otorgados a residentes en el país pertenecientes al sector privado no financiero. Tasas de interés por depósitos captados a residentes en el país pertenecientes al sector privado no financiero. Tenencias de títulos valores públicos del país y del exterior. Préstamos y depósitos de personas físicas y jurídicas pertenecientes a los sectores público y privado no financieros del país. Volumen operativo (movimiento transaccional correspondiente a los depósitos en cuenta corriente, a la vista y en caja de ahorros, a ventas y compras de moneda extranjera y títulos valores públicos y al cumplimiento de órdenes de pago recibidas del exterior o giradas al exterior). Distribución de los depósitos en cuentas corrientes, en caja de ahorros y a plazo fijo, por tramo de monto. Distribución de los préstamos a residentes en el país, teniendo en cuenta la actividad económica principal del receptor. Total de disponibilidades, préstamos y depósitos de efectivo de cada casa o filial de las entidades financieras del país. Distribución por provincias (según la ubicación geográfica de la casa o filial financiera) de los saldos y de las tasas de interés aplicadas en el último mes de cada trimestre calendario, de algunos tipos de préstamos y depósitos de efectivo del sector privado no financiero del país. Tenencias en entidades financieras del exterior de títulos valores emitidos por residentes locales no financieros, préstamos otorgados a residentes locales no financieros por entidades financieras del exterior. Luego de un exhaustivo proceso de revisión de las informaciones, analizando su consistencia lógica y su correspondencia con las cifras de los estados contables, se comenzó con la publicación de los datos de algunas de las Tareas SISCEN, sustituyendo paulatinamente los datos correspondientes a fórmulas y aplicaciones del Sistema de Telecomunicaciones del Área Financiera (STAF) anteriores por los que integran este nuevo régimen. De esta forma, en la actualidad se están divulgando los resultados obtenidos a través de las tareas SISCEN 0001 (tasas de interés ofrecidas entre bancos), 0004 y 0005 (tasas de interés por préstamos entre entidades financieras locales y por obligaciones contraídas con entidades financieras u organismos del exterior), y 0006 y 0007 (principales pasivos y activos del sistema financiero). Con relación a las dos últimas tareas mencionadas, se señala que se ha modificado el esquema de presentación, de forma tal que permite disponer de una mayor desagregación de activos y pasivos que anteriormente no se daban a publicidad. En lo que respecta al resto de las tareas SISCEN, una vez concluidos los trabajos de revisión que aseguren la calidad de sus datos, se procederá a su publicación durante el transcurso del año 2000. Cabe destacar que el público en general puede acceder a estas informaciones a través de diversos medios, tales como: los comunicados que diariamente emite esta Institución, el Boletín Estadístico (de periodicidad mensual), la Información Monetaria y Financiera Mensual, el Boletín Monetario y Financiero (de periodicidad trimestral) y en el sitio en Internet del Banco Central. BCRA VIII Otras Operaciones del Banco Central 127 5. Sitio en Internet del Banco Central Se ha dicho que uno de los pilares del nuevo enfoque de supervisión bancaria adoptado es la disciplina del mercado. Dentro de este marca, la transparencia, y la provisión de información relevante juegan un rol fundamental. Con la llegada del fenómeno informativo que representa Internet, esta tarea se ve ampliamente facilitada. Es así, que el Banco Central ha decidido poner a disposición de los agentes económicos una amplia y extensa cantidad de información relevante a los fines de la participación en el mercado financiero. El sitio de Internet del Banco Central -www.bcra.gov.ar- cuenta con más de 10 millones de datos y 4.500 documentos en formato .pdf que ocupan más de 12 Gygabytes de memória ROM. En él se publican, entre otros, los balances de todas las entidades financieras; su situación en materia rentabilidad, liquidez y solvencia; el listado completo de los deudores del sistema financiero, incluyendo monto de deuda, situación y banco acreedor; la base de cuentacorrentistas inhabilitados; todas las comunicaciones normativas; e información institucional del Banco Central. La meta prevista para comienzos de 1999 en lo referente a la publicación del sitio en Internet de Banco Central en su versión en idioma inglés, fue cumplida durante el transcurso de febrero. Asimismo, se amplió la gama de información brindada al público a través de Internet, mediante la inclusión de consultas en línea sobre las bases de datos de las más de 3000 Comunicaciones “A” emitidas por esta Institución. Esta base se actualiza diariamente y permite al público obtener los textos completos de cada comunicación. Con el objetivo de lograr una mayor celeridad y transparencia en las contrataciones que realiza el Banco Central, se incluyó el cronograma de licitaciones públicas y compulsas de precios que permite al usuario obtener copia de los pliegos y condiciones. Bajo esta misma premisa se incorporó el calendario de subastas relacionadas con bienes de las entidades financieras liquidadas, con miras a permitir una mayor difusión a nivel nacional. Como resultado de los esfuerzos realizados tendientes a incorporar al sitio en Internet del Banco Central toda información de carácter público generado por la Institución, la cantidad de consultas de información se vio triplicada durante el transcurso de 1999, pasando de un promedio de 45.000 consultas diarias registradas a fines de 1998, a un nivel de más de 132.000 consultas diarias. Este aumento se debe principalmente a la cantidad de nueva información publicada y a la difusión pública que ha tenido la posibilidad gratuita de consultar la Central de Deudores y los Cuentacorrentistas Inhabilitados del Sistema Financiero Argentino. Debido al crecimiento de la cantidad de consultas de información, fue necesario incorporar nuevo equipamiento y modificar la plataforma utilizada en el diseño del sitio, lo que permitió mantener los tiempos de respuesta a los que el público usuario estaba acostumbrado, llegándose a registrar durante octubre un pico máximo de 3.546.783 consultas. Por otra parte, se incrementó la información referida a la normativa vigente y a datos estadísticos, con nuevos comunicados sobre tasas de interés, información monetaria y financiera y datos históricos. BCRA 128 VIII Otras Operaciones del Banco Central Con relación al efecto año 2000, se fueron incorporando a lo largo del año los resultados de las exhaustivas pruebas realizadas por el Grupo 2000 Sistema Financiero, así como toda la información complementaria relativa a este tema. Esto sirvió como marco de referencia para el sistema financiero y el público en general. En el marco de las tareas a desarrollar durante el año 2000, se proyectó la incorporación de consultas a bases de datos documentales que contendrán los textos ordenados de las normas para entidades financieras emitidas por esta Institución. En esta base se podrán realizar consultas a distintos niveles como por ejemplo por tema, palabra, etc., lo cual permitirá al usuario encontrar rápida, eficaz y sencillamente el tema de su interés. Asimismo, para el segundo semestre de 2000 se prevé la implementación de un rediseño gráfico y estructural del sitio que simplifique aún más el acceso a la información publicada y posibilite el agregado de nuevos datos e información. El proceso de rediseño incluirá también al segundo sitio que el Banco Central ha montado como servicio exclusivo para el sistema financiero. En este sentido, se prevé incorporar la posibilidad de obtener algunos de los datos que el Banco Central brinda hoy a través del Sistema de Telecomunicaciones del Área Financiera. Finalmente, para fines de 2000 se tiene previsto incorporar el catálogo completo de la Biblioteca Prebisch, para consultas en línea por tema, libro, autor, o publicación, lo que permitirá al público acceder en forma rápida y sencilla. 6. Proyecto BCRA 2000 Los cambios regulatorios, las innovaciones tecnológicas y los cambios en la demanda de servicios financieros han generado importantes modificaciones en la estructura de los sistemas financieros del mundo y en el comportamiento y desempeño de sus participantes. Estos cambios imponen nuevos e importantes desafíos a los organismos de regulación y supervisión. En este sentido, el Banco Central desarrolló durante el transcurso de 1999 el proyecto BCRA 2000, con el objetivo de adecuar sus capacidades para enfrentar sus propias restricciones internas y los desafíos impuestos por medios externos y el mercado. El proyecto BCRA 2000 consiste en la revisión y ajuste de la organización, los procesos críticos y los recursos humanos, a efectos de garantizar la eficacia y los controles necesarios para el logro de los objetivos inherentes a esta Institución de acuerdo con las mejores prácticas internacionales. Para el desarrollo del proyecto se contrató, a través de una licitación pública efectuada con el apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo -para el proceso de selección y análisis técnico de las ofertas-, a la consultora Mc Kinsey & Co., que estructuró el trabajo en cuatro etapas. La primer etapa, “Definición del nivel de aspiraciones del Banco Central y la Superintendencia”, apuntó a establecer el modelo de institución que se pretende como objetivo y fijar las prioridades y metas de desempeño en el cumplimiento de sus misiones y funciones. BCRA VIII Otras Operaciones del Banco Central 129 La segunda etapa, “Diagnóstico organizativo y de los procesos y sistemas del Banco Central y la Superintendencia y fijación de prioridades”, tuvo por objeto tomar las principales cuestiones organizativas a abordar y el estado actual de los procesos y sistemas. Sobre la base de este conocimiento, se definieron prioridades de actuación respecto a la organización de la Institución y al rediseño de sus procesos. Asimismo, esta etapa incluyó un costeo de procesos y actividades. La tercer etapa, “Readecuación de estructura organizativa, rediseño de procesos y establecimiento de las necesidades de desarrollo de los recursos humanos para alcanzar las aspiraciones planteadas”, se dividió en tres fases principales. Durante la primera fase se diseñó la nueva organización; en la segunda, se rediseñaron los principales procesos operativos; y en la tercera, se desarrollaron nuevas políticas y procesos de recursos humanos. La etapa final, “Implementación de los cambios”, apunta a hacer efectivas las recomendaciones adoptadas a través del esfuerzo conjunto del Banco Central, la Superintendencia y Mc Kinsey & Co. Por un lado, el Banco Central formó equipos dedicados a la coordinación de la implementación con las distintas áreas, mientras que Mc Kinsey & Co. brinda el apoyo necesario a estos equipos, resolviendo cuellos de botella que surjan y realiza un seguimiento detallado del avance de la implementación. Esta última responsabilidad es compartida con un comité de seguimiento integrado por personal jerárquico del Banco Central y la Superintendencia. Resultados alcanzados La etapa inicial del proyecto incluyó el diagnóstico organizativo y de procesos y la definición de aspiraciones del Banco Central y la Superintendencia. Ambos constituyeron la base sobre la que se hicieron los lineamientos generales y las prioridades de actuación para la etapa de rediseño. Definición de los objetivos Supervisión basada en riesgo Inspección on-site con distinta frecuencia, oportunidad y profundidad según métricas claras de riesgo sistémico. Control de entidades no bancarias Regulación y supervisión separada de distintos tipos de entidades, pero con alta coordinación de áreas específicas. Control del sistema de pagos Control integral del riesgo con alta coordinación y supervisión. Metas concretas para la maximización de la eficiencia de todo el sistema. Normas y requerimientos Evaluación de costos y beneficios para el sistema de requerimientos y otras decisiones económicas. Análisis costobeneficio con métricas objetivas como apoyo a las decisiones. Protección al consumidor Regular la información que las entidades financieras deben entregar al público para garantizar la transparencia. Gestión de reservas Manejo con objetivos cuantitativos definidos por tipo de instrumento dentro de un marco de condiciones de liquidez. Objetivos propuestos para el proyecto BCRA 2000 BCRA 130 VIII Otras Operaciones del Banco Central La definición de aspiraciones permitió explicitar los objetivos irrevocables y los niveles de participación del Banco Central para el cumplimiento de objetivos concretos El diagnóstico tuvo como objetivos fundamentales identificar las principales cuestiones de la organización y los procesos actuales, e identificar las brechas existentes con las mejores prácticas. Las aspiraciones de esta Institución fueron discutidas con el directorio para un conjunto de objetivos prioritarios de la organización. En cuanto al seguimiento y supervisión de entidades financieras, el Banco Central aspira a una mayor diferenciación por riesgo sistémico a partir de herramientas analíticas y a una mayor coordinación con otros entes para la regulación de entidades no bancarias. El control del sistema de pagos y las iniciativas para promover su desarrollo y eficiencia serán fundamentales para el control del riesgo sistémico y la maximización de la eficiencia de todo el sistema. En referencia a las normas y los requerimientos informativos a las entidades, su diseño debe ser acompañado por un análisis costo-beneficio para todo el sistema. El ejercicio de definición de las aspiraciones del Banco Central tuvo como principales insumos el análisis de bancos centrales de países miembros de la OCDE, el marco legal de contorno vigente y los objetivos expresados por los altos directivos de la Institución. Los bancos centrales analizados incluyeron los del Reino Unido, Holanda, Estados Unidos, Alemania y Australia. Los principales criterios de selección fueron el nivel de desarrollo de los sistemas financieros cubiertos por estas instituciones, la existencia de mejores prácticas, la existencia de revisiones recientes en los modelos de operación, regulación y supervisión, y el énfasis diferencial presentado por algunas de estas entidades en aspectos tales como los sistemas de pagos. A partir de este análisis se identificaron las principales tendencias frente a actores relevantes. El marco legal de contorno ayudó a delimitar el espacio de solución para definir posibles objetivos y grados de participación alternativos. Las expresiones de la dirección del Banco Central completaron el proceso, dando una definición más detallada del nivel de participación deseado y el alcance de cada objetivo propuesto. La redefinición organizativa, además de tender al alcance de las aspiraciones, reforzó aspectos clave como la definición de responsabilidades (objetivos claros y accountability), la agilización de la toma de decisiones y su localización en las áreas y niveles más adecuados, la coordinación de funciones y actividades entre áreas, y la mejora de la interacción con entidades financieras, depositantes y el sistema financiero en general. El rediseño de procesos se enfocó en un grupo de diez temas clave por su relevancia intrínseca y en el alcance de las aspiraciones, y por el potencial de mejora identificado durante la etapa de relevamiento y diagnóstico. Estos temas incluyeron: medios de pago y operaciones con bancos, con foco en el control del riesgo sistémico y la maximización de la eficiencia a través del sistema de pagos; seguimiento de entidades financieras y del sistema, enfatizando la necesidad de identificar alarmas tempranas a través del seguimiento continuo de las entidades y la toma de acciones preventivas en forma efectiva y temprana; supervisión de entidades financieras, con un énfasis en el entendimiento de los actuales proyectos de cambio en el mercado financiero y el aseguramiento de una focalización por riesgo en la intensidad de la supervisión; planificación y control de gestión, con foco en formalizar y coordinar procesos de fijación de objetivos, planificación y seguimiento de su cumplimiento BCRA VIII Otras Operaciones del Banco Central 131 a través de la organización; normatización, apuntando a incorporar análisis costo-beneficio en el proceso de emisión de normas y asegurar la coordinación entre áreas participantes; manejo del numerario, enfatizando la eficiencia de la red y la incorporación de controles adecuados; compras, con el objetivo de mejorar los tiempos, la seguridad y transparencia del proceso; gestión de la información, apuntando a lograr una visión global del proceso que permita optimizar la utilidad y uso de la información provista por las entidades financieras y otros proveedores internos y externos de información, y que mejore los tiempos de procesamiento y la calidad de la información disponible; sistemas, con foco en alinear los procesos de planificación y priorización de proyectos de sistemas con el planeamiento estratégico, y prever la inclusión de proyectos que surjan del rediseño; y protección al consumidor, con el objetivo de definir el ámbito de actuación del Banco Central y el alcance de su rol vis a vis otros organismos de protección al consumidor. 7. Construcción de un nuevo edificio en el predio Reconquista 250 El Banco Central está desarrollando una política tendiente a optimizar el uso de los espacios disponibles en sus edificios, lograr la efectiva centralización de sus actividades en el casco histórico y eliminar inmuebles periféricos y alquilados. Para lograr este objetivo se convocó, mediante un convenio firmado con la Sociedad Central de Arquitectos, a un Concurso Nacional de Anteproyectos para la construcción de un edificio anexo en el predio de Reconquista 250, resultando ganador el anteproyecto de los arquitectos Mauro Romero y Jorge Di Tata. Efectuado el desarrollo del proyecto, se llevó a cabo una licitación pública para su construcción, que fue adjudicada en diciembre a Ute Madcur Construcciones S.A. y Riva S.A. El edificio, de aproximadamente 14.000 m2, estará compuesto por 4 subsuelos y 9 pisos altos y se destinará a sede de la Superintendencia, dependencias de la Gerencia del Tesoro del Banco Central y la Biblioteca Dr. Raúl Prebisch. La finalización de la obra está prevista para abril de 2001. 8. Asociaciones Mutuales La Carta Orgánica en su artículo 4°, y el decreto 1367/93 del Poder Ejecutivo Nacional reconocen al Banco Central, como competencia derivada de la Ley de Entidades Financieras y de su Carta Orgánica, su carácter de órgano fiscalizador de las asociaciones mutuales en los aspectos referidos a la actividad que comprenda el ahorro de sus asociados y la utilización de esos fondos para prestaciones mutuales. En cumplimiento de ese mandato legal y sin invadir las competencias legalmente atribuidas al ex-Instituto Nacional de Acción Mutual como órgano de fiscalización de las asociaciones mutuales, el Banco Central emitió diversas comunicaciones en las que se reglamentó la actividad financiera de las asociaciones mutuales que presten el servicio de ayuda económica, con miras a vigilar el buen funcionamiento del mercado financiero y con ello tutelar la confianza pública en el sistema. De esa manera, se enmarcaba el deber de contralor que la Ley de Entidades Financieras atribuye a este Banco Central con relación a cualquier persona física o jurídica -pública o privada- no comprendida expresamente en ella, cuando a su juicio así lo aconsejen el volumen de sus operaciones y razones de política monetaria y crediticia, sin invadir la esfera BCRA 132 VIII Otras Operaciones del Banco Central de competencia del órgano natural de las asociaciones mutuales, pues sólo comprende a las asociaciones mutuales que, desnaturalizando su objeto social, ejercen intermediación habitual entre la oferta y demanda de recursos financieros en los términos de la ley citada. El ex-Instituto Nacional de Acción Mutual, por medio planteó en 1995 un conflicto de competencia en los términos de la Ley Nacional de Procedimientos Administrativos, que fue posteriormente ratificado por el Instituto Nacional de Acción Mutual en 1998. Si bien -como el Banco Central viene sosteniendo desde hace largo tiempo- no media en el caso un conflicto de competencia, lo cierto es que con apoyo en ese conflicto sólo aparente y en las decisiones que lo motivaron, las asociaciones mutuales resistieron las supervisiones que dispuso la Superintendencia, iniciando muchas de ellas acciones judiciales en distintas jurisdicciones del país con pedido de medidas cautelares destinadas a obtener la suspensión de las comunicaciones emitidas por esta Institución, que al ser dispuesta judicialmente, impidieron o dificultaron el ejercicio adecuado de las facultades de fiscalización que sobre cualquier entidad que ejerce intermediación habitual entre la oferta y demanda de recursos financieros y respecto de las asociaciones mutuales en particular recaen sobre esta Institución. Con el fin de remover ese obstáculo, se ha instado ante el Poder Ejecutivo la resolución de ese conflicto aparente y se ha encomendado a funcionarios del Banco Central que intenten consensuar con funcionarios del Instituto Nacional de Acción Mutual el texto de un proyecto de decreto que permita poner fin al problema. 9. Seguridad de entidades financieras En función de la misión encomendada al Banco Central por la Ley de Entidades Financieras, su Carta Orgánica y la Ley 19.130, esta Institución, consciente de las responsabilidades que el contexto legal le impone, dispuso que continuaran las actividades del comité de expertos en seguridad bancaria que formó en 1996, para que evaluaran el comportamiento de la normativa emitida el año anterior y siguieran investigando y estudiando los dispositivos en la materia que aplican los países más avanzados, a efectos de determinar aquellos que por su efectividad y adaptación a las costumbres culturales del país pudiesen mejorar el estado de seguridad de las entidades financieras. Este comité fue ampliado durante 1999, formándose una Comisión Nacional de Seguridad Bancaria integrada por representantes del Banco Central, la Secretaría de Seguridad Interior, las asociaciones de bancos, la Asociación Bancaria, la Policía Federal Argentina, la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Como resultado del trabajo realizado por esta comisión, se mejoró y amplió el contenido y los alcances de la norma anterior, mediante el dictado de una norma que privilegia la vida y la seguridad de las personas por sobre los bienes materiales. Esta normativa, actualmente en vigencia, contó con el consenso y aprobación unánime de todos los participantes. Con la finalidad de lograr una adecuada aplicación, coordinación y control de la nueva normativa, en noviembre de 1999 el Banco Central organizó y desarrolló en sus instalaciones la 2° Jornada de Seguridad de Entidades Financieras, siendo invitados a participar la Secretaría de Seguridad Interior, las asociaciones de bancos, la Asociación Bancaria, los organismos de seguridad y policiales de todo el país y el Registro Nacional de Armas, obteniéndose excelentes BCRA VIII Otras Operaciones del Banco Central 133 resultado dado el interés, la participación y las manifestaciones de los concurrentes. 10. Bibliotecas Las bibliotecas Tornquist y Prebisch del Banco Central, continuaron durante 1999 con la tarea de incorporar material bibliográfico sobre temas afines a su operatoria, a fin de proveer información bibliográfica como soporte para la toma de decisiones y las investigaciones que se realizan en esta Institución. El número de incorporaciones fue de 805 volúmenes de libros y folletos y 38 nuevos títulos de publicaciones periódicas. Asimismo, Se establecieron 30 nuevos convenios de canje de publicaciones entre el Banco Central y otras instituciones. En lo que respecta a la compra de material bibliográfico, se adquirieron 406 libros; 38 nuevos títulos de publicaciones periódicas; 101 piezas de materiales especiales (soporte magnético y microfilm) y se renovaron 308 títulos de publicaciones periódicas. Dado el interés que revisten los temas financieros y bancarios para los investigadores, estudiantes y el público en general, el servicio de atención de usuarios y de referencia in-situ continuó en expansión. Durante 1999, las bibliotecas recibieron la visita de 10.159 usuarios. Por otra parte, se continuó con la tarea de informatización de ambas bibliotecas a través del programa Micro Isis, habiéndose ingresado 12.371 registros durante 1999. Sobre este particular, cabe destacar la información enviada al Ministerio de Economía para la nueva edición del disco compacto Unired 2000 y la participación en reuniones de especialistas de esa misma red para la unificación de autores institucionales. También se continuó con el inventario y la clasificación de la documentación proveniente del Crédito Público Nacional. Se creo la base de datos «Documentos Históricos», habiéndose ingresado durante 1999 la cantidad de 4.588 registros. A la fecha se han clasificado aproximadamente 6.000 documentos correspondientes a los períodos de la Confederación Argentina (1853-1861), la Guerra de la Independencia (1810-1824), La Guerra del Brasil (1826-1829) y la Guerra Civil (1835-1852), además de documentación originada durante las presidencias de Mitre, Sarmiento, Avellaneda y Roca. Prosiguiendo con el programa de conservación del acervo bibliográfico -dado su valor histórico-documental y su condición de piezas de difícil localización en otras bibliotecas- se continuó enviando materiales antiguos a microfilmación, restauración y/o encuadernación. Por último, cabe mencionar que las bibliotecas del Banco Central fueron seleccionadas por el Centro de Información sobre Francia para figurar en el «Repertorio de los fondos franceses presentes en bibliotecas de Buenos Aires» en función de la cantidad de material en idioma francés que poseen (11.300 libros y folletos y 346 títulos de publicaciones periódicas). El proyecto cuenta con los auspicios de la Embajada de Francia. BCRA BCRA ANEXO I. BALANCE GENERAL AL 31 DE DICIEMBRE DE 1999 BCRA BCRA Balance general al 31 de diciembre de 1999 137 COMENTARIOS SOBRE EL BALANCE GENERAL AL 31 DE DICIEMBRE DE Las Reservas de Libre Disponibilidad elegibles en términos de Convertibilidad (Art. 5° Ley N° 23.928) alcanzaron al cierre del ejercicio 1999 un saldo de 19.151 millones de pesos. 1999 Debe tenerse en cuenta que este total no computa la posición neta de pases con las entidades financieras. Incluyendo los títulos en dólares nacionales y extranjeros y certificados de depósito entregados y excluyendo aquellos recibidos por operaciones de pase, el total de Reservas alcanza a 28.766 millones de pesos. Bajo esta modalidad se informa diariamente la relación de convertibilidad, computando además de los pases mencionados, la deducción del saldo de los depósitos del Gobierno Nacional -935 millones de pesos a esa fecha- lo que lleva aquel total a 27.831 millones de pesos. El ingreso bruto obtenido por la colocación de las reservas fue de 1.301 millones de pesos. Restando los intereses netos pagados por operaciones de pase, 447 millones de pesos, se obtiene un ingreso neto de 855 millones de pesos. Los Créditos al Sistema Financiero del País, con un saldo neto de previsión de 1.354 millones de pesos, verificaron una disminución con respecto al cierre de 1998 de 118 millones de pesos. La posición patrimonial del Banco Central en su relación con el Fondo Monetario Internacional continuó neutra, como resultado de las políticas implementadas desde la vigencia de la Ley de Convertibilidad y Nueva Carta Orgánica. En tal sentido, los activos representados por la cuenta “Letras sobre Obligaciones con el F.M.I. “integrante del rubro “Títulos Públicos” y el rubro “Fondos Transferidos al Gobierno Nacional por Colocaciones con el F.M.I.” han tenido idéntico comportamiento financiero al del rubro pasivo “Obligaciones con Organismos Internacionales” cuenta “Fondo Monetario Internacional”. En consecuencia, los pagos realizados al citado organismo a modo de cancelación de préstamos fueron abonados con fondos aportados por el Tesoro Nacional, sin comprometer el nivel de Reservas Internacionales de este Banco. Igual conclusión puede alcanzarse de la lectura del Estado de Resultados, donde tanto los intereses pagados por Obligaciones con Organismos Internacionales como los cobrados por Letras sobre Obligaciones con el Fondo Monetario Internacional arrojaron un flujo de -202 y 202 millones de pesos respectivamente, es decir una posición nula. Las Cuentas Transitorias Activas incluyen un saldo de 550 millones de pesos en concepto de transferencia de utilidades al Tesoro Nacional (Art.38 de la Carta Orgánica), el cual fue imputado definitivamente al ejercicio 1999 en oportunidad de aprobarse los Estados Contables al 31 de diciembre de 1999. Dicho saldo más los 200 millones de pesos girados por igual concepto e imputados a los resultados del ejercicio 1998 completan el total de 750 millones de pesos transferidos al Tesoro Nacional de acuerdo con el artículo N° 2 de la Ley 25.064 de Presupuesto de la Administración Nacional para el ejercicio 1999. BCRA 138 Balance general al 31 de diciembre de 1999 El rubro del pasivo “Base Monetaria” (Art. 5 de la Ley 23.928) se encuentra integrado sólo por la cuenta “Circulación Monetaria”, desde que la Comunicación “A” 2298 de enero de 1995 dispuso la unificación de cuentas corrientes de las entidades en el Banco Central y la expresión de sus saldos en dólares estadounidenses. Desde entonces, las cuentas corrientes en dólares pasaron a integrar un rubro específico del Balance. Los conceptos “Otros” incluidos tanto en el rubro “Otros Activos” como “Otros Pasivos”, incluyen 9.615 millones de pesos por derechos y obligaciones derivados de la posición neta de pases realizados con las entidades financieras. Este concepto alcanzaba al cierre del ejercicio 1998 a 8.300 millones de pesos. Al respecto cabe consignar que el stock de pases pasivos se incrementó en 1.480 millones de pesos (17,3 por ciento). Los resultados obtenidos durante 1999 alcanzaron los 644 millones de pesos. En virtud de lo dispuesto por el Art. 38 de la Carta Orgánica, 550 millones de pesos fueron transferidos al Tesoro Nacional durante 1999 y el remanente fue destinado a incrementar el Capital del Banco en 63 millones de pesos y la Reserva General en 31 millones de pesos. BCRA Balance general al 31 de diciembre de 1999 139 Banco Central de la República Argentina Balance General al 31 de diciembre de 1999 Presentado en forma comparativa con el ejercicio anterior En pesos ACTIVO 31/12/99 19.150.534.568 122.243.976 1.063.497.834 17.815.893.763 136.913.505 12.966.594 31/12/98 19.654.400.045 125.393.029 706.420.098 18.543.096.335 251.008.980 29.516.353 981.104 1.034.750 TITULOS PUBLICOS Bono Consolidado del Tesoro Nacional 1990 (Nota 3.2.5.1)(Anexo I) Letras sobre Obligaciones con el F.M.I. (Nota 3.2.5.2)(AnexoI) Otros MENOS: Regularización del devengamiento del Bono Consolidado 1990 (Anexo I) 1.636.371.768 4.734.789.572 644.257.569 110.650.514 1.665.237.373 4.734.789.572 729.493.131 54.280.557 3.853.325.887 3.853.325.887 CREDITOS AL SISTEMA FINANCIERO DEL PAIS Entidades Financieras (Neto de previsiones) (Nota 3.2.6) Entidades financieras MENOS: Previsión por incobrabilidad (Anexo II) 1.354.457.193 1.354.457.193 2.160.471.141 1.472.140.174 1.472.140.174 2.070.195.578 806.013.948 598.055.404 APORTES A ORGANISMOS INTERNACIONALES, POR CUENTA DEL GOBIERNO NACIONAL 1.575.414.946 1.393.385.606 FONDOS TRANSFERIDOS AL GOBIERNO NACIONAL POR COLOCACIONES CON EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL (Nota 3.2.7) 4.576.876.959 5.253.763.866 OTROS ACTIVOS Cuentas transitorias activas Otros (Nota 3.2.10) 11.057.478.711 558.254.530 10.499.224.181 10.434.957.627 469.994.739 9.964.962.888 TOTAL DEL ACTIVO 39.351.134.145 39.873.884.691 RESERVAS DE LIBRE DISPONIBILIDAD Oro (Nota 3.2.1) Divisas (Nota 3.2.2) Colocaciones realizables en divisas (Nota 3.2.3) Títulos Públicos (Nota 3.2.4)(Anexo I) A.L.A.D.I. (Neto) MENOS: Previsión por fineza de oro (Anexo II) BCRA 140 Balance general al 31 de diciembre de 1999 PASIVO 31/12/99 31/12/98 16.492.773.517 16.492.773.517 16.370.167.386 16.370.167.386 31.458.837 22.005.187 935.450.778 1.342.895.900 25.372.938 111.854.103 5.769.957.925 5.744.795.294 24.134.718 1.027.913 6.595.403.058 6.520.469.891 73.665.413 1.267.754 OTROS PASIVOS Cuentas transitorias pasivas Otros (Nota 3.2.10) 11.173.455.652 109.137.426 11.064.318.226 10.290.143.215 100.995.667 10.189.147.548 PREVISIONES (Nota 3.2.9) 1.085.137.864 1.284.028.079 35.513.607.511 36.016.496.928 3.837.526.634 3.857.387.763 39.351.134.145 39.873.884.691 BASE MONETARIA Circulación Monetaria CUENTAS CORRIENTES EN DOLARES DEPOSITOS DEL GOBIERNO NACIONAL Y OTROS OTROS DEPOSITOS OBLIGACIONES CON ORGANISMOS INTERNACIONALES Fondo Monetario Internacional (Nota 3.2.8) Banco Interamericano de Desarrollo Otros TOTAL DEL PASIVO PATRIMONIO NETO TOTAL DEL PASIVO MAS PATRIMONIO NETO -Las Notas 1 a 4 y los Anexos I a III son parte integrante de los Estados Contables. Alejandra G. Naughton GERENTE DE LA CONTADURIA GENERAL Pedro Pou PRESIDENTE Raúl A. Menem SINDICO ADJUNTO Firmado para su identificación con Informe de fecha 01 / 06 / 00 BCRA Balance general al 31 de diciembre de 1999 141 Estado de Resultados Correspondiente al ejercicio terminado el 31 de diciembre de 1999 Presentado en forma comparativa con el ejercicio anterior En pesos INGRESOS FINANCIEROS: SOBRE RESERVAS LEY 23928: INTERESES Depósitos de oro Colocaciones Realizables en Divisas Títulos Públicos en Moneda Extranjera Convenios A.L.A.D.I. OTROS SOBRE OTROS ACTIVOS: INTERESES Créditos a Entidades Financieras (Neto de Previsiones) Otros EGRESOS FINANCIEROS: SOBRE OTRAS CUENTAS: INTERESES Intereses sobre Obligaciones con Organismos Internacionales (F.M.I.) Menos: Letras sobre Obligaciones con el Fondo Monetario Internacional OTROS RESULTADO FINANCIERO NETO - GANANCIA GASTOS DE EMISION MONETARIA GASTOS DE ADMINISTRACION: Gastos en Personal Otros Gastos Amortizaciones 31/12/99 31/12/98 854.603.523 854.603.523 0 696.185.835 157.879.199 538.489 978.499.070 965.102.462 4.640.510 803.598.160 155.832.025 1.031.767 0 13.396.608 66.280.926 66.280.926 51.298.932 14.981.994 89.123.366 89.123.366 70.812.644 18.310.722 20.769.622 0 202.395.151 0 0 265.518.489 202.395.151 265.518.489 20.769.622 0 900.114.827 1.067.622.436 18.355.184 29.963.250 130.651.427 88.846.371 35.670.395 6.134.661 119.861.611 84.369.612 29.821.299 5.670.700 BCRA 142 Balance general al 31 de diciembre de 1999 APORTES A RENTAS GENERALES SEGUN LEY DE PRESUPUESTO NACIONAL 31/12/99 60.000.000 31/12/98 60.000.000 RESULTADOS DIVERSOS - GANANCIA 56.779.526 53.521.555 DIFERENCIA DE COTIZACION DE ORO, DIVISAS Y TITULOS PUBLICOS - PERDIDA - (GANANCIA) 56.778.056 -202.912.277 691.109.686 1.114.231.407 PREVISIONES NETAS DE RECUPERO - PERDIDA 47.443.831 251.188.263 Para créditos al sistema financiero del país Otros Menos: Previsiones para Asuntos en Trámite Judicial - Recupero (PERDIDA) Otros 92.642.052 79.098.107 81.561.160 85.090.965 124.242.681 53.647 -84.536.139 0 RESULTADO NETO DEL EJERCICIO- GANANCIA: 643.665.855 863.043.144 RESULTADO ORDINARIO ANTES DE PREVISIONES - GANANCIA - Las Notas 1 a 4 y los Anexos I a III son parte integrante de los Estados Contables. Alejandra G. Naughton GERENTE DE LA CONTADURIA GENERAL Pedro Pou PRESIDENTE Raúl A. Menem SINDICO ADJUNTO Firmado para su identificación con Informe de fecha 01 / 06 / 00 BCRA Balance general al 31 de diciembre de 1999 143 Estado de Evolución del Patrimonio Neto por el ejercicio terminado el 31 de diciembre de 1999 En pesos CONCEPTOS SALDOS AL COMIENZO DEL EJERCICIO CAPITAL AJUSTES AL PATRIMONIO AJ. AL CAPITAL REVALUO TECNICO 1.920.618.877 75.610.869 44.336.621 RESERVA GENERAL RESULTADOS NO ASIGNADOS 953.778.252 863.043.144 3.857.387.763 0 0 953.778.252 863.043.144 3.857.387.763 66.505.387 -863.043.144 -663.526.984 643.665.855 643.665.855 643.665.855 3.837.526.634 AJUSTES DE EJERCICIOS ANTERIORES SALDOS AL INICIO AJUSTADOS DISTRIBUCIÓN DE UTILIDADES SEGÚN RES. DE DIRECTORIO Nº 222 /99 1.920.618.877 75.610.869 44.336.621 133.010.773 RESULTADO NETO DEL EJERCICIO SALDOS AL CIERRE DEL EJERCICIO 2.053.629.650 75.610.869 44.336.621 1.020.283.639 TOTAL -Las Notas 1 a 4 y los Anexos I a III son parte integrante de los Estados Contables. Alejandra G. Naughton GERENTE DE LA CONTADURIA GENERAL Pedro Pou PRESIDENTE Raúl A. Menem SINDICO ADJUNTO Firmado para su identificación con Informe de fecha 01 / 06 / 00 BCRA 144 Balance general al 31 de diciembre de 1999 Notas a los Estados Contables por el Ejercicio Anual terminado el 31 de diciembre de 1999 Nota Nro. 1 - Naturaleza y objeto del Banco Central de la Republica Argentina (B.C.R.A.) El B.C.R.A. es una entidad autárquica del Estado Nacional regida por las disposiciones de su Carta Orgánica (Art. 1ro. de la Ley Nro. 24.144). La función primaria de la Institución es preservar el valor de la moneda. Además deberá desarrollar una política monetaria y financiera dirigida a salvaguardar las funciones del dinero como reserva de valor, unidad de cuenta e instrumento de pago para cancelar obligaciones monetarias. El Banco es Agente Financiero del Estado Nacional, depositario y agente del país ante las instituciones monetarias, bancarias y financieras internacionales a las cuales la Nación haya adherido. Nota Nro. 2 - Bases de presentación de los Estados Contables La Institución ha preparado sus Estados Contables de acuerdo con Normas Contables Profesionales, criterios generales de valuación establecidos para las Entidades del Sistema Financiero Argentino y considerando las disposiciones de la Ley de Convertibilidad Nro. 23.928 de manera particular en sus artículos 4º, 5º y 6º. Los estados contables se presentan en forma comparativa con los del ejercicio 1998. Las particulares características de la Institución y las misiones funciones que le asigna su Carta Orgánica, en particular su facultad de emitir billetes y monedas, sumadas a la especificidad de las operaciones que realiza, no permiten la elaboración del Estado de Origen y Aplicación de Fondos. Nota Nro. 3 - Principales criterios de valuación y composición de rubros de los Estados Contables 3.1. Comentarios generales 3.1.1. Consideración de los efectos de la inflación Siguiendo los lineamientos establecidos por el Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 316/95 y por la Comunicación “A” 2365, que esta Institución impartió a las entidades financieras, se procedió a discontinuar la aplicación del ajuste por inflación a partir del primero de septiembre de 1995. 3.1.2. Activos y Pasivos en Moneda Extranjera Se aplica el tipo de cambio vendedor vigente al cierre de las operaciones del Banco de la Nación Argentina correspondiente al último día hábil del ejercicio. 3.2. Comentarios Particulares 3.2.1. Oro BCRA Las existencias físicas de oro amonedado fueron valuadas al cierre del ejercicio en Balance general al 31 de diciembre de 1999 145 dólares estadounidenses a US$ 290.3 (US$ 287,1 al 31 de diciembre de 1998) la onza troy, cotización del Banco de la Nación Argentina sucursal Londres a dichas fechas y convertidas a pesos de acuerdo al criterio expuesto en el punto precedente. Se computa en este rubro el valor de mercado de las primas relacionadas con las opciones de venta tomadas por la entidad por cuyo efecto el precio promedio alcanza a 361.7 la onza troy (US$ 347.91 al 31 de diciembre de 1998). Se deduce una previsión del 1 % por fineza del oro. 3.2.2. Divisas La cuenta Divisas refleja la tenencia de moneda extranjera en el tesoro del B.C.R.A. por el equivalente a US$ 396.110 miles (US$ 75.651 miles al 31 de diciembre de 1998), y las cuentas corrientes en bancos corresponsales del exterior y “overnight” por US$ 667.388 miles (US$ 630.769 miles al 31 de diciembre de 1998). 3.2.3. Colocaciones Realizables en Divisas Incluye las siguientes inversiones realizadas en el exterior: - Valores Públicos a Corto Plazo....................... - Depósitos a Plazo Fijo en divisas.................... - Depósitos a la Vista ...................................... - En Acuerdos de Custodia .............................. -Títulos en Acuerdo de Sustitución ................. - Certificados de Depósitos ............................. - Acuerdos de Recompra ................................. 31.12.99 31.12.98 -en miles de $ 359.641 939.678 4.564.911 9.762.396 157.838 264.336 5.401.782 4.644.946 320.365 5.040.541 1.999.993 2.291.181 611.382 17.815.894 18.543.096 Los Valores Públicos, Depósitos a Plazo fijo, Certificados de Depósitos y los Acuerdo de Recompra incluyen los intereses devengados al cierre del ejercicio. El resto de los activos incluidos en este rubro ha sido valuado a su valor de mercado. 3.2.4. Títulos Públicos que integran las Reservas de Libre Disponibilidad: Incluye los títulos detallados en Anexo I, los cuales fueron valuados a sus respectivas cotizaciones a la fecha de cierre del ejercicio. 3.2.5. Títulos Públicos 3.2.5.1. Bono Consolidado del Tesoro Nacional 1990: Este Bono fue emitido el 2 de enero de 1990. Corresponde a la consolidación de obligaciones contraídas por el Gobierno Nacional por anticipos de fondos del B.C.R.A. de acuerdo al Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nro. 335/91. Es un bono expresado en moneda nacional a 99 años de plazo, no devenga interés y el capital se ajusta por la variación del dólar estadounidense según el tipo de cambio comprador del Banco de la Nación Argentina. Las amortizaciones del capital actualizado se pagarán a partir del décimo año. La actualización fue devengada hasta el 31.03.91 en virtud del artículo 8º de la Ley de Convertibilidad. BCRA 146 Balance general al 31 de diciembre de 1999 En virtud de las características financieras de este Bono, básicamente su plazo, períodos de gracia, y que no devenga interés, se regulariza el saldo activo por un monto equivalente al del devengamiento del ajuste de capital de forma de mantener la valuación a su valor original de emisión. 3.2.5.2. Letras Sobre Obligaciones con el FMI Incluye la deuda contraída por la Secretaría de Hacienda con el B.C.R.A. correspondiente a la transferencia de los fondos recibidos por esta Institución del FMI. hasta el 30.09.92, a esa fecha documentada mediante la emisión de Letras de Tesorería de la Nación. Este activo expresado en Derechos Especiales de Giro (DEG.) tiene un comportamiento financiero idéntico al del pasivo con el exterior. En consecuencia, sus servicios se vienen cobrando sincronizadamente con los pagos de renta y amortización por el pasivo externo. 3.2.6. Créditos al Sistema Financiero del País Dentro del rubro se incluyen redescuentos y adelantos para la atención de necesidades emergentes de situaciones de iliquidez transitoria de las entidades financieras y otras líneas preexistentes a la sanción de la Carta Orgánica de la Institución, vigente desde 1992 y las correspondientes previsiones determinadas en base a la estimación del riesgo de incobrabilidad de dichos créditos. Asimismo, se incluyen por su valor neto adelantos para devolución de depósitos y para atención de gastos del proceso liquidatorio de entidades financieras en liquidación y patrimonios desafectados en liquidación por $ 20.951.924 miles (al 31.12.98 $ 20.953.607 miles) que, con criterio de prudencia, se encuentran previsionados en un 100% desde 1990, sin perjuicio de continuar con las acciones que correspondan para efectivizar su cobro. 3.2.7. Fondos transferidos al Gobierno Nacional por Colocaciones con el FMI Refleja la transferencia a la Secretaría de Hacienda de los fondos recibidos del Fondo Monetario Internacional a partir del 30.9.92. Esta cuenta merece igual tratamiento financiero al expuesto en Nota 3.2.5.2. 3.2.8. Fondo Monetario Internacional Su saldo incluye la contrapartida de los fondos transferidos a la Secretaría de Hacienda (puntos 3.2.5.2. y 3.2.7. precedentes), que en Derechos Especiales de Giro (DEG) asciende a 3.804.077.587 (al 31.12.98, DEG 4.249.381.759 ) correspondientes a las divisas ingresadas por los siguientes conceptos: - Stand By 1996. - Acuerdo de Facilidades Extendidas 1992. 3.2.9. Previsiones El criterio utilizado por la entidad para determinar el saldo de la cuenta “Previsión para Asuntos en Trámite Judicial”, $ 1.076.337 miles (al 31.12.98, $1.262.444 miles) fue el siguiente: Se estratificaron los juicios que aún no cuentan con sentencia firme conforme a la tipología de los casos (juicios por devolución de depósitos, laborales, etc.) BCRA Balance general al 31 de diciembre de 1999 147 estableciendo, en base a la experiencia, en cada grupo el porcentaje de probabilidad de sentencia desfavorable para el B.C.R.A. previsionándose esa cifra con igual tratamiento al descrito precedentemente. Respecto de los juicios anteriores al 1.04.91, en virtud de que tales compromisos se cancelarán mediante la entrega de Bonos de Consolidación, la cifra determinada se actualizó al 31.12.99 mediante la aplicación de la tasa de interés de los citados Bonos. En cuanto a los juicios posteriores al 1.04.91 cuya cancelación se prevé en pesos, se utilizó como tasa de interés para su actualización al 31.12.99 la tasa pasiva promedio que publica el B.C.R.A., según lo establecido por el Comunicado 14.290 del 5.08.91, por ser la habitualmente utilizada por la jurisprudencia para estos casos. Por otra parte existen juicios contra el B.C.R.A. por daños y perjuicios con demandas por montos indeterminados, cuyo resultado adverso para el Banco es de remota probabilidad de ocurrencia a la fecha de emisión de los presentes estados contables, por los cuales no se ha constituido previsión. 3.2.10. Otras cuentas del activo y pasivo Se incluyen en estos rubros derechos y obligaciones por $ 9.783.116 miles (al 31.12.98, $8.300.371,3 miles) vinculados con operaciones de pase con títulos públicos y otros instrumentos financieros efectuadas con entidades financieras del país cuyo criterio de exposición ha sido definido de acuerdo a la naturaleza de las mismas. Asimismo cabe mencionar que se exponen dentro del rubro Otras cuentas del Activo los bienes inmuebles netos de amortizaciones sobre los que existe en revisión un revalúo técnico que arroja en valor neto de $33.159 miles menor al de libros. Nota Nro. 4 - Restricciones del Art. 6º de la Ley Nro. 23.928 Según lo previsto en el Art. 6º de la Ley de Convertibilidad las reservas comprendidas en el rubro Reservas de Libre Disponibilidad constituyen prenda común de los saldos expuestos en el rubro Base Monetaria, son inembargables y pueden aplicarse exclusivamente a los fines previstos en dicha ley. Ambos rubros son los referenciados en el Art. 5º de la Ley Nro. 23928. En su comparación con los datos publicados en el Comunicado de Prensa Nro. 36.384 del 4 de enero de 2000 las diferencias en la metodología de medición de las Reservas de Libre Disponibilidad son atribuibles al cómputo de la posición de pases con entidades financieras por un valor al 31 de diciembre de 1999 de $ 9.615.491 miles y de los fondos que el Gobierno Nacional mantiene depositados en éste Banco Central por $ 935.451 miles. BCRA 148 Balance general al 31 de diciembre de 1999 Anexo I Cuadro Comparativo de Títulos Públicos En miles 31/12/99 Valores Nominales 251.009 40.457 28.633 17.994 164 1.296 3.457 337 505 28.545 9.363 0 11.099 1.480 2.561 7.294 12.524 6.261 79.039 1.636.372 1.665.237 Pesos 4.734.790 4.734.790 DEG 469.401 644.258 Pesos 13.433 12.824 Dólares 26.638 29.941 Dólares 951 1.004 Dólares 7.636 7.394 Dólares 0 0 Dólares 15.425 14.723 Dólares 32.250 44.764 4.734.790 729.493 13.628 28.121 1.111 11.235 185 0 0 Dólares Dólares Dólares Dólares Dólares Dólares Dólares Dólares Dólares Dólares Dólares Dólares Dólares Dólares Dólares Dólares Dólares 0 183 0 53 1.330 33 338 3.066 64 4.621 1.579 54 1.872 2.383 1.777 0 0 OTROS TITULOS PUBLICOS: Bonos Consolidados del Tesoro Nacional 1990 Letras sobre Obligaciones con el Fondo Monetario Internacional BOCON Prov. de Catamarca BOSAFI BOCON Regalías Hidrocarburíferas Bono de Capitalización Prov. de Entre Ríos - 2da. Serie BOCON Prov. de Misiones BOCON Prov. de Chaco BOCON Proveedores valorización técnica Menos: Regularización del devengamiento del Bono Consolidado 1990 31/12/98 Pesos 136.913 0 177 0 50 1.356 33 304 2.001 58 3.651 1.567 51 1.763 2.572 2.318 0 0 121.012 TITULOS PUBLICOS QUE INTEGRAN LAS RESERVAS DE LIBRE DISPONIBILIDAD Bonos Externos de la República Argentina - Serie 1989 Bonos Externos de la República Argentina - Serie 1992 Bonos Externos Globales de la República Argentina 1999 Bonos Externos Globales de la República Argentina 2003 Bonos Externos Globales de la República Argentina 2006 Bonos Externos Globales de la República Argentina 2017 Bonos Externos Globales de la República Argentina 2027 Pard Bond F.R.B. Discount Bond Bonos del Tesoro Nacional 4ta. Serie Bonos del Tesoro Nacional 3ra. Serie Bonos del Tesoro Nacional 2da. Serie Bonos de Tesorería a 10 años BOCON Previsional en Dólares - 1ra. Serie BOCON Previsional en Dólares - 2da. Serie BOCON Proveedores en Dólares Títulos afectados a operaciones de pase activas Pesos -3.853.326 -3.853.326 NOTA: Los valores nominales de los títulos públicos son la base de cálculo para la medición del margen de financiamiento por parte de este Banco Central al Gobierno Nacional dispuesto en el art. 20 de la Carta Orgánica (Ley Nro. 24144). Alejandra G. Naughton GERENTE DE LA CONTADURIA GENERAL Pedro Pou PRESIDENTE Raúl A. Menem SINDICO ADJUNTO Firmado para su identificación con Informe de fecha 01 / 06 / 00 BCRA Balance general al 31 de diciembre de 1999 149 Anexo II Previsiones al 31 de diciembre de 1999 En miles de pesos Saldos al comienzo del Ejercicio Detalle DEL ACTIVO Previsión por fineza de oro Previsión sobre créditos al sistema financiero del país (1) Previsión para quebrantos por liquidación entidades financieras DEL PASIVO Previsión para asuntos en trámite judicial Fondo de garantía - Ley Nro. 22510 Otras Previsiones (2) 1.035 598.055 20.953.607 1.262.444 3.230 18.354 Aumentos 313.878 831 200 139 Disminuciones Saldos al final del Ejercicio 54 105.919 2.514 981 806.014 20.951.924 186.307 1.076.337 3.369 5.431 12.923 (1) Los aumentos incluyen miles de $ 36.457 que se deducen de la cuenta Intereses sobre Créditos al Sistema Financiero y miles de $ 1.948 correspondientes a aplicaciones de Previsión. (2) Las disminuciones incluyen miles de $ 12.896 correspondientes a aplicaciones de Previsión y miles de $ 27 correspondientes a Recuperos de Previsión. Alejandra G. Naughton GERENTE DE LA CONTADURIA GENERAL Pedro Pou PRESIDENTE Raúl A. Menem SINDICO ADJUNTO Firmado para su identificación con Informe de fecha 01/ 06 /00 BCRA 150 Balance general al 31 de diciembre de 1999 Anexo III Cuadro Comparativo de Cuentas en Moneda Extranjera (*) Al 31 de diciembre de 1999 En miles 31/12/99 31/12/98 Pesos Pesos ACTIVO 26.057.736 27.085.323 RESERVAS DE LIBRE DISPONIBILIDAD - ART. 5 LEY NRO. 23928 Oro (Neto de Previsión Fineza) Divisas Colocaciones Realizables en Divisas Titulos Públicos ALADI (Neto) 121.263 1.063.498 17.815.894 136.914 12.966 124.358 706.420 18.543.096 251.009 29.516 644.258 110.651 729.493 54.281 APORTES A ORGANISMOS INTERNACIONALES POR CUENTA DEL GOBIERNO NACIONAL 1.575.415 1.393.386 FONDOS TRANSFERIDOS AL TESORO NACIONAL POR COLOCACIONES CON EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL 4.576.877 5.253.764 PASIVO 6.736.868 7.960.304 31.459 22.005 935.451 1.342.896 5.744.795 24.135 1.028 6.520.470 73.665 1.268 TITULOS PUBLICOS Letras sobre Obligaciones con el Fondo Monetario Internacional Otros CUENTAS CORRIENTES EN DOLARES DEPOSITOS DEL GOBIERNO NACIONAL EN DIVISAS OBLIGACIONES CON ORGANISMOS INTERNACIONALES Fondo Monetario Internacional Banco Interamericano de Desarrollo Otros NOTA: Los rubros incluidos en éste cuadro son los representativos de las operaciones vinculadas con la ley de convertibilidad, con los Organismos Internacionales y con el Gobierno Nacional. (*) Nota 3.1.2. a los Estados Contables. Alejandra G. Naughton GERENTE DE LA CONTADURIA GENERAL BCRA Pedro Pou PRESIDENTE Raúl A. Menem SINDICO ADJUNTO Firmado para su identificación con Informe de fecha 01 / 06 / 00 Balance general al 31 de diciembre de 1999 151 BCRA 152 Balance general al 31 de diciembre de 1999 BCRA Balance general al 31 de diciembre de 1999 153 BCRA 154 Balance general al 31 de diciembre de 1999 BCRA Balance general al 31 de diciembre de 1999 155 BCRA 156 Balance general al 31 de diciembre de 1999 BCRA Balance general al 31 de diciembre de 1999 157 BCRA BCRA ANEXO II. PRINCIPALES DISCURSOS DEL PRESIDENTE DEL BCRA BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 161 Conferencia del BID: “Nuevas iniciativas para abordar la turbulencia financiera internacional” Reuniones anuales del BID 14 de marzo de 1999 Ante todo quisiera agradecer al Jefe del Departamento de Economía del Banco Interamericano de Desarrollo por invitarme a comentar sobre un tema en extremo importante como es: “nuevas iniciativas para abordar la turbulencia financiera internacional” en compañía de tan distinguido panel. Quisiera felicitar a Ricardo Haussman y sus co-autores por tan interesante trabajo sobre disposiciones cambiarias. Este trabajo establece muy claramente la actual gama de perspectivas sobre manejo del tipo de cambio y da uno de los mejores informes, respaldado por evidencia, mas que por mera teoría, de los costos y beneficios de tipos de cambio fijos y flotantes. Considero que este trabajo puede marcar un hito en el debate actual. El debate de esta mañana y el trabajo de Ricardo y sus colegas nos han ayudado a presentar las alternativas para desarrollar una nueva arquitectura financiera en contexto. En mi breve presentación expondré a grandes rasgos estas alternativas y argumentaré que el mundo no puede eludirlas. Para poder abordar un asunto tan importante y complejo como es la nueva arquitectura financiera, en forma breve, concentraré mi presentación en pocos temas. Por lo tanto, es conveniente para no dejar de lado asuntos importantes comenzar estableciendo los temas sobre los cuales creemos que hay consenso general. De esta forma, ahorraré tiempo al no tratarlos específicamente. Tres temas importantes son: a) controles de capital, b) política económica interna y c) la fuerza del sistema financiero. Acerca de controles de capital.... Mi primer supuesto es que los movimientos internacionales de capital son beneficiosos y que deseamos mantener abierta la cuenta de capital. Claramente, sin este supuesto, a los países les costaría muy poco cerrar sus cuentas de capital, y así los temas de arquitectura financiera internacional no serian particularmente importantes. Sin embargo, creo firmemente, y la experiencia de Argentina lo demuestra con claridad, que el capital internacional puede ser una fuerza positiva en extremo importante, no solo porque provee financiación sino también por los otros elementos con que contribuye. Estos incluyen conocimientos técnicos, sistemas administrativos y capacidades, y por último pero no menos importante, la función de monitoreo que permite poner freno a los intereses internos creados. Al mismo tiempo, el flujo de capital global internacional también trae riesgos aparejados. El aumento de flujo en países emergentes ha provocado grandes reservas de pasivos financieros extranjeros en esos países. El riesgo, el cual claramente depende de la naturaleza y vencimiento de cada tipo de inversión, es que inversionistas extranjeros y locales quieren retirar su capital. Esto no debería pensarse como una reversión de flujos, sino como una salida rápida de una gran reserva. Todo país sujeto a una retirada repentina de gran parte de sus pasivos financieros sufrirá una crisis, cualquiera sean sus fundamentals. Por lo tanto, es absolutamente esencial asegurarse que no hay razón alguna para que esto ocurra. BCRA 162 Principales discursos del Presidente del BCRA Acerca de la política económica interna.... E1 segundo supuesto es con respecto al rol de las políticas económicas internas. Es evidente que cualquiera sea el diseño de la llamada “arquitectura internacional”, es vital que las autoridades nacionales hagan su trabajo, y mantengan buenos fundamentals y se aseguren que las políticas macroeconómicas sean consistentes, especialmente las fiscales, monetarias y cambiarias No hay substitutos para una buena política económica. Si esto se aplica a las naciones industrializadas, aún más, a los mercados emergentes. Dada la falta de profundidad de los mercados financieros en países emergentes y la falta de una genuina base de inversor genuina comparadas con los países industrializados calificados como de “super-investment”, una política económica pobre es probable que sea castigada aún más rápido por mercados en el contexto de un país emergente exacerbando los fundamentals débiles. Acerca del fortalecimiento del sistema financiero.... Por último pero no menos importante, supondré ahora que todos creemos que un sistema financiero fuerte es una necesidad absoluta para un país emergente. Efectivamente, dada la creciente volatilidad en el mundo emergente, considero que las reglas de capital introducidas por el convenio de Basilea, desarrolladas en países industrializados, deberían ser testeadas y modificadas en consecuencia. Además, espero que todos acordemos que las recomendaciones del excelente informe del G22 acerca del Fortalecimiento de los Sistemas Financieros brinde un buen anteproyecto para los temas a tratar En particular, aparte de la implementación de las reglas de estilo estandar del convenio de Basilea, este informe pone el acento en la importancia de la liquidez para países emergentes, el cual consideramos un tema crucial dado que los países emergentes, por definición, no siempre pueden acceder a capital internacional. Espero también poder acordar que las otras inquietudes del grupo de trabajo G22 sobre Transparencia y métodos apropiados para Resolución de Crisis son también componentes vitales para el fortalecimiento de economías de países emergentes, estándares contables y otra infraestructura “del sector financiero”. Mi opinión en particular es que la transparencia y los temas relacionados con buenos estándares contables y la divulgación, tanto para el sector público como privado, son componentes muy importantes de un sistema financiero sólido y seguro. El centro de nuestra presentación: las opciones para pequeñas economías abiertas.... Habiendo mencionado nuestros supuestos, permítanme pasar a los puntos principales. Sucesos recientes han demostrado que excelentes fundamentals y una Política de Liquidez muy fuerte, no son suficientes. Por ejemplo, Argentina cuenta con ambos y aún así ha sufrido en forma significativa como resultado de la crisis financiera internacional. A pesar de que los mercados ahora han discriminado en un grado significativo y, por ejemplo, Argentina ha recobrado acceso al crédito internacional, el crecimiento se ha visto considerablemente afectado sólo porque Argentina está catalogada como “mercado emergente”. No estoy sugiriendo que los mercados sean irracionales. Por el contrario, si yo creo que otros inversores van a apartarse de un mercado catalogado como “emergente”, a pesar de excelentes fundamentals entonces seria perfectamente racional que yo lo hiciese también. Este comportamiento puede no ser discriminatorio pero es ciertamente racional. BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 163 Creemos que las alternativas reales que enfrentan las pequeñas economías abiertas son bastante limitadas si desean mantener su cuenta de capital abierta. En particular vemos dos alternativas principales. La primera sería trabajar con la comunidad financiera internacional para crear un prestamista de última instancia internacional creíble; la segunda, considerar unirse a áreas monetarias. Esta opción puede parecer extrema pero es a menudo muy útil estudiar casos extremos porque hacen que las opciones sean más claras. Esto no significa que el mundo sea siempre negro o blanco, pero por lo menos el verdadero menú de opciones se vuelve más evidente. La naturaleza de la política monetaria y el rol del dinero fiduciario.... Permítanme dedicarle un minuto al rol del dinero para explicar más claramente las opciones limitadas disponibles. Para tener una política monetaria independiente, se necesita dinero fiduciario independiente. No importa cuánto afecto le tengamos a la institución, el hecho es que, solo recientemente (quizás en los últimos 30 años) el mundo ha decidido que cada país debería desarrollar su propio dinero fiduciario. En siglos pasados, el oro u otros metales valiosos servían como moneda, ya sea directa o indirectamente, y esta era, esencialmente la idea que también sostenía Bretton Woods. El consabido problema es que el dinero fiduciario, en manos de políticos y “policy makers”, crea un incentivo demasiado grande para el mal uso. Permítanme recordarles lo que dijo David Ricardo en 1817 ( de los “Principios de Economía Política e Imposición”), “No hay nada más importante que quedar plenamente impresionado con los efectos que surgen del principio de limitación de cantidad. No es necesario que el papel deba ser pagable en efectivo (es decir, oro o plata) para preservar su valor; solo es necesario que su cantidad sea regulada. Sin embargo, la experiencia demuestra que ni el Estado ni un banco han tenido alguna vez el poder irrestricto de emitir papel moneda sin abusar de ese poder. En todos los casos la emisión de papel moneda debería estar bajo supervisión y control; y nada parece más apropiado para ese propósito como el de sujetar a los emisores de papel moneda a la obligación de pagar sus billetes tanto en oro o en lingotes” Sin embargo, algunos países ( de hecho, hay muy pocos) han desarrollado fuertes instituciones con el objeto de controlar estos incentivos para reducir la calidad y el valor de su moneda y así han creado dineros fiduciarios muy efectivos. Debo felicitar al siguiente panelista por ser parte del proceso de creación de una de las monedas más fuertes del mundo actual. Tipos de cambio flotantes y el prestamista de última instancia.... Sin embargo, si sostenemos esta reciente postura de que cada país debería tener su propio dinero fiduciario, entonces para que las monedas adquieran la necesaria credibilidad para detener la fuga al primer signo de peligro, realmente necesitamos un prestamista de última instancia internacional efectivo. Sin tal institución independiente que ponga un sello de aprobación a las políticas macroeconómicas y que respalde esto con recursos apropiados, me atrevo a predecir que en el futuro veremos muy poco dinero fiduciario verdaderamente exitoso y los países que buscan mantener su propio dinero fiduciario sin las fuertes instituciones necesarias, se encontraran con problemas tarde o temprano. No obstante, dado el problema de controlar el peligro moral que podría surgir de la existencia de ese prestamista BCRA 164 Principales discursos del Presidente del BCRA de última instancia, muchos han objetado dicha política. Pienso que muchas de estas objeciones pueden ser exageradas y usando la imaginación, podría haber formas de construir un prestamista de última instancia internacional significativo. La reciente iniciativa del Presidente Clinton y la propuesta del FMI establecen una Línea de Crédito Contingente, y el apoyo de Stanley Fisher a algún rol del FMI como prestamista de ultima instancia, me lleva a ser moderadamente optimista con respecto al avance en esa dirección. Si este fuera el caso, es decir si hay LOLR efectivo (lender of last resort) - prestamista de ultima instancia internacional - con condicionalidad ex ante, mas que atenerse a líneas de crédito ex post para ayudar en la resolución de crisis, entonces podemos ser optimistas que aun los pequeños países pueden aspirar a tener su propio dinero fiduciario, es decir un tipo de cambio flotante vis a vis con todas las monedas del mundo, junto con una cuenta de capital abierta. Ciertamente no es tarea fácil, pero tampoco deberíamos exagerar las dificultades. Uniones monetarias... La segunda alternativa es un giro de 180 grados de esta muy reciente visión que cada país debería mantener su propia moneda. Como dijo John Stuart Mill (en sus Principios de Economía Política) en 1894, es decir solo 70 años después de David Ricardo, “... todavía existe mucho de barbarismo en las transacciones de las naciones más civilizadas, ya que casi todos los países independientes eligen afirmar su nacionalidad teniendo, para su propia inconveniencia y la de sus vecinos, cada uno su propia moneda característica.” ¿Por qué sostener ese mundo bárbaro? Después de todo, el crecimiento del comercio en bienes y capital que caracterizó el período patrón-oro, y el crecimiento del comercio en bienes era tan grande en el período de Bretton Woods como lo es hoy. No estoy proponiendo un movimiento hacia sólo una moneda, básicamente porque pienso que es demasiado pronto para tal idea, pero no me sorprendería que en los próximos diez o veinte años veamos una reducción significativa en el numero de monedas. Esto puede tomar algún tiempo, ya que observo una confusión, que cada país se siente obligado a producir servicios de dinero sin pensar si esto tiene o no una ventaja competitiva. Aceptamos la idea que quizás no a todos los países les interese producir automóviles o aparatos de TV y que seria más conveniente importar estos bienes de productores mas eficientes. ¿Por qué no deberíamos importar dinero del productor más eficiente? ¿Por qué no deberíamos aplicar la misma lógica con el dinero? Algunos de los costos de las Uniones monetarias... Uno de los temas que complica el debate es la cuestión de la soberanía, y el concepto que el dinero es una expresión de la misma. Sin embargo, creo que la soberanía consiste en usar tan efectivamente como sea posible los instrumentos de política que un país tiene para alcanzar sus objetivos nacionales. No teniendo su propia moneda, y por lo tanto no teniendo la posibilidad de usar una política monetaria como instrumento anticíclico, es entonces solo una pérdida de soberanía si se piensa que la política monetaria podría actuar anticíclicamente. Un reciente trabajo de Hausmann et al. muestra que esta conclusión es válida para Latinoamérica. La experiencia argentina ha demostrado que la política monetaria es más pro que anticiclica. Aún si reconocemos que los costos pueden ser más importantes para algunos BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 165 países que han tenido más habilidad para desarrollar suficiente credibilidad en su propia moneda, no queda claro que estos costos prevalezcan sobre los beneficios que resultan de tener una política monetaria creíble. La experiencia argentina.... En mi opinión, si un país emergente adoptase una reserva de divisas altamente creíble como su propia unidad de cuenta y vehículo de transacción, entonces pienso que tendría un impacto enorme en el país involucrado. En este punto es útil referirse específicamente al caso de Argentina durante el así llamado periodo de Convertibilidad, es decir, desde el comienzo de la política de caja de conversión en 1991. Esta política fijo la moneda argentina al dólar por Ley y la política fue apoyada por un sistema de caja de conversión, lo cual implica que la política monetaria está completamente subordinada al objetivo cambiario. En efecto, hemos importado la política monetaria mayorista de los Estados Unidos. Nuestra experiencia ha sido que este sistema ha beneficiado a Argentina en gran escala. Aunque queda claro que Argentina y los Estados Unidos no forman un área monetaria óptima y que los grandes shocks asimétricos han afectado a este país desde distintos puntos, y a pesar de una recesión del 4% en 1995, Argentina ha crecido a una tasa anual promedio del 6,1% en los últimos ocho años. Además esta política tiene mucho más apoyo político hoy en día que cuando fue introducida en marzo de 1991. Esto se debe a que la política ha generado estabilidad financiera y baja inflación y ha creado un medio propicio para la inversión rentable y, por lo tanto, para el crecimiento. En mi opinión, para un país como Argentina, es mucho más importante crear tal medio que cualquier afinación que uno podría hacer a través de una política monetaria anticiclica. Efectivamente, por mucho tiempo he sospechado (y los resultados de Hausmann et al. presentados anteriormente, hoy confirman dicha sospecha) que la política monetaria ha sido en gran medida pro mas que contra cíclica en la región. Sin embargo, uno se puede preguntar: Si la convertibilidad ha sido tan exitosa, ¿por qué no querríamos dar un paso hacia una unión monetaria total? La respuesta es que, a pesar de que Argentina se ha beneficiado con la convertibilidad, se ve claramente en los spreads de mercado que el régimen no ha ganado total credibilidad. Quizás, como el sistema fue implementado unilateralmente existe todavía la duda de que éste pudiera también cambiar de la misma manera. En contraste, una unión monetaria u otro tipo de acuerdo monetario internacional, obviamente incluyendo a la unión monetaria total representada por un acuerdo como es el EMU, son más difíciles de cambiar unilateralmente. Entrar en tal acuerdo podría significar eliminar el riesgo de devaluación “de un plumazo”. En nuestra experiencia esto reduciría considerablemente el riesgo de default. Nuestro análisis es que el riesgo monetario y de default están altamente correlacionados, lo cual es lógico. Es imposible pensar en una devaluación en Argentina, pero si alguien considerara que existiese la posibilidad, también podría presumiblemente pensar que una devaluación, dada la estructura de pasivos tanto en el sector gubernamental como financiero, incrementarían en gran medida la probabilidad de default. Por eso, una reducción en el riesgo de devaluación percibido a nuestro modo de ver, también reduciría significativamente las probabilidades de default. La ganancia de una unión monetaria sobre la Convertibilidad para Argentina consistiría entonces en una brusca caída en el riesgo-país percibido con la correspondiente baja en las tasas de interés. Aceptamos que la política monetaria puede diferir de otros campos de la política económica, ya que este es un campo donde, sí importa la historia. Esto es debido a que la política monetaria depende de las expectativas y éstas, a su vez, dependen de la experiencia. Sin embargo, considero que la experiencia argentina con el sistema de caja de conversión también podría ser útil para otros países que están considerando cómo tratar BCRA 166 Principales discursos del Presidente del BCRA con una movilidad de capital tan enorme. Nuestra experiencia nos demuestra que el hecho de que dos o más países no formen actualmente un Área Monetaria Optima, no significa que no pueda ser ventajoso el fijar tipos de cambios irreversiblemente. Primero, creemos firmemente que hay una significativa cuota de endogeneidad en muchas de las condiciones del Área Monetaria Optima, y hemos visto como Argentina ha podido enfrentar grandes shocks, tanto reales como financieros, sin tener un impacto significativo sobre la tasa de crecimiento. Segundo, el beneficio de eliminar el riesgo de devaluación puede por demás, compensar todos los otros costos. En efecto, podría argumentarse que un país emergente que ha eliminado el riesgo cambiario, puede tener más flexibilidad para responder a un shock adverso que aquel que pretende mantener una política monetaria independiente. Conclusiones... Permítanme concluir estos breves comentarios dando una visión realista del futuro. Supongan que no vemos un real progreso en establecer un prestamista de última instancia internacional (y muchos ven los problemas como insuperables). Entonces veo países enfrentando una difícil elección, a saber, deben tanto unirse a una unión monetaria o introducir controles sobre los flujos de capital. Los países que están en posición de acoplarse a una unión monetaria, probablemente lo encuentren económicamente beneficioso, y si la política no se interpone, entonces el futuro puede incluir muy pocas monedas en el mundo. Sin embargo, los países que no pueden acoplarse a una unión monetaria pueden encontrar que es demasiado peligroso mantener la cuenta de capital. Como he recalcado, aún con los mejores fundamentals en el mundo, los mercados pueden perfectamente iniciar en forma racional una fuga de capitales enorme, la cual aun si dura sólo un periodo limitado hasta que los mercados se diferencien “correctamente”, puede ser muy costoso. El precio de mantener la cuenta de capital abierta en esos países puede ser demasiado alto y, tarde o temprano, muchos pueden decidir cerrarse significativamente al capital extranjero. Pienso que debemos, lo antes posible, enfrentar la incomoda realidad de la volatilidad, el efecto contagio y la marcada oscilación en los movimientos de capital, y no huir de algunas decisiones muy difíciles que debemos tomar. Se está logrando un marcado progreso, pero si deseamos que el mundo tenga una economía verdaderamente global y que coseche los beneficios del comercio global, tanto en capital como en bienes, necesitamos avanzar realmente en el tema crítico de fortalecer las instituciones financieras y de establecer un prestamista de última instancia efectivo. Damas y caballeros, muchas gracias por su tiempo y paciencia. Ver Lanteri, L. (1998) Contribución de la productividad total de los factores al crecimiento del producto, en la Argentina y en los países recientemente industrializados del este de Asia: Podría pensarse como un milagro del crecimiento económico argentino?” Publicación dcl BCRA N° 6 sep. 1998. Powell, A. (1999 ) “Sobre Requisitos de Liquidez, Controles de Capital y Gestión de Riesgo “ mineo BCRA. Preparado para la Conferencia del Banco Mundial / FMI / OCDE sobro Flujos de Capital abril 15 /16 Washington DC BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 167 Profundización de la convertibilidad: Dolarización de jure Reunión de Presidentes de Bancos Centrales del Continente Americano Santiago de Chile, 11 y 12 de mayo de 1999 1. Introducción En este trabajo nos proponemos analizar algunos de los problemas de la economía argentina, en particular aquellos que tienen que ve con su moneda. Sostendremos la tesis de que, pese a los enormes éxitos de la convertibilidad, tanto en los resultados económicos inmediatos como de los profundos cambios culturales que ha introducido, subsisten algunos problemas que podrían ser corregidos mediante la profundización del esquema de convertibilidad vía la dolarización de jure de la economía argentina, en el marco de un acuerdo bilateral con Estados Unidos que asegure un tratamiento del señoreaje de la creación de dinero fiscalmente neutro para ambos países, y una línea de crédito contingente por un monto equivalente al valor presente del señoreaje. 2. Beneficios de la Convertibilidad La experiencia de la Convertibilidad ha sido una de las más exitosas de la historia económica contemporánea. Distintos indicadores macroeconómicos dan muestra de ello, pero sólo mencionaremos tres: la tasa de cambio se ha mantenido constante en un peso igual a un dólar desde marzo 1991, la inflación durante los últimos tres años ha sido 0.3% anual un séptimo de la inflación norteamericana; mientras que la tasa de crecimiento anual del producto ha sido 6% , contra un crecimiento de 3.8% en los Estados Unidos. Sin embargo, vale la pena destacar que la convertibilidad ha sido exitosa no sólo en términos de los valores alcanzados de las principales variables económicas, sino también por haber posibilitado la creación de nuevas instituciones que permiten asegurar el crecimiento sostenido de la economía argentina en el futuro, sobre la base de un mayor y mejor aprovechamiento de sus recursos naturales y de su fuerza laboral. Entre las instituciones más importantes que se han desarrollado, podemos mencionar: (a) (b) (c) la creación de una nueva cultura fiscal; la creación de una cultura de la productividad; y una flexibilidad de precios tal que permite prescindir del tipo de cambio como herramienta de ajuste a los shocks externos. a. Cultura fiscal Hasta la década de los noventa el debate económico en Argentina no tomaba en cuenta la restricción presupuestaria. Esa restricción, tan presente en la economía familiar, parecía no operar a nivel de la economía nacional y la discusión política suponía que todo nivel de gasto era financiable, ya sea con recursos fiscales o con los provenientes de la emisión monetaria. En el debate político actual es inconcebible plantear un aumento del gasto público sin especificar exactamente como se ha de financiar. El resultado de esta nueva cultura BCRA 168 Principales discursos del Presidente del BCRA presupuestaria ha sido un déficit fiscal que se ha reducido sistemáticamente y que está totalmente bajo control, en ordenes de magnitud del 1% del PIB. (Nótese que esta cifra incluye el impacto proveniente dc la reforma de la previsión social, que es de similar orden de magnitud). b. Cultura de la productividad Tan importante como el desarrollo de una nueva cultura fiscal es el desarrollo de una cultura de la productividad por parte de las empresas. La estabilidad de precios, conjuntamente con la apertura de la economía al comercio internacional de bienes y capitales, son probablemente los instrumentos más poderoso que puede utilizar una economía para promover la productividad. No sólo porque las señales de precios dejan de estar distorsionadas por la incertidumbre sobre la inflación o sobre los valores de aranceles y retenciones, sino porque el abandono del tipo de cambio como herramienta de ajuste implicó dejar en el pasado la Argentina inflacionaria en la que las devaluaciones eran promovidas por quienes tenían deuda en pesos: el estado y las empresas. Este mecanismo les permitía licuar esas deudas. Este mecanismo les permitía a costa de los ahorros de los consumidores. No es llamativo pues que este sistema imperante destruyera el sistema financiero, pasando los depósitos de representar cerca del 40% del PIB en los años 50’s a sólo el 5% del PIB en 1991. Eliminar la posibilidad de la devaluación hace que las empresas deban destinar prioritariamente sus recursos a incrementar su productividad para ser competitivas, no sólo frente a otras empresas nacionales sino también frente a la competencia internacional. El cambio hacia una cultura empresaria en la que la preocupación central es la productividad ha sido uno de los grandes logros de la convertibilidad, un cambio cultural que permite asegurar el crecimiento sostenido de la economía y el mantenimiento de la paridad cambiaria con un país como los Estados Unidos, que tienen un alto crecimiento de la productividad c. Ausencia de política monetaria propia Otro hecho destacado de este período es la ausencia de una política monetaria propia; hemos adoptado la de los Estados Unidos, y hemos tenido un éxito considerable en lograr la estabilidad de precios y el crecimiento sostenido del producto bruto. Para quienes argumentan que, en función de la teoría de las Áreas Monetarias Optimas (AMO), Argentina no cumple con las condiciones necesarias para integrar una AMO con Estados Unidos, la realidad debería servirles de suficiente evidencia e imponerse. Llevamos ocho años sin política monetaria, y no ha sido este un periodo en el que no hayan existido shocks reales o financieros que hayan permitido testear la posibilidad de operar sin una política monetaria propia. Por el contrario, han ocurrido shocks muy severos que no han tenido un impacto significativo sobre la economía argentina. Durante estos años hemos estado sujetos a fuertes shocks reales, tales como cambios en los términos de intercambio, en los precios de nuestra moneda vis a vis la de algunos de nuestros principales socios comerciales (Brasil, Europa, Asia), en el nivel de actividad de Brasil (que de recesión ha pasado a expansión y vuelta a recesión), para citar sólo los más importantes; así como a shocks financieros como los provenientes de la devaluación mexicana (diciembre 1994), la devaluación de Tailandia (julio 1997), el ataque especulativo sobre Hong Kong y la devaluación Coreana (octubre 1997), la devaluación y default ruso (agosto 1998) y la devaluación brasilera (enero 1999). BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 169 Los shocks reales, contrariamente a lo que postularía la teoría de Áreas Monetarias Optimas, no han tenido mayor impacto sobre la tasa de crecimiento argentina; algunos de los shocks financieros, en particular el mexicano y el ruso si han afectado la tasa de crecimiento. 3. Algunos problemas de la Convertibilidad Reconocidos los méritos de la convertibilidad, analizaremos ahora los problemas que aún presenta. Debemos reconocer que no todos los problemas que enfrenta la economía argentina están originados en el régimen de convertibilidad, sino que hay otras áreas en las que continuar con los avances realizados puede contribuir a atenuar la vulnerabilidad externa de la economía argentina. Nos referimos, en particular, a los esfuerzos realizados por consolidar la cultura fiscal en una ley de convertibilidad fiscal, la mejora en la legislación laboral promovida por el Poder Ejecutivo, una mayor apertura externa y la profundización de las reformas de segunda generación. La Dolarización de facto Argentina posee hoy una moneda muy particular, pues de las tres funciones básicas de una moneda: medio de cambio, unidad de cuenta, y reserva de valor, la moneda argentina cumple con las dos primeras, pero no es una reserva de valor en el largo plazo. Esto se comprueba analizando los contratos a mediano y largo plazo que -en su mayoría- están denominados en dólares. Esto es así aún pese a su pleno respaldo en la moneda americana. De ello nos vemos forzados a concluir que no existe una confianza plena en que este esquema se mantendrá en el tiempo, y que por ello no puede ser en el largo plazo una reserva de valor. Esto de ninguna manera significa que se haya fracasado en proveer una moneda estable con la cual efectuar transacciones (recordemos que la inflación en Argentina para los últimos tres años es un séptimo de la de los Estados Unidos), sino que no hay plena confianza en el mantenimiento del régimen de convertibilidad, debido fundamentalmente a la pobre historia monetaria argentina. Esta ausencia de moneda (como unidad de reserva) en el largo plazo, fenómeno común a la totalidad de los países emergentes, es la que da lugar al problema de los dos descalces, que tiene consecuencias financieras muy negativas. Dado que no existe credibilidad en la moneda nacional en el largo plazo, las empresas y el gobierno enfrentan la disyuntiva de financiar sus proyectos de inversión en moneda local, pero a corto plazo, o hacerlo a largo plazo en moneda extranjera. En consecuencia, o asumen el riesgo de descalce de plazo (deuda de corto plazo en moneda nacional financiando proyectos de inversión de largo plazo), o bien el riesgo de moneda (deuda de largo plazo, pero en moneda extranjera, y por lo tanto sujeta al riesgo de cambio). La ausencia de una moneda nacional que juegue el rol de reserva de valor en el largo plazo lleva necesariamente a estos problemas Este elevado grado de dolarización de facto introduce un elemento de riesgo sustancial en la medida que se generen expectativas de cambio en el régimen de convertibilidad, lo que introduce una vulnerabilidad que determina que la tasa de interés interna no converja hacia la internacional, manteniendo un diferencial exageradamente alto, no acorde al resto de las variables macroeconómicas, y que es sumamente variable en función de las distintas crisis financieras. BCRA 170 Principales discursos del Presidente del BCRA 4. Las alternativas Si coincidimos con el diagnóstico, Argentina enfrenta dos alternativas: a. continuar con la convertibilidad; o b. profundizar la convertibilidad, vía la dolarización de jure. Obviamente, existe una tercer alternativa: abandonar la convertibilidad y dejar que el tipo de cambio se fije libremente en el mercado, y por lo tanto volver a tener una política monetaria propia. Creemos que nadie propicia esta alternativa en este momento, por estar demasiado reciente el pasado hiperinflacionario. Analicemos los costos y beneficios de la primera alternativa, esto es de mantener el actual régimen de convertibilidad. A medida que la nueva historia reemplace a la historia vieja es de esperar que aumente la credibilidad en el esquema de convertibilidad y por lo tanto, que se produzca la convergencia de tasas de interés. Sin embargo, esto va a llevar un tiempo y durante ese tiempo la tasa de interés será no sólo más alta, sino también más volátil que la internacional. Por lo tanto el costo de mantener el esquema de convertibilidad es tener una tasa de interés interna más alta y más volátil, con su consecuente efecto sobre el costo fiscal de la deuda publica, y su efecto sobre la inversión privada. Ambos efectos redundarán en una disminución de la tasa de crecimiento de la economía, del nivel de empleo y del salario real. Esos son los costos de mantener la convertibilidad. Pueden ser mayores o menores dependiendo de cuán rápido se implementen las reformas pendientes; de cual es el contexto financiero internacional; y de cuál es la tasa de descuento que aplicamos a estos costos. La pregunta es si los beneficios de no profundizar la convertibilidad justifican estos costos. ¿Cuáles son los beneficios que obtendríamos de persistir en esta política? El mayor beneficio seria consolidar una moneda propia, lo que significa la posibilidad de poder hacer política monetaria, a partir de abandonar la convertibilidad. O sea que el beneficio de mantener la convertibilidad a ultranza es poder, en el futuro, abandonar la convertibilidad!. Vaya paradoja!. No creemos que para un país pequeño, altamente integrado al mercado de capitales, con una economía bimonetaria el beneficio de tener una política monetaria independiente sea tan importante como para compensar los costos que se deben pagar para obtenerlo. En resumen, mantener la convertibilidad es equivalente a comprar una opción sobre una política monetaria independiente. El precio de la opción son los costos derivados de mayores tasas de interés, y mas volátiles, durante el periodo de convergencia; el beneficio, obtener la política monetaria independiente. No nos parece una inversión aconsejable. 5. Dolarización de jure La alternativa es la dolarización de jure de la economía, y decimos de jure, porque, como hemos visto, existe de facto un elevado nivel de dolarización de la economía. Dolarización es un concepto que, como globalización, quiere decir distintas cosas para BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 171 distintas personas, pues no tiene una definición precisa. En este trabajo, supondremos una dolarización bajo las siguientes condiciones: (1) (2) (3) (4) Argentina le da curso legal al dólar estadounidense; se suscribe un acuerdo bilateral con los Estados Unidos; el acuerdo sobre señoreaje no tiene incidencia fiscal sobre ninguno de los dos países; a partir de utilizar el flujo de señoreaje como colateral, Argentina obtiene una línea de crédito contingente por un monto equivalente al valor presente del flujo de señoreaje (una cifra del orden de los $ 15.000 millones). Esta dolarización tiene varias características que deben destacarse. En primer lugar, se trata de un acuerdo bilateral con los Estados Unidos, el que si bien se puede denunciar, es más difícil de modificar que el régimen de convertibilidad, que es una decisión de política unilateral. El hecho de que se adopte el dólar en el contexto de un tratado internacional elimina el riesgo cambiario, por definición al eliminar la moneda nacional. La eliminación de este riesgo tendrá un impacto significativo sobre el riesgo de default de Argentina, ya que se elimina el descalce de moneda, y por otra parte, la utilización de una moneda de reserva permite eliminar también el descalce de plazo, pues se generará un mercado genuino de crédito a largo plazo. La caída en la tasa de interés, y en su volatilidad tiene varios impactos: (1) (2) (3) impacto directo sobre la deuda pública. La deuda pública argentina asciende al 33% del PIB, por lo que una reducción de 3% en la tasa de interés a la que se endeuda el gobierno daría lugar a un beneficio fiscal del orden del 1% del PIB; la menor tasa de interés tendría un impacto significativo sobre los niveles de inversión, y por ende de ganancia de productividad, salario real y crecimiento; y un sistema financiero substancialmente más grande y con mayor crédito. Esto en función de que la menor volatilidad de tasas de interés podría estar acompañada de un menor requisito de capital y, por otra parte, la existencia de una línea de crédito contingente de $ 15.000 millones (20% de los depósitos) permitiría reducir los requisitos de liquidez que hoy debe soportar el sistema financiero argentino. 6. Conclusión De lo expuesto se deduce que Argentina tiene mucho por ganar reconociendo la dolarización de facto existente en la economía argentina vía una dolarización de jure. Repensando el Sistema Monetario Internacional BCRA 172 Principales discursos del Presidente del BCRA Conferencia de la Reserva Federal del Banco de Boston 7 al 9 de junio de 1999 Cape Cod Introducción Ante todo permítanme agradecer a los organizadores de esta conferencia, no sólo por permitirme participar de este excelente evento, sino también por darme la última palabra. Es ciertamente para mi un gran honor, pero también en extremo atemorizante, haber sido convocado para dar la última presentación en una sesión que fue diseñada como resumen de una conferencia cuyo título es Repensando el Sistema Monetario Internacional. Es en especial atemorizante por tan distinguido grupo de conferenciantes y por los excelentes trabajos que fueron presentados! Y es especialmente un honor para un miembro del Banco Central de Argentina, que estoy al tanto por muchos de ustedes, debe ser tan lejos como llegar desde Cape Cod o sus respectivos hogares. ¿Qué anduvo mal? Comenzare mis comentarios con una premisa obvia. La necesidad de “repensar” el sistema monetario internacional claramente implica que algo anda mal. A lo largo de esta conferencia ha estado implícito que, efectivamente, algo no anda bien y, sea lo que sea, ha sido la causa principal de la serie de crisis financieras que hemos visto comenzar en Tailandia en julio de 1997, propagándose hacia otros países de Asia, Rusia y finalmente a Latinoamérica vía Brasil. Sin embargo, hay claramente similitudes entre esta serie de crisis y aquella que afectó a Méjico en 1994 / 5 y a otros países emergentes. Entonces la pregunta es ¿qué anduvo mal? El centro de la sesión anterior a esta fue “policy making” y los intentos de limitar el peligro para otros, siendo el supuesto que haya muy claros y fundamentales errores de política. Sesiones anteriores estuvieron centradas en los peligros de flujos de capital, la elección de un régimen cambiario y la necesidad de un prestamista de última instancia internacional. Entonces la pregunta es, ¿Qué es lo que se necesita repensar de la actual arquitectura financiera internacional? ¿qué es lo que es inconsistente y qué causó, o por lo menos no evitó, estas crisis? ¿Tiene la globalización realmente la culpa o es un chivo expiatorio? Muchos comentaristas políticos han sugerido que la globalización tiene la culpa de las crisis recientes. De acuerdo con este argumento, nuestro mundo más interconectado puede haber generado recompensas pero también nuevos riesgos, y, estos últimos, no han sido contenidos. No obstante, pienso que es útil dar una perspectiva histórica a este tema ya que no es muy claro el hecho de que estemos ahora en un mundo más “globalizado” de lo que era en periodos anteriores, en particular al comienzo del siglo. La Perspectiva Económica Mundial del FMI sugería que la movilidad de capital era más alta en el periodo 1870-1914 (el periodo patrón-oro) que en los noventa como fue medido por un promedio de valores absolutos de déficit de cuenta corriente de países exportadores e importadores lideres. La financiación extranjera era más importante para la inversión en ese entonces que hoy en día, comparando una serie de importantes importadores de capital de ese momento con los de hoy, y quizás, más sorprendente aún, la cartera de inversión era más importante en ese BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 173 período que actualmente, como porcentaje de la afluencia de capitales totales por parte de esos importadores. Por lo tanto, deberíamos buscar otras diferencias entre la arquitectura financiera internacional y quizás encontremos otros factores que podrían estar detrás de los problemas actuales. Una diferencia muy importante era la diferencia en los acuerdos monetarios. Muchos parecen considerar la actual forma de acuerdos monetarios para los países emergentes como la única serie de acuerdos posibles y se olvidan que existían otros sistemas en períodos anteriores. Una invención reciente: el dinero fiduciario En realidad, nos hemos acostumbrado tanto al uso del dinero fiduciario que a veces no captamos la idea que éste es una innovación reciente, tan reciente como los automóviles o aeroplanos y no mucho más vieja que la invención de las computadoras, la TV color o Internet. Describirle a un niño de 8 años el mundo antes de la invención de la TV es una tarea difícil, básicamente porque para alguien que da algo por sentado es muy difícil concebir que pueda haber un curso alternativo de la historia. Este mismo problema existe en el caso del dinero fiduciario. La mayoría de la gente asume como “natural” el tener al menos uno por país, y (avanzando un poco más) que este dinero fiduciario deba producirse por un estado unificado; aun puede considerarse como alta traición el abrigar la idea de entregar el poder de emitir dinero. Empleando nuevamente la analogía con la TV; queda claro que cada país quiera usar los beneficios de esta invención, pero no está tan claro que cada país necesite producir aparatos de TV y está aún menos claro, que una compañía estatal deba ser creada para producirlos. La cuestión no es si usar los televisores o no, sino quien puede producirlos al mejor precio. Hemos visto que como esta idea ha ganado aceptación, el número de productores en muchas industrias ha bajado y en muchos sectores, sólo unas pocas compañías tienen la tecnología y capacidades de innovación para mantener su posición en el mercado. Una creciente concentración, tanto dentro de los países y a nivel internacional, ha sido el resultado de las economías de escala significativas en Investigación y Desarrollo, producción, distribución y marketing junto con una actitud más favorable hacia el libre mercado. Pasando al caso del dinero, algo similar está ocurriendo aunque, por supuesto, hay diferencias. La producción de dinero fiduciario primero por parte de bancos privados y luego por estados nacionales, ha llevado a pensar que este es el modo natural de obtener beneficios del uso del dinero. Sin embargo, como lo prueba la historia económica reciente, no es en absoluto necesaria una moneda nacional distintiva para cada país. Por un lado, el hecho que la producción de dinero genera un beneficio potencialmente tan grande, y que este podría ser asignado por el estado, ( a través del señoreaje ) a menudo induce a la tentación de hacer mal uso del poder para imprimir dinero y esto, a su vez, ha llevado a un muy bajo uso de esta invención. Por otro lado un nuevo problema ha surgido recientemente, ya que el mundo ha incrementado su apertura a movimientos de capital. Aún para aquellos países que siguen políticas monetarias razonables, se ha vuelto más difícil competir en la producción de dinero sin tener que pagar el alto costo de enfrentar shocks externos desestabilizadores. Una inconsistencia fundamental: Flujos de capital, “monedas emergentes” y BCRA 174 Principales discursos del Presidente del BCRA ningún prestamista de última instancia internacional La posición que quisiera defender aquí es que hay una inconsistencia fundamental en la existencia simultánea de 1) flujos de capital internacional importantes, 2) una política monetaria nacional independiente y una falta de confianza en las monedas emergentes y 3) la ausencia de un prestamista de última instancia internacional significativo. Richard Cooper, en el interesante y sensato trabajo que preparó para esta conferencia, también nos alerta de una inconsistencia similar. El cita como inconsistentes a los tipos de cambio flotantes, a la política monetaria independiente y al libre movimiento de capitales. Pienso que quizás aquí no habría inconsistencia si tuviésemos un prestamista de ultima instancia internacional significativo. Pero como no estoy absolutamente seguro y, por lo tanto, aparece el “quizás” , pienso que estamos esencialmente de acuerdo. Sin embargo, si tengo una forma levemente distinta de explicar por qué este triangulo de políticas puede ser inconsistente, la cual deseo elaborar aquí y entonces repasaré cuáles de estos aspectos queríamos “repensar”. Casi por definición los países emergentes están escasos de capital. Las tasas de rentabilidad sobre el capital deberían ser mucho más altas que las de sus contrapartes “países emergidos”. Esta es la fuerza impulsora de los flujos de capital. Como ya he mencionado, durante el patrón-oro, los movimientos de capital eran aún mayores que hoy y estos flujos de capital ayudaron a que países como Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Suecia y , por supuesto, Argentina y otros, experimenten un crecimiento tremendo en este periodo. En efecto, el sistema cambiario fijo asistió a países como Canadá y Nueva Zelanda en la financiaci6n de 1/3 de su inversión domestica y 1/4 de la inversión en Australia y Suecia. En contraste, durante los noventa, la inversión extranjera financió cerca del 10% de un promedio de la inversión de un importador de capital de un país emergente. En mi opinión esto está relacionado al hecho que, casi por definición, los países emergentes no tienen monedas internacionalmente aceptadas. Efectivamente, la mayoría de los inversores se refieren a las monedas de países emergentes con grandes sospechas. Riesgo cambiario o riesgo de liquidez: la elección del Diablo. Esto implica que cuando los inversores internacionales y los prestatarios de países emergentes se comprometen por contrato, enfrentan una elección. Por un lado, ellos pueden elegir comprometerse en su moneda domestica, en cuyo caso los contratos serian a corto plazo. Por otro lado, los países emergentes pueden comprometerse en una moneda de su confianza (por lo general, el dólar estadounidense) con vencimientos más largos. Esto introduce un doble descalce. Esto quiere decir que los flujos de capital implican altos riesgos de liquidez (contratos monetarios domésticos a corto plazo que deben recurrir al roll-over frecuentemente) o, como en el segundo caso, riesgos cambiarios o más probablemente ambos (ya que aún en la financiación en dólares generalmente necesitaran del roll-over para enfrentar los vencimientos de proyectos de inversión). Esto significa que las instituciones de países emergentes, tanto públicas y privadas enfrentaran riesgos de liquidez o riesgos cambiarios o, más probablemente, ambos. Me temo que esto es un hecho y la evidencia es clara. Virtualmente no existe ningún país emergente que pueda financiar su sector público o privado en contratos a largo plazo en moneda nacional. Hemos visto claramente el problema del riesgo de liquidez en el caso de la crisis brasilera y el de riesgo cambiario y de liquidez en BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 175 el caso de Corea. Ahora, durante los buenos tiempos, quizás estos descalces importen menos (aunque pondría el acento en “quizás”). Los prestatarios de países emergentes e inversores privados ven un futuro prometedor y por lo tanto, a pesar de los descalces de liquidez y cambiarios que están presentes, están dispuestos a financiar proyectos a más largo plazo asumiendo que ellos y otros inversores estarán dispuestos a hacer un roll-over cuando llegue el momento. En efecto, siempre y cuando todos los inversores hagan un roll-over de sus inversiones monetarias internas a corto plazo, no hay razón para que los inversores se inquieten y no hay necesidad para que el país altere su política cambiaria, entonces los descalces de moneda pueden importar menos también. Sin embargo, es también posible que tales descalces tengan efectos aún en los buenos tiempos y que limiten el alcance de los flujos de capital. Sabemos que tales flujos de capital son limitados ya que todavía, las tasas de rentabilidad sobre el capital en los países emergentes y emergidos no están equiparadas y los inversores “emergidos” tienen un persistente sesgo doméstico. Los flujos de capital, en un primer mejor mundo, podrían ser mucho mayores de lo que en realidad son y es claro que las economías emergentes podrían estar creciendo más rápido y en forma más estable de lo que están, si los flujos de capital fueran mayores y más estables. Todavía, aún el nivel restringido de flujos de capital de hoy, es lo suficientemente marcado para que un gran nivel de liquidez y /o descalce de moneda sea desarrollado. Ahora supongan que las cosas empiecen a ir mal. Esto podría deberse a cualquier causa. Podría ser porque hubo un shock exógeno para exportar precios o podría deberse a un shock interno / endógeno, quizás un sector bancario pobremente dirigido finalmente conduce a un serio problema en el sector financiero, o quizás elecciones venideras presionen a un gobierno en ejercicio a gastar demasiado incrementando así el déficit fiscal. En todo caso, las agencias calificadoras y analistas empiezan entonces a concentrarse en los descalces. Dicen que el país X tiene grandes pasivos pendientes en dólares estadounidenses y dicen que el país X debe hacer un roll-over de $ Y bn de deuda en los seis meses subsiguientes. ¿Qué hacen los inversores privados? Quizás algunos demanden spreads de riesgo más altos, quizás algunos se retiren. Esto significa que cualquiera sea la causa del deterioro original en los fundamentals, ahora las cosas son peores. La reducción en la disponibilidad de fondos externos y los crecientes spreads de riesgo-país inducen a un menor crecimiento económico y quizás a la recesión. Repentinamente, los fundamentals parecen insostenibles. ¿Cómo podría el país X haber desarrollado semejante problema en términos de deuda a corto plazo (descalce de vencimientos) o descalce cambiario dado sus fundamentals, gritan los inversores. Este país está en camino a una crisis y la presión sobre el país aumenta elevando la prima de riesgo-país y presionando al tipo de cambio. Al mismo tiempo, el país que tiene una deuda considerable en moneda extranjera, hará lo mejor para evitar una depreciación cambiaria. Si los descalces de moneda son muy grandes, entonces una devaluación podría empobrecer grandes sectores de la industria privada y también podría ejercer gran presión en los fondos públicos. Por lo tanto, las tasas de interés suben para defender la moneda débil ahora sujeta a gran presión, demorando el crecimiento aún más y empeorando los fundamentals. Todavía la situación puede parecer insostenible y, en efecto, las crecientes tasas de interés sobre un alto stock de deuda BCRA 176 Principales discursos del Presidente del BCRA exacerbaran los problemas de insustentabilidad. Algo debe ceder. Una devaluación o un default o ambos. No se supone que esta historia represente a ningún país en particular, cualquier semejanza con alguna entidad viva o muerta es una mera coincidencia. Además, de ninguna forma estoy culpando a nadie. No estoy diciendo que los analistas o inversores tengan la culpa, ni que la culpa la tengan los especuladores, quienes pueden llegar a predecir la probabilidad de un cambio brusco en el tipo de cambio o spreads del riesgo-país y, por lo tanto, apuestan en consecuencia, haciendo que esto sea aún más probable. Como economista entiendo que, estos actores están simplemente comportándose dados sus respectivos incentivos y dadas “las reglas del juego” que nosotros, como arquitectos internacionales, hemos creado. Además, no quisiera que ustedes interpretasen mis comentarios en términos de que los fundamentals no son importantes. Seria el primero en decir que los fundamentals de un país son de suma importancia para evitar una crisis. Pero en el mundo volátil de los mercados emergentes, los fundamentals cambian por razones tanto endógenas como exógenas, y cuando lo hacen la vulnerabilidad financiera, en términos de descalces de vencimientos o de moneda puede jugar un papel muy importante. Permítanos entonces, analizar el tema de la vulnerabilidad financiera y las formas en las cuales puede ser reducida. Repensando la apertura de cuentas de capital Lo primero es repensar la apertura de cuentas de capital. Esencialmente las propuestas tradicionales aquí equivalen a reducir el desarrollo de los descalces a los cuales me he referido. En otras palabras, poner palos en la rueda. En el limite está claro que si los países no aceptan para nada capital extranjero, tales descalces no pueden desarrollarse y por lo tanto, ninguna crisis ocasionada por tales descalces ocurrir. No obstante, tal política tiene, en mi opinión, altos costos. Como argumentó al comienzo, los países emergentes son importadores de capital naturales y el capital extranjero a hecho un enorme bien en muchos países. En el caso de Argentina, el crecimiento argentino ha sido, en promedio, alrededor del 6 % nominal anual en los últimos ocho años y esto sólo ha sido posible con la ayuda de capital extranjero. Además, el capital extranjero ha traído consigo el know-how y las habilidades que han permitido que Argentina se asegure un tremendo crecimiento en la productividad, el cual un documento del Banco Central, estima que ha sido levemente más alto que el de Singapur en el mismo periodo. Entonces los controles de capital u otras técnicas para reducir la afluencia de capitales parecen no estar resolviendo el problema como planteándolo en primer lugar. He afirmado que un componente muy importante del problema es que los flujos de capital traen aparejados riesgos de liquidez. Un segundo informe del Banco Central de Argentina, muestra, que si este es el caso, entonces los Requisitos de Liquidez son superiores al impuesto a la entrada de capital. Esto es muy fácil de ver. Un impuesto a la entrada de capitales puro, simplemente reduce la cantidad de afluencias. Un requisito de liquidez Ver Lanteri, L. (1998) “Contribución de la productividad total de los factores al crecimiento del producto, en las Argentina y en los países recientemente industrializados del Este de Asia, ¿ Podría pensarse en un milagro del crecimiento económico argentino?” Publicación N° 6 sep.1998. Powell, A. (1999) “On liquidity Requirements, Capital Controls and Risk Managernent” mimeo BCRA Preparado para la conferencia dcl Banco Mundial / FMI / OECD sobre Flujos de Capital abril 15/16 Washington DC. BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 177 “equivalente” también reducirá la cantidad de afluencia de capital pero al mismo tiempo crearía una reserva, la cual podría financiar cualquier afluencia que pudiera ocurrir. Otra forma de decir esto es que si una política de requisitos de liquidez fuera diseñada, lo cual reduciría los riesgos de liquidez en el mismo grado que el impuesto a la fuga de capital, entonces la política de requisitos de liquidez apoyaría una cantidad creciente de afluencias de capital. En Argentina hemos adoptado una política de liquidez explicita en un intento por reducir estos riesgos. Primero, como estoy seguro que ustedes están al tanto, el sistema de caja de conversión se asegura que todas nuestras reservas internacionales cubran la base monetaria en su totalidad. Sin embargo, nuestras reglamentaciones actuales dictan que, además de esto, por cada $1 que entra al sistema financiero, unos 20 centavos deben invertirse en un activo líquido extranjero. Por otra parte, mantenemos una asistencia por iliquidez contingente con unos 14 bancos extranjeros. Juntas, estas políticas de liquidez implican que el Banco Central provee de liquidez de moneda convertible en cerca del 40% de la base de depósito encima de nuestros compromisos legales de caja de conversión. Sin embargo, naturalmente, nuestra idea es que teniendo tal cantidad de liquidez demostrable, la probabilidad de necesitarla alguna vez se ve notablemente reducida. En este punto me gustaría hacer un par de comentarios con respecto al trabajo preparado por Jane Sneldon Little y Giovanni Olivei de la Reserva Federal del Banco de Boston. Primero, permítanme decir que este trabajo contiene una excelente reseña de los temas y una de las mejores discusiones que he visto y quiero felicitar a los autores. Pienso que la discusión sobre controles de capital en la sección titulada “dilemas relacionados con los mercados de capital” es muy equilibrada e instructiva. No obstante , creo que la pregunta que nos estamos haciendo es la equivocada. La cuestión no es necesariamente si los controles de capital son buenos o malos, sino más bien, como el titulo de la sección sugiere, cuales son los tipos de intervenciones que deberíamos considerar. Los controles le capital constituyen sólo una intervención potencial (y dependiendo de cómo estos son aplicados potencialmente, una bastante extrema) pero hay otras políticas tales como asegurarse un alto grado de liquidez, la gestión activa de activos y pasivos y otras herramientas prudenciales que pueden ser más apropiadas si los riesgos son esencialmente de liquidez. El excelente trabajo de Sebastián Edwards es también una contribución muy útil y provee de una reseña fascinante del caso chileno. Pienso que el trabajo de Sebastián también subraya lo que yo estoy recalcando aquí. Hay una completa gama de intervenciones potenciales de mercado de capital que pueden servir a distintos objetivos. El sistema chileno fue desarrollado en el contexto de las características de la economía chilena y la arquitectura institucional de ese país. La pregunta si el sistema chileno convendría a otros países no es realmente la pregunta que nos deberíamos estar haciendo. La pregunta debería ser, dado el espectro total de intervenciones potenciales disponibles, cuál es apropiada dados los tipos de riesgo que creemos estar afrontando, los objetivos que tenemos en mente y las características institucionales y otras del país involucrado. Repensando el prestamista de última instancia internacional Sneddon Little, J.Y.G. Olivei “¿Por qué el interés en la reforma?” Publicación preparada para la 43° Conferencia Económica de la Reserva Federal del Banco de Boston, Cape Cod, junio 7 / 9 1999. Edwards, S. “Flujos de capitales extranjeros : ¿necesitan ser corregidas las reglas del juego?’’ Trabajo preparado para la 43° Conferencia de la Reserva Federal de Banco de Boston, Cape Cod junio 7 / 9 1999. BCRA 178 Principales discursos del Presidente del BCRA Aunque en la discusión arriba mencionada, he argumentado que el riesgo de liquidez es crucial y que en Argentina hemos desarrollado una fuerte política de liquidez, así como fuertes fundamentals económicos más generalmente, por desgracia me veo forzado a concluir, luego de eventos recientes, que esto podría no ser suficiente. Por eso, a pesar de estos fuertes fundamentals y su política de liquidez fuerte, Argentina no ha escapado de los efectos de la crisis financiera de países emergentes de los últimos 2 años. Podría argumentar que esto se ha debido principalmente a los efectos contagio en el mercado financiero. Quizás el caso más claro de contagio puro provino del ataque especulativo sobre la caja de conversión de Hong Kong en octubre de 1997. Argentina no tiene un comercio importante con Hong Kong y claramente, la estructura política y económica de Argentina es extremadamente diferente a la del Área Económica Especial de Hong Kong. Se podría argumentar que lo único que Argentina tiene en común con Hong Kong es el sistema de caja de conversión. Y aún aquí existen diferencias en como las cajas de conversión funcionan en realidad. Aún así, a los ojos de los inversores estamos claramente conectados y el ataque especulativo sobre Hong Kong genero un pico marcado en los spreads de riesgo argentino. Además, y mucho más seriamente, el contagio financiero apareció luego de la moratoria rusa de la deuda, lo que indujo a un prolongado aumento en el riesgo país, y en un periodo en el cual el gobierno argentino y el sector privado no tenían acceso al capital internacional. Una vez más los lazos entre Argentina y Rusia son absolutamente imperceptibles. En esencia el único factor común es que nuestra deuda se comercia en los mismos mercados. Estos ejemplos de contagio financiero conducen a los economistas financieros hacia un territorio difícil. A los economistas les gustaría encontrar explicaciones racionales para esta conducta. Quizás las más atractivas con respecto a esto; sean las teorías de equilibrio múltiple como propuso Guillermo Calvo y otros que, a su vez, reflejan las teorías de tendencias bancarias propuestas por Diamond y Dybvig en su original articulo. En efecto la analogía con los bancos es buena, la cual retoma los descalces. Los países son como los bancos en la medida en que tienen activos a largo plazo (por ejemplo: Los gobiernos tienen el valor presente de ganancias fiscales futuras ) pero pasivos a más corto plazo. Entonces hay un riesgo de roll-over y la posibilidad de equilibrio múltiple. Una vez más, como en el caso de los bancos, la solución a esto es, en teoría, un prestamista de última instancia. En otras palabras, un cuerpo que pueda suministrar liquidez de emergencia en el caso de un país que entra a un “ equilibrio pobre” por contagio u otras razones. En cierta medida, la reciente aprobación de la Línea de Crédito Contingente del FMI, es un paso para satisfacer esta demanda. Argentina ha estado apoyando esta iniciativa política desde hace algún tiempo. Nuestra opinión es que tal facilidad debe ser estrictamente preventiva en intención y acción, que el criterio de elegibilidad debería ser estricto y Ver Gavin y Powcil (1997) “Sobre los prestamistas de última instancia nacionales e internacionales:” Ambigüedad constructiva” y “Cheap Talk “; y Gavin y Powell (1998) “Provisión pública versus provisión privada de asistencia de prestamista de última instancia internacional” quienes argumentan el caso a favor de un prestamista de última instancia internacional pero también sugieren que el sector privado podría ser aún superior al sector oficial en la provisión de ese servicio. Ver Fischer, S, ( 1999 ) “Sobre la necesidad de un prestamista de última instancia internacional” , versión revisada del trabajo preparado para AEA / AFA para una discusión general sobre el rol del FMI como prestamista de última instancia. En este trabajo Fischer declara que considerando el crecimiento de la producción mundial, el FMI necesitaría ser tres veces más grande para mantener su tamaño de 1945, cinco veces más grande si la formula de cuota original fuera aplicada hoy en día, y nueve veces más grande si su tamaño fuera mantenido relativos a los volúmenes de comercio mundial (es decir: U$S 2,5 trillones) y aún mayor relativo al capital. BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 179 transparente y que la activación de la línea debería ser tan automática como fuera posible. Además, cuando se desata una crisis financiera, las cantidades relevantes pueden ser realmente muy grandes con tales crisis, reflejando un repentino desequilibrio en los stocks financieros, más que un típico problema de flujo de cuenta corriente. Esto implica que las cantidades comprometidas en el CCL (Contingent Credit Line) necesitan ser realmente significativas. No obstante, queda claro que hay coacciones políticas severas en asegurarse el nivel de tamaño de asistencia incondicional automática que requeriría un prestamista de última instancia genuino en el escenario internacional. Esto necesitaría de una inversión adicional significativa por parte del G7 en las instituciones financieras internacionales y no queda para nada claro, que esto sea políticamente factible en este momento. Repensando los regímenes cambiarios Permítanme pasar a la tercera parte de la presente inconsistencia, a saber, la política monetaria independiente en cada uno de los países emergentes. Como he destacado, la coexistencia de flujos de capital y una moneda para cada uno de los países emergentes conduce en forma inexorable, a la elección del Diablo: riesgo de liquidez o riesgo cambiario. Este hecho realmente no encaja con las “lecciones” tradicionales que muchos afirman haber aprendido de crisis recientes. Muchos han llegado a la conclusión que los países deberían buscar mayor flexibilidad cambiaria. Pero, ¿ qué flexibilidad cambiaria es realmente factible en un mundo donde los países emergentes no pueden pedir prestado con vencimientos razonables en sus propias monedas? De nuevo, hay evidencia de que deberíamos estar considerando esto. Ricardo Hausmann y sus colaboradores en el BID han escrito un trabajo muy interesante que argumenta que la flexibilidad no ha traído ventajas como se anunciaba y que los países con aparente flexibilidad no la han usado (los trabajos de Sneddon Little y Olivei de la Reserva Federal del Banco de Boston preparados por Richard Cooper para esta conferencia, también sugieren esta misma inquietud). Para tomar en cuenta un interesante caso, consideren la posición de Uruguay. Uruguay ha sido alcanzado no sólo por el shock de la recesión brasilera y la devaluación, sino también por la recesión en Argentina y por la caída de los precios de commodities. Para darles algunas cifras, las exportaciones de Uruguay como porcentaje de Producto Bruto Interno son del 14% ( considerablemente más altas que las de Argentina y Brasil) y aproximadamente 50% de esas exportaciones van a Brasil ( 34% ) y Argentina ( 16% ). Si incluimos animales vivos, carnes y otros productos de origen animal como exportación de commodities, cerca del 54 % de las exportaciones son commodities ( aunque la amplia mayoría de éstas también van a Argentina y Brasil). Es claro que Uruguay ha sufrido entonces un tremendo shock real. Sin embargo, a pesar de que Uruguay tiene un régimen cambiario flexible, simplemente no ha usado esa flexibilidad. El tipo de cambio ha bajado en forma leve de 10,5 en julio de 1998 a 11,1 en marzo de 1999. Las tasas de interés, sin embargo, aumentaron significativamente como resultado de la devaluación y moratoria rusa y también un leve aumento (aunque más reducido) en el momento de la devaluación brasilera. Entonces, a pesar de que Uruguay Ver Hausmann, R, M. Regime” mineo. BID. Gavin, C. Fages - Serra y E. Stein (1999) “Financial Turmoil amd the choice of Exchange Rate BCRA 180 Principales discursos del Presidente del BCRA tiene un sistema cambiario flexible, en esencia, Se ha ajustado a estos shocks externos de la misma manera que Argentina. En otras palabras, no ha permitido una depreciación significativa del tipo de cambio sino mas bien, ha sufrido alzas en las tasas de interés (de hecho más pronunciadas que las alzas en Argentina) y una brusca baja en el crecimiento. Además, este fenómeno no se limita a Uruguay. Datos desde Méjico, Chile y aún Perú, por ejemplo, relatan en esencia la misma historia. Los tipos de cambio reales en estos países (usando el tipo de cambio nominal contra el dólar y corregido por el diferencial de tasa de inflación) se han depreciado en un máximo de alrededor del 15% en Perú, 7 % en el caso de Chile, 5% en el caso de Uruguay, casi 5% en el caso de Argentina y el peso mejicano ha subido en términos reales contra el dólar ( todo en el período junio 1997 a abril 1999, promedios mensuales aunque debería observarse que el peso mejicano bajó en algo de 5 % tomando a septiembre de 1998 como final de la muestra y luego subió )! Esto a pesar del hecho que Perú, Méjico y Chile ( aparte de Uruguay y Argentina ) han sido todos alcanzados por shocks reales significativos. Una teoría es que la flexibilidad explícita no ayuda si la flexibilidad real se ve limitada por la estructura de demandas de países emergentes. Esta explicación fue recalcada por Guillermo Calvo, en particular en su reciente testimonio al Congreso de los Estados Unidos. Uruguay, por ejemplo, tiene un sistema bancario altamente dolarizado y entonces una interpretación es que las autoridades desean minimizar las fluctuaciones cambiarias para reducir el impacto en el balance general de bancos y otras entidades con pasivos en moneda extranjera. No obstante, deseo remarcar que la “dolatización de pasivos” no es un problema fundamental. Una respuesta que dice que los países deberían entonces emitir en sus propias monedas y no en monedas extranjeras, simplemente reemplaza los riesgos cambiarios por riesgos de liquidez; ésta, claramente, tampoco es la solución. La elección de tipos de cambio flexibles versus los tipos en verdad fijos ha sido tradicionalmente hecha en el contexto de los trabajos clásicos sobre el origen de los shocks y este análisis también jugó un papel central en los trabajos clásicos sobre uniones monetarias ( por ejemplo, ver Mundell (1961). Aquí argumentaría que el gran debate gira alrededor de la endogeneidad de las condiciones para el éxito. Si, como pensaba Mundell, las condiciones para una unión monetaria eran mayormente endógenas o, como muchos de sus seguidores han sostenido en contraste a esta opinión, si las asimetrías preexistentes significaban que las uniones monetarias serían más costosas. Sin embargo, en el mundo de hoy realmente necesitamos incorporar los flujos de capital al análisis. Los países emergentes necesitan, por encima de todo lo demás, capital para financiar la inversión para graduarse en la categoría de “emergidos”. Se puede discutir si, el acceso al capital, el costo de ese capital y los riesgos que trae el acceder al mismo, son todos tan importantes, o más importantes, que el grado de asimetrías entre tales economías y sus contrapartes “emergidas”. Mi opinión es que una moneda para cada una de las economías emergidas es un obstáculo, y no una ayuda en ese proceso. Aquí la experiencia de Europa es particularmente interesante. Los beneficios para los países periféricos en términos de mejora de la calidad de las políticas, ( como los países buscaban cumplir con el Maastricht), y los beneficios en términos de reducción de tasas de interés, los cuales los ayudó a cumplir, son Ver Calvo, G. (1999) “Testirnony on full dollarization” presentado ante una audiencia conjunta sobre los subcomités sobre política económica y comercio y recursos internacionales, abril 22 1999. Mundell, R. (1961) “A theory of optimum currency areas” Reseña Económica Americana sep. pp 657-64. BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 181 en efecto muy sorprendentes. En forma clara, tengo en mente la posibilidad de un similar circulo virtuoso para los países emergentes que podrían aspirar a adoptar divisas de reserva de un país industrializado (o grupo de países) y los beneficios que tal proceso podría poner en movimiento. Adoptando divisas de reserva el problema del riesgo cambiario desaparece y el problema de los descalces de plazos se verían severamente reducidos. La vulnerabilidad financiara disminuiría en forma substancial y opinamos que los spreads de riesgo-país entonces también caerían significativamente. En el grado en que estas vulnerabilidades a descalces sean más importantes para países emergentes que para sus contrapartes europeas, esperaría beneficios mucho mayores de esos efectos para países emergentes. Pero aparte de esto también creo que el objetivo de un acuerdo monetario con, digamos, los Estados Unidos naturalmente traería aparejado un proceso de convergencia, ya que los países emergentes buscaron mejorar la calidad de sus políticas para adaptarse a un tipo de cambio fijo mundial. Este debate resalta la difícil cuestión de cuáles son las condiciones previas para la dolarización. Personalmente, no estoy convencido de que existen muchas precondiciones que son absolutamente necesarias en el sentido de ser requeridas para hacer que la dolarización trabaje mejor que cualquier otro régimen de tipo de cambio. En este sentido, me temo que tengo que disentir con algunos de los comentarios en el trabajo preparado por Barry Eichengreen para esta conferencia. Pensé que esa contribución era en extremo interesante con respecto al debate sobre como fortalecer y cambiar el FMI. Sin embargo, no consiento que la dolarización, por ejemplo, implique que un sistema bancario necesite ser internacionalizado, ni que Argentina o México necesiten una posición en la Junta de la Reserva Federal para hacer que la dolarización funcione. Argentina ha estado viviendo con la política monetaria de los EE.UU. y sin voto con respecto a esa política por ocho años y el crecimiento promedio ha sido de alrededor del 6%. El punto es que la volatilidad en las tasas de interés argentinas, aún con nuestro completo ajuste al dólar, no viene de los EE.UU. sino del spread. Además, el pase a las tasas de interés argentinas de un cambio en las tasas de interés en los EE.UU., no parecen ser mayores, y en efecto en algunas instancias han sido significativamente menores, que el pase a otros países en la región que aparentemente tienen flexibilidad de tipo de cambio. Por otra parte, no creemos que sea necesario ser un sector bancario internacionalizado ni que los EE.UU. necesite tomar parte en la supervisión bancaria ni ser prestamista de ultima instancia. Como he mencionado anteriormente, pienso que los mercados emergentes pueden pensar en forma seria acerca de una política de liquidez fuerte y por lo tanto, tener acceso a grandes cantidades de liquidez de moneda convertible, acordando por adelantado si sus sectores bancarios han de ser internacionalizados o no, y si esos países tienen un tipo de cambio fijo o flotante. No creo que la internacionalización de un sistema bancario reduce Eichengreen, B “Policy Making in an Integrated World: From Surveillance to...” Trabajo preparado por Ia 43° Conferencia Económica de la Reserva Federal del Banco de Boston, Cape Cop, junio 7-9, 1999. BCRA 182 Principales discursos del Presidente del BCRA necesariamente este requisito. No obstante, debido a que la dolarización elimina el riesgo cambiario, debería estabilizar al mismo tiempo la base de depósito y reducir el riesgo de una salida del sistema bancario hacia activos extranjeros. En este sentido, podría aún argumentarse que la dolarización reduciría estas inquietudes acerca de liquidez. Al pensar acerca de la dolarización no hemos pedido una posición en la Reserva Federal de los EE.UU., ni que los bancos argentinos sean supervisados por la Reserva Federal, ni que los EE.UU. proporcionen los servicios de un prestamista de última instancia. Lo que sí creemos que es importante si un país emergente dolariza, es que esto debería ser una estrategia de costo cero fiscalmente para los EE.UU. y para el país dolarizante. No creemos que debería ser necesario que los EE.UU. gane fiscalmente de la transacción pero obviamente tampoco pensamos que los EE.UU. debería perder. De este modo, esto implica algún sistema para compartir señoreaje. Nuestra idea es, entonces, que el flujo de señoreaje podría usarse como garantía para un crédito de liquidez contingente. Este crédito podría desarrollarse con el sector privado, usando como modelo nuestro crédito privado corriente de liquidez contingente, o podría ser con un agente de gobierno de los EE.UU.. No obstante, en este caso sería riesgo cero para los EE.UU. ya que estaría totalmente apoyado por la garantía de flujos de ingresos de señoreaje. Donde si estoy de acuerdo con Barry Eichengreen es en que la dolarización no es un substituto para una buena política económica. En particular sugeriría que los países que están seriamente considerando la adopción del dólar estadounidense, necesitan evaluar primero si están en condición de mantener la inflación bajo control, Si pueden mantener el crecimiento de productividad a una tasa por lo menos similar a la de los EE.UU. y si pueden asegurarse que los pasivos fiscales y otros pasivos puedan ser mantenidos bajo control. Por estos motivos, sugeriría entonces que existen por lo menos las siguientes precondiciones para una dolarización completamente exitosa: (i) Encontrase utilizando el dólar como reserva de valor y/o como unidad de cuenta y /o como unidad de pago; (ii) Haber tenido un periodo de estabilidad de precios y tipo de cambio, vis a vis el dólar, basado en políticas macroeconómicas consistentes; (iii) Tener fuertes instituciones fiscales que aseguren que la consistencia de la política macroeconómica será mantenida en el futuro; (iv) Tener. una economía desregulada, privatizada y abierta, que asegure que el crecimiento de la productividad será por lo menos igual que en EE.UU.; (v) Tener un sólido sistema financiero, que asegure que no existen pasivos monetarios o cuasi-fiscales ocultos en el Banco Central u otras instituciones; (vi) Promover la flexibilidad de precios y salarios para lograr un grado significativo de flexibilidad en los precios relativos de los bienes no transables; (vii) Tener una relación reservas internacionales a circulante tan grande como sea posible, de modo de obtener un gran flujo por el señoreaje para usarlo como asistencia por iliquidez; Además, aquellos países cuyas exportaciones están concentradas en muy pocas commodities con precios altamente volátiles, pueden necesitar el desarrollo de “fondos de estabilización” para ayudarlos a superar los efecto de shocks en los términos de intercambio. Puedo realmente apreciar los motivos por los cuales los EE.UU. puede desear asegurarse que los países que desean dolarizar primero tienen que tener una serie de buenas políticas en su BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 183 lugar. Conclusiones Para concluir permítanme resumir algunos de los argumentos que pienso son centrales para repensar la arquitectura financiera internacional. Primero, pienso que hay una inconsistencia fundamental entre la política monetaria independiente de los países emergentes basada en que cada país tiene su tipo de cambio propio, ningún prestamista de última instancia internacional y una cuenta de capital abierta. Mientras que los fundamentals económicos son, por supuesto, de suma importancia, ningún cambio en la arquitectura financiera va a mejorar las cosas para países con fundamentals económicos pobres, podemos procurar hacer a los países emergentes con buenos fundamentals menos vulnerables y reducir el alcance del problema en países con fundamentals más pobres. Una opción es cerrar la cuenta de capital pero no es lo que yo prefiero ya que induce, en mi opinión, a enormes costos. Crear un prestamista de última instancia internacional significativo parece ser muy difícil por razones políticas, aunque deberíamos ciertamente observar que la Línea de Crédito Contingente del FMI es un paso en dirección correcta. Esto nos deja con la política monetaria independiente. Si los países emergentes se adhieren a uniones monetarias con países con divisas de reserva, esto eliminará los temores de riesgo cambiario y reducirá los problema de descalces de vencimientos y así, significativamente, los riesgos de liquidez. Como he remarcado varias veces, no será el remedio para todo. Por supuesto que no, y nadie podría pensar posible que lo fuera. Los países con fundamentals pobres continuaran sufriendo y el riesgo crediticio no desaparecería. Sin embargo, en mi opinión, la vulnerabilidad financiera se vería significativamente reducida y los spreads de riesgo-país caerían en forma significativa reflejando esa reducción en la vulnerabilidad en países con buenos fundamentals económicos.. Reunión Anual BCRA 184 Principales discursos del Presidente del BCRA Asociación de Bancos de la Argentina La tercera vía ¿alternativa válida o última utopía del siglo XX? 5 de julio 1999 Felicito a ABA por haber concretado la fusión de ABRA y ADEBA y por la organización de esta primera conferencia. Los temas seleccionados y la calidad de sus expositores prometen varias jornadas enriquecedoras que, sin lugar a dudas, serán un importante aporte al debate nacional. Estos encuentros son apropiados para realizar un balance de lo actuado, analizar los problemas enfrentados, las soluciones adoptadas, y los problemas que aún nos quedan por resolver. La década de los noventa pasará a la historia argentina como una de profundas reformas económicas en diversos órdenes. Como Presidente del Banco Central quiero aprovechar los minutos de esta exposición para centrarme en el sistema financiero. 1. Estabilidad monetaria Lograr la estabilidad de precios fue uno de los objetivos prioritarios que se fijó Argentina. Lo entendió y lo entiende, como uno de los prerrequisitos para obtener la credibilidad en la economía nacional de los inversores, tanto locales coma extranjeros, para asegurar el uso correcto de los recursos productivos y para recrear la disciplina fiscal, bases necesarias del desarrollo económico. Para lograr esta estabilidad se sancionaron tres leyes fundamentales: la Ley de Convertibilidad, la Reforma de la Carta Orgánica y la Ley de Entidades Financieras. Estos tres instrumentos fijaron con claridad las metas y aspiraciones de la Nación Argentina, metas que estaban al alcance de nuestras posibilidades pero que requerían de todo nuestro compromiso y empeño: aspirábamos a lograr inflación cero, aspirábamos a recrear una cultura fiscal consistente con aquel objetivo, y aspirábamos a recrear un sector productivo basado en una cultura de la productividad. Estas ambiciosas metas han sido logradas y todos los argentinos debemos sentirnos orgullosos, pues este es el único no imposible camino para resolver los problemas pendientes. Estas metas y estos logros alcanzados deben servirnos como punto de apoyo, como pilares, como cimientos sobre los cuales avanzar en la solución de aquellos problemas en los que la tarea aún no ha sido concluida. Dentro de esta enorme tarea, al Banco Central se le fijó un objetivo prioritario y fundamental: preservar el valor de la moneda, para lo que se estableció su independencia del poder político. Esta medida tomó en cuenta la experiencia internacional, que la considera una condición esencial para asegurar la vigencia de las políticas monetarias y financieras que mejor sirvan al interés general. A lo largo de esta década, el Banco Central -apoyado por una estricta política fiscal adoptada por el Ministerio de Economía- ha llevado a cabo su misión con gran éxito. Así, el uso de estos tres poderosos instrumentos legales permitieron lograr la estabilidad de precios, BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 185 disminuyendo la tasa de inflación de casi 5.000% en 1989 a menos del 1% en 1998. El valor de la moneda se ha mantenido y Argentina cuenta hoy con una de las tasas de inflación más bajas en el mundo. El haber logrado esta estabilidad ha permitido recrear el sector financiero, que ha crecido substancialmente e intermedia un significativo flujo de fondos, flujo que ha crecido a pesar de las diversas crisis financieras internacionales que se han sucedido durante los últimos años, pues hemos sabido generar en los ahorristas la confianza de que no habrá un golpe inflacionario que licué sus ahorros. Así, la monetización, medida como porcentaje del producto bruto interno, creció 24 puntos porcentuales, pasando de 9 % en 1991 a 33 % puntos en 1999. La mayor disponibilidad de fondos se tradujo en una importante caída en las tasas de interés y en el aumento de la capacidad prestable, que ha permitido reconstruir el crédito en la economía, y en particular al sector privado. Este ha sido claramente privilegiado por los bancos, creciendo de $14.000 millones en abril de 1991 a $69.000 millones en abril de este año, lo que ha beneficiado a todos los sectores productivos, incluyendo a las empresas más pequeñas y a los consumidores, y recreando un mercado de crédito hipotecario que sólo nuestros abuelos conocieron. Esta expansión del crédito al sector privado de $55.000 millones refleja el papel fundamental que el sistema ha tenido en la intermediación del ahorro nacional hacia la inversión productiva, el capital de trabajo de las empresas, la adquisición de viviendas y el consumo de bienes durables. 2. Estabilidad financiera La estabilidad de precios podría ponerse en peligro de no existir una política que asegure la estabilidad del sistema financiero. Nuestra historia reciente y la experiencia internacional muestra lo sensible que puede ser la estabilidad monetaria frente a desequilibrios significativos en el sistema financiero. Es por eso que nuestra Carta Orgánica del Banco Central fija como segundo objetivo fundamental el lograr un sistema financiero estable y sólido. Un sistema financiero estable descansa, en primer lugar y fundamentalmente, en una conducta prudente de los directivos de cada banco en el manejo de sus riesgos, prudencia que debe ser mayor aún que en los países desarrollados, pues los riesgos han sido mayores debido a la profunda reestructuración del aparato productivo, y continuaran siéndolo debido a los mayores y más frecuentes shocks que debemos enfrentar como economía emergente. Adicionalmente, y a los efectos de complementar la prudencia de los propios banqueros, el Banco Central establece límites máximos a los riesgos que los bancos pueden tomar mediante regulaciones prudenciales. Estas regulaciones se basan en estándares internacionales, aunque adaptados a los mayores riesgos que enfrenta el sistema financiero local. Otro instrumento al que el Banco Central le ha asignada la máxima importancia ha sido la transparencia en la información sobre cada banca, sobre el sistema en general, y sobre la calidad crediticia de cada deudor, procurando brindar a los inversores información confiable BCRA 186 Principales discursos del Presidente del BCRA y de calidad que les permita evaluar correctamente los riesgos asumidos (publicación de estados contables, máxima confiabilidad de las auditorias, calificación por agencias autorizadas, etc.). Pero no sólo necesitábamos un sistema financiero estable, sino que era necesario mejorar su eficiencia para que fuera un instrumenta eficaz en la transferencia del ahorro a la inversión productiva. Para avanzar en este objetivo el instrumento fundamental que hemos utilizado ha sido el de facilitar la libre competencia en el sistema financiera. Con tal finalidad se elimino toda traba a la apertura de nuevos bancos y nuevas sucursales y, en consonancia con las modificaciones a la Ley de Inversiones Extranjeras, se otorgó igual trato al capital extranjero que al nacional. Esta apertura del sistema financiero ha asegurado el desarrollo de una banca competitiva, dinámica que ha aprendido a adaptar continuamente sus estándares de eficiencia para acompañar los desarrollos tecnológicos que ocurren en el mundo entero. Esta mayor eficiencia ha significado un enorme beneficio, que los depositantes han percibido en mayores tasas de interés reales y mayor seguridad de sus depósitos, y los tomadores de crédito bajo la forma de más crédito, en mejores condiciones de plazo y menores tasas. Uno de los costos no deseados de esta libre competencia, pero un costo menor para lograr la eficiencia, es que no todos los bancos tienen asegurado su futuro, como no lo tiene tampoco ninguna empresa en cualquier otro sector competitivo, por lo que es posible que algunos bancos deban cerrar. Ese proceso de reestructuración del sistema financiero debe ser visto como algo sano y positivo en la medida que exista (i) la debida protección a los depositantes y (ii) no se corra un riesgo sistémico, pues implica (i) el juego de las fuerzas del mercado que aseguran la mayor eficiencia, al mismo tiempo que (ii) se limita el riesgo moral, problema este último tan importante en este sector. El resultado ha sido un notable mejoramiento en la calidad del sistema financiero argentino, a partir de una reducción significativa en los costos operativos, en los cargos por previsionamiento, y en una mayor productividad, tanto del personal ocupado como del capital invertido, todo lo cual se ha traducido en menores diferencias entre tasas activas y pasivas, que pasaron de 18% en 1991 a 8% en 1999, al mismo tiempo que creció el nivel de asistencia crediticia, y mejoraba la calidad de las activos crediticios. Adicionalmente, el sistema de pagos ha mejorado significativamente, no aún al nivel de nuestras aspiraciones, pero sí acercándonos al objetivo para una economía moderna en las que se utiliza cada vez menos dinero efectivo, el que va siendo gradualmente sustituido por el dinero electrónico con ventajas económicas significativas. Podemos medir los logros en términos de la disminución del uso de efectivo en las transacciones. Así el circulante como proporción de dinero total o M3 pasó de 22% en 1991 a 13% en 1999. Las medidas más importantes han sido un sistema de pagos interbancarios en tiempo real, la compensación electrónica de pagos minoristas, el truncamiento de cheques, el sistema de débitos automáticos abierto, el pago de sueldos mediante su acreditación en cuentas y próximamente - las transferencias electrónicas. 3. Estabilidad financiera: resultados frente a las crisis El sistema financiero también ha mejorado en cuanto a su capacidad de respuesta frente a los shocks, tanto internos coma externos. Cualquiera que recuerde el largo pasado de crisis bancarias de Argentina, puede reconocer que estos años se han caracterizado por una BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 187 creciente confianza de los depositantes en el sistema financiero y la exitosa canalización de esos depósitos a la inversión productiva. Es indudable que el sistema financiero ha afrontado situaciones de alto estrés, pero lo importante es que fue posible superarlas airosamente sin necesidad de recurrir a fondos públicos o a la emisión espuria de dinero. El primer gran desafió después de la hiperinflación, fue la crisis del Tequila en la que se puso a prueba simultáneamente la capacidad del sistema financiero de sobrellevar un retiro masivo de depósitos, la fortaleza del régimen de convertibilidad, y la vocación de la dirigencia política de mantener este régimen. Estas tres pruebas fueron pasadas exitosamente: los dirigentes políticos mostraron el compromiso con el régimen de convertibilidad; el peso no se devaluó; el sistema financiero, más allá de la caída de algunas entidades que arrastraban problemas, se mantuvo intacto y el nivel de depósitos a fines de 1995 superaba el de fines de 1994. No obstante, este episodio nos convenció que debíamos continuar con el fortalecimiento del sistema financiero. Se reforzaron las regulaciones prudenciales, fundamentalmente las de capital y liquidez, se crearon instrumentos para facilitar fusiones y adquisiciones; se aceleró el proceso de privatización de la banca provincial y municipal; se generó un sistema de seguro de depósitos fondeado por los propios bancos, el cual se utilizó para cubrir no sólo la garantía legal sino para extenderla a prácticamente la totalidad de los depósitos de los bancos en reestructuración. Se instauró un programa de pases contingentes con bancos internacionales para afrontar crisis de liquidez sistémicas; se mejoraron los métodos de supervisión y se incrementó la transparencia y disponibilidad de información. 4. Reestructuración de entidades Los innovadores instrumentos creados luego del Tequila, adecuadamente utilizados, permitieron reestructurar dieciocho entidades con depósitos y otros pasivos privilegiados por un total del orden de $4.000 millones, honrando el 97% de los depósitos correspondientes al 99,9% de sus depositantes, manteniendo el riesgo sistémico en magnitudes acotadas y haciéndolo con un costo fiscal mínimo. En otro contexto, el cierre de estas mismas 18 instituciones financieras le hubiera provocado al fisco un costo cercano al monto de los pasivos involucrados. Es decir, $4.000 millones más de impuestos, deuda pública o, peor aún, el regreso del proceso inflacionario. En otros ámbitos puede llamar la atención que se mencione como un logro la reestructuraci6n de 18 bancos, cuando en la mayarío de los casos su suspensión provocó inconvenientes a los depositantes y en algunos casos se detectaron conductas ilegales. Se trata de un logro relativo, por comparación a situaciones ya vividas en nuestro país o en otros países, y considerando que: (i) no hay legislación ni política bancaria capaz de impedir por completo el fracaso de algún banco, y que esto no sería conveniente desde el punto de vista de la eficiencia global del sistema; (ii) pese al malestar que sufrieron los depositantes de estas entidades, la casi totalidad de ellos recuperaron sus depósitos; (iii) no hubo prácticamente costo fiscal; y (iv) las conductas presuntamente delictivas e ilegales fueron denunciadas en tiempo y forma. BCRA 188 Principales discursos del Presidente del BCRA Aún a riesgo de ser malentendido, y frente a una audiencia tan calificada y especializada, siento la necesidad de advertir que si quienes deben manejar estos difíciles procesos de reestructuración están sometidos a la justicia penal por actos en las que -sin mediar una conducta dolosa- se interpreta que no actuaron en el momento técnicamente oportuno o con la medida técnicamente adecuada, será difícil contar en el Banco Central con funcionarios probos e idóneos. Es por la tanto, un tema que deberá ser objeto de cuidadoso análisis por parte de los Poderes Judicial y Legislativo, no en beneficio de algunos funcionarios sino del sistema financiero. 5. Estabilidad financiera y estabilidad macroeconómica: causalidad recíproca Recientemente hemos enfrentado una sucesión de crisis financieras en otros países que nos han afectado por contagio: las crisis asiáticas del segundo semestre de 1997, la crisis rusa de agosto de 1998 y la devaluación de Brasil a principios de este año. Estas crisis hicieron subir la percepción del riesgo país de los inversores y aumentaron las tasas de interés domésticas. Junto con otros significativos shocks que recibió la economía como la debacle de los precios de los commodities y la recesión de Brasil y del resto de nuestros vecinos, la Argentina se vio arrastrada a una recesión. Sin embargo, la confianza de los depositantes no se vio afectada, manteniéndose el crecimiento en el nivel de depósitos del sistema, excepto durante la crisis rusa, cuando si bien no crecieran no cayeron. De esta forma, la estabilidad financiera ha contribuido a la estabilidad económica. Sin embargo, es importante recordar que la relación entre estabilidad financiera y macroeconómica también opera con la causalidad inversa, es decir de inestabilidad macroeconómica a inestabilidad financiera. El equilibrio fiscal es un ingrediente fundamental de la estabilidad macroeconómica y su ausencia puede afectar negativamente al sistema financiera. Los sucesos de estos últimos meses muestran como una visión más negativa o de mayor incertidumbre sobre el país lleva a que éste sea percibido como más riesgoso. El mayor riesgo argentino según la percepción de los inversores repercute sobre el sistema financiero de diversas maneras, entre ellas a través de mayores tasas de interés, la caída en el valor de los activos, tanto títulos públicos como créditos, y el desplazamiento de los pequeños tomadores de crédito por otros más grandes, que ven restringidas sus posibilidades de acceder a fuentes externas de financiamiento. Por eso es fundamental dar señales claras sobre el mantenimiento de políticas macroeconómicas consistentes y de que no habrán desbordes fiscales, ni durante la transición política, ni en los años venideros. Es por eso que todos nos debemos congratular por el tratamiento legislativo de la Ley de Convertibilidad Fiscal, que pone estrictos límites a los desequilibrios fiscales futuros, y que debe ser vista como un gran acto de prudencia fiscal. 6. Las tareas pendientes Por último, quiero referirme a las asignaturas pendientes del sistema financiero. Reconozcamos que es mucho lo que falta por hacer para lograr niveles de eficiencia comparable a la internacional, que le permita a los bancos retribuir al capital con una tasa de retorno razonable. Actualmente, su ganancia es muy baja -en promedio del orden del 6% sobre capital invertido- lo que no es una situación sostenible. BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 189 El tamaño del mercado junto con la falta de una cultura de crédito y un sistema judicial lento, son -a mi entender- los principales factores que conspiran para lograr una mayor reducción en los costos de intermediación, aunque también hay tareas que los bancos pueden hacer dentro de sus propias organizaciones para mejorar sus niveles de productividad. Desde el Banco Central acompañaremos este proceso, auspiciando toda innovación que se oriente a este objetivo. Ponemos especial énfasis en el sistema de pagos y en la securitización como formas de reducir costos, en particular para las entidades más pequeñas. Pero también necesitamos el acompañamiento de todos los sectores de la sociedad. Así, recrear la cultura de crédito no es algo que pueda hacer sólo el sistema financiero, y requiere que todos los sectores entiendan claramente el problema y no cedan a las tentaciones de buscar soluciones mágicas, que siempre terminan empeorando la situación. Para lograr el crecimiento sostenido del sistema financiero, lo que posibilitará mejorar su eficiencia, es necesario seguir manteniendo la disciplina fiscal, y la consistencia entre el régimen monetario y la situación fiscal. La eliminación del riesgo cambiario, vía la dolarización de la economía argentina a través de un acuerdo de Asociación Monetaria, puede no sólo contribuir a reducir la incertidumbre cambiaria sino que también puede posibilitar una reducción considerable del riesgo país, lo que tendría una incidencia muy positiva sobre la carga de los servicios de la deuda pública, sobre el nivel de inversiones y sobre el tamaño del sistema financiero, el cual podría tener regulaciones prudenciales más acordes con las de los países desarrollados. La mejora en la justicia es algo que se puede lograr mediante la creación de fueros específicos en lo financiero, un proyecto de Ley que preparamos en el Banco Central y que se encuentra a consideración del Ministerio de Justicia, que redundarán en un gran beneficio no sólo para el sistema financiero sino para la economía en su conjunto. 7. Conclusión Quiero concluir este mensaje de apertura con una reflexión. Tanto en materia de estabilidad institucional como en cuestiones de política económica, Argentina hizo un muy costoso aprendizaje en las décadas que nos precedieron. Aprender es sinónimo de madurar y madurar debería ser la posibilidad de seguir aprendiendo, pero con menos costos, sin tanto tentar al destino o probar los límites, como lo hicimos en el pasado. Estoy seguro que los argentinos demostremos estar a la altura de las circunstancias. BCRA 190 Principales discursos del Presidente del BCRA Perspectivas para una Unión Monetaria en el Hemisferio: Dolarización Council of the Americas Washington D.C., 3 de mayo de 1999 En primer lugar deseo agradecer al Council of the Americas la oportunidad de hablar sobre este tema ante una audiencia tan calificada. Realmente estoy muy complacido de que se haya elegido este tema como asunto importante en un evento de tan alto perfil. El hecho de que los organizadores le hayan dado tanta prominencia da alguna pauta de los beneficios potenciales que una Unión Monetaria en el Hemisferio podría implicar para Latinoamérica y los Estados Unidos. 1. ¿Un país, una moneda? Aunque parezca una manera extraña de comenzar mi breve presentación de hoy, deseo felicitar a la Comunidad Europea, o más específicamente a los 11 países del EMU. El proceso del EMU ha tenido un efecto importante no sólo para los países involucrados, sino también para el resto del mundo que es espectador. Si bien podríamos especular por qué estos 11 países han decidido sacrificar su independencia monetaria, este proceso ciertamente ha ayudado a reinstalar el debate acerca de si la noción relativamente reciente de un país una moneda realmente tiene sentido. En mi opinión, ése es el tema central para este panel, aun cuando el título haga referencia a algo más específico, es decir la dolarización. El punto básico es que no sugerimos que cada país debe necesariamente producir todos los bienes posibles. Estamos conformes con la idea de que debemos importar automóviles o televisores de productores más eficientes, y a su vez, exportar los bienes en los que tenemos una ventaja comparativa. La pregunta es la siguiente: ¿por qué no aplicar la misma lógica al dinero? Por supuesto, alguien podría argumentar que el dinero no es un bien ordinario, y eso es correcto, pero creo que la lógica de comprar y no fabricar los productos en los cuales no tenemos una ventaja comparativa sigue siendo válida. Para que el dinero desempeñe un rol crucial como reserva de valor, como unidad de cuenta y como medio exitoso para efectuar transacciones, su valor debe ser fácilmente identificable y absolutamente confiable. Para que un país sea un productor exitoso de ese dinero, debe tener un conjunto de instituciones que garanticen esas características. Queda muy claro que no es suficiente declarar al “peso” como la moneda de curso legal y comprar una imprenta para tener una moneda. Hay un proceso mucho más complejo involucrado, que se basa en la necesidad de desarrollar instituciones cuyo objetivo sea garantizar el valor del dinero. Sólo si un país tiene éxito en conseguir esas instituciones tendrá alguna chance de producir una moneda sostenible y exitosa. Estos factores relacionados con la producción de dinero son complementados por ciertas consideraciones referidas a la demanda. Como muchos han destacado, el dinero es como un idioma, y se obtienen enormes ganancias en eficiencia si todos acordamos utilizar el mismo idioma. Lo mismo ocurre con el dinero: si todos utilizamos el mismo dinero, entonces no tenemos que invertir tiempo y recursos en investigar el valor actual y potencial de determinados dineros. Esto puede denominarse la ventaja de la estandarización. Dado que estas consideraciones sobre oferta y demanda son significativas, entonces la pregunta es, ¿por qué debería cada país mantener su propia moneda si puede importar otra, BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 191 de por lo menos la misma calidad y con un costo menor y, en consecuencia, con una ganancia económica? Como señaló John Stuart Mill hace más de un siglo (en sus Principios de Economía Política - 1884): “... sin embargo, sigue habiendo tanto barbarismo en las transacciones de la mayoría de las naciones civilizadas, que casi todos los países independientes eligen afirmar su nacionalidad teniendo, para inconveniencia propia y de sus vecinos, una moneda propia característica.” Por otra parte, debemos reconocer que prácticamente ningún país emergente ha sido capaz de desarrollar una moneda propia realmente exitosa, una moneda que la gente que no está obligada a utilizarla, sin embargo siga prefiriéndola por encima de otras monedas. Un hecho que corrobora esta, en cierta forma, fuerte afirmación es que ningún país emergente está en condiciones de emitir deuda a largo plazo denominada en su propia moneda, sino que, en cambio, emite deuda denominada en una moneda de reserva extranjera, normalmente el dólar. Esto refleja precisamente la idea de la falta de monedas exitosas en los países emergentes, dado que demuestra que no existe otra demanda que la de sus propios ciudadanos, quienes deben usarla porque es la moneda de curso legal. La falta de dinero realmente local es lo que guía a esta dolarización de pasivos. Como han destacado Guillermo Calvo y Ricardo Hausman, la dolarización de pasivos introduce dos descalces significativos: (i) el descalce de vencimientos y (ii) el descalce de monedas, y ambas representan serios riesgos para los países. Dado que nadie está dispuesto a mantener activos a largo plazo denominados en moneda local, las empresas enfrentan la alternativa de incurrir en deuda a corto plazo denominada en moneda local (originando un descalce de vencimientos) o incurrir en deuda a un plazo mayor, pero denominada en moneda extranjera (originando un descalce de monedas). A su vez, esta dolarización de pasivos limita severamente el grado de flexibilidad cambiaria que podría permitir a quienes definen las políticas en cualquier país emergente - incluso bajo un régimen de tipo de cambio flotante - ya que hace que cualquier realineación significativa del tipo de cambio sea potencialmente muy costosa. El proceso del EMU, la cada vez mayor cantidad de países con cajas de conversión y la dolarización de los pasivos de países emergentes pueden ser vistos como parte del mismo proceso: una tendencia general hacia el uso de una cantidad menor de monedas en el mundo. Personalmente considero que es probable que esta tendencia continúe y, a menos que la política se cruce en su camino, podremos ver que dicha tendencia cobrará fuerza en el futuro. No me gustaría predecir adónde terminará - ¿tal vez con tres grandes monedas mundiales? ¿O incluso menos? ¿O tal vez con el regreso de algún acuerdo similar al de Bretton Woods? pero estoy bastante seguro acerca de su dirección futura. Los incentivos para esta tendencia son muy claros. Simplemente hay que comparar la posición de los países emergentes con la de los países más periféricos del EMU. Para mí, es en cierto modo incongruente que mientras los países periféricos del EMU están ganando tanto a través de la convergencia del EMU y la consiguiente reducción en el costo de capital para sus gobiernos y sectores privado por igual, muchos países emergentes continúan pagando el costo de altas tasas de interés y tipos de cambio volátiles, para mantener su independencia monetaria. BCRA 192 Principales discursos del Presidente del BCRA 2. Reconsideración del tipo de cambio fijo versus flotante La pregunta es entonces, ¿cuáles son los beneficios de esta independencia, y si justifican los costos? La respuesta estándar es que la independencia monetaria permite que los países se ajusten más fácilmente a los shocks reales negativos. No obstante, como tal vez Ricardo Hausman ampliará, basándose en un excelente documento que él y sus colegas 1 escribieron recientemente , los países emergentes, al menos en nuestra región, no han utilizado o no han sido capaces de utilizar esa independencia de esta manera. En general, los países sólo han dejado a sus monedas depreciar marginalmente (excepto por uno o dos casos notables, por supuesto) y han tenido altas tasas de interés para mantener esos niveles estables de la moneda. Por lo tanto, los países con una política monetaria independiente han tendido efectivamente a comportarse en forma procíclica en lugar de anticíclica. ¿Cómo podemos entender esto? Una explicación puede ser la dolarización de pasivos, a la cual hice referencia anteriormente. Esto limita las fluctuaciones del tipo de cambio que los países emergentes pueden tolerar. Un segundo problema es la credibilidad. Los países emergentes, casi por definición, carecen de credibilidad en sus instituciones y, por lo tanto, en sus políticas. Esto significa que para ellos es costoso “producir” dinero y, por consiguiente, producir acciones monetarias independientes. Este efecto es aun más pronunciado en épocas de estrés; cuando por ejemplo otra economía emergente devalúa su moneda o no paga su deuda. El costo de tener una política monetaria independiente entonces implica tasas de interés más altas y una política monetaria más estricta, particularmente en esas épocas. 3. AMO: nuevas cuestiones para considerar Más en general, sugeriría que la experiencia durante los últimos años exige una reevaluación del debate tradicional entre los costos y beneficios de un tipo de cambio fijo o unión monetaria por oposición a un tipo de cambio flotante. Al igual que todas las grandes ironías, la teoría tradicional de las Areas Monetarias Optimas, o AMO, desarrollada por Mundell a menudo se ha utilizado para argumentar contra la formación de una unión monetaria particular, si bien el propio Mundell estaba, y sigue estando, en general a favor de los tipos de cambio fijos. Sin embargo, quienes utilizan la teoría AMO de este modo tienden a resaltar el rol de los shocks reales, considerando exógenas a muchas características de las economías. No obstante, como el propio Mundell señala, muchos factores, tales como el capital y movilidad de la mano de obra, y la flexibilidad de precios y salarios, pueden ser endógenos. Por ejemplo, aun cuando las condiciones AMO claramente no eran cumplidas por la Argentina y los Estados Unidos, la adopción de la caja de conversión ha sido muy exitosa a pesar de todos los shocks reales asimétricos experimentados. La cuestión que Mundell no consideró, como señala Calvo2 , es la de los shocks financieros. Queda claro que debemos tener en cuenta el alcance de los shocks financieros debido a cambios abruptos en los flujos de capitales del mundo, en el contexto de una economía “de pasivos dolarizados”, y cómo impactan en una economía de tipo de cambio fijo versus flotante, tanto en un momento determinado como a través del tiempo. Para muchos países emergentes, los shocks financieros son más importantes que los reales. 4. La posición de Argentina 1 Hausman R., Gavin M, Pages-Serra C. y Stein Ernesto, “Desorden financiero y la elección del régimen de tipo de cambio” 2 Calvo G., “Testimonio sobre la dolarización total” BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 193 La experiencia de Argentina con un tipo de cambio realmente fijo es muy esclarecedora. Argentina fue sacudida por una serie de shocks reales muy significativos durante los 8 años en los que ha estado importando la política monetaria de Estados Unidos con su caja de conversión. Estos shocks reales han incluido una volatilidad enorme en el valor del dólar con respecto a otras grandes monedas, importantes shocks de precios de productos básicos y el boom y posterior recesión en Brasil. Sin embargo, ninguno de estos shocks reales ha creado un problema significativo para la economía argentina, donde la tasa anual de crecimiento ha promediado el 6% durante el período. No obstante, se han experimentado problemas debido a shocks financieros tales como la devaluación del peso mexicano a fines de 1994, que provocó una reducción del 4% en el producto interno bruto en 1995 - el ataque especulativo contra el dólar de Hong Kong y la devaluación en Corea del Sur e Indonesia en octubre de 1997, la moratoria de la deuda rusa en agosto de 1998 y la devaluación brasileña en enero de 1999. Estos shocks, transmitidos a través de su efecto en las tasas de interés, en general han tenido un fuerte impacto en Argentina.3 Si bien la caja de conversión ha sido muy exitosa en Argentina, quedan costos de la persistente percepción de que Argentina podría cambiar esta política. Toda vez que hay un shock financiero, algunos participantes del mercado parecen pensar que Argentina podría cambiar el sistema de Convertibilidad. Esto luego aumenta los diferenciales de riesgo país, reduciendo la disponibilidad de capital para Argentina, disminuyendo la inversión y el crecimiento. A pesar de tener una caja de conversión muy exitosa, Argentina no ha sido capaz de desarrollar una moneda propia.4 Entonces, las alternativas que enfrenta son (i) continuar el proceso actual, de manera que en 10 ó 15 años los inversores estén convencidos de que la moneda no va a ser devaluada, o (ii) adoptar el dólar como su propia moneda. Si comparamos estas alternativas, el beneficio de la primera es la posibilidad de desarrollar una moneda propia y luego ser capaces de tener una política monetaria independiente. Esto significa mantener la caja de conversión para poder eliminarla en algún momento en el futuro. Pero la experiencia argentina sugiere que la política monetaria no tiene tanto valor en sí misma para justificar el pago del precio, en función de las tasas de interés más altas y volátiles que la Argentina tendría que pagar durante esos 10 ó 15 años. Por lo tanto, hemos llegado a la conclusión de que el enfoque correcto para nosotros es la dolarización en el contexto de un acuerdo monetario con los Estados Unidos, que erradicaría los temores de que Argentina abandone su caja de conversión, reduciendo así los diferenciales por riesgo país de forma considerable, lo cual tendría un impacto significativo en la inversión y el crecimiento. 5. Condiciones previas para la dolarización Naturalmente, otros países latinoamericanos están en una posición muy diferente que la Argentina con respecto a la dolarización, y su posición merece toda nuestra comprensión, La buena noticia es que queda claro que cada nuevo shock ha tenido un impacto menor que el anterior, a medida que se entendía mejor el funcionamiento de la caja de conversión. 4 Esto está claro en el lenguaje de todos los días; si hablamos de montos pequeños, digamos cien, probablemente nos referimos a cien pesos, pero si hablamos de un millón, seguramente se trata de un millón de dólares. Lo mismo ocurre con respecto a la elección de la moneda para los contratos. Si es un contrato a corto plazo, entonces puede estar expresado en pesos; sin embargo, cualquier contrato con un plazo superior a 6 meses se hace en dólares. 3 BCRA 194 Principales discursos del Presidente del BCRA ya que, como solía decir Hicks, “la política monetaria es el campo de la política económica donde la historia sí importa”. Sin embargo, el tema central que desearía plantear es si, en este mundo de flujos de capital globales, los países emergentes realmente pueden tener una política monetaria independiente y son capaces de construir su propia moneda. Y si pueden, si los beneficios superan a los costos. Cada país debe claramente formarse su propia opinión al respecto y, como dije antes, queda claro que la historia importa en el momento de definir las instituciones monetarias. Creo que la experiencia reciente demuestra que (i) los costos de un tipo de cambio realmente fijo son inferiores a los que la mayoría de la gente antes pensaba y (ii) los beneficios son mucho mayores. Basado en este razonamiento, sería de esperar que tarde o temprano más y más países latinoamericanos comprendan las ventajas de trabajar con miras a una moneda única para la región y, entonces, que en el futuro veamos cada vez más interés en otros países en moverse en esa dirección. En ese caso hipotético, permítanme aclarar desde el principio que la dolarización no es un sustituto de una buena política económica y que los países que están considerando seriamente la adopción del dólar estadounidense necesitan determinar en primer lugar si están en condiciones de mantener la inflación bajo control y tener un crecimiento de la productividad a una tasa similar a la de los Estados Unidos. Este es el motivo por el que sugiero que existen por lo menos las siguientes condiciones previas para una dolarización exitosa: (i (ii) (iii (iv) (v) (vi (vii) estar ya utilizando el dólar como reserva de valor y/o como unidad de cuenta y/o como medio de pago; haber tenido un período de estabilidad de precios y tipo de cambio, con respecto al dólar estadounidense, basándose en políticas macroeconómicas coherentes; contar con instituciones fiscales fuertes que aseguren que la coherencia de la política macroeconómica se mantendrá en el futuro; tener una economía abierta, privatizada y desregulada, que asegure que el crecimiento de la productividad será por lo menos tan grande como en Estados Unidos; tener un sistema financiero sólido, que asegure que no existan pasivos monetarios o cuasifiscales ocultos en el Banco Central u otra institución; promover la flexibilidad de precios y salarios de modo de alcanzar un grado significativo de flexibilidad en el precio relativo de los bienes no transables; tener una relación de reservas internacionales-moneda en circulación lo más elevada posible, a fin de obtener el máximo flujo posible de señioriaje para utilizar como garantía de una facilidad de liquidez. Asimismo, los países cuyas exportaciones estén concentradas en muy pocos productos básicos con precios sumamente volátiles tal vez necesiten desarrollar “fondos de estabilización” para ayudarlos a mejorar el efecto de los términos de shocks comerciales. 6. Formas alternativas de dolarizar Ahora me gustaría pasar a un tema más específico, es decir el subtítulo de este panel, y preguntar qué queremos decir exactamente con dolarización. A veces tengo la sensación de BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 195 que ésta se ha convertido en una especie de palabra de moda, sobre la cual la gente puede tener opiniones firmes a favor o en contra, sin realmente considerar si están hablando de la misma idea. Sugiero que existen al menos tres posibilidades. (i) Dolarización unilateral La primera es que los países podrían dolarizar unilateralmente. En esta alternativa, los países irían reduciendo sus reservas internacionales para comprar dólares en efectivo y permitir a sus residentes cambiar sus tenencias de moneda local por esos dólares. Esto implica que los países perderían sus ingresos por señoreaje provenientes de las existencias de moneda local que estaban en uso al momento de la dolarización y cualquier ingreso adicional por señoreaje proveniente de los aumentos en la base monetaria local en el futuro. Por otra parte, los países perderían el alto grado de flexibilidad dado por importantes existencias de reservas internacionales. Por ejemplo, las existencias de reservas podrían utilizarse para brindar asistencia temporaria en liquidez en moneda fuerte al sistema bancario en épocas de iliquidez. En otras palabras, aparte de los demás argumentos a favor o en contra de un tipo de cambio completamente fijo, la dolarización unilateral tiene costos financieros significativos para los países participantes que podrían ser difíciles de tolerar políticamente. Al mismo tiempo, cada país emergente que dolarice unilateralmente provee una ganancia financiera a los Estados Unidos que obtendría el ingreso extra correspondiente por señoreaje. (ii) Un acuerdo monetario Una alternativa que podría ser más equitativa y, en consecuencia, políticamente más aceptable, es pensar en términos de dolarización, sujeta a un Acuerdo Monetario que podría rectificar estos efectos financieros. Por ejemplo, un Acuerdo Monetario podría procurar compartir los ingresos por señoreaje entre los Estados Unidos y el país que dolariza, de manera tal que los Estados Unidos no obtengan una ganancia financiera a causa del Acuerdo y el país emergente quede, en términos financieros, en el mismo estado que si aún tuviera su propia moneda. Si se pusiera en efecto este acuerdo para compartir ingresos, los flujos de ingresos por señoreaje podrían utilizarse como garantía para desarrollar una Facilidad de Liquidez que reemplace la reducción en la flexibilidad que el país que dolariza sufriría al perder sus reservas internacionales. Aun más, mi sensación es que una dolarización bilateral sería una opción mucho más fuerte que una dolarización unilateral por otro motivo. El argumento básicamente se vuelve a referir a la credibilidad. Un acuerdo bilateral probablemente sea visto como mucho más creíble por el mercado - y sería visto como muy improbable que el país que dolariza lo revirtiera. Una dolarización unilateral también podría ser difícil de revertir. No obstante, dada su naturaleza unilateral, ciertamente sería más fácil de revertir que una dolarización bilateral. Por otra parte, los incentivos para revertir una dolarización bilateral con un acuerdo permanente para compartir los ingresos se verían reducidos en gran medida. Por lo tanto, la dolarización en el contexto de un Acuerdo Monetario bilateral creo que sería más equitativa y, a través de una mayor credibilidad, también aportaría todos los beneficios de la dolarización, en términos de la reducción en los diferenciales por riesgo país y el aumento en la inversión, crecimiento y estabilidad económica. BCRA 196 Principales discursos del Presidente del BCRA Para dar un ejemplo sobre cómo funcionaría esto, consideremos las cifras de Argentina, que tenía moneda local en circulación por alrededor de 15.000 millones de pesos, respaldados por Títulos del Tesoro de los Estados Unidos en exactamente el mismo monto. Argentina está ganando alrededor de US$ 750 millones por año, y si se alcanzara un acuerdo para que Argentina pudiera conservar ese flujo de ingresos, podría utilizarlo como garantía para una línea de crédito del orden de US$ 15.000 millones, un monto que representa casi el 20% de los depósitos bancarios. (iii) Unión monetaria en el hemisferio Sin embargo, una última opción sería una Unión Monetaria, más acorde a la Comunidad Europea. Esto implica no sólo reglas relativas a compartir los ingresos por señoreaje y respaldo a la liquidez, sino también un cambio institucional en términos de repensar la estructura y los objetivos de todos los Bancos Centrales en la región, incluyendo el sistema de la Reserva Federal de Estados Unidos. Creo que aquí tenemos que ser realistas. Personalmente considero que estamos muy lejos de embarcarnos en este proyecto. Sin embargo, puede pensarse en un conjunto creciente de Acuerdos Monetarios bilaterales que sean coherentes con una Unión Monetaria más completa y trabajar en esa idea si y sólo si existe la voluntad política en los países participantes de hacer de éste su objetivo final. 7. Perspectivas de una unión monetaria en el hemisferio La clave de las perspectivas de una unión monetaria en el hemisferio, en mi opinión, reside en los Estados Unidos. A menos que Estados Unidos apoye la idea, debo decir que las perspectivas son muy pobres. En primer lugar, porque dudo que hubiera muchos países que estarían interesados en dolarizar unilateralmente y dolarizar bilateralmente claramente necesita de dos partes. Trataré por un momento de ponerme en el lugar de Estados Unidos y analizar la respuesta a la pregunta de si los Estados Unidos apoyasen una unión monetaria en el hemisferio. El principal beneficio sería que un proceso orientado a este objetivo muy seguramente instauraría un proceso de convergencia, como en el caso europeo. De hecho, al igual que en Europa, no es difícil imaginar un círculo virtuoso en el que quienes definen las políticas busquen convergencia y el mercado, esperando esa convergencia, adelante las recompensas de ese proceso a través de tasas de interés más bajas y una mayor estabilidad. Esto naturalmente sería sumamente beneficioso para cada uno de los países participantes en la región, incluyendo los Estados Unidos, pero también tendría beneficios para la región en su conjunto. Esto es admitido por altos funcionarios estadounidenses. No sé si citar a Larry Summers, quien mientras usaba su sombrero académico dijo hace algunos años:5 “En el largo plazo, encontrar formas de sobornar a la gente para que dolarice, o por lo menos devolver la moneda adicional ganada cuando ocurre la dolarización, debiera ser una prioridad internacional. Para el mundo en su conjunto, la ventaja de la dolarización también parece ser evidente.” 5 Summers, Larry, 1992. “Rules, Real Exchange Rates and Monetary Discipline”. En Nissan Leviatan, Editor, Proceedings of a Conference on Currency Boards and Currency Substitution, págs. 32-33. BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 197 o su testimonio más reciente en el Congreso estadounidense: “Si la dolarización ayudara a lograr una mayor estabilidad económica y crecimiento en países de nuestro hemisferio que han sufrido tanta inestabilidad en el pasado, claramente ello sería de interés económico y general para los Estados Unidos.” Un documento reciente preparado por los miembros del Comité Económico Conjunto llega a una conclusión similar:6 “La dolarización oficial tiene importantes beneficios para los Estados Unidos y los países que dolarizan por igual. Al compartir el señoreaje con los gobiernos que dolarizan oficialmente, los Estados Unidos promoverán el crecimiento y la estabilidad financiera tanto interna como externamente.” Estoy totalmente de acuerdo con ambas afirmaciones. La dolarización no sólo traería una mayor estabilidad económica, mayor integración, más operaciones comerciales y consolidaría la apertura que ya ha tenido lugar, sino que también reduciría la probabilidad de crisis futuras. A su vez, esto reduciría cualquier responsabilidad potencial para los Estados Unidos y otros países, tanto directamente en paquetes de asistencia bilateral, como indirectamente a través de organizaciones internacionales. De hecho, creo que podrían ser fuertes las bases del argumento de que, en lugar de aumentar cualquier responsabilidad potencial (como algunos podrían sugerir), una unión monetaria realmente la reduciría. 8. El beneficio político No cabe duda de que la idea de una unión monetaria en el hemisferio es un objetivo visionario que requiere de un fuerte liderazgo político de los países latinoamericanos así como por parte de los Estados Unidos. Al igual que toda gran iniciativa, tiene costos y beneficios para todas las partes involucradas. No obstante, creo que los beneficios potenciales superan ampliamente los costos. Por otra parte, no es un juego en el que no se gana en términos netos, sino que aporta un gran beneficio regional. Me parece que un creciente conjunto de Acuerdos Monetarios bilaterales entre los Estados Unidos y los países participantes es un avance coherente y realista. Antes de enunciar los beneficios de tales acuerdos, deseo subrayar algunas de las cosas que los mismos no implicarían, a saber: (i) no implicarían un costo financiero para Estados Unidos; (ii) no implicarían que los Estados Unidos tendrían que cambiar una sola institución ni reconsiderar la manera en que la Reserva Federal conduce la política monetaria; (iii) no implicarían que los Estados Unidos tendrían que asumir ninguna responsabilidad adicional en la supervisión de los bancos o mercados financieros de la región; 6 El estudio concluye que “La dolarización oficial tiene importantes beneficios para los Estados Unidos y los países que dolarizan por igual. La dolarización casi elimina el riesgo de devaluación, haciendo que la inversión local y estadounidense sea más segura. En la mayoría de los países emergentes, la dolarización oficial reducirá también las tasas de interés de manera significativa, promoviendo su crecimiento económico. El mayor crecimiento en otros países significa en última instancia una mayor demanda de productos estadounidenses y también un mayor crecimiento en los Estados Unidos. La gente en muchos países con mercados emergentes ya ha votado con sus bolsillos por el dólar. Al compartir el señoreaje con los gobiernos que dolarizan oficialmente, los Estados Unidos promoverán el crecimiento y la estabilidad financiera tanto interna como externamente.” Encouraging Official Dollarization in Emerging Countries, abril de 1999. Joint Economic Committee Staff Report. Oficina del Presidente del Senado, Senador Conie Mack. BCRA 198 Principales discursos del Presidente del BCRA (iv) no implicarían que los bancos fuera de los Estados Unidos tendrían acceso a la ventana de descuento del Fed o que los Estados Unidos tendrían que actuar como Prestamista en Ultima Instancia para la región. Sin embargo, implicarían por lo menos los siguientes beneficios para los países que adhieran así como para los Estados Unidos: (i) el uso del dólar estadounidense se consolidaría en toda la región; (ii) se generaría un círculo virtuoso por el cual quienes definen las políticas en la región procurarían hacer que sus países adhieran a tales Acuerdos, mejorando así la calidad de sus políticas económicas, y los mercados financieros responderían con diferenciales más bajos debido a la expectativa de que los países adhieran al Acuerdo y también a esas políticas mejoradas; (iii) habría, en consecuencia, una mayor estabilidad económica, inversión, crecimiento y operaciones comerciales en Latinoamérica, lo que también redundaría en beneficio de los Estados Unidos; (iv) habría una mayor integración con los Estados Unidos, sin la posibilidad de futuras devaluaciones competitivas; (v) no habría crisis de moneda futuras en la región; (vi) una mayor estabilidad económica significa que la probabilidad de otras crisis se reduciría de manera significativa; y (vii) la menor probabilidad de crisis futuras también sería un beneficio importante para los Estados Unidos, tanto debido a su efecto en las exportaciones estadounidenses, así como en la inversión directa y de cartera, como debido a que implicaría una menor responsabilidad potencial para los Estados Unidos de asistir financieramente a los países de la región, directa o indirectamente a través del FMI u otros organismos multilaterales. En síntesis, considero que los beneficios para los Estados Unidos así como para otros países americanos por el hecho de aumentar el grado de Cooperación e Integración Monetaria en el Hemisferio podrían ser muy importantes. Todo lo que necesitamos hacer es estudiar seriamente las diferentes alternativas, y luego trabajar con miras a asegurar el fuerte apoyo político que esta importante y trascendental reforma requiere y merece. BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 199 Foro Internacional sobre Perspectivas Latinoamericanas Nuevas Sugerencias para Acuerdos Monetarios Conferencia OCDE-BID París, 25-26 de noviembre de 1999 1. Introducción En primer lugar quisiera agradecer a la OCDE y al BID por la invitación a participar en esta excelente conferencia, y en particular a analizar el rol que deberían desempeñar los acuerdos monetarios en la definición de la nueva arquitectura financiera. Luego de la charla tan interesante de Ricardo que llama a la reflexión, me impresiona que a pesar de que aparentemente se han realizado considerables esfuerzos de investigación sobre este tema, y que se han dictado muchas conferencias recientemente en relación con temas similares (acuerdos monetarios y arquitectura financiera internacional en general), no hay consenso sobre estos temas tan fundamentales. Quisiera centrar estos breves comentarios en algunas sugerencias sobre por qué es tan difícil llegar a un consenso. En particular, quisiera proponer tres ideas: (i) la falta de comprensión acerca de la demanda de dinero en las economías emergentes; (ii) ciertas advertencias con respecto a la antigua “división del trabajo” entre tipo de cambio fijo y flexible; y (iii) las opiniones opuestas del G7 y de los países emergentes sobre este tema. 2. Reconsideración del tipo de cambio fijo versus flotante El debate tradicional sobre tipo de cambio fijo versus flotante llegó a la conclusión de que si los shocks eran de naturaleza principalmente monetaria, se prefería el tipo de cambio fijo al flexible; por el contrario, si los shocks eran principalmente reales, un régimen de tipo de cambio flotante sería mejor para aislar a la economía de estos shocks. Pero este análisis se basó en al menos tres premisas que no siempre son aplicables: (i) que existe demanda estable de dinero; (ii) que los shocks monetarios se originan en el término de error en la demanda de dinero y no en la política monetaria; y (iii) que los shocks reales son de tal naturaleza que afectan a todos los bienes transables de la misma forma. La demanda estable de dinero es una premisa (implícita) en la mayoría de los análisis sobre regímenes cambiarios. Pero en algunas economías emergentes, esta premisa puede ser poco realista ya que puede no haber demanda estable de moneda local (a pesar de que puede existir demanda estable por algún tipo de agregado bimonetario). Por lo tanto, las conclusiones del análisis basadas en esta premisa implícita pueden ser incorrectas. Muchos autores han reconocido que este tema ha generado al menos dos problemas significativos: (i) vulnerabilidad financiera y (ii) reducción significativa en el poder de la política monetaria, debido a que la autoridad monetaria local ejerce control sobre el agregado monetario local pero no sobre el agregado bimonetario, que es el relevante. Una segunda hipótesis es que los shocks monetarios provienen del término de error en la demanda estable de dinero, y por lo tanto un tipo de cambio fijo será la mejor alternativa debido a que podría amortiguar fácilmente estos shocks realizando pequeños cambios en el nivel de reservas internacionales. Sin embargo, este análisis no considera la posibilidad de que los shocks monetarios provengan de la oferta de dinero, y de hecho en muchas economías BCRA 200 Principales discursos del Presidente del BCRA emergentes la situación fiscal descontrolada junto con el acceso limitado a los mercados de capitales internacionales y mercados financieros nacionales poco desarrollados pueden llevar al uso de política monetaria en lugar de política fiscal, generando así inestabilidad monetaria y de precios. La naturaleza de los shocks monetarios no son cambios impredecibles en la demanda de dinero sino cambios abruptos (a veces predecibles) en la oferta de dinero. La tercera hipótesis es que los shocks reales son de una naturaleza muy particular: afectan a todos los bienes transables del mismo modo (los modelos generalmente asumen sólo un bien transable y un bien no transable mediante los cuales esta hipótesis implícita se incorpora al análisis). En dicho mundo, y asumiendo una rigidez en baja en el salario nominal y cierto grado de ilusión monetaria, la variación del tipo de cambio podría mejorar el bienestar. Sin embargo, el hecho es que existen muchos shocks reales que no afectan a todos los bienes transables de la misma manera. Por ejemplo, una innovación tecnológica en la industria automotriz de otro país puede requerir una reducción en los salarios de nuestra industria automotriz, aunque no de la economía en su conjunto que sería el resultado de una devaluación. Por lo tanto un régimen de tipo de cambio flexible puede ser útil cuando se producen cambios en los términos de intercambio, asumiendo rigidez salarial y grado de ilusión monetaria, pero también puede ser altamente perturbador bajo otros tipos de shocks externos. En conclusión, la elección del régimen de tipo de cambio depende en gran medida de los antecedentes monetarios del país involucrado1 , así como de la composición de su comercio y la naturaleza de los shocks dominantes. Esto puede explicar en cierta medida la falta de consenso sobre el mejor régimen cambiario. Con estos antecedentes en mente, podemos evaluar los recientes acontecimientos mundiales, su impacto sobre los debates actuales referidos a política cambiaria y algunas de las demás razones invocadas para la elección de regímenes cambiarios alternativos. 3. Sobre tipos de cambio flotantes … Muchos economistas y ciertas organizaciones multilaterales apoyan firmemente a los tipos de cambio flotantes. Analicemos la experiencia de los grandes países industriales y los resultados de dicho sistema de cambio. Los tipos de cambio flotantes en países del G7 han sido altamente volátiles y han tenido desvíos persistentes de los niveles de PPA. Durante los últimos cinco años se produjeron fluctuaciones en el tipo de cambio yen/ dólar de 84,33 a 144,66, marco alemán / dólar de 1,37 a 1,87 ; incluso durante este año se produjeron fluctuaciones en el tipo de cambio yen / dólar de más de 19,2%, de 121,79 a 102,15 y una variación en el tipo de cambio dólar / euro de 12,9%, de 1,1362 a 1,0062. Es muy difícil concebir que estas fluctuaciones sean consistentes con los cambios subyacentes en la PPA, por ejemplo. Asimismo, esto ha generado problemas significativos en los países del G7 más abiertos que liberaron el tipo de cambio (por ejemplo, el debate actual sobre la política monetaria del Reino Unido) y la volatilidad de las monedas del G7 (por ejemplo, dólar vs. yen y dólar vs. euro) ha causado problemas significativos indirectamente en algunos países de América latina, incluyendo Argentina, que han fijado su tipo de cambio por referencia a una de las monedas más fuertes. Debido a que existe una tendencia a liberar los tipos de cambio en las economías emergentes, esta experiencia es algo alarmante. Si los países del G7 con tipos de cambio flotantes tienen una alta volatilidad de tipo de cambio y desvíos persistentes de los niveles de tipo PPA, es 1 BCRA Como solía decir John Hicks, la política monetaria es el campo de la política económica en el cual la historia es más importante. Principales discursos del Presidente del BCRA 201 probable que, salvo que se tomen medidas correctivas rigurosas, los países emergentes que recientemente flotaron sus tipos de cambio sufrirán una volatilidad aun mayor. En particular, creo que es mucho más probable que los países del G7 tengan una demanda de dinero razonablemente más estable que los países emergentes. La falta de demanda estable de dinero en las economías emergentes aumenta la volatilidad de su tipo de cambio debido a que genera un problema de vulnerabilidad financiera causada por los “descalces gemelos” -descalce de liquidez y moneda- que han sido analizados en extenso por Ricardo Hausmann y sus colegas del BID. Asimismo, en algunos países emergentes los mercados cambiarios no son muy profundos y los flujos de capital son relativamente más importantes. Juntemos estas características y creo que podemos afirmar con seguridad que es más probable que los tipos de cambio flotantes en las economías emergentes sean significativamente más volátiles que los del G7 salvo que, como dije anteriormente, se tomen medidas correctivas. Este argumento (la necesidad de acciones correctivas rigurosas) está respaldado por una literatura cada vez extensa, que sostiene a través de trabajo empírico que los países emergentes que flotan su tipo de cambio efectivamente toman medidas correctivas fuertes para amortiguar las fluctuaciones en los tipos de cambio (ver por ejemplo “Fear of Floating” de Calvo y Rheinhart). Una fuerte motivación es que la demanda instable de dinero nacional puede generar la “dolarización” de pasivos. En la mayoría de los países emergentes, la deuda a largo plazo del gobierno está denominada en dólares y en algunos casos grandes deudas del sector privado, especialmente pasivos del sector bancario, también están denominadas en dólares. Asimismo, en algunos países emergentes (como Argentina) la mayoría de los contratos grandes -especialmente a largo plazo- están denominados en moneda extranjera, aún cuando ello implique que las variaciones en el tipo de cambio con respecto al dólar pueden tener efectos muy fuertes -no deseados- en el balance general, creando incertidumbre financiera / macroeconómica.2 También hay evidencia (en parte en el trabajo de Ricardo con sus colegas del BID y el de otros, por ejemplo Jeff Frankel) que países latinoamericanos que liberan el tipo de cambio son más vulnerables a las variaciones en las tasas de interés de EE.UU. que los países que fijan el tipo de cambio. Asimismo, los países con tipo de cambio flotante tienden a seguir políticas monetarias más pro-cíclicas cuando se enfrentan a un deterioro en los términos de intercambio. Esta conclusión es consistente con la doctrina de “temor a flotar el tipo de cambio”. En otras palabras, cuando los países que liberan el tipo de cambio se enfrentan a un shock negativo (por ejemplo, aumento en las tasas de interés de EE.UU. o deterioro en los términos de intercambio) deben ajustar la política monetaria para mantener la estabilidad del tipo de cambio. Debido a que flotan el tipo de cambio, el mercado puede prever una depreciación y por lo tanto, para mantener la estabilidad de los precios, las autoridades deben realizar más ajustes de los que hubieran tenido que realizar bajo un régimen de tipo de cambio fijo altamente creíble. El aumento en los tipos de interés ante las expectativas de devaluación es una característica en común de muchos países emergentes que persiguen “metas de inflación”. Otras limitaciones de los regímenes de tipo de cambio flotante para los países emergentes son que: i) tienden a estar asociados con un desarrollo más lento de sus sectores financieros -por ejemplo, Un caso interesante es Uruguay, que posee tipo de cambio flotante (limitado por una banda) pero las autoridades han mantenido una política mucho más estricta de modo que la depreciación real prácticamente ha igualado los diferenciales de índice de inflación a los de EE.UU. De hecho, esta práctica se ha mantenido a pesar de que Uruguay ha sufrido shocks externos significativos. 3 Según la afirmación de Martín Lagos: “En tales circunstancias, una situación de tipo de cambio fijo no es más que el discreto intervalo entre un par de episodios de devaluación, que se sucederán indefinidamente”. 2 BCRA 202 Principales discursos del Presidente del BCRA debido a una mayor vulnerabilidad derivada de los “descalces gemelos”-; y ii) debido a que la mayoría de los shocks reales no afectan a todos los bienes transados del mismo modo -por ejemplo, la crisis reciente de Brasil tuvo un efecto diferenciado en los distintos sectores del MERCOSUR- el tipo de cambio flotante no constituye el mecanismo de ajuste de precios relativos más eficiente con respecto a los shocks reales. 4. Tasas fijas pero ajustables, un caso perdido … Hemos vistos los riesgos de los tipos de cambio flotantes. Por otra parte, también queda claro que los tipos de cambio fijos, pero ajustables, también conllevan grandes riesgos. En primer lugar, existe el riesgo de que las autoridades se vean tentadas a llevar a cabo medidas de política monetaria que no son consistentes con el tipo de cambio, es decir, los shocks monetarios surgen de la política monetaria más que de alteraciones en el término de error de la demanda de dinero. En segundo lugar, son más susceptibles a los ataques especulativos, cuya probabilidad presumiblemente aumente según el nivel de inconsistencia de la política monetaria con respecto al tipo de cambio. Si el ataque especulativo es exitoso, normalmente genera un desbordamiento en el tipo de cambio y por ende efectos muy fuertes en el balance general (especialmente en economías dolarizadas) y posteriormente un impacto profundo en la actividad económica. Una limitación conocida en el tipo de cambio fijo con la cuenta de capital abierta es su inconsistencia con una política monetaria independiente. Sin embargo, la experiencia demuestra que dicho conocimiento no siempre representa una limitación en el comportamiento de los diseñadores de políticas3. 5. Sobre la elección entre tipo de cambio flotante y fijo La elección por lo tanto podría ser entre tipo de cambio flotante, tal vez respaldado por un régimen que establezca metas de inflación, y un tipo de cambio fijo altamente creíble respaldado por una norma de política monetaria consistente (por ejemplo: caja de conversión o dolarización total o unión monetaria). Sin embargo, en los foros de políticas, las dos soluciones se proclaman en forma muy despareja: se anuncia a gritos que el mejor acuerdo de tipo de cambio es el flotante, y se susurra que en determinadas circunstancias (implícitamente bastantes extrañas) el tipo de cambio fijo puede ser apropiado. La diferencia en el volumen en que se expresan las recomendaciones de política puede llevar a que algunos de los países reflejen las preferencias del G7, como veremos más adelante Y volvemos a la vieja pregunta de cambio fijo versus flotante. Aparentemente el tema central es la elección óptima entre estos dos extremos. Esta elección depende, por un lado, de las características del país y, por otro, de la función objetivo elegida. La función objetivo de las economías emergentes puede ser algo diferente a la de los países del G7, por lo tanto es natural que los países del G7 tengan ideas diferentes sobre qué acuerdos de tipo de cambio deberían adoptar las economías emergentes. Y podemos ver en el análisis actual algunas discrepancias que surgen a raíz de las diferentes perspectivas desde las cuales se efectúa la recomendación de política. Describiré brevemente en qué creo que pueden diferir estos objetivos, y también sugiero una forma en la cual pueden conciliarse las diferencias. 6. Objetivos de los países emergentes En mi opinión, el régimen cambiario óptimo de un país puede depender en gran medida BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 203 de la “calidad de su moneda”. Como dije anteriormente, la demanda de dinero en muchos países del G7 es bastante estable y esto explica, en gran medida, por qué las deudas de los países del G7 están denominadas en gran medida en sus propias monedas. Otra forma de decir esto es que la calidad de su moneda es alta. En contraposición, las economías emergentes a menudo no poseen una demanda estable de dinero y sus pasivos están altamente dolarizados. En otras palabras, la moneda local no es de la misma calidad que en los países del G7. Como ya dije, esto genera dos problemas (i) la vulnerabilidad financiera que surge de los descalces gemelos y (ii) las serias limitaciones a la efectividad de la política monetaria, aún bajo regímenes de tipo de cambio flotante. En el caso de Argentina, el lamentable antecedente de inflación y el alto nivel de dolarización, junto con su cuenta de capital abierta y su economía bastante cerrada (en términos de exportaciones con respecto al PIB) apuntan a una baja calidad de su moneda. Por lo tanto, Argentina hizo una excelente elección al establecer una caja de conversión en 1991. Aún si Argentina liberara el tipo de cambio, no podría utilizar el tipo de cambio como herramienta de política ya que los efectos sobre el balance general serían muy fuertes, e incrementarían la vulnerabilidad del sector financiero y la economía en su conjunto. Asimismo, como los argentinos aún “piensan” en términos de dólares, la depreciación nominal no generaría depreciación real de todos modos, por lo tanto probablemente se obtendrían pocos beneficios de una devaluación nominal. Sin embargo, debido a la menor credibilidad del régimen, indudablemente existiría un costo en términos de tasas de interés más altas y crecimiento mientras Argentina intenta mantener la credibilidad y un determinado nivel de inflación. 7. ¿Cómo ha operado la caja de conversión en Argentina? Argentina tuvo un desempeño muy exitoso con este sistema. Bajo el sistema de caja de conversión, el PIB real creció casi un 40%, la inversión aumentó aproximadamente 130%, las exportaciones crecieron 120% y la inflación fue inferior a la de EE.UU. durante los últimos cinco años. El sistema financiero también ha crecido significativamente -aproximadamente 400% desde fines de 1991 hasta fines de 1998-. Debo destacar que estas cifras incluyen dos grandes recesiones, en 1995 y este año. Me alegra decir que hay evidencia de que Argentina se está recuperando de la recesión de 1999 y está creciendo nuevamente. El hecho de que en Argentina algunos pensemos en la total dolarización de derecho a través de una asociación monetaria con EE.UU., no significa que no valoremos el enorme aporte de la caja de conversión a la consolidación económica y política de Argentina. Pretende aprovechar las ventajas de este esquema -el desarrollo de una cultura fiscal, de una cultura de productividad, de flexibilidad de precios- que ha permitido a Argentina progresar sin política monetaria, a pesar de los importantes shocks reales y financieros. Pero intenta mejorar donde nosotros no hemos podido, es decir, convenciendo a los inversores de que este tipo de cambio esta aquí para quedarse. Consideramos que en el balance entre la credibilidad producida por formar parte de una unión monetaria, con acuerdo sobre el señoreaje sobre el cual se pueda implementar líneas de crédito contingentes para el sistema financiero, y la pérdida definitiva de la política monetaria, sale favorecida la asociación monetaria. 8. ¿Qué deberían hacer otros países? Naturalmente, cada país deberá hacer su propia evaluación sobre los regímenes cambiarios. Un interesante informe de Ernesto Stein y Ernesto Talvi sostiene que, para los países de la región que están más dolarizados y más integrados con EE.UU., es más probable BCRA 204 Principales discursos del Presidente del BCRA que el análisis de costo beneficio se oriente en la misma dirección que el de Argentina. Por otra parte, los países que están más abiertos en la cuenta comercial y realizan un mayor intercambio comercial con el resto del mundo y están menos dolarizados, podrían tener la oportunidad de mantener una política monetaria independiente. Sin embargo, la evidencia existente muestra que estos últimos países pueden llegar a tener tasas de interés más altas y volátiles. Y desde este punto de vista creemos que muchas economías emergentes de la región estarían mejor si adoptaran un tipo de cambio fijo creíble. 9. Objetivos del G7 Hasta aquí he analizado el tema desde el punto de vista de las economías emergentes. Sin embargo, los países del G7 pueden tener otros objetivos. Algunos países del G7 han afirmado, por ejemplo, que sería incorrecto que los organismos multilaterales utilicen sus recursos para respaldar regímenes cambiarios “insostenibles”. Existe una clara preferencia dentro del G7 por acuerdos de tipo de cambio flotante. Mi interpretación es que los países del G7 pueden estar preocupados por el daño moral que podría generar un tipo de cambio fijo, y los pasivos contingentes que genera, a través de la percepción de que debería existir asistencia bilateral o multilateral si el tipo de cambio fallara. Es decir, lo que Ricardo llama el enfoque “Demasiado”. Naturalmente, lo que es bueno para reducir el daño moral percibido y los pasivos contingentes en países del G7, puede no ser tan bueno desde el punto de vista de las economías emergentes. En particular, si rechazamos todos los tipos de acuerdos de tipo de cambio fijo incluyendo la dolarización - debido a que podrían causar daño moral, estamos dejando una sola opción a las economías emergentes: liberar el tipo de cambio. Esta es una opción pobre si consideramos que (i) las economías emergentes mostrarán una volatilidad en el tipo de cambio aún mayor a la del G7 y por lo tanto será altamente vulnerable a dicha volatilidad; y (ii) que, según la calidad de su moneda, estos países no podrán sostener una política monetaria verdaderamente independiente, es decir anticiclica. 10. Conciliando los objetivos del G7 y de las Economías Emergentes … En particular, según lo relató tan elocuentemente Ricardo, creo que si seguimos esta idea hasta el extremo, nos encontraremos con un mundo en el cual cada país mantiene su propia política monetaria y tipo de cambio flotante. Ciertamente esta no es una receta para altos flujos de capitales, alto nivel de integración comercial, tasas de interés bajas y alto crecimiento. De hecho, creo que representa una segunda o tercera mejor alternativa y permaneceremos en un mundo de “Demasiado Poco”. Los flujos de capital serán demasiado bajos para igualar las tasas de retorno sobre el capital y demasiado bajos para igualar la relación de capital con mano de obra en un marco de tiempo razonable. Y la ironía es que si las economías emergentes tienen “miedo a liberar el tipo de cambio” como lo demuestra la evidencia existente, tal vez ni siquiera exista el beneficio residual de poder adaptarse a los shocks idiosincráticos. En mi opinión, para resolver el problema de “demasiado poco”, debemos pensar en la forma de aliviar los problemas creados por las fronteras nacionales a través de la creación de monedas soberanas. Un aspecto importante es el impacto de la volatilidad de los tipos de cambio en los países con moneda de baja calidad sobre su estructura de deuda financiera y del sector privado. Una solución para limitar este riesgo es implantar reglamentaciones que BCRA Principales discursos del Presidente del BCRA 205 limiten los descalces gemelos en bancos, corporaciones y gobierno. Alternativamente, el país podría adoptar una política de tipo de cambio consistente y creíble, o la decisión más radical de formar una asociación monetaria con un país que posea moneda de alta calidad. Otros riesgos importantes relacionados con la adopción de monedas soberanas son los relativos a la convertibilidad de la moneda y la seguridad legal de los contratos, o riesgo soberano. Es aquí, tal vez, donde los organismos multilaterales pueden desempeñar un rol más importante. Por ejemplo, aplaudo el uso cada vez mayor de garantías y seguros que los organismos multilaterales como el BID y el Banco Mundial intentan implantar en y que Argentina ya ha utilizado con la “Back Stop Facility” (Facilidad de Apoyo) en 1995, y las mejoras en un bono emitido en 1999. En este sentido el G7 podría desempeñar un rol importante en alentar a los organismos multilaterales de crédito a fortalecer la infraestructura financiera de los países emergentes como una forma de manejar los pasivos contingentes que se producen en los mismos. Estos productos también pueden ayudar a resolver un tema relacionado: el problema de hacer promesas intertemporales. Aquí, la noción de soberanía implica riesgos mayores en el sentido de que la soberanía significa que los países pueden infringir acuerdos previos. Una solución alternativa para dichos problemas es una constitución que limite el poder del gobierno de turno, a través de cláusulas constitucionales que limiten la libertad del gobierno actual de violar contratos o determinadas acciones de política. Podrían ser cláusulas constitucionales que aseguren la consistencia intertemporal de la política fiscal, de modo que los países retengan la soberanía, pero renuncien a la posibilidad de no cumplir con sus deudas. En este sentido, un beneficio interesante de la asociación monetaria es que puede ayudar a reforzar el compromiso institucional con un determinado régimen de tipo de cambio o la consistencia temporal de las políticas fiscales que lo respalda, por ejemplo, internalizando los costos de abandonar dicho acuerdo. 11. Importancia de la liquidez … Quisiera considerar ahora otra forma de conciliar los objetivos del G7 y de los países emergentes con respecto a regímenes de tipo de cambio, es decir: obtención de mayores flujos de capital, mayor integración y mayor crecimiento, pero al mismo tiempo limitando los pasivos contingentes sobre los que algunas naciones del G7 están verdaderamente preocupados bajo un tipo de cambio fijo. Esto se puede lograr mediante la adopción de una política de liquidez sistémica. Si los países aseguran una adecuada protección de liquidez, existe una menor probabilidad de que se produzcan ataques contra el tipo de cambio u otros tipos de ataques, sobre el sector bancario o sobre los títulos públicos. Asimismo, si se produce un ataque, la defensa puede ser financiada a través de recursos nacionales en lugar de recurriendo a la asistencia bilateral o multilateral. Sin embargo, la necesidad de liquidez sistémica es particularmente costosa para economías con escasos capitales. Podría mitigarse con la existencia de un prestamista en última instancia internacional confiable, y aplaudimos el nuevo Contingency Credit Liquidity del FMI, y esperamos que se implemente pronto de modo de constituir un “sello de aprobación” en lugar de un “signo de debilidad”. La posibilidad de acceder a la liquidez a través de un prestamista en última instancia internacional confiable beneficiará potencialmente a quienes tienen tipos BCRA 206 Principales discursos del Presidente del BCRA de cambio fijo y flotantes. Sin embargo, considerando la predominancia del “miedo a liberar el tipo de cambio” en los regímenes flexibles, en los cuales quienes flotan el tipo de cambio adoptan efectivamente un tipo de “flotación dirigida o sucia”, el riesgo de daño moral puede ser mayor en quienes poseen un tipo de cambio flotante que un tipo de cambio fijo, particularmente si la alternativa es un régimen de tipo de cambio fijo creíble. La transparencia de un régimen cambiario fijo creíble y basado en reglas es más fácil de supervisar y menos tendiente al tipo de daño moral que los organismos multilaterales temen tanto. 12. Conclusión … Como conclusión, permítanme decir que tenemos que pensar en cómo avanzar, no hacia un mundo con menos coordinación internacional, sino hacia uno con mayor integración ya que coincido con que actualmente estamos en un mundo de “demasiado poco” y no de “demasiado” flujo de capital. Sin embargo, si nos movemos hacia un mundo de mayores flujos de capitales y mayor crecimiento, deberemos pensar muy cuidadosamente cómo administrar los riesgos inherentes. Dar la espalda a estas posibilidades con la idea de que una política monetaria para cada país creará condiciones estables para mayor integración y crecimiento es un problema potencialmente grave. No prestar atención a una política de liquidez sistémica podría ser igualmente grave. Banco Central de la República Argentina Este Informe, al igual que el resto de las publicaciones del BCRA, se encuentra disponible en la red Internet (www.bcra.gov.ar). BCRA