Secretario de Relaciones Exteriores Luis Ernesto Derbez Bautista Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en México Thierry Lemaresquier Subsecretaria para Temas Globales Representante Residente Adjunta Patricia Olamendi Torres Rosa Santizo Director General para Temas Globales Oficial de Programas Ernesto Céspedes Oropeza Perla Pineda Director para Asuntos Internacionales de la Mujer Elizardo Rannauro Melgarejo Directora Regional para México, Centroamérica, Cuba y República Dominicana Teresa Rodríguez Allendes Oficial de Programas Celia Aguilar Setién 323.34 F66 Foro Regional de Reflexión sobre las Metas del Milenio y la Equidad de Género en el Marco del Plan PueblaPanamá Memoria del Foro… — México : Secretaría de Relaciones Exteriores : UNIFEM : PNUD, 2004. 332 p. ISBN 0-912917-95-4 1. Mujeres – Derechos - Congresos. 2. Mujeres Condición jurídica, leyes, etc. 3. Plan Puebla-Panamá I. t. Primera edición: 2004 ISBN: 0-912917-95-4 © SRE/UNIFEM/PNUD Impreso en México / Printed in Mexico Las opiniones expresadas en esta publicación son de las y los autores y no representan necesariamente las opiniones de la SRE, UNIFEM y/o PNUD, ni de cualquier otra de sus organizaciones afiliadas. ÍNDICE INTRODUCCIÓN 9 MENSAJE DE BIENVENIDA Canciller Luis Ernesto Derbez 11 FORO REGIONAL DE REFLEXIÓN SOBRE LAS METAS DEL MILENIO Y LA EQUIDAD DE GÉNERO EN EL MARCO DEL PLAN PUEBLA-PANAMÁ 15 PRESENTACIÓN 17 BREVES SEMBLANZAS DE LAS AUTORAS Y EL AUTOR 19 EL MARCO INTERNACIONAL Y MESOAMERICANO 25 Las Metas del Milenio y la Equidad de Género Progreso para la Mujer, Progreso para Todos (Resumen) Teresa Rodríguez 27 Plan Puebla-Panamá y la Iniciativa Mesoamericana de Desarrollo Humano (Resumen) Héctor Pérez Camarena 29 SESIÓN DE COMENTARIOS, PREGUNTAS Y RESPUESTAS 31 Las Metas del Milenio y la Equidad de Género Progreso para la Mujer, Progreso para Todos Teresa Rodríguez 35 Plan Puebla-Panamá y la Iniciativa Mesoamericana de Desarrollo Humano Héctor Pérez Camarena LA SITUACIÓN ACTUAL EN LA REGIÓN MESOAMERICANA El Plan Puebla-Panamá en el Marco de las Metas del Milenio desde la Perspectiva de Género (Resumen) Rebeca Grynspan 37 43 45 5 Desafíos Sociales, Económicos, Políticos, Ambientales y Culturales de las Mujeres en la Región de México-Centroamérica (Resumen) Josefina Aranda 49 SESIÓN DE COMENTARIOS, PREGUNTAS Y RESPUESTAS 52 El Plan Puebla-Panamá en el Marco de las Metas del Milenio desde la Perspectiva de Género Rebeca Grynspan 53 Desafíos Sociales, Económicos, Políticos, Ambientales y Culturales de las Mujeres en la Región de México-Centroamérica Josefina Aranda 105 NUESTRA AGENDA Nuestra Agenda: Consideraciones y Perspectivas en México. El Desarrollo Humano Sustentable con Perspectiva de Género en el Plan Puebla-Panamá en el Marco de las Metas del Milenio (Resumen) Ma. de Lourdes García Acevedo y Friné López Martínez 165 Nuestra Agenda: Consideraciones y Perspectivas en Centroamérica (Resumen) Margarita Zapata Choiseul 168 SESIÓN DE COMENTARIOS, PREGUNTAS Y RESPUESTAS 170 Nuestra Agenda: Consideraciones y Perspectivas en México. El Desarrollo Humano Sustentable con Perspectiva de Género en el Plan Puebla-Panamá en el Marco de las Metas del Milenio Ma. de Lourdes García Acevedo y Friné López Martínez 171 Nuestra Agenda: Consideraciones y Perspectivas en Centroamérica Margarita Zapata Choiseul 189 RESULTADOS Y CONCLUSIONES 6 163 247 Foro Regional de Reflexión sobre las Metas del Milenio y la Equidad de Género en el Marco del Plan Puebla-Panamá Presentación de Resultados Friné López Martínez 249 SESIÓN DE COMENTARIOS, PREGUNTAS Y RESPUESTAS 251 Desafíos y Consideraciones en la Agenda de Equidad de Género en el Desarrollo Humano Resultados de los Grupos de Trabajo 252 Desafíos y Consideraciones en la Agenda de Equidad de Género en el Desarrollo Humano Grupos de Trabajo 258 CLAUSURA 267 Patricia Olamendi Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE 269 Thierry Lemaresquier Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en México 270 Herbert Taylor Jefe de la Unidad de Coordinación del PPP, SRE 271 ANEXOS 275 Resultado de los Seminarios Nacionales Nicaragua El Salvador Costa Rica Encuentro de Mujeres Centroamericanas 277 297 302 304 Programa y Metodología del Foro Programa de Trabajo Metodología 307 310 Directorio de Participantes en el Foro 315 Glosario 329 7 INTRODUCCIÓN «El desarrollo humano es el proceso por el cual se ofrecen mayores oportunidades a las personas. Entre éstas, las más importantes son una vida prolongada y saludable, el acceso a la educación y a los recursos necesarios para disfrutar de un nivel de vida decente. Otras oportunidades incluyen la libertad política, la garantía de los derechos humanos y el respeto a sí mismo» Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Informe de Desarrollo Humano 1990 Con la aprobación de la Declaración del Milenio en la Cumbre Mundial que convocó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en septiembre del 2000, se reafirmó el compromiso de la comunidad internacional para alcanzar un mundo más pacífico, más próspero y más justo, a través de la definición de metas y objetivos mensurables que guíen las iniciativas y esfuerzos de política a nivel nacional, regional e internacional. Se definieron entonces una serie de principios y valores fundamentales que debían guiar las relaciones internacionales de cara al siglo XXI, y se destacó a la libertad y la igualdad como parámetros principales de acción. La comunidad internacional reunida al más alto nivel, reiteró que tanto las mujeres como los hombres deben vivir su vida y ejercer sus derechos fundamentales libres de discriminación, violencia, hambre, opresión e injusticia. Más aún, se señaló que la igualdad es un factor indispensable para alcanzar los ocho Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio, y por lo tanto, que la transversalización de la perspectiva de género es un componente ineludible en los esfuerzos internacionales por combatir la pobreza, la discriminación, la degradación ambiental y el combate a las pandemias, entre otros problemas mundiales. Es importante tener presente que alcanzar los Objetivos de Desarrollo no es una tarea sencilla y que por el contrario, implica un proceso lento y de difícil progreso. Es por ello que los gobiernos, organismos y agencias internacionales han reconocido que es necesario otorgar apoyos de distinta naturaleza (recursos, capacitación y diseminación de información) a los actores involucrados, a fin de crear capacidades a nivel local, y generar sinergias entre instituciones de la sociedad civil y el sector privado para promover y alcanzar el desarrollo de las naciones. Con esa idea en mente es que el Gobierno de México impulsa el Plan Puebla-Panamá, que busca concretar iniciativas que promuevan el desarrollo sostenible y sustentable de la región mesoamericana, tomando como punto de partida el desarrollo humano del individuo. Este esfuerzo es congruente y contribuye al cumplimiento de las Metas del Milenio. La memoria que la Secretaría de Relaciones Exteriores presenta en esta ocasión, refleja los resultados del “Foro Regional de Reflexión sobre las Metas del Milenio y la Equidad de Género en el Marco del Plan Puebla-Panamá”, un arduo ejercicio de análisis y reflexión entre sociedad, gobierno y sector privado, realizado con el propósito de integrar la perspectiva de género al Plan Puebla-Panamá y los procesos y programas que de él derivan. No cabe duda que la perspectiva de género debe quedar incorporada en una iniciativa tan relevante como el Plan Puebla-Panamá. Basta decir que para contribuir efectivamente al desarrollo humano, es necesario reconocer que la pobreza, situación en la que viven grandes sectores de la región mesoamericana, es un fenómeno multidimensional, heterogéneo, dinámico y que comprende aspectos materiales e inmateriales, de tipo simbólico y cultural. Es un hecho que el género es un factor que incide sobre la pobreza y que determina que cierto grupo de personas, en particular las mujeres, sean más propensas a ésta o que la experimenten de distintas formas. En pocas palabras, el desarrollo humano integral de la región mesoamericana no puede darse en tanto no pongamos especial atención al papel de más de la mitad de su población: las mujeres. Son ellas las que experimentan una de las tasas de mortalidad materna más altas en el mundo, las que enfrentan desnutrición, dificultades para tener acceso a los servicios de salud o para tener autonomía económica. 9 Pero además, son las víctimas de la violencia de género, la discriminación y falta de oportunidades en condiciones de igualdad. Estos y otros desafíos fueron planteados en el Foro Regional cuyos resultados ahora se presentan, con el ánimo de fortalecer la discusión en torno a las políticas que permitirán robustecer el papel de todas las mujeres de la región y asegurar que se constituyan como miembros plenos y participativos de la vida social, económica, cultural y política de sus sociedades. Políticas eficientes e integrales permitirán crear, finalmente, una región libre de pobreza, discriminación y desigualdad. Con la publicación de esta Memoria, la Secretaría de Relaciones Exteriores contribuye a difundir y fomentar el cumplimiento de los compromisos internacionales de México, al tiempo que promueve, en coordinación con organismos internacionales, el debate en torno a las políticas y estrategias más adecuadas que fomenten el desarrollo humano de los países de la región. Espero sinceramente, que la publicación contribuya a estos nobles fines. Patricia Olamendi Torres 10 PALABRAS DEL SECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES EN EL FORO REGIONAL DE REFLEXIÓN SOBRE LAS METAS DEL MILENIO Y LA EQUIDAD DE GÉNERO EN EL MARCO DEL PLAN PUEBLA-PANAMÁ México, D.F., a 26 de agosto de 2003 Distinguidos participantes en el Foro Regional de Reflexión sobre las Metas del Milenio y la Equidad de Género en el Marco del Plan Puebla-Panamá, Responsables de las instancias gubernamentales de mujeres de México y Centroamérica, Representantes de la Sociedad Civil, Señoras y señores: Bienvenidos a su casa, la Secretaría de Relaciones Exteriores. Cuando a principios de este año visitó México la Directora Ejecutiva del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer, Neoleen Heyzer, se acordó la realización de esta reunión como parte del proyecto que la Secretaría de Relaciones Exteriores lleva a cabo con este organismo, en materia de equidad de género. Quiero hacer mías las palabras de Neoleen, en el sentido de que la pobreza es un obstáculo crítico para el acceso de las mujeres a la educación, al desarrollo económico y a la participación política. En efecto, la feminización de la pobreza impide permanentemente el avance de los países en desarrollo en todos los aspectos. Por ello, se planteó que uno de los temas centrales de este foro sea el tema de la pobreza y la realidad de las mujeres que viven en esta condición, en particular, en la región comprendida por el Plan PueblaPanamá. Se han dicho muchas cosas sobre el Plan Puebla-Panamá. Sin embargo, hasta ahora es poco lo que se ha dicho en relación a las condiciones de vida de la mayor parte de las mujeres en la región y cómo podría impactar dicho Plan en su vida cotidiana. Por ello, consideramos fundamental saber cómo ven las mujeres al Plan Puebla-Panamá y cómo queremos que el Plan Puebla-Panamá vea a las mujeres. Creo que ésta puede ser una buena oportunidad para abordar algunas de estas cuestiones. Como recordarán, la vertiente de desarrollo humano del Plan Puebla-Panamá es una que, dentro de la planeación integral del mismo, le ha tocado diseñar al gobierno de México. Este Plan está concebido para mejorar la calidad de vida de las personas y no podemos pensar en construir un proyecto sin la participación de las mismas. Es claro que el desarrollo humano integral en la región Mesoamericana no puede darse si no ponemos especial atención en la mitad de su población que son las mujeres. Además, queremos que el Plan tenga un enfoque cuyo énfasis sea la equidad. Por ello, en este foro hemos invitado a participar a todas ustedes: mujeres de los diferentes sectores sociales, de organizaciones de la sociedad civil, académicas, especialistas en el tema de la mujer, del sector gubernamental y de organismos internacionales. Estamos convencidos de que todas estas voces permitirán poner a la mujer en el centro de la discusión de todos los proyectos del Plan Puebla-Panamá, pues sabemos que la única manera de fortalecer la ciudadanía de las mujeres es involucrándolas en la definición y el diseño de las políticas económicas, sociales y culturales que, eventualmente, impactarán en sus condiciones de vida. Deseamos que esta reunión contribuya a la construcción de estas políticas bajo un enfoque de equidad. Muchos son los retos que tenemos frente a nosotros y que están documentados tanto por los organismos internacionales, como por estudiosos en la materia; algunos de ellos serán abordados en la reunión. Sin embargo, quiero recordar que el índice de desarrollo humano de las mujeres en la región está muy por debajo del índice de desarrollo humano de la población en su conjunto; la mortalidad materna es una 11 de las más altas del mundo; los niveles de mortalidad infantil y de desnutrición son mayores entre las niñas de la región, que entre los niños; y a pesar de ello el acceso de las mujeres a los servicios de salud es aún muy limitado. En cuanto a la educación, los registros de analfabetismo nos muestran que, en la actualidad, más de la mitad de la población en edad escolar que no cuenta con acceso a la enseñanza son niñas. Por otra parte, mientras se ha incrementado la participación de las mujeres jóvenes en la educación secundaria, las indígenas continúan siendo mayoritariamente excluidas de todo tipo de formación; y las niñas y jóvenes en el medio rural siguen siendo afectadas por una alta deserción escolar. También se observa un incremento en la feminización de los flujos migratorios en la región derivado de la precariedad del empleo de las mujeres y de sus bajas oportunidades de desarrollo profesional. Por si esto fuera poco, sobre las mujeres recae casi exclusivamente la carga del cuidado de los hijos y el hogar, y ven frecuentemente vulnerados su integridad y derechos humanos debido a la violencia que se ejerce contra ellas. No quisiera seguir señalando las condiciones en que viven las mujeres en la región y los retos que enfrentamos pues creo que esto es parte del trabajo que las convoca en este foro. Simplemente subrayo que es indispensable que los proyectos emprendidos en el marco del Plan Puebla-Panamá tomen en cuenta los diversos desafíos que enfrentan las mujeres de la región Mesoamericana. Yo los invito a que construyamos este Plan escuchando las voces de las mujeres, de modo que mujeres y hombres logremos el reto de diseñar políticas y programas que permitan erradicar la discriminación hacia las mujeres y la desigualdad cotidiana que enfrentan. Quisiera anticipar mi agradecimiento a todas ustedes por su contribución y por las opiniones francas que viertan durante el foro. Transmitan a sus organizaciones mi agradecimiento por haberse hecho representar en este foro. Por mi parte, yo me comprometo a impulsar los acuerdos derivados de esta reunión entre mis colegas de la región Mesoamericana, a fin de que el Plan Puebla-Panamá tenga de verdad un rostro femenino. Muchas gracias. 12 FORO REGIONAL DE REFLEXIÓN SOBRE LAS METAS DEL MILENIO Y LA EQUIDAD DE GÉNERO EN EL MARCO DEL PLAN PUEBLA-PANAMÁ MEMORIA PRESENTACIÓN Realizar el Foro Regional de Reflexión sobre las Metas del Milenio y la Equidad de Género en el marco del Plan Puebla-Panamá fue en sí mismo un desafío, la consigna de NO al Plan Puebla-Panamá se había transformado en un NO diálogo, NO interlocución, NO interpelación, de parte de algunas e importantes organizaciones de la sociedad civil frente a los gobiernos de la región Mesoamericana y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). De algún modo había sido abandonada la estrategia de defensa y gestión de los derechos humanos, económicos, sociales, culturales, indígenas, campesinos, de mujeres, de los recursos naturales y el medio ambiente por la estrategia del NO al PPP. Por eso la propuesta de hacer este Foro con el objetivo de que el Plan Puebla-Panamá incluya entre sus objetivos las Metas del Milenio y la Equidad de Género, implicó un proceso de consulta previa con organizaciones y personas claves, algunas de las cuales definitivamente decidieron no participar en dicho Foro, como parte de su postura del NO al PPP. Podemos decir que, frente a estos retos vimos con asombro y admiración, como cada una de las partes involucradas en la convocatoria, en la organización, en la consultoría, iba resolviendo parte de los desafíos. Teresa Rodríguez y Celia Aguilar del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), Rebeca Grynspan de la Comisión Económica y Social para América Latina (CEPAL), con sus datos y cifras y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), involucraron sus recursos humanos, administrativos, infraestructura y su poder de convocatoria y de compromiso con las Metas del Milenio, la Equidad de Género y su apuesta al desarrollo y a la eliminación no sólo de la pobreza, sino también a la reducción de la desigualdad económica, social y de género. Patricia Olamendi, Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), puso nuevamente en la mesa de las Políticas Públicas el tema de la Equidad de Género, ahora en el tan debatido y polémico Plan Puebla-Panamá. La voluntad e ideas de la Subsecretaria han hecho indudablemente aportaciones al fortalecimiento de los derechos de las mujeres. Hay que destacar una de las aportaciones de Josefina Aranda, el debate sobre el PPP nos ha llevado a la recuperación de una identidad casi perdida hace años y ahora en construcción, que es la identidad Mesoamericana de México y los países Centroamericanos. Herbert Taylor y Héctor Pérez de la Unidad Coordinadora del PPP de la SRE, quienes tienen la responsabilidad de desarrollar la Iniciativa Mesoamericana de Desarrollo Humano, junto con los otros gobiernos Centroamericanos, aceptaron el desafío de la realización del Foro Regional de Reflexión con la finalidad de construir la Agenda de Equidad de Género en el PPP, en el marco de las Metas del Milenio. Las consultoras de este Foro convocado por la SRE, UNIFEM y PNUD pusieron sobre la mesa nuevos retos, Josefina Aranda se propuso y logró documentar los desafíos de las mujeres de la región Mesoamericana donde se desarrolla el PPP. Asimismo Lourdes García, Friné López y Margarita Zapata hicieron un recuento de las propuestas de las mujeres en asuntos de equidad de género tanto en México como en Centroamérica y el proceso de integración centroamericana. En Friné López se depositó la confianza para la coordinación general del Foro Regional por parte de las instituciones convocantes y organizadoras del mismo. Hubo además otros recursos aportados por organizaciones de la sociedad civil de Centroamérica, entre éstas y los puntos focales de PNUD y de UNIFEM, fue posible realizar cuatro eventos nacionales, algunos fueron seminarios, otros fueron conversatorios, pero en todos ellos hubo excelentes contribuciones que se incluyen como anexos en esta memoria. Agradecemos la disposición del Sr. Ernesto Leal, Secretario para Asuntos de Integración de Nicaragua y Comisionado del PPP; de María Rosa Renzi, Asesora Económica de UNIFEM y Bianca Mangas, miembro de la Mesa “Mujer y economía” y del Centro Humboldt y de Lola Hernández de Nicaragua; de Izaskun Elizondo y Neus Bernabeu/ PNUD, Claudia Zaldaña y Concepción Carranza, REDNA, de El Salvador; y a Felicia Ramírez de la Fundación Arias y Guiselle Rodríguez de la UICN, así como a Raquel Herrera, punto focal de UNIFEM en Costa Rica. Por parte de la SRE participaron activamente en este Foro: Yolanda Castro Escudero, Magaly Gómez Vargas, Vanessa Calva Ruiz, Jessica Baños Poo, bajo la dirección de Elizardo Rannauro Melgarejo. 17 Por UNIFEM, Teresa Rodríguez y Celia Aguilar pusieron todo su empeño, recursos y sabiduría en el Foro Regional. El entusiasmo de Markus Gottsbacher, Flor Trillo y Ana María López fueron imprescindibles en la realización del Foro. Gracias a Rosana Pastor por su apoyo. Un gran agradecimiento a los voluntarios durante el Foro Regional: Mario Cruz Cruz, Luigi Mballa, Ivonne Pliego, Karla Marmolejo, Olga Murguía y Blanca Espinoza y a las relatoras del mismo: Rocío Solís, Sara Elisa Rosales, Lídice Ramos, Gabriela Guzmán, Martha Castañeda, Teresa Munguía, Leticia Murúa, Alibel Pizarro y Guadalupe Carmona. Muchas gracias a las integrantes del Instituto Internacional de Facilitación y Consenso (IIFAC), Marisela Vera, Paola Willis, Adela San Vicente y Patricia Hume, y nuevamente las gracias a Ivonne Pliego por su apoyo y entusiasmo en la elaboración de los resúmenes de la memoria. Noviembre 2003 18 BREVES SEMBLANZAS DE LAS AUTORAS Y EL AUTOR Josefina Aranda Bezaury La maestra Aranda es candidata a Doctora en Antropología Social en el Sistema Tutorial por la Facultad de Filosofía y Letras y el Instituto de Investigaciones Antropológicas en la Universidad Nacional Autónoma de México, actualmente se desempeña como investigadora en el Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, del cual también ha sido profesora; fue docente en la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Es asesora de la Coordinadora Estatal de Productores de Café de Oaxaca (CEPCO). En su experiencia laboral destaca su participación en el Centro de Apoyo al Movimiento Popular Oaxaqueño. Ha colaborado en el Instituto Nacional Indigenista en el Departamento de Planeación Radiofónica, en el Consejo Nacional de Población, la Organización Internacional del Trabajo y en el Colegio de México en el Centro de Estudios Sociológicos. Sus más recientes publicaciones se titulan: • “Para poder vivir: la experiencia de la CEPCO” en: La respuesta de las organizaciones civiles y sociales mexicanas ante la integración económica: estudio de casos. • “Los cafetaleros de Oaxaca”, en: Impactos socioambientales del TLCAN: respuestas sociales ante la integración. (The social and environmental impacts of NAFTA: grassroots responses to economic integration). Ha participado en diferentes conferencias, congresos y simposios entre los que destacan: • Speciality Coffee Asociation of America, Anaheim, California, en 2002 • World Summit on Sustainable Development, Johanesburgo, Southafrica, en 2002 • Foro sobre Mujer Campesina, Secretaría de Relaciones Exteriores y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el 14 de noviembre del 2001, “La mujer campesina y su participación en el sector cafetalero.” Fue miembro del Comité Oaxaqueño para la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, en Pekín, China, y ha participado en la comisión evaluadora de publicaciones del Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer en el Colegio de México. Ma. de Lourdes García Acevedo Es Profesora de Educación Primaria por la Escuela Nacional de Maestros, estudió la Licenciatura en Sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) - Iztapalapa, hizo la Especialización en Estudios de la Mujer en la UAM- Xochimilco, la Maestría en Sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y ha realizado Cursos diversos. Fue Maestra de grupo en Educación Primaria de la SEP. Trabajó en el Consejo Nacional de Fomento Educativo en el Departamento de Capacitación de la Dirección de Programas Educativos. Fue Docente de la Licenciatura en Trabajo Social en la Escuela Nacional de Trabajo Social en la UNAM, en el Diplomado en Enseñanza Superior para maestros del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), Unidad Ajusco, en los Diplomados: “Sistematización de la Práctica Educativa con Adultos” y “Género y Educación Básica”, y en la Licenciatura de Sociología de la Educación y en la Especialización en Estudios de Género en Educación. Laboró en la Asociación Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social, A.C. como Coordinadora del Programa de la Mujer en cinco regiones del país; en UPIICSA del IPN y en el PROMUJER del Gobierno del D.F. Fue Colaboradora de Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia A.C. como Tallerista y Coordinadora de Incidencia Política. Ha sido Consultora en el Programa Mujeres en el Desarrollo Rural de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (SAGAR) y el Instituto Interamericano de 19 Cooperación para la Agricultura (IICA) sede México. Fue Coordinadora de la Red Nacional de Promotoras y Asesoras Rurales (organización con presencia en 13 estados de la República) y Asesora de la Jefa Delegacional en Iztacalco. Ha participado en seminarios, mesas redondas, foros, encuentros, talleres, congresos nacionales e internacionales en los cuales se han abordado temas como: situación de las mujeres, problemática rural, empresas sociales de mujeres, género y desarrollo, políticas públicas, educación básica y de personas adultas, temas de sociología, género y educación, entre otros. Ha publicado artículos diversos en revistas, libros y periódicos, sobre temas de género, participación política de las mujeres, género y educación, financiamiento rural para mujeres, entre otros y ha elaborado antologías para cursos de licenciatura, diplomado y especialización. Rebeca Grynspan Mayufis Costarricense, estudió Economía y Sociología en la Universidad Hebrea de Jerusalén, se recibió como Bachiller en Economía en la Universidad de Costa Rica y obtuvo la Maestría en Economía en la Universidad de Sussex, Inglaterra. Tiene experiencia tanto en el diseño y ejecución de políticas en las áreas económica y social, como en investigación y consultorías con gobiernos y con organismos internacionales. Desde agosto de 2001, es Directora de la Sede Subregional en México de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Ha ocupado varios cargos en el Poder Ejecutivo de Costa Rica, entre ellos Viceministra de Hacienda (1986-1988), Ministra de Vivienda y Asentamientos Humanos (1996-1998), Ministra Coordinadora del Sector Económico (1995-1996) y del Sector Social del Gobierno (1995-1998), y Segunda Vicepresidenta de la República (1994-1998). Es Miembro del Consejo Directivo del Programa de Apoyo al Liderazgo y Representación de la Mujer del BID, del Consejo de UNICEF de Premio a la Comunicación, de URBARED, del Colegio de Licenciados en Ciencias Económicas y Sociales y de la Fundación DA (Déficit Atencional) de Costa Rica; así como Vicepresidenta del Consejo Directivo del International Food Policy Research Institute y Presidenta del Comité de Amigos de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Ha colaborado como Consultora, Asesora o Investigadora con la Fundación Kellogg, BID, CEPAL, Naciones Unidas, Banco Mundial, PNUD, Universidad de Costa Rica, Gobierno de Argentina, Fondo de Inversión Social de Venezuela, GTZ, Gobierno de Colombia, además de instituciones y gobiernos nacionales y locales en múltiples estudios. Ha publicado numerosos trabajos por sí misma o en colaboración con otros, entre los que se encuentran: Informal Citizens. Poverty, Informality and Social Exclusion in Latin America (2002), Políticas económicas, gasto público y efectos según género (1998), Programa de análisis de la política del sector agropecuario frente a la mujer productora de alimentos en Centroamérica y Panamá: mujeres de maíz (1995), así como varias publicaciones sobre el sector industrial. Friné López Martínez Realizó la Licenciatura en Sociología, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), UNAM, 1975-1979 y los Diplomados “Ecología desde una Perspectiva de Género”, Facultad de Filosofía y Letras, el Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) y el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), 1994-1995 y “Problemas Ambientales desde una Perspectiva de Género”, 19961998, PUEG-CRIM-UNAM y la Universidad Iberoamericana. Asimismo, ha estudiado e impartido múltiples y diversos cursos, talleres, seminarios y conferencias sobre recursos naturales y medio ambiente, liderazgo, defensa y gestión de acuerdos internacionales, multilaterales, financiación para el desarrollo y otros. Fue la Representante de la Coordinación Nacional de Mujeres de Organizaciones Civiles por un Milenio Feminista en el Comité Organizador del “Foro Global: Financiación para el Derecho al Desarrollo Sustentable 20 con Equidad”, en el marco de la Cumbre de Monterrey, marzo 2002 y del Comité Nacional Preparatorio de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible, septiembre 2002. Realizó la Reunión Nacional sobre Desarrollo Sustentable con Equidad de Género: hacia la Cumbre de Johannesburgo, en junio de 2002. Actualmente es Directora de Espacio Autónomo, A.C., coordinó el Capítulo México de la Campaña “Las Multilaterales en la Mira de las Mujeres” y es parte del Consejo Asesor de la Sociedad Civil (CASC) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), representación México, de 2001 a la fecha. Se ha especializado en asuntos socioambientales desde la perspectiva de género. De 1999 a 2001 coordinó el estudio Manejo de recursos naturales desde la perspectiva de género: el caso del Ejido El Calabozo, Fracción II, Mpio. Senguio, Michoacán. Trabajó en comunidades campesinas forestales de 1979 a 1987: en el estado de México, 1979-1980; Morelos, 1980; Oaxaca 1980-1987. Laboró en la Procuraduría Agraria (PA) de 1993 a 1995 en la Dirección de Seguimiento al Programa de Certificación de Derechos Agrarios y de 1995 a 1998 en Desarrollo, Ambiente y Sociedad y Mujer y Medio Ambiente. Fue investigadora asociada del Grupo de Estudios Ambientales de 1981 a 1995. Ha publicado La Sustentabilidad en la Financiación para el Desarrollo, 2002; el “Informe Alternativo Mujeres y Medio Ambiente Pekín + 5” en El Género en las Políticas Públicas Ambientales, Red Género y Medio Ambiente, y en Las Mujeres Mexicanas en el Tercer Milenio, Primer Balance de la Plataforma de Acción de Beijing desde las Mujeres de Organizaciones Civiles, Coordinación Nacional por un Milenio Feminista, 2000; Vínculos y Convergencias entre Salud Reproductiva y Desarrollo Sustentable. Estudios de Casos, 1997; La Agenda Verde de las Mujeres, 1996; y, La Compra y Venta del Grano. Serie Los Libros del Maíz, SEP, 1988. Héctor Pérez Camarena Estudió la Maestría en Desarrollo Organizacional y Humano en la Universidad del Valle de Atemajac. Hizo el Diplomado en Dirección y Administración en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente. Es Arquitecto por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente. Ha sido consultor independiente en desarrollo organizacional y humano de 1992 a 1995 y facilitador de diversos procesos de planeación estratégica, reingeniería y trabajo en equipo con instituciones del sector público, académico y empresarial. En 1995 fue el Director de Modernización Administrativa en la Secretaría de Administración del Gobierno de Jalisco y colaborador en el diseño e instrumentación del Modelo de Desarrollo Administrativo del Gobierno de Jalisco, y responsable del programa de modernización administrativa de la Secretaría de Administración de Jalisco. Trabajó como Subcoordinador General de Asesores del Gobernador de Jalisco (1998-2001) y Coordinador del Programa de Seguridad Pública y Procuración de Justicia de Jalisco; Director de Planeación Estratégica y Seguimiento del Gobierno de Jalisco (1995-1998), Coordinador del proceso de planeación estratégica en 16 secretarías y organismos descentralizados de Jalisco; Coordinador del proceso de planeación estratégica municipal (100 de 124 municipios de Jalisco); colaborador en el diseño del Programa de Regionalización de Jalisco, y colaborador en el diseño del Sistema Estatal de Planeación, Programación y Presupuesto del Gobierno de Jalisco. Fue Director General de Programación y Orientación Presupuestal en el Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado de Jalisco (2001-2002) y Coordinador del Convenio de Desarrollo Social del Estado; Subcoordinador del Sistema Estatal de Planeación, Programación y Presupuesto y Coordinador del Programa de Regionalización de Jalisco. Actualmente es el Director General Adjunto de Iniciativas de Desarrollo Humano y Sustentable del Plan Puebla-Panamá (2002-2003) y Coordinador de la Iniciativa Mesoamericana de Desarrollo Humano(IMDH) del PPP, capítulos mesoamericano y mexicano; de la Iniciativa Mesoamericana de Desarrollo Sustentable (IMDS) del PPP, capítulo mexicano, y de la Iniciativa de Prevención y Mitigación de Desastres Naturales (IMPMDN) del PPP, capítulo mexicano. Ha ejercido como arquitecto independiente de 1989 a 2003 en el diseño y construcción de proyectos habitacionales, comerciales, turísticos e industriales. 21 Teresa Rodríguez Allendes Estudió la Licenciatura en Sociología en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Egresada de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos, Ministerio de Defensa. Ha sido investigadora en políticas públicas sectoriales, planificación, derechos humanos, género y políticas públicas, violencia contra la mujer. Organizadora y miembro del equipo fundador del mecanismo nacional de la mujer en el gobierno chileno, 1990. Responsable allí de Planificación, estudios y programas. Integrante del Consejo de Isis Internacional, participante y miembro de los Comités organizadores regionales de las Cumbres y Conferencias convocadas por ONU en los noventa, tanto como representante de ONG y de gobierno. Encargada del Departamento de Relaciones Internacionales y Cooperación del Servicio Nacional de la Mujer (Chile), Ministerio de Planificación. Jefa del Area Técnica del Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes, Ministerio del Interior, Chile. Actualmente es la Directora Regional del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), oficina México, Centroamérica, Cuba y República Dominicana. Margarita Zapata Choiseul De nacionalidad nicaragüense. Es Licenciada en Sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México, 1972 y Licenciada en Derecho y Notariado de la Universidad de Costa Rica, 1976. Tiene el Doctorado en Derecho Penal por la Universidad de Barcelona (1992), con Diplomados en Pedagogía y Psicología por la Universidad de Costa Rica. Ha sido Catedrática en la Facultad de Periodismo en la Universidad de Costa Rica y Catedrática de Sociología en la Facultad de Periodismo en la Universidad Centroamericana de Nicaragua (UCA) 19821986. Entre 1979-1981 fue Presidenta del Tribunal Especial no. 9 en Nicaragua. Participó como Asesora de la Asamblea Nacional de Nicaragua de 1983 a 1988. Ha sido conferencista en diversas Universidades de Europa y ha participado también en diferentes Foros Internacionales. Fue Directora del Departamento de Medios de Comunicación en el Frente Sandinista de Liberación Nacional, 1982-1984. Asesora de la Asamblea Nacional de Nicaragua, 1983-1988. Responsable del Departamento de Movimiento de Países no Alineados en el Frente Sandinista de Liberación Nacional, 1986-1988. Jefe del Departamento de Propaganda Exterior del mismo Frente Sandinista de Liberación Nacional, 1988-1990. Fue Representante del Frente Sandinista en Europa desde 1990 hasta enero de 2003. Es Vicepresidenta de la Internacional Socialista desde 1990. 22 EL MARCO INTERNACIONAL Y MESOAMERICANO 26 agosto de 2003 LAS METAS DEL MILENIO Y LA EQUIDAD DE GÉNERO TERESA RODRÍGUEZ Directora Regional de UNIFEM La licenciada Teresa Rodríguez, Directora Regional de UNIFEM, en su ponencia presentó las Metas del Milenio que los gobiernos de 191 Estados firmaron en el año 2000; señalando que dichas metas representan el marco del Foro Regional de Reflexión. Asimismo, manifestó que el objetivo del Foro era compartir opiniones, escuchar voces que no habían tenido cauce, aceptar las diferencias, no arrogando la representación de organizaciones sociales, académicas y especialistas sino de abrir espacios conjuntos. La Lic. Rodríguez esquematizó la importancia que retoman las Relaciones Internacionales en el siglo XXI, ya que se vuelven a tomar los valores de libertad, igualdad, solidaridad, tolerancia, responsabilidad común y respeto a la naturaleza, que anteriormente habían manifestado las sociedades civiles. En la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (FD por sus siglas en inglés) que se celebró en Monterrey, se comenzó a asignar recursos y medidas para el cumplimiento de los compromisos acordados, resultando así la práctica de reformas políticas y económicas duraderas en los países en desarrollo con un apoyo directo del mundo desarrollado en aspectos de asistencia, comercio, alivio de la deuda e inversiones. De esta manera, los Objetivos de Desarrollo del Milenio son parte del marco para que las Naciones Unidas tengan una colaboración que permita alcanzar un fin a favor de la comunidad internacional. La Lic. Rodríguez recalcó la importancia de las Metas del Milenio, las cuales constituyen la esencia del programa mundial y que actualmente se conocen como “Objetivos de Desarrollo del Milenio”. Indicó que en la Declaración de la Cumbre del Milenio se definieron también muchos compromisos en materia de derechos humanos, de buen gobierno y democracia. Dejó en claro que las metas tienen ciertos objetivos básicos comunes, los cuales se identifican a través de indicadores, que a su vez son atendidos por grupos de trabajo dentro de la Organización de las Naciones Unidas, así como por especialistas, y que por tanto el ejercicio de la cooperación internacional debe ser uno de los pilares más importantes para alcanzar el cumplimiento de los Objetivos del Milenio. Asimismo, partió de la siguiente idea antes de exponer las Metas del Milenio: “Si no hay progreso con las mujeres, no hay progreso y desarrollo en forma general”. Las Metas del Milenio al 2015 son: 1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre: la región tiene una gran riqueza y variedad alimentaria pero al mismo tiempo una gran carencia y marginación. Teresa señaló que para lograr esta meta se debe: • reducir a la mitad el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a un dólar por día. • reducir a la mitad el porcentaje de personas que pasan hambre. 2. Lograr la enseñanza primaria universal: en la región existe una gran desventaja para las mujeres, ya que existen niveles altos de analfabetismo. 3. Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer: es necesaria la incorporación real de las mujeres en todos los sectores, tanto en el social, el político, el económico como en el cultural, lo cual da como resultado una meta transversal. 4. Reducir la mortalidad infantil de los niños menores de 5 años en dos terceras partes, tomando como base el año de 1990 y el año 2015. Dentro de la región Mesoamericana existe una gran mortalidad infantil, por lo tanto, el cumplimiento de esta meta es de suma importancia. 1 Resumen preparado por Friné López e Ivonne Pliego, con base en los cassettes grabados durante el Foro y las notas de Patricia Hume y Friné López. 27 5. Mejorar la salud materna: la mortalidad materna se debe reducir en tres cuartas partes e incrementar la atención profesional del parto. En la actualidad existen varias propuestas de cómo dar atención a mujeres que atienden partos, con el objeto de alcanzar una profesionalización del parto y evitar la muerte de mujeres. 6. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo, la malaria, la tuberculosis y otras enfermedades: dentro de la región las personas más vulnerables son las mujeres de sectores urbanos y en comunidades con migración, teniendo pocas herramientas para prevenir el VIH/SIDA, por lo que el combate al VIH/ SIDA es un gran tema de preocupación para Naciones Unidas y UNIFEM, ya que existe una gran desventaja en el tratamiento para las mujeres, pues desafortunadamente no se cuenta con una perspectiva de género y sobre todo de la situación de mujeres infectadas. 7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente: • incorporar los principios de desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales con relación a los bosques, al agua potable, el uso de energía eléctrica, así como con la biodiversidad. • reducir a la mitad el porcentaje de personas que carecen de acceso al agua potable. • mejorar considerablemente la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de tugurios para el año 2020. 8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo, cuyo compromiso sea lograr un buen ejercicio del poder, el desarrollo y la reducción de la pobreza en el plano nacional e internacional, atendiéndose las necesidades de los países menos adelantados, el acceso libre de aranceles y cupos para las exportaciones de los países menos desarrollados, así como el programa de alivio de la deuda de los países pobres con una gran deuda y la concesión de una cooperación oficial para el desarrollo más generosa a los países que hayan demostrado su determinación de reducir la pobreza. Finalmente, la Lic. Rodríguez enfatizó que el mundo está avanzando hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, pero dicho progreso es desigual y lento. La gran mayoría de los países lograrán los Objetivos de Desarrollo del Milenio sólo si reciben apoyo considerable. De esta forma, las tareas de la comunidad mundial, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo, consistirán en movilizar apoyo financiero y voluntad política, renovar la participación de los gobiernos, reorientar las prioridades y las políticas de desarrollo, crear capacidades y establecer asociaciones con la sociedad civil y el sector privado. 28 EL PLAN PUEBLA-PANAMÁ Y LA INICIATIVA MESOAMERICANA DE DESARROLLO HUMANO HÉCTOR PÉREZ CAMARENA Director General Adjunto del Plan Puebla-Panamá, SRE2 El maestro Héctor Pérez Camarena, Director General Adjunto de Iniciativas y Proyectos de Desarrollo Social-Humano y Sustentable del Plan Puebla-Panamá de la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE), expuso las iniciativas del PPP, así como la situación actual en materia de capacidades y oportunidades en la región Mesoamericana y los proyectos de la Iniciativa Mesoamericana del Desarrollo Humano (IMDH). Héctor Pérez señaló que el Plan Puebla-Panamá es un instrumento del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla que busca en forma general impulsar el desarrollo integral sostenible y sustentable para la región Sur-Sureste de México, y coordinar acciones con los gobiernos de los siete países de Centroamérica con la perspectiva de promover un desarrollo equilibrado entre ambas regiones, así como la integración de Mesoamérica, enfatizando que el Plan permitirá abrir puertas a la participación de la sociedad y en especial a las mujeres, ya que es un plan ambicioso y a la vez es el parteaguas que permitirá un enfoque hacia el desarrollo de la región Mesoamericana. De la misma forma, puntualizó que el PPP no es un instrumento único, sino que coadyuva, es un catalizador en donde convergen varios proyectos que ya existen o que existían con el objeto de poder obtener resultados considerables para la región. Asimismo, mencionó que el PPP anteriormente tenía un enfoque orientado hacia la infraestructura pero actualmente se está orientando hacia la búsqueda de un rostro humano. El PPP tiene una gran convergencia con las Metas del Milenio, siendo de esta forma un instrumento de la iniciativa de desarrollo, con el objeto de crear una estrategia de desarrollo humano en la región Mesoamericana, ya que dicha región presenta en la actualidad grandes rezagos en capacidades y oportunidades esenciales de desarrollo humano. Ante esto, Héctor Pérez manifestó la necesidad de crear oportunidades dentro de la región con el objeto de evitar la emigración y de esta manera generar un mejor desarrollo en la misma. También mencionó que existe un círculo vicioso del desarrollo humano, pues hay poco crecimiento y rezagos sociales. De acuerdo a Héctor Pérez los desafíos en desarrollo humano a los que se debe enfrentar Mesoamérica se refieren a ampliar capacidades humanas; a generar oportunidades donde sea posible desplegar dichas capacidades; a eliminar restricciones para acumular y/o utilizar las capacidades; y a disminuir las desigualdades económicas y sociales inter e intra regionales, de género y entre grupos sociales. En materia de la Iniciativa Mesoamericana de Desarrollo Humano, el Maestro Héctor Pérez indicó que hay varios proyectos que permitirán lograr dichas iniciativas, entre ellos destacan: el capítulo de educación Mesoamericana; el manejo integrado de ecosistemas por comunidades indígenas; el sistema de demanda y servicios de capacitación para Mesoamérica; el sistema de información estadístico sobre migraciones y el proyecto regional de salud y desarrollo humano. Asimismo, el director general de Desarrollo Social-Humano y Sustentable del PPP-SRE, mencionó que dicha iniciativa aún no contiene un enfoque de desarrollo humano que incluya la equidad de género, las prioridades Mesoamericanas de desarrollo humano, ni las Metas de Desarrollo del Milenio de manera general, ni tampoco una estrategia integral y articuladora de desarrollo humano. Sin embargo, puntualizó que existe una propuesta de reorientación y fortalecimiento, por lo que el PPP ha tomado el concepto de desarrollo humano de las Naciones Unidas, que junto con la participación de las mujeres, los gobiernos y otros grupos pueda converger en una herramienta que dé respuestas y sirva a la región. Sobre el tema de equidad de género, el maestro Héctor Pérez enfatizó que el desarrollo de la mujer y la activa participación dentro de la Estrategia Mesoamericana de Desarrollo Humano permitirá un proceso 2 Resumen preparado por Friné López e Ivonne Pliego, con base en los cassettes grabados durante el Foro y las notas de Patricia Hume y Friné López. 29 exitoso de desarrollo, tomándose en cuenta temas como el impacto educativo, la feminización de la pobreza, el empleo productivo con perspectiva de género, la mujer y su participación y la transversalización de la perspectiva de género en los ámbitos de acción de la Estrategia, así como en las iniciativas del PPP. Por lo tanto, las propuestas que surjan del Foro Regional de Reflexión serán empleadas dentro del Plan PueblaPanamá. El maestro Héctor Pérez Camarena concluyó diciendo que el PPP debe contribuir a erradicar la pobreza de la región y seguir siendo la búsqueda donde se logre concertar la cooperación de todos. “Por lo que el tema esencial es la ayuda mutua y el desarrollo de los pueblos mesoamericanos.” 30 SESIÓN DE COMENTARIOS, PREGUNTAS Y RESPUESTAS* PREGUNTAS Y COMENTARIOS DIRIGIDOS A TERESA RODRÍGUEZ En muchos objetivos mencionan reducir a la mitad el índice de pobreza. ¿Cuál es la estrategia para lograrlo si el desempleo aumenta y ahora cuentan estadísticamente como empleados a aquellos que se autoemplean con venta de tacos, hamburguesas o comercio irregular? Su exposición fue muy concreta. ¿Cómo vamos a operacionalizar las Metas del Milenio? ¿Por qué reducir a las mujeres en el componente de Desarrollo Humano? ¿No hay un sesgo hacia el asistencialismo? ¿Cuáles son las herramientas metodológicas para instrumentar el proyecto de las Metas del Milenio y la equidad de género? La Meta 8 incluye “proporcionar acceso a los medicamentos esenciales a los países en desarrollo.” ¿No se ha pensado en recurrir a la riqueza invaluable de la medicina tradicional Mesoamericana que en gran parte está resguardada por las comunidades indígenas? ¿Cómo se va a visualizar la participación política y la toma de decisiones de las mujeres en las Metas del Milenio y en el PPP? Ante la crítica situación de las mujeres en la región en materia de violencia intrafamiliar, ¿cómo es que el PPP podría abordarla para su prevención y asistencia? En Nicaragua los derechos no tradicionales de las mujeres atentan contra el orden establecido. Se estableció el movimiento por la defensa del estado laico y los derechos ciudadanos para entrarle al debate. Los derechos indígenas contra los derechos ciudadanos. La tipificación de los pobres del Banco Mundial me parece sesgada. Mujeres y apertura comercial es el reto. ¿Es el PPP el instrumento? ¿Qué vamos a decir sobre la equidad? ¿Cuál es el tema de la inequidad social y de género? ¿Dónde está el tema de la inequidad en concreto en los sectores? La estructura de nuestros países ha cambiado, ¿cómo? ¿Cuáles serían los básicos mínimos de encuentro para el avance de la transversalidad de la perspectiva de género en el PPP, más allá de ideologías e intereses políticos? Sobre todo porque las oficinas de la Mujer de las entidades federativas de México estamos en constante divergencia con el Instituto Nacional de la Mujer del gobierno federal, derivado, sobre todo, de su postura de derecha, ya que más que avances parecen retrocesos y amenazan al avance de la causa por la equidad de género. PREGUNTAS Y COMENTARIOS DIRIGIDOS A HÉCTOR PÉREZ ¿Podría ampliar la información sobre la consulta a pueblos indígenas? ¿Qué alcances puede tener esa consulta? ¿Quiénes son la mujeres que están en la estructura del grupo interinstitucional, la Comisión de Alto Nivel de Promoción y Financiamiento y la Comisión Ejecutiva? ¿Cuántos hombres y cuántas mujeres hay? CEPAL tiene una presencia importante, el GTI abre sus puertas a mujeres como las que están aquí. Hay muchas mujeres involucradas en el proyecto. En la Comisión Coordinadora del PPP de 16 personas que lo constituyen ocho son mujeres. ¿Cómo se lleva a cabo la consulta ciudadana a la población indígena? Mediante personas ampliamente aceptadas en las comunidades que hacen la consulta directamente. ¿Por qué el PPP es rechazado por las comunidades indígenas de Chiapas? Por falta de información. Al inicio por eso generó expectativas poco realistas. ¿Cómo van a dar sustento al tejido social cuando aún no se ha considerado el PPP en la sociedad civil y el sector indígena? Hay proyectos de carácter local ya identificados. Recabamos información en un proyecto con el BID para identificar proyectos incluyentes en las regiones. Abordar lo social puede hacerse desde la perspectiva paternalista o asumiendo que son “derechos ciudadanos”. En esta segunda perspectiva los derechos sociales y lo social forman parte del patrimonio de la ciudadanía. Puesto que en la presentación se pone el tema de previsión social en el apartado protección, ¿significa esto que en el PPP se asumen los 31 derechos sociales desde el paternalismo? ¿Esta perspectiva no es absolutamente contradictoria con la equidad de género puesto que las mujeres están en lo social? El PPP se enfoca en la protección del desarrollo mediante proyectos. Generar oportunidades a través de la capacitación pero no de manera paternalista. No busca programas asistencialistas. Hay una inquietud y oposición. Se necesitan reformas estructurales o no puede plantearse el desarrollo humano de la región. Por ejemplo la reforma tributaria. Las leyes ambientales están relajándose para atraer inversiones. Se necesita una descentralización del poder. Si las leyes laborales no están cumpliéndose en las maquiladoras ¿qué podemos hacer? ¿Cómo podemos plantear un desarrollo humano si las leyes priorizan el capital y el TLC? ¿Cómo va el gobierno a resolver conflictos por el no pago de la tierra para proyectos? Me refiero a casos como Atenco y otros. ¿Acaso esto no representa un problema? O se hacen reformas estructurales hacia la equidad o no habrá desarrollo humano. ¿Cuáles serán los instrumentos para dar continuidad al respeto de las leyes? La sinergia entre personas e instituciones es el instrumento que hay que seguir, esto significa cooperación y co-responsabilidad. Aprovechemos este foro para más y mayor compromiso con la sociedad civil. En términos discursivos la propuesta del PPP parece avanzada, sin embargo, en términos del diseño de los proyectos no queda claro dónde está la sociedad civil. ¿Cuánto presupuesto de los gobiernos está encaminado a la producción básica agrícola de la región? ¿Cuántas mujeres de sectores sociales indígenas hay en la coordinación del PPP? ¿Cómo implementar un programa de desregulación de la construcción de carreteras? Deben pasar mínimo 500 autos diarios para poder asfaltar, son Normas Federales que necesitan ser desreguladas para no dejar a las comunidades indígenas marginadas. Esto va a la par de otros temas de infraestructura del PPP que debe distinguir políticas públicas diferenciadas. Hay trabajo con los Estados. Este es un tema no resuelto. La diferenciación de políticas puede ser un gran fruto producto del PPP. En Nicaragua hay desconfianza al PPP, hay buenas leyes que recogen los derechos humanos de los indígenas y negros pero las leyes no se cumplen. Hay un gobierno centralista sordo. Los estudios de derechos humanos no recogen la realidad de los pueblos indígenas y negros y menos la condición de las mujeres. Los límites territoriales de los indígenas y negros no están todavía regulados. Desde 1990 queremos incidir en las políticas públicas y ha sido prácticamente imposible. ¿Cómo le van a hacer? Teresa respondió: Propongamos nuevas variables que puedan recoger las realidades locales con las diferencias de los pueblos afrocaribeños, indígenas y de las mujeres. Nuevas formas cualitativas y cuantitativas de medir. Héctor dijo: El PPP no puede hacer todo, sólo coadyuvar en las partes que le competa. Hay un proceso a largo plazo pero a corto y mediano plazo pueden ejecutarse proyectos de incidencia. Me preocupa que el segundo planteamiento de la Iniciativa de Desarrollo Humano se limite sólo a que todos los niños y niñas terminen el ciclo de primaria. ¡Habrá niños y niñas de 12-13 años ingresando al mercado laboral! Es algo de lo que quisiéramos alejarnos porque esta situación lleva a la explotación del trabajo infantil y vulnera sus capacidades. Hay necesidades diferenciadas entre los países. Hace un mes surgió esta visión. Los miembros de la Comisión Ejecutiva lo están discutiendo, necesitamos incorporar las propuestas de este Foro. El PPP no es un instrumento acabado. ¿Cómo asegurarse de que ahora sí va a marchar el PPP ya que lleva varios años en el discurso pero se detiene quizá por razones económicas y también de rechazo de grupos específicos? Dicen que el PPP es un instrumento, ¿por qué entonces plantea entrelazar los proyectos que ya existen, como por ejemplo “Contigo en México,” para garantizar el desarrollo humano, cuando hemos visto que el problema persiste y la atención economicista del desarrollo no es la solución? ¿Dónde quedan los pobres extremos en la estadística cuando el Banco Mundial define como “pobres desahuciados, sin remedio” y pobres que tienen solución? ¿Los pobres sin remedio están fuera del conteo estadístico? Hay un sesgo entre la estadística nacional y regional, cuando a nivel nacional se ve que estamos alcanzando las Metas del Milenio en México mientras que en la región la pobreza es cada día mayor. ¿Cómo equilibrar las dos visiones, es posible? En Equipo Pueblo nos cuestionamos los procesos de consulta del PPP. En el 2001 se hicieron “consultas” sobre el PPP pero no eran realmente consultas. Pasó igual en Centroamérica en las consultas del BID y el Banco Mundial. ¿Ahora podemos hacer realmente procesos participativos? 32 Hay divergencias políticas, ideológicas entre las mujeres de los diferentes países de la región. ¿Cuáles serán los puntos de encuentro en el PPP que pudiéramos concertar entre países y estados? Estas fueron las preguntas, comentarios y respuestas planteadas a partir de este primer segmento de exposiciones. A continuación se presentan las exposiciones que presentó Teresa Rodríguez sobre las Metas del Milenio y la Equidad de Género y la de Héctor Pérez acerca del Plan Puebla-Panamá y la Iniciativa Mesoamericana del Desarrollo Humano. * Por la mecánica misma de las sesiones de preguntas y respuestas, en muchos casos es imposible que el ponente responda a todas. Sin embargo, hemos decidido incluir muchas de las preguntas que no fueron contestadas, con el fin de establecer cuáles fueron las dudas o inquietudes de los participantes. (Nota de la coordinadora) 33 LAS METAS DEL MILENIO PROGRESO PARA LA MUJER, PROGRESO PARA TODOS TERESA RODRÍGUEZ Directora Regional de UNIFEM Los Objetivos de Desarrollo del Milenio y el papel de las Naciones Unidas En septiembre de 2000, en la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas, los líderes del mundo convinieron en establecer objetivos y metas mensurables, con plazos definidos, para combatir la pobreza, el hambre, las enfermedades, el analfabetismo, la degradación del ambiente y la discriminación contra la mujer. Estos objetivos y metas, que constituyen la esencia del programa mundial, se llaman ahora “Objetivos de Desarrollo del Milenio”. En la Declaración de la Cumbre del Milenio se definieron también muchos compromisos en materia de derechos humanos, buen gobierno y democracia. En la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo celebrada en Monterrey, los líderes de los países desarrollados y los países en desarrollo empezaron a asignar recursos y medidas al cumplimiento de esos compromisos, lo cual indica un trato mundial en virtud del cual se responderá a las reformas políticas y económicas duraderas de los países en desarrollo con un apoyo directo del mundo desarrollado en forma de asistencia, comercio, alivio de la deuda e inversiones. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio sirven de marco para que todo el sistema de las Naciones Unidas colabore coherentemente para alcanzar un fin común. El Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo (GNUD) prestará asistencia a fin de que estas actividades sigan centrándose en los objetivos de desarrollo del milenio. Las Naciones Unidas, teniendo oficinas en prácticamente todos los países en desarrollo, están particularmente bien colocadas para promover el cambio, permitir el acceso de los países al conocimiento y a los recursos y ayudar a coordinar actividades más amplias en cada país. El mundo está avanzando hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, pero este progreso es desigual y demasiado lento. La gran mayoría de los países lograrán los objetivos de desarrollo del milenio sólo si reciben apoyo considerable -en promoción, conocimientos y recursos- del exterior. Las tareas de la comunidad mundial, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo, consistirán en movilizar apoyo financiero y voluntad política, renovar la participación de los gobiernos, reorientar las prioridades y las políticas de desarrollo, crear capacidad y establecer asociaciones con la sociedad civil y el sector privado. Las Metas del Milenio al 2015 1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre • Reducir a la mitad el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a un dólar por día. • Reducir a la mitad el porcentaje de personas que pasan hambre. 2. Lograr la enseñanza primaria universal • Velar por que todos los niños y niñas puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria. 3. Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer • Eliminar las desigualdades entre niñas y niños en la enseñanza primaria y secundaria, preferiblemente para el año 2005, y en todos los niveles de la enseñanza para el 2015. 4. Reducir la mortalidad infantil • Reducir en dos terceras partes la tasa de mortalidad de los niños menores de 5 años. 35 5. Mejorar la salud materna • Reducir la tasa de mortalidad materna en tres cuartas partes. 6. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades • Detener y comenzar a reducir la propagación del VIH/SIDA. • Detener y comenzar a reducir la incidencia del paludismo y otras enfermedades graves. 7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente • Incorporar los principios de desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales; invertir la pérdida de recursos del medio ambiente. • Reducir a la mitad el porcentaje de personas que carecen de acceso al agua potable. • Mejorar considerablemente la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de tugurios para el año 2020. 8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo • Desarrollar aún más un sistema comercial y financiero abierto, basado en normas, previsible y no discriminatorio. Ello incluye el compromiso de lograr una buena gestión de los asuntos públicos y la reducción de la pobreza, en cada país y en el plano internacional. • Atender las necesidades de los países menos adelantados. Ello incluye el acceso libre de aranceles y cupos para las exportaciones de los países menos adelantados, el programa mejorado de alivio de la deuda de los países pobres muy endeudados y la cancelación de la deuda bilateral oficial y la concesión de una asistencia oficial para el desarrollo más generosa a los países que hayan demostrado su determinación de reducir la pobreza. • Atender a las necesidades especiales de los países en desarrollo sin litoral y de los pequeños Estados insulares en desarrollo. • Encarar de manera general los problemas de la deuda de los países en desarrollo con medidas nacionales e internacionales a fin de hacer la deuda sostenible a largo plazo. • En cooperación con los países en desarrollo, elaborar y aplicar estrategias que proporcionen a los jóvenes un trabajo digno y productivo. • En cooperación con las empresas farmacéuticas, proporcionar acceso a los medicamentos esenciales a los países en desarrollo. • En cooperación con el sector privado, velar por que se puedan aprovechar los beneficios de las nuevas tecnologías, en particular las tecnologías de la información y de las comunicaciones. 36 EL PLAN PUEBLA-PANAMÁ Y LA INICIATIVA MESOAMERICANA DE DESARROLLO HUMANO HÉCTOR PÉREZ Director General Adjunto del Plan Puebla-Panamá, SRE2 ¿Qué es el Plan Puebla-Panamá? Es un instrumento del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla que busca: • Impulsar el desarrollo integral sostenible y sustentable para la Región Sur-Sureste de México. • Coordinar acciones con los gobiernos de los siete países de Centroamérica con la perspectiva de promover un desarrollo equilibrado entre ambas regiones, así como la integración de Mesoamérica. Objetivos del PPP • • • • • • • • Desarrollo humano y social Participación de la sociedad civil en el desarrollo Cambio estructural en la dinámica económica Aprovechamiento de vocaciones y ventajas comparativas Promoción de las inversiones productivas Manejo sustentable de los recursos naturales Concertación de planes y estrategias conjuntas Modernización y fortalecimiento de las instituciones Estructura PPP Cumbre de Presidentes • Grupo Técnico Interinstitucional • Comisión Ejecutiva del PPP • Comisión de Alto Nivel de Promoción y Financiamiento Iniciativas Mesoamericanas • Desarrollo Sustentable. • Desarrollo Humano. • Prevención y Mitigación de Desastres. • Turismo. • Facilitación Comercial y Competitividad. • Integración Vial. • Interconexión Eléctrica. • Integración de Telecomunicaciones. Nicaragua México Panamá Belice Honduras Costa Rica Guatemala El Salvador Fortalecimiento del PPP Visión de la Región de Mesoamérica en 2015 • La mayoría de sus pobladores tienen acceso a servicios básicos de salud y donde se han controlado y disminuido las enfermedades materno-infantiles, de transmisión sexual (especialmente VIH/SIDA) y las epidemias (malaria). • Todas las niñas y los niños pueden terminar un ciclo completo de educación primaria. • Las mujeres y los hombres tienen acceso a sistemas de capacitación para el trabajo digno y productivo. • Los países han reducido a la mitad el porcentaje de personas que padecen hambre. 37 • Han disminuido las desigualdades entre los géneros. • La región se reconoce mundialmente por la conservación y manejo sustentable del medio ambiente. Visión de Mesoamérica en 2020 • Se ha consolidado la democracia, con paz social duradera y sistemas de justicia confiables. • Se puede mostrar que la pobreza ha disminuido significativamente. • Todos sus pobladores cuentan con condiciones básicas de vivienda y de servicios públicos (electricidad, agua potable, drenaje...). • Comunidades rurales con servicios públicos, infraestructura y oportunidades de capitalización, por lo que han disminuido las asimetrías respecto a las ciudades. • Se previenen los daños que causan los desastres naturales en sus poblaciones. • Existen acciones concretas para resolver el problema de endeudamiento económico, mediante medidas nacionales e internacionales. • La población urbana y las comunidades rurales focalizadas tienen acceso a las nuevas tecnologías, especialmente las de información y comunicación. Hacia una Estrategia de Desarrollo Humano para Mesoamérica Situación actual en Mesoamérica • Existen considerables avances en desarrollo humano, sin embargo aún muestra rezagos en capacidades y oportunidades esenciales de desarrollo humano. • Se aprecia un mayor avance en ampliación de capacidades que en generación de oportunidades, por lo que en un futuro cercano podríamos estar exportando personas educadas y saludables. • Prevalece un círculo vicioso del desarrollo humano (poco crecimiento económico y rezagos sociales). Desafíos en Desarrollo Humano • Ampliar capacidades humanas. • Generar oportunidades donde sea posible desplegar dichas capacidades. • Eliminar restricciones para acumular y/o utilizar las capacidades. • Disminuir desigualdades económicas y sociales inter/intra regionales, de género y entre grupos sociales. Iniciativa Mesoamericana de Desarrollo Humano Planteamiento original Reducir la pobreza, facilitar el acceso a los servicios sociales básicos de la población vulnerable y contribuir al pleno desarrollo de los pueblos mesoamericanos. La IMDH apunta a instrumentar proyectos regionales seleccionados por su gran impacto y visibilidad para: • Reforzar las iniciativas nacionales de reducción de la pobreza. • Facilitar el acceso a servicios sociales básicos de la población vulnerable que contribuyan al pleno desarrollo de los pueblos mesoamericanos. Proyectos de la IMDH • Capítulo Educación Mesoamericana. Declaración Ministerial en Educación y Cultura. Memorándum de entendimiento: Comisión de Acreditación y Promoción de Proyectos Educativos para la Región Meosamericana (CAPP). Centro Regional de Estudios sobre Planeación Educativa Puebla-Panamá. • Proyecto de Manejo Integrado de Ecosistemas por Comunidades Indígenas Se propone que este proyecto se transfiera a la Iniciativa de Desarrollo Sustentable. 38 • Proyecto Regional de Salud y Desarrollo Humano. Declaración Ministerial de Salud. Borrador de Memorándum de Entendimiento: Salud (aún no firmado). Proyecto de Vigilancia Epidemiológica. El estudio ejecutivo está listo, se encuentra en proceso la realización de un proyecto piloto. • Sistema de Demanda y Servicios de Capacitación para Mesoamérica. • Sistema de Información Estadístico sobre las Migraciones. Conclusiones de la IMDH Se observa que la IMDH (bajo el planteamiento actual) tiene un objetivo adecuado, pero: • Los instrumentos no son suficientes para cumplir con el objetivo planteado. • No contiene un enfoque de desarrollo humano que incluya la equidad de género (capacidades y oportunidades), las prioridades Mesoamericanas de desarrollo humano, las Metas del Milenio ni una estrategia integral y articuladora de desarrollo humano, con enfoque específico en: - La acumulación de capacidades y generación de oportunidades. - Abatimiento de restricciones de desarrollo humano. Propuesta de Reorientación y Fortalecimiento Concepto de Desarrollo Humano Proceso mediante el cual se genera un entorno en donde es posible que la gente desarrolle completamente sus potencialidades y disfrute de una vida productiva y creativa de acuerdo a sus propias necesidades e intereses (PNUD). Ampliar opciones: • Construir capacidades humanas. • Generar oportunidades (para emplear capacidades humanas). Objetivos • Fortalecer la Iniciativa y generar una Estrategia Mesoamericana de Desarrollo Humano con un enfoque estratégico, integral y articulador que detone el desarrollo en la Región. • Construir la Estrategia a partir de la experiencia Mesoamericana y en coordinación con la Secretaría de Integración Social de Centroamérica, considerando el esfuerzo realizado anteriomente (memoranda firmada y en proceso, declaraciones ministeriales y proyectos). • Contribuir al desarrollo humano de los pueblos mesoamericanos e impulsar los proyectos que otorguen valor agregado a las iniciativas de desarrollo humano vigentes. Elementos básicos Se considera que una Estrategia Mesoamericana de Desarrollo Humano debe enfocarse al menos en los siguientes asuntos: • Concepto de desarrollo humano. • Generación de capacidades y oportunidades, bajo un esquema de protección. • Eliminación de restricciones para acumular y/o utilizar capacidades. • Mejoramiento de las condiciones de vida de la población en general. • Abatimiento de las causas de la pobreza y no sólo sus consecuencias. • Integración y reagrupación de esfuerzos hacia una sola visión. • Articulación entre política económica y social. 39 Punto de Partida Propuesto Para la construcción de una Estrategia Mesoamericana de Desarrollo Humano: Visión (propuesta) Generar en la región Mesoamericana -bajo un enfoque de integración regional- un entorno donde sea posible que las mujeres y los hombres -en cada etapa del ciclo de vida- desarrollen completamente sus potencialidades y disfruten de una vida productiva y creativa de acuerdo a sus propias necesidades e intereses, tanto a nivel individual, como colectivo. Estrategia Conceptual (propuesta) Crear un proceso acumulativo de construcción y expansión de capacidades y de generación de oportunidades, a través de intervenciones que permitan potenciar el uso de los recursos disponibles, generar bienes públicos regionales y cumplir con las Metas y Objetivos del Milenio. Principios orientadores • Ciclos de vida • Capital social • Equidad de género • Corresponsabilidad • Sustentabilidad • Sostenibilidad • Territorialidad • Transparencia [seguimiento] Equidad de Género Consideramos que el desarrollo de la mujer y la activa participación de ésta en el mismo, se encuentran estrechamente vinculados a un proceso exitoso de desarrollo humano. Es por ello que la equidad de género forma parte de los principios orientadores, lo que significa que en la Estrategia Mesoamericana de Desarrollo Humano deberemos tomar en cuenta los siguientes temas: • El impacto educativo en las mujeres (desigualdad). • La feminización de la pobreza. • Empleo productivo con perspectiva de género. • La mujer y su participación/gestión en el desarrollo. • Transversalidad de la perspectiva de género en los ámbitos de acción de la Estrategia, así como en las otras Iniciativas del PPP. Ámbitos de acción y Transversalidad de los principios 40 • Capacidades (ampliación) - Educación - Salud - Nutrición - Capacitación (laboral y gerencial) • Patrimonio (formación) - Derechos de propiedad - Ahorro - Infraestructura de servicios (vivienda, agua, drenaje, electricidad, etc.) • Protección (provisión) - Aseguramiento - Protección contra riesgos colectivos e individuales - Previsión social • Oportunidades (generación) - Empleo y actividades productivas (emprendedoras) - Acceso al crédito - Desarrollo local (proyectos productivos) La Iniciativa y las Metas del Milenio Las Metas de Desarrollo del Milenio significan una ambiciosa agenda para la reducción de la pobreza y el mejoramiento de la calidad de vida de la población mundial. Esta agenda significa un compromiso y consenso general de las naciones por emprender acciones enfocadas a buscar el progreso de los pueblos, por lo que necesariamente deberá observarse en el diseño de la Estrategia Mesoamericana para el Desarrollo Humano del PPP. Se observa que los elementos que se proponen para la definición de una Estrategia Mesoamericana de Desarrollo Humano, se encuentran orientados a la consecución de las Metas de Desarrollo del Milenio. Incluso, la propuesta estratégica pretende ser mucho más amplia que las Metas del Milenio por lo que se ambiciona conseguir un impacto de mayor alcance. Agenda de Trabajo (Propuesta) Trabajo interno Participantes Equipo consultor DH Resultados • Marco conceptual del desarrollo humano. • Situación actual del desarrollo humano en Mesoamérica [Informes de PNUD]. • Análisis del estado actual de la Iniciativa. Consenso de lineamientos básicos Eventos Reuniones con GTI Foro de Reflexión “Equidad de Género” Resultados Puesta en común de los elementos que pudieran adoptarse en la definición de un punto de partida para la conformación de una Estrategia Mesoamericana de Desarrollo Humano. Taller Estratégico Mesoamericano de Desarrollo Humano Participantes Países Mesoamericanos y GTI Resultados Consensuar desafíos mesoamericanos en Desarrollo Humano. Construir Estrategia Mesoamericana de Desarrollo Humano. Definir elementos de inclusión en el Memorándum Estratégico de Desarrollo Humano. Memorándum Estratégico de Desarrollo Humano en Mesoamérica. ¿Qué sigue? • Atender propuestas, prioridades y resultados del Foro, para definir la perspectiva de género en la Iniciativa. • Incorporar los acuerdos definidos en el Foro en: • El contenido de la Estrategia Mesoamericana de Desarrollo Humano. • La agenda de los talleres de planeación participativa del Sur-Sureste. 41 LA SITUACIÓN ACTUAL EN LA REGIÓN MESOAMERICANA 26 de agosto de 2003 EL PLAN PUEBLA-PANAMÁ EN EL MARCO DE LAS METAS DEL MILENIO DESDE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO REBECA GRYNSPAN Directora de la Subregión México, CEPAL1 El punto central de la ponencia de la maestra Rebeca Grynspan es la vinculación de los indicadores existentes en la región con los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Empieza puntualizando la dificultad, a pesar de los avances, para encontrar información desagregada por sexo; surge ante ello una primera reflexión que se refiere a la necesidad de contar con la información pertinente para la toma de decisiones que refleje la situación real entre hombres y mujeres, como elemento importante en la búsqueda de la equidad de género. La maestra Rebeca Grynspan nos dice que debemos considerar las políticas dirigidas a cumplir con los Objetivos del Milenio en el marco de la igualdad de derechos y la necesidad de adoptar políticas que combatan la discriminación y persigan la equidad. Reflexiona en el sentido de que el único grupo que ha mantenido el tema de la equidad en las dos últimas décadas como un tema central de la agenda política ha sido el movimiento de mujeres. En América Latina, el tema central de preocupación ha sido la pobreza, dejándose fuera de las agendas de los Estados de esta región el tema de la equidad. Por lo tanto, es de suma relevancia tomar en cuenta que la equidad (incluyendo la equidad de género) es sujeto de políticas y de cambio y que cada uno de los Estados debe incluir en sus agendas el tema de equidad. En cuanto a la equidad de género, es necesario profundizar en la lucha contra la violencia, la promoción del papel de la mujer y sus capacidades, igualdad de derechos, oportunidades, acceso a los recursos y la participación y representación política. En términos de los Objetivos del Milenio para la región de América Latina puede decirse que, para algunos países de América con ingreso medio, dichos objetivos son insuficientes para plantear un marco integral de desarrollo desafiante, ya que en muchos de los temas se han fijado como meta indicadores mínimos en términos de desarrollo, los cuales han sido pensados para países con menor desarrollo económico y social. Lo anterior demuestra que las metas para América Latina deben ser mucho más exigentes. Sin embargo, cuando se analizan los indicadores se puede observar que muchos de los países latinoamericanos continúan mostrando rezagos con relación a los Objetivos del Milenio, sobre todo en los índices de pobreza y desigualdad. Según un estudio de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Instituto de Pesquisa Económico-Social Aplicada (IPEA) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), éste demuestra que las tasas de crecimiento que son necesarias para los países de América Latina con pobreza más alta, para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, son demasiado elevadas. No obstante, mejoras pequeñas en la desigualdad permitirían alcanzar la Meta de reducir a la mitad la pobreza extrema, con tasas de crecimiento mucho menores. Por lo tanto, crecer no es la única estrategia posible que permita alcanzar dichos objetivos, sino que se debe buscar y poner en práctica un mayor número de instrumentos que coadyuven al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo. A pesar de que muchos países de América Latina apostaron a la estrategia de la apertura, la promoción de exportaciones y la inversión extranjera directa, ésta no dio los resultados esperados de crecimiento; durante los últimos cinco años se observa un mayor desgaste, ya que los índices siguen mostrando grandes rezagos y la pobreza en la región ha aumentado en el número de personas bajo la línea de pobreza. La señora Grynspan se refirió a que el porcentaje de las mujeres mayores de 15 años sin ingresos propios supera ampliamente al de los varones. Dentro de las zonas urbanas 45% de las mujeres no obtienen 1 Resumen preparado por Friné López e Ivonne Pliego, con base en los cassettes grabados durante el Foro y las notas de Sara Elisa Rosales y Patricia Hume. 45 ingresos propios, frente al 21% de los hombres. De la misma forma, el trabajo doméstico no remunerado y de reproducción, imprescindible para la sobrevivencia de los hogares, se encuentra casi totalmente en manos de mujeres, tanto en áreas rurales como urbanas. Dentro del marco del Plan Puebla-Panamá, se señaló que la importancia no radica en cómo se introduce el tema de género en el desarrollo humano, sino que la transversalización de la propuesta de género debe ser central al análisis, puesto que no se puede emprender un plan de desarrollo local, nacional, regional o global con éxito, sin incorporar la perspectiva de género y considerar de esta forma como elemento central la participación e inclusión de las mujeres en las actividades económicas, sociales y políticas. Por tanto, si bien el PPP no debe considerarse la panacea para resolver los temas de desarrollo de la región Mesoamericana, sí puede decirse que es un instrumento de desarrollo que debe dar cabida al tema de género con el objeto de ser un planteamiento transversal y central. La maestra Rebeca Grynspan dejó en claro que cada uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio cuenta con metas distintas, que a su vez a éstas corresponden diversos indicadores, por lo que en referencia al Objetivo de Erradicación de la Pobreza y en forma específica a la Meta de reducir para el 2015 a la mitad el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a 1 dólar por día se tienen los siguientes indicadores: porcentaje de población con ingresos inferiores a 1 dólar por día; coeficiente de la brecha de pobreza, es decir, cuál es la intensidad de la pobreza de la gente que vive en la pobreza extrema (la incidencia de la población multiplicada por la gravedad de la pobreza), en otras palabras, es saber cuánto falta para que estas personas salgan de dicha pobreza y la participación del quintil más pobre en el ingreso nacional. Mientras que los indicadores para la Meta de reducir a la mitad el porcentaje de personas que padezcan hambre para el año 2015 son: el número de niños menores de 5 años de peso inferior al normal y el porcentaje de la población por debajo del nivel mínimo de consumo de energía alimentaria. De la región Mesoamericana, México2 es el único país que está adelantado en el cumplimiento de la reducción de la pobreza con relación a 1990. El Salvador y Costa Rica se encontraban en un nivel adecuado en el año 2000, sin embargo en la actualidad no han tenido avances en reducir la pobreza extrema, ya que durante dos años han estado estancados, por lo que el nivel de avance al 2002 es menor que en el año 2000. Lo anterior demuestra que el Objetivo de reducir la pobreza extrema a la mitad para el año 2015 dentro de la región Mesoamericana, aún está lejos de alcanzarse, ya que sigue existiendo un gran rezago que no permite alcanzar dicha meta. En referencia a la participación del 20% más pobre de la población en los ingresos o consumo nacional, se logra observar que reciben sólo el 4% del ingreso total del país3. Los indicadores anteriores demuestran de forma casi general la situación actual a la que se enfrentan los países mesoamericanos. Cabe resaltar que este indicador es diferente al de la pobreza, ya que es el único indicador que tiene una intención de hacer referencia al tema de la desigualdad de los ingresos. Como señaló la maestra Grynspan, de acuerdo a los datos presentados, si se hubiese querido reducir a la mitad la pobreza total, no la extrema, ningún país de la región se encontraría en condiciones de poder cumplir con esto. En el Panorama Social de 2002 la CEPAL simula lo que pasaría si los países crecieran a una tasa igual al promedio de los cinco mejores años de la última década: sólo nueve países alcanzarían la meta de reducción de pobreza extrema al 2015, mientras que una reducción del coeficiente de Gini de un 5% permitirá a 12 países alcanzar la meta (en el caso de Honduras se tendría que hacer un mayor esfuerzo para alcanzar dicha meta). La conclusión de este ejercicio se refiere a que para alcanzar la meta del milenio no es suficiente crecer, sino que se debe combinar con una política explícita para reducir la desigualdad. En los planteamientos anteriores, expuestos con las gráficas que presentó la maestra Grynspan, se pueden observar las grandes desigualdades de género, lo que indica la enorme necesidad que existe de elaborar políticas explícitas hacia este entorno. De la misma forma, aunque con importantes diferencias por país, se muestra una feminización de la pobreza, ya que en la mayor parte de los países de la región Mesoamericana existen más mujeres pobres que hombres. 2 Tenemos el indicador para México, pero no desagregado por estados. 3 Si se tuviera una distribución equitativa, deberían recibir el 20%. 46 En lo que respecta a Costa Rica y Panamá, se puede decir que a pesar de que son los países con mayor desarrollo en la región son los que mantienen altos índices de pobreza femenina, y en la mayoría de los países se observa un aumento de hogares pobres encabezados por mujeres. La maestra Rebeca Grynspan nos dice que se sabe que gran parte de la mejora de los índices de pobreza por hogar lo da el ingreso de las mujeres. De aquí la importancia de incluir la equidad de género en el PPP. Asimismo, cabe señalar que el análisis desde la perspectiva de género debe incluir la autonomía de los ingresos y la vulnerabilidad dentro de los hogares pobres. En lo referente a los indicadores de reducción del hambre y la desnutrición, se puede mencionar que no existe una relación unívoca entre éstos y la pobreza. La población con una ingesta por debajo de los requerimientos mínimos (subnutridos) es relativamente elevada en la región, y las diferencias entre países son muy pronunciadas. Asimismo, cincuenta y cinco millones de latinoamericanos y caribeños sufren de algún grado de desnutrición, a pesar de que la mayoría de los países mejoraron o lograron reducir marcadamente el hambre en la década de los noventa. Las perspectivas para 2015 indican que los países que no van a poder cumplir con las metas de desnutrición y subnutrición son: El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. Panamá podrá cumplir con la meta de desnutrición mientras que México y Costa Rica podrían cumplir con las dos metas. Rebeca destacó que en materia de educación como otro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio referente a lograr la enseñanza primaria universal, teniéndose como meta para el año 2015 lograr que los niños y niñas de todo el mundo puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria, es posible decir que no existen serios problemas en los países mesoamericanos para poder cumplir tanto en primaria como en secundaria. Sin embargo, en los jóvenes las tasas de analfabetismo de mujeres todavía son más altas en comparación con las tasas de los hombres y se siguen viendo importantes discriminaciones salariales, especialmente entre las mujeres más educadas con respecto a los hombres con el mismo número de años de escolaridad. En materia de promover la igualdad de los sexos y la autonomía de la mujer, se puede señalar que de acuerdo a un informe del Banco Mundial (Engendering Development) el único indicador que no es sensible al nivel de desarrollo es la participación política de las mujeres, ya que los otros indicadores de equidad de género muestran mejoras importantes, pero el de la participación política de las mujeres no. Costa Rica es el único país que ha mejorado a través de políticas expresas de cuotas de igualdad entre hombres y mujeres al interior de los partidos políticos. Cabe señalar que Nicaragua también ha logrado una mejoría. Rebeca Grynspan señaló, asimismo, que dentro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, con relación a la reducción de la mortalidad infantil, se pretende reducir en dos terceras partes la mortalidad de los niños menores de 5 años para el año 2015, el mejoramiento de la salud materna, en el cual se espera reducir la mortalidad materna en tres cuartas partes en el año 2015, combatir el VIH/SIDA, cuyo objetivo es haber detenido y comenzado a reducir la propagación del VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades con el objeto de detener y comenzar a reducir para el año 2015 la incidencia del paludismo y otras enfermedades graves. Los anteriores son retos que el PPP debe mantener como prioridades con el objeto de alcanzar el desarrollo en la región Mesoamericana. La sostenibilidad del medio ambiente es un tema central que debe ir en conjunto con cada uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ya que se deben incluir los principios de la sostenibilidad en políticas y programas nacionales, así como invertir en la pérdida de recursos del medio ambiente. De la misma forma se debe lograr, a través del PPP, la reducción a la mitad del porcentaje de personas que carezcan de acceso al agua potable y haber mejorado la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de tugurios. Otro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio se refiere al fomento de una asociación mundial para el desarrollo en donde exista un mayor desarrollo de un sistema comercial y financiero abierto, que esté basado en normas, que sea previsible y no discriminatorio, incluyéndose el compromiso de lograr una buena gestión de asuntos públicos y la reducción de pobreza en cada uno de los países y dentro del plano internacional. La maestra Grynspan recalcó que existen objetivos que explícitamente van encaminados a lograr una mayor equidad entre hombres y mujeres y una mayor igualdad de género. Sin embargo, más allá de los objetivos específicos, es importante no perder la visión transversal dentro de una concepción integral de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Asimismo, el reto y la pregunta que dejó en el aire fue ¿Podemos convertir el PPP en un instrumento útil para el cumplimiento de las Metas del Milenio con una perspectiva de género? 47 Finalmente concluyó que, aunque exista el PPP, no existe un plan hecho, sino un proceso. Y lo que se ha hecho es rescatar el tema de este proceso dentro del marco de desarrollo, oportunidad que debemos aprovechar. Rebeca Grynspan concluyó que si se desean procesos éticos e incluyentes que construyan capital social, se debe hablar de procesos en donde se encuentren todos, con el objeto de alcanzar un desarrollo integral en armonía con los Objetivos de Desarrollo del Milenio. “Recordemos que la mitad del cielo está sostenido por las manos de las mujeres; yo agrego, si lo soltamos, se nos cae encima a todos.” “El reto es construir un cielo mesoamericano sostenido por las manos de hombres y mujeres libres.” 48 DESAFÍOS SOCIALES, ECONÓMICOS, POLÍTICOS, AMBIENTALES Y CULTURALES DE LAS MUJERES EN LA REGIÓN DE MÉXICO-CENTROAMÉRICA JOSEFINA ARANDA4 Dentro de los desafíos sociales y culturales que fueron planteados en la ponencia de la Dra. Josefina Aranda Bezaury, el tema de pobreza tiene una gran relevancia, ya que no se puede hablar de políticas de erradicación de la misma sin vincular políticas sociales y económicas. En este sentido, propone que no es posible continuar un marco de desarrollo en el Plan Puebla-Panamá o en cualquier otro plan, si se produce pobreza con políticas económicas que no cuestionan la concentración de la riqueza. La región tiene uno de los índices de inequidad más altos del mundo, en donde los ingresos y recursos son sistemáticamente, y en forma desproporcionada, concentrados en un segmento de la población, las elites de la sociedad. Ante este gran desafío, Josefina Aranda plantea la urgencia de lograr un cambio de las políticas económicas para atacar la pobreza y evitar la concentración de la riqueza, el desempleo y el debilitamiento de la participación ciudadana, así como impulsar un cambio en las políticas sociales para que a su vez puedan constituir políticas que incidan en los índices de pobreza en el nivel estructural, impulsando una lucha en contra de la discriminación genérica, étnica, etaria -en términos de acceso, recursos, organización y participación-. Es indispensable la generación de empleo y el mejoramiento de las políticas sociales, al igual que el mejorar el acceso que tienen las mujeres a los recursos indispensables para satisfacer sus necesidades, y superar los obstáculos que enfrentan para la participación en la toma de decisiones, es decir, para ejercer la ciudadanía. La Dra. Josefina Aranda recalcó que se debe adoptar el planteamiento que hace la CEPAL en lo referente a aplicar un enfoque integrado, que vincule políticas sociales y económicas para el logro de la equidad, tomándose en cuenta que no tiene mucho sentido cuestionar quién o quiénes son los más pobres entre los pobres, sino que se debe analizar qué medidas son las más eficaces para superar la pobreza de las mujeres y qué factores impiden que reciban los beneficios de las políticas que hayan sido planteadas. También mencionó que en las evaluaciones recientes sobre las políticas anti-pobreza en la región Mesoamericana, existen críticas a su desempeño, aunque se reconoce que su diseño pretende lograr el desarrollo incluyente y con equidad. Los actores económicos gubernamentales en muchas ocasiones se ven influenciados por grupos de interés y de presión que persiguen intereses particulares. Existe la percepción de que las políticas públicas redundan en situaciones excluyentes que las alejan de cumplir con el cometido esperado. Las evaluaciones críticas centran el problema de las políticas públicas en la forma de aplicación y operación. En el tema de población ha habido un cambio del perfil sociodemográfico y ciertas mejorías relativas, sin embargo, los retos se refieren a que continúa un subejercicio de la ciudadanía de las mujeres, es decir, hay muchas dificultades y resistencias para ejercer la ciudadanía a pesar de que han mejorado ciertas condiciones de escolaridad y de algunos términos de salud. Es importante no confundir la ausencia de capacidades con la dificultad del ejercicio político de las mismas. Otro tema mencionado, de gran relevancia, es el tema de la migración; ésta ha venido experimentando un sostenido incremento de los flujos migratorios internacionales, tanto regulares como irregulares, producto de la presión demográfica, la caída de los precios internacionales de las materias primas que se producen y exportan, y la consecuente falta de dinamismo de las economías nacionales. Se planteó que hace falta contar con datos más precisos sobre este fenómeno para toda la región y que existe la necesidad de discutir el concepto de “ciudadanía laboral” regional, para posibilitar un verdadero desarrollo de la ciudadanía y que las cuentas pendientes de la modernización Mesoamericana comiencen a cubrirse. 4 Resumen preparado por Friné López e Ivonne Pliego, con base en los cassettes grabados durante el Foro y las notas de Patricia Hume. 49 De acuerdo a los datos en materia de salud, dentro de la región Mesoamericana las mujeres tienen bajos índices de disfrute y goce de los derechos en torno a este tema. Los niveles existentes en desnutrición, de mortalidad infantil y materna, el acceso limitado a los servicios y la baja calidad de los mismos, en especial para la población rural, continúan siendo puntos destacados en la región. Frente a esto mencionó la prioridad de contribuir a derribar las barreras que impiden el acceso oportuno de las mujeres a las instituciones de salud, mejorar la calidad y cobertura de los servicios, así como la elaboración de estimaciones dentro de la realidad de la mortalidad materna y sus causas. Los estudios sobre la temática de educación con enfoque de género, demuestran que a fines del siglo XX más de la mitad de los niños/as que no tenían acceso a la enseñanza eran niñas y que en la región Mesoamericana esta proporción es todavía muy elevada. Se puede observar que a pesar de que la participación de las mujeres jóvenes en el nivel secundario se ha incremento durante la última década, las indígenas continúan siendo mayormente excluidas de modo sistemático de la educación, y las niñas y jóvenes campesinas siguen afectadas por la escasa valoración social respecto a su educación, lo cual explica la alta deserción escolar femenina en el medio rural. Como conclusión a este apartado, Josefina Aranda señaló que el incremento en la incorporación y permanencia de las mujeres en el sistema educativo no ha sido condición suficiente para su participación, en igualdad de condiciones respecto de los hombres, dentro del mercado laboral. También mencionó que contar con el mismo nivel educativo que los varones, no significa tener el mismo acceso a los mismos puestos ni al mismo ingreso. En lo que respecta a la cultura se puntualizó la necesidad de reconocer que la región requiere, con urgencia, el reconocimiento de las identidades propias y la resolución de la discriminación como una necesidad estructural. En materia de género se subrayó que la falta de oportunidad de participación en la toma de decisiones en un nivel general por parte de las mujeres, sugiere que sigue ocupando un segundo lugar dentro de la sociedad. De esta manera, los obstáculos que han enfrentado las mujeres y que todavía enfrentan han sido diversos -la persistencia de modelos económicos y culturales que excluyen, silencian o distorsionan su identidad y sus conocimientos en todas las áreas de la vida social- por lo que superar dichas barreras es el desafío fundamental en esta área, las cuales posiblemente podrán ser resueltas a través de respuestas organizadas y colectivas de las propias mujeres indígenas y las aliadas que deseen contribuir a esta lucha. Dentro de los desafíos económicos que enfrentan las mujeres se mencionó que en la región Mesoamericana asistimos, clara e inequívocamente, a la constitución de un mercado laboral flexible y segregado sexualmente, en el que las mujeres ocupan una posición destacada por su incorporación al empleo en uno de los mercados más precarios y discriminatorios: el de las empresas maquiladoras y en el sector informal, que en su conjunto, representan las dos fuentes más importantes de generación de empleo para las mujeres. A pesar de que más mujeres se han incorporado al trabajo remunerado, éste no ha significado una disminución del trabajo que desempeñan en el hogar. Por lo tanto, mientras las mujeres sigan siendo las responsables casi exclusivas del cuidado de las personas y se continúe careciendo de facilidades para dicho cuidado, será imposible la igualdad de género en el mercado laboral y en la capacitación profesional. Ante esto, la propuesta estriba en la incorporación de políticas públicas que sean capaces de incidir sobre la segregación ocupacional, la discriminación salarial y los estereotipos de género. Respecto de las campesinas, mencionó que el incremento de la participación de éstas en distintos ámbitos de la sociedad ha tenido consecuencias positivas y negativas. Sin embargo, si se realiza un balance, se puede observar que las mujeres generalmente acceden a empleos en los que enfrentan situaciones desventajosas que se traducen en una sobrecarga absoluta de trabajo, lo que implica una mayor autoexplotación para conseguir los mismos o menores ingresos por sus productos. A pesar de que en la región Mesoamericana se han implementado variados planes y programas que han estado dirigidos a las mujeres en el campo, y que han realizado varias acciones sectoriales para atenderlas, éstos no han incluido una vieja demanda de las mujeres organizadas: ser consideradas como sujetos -con participación en la definición, operación y evaluación de las políticas públicas-. La exhortación ante esto radica en el reconocimiento de las distintas realidades, intereses y necesidades de las mujeres en sus comunidades y regiones, integrando programas diferenciados que atiendan la diversidad de situaciones 50 que se confrontan en la lucha por sobrevivir. Es importante considerar su acceso (nulo o restringido) a los factores de la producción y a los recursos productivos, así como su conciencia en cuanto a ser sujetos del desarrollo, esto es el desafío y la exigencia. Debido a que la propuesta de género va acompañada del tema de sustentabilidad, no se debe perder de vista que Mesoamérica enfrenta en la actualidad un gran deterioro de sus recursos naturales, siendo la causa principal el modelo de desarrollo que se ha impuesto, el cual está en función del crecimiento económico sin importar el impacto social, cultural y ambiental. En consideración de los desafíos políticos puede observarse que en la región existe una limitada participación sociopolítica de las mujeres, la cual difícilmente corresponde a la dinámica de incorporación de las mujeres en el mercado laboral. Aunque dentro de la región Mesoamericana existe una política decidida en torno a la creación de instituciones especializadas para atender la desigualdad que enfrentan las mujeres en la sociedad, no se puede decir que exista un balance sobre el impacto que han tenido sus actividades en términos de modificar la situación local de las mujeres. Es una tarea pendiente que se debe resolver en el plazo inmediato. La violencia contra las mujeres constituye otro tema fundamental que cabe destacar en términos de los desafíos de las mujeres en Mesoamérica, ya que es una de las manifestaciones más evidentes de las desigualdades económicas, políticas, sociales y culturales entre hombres y mujeres, que determina que una de cada cinco mujeres de la región sufre este fenómeno y que les impide disfrutar de sus derechos humanos fundamentales. Respecto a la información sobre la participación femenina dentro de organizaciones gremiales, se advierte la existencia de una heterogeneidad. Desde la total ausencia de mujeres en sindicatos y organizaciones campesinas, hasta una proporción de 60% de mujeres en cargos directivos. Por lo tanto, los desafíos en esta materia se relacionan con las consecuencias de la globalización, la integración de mercados, la flexibilización y precariedad laboral, la desregulación estatal, etc. Josefina Aranda concluyó su participación mencionando que el planteamiento central estriba en la demanda de constituirse como miembros plenos y participativos de la vida social, económica y política de la sociedad. De igual manera, los grandes desafíos no serán resueltos si no son satisfechas las necesidades básicas. Las condiciones de desigualdad en la actualidad, no sólo impiden una ciudadanía plena de las mujeres, sino que las dividen en ciudadanas de primera, de segunda y hasta de tercera, dependiendo del número de inequidades que acumulen. “Uno de los desafíos es, por tanto, ampliar la identidad que compartimos como mujeres de una región para dar paso a la construcción de una identidad acrecentada: la de mujeres Mesoamericanas que se organizan y luchan y que no se resignan a vivir siempre en las escandalosas condiciones de vida que nos impone el actual modelo económico”. Finalmente, Josefina Aranda dejó algunas preguntas con el objeto de establecer una reflexión: ¿qué tanto las políticas públicas y las instituciones especializadas han dado paso en ese sentido?, ¿cómo acortamos las abismales distancias entre políticas económicas vigentes y políticas sociales remediales?, ¿por dónde empezamos cuando se trata de resolver tantos asuntos? 51 SESIÓN DE COMENTARIOS, PREGUNTAS Y RESPUESTAS* SE PRESENTAN EN CONJUNTO LAS PREGUNTAS Y COMENTARIOS A AMBAS PONENTES La conclusión del trabajo de Josefina es la organización de las mujeres ¿hay alguna respuesta de cómo llevarla a cabo? Hemos visto consultas pero son procesos aislados, debe llegarse a conclusiones consensadas. La importancia de las leyes y las políticas públicas. En el 2001 hicieron consultas sobre el PPP en los nueve estados y en Centroamérica, ¿se hizo algo para replantearse el PPP? La gente no se sintió representada y hubo frustración. Aún encontramos divergencias ideológicas en México. ¿Qué puntos de encuentro podemos encontrar? Hay que replantearse este proceso. ¿Cómo se ha dado la explicación de la pobreza desde El Banco Mundial? En México se percibe que la pobreza ha aumentado, sin embargo en la ponencia de Rebeca Grynspan los datos indican que hay mejoría. ¿No será necesario corroborar los datos? Parece que hay un sesgo en los datos estadísticos. Los indicadores que se están utilizando son cuantitativos, ¿qué avances hay en los indicadores cualitativos? Las consultas a las poblaciones indígenas no tienen perspectiva de género, ¿cómo lo están trabajando? ¿Cómo volver a colocar el tema de la equidad en el PPP? ¿Cuál es el tema de inequidad de género y cómo podemos construir la agenda? Estamos desactualizadas en algunos datos que han cambiado y es importante saber precisamente dónde está la inequidad en el mundo agrario, industrial, etc. Rebeca Grysnpan contestó: Sobre los indicadores los promedios no reflejan las situaciones particulares, hablamos de las mujeres como si todas fueramos iguales. La pregunta es cómo vamos a construir los indicadores que queremos. No hay que reducirse únicamente a los procesos de las Metas del Milenio, dado que no indican estrategias ni cómo cumplirlas. La forma de cómo vamos a construir la agenda es la tarea fundamental. Yo defiendo lo regional como ese territorio propio donde hay que construir identidades. Josefina Aranda respondió lo siguiente: El reto-desafío es compartir regionalmente mediante la organización temática o sectorial las carencias existentes. No queremos que la región siga como está. A continuación se incluyen las ponencias presentadas por Rebeca Grynspan “El Plan Puebla-Panamá en el marco de las Metas del Milenio desde la Perspectiva de Género” y de Josefina Aranda “Desafíos Sociales, Económicos, Políticos, Ambientales y Culturales de las mujeres en la Región de México y Centroamérica”. * Por la mecánica misma de las sesiones de preguntas y respuestas, en muchos casos es imposible que el ponente responda a todas. Sin embargo, hemos decidido incluir muchas de las preguntas que no fueron contestadas, con el fin de establecer cuáles fueron las dudas o inquietudes de los participantes. (Nota de la coordinadora) 52 EL PLAN PUEBLA-PANAMÁ EN EL MARCO DE LAS METAS DEL MILENIO DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO REBECA GRYNSPAN Directora de la Subregión México, CEPAL • • • • La Equidad de Género como Derecho Las Metas del Milenio El Plan Puebla-Panamá Las Metas del Milenio y la Perespectiva de Género en la Región del PPP La Equidad de Género como Derecho Evolución de la equidad de género como derecho 1945. Carta de las Naciones Unidas 1948. Declaración Universal de los Derechos Humanos 1993. Declaración y Programa de Acción de Viena 1994. Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo 1995. Cuarta Conferencia Mundial de las Mujer (Pekín). Plataforma de Acción sobre la Mujer (PAM). Instrumento de partida para la promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales de las mujeres. 1995. Cumbre de Desarrollo Social (Copenhague) • Declaración Universal de los Derechos Humanos • Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos • Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales Compromisos jurídicos • Las mujeres y los hombres tienen iguales derechos. - Derechos sexuales - Derechos reproductivos - Libertad de reunión y asociación • Los Estados deberán adoptar medidas contra las prácticas de discriminación. - Protección contra la violencia - Promover el papel de la mujer y de sus capacidades - Igualdad de derechos, oportunidades y de acceso a los recursos Las Metas del Milenio Reuniones y conferencias relacionadas con el desarrollo 1991. Cumbre Mundial a favor de la Infancia (Jontiem) 1992. Cumbre de la Tierra. Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Desarrollo Sostenible, Río de Janeiro) 1993. Conferencia Mundial sobre Población y Desarrollo (El Cairo) 1995. Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer (Pekín, PAM). Cumbre de Desarrollo Social (Copenhague) 2000. Cumbre del Milenio. Declaración del Milenio (8 objetivos, 18 metas, 48 indicadores) 2002. Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo (Monterrey) 53 Objetivos del Desarrollo del Milenio... • Erradicar la pobreza extrema y el hambre - Reducir a la mitad el porcentaje de personas con ingresos menores a 1 dólar por día (2015). - Reducir a la mitad el porcentaje de personas que padezcan hambre (2015). • Lograr la educación primaria universal - Velar por que los niños y niñas de todo el mundo puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria (2015). • Promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer - Eliminar las desigualdades entre los géneros en la enseñanaza primaria y secundaria (2005), y en todos los niveles de enseñanza (2015). • Reducir la mortalidad infantil - Reducir en dos terceras partes la mortalidad de los niños menores de 5 años (2015). • Mejorar la salud materna - Reducir la mortalidad materna en tres cuartas partes (2015). • Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades graves - Haber detenido y comenzado a reducir la propagación del VIH/SIDA (2015). - Haber detenido y comenzado a reducir la incidencia de paludismo y otras enfermedades graves (2015). • Garantizar la sostenibilidad ambiental - Incorporar los principios de desarrollo sostenible en los programas nacionales e invertir la pérdida de recursos del medio ambiente. • Fomentar una asociación global para el desarrollo América Latina • Para algunos países de América Latina las metas son muy bajas y algunos han planteado metas más exigentes. • Sin embargo, muchos países siguen mostrando rezagos con relación a los Objetivos del Milenio, el índice de pobreza y desigualdad. • Según un estudio de la CEPAL, IPEA y PNUD las tasas de crecimiento que serían necesarias en los países de más alta pobreza para alcanzar los ODM son demasiado elevadas. 54 Las nuevas cifras revelan un deterioro en la pobreza en América Latina en el período 2000-2002... Porcentaje de personas 60 48.3 Porcentaje 50 43.5 43.8 42.1 42.5 43.4 43.9 40 30 22.5 20 19.0 15.5 17.9 18.2 1997 1999 2000 2001 18.8 19.4 10 0 1990 Indigentes 2002 b/ 2003 b/ Pobres no indigentes b/ Las cifras para 2002 y 2003 corresponden a una proyección. ...que se traduce en un mayor número de personas con niveles de vida insuficientes. Volumen de población 300 Millones 250 200 204 211 207 212 220 225 93 89 89 88 91 95 100 1990 1997 1999 2000 2001 200 150 100 50 0 Indigentes 2002 b/ 2003 b/ Pobres no indigentes b/ Las cifras para 2002 y 2003 corresponden a una proyección. 55 56 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 64 49 40 11 25 - 34 36 7 38 8 45 - 59 37 13 60 y más 45 21 Total 75 47 15 - 24 59 11 25 - 34 53 5 54 6 RURAL 45 - 59 60 y más 12 35 - 44 44 URBANA 35 - 44 Mujeres Total 20 Fuente: CEPAL, Unidad Mujer y Desarrollo, sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. 15 - 24 Hombres AMÉRICA LATINA (PROMEDIO SIMPLE: 14 PAÍSES) POBLACIÓN SIN INGRESOS PROPIOS POR SEXO Y TRAMOS DE EDAD. ZONAS URBANAS Y RURALES, ALREDEDOR DE 1999 (Porcentaje con respecto al total de cada sexo) El porcentaje de mujeres mayores de 15 años sin ingresos propios supera ampliamente el de los varones. En zonas urbanas 45% de las mujeres no obtiene ingresos propios, frente a sólo 21% de los hombres. 59 57 0 10 20 30 40 50 60 46.2 URBANO Mujer Hombre Remunerados 31.2 46.0 0.2 Mujer Hombre Domésticos no remunerados 22.6 48.6 Mujer Hombre Total trabajadores 51.4 RURAL Mujer Hombre Remunerados 22.4 48.4 0.2 Mujer Hombre Domésticos no remunerados 29.0 a/ Promedio ponderado 15 países: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, República Dominicana, Uruguay. b/ Promedio ponderado 12 países: Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, República Dominicana. Fuente: CEPAL, Unidad Mujer y desarrollo, sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. Mujer Hombre Total trabajadores 53.8 América Latina Trabajo total: trabajo remunerado + doméstico no remunerado Zonas urbanas a/ y rurales b/, alrededor de 1999 El trabajo doméstico no remunerado y de reproducción, imprescindibles para la sobrevivencia de los hogares, se encuentra casi totalmente en manos de mujeres, tanto en áreas rurales como urbanas. Transporte y comunicaciones Construcción 1990 1994 1997 1999 Agricultura 1990 1994 1997 1999 Industria Mujeres Finanzas Total 1990 1994 1997 1999 Servicios personales Comercio 1990 1994 1997 1999 Servicios sociales Servicio doméstico Fuente: CEPAL, PANORAMA SOCIAL 2000-2001 Sobre la base de estimaciones de la División de Población-Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) y de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 1990 1994 1997 1999 Hombres 1990 1994 1997 1999 90% 1990 1994 1997 1999 100% 1990 1994 1997 1999 América Latina: composición por sexo de los ocupados según rama de actividad económica (Porcentajes) 1990 1994 1997 1999 La pronunciada segmentación ocupacional entre ambos sexos prácticamente no se modificó durante los 90. Aunque se produjo un leve descenso entre las ocupadas en el servicio doméstico y en los servicios personales, el sector terciario sigue concentrando el empleo femenino. 1990 1994 1997 1999 58 59 Transformación y Modernización de Centroamérica en el Siglo XXI Objetivo: Potenciar la riqueza humana y ecológica de la Región Mesoamericana, dentro de un marco de desarrollo sustentable que respete la diversidad cultural y étnica Plan Puebla-Panamá Acuerdo de unión de los dos proyectos regionales en ocho Iniciativas Mesoamericanas. “Declaración Conjunta de la Cumbre Extraordinaria de los Países Integrantes del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla” (2001) Estudio de la conectividad de las dos propuestas regionales por parte de BCIE, BID y CEPAL (Grupo Técnico Interinstitucional) El presidente electo de México y los Jefes de Estado y de Gobierno acuerdan promover un Plan de Desarrollo Regional desde Puebla hasta Panamá (Noviembre, 2000) Propuesta para desarrollar un Plan Integral de Desarrollo para la Región Sur-Sureste de México El Plan Puebla-Panamá Antecedentes 60 Área del PPP Belice Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua Panamá México SurCampeche Chiapas Guerrero Oaxaca Puebla Quintana Roo Tabasco Veracruz Yucatán México (total) Países y Estados 1’029,743 22,966 51,100 21,040 108,890 112,090 129,494 78,200 505,963 51,833 73,887 63,794 95,364 33,919 50,350 24,661 72,815 39,340 1’972,550 Superficie (km 2) 64.2 0.3 4.0 6.4 11.7 6.8 5.2 2.3 27.5 0.7 3.9 3.1 3.4 5.1 0.9 1.9 6.9 1.6 97.3 Población (millones habs.) 62.3 11 79 298 105 58 39 38 55 12 53 48 37 148 21 76 96 42 49 Densidad Poblacional (Hab / km 2) Características de la región Mesoamericana, 1999 2,139/2,248 3,098 4,000 2,025 1,652 859 448 3,427 2,874 7,354 1,826 2.452 1,908 3,382 7,490 2,778 2,565 3,588 4,577 PIB per cápita (dólares de E.U. corrientes) Iniciativas Mesoamericanas. I. Desarrollo Humano y Sustentabilidad • I. M. de Desarrollo Sustentable - Gestión Ambiental - Patrimonio Cultural, Indígena y Equidad - Preservación y aprovechamiento de los recursos naturales. • I. M. de Desarrollo Humano - Capacitación para el trabajo - Sistema de información estadística sobre migraciones - Mejoramiento de la participación de las comunidades indígenas y afro-caribeñas en el desarrollo local y nacional - Manejo y conservación de recursos naturales por parte de organizaciones campesinas, indígenas y afro-caribeñas - Salud y desarrollo humano. • I. M. de Prevención y Mitigación de Desastres Naturales - Desarrollo de mercado de seguros para riesgos de catástrofe - Toma de conciencia pública para la prevención de desastres - Información hidrometeorológica para la competitividad. II. Desarrollo Económico • I. M. de Turismo - Formulación y promoción de proyectos ecoturísticos indígenas - Cuenta satélite de turismo - Certificación de la sostenibilidad turística - Desarrollo de circuitos turísticos integrales - Fortalecimiento de la seguridad aeroportuaria. • I. M. de Facilitación del Intercambio Comercial. - Modernización de aduanas y pasos fronterizos - Facilitación de negocios y homologación de tratados comerciales - Promoción de las pequeñas y medianas empresas exportadoras (PYMEX) y de la competitividad regional. III. Infraestructura • I. M. de Integración Vial - Corredor Pacífico de Integración Puebla-Panamá - Corredor de integración vial Atlántico - Corredores complementarios - Armonización de regulaciones de transporte y estandarización de normas técnicas. • I. M. de Interconexión Energética - Sistema de Interconexión Eléctrica Centroamericano (SIEPAC) - Interconexión México-Guatemala - Interconexión Guatemala-Belice. • I. M. de Interconexión de Telecomunicaciones - Armonización del marco regulatorio regional - Promoción y desarrollo de una red regional de fibra óptica. 61 Tal como sabemos no es posible llevar exitosamente un plan de desarrollo local, nacional, regional o global sin incorporar la perspectiva de género y considerar como un elemento central la participación e inclusión de las mujeres en las actividades económicas, sociales y políticas. Las Metas del Milenio y la Perspectiva de Género en la Región del PPP. ODM 1: Erradicar la pobreza y el hambre. (ver gráficas páginas 66 a 85). META INDICADOR 1. Para el año 2015 reducir a la mitad el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a 1 dólar por día. 1. Porcentaje de población con ingresos inferiores a 1 dólar por día. 2. Coeficiente de la brecha de pobreza (la incidencia de la pobreza multiplicada por la gravedad de la pobreza). 3. Participación del quintil más pobre en el ingreso nacional. 2. Reducir a la mitad el porcentaje de personas que padezcan hambre para el año 2015. 4. Número de niños menores de 5 años de peso inferior al normal. 5. Porcentaje de la población por debajo del nivel mínimo de consumo de energía alimentaria. ODM 2: Lograr la enseñanza primaria universal (ver gráficas páginas 86 a 89) META 3. Velar por que, para el año 2015, los niños y niñas de todo el mundo puedan terminar un ciclo com-pleto de enseñanaza primaria. INDICADOR 6. Tasa de matrícula en la enseñanaza primaria. 7. Porcentaje de los estudiantes que llegan al quinto grado. 8. Alfabetización de las personas de entre 15 y 24 años de edad. ODM 3: Promover la igualdad de los sexos y la autonomía de la mujer (ver gráficas páginas 90 a 93) META INDICADOR 4. Eliminar las desigualdades entre los géneros en la enseñanaza primaria y secundaria, preferiblemente para el año 2005, y en todos los niveles de la enseñanza antes del fin del año 2015. 19. Relación niñas/niños en educación pri-maria, secundaria y superior. 10. Relación entre las tasas de alfabetización de las mujeres y los hombres de edades comprendidas entre los 15 y los 24 años. 11. Proporción de mujeres con empleos remunerados fuera del sector agrícola. 12. Proporción de mujeres en el Parlamento Nacional. 62 ODM 4: Reducir la mortalidad infantil (ver gráficas páginas 94 a 99) META INDICADOR 5. Reducir en dos terceras partes la mortalidad de los niños menores de 5 años para el año 2015. 13. Tasa de mortalidad de los niños menores de 5 años. 14. Tasa de mortalidad infantil. 15. Porcentaje de niños de 1 año vacunados contra el sarampión. ODM 5: Mejorar la salud materna (ver gráficas páginas 94 a 99) META 6. Haber reducido la mortalidad materna en tres cuartas partes en el año 2015. INDICADOR 16. Tasa de mortalidad materna. 17. Porcentaje de partos con personal sanitario especializado. ODM 6: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades (ver gráficas páginas 94 a 99) META INDICADOR 7. Haber detenido y comenzado a reducir, para el año 2015, la propagación del VIH/SIDA. 18. Tasa de morbilidad del VIH entre las mujeres embarazadas de edades comprendidas entre los 15 y los 24 años. 19. Tasa de uso de anticonceptivos. 20. Número de niños huérfanos por causa de VIH/ SIDA. 8. Haber detenido y comenzado a reducir, para el año 2015, la incidencia del paludismo y otras enfermedades graves. 21. Índices de morbilidad y mortalidad palúdicas. 22. Proporción de la población de zonas de riesgo de paludismo que aplica medidas eficaces de prevención y tratamiento. 23. Tasas de morbilidad y mortalidad asociadas a la tuberculosis. 24. Proporción de casos de tuberculosis detectados y curados con el tratamiento breve bajo observación directa. 63 ODM 7: Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente (ver gráficas páginas 100 a 101) META INDICADOR 9. Incorporar los principios del desarrollo sostenible en las políticas y programas nacionales e invertir la pérdida de recursos del medio ambiente. 25. Proporción de la superficie de las tierras cubiertas por bosques. 26. Superficie de las tierras protegidas para mantener la diversidad biológica. 27. PIB por unidad de utilización de energía (uso eficiente de la energía). 28. Emisiones de dióxido de carbono (per cápita). [Más dos indicadores de la contaminación atmosférica global: el agotamiento de la capa de ozono y la acumulación de gases de efecto invernadero]. 29. Proporción de la población que usa combustibles sólidos. 10. Reducir a la mitad, para el año 2015, el porcentaje de personas que carezcan de acceso a agua potable. 30. Proporción de la población con acceso sostenible a mejores fuentes de abastecimiento de agua. 11. Haber mejorado considerablemente, para el año 2020, la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de tugurios. 31. Proporción de población con acceso a mejores servicios de saneamiento. 32. Proporción de la población con derecho seguro a la tenencia de la tierra. ODM 8: Fomento de una asociación mundial para el desarrollo (ver gráficas páginas 102 a 103) META INDICADOR 12. Desarrollar aún más un sistema comercial y financiero abierto, basado en normas, previsible y no discriminatorio. Se incluye el compromiso de lograr una buena gestión de asuntos públicos y la reducción de pobreza, en cada país y en el plano internacional. Los indicadores de las metas 12-15 se presentan en una lista conjunta. 13. Atender necesidades especiales de los países menos adelantados. Se incluye acceso libre de aranceles y cupos de exportaciones de países menos adelantados; programa mejorado de alivio de deuda de países pobres muy endeudados y cancelación de deuda bilateral oficial, y la concesión de asistencia para el desarrollo más generosa a países que hayan expresado determinación de reducir pobreza. Indicadores de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD): 33. La AOD neta como porcentaje del Producto Nacional Bruto (INB) de los países donantes del Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD) de la OCDE (los objetivos son destinar el 0.7% del total del Ingreso Nacional Bruto a la AOD y el 0.15% a los países menos adelantados). Proporción de la AOD destinada a los servicios sociales básicos (educación básica, atención primaria de la salud, nutrición, abastecimiento de agua potable y servicios de saneamiento). 34. Proporción de la AOD que no está condicionada. 64 META INDICADOR 35. Proporción de la AOD destinada a los paí-ses sin litoral como porcentaje de su PNB. 36. Proporción de la AOD destinada a los pequeños Estados insulares como porcen-taje de su PNB. 14. Atender las necesidades especiales de los países sin litoral y de los pequeños Estados insulares en desarrollo (mediante el Programa de Acción para el desarrollo sostenible de los pequeños Estados insulares en desarrollo y los resultados del vigésimo segundo período de sesiones de la Asamblea General). Indicadores de Acceso a Mercados: 38. Proporción de las exportaciones (por su valor y sin incluir las armas) admitidas libre de derechos y cupos. 39. Aranceles y cupos medios a productos agrícolas, textiles y/ó el vestido. 40. Subsidios a la exportación y la producción de productos agrícolas en los países de la OCDE. 41. Proporción de la AOD ofrecida para ayudar a crear capacidad comercial. 15. Encarar de manera general los problemas de la deuda de los países en desarrollo con medidas nacionales e internacionales a fin de hacer la deuda sostenible a largo plazo. Indicadores de Sostenibilidad de la deuda: 42. Número de países que han alcanzado la etapa de decisión y número de países que han concluido su proceso dentro de la iniciativa de países pobres altamente endeudados (HIPC). 43. Monto de deuda comprometido bajo la iniciativa HIPC. 44. Servicio de la deuda como porcentaje de las exportaciones de bienes y servicios. 16. En cooperación con países en desarrollo, elaborar y aplicar estrategias que proporcionen a jóvenes trabajo digno y productivo. 45. Tasa de desempleo de las personas entre 15 y 24 años de edad. 17. En cooperación con empresas farmacéuticas, proporcionar acceso a medicamentos esenciales en los países en desarrollo. 46. Proporción de la población con acceso estable a medicamentos esenciales a precios razonables. 18. En colaboración con sector privado, velar por aprovechamiento de nuevas tecnologías, en particular de información y comunicaciones. 47. Número de líneas de teléfono por 1,000 habitantes. 48. Número de computadoras personales por 1,000 habitantes. 65 66 a/ Áreas urbanas -80.0% -106% -309% -60.0% Venezuela -40.0% Chile Costa Rica 0.0% 1990 - 2000 -20.0% Uruguay a/ Rep. Dominicana Perú Panamá Nicaragua México Honduras Guatemala El Salvador Ecuador a/ Colombia a/ Brasil Bolivia Argentina a/ América Latina 20.0% 1990 - 2002 40.0% 60.0% 80.0% Avance esperado al 2000 2002 Porcentaje de cumplimiento de la meta de pobreza extrema entre 1990 y 2002 La mayoría de países muestra un avance insuficiente hacia la Meta de reducción a la mitad de la pobreza extrema, y en muchos casos ésta empeoró entre 2000 y 2002. 100.0% 67 Costa Rica 2.6 El Salvador 3.3 Guatemala 2.6 Fuentes: PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano 2003. 0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0 Honduras 2.0 México 3.4 Nicaragua 2.3 Panamá 3.6 Istmo centroamericano y México: participación del 20% más pobre de la población en los ingresos o el consumo nacionales (Porcentajes) 1990-2001 68 a/ Áreas urbanas -80.0% -119% -60.0% -40.0% 0.0% 1990 - 2000 -20.0% Venezuela Uruguay a/ Rep. Dominicana Perú Panamá Nicaragua México Honduras Guatemala El Salvador Ecuador a/ Costa Rica Colombia a/ Chile Brasil Bolivia Argentina América Latina 20.0% 1990 - 2002 40.0% 60.0% 80.0% Avance esperado al 2000 2002 Porcentaje de cumplimiento de la meta de pobreza total entre 1990 y 2002 Ningún país había logrado al año 2002 la meta más exigente de reducir a la mitad la pobreza total. 100.0% AÑO Costa Rica Panamá Ecuador Nicaragua Venezuela Honduras Bolivia Reducción Gini 5% Perú Gini constante Brasil a/ Áreas urbanas 2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 Año en que se alcanzaría la meta de pobreza extrema, con y sin mejoramiento distributivo (Proyección basada en un crecimiento económico igual al promedio de los 5 mejores años del período 1990-2002) Con una tasa de crecimiento igual al promedio de los 5 mejores años de la última década, sólo 9 países alcanzarían la meta de reducción de pobreza extrema al 2015. Una reducción del Gini en 5% permitiría a 12 países alcanzar la meta. Rep. Dominicana Chile Uruguay a/ México El Salvador Argentina a/ Guatemala Colombia 69 70 2001/2002 Uruguay 0.450 Costa Rica Países donde aumentó la desigualdad Venezuela 0.500 1999 Panamá Bolivia Ecuador Argentina 0.550 México Colombia 0.600 Países donde disminuyó la desigualdad Nicaragua Brasil a/ Datos sobre áreas urbanas para Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá y Uruguay. Datos de Argentina corresponden a Gran Buenos Aires. 0.400 0.400 0.450 0.500 0.550 0.600 0.650 1999 Y 2001/2002 a/ América Latina (11 países): coeficiente de Gini, La distribución del ingreso no mejoró en la década pasada, ni tampoco en los últimos tres años. 0.650 HOMBRES 4.4 1.0 0.5 1.6 5.4 0.8 0.7 Actividades Sociales y Comunitarias Trabajo no Remunerado (Mantenimiento del Hogar) Actividades Sociales y Comunitarias 7.8 5.9 Trabajo Remunerado 0.3 Otras Actividades 0.2 13.6 Actividades Personales 13.2 7.7 Trabajo Remunerado 4.0 Otras Actividades 0.4 Fuente: CEPAL, Unidad Mujer y Desarrollo, Tabulación especial de la Encuesta Nacional de Hogares sobre Medición de Niveles de Vida, Nicaragua, 1998. 0.2 Hogares no Pobres Trabajo no Remunerado (Mantenimiento del Hogar) Hogares Pobres MUJERES 1.3 0.0 2.0 4.0 6.0 8.0 10.0 12.0 14.0 16.0 Nicaragua: distribución del tiempo diario (en horas) de los jefes y jefas de hogar de 20 a 59 años de edad, entre las distintas actividades realizadas según condicion de pobreza de los hogares, total nacional, 1998 Los análisis de uso del tiempo muestran las desigualdades de género en la distribución del trabajo al interior del hogar: las mujeres destinan más tiempo que los hombres a actividades no remuneradas, y tienen jornadas de trabajo más largas que van en detrimento de sus niveles de salud, nutrición, participación ciudadana y recreación. 13.5 13.3 Actividades Personales 71 72 0 20 40 60 80 100 120 140 160 Hogares pobres Hogares no pobres Zonas Urbanas, alrededor de 1999 Índice de feminidad en el tramo de edad de 20 a 59 años, en hogares pobres y no pobres En todos los países de la región el índice de feminidad de la pobreza alcanza valores superiores a 100 entre la población de 20 a 59 años, edades en que la vulnerabilidad femenina frente a la pobreza es mayor. 135 Costa Rica 121 República Dominicana 117 Panamá 115 Nicaragua 112 Argentina 110 Venezuela 109 El Salvador 109 Chile 107 Bolivia 106 Guatemala 106 Paraguay 105 Honduras 105 Brasil 105 Ecuador 104 Uruguay 104 Colombia 103 México 0 20 40 60 80 100 120 140 160 Hogares pobres Hogares no pobres Zonas Rurales, alrededor de 1999 Índice de feminidad en el tramo de edad de 20 a 59 años, en hogares pobres y no pobres 134 República Dominicana 125 Costa Rica 115 Panamá 115 Chile 110 Colombia 105 Brasil 105 Paraguay 104 Bolivia 104 El Salvador 103 México 103 Nicaragua 103 Guatemala 102 Honduras 73 74 0 10 20 30 40 50 60 70 80 33 43 39 50 35 54 30 54 Hogares pobres Hogares no pobres 32 56 36 59 35 59 42 42 68 43 68 Venezuela Brasil 42 66 Panamá Colombia 42 65 73 Porcentaje de mujeres cónyuges sin ingresos propios en los hogares pobres y no pobres, zonas urbanas alrededor de 1999 Es notoria la falta de autonomía y vulnerabilidad a la pobreza de las mujeres. 53 74 49 76 R. Dominicana Costa Rica Total países Paraguay Bolivia Uruguay Honduras El Salvador Ecuador Guatemala Hombres Mujeres Colombia (1997) a/ Honduras (1997) Bolivia (1997) El Salvador (1997) Nicaragua (1997) a/ Ecuador (1997) México (1996) Rep. Dominicana (1997) Paraguay (1996) Brasil (1996) Panamá (1997) Costa Rica (1997) a/ Chile (1998) Argentina (1997) a/ Uruguay (1997) a/ Los ingresos por jubilaciones y pensiones corresponden al total de ingresos por transferencias de aquellas personas que en la variable "condición de actividad" se declaran "jubilados y pensionados" b/ Corresponde al total nacional. 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 Porcentaje de perceptores de ingresos por jubilaciones y pensiones en los adultos mayores (60 y más), zonas urbanas alrededor de 1997 Al igual que la pobreza de las mujeres en la vejez. Venezuela (1997) a/ b/ 75 76 0 10 20 30 40 50 60 70 40 34 35 32 40 39 Nicaragua 38 36 28 25 28 23 24 Uruguay Guatemala 23 24 31 Chile Bolivia 22 23 28 1990 Colombia Ecuador 24 24 29 1999 14 18 Porcentaje de hogares indigentes encabezados por mujeres. Zonas Urbanas. Alrededor de 1990 y 1999 36 34 Panamá 26 37 45 56 Costa Rica Argentina 21 30 Existe un aumento de los hogares indigentes encabezados por mujeres. 50 R. Dominicana (97) Paraguay México Brasil El Salvador Honduras Venezuela 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 Sin aporte Con aporte Zonas urbanas, alrededor de 1999 (En porcentaje) Magnitud de la pobreza en hogares biparentales sin y con aporte de las cónyuges al ingreso familiar El aporte de las mujeres al total de ingresos del hogar, particularmente de los pobres, es especialmente significativo debido al impacto positivo que éste tiene en la reducción de la pobreza. Argentina Panamá Brasil México El Salvador Venezuela Paraguay Bolivia Colombia Nicaragua Ecuador Honduras Fuente: CEPAL, Unidad Mujer y Desarrollo, sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. Uruguay Costa Rica Chile 77 78 Extrema pobreza (1999) Población subnutrida (1998-2000) Niños con insuficiencia ponderal (1995-2001) Argentina Chile Costa Rica Panamá Brasil Rep. Dominicana México Venezuela El Salvador Perú Colombia Ecuador Paraguay Guatemala Bolivia Nicaragua Honduras Porcentaje de población y porcentaje de menores de 5 años de edad En América Latina 18.5% de la población es extremadamente pobre, 11% de la población está subnutrida y, entre los niños menores de 5 años, 7.9% están desnutridos. Fuente: CEPAL, sobre la base de datos provenientes de la FAO y de UNICEF, y Panorama social de América Latina 2001-2002. a/ La cifra sobre extrema pobreza en Chile y México corresponde al año 2000, en Guatemala y Nicaragua a 1996 y en República Dominicana a 1997. 0 10 20 30 40 50 60 América Latina y el Caribe: población en extrema pobreza a/, población subnutrida y desnutrción infantil Hambre, pobreza extrema y desnutrición: tres fenómenos distintos pero estrechamente relacionados. Uruguay 79 Haití 0 2 3 4 5 5 5 5 10 9 11 12 11 11 10 15 15 18 20 23 25 26 30 35 50 40 45 50 55 y caribeños padecen algún grado de subnutrición 55 millones de latinoamericanos Porcentaje de población subnutrida en 1998-2000 13 13 14 14 14 21 21 25 29 Fuente: CEPAL, sobre la base de datos provenientes de la FAO. a/ Corresponde al promedio simple de los 24 países. b/ Corresponde al promedio ponderado de los 24 países. América Latina b/ América Latina a/ Argentina Uruguay Chile Costa Rica Ecuador México Jamaica Brasil Perú Surinam Trinidad y Tobago Colombia Cuba El Salvador Guayana Paraguay Panamá Honduras Venezuela Bolivia Guatemala Rep. Dominicana Nicaragua América Latina y el Caribe: población subnutrida en 1998-2000 (Porcentaje) La población con una ingesta por debajo de los requerimientos mínimos (subnutridos) es relativamente elevada en la región, y las diferencias entre países son muy pronunciadas. 0 5 Argentina México Cuba Guatemala 15 Brasil Jamaica 20 Perú b/ 25 30 Países en los que se redujo el porcentaje de población que padece hambre América Latina y El Caribe a/ Guayana Paraguay Colombia Trinidad Y Tobago Panamá Honduras Bolivia República Dominicana Nicaragua Porcentaje de población subnutrida en 1990-1992 10 Costa Rica Ecuador Chile Uruguay Surinam El Salvador Venezuela Países en los que aumentó el porcentaje de población que padece hambre Fuente: CEPAL, sobre la base de datos provenientes de FAO. a/ Corresponde al promedio simple de los 24 países. b/ La cifra inicial corresponde a 1992-1994. 0 5 10 15 20 25 30 35 América Latina y el Caribe: evolución del porcentaje de población subnutrida entre 1990-1992 y 1998-2000 35 40 50 60 70 40 50 60 70 Haití Durante los 90 la mayoría de los países lograron reducir moderadamente el hambre. Estos avances estuvieron relacionados con la disminución de la pobreza extrema. Porcentaje de población subnutrida en 1998-2000 80 81 1 5 6 8.4 10.0 14 Brasil 20.0 25.0 30.0 Guyanas 4 4 Jamaica Cuba Porcentaje de niños menores de 5 años de edad con insuficiencia ponderal moderada-grave en 1995/2001 Fuente: UNIFEM, Informes Mundiales de la Infancia 1993 y 2003. a/ Corresponde al promedio simple de los 22 países. 0.0 América Latina y el Caribe a/ 5.0 4 Chile 4 Uruguay América Latina y el Caribe b/ Chile Trinidad y Tobago Costa Rica Uruguay 5 Argentina Venezuela Jamaica 5 0 2.3 6.1 15 20 19.4 20.7 25 24.9 49.7 30 35 40 45 50 Nivel más elevado y avances menores que en desnutrición aguda (insuficiencia ponderal) 33.9 38.9 Porcentaje de niños menores de 5 años de edad con retraso del crecimiento moderada-grave cifra 1996 10 14.9 15.0 23.1 26.8 20.8 31.9 Insuficiencia de talla o retraso del crecimiento, c. 1998 Fuente: Boletín de la Organización Mundial de la Salud, recopilación de artículos No. 4, 2001. a/ La cifra corresponde a las zonas rurales. b/ Corresponde al promedio simple de los 19 países. 5 4.8 9.5 9.6 9.9 10.5 Brasil Panamá 5 Paraguay 10.7 República Dominicana Venezuela Colombia Costa Rica República Dominicana 7 7 Colombia 7 Perú 8 Bolivia Trinidad y Tobago Nicaragua El Salvador 8 México Bolivia Perú 12 Haití México a/ Honduras Guatemala 8 El Salvador 24 Panamá 12 Nicaragua 15.0 17 Haití Ecuador 17 Honduras Guatemala Insuficiencia ponderal en 1995/2001 (Indicador de seguimiento de la meta de hambre del milenio) América Latina y el Caribe: desnutrición infantil a fines de los noventa 55 La desnutrición, en particular la crónica, es la consecuencia más extrema del hambre, porque compromete decisivamente el rendimiento escolar y luego la capacidad productiva de los afectados, incidiendo negativamente en el potencial de desarrollo. Es, por tanto, un eslabón principal de la transmisión intergeneracional de la pobreza y la desigualdad. 1800 1900 2000 2200 2300 2400 2500 2600 2700 2800 2900 3000 3100 3200 Suministro de Energía Alimentaria (SEA) en kilocalorías por persona/día 2100 3300 Guyana Paraguay Colmbia El Salvador Cuba Trinidad y Tobago Perú Surinam Brasil Jamaica Costa Rica México Ecuador Chile Argentina Uruguay Panamá Honduras Nicaragua República Dominicana Guatemala Bolivia Venezuela Haití Fuente: CEPAL, sobre la base de datos provenientes de la FAO. 0 1700 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 América Latina y el Caribe: Niveles de Suministro de Energía Alimentaria (SEA) e incidencia de la subnutrición en la población, 1998-2000 19901992 2400 2425 2450 2475 2500 2525 2550 2575 2600 19941996 20 de 24 países incrementaron la oferta de alimentos en la pasada década (Promedio simple de los países) Evolución de la oferta alimentaria (SEA) en América Latina 19982000 Los países que presentan los niveles más altos de subnutrición enfrentan una muy restringida oferta alimentaria. Sin embargo, el hambre está principalmente determinada por la desigualdad de acceso a los alimentos. Porcentaje de población subnutrida 82 83 Coeficiente de variabilidad del consumo calórico percápita en 1998-2000 Argentina 0.20 0.24 0.26 0.28 Cuba Jamaica Costa Rica 0.30 Guatemala Guayana El Salvador 0.32 0.34 0.36 0.38 Países en los que disminuyó la dispersión en el acceso al consumo de calorías Trinidad y Tobago Colombia Nicaragua 0.40 Coeficiente de variabilidad del consumo calórico percápita en 1990-1992 0.22 Uruguay Ecuador Paraguay Chile Venezuela Panamá Perú c/ Bolivia Surinam Amerca Latina y el Caribe b/ a/ Haití se excluyó del gráfico. En el período referido, el coeficiente de variabilidad implícito de acceso al consumo de alimentos en este país disminuyó desde 0.70 a 0.47. b/ Corresponde al promedio simple de 23 países (excluido Haití). c/ La cifra inicial corresponde a 1992-1994. Fuente: CEPAL, sobre la base de datos provenientes de la FAO. 0.18 0.18 0.20 0.22 0.24 0.26 0.28 0.30 México 0.32 Brasil Honduras República Dominicana Países en los que aumentó la dispersión en el acceso al consumo de calorías 0.34 0.36 0.38 0.40 América Latina y el Caribe a/: evolución de la desigualdad en el acceso al consumo de alimentos, 1990-1992 y 1998-2000 84 Estimación del porcentaje de población subnutridas en 2015 0 México Argentina Cuba 5 Guatemala Honduras 15 20 25 30 Perú b/ Países en los que disminuiría el porcentaje de población subnutrida Bolivia Porcentaje de población subnutrida en 1990-1992 10 Nicaragua República Dominicana Panamá América Latina y el Caribe a/ El Salvador Guayana Colombia Trinidad y Tobago Paraguay Brasil Surinam Jamaica Costa Rica Ecuador Chile Uruguay Venezuela Países en los que aumentarían el porcentaje de población subnutrida 35 Nota: Los círculos de color gris indican aquellos países que además de la Meta del Milenio cumplirían la meta establecida por FAO en 1996, que consiste en reducir a la mitad, entre 1996 y 2002, el número de personas subnitridas. a/ Corresponde al promedio simple de los 24 países. b/ La cifra inicial corresponde a 1992-1994. Fuente: Estimación de CEPAL, sobre la base de metodología y datos de la FAO. 0 5 10 15 20 25 30 35 (Meta de Cumbres Mundiales sobre la Alimentación de 1996 y de 2002 -más exigente-: Reducir el número de personas subnutridas a la mitad en el mismo lapso) (Meta del Milenio: Reducir a la mitad entre 1990 y 2015 el porcentaje de población subnutrida) Los países de América Latina y el Caribe frente a las posibilidades de cumplimiento de la Meta del Milenio para la erradicación del hambre 20 40 60 80 40 60 Países que cumplirían la meta del milenio de reducción del hambre 20 Haití 80 85 Subnutrición Ecuador Guyana Perú Cumplirían meta más exigente basada en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996 Argentina Chile Jamaica Uruguay Costa Rica Cuba Haití Trinidad y Tobago Venezuela El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua Cumplirían Meta del Milenio Panamá Rep. Dominicana Cumplirían Meta del Milenio No cumplirían meta Bolivia Brasil Colombia México Paraguay No cumplirían meta Cumplirían meta más exigente basada en la meta establecida en Cumbre Mundial a favor de la infancia de 1990 Desnutrición infantil (insuficiencia ponderal moderada-grave) Hacia el año 2015, probablemente se registrarán avances en cuanto a reducción del hambre: Nicaragua México Yucatán Veracruz Tabasco Quintana Roo (% de 15-24 años) Puebla Oaxaca Guerrero Chiapas Campeche Honduras Guatemala El Salvador 86 50 60 70 80 90 Costa Rica 100 Área del Plan Puebla-Panamá: tasa de alfabetismo en los jóvenes, 2001 Panamá 87 0 5 10 15 20 25 30 Fuente: UNESCO. Guatemala El Salvador Bolivia Perú Hombres Panamá Mujeres México Tasa de analfabetismo en la población de 15 a 24 años de edad, estimación año 2000 En muchos países las tasas de analfabetismo femenino en las jóvenes aún siguen prevaleciendo. Ecuador 88 Honduras b/ 1997. Costa Rica a/ 1998. 0 5 10 15 20 25 Hombres Mujeres Población de 20 y 21 años de edad que completó 12 años de estudio, perteneciente a hogares pobres en zonas rurales, alrededor de 1999 Las jóvenes de hogares pobres rurales con menor frecuencia terminan sus estudios secundarios que los varones. República Dominicana b/ Colombia Panamá Brasil Guatemala a/ México a/ Paraguay El Salvador Bolivia Nicaragua a/ Chile a/ 0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2 1.4 1.6 1.8 2.0 Relación niñas y niños en las tasas netas de escolarización en los niveles de primaria y secundaria, e inscripción bruta en educación superior, totales nacionales, alrededor de 1999 Niñas y niños avanzan hacia la equidad en educación. Colombia Brasil Chile Ecuador Argentina Paraguay Cuba Brasil Guatemala Chile El Salvador Perú Bolivia México Argentina Costa Rica Nicaragua Venezuela Cuba Ecuador Uruguay Rep. Dominicana Paraguay Fuente: Elaboración en base a información de UNESCO. El Salvador SUPERIOR Nicaragua SECUNDARIA México PRIMARIA Chile Costa Rica Perú Cuba Venezuela Argentina Uruguay Guatemala Perú Bolivia México Rep. Dominicana Costa Rica Venezuela Nicaragua Brasil Uruguay 89 90 61 72 71 74 61 76 80 65 78 71 72 84 71 74 72 82 68 Paraguay 78 71 83 88 87 87 95 Costa Rica 87 13 Y MÁS Uruguay 86 TOTAL Argentina Colombia Ecuador Panamá Brasil Bolivia Chile Honduras Nicaragua Fuente: CEPAL, Unidad Mujer y Desarrollo, sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. 0 20 40 60 80 100 120 América Latina (12 países): relación entre el ingreso promedio del trabajo por hora de las mujeres y los hombres, total y para 13 o más años de instrucción. Zonas urbanas, alrededor de 1999 (En porcentajes) Las brechas de ingreso por sexo son más pronunciadas según aumenta el número de años de estudio. Como promedio en la región la remuneración por hora de las mujeres con 13 o más años de educación es 30% más baja que la de los hombres. Se puede concluir que la educación para las mujeres, particularmente la de ciclo superior, no tiene el mismo retorno que para los hombres, es decir, no se traduce en igualdad de ingresos para los mismos años invertidos en educación. Promedio simple 91 Hombres 37 36 6 14 9 7 ... 2 El Salvador Guatemala Honduras México Nicaragua Panamá 10 ... 22 25 18 25 17 22 ... 29 21 26 24 27 1995-2001 a/ 1995-2001 a/ Hombres Industria Mujeres Fuente: PNUD, Informe sobre Desarrallo Humano 2002. a/ Los datos se refieren al año más reciente durante el período especificado. 25 ... 23 50 22 4 Costa Rica 1995-2001 a/ 1995-2001 a/ Mujeres Agricultura Hombres 88 ... 71 66 68 69 79 52 ... 47 30 38 38 51 1995-2001 a/ 1995-2001 a/ Mujeres Servicios Istmo centroamericano y México: empleo por actividad económica, 1995-2001 (Porcentajes) 92 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 Costa Rica Campeche México Panamá Yucatán Tabasco Veracruz Guerrero Oaxaca El Salvador Chiapas Nicaragua Honduras Guatemala 0.617 0.628 0.629 0.692 0.696 0.697 0.722 0.735 0.759 0.769 0.784 0.789 0.806 0.814 0.817 Valor Indice de Desarrollo Relativo al Género (IDG) 2000 68.0 68.9 71.1 74.8 73.1 74.8 75.7 76.3 77.2 76.6 76.8 76.0 76.9 79.3 77.7 Mujeres 62.2 63.2 66.4 70.0 67.1 70.2 70.8 71.7 72.8 72.2 72.2 70.0 72.5 74.6 73.7 Hombres Esperanza de vida al nacer (años) 2000 61.2 74.5 66.8 71.0 76.1 73.2 74.8 82.2 87.9 85.4 91.3 89.5 86.0 95.7 90.5 Mujeres 76.1 74.7 66.3 83.2 81.6 84.4 82.4 88.3 92.7 89.9 92.5 93.4 90.4 95.5 94.2 Hombres Tasa de alfabetización de adultos (%) 2000 45.0 b/ 63.0 b/ 65.0 b/ 59.5 64.0 b/ 63.7 64.0 60.4 64.9 62.6 76.0 b/ 70.0 b/ 61.9 66.0 b/ 60.2 Mujeres 53.0 b/ 60.0 b/ 61.0 b/ 67.1 63.0 b/ 70.1 68.3 65.0 70.3 67.8 73.0 b/ 71.0 b/ 66.6 67.0 b/ 61.7 Hombres 1,836 c/ 1,295 c/ 1,431 c/ 1,932 2,347 1,753 2,770 2,518 2,400 3,939 3,960 4,978 6,615 4,609 6,726 Mujeres 5,772b/ 3,596b/ 3,310b/ 5,195 6,727 5,818 6,946 7,506 8,664 10,602 8,004 13,152 22,993 12,577 20,419 Hombres Tasa bruta de Estimulación del ingreso alfabetización proveniente del trabajo por (primaria, secundaria y género (en dolares PPC) terciaria combinadas) 2000 a/ (%) 2000 a/ Debido a que no se cuenta con datos sobre ingresos desglosados por género, se hizo una estimación aproximada del ingreso recibido por cada género. b/ Datos a 1999. c/ No se dispone de datos sobre el salario. A los efectos del cálculo del ingreso percibido por el hombre y la mujer se utilizó una estimación del 75% para la relación entre el salario no agrícola de la mujer y el salario no agrícola del hombre. 1 Quintana Roo Clasificación respecto al Área del Plan Puebla-Panamá Área del Plan Puebla-Panamá: Índice de Desarrollo Relativo al Género (IDG) 93 0 5 10 15 20 25 30 35 40 Costa Rica 1990 El Salvador Guatemala Honduras (Porcentaje del total) 2003 México Nicaragua Istmo centroamericano y México: escaños parlamentarios ocupados por mujeres Panamá 94 15 46 60 47 37 ... ... ... ... ... ... ... ... ... 52 11 39 58 38 29 ... ... ... ... ... ... ... ... ... 43 24 17 60 82 61 46 ... ... ... ... ... ... ... ... ... 66 34 Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras México Campeche Chiapas Guerrero Oaxaca Puebla Quintana Roo Tabasco Veracruz Yucatán Nicaragua Panamá 19 36 27 b/ 28 b/ 25 b/ 24 b/ 28 b/ 32 b/ 30 b/ 32 b/ 26 b/ 24 31 43 33 09 2001 73 82 ... ... ... ... ... ... ... ... ... 78 90 68 98 90 1990 97 99 ... ... ... ... ... ... ... ... ... 97 95 90 97 82 2001 Niños de 1 año vacunados contra el sarampión (%) Fuente: PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano 2003, y Naciones Unidas, Guía general para la aplicación de la Declaración del Milenio (Anexo), Informe del Secretario General, A/56/326, 6 de septiembre de 2001. a/ Se reportan las estimaciones del Banco Mundial, ya que en el momento de la elaboración de este informe no se disponía de los datos más recientes de UNICEF y la OMS. No obstante, estas estimaciones se corresponden ampliamente con las de UNICEF y la OMS. b/ Datos procedentes de PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano México 2002, corresponden al año 2000. 27 1990 2001 Tasa de mortalidad infantil (por 1,000 nacidos vivos) a/ 1990 Tasa de mortalidad de niños menores de 5 años (por 1,000 nacidos vivos) a/ Área del Plan Puebla-Panamá: mortalidad infantil, 1990-2001 95 Costa Rica El Salvador Guatemala 35 180 270 Fuente: PNUD, Informe de Desarrollo Humano 2003. 0 50 100 150 200 250 300 Honduras 220 (por 100,000 nacidos vivos) México 65 Nicaragua 250 Istmo centroamericano y México: tasa de mortalidad materna, 1995. Panamá 100 96 75 60 32 50 65 60 58 Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras México Nicaragua Panamá FUENTE: Organización Panamericana de la Salud, Programa Especial de Análisis de Salud. Iniciativa Regional de Datos Básicos en Salud; Sistema de Información Técnica en Salud. Washington DC, 2001. 47 Porcentaje Belice País Prevalencia de uso de métodos anticonceptivos en mujeres de edad fértil, 1994 97 0.77 0.22 0.24 0.81 1.46 0.05 0.05 Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras México Nicaragua Estimación baja Belice País ESTIMACIONES SOBRE EL VIH/SIDA 0.08 0.08 1.86 1.03 0.31 0.17 0.33 1.13 0.93 0.55 0.51 1.75 0.98 0.33 Estimación baja 0.26 0.48 1.68 1.38 0.81 0.78 2.59 Estimación alta Hombres Estimación alta Mujeres Tasa de prevalencia estimada del VIH (%) en personas jóvenes (15-24) América Latina y el Caribe - Fines de 1999 98 14,000 México Fuente: http://www.unaids.org/epidemic_update/report/TableSpan_Xcel.xls Report on the global HIV/AIDS epidemic - June 2000. 2,100 19,000 Honduras Panamá 5,200 Guatemala 520 2,600 El Salvador Nicaragua 1,300 420 110,000 85,000 13’200,000 Niños/as huérfanos, cifra acumulativa Costa Rica Belice América Latina Caribe Total Mundial País Huérfanos por el SIDA, 1999 99 39 105 95 94 48 46 19 35 13 10 386 541 8 102 1 3 0 1 0 1 1 0 0 0 Guatemela Honduras México Nicaragua Panamá 67 82 76 89 86 79 76 2000 Casos de tuberculosis curados con DOTS (%) i/ DOTS Terapia Observada Directamente (siglas en inglés) e/ Los datos corresponden a casos de paludismo comunicados a OMS y pueden representar sólo una fracción de la cifra verdadera en cada país, debido a los sistemas de elaboración de informes, a la falta de cobertura completa por parte de los servicios sanitarios, o a ambos. La comparación entre países debe realizarse con cautela. f/ No incluye las muertes por VIH. g/ Los datos corresponden a la incidencia de casos de tuberculosis con frotis positivo. h/ Datos calculados dividiendo los nuevos casos de tuberculosis con frotis positivo detectados mediante DOTS (tratamiento de observación directa y corta duración) entre la incidencia anual estimada de nuevos casos con frotis positivo. Los valores pueden ser superiores a 100% dada la intensa detección de casos en áreas con mucho retraso, casos crónicos, exceso de informes (por duplicación, por ejemplo) diagnosis excesiva o subestimación de la incidencia. i/ Los datos corresponden al porcentaje de nuevos casos con frotis positivo, tratados con éxito mediante DOTS (estrategia de tratamiento y detección de casos) durante el año 2000. Fuente: PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano 2003, y Naciones Unidas, Guía general para la aplicación de la Declaración del Milenio (Anexo), Informe del Secretario General, A/56/326, 6 de septiembre de 2001. 6 9 71 58 36 10 11 2 0 El Salvador 28 89 7 1 42 0 0 Costa Rica 36 2001 2001 2001 2000 2000 2000 5 Casos de tuberculosis detectados con DOTS (%) h/ Casos de tuberculosis (por 100,000 habitantes) g/ Tasa de mortalidad por tuberculosis (por 100,000 habitantes) f/ Casos de paludismo (por 100,000 habitantes) e/ Tasa de mortalidad por paludismo (por 100,000 habitantes), niños de 0 a 1 años Tasa de mortalidad por paludismo (por 100,000 habitantes), todas las edades Istmo centroamericano y México: incidencia del paludismo y otras enfermedades graves, 2000-2001 100 0 20 40 60 80 100 120 Costa Rica El Salvador RURAL Guatemala Honduras URBANA México Nicaragua Istmo centroamericano y México: población con acceso sostenible a una fuente de agua mejorada, 2000. (Porcentajes) Panamá 101 0.22 ... 0.19 0.06 0.10 0.15 0.21 38.5 5.8 26.3 48.1 28.9 27.0 38.6 41.6 9.3 31.2 53.4 32.2 36.7 45.6 Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras México Nicaragua Panamá 6.0 3.6 4.0 4.7 6.3 6.8 9.1 1990 6.5 4.6 5.5 6.0 7.1 8.1 11.7 2000 PIB por unidad de uso de energía (PPA en dólares por kg equivalente de petróleo) 1.3 0.7 3.7 0.5 0.6 0.5 1.0 1990 2.9 0.8 3.9 0.8 0.9 0.9 1.6 1999 Emisiones de dióxido de carbono per cápita (toneladas métricas) 252 87 12,037 ... 357 423 267 1990 180 35 2,224 122 265 117 145 2001 Consumo de clorofluorocarbonos que destruyen la capa de ozono (toneladas métricas PAO) c/ PPA Paridad del Poder Adquisitivo. b/Los datos se refieren a la proporción de superficie protegida para mantener la diversidad biológica respecto de la superficie total. Por superficie total se entiende la totalidad de la superficie de un país, incluyendo las áreas situadas bajo masas de agua interiores y algunas vías fluviales costeras, pero excluyendo las superficies marinas. En algunos países, estos datos incluyen los territorios de ultramar. c/ Los datos corresponden a clorofluorocarbonos controlados según el Protocolo de Montreal sobre sustancias que provocan el agotamiento de la capa de ozono, medidos en toneladas métricas y multiplicados por un factor del Potencial de Agotamiento del Ozono (PAO). Fuente: PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano 2003, y Naciones Unidas, Guía general para la aplicación de la Declaración del Milenio (Anexo), Informe del Secretario General, A/56/326, 6 de septiembre de 2001. 2003 2000 Proporción de la superficie protegida respecto de la superficie total b/ 1990 Superficie de tierra cubierta por bosques (%) Istmo centroamericano y México respecto a la Meta 9 de los ODM 102 2.6 ... ... 1.3 ... ... ... ... 2.9 ... ... Guatemala Honduras Nicaragua Panamá 1.9 32.9 0.1 14.7 0.3 ... ... 10.6 1.1 1.7 ... 2001 28.1 928.3 74.8 677.7 225.2 234.5 2.2 2001 Asistencia Oficial para el Desarrollo recibida, total (desembolso neto en millones de dólares) b/ c/ 9.3 178.4 0.7 102.4 19.2 37.1 0.5 2001 Asistencia Oficial para el Desarrollo recibida, total por habitante (dólares) b/ c/ b/ La Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD) recibida es el total de las corrientes netas de AOD procedentes de los países miembros del Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD) de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), otros países de la OCDE, organizaciones multilaterales y los países árabes. En las cifras totales no se incluye la ayuda oficial neta. c/ Estos datos proceden del Cuadro 16 del Informe sobre Desarrollo Humano 2003, y aunque algunos no forman parte del esquema de indicadores sobre objetivos del milenio, permiten complementar el conocimiento de las condiciones recientes del indicador de referencia. El denominador que se utiliza convencionalmente para comparar la AOD y el total del servicio de la deuda con el tamaño de la economía es el INB (Ingreso Nacional Bruto), y no el PIB. Sin embargo, en este cuadro se utiliza el PIB para lograr la comparabilidad del cuadro en su conjunto, y la incorporación de los datos disponibles de los países del área. Salvo raras excepciones, los denominadores generan resultados similares. Fuente: PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano 2003, y Naciones Unidas, Guía general para la aplicación de la Declaración del Milenio (Anexo), Informe del Secretario General, A/56/326, 6 de septiembre de 2001. México 7.2 ... ... El Salvador 4.0 ... ... Costa Rica 1990 2001 Asistencia Oficial para el Desarrollo recibida, como % del PIB b/ c/ 1990 Apoyo de los países de la OCDE a la agricultura nacional, como % del PIB Istmo centroamericano y México respecto a la Meta 13 de los ODM 103 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 El Salvador MUJERES 1990 Costa Rica MUJERES 2001 Guatemala México HOMBRES 1990 Honduras Nicaragua HOMBRES 2001 (Porcentaje de la población activa de 15 a 24 años) Istmo centroamericano y México: desempleo joven Panamá Conclusiones 1. Existen objetivos que explícitamente van encaminados a lograr una mayor equidad entre hombres y mujeres y una mayor igualdad de género. 2. Sin embargo, más allá de los objetivos específicos es importante no perder la visión transversal dentro de una concepción integral de los ODM. 3. El reto y la pregunta es ¿podemos convertir al PPP en un instrumento útil para las Metas del Milenio, que pase por una perspectiva de género? Para ello, ¿qué debemos hacer? • Mayor avance en los rubros de desarrollo humano y sustentabilidad y desarrollo económico. • Crear un mecanismo explícito transversal en el PPP a fin de garantizar los distintos aspectos de equidad de género presentes en sus metas como en los ODM. • Incorporar la disminución de la desigualdad social como pilar central en la reorientación de su patrón de desarrollo. • Esfuerzo sistemático por los países del Área del PPP para contar con información estadística e indicadores comparables. 104 DESAFÍOS SOCIALES, ECONÓMICOS, POLÍTICOS, AMBIENTALES Y CULTURALES DE LAS MUJERES EN LA REGIÓN DE MÉXICO-CENTROAMÉRICA JOSEFINA ARANDA BEZAURY CONTENIDO Introducción 1. Desafíos sociales y culturales 1.1. Pobreza y exclusión social 1.2. La huella de la pobreza... y de las políticas antipobreza en las mujeres 1.3. Características de la población 1.4. Salud 1.4.1. Salud sexual y reproductiva 1.4.2. Enfermedades de transmisión sexual 1.5. Educación 1.6. Cultura 2. Desafíos económicos 2.1. Globalización económica, mercado de trabajo y empleos de las mujeres 2.1.1. El trabajo en la maquila 2.1.2. La respuesta individual y masiva ante la falta de respuestas: la informalidad 2.2. Feminización del trabajo y participación doméstica 2.3. Las campesinas 3. Desafíos ambientales 4. Desafíos políticos 4.1. Participación y liderazgo en los poderes formales 4.2. Las acciones institucionalizadas 4.3. Violencia 4.4. Participación en las organizaciones sociales 5. Conclusiones Bibliografía Anexo 1 Anexo 2 Anexo 3 105 Índice de cuadros Cuadro 01. Distribución del Ingreso en Centroamérica y México (varios años). Cuadro 02. Porcentaje de la población por debajo de la línea de pobreza en Centroamérica y México (varios años). Cuadro 03. Indicadores de género relevantes en cinco países de Centroamérica, 1999. Cuadro 04. Índices escogidos de salud materno-infantil en América Central, 1995. Cuadro 05. Ejemplos de Marginalización de Pueblos indígenas de Mesoamérica. Cuadro 06. Características principales de las empresas maquiladoras en Centroamérica (1995-marzo 1999). Cuadro 07. Mujeres en la política, 1999 (% de participación). Cuadro 08. Años de obtención del voto femenino y de ratificación y firma de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer en Centroamérica y México. Cuadro 09. Participación de las Mujeres en entidades de poder local en Centroamérica y México. Cuadro 10. Mecanismos nacionales para el adelanto de la mujer. 106 Introducción1 Algunos piensan que el PPP es una amenaza y otros creen que es también una oportunidad... No se trata de rechazar por principio las inversiones... ¿Qué hacer entonces? ¿Tratar de compensar el daño con gasto social asistencialista y focalizado, que al formar “capital humano”, en el largo plazo les permita a los locales sobrevivientes aprovechar las “oportunidades” del crecimiento? ¿Oponerse a todo desarrollo económico pues resulta intrínsecamente maligno? ... Sin duda es necesario cuestionar, develar las perversas intenciones más o menos ocultas, criticar paradigmas, pero lo fundamental es tomar la iniciativa proponiendo opciones. Porque el orden mesoamericano vigente es indefendible. En el sur las cosas no están como para preservarlas. El cambio es indispensable, urgente, de vida o muerte... Hay que proponer, pues; plantear valores, criterios y métodos distintos a los del desarrollismo neoliberal. Pero los conceptos alternativos pueden y deben respaldarse con experiencias en curso, modos diferentes de hacer las cosas que están demostrando su viabilidad. Armando Bartra, El Sur. Paradojas del nuevo milenio: después de varias décadas de conferencias internacionales, que han coincidido en apoyar la perspectiva de género como método para confrontar la desigualdad entre hombres y mujeres, y a pesar de las firmas de los gobiernos de tratados internacionales que comprometen a los países a invertir recursos económicos para revertir la pobreza que viven las mujeres y modificar su situación de desigualdad frente a los varones, encontramos que las condiciones de vida de la mayor parte de las mujeres de la región sufren, día a día, un mayor deterioro. Los datos, por más que contengan algún que otro signo de mejoría, registran como nota destacada un fuerte retroceso en el desarrollo social. “El desigual acceso a los recursos y a su control, así como ciertas tendencias negativas en las economías mundiales y locales, está entorpeciendo seriamente el proceso de una progresiva igualación de los géneros [...]. Pero, paralelamente, la política y el marco legal internacional para lograr la potenciación de las mujeres y la igualdad de los géneros jamás han sido tan fuertes. Hoy, más que nunca, se impone la necesidad de estar alerta y de introducir iniciativas y programas concretos para cumplir los compromisos asumidos por la comunidad internacional en la promoción activa de los derechos humanos, la potenciación de las mujeres y la igualdad con respecto al género.”2 En este documento de trabajo, intentaremos dar cuenta de algunos de los principales desafíos que enfrentan las mujeres de la región Sur de México y Centroamérica. Tal vez no son todos los que están, ni están todos los que son, pero precisamente por eso es un documento de trabajo sujeto a revisión; es producto de fuentes secundarias, a través de las cuales presentamos un panorama muy apretado de aquellos temas que consideramos centrales en cuanto a la posibilidad de actuar para modificar las actuales condiciones de vida de las mujeres. El enfoque del trabajo coincide con el Segundo Informe sobre Desarrollo Humano en Centroamérica y Panamá (PNUD), en el sentido de que “el momento actual de la integración puede definirse como un regionalismo abierto, caracterizado por el impulso de las negociaciones comerciales. Los temas sociales y ambientales de la agenda ALIDES han sido puestos de lado, a favor de una agenda económica centrada en la inversión en infraestructura y en la apertura comercial.”3 También estamos de acuerdo con la postura de la CEPAL, en términos de la caracterización del actual período y contexto de la región: “La reciente fase de globalización ha vuelto más evidentes los rezagos sociales que persisten en la región, en particular en lo que respecta a educación, empleo y protección social. Estas son las tres áreas críticas en las que se deben generar círculos virtuosos que permitan 1 Este trabajo contó con la participación de Sara Méndez, sin cuyo valioso apoyo hubiera sido imposible completarlo. 2 Género! Un pacto entre iguales.-Ginebra: Oficina Internacional del Trabajo/ Oficina para la Igualdad de Género, 2000. 3 El Segundo Informe sobre Desarrollo Humano en Centroamérica y Panamá fue preparado en el marco de diversas iniciativas de apoyo y financiamiento para distintas fases del proceso bajo la responsabilidad del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Oficina de Costa Rica. 107 asegurar una mayor capacidad de participación tanto en el mundo global como en la construcción y en los beneficios del desarrollo económico [...] Así, educación, empleo y protección social constituyen los ejes de una política social activa frente a la globalización, una política en la cual se hagan realidad los principios universales recogidos en las declaraciones sobre derechos humanos y en las cumbres mundiales de las Naciones Unidas”.4 Para intentar revertir los procesos antes mencionados, es necesario poner en el centro del debate el tema del desarrollo humano, ampliándolo para abarcar el concepto de proceso de potenciación. Según UNIFEM, la potenciación de la mujer incluye: • “adquirir el conocimiento y la comprensión de las relaciones de género y los modos en que estas relaciones pueden modificarse; • desarrollar un sentido de autoestima y de confianza en su capacidad para asegurar que los cambios deseados ocurran, y en el derecho a controlar su propia vida; • lograr afianzar la capacidad de generar opciones y ejercer el poder de negociación; • desarrollar la capacidad de organizarse e influir en la dirección que tome el cambio social para crear un orden económico y social más justo, tanto nacional como internacionalmente”.5 Desde esta perspectiva, el proceso de potenciación (Kabeer, 1994; Young, 1993, Zabala, 2000) tiene que ver con el poder, definido en tres dimensiones: el aumento del poder propio, entendido como aumento de conciencia, identidad y confianza en sí mismas de las mujeres; el aumento del poder con, que refleja la necesidad de trabajar conjuntamente con otras mujeres, la necesidad de la organización; y el aumento del poder para, es decir, la importancia de la acción política, de las posibilidades de transformación de las relaciones, estructuras e instituciones que limitan a las mujeres y que perpetúan su subordinación. Tanto el proceso político de aumento de la conciencia a través del cual se pueden percibir las propias necesidades e intereses, como la organización y movilización para establecer la importancia de las prioridades de los distintos grupos y perseguir su logro, son parte de un proceso amplio y complejo que se puede situar en este marco del desarrollo humano. Lo anterior supone que las mujeres participen desde el comienzo en un diseño del desarrollo con su propia agenda y con sus propias prioridades, donde se reflejen sus intereses y necesidades.6 1. Desafíos sociales y culturales 1.1. Pobreza y exclusión social Resulta irónico pensar que la población que vive en pobreza y es excluida7 en la región Mesoamericana, constituye la mayoría absoluta. Aunado a lo anterior, los datos muestran que las mujeres son las más vulnerables a la pobreza y que la exclusión social afecta principalmente a las mujeres, a los grupos indígenas, a los grupos de ascendencia africana, a las personas con discapacidad y/o a las personas con VIH. Asimismo, la región tiene uno de los índices de inequidad más altos del mundo, en donde los ingresos y recursos son sistemáticamente, y en forma desproporcionada, concentrados en un segmento de la población: las elites de la sociedad. Aunque se han realizado diferentes mediciones para demostrar lo anterior, los datos siguientes nos lo muestran claramente: 4 Globalización y desarrollo, documento presentado al vigésimo noveno período de sesiones, Brasilia, Brasil, 6 al 10 de mayo de 2002. 5 UNIFEM, El progreso de las mujeres en el mundo 2000. Informe Bienal de UNIFEM. De: http://www.undp.org/unifem/progressww/2000/ progresssp.html 6 “Este proceso es complejo. Requiere que las mujeres definan sus intereses y necesidades frente a los intereses y necesidades de otros, por ejemplo de sus familias. Esto puede resultar conflictivo y doloroso cuando hay que negociar y se rompe la idea de consenso y de intereses y necesidades compartidos. Por eso, resulta fundamental el convencimiento de cada mujer sobre las propias necesidades e intereses y el conocimiento de los costes que puede tener el perseguir los propios logros”. Idoye Zabala Errazti. Desarrollo humano desde la perspectiva de Género.— Universidad del País Vasco - Euskal Herriko Unibertsitatea. De: http://www.consultadeuda.org/castella/documentos/desarrollo.rtf 108 Cuadro 1. Distribución del Ingreso en Centroamérica y México (varios años)* País Costa Rica (1997) El Salvador (1998) Guatemala (1998) Honduras (1998) México (1998) Nicaragua (1998) Panamá (1997) 10% más pobre 1.7 1.2 1.6 0.6 1.3 0.7 1.2 20% más pobre 20% más rico 4.4 51.0 3.3 56.4 3.8 60.6 2.2 59.4 3.5 57.4 2.3 63.6 3.6 52.8 10% más rico 34.6 39.5 46.0 42.7 41.7 48.8 35.6 * Los datos para Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y México, corresponden a cálculos realizados con base en el ingreso, mientras que para Nicaragua y Panamá la información se basó en el consumo. Fuente: UNDP, Human Development Report 2002. Cuadro 2. Porcentaje de la población por debajo de la línea de pobreza en Centroamérica y México (varios años) País Porcentaje de la población por debajo de la línea de pobreza* Belice Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras México Nicaragua Panamá 33.0** 20.3 49.8 60.5 79.7 41.1 64.0 30.2 Latinoamérica y el Caribe 43.8 * Costa Rica, El Salvador, Honduras, Panamá y América Latina 1999; Guatemala y Nicaragua 1998, México 2000. Las estimaciones fueron realizadas por CEPAL en base a su propia metodología. ** El dato corresponde a cálculos realizados por el Ministerio de Desarrollo Económico de Belice. Fuente: CEPAL, Panorama Social de América Latina 2001-2002. Aunque algunos datos sobre México y Centroamérica muestran en la década de los noventa del siglo pasado levísimas reducciones de la pobreza, éstas se explican en parte por el contexto de desarrollo libre 7 “La definición más común de exclusión social es: una escasez crónica de oportunidades y de acceso a servicios básicos de calidad, a los mercados laborales y de crédito, a condiciones físicas y de infraestructura adecuadas, y al sistema de justicia. La exclusión social dificulta el acceso de ciertos individuos a acceder a trabajos formales, vivienda digna, servicios de salud adecuados, educación de calidad, y al sistema de justicia.” En, Banco Interamericano de Desarrollo, Departamento de Desarrollo Sostenible, “Sobre la Exclusión Social, Declaración de Misión”, http://www.iadb.org/sds/SOC/site_3094_s.htm “La pobreza tiene muchas dimensiones y se han desarrollado a lo largo de los años numerosos indicadores para medirla mejor o con mayor precisión, pero esto no ha contribuido a erradicarla. Desde discusiones sofisticadas de la definición de pobreza en cada cultura hasta mediciones de la necesidad de consumo de energía y proteínas para definir las “canastas básicas” para programas de asistencia destinados a sectores cuyos ingresos están por debajo de la línea de la pobreza, la gama es amplia. Los criterios que se utilizan más comúnmente para medir la pobreza son los siguientes: i) criterio basado en el ingreso: se considera pobres a quienes tienen un ingreso inferior a la línea de pobreza, definida como una determinada cantidad de alimentos; ii) criterio basado en las necesidades básicas: además del ingreso se toman en consideración factores tales como las condiciones de vivienda (tipo, grado de hacinamiento) e infraestructura (disponibilidad de agua potable, eliminación de residuos), el acceso a servicios de educación y la jefatura del hogar; iii) criterio basado en la capacidad de los integrantes del hogar, es decir en las posibilidades de funcionar adecuadamente en la sociedad.” En, CEPAL. Desarrollo sostenible, pobreza y género América Latina y el Caribe: medidas hacia el año 2000. - Santiago: CEPAL, septiembre de 1997. http://www.eclac.cl/publicaciones/UnidadMujer/4/lcl1064/lcl1064e.pdf 109 de guerras, por un repunte del crecimiento económico y por el impulso de programas de inversión social en los distintos países.8 Sin embargo, se puede considerar que esta reducción es relativa si se toma en cuenta que todavía la región no se aleja de los umbrales de pobreza que mostraba a principios de los años ochenta, y que las brechas en materia de distribución del ingreso, lejos de disminuir, han aumentado. Es decir, persisten los desequilibrios generados por la aplicación de las políticas de ajuste, agravados por el impacto de las crisis financieras internacionales sucedidas en algunos países y la persistente caída de los precios de los productos agropecuarios (en especial commodities), de los cuales depende en su gran mayoría la economía regional. Como conclusión, se puede decir que en los primeros años del siglo XXI la pobreza sigue siendo muy alta y que, por el efecto del crecimiento de la población, hay más personas pobres que hace diez años. “Tanto en el caso de la pobreza de ingresos como en la atención de necesidades básicas hay grandes inequidades. En el 2001, la mitad de los centroamericanos (50.8%) tenía niveles de ingreso inferiores a los considerados como mínimos para llevar una vida digna -prioridad del desarrollo humano- y una de cada cuatro personas (23%) se encontraba en una situación de pobreza extrema, es decir, no disponía de ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación. Las áreas rurales y la población indígena tienen menores opciones.”9 Ante estas evidencias y aunque pueda sonar reiterativo, la Cumbre del Milenio (2000) y el sistema de las Naciones Unidas han desarrollado innumerables documentos y políticas y han concentrado los esfuerzos de la comunidad internacional en la eliminación de la pobreza, uno de los principales desafíos que confrontan las mujeres de la región se define alrededor del tema de la pobreza. Afirmamos lo anterior, porque las mujeres pertenecientes a los hogares pobres sufren de mayores insuficiencias de recursos, de privaciones múltiples relacionadas con la salud, la ingesta alimentaria, el acceso a la educación, el derecho de decidir sobre sus cuerpos, la sujeción a las autoridades masculinas -padres, maridos, compañeros y hermanos-, la desigualdad en el acceso a puestos de trabajo y en las remuneraciones, la postergación de sus necesidades para atender las necesidades del grupo familiar, la invisibilización de su aporte a la economía por concepto de trabajo doméstico no remunerado, la expulsión de los puestos de trabajo cuando se contrae el empleo en la economía, la discriminación por estar en edad fértil o la discriminación por ser mujeres mayores y el ejercicio de una ciudadanía disminuida o limitada. Como afirmó recientemente la Directora Ejecutiva de UNIFEM, Noeleen Heyzer, “La pobreza es un obstáculo crítico al acceso de las mujeres a la educación, al fortalecimiento económico y a la participación política [...]. La feminización de la pobreza en el mundo globalizado impide continuamente el avance de los países en desarrollo en todos los aspectos, incluida la equidad de género.” 10 En este sentido, prácticamente todos los temas que se desarrollarán a lo largo del trabajo, aunque analizan aspectos y características diversos, están estrechamente vinculados con el tema de la pobreza y exclusión social. Este enfoque no es de ningún modo novedoso, pues la CEPAL plantea “la necesidad de aplicar un enfoque integrado, que vincule políticas sociales y económicas, para el logro de la equidad [...]. El desarrollo que se procura es para ciudadanos concretos y la pobreza de las mujeres, tal vez más que en ningún otro tema, impone la necesidad de un enfoque interdisciplinario. El fortalecimiento de la ciudadanía de las mujeres pasa por lo económico, por lo social, por lo cultural y por lo político; pasa porque se las considere en las políticas como ciudadanas.”11 Así, un reto central para las futuras políticas públicas a desarrollarse en la región se concentra en lograr una “concepción unificada de las políticas económicas y sociales, y una reforma de los marcos reguladores e institucionales que permitan avanzar simultáneamente en términos de transformación productiva y equidad.”12 Además de los organismos internacionales, los movimientos sociales en la región también han reivindicado lo anterior: “se trata de integrar un conjunto de acciones alimentarias, de salud, educativas, 8 Capítulo 2. “El desafío de la equidad social”, en PNUD. Segundo Informe sobre Desarrollo Humano en Centroamérica y Panamá. Disponible en http:/ /www.estadonacion.or.cr/Region2003/Paginas/indice.html 9 Íbid. 10 Thalif Deen. “UNIFEM: Pobreza frena progreso de las Mujeres” en, http://www.mujereshoy.com/secciones/651.shtml 11 CEPAL. Desarrollo sostenible..., Op.cit. 12 Íbid. 110 en esquemas que forjen encadenamientos sociales y productivos que potencien las capacidades propias de gestión y de autoorganización [...], se trata de que quienes viven en la pobreza, puedan salir de ella gracias a su trabajo. Pero ello implica que tienen que existir suficientes empleos, capaces de proporcionar un ingreso adecuado para alcanzar una vida digna. La política social no puede ser independiente de la política económica.”13 Para concluir esta sección, consideramos que es vital lograr un cambio de las políticas económicas para atacar la pobreza y evitar la concentración de la riqueza, el desempleo y el debilitamiento de la participación ciudadana, como impulsar también un cambio en las políticas sociales para que se constituyan en políticas que permitan incidir en la pobreza en el nivel estructural y que impulsen la lucha contra la discriminación -genérica, étnica, etaria- en términos de acceso, recursos, organización y participación.14 1.2. La huella de la pobreza... y de las políticas antipobreza en las mujeres “La pobreza, la feminización de la pobreza, la ausencia de políticas nacionales diferenciadas, diversas y eficaces en la lucha contra la pobreza está llevando a la sociedad a situaciones límites, a niveles de injusticia social e inequidad genérica inaceptables e intolerables moralmente. Por otra parte, no es una responsabilidad exclusiva de las mujeres cambiar la situación de pobreza, transformar los procesos empobrecedores, combatir la inequidad social. Es un problema de la sociedad [...]. Frente al cual nosotras estamos interesadas en aportar. Asumamos exigiendo a la sociedad, a los partidos políticos, al gobierno, a los organismos multilaterales. No lo asumamos quijotescamente como una posible quinta jornada.” Martha Isabel Cranshaw Partimos del hecho de que el tema de feminización mundial de la pobreza, ha sido reconocido por los medios académicos, organizaciones civiles, organismos internacionales y los medios gubernamentales15, y que por supuesto, se aplica a la región Mesoamericana. Asimismo, encontramos que de algún modo u otro, también se admite generalizada y reiteradamente, que para lograr su erradicación es indispensable la generación de empleo y el mejoramiento de la aplicación de las políticas sociales, solucionar el acceso limitado que tienen las mujeres a los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades, y superar los obstáculos que enfrentan para la participación en la toma de decisiones, es decir para el ejercicio de la ciudadanía. Desafortunadamente, en los estudios específicos sobre la región16 y en la extensa bibliografía sobre el tema, aunque se desagregan algunas variables por sexo, es difícil encontrar un análisis genérico de la pobreza.17 La falta de desagregación de la información por sexo, así como su desactualización, nos impide 13 Movimiento El Campo No Aguanta Más, Discurso inaugural del Movimiento El Campo no Aguanta más, Mesa 2: Política y Desarrollo social para el Campo, Febrero 2003. 14 CEPAL. Mujer rural, escolaridad y empleo en el Istmo Centroamericano. Hacia una identificación de áreas prioritarias de políticas públicas.— CEPAL: Santiago, febrero de 2002. 15 Véase la Declaración de Managua del Encuentro Regional de Mecanismos Nacionales para la Promoción de la Mujer, agosto de 2002. DE: http://www.gtzgenero.org.ni/confergen/encuentro.html 16 En un estudio reciente sobre la pobreza en Centroamérica: Pablo Sauma, La pobreza en Centroamérica en los noventa. Informe final. Estudio realizado para RUT, (Regional Unit for Technical Assistance) San José, Marzo 2002, se concluye, que a pesar de algunas variantes regionales, su caracterización es la siguiente: - Una mayor incidencia entre la población rural. - La población indígena es más pobre. - Los hogares pobres son más numerosos. - La relación de dependencia económica es mayor en los hogares pobres. - Los pobres tienen menor educación y menor acceso a los servicios básicos. - Los pobres se ocupan principalmente en los sectores informales urbanos y agropecuarios tradicionales. 17 Laura Pérez y Arlette Pichardo. Pobreza en el Istmo Centroamericano: perspectiva de las mujeres. TOMO II.-. Costa Rica: PNUD, 1995. 111 contar con datos comparativos para toda la región Mesoamericana, los cuales permitirían señalar cuantitativamente la magnitud de la pobreza de hombres y mujeres. Como han señalado varias investigaciones sobre el tema, el problema se centra en que “los indicadores de pobreza son captados con base en información de hogares, sin reconocer las diferencias extremadamente grandes que en esos ámbitos existen entre géneros y generaciones. Aunque sea usual y de utilidad captar y analizar esos indicadores, desde la perspectiva de género es necesario decodificar lo que pasa en los hogares, toda vez que estos espacios son ámbitos de convivencia de personas que guardan entre sí relaciones asimétricas enmarcadas en sistemas de autoridad interna”.18 Por ello, es importante tener en cuenta por lo menos tres aspectos para conocer el alcance e impacto de la pobreza en las mujeres: a) El acceso diferenciado de los integrantes a los recursos del grupo doméstico, ya que agudizan -sobre todo en los hogares pobres- la situación de carencia de las mujeres. b)La situación de la división sexual del trabajo y sus modificaciones recientes. c) El contexto y rasgos intra-domésticos de las contribuciones monetarias de las mujeres a la reproducción cotidiana de sus hogares. Lo anterior se torna cada día más importante debido a la aplicación de políticas antipobreza focalizadoras en la región -en especial en México-, que si bien intentan “llegar directamente a los/las más pobres” para ser más eficientes y eficaces, y argumentan que tienen una perspectiva de género por entregar directamente los subsidios a las mujeres, carecen de un análisis de las consecuencias y repercusiones que ello tiene al interior de las familias y para cada uno de sus miembros. Es probable que preguntas como, ¿por qué la adopción de medidas específicas a favor de la superación de la pobreza de las mujeres en la región centroamericana, no han podido reducirla?, encuentren parte de la respuesta si se utiliza el enfoque anterior. Además, como ya se mencionó, es indispensable contar con una visión que asocie las políticas económicas y sociales para comprender las condiciones de pobreza de la población femenina y poder proponer la ejecución de políticas públicas que constituyan verdaderos instrumentos para generar el bienestar social y económico de la población. En las evaluaciones recientes sobre las políticas anti-pobreza en la región Mesoamericana, encontramos que existen críticas a su desempeño: “Aunque se reconoce que su diseño pretende lograr el desarrollo incluyente y con equidad, los actores económicos gubernamentales en muchas ocasiones se ven influenciados por grupos de interés y de presión que persiguen intereses particulares. Existe la percepción de que las políticas públicas en la subregión, a pesar de la calidad con que han sido diseñadas, redundan en situaciones excluyentes que las alejan de cumplir con el cometido esperado. Las evaluaciones críticas centran el problema de las políticas públicas en la forma de aplicación y operación.”19 En otro documento se afirma que “no obstante las buenas intenciones en el discurso político sobre la necesidad de reducir su incidencia en el corto plazo, las acciones propiamente de superación de la pobreza y los recursos destinados a ellas no pueden considerarse como satisfactorios a nivel regional”.20 Aunque referida a América Latina, la opinión de la CEPAL se aplica claramente a la región: “Los proyectos, que durante las décadas de 1950 y 1960 fueron netamente asistenciales, pasaron a llamarse “de desarrollo”, pero siguieron siendo de alcance limitado. La mayoría tampoco funcionó desde el punto de vista de la gestión. Por ser excesivamente participativos, se volvieron ineficientes, tenían demasiados objetivos simultáneos y en muchos casos estaban a cargo de voluntarias bien intencionadas, pero con escasos conocimientos de gestión económica. No existe una sistematización ni una evaluación seria de todos estos proyectos, aunque se han hecho serios intentos y se podría decir que las grandes inversiones realizadas en ellos no mejoraron las condiciones de vida de las mujeres pobres”.21 18 Vania Salles y Rodolfo Tuirán, “Familia, género y pobreza”, El Cotidiano (México), núm. 68, marzo-abril 1995. 19 CEPAL. Mujer rural... Op. Cit. 20 Pablo Sauma, La pobreza en Centroamérica en los noventa. Informe final. Estudio realizado para RUT (Regional Unit for Technical Assistance), San José, Marzo 2002. 21 CEPAL, Desarrollo sostenible, pobreza y género. América Latina y el Caribe: medidas hacia el año 2000. -CEPAL: Santiago, septiembre de 1997. 112 En México, los recientes programas anti-pobreza (denominados Progresa y Oportunidades) han centrado su estrategia alrededor de tres componentes (causas) de la pobreza: educación, salud y alimentación. 22 Las evaluaciones de los resultados obtenidos desde 1997 -cuando se inició su implementación- han sido muy contradictorias.23 En algunas se concluye definitivamente que se han mejorado las condiciones de vida de las familias pobres, es decir, que se han alcanzado los objetivos propuestos; y en otras, se destacan un sinnúmero de problemas: errores en la selección de las familias, divisiones comunitarias derivadas de lo anterior, la reproducción/potenciación de patrones de subordinación genérica de las mujeres al animar la reproducción de los roles de las mujeres en la esfera privada -no sólo por darles la responsabilidad de cuidar a la familia para así poder recibir los apoyos, sino también enfatizando que ocupen un lugar de sumisión en relación a médicos, maestros, autoridades y promotoras-, confrontación con las organizaciones sociales de mujeres y campesinas, etc. Para finalizar esta sección, consideramos de relevancia destacar que en este tema existen propuestas para la aplicación de un enfoque de género en las políticas públicas anti-pobreza. Tal vez su interpretación por parte de las entidades responsables ha sido lo que ha fallado, convendría revisar este aspecto, así como recordarlas. En primer lugar, y como ya se mencionó, la CEPAL plantea la necesidad de aplicar un enfoque integrado, que vincule políticas sociales y económicas para el logro de la equidad. También plantea que dada la magnitud de la pobreza no tiene mucho sentido cuestionar quién o quiénes son los más pobres entre los pobres y que más bien habría que abocarse a analizar qué medidas son las más eficaces para superar la pobreza de las mujeres y qué factores impiden que reciban los beneficios de las políticas. Desde su punto de vista, la erradicación de la pobreza que afecta a las mujeres pasa por: a) Mejorar su lugar en el mercado laboral y el acceso al empleo. b)Para la región Mesoamericana, se requieren acciones en el mercado de trabajo, así como otras relacionadas con la producción, especialmente en los sectores agropecuario e informal. c) Una mejor capacidad de organización. d)Mayor capacitación. e)Reformas políticas y legales que impidan la discriminación en función del género. f) El establecimiento de mecanismos que ayuden a poner fin a la división del trabajo entre hombres y mujeres, que no responda exclusivamente a las capacidades efectivas de las personas.24 1.3. Características de la población A pesar de que algunos números pueden resultar un poco engañosos, en especial porque son promedios nacionales o subregionales, éstos nos muestran que el perfil de las mujeres de la región se basa en: una baja/ mediana fecundidad promedio, un aumento apreciable de la esperanza de vida, una escolaridad igual o superior a la de los hombres, un creciente registro de participación laboral (que se aproxima al 40% de la PEA) y un incremento de la población femenina urbana y en las jefaturas de los hogares.25 El tamaño medio de las familias se ha reducido debido a la declinación del número de hijos y al mayor espaciamiento entre ellos. A esto se agrega la disminución de los hogares multigeneracionales y el aumento de los unipersonales, así como el efecto de las migraciones por diversas causas (económicas, conflictos armados y otras). Las familias nucleares mantienen su predominio, tanto en las zonas urbanas como rurales. La gran diversidad de situaciones que existe, por ejemplo, tras las familias nucleares, apunta a la necesidad de analizar más a fondo la configuración interna de esos hogares. Si bien los hogares 22 Para el caso de Nicaragua V. María de los Angeles Acuña, “Red de Protección Social no contribuye al empoderamiento de las mujeres”, En, La boletina, núm. 51, mayo-julio 2002. 23 V. INAP/ CIESAS/ SEDESOL. “Resumen Ejecutivo de la Evaluación Externa del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades 2002”. México: Instituto Internacional de Investigación en Políticas Alimentarias/ International Food Policy Research Institute IFPRI. Informe de los resultados obtenidos de una evaluación realizada por el IFPRI, Síntesis de la evaluación de impacto, 2000; Leticia Martínez Legaria “El Progresa desde el punto de vista de las mujeres y las organizaciones”, abril 2002, fotocopia. 24 CEPAL. Mujer rural... Op. Cit. 25 Ana Isabel García Q. y Enrique Gomáriz M. “Género y ciudadanía en Centroamérica: otra mirada al horizonte”, en: www.iigov.org/iigov/ pnud/bibliote/revista5/docs/arti_s4.htm. 113 nucleares biparentales (que incluyen los complejos) son los más numerosos, es preciso considerar que los hogares nucleares monoparentales -habitualmente con jefatura femenina- están aumentando, al igual que los nucleares sin hijos correspondientes a familias de adultos mayores cuyos hijos han constituido sus propios hogares.26 Un rasgo específico es el que nos muestra la tendencia al incremento de las jefaturas de hogar femeninas de forma tal que para fines del siglo pasado, las jefaturas de hogar femeninas se han incrementado en porcentajes que van del 25% en Costa Rica (1999) y Guatemala, al 30% en Honduras (1999) y El Salvador (1997), hasta el 37% en Nicaragua (1997), y 19.83% para la región Mesoamericana de México -siendo los porcentajes más altos los de Guerrero (24.6%) y Oaxaca (22.3)- en el año 2000.27 Asimismo, en la región las familias pobres concentran una proporción superior a la normal de jefes de hogares de género femenino y de trabajadores que están insertos en el sector informal urbano. A pesar de que las pirámides poblacionales de la subregión son aún marcadamente sesgadas hacia la población joven, la población de la tercera edad también tiende a concentrarse entre las familias pobres, al igual que los jóvenes. Aunque el aumento de la proporción de hogares con jefatura femenina, así como la masiva incorporación de la mujer al mercado laboral, han inducido modificaciones en los comportamientos en el interior de las familias, al flexibilizar en cierta medida los patrones y modelos de las relaciones familiares y de género, dichos cambios han sido muy lentos y, muchas veces se han traducido en un aumento de la violencia contra las mujeres y de la carga de trabajo que éstas deben asumir para compatibilizar su actividad remunerada con las tareas domésticas.28 Respecto al tema de migración, encontramos que ésta ha venido experimentando un sostenido incremento de los flujos migratorios internacionales, tanto regulares como irregulares, producto de la presión demográfica, la falta de dinamismo de muchas de las economías nacionales; las condiciones de pobreza de amplios sectores de la población, así como crecientes tasas de desempleo; y las consecuencias aún vigentes de los desplazamientos forzados sin precedentes de la década de los años ochenta.29 La migración femenina adulta y joven se ha incrementado en los últimos años, sin embargo, las nuevas generaciones de emigrantes presentan dos diferencias significativas con relación a sus antecesoras. La principal migración ahora es por una parte hacia el interior de Centroamérica y por la otra hacia los Estados Unidos; además, “se caracteriza por la ruptura a corto y mediano plazo con su núcleo familiar de origen, ello trae profundas secuelas psicosociales para el entorno más inmediato de las mujeres, en particular sus hijas/os pequeñas/os en su país natal, e inclusive para ellas mismas, sobre todo cuando la migración ha sido una iniciativa de decisión tomada por terceras personas.”30 Otro dato importante, es que del millón y medio de personas que migran anualmente de México y Centroamérica hacia Estados Unidos, el 25% de los migrantes son mujeres y niños, el 17% de los migrantes son mujeres, que frecuentemente viajan solas. Además, se ha reportado que un 60% de ellas ha tenido “experiencias sexuales en el trayecto o destino, que va del compañerismo con el pollero a la violación sexual”.31 Este aspecto, que ha sido poco estudiado, así como el del incremento notorio del turismo sexual, tiene repercusiones severas en la vida de las mujeres de la región. Además, aunque se reporta a nivel periodístico una creciente migración ilegal que alimenta el tráfico sexual de menores y jóvenes de la región, no se encontraron trabajos de investigación específicos. Asimismo, otro aspecto poco estudiado ha sido el aporte de estas mujeres en la construcción de nuevas identidades, tanto dentro de la población emigrante como en el país que las acoge. Tomando en cuenta que buena parte de la educación cotidiana de la niñez es asignada tradicionalmente a la familia, y 26 Irma Arraigada, Familias latinoamericanas. Diagnóstico y políticas públicas en los inicios del nuevo siglo, CEPAL/ECLAC, División de Desarrollo Social, Serie políticas sociales 57, Santiago de Chile, diciembre de 2001. 27 CEPAL. Mujer rural... Op. Cit. 28 Irma Arraigada, Op. Cit. 29 BID. “Informe del Grupo de Trabajo Sobre Migración”. - BID: Estocolmo, 25 de mayo de 1999. DE: http://www.iadb.org/regions/re2/ consultative_group/groups/migration_esp.htm 30 Martha Isabel Cranshaw. “CentroAmérica : Migraciones en el Primer momento del tercer Milenio”, CA2020, 10 de Junio de 1999. DE: http:/ /ca2020.fiu.edu/Workshops/Salvador_Workshop/Cranshaw.html 31 Mario Bronfman “Migración y sida en Mesoamérica”, Instituto Nacional de Salud Pública, s/f 114 ahí es depositada en las mujeres como parte de su jornada laboral, sería importante conocer las repercusiones que ha tenido el aumento de esta nueva oleada de migración.32 La creciente migración hacia Norteamérica y Costa Rica, la situación irregular de grandes contingentes de migrantes, la importancia de las remesas y el alto costo de las mismas, la inserción de los migrantes en los países receptores, así como la migración de retorno y su reinserción socioeconómica, son algunos de los retos que los especialistas plantean en este tema: “Estos se han agudizado por la debilidad de los sistemas migratorios que, a pesar de los avances efectuados, no cuentan todavía con marcos legislativos y operativos adecuados a la nueva realidad de las migraciones, en un mundo cada vez más globalizado, así como de información contextual para el conocimiento del fenómeno, enfrentan problemas para una gestión migratoria eficaz.”33 Según estos especialistas la tendencia indica que la migración continuará agravándose, y una última consecuencia que señalan es que los emigrantes colocan su necesidad laboral por encima de su derecho al ejercicio ciudadano. De tal manera que puede decirse que la migración masiva de ciudadanos hacia EEUU durante los últimos treinta años del presente siglo y la alta movilidad al interior de la región centroamericana, excluye como electores a un porcentaje elevado de ciudadanos que no ejercen sus derechos ni en el país de origen ni en el país receptor, violándose así sus derechos humanos mínimos. 34 Un último aspecto ligado a este tema es el del incremento en el flujo de remesas. En Centroamérica éste creció de 12 millones de dólares en 1980 a 532 millones en 1990, y a más de 3,000 millones de dólares en el 2000, por lo que se constituye así en una de las principales fuentes de ingresos de la región.35 “Las remesas que envían los emigrantes tienen también un significativo impacto a nivel social [...]. Según encuestas de la CEPAL sobre el uso de las remesas familiares, realizadas a fines de los ochenta en El Salvador, Guatemala y Nicaragua, el 85% de las remesas familiares se dedicaban al consumo básico, alrededor de un 6% a salud y educación y un 3% a la adquisición de artículos para el hogar. Esta estructura de gastos indica que, sin las remesas del exterior, muchas familias no cubrirían sus necesidades más básicas.”36 Para concluir esta sección, coincidimos con las afirmaciones de A. I. García y E. Gomáriz en el sentido de que “si bien el cambio del perfil sociodemográfico de las mujeres es imprescindible para captar el notable incremento de sus capacidades simbólicas en cuanto a la ciudadanía sustantiva, es fundamental reflexionar adecuadamente acerca de las causas por las que el ejercicio de la ciudadanía de las mujeres en la región encuentra todavía dificultades y resistencias poderosas. Es decir, [...] es necesario no confundir en las mujeres, a) ausencia de capacidades con b) la dificultad del ejercicio práctico de las mismas.”37 Algunos autores,38 también han planteado la necesidad de que exista en la región una “ciudadanía laboral”, orientada hacia la maximización de oportunidades que plantea la globalización, pero también la minimización de los riesgos que conlleva. Según este planteamiento se posibilitaría un verdadero desarrollo de ciudadanía y las cuentas pendientes de la modernización Mesoamericana comenzarían a cubrirse. Tal vez este sea un tema de discusión, como concepto, y en relación a las consecuencias que acarrearía en términos de las relaciones genéricas.39 32 33 34 35 36 37 38 39 Íbid. BID. “Informe del Grupo de Trabajo Sobre Migración...” Op. Cit. Cranshaw. Op. Cit. “En El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, las remesas ejercen un importante efecto, tanto en su comparación con el PIB como con las exportaciones. En el caso salvadoreño, es evidente el impacto macroeconómico que tienen estos ingresos, ya que su monto es casi del tamaño del presupuesto gubernamental y en los últimos tres años ha representado más del 13% del PIB. El mayor crecimiento de las remesas durante los años noventa se dio en Honduras y Nicaragua, pero en este último, el peso de las remesas dentro del PIB y las exportaciones es casi similar al de El Salvador, a pesar de que equivalen a una quinta parte de las de este país (representan un 13% del PIB y un 38% de las exportaciones)”. CEPAL. “Las remesas de los emigrantes: experiencias de la CEPAL en Centroamérica” (una nota informativa), y “Estrategias de supervivencia: las remesas y su influencia en la reducción de la pobreza”. -CEPAL: Santiago, 1999. En el año 2000, el 15.8% de los hogares salvadoreños declaró haber recibido remesas durante el mes anterior a la encuesta y éstas llegaron a representar el 43% del ingreso familiar total de los hogares que las recibían, el 54% de los hogares en pobreza relativa y el 62% de los hogares en pobreza extrema. Las estimaciones de la tasa de pobreza total sin remesas y con remesas arrojaron una diferencia de 4.2 puntos porcentuales. Del total de hogares que recibieron remesas en el año 2000, un 39% habría estado en condición de extrema pobreza sin las remesas y un 21% en condición de pobreza relativa. En PNUD. Segundo Informe sobre Desarrollo Humano... Op. Cit. Ana Isabel García Q. y Enrique Gomáriz M. “Género y ciudadanía...” Art. Cit. Juan Pablo Pérez Sáinz, Las cuentas pendientes de la modernización. Tendencias laborales y sus efectos sobre la integración social en el Istmo Centroamericano. CA 2020: Documento de trabajo # 5, DE: http://ca2020.fiu.edu/Themes/Juan_Pablo/JPPS.pdf Para ver otras recomendaciones se sugiere consultar: Bases para la reflexión y propuestas de acción, Taller sobre Migración y Desarrollo Regional, “Centro América 2020”.— San Salvador, 5-6 de julio de 1999. 115 Cuadro 3. Indicadores de género relevantes en cinco países de Centroamérica, 1999 Datos para 1999 Guatemala El Salvador Honduras Nicaragua Costa Rica Población total en millones de habitantes 11.1 6.2 6.3 4.9 3.6 Población femenina en porcentajes del total 49.6 50.9 49.6 50.3 49.3 Esperanza de vida al nacer de los hombres 62 67 67 66 75 Esperanza de vida al nacer de las mujeres 68 72 72 71 79 Adultos de 15 años y más analfabetos hombres % 24 19 26 33 5 Adultas de 15 años y más analfabetas mujeres % 40 24 26 30 5 Total de la fuerza de trabajo (millones) 4 3 2 2 1 Participación de las mujeres en la fuerza de trabajo % del total 28 36 31 35 31 Agricultura: participación de las mujeres como porcentaje de total de la fuerza de trabajo femenina 15.9 7.0 7.8 — 5.5 Industria: participación de las mujeres como porcentaje de total de la fuerza de trabajo femenina 23.1 20.9 26.5 — 18.0 Servicios: participación de las mujeres como porcentaje de total de la fuerza de trabajo femenina 61.0 72.2 65.7 — 75.6 Desempleo de los hombres como % del total de la fuerza de trabajo — 8.0 3.9 13.3 5.6 Desempleo de las mujeres como % del total de la fuerza de trabajo* — 5.3 4.2 14.5 8 Tasa de fertilidad (nacimientos promedio por mujer) 4.7 3.2 4.0 3.6 2.5 190.0 60.0 110.0 124.0 — Mortalidad materna por cada 100,000 nacidos vivos** * Para el año 2000 el desempleo abierto de las mujeres en Costa Rica ha descendido al 6.9%, no obstante el desempleo de las mujeres en las áreas rurales es de un 7.5% ** OPS, Estadísticas situación salud en los países, datos para 1999. Fuente: Citado en “La pobreza de las mujeres en Centroamérica y el empleo en la maquila”, OIT, elaborado en base a datos de Gender Statistics del Banco Mundial, 2000. 116 1.4. Salud La división sexual del trabajo y las relaciones de poder existentes en la sociedad, reflejan desigualdades injustas e innecesarias entre hombres y mujeres, que repercuten en el estado de salud y sus determinantes, el acceso a la atención apropiada y la participación en la producción de la salud. “Por ello, la base de la relación entre el género y el desarrollo de la salud, es la visión de una sociedad más equitativa, con una distribución por sexo más justa de los recursos y beneficios de ese desarrollo, y con una mayor participación de las mujeres en las decisiones que las afectan”.40 Desafortunadamente, los datos obtenidos en la materia para la región Mesoamericana, dejan muy lejos del alcance de la mayoría de las mujeres de la región el disfrute y goce de los derechos en torno a la salud. Cuadro 4. Índices escogidos de salud materno-infantil en América Central, 1995 País Belice Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua Panamá México* Atención de personal calificado (%)* Control prenatal Nacimientos 95 80 92 97 56 62 54 35 84 54 87 87 89 86 - Mortalidad materna (por cada 100,000 nacidos vivos) 140 35 180 270 220 250 100 53 * Promedio de todo el país. En el caso de los estados ubicados en la región Sur-Sureste los datos son los siguientes: Chiapas: 63; Quintana Roo: 61.3; Oaxaca: 58 en promedio para el total de mujeres y 120 para el total de las mujeres indígenas. Fuente: Boletín Demográfico. América latina y el Caribe: indicadores seleccionados con una perspectiva de género. Santiago: CEPALECLAC, julio 2002. Los niveles de desnutrición, de mortalidad infantil y materna, el acceso limitado a los servicios y la baja calidad de los mismos, en especial para la población rural, continúan siendo las notas destacadas de la región, aún cuando en el área de la salud es donde encontramos el mayor número de aportes de la sociedad civil organizada -un mayor número de documentos y de organizaciones civiles trabajando (solas o en coordinación con el sector público) desde hace más de 10 años, en especial en el tema de salud sexual y reproductiva. Por ello, a nivel de los retos y desafíos, es importante rescatar el enfoque de las instituciones de Naciones Unidas en el sentido de considerar a la mortalidad materna y a la mortalidad perinatal como manifestaciones evidentes de inequidad y discriminación de las mujeres, así como atender las múltiples y reiteradas propuestas de investigadoras, organizaciones sociales, etc.: “la mayoría de las muertes maternas son evitables con un acceso oportuno a servicios de buena calidad, tanto de planificación familiar como de atención obstétrica. Por ello, es una prioridad contribuir a derribar las barreras que impiden el acceso oportuno de las mujeres a las instituciones de salud, mejorar la calidad y cobertura de los servicios, y elaborar estimaciones realistas de la mortalidad materna y sus causas. Todo ello con el fin último e indiscutible de evitar muertes que, por definición, son susceptibles de ser prevenidas.”41 Es urgente replantear la ampliación de cobertura y la operación de programas que descansan sobre la supuesta cobertura universal. Pretender que los rezagos y las tasas de mortalidad materna que se registran se 40 Elsa Gómez Gómez, “Equidad, género y salud: retos para la acción”, ponencia presentada en el Seminario Género y Cuentas Nacionales de Salud, Organización Panamericana de la Salud, Santiago, noviembre de 2001. 41 Langer, Ana, “La mortalidad materna en México: La contribución de aborto inducido” en Ortiz, A. (ed.) Razones y pasiones en torno al aborto. México: Edamex/ Population Council, 1994, pp. 149-153. 117 solucionarán por medio de programas de recursos escasos, es prácticamente imposible. Es necesario fortalecer las capacidades humanas, materiales y financieras de los programas, para asegurar que cumpla con los objetivos planteados. Las restricciones presupuestales a las que se enfrentan los países de Mesoamérica necesitan ser discutidas a contraluz de las prioridades y los rezagos que se registran.42 1.4.1. Salud sexual y reproductiva Los derechos sexuales y reproductivos comprenden desde la protección de la experiencia más personal e íntima hasta la participación pública o política de todos y todas. Incluyen, por ejemplo, el derecho de tener información adecuada y completa para poder disfrutar una sexualidad libre de coerción, dolor, enfermedad y riesgos; el derecho de elegir tener hijos, de decidir cuántos tener y determinar la frecuencia entre embarazos que se desee; el derecho a una maternidad segura y sana; a no ser discriminada debido a la opción sexual; así como al acceso a servicios de salud acordes con los valores y necesidades de los/las usuario/as, a la confidencialidad sobre sus casos y a recibir información necesaria para decidir si aceptan un tratamiento o no.43 Como lo han afirmado numerosas estudiosas del tema, “las relaciones de poder entre culturas y entre géneros influyen en la salud sexual y reproductiva y en cómo los servicios de salud pueden transformarse en espacios de negociación de intereses para promover la igualdad de condiciones, el ejercicio de derechos y el acceso a una adecuada atención de la salud sexual y reproductiva. Este enfoque constituye una nueva forma de ver la política de salud pública que, además de involucrar el bienestar de las personas, aspira a la autodeterminación de mujeres y hombres respecto a su vida sexual y reproductiva. Se va más allá de la prevención o tratamiento de la enfermedad y se concibe la salud reproductiva como parte del desarrollo humano con equidad de género, de condición económica y de etnicidad [...]. En este sentido, para mejorar la salud sexual y reproductiva es importante conocer los roles que tienen el cuerpo y la sexualidad en las vidas y las sociedades de las mujeres y hombres, desde la perspectiva de las relaciones de género y desde un contexto social más amplio. Así se podrá entender las ideas y prácticas relacionadas a la salud y la enfermedad”.44 Debido a que el movimiento de mujeres latinoamericano y de la región ha enfatizado el tema de “la calidad de atención” en las políticas de salud reproductiva, involucrando los valores culturales, es importante revisar los retos planteados en este rubro. Se demanda que, en los programas de los sectores público y privado de salud sexual y reproductiva, incluida la planificación familiar, se debería mejorar la calidad de la atención mediante las siguientes acciones: • “Transformar el diseño de los servicios y todos los programas de capacitación para asegurar que sean sensibles a aspectos de género y de la cultura de los/as usuarios/as. • Garantizar servicios seguros, gratuitos o a precios razonables y convenientes para el usuario, que tomen en cuenta las condiciones particulares de género y etnicidad. • Asegurar una atención adecuada de seguimiento. • Asegurar la disponibilidad de servicios conexos, adicionales y complementarios. • Ampliar y mejorar la capacitación de todo el personal de salud, biomédico y tradicional, incluida la capacitación en comunicación intercultural. • Asegurar que los esfuerzos de motivación y orientación de los proveedores de servicios de salud sexual y reproductiva estén libres de coerción y respeten la confidencialidad de las personas. • Promover el control ciudadano, usando sistemas de supervisión permanentes, que incluyan la elaboración de indicadores de calidad propios de la cultura de los usuarios. • A pesar de que el objetivo final de las intervenciones es la mejora de la salud y el bienestar de individuos, las estrategias para lograr los cambios deseados, se apoyan sobre los procesos colectivos. [Por ello] se 42 Daniela Díaz y Dora Sánchez-Hidalgo, Graciela Freyermuth, Martha Aída Castañeda, La Mortalidad Materna: Un Problema Sin Resolver. México: Fundar/ Centro de Análisis e Investigación, A.C., 2002. 43 Astrid Bant Haver, “Salud, Cultura y Género: ¿Cómo mejorar la salud sexual y reproductiva en un país multicultural?”. Reprosalud/ Manuela Ramos, 2001. Adaptación de la Introducción del documento de trabajo “La salud sexual y reproductiva en Ucayali y San Martín”, de Angélica Motta y publicado en Calidad de Atención en la Salud Reproductiva: una mirada desde la ciudadanía femenina.-Lima: Consorcio Mujer, 1998, pp. 23-24. 44 Íbid. 118 proponen como ejes centrales de una política para remediar las brechas entre oferta y demanda de los servicios de salud : - Mejorar las condiciones legales y sociales para ejercer los derechos sexuales y reproductivos. - Fortalecer la posición de mujeres y de sus organizaciones en las negociaciones de sus intereses. - Proporcionar los medios materiales e inmateriales necesarios para la participación en la gestión de recursos relacionados con la salud.”45 1.4.2. Enfermedades de transmisión sexual La falta de oportunidades laborales para muy buena parte de la población emigrante femenina de la región, así como la extendida práctica de la violación de mujeres, niñas, jóvenes y adultas (de la cual desconocemos estadísticas confiables debido precisamente a la subordinación genérica), han derivado en un aumento alarmante de las ETS en la región. Los datos disponibles muestran lo siguiente: La epidemia del VIH/SIDA ha empeorado en Mesoamérica y amenaza el futuro del desarrollo sostenible de la región. Años de conflictos armados, calamidades ambientales y desigualdad social, han hecho que la epidemia a nivel regional de VIH/SIDA se concentre mayoritariamente en las poblaciones marginales, con una fuerte tendencia hacia las mujeres, parcialmente como consecuencia de desigualdades de género.46 Importantes datos sobre infectados del VIH como sobre casos de SIDA presentan retos analíticos (y dramáticos) a lo largo de la región, variando desde 26% en México a un 70% en Belice. Estimaciones conservadoras muestran que más de 270,000 mesoamericanos viven con VIH/SIDA, con una alta concentración de infectados de VIH y casos de SIDA dentro de los grupos económicamente productivos. Como en otras regiones, la gran mayoría (90%) de las personas infectadas desconocen su condición y por lo tanto es poco probable que tomen medidas para preservar su estado de salud o prevenir futuras transmisiones.47 Si se continúa sin atender seriamente esta problemática, las consecuencias para toda la población, pero en especial para las mujeres, serán desastrosas. Es necesario implementar programas basados en la organización de las mujeres, apoyadas con fondos públicos. Algunas experiencias de la región, basadas en dicha estrategia, han iniciado esta lucha; convendría ampliarla y reforzarla desde las instituciones nacionales e internacionales. 1.5. Educación En la región Mesoamericana, la tasa global de escolaridad osciló en 1990 entre el 65.3% de Panamá, 56.4% de Honduras, 54.3% en Costa Rica, 53.5% en Nicaragua, 51.6% en El Salvador y 41.5% en Guatemala. La tasa de alfabetización de mujeres de 15 años de edad en 1998 era, con respecto al 100% de hombres alfabetizados, de 95.4% en Costa Rica, 91.5% en Panamá, 75% en El Salvador, 73.5% en Honduras, 69.3% en Nicaragua, 59.7% en Guatemala, 81.5% en los 9 estados sureños de México.48 Los estudios sobre el tema educativo con enfoque de género, muestran que a fines del siglo XX, más de la mitad de los niños/as que no tenían acceso a la enseñanza eran niñas, y que en la región 45 Íbid. 46 Mario Bronfman “Migración y Sida en Mesoamérica”.— México: Instituto Nacional de Salud Pública, s/f, muestra los siguientes datos sobre el VIH y SIDA: Belice: Mujeres embarazadas (ME) 2.5% (1995); Guatemala: Puerto Barrios 11% TSC, Ciudad Guatemala 4.7 (199899); Costa Rica: Mujeres sexualmente activas 1.5 a 2.5%, HSH 10-16%; Honduras: 1.4% en ME (1998) en el país San Pedro Sula de 2 a 5% HSH 6.3-10%; El Salvador: 6% pacientes de clínicas de ITS HIV +; Nicaragua: HSH 2%; Panamá: en Chinqui, frontera con Costa Rica,0.8% en población general. Honduras, Belice y Guatemala : Mayores tasas y transmisión heterosexual Honduras y Guatemala: gran parte del problema en adolescentes Costa Rica: transmisión entre hombres que tienen sexo con hombres Todos: Poca información epidemiológica, evidencia de subreportes desde 30% en Panamá hasta 70% en Belice. Aumenta transmisión heterosexual, mujeres infectadas y transmisión vertical. 47 ONU en Costa Rica. “Protegiendo del VIH/SIDA a las poblaciones móviles de América Central”, en http://www.nacionesunidas.or.cr/Files/ ?203&0&7529 48 CEPAL. Mujer rural... Op. Cit. 119 Mesoamericana esta proporción es aún mayor.49 Asimismo, el signo distintivo de la región en términos educativos lo constituye la extrema heterogeneidad y segmentación al interior del colectivo femenino. Así, mientras la participación de las mujeres jóvenes en el nivel secundario se ha incrementado notablemente durante la última década, las indígenas continúan siendo mayormente excluidas de modo sistemático de la educación, y las niñas y jóvenes campesinas siguen afectadas por la escasa valoración de sus padres respecto a su educación, lo cual explica la alta deserción escolar femenina en el medio rural. Un ejemplo de ello lo constituye el caso de Guatemala, donde los niños indígenas alcanzan sólo 1.8 años de escolaridad, las niñas apenas 0.9 años y siete de cada diez mujeres indígenas entre 20 y 24 años son analfabetas absolutas. La segmentación por niveles de ingreso es también fundamental, pues a pesar de que existe una tendencia global de aumento sostenido en la asistencia de las mujeres a la educación, la brecha entre las mujeres pertenecientes a los hogares más pobres y los más ricos es de 25 puntos. La heterogeneidad en materia educativa (que ha llevado incluso a que se afirme en algunos estudios que “resulta tremendamente llamativo el salto educativo, socio-profesional, etc. de las mujeres centroamericanas entre 1970 y el 2000”50 es producto de la segmentación que ha afectado a la educación y se potencia con la pérdida de calidad. Los esfuerzos por ampliar la cobertura que ha caracterizado las políticas en la materia durante las últimas décadas, y que tuvo como objetivo reducir la pobreza, no sólo no se tradujo en mejora de la equidad sino que incrementó las desigualdades. “La vinculación estrecha que existe entre la educación y el trabajo es hoy irrefutable y ya no hay dudas acerca del papel que el conocimiento desempeña en el desarrollo. La mundialización de los intercambios, la globalización de las tecnologías y el desarrollo de la informática han aumentado las posibilidades de acceso a la información y al conocimiento. Pero, al mismo tiempo, estas posibilidades están lejos de ser accesibles en forma igualitaria para todos y todas exigen modificaciones en las calificaciones y habilidades adquiridas. Quienes no tengan manejo fluido de la lecto-escritura y de conocimientos científicos y matemáticos básicos no pueden ser considerados ‘alfabetos’ y estarán condenados a ser ‘inempleables’. La adquisición de estas competencias básicas es responsabilidad del sistema educativo; de ahí la importancia de la equidad y la calidad de la educación formal. Y en estos aspectos se encuentra la gran vulnerabilidad de la región que presenta las tasas de repetición escolar más altas del mundo -cerca de un tercio de los escolares repiten cada año- y donde altos porcentajes no logran terminar la primaria, con lo que el riesgo de ‘inempleabilidad’ asola a importantísimos sectores.”51 Como afirman las especialistas arriba citadas, entre las tendencias más importantes que se observan en esta materia encontramos: • El incremento en la incorporación y permanencia de las mujeres en el sistema educativo no ha sido condición suficiente para su participación, en igualdad de condiciones respecto de los hombres, en los mercados de trabajo. • Un mayor alcance educativo no ha garantizado, necesariamente, más oportunidades de acceso a puestos de mando y de decisión. • Contar con el mismo nivel educativo que los varones no significa tener el mismo acceso a los mismos puestos ni al mismo ingreso. • La división sexual del trabajo ha resistido el incremento en años de escolaridad de la población femenina y su participación en los mercados de trabajo; por tanto, la doble jornada, laboral y doméstica, incluso para mujeres con alta escolaridad, sigue siendo la norma y no la excepción. • La oferta educativa para los niños, niñas y jóvenes del medio rural es pobre en contenidos y resultados y contribuye a perpetuar las inequidades y la exclusión social, lo cual ahonda la brecha de capacidades para el desempeño productivo en la sociedad no rural. 49 Cabe aclarar que prácticamente toda la información se refiere al contexto latinoamericano; sin embargo, es interesante que generalmente explicita la realidad de la región Mesoamericana en términos de presentar los peores desempeños de la región. Ver: Sara Silveira: “La dimensión de género y sus implicaciones en la relación entre juventud, trabajo y formación” y Paloma Bonfil: “¿Estudiar para qué? Mercados de trabajo y opciones de bienestar”, En: Enrique Pieck (Coord). Los jóvenes y el trabajo. La educación frente a la exclusión social.-México: OIT, 2001. DE: http://www.cinterfor.org.uy/public/spanish/region/ampro/cinterfor/temas/youth/doc/not/libro273/ 50 Ana Isabel García Q. y Enrique Gomáriz M. “Género y ciudadanía...”. Art.cit. 51 Sara Silveira: “La dimensión de género y sus implicaciones en la relación entre juventud, trabajo y formación” En: Enrique Pieck. Op. Cit. 120 • El proceso educativo formal resulta básicamente inoperante para las realidades de las jóvenes rurales, en la medida en que arranca de una idea de desarrollo y de identidades nacionales que no reconoce las particularidades ni la diversidad cultural vigentes en el medio rural y, en esa medida, no responde a las necesidades y demandas concretas de la población escolar. • Mientras no se lleven servicios a los sectores empobrecidos de la población rural, seguirá el desequilibrio en contra de la escolaridad y la inserción laboral de las jóvenes rurales, toda vez que su trabajo doméstico, intensivo en tiempo y mano de obra, debe suplir esas carencias. • Las mujeres abandonan la escuela en un elevado porcentaje, ya que deben ayudar en quehaceres domésticos y colaborar en trabajos productivos, lo cual se suma a la falta de transporte y la carencia de servicios educativos cercanos al lugar donde viven, lo que inclina a los padres a no autorizar a sus hijas a ir a la escuela por seguridad personal, ya que es del conocimiento general que son susceptibles de ataques violentos, sobre todo de carácter sexual. • Ni los contenidos curriculares del sistema educativo formal, ni la calificación de las habilidades laborales en los mercados de trabajo, reconocen el aprendizaje y la calificación de las jóvenes y mujeres rurales, los sistemas colectivos de enseñanza y transmisión del conocimiento y el papel fundamental de los agentes femeninos en la preservación, transmisión y recreación de las culturas rurales, indígenas y no indígenas, perpetuando así el ocultamiento de la cara femenina de la reproducción social en el campo. • El medio rural y las poblaciones indígenas han avanzado mucho menos que las áreas urbanas y las etnias dominantes. El problema del bilingüismo no ha sido resuelto y, en muchos casos, ni siquiera planteado. • Tendencias crecientes a la privatización de la educación, que incrementan las dificultades de las familias en situación de pobreza para que los niños, las niñas y los jóvenes accedan, permanezcan y ejerzan su derecho a la educación, consolidándose la discriminación a doble vía: en el acceso y en la calidad, que es mejor en las escuelas privadas que en las públicas, y dentro de ellas en las pertenecientes a zonas con hogares con mejores perfiles económicos y educativos. Además, señalan que una preocupación de fondo que une a las tendencias señaladas se refiere a la persistencia de una socialización “naturalista” que concibe que las mujeres tienen un destino inscrito en su sistema reproductivo. Visión objetivada en normas, valores y prácticas que no sólo se aprende en el proceso de socialización, sino que se mantiene y reproduce en las instituciones, entre ellas, en la escuela y en las del mundo del trabajo. Este panorama plantea múltiples retos para la acción pública entre los que destacan: 1. Adaptar los programas de estudio a los cambios en el mundo del trabajo y en la cultura y mejorar los contenidos y resultados de la oferta educativa, tomando en cuenta las realidades y diferencias de las niñas y jóvenes rurales y urbanas. 2. Llevar servicios a los sectores empobrecidos de la población, para evitar el desequilibrio en contra de la escolaridad y la inserción laboral de las jóvenes, toda vez que su trabajo doméstico, intensivo en tiempo y mano de obra, debe suplir esas carencias. 3. Reconocer el aprendizaje y la calificación de las jóvenes y mujeres, los sistemas colectivos de enseñanza y transmisión del conocimiento y el papel fundamental de los agentes femeninos en la preservación, transmisión y recreación de las culturas rurales, indígenas y no indígenas, perpetuando así el ocultamiento de la cara femenina de la reproducción social en el campo. 4. Orientar los programas de educación y capacitación para el trabajo para que se orienten a resolver sus necesidades estratégicas de emancipación, en vez de reforzar los roles y funciones tradicionalmente asignados a las mujeres en las jerarquías tradicionales de lo productivo y lo reproductivo, que perpetúan la exclusión de las mujeres, especialmente de las más jóvenes.52 52 V. Sara Silveira, Íbid y Paloma Bonfil. Op.cit. 121 1.6. Cultura “La interculturalidad es una propuesta que parte de la validez intrínseca de cada cultura y de la posibilidad del intercambio entre culturas y sus integrantes como iguales... A través del intercambio y el diálogo, las culturas amplían sus horizontes y se promueve la comprensión, el aprendizaje, el respeto mutuo y la cooperación entre ellas. La interculturalidad es una apuesta por el respeto a la pluralidad de racionalidades y a la heterogeneidad de formas de vida. Es un reto intentar establecer vínculos horizontales entre personas de culturas diferentes. La voluntad de comprender al otro sin ponerle condiciones posibilita que la empatía y la comunicación fluyan superando los obstáculos que se originan en el temor a la apertura y a la inseguridad.” Heise A pesar de la definición anterior y de la apuesta de las organizaciones sociales indígenas de la región hacia esta perspectiva, “el intercambio y el diálogo entre culturas está sujeto a las relaciones de poder y de estatus y al acceso a los recursos entre los grupos sociales involucrados”, y aunque la interculturalidad propone una transformación de las relaciones de poder a favor de la existencia de una diversidad cultural, de relaciones horizontales y de la construcción compartida de conocimientos, aún nos encontramos lejos de alcanzar esta propuesta. La realidad no sólo nos muestra la cara de la opresión y de la discriminación hacia las culturas indígenas Mesoamericanas, sino también el rostro casi permanente de la marginación y de la exclusión, como podemos apreciar en los datos del siguiente cuadro. Cuadro 5. Ejemplos de Marginalización de Pueblos indígenas de Mesoamérica Ejemplo No indígena Indígena Esperanza de vida de hombres en Honduras (2000) 65.4 años 39 años: Pech y 47 años: Lenca Esperanza de vida de mujeres en Honduras (2000) 70.1 años 42 años: Pech y 57 años: Lenca Población bajo la línea de pobreza en Guatemala (1989) 53.9% 86.6% 38% 66% 6.4 / 1000 34.4 / 1000 Población sin acceso a educación en Nicaragua (1995) Tasa de mortalidad por diarrea en Panamá (1995) Mortalidad infantil en Panamá 3.5 veces mayor que la tasa nacional Año en que adquieren cédula de nacionalidad costarricense 1993: Ngöbe Fuente: Mendieta y Vinocour, 2000. De acuerdo con A. Bello y M. Rangel la emergencia de las identidades y la persistencia de la inequidades y desigualdades por razones de raza y etnicidad es, tal vez, una de las manifestaciones más claras de los desafíos futuros de la democracia y la ciudadanía en la región, y no sólo porque las identidades son el principio básico de la organización social, sino porque a través de su visibilización y demandas -que surgen a través de su realización, expansión y sentido de acción- se evidencian, de manera descarnada y dramática, las desigualdades e inequidades sociales y económicas de millones de personas de la región (Castells, 1999).53 53 Alvaro Bello y Marta Rangel “Etnicidad, `raza´ y equidad en América Latina y El Caribe”, CEPAL, LC/R.1967/Rev.1, agosto de 2000. 122 Desde esta óptica, es necesario reconocer que la región requiere con urgencia el reconocimiento de las identidades propias y la resolución de la discriminación como una necesidad estructural, siendo tres los temas fundamentales en la discusión: a) La discriminación y exclusión por razones de raza, etnicidad y género que se ha originado a partir de un conjunto de factores históricos, sociales, económicos y culturales interrelacionados e interdependientes. b)La globalización, la universalización de los derechos humanos y la emergencia de las identidades, que ha puesto en cuestión la lógica del Estado-nación autosustentado y autolegitimado, y también ha puesto en crisis los fundamentos que definían la ciudadanía y los principios de pertenencia. “El caso de Chiapas en México, por ejemplo, es simbólico porque demuestra, por un lado, la poderosa fuerza de la emergencia indígena, su capacidad de movilización y propuesta, así como su cruda realidad. Del otro lado, muestra a un Estado que ya no puede buscar fórmulas sólo en el plano de las estrategias de superación de la pobreza, sino que debe acudir a una reforma sustancial de su relación histórica con los pueblos indígenas.” c) Cambios estructurales en términos de las relaciones interculturales. Hasta hace sólo una década, en algunos países con un alto número de población indígena, aún se creía que estos grupos eran parte del pasado histórico, se creía que el avance de la urbanización terminaría cumpliendo con el viejo sueño de la asimilación y de la integración. A futuro, la pluralidad y la diversidad cultural, sin dogmatismos, constituyen claves para la inserción de la región en el mundo globalizado y para establecer un “nuevo trato” al interior de los Estados de la región.54 Desde el lado de las mujeres, un sinnúmero de aspectos han sido revelados en diversos foros y reuniones sostenidos en la región, entre los que destacan:55 • La falta de oportunidad de participación en la toma de decisiones a nivel general. “La mujer, en su mayoría, ocupa un segundo lugar en la sociedad.” • Problemas intra-familiares en la toma de decisiones. • La baja autoestima y la falta de la confianza de las mujeres. • A través de políticas gubernamentales: exclusión de las mujeres. • Limitado o nulo acceso a optar a cargos de dirección y cargos públicos. • Discriminación por aspectos lingüísticos, culturales del estereotipo de la belleza femenina y no su capacidad, y de ubicación geográfica. • Violencia doméstica, en la calle e institucional y la denominación como objeto sexual por los hombres. • El uso y manejo del recurso económico en el hogar no está en manos de las mujeres. • La herencia en la familia es siempre para el hijo varón, argumentando que las hijas se casan y obtienen sus propios bienes de sus maridos. • La educación formal e informal (familia, sociedad) es para hombres. • En los centros de trabajo y estudios valoran más los trabajos de los varones que los de las mujeres. • Como regla de la familia la prioridad de la educación es sólo para los varones. • En la toma de decisiones de salud reproductiva, el consentimiento del marido es un obstáculo. • El embarazo es un factor de discriminación, con mayor énfasis en los centros de trabajo. Para enfrentar esa situación han recomendado reiteradamente que es vital la organización de las mujeres en torno a: a) El derecho a la libre determinación: autonomía, autogobierno, reconocimiento de sus propias autoridades. b)Fortalecimiento de sus iniciativas de salud, educación, comunicación, producción. c) El derecho a sus territorios, recursos naturales y ambientales sin restricciones. d)El derecho a la protección, administración y desarrollo de su patrimonio, propiedad cultural e intelectual colectiva. 54 Íbid. 55 Myrna Cunningham, “Equidad de Género desde la Visión de las mujeres indígenas” ponencia presentada en el Seminario Internacional “América Latina y el Caribe: Desafíos frente a los objetivos de desarrollo del milenio”.- Washington D.C., Junio 2002. DE: http://www.iadb.org/sds/ doc/SOCSes4MyrnaCunningham.pdf 123 e)Respeto a su cosmovisión, espiritualidad, historia y leyes. f) Garantizar su participación plena y efectiva en todos los niveles a través de mecanismos transparentes y concertados. g)El derecho al desarrollo con identidad, que contribuya a reducir la inequidad y el empobrecimiento generalizado de sus pueblos. Como se puede observar, los obstáculos que han enfrentado y que continúan enfrentando han sido diversos, destacando la persistencia de modelos económicos y culturales que excluyen, silencian o distorsionan su identidad y sus conocimientos en todas las áreas de la vida social; superar estos obstáculos es el principal desafío en esta área, pero como también nos han mostrado varias experiencias, sólo con respuestas organizadas y colectivas de las propias mujeres indígenas y los/as aliados/as que encuentren en el camino será esto factible. 2. Desafíos económicos La expresión “mujeres que trabajan” es ambigua y nos llama al engaño. Da a entender que junto a aquellas insertas en el sector formal de trabajo, hay otras que no lo están y que por ello no trabajan. Sin embargo, estas mujeres “no trabajadoras” -que muchas veces, según sus propias palabras, “no hacen nada”- crían, educan y atienden la salud de sus hijas e hijos y del resto de la familia; organizan y administran; cocinan; compran; reparan, etc., asegurando de esta forma las condiciones necesarias para el bienestar y reproducción de la familia. Y en las zonas rurales, además de todas las tareas ya mencionadas, participan como trabajadoras familiares no remuneradas en labores agrícolas de subsistencia dedicando alrededor de 5 horas diarias al acarreo de leñas y agua, y también cuidando animales. Adriana Gómez 2.1. Globalización económica, mercado de trabajo y empleos de las mujeres El proceso actual de globalización va asociado por lo general con un conjunto de fenómenos estrechamente ligados entre sí: • La interdependencia e integración creciente de los mercados nacionales. • El aumento del comercio internacional, de los intercambios de bienes internacionales y de los servicios. • La desregularización y apertura de los mercados y de la economía, debido a las políticas gubernamentales neoliberales. • El rápido avance de la tecnología de la información, ampliación de redes y, de un modo más general, el auge de las nuevas tecnologías basadas en la microelectrónica. • La creación de mercados regionales (Unión Europea, TLCAN, MERCOSUR), teniendo en cuenta que la regionalización parece ser la cara opuesta de la mundialización. • El surgimiento de varios polos económicos -centros productivos al mismo tiempo- como son los casos de Estados Unidos, Japón y Europa, que reciben inversiones directas y al mismo tiempo invierten en otros lugares. • Una nueva lógica de expansión de las multinacionales, respaldada por los procesos de integración de los mercados. • Las privatizaciones, y • La subcontratación (relaciones cliente-proveedor).56 En este contexto, marcado por profundos cambios económicos mundiales, que acentúan las desigualdades nacionales e internacionales, encontramos que los mercados de trabajo se caracterizan por: 56 Helena Hirata, Perspectiva Internacional sobre las Relaciones Laborales y de Género.— GEDISST-CNRS/Friedrich Ebert Stiftung, nov. 2001. 124 a) La discriminación salarial manifiesta. Por el mismo trabajo se tiende a pagar menos a una mujer que a un hombre. El ingreso promedio de las mujeres todavía equivale al 70% del de los hombres. b)La segregación de los empleos por sexos. Las mujeres están ocupadas en los sectores donde el nivel salarial es más bajo. c) La dimensión discriminatoria en la jornada laboral. Las mujeres tienden a tener empleos con jornadas discontinuas y flexibles. d)La notoria inestabilidad, precariedad y vulnerabilidad. Con contratos temporales, sin seguridad social, oportunidades de promoción o jubilación. Son raros los programas de trabajo que tengan en cuenta el cuidado de los niños y las bajas por maternidad.57 Si bien la tasa de actividad de las mujeres de la región ha experimentado un rápido avance, pues aumentó en promedio un 10% durante la década pasada58; y a pesar de que las mujeres se han beneficiado más que los hombres con los empleos recientemente creados, es importante señalar que persisten dos factores: la desigualdad en la remuneración mujeres-hombres y el descenso en la calidad del empleo. Desafortunadamente, la búsqueda del rendimiento económico impuesto por la competencia mundial, ha ido acompañada de considerar a las mujeres como un “recurso”: una fuerza de trabajo flexible y económica, con la consiguiente limitación de la creación de puestos de trabajo estables, legales y a tiempo completo. Si por un lado, los cambios tecnológicos y la intensificación de los intercambios internacionales marcan la tendencia a aumentar las oportunidades de empleo para las mujeres -de acuerdo con datos del Informe de Desarrollo Humano del PNUD-, para el año 2000, la tasa de participación de las mujeres es la siguiente: Guatemala 36.0%, Honduras 40.3%, El Salvador 45.8%, Nicaragua 47.2%, Costa Rica 37.1%, Panamá 43.3%, México (9 estados del sur) 31.78%; por el otro, el análisis de los puestos de trabajo creados muestra que estos empleos son sumamente inestables y vulnerables.59 En la región Mesoamericana asistimos, clara e inequívocamente, a la constitución de un mercado laboral flexible y segregado sexualmente, en el que las mujeres ocupan una posición destacada por su incorporación al empleo en uno de los mercados más precarios y discriminatorios: el de las empresas maquiladoras y en el sector informal, que en su conjunto, representan las dos fuentes más importantes de generación de empleo para las mujeres.60 Para finalizar esta sección, consideramos que a pesar de la existencia de numerosos convenios que garantizan la igualdad de oportunidades y trato, aún persiste la discriminación entre los sexos. La entrada masiva de mujeres en el mercado laboral ha hecho que la opinión pública y los gobiernos de muchos países comiencen a comprender la necesidad de combatir las desigualdades y adopten medidas que tiendan mínimamente a contrarrestar las marcadamente deficientes condiciones de desempeño de los mercados de trabajo en la región. No obstante, a pesar de los “derechos reconocidos”, será un reto importante tomar medidas que se ocupen de impedir que: • Las mujeres sigan asumiendo la doble carga de las obligaciones familiares y profesionales. 57 María Jesús Izquierdo, “Del elogio de la diferencia y la crítica de la desigualdad a la ética de la similitud” en Papers 59 (Barcelona), núm. 59, 1999. DE: http://www.bib.uab.es/pub/papers/02102862n59.htm 58 Honduras y Guatemala son los países donde más ha aumentado la participación femenina, 11% en ambos casos, y en Costa Rica y Panamá, 4% y 5%, respectivamente. CEPAL. Panorama social de América Latina 2001-2002. 59 “En cuanto a la dinámica del empleo, y del lado de la oferta, lo más relevante a resaltar es el mantenimiento de la tendencia histórica hacia la feminización del mercado laboral, ya acentuada desde la crisis de los 80. Del lado de la demanda, y en términos de empleo rural, se detecta un proceso generalizado de descampesinización combinado con la importancia creciente de actividades no agrícolas. En cuanto al empleo urbano, lo más significativo es la pérdida de importancia relativa del empleo público. El autoempleo sigue jugando su función de ajuste del mercado laboral y los nuevos ejes acumulativos, referidos a actividades transables, han generado dinámicas ocupacionales importantes en la nueva industria y en el turismo, pero no así en las nuevas agroexportaciones.” En Víctor Bulmer-Thomas /A. Douglas Kincaid. “Centroamérica 2020: Hacia un nuevo modelo de desarrollo regional”.— Oficina de Desarrollo Regional y Sostenible, América Latina y el Caribe (LAC) de la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos. 60 “Efectivamente, el componente mayoritario de la fuerza de trabajo en las maquilas está compuesto por mujeres. En México, en 1996, el 58% del personal no especializado estaba conformado por personal femenino, en Centroamérica el porcentaje es más alto, superando el 65% y alcanzando hasta el 95% en el caso de Panamá”. En Janina Fernández-Pacheco. “Un nicho para el empleo de las mujeres pobres en Centroamérica y República Dominicana: la maquila de vestuario”.— Boletín Técnico Interamericano de Formación Profesional (OIT-Cinterfor), no. 50, sep.-dic. 2000. 125 • Los salarios de las mujeres sigan siendo más bajos que los de los hombres. • Las mujeres sigan siendo una minoría en los puestos directivos y de toma de decisiones. • En general, que las oportunidades de las mujeres quedan limitadas a una franja estrecha de los denominados “empleos femeninos” (trabajo de oficina, servicios, ventas y profesiones liberales a un nivel medio) que en general reciben un salario inferior y son menos valoradas que los empleos tradicionalmente “masculinos”. Frente a esta coyuntura de reestructuración de la producción, en la que se están desarrollando a grandes velocidades los procesos de precarización del trabajo y las relaciones de subcontratación, hay que pensar en acciones alternativas que permitan contrarrestar la vulnerabilidad creciente de los empleos femeninos en un momento de desempleo prácticamente masivo. 2.1.1. El trabajo en la maquila La maquila de vestuario y textil -predominante en la región- se nutre del elevado porcentaje de población que padece las diferentes formas de exclusión social asociadas a la pobreza y propicia que las empresas maquiladoras dispongan de una gran cantidad de oferentes de fuerza de trabajo que pueden renovar con relativa facilidad. Como afirma Janina Fernández Pacheco, “el telón de fondo que explica la afluencia de las mujeres desde zonas rurales y zonas urbanas marginales hacia el empleo en las empresas de maquila textil y de vestuario, es la pobreza y la brecha de oportunidades para la capacitación y/o formación profesional.”61 Cuadro 6. Características principales de las empresas maquiladoras en Centroamérica (1995 - marzo 1999) No. de empresas País Guatemala Honduras* El Salvador Nicaragua Costa Rica Panamá 1995 250 155 208 18 250 6 1999 320 215 213 19 — 9 No. de trabajadores (as) % de mujeres 1995 1999 1995 54,000 80,000 80 61,162 110,923 78 50,000 69,000 78 7,533 16,000 80 50,000 — 65 1,200 1,312 95 1999 80 71.4 87 80 — — % de la maquila Años de que es textil escolaridad de trabajadores 1995 80 95 69 89 70 100 1996 95 — 72 90 — 78 1995 5 6 5 — 5 11 1999 6 6 +9 6 — — * Para Honduras, datos de 1997. Fuente: Cordero, 1999. Fuente: OIT, El trabajo de las mujeres en la industria de la maquila. Según información de la OIT, para 1999, en la región centroamericana existen un total de 881 empresas maquiladoras, de las cuales, solamente 57 tienen presencia sindical (se incluyen a algunos sindicatos en acefalía). El sindicalismo en la maquila de Centroamérica (a excepción de Honduras) no logra reunir ni siquiera al 0.5% de la población trabajadora de estas fábricas. Si se restan los sindicatos que se encuentran acéfalos y que, por tanto, no operan en las empresas, la suma se reduce a 42 sindicatos activos en las 881 empresas existentes. “En materia de contratación colectiva, la situación es aún más preocupante, ya que, con excepción de Honduras, no existen actualmente contratos vigentes en las maquiladoras en ningún país centroamericano. Según las organizaciones sindicales, la violación al derecho de libertad de organización sindical es una de las más graves cometidas dentro de las maquiladoras. Los problemas para 61 Íbid. 126 la organización sindical provienen también de la falta de una fiscalización rigurosa por parte de los Ministerios de Trabajo, así como la localización geográfica dispersa de las maquilas”.62 La magnitud de los problemas laborales de la maquila, las dificultades de los sindicatos para darles respuesta y la presencia masiva de mujeres en este tipo de fábricas, han motivado que diversas organizaciones que tradicionalmente no se habían ocupado de asuntos laborales -tales como las de mujeres, pro derechos humanos y religiosas-, se hayan volcado a esta área. Este fenómeno responde, además, al incremento de la primacía que éstas han alcanzado en los últimos años. Entre las propuestas que han realizado se encuentran: “buscar la unificación de las legislaciones nacionales sobre las Zonas Francas, para de esta manera reducir la tendencia de éstas a presionar a Gobiernos de cada país con marcharse. Entonces, para las trabajadoras será más fácil negociar sus reivindicaciones laborales en cada caso concreto”,63 así como desarrollar instrumentos prácticos con medidas específicas para la gestión de la salud ocupacional, la aplicabilidad de los derechos laborales y de negociación colectiva, que incorporen de forma clara y sencilla los pasos necesarios para incorporar las necesidades de las mujeres trabajadoras en cada uno de estos ámbitos.64 Para la región mexicana de Mesoamérica, encontramos que algunas organizaciones han alertado sobre su incrementada presencia en esta región, poniendo de relieve las experiencias que se tienen al respecto en el norte del país.65 Además, se encuentran los siguientes datos recientes: • La disminución en las tasas de participación de las mujeres en la fuerza laboral de las maquiladoras ha caído (de 78% a 57% entre 1975 y 1998) debido al cambio en el tipo de industrias que conforman el sector y al creciente atractivo que significa este sector para los hombres. • Las industrias que pagan más (maquinaria y equipo de transporte) tienen una proporción mucho menor de mujeres en comparación con otras industrias. Un mayor número de mujeres en una industria se correlaciona negativamente con el ingreso por hora. • Una trabajadora de línea de producción gana 92 centavos por cada peso que gana un hombre en puestos similares. • Una de las razones por las que las mujeres se quedan fuera de la fuerza laboral es su papel de madre y la falta de opciones para el cuidado de las y los hijos.66 Durante los últimos dos años se ha puesto de manifiesto la desaceleración de la economía del principal país de destino de las exportaciones de maquila de vestuario y textiles (Estados Unidos), generando el temor entre los empresarios del sector y de los gobiernos centroamericanos, de un estancamiento en la generación de empleos o aún un efecto más grave de pérdida de puestos de trabajo, como de hecho ha sucedido ya en México.67 Estos cambios han empeorado aún más el panorama de precariedad y fuertes violaciones a los derechos laborales y humanos de las trabajadoras. Para revertir dicha tendencia es indispensable que las trabajadoras de las maquilas accedan a los instrumentos que les permitan reivindicar sus derechos. Para ello es necesario organizarse confrontando no sólo la represión sindical, sino también la tradición patriarcal que pesa sobre ellas y limita su posibilidad de participación en el ámbito público pues no disponen de tiempo para actividades extra-domésticas y extra-laborales. “La globalización trae consigo la internacionalización de las economías, del capital, el crecimiento y empoderamiento de las compañías transnacionales. Asimismo, este modelo genera nuevas formas de acción social y, por tanto, la internacionalización de las luchas reivindicativas. Las condiciones de trabajo 62 “El trabajo de las mujeres en la industria de la maquila”, en OIT-Cintefor. Equidad de Género en el Mundo del Trabajo en América Latina. Avances y Desafíos 5 Años Después de Beijing.-Lima, 2002. DE: http://www.cinterfor.org.uy/mujer/doc/cinter/equidad/cap1/ix/ 63 La Boletina, publicación de Puntos de Encuentro. DE: http://www.puntos.org.ni/ 64 Janina Fernández. Art. Cit. 65 Silvia Chavela Rivas. “Provocará daños ecológicos y de salud instalación excesiva de maquiladoras, declara Rosario Ortiz Magallón de la Red de Mujeres Sindicalistas”, en Noticias (Oaxaca Méx.), 9 junio 2003. 66 Francisco Cos-Montiel, “Talking to the Boys: La Economía del Género en México”, Instituto Nacional de Desarrollo Social, Santiago de Chile, Agosto 26 2002 67 Janina Fernández. Art. Cit. 127 de las mujeres de la maquila pueden verse mejoradas como resultado de acciones transnacionalizadas bien coordinadas. Más aún, los actores sociales centroamericanos pueden salir fortalecidos de estas nuevas formas de lucha, si las saben aprovechar.” 68 2.1.2. La respuesta individual y masiva ante la falta de respuestas: la informalidad Además de conocer los rasgos centrales del trabajo de la maquila -regulado por convenios, subcontratado, temporal, etc., que aunque poco respetados finalmente tienen ciertas normas- es importante considerar el trabajo no asalariado, informal, a domicilio, etc., ya que las empresas recurren, cada vez más, a todas estas formas de actividades productivas. Para empezar hay que ratificar que actividad no significa empleo, y que esto las mujeres lo saben muy bien. El que desarrollen actividades consideradas dentro del rango de “empleo informal” se debe especialmente a que el mercado de trabajo mesoamericano sigue siendo incapaz de generar empleos suficientes para ellas, y menos aún, de calidad; además en los últimos años el desajuste entre oferta y demanda laboral ha aumentado sin freno, llevando al desempleo a un número cada vez más creciente de la población. Actualmente, se estima que de cada 100 nuevos empleos generados entre 1990 y 1999, 31 se dieron en el sector formal, 12 en el agropecuario y 57 en el informal. Así, para el año 2000 se estima que un 30.1% de los 13.7 millones de ocupados lo estaban en el sector formal, un 39.3% en el informal y el 30.6% en actividades agropecuarias. Tres de cada cinco mujeres centroamericanas ocupadas trabajan en el sector informal.69 En México el panorama no es mucho más alentador, pues encontramos que: • Los pequeños negocios que pertenecen a mujeres representan del 26% al 44% de todas estas empresas; sin embargo, las mujeres ganan del 36% al 50% de lo que ganan sus contrapartes. • Las diferencias de género en las características personales y productivas -tamaño de la empresa o el nivel de educación- explican un 35% de la brecha hombre-mujer en los ingresos del sector microempresarial en áreas urbanas y el 42% en las áreas rurales • Solo un 34.5% de las microempresas encabezadas por mujeres (50% de las encabezadas por hombres) han estado en operación por más de cinco años. • Aproximadamente un 18% de las pequeñas empresarias no han recibido educación formal por sólo un 9% de sus contrapartes.70 En Nicaragua, el subempleo visible e invisible afecta a una proporción importante de la población. Mientras el desempleo abierto es sobre todo un problema masculino, la subocupación es un fenómeno esencialmente femenino, en particular la invisible. En el caso de Guatemala, casi dos tercios (64 %) de los puestos de trabajo se encuentran en la agricultura de subsistencia y el sector informal de la economía. El sector “informal” y el empleo doméstico son los ámbitos ocupacionales tradicionalmente reservados a las mujeres. En el primer caso, 5 de cada 10 trabajadores informales son mujeres, mientras que en el empleo doméstico esta proporción aumenta a casi el 100%. Por su parte, la presencia indígena también se hace notar en ámbitos ocupacionales precarios y de baja productividad.71 La posibilidad de acceder a otro tipo de empleos: mejor remunerados y de mayor calidad, pasa por un redireccionamiento del gasto social del Estado que redunde en un cambio en el nivel educativo, no solo a nivel de cantidad sino de calidad y adecuación a las nuevas demandas que surgen del mercado, un cambio en los estándares de salud nacional tanto a nivel preventivo como de la seguridad social , un cambio en el horizonte de la estabilidad política y en la claridad en las reglas del juego para los interlocutores laborales, que permita tanto a los inversores internacionales como nacionales nuevos emprendimientos con mayor valor agregado por la vía de los encadenamientos productivos hacia adentro de las economías 68 Carolina Quinteros. “Mujer, maquila y organización sindical en Centroamérica”.-Costa Rica: ASEPROLA. DE: http://www.aseprola.org/ documentos/mujmaq/mujmaq_indice.htm 69 PNUD. Segundo Informe sobre Desarrollo Humano... Op. Cit. 70 Francisco Cos-Montiel. Art. Cit. 71 CEPAL. Mujer rural... Op. Cit. 128 nacionales y por la vía de la distribución del ingreso por medio de las remuneraciones y el pago de impuestos. 2.2. Feminización del trabajo y participación doméstica Se puede hablar de feminización del trabajo en tanto que la flexibilidad, la vulnerabilidad, la disponibilidad total, el alto grado de adaptabilidad, el talento para la improvisación y la capacidad para afrontar diferentes tareas que caracterizaban el trabajo y la vida de las mujeres -como amas de casa, esposas, madres, abuelas, hijas, enfermeras, maestras, parteras, pero sobre todo como varias de estas cosas al mismo tiempo-, se extienden hoy a un abanico cada vez más amplio de empleos, desempeñados tanto por hombres como por mujeres. La dimensión servil del trabajo reproductor de mano de obra adscrito a las mujeres y cuyas más sacras instituciones eran, y todavía son, la familia y el matrimonio, tiende a instaurarse en una gran cantidad de relaciones laborales asalariadas. Además, el salario es cada vez menos el resultado de una relación contractual (y de fuerza) y cada vez más pura remuneración individual por un servicio prestado. La incorporación creciente de las mujeres al mercado de trabajo no ha significado un relevamiento ni un compartir con los hombres las tareas domésticas y las actividades laborales que se relacionan con ellas. El trabajo doméstico, aún cuando sea remunerado, tiene poco prestigio ocupacional y bajos salarios y continúa siendo uno de los claustros de las mujeres, independientemente de que trabajen o no. El acceso de las mujeres al mercado laboral ha significado para ellas una sobrecarga de trabajo, ya que las tareas domésticas no han sido redistribuidas. En algunos casos, la consecuencia ha sido la incorporación de las hijas mayores a las labores de la casa y al cuidado de sus hermanos menores. Asimismo, ha dado lugar a un replanteamiento de los roles tradicionales de la mujer, lo que no ha ocurrido con los roles masculinos. Como resultado se generan tensiones provocadas por la coexistencia de dos lógicas, una tradicional, fuertemente sexista y patriarcal, que está siendo cuestionada, con una nueva lógica de democratización y equidad de género, todavía muy incipiente. Se podría pensar que, hasta cierto punto, estas tensiones influyen en el aumento de la violencia intrafamiliar, ya que muchos hombres se sienten cuestionados y atacados en un ámbito en el que anteriormente ejercían, y en muchos casos aún ejercen, un poder indiscutible; consideran así que los nuevos papeles sociales de las mujeres socavan sus identidades masculinas. Desde las mujeres, especialmente las que trabajan, hay además una menor tolerancia a la violencia. La violencia, pero aún más los problemas estructurales de pobreza, desempleo y difícil acceso a los servicios básicos de vivienda, salud y educación, se expresan en lo que se ha caracterizado como la desintegración familiar, concepto que se aplica a varias situaciones: hogares en situación de extrema pobreza con jefatura femenina por ausencia de padres, niños en el mercado laboral en lugar de estar en el sistema educativo, niños viviendo en las calles, aumento del consumo de drogas y alcohol e incremento de la violencia intrafamiliar. Es cierto que la incorporación al trabajo remunerado no ha significado para la inmensa mayoría de las mujeres una disminución correlativa del trabajo en el hogar. A pesar de que las mujeres se plantean distintas estrategias para hacer frente a las responsabilides familiares y de trabajo (redes familiares, servicios de cuidado mercantiles y comunitarios, servicio doméstico remunerado), la división sexual de las responsabilidades no ha cambiado significativamente. Mientras no existan facilidades para el cuidado de las personas y las mujeres sigan siendo las responsables casi exclusivas de ese cuidado, será imposible la igualdad de género en el mercado laboral y en la capacitación profesional. A través de las políticas públicas se puede incidir sobre la segregación ocupacional y los estereotipos de género. Necesitamos políticas activas de empleo que actúen sobre las ideas estereotipadas de lo masculino y lo femenino que dominan en la sociedad, dado que encierran consecuencias importantes para el desarrollo y la competitividad. Es necesario que los poderes públicos atiendan a la igualdad de oportunidades en el mercado laboral. Para ello se hace necesario una amplia gama de acciones: • promover una mayor igualdad entre los sexos en materia de formación profesional, sobre todo en lo que tiene que ver con el acceso a las ocupaciones no tradicionales de los hombres y las mujeres y, 129 • encarar medidas que tiendan a aliviar las responsabilidades familiares de la mujeres, así como programas de concientización que destierren los estereotipos de género. Esta política debería abarcar los aspectos siguientes: 72 • un marco legislativo de apoyo, en el que se incluya la ratificación y aplicación de las normas del trabajo pertinentes; • políticas de mercado de trabajo activas sensibles a los problemas de igualdad entre los sexos; • políticas de formación basadas en la igualdad entre los sexos que presten atención a la diversificación y flexibilización de las calificaciones, en relación con las nuevas oportunidades del mercado de trabajo; • mejora del acceso de las mujeres a los recursos productivos del crédito, a la mejora de la tecnología y a los mercados; • mejora de la seguridad en el empleo, de la remuneración y de otras condiciones del trabajo; • adecuación de los sistemas de protección y seguridad social; • reparto equitativo entre hombres y mujeres de las responsabilidades familiares y adopción de otras medidas que permitan conciliar la actividad laboral de las mujeres con su función reproductora; • mayor movilización de las mujeres en grupos y su participación en la toma de decisiones; • participación de todos los actores pertinentes y coordinación y cooperación de sus esfuerzos; • generación de una base conceptual y analítica de datos actualizados y sensibles a la igualdad de los sexos. 2.3. Las campesinas Como efecto de la prolongada crisis que se ha vivido en el campo mesoamericano, la cual se ha venido agudizando con la aplicación de las políticas de ajuste y de liberalización comercial y la caída internacional de los precios de los productos agropecuarios -destacando por mucho el caso de la producción de café-, se ha profundizado la tendencia a que un mayor número de mujeres campesinas se incorporen a las actividades económicas, ya sean o no directamente agropecuarias; a éste fenómeno se le ha caracterizado como la “feminización de la agricultura”. En este proceso destacan tres características importantes: a) Por un lado, encontramos un crecimiento de la participación de las mujeres en una gran variedad de ocupaciones, tanto agrícolas (como asalariadas en los campos de cultivo o en agroindustrias) como fuera del sector (como obreras, pequeñas comerciantes, trabajadoras domésticas, artesanas, vendedoras ambulantes, obreras maquiladoras, trabajadoras domiciliarias, etc.) ya sea en su lugar de origen, en ciudades medias, en la frontera con los Estados Unidos, en ese país o en países vecinos. b) Por el otro, vemos que también ha habido un mayor desempeño directo de las mujeres en tareas relacionadas con la producción agropecuaria de las unidades de producción ante la ausencia del marido o de los hijos, originada por la emigración. c) Finalmente, se observa que ante la descapitalización permanente de las familias campesinas y los escasos ingresos que generan con la venta de sus productos, también se ha vivido un aumento del trabajo familiar en las labores directamente productivas, en especial de las mujeres, quienes han intensificado su participación para evitar el gasto en la contratación de jornales extra-familiares, llegando a desempeñar jornadas de trabajo diarias hasta de 18 hrs. en promedio. No se puede afirmar que el incremento de la participación de las campesinas ha tenido consecuencias exclusivamente negativas, pero si hacemos un balance encontramos que las mujeres generalmente acceden a empleos en los que enfrentan situaciones sumamente desventajosas y que se traduce además en una sobrecarga absoluta de trabajo, que implica una mayor “auto-explotación” para conseguir los mismos o menores escasos ingresos por sus productos. Sin embargo, y para completar este apretado panorama, es importante decir que a pesar de todas las desventajosas condiciones que enfrentan, las mujeres campesinas han comenzado a construir alternativas 72 OIT-Cintefor. Equidad de Género en el Mundo... Op. Cit. 130 para modificar su situación. Así, también ha aumentado notablemente el número de campesinas e indígenas organizadas en búsqueda de un mejor futuro, para ellas y sus familias. El nulo o restringido acceso a los recursos productivos como la tierra, el agua, el crédito, la capacitación y otros, son factores que agudizan la situación de desigualdad genérica y de pobreza en que viven las mujeres campesinas. Además, limita el ejercicio de su autonomía y, por tanto, su participación en las decisiones tanto al interior de sus hogares como en sus comunidades y en la sociedad. La desigualdad de género en la propiedad de la tierra en la región Mesoamericana, tiene que ver con la familia, la comunidad, el Estado y el mercado. “Esta desigualdad se debe a múltiples causas: • Las mujeres están en desventaja en la distribución de bienes de una herencia y en la posesión de bienes dentro del matrimonio y unión de hecho. • Los programas estatales de distribución de tierras tenían un sesgo a favor de los hombres, porque daban por hecho que beneficiando a los jefes de hogar varones, se beneficiaban familias enteras, incluyendo a las mujeres. A los hombres se les reconocía socialmente como agricultores y productores, mientras las mujeres sólo ‘ayudaban’. Casi todas las reformas agrarias excluyeron a mujeres como beneficiarias directas. • Los mercados de tierra son menos accesibles para las mujeres; aún los varones pobres tienen mayor poder en la negociación que las mujeres pobres. Además, debido a los bajos salarios que caracterizan el empleo femenino, pocas mujeres rurales generan ahorros suficientes para participar en el mercado de tierras como compradoras. También es más difícil que obtengan crédito para la compra de tierras. • Los usos y costumbres tradicionales de las comunidades indígenas o campesinas asignan los derechos a la tierra primordialmente a los jefes de hogares varones.”73 En la región se han implementado múltiples planes y programas dirigidos a las mujeres en el campo, que han realizado variadas acciones sectoriales para “atenderlas”. Sin embargo, éstos no han incluido una vieja demanda de las mujeres organizadas: ser consideradas como sujetos. Sujetos participantes en la definición, operación y evaluación de las políticas públicas con capacidad plena para proponer, opinar y desarrollar acciones que las beneficien. Aunque se han abierto algunos espacios de participación ciudadana -más para poder afirmar que existe participación civil en las políticas públicas que para realmente incluirlaséstos han sido siempre discrecionales y con poco peso político en la definición del rumbo, de los mecanismos y de las acciones comprendidas dentro de la política pública. Hasta ahora las mujeres, y en especial las campesinas, continúan siendo “objeto” de las acciones estatales. Al no participar y menos diagnosticar su situación integralmente, las mujeres han sido vistas como receptoras pasivas u objetos de los programas. Con esto se reproduce la tendencia macroeconómica de utilizar a las mujeres pobres como “colchón” de la crisis económica y a ser el conducto mediante el cual se cubran parcial o marginalmente las necesidades de las familias de menores ingresos. Finalmente, para el caso mexicano, queremos señalar que aunque se han desarrollado programas específicos para las mujeres campesinas, estos se caracterizan porque: a) Sus recursos monetarios (presupuesto) son muy escasos y casi siempre tienen un manejo clientelar por parte de los diferentes niveles de gobierno y funcionarios públicos, lo que propicia que generalmente se realicen inversiones sin sentido, que no atienden necesidades de nadie: ni de las mujeres, ni de sus familias, ni de las actividades agropecuarias que desempeñan, y mucho menos de la necesidad de luchar contra la pobreza y a favor del desarrollo. Por ello, las inversiones se han traducido mayoritariamente en el cumplimiento de compromisos políticos diversos. 73 Ahí también se afirma que “los derechos a la tierra no son lo mismo que el acceso a la tierra. El primer paso hacia los derechos a la tierra tiene que ver con el aspecto legal. La titulación de bienes conjunta o mancomunada -o sea, a nombre de la pareja y no sólo del hombre- es un mecanismo importante de inclusión de las mujeres. Sin embargo, la titulación individual -a nombre de la mujer- es más beneficiosa para las mujeres porque propicia -aunque no garantiza- el empoderamiento. El derecho independiente a la tierra se asocia con un incremento del poder de negociación de la mujer en el hogar y en la comunidad. También facilita el ejercicio de la autonomía económica. Todo esto contribuye al bienestar económico y social de las mujeres y de sus familias, así como a su empoderamiento. Los títulos sólo a nombre del hombre también aumentan la indefensión de las mujeres en caso de abandono, separación o viudez, porque es posible que ellas no puedan reclamar legalmente una propiedad si ésta no estaba titulada a su nombre o conjuntamente.” En La Boletina, http://www.puntos.org.ni/ 131 Aunque hay quien argumenta que esto sucedió en el pasado, y que ahora se evita con proyectos productivos, evaluados imparcialmente y focalizando los apoyos a cada una de las beneficiarias, todavía no se han superado los obstáculos burocráticos para acceder a los recursos. b)Han sido y son de difícil acceso para las mujeres campesinas. Tienen una escasa o nula difusión, excesivos requisitos que son muchas veces insalvables, en especial tomando en cuenta las condiciones diversas de carencias que enfrentan las mujeres campesinas -por ejemplo de alfabetización-, están totalmente burocratizados, etc. c) La lógica imperante, en términos de asignación presupuestal (montos) para los proyectos de mujeres campesinas, ha sido la de “entre más pequeño, más femenino”. Así, de nuevo, en vez de resolver necesidades (y buscar soluciones a problemas derivados de las fuertes carencias de todo tipo que se viven) o de buscar alternativas a su problemática -productiva, de empleo, social, etc.-, los programas para las mujeres campesinas se enfrentan al hecho de que sus proyectos se deben ajustar a presupuestos minúsculos, pero eso sí con normas y reglas muy estrictas que exigen a las mujeres campesinas una serie de obligaciones si es que quieren acceder a los recursos públicos. d)Carecen de oportunidad: se negocian todo el año y se ejecutan en los tiempos más dispares de la producción agropecuaria (por ejemplo, en el caso del café en tiempo de cosecha del producto). e)No prestan atención a la realidad, necesidades e intereses de las mujeres campesinas, y carecen de un análisis de las diferentes condiciones en que se da su realidad a lo largo y ancho de la geografía nacional. f) Desconocen las condiciones en que se mueve la participación de las mujeres campesinas en las comunidades, regiones, gobiernos, organizaciones, etc. Compiten de manera muy desfavorable con los programas generales de combate a la pobreza y dividen a las mujeres y a sus comunidades en torno a quiénes son o no beneficiarias. También ha implicado cierta confrontación con las organizaciones de mujeres que luchan y buscan emprender soluciones productivas, generadoras de capacidades e ingresos para enfrentar las condiciones de pobreza que viven. Para que exista una alternativa de solución, es necesario reconocer las distintas realidades, intereses y necesidades de las mujeres en sus comunidades y regiones, integrando programas diferenciados que atiendan la diversidad de situaciones que se confrontan en la lucha por sobrevivir. Consideramos que para la formulación de políticas dirigidas a las mujeres campesinas en su quehacer económico, deben de considerarse los siguientes aspectos: • La jornada de trabajo productiva-reproductiva de acuerdo a la división sexual del trabajo. • La situación de las mujeres en cuanto a estado civil, edad, número de hijos, etnia, escolaridad, alfabetismo, y monolingüismo. • La inseguridad e inestabilidad respecto al acceso y control sobre recursos productivos y fuentes de ingresos. • Los escasos recursos productivos disponibles (traspatio, parcela principal y recursos naturales). • La necesidad de combinar la operación de los proyectos productivos con el acceso a los servicios básicos y educación. • Necesidades específicas de capacitación, asistencia técnica y acceso a recursos. • Limitaciones diversas -económicas, políticas y sociales- para su participación en los programas. El objetivo general de las políticas para mujeres campesinas se debe encaminar a que las mujeres tengan seguridad en el acceso a recursos económicos y productivos en condiciones de equidad respecto a los hombres, y a construir espacios para lograr cambios en las relaciones de desigualdad (de clase, de género, étnicas) en la perspectiva de lograr un empoderamiento de las mujeres. Lo anterior supone poner en el centro de las propuestas el que las actividades sean de beneficio de las mujeres mismas y no solamente para la familia y/o la comunidad. Debe dejarse de pensar en la superación de la pobreza de las mujeres sólo en términos de ejecución de pequeños proyectos -como el micro-crédito tan de boga últimamente-, se necesitan actividades concretas, sistemáticas y especializadas. Por ello, hay que incorporar el tema a las políticas y los programas nacionales 132 y regionales: la formación de recursos humanos calificados, los programas de empleo productivo, los análisis de programas de estudio y de los efectos de los cambios en el mercado de empleo para las mujeres, las enmiendas de la legislación laboral, la seguridad social y la integración social. En las políticas públicas de la región se debe dar respuesta a los elementos contenidos en el diagnóstico o problemática expuesta y que por lo tanto atienda cabalmente los siguientes aspectos: • Facilitar el acceso de las mujeres campesinas a los diferentes ámbitos de la acción institucional, ya sea en forma de programas como de recursos. • Priorizar/privilegiar el gasto (etiquetar porcentajes) para las mujeres en los distintos programas que se ejecuten. • Inversiones para fortalecer los procesos de organización autogestiva de las mujeres. • Evitar que los proyectos constituyeran una carga adicional y desproporcionada de trabajo sobre ellas. • Dar atención en la conciliación y defensa de los derechos agrarios de las mujeres rurales. • Otorgar servicios de asistencia técnica, capacitación en los distintos programas y proyectos que se elaboren. • Abrir acceso a las mujeres campesinas a los diversos recursos y servicios financieros en condiciones de ejercer una política afirmativa. • Atender las necesidades e intereses de las mujeres distinguiéndolas en la formulación de proyectos específicos: proyectos y acciones productivas; proyectos sociales y de servicios; proyectos y acciones que modifican las condiciones de pobreza y exclusión de las mujeres. Es innegable la importancia de atender las necesidades económicas de las mujeres para contribuir a modificar su situación, mediante su participación en proyectos productivos y económicos que respalden su contribución a la producción de alimentos. Por tanto, es necesario construir propuestas integrales a partir de las dificultades y de las necesidades expresadas por las mujeres, con los siguientes lineamientos: a) Vincular los procesos productivos y económicos con aspectos organizativos. b)La atención productiva al solar a nivel familiar también se debe de integrar a las estrategias de apoyo a mujeres rurales, centrando la capacitación en agricultura orgánica y en manejo de técnicas sustentables e integrales. c) Privilegiar, en primera instancia, la producción para el autoconsumo y gradualmente ir avanzando hacia proyectos que supongan la generación de ingresos y servicios A nivel de las Metas del Milenio, es importante recordar que la FAO ha recomendado ampliarlas en este tema para abarcar las siguientes: 74 • Mayor control de los alimentos por parte de las mujeres. • Mayor atención a las niñas y adolescentes. • Alimentos para la capacitación. • Mayor promoción del papel de la mujer en la seguridad alimentaria. • Más personal femenino. 74 V. http://www.rlc.fao.org/mujer/ 133 3. Desafíos ambientales La región está formada por ciento dos millones de hectáreas, donde habitan sesenta y cuatro millones de personas, de las cuales casi la mitad vive en el campo, alrededor del 40% trabaja en la agricultura y el 18% es indígena. Más del sesenta por ciento de los mesoamericanos son pobres. Miserables en medio de una alucinante riqueza biológica: 1,797 especies de mamíferos, 4,153 de aves, 1,882 de reptiles, 944 de anfibios, 1,132 de peces, 75,861 de plantas, e incontables microorganismos, configuran un opulento corredor biológico en proceso de formalización internacional. Por el momento, más del diez por ciento de la superficie, 11.9 millones de hectáreas, conforman 366 Áreas Protegidas, superficie de la cual el 45% corresponde a México y el 55% al resto de los países centroamericanos. Sin embargo tanto la flora como la fauna son depredadas para la venta ilegal de mamíferos y reptiles -vivos y pieles- así como de plantas, sobre todo orquídeas. El bosque se pierde aceleradamente: 11 millones de hectáreas entre 1992 y 1996... Esta riqueza biológica es posible, entre otras cosas, por la abundancia de agua dulce, que en sí misma es un recurso estratégico: en Nicaragua, Costa Rica y Panamá las precipitaciones son altísimas y hay extensos acuíferos subterráneos en metros cúbicos de agua por habitante, Belice tiene 66,470, Panamá 51,616, Nicaragua 32,484, Costa Rica 27,936, Honduras 14,818, Guatemala 11,805, México 4,136 y El Salvador 2,820. Armando Bartra, El Sur Como se afirma en la Plataforma de Género y Sustentabilidad: “un modelo de desarrollo sustentable no puede serlo verdaderamente si no resuelve las desigualdades sociales y una de las principales fuentes de inequidad es el sistema de relaciones de género predominante. Por su parte, las desigualdades de género no se resuelven únicamente con la incorporación de un porcentaje de participación mayor de mujeres en los espacios en que actualmente resultan excluidas o con un mejoramiento parcial de sus problemáticas más apremiantes, sino que se requiere un cuestionamiento global para la construcción de un modelo de desarrollo verdaderamente sostenible.”75 A pesar de su inmensa riqueza biológica, Mesoamérica sufre, hoy en día, un deterioro inexorable de sus recursos naturales. Así como vimos en la parte de desafíos sociales, la causa de esta problemática la podemos encontrar en el modelo de desarrollo que se ha impuesto, el cual está en función del crecimiento económico sin importar el impacto social, cultural y ambiental que éste puede producir. En el aspecto ecológico, este modelo ha producido el colapso de los ecosistemas productivos y naturales y ha dado origen a la reducción de la biodiversidad, la deforestación, la pérdida de fertilidad y la erosión de los suelos y la contaminación de las aguas y el aire. “Paralelo a estos problemas, se ha dado una pérdida del conocimiento tecnológico tradicional que está íntimamente relacionado con la desvalorización del mundo rural y los altos niveles de migración campo-ciudad. Por otra parte, la ausencia de planificación urbana, el uso de procesos industriales y agroindustriales altamente contaminantes, tienen una considerable responsabilidad en el deterioro ambiental y, consecuentemente, en la salud pública de las y los mesoamericanos. También es responsable de esa destrucción del medio ambiente de las zonas rurales la desigual distribución de la tierra, así como la inseguridad jurídica sobre ella. Datos de mediados de la década de los 80 señalan que el 24% de los finqueros ocupaba el 63% de la tierra (aproximadamente 12.5 millones de hectáreas), mientras que un millón de finqueros poseía 1.75 millones de hectáreas, es decir, un promedio de 1.75 hectáreas por familia. La ausencia de una distribución equitativa de este factor de producción limita la producción campesina a parcelas de subsistencia; lo cual conlleva al agotamiento de la tierra y su consecuente baja productividad, con la que da inicio el ciclo de búsqueda de nuevas tierras. Por otra parte, la agroexportación, la ganadería extensiva, la explotación forestal indiscriminada son también, en gran medida, las actividades económicas causantes de este deterioro ambiental. En la medida en que aumentan las presiones sobre el medio ambiente, la población que vive en la pobreza enfrenta un creciente deterioro de sus condiciones de vida, y el trabajo, en especial de las mujeres, se hace cada día más arduo, extenuante, prolongado y costoso. 75 María Paz Aedo y Flavia Liberona. “Hacia una Plataforma de Género y Sustentabilidad, Bases para la Revisión de los Acuerdos de la Cumbre de la Tierra, Mayo 2002”, Proyecto: “Hacia Río+10: Construcción de una Plataforma de trabajo entre organizaciones del movimiento ambientalista-ecologista y de mujeres-feminista”.— Fundación Heinrich Böell. 134 Efectivamente, la diversidad de aspectos que inciden en el deterioro del medio ambiente, obligan a las mujeres a recorrer cada vez más distancias largas para encontrar madera como combustible y agua para el consumo doméstico o a pagar cada vez mayores sumas para adquirirlas -cabe recordar que en Centroamérica, más del 50% de la población rural depende de la leña como fuente de energía. En Honduras, por ejemplo, esta cifra asciende al 62%, mientras que en El Salvador es del 57%-76. Así, día a día, las mujeres tienen que trabajar cada vez más duro para conseguir y manejar sus suministros de agua, obtener sus combustibles, cultivar suelos marginales y exhaustos, y alimentar adecuadamente a sus familias. La restricción de las mujeres en este sentido compromete negativamente su salud, su seguridad, su desarrollo personal y el de sus familias y comunidad.77 A contracorriente de esta situación, Centroamérica ha sido pionera en cuanto a la gestión de un movimiento de mujeres en torno al manejo y uso de los recursos naturales.78 Sin duda, en este tema es indispensable retomar los planteamientos y experiencias de Lorena Aguilar R. y el equipo de trabajo de UICN, pues han inspirado a muchos otros grupos en la región -específicamente en México- y fuera de ésta. Entre las principales sugerencias encontramos: a) Desarrollar acciones, a nivel gubernamental, que protejan el derecho de la mujer a tener acceso a los recursos naturales, de los cuales depende su vida. b)Identificar obstáculos que limitan la participación de la mujer en los programas de conservación y recursos naturales renovables y no renovables. c) Buscar mecanismos que eviten obstáculos legales y administrativos que limitan el acceso a la tierra y el crédito para la mujer. d)Crear mecanismos que permitan a la mujer transmitir sus conocimientos, experiencias y relación con los bosques, como un aporte fundamental en los planes de conservación y desarrollo. e)Crear espacios que permitan la participación de la mujer en la planificación, ejecución y seguimiento de los planes y estrategias de conservación y desarrollo. f) Garantizar la participación de la mujer en los proyectos de desarrollo forestal de la región centroamericana. Además de las mujeres organizadas en torno a temas ambientales, algunos sectores, como el de los campesino-indígenas y diferentes sectores vinculados al medio rural (ONG, academia), están incursionando en los temas del medio ambiente y desarrollo sustentable planteando que es necesario tomar en cuenta los siguientes aspectos: 1. Resolver los problemas de acceso a los recursos naturales y productivos. 2. Integración vertical y horizontal de los sistemas productivos. 3. Asegurar la conservación de la capacidad productiva de los ecosistemas. 4. Desarrollo de nuevas formas de gestión organizada y colectiva de los agroecosistemas. 5. Contrarrestar la caída de los precios de los productos agropecuarios en el mercado mundial a través de la promoción de mercados justos y sustentables, que ligan directamente a pequeños productores y consumidores. “La viabilidad de la estrategia del desarrollo sustentable requiere de la valoración de los mecanismos e instrumentos organizativos de que dispone el sector de los pequeños y medianos productores/as, lo 76 Lori Ann Thrupp. “La Perspectiva de Género en el Manejo de Bosques en América Central: La integración de la Mujer a las Iniciativas de Política Forestal”.— Center for International Development and Environment, en colaboración con Arleen Mayorga, Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales de Nicaragua, 1994. 77 Conexiones no escritas, género, agua y pobreza.— Fuente de Información Organización de las Mujeres para el Ambiente y Desarrollo (WEDO). Traducción de su versión en inglés, Unidad Coordinadora de Participación Pública y Equidad, Semarnat. DE: WEDO). DE: http:// www.wedo.org/sus_dev/untappedsp1.htm Para UNIFEM, el agua es considerada como un bien público, un derecho humano y no una simple mercancía que se comercie en el libre mercado. Las mujeres son responsables de buscar las fuentes de agua, identificar su calidad higiénica y calcular la cantidad que necesitarán. Sin duda que estas decisiones, en esta era global dependen de su posición social, ubicación geográfica y las fuerzas del mercado, una variable determinante de la pobreza y explicativa de la feminización de ésta. UNIFEM. “Mujer, medio ambiente, agua: reflexiones sobre la promoción y protección del derecho de las mujeres al agua”.-mayo 2003. DE: http://www.cinu.org.mx/eventos/agua/presUNIFEM.doc 78 Lorena Aguilar R. Centroamérica: el reto del desarrollo sostenible con equidad.— UICN, 1995. 135 cual se puede alcanzar mediante las siguientes acciones: participación y representación en los espacios políticos donde se definen las líneas económicas; revalorización del sector campesino como sujeto económico, como agente activo en la generación de planteamientos y como referente de la cultura que ha contribuido a forjar las identidades nacionales.”79 Temas como el de la crisis social y ambiental generada por la caída internacional de los precios del café, principal sustento de la mayoría de las familias campesinas de la región y que ha provocado una severa hambruna de productores/as, jornaleros/as, y la emigración masiva de la región; el pago por servicios ambientales prestados por la producción campesina cafetalera bajo sombra, por el manejo silvícola sustentable de las empresas comunales, etc. y el impacto de los proyectos mesoamericanos como el del Corredor Biológico Mesoamericano, deben incorporarse más decididamente a la agenda de las mujeres organizadas en esta área. Para concluir, consideramos importante citar las propuestas de las mujeres organizadas que participaron en el Tercer Foro Mesoamericano Frente al PPP (Movimiento Mesoamericano por la Integración Popular) en Nicaragua, pues giran específicamente en torno a los desafíos ambientales que supone la ejecución de dicho plan.80 RIESGO: ALTERNATIVAS: - Productos agrícolas de exportación y cultivo de peces y camarones. Eso significa una grave dependencia de los precios internacionales y debilitamiento del mercado interno, porque si todo el mundo sólo piensa en exportar, ¿qué vamos a comer aquí? - Exigir que el Gobierno priorice la producción campesina para autoconsumo y el mercado nacional, en vez de promover únicamente las agroexportaciones. - Insistir en la necesidad de una reforma agraria integral que beneficie a las personas excluidas, en especial a las mujeres, y les garantice el derecho a la tierra propia. - De preferencia, consumir productos fabricados en nuestro país, en vez de los importados. Así se podría estimular la producción campesina para el mercado nacional y se fortalecería la soberanía alimentaria (independencia de otros países para alimentarnos). - Plantaciones forestales o de especies exóticas (helechos, orquídeas, plantas medicinales). Igualmente dependerá de precios internacionales, que bajan cada vez que los países en desarrollo aumentan la producción. - Combinar esta clase de cultivos con los cultivos tradicionales, con el fin de reducir la dependencia de los precios internacionales y fortalecer la soberanía alimentaria de los países y de cada familia campesina. - Biotecnología (por ejemplo, producción de semillas). Como no se tiene suficiente nivel de desarrollo científico para impulsar esta clase de tecnología y carece de marco legal sobre temas de biodiversidad, patentes y productos transgénicos -aquellos que provienen de diferentes especies animales y vegetales combinados mediante ingeniería genética- compañías extranjeras se van a aprovechar de nuestras riquezas naturales. También aumentará la dependencia del campesinado de las semillas importadas. Cada año tendrán que comprar semillas caras y si no las compran, no tendrán nada qué sembrar. - Rechazar semillas transgénicas provenientes de los países desarrollados. - Exigir que los productos transgénicos sean etiquetados, para que las y los consumidores puedan rechazarlos. - Promover el desarrollo científico en nuestros países para mejorar nuestras propias semillas. - Ampliar el movimiento de productores y mejoradores de semillas. Crear bancos de semillas criollas. 79 Wilber Zavala. Op. Cit. 80 La Boletina, publicación de Puntos de Encuentro. DE: http://www.puntos.org.ni/ 136 - Cuidado de áreas naturales protegidas (bosques, - Salvaguardar la riqueza biológica del Corredor etc.). Puede conducir a la privatización de estas Mesoamericano y rechazar su privatización. áreas y al desplazamiento forzado de los pueblos - Exigir que por fin sea reglamentada la Ley de indígenas que allí habitan. Autonomía de la Costa Caribe, con el fin de hacer efectivos los derechos de los pueblos indígenas y comunidades afrocaribeñas. - Exigir la inmediata demarcación de tierras indígenas. - Turismo (rural, de playa, de aventura, ecológi- - Exigir que las pequeñas empresas turísticas tenco, histórico, cultural, etc.). En esta lista no está gan incentivos eficaces para su desarrollo. el llamado “turismo sexual”, que suele acom- - Exigir financiamiento para impulsar el turismo pañar el desarrollo de otras clases de turismo y histórico y cultural, basado en el respeto a la dino tenemos marco legal eficaz para castigar a los versidad cultural. abusadores. Los incentivos para las pequeñas empresas turísticas todavía no son suficientes, tampoco hay financiamiento para desarrollar turismo histórico y cultural. Se benefician principalmente las empresas grandes, que a menudo tienen un impacto negativo en el medio ambiente y en la vida de las comunidades aledañas. - Construcción de carreteras, represas, ductos pe- - Vigilar muy de cerca los avances de los megatroleros, etc. Para las constructoras nicaragüenproyectos -unos proyectos muy pero muy grandesses será difícil competir con las empresas de otros para poder dar señal de alerta si hay riesgos para países más adelantados, como, por ejemplo, Méel medio ambiente o amenazas de desplazamixico, y existe el peligro de que desaparezcan. ento forzoso de la población. - Exigir la construcción de caminos y carreteras internas que la población necesita para sacar sus cosechas y comunicarse. - Industria petrolera. Si en Nicaragua hay petróleo, - Estar pendientes del avance de las exploracasi todas las ganancias serán para las compañías ciones, informar sobre cualquier problema a extranjeras que vayan a explotarlo; además, imtravés de los medios de comunicación con el fin plica serios riesgos para el medio ambiente. de influir en la opinión pública y trabajar en coordinación con las ONG expertas en temas de la protección ambiental. - Exigir del Gobierno la promoción de fuentes alternativas de energía, menos dañinas para la naturaleza: el viento, el calor generado por volcanes, etc. 137 4. Desafíos políticos “Las dificultades del acceso de las mujeres al poder público se refieren no solamente al cambio de las condiciones generales del ejercicio de su ciudadanía (dificultades domésticas, adquisición de capacidades, etc.), sino a la resistencia tácita y/o explícita que se manifiesta desde el poder masculino. Para nosotros esto es importante, precisamente cuando tomamos en consideración el gran cambio dado en las últimas décadas por las mujeres latinoamericanas en cuanto a sus capacidades simbólicas: conforme las mujeres estén mejor preparadas para ejercer una ciudadanía activa y participar en los espacios de poder, se hará más evidente la resistencia del poder masculino y, así, la necesidad que tienen los hombres de optar entre la corresponsabilidad o el conflicto genérico”. Ana Isabel García Q. y Enrique Gomáriz M. 4.1. Participación y liderazgo en los poderes formales Como puede observarse en el siguiente cuadro, en la región existe una limitada participación sociopolítica de las mujeres, la cual difícilmente se corresponde a la dinámica incorporación de las mujeres al mercado laboral, por cierto en condiciones muy desventajosas. Cuadro 7. Mujeres en la política, 1999 (% de participación) País Belice Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras México Diputados y Ministros 13.5 35 9.5 8.8 5.5 Titulares del Ejecutivo 11.1 28.6* 15.4 7.1 33.3 Nicaragua Panamá 19.5** 20.7 9.9 s/i 23.1 20 * Dato anterior a las últimas elecciones. ** Calculado para México con los datos de los estados de: Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Q.Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán. Fuente: PNUD, Índice de Desarrollo Humano 2002. Efectivamente, en lo que se refiere a la participación de las mujeres en los diferentes ámbitos del ejercicio público su participación ha sido y sigue siendo mucho más lenta y permeada -como en todos los campos- de una subordinación que impide un impacto claro en las esferas del poder político y social local, nacional y regional. Como afirman T. Valdés e I. Palacios en su valioso trabajo Participación, liderazgo y equidad de género en América Latina y El Caribe: “Si la participación remite a la idea de influir en la vida pública, el liderazgo lo hace a la capacidad de transformar la realidad y llevar a cabo proyectos de cambio social. Ambos conceptos apuntan a la idea de que su ejercicio pleno ayudaría a la conformación de una democracia pluralista, representativa y participativa... superar las dificultades que enfrentan las mujeres supone eliminar las barreras que inhiben su participación y crear condiciones que la faciliten. Para revertir esta situación debe confluir la voluntad de los poderes de Estado de avanzar en la equidad de género a través de la adecuación de la legislación y su fiscalización, el diseño y puesta en práctica de políticas públicas y la entrega de recursos para ello; también, la voluntad de los partidos políticos, los agentes económicos y culturales. Supone, asimismo, eliminar o disminuir aquellos elementos subjetivos que actúan como obstáculos para una vida política activa por parte de las mujeres, como son el temor a la competencia con los hombres, la inseguridad en las propias capacidades, la internalización de estereotipos respecto del tipo de rol que les cabe asumir, entre otros.”81 81 Teresa Valdés e Indira Palacios. Participación, liderazgo y equidad de género en América Latina y El Caribe.-CEPAL: Santiago, Diciembre de 1999. 138 Uno de los primeros obstáculos que se tuvieron que superar fue el de la obtención de la ciudadanía de las mujeres. En la región, la obtención de la ciudadanía formal más antigua se remonta al año de 1946 y al año de 1955 las más recientes (ver el siguiente cuadro). El derecho de las mujeres a votar tiene importancia en sí mismo, pero también significó un paso decisivo para que las mujeres accedieran a la toma de decisiones en la esfera pública, pues estuvo ligado a la posibilidad de ejercer cargos de representación, ministeriales, judiciales, etc. En esta lucha por alcanzar y disfrutar los derechos, las mujeres han continuado luchando por que sus gobiernos adopten la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, “que constituye un instrumento jurídico de carácter internacional, que obliga a los países que la han ratificado a establecer agendas de acción nacionales para el avance de las mujeres y la equidad de género y a garantizar su cumplimiento.”82 Aunque la mayor parte de los países ratificaron la Convención desde 1981, algunos tuvieron que esperar casi diez años más. Cuadro 8. Años de obtención del voto femenino y de ratificación y firma de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer en Centroamérica y México País Belice Costa El Salvador Guatemala Honduras México Nicaragua Panamá Rica Año obtención del voto femenino 1954 1949 1950 1946 1955 1953 1955 1946 Año de ratificación y firma de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer 1990 1986 1981 1982 1983 1981 1981 1981 Fuente: Teresa Valdés e Indira Palacios, Participación, liderazgo y equidad de género en América Latina y El Caribe, CEPAL. La incorporación de mujeres en el poder ejecutivo, ocupando las principales carteras de los ministerios o secretarías de Estado en la región Mesoamericana se inició en el año 1950 en Panamá, con una Ministra en la cartera de Trabajo, Previsión Social y Salud Pública. Sin embargo, la mayoría de los ministerios ocupados por las pioneras se relacionaron con el área social: educación, salud, trabajo y bienestar social, justicia. Ninguna mujer fue designada en economía, finanzas, defensa y mucho menos, en ministerios eminentemente políticos. Lo anterior prevalece hasta la fecha en prácticamente toda la región, con algunas excepciones, pues en dos países una mujer ha accedido a la Presidencia (Nicaragua: 1989 y Panamá 1999) y en 3 países han ocupado el cargo de vicepresidentas (Costa Rica: 1998; Honduras: 1997 y Nicaragua: 1995), además en los últimos años se ha ampliado el abanico de carteras que ocupan las mujeres, aunque todavía hay áreas que no han dirigido nunca. A nivel del ejercicio del poder local -llámense alcaldesas, presidentas o ejecutivas municipales-, encontramos que en la región el porcentaje más elevado lo ocupa Nicaragua, pero solamente con un 20% del total de las entidades locales, destacando Guatemala donde sólo una proporción de un 1% de las alcaldías son ocupadas por mujeres. 82 Íbid. 139 Cuadro 9. Participación de las Mujeres en entidades de poder local en Centroamérica y México País Nicaragua Panamá Honduras El Salvador Costa Rica México Guatemala Año 1996 1999 1994 1998 1998 1998 1994 Total 145 73 291 ... 81 2,418 330 Mujeres Porcentaje de mujeres en el total Título 30 20.7 Alcalde 10 13.7 Alcalde 37 12.7 Alcalde ... 8.4 Alcalde 4 4.9 Ejec. Municipal 79 3.3 Pdte. Municipal 4 1.2 Alcalde Fuente: Teresa Valdés e Indira Palacios, Participación, liderazgo y equidad de género en América Latina y El Caribe, CEPAL. Respecto a los partidos políticos, siguiendo las tendencias mundiales, encontramos que en prácticamente todos se han conformado ramas, frentes, secretariados y comisiones técnicas femeninas. Sin embargo, los objetivos para tener una representación específica de las mujeres han sido variados pues en algunos sólo “representan una forma eficaz de incrementar la presencia de mujeres y su acceso a puestos de mayor jerarquía. La legitimidad de estas instancias varía entre los partidos y mientras en algunos casos se trata de entidades con poder de influencia y fuerte raigambre en la base social, con capacidad para producir cambios, en otros se trata de instancias sin poder real alguno, marginadas de la toma de decisiones.”83 En los últimos años, una de las discusiones más significativas en el tema de equidad de género se ha dado alrededor del tema de las cuotas partidarias. Aunque no existe una tendencia uniforme en cuanto a adoptar las cuotas o no, ni al hecho de que por contar con una política de cuotas se adopte una perspectiva de género en la acción política, en aquellos que las han adoptado ha mejorado la representación de las mujeres. En lo que respecta a la Legislación, aunque ha aumentado el número de mujeres legisladoras -cabe destacar que son las mujeres parlamentarias (senadoras y diputadas, titulares y suplentes) las que introducen iniciativas de ley referidas a la defensa y promoción de los derechos de las mujeres- y se cuenta con un abanico de leyes y mecanismos para promover los derechos de las mujeres, si bien “hace falta monitorear su aplicación e invertir mayores esfuerzos para que las mujeres conozcan el contenido de las leyes y tengan acceso efectivo a los mecanismos instalados para su aplicación. Es preciso mostrar y demostrar una voluntad consecuente para superar los obstáculos que impiden la aplicación efectiva de las leyes.”84 4.2. Las acciones institucionalizadas Aunque en la región existe una política decidida en torno a la creación de instituciones especializadas para atender la desigualdad que sufren las mujeres en la sociedad, y en éstas se desarrollan un sinnúmero de acciones relacionadas o no con la perspectiva de género -como asistencia social, campañas y difusión (comunicación), capacitación, desarrollo de la comunidad y apoyo a la economía familiar, educación, fomento productivo, micro créditos, microempresas, mujeres rurales, presupuestos, procuración de justicia, proyectos productivos, salud, salud y alimentación, sensibilización y capacitación, violencia y violencia intrafamiliar, coordinación interinstitucional-,85 no podemos decir que exista un balance sobre el impacto que han tenido sus actividades en términos de modificar la situación local de las mujeres. Es una tarea pendiente muy importante.86 Es interesante observar que la institución más joven de la región (aunque tuvo antecedentes en otras instituciones con diversos nombres y atribuciones) es la mexicana. 83 Íbid. 84 María Teresa Blandón. “Liderazgo de la mujer: teoría y práctica”, Seminario del BID/PROLID, México, agosto de 2000. DE: http://www.iadb.org/ sds/doc/ProleadLiderazgoBlandon.rtf 85 Ver Anexo 2: Políticas estatales institucionales hacia las mujeres en Estados seleccionados de México. 86 Existe una “Red de Mecanismos Nacionales para el Adelanto de la Mujer de América Latina y el Caribe”, cuya coordinación regional está asignada actualmente a la República de Guatemala, en particular a la Secretaría Presidencial de la Mujer y cuya coordinación de la SubRegión de México, Centroamérica y Caribe, está a cargo de México. V. Encuentro Regional de Mecanismos Nacionales para la Promoción de la Mujer.Managua, 22 agosto de 2002. 140 También es necesario romper con la práctica de muchos gobiernos de la región de suscribir acuerdos internacionales y no responder por su cumplimiento efectivo, ya sea porque no cuentan con los medios o porque carecen de voluntad política para hacerlo. Cuadro 10. Mecanismos nacionales para el adelanto de la mujer País Belice Año 1993 Nombre Department of Women’s Affairs Costa Rica El Salvador 1998 1996 Guatemala Honduras México* Nicaragua Panamá 2000 1999 2000 1987 1998 Instituto Nacional de las Mujeres Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer Secretaría Presidencial de la Mujer Instituto Nacional de la Mujer Instituto Nacional de las Mujeres Instituto Nicaragüense de la Mujer Dirección Nacional de la Mujer *Estado Campeche Chiapas Guerrero Oaxaca Puebla Quintana Roo Tabasco Veracruz Yucatán Año 2000 2001 1998 2000 1999 1998 2002 1999 1999 Dependencia Ministerio de Recursos, Asuntos de la Mujer y de la Juventud Consejo de Gobierno Ministerio de la Presidencia Presidencia de la República Presidencia de la República Secretaría de Gobernación Ministerio de la Familia Ministerio de la Juventud, la Mujer, la Niñez y la Familia Dependencia Instituto Estatal de la Mujer Instituto de la Mujer Secretaría de la Mujer Instituto de la Mujer Oaxaqueña Instituto Poblano de la Mujer Instituto Quintanarroense de la Mujer Programa de la Mujer Programa Estatal de la Mujer Instituto para la Equidad de Género en Yucatán Fuente: Teresa Valdés e Indira Palacios, Participación, liderazgo y equidad de género en América Latina y El Caribe, CEPAL y elaboración propia para México. En lo que se refiere a los planes concretos de desarrollo para el mejoramiento de las condiciones de las mujeres, no se tuvo acceso a la información de todos los países de la región. Para el caso de México, podemos afirmar que mientras en el discurso -planes, programas, etc.- se ha manejado la posibilidad de desarrollar una política construida sobre la base de un proceso de participación democrático de las mujeres, diseñada y discutida con su intervención y con la aplicación de metodologías específicas para su participación, en la práctica esto no se ha logrado. De este modo, planes van, planes vienen, se instalan programas específicos dirigidos a diferentes sectores -campesinas, obreras, etc.- que se eliminan después, surgen discursos y siguen pasando los años sin que se cuente con una política integral, que elabore un diagnóstico completo de su situación, a partir de la participación activa de los sujetos y que abarque las problemáticas regionales y sociales específicas de las mujeres, de sus condiciones de vida, de su participación, de sus intereses y necesidades, etc. Diagnóstico que permita llegar a tener una determinación clara de política, con objetivos, metas cuantificadas y definidas en el tiempo y una construcción de estrategias, acciones e instrumentos para que realmente pueda impactar en cambiar la actual situación de pobreza y desigualdad genérica en que se encuentran la mayor parte de las mujeres mexicanas. 4.3. Violencia La violencia contra las mujeres constituye otro tema fundamental que destacar en términos de los desafíos de las mujeres en la región, pues ésta es una de las manifestaciones más evidentes de las desigualdades 141 económicas, políticas, sociales y culturales entre hombres y mujeres, que determina que una de cada cinco mujeres de la región sufra este fenómeno y que les impide disfrutar de sus derechos humanos fundamentales.87 Aunque carecemos de datos que aportar en términos de toda la región Mesoamericana -precisamente por la invisibilización común de esta problemática- la escasa información apunta datos realmente escandalosos. Para muestra, los abundantes y precisos informes que proporciona el Instituto Nacional de las Mujeres de Costa Rica: “En Costa Rica, la violencia contra las mujeres ha cobrado en esta década, promedialmente, la vida de dos mujeres cada mes, asesinadas a manos de conocidos y desconocidos. Esta es sólo una de las más visibles e irreparables consecuencias de esta agresión cotidiana que sufren las mujeres costarricenses”.88 Recientemente se llevó a cabo una reunión internacional latinoamericana sobre el tema89 y en ella se expuso que cualquier forma de violencia hacia las mujeres, tanto en el ámbito público como en el privado, además de constituir una violación a los derechos humanos, es un obstáculo para la equidad y un problema de justicia social. Se planteó también la necesidad de emprender acciones conjuntas y coordinadas por parte de todos los sectores, que garanticen la protección y el respeto a los derechos humanos de las mujeres tomando en consideración las diversidades de edad, etnia, clase social, orientación sexual y creencias religiosas, entre otras. Entre las consideraciones finales de la reunión -que nos parecen medulares en cuanto a posibles acciones públicas o institucionales para la región- están: • El Estado debe garantizar el respeto, protección y ejercicio de los derechos humanos de las mujeres, incluidos sus derechos a una vida libre de violencia y a la salud integral y al ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos, mediante mecanismos de protección eficaces y accesibles a las mujeres, para que de esta manera se propicie el ejercicio pleno de su ciudadanía y su empoderamiento. • El Estado debe garantizar el pleno acceso de las mujeres a la justicia asegurando la aplicación efectiva de la legislación nacional vigente, en correspondencia con las convenciones internacionales ratificadas sobre los derechos humanos de las mujeres. • En casos de violación, instan a los gobiernos a promover y facilitar la anticoncepción de emergencia, la prevención y tratamiento de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), incluyendo el SIDA y el acceso a servicios seguros para la interrupción legal de un embarazo, así como asegurar atención especializada a menores de edad en casos de incesto. • La definición de la violencia de género como un problema de salud pública, responsabilizando a este sector en su tratamiento y en el aporte de respuestas integrales en la atención que consideren el bienestar emocional, mental y físico a lo largo del ciclo de vida de las mujeres, enfatizando la protección de las migrantes y a quienes conforman grupos étnicos discriminados. • Se deben crear estrategias educativas y de sensibilización, en especial a través de los medios de comunicación, que fomenten la participación de la sociedad y promuevan una cultura de no violencia, como herramienta fundamental para evitar la reproducción del fenómeno, así como eliminar estereotipos y actitudes que legitimen o exacerben la violencia contra las mujeres y las niñas. 4.4. Participación en las organizaciones sociales En este tema, y en todos, cabe destacar el papel que las organizaciones civiles de mujeres y mixtas de toda la región han tenido a lo largo de los años. Como afirman T. Valdés e I. Palacios: “muy especialmente, después de la década de 1970 las organizaciones sociales de mujeres tuvieron un importante papel en los distintos países. Se conformó entonces un movimiento amplio que reunió desde organizaciones vecinales y barriales hasta organizaciones políticas de mujeres. A estos decenios corresponde el florecimiento de organismos no gubernamentales, pequeñas instituciones sin fines de lucro destinadas a la promoción de las mujeres y 87 La violencia contra las mujeres comprende la violencia física, sexual y psicológica en la familia, la violencia en el ámbito de la comunidad, incluidas las violaciones, el abuso sexual, el hostigamiento en el trabajo y en instituciones educacionales, la trata de mujeres y la prostitución forzada, la violencia física, sexual y psicológica perpetrada o tolerada por los Estados dondequiera que ésta ocurra (Plataforma de Acción de Beijing, 1995). 88 V. http://www.rlc.fao.org/mujer/ 89 V. Simposio 2001: Violencia de género, salud y derechos en las Américas. Informe final.— Cancún, México, 4 al 7 del junio de 2001. DE: http:// www.paho.org/spanish/hdp/hdw/Symposium2001FinalReportsp.htm 142 también a la investigación. La creación de casas y espacios de mujeres, de centros de información, de casas de acogida para mujeres golpeadas fueron conformando una red de apoyo en comunidades y ciudades.” La articulación y coordinación entre organizaciones de diferentes países se fue incrementando a partir de los años setenta, sobresaliendo la realización de los Encuentros Feministas de América Latina y el Caribe, iniciados en 1981 en Colombia. Estos congregaron primero a cientos y después a miles de feministas de la región. Estos eventos son la culminación de congresos y reuniones realizadas en los diferentes países y son de gran relevancia como expresión de identidad y también por los debates feministas que allí se dan. Otra de las principales formas de acción política de las mujeres -a nivel nacional y regional- han sido las redes temáticas. “Las organizaciones y organizaciones no gubernamentales de mujeres han conformado redes temáticas, en los ámbitos de la salud, violencia, trabajo, educación de adultos, etc., y también en otros sectores específicos como son los que comprenden a las mujeres negras, indígenas y lesbianas. Esta modalidad se extiende a toda la región retroalimentándose las redes nacionales que las integran.”90 La creciente consolidación e institucionalización del movimiento de mujeres regional -creación de pequeñas instituciones no gubernamentales- favoreció la especialización en su trabajo, modificó la relación con los organismos públicos, pero también dio origen a fuertes tensiones dentro del movimiento, particularmente porque se generaron dificultades con las organizaciones sociales de base y por las relaciones establecidas con el Estado, en especial por la crisis de financiamiento internacional hacia estas instituciones. Esta tendencia ha continuado hasta la fecha y es importante discutirla. A nivel de los retos planteados, sólo señalaremos dos opiniones relativas a este tema.91 Hay quienes sostienen que el fortalecimiento de los procesos de empoderamiento en el ámbito de las organizaciones de mujeres acarreará como consecuencia un cambio de los estilos de liderazgo y participación en las organizaciones mixtas de la comunidad, haciéndolas más democráticas y participativas; generará condiciones positivas para la negociación y la movilización comunitaria favorable a los intereses de las mujeres; fomentará la cooperación de los varones en la promoción de los derechos de la mujeres. “Siguiendo esta lógica el ‘fortalecer las organizaciones de mujeres’ es un objetivo y un instrumento de los procesos de desarrollo y democratización. Es objetivo en cuanto se crean condiciones para que la organización genere beneficios y, con mayor eficiencia, satisfaga los intereses inmediatos de sus participantes. A través de las organizaciones se pueden ofrecer recursos como habilidades, nuevos conocimientos y actitudes hacia las esferas de afiliación e identidad menos permeables, pero más sostenibles, de redes ya establecidas o densamente relacionadas”.92 Sin embargo, otro aspecto relacionado, “donde es difícil no caer en el peligro de confundir los medios y los fines es en la participación y el trabajo de las organizaciones no gubernamentales y sociales. En los últimos años, fruto de las nuevas políticas de ajuste y de crecimiento que planteaban una menor intervención del Estado, unos menores gastos del mismo y una mayor eficiencia en el uso de los recursos públicos para conseguir una mayor competencia económica, se ha producido una retirada del Estado de algunos terrenos. Esto ha reforzado el papel de las organizaciones no gubernamentales y los movimientos de base como provisores de una serie de servicios a la comunidad. Sin discutir lo positivo de la intervención de la comunidad y de sus organizaciones en los problemas que les afectan, existe la posibilidad de que sean utilizadas como forma más eficiente de provisión por el ahorro de recursos que puede suponer su trabajo gratuito en el bienestar comunitario, más que por objetivos de participación política o potenciación de los y las afectadas.” 93 90 T. Valdés e I. Palacios, Op.cit. 91 En este sentido T. Valdés e I. Palacios afirman que “La crisis de financiamiento que han enfrentado en muchos países ha tenido como consecuencia que deban acudir en mayor proporción a las licitaciones y propuestas de los organismos públicos. Allí actúan en su rol técnico profesional, como ejecutoras de programas o de consultorías y pierden en gran medida su rol político. Ello ha relevado los temas de la autonomía del movimiento y las formas en que debe relacionarse con el Estado. Esta tensión se agudizó porque los mecanismos gubernamentales han asumido en una medida importante la que fuera la agenda del movimiento en los años setenta y ochenta. Asimismo, profesionales y técnicas del ámbito no gubernamental de mujeres se incorporaron a las instancias y espacios creados en organismos públicos a partir de la elaboración de políticas de igualdad. En muchos países han colaborado activamente en la incorporación de la agenda de la equidad en las políticas. No obstante, estos significativos aportes han tenido consecuencias para el mundo no gubernamental y el mayor desafío ha sido proyectar una nueva agenda de las mujeres para el tercer milenio, a partir de los logros alcanzados hasta hoy.” Ibid. 92 Astrid Bant Haver. Op.cit. 93 No podemos olvidar que este trabajo comunitario gratuito está generalizado en el caso de las mujeres y contribuye a que tengan una mayor carga de trabajo. Ana Isabel García Q. y Enrique Gomáriz M. “Género y ciudadanía...”. Art.cit. 143 Finalmente, respecto a la información sobre participación femenina en organizaciones gremiales, encontramos que existe en la región una gran heterogeneidad. Desde la total ausencia de mujeres en sindicatos y organizaciones campesinas, hasta una proporción de 60% de mujeres en cargos directivos. En general, puede decirse que se mantiene la situación de subrepresentación de las mujeres en las distintas esferas de poder. Los desafíos en esta área se relacionan con las consecuencias de la globalización, la integración de mercados, la flexibilización y precariedad laboral, la desregulación estatal, etc., de aquí la gran importancia de mejorar la condición de las mujeres. Para concluir esta sección, retomaré las palabras de las multicitadas T. Valdés e I. Palacios: “La ciudadanía pareciera ser una realidad contradictoria y esquiva para las mujeres de nuestros países, pues si bien se ha avanzado significativamente en los derechos políticos y civiles, los derechos económicos, sociales y culturales no se han logrado plenamente. Se trata de derechos que requieren que el Estado juegue un papel activo y precisamente asistimos a una etapa caracterizada por el retiro del Estado de las tareas de protección social... En este sentido, los procesos de modernización y reforma del Estado, de descentralización y globalización, han incorporado fuertes tensiones en relación con la participación para las mujeres. Los actores institucionales respectivos no siempre consideran el respeto al derecho a tener derechos y a participar en el debate público del contenido de las normas, leyes y políticas, es decir, el ejercicio de la ciudadanía. Se trata de procesos que en su conjunto presentan déficit de ciudadanía.” 94 Entre las recomendaciones que apuntan hacia los gobiernos están: a) fortalecer los mecanismos institucionales que favorezcan la paridad y promuevan la participación de las mujeres; b)crear espacios de diálogo efectivo -con capacidad decisoria- con la sociedad civil y sus representantes en materias de programación y planificación de políticas públicas; c) destinar en forma sostenida un mayor porcentaje de recursos para políticas públicas con perspectiva de género y dirigidas a las mujeres; d)desarrollar políticas públicas coherentes dirigidas a la equidad de género; e)trabajar intersectorialmente en pro de la equidad de género y desarrollar campañas hacia el ámbito interno del Estado y la sociedad en su conjunto a fin de ir eliminando prácticas discriminatorias en contra de las mujeres. 5. Conclusiones A lo largo del documento, se señalaron diversos desafíos de las mujeres de la región Mesoamericana sociales y culturales, económicos, ambientales y políticos-, destacando que tanto en lo individual como en el conjunto, las mujeres reclaman el derecho a tener derechos y no sólo la igualdad formal de contar con las mismas oportunidades. En el fondo, el planteamiento se centra en la demanda de constituirse como miembros plenos y participativos de la vida social en todas sus dimensiones. Sin duda, materia urgente son los desafíos sociales y culturales, especialmente en salud y educación. En materia de salud, es necesario que los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, garantizados en diversos acuerdos internacionales, realmente sean respetados, específicamente que se respete el contenido de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, suscrito por todos los países de la región. Por otra parte preocupa la tendencia privatizadora de los servicios de salud y los recortes presupuestales que han sufrido en este renglón casi todos los países mesoamericanos. Respecto al tema de educación, las mujeres confrontan el desafío de alcanzar una educación no sexista, con un claro enfoque de equidad de género, intercultural y con una perspectiva de sostenibilidad ambiental. La relación de la permanencia de las niñas en la escuela con la existencia de servicios básicos, como el abasto de agua y de todos los servicios e infraestructura básica para todas las comunidades urbanas y rurales, requieren de políticas que consideren las necesidades de las mujeres. Los desafíos económicos señalados en el documento son tan grandes como la desigualdad que impera en la región, resultado de la aplicación del modelo económico dominante. En este sentido, el “gran 94 T. Valdés e I. Palacios. Op.cit. 144 desafío” se define en torno a las actuales condiciones de desigualdad imperantes en la región, ya que no sólo impiden una ciudadanía plena de las mujeres, sino que las dividen en ciudadanas de primera, de segunda y hasta de tercera, dependiendo del número de inequidades que acumulen. Por ello, es indispensable desarrollar políticas tendientes al fortalecimiento de la ciudadanía de las mujeres, que permitan garantizar su plena participación en la vida social, económica y política. Esto sólo será posible si son satisfechas sus necesidades más apremiantes; por ello, se afirma que las políticas económicas no pueden ir separadas de las políticas sociales, como hasta ahora lo han hecho las políticas antipobreza aplicadas. Además, debe efectuarse una evaluación tanto de dichas políticas, como de aquellas que contemplan la creación de instituciones especializadas para atender la desigualdad que sufren las mujeres en la sociedad, requiriéndose que esta evaluación contemple un balance sobre el impacto que han tenido sus actividades en términos de modificar la situación de las mujeres. Asimismo, deben apoyarse decididamente los esfuerzos de la sociedad civil organizada que busca construir mecanismos de seguimiento y vigilancia hacia diversas propuestas gubernamentales de desarrollo en la región y que proponen modelos alternativos para garantizar el ejercicio pleno de los derechos de los pueblos indios. Existe la necesidad de discutir el concepto de “ciudadanía laboral” regional y la viabilidad de que se desarrolle como un derecho fundamental, pues actualmente las condiciones en que se ha desarrollado la migración interregional e internacional han implicado violaciones permanentes a los derechos humanos y laborales de los migrantes en general y de las mujeres en lo particular. Los desafíos ambientales frente a la creciente pobreza de la región y la degradación ambiental, plantean la necesidad de diseñar verdaderas propuestas de desarrollo sustentable donde las mujeres estén incluidas con equidad de género. También se señalaron los esfuerzos organizados de las mujeres en torno a la lucha para evitar que los recursos naturales -en especial el agua- se conviertan en mercancías sujetas a procesos privatizadores. Aunque son múltiples las necesidades encontradas y en prácticamente todos los ámbitos, la caracterización de la situación actual de las mujeres no puede presentarse unilateralmente ya sea como “víctimas” de la inequidad o como “saludables” beneficiarias de las escasas mejoras obtenidas en los últimos años. Por ello, los desafíos deberían agruparse en torno a la necesidad de buscar en dónde centrar nuestros esfuerzos, mujeres y hombres, indígenas y mestizas, sociedad y gobiernos. De proponer y discutir por dónde avanzar para alcanzar los cambios que se requieren de manera urgente. Efectivamente, y de manera reiterada, se trata de uno de los más grandes retos: luchar y construir un mundo donde pobreza, discriminación, y desigualdad no sean destino para la mayoría de las mujeres Mesoamericanas. En este sentido, el desafío es construir una hermandad que nos permita alcanzar una vida digna que considere el ejercicio pleno de los derechos de mujeres y de hombres. ¿Qué tanto las políticas públicas y las instituciones especializadas han dado paso en ese sentido?, ¿cómo acortamos las abismales distancias entre políticas económicas vigentes y políticas sociales “de remedio”?, ¿por dónde empezamos cuando se trata de resolver tantas y tantos asuntos? Comprendemos que ningún cambio sustancial se dará por decreto, éstos ayudan a defendernos, pero sólo la participación organizada y consciente de las mujeres será capaz de consensar acciones colectivas prioritarias. 145 Bibliografía Aedo, María Paz y Flavia Liberona. “Hacia una Plataforma de Género y Sustentabilidad, Bases para la Revisión de los Acuerdos de la Cumbre de la Tierra, Mayo 2002”.— Fundación Heinrich Böell. Aguilar R., Lorena. Centroamérica: el reto del desarrollo sostenible con equidad.— UICN, 1995. Arraigada, Irma. 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América Latina y el Caribe: Indicadores seleccionados con una perspectiva de género.— Santiago: CEPAL/ECLAC, julio 2002. Mujer rural, escolaridad y empleo en el Istmo Centroamericano. Hacia una identificación de áreas prioritarias de políticas públicas.— CEPAL, febrero de 2002. ___ 4’023,000 POBLACIÓN PORCENTAJE TOTAL HOMBRES COSTA RICA INFORMACIÓN DEMOGRÁFICA INEGI. XII Censo General de Población y vivienda, 2000. 51.4 50.6 48.8 51.8 51.8 51.6 50.5 50.1 51.2 PORCENTAJE MUJERES PORCENTAJE MUJERES 51.2 874,963 1’891,829 QUINTANA ROO TABASCO CAMPECHE PORCENTAJE HOMBRES POBLACIÓN TOTAL INFORMACIÓN DEMOGRÁFICA ANEXO 1. DATOS DEMOGRÁFICOS DE LOS PAÍSES DE CENTROAMÉRICA Y MÉXICO 150 Salud y alimentación. Educación. Mujeres Rurales. Proyectos productivos. Presupuestos. Sensibilización y capacitación. Campañas y difusión (comunicación). Microempresas. Violencia intrafamiliar. CHIAPAS ÁREAS PRIORITARIAS DE ATENCIÓN DE LAS MUJERES CAMPECHE ESTADO Modificación de la Ley de Asistencia Social para el Estado de Campeche (2001). Aprobación de la Ley de Prevención y Atención a la Violencia Intrafamiliar en el Estado de Campeche (2001). Revisión para su instrumentación del Reglamento Interior del Fondo de Financiamiento de Proyectos Productivos para la Mujer Campesina FIPROMUCAM, 1998. Creación del Instituto Estatal de la Mujer, el 19 de diciembre de 2000. Creación del Instituto de la Mujer. Conformación del Subcomité Especial de Equidad de Género (SEEG) al interior del Coplade. Revisión de la Ley de Prevención, Atención y Asistencia a la Violencia Intrafamiliar en Chiapas. A la par se revisan los códigos civil y penal y sus respectivos códigos de procedimientos para proponer iniciativas de reformas. Creación del Consejo Estatal para la Prevención, Atención y Asistencia a la Violencia Intrafamiliar. Se presentó a la LXI Legislatura del Congreso del Estado la Agenda Legislativa con visión de género. Priorización por consenso de acciones inmediatas con equidad de oportunidades para la participación de mujeres indígenas. Programas Microempresas Sociales y Microfinanciamiento para Mujeres Una semilla para crecer. Convenios de colaboración para la capacitación de funcionarios/as públicos/ as: PIEM-COLMEX, CESEM. Programa Mujeres trabajando unidas, como parte de los esfuerzos por generar metodologías de trabajo conjuntamente con ONG. Programa Desarrollo agroindustrial y artesanal para el estado de Chiapas. AVANCES LEGISLATIVOS Colaboración con INMUJERES para la formulación del Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y no Discriminación Contra las Mujeres 2001-2006 (PROEQUIDAD). Mejores condiciones para las jefas de familia, convenios de colaboración con INFONAVIT, Instituto de Vivienda del Estado de Campeche e INEA. Programa Mujeres en Desarrollo Rural. Fondo de Financiamiento de Proyectos Productivos para la Mujer Campesina. POLÍTICAS PÚBLICAS Y PROGRAMAS ESTATALES ANEXO 2. POLÍTICAS ESTATALES INSTITUCIONALES HACIA LAS MUJERES EN ESTADOS SELECCIONADOS DE MÉXICO (2003) 151 ÁREAS PRIORITARIAS DE ATENCIÓN DE LAS MUJERES Desarrollo de la comunidad y apoyo a la economía familiar. Proyectos productivos. Violencia intrafamiliar. ESTADO GUERRERO Apoyo de las promotoras comunitarias rurales del DIF Guerrero a las mujeres indígenas. Proyectos productivos para mujeres a través de los programas Desarrollo de los Pueblos y Comunidades Indígenas; Impulso Productivo de la Mujer; Oportunidades Productivas y Proyectos de Inversión Rural. Microcréditos a través del Fondo Financiero de Apoyo a la Mujer y del Fideicomiso Fondo de Microfinanciamiento a Mujeres Rurales (Fommur). Atención jurídica a las mujeres a través de la Procuraduría de la Defensa de los Derechos de la Mujer y los centros de Apoyo a Víctimas de Violencia Intrafamiliar. Programa de radio Otro modo de ser, revista Mujeres y periódico mural Entre nosotras. Dentro del programa Oportunidades productivas se inició la operación del programa Proyectos productivos para mujeres. Cocinas comunitarias. Publicación del texto Las mujeres de Chiapas en el presupuesto de gobierno del 2000 y se avanzó en el análisis de la cuenta pública del 2001. POLÍTICAS PÚBLICAS Y PROGRAMAS ESTATALES Con el propósito de mejorar el funcionamiento del Centro de Apoyo Interdisciplinario para Víctimas de Violencia, fue suscrito un convenio de colaboración entre la Procuraduría General de Justicia del Estado, la Secretaría de la Mujer y el DIF Guerrero. Elaboración del Plan de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres en Chiapas. Firma del documento Compromisos por la Igualdad de Oportunidades signado por 22 dependencias del gobierno estatal. AVANCES LEGISLATIVOS 152 OAXACA ESTADO Proyectos productivos. Violencia intrafamiliar. Sensibilización y capacitación. Presupuestos. ÁREAS PRIORITARIAS DE ATENCIÓN DE LAS MUJERES Financiamiento a proyectos de mujeres a través de los Programas Oportunidades Productivas, en las modalidades de crédito social, proyectos productivos para las mujeres, primer paso productivo y acompañamiento y formación empresarial. Así como del Programa Impulso Productivo de la Mujer. Cocinas comunitarias. Capacitación a comités DIF en temas como violencia intrafamiliar. Asesoría jurídica civil, familiar y penal, así como acciones de conciliación en materia de violencia intrafamiliar y otras. Se encuentran trabajando 21 Subprocuradurías y un Módulo de Atención al Menor y la Mujer dependientes de la Procuraduría de Justicia del Estado. Capacitación para la equidad de género en el servicio público estatal. Programa Municipio con equidad de género: un nuevo municipio a cargo del IMO. Investigación: Presupuesto de Egresos del Estado de Oaxaca 2003 diseñado desde la perspectiva de género. Programa de especialización en materia de Perspectiva de Género del Poder Ejecutivo de Oaxaca (2003). POLÍTICAS PÚBLICAS Y PROGRAMAS ESTATALES La Ley de Ingresos aprobada por el Congreso incorpora el género como un indicador fiscal para el ejercicio fiscal del año 2003. Preparación de dos paquetes de propuestas de reformas legislativas por el IMO. La primera iniciativa propone modificar la Ley de Planeación del Estado de Oaxaca, Ley que crea el Organismo Público descentralizado Coplade, Ley de Presupuesto, Gasto Público y su Contabilidad, Ley Orgánica del Poder Ejecutivo. La segunda propuesta obedece a la actualización de leyes diversas para adecuar su contenido a las disposiciones internacionales firmadas por nuestro país, como la CEDAW. AVANCES LEGISLATIVOS 153 PUEBLA ESTADO Violencia. Microcréditos. Educación. ÁREAS PRIORITARIAS DE ATENCIÓN DE LAS MUJERES En el 2000 se puso en marcha el Programa Estatal Contra la Violencia Familiar, que brinda asistencia y defensa jurídica. Programa Estatal de Desarrollo Integral de Mujeres Emprendedoras. Inauguración de la Plaza Comunitaria Institucional en la Casa de la Mujer Poblana para atender a adultos sin educación básica. Programa de microcréditos a mujeres a través del COPAME y el Programa de Proyectos Productivos. Firma de convenios entre el IPM y 30 municipios, para que a través de Comisiones de Grupos Vulnerables, Juventud y Equidad entre los géneros, compartan experiencias. Inició la construcción del Hospital de la Mujer, cuenta con una unidad de cancerología. Fondo de Proyectos Productivos de las Mujeres Poblanas. Programa de Piso Digno para el mejoramiento de la vivienda, beneficia en mayor medida a mujeres. Impulso a programas productivos como parte de las tareas del IPM, así como vinculación interinstitucional. Inauguración de los Núcleos de Atención Integral a Víctimas de Violencia Intrafamiliar . En coordinación con el Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado (COPLADE), se brindó capacitación para la priorización de obras desde la perspectiva de género. POLÍTICAS PÚBLICAS Y PROGRAMAS ESTATALES Creación del Instituto Poblano de la Mujer (1999) como organismo público descentralizado. Aprobación de la Ley de Prevención, Atención y Sanción de la Violencia Familiar (2001). Modificaciones al Código Civil, para eliminar términos discriminatorios hacia las mujeres (2001). Ley de Prevención, Atención y Sanción de la Violencia Familiar para el Estado de Puebla (2001). Modificaciones a los códigos civil, penal y de procedimientos para ambos. AVANCES LEGISLATIVOS 154 Ley de Asistencia y Prevención de la Violencia Intrafamiliar del Estado de Quintana Roo (2002). Ley para la Prevención y Tratamiento de la Violencia Intrafamiliar para el Estado de Tabasco (2002). Integración de la sexta clínica de displasia. Operación de 11 clínicas en atención a la mujer. Atención a la violencia intrafamiliar por parte de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia. Programa de Fortalecimiento de la Igualdad de Oportunidades Educativas de las Mujeres. Programa Contra la violencia eduquemos para la paz promovido por el Inmujeres. Salud. Educación. TABASCO AVANCES LEGISLATIVOS Capacitación de la mujer en actividades productivas y la comercialización de productos. Difusión de los derechos y obligaciones laborales de las mujeres. Centro de Atención a Victimas de Violencia Intrafamiliar del Estado de Quintana Roo (DIF). Programa En Quintana Roo Nos Vacunamos Contra la Violencia (DIF), que consta de la entrega de una cartilla y acciones de sensibilización a población abierta. Programa Oportunidades productivas, Coinver-sión Social, Programa para el Desarrollo de los Pueblos indígenas y Programa Jefas de Familia, todos dirigidos a mujeres. Fomento artesanal. IQM- pláticas y campañas diversas. Establecimiento de 20 microempresas con fondos del Instituto Nacional Indigenista, la Secretaría de Desarrollo Social y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Recursos Pesqueros y Alimentación. POLÍTICAS PÚBLICAS Y PROGRAMAS ESTATALES Capacitación. Violencia intrafamiliar. Salud . Difusión. Asistencia. Fomento productivo. ÁREAS PRIORITARIAS DE ATENCIÓN DE LAS MUJERES QUINTANA ROO ESTADO 155 VERACRUZ ESTADO Salud. Capacitación. Educación Proyectos productivos. Difusión. ÁREAS PRIORITARIAS DE ATENCIÓN DE LAS MUJERES Capacitación a servidores/as del sector salud. Cursos de alfabetización y capacitación a grupos de mujeres indígenas y rurales. Tarjeta Mujer Amiga otorga descuentos en comercios de bienes y servicios. Apoyo a mujeres productoras para intercambiar experiencias, fomentar la asociación, mejorar la calidad y la producción. Cursos de formación. Proyecto Alimentario Regional de Producción Doméstica de Hongos Seta. Divulgación de la Ley de Asistencia y Prevención de la Violencia Familiar en el Estado. Instalación de 21 Programas Municipales de la Mujer y 7 Casas de la Mujer. TELMUJER 075 Línea de las Mujeres, brinda atención y asesoría médica, psicológica y jurídica. Autodiagnóstico sobre la violencia familiar en coordinación con el PAREIB. Acuerdo de Colaboración con el Centro de Estudios e Investigaciones Gestálticos, A.C., para la atención a mujeres que sufren violencia. Proyecto Propuestas para una Convivencia Democrática en las Familias, instrumentado por PNUD e INMUJERES. POLÍTICAS PÚBLICAS Y PROGRAMAS ESTATALES Programa de Microempresas Productivas. Acuerdo de colaboración con el sistema de telebachillerato para difundir los temas de derechos sexuales y reproductivos, autoestima y salud a la población estudiantil. Ley de Asistencia y Prevención de la Violencia Familiar del Estado de Veracruz (1998). Modificaciones a los códigos civil, penal y de procedimientos para ambos. AVANCES LEGISLATIVOS 156 Procuración de Justicia. Difusión. Salud. Proyectos productivos. Violencia. ÁREAS PRIORITARIAS DE ATENCIÓN DE LAS MUJERES Creación de la Dirección para la Prevención de los Delitos contra la Mujer, el Menor, Personas en edad Senescente y Grupos vulnerables con dos agencias del MP especializadas. Pláticas. Tarjeta de descuento del Instituto de Equidad de Género IEGY. Fomento artesanal. Programa Mujer Campesina para proyectos productivos. También la Alianza para el Campo constituyó un programa de Atención a la Mujer Rural con una perspectiva de género. Programa de Desarrollo Productivo de la Mujer del FONAES. Inició la elaboración del Programa Estatal para la Equidad de Género 2001-2007. El Subcomité Especial de la Mujer analizó las problemáticas de mayor interés en materia de equidad de género en el Estado de Yucatán. Trabajo conjunto con Inmujeres: laboratorios para el Desarrollo de Indicadores de Evaluación e Indicadores con Enfoque de Género. Diplomado (FLACSO). Encuentro con mujeres empresarias yucatecas en el marco de la Reunión Internacional del Mecanismo de Cooperación Asia-Pacífico (APEC). Directorio de mujeres funcionarias. POLÍTICAS PÚBLICAS Y PROGRAMAS ESTATALES Fuente: Elaboración a partir de los Informes Anuales de los Gobiernos Estatales. YUCATÁN ESTADO Convenio de colaboración entre el IEGY y el INFONAVIT. Decreto 125, que crea el Instituto para la Equidad de Género en Yucatán (IEGY) en sustitución del Instituto de la Mujer en Yucatán (mayo de 2002). Firma de convenios de colaboración entre el Instituto de Educación para los Adultos, la Secretaría de Salud de Yucatán, el Instituto de Seguridad para los Trabajadores al Servicio del Estado, la Universidad Autónoma de Yucatán, el Instituto para el Desarrollo de los Mayas, la Asociación Yucateca de Universitarias A.C., el Consejo Estatal contra las Adicciones, el Instituto Escolar del Sureste A.C., el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores y la Secretaría de Desarrollo Rural y Pesca. Creación de la Comisión Permanente de Equidad y Género del H. Congreso de Yucatán (abril 2002). Firma de 32 Convenios de Colaboración con igual número de municipios para la integración de Consejos Municipales de la Mujer. Ley para la Protección de la Familia del Estado de Yucatán (1999). Establece las bases y procedimientos de protección contra la violencia familiar en el Estado. AVANCES LEGISLATIVOS 157 v Plan de Acción Sectorial de Género 1999-2002. v Programas del sector agropecuario y rural: - Reconversión productiva. - Fortalecimiento de los recursos humanos. - Modernización institucional, Igualdad de oportunidades del Sector Educación. - Desarrollo rural - Programa de Ofertas Educativas Flexibles para Jóvenes, y Programa de Alfabetización. - Políticas del Sector Agropecuario (19982002). v Sector Trabajo, Políticas de habilitación de fuentes de trabajo: - Intermediación de bolsa de empleo. - Generación de empleo temporal y subsidios para capacitación. v Integración de mujeres en programas y procesos de generación y transferencia de tecnología: - Mejoramiento de estrategia para inserción en actividades productivas. - Investigación en materia de tecnología de alimentos. - Participación de mujeres en microempresas rurales, agropecuarias y de servicios. v Política Nacional de la Mujer PNM. v Agricultura, ganadería, pesca y alimentación. v Educación. v Trabajo. EL SALVADOR POLÍTICAS ENFOCADAS EN LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES v Plan de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres. v Plan Nacional de Desarrollo PND. v Plan de acción estratégica para la educación. POLÍTICAS PÚBLICAS Y ÁREAS PRIORITARIAS COSTA RICA PAÍS Convenios y convenciones vigentes y ratificados: v CEDAW (firmado en 1980). v Convenio 129 de la OIT, Decreto Legislativo No. 80, 14 de julio 1994, Diario Oficial No. 158, Tomo 324 del 29 de agosto de 1994. v Constitución de la República. v Código de Familia. v Ley Procesal de Familia. v Ley de Violencia Intrafamiliar. v Ley 7,446 contra el hostigamiento sexual en el empleo (1995). v Ley 7,586 contra la violencia Doméstica (1996). v Ley 7,441 y Ley 7, 621 del sistema de remuneración para licencia de maternidad en el Código de Trabajo (1995 y 1996). v Ley 7,769 de Atención a las Mujeres en Condiciones de Pobreza (1998). v Ley 7,801 de creación del INAMU (1998). Directriz del Poder número 21 del Programa Construyendo Oportunidades (1999). v Ley 7,940 sobre autorización al Instituto Mixto de Ayuda Social para condonación de créditos hipotecarios/viviendas de interés social (1999). v Ley 7,950 para promover programas de vivienda rural y urbana y concesión de créditos para construcción de viviendas de carácter social (2000). LEGISLACIÓN RELATIVA A LA MUJER RURAL (Leyes adoptadas y modificadas a partir de 1995) ANEXO 3. POLÍTICAS ESTATALES INSTITUCIONALES HACIA LAS MUJERES CAMPESINAS EN LOS PAÍSES DE CENTROAMÉRICA 158 v Programa de Gobierno 1996 -2000 y Plan de Equidad de Oportunidades de las Mujeres Guatemaltecas 1999-2001. v Políticas Sociales 20002004 del Plan de Gobierno de Alfonso Portillo. Programa de alfabetización y educación básica de jóvenes y adultos en Honduras (PRALEBAH). Programa Educación para Todos (EDUCATODOS). HONDURAS POLÍTICAS PÚBLICAS Y ÁREAS PRIORITARIAS GUATEMALA PAÍS v Igualdad de oportunidades en la educación. v Plan Nacional de Desarrollo Educativo 1998-2001: - Acceso equitativo a la educación, igualdad de oportunidades. - Sistema educativo para la formación de la mujer, inserción laboral. v Reformas del Código de Trabajo. v Reformas de la legislación para mujeres trabajadoras agrícolas. v Equidad en la situación. v Equidad educativa: Programa de agroeducación rural. v Equidad económica. v Política agropecuaria 2000-2004: - Política de participación de la mujer y juventud rural. - Programa de apoyo a la descentralización de servicios del Ministerio de Agricultura. - Fortalecimiento de las organizaciones empresariales del sector rural y grupos subsectoriales. Convenios y convenciones vigentes y ratificados: CEDAW (firmado en 1980). Convenios y convenciones vigentes y ratificados: v CEDAW (firmado en 1981). v Protocolo opcional (firmado en septiembre 2000). v Convenio 141 OIT, Decreto Legislativo No. 83 del 14 de julio de 1994, Diario Oficial No.169, Tomo 324, 13 de septiembre de 1994. LEGISLACIÓN RELATIVA A LA MUJER RURAL (Leyes adoptadas y modificadas a partir de 1995) v Política Agropecuaria y Gestión Agraria Nacional 1999-2004. - PRODAP, Desarrollo rural y capacitación productiva. v Desarrollo Social: Salud comunitaria y educación en salud reproductiva, oftalmológica, nutrición y alfabetización, generación de empleo y utilización de mano de obra familiar, adopción y transferencia de tecnologías apropiadas y conocimientos. POLÍTICAS ENFOCADAS EN LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES 159 NICARAGUA PAÍS v Combate a la pobreza: - Inserción de organizaciones de mujeres productoras en comercio internacional como propietarias de medios de producción. v Integración del sector social de la economía mediante consejos de desarrollo regionales para fomentar la sostenibilidad de las empresas. v Fortalecimiento técnico y financiero de empresas del sector social. v Programa de atención a la mujer trabajadora del sector formal, Código de Trabajo. v Nueva Agenda Agrícola (1998-2000). v Plan de reconstrucción del Sector Agrícola. v Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño (1999-2015). v Plan de Equidad de Género en el Agro (1999-2002). v Igualdad de oportunidades en trabajo, educación y desarrollo económico. v Declaración de políticas de igualdad de oportunidades. v Declaración de políticas y planes con equidad e igualdad de género en el sector agropecuario. v Programa de titulación mancomunada. v Programa para la Mujer Rural. v Plan Nacional Mujer y Tenencia de la Tierra. POLÍTICAS ENFOCADAS EN LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES Programa hondureño de Educación Comunitaria (PROHECO). Proyecto Educación para el Trabajo (POCET). Proyecto Desarrollo de la Educación en Comunidades Urbano Marginales de Honduras (DECUMH). Proyecto Juventud, Población y Salud. Proyecto de la Educación Alternativa No Formal. Proyecto Centro de Educación para el Trabajo de Yoro (CETY). Proyecto ABCDESPAÑOL. Proyecto Apoyo a la Formación Profesional en Honduras (AFOPH). Proyecto Lempira Sur (PROLESUR). POLÍTICAS PÚBLICAS Y ÁREAS PRIORITARIAS v Constitución Política de la República (a favor de las mujeres en general: Artículos 48, 24, 73, 82). v Ley No. 278, Ley sobre Propiedad Reformada Urbana y Agraria. v Ley No. 294, Ley de Creación del Fondo de Crédito Rural. v Decreto Presidencial No. 41-94 - Creación del Programa Nacional de Desarrollo Rural. v Decreto No. 57-97, Creación de la Comisión Interinstitucional de Mujer y Desarrollo Rural. LEGISLACIÓN RELATIVA A LA MUJER RURAL (Leyes adoptadas y modificadas a partir de 1995) 160 v Políticas del ciclo agrícola 2000-2001. v Política del Sector agropecuario: Una ruta para modernizar Nicaragua. v Promoción de liderazgo e incentivos. v Alianzas estratégicas con empresa privada y sociedad civil. v Políticas públicas enfocadas en la igualdad de oportunidades en el trabajo, la educación y el desarrollo económico. v Proyecto Veranera. v Coordinación interinstitucional y participación de la sociedad civil. v Programa de la Mujer Rural. v Programa de Fortalecimiento de Foros de Mujeres Rurales e Indígenas. v Plan Nacional Mujer y Desarrollo. POLÍTICAS ENFOCADAS EN LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES v Programa de Crédito para las Mujeres Rurales del Fondo de Crédito Rural. POLÍTICAS PÚBLICAS Y ÁREAS PRIORITARIAS v Ley No. 4 para la igualdad de oportunidades para las mujeres (1999). LEGISLACIÓN RELATIVA A LA MUJER RURAL (Leyes adoptadas y modificadas a partir de 1995) Fuente: CEPAL. Desarrollo sostenible, pobreza y género América Latina y el Caribe: medidas hacia el año 2000.-CEPAL: Santiago, septiembre de 1997. PANAMÁ PAÍS NUESTRA AGENDA 27 agosto de 2003 NUESTRA AGENDA: CONSIDERACIONES Y PERSPECTIVAS EN MÉXICO. EL DESARROLLO HUMANO SUSTENTABLE CON PERSPECTIVA DE GÉNERO EN EL PLAN PUEBLA-PANAMÁ EN EL MARCO DE LAS METAS DEL MILENIO MA. DE LOURDES GARCÍA ACEVEDO Y FRINÉ LÓPEZ MARTÍNEZ1 El tema central de la ponencia hace referencia al paradigma de desarrollo humano y la forma como se vincula con el desarrollo sustentable y la equidad de género. La puesta en marcha del desarrollo humano sustentable requiere transformaciones económicas, sociales, políticas y jurídicas para hacer posible una relación armónica entre la satisfacción de las necesidades humanas y el medio ambiente. De esta manera, al integrar la perspectiva de género al desarrollo humano sustentable, se requiere de un verdadero cambio de mentalidades, puesto que implica una ruptura de las concepciones anteriores del desarrollo. Asimismo, el acceso a los recursos por parte de las mujeres toma un carácter prioritario, debido a que es necesario hacer hincapié en este sector que ha estado excluido de la posesión o manejo de muchos recursos. Es importante recalcar que este enfoque no plantea que ellas tengan más recursos que los varones, sino que obtengan las oportunidades y el acceso para que estén en posibilidad de satisfacer sus necesidades de forma autónoma y con ello se modifique su situación de subordinación y todo lo que ello genera. La maestra Lourdes García señala que el enfoque de Género en el Desarrollo (GED) distingue las necesidades básicas de las mujeres, pero también sus intereses estratégicos. Se ocupa de mejorar las condiciones de vida de las mujeres, pero a su vez se interesa en cambiar su posición de subordinación en la sociedad, por lo que se considera importante que la mujer tenga acceso, control y uso de los recursos económicos, productivos, políticos y de tiempo. Por lo tanto, los proyectos de desarrollo, como se puntualizó en el Foro, deben incidir en el mejoramiento de las condiciones de vida tanto de hombres como de mujeres, haciendo énfasis en la satisfacción de las necesidades básicas de las mujeres, puesto que la inexistente posibilidad de acceder a los recursos las limita y las deja en mayores condiciones de vulnerabilidad. Es importante destacar que un Plan que pretenda brindar alternativas para lograr un desarrollo equilibrado en los estados del Sur y Sureste de México y en los siete países Centroamericanos, que acumulan rezago social y económico importante, considere los principios rectores del Desarrollo Humano Sustentable con Perspectiva de Género. Por lo que en materia del PPP se puede observar que las estrategias de desarrollo deben fijar sus objetivos no sólo en el crecimiento económico y en la construcción de infraestructura básica. La propuesta plantea la transversalidad de los siguientes principios en todos los proyectos del PPP: respeto a los derechos humanos, desarrollo social, equidad de género, respeto a la diversidad étnica y cultural y protección al medio ambiente, lo cual implica un proyecto de desarrollo humano. En lo referente al tópico de pobreza, se puntualizó que en la región centroamericana y en México, ésta tiene un rostro rural e indígena, esto se reconoce en el PPP al analizar el ingreso per cápita de la gente de los estados del Sur y Sureste. De igual manera, se puede ver que el fenómeno de la feminización de la pobreza es creciente, el cual está relacionado con las inequidades en la distribución del ingreso, el menor acceso al crédito, a la propiedad y a la tecnología y a otros recursos, así como con la segmentación de los mercados laborales, la menor percepción salarial de las mujeres, la mayor presencia de jefaturas femeninas, entre otras situaciones que generan que el porcentaje más alto de pobres en el mundo sean mujeres. En México la estrategia de focalización ha generado situaciones de conflictos entre las comunidades, debido a que los criterios de selección de la población objetivo no están claros para los y las beneficiarias. Por lo tanto, las estrategias de creación de capacidades y oportunidades, dentro de una política de focalización, 1 Resumen preparado por Friné López e Ivonne Pliego, con base en los cassettes grabados durante el Foro. 165 tienden a responsabilizar del desarrollo a las personas beneficiadas. Si no logran salir de la pobreza es su culpa, olvidando el papel que juega el Estado en la generación de condiciones adecuadas tanto económicas, políticas, históricas y estructurales. Lourdes García dejó en el aire el preguntarse si con los recursos que se destinan a la política social, se logrará erradicar la pobreza y alcanzar el desarrollo humano que ha sido propuesto en el PPP. Señaló que otro de los temas de gran envergadura para México aunado al tema de pobreza, es el alimentario, el cual es un proceso que se identifica por la exclusión de los agricultores nacionales de la producción de alimentos básicos para el consumo del país. Ante los puntos anteriores, las propuestas que planteó la maestra García señalan: el establecimiento de una política que visualice a los pobres como productores y no como indigentes, la búsqueda de una relación campo-ciudad equitativa que permita un desarrollo más igualitario para los/as productores/as rurales, la conciencia del Estado de retomar su responsabilidad con el campo y sus habitantes, la inclusión de la perspectiva de género en la política social y de superación de la pobreza, entre otras. Dentro del aspecto de salud, se señaló que la mayoría de los estados que se encuentran dentro del PPP están dentro de los países o Estados con alta mortalidad materna. En la República Mexicana los Estados de Chiapas, Oaxaca, Puebla y Veracruz, presentan esta característica. Puntualizó que la posibilidad de ampliar la cobertura de dichos servicios está ligada a un incremento en el presupuesto a la salud y la asignación del mismo con otros criterios, dejándose así dos preguntas abiertas: ¿se incrementarán los derechohabientes de los servicios de salud con la generación de empleos que se propone el PPP?, en este caso, ¿se contratará más personal dentro de las instituciones de salud o se dará atención a mayor cantidad de beneficiarios con el mismo personal que ya existe? Las propuestas sobre este tema se basan en la modificación de las políticas de población centradas en el control del cuerpo y la sexualidad de las mujeres, ya que son violatorias de sus derechos humanos, al igual que la mejora de los servicios de salud y promoción del respeto a los derechos humanos, de las y los usuarios, así como los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y hombres, la asignación de presupuestos para la incorporación del enfoque de género en las políticas de salud. La situación educativa de los y las mexicanos/as ha mejorado de manera significativa, sin embargo, aún existen rezagos en las zonas rurales e indígenas en materia de alfabetización y educación básica. En relación a los datos estadísticos por género, se observa que el analfabetismo es mayor en mujeres y principalmente en las mayores de cuarenta años, de zonas rurales e indígenas. Aunado a este tema, Lourdes García menciona que el presupuesto destinado a la educación es insuficiente para cubrir la demanda y resolver los problemas educativos. Dentro del marco del PPP, el objetivo que tiene sobre educación no está encaminado a abatir los índices de analfabetismo ni a lograr la enseñanza primaria universal. Es importante, señaló, que el modelo de capital humano no debe ser el centro de la política educativa, puesto que es un concepto que se aboca principalmente a la formación de habilidades en la fuerza de trabajo que el capital necesita, no cubriendo de esta manera los objetivos del desarrollo humano. Las propuestas en torno a esta temática establecen que las políticas educativas en los Estados incluidos en el PPP deben ocuparse de la cobertura institucional, así como de la calidad de la educación. Se debe terminar con la desigualdad en la atención educativa de las zonas urbanas y rurales, al igual que incorporar la perspectiva de género en las políticas educativas a fin de no continuar reproduciendo estereotipos de género. Dentro de la participación y desarrollo local, Lourdes García señala que las políticas dirigidas a las mujeres en México se encuentran dentro del marco del modelo Mujeres en el Desarrollo, en donde se les considera como objetos del desarrollo y no como sujetos, puesto que son depositarias de las políticas. Los proyectos gubernamentales que sean generados deben promover la participación de la población con objeto de evitar forzar, romper la organización o generar conflictos en las comunidades. En el marco del PPP, el proyecto incorporado a la iniciativa de Desarrollo Humano se refiere a mejorar los niveles de participación de las comunidades indígenas y afrocaribeñas. A través de esta propuesta se busca elevar la calidad de vida de los pueblos indígenas y afrocaribeños de Mesoamérica mediante la promoción de procesos de gestión y capacitación que permitan aumentar los niveles de participación, la transparencia, la descentralización y la integración de las comunidades. 166 La participación de las mujeres demuestra la necesidad de realizar un replanteamiento, en donde se evite la generación de conflictos al interior de las comunidades, considerando que la participación de las mujeres en sus pueblos, organizaciones y comunidades, no tiene un carácter homogéneo. Finalmente, la propuesta ante este planteamiento se basa en una nueva consulta del PPP, en la elaboración de proyectos y programas que provengan de las comunidades, en la creación de mecanismos de participación directa de las mujeres de la región, incluyéndose en las instancias donde son tomadas las decisiones en torno a los proyectos de desarrollo social, entre otras. 167 NUESTRA AGENDA: CONSIDERACIONES Y PERSPECTIVAS EN CENTROAMÉRICA MARGARITA ZAPATA CHOISEUL2 La Vicepresidenta de la Internacional Socialista, la doctora Margarita Zapata, presentó un documento extenso donde reflexiona sobre cuestiones del ámbito económico, filosófico, político y cultural, así como los procesos de integración económica que afectan la forma de vida de las personas y en forma especial de las mujeres. Recalcó que la globalización es un hecho y como tal no se puede eliminar, sin embargo sí se puede modificar, lo cual dependerá de cómo todos y todas se preparen para hacer frente a este proceso irreversible. Mencionó que las interacciones y modificaciones en las relaciones de género dentro de un contexto de integración económica no han valorado aún a la mujer por sus características, existiendo de esta forma una gran desigualdad en la región. Las mujeres tienen desventaja por la condición de subordinación que existe en el mercado laboral, por lo tanto su trabajo es menos valorado socialmente que el trabajo de los hombres. La lógica empresarial se encuentra desprovista de tareas productivas, centrándose más en los aspectos productivos que llevan a cabo una acción menos equitativa. La globalización aprovecha este ordenamiento de género, prevaleciendo en cada región con el objeto de maximizar los beneficios empresariales. Los Estados paternalistas y matriarcales son cosa del pasado, las mujeres centroamericanas han llegado tarde, en desventaja y sin armas con que confrontar todos estos procesos regionales y mundiales. Debido a que las desigualdades se fabrican en la cultura política y el género es política, entonces la política debe estar por encima de lo económico porque si no esto trae serios conflictos, de los cuales actualmente Centroamérica está saliendo. La Dra. Margarita Zapata señaló que las debilidades principales de las mujeres centroamericanas y del tercer mundo se refieren a jornadas largas de trabajo en empresas maquiladoras, que en ocasiones son extendidas hasta 12 horas; las condiciones laborales tanto de seguridad como de higiene son pésimas; existen grandes índices de despido por embarazos; los salarios son menores a los de los hombres y en su gran mayoría todas estas mujeres realizan un trabajo extra que es el doméstico. Dentro del marco económico que señaló Margarita Zapata, menciona que las mujeres tienen otras características muy representativas, las cuales son: la existencia de una presión familiar, el aislamiento de las mujeres migrantes, la subcontratación a domicilio, actividades de autoproducción y servicios comunitarios. Ante esta situación puntualizó que el desafío de género tiene un carácter mayor pues se debe enfrentar a manera de inclusión a un acceso de generación del conocimiento. Asimismo planteó la construcción de estrategias que partan de identificar las distintas capacidades y dificultades que cada grupo de mujeres enfrenta y que tiene como premisa cuestionar el mito de esta falsa similitud que se hace al mencionar que todas las mujeres son iguales. En el marco del Plan Puebla-Panamá mencionó que la magnitud de los distintos desafíos que conlleva este Plan desde una perspectiva de género, demanda su rediseño en la línea de cumplir, por lo menos, los objetivos y Metas del Milenio, lo cual a su vez implica generar Iniciativas Mesoamericanas para la equidad de género en cada una de las ocho iniciativas del PPP. El PPP es un proceso que aún no tiene fortaleza en lo que se refiere a objetivos sociales, teniendo de esta forma una gran ausencia de las Metas del Milenio. De igual manera, las iniciativas y propuestas que se tienen hasta el momento son insuficientes para cubrir la amplitud de las agendas como la de género, por lo que se requiere probablemente establecer distintos niveles de objetivos claramente articulados entre sí, en donde las Metas del Milenio se deben poner en el centro del debate y encontrar como sustento un diseño económico que garantice su viabilidad. Por lo tanto, no sólo es importante cumplir con la meta sino cómo se lleve a cabo. 2 Resumen preparado por Friné López e Ivonne Pliego. 168 Margarita Zapata mencionó algunas consideraciones en referencia al PPP: existe un énfasis práctico pero no estratégico de género; se distinguen diferentes capacidades de planeación; subsiste una consecuencia completa y confundida del desarrollo humano de género y de la cultura; la cuestión de género no es articulada con lo económico y lo político; el PPP está desprovisto de mecanismos para la evaluación social y de género. Finalmente concluyó que el reto es trabajar para convencer y demostrarle a los gobiernos que la cuestión de género se ha convertido en una necesidad económica impostergable para ubicar a los países de la región en mejores lugares de la lista del desarrollo humano; que la equidad de género no es optativo sino imprescindible. Asimismo, recalcó la importancia de rediseñar el PPP, la incorporación de las Metas del Milenio y los objetivos de género propios de la región, impulsar un esquema de integración económica que mejore las relaciones de género, distinguir las necesidades prácticas y estratégicas de género y mejorar los sistemas de información e indicadores. 169 SESIÓN DE COMENTARIOS, PREGUNTAS Y RESPUESTAS* Preguntas y comentarios para Lourdes García Se le preguntó a Lourdes García acerca del por qué no estaba de acuerdo con la focalización de la política social. Ella respondió que era porque generaba división al interior de las comunidades y afecta negativamente la cohesión social comunitaria. Preguntas y comentarios dirigidos a Margarita Zapata ¿A qué se refiere usted con la expresión “feminización de la tenencia de la tierra en Centroamérica”? En Honduras sólo el 4% de las campesinas tiene acceso a la tierra. ¿Por qué usted dice que los hogares patriarcales son asunto del pasado? Los fundamentalismos tanto económicos como religiosos son inherentes al modelo neoliberal, la globalización: “ella para él, él para el Estado y los tres para el mercado”. En lugar de ser PPP ¿no debería ser Tijuana-Panamá? ¿Cómo incidirá la visión de México y Centroamérica en Estados Unidos? Las respuestas de Margarita fueron: En Nicaragua las mujeres fueron beneficiadas por la reforma agraria, la herencia familiar y los maridos migrantes. Donde hay migración de los hombres las mujeres se quedan al frente de la parcela. En Guatemala el retroceso en la lucha contra el hambre es grande y son las economías de traspatio una forma de sobrevivencia. El PPP no es algo nuevo, viene del siglo XIX con Matías Romero. Dividir a México en el Sur-Sureste con Centroamérica es una idea añeja que Vicente Fox retoma con el BID y el Banco Mundial. Muchos mexicanos vemos al Norte, a Estados Unidos y no vemos a nuestros países. Qué bueno que el documento genere discusión. El concepto “capital humano” debe revisarse y el cómo está utilizándose es cuestionable pues se restringe a la formación técnica. Formar “capital humano” para las empresas es el objetivo y aún así los jóvenes no tienen trabajo. Nuestra propuesta es pensar en un “capital humano” integral, donde se desarrollen y atiendan los rezagos educativos más allá de la educación técnica, donde se incluya la educación no formal para capacitar en ciudadanía, derechos humanos, ambiente, etc. ¿El índice de desarrollo humano puede o no utilizarse en la asignación de presupuestos? Es importante analizarlo con perspectiva de género para que sea capaz de dar cuenta de las inequidades. Poner el IDH como indicador de la inequidad es sólo un ejemplo que sirve para discutir cómo se distribuye el presupuesto. Hay estudios que analizan los resultados de la estrategia de focalización para el combate a la pobreza. La propuesta nuestra es revisar esto: ¿focalización o no? ¿en qué casos? La impunidad, la corrupción es otro factor que necesitamos tomar en cuenta. Una participante dijo no estar de acuerdo con la respuesta de Margarita con relación a que cuando el hombre migra la tenencia de la tierra es de la mujer. Es cierto que ellas se quedan trabajando la tierra para mantener a la familia pero no puede venderla, en realidad legalmente no es suya. Héctor Pérez respondió una de las preguntas formuladas: El PPP surge de la reunión en Tuxtla, dado el rezago del Sur-Sureste en México que se comparte con Centroamérica. Contempla la “cooperación” para alcanzar el equilibrio. ¿Para dónde va el PPP? Hoy en día busca el desarrollo sustentable de Latinoamérica, es sólo un pequeño escalón. Todos queremos el desarrollo de nuestros pueblos, busquemos los cómos, lo que tenemos en común y así el PPP como instrumento del desarrollo tendrá éxito. Josefina Aranda le recomendó a los grupos de trabajo retomar el tema de la concentración de la riqueza en nuestra región, hablar de pobreza es quedarse con la mitad de la película. Es necesario contemplar que la pobreza es producto de la concentración de la riqueza. A continuación se incluyen los documentos completos de las ponentes. * Por la mecánica misma de las sesiones de preguntas y respuestas, en muchos casos es imposible que el ponente responda a todas. Sin embargo, hemos decidido incluir muchas de las preguntas que no fueron contestadas, con el fin de establecer cuáles fueron las dudas o inquietudes de los participantes. (Nota de la coordinadora) 170 NUESTRA AGENDA: CONSIDERACIONES Y PERSPECTIVAS EN MÉXICO EL DESARROLLO HUMANO SUSTENTABLE CON PERSPECTIVA DE GÉNERO EN EL PLAN PUEBLA-PANAMÁ EN EL MARCO DE LAS METAS DEL MILENIO MA. DE LOURDES GARCÍA ACEVEDO Y FRINÉ LÓPEZ MARTÍNEZ Introducción Nuestro interés y compromiso por incidir en que las políticas públicas incorporen la perspectiva de género nos permite considerar que la realización de este Foro y las acciones posteriores de seguimiento, constituyen una oportunidad de hacer aportaciones y propuestas a la Iniciativa Mesoamericana de Desarrollo Humano del PPP, sobre todo porque está en proceso de elaboración y validación. De esta forma, el documento revisa conceptualmente el paradigma de desarrollo humano y la forma como se conecta con el desarrollo sustentable y la equidad de género. Los apartados siguientes son los que consideramos deben estar incluidos en una estrategia de desarrollo humano, a saber: pobreza, salud, educación, empleo, participación, desarrollo local y migración. Cada uno se presenta iniciando con las Metas del Milenio relacionadas con el tema en cuestión, para después hacer una breve mención de algunos de los problemas y situaciones que deben tomarse en cuenta, sin que ello pretenda ser un diagnóstico de la situación de pobreza, salud, educación, etc. Más bien se quiere tener “una ventana” al problema, para después compararla con lo que el PPP plantea y así poner los puntos de discusión, según la discrepancia o coincidencia entre ambos. Al final de cada uno de los apartados, se hace una serie de propuestas que fueron rescatadas de reuniones o trabajos realizados por redes de mujeres como: Mujeres por un Milenio Feminista, La Red Nacional de Promotoras y Asesoras Rurales, El Foro de Mujeres y Políticas de Población y otras asociaciones civiles que se han preocupado de hacer propuestas en distintos ámbitos y temas. Asimismo, fue importante hacer una revisión de las memorias, documentos, pronunciamientos de las reuniones y foros realizados en torno al PPP y tratar de rescatar las propuestas, sobre todo las relacionadas con el desarrollo humano y la equidad de género. Así, este documento pretende ser un insumo para la reflexión y discusión durante el foro y esperamos pueda ser alimentado. 1. El Paradigma de Desarrollo Humano y la Perspectiva de Género 1.1. Orígenes e implicaciones del paradigma de desarrollo humano Los distintos enfoques del desarrollo construidos y aplicados como “receta” para lograr el crecimiento económico, generaron resultados diversos, en muchas ocasiones éstos fueron contrarios a los esperados, incrementando la pobreza, la exclusión y la marginación. El crecimiento económico prometido con la liberalización económica no cumplió con las expectativas. En el caso de América Latina, se mostró que “en los años 90 sólo fue de 3.2% anual, ritmo significativamente inferior a las cifras registradas durante las tres décadas de industrialización liderada por el Estado, entre los años 50 y 70 (5.5% por año)” (Ocampo, 2001:4). 171 Por otro lado, en todo el mundo la sociedad ha manifestado su rechazo a la continuidad de políticas económicas responsables de un desarrollo antihumano. Seattle marca la protesta visible de los países industrializados, seguida por múltiples manifestaciones y la posterior confluencia de una gran cantidad de movimientos sociales en las reuniones del Foro Social Mundial, donde la principal consigna es que “Otro Mundo es Posible”. Estos hechos contribuyeron a un debate sobre la agenda del desarrollo, en los cuales se reconoce que éste tiene objetivos más allá del mero crecimiento económico. “El objetivo básico del desarrollo es ampliar las oportunidades abiertas a la gente para vivir una vida saludable, creativa y con los medios adecuados para participar en su entorno social” (PNUD, 2002: 13). La alternativa de desarrollo humano surgió así como resistencia, defensa y oposición a los procesos hegemónicos (Lagarde, 1996). “Su principal manifestación es la difusión de ideas y valores globales, entre ellos los de derechos humanos, desarrollo social, equidad de género, respeto a la diversidad étnica y cultural, protección al medio ambiente” (Ocampo, 2001:30), entre otros que fueron resultado de las conferencias y cumbres internacionales sobre estos temas, auspiciadas por la ONU en la década de los noventa. El paradigma de desarrollo humano fija sus objetivos en la satisfacción de las necesidades humanas, tales como: salud, educación, la producción de alimentos, el estado de la nutrición, el ingreso, el empleo, la participación social, la situación de las mujeres, la infancia y el medio ambiente. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), publicó en 1990 el primer Informe sobre el desarrollo humano en el mundo a partir del Índice de Desarrollo Humano (IDH), con el cual se mide el progreso de un país en tres dimensiones: esperanza de vida, nivel educacional (alfabetización de personas adultas, matriculación en enseñanza primaria, secundaria y bachillerato) y el ingreso per cápita ajustado por la paridad del poder adquisitivo. A partir de entonces se han creado tres índices complementarios: el Índice de Pobreza Humana (IPH), el Índice de Desarrollo Relativo al Género (IDG) y el Índice de Potenciación de Género (IPG). A nivel global, México está clasificado dentro de los países con desarrollo humano mediano, ocupaba el lugar 55 en el Informe de Desarrollo Humano 1998. Los indicadores sugieren que mejoró su posición en 1999 pasando al lugar 50 de la lista mundial, pero en el Informe de Desarrollo Humano 2002, se ubica en el lugar 54, lo cual muestra que las políticas sociales no están contribuyendo suficientemente a satisfacer las necesidades de la población más desfavorecida. Es sabido que las condiciones de vida no son las mismas en todo el país. Hay estados de la República que tienen un desarrollo humano similar al de países europeos como es el caso del Distrito Federal que se encuentra ubicado después de Italia y España cuyo lugar en el Indice de Desarrollo Humano 2002 es el 20 y 21, respectivamente. Los estados norteños como Nuevo León, Baja California, Chihuahua, Coahuila y Baja California Sur son los mejor ubicados en el Índice mundial mencionado, con los lugares, 33, 35, 36, 37 y 38, respectivamente, junto a República Checa, Argentina, Hungría y Polonia. En el Índice de Desarrollo Humano 2002 de México ocupan las 6 primeras posiciones (PNUD, 2002: 39). En comparación con los estados que ocupan los lugares 32, 31, 30 y 29 en el IDH en México 2002, Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Veracruz, están ubicados en los lugares 105 para el caso de Chiapas, 104, 94 y 82 del IDH mundial, respectivamente (Íbid). Para complementar la información de la posición de los estados considerados en el PPP, se apunta que Puebla ocupa el lugar 25 en el IDH en México; Tabasco el lugar 20, Yucatán el 19 y los mejor ubicados son Campeche con el lugar 10 y Quintana Roo que ocupa el lugar 9 a nivel nacional. El PNUD reconoce que el IDH es un índice resumido y no integral del desarrollo humano. Otros estudiosos del tema en México han propuesto cambios en la metodología y las variables utilizadas (PNUD,2002:24). Lo importante de todo ello es que el IDH indica las deficiencias de las políticas públicas para atender las necesidades humanas, por lo cual debe utilizarse también para corregir el rumbo de las mismas y considerar las carencias diferenciadas por región y su necesidad de aplicación de recursos públicos. No obstante, ello no ocurre en nuestro país, un ejemplo se puede ver cuando se compara la asignación del gasto federal descentralizado per cápita por entidad federativa en el año 2000, se observa que “ un total de 18 estados reciben asignaciones superiores a las que implicaría el criterio de IDH, mientras que 14 tienen recursos menores a tal distribución de recursos” (PNUD, 2002:53). 172 1.2. El Desarrollo Humano Sustentable con Perspectiva de Género En la cumbre de la Tierra, realizada en Brasil en 1992, los países participantes asumieron el desarrollo sustentable como nuevo paradigma de la humanidad, el cual se definió como “el desarrollo que satisface las necesidades del presente, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias” (WCED, 1987:43). De esta forma, la propuesta de desarrollo sustentable confluye en la de desarrollo humano porque implica también una crítica a los modelos de desarrollo excluyentes y depredadores. El desarrollo sustentable incluye tanto cuestiones económicas como sociales, culturales y políticas. “La calidad de vida que supone el verdadero desarrollo sustentable se refiere al bienestar tanto del medio ambiente como de los seres humanos, mediante la distribución de poder, la eliminación de la pobreza y de las desigualdades de género y etnia” (Vázquez, 201:73). Supone también la participación de las personas en la toma de decisiones referidas a su comunidad y articula diversos componentes: la equidad, la sustentabilidad, la productividad y el empoderamiento y contiene una visión de futuro y solidaridad con las siguientes generaciones. Por ello, la puesta en marcha del desarrollo humano sustentable requiere transformaciones económicas, sociales, políticas y jurídicas para hacer posible una relación armónica entre la satisfacción de las necesidades humanas y el medio ambiente. Más aún, al integrar la perspectiva de género al desarrollo humano sustentable, se requiere un verdadero cambio de mentalidades, ya que implica una ruptura de todas las concepciones anteriores del desarrollo, por ser una nueva concepción del mundo, de las relaciones entre los hombres y las mujeres y por tanto replantea las necesidades humanas al “incluir las necesidades de las mujeres y considerarlas prioritarias, modifica las necesidades humanas de los hombres, ya que muchas de ellas concretan formas y mecanismos de opresión sobre las mujeres y modifica las necesidades comunitarias, nacionales y mundiales al requerir de un camino de desarrollo con sentido humano, a escala humana” (Lagarde, 1996:123). El desarrollo humano con perspectiva de género parte de considerar la importancia de satisfacer las necesidades de los hombres y de las mujeres, sin que ello implique subordinación, explotación y opresión. Supone igualdad de derechos y oportunidades en todos los ámbitos de la vida y la redistribución equitativa de los espacios, los bienes y los recursos. (Op. Cit.). El acceso a los recursos por parte de las mujeres adquiere en este enfoque un principio de prioridad, ya que es necesario resarcir a este sector que ha estado excluido de la posesión o manejo de muchos recursos. Este enfoque no plantea que ellas tengan más recursos que los varones, simplemente que tengan las mismas oportunidades y acceso para que estén en posibilidad de satisfacer sus necesidades de forma autónoma y con ello se modifique su situación de subordinación y todo lo que ello genera. La realización de este enfoque del desarrollo implica también el empoderamiento de la población pobre, tanto de hombres como de mujeres, al crear las condiciones para satisfacer sus necesidades cotidianas y ser así agentes activos en la definición y promoción de sus propios proyectos económicos, sociales y políticos (Moffat, 1994). 1.2.1. Las necesidades básicas y estratégicas de las mujeres En los años 70 los organismos donantes dirigían sus programas casi exclusivamente al hombre, en su caso veían a las mujeres sólo como dependientes con hijos, o como mujeres embarazadas, es decir, se les veía como consumidoras y no como productoras, a pesar de su amplia participación en actividades productivas. Después del Año Internacional de la Mujer (1975) y durante el Decenio de la Mujer (1976-1985) el papel económico del género femenino se hizo visible para los gobiernos del mundo, con lo cual se retomó el enfoque que señaló la necesidad de integrar a la mujer al desarrollo: Mujer en el Desarrollo (MED). Muchas de las políticas impulsadas bajo este enfoque no hacen más que reforzar “los roles tradicionales de las mujeres”, en tanto que instrumentan programas con actividades consideradas como “extensión” de las realizadas en el hogar. Tales programas parten de conceptos restringidos de las necesidades de las mujeres; madres encargadas de su familia y como personas que ayudan al esposo en la producción, ven a la mujer sólo como beneficiaria 173 de proyectos de tipo social y no como entes que contribuyen también en la generación de recursos económicos. (Buvinic, 1989). Las críticas al enfoque MED señalan además que éste es incapaz de incidir en la subordinación femenina, pues el poder y la situación de los hombres no cambia, como tampoco el de las mujeres, las relaciones entre los géneros continúan igual y por el contrario las actividades promovidas bajo este enfoque “sirven para reproducir y fortalecer las estructuras que hacen posible la subordinación femenina” (Zapata, 1994:144). Por ello se abrió una nueva discusión sobre la propuesta que no busca integrar a la mujer al desarrollo, sino lograr el desarrollo con ella. El enfoque de Género en el Desarrollo (GED) surgió ante los fracasos de una visión desarrollista que pretendía el cambio por medio de proyectos “para” las mujeres y no “con ellas” y reforzaba los roles tradicionalmente establecidos (Moffat, 1994:8). El enfoque GED distingue las necesidades básicas de la mujer, pero también sus intereses estratégicos. Es decir se ocupa de mejorar las condiciones de vida de las mujeres, pero también se interesa por cambiar su posición1 de subordinación en la sociedad, por lo que considera importante que la mujer tenga acceso, control y uso de los recursos económicos, productivos, políticos y de tiempo. Las necesidades básicas de las mujeres están vinculadas a sus condiciones materiales de vida, usualmente están relacionadas con condiciones de vida insatisfactorias. Los intereses estratégicos de las mujeres como grupo incluyen: reducir la violencia y la explotación, mayor seguridad económica, independencia, opciones y oportunidades, compartir la responsabilidad del trabajo productivo con los hombres y con el Estado, organizarse con otras mujeres para lograr mayor fortaleza, solidaridad y acción y aumentar su poder político (Moffat, 1994:47). Los proyectos de desarrollo deben incidir en el mejoramiento de las condiciones materiales de vida tanto de hombres como de mujeres. Se hace énfasis en la satisfacción de las necesidades básicas de las mujeres, ya que su menor posibilidad de acceder a los recursos las limita y las deja en mayores condiciones de vulnerabilidad. Asimismo, atender los intereses estratégicos de las mujeres resulta nodal para mejorar su posición genérica y posibilitar su participación como agentes del desarrollo, en igualdad de condiciones con el varón. Todos estos paradigmas y enfoques se han conjuntado para plantear una alternativa de desarrollo que no genere exclusión, discriminación, depredación del medio ambiente e inequidad social y de género. 1.3. Transversalidad de los principios del Desarrollo Humano Sustentable con Perspectiva de Género en el Plan Puebla-Panamá Los apuntes y reflexiones anteriores sugieren que es por demás importante que un Plan que pretende brindar alternativas para lograr un desarrollo equilibrado en los estados del Sur-Sureste de México y en los 7 países Centroamericanos que acumulan rezago social y económico importante, considere los principios rectores del Desarrollo Humano Sustentable con Perspectiva de Género. El diagnóstico de esta región presentado en el Plan Puebla-Panamá (PPP)deja ver que las estrategias de desarrollo deben fijar sus objetivos no sólo en el crecimiento económico y en la construcción de infraestructura básica. La atención a los rezagos sociales resulta prioritaria. La inclusión de un proyecto de desarrollo humano en el PPP parece responder a este imperativo. No obstante los avances presentados al respecto nos dejan ver que el concepto del que se parte no guarda coherencia con las acciones que se proponen para detonar el desarrollo humano, es decir, no son suficientes ni integrales. No se puede ignorar por qué surgió el paradigma de desarrollo humano y considerar que la integración de esta región a la economía global puede hacerse de manera “armónica”, sin el establecimiento de estrategias que verdaderamente se ocupen de corregir y evitar los desequilibrios que se pueden generar en el medio ambiente y en las mujeres y hombres de esta zona. La tarea del desarrollo humano es entonces “democratizar, reparar los daños y resolver los problemas ocasionados a los pueblos, a los grupos sociales, a las personas” (Lagarde, 1996), generados por los modelos de desarrollo implementados hasta ahora. 1 Es importante distinguir entre la condición y posición de la mujer: condición se refiere a las necesidades materiales de vida. Posición a la posición relativa de la mujer con respecto al hombre, se mide, por ejemplo, viendo las diferencias salariales, oportunidades de trabajo, de participación política entre otras. 174 Además, en el caso del PPP es necesario considerar la importante presencia de población indígena que tiene su propia cosmogonía y visión del desarrollo, de la conservación del medio ambiente, formas específicas de participación y organización en la toma de decisiones. Por ello se propone la transversalidad de los siguientes principios en todos los proyectos del PPP: respeto a los derechos humanos, desarrollo social, equidad de género, respeto a la diversidad étnica y cultural y protección al medio ambiente, además de que estén incorporados al proyecto de desarrollo humano, ya que de esta forma se evita que las acciones de los proyectos de turismo e integración vial, por ejemplo, atenten contra los derechos de la población indígena y el medio ambiente, sólo por mencionar algunos de los temores y demandas expresadas en los diferentes foros realizados sobre el PPP, organizados por la sociedad civil. El proyecto de Desarrollo Humano del PPP podría integrar, como una línea de acción, el vigilar y dar seguimiento a los otros proyectos, a fin de verificar que tales principios estén presentes desde la planeación y ejecución de los proyectos. Asimismo, estos principios tendrían que estar presentes de forma transversal en todos los aspectos incluidos en el Programa de Desarrollo Humano Sustentable con Perspectiva de Género, los cuales se anotan a continuación. 2. Pobreza 2.1. El Objetivo número uno de la Cumbre del Milenio es erradicar la pobreza extrema y el hambre, por lo que se plantea: • Reducir a la mitad el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a un dólar al día. • Reducir a la mitad el porcentaje de personas que padecen hambre. 2.2. Apuntes sobre la situación de pobreza en México Los datos oficiales de la pobreza en México, publicados en el mes de junio de este año por el INEGI2, resultaron poco creíbles para los /as expertos en el tema y para la población en general que ha visto mayor deterioro en su calidad de vida, por lo que apuntamos la cifra que se manejaba en agosto de 2002 de 53.7 millones de mexicanos con algún nivel de pobreza3, para tener presente la dimensión de este grave problema al que se plantea atacar con los proyectos del PPP. En la región centroamericana y en México, la pobreza tiene un rostro rural e indígena principalmente, ello reconoce el PPP al analizar el ingreso per cápita de la gente de los estados del Sur-Sureste, aunque cabe mencionar que siendo un indicador, no expone la situación real de hambre, desnutrición y carencias que sufre la población de estos estados. Se observa que el fenómeno de la feminización de la pobreza es creciente, el cual está relacionado con las inequidades en la distribución del ingreso, el menor acceso al crédito, a la propiedad y a la tecnología y a otros recursos, así como con la segmentación de los mercados laborales, la menor percepción salarial de las mujeres, la mayor presencia de jefaturas femeninas, entre otras situaciones que generan que el porcentaje más alto de pobres en el mundo sean mujeres. Según datos de la ONU más de 550 millones de mujeres de zonas rurales en el mundo, viven por debajo del nivel de pobreza (ONU, 1996). 2.3. Planteamiento del PPP para disminuir la pobreza Los principales objetivos del Proyecto de Desarrollo Humano del PPP son “reforzar las iniciativas nacionales de reducción de la pobreza y facilitar el acceso a servicios sociales básicos de la población vulnerable que contribuyan al pleno desarrollo de los pueblos mesoamericanos”.4 2 Ver Periódico La Jornada, 18 de agosto de 2003. 3 Nota periodística de Javier Peralta del Periódico Reforma, 14 de agosto de 2002 en la que aparece lo expresado por la Secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota. 4 Plan Puebla-Panamá, Informe de Avances y Perspectivas, junio de 2002. 175 Aún cuando todavía no está muy precisa la estrategia que se seguirá, el planteamiento de reforzar la estrategia “Contigo” implica que el esquema de focalización seguirá siendo la vía para “impulsar el desarrollo humano”. 2.4. Propuestas y temas para la discusión Tomando en cuenta las dimensiones de la pobreza en la región Sur-Sureste, ¿la estrategia de focalización puede resolverla y crear las condiciones de desarrollo humano que se expone en el objetivo del PPP? Debemos recordar que la estrategia de focalización en nuestro país ha generado situaciones de conflicto entre las comunidades, debido a que los criterios de selección de la “población objetivo” no están claros para los y las beneficiarias. Asimismo han generado dependencia de la población por constituir un apoyo al consumo y no a la producción, han sido un instrumento de control político (Ramos, 2000), pero sobre todo tienen la gran limitante de no haber llegado al 90% de la población pobre y no resolvieron la pobreza de la gente que fue beneficiada con dichos programas. Además de ser excluyente, la focalización se utiliza como un medio para disminuir la pobreza, no para erradicarla ni para evitar que se presente. “Así, la focalización debe considerarse un instrumento para lograr que los servicios básicos tengan una cobertura universal y nunca como un sustituto de la universalidad” (Ocampo, 2001:25). Por otro lado, las estrategias de creación de capacidades y oportunidades, en una política de focalización, suelen colocar la mayor responsabilidad del desarrollo en las personas beneficiadas. Si no logran salir de la pobreza “es su culpa”, con lo cual se olvidan del papel del Estado en la generación de condiciones adecuadas para una vida digna y de las situaciones ancestrales, económicas, políticas, históricas y estructurales que generaron la situación de pobreza, que no resulta fácil remontar con los mínimos apoyos recibidos. “Para alcanzar la equidad, la política social debe influir en los determinantes estructurales de la distribución del ingreso: educación, empleo, distribución de la riqueza y dependencia demográfica, así como sobre sus dimensiones étnicas y de género” (Ocampo, 2001:28). Otra situación que es necesario preguntarse es ¿si con los recursos que se destinan a la política social se logrará erradicar la pobreza y alcanzar el desarrollo humano propuesto en el PPP? Según el análisis del presupuesto de 2003 que hace la Asociación Civil Equidad de Género, Ciudadanía Trabajo y Familia, este año se destinarán $ 17.00 pesos diarios por persona para atender sus necesidades de salud, educación, seguridad social, desarrollo social, trabajo y asistencia social, teniendo una población estimada de 102’329,695 personas en el país en 2002. Este gasto representa apenas el 9.9% del PIB. (Pérez, Martínez y Rangel, 2003:11 y 12). El gasto para los programas focalizados suele ser mucho menor. Por ejemplo en el año 2000, el gasto asignado al Programa de Ampliación de Cobertura (PAC) representó el 0.15 % del gasto neto total, el monto del Programa de Educación, Salud y Alimentación (PROGRESA), fue el 1.2% del gasto neto total para ese mismo año (Aguilar, 2000:208). En 2002 se destinaron $ 67,251 millones de pesos para combatir la pobreza extrema, es decir 11 centavos de cada peso del gasto social se canalizó a atender a los y las pobres extremos en México (Pérez, Martínez y Rangel, 2002:18). Si se analiza el gasto destinado a programas etiquetados para mujeres se observa que no son prioritarios para el gobierno federal, ya que en 2002 representó el 0.07% del presupuesto aprobado y para el 2003 el gasto llega apenas al 0.12% del gasto total (Pérez, Martínez y Rangel, 2003:19). Además, la asignación presupuestal para los estados se realiza considerando la proporción de población y no las carencias y necesidades que presentan, lo cual puede observarse al analizar la asignación de recursos del ramo 33 que contiene los fondos de apoyo a los estados y municipios, al cruzarla con criterios de desarrollo humano se observa que en el 2000, “22 estados recibieron recursos por arriba de lo que se les asignaría si se utilizara un criterio consistente con el IDH, en cambio 10 estados se encuentran por debajo de ello (PNUD, 2002:53 y 54). Ante todo esto, es necesario clarificar el debate nacional que ya existe sobre la distribución del presupuesto federal, el cual ha sido originado principalmente por las demandas de los estados y municipios de mayor asignación presupuestal, o del cobro y uso de los impuestos recabados en los propios estados, incorporando otros criterios de equidad social y de género y el principio de solidaridad entre los estados. 176 Otro tema necesario de retomar y discutir en el abordaje de la situación de pobreza en nuestro país, es el alimentario, que no sólo tiene que ver con los índices de desnutrición o la cantidad y la calidad de consumo de alimentos. El problema alimentario en México “es un proceso inédito que se identifica por la exclusión de los agricultores nacionales de la producción de alimentos básicos para el consumo del país, la profundización de los procesos de pauperización rural, desnutrición, descampesinización y migración” (Red Nacional de Promotoras y Asesoras Rurales, 2001:1). Ante ello, cabe la pregunta: ¿es posible que la población de los estados del Sur-Sureste mayoritariamente rural e indígena, supere el problema alimentario en el que se encuentra? Es necesario considerar que el problema alimentario tiene por lo menos seis dimensiones:5 1. La exclusión de las familias campesinas del mercado interno y la falta de apoyos para su producción. 2. La sustitución de la producción nacional por la importada. 3. El aumento del precio de los alimentos para los/as consumidores. 4. La calidad de los alimentos que se importan (incluidos los productos transgénicos). 5. El problema de la pobreza creciente. 6. El problema de la seguridad alimentaria debido a la dependencia alimentaria de México con respecto a Estados Unidos. El problema alimentario no es exclusivo de las zonas rurales, también lo viven los habitantes de las ciudades, ya que como consumidores se enfrentan al encarecimiento de los productos y a su mala calidad. La pobreza también está relaciona con la falta de servicios básicos. En Chiapas sólo el 30.15% de las viviendas cuentan con conexión de agua dentro de la vivienda, en Oaxaca el 37.71%, en los estados de Guerrero, Puebla, Quintana Roo y Veracruz es un poco más del 50% de las viviendas que cuentan con este servicio. Los estados en mejor situación son Yucatán y Tabasco con porcentajes de 60.26% y 64.98% de las viviendas respectivamente. El drenaje es otro de los servicios con déficit en estos estados: en Chiapas hay 37% de las viviendas sin drenaje, en Oaxaca es el 54%, Guerrero el 47%, Yucatán el 41%, Veracruz 31%, Puebla 34% y los estados de esta región con menos viviendas sin drenaje son Quintana Roo con el 14 % y Tabasco con el 13% (INEGI,2000). En el caso del servicio de luz, son más las viviendas que cuentan con él. Los estados en la región referida con mayores porcentajes de viviendas que no cuentan con electricidad son: Chiapas y Oaxaca con 12.85%, y Veracruz con 10.52%(Íbid). Estos datos nos llevan a cuestionar ¿cuáles son los programas del PPP que dirigirán sus acciones a mejorar el acceso de los servicios de agua y drenaje, que son los que presentan mayor déficit? Propuestas6 • Se requiere una política que visualice a los pobres como productores y no como indigentes. • Asimismo, un programa de desarrollo rural integral que fomente la producción básica, otorgue créditos, capacitación, contribuya a tener precios redituables, canales de comercialización efectivos y protección arancelaria a los productos de consumo básico de la población. • En necesario tener un abasto suficiente, barato y sano de alimentos para toda la población. • Hay que buscar una relación campo-ciudad equitativa que permita un desarrollo más igualitario para productores y productoras rurales. • El Estado tiene que retomar su responsabilidad con el campo y sus habitantes. • La generación de oportunidades como el acceso a los recursos productivos (la tierra y el crédito), a los recursos tecnológicos, la capacitación y la participación de la población en la toma de decisiones, son elementos necesarios para la superación de la pobreza y para evitar que ésta se genere y multiplique, por lo que la política social debe ser universal y no focalizada. 5 Red Nacional de Promotoras y Asesoras Rurales, 2001. 6 Retomadas de: Red Nacional de promotoras y Asesoras Rurales, 2001; Equidad de Género, Ciudadanía Trabajo y Familia, A.C.; Reunión Nacional de Desarrollo Sustentable con equidad de Género: hacia la Cumbre de Johannesburgo, 2002. 177 • Se deben promover cambios legislativos, culturales y sociales y establecer políticas para que las mujeres tengan mayor acceso, uso y control de la tierra, los recursos naturales, el crédito, la capacitación y la asesoría técnica. • La producción campesina, basada en el manejo responsable de la biodiversidad, debe ser apoyada de manera prioritaria sobre la importación de productos alimenticios y subsidiada por su carácter estratégico para la seguridad y soberanía alimentaria nacional. • La ampliación de la infraestructura de servicios básicos debe estar incluida dentro de la política social. • Incluir la perspectiva de género en la política social y de superación de la pobreza, teniendo en cuenta que dirigir programas a las mujeres o hacerlas beneficiarias, no implica que se tenga enfoque de género. • Elaborar presupuestos con enfoque de género desde las dependencias federales, hasta todos los niveles estatales y municipales de gobierno. • Revisar los criterios de asignación del gasto público e incrementar el monto a los programas sociales y de superación de la pobreza. 3. Salud 3.1. Metas del Milenio: Reducir en dos terceras partes la tasa de mortalidad de los niños menores de 5 años, reducir la tasa de mortalidad materna en tres cuartas partes. Detener y comenzar a reducir la propagación del VIH/SIDA, detener y comenzar a reducir la incidencia de paludismo y otras enfermedades graves. 3.2. Apuntes para el análisis de la situación de la salud de la población La mortalidad materna en el mundo tiene cifras alarmantes que contrastan con los avances científicos y la rapidez con la que ahora nos podemos comunicar. Diariamente mueren en el mundo alrededor de 600 mil mujeres por causas relacionadas con la maternidad, la mayoría de ellas ocurre en los países “en vías de desarrollo”. “Las mujeres en estos países enfrentan un riesgo de morir por ‘causas maternas’ 18 veces mayor que el presentado en naciones desarrolladas” ( Elú, 2000:154). El riesgo de morir por estas causas en América Latina y el Caribe es de 1 de cada 130 mujeres, mientras en todos los países desarrollados es de 1 entre cada 18,000 mujeres (Freyemuth, 2000:269). La situación de los estados ubicados en el PPP en relación a mortalidad materna es la siguiente: Chiapas, Oaxaca, Puebla y Veracruz se ubican con “muy alta mortalidad materna”, Guerrero y Tabasco se ubican con “alta mortalidad” materna, y Campeche y Yucatán tienen “mediana mortalidad materna”. Por cada 10 muertes que ocurren en la región clasificada como de baja mortalidad, ocurren 12 en la media, 15 en la alta y 19 en la muy alta, es decir, casi el doble (Freyemuth, 200:271). Estos datos nos muestran que aún cuando ha habido esfuerzos importantes para reducir las tasas de mortalidad materna, ésta sigue siendo un problema relacionado, entre otras cosas, con el acceso a los servicios de salud. El cáncer de mama y cérvico uterino continúan estando dentro de las causas de muerte en las mujeres mexicanas ubicados en el lugar 12 y 10 respectivamente, mientras la diabetes mellitus es la primera causa de muerte en las mujeres y la segunda en los hombres (SSA, 2002:572 y 573). La prevalencia de infecciones de transmisión sexual entre la población activa son frecuentes, en las mujeres rurales también y principalmente en esposas de migrantes. Un estudio en la zona norte del Istmo con 533 mujeres, mostró que el 78% de ellas presentaron presencia de cocos, Garnerella, Clamydia y VPH (Castañeda, 2000:89). En México se reportó el primer caso de SIDA en 1985, diez años después en 1995 había una mujer infectada por cada 6 hombres, proporción que se ha mantenido durante los siguientes 5 años. “ De esta forma, el 14% de casos de SIDA corresponde a mujeres, la mayor parte se debe actualmente a transmisión sexual” (Uribe, 2000:136). Por otro lado, los índices de natalidad en adolescentes han convertido esta situación en un problema de salud pública que es necesario atender, ya que el embarazo a temprana edad es un obstáculo para el 178 mejor desarrollo de la mujer, limita sus oportunidades en educación y empleo y puede contribuir a la reproducción de su situación de pobreza. En las zonas rurales e indígenas el inicio de la vida sexual y de pareja se da a muy temprana edad, en Chiapas muchas mujeres inician su vida sexual desde los 12 años (Freyemuth, 200:228). Así, se identifica la baja escolaridad y la ruralidad como principales factores de riesgo asociados con la maternidad temprana. Aún cuando hay programas dirigidos a la población adolescente, las acciones resultan insuficientes ante la gran demanda, ya que una quinta parte de la población total en México se encuentra en esta etapa de vida. Principalmente en las zonas rurales e indígenas donde la población tiene poco acceso a los servicios de salud y educación, las acciones de orientación y prevención ni siquiera son conocidas. La violencia familiar, que recientemente se ha reconocido como un problema que debe ser atendido también por el sector salud, constituye un lastre para la salud física y emocional de mujeres y niños principalmente. Encuestas realizadas en localidades rurales muestran que “entre 50 y 80% de las mujeres unidas son víctimas de violencia familiar” (Castañeda, 2000:88). En la situación de salud de la población influye de forma determinante la cobertura de los servicios de salud y el presupuesto destinado a este rubro. Al respecto se reconoce que la cobertura de los servicios de salud es insuficiente, ya que una cuarta parte de la población del país no es atendida por ninguna de las tres instituciones más importantes del sector salud, a saber: el Instituto Mexicano del Seguro Social que absorbe a casi el 39% de usuarios, la Secretaría de Salud que atiende al 27% y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado con un 10% del total de la población usuaria (Espinosa y Paz, 2000: 83). Con relación al presupuesto destinado al sector salud, cabe decir que en el presupuesto de 2003 representa el 25.7% del gasto social, con lo cual por cada peso que el gobierno gaste este año, 11 centavos se destinarán a atender la salud de los y las mexicanas (Pérez, Martínez y Rangel, 2003:15). 3.3. Planteamiento del PPP para atender la salud Incorporado en el proyecto de Desarrollo Humano del PPP, se encuentra el proyecto regional de salud y desarrollo humano, cuyo objetivo es “diseñar e implementar un programa regional para mejorar la capacidad de vigilancia y respuesta de los países frente a riesgos que enfrenta su población de enfermar o morir por causa de problemas sociales y de salud. Dada la importancia que posee para la región, el programa dará un especial énfasis en el manejo integral de la epidemia por VIH/SIDA” (PPP, 2002:27). 3.4. Temas y propuestas para la discusión No tenemos más información sobre el avance del proyecto mencionado, por lo cual queda la duda sobre ¿además de la atención al VIH/SIDA, cuales serán los problemas de salud de la población de los estados del Sur-Sureste que se atacarán con el PPP? Si se quiere cumplir con las Metas del Milenio se deberán implementar acciones para mejorar la salud materna y la mortalidad infantil. No puede hablarse de desarrollo humano cuando niños y niñas mueren por enfermedades prevenibles o por secuelas de la desnutrición. No obstante que las acciones de salud para disminuir la mortalidad materna han contribuido a ello, todavía no es un problema superado, menos aún en los estados del Sur de México. En Oaxaca, por ejemplo, la tasa en 1997 fue de 8.71 por 10 mil nacidos vivos registrados, aproximadamente el doble de la tasa nacional (Casas, 2000: 181). Lo preocupante es que el 90% de las muertes maternas pueden prevenirse mejorando el acceso y la calidad de los servicios de salud. ¿Se incrementarán los derechohabientes de los servicios de salud con la generación de empleos que se propone el PPP? ¿Y en ese caso, se contratará más personal en las instituciones de salud o se dará atención a mayor cantidad de beneficiarios con el mismo personal que ya existe?. Todas estas dudas están en el aire y su falta de respuesta genera rechazo al PPP por parte de la población que no tiene acceso a los servicios de salud o que observa su deterioro, la constante falta de medicamentos y su encarecimiento. 179 La posibilidad de ampliar la cobertura de dichos servicios está ligada a un incremento en el presupuesto a la salud y la asignación del mismo con otros criterios. En 2002, el gasto per capita en salud fue de $3.8 (Pérez, Mediana y Rangel, 2002:20) y en 2003 está calculado en $4.33. Representó en 2002 el 2.3% del PIB y en 2003 es el 2.5% del PIB (Pérez, Mediana y Rangel, 2003:11 y 15), lo cual indica que el aumento no es significativo de un año a otro. Por otro lado, es necesario revisar los criterios de asignación presupuestal, ya que no se hace de acuerdo a la cobertura institucional, en particular en lo referente a atención a la salud reproductiva: “al IMSS se canaliza el 42.16% de los fondos públicos y atiende al 38.8% de la población, el ISSSTE atiende al 10.2% de los usuarios y gasta el 2.4% de los recursos de la salud reproductiva. Finalmente la SSA gasta el 5.08% de los fondos públicos destinados a salud reproductiva y cubre al 26.7% de los usuarios. En otras palabras, la SSA recibe recursos en una proporción cinco veces menor a su cobertura” (Espinosa y Paz, 2000:85). Esta forma de distribución del presupuesto genera que las personas atendidas por la SSA, que en general pueden considerarse más vulnerables y con menores recursos, son quienes deben pagar los porcentajes de cobro que esta institución determina. Propuestas7 • Modificar las políticas de población centradas en el control del cuerpo y la sexualidad de las mujeres, ya que son violatorias de sus derechos humanos. - Debe haber servicios de salud integral, no sólo para atender el embarazo y el parto o evitar el primero. - Incrementar los servicios de salud, a fin de que lleguen a la población que no tiene acceso a ellos. - Mejorar la calidad de los servicios de salud y promover el respeto a los derechos humanos de las y los usuarios, así como los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y los hombres. - Promover la participación y responsabilidad de los varones en su comportamiento sexual y reproductivo, así como en el cuidado, educación y nutrición de los hijos. - Promover la educación sexual en todos los niveles de educación, así como con acciones de educación no formal, que incluya el conocimiento del cuerpo, la autoestima, la salud sexual y reproductiva y los derechos sexuales y reproductivos, a través de instituciones tanto del sector salud como del educativo, teniendo en cuenta las dimensiones de género, etnia y residencia rural o urbana. - Las políticas de población y los programas de planificación familiar deben apoyar los principios de elección voluntaria e informada. - Establecer servicios de consejería que ayude a las mujeres a comprender el funcionamiento de su cuerpo y fomenten la autonomía de las mujeres. - Crear programas de información y consejería para adolescentes, que respeten la confidencialidad de los y las usuarias. - Incorporar en las acciones de salud, las relacionadas con la salud mental de la población, en particular a las víctimas de violencia sexual y familiar. - Mejorar los sistemas de información, incluyendo indicadores por sexo y edad en todos los aspectos y niveles de información. - Incrementar el presupuesto para salud, especialmente para los estados con mayor presencia de población que no tiene acceso a estos servicios y/o tenga altos índices en problemas de salud. - Destinar un porcentaje del presupuesto importante para atender la salud sexual y reproductiva en particular la de los y las adolescentes y jóvenes. - Asignar presupuesto para la incorporación del enfoque de género en las políticas de salud (capacitación, investigación, atención, construcción de indicadores, promoción, fomento). - Reconocer y valorar las estrategias curativas de la población rural e indígena. - Establecer mecanismos de colaboración entre las instituciones y las ONG expertas en el trabajo de la salud desde una perspectiva de género. 7 Tomadas de: Aguilar, 2000; Ramos, 2000; Castañeda, 2000; Espinosa, 2000; González, 2000 y Mejía, 2000. 180 4. Educación 4.1. Metas del Milenio: Meta 2.- Lograr la enseñanza primaria universal. Velar por que todos los niños y las niñas puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria. Meta 3.- Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer. Eliminar las desigualdades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria, preferiblemente para el año 2005, y en todos los niveles de la enseñanza para 2015. 4.2. Apuntes para el análisis de la situación educativa en México La situación educativa de los y las mexicanas ha mejorado considerablemente de manera general, “entre 1970 y 1995 el porcentaje de niñas y niños que asistió a la escuela ...pasó de 63.3% a 91.4% a nivel nacional en el caso de las mujeres y de 65.6% a 92.9% en los hombres” (UNIFEM Y CONMUJER, 1999). No obstante, todavía existen rezagos en las zonas rurales e indígenas en materia de alfabetización y educación básica. De los estados incluidos en el PPP, Chiapas concentra el mayor porcentaje de población adulta no alfabetizada: 22%; le siguen Guerrero y Oaxaca con el 21% de su población que no sabe leer y escribir; Veracruz y Puebla con porcentajes de 15 y 14% respectivamente; en Yucatán el 12% de su población adulta se encuentra aún en esta situación; Campeche tiene una cifra de 11%; finalmente Tabasco con el 10% y Quintana Roo con 7% de población no alfabetizada (PNUD.2002:141). El análisis de los datos estadísticos desagregados por género, muestran que el analfabetismo es mayor en las mujeres y principalmente en las mayores de 40 años, de zonas rurales e indígenas. “El analfabetismo entre los indígenas alcanza 48.9% para las mujeres, para los hombres representa 27.8%”(UNIFEM y CONMUJER, 1999). El monolingüismo es una característica relacionada también con la situación de analfabetismo de las mujeres. Por cada 100 mujeres que sólo hablan lengua indígena, hay 55 hombres, mostrándose así menor integración lingüísitica de las mujeres (INEGI, 1993). Al revisar los datos de asistencia escolar de la población de 6 a 14 años, nuevamente Chiapas encabeza los estados con más niños y niñas que no asisten a la escuela con el 16.5%, le sigue Guerrero con el 11.6%, Oaxaca, Puebla y Veracruz tienen más o menos la misma proporción de 11% y Quintana Roo, Tabasco y Yucatán con promedios cercanos al 8% (PNUD:2002:140). Si se analiza la matrícula escolar, se observa que en las zonas urbanas la igualdad entre hombres y mujeres se ha alcanzado con relación a la asistencia a la educación primaria, no así en las zonas rurales e indígenas, donde además de los problemas de acceso y distancia que enfrentan los niños y niñas, la cultura patriarcal determina que menor cantidad de niñas acudan a la escuela. Por otro lado, es pertinente considerar que la escuela no es neutra, ya que mediante el “curriculum oculto” se transmite la separación entre los géneros y la discriminación de las mujeres. La forma como está estructurado el conocimiento y la manera como se transmite, implican visiones androcéntricas del mundo, de la ciencia, de la historia y del propio funcionamiento de la sociedad. Los programas educativos, materiales escolares, libros de texto, estrategias de enseñanza y evaluación, están elaborados con una visión sexista que parte de mitos y prejuicios acerca de lo masculino y femenino. Además del problema del ingreso a la educación primaria y los porcentajes de población no alfabetizada que se presentan en los estados del Sur-Sureste, la calidad de la educación es una situación más que es necesario encarar. Sin duda, las instituciones que ofrecen servicios educativos a la población de comunidades pequeñas o aisladas tienen un gran valor por la labor que realizan en condiciones desfavorables, pero el hecho de que cuenten con poco presupuesto, personal mal capacitado o sin el perfil pedagógico adecuado, nula infraestructura o en malas condiciones, contribuye a que la calidad de sus servicios se vea cuestionada. Es precisamente la población con rezago educativo y carencias económicas la que es atendida por instituciones como el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE), Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), Educación Indígena de la Secretaría de Educación Pública, principalmente, las cuales han desarrollado modelos pedagógicos diversos, materiales especiales para brindar su servicio y grandes esfuerzos 181 para mejorar sus programas. A pesar de ello, sigue habiendo problemas en la eficiencia terminal, no se abate aún el analfabetismo y el nivel de conocimientos adquiridos sigue siendo bajo. Ligado a este problema se encuentra el hecho de que el presupuesto destinado a la educación es insuficiente para cubrir la demanda y resolver los problemas educativos. Aún cuando el gasto en educación representa el porcentaje mayor del gasto social (44.2%), es apenas el 4.2 % del PIB en 2003. Así, de cada peso que el gobierno gaste este año, 18 centavos se destinarán a la educación y de ellos, 11 centavos se canalizarán a los Estados y los otros 7 centavos se destinarán a atender las funciones de la SEP y las Universidades Públicas (Pérez, Martínez y Rangel, 2003: 11 y 17). 4.3. Planteamiento del PPP para atender la educación Como uno de los primeros proyectos dentro de la Iniciativa Mesoamericana de Desarrollo Humano, se encuentra el proyecto de capacitación para el trabajo cuyo objetivo es “elevar la calidad del capital humano de la región mediante la creación de una Red de excelencia en educación técnica y profesional. Esta Red Mesoamericana contribuiría a la capacidad institucional y estaría integrada por instituciones privadas y públicas. Promovería la capitalización y diseminación de los aprendizajes regionales, la retroalimentación con experiencias internacionales y el desarrollo curricular y de contenidos para procesos educativos formales e informales” (PPP, 2002:25). 4.4. Temas y propuestas para la discusión El primer asunto que salta a la vista al revisar las Metas del Milenio, el rezago educativo de los estados incluidos en el PPP y el objetivo que se plantea éste en el terreno de la educación, es que no existe correspondencia. Dicho objetivo no está encaminado a abatir los índices de analfabetismo, ni a lograr la enseñanza primaria universal. ¿La población en rezago educativo no es prioritaria para la iniciativa de desarrollo humano del PPP? ¿o a qué tipo de desarrollo humano se orienta esta iniciativa? La educación es clave de un crecimiento equitativo “pero sus objetivos van más allá de sus dimensiones de ‘capital humano’: es también un elemento decisivo del desarrollo democrático y de una ciudadanía sólida” (Ocampo, 2001:26). El paradigma de capital humano no debe ser el centro de la política educativa, ya que es un concepto restringido que alude principalmente a la formación de habilidades en la fuerza de trabajo que el capital necesita y no cubre los objetivos del desarrollo humano. En este sentido es necesario revisar los resultados de las universidades tecnológicas que fueron creadas para formar mano de obra técnica y en muchos estados, los y las estudiantes no encuentran trabajo, como ocurre de manera alarmante a nivel nacional. De esta forma, podemos decir que la capacitación para el trabajo sólo es una de las líneas de acción que debe tener una estrategia de desarrollo humano y no la única. Es necesario atender la educación formal y la no formal, con acciones que promuevan la educación para la salud, el medio ambiente, los derechos humanos, la equidad de género, la participación ciudadana y en general la educación permanente para la vida. Desde hace algunos años existe una polémica en torno a la descentralización de los servicios educativos, debido principalmente a que la federación no asigna suficientes recursos a los estados para que se hagan cargo de ella. En este sentido es conveniente realizar estudios, fomentar la discusión del tema y buscar alternativas que permitan que la asignación y distribución de los recursos se haga con mayor equidad para atender a los sectores de la población que más lo requieren. Por otro lado, el tema de la incorporación de la perspectiva de género a las políticas educativas, ha tenido ya algunos avances con la inclusión del tema en los cursos de actualización magisterial en algunos Centros de maestros y el impulso de proyectos de género en ciertas áreas de la SEP y el CONAFE por ejemplo. No obstante hace falta mucho camino por recorrer para que los proyectos y las iniciativas sean generales en todos los ámbitos y niveles educativos y de gobierno, lo cual sin duda puede contribuir a disminuir las inequidades entre los géneros. 182 Propuestas8 • Las políticas educativas en los estados incluidos dentro del PPP deben ocuparse de la cobertura institucional, pero también de la calidad de la educación que se brinda. • Es prioritario que se termine con la desigualdad en la atención educativa de las zonas urbanas y rurales. La población rural e indígena no son ciudadanos/as de segunda, por lo cual tienen derecho a contar con los mismos servicios educativos que las ciudades. Los programas compensatorios atendidos con pocos recursos, malas instalaciones y personal no calificado, no son suficientes para abatir el rezago educativo en el que se encuentra este sector de la población. • Es necesario incorporar la perspectiva de género en las políticas educativas, los programas escolares, los libros de texto y en general en los materiales educativos, a fin de no continuar reproduciendo los estereotipos de género que perpetúan la división entre los géneros y la discriminación de las mujeres. • Implementar “acciones afirmativas” para la mayor asistencia de las niñas del sector rural y de las zonas indígenas a la escuela (como becas, comidas escolares, albergues, provisión de libros de texto y útiles escolares). • Se deben dar cursos de capacitación de calidad a los y las docentes, sobre la perspectiva de género, a fin de que no reproduzcan prácticas sexistas dentro del aula. • Las políticas educativas no discriminatorias deben incluir el fomento de habilidades, experiencias y conocimientos científicos tanto en hombres como mujeres, para terminar con la segregación de éstas en las carreras científicas. • Se debe favorecer la igualdad de oportunidades en el ámbito escolar y laboral para hombres y mujeres, eliminando el sexismo. • Debe construirse un modelo diferente de orientación educativa que posibilite la incorporación de más mujeres a las carreras en donde están excluidas y, de igual forma, se debe fomentar la incursión de varones en carreras tipificadas como femeninas. • Incluir en la propuesta curricular los ejes transversales. • Las políticas de desarrollo rural deben considerar la dimensión de desarrollo humano y no sólo la visión productivista. • Aumentar paulatinamente el presupuesto destinado a la educación, para llegar en algunos años a cumplir con la recomendación de la UNESCO de destinar por lo menos el 8% del PIB a la educación. • Establecer convenios y acciones de colaboración entre las instituciones educativas y las ONG, con experiencia en el trabajo educativo desde la perspectiva de género, a fin de aprovechar la experiencia acumulada en proyectos de educación no formal, en temas como derechos humanos, medio ambiente, equidad de género, alfabetización a mujeres, formación magisterial, etc. 5. Participación y Desarrollo Local 5.1. Metas del Milenio. Dentro del apartado de derechos humanos, democracia y buen gobierno, se encuentra expresado que todos y todas tienen derecho a ser partícipes del desarrollo. 5.2. Consideraciones sobre la participación social en el desarrollo Los modelos de desarrollo impulsados hasta ahora en el mundo y durante la historia, no han considerado importante consultar y hacer partícipe a la población de sus políticas. Más bien han sido impuestos por los “teóricos del desarrollo”, los gobiernos en turno, los organismos multilaterales y las naciones dominantes. Cada vez más la sociedad reclama estar presente, participar, opinar y proponer alternativas. De hecho, en muchos estados del país, las organizaciones sociales, políticas, de productores/as, de mujeres y las ONG han impulsado proyectos alternativos al modelo de desarrollo dominante. 8 Tomadas de: García 2001:8; CONMUJER y Campaña El Banco Mundial en la Mira de las Mujeres, 2000. 183 Estas experiencias rescatan la organización y participación de las y los involucrados, su cultura y sus intereses. Los resultados de estas experiencias varían, en todo caso el buen funcionamiento de ellas depende tanto de situaciones internas como externas que salen del control de las/os participantes. En el caso de las mujeres vale la pena recordar que las políticas dirigidas a ellas en México se ubican en el marco del modelo Mujeres en el Desarrollo, el cual las considera “objetos” del desarrollo, las ve como depositarias de las políticas y no como personas que pueden aportar y participar. Los resultados de tal enfoque han sido la dependencia, la desorganización cuando dejan de recibir los apoyos y la presencia de problemas y conflictos por la ausencia o inadecuado acompañamiento, entre otras (García, 1998). “La participación permite a las personas convertirse en actores protagónicos en la creación de su futuro. En muchos contextos, las comunidades organizadas han demostrado ser un instrumento fundamental del cambio social y económico y, por lo tanto, un elemento central del desarrollo institucional” (Ocampo, 2001:25). La participación de la población y en particular de las zonas rurales e indígenas, tiene sus tiempos, momentos, condiciones y formas muy particulares, las cuales muchas veces no coinciden con lo que el gobierno y las instituciones desearían. Por lo cual un proyecto gubernamental que plantee promover la participación de la población ha de tener presente estas situaciones para evitar forzar, romper la organización o generar conflictos en las comunidades. 5.3. Planteamiento del PPP sobre la participación de hombres y mujeres en sus proyectos Otro proyecto incorporado a la iniciativa de Desarrollo Humano es el de “Mejorar los niveles de participación de las comunidades indígenas y afrocaribeñas, a través de este proyecto se busca elevar la calidad de vida de los pueblos indígenas y afrocaribeños de Mesoamérica mediante la promoción de procesos de gestión y capacitación que permita aumentar los niveles de participación, la transparencia, la descentralización y la integración de las comunidades y sus organizaciones de base, las instituciones y los gobiernos locales”. El proyecto se propone desarrollar las siguientes actividades principales: a) Capacitación para la formación de equipos de trabajo locales, constituidos por indígenas, afrocaribeños y representantes de autoridades locales que sirvan como coordinadores en la formulación de estrategias de desarrollo; b)Aplicación y articulación de procesos participativos en comunidades indígenas y afrocaribeñas seleccionadas; c) Capacitación y acciones demostrativas a nivel local, aumentando la capacidad de gestión de todos los actores, a través de asesorías técnicas durante la puesta en práctica de las fases metodológicas participativas; d)Desarrollo de mecanismos de fiscalización social, a través del diseño y funcionamiento de sistemas de información y evaluación; y e) Definición de normas y de un marco legal que institucionalicen la participación indígena y afrocaribeña. 5.4. Propuestas y temas para la discusión En todos los foros, encuentros y reuniones realizadas para analizar el PPP, las demandas principales han sido: • Información clara sobre el PPP. • Que se consulte a la población de los estados y países incluidos dentro del PPP. • Participación en los proyectos desde su concepción hasta su ejecución, incluyendo la toma de decisiones. En el documento del PPP Informe de avances y perspectivas de junio de 2002, se muestra que en el proyecto de participación hay muchos avances en torno a la identificación de mecanismos, tiempos y actores que se involucrarán en los proyectos y acciones planeadas, lo cual muestra que de alguna forma se ha tratado de recoger estas demandas. Toca analizar entonces si los mecanismos, metodología y concepción de la participación que se tiene en el PPP, coincide con lo planteado por las organizaciones y los grupos. 184 Una primera revisión de ello, nos muestra que no es así, que se pretende “institucionalizar” la participación cuando la consigna de las organizaciones es la autonomía y está en discusión la autonomía de los pueblos indígenas. Se establecen momentos, formas y tiempos de participación, cuando ya hemos dicho que los pueblos rurales e indígenas y sus organizaciones tienen sus formas de representación, participación y organización. Con relación a la participación de las mujeres es necesario fomentarla, cuidando que ello no genere conflictos al interior de las comunidades y considerar que la participación de las mujeres en sus pueblos, organizaciones y comunidades, no es homogénea. Hay lugares en Oaxaca, por ejemplo, donde la mujer se convierte en el centro y motor de las organizaciones. En otros estados se presentan experiencias diversas y zonas donde a las mujeres no se les permite participar en las reuniones de la comunidad o del ejido y mucho menos en la toma de decisiones. Propuestas9 • Desarrollar economías donde los campesinos y campesinas sean los principales actores y beneficiarios del desarrollo local y popular. • Fortalecer la autonomía municipal y regional. • Respetar los derechos de los pueblos indígenas a sus tierras y territorios. • Que el PPP se someta a consulta. • Que las Secretarías de Estado tomen en cuenta que el campesino y la campesina son sujetos del desarrollo y no un instrumento del mismo. • Valorar y respetar los conocimientos locales en el manejo de los recursos y los referidos a la medicina tradicional. • Que se elaboren proyectos y programas que nazcan de las propias comunidades. • Que los pueblos y comunidades participen en las decisiones de los proyectos y acciones a realizar en su región. • Que se creen mecanismos de participación directa de las mujeres de esta región, incluyendo las instancias donde se toman decisiones sobre los proyectos de desarrollo local. • Que todos lo proyectos y acciones respeten los derechos humanos y la cultura de la población. • Establecer mecanismos de información clara sobre los proyectos, sus problemas, beneficios y avances. • Los mecanismos de participación deben hacerse de manera conjunta entre gobierno y sociedad y no de manera unilateral. 9 Retomadas de los talleres, encuentros y reuniones realizadas sobre el PPP en México y Centro América. Ver documentos que se enumeran en las fuentes consultadas. 185 Bibliografía - Aguilar Medina, Martha Patricia y Coordinación Nacional por un Milenio Feminista (2000). “Ejercicio de análisis. Programa de Ampliación de Cobertura (PAC) desde la perspectiva de género”, en Laura Frade Rubio, Equidad, Participación y Coherencia, edita Campaña El Banco Mundial en la Mira de las Mujeres, México. - Bartra, Armando. (2001). “Mesoamérica los Ríos Profundos”- Alternativas plebeyas al Plan Puebla-Panamá, ediciones casa Juan Pablos, S.A. Instituto Maya, A.C. El Atajo Ediciones. México. - Buvinic, Mayra y Yudelman Sally (1989). “Mujer, pobreza y progreso en el tercer mundo”, Foreign Policy AssociationHeadline Series, New York, EEUU. - ________Y Margaret A. Lycette (1994). “Constribuciones de las mujeres al crecimiento económico en América Latina y el Caribe. 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Ya sea que estén en su favor o en contra, los diferentes actores -gobiernos, organismos internacionales, sociedad civil, partidos y medios de comunicación- admiten la incisiva influencia que ejercen éstos, especialmente en las mujeres y en el medio ambiente, con las repercusiones que ello tiene para ubicarlo en una trascendencia generacional. La vasta producción teórica en el ámbito económico y filosófico se entrelaza con el análisis del multiculturalismo y de la teoría de género para explicar los cambios en las relaciones desde estas perspectivas. El presente documento busca aportar elementos para esta discusión en el terreno centroamericano ante las negociaciones que en materia comercial están previstas y sobre sus expectables repercusiones para el desarrollo y la calidad de vida regional, para construir -de manera colectiva- modelos de análisis para la acción conjunta de las mujeres que se encaminen a identificar los problemas y a señalar alternativas que contribuyan a optimizar esfuerzos requeridos para favorecer nuevos equilibrios entre los géneros, sometiendo los planteamientos que aquí se presentan a la experiencia plural, para revertir el inmovilismo, el desánimo, la espiral de silencio y las inercias defensivas ante estos procesos que vive hoy el mundo, todo en procesos que entienden la ciudadanía no como debilidad sino fortaleza. No se trata de hacer un taller de género más: lo que se pretende es alcanzar el propósito de fincar un encuentro para la competitividad. Son varios los temas importantes que apenas se tocan, lamentablemente por falta de espacio o tiempo; sin embargo, esto no es limitativo, pues su discusión no debe empezar y terminar con este evento. Las aportaciones, lo mismo que las críticas, son igualmente bienvenidas. 1. Relaciones de género en contextos de integración económica 1.1. Cómo se establecen, interactúan y modifican La globalización es una etapa del proceso de producción capitalista que se caracteriza por efectuar distintas etapas de la producción de un mismo bien o servicio en varios lugares del mundo. Anteriormente, un producto mostraba un origen claramente nacional a partir de sus materias primas o por la tecnología aplicada, mientras que ahora -con la globalización- las distintas fases del proceso productivo combinan las ventajas existentes en distintos países, tanto en insumos, fiscales, técnicas como laborales. La transferencia de la producción de bienes y servicios originalmente en un solo país a procesos similares realizados en países distintos, entreteje impactos múltiples en la esfera cultural y política, en un proceso denominado mundialización. Ambos fenómenos -económico y cultural-, están ampliamente vinculados al propósito de generar la mayor tasa de ganancia posible. Las relaciones de género que existen en cada país o región, aunque se manifiestan de manera distinta, mantienen, en general, la constante de establecer la subordinación de un género hacia el otro. Este elemento, que en sí mismo indica una desigualdad ya previa, contribuye a facilitar, limitar o modificar la forma, incidencia e intensidad de la globalización y su inscripción en la mundialización. Históricamente, la cultura invisibiliza el trabajo femenino al restringirlo al ámbito privado de los hogares. En la medida en que las mujeres se incorporan al trabajo remunerado,1 esta visión -o, mejor, la falta de ellase traslada automáticamente al mercado laboral con el consecuente efecto de colocarlas desde el inicio en 1 Debido tanto a los requerimientos de mano de obra de la esfera productiva como por el mismo interés de las mujeres de alcanzar más independencia. 189 desventaja, dado que su trabajo “posee” socialmente menos valor al considerárselo como complementario y porque se piensa que tienen menos necesidades que los hombres, sin tomar en cuenta que éstas pueden ser distintas. El mercado puede emplear efectos de discriminación genérica positiva de las mujeres en tanto consumidoras, pero las discrimina negativamente en su carácter de productoras, aplicándoles el mismo trato que a los trabajadores masculinos y minimizando el elemento que más marca las diferencias: la maternidad. De tal manera, la lógica empresarial exige sujetos desprovistos de tareas reproductivas, centrándose sólo en los aspectos productivos. La intervención del Estado como intérprete y mediador de esta diferencia, debe ser el factor determinante para acrecentar las posibilidades de que las mujeres accedan a la esfera productiva, con el reconocimiento expreso no sólo de sus habilidades diferenciadas respecto a las de los hombres, sino que responden a distintas necesidades y aspiraciones fijadas culturalmente. Ante su retirada de la esfera productiva, el reto constituye en cómo lograr que el capital, al momento de incorporar el factor trabajo, distinga y actúe sobre esta diferencia de manera más equitativa. Las grandes empresas que dirigen la globalización han sido fundadas por hombres y la escasa presencia de las mujeres en su conformación limita que el elemento reproductivo sea considerado en tal visión. Esta desigualdad genérica en la propiedad de los medios productivos también es un resultado cultural. La globalización aprovecha el ordenamiento de género prevaleciente en cada país o región para maximizar los beneficios empresariales sin trastocarlo de manera deliberada, aunque sin duda promoviendo su mantenimiento y reproduciendo sus aspectos más frágiles. En la conciencia de que las relaciones de género se construyen en la esfera cultural, cuya lentitud las desfasa de los vertiginosos cambios económicos, hoy hombres y mujeres observan rápidas modificaciones en sus patrones culturales y productivos, con la percepción de pérdida de certidumbre y seguridad brindada por el anterior estado de cosas. Existen dos elementos que actúan en este sentido: El primero es la evidente competencia intergenérica en los mercados de trabajo; esto representa, para la mayoría de los hombres, su desplazamiento laboral, que modifica las relaciones de género prevalecientes y puede constituir un factor generador de violencia hacia las mujeres, tanto dentro como fuera del hogar, o provocar actitudes para obligar a las mujeres a quedarse en casa ante el temor masculino de perder autoridad al interior de la misma. Dicha actitud depende, en gran medida, de las variantes educativas y del orden de género instaurado en cada sociedad, así como del nivel socioeconómico de cada familia. Un mayor contingente de hombres y mujeres en busca de empleo, tiene un impacto inmediato en el nivel salarial y su disminución obligará a las familias, principalmente las de menores ingresos, a aceptar la incorporación no sólo de mujeres al trabajo remunerado sino, incluso, de menores de edad, con el fin de mantener el nivel de subsistencia. Las relaciones de género contribuyen al hecho de que, a pesar de participar ambos sexos en la obtención del ingreso familiar, la distribución final del gasto intrafamiliar se decida por la autoridad paterna. Tienden a darse dos tácticas familiares principales: una en donde el núcleo familiar se incorpora en su conjunto a la actividad económica, básicamente dentro del sector informal o en aquellas actividades rurales estacionales o cíclicas ligadas a desplazamientos migratorios; la otra, es la que fractura el núcleo familiar y deja a cargo de las mujeres la jefatura del hogar con una mayor sobrecarga de responsabilidades. La creciente jefatura femenina no siempre se asume totalmente -aunque pueda existir en términos monetarios- y expresa finalmente la sujeción de las mujeres al deber de cumplir con la atención de los hijos, mientras que los hombres -al no estar culturalmente obligados, o al menos no en la misma medida, con la carga de las tareas reproductivas- encuentran formas para escapar y desatender las necesidades del hogar. El segundo elemento que afecta las relaciones de género es el paulatino desmantelamiento de los sistemas de seguridad social, sustentados en el modelo del salario familiar que ha predominado en gran parte de los países de la región y que otorgaba al varón la función de proveedor único del hogar, estableciendo la noción de un salario mínimo suficiente para cubrir las necesidades de su mujer e hijos. Estos sistemas de seguridad, por no prever -entre otros aspectos- la posibilidad de que las mujeres contribuyeran al ingreso familiar, han sido rebasados en términos financieros y en franca crisis, porque los gobiernos difícilmente pueden mantener su cobertura ante la astringencia de recursos fiscales. Ello ha afectado profundamente los esquemas de acceso, movilidad y distribución social, lo que motiva un amplio 190 empobrecimiento social en dos sentidos: no sólo las familias de clase media se ven afectadas por la retirada gubernamental en materia de política social, sino que las capas más pobres pierden cualquier posibilidad de poder acceder a dicha vía en algún futuro. El análisis anterior no ha considerado los pormenores que se desprenderían de un cruce por sectores económicos ni la calidad de los servicios ni la compleja variedad de necesidades diferenciadas también por género y generación. Se trata de una primera aproximación a un diagnóstico marco muy general que permita ubicar el complejo debate. Sin embargo, se puede adelantar que este trastocamiento en las relaciones de género modifica los patrones establecidos tanto para la familia rural como para la urbana. Los procesos de integración económica no han considerado nuevos esquemas de seguridad social que permitan prever y, en su caso, amortiguar estos efectos, dado que la pérdida de autoridad masculina no siempre implica -ni lineal ni automáticamenteun equilibrio a través de una ganancia de poder en el género femenino. 1.2. El dilema de la productividad Las potencialidades que la globalización capitalista conlleva son innegables. Su dinámica y el éxito para introducir cambios acelerados son hechos reconocibles. La cuestión radica en su capacidad para perfilar por sí misma el futuro, una vez que ha sobrepasado uno de los fundamentos que sustentaron su desarrollo: la presencia del Estado nacional. Este aspecto desempeña una función central en los procesos de integración económica regional, sobre todo si se parte de aceptar el matiz paternalista que prima en la mayoría de los estados en articulación con el que prevalece en los hogares, estén éstos o no bajo la jefatura de mujeres. El mensaje es claro: Los estados paternalistas y las familias patriarcales son cosa del pasado. Las anteriores relaciones entre el capital y el trabajo, enmarcadas y arbitradas por los gobiernos, determinaron la composición de ambos factores y la distribución funcional del ingreso con el objetivo de hacer más competitivas a las economías nacionales. En la medida en que los procesos productivos se internacionalizan, si bien el capital se mundializa, el mercado del trabajo se fragmenta y diluye sin contar con el respaldo de instancias locales mediadoras y sin tener claros los propósitos del crecimiento. La noción del Producto Interno Bruto surgió después de la Gran Depresión para servir como indicador de la contabilidad nacional y permitir alcanzar objetivos de bienestar social, pero desde hace tiempo se ha convertido en un fin en sí mismo, sin haber incorporado nunca explícitamente la aportación económica de las mujeres. De ser un simple indicador, pasó a ser la realidad misma, enfocado a medir la producción más que el consumo de bienes y servicios.2 La posterior distribución de los beneficios que cada nación alcanzaba por el crecimiento económico medido a través del PIB era, a su vez, determinado por el factor de productividad inherente. Se entendió, entonces, la productividad como este resultado final de la combinación eficiente de capital, trabajo y tecnología. En dicha lógica y dependiendo del sector económico en que se localice el análisis, un menor componente salarial y de mayor tecnología garantiza una mayor tasa de ganancia. Una fuerza de trabajo adiestrada para generar y conducir los cambios tecnológicos se insertará con mejores condiciones en la escala de puestos. Las operaciones más rutinarias, menos exigentes en conocimiento y habilidades y, por lo tanto, con menor paga, se quedan para la mano de obra no calificada con mayor movilidad y prescindible en momentos de crisis. Una consecuencia ya previsible de lo anterior es que ciertas partes del proceso productivo, principalmente de actividades de ensamblaje, queden localizadas en los países con una gran cantidad de mano de obra no calificada. De tal manera, se configura una división internacional del trabajo que argumenta, por la vía de los hechos, la negativa a incorporar el tema laboral a los acuerdos comerciales. Las mujeres de los países en desarrollo se insertan con mayores desventajas al mundo del trabajo global en virtud de su peso en la mano de obra no calificada y a que sus jornadas de trabajo les limitan ejercer cierta 2 José María Tortosa, “Medidas de la pobreza: historia de una ausencia”, en: Pobreza y perspectiva de género, Ed. Icaria. 191 organización sindical. Por otra parte, los sindicatos más fuertes en cada país y que de alguna manera pueden intervenir en las negociaciones comerciales, se guían en gran medida por esquemas sexistas. 1.3. La tecnología no es autista En el análisis anterior, pareciera que los cambios tecnológicos actuaran con vida propia o constreñidos a cierta casualidad que pocas veces se pone en cuestión. Lo cierto es que los cambios técnicos, bajo los esquemas actuales, actúan con una direccionalidad que parte de las Empresas Transnacionales (ETN) y va en la intención de articularse hacia aquellas transformaciones más redituables en términos de ganancia. Dicha articulación técnica al interior de las mismas empresas, se sustenta en la red de información establecida entre los países en que operan, facilitando ahorros al evitar desperdicio de insumos y en la eficiencia con que cada etapa del proceso se ajusta con las demás. Así, hay tres aspectos centrales que se conjugan y a los que sólo nos referiremos brevemente: las nuevas tecnologías, la aparición de los sistemas globales de producción y las operaciones de empresas transnacionales. Como en las anteriores revoluciones industriales existiera una identidad científica (el vapor y los textiles en la primera y los transportes y la electricidad en la segunda), en esta ocasión son los semiconductores de la industria informática el elemento detonador.3 Las capacidades informáticas se duplican en muy pocos años, uniendo las diferentes etapas operativas de las empresas con una sustancial caída en los costes y ampliando el acceso a un mayor número de usuarios. La red internacional tardó sólo tres años, a partir de su lanzamiento en 1989, en llegar a ser una red de usuarios de cincuenta millones de personas. El tráfico por Internet se duplica cada cien días.4 Su acceso se concentra en muy pocos países mientras que la mitad de la población mundial aún no ha tenido la oportunidad de hacer una sola llamada telefónica. Su bajo costo facilita la rápida transferencia tecnológica hacia los países en desarrollo y enmarca los grandes cerrojos que se imponen en materia de propiedad intelectual en los acuerdos comerciales. Los niveles educativos y las condiciones de infraestructura se convierten en los factores más importantes para la asimilación tecnológica de los países en desarrollo, tanto como sus niveles de inversión en investigación y desarrollo que están muy lejos de acercarse a los de los países más avanzados. Por último, hay que mencionar que los avances científicos en el campo de la biogenética también sellan profundas transformaciones en materia agrícola que impacta por la vía de los costos a las economías campesinas tradicionales y altera los términos del intercambio. Más aún, la biogenética ameritó que la reciente Cumbre de Durban le dedique una mesa especial por sus amenazantes usos discriminatorios hacia las identidades, como son las étnicas, las físicas y las de sexo, principalmente. Por otra parte, así como antes la industrialización se sostuvo ampliamente en la capacidad física de los obreros masculinos cuyas manos son más grandes, ahora los procesos de ensamblaje y rotulación en las industrias electrónica y textil son intensivas en mano de obra femenina, e incluso infantil, cuyas manos son más finas y adaptables para ligar partes tan pequeñas. En cuanto a los sistemas globales de producción, cabe señalar que su dispersión internacional dificulta que los trabajadores conozcan el conjunto de etapas del proceso debido al alto grado de especialización y a que la manufactura, ensamblaje y operación se puede dar y trasladarse en poco tiempo a cualquier parte del mundo. De ahí se explica la pérdida de aglutinamiento sindical y de identidad que antaño establecían los trabajadores con las empresas en las que laboraban y alcanzaban a jubilarse. El tercer aspecto importante a considerar es la creciente participación de las ETN en el comercio internacional, donde tan sólo cien de ellas controlan más de la cuarta parte del comercio que alcanza un valor de 7% del PIB mundial. Su interés en trasladarse a los países en desarrollo se debe, además de garantizarse el acceso a mano de obra barata y recursos en materias primas, a la posibilidad de ampliar sus mercados. Gran parte del comercio internacional, como el lugar donde finalmente se realiza la ganancia, se encuentra acaparado por el intercambio que existe al interior de estas mismas empresas vía sus filiales. 3 Oxfam, Cambiar las reglas. 4 Íbid. 192 1.4. Causa y efecto de los acuerdos comerciales Por todo lo antes mencionado parecería que las perspectivas de América Latina son limitadas e infranqueables. Sin embargo, existen de manera dialéctica una serie de factores que empujan en sentido contrario a muchos de estos mecanismos y que para ser reconocidos y aprovechables requieren de un esfuerzo de análisis colectivo más que de generar falsas expectativas o miedos infundados. La exposición anterior permite decir que las perspectivas de la América Central son las mismas que las del mundo entero, en virtud de su entrelazamiento económico y cultural. Es vital distinguir, sin embargo, que las estrategias y los instrumentos para la integración económica son diferenciados regionalmente y que nuestros países enfrentan una perspectiva distinta a la de los países de Europa del este o del África subsahariana, no sólo por su ubicación geográfica sino por las características de su capital humano. Sin duda, las mujeres centroamericanas arriban a estos procesos no sólo tarde sino en desventaja y desarmadas respecto a la magnitud y dinámica de los procesos. Pero lo primero que habría que eliminar es la falsa idea que hay del comercio, ya que éste tiene un gran potencial para solventar los problemas generados por la pobreza. La cuestión radica en que las reglas comerciales han estado hasta hoy a favor de los ricos y no en beneficio de los pobres y, en ello, gran parte de la responsabilidad recae en los Estados. Las actuales normas que le rigen apuestan a sostenerse en el marco de desigualdades ya existentes -entre ellas: la de género- más que a revertirlas, pero esto no quiere decir que el comercio, en tanto producto de la convivencia humana, no pueda cambiar. Erradicar la pobreza extrema, más que un deseo es una imperiosa necesidad; debido a ello, encabeza las Metas del Milenio que la ONU promueve en la mira de reducir a la mitad el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a un dólar por día. Las barreras arancelarias que se imponen a los países en desarrollo son cuatro veces superiores a las que sostienen los países desarrollados, y su costo, unos cien mil millones de dólares, significa el doble de lo que reciben los primeros por concepto de ayuda.5 Son marcadas las diferencias que existen entre un instrumento como el de la unión económica -implementado por Europa para enfrentar el poder del dólar en cuestiones nada fáciles como las monetarias, las migratorias y las políticas- por el alto grado de soberanía que deben ceder sus integrantes, y un tratado de libre comercio en América, con alcances más limitados y en donde dichos renglones se dejan a un lado en la negociación. La historia misma de ambas regiones explica tan distintas trayectorias. El punto fino se ubica en la capacidad de diferenciar no sólo los modos en que se genera la riqueza a partir del comercio sino en los mecanismos que se establecen para su distribución entre los países y al interior de cada uno de ellos. América Latina, bajo el modelo anterior de sustitución de importaciones en esquemas de economías cerradas, no pudo sobrepasar -aunque avanzó bastante- las enormes desigualdades y ahora, con Brasil a la cabeza, muestra estructuras de distribución del ingreso cada vez más regresivas. La explicación inmediata la podemos encontrar en la falta de esquemas democráticos que han primado en América Latina,6 si aceptamos que la democracia es el sistema político que mejor puede atender las necesidades sociales. Hoy, 140 de los casi 200 países del mundo, convocan a elecciones multipartidistas, más que en cualquier otro momento de la historia, pero en la gran mayoría de ellos la apertura política muestra síntomas de frustración y decepción ciudadana: el camino para garantizar gobernabilidad democrática efectiva aún es incierto.7 Entender que las desigualdades se fabrican y sostienen en la cultura política, que el género es política y que la política debe situarse por encima de lo económico, es ya un comienzo para reordenar las cosas. El comercio proporciona las posibilidades, la política determina su realización, en la medida en que fija lo que cada quien aporta y lo que a cada quien le toca. Hay análisis serios que demuestran que si África, el este y el sur de Asia y América Latina incrementaran en 1%, respectivamente, su participación en las exportaciones mundiales, el aumento resultante de sus 5 Íbid. 6 Lo mismo se aplica para el caso de los modelos de socialismo real de Europa y Asia. 7 PNUD: Informe sobre Desarrollo Humano 2002. 193 ingresos podría liberar a 128 millones de personas de la pobreza. Como siempre, el problema está en los cómo y los quiénes 2. Marco económico de la región: fortalezas y debilidades Sin duda, el tamaño de los países influye en los resultados de la integración económica, pero tampoco es una fatalidad como lo señalan algunos casos asiáticos. En el repaso histórico, a comienzos de los ochenta, el énfasis en los mercados interregionales centroamericanos perdió peso de manera sustantiva y aunque se obtuvieron beneficios por una mayor diversificación del espectro exportador, no se logró transformar el basamento productivo situado en los recursos naturales ni una mejor articulación de la industrialización. Es en este momento cuando las maquiladoras se convierten en el pilar fundamental de las estructuras exportadoras en Centroamérica con tendencias que hablan de escasos eslabonamientos productivos y un bajo valor agregado.8 Hay tres elementos importantes que marcan el carácter de las exportaciones centroamericanas: a) un fuerte proceso de integración regional por la sustitución de importaciones; b)su promoción hacia fuera de la región en la época de crisis política y de la deuda en los ochenta; y c) las políticas estadounidenses inspiradas en la Iniciativa para la Cuenca del Caribe. La integración centroamericana se inicia formalmente en 1960 con el Tratado General de Integración Centroamericana a partir de los siguientes objetivos: a) una zona de libre comercio para los productos originarios; b)un arancel uniforme aplicable a las importaciones de terceros países; c) un régimen uniforme de incentivos fiscales al desarrollo industrial; y d)un instrumento de financiamiento y promoción. Bajo este impulso, las tasas de crecimiento de las exportaciones centroamericanas superaron a las de toda América Latina, dado que en el período 1960-1977 alcanzaron 14.7% frente a 11.2% general. Esta perspectiva se vino abajo ante los conflictos armados y los problemas de la deuda y no es hasta 1987, con Esquipulas II, cuando se inicia una segunda etapa en la tendencia exportadora que en 1993, en el Protocolo de Guatemala, fija una meta más ambiciosa: la de crear una unión económica centroamericana de manera gradual y flexible. Los principios que enmarcan este propósito son los de la legalidad, el consenso, la gradualidad, la simultaneidad y la complementariedad. Centroamérica perfila así su anhelo de políticas conjuntas: perfeccionar el Arancel Centroamericano de Importación (aplicable a terceros), establecer la unión aduanera, dar libre movilidad a los factores productivos, y la integración monetaria y financiera. En tal contexto, se observó cierto éxito en la coordinación de las políticas comerciales, sobre todo cuando los países presentan un frente común en las discusiones hemisféricas, como son el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y en su negociación con Chile y la República Dominicana.9 La inspiración está escrita, aunque el propósito de una unión aduanera se ha ido diluyendo y la consolidación de este proceso unificador aún no se ve muy claro: Costa Rica no parece otorgarle una alta prioridad, además de que -a pesar del afianzamiento de los diferentes procesos pacificadores- existen varias disputas por razones fronterizas. Estudios econométricos realizados para determinar la conveniencia de la integración monetaria en la región centroamericana no han encontrado argumentos en contra para tal proceso, en virtud de que las correlaciones entre las tasas de crecimiento, de inflación y de velocidad del dinero son lo suficientemente altas para disipar preocupaciones. El grado de apertura al comercio entre la región es bastante alto y puede esperarse que las devaluaciones nominales no conduzcan a cambios en las tasas de cambio reales; las velocidades del dinero mantienen asociaciones de largo plazo. 8 Eduardo Gitli y Randall Arce: “La importancia de los tipos de exportaciones en Centroamérica”, Revista de Comercio Exterior, vol. 51, vol. 6, Bancomext, 2001. 9 José Tavares: “The access of Central America to Export Markets: Diagnostic and Policy Recommendations”, Development Discussion Paper, núm. 693, Harvard Institute for International Development, abril de 1999. 194 De hecho, existen corredores de interdependencia entre Guatemala, El Salvador y Honduras ya que el comercio es más voluminoso entre los países vecinos. La velocidad del dinero de Guatemala es causada por las velocidades del dinero de los otros países y por la tasa de interés, sobre todo por El Salvador y Costa Rica, en tanto que la velocidad del dinero de Honduras es causada por la de Guatemala. La fuerza que vincula la velocidad del dinero es, con excepción de Costa Rica, más de carácter subregional que debida a la economía internacional. Si Centroamérica afinara la idea de llevar a cabo una unión monetaria, estaría mejor protegida frente a los movimientos especulativos de capital y los disturbios asimétricos en la demanda de dinero dados por la sustitución de monedas.10 2.1. Soberanía alimentaria La cuestión agrícola se alza como una de las preocupaciones centrales no sólo para México y Centroamérica sino para el mundo entero. Como recordamos, este tema mantuvo estancada varios años la Ronda de Uruguay por las diferencias entre las políticas de subsidios de Europa y Estados Unidos, y existe el temor de que la inclusión de este renglón en los acuerdos comerciales se convierta en la mayor amenaza para las economías de la región centroamericana. Durante años, el campo se supeditó a las necesidades del modelo industrial al que aspiraban nuestros países, bajo un proteccionismo gubernamental que repercutió desfavorablemente en la eficiencia del sector y alentó la autosuficiencia en esquemas de bajo rendimiento que dieron a este sector un carácter dual, en donde conviven pequeños enclaves modernos junto a un gran contingente campesino de producción familiar de subsistencia. Como contraste, Europa avanzó hacia una política agrícola común en donde, adicional a una estrategia arancelaria y no arancelaria, se promovieron apoyos productivos, política de precios, medidas operativas e instituciones para resolver las diferencias, conformándose un mercado agrícola común en el cual este anhelo de autosuficiencia se puso realmente en el centro de la negociación. Mientras nuestros países se movían en agriculturas desarticuladas y orientadas hacia la autosuficiencia nacional, los grandes mercados agrícolas se preparaban para la competitividad, liberalizando hacia el interior y cerrando sus políticas comerciales hacia fuera de la región,11 situación que no logró revertir el esfuerzo de los gobiernos centroamericanos. En este panorama, resulta muy difícil esperar que el gobierno estadounidense acepte eliminar sus subsidios agrícolas para un marco de integración americana, como ya se demostró en el caso del Tratado de Libre Comercio con México y Canadá. El escenario inmediato señala que en pocos años ya no habrá modelos cuantitativos de protección comercial, por lo que Centroamérica se ve necesariamente en la ruta de esperar efectos diferenciados, que no sólo dependerán de los términos en que acuerde su integración económica sino de otra serie de elementos, entre los que se pueden citar la dinámica propia de cada una de las economías que se asocien, la expansión de su demanda, los precios mundiales de las materias primas, el tipo de cambio, los cambios tecnológicos y hasta el clima. La experiencia mexicana es ilustrativa para Centroamérica por el hecho de que cada vez se importa más maíz; el análisis de esta situación ameritaría un espacio mayor del que aquí se dispone y que está afectando a amplios grupos productores de este cultivo primario. Pero también hay que dejar claro que gran parte de la responsabilidad de esta situación se debe a la falta de un mayor esfuerzo por parte del gobierno y de los mismos productores mexicanos por modernizar la economía agrícola y por dar mayor seguridad en la tenencia de la tierra en el grupo de granos básicos y no exclusivamente a la mera presencia de los mercados de América del Norte. A casi diez años, el resultado comercial para México a raíz del TLCAN puede ser calificado de moderado en términos de crecimiento agrícola: para los primeros seis años del acuerdo, el intercambio con Estados Unidos alcanza una tasa media anual de 3.7% frente a la de 5.7% que tuvo los cinco años 10 Luis René Cáceres: “Integración monetaria en las regiones centroamericana y andina”, Revista de Comercio Exterior, vol. 50, núm. 7, Bancomext, 2000. El modelo corre para los años 1972-1995. 11 Miguel Izam y Valérie Onffroy de Vérez: “Integración agrícola regional en América Latina y Europa”, Revista de Comercio Exterior, vol. 51, núm.6, Bancomext, 2001 195 previos. Sin embargo, existen otra serie de efectos a considerar, el primero de los cuales fue que en los cinco años anteriores a 1994, México tuvo una apertura unilateral que imprimió este dinamismo. El segundo de estos efectos fue el cambio en la composición de sus exportaciones, en donde el peso de los productos agroalimentarios con mayor valor agregado creció significativamente, lo que indica una favorable inserción de los productores con mayores ventajas, como es el de los productos procesados de la comida mexicana, las hortalizas, las frutas, la cerveza y el tequila. Por su parte, Estados Unidos ha hecho avanzar en México su mercado de granos, oleaginosas, cárnicos, papas y frutas de clima templado. Asimismo, Estados Unidos ha ido disminuyendo el superávit comercial que mostró frente a Canadá y México en los primeros años del acuerdo, sobre todo por las presiones de los exportadores canadienses, mientras que México tuvo que aceptar dos acuerdos adicionales por la presión de los productores de Florida ante la competencia mexicana en naranja y caña de azúcar. Hay que resaltar, por ejemplo, que a pesar del TLCAN, México se ha visto superado por la presencia del melón de Guatemala en el mercado norteamericano. Para México, desde antes de firmarse el TLCAN, era previsible que tendría más que perder de lo que podía ganar en materia agrícola: a estas fechas, se puede mencionar que ganó en competitividad para algunos productos y perdió en términos de autosuficiencia en granos básicos, lo que implica, actualmente, una fuerte presión política campesina.12 A ello habría que añadir la creciente feminización en la tenencia de la tierra, ganada más por el traspaso hereditario que por una deliberada reasignación por género, y que, aunada al fenómeno migratorio, deja a cargo de las mujeres la actividad agrícola de tierras con menor rendimiento. En el acuerdo comercial que firmaron México, Guatemala, El Salvador y Honduras en materia agrícola, hay aspectos que ameritan una revisión. Un análisis somero muestra, por ejemplo, que México dejó fuera del acuerdo el azúcar y el café, que son de los principales productos de exportación salvadoreños, además de crear salvaguardas para el caso de importaciones repentinas y algunas normas sanitarias y fitosanitarias que el gobierno mexicano queda en libertad de aplicar de manera unilateral. Asimismo, se restringe el paso de productos agrícolas a pie de la frontera, lo cual no resulta congruente con el reclamo que se da en el mismo sentido de los transportistas mexicanos en el marco de su acuerdo con Estados Unidos. La lista de productos excluidos por parte de estos países firmantes es bastante larga aún y el tamaño diferencial de los aranceles es todavía significativo. Desde los estados del sureste mexicano hasta Panamá se observa que cerca de 40% de la población centra su actividad en la agricultura y hay productos regionalmente estratégicos como el café. El azúcar es importante para México, Guatemala, Belice, Honduras y Nicaragua; el plátano para Costa Rica y México; la carne para Panamá, Costa Rica, Nicaragua y México; los pescados y mariscos para Honduras, Nicaragua y Panamá y los recursos forestales para todos los países.13 El discurso se ha polarizado entre quienes proponen regresar a la economía familiar de subsistencia y quienes reclaman una tecnificación acelerada para abatir costos que abra la competitividad en los mercados externos, pero lo cierto es que la forma en que se articulen los cambios técnicos, los montos de inversión, los estudios de mercado por productos, la asistencia técnica y las mejoras en la infraestructura entre los gobiernos, amén de los acuerdos operativos, de precios e institucionales para garantizar la calidad de los productos, representan una serie de tareas que si bien deben agilizarse, por su delicadeza exigen un manejo cuidadoso. Se deben cumplir esquemas que garanticen el abasto de los productos de mayor impacto en la dieta alimenticia de la población centroamericana, al mismo tiempo que se fomentan aquellas empresas procesadoras cuyas capacidades exportadoras muestren mejores ventajas. Es preocupante el tema del crédito, que a raíz de los acuerdos comerciales ha observado disminuciones severas hacia el sector agrícola y a favor de los industriales. Es evidente la falta de estudios sobre los impactos de género que se pueden dar en este sector, sobre todo en lo que respecta al acceso y seguridad en la tenencia de la tierra y el tipo de organización campesina, en virtud de que la propiedad casi siempre es masculina en tanto que las economías de traspatio le tocan a 12 Rita Schwentesius y Manuel Angel Gómez Cruz: “El TLCAN y el sector agroalimentario de México”, Revista de Comercio Exterior, vol. 51, núm.6, Bancomext, 2001. 13 Armando Bartra: SUR Megaplanes y utopías en la América equinoccial. 196 las mujeres y que muchas veces sirven de sustento familiar. La experiencia indica que las decisiones para la distribución de créditos, tractores, semillas y demás insumos también tienden a ser acaparadas por los hombres. Dado el retraso que la región tiene a nivel mundial para el establecimiento de una política agrícola común, los gobiernos y productores no sólo deben poner atención a las acciones de producción, transformación, almacenaje y distribución, sino también fomentar campañas que orienten las preferencias del consumo hacia productos de la región, al menos en esta etapa inicial. Esto no es incompatible con el acompañamiento de políticas nacionales centradas en el desarrollo rural. Poner los pies en la realidad de que esta región prepara la firma de acuerdos comerciales con Estados Unidos en medio de una crisis, sin haberse preparado antes lo suficiente, obliga a proteger preferentemente la canasta de consumo alimentario de la población más pobre antes de que Centroamérica comience a caer en etapas de hambruna, como las que ya se resintieron con el huracán Mitch. Para determinar los productos agrícolas prioritarios se debe considerar su aporte en la generación de empleos, su contribución al valor agregado, su incidencia en cadenas productivas y su impacto social. Por sí solos, los acuerdos de integración económica no generan beneficios, porque requieren decisiones que dirijan los esfuerzos. Como lo ha señalado reiteradamente Amartya Sen, las hambrunas son la manifestación más clara y dolorosa de la inexistencia de gobiernos incluyentes y democráticos. Este punto es sustantivo y se encuentra inscrito en el primer objetivo de las Metas del Milenio que más adelante se comentarán, ya que el mundo debe dirigir sus principales esfuerzos a reducir a la mitad el porcentaje de personas que padecen hambre y los acuerdos de integración económica son instrumentos clave para la viabilidad de este objetivo. La negociación uno por uno con Estados Unidos rendirá peores resultados que una acción regional. Implica llevar detrás una estrategia estudiada de qué productos, tiempos, precios, insumos y zonas trabajar prioritariamente, en donde es fundamental establecer una Unión Aduanera para Centroamérica. En la confrontación con los graneros de Europa y Rusia, el congreso norteamericano amplió recientemente las facultades de su gobierno para aplicar restricciones en materia arancelaria y nuevos subsidios en granos básicos que ponen en desventaja -vía costos- a la exportación agrícola de Centroamérica. Lo primero que hay que pelear es que se abra una mesa específica en esta negociación para el renglón agropecuario y de medidas sanitarias y fitosanitarias, donde se revisen las asimetrías que hay, tanto en tamaños como en el tipo de apoyos que se dan. Es importante la renegociación de algunos productos y términos con México para restar la presión sobre los países centroamericanos y, sobre todo, partir de que en la negociación con Estados Unidos debe prevalecer a toda costa el principio de trato especial o preferencial para incorporar cláusulas que admitan las asimetrías que para cualquiera son evidentes. Las excepciones deben estar sólidamente basadas en consideraciones que respondan a estrategias alimentarias y no a favoritismos políticos hacia algún grupo de productores, por lo que se requiere una presencia abierta y democrática de las organizaciones campesinas, en donde tienen que llevar voz las mujeres. La determinación de la canasta de productos a excluir de la negociación debe ser propuesta, preferentemente, por instancias externas a los gobiernos, donde participen académicos o especialistas del más alto nivel y con esquemas de vigilancia social. Es importante considerar que esta canasta debe acompañarse de salvaguardas de distinto tipo14 ya previstas al momento de negociar con los norteamericanos. Hay que reconocer las ventajas en los acuerdos de este tipo que si no se aprovechan pueden acarrear trastornos irreversibles. Una de ellas es la de atraer esquemas que garanticen la mayor transferencia tecnológica y de recursos financieros en un marco de políticas complementarias y de compensación que incluyen desde programas para el desarrollo de habilidades y de gestión empresarial, hasta métodos de producción más limpios y para la agricultura orgánica, líneas de crédito diferenciadas, medidas para modernizar el marco institucional y jurídico, así como la ampliación de sistemas informáticos y estadísticos. Existen perspectivas dignas de ser tomadas en cuenta, como son la de ampliar los mercados étnicos en Estados Unidos y México, donde hay una población centroamericana considerable y que puede promocionar su consumo en dichos países. 14 Tanto las salvaguardas de ámbito global -que incluirían a EE.UU.-, las bilaterales encaminadas a necesidades de ajuste en programas de desgravación, como las automáticas que entrarían en caso de caer los precios o por emergencias. 197 2.2. Derechos laborales Al inicio de este documento se mencionaron algunas de las tendencias económicas y sociales que afectan el mundo laboral, haciendo hincapié en su carácter androcentrista por la forma en que se ignora o reduce explícitamente el valor del trabajo de las mujeres. Se señaló, también, que la globalización se retrata socialmente en el extenso contingente de mujeres empleadas en las maquiladoras del mundo, con jornadas de hasta doce horas y en condiciones de seguridad e higiene laboral sumamente precarias. Falta añadir a éstas, otros aspectos relacionados con la calidad del empleo y la tendencia de que éste reaccione débil cuantitativamente ante incrementos del crecimiento económico; es decir, el paro logra responder cada vez menos a ciclos de inversión y dinámicas comerciales. Dicha inercia afecta también a las mujeres en tanto éstas representan ya la tercera parte de la masa laboral industrial de los países en desarrollo situada en los sectores del calzado, textil y microelectrónico. Si bien se admite que los ingresos que las mujeres reciben en las maquilas de zonas francas son superiores a los que pueden percibir en cualquier otra actividad y que, de alguna manera, les permite cierto rango de independencia económica, no se puede soslayar la preocupación de lo que esta estrecha perspectiva significa para su calidad de vida futura: La división del trabajo que ubica a las mujeres en las capas manufactureras más precarias, se enmarca en la discusión de las ventajas comparativas y competitivas. El análisis de las causas de este fenómeno conduce a una realidad en donde las ventajas comparativas que establecían las anteriores reglas del intercambio basadas en la disponibilidad en recursos naturales y mano de obra barata, dejaron de ser relevantes. Los cambios tecnológicos sustituyen ahora estos factores por insumos sintéticos y trabajadores robotizados en el esquema prevaleciente que se sustenta en las ventajas competitivas que definen por el conocimiento. Las economías de escala y la producción en masa pertenecen al pasado. Las ventajas empresariales ya no están ni en el capital ni en la maquinaria sino en el capital humano entendido como la capacidad de la humanidad para comprender el medio en que se desenvuelve, anticiparse a las nuevas necesidades, adaptarse a los cambios, diseñar bienes y servicios específicos y proyectarse a largo plazo. En esta economía del conocimiento, el valor del intangible en la producción es cada vez mayor.15 Dicho en otras palabras: menos manufacturas y más mentefacturas. Visto así el futuro en un mundo androcéntrico, para que la humanidad -y en especial las mujerespueda revertir esta situación debe comenzarse por plantear un mayor acceso a la generación del conocimiento, porque la interpretación del mundo pasa por la visión de género. Es sobre esta idea que toman sentido dos de los objetivos de las Metas del Milenio. El primero de ellos señala la necesidad de promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer a través de eliminar las desigualdades de género en la enseñanza primaria y secundaria, preferiblemente para el año 2005, y en todos los niveles de la enseñanza para 2015, mientras el otro busca lograr la enseñanza primaria universal al velar por que todos los niños y niñas puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria. En las limitaciones de tiempo de este trabajo, es imposible detenerse a examinar el gran tema de la calidad y cobertura de la educación -principalmente: la pública- y las capacidades que ésta debe desarrollar en las distintas sociedades para facilitar la inserción favorable a los nuevos procesos productivos y distributivos. Simplemente se trata de no perder de vista este elemento sustancial dado que de él dependerá la transformación del mundo del trabajo, sobre lo cual hay que bordar otra generación de derechos laborales. Sin embargo, cabe acá mencionar brevemente los porcentajes del gasto en educación pública respecto al Producto Nacional Bruto de los países de la región para el período 1995-1997: Costa Rica, 5.4; México, 4.9; Panamá, 5.1; Belice, 5.0; El Salvador, 2.5; Honduras, 3.6; Nicaragua, 3.9, y Guatemala, 1.7. Lo anterior frente a otros porcentajes, como son los de: Noruega, 7.7; Suecia, 8.3; Estados Unidos, 5.4, o Japón, 3.6 Un panorama que a primera vista se muestra desolador es el que habla de la sociedad 20:80, que prevé que en este siglo sólo 20% de la población activa servirá para mantener la economía mundial y que 15 Alejandro Indacochea Cáceda: “La promoción-país y el desarrollo de ventajas competitivas”, Revista de Comercio Exterior, vol. 51, núm. 8, Bancomext, 2001. 198 el restante 80% ya no tendrá trabajo.16 Se puede entrar a la esfera de la especulación como la que señaló Herbert Marcuse, un teórico marxista cuyo planteamiento era por una humanidad emancipada del trabajo. En realidad, lo que se asoma es que el trabajo recae ahora en la inteligencia, en ese capital humano donde las mujeres significan, aproximadamente, la mitad. La capacidad de comprender el entorno inmediato y transmitirlo a la red mundial así como de interpretar otros mensajes, repercuten en la configuración del desarrollo regional, como se analizará más adelante. Por lo pronto, se hará el abordaje sobre los retos más próximos de los acuerdos comerciales en puerta, partiendo de que los Gobiernos y sus normas laborales pierden fuerza. Un dato que refleja el avance de la flexibilidad en los mercados laborales de América Latina lo proporciona la CEPAL, cuando comenta que en México más de una cuarta parte de los trabajadores no tienen un contrato de trabajo y que en el caso de Brasil, Perú, Chile y Colombia la cantidad se incrementa a más de una tercera parte. Más allá de que esta proporción refleja una desprotección en términos salariales y de seguridad social, se encuentra la vulnerabilidad que conlleva el levantamiento de las plantas de las ETN, en la medida en que este sector es al que se incorporan mayoritariamente las mujeres. La lista de consecuencias abarca varios aspectos, que son: 1. La discriminación sexual en el ámbito salarial, hasta 30% menos que los hombres en las mismas maquiladoras para los países en desarrollo. 2. Las excesivas horas de trabajo formal, que en promedio son tres horas más a la semana que los hombres, adicional al doble de tiempo que le destinan al trabajo doméstico no remunerado respecto al que dedican ellos. 3. La escasa protección que incide en despidos por embarazo que las empresas aplican para evadir el costo por seguridad social. 4. Un mayor riesgo por la exposición a sustancias químicas tóxicas o a una inadecuada seguridad contra incendios.17 En muchos lugares del mundo en desarrollo, el derecho constitucional a la sindicalización no surte efectos en las zonas francas y en el resto de las empresas se extiende la práctica a no ejercerlo. En República Dominicana, sólo 8 de las 500 maquiladoras tienen contrato colectivo firmado con los sindicatos, mientras que en Filipinas menos de una décima parte de las mujeres están afiliadas a alguno. A todo ello hay que agregar la fuerte presión familiar que se da en algunos países para que las mujeres se integren a las zonas francas, haciendo que esta opción ya no responda a una decisión personal; en la gran mayoría de los casos, se presenta también la práctica recurrente de la subcontratación: el trabajo en el domicilio, para aquellos casos en que las mujeres enfrenten la negativa de salir a trabajar. Es importante destacar el sentimiento de aislamiento que sufren muchas mujeres trabajadoras en las zonas francas, dado que la inmensa mayoría son migrantes que remiten una parte de sus bajos salarios a sus familias, radicadas fuera de estas zonas. Por otra parte, se deben adicionar a esta problemática todas aquellas otras actividades -las de autoproducción, las de subsistencia, la ayuda familiar, el trabajo voluntario y, sobre todo, el doméstico- que recaen tradicionalmente en este género. Aunque el ámbito laboral ameritaría un examen más exhaustivo, este somero repaso y la consideración de que el tema no se retoma expresamente en los tratados de libre comercio dan una idea de la magnitud de los retos -que traen la oportunidad de más empleos pero no siempre la promesa de mejorar la calidad de vida- para una Centroamérica donde 80% de la planta laboral en las maquiladoras es femenina. En tal caso, lo primero a tomar en cuenta es que el número de empleos dependerá de los rubros y términos en que se negocie. Debe requerirse la apertura de una mesa laboral y su tratamiento específico en las demás mesas de la negociación donde se valoren los impactos en la pérdida de empleos, tanto rurales como urbanos, especificándose mecanismos a incluir en el capitulado del documento del tratado, donde obviamente deberá hacerse referencia a la condición de género de la que se parte y a la que se promete llegar. 16 Hans-Peter Martín y Harald Schumann: La trampa de la globalización, ed. Taurus. 17 Íbid. 199 Entre otras cosas, es necesario que los gobiernos centroamericanos examinen la articulación de sus cadenas productivas para presentar mejores términos y que incorporen reglas de origen, las cuales establecen los niveles de valor agregado propiamente centroamericano, a fin de dar preferencia a estos bienes y servicios. Para evitar desplazamientos discrecionales de mano de obra calificada, deben incorporarse señalamientos explícitos para regular la temporalidad que permita la permanencia de las personas que viajan por motivo de negocios y las condiciones de permanencia de la mano de obra no calificada. En caso de que los datos disponibles lo permitan y en virtud de que uno de los temas que seguramente serán abordados en la negociación es el que se refiere al comercio transfronterizo de servicios, es importante hacer relevante el criterio del nivel de empleos y, si resulta conveniente, su composición genérica. Como se hacen prevalecer los principios de Trato Nacional y de Nación más Favorecida, hay dificultades para que los gobiernos discriminen entre proveedores nacionales y extranjeros, lo cual pone en riesgo a los empleos de los trabajadores(as) de este sector.18 Aquí hay que tener cuidado de los efectos no deseados, ya que la guía por género puede provocar la manipulación en la contratación o influir negativamente en el acceso de las mujeres a este sector, en cuyo caso es mejor no promover este tipo de acciones y esperar a tener un análisis más detallado por tipo de servicio. De manera muy particular, la situación de los servicios profesionales debe exigir cierta gradualidad y reciprocidad ya que, por una parte, son clave para tener un capital humano más competitivo y, en segundo lugar, en ellos aún no hay una incidencia significativa de las mujeres. Indudablemente, la revisión del marco jurídico es una tarea básica para tratar que los acuerdos alcancen aquellas normas que favorezcan más a las trabajadoras(es) de entre todas las que estén establecidas nacionalmente por los países firmantes. En ese sentido, la articulación de los derechos laborales con los propósitos comerciales y las tasas de rentabilidad de las inversiones deben inscribirse en el reconocimiento de que a ninguna economía le convendrá, a largo plazo, estar atada a socios cuya competitividad se vaya rezagando o que funcione con eficiencias segmentadas que afectan la estructura general de precios, entre ellos los salariales. Establecer instancias para la resolución de quejas a las que se integren representantes de la OIT y de Derechos Humanos, si bien puede parecerle a países como los Estados Unidos una banalidad o, por lo menos, un obstáculo al libre comercio, promueve que las reglas le sirven, sobre todo, a ellos para frenar el avance de otros mercados no legales en esta región sustantiva para su seguridad nacional y para mandar el mensaje al mundo sobre las intenciones de su gobierno. De cualquier modo, si ello no funciona, hay que perfilar mecanismos que recompensen los daños en términos monetarios por parte de las empresas responsables o por su gobierno En lo interno, los gobiernos centroamericanos deben, paralelamente, dibujar una homologación legislativa en materia laboral, para que las economías de la región no compitan entre sí a partir del desmantelamiento de sus mismos derechos y revitalizar la institucionalidad que asegure su cumplimiento. Como en el caso agrícola, los gobiernos de la región han trabajado poco por una Política de Empleo Común, instrumento sin el cual tendrán que responder por los efectos socioeconómicos que se generen. No se trata de que las normas y las políticas laborales sean letra muerta o discursos con maquillaje político, sino actos sujetos a la participación y vigilancia social y sindical, a riesgo de vulnerar, con su omisión, la gobernabilidad. Para ello, entre otras cosas, debe evaluarse el impacto laboral, al menos en una desagregación por rama productiva, por zonas y por nivel educativo por género. 2.3. Sustentabilidad Sin la intención de ratificar lo obvio, hay que colocar el punto vital de la globalización en el paradigma de la sustentabilidad que hoy cobra retos al mismo tiempo que abre posibilidades a los países en desarrollo. Aunque parezca simple, el punto de quiebre entre el anterior expansionismo industrial y la actual globalización está en el arropamiento ilimitado del primero y la frontera de límites y riesgos crecientes para la segunda. 18 El primero significa que las mercancías que circulen por un país firmante cuya procedencia se asegura que es de los demás países socios, recibirá el mismo trato en el mercado local que las mercancías nacionales, y el segundo busca garantizar preferencias respecto a bienes y servicios de otros países no firmantes o fuera del acuerdo comercial. 200 La crisis ambiental motiva que el comercio deje de trabajar para unos cuantos y empiece a hacerlo por todas(os), en la medida en que se desprende de ese velo natural de la mano invisible y se abroga el papel de ser una institución social. De esta manera, se rompe la creencia de que las cosas se arreglan por sí solas para pasar a distinguir los conflictos en actores portadores de intereses concretos y contradictorios y sus pérdidas y ganancias en posiciones de poder. El mercado ambiental es, por lo tanto, un asunto de poder, y es un parteaguas para las negociaciones que regiones como Centroamérica hacen con el mundo -en especial con Estados Unidos-, así que no es aventurado verlo como la carta más fuerte en los acuerdos y la definitoria del perfil que asuma el desarrollo sectorial. Además de abrir el campo de negocios, pone en movimiento a los actores sociales, políticos y económicos en la ruta de nuevas instituciones y valores innovadores, de los que depende la opción para modificar la forma, el ritmo y el lugar de Centroamérica en la economía mundial. Para ello, hay que entender el proceso: El mercado es un espacio social de confrontación en el que se juega la suerte de sus actores que hacen política, crean estrategias, transforman o innovan técnicas, definen alianzas, cooperan, compiten.19 El mercado ambiental tiende a lo global por trazarse sobre el vector que trastoca a todos los demás mercados en algo que no encuentra aún precios expresables por sí mismos en términos monetarios.20 La intención capitalista por dominar la naturaleza se acota ante el infranqueable acto de su propia sobrevivencia como sistema: sobrevivencia que se ha denominado sustentabilidad. Cuando la crisis ambiental comienza a manifestarse de manera aguda en los años setenta, mueve a las empresas en dos vías: invertir en equipos que reducen emisiones “al final del proceso” y el traslado de sus plantas más contaminantes hacia países en desarrollo, carentes de restricciones ambientales y con mano de obra barata. En los años ochenta, tres hechos (la lluvia ácida, el agujero en la capa de ozono y el calentamiento global) abren más la disputa entre los actores (gobiernos, empresas, organizaciones civiles y grupos científicos), obligando a una mayor inversión de recursos y marcando una profunda división entre los países que piden una rápida intervención económica y los Estados Unidos, lo que llevó a la evidencia política de que hay más intereses contrapuestos que acuerdos. Comienza a propagarse la militancia ecológica, que se corporativiza en los partidos verdes europeos y llega a influir en el diseño de los tratados de libre comercio, como fue el caso del TLCAN.21 Se liga esta crisis al incremento de la pobreza y el Banco Mundial lo incorpora como un campo de financiamiento fundamental, que perfila lo que en los noventa será el mercado ambiental, que ya para 1990 significaba 20% de las exportaciones de Europa, 10% de las de Estados Unidos y 6% de las de Japón. Lo anterior dio pie a una especialización: Europa en el tratamiento de agua, Estados Unidos en deshechos y servicios, y Japón en la contaminación atmosférica. Las grandes empresas de la industria ambiental se convierten en estratégicas, tanto por sus aportaciones al PIB como por el efecto en la competitividad de otras industrias, y en el terreno político la construcción de reglas e instituciones se dan a partir de una serie de eventos y cumbres que redundan en iniciativas de gran envergadura política, como es el caso de la Agencia de Protección Ambiental en Estados Unidos, que busca asociaciones con otros gobiernos y organizaciones internacionales para resolver problemas ambientales mundiales, regionales y nacionales, con otras entidades federales para promover los amplios objetivos de la política externa, así como su competitividad internacional y su comercio, al igual que el desarrollo económico y social internacional. En estos cambios, la geopolítica dejó de ser un nicho exclusivo para las políticas de relaciones exteriores y programas militares. Como lo señalara Lynton K. Caldwell, la respuesta política a las relaciones cambiantes en la litosfera, podría tomar la forma de una política internacional dirigida por fuerzas geofísicas. Por su parte, las empresas transfirieron sus acciones hasta el final del proceso a una intervención integral de la empresa, generando una nueva ventaja competitiva que va de la mano con una nueva estructura internacional de reglas ambientales para las empresas, mediante el desarrollo de sistemas nacionales de 19 Jordy Micheli: “Fin de siglo: construcción del mercado ambiental global”, Revista de Comercio Exterior, vol. 50, núm. 3, Bancomext, 2000. 20 Con esto, las teorías económicas a las que se denomina neoliberalismo, tejidas sobre la ortodoxia de las ventajas comparativas y de una estructura relativa de precios autoajustable, pasan a ser cosa de la historia y ponen en riesgo el orden económico que fundan, del mismo modo que las teorías marxistas más ortodoxas terminaron con la desaparición de la mayoría de los sistemas que inspiraron. 21 Íbid. 201 manejo ambiental y ecoetiquetado. Durante esta fase intensiva del comercio mundial se configuran reglas de reconocimiento mutuo de esas normas nacionales en familias (la ISO 9000 y la ISO 14000), que cubren los siguientes mecanismos: instrumentación de sistemas de manejo ambiental, auditorias ambientales, evaluaciones del desempeño ambiental, evaluación del ciclo de vida del producto y ecoetiquetado. Dichas normas son de aplicabilidad global sin importar los tamaños de empresa o aspectos regionales, sobre todo con la intención de resolver la competencia desleal llevada a los países en desarrollo ante la disyuntiva de elegir entre empleo o ambiente, de modo que las compañías de seguros y bancos fijan sus parámetros en estas certificaciones para el otorgamiento de servicios financieros. Aunque la aplicación de estas normas es voluntaria, dan ventajas a las empresas que las aplican y su uso es cada vez más extendido y reclamable. Ahora bien, Centroamérica debe trabajar en la construcción de una Estrategia Ambiental Común al momento de hacer acuerdos comerciales con estos tres grupos económicos (Estados Unidos, Europa y Japón), ya que sus empresas son las únicas organizaciones con los recursos, la tecnología, el alcance global y la motivación para lograr la sustentabilidad y ello marca el paso para superar y frenar la condición de ser receptores pasivos de una industria maquiladora sucia. Los esfuerzos estratégicos del mundo, tanto para invertir como para financiar, se orientan por la accesibilidad a energía y agua y la magnitud de los fondos estimados para ello superan desmedidamente los que se otorgan para ayuda y ponen en su justa dimensión las futuras movilizaciones del capital y su relación con el ambiente.22 En su informe de 1997, la ONUDI señala: la característica principal de la IED en los países en desarrollo y las economías en transición es la alta concentración en un pequeño número de ellos; en 1995, casi 80% fue recibida por sólo 12 países y China tenía más del 40% del total. De esos doce, nueve eran economías de ingresos intermedios, entre ellos, Indonesia, Malasia y Tailandia en Asia; Argentina, Brasil, Chile y México en América Latina, y Hungría y Polonia en Europa Central. Aún más, el Worldwatch Institute agrega: “La actual oleada de inversiones hacia la manufactura lleva consigo peligros ambientales. Industrias peligrosas, como la fabricación de baterías, las empresas químicas y las instalaciones de montaje de chips informáticos cargados de toxinas, se concentran gradualmente en países mal equipados para hacer frente a la contaminación.”23 Con ello se vuelve central otra de las Metas del Milenio para garantizar la sostenibilidad del medio ambiente en la idea de incorporar los principios de desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales; invertir la pérdida de recursos del medio ambiente; reducir a la mitad el porcentaje de personas que carecen de acceso al agua potable y mejorar considerablemente la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de tugurios para el año 2020. El papel prefigurado para tal fin en el mercado ambiental se ubica en el circuito de compraventa de “derechos de emisión”, que Estados Unidos propuso en Kyoto bajo la idea de que las naciones que cuenten con cierto margen permisible de emisiones y no cubran la cuota podrán vender a otras la porción no ejercida de sus permisos. Además, podrán también cumplir parte de sus compromisos financiando proyectos de eficiencia energética o fijación forestal de CO2* en otras naciones. Tal propuesta gira en dos significados de su principio de adicionalidad: ser proyectos que de otra manera no se hubieran efectuado y el de ser adicional a la ayuda para el desarrollo. Con él, se pretende compensar las emisiones de un país donde los costos son mayores con la disminución de las emisiones en otro, preferentemente una nación en desarrollo.24 Si bien este procedimiento no está exento de problemas, como ciertos costos ocultos y requisitos institucionales, resulta ser un interesante esquema que Costa Rica ha sabido aprovechar dado que, por ejemplo, de las 25 actividades de instrumentación que tenía Estados Unidos en 1999, gestionó siete, seguido de México con cuatro, Honduras con tres y Nicaragua y Panamá con una respectivamente. Del total de este tipo de proyectos por Estados Unidos, la mitad se destina a Centroamérica, de los cuales se espera que en 60 años contribuyan a reducir 235 millones de toneladas métricas de CO2* y 1.3 millones de toneladas métricas de metano, que impactará en el efecto invernadero. En este sentido, Costa Rica se ha 22 23 24 * 202 Íbid. Worldwatch Institute: La situación del mundo en 1998, Ed. Icaria, Barcelona, 1998. Eduardo Gitli et. al.: “Costa Rica y las negociaciones sobre cambio climático”, Revista de Comercio Exterior, vol. 50, núm. 3, Bancomext, 2000. (Bioxido de carbono) colocado como líder de los países en desarrollo por ser la primera en emitir un certificado de “venta de oxígeno”, que prueba la cantidad de emisiones capturadas con estos proyectos de instrumentación conjunta, aunque hay que decir que sigue pendiente su evaluación y una serie de detalles en materia de crédito. Pero lo anterior muestra las posibilidades del mercado para abatir la crisis ambiental y, a pesar de los avances, aún es pronto para dictaminar su éxito y no está exento de retos, dado que no avanza tan rápido como se deseara. Pero debe considerarse que, después de Kyoto, los Estados Unidos ven fuertemente cuestionadas a nivel mundial sus intenciones ambientales y que a América Latina le es necesario no sólo para recuperar dicha credibilidad sino para competir y hacerlo crecer en este mercado. Para América Latina significa la frontera entre continuar con el actual esquema sin rumbo fijo en materia ambiental o el de insertarse en modelos de limpieza productiva. Pero ello, y aunque los acuerdos comerciales sean la llave básica, no libera a los países de la región de la necesidad de fortalecer sus propios esfuerzos en esta materia, antes al contrario. Es sumamente preocupante el diagnóstico ambiental en América Latina, donde la deforestación no es atendida ni con instrumentos, ni con el gasto y las sanciones que ameritarían por parte de los gobiernos, que no han colocado este propósito como el eje del desarrollo. No se ha desarrollado la suficiente conciencia para entender que, a estas alturas, el desarrollo será sustentable o no será.25 Posiciones que se oponen a trabajar en este sentido, no sólo oficiales sino de quienes se oponen a los acuerdos comerciales americanos, esgrimen falsamente que dichos acuerdos harán perder a los países sustentabilidad, pero la verdad es que ésta nunca ha existido en los modelos de crecimiento que se han seguido. Lo que sí se ha perdido es la credibilidad de que se pueden tener resultados viables, ya que ante su previsibilidad a largo plazo, los gobiernos siempre optan por sacrificar la sustentabilidad por un poco de crecimiento actual. México, por ejemplo, en materia hidráulica requiere invertir cuatro veces más. Aun y cuando no hubiese tratados de libre comercio y la orientación fuese sólo al mercado interno, la pobreza y la depredación que existe obligaría a actuar más a fondo. Las voces que reivindican en Centroamérica la economía popular sustentada en una producción familiar, dejan de lado -como señala ONUDI- que un volumen considerable de las emisiones latinoamericanas proviene de la agricultura de subsistencia que tiene un costo de oportunidad bastante pequeño y grandes externalidades sociales y ambientales. No se pueden cerrar los ojos ante el hecho de que la pobreza -con el auspicio de intereses particulares- se está comiendo los bosques que ya están en 30% en alto riego de perderse y sólo la mitad está en bajo riesgo.26 Los gobiernos y productores de la región generalmente rechazan, durante el proceso de negociación, el vincular la cuestión ambiental porque la valoran como una restricción no arancelaria y para que se acepten los mecanismos que ofrece, por ejemplo, el mercado ambiental, les hace falta, además de información, un interés por anteponer dicha negociación al del interés de algunos grupos. Sin embargo, la inclusión de la agenda ambiental en las negociaciones se impondrá por mandato del congreso norteamericano, quieran o no los gobiernos, que deberán en sus compras dar preferencia al criterio ambiental más que al mercantil, aspecto que las mujeres deben aprovechar y al que pueden contribuir más que nadie.27 Tampoco se puede caer en una visión poco crítica del mercado ambiental. El punto que previsiblemente será más difícil en la mesa de negociaciones es el referente a los derechos de propiedad intelectual y biodiversidad, en donde Centroamérica debe buscar que no sean mayores o más restrictivos que los que imponga la OMC. El ideal a nivel mundial es abolir el modelo estándar de protección de la propiedad intelectual, ya que impone una pesada frontera para los países en desarrollo para que éstos accedan y desarrollen tecnologías más acordes con sus necesidades, como en el terreno de la salud -lo que repercute en otro de 25 Enrique Provencio: “¿Y el desarrollo sustentable?”, Configuraciones, núm. 10-11, Fundación Carlos Pereyra. 26 CIAT-BM-PNUMA, 1999. 27 Puede o no ser cuestionable el punto de partida de las ecofeministas, pero sin duda las mujeres tienen una percepción diferente de la generación de la vida de la que muestran los hombres y se vinculan de manera distinta con la naturaleza, más allá de meros argumentos biológicos. Aunque esto para algunos sea sólo perceptivo, tampoco quiere decir que se entiende como algo innato sino como adquirido. Este documento se suma al desarrollo político de estos planteamientos. 203 los Objetivos del Milenio: combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades, con acciones que detengan y comiencen a reducir su incidencia y propagación. Sólo con una estrategia común, podrá hacerse más viable la opción entre las patentes. No hay que olvidar que Centroamérica ha impulsado una serie de iniciativas en otras instancias internacionales, que debe tratar de mantener y reforzar en los acuerdos comerciales y difícilmente lo conseguirá si no actúa internamente. En el marco de esa estrategia, debe rescatarse el Protocolo Centroamericano de Acceso a los Recursos Genéticos y Bioquímicos y al Conocimiento Tradicional Asociado, como norma para aceptar los requisitos que los demás países, especialmente los Estados Unidos, propongan en la materia y especificar la prevalencia del cuerpo de otros acuerdos internacionales, como es el caso de los AMUMAS, o bien el Convenio de Rotterdam y el Protocolo de Bioseguridad. Por decisión propia de los países y también en virtud de las negociaciones, deben revertirse rezagos: principalmente en materia legislativa, tratando de homologarla a la de la Unión Europea; mejora institucional; capacitación en recursos humanos; financiamiento para las tareas de vigilancia; diseño de políticas integrales y conectadas a la política económica y social, en la mira de evitar una competitividad económica a través de disminuir los estándares ambientales. Más que favorecer el aprovechamiento desleal de los grupos más poderosos, los gobiernos de México y Centroamérica deben garantizar la promoción y aplicación de un nuevo compromiso empresarial con la política ambiental. Es necesario subrayar el tema de la cooperación y de la asistencia técnica, de manera que permitan socializar el avance tecnológico y articularlo de la manera más óptima y equilibrada con el conocimiento indígena, que deberá ser retribuido. Un punto básico es el de eliminar las barreras arancelarias y no arancelarias para los productos y los servicios ecológicos, mediante el desarrollo de las certificaciones que incorporen la participación de la sociedad civil, así como la creación de incentivos para la producción verde. En el terreno institucional la tarea es grande, ya que deben crearse mecanismos de monitoreo y rendición de cuentas que incorporen a la sociedad civil y científica de los países centroamericanos, y señalar criterios claros para el levantamiento oportuno de evaluaciones de impacto ambiental. La única manera de desactivar la oposición que muchas comunidades presentan ante estos acuerdos comerciales es la de incorporarlas realmente a las instancias de planeación, operación y evaluación de estos mecanismos y la garantía de recursos efectivos y transparentes en materia de arbitraje. Finalmente, un tema fundamental es la reiterada presencia de desastres naturales-políticos que flagelan a la región y que obligarán a avanzar más allá del aseguramiento de mecanismos de salvaguardas que permitan una pronta recuperación económica y civil en los ámbitos nacional y regional con un mayor carácter preventivo. Entre otras cosas, el mapeo de las zonas con distintos grados de vulnerabilidad es imprescindible para la ubicación de las obras y el asentamiento de las empresas o actividades económicas, así como una mejor normatividad en asentamientos humanos y políticas sociales activas. En tanto no se determinen políticas ambientales construidas con vocación democrática y con sólidas bases técnicas, será imposible resolver otros problemas como el de la tenencia de la tierra ni participar en el concierto mundial por la sustentabilidad y la gobernabilidad, donde la tierra no sea sólo de quien la trabaja sino de quien la cuida productivamente. 2.4. Financiamiento: las alternativas se construyen La globalización afecta profundamente las fuentes de financiamiento para el desarrollo, que están inmersas en una serie de condiciones que dificultan su acceso, temporalidad y aprovechamiento. A nivel mundial, el debate está en la necesidad de separar los mecanismos por concepto de ayuda internacional de los demás instrumentos de apoyo al crecimiento económico y del empleo, en especial lo que se refiere a la inversión extranjera directa, sus tendencias, características y su permanencia en los países en desarrollo. Al comienzo, se mencionó que el impacto en la disminución de restricciones arancelarias y no arancelarias por parte de los países avanzados supera con mucho cualquier magnitud en ayuda y contribuye a superar la pobreza mejor que cualquier otra medida. La demanda mundial por condonar o, en su caso, aliviar el peso de la deuda externa, va de la mano con el reclamo por reglas comerciales más equitativas. 204 La magnitud y complejidad del tema financiero, amerita un análisis mucho más fino del que aquí se puede sugerir por lo que, por el momento, sólo se pretende llamar la atención sobre algunos puntos de interés que, desde esta óptica, envuelven la discusión e influyen en las relaciones de género. Se destaca el largo camino por recorrer para incorporar una perspectiva de género a la caja de herramientas económicas que mejore el uso de los distintos instrumentos de política económica. No existe intención de expedir recetas “médicas” porque esta política es un campo de batalla de distintos actores e intereses y que, a diferencia de otro tipo de políticas nacionales, está desde hace tiempo amarrada -por la vía de los hechos- a un consenso supranacional -el Consenso de Washington-, de manera que su margen de maniobra es sumamente reducido para convocar a acuerdos internos. De ahí la reticencia de las Secretarías de Hacienda o de Fomento Comercial para recibir criterios como el de género que, por otra parte, no presentan aún modelos robustos que superen la errónea visión de inscribirlo sólo al ámbito de la política social o de gobierno, en el mejor de los casos. Uno de los fenómenos globales que más repercute en la discusión mundial del financiamiento es el de los mercados de futuro y de derivados,28 que imprimen una fuerte volatilidad a los sistemas y que no impactan en la gestión de proyectos productivos. Su incidencia los coloca como esa especie de fuerza mayor con vida propia, que rebasa el control de los gobiernos, incluyendo al norteamericano29 -el mayor deudor del mundo-, y ha conseguido desprender al mundo financiero de la economía real. Los efectos son obvios y no requieren mucho comentario pero entrañan un severo choque entre el Estado y el mercado, que puede debilitar proyectos como el de la Unión Económica Europea. Y aunque Norteamérica mantenga aún el control del patrón dólar, el centro de poder se traslada paulatinamente hacia Asia, en donde los bancos emisores controlan la mitad de las reservas en divisa fuerte del mundo. El más claro reflejo de este ataque a la democracia se ubica en las condiciones a las que se subordinan todas las políticas económicas: minimización de impuestos al patrimonio, menor gasto presupuestal y desregulación financiera. Mirar esto como producto de un pacto deliberado entre malvados hombres de negocios no conduce muy lejos, aunque es innegable que representa el mayor reto ético que la humanidad haya tenido en toda su historia: debe comprenderse que los esquemas y fundamentos de la teoría económica han sido rebasados y que las organizaciones mundiales, aunque se tardaron en expresarlo, empiezan a poner en el centro del debate el problema de la desigualdad y el mito de la libre competencia. De manera gradual, el énfasis que ponen los discursos y acuerdos del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional en la importancia de recuperar el desarrollo, no es menor y está llamando a reconocer el fracaso de las recetas y a aceptar los costos sociales que han generado. En ellos, es llamativo observar el explícito reconocimiento del peso que tiene en la condición de vida de las mujeres pobres y, sin que ello quiera decir que la Historia les está haciendo justicia, obliga a redoblar esfuerzos por que estos pronunciamientos para invertir en ellas se hagan realmente efectivos. De ninguna manera se está llamando a esperar a que estas instancias económicas actúen por sí mismas a favor del reconocimiento y la igualdad: no puede perderse de vista que la incredulidad social es fundada y que entiende de las severas inercias en los sistemas financieros que obligarán a acciones globales. Nada expresa mejor la falta de conducción de las políticas financieras que el estilo off-shore o secreto bancario, que también favorece la participación en el juego de los mercados ilegales. Otra de estas medidas cuyo impulso sincronizado se alza como una prioridad es la de establecer el Impuesto Tobin, que pretende gravar las ganancias especulativas a partir de recaudar 1% sobre todas las transacciones en divisas.30 Cualquier inversionista, al momento de trasladar su operación de una moneda a otra, deberá, en este esquema, considerar el pago de 2% sobre la tasa de ganancia esperada. Una tasa tan baja tendría efectos demoledores para los capitales especulativos que pulverizan los esfuerzos productivos, pero su aplicación requiere un plan de acción global que no puede realizar un país solo. Su mensaje fortalece al conjunto de gobiernos, regresándoles la autoridad necesaria para ganar 28 La lógica se centra en la especulación de las divisas y de algunos mercados -como el agrícola- a través de instrumentos diseñados para protegerlos de cualquier riesgo que surja por movimientos en la paridad de las monedas fuertes o emergentes. 29 El mercado es tan rápido y grande que ni siquiera los grandes jugadores como el Citibank de Nueva York puede disminuir su ritmo. 30 James Tobin: “A proposal for international Monetary Reform”, The Eastern Economic Journal, 3-4 jul-oct, 1978. 205 credibilidad que promueva acuerdos en lo fiscal. Sin ser la medida mágica para corregir la inestabilidad financiera, es indudablemente un paso político para retomar de nuevo los parámetros económicos. El panorama hace inaceptables los señalamientos que otorgan a las crisis de México, Argentina, Rusia o Asia, una explicación basada en las meras prácticas de corrupción e ineficiencia de sus gobiernos.31 Las autoridades financieras del mundo deben reconocer los límites de sus propias recomendaciones. Sin medidas como éstas, resultará sumamente complicado hacer progresar otras acciones, como las que señalan el presupuesto de género y una incorporación de esta perspectiva a la contabilidad del Sistema de Cuentas Nacionales. En el primero de estos casos, se cae generalmente en el recurso de etiquetar ciertos programas para las mujeres en los presupuestos de egresos, que dependen para su aplicación de la benevolencia gubernamental y sus efectos son de alcance limitado. Sin soslayar estos esfuerzos, hay que decir que mientras éstos no pasen por una discusión articulada que establezca una política de género de mayor aliento, no cabe esperar mucho. El ejercicio fiscal es una confrontación de intereses económicos que define las prioridades nacionales en términos de gasto y las mujeres aún no visibilizan posiciones de poder suficiente en este terreno, por lo que el recurso de etiquetar puede retardar soluciones de fondo, ante un panorama mundial que exige flexibilidad y eficiencia de los presupuestos. Hay que entender las premisas que le condicionan y que las hacen ser parte de un arreglo mucho más amplio de las finanzas públicas, razón por la que se propone ir haciendo a un lado actitudes voluntaristas carentes de un análisis macroeconómico y estudiar, entre otras cosas, los desplazamientos, tendencias, estructura y crecimiento en las distintas partidas del gasto y fuentes de ingreso, que son las que, en realidad, muestran las prioridades de los gobiernos. Es importante avanzar en la colocación del género como un objetivo reclamable de los criterios de la política económica que conjugue distintos instrumentos. Ante la rigidez de la actual estructura presupuestal, las tendencias a incorporar programas discrecionales van ganando peso. Sobre una armazón poco funcional, se empalman nuevos programas que, muchas veces, repiten acciones, provocando la dispersión de los escasos recursos, de ahí que sea importante apelar a un mínimo de integralidad y jerarquización en todas las responsabilidades del Estado. Lo anterior tampoco significa que la conformación de los programas tradicionales que más afectan a las mujeres en los rubros de salud, educación o empleo, por ejemplo, sea probablemente la más pertinente ni la más equitativa solución. El tener una idea más clara de la forma en que operan la política de subsidios o de deuda, la eficiencia de los programas de recaudación, los planes de obra pública y las estrategias de las empresas paraestatales, abre espacios para insertar esta perspectiva que sirve de entrada a las demás identidades. Quedarse en la etiquetación es muy pobre: hay que elaborar diagnósticos sectoriales, conformar bases de datos, correr modelos econométricos, diseñar sistemas de información, pensar en las reglas de operación y evaluación de los programas, tanto como perfilar propuestas que influyan en distintos procesos institucionales, como son los de modernización, descentralización y focalización de algunas acciones públicas. El objetivo va más allá de tener crecimiento: está en hacer estos cambios sin caer en déficit público y evitando altas tasas de inflación o de interés, por lo cual el ejercicio de género no consiste sólo en solicitar al erario una mayor asignación de gasto sino en garantizar esquemas que permitan que éste crezca sana y equitativamente. Se deben fijar principios para disponer de presupuestos anticíclicos, multianuales, preventivos, articulados a lo local y de alto impacto social. La perspectiva de género debe recordarle a los secretarios de Hacienda que al elaborar los documentos fiscales tienen que hacerse cargo de la diversidad social y regional. Está más que documentado que una distribución del ingreso más equitativa favorece mejores efectos socioeconómicos aun con menores ritmos de crecimiento. En procesos de integración económica, la sincronía fiscal y monetaria interregional desempeña un quehacer político importante. Los países centroamericanos no maximizarán los beneficios que los acuerdos comerciales les permitan obtener, si no se desarrolla el sistema financiero para dar la cobertura en servicios de este tipo con mayor calidad que se demandan. En el caso de los sistemas de ahorro y crédito, éstos están muy alejados del propósito de capitalizar las actividades de amplias capas de la población y grupos productivos que enfrentarán fuertes desafíos para competir. Sobre todo, porque en el caso de esta región, el sistema financiero afecta al ahorro mediante un 31 Estos comportamientos pudieron darse en alguna manera pero no fueron los únicos determinantes. 206 proceso de desequilibrio de liquidez más que por los movimientos en la tasa de interés, lo que traerá desventajas para darle solvencia externa a la economía centroamericana por el lado del déficit de cuenta corriente. Dicho en otros términos: a la desorganización financiera mundial, hay que sumarle las discordancias del sistema financiero regional. Con excepción de Costa Rica, en la región los individuos tienden a ahorrar con el objeto de enfrentar vicisitudes en tiempos difíciles -sobre todo en Honduras y Panamá-, lo que habla de la necesidad de generar cambios en la conducta hacia el ahorro, el consumo y la inversión y de considerarlos y estudiarlos antes de hacer reformas financieras. En especial, falta reforzar el campo de las finanzas populares que está infiltrada con una cultura de no pago, pero no en mayor medida que la de los grandes inversionistas. La banca de desarrollo amerita atender las causas que le han relegado de la función protagónica que debiera mostrar: el favoritismo político, ineficaces políticas de cobro y altos costos de transacción. En realidad, la idea de fijar intereses por debajo del mercado y de que los pobres representan un alto riesgo debe revisarse, en primer lugar, porque se duda de que realmente llegue a la gente pobre, que ha tenido que desarrollar sus propios esquemas informales de préstamo y ahorro y que, si se observan bien, demuestran que tal visión es un mito. Su misma vulnerabilidad económica y social, se da por la cerrada opción de acceder a fuentes de financiamiento que les garanticen beneficios y que, obligadamente, les lleva a cubrir sus deudas puntualmente. Los hogares pobres y en pobreza extrema también tienen, y más, necesidades de ahorro, de préstamo de servicios de pago y de seguros.32 Además de las pocas opciones que ofrece el sistema financiero formal a la gran mayoría de las familias, se orienta también a la captura de las crecientes remesas que los migrantes inyectan a los países de la región, sin la seguridad de que brindarán el mejor servicio ni que responderán eficientemente a las necesidades de financiamiento de las regiones. En similar situación de incertidumbre se encuentran los fondos de pensiones. Los países centroamericanos son expulsores de mano de obra, excepto Costa Rica. Los flujos de dinero que devuelven estos grupos a sus familias, pueden representar una pensión para los padres que los sistemas de seguridad social vigentes no pueden financiar; los estudios de los hijos que la instrucción pública no puede sufragar; el financiamiento de una situación de infraconsumo a otra de consumo medianamente aceptable en términos de nutrición. Es posible que un pequeño remanente pueda ahorrarse para encarar cualquier eventualidad o que se invierta en un taller o en la labranza.33 Este mecanismo que está ayudando a autoaliviar la pobreza de muchos hogares de la región, tiende a ser ahora aprovechado por los grandes empresarios nacionales, lo que puede generar círculos perversos. Es probable que hagan poco por generar fuentes de ingreso internas que abatan la migración.34 Con la migración, muchas mujeres se quedan al frente de la administración de las remesas y están consiguiendo hacerlo de manera eficiente, privilegiando las necesidades de educación y salud. Esta situación ha ido modificándose en la medida en que las mujeres también se incorporan a estos flujos, sobre todo en Honduras y Nicaragua. Este flujo millonario de divisas destina muy poco componente al ahorro y a la inversión, debido a que faltan opciones para inducir tal uso, incluso para las remesas colectivas. Ello es causado por la alta comisión que cobran las empresas dedicadas a capturar estos flujos, pero cuyo costo es menor al del alto riesgo de robo en el sistema de correos, con la excepción de México, en donde el impacto ha provenido del manejo en el tipo de cambio. Las remesas han mantenido su crecimiento y en 1996 alcanzaron 16% del PIB de El Salvador, 3% del de Guatemala y Honduras, y 5% del de Nicaragua. Respecto a las exportaciones los coeficientes eran de 60, 16, 8 y 14%, respectivamente.35 Para México, el dato de CEPAL en 1998 es de 1% del PIB, cerca de la décima parte del de El Salvador. 32 Catherine Mansell Carstens: Las finanzas populares en México, CEMLA, ITAM, ed, Milenio. 33 Pablo Serrano Calvo: “Remesas familiares y colectivas de los emigrantes centroamericanos en Estados Unidos”, Revista de Comercio Exterior, vol. 50, núm.4, Bancomext, 2000. 34 El caso más obvio es el de Banco Azteca, que está desplazando a los sistemas de ahorro y crédito que los migrantes y pequeños productores agrícolas lograron ir fortaleciendo en años de esfuerzo y a los que fueron, en la mayoría de los casos, regulando de manera más democrática, a pesar de algunos casos aislados de fraude que generó la misma inacción regulatoria del gobierno mexicano. 35 CEPAL: Remesas y economía familiar en El Salvador, Guatemala y Nicaragua, LC-mex-l.154-Rev.1, 5 de agosto de 1993. 207 Entre los países centroamericanos, hay especificidades que distinguen la aplicación productiva de las remesas, además de que se carece de registros fiables dado que una gran parte de los envíos se realiza por canales informales, sobre todo en Guatemala y Nicaragua. Sin embargo, un dato revisado para 1998 indica una magnitud de 3,000 millones de dólares, que en términos per cápita son superiores a los de México, cuyo flujo es de 6,000 millones de dólares en ese año. Como se puede observar, el peso de las remesas es distinto entre los países. El Salvador es el más dependiente de estos flujos y su alta relación respecto a las exportaciones se debe al bajo nivel de ventas de bienes exportables. Era, hasta 1998, el único país de la región con una institución bancaria en las principales ciudades norteamericanas con presencia salvadoreña y con un programa gubernamental para dirigir las remesas a proyectos productivos. En Honduras, sin embargo, el proceso es más lento y apenas llega para este año a la creación de una comisión de atención al migrante, que se encarga de otra serie de actividades. El peso de las remesas colectivas es muy bajo aún y su importancia reside más bien en su calidad de alimentar las redes de solidaridad de las comunidades. El hecho de que las mujeres sean responsables de esta administración es un punto de reflexión profunda para trabajar porque haya más y mejores opciones para el destino de estos recursos, por ejemplo, a su capacitación y al desarrollo de empresas y cajas de ahorro que las mismas receptoras manejen. Son muchos los factores que determinan el ahorro en países en desarrollo con distribuciones del ingreso regresivas como son los cambios de consumo en épocas de auge o de inestabilidad, además de las que causen el crecimiento, la inflación o la tasa de interés y que repercuten en las intenciones para invertir.36 Lo que sí parece tener evidencias claras es que una distribución del ingreso más equitativa hace que los pobres se beneficien más de sus inversiones en capital humano y, por tanto, invierten y ahorran más que en los países con mayor desigualdad.37 Asimismo, una mayor participación de jóvenes y ancianos dentro de la población constituye una limitación al ahorro, lo que se explica, además, porque las mujeres deben hacerse cargo de atender a este sector. Otra serie de relaciones del ahorro que pueden ser de interés es que la razón de deuda externa al PIB incide negativamente en dicho ahorro. Si en Centroamérica, esta relación crece 10%, la tasa de ahorro disminuye aproximadamente 2.56 puntos.38 Un dato polémico es el que señala que, con excepción de las exportaciones tradicionales, el efecto en las funciones de ahorro para esta región no son significativas ni para la variable PIB menos exportaciones, ni para la de exportaciones.39 A pesar de los fuertes conflictos armados en la región, un estudio de largo plazo que abarca de 1950 a 1996 indica una fuerte relación entre el crecimiento del PIB y las exportaciones y, en menor medida, respecto a los términos de intercambio. Costa Rica obtuvo las mayores tasas promedio de crecimiento anual del PIB real (4.7%) y de sus exportaciones (5.8%), casi sin deterioro en los términos de intercambio (-0.04%); Nicaragua, la economía más rezagada de la región en términos de expansión del PIB real (2.6%), también experimentó el deterioro más severo en su relación de intercambio (-1.4%).40 Considerando la restricción que impone la balanza de pagos al crecimiento, se encuentra que, en el largo plazo, los países que más se beneficiaron en la región por dicha relación son aquellos con una elasticidadingreso de las importaciones relativamente más baja y un mayor crecimiento de las exportaciones.41 Guatemala, Costa Rica y Nicaragua pueden mostrar una mayor estabilidad o responder de mejor forma a una restricción en la disponibilidad de divisas de lo que lo harían El Salvador y Honduras. Las propuestas y consideraciones que aquí se mencionan no pretenden ser exhaustivas de la gama de posibilidades, pero van en el camino de apoyar el octavo objetivo de las Metas del Milenio, que es el de fomentar una asociación mundial para el desarrollo a través de las siguientes acciones: 36 Luis Rene Cáceres: “Ahorro de precaución en Centroamérica”, Revista de Comercio Exterior, vol. 50, núm. 1, Bancomext, 2000. 37 Nancy Birdsall, Thomas C. Pinckney y Richard H. Sabot: Why Low Inequality Spurs Growth: Saving and Investment by the Poor, Documento de Trabajo, núm. 327, Banco Interamericano de Desarrollo, Washington, 1996. 38 Íbid. 39 Íbid. 40 Juan Carlos Moreno-Brid y Esteban Pérez: “Balanza de pagos y crecimiento en América Central”, 1950-1996, Revista de Comercio Exterior, vol. 50, núm.1, Bancomext, 2000. 41 Una elasticidad-ingreso de las importaciones significa que a un cambio en las importaciones el efecto en un cambio en el ingreso es menor. 208 1. Desarrollar aun más un sistema comercial y financiero abierto, basado en normas, previsible y no discriminatorio. Ello incluye el compromiso de lograr una buena gestión de los asuntos públicos y la reducción de la pobreza, en cada país y en el plano internacional. 2. Atender las necesidades especiales de los países menos adelantados. Ello incluye el acceso libre de aranceles y cupos para las exportaciones de los países menos adelantados, el programa mejorado de alivio de la deuda de los países pobres muy endeudados y la cancelación de la deuda bilateral oficial y la concesión de una asistencia oficial para el desarrollo más generosa a los países que hayan mostrado su determinación de reducir la pobreza. 3. Atender a las necesidades especiales de los países en desarrollo sin litoral y de los pequeños Estados insulares en desarrollo. 4. Encarar de manera general los problemas de la deuda de los países en desarrollo con medidas nacionales e internacionales, a fin de hacer la deuda sostenible a largo plazo. 5. En cooperación con los países en desarrollo, elaborar y aplicar estrategias que proporcionen a los jóvenes un trabajo digno y productivo. 6. En colaboración con el sector privado, velar por que se puedan aprovechar los beneficios de las nuevas tecnologías, en particular, los de las tecnologías de la información y de las comunicaciones. 2.5. El caso del Plan Puebla-Panamá: las asimetrías existen Lo que en un principio se anunció como un mero Plan intergubernamental para dotar de mayor infraestructura a la región Mesoamericana en el marco del proceso de integración económica, ha derivado -en poco tiempo- en un amplio y polémico debate sobre las distintas transformaciones que amerita no sólo el mismo proceso sino la prospectiva más óptima para su inserción mundial, y que trasciende más allá de la esfera puramente productiva. La cuestión no es para menos. Ya se señaló que esta aspiración integracionista fecundada hace algunas décadas, fue violentamente interrumpida por un caudal de hechos armados, económicos y naturales, con repercusiones de fondo en los distintos renglones que conforman la calidad de vida de las sociedades y la efectividad de los gobiernos para generar respuestas oportunas y equitativas. En el balance general se encuentran esquemas sociales segmentados, sistemas políticos aún frágiles y estructuras productivas ineficientes como para generar por sí mismas la viabilidad que se requiere para competir extrarregionalmente. Es en este sentido, bajo modelos globales, abiertos e inciertos, que la misma práctica gubernamental de hacer planes y acuerdos se ve trastocada y provoca ideas erróneas que tratan de evitar cualquier diagnóstico o definición de resultados esperables, para centrarse sólo en la elaboración de estrategias que puedan ir haciéndose en el camino, cuyo énfasis tiende a colocarse en el proceso. Por cierto que esta novedad técnica en materia de planeación no es una aportación del Presidente Fox, sino que viene de planteamientos hechos por el FMI y el BM. Es importante iniciar el abordaje de este tema con esta puntualización por varias razones. La primera, porque Centroamérica lo que está definiendo en estos momentos es su futuro y necesita producir parámetros más precisos para encaminar su rumbo, ya que está ante una realidad que ofrece pocos datos sociales, ambientales y económicos que le digan dónde está situada. Esto conduce a una discusión ideologizada e inmersa de falsos supuestos, de un lado y de otro, que restan objetividad o que generan temores, muchas veces infundados. La segunda, porque siempre es recomendable hacer ejercicios mínimos de análisis colectivo que traten de generar planes más equilibrados y claramente articulados en sus partes, sobre todo si se coloca la mirada en el cumplimiento de las metas previstas mundialmente. Ello ayuda a medir mejor las fuerzas de la región para arribar a una inserción más justa y estable. La tercera razón es que ya no es posible pensar en planes con bajo contenido democrático. La omisión de los puntos de partida y de llegada que mostró el PPP en su comienzo, han obligado a recapitular la importante cuestión de la participación social, ya que tal olvido ha generado innegables reacciones contrarias al Plan, en gran medida evitables si desde el arranque se hubiese informado de la mecánica para incorporar las diferentes visiones y necesidades. 209 Por otra parte y para no perderse, hay que señalar a la Declaración de Tuxtla que las metas, que en primera instancia busca la región, son las del Milenio. Los objetivos generales están firmados y comprometidos y a ellos deben someterse, no sólo los propósitos del PPP, sino los de cualquier otra negociación internacional, sea ésta interregional o extrarregional. Así, lo primero a retomar es la incorporación explícita y coherente de estas metas a los propósitos de dicho Plan, las cuales deben ser ubicadas como mínimos, es decir, a ser superables. Asimismo, no se considera pertinente agregar una novena Iniciativa exclusiva para dar cabida a la participación social, ya que este elemento debe inscribirse e impregnar a cada una de las ocho Iniciativas Mesoamericanas que conforman el Plan, a riesgo de contradecir el propósito, sin duda compartible, de hacer de éste un ejercicio vivo. El proceso debe ser inclusivo, no exclusivo o excluyente. La participación de los sectores, comunidades, organizaciones sociales e individuos en general, adquiere un valor especial en tanto que es componente articulador en este tipo de Iniciativas que impactan las condiciones para el desarrollo humano, ya que es fin y medio u objetivo y estrategia simultáneamente. Es decir, en tanto aspiración en sí misma y como mecanismo de expresión de las aspiraciones. Para las mujeres centroamericanas, esta particularidad participativa adquiere un relieve en, por lo menos, dos aspectos centrales. El primero, es el que atañe a su repercusión como factor que puede contribuir a debilitar o en su caso fortalecer, el proceso de empoderamiento ciudadano que las mujeres vienen impulsando. El segundo es que, en el caso del género, se está hablando, a su vez, de una perspectiva que atraviesa al conjunto de relaciones de los actores involucrados, como son sindicatos, ONG, empresarios, comunidades indígenas, mestizas o afrocaribeñas y que permea a todos los estratos económicos, edades y localidades. Pero esta obviedad, sin embargo, no sirve de partida al propósito del PPP, ya que los documentos hasta hoy conocidos apenas logran incorporar una o dos ideas cortas al respecto. Una de ellas menciona textualmente que la mujer indígena es un grupo especial, sin señalar por qué ni cómo se atenderá y sin mayor análisis sobre tal especificidad, lo cual expone una preocupante falta de sensibilidad social del Plan en sí y una ignorancia sobre su importancia Todo esto, a pesar de que los diagnósticos comienzan por repasar la cuestión demográfica. El género queda así, como algo indefinido y la calidad de vida de las mujeres se remite en carácter de población meta, situación que, por supuesto, es imprescindible revertir para ampliar su comprensión, para colocar a hombres y mujeres como sujetos indisolubles de un desarrollo compartido y para evitar que las relaciones de género sitúen de inicio en desventaja a amplias capas de mujeres pobres, que más que meta se miran convertidas en simples insumos y a las mujeres, en general, como meros objetos. Hay que reconocer que los esquemas e instrumentos de la planeación no son más que eso: simples instrumentos, anteriormente rígidos y poco provistos de elementos democráticos, no porque la planeación haya sido pensada así, sino porque así es determinada por la voluntad política asumida y que es lo que dota o no a cualquier versión planificadora de efectividad en términos sociales. Aquí hay un punto aprovechable en tanto pueda ser reconocible y diferenciado. La realidad de los procesos de integración económica mundial requiere de esquemas de planeación estratégica y participativa más adaptables a circunstancias poco controlables y, por ello, además de hacer la lista de fortalezas y debilidades, se deben asegurar mecanismos eficientes que impidan perder de vista los objetivos centrales en cualquier escenario previsible. Un observatorio permanente de participación aumentativa que genere activaciones oportunas en casos de emergencia, que detecte las oportunidades, que contabilice y sancione, es más necesario en situaciones que salen de conflictos armados y de consolidación democrática, como las vividas en Mesoamérica. En resumen, el desarrollo humano -en tanto fin y medio de las opciones personales- requiere modelos de planeación que trabajen tanto sobre los resultados como sobre los procesos. Con los pocos datos disponibles en este sentido, es importante entender entonces el punto de arranque globalizado. Un repaso al cumplimiento de algunas de las Metas del Milenio, de acuerdo al Informe del PNUD para 2002 muestra cómo Mesoamérica le da seguimiento a estos avances. Cabe resaltar la recomendación de que, para el caso de los objetivos dirigidos a la igualdad de géneros en la enseñanza primaria y secundaria, se promueve su consecución para el año 2005, y como máximo para el 2015. 210 Tabla 1 Cumplimiento de las Metas del Milenio en Mesoamérica (2002) País Costa Rica México Panamá Belice El Salvador Honduras Nicaragua Guatemala Personas malnutridas como % de la población total(1) Proporción neta de matriculación primaria(2) Niños que llegan Proporción de la Proporción de la al 5º grado(3) matriculación matriculación primaria bruta secundaria bruta femenina como % femenina como de la proporción % de la masculina(4) proporción masculina (5) Sigue pauta Sigue pauta Sigue pauta ................... Muy retrasado Muy retrasado Muy retrasado Retrocede Sigue pauta Conseguido ................... ................... Sigue pauta ................... Sigue pauta ................... Sigue pauta Sigue pauta ................... ................... ................... ................... Muy retrasado ................... Sigue pauta Sigue pauta ................... ................... Sigue pauta ................... Conseguido Muy retrasado Conseguido Conseguido ................... ................... Conseguido ................... Conseguido Sigue pauta Notas: (1) Objetivo 1: Erradicar el hambre y la pobreza extrema; FAO 2001. (2) Objetivo 2: Conseguir la matriculación primaria universal, UNESCO, 2001. (3) Objetivo 2: Conseguir la matriculación primaria universal, UNESCO, 1999. (4) Objetivo 3: Promover la igualdad de géneros y potenciar a la mujer; UNESCO, 1999. (5) Objetivo 3: Promover la igualdad de géneros y potenciar a la mujer; UNESCO, 1999. Es evidente que no se ha dado la debida atención de parte de algunos gobiernos de la región a la necesidad de reportar su tarea para un acercamiento a la realidad que, de entrada, habla de las asimetrías existentes, no sólo en términos probables de magnitud sino de esfuerzo social. Sólo tres naciones cubren el requisito de informar completamente en, al menos, estas variables. Es preocupante el caso de Guatemala, que retrocede en el propósito de erradicar el hambre, sobre todo porque se trata del país con mayor proporción de población indígena y el que está ubicado en el lugar más desfavorable de la lista del IDH. Otro aspecto llamativo es que el objetivo de cubrir la matriculación femenina en secundaria se está prácticamente alcanzando cuando se observan en el objetivo de erradicación del hambre todavía rezagos considerables. Esto último llevaría a suponer que los gobiernos están otorgando más prioridad a la tarea educativa con visión de equidad de género que al de alimentación, comportamiento que suena algo extraño, por lo que tal vez habría que homologar los criterios con que se califica el seguimiento en el sistema de Naciones Unidas. Bajo un proceso de integración, es imperativo mirar el esfuerzo nacional que cada país empeña para mejorar el nivel de desarrollo humano regional y distinguir posibles dificultades que pudieran estar obstaculizando el avance general en la calidad de vida. Para observar este aspecto, se recurre al Índice de Desarrollo Humano estimado para 173 países, de la siguiente manera (ver tabla 2). Las distancias recientes, para 1995 y 2000, se están acortando respecto a Costa Rica, que es el único país de la región dentro del grupo de naciones con desarrollo humano alto con el lugar 43, en tanto que los demás se mantienen en un nivel medio. En este lapso pareciera que Belice y Honduras han bajado el ritmo, sobre todo este último, aunque hay que considerar que tal efecto se relaciona a factores de la medición de PNUD y que habría que discriminar para obtener resultados comparativos. En 1995, por ejemplo, Costa Rica ocupaba el lugar 28, seguido por Belice en el lugar 29 de la lista del Índice, pero en estos últimos años se ha incorporado al cálculo un relevante número de países que imposibilita tal veredicto. A pesar de este hecho, en la estimación para dicho año, México se encontraba 211 en el lugar 53, muy alejado de estos dos países y ahora en el 2000 se localiza en una distancia notablemente más cercana a Costa Rica. Resulta difícil asegurar -con tan pocos elementos- que el notable avance mexicano sea explicable por los acuerdos comerciales del TLCAN, ya que para ello se requiere un análisis más profundo. Lo que sí es probable es que la región Sur-Sureste, si fuese tomada como país, se encontraría en un lugar seguramente mucho más abajo. Finalmente, cabe llamar la atención sobre las jerarquías que indica el discurso del PPP, en donde se da prioridad a las comunidades indígenas, ya que éste es un factor explicativo del lugar que ocupan Guatemala, Nicaragua y Honduras en el recorrido del desarrollo humano, debido sobre todo al abandono social en que se encuentran inmersos. Guatemala es seguido por las Islas Salomón y Namibia. Con estas primeras asimetrías en mente, cabe hacer un repaso a las cuantificaciones que presenta el Índice de Desarrollo Relativo al Género para la región. En este índice, el PNUD penaliza la desigualdad de género sobre una lista de 146 países, a partir de tres variables: esperanza de vida, educación e ingreso (ver tabla 3). Tabla 2 Variación del IDH en Mesoamérica País Costa Rica México Panamá Belice El Salvador Honduras Nicaragua Guatemala 1975 0.745 0.689 0.712 .......... 0.586 0.518 0.565 0.506 1980 0.769 0.734 0.731 0.710 0.586 0.566 0.576 0.543 1985 1990 1995 0.770 0.752 0.745 0.718 0.606 0.597 0.584 0.555 0.787 0.761 0.747 0.750 0.644 0.615 0.592 0.579 0.805 0.774 0.770 0.772 0.682 0.628 0.615 0.609 Diferencia respecto al lugar más alto .......... 0.31 0.35 0.33 0.123 0.177 0.190 0.196 2000 0.820 0.796 0.787 0.784 0.706 0.638 0.635 0.631 Diferencia respecto al lugar más alto .......... 0.24 0.33 0.36 0.114 0.182 0.185 0.189 Tabla 3 Comparación de las clasificaciones IDG e IDH en Mesoamérica País Costa Rica México Panamá Belice El Salvador Honduras Nicaragua Guatemala Clasificación según IDG 41 49 51 58 87 98 97 100 Clasificación según IDH 43 54 57 58 104 116 118 120 Valor del IDG 0.814 0.789 0.784 0.764 0.696 0.628 0.629 0.617 Clasificación según el IDH menos la clasificación según el IDG 0 0 0 -6 -1 0 2 0 Nota: La última columna no es una diferencia simple entre los dos índices, sino el resultado de la penalización que aplica el cálculo por el parámetro, que representa la aversión hacia la desigualdad. 212 Bajo el supuesto de que ambas metodologías trabajan con las mismas variables, sería deseable hacer una comparación relativa entre los dos índices, pero dado que se tiene un menor número de países en uno de ellos, no es recomendable hacerlo. Sin embargo el PNUD menciona que una cifra positiva significa que la clasificación según el IDG es superior a la clasificación según el IDH y que una cifra negativa indica lo contrario. Con esta perspectiva, la región -en la mayoría de los casos- permanece prácticamente empatada en ambas escalas mundiales, pero aun así hay que decir que Belice, paradójicamente, se encuentra en mayor pena que los Emiratos Árabes Unidos y Omán, cuyos valores son de -4, por ejemplo, mientras que el caso de Nicaragua es alentador porque significa que hay una mayor aversión a esta desigualdad. También es llamativo en el cálculo del PNUD que los países con mayor clasificación por desarrollo humano -como son Noruega, Suecia y Canadá- asuman valores de -2 en la relación entre los dos índices y que puede estar reflejando probablemente desequilibrios en sus políticas de género, ante el repliegue del Estado de Bienestar. Esto, por lo pronto, advierte que la aplicación de la perspectiva de género en el proceso de integración económica Mesoamericana perfilada hasta ahora en el PPP, deberá evitar la pretensión de recomendar tratamientos iguales para todos los casos y que las estrategias que elaboren las mujeres organizadas tendrán que hilarse fino, no sólo para cerrar las brechas sino para avanzar hacia valores positivos. Tampoco se debe caer en el error de interpretar que el género es inocuo o neutral para efectos del desarrollo humano en los países que tienen un valor cero, sino todo lo contrario. Sólo se está apuntando que al separar la medición por sexo con el IDG sobre las mismas variables que se usan en el IDH e incorporar una penalización por la desigualdad en esta esfera, la colocación en la lista puede ser mejorable, ya que la sociedad en cuestión atiende más esta inequidad de género que otros países con valores de IDH incluso más altos. En tanto que ambos índices caminan en el mismo sentido, lo que se hace es que un valor agenérico como el IDH admita matices de género que puedan colocar a los países en otras posiciones. Así, Nicaragua adquiere una ventaja relativa, un plus, en tanto que la perspectiva por género le puede ayudar a subir su posición en el IDH, si en dicha sinergia se saben combinar bien las cuestiones productivas y ambientales, mientras que Belice y El Salvador pueden verse afectados notoriamente en su desarrollo por más esfuerzos que hagan, de no atender inmediatamente la inequidad que existe entre sus poblaciones femenina y masculina. En los demás casos, simplemente no se está usando la cuestión de género como detonador del desarrollo humano; es decir, que aun cuando Costa Rica, México o Panamá tengan indicadores socioeconómicos más alentadores, la falta de direccionalidad en sus relaciones de género les llevan a desaprovechar todo su esfuerzo nacional para avanzar más y, con ello, no están ayudando a elevar a la región en sí. Antes de entrar al examen de la potenciación de género, se hará un breve repaso a las ocho Iniciativas Mesoamericanas. La primera de ellas, la Iniciativa Mesoamericana de Desarrollo Sustentable, considerada como el concepto rector del conjunto de políticas, líneas de acción y proyectos, gira en la preservación del Corredor Biológico Mesoamericano y tiene como líneas estratégicas las siguientes: 1. Desarrollar, consolidar y armonizar instrumentos de gestión ambiental. 2. Mantener y mejorar la oferta de bienes y servicios ambientales. 3. Respetar el patrimonio cultural indígena y reforzar las capacidades de toma de decisión de las comunidades locales y la participación de hombres y mujeres. 4. Potenciar el valor económico de los recursos naturales y la generación de ingresos. 5. Proteger la biodiversidad (terrestre, costera y marina) y conservar las áreas protegidas de la Región. Sus ejes de acción son las cuencas, la biodiversidad y la protección de áreas críticas y frágiles y la educación ambiental y estará a cargo de Nicaragua. Hay que comenzar por decir que, a pesar de reconocerse como el eje rector, es la Iniciativa que avanza más lentamente y de la que se tiene menos información, entre otras cosas porque la compatibilización legislativa lleva tiempo, pero lo más preocupante es que en el Informe de la Comisión de Financiamiento presentado por el BID en 2001 sólo se le asignan 16.5 millones de dólares de los 4,017.7 considerados, lo que es muy poca inversión como para asegurar que es la prioridad articuladora del Plan. Se tiene la duda de si los montos correspondientes a los proyectos de otras Iniciativas más avanzadas -como son la vial, la energética y la de telecomunicaciones que hasta ahora se conocen- tienen incorporado 213 el costo de los estudios de impacto ambiental y, si es así, debe pedirse a esta Comisión de Financiamiento que los haga explícitos y lo más detallados posible. Hasta el momento, el reporte de ratificación de tratados sobre medio ambiente de los países involucrados en el PPP señala el siguiente saldo: Tabla 4 Ratificación de Tratados sobre medio ambiente País Costa Rica México Panamá Belice El Salvador Honduras Nicaragua Guatemala Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología Firma Firma Firma Firma Firma Firma Convención Marco sobre el Cambio Climático Ratificación Ratificación Ratificación Ratificación Ratificación Ratificación Ratificación Ratificación Protocolo de Kyoto de la Convención Marco sobre el Cambio Climático Firma Ratificación Ratificación Ratificación Ratificación Ratificación Ratificación Convenio sobre la Diversidad Biológica Ratificación Ratificación Ratificación Ratificación Ratificación Ratificación Ratificación Ratificación Si se asume el principio de que quien contamine, pague, en este marco de integración, el sistema para costear los daños y determinar responsables deberá quedar claramente establecido por la ley en el marco de estos compromisos globales pero, sobre todo, habrá que insistir en la reparación del daño. Como se puede observar, hay dos países de la región que no han firmado el Protocolo de Cartagena, siendo que una de las mayores preocupaciones que expresan las comunidades se refiere a la cuestión de los transgénicos, principalmente porque en Guatemala se guarda una parte considerable de la biodiversidad de la región y Belice es uno de los principales contenedores de agua. Como ya se dijo, Guatemala está retrocediendo en el objetivo de erradicar el hambre y, muy probablemente con ello, en el de impedir un avance en la deforestación de su territorio, por lo que implicará que los demás países estructuren adecuadamente sus mercados agroalimentarios, principalmente ante la firma de acuerdos comerciales con América del Norte. Algo que sí hay que tener claro es que en sistemas de explotación y cría de ganado extensivos, los principales riesgos son la erosión, el empobrecimiento del suelo y la deforestación, que provocan una disminución de los rendimientos y desertización. En sistemas de explotación intensivos de regadío, los riesgos principales son la salinización, el anegamiento y la escasez de agua.42 Guatemala, en particular, requiere preferencias arancelarias y no arancelarias en materia agrícola y un manejo cuidadoso en los estudios de impacto ambiental que se acompañen de una fuerte asistencia técnica y educación ambiental para lograr que las comunidades logren un mejor cuidado de bosques y selvas, en especial porque se piensa tender sobre su territorio parte de los corredores del Atlántico y del Pacífico así como una serie de ramales y conexiones. Pero, más que todo, se deben redoblar esfuerzos para que los gobiernos firmantes del PPP, destinen más recursos y aseguren sistemas eficaces para la persecución de los delitos ambientales que están afectando especialmente a las comunidades indígenas. En Guatemala se tiene el déficit más amplio -tanto cualitativo como cuantitativo- en materia de vivienda (41%), de acuerdo con el diagnóstico de la Secretaría Social Centroamericana, cifra que excluye, por lo tanto, la zona Sur-Sureste de México, otra de las regiones con mayor biodiversidad. En junio pasado se estableció un Memorando de Entendimiento que sigue sin presentar un inventario más detallado de los recursos naturales multinacionales a los que se les dará prioridad, sin decir costos e impactos y sin articularlo en un mapeo con los proyectos previstos en otras Iniciativas, para que diga algo sobre su supuesta transversalidad. 42 Alma Rosa Cruz Zamorano: “Agricultura mundial: perspectivas para 2030”, Revista de Comercio Exterior, vol. 53, núm.8, agosto 2003. 214 Dado que no es aquí el espacio para agotar este vital tema, sólo se señalarán algunos aspectos del mencionado Memorando sobre los que hay que llamar la atención, ya que, en general, es notoria la falta de esmero en su preparación. El primero, es sobre el enfoque general de la Iniciativa, que no hace más que juntar el concepto de ALIDES con la Visión Ambiental de México, la cual peca de vaga y romántica, por lo que se demanda conjugar un solo enfoque, que en este caso debe ser el de ALIDES porque es el más preciso. Las dos direcciones de los alcances de la Iniciativa son tan generales que prácticamente no añaden nada nuevo ni señalan cómo debe ser entendida la modernización de las políticas, sistemas e instrumentos, ni acaban de determinar cuáles son las áreas naturales de interés mesoamericano. En cuanto a sus instrumentos regionales, se observa que su segundo postulado -“participación, equidad social con enfoque de género”tampoco da muchas bases para el entendimiento, aunque es bueno notar que no se olvidó. En tercer lugar, quizá se tiene una novedad en la definición de lo que es el Corredor Biológico Mesoamericano, del que se dice que es un sistema de ordenamiento territorial compuesto de áreas naturales bajo regímenes de administración especial, zonas núcleo, de amortiguamiento, de usos múltiples y áreas de interconexión, organizado y consolidado que brinda un conjunto de bienes y servicios ambientales a la sociedad centroamericana y mundial, proporcionando los espacios de concertación social para promover la inversión en la conservación y uso sostenible de los recursos naturales, con el fin de contribuir a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región. Se señala, además, que tal Iniciativa adopta el Plan de Negocios del CBM como su principal herramienta de gestión de recursos financieros, así que sería bueno difundir dicho Plan de Negocios, no sólo en las acciones de participación comunitaria sino en los medios de comunicación. Las evaluaciones ambientales estratégicas del PPP, se podrán realizar con la asesoría de una entidad internacional competente, pero no se menciona de qué carácter será dicha entidad ni por qué sólo sería una. Además, se adopta el Programa de Modernización de los Sistemas de Gestión Ambiental de México, PROSIGA, sin hacer ninguna consideración respecto a la ventaja que ello tiene. En lo relativo a las responsabilidades institucionales, se indican las instancias del PPP que las asumirán y se encargarán de instrumentarlas en los respectivos países, los cuales las llevarán a cabo, conforme a sus capacidades políticas y financieras. Esto no avanza en la integración única de acciones ni atiende el hecho de que hay asimetría en las capacidades institucionales y sí denota un lento avance en la diferenciación de cuáles serían las tareas conjuntas en la materia. En la Comisión Técnica, que se reunirá por lo menos dos veces al año, se solicita que se elimine la presencia de los delegados de los representantes para que sólo se dé validez cuando están los representantes, ya que la importancia de este tema amerita tomar decisiones al más alto nivel posible. La dirección de la Iniciativa -la que está conformada por el Consejo de Ministros de la CCAD, la SEMARNAT y la Comisión Ejecutiva del PPP- deberá proveer consideraciones ambientales a las demás Iniciativas, pero el Memorando se quedó corto en especificar el tipo de consideraciones que se harán y los mecanismos para asegurar su observación. La intervención de algunas instancias se verá sujeta a las posibilidades técnicas y presupuestarias de que dispongan, lo cual puede limitar o anular en algún momento su efectiva participación; éste es el caso de la Secretaría Ejecutiva de la CCAD (DGMA del SICA). Con ello, la impresión que deja este Memorando es el de una estructura institucional desarticulada y con espacios que no tienen la garantía de disponer de los medios suficientes para cumplir sus atribuciones. Finalmente, se queda en el entendido de que para estas fechas ya debe estar elaborado el Plan de Acción. La premura con que se está trabajando esta iniciativa, requiere una mayor intervención de las mujeres de la región que comience por señalar que las mujeres y hombres no acceden de manera equitativa a los recursos naturales y que las relaciones de género son determinantes en los patrones de consumo que afectan al medio ambiente, sobre todo porque uno de sus proyectos, el de patrimonio cultural y equidad, resulta crítico para lograr la aceptación y viabilidad social del PPP y esto es ocasión para requerir más información y asistencia técnica. En lo que toca a la Iniciativa Mesoamericana para el Desarrollo Humano, ésta se centra en cuatro perfiles, a saber: 1. Capacitación para el trabajo. 2. Creación de un sistema de información estadística sobre las migraciones. 215 3. Mejora de los niveles de participación de las comunidades indígenas y afrocaribeñas en el desarrollo local. 4. Uso, manejo y conservación de los recursos naturales por parte de organizaciones campesinas, indígenas y afrocaribeñas. En algunos documentos, se llegan a incluir dos perfiles más, que son el programa regional de salud y la comisión de acreditación y promoción de proyectos educativos. A esta Iniciativa, el Comité de Financiamiento determinó, en 2001, darle sólo 31.5 millones de dólares, monto demasiado bajo para cumplir los perfiles antes citados, que en sí mismos no abarcan la magnitud del reto del desarrollo humano y que traslapa su ámbito de acción con el del Corredor Social del Desarrollo Centroamericano, que ya tiene montos y tiempos en algunos de sus proyectos. Esta Iniciativa estará coordinada por México. Un panorama general sobre la participación laboral por género de la región refiere a los siguientes datos dados por el PNUD: Tabla 5 Participación laboral por género en Mesoamérica País(1) Costa Rica México Panamá Belice El Salvador Honduras Nicaragua Guatemala Países en desarrollo Tasa de actividad económica femenina(2) % Índice Tasa de actividad Trabajadores económica de la familia femenina como que aportan % de la tasa (como % del total) masculina Mujeres Trabajadores de la familia que aportan (como % del total) Hombres 37.1 39.4 43.3 27.1 45.8 40.3 47.2 36.0 112 116 112 113 123 119 117 128 46 47 55 32 54 47 56 42 41 49 27 .......... 42 40 .......... .......... 59 51 73 .......... 58 60 .......... .......... 55.8 101 67 .......... .......... (1) Las cifras abarcan el período 1995-2000. (2) Porcentaje de la población de 15 años de edad y mayores. Desde 1990, Guatemala y El Salvador son los países más dinámicos en lo que respecta a la tasa de actividades económicas femeninas. En el primer caso, la escasa importancia a esta cuestión y, en el segundo, su probable empeoramiento, hacen suponer que dicha incorporación productiva femenina seguramente está impactando, en mayor medida que a los demás países, la calidad de vida de las mujeres. Por su parte, Costa Rica, México, Panamá y Honduras, sin aparente impulso por género, lo ven reflejado pero de una manera mucho más lenta y, en el caso de Panamá, menos equitativa a nivel familiar. El caso de Belice, que pudiera ser el más preocupante si se deja a un lado la cuestión de la magnitud poblacional, suma una baja incorporación económica a unas peores relaciones de género, pero -dado el tamaño de su población- podría minimizarse -o, incluso, invisibilizarse- el problema. El valor más alto de esta tasa lo tiene Nicaragua, que viene a ratificar su potencial de género para el renglón productivo y que si se mira esta tasa como proporción de la tasa masculina. En cuanto a la paridad laboral al interior de las familias, México señala una mayor equidad, que seguramente se debe a la crisis de ingresos de sus hogares y no tanto a una política deliberada por sumarlas a la economía visible, lo que se observa en el índice y en el valor de dicha tasa. 216 El caso de Panamá es inquietante por las contradicciones que presenta en la paridad familiar respecto al ritmo de su tasa de actividad económica femenina, pero que sí corresponde a su lenta tendencia a crecer, mostrada por el índice. No es fácil explicar dicha situación y se deben buscar más elementos para el análisis. En lo que respecta al corte sectorial porcentual por género en materia de empleo, las cifras también van indicando posibles rezagos estructurales que pueden existir para los propósitos de capacitación laboral dentro de un período que va de 1995 al 2001. Tabla 6 Participación por género en áreas laborales en Mesoamérica País Costa Rica México Panamá Belice El Salvador Honduras Nicaragua Guatemala Agricultura Mujeres Hombres 4 7 2 6 6 9 .......... 14 22 23 25 37 37 50 .......... 36 Industria Mujeres Hombres 17 22 10 12 25 25 .......... 18 27 29 22 19 24 21 .......... 26 Servicios Mujeres Hombres 79 71 88 81 69 66 .......... 68 51 47 52 44 38 30 .......... 38 En Costa Rica y Panamá, casi la mitad de su fuerza de trabajo masculina se localiza en el sector servicios, en el cual se ubica también el peso fuerte de la fuerza femenina; de hecho, son las proporciones más altas de la región. Por el contrario, en Honduras la mitad de los hombres trabajan para la agricultura y las mujeres se concentran en los servicios y, en menor medida, en la industria. El sector en donde las relaciones intergenéricas parecen estar más equilibradas es el industrial. La agricultura tiene poca presencia femenina, situación que se revierte para el sector servicios, que prefiere contratar mujeres. De todos los países, Guatemala parece repartir más la equidad en la participación productiva de hombres y mujeres. En este caso, el hecho de que su población, en general, se ocupe principalmente en la agricultura, puede ser uno de los elementos que más explique su retroceso en la erradicación del hambre, ya que está reflejando patrones productivos de bajos rendimientos por ser más intensivos en mano de obra. Honduras también sigue esta tendencia pero le restringe el acceso a las campesinas. A la luz de la inserción mundial, estas proporciones, según la estructura del comercio exportador que presenta el PNUD, para el período 1990-2000, se ven así (ver tabla 7). Lo primero que hay que señalar, es que los resultados en productos de alta tecnología, en el caso de México, responden básicamente a entidades situadas fuera de la región Sur-Sureste. En todo caso, habría cierta participación de los Estados de Puebla y Veracruz. Es notorio el efecto fulminante de los acuerdos comerciales para la agricultura mexicana, que incluso exporta proporcionalmente menos que los países en desarrollo. Con la excepción de Nicaragua -que muestra un inmovilismo extraño- y de Panamá -que observa una tendencia contraria-, los demás países están retirando paulatinamente su participación exportadora en productos agrícolas. El caso de Honduras y Guatemala, donde hay una mayor participación de trabajo femenino agrícola -aunque menos activa relativamente- y que tampoco avanzan en materia de género, pone focos rojos al objetivo de erradicar el hambre y están requiriendo de una intensiva capacitación a las mujeres campesinas, que no debe excluir a los hombres. Debe llamarse la atención sobre el peso de los enclaves de alta tecnología que se comienzan a notar en Guatemala y que obliga a profundizar, con otros cortes, el análisis como el étnico y el ambiental. Un caso llamativo es El Salvador, que muestra un notable esfuerzo exportador, cuyo componente en alta tecnología es apenas de 1/8 en el sector manufacturero, pero que no deja de ser potencial. Como ya 217 Tabla 7 Estructura del comercio de exportación País Costa Rica México Panamá Belice El Salvador Honduras Nicaragua Guatemala Países en desarrollo Exportaciones de productos primarios (1) 1990 66 56 78 .......... 62 91 92 76 38 2000 34 16 84 .......... 50 67 92 68 28 Exportaciones de productos manufacturados (2) 1990 27 43 21 15 38 9 8 24 60 2000 66 83 16 13 48 33 8 32 71 Exportaciones de productos de alta tecnología(3) 1990 .......... 8 .......... .......... 0 .......... .......... .......... .......... 2000 .......... 22 .......... .......... 6 2 5 8 23 (1) Porcentaje de exportaciones de mercancías. (2) Porcentaje de exportaciones de mercancías. (3) Porcentaje de exportaciones de productos manufacturados. se señaló, tiene esquemas de participación industrial intergenérica más igualitarios, aunque no hay que olvidar su aversión negativa a la cuestión de género que puede estar escondiendo un acceso segmentado a la educación y, por lo tanto, a la capacitación laboral y que puede hacer que el efecto de inserción comercial no se traduzca en mejoras para las salvadoreñas. Este primer acercamiento transversal de género -que apenas sobrevuela el territorio de las condiciones de acceso al conocimiento en un marco productivo-, no es acabado, ni exhaustivo ni definitorio, ya que reclama la incorporación de otras variables para tener un análisis más fino, como son las educativas, demográficas, de salud y de servicios básicos, que son tradicionalmente las recurridas en los documentos gubernamentales y en las que hasta ahí se quedan. Por eso, se hizo este otro abordaje al desarrollo humano que, como se observa, abre muchas interrogantes que resultan provocativas y provocadoras y cuyo despeje se requiere para la intención planteada de generar una Red Mesoamericana de Excelencia en Educación, especialmente si se vincula al estudio de las pequeñas y medianas empresas, tema que no se tratará en este documento pero que se reconoce como trascendente para la articulación del sistema productivo. Además, hay que puntualizar otros aspectos de esta Iniciativa que son también tarea de género. Uno de ellos, es el de la creación del sistema de información estadística sobre las migraciones y que es, probablemente, el punto -más que en cualquier otro- en donde hay que comenzar a actuar y a pensarnos como región. Sin duda, su costo será alto en términos monetarios pero el precio socioeconómico será mayor si no se tiene. De hecho, se requieren medidas para conformar un sistema estadístico en materia socioeconómica que permita homologar las metodologías, conceptos y los tiempos de captura y registro y que, necesariamente, forme parte de los retos para el mejoramiento institucional que servirá de soporte al desarrollo de la región. En condiciones económicas cada vez más inciertas, deben reducirse las estrategias intuitivas o la creencia de que el desarrollo surge en automático sin más guía que la tasa individual de ganancia. Esa ganancia precisa estar enmarcada en cifras sociales que fundamenten las decisiones para la aprobación y articulación de los proyectos adjudicados en cada Iniciativa. Ya en 2001, el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE), la CEPAL y el FNUAP delinearon varias líneas de trabajo y recomendaciones para implementar un sistema de indicadores sociales, en el cual está considerada la participación de organizaciones de mujeres y la intención de hacer un esfuerzo sistemático para desagregar los indicadores por sexo. 218 También se han venido observando faltantes de la información que se entrega al sistema de Naciones Unidas por parte de los gobiernos, sobre todo en Belice y Nicaragua, eso sin hablar de la calidad. Es claro que el reto no puede limitarse al terreno migratorio nada más, si existe la intención de cumplir con las Metas del Milenio. Hay que señalar que, si el primer objetivo es el de erradicar el hambre, Mesoamérica no posee una encuesta peso-talla que le oriente para atacar el problema de la desnutrición en la medida en que incorpore, lo más posible, ciertas características como las étnicas, el sexo, el estrato de ingresos y una representatividad suficientemente regional. Esta encuesta es tan prioritaria como la migratoria. Respecto a ésta última, la propuesta del BID, el BCIE y la CEPAL avanza muy poco en estadística migratoria, ya que intenta sustentarse en los instrumentos censales y en las encuestas de hogares, que son instrumentos que con dificultad captan con fidelidad el fenómeno migratorio. Es necesario que este sistema invierta en la generación de nuevos instrumentos estadísticos, ya que el tema contiene un alto componente de derechos humanos imposible de entender a partir de los datos censales o de encuesta de hogar. Además, persiste el problema de la heterogeneidad en el diseño y temporalidad de estos levantamientos, sobre todo en el caso de las encuestas de hogares. Ya es tiempo de que Mesoamérica tenga datos más sensibles a los temas sociales y, en tal sentido, resulta más pertinente la propuesta de la CELADE-CEPAL y FNUAP en tanto se están haciendo cargo de toda esta serie de aspectos. Hay que garantizar que la perspectiva de género intervenga y haga intervenir a los municipios fronterizos en todo el proceso, reclamar encuestas migratorias con un piso de derechos humanos y que los gobiernos no se queden en el mero intercambio de los registros administrativos de aduanas y pasos fronterizos, que seguramente también requerirán una afinación. Deben pensarse y proponerse los perfiles de los estudios que se requieren para el examen genérico de la migración. Otra de las tareas que se plantea a esta iniciativa, es la de mejorar los niveles de participación de las comunidades indígenas y afrocaribeñas. De éstas últimas, en la revisión que se hizo de los documentos producidos por las instancias responsables del PPP, no se encontraron cifras que hablaran de su participación o distribución geográfica, en tanto que de los indígenas se menciona que constituyen 26% de la población de Centroamérica. La intención expresa es la de dar capacitación a los gobiernos locales para que promuevan la participación indígena y afrocaribeña a través de un enfoque selectivo, por lo que es inevitable cuestionar acerca del tipo de criterios aplicados para la selección y el contenido de la capacitación. De qué manera se abrirán canales para las mujeres indígenas y afrocaribeñas en estos espacios, cuál será su amplitud y qué tipo de asistencia técnica será necesaria para acercarles los elementos necesarios para integrarse en los proyectos a lo largo de todas sus etapas, son algunos de los aspectos en los que hay que intervenir de inmediato. El vacío de información sobre las relaciones de género que existen en cada comunidad étnica lleva a suponer que todas ellas admiten un tratamiento homogéneo: faltan estrategias finas que consideren su percepción de las relaciones de género y productivas de los mestizos y la forma en que se interrelacionan con su entorno ambiental. Una buena planeación participativa y estratégica no debe omitir un conocimiento y acciones de promoción de derechos humanos. El respeto a su visión del mundo, es la garantía de que la región pueda aprovechar las capacidades de estos grupos, por lo que -más que pedirles que entiendan y acepten la propuesta de desarrollo- el ejercicio consiste en hacer que los proyectos se adapten a sus formas de convivencia. Existen casos exitosos de empresas transnacionales con comunidades indígenas centroamericanas en donde el beneficio ha sido mutuo pero son los menos: la gran mayoría refrendan los argumentos que se oponen al Plan y a cualquier otro tipo de acuerdo comercial. La labor de los gobiernos firmantes del PPP es hacer participar en estas reuniones de participación no sólo a las comunidades, a los gobiernos locales y a las organizaciones de la sociedad civil, sino a los representantes empresariales y a los funcionarios encargados de la ingeniería de las obras de infraestructura, y ésto no está considerado hasta el momento en los planteamientos de esta iniciativa. La selección de comunidades, en la medida en que no asegura una participación amplia de estos grupos, puede generar efectos divisorios al interior de los grupos étnicos o entre ellos, situaciones que ya se están presentando y que pueden ser evitables. 219 El desarrollo no se concentra en ser únicamente una tarea económica sino democrática y el reflejo de los documentos de las ocho iniciativas le conceden a este último el carácter de un mero trámite administrativo: le falta calidez al Plan. El uso, manejo y conservación de los recursos naturales por parte de organizaciones campesinas, indígenas y afrocaribeñas es otra de las tareas de esta iniciativa que expresa igualmente una omisión cultural, en donde parece entenderse la relación de los afrocaribeños con el entorno ambiental del mismo modo en que lo hacen los indígenas o los campesinos mestizos y supone que la modernización agrícola se asumirá de la misma manera, sin trascender a una escala que advierta que en este mundo global cada pueblo tiene un lenguaje muy particular con la naturaleza, que no siempre es armónico y fácil de entender, porque está cargado de simbolismo. El querer que esta iniciativa promueva el fortalecimiento y la conformación de un modelo de productores campesinos, indígenas y afrocaribeños, es una necia insistencia que puede desactivar aun más la oposición al PPP, por lo que no estaría de más explorar una conjugación de “distintos modelos”. Aceptar que en el mundo prevalece la diversidad y no la unicidad, parece ser un camino opcional para erradicar el hambre, en el que la tecnología tiene que adaptarse a los seres humanos y no al revés, sin perder de vista que hay necesidades generales y comunes, como lo es la alimentación, que -por otra parte- también es cultural. Se les está convocando, también, al desarrollo de iniciativas empresariales turísticas, denominado etnoturismo, descargando a esta actividad de su valor y de la importante función que desempeña en la mundialización, como proceso de acercamiento entre las culturas con equipajes llenos de diversidad. Como elemento para contrapuntear a la xenofobia y como un importante detonador de empleos, el turismo es un ingrediente necesario para hacer que la paz pase de ser una simple declaración de los presidentes de la región a una realidad más digna: en la medida en que el mundo conozca más la vida cotidiana de Centroamérica, se estarán adicionando garantías para evitar conflictos armados. Los indígenas son gente abierta y generosa al contacto con los extranjeros, en los cuales están los mestizos centroamericanos y el concepto etnoturismo debe ser utilizado con más cuidado para evitar que algunos grupos indígenas sientan reducida su cultura a una mera curiosidad mercantil. A pesar de sus virtudes, esta actividad también tiene acompañantes de viaje poco deseables, como es la prostitución, ya que de hecho hay un turismo sexual que incorpora entre sus afectados a los menores de edad. Estas -entre otras consideraciones- tienen que plantearse en los proyectos turísticos de la región a partir del modelo comunitario que se busca elaborar ya que, por otra parte, tampoco se han mencionado cifras a invertir en el rescate de las zonas arqueológicas. La promoción del mundo maya en el mundo globalizado no es sólo una cuestión de instalar hoteles de cinco estrellas a lo largo de una carretera costera. En cuanto a los perfiles del programa regional de salud y de la comisión de acreditación y promoción de proyectos educativos, se desconoce si a la fecha ya existen los memorandos de entendimiento en las dos áreas bajo la coordinación de los comités técnicos permanentes, para saber qué tanto están incorporando instrumentos que permitan cumplir las Metas del Milenio. Finalmente, hay que señalar que, en este aspecto de la Iniciativa, se tienen consideradas líneas de acción concretas para capacitación, habilitación y la mayor participación de la mujer y propuestas de agricultura alternativa y agro-ecológica y, en particular, de comunidades cafetaleras protectoras de microcuencas. En lo que se refiere a la Iniciativa Mesoamericana de Prevención y Mitigación de Desastres, cuya conducción corresponde a Panamá, se tiene un gasto asignado de 27 millones de dólares. Se propone actuar en dos direcciones, una que es la de asegurar que cada proyecto del PPP incorpore esta perspectiva transversal y la otra a partir de tres perfiles: 1. Concienciación pública para la prevención de desastres. 2. Desarrollo de mercados de seguros para riesgos de catástrofe. 3. Información hidrometeorológica para la competitividad. La primera ruta pretende que cada proyecto genere datos técnicos, metodologías, buenas prácticas e información general de actores y actividades, así como una red de participantes regionales. En la segunda, la relativo al desarrollo de un mercado de seguros especializado en este tipo de acciones, la pregunta que surge es si su carácter privado permitirá proteger a las amplias capas de la 220 población más vulnerables, en especial a los hogares comandados por mujeres, aunque, sin duda, es un paso necesario para atraer financiamiento. La intención es conseguir un bajo costo de aseguramiento, a través de favorecer la competencia del mercado en una zona de muy alto riesgo y, para ello, es fundamental la aplicación de programas que reduzcan las pérdidas potenciales. La idea es buena, pero dicho fomento no tendría necesariamente por qué sustituir las políticas de protección social, como parece estarse planteando hasta el momento, sino servir para reforzar el mercado, en la medida en que al disminuir su atención en las empresas, ésta se traslade hacia las familias y a los pequeños productores agrícolas. Dado que este aspecto repercute en la transformación hacia una cultura preventiva tanto para el asegurado como para el asegurador, los mecanismos exigen una clara política de asentamientos humanos, en construcción de infraestructura y una normatividad regulatoria por parte del gobierno, políticas de reducción en las primas y deducibles y de mejoras en los servicios por parte de las compañías y una efectiva participación de la población. En este último renglón, la intervención de los medios de comunicación desempeña una función central para modificar la conciencia pública a través de una mejor comprensión de los conceptos de prevención, mitigación y reducción de la vulnerabilidad, así como para ajustarse al manejo de datos reales. Una mayor presencia de la comunidad científica y académica en estos medios, fomenta el debate público, que deberá acompañarse de una intensa formación de recursos humanos y estrategias sociales y de políticas integrales que definan campañas permanentes apoyadas por los centros regionales especializados en el tema. Ante el reto del cambio climático y en el reconocimiento de los constantes ataques meteorológicos, cuyos daños en los últimos treinta años alcanzan pérdidas cercanas a los 30 mil millones de dólares, esta región debe dar pasos acelerados para un desarrollo preventivo que disponga de modernos sistemas de información hidrometeorológica y de alerta anticipada, tanto generales como especiales a cada caso. A la fecha, los actuales sistemas de registro de los fenómenos hidrometeorológicos no son aprovechados ni conocidos por la mayoría de los productores agrícolas u otros sectores, como la aviación, el transporte y la energía, por lo que se hace urgente establecer mecanismos que permitan su amplia difusión. Ampliar el sistema hacia los aspectos volcánicos, oceanográficos y sísmicos implica un esfuerzo presupuestal, en recursos humanos, en equipo básico y en el conocimiento de las necesidades sociales mucho más amplio. La formación de recursos humanos y la detección de necesidades, debe considerar una visión de género y étnica, lo mismo que las tareas para promover el mercado de las aseguradoras, que capten, en particular, las condiciones de riesgo en los flujos migratorios y dispongan programas apropiados a este tipo de necesidades. En cuanto a la Iniciativa Mesoamericana de Turismo a cargo de Belice, se le está asignando un monto de financiamiento por 51.7 millones de dólares, 20.2 millones más que a la Iniciativa Mesoamericana para el Desarrollo Humano. En este renglón, se tiene considerado un solo perfil que engloba varias acciones, que es el de implementación de las cuentas satélites de turismo y la certificación de la sostenibilidad turística. Orientada exclusivamente al concepto de Mundo Maya a partir del Corredor Logístico Mesoamericano, los señalamientos de esta Iniciativa se presentan disociados de los que se refieren al etnoturismo mencionado dentro de la Iniciativa de Desarrollo Humano, lo cual, de entrada, disminuye su objetivo de complementariedad. Dicha segmentación se centra en un esquema que, a pesar de responder a un formato de planeación turística, está dejando afuera consideraciones sobre el impacto social, económico y ambiental, de las que ya se tiene experiencia en la región. Sin duda, el impacto de Cancún en el desarrollo del Estado de Quintana Roo es incuestionable en términos de empleo, divisas e infraestructura. Pero para no repetir errores de costo social, al PPP le falta garantizar un sistema educativo que permita no sólo la capacitación de los prestadores de servicios de hotelería, agencias de viajes, promoción y esparcimiento, sino centros profesionales en otras áreas. Cancún ha redituado beneficios para la población nativa pero también habla de discriminación y de una escasa previsión de las demandas sociales que detiene la propagación de sus ventajas. Los flujos de prestadores de servicios que llegaron a radicar no disponen de instituciones de enseñanza superior para 221 sus hijos, por ejemplo. De este tipo de cosas no se está haciendo cargo el PPP y se está asumiendo que tal encargo, probablemente, será asumido por los gobiernos locales que, si bien están invitados a las reuniones de participación, no están adquiriendo una participación más protagónica, principalmente si tienen las atribuciones del ordenamiento territorial. Existen, además, algunos puntos en espera de ser aclarados, como la Cuenta Satélite de Turismo, o lo que tiene que ver con el inventario explícito de recursos naturales y culturales potenciales a considerarse en el Corredor Logístico Mesoamericano, en lo que habrá que volver a insistir en la necesidad de invertir en las zonas arqueológicas, asegurando su conservación patrimonial. Por su parte, la Iniciativa Mesoamericana de Facilitación del Intercambio Comercial, a conducir por Honduras, con un presupuesto de 23.5 millones de dólares, incorpora cuatro perfiles: 1. Facilitación de negocios. 2. Modernización de aduanas. 3. Homologación de tratados comerciales. 4. Promoción de pequeñas y medianas empresas exportadoras (PYMEX). Los tres primeros consisten, básicamente, en una serie de acciones que ya se encuentran encaminadas en el marco negociador del ALCA para poner en operación una serie de medidas de carácter más bien administrativo que permitirán la agilidad en los trámites comerciales. El punto central para este análisis se concentra en el tema empresarial, que aparece en dos sentidos dentro de la propuesta del PPP: por una parte, generar y difundir información y, por otra, propiciar el diálogo productivo. Dado que la mayor parte del empleo habita en estos sectores que, además, tienen mayor arraigo regional que las grandes empresas transnacionales, un tratamiento poco cuidadoso puede impactar en mayores tasas de desempleo y subempleo. Por tal motivo, se vislumbran como insuficientes los esfuerzos que se están considerando, ya que no problematizan los cuellos de botella que persisten, que deben ser atendidos para que no vayan a profundizar aún más las asimetrías. De alguna manera, se trata de atender la precariedad del medio ambiente empresarial, pero no se está haciendo cargo de la baja productividad total y de la trampa del escaso valor agregado que tienen, como síntoma, la mayoría de estas empresas, todo ello haciendo caso omiso de lo que se entiende regionalmente por pequeño y mediano. Simplemente, habría que repasar cuestiones como la de la obsolescencia tecnológica, los procesos de producción anticuados, la deficiente organización del trabajo, las relaciones industriales hipertrofiadas, una comercialización incipiente o los servicios inadecuados de mantenimiento, aspectos que, en general, sitúan a América Latina respecto a los países más desarrollados en una brecha de productividad total de 2.5 a 1 que se podría desplegar no sólo por actividad sino por sector.43 (ver tabla 8). Estas brechas sectoriales no sólo son abismales sino que se están cerrando con lentitud respecto a la frontera tecnológica internacional.44 En la tabla anterior, los valores altos se acercan más a los estadounidenses y los valores bajos expresan brechas más grandes en términos de productividad laboral. Al interior de estos sectores también hay heterogeneidad explicativa, a su vez, de las brechas. De acuerdo a algunos estudios, en 1987 la brecha centroamericana era mayor que la latinoamericana, en donde Costa Rica -con la mayor productividad laboral centroamericana- apenas representó 15.5% de la norteamericana.45 Se estima que, para 1997, estas asimetrías aumentaron, sobre todo en las ramas de productos de madera, textiles, prendas de vestir y calzado. Cabe recordar que estas tres últimas son las más características de la industria maquiladora centroamericana, actualmente con una alta generación de puestos de trabajo femenino. 43 “Centroamérica: retos de la industria regional”, Revista de Comercio Exterior, vol. 52, núm. 5, 2002. 44 De 1950 a 1973, la frontera tecnológica es la de Estados Unidos, a la que, posteriormente, se agregaron los países de la OCDE cuando terminó la recuperación de posguerra en Alemania, Francia y Japón. 45 A. Ulate: Empleo, crecimiento y equidad: los retos de las reformas económicas de finales del siglo XX en Costa Rica, Editorial de la Universidad de Costa Rica y CEPAL, San José, 2000. 222 Tabla 8 Productividad del trabajo en América Latina (porcentajes respecto a la de Estados Unidos) Sector Productos alimenticios Bebidas Tabaco Textiles Prendas de vestir Cuero y productos de cuero Calzado Madera y productos de madera Muebles Papel celulosa Imprentas Sustancias químicas industriales Otros productos químicos Refinerías de petróleo Derivados de petróleo y carbón Productos de caucho Productos plásticos Objetos de barro, loza y porcelana Vidrio y productos de vidrio Otros minerales no metálicos Hierro y acero Minerales no ferrosos Productos metálicos Maquinaria no eléctrica Maquinaria eléctrica Material de transporte Equipo profesional científico Otras industrias Total de la industria Productividad total de factores 1990 18.1 16.5 10.7 36.6 27.5 23.1 18.5 19.1 19.4 25.1 21.3 21.5 18.5 76.1 57.3 41.3 26.1 26.2 30.0 17.7 40.9 56.1 25.4 21.4 28.5 25.4 37.1 28.1 26.1 40-50 Nota: Se incluyen Argentina, Barbados, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Jamaica, México, Panamá, Uruguay y Venezuela. Fuente: División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la CEPAL. Así que Mesoamérica tiene varios desafíos sobre este renglón del PPP, como son: 1. El alcanzar un máximo aprovechamiento tecnológico y de recursos internacionales. 2. La difusión de mejores prácticas aunadas a sinergias positivas en la competitividad y la equidad. 3. El revisar y establecer nuevas políticas industriales. 223 Las preguntas que se plantea, por ejemplo, el Banco Nacional de Comercio Exterior (BANCOMEXT) son básicas: 1. ¿Qué hacer para cerrar la amplia brecha de productividad? 2. ¿Son suficientes los equilibrios macroeconómicos para cerrarla? 3. ¿Acaso la existencia de factores no económicos determina las diferencias en el largo plazo? Hay que señalar que el debate al respecto se centra en dos posiciones generales: la primera, encabezada por el BM, la OCDE y la Unión Europea, que apoya un fomento a empresas pequeñas y medianas bajo un arreglo por sectores, regiones y momentos específicos y, en otros enfoques distintos, respecto a políticas horizontales o neutrales pero con perspectiva sectorial y hasta por empresa. El caso es que los documentos del PPP no hacen explícita su preferencia industrial, lo que hace sospechar que probablemente se optará por un híbrido que aún no está del todo definido, aunque sí perfilado desde la primera opción en la que están buscando acomodo las grandes empresas regionales de los países de Mesoamérica. Siguiendo el análisis del BANCOMEXT,46 90% de este parque empresarial centroamericano corresponde a las microempresas, 4.4% a las pequeñas, 3.1% a las medianas y sólo 2.5% a las grandes.47 En las PYMES laboran, por ejemplo, 77% de los trabajadores urbanos de El Salvador y 86% de los nicaragüenses. En 1996, este tipo de empresas aportó en El Salvador 60% de las ventas totales y 52% del valor agregado, mientras que en Guatemala, dicha participación es de 75 y 72.5%, respectivamente. Es ampliamente extendido el autoempleo microempresarial, que en Nicaragua representa 68% de los establecimientos y en El Salvador 84%. En ellos cabe también un ínfimo valor agregado, la informalidad y los bajos salarios. Buscando hacer justicia a este grupo empresarial, el Bancomext sugiere: 1. Revisar a fondo su papel en el desarrollo regional. 2. Políticas públicas nacionales que recuperen la experiencia concreta y su importancia en la realidad nacional. 3. Revertir la tendencia gubernamental de rastrear a las empresas con mayor potencial y establecer mejores esquemas de equidad a fin de romper el modelo endógeno que reproduce la pobreza y la miseria. De acuerdo con la CEPAL, la competitividad sistémica de empresas, regiones y naciones depende de la estructura y la interacción de, al menos, cuatro niveles de la actividad económica: I. Nivel micro: Condiciones intra e interempresariales, que ven aspectos de productividad, innovación y difusión tecnológica, transferencia de información, organización industrial, así como de las instituciones mediadoras. II. Nivel meso: Instituciones, servicios e infraestructura territoriales (locales y regionales) de apoyo a las empresas y a los encadenamientos entre ellas, privados y públicos, así como aspectos ecológicos, tecnológicos y laborales. III. Nivel macro: Políticas e instituciones públicas y privadas nacionales, orientadas hacia la competitividad de sectores específicos, en temas tales como las políticas macroeconómicas (fiscal, monetaria, cambiaria). IV. Nivel meta: Valores y filosofías más amplios de las sociedades y economías para buscar su desarrollo regional, incluidos aspectos de búsqueda de consensos, sistema político y cohesión social. Esta definición abre otra perspectiva a la competitividad que la tradicionalmente organizada por sectores económicos basada en el proceso de transformación. Finalmente, hay un cuadro elaborado por la CEPAL que se considera importante traer a colación porque habla que en los noventa los países del Mercado Común Centroamericano parecieron lograr posiciones ventajosas en lo relativo a sus exportaciones a la OCDE, con estrellas nacientes y actividades en retirada, sobre todo para El Salvador y Honduras, que hablan de su dinámica y especialización en la confección y en la maquila en general (ver tabla 9). 46 www.bancomext.com/rce/ 47 Cada estrato se clasifica según el número de trabajadores de la empresa y, por ejemplo, las microempresas suelen tener de 1 a 10 trabajadores. Sin embargo, subsisten diferencias en la base clasificatoria, aplicada por distintas instituciones de un país. 224 Tabla 9 Competitividad de las exportaciones manufactureras a la OCDE (1990-1998) (porcentaje de los envíos totales en 1998) País o región Países industrializados Estados Unidos América Latina Argentina Brasil México MCCA Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua República Dominicana Corea China Taiwán Estrellas nacientes Estrellas menguantes Oportunidades perdidas Retiradas 48.74 50.30 37.42 8.90 20.63 49.88 37.49 28.05 46.98 21.39 53.96 25.01 57.43 54.02 42.51 57.82 5.12 13.10 15.25 60.60 38.14 15.93 14.93 9.05 19.06 23.62 11.96 21.25 12.83 17.59 20.39 8.11 5.37 12.12 7.45 2.51 6.23 14.86 20.19 19.87 27.74 30.87 13.25 24.41 9.32 12.02 18.58 22.40 40.78 24.48 39.87 27.98 35.00 19.33 27.38 42.77 6.14 23.96 20.78 18.86 20.38 16.37 18.52 11.67 Fuente: CEPAL: Estrategias y políticas de competitividad en Centroamérica: de la integración externa a la integración interna, LC-MEX-L.447. México, 2000, pág.19. Como se puede ver, la renovación exportadora más activa se ubicó en Taiwán, a quien le sigue muy de cerca República Dominicana, llegando ambas economías incluso a superar a los países industrializados, en especial a Estados Unidos. Argentina se muestra como un caso en gran desventaja innovativa, Brasil también con fuertes dificultades, aunque se está deshaciendo de actividades en retirada. México menos. El Mercado Común Centroamericano sigue a grandes rasgos el patrón latinoamericano y de China. A su interior, Guatemala y Nicaragua, si bien se están deshaciendo de actividades en retroceso, continúan dependiendo de actividades menguadas o perdidas. Costa Rica, aunque no se está integrando como Honduras y República Dominicana a esta inserción exportadora, sí muestra el más alto nivel de deserción exportadora en actividades en retirada, pero puede disponer de un potencial para aprovechar nuevas tecnologías que tendrá que trabajar. Pero aunque el análisis hasta aquí señalado es muy escaso para abarcar este gran tema, facilita algunos elementos para afirmar que lo que expresa hasta ahora oficialmente por el PPP es insuficiente y que no hay una política industrial explícita que vaya más allá de las acciones de difusión y promoción al diálogo empresarial. Sería muy extenso describir todo lo que incluye la Iniciativa Mesoamericana de Integración Vial, cuya coordinación le toca a Costa Rica y que acapara 85.1% del costo del PPP, 4,017.7 millones de dólares. Considerando que en la región, en general, el número de vehículos automotores per cápita no es alto, es decir hay pocos autos, el costo de transporte que esta inversión tiene como objetivo disminuir, beneficiaría previsiblemente a pocos. Sin embargo, hay que señalar brevemente el alcance de sus pretensiones constructivas, rehabilitadoras y de mejoramiento a través de: a) El Corredor Pacífico que, a través del Corredor Pacífico Centroamericano, conecta Puebla con Panamá; b)El Corredor Vial del Atlántico, que conecta Cutuco en El Salvador con Progreso en México, e integra México, Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador; y 225 c) Los corredores interiores de México, que incluyen el Transístmico, que une Coatzacoalcos con Salina Cruz, el de Progreso-Tampico y el de Chetumal-Villahermosa. Se dice que el corredor es consistente con el Corredor Logístico. Considera, además, la liberalización de la política de transporte, la armonización de normas técnicas, la adopción de marcos legales para la concesión de infraestructura vial y el desarrollo de mercados logísticos. Estos elementos se consideran imprescindibles para que el beneficio supere el costo del proyecto y para extender la invitación a la iniciativa privada. Parece que aún no hay acuerdo si se deja la concesión total o parcial al criterio de los países dentro de cada frontera o no. Aunque indica que esta integración regional permite aprovechar economías de escala, lo analizado antes en el tema de las PYMEX lleva a pensar que aún hay un largo camino por recorrer. Se ofrecen varios argumentos para justificar su financiamiento privado. El primero de ellos, es que permitiría liberar del gasto público dicho peso y, con ello, orientar el presupuesto público hacia las acciones y programas sociales. En segundo lugar, la idea de que quienes transiten por las carreteras, asumirán el costo financiero con el pago de su peaje. Finalmente, se trata de evitar los mayores costos en que incurre el gobierno por ineficiencias burocráticas. También está, siempre, la posibilidad de explorar esquemas mixtos con plazos más extensos para extinguir la concesión. Entre las cuestiones que aún deja pendientes, está la de aprobar el concepto del proyecto al más alto nivel político de cada país, la conformación de un Equipo de Proyecto regional y la de iniciar la preparación de un Acuerdo-Tratado para un proyecto de esta naturaleza multinacional. Entre las cosas que no se han definido aún, está si dicho megaproyecto pasó por consideraciones que reflejen la dispersión poblacional y productiva, ya que su impacto social y productivo para las amplias capas de la población incide sobre la cuestión de si se está o no tomando como criterio su cruce con caminos secundarios y, sobre todo, con su acercamiento a un plan de caminos rurales, aspecto que no se expresa como necesidad relevante y conduce al supuesto de que será una decisión soberana de cada país firmante. Realmente, lo que sí se muestra preocupante es el grado de molestia que estas obras están comenzando a generar en muchas comunidades, que han llegado a parar tramos de construcción y que, por lo menos en uno de los avances oficiales del gobierno mexicano, se detecta ya como un problema serio. Sabiendo que la región tiende a llegar a soluciones armadas, la cuestión no es para menos, ya que si bien la idea originalmente puede ser buena, aceptando sin conceder, la perspectiva se traslada hacia el ámbito político originado por una deficiente colocación de un asunto público dentro del marco diverso de intereses sociales que caracteriza a Centroamérica. Suponiendo que la propuesta de integración vial prospere y se haga el tendido salvando los escollos de algunas comunidades, el riesgo no bajará lo suficiente para aquellos productores que se atrevan a utilizar la carretera, si persisten dichos conflictos. Es por ello que no se puede abandonar la búsqueda de la democracia real, sobre todo si una de las aspiraciones regionales es la paz. Los gobiernos mesoamericanos tienen, además, el compromiso firmado de que en caso de que algún sistema político se vea alterado por prácticas antidemocráticas, los demás firmantes retirarán su apoyo. Así que este camino al cielo desarrollista tendrá que empedrarse de algo más que buenas intenciones gubernamentales. Deberá dar muestras fehacientes de que habrá beneficios para la tasa de ganancia social de toda la región. Ésta es una gran oportunidad para impulsar un desarrollo con perspectiva no sólo de género sino democrática en general, donde el género adquiere un matiz particular: pasa por todas las clases socioeconómicas, por todos los parlamentos, por todas las empresas y unidades agrícolas, por todas las microrregiones, por todas las etnias y por todas las diversidades culturales y es, sobre todo, el mejor detonante de calidad para el proceso de ciudadanización que la región reclama. Dichos beneficios sociales tendrán que ser como mínimo, la garantía de que el desarrollo camina hacia las Metas del Milenio. Pensar erróneamente en una competitividad basada en el deterioro de los derechos humanos, como es el caso desafortunado de Asia, olvida que en esta región transitan y se consolidan aspiraciones democráticas distintas, que en esta región existe una gran biodiversidad política. Éste es el mayor desafío. Por su parte, la Iniciativa Mesoamericana de Interconexión Energética, al mando de Guatemala con un gasto de 445.7 millones de dólares -11% del presupuesto estimado-, tiene por objeto atraer la participación del sector privado a fin de desarrollar un mercado eléctrico. 226 Su sustento básico es la creación y puesta en marcha de la construcción de una línea de transmisión eléctrica que una Panamá con Guatemala, una línea que una Guatemala con México, y una que una Belice con Guatemala. De esta manera, la intención se centra en juntar tres proyectos, uno en marcha desde hace tiempo que pretende la construcción de la línea SIEPAC (1802 Km/230Kv.) y dos nuevos que trabajarán por las interconexiones México-Guatemala (88Km/400 Kv.) y Guatemala-Belice (195 Km/230 Kv.). Las tareas centrales se darán en dos ámbitos: la parte regulatoria y la parte operativa. Bajo la primera, se busca generar incentivos adecuados al tipo de riesgos que tiene el sector y, con la segunda, impactar en la reducción de las tarifas de energía, según se dice, en beneficio para la población. Resulta preocupante que el planteamiento no tome en consideración aspectos que llamen a incorporar acciones para dar a conocer ampliamente los impactos y que no se exploren proyectos que tomen fuentes alternativas de energía. Incluso, se encuentran partes contradictorias respecto al efecto ambiental de las hidroeléctricas como en el capítulo México del PPP, en la parte de las FODAS. Para tener una idea de las brechas regionales en materia energética, se presenta el siguiente balance realizado por el PNUD en 2002: Tabla 10 Brechas en materia energética (2002) País Costa Rica México Panamá Belice El Salvador Nicaragua Honduras Guatemala Países de la OCDE de alto ingreso EE.UU. Consumo Consumo PIB por unidad de Emisiones de tradicional de de electricidad uso de energía dióxido de combustible per cápita (PPA en dólares carbono per (% del uso total de (kilovatios-hora) EE.UU. por kg de cápita energía) 1997 1999 equivalente de (toneladas petróleo) 1999 métricas) 1998 Emisiones de dióxido de carbono Participación en el total mundial (%) 1998 54.2 4.5 14.4 .......... 34.5 42.2 54.8 62.0 1,426 1,570 1,310 .......... 568 268 449 341 10.8 5.4 7.1 .......... 6.8 4.2 4.5 6.8 1.3 3.9 2.1 1.7 1.0 0.7 0.8 0.9 (.) 1.5 (.) (.) (.) (.) (.) (.) 3.4 3.8 5,932 8,914 4.8 3.9 12.6 19.9 43.5 22.5 (.) significa que es un valor más abajo de los decimales. En general, la región Mesoamericana sigue manteniendo, con excepción de México, un consumo tradicional de energía que indica el escaso desarrollo en esta materia. En el caso de Guatemala, esta proporción alcanza casi las 2/3 partes de su consumo total. Aun así, su participación en la emisión mundial de dióxido de carbono es casi insignificante y hay que evitar que los proyectos del PPP aumenten significativamente este aspecto, razón fundamental para garantizar que su diseño y viabilidad recurra a las técnicas más amigables con el medio ambiente sin afectar las posibilidades para el desarrollo económico, sobre todo por tratarse de una región con gran biodiversidad. La disponibilidad eléctrica por persona marca una frontera muy notable entre Costa Rica, México y Panamá respecto a los demás países mesoamericanos, lo que señala una de las desigualdades más notorias en la región y, al mismo tiempo, habla de la necesidad de promover políticas que favorezcan el ahorro de este tipo de energía en el caso de los primeros países mencionados, sobre todo en Costa Rica, a fin de restringir al máximo el desperdicio. 227 Por último, se tiene la Iniciativa Mesoamericana de Integración de los Servicios de Telecomunicaciones, a cargo de El Salvador con el costo más bajo de todos por 1.2 millones de dólares. Se menciona que dará prioridad, particularmente, a los grupos rurales y vulnerables, para acceder al conocimiento global y su integración plena a la sociedad de la información a través, no sólo del desarrollo de infraestructura, sino del acompañamiento regulatorio y de fomento para la inversión pública y privada que incremente la conectividad. Hay que resaltar que el mayor desafío en esta materia consiste en ligar este esfuerzo a los sectores educativos de la región, entre otras cosas para abatir los bajos niveles de teledensidad y establecer una red de transmisión de datos de alta capacidad e Internet avanzado, que vayan dirigidos a revertir los precarios resultados en investigación y desarrollo de la región. El carácter de estos servicios es privado, por lo que sería necesaria una política intergubernamental capaz de finalizar los avances que cada país está llevando por su cuenta y promover el acceso equitativo a las habilidades para su uso y encarar los escollos que el PNUD señaló en 2001 para hacer de la tecnología un medio para el desarrollo humano, entre los que están: la escasez de personal capacitado, la insuficiencia de recursos, las estrategias de comunicación deficientes que hay y los mecanismos de retroinformación inadecuados. Si se acepta que la cuestión de género en el marco del PPP es el reclamo por un acceso equitativo al conocimiento, vale observar el panorama existente, de acuerdo al PNUD en el renglón de la difusión de la tecnología: Tabla 11 Telefonía e Internet en Mesoamérica País Costa Rica México Panamá Belice El Salvador Nicaragua Honduras Guatemala Países de la OCDE de alto ingreso Teléfonos estacionarios (por mil personas) 1999 Suscripciones a teléfonos celulares (por mil personas) 1999 Anfitriones en Costo de una Lista de espera Lista de espera la Internet llamada local para teléfonos para teléfonos (por mil de tres minutos estacionarios estacionarios personas) en dólares (por mil (por mil 2000 1999 personas) personas) 1990 1999 204 112 164 156 76 30 44 55 35 79 86 26 62 9 12 30 4.1 9.2 1.9 2.2 0.3 0.4 (.) 0.5 0.05 0.22 .......... 0.12 0.13 0.43 0.17 0.19 16 13 6 14 14 7 24 22 9 .......... .......... .......... .......... 22 27 .......... 594 371 96.9 .......... .......... .......... (.) significa que es un valor más abajo de los decimales. Resaltan, nuevamente, las asimetrías y la brecha de la región respecto a regiones más avanzadas, asentada sobre todo en Nicaragua, cuyo costo no impide mostrar una alta demanda del servicio telefónico, medida a partir de la lista de espera. La conexión a la red mundial es diez veces más alta en los países desarrollados que la que mantiene el país más conectado de los que se estudian, en este caso México. Para efectos prácticos, dicha conexión es inexistente en El Salvador, Nicaragua, Honduras y Guatemala. Todo esto en términos generales, ya que habría que hacer un examen al interior de los países, según el estrato de ingreso de los usuarios y regiones con acceso a estos servicios. En el planteamiento del PPP, no existen aún proyectos explícitos de telefonía rural ni se fijan metas o plazos para la ampliación de la cobertura. Mesoamérica en sí está bastante desconectada y aislada del mundo. Después de comentar brevemente los objetivos y alcances de lo que hasta hoy se conoce de las ocho Iniciativas Mesoamericanas que conforman el PPP y dar un acercamiento básico a la serie de asimetrías regionales, 228 cabe hacer ahora una recapitulación final de los rasgos más preocupantes del mencionado Plan, comen-zando por señalar que existen énfasis diferenciados en cuanto a una perspectiva de género se refiere. Se notan diferentes capacidades de planeación en la definición de los proyectos y en su conjunto; la cuestión de género se menciona a veces como objetivo pero no se aterriza para nada en el plano económico. Introducir la perspectiva de género es mucho más que citar el concepto, que en este caso queda ambiguo y vago, carente de un análisis sobre los posibles impactos del PPP en la calidad de vida de hombres y mujeres. Se puede asegurar, sin ningún temor, que el PPP no tiene perspectiva de género y que subsisten en el debate distintas visiones centradas en el objetivo del desarrollo humano, de las cuales en las ocho Iniciativas se toma sólo una, de manera por demás incompleta. Existe una preocupante definición conceptual en la que ideas como desarrollo humano, género y cultura se encuentran distorsionadas, situación a la que se suma la aparición de conceptos como etnoturismo y ecoturismo, escasamente comprendidos en el perfil cultural de la región. La cuestión de género no presenta articulación con el aspecto económico y hay en sí, un ensamble deficiente al interior del mismo Plan, por ejemplo, en lo que se refiere a la adecuación de los caminos rurales y el eslabonamiento dirigido de las cadenas productivas. Ambos ejemplos tienen un elevado impacto en la calidad de vida, principalmente de las mujeres. El PPP se está proyectando con premura, a partir de diagnósticos sociales, ambientales y económicos parciales, y no hay suficientes datos que delimiten las principales brechas. Con esta visión meramente intuitiva, es esperable un resultado que no arribe a costos, tiempos y una definición de acciones más específicas a nivel microregional y, sobre todo, está latente el peligro de que este Plan opere desprovisto de mecanismos generales para evaluar su contribución en el cumplimiento, por ejemplo, de las Metas del Milenio, las cuales ni siquiera se mencionan. Los diagnósticos, como es el caso de México, aunque parten de aspectos demográficos, no arrojan una problematización general, mucho menos en lo que toca a ciertas identidades que se configuran en la población, a pesar de que ofrecen algunas explicaciones que no determinan a fondo dónde están los cuellos de botella y no señalan nada respecto a una estrategia para la homologación socioeconómica de la región Sur-Sureste con el resto del país mexicano. En el lugar del diagnóstico queda un nombramiento mínimo de los antecedentes de cada Iniciativa y se aventura una justificación, pero nada más. Cuando se añaden diagnósticos, éstos son insuficientes, desarticulados y con explicaciones simples. Este tipo de aspectos hace que el PPP se vea, incluso por momentos, antagónico a otros propósitos regionales, como serían los acuerdos que Centroamérica tiene pensados con Venezuela o Colombia. De esta manera, es poco posible prever que el marco general en que se inscribe el PPP, como es el ALCA, sea ya una idea acabada o unívoca o carente de puntos encontrados. Más bien se mira conflictiva en varios aspectos. Es muy poco lo que apuntan las ocho Iniciativas para destacar la congruencia entre las actividades que se piensan impulsar (textil, agraria, turismo, electrónica), con las intenciones de los inversionistas y su vínculo con el despliegue de infraestructura. No son explícitas las políticas industrial, agrícola, cultural o ambiental, ya que si bien éstas deberán ser delimitadas en los marcos nacionales, no se apuntan líneas generales que permitan saber de qué manera se apoyarán o se verán favorecidas por el PPP. Cuando se habla de aprovechar las vocaciones de la región, éstas no son claramente determinadas. Es de notar que el PPP se enfoca a retomar un modelo de ventajas comparativas, en creciente desuso, en lugar de señalar cuáles serían las ventajas competitivas que se pretenden fomentar. Por ello, el carácter del PPP es aún muy declarativo, de buenos deseos en tanto no ha desarrollado instrumentos, conceptos, plazos y problemáticas concretas a atender. El ejercicio de planeación por fortalezas, amenazas, oportunidades y desventajas, comienza y termina por la mera lista de varios puntos, pero no llegan a vincularse y trasladarse a las estrategias, por lo menos en un plano nacional. Ya se mencionó antes lo incompleto del concepto de desarrollo humano y de sus efectos en el proceso de planeación que incorpora de manera improvisada, segmentada y selectiva la tarea de la participación social como la consecuencia de estar trabajando sólo sobre los procesos y no sobre los resultados y, mucho menos, está la delicada cuestión de la gobernabilidad democrática efectiva, sin la cual no es posible que la perspectiva de género sea aprovechada ni la equidad puesta realmente como centro de gravedad para el desarrollo. En especial, no se contempla que la pobreza que habita la región impone restricciones para la incorporación de quienes viven mayores carencias a esta participación y que llama a establecer mecanismos 229 de participación específicos para estos sectores. Finalmente, es de suponer que debiera ser la pobreza el enemigo frontal de éste y de cualquier plan de desarrollo, sobre todo si está dirigido al desarrollo humano, así que es un asunto del que ya es necesario comenzar a hablar. 3. Igualdad, diversidad y públicos múltiples Son muchas las ocasiones en que, desde algunos feminismos sobre todo, se remarca la necesidad de defender cuestiones de identidad que se entienden olvidadas por marcos teóricos y políticos que hablan de igualdad. Este hecho y el que se limite al género como un acto fundante, hace nebuloso el debate e impide que avance y se sitúe como elemento central del desarrollo o, en el mejor de los casos, se le ubica tan sólo como una agenda convertida en pliego petitorio más que en lo que debe ser: un eje para diseñar y operar políticas activas y como lo que es: una concepción compleja. Por ello, se considera necesario precisar algunos aspectos que eliminen la falsa disyuntiva entre igualdad económica y diversidad social. 3.1. Cultura y economía: las injusticias se producen El género ha tendido a quedar insertado como un componente más de la llamada política de identidad, que parece actuar armónicamente junto a otros reclamos identitarios como serían los de edad, religión, etnia, etc. Un lugar, por lo tanto, que lo antepone a las demandas redistributivas proclamadas por el pensamiento socialista, del que se reniega por sus efectos totalizantes. Este hecho crea un falso divorcio entre la política cultural y la política social, que impide separar para volver a unir analíticamente los elementos que las hace a ambas vulnerables, ante una política económica basada en un liberalismo económico a ultranza, empeñado en mercantilizar las relaciones humanas bajo un efecto totalizante también, pero que hace plausible, hasta cierto punto, la vida identitaria aunque a un costo de enormes brechas de desigualdad, que a la larga se ve amenazante para las mismas identidades. Quedarse en uno sólo de los extremos: liberalismo o socialismo, no resuelve nada ya que lo que se requiere es trabajar en discursos bivalentes que expongan, como bien lo señala Nancy Fraser, las limitaciones de los populares modelos neoestructuralistas de análisis del discurso que disocian el “orden simbólico” de la economía política. Deben, más bien, crearse modelos alternativos que conecten, un poco en el sentido en que lo elabora North, la significación de las instituciones con las estructuras sociales. Finalmente, lo que los seres humanos producen y consumen se determina por la serie de contactos que institucionalmente se les marcan, instituciones a través de las cuales forman, conforman y deforman sus identidades, con señalados puntos que hacen pensar que las diferencias socializan y las igualdades separan. En un efecto así, se hace posible pensar que identidad cultural e igualdad económica son términos cambiantes que se afectan mutuamente, que se explican y se hacen necesarios para abatir las brechas que implica una visión de desarrollo equitativo. Si culturalmente las mujeres están en desventaja respecto a los hombres en muchos sentidos, no es de extrañar que las instituciones económicas sean la excepción y la economía como cuerpo de relaciones en sí. Baste ver que organismos como el BM o el FMI tienen, dentro de su directiva, una nula presencia de mujeres. Las injusticias, más que desprenderse de la aplicación pura de modelos teóricos, surgen de realidades que no han alcanzado a equilibrar los retos que tanto la demanda por el reconocimiento como el reclamo distributivo generan. En este sentido, sólo son admisibles aquellas variantes o versiones del discurso identitario que son susceptibles de combinarse e integrarse en un marco que sitúe con mayor peso a la política social. En contraparte, ninguna versión que busque la igualdad social será aceptable si no garantiza el respeto de los derechos humanos. Tanto el reconocimiento como la redistribución, observan el problema de las injusticias desde distintas ópticas. El primero, como resultado de una conjunción de deficiencias en la representación, interpretación y comunicación; el segundo, como efecto de relaciones basadas en la explotación, la marginación económica y la privación. Obviamente, lo antes dicho responde a un ejercicio de análisis, pero en la práctica ambos elementos se conjugan y amalgaman, conformando un círculo vicioso de subordinación mucho más fuerte en los estratos- 230 grupos con menor acceso al menú de opciones que ofrece la sociedad en que se inscriben. Si llevamos esta idea a un plano que nos ubique en el tema que nos ocupa -que es el de la integración económica y cultural-, se verá con más facilidad la necesidad que existe en dichos procesos de cruzar por esquemas de desarrollo social, como más adelante se apuntará. Por otra parte, la separación entre los conceptos redistributivos y de reconocimiento encuentran puntos de enlace, tanto en el hecho de que la economía política reclama esquemas más distributivos en razón de considerar que todas las personas tienen el mismo valor moral, mientras que un enfoque del reconocimiento -o multiculturalista- reclama el reparto del bien común a partir de acciones afirmativas. Hacer un plan para el desarrollo, como es el caso del PPP, implica pasar por este tipo de ejercicios de análisis, a fin de incorporar las perspectivas que, como el género, necesitan activarse, desmenuzando las relaciones institucionales económicas que tejen tanto hombres y mujeres, en lo público y en lo privado, y que afectan las posibilidades de competitividad regional. Dichos ejercicios, deberán utilizar con cuidado los momentos en que es preciso separar los conceptos de redistribución y de reconocimiento y en qué momento juntarlos a efecto de disminuir la generación de las injusticias a partir de prácticas excluyentes e incluyentes, desde las mismas políticas públicas. Lo peor que puede pasar, como es el caso, es operar planes que van en el sentido de no atender ni las cuestiones distributivas ni las de reconocimiento, o que coloquen a los seres humanos tan sólo como un medio para los fines del Plan. Partir de que todos y todas necesitamos lo mismo, aspiramos a lo mismo en razón de una o varias identidades o que las identidades no responden de distinta manera según su colocación económica, va en detrimento de las acciones participativas. 3.2. Etnia y género: las identidades no son partes aditivas Pareciera que las identidades ya están del todo definidas48 y separadas, de manera que se pueden sumar o restar en un gran frente de acción, sin entender los procesos sociales a través de los cuales se forma cada parte y que lleva a renunciar a una posibilidad integradora, como bien lo señala Nancy Fraser. Quedarse en una actitud así de divisoria, impide actuar políticamente en tanto no se trasciende del nivel de los deseos hacia políticas que reformen el todo social y que parecen hablar desde colectividades químicamente puras. Si no se adquiere una visión más comprensiva, no se pueden adelantar propuestas generales para la distribución económica y el riesgo es caer en reclamos de autonomía irreductibles, que en defensa de la identidad generan verdaderos ghettos. Desde una visión de gobierno, el no entender tampoco los procesos identitarios conduce al error de hacer llamados huecos a la participación social, bajo el entendido que la pertenencia a cierta identidad reclama el mismo tratamiento. No es difícil hacer notar que, ante el apabullante desorden globalizador, personificado en este caso por el PPP, la respuesta inmediata de muchas comunidades sea la de apelar a la identidad nacional o a la identidad indígena. Por su parte, las posturas oficiales apelan a la identidad de género como un mecanismo simple y vacío para atender la cuestión multicultural. Hay que examinar las especificidades de cada identidad para valorar en qué puntos pueden ser comprensibles o antagónicas, para efectos del diseño de políticas públicas, entendiendo que las identidades no son moldes. Dada la invisibilidad económica de las mujeres, el género reclamaría acciones que eliminen la división del trabajo social sustentado en él y, en ese sentido, las mujeres se comportarían para efectos del análisis, como una clase económica explotada, pero en términos culturales exigirían su marcada diferenciación como una necesidad de valoración frente al androcentrismo. Es por ello que el género, a diferencia de otras identidades, se vuelve sumamente complejo y confuso por momentos y acaba viéndose como un mero reclamo de las mujeres. Comprender este carácter bivalente del género y aceptar las desventajas que produce para las mujeres, implica combinar tanto acciones distributivas como de reconocimiento. Ambas facetas, más que separadas, en la realidad se encuentran fuertemente estrechadas en el plano económico y validadas por el Estado. 48 Se es mujer por el simple hecho de presentar determinados rasgos físicos, se es indígena por hablar determinada lengua, se es negro por el color de la piel, etc. 231 De modo similar, la cuestión étnica adquiere aspectos bivalentes entre la redistribución y el reconocimiento. En el primer caso, actúa como estructurante en una jerarquía económica que lo asemeja a una clase igualmente explotada, generando mecanismos de empobrecimiento claramente segregacionistas. Asimismo tiene rasgos que operan en una plano físico-sexual en que se conjugan ideas estigmatizadas, muy similar al género y que provocan una defensa identitaria. Por eso, la cuestión étnica también exige una combinación de políticas que vayan en ambos sentidos y con el género asumen modos de colectividad problemáticos. Cuando el PPP habla de promover la participación de campesinos, indígenas y afrocaribeños, parte de trasladar y dejar su visión sólo en un ámbito meramente distributivo más que cultural, ya que la categoría campesinos atiende propiamente al plano económico y no tanto al físico-sexual como sería el de indígenas o afrocaribeños, que de hecho caben también en el plano del reconocimiento psíquico-cultural. No hay visión étnica fina como tampoco la hay de género en el PPP. Debido a ello, hay que mencionar dos tipos de aproximaciones a los dilemas que plantean, tanto la etnia como el género, en este plano de redistribución-reconocimiento que les distingue, a su vez, del carácter de otras identidades. Puede haber acciones afirmativas que dejen intacto el contenido de la identidad y aquellas transformativas que buscan incidir en el marco general implícito que origina la identidad. En el primer caso, se busca afectar los resultados finales; en el segundo, se trabaja sobre los procesos. Pero, cuidado, porque esta clasificación de acciones nada tiene que ver con la observación que se hizo del PPP respecto a su visión de planeación, ya que ahí se habla del énfasis en las partes de un proceso político-administrativo, que deja incompleta una concepción del desarrollo humano. En teoría, una acción transformativa se dirige a la deconstrucción cultural-valorativa introyectada. En el caso del género, lo más común es hablar de favorecer la autoestima de las mujeres, en el caso de los indígenas también. Pero dicha autoestima no adquiere, sin embargo, los mismos matices, ya que las mujeres pueden adquirir grados crecientes de autoestima sin perder por ello su identidad físico-sexual, al menos en términos sociales; al contrario, ésta tiende a reafirmarse y con ello genera cambios culturales que retroalimentan el proceso. La cultura de género está indisolublemente ligada al cuerpo. Pero los indígenas, ante procesos de deconstrucción cultural, sí pueden perder paulatinamente los elementos que les identifican en tanto grupo, como son sus hábitos, su lengua y, principalmente, su cosmovisión. Este temor a diluirse como identidad, recarga en las guardianas de la identidad indígena, o sea las mujeres indígenas, un replanteamiento de su cosmovisión. Cabe decir, que de hecho, todas las mujeres culturalmente son guardianas culturales de las identidades nacionales; por ello, la eliminación del enemigo o limpieza étnica pasa por la violencia hacia las mujeres pertenecientes a determinada cultura. Ahora bien, hay que tener claro que no todas las etnias son iguales ni responden del mismo modo ante fenómenos de deconstrucción cultural que afectan el contenido implícito de su identidad. Existen grupos étnicos que se han integrado positivamente al proceso globalizador y están, incluso, aprovechando su identidad para abrir procesos distributivos. Asimismo, las acciones transformativas que están afectando a vastas comunidades étnicas en Mesoamérica, han sido dirigidas hasta el momento por las fuerzas del mercado que rompen su esquema de integración con la naturaleza, sin proporcionarles a cambio ningún beneficio económico o social. No hay que olvidar el llamado de la Cumbre de Mujeres Indígenas a defender su cosmovisión y a rechazar posturas feministas, que no entienden que la cultura en este terreno es asumida como un principio de orden. El saber qué hace que algunas etnias conserven por sí mismas este principio de orden en un fenómeno acelerado de globalización y otras no, debe ser examinado de manera específica en cada uno de los arreglos institucionales de los mundos indígenas. En el caso de las comunidades Mesoamericanas que han resistido otros embates civilizatorios -el español y el mestizo-, es importante observar la manera en que se retraen nuevamente a ese punto de resistencia. Las acciones transformativas o afirmativas deben ser conformadas, por tanto, en varios sentidos: 1. Un sentido de respeto a sus propios valores, que impida, al mismo tiempo, su exclusión del proceso económico, que a su vez debe combinar y dirigir acciones redistributivas. 232 2. Acciones de gobierno que impidan, en la medida de lo posible, desajustes culturales generados por el mercado y que tiendan a apoyar una deconstrucción positiva en términos de desarrollo humano. 3. Las mismas comunidades suelen comparar sus usos y costumbres para modificarlos hacia un discurso universal de derechos humanos, como son las cuestiones de género. Hay que tener presente que las culturas indígenas son ágrafas y que persisten gracias a una tradición oral, lo que explica, en parte, las altas tasas de analfabetismo respecto a sistemas educativos mestizos. Mientras algunas evaluaciones muestran que las niñas pobres mestizas pueden con acciones afirmativas lograr mejores rendimientos escolares que los niños, en el caso de niñas indígenas esta tendencia se revierte. 49 4. Un sentido recíproco que incorpore al lenguaje no indígena esa mirada del mundo, de tal manera que la agenda de derechos humanos dé a conocer, examine y procure la incorporación de valores indígenas en sociedades no indígenas. Es ineludible que los sistemas educativos mestizos añadan de manera obligatoria a su plan de estudios la lengua indígena que predomine en la región. Los pueblos indígenas tienen demasiado que aportar al mundo globalizado, ya que ese principio de orden señala que el lugar que un individuo adquiere en la estructura social no le viene de lo que tiene sino de lo que sabe hacer y de lo que aporta a su comunidad. En este punto se acerca al anhelo del desarrollo humano de Naciones Unidas, en donde, por otra parte habría que decir que la meta de alfabetización equitativa por género debe manejarse con sumo cuidado, en contextos en donde el sistema educativo puede mirarse atentatorio contra la vida comunitaria, como es el caso de algunos pueblos indígenas. Por algo, la resistencia a la castellanización en Mesoamérica es explicable. Insistir en cumplir esta meta bajo las actuales condiciones educativas puede ser un error. Promover la inserción de niñas y niños indígenas a un sistema que desvaloriza su identidad -tanto de género como indígena- no va a favorecer su enriqueci-miento: se deben proponer esquemas educativos que garanticen la preservación de su cultura, sin detrimento de la adquisición del conocimiento que requieren para enfrentar un mundo pluricultural. 3.3. Pobreza y desigualdad: hacia una ciudadanía social Se puede hacer un sinnúmero de aproximaciones al tema de la pobreza que pueden ir desde la postura de John Rawls (principios de equidad), Amartya Sen (iguales capacidades para funcionar), Leon Doyal y Ian Gough (necesidades objetivas), Meghnad Desai (capacidades, necesidades, realizaciones), Peter Townsend (privación relativa) o Donald Dworkin (igualdad de recursos), por mencionar las centrales, hasta revisar posturas entre los conceptos absolutos y relativos que dan vida a la discusión. Por su parte, el tema de la desigualdad también puede ameritar un examen que vaya más allá de su clásica acepción de distribución del ingreso. Lo importante es distinguir que, aunque hermanados, ambos conceptos hacen referencia a fenómenos distintos y que, en ambos debates, debería referenciarse la cuestión de la equidad de género. Y se dice que debería porque es común tomar el concepto de desarrollo humano como un término neutral para la definición de las políticas de género, a causa, sobre todo, de que la visión del PNUD es la que, en mayor medida, ha promovido tal perspectiva, aunque como efecto retardado a una omisión que la metodología tuvo en su inicio. Tampoco se han examinado a fondo las implicaciones que la teoría de Desai tiene en lo que, por otra parte, se entiende por equidad de género y que, en sí mismo, puede aceptar a su vez innumerables interpretaciones regionales. Aunque el género sea universal, no deja de atender contextos culturales específicos. El traslado del debate de la teoría de la pobreza hacia la confrontación entre potencia y realización, facilita cierto acercamiento de la perspectiva de género, en tanto se atiende la cuestión de la libertad pero, como lo ha señalado Julio Boltvinik, deja intacta la antítesis entre necesidad y libertad. 49 Evaluación levantada en el programa de Niños en Solidaridad, México. 233 Esto no es menor para la política de género, ya que se pide la potenciación de las mujeres para optar libremente cuando enfrentan, en el caso de las mujeres pobres, fuertes limitaciones para satisfacer sus necesidades básicas. Esto ha llevado a algunos gobiernos a creer que la pobreza es una cuestión resoluble sólo con amplias dosis de autoestima, y para ello cuentan con el apoyo de organizaciones sociales inscritas más en la lógica del reconocimiento que en la de la redistribución, cuando ya se vio que es necesaria una combinación de ambos enfoques. De esta manera, hay que reconocer un desafío teórico para el feminismo socialista que no resulta nada menor cuando se trasladan y usan indiscriminadamente metodologías y conceptos en el diseño de políticas públicas que aparentemente hablan o quieren decir lo mismo, cuando en el fondo no es así. Cabe preguntarse si desde una perspectiva de género resulta indistinto hablar de capacidades, necesidades y realizaciones en los mismos términos en que lo hace Desai o si se acercaría más a lo que plantean los demás autores. Esto, que puede parecer irrelevante, no lo es, ya que la forma en que se elaboran los indicadores de desarrollo humano aplican criterios de ajuste a las distintas metodologías usadas por los diferentes países en un titánico esfuerzo por hablar un mismo lenguaje mundial, sin duda loable, necesario y reconocible, pero que no deja de admitir el estrecho margen que existe, por razones tanto operativas como conceptuales, para fabricar índices de desarrollo humano con sus variantes de género que hagan justicia a lo que el feminismo socialista mundial requiere. Este hecho, también hay que señalarlo, muestra el largo camino para ajustar la transversalidad del género a una dimensión global más equitativa. Hasta el momento, la discusión sobre la equidad de género cae, obviamente, en el territorio de la desigualdad, donde separa la condición de hombres y mujeres respecto a los indicadores tradicionales para medir la distribución del ingreso entre los estratos socioeconómicos, o bien respecto al acceso regional de algunos servicios públicos o bienes privados, cuando esto es posible. Más allá de la necesidad de disponer de indicadores de género para medir desigualdades sobre las tradicionales brechas, debe trascenderse al fondo de un amplio debate por el desarrollo centrado, entre otras cosas, en la reducción de la pobreza y la erradicación del hambre desde una perspectiva de género. Por otra parte, las posiciones feministas que reniegan de la política social retrasan el avance de instrumentos que permitan mejorar el debate desde el PNUD y que ubique a las mujeres como sujetos del desarrollo global, más que como objeto de las recomendaciones mundiales. Sin el esfuerzo que ha hecho el PNUD hasta hoy para incorporar la perspectiva de género, sería difícil explicar muchos de los avances que se han hecho, sobre todo en el reconocimiento de los efectos políticos a través del concepto de potenciación, que apunta hacia la construcción de nuevas fronteras ciudadanas; ahora hay que avanzar sobre el debate de género y pobreza, para revertir la tendencia en las políticas sociales y económicas de aplicar sólo acciones compensatorias y arribar hacia conceptos amplios de ciudadanía social, que determinen el piso social mínimo. En ello, la idea de género tiene mucho que aportar para examinar la posible diferenciación de capacidades, necesidades y habilidades. De lo contrario, se seguirá promoviendo un uso vulgar de la perspectiva de género, del que el PPP es un buen ejemplo, dada la escasa claridad que subsiste en el manejo de los términos, en donde, además, se hace indistinto hablar de marginación que de pobreza. 3.4. Desarrollo humano, desarrollo social y desarrollo regional Ya se mencionó que el desarrollo humano se entiende como una ampliación de opciones para las personas. De alguna manera, también se expresó que el desarrollo regional significa algo más que una simple suma de naciones y se trató de situar, a partir del ejemplo del PPP, varios de los encuentros y desencuentros asimétricos que hay en Mesoamérica, con el fin de señalar que dicho desarrollo representa un complejo entramado de relaciones entre distintos actores, con dotación diferente de capacidades y recursos que buscan complementarse de manera que maximicen su competitividad. Una de las características del fenómeno globalizador es la tendencia acelerada a generar especialidades, no sólo a nivel nacional o regional, sino, incluso, entre ciudades, algo a lo que el PPP no hace ninguna referencia. En un esquema en que el abanico de ciudades Mesoamericanas presentan rasgos de similitud económica, no queda claro el perfil del desarrollo que se plantea para su incorporación al sistema mundial de ciudades. 234 Las tendencias son poco exploradas y no dan idea, siquiera, de las demandas actuales. Se vincula un esfuerzo regional a varios nacionales a través, básicamente, de una infraestructura vial que no señala nada respecto a las vocaciones que puedan manifestar las ciudades a unir. En el fondo, lo que el PPP está prometiendo es un desarrollo residual respecto a actividades que dejarán de hacer otras regiones que han desarrollado ventajas competitivas, como son las asiáticas, las europeas o las norteamericanas, centradas en el desarrollo del capital humano. La dispersión geográfica no se explica tampoco, a pesar de ser un señalamiento constante del problema social y económico. Desde una perspectiva de género, el desarrollo es algo más que una carretera y la integración económica requiere un adecuado enmarque internacional. Para que Mesoamérica arribe a mayor bienestar, se precisa inducir esquemas para tener una población más altamente capacitada, que sepa asimilar los avances tecnológicos y aprovechar los cambios mundiales. Sin embargo, no se observan grandes esfuerzos educativos en términos de la especialización que se debiera pensar para las ciudades de la región. Si bien se señalaron las asimetrías entre las PYMEX y las ETN, cabe decir que un buen diseño regional pudiera permitir que las empresas pequeñas puedan actuar con más efectividad que las grandes, pero para ello requieren una serie de requisitos aún no contemplados. De igual manera, la globalización permite a las empresas grandes trabajar como pequeñas, dada la elasticidad de los procesos productivos. La competitividad de un país se puede definir como la capacidad de diseñar, producir y comercializar bienes y servicios mejores o más baratos que los de la competencia internacional, lo cual se debe reflejar en una mejora del nivel de vida de la población.50 Esta definición permite un acercamiento al concepto de desarrollo social, que es algo más que una cuestión de escala entre el desarrollo humano y el desarrollo regional. Se puede entender como esa serie de habilidades sociales para comprender los cambios y actuar en consecuencia, generar acciones que permitan la realización de las opciones tomadas por las personas en el marco del desarrollo humano, promover esquemas equilibrados en los mercados de trabajo que son finalmente el punto de encuentro de la política social y la política económica, desarrollar mecanismos que permitan formular acciones para atender las nuevas demandas por redistribución y reconocimiento, basándose en un diálogo ciudadano para diseñar el rumbo del desarrollo sustentable. Este carácter del desarrollo social contribuye a la construcción de ciudadanías activas, asegurando cierta continuidad a partir de la instauración de políticas de estado, con tareas que, entre otras cosas, mejoran los sistemas de información, los mecanismos de operación de los programas sociales y una asignación equitativa de los recursos por región y por área productiva. 4. Marco político de la región: debilidades y fortalezas 4.1. ¿Qué Estado necesitamos? Las ocho Iniciativas Mesoamericanas del PPP expresan que sigue subsistiendo una visión paternalista en los gobiernos de la región, que se muestra tanto por el orden de prioridades como por la manera en que se incorpora la participación social, sin mecanismos para dar seguimiento a los objetivos del Plan. El costo económico y social de los conflictos armados hacen de la democracia, la libertad, la paz y el desarrollo, valores con un contenido muy particular en Centroamérica, que trasciende las declaraciones oficiales y permea en la vida cotidiana como una aspiración, incluso generacional. Todavía se puede pensar en la fragilidad de algunos gobiernos, que enfrentan reducidos márgenes de maniobra para garantizar empleos y servicios básicos a la población. Como el resto de América Latina, los países de Mesoamérica enfrentan permanentemente la eventual presencia de brotes de descontento social y un creciente empobrecimiento que amenaza con minar lo construido hasta ahora. Esta escasez de recursos, obliga necesariamente a poner la mirada en un horizonte menos inmediato, para detectar un rumbo que revierta la alta dependencia centroamericana del apoyo internacional y que dé un sentido más auténtico a esta búsqueda de integración económica para el desarrollo. 50 Alejandro Indacochea Caceda: “La promoción-país y el desarrollo de ventajas competitivas”, Revista de Comercio Exterior, agosto 2001. 235 El PPP, adicionalmente a todas las observaciones que ya se han mencionado, contiene -en algunos de sus puntos- un discurso ideologizado que provoca, a su vez, respuestas igualmente ideologizadas por parte de quienes se oponen a su ejecución por razones de distinta índole, sobre todo cuando resulta difícil hallar vínculos claros entre los esfuerzos productivos y los objetivos sociales que se señalan. El conjunto de gobiernos firmantes, deberá aprender a dar prioridad a la estabilidad en un mundo cargado de incertidumbres y con constantes reclamos de las sociedades Mesoamericanas para ser tomadas en cuenta. Todo ello, además, en un marco que les obliga a cumplir con los compromisos contraídos internacionalmente. Por lo menos, esta serie de elementos genera motivos suficientes para pensar que a la democracia de la región le hacen falta todavía cosas para garantizar el desarrollo regional en un sentido mucho más amplio que el mostrado hasta ahora por el PPP. Se habla mucho de la necesidad de establecer políticas de Estado, entre ellas la de género, como una forma de asegurar que, gobierne quien gobierne, se respetarán los propósitos generales de mediano y largo plazo hacia el desarrollo. Sin embargo, este anhelo dista mucho de ser realizable si las condiciones que marcan estos esquemas de integración económica, en lugar de ampliar las posibilidades sociales las reducen aún más. Sin duda, la integración es necesaria y urgente, pero tampoco se puede aceptar cualquier esquema integracionista sin esperar reacciones políticas al interior, sin preparar mecanismos de amortiguamiento con amplia difusión de los objetivos de lo que se pretende hacer. Hasta el momento, se sabe realmente poco sobre los alcances del PPP, la información es muy general y, ante la ausencia de políticas de Estado, en la mayoría de los países de la región es muy poco lo que se puede esperar en el futuro inmediato si no se actúa para crear instancias y reglas que hagan que la gobernabilidad trabaje para la gente. La salida de Centroamérica de la larga noche de dictaduras, la coloca en la necesidad de atender, simultáneamente, tanto la demanda imperiosa de promover el desarrollo como la de generar condiciones que hagan avanzar la difícil tarea de la reconciliación nacional. Las fracturas son profundas por lo que significaron, por las familias que quedaron separadas, por el tiempo que se perdió, por el consecuente abandono de los hombres -ya fuera por motivo de conflicto o por la creciente migración-, lo que dejó a las mujeres las cargas familiares sin esquemas de apoyo, lo cual repercute en la formación de los y las nuevas centroamericanas. A su vez, la injerencia norteamericana en la vida política de la región es otro elemento que se suma a todas estas condicionantes para que Centroamérica arribe por la vía pacífica a nuevas reglas del juego, a una nueva institucionalidad en que la democracia no sólo garantice gobernabilidad sino que sea el piso para el desarrollo. La crisis de los productores de café evidenció, entre otras cosas, la lenta actuación de las instancias de gobierno no sólo para atender los efectos comerciales, sino para avizorar y tomar acciones preventivas que disminuyeran, oportunamente, los impactos en el ingreso de muchas familias. La integración está delimitada a lo económico; en lo político se debe asumir una democratización diferenciada pero con respuesta basada en mínimos principios comunes que sirvan para mantener la estabilidad, el diálogo y el cumplimiento de los acuerdos fijados. Para ello, la corresponsabilidad entre los gobiernos requiere garantías de que se darán pasos firmes para incorporar la participación social en todo el proceso pero, también, de que se desarrollarán las instituciones del sistema de justicia y de la democracia representativa y de respeto a las observaciones que elaboren las instancias de derechos humanos. No se puede dejar de mencionar los graves daños que ocasiona la cultura de la corrupción y la impunidad, que ya no se justifica ni es sostenible en estos nuevos esquemas abiertos, que exigen acciones contundentes para erradicar las prácticas del sistema construido por corruptos y corruptores que afectan, principalmente, el sistema financiero, sin el cual las sociedades no podrán fincar el financiamiento que reclama una inserción de esta envergadura. Finalmente, pero no menos importante, es la condición básica de contar con estados laicos, que garanticen el respeto y el desarrollo de las libertades civiles, que sepan gestionar la diversidad y elaborar políticas públicas libres de estigma y valores perniciosos para la vida ciudadana. Separar el criterio de las religiosidades del debate democrático, se convierte en requisito indispensable para el desarrollo social de la región, ya que sin un marco efectivo para el ejercicio pleno de los derechos humanos, dicho esfuerzo será vano y Centroamérica podría regresar al punto de conflicto nuevamente. 236 4.2. Ciudadanía de las mujeres y política de sexos El panorama político que se abre, admite nuevos actores portadores de agendas sociales y económicas que tendrán que ser atendidas por este marco de jóvenes democracias. En tal sentido, no se puede hablar de la política en abstracto sino de instancias y reglas que procesen en concreto, que sepan articular intereses diversos y muchas veces encontrados para asegurar una forma de vida incluyente y basada en el respeto mutuo. Por ende, pensar que las mujeres y los hombres ejercitan su ciudadanía bajo las mismas condiciones, es una visión muy estrecha que parte de creer que la igualdad ante la ley reproduce de manera automática la igualdad de oportunidades. También persiste en la idea de que las instituciones son equitativas por naturaleza, ya que culturalmente están inmersas en los valores del androcentrismo. Esto provoca que las agendas, en este caso de las mujeres, sean relegadas de las prioridades nacionales y poco atendidas por las políticas públicas, que no acaban de entender conceptos como el de la equidad de género, en gran parte debido a la precaria discusión de los criterios que debieran regir tal equidad. El mismo lenguaje incorpora conceptos que fomentan la subvaloración de la ciudadanía de las mujeres, haciéndola ver como algo complementario; estas opiniones envían a la lógica de la frivolidad política muchas veces, el reclamo de asuntos que afectan profundamente la calidad de vida de la gran mayoría de ellas. Si tales demandas no son escuchadas difícilmente serán atendidas, por lo que es urgente revertir la espiral del silencio. Las brechas políticas de género se pueden expresar conforme las presenta el PNUD de la siguiente manera: Tabla 12 Brechas políticas de género en Mesoamérica País Costa Rica México Panamá Belice El Salvador Honduras Nicaragua Guatemala Noruega Índice de Potenciación de género (clasificación) 26 38 48 45 52 60 .......... .......... 1 Índice de Potenciación de género (valor) 0.579 0.517 0.475 0.499 0.454 0.405 .......... .......... 0.837 Mujeres en escaños parlamentarios (% del total) Mujeres legisladoras, oficiales superiores y gerentes (% del total) 19.3 15.9 9.9 13.5 9.5 5.5 20.7 8.8 36.4 33 24 33 37 33 36 .......... .......... 25 Mujeres Relación del profesionales y Ingreso técnicas estimado (% del total) entre mujeres y hombres 46 41 46 39 47 51 .......... .......... 49 0.37 0.38 0.49 0.24 0.35 0.36 .......... .......... 0.64 Como se puede apreciar, la región encuentra una mejor ubicación a partir de esta medición por el Índice de Potenciación de Género, ocupando lugares más arriba de esta lista mundial y con valores más altos dentro de esta escala. Las asimetrías también son patentes, ya que mientras en Nicaragua uno de cada cinco legisladores es una mujer, en Honduras la relación se convierte en uno por cada veinte. Respecto al indicador de mujeres legisladoras, oficiales y gerentes, los parámetros son más o menos similares e incluso superiores a los de Noruega, que es el país que encabeza la lista de este índice. Casi en el mismo sentido se encuentra la situación del capital humano expresado por el porcentaje de mujeres profesionales y técnicas, que está muy cercano al parámetro noruego. 237 Lo que, sin duda, resulta llamativo es la cuestión de los ingresos donde la estimación basada en el trabajo remunerado muestra una severa desventaja de género, sobre todo en Belice, cuyas mujeres -en promedio- ganan la cuarta parte que los hombres. La mejor proporción se encuentra, en todo caso, en Panamá, donde las mujeres perciben la mitad de lo que ganan los panameños. La distancia respecto a Noruega en este indicador es significativa: las noruegas perciben las dos terceras partes del ingreso masculino, dato que, de todas formas, es inquietante porque señala el abismo que en materia de género incrementa este proceso globalizador. De este análisis, se desprende el previsible impacto que tal situación genera en los hogares jefaturados por mujeres que, de entrada, acceden de manera distinta al menú de oportunidades sociales, pero también representa que para aquellos hogares con jefatura masculina en donde las mujeres participan de los mercados laborales, dicha participación tampoco les asegura una independencia económica. No hay que olvidar que, a grandes rasgos, por ejemplo en el sector servicios de la región, las mujeres y los hombres acceden de manera más equitativa, lo que, sin embargo, no necesariamente repercute en condiciones de trabajo más favorables para las mujeres. Lo anterior, entre otras cosas, habla de una realidad que contrapone los intereses de hombres y mujeres en los planos económico y político, que, sin duda, limita las perspectivas de cualquier esquema de integración, ya que las demandas de casi la mitad de la población no tienen voz suficiente, no tienen representación que alcance y que enfrenta más restricciones de tiempo y de organización para intervenir en el llamado a la participación social a la que se convoca desde el PPP. En tal sentido, se precisan acciones que atiendan esta limitante política que, aunada al hecho de que las mujeres son también la ciudadanía con menor acceso al patrimonio, provocará una intervención muy baja en la configuración del desarrollo que, finalmente, repercutirá en sus condiciones de vida. Si no se tienen políticas que atiendan la contraposición de genéro, los gobiernos y las sociedades -por omisióndejarán que las inercias ahonden las brechas, distorsionen los propósitos planteados para el desarrollo y dificulten el cumplimiento de los Objetivos del Milenio. En resumen, se exige reunir no sólo agendas puntuales sino diseñar políticas específicas para insertarlas en el debate del desarrollo. Principalmente cuando el género es meramente declarativo en el marco del PPP, hay que hacerlo pasar al plano de las estrategias y de los objetivos. 4.3. Los Derechos Humanos son algo más que una acción defensiva Una de las dolencias más agudas del PPP, se encuentra en el soslayo a los derechos humanos, básicamente en lo que a derechos económicos se refiere, pero no sólo a éstos. Su ausencia es preocupante porque el proceso de integración está marcado por una construcción democrática incipiente, por el agudo desmantelamiento de la seguridad social y por procesos excluyentes que pueden afectar la reconciliación nacional. Esta gama de hechos imprime a la integración regional particularidades en donde los derechos humanos envuelven todo, para poder colocar a Centroamérica en la perspectiva de un desarrollo humano más armónico. Las condiciones laborales que subsisten en las zonas francas, el arriesgado viaje de los migrantes, la inseguridad de los productores agrícolas, el olvido vivencial de las comunidades indígenas, la exclusión de las afrocaribeñas, la expropiación del patrimonio histórico de los pueblos, la alteración de la biodiversidad por la presencia de transgénicos, la invasión de tierras para asentar la infraestructura, expresan inquietudes que buscan una respuesta responsable de los gobiernos de la región. Todo esto no es un asunto ajeno a la tendencia comercial perfilada por el ALCA en su etapa del PPP y no puede serlo porque los derechos humanos llevan de manera inherente una vocación universal, que se afecta positiva o negativamente por los arreglos productivos, distributivos y de consumo del contexto mundial. Su ámbito, aunque distinto al tradicional derecho internacional, se impone sobre la comunidad internacional hasta llegar a la protección de los derechos fundamentales de la persona humana. En contextos de integración que señaladamente ubican al desarrollo humano como su objetivo central y detentan una responsabilidad respecto a esta entendida ampliación de opciones personales, el tema automáticamente debiera quedar incluido, en la medida en que este carácter universal se despliega mediante una regionalización de los derechos humanos inscrita en convenciones destinadas a fijar mínimos 238 de garantía para la definición y protección de estos derechos. No obstante lo antes dicho, aunque en la realidad responde al espíritu del que emanan este tipo de derechos, no está claramente despejado en el orden estructural bajo el cual funciona el sistema de los derechos humanos. Se está en una de las situaciones que siguen en debate respecto a los derechos de segunda (económicos y sociales) y de tercera generación (derechos con vocación comunitaria, tales como el derecho a un medio ambiente sano y equilibrado), a los que se suma la tendencia a la protección de las minorías, en este caso étnicas, al interior de un Estado (en este caso de varios Estados). Cabe agregar, además, que existe como antecedente el fallo de la Corte de San José de 1982, que por unanimidad emitió una opinión que a la letra dice: La Corte es de opinión: Primero, que la competencia consultiva de la Corte puede ejercer, en general, sobre toda disposición concerniente a la protección de los derechos humanos, o de cualquier tratado internacional aplicable en los Estados americanos, con independencia de que sea bilateral o multilateral, de cuál sea su objeto principal o de que sea o puedan ser partes del mismo, Estados ajenos al sistema interamericano. De aquí se pueden derivar distintas interpretaciones en tanto que un plan como el PPP puede asumirse o no como tratado, o el que la Corte sólo puede intervenir en tanto consultor. Lo que sí puede quedar claro es que el objeto es el desarrollo humano. A las dificultades de interpretación de este tipo, se añaden una serie de mecanismos y elementos técnicos a superar y aquellas visiones que ven en la fuerza de querer ampliar y ensanchar el concepto de los derechos humanos (segunda y tercera generación y étnicos), un riesgo que les haría perder su consistencia real, y que podría derivar -más que en reforzar- en debilitar y menguar su alcance jurídico. Habría que determinar en el marco del PPP si se estaría hablando de violaciones graves o menores, masivas y sistemáticas, así como la descripción de la naturaleza y contenido de las violaciones señaladas. Como se puede ver, la cuestión no es tan fácil si se sobrepone, además, la idea de que la intención de los gobiernos mesoamericanos es promover el desarrollo humano, lo que, en caso contrario, admite pruebas, y la idea general de que el comercio por sí mismo posibilita el desarrollo humano. Definir si el PPP altera la vida y la dignidad de las personas en forma atentatoria, es un debate en el que se cruzan distintas visiones y que lo coloca en una esfera básicamente moral. Podría haber quienes aseguren que la ampliación del sistema de telecomunicaciones favorece a las personas, del mismo modo que habrá quienes aseguren que una hidroeléctrica daña su entorno ambiental. Por eso, desde esta perspectiva el análisis requiere de un examen más minucioso, donde el esperable elemento definitorio tendría que provenir del nivel y calidad que alcance la participación social y del alcance social de los objetivos del mismo Plan. Pero aun así, a la luz del examen que hasta aquí se presenta, la observación sería, en todo caso, de que el PPP carece -y debe incorporar- de dispositivos preventivos, para evitar una disminución del estado que guardan los derechos humanos y promover, más bien, su ampliación. Así, este marco puede operar no sólo a manera defensiva sino preventiva. 5. Estrategia regional de género A partir de todo lo antes expuesto, se puede tener un acercamiento a la magnitud de los distintos desafíos que conlleva el PPP que, desde una perspectiva de género, demanda su rediseño en la línea de cumplir, por lo menos, los Objetivos del Milenio. Enfrentar este reto implica generar iniciativas Mesoamericanas para la equidad de género en cada una de las ocho Iniciativas del Plan. 5.1. El mito de las gemelas bolivarianas y su techo de cristal Es un lugar común y equivocado el señalar el problema que las mujeres tienen para ponerse de acuerdo, incluso para resolver asuntos que les afectan de manera amplia. Tal idea encuentra sustento en los mismos patrones culturales que las relegan a un actuar pasivo y subordinado, que en el fondo las iguala por el escaso número de cosas que pueden hacer o que les está permitido realizar en una sociedad sexista. 239 Esta serie de cosas o roles tiene como frontera el ámbito privado, que dice guardar de su honorabilidad y preservar el estado de cosas que permite su seguridad “y la de su familia”. Cada vez, este pensamiento es más insostenible y rechazado por las mismas mujeres y algunos hombres, por efecto de una realidad que lo contradice. A él se añade otro discurso en el terreno político, que habla de una armónica convivencia natural entre los países de toda la América Latina, la cual parece comportarse como un solo país y en la que los conflictos que pueden llegar a darse, son vistos como meras diferencias de hermandad. La similitud económica, cultural e histórica, prevé horizontes compartidos y tareas comunes. Ambas creencias están arraigadas a fuerza de tradición y diplomacia en la vida cotidiana del continente como parte indisoluble de su existencia. Pero lo cierto es que ocultan realidades diferenciadas y, como ya se señaló, cargadas de asimetrías. El acercamiento por similitud dificulta detectar capacidades distintas y distinguir los puntos complementarios, tanto como los de potencial conflicto. Las mujeres Mesoamericanas son similares en dos sentidos: porque todas las mujeres son iguales y porque Mesoamérica es una y la misma cosa. Este tipo de creencias es lo que se puede llamar un mito, en la medida que fomentan una ficticia cohesión social detrás de la cual hay ganadores y perdedores. Todas las Mesoamericanas lavan y planchan de la misma manera en que todos sus países tienen las mismas ventajas comparativas y, por lo tanto, todo se remite a una cuestión de sumar elementos de la misma especie para tener una mayor potenciación. Visto más de cerca, comienzan a resaltar esos pequeños detalles que configuran las grandes diferencias. En la medida en que las mujeres se incorporan a la vida pública y los países se insertan en el mercado mundial, surge la necesidad de distinguir esas particularidades susceptibles de mostrarse como complementarias y que son las que permiten hablar de integración. También es conocido el mecanismo cultural que enfrentan las mujeres para acceder a puestos de toma de decisiones políticas y económicas, que les pueden permitir modificar las condiciones existentes para poder revertir la situación que las mantiene subordinadas. De manera similar, en el plano internacional también opera esta especie de techo de cristal que hace que los países menos desarrollados influyan en las instituciones y acuerdos que determinan el tipo y nivel de su inserción en el mundo comercial. Atravesar estos techos de cristal, exige plantearse la construcción de estrategias que partan de identificar las distintas capacidades y dificultades que cada caso enfrenta, y que tiene, como premisa, cuestionar el mito de esa falsa similitud para distinguir lo que es verdaderamente parecido y lo que no. 5.2. El problema de la discriminación El efecto más claro de esa aparente homogeneidad, es que entre las mismas mujeres se ponen trabas a la diferenciación intragénerica, ya que se admite que, dado que todas son iguales, reclaman en la misma tesitura una serie de derechos idénticos en calidad y cantidad. Esto admite matices, ya que si bien la meta de generar equidad, por ejemplo en el plano educativo, es de aplicación general, existen contextos regionales y étnicos que reclaman tratamientos diferenciados. Un efecto que produce esta necesidad de diferenciarse regionalmente es la etiquetación de las conductas o estereotipos que remiten a creencias de que si las hondureñas son así o las panameñas son de otra forma, por ejemplo, sin que medien razones de peso para la fabricación de tales generalizaciones que muchas veces van dirigidas a resaltar supuestos defectos o virtudes en razón de una identidad nacional. Cuando se traslada esta actitud hacia un plano regional, las apreciaciones pueden cambiar y adquirir probablemente su verdadera dimensión. Lo anterior no niega que los contextos culturales particulares de cada entorno nacional no influyan predeterminando ciertas acciones, pero en tales contextos también pueden surgir falsos estereotipos en gran medida introyectados. El riesgo que representa esta visión discriminante -cuando es negativa- es la de favorecer patrones de exclusión que restan fuerza a la intención de armar y operar estrategias que potencien a las mujeres a partir de su diversidad. De esta manera, lo que se busca no son capacidades u obstáculos particulares sino defectos falsamente edificados para resaltar virtudes propias de quienes manejan los estereotipos que también 240 pueden ser poco creíbles. Finalmente todo ello dificulta la definición de liderazgos con la capacidad de articularse para una negociación, sobre todo cuando el panorama lleva a que cada país realice en el marco del ALCA sus propias negociaciones. Cómo llevar a las mesas de los acuerdos comerciales una interlocución de género que refleje tras de sí un balance amplio y problematizado sobre los efectos de cada medida a discutir y, de hecho, el cómo garantizar la presencia de esa diversidad de mujeres que existen en la región, implican hacer ejercicios que sobrepasen los estereotipos, diseñar tácticas para cubrir todos los espacios, para profundizar las agendas y situarlas en contextos económicos más claros. Ya se ha llamado la atención de dar ciertas prioridades en materia comercial a la agricultura guatemalteca para que pueda cumplir el propósito de erradicar el hambre, pero ello conduce a desarrollar necesariamente acciones desde las mismas campesinas y campesinos guatemaltecos y la coordinación de los demás países para que tal meta se realice. 5.3. Establecer prioridades: las Metas del Milenio Como también se señaló, el PPP es un barco a la deriva en términos de objetivos sociales, cuyas metas, cuando las manifiesta, son bajas. Las Metas del Milenio se miran por su ausencia. Pero, además, son insuficientes para cubrir la amplitud de las agendas como la de género, por ello se requiere, probablemente, establecer distintos niveles de objetivos claramente articulados entre sí, en donde las Metas del Milenio se deben poner en el centro del debate y encontrar como sustento un diseño económico que garantice su viabilidad. De esta manera, no sólo es importante cumplir la meta sino el cómo se lleve a cabo. Sin duda, bajar el índice de mortalidad materna es una necesidad imperiosa de género y obliga a ir más allá del mero reclamo y entrar a discutir la configuración de los sistemas de salud, entre otras cosas, para permitir hablar de la cobertura y calidad de los servicios. Cuestión que pasa por el tema del financiamiento y los criterios aplicados en la política de salud. Pero todas las demás metas también aceptan una mirada de género; sería un error constreñir la estrategia a los objetivos dos (enseñanza primaria universal), tres (promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de las mujeres) y cinco (mejorar la salud materna). La estrategia debe cubrir la amplitud de las Metas del Milenio de manera coherente y articulada al rediseño del PPP que deberá reclamarse. En particular, se hace necesario incidir en el primer objetivo (erradicar la pobreza extrema y el hambre) y en el octavo (fomentar una asociación mundial para el desarrollo). Las metas encuentran distintas posibilidades de cumplimiento en la región, porque algunas ya se cumplieron, otras están en vías de hacerlo y otras encuentran dificultades nacionales y regionales, como es la de garantizar la sostenibilidad del medio ambiente. Así que hay que hacer un ejercicio comparativo de estos objetivos generales con los que expresa el PPP. 5.4. Tiempos, actores, instrumentos y recursos Del análisis antes propuesto, se tendrán que ir configurando objetivos particulares que incidan en cada una de las ocho Iniciativas pero, además, ligar ello a los temas planteados en los acuerdos comerciales y a una revisión de las políticas sectoriales de cada país. Como se ve, el propósito es incidir en instrumentos para el desarrollo que se encuentran en fases avanzadas. Una tarea importante es la de desarmar y armar los componentes para definir qué será lo que se negociará en las mesas de los acuerdos comerciales, qué en cada una de las ocho Iniciativas, no sólo a partir de los proyectos que ya están planteados sino de los que hacen falta y qué se demandará a cada uno de los gobiernos firmantes del PPP en cuanto a políticas públicas. En este sentido, servirá trabajar la estrategia a partir de distinguir cuáles son las necesidades prácticas y cuáles son las estratégicas de género. Cabría empezar por distinguir entre el “interés de la mujer”, los intereses prácticos de género y los intereses estratégicos de género, a fin de darles traducción como necesidades que puedan ser inscritas en el proceso de planeación a partir de definir los medios para su atención. 241 Se puede decir que el PPP está en una etapa situada bajo el término “interés de la mujer”, pero no se ha ido hacia las otras dos definiciones. En el “interés de la mujer”, se localizan aquellos contextos políticos a partir de los cuales el Estado controla efectivamente las demás necesidades de género, tanto prácticas como estratégicas y, en realidad, resulta demasiado limitada para atender los reclamos de las mujeres. En cuanto a las necesidades prácticas de género, se les puede definir, siguiendo a Caroline O. Moser,51 que son aquellas formuladas a partir de las condiciones concretas que vive la mujer. Ellas se derivan de su posición en la división del trabajo por género y de sus intereses prácticos de género por la supervivencia humana. Un ejemplo, en este sentido, se puede ubicar en el objetivo de las Metas del Milenio de reducir a la mitad el porcentaje de personas que carecen de acceso al agua potable. Las necesidades estratégicas pueden ser definidas también, por otra parte, como aquellas que las mujeres identifican en virtud de su posición subordinada a los hombres en su sociedad. Se relacionan con las divisiones del trabajo, del poder y del control por género e incluyen asuntos como los derechos legales, la violencia doméstica, la igualdad en el salario y el control de las mujeres de su propio cuerpo. Cambia los roles existentes y por ende la posición de subordinación de las mujeres. Como se puede observar, la estrategia trabaja no sólo sobre distintos instrumentos de planeación sino en distintos niveles que deben ensamblarse en tiempos y con una definición de recursos lo más precisa posible. Sobre todo, hay que rescatar que es vital un diseño específico para la capacitación y para la evaluación y seguimiento de las acciones. Tanto desde la autonomía organizativa como en la esfera institucional que presente esta estrategia, se deberá diseñar y operar un conjunto de sistemas para la evaluación que diga claramente cuál es el impacto esperado de cada proyecto y de cada acuerdo comercial respecto a las relaciones de género. Ello implica asignar responsabilidades y unificar políticamente la diversidad de actrices en este proceso, ONG, instancias de gobierno, comunidades, universidades, etc. Actuar como red para favorecer la retroalimentación de una manera democrática y comprometerse con un seguimiento de acuerdos básicos se convierte en una necesidad urgente. Finalmente, el reto es trabajar para convencer y demostrarle a los gobiernos que la cuestión de género se ha convertido en una necesidad económica impostergable para ubicar a los países de la región en mejores lugares de la lista del desarrollo humano. Que el género no es optativo sino imprescindible. 51 Caroline O. N. Moser: Planificación de género y desarrollo, Eds. Entre mujeres y Flora Tristán. 242 Bibliografía - “Centroamérica: retos de la industria regional”, Revista de Comercio Exterior, vol.52, núm. 5, 2002. - Bartra, Armando. SUR Megaplanes y utopías en la América equinoccial. - Birdsall, Nancy; Thomas C. Pinckney y Richard H. Sabot. “Why Low Inequality Spurs Growth: Saving and Investment by the Poor”, Documento de Trabajo, núm. 327, Banco Interamericano de Desarrollo, Washington, 1996. - Boltvinik, Julio. 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Tamayo León, Giulia. “Balance Regional y Desafíos sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia”. CLADEM, marzo de 2000. Velazco Yánez, David, Dr. “El Plan Puebla-Panamá”. Mimeo. RESULTADOS Y CONCLUSIONES DEL FORO 27 de agosto de 2003 FORO REGIONAL DE REFLEXIÓN SOBRE LAS METAS DEL MILENIO Y LA EQUIDAD DE GÉNERO EN EL MARCO DEL PLAN PUEBLA-PANAMÁ CANCILLERÍA, TLATELOLCO, MÉXICO, D.F. PRESENTACIÓN DE RESULTADOS Friné López El mensaje del Canciller Luis Ernesto Derbez mencionó que esta reunión es resultado del compromiso adquirido por la Cancillería con el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) a principios de este año. Se quiere que el Plan Puebla-Panamá (PPP) tenga un enfoque de equidad. Es indispensable que los proyectos emprendidos en el marco del PPP tomen en cuenta los diversos desafíos que enfrentan las mujeres de la región Mesoamericana y que se construya el Plan escuchando las voces de las mujeres, que permitan erradicar la inequidad que hoy impera. Todas las voces reunidas en este foro, permitirán poner a las mujeres en el centro de la discusión de todos los proyectos del PPP ya que es una manera de fortalecer su ciudadanía. La Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Patricia Olamendi, dijo que estamos en el momento del diseño, de la construcción de cómo va a quedar incluida la perspectiva de género en el Plan Puebla-Panamá. Esta es la primera reunión con la idea de que todas y cada una de las propuestas sean tomadas en cuenta. Las intenciones del PPP se dijeron, la construcción y el cómo es lo que tenemos que proponer y construir aquí. En los grupos de trabajo podemos discutir con los representantes del PPP. Teresa Rodríguez, directora regional de UNIFEM, señaló que esta instancia cumple un papel catalizador del debate, donde las mujeres orienten las políticas públicas. Es por ello que aceptó el compromiso de realizar este Foro Regional de Reflexión. Expuso las Metas del Milenio que los gobiernos de más de 190 países firmaron, incluido México, las cuales son el marco de este Foro Regional de Reflexión. Héctor Pérez, director general de Desarrollo Social-Humano y Sustentable del PPP-SRE, expuso las iniciativas que comprende el Plan, la situación actual en materia de capacidades y oportunidades, así como los proyectos de la Iniciativa Mesoamericana del Desarrollo Humano (IMDH): educación, manejo integrado de ecosistemas por comunidades indígenas, proyecto regional de salud y desarrollo humano, capacitación e información estadística sobre las migraciones. La propuesta de reorientación y fortalecimiento de la IMDH consiste en desarrollar una estrategia con enfoque regional, integral e incluyente, con base en las experiencias en materia de desarrollo humano de los países mesoamericanos, e incorporando los elementos que permitan construir la perspectiva de equidad de género del PPP, vertidos en este Foro. Para ello se enfatizó que el Plan es un instrumento en desarrollo por lo que se buscará de manera simultánea consolidar los avances ya logrados, pero a la vez revisar profundamente los siguientes elementos: • Concepto de desarrollo humano • Objetivos • Elementos básicos • Punto de partida • La Iniciativa y las Metas del Milenio • Agenda de trabajo (propuestas) 249 Rebeca Grynspan, directora de la Sede Subregional de CEPAL, abordó el Plan Puebla-Panamá en el marco de las Metas del Milenio desde la perspectiva de las mujeres. Presentó la situación actual de avance de los países en relación al cumplimiento de las Metas del Milenio en materia de reducción de la pobreza extrema y el hambre, educación, igualdad de género y autonomía de la mujer. Destacó que el problema de la pobreza se refiere básicamente a las inequidades que prevalecen en la región Mesoamericana, ya que puede haber políticas de igualdad que no necesariamente conducen a la equidad y nos presentó los indicadores existentes en la región respecto a las Metas del Milenio. Dejó sobre la mesa el reto y la pregunta, ¿podemos convertir al PPP en un instrumento útil para el avance en las Metas del Milenio, que “pase” por la perspectiva de género? Para ello ¿qué debemos hacer? Concluyó “la mitad del cielo está sostenido por las manos de las mujeres, si lo soltamos, se cae”. La investigadora Josefina Aranda presentó la ponencia “Desafíos sociales, económicos, políticos, ambientales y culturales de las mujeres en la región de México y Centroamérica”. A lo largo de la exposición señaló diversos desafíos de las mujeres en la región Mesoamericana. En el fondo el planteamiento se centra en la demanda de constituirse como miembros plenos y participativos de la vida social, económica y política de la sociedad. Se trata de reflexionar dónde centrar nuestros esfuerzos mujeres y hombres, sociedad y gobiernos, indígenas y mestizas. Uno de los más grandes retos es luchar y construir un mundo donde pobreza, discriminación y desigualdad no sean destino para la mayoría de las mujeres Mesoamericanas. Sólo la participación organizada y consciente de las mujeres será capaz de consensar acciones colectivas prioritarias. No podemos continuar con políticas económicas que generan más inequidades, las cuales no se solucionan únicamente con políticas sociales focalizadas que no revierten los impactos traducidos en pobreza y exclusión social. Las políticas económicas necesariamente tienen que ir de la mano de las políticas sociales. 250 SESIÓN DE COMENTARIOS, PREGUNTAS Y RESPUESTAS * Hay un sesgo entre la estadística nacional y regional, cuando en el nivel nacional se ve que estamos alcanzando las Metas del Milenio en México, mientras que en la región la pobreza cada día es mayor. ¿Cómo equilibrar las dos visiones, es posible? ¿Cómo se va a visualizar la participación política y toma de decisiones de las mujeres en las Metas del Milenio y en el PPP? ¿Cómo asegurarse de que ahora sí va a marchar el PPP, se detiene quizá por razones económicas y también de rechazo de grupos específicos?, ¿por qué es rechazado el PPP por las comunidades indígenas de Chiapas? ¿No se ha pensado en recurrir a la riqueza invaluable de la medicina tradicional de Mesoamérica que en gran parte está resguardada por las mujeres? ¿Cómo van a medir que no haya daño al medio ambiente, que no haya impactos negativos en las mujeres y en las comunidades indígenas? Es preocupante el planteamiento número 2 de la IMDH sobre el futuro de niños/as al término del ciclo de educación primaria. Habrá niños y niñas de 12-13 años ingresando al trabajo. Es algo de lo que queremos alejarnos en Nicaragua porque los lleva a explotación del trabajo infantil y vulnera sus capacidades. Hay necesidades diferenciadas entre los países. En el 2001 se hicieron “consultas” sobre el PPP, no eran realmente consultas ¿ahora podemos hacer realmente procesos participativos? Hay divergencias políticas, ideológicas entre las mujeres de los diferentes países ¿cuáles serán los puntos de encuentro en el PPP que pudiéramos concertar entre países y Estados? ¿Cómo se lleva a cabo la consulta ciudadana a la población indígena? ¿Qué alcances puede tener la consulta a pueblos indígenas?, ¿hasta qué punto se van a asumir sus planteamientos?, ¿se hará con perspectiva de género? Desde mi punto de vista la consulta camina mucho más lenta que los planes de desarrollo económico que ya están en marcha y están arrasando con los recursos naturales, agua, bosques y la autosuficiencia alimentaria. En Nicaragua hay desconfianza al PPP, hay buenas leyes que recogen los derechos de indígenas y afrocaribeños, pero las leyes no se cumplen. Hay un gobierno centralista sordo. Los estudios de Desarrollo Humano no recogen la realidad de los pueblos indígenas y negros y menos la condición de las mujeres. Los límites territoriales de los indios y negros no están todavía regulados. Desde 1990 queremos incidir en las políticas públicas y ha sido prácticamente imposible ¿Cómo lo van a hacer en el PPP? El marco de los Derechos Humanos debe orientar el desarrollo humano de cualquier programa. El desarrollo humano es un eje que cuenta con poco presupuesto en relación a los otros ejes: interconexión vial, eléctrica y telecomunicaciones. ¿Cuál es la perspectiva de financiamiento para el eje de desarrollo humano para poder cumplir con los objetivos que el mismo plantea? Se necesitan reformas estructurales o no puede plantearse el desarrollo humano de la región. ¿Cómo plantear el desarrollo humano si las leyes priorizan el capital y el comercio de libre mercado? A continuación se presentan los resultados de los Grupos de Trabajo “Desafíos y Consideraciones en la Agenda de Equidad de Género en el Desarrollo Humano del Plan Puebla- Panamá en el marco de las Metas del Milenio” correspondientes al día martes 26 de agosto de 2003. * Por la mecánica misma de las sesiones de preguntas y respuestas, en muchos casos es imposible que el ponente responda a todas. Sin embargo, hemos decidido incluir muchas de las preguntas que no fueron contestadas, con el fin de establecer cuáles fueron las dudas o inquietudes de los participantes. (Nota de la coordinadora) 251 DESAFÍOS Y CONSIDERACIONES EN LA AGENDA DE EQUIDAD DE GÉNERO EN EL DESARROLLO HUMANO RESULTADOS DE LOS GRUPOS DE TRABAJO EJE TEMÁTICO: POBREZA Y DESIGUALDAD Facilitó: Marisela Vera. Relató: Tere Munguía, Rocío Solís y Guadalupe Carmona Problemática Política Pública (aspecto transversal) Consideramos que las políticas públicas deben ser la estrategia central y transversal del tema de pobreza y desigualdad y sus ejes. Es indispensable considerar como problemática general de las políticas públicas, los siguientes aspectos: • Falta de respeto al marco jurídico. • Las políticas de gobierno no cuentan en muchos casos con presupuesto público, menos aún con enfoque de género. • La población no tiene acceso a la capacitación y por tanto hay deficiencia en las capacidades. • Hay incumplimiento y falta de seguimiento en el estado de Derecho. • Se están privatizando tierras para grandes inversiones y megaproyectos basados en la injusticia social. • A pesar de que existen acuerdos y políticas internacionales, los programas de gobierno siguen incentivando la producción agropecuaria basada en la explotación de recursos y la contaminación del medio ambiente, por lo que es indispensable ser congruente y coherente con el desarrollo sustentable. 1. Género • No se ha hecho frente al fenómeno de feminización de la pobreza. • Ausencia de estrategias para el empoderamiento de las mujeres. • Existen estrategias unificadas para atención a la problemática con hombres y con mujeres. • Los hombres no están incorporados en los cambios culturales necesarios para el logro de la equidad de género. 2. Autonomía 2.1 No existen enfoques integrales de multietnicidad con relaciones interculturales de iguales que tomen en cuenta: • Cosmovisión. • Necesidades. • Intereses diferentes. En las políticas, presupuestos, inversiones, estudios, proyectos e iniciativas. ¿Dónde está el rostro humano del PPP? 2.2 Las mujeres y hombres indígenas y negras/os no están integradas/os en los espacios donde se están tomando decisiones sobre su territorio, recursos naturales, salud, educación, cultura y vida. 2.3 No existen indicadores pertinentes y de calidad para hacer análisis desde la realidad de los indígenas y afrodescendientes. 2.4 Falta visión para impulsar procesos integrales de desarrollo: se impone una visión de desarrollo ajena a la cultura e historia de los pueblos. 252 3. Acceso a recursos (Medios productivos económicos, tecnológicos y de recursos naturales) • Tendencia e incremento de privatización de recursos con esquemas de producción inequitativos. • Baja producción y pérdida de la autosuficiencia alimentaria: los campesinos y campesinas se ven obligados a dejar sus prácticas de conservación de recursos y abandonar sus tierras. • La ciencia, tecnología y financiamiento son inaccesibles para los productores pobres. • No existen mecanismos para garantizar la seguridad jurídica de la tierra y vivienda para mujeres y hombres. • El establecimiento de maquila afecta la salud y no soluciona la problemática económica. Recursos naturales • Falta de respeto a la biodiversidad, espacios sagrados y territorialidad. • Existe un proceso de deterioro ambiental propiciado por la contaminación (agua, tierra, medio ambiente en general) y la sobreexplotación de los recursos naturales. • Deficiencias en el seguimiento al marco jurídico. • Privatización de tierras con presión de programas como el PROCEDE para grandes inversiones basadas en la injusticia social. 4. Mercado No existen esquemas de comercialización de los productos en la zona del PPP, los productos que venden las mujeres campesinas no tienen canales de comercialización adecuados. • Las empresas privadas definen los precios de productos campesinos. • Los precios de productos agropecuarios no responden a los costos de producción. • Aniquilación del sistema de autoconsumo que garantizaba alimentos a familias campesinas. • Priorización de una visión de mercado capitalista que genera mas desigualdad e inequidad. Desaparición de mercados regionales y zonales. 5. Derechos laborales Falta de fuentes y garantías en el empleo para las mujeres. • Discriminación laboral de las mujeres. • Falta de protección , menores ingresos, inestabilidad, violación de derechos. 6. Participación ciudadana No se han definido estrategias de participación social. • Falta de participación política de las mujeres en los espacios de toma de decisiones. • Ausencia de mecanismos de seguimiento y auditoría social (observatorio ciudadano). • Débiles vínculos entre el gobierno y las organizaciones sociales. 7. Transparencia y rendición de cuentas No existe información sobre el origen y costo social del financiamiento del PPP. 8. Herramientas y mecanismos metodológicos No hay mecanismos de medición, monitoreo y evaluación del impacto del PPP. 9. Servicios Los servicios no están diseñados para responder a las necesidades de la población (mujeres y hombres). 253 EJE TEMÁTICO: SALUD Facilitó: Patricia Hume. Relató: Martha Castañeda Problemática 1. Privatización de los servicios de salud Los cambios estructurales en los sistemas de salud están dirigidos hacia la privatización de los servicios. Si con el PPP se continúa con esta tendencia no se podrán garantizar las Metas del Milenio en materia de salud. 2. Enfoque curativo Actualmente el enfoque a la atención a la salud es básicamente curativo. Se requiere un enfoque preventivo en el que se consideren desde la visión de los derechos de las mujeres: • Embarazos no deseados en adolescentes. • Violencia de género. • Violencia sexual. • Aborto inseguro. • Salud sexual y reproductiva (separando sexualidad de reproducción). • VIH/SIDA. • Cáncer. 3. Presupuestos públicos Actualmente se gasta más en policías y ejército o en secretarías que no están en el área social. Es necesario priorizar a la salud desde el presupuesto. • Hay deficiencia en infraestructura sanitaria para prevenir la propagación de enfermedades y contaminación ambiental. • Faltan campañas masivas de información sobre derechos humanos y derechos de las mujeres en todo el ciclo de vida. • Existe una imposición presupuestal y una nula participación de la sociedad civil en la definición de los presupuestos así como una ausencia de rendición de cuentas. 4. Acceso a la información Un problema es que no se ha difundido información sobre los estudios de impacto ambiental de los proyectos e inversiones que el PPP propone y que tendrán un impacto sobre la salud. Otro es que no se ha difundido información sobre las legislaciones de los países de la región en materia de violencia hacia las mujeres, violencia intrafamiliar, VIH/SIDA, aborto. Tampoco tenemos información sobre cómo y cuáles son y serán los procedimientos en los proyectos que se ejecutan en territorios indígenas. Existe desconfianza hacia el PPP porque no se sabe cómo se distribuirán las riquezas que se generen, pero sí se sabe que implica muchos sacrificios de la población. 5. Derechos indígenas Es importante recordar que existen derechos sobre la tierra, derechos culturales, derechos de propiedad intelectual de los pueblos indígenas y éstos no se consideran en los programas de desarrollo. 6. Políticas Públicas Las políticas públicas y los programas se establecen de forma antidemocrática. Las políticas de salud dependen del gobierno en turno. Esto implica que tenemos que defender día a día los avances que hemos logrado las mujeres. 254 7. Legislación Existen diferencias al interior de los países y entre países en materia de legislación laboral y ambiental, así como en la legislación relacionada con la salud reproductiva y el derecho a decidir de las mujeres. Aunque algo se ha avanzado en el cumplimiento de los acuerdos de Conferencias y Convenios internacionales, aún falta avanzar en el cumplimiento de temas como salud laboral, aborto seguro, violencia, etc. Es importante considerar que la legislación en materia de derechos humanos está por encima de los acuerdos comerciales. En el planteamiento del PPP los proyectos de inversión para negocios se consideran de corto plazo, en cambio revisar y actualizar la legislación se considera de largo plazo. Para que haya inversiones debe existir una legislación revisada y actualizada conjuntamente con los códigos y procedimientos. 8. Avance de fuerzas fundamentalistas en algunos países de Centroamérica En algunos países de Centroamérica el avance de las fuerzas fundamentalistas está provocando retrocesos en los servicios y derechos que las mujeres habíamos logrado, incluso en el nivel de la legislación. Desafíos 1. La Salud en las Metas del Milenio. Cumplir con las Metas del Milenio considerando la tendencia a la privatización de los sistemas de salud. 2. Enfoque preventivo en la Salud. Incorporar en los proyectos de salud del PPP el enfoque preventivo con perspectiva de género que considere los derechos reproductivos de las mujeres. En los proyectos de inversión del PPP y los de infraestructura, incorporar tanto la perspectiva de género como las necesidades de las mujeres en materia de salud, educación, etc. (Por ejemplo, si se construyen carreteras en comunidades sin escuelas, centros de salud, etc., el PPP debiera contemplarlas para cumplir con el proyecto de desarrollo humano con equidad). 3. Presupuestos Públicos. Mejorar la participación de la sociedad civil en la definición de los presupuestos públicos. 4. Acceso a la Información. Vigilar que los estudios de impacto ambiental y de impacto en la salud existan y que se cumpla la legislación al respecto, considerando específicamente el impacto ambiental y en la salud de la población femenina. 5. Derechos Indígenas. Garantizar el respeto a los derechos indígenas en todos los programas y proyectos del PPP. En especial garantizar en las poblaciones indígenas el acceso a la información en torno a los proyectos del PPP en su región/localidad. 6. Legislación. El desafío consiste en revisar la legislación de los distintos países y llegar a una legislación común basada en los estándares más altos (inclusivos de la perspectiva de género, los derechos reproductivos y la perspectiva ambiental) de las legislaciones que existen actualmente en la región y garantizar que ésta exista y se aplique en los proyectos y programas de inversión. Vigilar que la legislación efectivamente se respete. 7. Estado Laico. Reafirmar un estado laico y políticas públicas laicas con perspectiva de género. EJE TEMÁTICO: EDUCACIÓN Facilitó: Adela San Vicente. Relató: Alibel Pizarro Problemática 1. Valores y Estereotipos Existen estereotipos sexistas y una desvalorización de ambos géneros. • La educación religiosa reproduce valores sexistas. 2. Educación Formal Educación sexista sin perspectiva multicultural, ni multiétnica. • Falta perspectiva de género en la formación docente, en las curriculas formales y no formales. 255 • No hay acceso igualitario para niños y niñas a la educación. • El trabajo infantil impide el acceso a la educación. • Bajo presupuesto dedicado a la educación y se maneja de manera ineficiente. 3. Educación No Formal Falta educación no formal para adultos sobre temas de equidad de género, valores, sustentabilidad, etc. 4. Medios de Comunicación Los medios de comunicación masivos reproducen los estereotipos sexistas. 5. Legislación Falta legislación que no sólo sea punitiva, sino que promueva contenidos diversos con perspectiva de género. Desafíos 1. Acceso igualitario para niñas y niños a la educación formal. 2. La educación debe ser laica, científica, desde la perspectiva de los Derechos Humanos. 3. Implementación de Programas para Educación No Sexista, lo que implica revisarlos para que contengan enfoque de equidad de género y capacitación a las y los docentes. 4. Educación con respeto a la multiculturalidad y multietnicidad, con perspectiva de sostenibilidad ambiental. 5. Estado laico que garantice una educación laica. 6. Educación no formal para jóvenes y personas adultas. 7. Legislar sobre los medios masivos de comunicación social para romper con los estereotipos sexistas, señalar desde la legislación acciones para promover valores no sexistas que promuevan mensajes para la equidad de género. 8. ¿Qué mecanismos se implementarán para que los acuerdos de este Foro sean difundidos entre los habitantes de las comunidades involucradas en el PPP? EJE TEMÁTICO: MIGRACIÓN Facilitó: Paola Willis. Relató: Gabriela Guzmán Problemática Causas de la Migración: La economía de las regiones es causa de migración por: • Falta de mercados. • Falta de precios justos a los productos. • Falta de empleos. • Falta de créditos. • Mercado de cambios monetarios no controlado. Factores sociopolíticos • Movimientos armados (guerrilla, guardias blancas, narcotráfico). Desastres Naturales Vulnerabilidad de Mujeres migrantes • Abuso sexual (acoso). • Enfermedades de transmisión sexual y VIH. • Tráfico de menores y mujeres. • Prostitución. 256 • • • • • Falta de derechos laborales en los países destino (horarios, salarios, días de descanso). Doble Jornada (empleo y el hogar). Condiciones de vida adversas. Persecución legal (por falta de documentos). Discriminación racial, social, religiosa, étnica y de género. Familiares de los migrantes • Mayor responsabilidad y sobrecarga de trabajo en las mujeres que se quedan. • Niños sin padres. • Responsabilidades transferidas a otros miembros de la familia: ancianos, jóvenes y menores. • Los ancianos asumen responsabilidades comunitarias. Desafíos 1. Acceso a recursos y créditos para impulsar estrategias de desarrollo local. 2. Generar información sistemática y oficial sobre la problemática que sufren las mujeres en los procesos migratorios. 3. Establecer y difundir convenios internacionales con objeto de garantizar los derechos humanos y laborales de las mujeres migrantes. 4. Programas, políticas y proyectos que fortalezcan las culturas locales regionales acorde con los derechos humanos y la equidad de género. 5. Políticas agrícolas y de empleo que permitan el desarrollo en el lugar de origen con equidad para mujeres y hombres. 6. Fusionar el desarrollo de la infraestructura con el desarrollo social con enfoque de género. Resultados del día miércoles 27 agosto 2003 El día miércoles 27 de agosto por la mañana, se presentaron los resultados del día anterior, correspondiente a cada eje temático: pobreza y desigualdad, salud, educación y migración, y las ponencias de: Lourdes García, especialista en género, presentó el documento “Nuestra agenda: Consideraciones y perspectivas en México” de Lourdes García y Friné López. Abordó el concepto de Desarrollo Humano, sus orígenes y componentes, presentó lo que se propone cada una de las Metas del Milenio, los proyectos de la Iniciativa Mesoamericana de Desarrollo Humano del PPP y las propuestas de diferentes organizaciones en relación a cada uno. Margarita Zapata, Vicepresidenta de la Internacional Socialista presentó: “Nuestra Agenda: Consideraciones y Perspectivas en Centroamérica”. Es una ponencia en donde se reflexiona en torno del ámbito económico, filosófico, político y cultural y cómo los procesos de integración afectan la forma de vida de las personas. Se tocan las fortalezas y debilidades de la integración económica respecto a la soberanía alimentaria, los derechos laborales, la sustentabilidad y el financiamiento, en un contexto en el que en los países que integran el PPP existen asimetrías. Se toca la igualdad y la diversidad en torno a la cultura y la economía, la pobreza y el desarrollo humano. Se plantea el marco político de la Región planteando una estrategia regional de género y equidad. Continuamos con los Grupos de Trabajo “Propuestas para la Agenda de Equidad de Género en el Desarrollo Humano del Plan Puebla- Panamá en el marco de las Metas del Milenio y Mecanismos de Seguimiento” del 27 de agosto de 2003. 257 DESAFÍOS Y CONSIDERACIONES EN LA AGENDA DE EQUIDAD DE GÉNERO EN EL DESARROLLO HUMANO GRUPOS DE TRABAJO EJE TEMÁTICO: POBREZA Y DESIGUALDAD Facilitó: Marisela Vera. Relató: Rocío Solís Mecanismos de seguimiento Crear una Fiscalía que debe: • Incluir a legisladoras federales y estatales de las diferentes comisiones, particularmente las de equidad y género y las del PPP. • Para cualquier proyecto necesitan intervenir las diferentes instituciones o secretarías para garantizar los mecanismos de implementación de los acuerdos tomados. • Que sea un marco legal el que regule la administración del PPP, siendo una entidad pública nacional quien nombre esa instancia administrativa. • Que el legislativo esté presente en una fiscalía de la sociedad civil para la vigilancia y transparencia del programa. • Si la base es la reestructuración del PPP debemos partir del diagnóstico de las comunidades para que posteriormente empiecen a subir las propuestas hacia el PPP. • Generar grupos de acción local para diseñar las propuestas de desarrollo regional y generar acuerdos con gobiernos locales para la reestructuración del PPP. • Generar el observatorio ciudadano representado por todos los sectores. • Que en el nivel jurídico se concilien los marcos jurídicos existentes que favorecen las inversiones sin afectar a las comunidades involucradas en el PPP. • Garantizar que las propuestas hechas en el Foro para el PPP tengan el presupuesto necesario. • Que el presupuesto del PPP también esté orientado para el diálogo con la sociedad civil en la construcción e implementación de los mecanismos propuestos. • Garantizar a través de un Plan de acción el cumplimiento del principio de precaución acordado en la Agenda 21, para no dañar las costumbres culturales, el medio ambiente y la equidad de género. • Coordinarse con las redes existentes que tienen trabajo local ciudadano, para garantizar la información y la reestructuración del PPP, considerando presupuesto para este proceso. En cuanto al PPP debe: • Incluir a comunidades afrodescendientes. • Elaborar material didáctico para informar sobre el PPP a la población indígena y no indígena. • Se propone la traducción de documentos a lengua indígena para capacitación. • Garantizar la coherencia y congruencia entre las políticas públicas del gobierno y el PPP con respecto a los acuerdos internacionales de Medio Ambiente y Equidad de Género y Educación. EJE TEMÁTICO: SALUD Facilitó: Patricia Hume. Relató: Leticia Murúa Recomendaciones: • Revisar a nivel legislativo la plataforma laboral que garantice salud y seguridad social, cumpliendo con el acuerdo 169 de la OIT y el Convenio contra toda forma de Discriminación hacia las mujeres. • Que la salud sea considerada desde una perspectiva social. • Que el programa de Salud Regional del PPP: - Se rija bajo los principios de un sistema de salud integral en el que se respeten los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y se tome en cuenta la declaración de los derechos humanos. 258 - Diseñe e implemente programas que promuevan la higiene mental, para proteger y prevenir a la población de enfermedades y trastornos emocionales y/o mentales, producto de la violencia, marginación, pobreza, etc., en la población femenina. - Garantice los servicios de salud gratuitos y medicamentos en las comunidades por donde pase la infraestructura. - Incluya la prevención y atención de la salud física y emocional de las personas derivadas de su condición de género. - No aliente la privatización de los servicios de salud. - Incluya enfermedades crónico degenerativas, a la par de las enfermedades epidemiológicas. - Garantice que ningún proyecto del PPP atente contra el medio ambiente, ni la seguridad de las y los trabajadores. - Brinde protección y atención a la población civil, que amerite tratamiento por trastornos postraumáticos, físicos y emocionales en casos de crisis y desastres naturales. - Respeten los derechos de propiedad intelectual sobre los saberes, conocimientos y biodiversidad sobre medicina tradicional de las poblaciones indígenas. - Destine recursos de Salud del PPP para el desarrollo de los sistemas de salud y prácticas curativas de los pueblos indígenas. - Garantice que un porcentaje de los recursos generados por el PPP, se reinviertan y viertan en las localidades, en salud, educación y calidad de vida de la población local, destinados a mejorar la calidad y cobertura de los servicios de salud. - Garantice servicios especializados de atención médica y transporte en caso de emergencia, sobre todo de poblaciones remotas. - Haga un análisis de las legislaciones de los países involucrados en el PPP, en materia de violencia, medio ambiente y salud para alcanzar los estándares más altos en relación con las Convenciones y Conferencias internacionales. El PPP debiera tener lineamientos éticos regidos por estas legislaciones. - Tome en cuenta que el agua es un recurso vital que no debe privatizarse. Las comunidades afectadas por el PPP deben contar con agua potable gratuita. - Para que estas recomendaciones puedan cumplirse se requieren: 1) Mayor presupuesto para salud. 2) Un estado laico y políticas laicas. 3) Incluir la perspectiva de equidad de género en todas las acciones. EJE TEMÁTICO: EDUCACIÓN Facilitó: Adela San Vicente. Relató: Alibel Pizarro Mecanismos de Seguimiento • Destinar presupuesto para talleres sobre el PPP nacionales y regionales de información, con metodología inclusiva y negociada con la sociedad civil. • Difundir el PPP por medio de páginas electrónicas regionales y por país con información de las propuestas y el presupuesto sobre el Proyecto de Desarrollo Humano. Utilizar otros medios de comunicación como folletos, radio, T.V., utilizando las diversas lenguas. • Establecer Comités de Seguimiento por país que se reúnan cada 6 meses para dar seguimiento a los resolutivos de esta reunión y evalúen los avances. Estos Comités deberán incluir a actores del Gobierno, en especial en el caso de México a los Institutos Estatales de la Mujer y en el caso de Centroamérica, la institución encargada; los representantes de los sectores competentes, se propone que participe el Secretario del Ramo de acuerdo a la especialidad que se le ha dado a cada país (por ejemplo a Belice le corresponde el Turismo, entonces deberá asistir el Secretario de Turismo); representantes del poder legislativo y del sector académico. • El Comité de Financiamiento del PPP informará a este Comité de Seguimiento sobre el presupuesto con que se cuenta y pedirá un monto para proyectos destinados al desarrollo humano. 259 • Establecer una red con los participantes de la sociedad civil organizada y especializada en género. Para ello es necesario contar con el directorio. • Se rescatarán proyectos educativos que bajo ciertos parámetros tuvieron éxito para atender a población en condiciones de marginalidad. EJE TEMÁTICO: MIGRACIÓN Facilitó: Paola Willis. Relató: Gabriela Guzmán Mecanismos de seguimiento I. Que en la Cumbre de Presidentes se convoque a los países comprendidos en el Plan Puebla-Panamá para que firmen o ratifiquen la Convención Internacional para los Derechos de los Migrantes. II.Crear una subcomisión en materia de equidad de género para: • La elaboración y diseño de proyectos productivos para la producción de alimentos y para la generación de ingresos. Estos proyectos deben tener asegurada la comercialización a precios justos y créditos accesibles con bajas tasas de interés. • La creación de albergues dignos para la atención de migrantes en los estados y países comprendidos en el Plan Puebla-Panamá. • Que la educación para los migrantes sea itinerante; multinacional o interregional. • Creación de un Fondo Nacional para la atención de los migrantes y familiares. • Crear un documento único de identificación (Panamá-México). PROPUESTAS Las siguientes son propuestas de mecanismos que consideramos necesarios para asegurar el cumplimiento, la defensa y la aplicación de la perspectiva de género y las Metas del Milenio en la Iniciativa Mesoamericana de Desarrollo Humano del PPP. Nos proponemos incorporar un párrafo introductorio que dé sentido a la propuesta en cada uno de los apartados de este documento. Lo que se ha perfilado hasta aquí son propuestas de mecanismos institucionales operativos a ser presentados ante la Subsecretaría de Temas Globales y la Coordinación General del PPP de la Secretaría de Relaciones Exteriores del Gobierno Mexicano en la sesión final. 1. Creación de una instancia para el cumplimiento de los derechos humanos en el PPP Creación de una instancia que asegure el cumplimiento de los derechos humanos en el contexto de las competencias del PPP que tenga atribuciones y facultades para: • Recibir denuncias • Conocer e intervenir para el freno de violaciones En esta instancia deberán participar los sectores organizados de la sociedad civil, académica, derechos humanos, Procuraduría e institutos estatales de la mujer en los estados participantes y mecanismos de la mujer en los países en el PPP. Ámbitos de defensa e intervención: • Laboral (maquiladoras, turismo, etc.). • Violaciones a los intereses alimentarios de la población (plasmados en principios, prioridades y proyectos de las comunidades). • Seguimiento a las políticas contra la pobreza y la inequitativa distribución de la riqueza. • Seguridad jurídica de las mujeres sobre la tenencia de la tierra. • Ubicación institucional: - Se propone que se ubique dicha instancia en el segundo nivel del esquema organizativo del PPP. 260 2. Crear un mecanismo de seguimiento y elaboración de propuestas en la Comisión Ejecutiva Se propone un mecanismo en la Comisión Ejecutiva del PPP que revise las propuestas en materia de equidad de género en la Iniciativa Mesoamericana de Desarrollo Humano con participación mayoritaria de mujeres de comunidades étnicas, pueblos indígenas, rural y urbano y de la sociedad civil, que tengan elementos conceptuales y técnicos con perspectiva de género, para elaborar recomendaciones de diseño, planeación, ejecución, seguimiento, monitoreo y evaluación. Se propone que el mecanismo se amplíe a cada una de las Iniciativas Mesoamericanas que comprende el PPP. 3. Participación de las Ministras en las Subcomisiones Técnicas de las Iniciativas Las Ministras de los Asuntos de la Mujer en los países centroamericanos participarán en la instrumentación de los procesos y programas que emanen del PPP a través de las Subcomisiones Técnicas de cada Iniciativa. 4. Educación y Salud • Rescate de experiencias exitosas anteriores impulsadas por las instituciones oficiales de educación pública y de salud y las organizaciones sociales y civiles. • Desarrollo de programas especializados para aquellas poblaciones que quedan al margen de la oferta institucional actual (ej. Adolescentes trabajadores, niñas y niños migrantes, mujeres adultas mayores). • Vigilancia estricta de la calidad de los servicios de educación y salud. 5. Migración • Desarrollo de los aspectos legislativos y administrativos de una ciudadanía sin fronteras. • Difusión de información en torno a los derechos de las y los migrantes. • Instalación de Centros de Defensa y Atención (servicios) de las personas migrantes, gubernamentales o de la sociedad civil con apoyo gubernamental: un centro por Estado dentro del PPP . 6. Fondos de asistencia técnica En la Comisión de Alto Nivel de Promoción y Financiamiento se propone constituir un Fondo para la Asesoría y Asistencia Técnica de los grupos y organizaciones sociales, que busquen implementar proyectos de desarrollo comunitario en el marco de las Metas del Milenio, de los Derechos Humanos, de Equidad de Género y de Sustentabilidad en la región Mesoamericana, así como que permitan detener proyectos nocivos para éstos. Mecanismo: Se propone gestionar un Fondo de Asistencia Técnica para la Región Mesoamericana, en cuya adjudicación participen los diferentes niveles de gobiernos, las universidades y las mujeres de la sociedad civil de los diferentes sectores, con lineamientos sujetos a la equidad de género. 7. Las consultas comunitarias Con el fin de que las consultas sean informadas y útiles a las comunidades para su propio desarrollo, se propone tomar en cuenta los siguientes mecanismos: • Conformar una Comisión Amplia, compuesta por gobiernos, universidades y organizaciones de la sociedad civil, que tenga las siguientes responsabilidades: - Diseño del proyecto. - Supervisión de la ejecución. - Vigilancia de la elaboración de conclusiones y propuestas. - Seguimiento a la aplicación de las conclusiones. - Monitoreo y evaluación. • Constituir un mecanismo para informar y recoger los proyectos de las mujeres de los pueblos indígenas y comunidades étnicas, atendiendo a su lengua, cosmovisión, usos y costumbres y necesidades. 261 8. Participación del Poder Legislativo Se promoverá que las Comisiones Especiales de los Poderes Legislativos de la Región conozcan los resultados del Foro Regional de Reflexión y que consideren, analicen y aprueben los mecanismos incluidos en esta propuesta. ANTES DE LA CLAUSURA Posterior a la lectura que hizo Friné López de los resultados de los dos días de trabajo del Foro, pidió la palabra David Atkinson, Representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en México y dijo lo siguiente: “Es importante concebir al PPP como un espacio abierto y en construcción, que se enriquecerá con este evento. Todos estamos en la búsqueda de un mundo mejor. Queremos establecer un espacio de comunicación más amplio y definir dónde podemos construir espacios para las mujeres. El BID ha participado los dos días en este Foro”. Felicitó a los organizadores, dijo que es un avance muy importante y que tomarían nota de las conclusiones y recomendaciones, para comunicarlas a Washington. Hizo una reflexión no oficial: “el PPP no es un plan, es más como un espacio abierto en el que intervienen ocho países, 80 millones de personas y donde se coordinan para buscar soluciones. Espero que en esta reunión no se haya interpretado al PPP como una orden desde arriba, nunca ha sido conceptualizado de esa manera, ni el Presidente Fox ni los presidentes del resto de los países así lo conciben. Es un espacio abierto para buscar soluciones. Para los gobiernos y las burocracias, reuniones de esta naturaleza levantan expectativas y se avanza en la corresponsabilidad entre gobierno, organizaciones internacionales y sociedad civil. Ustedes nos tienen que perseguir y plantear propuestas específicas. “Existe un mecanismo en Guerrero que me parece un buen modelo para responder a las demandas de la población con la participación de la sociedad civil, en ella, instancias civiles analizan los proyectos en los que se van a invertir los recursos económicos. Tenemos que ofrecer apoyo técnico y financiero, ustedes van a tener que perseguirnos hasta el cansancio y plantearnos propuestas. Si no tenemos propuestas específicas no podemos responder”. 262 ASISTENTES Resultados de los Asistentes al Evento por Tipo de Organización Tipo de Organización No. de Organizaciones Academia 13 Academia Gobierno 66 Gobierno Organizaciones OSC de la Sociedad Civil Organismos Internacionales Independientes 50 Organismos Internacionales 32 Independientes 5 Total 166 Resultados de los Asistentes al Evento por los estados de la República Mexicana México No. de Personas Campeche 2 Morelos 4 Morelos Chihuahua 2 Chihuahua D.F. Campeche D.F. 109 Guerrero 1 Yucatán Yucatán 5 Michoacán Michoacán 1 Nuevo León 1 Puebla Oaxaca 4 Chiapas Puebla 1 Chiapas 3 Veracruz 4 Sin Definir 5 Guerrero Nuevo Leon Oaxaca Veracruz Sin Definir Total 142 263 ASISTENTES Resultados de los Asistentes al Evento por Países Países No. de Personas Alemania Alemania 1 Belice Belice 1 Costa Rica Costa Rica 1 El Salvador El Salvador 4 Francia Francia 1 Guatemala 4 Honduras 4 Italia 1 Panamá Nicaragua 3 México Panamá 4 México 142 Total 166 Guatemala Honduras Italia Nicaragua Resultados de los Asistentes al Evento por Sexos Sexos Hombres Mujeres 264 No. Personas Hombres 36 Mujeres 130 Total 166 CLAUSURA CLAUSURA DEL FORO REGIONAL DE REFLEXIÓN SOBRE LAS METAS DEL MILENIO Y LA EQUIDAD DE GÉNERO EN EL MARCO DEL PLAN PUEBLA-PANAMÁ La clausura del Foro estuvo a cargo de la Sra. Patricia Olamendi de la SRE, el Sr. Thierry Lemaresquier de la ONU y el Sr. Herbert Taylor de la SRE. Patricia Olamendi Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, SRE La Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Patricia Olamendi, agradeció la activa participación de los asistentes al Foro de Reflexión. Mencionó que la preparación del Foro no fue una tarea sencilla, pero que su realización resultó muy significativa al abrir la puerta a un amplio diálogo que permita generar ideas conjuntas del gobierno y la sociedad civil para promover el desarrollo de la región Mesoamericana. El Foro Regional de Reflexión es un ejemplo de que la sociedad civil, el gobierno y los organismos internacionales pueden trabajar de manera unida y exhortó a continuar e intensificar dicho trabajo. La Subsecretaria para Temas Globales hizo mención a un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en el que se destaca el trabajo de las mujeres como elemento que aporta la dimensión humana a las políticas económicas de la región. Afirmó que la participación de las mujeres debía seguir siendo un eje rector de las políticas económicas y sociales, y que la equidad de género debería ser la línea central del Plan Puebla-Panamá. La subsecretaria Patricia Olamendi invitó a seguir avanzando en la organización de espacios de reflexión con la participación de instituciones financieras como el Banco Interamericano de Desarrollo y otros organismos internacionales, a fin de comprometerlos con el desarrollo de la región Mesoamericana. De igual manera, recalcó que el intercambio de ideas franco y abierto, como el que caracterizó al Foro, es fundamental para el éxito de estos ejercicios. La realización de consultas en las comunidades, la participación de las instancias nacionales y estatales con competencia en el tema de las mujeres en la instrumentación de los procesos y programas derivados del Plan Puebla-Panamá, y la generación de políticas públicas que tengan como base a la equidad de género, son, entre otros, los elementos más destacados en este Foro. Es necesario llevar los resultados de este intercambio a la atención de las reuniones de cancilleres y de los responsables del Plan PueblaPanamá, a fin de que sean tomados en cuenta durante su ejecución. Patricia Olamendi propuso mantener un espacio permanente de trabajo y reflexión entre sociedad, gobierno y organizaciones de la sociedad civil, de manera que las propuestas del Plan sean el resultado de una discusión y gocen de apoyo y consenso. Asimismo, destacó que las difíciles condiciones en que viven grandes sectores de la población en la región Mesoamericana, en particular las mujeres, hace indispensable diseñar estrategias que hagan que el Plan contribuya efectivamente al desarrollo humano. En la medida que éste refleje de manera más clara a la equidad de género, ayudará a mejorar la vida de las mujeres de la región. Subrayó que ello puede lograrse a través de la construcción de nuevas propuestas alternativas. Por último, la Subsecretaria Olamendi felicitó a todos y todas por el esfuerzo, recalcando que la reunión marca el inicio de la construcción de un diálogo permanente en la región. Concluyó recordando que el papel de la sociedad civil es el de exigir y el de las personas ejecutoras del Plan el de responder. 269 Thierry Lemaresquier. Coordinador Residente del Sistema de las Naciones Unidas en México El Coordinador Residente del Sistema de las Naciones Unidas en México, Thierry Lemaresquier, se refirió al objetivo de incorporar en la agenda del Plan Puebla-Panamá, el cual aún es un plan abierto, un breviario social con sentido humano en materia de desarrollo territorial y ordenamiento. Asimismo, puntualizó la necesidad de distinguir entre los que son los medios de desarrollo, siendo uno de éstos el ingreso como medio para la obtención de una vida mejor, pero al mismo tiempo también lo es la infraestructura; importando de esta forma el fin, que se mide a través de los indicadores en materia social, política y económica, incluyéndose en cada uno de ellos el tema de equidad de género. Por lo tanto, resaltó que el Foro es la respuesta a una necesidad para que el PPP viva un proceso de enriquecimiento sustantivo y temático. Señaló que los dos grandes desafíos eran el fortalecimiento de la democracia y la reducción de la desigualdad. Las democracias deben ir más allá de los buenos resultados que se han obtenido en la región Mesoamericana, por lo que no se debe olvidar que la democracia se construye a partir de un concepto de ciudadanía, que no se puede limitar al hecho de ser considerado como votante un individuo dentro de un mercado electoral. Se debe pasar de una definición en donde tradicionalmente el votante es objeto del mercado, a una democracia donde el ciudadano/a es sujeto de su propia democracia, lo cual tiene que ver con el tema de la igualdad y desigualdad, puesto que la región tiene los niveles más altos de desigualdad, siendo ésta de carácter multifacético y multidimensional, teniéndose así varios tipos de desigualdad: de género, étnica, geográfica, económica, etc. La igualdad de género no es una solicitud retórica, no hay desarrollo sustentable con sentido social, político y cultural si no se superan los derechos de las mujeres con relación a la pobreza, salud, violencia, migración y educación. Por lo tanto, se debe enfrentar simultáneamente a la democracia y a la desigualdad, dando la cara a los derechos de las mujeres a través de una colaboración entre hombres y mujeres para poder alcanzar este objetivo. El Coordinador del Sistema de las Naciones Unidas extendió una invitación a los hombres a hablar sobre los temas de desigualdad de las mujeres, pensando a su vez en las posibles soluciones que pueden ser planteadas para erradicar dicha desigualdad. Thierry Lemaresquier dijo que el Plan Puebla-Panamá no debe ser un ejercicio tecnocrático y burocrático, sino un espacio abierto. Exhortó como necesario el aterrizar el PPP en un contenido concreto y medible con el objeto de que pueda ser convertido en metas e indicadores, que den a su vez respuestas viables para la región Mesoamericana. En la revisión del concepto de desarrollo, la sociedad civil tiene un rol imprescindible para que se entre en una época de mayor exigibilidad acerca de los derechos, los cuales tengan una plataforma, presupuesto y respaldo de instituciones, así como del gobierno, el cual asegure que estos derechos sean cumplidos. El coordinador señaló la necesidad de poner un esfuerzo común, metodológico y político para que no se evaporen los resultados, sino para que se ponga en marcha un sistema de trabajo conjunto con el objeto de obtener un monitoreo de la implementación de las conclusiones a las que se llegaron en el Foro de Reflexión. También manifestó su punto de vista sobre la incorporación de las Metas del Milenio dentro del Foro, señalando que no se tuvo que hacer una redefinición, sino que se partió de metas y objetivos ya establecidos para lograr mejores propuestas y avances para la región. Felicitó este esfuerzo de la SRE y UNIFEM por realizar el Foro Regional de Reflexión. Finalmente, concluyó diciendo que las Metas del Milenio son de suma importancia en cuanto a la dimensión de género, pues dicha referencia es importante para las Naciones Unidas, debido a que proporciona una plataforma de dónde partir para avanzar. 270 Herbert Taylor. Jefe de la Unidad Coordinadora del Plan Puebla-Panamá. Subsecretaría para América Latina y el Caribe. SRE El Jefe de la Unidad Coordinadora del Plan Puebla-Panamá de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Herbert Taylor, manifestó su agradecimiento a los y las participantes presentes en el Foro de Reflexión, a Teresa Rodríguez y a Patricia Olamendi, por los dos días de intensos debates sobre el desarrollo humano con énfasis en la equidad de género. El primer tema que abordó fue uno de los problemas del Plan Puebla-Panamá para la Región SurSureste de México, donde existían 17 proyectos integrales y estratégicos, los cuales desafortunadamente no eran conocidos en su totalidad por los gobiernos y la sociedad civil, manifestando Herbert Taylor ante esto el gran fracaso que se sentía al principio, puesto que dichos proyectos debían ser llevados a la sociedad civil si se tenía el deseo de construir un desarrollo en la región. Por lo tanto, el desarrollo no puede ser alcanzado si no se tiene una idea de una gran alianza de la sociedad y el gobierno, con el objeto a su vez de sacar adelante los atrasos que la región está viviendo. Además, dicha alianza no se puede dar si no existen debates, discusiones, polémica, foros, sensibilidad por los que deben tomar decisiones y sobre todo si no hay momentos de encuentro. De acuerdo a una de sus experiencias en San Cristóbal de las Casas, tuvo una sesión larga con investigadores del Colegio de la Frontera Sur, dijo que la misma no había sido fácil, hubo mucha discusión, criticaron el PPP, pero se detectaron problemas y líneas de trabajo. Manifestó que si los que ahora tienen responsabilidades de conducción, así como alguna responsabilidad gubernamental no entienden que antes y después de este ejercicio continúan siendo sociedad, no se podrá consolidar una alianza para lograr objetivos que sean planteados en el futuro. Otro déficit que planteó acerca del PPP se refiere a la comunicación social, masiva y cercana, la cual no se encuentra presente para todas las personas involucradas en dicho Plan. Ante este problema, a México, a partir del mes de julio le corresponde ser presidente por seis meses del proyecto que se llama Información, Consulta y Participación, el cual se pondrá en ejecución para tener un mecanismo de información y participación. El Jefe de la Unidad, Herbert Taylor, señaló su convencimiento sobre la planeación participativa, en donde los que viven en el lugar, los que tienen los problemas, los que saben lo que está pasando, tienen más cerca la solución conceptual que los que se encuentran en un tema o proyecto por algún tiempo. Por lo que para el tema Sur-Sureste mexicano se iniciará un proceso intenso, serio y profesional de diálogo para el desarrollo de esta región a partir del PPP, con la participación de los actores sociales fundamentales. Respecto a los resultados obtenidos de los dos días, dijo que algunos son viables, mientras que otros deben ser llevados a un debate más profundo, y otros simplemente corresponden a políticas de los gobiernos estatales o de alguna localidad, por lo que deben ser resueltos bajo estas instancias para posteriormente encontrar propuestas dentro del marco del PPP. El Plan Puebla-Panamá sí representa un lugar, es un ser vivo que se encuentra creciendo, que aprende y comete errores y tropiezos, por lo cual aún queda mucho por hacer. En referencia al tema indígena, hace seis meses se comenzó un debate intenso al interior del PPP, llegándose al final a la solución de conformar un organismo llamado Grupo Asesor para la Participación Indígena y Étnica (GAPIE) para cada uno de los gobiernos, en donde estuviera un conocedor del tema por cada gobierno. Actualmente los indígenas tienen un foro, un debate. En el caso mexicano se iniciarán 30 foros en 29 localidades indígenas y una regional, y en cada país se verá la forma de hacer consultas indígenas conforme a su propia realidad. También mencionó la corresponsabilidad de este proceso y que en la Comisión Ejecutiva del PPP se conforme un grupo especializado de equidad de género, para que sea éste quien consulte y vea los mecanismos de diálogo, de esta manera en las iniciativas el tema de género no será pasado por alto dentro del marco del PPP. Asimismo, que este grupo especializado en el tema de género tenga cabida dentro de las discusiones mensuales que se tienen con todo el grupo técnico interinstitucional. 271 Se comprometió a llevar estas propuestas a la próxima reunión de la Comisión Ejecutiva. Lo más importante es que el PPP sea humano. Concluyó que la conformación de un organismo donde las mujeres tengan un foro permanente dentro del PPP, será el medio que cubrirá esta agenda que se ha planteado en el Foro de Reflexión, siendo así el punto de referencia. Posteriormente a la intervención del Sr. Taylor, algunas participantes expresaron su inquietud sobre la importancia de que haya una instancia que vigile el cumplimiento de los derechos humanos, la constitución de una Fiscalía, así como, que en las consultas y talleres con los Pueblos Indígenas se incluya la equidad de género. El Jefe de la Unidad Coordinadora del PPP respondió que considera fundamental que, por lo pronto, haya un lugar para el tema de género, como existe para los asuntos indígenas, independientemente de incorporar las propuestas identificadas en el Foro que son de la competencia del PPP. La Subsecretaria Olamendi enfatizó nuevamente que este Foro es el inicio del diálogo sobre el PPP. Finalmente se acordó que en el corto plazo, se realizaría una reunión con la Unidad Coordinadora del PPP, incluido su jefe el Sr. Taylor y su equipo y un grupo de mujeres de Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) de diferentes estados de México que participaron en el Foro Regional. 272 ANEXOS FORO “EL PLAN PUEBLA-PANAMÁ, LAS METAS DEL MILENIO Y LA EQUIDAD DE GÉNERO” MANAGUA, NICARAGUA 20 de agosto de 2003 MESA “MUJER Y ECONOMÍA”, INICIATIVA CID, UNIFEM Lola Hernández Hernández Síntesis Introducción El 20 de agosto del año en curso en Managua, Nicaragua, mujeres campesinas, obreras, empresarias, indígenas y universitarias se reunieron en el foro “El Plan Puebla-Panamá, las Metas del Milenio y la Equidad de Género” con el objeto de informarse sobre la actualización de los avances de las iniciativas del PPP y analizar el significado de estos avances para las mujeres. Las ponencias estuvieron a cargo del Sr. Ernesto Leal, Secretario para Asuntos de Integración de Nicaragua y Comisionado del PPP: Presentación del PPP: Alcances del Proyecto para Nicaragua y Avances del Capítulo Nicaragua. La Sra. María Rosa Renzi, Asesora Económica de UNIFEM en la Oficina Regional para México, Centroamérica, Cuba y República Dominicana con su ponencia: Las Metas del Milenio y la Equidad de Género, y la Sra. Bianca Mangas, miembro de la Mesa “Mujer y economía” y el Centro Humboldt, presentando La Iniciativa Mesoamericana Comercio, Integración y Desarrollo Sostenible (CID): Retos y Desafíos del Plan Puebla-Panamá para Nicaragua y la Región. El Plan Puebla-Panamá fue planteado por el Presidente Vicente Fox, de México, como una estrategia de desarrollo para Centroamérica y el Sur-Sureste de México debido a sus grandes y remarcables afinidades económicas, culturales, históricas y medioambientales. Su organización consiste en una Cumbre de Representantes de cada país y una Comisión Ejecutiva del Plan Puebla-Panamá denominada Comisionado integrada por todos los países de la región y asistida por la Secretaría General del CICA. En este Comisionado se encuentran las 8 iniciativas que plantea el PPP: Desarrollo Sostenible, coordinada por Nicaragua, Desarrollo Humano, coordinada por México, Prevención de Desastres Naturales, coordinada por Panamá, Turismo, coordinada por Belice, Facilitación e Intercambio Comercial, coordinada por Honduras, Integración Vial, coordinada por Costa Rica, Interconexión Energética, por Guatemala y Telecomunicaciones por El Salvador. Las principales inquietudes abordadas en la plenaria de discusión fueron: Poca información sobre el PPP y sus diferentes iniciativas dirigida hacia la sociedad en general. Necesidad de una estrategia de un plan de acción para una verdadera consulta civil que incluya a toda la sociedad en general y a los representantes regionales excluidos hasta el momento y que se extienda a lo largo y ancho del país. Replanteamiento de las iniciativas. Poca objetividad y realismo en la propuesta de explotación y conservación de los recursos naturales. Desinterés en la búsqueda del mejoramiento de la calidad de vida. Respuestas de ponentes a intervenciones Incidencia dentro del Plan Puebla-Panamá con la presentación de proyectos y desde el memorando de entendimiento. Todos pueden presentar proyectos: la sociedad civil, el gobierno. Los proyectos presentados deben reunir los requisitos de realismo fiscal e integración, es decir, que afecte por lo menos a dos o más países de la región y que promueva su integración. El mecanismo de presentación es el siguiente: si es un proyecto de equidad de género, por ejemplo, puede coordinarse con el INIM o con la oficina del Ing. Ernesto Leal. Ésta pasa el proyecto a un comité técnico interinstitucional del sector (en este caso habría que ver cuál es el comité técnico, pero si es un proyecto de equidad en salud, tendría que consultarse al Ministerio de Salud. Si es en educación, al Ministerio de Educación). 277 El responsable del sector lo hace circular al resto de los ministros, luego pasa a la comisión técnica, quien después de analizarlo lo regresa al ministro responsable, quien a su vez lo pasa al comisionado responsable de la iniciativa, quien mantiene informados a todos los otros comisionados de que Nicaragua tiene intención, que ha presentado un proyecto que está siendo analizado y que quiere que se incluya dentro del Plan Puebla-Panamá a petición de Nicaragua y luego pasa a la aprobación de la Comisión Ejecutiva. Pareciera complicado pero no lo es, es sencillo. Creo que es sumamente importante que haya iniciativa de presentación de proyectos de la sociedad civil. Pero no solamente es importante incidir con los proyectos, sino que es necesario incidir desde el memorando de entendimiento, que es lo que define el marco en el cual se va a desarrollar esa iniciativa. Cada iniciativa está elaborando su memorando de entendimiento, o plan de acción. En el tema de desarrollo sostenible, no se puede hablar de desarrollo sostenible si no hay el tema de participación de la mujer y el tema de equidad de género. En desarrollo agropecuario y rural, los ministros de agricultura de los 8 países están desarrollando una estrategia y un memorando de entendimiento. A mi me gustaría en algún momento poder hacer una consulta al sector para que miremos qué le aportamos, qué le hacemos y ahí sí ya comenzamos a participar desde el nacimiento de la iniciativa. Como vamos a ver hay algunas otras iniciativas que están más adelantadas por distintas razones. Se tiende a ver sólo como una iniciativa de infraestructura, pero yo insisto, es una iniciativa de infraestructura porque son los proyectos más avanzados de la región, pero todas las otras iniciativas de desarrollo humano, desarrollo sostenible, están vírgenes y ahí es donde nosotros podemos insistir e incidir en la elaboración del memorando de entendimiento. Además, los que ya están elaborados no son piedra sólida, pueden ser reformados, si la sociedad organizada lo argumenta. Si la sociedad organizada de las mujeres me dice no, nosotras queremos una iniciativa así y así dentro de un memorando de entendimiento, yo les garantizo que ese memorando lo movemos para que se reforme. El único memorando de entendimiento que hay es el de carretera y electricidad. Desarrollo sostenible tiene inserto el tema de género, pero faltan todos los otros memorandos de entendimiento que están procediéndose a elaborar y ahí es donde podemos incidir de manera conjunta. Las carreteras ya existen, lo que se va a hacer es mejoramiento, pero tienen que ser consultadas las comunidades donde va a pasar algún proyecto del Plan Puebla-Panamá. Sobre la asignación de presupuesto a los distintos proyectos Se trata de buscar mecanismos creativos y novedosos de acceso a fondos para que verdaderamente se puedan hacer los proyectos. En Washington, el presidente nicaragüense hizo una presentación del país para acceder a $ 300’000,000.00 de dólares con unos bonos que se compran y se ponen como garantía y luego vendrían nuestros fondos. Eso despertó la inquietud en los organismos financieros internacionales y se están localizando fondos sumamente blandos y fondos que no incrementen la capacidad de endeudamiento. Si va a haber acceso a fondos para proyectos va a depender en la medida en que los vayamos necesitando. Sobre la participación de la Costa Atlántica Respecto a la inquietud de la Dra. Hoocker, nosotros no vamos a ir a la Costa Atlántica si no nos coordinamos con los consejos regionales. Dentro del plan, lo que nos han aceptado es la carretera Acoyapa-San Carlos porque la logramos vender como un proyecto de integración que nos une con una carretera que viene de San José a los Chiles y aquí en teoría se haría un puente e interconectaría. Esta carretera ya está aprobada. Logramos meter Télica-San Isidro como una alternativa vial. Respecto al proyecto Río Blanco-Siuna-Puerto Cabezas y Nueva Guinea-Bluffields los organismos financieros internacionales nos han dicho: “nosotros no financiamos una sola carretera que no tenga un estudio de impacto ambiental”; le dije al del BID que me acompañe cuando vaya a Puerto Cabezas a la consulta y le diga eso a la gente que vive ahí. Yo lo que sostengo es que el mayor impacto ambiental ya lo hicimos haciendo la trocha. Esta es una de las carreteras más caras que tiene Nicaragua, estamos hablando de 200 y pico de millones de dólares. Lo que le propusimos al BID es que, en paralelo, mientras se hace el estudio de impacto ambiental, también comencemos a concretar el tema porque hay una necesidad inminente de hacer esa carretera en Nicaragua. No sólo hay corredor pacífico, ya hay corredor Atlántico para el Plan Puebla-Panamá y habrá que ver si este plan provoca el interés de algunas inversiones en la Costa Atlántica y hay que ver el tema de la propiedades indígenas, de la demarcación territorial, el de la autonomía y otras consideraciones que tendrán que ser tomadas en cuenta. 278 Sobre la participación de la sociedad civil Intervención de María Rosa Renzi. El reto más grande que tenemos a propósito de este plan es que cruza con otras cosas. ¿Cómo podemos hacer una mirada conjunta, estrategia de desarrollo, estrategia de reducción de la pobreza, CAFTA, ALCA, Plan Puebla-Panamá y otras cosas que surjan? A veces vemos como pedazos de esta realidad y todos ellos interactúan. También aquí dentro de la sociedad civil hay distintos intereses y hay intereses que están contrapuestos, entonces ¿cómo hacemos para ir encontrando una mirada común? El otro punto es cómo crear mecanismos de consulta y decisión. En el caso de la estrategia nacional de desarrollo, una de las cosas que se está tratando de hacer es dejar sentados mecanismos locales, en este caso departamentales, para que lo que hoy es una primera consulta de la estrategia, luego sea un espacio de participación y de decisión de lo que queremos o lo que la gente quiere en su propio territorio. Esa es una oportunidad para que de esta misma manera podamos meter en esos mecanismos que van a ser institucionalizados, lo que es el monitoreo y seguimiento de muchas de estas políticas y de muchos de estos proyectos. Me parece entonces que hay varios retos que tenemos en el camino y que apuntan a fortalecer las capacidades organizativas, a hacer una incidencia mucho más directa en la formulación de políticas y proyectos y obviamente todo esto cruza por la presencia de la organización de mujeres en esos espacios. Sobre el registro de datos para el seguimiento y monitoreo Celia Aguilar. En México hay un sistema de seguimiento estadístico para la situación de las mujeres, pero lo hemos trabajado todo por las instituciones gubernamentales y el INEGI, que es el Instituto de Estadística y Geografía y es el que tiene el sistema del enfoque de género en toda la producción de estadística, no solamente incorporar el enfoque de género en la información estadística sino la producción, el registro. Por ejemplo en los pueblos indígenas, las mujeres ni siquiera existen porque no están registradas, entonces cómo vamos a ver el trabajo de cómo se van a afectar con el Plan Puebla-Panamá mujeres y hombres si no tenemos ni siquiera el dato de la existencia. Yo he estado proponiendo que una de las iniciativas puede ser un proyecto de estadísticas de las mujeres, de apoyo a las oficinas productoras de información y lo otro, que también es una cosa bien interesante que estamos haciendo, es aprovechar los registros administrativos, en los hospitales, en las escuelas, en cualquier evento de la vida institucional de cualquier persona hay un registro que se hace y se guarda, nosotros estamos trabajando en darles un enfoque de género, además de vincularlos con la información estadística e institucional. Síntesis de las inquietudes y comentarios Existe una desinformación alarmante en el país, donde un gran número de jóvenes, hombres, mujeres, sindicalistas y estudiantes desconocen el tema o apenas logran informarse con los escasos foros, debates y pequeñas publicaciones que esporádicamente aparecen en el país. Se hace indispensable la participación de la sociedad civil entera para reunirse, conocer, consultar, promover, y finalmente realizar un diseño estratégico de consultas para elaborar un plan de acción que incluya a todas las regiones y los sectores sociales y económicos del país. Principalmente a las mujeres, los y las indígenas y pueblos constantemente no tomados en cuenta como son las Regiones Autónomas del Atlántico y el norte de Nicaragua. En la Iniciativa de Desarrollo Sostenible no está presente la búsqueda de soluciones a problemas como el manejo de desechos sólidos, conservación de los suelos y acceso y tenencia de la tierra. Existe poca objetividad en cuanto a la explotación de los recursos forestales como potencial económico presente en esta iniciativa, pues la sobre-explotación masiva realizada a lo largo de los años ha dejado únicamente pequeñas islas de bosque convertidas en reservas para evitar su extinción. Sin embargo, creemos que si el plan es algo a lo cual debemos de sustentarnos y si la iniciativa de desarrollo sostenible es una responsabilidad que Nicaragua debe impulsar en la región, se deberían replantear varias cosas: • Atención a programas que protejan a especies en peligro de extinción, que debería ser otro ejemplo que no aparece dentro de la Iniciativa de Desarrollo Sostenible. • Los puntos relacionados a la contaminación de aire, tierra y agua por productos industriales, petroleros, agroquímicos, ingenios, quemas de rastrojos, etc. ya que no se definen las obligaciones con el ambiente para quienes utilicen estos productos. 279 • Los temas de empleo, vivienda y crédito no aparecen en las iniciativas a pesar de su importancia, por lo cual consideramos que deben incorporarse como un mandato directo dentro de la Iniciativa de Desarrollo Urbano y la Iniciativa de Desarrollo Sostenible. • La consulta a la sociedad civil, para que deje de convertirse en un discurso político estancado, pues si bien es cierto se están haciendo consultas, éstas son muy escasas y se convierten en un empantanamiento dentro del proceso global de tratados de libre comercio. • Identificar como principal objetivo el levantamiento de infraestructura dejando de lado el mejoramiento de la calidad de vida de los mesoamericanos es conflictivo. El enfoque de la iniciativa de desarrollo humano es de carácter asistencialista y no busca dar un salto significativo en cuanto a la definición de la brecha social entre hombres y mujeres. • En cuanto a esto último consideramos que es un punto de partida para las mujeres como productoras y reproductoras, consumidoras, micro empresarias y sostenedoras de la casa en Nicaragua, ya que se hace indispensable lograr incorporar una equidad de género sustentable para obtener iguales oportunidades en este Plan Puebla-Panamá, aprovechando los fondos disponibles, ejerciendo presión para que éstos se trasladen a las mujeres en particular y que nuestra lucha la hagamos visible para ir avanzando en un proceso de fortalecimiento de capacidades desde las mujeres, no sólo de cara al Plan Puebla-Panamá sino también de cara al CAFTA. • El país debe de encontrar una solución integral que combine el desarrollo económico con el desarrollo social. Análisis realizados por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) han llegado a concluir que conseguimos más Metas del Milenio aplicando los criterios de equidad, que dependiendo de los crecimientos económicos. Esto quiere decir, que es desde la perspectiva de las mujeres, de los pueblos indígenas, población rural y demás sectores sociales que podemos cumplir con muchas de las Metas de las Iniciativas propuestas. Por lo tanto, es vital mantener incluidas a todas estas partes de la sociedad en cada uno de los planes y proyectos a realizar. • Los avances en el PPP se van realizando y las consultas con la sociedad civil dicen estarlas llevando a cabo, sin embargo éstos no definen las maneras en concreto en que la sociedad será informada y consultada. Ni convocan de manera clara y eficiente a todos los sectores sociales. Por lo tanto se hace indispensable realizar un diseño estratégico de consultas que abarque a todos y todas, mujeres, hombres, niñas y niños, jóvenes, comunidades indígenas, sectores económicos, y habitantes de las ciudades y pueblos mayormente pobladas, hasta aquellas que cuenten con sólo unas cuantas familias. Todos incluidos, inmerso en un marco de respeto a los derechos humanos con igualdad para todos y todas. • No basta un foro, es necesario determinar comisiones de trabajo, incorporar los aportes y diseñar un plan de acción sistemático. Además se propone como actividad extra analizar los memorándum y hacer una posición conjunta para avanzar sobre cuestiones concretas. • Sabemos que los efectos del plan son más pobreza, la pérdida de la soberanía nacional, la eliminación de nuestra cultura y fundamentalmente cómo nos afecta a las mujeres la profunda desigualdad entre hombres y mujeres, que también se genera en estos tratados, porque además de que son políticamente neoliberales son patriarcales. Por lo tanto hay que plantearnos metas definidas para hacer frente a temas como éstos. • Se reconoce la clara existencia de intereses de Estados Unidos y las grandes transnacionales en cuanto a lo económico, político y social, por lo cual es necesario ahondar en los aspectos legales, cuya complejidad lo convierte en un punto débil y peligroso. Se debe incluir en las iniciativas la reglamentación bien definida de toda privatización, permiso o concesión a otorgar, principalmente en los sectores energéticos y del agua. Igualmente, se debe incluir reglamentación referente a la calidad y las relaciones de trabajo entre los inversionistas extranjeros y la mano de obra nicaragüense, para propiciar y garantizar la calidad de vida y el respeto de los derechos humanos y laborales de éstos. Además, en cuanto al medio ambiente, se debe incluir en las iniciativas las medidas necesarias para mantener claras las obligaciones y responsabilidades de toda actividad que incida en el medio ambiente. De no definirse correctamente estos aspectos estaríamos abalanzándonos sobre un pronunciamiento mayor de la pobreza. 280 Debemos utilizar los espacios ya ganados para fomentar la participación de la sociedad. Las consultas deben llevarse a cabo de manera estructural. Existen mecanismos establecidos para garantizar la participación de todos en cualquier toma de decisión de esta magnitud. En especial es importante garantizar la inclusión de las regiones a las cuales tradicionalmente no se les toma en cuenta. Nos referimos a las Regiones Autónomas del Atlántico Norte y del Atlántico Sur ( RAAN, RAAS) cuya reglamentación de la autonomía fue recientemente aprobada. Hay mecanismos ya establecidos en las regiones autónomas para asegurar la participación de todos los diferentes pueblos y comunidades étnicas existentes. Queremos que el Plan Puebla-Panamá esté en el marco de los derechos de las personas y por lo tanto es de importancia plantear la disyuntiva de la participación o el rechazo. Tenemos todo el derecho a decir no a un plan que no está tomando en cuenta los derechos de las personas: la iniciativa se plantea pero su contenido no es realmente producto de nuestra participación. Es muy importante que los movimientos sociales de las regiones tengan el poder de plantear su posición y decidir por cualquiera de los casos: el rechazo o la negociación. Es importante hacer un plan de acción urgente que involucre una discusión donde todos los sectores de todos los pueblos estén presentes; desde la base de nuestra pirámide social hasta la cúspide de ésta. Que tenga como partida hablar sobre las ventajas y desventajas de Nicaragua ante el Plan Puebla-Panamá y nuestro nivel de incidencia en éste, ya que es el colchón político para que el Tratado de Libre Comercio de Centroamérica y América del Norte (TLCAN) venga a navegar a lo largo y ancho del país, y el ALCA lo haga luego en todo nuestro continente Americano. Los partidarios de las maquilas hablan de sus grandes beneficios, sin embargo Nicaragua no es un país industrial. Las pocas industrias de capital nicaragüense fueron compradas por transnacionales. El país no tiene experiencia ni políticas industriales eficientes. 281 EXPOSICIONES “PPP: Alcances del Proyecto para Nicaragua y Avances del Capítulo Nicaragua” SR. ERNESTO LEAL. Secretario para Asuntos de Integración de Nicaragua y Comisionado de la Iniciativa Mesoamericana de Desarrollo Sustentable del PPP ¿Qué es y qué no es el Plan Puebla-Panamá? Sé que ustedes tienen una excelente oportunidad de hacerse representar en ese evento que se va a dar en México lunes y martes, donde se va a ver el tema de la participación de la mujer, el tema de equidad de género dentro de todo lo que es el Plan Puebla-Panamá que nace como una necesidad porque el presidente Fox tiene un problema en México: que con el Tratado de Libre Comercio con EUA y Canadá se le ha desarrollado la parte norte de México y los estados del SurSureste se han mantenido en un subdesarrollo verdadero, en un subdesarrollo similar al que tenemos en Centroamérica. Ustedes saben que a nivel regional hay una cosa que se llama Comité Consultivo del CICA, donde hay organizaciones que tienen representaciones en tres o mas países y hay organizaciones de la mujer también representadas ahí. Se hizo una consulta, entiendo yo, y se presentó la estrategia de la visión que Centroamérica, como región, creía debía ser su estrategia de modernización y transformación hacia el futuro. Se presentó a la comunidad internacional en marzo de 2001. Entonces se tenían dos cosas, Fox por un lado con su necesidad de desarrollar los estados del Sur-Sureste de México y los centroamericanos con una necesidad de desarrollar una estrategia que fuera apoyada económicamente por la comunidad internacional, luego se decidieron a concertar ambas cosas y básicamente, en junio del 2001, se lanza el Plan Puebla-Panamá que es básicamente el inicio de dicho plan. Yo creo que Centroamérica, y Nicaragua especialmente, tiene tres grandes retos y básicamente el tema de la equidad de género debiera estar insertado de la manera que sea necesario. Nicaragua, como parte de Centroamérica, enfrenta ahorita un Tratado de Libre Comercio con EUA que ya mencionaba que tiene sus riesgos, tiene sus amenazas y hay que verlo de manera objetiva en el sentido de que tiene riesgo pero podría tener beneficios. Nicaragua enfrenta también otro tema que es la integración centroamericana, que la viene enfrentando desde hace muchísimos años, ahí hay grandes retos, grandes amenazas, pero hay también grandes oportunidades. Nicaragua no es viable sola ante el mundo, ante este mundo que cada día se conforma en regiones y subregiones mundiales. Y el otro gran reto es el tema del Plan Puebla-Panamá. Yo diría que no compiten entre sí, nada más que son complementarios entre sí, uno es un Tratado de Libre Comercio que tiene un tipo de amenazas y otro es un tema de integración centroamericana y con México. Son 8 estados del Sur-Sureste de México y obviamente Centroamérica, que incluye a Panamá y a Belice, cosa que en el tema de integración centroamericana estos dos países sólo participan parcialmente en ella y no en todo, pero en el Plan Puebla-Panamá sí participan. Con México, Centroamérica comparte una serie de afinidades, históricamente estamos vinculados a México, también tenemos afinidades culturales, tenemos ecosistemas integrados como el Corredor Biológico Mesoamericano. Es un ecosistema que va obviamente desde México hasta Panamá. Tenemos una localización estratégica, tenemos los mismos retos sociales y económicos y afortunadamente tenemos el mismo potencial de desarrollo tanto en los estados del Sur-Sureste de México como en Centroamérica. Básicamente, lo que decíamos es que México tiene su plan, Centroamérica tiene su plan. La subcomisión económica para América Latina, que es una institución de la ONU, el BCIE y el BID hacen un estudio de conectividad, se constituye la comisión ejecutiva, que no es más que representantes de los presidentes para efectos del Plan Puebla-Panamá, y salen 8 iniciativas con veintitantos proyectos. Este es más o menos el esquema de organización del Plan Puebla-Panamá. Básicamente la organización es muy sencilla, está la cumbre de presidentes, que es la máxima autoridad incluyendo México y está la comisión ejecutiva del Plan Puebla-Panamá, que es un representante al que se le llama comisionado, un representante por país que está asistido por la Secretaría General del CICA. Aquí están las 8 iniciativas que son: Desarrollo Sostenible que la coordina Nicaragua, Desarrollo Humano que la coordina México, Prevención de Desastres Naturales que la coordina Panamá, Turismo que la coordina Belice, Facilitación e Intercambio Comercial que la coordina Honduras, Integración Vial que la coordina Costa Rica, Interconexión Energética que la coordina Guatemala y Telecomunicaciones que la coordina El Salvador. Aquí tenemos una comisión de financiamiento que son los ministros de hacienda y los comisionados, coordinados por el presidente del Banco Interamericano, Enrique Iglesias. Tenemos un grupo técnico 282 interinstitucional donde está la CEPAL, el INCAE, el BID, el BCIE, la CIECA, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, muy recientemente se incorporó el Instituto de Crédito Oficial de España y hay otras instituciones que quieren ser incorporadas. Nosotros tenemos el tema de la iniciativa de consulta y participación ciudadana dentro del Plan Puebla-Panamá. Esto es un plan de consulta permanente con la sociedad civil, nosotros hemos desarrollado una estrategia, ya hemos estado en León consultando con la sociedad civil sobre el plan, estamos en contacto con el Consejo de Desarrollo del departamento de León para ver los proyectos que se van a desarrollar en ese departamento y además queremos que la sociedad civil no sólo vea esos proyectos sino que también pueda promover y presentar proyectos al Plan Puebla-Panamá. Hemos estado en Rivas. En Rivas todavía no hay una organización de desarrollo departamental, lo que se pretende es que cada departamento tenga una organización de desarrollo representada por la sociedad civil. También estuvimos en Granada y les sugerimos que hicieran su propia organización de desarrollo. El jueves 28 estaremos en Masaya y hay un cronograma de visitas a los 17 departamentos y a todo el territorio nacional. Posteriormente y casi en paralelo se estarán dando presentaciones en las universidades. Vamos a iniciar con la universidad de León este jueves. No va a ser un taller, porque lo que ustedes están haciendo aquí es lo que nosotros hacemos en el Plan Puebla-Panamá: se reúnen en mesas, cada quien discute algunas preguntas, algunas orientaciones, luego hacemos resúmenes de grupo y ahí sacamos un extracto de qué es lo que quiere la población, qué es lo que opina la población, que es lo que ustedes van a hacer el día de hoy en cuanto al tema de la equidad de género. Posteriormente vamos a entrar por sectores a consultarlo: el sector campesino, el sector indígena. Ya hemos estado nosotros con Jorge Frederick porque también tenemos el tema de la participación indígena a nivel regional y hay un consejo indígena centroamericano que es el CICA, donde Nicaragua y el movimiento indígena nicaragüense está representado. Estas son más o menos las iniciativas y los objetivos del Plan Puebla-Panamá, que es potenciar su riqueza humana y ecológica para verdaderamente propiciar un desarrollo. ¿Qué tienen que tener como requisito los proyectos que presentan en el Plan Puebla-Panamá? Por ejemplo en el tema de salud, el VIH/SIDA no tiene fronteras, el combate al SIDA promueve la integración puesto que es una cosa que no tiene fronteras y es una enfermedad infecto contagiosa. También fortalecer la sostenibilidad de los recursos naturales; yo no sé si ustedes saben, por ejemplo, que Costa Rica en 1977 hizo la presa El Arenal. Los afluentes del Río San Juan que vienen principalmente de Costa Rica han afectado el caudal del Río San Juan por efectos de la presa El Arenal. Si hubiera existido verdaderamente una cosa como ésta donde se mide el impacto ambiental que puede tener un proyecto, no sólo en el interior de su país sino en los países fronterizos, estaríamos en una situación distinta. Después, que disminuya la vulnerabilidad ante los desastres naturales, que se respete la diversidad cultural sobre todo en las comunidades indígenas y que promuevan la participación social, eso es lo que estamos haciendo aquí, esperamos tener una consulta completa en el tema de la mujer y con el sector para la equidad de género, que fomente la participación del sector privado y que beneficie a toda la región, pero aquí ya logramos que no sea necesariamente a toda la región sino que podemos hablar de proyectos bilaterales. Queremos que sean consistentes con el realismo fiscal. Aquí los nicaragüenses estamos en desventaja, nosotros no tenemos capacidad de endeudamiento. El BID o el Banco Mundial nos pueden decir que nos ofrecen plata pero no tenemos cómo pagarla y no podemos seguir endeudandonos. Así que Honduras y Nicaragua lo que hemos hecho dentro del Plan Puebla-Panamá, es hacer una alianza entre nosotros y hemos dicho, nosotros nos salimos del Plan Puebla-Panamá porque no tenemos acceso a financiamiento y si no tenemos acceso a financiamiento no hay desarrollo, no hay nada. Eso fue un tipo de amenaza, y ¿qué se está haciendo? Se están buscando mecanismos creativos de financiamiento para Nicaragua y Honduras. Ya hay algunas situaciones que se han encontrado, ya se han encontrado unos fondos bien concesionales y unos fondos de donaciones para algunos desarrollos de algunos proyectos que vamos a ver más adelante. Esto es como presentar proyectos y yo creo que es bien importante. ¿Quiénes pueden presentar proyectos dentro del Plan Puebla-Panamá? Todo mundo, la sociedad civil, los gobiernos pueden tener proyectos propios, las ONG pueden presentar proyectos también, en fin, cualquier país puede presentar proyectos al Plan PueblaPanamá. La manera de presentarlos es muy sencilla, ustedes tienen un proyecto de equidad de género que puede entrar en Desarrollo Humano que lo coordina México en el aspecto social, se coordinan con INIM, el Instituto Nicaragüense de la Mujer o con mi oficina y ¿qué hacemos? Se envia a unos comités técnicos que 283 tiene cada sector. En el caso de infraestructura y en el caso de salud, es fácil porque hay Ministerios de Salud en todos nuestros países y hay comités técnicos; en el tema de equidad de género habría que ver cuáles son esos comités técnicos en el interior de cada país, pero si es equidad de género en salud obviamente se tramita con el Ministerio de Salud también. Si es equidad de género en igualdad de oportunidades en la educación, pues obviamente con el Ministerio de Educación, entonces ese ministro de educación o ese ministro de salud o ese sector responsable lo que hace es simplemente pasarle el proyecto a sus colegas, a sus homólogos, un proyecto que reúna los requisitos que vimos anteriormente, realismo fiscal, integración, que afecte dos o más países y ellos lo envían a su vez a esos comités técnicos, y ellos lo analizan. Donde hay participación de los diferentes sectores, esos comités técnicos dicen si reúne los requisitos para que se integre dentro del Plan Puebla-Panamá, después se envia a los ministros responsables de los sectores y luego al comisionado responsable de Desarrollo Humano. Si ustedes presentan un proyecto por Nicaragua también me lo envían a mi y entonces en la reunión de comisión ejecutiva aprobamos el proyecto y se inserta dentro del Plan Puebla-Panamá. Ustedes dirán: ¡pero eso lleva una burocracia horrorosa y en ese proceso llegamos a viejitos y no hay proyectos!. No, tienen plazos perentorios que cumplirse, pero por ejemplo en Rivas nos encontramos que nos mandaron un proyecto que era para Nicaragua, si es para Nicaragua está bien, vamos a ver cómo se hace, pero son otras las instancias encargadas de hacer proyectos para Nicaragua. Tienen que ser proyectos de carácter que afecten por lo menos a dos países y que promuevan en cierto sentido la integración regional. El esquema es: aquí está la sociedad civil, las ONG, el grupo técnico interinstitucional, etc. A la CEPAL se le ocurre que puede haber un proyecto tal y tal y puede tener iniciativa, ¿qué es lo que hacen? Se lo envían al comisionado o la sociedad civil se lo envía al comisionado y también al responsable del sector. Este responsable de sector de Nicaragua se lo hace llegar al resto de los ministros. Si yo lo recibo lo consulto también con el responsable del sector. Me llega un proyecto de equidad de género en educación, va acorde con las Metas del Milenio, que lo vean los ministros colegas, que llege a la comisión técnica donde se analiza, se envia otra vez al ministro responsable y este se lo pasa al comisionado responsable de la iniciativa; pero yo informo a todos los otros comisionados que Nicaragua tiene intención, que ha presentado un proyecto que está siendo analizado y que quiero que se incluya dentro del Plan Puebla-Panamá a petición de Nicaragua y finalmente pasa a la aprobación de la comisión ejecutiva. Pareciera complicado pero no lo es, es sencillo. Si hay iniciativa de presentación de proyectos de la sociedad civil, creo que es sumamente importante. Después tenemos el tema de Desarrollo Sostenible que a nosotros nos toca coordinar. ¿Qué hemos logrado en eso? Que se inserte de una manera transversal en todos los proyectos y todas las iniciativas el tema de gestión ambiental. ¿Qué queremos decir con esto? Que ningún proyecto del Plan Puebla-Panamá se puede realizar si no se hace un estudio de impacto ambiental y que ningún proyecto cercano a nuestra frontera se desarrolle si no se hace un análisis de impacto ambiental que tenga sinergia con el resto de los países y que tenga un impacto ambiental estratégico en el resto. Además tenemos un proyecto de desarrollo sostenible de áreas compartidas que vamos a ver, por ejemplo, consulta indígena, diseño de estrategias del Corredor Biológico Mesoamericano. Yo le dije al Banco Interamericano, “señores, yo no sé nada de eso, ustedes no me informan, yo no sé qué consultas con los indígenas están haciendo. Yo no he ido a ninguna consulta con ningún indígena del Corredor Biológico Mesoamericano, no sé ni cuántos son y nosotros no nos vamos a hacer responsables de una cosa que no conocemos, así que lo sentimos mucho, eso es Corredor Biológico Mesoamericano, tiene que ver con el desarrollo sostenible, pero nuestras consultas indígenas las hacemos nosotros a nuestra manera y no vamos a depender de que ustedes dicen que consultaron con las comunidades indígenas y al final no consultaron nada y nosotros somos los que quedamos mal con el tema indígena”. Entonces le dijimos, “no inserten ese proyecto en el Corredor Biológico Mesoamericano a menos que nosotros tengamos el control verdadero de saber qué consulta se está haciendo”. Por último el Plan Puebla-Panamá nace en junio de 2001 y de los grandes errores que traía y posiblemente hoy van a decir ustedes que tenga otros más, era que el desarrollo agropecuario y rural de la región no estaba en el Plan Puebla-Panamá, no existía a pesar de que nuestras economías son agrícolas, nuestra población rural es mayoría en nuestro país y el resto de Centroamérica. Lo rechazamos, los ministros de agricultura se reunieron y nos cayó a nosotros el desarrollo agropecuario y rural. ¿Qué hemos hecho en el tema de desarrollo sostenible? Ya hemos hecho un memorando de entendimiento, ya se está trabajando un plan de acción de desarrollo sostenible, esperamos que para noviembre tengamos ese plan de acción y ya se esté trabajando en 284 algunas áreas multinacionales. Ahí obviamente tenemos que ver muchos temas de desarrollo: en desarrollo agropecuario rural se espera firmar en noviembre el memorando de entendimiento y es importante que sepamos qué es eso. El memorando de entendimiento es lo que define el marco en el cual se va a desarrollar esa iniciativa y ahí es donde ustedes pueden incidir. Sepan las que vayan a México, que la participación y la equidad de género deben estar dentro de la concepción de los memorando de entendimiento, ahí es donde se debe insertar el tema, no sólo en los proyectos. Como ven en el tema de Desarrollo Sostenible obviamente no se puede hablar de desarrollo sostenible si no incluye el tema de participación de la mujer y el tema de equidad de género. En desarrollo agropecuario y rural, los ministros de agricultura de los 8 países están desarrollando una estrategia y un memorando de entendimiento. Los principales programas de áreas multinacionales ¿cuáles son? Hasta el momento están costa Guanacaste, Costa Rica-Nicaragua, la costa Miskita, Honduras-Nicaragua, estamos hablando de dos países y también la biosfera Plátano y Bosawás Honduras-Nicaragua. Ustedes pueden decirme que no está el golfo de Fonseca ni está el Río San Juan. El golfo de Fonseca no ha entrado porque ahí hay un tema de conflicto, principalmente entre Honduras y El Salvador, porque Nicaragua ya tiene delimitada su parte y está clarísimo el fallo de La Haya y nos estamos peleando por tres pescados que hay ahí, uno para Nicaragua, otro para Honduras y otro para El Salvador. La verdad es que mientras nosotros nos peleamos por el golfo de Fonseca, hay un estudio de los ambientalistas que dicen que en X número de años el golfo de Fonseca va a tener un metro de profundidad por la sedimentación que nosotros los nicaragüenses, hondureños y salvadoreños le metemos a ese golfo, pero nos seguimos peleando por el golfo. En mi opinión personal debiéramos de concertar una estrategia de desarrollo del golfo de Fonseca y compartirlo. Antes, la salida al golfo la compartíamos con El Salvador y los abogados dijeron que nos metiéramos a defender nuestros intereses en La Haya. Nosotros ya tenemos derechos y es sobre los farallones que es donde están las larvas de camarones. Ahí es donde nos interesa a los nicaragüenses y ahora nos dejaron sólo tres millas. Aquí tenemos el desarrollo agropecuario y rural. Los ministros de agricultura han definido estas áreas: seguridad alimentaria y nutricional, fortalecimiento e integración de los mercados y agronegocios regionales, desarrollo y ordenamiento pesquero, innovación y desarrollo tecnológico y fortalecimiento de la sanidad, inocuidad y calidad sanitaria. Esto está en proceso, aquí es donde creo que podemos hacer que comience a participar el sector de las mujeres, para que verdaderamente se inserte el tema de género en esa iniciativa. Lo que se quiere es un desarrollo rural integral donde halla turismo, ya han oido hablar de la ruta cafetalera en turismo y ahí andan los turistas tomándole fotos a nuestros pájaros y a nuestras frutas, pero se necesita infraestructura. Están los temas de medio ambiente, educación, capacitación en salud e intercambio comercial incorporados en esas iniciativas. Ustedes que van a México al foro organizado por la cancillería mexicana, UNIFEM y otras organizaciones: hay un proyecto de salud y desarrollo humano que lo están viendo los ministros de salud, hay una iniciativa de educación para Mesoamérica, hay un sistema de demandas y servicios de capacitación, cuáles son los servicios y qué calidad de capacitación tenemos los nicaragüenses, hay un manejo integrado de ecosistemas por comunidades indígenas que se está sacando de aquí y se está pasando al Corredor Biológico Mesoamericano y hay un sistema de información estadístico sobre las migraciones, que a los nicaragüenses nos interesa para desarrollar y saber qué es lo que está pasando con nuestros nicaragüenses que viven en el exterior. En salud se está buscando la mejora de los sistemas regionales de epidemiología, el manejo integral del SIDA, prevención de tuberculosis y enfermedades contagiosas, la promoción de la salud y la ejecución de actividades comunes que promuevan la integración regional en salud. En el tema de educación, lo que han hecho es formar una comisión de acreditación de proyectos, pero está en ciernes, todavía podemos meterle lo que nosotros queramos. En capacitación, si va a haber una demanda de mano de obra extensiva necesitamos capacitarnos y saber qué centros de capacitación debería de haber en Nicaragua y en el resto de los países. El tema de estadísticas de las migraciones es para saber cómo están nuestros conciudadanos, nuestros hermanos nicaragüenses en Costa Rica, en EUA, etc. Pero nosotros los centroamericanos dijimos: o avanzamos o por lo menos nos reunimos; los ministros de salud se reunían y se llama COMISCA; los ministros de educación se reunían y hay una secretaría que se llama CEC. Ahora se inserta México, pero qué es lo que queremos en desarrollo humano, qué es lo que deberíamos querer en desarrollo humano, el Plan Puebla-Panamá es muy criticado porque es un plan de infraestructura, la infraestructura en Centroamérica, no en México, la integración vial se viene trabajando desde hace 35 años, la integración energética se viene trabajando hace 30 años. 285 “Las Metas del Milenio y la Equidad de Género” SRA. MARÍA ROSA RENZI. Asesora Económica de UNIFEM en la Oficina Regional para México, Centroamérica, Cuba y República Dominicana Después de escuchar a Ernesto y la riqueza de lo que plantea el Plan Puebla-Panamá, podemos hacer más que nada un intercambio al final, en todo caso contarles un poquito de lo que hemos hecho en Nicaragua en relación al seguimiento de las Metas del Desarrollo de la Cumbre del Milenio. En primer lugar decirles que la Cumbre del Milenio es la conclusión de un encuentro que se hizo a nivel mundial en septiembre del año 2000 en Nueva York, donde 189 países acordaron suscribir esos compromisos de la Cumbre del Milenio, es decir, metas específicas y objetivos de desarrollo a alcanzar hacia el año 2015. En realidad las conclusiones de la Cumbre del Milenio no son nada nuevo, ponen en perspectiva un esfuerzo mundial de cara a alcanzar un mínimo e indispensable que tiene que ver con los 8 objetivos que señalaba Ernesto, pero que están contenidos muchos de estos objetivos o todos ellos en las diferentes cumbres y conferencias internacionales que se hicieron en los años 90. Por otra parte el Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, ha instado a todas las agencias del sistema para poder hacer un esfuerzo colectivo que también me parece relevante, incluyendo a los organismos internacionales como el Fondo Monetario y el BID, para poder acompañar a los países y a los gobiernos en esa observación y en ese monitoreo de cuánto se va avanzando en cada una de estas Metas y desarrollo de Objetivos del Milenio. Partimos de la base cuando en Nicaragua iniciamos a comienzos del año pasado un encuentro entre todos los técnicos y representantes en primer lugar, pero luego con los técnicos de Naciones Unidas. La idea era hacer un primer reporte y un primer grupo de trabajo que se mantuvo a lo largo de todo el año y que significó la elaboración de este informe, el objetivo era fundamentalmente contribuir al fortalecimiento de las capacidades nacionales para el monitoreo y análisis de las Metas y Objetivos acordados en la Cumbre del Milenio, a través de la realización de este primer informe que se realizará cada dos o tres años dependiendo de las condiciones del país. Por otra parte, el propósito de este informe es contribuir a la sensibilización, construir alianzas y renovar compromisos políticos para la promoción del desarrollo humano en Nicaragua. Hay que señalar que la Cumbre del Milenio en realidad es la conclusión de una gran reflexión que se hace a nivel mundial y donde se hace una revisión de cuánto de las Metas y Objetivos y compromisos de cada una de las cumbres y conferencias de los años 90 se habían alcanzado y realmente la evaluación es bastante pobre. Es decir, es cierto que uno puede decir: la humanidad ha avanzado en algunos ámbitos, pero en general lo que sí se observa es: primero, que los países en desarrollo siguen muy empobrecidos, con muy poco avance sobre todo en materia de reducción de la pobreza y por otro lado, el otro fenómeno que cada vez es más alarmante son esas brechas cada vez más brutales entre los países ricos y los países pobres y las brechas de carácter social que ya se están gestando al interior de los propios países ricos y obviamente ya conocemos la realidad de los países pobres. Por eso vimos la elaboración de este primer reporte para Nicaragua como una oportunidad para hacer un proceso técnico participativo. También quiero señalar que el grupo temático que conformamos estaba integrado además de las agencias del sistema de Naciones Unidas, el BID y en tiempo parcial el Banco Mundial, también estuvo representado el CONPES y en ese momento la SETEC, que era la secretaría técnica de la presidencia encargada de coordinar todo lo que es la política económica y social. De manera que el contenido que tiene este primer informe que todavía no ha podido ser publicado para su reproducción masiva, es realmente el resultado de un esfuerzo muy colectivo y muy consensuado en términos del análisis y de las proyecciones. También una cosa que queremos señalar es que estas proyecciones o este documento ha sido de alguna manera objeto de algunas críticas en el sentido de que las proyecciones no tienen la elaboración de ejercicios muy completos, econométricos, etc. Lo vemos efectivamente como un primer esfuerzo que tiene que ir perfeccionándose en el camino y fundamentalmente no sólo para ver si podemos alcanzar o no las Metas, sino un reto que tenemos por lo que significaría también en términos de recursos y en términos de reformas de políticas poder alcanzar efectivamente las Metas. El documento que se elaboró para el caso de Nicaragua contiene distintos capítulos, fundamentalmente, en una primera parte, al analizar cada uno de los objetivos hace un recuento de cuál es la situación y cuáles han sido las tendencias en los últimos 15 años. La base de datos que hemos tomado es desde el inicio de los años 90. Sin embargo ustedes recuerdan que en los años 80 además de las distorsiones que generó la propia hiperinflación, había muy poca atención al tema estadístico y se perdió en esa época mucha información 286 estadística, por lo tanto para muchas de las proyecciones que tuvimos que hacer en base a los 8 objetivos de la Cumbre del Milenio no pudimos tomar desde el año 90, mucho menos hacia atrás, sino los años 92 y 93 dependiendo de la información disponible. Lo que uno observa en términos generales del análisis de este contexto en Nicaragua, es que a partir del 84 hasta el 94 la economía estuvo en una constante reducción, es decir, el Producto Interno Bruto y por lo tanto el Producto Interno Bruto per cápita ha sufrido un deterioro brutal. La economía de fines de los años 80 en términos de la generación del Producto Interno Bruto de Nicaragua equivalía más o menos al de los años 60, de tal manera que todo ese esfuerzo de crecimiento económico que se empieza a observar a partir del año 94, es importante porque le ha permitido a Nicaragua mejorar algunas condiciones. Sin embargo, ya estamos viendo qué vulnerables son las dinámicas productivas y económicas de nuestros países y en particular de Nicaragua, en tanto que las crisis, sobre todo internacional o los vaivenes que sufren los precios de los productos funda-mentalmente primarios en el mercado internacional, afecta seriamente nuestras economías. En los últimos dos, tres años, la economía de Nicaragua no ha decrecido, pero su ritmo de crecimiento es mucho más bajo que el crecimiento de la población, por lo tanto ya empezamos a observar algunos elementos que pueden ser una amenaza para alcanzar la Meta de Reducción de la Pobreza. Definitivamente hay avances en materia social y este es un reconocimiento que es importante hacer, las políticas sociales, el acceso a servicios sociales ha aumentado mucho en décadas anteriores y en los años 90, si bien ha sufrido durante la primera etapa un retroceso producto de toda la crisis del sistema financiero, esto es de orden fiscal fundamentalmente. Ya en la segunda parte de la década de los 90 se comienza a ver una cierta reorientación del gasto hacia objetivos de carácter social. Sin embargo, eso no da cuenta de la calidad, pues parte del problema que estamos observando en Nicaragua es que ya no es tanto la preocupación en algunas áreas por el acceso sino la calidad de ese servicio. Otra cosa que nos parece bien importante y que señalaba Ernesto, vinculado con el tema que tiene que ver con todo este desarrollo que puede ofrecer el Plan Puebla-Panamá, pero que también constituyen condicionantes para los acuerdos que se logren alcanzar en el marco del TLC con EUA y posteriormente con el ALCA, tiene que ver con la incidencia de los problemas que son de carácter estructural, que definitivamente afectan la produc-tividad y obviamente la competitividad de las unidades económicas de Nicaragua. Parte de las conclusiones del análisis de contexto radican en que, dado que ya no existen ni son viables las economías con políticas de estado benefactor, la generación y oportunidades de empleo son un elemento fundamental de derechos humanos para que las personas puedan tener una calidad de vida digna y en ese sentido, la oportunidad de empleo no solamente pasa por el Estado, porque además no es en este momento la responsabilidad del Estado generar empleos, sino las condiciones para la generación de empleos, de tal manera que todo lo que provenga del Plan Puebla-Panamá pueden ser consideradas como condiciones para la inversión y la generación de empleos. Pero además de eso se necesitan atender otros elementos que hacen a la competitividad de las unidades productivas, de la gente en términos generales, poder desempeñarse mejor en el mercado. El otro elemento que surge del análisis del contexto son las tendencias demográficas de Nicaragua, que si bien es importante reconocer, según los últimos datos que surgen de la encuesta de demografía y salud, han tenido reducción, es decir que hay menos hijos por mujer en edad fértil; las tendencias demográficas en Nicaragua siguen siendo muy altas. No hay un dato exacto pero las últimas estimaciones hablan de 2.7 ó 2.9 por ciento, es decir prácticamente estamos todavía muy cerca del 3% de crecimiento anual de la población. Otro elemento muy obvio es todo el deterioro que ha sufrido la economía y justamente el impacto que ha tenido el proceso de apertura. Recordemos que no es nuevo, desde los años 90 prácticamente se ha liberalizado la economía en Nicaragua, ésto ha dado lugar al surgimiento del mercado laboral precario y de mucha informalización y esto no garantiza obviamente las condiciones mínimas ni básicas para lo que exige el concepto de desarrollo humano. Finalmente, sí es importante señalar que parte del análisis que se hace a lo largo de todo el documento, es también reconocer qué cosas son las que pueden contribuir a mejorar la situación de ese diagnóstico y en ese sentido, si bien muchos hemos sido críticos de la estrategia de reducción de la pobreza como una política que continúa siendo muy asistencialista, ya hay, y ustedes han tenido la oportunidad de conocer, los primeros borradores de lo que se llama Desarrollo de una Estrategia Nacional de Desarrollo, que pretende justamente apuntalar el pilar que habla de crecimiento económico de base amplia en la estrategia de reducción de la pobreza. También a nivel gubernamental se ha desarrollado con mucho apoyo de la cooperación internacional, el mejoramiento de los sistemas de información públicos, lo que permite obviamente promover 287 transparencia, por lo menos, tener mayores elementos para estos temas que tienen que ver con la auditoría social. El trabajo que hemos hecho es un recuento para cada uno de los Objetivos de Desarrollo. El primero, como decía Ernesto, habla de reducir a la mitad la proporción de personas en extrema pobreza para el 2015. En este objetivo de reducción de la pobreza son importante dos metas contempladas, una que tiene que ver con la reducción de la proporción de personas viviendo en extrema pobreza, pero también la segunda tiene que ver con reducir en dos tercios, entre el 98 y el 2015, la mal nutrición crónica, porque todos sabemos que este es uno de los principales problemas en los países en vías de desarrollo. Parte de la evaluación que hemos hecho es de acuerdo a la encuesta del 2001, la pobreza global y la pobreza extrema logran reducirse en términos porcentuales, pero como decíamos, por las altas tasas de crecimiento de población que tiene Nicaragua, a pesar de esa reducción de la incidencia porcentual de la pobreza, el número de pobres sigue aumentando y ésta debe ser la principal preocupación. El avance no es significativo o no lo necesario para que el número de pobres se reduzca, que es la meta. Uno de los problemas que surge del diagnóstico que se ha hecho a través de las distintas encuestas, es que si bien Centroamérica es una de las regiones con más desigual distribución del ingreso, Nicaragua está entre los principales países en esta situación, lo cual también es preocupante. Sin embargo, la última encuesta del 2001 marca claramente que hay una muy leve mejoría, una cierta recomposición de la masa de ingresos que captan los sectores de población más pobres, eso, obviamente, es muy insuficiente. En el ámbito de nutrición y seguridad alimentaria tenemos un problema, ya que si bien es cierto que había un incremento de la producción del 30%, desde el año 95 esto ha sido insuficiente, por lo tanto no hay cambios en el perfil de la desnutrición y todavía una quinta parte de la niñez está afectada por esta situación. Las proyecciones que hemos hecho para el año 2015 y para calcular si es posible o no alcanzar alguna de estas Metas u Objetivos de Desarrollo, se hicieron en base a los datos oficiales, sobre todo en base a los ejercicios que hace el gobierno con los organismos multilaterales para prever el futuro de la economía. Pero ha pesar de que muchas de esas proyecciones son de carácter optimista, porque no prevén una serie de situaciones que se pueden dar en el mercado internacional, que obviamente afectan a la economía nacional, la conclusión en el caso de Nicaragua y si las tendencias siguen como las hemos observado hasta ahora, es decir que no hay grandes cambios, es probable a posible la reducción de la proporción de la población viviendo en extrema pobreza, sin embargo es poco probable la reducción en dos tercios de la desnutrición crónica. Es decir, en muchas de estas proyecciones se van a observar contradicciones, sin embargo yo quiero decir lo siguiente, reducir la extrema pobreza en términos generales puede ser mucho más fácil que reducir la pobreza estructural, porque si uno observa los cambios que ha habido entre el 98 y el 2001, han sido muy importantes, pero es porque con programas asistencialistas podemos llegar a los sectores más pobres y temporalmente podemos sacarlos de la pobreza. El problema es hasta dónde podemos llegar con ese tipo de programas, por ejemplo, para garantizar que esas personas no vuelvan a caer en la extrema pobreza y por eso decimos que eliminar la pobreza de carácter estructural, es la más compleja, porque obviamente es la que requiere de reformas mucho más profundas para la propia sostenibilidad de la reducción de la pobreza. El objetivo dos habla de asegurar que todos los niños y niñas completen la educación primaria hacia el 2015. Una de la críticas que hemos hecho es precisamente sobre la perspectiva de género. Tiene que ver con que en la Cumbre del Milenio, el único objetivo que hace referencia a los temas de hombre-mujer es justamente el segundo. En el trabajo que se hizo para Nicaragua hemos tratado de tener una lectura general de todos los capítulos con un enfoque de género. Sin embargo, ustedes saben que hay limitaciones de información, pero en todo caso parte del reto y desafío es que podamos seguir trabajando en la introducción de esa perspectiva en todos los objetivos. Lo que decía Ernesto sobre la participación de mujeres y hombres en los distintos sistemas escolares, definitivamente las estadísticas oficiales reflejan eso, hay más mujeres que están accediendo a todos los niveles educativos. El problema es que como no estamos tocando los otros problemas de carácter más subjetivo, estructural y cultural, el hecho de ser más educada o mejor educada no nos garantiza mejores condiciones de vida, porque seguimos siendo discriminadas en términos generales en el mercado laboral. Una de las cosas que sí vimos y que también es importante revelar, es que si se ven las tendencias, año con año aumenta el porcentaje de mujeres en la educación y baja el de los hombres. Eso tampoco es bueno, porque cuando hablamos de equidad de géneros estamos hablando de igualdad de oportunidad para hombres y mujeres, entonces esto es una cosa que nos tiene que llamar la atención. 288 El otro objetivo tiene que ver con eliminar la disparidad de género en la educación en todos los niveles para el 2015. Vemos que es muy poco probable, pero aquí tenemos una gran oportunidad, hay una serie de instrumentos, la ley de igualdad de oportunidades, el código de la familia, es decir, hay una serie de instrumentos que en este momento están en proceso o que pueden desencadenarse en instrumentos jurídicos que sí respalden y garanticen esa equidad en todo el ciclo de vida de hombres y mujeres. El objetivo cuatro habla de reducir en dos tercios, entre 94 y 2015, la mortalidad infantil, en tanto que las Metas del Mercer hablan del 24%. Aquí lo que nosotros vemos en el diagnóstico es que ha habido un avance en el tema de mortalidad infantil en los últimos 25 años, sin embargo persiste el problema del sub-registro. Según estudios hechos por UNICEF, aproximadamente entre un 40 y 50% de los nacimientos no se registran en este país, es decir, estamos generando toda una nueva generación de personas que no tienen ciudadanía. Por lo tanto si no tienen registro, muy poco podemos saber si efectivamente se mueren o no. El otro tema que también preocupa es que las causas de la mortalidad infantil siguen siendo las mismas, es decir, los problemas estructurales, los problemas de mayor prioridad que son prevención y salud primaria y que no están alcanzando la respuesta que se esperaría en términos de incidencia en la reducción de la mortalidad. Cuando hacemos la proyección vemos que puede ser posible, pero también muy poco probable, alcanzar las metas de reducción de la mortalidad infantil, pero que también existe la oportunidad a partir de todo el proceso de modernización del sector salud. El objetivo cinco habla de reducir en tres cuartos, entre el 94 y 2015, la mortalidad materna, aquí Mercer establece 40 por cien mil nacidos vivos. El otro elemento que está asociado, y que es importante resaltar en este tema, es el acceso universal al servicio de salud reproductiva. En el diagnóstico, lo que se observa es que tanto a nivel de las organizaciones gubernamentales como no gubernamentales hay un mayor esfuerzo por el mejoramiento de la vigilancia de la mortalidad materna. Sin embargo, al igual que en el caso de la mortalidad infantil, hay muchos sub-registros, de tal manera que ahora uno ve que hay tasas que varían mucho todos los años. Esto es en principio porque se está haciendo un esfuerzo por captar mejor la información. Sin embargo sigue habiendo mucha información que se pierde y el otro tema que sigue aquejando mucho a Nicaragua y eso es lo que motiva al famoso manual de educación sexual que ha generado tanta discusión en el país, tiene que ver con la alta fecundidad entre los adolescentes. Mientras no se incida a ese nivel, muy poco se va a poder hacer en términos de las metas globales. En materia de proyección, vemos que Nicaragua es poco probable que pueda alcanzar la meta de la mortalidad materna y muy poco probable el acceso universal a servicios de salud reproductiva. De nuevo decimos, hay un plan nacional de reducción de la mortalidad materna y las políticas de reducción de la pobreza y las nuevas políticas sociales que se están tratando de implementar, apuntarían a fortalecer esto. El objetivo seis habla de detener la propagación del SIDA y comenzar a revertir la tendencia hacia el 2015, en el caso de Mercer no hay meta. Ustedes saben que el SIDA es una epidemia reciente, pero hay una cierta preocupación, primero por que hay una tendencia creciente a la feminización de la enfermedad, no sólo porque son mujeres migrantes, sino amas de casa. La incidencia del SIDA está creciendo y esto es justamente por las relaciones de poder desiguales que existen al interior de los hogares. Sobre esto las políticas públicas no actúan. La proyección es poco probable si no hay esfuerzos para contener este ploblema. Pero existe también la oportunidad a partir de la Ley de Promoción, Protección y Defensa de los Derechos Humanos ante el VIH/ SIDA y el plan estratégico de lucha contra el SIDA que son oportunidades para poder alcanzar el objetivo. El siete tiene que ver con asegurar el acceso universal a servicios de agua y saneamiento. En esto hay una serie de iniciativas y con mucho apoyo de la cooperación internacional que contribuye en este sentido. Las tendencias preocupantes siguen dandose justamente por el acelerado deterioro ambiental que tiene que ver con la reducción de áreas boscosas y cambio de usos de la tierra, lo que incide en la posibilidad de disponer de agua segura, porque hay alteración de la calidad del agua potable. Está también la vulnerabilidad ante los desastres naturales. Todos estos son elementos que atentan en contra de poder alcanzar estos objetivos y si las cosas siguen como van, es muy poco probable asegurar el acceso universal de agua. Puede ser un poquito más factible alcanzar el saneamiento, sobre todo porque se ve desde la perspectiva de la población rural y su acceso a letrinas, fundamentalmente. Existe un cuerpo normativo jurídico orientado al fortalecimiento del sistema de prevención y control de la contaminación ambiental que puede ser también una oportunidad. 289 El objetivo ocho habla de una sociedad más justa a nivel global y eso cruza con el acceso a mercados. ¿Cuáles son algunos de los desafíos para alcanzar algunas de las Metas de Desarrollo? Si uno analiza paso a paso cada uno de estos objetivos, tenemos una visión pesimista. Decimos, “bueno si las cosas siguen como están es muy probable que no alcancemos estos objetivos” y justamente esta reflexión lo que busca es motivar a los actores gubernamentales y no gubernamentales para pensar y trabajar en ver qué esfuerzos y qué cambios hay que hacer para efectivamente contribuir a alcanzar esas metas hacia el año 2015. Algunos de estos desafíos están enunciados en el documento, tienen que ver con seguir creciendo, pero no sería posible si no hay una mejor distribución del ingreso, es decir, que los sectores más pobres puedan tener una apropiación de la masa de riqueza que se genera en el país. Hay que trabajar en la reconversión productiva e incluyente y esto pasa justamente por cómo vamos a desafiar lo que plantean los tratados de libre comercio. Hay que tratar de hacer una optimización de uso de suelos y capacidades nacionales existentes, para impulsar una producción eficiente y competitiva. El trabajo que se está haciendo sobre la estrategia de desarrollo puede ser una oportunidad para trabajar un poco en esta línea, el desarrollo del capital humano con la reducción de brechas, esto un poco en el sentido de ver que no basta con tener educación sino ver que más que la educación en el caso particular de las mujeres, se debe tener acceso al trabajo. Por otra parte exisen brechas que contribuyen a la marginación de las mujeres, sobre todo las brechas de carácter generacional, las brechas de carácter territorial. Recordemos, por ejemplo, que la costa atlántica de Nicaragua es la más pobre de todas las zonas del país. Trabajar en las reformas institucionales y el fortalecimiento de los marcos jurídicos es de suma importancia, parte de lo que está haciendo el gobierno es trabajar en esta línea. Un tema que nos parece fundamental es cómo contribuir a la eliminación de los estereotipos que segregan a las mujeres y promover políticas de igualdad de oportunidades. A ese nivel el trabajo en la salud es atacar ya la consecuencia de un problema que se pudo haber prevenido antes, luego reconocer la importancia del SIDA y adoptar políticas para rebatir esa tendencia creciente que está afectando particularmente a las mujeres y promover una cultura de responsabilidad ambiental tanto a nivel público como privado. Parte de la Cumbre del Milenio busca una concertación de intereses entre los países en términos generales y en este sentido, ustedes saben que Nicaragua es uno de los países que tienen una dependencia muy grande de la cooperación internacional. Veíamos, al elaborar el documento, que era importante no hablar sobre los desafíos sino también cuáles pueden ser algunas líneas o pautas para la cooperación internacional para alcanzar las Metas del Milenio. En este sentido, seguimos viendo la importancia de las inversiones en el desarrollo rural, mejorando la infraestructura y condiciones de productividad y todo esto vinculado al tema de la seguridad alimentaria. Profundizar el enfoque sectorial ampliado para que exista esa complementación y esa sinergia entre toda la cooperación internacional, de cara a las necesidades que plantea el país y no imponiendo la agenda en base a esa visión externa. Fortalecer los sistemas de estadísticas vitales obviamente es fundamental, si no, en los temas de la mortalidad infantil y la mortalidad materna nunca tendremos claridad de por dónde van. Impulsar acciones para hacer efectiva la iniciativa de educación para todos, que permita a Nicaragua hacer un gran esfuerzo en corto tiempo para el acceso universal a la educación. Promover el acceso a la planificación familiar y el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, esto lo consideramos fundamental. En este tema yo si quisiera señalar la importancia de involucrar tanto a hombres como a mujeres, porque normalmente se ve la planificación familiar sólo como responsabilidad y competencia de las mujeres. En términos de conclusión podemos decir que con la acción política sería posible alcanzar algunas metas de desarrollo, traduciendo el esfuerzo en compromisos y en presupuestos reales. Lo que queremos decir con esto es que si tenemos una visión negativa, o mejor dicho, pesimista frente a las proyecciones, eso no implica que cambiando la voluntad política de querer alcanzar las metas y reforzada con esfuerzo, compromisos y presupuestos no sea posible alcanzarlas. Por otro lado, la comunidad internacional puede apoyar esos esfuerzos asumiendo el compromiso de cumplir con la meta de apoyo financiero a los países en desarrollo, incluyendo la condonación de la deuda de los países pobres altamente endeudados como es la HIPC, donde Nicaragua está posicionado en este momento, pero también haciendo una revisión de los subsidios y abriendo sus mercados, ya que para Nicaragua será muy difícil alcanzar las Metas del Milenio sobre la base de una mejor inserción de su economía en el mercado internacional, si no hay un cambio también en las políticas de subsidio por parte de los países desarrollados, de tal manera que este es un instrumento que puede servir tanto a los países en desarrollo como a los países desarrollados. 290 PREGUNTAS A ERNESTO LEAL Y MARÍA ROSA Heny Gómez. Red de Mujeres de Matagalpa y el norte: No nos han dicho cómo se distribuye el presupuesto entre las diferentes iniciativas, porque creo que algo que hemos aprendido ya, es que hay planes muy buenos y maravillosos, pero que sin presupuestos asignados no hay nada qué hacer y por lo que hemos oído para Nicaragua no hay manera de acceder a fondos, que están buscando formas creativas de encontrarlos y han presentado un montón de posibilidades, pero no para todas hay financiamiento. Lo otro que me preocupa es el proyecto de la presa de Copalar para el que no ha habido ninguna consulta, ninguna información con la población y se ve movimiento e intención de cobrar los impuestos de los últimos años, porque evidentemente los van a sacar de ahí, van a perder su territorio y además van a poder negociar en la medida en que tengan títulos y ya sabemos cómo está el problema de la tierra y la titulación; sobre todo para las mujeres. Quisiera saber si eso también es parte de este plan y ¿dónde está la información que es necesario tener sobre ese tema? Margarita Castillo. Movimiento de mujeres sector informal: Nosotros miramos dentro del documento solamente al sector grande, la gran empresa, pero no miramos a los pequeños comerciantes que desde hace rato han venido aportando a la economía del país y además ese sector ha servido de colchón a todas las personas desempleadas, hombres y mujeres, que han tenido que llegar ahí por falta de empleo. Queríamos saber ¿cómo queda este sector al entrar el gran comercio que estamos esperando? Alta Hoocker. Rectora Universidad Huracán: Mi interés fundamental tiene que ver con las regiones autónomas. La vez pasada le pregunté cómo se percibe la participación de la gente de la costa, porque hay leyes que establecen mecanismos claros para esa participación, está toda la ley de demarcación territorial donde la tierra está en manos de las comunidades. Aquí estamos hablando de un sistema productivo completamente diferente, estamos hablando de tierras indígenas donde no hay un sistema crediticio establecido. Yo siento que si los consejos regionales autónomos no están integrados desde un inicio en toda esta formulación de propuestas, a la hora de querer implementar, lo que va a haber es pleitos y pleitos. Pero siento yo que es más que un pleito, es toda una concepción, es la estructura de país que los costeños estamos pidiendo a Nicaragua. Zelmira Flores. Investigadora Nitlapan: En concreto, ¿qué hay sobre la carretera a Puerto Cabezas? Usted mencionó algo del 2006. Significa, si entendí bien, ¿que para el 2006 la carretera a Puerto Cabezas estaría lista o trabajándose? Luego usted habló sobre los proyectos y que cualquiera puede presentar proyectos. En ese sentido ¿de qué tipo de proyectos estamos hablando? Malena de Montis: A mi me llama la atención que en los planteamientos que hacen el ingeniero y María Rosa no se hace mención ni como objetivo ni como meta el aspecto organizativo y participativo de la gente. Yo creo que sin una ciudadanía organizada, consciente de la importancia de la igualdad de hombres y mujeres y desde ahí, desde el marco conceptual, incorporar la cuestión de género que pueda incidir y negociar, que se articule con las instancias de gobierno, no puede haber crecimiento ni desarrollo. ¿Qué posibilidades ven ustedes en esto? Martha Juárez. Mesa Mujer y Economía: Para el ingeniero Leal, si bien es cierto que este plan es un plan de infraestructura, éste se desarrolla en espacios geográficos completos donde hay poblaciones concretas y recursos concretos. En las comunidades donde se van a desarrollar estas infraestructuras hay intereses. Mi inquietud es el riesgo en la dificultad al echar a andar los proyectos por la forma en cómo se impulsan, me parece que la consulta tal vez no es un mecanismo suficiente y pueden haber situaciones de ingobernabilidad. Hay algo que me parece que falta ahí. 291 Isolda Espinoza. Consultora independiente: Yo miraba un poco la contradicción entre el proceso que se está siguiendo a nivel nacional, por ejemplo con la consulta de la estrategia nacional de desarrollo y el proceso seguido en el Plan Puebla-Panamá. Creo que tendríamos que haber discutido los centroamericanos(as) cuál es la Centroamérica que queremos y en función de eso definir si estamos de acuerdo con esa iniciativa o no. Porque ahora la consulta es sobre la base de esas iniciativas ya definidas, entonces es una consulta entre comillas. La otra pregunta es sobre el seguimiento del impacto de los resultados del Plan Puebla-Panamá, porque en general siempre tenemos problemas en nuestros países con la medición del impacto y si no nos ponemos de acuerdo de cuáles van a ser los indicadores que vamos a utilizar para medir esos resultados, es un problema y no sólo hay que decir los indicadores sino prever los recursos necesarios. Probablemente tienen que ser los institutos de estadística de cada país los que tendrían que encargarse de esa medición, pero también hay que consensuar a nivel de la región ese proceso de monitoreo de los resultados del plan. RESPONDE EL ING. ERNESTO LEAL Cómo se distribuye el presupuesto en las iniciativas: Nicaragua entra en diciembre a la clasificación HIPC de países pobres altamente endeudados. Inmediatamente ahí tenemos financiamiento, pero además de eso nosotros le hemos planteado a las instituciones financieras internacionales que antes de eso y paralelo a eso, no se trata de volver a endeudar el país de la manera en que está endeudado ahorita, sino se trata de buscar mecanismos creativos y novedosos de acceso a fondos para que verdaderamente se puedan hacer los proyectos. En Washington el el presidente nicaragüense hizo una presentación del país para acceder a 300’000,000 de dólares con unos bonos que se compran y se ponen como garantía y luego vendrían nuestros fondos. Eso despertó la inquietud de los organismos financieros internacionales y se están localizando fondos sumamente blandos y fondos que no incrementen verdaderamente la capacidad de endeudamiento. Si va a haber acceso a fondos para proyectos va a depender de la medida en que los vayamos necesitando. En el folleto que ustedes tienen está la distribución financiera para los proyectos. Las dos Iniciativas más avanzadas son la de Integración Energética y Vial, pero no por invento del plan sino porque son iniciativas que ya vienen existiendo desde hace muchos años y son las que tienen localizados mas fácilmente los recursos. Desarrollo Humano está empezando y la asignación que hay es básicamente para estudios y análisis de proyectos que están planteados. No existen todavía proyectos concretos presentados que puedan requerir recursos. Copalar lo mencioné, no porque sea un proyecto en concreto, sino porque están viniendo inversionistas que quieren revivir esa presa hidroeléctrica. Los nicaragüenses no somos del todo viables si seguimos consumiendo energía en base a un 85% del petróleo. Una presa hidroeléctrica implica un gran impacto ambiental. Sí, hay que hacer un estudio y a lo mejor Copalar no es viable. Que hay comunidades que hay que ver qué se hace con ellas, a lo mejor no es viable darles otro recurso de subsistencia y a lo mejor no se hace Copalar. Pero los nicaragüenses(as) sí tenemos la obligación de comenzar a investigar posibilidades para que podamos salir de este subdesarrollo y de estos niveles de pobreza; nosotros no somos viables como país si sigue creciendo la población al 2.9%. ¿A cuánto tenemos que crecer para poder más o menos salir adelante? y eso sin entrar en el tema de la distribución equitativa de la riqueza. Con ese crecimiento de población la población económicamente activa necesitaría crear diario 300 nuevos empleos. No existen posibilidades de salir adelante así, hay que buscarle solución al tema del crecimiento poblacional. Lo que yo quiero compartir con ustedes es que esto ha despertado interés en proyectos de desarrollo energético en Nicaragua. Copalar no ha hecho nada, están los estudios de la época de Somoza y se atacó duramente ese proyecto y yo fui uno de los que atacó, porque Somoza iba a salir más millonario, pero ahora vienen inversionistas y dicen: Nicaragua tiene recursos de generación hidroeléctrica de 1,000 megavatios. Va a haber una demanda insatisfecha en México en el 2015, nosotros quisiéramos invertir ahí. No se está haciendo la presa todavía, hay que hacer consulta, pero además ya vinieron los japoneses para la geotermia y ustedes tienen que estar claras y dicen los japoneses: nosotros queremos explotar los 1,700 megavatios que tiene Nicaragua de potencial de energía geotérmica. Hay que ver las consecuencias que trae eso, a lo mejor otro dice que vamos a activar la cadena volcánica y va a venir otra erupción y nos vamos a morir todos los nicas, a lo mejor es cierto, yo no sé, pero bueno, si nosotros tenemos recursos que pueden potencializar nuestro desarrollo, siempre y cuando se 292 hagan los estudios de desarrollo ambiental y los estudios de desarrollo humano consecuentes, no podemos negarnos y taparnos los ojos y por principio decir no. Analicémoslo, a lo mejor es viable, si no es viable no lo hagamos y esa es una de las oportunidades que presenta el plan, de gente que quiere venir a desarrollar recursos energéticos o tomemos la decisión los nicaragüenses y sigamos generando energía al 85% procedente del petróleo, a ver qué pasa. No vamos a ser viables nunca. En cuanto a las PYMES. En la iniciativa de facilitación comercial que también está empezando, salvo el tema de la unión aduanera y salvo el tema de una integración mucho mejor y la eliminación de los puestos fronterizos migratorios en Centroamérica, no está esbozado un proyecto todavía, no está hecho el memorando de entendimiento, de facilitación comercial. Ahí se puede incidir en el tema de las PYMES en Nicaragua, el plan está en ciernes, está en constitución, estamos consultando a nivel nacional este plan pero no significa que no se puedan meter más proyectos. Con la doctora Hoocker, nosotros no vamos a ir a la Costa Atlántica si no nos coordinamos con los consejos regionales, la idea es ir en noviembre a la Costa para hacer la consulta de qué proyectos van a afectar la Costa Atlántica. Dentro del plan, lo que nos han aceptado es la carretera Acoyapa-San Carlos, porque la logramos vender como un proyecto de integración que nos une con una carretera que viene de San José a los Chiles y aquí en teoría se haría un puente que interconectaría. Esta carretera ya está aprobada, logramos meter Télica-San Isidro como una alternativa vial, Rio Blanco-Siuna-Puerto Cabezas y Nueva GuineaBluffields. Los organismos financieros internacionales nos han dicho: nosotros no financiamos una sola carretera que no tenga un estudio de impacto ambiental y yo le dije al del BID que me acompañe cuando vaya a Puerto Cabezas a la consulta y le diga eso a la gente que vive ahí, yo lo que sostengo es que el mayor impacto ambiental ya lo hicimos haciendo La Trocha. Esta es una de las carreteras más caras que tiene Nicaragua, estamos hablando de 200 y pico de millones de dólares. Lo que le propusimos al BID es que en paralelo, mientras se hace el estudio de impacto ambiental, también comencemos a concretar el tema, porque hay una necesidad inminente de hacer esa carretera en Nicaragua. No sólo hay corredor Pacífico, ya hay corredor Atlántico para el Plan Puebla-Panamá y habrá que ver si este plan provoca el interés de algunas inversiones en la Costa Atlántica y hay que ver el tema de la propiedades indígenas, de la demarcación territorial, el de la autonomía y otras consideraciones que tendrán que ser tomadas en cuenta. En cuanto a qué tipo de proyectos se pueden presentar: Ustedes como sector organizado en el tema de género, en el plan de desarrollo humano, ustedes podrían participar y proponer proyectos en temas de salud reproductiva, en temas de educación y en otros temas que ustedes consideren oportunos, tomando en cuenta lo que expliqué respecto al contenido de los proyectos, como implicar al menos a dos países, etc... Malena decía que el tema del aspecto participativo, además de los talleres, debe ser de carácter conceptual. Nosotros deberíamos tener algo similar en la iniciativa de consulta y participación, como lo estamos haciendo con las comunidades indígenas. Se tiende a ver sólo como una iniciativa de infraestructura, pero yo insisto, es una iniciativa de infraestructura porque son los proyectos más avanzados de la región, pero todas las otras iniciativas de desarrollo humano, desarrollo sostenible, están vírgenes y ahí es donde nosotros podemos incidir. En el memorando de desarrollo agropecuario y rural, la mujer tiene mucho qué decir y ahí es donde debemos incidir, en la elaboración de los memorandos de entendimiento. Los que ya están elaborados no son piedra sólida, pueden ser reformados. Si la sociedad organizada de las mujeres me dice no, nosotras queremos una iniciativa así y así dentro de un memorando de entendimiento, yo les garantizo que ese memorando lo movemos para que se reforme. El único memorando de entendimiento que hay es el de carretera, electricidad, desarrollo sostenible que tiene inserto el tema de género, pero faltan todos los otros memorando de entendimiento que se están procediendo a elaborar y ahí es donde podemos incidir de manera conjunta. Las carreteras ya existen, lo que se va a hacer es mejoramiento, pero tienen que ser consultadas las comunidades donde va a pasar algún proyecto del Plan Puebla-Panamá. Yo resumiría así al Plan Puebla-Panamá: podemos decirle que no si así lo decidimos, pero si hay una oportunidad de desarrollo para los y las nicaragüenses, incidamos en él. Sí hay amenazas, que pueden venir de las transnacionales y acaban con nosotros, puede ser. Pero depende de nosotros. En todo este mundo hay amenazas. 293 MARÍA ROSA RENZI: Yo sólo quiero retomar los planteamientos de Malena, Martha e Isolda. Creo que las tres desde ángulos diferentes plantearon una preocupación bastante común y sentida. En primer lugar yo creo que lo que hicimos fue una revisada muy rápida de los Objetivos del Milenio, pero si uno analiza cada una de las conferencias, el tema de la participación y apropiación, tiene que haber conocimiento, información, etc..., esto es lo que está implícito dentro de esta cuestión y yo creo que el reto más grande que tenemos a propósito de este plan que cruza con otras cosas es cómo podemos hacer una mirada conjunta, estrategia y desarrollo, estrategia de reducción de la pobreza, CAFTA, ALCA, Plan Puebla-Panamá y seguro van a surgir otras cosas. La sensación que yo tengo es que a veces vemos como pedazos de esta realidad y todos ellos se interactúan y a mi me parece que eso es parte de lo que deberíamos de promover también desde la sociedad civil en términos generales y para eso necesitamos fortalecernos en ese ámbito, porque también aquí dentro de la sociedad civil hay distintos intereses y hay intereses que están contrapuestos. ¿Cómo hacemos para ir encontrando una mirada común? La otra cosa es cómo definir a la luz lo que Martha decía. Ahora nos dicen: la consulta no es suficiente. En el caso de la estrategia nacional de desarrollo una de las cosas que se está tratando de hacer es dejar sentados mecanismos locales, en este caso departamentales, para lo que hoy es una primer consulta de la estrategia, luego sea un espacio de participación y de decisión de lo que queremos o lo que la gente quiere en su propio territorio. Esa es una oportunidad para que de esta misma manera podamos meter en esos mecanismos, que van a ser institucionalizados, lo que es el monitoreo y seguimiento de muchas de estas políticas y de muchos de estos proyectos. Me parece que hay varios retos que tenemos en el camino y que apuntan a fortalecer las capacidades organizativas, a hacer una incidencia mucho más directa en la formulación de políticas y proyectos y todo esto cruza por la presencia de la organización de mujeres en esos espacios. CELIA AGUILAR: Quiero agradecer la presencia del ingeniero Ernesto Leal y la de todas ustedes, que realmente va a ser notable y va a ser muy importante para la participación de Nicaragua en este foro, el esfuerzo que aquí se está desarrollando es muy importante y en eso UNIFEM ha tenido un especial interés desde los años 90, en la generación de información estadística que es fundamental y justamente entre más excluidos y más pobres los lugares menos información se tiene. Señalaba sobre las estadísticas que vimos sobre la participación de las mujeres en la escolaridad, si la cruzamos con la información de migración podemos explicarnos por qué hay más mujeres en la escuela, porque los hombres ya se fueron. En México hay un sistema de seguimiento estadístico sobre la situación de las mujeres, pero ha sido trabajado todo por las instituciones gubernamentales y el INEGI, que es el Instituto de Estadística y Geografía, es el que tiene el sistema del enfoque de género en toda la producción de estadística. En los pueblos indígenas las mujeres ni siquiera existen porque no están registradas. ¿Cómo vamos a ver cómo afecta el Plan Puebla-Panamá a mujeres y hombres, si no tenemos ni siquiera el dato de su existencia? Yo estaba proponiendo que una de las iniciativas puede ser un proyecto de estadísticas, de apoyo a las oficinas productoras de información y lo otro, que también es una cosa bien interesante que estamos haciendo, es aprovechar los registros administrativos, en los hospitales, en las escuelas, en cualquier evento de la vida institucional de cualquier persona, hay un registro que se hace y se guarda. Nosotros estamos trabajando en darles un enfoque de género, además de vincularlos con la información estadística e institucional. “La Iniciativa Mesoamericana Comercio, Integración y Desarrollo Sostenible (CID): Retos y Desafíos del Plan Puebla-Panamá para Nicaragua y la Región” BIANCA MANGAS. Integrante de la Mesa “Mujer y economía” y el Centro Humboldt. Con esto del Plan Puebla-Panamá y si esto es positivo o es negativo o si hay que tratar de humanizar este plan o hay que tratar de darle un carácter social o si lo único que estamos tratando es de maquillar un plan que es expansionista, neoliberal y totalmente diabólico. Vamos a tratar de avanzar un poco más allá en ese debate de si es bueno o si es malo y con esto lo que quiero es que tratemos de ver los diferentes escenarios que influyen de una u otra manera en el avance y el desarrollo del Plan Puebla-Panamá. En este sentido se han hecho muchos esfuerzos en avanzar en un proceso que más de rechazo al Plan Puebla-Panamá yo lo veo como un punto positivo, porque ha generado de alguna manera un nivel de articulación regional del cual 294 hemos carecido por muchos años y ha sido que en nombre de este plan nos reunamos, nos veamos, intercambiemos información, opiniones, nos reconozcamos como actores(as) en un proceso que se está trabajando a nivel mesoamericano. El primer foro tuvo lugar en Tapachula, en México, después en Xelajú, en Guatemala, el tercer foro en Managua y acaba de finalizar en Honduras el cuarto foro y en este sentido hay diferentes opiniones que van desde un rechazo total a este tipo de proyectos hasta una total aceptación. Hay otros sectores que trabajan, no en hacer un análisis general del tratado, sino en tratar de analizar este proceso del Plan Puebla-Panamá, el proceso de ALCA, el proceso de CAFTA desde una forma particular para cada uno de los componentes que conforman el Plan Puebla-Panamá. Como el plan, que ya hemos visto hoy, no es sólo un proyecto de infraestructura sino que ahora se le están incorporando nuevos componentes y que don Ernesto Leal no incorporó el último componente que tiene que ver con desarrollo rural que ahora se está trabajando dentro del plan. Creemos que hay que prestar una atención particular a cada una de las iniciativas porque cada una tiene enfoques diferentes. Con esto quiero decir que infraestructura es una cosa, si queremos una hidroeléctrica es otra cosa, si se necesitan análisis de impacto ambiental es un elemento nada más, si eso va a pasar por tierras indígenas y hay que hacer un proceso para ver si los indígenas quieren o no quieren conceder tierras y que pase por ellas un proyecto de estos, es un elemento. Otro elemento fundamental es saber cuál va a ser el enfoque que se está trabajando para un desarrollo rural en Mesoamérica y que no es lo mismo el trabajo de desarrollo rural para México que para Guatemala o para Nicaragua. El problema de la tenencia de la tierra es un problema serio que el Plan Puebla-Panamá no visibiliza por ningún lado. El Plan Puebla-Panamá es muchas cosas juntas y por lo tanto creemos que el avance y el análisis del mismo debe de centrarse en qué es la iniciativa de desarrollo sostenible, qué es la iniciativa de interconexión eléctrica y qué es la iniciativa de turismo, etc..., para poder tener un posicionamiento diferenciado sobre las diferentes iniciativas y no hacer un juicio o un posicionamiento del plan en general. Para nosotros que hemos estado trabajando y que también hemos decidido dentro de la iniciativa del CIB y el Centro Humbolt, que es una ONG ambiental, no pretendemos rechazar el Plan Puebla-Panamá porque es una ola expansionista, sino tratar de avanzar precisamente en ese análisis crítico de cómo se están focalizando y enfocando los programas y las estrategias que conforman cada una de las iniciativas. Esto del plan lo quería articular con dos cositas que son fundamentales: el Plan Puebla-Panamá es complementario de lo que están negociando EUA y Centroamérica, porque muchos de los programas que conforman el plan van a generar condiciones para que dentro del CAFTA se pueda agilizar lo que tiene que ver con el flujo de bienes y servicios. En este sentido, lo que estamos diciendo es que lo que tiene que ver con interconexión eléctrica, comunicaciones e infraestructura vial, pero también lo que tiene que ver con seguridad ciudadana y desarrollo rural, son parte de esos elementos que se espera que si el CAFTA no los puede subsidiar o no pueden haber fondos para poder generar esas condiciones de competitividad en la región, a través del Plan Puebla-Panamá o sus recursos se puedan alcanzar. Todo forma parte de un encadenamiento, el Plan Puebla-Panamá, CAFTA, área de libre comercio para las Américas y todos estos articulados a lo que es el gran paraguas, la organización mundial del comercio. Si ustedes ven aquí nuestra relación económica y de dependencia con EUA es sólida y es sólida porque es como la mayor pulpería que nos fía. Ellos nos fían y a ellos les compramos el 41.7% de lo que necesitamos, sobre todo bienes industriales, ropa, zapatos, comestibles, insumos para producción. Todo lo que necesita el país proviene de EUA. Pasa que entre nosotros mismos nos peleamos y nos acabamos, en vez de fortalecer nuestro mercado común centroamericano. Apenas intercambiamos el 14.5% de lo que compramos, de 100 pesos solo 14 le compramos a nuestros vecinos centroamericanos. Y con esto lo que quiero presentarles es que el Plan Puebla-Panamá, CAFTA, ALCA, dependen no sólo de quién domina a quién, si EUA es el máximo filibustero o el máximo expansionista, sino que también depende de las mismas voluntades de nosotros como centroamericanos, de qué tan dispuestos estamos a contribuir o qué tan dispuestos estamos a apoyarnos los unos a los otros, qué tan dispuestos estamos nosotros a fortalecer nuestras posiciones, en particular como mujeres, qué tan dispuestas estamos a empujar nuestra agenda de mujeres y presionar para que ésta sea parte de la agenda nacional política de Nicaragua. De lo que nosotros producimos el 42.5% va a parar a EUA, es el que nos fía y es al que le vendemos más. Ya hay una obligada vinculación, queramos o no la realidad es ésta. Hay una dependencia económica a la cual hemos estado obligadamente amarrados, porque a través de las políticas de comercio 295 que mantiene EUA hacia Centroamérica es lo que nos ha permitido tener una accesibilidad al mercado norteamericano, una accesibilidad que depende hoy de la buena voluntad de EUA, porque son decisiones unilaterales y si el día de mañana EUA decide cambiar su sistema de ingreso de productos de origen centroamericano, ya no vamos a gozar de ese acceso al mercado norteamericano y es por lo cual los gobiernos están aferrados y urgidos de firmar un tratado de libre comercio con EUA, que lo que va a hacer es establecer compromisos por medio de los cuales oficialmente se definen reglas del juego que le permitan a los centroamericanos garantizar la entrada de ciertos productos de origen centroamericano al mercado norteamericano. Eso es así en general y muy básicamente lo que se está negociando con un tratado de libre comercio, que eso se logre, que existan buenas ventajas y cosas positivas, es lo que estará por verse, pero técnicamente, eso es lo que se plantea. Con el Plan Puebla-Panamá lo que se está planteando es una opción para el cambio y la inserción. Si bien es cierto que esta iniciativa fue iniciada por el presidente Vicente Fox, los países de la región y no necesariamente todos los países, y cuando hablo de países hablo de gobiernos, tienen la misma intensidad para impulsar el Plan Puebla-Panamá. Los países que más están impulsando esto del Plan Puebla-Panamá lo están viendo bajo estos ámbitos: fortalecerse políticamente a nivel regional, mejorar la situación económica, social, ambiental, cultural y de cooperación, esas son como las máximas aspiraciones que los gobiernos están pretendiendo alcanzar a través del Plan Puebla-Panamá, es decir, que sea una iniciativa que por su carácter mesoamericano permita empujar o articular la integración centroamericana que tan rezagada y lenta se ha convertido en los últimos cinco años. Qué se puede prever de Nicaragua en el Plan Puebla-Panamá: técnicamente se espera mejorar la capacidad de superación de obstáculos estructurales a los sectores productivos, con la iniciativa de desarrollo sostenible y la iniciativa particular de desarrollo rural, lo que se espera es trasladar fondos frescos a partir de financia-miento o a partir de apoyos que no generen una mayor deuda, sino que sean en carácter de donación en algunos casos, principalmente para el sector rural y el sector de las MIPYME. Se espera con esto que dichos sectores productivos se vuelvan competitivos, además que se pueda mejorar la posición deficitaria de la balanza comercial, es decir, tratar de articular y empujar para que la economía regional se pueda estabilizar y que haya un cierto consenso a nivel regional. Mejorar en el financiamiento internacional, o sea, tratar de avanzar y canalizar mayores recursos en lo que tiene que ver con la infraestructura de integración física y con la actividad, tal y como se está planteando el Tratado de Libre Comercio. En este momento estamos viendo los peligros en lo que tiene que ver con el concepto de relación con un estado infraccionista, no quiero decir que esto así está, pero hay un peligro en el tema de infracciones que se negocian, no solo con el TLC con EUA sino el Plan Puebla-Panamá. Hay un peligro real donde al estado se le inhibe de poder exigir requisitos a las inversiones o corporaciones. Si una empresa se establece en la región o en el país y está contaminando o está despidiendo mano de obra sin justificación, el Estado va a quedar incapacitado de poder tener una injerencia sobre la misma. Es más, si decidieran cerrar la empresa porque esta empresa fuera altamente contaminante, entonces se verían en la obligación de trasladar esa diferencia a un tribunal internacional donde siempre ganan las corporaciones internacionales. La infraestructura de carreteras y vías ferroviarias del Plan Puebla-Panamá se construyen para resolver las necesidades de intercambio de las transnacionales y no de las necesidades de la comunidades de la región. Las carreteras que nos interesan a nosotros en la zona Atlántica o el triángulo minero no están presupuestadas todavía en el Plan Puebla-Panamá. Se supone que el gobierno debe buscar fondos para que el marco del Plan sea beneficioso para el país. Sin embargo no se ha profundizado, porque el Plan Puebla-Panamá para Nicaragua ha pasado a un plano secundario porque el que tiene la prioridad para el gobierno en estos momentos es CAFTA y no el Plan Puebla-Panamá. En el caso de la industria geotérmica, es la extracción de recursos, no su control del medio ambiente y desarrollo. Hay cosas aquí que no debemos olvidar, por ejemplo, en Nicaragua hay algunos problemas de medio ambiente y desarrollo y me parece importante que nosotros hayamos identificado que dentro del Plan Puebla-Panamá no se ve que vayan a estimular a que cambien a nivel nacional. 296 JORNADA “METAS DEL MILENIO, EQUIDAD DE GÉNERO Y EL PLAN PUEBLA-PANAMA” SAN SALVADOR, EL SALVADOR AUDITORIO PNUD 22 de agosto de 2003 MEMORIA Facilitadoras: Claudia Zaldaña y Concepción Carranza Red Nacional Hacia la Equidad (REDNA) OBJETIVO: Propiciar el debate y el diálogo de ideas, consideraciones y propuestas entre las/os participantes sobre el componente de desarrollo humano del PPP en el marco de las Metas del Milenio, desde la perspectiva de equidad de género. AGENDA Objetivos de la jornada y antecedentes. Presentación de participantes. Exposición de Las Metas del Milenio. Exposición del Plan Puebla-Panamá. Trabajo Grupal. Plenaria de resultados del trabajo grupal. Seguimiento. PARTICIPANTES: 1. Maya Sermeño 2. Glenda Vaquerano 3. Yolanda Guirola 4. Rosalía Jovel 5. Roberto Aguilar 6. Sandra Liborio 7. Isabel Payés 8. María Eugenia Ochoa 9. Mélida Guevara 10. Yolanda Herrera 11. Concepción Aparicio 12. Isabel Nieves 13. Dewes Philipped 14. Giovanna Rizzi 15. Francisco Ramos 16. Rosalina Cornejo 17. Cinzia Innocenti 18. Izaskun Elizondo 19. Neus Bernabeu GTZ ORMUSA CEMUJER ACDI ISDEMU ISDEMU CONAMUS FUNDE OXFAM AMERICA CARE CESTA BID BID APREMAT CONFRAS OXFAM Solidaridad Asesora ISDEMU PNUD PNUD 297 DESARROLLO: Después de presentado el objetivo de la jornada y de realizadas las exposiciones acerca de las Metas del Milenio y del Plan Puebla-Panamá, se procedió al trabajo grupal, para lo cual fueron integrados tres grupos. Estos centraron la discusión en la siguiente guía: En el marco de las Metas del Milenio: ¿Cuáles son las principales consideraciones que le haría, desde la perspectiva de género, al componente de desarrollo humano del PPP? ¿Qué propuestas concretas haría en cada uno de los aspectos del componente de desarrollo humano del PPP (económico, político, social, ambiental , cultural), de cara a la construcción de una agenda de género? A. Trabajo grupal. Los resultados presentados en plenaria por cada grupo fueron los que se detallan a continuación: a. Consideraciones al componente de desarrollo humano del PPP, desde la perspectiva de género. Grupo 1 - Es necesario dar a conocer el PPP, haciendo accesible a la población los detalles del contenido y enfoques de los proyectos. - Los resultados del Foro de México sean un punto de partida para la devolución de los países. - Los objetivos del PPP coinciden con las Metas del Milenio. - Existe un abordaje sectorial; falta un abordaje integral con los enfoques transversales. Grupo 2 - El documento parte de una visión general, sin tomar en cuenta las inequidades existentes. - La lectura de género debe hacerse de los 8 objetivos. - El documento no tiene un enfoque que tome en cuenta la inequidad de género y las desigualdades de los grupos más vulnerables. Grupo 3 - El PPP necesita mayor vinculación con las Metas del Milenio, ya que éstos son abordados de manera general. - La iniciativa de desarrollo humano debe incluir metas e indicadores específicos que sirvan de base para la atención de grupos vulnerables. - El documento en general no tiene el enfoque de género. b. Propuestas al componente de desarrollo humano, desde la perspectiva de género. Grupo 1 - Facilitar el acceso a la información detallada. - Crear mecanismos de consenso adaptados a cada país durante el proceso de validación. - Participación de más espacios organizados de mujeres. - Incorporación del enfoque de género en los proyectos del componente de desarrollo humano. - Replantear la visión de desarrollo humano, que no se limite a los recursos disponibles. - Abordaje integral e incorporar enfoques transversales en los proyectos. - Visualizar los impactos diferenciados en la población. - Partir de diagnóstico e indicadores nacionales. - Considerar diversidad étnica y situaciones de mujeres y hombres. - Diferenciar el impacto de los recursos y beneficios de los proyectos. - Incorporar acciones afirmativas para las mujeres, orientadas a reducir brechas en la distribución del tiempo entre mujeres y hombres. - Incorporar de manera transversal en la educación el componente de género y participación. 298 Grupo 2 Económico: - Visibilizar estadísticamente los ingresos en el trabajo informal por parte de las mujeres. - Establecer mecanismos para garantizar las medidas de igual salario por igual trabajo. - Eliminación de brechas salariales entre hombres y mujeres. Político - Ley de cuotas de las mujeres en los partidos políticos. - Consejos Supremos electorales hagan efectivas las cuotas de poder. Social - Reconocimiento que el VIH/SIDA debe ser enfocado desde la perspectiva de género: incluir acciones como uso del condón, sensibilización en masculinidad, violencia doméstica, relaciones de poder. - Mayor y adecuada destinación de recursos para la asistencia hospitalaria del parto seguro. Educación - Esfuerzo conjunto para reducir estereotipos sexistas, prejuicios, mitos a nivel de libros escolares. - Crear mecanismos para lograr que las mujeres jóvenes permanezcan en el sistema educativo. - Establecer políticas de capacitación para maestros/as. Ambiental - Mejoramiento del acceso y control de recursos básicos: agua. - Elevar la participación de mujeres en la toma de decisiones a nivel local. Grupo 3 Económico - Fomentar y facilitar la creación de empresas de mujeres. - Insertar las empresas de mujeres a nivel comercial, de manera justa. - Equilibrar la asignación de recursos económicos entre los aspectos de infraestructura y desarrollo humano. Político - Armonización de políticas de género y la participación en espacios regionales de discusión. - Articular los aspectos de desarrollo humano del PPP con las Metas del Milenio, superando el enunciado. Social - Realizar estudios de impacto del PPP en la vida de las mujeres. - Promover espacios regionales que permitan discutir las políticas y el impacto de las diferentes iniciativas en las mujeres. Cultural - Respetar las diferencias culturales, garantizar su conservación. Ambiental - Desarrollo de tecnologías apropiadas, respetuosas con el medio ambiente. - Estudios de impacto ambiental vinculado a las mujeres. 299 B. Comentarios y aportes en Plenaria: Las exposiciones grupales fueron ampliadas con aportes personales importantes, entre los que se rescatan: • “En el grupo se comentó cómo de una sumatoria de proyectos en los que había una financiamiento, se les acomodó y ordenó en las 8 iniciativas del PPP. El gran vacío es que no hay una visión de desarrollo, y que, a pesar de ello, se ha validado internacionalmente desde Naciones Unidas, y por otro lado el hecho de que el elemento de participación que forma parte de esta concepción de desarrollo está ausente en la práctica. Hay un componente en el PPP de participación ciudadana, que incluso el BID ha sido de los grupos de la comisión técnica que lo ha impulsado, pero que ha sido muy formal, una reunión informativa parecida a ésta, en que da una introducción del PPP y luego dicen qué opina, pero no hay un seguimiento, y no hay información y te manejan los títulos de los proyectos pero no los proyectos, dónde vemos en específico de cada proyecto cuál es el abordaje, y si hay enfoque de género o no lo hay. En la sumatoria de los proyectos la información no es suficiente, y si queremos garantizar que haya enfoque de género, la participación de las mujeres y de los espacios de las mujeres organizadas, debe de estar presente para garantizarlo. Hay muchos desafíos que enfrentar. Si queremos realmente incidir y hacer cambios en el Foro de México, tendría que verse esto como un punto de partida y que regrese a los países y verse con una lupa más crítica” • “Uno de los aspectos del PPP, dentro de Salud y Desarrollo Humano se limita a la parte del VIH/ SIDA. Sin embargo las Metas de Milenio tienen como una de las principales metas mejorar la salud materna, específicamente reducir en dos terceras partes la mortalidad materna entre 1990 y 2015. Esto, señoras, es un saludo a la bandera y si no hacemos algo al respecto, las mujeres se nos van a seguir muriendo en un parto y esto es la mayor vergüenza de los sistemas de salud nuestros. Lo discutimos en el grupo y debe quedar planteado, y que los Ministerios de Salud deben aportar mayores recursos económicos a la cobertura del parto hospitalario seguro”. • “Las mujeres son las más desprotegidas en este plan, donde los medios de transporte serán totalmente trastocados y las mujeres pobres que andan cargando toda la vida las cosas, les será muy difícil trasladarse. Es necesario equilibrar el presupuesto donde el 85% está destinado a infraestructura y sólo el 15% para el componente social”. • “Una de las cosas que no apareció en los tres grupos, es el fortalecimiento de las instancias gubernamentales rectoras de las políticas de la mujer. A nivel de la región hay desniveles muy marcados de su influencia y del papel beligerante que estas instituciones han asumido en la implementación de las políticas que ellos mismos han elaborado, en muchos casos con la población civil. Como agenda regional deberíamos de retomar una recomendación de armonización de estas instancias, ya que algunos son ministerios, otros secretarías, otros institutos. Eso es lo formal, pero también es el papel de beligerancia con el nivel de presupuesto que les ha sido asignado. En el caso de El Salvador es cada vez menos. Lo mismo sucede con el nivel de tecnificación alcanzado por cada uno de ellos. Volver a poner en el tema de agenda el fortalecimiento de estos mecanismos sigue siendo muy válido. Y en el otro sentido retomar el tema de los mecanismos de participación de la sociedad civil, ya que en este debate no está estructurado. Se ha limitado a que la sociedad civil se informa o recibe informes, pero no se han abierto espacios para que participe. Son dos cosas de agenda que en el tema de mujeres son determinantes”. • “En el plan aparecen las potencialidades en todas las etapas de la vida de las personas, pero muy poco se hace cuando las mujeres dejan de ser reproductoras. Es necesario apoyar y ampliar a todo el ciclo de la vida de las mujeres”. 300 • “Es necesario superar la visión de proyectos sectoriales. En esta propuesta estamos cayendo en sectores. En especial en la parte del desarrollo humano deberíamos superar esta visión tradicionalista y empezar a pensar que las mujeres son una categoría de análisis que no podemos separar y atomizar por necesidades de sector. Deberíamos integrar salud, educación, vivienda, empleo, y esa debería ser una sugerencia para el PPP.” • “Lo marginal son necesidades de las mujeres porque no tenemos cabida para quienes están construyendo estas propuestas. Se margina siempre la participación de las mujeres, ya no digamos la incursión de las mujeres en todo lo que es el conjunto de estas iniciativas. Tenemos que exigir como ciudadanas y como parte de este mundo, que se nos incluya en todo lo que se construya y no como en esta ocasión, que estamos pidiendo que haya un eje transversal de género.” C. Seguimiento. La representante del PNUD planteó que esta jornada preparatoria al Foro de México tendrá seguimiento, ya que luego de la realización de éste (25, 26 y 27 de agosto), las personas delegadas devolverán los resultados a este mismo grupo de personas. 301 LAS METAS DEL MILENIO Y EL PLAN PUEBLA-PANAMÁ CONVERSATORIO COSTA RICA PREPARATORIO AL FORO REGIONAL DE REFLEXIÓN SOBRE LAS METAS DEL MILENIO Y LA EQUIDAD DE GÉNERO EN EL MARCO DEL PLAN PUEBLA-PANAMÁ FONDO DE POBLACIÓN DE NACIONES UNIDAS 22 de agosto de 2003 MEMORIA Facilitadoras: Felicia Ramírez y Guiselle Rodríguez Programa Presentación de los objetivos del Foro Regional de Reflexión en México. Felicia Ramírez y Guiselle Rodríguez. Presentación de las Metas del Milenio. A cargo de Raquel Herrera, punto focal de UNIFEM en Costa Rica. Presentación del Plan Puebla-Panamá. A cargo de Felicia Ramírez. Directora del Centro para el Progreso Humano de la Fundación Arias para la Paz. Plenaria. El Impacto del Plan Puebla-Panamá en la sociedad centroamericana y especialmente sobre las mujeres. Las participantes del conversatorio intercambiaron opiniones e ideas sobre las presentaciones. Se discutió sobre los temas de agenda de las mujeres en el marco del Plan Puebla-Panamá y se resumen las principales ideas fuerzas surgidas de este primer conversatorio. Algunas ideas fuerzas.... 1. El carácter de nuestra participación: La presencia de mujeres Mesoamericanas en eventos de este carácter no significa que las propuestas impulsadas en el ámbito regional, como el Plan Puebla-Panamá, estén incorporando la equidad de género. Nuestro interés principal al participar en este evento, es hacer relevante y analizar las razones que motivan el impulso del Plan Puebla-Panamá, discutir su propuesta y visión del desarrollo que lleva implícita. ¿Cuáles personas están involucradas en esta propuesta? ¿De qué forma se integrarán las mujeres y hombres centroamericanos, la mayoría de ellos en condiciones de pobreza? ¿Cuál es la realidad de los países para cancelar las deudas contraídas por el impulso de estos proyectos? La propuesta del PPP manifiesta una preocupación por mejorar la calidad de vida de la población, sin embargo, lo anterior no se refleja en la prioridad de las acciones impulsadas y los presupuestos negociados y asignados hasta el momento. Es claro que las iniciativas de Interconexión vial, energética, fibra óptica y modernización aduanera, son las que tienen presupuesto asignado. El presupuesto asignado hasta el momento para las otras iniciativas tales como desarrollo humano, turismo, mitigación de desastres y desarrollo sostenible en su conjunto representan apenas el 3% del presupuesto total para todas las iniciativas del PPP. La razón de nuestra participación es exponer esta posición y promover espacios de expresión regional ante estas iniciativas. 2. Las propuestas de las mujeres: No se parte de cero en este proceso. Existen en la región centroamericana varias plataformas de trabajo colectivo. Se cuenta con una Agenda de carácter regional elaborada y diseñada en forma participativa, bajo el liderazgo del Foro de Mujeres para la Integración Centroamericana. También existe el proceso de análisis impulsado por la Fundación Arias a través del proyecto centroamericano denominado “Las Mujeres 302 en el Corredor del Diálogo”. Este proyecto tiene como objetivo hacer un análisis del impacto que tienen los Acuerdos Comerciales y proyectos regionales como el Plan Puebla-Panamá en las mujeres. En Costa Rica se cuenta con la Agenda de Mujeres y el documento Doce Puntos, que reúnen las principales demandas del movimiento de mujeres ante la sociedad y el gobierno costarricense. Ambos documentos son el resumen de un proceso de consulta, discusión y fortalecimiento del movimiento de mujeres. 3. Contexto del que se parte: La situación de vulnerabilidad de la región Mesoamericana esta caracterizada por varios factores: Nuestra región se estremece por problemas de gobernabilidad. El tema de la paz no está resuelto. El tema de la pobreza es cada vez más impactante en las debilitadas economías. Incremento de la inequidades sociales. Debilidad del proceso de integración regional impulsado por el SICA. Debilidad institucional del proceso de integración. La creciente vulnerabilidad y debilidad de procesos de gestión del riesgo. La necesidad de incorporar de forma transversal la variable ambiental en los proyectos del PPP. La consideración de la diversidad cultural y el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas. 4. La debilidad institucional: En este proceso de búsqueda y ampliación de la democracia, la pregunta central es: ¿Cómo pueden los países darle seguimiento a las Metas de la Cumbre del Milenio a través del PPP? ¿Cómo pueden los mecanismos nacionales de las mujeres ejercer la rectoría para supervisar la equidad de género en las políticas públicas en los países, si cuentan con bajo perfil político? ¿Cuáles son los mecanismos nacionales para presionar, por país, que se cumplan los acuerdos? ¿Con qué mecanismos cuenta el movimiento de mujeres en el ámbito nacional y regional para solicitar la rendición de cuentas y la auditoría ciudadana? 303 ENCUENTRO DE MUJERES CENTROAMERICANAS MANAGUA, NICARAGUA, HOTEL MANSIÓN TEODOLINDA 16, 17 y 18 septiembre de 2003 MEMORIA La Fundación Arias celebró un encuentro centroamericano de mujeres los días 16,17,18 de septiembre en Managua, Nicaragua. El objetivo de la reunión fue analizar las implicaciones para las mujeres de los acuerdos comerciales en el marco del tratado de libre comercio que Centroamérica está suscribiendo con Estados Unidos. También socializar los resultados del Foro Regional de Reflexión sobre las Metas del Milenio y la Equidad de Género en el Plan Puebla-Panamá. A éste último objetivo se dedicó la mañana del día 18 de septiembre. La Fundación asumió la participación en este encuentro de todos los puntos focales de UNIFEM en los países de Centroamérica, en el marco de un convenio de alto nivel que la Fundación Arias está suscribiendo con UNIFEM. Para ello, Felicia Ramírez de la Fundación Arias señaló el interés que México tiene de construir la iniciativa de desarrollo humano con enfoque de género, en consulta con organizaciones de mujeres mexicanas y centroamericanas. Asimismo explicó el interés de UNIFEM, PNUD y el gobierno mexicano de monitorear las Metas del Milenio en el contexto de la ejecución del Plan Puebla-Panamá desde la situación de las mujeres. Se presentó una sinopsis del Plan Puebla-Panamá y parte de las reflexiones que sobre este tema realizaron las mujeres rurales centroamericanas y del Sur-Sureste de México, en un encuentro realizado en el mes de febrero en la ciudad de Antigua Guatemala. Se valoró la pertinencia de hacer un proceso de análisis y reflexión sobre el Plan Puebla-Panamá desde un amplio número de organizaciones de mujeres centroamericanas. La idea es elaborar una agenda desde Centroamérica sin perjuicio de la agenda de las mexicanas, que sirva para aportar a la construcción de una iniciativa de desarrollo humano más incluyente. Se acordó que este proceso va a ser liderado por la Fundación Arias, a través de un proyecto que ejecuta en Centroamérica denominado Las Mujeres en el Corredor del Diálogo. Este proyecto tiene dos componentes: el análisis del impacto que tienen para las mujeres los acuerdos comerciales, y el segundo que está relacionado con las implicaciones en la vida de las mujeres del Plan Puebla-Panamá. Después de una sesión de preguntas y comentarios, Angélica Fauné, consultora de UNIFEM, hizo una presentación resumida de los resultados de las investigaciones de CEPAL que Rebeca Grynspan comentara en el Foro de México. Asimismo, explicó sobre el proyecto de investigación que UNIFEM y PNUD ejecutarán sobre el estado del arte de las mujeres en la economía. La idea es contar con información estadística actualizada que apoye las investigaciones, diagnósticos y propuestas que se realizan desde la academia, el estado, las ONG, la sociedad civil en general y las mujeres de los diversos sectores. Acuerdos: La Fundación Arias liderará el proceso de análisis y reflexión sobre el Plan Puebla-Panamá en la región centroamericana. Se realizarán una serie de talleres en los países para ir construyendo una agenda conjunta. La Fundación Arias coordinará acciones con UNIFEM, a través de sus puntos focales, en las actividades relacionadas con el PPP; y en conjunto con las organizaciones de mujeres abrirá los espacios necesarios para la incidencia. Se transcribe a continuación la presentación de la Fundación Arias sobre algunas de las reflexiones de las mujeres rurales de Mesoamérica con relación al PPP. EL Plan Puebla-Panamá: Una visión desde las mujeres Mesoamericanas Situación global de las mujeres De los 1,500 millones de personas que viven en la pobreza absoluta el 70% son mujeres. De 100 horas de trabajo en el mundo 67% son hechas por las mujeres y sólo el 9.4% de los ingresos están en sus manos. 304 Las mujeres son responsables de más de la mitad de la producción agrícola, sin embargo, son dueñas de menos del 1% de la tierra. Plan Puebla-Panamá La sociedad civil no tiene claro lo que es el Plan Puebla-Panamá. Poca consulta en los grupos que se verán afectados por el PPP. Poca consulta nacional que involucre a grupos de mujeres. Participación de las mujeres Las mujeres no estamos en las consultas sobre el PPP realizadas en las organizaciones sociales nacionales. No participamos en los espacios de lucha porque no tenemos suficiente información de dónde se dan estos espacios. Iniciativas Existen varias iniciativas regionales de grupos de mujeres. Corredor del Diálogo, Fundación Arias. UNIFEM-Metas del Milenio y el PPP. Mujeres para el diálogo-Churubusco. Un resumen de las principales preocupaciones planteadas durante todo el proceso llevado a cabo en los países, es el siguiente: De las ocho iniciativas propuestas, cuatro son las que han recibido el mayor apoyo financiero. En junio del 2002, para desplegar las iniciativas de desarrollo sostenible, promoción del turismo, desarrollo humano, prevención y mitigación de desastres naturales, sólo se cuenta con 3% del presupuesto total del PPP. El grueso de la inversión proviene de préstamos otorgados por organismos financieros, no de donaciones, lo que se va reflejar en el aumento de la deuda externa de los países de la región, cercana a los US $2000 millones. Endeudarse para construir infraestructura parece una forma extraña de paliar necesidades urgentes como nutrición, salud, vivienda y educación. El problema no es la infraestructura, sino dónde la ponen, quién la construye, quién se beneficia, a costa de qué y sobre todo, quién la pagará. Preocupaciones en lo ambiental EIA son deficientes, no incluyen la participación ciudadana y la representación de mujeres en sus mecanismos. CBM necesita aplicar una estrategia de equidad de género. La CCAD debe hacer más explicita su política de género. Importancia de contar con legislación en cuanto a derechos intelectuales sobre recursos genéticos que reconozcan el saber de las mujeres. Preocupaciones en lo laboral Derechos humanos y laborales presentes en las actividades industriales como la maquila. Las mujeres no deben ser consideradas sólo como mano de obra barata. Al readaptar reglas laborales, se amplía más la brecha entre la mano de obra masculina que es formal, estable y calificada y la mano de obra femenina e infantil, que por el contrario es informal, marginal, con trabajos precarios ocasionales, a tiempo parcial, sin protección. Otras preocupaciones La privatización de empresas públicas que brindan servicios como luz, agua y salud tendrá un efecto negativo en la calidad de vida de la población más pobre. Autonomía de las etnias y mecanismos que aseguren los derechos de los pueblos indígenas, en particular el de las mujeres. 305 Seguridad jurídica de las tierras y la vivienda. Migración, prostitución y narcotráfico. Lista de Participantes al conversatorio Nombre Organización Felicia Ramírez Fundación Arias Giselle Rodríguez UICN Tita Torres Agenda de los 12 puntos Lorena Camacho CEP Alforja Laura Pérez Consultoras Futura Raquel Herrera PNUD Lista de Participantes Encuentro Centroamericano Nombre Organización Mercedes Hernández Mesa Permanente de Mujeres Rurales El Salvador Dolores Cabnal Asociación AKtenamit Elena Cocón de Patal Coordinadora de mujeres rurales por el acceso a la tierra Guatemala Guatemala María Eva Carrillo Mesa Permanente de Mujeres Rurales El Salvador Grettel Báez Díaz Consultora Emma Mejía Sabonge Colectivo de mujeres contra la violencia Concepción Mejías Alas 306 País Nicaragua Honduras Foro de mujeres para la integración centroamericana Honduras Ana Lorena Camacho de la O Mujeres ante el TLC y CEP Alforja Costa Rica Mara L. Polanco Consultora PNUD Guatemala Sara Elisa Rosales Consultora UNIFEM Honduras María Teresa Rodríguez Fundación Guatemala Guatemala Martiza Rojas Fenasco Costa Rica María Teresa Fernández Fundación Nakawé Nicaragua Angélica Fauné Consultora UNIFEM Nicaragua Rosa Elena Prieto AMC Costa Rica Ester Suyapa Vásquez Consultora internacional de servicios múltiples Honduras María Eugenia Ochoa FUNDE El Salvador Edgar Lara FUNDE El Salvador FORO REGIONAL DE REFLEXIÓN SOBRE LAS METAS DEL MILENIO Y LA EQUIDAD DE GÉNERO EN EL MARCO DEL PLAN PUEBLA-PANAMÁ 26 y 27 de agosto de 2003 Lugar: Sala Magna de la Cancillería Ricardo Flores Magón No.1, Col. Guerrero Tlatelolco, Del. Cuauhtémoc, Ciudad de México Martes 26 de agosto de 2003 Horario 8:30 - 9:20 Actividad Registro de participantes Lugar Entrada Principal Área de Conferencias 9:30 - 9:40 Mensaje de Bienvenida Luis Ernesto Derbez Secretario de Relaciones Exteriores Plenaria Aula Magna Área de Conferencias 9:40 - 10:05 Las Metas del Milenio y la Equidad de Género Teresa Rodríguez Directora Regional para México, Centroamérica, Cuba y República Dominicana, Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) Plenaria Aula Magna Área de Conferencias 10:05 - 10:30 El Plan Puebla-Panamá y la Iniciativa Mesoamericana de Desarrollo Humano Héctor Pérez Dirección General Adjunta Iniciativas y Proyectos de Desarrollo Social-Humano y Sustentable del Plan Puebla-Panamá. Secretaría de Relaciones Exteriores Plenaria Aula Magna Área de Conferencias 10:30 - 11:00 Sesión de Preguntas, Respuestas y Comentarios Plenaria Aula Magna Área de Conferencias 11:00 - 11:30 RECESO 11:30 - 12:00 El Plan Puebla-Panamá en el Marco de las Metas del Milenio desde la Perspectiva de las Mujeres Rebeca Grynspan Directora de la Sede Subregional en México, Comisión Económica para América Latina y el Caribe Plenaria Aula Magna Área de Conferencias 12:00 - 12:30 Desafíos de las Mujeres en México y Centroamérica Josefina Aranda Plenaria Aula Magna Área de Conferencias 307 Horario Actividad Lugar 12:30 - 13:00 Sesión de Preguntas, Respuestas y Comentarios Plenaria Aula Magna Área de Conferencias 13:00 - 13:30 Presentación del equipo de facilitación e instrucciones 13:30 - 15:00 COMIDA Salón Benito Juárez 15:00 - 18:00 Desafíos y Consideraciones en la Agenda de Equidad de Género en el Desarrollo Humano del PPP en el Marco de las Metas del Milenio Grupos de Trabajo Aula Magna, Salas 1 y 2 Miércoles 27 de agosto de 2003 308 Horario Actividad Lugar 9:30 - 9:40 Dinámica de Apertura Facilitadoras Plenaria Aula Magna Área de Conferencias 9:40 - 10:00 Nuestra Agenda: Consideraciones y Perspectivas en México Lourdes García Plenaria Aula Magna Área de Conferencias 10:00 - 10:20 Nuestra Agenda: Consideraciones y Perspectivas en Centroamérica Margarita Zapata Plenaria Aula Magna Área de Conferencias 10:20 - 10:50 Sesión de Preguntas, Respuestas y Comentarios Plenaria Aula Magna Área de Conferencias 10:50 - 11:10 RECESO 11:10 - 14:10 Propuestas para la Agenda de Equidad de Género en el Desarrollo Humano del PPP en el Marco de las Metas del Milenio y Mecanismos de Seguimiento Grupos de Trabajo Aula Magna, Salas 1 y 2 14:10 - 16:00 COMIDA Salón Benito Juárez 16:00 - 17:10 Presentación de Propuestas para la Agenda de Equidad de Género en el Desarrollo Humano del PPP en el Marco de las Metas del Milenio y Mecanismos de Seguimiento (Resultados) Friné López y Facilitadoras Plenaria Aula Magna Área de Conferencias Horario Actividad Lugar 17:10 - 17:30 Conclusiones del Foro Regional de Reflexión Patricia Olamendi Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos Secretaría de Relaciones Exteriores Plenaria Aula Magna Área de Conferencias 17:30 - 17:40 Clausura del Foro Regional de Reflexión Thierry Lemaresquier Coordinador Residente Sistema de las Naciones Unidas en México Plenaria Aula Magna Área de Conferencias 17:40 - 17:50 Clausura del Foro Regional de Reflexión Herbert Taylor Jefe de la Unidad Coordinadora del Plan Puebla-Panamá Subsecretaría para América Latina y el Caribe Secretaría de Relaciones Exteriores Plenaria Aula Magna Área de Conferencias 309 FORO REGIONAL DE REFLEXIÓN SOBRE LAS METAS DEL MILENIO Y LA EQUIDAD DE GÉNERO EN EL MARCO DEL PLAN PUEBLA-PANAMÁ 26 y 27 de agosto de 2003 CANCILLERÍA, TLATELOLCO Propuesta Metodológica1 Día 1. Martes 26 de agosto Bienvenida y primer bloque de ponencias Durante la mañana del primer día la sesión estará a cargo de la moderación de SRE (Jessica Baños). Contará con el apoyo del equipo de facilitación en caso de requerirse. Ponencias (misma metodología para ambos días): 20 a 30 min. La o el ponente realiza su exposición desde su lugar con el apoyo técnico que requiera. Sesión de preguntas y respuestas: 30 min. Después de cada dos ponencias se dará un tiempo para preguntas, comentarios y respuestas. Los y las participantes tendrán tarjetas y lápices para escribir sus preguntas o hacer sus comentarios al ponente, escribiendo en ellas: • Nombre del ponente a quien dirigen la pregunta • Una pregunta/comentario por tarjeta • Datos personales (Opcional): Nombre, Organización, País/Estado. Los/as participantes levantan las tarjetas y las edecanes pasarán a recogerlas, las entregarán a la/el ponente, quien las leerá en voz alta y responderá. Las facilitadoras pueden apoyar a la moderadora en caso de requerirlo para llevar los tiempos y notificar a la o el ponente y los/as participantes los límites. En caso de requerirse se utilizarán tarjetas visibles. Grupos de Trabajo Se ha propuesto como forma de trabajo la división en grupos de trabajo más pequeños, con la finalidad de crear espacios donde las personas puedan participar de manera activa y dinámica, abriendo espacios para la discusión y el análisis, que de otra forma en un grupo demasiado grande, por limitaciones de tiempo, no tendrían lugar. Los y las participantes se dividirán en TRES grupos de trabajo, que previamente estarán repartidos desde la mesa de registro. Los criterios para distribuir a las personas en los grupos, es que cada uno cuente con representantes de todos las delegaciones y sectores invitados. Grupo de Trabajo: Desafíos y Consideraciones en la Construcción de la Agenda de Equidad de Género en el Desarrollo Humano del PPP en el marco de las Metas del Milenio Las facilitadoras presentarán la forma de trabajo que es la siguiente: Paso 1: REFLEXIÓN INDIVIDUAL: 25 min. • Después de haber escuchado las ponencias en la sesión de la mañana, encontramos los siguientes ejes temáticos: 1 La propuesta metodológica fue preparada por el Instituto Internacional de Facilitación y Consenso (IIFAC) con la participación de Friné López. 310 1. Pobreza y desigualdad (a más tardar en el 2015 reducir a la mitad el porcentaje de habitantes en Mesoamérica cuyos ingresos son inferiores a un dólar y de las personas con hambre. Asimismo, reducir la desigualdad social, económica y de género). 2. Salud (disminuir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, detener y reducir la propagación del VIH/SIDA y el paludismo, alentar a la industria farmacéutica a que aumente la disponibilidad de medicamentos esenciales y al alcance de todas las personas en los países en desarrollo). 3. Educación (acceso universal a la primaria 2005, y en secundaria, acceso igual de niñas y niños en todos los niveles 2015, capacitación para el trabajo). 4. Migración (derechos humanos de los migrantes, trabajadores migratorios y sus familias). • Cada persona hace una reflexión individual en silencio eligiendo uno de los subgrupos de acuerdo al eje temático en el que tenga mayor interés y/o conocimiento para trabajar y profundizar. OJO: es importante prever que los subgrupos estén balanceados en el número de personas participantes. • Se dará a cada uno de los y las participantes tarjetas para que escriban en ellas: a. ¿Cuáles son las consideraciones generales y específicas de equidad de género y de equidad étnica que tengo sobre el PPP, y qué quiero ver reflejadas en el desarrollo humano del mismo en el marco de las Metas del Milenio? Nota: Promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer (MM). Situación de las mujeres en las maquiladoras (tema frecuente en los correos que me escribieron). b. ¿Cuáles son los problemas específicos de mi región que quiero ver reflejados en el desarrollo humano? c. ¿Cuáles son las condiciones en el acceso al agua potable para todos y todas, en el acceso, manejo y conservación de los recursos forestales y la biodiversidad? • Una idea por tarjeta con letra legible a distancia, deberán añadir al calce de la tarjeta el país al que pertenecen. • Las facilitadoras prepararán previamente papelógrafos, en los cuales se tendrán como encabezado el nombre de cada uno de estos ejes temáticos, para recibir la información en tarjetas que verterán las y los participantes. • Al terminar su reflexión ya escrita en tarjetas, se ponen de pie y pegan las tarjetas en los papelógrafos según el eje temático elegido. • Cada quien se queda frente al papelógrafo con el tema que eligió. • De esta forma quedarán formados subgrupos de trabajo. Intentando que sea equilibrado en número. OJO: prever desde antes que esté equilibrado. Paso 2: SISTEMATIZACIÓN: 40 min. • Los participantes del subgrupo de trabajo recibirán el siguiente instructivo: 1. Elegir a una coordinadora/coordinador del equipo de trabajo. 2. Elegir una secretaria/secretario en el equipo. 3. Antes de comenzar harán una breve ronda de presentaciones diciendo su nombre, de dónde vienen y qué institución representan. • Cada equipo de trabajo clasificará las tarjetas que se encuentran en el papelógrafo. • Todos en conjunto deben depurar el contenido de las tarjetas, generando así un diagnóstico por tema.(En estos momentos hay espacio para la discusión e intercambio de ideas). Paso 3: SOCIALIZACIÓN EN GRUPOS DE TRABAJO: 30 min. • Cada equipo presentará a los otros equipos un breve resumen con las conclusiones a las que llegaron. Plenaria de trabajo: Informe de Avances de los Grupos de trabajo del grupo de trabajo anterior. Las personas de los grupos de trabajo anterior, regresan a la sala magna para la plenaria y así poder realizar el informe de los avances de los grupos de trabajo; la dinámica será la siguiente: 311 Paso 1: DEPURACIÓN: 35 min. • Todos los subgrupos que trabajaron con los diferentes ejes temáticos, traerán los resultados de su trabajo a las mesas de la plenaria. • Las coordinadoras/coordinadores y secretarios/secretarias de todos los grupos de trabajo, se reunirán por proyecto en un mismo lugar de la sala magna, para comparar y sintetizar la clasificación de las tarjetas que cada subgrupo trae. • De esta manera se forman equipos de sistematización. • Entre estos nuevos equipos, deben: 1. Elegir a una coordinadora/coordinador del equipo de trabajo. 2. Elegir una secretaria/secretario en el equipo. Objetivo: lograr un solo papelógrafo de las cuatro mesas de trabajo, por eje temático. Paso 2: SOCIALIZACIÓN: 35 min. • El o la vocero/a de equipo presentarán a la plenaria un resumen con las conclusiones a las que llegaron. • Al finalizar la actividad, todos los y las secretarias/os de todos los equipos de trabajo entregarán a los relatores generales sus notas de trabajo, para que puedan ser integradas en una sola relatoría. Trabajo preliminar para el siguiente día El equipo de relatoras, facilitadoras y Friné López trabajarán esa tarde en conjunto para recopilar y ordenar la información resultante de los grupos de trabajo, con la finalidad de entregar al día siguiente una síntesis para todos los y las participantes. Día 2. Miércoles 27 agosto Ponencias del segundo día. Facilita IIFAC Grupos de trabajo: Agenda de Equidad de Género en el Desarrollo Humano del PPP en el marco de las Metas del Milenio y Mecanismos de Seguimiento Paso 1: RETOMANDO EL TRABAJO: 25 min. • Todos los y las participantes se dividen nuevamente en mesas de trabajo en los diferentes salones asignados. • Todos y todas recibirán un breve documento con la síntesis del trabajo realizado el día anterior. • Dentro de los grupos de trabajo, los y las participantes se dividirán nuevamente por eje temático. Pueden elegir trabajar en el mismo tema del día anterior o cambiar si así lo desean. • Las facilitadoras prepararán previamente papelógrafos, en los cuales se tendrá como encabezado el nombre de cada uno de estos ejes temáticos, para recibir la nueva información en tarjetas que verterán las y los participantes. • Los y las participantes se reunirán en nuevos subgrupos frente a los papelógrafos de su proyecto elegido. • En equipo leerán la síntesis del día anterior al respecto de su tema Paso 2: TRABAJO EN PARES: 20 min. • Dentro de su propio grupo de trabajo y sin desplazarse de lugar, eligen a una pareja para trabajar. • Comparten ideas con su compañero/a y escriben en tarjetas: a. ¿Cuáles propuestas tienen para trascender los desafíos y las consideraciones generales de equidad de género y de equidad étnica? b. En síntesis, ¿cuáles son las propuestas para construir la agenda de equidad de género en el desarrollo humano en el PPP, en el marco de las Metas del Milenio? Prioricen las propuestas. c. ¿Cuáles consideran los mecanismos de seguimiento adecuados para la aplicación de la agenda de equidad de género en el desarrollo humano? 312 • Una idea por tarjeta con letra legible a distancia, deberán añadir al calce de la tarjeta el o los países al que pertenecen. • Al finalizar pegarán en los papelógrafos sus tarjetas. Paso 3: SISTEMATIZACIÓN: 35 min. • Todos y todas regresan su atención al papelógrafo central. • Elegirán a una coordinadora/coordinador del equipo de trabajo. • Elegirán una secretaria/secretario en el equipo. • Todos en conjunto deben clasificar y depurar el contenido de las tarjetas, generando así una agenda por proyecto. Paso 4: SOCIALIZACIÓN EN GRUPOS DE TRABAJO: 30 min. • Cada equipo presentará a los otros equipos un breve resumen con las conclusiones a las que llegaron. Integración de los resultados de los diferentes grupos de trabajo A realizarse en la sala magna Paso 1: DEPURACIÓN: 30 min. • Todos los subgrupos que trabajaron con los diferentes ejes temáticos, traerán los resultados de su trabajo a las mesas a la plenaria. • Las/os coordinadoras/es y secretarias/os de todos los grupos de trabajo se reunirán por proyecto en un mismo lugar de la sala magna, para comparar y sintetizar la clasificación de las tarjetas que cada subgrupo trae. • De esta manera se forman equipos de sistematización. • Entre estos nuevos equipos, deben: a) Elegir a un/a coordinadora/or del equipo de trabajo. b) Elegir un/a secretaria/o en el equipo. Objetivo: lograr un solo papelógrafo de las cuatro mesas de trabajo por eje temático. Las/os secretarias/os entregan las conclusiones de su grupo de trabajo a las relatoras. Trabajo preliminar de síntesis del trabajo Las facilitadoras en conjunto con las relatoras y Friné López trabajarán durante las dos horas de comida para sintetizar el trabajo anterior. Presentación de propuestas para la Agenda de Equidad de Género Friné López dará lectura al documento con las conclusiones recogidas durante el trabajo de estos dos días, buscando los acuerdos que se puedan consensar y anotando las diferencias, las que quedarán registradas en las memorias generales del evento, recogiendo así todos los puntos de vista y opiniones que se produjeron durante los dos días del Foro. Moderación de las conclusiones y la clausura queda a cargo de la SRE (Jessica Baños). • Conclusiones del Foro Regional. Patricia Olamendi. Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos. SRE. • Clausura del Foro Regional de Reflexión. Thierry Lemaresquier. Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en México. • Clausura Foro Regional de Reflexión. Herbert Taylor. Coordinador General del PPP. SRE. 313 DIRECTORIO PARTICIPANTES ALEMANIA Nombre: Meissner, Doris. Institución: Investigadora, Fundación Friedrich Ebert Dirección: Alemania Correo-e: doris.meissner@gmx.net Nombre: Institución: BELICE Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Tel y/o Fax: Correo-e: Goldson, Florence. Women’s Issues Network of Belize P.O. Box 2471, Belize City, Belice winbelize@btl.net 501 222 56 38, 501 222 56 37 COSTA RICA Nombre: Ramírez Agüero, Felicia. Institución: Directora, Centro para el Progreso Humano / Fundación Arias Dirección: Apartado Postal 8-6410-1000, San José, Costa Rica Correo-e: felicia@arias.or.cr Tel y/o Fax: (506) 224 19 19 ext 117, (506) 224 4949 EL SALVADOR Nombre: Guirola, Yolanda. Dirección: San Salvador, El Salvador Correo-e: pepe@netcomsa.com Tel y/o Fax: (503) 225 58 12 Nombre: Institución: Innocenti, Zoila de. Directora Ejecutiva, Instituto Salvadoreño de Desarrollo de la Mujer, ISDEMU Dirección: 9ª. Avenida Norte 120, San Salvador, El Salvador Correo-e: isdemu@isdemu.gob.sv z.innocenti@isdemu.gob.sv Tel y/o Fax: (503) 221 21 00, 222 96 43 222 93 49 Dirección: FRANCIA Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Vaquerano, Glenda. Miembro de la Iniciativa CID, Organización de Mujeres Salvadoreñas Boulevar Universitario, Col. San José, Avenida A-235, San Salvador, El Salvador g_vaquerano@hotmail.com Ferte, Aurelia. Estudiante, UNAM Relaciones Internacionales Francia aferte@caramail.com GUATEMALA Nombre: Polanco Sagastume, Mara Luz. Institución: Directora de Investigación, USAC Dirección: Cd. Universitaria, Zona 12, Guatemala, Guatemala Correo-e: malupol@yahoo.com Tel y/o Fax: 494 85 29 Nombre: Ramírez Pérez de Corado, Mirna Lilian. Institución: Coordinadora de la Máquila, Grupo Pro Mejoramiento de la Familia, GRUFEPROMEFAM Dirección: 9a Avenida 2-59, Zona 1 Guatemala, Guatemala Correo-e: grufeprf@yahoo.com Tel y/o Fax: 220 60 10, 3135792 Nombre: Institución: Vázquez, Susana. Vocal IV, Consejo Directivo Nacional de FODIGUA Dirección: Ruta 6 8-19, Zona 4 Guatemala, Guatemala Correo-e: consejofodigua@hotmail.com Tel y/o Fax: 502 331 96681, 3319666 Nombre: Institución: Innocenti, Cinzia. ISDEMU Dirección: 9ª. Avenida Norte 120, San Salvador, El Salvador Correo-e: cinzia_innocenti@yahoo.it Tel y/o Fax: (503) 222 96 43 315 HONDURAS Nombre: López de Maziér, Armida. Institución: Profesora e Investigadora, Instituto de Estudios Económicos de la Universidad Nacional Dirección: Col. Tepeyac Ave. Choluteca 219 Tegucigalpa, Honduras Correo-e: ugnh@compunet.hn armidalopez@yahoo.com.mx Nombre: Institución: Rosales, Sara Elisa. Consultora de UNIFEM, Mesa Economía y Género Dirección: Calzada Victoria 1048, Col. Humuya Tegucigalpa, Honduras Correo-e: saraelisa@cablecolor.hn Tel y/o Fax: 00 504 232 6812, Cel. 971 61 56 Nombre: Institución: Minero, Yadira. Coordinadora, Programa Mujer y Maquila Dirección: 7a Calle 10 y 11 Guamilito, San Pedro Sula, Honduras Correo-e: cdmsps@sulanet.hn Tel y/o Fax: 553 49 79, 552 84 90 Nombre: Institución: Dirección: Suazo Laitano, Marcela del Mar. Instituto Nacional de la Mujer Benito Juárez 3701, Edificio AHPROCAFE, Col. Lara, Apdo. Postal No. 846 Tegucigalpa, Honduras Correo-e: ministrainam@cybertelh.hn Tel y/o Fax: (504) 221 36 37, (504) 221 48 27 ITALIA Nombre: Institución: Pimentel, Evelyn. Sociedad para el Desarrollo Informativo Dirección: Italia Correo-e: evelynp@sidint.org Tel y/o Fax: 39 06 487 21 72, 39 06 487 21 70 316 MÉXICO Campeche Nombre: Institución: Munguía, Teresa. Educación, Cultura y Ecología, A.C. EDUCE, Sede Campeche Dirección: Calle 25 No. 47, entre 44 y 26, Col. San Román, CP 24600, Hopelchén, Campeche, México Tel y/o Fax: 996 822 0103 Correo-e: ximbal@laneta.apc.org Nombre: Institución: Carmona Toloza, Iván. Codirector Nacional del Proyecto de Apoyo a la Integración Definitiva de los Exrefugiados Guatemaltecos en los Estados de Campeche, Quintana Roo y Chiapas. Comisión Nacional de Ayuda a Refugiados, CONAR Dirección: Calle 59 -44, Ciudad Amurallada, 24000, Campeche, México Correo-e: 00970620@academ01.ccm.itesm.mx Tel y/o Fax: 981 8116068 Chiapas Nombre: Institución: Cárdenas Zitle, Ma. Guadalupe. Area Educación, Colectivo Feminista Mercedes Olivera Bustamente (COFEMU) Dirección: Prolongación Insurgentes 135, Barrio María Auxiliadora, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México Correo-e: sabina_luna2003@hotmail.com Tel y/o Fax: 967 678 6982 Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Tel/fax: Figueroa, Martha. Abogada, Grupo de Mujeres de San Cristóbal, A.C. Av. Cristóbal Colón No. 2 Bis, Centro, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México colem@prodigy.net.mx 967 678 4408 y 678 43 04 Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Tel/fax: Chihuahua Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Tel/fax: Becerril, Nahela. Directora de Investigación, Instituto de la Mujer de Chiapas Circunvalación Tapachula 111, Moctezuma, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México nahela@eudoramail.com 961 602 9137 Nombre: Institución: Dirección: Nombre: Institución: Alvarez, Diana. Coord. Gral., Centro de Apoyo a la Mujer Trabajadora, A.C. / Coordinación Nacional por un Milenio Feminista Calle Washington y Av. de las Aguilas, Col. Colinas del Sol, Chihuahua, Chih., México diana_teresita@hotmail.com 614 421 3808 Dirección: Nombre: Institución: Dirección: Nombre: Institución: Dirección: Castorena, Nitia. Germen Equidad Av. Independencia 3016-A Col. Sta. Rosa, Chihuahua, Chih., México Correo-e: mecanica49@hotmail.com Tel y/o Fax: 614 492 70 75 Distrito Federal Nombre: Abad Ortiz, Gonzalo. Institución: Director, UNESCO Dirección: Masaryk 526, 3o. Piso, C.P. 11590 D.F., México Correo-e: g.abad-ortiz@unesco.org m.perez-sotelo@unesco.org Nombre: Institución: Dirección: Alessandro, Laura. Consultora, OPS-OMS Reforma 450, Col. Juárez, C.P. 06600 D.F., México Correo-e: alessala@mex.ops-oms.org Tel y/o Fax: 5207 3009 Nombre: Institución: Dirección: Ambriz, Rebeca. Instituto Mora Plaza Valentín Gómez Farías 12, Mixcoac C.P. 03730, D.F., México Correo-e: rambriz@institutomora.edu.mx Tel y/o Fax: 55 98 37 77, 5563 7162 Correo-e: Arias Martínez, Gabriela. Trabajadora Social, Secretaría de Marina, SEMAR Eje 2 Oriente Tramo Heroica Escuela Naval Militar 861, Col. Los Cipreses, Del. Coyoacán, C.P. 04830, D.F., México Arreola González, Elizabeth. Departamento de Programas Asistenciales, Secretaría de Marina, SEMAR Eje 2 Oriente Tramo Heroica Escuela Naval Militar 861, Col. Los Cipreses, Del. Coyoacán, C.P. 04830, D.F., México Arrieta Archilla, Ainara. Asistente Area de Derechos de 12 niños Indígenas, UNICEF Paseo Reforma 645, Col. Lomas Chapultepec, C.P. 11000, D.F., México aarrieta@unicef.org Nombre: Institución: Dirección: Astelarra, Judith Consultora, UNIFEM Presidente Masaryk 29, Piso 10, Col. Chapultepec Morales, C.P. 11570, D.F., México Correo-e: judith@astelarra.com Tel y/o Fax: 52 63 98 08, 5203 18 94 Nombre: Institución: Dirección: Atkinson, David B. Representante Legal, BID. México Homero 1855, 6o. Piso, Col. Los Morales Chapultepec, Del. Miguel Hidalgo. C.P. 11570, D.F., México Correo-e: cof/cme@iadb.org Tel y/o Fax: 5580 2122 Nombre: Institución: Dirección: Atlaco, Carmen. Coordinadora del Proyecto Familia y Género, Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, INEA Francisco Márquez 160, Col. Condesa, C.P. 06140, D.F., México 317 Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Baltazar, Griselda. UNAM D.F., México griseldabt@latinmail.com Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Bandala, María Teresa. Secretaría de Relaciones Exteriores D.F., México mbandala@sre.gob.mx Baños Poo, Jessica. Asesora, Secretaría de Relaciones Exteriores Dirección: D.F., México Correo-e: jessicab@sre.gob.mx Tel y/o Fax: 5327 3286, 5241 3498 Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Tel y/o Fax: Brugada, Carlos. Area Internacional, SRE D.F., México cbrugada@sre.gob.mx 5327 3210, 5241 3482 Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Tel y/o fax: Bustamante, César. BID Homero 1855, 6o. Piso, Col. Los Morales Chapultepec, Del. Miguel Hidalgo. C.P. 11570, D.F., México cesartb@iadb.org 5580 2122 Nombre: Institución: Dirección: Calva, Vanessa. SRE D.F., México Nombre: Institución: Camacho Martínez, Lilia. Representante de Capacitación, Comisión Federal de Electricidad Dirección: Av. Thiers 251, Piso 2, Col. Casa Blanca, C.P. 11590, D.F., México lcm82652@cfe.gob.mx Nombre: Institución: Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Tel y/o Fax: Barreras, María Elena. Alianza por la Democracia México mebarreras@hotmail.com 016444130062 Nombre: Institución: Bautista Calatayud, Guadalupe. Jefa Departamento, Secretaría de Salud Calzada de las Bombas 411, 2oPiso, Col. San Bartolo Coapa, C.P. 04200, D.F., México calatayud@infosel.com.mx Dirección: Correo-e: Nombre: Institución: Benavent Martínez, Rosalía Josefa. Subdirectora Coord. Programática, Dirección General de Política y Planeación Agraria, Secretaría de la Reforma Agraria Dirección: Museo 102, Col. San Pablo Tepetlapa, D.F., México Correo-e: jbenavent@yahoo.com.mx Tel y/o Fax: 5618 2117, 5618 2998, 5618 2873 Nombre: Institución: Dirección: Bolaños Cacho, Gabriela. Asistente, Cámara de Diputados Tintoreto 112, Cd. De los Deportes, C.P. 03710, D.F., México Correo-e: gabygaby@hotmail.com Tel y/o Fax: 55 63 40 15, 5628 13 00 Ext. 3261 Correo-e: Nombre: Institución: Dirección: Campos, José Luis. Instituto Mora Plaza Valentín Gómez Farías 12, Mixcoac C.P.03730, D.F., México Correo-e: jlcampos@institutomora.edu.mx Tel y/o Fax: 55 98 37 77, 5563 7162 Nombre: Institución: Dirección: Cárdenas de Flament, María Luisa. Voluntaria, UNIFEM Av. Rubén Darío 115, Col. Bosques de Chapultepec, D.F., México Correo-e: flament@prodigy.net.mx Tel y/o Fax: 52 55 29 64 Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: 318 Carreño, Aída. Subdirectora, Instituto Nacional de las Mujeres Alfonso Esparza Otero 119, Piso 1, Col. Guadalupe Inn, C.P. 01020, D.F., México internacional@inmujeres.gob.mx Nombre: Institución: Castellanos, Bertha. Secretaría Particular, Secretaría de Relaciones Exteriores Dirección: Reforma 175, 15º piso, D.F., México Correo-e: bcastellanos@sre.gob.mx Tel y/o Fax: 52 41 84 57, 52413498 Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Nombre: Institución: Dirección: Castillo García, Gabriela. Ministra Consejera, Embajada de Costa Rica Rio Po 113, Col. Cuauhtémoc, C.P. 06500, D.F., México mgcastillogt@hotmail.com Castro, Yolanda. Subdirectora, Secretaría de Relaciones Exteriores D.F., México ycastro@sre.gob.mx Cerda Cristerna, Aída de los Angeles. Subdirectora de la Unidad de Equidad de Género, Secretaría de Economía Alfonso Reyes 30, Piso 13, Col. Hipódromo Condesa, C.P. 06140, D.F., México acerda@economia.gob.mx Cervantes, Marinés. Subsecretaría para América Latina y el Caribe, Secretaría de Relaciones Exteriores D.F., México mcervantes@sre.gob.mx Cohen, Hugo. Asesor en Promoción y Protección de la Salud, OPS-OMS Reforma 450, Col. Juárez, C.P. 06600, D.F., México cohenh@mex.ops-oms.org Cortés Almaguer, Cady Beatriz. Departamento Asistencia Familiar, Secretaría de Marina, SEMAR Eje 2 Oriente Tramo Heroica Escuela Naval Militar 861, Col. Los Cipreses, Del. Coyoacán, C.P. 04830, D.F., México Nombre: Institución: Dirección: Cruickshank, Susana. Equipo Pueblo, A.C. Francisco Field Jurado 51, Col. Independencia, CP 03630, Del. Benito Juárez, D.F., México Correo-e: suscru@yahoo.com Tel y/o Fax: 5539 0015, 5539 0055 Nombre: Institución: Dirección: Cruz, Claudia. Milenio Feminista Tamaulipas 66 Col. Condesa Del. Cuauhtémoc C.P. 06140, D.F., México Correo-e: clauslcs@prodigy.net.mx Tel y/o Fax: 04455 54 07 53 22 Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Cuevas, Fernando. Unidad de Energía, CEPAL Presidente Masaryk 29, Piso 11, Col. Chapultepec Morales, Del. Miguel Hidalgo, C.P. 11570, D.F., México fcuevas@un.org.mx Nombre: Institución: Dirección: Culebro, Ma. del Carmen. Representante, FAO Farallón 130, Jardines del Pedregal, C.P. 01900, D.F., México Correo-e: fao-mx@fao.org Tel y/o Fax: 5652-4903, 5568-4595 Nombre: Institución: Dirección: Degracia, Dionicio. Embajador, Embajada de Panamá Horacio 1501 Esq. Sófocles, Col. Polanco, C.P. 11560, D.F., México Tel y/o Fax: 5557-2793/6159, 5395-4269 Nombre: Institución: Dirección: Nombre: Dirección: Del Río, Ayxa Chuljack de. Agregada de Asuntos Administrativos y Comerciales, Embajada de Panamá Horacio 1501 Esq. Sófocles, Col. Polanco, C.P. 11560, D.F., México Delcallejo, Emilio. D.F., México 319 Nombre: Institución: Díaz Ceballos, Berenice Diplomática, Secretaría de Relaciones Exteriores Dirección: D.F., México Correo-e: bdiaz@sre.gob.mx Tel y/o Fax: 5117 42 97 Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Nombre: Institución: Dirección: Dominike, Weiss. Embajada de Alemania Lord Byron 737, Col. Polanco, C.P. 11560, D.F., México Tel y/o Fax: 52 83 22 00, 52 81 25 88 Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Doniz González, Virginia. Subdirectora de Gas, Secretaría de Energía Insurgentes Sur 890, Piso 3, Col. Del Valle, C.P. 03100, D.F., México vdoniz@energia.gob.mx Nombre: Institución: Dirección: Heiskanen, Ilkka. Embajador, Embajada de Finlandia Monte Pelvoux 111 4º Piso, Col. Lomas de Chapultepec, C.P. 11000, D.F., México Correo-e: fabiana.vazquez@formin.fi Tel y/o Fax: 5540-6036 al 38, 5540-0114 Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Tel y/o fax: Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: 320 Elías, Laura. Profesora Investigadora, ITESM, Campus Cd. México Calle del Puente 222, Col. Ejidos de Huipulco, C.P. 14380, D.F., México lelias@itesm.mx 5483 2280 Espinosa Torres, Patricia. Presidenta, Instituto Nacional de las Mujeres Alfonso Esparza Otero 119, Piso 1, Col. Guadalupe Inn, C.P. 01020, D.F., México presidencia@inmujeres.gob.mx Espinosa, Rosa Aurora. Investigadora, Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM Cto. Mario de la Cueva s/n, CU, Del. Coyoacán, C.P. 04510, D.F., México raurora@servidor.unam.mx Nombre: Excelentísimo Sr. René Becerra Zelaya. Institución: Embajador, Embajada de Honduras Dirección: Alfonso Reyes 220, Col. Hipódromo Condesa, C.P. 06170, D.F., México Correo-e: emhonmex@prodigy.net.mx Tel y/o Fax: 5211 5250, 5211 5747, 5211 5425 Nombre: Institución: Feliz, Roque. Asesor Regional, OXFAM. Gran Bretaña Dirección: Río Niágara 27, Col. Cuauhtémoc, C.P. 06500, D.F., México Correo-e: rfeliz@oxfam.org.do Tel y/o Fax: 5808 2219 Rep. Dom. 809 687 10 10 Nombre: Institución: Flores, Eugenia. Diputada Asamblea Legislativa del DF Dirección: D.F., México Correo-e: eugeluna@laneta.apc.org Tel y/o Fax: 55 18 81 91 Nombre: Institución: Franco, Claudia. Jefe de Dpto. Subs. Temas Globales Secretaría de Relaciones Exteriores Dirección: D.F., México Correo-e: cgarciag@sre.gob.mx Tel y/o Fax: 57824 144 Ext. 2076 Nombre: Institución: Franco, Gabriela. Subsecretaría para América Latina y el Caribe, Secretaría de Relaciones Exteriores Dirección: D.F., México Correo-e: gfranco@sre.gob.mx Tel y/o Fax: 5117 21 17 Nombre: Institución: Galeana, Patricia. Federación de Mujeres Universitarias Dirección: Av. Universidad 2219, Col. Copilco, D.F., México Correo-e: femumex@yahoo.com.mx Tel y/o Fax: 55 50 10 31, 56 16 23 80, 56 16 34 25 Nombre: Institución: Dirección: Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: García González, Nancy. Directora de Equidad y Género, Secretaría de Economía, SE Alfonso Reyes No. 30 Piso 12, Torre Ejecutiva, Col. Hipódromo Condesa, Del. Cuauhtémoc, C.P. 06140, D.F., México Garita, Alexandra. Oficial de Derechos Humanos, OACNUDH Masaryk 29, 2º. Piso, Col. Chapultepec Morales, C.P. 11570, D.F., México alexandra.garita@hchr.org.mx Nombre: Institución: Guerra, Mariana. Asesora, Instituto Nacional de las Mujeres Dirección: Alfonso Esparza Otero 119, Piso 1, Col. Guadalupe Inn, C.P. 01020, D.F., México Correo-e: mguerra@inmujeres.gob.mx Tel y/o Fax: 53 224200 Ext. 3008, Nombre: Gutiérrez, Leticia. Dirección: D.F., México Tel y/o Fax: 5628 1300, ext. 6230 Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Nombre: Institución: Nombre: Institución: Correo-e: González Uribe, Carla D. Asistente de Investigación, ITESM, Campus Cd. México Calle del Puente 222 Ejidos de Huipulco, C.P. 14380, D.F., México carla.gonzalez@itesm.mx Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Tel y/o Fax: Govea, Carolina. Jefe de Oficina, FIFONAFE D.F., México carolina.govea@hotmail.com 548 23 200 Ext. 165, 175 Dirección: Nombre: Institución: Grott, Ginette de. Consultora, ONUD Dirección: Masaryk 29, Piso 9, Col. Chapultepec Morales, C.P. 11570, D.F., México Correo-e: gdegrott@un.org.mx Tel y/o Fax: 52 63 97 97, 52 54 29 70 Dirección: Correo-e: Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Haro Alamilla, Belinda Edith Dir. Asistencia y Desarrollo, Comisión Nacional de Ayuda a Refugiados, CONAR Hamburgo 135 piso 4, Col. Juárez, Del. Cuauhtémoc, C.P. 06600, D.F., México bharo@segob.gob.mx Hernández Palacios Mirón, Ma. Esther. Dir. Animación Cultural, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, CONACULTA Av. Revolución 1877 Piso 8, Col. San Angel, Del. Alv. Obregón, C.P.01000, D.F., México difu_promoción@hotmail.com Herrera Cruz, Ignacio. Asesor, Fondo de la Vivienda del ISSSTE Miguel Noreña No. 28, Mezzanine, Col. San José Insurgentes, Del. Benito Juárez, C.P. 03900, D.F., México vglezdec@fovissste.gob.mx Nombre: Institución: Huízar, Eugenia. Presidencia Temporal del PPP, Secretaría de Relaciones Exteriores de Belice Dirección: D.F., México Correo-e: embelizeppt2@prodigy,net,mx Tel y/o Fax: 52 02 43 38 321 Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Tel y/o Fax: Incháurregui, Edson. UNAM D.F., México herrera_i_e@yahoo.com.mx 56 4200 23 Nombre: Institución: Jiménez San Vicente, Armando. Director General de Formulación de Política Energética, Secretaría de Energía Insurgentes Sur 890 piso 3, Col. del Valle, Del. Benito Juárez, C.P. 03100, D.F., México ajimenez@energia.gob.mx Dirección: Correo-e: Nombre: Dirección: Correo-e: Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Lanz Herrera, Miguel. Joaquín García Icazbalceta 77, Esq. Manuel María Contreras, Col. San Rafael C.P.06470, D.F., México mivlanz1@yahoo.com.mx Lopezllera Méndez, Luis. Presidente, Promoción del Desarrollo Popular Tláloc 40-3, Col. Tlaxpana, C.P. 11370, D.F., México lopezllera@laneta.apc.org Nombre: Institución: Dirección: Miranda, Guillermo. Director, OIT Darwin 31, Anzures, C.P. 11590, D.F., México Correo-e: miranda@oit.org.mx, jalon@oit.org.mx Tel y/o Fax: 5250 3224, 5250 8892 Nombre: Institución: Dirección: Nombre: Institución: Dirección: Nombre: Institución: Dirección: Nombre: Institución: Fundación Dirección: Correo-e: Tel y/o Fax: Lozano Domínguez, Leonel. Director de Política de Desarrollo, Friedrich Ebert D.F., México fesmex@laneta.apc.org 5553 53 02, 52 86 53 82 Nombre: Institución: Correo-e: Lozano, Itziar. Coordinadora, Coordinación Nacional por un Milenio Feminista Tamaulipas 66, Col. Condesa, C.P. 06140, D.F., México milenio@laneta.apc.org Nombre: Institución: Dirección: Tel y/o Fax: Tel y/o fax: Maldonado, Willis. Miembro del Consejo, ANCIFEM D.F., México 55146563 5553 1457 y 5553 1457 Dirección: 322 Nombre: Institución: Dirección: Molina Olvera, Jaime. Subdirector de Análisis, Coordinación de Asesores, Oficina de Apoyo a la esposa del C. Presidente de la República Residencia Oficial de Los Pinos, Puerta 1, Casa Lázaro Cárdenas, San Miguel Chapultepec Morales García, Carolina. Directora de Enlace Interinstitucional, Coordinación de Desarrollo Productivo de la Mujer, FONAES Tamaulipas 141, 3er Piso, Col. Condesa, D.F., México Moreno, Gisela. Secretaría de Relaciones Exteriores, Comunicación Social D.F., México Navarrete Ramos, Sandra Luz. Jefa del Departamento de Programas Asistenciales, Secretaría de Marina, SEMAR Eje 2 Oriente Tramo Heroica Escuela Naval Militar 861, Col. Los Cipreses, Del. Coyoacán, C.P. 04830, D.F., México Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Olmos, Abril. UAM D.F., México aprylle1922@hotmail.com Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Oñate, Rody. Información, UNEP D.F., México ronate@rolac.pnuma.org Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Ortiz, Paola. Secretaría de Relaciones Exteriores D.F., México portiz@sre.gob.mx Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Peña Jaramillo, Aida. Secretaría de Relaciones Exteriores D.F., México aidap@sre.gob.mx Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Pérez Camarena, Héctor. Secretaría de Relaciones Exteriores D.F., México hperez@sre.gob.mx Nombre: Institución: Pérez Fragoso, Lucía Clarisa. Coordinadora Área de Presupuestos Públicos, Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia, A.C. Abasolo 201, Col. Del Carmen, Coyoacán, C.P. 04100, D.F., México Dirección: Nombre: Institución: Dirección: Tel y/o Fax: Pérez, Carlos. Secretaría de Relaciones Exteriores D.F., México 52413464 Nombre: Institución: Dirección: Pérez, Julia. Responsable, Milenio Feminista Tamaulipas 66 Col. Condesa Del. Cuauhtémoc, C.P. 06140, D.F., México Tel y/o Fax: 56 58 79 53 Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Pietikainen, Jukka. Ministro Consejero, Embajada de Finlandia en México Monte Pelvoux 111 4º Piso, Col. Lomas de Chapultepec, C.P. 11000, D.F., México finmex@prodigy.net.mx Pineda Pineda, Elisa Mercedes. Ministra Consejera, Embajada de Honduras en México Alfonso Reyes No. 220, Col. Condesa, C.P. 06170, D.F., México emhonmex@prodigy.net.mx Nombre: Institución: Pineda, Carlos. Embajador, Embajada de El Salvador Dirección: Temístocles 88, Col. Polanco, C.P. 11560, D.F., México Tel y/o Fax: 52815723, 5280-0657 Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Tel y/o fax: Ramírez, Xóchitl. Red para el Desarrollo Sostenible de México, A.C. Calle 7-1, Ampliación Miguel Hidalgo, Del. Tlalpan, D.F., México xochram@laneta.apc.org 5446 4559 y 5446 3916 Nombre: Ramírez de Cuevas, Mercedes Ivania. Institución: Consultora Independiente Dirección: Reforma 23, Casa 2, San Angel, C.P. 01000, D.F., México Correo-e: miroc2_72@hotmail.com Tel y/o Fax: 55 50 37 71 Nombre: Institución: Dirección: Nombre: Institución: Dirección: Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Ramírez Martínez, Victor Manuel. Departamento Asistencia Familiar, Secretaría de Marina, SEMAR Eje 2 Oriente Tramo Heroica Escuela Naval Militar 861, Col. Los Cipreses, Del. Coyoacán, C.P. 04830, D.F., México Raquel Franco, Silvia. Asesora Regional en Promoción Salud Sexual y Reproductivo en Adolescentes, Equipo de Apoyo Técnico Homero 806, Col. Polanco, C.P. 11560, D.F., México Ríos Licona, Araceli de los. Suprema Corte de Justicia de la Nación, SCJN Pino Suárez 2, 1o. Piso Puerta 2015, Col. Centro, Del. Cuauhtémoc, C.P. 06065, D.F., mcastorenam@mail.scjn.gob.mx 323 Nombre: Institución: Correo-e: Rivera Fernández, Martha Beatriz. Presidenta, Instituto Nacional de Desarrollo Social y Organizacional, A.C. INDESO Calle las Flores 155- Edif. B 403, Col. Los Reyes, Del Coyoacán, C.P. 04330, D.F., desocial@prodigy.net.mx Nombre: Institución: Dirección: Tel y/o Fax: Rojas, Alejandra. Fundación Zapata D.F., México 56107638 Dirección: Nombre: Institución: Rosa, Gabriel de la. Coordinador Administrativo, Secretaría de Relaciones Exteriores Dirección: D.F., México Correo-e: grosa@sre.gob.mx Tel y/o Fax: 52413444, 2451 34 98 Nombre: Institución: Segrera, Pablo. Secretaría de Relaciones Exteriores, Plan Puebla-Panamá Dirección: D.F., México Correo-e: psegrera@sre.gob.mx Tel y/o Fax: 5782 41 44 Ext. 3792, Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Nombre: Institución: Dirección: Rueda Castillo, José Francisco. Asesor, Subsecretaría para Temas Globales, S.R.E. D.F., México Nombre: Institución: Dirección: Nombre: Institución: Dirección: Rueda, Virginia. Subdirectora de Normatividad de la Unidad de Informática, Secretaría de Comunicaciones y Transporte Eugenia 197, 7o Piso, Col. Narvarte, D.F., México Nombre: Institución: Dirección: Nombre: Dirección: Salaiza, Ana Luisa. D.F., México Nombre: Institución: Salazar García, Marisol. Secretaria particular, Secretaría de Relaciones Exteriores, Temas Globales D.F., México msalazar@sre.gob.mx Dirección: Correo-e: Nombre: Institución: Dirección: 324 Sandoval Merlos, Saúl. Jefe de Departamento de Seguimiento y Evaluación de Programas Estatales, Consejo Nacional de Población, CONAPO Angel Urraza 1137 Piso 10, Col. Del Valle, Del. Benito Juárez, C.P. 03100, D.F., México Sonia Piña, Adriana. Jefe de Departamento, Secretaría de Turismo Av. Mariano Escobedo 726 Verónica Anzures, D.F., D.F., México apsotelo@sectur.gob.mx Tamés Noriega, Regina. Oficial de Derechos Humanos, OACNUDH Masaryk 29, 2º. Piso, Col. Chapultepec Morales, C.P. 11570, D.F., México regina.tames@hchr.org.mx Texier, Jeanne. Encargada de Negocios a.i., Embajada de Francia en México Campos Elíseos 339, Col. Polanco, C.P. 11560, D.F., México Trannoy, Raphael. Consejero Político, Embajada de Francia en México Campos Elíseos 339, Col. Polanco, C.P. 11560, D.F., México Nombre: Institución: Dirección: Trejo Miranda, Claudia. OIT D.F., México Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Uranga, Enoé. Diputada, Asamblea Legislativa D.F., México enoe@hotmail.com Nombre: Institución: Exteriores, Dirección: Valero, Ana. Consultora, Secretaría de Relaciones Plan Puebla-Panamá D.F., México Nombre: Institución: Valle Fuentes, Angélica del. Asesora, Secretaría de Relaciones Exteriores Dirección: D.F., México Correo-e: adelvalle@sre.gob.mx Tel y/o Fax: 53273286 Nombre: Institución: Vargas, Susana. Presidenta, Asociación de Badmintong Dirección: D.F., México Tel y/o Fax: 55 97 82 38 Nombre: Institución: Vega, Beatriz de la. Directora de Relaciones Institucionales con Organismos Nacionales, Internacionales y ONG, Secretaría de Seguridad Pública, SSP Dirección: Calzada de las Bombas 411 Piso 2, Esquina Canal de Miramontes, Col. San Bartolo Coapa, Del. Coyoacán, C.P. 04200, D.F., México Corre-e: beadelavega@yahoo.com Tel y/o Fax: 5684 8520/ 5684 0831, 5678 2018 Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Velázquez Cervantes, José Miguel. Asesor de la Dirección General de Recursos Humanos, Secretaría de Hacienda Calzada de la Virgen 2799 CTM Culhuacán, Del. Coyoacán, D.F., México jose_velazquez@shcp.ofimay.gob.mx Vicentino, Irma. Subsecretaria America Latina, Secretaría de Relaciones Exteriores, Plan Puebla-Panamá Ricardo Flores Magón 1, Col. Tlatelolco, D.F., México ivicentino@sre.gob.mx Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Tel y/o Fax: Nombre: Institución: Zárate, Mónica. Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, A.C., ILSB Dirección: Antigua Taxqueña 108, Col. Barrio San Lucas, Coyoacán, CP 04040, D.F., México Correo-e: mujeres@ilsb.org.mx Tel y/o Fax: 5336 1539, 5336 1540 y 5549 7908 Guerrero Nombre: Dirección: Dirección: Correo-e: Vidal, Pilar. Asistente de Investigación, Unidad de Desarrollo Social, CEPAL Presidente Masaryk 29, Piso 11, D.F., México pvidal@un.org.mx Sánchez Hernández, Pascuala. Guerrero, México Michoacán Nombre: Institución: Mata, Gloria. Centro de Promoción para la Equidad “María Luisa Martínez”, A.C.,CEPREG Dirección: Eréndida 58, Vasco de Quiroga, Pátzcuaro, Michoacán, México Tel y/o Fax: 434 316 2702 fax: 434 3164262 Nuevo León Nombre: Ramos, Lídice. Institución: Coordinadora del Programa de Estudios de Género, Universidad Autónoma de Nuevo León Dirección: San Nicolás de los Garza, N.L., A. P. 10 Sucursal F, Monterrey, Nuevo León, México Correo-e: idiceramos@hotmail.com Oaxaca Nombre: Institución: Dirección: Nombre: Institución: Zapata, Margarita. Fundación Zapata D.F., México margaritazapata@terra.com.mx 56107638 Correo-e: Carmona, Guadalupe. Grupo de Apoyo a la Educación de las Mujeres, A.C., GAEM Murguía 413 Esq. Pino Suárez, Centro. C.P. 68000, Oaxaca, Oax, México kamiland@prodigy.net.mx 325 Nombre: Institución: Yucatán Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Castañeda Pérez, Martha Aida. Secretaria, Centro para los Derechos de la Mujer “´Nääxwiin”, A.C. Hidalgo 701, Col. San Felipe del Agua, C.P. 68020, Oaxaca, Oax, México macasta@rnet.com.mx Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Solís, Rocío. Transparencia, S.C. Oaxaca, Oax, México rociosolis_f@hotmail.com Nombre: Dirección: García Avila, Teresa. Investigadora, UNASSE Calle 5C-498, Resid. Pensiones, Mérida, Yucatán, México Correo-e: unasse@laneta.apc.org Tel y/o Fax: 01 99 983 41 07, 927 2205 Correo-e: Herrero Buchanan, Milagros del Pilar. Directora General, Instituto para la Equidad de Género en Yucatán Calle 86, 499-C Col. Altas Centro, C.P. 97000, Mérida, Yucatán, México iegyucatan@hotmail.com Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Mery Alzate, Luz. APIS, A.C. Mérida, Yucatán, México lumera1@yahoo.com.mx Institución: Dirección: Puebla Nombre: Dirección: Correo-e: Tel y/o Fax: Hernández Medina, Claudia. Puebla, México claudia.hernandez@pue.gob.mx 222 309 09 00 Veracruz Nombre: Institución: Dirección: Tel y/o Fax: González Cerecedo, Alicia. Subsecretaría de Desarrollo Político Veracruz, México 228 841 0108/ 09 Y 04 Nombre: Institución: Dirección: González, Araceli. Xochiquetzal Centro de Estudios Sociales, A.C. Xalapeños Ilustres 186 Centro, CP 91000, Xalapa, Ver., México xqcesac@prodigy.net.mx Nombre: Institución: Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Nombre: Institución: Dirección: Guzmán Gómez, Gabriela. Coordinadora Área de Mujeres, Consejo Regional del Café de Coatepec, A.C. 5 de mayo 11, Col. Centro, C.P. 91500, Coatepec, Veracruz, México gabguz@xal.megared.net.mx Nino, Juan José. Asistente, Gobierno del Estado de Veracruz Veracruz, México Murúa Beltrán, Leticia. Coordinadora, APIS, A.C. Calle 1-G-1 No. 110 por 20 y 22, Col. México Norte, Mérida, Yucatán, México Correo-e: musa@finred.com.mx Tel y/o Fax: 01 999 988 42 98, 999 94442927 Peniche Quintal, Sandra Noemí. Representante Estatal, Milenio Feminista Dirección: Calle 5C, 498, Resid. Pensiones, Mérida, Yucatán, México Correo-e: unasse@laneta.apc.org Tel y/o Fax: 01 99 99 24 96 45, 927 22 05 NICARAGUA Nombre: Faune Faundéz, Angélica. Institución: Consultora, UNIFEM Dirección: Departamentos Amazonia, Casa 5, Reparto San Juan, Managua, Nicaragua Correo-e: afaune@cablenet.com.ni Tel y/o Fax: (505) 278 0685 Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Tel y/o Fax: 326 Juárez, Marta. Puntos de Encuentro Managua, Nicaragua comercio@humboldt.org.ni (505) 249 89 22, 250 64 54 y 52 Nombre: Institución: Dirección: Tels.: Fax: Correo-e PANAMÁ Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Hooker Blandford, Alta. Rectora de la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicargüense (URACCAN) Del Puente El Edén 1 Cuadra Arriba, 2 Cuadras al Sur, Managua, Nicaragua. (505) 248 4658, 248 2118, 248 2119 (505) 248 4685 rectora.uraccan@ifxnw.com.ni Facilitadoras: Nombres: Marisela Vera, Paola Willis y Adela San Vicente. Institución: Instituto Internacional de Facilitación y Consenso (IIFAC) Dirección: Av. Domingo Diez 1989 Plaza Corporativa local 113, Col. El Empleado, CP 62520, Cuernavaca, Morelos, México Correo-e: email@iifac.org Tel y/o Fax: 777 102 2288 y 102 2290 Maduro Arosemena, Gloria. Enlace del PPP, Oficina PPP, Ministerio de Relaciones Exteriores Ministerio de Relaciones Interiores Apartado Postal 832-1249, Panamá, Panamá ppp1@mire.gob.pa Nombre: Dirección: Nombre: Institución: Martínez Torre, Nidia del Carmen. Directora Ejecutiva, Centro de Asistencia Legal Popular, CEALP Dirección: 6-5866, El Dorado, Panamá, Panamá Correo-e: nidiamartinez40@hotmail.com, cealp@sinfo.net Tel y/o Fax: 263 19 70, 264 65 29 Nombre: Institución: Pizarro, Alibel. Coordinadora Mujeres Rurales, Red Alforja de Educación Popular Dirección: Apartado 6-133, El Dorado, Panamá, Panamá Correo-e: proged@cwpanama.net Tel y/o Fax: (507) 226-4529, (507) 226-5320 Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Vega Cisneros, Tatiana Katiuska. Secretaría de la Mujer de la Central de Trabajadores Convergencia Sindical Bella Vista, Casa 3936. Apartado Postal 10536, Zona 4, Panamá, Panamá conversind@cwpanama.net Patricia Hume. Ajusco 9-8, Col. Buenavista, Cuernavaca, Morelos, México Correo-e: pathume@infosel.net.mx Tel y/o Fax: 777 313 6361 Consultoras: Nombre: Dirección: Correo-e: Tel y/o Fax: Josefina Aranda. Oaxaca, Oax. esconde@prodigy.net.mx 951 513 4001 y 513 4996 Nombre: Institución: Dirección: Correo-e: Tel y/o Fax: Margarita Zapata. Fundación Zapata D.F., México margaritazapata@terra.com.mx 5610 7638 Nombre: Dirección: Correo-e: Tel y/o Fax: Lourdes García. D.F., México lulagarciaa@yahoo.com.mx 5634 2070 Nombre: Institución: Dirección: Friné López. Espacio Autónomo, A.C. Allende 7 casa 2, Sta. Ursula Coapa, Coyoacán, CP 04650, D.F., México Correo-e: frinel@laneta.apc.org Tel y/o Fax: 5617 6117 y 5421 5553 327 GLOSARIO ACDI Agence Canadienne de Developpement International ALCA Área de Libre Comercio de las Américas ALIDES Alianza para el Desarrollo Sostenible AMC Alianza de Mujeres Costarricenses AOD Ayuda Oficial para el Desarrollo APEC Mecanismo de Cooperación Asia-Pacífico APREMAT Apoyo al Proceso de Reforma de la Educación Media en el Área Técnica ASEPROLA Asociación de Servicios de Promoción Laboral BANCOMEXT Banco Nacional de Comercio Exterior BCIE Banco Centroamericano de Integración Económica BID Banco Interamericano de Desarrollo BM Banco Mundial CAD Comité de Asistencia para el Desarrollo CAFTA Centroamerican Free Trade Agreement CARE Cooperative for Assistance and Relief Everywhere, Inc. CASC Consejo Asesor de la Sociedad Civil CBM Corredor Biológico Centroamericano CCAD Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo CEMUJER Instituto de Estudios de la Mujer «Norma Virginia Guirola de Herrera» CEC Citizen’s Environmental Coalition CEDAW Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer CELADE Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía CEMLA Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos CEPAL Comisión Económica para América Latina y Caribe CEP Alforja Centro de Estudios y Publicaciones Alforja CEPCO Coordinadora Estatal de Productores de Café de Oaxaca CESEM Centro de Servicios Municipales Heriberto Jara, A.C. CESTA Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada CID Iniciativa Mesoamericana Comercio e Integración y Desarrollo Sostenible CIAT-BM Centro Internacional de Agricultura Tropical - Banco Mundial CIB Cooperación para Investigaciones Biológicas CICA Consejo Indígena Centroamericano CIECA Centro de Investigación Económica para el Caribe CIESAS Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social COMISCA Consejo de Ministros de Salud Centroamericanos CONAFE Consejo Nacional de Fomento Educativo 329 330 CONAMUS Coordinadora Nacional de la Mujer Salvadoreña CONFRAS Confederación de Federaciones de la Reforma Agraria de El Salvador CONMUJER Comisión Nacional de la Mujer CONPES Consejo Nacional de Planificación Económica Social COPLADE Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado CRIM Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias DF Distrito Federal DGMA Dirección General de Medio Ambiente DH Desarrollo Humano DIF Desarrollo Integral de la Familia DOTS Terapia Observada Directamente (siglas en inglés) ECLAC Economic Council Latin America and Caribbean ETN Empresas Transnacionales EUA Estados Unidos Americanos FAO Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación FCPyS Facultad de Ciencias Políticas y Sociales FFD Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (siglas en inglés) FLACSO Facultad Latinoamericana en Ciencias Sociales FMI Fondo Monetario Internacional FNUAP Fondo de Población de las Naciones Unidas FODA Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas FUNDE Fundación Nacional para el Desarrollo GAPIE Grupo Asesor para la Participación Indígena y Étnica GED Género en Desarrollo GIMTRAP Grupo Interdisciplinario Mujer, Trabajo y Pobreza GNUD Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo GTZ Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit GTI Grupo Técnico Interinstitucional HIPC Iniciativa de Países Pobres Altamente Endeudados (siglas en inglés) IDG Índice de Desarrollo Relativo al Género IDH Índice de Desarrollo Humano IED Inversión Extranjera Directa IEGY Instituto para la Equidad de Género en Yucatán IICA Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura IIFAC Instituto Internacional de Facilitación y Consenso IMDH Iniciativa Mesoamericana de Desarrollo Humano IMDS Iniciativa Mesoamericana de Desarrollo Sustentable IMO Instituto de la Mujer Oaxaqueña IMPMDN Iniciativa Mesoamericana de Prevención y Mitigación de Desastres Naturales INB Ingreso Nacional Bruto INFONAVIT Instituto de Fomento a la Vivienda de los Trabajadores INMUJERES Instituto Nacional de las Mujeres INAP Instituto Nacional de Administración Pública INCAE Instituto Centroamericano de Administración de Empresas INEA Instituto Nacional para la Educación de los Adultos INEGI Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática INIM Instituto Nicaragüense de la Mujer IPEA Instituto de Pesquisa Económico-Social Aplicada IPG Índice de Potenciación de Género IPH Índice de Pobreza Humana IPM Instituto Poblano de la Mujer IPN Instituto Politécnico Nacional IQM Instituto Quintanarroense de la Mujer ISDEMU Instituto Salvadoreño de Desarrollo de la Mujer ITAM Instituto Tecnológico Autónomo de México ITESO Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente MED Mujer en el Desarrollo MIPYME Micro, Pequeña y Mediana Empresa NAFTA North American Free Trade Agreement OCDE Organización de Cooperación y Desarrollo Económico ODM Objetivos de Desarrollo del Milenio OIT Organización Internacional del Trabajo OMC Organización Mundial de Comercio ONG Organización No Gubernamental ONU Organización de las Naciones Unidas ONUDI Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial ORMUSA Organización de Mujeres Salvadoreñas OSC Organizaciones de la Sociedad Civil OXFAM Organización Internacional de Desarrollo PAC Programa de Ampliación de Cobertura PAM Plataforma de Acción sobre la Mujer PAO Potencial de Agotamiento de Ozono PIB Producto Interno Bruto PIEM-COLMEX Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer-Colegio de México PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUMA Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente PPA Paridad del Poder Adquisitivo PPP Plan Puebla-Panamá 331 PROGRESA Programa de Educación, Salud y Alimentación PROMUJER Programa de la Mujer del Gobierno del DF PROSIGA Programa de Modernización de los Sistemas de Gestión Ambiental de México PUEG Programa Universitario de Estudios de Género PYME Pequeñas y Medianas Empresas PYMEX Pequeñas y Medianas Empresas Exportadoras RAAN Regiones Autónomas del Atlántico Norte RAAS Regiones Autónomas del Atlántico Sur RUT Regional Unit for Technical Assistance SEDESOL Secretaría de Desarrollo Social SAGAR Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural SAGARPA Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentos SEMARNAT Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales SEP Secretaria de Educación Pública SETEC Secretaría Técnica de la Presidencia SICA Sistema de Integración Centroamericana SIEPAC Sistema de Interconexión Eléctrica Centroamericano SRE Secretaría de Relaciones Exteriores TLCAN Tratado de Libre Comercio de América del Norte UAM Universidad Autónoma Metropolitana UCA Universidad Centroamericana de Nicaragua UICN Unión Mundial para la Naturaleza UNAM Universidad Nacional Autónoma de México UNICEF Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia UNESCO Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNIFEM Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer UPIICSA Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas UPN Universidad Pedagógica Nacional URBARED Iniciativa conjunta del Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento de Argentina (UNGS) y el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). http://www.urbared.ungs.edu.ar/ 332 VIH/SIDA Virus de la Inmunodeficiencia Humana/Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida WEDO Organización de Mujeres para el Ambiente y Desarrollo (siglas en inglés) Supervisión de la edición Elaboración y Coordinación Colaboración Esperanza Brito de Martí Friné López Ivonne Pliego Patricia Hume Proyecto MEX/03/003 (00013587) Seguimiento de los Compromisos Internacionales de México en Materia de Derechos Humanos de las Mujeres y Fortalecimiento de la Perspectiva de Género en la Secretaría de Relaciones Exteriores. Agradecemos a la Comisión de Equidad y Género de la LVIII Legislatura de la Cámara de Diputados los recursos otorgados para el Programa de la Mujer de la Secretaría de Relaciones Exteriores, mismos que facilitaron la realización de esta publicación.