[Publicado previamente en: Cuadernos de Trabajos de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma 10, 1958, 9-27. Versión digital por cortesía de los herederos del autor, como parte de su Obra Completa, con la paginación original]. © Martín Almagro Basch © De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia Excavaciones españolas en Gabii Martín Almagro Basch [-9→] ORIGEN Y DESARROLLO DE LOS TRABAJOS DE EXCAVACIÓN (1956, 1957 Y 1958) Deseamos, con las páginas que siguen, iniciar la presentación ante el mundo científico de los estudios que con otros colegas españoles hemos emprendido en torno a la valoración histórica y al paulatino descubrimiento de una de las más famosas ciudades del Lacio. Esta empresa científica se ha venido desarrollando desde 1956 hasta 1958 como consecuencia de un acuerdo de intercambio de excavaciones celebrado entre las autoridades competentes italianas y españolas. En virtud de lo convenido, bajo la dirección del que suscribe habrán de irse realizando, por parte española excavaciones en Gabii subvencionadas por la Soprintendenza alle Antichità di Roma I, mientras una misión italiana que dirigirá el Prof. Lilliu, de la Universidad de Cagliari, excavará el talayot de Ses Pahyses en Mallorca 1. Celebrado este acuerdo de intercambio de excavaciones arqueológicas en abril de 1954 pasó a ser aprobado definitivamente y a entrar en vigor en 1956 2, quedando, lue1 Este eficaz y plausible acuerdo tuvo como precedentes, y nos es grato y justo consignarlo, el intercambio establecido anteriormente entre la Escuela Española de Historia y Arqueología de Roma y el Instituto Internacional de Estudios Ligures. Por aquel acuerdo el Prof. Nino Lamboglia, con otros arqueólogos italianos ha venido realizando excavaciones e investigaciones arqueológicas en Ampurias, pagadas por el Patronato de aquellas ruinas, que mantienen las Diputaciones Provinciales de Barcelona y Gerona, mientras los arqueólogos españoles pudimos realizar excavaciones en la Grotta dei Pipistrelli, en Finale Ligure, y en la Grotta del Olivo y otras de Toirano. Las excavaciones españolas en el primer yacimiento fueron ya publicadas por Martín Almagro, Eduardo Ripoll y Ana María Muñoz, "Excavaciones en la Caverna dei Pipistrelli, Finale Ligure. Italia", Cuadernos de Trabajos de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (Madrid 1957), vol. IX, p. 167 a 222. Las excavaciones de la Grotta del Olivo en Toirano serán publicadas por Ana María Muñoz al final de este mismo volumen. 2 Nos parece oportuno reproducir los fragmentos sustanciales de este acuerdo, firmado ya el 21 de abril de 1954 para la realización de estos trabajos. Por él se convino inicialmente lo siguiente: Vista la richiesta della Scuola Spagnola di Storia e Archeologia in Roma, in data 24 gennaio 1954, diretta ad ottenere l'autorizzazione di eseguire scavi nel territorio del l'antica Gabii, con fondi forniti dalla Soprintendenza alie Antichità di Roma I, sotto la direzione scientifica del Prof, M. Almagro. Vista l'offerta che contemporaneamente la stessa Scuola fa che studiosi italiani possano recarsi in Spagna ad eseguire scavi nel Talayot di Ses Pahyses (Mallorca). Vista l'approvazione di massima che, in seguito al parere favorevole espresso dalla I Sez. del Consiglio Superiore per le Antichità e Belle Arti, il Ministero della Pubblica Istruzione, Direzione Generale delle Antichità e Belle Arti ha dato all'iniziativa, con la sua lettera n. 2880-Div. II del 1º. aprile 1954; tra la Scuola Spagnola di Storia e Archeologia in Roma e la Soprintendenza alle Antichità di Roma I si conviene quanto segué. 1. La Seuola Spagnola di Storia e Archeologia in Roma avrá facoltà di eseguire scavi nel territorio dell'antica Gabii entro l'anno finanziario 1954-1955 per un periodo non superiore in linea di massima a due mesi e nel tempo che sarà scelto di comune accordo fra la Scuola stessa e la Soprintendenza alie Antichità di Roma. Gli scavi saranno diretti dal Prof. M. Almagro, che potra essere assistito da altro studioso spagnolo di sua fiducia. La Soprintendenza alie Antichità esercitera il controllo dei lavori stabilito dalla legge, e potra sospendere i lavori stessi o sostituirsi in essl alla Scuola, ove risultassero deficienze nella condotta scientifica o inadempienza alle condi-zioni stabilite nella presente convenzione. © Martín Almagro Basch © De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia 2 Martín Almagro Basch: Excavaciones españolas en Gabii go incorporado en su sustancia, al vigente [-9→10-] acuerdo cultural concertado entre los gobiernos de Italia y España. Es de esperar que en los años sucesivos sea, no sólo mantenida, sino debidamente intensificada esta plausible labor cultural que fue débilmente iniciada, pero eficazmente mantenida por la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma y de cuyos resultados comenzamos ahora a dar cuenta al mundo científico. La satisfacción que ello nos produce es grande, no sólo por nuestra bien probada amistad y amor a Italia, sino también por el seguro beneficio que los arqueólogos españoles obtendrán de un campo de acción tan cercano a Roma. Por otra parte, este intercambio ya iniciado ha de prestigiar por igual a los arqueólogos italianos en España y a los españoles en Italia. Sobre todo será prueba patente de la unión que vincula siempre a nuestras dos naciones hermanas, en todos los campos, pero principalmente en el de las empresas del espíritu. En virtud de los mencionados acuerdos, debidamente autorizados y [-10→11-] subvencionados por el gobierno italiano, hemos podido efectuar tres cortas campañas de excavaciones desde 1956 a 1958 3. Todos los trabajos realizados hasta el presente año han sido dirigidos al esclarecimiento de la planta y carácter del templo etrusco-latino de Gabii así como a la valoración e interpretación de sus construcciones adyacentes. Forman éstas un témenos o recinto sagrado y constituyen, con los restos del templo, un im2. Studiosi italiani, che saranno a suo tempo designati dalla Direzione Generale delle Antichità e Belle Arti, su parere del Consiglio Superiore, avranno facoltà di eseguire scavi nel Talayot di Ses Pahyses entro l'anno luglio 1954-giugno 1955 per un periodo non superiore in linea di massima a due mesi e nel tempo che sarà scelto d'accordo con la direzione degli scavi competente per territorio. Dei due studiosi italiani uno avrà le funzioni di direttore, l'altro di assistente, La stessa norma stabilita nel precedente articolo per gli scavi della Scuola Spagnola a Gabbi valgono per gli scavi italiani a Ses Pahyses. 3. La Sopríntendenza alle Antichità e la Scuola Spagnola si impegnano a compiere precedentemente gli atti amministrativi necessari per la libera esecuzione degli scavi nei rispettivi territori. 4. Le spese per l'esecuzione degli scavi, in esse comprese quelle per direzione e assistenza scientifica e tecnica, per eventuali indennità ai proprietari dei terreni, per rilievi topografici e fotografici, per trasporti di materiali, ecc. saranno a carico della Soprintendenza alle Antichità di Roma per quelli di Gabii e della Scuola Spagnola per quelli di Ses Pahyses. 5. Tutti i materiali rinvenuti negli scavi saranno depositati nei luoghi che saranno indicati rispettivamente dalla Soprintendenza alle Antichità e dalla Scuola Spagnola, e rimarranno a disposizione degli studiosi che avranno diretto lo scavo, e ai quali ne sarà riserbata la pubblicazione, per un periodo non superiore a tre anni dalla fine dei lavori. Trascurso tale periodo la Soprintendenza da una parte e la Scuola dall'altra avranno facoltà di rimettere a chi crederanno piú opportuno lo studio e la pubblicazione dei materiali restati inediti. Lasciando liberi gli studiosi italiani e apagnoli di dare la pubblicazione completa degli scavi compiuti nella sede e nel modo che crederanno opportuni, una prima sommaria notizia di esai dovrà essere tuttavia comunicata per quelli di Gabii nelle Notizie degli Scavi in lingua italiana e per quelli di Ses Pahyses in una ri vista spagnola in lingua spagnola. 6) La presente convenzione sarà valida dopo l'approvazione del Ministero della Pubblica Istruzione per l'Italia e del Consejo Superior de Investigaciones Científicas per la Spagna. 3 Todas las tareas de tipo administrativo fueron realizadas por los sucesivos superintendentes bajo cuya jurisdicción liemos trabajado. A todos debemos gratitud sincera. En primer lugar se ocupó de la ordenación de la concesión de las subvenciones el Prof. Pietro Romanelli, el cual no ha dejado nunca de atender y ayudar a esta empresa de colaboración italo-española. Luego nos ayudó el Prof. R. Bartoccini. Finalmente, nuestros trabajos pasaron a depender administrativamente del Prof. Giulio Iacopi. Todos ellos supieron allanarnos cuantos obstáculos pudieron presentarse a nuestra labor. También merece nuestra gratitud, como arqueólogos y como españoles, el propietario de todas aquellas ricas tierras de cultivo, el ingeniero don Ademo Ferrazza, quien en todo momento se allanó a las peticiones oficiales de los superrintendentes para facilitar nuestro trabajo y se ofreció a nosotros, dando orden de que se nos atendiera por sus administradores y obreros agrícolas de su casa de labor de Torre de Castiglione. Se trabajó en todas estas campañas con diez a quince obreros bajo la vigilancia del señor Nicolai, adscrito al Museo delle Terme, de Roma, al cual queremos agradecer su amable trato y eficaces servicios. © Martín Almagro Basch © De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia Martín Almagro Basch: Excavaciones españolas en Gabii 3 portante conjunto arquitectónico ya famoso, pero que sólo tras minuciosas excavaciones podrá ser debidamente valorado. Los primeros trabajos comenzaron el 5 de julio del año 1956 y se continuaron hasta el 12 de agosto de dicho año 4. En esta campaña, en líneas generales, podemos resumir que nuestra acción se redujo a iniciar la exploración del área que ocupa el templo, limpiándose su celia e iniciando la exploración del podium. También se limpiaron las tabernae, en parte excavadas en la roca, que se apreciaron siempre en el ángulo nordeste del témenos. Igualmente procedimos a explorar la parte contraria, hacia el noroeste, aunque sólo en una reducida área. Allí vimos que la línea de pequeñas tabernae, semejantes a las del lado este, quedaba situada debajo de una pared que separaba la propiedad del ingeniero D. Adelmo Ferrazza, en la cual está enclavado el templo y casi todas las ruinas sepultadas de la antigua Gabii, de otro campo ocupado por el «Acqua Marcia», uno de los acueductos principales del abastecimiento de agua de Roma. En nuestra breve exploración pudimos comprobar que por aquel lado oeste sólo el ambulacro del témenos y la parte delantera de las tabernae podían ser excavadas en tanto no se resuelva la cuestión de los permisos reglamentarios con la administración del «Acqua Marcia». Después de realizar estas breves catas hemos podido comprobar el poco espesor de tierras que por todas partes cubren las escasas ruinas llegadas hasta nosotros y lo deteriorado de tales restos, sobre todo por la acción de los modernos instrumentos de cultivo. La aplicación de grandes arados y [-11→12-] tractores ha arrancado cualquier vestigio que pudiera haber quedado en aquella zona. Toda ella está cubierta simplemente por una débil capa de tierra vegetal de no más de 10 a 15 centímetros de espesor, que descansa sobre la roca eruptiva o tufo denominado lapis gabinus, el cual fue siempre explotado como cantera para obtener sillares para la construcción, conforme se estudia en otro lugar. Así, cualquier observación estratigráfica, ha resultado imposible en aquella zona del templo aunque hayamos intentado apurar nuestra observación en varios lugares, siempre sin resultado positivo. En esta primera etapa pudimos comprobar la planta del templo, hallamos restos de fustes y basas, y aportamos ya algunas novedades a cuanto Ciampini, Visconti y Delbrück habían descrito (fig. 1). Apareció, como primera novedad inesperada, un pasadizo subterráneo que se extendía delante del muro de la fachada y corría por debajo del podium del templo hacia la cella. Seguramente se trataba de un buthros o cubículo secreto para el tesoro del templo 5. En la segunda campaña pudimos trabajar entre el 10 de octubre y el 8 de noviembre de 1957. En ella excavamos toda el área de delante de la fachada del templo, aportando nuevos hallazgos para la revisión, que se iba perfilando en la planta general de este famoso monumento y sobre todo del témenos que lo envolvía. Aparecieron dos basas de altares en las esquinas del podium, delante de la fachada, flanqueando la escalinata de entrada al templo. Se comprobó el desarrollo de la serie de las cellae y del ambulacro oriental del témenos, y se hallaron algunos restos de capiteles y fustes que suponemos de la columnata de éste. Sobre todo, se pudo precisar el sistema de desagües de toda aquella serie de construcciones y del área que las envolvía. 4 5 La consignación quedó en este primer año muy mermada por la necesidad de construir una pequeña caseta prefabricada para servicio de almacén y otras necesidades de las excavaciones. Fue concedida, como las de los años posteriores, por la Direzione Generale delle Belle Arti, del Ministero della Pubblica Istruzione de Italia, a través de la Soprintendenza alle Antichità di Roma I. Un resumen más circunstanciado de todo lo hallado en esta campaña y la siguiente constituyó nuestra comunicación al IV Congreso Internacional de Arqueología Clásica. Roma. Septiembre de 1958. Se publicará resumido en las Actas del citado Congreso. © Martín Almagro Basch © De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia 4 Martín Almagro Basch: Excavaciones españolas en Gabii La tercera campaña se realizó entre el día 17 de octubre y el 31 del mismo mes de 1958. En esta campaña se logró acabar la excavación total del templo. Quedaron aclarados el acceso al buthros, que estaba situado en la esquina lateral derecha de la celia del templo. También se comprobó la existencia de un pequeño muro de separación que se levantaba en el fondo de la cella, formando como un opistodomos interno. Además se descubrió el arranque de la escalinata de acceso al templo. En la zona del peribolos se excavaron nuevas habitaciones, todas simples tabernae del lado derecho o sea del lado este de aquel recinto sagrado. Por medio de trincheras de exploración se siguió el canal de desagüe general del témenos que corre por delante del ambulacro y se vio que doblaba hacia el este. Fue necesario examinar este cambio que no se esperaba y pudo averiguarse dónde comenzaba el canal general, así como otros detalles que [-12→13-] Fig. 1.- Planta del templo de Gabii según los resultados de las excavaciones © Martín Almagro Basch © De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia Martín Almagro Basch: Excavaciones españolas en Gabii 5 rectifican la planta supuesta por Delbrück para todo este conjunto arquitectónico, siguiendo a Visconti. (fig. 2.) Al lado del canal de desagüe, y en el flanco que dobla hacia el sur, han aparecido las ruinas de un edículo de sillería de tufo, y delante de éste una pavimentación de losas de piedra de color rojizo en su mayoría. También se halló la planta de otro gran altar o pedestal, situado delante mismo de la escalinata del templo. [-13→14-] Fig. 2.- Planta general del templo y témenos de Gabii según las excavaciones realizadas hasta 1958. Igualmente parece haberse encontrado el límite del recinto sagrado por la parte anterior o sea la parte sur. A él creemos pertenecen los restos de un gran muro que lleva una dirección este oeste y resulta así perpendicular a la línea del templo y del témenos. Nada parece indicar le presencia del supuesto teatro que hacia allí supusieron Visconti y Delbrück, y que se ha creído situado delante del [-14→15-] templo mismo, pero aún es prematuro decir algo seguro sobre la construcción o construcciones que se levantaron por delante del templo hacia la hondonada por donde se supone pasaba la vía Praenestina 6. 6 El estudio minucioso de los resultados aportados por las excavaciones en toda el área del templo aparecerá en estos Cuadernos de Trabajos de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma. Por © Martín Almagro Basch © De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia 6 Martín Almagro Basch: Excavaciones españolas en Gabii Hay que hacer constar que en todas estas excavaciones han aparecido fragmentos varios de terracotas decorativas con motivos diversos. Asimismo recogimos trozos de mármol y de tufo local o lapis gabinus, así como los consabidos fragmentos de cerámica de fábricas locales, de sigillata aretina, campaniense, etc., y algunos restos epigráficos. Por su mayor belleza e importancia merece citarse el hallazgo casual realizado de una estatua de mármol, al parecer del Pentelico, del Eros de Lisipo. Se halló en la zona limítrofe al templo, hacia el área donde suponemos se extendía el foro de la Gabii de época tardo-republicana e imperial. A su valoración y debida divulgación se dedica en otro lugar de este volumen el estudio que creemos merece tan importante escultura. Debemos hacer constar que en todos nuestros trabajos nos acompañaron los becarios de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma, A. Balil Illana y Javier de Navascués, a los que se debe la redacción de los diarios de la excavación. Han tomado también parte en los trabajos el doctor Alejandro Marcos Pous, el doctor José María Blázquez y el doctor A. Blanco Freijeiro y los alumnos Elena Losada, Ana María Moran y Arturo Díaz Martos. Tal ha sido, expuesto brevemente, el desarrollo de la tarea realizada ante la histórica ciudad de Gabii, durante las tres breves campañas de excavaciones que hemos podido llevar a cabo. Paralelamente se ha ido organizando el estudio de cuantos materiales han proporcionado, hasta la fecha, nuestros trabajos. Producto de ello son los artículos que se editan en este mismo volumen y los que aparecerán en un volumen próximo, ya muy avanzado en su preparación. Tras las excavaciones en este área, esperamos ir realizando, en otras campañas, trabajos de exploración en tres lugares que nos ofrecen especial interés. Primero, en la parte más alta de la ciudad, donde suponemos existió la acrópolis de la Gabii lacial prerromana. Segundo, al este del templo, ya excavado, donde suponemos existió el Foro y construcciones más importantes de la Gabii que pudo nacer tras la guerra social, con los asentamientos coloniales de Sila, a la cual se refieren los textos escritos de época imperial que han llegado hasta nosotros. En tercer lugar, merecen una exploración las ruinas de la iglesia atribuida a San Primitivo, martirizado en Gabii, pues según diremos más adelante, a su alrededor, se extiende una necrópolis de [-15→16-] ello no incluímos aquí más amplias referencias. Nuestra intención ahora es sólo dar cuenta del desarrollo de nuestros trabajos. © Martín Almagro Basch © De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia Martín Almagro Basch: Excavaciones españolas en Gabii 7 Fig. 3.- Plano topográfico del área que ocupó la antigua Gabii. 1. Casa de servicio del "Acqua Marcia" de Roma. 2. Ruinas del templo excavado. 3. Área por donde se supone existió el foro romano de época imperial. 4. Ruinas de la iglesia de San Primitivo. 5. Canteras de piedra y Fosso degli Albucci. 6. Torre medieval de Castiglione. 7. Zona donde se supone existió la acrópolis de la Gabii de época lacial. inhumación que podría aportar datos histórico-arqueológicos de interés para la reconstrucción de la Gabii paleocristiana y bizantina antes de su total, desaparición en los obscuros tiempos de la Edad Media (fig. 3). Es de esperar que a estos trabajos de excavación, ya realizados, se sigan otros, con los cuales aspiramos los arqueólogos españoles aportar nuestro esfuerzo al conocimiento de la Gabii lacial y luego romana que yace hoy sepultada bajo las feraces tierras [-16→17-] © Martín Almagro Basch © De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia 8 Martín Almagro Basch: Excavaciones españolas en Gabii de la campiña latina y de la que sólo conocemos las noticias de los escritores clásicos y algunas aportaciones posteriores que vamos a reunir a continuación como introducción y perspectiva de la tarea que ambiciosamente hemos iniciado y a la que no faltará nuestro esfuerzo junto al de discípulos y colegas. Sólo esperamos que las circunstancias no entorpezcan la noble labor ya iniciada. LA HISTORIA DE GABII A TRAVÉS DE LOS TEXTOS ESCRITOS La ciudad de Gabii, cuyas ruinas hemos comenzado a excavar los arqueólogos españoles, ofrece ante nosotros una historia basada casi exclusivamente en los textos de los escritores clásicos. Estos son muchas veces contradictorios, legendarios las más y, en alguna ocasión, fantásticos. Así, ante Gabii, como ante tantos otros restos históricos del pasado, sólo con las investigaciones arqueológicas se podrán superar las escasas noticias que poseemos y llegará a ser un día mejor conocida y debidamente valorada la historia de esta vieja ciudad. Como una introducción a los estudios diversos que las excavaciones han de promover, sin ninguna pretensión exhaustiva, queremos reunir aquí las noticias básicas que la Antigüedad nos ha transmitido sobre aquella antigua ciudad hoy totalmente enterrada bajo la feraz tierra de la campiña romana 7. Todas estas fuentes escritas están concordes en considerar a Gabii como una de las más antiguas y principales ciudades del Lacio y nos aportan noticias de muy diverso interés y valor histórico. A propósito de su origen, una corriente historiográfica considera a los albanos como fundadores de Gabii. Está representada por Dionisio de Halicarnaso (I. 84; IV. 53) y por su seguidor Eusebio (Origo gentis rom. 17). [-17→18-] así como por el historiador Servio, que sirvió de informador a Virgilio en la Eneida (Aeneida VII, 612 y 682). Diodoro Sículo atribuye, concretamente, la fundación de la ciudad a Latino Silvio (VIII. 3. 7). Por el contrarío, en Virgilio (Aeneida VI, 733), se atribuye Gabii a los rótulos y aun en Solino (II. 10, pág. 36 M.); se atribuye su fundación a dos hermanos sículos. Se llamaban Gatio o Galatio y Bio. De sus nombres se originaría el topónimo Gabii, a base de unir las sílabas iniciales de ambos personajes míticos 8. Entre estas noticias legendarias, fundacionales, de la ciudad de Gabii y su historia inicial, siempre relacionándola con la historia romana, merecen una especial mención aquellas noticias que se refieren a la leyenda misma de la fundación de Roma. Según Dionisio de Halicarnaso (IV. 53 y I. 84); Plutarco (Vit. Rom. 6 y De Fort. Rom. 8 y Origo gent. rom. 21) y Esteban de Bizancio (sub vocabulo Ταδίοι) Rómulo y Remo se habían educado en Gabii 9. Entre lo que concretamente aprendieron allí los fundadores 7 Buenos resúmenes sobre la historia de Gabii, repitiendo casi siempre las mismas fuentes que aquí vamos a ordenar y analizar, pueden verse en H. Dessau, en su excursus histórico editado delante de las inscripciones de Gabii por él reunidas en el vol. XIV del CIL, Berlín, págs. 278 a 285. También en la Enciclopedia clásica de Pauly-Wissowa, S. V., hay un buen resumen de historia de Gabii, redactado por Weis. Igualmente puede consultarse con provecho Nissen, Italische Landeskunden II 2, S. V., p. 602. La bibliografía básica moderna sobre Gabii la hallará el lector en el trabajo que se publica a continuación de estas páginas en estos mismos Cuadernos de Trabajos, p. 30 y sigs. En él se estudia por A. Balil Illana la topografía de Gabii y sus alrededores y se analizan los estudios arqueológicos e históricos de los arqueólogos e historiadores modernos sobre esta antigua ciudad. 8 Ver A. Montenegro, La onomástica de Virgilio y la antigüedad preitálica (Madrid 1949), págs. 34 y 92. 9 E. Pais, Storia di Roma dalle origine all'inizio delle guerre Puniche. I p. 312 s, hace la crítica de esta leyenda sobre Rómulo y Remo. © Martín Almagro Basch © De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia Martín Almagro Basch: Excavaciones españolas en Gabii 9 de Roma, se menciona en los textos el arte de auspiciar. Ello nos inclina a admitir una correspondencia entre los auspicia gabinos y romanos 10. También sabemos que en la religión romana hubo otros recuerdos de contactos religiosos con la Gabii lacial como nos lo prueba la mención del cinctus gabinus 11. Agudamente E. Pais 12 ha comentado cómo, sobre el origen de Gabii, existe una disparidad entre las tradiciones romanas oficiales, representadas por casi todas las fuentes llegadas a nosotros y las tradiciones locales de Gabii, que han dado lugar a una de las versiones de Virgilio y a la de Solino. Tampoco el nombre toponímico de la ciudad nos aporta luz alguna. Gabii es, según G. Schulze, simplemente un topónimo derivado de un nombre gentilicio en su forma plural, como Falerii, Volcii, Pompei, Veii y otros muchos 13. De un Gabirius nacería el toponímico Gabii y Gabinius. Aunque parecería lógico suponerlo derivado del nombre de una gens Gabia, G. Schulze ya hizo observar que esta gens no existe y hay que hacerlo derivar de un simple nombre gentilicio. En realidad, el confuso horizonte de los orígenes de la ciudad, a través de las fuentes escritas, jamás podrá ser aclarado. Parece obedecer, en gran parte, a las preocupaciones genealógicas de la poderosa gens Antistia, muy preponderante en las tierras gabinas y en la misma Roma. [-18→19-] En torno a la historia legendaria de esta gens Antistia aparece el primer personaje de Gabii más mítico que histórico. Es su rey o jefe Antistio Peto. Este luchó contra Sexto Tarquinio hijo de Tarquinio el Soberbio rey de Roma, pero fue muerto en la lucha por el romano que pasó a ser rey de los gabinos impuesto por Tarquinio el Soberbio después de un pacto convenido entre Roma y Gabii tras la lucha. Este acuerdo se conmemoró con un tratado escrito en la piel de un toro inmolado para consagrar el acuerdo con la debida solemnidad. Este fue el origen del foedus gabinus de difícil interpretación y alcance como veremos 14. Incluso al negarse hoy por muchos historiadores la existencia de los últimos reyes de Roma 15, no aporta valor alguno de carácter histórico válido tal noticia que pasó de unos historiadores a otros ininterrumpidamente. Sí debemos ver en ella el eco del choque que la expansión de Roma exigió ante este antiguo núcleo urbano latino, formado por agentes de carácter muy afín, pero independientes, al grupo que se fue aglutinando en torno a las colinas del Tíber y que acabaron creando la primera Roma y pronto fueron absorbiendo a los demás núcleos laciales que se asentaban hacia los Montes Albanos. Entre estos Gabii fue uno de los más representativos aunque no lo conozcamos bien ni en su origen ni en su desarrollo. Tras el choque violento, Roma parece ser llegó a un pacto con Gabii, el famoso foedus gabinus, que legalizó una paridad de derechos ciudadanos entre ambas ciudades y que hizo aparecer más notoria y ejemplar en la historia de Roma la actitud y situación de Gabii. El documento mismo llegó a ser muy famoso en la antigüedad. Aún en tiempos de 10 Véase De Sanctis, Storia dei romani I (Turín 1907) II p. 251. Sobre el Cinctus Gabinus ha recogido todas las referencias Mau en la Enciclopedia de Pauly-Wissowa, Realenc., S. V. Cinctus. 12 E. Pais, ob. cit. (Roma 1926) I, 3. ed., p. 289, nota 2, y sobre todo p. 312 y 13. 13 G. Schulze, Zur Geschichte Lateinicher Eigenname (Berlín 1940) p. 162 y 164, nota 6; sobre gabinius véase p. 108, 304 y 533. 14 Véase esta noticia recogida en Livio, I 53-54; Dionisio de Halicarnaso, IV 53; Ovidio, Fasti II 685 s.; Valerio Máximo, VII 4, 1 s.; Floro, I 7; Orosio, II 4-12 y las citadas en la nota 18. 15 Concretamente Tarquinio el Soberbio parece puede ocultar solamente el nombre de un condottiero etrusco del tipo del Mastarna — Servio Tulio. Véase K. I. Belloch, Römische Geschichte (Berlín 1926) p. 157, y sobre todos estos problemas G. De Sanctis, Storia dei Romani (Turín 1907) I. 11 © Martín Almagro Basch © De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia 10 Martín Almagro Basch: Excavaciones españolas en Gabii Augusto se conservaba, ante la admiración de todos, en el templo de Semo Sancus o Dius Fidius, que se venía atribuyendo a Tarquino el Soberbio 16. Era un escudo de madera, recubierto con piel del buey inmolado tras la lucha ya descrita y en la cual se había escrito el texto del tratado que ya para Dionisio de Halicarnaso era difícil de comprender 17. Esta referencia textual del foedus gabinus que se repite en varios historiadores de la Antigüedad, se nos ha conservado plásticamente en algunas monedas acuñadas por miembros de la familia plebeya Antistia, que, como ya hemos dicho, se pretendía originaria de Gabii, siendo conocidos más de [-19→20-] 70 personajes de ella en los fastos históricos romanos a partir del legendario Antistio Peto, asesinado por Sexto Tarquinio, el hijo del rey de Roma Tarquinio el Soberbio. En efecto, el 18 a. de C. sabemos que fue triunviro monetal Caius Antistius Reginus. Este personaje había sido lugarteniente de Julio César en las Galias, amigo de Cicerón y luego magistrado monetal con Augusto en la fecha citada. Acuñó un bello áureo en el que se recuerda la tradición familiar vinculada al foedus gabinus, apareciendo en el anverso la cabeza laureada de Augusto a la derecha y la leyenda CAESAR AUGUSTUS. En el reverso se ven dos sacerdotes velados, de pie, sacrificando un cerdito sobre un altar encendido y la leyenda: C[aius] ANTISTIUS REGINUS. FOEDUS P[opuli] R[omani] CVM GABINIS (fig. 4). El 16 a. de J. C. fue triunviro monetal otro miembro de esta familia, Caius Antistius Vetus, y de él se nos ha conservado un denario que repitió el tipo casi exacto del áureo de su pariente Caius Antistius Reginus, por lo que los numismáticos los han considerado con razón como contemporáneos 18. Este personaje fue partidario de Julio César y combatió a los pompeyanos en Siria y en Asia Menor, acompañando a Augusto a España cuando se redujo a los cántabros y astures. Su denario nos ofrece en el anverso: cabeza desnuda de Octavio a la derecha con la leyenda: IMP. CAESAR AUGUS. TR[ibunicia] POT[estate] VIII. En el reverso lleva los mismos tipos del áureo ya citado y la leyenda: C. ANTIST[ius] VETUS FOEDUS P[opuli] R[omani] CVM GABINIS (fig. 5). Así, pues, los dos reversos de estas monedas nos recuerdan la leyenda familiar de la gens Antistia; el asesinato de Antistio Peto por Sexto Tarquinio, hijo de Tarquinio el Soberbio, la guerra entre esta ciudad y Roma, y al fin, la firma, por ambas ciudades, de una paz, cuyo pacto fue escrito sobre una piel de buey según los textos conservados en los historiadores antiguos. Fig. 4.- Áureo de Caius Antistius Reginus de hacia el 18 a. de J.C. (según Grueber y Babelon) 16 Sin embargo, la primera noticia de la consagración de este templo es del 466 a. de J.C. Su permanencia y conservación plantea serios problemas, sobre todo tras el paso de los galos. Véase sobre esto G. Lugli, I Monumenti antichi di Roma e Suburbio (1938) III p. 296 s., con bibliografía y notas de las fuentes antiguas. 17 Las fuentes básicas antiguas son Dionisio de Halicarnaso, IV 58, y sobre todo IX 60, y Varrón, De ling. lat. V 33. También Festo, p. 56 M. y Horacio, Ep, II, I 15. 18 E. Babelon, Description historique et chronologique des monnaies de la République. romaine. Tomo I. París, 1885, págs. 143, 149, 152. H. A. Grueber, Coins of the Roman Republic in the British Museum. Tomo III. Londres, 1910, láms. LXIV, n.º 18 y lám. LXXI, n.° 11. H. Mattingly y E. A. Sydenham. The Roman Imperial coinage, vol. I, Londres 1923, lám.. II, n.° 22. © Martín Almagro Basch © De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia Martín Almagro Basch: Excavaciones españolas en Gabii 11 Pero en Roma debían existir también sobre este asunto dos tradiciones un poco discordantes, porque es un cerdo y no un toro lo que se inmola en el sacrificio que representan las monedas. Virgilio se hizo eco de esta [-20→21-] diversidad de la leyenda, pues después de haber contado el rapto de las Sabinas, concretamente dice: Tum idem inter se posito certamine reges armati Iovis ante aras, paterasque tenentes stabant, et coesa iungebant foedera porca. (Virgilio, Aeneida, VIII, 638. Ver también en Varrón, De Re rust., II, 4.) También sobre el contenido y valor de este foedus gabinus se ha discutido mucho en la historiografía romana. En realidad sólo parece reflejar la vinculación de Gabii a Fig. 5.- Denarios de hacia el 10 a. de J. C. de Caius Antistius Vetus (según Grueber y Babelon). Esta monedas y la anterior recuerdan la consagración del Foedus Gabinus entre Gabii y Roma en tiempos de Tarquinio el Soberbio. Roma en los últimos años de la monarquía mediante un foedus aequum. Sólo más tarde se materializaría en el famoso clípeo que se exhibía en Roma como atractivo venerable, al igual que otros muchos documentos inventados o restaurados que se mostraban a los visitantes, tanto en Roma como en otras ciudades, sobre todo en la antigua Grecia que nos describe Pausanias. La realidad es que el texto original nos falta hoy, y cuantas disquisiciones, interpolaciones y hasta elucubraciones se han elaborado por los diversos autores no nos aclaran nada sobre la situación legal de Gabii ni del ager Gabinus tras este pacto fundamental que vinculó Gabii a Roma 19. [-21→22-] Entre estos textos antiguos que tratan de las relaciones y, finalmente, de la vinculación de Gabii a Roma, hay uno de Macrobio (Sal. III. IX. 13) en el que se habla de una devotio existente entre Gabii y Roma. Beloch, que ha estudiado con gran detenimiento todo lo referente al foedus Gabinus, hace ver cómo foedus y devotio son antitéticos, y algunos autores como Manni, a base principalmente de este texto, han considerado el foedus 19 La principal y básica valoración critica de esta cuestión la inicia K. I. Beloch, Der Italische Bund unter Römische Hegemonie (Leipzig 1880) p. 47. Este autor volvió a tratar luego magistralmente el tema en Römische Geschichte (Berlín 1926 pág. 155 s. El texto del tratado lo consideró de época posterior G. De Sanctis, Storia dei Romani (Turín 1907) I p. 389 s., y este autor queda dudoso entre aceptar la tradición o considerar el tratado como una falsificación. E. Taeubler, Imperium Romanum. Studium zur Entwicklungsgeschichte des Römischen Reichs (Leipzig 1913) I p. 381-82, juzga falso el texto de este tratado. H. Last, en la Cambridge Ancient History (Cambridge 1892) VII, ha admitido el valor del documento, en tanto que considera falso el clípeo que se exhibía en el templo romano de Semo Sanctus o Deus Fidius. © Martín Almagro Basch © De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia 12 Martín Almagro Basch: Excavaciones españolas en Gabii Gabinus como meramente religioso 20, a cuyo favor se pueden aplicar, no sólo el texto de Macrobio, sino las referencias ya anotadas de los contactos y relaciones entre Gabii y Roma desde el punto de vista religioso, sobre todo en cuanto a la igualdad de los auspicia. Otras noticias han llegado hasta nosotros referentes a esta ciudad en Livio (III. 8.; III 48. y IV 21), acerca de la posición de Gabii como directamente amenazada por los volscos y los equos el 462, separándose en aquella dura guerra de Roma. Tampoco sabemos con certeza si perteneció a la Liga Latina. Por otra parte, la lista que de sus participantes nos ha dado Dionisio de Halicarnaso (IX. 60) parece sea una patraña erudita 21. También Livio, en VI 21, señala la ayuda de Gabii a Roma contra Praenestae el 383 a. de J. C. Después de la disolución de la Liga Latina, el 338 a. de J. C., hasta la Guerra Social, la ciudad de Gabii siguió federada a Roma, pero no sabemos con certeza ni su situación jurídica ni tampoco su importancia real como núcleo urbano. Esta última sólo podrá aclararse gracias a las excavaciones futuras. Más tarde vuelve a aparecer Gabii, cuando el paso de Aníbal por el Lacio, el 211 a. de J.C. Tito Livio nos relata (XXVI. 9) cómo el jefe cartaginés se apartó de Tusculum, bien amurallado, y pasó por Gabii, pero no consta que entrara ni atacara la ciudad, sino sólo que allí hubo una etapa en su marcha hacia Roma. La gran revuelta de los pueblos itálicos, que conocemos con el nombre de Guerra Social, afecta a Gabii como a las demás ciudades latinas vecinas a ella: Tibur, Praeneste, Cura y otras. Tal vez, al concederse la ciudadanía romana a los aliados itálicos, como consecuencia de ello, Gabii pasó a ser gobernada por quadrumviros, según nos lo afirma una inscripción 22. Sin embargo, no sabemos con seguridad nada de lo ocurrido, aunque no sea difícil admitir que tras la Guerra Social recibiría una constitución municipal romana normal, abollándose entonces su antiguo régimen ciudadano que, en realidad, no reconocía a sus habitantes ni pleno derecho de sufragio ni auténtica ciudadanía romana. [-22→23-] En verdad, todo lo referente a su régimen antiguo, a pesar de la fama del foedus Gabinus, no pasa de mera suposición. Sólo sabemos con certeza la noticia que nos ha conservado el Liber Coloniarum, donde se dice Gabis oppidum lege Sullana munitum, ager eius militi ex ocupatione censitus est iter populo non debetur 23. A pesar de esta referencia, hemos de suponer que se trata, como en otros casos, sólo de un reparto de tierras a los veteranos de la Guerra Social, realizado por orden de Sila. Este hecho nos denunciaría un gran abandono y decadencia de Gabii y del ager Gabinus en aquella época 24. Ello resulta evidente, pues el 54 a. de J.C.; sabemos por Cicerón que Gabii era un municipio tan pobre que no podía enviar una delegación a las Ferias Latinas 25. 20 K. I. Beloch, Der Italische Bund unter Röm. Hegemonie (Leipzig 1880) p. 47 y 118. E. Manni, Per la Storia del municipio fino la guerra sociale (Roma 1947) p. 29 s. y 44 s. 21 Véase L. Pareti, Storia di Roma e del Mondo romano (Turín 1952) I p. 419. G. De Sanctis, ob. cit. I p. 101; K. I. Beloch, Ital. Bund. p. 177. 22 H. Dessau, CIL XIV p. 278. 23 Véase en Th. Mommsen, Die Libri Coloniarum (Berlín 1852) p. 143. 24 Tal vez entonces perdió por completo su importancia y se precipitó definitivamente en su decadencia. Véase sobre esta noticia F. Gabba, "Ricerche sull'esercito professionale romano da Mario ad Augusto", Athenaeum. XXIX (1952) p. 171 y s., 270 s. y 232 nota 4, y sobre todo A. Degrassi, L'amministrazione delle cità, en V. Ussani, Guida allo studio della civiltà Romana antica (Nápoles 1952) I p. 299 s., con toda la bibliografía anterior y lista de las colonias romanas en la p. 320. 25 Cicerón, Pro Pauco, 9, 23. © Martín Almagro Basch © De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia Martín Almagro Basch: Excavaciones españolas en Gabii 13 Su decadencia debió acentuarse grandemente conforme nos lo describe bien circunstancialmente Dionisio de Halicarnaso (IV 53) que indica cómo Gabii es un simple arrabal tendido a lo largo de la vía Praenestina, donde había algunas tabernae. Señala que aún se conservaba su recinto amurallado antiguo, pero ya sus habitantes se habían agrupado a un área cercana a la citada vía Praenestina. Horacio (Ep. I. 11,7-8) escribe concretamente Gabiis desertior atqite Fidenis vicus. Otros autores insisten igualmente en su ruina y pobreza suma a lo largo de todo el Imperio. Así, Propercio (IV 1, 34), señala Quippe suburbanae parva minus urbe Bobillae et qui nunc nulli maxima turba Gabii... La misma referencia nos señalan Lucano (VIII. 592-93) cuando exclama: Gabios Veios que coram pulvere vix tectae potuerent mostrare ruinis. Juvenal repetidas veces nos da la misma imagen de una ciudad decadente: Simplicibus Gabiis... (III, 191-92); vivat Gabiis ut vixit in agro (VII. 4); ... Fidenarum gabiorunque esse potestas... (X. 100). Otros textos de Plinio Naturalis Historia II 94 209) y de Juvenal (VIL 3) nos aseguran que era un lugar apropiado para el reposo de los enfermos. Algunas referencias a Gabii como poseedor de fuentes y de baños que se leen en Horacio (Ep. 1.159), donde escribe: ...fontibus audent classinis gabinisque... y en Juvenal (VII. 4) no nos apartan de la imagen de una ciudad que ha abandonado su casco urbano antiguo, que debió extenderse en torno a la acrópolis, situada hacia la Torre de Castiglione, levantada sobre el punto más dominante de las riberas del famoso lago gabino, hoy desecado. Su poca importancia hace que pronto se olvide su historia y su misma situación exacta. Así el escoliasta de Horacio anota (I. 11. 7): Gabii vicus in sabiniis iusta Lucretilen montem, confundiendo nuestra antigua y famosa [-23→24-] Gabii latina con otra Gabii en Sabina. Error que ocurrirá frecuentemente en la Edad Media. Otras noticias se nos han conservado en autores diversos, de carácter más bien anecdótico que de auténtico valor histórico para el conocimiento de la ciudad. Estrabón V. 238 y Tácito en Ann. XV. 44, nos hablan del saxun gabinum muy usado para la construcción en Roma mismo 26. En Galeno (V. 5 y VI, pág. 3344K) se conservan referencias al vino de Gabii. También en la analística romana se refieren otras noticias curiosas concernientes a esta ciudad. Así, en Livio (XXIV, 10), se relata cómo el año 214 a. de J.C., un rayo destruyó las murallas y la puerta de la ciudad. Otro rayo, caído el 176 a. de J.C., destruyó el templo de Apolo y las casas que le rodeaban (Livio, XLI, 16). Para más noticias sobre Gabii hemos de acudir a las concretas referencias de las inscripciones a las cuales dedicaremos un próximo trabajo. Estas nos prueban una vitalidad de la ciudad desde Augusto hasta Heliogábalo, totalmente en contradicción con las noticias que nos dan los poetas e historiadores que tal vez sean exageradas en su visión pesimista de la antigua Gabii de época tardo republicana e imperial. También los hallazgos arqueológicos aportados en épocas y circunstancias diversas por las ruinas de Gabii nos aseguran ser más bien las noticias de los textos escritos citados, una imagen literaria algo forzada las ricas esculturas 27 y otros vestigios arqueológicos nos rechazan evidentemente esa triste y total decadencia de Gabii en la época imperial tan repetida por todos los escritores latinos. 26 Véase el trabajo sobre topografía de Gabii, de A. Balil Illana, que se publica a continuación, pág. 41 y sigs., todas las referencias que convienen a ésta clase de piedra. 27 Sobre todo la belleza de la serie de esculturas halladas en Gabii nos aseguran la existencia allí de una cierta riqueza y monumentalidad en la época imperial romana. Véase más adelante el trabajo de A. Blanco Freijeiro sobre la escultura de un Eros de Lisipo recogida por nosotros, y al final de su estudio la lista de la serie numerosa y bella de estatuas y otros mármoles aportados en el siglo XVIII por las excavaciones de Gabii. © Martín Almagro Basch © De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia 14 Martín Almagro Basch: Excavaciones españolas en Gabii A través de las inscripciones reunidas en el Corpus y algunas más que después han aparecido, sabemos que se rendía culto a Silvano (CIL XIV 2791), a Hércules (CIL XIV 2788-89), a Cibeles (CIL XIV 2790), a Venus Félix Gabina (CIL XIV 2793), cuya estatua reproducía el retrato de Plutia Vera, hija del donante A. Plutius Epaphroditus (Cicerón. Pro Pauco, 9. 23), personaje que se ha considerado como un oriental 28. Además, por un texto ya mencionado de Livio (XII. 16) sabemos existía un templo a Apolo; y por Virgilio (Aeneida. VIII. 682), que se rendía culto a la Juno Gabina. Las demás inscripciones son dedicaciones: a la gens Claudia del 51 al 54 (CIL XIV 2794) y a la Domus Domitia Augusta en el 140 (CIL XIV 2795); a los emperadores: dos a Adriano del 123 (CIL XIV 2796 y 2799), a Sabina (CIL XIV, 2799), dos a Antonio Pío (CIL XIV 2795 y 2804) y otra a Septimio Severo [-24→25-] anterior al 199 (CIL XIV 2800). Otras inscripciones se refieren a dos patronos de Gabii, uno T. Julio Zotico (CIL XIV 2809), de hacia el 220, y otro T. Flavio Aeliano (CIL XIV 2806), que puede relacionarse con el Flavio Aeliano que fue legado en Pannonia el 226 y en Germania el 231 29. De gran interés son los fragmentos de los Fasti Gabinii que estudió A. Degrassi 30. Corresponden a la época de Augusto a Tiberio y se hallaron entre el templo que hemos excavado y la iglesia de Sari Primitivo, por donde creemos existieron los principales monumentos imperiales de Gabii. Otras son meras menciones de donativos para juegos y nos muestran el tipo de gentes vulgares que habitaban la ciudad: libertos y comerciantes sobre todo. Una sola inscripción (CIL XIV 2802) hace referencia a la gens Antistia que legendariamente estaba vinculada a Gabii. Otra inscripción nos habla de obras en el acueducto de Adriano (CIL XIV 2797) y juntamente con los sellos que hemos recogido y que se estudian en otro lugar de este volumen 31 nos indican cómo se realizaron obras en Gabii a lo largo de los años del imperio, sobre todo en el siglo II, lo cual nos confirma una cierta vida de la ciudad como ya hemos venido indicando. La más moderna inscripción (CIL XIV 2824) es una dedicación a un cónsul Félix que puede referirse a Flavius Constantius Félix cónsul el 428, o a Flavius Félix cónsul el 511 32. Entre las inscripciones modernamente halladas se nos ha conservado el nombre de CETHEGVS en un sillar hallado en las ruinas del templo al excavar el área de este famoso monumento. Este sillar, dados los restos conservados en él, debió estar colocado debajo de los triglifos de un frontón, pero no del templo mismo: tal vez sea de un pórtico monumental. Por los tipos de letra cabría situar esta inscripción en el siglo II a. de J.C. y tal vez pueda referirse a uno de los Caius, Marcus o Publius, Cornelius Cethegus, que fueron cónsules según las listas consulares el año 294, 197, 181, 170, 160; o tal vez a otro cónsul del mismo nombre que llevó el praenomen de Servius, el cual alcanzó el consulado en el año 24 de la Era, pero esto es menos probable. Desgraciadamente, hasta hoy no conservamos de tan importante inscripción más que el nombre aislado del personaje. Seguramente puede referirse a la persona que construyó el templo si nos guiamos por la situación en que debió figurar esta inscripción. Tal vez sólo diría Cethegus Fecit, breve referencia muy de acuerdo con la costumbre de la época republicana. 28 G. Becatti, Arte e gusto negli scrittori latini. (Florencia 1953) pp. 201 a la 292. G. Barbieri, L'albo senatorio da Settimio Severo a Carino (Roma 1953) 1035-35 y 37, páginas 209-10. 30 Véase A. Degrassi, I Fasti Consolari dell'Impero Romano (Roma 1952} p. 89, n. 1181, y p. 97, n. 1264. 31 M. A. García Guinea, Las marcas de los ladrillos hallados en Gabii, en este mismo volumen. 32 A. Bosio, Moma sotterranea (Roma 1632) p. 321. 29 © Martín Almagro Basch © De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia Martín Almagro Basch: Excavaciones españolas en Gabii 15 Luego Gabii debió abandonarse casi totalmente, aunque las actas de los [-25→26-] mártires Getulio y Primitivo que publicó A. Bosio 33 nos muestran la continuidad de la ciudad, pues el primer mártir fue sacrificado en la Gabii sabina y San Primitivo en la Gabii latina. En torno a este mártir discutido fue Gabii sede episcopal ya historiada por F. Lanzoni 34. Gabii tuvo obispos hasta el siglo VII y aún continuó con carácter honorífico la diócesis gabina hasta 1060. Con relación a estos datos históricos se ha considerado como iglesia de San Primitivo una arruinada ermita al parecer medieval, pero a cuyo alrededor sabemos se extiende una necrópolis de inhumación de fecha incierta que tal vez se remonte a los tiempos paleocristianos y bizantinos. Sólo conocemos la noticia de que se hallaron varios restos de los enterramientos al construir el moderno acueducto del Acqua Marcia. Luego Gabii, como ciudad e incluso como recuerdo de lo que había sido se pierde en la noche que históricamente representa la Edad Media en Roma y sus alrededores. Las luchas de bizantinos contra ostrogodos y longobardos, arruinan los campos del que se llamaba Ducado de Roma. Las ruinas de todo aquel núcleo urbano acabaron perdiendo hasta el nombre de Gabii. Sólo en el siglo XVII se volverá a identificar el lugar que ocupó en la Antigüedad aquella ciudad 35. Sabemos que en lo que había sido área urbana y ager gabinus se desarrollaron algunos episodios grises de la vida local en el medievo. Los monjes de Santa Prássede de Roma poseyeron el territorio. Luego se construyó la Torre di Castiglione, en 1230, sobre lo que suponemos fue la acrópolis de la Gabii de época lacial. Finalmente, todos aquellos campos pasaron a ser propiedad de la principesca familia romana Borghese. Mas todas estas noticias desvinculadas de la historia antigua de Gabii serán recogidas en el estudio dedicado a la topografía de Gabii y a las vicisitudes de su territorio así como a su posterior destino e identificación 36. Nosotros sólo deseamos haber logrado exponer en estas breves páginas de introducción lo que en resumen sabemos de la Historia de la vieja Gabii, [-26→27-] cuyas ruinas yacen escondidas y totalmente desaparecidas bajo las tierras del Lacio esperando la pala del arqueólogo. Sólo las excavaciones, que ahora hemos iniciado y que hacemos votos por su intensificación y no interrupción, podrán ilustrarnos más extensa y certeramente sobre lo que fue aquella ciudad. A la vez vendrán a aumentar la ya inmensa riqueza arqueológica de Italia poniendo al descubierto los restos de una de las ciudades más vinculadas a la historia inicial de la eterna Roma. 33 F. Lanzoni, Le diocesi d'Italia delle origine al principio del secolo VII (anno 604). Studi e Testi. I (Faenza 1957). En esta obra se recogen todos los estudios anteriores sobre el obispado de Gabii y sus prelados, y se hace la crítica del acta del martirio de San Primitivo publicada como auténtica por A. Bosio. 34 El primero que identificó Gabii fue P. Fabretti, De Aquiis et aqueductis (Roma 1680). Le sirvió de orientación básica la documentación medieval y sobre todo las ruinas de San Primitivo. Luego en 1690 ya estudia el templo, única ruina destacada que aún se conservaba y se conserva hoy de la ciudad, Ciampini, Vetera Monumenta (Roma 1690). Las primeras excavaciones no se realizan hasta 1792, llevándolas a cabo George Hamilton ayudado por el príncipe Borghese, propietario del lugar. Los hallazgos los publicó Ennoi Quirino Visconti, Monumenti Gabini della via Pinciana (Roma 1797). 35 G. Tomassetti, La campagna romana (Roma 1913) III p. 500 s., ha reunido todos los textos medievales sobre el lugar, mero campo agrícola y pecuario disputado por las familias feudales romanas. 36 Véase a continuación en este mismo volumen, el estudio sobre la Topografía de Gabii y del Agro Gabino, con toda la bibliografía básica sobre el tema, por A. Balil Illana. © Martín Almagro Basch © De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia