PNUD –Banco Mundial Programa de Agua y Saneamiento Saneamiento Ambiental Urbano Serie Documentos de Trabajo Desarrollo Institucional del Sector de Agua y Saneamiento Urbano en Chile julio 1997 par Raquel Alfaro Llevando servicios ó ptimos de agua y saneamiento a los pobres Tres ensayos sobre las experiencias de EMOS (Empresa Municipal de Obras de Santiago de Chile) En estos cuatro ensayos, Raquel Alfaro, ingeniera civil con una maestría en Gestió n de Producció n de la Universidad de Strathclyde, Escocia, narra las exitosas políticas y prá cticas que colocaron a la Empresa Municipal de Obras de Santiago de Chile, EMOS, en la posició n de modelo entre las empresas de servicio público de América Latina. Al mismo tiempo, la Alfaro comparte su visió n personal de lo que debería ser una empresa de servicio público --una empresa guiada tanto por principios comerciales de eficiencia como por un espíritu de obligació n social. Dada su historia profesional con EMOS, donde se desempeñó como Gerente General desde 1990 hasta su jubilació n en 1996, Alfaro conoce muy bien los límites y posibilidades de las empresas de servicio público. Su confianza en la capacidad que tienen otras empresas de equiparar los logros de EMOS debería resultar alentadora para todos los lectores interesados en el sector de agua y saneamiento. El primer ensayo, Vínculos entre las municipalidades y las empresas de servicio público: Una experiencia en la superació n de la pobreza urbana, explora la responsabilidad que tienen las empresas de servicio público y los gobiernos locales en llevar los servicios a los pobres. Alfaro cita las razones a menudo esgrimidas para explicar la falta de atenció n a los pobres: que los países pobres carecen de capital para invertir en la necesaria infraestructura de agua y saneamiento y que las circunstancias bajo las cuales viven los pobres elevan los costos a un punto tal que exceden su ya limitada capacidad para pagar las tarifas. No obstante, el derecho que le asiste a una empresa de servicio público de utilizar los recursos que son un bien público también trae consigo la obligació n de satisfacer las necesidades de todos los ciudadanos. Asimismo, y como una cuestió n de buena prá ctica comercial, ésta debería tratar de maximizar la cantidad de clientes que atiende. Cuando las familias no pueden cubrir los costos del servicio, quien tiene la responsabilidad de cubrir la diferencia es el gobierno local y no la empresa de servicio público. El segundo ensayo, Desarrollo institucional del sector de agua y saneamiento en Chile, revisa la historia de las reformas legales que llevaron al actual clima institucional. Subraya la importancia de la reglamentació n, pero también de la liberació n de las tarifas, y establece una relació n entre las reformas clave y una mayor cobertura del servicio y un mejor rendimiento de las empresas. En 1989, la Ley General de Servicios de Saneamiento puso a las empresas de servicio público en las mismas condiciones que las empresas privadas, obligá ndolas a organizarse como sociedades anó nimas y a participar en concursos de ofertas para obtener concesiones de los gobiernos locales. La Ley y el Reglamento sobre Tarifas, promulgados en 1988 y 1989, respectivamente, establecen un período de cinco años para aplicar y revisar las tarifas, las cuales deben cubrir los costos. La Superintendencia de Servicios de Saneamiento, creada en 1989, establece un sistema reglamentario general. El tercer ensayo, Llevando la estructura de agua y saneamiento a los pobres --- Factores clave que no deben ser olvidados, cuestiona la creencia que el costo total de los servicios resulta muy elevado para los pobres, argumentando que una buena gestió n, especialmente reduciendo las fugas, aumentando el número de conexiones y maximizando la eficacia mediante el uso de un solo sistema operacional, puede reducir los costos y permitir un servicio completo. El cuarto ensayo, ¿Có mo pueden participar las empresas de servicio público en la lucha contra la pobreza sin perder la perspectiva comercial? sostiene que el papel social que deben desempeñar dichas empresas también representa un buen negocio. En Chile, esto significa brindar un servicio de alta calidad a todos los residentes y cobrar precios que cubran todos los costos. El gobierno tiene la responsabilidad de ayudar a las familias que está n por debajo de la línea de pobreza a cumplir con sus pagos. De hecho, gracias a esta política, la tasa de apoyo gubernamental a las familias pobres ha sido sumamente baja, y ha ido disminuyendo a través de los años, sin que el rendimiento de las empresas se haya visto comprometido. Tova María Solo PNUD/Programa de Agua y Saneamiento del Banco Mundial Julio de 1997 PNUD –Banco Mundial Programa de Agua y Saneamiento DESARROLLO INSTITUCIONAL DEL SECTOR DE AGUA Y SANEAMIENTO URBANO EN CHILE El sector de agua y saneamiento urbano de Chile ha experimentado un constante desarrollo desde mediados del siglo XIX, es decir, desde que se inició la construcció n de las primeras obras de agua y alcantarillado en las principales ciudades del país. Los dos últimos cambios institucionales importantes se iniciaron a fines de la década de 1970, y se prevé un tercero en el corto plazo. 1. Situació n del sector de agua y saneamiento urbano a fines de la década de 1970. A fines de la década de 1970, un gran número de servicios públicos distribuía agua potable o recolectaba las aguas servidas en las principales ciudades de Chile, cuya població n urbana llegaba a unos 8.5 millones de personas. La població n urbana en Santiago, la ciudad capital, y en los poblados circundantes ascendía a alrededor de 4 millones de personas. Esta població n recibía el servicio, mayormente, de una empresa pública semi-autó noma de agua potable, la Empresa de Agua Potable de Santiago (EAPS). Asimismo, existía un servicio público de alcantarillado, el Servicio de Alcantarillado de Santiago, y otros pequeños servicios públicos de agua potable. Una empresa privada distribuía agua potable y recolectaba las aguas servidas en la parte alta de la ciudad, cubriendo una població n de aproximadamente 250,000 personas. Asimismo, la supervisió n y control de los servicios estaban a cargo de distintas entidades gubernamentales, que eran responsables del control de la calidad del agua, la supervisió n técnica de los servicios y la fijació n de tarifas. Las normas de calidad chilenas en lo referente al agua potable se ajustaban a las europeas y estadounidenses, y eran estrechamente controladas por el Ministerio de Salud. De esta manera, la calidad del agua se consideraba bastante buena, mientras que la cobertura urbana (tabla 1) era bastante alta para un país en desarrollo. La EAPS, la principal empresa de abastecimiento de agua, contaba con buen personal calificado y un buen nivel de desarrollo técnico y administrativo. Por ejemplo, la cobertura de medidores de agua era de cerca de 100%. No obstante, en todas las ciudades, incluyendo Santiago, la cobertura del alcantarillado era baja. Ademá s, las aguas servidas no recibían tratamiento alguno ni eran eliminadas en forma confiable. Esto podría atribuirse a prá cticas de higiene deficientes PNUD –Banco Mundial Programa de Agua y Saneamiento por la falta de un sistema de alcantarillado en muchos vecindarios populosos. Sin embargo, también podría atribuirse a la descarga de aguas servidas no tratadas a los cursos de agua naturales que atravesaban la ciudad y que, a su vez, alimentaban los canales de irrigació n. para cubrir los costos operacionales de algunos de los servicios y para financiar la nueva infraestructura de agua y desagü e de casi todos ellos. Cada año, la cobertura aumentaba debido a que ya existía la infraestructura bá sica, pero el monto anual de las inversiones disminuía y los sistemas se sobrecargaban. Ademá s, las compañías no contaban con los fondos para realizar el debido mantenimiento, rehabilitació n y mejoramiento de los sistemas que iban deteriorá ndose. Por otro lado, el nivel de las tarifas se mantenía bajo. En consecuencia, el gobierno apoyaba financieramente a las empresas y servicios públicos de agua. El nivel de las tarifas de alcantarillado era sumamente bajo. Las empresas y servicios difícilmente cubrían los costos operacionales de agua y alcantarillado, y de ninguna manera cubrían los costos de capital. Los fondos del gobierno servían La tabla 1 muestra la cobertura y la inversió n anual durante el período 1965-1980. Tabla 1 Cobertura urbana e inversió n anual a nivel nacional 1965-1980 Año 1965 1970 1975 1980 Agua % Alcantarillad % 53.5 66.5 77.4 91.4 Inversió n anual millones de dó lares 25.4 31.1 43.5 67.4 80 61 58 40 Fuente: Memoria Anual de la Superintendencia de Servicios Sanitarios, 1995 2. Primera reforma institucional La primera reforma institucional tuvo lugar en 1977. Su principal objetivo era, por un lado, integrar las actividades de agua y saneamiento a fin de aprovechar las economías de escala y, por el otro, optimizar y mejorar los sistemas. Las nuevas entidades estaban diseñadas para trabajar a nivel regional. Se creó dos empresas de servicios públicos semi-autó nomas: EMOS, en la regió n metropolitana y ESVAL, en la quinta regió n. Asimismo, se estableció once servicios regionales, uno en cada una de las 11 regiones restantes del país. EMOS fusionó a EAPS, la Empresa de Alcantarillado de Santiago, con los otros servicios públicos de agua en la regió n. Se estableció un ente regulador, SENDOS (Servicio Nacional de Obras Sanitarias), como una divisió n importante del Ministerio de Obras Públicas. A SENDOS se le asignó la responsabilidad de la planificació n central, financiamiento y administració n de los servicios regionales, y se convirtió en el regulador y controlador de los servicios y empresas de servicio público. SENDOS proponía las tarifas al Ministerio de Economía para su aprobació n. Sin embargo, el nivel tarifario se mantuvo bajo en las regiones, y los servicios regionales siguieron recibiendo asistencia financiera del gobierno central. EMOS y ESVAL se beneficiaron de la fusió n de los servicios de agua y desagü e, aumentaron algunas tarifas y empezaron a invertir sus propios recursos financieros. En 1980, EMOS recibió un préstamo de 26 millones de dó lares del Banco Mundial para mejorar el sistema de agua, sobre la base de un plan de inversió n de 70 millones de dó lares. Este plan incluía el primer plan maestro para el tratamiento y eliminació n de las aguas servidas en la regió n metropolitana. También incluía un plan maestro para ampliar el sistema de alcantarillado. En 1986, EMOS recibió un segundo préstamo por 60 millones de dó lares del Banco Mundial, para ser aplicado en un nuevo plan de inversió n de 150 millones de dó lares, que incluía las obras bá sicas para el tratamiento de las aguas servidas. PNUD –Banco Mundial Programa de Agua y Saneamiento En la misma época, SENDOS recibió un préstamo del BID para mejorar los servicios regionales. plan maestro para el mantenimiento, reparació n, rehabilitació n y sustitució n del sistema de distribució n de agua de EMOS. Las misiones del Banco Mundial influyeron positivamente sobre el personal calificado de EMOS, que aplicaba las políticas y recomendaciones de los funcionarios del Banco. Se reforzó las actividades operacionales con nuevas tecnologías y procedimientos. Por ejemplo, se inició el control del agua no registrada como actividad rutinaria, y se fortaleció las actividades de Planificació n y Finanzas sobre la base de las evaluaciones perió dicas del Banco. Por la misma época, EMOS empezó a contratar no só lo los servicios de diseño y construcció n de infraestructura sino, también, algunas actividades de mantenimiento. Por ejemplo, se contrataba a terceros para el mantenimiento y sustitució n de redes, la lectura de medidores y distribució n de facturas, así como para el mantenimiento y sustitució n de conexiones. Los nuevos contratistas y consultores trajeron nuevas tecnologías y adelantos a la empresa de servicio público. Consultores franceses y españoles, asociados a consultores chilenos, desarrollaron un modelo computarizado de simulació n del sistema de agua de EMOS. El British Water Research Center (Centro de Investigació n Hídrica de Gran Bretaña), en sociedad con consultores chilenos, desarrolló un La cobertura siguió aumentando en todo el país. No obstante, el bajo nivel tarifario aún no permitía crecer, en términos de mantenimiento de los nuevos sistemas y de mantenimiento, rehabilitació n y sustitució n de los sistemas antiguos, a todos los servicios y empresas de servicio público. Esto era un factor limitante de importancia para una eficaz provisió n de los servicios. Tampoco se asignaba fondos para reforzar la infraestructura de almacenamiento y, así, superar la escasez de agua dulce que aumentaba conforme crecían las ciudades y la població n. Ademá s, los sistemas de agua tenían muy poca capacidad para enfrentar sequías, grandes emergencias o aumentos inesperados en la demanda local. En las regiones, la responsabilidad de SENDOS como ente regulador se mezclaba con su responsabilidad de operador regional. La tabla 2 muestra la cobertura urbana e inversió n anual a nivel nacional durante el período 19801990. Tabla 2 Cobertura urbana de agua y alcantarillado e inversió n anual a nivel nacional 1980-1990 Año Agua % 1980 1985 1990 91.4 95.2 97.4 Alcantarillado % Inversió n anual millones de dó lares 67.4 75.1 81.8 40 79 65 Fuente: Memoria Anual de la Superintendencia de Servicios Sanitarios, 1995. 3. Segunda reforma A fines de la década de 1980 (1988-1989), tuvo lugar una segunda reforma institucional importante en el sector de agua y saneamiento en Chile. Su principal objetivo era estabilizar financieramente las actividades de agua y saneamiento, reforzando, a la vez, la capacidad reguladora del gobierno. Se aprobó una ley y reglamentos, y se creó un ente regulador, totalmente independiente de las actividades operacionales. La reforma también incluyó leyes que permitían la venta de EMOS y ESVAL al sector privado. A continuació n, aparece un resumen de las nuevas leyes: PNUD –Banco Mundial Programa de Agua y Saneamiento Ley General de Servicios Sanitarios, 1989 "modelo de eficiencia". El regulador toma en cuenta las distintas condiciones de producció n y provisió n de los servicios, y el plan de desarrollo de cada compañía. Sus principales características eran: • La ley establece el sistema de concesiones, es decir, un derecho que el gobierno otorga a empresas públicas o privadas a realizar actividades de abastecimiento de agua y saneamiento por un período de tiempo indefinido. No obstante, el derecho de concesió n puede cesar si el concesionario incurre en las faltas contempladas por la ley. Se estableció cuatro tipos de concesiones: producció n de agua, distribució n de agua en una zona geográ fica, recolecció n de aguas servidas en la misma zona geográ fica (aún cuando esta concesió n puede ser otorgada a otro concesionario), y tratamiento y eliminació n de las aguas servidas. Las concesiones tienen que ser solicitadas, y son otorgadas luego de un procedimiento de licitació n. Un artículo transitorio de la ley otorgaba concesiones a las compañías y servicios que realizaban o que tenían proyectos en marcha para realizar actividades de agua y saneamiento. Los derechos de concesió n pueden ser vendidos y transferidos. • Los concesionarios deben estar organizados como sociedades anó nimas. Deben tener y aplicar un plan de desarrollo aprobado, deben cobrar tarifas aprobadas y cumplir con normas de calidad. La concesió n para la distribució n de agua y recolecció n de aguas servidas implica un servicio obligatorio dentro de la zona geográ fica. Ley de Tarifas, 1988, y Reglamento, 1989 • Las tarifas son fijadas para un período de cinco años, con ajustes por inflació n y otras variaciones de los indicadores macro-econó micos durante dicho período. Los cargos se calculan según fó rmulas basadas en la "metodología de costo marginal a largo plazo". Se ajusta las tarifas sobre la base de la viabilidad financiera para cubrir el costo de operació n y de capital de las empresas durante un mínimo de 15 años, tomando en cuenta un costo de capital de, por lo menos, 7% (2 puntos má s que la tasa de interés normal para inversiones en instrumentos de crédito). El regulador define los valores, tanto variables como de los pará metros, considerados en el cá lculo para una empresa teó rica que es • La estructura tarifaria consta de un cargo fijo y un cargo variable por el agua, y lo mismo por el alcantarillado. Los cargos por el agua tienen un sobreprecio por consumo excesivo durante el período de má s alta demanda (verano). Los cargos fijos tienen por objeto cubrir los costos de conexió n, los costos secundarios de mantenimiento de la red y los costos de facturació n y cobranza. Se considera que estos cargos son independientes del consumo a corto y largo plazo. Los cargos variables cubren todos los costos corrientes y de capital considerados variables en el corto y largo plazo (los cargos fijos representan aproximadamente el 20% de la factura mensual). • No hay servicios gratuitos ni diferencias en el precio para distintos grupos de usuarios. Se eliminó el subsidio cruzado existente para los primeros 10 m 3 de consumo mensual, sustituyéndolo por un subsidio gubernamental dirigido a las familias de bajos ingresos. Las empresas otorgan un descuento a clientes elegibles, a ser reembolsado por las municipalidades con los fondos proporcionados por el gobierno central. La municipalidad califica la situació n de los ingresos según la ley. Ley que crea la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), 1989 Las principales responsabilidades que otorga esta ley al ente regulador son: • La implementació n y supervisió n del sistema de concesiones, incluyendo la transferencia, licitació n y prescripció n de las concesiones. • La implementació n y supervisió n del sistema tarifario, incluyendo la fijació n y control de las tarifas. • La fijació n de las normas técnicas para el diseño, construcció n y explotació n de las obras de agua y desagü e y el control de su cumplimiento. PNUD –Banco Mundial Programa de Agua y Saneamiento LEYES QUE CREAN LAS SOCIEDADES ANONIMAS (S.A.) EMOS, ESVAL Y 11 EMPRESAS REGIONALES En virtud de estas leyes, se creó empresas públicas organizadas como sociedades anó nimas. Las leyes que crearon EMOS y ESVAL no fijaron un límite a la venta de sus acciones. Por otro lado, las leyes que crearon las otras empresas públicas regionales establecieron que el gobierno debía retener, por lo menos, 51% de las acciones. El gobierno democrá tico que estaba en el poder en 1990 no vendió las empresas públicas de agua y saneamiento. En cambio fueron transformadas en corporaciones públicas con orientació n comercial, afiliadas a CORFO (entidad gubernamental), a quien se le encargó la mayoría de las acciones. Estas corporaciones se rigen por los reglamentos aplicados a las empresas privadas, aunque su presupuesto anual tiene que ser aprobado por el Ministerio de Finanzas. Con la nueva orientació n y los fondos provenientes de tarifas equitativas, las empresas públicas iniciaron un período de mejoras y grandes inversiones. El primer período tarifario de cinco años se inició en 1990 y contemplaba un aumento anual progresivo hasta alcanzar el límite legal. Esto significaba, en promedio, un incremento total de 70% en términos reales, es decir, sin considerar los ajustes por inflació n. El segundo período tarifario de cinco años se inició en 1995. El incremento promedio llegaba ahora a un 6%, y debía mantenerse hasta 1999. Se hizo una reducció n de aproximadamente 2% en las tarifas del sistema principal de EMOS. En 1992, se revisó el sistema de subsidios tarifarios a fin de facilitar el acceso y tomar en cuenta las diferencias regionales en cuanto a tarifas e ingreso familiar promedio. En 1995, el gobierno central pagó 23 millones de dó lares por este subsidio, pero sin la necesidad de brindar asistencia financiera a ninguna empresa pública. Por el contrario, algunas empresas, como EMOS, pagaban dividendos accionarios al gobierno. El crecimiento de la infraestructura de las empresas de servicio público fue notable. En cada regió n, se construyó nuevos tanques, tuberías matrices, colectores, plantas de tratamiento de agua, etc. La cobertura urbana de agua y alcantarillado alcanzó los má s altos niveles de América Latina. EMOS, la principal empresa de servicio público, puso especial énfasis en la conservació n de agua y en el manejo de los recursos hídricos para satisfacer el aumento de la demanda. La demanda de agua y saneamiento aumentaba como resultado del desarrollo urbanos en el á rea metropolitana y debido a la ampliació n de los sistemas de agua y saneamiento hacia los sectores pobres. Se reforzó las actividades de EMOS en lo referente al agua no registrada a través de la macromedició n, telemedició n y telecontrol en puntos estratégicos del sistema de producció n y distribució n del agua. La rehabilitació n y sustitució n de las instalaciones deterioradas contribuyeron a reducir el volumen de agua no registrada. La construcció n y operació n de las primeras obras para el tratamiento y eliminació n de aguas servidas se iniciaron a principios de 1990. EMOS y ESVAL empezaron la construcció n de interceptores de descarga de aguas servidas (grandes colectores). En 1992, se construyó en Santiago la primera planta de tratamiento de aguas servidas, una planta piloto no convencional. El plan definitivo para el tratamiento de las aguas servidas en el á rea metropolitana concluyó en 1994. En 1995, se decidió construir tres grandes plantas para alcanzar una cobertura de aproximadamente 70% en el tratamiento de aguas servidas en un período de 15 años. En otras á reas, se diseñó e inició la construcció n y operació n de colectores de aguas servidas, plantas no convencionales para su tratamiento y vertederos marinos para su eliminació n. Como resultado de las medidas de emergencia adoptadas por el Ministerio de Salud, se logró controlar el có lera en Chile. Sin embargo, es importante notar el aumento de la cobertura de alcantarillado y el inicio de las obras bá sicas para el tratamiento y eliminació n de las aguas servidas tanto en el á rea metropolitana como en otras. La incidencia de las enfermedades propagadas por el agua, como la tifoidea, se redujo de 6,700 casos en 1989 a 1,400 en 1995. La disminució n de los casos de tifoidea fue, inclusive, má s significativa en el á rea metropolitana, donde bajó de 4,100 casos en 1989 a 390 casos en 1995. Asimismo, las empresas públicas empezaron a aplicar un nuevo estilo de trabajo. El nuevo estilo empresarial aplicado por EMOS y otras compañías se caracterizaba por una planificació n regular a largo plazo para el desarrollo de infraestructura y el trabajo coordinado con las municipalidades, comunidades y entes gubernamentales. Este nuevo PNUD –Banco Mundial Programa de Agua y Saneamiento estilo también incluía un enfoque global de gestió n y un trabajo participatorio y multi-disciplinario. La conservació n del agua era un concepto que debía ser entendido no só lo por el personal de la compañía sino, también, por los usuarios, especialmente cuando las tarifas aumentaban. Bajo el liderazgo de EMOS, las empresas públicas iniciaron una campaña total de educació n de los usuarios en el á mbito de la conservació n de agua y la debida utilizació n de la infraestructura de agua y desagü e. Las empresas públicas también orientaban a las familias de escasos ingresos hacia el subsidio gubernamental y ayudaban a las municipalidades en las tareas administrativas para su implementació n. La negociació n colectiva era ahora una obligació n impuesta por la nueva condició n legal de las empresas. El desarrollo de nuevos sistemas para la gestió n, motivació n y compensació n de los recursos humanos constituía un requisito que las nuevas compañías debían cumplir. Las nuevas tarifas y el incremento en la eficiencia permiten a muchas de las empresas elevar su tasa interna de retorno, a la vez que realizan nuevas actividades, intensifican otras, asumen nuevas responsabilidades y elevan los sueldos y salarios al nivel de los precios del mercado. La utilidad promedio de estas empresas, después de impuestos, en relació n a los activos fijos, aumentó de un valor negativo de -0.76% en 1989 a un valor positivo de 6.3% en 1995 (datos del SISS). EMOS elevó su tasa de retorno de 5.7% en 1989 a 11.0% en 1995. Cabe señalar que, de acuerdo con las normas internacionales, el nivel tarifario de EMOS es bastante bajo (US $0.40/m3, agua y desagü e). Debido a su só lida situació n financiera, EMOS pudo triplicar su inversió n anual, pagar dividendos accionarios al gobierno, su principal accionista, y pagar por adelantado el primer préstamo al Banco Mundial. Asimismo, EMOS decidió no solicitar el desembolso total del segundo préstamo al Banco Mundial. Se contempló el otorgamiento de contratos BOOT (Build, Own, Operate and Transfer, por sus siglas en Inglés –Construcció n, Propiedad, Operació n y Transferencia) al sector privado para la construcció n y operació n de futuras plantas de tratamiento de aguas servidas. La tabla 3 muestra la cobertura e inversió n anual durante el período 1990-1995. En esta tabla, se incluye la cobertura de aguas servidas en 1989 y 1995. Tabla 3 Cobertura urbana e inversió n anual en agua y saneamiento a nivel nacional 1990-1995 Año Agua % 1990 1991 1992 1993 1994 1995 97.4 97.6 97.5 98.0 98.5 98.6 AlcantaTratamiento de rillado aguas servidas % % 81.8 83.6 84.7 86.4 87.9 89.2 Fuente: Memoria anu al SISS, 1995 * Incluye vertederos marinos. 8.0 (1989) 14.0* Inversió n en millones de US$ 65 107 151 182 195 204 PNUD –Banco Mundial Programa de Agua y Saneamiento Tercera reforma institucional Aunque la mayoría de estas empresas públicas está n bien manejadas, algunas carecen de capacidad administrativa comercial y desarrollo tecnoló gico. Por otro lado, se requiere grandes inversiones en infraestructura, que cada año van en aumento. Las principales inversiones está n dirigidas a proveer servicio a la nueva població n urbana, mejorar los sistemas deteriorados, construir plantas de tratamiento de aguas servidas, desarrollar nuevas fuentes de agua sin tratar, etc. Asimismo, se requiere nuevos procedimientos y métodos, y nuevas políticas y desarrollos organizacionales. Normalmente, la competencia impulsa a las empresas privadas a un constante crecimiento a fin de sobrevivir en un ambiente comercial en permanente cambio. Las empresas públicas no tienen la suficiente flexibilidad como para enfrentar una constante renovació n y desarrollo. La interferencia política también podría ser una amenaza a la gestió n moderna de las empresas públicas de agua y saneamiento. Por lo tanto, su venta al sector privado podría ser una política gubernamental aconsejable. A mediados de 1995, el gobierno presentó al Congreso una propuesta de modificació n de la ley vigente. El gobierno condicionó la venta de las empresas públicas a la aprobació n de la nueva ley. La propuesta tenía como principales fines agrupar en un solo documento legal las diversas leyes vigentes; evitar la concentració n de poder (una mayoría de acciones de muchas empresas del sector bajo una misma administració n); asegurar un apoyo de infraestructura de agua y saneamiento para el desarrollo urbano; y proteger e introducir algunas formas de competitividad. La propuesta ha sufrido muchos cambios a raíz del debate entre el gobierno y el Congreso quienes han introducido muchos artículos nuevos. Las principales características de la nueva ley, luego de las enmiendas hechas por el Senado, son: • Se otorga facultades al SISS para ampliar las zonas de concesió n, a fin de que haya concordancia con los planes de desarrollo urbano del gobierno. (Se modificaría el plan de desarrollo y, de ser necesario, las tarifas.) • Se introduce la licitació n pública como obligació n para contratar la adquisició n de bienes y servicios por encima de un valor de 150,000 dó lares. • Se restringe la concentració n de poder al limitarse la cantidad de acciones bajo una misma administració n, de acuerdo con la cantidad y tamaño de las empresas. • Se otorga a los concesionarios de producció n el derecho a usar, con las debidas compensaciones, el sistema de transporte de agua de otro concesionario de distribució n. Asimismo, se les otorga el derecho a construir su propio sistema de transporte de agua hacia los grandes consumidores finales (es decir, introduciendo el concepto de transportistas múltiples en el sector del agua). Las principales reformas presentadas por el gobierno y rechazadas por el Senado son: • Mantener en manos del gobierno, por lo menos, 35% de las acciones de las empresas. • Transferir los derechos de agua de las empresas públicas a CORFO, para su administració n. El proyecto de ley debe cumplir los procedimientos constitucionales, los cuales contemplan un nuevo debate en la Cá mara de Diputados y de Senadores. El gobierno también puede apelar a sus propuestas rechazadas. En resumen, la tercera reforma institucional tiene como objetivo asegurar la sostenibilidad de un modelo comercial que ha tenido éxito en el sector de saneamiento en Chile. En cuanto a las empresas públicas corporativas y comerciales, el gobierno está considerando su privatizació n. No obstante, antes de eso, el gobierno quiere tomar todas las medidas necesarias para garantizar que esta nueva reforma permitirá a toda la població n urbana del país recibir el servicio de empresas de agua y saneamiento só lidas y eficientes. Raquel Alfaro (ex-Gerente General de EMOS, 1990-mayo de 1996) Profesional visitante TWURD Banco Mundial Diciembre de 1996