poder legislativo de la nacion honorable camara de diputados de la

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PODER LEGISLATIVO DE LA NACION
HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION
PROYECTO DE LEY
FIRMANTE: BLANCA BLANCO DE PERALTA- FPV- PCIA DE SANTA
CRUZ
EXPEDIENTE NRO 7330-D-2013
El Senado y Cámara de Diputados...
LEY DE CREACIÓN DE YACIMIENTO RIO TURBIO S.E.
Capítulo I
Disposiciones generales
Artículo 1°: Creación y régimen normativo. Créase la empresa YACIMIENTO
RIO TURBIO SOCIEDAD DEL ESTADO (YRT S.E.) sujeta al régimen
establecido por la Ley Nº 20.705.
Artículo 2º. Estatuto. El Estatuto Social de YRT S.E. debe ser elaborado y
aprobado por el Poder Ejecutivo de acuerdo con las normas establecidas en
esta ley y con sujeción a las pautas previstas en el ANEXO que forma parte
de la presente.
Artículo 3º. Objeto. YRT S.E. tiene por objeto llevar a cabo por sí, por
intermedio de terceros o asociada a terceros, el estudio, exploración y
explotación de los yacimientos de carbón mineral, su residual y, el
transporte, el almacenaje, la distribución, la comercialización e
industrialización de estos productos y sus derivados directos e indirectos, a
cuyo efecto podrá elaborarlos, procesarlos, refinarlos, comprarlos,
venderlos, permutarlos, importarlos, o exportarlos y realizar cualquier otra
operación complementaria de su actividad industrial y comercial o que
resulte necesaria para facilitar la consecución de su objeto. Asimismo, la
YRT S.E. puede por sí, por intermedio de terceros o asociada a terceros,
generar, transportar, distribuir y comercializar energía eléctrica.
Artículo 4º. Integración. YRT S.E. se integra y es continuadora de:
a) YACIMIENTO CARBONÍFERO DE RIO TURBIO;
b) RAMAL FERRO-INDUSTRIAL RIO TURBIO/RIO GALLEGOS;
c) MUELLES DEL PUERTO DE RIO GALLEGOS y PUNTA LOYOLA; y
d) CENTRAL TERMOELECTRICA A CARBON RÍO TURBIO.
ubicados todos ellos en la Provincia de Santa Cruz.
Artículo 5°: Capital social. El capital social de YRT S.E está integrado por:
a) los activos que provienen de sus antecesoras y que comprenden la
totalidad de los créditos, bienes muebles, inmuebles, marcas, registros
patentes y demás bienes materiales de su titularidad y todos aquéllos que
se encontraren afectados al uso en sus unidades productivas a la fecha de
entrada en vigencia de la presente ley.
b) la percepción de tarifas, cánones y alquileres, por la prestación de
servicio de transporte y servicios adicionales, complementarios y auxiliares;
c) los recursos financieros de operaciones de endeudamiento;
d) los productos, rentas e incrementos de su patrimonio;
e) los productos y rentas derivados de su participación en otras entidades;
f) los legados y donaciones que se concedan a su favor; y
g) cualquier otro recurso que pudiere corresponderle por ley o le fuere
atribuido por convenio o cualquier otro procedimiento legalmente
establecido.
Capítulo II
Disposiciones especiales
Artículo 6º. Industria nacional. YRT S.E. debe dar preferencia a la
producción nacional y latinoamericana en la incorporación de bienes de
capital y adquisición de materias primas.
Artículo 7°. Impacto ambiental. Las actividades desarrolladas por YRT S.E. y
todas las empresas vinculadas, contratadas o asociadas, deben evitar
operaciones que produzcan impactos ambientales o sociales en el medio
ambiente y en la organización socioeconómica de la poblaciones asentadas
en su área de influencia, siendo absolutamente responsables de la
conservación del ecosistema, de la biodiversidad y la integridad del
patrimonio genético de la Nación.
Artículo 8º. Personal. El personal de YRT S.E. se rige por las disposiciones
de la Ley de Contrato de Trabajo y los Convenios Colectivos de Trabajo que
celebren.
Artículo 9º. Directores. Los miembros del Directorio de YRT S.E. tienen
dedicación exclusiva en sus funciones y les alcanzan las incompatibilidades
fijadas por ley para los funcionarios públicos.
Artículo 10. Control financiero y de gestión. YRT S.E. está sujeta a los
mecanismos de control financiero y de gestión que resulten aplicables por
imperio de la Ley Nº 24.156 de Administración Financiera y de los Sistemas
de Control del Sector Público Nacional.
Capítulo III
Disposiciones transitorias
Artículo 11. Transferencia del personal. Transfiérase como personal
permanente de YRT S.E. la totalidad del personal que al momento de
entrada en vigencia de la presente, revisten en la planta permanente o
transitoria de YACIMIENTO CARBONÍFERO DE RÍO TURBIO, del RAMAL
FERRO-INDUSTRIAL RIO TURBIO/RIO GALLEGOS, de los MUELLES DEL
PUERTO DE RIO GALLEGOS y PUNTA LOYOLA y de la CENTRAL
TERMOELECTRICA A CARBON RÍO TURBIO preservando los derechos
adquiridos en materia de antigüedad, remuneración, categoría laboral y
demás derechos que se deriven de su relación laboral.
Artículo 12. Distribución de utilidades. Para los primeros cinco años de
operación las utilidades de YRT S.E. se distribuirán de la siguiente manera:
- 45% para la reinversión y capitalización de YRT S.E.
- 20% para el Estado Nacional
- 20% para la Provincia de Santa Cruz
- 5% a ser distribuido entre los trabajadores de YRT S,E,
- 5% para financiar estudios de investigación y desarrollo de energías
renovables y alternativas en Universidades Públicas Nacionales y
Organismos de Ciencia y Técnica Nacionales.
- 5% para subsidiar el consumo de energía eléctrica de los habitantes de la
provincia de Santa Cruz.
Artículo 13. Exención tributaria. Las transferencias de dominio resultado de
lo establecido en el artículo 4º y demás trámites necesarios para la
transformación dispuesta en la presente ley están exentos de todo
impuesto, tasa o contribución nacional existente o a crearse, como también
de todo arancel y honorario. La exención comprende pero no se limita, a los
impuestos, tasas y contribuciones que graven los instrumentos,
operaciones, ingresos y resultados que surjan en forma directa o indirecta
de la transformación dispuesta.
Artículo 14. Plazo de adecuación. El Poder Ejecutivo debe aprobar los
Estatutos Sociales de YRT S.E. y realizar todos los actos necesarios para su
efectiva constitución y puesta en funcionamiento dentro de los 180 días de
promulgada la presente.
Artículo 15. Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Señor presidente:
El proyecto que hoy presentamos tiende a reimpulsar las actividades de lo
que alguna vez fue orgullo de la minería nacional: el Yacimiento Carbonífero
de Río Turbio.
La historia
La "Gesta del Carbón Argentino", como acertadamente llamó Eleo P.
Zoccola al yacimiento carbonífero más austral de la Argentina continental,
se remonta a la segunda mitad del siglo XIX con las expediciones de
pioneros como Carlos María Moyano, Agustín del Castillo, Nicolás Dávila,
Ramón Lista y ese gran argentino a quien el país le debe su Patagonia que
fue el Perito Francisco P. Moreno.
Se sucedieron luego los emprendimientos de otros esforzados luchadores
como Mayer o Eberhardt, sólo por nombrar algunos y, por último, el
denodado esfuerzo de Juan Manuel Gregores, Gobernador de la Provincia
desde 1932 hasta 1945, quien logró interesar al gobierno nacional en la
explotación del yacimiento.
En 1939, por causa de la guerra mundial, nuestro país se vio gravemente
afectado por la carencia de combustibles ya que, a ese momento, se
importaban cerca de 3.000.000 de toneladas anuales de carbón,
importación que drásticamente fue disminuyendo. Tres años antes, en
1936, la entonces Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales
había destacado al Ing. José Brandmyr para la realización de una extensa
exploración geológica en la vasta región comprendida entre el Lago
Argentino y el Seno Última Esperanza. Sin embargo, no fue sino hasta 1941
en que, por Decreto nº 87.672 de fecha 2 de abril de 1941, el entonces
Vicepresidente de la Nación a cargo del Poder Ejecutivo, Ramón Castillo,
ordena la realización de "los estudios, cateos y experimentaciones
necesarias para determinar de inmediato las características técnicas,
capacidad y grado de explotabilidad técnico-económica de los yacimientos
de carbón existentes en el territorio nacional". Ante esto, el Directorio de la
Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales decide conformar su
División Carbón Mineral; poco después, dentro de ésta, se creó la Comisión
Carbón Mineral nº 59, con directa acción en el yacimiento de Río Turbio.
El advenimiento del gobierno revolucionario de 1943 y su continuación
institucionalizada en la presidencia del General Perón fueron los que le
dieron real impulso a ese incipiente yacimiento. En 1943 mediante el
Decreto nº 12.648 se crea la Dirección Nacional de la Energía; por Decreto
22.389 de 1945 se reestructura esta Dirección Nacional creando, en su
ámbito, la Dirección General de Combustibles Sólidos Minerales, como ente
autárquico; por su parte, el artículo 12 de este último decreto establece que
"La Dirección General de Combustibles Sólidos Minerales tendrá a su cargo
la exploración y la explotación de yacimientos de combustibles sólidos
minerales del Estado, así como la industrialización, el transporte, la
distribución y la comercialización de dichos productos y sus derivados".
Es interesante señalar que ya en ese momento la visión estratégica del
gobierno no se limitaba a la simple explotación del recurso sino que le
adosaba, como algo casi inherente a ello, el transporte de ese mineral. En
los considerandos del decreto que hemos mencionado se señalaba que "el
Gobierno está empeñado, asimismo, en dar la importancia e impulso que
les corresponde a las explotaciones mineras de combustibles sólidos,
aprovechando la experiencia adquirida en los últimos años y en favorecer el
desarrollo de las vías de comunicación que faciliten el acceso a los
yacimientos".
La reorganización del gobierno constitucional lleva a la creación, mediante
Decreto nº 17.371 de 1950, de "un organismo dependiente del Ministerio de
Industria y Comercio de la Nación, denominado Empresas Nacionales de
Energía (E.N.D.E.), con el carácter de Empresa del Estado y con capacidad
para actuar pública y privadamente de acuerdo con las atribuciones que se
fijan en el presente decreto" (art. 1º). Este ente nucleaba a Yacimientos
Petrolíferos Fiscales, Agua y Energía Eléctrica, Gas del Estado, Combustibles
Vegetales y Derivados y la ya mencionada Dirección General de
Combustibles Sólidos Minerales. La conducción del Ministerio de Industria y
Comercio estaba a cargo, a ese momento, de José Constantino Barro, un
denodado y entusiasta defensor de los recursos naturales del país .
Entendemos que vale la pena insistir en esta visión global que se desprende
de esta normativa porque es el sustento conceptual de lo que nuestra
propuesta contiene: un manejo integral de los recursos que están
naturalmente interrelacionados.
No podemos dejar de mencionar a otro gran visionario de esa época, el Ing.
Juan Eugenio Maggi, creador de Agua y Energía Eléctrica, empresa nacional
que permitió unificar los esfuerzos dispersos que significaban los
emprendimientos provinciales en materia energética. Maggi decía, con
relación al aprovechamiento de Río Turbio que ello era: "una necesidad
impostergable porque significaba modificar la vieja mentalidad. Los mismos
capitales ingleses que explotaban las fuentes de energía, nos vendían
también el carbón para hacerlas funcionar. Para hacer andar aquí sus
ferrocarriles importaban su propio carbón. Un negocio redondo que ellos
justificaban con el falso argumento del bajo costo: tomaban como base el
precio inferior de 20 pesos la tonelada que se había pagado, en lugar de
considerar el promedio entre 1910 y 1945 que era de 38 pesos". Este
mismo Ing. Maggi fue quien luego, como Ministro de Transporte, impulsó el
desarrollo de la aviación comercial, creando Aerolíneas Argentinas, y de los
ferrocarriles.
Justamente un necesario complemento que se dio a mitad el siglo XX al
yacimiento minero, fue el tendido de la línea férrea entre Río Turbio y Río
Gallegos aprovechando rieles y material rodante que se encontraba en
depósitos en Puerto Madryn, sin uso, desde 1921 ¡casi treinta años!. Este
ferrocarril, construido a un ritmo realmente notable por su velocidad, fue
inaugurado en 1951. El otro complemento igualmente necesario fue la
construcción y posterior ampliación de las instalaciones portuarias de Río
Gallegos. Por esas extrañas jugarretas del destino, esta obra, realizada casi
en su totalidad por el gobierno de Perón, fue inaugurada por la
autodenominada Revolución Libertadora.
Este decisivo impulso que, como se ha visto, se dio en forma coordinada
desde el gobierno federal, permitió que Río Turbio pasara de una producción
bruta de algo menos de 10.000 toneladas en el año 1947, a 24.000 en
1950, 108.000 en 1952 y 132.000 en 1955.
Lo demás ya es historia reciente. Producido el quiebre constitucional de
1955 y retomada la institucionalización con la asunción de Frondizi a la
Primera Magistratura, mediante Decreto n° 3.686 del 6 de agosto de 1958,
se crea la empresa Yacimientos Carboníferos Fiscales, sustituyendo a
"Combustibles Sólidos Minerales".
YCF siguió funcionando e incrementando su producción hasta la década del
90 en que se dispuso su privatización.
Mediante el Decreto Nº 979 de fecha 17 de junio de 1994 el Poder Ejecutivo
Nacional adjudicó, a partir del 1º de julio de 1994 y por el término de diez
años, mediante la modalidad de concesión integral, el citado complejo
carbonífero y los servicios ferroportuarios a la empresa Yacimiento
Carbonífero Río Turbio Sociedad Anónima.
Sin embargo, fueron innumerables los incumplimientos por parte de la
adjudicataria a sus obligaciones contraídas conforme al contrato de
concesión y usufructo, entre ellas, la falta de preservación del medio
ambiente; falta de custodia, mantenimiento y conservación de los bienes
concesionados; ausencia de asistente técnico minero en el plan de
desarrollo minero; falta del pago de haberes al personal y aportes
previsionales; incumplimiento de la afectación de bienes a terceros,
incumplimiento de inversiones obligatorias, incumplimiento de los niveles de
producción mínimos y de aquellos comprometidos en el plan empresario
oportunamente presentado; falta de contratación de seguros de personal y
de bienes concesionados; incumplimiento del pago del canon minero y, lo
más grave, la desinversión en los niveles de protección y seguridad, tanto
individual como colectiva, con las nefastas consecuencias que, por tal
motivo, tuvieron los trabajadores.
Ante ello, y habiendo tomado conocimiento que la empresa adjudicataria de
la concesión había solicitado su concurso preventivo se decidió declarar la
rescisión del contrato. Esta rescisión fue convalidada por Decreto nº 1034
del 14 de junio de 2002. En los considerandos de este decreto se señala
que "las operaciones técnicas y operativas del complejo carbonífero a cargo
de la concesionaria, se encuentran totalmente interrumpidas desde el 25 de
abril de 2002, como consecuencia de inconvenientes técnicos en la
generación y suministro de la energía eléctrica necesaria para hacer frente
a las obligaciones asumidas"; y que "en la actualidad el estado de abandono
en que se encuentra el complejo carbonífero pone en riesgo la integridad y
seguridad física del personal y la preservación de los bienes del mismo". Por
todos esos motivos es que se decide la intervención de esa empresa,
situación que continúa hasta la actualidad.
Aunque en ese decreto original de intervención se decía "que se hace
ineludible, en esta instancia, la participación del Gobierno de la Provincia de
Santa Cruz en el destino final del complejo carbonífero" e incluso el artículo
6º establece que "el Estado Nacional acordará con la Provincia de Santa
Cruz el destino final del complejo carbonífero y ferroportuario descripto en
el artículo 1º", nada de ello se ha hecho aún... y han pasado más de diez
años.
Paralelamente fue tomando forma en los últimos años la construcción de
una usina termoeléctrica cuyo funcionamiento se basaría en el consumo del
carbón de Río Turbio. Esa usina -en realidad una mega usina por sus
dimensiones- está prácticamente terminada como para entrar en
funcionamiento constituyendo desde el punto de vista estratégico, una
misma unidad productiva con el yacimiento.
Así, el gobierno constitucional que encabezara Néstor Kirchner potenció esa
visión estratégica considerando a la empresa y a la central térmica
enclavada en Julia Dufour, a boca de la mina, un emprendimiento esencial
para la ecuación energética nacional. En efecto, el ex Presidente orientó
millones de recursos financieros para poner al carbón, en forma definitiva,
en la nueva matriz socio productiva del país. Se intentaba saldar -de esa
forma- la deuda histórica de los argentinos con la cuenca carbonífera
santacruceña.
Esta es la situación al día de hoy. Falta el empujón final y a eso apunta este
proyecto.
Nuestra propuesta
A fin de reimpulsar entonces, como hemos dicho, este emprendimiento es
que presentamos nuestra propuesta consistente en crear una Sociedad del
Estado, en los términos de la Ley Nº 20.705, que se haga cargo no sólo del
Yacimiento sino también de la usina, la línea férrea y las terminales
portuarias.
Desarrollamos a continuación la explicación y la justificación de los
principales puntos que trata el proyecto de ley.
a) La idea de constituir una sola empresa que maneje el conjunto de estas
unidades productivas, como hemos señalado, estaba ya en la mente de
quienes crearon e impulsaron este importantísimo polo de desarrollo. Nos
ha parecido lo más prudente continuar con esa visión integradora máxime
en estas épocas en que el mundo tiende cada vez más a proyectos
globalizados.
b) La figura jurídica que nos parece más adecuada es la de una Sociedad
del Estado de acuerdo con el régimen previsto en la Ley Nº 20.705. Esta
figura permite compatibilizar la agilidad característica con que suelen
moverse las organizaciones privadas sin descuidar el estricto control, por
parte del Estado, que asegure una gestión de transparencia pública. Por ese
motivo se prevé expresamente la aplicación de la Ley Nº 24.156 de
Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público
Nacional
c) Asimismo, entendemos casi una obligación rescatar las profundas
concepciones sociales del peronismo sabiendo que "existe sólo una clase de
hombre, los que trabajan". Por ese motivo es que propugnamos un
esquema de conducción donde los trabajadores estén representados en pie
de igualdad con los representantes del Estado. No obstante esta paridad, se
establece taxativamente que ninguno de estos grupos puede tomar
decisiones en total ausencia del otro, propendiendo a la armonía y al
entendimiento antes que a la confrontación. Asimismo, se incorpora un
representante de los consumidores y usuarios de energía eléctrica de la
Provincia de Santa Cruz.
Queremos señalar que esta incorporación de los trabajadores al estamento
de dirección de la empresa no es ninguna idea trasnochada. No sólo se ha
aplicado y se aplica con éxito en otros países sino que aún añoramos la
excelente conducción que tuvo Segba durante la gestión de Juan José
Taccone en el período 1973-1976, donde se había implantado un modelo
semejante al que proponemos. Por supuesto, este modelo resultaba
altamente peligroso para los usurpadores del poder por lo que fue
rápidamente eliminado como tal.
d) En cuanto a la titularidad de esta nueva empresa nos circunscribimos a la
letra y el espíritu de la Constitución Nacional que claramente establece en
su artículo 124, segundo párrafo, que: "Corresponde a las provincias el
dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio". Por
otro lado, como ya mencionamos, en el mismo decreto de intervención del
año 2002 se consideraba ineludible "la participación del Gobierno de la
Provincia de Santa Cruz en el destino final del complejo carbonífero" a la
par que se indicaba que la Nación debía acordar "con la Provincia de Santa
Cruz el destino final del complejo carbonífero y ferroportuario". En
consecuencia entendemos superflua cualquier discusión en tal sentido.
e) Respecto del modo de plantear el texto legal hemos seguido el formato
en que se aprobó la Ley Nº 26.352 por la que se crean la Operadora
Ferroviaria Sociedad del Estado y la Administración de Infraestructuras
Ferroviarias Sociedad del Estado. Esto es, delegar en el Poder Ejecutivo la
facultad de aprobar los estatutos de la nueva Sociedad del Estado, pero fijar
en la ley cuáles son las pautas que necesariamente esos estatutos deberán
contemplar; aprobar los estatutos en el texto de la ley obligaría en el futuro
a tener que dictar una nueva ley para cualquier modificación estatutaria
menor como podría ser un simple cambio de domicilio. La ley establece los
derechos y las obligaciones básicos que resultan inamovibles sin la voluntad
del Congreso; las cuestiones más operativas pueden delegarse en órganos
de más ágil tramitación como es el Poder Ejecutivo.
f) La ley contempla dos cuestiones fundamentales en lo que se refiere a los
trabajadores. En tal sentido seguimos lo que señalara Juan Pablo II en su
encuentro con los trabajadores argentinos en el Mercado Central de Buenos
Aires el viernes 10 de abril de 1987: que es un principio fundamental
"considerar el hombre no en cuanto útil o inútil para el trabajo, sino
considerar el trabajo en su relación con el hombre, con cada hombre;
considerar el trabajo en cuanto útil o inútil al hombre". Por ese motivo es
que establecemos en la ley, para que no quede ninguna duda, que el
encuadramiento jurídico de esos trabajadores es la Ley de Contrato de
Trabajo y las Convenciones Paritarias que de allí resulten. Asimismo, la
primera Disposición Transitoria asegura la estabilidad de los actuales
trabajadores que pasarían directamente a ser trabajadores de planta
permanente de la nueva empresa "preservando los derechos adquiridos en
materia de antigüedad, remuneración, categoría laboral y demás derechos
que se deriven de su relación laboral".
g) También en una Disposición Transitoria se establece cuál será el criterio
para la distribución de utilidades y los porcentajes asignado a cada ítem
para los primeros cinco años vida de esta nueva sociedad. Hemos entendido
que dejar librado a las autoridades circunstanciales la determinación de tan
importante aspecto del manejo de una empresa de estas características
podría resultar peligroso para la buena marcha de la compañía; pero
también extender por más tiempo el plazo en el que la ley establece
taxativamente esos porcentajes podrían producir una rigidez y un
anquilosamiento innecesarios y, a la postre, contraproducentes.
h) No resultan ajenos tampoco al proyecto la preferencia que debe darse en
las compras a productores nacionales y el tema de la protección del medio
ambiente.
En resumen creemos que la aprobación de este proyecto contribuirá a
relanzar un tema tan importante como es el desarrollo armónico de la
minería y la energía por lo que solicitamos de las señoras diputadas y los
señores diputados nos acompañen con su voto favorable.
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