Riego de hortalizas de hoja Fuente: http://riegohortalizas.110mb.com En Chile, cerca de 120 mil hectáreas están destinadas a cultivos hortícolas entre los cuales destaca tomate agroindustrial, maíz dulce, cebollas y lechugas, entre las principales especies. Destaca el consumo de tomate, lechuga, pimiento, patata, judías verdes y acelgas. (revista Red Agrícola 2006) Por hortalizas de hoja entendemos todas aquellas hortalizas cuyo producto comercial es la hoja de la planta. Ejemplo: · · · · · · Repollo de Brucelas celga Achicoria Espinaca Lechuga Repollo De las cuales la lechuga ocupa el mayor área cultivada llegando a 6500 ha. (ODEPA, no incluye semilleros de hortalizas) Para tener en cuenta. Existen 2 etapas del desarrollo de una planta; vegetativa y reproductiva. En las hortalizas de hoja lo importante es privilegiar el desarrollo vegetativo por lo que producir una gran cantidad de hojas de buen tamaño es el objetivo de este tipo de producción. Debemos procurar un desarrollo optimo de foliosidad por lo que hay que maximizar la producción y expansión de hojas así como una buena consistencia, de otra forma no seria comercialmente apetecible. Influencia del clima y los estados del desarrollo en la demanda hídrica del cultivo. La planta tiene sus raíces en el reservorio suelo-agua y sus hojas están sujetas a la radiación del sol y a la acción del viento (o sea, a las condiciones meteorológicas externas), que le imponen la necesidad de transpirar incesantemente. (Gurovich 2001). Sin embargo la planta tiene la propiedad de regular su transpiración cerrando sus estomas (Gurovich 2001). Restricciones hídricas provocaran que la planta cierre sus estomas. Esto genera una disminución del flujo de CO2 al interior de la hoja y finalmente una menor síntesis de azucares. Esto se refleja en rendimientos inferiores La demanda hídrica del cultivo la define la cantidad de agua que evapo-transpira, es decir, la cantidad de agua evaporada por las hojas como por el suelo del cultivo. Para este calculo usamos la siguiente ecuación: ETc = ETo * Kc Donde: ETc = evapo-transpiración del cultivo (mm / mes) ETo = evapo-transpiración potencial (referencia de un cultivo en condiciones hídricas optimas) Kc = coeficiente del cultivo El valor de Eto depende únicamente de los factores ambientales, espacialmente la temperatura A medida que cambian los estados de desarrollo el valor de Kc variaran con ellos. Para el caso de hortalizas de hoja estos tienden a subir a medida que avanza su ciclo productivo. Así los valores de Kc para un cultivo de repollo son los siguientes: Kc 0.3 - 0.4 0.6 - 0.75 0.9 - 1.1 0.9 - 1.1 0.8 - 0.9 % DESARROLLO 0 - 20 20 - 40 40 - 60 60 - 80 80 - 100 Finalmente a medida que avanzan los estados de desarrollo, el cultivo requerirá reponer una mayor cantidad de agua. Con respecto a la temperatura, el repollo y la lechuga son hortalizas de estación fría con temperaturas optimas entre 15 y 20º C. No toleran muy bien las heladas por lo que es importante contar con un sistema para combatirlas. Un buen sistema es el riego anti-heladas que consiste en generar una neblina que cubra el cultivo mediante pulverizadores de agua. El agua se congelara sobre la superficie de las hojas liberando calor el cual mantendrá el producto a salvo de temperaturas criticas y dañinas. Hay que destacar que la lechuga y el repollo poseen periodos críticos durante todo su desarrollo por lo cual cualquier déficit hídrico arrojara una considerable baja en la producción. Requerimientos del suelo. Los suelos preferidos por la lechuga y el repollo son los ligeros, arenoso-limosos y francolimosos respectivamente, con buen drenaje, y PH pótimo entre 6,7 y 7,4. El drenaje es un aspecto muy importante ya que estas especies son muy sensibles al estrés hídrico. La profundidad de las raíces es de 60 cm (para el repollo y la lechuga) por lo que es fundamental que no exista inundaciones a esta profundidad y la planta muera por asfixia. Dado que la profundidad radical no es muy grande, la duración de los riegos no será muy extensa‚ ya que el agua no debe penetrar los perfiles más profundos. Monitoreo de la humedad. Es común instalar un par de tensiometros a diferente profundidad entre las filas de los cultivos. El primer tensiometro debe estar 15 cm de profundidad y el segundo a 30 cm mas profundo que el primero. (ChileRiego Julio 2005) El riego se debe aplicar cuando el primer tensiometro indica: C. BARES 20 - 25 25 - 30 35 - 40 TEXTURA arenoso franco arcilloso El segundo tensiomentro debe mantenerse alrededor de 10 cb entre riegos. Indicaciones mucho más altas reflejan que el riego no es suficiente mientras que indicaciones bajas pueden indicar riesgos demasiado fuertes o frecuentes, o el mal drenaje. (ChileRiego Mayo 2005) Efecto del riego en la productividad. Tradicionalmente los cultivos de hortalizas presentan sistemas de riego por surco. El problema con este método es la baja eficiencia en el uso del agua, el aumento del riesgo de asfixia radicular y la mayor incidencia de organismos patógenos. En los últimos años se ha hecho popular tecnificar el riego para obtener el máximo rendimiento optimizando la cantidad de agua utilizada. Por ejemplo, actualmente el riego por cinta presenta mejores resultados. Riego por surcos Riego por surcos: consiste en inundar hileras paralelas al cultivo de modo que el agua infiltre homogéneamente entre las plantas. Riego por cintas:‚ consisten en tuberías distribuidas sobre o bajo las plantas del cultivo y su función es entregar una dosis constante de agua logrando así que el suelo se mantenga en capacidad de campo, es decir, contenga toda el agua que es capas de almacenar fácilmente de modo que este disponible para el cultivo. Riego por cintas El inconveniente es que restringe el uso de maquinaria agrícola ya que se corre el riesgo de destruir las cañerías. Si bien es cierto el equipo e de fácil instalación, detectar algún desperfecto en alguno de los dispensadores es muy difícil y hay que tener especial cuidado con no obstruir las boquillas que entregan el agua a cada planta.‚ De esta forma se evitaran en gran medida perdidas de agua por precolación o escurrimiento superficial, además de reducir el riesgo de incidencia de patógenos. Resultados de un experimento que comparo dos sistemas de regadí por cinta (superficial y enterrado) con el tradicional por surcos. En conclusión el sistema de regadío por cinta fue lejos más eficiente con el uso del agua. Además de aumentar considerablemente el rendimiento y disminuir el ataque de enfermedades fungosas También se vuelve muy útil por la posibilidad de la ferti-irrigación‚ por medio del sistema de riego por cinta enterrada.