AMPARO EN REVISIÓN 612/2000. Número de registro: 7034 Novena Época Instancia: Segunda Sala Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: Tomo XIII, Marzo de 2001 Página: 342 AMPARO EN REVISIÓN 612/2000. MARÍA GUADALUPE LEO RAMÍREZ. MINISTRO PONENTE: JUAN DÍAZ ROMERO. SECRETARIO: JOSÉ GABRIEL CLEMENTE RODRÍGUEZ. CONSIDERANDO: TERCERO.-Resulta innecesario hacerse cargo de los agravios expresados por la parte quejosa, cuyo estudio omitió realizar el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito, toda vez que procede devolver los autos a dicho órgano jurisdiccional, por las razones que a continuación se exponen. Dicho Tribunal Colegiado, al abocarse al conocimiento del asunto, en esencia sostuvo que como en el caso el acto reclamado lo constituye el decreto presidencial publicado el ocho de febrero de mil novecientos noventa y nueve, mediante el cual se establecen las condiciones de importación de automóviles usados, destinados a permanecer en la zona fronteriza norte del país, en los Estados de Baja California, Baja California Sur, región parcial del Estado de Sonora y en el Municipio de Cananea, Sonora, expedido por el presidente de la República conforme al artículo 89, fracción I, constitucional (sic), respecto del cual subsiste en la revisión el problema de constitucionalidad, carece de competencia para conocer y resolver el recurso de revisión interpuesto, ya que en términos de los artículos 84, fracción I, inciso a), de la Ley de Amparo y 21, fracción II, inciso a), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, el conocimiento del asunto, en segunda instancia, corresponde a esta Segunda Sala del Alto Tribunal y, por tal motivo, remitió los autos a esta Suprema Corte de Justicia. Así, se aprecia que dicho proceder es incorrecto, en virtud de que el citado Tribunal Colegiado de Circuito dejó de atender al contenido del punto tercero, fracción I, del Acuerdo General 6/1999, emitido el veintidós de junio de mil novecientos noventa y nueve por el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicado el veintitrés siguiente en el Diario Oficial de la Federación, toda vez que omitió analizar los agravios expresados por la quejosa mediante los cuales se aduce la existencia de una violación a las reglas esenciales del procedimiento y se controvierten las causales de improcedencia que originaron el sobreseimiento del juicio de amparo indirecto respecto de diversas autoridades -1- AMPARO EN REVISIÓN 612/2000. responsables y actos reclamados. El dispositivo invocado, en lo que interesa, establece lo siguiente: "TERCERO.-De los asuntos iniciados con posterioridad a la publicación de este acuerdo, de la competencia originaria de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con la salvedad especificada en el punto primero, se remitirán a los Tribunales Colegiados de Circuito que corresponda, los siguientes: I. Recursos de revisión contra sentencias pronunciadas en la audiencia constitucional por los Jueces de Distrito o los Tribunales Unitarios de Circuito, cuando no obstante haberse impugnado una ley federal, local, del Distrito Federal, o un tratado internacional, por estimarlos directamente violatorios de un precepto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, o se hubiere planteado la interpretación directa de uno de ellos, en la sentencia recurrida no se hubiere entrado al estudio de esas cuestiones por haberse sobreseído en el juicio o por cualquier otro motivo. En estos casos, si el Tribunal Colegiado de Circuito considera que no se surte la causa de improcedencia por la que se sobreseyó en el juicio, ni existe alguna otra o motivo diferente que impidan entrar al examen de constitucionalidad, revocará la sentencia recurrida dejando a salvo la jurisdicción de la Suprema Corte y le remitirá el asunto, salvo cuando ésta ya haya establecido jurisprudencia sobre el problema de constitucionalidad de que se trate, en cuyo caso el tribunal lo resolverá, aplicándola." De la reproducción copiada se aprecia que se dejó a la competencia de los Tribunales Colegiados de Circuito resolver sobre la procedencia en aquellos casos en que habiéndose reclamado en un juicio de amparo indirecto la inconstitucionalidad de una ley o de un tratado internacional o que se hubiese planteado la interpretación directa de un precepto constitucional, la sentencia del a quo no hubiera hecho el estudio del fondo; en tales hipótesis, si del análisis de los agravios propuestos el tribunal estima que no se acredita la causal de improcedencia que sustentó el sobreseimiento, y no existe ninguna otra causa o motivo que impida el estudio de fondo, debe revocar la sentencia recurrida y, reservando la jurisdicción originaria, remitir los autos a este Alto Tribunal, para los efectos legales procedentes. Ahora bien, en la sentencia recurrida transcrita en el resultando cuarto, el Juez de Distrito decretó el sobreseimiento respecto del secretario de Comercio y Fomento Industrial, director de la Industria Automotriz, Servicio de Administración Tributaria, administrador general de Aduanas, administrador de la Aduana de Ciudad Juárez, administrador local de Auditoría Fiscal Federal de Ciudad Juárez y subdelegado de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial de Ciudad Juárez, porque los dos primeros negaron la existencia de los actos reclamados, sin que hubiese sido desvirtuada por la quejosa; el tercero se estimó inexistente; y, por los últimos consideró que no se expresaron conceptos de violación en contra de los actos de ejecución reclamados, razones por las cuales, con apoyo en el artículo 74, fracciones -2- AMPARO EN REVISIÓN 612/2000. III y IV, de la Ley de Amparo procedía sobreseer en el juicio de amparo. Por otra parte, al abordar el estudio de fondo respecto a la constitucionalidad del decreto reclamado, el Juez a quo consideró que los conceptos de violación resultaban inoperantes e infundados y, por tales motivos, negó a la quejosa la protección federal solicitada. En tanto que, del análisis de los agravios expresados por la quejosa, ahora recurrente, se aprecia que controvierte, en síntesis, lo siguiente: a) Que el sobreseimiento decretado respecto al secretario de Comercio y Fomento Industrial, al que se le reclamó, entre otros, la orden de que las empresas comercializadoras de automóviles extranjeros usados sólo podrían importar veinte vehículos al mes, por haberlo negado categóricamente es ilegal, porque contrariamente a lo razonado por el Juez a quo, exhibió diversas pruebas que la desvirtúan como son el oficio 311.0111099 483, de tres de febrero de mil novecientos noventa y nueve, suscrito por el director de la Industria Automotriz, el cual emanó de la citada secretaría; el diverso oficio 720/8.1/1377/99, signado por el subdelegado de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial, con residencia en Ciudad Juárez, Chihuahua, mediante el cual informó a las empresas comercializadoras de la restricción relativa; y el acta notarial de dieciséis de abril de mil novecientos noventa y nueve, en la que se hizo constar la restricción del número de unidades usadas a importar; elementos de convicción que fueron indebidamente valorados por el Juez de Distrito y, por el contrario, demuestran la existencia del acto reclamado, desvirtuando su negativa (agravios 1.1 a 1.5). b) En cuanto a la inexistencia del acto reclamado al director de la Industria Automotriz, es incorrecto que se estimara que ello aconteció así porque lo emitió en sustitución del director general de Industrias, a quien debe atribuírsele, lo cual no puede ser desconocido, ya que ninguna disposición reglamentaria autoriza dicho proceder, y que pudiera tenerse como existente de haber sido firmado por el director general de Industrias (agravio 1.6). c) Que la determinación de considerar como inexistente al Servicio de Administración Tributaria, por no tener su domicilio en Ciudad Juárez, Chihuahua, y por tal motivo tenerla como inexistente, decretando el sobreseimiento respecto de los actos atribuidos es injusta, porque el quejoso no tiene la obligación de proporcionar el domicilio de las autoridades responsables al no exigirlo la Ley de Amparo; que tal cuestión es un hecho notorio para los juzgadores de amparo; y, además, si el quejoso estuvo conforme con que el emplazamiento se realizara en el domicilio del administrador de la aduana fronteriza, tal circunstancia no justifica que se desatendiera su diversa petición de que se le tuviera como responsable en el juicio, ya que el Juez de Distrito debió ordenar que se le llamara al procedimiento en cualquiera de sus domicilios (agravio 1.7). d) Que el sobreseimiento decretado respecto de los actos de ejecución atribuidos al -3- AMPARO EN REVISIÓN 612/2000. administrador general de Aduanas, subdelegado de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial y del administrador local de Auditoría Fiscal, bajo el razonamiento de que no se formularon conceptos de violación en su contra, agravia a la quejosa, ya que al combatir su fundamento (decreto), éstos se combatieron en vía de consecuencia, lo cual les alcanza de manera directa, resultando injustificada tal determinación (agravio 1.8). Ahora bien, de la sola lectura de la sentencia dictada por el citado Tercer Tribunal Colegiado transcrita en el resultando quinto de esta resolución, mediante la cual remitió los autos a esta Suprema Corte de Justicia, se advierte que el estudio realizado se circunscribió, única y exclusivamente, al análisis de la competencia de dicho órgano jurisdiccional, sin haber hecho referencia de ninguna especie a los agravios relativos. Así, de los datos precisados se advierte que el aludido tribunal se abstuvo de analizar la totalidad de las causas o motivos que podrían impedir entrar al examen de constitucionalidad del tema propuesto, en particular, el agravio en el que se combate el sobreseimiento respecto del Servicio de Administración Tributaria, al considerar como inexistente a dicha autoridad, el cual de ser fundado, sobre lo cual no se prejuzga, daría lugar a que se revocara la sentencia recurrida y se ordenara la reposición del procedimiento. Luego, lo que procede es devolver los autos al Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito, con el objeto de que dé cabal y estricto cumplimiento al contenido del punto tercero, fracción I, del Acuerdo General 6/1999, del Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de Justicia, es decir, para que se aboque al estudio de los agravios resumidos en párrafos precedentes y sólo en el caso de que llegue a desestimarlos y de que no exista ningún otro motivo que impida el análisis de constitucionalidad planteado, reserve jurisdicción a este Alto Tribunal, enviándole los autos relativos. No es obstáculo a la conclusión que antecede, la circunstancia de que el Tribunal Colegiado hubiera estimado que el asunto de que se trata no se encuentra ubicado en las hipótesis que prevé el punto tercero, fracción III, número 2, del Acuerdo General Plenario 6/1999 y, por lo tanto, no le corresponde su conocimiento, en virtud de que tal punto es inaplicable al caso y por el contrario, el mismo se encuentra, tal y como se precisó con antelación, en la diversa fracción I del punto tercero del acuerdo invocado; en la inteligencia de que si para la fecha en que el citado tribunal deba resolver el asunto ya existe jurisprudencia de este Alto Tribunal sobre el problema de constitucionalidad planteado, deberá resolver la litis en su integridad, aplicándola. Es aplicable, en lo conducente, la tesis 2a. XLVI/2000, sustentada por esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia, cuyo criterio emergió del amparo en revisión 1700/99, promovido por Feliciano Vivanco y Asociados, Sociedad Anónima de Capital Variable, resuelto en sesión de catorce de abril de dos mil, por unanimidad de cuatro votos, la que -4- AMPARO EN REVISIÓN 612/2000. aparece publicada en las páginas 313 y 314 del Tomo XI, correspondiente a mayo de 2000 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, y que es del tenor literal siguiente: "REVISIÓN EN AMPARO INDIRECTO. SI EL TRIBUNAL COLEGIADO NO AGOTA EL ESTUDIO DE TODAS LAS CAUSAS DE IMPROCEDENCIA, DEBE DEVOLVÉRSELE EL EXPEDIENTE PARA QUE LO HAGA (ACUERDO 6/1999 DEL TRIBUNAL PLENO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA).-El punto tercero, fracción I, del citado acuerdo, publicado en el Diario Oficial de la Federación del veintitrés de junio de mil novecientos noventa y nueve, otorgó competencia a los Tribunales Colegiados de Circuito para resolver sobre todas las cuestiones de procedencia en los casos en que se hubiera reclamado, en amparo indirecto, la inconstitucionalidad de una ley o tratado internacional, o se hubiese planteado la interpretación directa de un precepto constitucional, cuando el Juez de Distrito o el Tribunal Unitario de Circuito, al dictar sentencia, no se hubieran pronunciado en cuanto al fondo; en tales supuestos, el acuerdo establece que si de los agravios propuestos el Tribunal Colegiado estima que no subsiste la causal de improcedencia considerada por el a quo, ni existe ninguna otra causa o motivo que impida el estudio de fondo, debe revocar la sentencia recurrida, reservar la competencia de la Suprema Corte y remitirle los autos para los efectos procedentes. Por tanto, si un Tribunal Colegiado se limita a estudiar la causa de sobreseimiento decretado por el a quo, revocándolo y remitiendo los autos a la Suprema Corte de Justicia, sin hacerse cargo de las demás causales de improcedencia planteadas por las autoridades responsables al rendir sus informes justificados o las que operen de oficio, lo procedente es devolver los autos al citado Tribunal Colegiado, para que dé cabal cumplimiento al acuerdo de mérito, ocupándose del estudio de la totalidad de las causas de improcedencia, y sólo en el caso de que llegue a desestimarlas y de que no exista ningún motivo que impida el análisis de fondo de inconstitucionalidad, reserve jurisdicción a la Suprema Corte de Justicia." Por lo expuesto, fundado y con apoyo en los artículos 76, 77, 78 y demás relativos de la Ley de Amparo, se resuelve. ÚNICO.-Devuélvase al Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito, el recurso de revisión y los autos para los efectos precisados en la parte final del último considerando de esta ejecutoria. Notifíquese; con testimonio autorizado de esta resolución devuélvanse los autos al Tribunal Colegiado remitente; en su oportunidad, archívese este toca como asunto concluido. Así lo resolvió la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros Juan Díaz Romero, Mariano Azuela Güitrón, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, José Vicente Aguinaco Alemán y presidente Guillermo I. Ortiz -5- AMPARO EN REVISIÓN 612/2000. Mayagoitia. Fue ponente el señor Ministro Juan Díaz Romero. Nota: El rubro a que se alude al inicio de esta ejecutoria corresponde a la tesis 2a./J. 84/2000, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XII, septiembre de 2000, página 112. -6-