ARGENTINA Y BRASIL APUESTAN A UN FUTURO INTEGRADO La visita de la Presidenta Dilma Rousseff a nuestro país, siendo éste su primer viaje al exterior, tiene un fuerte contenido simbólico y muestra la importancia que le asigna Brasil a la región y a su relación con la Argentina. El grado de los encuentros que sostuvo y la profundidad de los acuerdos celebrados entre esta mandataria y la Presidenta Cristina Fernández marcan el tono de la relación bilateral, que atraviesa uno de los mejores momentos de la historia de ambas naciones. Si bien es claro que Brasil ya es un actor de peso mundial con una importante presencia en varios continentes, que ha desarrollado una estrategia bien clara para ganar fuerza global, su relación con la Argentina es fundamental para activar la situación actual de América del Sur, desarrollar el potencial de la zona y hacerle ganar fortaleza para los próximos años. Sudamérica está experimentando un período de crecimiento económico sostenido, y se ha convertido en una zona del mundo que está progresando, tanto en términos económicos, como políticos y sociales. La región se proyecta hacia el futuro con buenas perspectivas: dispone de amplias reservas de recursos naturales que son cada vez más escasos en el mundo: reservas de petróleo y gas, minerales, alimentos, agua, biodiversidad y un amplio territorio aprovechable para la producción de alimentos. Con ello, dispone de elementos de peso objetivo para mejorar su posición relativa ante el mundo si los maneja con cuidado e inteligencia. Esta parte sur del continente es una región en paz, con ausencia de grandes problemas étnicos, culturales o religiosos, donde no hay peligro de guerras, ni se registran grandes rivalidades históricas entre sus vecinos. Al contrario, en los últimos años se ha ido organizando una modalidad consensuada de solución de conflictos que, aunque no demasiado institucionalizada, se ha mostrado efectiva para resolver los problemas sin necesitar de actores externos, con lo que ha ganado grados de libertad. Fundamentalmente, está avanzando en un proceso de integración regional que podría convertirla en un actor importante del siglo XXI. Pero esta situación debe pensarse, planificarse y organizarse, y para ello es central el acuerdo de los dos países. En los últimos años, fruto de algunas situaciones exógenas, como el aumento de los precios de los productos primarios de exportación, así como por algunas decisiones políticas propias, como la revalorización de su mercado interno, la inclusión de franjas de la población que estaban marginadas, el esfuerzo por mantener tipos de cambio competitivos y la introducción de diversas estrategias para mantener en orden su situación macroeconómica, América del Sur ha crecido económicamente a tasas apreciables, su población ha mejorado sus niveles de vida y ha ordenado su situación financiera como hace mucho que no conseguía. De esta manera está consolidando una situación sustentable en el tiempo, que la ha vuelto un lugar atractivo para invertir. Al revés de lo que pasa en la mayoría de las economías desarrolladas, que atraviesan situaciones recesivas o de crecimiento lento, este proceso ha logrado que muchos analistas e inversores la empiecen a ver como una región con alto potencial para los próximos años. Si bien esta situación se debe a la experiencia histórica aprendida luego de haber atravesado fuertes crisis políticas, económicas y sociales a inicios del siglo, también es consecuencia de cambios que han ido ocurriendo en el sistema productivo mundial, por la dinámica de la propia globalización, a la que estos países se han ido adaptando con inteligencia. Los centros principales de producción, gradualmente, se han ido desplazando de las economías desarrolladas a las emergentes. Como se señaló en el último trabajo de AIERA (China: un desafío para Argentina y América Latina) los países en desarrollo y emergentes explican, progresivamente, una parte cada vez mayor del crecimiento de la economía mundial. Para el año 2012 se espera que sean responsables del 74% del aumento del PBI global. América Latina, especialmente América del Sur, marcha detrás de Asia como la zona del mundo que más está creciendo. Por ello, es de esperar que se acerquen a la región fuertes corrientes de capital productivo (y especulativo) para aprovechar su potencial y crecimiento. Este proceso de cambio de los centros de producción fortalece y hace ganar peso a los países emergentes, favoreciendo un avance hacia un sistema de organización del mundo multipolar. Los emergentes son los que vienen creciendo a las mayores tasas y, la mayoría de ellos, se están planteando una estrategia propia de desarrollo nacional. Tienen plena conciencia de que actuando unidos tienen mucho más fortaleza y, por ello, impulsan relaciones económicas y comerciales cada vez más profundas. Los países principales en este grupo de naciones emergentes son China, India, Rusia, Brasil y (desde hace unos días) Sudáfrica, los BRICS (en plural, por las iniciales de cada uno). Pero le sigue un segundo pelotón, no tan definido, integrado por México, Turquía, Pakistán, Egipto, Indonesia y Corea, entre los más importantes. En Argentina debería haber plena conciencia de las oportunidades que brindaría asociarse a ese grupo de emergentes. Si continúa creciendo a altas tasas (como lo ha estado haciendo en los últimos ocho años), teniendo un rol activo en el orden internacional (como miembro del G-20 y líder del G-77), manejando con cuidado sus activos de exportación, desarrollando acuerdos estratégicos con estos BRICS y siendo protagonista de la construcción de UNASUR, sin dudas, ganará elementos de peso para sumarse a estos nuevos “tigres”. La estrategia económica del país debe apuntar a movilizar el ahorro nacional y a su inversión productiva en actividades modernas, competitivas internacionalmente, que generen puestos de trabajo de calidad, salgan a buscar mercados en el exterior y mantengan el control de los recursos estratégicos. Para poder continuar creciendo fuertemente en el futuro, Argentina tiene que reorientar su relación económica con el mundo, diversificar el contenido de las exportaciones, ampliar sus mercados de destino y exportar más valor agregado. Especialmente, debe aumentar sus ventas de valor agregado a estos países emergentes a los que (con excepción de Brasil, que es nuestro primer socio comercial) sólo vende el 7% de sus exportaciones MOI. Los actuales gobiernos de Argentina y Brasil tienen conciencia de la oportunidad que se presenta en el presente, así como del rol que ambos deben jugar dentro del continente para impulsar la integración. Mantener una sólida relación bilateral es el corazón del Mercosur y la clave para la evolución y el avance de la UNASUR. Si bien es cierto que en las últimas décadas Argentina perdió parte del liderazgo que supo tener en América del Sur, aún mantiene cierta ascendencia entre sus vecinos de herencia española, que para Brasil sería útil aprovechar. En los últimos tiempos, acciones y decisiones acertadas del Gobierno Nacional volvieron a elevar esa imagen, al haber podido interpretar el sentir colectivo de la mayor parte de la población de estos países. Una nueva orientación hacia los países vecinos, revalorizando los lazos hacia la región, sintiéndose parte de la historia y del futuro común, dejando de lado viejos sueños que la hacían creerse parte del mundo desarrollado, la han acercado y hermanado. Los multitudinarios festejos del bicentenario, con su reinterpretación histórica y su apuesta por una mayor unidad regional, fueron bien recibidas, tanto por la propia población como por los demás países, movilizando sentimientos de unidad y de unión continental. Las acciones tomadas en materia de derechos humanos, dando una vuelta de página al pasado trágico y buscando evitar que esos hechos dolorosos se vuelvan a repetir en el futuro, también han repercutido en los países vecinos que han atravesado caminos similares. El reciente impulso a la Ley de Medios de Comunicación Audiovisual ha marcado un rumbo para Uruguay, Brasil y Ecuador, al buscar crear un espacio de opinión para actores de la sociedad que no tienen representación en las grandes corporaciones de medios. Siguiendo el primer paso dado en Chile por su ex Presidenta Michelle Bachelett, la elección de Cristina Fernández también ha ampliado la percepción de los latinoamericanos (que luego reforzó Dilma Rousseff) sobre la igualdad de género en un continente tradicionalmente machista. También la aprobación de la reciente Ley de Matrimonio igualitario se ha convertido en un caso pionero del continente, bastión tradicional de postulados religiosos y familiares conservadores. Debe citarse la posición del Gobierno Nacional de apertura a la inmigración de los países vecinos (a pesar de situaciones y posiciones contrarias de sectores más conservadores) que permite a quienes llegan a Argentina, encontrar un mejor pasar. Y no puede dejar de mencionarse el rol que ha ejercido Argentina, junto con Brasil, en los últimos tiempos, por garantizar la democracia y la paz en la región, movilizando a los máximos responsables políticos de cada país en forma contundente para resolver los problemas, conflictos y diferendos que se produjeron en Haití, Honduras y en los conflictos de Colombia, con Ecuador y con Venezuela. Todos estos hechos han mejorado la imagen y la apreciación de la Argentina en la región, especialmente entre los sectores populares de la misma. El accionar coordinado de Brasil y Argentina es fundamental para guiar a América del Sur en la senda de la integración que genere crecimiento y desarrollo. Los dos juntos representan el 60% de su población, el 62% de su territorio, y el 69% de su PBI. Con este sentido debe entenderse el valor del reciente encuentro de las presidentas. El mismo propone una hoja de ruta para la integración bilateral y representa un nuevo impulso al Mercosur, en esta nueva etapa que se inicia con la asunción de Dilma Rousseff, así como una coordinación más profunda para avanzar en la unidad de Sudamérica. Las tres líneas confluyen en su objetivo final: la integración regional. Los temas abordados son estratégicos. Más allá de los detalles y la enumeración que se hacen al final del presente trabajo, buscan lograr un funcionamiento más integrado de ambos países. Los mismos se dan en los siguientes ámbitos: • la coordinación de posiciones de política internacional, de manera de fijar una acción común consensuada en los espacios de negociación mundial • coordinación de temas macroeconómicos y monetarios, de manera de darle solidez financiera y monetaria al bloque, y hacerlo menos vulnerable a movidas especulativas que pudieran perjudicarlo • la integración física de ambos territorios mediante la proyección de puentes, ferrocarriles y mejora de sistemas de transporte • el desarrollo energético coordinado, mediante la planificación de represas hidroeléctricas, el intercambio de energía eléctrica • el desarrollo de sectores estratégicos, como la energía nuclear, la biotecnología, la industria aeroespacial, la aeronáutica y las energías renovables • el desarrollo conjunto y la integración de sus sistemas de defensa • la integración económica de sus sistemas productivos y la constitución de sistemas de financiamiento de proyectos de inversión de largo plazo, a tasas bajas. • el desarrollo de políticas culturales comunes que unan y acerquen ambas sociedades • la coordinación de los nuevos sistemas de comunicaciones, como internet de banda ancha y la televisión digital La apuesta es grande y profunda. Intenta modelar el futuro próximo, generando un núcleo fuerte del Mercosur que impulse el avance del bloque y la unidad de la región. Para ello apuesta al desarrollo económico de ambos países y a la inclusión y el mejoramiento de las condiciones de vida de sus habitantes. Ahora se debe trabajar para lograr resultados palpables y concretos que refuercen y potencien esta loable intención. Principales Temas que alcanzan los acuerdos firmados 1. Integración Física de los Territorios: se impulsa el inicio del proceso de licitación para la construcción del nuevo puente Uruguayana - Paso de los Libres; firma de un Acuerdo de avance para la construcción del puente sobre el río Pepirí Guazú; avance del estudio de viabilidad para desarrollar una serie de puentes sobre el río Uruguay. 2. Se presentan los primeros estudios de viabilidad para el Corredor Ferroviario Bioceánico con el compromiso de comenzar el mismo en el más breve plazo posible. También se avanza en los estudios de alternativas para mejorar de los servicios de transporte en Uruguayana - Paso de los Libres y evaluar la posibilidad de un servicio ferroviario. 3. Acuerdos de temas de Defensa: Las fuerzas armadas de Brasil y de Argentina desarrollaron un intenso programa de actividades bilaterales. Se prevé llevar a cabo 74 eventos conjuntos en Argentina y 59 en Brasil en el presente año. Se decide profundizar el diálogo político estratégico y la cooperación en áreas de políticas de Defensa. Se avanza en la producción de varios proyectos conjuntos, como el Vehículo Anfibio “Gaucho”. 4. En materia aeronáutica, se desarrolla un programa de cooperación entre EMBRAER y la recientemente nacionalizada FAdeA. La empresa brasileña ha desarrollado un programa de cooperación para la provisión regular de piezas de aeronáutica para sus aeronaves. Se firma declaración de intenciones para la producción argentina de piezas para aviones EMBRAER y la adquisición de 6 aviones de esa marca, sujeta a la participación argentina en los programas. 5. En materia Aeroespacial, se reafirma el compromiso del proyecto SABIA-MAR (conocer el mar) sobre el satélite Argentino Brasilero de Observación de los Océanos. 6. Se avanza en el proyecto del Centro Binacional de Nanotecnología, con trabajo de entrenamiento de científicos y en la búsqueda de aplicaciones tecnológicas. 7. En materia nuclear Se destaca el alto grado de integración que se está alcanzando en materia de cooperación nuclear, a través de numerosos proyectos que realiza la Comisión Bilateral de Energía Nuclear. Se apoya el acuerdo entre la CNEN y la CNEA sobre el Proyecto de Nuevo Reactor de Investigación Multipropósito que abre buenas perspectivas de desarrollo para los sectores nucleares de ambos países. Se ratifica el acuerdo para el intercambio de información sobre el estado de los programas nucleares de ambos países, la coordinación de posiciones en foros internacionales, el apoyo a la Agencia Brasilera Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares, para potenciar su papel en el futuro y la continuación de los trabajos del Comité Permanente Argentino Brasileño de Política Nuclear. 8. En materia de energías renovables, se destaca la firma del Memorando del entendimiento sobre la Cooperación en el Área de Bioenergía y Biocombustibles para promover la producción y uso de energías renovables. Se registra el avance del Plan de Trabajo Científico Tecnológico para el Programa Bilateral de Energías Renovables. 9. Se registra satisfactoriamente el avance de los estudios para las obras hidroeléctricas Garabí y Panambí sobre el trecho compartido del Río Uruguay y la publicación del edicto del Licitación Pública internacional para ambos proyectos. Se firma la renovación del programa de intercambio de energía eléctrica. 10. Acuerdos en temas de Política Exterior: Se acuerda dar prioridad a la democratización de los foros de gobernanza global, a fortalecer el multilateralismo y a avanzar en el proceso de reforma de las Naciones Unidas, especialmente del Consejo de Seguridad. Se resaltara la importancia del G-20 como foro de coordinación económica internacional y para defender los intereses de la región. Se acuerda promover reformas al sistema financiero, incrementando los requisitos de capital y liquidez para las instituciones financieras, así como el apoyo a las reformas del Fondo Monetario Internacional. Se acuerda intensificar esfuerzos en materia de cooperación monetaria internacional, evitando las desvalorizaciones competitivas de las monedas y la volatilidad de los flujos monetarios a los países emergentes. Se destaca el compromiso de participación en la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití. Brasil dio su apoyo al respaldo de los derechos de la Argentina en la disputa con el Reino Unido por las Malvinas e islas del Atlántico Sur. Ambas presidentas reafirman las declaraciones de UNASUR sobre las actividades militares y de exploración de hidrocarburos que ese país lleva a cabo en forma unilateral. 11. Se considera muy importante los dos años de funcionamiento del Sistema de Pago en Monedas Locales entre los dos países, destacando el crecimiento registrado en su utilización pero manifestando la prioridad de que se expanda el mismo a más usuarios y otras modalidades de comercio. En este sentido se entiende la firma del Convenio para el Sistema Bilateral de Pagos de Beneficios Jubilatorios en Monedas Locales por parte de la INSS y la ANSES, para lo que se instruyó a los Bancos Centrales a instrumentarlo a la mayor brevedad. 12. Los Directores del BNDES, el Banco Nación y el BICE comenzaron a analizar la constitución de un fondo para el financiamiento de proyectos de inversión. 13. Integración Económica y Comercial: Se decidió mantener las reuniones semestrales de Presidentes, las trimestrales de Ministros de Relaciones Exteriores, de Economía, Finanzas, Industria y Comercio y las de la Comisión de Monitoreo del Comercio. Brasil anunció que examinará medidas que permitan ampliar las posibilidades de asociación entre empresas del Mercosur para el sector naval, teniendo en cuenta la demanda de servicios y equipamiento que promoverá la exploración hidrocarburífera de la zona pre-sal. 14. Se informa la creación del Consejo Empresarial Binacional, bajo la coordinación de ambas cancillerías con el propósito de acercar a las comunidades de negocios de ambos países para tratar temas de interés mutuo. 15. Se firma un acuerdo de Promoción Comercial Conjunta para el crecimiento de las exportaciones de ambos países a terceros mercados, especialmente para bienes de alto valor agregado. 16. Comunicaciones: Se destaca la creación del Plan Nacional de Banda Ancha de Brasil y del Plan Nacional de Telecomunicaciones Argentina ConectAR. Se comprometen a expandir la infraestructura de acceso y la integración de los sistemas de ambos países, así como de apuntar a generar una sociedad de información inclusiva. Se instruye a los responsables de la gestión de los sistemas públicos de TV de ambos países a agilizar y profundizar el intercambio de contenidos. Dada la adopción unánime de la norma de TV Digital japonesa de los países de la región, se decide constituir una Conferencia Permanente Gubernamental sobre TV digital abierta. 17. Asuntos Culturales: se destaca la importancia de fortalecer e integrar el mercado de bienes y servicios culturales, promoviendo la mayor circulación de bienes y servicios audiovisuales en condiciones de reciprocidad. Se fortalece el sello Mercosur Cultural para facilitar la circulación de bienes de proyectos culturales. Se firma el Protocolo de Cooperación para el fomento y la coproducción de películas largometrajes entre el ANCINE y el INCAA. 18. Dado el aumento del flujo del turismo, se acuerda comenzar un estudio sobre Acuerdo de Servicios Aéreos para promover el crecimiento del sector y la prestación de mayores frecuencias. 19. En materia de educación, se busca promover la formación de profesores de portugués y español, para lo que se encarga a ambos Ministerios de Educación desarrollar programas de formación universitarias y bolsas de estudio para los estudiantes de letras, para cursar materias en el otro país con reconocimiento curricular. Se acuerda ampliar la movilidad académica de los estudiantes y profesores universitarios en carreras de grado y postgrado por medio de programas de intercambio. Bs. As., Marzo de 2011.Santiago Solda Economista A.I.E.R.A.