La reforma del Código Penal y las tecnologías de la

Anuncio
Abril 2015
Assumpta Zorraquino. Directora de PwC Tax & Legal Services
La reforma del Código Penal y las tecnologías de la información
De las distintas modificaciones introducidas en esta Reforma del Código Penal, nos centraremos en la
mejora técnica llevada a cabo en la regulación de la responsabilidad penal de las personas jurídicas; y
en la adecuación de determinados delitos al uso de las tecnologías de la información y la
comunicación.
Respecto a la primera, la reforma introduce los supuestos de exención de responsabilidad penal de las
personas jurídicas si se cumplen determinados requisitos, clarificando así cómo debe ejercerse el
debido control. La nueva regulación requiere para que sea de aplicación la exención, que el modelo de
organización y gestión adoptado por la sociedad incluya medidas de vigilancia y control idóneas para
evitar ese delito o, cuando menos, para reducir de forma significativa su comisión y que se haya
confiado la supervisión y aplicación a un órgano de la persona jurídica con plena autonomía.
Igualmente exige que quienes hayan cometido el delito lo hayan hecho eludiendo de forma
fraudulenta el modelo instaurado en la sociedad y que no se haya producido una dejadez en las
funciones de supervisión o control.
En definitiva, mejora efectivamente la finalidad de implantar en la compañía un modelo de
prevención y detección de la comisión de delitos, pero requerirá de la acreditación de la correcta
implantación y de la adopción de medidas de supervisión importantes como el nombramiento de un
Director de Cumplimiento normativo que debe actuar con plena independencia en las labores de
vigilancia y control. Para favorecer el cumplimiento de esas medias de control en las sociedades de
pequeñas dimensiones, se permite que en esos casos, la vigilancia y control pueda ser ejercida por el
órgano de administración.
Un cumplimiento parcial de esas medidas tendrá como efecto la atenuación de la pena.
Respecto a la segunda cuestión, en los delitos relativos al descubrimiento y revelación de secretos,
delito de daños informáticos y delitos contra la propiedad intelectual, algunas de las modificaciones o
ampliaciones que se efectúan de las figuras delictivas están muy relacionadas con la comisión de los
hechos en el entorno digital o mediante el uso de datos electrónicos o acceso a sistemas de
información.
En los delitos relativos al descubrimiento y revelación de secretos y contra la intimidad de las
personas, la reforma recoge el planteamiento de la Directiva 2013/40/UE (que se incorpora al
derecho español en la Disposición final sexta), y establece una separación con la incorporación del art.
197 bis, entre aquellos hechos que afecten directamente a la intimidad personal y aquellos otros que,
afectando a la privacidad, la vulneración va más allá de la afectación a la intimidad personal, como
puede ser el acceso a un sistema de información.
En el delito de daños amplia los supuestos de agravación del tipo penal cuando la conducta afecte a
un número elevado de sistemas informáticos, así como si afecta al sistema informático de una
infraestructura crítica o si se hubiera creado una situación de peligro grave para la seguridad del
Estado, añadiendo qué se considerará a estos efectos, por infraestructura crítica. De esta forma se
amplía la persecución de infracciones calificadas como ataques de ciberseguridad.
El art. 270 relativo a los delitos contra la propiedad intelectual identifica las acciones de
reproducción, plagio, distribución y comunicación pública, sin necesidad de que éstas se cometan
como una forma de explotación económica. Introduce en el 270.2, como hizo la reciente modificación
de la Ley de Propiedad Intelectual, las condiciones para considerar responsable a los prestadores de
servicios de la sociedad de la información que, con ánimo de obtener un beneficio económico directo o
indirecto, y en perjuicio de tercero, faciliten de modo activo y no neutral, el acceso o la localización en
Internet de obras o prestaciones objeto de propiedad intelectual, penalizando así las páginas web de
enlaces y a aquellos prestadores de la sociedad de la información que contribuyen a la comisión del
delito.
Descargar