Fortalecimiento de los sistemas de monitoreo y evaluación (M&E) en América Latina Diagnóstico de los sistemas gubernamentales de monitoreo y evaluación en Argentina Carlos Canievsky El equipo CLAD-Banco Mundial a cargo del Proyecto revisó, junto con la profesora Sonia Ospina, la primera versión del informe. Roberto O. Panzardi, Especialista Senior en Reforma del Sector Público del Banco Mundial, y Gerardo Una, Consultor, aportaron valiosos comentarios a la revisión. El documento que aquí se presenta fue sometido a la consideración de las instituciones con responsabilidad en la conducción de los sistemas en estudio, a saber: Jefatura de Gabinete de Ministros. Secretaría de la Gestión Pública: Christian Asinelli, Director Alterno del Proyecto de Modernización Viceministro de Desarrollo Social: Daniel Arroyo Ministerio de Economía y Producción. Secretaría de Política Económica: Gerardo Hita, Director Nacional de Proyectos con Organismos Internacionales de Crédito Banco Mundial CLAD Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo Banco Mundial CLAD Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo Diciembre 2007 © Banco Mundial 1818 H St. NW Washington, D.C. 20433 - Estados Unidos Tel.: (1202) 4771000 Fax: (1202) 4776391 E-mail: feedback@worldbank.org http://www.worldbank.org © Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD) Apartado 4181, Caracas 1010-A, Venezuela Tel.: (58212) 9922395/3297/5953/4064/9937277 Fax: (58212) 9918427 E-mail: cedai@clad.org.ve http://www.clad.org.ve ISBN: 978-980-6125-50-6 Depósito Legal: lf86020073323644 Las ideas y pensamientos contenidos en el documento no representan necesariamente los criterios del Banco Mundial ni del CLAD. No se permite la reproducción total o parcial de este documento, ni su almacenamiento en un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico, mecánico, fotocopia u otros métodos, sin el permiso previo del Banco Mundial y del CLAD. Documentos Estudios de Casos del CLAD, No. 3 2 PREFACIO En 1998, el Consejo Directivo del CLAD alertó en el documento “Una Nueva Gestión Pública para América Latina”, que la administración pública en la región estaba sufriendo los males de una rutinización extrema. Por ello, el documento proclama de manera fehaciente que un nuevo modelo administrativo que permita el aumento de la eficacia, la eficiencia y la efectividad de la administración pública, además de crear nuevas condiciones que posibiliten una relación más democrática entre el Estado y la sociedad, debe estar orientado por el control de los resultados, entre otros aspectos. La consolidación de ese nuevo modelo de gestión pública requiere una modificación de la cultura administrativa que admita una definición clara de los objetivos de la organización, focalizados en sus aspectos sustanciales y no como procesos administrativos formales, de manera que la evaluación de la gestión pública se realice a través del cumplimiento de metas más que a partir del respeto a reglas que, en muchas ocasiones, son auto-referidas por la burocracia. Así, se fortalecerá la capacidad de la administración pública para aprender de su desempeño y mejorar continuamente la prestación de servicios públicos. Desde aquella oportunidad, el CLAD se ha abocado a desarrollar actividades que impulsen condiciones favorables a una “gestión por resultados”, en especial, aquellas que promuevan la construcción de sólidos sistemas gubernamentales de evaluación. Gracias a la coincidencia de objetivos, se produjo una alianza entre el CLAD y el Banco Mundial que impulsó en el 2006 un proyecto conjunto cuya finalidad es la de fortalecer los sistemas de monitoreo y evaluación de los gobiernos de América Latina y el Caribe, por medio del intercambio de conocimientos y el aprendizaje Sur-Sur. Por su parte, el Banco Mundial no solamente se encuentra dedicado al monitoreo y evaluación (M&E) de los proyectos y programas que financia, sino que también apoya a sus países miembros en el desarrollo e implementación de metodologías apropiadas de M&E en los distintos niveles del gobierno central y local, bajo un enfoque orientado a mejorar la gestión de todas las etapas del ciclo presupuestal y a motivar la participación y supervisión ciudadana durante todo ese ciclo. Bajo el primer aspecto, el Banco continuamente se encuentra mejorando los mecanismos de M&E, en lo que respecta al diseño e implementación de sus operaciones de inversión y los Préstamos para Políticas de Desarrollo (DPL, por sus siglas en inglés), a través de auto evaluaciones realizadas por las entidades ejecutoras, evaluaciones realizadas por el personal del Banco, evaluaciones independientes incorporadas en el diseño de los proyectos, y las actividades de su Grupo de Evaluación Independiente (IEG, por sus siglas en inglés) que reporta directamente al Directorio Ejecutivo del Banco. En lo referido al segundo aspecto, por solicitud de los gobiernos, el Banco apoya los esfuerzos del país por fortalecer sus sistemas de M&E. Actualmente, el Banco se encuentra trabajando con alrededor de 30 gobiernos, entre ellos, siete de la región de Latinoamérica y el Caribe, para brindarles apoyo en el fortalecimiento de dichos sistemas, incluyendo componentes específicos de créditos y donaciones. Normalmente, las unidades de Gerencia del Sector Público y el IEG proporcionan la asistencia técnica requerida por los gobiernos en materia de M&E. Para el Banco Mundial, M&E va mucho más allá de la evaluación ex post tradicional. Cuando se incluye en el ciclo del presupuesto global, M&E constituye una herramienta clave para diseñar programas y asignar presupuestos para lograr mejores resultados y mejorar los servicios prestados a la población. Al realizar un seguimiento efectivo del gasto público, es posible identificar las políticas más adecuadas para aliviar la pobreza, así como estructurar las reformas pendientes más urgentes, y asegurar que los beneficios de tales reformas efectivamente alcancen a los grupos objetivo. En general, el M&E es un insumo valioso para los congresos y gobiernos que necesitan de información confiable para la toma de decisiones sobre políticas públicas, y resulta esencial para definir un Marco de Referencia del Gasto Público a mediano plazo. 3 A partir de esta iniciativa conjunta de CLAD-Banco Mundial, se han logrado importantes avances que van desde innovaciones conceptuales sobre el objeto de estudio, que nos ofrece el término más preciso de “gestión para resultados”, hasta la obtención de los primeros productos constituidos por los Informes Nacionales que hoy publicamos. Por ello, el CLAD y el Banco Mundial agradecen el trabajo intenso de los coordinadores e investigadores de este proyecto, y el apoyo solidario de los gobiernos de América Latina y el Caribe. Julio César Fernández Toro Secretario General Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD) Nicholas P. Manning Gerente Sectorial Reforma del Sector Público Banco Mundial 4 PRESENTACIÓN En el marco de una estrategia que aspira a orientar la gestión pública a resultados relevantes para el desarrollo, las dos últimas décadas han sido testigos de múltiples esfuerzos por institucionalizar el Monitoreo y la Evaluación (M&E) como una función clave de gobierno. Ante este panorama, diversos organismos, entre los cuales se cuentan el Banco Mundial y el CLAD, han realizado esfuerzos sistemáticos por apoyar el fortalecimiento de los sistemas gubernamentales de M&E, promoviendo el aprendizaje y el intercambio de conocimientos Sur-Sur. Un paso más en esta dirección lo constituye el proyecto "Fortalecimiento de los sistemas de monitoreo y evaluación (M&E) en América Latina y el Caribe", iniciado por ambas instituciones en diciembre del 2006, y del que forma parte el informe que acá se presenta. La atención, en una primera etapa, se ha focalizado en el estudio de los sistemas nacionales de M&E en Argentina y en otros once países, a saber: Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú y Uruguay. Con base en las especificidades nacionales, el objetivo básico es ofrecer una comprensión más profunda acerca de los factores que pueden incidir en la institucionalización de los sistemas. El avance en la teoría que enriquezca la práctica es, pues, el norte de esta fase del Proyecto. Teniendo en consideración tales propósitos, dos rasgos básicos caracterizan estos estudios diagnósticos. Primero, una perspectiva integral que busca identificar los principales sistemas nacionales de M&E que operan en cada país, y conocer sus eventuales conexiones. Segundo, una base teórico-metodológica común a todos los estudios, que aspira a enriquecer un conjunto de hipótesis, enraizadas a su vez en el estado del arte acerca de la institucionalización del M&E. Han sido fundamentales, a estos efectos, las contribuciones de la profesora Sonia Ospina, integrada al equipo de dirección del Proyecto en esta primera etapa. El Proyecto ha contado, además, con el apoyo de reconocidos especialistas, que se han encargado de los diagnósticos nacionales y que intervinieron en dos encuentros colectivos para aportar a la construcción de una perspectiva común. También se ha beneficiado de la generosa colaboración de las autoridades gubernamentales con responsabilidades en los sistemas. Todo ello hace posible aspirar a que los resultados que se entregan puedan contribuir, en alguna medida, al fortalecimiento del M&E con miras a enriquecer las decisiones estratégicas de los países en pos del desarrollo. Este nuevo producto de la alianza CLAD-Banco Mundial es la continuación de una larga relación de colaboración e intercambio de experiencias entre ambas instituciones durante más de diez años, que se ha materializado en contribuciones específicas de expertos del Banco a las publicaciones del CLAD y su participación frecuente en eventos organizados por la institución y principalmente en su Congreso Anual. Cada uno de los estudios de país será presentado por un experto del Banco Mundial que ha trabajado en temas de M&E en dicho país, a fin de contextualizar el análisis del autor del estudio con las actividades del Banco en materia de M&E desde cualquiera de las dos perspectivas mencionadas en el Prefacio (como parte de la supervisión de los programas o proyectos que el Banco financia, o como parte de la asistencia técnica prestada a los países que lo solicitan en el marco general de su ciclo presupuestal). 5 Además de la publicación del estudio comparativo en el que se presenta una visión de conjunto de los hallazgos y conclusiones de los estudios de país, se espera continuar este ejercicio de investigación y difusión de conocimientos con una serie de conferencias y talleres regionales, y con el desarrollo de materiales didácticos en materia de M&E en áreas como taxonomía de sistemas de M&E, marco conceptual de indicadores, e indicadores normalizados y selectivos en áreas críticas. En esas tareas, además de prestigiosos consultores internacionales, colaborarán expertos del IEG y del Instituto del Banco Mundial (WBI, por sus siglas en inglés). David Fernando Varela S. Banco Mundial Nuria Cunill Grau Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD) 6 ÍNDICE Prólogo Roberto O. Panzardi, Banco Mundial 9 Introducción 11 I. Antecedentes y panorámica global de los sistemas 1.1 Descripción general 1.1.1 Sistema A: M&E de los Programas de Gobierno 1.1.2 Sistema B: M&E de los Programas Sociales 1.1.3 Sistema C: M&E del Presupuesto 1.1.4 Interrelación entre sistemas 1.2 Línea cronológica 1.3 Normativa 1.4 Financiamiento y sostenibilidad 13 13 13 19 25 27 29 29 29 II. Orientación funcional de los sistemas y naturaleza de sus herramientas 2.1 Orientación funcional 2.1.1 Planificación gubernamental global o sectorial 2.1.2 Asignación del gasto 2.1.3 Aprendizaje para mejorar la gestión de programas y prestación de servicios públicos 2.1.4 Rendición de cuentas dentro y fuera de la administración pública 2.2 Instrumentos de evaluación y monitoreo 2.2.1 Qué tratan de medir los sistemas de M&E 2.2.2 Instrumentos de evaluación 2.2.3 Instrumentos de monitoreo 2.2.4 Capacidad real de los instrumentos de M&E 2.3 Capacidad para diversificar los instrumentos de M&E 2.3.1 Sistema A 2.3.2 Sistema B 2.3.3 Sistema C 2.4 Relación con otras instancias que hacen M&E fuera de los sistemas 32 32 32 34 35 38 38 38 44 46 47 51 51 52 54 56 III. Coherencia institucional 3.1 Capacidad de integración al interior de los sistemas 3.1.1 Integración vertical 3.1.2 Integración horizontal intersectorial 3.2 Capacidad de integración entre los sistemas 3.2.1 Integración horizontal interinstitucional 3.2.2 Integración transversal 58 60 61 63 64 64 66 IV. Uso de la información 4.1 Informes periódicos de evaluación 4.2 Credibilidad de la información 4.2.1 Sistema B 4.2.2 Sistema C 4.3 Acceso a la información 4.3.1 Sistema A 67 68 72 72 72 73 73 7 V. 4.3.2 Sistema C 4.4 Consumo de la información 4.4.1 Sistema B 4.5 Impacto de la información 4.5.1 Impacto y asignación del gasto 4.5.2 Impacto y rendición de cuentas 74 75 75 75 76 77 Institucionalización de los sistemas 5.1 Sistema A: Plan de Modernización 5.2 Sistema C 78 78 78 VI. Reflexiones finales 82 Bibliografía 84 Normas consultadas 89 Personas entrevistadas 90 Glosario de siglas utilizadas 92 Anexo: Normativa 94 8 PRÓLOGO Desde principios de los noventa, Argentina ha sido pionera en esfuerzos de modernización del Estado en Latinoamérica. La detallada descripción de instrumentos de Monitoreo y Evaluación (M&E) realizada en este reporte así lo demuestra. El Poder Ejecutivo (PE), promotor de reformas, mecanismos, sistemas e instrumentos novedosos en agencias del Estado, consiguió dar inicio a programas innovadores. Ahora bien, ¿se ha podido implementar a plenitud los sistemas y programas iniciados? ¿Consiguió el Poder Ejecutivo ser parte de la reforma? ¿Se conocen los reales resultados e impactos de dichas reformas? Algunos de estos interrogantes están pendientes de respuestas. Tal como lo describe el autor, en el área de M&E, Argentina ha sido prolífera y puede mostrar la convivencia de tres sistemas simultáneos: el Sistema de M&E de los Programas de Gobierno, el Sistema de M&E de los Programas Sociales y el Sistema de M&E del Presupuesto. Si bien estos sistemas se encuentran funcionando, sería recomendable que a futuro las distintas agencias del gobierno, y en particular el Ministerio de Hacienda y la Jefatura de Gabinete, profundicen un mayor grado de interrelación para mejorar el impacto de los sistemas utilizados y de la información proveniente de dichos sistemas de M&E. Sería recomendable también vincular la ejecución física con los programas presupuestarios en la toma de decisiones presupuestarias, tanto a nivel estratégico como operativo. Mediante los denominados “Acuerdos Programa” se podría posibilitar la realización de acuerdos entre la Jefatura de Gabinete y las agencias públicas para la definición de objetivos a cumplir a cambio de incentivos meritocráticos. Además cabría superar las debilidades en los sistemas de información internos de las entidades públicas para la cuantificación de las metas físicas incorporadas en los programas presupuestarios, ya que los informes sobre la “Cuenta de Inversión” realizados por la Auditoría General de la Nación en los últimos años han incluido reiteradamente una objeción respecto a la calidad de la información que brindan los sistemas de seguimiento de las metas físicas del presupuesto. Finalmente, el Presupuesto Plurianual, instrumento idóneo para fomentar una mayor planificación estratégica de mediano plazo, con indicadores medibles, podría tener un mayor impacto en la gestión de las entidades. Roberto O. Panzardi Especialista Senior en Reforma del Sector Público Banco Mundial 9 10 INTRODUCCIÓN El crecimiento del sector público argentino -como el de muchos países latinoamericanos- ha sido agregativo, fragmentario y con escasa preocupación por la consistencia global, en un contexto de pretensiones “fundantes” de distintos partidos, sectores y regímenes políticos, con poca memoria institucional, presentando diversas estructuras superpuestas a lo largo del tiempo. Ninguno de esos rasgos ha estado ausente de las funciones de M&E. Más bien algunos de ellos se han mostrado con nitidez y han afectado seriamente, no ya el impacto declamado de reformas e innovaciones, sino que hasta han tornado discutible la existencia de un “sistema”, entendiendo esta noción como un todo integrado y armónico. Por lo demás, planteos y novedades, endógenas y exógenas, se implantaron muchas veces como tributo retórico o con alcances muy disímiles, haciendo uso abundante de la zona de penumbra que rodea a los vocablos. El caso más reciente, y que todavía permanece en sus ramificaciones, es el de la Nueva Gestión Pública, que resultó un paraguas que refugió ideas y políticas contradictorias, aun con denominaciones semejantes. Parte de la ineficacia relativa de los sistemas implantados se debe a la frondosa proliferación normativa, al punto tal que la extensa recopilación realizada para este informe constituye en sí misma un insumo de conocimiento, frente a la profusión de normas de jerarquía diversa, con objetivos contradictorios, consuelos simbólicos y normas “con dientes de hule” (las viejas categorías jurídicas de lex imperfectae y lex simulata). Pero con ser múltiple, variopinto y no demasiado sistemático, el conjunto normativo -que no ordenamiento- no representa el problema principal. Así como la implementación de las políticas públicas como problema ingresó tardíamente en nuestro país, el plano casi siempre descuidado u omitido de los resultados deviene particularmente problemático para el M&E. La base de datos disponible en el CLAD incorporó las normas que le dan sustento a las acciones de M&E de políticas públicas en la República Argentina, y diversas investigaciones han contribuido a describir y explicar su funcionamiento. El presente trabajo intenta profundizar en algunos aspectos nodales de los sistemas de M&E, relevando opiniones de actores clave, rescatando dictámenes pertinentes de organismos de control y procurando de ese modo constituirse en un aporte para la actualización y valoración. En la investigación se utiliza el enfoque sugerido por la coordinación del Proyecto Banco Mundial CLAD por entender que, en líneas generales, resulta aplicable a la estructura de la administración pública argentina. Considerando el marco normativo como referencia obligada para la definición de metas y resultados a alcanzar, se analiza su cumplimiento, la descripción de los escenarios sobre los cuales las acciones planteadas se verifican, y la presencia o la ausencia de incentivos y mecanismos que faciliten y promuevan la iniciativa para la implementación de las actividades, en armonía con la estrategia prevista. Dicho marco ha establecido reglas de juego en distintos ámbitos de los poderes Ejecutivo y Legislativo, que con distintos puntos de partida, cobertura, alcance y profundidad fueron conformando los tres sistemas de M&E que se analizan en este informe. Las orientaciones, impulsos, obligatoriedad y dinámica que cada uno imprime a su interior, facilitan su abordaje independiente, aun cuando desde lo declarativo convergen en la adopción del M&E, en tanto resulte en una mejora de la gestión pública. 11 Con esa idea analizamos los tres “Sistemas”, que en adelante denominaremos: Sistema A: M&E de los Programas de Gobierno. Sistema B: M&E de los Programas Sociales. Sistema C: M&E del Presupuesto. En tanto que los dos primeros se coordinan desde el ámbito de la Presidencia de la Nación, el último sistema involucra no sólo las actividades que le caben al Ministerio de Economía y Producción en razón de sus competencias, sino también las que “cierran” el circuito de evaluación de las políticas públicas. Nos referimos a las actividades de los organismos a cargo del control interno, por intermedio de la SIGEN, y del control externo mediante la AGN y el Poder Legislativo, a partir de la Comisión Parlamentaria Mixta Revisora de Cuentas. Particularmente enriquecedor, tanto por lo que se expresa como por lo que no, es el registro de los análisis, juicios y propuestas emitidos durante las entrevistas, ya que provienen de referentes seleccionados por su experiencia en el diseño, la ejecución y el control de políticas públicas objeto de M&E; de allí que la amplitud y pluralidad de las entrevistas con actores e informantes clave realizadas para esta investigación, es también -de manera diferente, pero quizás mayor- otro insumo fundamental de aprendizaje y reflexión. 12 I. ANTECEDENTES Y PANORÁMICA GLOBAL DE LOS SISTEMAS La documentación oficial da cuenta de los distintos momentos e impulsos orientados a instalar funciones de M&E en Argentina. El proceso presupuestario, cuyo ámbito rector es el Ministerio de Economía y Producción, es en el que primero se materializa la necesidad de cambiar la práctica de la gestión por procesos por una metodología de gestión por resultados. Por su parte, desde la órbita de la Presidencia de la Nación se coordina a los ministerios intervinientes en actividades relacionadas con las políticas públicas en el área social. En esta misma área, y dependiendo de la Jefatura de Gabinete de Ministros, se impulsan innovaciones a la gestión gubernamental. El análisis detallado de las actividades de M&E que son propias a estos sistemas y que se coordinan desde las áreas antes aludidas, se desdobla en virtud del distinto impulso (normativo y funcional), dinámica, cobertura y obligatoriedad que los caracteriza. Las áreas deben interrelacionarse y vincularse en las distintas operatorias gubernamentales, y el reflejo de estas interacciones se plasma a través del presupuesto público. Los resultados que desgrana el presente estudio permiten apreciar el grado de su integración, tomando como base a todos y cada uno de los actores, en cada etapa y en cada sistema previsto en la normativa vigente. Su estudio da cuenta de las debilidades que se presentan y facilita la identificación de sus causas. El rol de los órganos de control externo y los resultados de su acción evaluadora revisten particular importancia para sostener estas aseveraciones; no sólo desde las atribuciones que le confieren las normas vigentes en materia de M&E, sino también en virtud de la relevancia que los entrevistados les asignan para completar el ciclo de M&E de manera integral. Desde esta perspectiva, que refleja una orientación institucional en tanto determina la estructura y las funciones del Estado, también se pone de manifiesto el control republicano ínsito en el principio de la división de poderes vigente en Argentina, del que naturalmente deriva la gestión interrelacionada y el control cruzado entre los poderes Ejecutivo y Legislativo. De ahí que se destaque a lo largo del presente Informe, la actuación de los órganos de control, tanto externos como internos del PEN: la Auditoría General de la Nación, la Sindicatura General de la Nación, la Defensoría del Pueblo y la Comisión Mixta Revisora de Cuentas del Parlamento Nacional. La Ley de Administración Financiera de Argentina orienta a los órganos de control hacia la gestión por resultados. El análisis de su aplicación evidencia su ajuste al sistema legal y el de la propia administración gubernamental, y al mismo tiempo, evidencia los esfuerzos realizados en la nación en relación con el cambio de paradigma representado por los sistemas de M&E. 1.1 Descripción general 1.1.1 Sistema A: M&E de los Programas de Gobierno Luego de distintos abordajes y aproximaciones parciales, fragmentadas y a veces erráticas, se arriba en el año 2001 al Plan de Modernización del Estado, aplicable a la administración nacional. El Plan recoge orientaciones e instrumentos que venían enunciándose -y unos pocos aplicándose- desde 1983. 13 El Plan contemplaba la organización de un sistema tendiente al mejoramiento de la actividad gubernamental, sustentado en metas y compromisos al interior y hacia fuera del ámbito estatal. La responsabilidad intraorganizacional, la de las organizaciones con el órgano rector del sistema -la Jefatura de Gabinete- y la de ésas con la ciudadanía, asegurarían la rendición de cuentas de los servidores públicos a la sociedad y, en función de estos compromisos, el mejoramiento continuo de la calidad de los servicios y bienes que se brindan. La orientación al ciudadano de la producción pública ha estado siempre presente en la agenda gubernamental en el período estudiado. La preocupación por medir esta producción y conocer el grado de satisfacción de los ciudadanos se mantuvo presente a lo largo del tiempo. Pero se imponía el desarrollo de metodologías que permitieran establecer parámetros de cantidad, calidad, actividades y procesos, sin los cuales ninguna evaluación resultaría posible, ni tampoco el redireccionamiento de las decisiones de política que correspondieran, en caso de que los eventuales desvíos lo justificaran. Las medidas dictadas en relación con la publicidad y accesibilidad de la información gubernamental y el programa de evaluación de calidad del gasto se orientan en ese sentido. El Sistema de Gestión de Calidad, reglamentado en 1993, fue más de carácter simbólico que económico. Apuntó a la mejora del servicio, la imagen y la gestión, la optimización del uso de los recursos y la integración del clienteciudadano a la organización, pero su puesta en marcha fue esencialmente declarativa. El esquema ordenador del Plan, en el 2001, contemplaba para el nivel macro, la celebración de Acuerdos-Programa entre los titulares de los distintos ministerios y la Jefatura de Gabinete de Ministros, en virtud de los cuales, los primeros se comprometían a alcanzar determinados objetivos de política. Tales Acuerdos requerían que las organizaciones fueran capaces de definir estrategias y de traducirlas a procesos y resultados medibles a través del uso de indicadores. Para ello, la Jefatura de Gabinete asistiría a las entidades que lo solicitaran, a los fines de obtener el instrumento que permitiera ordenar estas cuestiones. Así aparece en escena el Planeamiento Estratégico. En línea con lo anterior, en el nivel meso, los Contratos de Gestión entre los titulares de los ministerios y sus “gerentes” determinan las pautas por las cuales el nivel operativo se responsabilizaría ante sus ministros. Estos instrumentos se promueven sobre la base de la transparencia en la gestión y la publicidad de la información de las actividades de gobierno; preveían un sistema de incentivos que incluía el otorgamiento de flexibilidades en la aplicación de normas y en el uso del presupuesto, y ofrecía incorporar los ahorros producidos al presupuesto de la entidad que los generara ante el cumplimiento de lo pautado. Finalmente, y en el mismo marco, la organización se obligaría a producir bienes y servicios públicos en las cantidades y calidades comprometidas mediante los procesos y actividades que se explicitarían en las Cartas Compromisos con el Ciudadano. Es del caso remarcar que sólo se ha desarrollado, aun cuando su cobertura no alcanza a la totalidad de la administración gubernamental, la Carta Compromiso con el Ciudadano. Los organismos de gobierno pueden optar por su adhesión al sistema. Una vez integrados y formalizada su incorporación al Programa Carta Compromiso, la Subsecretaría de Gestión Pública monitorea la marcha de los acuerdos alcanzados por cada organismo y evalúa el grado de cumplimiento de las Cartas suscriptas. Se consagra, de esta forma, la aplicación fragmentada de un instrumento que había sido concebido en un marco más abarcador e integral, por lo cual resultaría apropiado poder ahondar en las causas que determinaron la implementación parcial del Plan, diseñado en función del aporte sistémico de sus componentes. El nivel micro de análisis remite al desarrollo de las capacidades y competencias de quienes operan los sistemas de gestión estatal, los “servidores públicos”. El Plan de 2001 enuncia la necesidad de capacitar y evaluar el desempeño de los agentes de la administración nacional. Los incentivos, el mérito, la calificación, la capacitación y la responsabilidad son factores que se relacionarían con la promoción y la retribución salarial de las plantas de trabajadores, dejando atrás, según expresa la norma, el sistema de promoción por el mero transcurso del tiempo, con fuerte impacto en el salario por 14 el rubro “antigüedad”. Tal evaluación requiere que exista la posibilidad de definir estas variables en función de la descripción de puestos de trabajo, cuestión que a la fecha (2007) aún no se encuentra implementada. Hasta aquí el esquema que el Plan Nacional establece como marco y base de sustentación de la actividad de M&E para la esfera administrativa de gobierno. En cuanto a la coordinación de los procedimientos y las políticas públicas en su visión de conjunto y de largo alcance, se destaca el protagonismo de la Jefatura de Gabinete de Ministros creada por la reforma constitucional de 1994 -artículo 100: prepara el presupuesto y lo presenta al Congreso-. Si bien el presupuesto no es la política, la expresa a través de una de sus dimensiones centrales, como es la asignación de los recursos. Para el logro de una correcta coordinación estratégica intersectorial de políticas, programas e instituciones, se impulsa un sistema de indicadores que facilite su monitoreo y evaluación para la obtención de información continua y sistemática acerca de la evolución y los resultados claves de estas cuestiones. Se considera la rendición de cuentas como una de las finalidades de la evaluación. Para lo cual debe ponerse a disposición de la ciudadanía información continua y confiable sobre la marcha de la gestión pública. La Subsecretaría de la Gestión Pública, dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros, es un organismo clave en materia de M&E de los programas de gobierno, ya que entre sus competencias 1 se incluyen las siguientes: El diseño, implementación y seguimiento de la política de modernización del Estado. El análisis, evaluación y propuesta del rediseño de la macroestructura de la administración nacional. El proceso de aprobación de las estructuras organizativas de los organismos de la administración nacional, el diseño de políticas para su perfeccionamiento, la propuesta de normas reglamentarias y el control de su aplicación. La definición del marco normativo vinculado a la gestión de los recursos reales de la APN y su interpretación. El diseño, implementación y monitoreo de programas que propendan a la mejora de los servicios al ciudadano, así como también aquellos que fomenten la transparencia y accesibilidad de la gestión de gobierno. La formulación e implementación de las políticas de modernización de la gestión de recursos humanos de la APN. Los procesos de resolución de conflictos individuales o colectivos, relativos al personal de la APN. El diseño e implementación de las políticas de capacitación para el personal de la APN. La realización de estudios e investigaciones que contribuyan al conocimiento de la APN y el Estado. Los aspectos referidos al desarrollo de la Escuela Superior de Gobierno. La formulación de programas de asistencia a los organismos del sector público nacional y a las provincias que así lo requieran y que tengan por objeto la modernización de la gestión, el mejoramiento continuo de la calidad de sus servicios y la incorporación de nuevas tecnologías de información. La administración y coordinación de la Red Telemática Nacional de Información Gubernamental en sus aspectos técnicos, económicos y presupuestarios. La definición de estrategias sobre tecnologías de información, comunicaciones asociadas y otros sistemas electrónicos de tratamiento de información en la administración nacional. 1 Decretos Nos. 20/1999, 229/2000, 103/2001, y 409/2005 (http://www.sgp.gov.ar/contenidos/institucional/mision.html). 15 La planificación e implementación del Plan Nacional de Gobierno Electrónico, coordinando con organismos nacionales, provinciales y municipales. Lo relativo a las políticas, normas y sistemas de contrataciones del sector público nacional. Representa al Estado nacional en las Convenciones Colectivas de Trabajo en las que el Estado nacional sea parte. Coordina el funcionamiento del Consejo Federal de la Función Pública. Los lineamientos estratégicos de la Subsecretaría de la Gestión Pública 2 , SGP, incluyen los siguientes: Fortalecimiento del Estado nacional, propiciando que las organizaciones que lo componen logren eficiencia, calidad y transparencia en la producción e instrumentación de las políticas públicas. Colaboración en el diagnóstico de las problemáticas institucionales y propuesta de adopción de diversos enfoques, metodologías y técnicas para superarlas, en un marco de interacción entre la Subsecretaría y los organismos asistidos. Sus áreas dependientes son: Empleo, Capacitación, Compras, Tecnología, Innovación e Internacional. Se estructuran en torno a tres ejes estratégicos: Fortalecimiento de las Capacidades de Gestión Institucional, Equidad y Desarrollo de Capacidades de los Servidores Públicos, y Transparencia y Participación Ciudadana. Los lineamientos estratégicos se orientan a complementar el modelo de gestión vigente en la administración pública (centrado en las normas, procedimientos y rutinas) con un nuevo modelo de gestión centrado en el logro de resultados que respondan a las demandas ciudadanas. La característica principal de este nuevo modelo de gestión es la adecuación flexible de los recursos, de los sistemas de gestión y de la estructura de responsabilidades a un conjunto de resultados estratégicos. Por ello, tales actividades tienden a optimizar los sistemas transversales -también llamados sistemas administrativos comunes- que atraviesan las distintas jurisdicciones de la administración pública. El cambio en la cultura de producción y suministro de bienes públicos obliga a generar en el personal público una adecuada conciencia de servicio, así como una actitud innovadora, dinámica y responsable a través de mecanismos de capacitación, motivación y estímulos que propicien e impulsen cambios culturales en las organizaciones públicas. En cuanto a la función del Estado de garantizar la accesibilidad general a la información relativa al ejercicio de sus funciones y al manejo y disponibilidad de los recursos del sector público, la Subsecretaría impulsa programas que, mediante el uso de tecnologías de gestión e informáticas, hacen posible establecer vínculos de mayor intensidad entre los ciudadanos y el Estado, tales como: El Plan de Gobierno Electrónico, que pone al alcance de la ciudadanía la información sobre las actividades del Estado, con el sostenimiento del Portal General de Gobierno de la República Argentina. La capacitación y asesoramiento a los órganos de la APN en materia de normas, sistemas y procedimientos operativos de contratación con el objeto de alcanzar una mayor transparencia en la administración de recursos. El establecimiento del portal Argentina Compra, que pone a disposición de la administración pública y de la ciudadanía la información y estadísticas sobre las contrataciones del Estado argentino. El Programa “Carta Compromiso con el Ciudadano”, que tiene por objeto la instrumentación de compromisos por parte de los organismos públicos prestadores directos, donde se transparentan las condiciones y modalidades operativas de los servicios, así como también los derechos de los ciudadanos. 2 Decreto N° 103/2001 (http://www.sgp.gov.ar/contenidos/institucional/lineamientos_estrategicos.html). 16 La Auditoría Ciudadana, que permite la participación ciudadana en el control del desempeño de las instituciones. La SGP promueve una perspectiva federal en los procesos de modernización de los gobiernos subnacionales a través de la participación activa de las provincias en el Consejo Federal de la Función Pública. Las provincias asumen así el compromiso de intercambiar conocimientos y experiencias y participar en la implementación de acciones de mejoramiento de la calidad de gestión de sus estados. Los ejes estratégicos de la SGP son los siguientes: i) Fortalecimiento de las Capacidades de Gestión Institucional: se refiere a la tarea de la Subsecretaría vinculada con la dotación a la administración pública de enfoques conceptuales, metodológicos y técnicos que posibiliten a cada organismo la revisión crítica de su accionar y la adopción de modalidades de gestión eficaces. Uno de esos enfoques es la gestión por resultados, que apunta a la eficacia. En forma central, aspira al logro de los propósitos y objetivos de las estructuras administrativas del sector público. Para ello fomenta la planificación y la responsabilización de los funcionarios por los resultados de su gestión. Exige, a su vez, metas establecidas con claridad, buenos sistemas de comunicación interna, monitoreo, petición y rendición de cuentas por resultados y un sistema de incentivos acorde. El aporte fundamental de la Subsecretaría se orienta a optimizar los sistemas transversales, también llamados sistemas administrativos comunes. Estos sistemas se refieren al conjunto de actividades desde el planeamiento, hasta la evaluación y control que se realizan indistintamente en todas las dependencias y jurisdicciones del sector público para administrar los recursos humanos, financieros, materiales, de servicios generales, de difusión o de revisión de legalidad de actos administrativos. ii) Transparencia y Participación Ciudadana: constituye otro de los ejes estratégicos de la Subsecretaría de la Gestión Pública, ya que es responsabilidad del propio Estado garantizar la accesibilidad a la información relativa al ejercicio de sus funciones y al manejo y disponibilidad de los recursos del sector público. En este marco, aumentar la empatía entre los servicios del Estado y los ciudadanos no es tan solo mejorar los servicios que el ciudadano recibe de las ventanillas de la administración pública, sino también incorporar criterios de receptividad, participación y control ciudadanos en el ejercicio de la función pública. Por lo anterior, incrementar la transparencia en la gestión implica desarrollar mecanismos que favorezcan la participación de los ciudadanos en la evaluación de procesos, productos y resultados, así como en la lucha contra la corrupción. La Subsecretaría de la Gestión Pública también implementa un proceso de desarrollo e innovación en tecnologías de información y comunicación para modernizar la APN. En este desarrollo se enmarca el Plan de Gobierno Electrónico. El nuevo paradigma de la administración pública se propone incrementar la capacidad de servir de las organizaciones públicas transformando la concepción de un ciudadano pasivo que se somete a un servicio público discrecional, por un ciudadano proactivo que participa en el diseño y en la evaluación de los productos que le brinda el Estado. iii) Equidad y Desarrollo de Capacidades de los Servidores Públicos: implica un modelo de gestión del personal del Estado basado en la igualdad de oportunidades y en el desarrollo de capacidades individuales que fortalezcan la participación, la dignidad laboral, la conciencia y la vocación de servicio. Este eje estratégico se expresa en la implementación de sistemas que permitan el aprovechamiento más racional y eficiente de las aptitudes y las capacidades potenciales de los servidores públicos, para la 17 satisfacción de sus aspiraciones e intereses, así como para su mejor desempeño en la administración gubernamental. Por ello, la Subsecretaría formula e implementa un Plan de formación continua y permanente del personal de la APN orientado al servicio público. Así también, con el objetivo de desarrollar una nueva generación de dirigentes políticos, preparada para abordar la conducción del Estado o de las organizaciones sociales, la SGP trabaja en un plan de formación permanente de líderes políticos y sociales. Dentro de la Subsecretaría de la Función Pública, la Oficina Nacional de Innovación de Gestión (ONIG) es el órgano responsable de la implementación del proceso de modernización de la gestión pública, destinado a fortalecer las capacidades institucionales de los organismos del sector público e impulsar el diseño y desarrollo de los mejores sistemas de arquitectura orgánico-funcional. Realiza una actividad de apoyo transversal a los organismos de la administración pública, a los que dota de tecnologías de gestión que han sido estudiadas y convalidadas por prácticas de aplicación exitosa. Incluye un conjunto de enfoques conceptuales y herramientas metodológicas y técnicas que tienen por propósito propiciar, promover y realizar cambios en las estructuras, sistemas y procesos de gestión para que acompañen, con una direccionalidad estratégica, las actividades de conducción, ejecución y control de la administración pública. Entre las actividades y programas que la ONIG desarrolla, se subrayan las siguientes: Carta Compromiso con el Ciudadano: es un programa que tiene como objetivo mejorar la relación de la administración pública con los ciudadanos y potenciar su derecho a ser escuchados, informados y a recibir una solución a sus problemas. Planes Estratégicos y Operacionales: consisten en asistencia técnica destinada a identificar problemas, definir objetivos y formular planes operacionales que traduzcan en tareas y acciones institucionales el tránsito de la situación problemática -inicialmente identificada- a la situación deseada y expresada en objetivos estratégicos y específicos de las organizaciones públicas. Teseo: es una propuesta virtual que tiene como objetivo apoyar y promover espacios de reflexión y acción interactiva en el ámbito público a través del intercambio de conocimientos y experiencias acerca del proceso de implementación de políticas públicas. Se dirige, especialmente, a organismos y dependencias del Estado que quieran conocer e implementar un método de producción de políticas públicas basado en la planificación estratégica situacional. Organización del Estado: la ONIG es el órgano que aprueba las estructuras organizativas de los organismos del Poder Ejecutivo Nacional. Asiste en el diseño de la arquitectura organizacional, propendiendo a la alineación de los planes y programas de gobierno con las misiones institucionales de los organismos componentes de la APN. Tiende a la eliminación de superposición de funciones en los diferentes niveles de gobierno y aun en el interior de cada uno de ellos, con la consecuente reasignación de responsabilidades entre instituciones públicas. Por otra parte, mantiene actualizado un Sistema de Información de la Organización del Estado a fin de difundir la conformación organizativa de cada una de las jurisdicciones, sus competencias, la normativa vigente, organigramas, responsabilidades primarias, acciones y planta de cargos, así como las autoridades correspondientes. Premio Nacional a la Calidad para el Sector Público: esta iniciativa tiene como objetivos promover el desarrollo y la difusión de los procesos y sistemas destinados al mejoramiento continuo en la calidad, estimular y apoyar la modernización y competitividad en las organizaciones públicas, asegurar la satisfacción de las necesidades y expectativas de las comunidades, y preservar el ambiente humano y la óptima utilización de los recursos. Reingeniería de procesos: consiste en la investigación de los modos de conectarse entre sí de las actividades macroadministrativas y microadministrativas de las dependencias del sector público, 18 con el fin de determinar la pertinencia de las cadenas de procesos destinados a alcanzar los productos (terminales e intermedios) de la organización en el marco de los proyectos institucionales. Una mención especial cabe hacer al Sistema de Información de Gestión (SIG). Esta herramienta de monitoreo está ubicada en la Secretaría de Gabinete y Relaciones Parlamentarias de la JGM, y fue desarrollada en forma conjunta con la Oficina Nacional de Tecnologías de la Información; aplica conceptos, categorías y la metodología del planeamiento estratégico situacional en el ámbito de las diferentes jurisdicciones de la administración pública nacional, con el objeto de obtener información de los problemas, los objetivos estratégicos, los objetivos específicos e, inferidas de ellos, las operaciones para su cumplimiento, de modo tal de posibilitar el monitoreo, seguimiento y control del desarrollo de las políticas prioritarias a través de un tablero de comando. En el tablero de comando se crean y procesan electrónicamente, como instrumentos de medición, descriptores e indicadores de los estados de avance y cumplimiento de las previsiones efectuadas. Este instrumento, el tablero de comando, abarca las siguientes mediciones atinentes a la gestión pública: Desempeño operativo, relacionado con el grado de obtención de los objetivos del organismo. Desempeño financiero, para establecer la correspondencia del gasto en línea con las previsiones del presupuesto. Del mismo modo, se analiza si el presupuesto se está gestionando de acuerdo con los principios y controles de la gestión financiera. Desempeño de la congruencia, para determinar que las políticas públicas que se implementan desde cada organismo estén en sintonía con leyes, programas, regulaciones, etc., además de evitar la duplicación de actividades y promover la complementación. 1.1.2 Sistema B: M&E de los Programas Sociales A continuación se enuncian los programas y actividades llevados a cabo por los órganos que intervienen en la coordinación de las políticas sociales. a. En el ámbito de la Presidencia de la Nación: Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS) En el ámbito de la Presidencia de la Nación se aplican instrumentos para la evaluación de políticas sociales a través de actividades donde convergen el Estado y la sociedad. En esta área se creó en el año 2002 el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS), órgano integrado por representantes del gobierno nacional, entidades sindicales, religiosas, no gubernamentales y del sector privado. Su creación significó la disolución del Gabinete Social, su organismo predecesor creado en el año 1997, e implicó la modificación de las estructuras administrativas del Estado mediante el dictado de 108 normas, la mayoría de las cuales datan del mismo año 2002. El Consejo lo integran los titulares de los ministerios de Desarrollo Social; de Trabajo, Empleo y Seguridad Social; de Educación, Ciencia y Tecnología; de Salud y Ambiente; de Economía y Producción; de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios; y la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social. Su finalidad legal consiste en la planificación estratégica de políticas y programas sociales del gobierno nacional, las estrategias de intervención y los compromisos de resultados. Para ello, coordina, interviene y diseña los mecanismos de articulación entre los diferentes programas sociales llevados a cabo en distintas jurisdicciones gubernamentales y consolida el presupuesto anual de finalidad social. Esto último, con énfasis en la minimización de los costos administrativos y operativos. Define los criterios técnicos de asignación de recursos a los niveles subnacionales. En materia de controles, persigue que el resultado de la asignación de recursos cumpla con las metas fijadas y contempla la realización de auditorías periódicas de los programas sociales. Se encuentra previsto el establecimiento de mecanismos que aseguren el control social del uso de los fondos públicos sociales y la responsabilidad de los funcionarios en la rendición de cuentas a la sociedad, así 19 como la promoción de la participación de las ONG de la sociedad civil y del sector privado en el desarrollo y auditoría de las políticas sociales. Se encuentra a su cargo la administración y actualización del Sistema Integrado de Información Social, la difusión de las políticas y planes sociales y sus resultados, y el monitoreo y evaluación de las políticas y programas sociales. La estructura del Consejo la conforman distintas áreas y programas que convergen a la realización de las funciones señaladas en el párrafo anterior. De éstas se explicitan a continuación aquellas consideradas pertinentes a los fines de la temática analizada. El Consejo Consultivo Nacional de Políticas Sociales (CCNPS) es un espacio multiactoral que reúne organizaciones representativas de la comunidad ciudadana junto a miembros del Estado, para analizar y recomendar políticas sociales con el objetivo de la inclusión social. El CCNPS es un órgano de carácter pluralista integrado por representantes del gobierno nacional, entidades sindicales, religiosas, no gubernamentales y del sector privado, que se reúnen semanalmente en Plenario. Creado mediante el Decreto N° 15/2005 y reglamentado en la Resolución N° 408/2006, las funciones previstas para el CCNPS incluyen la recomendación y seguimiento de planes y programas sociales nacionales y el fortalecimiento de Consejos Consultivos de nivel provincial y municipal. Así lo consigna su página institucional. Este órgano emite informes sobre las discusiones y acuerdos alcanzados cuyo destinatario es el Poder Ejecutivo Nacional, y documentos que contienen recomendaciones y sugerencias sobre planes, programas y políticas sociales, recibe reclamos y denuncias de los Consejos Consultivos locales, a los cuales brinda asistencia técnica, así como también consultas de beneficiarios y organizaciones sociales respecto de la gestión y alternativas de los programas. El titular del Ministerio de Desarrollo Social lo preside. Cuenta con el apoyo económico y logístico de los ministerios de Desarrollo Social y de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, además de la asistencia permanente de una Secretaría Técnica para la gestión y seguimiento de sus acuerdos. La página institucional, a junio de 2007, todavía no había incorporado la modificación normativa del año 2006, por la que se extendió la conformación del Consejo, que en forma permanente se integra con los titulares de los ministerios de Salud, Educación, Ciencia y Tecnología, Economía y Producción, y Justicia y Derechos Humanos. El Centro Nacional de Organizaciones de la Comunidad (CENOC) está orientado a la promoción y el desarrollo de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) para su participación en la gestión de las políticas públicas y el fortalecimiento de los espacios de articulación con el Estado en todos sus niveles para el establecimiento de procesos de desarrollo sustentable. Este órgano recopila y sistematiza la información sobre las OSC en el territorio nacional. Se encuentra organizado en áreas: Fortalecimiento Institucional. A cargo del diseño, coordinación y ejecución de programas de desarrollo y transferencia de metodologías de intervención orientados a las OSC y entidades gubernamentales cuyo objeto sea satisfacer las demandas de la comunidad. Esta área apunta a promover la solidaridad social a través de la revalorización del trabajo voluntario en el diseño, ejecución y evaluación de políticas y programas sociales. Interviene en los procesos de selección y evaluación de las OSC que participen en la gestión de programas y proyectos sociales gubernamentales. Mediación en la Gestión Social. Apoya el establecimiento de mecanismos de articulación hacia el interior de la sociedad civil y con las entidades gubernamentales con el objeto de viabilizar una plena integración comunitaria. Información y Registro. El área realiza la acreditación y categorización de las OSC, cualquiera fuese la temática que aborden, estando o no legalmente constituidas, que desarrollen actividades sin fines de lucro en beneficio de la comunidad, dentro del territorio nacional. Administra una base de 20 datos universalmente disponible con información amplia y actualizada sobre las OSC de todo el país. Además, el CENOC interviene en los procesos de selección y evaluación de las OSC que participen en la gestión de programas y proyectos sociales gubernamentales. Reúne, sistematiza y difunde información relevante para las OSC sobre las actividades del Estado nacional y de otros organismos. Sistema de Información, Monitoreo y Evaluación de Programas Sociales (SIEMPRO) Es un Programa dedicado a diseñar e implementar sistemas, para ser aplicados en todos los niveles nacional, provincial, municipal, local-, destinados a producir información que permita diagnosticar la situación socioeconómica de la población y efectuar análisis útiles para la formulación de políticas; captar información sobre los programas sociales en marcha; monitorear el grado de avance en el cumplimiento de las metas propuestas en dichos programas y evaluar el grado de correspondencia entre el impacto previsto y el efectivamente alcanzado a través de la implementación de los mismos. Sus objetivos son los siguientes: Establecer un sistema de información, evaluación y monitoreo de los programas sociales nacionales. Desarrollar e implementar el Sistema de Identificación y Selección de Familias Beneficiarias de Programas y Servicios Sociales (SISFAM). Evaluar y monitorear programas sociales. Fortalecer las áreas sociales nacionales y provinciales en el desarrollo e instalación de sistemas de monitoreo, y en la realización de evaluaciones. Producir nueva información a través de la Encuesta de Desarrollo Social, Condiciones de Vida y Acceso a Programas y Servicios Sociales. Asegurar la disponibilidad de la información necesaria sobre la población en situación de pobreza y vulnerabilidad social, y la ejecución de los programas sociales dirigidos a atenderla. Capacitar a funcionarios y técnicos de las áreas nacionales y provinciales en política y gerencia social. Diseminar y transferir metodologías y sistemas de información a las agencias nacionales y provinciales. Fomentar la vinculación entre el sector académico y el Estado en la investigación y desarrollo de políticas y programas sociales. El programa cuenta con las siguientes áreas: SISFAM; Evaluación de Programas Sociales; Monitoreo de Programas Sociales; Análisis e Información Social; Capacitación y Asistencia Técnica; y Agencias Provinciales. Los destinatarios del SIEMPRO incluyen a los Ministerios miembros del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales; áreas sociales nacionales, provinciales y municipales; equipos de programas sociales; funcionarios y técnicos de OGS y ONG; Consejos Consultivos nacionales, provinciales y locales; y universidades. Los bienes y servicios ofrecidos por el SIEMPRO son: Georreferenciamiento de información social. Relevamiento de la población beneficiaria en situación de pobreza y vulnerabilidad social. Evaluación y monitoreo de programas sociales. Encuesta sobre condiciones de vida. Informes de situación social y pobreza. Bases de datos de indicadores sociales. Base de datos de programas sociales, nacionales y provinciales. Registros de beneficiarios. 21 Sistema de identificación y selección de familias beneficiarias actuales y potenciales de programas sociales. Observatorio social. Estudios y publicaciones. Asistencia técnica y capacitación. Análisis e información social. El área trabaja con una serie de instrumentos articulados y con diferentes grados de agregación y actualización de información social para responder a la diversidad de demandas de los organismos gubernamentales. Para la conformación del sistema se construyeron, seleccionaron, sistematizaron y difundieron bases de información social de diversas fuentes: Encuesta de Desarrollo Social, Encuesta Permanente de Hogares, Censo Nacional de Población y Vivienda, Estadísticas Sectoriales, Censo Educativo, Información Provincial, Estadísticas Vitales. En el nivel provincial, el SIEMPRO trabaja con el objetivo de fortalecer las áreas sociales provinciales en su capacidad para: identificar la población en situación de pobreza y seleccionar a las familias potencialmente beneficiarias de programas sociales; diagnosticar problemas sociales; y formular, monitorear y evaluar programas. Cada una de las agencias provinciales desarrolla un conjunto de actividades básicas al servicio de las áreas sociales provinciales, enmarcadas en los lineamientos generales del programa, y para las cuales el SIEMPRO - UEC (Unidad Ejecutora Central) prevé una estructura de apoyo y asistencia técnica permanente. Con este propósito, se ha avanzado en la adhesión paulatina de las provincias al SIEMPRO y, al mismo tiempo, se han llevado adelante diferentes modalidades de asistencia técnica y capacitación de sus recursos humanos. La incorporación de las provincias al SIEMPRO se concreta a través de la firma de Convenios entre el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales y los gobiernos provinciales. Sistema de Identificación y Selección de Familias Beneficiarias de Programas y Servicios Sociales (SISFAM) Tiene por objetivo la identificación y selección de las familias en situación de mayor pobreza y vulnerabilidad social a fin de posibilitar una mayor eficiencia, transparencia y equidad en la distribución de los recursos del Estado. Para ello se basa en una metodología de relevamiento censal orientada a poblaciones en situación de pobreza y vulnerabilidad social. La implementación del SISFAM en el nivel provincial y municipal es voluntaria por parte de las provincias. El orden de incorporación al SISFAM se basa en el interés demostrado por las provincias a través de cartas de intención y en la capacidad institucional y organizativa que poseen. El SISFAM brinda capacitación, asistencia técnica y provee de equipamiento informático y financiamiento para el relevamiento inicial de las familias pobres en los municipios de las provincias que ingresen en el proceso de implementación del Sistema. Asimismo, es una herramienta de gran utilidad para: proveer de un diagnóstico socioeconómico preciso de los grupos poblacionales en condiciones de vulnerabilidad, para el diseño de programas y proyectos sociales; analizar la oferta de servicios y programas del Estado en función de las características de las familias y problemas sociales detectados; armar un registro unificado de beneficiarios y vincular la información de los distintos programas; brindar información a los programas para realizar el seguimiento y evaluación de la eficacia y eficiencia de sus prestaciones; contribuir a la capacidad de gestión provincial y municipal mediante la puesta en marcha de un sistema propio de información social, y la capacitación para su uso. 22 Utiliza el Índice de Calidad de Vida (ICV), un indicador que permite la caracterización socioeconómica de las familias en situación de pobreza y vulnerabilidad social, de manera que esta condición pueda ser graduada dentro de una escala estándar obteniéndose un ordenamiento de las familias individuales. Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social (SINTyS) Creado por el Decreto N° 812/1998, ratificado por la Ley N° 25.345 de Prevención de la Evasión Fiscal, y financiado por el Banco Mundial, funciona en el ámbito del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales de la Presidencia de la Nación. Su objeto legal consiste en coordinar los datos registrados y a registrarse en las distintas bases de datos existentes a nivel nacional, a fin de efectuar una identificación uniforme y homogénea de las personas físicas y jurídicas, a nivel tributario y social, que permita a su vez el intercambio de sus datos entre los distintos organismos nacionales que los registran. El Sistema coordina el acceso de los organismos nacionales, provinciales y municipales a información de identidad, localización geográfica, social y fiscal de la población registrada en sus bases, asegurando la privacidad y confidencialidad de la misma, como estipula la Ley de Protección de Datos Personales. Creado originalmente en el ámbito de la Secretaría de Equidad Fiscal, dependiente por aquella época de la Jefatura de Gabinete de Ministros, se enunciaba que la disponibilidad y fácil acceso a la información constituían requisitos para incrementar la equidad y calidad de vida. Y que el diseño de políticas y la operación de servicios y programas sociales, así como los sistemas de recaudación, necesitaban de la recolección, almacenaje e intercambio de información exacta y oportuna a un costo razonable. Cabe recordar que una de las principales funciones de la Secretaría antes mencionada (Decreto N° 925/1997) se relacionaba con la obtención de un sistema concentrador de información nacional para llevar a cabo la coordinación de la evaluación y priorización del gasto. Los usuarios del SINTyS son todos aquellos organismos nacionales, provinciales y municipales que adhieren al Sistema mediante diferentes tipos de acuerdos. Todos ellos acceden a los siguientes servicios derivados del intercambio institucionalizado de información: Validación de datos de personas. Identificación del CUIT/CUIL/CDI de las personas. Control de supervivencia. Elegibilidad para beneficios sociales. Detección de incompatibilidades y pluricobertura en la percepción de beneficios sociales, previsionales, de salud y vivienda. Verificación de situación laboral (empleo público y privado). Detección de posible incumplimiento tributario (impuestos nacionales, provinciales y municipales). Comparación de los atributos de identidad de las personas registrados en las bases provinciales con los de padrones nacionales. Por último, el SINTyS lleva adelante proyectos especiales orientados a la actualización e informatización de registros públicos, en temáticas estratégicas tales como: Registros de Personas Jurídicas Provinciales; Registros de la Propiedad Inmueble Provinciales; Registros Civiles Provinciales; y Generación de Legajo Único de Alumnos (LUA). Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) Es una iniciativa global que se impulsó en el año 2000 a partir de la Declaración del Milenio en las Naciones Unidas, firmada por todos los países del mundo. La Declaración del Milenio identifica preocupaciones, valores y principios relacionados con el desarrollo. Sobre la base de esta Declaración se estableció un conjunto de objetivos y metas cuantificables a alcanzar en el año 2015, con los correspondientes indicadores numéricos internacionalmente convenidos con el fin de evaluar el progreso general. 23 A través del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, el gobierno nacional se compromete a realizar las acciones correspondientes a fin de instalar el tema en los niveles gubernamentales y en la sociedad en general, e impulsar las acciones para su cumplimiento. En el marco de estas actividades se ha creado en el seno del Consejo la Comisión Interinstitucional de Seguimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, conformada por los ministerios y organismos del Gabinete Social, Ministerio de Economía y Producción, Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, y el INDEC. Fruto del trabajo conjunto con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se ha creado el Proyecto PNUD/Arg/04-046, que tiene como finalidad realizar actividades de difusión, seguimiento y monitoreo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en Argentina. Cinco experiencias de programas piloto orientados a resultados se exponen más adelante en virtud del grado de desarrollo en la traducción de sus objetivos a indicadores, favoreciendo así la medición de resultados e impactos. Los ODM en nuestro país son nueve y tienen metas e indicadores para su seguimiento. Incluyen cuestiones tratadas en las principales conferencias y cumbres mundiales sobre la problemática del desarrollo desde 1990. A los objetivos internacionalmente convenidos, la Argentina incorporó el de “Promover el trabajo decente”, en la convicción de que una sociedad justa e inclusiva se construye garantizando empleo digno a todos sus habitantes. Los objetivos en Argentina son: Erradicar la pobreza extrema y el hambre. Alcanzar la educación básica universal. Promover el trabajo decente. Promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer. Reducir la mortalidad infantil. Mejorar la salud materna. Combatir el VIH, la Tuberculosis y el Chagas. Asegurar un medio ambiente sostenible. Promover una asociación global para el desarrollo. Las metas propuestas deben alcanzarse en el año 2015, habiéndose determinado 1990 como año base para observar la evolución y el mejoramiento relativo de los indicadores seleccionados durante el período establecido. El Proyecto PNUD/Arg/04-046 tiene tres componentes: monitoreo del grado de avance de los ODM a nivel nacional; adaptación de los objetivos, metas e indicadores de los niveles provinciales; y difusión de la iniciativa. Sus destinatarios son los siguientes: Consejo Nacional de Ministros de las áreas sociales que conforman el CNCPS; Ministerios nacionales del área social; INDEC; Sistema universitario nacional; Agencias de Naciones Unidas con sede en el país; Gobiernos provinciales; Gobiernos municipales; Organizaciones empresariales; y Organizaciones no gubernamentales (ONG). Los bienes y/o servicios ofrecidos por el Proyecto incluyen: asistencia técnica a los equipos provinciales; documentos de trabajo para la Comisión Interinstitucional de Seguimiento de los Objetivos del Milenio; publicaciones y material gráfico; e informes sobre los ODM a nivel nacional. b. En el ámbito del Ministerio de Economía y Producción: Dirección de Análisis de Gasto Público y Programas Sociales (DAGPyPS) A esta Dirección, dependiente de la Secretaría de Política Económica, le compete principalmente la función de cuantificar y evaluar integralmente el gasto público consolidado (GPC), es decir el gasto público de los tres niveles de gobierno: nacional, provincial y municipal. Analiza cuánto se gasta, en 24 qué se gasta, qué sectores de la población se ven beneficiados y en que medida el GPC contribuye a mejorar las condiciones generales de vida del país. Las actividades que lleva a cabo esta Dirección están destinadas a generar instrumentos cuantitativos y cualitativos para evaluar la efectividad de las políticas públicas y mejorar los mecanismos de toma de decisiones, definiendo prioridades sobre la base de criterios de equidad y eficiencia del GPC. También brinda a las autoridades, investigadores y a la sociedad en general información sistematizada sobre el GPC por medio de publicaciones anuales y respuesta directa a solicitudes de información. Además, provee información relacionada con la incidencia y eficiencia del gasto público por medio de la publicación de diversos estudios. 1.1.3 Sistema C: M&E del Presupuesto En su sentido más amplio, el sistema normativo vigente prevé la “accountability horizontal”: la articulación entre los poderes Legislativo y Ejecutivo, en materia de evaluación de la gestión gubernamental, se encuentra establecida en la Ley de Administración Financiera (1992) -reflejada en la reforma constitucional del año 1994- que precede al Plan Nacional de Modernización (2001). La sujeción de la acción administrativa a los controles internos propios de cada organismo y a los controles externos que ejercen la Auditoría General de la Nación, la Defensoría del Pueblo y la Comisión Mixta Revisora de Cuentas, ésta última en el ámbito del Poder Legislativo, hacen el control republicano del gobierno y su legitimidad. La obligatoriedad de transparentar la gestión de gobierno y los mecanismos de puesta a disposición y uso de la información resultante son también materias de evaluación y control tratadas en el marco legal vigente, que establece la periodicidad e interrelación de funciones entre los poderes intervinientes en esta operatoria. Al presupuesto se lo concibe como un proceso mediante el cual se elabora, expresa, aprueba, ejecuta y evalúa la producción y provisión de bienes y servicios a cargo de las instituciones públicas, así como de los insumos reales y financieros que la misma requiera. La Ley N° 24.156 de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional, actualmente vigente, establece, organiza e integra dos grandes sistemas, el de Administración Financiera y el de Control. El Sistema de Control está conformado por dos organismos: la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) y la Auditoría General de la Nación (AGN), órganos rectores de los sistemas de Control Interno y de Control Externo respectivamente. La reforma constitucional de 1994, a través del art. 85, reconoce tal jerarquía a la AGN, lo que da origen a la necesidad de sancionar una ley que recoja este nuevo estatus, cuestión que sigue todavía pendiente. Conceptualizando al presupuesto como el Sistema Mayor, la Ley de Administración Financiera persigue la garantía de la aplicación de los principios de regularidad financiera, legalidad, economicidad, eficiencia y eficacia en la obtención y aplicación de los recursos públicos. La vinculación entre el presupuesto y el planeamiento se encuentra definida a partir de que el primero debe formularse considerando el programa general de gobierno y el plan de inversiones públicas. El Congreso tiene la responsabilidad de fijar el Presupuesto Anual de la Administración Pública Nacional, y la de aprobar o desechar la Cuenta de Inversión presentada por el Poder Ejecutivo. En esta etapa interviene la Auditoría General de la Nación. La norma antes mencionada establece, entre otras, la responsabilidad de que las administraciones superiores de cada entidad o jurisdicción del sector público nacional implanten y mantengan 25 procedimientos adecuados que aseguren la conducción económica y eficiente de las actividades institucionales, y la evaluación de los resultados de los programas, proyectos y operaciones bajo su responsabilidad. Para esto deben contar con personal calificado y suficiente para desempeñar las tareas eficientemente. Todo ello con base en la centralización normativa y la descentralización operativa en que se sustenta el Sistema. Las actividades presupuestarias se realizan en las etapas de formulación, aprobación, distribución administrativa, programación de la ejecución, control y evaluación. La ley asigna a la Oficina Nacional de Presupuesto (ONP) y a la Auditoría General de la Nación (AGN) las funciones de control y evaluación. Estas funciones han perdido las capacidades coercitivas para impulsar la corrección de los desvíos que se detecten a partir de su ejecución, que antes, en el Sistema de la Ley de Contabilidad del año 1957, eran propias de los órganos rectores del control. El ciclo de vida presupuestario se inicia con el Proyecto de Ley de Presupuesto que el Poder Ejecutivo presenta al Congreso antes del 15 de septiembre del año anterior al que debe regir, acompañado de un Mensaje que contiene una relación de los objetivos que se propone alcanzar y las explicaciones de la metodología utilizada para las estimaciones de recursos y para la determinación de las autorizaciones para gastar, entre otros aspectos. Promulgada la Ley de Presupuesto, el Poder Ejecutivo decreta la distribución administrativa desagregada. Las distintas entidades y jurisdicciones deben programar, para cada ejercicio, la ejecución física y financiera de los presupuestos, a fin de garantizar la correcta ejecución presupuestaria y la compatibilización de los resultados esperados con los recursos disponibles, de acuerdo con las normas reglamentarias de aplicación dictadas por los órganos rectores de los sistemas presupuestario y de tesorería. A continuación se describen los órganos fundamentales que conforman el Sistema de Control y Evaluación del Presupuesto. Oficina Nacional de Presupuesto (ONP) Evalúa la ejecución presupuestaria en forma periódica durante y al cierre del ejercicio, para lo cual, las entidades deben llevar registros de información de gestión física de la ejecución de sus presupuestos y participar los resultados de dicha ejecución a la ONP. Ésta realiza un análisis crítico de los resultados físicos y financieros obtenidos y de los efectos producidos, interpreta las variaciones respecto de la programación, procurando determinar sus causas, volcando en un informe las recomendaciones para las autoridades superiores y los responsables de los organismos afectados. Sindicatura General de la Nación (SIGEN) Ejecuta el programa “Control Interno del Poder Ejecutivo Nacional”. La Sindicatura General de la Nación (SIGEN) consolida el Sistema de Control Interno en la totalidad de las jurisdicciones y entidades que componen el Poder Ejecutivo Nacional, ejerciendo su función normativa, de supervisión, evaluación y coordinación tendiente a evaluar los aspectos presupuestarios, económicos, financieros, patrimoniales, normativos y de gestión, fundada en criterios de eficacia, eficiencia, economía y transparencia de la gestión pública. Emite informes de auditoría, observaciones y recomendaciones, a fin de que sirvan como elementos de juicio e información relevante para la toma de acciones correctivas. Comisión Mixta Revisora de Cuentas Se integra en el ámbito del Poder Legislativo. Compuesta por seis diputados y seis senadores (Comisión Bicameral del Congreso de la Nación), tiene a su cargo el análisis de la Cuenta de Inversión, así como el control de las actividades de la AGN, el análisis de su presupuesto y el examen de los informes de auditoría. 26 Se pronuncia sobre la gestión del Poder Ejecutivo con base en los dictámenes elaborados por la AGN, en los que se reflejan los resultados que arroja la evaluación de programas y proyectos públicos. Así, el Congreso funda su opinión sobre el desempeño y situación general de la administración pública. La aprobación de las Cuentas de Inversión del Poder Ejecutivo tiene en cuenta la evaluación acerca de: la información brindada a los ciudadanos en cuanto al grado de cumplimiento, los costos e indicadores de eficiencia de la producción pública; el desempeño del órgano de control; el cumplimiento de metas de ejecución física con base en los principios de eficiencia y economía; el establecimiento inicial de metas contenidas en el Mensaje del Poder Ejecutivo al Congreso, en oportunidad de acompañar el Presupuesto para su aprobación, en cuanto a su capacidad de traducir en indicadores los objetivos que permitan el proceso de su medición; la capacidad de seguimiento y control de la ejecución física de los proyectos de inversión; la capacidad de atención a los reclamos de los usuarios de los entes reguladores de las empresas adjudicatarias de servicios públicos; la uniformidad de normas y criterios entre los distintos niveles de gobierno, y entre éstos y la nación; los sistemas de control de las entidades con responsabilidad primaria en la gestión de gobierno y su impacto en las funciones de la ONP; la capacidad de vincular, por medio de un sistema de indicadores de gestión aplicados a la información física contenida en la ejecución presupuestaria, los indicadores de producto final o metas físicas con los resultados obtenidos de la acción de gobierno. 1.1.4 Interrelación entre sistemas Los sistemas descritos con anterioridad y las acciones que despliegan en consecuencia convergen en la Oficina Nacional de Presupuesto; ése es el ámbito concreto del Poder Administrador en el que se saldan las diferencias de criterio y se materializan los acuerdos. Allí es donde se formula, ejecuta, controla y evalúa el presupuesto nacional en la órbita del Poder Ejecutivo. En el presente informe se han descrito las prioridades que los sistemas A, B y C definen para su operatoria de M&E. Ésta apunta a la mejora de la marcha del Plan de Gobierno, en todos los sistemas, y está focalizada para la temática social en el caso del Sistema B. La manera de acordar, expresar, medir, seguir y evaluar presupuestariamente ese Plan, genera secuencias de tareas entre las áreas de los Sistemas A, B y C, que se impactan mutuamente. Cabe recordar que en el Sistema C aparecen todas las instancias de control definidas por la Ley N° 24.156, que es reconocida como la generadora del cambio de paradigma orientado a resultados en materia de evaluación. En este complejo entramado, la labor de los órganos de control interno y externo del sistema creados por esta norma, tornan ineludible su análisis. Sistemas A y B con Sistema C El tablero de control implementado por la Subsecretaría de la Gestión Pública permite evaluar cada organismo en la ejecución de sus recursos y calidad del gasto (en términos de eficiencia y eficacia), a la vez que facilita la coordinación de las acciones llevadas a cabo por las distintas jurisdicciones y entidades. La determinación de indicadores cuantitativos y cualitativos favorece el análisis del impacto, cobertura y resultados de los productos y servicios prestados. Incluye un módulo presupuestario con indicadores relativos a la ejecución presupuestaria en términos físicos y financieros. Los indicadores financieros prevén diferentes niveles de desagregación según el origen y destino de los fondos. 27 Los indicadores de ejecución de las metas físicas remiten al desempeño del organismo y permiten la detección de desvíos entre lo programado y lo ejecutado que impulsen las correcciones necesarias. De este modo, el instrumento previsto para la autoevaluación de las entidades coordinadas en el Sistema A, se vincula y alimenta al Sistema C -M&E del Presupuesto-, que desde principios de la década del noventa adscribe a la metodología de asignación de recursos por objetivos. El presupuesto por programas es un instrumento de políticas públicas que expresa, en términos monetarios, el proceso de producción de servicios y bienes que se realiza dentro de un organismo para finalidades concretas, identificables y ocasionalmente cuantificables. La formulación de metas e indicadores de los programas de gobierno respeta los principios de transparencia, economía, eficiencia y eficacia orientadores del gasto. El módulo presupuestario facilita la aplicación de la metodología de presupuesto por resultados. Para que las actividades de M&E del Sistema C puedan realizarse, se requiere de la existencia de sistemas de información adecuados, responsabilidad de las áreas ejecutoras de programas gubernamentales (las que se adscriben a los sistemas A y B). El sistema de evaluación de la gestión presupuestaria conlleva el análisis de eficiencia y eficacia en términos cuantitativos y cualitativos. El sistema de información debe posibilitar la realización de mediciones de sus aspectos macro y micro, a partir de los hechos reales y de la expresión financiera de la gestión. Y estructurarse de manera tal que, partiendo de los niveles primarios donde se capten los datos, se lleve a cabo un adecuado proceso de agregación. Las recomendaciones que surgen de la evaluación presupuestaria deben ser -según se consigna en el Manual de Presupuesto- analizadas entre el evaluador (ONP) y el evaluado (organismo), en forma conjunta, con la finalidad de determinar cuándo y cómo se incorporarán las recomendaciones y su formalización. Asimismo, debe efectuarse el seguimiento del grado de cumplimiento de los cambios implementados. La entrevista realizada a Guillermo Schweinheim entrega una reflexión pertinente sobre lo que estamos analizando: “Lo que no ha habido, es un ambiente propicio para avanzar en estrategias más amplias, más comprensivas, que permitieran, por ejemplo, utilizar todo el stock de mediciones que el sector público genera. Acá los sistemas no están dialogando; las prácticas de evaluación que cada ministerio tiene ad hoc, no dialogan con el único sistema de información general, que es el de metas físicas que se tiene en la Sub Secretaría de Presupuesto”. En este mismo sentido se expresa Gerardo Hita, desde su perspectiva como Director Nacional de Proyectos con Organismos Internacionales de Crédito: “los elementos de monitoreo de que disponen sus programas no son tenidos en cuenta para retroalimentar al decisor político. La falta de reuniones de Gabinete, aun ante la institucionalización de la coordinación de los Programas de Gobierno, a través de la figura del Jefe de Gabinete de Ministros, es otra restricción al establecimiento de adecuadas metas como punto de partida a la evaluación”. Y agrega: “el flujo de las decisiones en materia de asignación de gastos obstaculiza la función del Presupuesto, no refleja las políticas, sólo la voluntad de las autoridades técnicas (Oficina Nacional de Presupuesto) a las que se sujetan las decisiones de los ministros”. Señala como limitantes en el logro de los proyectos “la restricción que impone la autorización de gastos de la ONP, aun cuando los proyectos cuentan con recursos, lo que distorsiona la posibilidad de evaluaciones serias en virtud de las alteraciones que este proceder impone a la planificación original”. 28 1.2 Línea cronológica Se suceden y coexisten tres etapas: racionalizadora, modernizadora y social. Si bien los tres aspectos estuvieron siempre presentes, el desarrollo normativo y documental demuestra el énfasis de los esfuerzos gubernamentales para organizar los sistemas. La atenuación del hiper presidencialismo, el diagnóstico general que da sustento a las marchas y contramarchas administrativas, el plazo de cumplimiento de las prescripciones impuestas por el ordenamiento jurídico, la concentración de poder, los incentivos, premios y castigos, el complejo entramado de la sobrecarga normativa y sus consecuencias en la implementación de estas políticas, en fin, cada cambio presupone un movimiento de personas y recursos en un escenario donde la rigidez y la flexibilidad están en tensión constante, donde los enunciados y los verdaderos esfuerzos por flexibilizar sólo apuntalaron la precariedad laboral y no la eficiencia. En el punto siguiente, al repasar la normativa, se pueden encontrar las fechas e hitos fundamentales de un proceso que dista de ser lineal y por ende, de difícil interpretación analítica. 1.3 Normativa Analizando la secuencia de la documentación oficial se destaca la jerarquía normativa con que el Estado argentino ha abordado el M&E. Estas decisiones reflejan el impulso que se imprime durante más de 20 años a la transformación del Estado y al papel que dentro de este proceso, se asigna al M&E de Políticas Públicas. Véase, al respecto, el Anexo sobre Normativa. 1.4 Financiamiento y sostenibilidad El Consenso de Washington, la Convención Interamericana contra la Corrupción y la Cumbre del Milenio del año 2000, así como el financiamiento externo mediante préstamos para la modernización de la gestión gubernamental, pueden considerarse verdaderas “usinas” en cuanto a la generación y sostenibilidad institucional del cambio de paradigma. En párrafos anteriores se había hecho mención a las preocupaciones gubernamentales -más declarativas que operativas- por medir resultados y orientarse a la ciudadanía. Sin embargo, y aun cuando las recetas universales se han revelado ineficaces cuando desconocen las particularidades que presenta cada país, no puede dejar de reconocerse que el hecho que la nación suscriba y adscriba a compromisos internacionales junto al conjunto de otras naciones, y en tanto se tenga la voluntad de honrar estos compromisos, implica una serie de condicionamientos de inclusión obligada en la agenda estatal. Tan es así, que la mayoría de los entrevistados, con independencia de su rol y del poder que revistan -aun desde una mirada crítica sobre la implementación del sistema y sus capacidades para alcanzar los logros que prometen-, asumen que “no hay marcha atrás” en el desarrollo del M&E. La institucionalización de los sistemas vigentes se ha disparado, en gran medida, a partir de las iniciativas que se describen a continuación. Consenso de Washington El Consenso de Washington orientó los lineamientos que sustentaron el financiamiento de los organismos multilaterales de crédito a la mayoría de los países latinoamericanos desde fines de la década de los ochenta. El diagnóstico acerca de los problemas del Estado plasmado en los documentos justificativos de los créditos externos tiene idéntico reflejo en la bibliografía académica, la investigación política y social y la documentación institucional argentina. Destacan el impulso a las reformas económicas de la región en las que se asignó al mercado un papel hegemónico en el proceso de desarrollo. En este mismo sentido, la documentación y la normativa gubernamental sustentan las políticas públicas reformadoras, en una primera etapa, en garantizar los equilibrios macroeconómicos, estabilizar las economías y abrirlas a la economía internacional, trasladando el peso del crecimiento a las fuerzas del mercado y al sector privado. 29 Este nuevo escenario requería una transformación del Estado, que se había desempeñado como promotor del desarrollo industrial, constructor de la infraestructura física y proveedor de los servicios sociales. Las reformas de primera generación adoptadas en Argentina generaron un drástico cambio en el papel del Estado, en las relaciones de éste con la sociedad y en el interior de su propio funcionamiento. En el post Consenso de Washington, la documentación oficial enuncia la necesidad de atacar más estructuralmente los problemas de la equidad social y de consolidar la democracia, argumentos que están en línea con la documentación preparada por los organismos multilaterales de crédito para fundamentar sus préstamos. Las agencias financieras pusieron a disposición de los gobiernos, entre ellos el gobierno argentino, un marco metodológico para el diseño y evaluación de programas de modernización. A través de la evaluación se pretende indagar en qué medida estos programas ayudan al mejoramiento de la formulación e implementación de las políticas públicas, y en qué medida pueden contribuir al fortalecimiento de la democracia. Entre los objetivos explicitados en los convenios de préstamo se encuentra “el mandato de trabajar con un enfoque más integrado del desarrollo que, a la vez que consolide las reformas económicas, promueva la cohesión socioeconómica interna de los países, la integración regional, la atención del medio ambiente y la modernización del Estado, y el fortalecimiento de las instituciones democráticas y de la sociedad civil, como medios para el crecimiento económico sustentable y para la reducción de la pobreza” (octava reposición de capital, BID). En el mismo sentido, la documentación analizada destaca la debilidad de las instituciones democráticas en cuanto a su eficacia, desempeño y credibilidad. Además, el ambiente político, institucional y normativo manifiesta precariedades y obsolescencias que limitan la participación de los ciudadanos e inhiben el ahorro, la inversión, el crecimiento y la equidad. En este marco, se estima que es imperiosa la necesidad de definir criterios de evaluación, recogiendo objetivos e indicadores de resultado e impacto de las políticas y programas públicos. Las entidades de financiamiento establecieron prioridades y consignan como instituciones críticas las de gestión monetaria y fiscal; el Poder Legislativo, Judicial y Electoral; las agencias de regulación, supervisión y control, y las que se ocupan de la protección ambiental, considerando que su reforma y fortalecimiento podrían detonar procesos sostenidos de desarrollo institucional democrático. Las políticas de modernización del Estado que se implementan durante los últimos veinte años, en alguna medida como consecuencia de las recomendaciones de los organismos multilaterales de crédito, y en otra, en virtud de la mayor o menor adhesión que generaron en los diferentes responsables políticos, requerían de un sólido flujo de recursos; es así como se contraen préstamos, principalmente ante el Banco Mundial y el BID, sujetos a condicionalidades que fijan los márgenes de acción del gobierno. Ocurrió algo similar respecto a otros organismos internacionales durante esa época, como por ejemplo el FMI o el Club de París. Por entonces, el impacto que generan las crisis fiscales y financieras y las consecuencias institucionales que acarrean, motiva la necesidad de anticipar mecanismos de reaseguro que apunten a mantener la estabilidad global y el desarrollo sustentable. En este contexto, comienzan a extenderse las aplicaciones de herramientas de M&E en Argentina. Convención Interamericana contra la Corrupción En el seno de la Organización de los Estados Americanos (OEA) se aprueba la Convención Interamericana contra la Corrupción, que se incorpora al derecho interno nacional mediante la Ley N° 24.759, dictada en 1996, y el Decreto N° 102 del año 1999. 30 El instrumento internacional exige una acción coordinada de los Estados para combatir eficazmente la corrupción en tanto que socava la legitimidad de las instituciones públicas y atenta contra la sociedad. En aras del fortalecimiento de las instituciones democráticas, promovió y reguló la cooperación entre los Estados partes, a fin de asegurar la eficacia de las medidas y acciones para prevenir, detectar, sancionar y erradicar los actos de corrupción en el ejercicio de las funciones públicas. Tiende a preservar la confianza en la integridad de los funcionarios públicos y en la gestión pública. La incorporación al sistema jurídico del país se encontró condicionado al cumplimiento de la Convención, que obligaba a establecer mecanismos para hacer efectivo el cumplimiento de las normas de conducta, contemplando entre otras, las relacionadas con el M&E: Instrucciones al personal de las entidades públicas, que aseguren la adecuada comprensión de sus responsabilidades y las normas éticas que rigen sus actividades. Sistemas para la contratación de funcionarios públicos y para la adquisición de bienes y servicios por parte del Estado que aseguren la publicidad, equidad y eficiencia de tales sistemas. Órganos de control superior, con el fin de desarrollar mecanismos modernos para prevenir, detectar, sancionar y erradicar las prácticas corruptas. Mecanismos para estimular la participación de la sociedad civil y de las organizaciones no gubernamentales en los esfuerzos destinados a prevenir la corrupción. En ese marco se crea la Oficina Anticorrupción, adscrita al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Su ámbito de aplicación comprende la APN centralizada y descentralizada, empresas, sociedades y todo otro ente público o privado con participación del Estado. Puede actuar por propio impulso, en caso de sospecha razonable sobre irregularidades en la administración de recursos, o por denuncias. El Fiscal de Control Administrativo, a cargo de la Oficina, posee rango y jerarquía de Secretario, es designado y removido por el Presidente de la Nación a propuesta del Ministro de Justicia y Derechos Humanos. Cumbre del Milenio del año 2000 Un impulso externo en el nivel político que merece rescatarse, por su impacto en el desarrollo de los programas sociales, lo constituyen los “Objetivos de Desarrollo del Milenio - Argentina”, aprobado en octubre de 2003 por el Presidente de la Nación, como respuesta a las responsabilidades asumidas en la Cumbre del Milenio el 8 de septiembre del año 2000, cuando Argentina, junto con 189 países reunidos, aprobó lo que se conoce como la “Declaración del Milenio”. Los países signatarios se comprometieron a implementar acciones para alcanzar una serie de Objetivos de Desarrollo para el año 2015. Tales objetivos quedaron plasmados en la Resolución 55/2 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Posteriormente, con el fin de dar cuenta de los logros alcanzados, la Presidencia de la Nación presentó ante la Asamblea de Alto Nivel de la ONU, celebrada en septiembre de 2005, el documento “Objetivos de Desarrollo del Milenio: un compromiso con la erradicación de la pobreza, la inclusión social y la no discriminación”, en donde se refleja el avance hacia el cumplimiento de los objetivos establecidos. Préstamos internacionales Por su importancia en el sostenimiento del “Sistema A”, que opera en la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Presidencia de la Nación, destaca el préstamo BIRF Nº 4423/AR “Proyecto de Modernización del Estado”, cuyo Organismo Ejecutor es la Jefatura de Gabinete de Ministros, y que entre sus objetivos, contempla los siguientes: Promover una efectiva, eficiente y transparente administración basada en el manejo moderno de los sistemas enfocados en el desempeño y los resultados. Efectuar reformas en las tres más importantes agencias de finanzas públicas. 31 II. ORIENTACIÓN FUNCIONAL DE LOS SISTEMAS Y NATURALEZA DE SUS HERRAMIENTAS 2.1 Orientación funcional En lo que respecta a la actividad predominante, en relación con los gastos aplicados al M&E y a la proporción que se atribuye a una actividad o a otra, debe señalarse que el estado actual de reflejo presupuestario torna complejo identificar e imputar montos y proporciones a cada uno de los conceptos. No obstante, cabe profundizar sobre el particular, investigando en detalle dentro de cada programa, las acciones de M&E, ya que podrían estar desarrolladas bajo otras denominaciones. Los órganos rectores aludidos, aunque desde el ángulo normativo pueden desarrollar acciones tanto de monitoreo como de evaluación, la información relevada permite deducir que, en los hechos, están restringidas. Si bien en la enunciación de las políticas de M&E, los tres sistemas analizados comparten la necesidad de mejorar la producción de bienes y servicios públicos, tornándola más transparente, considerando sus resultados como herramienta para el aprendizaje, un instrumento para la rendición de cuentas, para mejorar la asignación del gasto, y para cambiar mediante la intervención estatal una determinada situación problematizada, en la implementación se advierten las diversas modalidades de su implantación en los universos que cada uno abarca. La cobertura de estos sistemas también influye en este resultado, ya que arroja una asimetría entre las entidades que participan de los instrumentos establecidos por cada sistema y las que no participan, y aun entre las que sí lo hacen. La opinión general de los entrevistados es coincidente en este sentido y viene a demostrar la validez de las aseveraciones del párrafo anterior, que surgen del análisis de los textos legales y de los informes resultantes de los trabajos de M&E llevados a cabo por los órganos rectores de cada sistema. La aplicación gradual del M&E en cada sistema fue mejorando también sus definiciones y alcances. Por lo menos desde lo declarativo, se pasa de enunciaciones que priorizaban la necesidad de tornar la producción pública de bienes y servicios en una gestión eficiente, económica y eficaz desde la perspectiva del gasto y la orientación al ciudadano, a otras afirmaciones en las que el avance en los derechos de la ciudadanía para el desarrollo sustentable y la equidad, son incorporadas en paralelo. 2.1.1 Planificación gubernamental global o sectorial Sistema A. El planeamiento estratégico se concibe como una herramienta ordenadora y sistematizadora de fines y medios para que éstos estén en una relación de correspondencia y hagan posible una gestión con unidad de concepción y de acción del conjunto de la administración pública. Del M&E se pretende obtener información continua y sistemática para el logro de una correcta coordinación estratégica intersectorial de políticas, programas y entre instituciones. En esa dirección, encontramos los programas de la Subsecretaría de la Gestión Pública, ya mencionados en la descripción general del sistema: Asistencia Técnica para la formulación y seguimiento de Planes Estratégicos y Operacionales (Oficina Nacional de Innovación de Gestión). Plataforma virtual para apoyar y promover la formulación y seguimiento de Planes Estratégicos y Operacionales -TESEO- (Oficina Nacional de Innovación de Gestión). Sistema de Información para la Gestión -SIG- (Oficina Nacional de Innovación de Gestión). Programa Carta Compromiso con el Ciudadano. Premio Nacional a la Calidad para el Sector Público (Oficina Nacional de Innovación de Gestión). Tablero de Control (Oficina Nacional de Tecnologías de Información). 32 Sistema B. Su finalidad legal consiste en el establecimiento de la Planificación Estratégica de políticas y programas sociales del gobierno nacional, las estrategias de intervención y los compromisos de resultados. Para ello, coordina, interviene y diseña los mecanismos de articulación entre los diferentes programas sociales llevados a cabo en distintas jurisdicciones gubernamentales. Sistema C. Al carecer de un Plan de Gobierno en sentido estricto, las funciones relacionadas con planificación global o sectorial del sistema C se abordan desde distintas perspectivas y niveles. En el ámbito global, está dirigido al análisis de los resultados y efectos del ingreso y del gasto público -de operación y de inversión- en relación con los objetivos y metas macroeconómicas y sociales establecidos por el gobierno (crecimiento económico, inversión, distribución del ingreso, empleo, etc.). En lo funcional, se orienta al análisis de los resultados y efectos de aquellos programas presupuestarios referidos a cada uno de los sectores (salud, educación, agricultura, industria, transporte, etc.). En el ámbito regional desarrolla lo anterior en relación con determinadas áreas geográficas. Por último, el análisis institucional atañe a las instituciones mediante las cuales se planifica, programa, coordina y ejecuta la acción de gobierno, conforme a los objetivos y metas globales, funcionales y regionales. Comprende el análisis de variables microeconómicas y administrativas. Desde la perspectiva del nivel, los análisis macro y micro se ocupan del comportamiento de las variables macroeconómicas y macroadministrativas contenidas en los presupuestos, en su relación con variables similares del sistema económico y social, y del análisis de las variables que permiten examinar la eficiencia y la eficacia de los programas contenidos en el presupuesto. La Cuenta de Ahorro-Inversión-Financiamiento de la administración nacional arroja los resultados económicos (ingresos corrientes menos gastos corrientes) y financieros (ahorro más recursos de capital menos gastos de capital), así como la estructura de financiamiento del presupuesto (a través de la comparación de las fuentes de financiamiento con las respectivas aplicaciones financieras). De los resultados que arroja su comparación con las programaciones iniciales, se obtiene el grado de avance en la obtención de esos resultados y el grado de cumplimiento de las metas en términos de ahorro, resultado financiero y estructura del financiamiento. La evaluación programática, también denominada de nivel micro, implica examinar las siguientes relaciones que se materializan durante la ejecución: Entre los recursos (reales y financieros) de cada categoría programática y la respectiva producción o provisión de servicios. La evaluación se efectúa permanentemente durante el ejercicio presupuestario, a medida que se van produciendo los bienes y servicios. Entre las diversas producciones intermedias directas y la producción terminal del programa. Entre la producción intermedia indirecta y la respectiva producción terminal condicionada. Al darse su ejecución en un momento determinado del ejercicio, durante el resto del año sólo se controla y evalúa la ejecución de la producción bruta; con base en ello se podrá inferir el posible cumplimiento de las respectivas metas de provisión de bienes y servicios. Entre las diversas producciones terminales que se originan en la institución. Entre la producción terminal de cada programa y los objetivos y políticas a que responden. Respecto a la producción continua, la información se debe producir en cada subperíodo, mientras que para la producción puntual, se completará en el período donde se materialice la misma. Las cuatro primeras relaciones originan indicadores para evaluar la eficiencia de la gestión presupuestaria programática, mientras que la relación entre la producción terminal del programa y los objetivos y políticas a que corresponden, determina los indicadores de eficacia, en un contexto que apunta a la obtención de resultados. El presupuesto debe contener, para posibilitar la evaluación, los cuadros de metas, producción bruta y recursos reales y financieros. 33 2.1.2 Asignación del gasto Sistema A. La característica principal del nuevo modelo de gestión es la adecuación flexible de los recursos y de los sistemas de gestión y estructura de responsabilidades, a un conjunto de resultados estratégicos precisos, definidos y dados a conocer con antelación, pasibles de ser cumplidos en un período establecido. Sistema B. Desde la Presidencia de la Nación y el Ministerio de Economía y Producción se consolida el presupuesto anual de finalidad social. Mientras desde la primera, el énfasis se centra en la minimización de los costos administrativos y operativos y en la definición de los criterios técnicos de asignación de recursos a los niveles subnacionales, en la segunda se cuantifica y evalúa integralmente el Gasto Público Consolidado (GPC), de los tres niveles de gobierno: nacional, provincial y municipal. Aquí se analiza cuánto se gasta, en qué se gasta, qué sectores de la población se ven beneficiados y en qué medida el GPC contribuye a mejorar las condiciones generales de vida del país. Para ello se generan instrumentos cuantitativos y cualitativos para evaluar la efectividad de las políticas públicas y mejorar los mecanismos de toma de decisiones, definiendo prioridades sobre la base de criterios de equidad y eficiencia del GPC. Sistema C. La reforma de la administración financiera enfatizó la necesidad de mejorar la calidad del proceso presupuestario mediante el perfeccionamiento de la programación y el fortalecimiento de la evaluación de la ejecución, de manera de cerrar el ciclo presupuestario y posibilitar su retroalimentación. Esta última función se encuentra a cargo de la Dirección de Evaluación Presupuestaria del Ministerio de Economía y Producción, en tanto que la Oficina Nacional de Presupuesto (ONP) evalúa la ejecución de los presupuestos de la administración nacional. La técnica del presupuesto por programas para la elaboración del presupuesto de la administración nacional se implementa a partir de 1994 de manera generalizada. Las distintas jurisdicciones establecen metas anuales, cuyo avance se refleja en una programación trimestral, que debe ser informada a la Oficina Nacional de Presupuesto. Esto acredita la solicitud de recursos para el ejercicio, cuyo flujo se relaciona con el Sistema de Programación de la Ejecución. Los ajustes que resulten necesarios pueden solicitarse antes del inicio de cada trimestre para la reprogramación de los siguientes trimestres restantes. Así, la programación física valida el requerimiento de cuota de gasto. Como resultado de la evaluación, y a partir del análisis de las causas de los desvíos entre lo ejecutado y lo programado, se procede a elaborar la propuesta de acciones correctivas, entre las cuales se encuentran las siguientes posibilidades: Reformulación del programa. Racionalización de métodos y procedimientos, a través de modificaciones técnicas. Definición de nuevas fuentes de financiamiento. Reasignación de recursos reales. Cambio en la coordinación del programa. Suspensión o supresión del programa. El sistema de evaluación de la ejecución del presupuesto se encuentra regulado en la Sección V “De la Evaluación de la Ejecución Presupuestaria”, de la Ley de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional (Ley Nº 24.156 sancionada en 1992), artículos 44 y 45 y sus respectivas reglamentaciones. Por su parte, la Ley Nº 24.629 sancionada en 1996 complementa la Ley Nº 24.156, al establecer normas y procedimientos para la ejecución del presupuesto de la administración nacional, señalando, en su artículo 2º, lo relacionado con la aplicación de la información proveniente de la evaluación: 34 “Artículo 2º. El Poder Ejecutivo Nacional deberá, en el marco de lo establecido en el artículo 101 de la Constitución Nacional, presentar al Congreso de la Nación en forma trimestral y dentro de los treinta (30) días de vencido el trimestre respectivo, estados demostrativos de la ejecución del presupuesto general de la administración nacional, siguiendo las clasificaciones y niveles de autorizaciones incluidos en la ley de presupuesto, exponiendo los créditos originales y sus modificaciones, explicitando la motivación de los desvíos y los avances logrados en los aspectos mencionados en esta Ley”. La Dirección de Evaluación Presupuestaria tiene a su cargo el análisis y evaluación del gasto desde el punto de vista económico, donde al cuantificar las principales variables macropresupuestarias vinculadas con las Cuentas Nacionales se posibilita evaluar el grado de cumplimiento de las políticas de la administración nacional, tanto en gastos operativos como en inversiones, pago de la deuda pública, transferencias y aplicaciones financieras. El Sistema C destaca la necesidad de que exista claridad en la determinación de los objetivos, para posibilitar el correcto análisis de eficiencia en el uso de los recursos disponibles y un adecuado análisis de eficacia, priorizándose este aspecto en la evaluación de programas sociales focalizados. Se verifica si la eficiencia programada a nivel de las jurisdicciones y entidades, al aprobarse la Ley de Presupuesto, en términos de combinaciones en la utilización de recursos reales y financieros, se corresponde con las que surgen de la propia ejecución. El análisis y evaluación de la ejecución trimestral de las cuotas completa el conjunto de elementos que es necesario tomar en cuenta para efectuar el control y evaluación de la ejecución del presupuesto de las jurisdicciones y entidades. Los entrevistados mantienen una opinión homogénea al momento de caracterizar el estado de cosas y coinciden con las evidencias desarrolladas a lo largo de este informe: el acento está puesto en el aspecto financiero, en el seguimiento de las metas presupuestarias y en particular en los gastos. Lo cual se atribuye a la existencia en el país de una cultura del “estado financiero”, tal como la denominan. Señalan que si bien existe la iniciativa de Carta Compromiso, su escaso abarcamiento y débil implementación no alcanzan para considerar que exista planificación nacional. De la documentación analizada para esta investigación, se desprende la lenta maduración de los sistemas, pudiendo apreciarse el predominio del ejercicio de la evaluación posterior y por muestreo de las actividades gubernamentales, con énfasis en los aspectos financieros, aun cuando se evidencian esfuerzos por medir la gestión de gobierno con orientación a resultados. Un caso que sirve para apoyar esta hipótesis lo encontramos en la entrevista realizada a Andrea López, Coordinadora de Proyectos de la Dirección de Investigaciones del INAP, cuando en la entrevista realizada destaca la necesidad de una interacción continua entre las áreas, tanto por la demanda de información como por la recepción de la producción. La falta de complementación y de lenguaje común da como resultado, como ocurre con los indicadores de empleo, conclusiones diferentes acerca de un mismo problema. Los órganos rectores aludidos, aunque desde el punto de vista normativo están en condiciones de desarrollar acciones tanto de monitoreo como de evaluación, de la información relevada surge que, en los hechos, las primeras están liderando abrumadoramente a las segundas. 2.1.3 Aprendizaje para mejorar la gestión de programas y prestación de servicios públicos Sistema A. Las metodologías que han tenido comprobada eficacia para mejorar las acciones que realizan las diferentes áreas de la administración pública son informadas, difundidas y se utiliza esta 35 información resultante para su aprovechamiento dentro del sector público nacional y su conocimiento fuera de él. El TESEO es la propuesta virtual de la ONIG que tiene como objetivo apoyar y promover espacios de reflexión y acción interactiva en el ámbito público a través del intercambio de conocimientos y experiencias acerca del proceso de implementación de políticas públicas. Se dirige, especialmente, a organismos y dependencias del Estado que quieran conocer e implementar un método de producción de políticas públicas basado en la planificación estratégica situacional. Premio Nacional a la Calidad para el Sector Público: esta iniciativa, también de la ONIG, tiene como objetivos promover el desarrollo y la difusión de los procesos y sistemas destinados al mejoramiento continuo en la calidad, estimular y apoyar la modernización y competitividad en las organizaciones públicas, asegurar la satisfacción de las necesidades y expectativas de las comunidades y preservar el ambiente humano y la óptima utilización de los recursos. El Consejo Federal de la Función Pública (CoFeFuP): es el lugar de encuentro que las provincias argentinas y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires han elegido para reflexionar y debatir sobre los principales ejes temáticos que involucran al conjunto de sus respectivas administraciones públicas. El Instituto Nacional de la Administración Pública (INAP): es el organismo rector de la capacitación de funcionarios del Estado y escuela gubernamental de formación, así como el centro de investigación y documentación especializado en la administración pública nacional. Articula, colabora y participa en la elaboración y puesta en marcha de los Planes Institucionales y Operativos de Capacitación, mediante los cuales los distintos organismos del Estado desarrollan las competencias de su personal para mejorar la gestión de las políticas públicas prioritarias. Sus acciones se enuncian como tendientes “al fortalecimiento de la sociedad civil orientando esfuerzos y promoviendo el debate democrático y la capacitación en sectores políticos y sociales, tomando como eje la reconstrucción del Estado y la generación de una nueva matriz de pensamiento solidario, democrático y autónomo que deberá guiar las acciones emprendidas y futuras”. Sistema B. El SIEMPRO brinda capacitación y asistencia técnica a las áreas sociales nacional y provinciales a través de un conjunto de estrategias de transferencia, dirigidas a alentar el cambio en la orientación y gerenciamiento de los programas sociales, a favor de una gestión más eficaz, eficiente, transparente, equitativa y con mayores impactos. Para ello se busca la institucionalización de prácticas gerenciales para mejorar la capacidad de realizar diagnósticos, analizar los problemas sociales, rediseñar programas, planificar nuevas intervenciones sociales, evaluar y monitorear. En el nivel provincial, el SIEMPRO trabaja con el objetivo de fortalecer las áreas sociales provinciales en su capacidad para: identificar la población en situación de pobreza y seleccionar las familias potencialmente beneficiarias de programas sociales; diagnosticar problemas sociales; y formular, monitorear y evaluar programas. Cada una de las agencias provinciales desarrolla un conjunto de actividades básicas al servicio de las áreas sociales provinciales, enmarcadas en los lineamientos generales del programa, y para las cuales el SIEMPRO - UEC prevé una estructura de apoyo y asistencia técnica permanente. Con este propósito, se ha avanzado en la adhesión paulatina de las provincias al SIEMPRO y, al mismo tiempo, se han llevado adelante diferentes modalidades de asistencia técnica y capacitación de sus recursos humanos. Sistema C. Desde 1994 se ha trabajado en la instrumentación y puesta a punto de un sistema de información trimestral de datos e indicadores físicos de los programas, en coordinación con las unidades ejecutoras. Esto implicó la necesidad de determinar las redes presupuestarias de las jurisdicciones y organismos, a cuyo efecto la Secretaría de Hacienda impartió la capacitación sobre la 36 metodología del presupuesto por programas en el ámbito interno y hacia las demás instituciones de la administración nacional. Este proceso de determinación de redes programáticas fue apoyado en su etapa inicial y con posterioridad, mediante la asistencia técnica a los organismos por parte de los funcionarios de la Dirección de Evaluación Presupuestaria, participando asimismo en la definición de los productos finales cuantificables y sus unidades de medida. Dado que estas redes presupuestarias no son estáticas y deben ser adecuadas en la medida en que se modifican las políticas nacionales o institucionales, esta actividad de asistencia se practica en forma continua. Para mejorar paulatinamente este sistema de seguimiento de la gestión presupuestaria, se encararon diversas líneas de acción orientadas a garantizar el mantenimiento de la base de datos, la elaboración de informes periódicos y la profundización del conocimiento de los programas. En relación con este último punto, se realizan estudios institucionales integrales cuyo producto principal es el diseño de indicadores útiles para la evaluación. Esta metodología de trabajo es complementada con actividades de asistencia técnica a los programas, como medio para fortalecer la función de evaluación en las propias unidades ejecutoras. Estas actividades consisten en la transferencia y análisis conjunto de los resultados de los estudios desarrollados, la profundización de los mismos y el acuerdo de sistemas de indicadores. El propósito perseguido es que el sistema de evaluación sea útil como herramienta de gestión a los funcionarios con capacidad de decisión de la administración nacional. En otros términos, que la información que dicho sistema produce sea aceptada como un elemento idóneo para mejorar la eficiencia y eficacia de los servicios públicos. Bajo la modalidad de seminarios y talleres en los que se revisa la procedencia de las aperturas programáticas vigentes y los resultados recogidos en el seguimiento y evaluación de los programas, se impulsan los cambios que fueran oportunos, se difunde la importancia de la evaluación y se transfieren conocimientos sobre esta temática, siendo ésta la capacitación destinada a funcionarios de las Unidades Ejecutoras de Programas. Asimismo, se brinda asistencia técnica a los programas para reforzar la función de autoevaluación y establecer acuerdos para mejorar registros y envío de información a la Dirección de Evaluación Presupuestaria. En forma paulatina se ha ido incrementando la influencia de la evaluación en la asignación y administración presupuestaria, integrándose las tareas de evaluación con las de programación y, en particular, con las de asignación y administración presupuestaria, tanto en el ámbito de la ONP como en los organismos. El Manual de Presupuesto Público reconoce que “una actividad que tiene un grado de avance incipiente y se pretende generalizar es la de establecer registros de información de la gestión física en cada una de las jurisdicciones y entidades y reglamentar métodos y procedimientos a llevarse en los mismos”. Por último, se realizan esfuerzos por conocer la marcha del tema de la evaluación en otros países, mediante el análisis de la experiencia internacional, pudiéndose concluir que los avances son lentos y no generalizados. Por su parte, la SIGEN promovió la constitución y puesta en funcionamiento de Comités de Control en los ámbitos fiscalizados, a los efectos de integrar los distintos componentes del sistema de control con los responsables de la gestión, conformando un ámbito propicio para canalizar las propuestas de fortalecimiento de las distintas áreas operativas de las jurisdicciones y entidades. A fines de 2004 existían 28 comités en funcionamiento. Se podría decir que el aprendizaje es el primer efecto deseado del proceso de M&E; sin embargo, no se encuentran desarrollados indicadores de impacto acerca del mismo. 37 2.1.4 Rendición de cuentas dentro y fuera de la administración pública Sistema A. En tanto que la gestión por resultados apunta a la eficacia y aspira al logro de los propósitos y objetivos del sector público, el Plan de Modernización que coordina la SGP enfatiza la necesidad de la planificación y la responsabilización de los funcionarios por los resultados de su gestión. De allí la importancia de establecer metas claras, adecuados sistemas de comunicación interna, monitoreo, petición y rendición de cuentas por resultados, y un sistema de incentivos acorde. Sistema B. Se encuentra previsto el establecimiento de mecanismos que aseguren el control social del uso de los fondos públicos sociales y la responsabilidad de los funcionarios en la rendición de cuentas a la sociedad, así como la promoción de la participación de las organizaciones no gubernamentales de la sociedad civil y del sector privado en el desarrollo y auditoría de las políticas sociales. En relación con este punto, uno de nuestros entrevistados, Gerardo Hita, expresa en la entrevista realizada): “la única forma en que la comunidad puede participar y adueñarse es a través de las técnicas participativas, que son muy poco empleadas, y si no, es a través de las ONG, que no siempre representan a la comunidad que dicen representar, ni a los intereses de esa comunidad. Es ahí donde nos debemos un espacio de acción muy importante”. Sistema C. En este sistema, el acento está puesto en la necesidad de que el M&E se convierta en herramienta para la rendición de cuentas y en las actividades desarrolladas por los órganos rectores del sistema de control, en particular en la interrelación de la AGN y el Congreso, en lo que atañe a la aprobación de este último sobre la gestión del Poder Ejecutivo. Puede advertirse que dentro de la administración pública se encuentra presente la necesidad de rendir cuentas de la gestión pública. “Gobernanza es control social y rendición de cuentas”, dice Osorio (funcionario entrevistado), y agrega que la falta de plan obstaculiza la rendición de cuentas. En línea con el acento puesto por el CLAD al considerar como “pieza clave” la cuestión de la transparencia de las instituciones públicas, se advierte la incompleta batería de mecanismos horizontales y verticales, intra e interinstitucionales que hagan efectivo el sistema de rendición de cuentas. Si bien es cierto que el “sistema plan” del año 2001 previó una cadena de mecanismos contractuales intraorganizacionales y de cara a la sociedad, se evidencia la implementación parcial del sistema general y la presencia aislada de la Carta Compromiso. A ello se agregan las falencias de un sistema financiero y de control externo que no contiene ni articula al conjunto de las operaciones de la APN. 2.2 Los instrumentos de evaluación y monitoreo El desempeño se conceptualiza como la implementación de las políticas públicas destinadas a dar respuestas a las demandas y necesidades de la ciudadanía. Se trata de medir los resultados alcanzados en términos de calidad de la gestión y de los servicios que prestan las organizaciones gubernamentales, y la satisfacción obtenida en el entorno o en la sociedad, teniendo en cuenta si se han utilizado adecuadamente los recursos y si los servicios se han producido con la eficacia, eficiencia y efectividad requeridas para alcanzar los objetivos establecidos. 2.2.1 Qué tratan de medir los sistemas de M&E Sistema A. El Programa Carta Compromiso mide, monitorea y evalúa el nivel meso de desempeño del sector público: el de sus organizaciones. Este enfoque sostiene que su finalidad entraña la producción de servicios que generen valor público, entendiendo por esto la satisfacción equitativa de las necesidades humanas y observables. 38 Mediante la evaluación se trata de discernir cuán cerca o lejos están los servicios de cumplir los objetivos de política alcanzando las expectativas y satisfacción de la ciudadanía. En este sentido, se orienta a medir impacto, resultados, productos, cobertura, eficiencia, eficacia, calidad y presupuesto: Impacto: definido como el avance en relación con la meta fijada y los efectos que las políticas públicas del organismo tienen sobre la comunidad, o cuál es el grado en que sirven para resolver el problema. Resultado: grado de avance en cada objetivo determinado, relacionándolo con la causa de un problema. Producto: bienes y servicios generados en un período de tiempo. Cobertura: identificación del grupo meta (población, instituciones, estructuras edilicias, territorios, etc.) al cual se orientan los bienes y servicios. Eficiencia: relación de medios, tiempos y metas, tanto en sus aspectos cualitativos como cuantitativos. Eficacia: cumplimiento de los objetivos en cantidad, cobertura y calidad de las prestaciones. Efectividad: logro de resultados de acuerdo con la satisfacción brindada a la ciudadanía y al impacto causado en la sociedad, desde el cambio que se procura producir mediante la intervención pública sobre un problema determinado. El Sistema de Información para la Gestión (SIG) ha incorporado a sus funciones de seguimiento de políticas públicas un Tablero de Control Presupuestario, el que permite realizar el monitoreo de la ejecución del gasto del organismo y su evaluación al finalizar el ejercicio. Sistema B. El CCNPS, mediante su propia estructura y fundamentalmente a través del Programa SIEMPRO, mide el cumplimiento de las metas fijadas en los programas sociales, el grado de correspondencia entre el impacto previsto y el efectivamente alcanzado a través de su implementación, y la eficacia y eficiencia de sus prestaciones. La medición de los resultados de las acciones públicas no sólo se realiza en términos de la magnitud del gasto social, sino fundamentalmente en relación con el avance o retroceso en la protección de derechos, equidad, mejoramiento de la calidad de vida y en la extensión del ejercicio de la ciudadanía a los sectores más vulnerables. Desde el Ministerio de Economía y Producción, y de su Dirección de Análisis de Gasto Público y Programas Sociales (DAGPyPS), dependiente de la Secretaría de Política Económica, se monitorea el nivel y concepto del gasto social, los sectores de la población que se ven beneficiados y la medida en que el GPC contribuye a mejorar las condiciones generales de vida del país. En definitiva, se mide la efectividad de las políticas públicas para mejorar los mecanismos de toma de decisiones, con base en criterios de equidad y eficiencia del GPC. Sistema C. El sistema presupuestario apunta a la medición del desempeño, entendido éste como el logro o resultado de actividades realizadas en relación con los objetivos y resultados presupuestados esperados. Para ello, impulsa el empleo de indicadores de desempeño y la evaluación de los programas del gobierno. La evaluación del desempeño está orientada al seguimiento o monitoreo de la gestión presupuestaria para contribuir a mejorar la eficiencia en la asignación de los recursos públicos a los programas, proyectos y organismos, en tanto que da cuenta sobre las causas de las desviaciones y funda propuestas de mejoras en la gestión. Las recomendaciones de la evaluación pueden abarcar: finalización del programa, reubicación institucional o funcional, reformulación sustancial, modificaciones importantes (de diseño o de procedimiento), cambio de denominación o ajustes menores. El énfasis en este sistema se centra en el apoyo al proceso de toma de decisiones para mejorar el proceso de decisión presupuestaria, vinculando recursos con desempeño comprometido y logrado, la gestión con economía, eficacia, eficiencia y calidad, y los mecanismos de control y rendición de cuentas. La revisión integral del gasto apunta a evaluar los objetivos, programas y procedimientos de una institución, la congruencia entre sus objetivos y programas y la coherencia de los procedimientos empleados. La relación e integración físico-financiera de la gestión presupuestaria está en la base de 39 este enfoque, con el fin de identificar mejoras en la gestión y en el uso de los recursos. El uso de los indicadores de desempeño se considera un insumo para el trabajo analítico de evaluación y para el proceso de toma de decisiones, en tanto permite la medición de la relación entre la provisión de bienes y servicios y los insumos empleados, y de la relación entre los bienes y servicios provistos y lo programado. Así como también el análisis de las variaciones observadas, la determinación de sus causas y la definición de las acciones correctivas. En el Manual de Presupuesto se define que “todo sistema de evaluación se justifica si a través del mismo es posible analizar la eficiencia con que se proveen los bienes y servicios, así como el grado de eficacia verificada para la materialización de las políticas y objetivos previstos”. Por eficiencia se entiende la mejor combinación y la menor utilización posible de los recursos reales y financieros necesarios para proveer bienes y servicios. Este concepto es utilizado para analizar los procesos de provisión de bienes y servicios de las instituciones a nivel de cada centro de gestión y a nivel de la red de acciones presupuestarias. Por otro lado, se entiende que no es posible analizar en forma absoluta y atemporal la eficiencia de la gestión presupuestaria de las instituciones. Para determinar el nivel de eficiencia de una determinada acción pública, se estima necesario comparar las relaciones insumo-producto, producto-producto y otros indicadores de gestión, tanto del momento que se está analizando con las correspondientes a períodos anteriores, como en relación con un determinado patrón o estándar de referencia; todo ello atendiendo a que se hayan producido cambios técnicos en los centros de gestión o en la red de producción institucional. El concepto de eficiencia está muy ligado al de costos, pero el establecimiento de sistemas de costos no es necesariamente un requisito para su determinación. En la APN es posible examinar un aspecto de la eficiencia de las acciones productivas que desarrollan las dependencias, tomando como base el gasto devengado. La información financiera que brinda la contabilidad presupuestaria es representativa para mediciones de eficiencia. Un sistema integral de evaluación requiere que los análisis de eficiencia sean complementados con análisis de eficacia. Es decir, que se mida la magnitud y se analice la calidad con que la producción y provisión públicas están contribuyendo al logro de las políticas y objetivos previstos en los planes de gobierno. El concepto de eficacia está ligado al análisis del grado de contribución de los objetivos y metas de los programas presupuestarios a las respectivas políticas y objetivos funcionales y regionales. Se define como eficacia la relación entre lo ejecutado y lo programado. En la vinculación de recursos con resultados es donde el presupuesto orientado a resultados cobra relevancia, ya que trata de identificar qué persigue el Estado para satisfacer necesidades sociales, y las acciones previstas y ejecutadas para ello. El presupuesto orientado a resultados se asienta en los conceptos de economía, eficiencia y eficacia. En la actualidad, en la administración nacional, la presupuestación por programas está centrada en los productos. Experiencias piloto de presupuesto por resultados. El Manual de Presupuesto destaca las experiencias piloto de programas orientados a resultados, que más adelante se detallan, como avances hacia la concreción de un presupuesto orientado a resultado. A través de la labor multidisciplinaria llevada a cabo por funcionarios tanto de las jurisdicciones participantes como de la ONP, se utilizó una metodología sustentada en la utilización de indicadores de resultado, a los fines de compatibilizar los aspectos financieros del presupuesto nacional y las metas físicas de prestación de servicios con los objetivos de política del ejercicio. 40 En una primera instancia, se explicitaron las políticas públicas difundidas y avaladas por documentos oficiales, relacionadas con las acciones de los programas seleccionados. Se realizó luego una revisión del grado de alineamiento de los objetivos de los programas a dichas políticas. Posteriormente se analizaron las diversas fuentes de datos, que permitirían la definición de indicadores de resultado factibles de construir y monitorear. Se verificó, asimismo, mediante la investigación histórica, la posibilidad concreta de construcción de cada indicador, así como la solidez de la estructura de asignaciones presupuestarias y de provisión de servicios, que permitieran arribar a los valores proyectados para 2007-2009. La experiencia piloto prevé la articulación entre las políticas públicas, las acciones conducentes al cumplimiento de estas políticas, los programas y demás aperturas presupuestarias involucradas, los resultados previstos, los servicios públicos a proveer y el impacto financiero requerido para el logro de dichos objetivos y resultados. Para las políticas públicas sujetas a la experiencia piloto se identificaron: el área responsable, los objetivos de política y sus líneas de acción, la producción institucional, en metas y crédito presupuestario para los programas que las desarrollan y sus respectivos indicadores. Para estos últimos se detalla: su significado y valor deseable, los descriptores del numerador y denominador y las fuentes de información, el área que procede a diseñar los instrumentos de relevamiento anual y se especifica el universo sobre el cual serán aplicados. Se partió de valores comprobados en la realidad al momento de calcularlos y, para los años 2007, 2008 y 2009, con valores proyectados sobre la base de las expectativas y conocimiento que los responsables tienen al momento de su cálculo. Estas experiencias piloto se desarrollan en los ámbitos y programas que a continuación se detallan y que se enmarcan en los Objetivos del Milenio, puestos de relieve en los capítulos I y II: “Programa Integral para la Igualdad Educativa”, Subsecretaría de Equidad y Calidad del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. “Promover el trabajo decente”, Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social bajo la línea programática Acciones de empleo y capacitación laboral; su responsabilidad recae en la Secretaría de Empleo. “Atención de la Madre y el Niño”, Ministerio de Salud. “Erradicar la pobreza extrema y el hambre”, Ministerio de Desarrollo Social, en la línea programática Familias por la Inclusión Social, bajo la responsabilidad de la Subsecretaría de Organización de Ingresos Sociales. Programa Pro-Huerta, INTA, Ministerio de Desarrollo Social. La Sindicatura General de la Nación (SIGEN) consolida el sistema de control interno en la totalidad de las jurisdicciones y entidades que componen el Poder Ejecutivo Nacional, evalúa los aspectos presupuestarios, económicos, financieros, patrimoniales, normativos y de gestión, fundada en criterios de eficacia, eficiencia, economía y transparencia de la gestión pública. Sus informes de auditoría contienen observaciones y recomendaciones orientadas a influir en las acciones correctivas. En este mismo Sistema C (M&E del Presupuesto), la evaluación llevada a cabo por la Auditoría General de la Nación (AGN) adhiere a los postulados de la INTOSAI (International Organization of Supreme Audit Institutions), organismo de las Naciones Unidas del cual forma parte. Las auditorías de gestión mediante las cuales se instrumenta su evaluación atañen a la economía, eficiencia y efectividad, y deben medir: la economía de las actividades de acuerdo con los principios de sana administración y políticas de gerenciamiento; 41 la eficiencia en la utilización de los recursos humanos, financieros y otros recursos, incluyendo el examen de los sistemas de información, medidas de desempeño y arreglos de monitoreo, y los procedimientos seguidos por los auditados en la corrección de desvíos; la efectividad del desempeño en torno al logro de los objetivos de los auditados y del impacto de las actividades en relación con el impacto planeado. Recomiendan aquellos postulados, que las entidades de control trabajen en pos del mejoramiento de las técnicas para auditar la validez de los indicadores (medidas del desempeño). Para ello, deben incorporar las técnicas y metodologías de otras disciplinas, además de las administrativas, contables y jurídicas. Sus reportes abordan la eficacia y eficiencia con que son utilizados y adquiridos los recursos y la efectividad con que los objetivos son alcanzados. Deben comentarse los impactos de las políticas y los programas y recomendar cambios que resulten en mejoras. Las evaluaciones que realiza se plasman en informes de auditorías de: gestión, integrales, estados contables, control interno, financieros, legales, contrataciones y actos de significatividad económica y administrativos. La acción desarrollada presta especial atención al análisis de la aplicación de planes y programas destinados a salud y al gasto social, de la cuenta de inversión, la gestión en programas presupuestarios, auditoría informática, gestión ambiental, cumplimiento de normativa referente al MERCOSUR en operaciones de intercambio comercial, transferencias de fondos federales a provincias, universidades nacionales, contrataciones, deuda pública, programas financiados por organismos multilaterales de crédito, la actividad regulatoria, sistema financiero y exámenes de estados contables de diversos entes. Dicho esto, vale la pena señalar la debilidad en la construcción de indicadores de desempeño que el propio órgano de control externo ha adoptado para sí desde el año 2002. Nada de información brindan los indicadores acerca de la calidad de la actuación en el ejercicio de la función de control externo. No dan cuenta de la cobertura alcanzada, ni de los plazos previstos o de la demora en su acción, ni de su importancia económica, social y política, de la mejora o no de sus estrategias de intervención, ni de sus procesos, como así tampoco de la oportunidad de sus resultados. No ilustran acerca de cuánto ha contribuido con su accionar a la mejora del desempeño de la acción pública, tanto en forma directa (a través de su relación con los órganos del Poder Ejecutivo), como indirecta (en su calidad de soporte técnico de la acción política del control legislativo sobre el Ejecutivo, o como insumo para la acción del Defensor del Pueblo). En el primer caso, la cantidad de mejoras organizacionales impulsadas en los organismos auditados, entre otras cuestiones, y el tipo de mejoras, pueden citarse como ejemplo. En el segundo, la cantidad y naturaleza de los informes que facilitaron al Poder Legislativo reorientar la formulación de políticas y ejercer el control republicano de gobierno. En este sentido, la evolución de la cantidad de informes de auditoría de gestión versus la de informes sobre estados financieros y contables que produce la AGN, pone en evidencia la baja utilización de los mecanismos que la nueva ley pone a su disposición y revela la priorización que hacen los entes de control en la programación de sus trabajos de auditoría. Aun orientada a resultados, la evolución de los productos principales del órgano de control externo en relación con su producción anual resulta paradojal, pues muestra que en 1996 los Informes de Gestión representaban 53%, para caer al 28% en el 2005; y de manera inversa, los Informes Financieros y Contables, que en 1996 representaban el 40% del total, para el año 2005 habían crecido al 70%. Cabe mencionar que la AGN no difunde indicadores que den cuenta en términos cuantitativos ni cualitativos acerca de la eficacia, eficiencia y economía de sus logros e impactos, ni tampoco respecto de los que arrojan sus auditados. 42 La AGN brinda soporte técnico-administrativo a la Comisión Parlamentaria Mixta Revisora de Cuentas, Comisión Bicameral conformada por seis diputados y seis senadores. Tiene a su cargo el análisis de la Cuenta de Inversión, así como el control de las actividades de la AGN, el análisis de su presupuesto y el examen de los informes de auditoría. La Comisión Mixta produjo 150 informes técnicos en 2003, 394 en 2004, y 375 en 2005, cuyos destinatarios son los legisladores miembros de la Comisión. Versan sobre análisis del presupuesto de la AGN, análisis de los informes periódicos emitidos en cumplimiento del programa de trabajo aprobado y la realización de estudios e investigaciones, así como dictámenes especiales e información adicional, que brindan un mayor soporte a los legisladores. La información hasta aquí consignada, que surge de la documentación oficial publicada en la página institucional del Ministerio de Economía y Producción, en el capítulo relacionado con el Resultado de la Evaluación de los Proyectos y Programas Gubernamentales, no resulta suficiente para dar cuenta de las interrelaciones e impactos mutuos entre las áreas de control, ni de la manera en la que los resultados de cada una influencia en los de la otra, ni en definitiva cómo la sinergia interinstitucional contribuye al “mejor gobierno” estatal. Es escaso el nivel de detalle de las propias acciones, resultados e impactos de los programas del Ejecutivo. Sus definiciones de metas e indicadores poseen un escaso desarrollo y articulación con las partidas presupuestarias, lo que no permite conocer exhaustivamente el costo, oportunidad y beneficio de la evaluación. Sin embargo, es del caso mencionar que el órgano de control interno del Poder Ejecutivo brinda información más detallada, si bien tampoco arroja evidencias de impacto. Para una mayor ilustración, el material analizado no alcanza para indagar acerca de: Cantidad de recomendaciones u observaciones impugnadas por los auditados. Cantidad de recomendaciones adoptadas. Cantidad de recomendaciones adoptadas que se convirtieron en mejoras de los sistemas auditados y en una mejora de la satisfacción de los usuarios de los servicios o programas auditados. Atento al período en el que las autoridades políticas formularon e implementaron las acciones que debían producir los resultados esperados del Plan Nacional de Modernización, quedó demostrada la insuficiencia e inconsistencia de los resultados que el sistema de modernización produjo, a pesar del tiempo transcurrido y del financiamiento del que gozó. Como atenuante debemos tomar en cuenta, por un lado, el difícil tránsito que implica pasar desde una administración con un enfoque tradicional de normas y procesos, a otra orientada a resultados, y por otro lado, la complejidad y precariedad verificada en la relación laboral, recurso identificado como el más importante en la ejecución de políticas públicas. En la actualidad no es accesible a la ciudadanía ningún dato que indique la interrelación entre los órganos relevados. En particular, no son difundidos los informes de auditoría tratados por la Comisión Mixta Revisora de Cuentas del Congreso, ni el resultado de su tratamiento. Cuestión indispensable porque permitiría conocer dos cuestiones trascendentes: a) la calidad de la información resultante del sistema de control, y, b) su uso. Cabe destacar que, tanto para el Programa Carta Compromiso como para la evaluación de programas sociales y para el sistema de administración financiera, el monitoreo es condición para la evaluación. El monitoreo permite el control sistemático de la información acerca de la evolución del organismo respecto de los estándares y compromisos asumidos, identificando los desvíos, justificaciones y necesidades de mejora. La evaluación, entonces, abre juicios respecto del grado de eficiencia y eficacia de los resultados obtenidos por el organismo. 43 2.2.2 Instrumentos de evaluación Sistema A. La evaluación del Nivel de Cumplimiento del Programa Carta Compromiso indaga acerca de los resultados en un período. Los resultados se refieren al impacto que generan los estándares de calidad y compromisos de mejora respecto de los subcomponentes del Programa: Servicios Esenciales, Puntos de Contacto, Información y Comunicación, y Participación Ciudadana. En relación con los objetivos del servicio y la satisfacción de los ciudadanos, se tienen en cuenta la evolución histórica, los recursos del organismo y las expectativas de los destinatarios de los servicios. Cabe mencionar la accesibilidad, la infraestructura, el vínculo con el ciudadano, la capacidad de respuesta, y la confiabilidad y la competencia en cuanto al Punto de Contacto; los sitios de Internet, comunicados de prensa y la folletería, en relación con Información y Comunicación; y las encuestas de expectativas de usuarios actuales y potenciales, de satisfacción de los destinatarios de los servicios, los estudios cualitativos y las audiencias públicas para el subcomponente Participación Ciudadana. También se lleva a cabo la evaluación del Nivel de Desarrollo del Programa en el organismo, para dar cuenta de la evolución de los componentes del programa y el modo de cumplimiento de sus objetivos. Se identifican en esta etapa distintos objetivos, a modo de ejemplo: el logro de mayor sensibilización y receptividad de las demandas ciudadanas, el fortalecimiento de la capacidad de los ciudadanos para ejercer sus derechos, la facilitación de la participación ciudadana, la normalización del uso de estándares, la generación de un proceso de mejora continua. Se integra en esta instancia de análisis, el componente Monitoreo y Evaluación, cuyas variables de análisis a destacar son: la existencia de responsables de las mediciones, de registros formalizados, las incorporaciones al Tablero de Control, la frecuencia de los diagnósticos la difusión de las mediciones, etc. En general, para todos los componentes se encuentran presentes estos aspectos a analizar: comprensibilidad, integralidad de los atributos y satisfacción ciudadana. Y en particular interesa al Sistema de Información su registro e institucionalización, el proceso de evaluación, retroalimentación y mejora, y la difusión y publicidad. Para la medición del desempeño se elaboran indicadores de impacto, resultados, producto, cobertura, eficiencia, eficacia, calidad, presupuesto, logro (nivel macro), proceso (nivel medio). Las herramientas del Sistema de Información para la Gestión para enunciar los indicadores son: Plan Indicativo: organiza y orienta las acciones, recursos y metas de los participantes, en cada una de las instancias del proceso. Plan de Acción: orienta la ejecución de procesos y actividades, determinando tiempos y metas, para alcanzar los objetivos del plan indicativo, dentro de los plazos establecidos. Actividades de seguimiento y evaluación: se basan en los principios de descentralización, democratización y flexibilidad. Informan acerca de los procesos, la ejecución, el desempeño, los espacios interinstitucionales y los resultados finales en los receptores y beneficiarios de políticas públicas. Sistema B. El área de Evaluación de Programas Sociales, del SIEMPRO, dependiente del CNCPS, desarrolla e implementa metodologías, técnicas e instrumentos que permiten valorizar, en forma objetiva, los resultados de las acciones públicas, no sólo en términos de la magnitud del gasto social, sino fundamentalmente en términos del avance o retroceso en la protección de derechos, equidad, mejoramiento de la calidad de vida y en la extensión del ejercicio de la ciudadanía a los sectores más vulnerables. Con el objeto de evaluar los programas sociales en todas las fases de su gestión -formulación, ejecución y resultados alcanzados-, el área ha diseñado los instrumentos según la especificidad del estudio a realizar: 44 Evaluaciones ex-ante para determinar la viabilidad técnica, institucional, política, social y sustentabilidad de un programa social, identificando mejores alternativas de acción. Líneas de base para conocer los valores iniciales de los indicadores del problema que dio origen al programa y que se construyen durante la delimitación del problema. Evaluaciones diagnósticas para la evaluación en profundidad del proceso de ejecución del programa en sus aspectos institucionales y mecanismos de ejecución. Evaluaciones desde la perspectiva de los beneficiarios, para incorporar la participación de los destinatarios de los programas sociales como elemento articulador entre la oferta y la demanda. Evaluación final de resultados para indagar y analizar el cumplimiento de las metas previstas para cada uno de los objetivos específicos del programa (metas de resultado), en términos de su efectividad, eficacia y eficiencia, que sirvan tanto para la retroalimentación de la gestión del programa como para la identificación, planificación y gestión de otros programas y políticas sociales. Evaluaciones ex-post o de impactos para analizar en qué medida el programa ha generado cambios relevantes en las condiciones de vida de la población beneficiaria. Opiniones evaluadoras sobre programas transversales o sectoriales, para favorecer la coordinación programática evitando superposiciones. El SIEMPRO construye, selecciona, sistematiza y difunde bases de información social con diferentes grados de agregación de diversas fuentes: Encuesta de Desarrollo Social, Encuesta Permanente de Hogares, Censo Nacional de Población y Vivienda, Estadísticas Sectoriales, Censo Educativo, Información Provincial, Estadísticas Vitales, entre otras, para responder a la diversidad de demandas de los organismos gubernamentales. El Sistema de Identificación y Selección de Familias Beneficiarias de Programas y Servicios Sociales (SISFAM) aplica una metodología de relevamiento censal orientada a poblaciones en situación de pobreza y vulnerabilidad social. Sistema C. El uso de indicadores se considera necesario para la formación de criterios y para evaluar los fondos a poner a disposición de un programa. Entre los requisitos de los indicadores -relevancia, concordancia, comparabilidad, claridad, simplicidad, confiabilidad- se destaca que éstos deben ser susceptibles de atribuir responsabilidad, en el sentido de la vinculación clara del trabajo de una entidad con el resultado esperado. En Argentina se utilizan 400 indicadores agrupados por Finalidades. Aproximadamente 2/3 son de carácter social; el 50% está vinculado a programas, el 25% a jurisdicción o entidad y el resto al presupuesto en general. Los esfuerzos del Sistema apuntan a mejorar la calidad de los datos y su registro. La información sobre la relación físico-financiera cobra importancia para la gestión presupuestaria en tanto que es utilizada en el análisis de anteproyectos para determinar la asignación de recursos y en la evaluación de la ejecución de la gestión. El Manual de Presupuesto del Ministerio de Economía y Producción expone información relacionada con la evolución de la utilización de indicadores para la medición que impulsan los sistemas nacionales de M&E vigentes en el país. Entre ésta se destaca: La clasificación del presupuesto en tres tipos, que no se consideran excluyentes sino complementarios: de insumos, de productos y de resultados. En el presupuesto de insumos se detalla lo que el Estado compra. En el presupuesto de productos la asignación de fondos se hace teniendo en cuenta las cantidades físicas de bienes y servicios a proveer, y en el presupuesto de resultados se asignan fondos conforme a los efectos que se piensan obtener de determinadas acciones del Estado. En un comienzo se disponía de numerosos indicadores de insumos, un buen número de indicadores de producto y muy pocos sobre resultados. Con el tiempo, los conceptos se fueron aclarando y las proporciones de los indicadores, cambiando. 45 Los indicadores de resultados han evolucionado desde una concepción que priorizaba la medición sobre el propio objeto a medir. La importancia residía en lo que el Estado hacía. La urgencia por desarrollar un buen número de indicadores debe ser reemplazada por la necesidad de reducir su cuantía incorporándose indicadores que informen en pocas cifras cuestiones complejas. Las evaluaciones en la órbita del Ministerio de Economía y Producción son periódicas (trimestrales), con informes gerenciales, y permiten el seguimiento durante el año. Las anuales forman parte de la Cuenta de Inversión, permitiendo el monitoreo ex-post. Se llevan a cabo diferentes líneas de evaluación concomitante y ex-post. Hasta ahora, la evaluación está en línea con el monitoreo de programas. Se pretende avanzar hacia el perfeccionamiento de los indicadores de desempeño, su seguimiento, su relación con el monitoreo de programas y con la revisión integral del gasto en una línea de evaluación institucional de desempeño. Entre los requisitos de las evaluaciones se define que deben ser independientes, fiables, públicas, pertinentes, relevantes, eficaces y oportunas. Transitando de lo macro a lo micro, existen diferentes niveles de la evaluación, con distinta jerarquía y escala de perfeccionamiento. Un primer nivel de seguimiento numérico; un segundo con comentarios; un tercero con informes de gestión; y un cuarto con evaluación en profundidad. 2.2.3 Instrumentos de monitoreo Sistema A. En el ámbito de la Subsecretaría de la Gestión Pública se lleva a cabo el monitoreo del Programa Carta Compromiso, definido como la instancia de control sobre el cumplimiento de los estándares de calidad y compromisos de mejora de los organismos adheridos al Programa. Esta actividad supone una previa, que es la de medición. Del monitoreo periódico surge una evaluación diagnóstica permanente de los estándares e indicadores relacionados con la calidad de los Servicios Esenciales y del Punto de Contacto, el Sistema de Información y Comunicación y el Sistema de Participación Ciudadana. El Tablero de Control es el instrumento utilizado para cargar datos a lo largo del período, tanto cuantitativos como cualitativos (en este caso se traducen los resultados a valores numéricos). Los procedimientos para realizar las mediciones son, entre otros, las observaciones directas, las encuestas a los ciudadanos o la auditoría por muestreo, con check list de los aspectos salientes del servicio. El Nivel de Cumplimiento de Mejoras se identifica por etapas, en las que se programó cada objetivo de mejora y porcentaje de cumplimiento. El resultado anual determina el Nivel de Cumplimiento de la Carta en cada organismo. Sistema B. El área Monitoreo de Programas Sociales del Programa SIEMPRO, dependiente del CNCPS, realiza distintas actividades vinculadas con el seguimiento y monitoreo de programas sociales. El principal instrumento es el Sistema Integrado de Monitoreo (SIM), un sistema de indicadores que permite el seguimiento periódico de la gestión de los programas sociales desde la oferta. Además, proporciona información permanente a los decisores de política social y a los responsables de programas acerca de las actividades realizadas, los recursos utilizados y disponibles, beneficiarios, resultados obtenidos en relación con los programados, a partir del análisis de indicadores específicos. El SIM presenta información trimestral sobre la ejecución de 56 programas sociales del Estado nacional, sobre la base de la información provista por los programas. 46 Además, el área de Monitoreo de Programas Sociales realiza estudios de seguimiento y análisis del Gasto Social Focalizado, nacional y provincial. Para ello cuenta con 19 agencias provinciales. Sistema C. El Sistema de Seguimiento Físico-financiero es el instrumento central al momento de monitorear presupuestariamente lo ejecutado versus lo programado. La Ley de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional establece, en su artículo 95, que la Cuenta de Inversión debe incluir comentarios sobre el grado de cumplimiento de los objetivos y metas previstos en el presupuesto, el comportamiento de los costos y de los indicadores de eficiencia de la producción pública, y la gestión financiera del sector público nacional. En 1993 se inició la aplicación del mencionado artículo 95, identificando objetivos y metas en términos de resultados físicos, es decir, el logro esperado de la gestión anual dado por la producción de bienes y/o servicios, en varios programas. En el ejercicio 1994 se profundizó y generalizó la medición física y se implementó un sistema de seguimiento trimestral de metas, programas y proyectos. Con ello se buscó disponer de elementos para medir la eficacia y la eficiencia de la gestión pública. En 2004, esto último se enuncia de esta manera: “Con ello se buscó disponer de información sobre la calidad y cantidad de los bienes y servicios que se ponen a disposición de la comunidad. Se entiende que éste es recién un primer paso pero importante e imprescindible, en el camino de medir la eficacia y la eficiencia de la gestión pública”. El seguimiento se cumple utilizando dos fuentes de información, según éste sea físico o financiero: a) Los datos sobre la ejecución financiera se obtienen del Sistema Integrado de Información Financiera (SIDIF), que ofrece referencias sobre el crédito presupuestario inicial, sus modificaciones, la magnitud de créditos comprometidos, el gasto devengado y el gasto pagado. En 1996 se agrega que “en cada trimestre se hace el corte de datos para su análisis, apreciándose cuánto se lleva aplicado respecto del total anual”. b) La información sobre la previsión en términos de resultados físicos se origina en el dato provisto como meta anual por las autoridades de cada programa, y queda establecido con la sanción de la Ley de Presupuesto y la programación de la ejecución. Los avances por trimestres, con base en indicadores que miden la producción, también son suministrados por los responsables de los programas, juntamente con la explicación de las causas de desvíos entre lo programado y lo ejecutado. 2.2.4 Capacidad real de los instrumentos de M&E Para dar cuenta de la capacidad real que tienen los instrumentos para cumplir los propósitos que los sistemas persiguen, es necesario reflejar los problemas que arroja el ejercicio del control y la evaluación, y que no han sido superados, aun cuando el universo examinado es objeto de las acciones y programas de M&E. En el control de la ejecución de dos de los programas sociales de mayor relevancia (Plan Jefes de Hogar Desocupados y Emergencia Alimentaria), la SIGEN visitó todas las jurisdicciones del país. La detección de deficiencias concierne a aspectos sociales, administrativo-financieros, normativos, informáticos y de monitoreo. Del resultado del control externo -a cargo de la AGN- surge que en 2005 se aprueba la Cuenta de Inversión del año 2002, en 2004 la de 2001, en 2003 la de 2000, en 2001 la del año 1998, en 1999 la del año 1996. Sobre estas Cuentas, la AGN emite su opinión adversa respecto del Programa de Inversiones, ya que las metas no cumplen requisitos que permitan brindar información adecuada. Expresa que el sitio web de la Secretaría de Hacienda no refleja la priorización que debe otorgar a la relación con los ciudadanos. En los años 1994, 1995, 1998 y 1999 se abstuvo de opinar, dada la debilidad de la información presentada. 47 De sus dictámenes, cabe destacar lo siguiente: en el año 2002, la Memoria Institucional de la AGN “informa sobre el desempeño del órgano de control” marcando un primer período entre los años 1993 a 1996, en el que la prioridad del control se focalizó en la evaluación de consistencia y razonabilidad de la información contable del universo que constituye el sistema de administración financiera. En otro período, desde el año 1996 en adelante, se incorporan auditorías que posibilitaron verificar el grado de cumplimiento de metas de ejecución física en el presupuesto y si estas metas se alcanzaban con eficiencia y economía. En el resultado del análisis de la Cuenta de Inversión se debió informar el grado de cumplimiento, los costos e indicadores de eficiencia de la producción pública. El análisis macroeconómico de Metas (art. 95 de la Ley N° 24.156) merece un comentario acerca de su cumplimiento para el análisis político del Congreso, respecto de aquellas contenidas en el Mensaje del Poder Ejecutivo al Congreso, en oportunidad de acompañar el Presupuesto. Se menciona la dificultad del trabajo de auditoría por no contarse con un formato fácilmente traducible a indicadores, lo que dificulta el proceso de medición en lo que hace a la traducción de objetivos. Como no se fundamenta la manera de medir metas, se dificulta la evaluación objetiva sobre la ejecución del presupuesto. Sugiere entonces la AGN, la revisión de criterios de presentación del Mensaje Presidencial y de la Cuenta de Inversión para mejorar su exposición. Entre otras cuestiones también señala: Imposibilidad de seguimiento y control de la ejecución física de los proyectos de inversión. Debilidad de los entes reguladores en el control de las empresas adjudicatarias de servicios públicos, en particular en lo atinente al régimen sancionatorio y a la atención de los reclamos de los usuarios. Negativa de la AFIP al suministro de información, dificultando las tareas de auditoría; el auditado se ampara en el secreto fiscal. Debilidad del sistema de información y gestión de los órganos de la Seguridad Social. En cuanto a las transferencias de fondos federales a los niveles subnacionales para programas sociales y de infraestructura, señala la falta de uniformidad de criterios entre estos niveles y entre éstos y la nación, la falta de capacitación de sus agentes y la dispersión de normas y criterios. En la Memoria del año 2004, y en relación con la Oficina Nacional de Presupuesto, la AGN señala que “persiste la imposibilidad de evaluar el seguimiento de metas físicas y los proyectos de Inversión”; “Subsisten dificultades en el proceso de verificación de disponibilidades de los organismos no integrados al Sistema de la Cuenta Única del Tesoro y el Sistema de Conciliación Automática en la Tesorería General de la Nación, así como las correspondientes a las Unidades Ejecutoras de Préstamos Externos”; “debilidad en los sistemas de control que soportan las registraciones primarias de los entes”. En esta dirección se detectaron errores o discrepancias en la información que conforma la Resolución de Cierre de Ejercicio dictada por la Secretaría de Hacienda. En ejercicio de su deber de control sobre lo establecido respecto de la información pública en el art. 8° de la Ley N° 25.152, la AGN informa el cumplimiento parcial del Poder Ejecutivo. En este mismo sentido, señala que el sistema de seguimiento de metas implementado desde el año 2001 por la Oficina Nacional de Presupuesto no cumple con la normativa vigente y tampoco brinda adecuada información, y que sólo se adecua formalmente a los objetivos para los cuales fue creado. En la Memoria del año 2005 vuelve a enfatizar la necesidad de vincular por medio de un sistema de indicadores de gestión, aplicados a la información física contenida en la ejecución presupuestaria, los indicadores de producto final o metas físicas, con los resultados obtenidos de la acción de gobierno. Sólo a partir de indicadores físicos es posible la medición de resultados, que permitan analizar el impacto del Estado en el logro de los objetivos de política. Mediante la evaluación de programas y proyectos, el Congreso funda su opinión sobre el desempeño y situación general de la administración pública. 48 Los hallazgos de auditoría también pueden ser considerados insumos para la elaboración de indicadores. En general, son recurrentes las observaciones que a continuación se detallan, dentro del universo de informes de auditoría producidos por la AGN a lo largo del período analizado, y alcanzan a los proyectos auditados con y sin financiamiento externo: Falta de coordinación y articulación interinstitucional en el desarrollo de las actividades gubernamentales. Baja articulación de programas sociales en los distintos niveles de gobierno. Problemas de cobertura de los programas sociales: en muchos casos no sólo es baja, sino que no alcanza a las poblaciones más alejadas de los centros de intervención. Bajo establecimiento de sistemas de evaluación y monitoreo. Falta de oportuna remisión de fondos. Débiles sistemas de información. Falta de planificación estratégica. Ausencia de capacitación a las dotaciones gubernamentales y de un marco adecuado para el desarrollo de sus tareas. Falta de equipamiento e instrumental, y condiciones inadecuadas de infraestructura que debilitan la posibilidad de cumplimiento de controles fronterizos. En este mismo orden de ideas, los hallazgos de auditoría pusieron de relieve la rigidez de los sistemas implementados en el ámbito gubernamental que no se compadece con las realidades sobre las que opera. Y la falta de adecuación de los marcos normativos y de las capacidades institucionales de los organismos estatales para garantizar acuerdos suscriptos con otros Estados. Ejemplos de ello se revelan en todas las auditorías realizadas en el marco del proceso de integración regional del Mercosur. Ahora bien, de la enumeración precedente podría inferirse que, de existir un eficaz sistema de M&E, las observaciones mencionadas más arriba podrían haber sido reguladas, subsanadas. Sin embargo, este razonamiento puede inducir a error, porque aun cuando varios de los organismos auditados habían iniciado acciones en línea con la formulación de Planes Estratégicos y suscripto las Cartas Compromiso con el Ciudadano, aquellos hallazgos se reiteraron sin subsanar, tal como lo revelan auditorías de seguimiento posteriores. Hacia el interior de la propia AGN, cabe señalar que en el año 1996 se observa una significativa diferencia entre la meta originalmente prevista y la alcanzada en términos de informes finales de auditoría cuyo desvío se justificó en forma general. En 1998 y en 1999, en un 11% y en un 7% menos de lo programado, debido a restricciones presupuestarias, considerando que la productividad del año 1999 se vio afectada por la cancelación de contratos de profesionales y pasantes de auditoría. El pequeño porcentaje que superó la cantidad de informes programados originalmente en 2001 se logró incrementar en virtud a una mejor utilización de los recursos humanos disponibles. A partir de 1998 comienza a exponerse el porcentaje del gasto afectado al pago del personal y a servicios no personales, fundamentalmente para servicios técnicos y profesionales. También el gasto promedio por informe, que fue creciendo hasta el año 2001, en que se vuelve a los valores de 1999 luego de haber disminuido en el 2000. En el año 2002, la AGN cambia el criterio de medición de su producción a fin de exponerla con mayor claridad. El sistema utilizado cuantificaba según la cantidad de resoluciones del Colegio de Auditores de aprobatorias de informes, siendo usual aprobar más de un informe por resolución. Para el año 2003, la unidad de medida “Informes de Auditoría” cambió por “Auditoría Realizada”, quedando los informes clasificados como “Tipo de Producción: Servicios o Bienes”. Comienza en 2004 a detallarse el tipo de informes de auditoría realizados: gestión con auditorías integrales, estados contables, control interno, financieros, legales, contrataciones y actos de significación económica y administrativa. 49 También el resultado de la gestión comienza a explicitarse con más detalle. Así, se precisa que la acción desarrollada prestó especial atención al análisis de la aplicación de planes y programas destinados a la salud y al gasto social, a la vez que se contemplaron las acciones referidas a la cuenta de inversión, gestión en programas presupuestarios, auditoría informática, gestión ambiental, cumplimiento de normativa referente al Mercosur en operaciones de intercambio comercial, transferencias de fondos federales a provincias, universidades nacionales, contrataciones, deuda pública, programas financiados por organismos multilaterales de crédito, actividad regulatoria, sistema financiero y exámenes de estados contables de diversos entes. Sin embargo, existe debilidad en la construcción de indicadores de desempeño que la AGN ha adoptado para sí desde el año 2002. Además, las entrevistas realizadas permiten verificar una capacidad real limitada por la escasez de recursos humanos, que impide maximizar el beneficio de la interacción entre funcionarios de distintos ministerios. Otro factor a tener en cuenta es el bajo grado de conocimiento de la información disponible por parte de los decisores de políticas, relacionado la mayoría de las veces con el bajo interés manifestado sobre el sistema en general y los temas de M&E en particular. También incide negativamente la discontinuidad que genera el cambio de autoridades y la baja credibilidad en la información comunicada por el sistema de información. Por último, se reconoce la capacidad intelectual, técnica e idoneidad de los responsables a cargo de la formulación y traducción de objetivos de política. Marcos Makón, entrevistado a estos efectos, distingue el sistema de M&E físico-financiero del de seguimiento de políticas, y considera que el primero es el único operativo, aun cuando presenta dificultades, ya que a falta de plan, el seguimiento de resultados e impactos se obstaculiza. Atribuye los problemas a la excesiva centralización de normas y procedimientos en Hacienda, que desincentiva a los organismos a brindar información, los que a su vez buscan tener la mayor libertad posible, y a la poca vinculación que existe entre los responsables de los programas y las oficinas de Hacienda. Dice: “La información que manejan no es compartida”. Sin embargo, coincide en la importancia de las pruebas piloto de los cinco programas sociales, que miden resultados, por el imperativo que les genera el cumplimiento de los Objetivos del Milenio. Makón recuerda su intervención en el diseño de la Ley N° 24.156, prevista para un momento determinado de la historia nacional, y que conviene revisar en función de que, en este momento, resultaría aconsejable descentralizar controles y profundizar incentivos. Entre éstos, el de desempeño a los funcionarios, que, afirma, hoy por hoy son inexistentes y cuya evaluación no responde al cumplimiento, sino que es subjetiva del evaluador. Enfatiza la impronta “fundacional” de los funcionarios como factor de pérdida de oportunidades para el avance del sistema previsto en el Decreto N° 103/2001. Resulta interesante su visión sobre que “lo que está en el presupuesto logra entidad”. Así explica que el SIEMPRO no esté totalmente activo, al no haber estado incluido en el presupuesto, perdió sostenibilidad y financiamiento. Enfatiza la necesidad de profundizar el Plan Estratégico y no tanto M&E. Se pregunta por qué los organismos que piden fondos externos son capaces de programar siguiendo el esquema de marco lógico y no es así cuando el financiamiento es del Tesoro. Qué organismos vale la pena medir y qué cosa, y el problema en la construcción de indicadores para programar, son otros aspectos salientes de su entrevista. Juan C. Herrera, otro de los entrevistados, nos dice: “Es necesario minimizar las tensiones entre el tema presupuestario y el político: las distintas racionalidades necesitan un acercamiento”. Por su parte Andrea López apunta, en la entrevista realizada, a la falta de trabajo en redes que propicie mayor retroalimentación de la información y que permita diseminar el conocimiento. Señala la modalidad autorreferenciada de la administración, sobre la cual la actuación de los organismos es de compartimentos estancos, ya que la interrelación depende de la sintonía política de los distintos actores 50 que intervienen en actividades transversales. Esto dificulta la obtención de datos primarios sobre la base de un objetivo común, por lo que el acceso a información relevante se torna dificultoso, e incide en el adecuado abordaje de distintas temáticas, haciendo referencia expresa a la evolución del sistema de desempeño de los agentes públicos. En otra entrevista, Carmen Sycz indica que el sistema actual adolece de falta de articulación dentro de un sistema integral, por la ausencia de implementación de los planes estratégicos. Destaca que los usuarios todavía no tienen completo acceso a los resultados que arroja la actividad de M&E del Programa Carta Compromiso. Alfredo Ossorio (en entrevista) introduce el problema de la gobernabilidad de las acciones de cada ministerio. Esto, en virtud de que para cumplir un determinado objetivo pueden encontrarse asignadas responsabilidades a una jurisdicción, aun cuando esas actividades se encuentren administradas por otras. Pone de relieve la necesidad de aumentar la capacidad de articulación y coordinación de las áreas gubernamentales para trabajar la intersectorialidad de las acciones de gobierno. Esto mejoraría la capacidad de formular metas y presupuestos que atiendan a la corresponsabilidad ministerial. Comenta la resistencia al Plan Estratégico por parte de algunas autoridades políticas, renuentes a explicitar sus compromisos al interior de la organización. Afirma, además: “El principal cuello de botella en términos de coherencia institucional es el problema de la integración horizontal intersectorial”. De la documentación analizada surge una iniciativa que, pese a su corta vida, merece destacarse: la Red Nacional de Asistencia al Desarrollo y Ordenamiento Territorial, institucionalizada por medio de la Carta de Intención suscripta en 2006 entre numerosas Secretarías del Estado. Allí se refleja la complementariedad de intereses en el desarrollo de políticas públicas. Atraviesa no sólo el interior del Estado nacional sino los diferentes niveles de gobierno. Sus objetivos principales son: construir una visión sistémica de la gestión de la temática impulsada, promover su inclusión sostenible en las políticas públicas, y fortalecer y mejorar su implementación generando una instancia de gestión del conocimiento sobre los proyectos que se originen en consecuencia. 2.3 Capacidad para diversificar los instrumentos de M&E En este punto, la información refiere a los resultados que arrojan los programas centrales de cada Sistema. En el caso del Sistema A: Modernización Administrativa y el Sistema de Información de Gestión (SIG). En el Sistema B: Acciones Participativas de Inversión y Desarrollo del Sistema de Información Social, y Asistencia y Coordinación de Políticas Sociales. El Sistema C se centra en la Cuenta de Inversión. 2.3.1 Sistema A Sistema de Información para la Gestión (SIG) Fue creado para mejorar la gestión y articulación de las distintas áreas de gobierno. Permite el seguimiento, la evaluación y el control de los planes, programas y proyectos a partir de indicadores clave, de procesos y de logros, contribuyendo a la toma de decisiones para sustentar la coordinación inter e intraministerial. Con esta herramienta de gestión, el desafío es avanzar hacia el seguimiento y evaluación del conjunto de las políticas públicas del gobierno nacional. El uso del tablero de gobierno contribuiría al cumplimiento de las funciones del Jefe de Gabinete, al tener en cuenta la responsabilidad política del mismo ante el Congreso, ya que está obligado a concurrir mensualmente al Parlamento para informar sobre el estado de la Nación, así como a realizar la presentación de la Memoria detallada y los distintos informes que el Poder Legislativo solicita. 51 Programa de Modernización de la Administración Pública En el año 1998 el programa no tenía definidas metas físicas. Puso el acento en el perfeccionamiento de las organizaciones públicas a través de las políticas de recursos humanos que aseguraran el desarrollo de la carrera administrativa en los aspectos escalafonarios y estatutarios, y en la asistencia técnica a la administración gubernamental nacional, provincial o municipal, por medio de un Cuerpo de Administradores Gubernamentales formados en el Estado. En 2003 se consigna una cantidad de organismos que se beneficiaron mediante la capacitación de los usuarios del sistema de información “tablero de comando”, herramienta prioritaria para el sistema de monitoreo y evaluación. También hubo organismos que implementaron planes estratégicos, que suscribieron las primeras y segundas Cartas Compromiso con el Ciudadano, y aquellos que conformaron el universo objeto de monitoreo sobre sus respectivos indicadores de las Cartas Compromiso con el Ciudadano (25 organismos que totalizaban más de 1.200 indicadores). Para el año 2004, la implementación de la Carta Compromiso con el Ciudadano representa un 38% de los organismos adheridos al Sistema. También se continúa brindando asistencia técnica para el monitoreo de indicadores de nivel de cumplimiento de estándares de calidad de servicios, sobre más de 1.300 indicadores de estándares fijados en las cartas compromiso, para la implementación de tableros de comando, en el 55% de los organismos inscriptos en esta modalidad y a cinco organismos para la homologación de sus sistemas de calidad bajo normas ISO 9000. En 2005, el Programa, ejecutado en el ámbito de la Subsecretaría de la Gestión Pública reformula sus funciones del siguiente modo: “tiene a cargo el diseño, propuesta y ejecución de acciones dirigidas a efectivizar procesos de mejora continua y compromiso de las organizaciones de la Administración Pública, el dictado de normas reglamentarias y la implementación de medidas orientadas a lograr una adecuada gestión y desenvolvimiento de los recursos humanos, la tecnología de la información y las contrataciones del sector público”. Si bien en este período el modo de comunicar los resultados de la gestión torna más amigable su lectura y simplifica su comprensión, los datos cuantitativos, sin otra explicación, no resultan suficientes para dimensionar el fenómeno. La evolución en la aplicación del modelo refleja un incremento en la cantidad de organismos asistidos técnicamente por el Programa, en la cantidad de documentos de diagnóstico base y en recomendaciones para la planificación en mayor cantidad de organismos. La provisión de apoyo técnico para la reingeniería de procesos y procedimientos, la suscripción de convenios a fines de implementar una metodología de planeamiento, la realización de demostraciones sobre la utilización del Sistema de Información de Gestión (SIG - Tablero de Comando) como nueva herramienta de gestión, son actividades que no presentan discontinuidad. 2.3.2 Sistema B Programa de Acciones Participativas de Inversión y Desarrollo del Sistema de Información Social Este Programa mostró para el año 1998 el logro de sus esfuerzos en procura de la mejora del gerenciamiento de las políticas sociales y la generación de mecanismos para financiar iniciativas comunitarias en las regiones más pobres del país, promoviendo la participación y el compromiso social. Estaba integrado por dos componentes: el Sistema de Información, Monitoreo y Evaluación de Programas Sociales (SIEMPRO) y el Fondo Participativo de Inversión Social (FOPAR). El SIEMPRO (Préstamo BIRF 3957/4398 AR) se orientó a la elaboración de bases de datos en las que se buscaba compatibilizar información proveniente de distintas encuestas y estadísticas, la que se ha ido sistematizando en bases de datos nacionales, con indicadores sustantivos específicos para el diseño, la focalización y el georreferenciamiento de programas sociales. Complementariamente, se cuenta con 52 una fuente propia de información, la Encuesta de Desarrollo Social (EDS), que contiene información con la caracterización socioeconómica de los hogares del país, así como de la cobertura y acceso a los programas sociales. La primera de estas encuestas fue realizada en convenio con el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) y durante 1998 se realizó la consistencia de las bases y los procesamientos estadísticos preliminares. El catastro elaborado por el SIEMPRO permitió generar una Base de Datos de Programas Sociales actualizada relativa a los programas focalizados que, en 1998, contaba con un registro de 63 programas nacionales y, aproximadamente, 350 programas provinciales. Asimismo, se registró en aquel año un incremento en la demanda de indicadores georreferenciados, la que pudo ser satisfecha por el programa, que elaboró 940 informes. Además, se editó la Guía de Programas Sociales Nacionales 1998, de la cual se distribuyeron 10.000 ejemplares. El Sistema Integrado de Monitoreo (SIM), instrumento desarrollado por el SIEMPRO para acompañar el desempeño de los programas sociales focalizados de la Secretaría de Desarrollo Social, fue aplicado a 28 programas y sus resultados se publicaron en Internet. Durante 1998, además del informe trimestral del SIM, se realizó el Informe Anual del Sistema Integrado de Monitoreo y se agregó al mismo el Módulo Mensual de Ejecución Presupuestaria Interna. Se confeccionaron y editaron ese mismo año los manuales de Planificación de Programas Sociales y Evaluación de Programas Sociales. Tales manuales sirven a los propósitos de la capacitación y para transferir la concepción y las herramientas de planificación y evaluación del SIEMPRO a técnicos y funcionarios de las áreas sociales de todo el país. También se diseñaron y realizaron durante 1998, evaluaciones de impacto de diversos programas sociales, entre ellos PRANI, FOPAR y TRABAJAR 2. Se publicó en Internet la totalidad de las evaluaciones realizadas. También se realizó la evaluación de la focalización y cobertura de los principales programas sociales. Programa de Asistencia y Coordinación de Políticas Sociales El Programa tiene por objeto constituir un ámbito de planificación y coordinación de la política social nacional para mejorar la gestión de gobierno, mediante la formulación de políticas, la delineación de cursos de acción coordinados e integrales que permitan optimizar la asignación de los recursos, y el fortalecimiento de las capacidades gerenciales de los actores involucrados en el diseño e implementación de las políticas sociales. Para el cumplimiento de sus funciones, el Programa se integra por el Centro Nacional de Organizaciones de la Comunidad (CENOC), el Sistema de Información, Monitoreo y Evaluación de Programas Sociales (SIEMPRO), el Sistema de Identificación Tributaria y Social (SINTyS), el Sistema de Identificación y Selección de Familias Beneficiarias de Programas Sociales (SISFAM) y la Comisión Nacional Asesora para la Integración de Personas Discapacitadas (CONADIS). La Guía Nacional de Organizaciones de la Comunidad “Socialmente Comprometidas” se editó conteniendo los datos de las 4.000 organizaciones inscriptas en la base de datos del CENOC a diciembre de 1997, y de 9.381 OSC en 2002, 10.539 en 2003, 12.143 en 2004 y 13.586 en 2005. En 2002 se diseñó un boletín electrónico, que se envía con una periodicidad quincenal a más de 6.100 suscriptores. En el año 2004 se edita “Herramientas de diagnóstico y trabajo: manual de autoevaluación para el espacio multiactoral”. En 2005 se destaca la digitalización de un módulo de capacitación para OSC sobre evaluación de impacto, y la realización de algunos talleres de evaluación y monitoreo de proyectos sociales, en convenio con la Oficina Argentina de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón. 53 En 2002, el SIEMPRO realizó la evaluación del conjunto de programas alimentarios de la provincia de Buenos Aires, y el seguimiento y monitoreo trimestral de cumplimiento de metas de proceso, gestión, focalización y presupuestarias de los programas REMEDIAR, Ingreso para el Desarrollo Humano (IDH), Becas Escolares y ProMeBa (Programa de Mejoramiento de Barrios). En 2005 se destacó el haber trabajado de manera coordinada con las agencias provinciales, no sólo para la implementación de los relevamientos de beneficiarios de planes y programas de transferencias monetarias a nivel nacional, sino también para las actividades de monitoreo de ejecución de programas sociales a nivel provincial, incluyendo los financiados con recursos de origen nacional o provincial. La estrategia de implementación se basó en la transmisión de procedimientos para dejar capacidad instalada a nivel provincial. Esto requirió el redireccionamiento de las actividades de capacitación, las que, en lugar de concretarse a través de exposiciones teóricas de conocimientos, se materializaron fundamentalmente con base en misiones de asistencia técnica y supervisión de las actividades, realizadas en las 18 agencias provinciales con las que el SIEMPRO tiene convenio. A través del SISFAM se conformó el primer padrón de beneficiarios del “Programa Familias por la Inclusión Social”. Se incluyó en la base de datos a los beneficiarios del Programa Emergencia Alimentaria. Se asignaron planes habitacionales y se fijaron tarifas sociales para distintos servicios (gas, energía, etc.) con información extraída de la base de datos mencionada. En 2004 se trabajó de manera coordinada con la Secretaría de Gestión Institucional del Ministerio de Desarrollo Social, fijando en forma conjunta el cronograma de actividades a desarrollar. Se dio prioridad al relevamiento de beneficiarios de planes y programas de transferencia monetaria a nivel nacional y se comenzó por “Jefes y Jefas de Hogar Desocupados” y “Mayores de 70 años”, verificándose domicilios erróneos o inexistentes. Se instrumenta el uso de la Ficha Social, que se aplica a los beneficiarios de estos planes para relevar información, lo que obligó a llevar adelante la capacitación de distintos equipos de trabajadores de diferentes programas sociales. 2.3.3 Sistema C No se reflejan avances en la conceptualización de los presupuestos por programas, que mejorarían la calidad de la información presupuestaria y de gestión. Esto implicaría la participación de los organismos involucrados en una política pública para establecer en sus áreas de competencia el valor que agregan a la cadena de producción pública. En la actualidad cada organismo planea y presupuesta en función de su propio ámbito de intervención y considera toda su producción como final, lo que desmejora la calidad de la información producida y, en consecuencia, la medición de su desempeño. Roberto Martirene, en entrevista realizada, también enfatiza la necesidad de obtener mayor cantidad y calidad de informes de auditorías de gestión de los órganos rectores del sistema de control nacional. Los avances que se destacan como más importantes son los registrados por los cinco programas piloto del área social. También el PRODEV en sus orientaciones busca implicar a los directores sustantivos en la utilización de la autoevaluación y la medición presupuestaria de su gestión. La Cuenta de Inversión genera información que debe ser relevante, confiable y oportuna para constituirse en herramienta primordial para el análisis y evaluación de la gestión gubernamental. En 2005 se introduce en el texto de su presentación, que la Cuenta de Inversión es la rendición de cuentas del Poder Ejecutivo al Poder Legislativo, relativa a la gestión financiera y física llevada a cabo por el conjunto de la APN, mediante el empleo del Presupuesto Nacional, medio por el cual se permite el análisis de los resultados de las cuentas (financieras) de la gestión y de los resultados de la gestión (física), y los efectos producidos. 54 Es elaborada de acuerdo con las normas y criterios establecidos por la mencionada Ley N° 24.156 y normas modificatorias y complementarias, sobre la base de registros analíticos y a través de la concentración de datos de la administración central, organismos descentralizados, instituciones de seguridad social, universidades nacionales, sociedades y empresas del Estado, fondos fiduciarios y entes públicos. Para la elaboración de los estados contables, la Contaduría General de la Nación, entre otras tareas, consolida e integra la información contable que, luego de controlada, autorizada, procesada y registrada por las Unidades de Registro Primario de las Entidades y Jurisdicciones de la Administración Nacional -sujetas a sus respectivos órganos de control interno y externo-, es ingresada por aquellos al Sistema Integrado de Información Financiera (SIDIF), quedando en su poder la totalidad de la documentación de respaldo. Se analiza el proceso de ejecución en términos físicos y financieros y se incorporan los problemas y particularidades que afectaron positiva o negativamente el cumplimiento de los objetivos fijados al inicio del año, según las explicaciones brindadas por las unidades ejecutoras responsables. En sus distintos capítulos se refleja el desarrollo de la actividad de evaluación de los resultados de la gestión de gobierno llevada a cabo desde el Ministerio de Economía y Producción, a partir de la información obtenida del resto de las jurisdicciones gubernamentales. Cobertura del sistema de seguimiento. En todos los documentos anuales, el porcentaje de programas del Presupuesto de la Administración Nacional incorporados al sistema de seguimiento y evaluación se considera indicador de la existencia de una dinámica tendiente a consolidar el concepto de disciplina en la administración. La información se presenta en cuadros que presentan a todos los programas bajo seguimiento ordenados por nivel institucional (Administración Central, Organismos Descentralizados e Instituciones de Seguridad Social) y dentro de cada uno de los niveles, por Jurisdicción, Subjurisdicción, Entidad y Unidad Ejecutora. Cada año del período analizado se informa el porcentaje que el sistema logró cubrir de acuerdo con la calidad de la programación, la posibilidad de identificación de metas físicas según la modalidad del servicio, la capacidad de organización y el nivel de comprensión técnica logrado por las unidades ejecutoras. Se vincula ese porcentaje, entre otras relaciones, con el total de los créditos definitivos del Presupuesto de la Administración Nacional correspondiente a los gastos corrientes y de capital, y el total de los créditos asignados a programas, aclarándose que la diferencia entre el total de créditos para gastos corrientes y de capital y de créditos asignados a programas corresponde a las actividades centrales y comunes, a las partidas no asignables a programas y a los intereses de la deuda. Esta cobertura implicó un avance en el concepto de gestión, en virtud de que creó la responsabilidad de rendir resultados obtenidos por parte de las unidades ejecutoras. Su cumplimiento es trimestral y genera análisis conjuntos entre los responsables de los programas y la Dirección de Evaluación Presupuestaria de la Oficina Nacional de Presupuesto. La cobertura alcanzada desde 1995 ha oscilado entre el 70 y el 80% de los programas y no ha existido una tendencia clara ni a crecer ni a disminuir, aunque el año 2005 (último dato disponible) es el de mayor cobertura, con 216 programas sobre un total de 262, que representa el 82,4% de dicho total, el 60,2% del total de los créditos finales del Presupuesto de la Administración Nacional de 2005 correspondiente a los gastos corrientes y de capital, y el 92,7% del total de los créditos asignados a programas. Si bien Hacienda posee una larga trayectoria en materia de información y exposición de gastos, su hegemonía en el sistema de M&E en Argentina no se compadece con la naturaleza de sus funciones. Según Martirene, no promueve evaluaciones institucionales más profundas ni tampoco las administra, lo que debilita el sistema integral de evaluación. Y respecto de la distribución de funciones, atribuye la 55 pérdida de oportunidades para la armonización de esfuerzos en un sistema integral a la falta de interrelaciones adecuadas entre los ámbitos rectores. Martínez agrega una visión interesante en su entrevista cuando señala la necesidad de aprobar las leyes pendientes de adecuación y reglamentación, puntualizando también las que no se encuentran operativas, como la Ley N° 25.152 en lo que atañe a la Evaluación de la Calidad del Gasto, donde el Ministerio de Economía y Producción tiene funciones auxiliares, ya que está en cabeza de la Jefatura de Gabinete. 2.4 Relación con otras instancias que hacen M&E fuera de los sistemas Con las ONG y usuarios de servicios públicos En la documentación revisada y las entrevistas realizadas se refleja un escaso aprovechamiento de las ONG, a pesar de lo valioso de su aporte en materia de investigación y diseño de indicadores para el desarrollo de mecanismos de M&E. El involucramiento de la ciudadanía en tanto depositaria última del control de la administración, es todavía una cuenta pendiente en la agenda pública. Aunque el acceso a la información y la participación ciudadana se encuentran presentes en las normas, se advierte que su cumplimiento es parcial. Quizás la presencia más notoria se verifica en las Audiencias Públicas a través de la participación de los usuarios de los servicios públicos. También hay que reconocer que no se dispone de investigaciones que den cuenta del grado de participación de los interesados sobre el universo que integran, y mucho menos del resultado y evaluación de esta participación como reorientadora del ciclo de las políticas públicas en las que intervienen. Asimismo, y en un grado de desarrollo más interesante, se encuentra la intervención directa de los usuarios de los servicios públicos a través de la Carta Compromiso, aunque como ya se referenció, este Programa no abarca todavía la totalidad de la APN. Con organismos multilaterales También se advierte la falta de articulación y de integración de los mecanismos de M&E utilizados por los organismos multilaterales de crédito con los sistemas de M&E del país, al punto que los proyectos que cuentan con financiamiento internacional suelen ser identificados como “islas administrativas” y “paralelas” dentro del conjunto de programas de la APN. Con la Defensoría del Pueblo La Defensoría representa otra instancia de M&E que actúa por fuera de los sistemas analizados. Es un órgano descentralizado del Poder Legislativo, y en su ámbito se implementa el Programa Defensa de los Derechos de los Ciudadanos. Es un actor clave, ya que de su interrelación con los sistemas de M&E surge información que confirma, redirecciona o detecta vacíos en los resultados de la implementación de actividades propias de M&E. Tramita quejas promovidas por los ciudadanos en forma individual o colectiva, o de oficio. Las actuaciones de oficio, en general, cubren aquellos problemas de mayor impacto social, sea por su magnitud, su ubicación geográfica o la cantidad de afectados involucrados. El resultado de su intervención -resolución o no de las causas tramitadas y formulación de recomendaciones- en las siguientes temáticas, se convierte en un insumo valioso desde la perspectiva de la evaluación: Derechos humanos, administración de justicia, acción social, mujer, niñez y adolescencia. Medio ambiente, administración cultural, sanitaria y educativa. 56 Administración del empleo y seguridad social. Administración económica, financiera, tributaria, usuarios, obras y servicios públicos. Las investigaciones realizadas se efectúan en el campo de lo social y/o jurídico, e intervienen profesionales a través de convenios de cooperación con instituciones con competencia local o provincial, como organismos internacionales y ONG de derechos humanos. 57 III. COHERENCIA INSTITUCIONAL Argentina es un país federal desde su constitución formal como Estado en 1853-1860. Si bien la sangrienta lucha entre unitarios y federales -con bases sociales, ideológicas y económicas diferentes a otros casos americanos- signa gran parte del siglo XIX, una de las reservas más frecuentemente oídas en Congresos y Convenciones Constituyentes contra el sistema finalmente triunfante, fueron las carencias de gestión y de personal capacitado para las administraciones provinciales. En cuanto a los municipios, la negación casi unánime de su autonomía durante el siglo XIX y las primeras ocho décadas del XX, reconociéndoseles mera autarquía delegada, configuró una de las aplicaciones más típicas del régimen de tutela de raíz francesa. Como ejemplo, deberes constitucionales provinciales explícitos, como la educación primaria, fueron “temporariamente” asumidos en plenitud por la nación desde fines del siglo XIX. Federalismo y municipalismo generaron en esas débiles condiciones un abismo entre sistema mítico y código práctico, dentro de un falso consenso declamatorio en el “que casi nadie cree pero todos disculpan”. Si bien con antecedentes desde los 70, en la década de los 90 aparece un “fantasma continental” que recorre el país: la descentralización, que alterará en los hechos, con una retirada general del Estado nacional, la distribución de las funciones. A comienzos del siglo XXI, un estudio de la CEPAL afirmaba que el presupuesto nacional era en realidad una mirada al pasado, pues sus partidas principales se referían a la deuda externa y a los pasivos de seguridad social, mientras que las funciones del hoy -educación, salud, política social-, con su envergadura presupuestaria y de personal, habían pasado a las provincias (tan es así, que uno de los sucesivos Presidentes durante la crisis de 2001-2002, suprimió los ministerios nacionales de Educación y Salud). En la actualidad, con todo, el Estado nacional está recuperando protagonismo, y en el plano estrictamente político-institucional se fue esfumando la hegemonía relativa de la “liga de gobernadores” como factor de peso decisivo en el escenario nacional. Pero, en cualquier caso, los mecanismos de M&E a nivel nacional, cuyas limitaciones y problemas analizamos en este informe, prácticamente no se trasladaron ni replicaron, salvo contadísimas excepciones, a los niveles subnacionales. Tomando los últimos 20 años, si bien casi todas las provincias crearon secretarías de función pública o equivalentes -y con ellas comenzaron acciones de capacitación dispersas sobre evaluación en diferentes formas-, el grueso de los programas de servicios, y mucho más la administración central con sus servicios administrativos, no fueron objeto de procesos consistentes o sistemáticos de M&E. De hecho, sólo matizaban de manera muy puntual y casi marginal esta ausencia, aquellos programas, de costos compartidos o no, con financiamiento de los organismos multilaterales de crédito, del PNUD y de agencias bilaterales de cooperación (GTZ, IDRC, etc.). Incluso el debate intenso sobre la descentralización soslayó casi por completo la comparación de prestaciones de servicios en forma centralizada o descentralizada y, nutrido en la tradición de despreocupación por el seguimiento, omitió casi totalmente información indispensable. Tanto, que en los estudios comparativos (BID, CEPAL) el caso argentino no se incluye, y aun cuando fundaciones privadas favorables a la descentralización casi a ultranza (FIEL) realizaron estudios a mediados de los 90, sólo pudieron citarse dos experiencias concretas (una de viviendas en la provincia de Buenos Aires y otra de educación básica en Mar del Plata). Y aunque se hagan comparaciones cualitativas -para cotejar, desfavorablemente, el caso argentino con el colombiano, por ejemplo- la dimensión que se toma es el fortalecimiento o no de las autoridades locales al cabo de los procesos, y no éxitos o fracasos relativos de gestión. La casi completa ausencia de evaluación en los 80 y gran parte de los 90, era sólo en apariencia matizada por la existencia de Tribunales de Cuentas provinciales (hoy, con la única excepción de Tucumán, órganos de entidad constitucional en casi todas las provincias), pero que en general, por obligación legal y acendrada práctica cultural, hacían control de legalidad, con casi total prescindencia 58 de los resultados (un ejemplo ilustrativo: con el viejo Reglamento de Contabilidad del Tribunal de Cuentas de la Provincia de Buenos Aires, el más antiguo y reconocido de su tipo, un municipio quebrado no podía detectarse con su control inadecuado, mientras que una simple matriz de indicadores financieros -como la de Standard & Poors- alertaba tempranamente sobre el desastre). A partir de los 90, los Tribunales de Cuentas iniciaron un cambio hacia el control de gestión, pero se está todavía muy lejos del M&E en sentido contemporáneo (lo que por otro lado, podría argüirse, no es función de los Tribunales de Cuentas). Con la aparición de los municipios de convención en los 90, con facultad de dictarse su propia Carta Orgánica, aparecen los Tribunales de Cuentas municipales, con distintos grados de autonomía (culminando con su plenitud en el caso del Departamento de Contralor en la Carta Orgánica de San Carlos de Bariloche, Provincia de Río Negro, de febrero de 2007, en paridad con el Departamento Ejecutivo y el Departamento Legislativo). De todos modos, los municipios con Carta son menos del 7% del total de gobiernos locales del país y, nuevamente, M&E son funciones que pueden asignarse, pero no típicas de un tribunal de cuentas. Los municipios (alrededor de 1.200, según la fuente que se tome) fueron ampliamente revalorizados en las últimas décadas (reconocidos judicialmente como autónomos en 1989 y constitucionalmente a partir de 1994), pero su organización es todavía comparativamente bastante débil 3 . En los últimos años, Argentina no escapó a una tendencia continental y universal: la participación popular y funcionamiento de la democracia local sobre la prestación de los servicios locales. De ese modo, la población local participó de distintos procesos de M&E, con diferentes grados de adecuación y utilidad, en línea con algunas propuestas del Informe de Desarrollo Mundial del Banco Mundial de 2004, entre las cuales el caso más completo a destacar es el de la municipalidad de San Fernando, en la Provincia de Buenos Aires, con encuestas permanentes sectoriales y barriales para detectar percepciones sobre la mayoría de sus políticas y servicios. En la misma línea se inscriben los ensayos de presupuestos participativos (como el de Maipú, Mendoza) y otros formatos (como las Cartas Compromiso con el Ciudadano para el sector salud en la provincia de Entre Ríos, y el desarrollo autónomo del Programa Nacional en la provincia de Buenos Aires, con mayor amplitud, extensión y diversas mejoras). Si bien estos esquemas están notoriamente más desarrollados que otros mecanismos más directamente gestionados por las administraciones centrales, ni por su número ni por su difusión alteran la generalidad de la ausencia mencionada más arriba. El nivel nacional, con todo, continúa incidiendo en los niveles subnacionales; hay, por ejemplo, organismos como la Auditoría General de la Nación que interviene principalmente cuando hay fondos internacionales, como ocurre con el BID y el Servicio Público de Vivienda de la municipalidad de Rosario, provincia de Santa Fe, uno de los mejores en su tipo en el país (los viejos “tics” de control formal de matriz hispánica perviven: hay un informe de más de 200 páginas que detecta la suma de $ 200 mal imputados por dicho Servicio). En los convenios con niveles subnacionales sobre programas sociales, el SIEMPRO incluye en todos los casos un componente de M&E. Lo propio ocurre en convenios indicativos y cada vez que hay desembolsos de fondos internacionales en todas las jurisdicciones. Una dependencia de la Jefatura de Gabinete lanzó un Programa de Auditoría Ciudadana para una veintena de municipios, con encuestas de seguimiento y percepciones sobre atribución de funciones y cobertura de necesidades. 3 Aquí deben tomarse en cuenta, simultáneamente, varios elementos: en términos institucionales, la región es considerada mundialmente -Conferencia Mundial de Ciudades de UN-Hábitat en Estambul- como la de municipios de legislativos fuertes y relativa independencia de los niveles superiores; esto es cierto en Argentina comparado con tres décadas atrás, pero no se refleja en la práctica política concreta ni en la percepción de los actores; si bien el V Congreso de la Unión Iberoamericana de Municipalistas, reunido en Baeza a comienzos de este siglo, instó a abandonar la actitud victimista, de insuficiencia competencial y cuasi mendicidad financiera de los municipios, la realidad sigue siendo bastante más dura y desfavorable para los gobiernos locales, abrumados por multitud de nuevas funciones. 59 La sanción de la Ley de Administración Financiera a nivel nacional y sus réplicas provinciales, así como la Ley de Responsabilidad Fiscal, de libre adhesión subnacional, produjeron un cierto impacto en los modos de presentación de la información presupuestaria y de la gestión en general, lo que a mediano plazo podría posibilitar una más fluida implementación de esquemas incipientes de M&E, en cuanto exista la voluntad política de hacerlo. Sin embargo, el camino parece difícil; estudios comparativos relativamente sólidos hechos por instituciones privadas (Fundación INNOVA, IERAL) muestran que: a) muchos municipios carecen o no brindan información elemental, aun cuando tienen portales en apariencia sofisticados en la web; b) los indicadores financieros siguen siendo el área más débil; y c) para verificar tan solo los presupuestos ejecutados pasados, la búsqueda es laberíntica cuando no frustrante; y todavía hoy es a veces menos estéril intentar penetrar en los consolidados archivados en los Tribunales de Cuentas provinciales que en las propias jurisdicciones locales. 3.1 Capacidad de integración al interior de los sistemas Tal como se desarrolla en cada ítem, resulta común a los tres sistemas identificados la brecha existente entre la normativa que impulsa la coherencia institucional y su implementación. Los acápites anteriores reflejan que las normas dictadas han previsto que el desarrollo de los sistemas de M&E se coordinen centralmente a través de espacios interministeriales, cuya localización revela la importancia asignada a la temática (Sistema B en la Presidencia), o desde las áreas cuya competencia las convierte en responsables naturales (Sistema A: Presidencia; Sistema C: Ministerio de Economía y Producción). Para el caso del Sistema C, la AGN y el Congreso adquieren importancia capital en la evaluación de las políticas públicas. De la descripción general realizada hasta ahora, se desprende que para favorecer el desarrollo de los Sistemas A y B en los niveles subnacionales, se encuentra previsto un ámbito de articulación y debate permanente acerca de metodologías, instrumentos, alcances y resultados de la gestión de cada sistema. Por último el plexo normativo vigente ha acumulado previsiones para que, al interior de cada entidad, los niveles meso (la propia organización) y micro (el desempeño de sus agentes) acompañen estos procesos. Sin embargo, y esto es común para todos los sistemas, el escaso avance y la poca atención brindadas a la promoción de la carrera administrativa de los servidores públicos (la evaluación del desempeño presenta un escaso desarrollo y no existen estudios que muestren el impacto de la capacitación) atenta contra su valor como incentivo para que este nivel contribuya adecuadamente a los logros organizacionales. La rigidez y falta de democratización de las estructuras se pone de manifiesto, al punto de imponerse la sanción de nuevas normas que contemplan los casos de violencia laboral. No sólo los resultados de las evaluaciones permiten verificar estas afirmaciones, sino también las “voces” de los entrevistados. Estas consideraciones permiten concluir que la dependencia que los actores de cada sistema tienen, incluida la AGN (aun cuando la autonomía y autarquía son sus características para el aseguramiento del ejercicio de control y evaluación externo), en relación con la asignación de fondos que realiza el Ministerio de Economía y Producción y las modificaciones presupuestarias que se llevan a cabo desde la Jefatura de Gabinete, ponen en tensión la sostenibilidad de los planes y acuerdos y la capacidad institucional de materializarlos. 60 3.1.1 Integración vertical Sistema A Cabe recordar que el Programa Carta Compromiso se inscribe en el Plan de Modernización del Estado del año 2001, en el cual, con una perspectiva integradora, se definen los lineamientos estratégicos que optimizarían la gestión por resultados y por lo tanto se relacionan íntimamente con los sistemas de M&E. Según los principios rectores del Plan, no sería posible mejorar la administración nacional sin una adecuada articulación de los sistemas por los que atraviesa la gestión de producción de bienes y servicios públicos. En este sentido, se centraliza en áreas dependientes de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Presidencia de la Nación la supervisión y coordinación relacionadas con la incorporación de tecnologías de gestión e información, y de “mapeo” y evaluación del desempeño del servicio civil, entre otras cuestiones. Si se accede a las páginas oficiales de la Subsecretaría de la Gestión Pública -de la cual dependen estas áreas- y a los informes de auditoría de la AGN, se advierte que los esfuerzos realizados hasta el presente no muestran un impulso continuo y ordenado en la implementación de aquellos principios rectores, a pesar de que no existen indicadores, a la fecha, que puedan medir el impacto en la actividad del M&E. El Programa Carta Compromiso refleja avances en su adopción por parte de los organismos públicos, sin embargo no existen datos que revelen expresamente el nivel de articulación y de “empuje” o “cascada” que los niveles micro, meso y macro se aportan entre sí, ni para las organizaciones tomadas individualmente, ni para el sistema en su conjunto, ni tampoco para medir la consecución del Plan de Modernización de 2001. Sistema B En este sistema el rango distintivo es la multiactoralidad y el hecho de que muchos de los programas existentes en los organismos que desarrollan actividades de M&E cuentan con financiamiento externo. Esto último impuso la necesidad de materializar distintos niveles de supervisión y coordinación de actividades focalizadas y descentralizadas. Los esfuerzos por centralizar la información proveniente del M&E también se reflejan en este informe, sin embargo tampoco en este caso se advierte continuidad ni aprovechamiento de las actividades que el tercer sector brinda al sistema, a pesar de que la coordinación se centraliza en el ámbito de la Presidencia de la Nación. Los organismos involucrados en la marcha de las políticas sociales también se encuentran atravesados por los lineamientos del Plan de Modernización en lo que atañe a los recursos humanos y tecnológicos, por lo que los comentarios que en tal sentido se formularon para el Sistema A se reiteran en este caso. Sistema C El manual de Presupuesto Público publicado en la página oficial del Ministerio de Economía y Producción pone de relieve el problema de la rigidez normativa y del relativo avance que a la fecha existe en la obtención, por parte de los organismos, de definiciones de metas e indicadores de gestión. Subraya la necesidad de intensificar las relaciones entre la coordinación del sistema y sus operadores. Si bien en este caso, el alcance normativo en cuanto a la obligatoriedad de cumplimiento abarca al sector público, el seguimiento y coordinación del sistema no demuestran una significativa cobertura. Por la importancia del servicio civil nos referiremos a él a continuación. Es el soporte operativo del Estado de cara al ciudadano. Dentro de las tensiones provocadas por la falta de incentivos, los reclamos salariales y la precarización del empleo por la subsistencia de regímenes flexibles como es el caso del personal contratado, se presentan nuevas situaciones que merecen atención, como la Violencia Laboral. 61 Según las apreciaciones de Marta Rava (expresadas en entrevista): “en el Estado no existe ningún mecanismo de protección de nada ni de nadie. La perversidad que existe es una lucha sin cuartel y en una jungla. Lo que supuestamente podría ser recursos humanos o relaciones institucionales o como quieran llamarse dentro del organigrama específico, yo creo que se especializan en poner las personas equivocadas en los lugares equivocados”. Las categóricas manifestaciones de la fiscal a cargo de la Oficina de Violencia Institucional, con jurisdicción sobre todo el país, reflejan la precariedad de medios y recursos humanos con los que cuenta para su desempeño. A ello se suma la complejidad de los procesos y lo prolongado de los plazos, que no permiten responder con la celeridad que corresponde a la urgencia que el problema requiere. Asimismo, los costos no son materiales, sino anímicos, morales y demás. Resulta esclarecedor lo que señala Marta Rava cuando se le pregunta acerca de la acción de comunicar: “yo di una nota para Clarín, que sacó en tres páginas de un domingo. Tuve más de diez mil llamados (…) y (…) seguimos siendo los tres”. Esta última expresión denota la falta de respuesta a los impactos que produce una determinada acción. Y aun antes que eso, la falta de evaluación ex-ante. También en este campo se reitera la desarticulación institucional entre instituciones del mismo nivel y de distintos niveles, y no se ha logrado avanzar en torno a este problema. La distorsión se agudiza cuando una iniciativa de esta área sufre impugnaciones, por un lado, por cuestiones políticas desde el Ministerio de Trabajo, y por otro lado, desde las asociaciones representativas de los trabajadores, los gremios, que reclaman para sí el ejercicio de la mediación en estas cuestiones. Por su parte, el titular de la Asociación de los Organismos de Control, Hugo Buisel Quintana, expresa en su entrevista: “¿De qué nos ocupamos específicamente?, de capacitar a la gente, cosa que tendría que hacer el Estado, pero como no lo hace, tomamos la posta y nos dedicamos nosotros”. Las categorías que evidencian los entrevistados mencionados son sólo una muestra de la magnitud de las restricciones que presenta el contexto sobre el cual se intenta la medición de desempeño de los servidores públicos. Las plantas de personal de los organismos públicos fueron racionalizadas, eufemismo que intentaba encubrir el significado de palabras como prescindibilidad o retiro o disponibilidad. Comenzó a partir de entonces la modalidad de contratos de personal, que en consonancia con la flexibilización y precariedad característica de la década de 1990, desvirtuó al propio sistema, ya que creó en lo informal una planta permanente paralela, a la medida de la recurrente renovación contractual. Sin embargo, por limitaciones presupuestarias, se veían interrumpidas sus prestaciones de servicios y discontinuados sus ingresos. La página institucional de ATE-AGN muestra los constantes reclamos a favor del reconocimiento y pase a planta permanente de los trabajadores contratados, haciendo hincapié en la necesidad de revertir el criterio clientelar y arbitrario para la renovación de contratos o designaciones permanentes. Iguales demandas y reclamos se producen para la carrera administrativa y el desarrollo de los agentes de la planta permanente. Guillermo Schweinheim (en entrevista realizada) suma argumentos: “El personal de la Auditoría General de la Nación es un personal donde el 50% es contratado, donde las tasas de rotación son muy altas, donde la gente entra y sale con el Auditor”. Advierte Buisel Quintana: “El control en la Argentina está cooptado, en una proporción importante, por la política (…). En lo que se refiere a la Auditoría General de la Nación, con la reforma del ’94 cuando se opta por un presidente de la oposición, el Congreso se compromete a hacer una norma que lo reglamente, y nunca lo hizo. Creo que los argentinos tenemos un sueño normativo, creemos que cuando cambiamos las leyes, cambiamos los países”. 62 Y continúa: “en tanto no se internalicen culturalmente aquellas cuestiones que se quieren normar, no puede avanzarse en su implementación aunque resulten regladas (…). El correlato de la rendición de cuentas de ese Presupuesto es la Cuenta de Inversión, y para ese momento no hay nadie, a nadie le interesa…, en oposición al momento de la formulación presupuestaria en el que hay muchos actores interesados en conocer y conseguir la asignación que corresponde a cada quien”. De esta entrevista se destaca la visión compartida con funcionarios del Poder Ejecutivo, organizaciones de la sociedad civil, auditores de la AGN, entre otros, respecto a que el tema del control no forma parte de la agenda pública, a pesar de lo cual, nadie parece tener voluntad de tomar responsabilidades en el asunto. Atribuye responsabilidad a los organismos financiadores externos por la existencia de una “Administración paralela”, la que por coexistir con la “Administración real” le brinda ineficacia al sistema. Coincide con la visión del representante gremial, el Dr. Pernasetti, miembro del cuerpo colegiado del órgano máximo decisor de la AGN, quien reconoce no sólo las restricciones de las nociones de autonomía y autarquía financiera y funcional del organismo, sino un retraso en la aplicación del rol que le cabe desde el año 92. Dice Pernasetti al ser entrevistado: “yo reconozco que no está claro las metas que debemos cumplir, porque al ser un organismo de asesoramiento del Congreso, las metas también deben ser fijadas por el Congreso”. Surge una evidente contradicción entre el reclamo de mayor autonomía funcional del Congreso con la responsabilidad propia del organismo de fijarse sus propias metas. El entrevistado alude al escaso número y a la falta de oportunidad de seguimiento de los informes de auditoría realizadas. En cuanto a la relación de la AGN con los ejecutores de políticas, expresa: “La Auditoría tiene que ser Auditoría, nosotros no somos un organismo de corrección, de capacitación y de formación”. Esta aseveración se interpreta como una autolimitación, ya que descarta, desde la visión de uno de los titulares del organismo, el rol capacitador y formador que se le atribuye al M&E. Y agrega: “¿A qué apuntamos nosotros? Si entró la plata, cómo se gastó. ¿Y qué terminamos viendo? Se gastó tanto en consultores, tanto en viáticos, tanto en pasajes; pero nadie está viendo si realmente ese programa está sirviendo para el objetivo que se tuvo en cuenta, es decir, el resultado”. 3.1.2 Integración horizontal intersectorial La experiencia de los entrevistados en su calidad de decisores y ejecutores de políticas públicas pone en evidencia la debilidad de este tipo de integración. Salvo por la actividad desplegada por el Sistema B, (que integra la información resultante de la marcha de los programas sociales para proceder a la readecuación y distribución de responsabilidades que mejoren la asignación del gasto social), la actividad gubernamental se despliega desde cada organización, que actúa según su visión y cultura, aun cuando su producción representa un insumo o un eslabón de una cadena de actividades que se orientan hacia una única y común finalidad. Ello ocurre a pesar de que en la órbita de la Presidencia de la Nación se lleve a cabo el estudio de las estructuras a fin de evitar superposiciones, entre otras cuestiones, y de las acciones correctivas que desde el Sistema C, en el ámbito presupuestario, se propongan en materia de reformulación y reasignación de fondos. Ello revela la falta de sinergia en el conjunto de entidades que participan de actividades comunes en las acciones de gobierno. Sobre el particular, conviene observar los resultados que arrojan las auditorías de gestión realizadas por la AGN conjuntamente con los órganos de control externo de los países del Mercosur, de Bolivia y de Chile, ya que grafican lo antes expresado. Nos referimos a las actividades auditadas relacionadas 63 con la marcha de la integración del Mercosur: permitió revelar que los organismos que intervienen en éstas, que requieren intervenciones simultáneas, conjuntas, consensuadas desde los distintos sectores, actúan como compartimentos estancos, no articulan ni coordinan adecuadamente sus acciones de modo que sus interrelaciones maximicen el resultado de su operatoria conjunta. A mayor abundamiento, estas auditorías recayeron sobre asuntos altamente conflictivos, como el control de operaciones comerciales de alimentos en fronteras, la incorporación de la normativa Mercosur a los ordenamientos jurídicos nacionales, o el control de la fiebre aftosa, entre otros. El mero tratamiento de las opiniones de los entrevistados referidos en este acápite provoca dificultades, si reconocemos que, tanto el avance dentro de una misma entidad en materia de establecimiento de metas como la traducción de políticas a resultados concretos o la elaboración de indicadores, están localizados en el terreno de las hipótesis para los integrantes de la mayoría del sector público. Y aun cuando estas metas físicas estén establecidas, como puede apreciarse en varias partes de este informe, no se compatibilizan de manera satisfactoria con sus correlatos financieros (metas presupuestarias). Estructurado como está el funcionamiento de los sistemas de M&E en Argentina, podría considerarse que la etapa de negociación y consenso de responsabilidades se instrumenta en el nivel de la decisión de asignación del gasto, lo cual resulta insuficiente para el mejoramiento de la gestión gubernamental. 3.2 Capacidad de integración entre los sistemas 3.2.1 Integración horizontal interinstitucional Sistema A El foco de su relacionamiento es, en esencia, el ciudadano. Hacia éste se dirigen los esfuerzos que en materia de M&E se realizan en orden a conocer su demanda, satisfacer su necesidad y resolver sus quejas o adoptar sus sugerencias. En cambio, no se evidencia que se demande, consuma, procese o tenga en cuenta el resultado de la acción de los organismos de control o de defensa de los derechos de la ciudadanía. Sin embargo, sus informes bien pueden constituirse en insumos al momento de evaluar los compromisos de mejoras de los organismos adheridos al sistema o de incorporar otros que surjan de sus propias autoevaluaciones. Si bien el sistema se crea y articula a partir de un conjunto normativo, no es materia de evaluación en sí mismo por parte de actores sociales ni por el Poder Legislativo. Sistemas B y C El SIEMPRO y la Cuenta de Inversión son los productos de los Sistemas B y C sometidos al escrutinio de los órganos de control interno y externo. El análisis de sus actividades y productos son parte de la agenda del control que ejerce el Poder Legislativo sobre el Poder Ejecutivo. La información que más adelante se detalla, ilustra acerca del resultado que arroja ese examen, no sólo en la esfera nacional sino a lo largo del territorio nacional. Sin embargo, y dado el carácter no coercitivo de sus recomendaciones y de la falta de su seguimiento sistemático, puede observarse que las deficiencias detectadas se mantienen o reiteran a lo largo de sucesivos períodos. En los apartados relacionados con la descripción general de los sistemas se consignaron los actores destinatarios de la acción impulsada por cada uno de ellos y las modalidades de interacción que sobrevienen. Destacamos en particular el resultado del ejercicio del control externo, por ser éste el más visible y relevante de los relacionamientos en cuanto al alcance, causas y consecuencias sobre la operatoria de los sistemas estudiados. 64 La Auditoría General de la Nación no controla en el ámbito provincial o municipal. Sí lo hace respecto de los aportes del Tesoro Nacional a las provincias, de las transferencias de fondos nacionales con las que se financian programas sociales y de infraestructura que ejecutan aquéllas directamente o a través de sus municipios, y de los fondos provenientes de organismos multilaterales de crédito. Estos casos obligan a la articulación y coordinación constante de las Unidades Ejecutoras Provinciales con la Unidad Ejecutora de la Nación. Por otra parte, en la medida en que las provincias o municipios se encuentran involucrados en la implementación de políticas públicas nacionales, el control nacional abarca la operatoria descentralizada. Ello, a fin de analizar en qué medida la adopción de normas y procedimientos por parte de las provincias resulta armonizada y compatible en todo el territorio y facilita, obstaculiza, acelera o desacelera el cumplimiento de los objetivos establecidos en los planes nacionales. Acerca de estas cuestiones dan cuenta diversos informes de auditoría relacionados con la gestión de las jurisdicciones competentes en materia de salud, medio ambiente, desarrollo social, entre otras. El sistema de control en el territorio nacional está estructurado con base en órganos específicos, que suelen tener reconocimiento en las constituciones provinciales. En la mayoría de los casos, los mismos extienden su actividad de control sobre la actuación de la administración provincial y sobre los municipios. En menor medida, los órganos de control sólo tienen competencia sobre la jurisdicción provincial. En esos casos, las constituciones provinciales determinan que las Cartas Orgánicas municipales deben garantizar la existencia de un órgano de control propio, el que a su vez remite el producto de su labor al órgano de control provincial. Cabe señalar que son muy pocos los casos en que las provincias cuentan con una Ley de Administración Financiera, en línea con la vigente en el ámbito nacional. La celebración de convenios entre la AGN y las entidades fiscalizadoras provinciales facilita la articulación de las tareas de fiscalización, que en algunos casos ha dado lugar a la suscripción conjunta de Informes de Auditoría. La gestión llevada a cabo por la Auditoría General de la Nación ha puesto en evidencia situaciones que conspiran contra la armonización de los distintos niveles de control. Así se ha detectado: · políticas diseñadas desde el nivel central con ejecución local en cuya implementación se refleja la dificultad para la coordinación y articulación de los actores intervinientes en virtud de la falta de definición precisa de las responsabilidades; · por falta de delimitación de los alcances del control en los órganos responsables de la ejecución de las auditorías internas se obstaculiza el control global, que atraviese las secuencias de las operaciones que involucran a los distintos organismos intervinientes; · existencia de multiplicidad de programas nacionales y provinciales que no consiguen revertir la situación que motivó su creación; · carencia de bases de datos interrelacionadas y confiables, que permitan cruzar información dentro de una misma organización y entre organismos; · baja orientación a la obtención de resultados, y falencias en la administración de recursos humanos; · superposición entre las estructuras organizativas creadas como Unidades Ejecutoras de programas con financiamiento multilateral y las organizaciones locales, que funcionan con arreglo a normas propias de administración y control; dichas estructuras desaparecen al concluir los proyectos, con las dificultades que ello genera en cuanto a la sistematización de información y acumulación de experiencias y conocimientos para el nivel institucional; · ausencia de controles y seguimientos; · la distinta actitud por parte de las provincias respecto de la adhesión a normas nacionales implica una distorsión que trae aparejado un efecto nocivo en relación con los gastos reembolsables de los préstamos de organismos multilaterales, que se consumen sin una efectiva prestación de los servicios contratados. 65 3.2.2 Integración transversal El Estado cuenta con sistemas de información estadística que regularmente producen información sobre la situación económica, social y ambiental del país, que se nutren de los Sistemas de M&E, “ B” y “C” en la mayoría de los casos, y de los organismos que operan en los tres sistemas analizados. Dicha información estadística sobre la situación social, ambiental y económica no se utiliza para monitorear y evaluar el cumplimiento de objetivos y metas del gobierno. No puede hablarse de la existencia de sincronización entre la aprobación del presupuesto y la elaboración de los objetivos, metas e indicadores que se desarrollan durante la planeación estratégica. Se apunta a lograrla, pero aún no se ha conseguido que se armonicen las metas físicas y las financieras. Esa falta de sincronización y articulación debilita la posibilidad de un adecuado análisis acerca de la efectividad del gasto y de la acción de gobierno. Los esfuerzos que están en marcha para resolver estos problemas se orientan a una real implementación de las normas existentes, a la ampliación de la cobertura de cada sistema y a la reformulación de normas que integren el universo de los gastos gubernamentales. Esto último se refleja en el Proyecto UEPEX, que intenta integrar la profusa información en materia de préstamos externos que financian proyectos de gobierno, hoy por hoy dispersa en diversas bases de datos, que dificultan la agilidad y accesibilidad oportuna a la información. Asimismo, los gestores gubernamentales en documentación oficial de los Sistemas A y B insisten en la necesidad de una profundización en el cambio de la cultura del sector público, promoviendo la gestión orientada a resultados. La falta de coordinación entre el sistema de M&E y el sistema de personal y servicio civil, produce el debilitamiento de los incentivos de los operadores de los tres sistemas para contribuir a la mejora de las organizaciones y al cumplimiento de los planes de gobierno. Existe consenso entre los entrevistados, ya sean externos a los sistemas como de varios de sus operadores, acerca de la escasa “presencia” de los sistemas de M&E en Argentina; también existen coincidencias al momento de identificar los motivos: una institucionalidad debilitada que tiene como consecuencia crisis recurrentes, un Estado empequeñecido, precarizado, tercerizado, atomizado, casi ausente, en el que la construcción colectiva se realiza cabalgando dificultosamente sobre los problemas acuciantes de la coyuntura, y la planificación es observada como una asignatura siempre pendiente. 66 IV. USO DE LA INFORMACIÓN Sistema A. La información generada por el sistema es consumida, por un lado, en el ámbito en que es producida a los efectos de la mejora de la producción pública, y por el otro, tal como surge de la documentación oficial, se impulsan las acciones de comunicación, orientadas a obtener un “ida y vuelta”, hacia y de parte de los destinatarios de la acción de gobierno. Así, se encuentra prevista la publicidad de los compromisos de mejora, y diversas instancias de participación ciudadana en las etapas de evaluación de estos compromisos. Si bien a la fecha sólo se han implementado mecanismos de información acerca del grado de satisfacción de los usuarios, se apunta a establecer aquellos que permitan integrar a la ciudadanía en el proceso de diseño de los programas públicos. Es importante destacar que hacia fuera del sistema, la información que éste genera acerca del cumplimiento de cada programa se considera instrumento de rendición de cuentas y de control social. Sistema B. Debido a la magnitud de los programas sociales y a que la mayoría de ellos cuentan con financiamiento externo, el uso de la información se constituye en un factor clave para dotarlos de sostenibilidad en el tiempo. De hecho, la información en este Sistema B es utilizada con frecuencia por todos los niveles de gobierno y se expone a la opinión pública por medios electrónicos y tradicionales para su aprovechamiento. En el presente informe se han descrito los numerosos materiales que produce este sistema y su uso. Sistema C. Los órganos responsables de este sistema expresan en documentos oficiales que, aunque desde el segundo semestre de 1995 se encaró una tarea de revisión de la apertura de programas de la administración nacional y de las unidades de medida utilizadas para cuantificar la producción con el fin de mejorar la calidad de la información física, aún no se ha logrado nivelar la calidad de la información para el análisis, en el universo de programas bajo seguimiento. Y que en muchos casos deben seguir revisándose los criterios de identificación de las unidades de medida o de cuantificación de metas, para poder llegar a expresar una síntesis representativa de la producción de bienes y/o servicios de cada programa. Las metas se presentan como información complementaria al proyecto de Ley de Presupuesto y se usan indicadores como complemento de la evaluación financiera del Presupuesto que se presenta al Congreso cada año. La naturaleza pública de la información se asegura al remitir los informes de seguimiento al Congreso y a otros organismos públicos responsables de la toma de decisiones, en relación con el respectivo programa u organismo, y al difundirlos a través de publicaciones e Internet para los ciudadanos en general. El criterio de oportunidad requiere que los resultados de la evaluación estén disponibles a tiempo para el proceso de formulación o modificación del presupuesto. Tampoco existen avances en este sistema en cuanto a que el mejoramiento de la gestión se haga público de modo que el cumplimiento de los objetivos opere como un incentivo para los funcionarios y empleados involucrados. Los informes de gestión incluyen los informes periódicos y, fundamentalmente, el informe final en la Cuenta de Inversión para su presentación ante el Congreso Nacional. Ambos apuntan a mejorar la transparencia del proceso presupuestario. 67 4.1 Informes periódicos de evaluación Los informes trimestrales de seguimiento físico-financiero se elaboran con información física y financiera organizada jurisdiccionalmente, e incorporan explicaciones de los desvíos más significativos observados en los principales programas. Los informes se difunden a través de Internet. También se publican las Síntesis ejecutivas de los mismos, aunque con un enfoque más global, detallando exclusivamente aquello que resulta más relevante en términos económicos. Al final del ejercicio, los organismos deben remitir a la ONP los datos de metas físicas correspondientes al total del año, ratificando o rectificando los trimestrales ya enviados oportunamente. Esta información, que puede parecer redundante, es requerida para que se efectúen las rectificaciones correspondientes en el caso de que algún trimestre hubiera sido incorrectamente informado, y es la base sobre la cual se elabora el Informe de Evaluación sobre Resultados de la Gestión que es incorporado en la Cuenta de Inversión del Ejercicio, que se remite al Congreso de la Nación, de año en año, antes del 30 de junio del año siguiente al informado. Los Informes de ejecución de la inversión pública nacional son trimestrales y presentan el análisis de la ejecución de la inversión real directa, considerando las distintas clasificaciones presupuestarias (jurisdicción, fuente de financiamiento, categoría programática, ubicación geográfica, etc.), un detalle del avance físico-financiero de los principales proyectos y un anexo financiero para todos los proyectos, así como las principales transferencias de capital y sus datos más relevantes. Desde 1994 se elaboran anualmente los Informes de Indicadores de la Administración Pública Nacional, incorporando cada año nuevos indicadores, corrigiendo y actualizando la información según el último ejercicio incorporado y efectuando revisiones metodológicas asociadas a los cambios operados en las dependencias jurisdiccionales, las aperturas programáticas, las metas y las unidades de medida. Periódicamente se actualiza el sitio de consulta sobre el Presupuesto de la Administración Pública Nacional en Internet, en su versión detallada y en la dirigida al público no especializado. A la vez, con la finalidad de brindar transparencia a la gestión presupuestaria y aprovechar las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para ofrecer información y servicios públicos a través de Internet, actualmente muchos de estos informes se encuentran a disposición del público en el sitio de Internet de la ONP: http://www.mecon.gov.ar/onp/html/index.html. Los diversos informes de seguimiento de la ejecución financiera del presupuesto elaborados por la ONP abarcan un universo que comprende, en la mayoría de los casos, a la administración nacional: administración central (Tesoro Nacional y recursos afectados), organismos descentralizados e instituciones de seguridad social. En dos de ellos se amplía el alcance considerando al sector público nacional (no financiero), el cual consolida la administración nacional junto con las empresas públicas y otros entes públicos no incluidos en el Presupuesto Nacional, como los fondos fiduciarios, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (INSSJP). Por otra parte, todos estos documentos contienen información sobre el seguimiento de la ejecución acumulada para un período determinado (mes, trimestre o año) respecto a las previsiones para ese año de referencia, permitiendo medir los respectivos grados de avance. También comparan los montos ejecutados (en forma acumulada) con respecto al mismo período del año anterior, realizándose comentarios acerca del desempeño de las distintas variables asociadas a la evolución de los recursos y gastos. En todos los casos, más allá de las distintas formas en las que los diversos documentos exponen la información, el análisis comienza a nivel de las categorías programáticas de menor nivel, alcanzando un proceso de agregación de los datos hasta llegar a los niveles políticos más altos del gobierno. 68 La fuente de datos primaria de los informes surge, en general, de los estados de ejecución presupuestaria que produce la base de datos del Sistema Integrado de Información Financiera (SIDIF). Boletín Fiscal Contiene información económico-financiera de carácter periódico y sistemático que elabora la ONP con la colaboración de otras áreas de la Secretaría de Hacienda y la Secretaría de Finanzas. A través del Boletín Fiscal se difunde trimestralmente información de seguimiento global de la ejecución del presupuesto, que incluye, además del análisis de los resultados económico-financieros, del seguimiento del presupuesto de recursos y gastos y de las modificaciones presupuestarias, información relativa a la ejecución del presupuesto del sector público nacional de acuerdo con la base caja, el estado de la deuda pública y los activos financieros, la distribución de los recursos de origen nacional a provincias, la evolución de la deuda exigible de la administración central, y datos sobre ocupación y salarios en el Poder Ejecutivo Nacional. La información es recibida, en algunos casos, y confeccionada directamente, en otros, por la ONP dentro de un período no menor a los 15/20 días posteriores a la finalización del trimestre bajo análisis. A partir de ese momento se analiza la consistencia de los datos, procurando elaborar el documento con la mayor homogeneidad posible y difundirlo a través del sitio de la ONP: http://www.mecon.gov.ar/onp/html/boletin/index.htm. También se elabora la publicación anual Boletín Fiscal - Compilación Estadística, que presenta las series históricas del Boletín Fiscal desde 1993. En este caso se recopila la información publicada y se actualiza con las cifras definitivas una vez que se realiza la presentación de la Cuenta de Inversión al Congreso de la Nación. La misma se publica en: http://www.mecon.gov.ar/onp/html/boletin/anual9303/default1.htm. Minuta para el análisis de la ejecución presupuestaria de la Administración Nacional Este informe se elabora mensualmente y permite obtener, con cierta celeridad, una noción general de la ejecución presupuestaria en las distintas jurisdicciones de la administración nacional. En él se efectúa la estimación del resultado financiero (déficit o superávit fiscal) y del resultado primario (no contempla la atención de intereses de la deuda pública) en base devengado, la comparación con respecto al mismo período del año anterior y respecto a las previsiones para el año de los montos ejecutados (en forma acumulada) de los recursos y de los gastos, estos últimos bajo la clasificación por jurisdicciones, detallando los principales servicios o programas de cada una de ellas y efectuando los comentarios correspondientes. Esto implica la utilización de la clasificación institucional del gasto, enfatizando el análisis en la evolución de las instituciones y programas que tienen un peso decisivo en dichos gastos. La periodicidad mensual de este informe permite la celeridad de su difusión, contribuyendo a la obtención de las principales explicaciones sobre la evolución de los recursos y gastos. Su distribución es interna, dentro de la Secretaría de Hacienda (no está en Internet), siendo sus principales usuarios las autoridades de la Secretaría de Hacienda, de la Subsecretaría de Presupuesto, de la Tesorería y la Contaduría, y todos los directores de la Oficina Nacional de Presupuesto. Ejecución Presupuestaria de la Administración Nacional Esta publicación incluye comentarios sobre el seguimiento de recursos y gastos de la Administración Nacional presentando los datos bajo un esquema de Cuenta Ahorro-Inversión, que compara la ejecución presupuestaria en un período vigente con respecto al año anterior, y refleja los niveles ejecutados respecto a las previsiones para ese año bajo análisis. 69 Al igual que en el informe “Minuta para el análisis de la ejecución presupuestaria de la Administración Nacional”, la confección de los datos es mensual, con lo cual presenta la mismas limitaciones en cuanto al carácter provisorio de las cifras y a la necesidad de efectuar adecuaciones para mejorar el análisis; pero a diferencia de la primera, su difusión, además de interna, es pública, a través del sitio de la ONP: http://www.mecon.gov.ar/onp/html/ejecu_mensual/index.htm. Ejecución Presupuestaria del Sector Público Nacional La información contenida en este documento comparte con la anterior publicación la presentación de comentarios sobre la ejecución presupuestaria, agrupando la información de acuerdo a la clasificación económica de recursos y gastos. La diferencia es que, en este caso, se extiende el análisis al universo del sector público nacional, que fue descripto anteriormente, determinándose para un período dado, la magnitud del resultado financiero y resultado primario para este universo. En este caso, la fuente de información es la base de datos SIDIF en lo que se refiere a la administración nacional, y los sistemas particulares desarrollados para recolectar y procesar la ejecución presupuestaria de los entes que integran el resto del sector público nacional. Su difusión es trimestral. Este documento se encuentra publicado en: http://www.mecon.gov.ar/onp/html/spnnf_ejecucion/index.htm. Ejecución del Presupuesto de Divisas de la Administración Nacional Esta publicación presenta información correspondiente al seguimiento mensual del presupuesto en moneda extranjera de la administración nacional bajo el esquema Cuenta Ahorro - Inversión Financiamiento, junto con una exposición detallada de los ingresos y de los gastos totales, incluyendo fuentes y aplicaciones financieras, su comparación mensual acumulada respecto a igual período del año anterior, y los niveles ejecutados de acuerdo a las previsiones para ese año. Adicionalmente, se anexa la ejecución de los préstamos externos desagregados por dependencia u organismo, especificándose el origen de los desembolsos y sus principales destinos. Trimestralmente se incluye un cuadro resumen con información sobre la obtención de los préstamos externos y el estado de ejecución de los pagos de amortización de los mismos, junto con la colocación de títulos públicos y los vencimientos de capital de la deuda pública en moneda extranjera para el período. Como es un informe mensual, los datos resultan provisorios y pueden registrar distintas adecuaciones que contribuyen a mejorar el análisis. Se publica, a partir del año 2005, en el sitio de la ONP: http://www.mecon.gov.ar/onp/html/presup-divisas/index.htm. En todos los casos el producto del proceso de evaluación son los informes que se cursan para conocimiento y toma de decisiones por parte de las autoridades de la Secretaría de Hacienda, de otras jurisdicciones del Poder Ejecutivo Nacional y de los propios organismos ejecutores. De acuerdo con las distintas clases de evaluaciones, se presentan tres tipos de informes: a) Evaluación global: El producto final de la evaluación global de la ejecución del presupuesto de la administración nacional es la elaboración de un informe trimestral. Dicho informe consta de dos partes. La primera de ellas contiene un análisis de los siguientes puntos: Resultados económico-financieros. Variables macroeconómicas. Ejecución de recursos. Ejecución acumulada de gastos. Ejecución trimestral de gastos. En la segunda parte se señalan las conclusiones y propuestas generales y específicas que surgen de los análisis mencionados. Asimismo, se incluyen como anexos las informaciones pertinentes. 70 b) Evaluación de las jurisdicciones y entidades 4 : El informe de evaluación institucional consta de tres partes. La primera de ellas se refiere a los aspectos globales de la institución, es decir, a la evaluación del cumplimiento de la política presupuestaria en sus diversas áreas, a la estructura general de los recursos reales y financieros utilizados y a la ejecución trimestral de los gastos. La segunda parte, contiene una evaluación a nivel programático, lo que implica la realización de análisis a ese nivel del cumplimiento de metas, de la ejecución financiera, etc. La tercera y última parte del informe contiene las conclusiones y propuestas que se consideren convenientes. El informe se elabora al finalizar el mes siguiente al cierre del período en evaluación y es presentado a las autoridades de las respectivas jurisdicciones y entidades. c) Evaluación de programas seleccionados: La selección de los programas se lleva a cabo tratando de detectar aquellos más representativos de los contenidos de las políticas presupuestarias, o mediante el agrupamiento de programas relacionados entre sí para su análisis conjunto, como es el caso de situaciones complejas, en las que debe complementarse la acción de más de un organismo. Con base en las informaciones sobre el ritmo de ejecución de los programas, el conocimiento que el analista tenga de la jurisdicción y entidad, y de los programas objeto de evaluación, y con el apoyo informativo de la Unidad Ejecutora del Programa, se prepara un informe donde se analizan las características de la ejecución del programa en relación con la prioridad asignada en la institución correspondiente, se determinan las causas de los desvíos con respecto a la programación y se proponen medidas correctivas. En la medida que se disponga de la información pertinente, el informe se sustentará en, por ejemplo, los siguientes indicadores: · Producción terminal y producción intermedia directa. · Estructura de recursos. · Coeficientes insumo-producto. · Coeficientes entre recursos. · Estados de ejecución física de recursos. · Variaciones en la ocupación de cargos por categorías programáticas. Dicho informe se prepara al finalizar el mes siguiente al cierre del período en análisis y es puesto en conocimiento de las autoridades de las jurisdicciones y entidades, y responsables de los programas correspondientes. El Cuadro N° 1 presenta un resumen con los informes más importantes en materia financiera y presupuestaria. 4 En la ONP se producen los siguientes informes relativos a la evaluación: a) Informe trimestral. b) Informe trimestral de inversión. c) Informe anual de indicadores. d) Informe del Capítulo de Gestión de la Cuenta de Inversión. 71 Cuadro N° 1 Resumen de los informes más importantes en materia financiera y presupuestaria Título Boletín Fiscal (Capítulo 1: Cuenta Ahorro Inversión - Financiamiento de la Admón. Nacional y Sector Público Nacional, y Capítulo 3: Gastos de la Administración Nacional). Minuta para el análisis de la ejecución presupuestaria de la Administración Nacional. Ejecución Presupuestaria de la Administración Nacional. Ejecución Presupuestaria del Sector Público Nacional. Ejecución del Presupuesto de Divisas de la Administración Nacional. Visualización detallada del presupuesto. Contenido Difusión Frecuencia Cuenta - ahorro - inversión financiamiento. Modificaciones presupuestarias. Análisis de gasto. Sitio de la ONP Trimestral Análisis de Recursos y Gastos. Resultado Financiero/Primario. Interna Mensual Sitio de la ONP Mensual Sitio de la ONP Trimestral Sitio de la ONP Mensual Sitio de Consulta para el Ciudadano Trimestral Análisis de Recursos y Gastos. Resultado Financiero/Primario. Análisis de Recursos y Gastos. Resultado Financiero/Primario. Análisis de Recursos y Gastos. Fuentes y Aplicaciones Financieras. Análisis de Recursos y Gastos. Fuente: Elaboración propia con base en la documentación de los organismos públicos del sector financiero. 4.2 Credibilidad de la información 4.2.1 Sistema B Los organismos nacionales que intervienen en la ejecución del gasto social ejecutan en gran parte sus presupuestos mediante la transferencia de recursos financieros a provincias, municipios y entidades no gubernamentales; a estos efectos, es preciso que el organismo evaluador instrumente un sistema de información que, directa o indirectamente, le garantice la regularidad y confiabilidad de la información relativa a la efectiva recepción, por parte de los beneficiarios, de los bienes y servicios programados. Para la evaluación de la ejecución presupuestaria de los programas comprendidos en la definición de “Servicios Sociales”, es menester contar con la información que brinda periódicamente sobre el tema el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y, de ser posible, con datos provenientes de encuestas programadas por el propio servicio evaluador. 4.2.2 Sistema C A trimestre vencido, las jurisdicciones y organismos deben enviar la información sobre la ejecución de metas físicas y las causas de desvío entre lo programado y lo efectivamente ejecutado, pudiéndose penalizar a los organismos incumplidores mediante el mecanismo de no dar curso a las órdenes de pago. Para el relevamiento y almacenamiento de esta información se diseñó un sistema de formularios de programación, ejecución y causas de desvío, un sistema de codificación y una base de datos. Esta última posee información histórica desde 1994, lo cual permite la construcción de series de indicadores, sirve de base para elaborar indicadores físicos financieros y posibilita efectuar comparaciones entre organismos que proveen bienes o servicios semejantes. Permanentemente se procura mejorar la calidad del Sistema de Seguimiento verificando la consistencia de la información física remitida por las jurisdicciones y organismos, y manteniendo una fluida comunicación con sus responsables a fin de ajustar la definición y registro de las unidades físicas. 72 Los datos trimestrales constituyen el elemento básico para dar cumplimiento a la reglamentación de la Ley de Administración Financiera, que establece la obligatoriedad de preparar informes trimestrales de evaluación y detectar desvíos entre lo programado y lo ejecutado. La información de programación y ejecución física de los programas y proyectos de inversión y sobre cargos ocupados debe ser suministrada a la Oficina Nacional de Presupuesto por las jurisdicciones y entidades. El análisis de los desvíos financieros entre lo programado y ejecutado trimestralmente se realiza a nivel global e institucional, comparando las cuotas de gasto devengado con el gasto efectivamente ejecutado. La evaluación a nivel de categorías programáticas se debe llevar a cabo tanto en términos de grado de avance en relación con la programación anual, como de desvíos entre lo programado y ejecutado trimestralmente. El análisis de los desvíos entre lo programado y ejecutado a nivel de programas y proyectos surge de comparar la programación efectuada por la institución para el trimestre correspondiente, con la ejecución física y financiera de ese período. Las causas de desvíos, tanto financieras como de resultados, son informadas por las jurisdicciones y entidades. Vale la pena rescatar las reflexiones de algunas ONG vinculadas al tema de la evaluación. En este sentido, por la entrevista realizada a Héctor Chayer, director de FORES (Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia), nos enteramos que esta ONG elabora el “Índice de Confianza en la Justicia” para analizar la opinión pública sobre este tema con la intención de entregar un dato objetivo que permita dar cuenta del fenómeno: “la publicación, las conferencias, las ponencias, la creación del Índice de Confianza en la Justicia para levantar el tema del usuario o destinatario de la institución, del servicio que brinda la institución, es como el tema central para evaluar los impactos. Lamentablemente no pudimos empezar con el índice antes de la asunción de Kirchner para evaluar los cambios en la Corte Suprema, pero aparentemente, no han cambiado los números”. 4.3 Acceso a la información 4.3.1 Sistema A En cuanto a la función del Estado de garantizar la accesibilidad general a la información relativa al ejercicio de sus funciones y al manejo y disponibilidad de los recursos del sector público, la Subsecretaría de la Gestión Pública impulsa programas que, mediante el uso de tecnologías de gestión e informática, hacen posible establecer vínculos de mayor intensidad entre los ciudadanos y el Estado, tales como: El Plan de Gobierno Electrónico: pone al alcance de la ciudadanía la información sobre las actividades del Estado, con el sostenimiento del Portal General de Gobierno de la República Argentina. La capacitación y asesoramiento a las unidades orgánicas de la APN en materia de contrataciones, con el objeto de establecer claros comportamientos en la administración de recursos. El portal Argentina Compra: pone a disposición de la administración pública y de la ciudadanía la información y estadísticas sobre las contrataciones del Estado argentino. El Programa “Carta Compromiso con el Ciudadano”: tiene por objeto la instrumentación de compromisos por parte de los organismos públicos prestadores directos, donde se transparentan las condiciones y modalidades operativas de los servicios, así como los derechos de los ciudadanos. La Auditoría Ciudadana: permite la participación ciudadana en el control del desempeño de las instituciones. 73 El desarrollo e innovación en tecnologías de información y comunicación para la modernización de la APN. La Oficina Nacional de Tecnologías de Información (ONTI): su objetivo primario es orientar al ciudadano en todos aquellos trámites que deba realizar ante la administración pública, a través del portal http://www.argentina.gov.ar. Busca producir un cambio positivo en la relación del Estado con los ciudadanos, apuntando a acercar la administración a la gente mediante el ofrecimiento de información acerca de los servicios que presta el Estado de manera clara y sencilla, según la noción de que la información responsable es aquella que permite al ciudadano saber qué puede esperar y qué debe exigir de la administración. 4.3.2 Sistema C En el ámbito de la ONP se elabora la “visualización detallada” del presupuesto, con actualización trimestral, que muestra cuadros dinámicos y gráficos sobre la ejecución acumulada de recursos y gastos a un período y en comparación con el año anterior, presentando las cifras de acuerdo con diferentes clasificadores presupuestarios. A diferencia de los restantes informes, la presentación no incluye comentarios, de manera de reflejar la ejecución del presupuesto de una manera ágil y sencilla, adaptada al ciudadano. El mismo puede consultarse en: http://www.mecon.gov.ar/consulta/detallado/index0.html. El acceso de la ciudadanía a los informes emanados de los organismos de control se encuentra condicionado por los procesos internos formales de aprobación y difusión, que implican la intervención de otros órganos como el Congreso o el Poder Ejecutivo. En la entrevista realizada al Dr. Despouy, Presidente de la AGN, queda puesto de relieve que en función del interés político que se le asigna, la comunicación pública se ve relegada por cuestiones de mérito u oportunidad. Es posible que a partir de estas dificultades, la Presidencia de la AGN se viera alentada, por la vía informal, a remover este obstáculo y publicar sus informes inmediatamente a continuación de haber sido aprobados por el Colegio de Auditores. Por otra parte, destaca el Presidente de la AGN, es un riesgo para quien asume la responsabilidad de darlo a conocer, ya que puede utilizarse por parte del auditado, si por ejemplo es el área económica, para restringir la autarquía financiera. El CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), una ONG especializada en el fortalecimiento de políticas públicas, aborda el acceso a la información, tratando de identificar las causas por las cuales la misma se parcializa al momento de su divulgación. Sin embargo, y a pesar de la intensa labor que ha desarrollado en algunos organismos del Estado en los que se analizó la perspectiva de los “stakeholders” en lo referido a la satisfacción de sus demandas y su participación en las políticas públicas bajo examen, no incluyen en su mirada el plano de M&E. No obstante, ha informado los problemas que presenta el ciclo de formulación y ejecución del proyecto de presupuesto: “A lo largo de todo el proceso, primero en la parte de formulación del proyecto de presupuesto, por ejemplo, la parte de evolución de las variables macroeconómicas: tipos de cambio, inflación, crecimiento, éstas se están haciendo mal, (…) se están utilizando políticamente para ver los resultados que se quieren presentar. (…) eso determinaría la capacidad de recaudación del Estado. (…) generalmente está subestimada, pero además en el tema de gasto también hay problemas serios, porque hay demasiados cambios a lo largo de la ejecución del presupuesto. Entonces, hace que el presupuesto inicial sea muy diferente del presupuesto final, e institucionalmente los cambios no van por los canales que a nosotros nos gustaría que fueran, canales de debate, canales de discusión, sino por canales de decisiones unilaterales, decretos de necesidad y urgencia, facultades delegadas, etc. Creemos que debe haber flexibilidad por parte del Poder Ejecutivo para adaptarse a las condiciones cambiantes de la economía, pero no para hacer lo que le dé la gana (…) hay muchas provincias que no cumplen con lo que establece la Ley, que es informar durante el año de ejecución para que el monitoreo pueda hacerse en vivo y en directo y no una vez que las gestiones de gobierno se hayan ido”. 74 4.4 Consumo de la información 4.4.1 Sistema B En relación con la evaluación de los programas sociales, el SIEMPRO emite gran cantidad de información; entre ellas: Encuesta sobre condiciones de vida. Informes de situación social y pobreza. Bases de datos de indicadores sociales. Bases de datos de programas sociales, nacionales y provinciales. Registros de beneficiarios. Sistema de identificación y selección de familias beneficiarias actuales y potenciales de programas sociales. Observatorio social. Estudios y publicaciones. Se consideran destinatarios de la información producida por el SIEMPRO: Los ministerios que integran el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales. Las áreas sociales nacionales, provinciales y municipales. Los equipos de programas sociales. Los funcionarios y técnicos de OGS y ONG. Los Consejos Consultivos nacionales, provinciales y locales. Las universidades. Por su parte, el SIM proporciona información permanente a los decisores de política social y a los responsables de programas acerca de las actividades realizadas, los recursos utilizados y disponibles, beneficiarios, resultados obtenidos en relación con los programados, a partir del análisis de indicadores específicos. En tanto, el SISFAM posibilita un diagnóstico socioeconómico de los grupos poblacionales en condiciones de vulnerabilidad, para el diseño de programas y proyectos sociales. Lo que permite, a su vez: analizar la oferta de servicios y programas del Estado en función de las características de las familias y problemas sociales detectados; armar un registro unificado de beneficiarios y vincular la información de los distintos programas; brindar información a los programas para realizar el seguimiento y evaluación de la eficacia y eficiencia de sus prestaciones; contribuir a la capacidad de gestión provincial y municipal mediante la puesta en marcha de un sistema propio de información social y la capacitación para su uso. Por último, el CENOC informa y registra, acredita y categoriza las OSC, cualquiera sea la temática que aborden, estando o no legalmente constituidas, que desarrollen actividades sin fines de lucro en beneficio de la comunidad, dentro del territorio nacional. Administra una base de datos con información sobre las OSC de todo el país y difunde información relevante para las OSC sobre las actividades del Estado nacional. 4.5 Impacto de la información Sistema A. Desde el área responsable de la ejecución del sistema se reconoce la falta de información “franca” a la ciudadanía del Tablero de Comando. Restringido el consumo de la información, no es dable esperar que se impulsen acciones o demandas generadoras de cambios al interior del Sistema. El consumo de la información que allí se produce es interno y su impacto no se mide; lo mismo ocurre con los propios organismos ejecutores de políticas: no realizan todavía mediciones ni evaluaciones de este tipo. 75 Tanto de la documentación oficial como de la mayoría de las opiniones recabadas de los entrevistados, surge que las políticas de gobierno raramente se guían por la planificación estratégica, razón como para que no abunde la medición de impactos. Sistema B. Si bien existe consenso entre los encuestados acerca de lo avanzado del sistema en materia de M&E, la falta de continuidad conspira contra los análisis acerca de sus propios resultados e impactos. La discontinuidad del SIEMPRO atenta contra la capacidad de difundir la experiencia acumulada en este Sistema, al que los entrevistados catalogan como la experiencia más desarrollada e interesante. Sistema C. Este sistema se considera clave en la opinión mayoritaria de los entrevistados, ya que el resultado del consumo de su información produce efectos en la gestión futura, en la medida que opera sobre las decisiones de asignación presupuestaria. Esto es percibido como una limitante, ya que obra negativamente en la propensión de las organizaciones a medir su propia gestión. Las afirmaciones en el sentido de la falta de planificación estratégica a nivel organizacional, sectorial y nacional, que son recurrentes en las entrevistas, permiten apreciar que los avances son escasos y están más enfocados a la aplicación de nuevas tecnologías de gestión que en medir resultados e impactos globales que correlacionen metas físicas y financieras. La expresión que simboliza la situación es: “No hay plan”; ello talvez sirva para explicar, parcialmente, el escaso impacto de los sistemas de M&E. Existe una común opinión, que se desprende del conjunto de entrevistas, acerca de la necesidad de concientizar y sensibilizar a los agentes públicos sobre los beneficios que genera la aplicación de M&E. Sin embargo, y a pesar de la capacitación ofrecida y detallada en apartados anteriores, todavía se insiste en que no existen fondos destinados a ello, razón por la cual no se obtienen logros, en el sentido de incrementar las capacidades de definir y establecer mediciones de producción pública. Por otra parte, el desarrollo de los sistemas no alcanza a la totalidad de las entidades gubernamentales. 4.5.1 Impacto y asignación del gasto Sistema A. El único incentivo para utilizar M&E que se reconoce por parte de la mayoría de los entrevistados, radica en el cumplimiento del conjunto normativo disponible, que estipula la calidad del gasto en la producción de bienes y servicios públicos. Cabe recordar que si bien el Plan de Modernización consagró la flexibilización de las estructuras y los premios presupuestarios por los ahorros que se consiguieran a partir de la mejora organizacional, esta prescripción no tuvo principio de ejecución. Sistema C. Desde este sistema se adoptan decisiones sobre el financiamiento de los organismos públicos, y sobre ajustes a los niveles y composición de los gastos. Tal como se explicitó en otros párrafos de este informe, con base en los análisis que se realizan dentro de cada programa, se debe preparar una síntesis a nivel institucional en la que se expliquen las causas de las variaciones en la composición de las fuentes de financiamiento y se propongan criterios o pautas, bien sea para modificar el financiamiento del Tesoro Nacional o para introducir limitaciones al uso de los créditos presupuestarios involucrados. Sin embargo, el hecho de que el Presupuesto aprobado por el Congreso sufra constantes modificaciones, desalienta y anula el efecto que podría tener esta actividad como motivadora del uso del M&E y del aprovechamiento de sus resultados. 76 Por otra parte, los gestores del sistema califican como una fortaleza la prerrogativa de la que dispone el área coordinadora del sistema para interrumpir desembolsos financieros, como “castigo” a aquellos que no entregan la información trimestral exigida. 4.5.2 Impacto y rendición de cuentas Sistema A. En este sistema, el Programa Carta Compromiso mide la capacidad de rendir cuentas de las organizaciones, ponderando la información que brindan, la comunicación que establecen con los usuarios de los bienes y servicios que ofrecen y el grado en que ellos son involucrados a las actividades de M&E. La orientación al ciudadano es un eje significativo de acción del sistema, y el otorgamiento de Premios a la Calidad y a la Innovación en el Sector Público juegan como un factor motivador de los organismos adheridos al sistema. Sistema B. Uno de los rasgos más salientes de las opiniones relevadas durante la investigación se corporiza en este punto: la discontinuidad del SIEMPRO impide seguir midiendo los avances que se verificaron durante su ejecución. Sistema C. Los entrevistados concuerdan cuando señalan la debilidad institucional y la poca articulación de los organismos que intervienen en el seguimiento y evaluación de la gestión pública. Se enfatiza el pobre aprovechamiento y escasa oportunidad de la información disponible, y la insuficiente capacidad y voluntad de los decisores de políticas para utilizar la información que se produce como resultado de la evaluación. Sobre el particular, al operar como un factor coadyuvante, reiteramos que las actividades de control han perdido fuerza coercitiva para la implementación de correcciones, en caso de detección de desvíos. 77 V. INSTITUCIONALIZACIÓN DE LOS SISTEMAS Para entender las dimensiones y consecuencias de la crisis política, económica y social de 2001 que conmovió a la Argentina, en relación con el objeto principal de este diagnóstico sobre M&E de políticas públicas, es necesario señalar el impacto mayor: el Plan de Modernización, tal como estaba concebido y sancionado, fue archivado; sólo permanece íntegro uno de sus componentes, la Carta Compromiso con el Ciudadano. Consideramos, sin embargo, conveniente describir la naturaleza de dicho Plan dado su enfoque sistémico. 5.1 Sistema A: Plan de Modernización El Plan de Modernización establecía las directrices del funcionamiento estatal. Las transformaciones institucionales contemplaban la adopción de Cartas Compromiso como instrumento para transparentar la gestión y someterla al escrutinio de la ciudadanía y la orientación por resultados, operada a través de contratos de gestión entre la Alta Dirección y los gerentes de programa, y entre la Alta Dirección de los organismos y la Jefatura de Gabinete de Ministros. Los Contratos de Gestión y los Acuerdos Programa, respectivamente, cristalizaban esta secuencia de responsabilización y rendición de cuentas. Estas modalidades de gestión contemplaban la flexibilización presupuestaria y la autonomía en la función, así como un sistema de incentivos para el buen desempeño. Las transformaciones transversales previstas por el Plan tenían como eje la gestión del capital humano, promoviendo la evaluación del desempeño como pilar de la carrera administrativa e impulsando la formación y desarrollo del capital humano, la mejora de la administración financiera y el gobierno electrónico. Por último, los proyectos de modernización de las estructuras estatales, la racionalización del endeudamiento y la política anticorrupción completaban el Plan de Modernización. Preceden al Plan las medidas relacionadas con la publicidad y accesibilidad de la información gubernamental y el programa de evaluación de calidad del gasto. El Sistema de Gestión de Calidad, reglamentado en el año 1993, estableció un reconocimiento simbólico y no económico a las organizaciones. El sistema apuntó a la mejora del servicio, la imagen y la gestión, la optimización del uso de los recursos y la integración del cliente-ciudadano a la organización. Con la suscripción del Plan de Modernización se convocó a las distintas entidades gremiales del sector público, a expertos y a representantes de ONG a interactuar con la Jefatura del Gabinete de Ministros, órgano coordinador del proceso de modernización, así como a la Secretaría de Hacienda del Ministerio de Economía, al Síndico General de la Nación, al Secretario Legal y Técnico de la Presidencia de la Nación y al Fiscal de Control Administrativo de la Oficina Anticorrupción para la implementación de las medidas propuestas. 5.2 Sistema C La institucionalización del sistema del control mantiene una prioridad: la sanción de una ley que reglamente la prescripción constitucional en cuanto a la jerarquización reconocida al control externo. Existe un proyecto de Ley, introducido en la Cámara de Diputados de la Nación según Expediente N° 0659-D-2006 (publicado en Trámite Parlamentario, N° 11 del 15-03-2006), que modifica la Ley N° 78 24.156, de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional, que tiene por objeto fortalecer la Sindicatura General de la Nación y la Auditoría General de la Nación como organismos de control interno y externo, respectivamente. Tal proyecto pone el acento en el sistema constitucional de frenos y contrapesos diseñado para controlar el ejercicio abusivo del poder político por parte de quienes lo detentan. En este sentido, puntualiza que los controles interórganos, denominados accountability horizontal, suelen ser reactivos y muy dramáticos, siguiendo a O’Donnell. Continúa con sus citas a este autor cuando señala que “la verificación de estas limitaciones para la efectividad de la accountability horizontal condujo, prácticamente en todas partes, aunque en diferentes períodos y con diferentes características, a la creación de agencias con accountability horizontal asignada. Éstas son las agencias (Ombudsman, auditorías, controladores, Conseils d’Etat, fiscalías, contralorías y similares), legalmente encargadas de supervisar, prevenir, desalentar, promover la sanción o sancionar acciones u omisiones presuntamente ilegales de otras agencias estatales, nacionales o subnacionales”. El proyecto reafirma que la forma republicana de gobierno implica la responsabilidad de los funcionarios públicos y la publicidad de los actos de gobierno. “Se trata de que los funcionarios informen sobre sus actos (que actúen con transparencia), den fundamentos de su actuación (no sean arbitrarios), y que respondan ante los órganos de control por la violación de sus deberes (que estén sujetos a sanciones)”. Destaca que el ejercicio de las funciones de los parlamentos presupone que tengan conocimientos indispensables para poder adoptar decisiones; una información exhaustiva, que permita verificar la correspondencia de la acción de gobierno con las orientaciones parlamentarias y que, para ello, el Congreso Nacional debe sustentarse en los dictámenes de la Auditoría General de la Nación. Se apoya en los señalamientos de la Organización Internacional de las Entidades Fiscalizadoras Superiores (INTOSAI) -organismo autónomo, independiente y apolítico, creado como una institución permanente para fomentar el intercambio de ideas y experiencias entre las entidades fiscalizadoras superiores de los países miembros- al definir la finalidad del control: “La institución del control es inmanente a la economía financiera pública. El control no representa una finalidad en sí mismo, sino una parte imprescindible de un mecanismo regulador que debe señalar, oportunamente, las desviaciones normativas y las infracciones de los principios de legalidad, rentabilidad, utilidad y racionalidad de las operaciones financieras, de tal modo que puedan adoptarse las medidas correctivas convenientes en cada caso, determinarse la responsabilidad del órgano culpable, exigirse la indemnización correspondiente o adoptarse las determinaciones que impidan o, por lo menos, dificulten, la repetición de tales infracciones en el futuro” (Declaración de Lima sobre las Líneas Básicas de la Fiscalización, http://www.intosai.org). El proyecto también trae las argumentaciones de la SIGEN, contenidas en un informe remitido en el año 2003 al Comité de Expertos del Mecanismo de Seguimiento de la implementación de la Convención Interamericana Contra la Corrupción en nuestro país: “El incumplimiento de las disposiciones emanadas de la Ley Nº 24.156 (Ley de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional) y su reglamentación no genera sanción alguna (...). En ese sentido, algunos de los postulados sustantivos de la Ley, tales como la aplicación de los criterios de economía, eficiencia y eficacia, se transforman en una mera declaración de principios, carente de operatividad. Esta situación debilita el marco general en el que se desenvuelven las actividades del sector público, y en particular afecta las consecuencias de las actividades de control. La puesta en marcha de medidas orientadas a dar respuesta a las observaciones de auditoría y las recomendaciones asociadas ha sido dispar, aunque en general se observa que cada año se incrementan las observaciones en trámite o sin acción correctiva. En el marco legal vigente, la autoridad que recibe la recomendación ni siquiera tiene la obligación de pronunciarse sobre la misma y mucho menos la obligación de cumplirla” (el informe país sobre Argentina se encuentra publicado en el sitio web de la OEA: http://www.oas.org, y en el de la Oficina Anticorrupción del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos: http://www.anticorrupcion.gov.ar). 79 En tal sentido, sigue el proyecto, el “propio Comité de Expertos, al analizar el cumplimiento por parte de nuestro país del artículo III, párrafo 1 de la CICC sobre la existencia de normas de conducta y mecanismos para asegurar la preservación y el uso adecuado de los recursos asignados a los funcionarios públicos, recomendó: fortalecer los sistemas de auditoría interna y externa de control, y utilizar efectivamente la información generada en dichas auditorías. Para cumplir con esta recomendación, la República Argentina podría tener en cuenta las siguientes medidas: Asegurar la existencia de un sistema efectivo de control dependiente del Congreso sobre el gasto de fondos públicos. Dar a publicidad, cuando sea apropiado, los informes realizados por los organismos de control. Establecer un sistema efectivo de sanciones por violaciones a las normas legales o reglamentaciones encontradas durante el transcurso de auditorías. Garantizar la mayor estabilidad e independencia de los auditores internos”. El proyecto de ley que se analiza se apoya en la teoría contra la corrupción moderna, que se basa en el castigo y en la prevención. Se trata de un problema de incentivos, de reducción de alicientes y aumento de costos de las transacciones corruptas para desalentarlas. Tres cuestiones aportan a esta mirada: 1) La ausencia, insuficiencia o ineficiencia de controles externos e internos, incluyendo en este punto al Poder Judicial y a los integrantes del Ministerio Público, y la escasa coordinación entre los numerosos organismos de control existentes. 2) La amplia discrecionalidad de los funcionarios para disponer o solicitar recursos públicos sin un marco legal adecuado que acote razonablemente su marco de acción. 3) La falta de transparencia, que impide a los ciudadanos, a los periodistas, a las organizaciones de la sociedad civil, y aun a los partidos políticos que no se encuentran en el poder, ejercer su derecho al acceso a la información para conocer los actos de gobierno, participar y controlar los actos de los funcionarios públicos en distintas instancias de la toma de decisiones públicas. Entre los lineamientos de la reforma merecen destacarse: Asegurarse que el control no esté en manos del partido mayoritario, mediante el cambio en la forma de designación de los titulares de la AGN, teniendo en cuenta las representaciones minoritarias y la implementación de un sistema público basado en el mérito, en el que la sociedad civil pueda valorar los antecedentes de los candidatos propuestos, presentando sus apoyos e impugnaciones ante el Congreso. Mayor independencia de las unidades de auditoría interna, sometidas a criterios de selección por concursos de oposición y antecedentes, y dependerán jerárquica y presupuestariamente de la SIGEN. Sumar a la publicidad de las auditorías e informes anuales de su gestión, los planes de auditoría anuales. Creación de Comités de Auditoría para monitorear el cumplimiento de las observaciones o recomendaciones que se realizan en los informes de auditoría, con informes periódicos de avance realizados por los responsables de la jurisdicción o entidad. Mayor cooperación, coordinación e intercambio de información con otros organismos de control nacionales, provinciales o de otra jurisdicción; entre la SIGEN, la AGN y otros organismos con competencia específica, tales como la Procuración del Tesoro de la Nación, la Oficina Anticorrupción del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, la Fiscalía de Investigaciones Administrativas y la Defensoría del Pueblo de la Nación. Mayor autonomía a la SIGEN y la AGN para elaborar y aprobar los planes operativos anuales o de auditoría. Otorgamiento de autarquía administrativa e independencia financiera a la AGN. Creación de mecanismos de consulta o canales de participación para que organizaciones de la sociedad civil propongan jurisdicciones o entidades a auditar, o se introduzcan puntos de auditoría en los planes operativos anuales, o cooperen en el control concomitante de la ejecución presupuestaria o en el seguimiento de la implementación de recomendaciones. 80 Mayor precisión sobre los distintos incumplimientos que pueden cometer los funcionarios públicos a cargo de entidades y jurisdicciones del sector público, y promoción de sanciones para los funcionarios que no cooperan en el marco de las auditorías, o que no cumplan con las observaciones o recomendaciones en forma injustificada. Mayor representatividad de las minorías parlamentarias en la integración de la Comisión Parlamentaria Mixta Revisora de Cuentas. 81 VI. REFLEXIONES FINALES La función de control y su ejercicio datan de tiempo inmemorial en la historia de la administración pública argentina, siempre incorporada a una visión centralizada y centralista, que desde el regalismo indiano, la recentralización borbónica y la recentralización autoritaria de los factos del siglo XX, marcaron una tendencia devenida en rasgo estructural del sistema de gestión: control desde el centro y estilo de sujeción/represión (tanto que la propia expresión “control social” actual debió abrirse dificultoso paso frente a tantos años de empleo inverso como “control sobre la sociedad”). Fue básicamente un control formal de ajuste a las reglas, lo que generó un comportamiento burocrático más preocupado por la constancia documental del procedimiento que por el resultado concreto. Esta característica se extendió a la contabilidad y la hacienda en general, y hasta a los mecanismos de los sucesivos formatos paraestatales, que teóricamente buscaban flexibilidad y gestión mejorada, con mira en los resultados. El control así entendido -y que en la práctica se interpretaba como función lineal y valor eminentemente simbólico- tuvo magras consecuencias operativas. Cuando empiezan a difundirse las nociones de M&E en el país -recordando que evaluación equivalió preponderantemente a examen de comprobación, con pocos o ningún ingrediente de retroalimentación- no sorprende que ambas fueran relacionadas en lo conceptual y asignadas a los organismos existentes de control, en el caso del Estado nacional, a la Auditoría General de la Nación, formalmente encargada de la función de evaluación. Ello no sólo perjudicó el desarrollo moderno y operativo de un verdadero sistema de M&E, sino que tiñó a la innovación de los caracteres tradicionales e inmovilistas de la teoría y práctica habitual del control, y de escasa eficacia. Las relaciones entre ciertas innovaciones y las personas que de algún modo las encarnan, son variadas y a veces complejas. En los planes estratégicos de las áreas metropolitanas de Iberoamérica, pongamos por caso, la identificación con un “piloto” (iniciador, propulsor, difusor), ha sido decisiva para el éxito de la iniciativa, aunque con la desventaja de que un resultado electoral adverso afecta el desarrollo de la iniciativa, precisamente por su excesiva personalización. En el caso argentino, los sucesivos dispositivos relativos a M&E han estado ligados a iniciativas personales o grupales, más que a tendencias generales, tributarias de cambios reconocidos nacionales o extranjeros. Es por ello que, a los efectos de seleccionar los informantes clave, se ha tomado en cuenta este fenómeno, procurando buscar el testimonio de grandes innovadores o continuadores con criterio crítico, en la medida que estuvieran disponibles. Dos ejemplos ilustran esta modalidad argentina. Durante muchos años, la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas resultó relativamente incólume a las visiones apocalípticas de desorden, falta de transparencia y diversos vicios del sector público nacional, con un cierto monopolio de la noción de que la solución a esos problemas estaba al alcance de la mano. Esa apreciación positiva culminó cuando a la vuelta del sistema democrático en 1983, el cargo fue ocupado por Ricardo Molinas, figura de antecedentes impecables y destacada actuación simbólica como “Fiscal de la República”. Fallecido en el cargo, éste entró en un cono de sombra, y cuando se introducen en los años 90 nuevos órganos extrapoder, no faltaron quienes propusieran la eliminación lisa y llana de esa Fiscalía. Un caso inverso es el de las Cartas Compromiso con el Ciudadano, con un rol inicial marginal o secundario, aplicadas en organismos de relativa trascendencia, quizás con la esperanza de que resultaran sucedáneos de la participación ciudadana. Al mismo tiempo se desataba un vendaval “teórico” por la sustitución del concepto de “ciudadano” por el de “cliente”, omitiendo no sólo tendencias universales, sino la calamitosa calidad de los servicios públicos locales, según todas las fuentes y encuestas pertinentes. 82 En Argentina suele apelarse con frecuencia al contexto cultural o al influjo de modelos globales para explicar las razones que impiden el desarrollo de mejores técnicas de M&E o la falta de apego por la gestión orientada a resultados. Este tipo de planteo contiene verdades parciales. Sin duda que esa tradición cultural existe desde la matriz hispánica, con leyes que “se acatan pero no se cumplen”, sumado al arielismo de principios del siglo XX como respuesta a cierto pragmatismo materialista. Pero estas circunstancias, con ser parcialmente ciertas, no deberían representar un obstáculo irremontable. La claridad en los objetivos de lo que se busca, sumada al perfeccionamiento de diversos arreglos organizacionales comprometiendo eficacia y eficiencia, no garantizarán necesariamente una mejora milagrosa, pero sí ahorrarán esfuerzos divergentes a partir de incorporar las lecciones aprendidas de éxitos y fracasos. Creemos que este informe de diagnóstico constituye una fotografía del “estado del arte” en materia de M&E en Argentina en el último cuarto de siglo. El mapeo de los diferentes componentes de los sistemas, proyectos y programas lleva a la necesidad de continuar profundizando la tarea analítica, para que a partir de la sistematización de defectos, omisiones, lagunas y contradicciones se logre formular un proyecto a futuro, que determine cómo aplicar lo que la OCDE denomina “herramientas de la coherencia”, para mejorar, integrar y promover las acciones de M&E en Argentina. Las limitaciones del Informe están dadas por la ausencia de un universo armónico de normas y procedimientos de ejecución, así como por la falta de una adecuada delimitación de responsabilidades entre los diferentes actores intervinientes. También por las debilidades en la coordinación y articulación de actividades entre los distintos organismos de control. El desafío es de una magnitud equiparable a los problemas encontrados, y los propios gestores del sistema nos ayudan a identificar las prioridades: Que los actores políticos redoblen su interés y compromiso republicano por desarrollar y explotar las prácticas y tecnologías de M&E. Que se introduzcan incentivos para que los responsables de todos los niveles de la administración consideren que es beneficioso en términos de la gestión del Estado y útil para su propia valoración. Que se promueva un cambio cultural en los funcionarios públicos en general y, en especial, en quienes tienen funciones directivas. Que se impulse el análisis crítico de las actividades, desde un abordaje sistémico que supere la sola dimensión del gasto. Que se convoque a la ciudadanía para participar y convertirse en un actor clave en las acciones de M&E. 83 BIBLIOGRAFÍA AGN (1993), “La nueva era de la gestión fiscalizadora”, documento presentado en el Ciclo de Conferencias Internacionales, Auditoría General de la Nación, Buenos Aires, 15 y 16 de noviembre, http://www.agn.gov.ar. Ase, Iván (2003), “El futuro de la modernización administrativa del Estado: de la ilusión tecnocrática a la reconstrucción de lo público”, documento presentado en el Segundo Congreso Argentino de Administración Pública. Sociedad, Gobierno y Administración Pública “Reconstruyendo la Estatalidad: Transición, Instituciones y Gobernabilidad”, Córdoba, 27 al 29 de noviembre. Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (2006), ASAP ante la reforma del artículo 37 de la Ley de Administración Financiera, Buenos Aires, ASAP, mimeo. 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Chayer, Héctor: Director de Proyectos de FORES (Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia), ONG. De Angelis, Armando: Director Nacional de Planificación y Coordinación Estadística del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Deibe, Enrique: Secretario de Empleo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Despouys, Leandro: Presidente de la Auditoría General de la Nación. Fasce, Jorge: Coordinador del Área de Evaluación de la Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. Ginestar, Ángel.: Consultor internacional. Grupal CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento): · Luciana Díaz Frers: Directora en el Programa de Política Fiscal de CIPPEC. · Natalia Torres: Coordinadora del Programa de Transparencias de CIPPEC. · Miguel Ángel Rivas: Coordinador Director del Programa de Educación de CIPPEC. Grupal DNPOIC (Dirección Nacional de Proyectos con Organismos Internacionales de Crédito): · Gerardo Marcelo Hita: Director Nacional de Proyectos con Organismos Internacionales de Crédito de la Secretaría de Política Económica del Ministerio de Economía y Producción. · Aníbal López: Director de Proyectos con el BIRF, de la misma Dirección Nacional. · Agustín Mai: Director de Proyectos del BID, de la misma Dirección Nacional. Herrera, Juan Carlos: Coordinador del Programa de Mejoramiento de la Gestión en el Sector Público. López, Andrea: Coordinadora de Proyectos de la Dirección de Investigaciones del Instituto Nacional de la Administración Pública (INAP). Makón, Marcos: Ex Secretario de Modernización del Estado de la República Argentina. Director de SIDEPRO S.A. (firma de consultoría de administración financiera pública). 90 Martínez, Gabriel: Director Simple de Evaluación Presupuestaria de la Secretaría de Hacienda, Subsecretaría de Presupuesto. Martirene, Roberto: Director de la Oficina Nacional de Presupuesto de la Secretaría de Hacienda. Presidente de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP). Millán, Patricio: Director del Departamento de Economía de la Universidad Católica Argentina (UCA). Ex Representante del BID. Ossorio, Alfredo: Director de Planeamiento y Reingeniería Organizacional. Oficina Nacional de Innovación de Gestión de la Subsecretaría de la Gestión Pública. Parma, María Lidia: Asesora del Subsecretario de Coordinación del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Pernasetti, Horacio: Integrante de la Auditoría General de la Nación. Porqueres de Sycz, Carmen: Directora Nacional de Innovación de Gestión de la Subsecretaría de la Gestión Pública. Quintana, Hugo: Secretario General de la Asociación del Personal de los Organismos de Control (APOC). Rava, Marta: A cargo de la Fiscalía Nº 5, de la Fiscalía Nacional de Investigaciones, y a cargo de la Oficina de Violencia Institucional de todo el país. Salatino, Verónica: Oficial de País del Banco Mundial, con actuación en cuatro países del Cono Sur. Schweinheim, Guillermo: Presidente de la comisión directiva de la Asociación Argentina de Estudios de Administración Pública (AAEAP). Slepczuck, Inés: Directora General de Presupuesto del Ministerio de Defensa. Tangelson, Oscar: Secretario de Política Económica del Ministerio de Economía y Producción. Weich, Miguel: Director Nacional de Inversión Pública. Secretaría de Política Económica del Ministerio de Economía y Producción. 91 GLOSARIO DE SIGLAS UTILIZADAS AFIP AGN ANMAT ANSeS APN ATE BCRA BID BIRF BM CABA CCNPS CDI CECG CENOC CEPAL CER CICC CIPPEC CLAD CNC COMFER CONADIS CTIO CUIL CUIT CVS DAGPyPS DINIECE EDS ENRE EPH ETOSS FEMESA FIEL FMI FOPAR FORES FOSIP GPC ICV IDH IDRC IGJ INAP INDEC INSSJP INTA INTI INTOSAI Administración Federal de Ingresos Públicos Auditoría General de la Nación Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica Administración Nacional de Seguridad Social Administración Pública Nacional Asociación de Trabajadores del Estado Banco Central de la República Argentina Banco Interamericano de Desarrollo Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento Banco Mundial Ciudad Autónoma de Buenos Aires Consejo Consultivo Nacional de Políticas Sociales Centro de Documentación e Información Comisión de Evaluación de Calidad del Gasto Centro Nacional de Organizaciones de la Comunidad Comisión Económica para América Latina y el Caribe Coeficiente de Estabilización de Referencia Convención Interamericana Contra la Corrupción Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo Comisión Nacional de Comunicaciones Comité Federal de Radiodifusión Comisión Nacional Asesora para la Integración de Personas Discapacitadas Comisión Tripartita de Igualdad de Trato y Oportunidades Clave Única de Identidad Laboral Clave Única de Identidad Tributaria Coeficiente de Variación de Salarios Dirección de Análisis de Gasto Público y Programas Sociales Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa Encuesta de Desarrollo Social Ente Nacional Regulador de la Electricidad Encuesta Permanente de Hogares Ente Tripartito de Obras y Servicios Sanitarios Ferrocarriles Metropolitanos S.A. Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas Fondo Monetario Internacional Fondo Participativo de Inversión Social Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia Proyecto de Fortalecimiento del Sistema de Inversión Pública Gasto Público Consolidado Índice de Calidad de Vida Índice de Desarrollo Humano Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (siglas en inglés) Inspección General de Justicia Instituto Nacional de la Administración Pública Instituto Nacional de Estadística y Censos Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Instituto Nacional de Tecnología Industrial Organización Internacional de las Entidades Fiscalizadoras Superiores (siglas en inglés) 92 LUA M&E MERCOSUR MTEySS NV OEA OGS ONG ONU ORSNA OSC PAS PEN PFIS PBI PIIE PJH PNUD PRANI PRODEV ProMeBa PROMIN PUB PyME SCyE SEGEMAR SENASA SGP SIDIF SIEMPRO SIG SIGADE SIGEN SIGEP SIJyP SIM SINAPA SINTyS SISFAM SRT TCN UPCN UAI Legajo Único de Alumnos Monitoreo y Evaluación Mercado Común del Sur Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social Nacidos Vivos Organización de Estados Americanos Organizaciones Gubernamentales Organizaciones No Gubernamentales Organización de las Naciones Unidas Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos Organizaciones de la Sociedad Civil Planes de Acciones Sectoriales Poder Ejecutivo Nacional Plan Familias para la Inclusión Social Producto Bruto Interno Programa Integral para la Igualdad Educativa Programa Jefes de Hogar Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Programa Alimentario Nutricional Infantil Programa de Implementación del Pilar Externo del Plan de Acción a Mediano Plazo para la Efectividad del Desarrollo Programa de Mejoramiento de Barrios Programa Materno Infantil y Nutrición Padrón Único de Beneficiarios de Programas Sociales Pequeña y Mediana Empresa Seguro de Capacitación y Empleo Servicio Geológico Minero Argentino Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria Subsecretaría de la Gestión Pública Sistema Integrado de Información Financiera Sistema de Información, Monitoreo y Evaluación de Programas Sociales Sistema de Información de Gestión Sistema de Gestión y Análisis de la Deuda Pública Sindicatura General de la Nación Sindicatura General de Empresas Públicas Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones Sistema Integrado de Monitoreo Sistema Nacional de la Profesión Administrativa Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social Sistema de Identificación y Selección de Familias Beneficiarias de Programas y Servicios Sociales Superintendencia de Riesgo de Trabajo Tribunal de Cuentas de la Nación Unión del Personal Civil de la Nación Unidades de Auditoría Interna 93 ANEXO: NORMATIVA Norma Análisis de Nivel Contenido Fundamento / Justificación Contexto Decreto N° 2.192/1986 Micro Modificación de regímenes estatutarios y/o escalafonarios. Recomposición salarial y estructural que completa la racionalización administrativa de la APN. Escasez de recursos y la necesidad de contener el déficit presupuestario. Decreto Nº 333/1985 Macro Normas para la elaboración, redacción y diligenciamiento de los proyectos de actos y documentación administrativos. Adecúa los instrumentos reguladores de los organismos que integran el gobierno nacional, su funcionamiento y la gestión y trámite de sus actos. Restablecimiento del orden democrático. Ley N° 23.696/1989 Macro Declara en estado de emergencia la prestación de los servicios públicos, la ejecución de los contratos a cargo del sector público y la situación económica financiera de la APN centralizada y descentralizada. Se facultó al Poder Ejecutivo Nacional para transformar la tipicidad jurídica de todos los entes, empresas y sociedades, y para disponer la creación de nuevas empresas sobre la base de la escisión, fusión, extinción o transformación de las existentes. Se establece el proceso de privatización y participación del capital privado. Estado de emergencia del sector público. Ley N° 23.697/1989 de Emergencia Económica Macro Pone en ejercicio el poder de policía de emergencia del Estado. Superar la situación de peligro colectivo creada por las graves circunstancias económicas y sociales. Emergencia económica. Decretos Nos. 435/1990 y 612/1990 Meso Establece normas para la aplicación del programa de estabilización económica y de reforma del Estado. Decreto N° 1.482/1990 Meso Régimen general para elaboración, tramitación y funcionamiento de las estructuras organizativas de la APN. Crea el área de la Comisión de Supervisión de Resultados. 94 Norma Análisis de Nivel Contenido Fundamento / Justificación Contexto Decreto N° 1.757/1990 Macro Crea el Comité de Racionalización del Gasto Público, y el Comité Ejecutivo de Contralor de la Reforma Administrativa. Centra el estudio, análisis y proyecto de las medidas tendientes a la reducción del gasto público, y a la formulación y promoción de acciones que posibilitarán la racionalización resultante de las políticas de privatización, desregulación, desburocratización, descentralización, recentralización y transferencia de organismos, y que afectan la reorganización de la estructura orgánico funcional de la APN. Racionalización del gasto. Decreto N° 2.476/1990 Macro Racionalización de estructuras, desregulación de mercados, privatización de servicios, fortalecimiento institucional, mejora de la atención al público, modernización tecnológica de la APN y su jerarquización, reconversión laboral. Programa de Reforma Administrativa colectiva. Búsqueda del mejoramiento de la eficiencia y la racionalidad administrativas, de la capacidad de decisión de la APN, y el redimensionamiento de sus estructuras y funciones. Énfasis en la situación de peligro colectivo por las graves circunstancias económicas y sociales. Decreto N° 647/1991 Meso Estructura organizativa de la Secretaría de la Función Pública. Decretos Nos. 1.797/1980 y 993/1991 Micro La estabilidad laboral. Decreto N° 1.883/1991 Macro El Régimen de Procedimientos Administrativos. Apunta a la celeridad, economía, sencillez y eficacia de los trámites administrativos. Decreto N° 2.284/1991 Macro Desregulación económica nacional y reforma del Estado. Afianzar y profundizar la libertad económica, consolidar la estabilidad económica, evitar 95 Grave emergencia económica de los años ochenta, Norma Análisis de Nivel Contenido Fundamento / Justificación distorsiones en el sistema de precios relativos y mejorar la asignación de recursos en la economía nacional. Ley N° 24.127/1992 Meso Premio Nacional a la Calidad. Tiene por objeto la promoción, desarrollo y difusión de los procesos y sistemas destinados al mejoramiento de la calidad en los productos y servicios. Ley N° 24.156/1992 Macro Establece y regula la administración financiera y los sistemas de control del sector público nacional. Establece la evaluación del cumplimiento de los planes y políticas nacionales y del desarrollo general del país, proyección de las variables macroeconómicas de corto plazo, priorización presupuestaria en general y de planes o programas de inversiones públicas en particular. El sistema de control interno queda conformado por la Sindicatura General de la Nación y por las unidades de auditoría interna (UAI). La Auditoría General de la Nación es el ente de control externo del sector público nacional. Decreto N° 1.669/1993 Macro Nueva fase de la reforma del Estado. Trata acerca del mejoramiento de la organización administrativa del Estado, la productividad, la atención al público y la evaluación de desempeño. Fortalecer la capacidad efectiva del sector público en el cumplimiento de sus funciones de orientación, conducción y promoción del desarrollo económico y social, materializando el objetivo de una democracia humanizada. Reglamento Parcial N° 3 de la Ley de Administración Financiera Macro “Los titulares de los servicios administrativos financieros serán responsables de la elaboración de la rendición centralizada de cuentas del ámbito Incorporar en los estados financieros toda información que permita verificar el uso eficaz y eficiente de los recursos asignados. 96 Contexto estancamiento de la economía y alto grado de endeudamiento. Necesidad de apoyar la modernización y competitividad de las organizaciones. Norma Análisis de Nivel Contenido Fundamento / Justificación Contexto de su competencia, de acuerdo con las normas, procedimientos y plazos que determine la Contaduría General de la Nación”. Decreto N° 1.545/1994 Macro Crea el Sistema de Contrataciones del Sector Público Nacional y la Oficina Nacional de Contrataciones. Reforma Constitucional del año 1994, artículos 85 y 86 Macro Modifica al sistema preexistente de evaluación de la acción gubernamental. Resolución ex S.F.P. N° 113/1994 Meso Crea el Registro del Personal del Sistema Nacional de la Profesión Administrativa. Ley N° 24.629/1996 Macro Trata la reorganización administrativa, establece normas. Decreto N° 558/1996 Meso Crea la Unidad de Reforma y Modernización del Estado. En el ámbito del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social se crea el Fondo de Reconversión Laboral del sector público nacional. Resolución N° 50/1996 SFP Meso Aplicación del sistema reper-data, versión 3.0. Apoyo a la gestión de los recursos humanos del SINAPA. Decreto N° 928/1996 Meso Obligatoriedad de que los organismos descentralizados diseñen un Plan El plan debe estar orientado al ciudadano, a la medición de resultados y a la 97 Tiene por objeto establecer las políticas y normas necesarias para la eficaz y eficiente obtención de los bienes y servicios que requiera el sector público. La Oficina será el órgano rector del Sistema de Contrataciones. Mejorar el funcionamiento y la calidad de los servicios prestados por las distintas jurisdicciones de la APN. Necesidad de reorganización del sector público nacional para lograr una mayor eficiencia y su racionalización. Nuevo rol del Estado. Norma Análisis de Nivel Contenido Estratégico. Fundamento / Justificación jerarquización y participación de sus recursos humanos, asegurando la transparencia. Ley Nº 24.946/1998 Macro Reorganiza la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, integrándola al Ministerio Público Fiscal. Tiene por fin crearla como órgano dependiente de la Procuración General de la Nación. Ley Nº 25.233/1999 Macro Crea la Oficina Anticorrupción en el ámbito del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. La Oficina asume la elaboración y coordinación de programas de lucha contra la corrupción en el sector público nacional, en forma concurrente con la Fiscalía de Investigaciones Administrativas. Ley N° 25.152/1999 Macro Medidas a las cuales se deben ajustar los poderes del Estado nacional para la administración de los recursos públicos y la formulación del presupuesto general de la administración nacional. Instituye el Programa de Evaluación de Calidad del Gasto para el conjunto de la administración central y descentralizada. Aborda la temática de la eficiencia y calidad de la gestión pública, el programa de evaluación de calidad del gasto, el presupuesto plurianual, y la información pública y de libre acceso. Crea el Fondo Anticíclico Fiscal. El objeto es incrementar la calidad de los servicios a cargo del Estado mediante la evaluación sistemática de los costos de los mismos en relación con sus resultados, mejorar el desempeño gerencial de los funcionarios y aumentar la eficiencia de los organismos públicos. Ley N° 25.164 Micro Marco de regulación del empleo público nacional. Bajo esta Ley se desarrolla la carrera administrativa de los empleados comprendidos en el Sistema Nacional de la Profesión Administrativa, aprobado por el Decreto N° 993/1991. 98 Contexto Norma Análisis de Nivel Contenido Fundamento / Justificación Ley N° 25.188 Micro Deberes, prohibiciones e incompatibilidades aplicables, sin excepción, a todas las personas que se desempeñen en la función pública. Ley N° 25.326: Hábeas data Macro Declara principios generales relativos a la protección de datos. Decreto N° 66/1999 Micro Homologa el Convenio Colectivo de Trabajo General para la APN. Obligación del Estado empleador de brindar información a las entidades gremiales. Decreto N° 20/1999 Macro Fija como objetivos a: -la Secretaría de Hacienda del Ministerio de Economía, -la Secretaría de Coordinación General de la Jefatura de Gabinete de Ministros, -la Subsecretaría de Recaudación y Ejecución Presupuestaria de la Secretaría de Coordinación General de la Jefatura de Gabinete de Ministros, -la Subsecretaría de la Gestión Pública de la Secretaría de Coordinación General de la Jefatura de Gabinete de Ministros. Coordinar la administración presupuestaria y financiera del gasto público nacional e intervenir en los procesos de reforma y transformación del Estado nacional. Coordinar la acción de los Subsecretarios del Área. Coordinar la evaluación del gasto, colaborando en el diagnóstico y seguimiento permanente de su impacto sobre las condiciones de vida de la población; y desarrollar e instrumentar mecanismos de coordinación institucional, nacional y sectorial, en la materia de su competencia. Asistir a los organismos de la APN en programas de calidad y mejora. Decreto Nº 17/2000 Macro Objetivo de la Secretaría para la Modernización del Estado. Crea la Comisión para la Modernización del Estado. Participar en los lineamientos estratégicos, el diseño y el seguimiento de las políticas de modernización de la gestión pública. Tiene por cometido el seguimiento de las medidas adoptadas en el 99 Contexto Norma Análisis de Nivel Contenido Fundamento / Justificación marco del Sistema Nacional de Modernización del Estado. Decisión Administrativa N° 123/2000 Macro Crea la Comisión de Evaluación de Calidad del Gasto. Con la finalidad de controlar la prestación de servicios a cargo del Estado nacional mediante la evaluación de sus costos en relación con los resultados, mejorar el desempeño gerencial y aumentar la eficiencia de los organismos públicos. Decreto N° 229/2000 Meso “Compromiso con el Ciudadano”. Establecer las pautas a las cuales se debe atener la APN en materia de atención e información al público y la capacitación de sus agentes. Artículo 42 de la Constitución Nacional Micro Reconoce los derechos que le asisten a los usuarios y consumidores de bienes y servicios. Derecho a una información adecuada, veraz y en condiciones de trato equitativo y digno. Ley Nacional de Procedimientos Administrativos Nº 19.549, reglamentada por el Decreto Nº 1.759/1972 (t.o. 1991) Meso Mecanismos por los cuales los ciudadanos pueden plantear sus reclamos ante la administración. Los reclamos son por actos de la administración, así como por el cumplimiento de los plazos, simplificación de trámites y derechos reconocidos a los interesados. Decreto Nº 20/1999 Macro Objetivos de la Subsecretaría de la Gestión Pública de la Jefatura de Gabinete de Ministros. Proponer los actos que propicien la simplificación y transparencia de los procedimientos administrativos, y asistir a los organismos de la APN en programas de calidad y mejora. Decreto Nº 17/2000 Macro Diseño del Sistema Nacional de Modernización del Estado. Uno de los objetivos prioritarios en materia de gestión administrativa, dentro del marco del Sistema Nacional de Modernización del Estado, es potenciar la transparencia y 100 Contexto Necesidad de solvencia fiscal y mejorar la calidad de la gestión pública. Norma Análisis de Nivel Contenido Fundamento / Justificación receptividad del Estado hacia los ciudadanos. Decisión Administrativa N° 65/2001 Macro Fija los objetivos del Programa de Evaluación de Calidad del Gasto. Conduce a generar las condiciones para establecer el marco de eficiencia, eficacia, transparencia y responsabilidad que debe caracterizar la gestión del gobierno, y constituir la base de una sólida política de Estado, desarrollando en los funcionarios la capacidad de evaluar el desempeño de su organismo. Decreto N° 103/2001 Macro Proceso de modernización y reforma del Poder Ejecutivo Nacional. El proceso se llevará a cabo en el área administrativa, orientado a hacer eficiente el funcionamiento de la APN y a introducir en la gestión de las organizaciones públicas el cumplimiento de resultados mensurables y cuantificables. Se orienta la gestión de las organizaciones del Estado con base en el fortalecimiento de las funciones del mismo, aumentando su capacidad de regulación y el control sobre la calidad y el costo de las prestaciones de las compañías privadas responsables de proveer servicios públicos. Con respecto al sistema de M&E, hay que destacar la gestión del capital humano con base en la evaluación del desempeño. Resolución N° 9/2001 Meso Pautas de Gestión para las Actividades de Asistencia Técnica a cargo del Cuerpo de Administradores Gubernamentales, y las referidas a la Se fundó en la necesidad de contar con un grupo de funcionarios capacitados para colaborar en sus fases de ejecución y seguimiento, asignados 101 Contexto Necesidad de racionalizar el endeudamiento del Estado. Norma Análisis de Nivel Contenido confección del Documento de Solicitud de Asistencia Técnica por parte de los organismos que la demandaran. Fundamento / Justificación prioritariamente a estas tareas. Se consideró necesario planificar las metas a obtener en la asistencia que realizan en cada jurisdicción, y conveniente establecer pautas para el cumplimiento de resultados mensurables y cuantificables. Decisión Administrativa N° 65/2001 Macro Da cumplimiento a lo establecido en la Ley Nº 25.152 en lo relativo al establecimiento de los lineamientos generales, criterios y modalidades para la implementación y seguimiento del Programa de Evaluación de Calidad del Gasto, así como de los AcuerdosProgramas con unidades ejecutoras de programas presupuestarios. Se considera este Programa como medida orientada a establecer el marco de eficiencia, transparencia y responsabilidad. Desaparece la mención a los Acuerdos-Programas y, en consecuencia, de las acciones que orienten su desarrollo y seguimiento. Decreto N° 992/2001 Meso Crea un Sistema de administración de Unidades Ejecutoras de Programa, aplicable en las jurisdicciones o entidades incorporadas al régimen de los AcuerdosProgramas o de aquellos que se celebren con la Secretaría para la Modernización del Estado. Establece el ámbito, objeto, modo de contratación, derechos y obligaciones de los Gerentes de Programa. Incorpora la figura de “Gerente de Programa”; se establece a los efectos de asignar la responsabilidad de cumplir los objetivos de un programa presupuestario en condiciones preestablecidas de eficiencia, eficacia y calidad de gestión. Se invoca la posibilidad de concretar un nuevo modelo de gestión por resultados, uno de los objetivos prioritarios del Plan de Modernización. 102 Contexto Norma Análisis de Nivel Contenido Fundamento / Justificación Decreto N° 1.558/2001 Micro Reglamentación de la Ley N° 25.326 sobre principios generales relativos a la protección de datos. Derechos de los titulares de los datos, usuarios y responsables de archivos, registros y bancos de datos. Resolución N° 5/2002 Meso Crea el programa Participación y Control Ciudadano. Promueve la cultura de la transparencia. Decreto N° 357/2002 Macro Crea el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS). Con la finalidad de lograr una correcta y eficaz administración de los recursos del Estado destinados a la política social. Decreto N° 748/2002 Macro Crea la Comisión Nacional del Plan Estratégico Productivo, Comités Consultivos Sectoriales y las Mesas Regionales. Tiene las funciones de: aprobar el Plan Estratégico Productivo; aprobar los Planes de Acciones Sectoriales (PAS), que integran el Plan Estratégico Productivo; asegurar el cumplimiento de los PAS; y evaluar los resultados. Decreto N° 1.421/2002 Micro Reglamentación de la Ley Marco de Regulación del Empleo Público (Ley N° 25.164). Crea el Registro Central del Personal. Decreto N° 624/2003 Meso Aprueba la estructura organizativa de primer nivel operativo de la Jefatura de Gabinete de Ministros. Decreto N° 636/2002 Macro Crea el Sistema Unificado de Información Social y Tributaria (SUIST). 103 Comprende las actividades que a continuación se detallan: Sistema de Identificación Tributario y Social (SINTyS); Sistema de Información, Monitoreo y Evaluación de Programas Sociales (SIEMPRO); y Centro Nacional de Organizaciones Comunitarias (CENOC). Contexto Norma Análisis de Nivel Contenido Decreto N° 15/2005 y su reglamentación (Resolución N° 408/2006) Macro Crean y organizan el Consejo Consultivo Nacional de Políticas Sociales. Decreto N° 409/2005 Macro Modifica los objetivos correspondientes a la Subsecretaría de la Gestión Pública. Resolución N° 15/2005 Micro Establece el Registro del Personal del Sistema Nacional de la Profesión Administrativa (REPER-SINAPA). Resolución N° 54/2006 Macro La Subsecretaría de Gestión Pública instituye el premio a la innovación y mejoramiento de las políticas públicas. 104 Fundamento / Justificación Espacio multiactoral que reúne organizaciones representativas de la comunidad ciudadana junto a miembros del Estado, para analizar y recomendar políticas sociales. Para mantener actualizados los datos relativos a la relación laboral y a las características pertinentes del personal y de su carrera administrativa comprendida en el Decreto N° 993 del 2705-1991 (t.o. 1995). Contexto