¿Cuáles son los principales problemas de las ciudades españolas y concretamente de las canarias?. Señala algunas alternativas. Las ciudades españolas, y especialmente las aglomeraciones urbanas, presentan numerosos problemas. Su solución corresponde a la política urbanística, que es competencia de cada ayuntamiento. 1. Los problemas derivados de la aglomeración y de la difusión de la urbanización son numerosos: La densificación demográfica y constructiva y la presión urbana sobre el espacio no urbanizado. Este problema trata de solucionarse difundiendo población, actividades y equipamientos hacia ciudades medias o hacia espacios rurales; y manteniendo zonas agrarias y espacios verdes dedicados al ocio. El elevado precio de compra o alquiler de viviendas. Se debe al alto precio del suelo motivado porque hubo antes de la crisis una alta demanda y una gran especulación en este sector. Hasta hace pocos años la política para paliar el problema era la construcción de viviendas protegidas y las ayudas al alquiler para ciertos grupos sociales, pero los recortes presupuestarios han ralentizado y disminuido el gasto público en estas medidas. Y aunque los precios están bajando desde 2008, la falta de ingresos de muchas familias por la falta de empleo, la restricción del crédito bancario y el mantenimiento de precios todavía elevados hacen muy difícil el acceso a la vivienda. Los desahucios son el aspecto más dramático de esta realidad. La necesidad de numerosos abastecimientos y equipamientos. El crecimiento urbano ha generado un consumo creciente de agua, energía y otros recursos, que exigen costosas inversiones y hacen necesario promover el ahorro. Además, ciertas zonas urbanas demandan una mejora de sus equipamientos recreativos, culturales, sanitarios, zonas verdes, etc., que requieren también fuertes inversiones. La ordenación del tráfico y el transporte. Las grandes ciudades padecen problemas de tráfico causados por la necesidad de abastecimiento y por los desplazamientos residencia-trabajo, que ocasionan atascos y problemas de aparcamiento. Para afrontarlos se crean vías de circunvalación, grandes extensiones de aparcamiento, se limita el uso del automóvil o se potencia el transporte colectivo. Por otra parte, las aglomeraciones urbanas exigen costosas infraestructuras de transporte para garantizar las interrelaciones entre todos los núcleos urbanos y sus conexiones con el exterior. Problemas de planificación urbana: los Planes Generales de Ordenación Urbana (PGOU) son los que articulan el uso que se va a dar al suelo en cada momento (industrial, residencial, equipamiento, protegido…) y son responsabilidad de los ayuntamientos. También determinan la edificabilidad o la densidad de edificación autorizada, los equipamientos, la red viaria y las medidas previstas para proteger el medio ambiente en cada actuación. La gestión de estos PGOU no siempre han respondido a los intereses de la ciudadanía sino a intereses privados particulares, lo que los ha hecho ineficientes, impidiendo un desarrollo racional de la ciudad u originando a veces graves perjuicios a algunos ciudadanos. 2. Los problemas económicos se deben a la excesiva terciarización de las actividades urbanas, por lo que se fomenta su diversificación. Los objetivos son: evitar o retrasar la desaparición de las actividades agrarias del entorno urbano; promover o revitalizar la industria, en la áreas de vaciado industrial del interior de la ciudad o en parques tecnológicos y empresariales e industriales en la periferia, y difundir las actividades terciarias avanzadas, muy focalizadas en el centro urbano, hacia la periferia o hacia los núcleos urbanos secundarios. 3. Los problemas sociales más frecuentes en las grandes ciudades son debidos a que los individuos están más expuestos al estrés, al aislamiento, al hacinamiento, al desempleo y al desarraigo de la población de arribada de zonas rurales o de otros países. Para atajar estos problemas, se llevan a cabo campañas de prevención, y se planifican medidas destinadas a favorecer la integración de los inmigrantes. Aunque desde el estallido de la crisis los servicios asistenciales a la población más desfavorecida cada vez disponen de menos recursos. 4. La deuda de los ayuntamientos. Los ayuntamientos desarrollaron en los años anteriores a la crisis una política orientada a proporcionar a sus ciudadanos más servicios y más variados ( de atención a la tercera edad, culturales, deportivos, obras públicas…), pero la parte que recibían de los presupuestos del Estado para financiarlos era muy reducida por lo que se endeudaron hasta límites insostenibles, confiando en un crecimiento económico ilimitado. Una vez estalla la crisis, se han visto imposibilitados de pagar sus deudas. Esto ha llevado a los Ayuntamientos a una política de restricción del gasto que ha impedido cualquier plan urbanístico a gran escala en estos últimos años. Si tenemos en cuenta que además una forma de financiación para los mismos es la venta de suelo y el cobro de licencias urbanísticas, entendemos que la situación se agrava por el parón de la construcción desde 2008, que los ha dejado sin una de sus principales fuentes de ingresos. A todo esto habrá que añadir el detraimiento de recursos que han sufrido muchos ayuntamientos por los altos niveles de corrupción que han sufrido por la falta de mecanismos de control efectivos a la gestión municipal. 5. Los problemas medioambientales se concretan en varios aspectos: La existencia de un microclima urbano caracterizado por temperaturas y precipitaciones más altas que las del campo circundante, por el tráfico, las calefacciones y la industria, que se acentúa porque los materiales de construcción urbanos retienen más el calor y las paredes verticales de los edificios reflejan la radiación solar hacia el suelo. Las precipitaciones también son superiores, pues el calor refuerza el ascenso del aire y las partículas de polvo favorecen su condensación. La contaminación atmosférica debida al tráfico y las calefacciones crea una campana de polvo y humo que afecta a la salud, a las plantas y a los edificios. Frente a este problema se fomentan el transporte colectivo y el ahorro energético. Los altos niveles de ruido que suelen registrarse en las ciudades provocan trastornos como insomnio, cefaleas y sordera. Actualmente, casi todos los ayuntamientos toman medidas, como la instalación de paneles anti ruido, la ordenación del tráfico y la regulación de los establecimientos ruidosos. La contaminación lumínica, por las noches, contribuye a elevar la temperatura ambiente y a reducir la visibilidad de los cielos urbanos. La producción y eliminación de los residuos genera problemas. Las aguas fecales urbanas, en algunos casos, solo reciben una depuración parcial antes de ser vertidas a los ríos o al mar, por lo que es necesario crear instalaciones de depuración integral. Además, las ciudades producen un elevado volumen de residuos sólidos, como basura y desechos industriales, que se entierran o queman en basureros, provocando en ocasiones un grave impacto ambiental. Para mitigar este problema, se fomenta la reducción, la recuperación y el reciclaje de los residuos. La desaparición de los espacios verdes del interior y del entorno urbano aumenta la congestión de las ciudades. Para solucionarlo, se remodelan espacios urbanos instalando en ellos plazas y jardines y se crean espacios protegidos en el entorno urbano. 6. Los problemas de las ciudades canarias: Las ciudades canarias presentan en la actualidad ciertos problemas que amenazan su desarrollo sostenible: • Problemas de edificación y vivienda: se concretan en el deterioro del patrimonio arquitectónico, la carestía de la edificación y la baja calidad urbanística de ciertas zonas suburbanas, generándose una importante segregación espacial entre áreas residenciales en las principales ciudades canarias. Frente a este problema se llevan a cabo rehabilitaciones del patrimonio histórico y de las viviendas. Aunque la crisis ha reducido los recursos disponibles para este fin. • Los problemas de abastecimiento y equipamiento: es necesaria la provisión de algunas infraestructuras y equipamientos públicos. Para ello, se requiere aumentar las dotaciones y fomentar la cooperación entre ciudades para desarrollar equipamientos de interés común. • Problemas de tráfico: se deben a las deficiencias en los sistemas de transporte urbano e interurbano, que generan “cuellos de botella”. Para mitigar este problema, resulta necesario reducir el uso del automóvil privado, mejorar el transporte público en las principales áreas metropolitanas y fomentar la cooperación entre zonas urbanas colindantes con objeto de incrementar la calidad y reducir los costes de los servicios públicos de transporte. • Problemas sociales: en muchas ciudades existe desigualdad social, bolsas de pobreza y marginalidad de algunos grupos sociales desfavorecidos, como los inmigrantes. Frente a este problema se llevan a cabo proyectos de inclusión social para integrar a los grupos más desfavorecidos. Aunque la crisis ha aumentado esta problemática sin que se hayan destinado recursos suficientes para su solución. • Problemas medioambientales: proceden de la excesiva presión urbanizadora, el consumo de recursos, el crecimiento del tráfico y la eliminación de los residuos sólidos urbanos y de las aguas residuales. Frente a estos problemas, la política medioambiental lleva a cabo actuaciones para mejorar el medio ambiente urbano. Últimas tendencias de la ciudad española. Desde la década de 1980, el sistema urbano español está experimentando cambios aún sin consolidar. Las causas de estos cambios son: 1.El Estado de las autonomías y los sistemas urbanos. La implantación del Estado de las autonomías influyó sobre la constitución de sistemas urbanos regionales. Estos se caracterizan por: a. Incremento del peso de las capitales autonómicas b. Incremento de las relaciones entre las ciudades de la propia Comunidad Autónoma c. Menor peso de las relaciones con Madrid y otras CC. AA. Encontramos tres tipos de sistemas urbanos regionales: a. Sistemas monocéntricos primados: Una aglomeración urbana principal concentra la población y las funciones regionales y no hay niveles intermedios de ciudades. Las relaciones son unidireccionales y de dependencia hacia la gran urbe. Ejemplos: Madrid, Aragón, Cantabria, Catalunya, Murcia e Illes Balears). b. Sistemas monocéntricos jerarquizados: Una ciudad principal concentra la población y las funciones regionales, pero sí existen varios niveles intermedios de ciudades, entre las que se transmiten los flujos de manera jerárquica. Ejemplos: Comunitat Valenciana, Andalucía Occidental, La Rioja y Navarra). c. Sistemas policéntricos: Este es el caso de la Nacionalidad Canaria. Dos o varias ciudades (Las Palmas de G. C. y Sta. Cruz de Tenerife) se reparten la población y las funciones regionales y mantienen flujos bidireccionales entre sí y unidireccionales con otras ciudades de menor rango (Telde, Arucas, La Laguna, Puerto de la Cruz, …). Además de Canarias, Galiza, Asturies, Euskadi, ambas Castillas, Extremadura y Andalucía Oriental. La implantación del sistema autonómico otorga a las CC. AA. competencias sobre ordenación del territorio, urbanismo y vivienda. La legislación autonómica ha de ser seguida por los respectivos ayuntamientos de cada Comunidad. El instrumento básico para la ordenación urbanística integral del municipio es el PGOU (Plan General de Ordenación Urbana). En los últimos años la ciudadanía exige, cada vez más, la democratización social, esto es, su participación activa para que los diversos planes urbanísticos se hagan desde abajo, con la colaboración y control de los ciudadanos. 2.La integración en la U. E. y en el sistema urbano europeo. La integración del Estado español en la U. E. (1986), ha supuesto la integración de las ciudades españolas en la jerarquía urbana y en el sistema de ciudades europeos. a. La jerarquía europea: se basa en la valoración conjunta del tamaño demográfico y de las funciones de cada ciudad en transporte, turismo, industria, conocimiento y capacidad de decisión. De acuerdo con ellos, se distinguen: metrópolis globales (entre las que no figura ninguna ciudad española); locomotoras europeas (Madrid y Barcelona); metrópolis europeas potenciales (Bilbao, Valencia y Palma de Mallorca) y metrópolis europeas débiles (Sevilla). El resto de las ciudades españolas, al menos de momento, no tiene excesiva proyección europea. b. El sistema de ciudades europeo: se compone de varios ejes, pero, en su conjunto, las ciudades españolas ocupan una posición periférica (marginal) en el territorio europeo que debe paliarse impulsando las redes transeuropeas de transporte y comunicación. Una de las novedades más recientes es la formación de un eje diagonal Lisboa-Madrid-Zaragoza-Barcelona que conecta con el arco mediterráneo europeo (Marsella, Génova, …) y con la gran dorsal europea (del sur de Inglaterra al norte de Italia). Esta unión se verá reforzado por la unión de sus ciudades mediante un eje multimodal de transportes de gran capacidad. 3. La globalización y la integración en el sistema urbano mundial. La economía mundial ha sufrido una serie de cambios recientes: a. Disminución del peso de la industria en favor de las actividades terciarias (servicios), b. Flexibilización en la localización de la producción , lo que da lugar a la deslocalización, c. Mejora de los transportes y comunicaciones , que globalizan el espacio, y d. Valoración de la calidad de vida y del medio ambiente. Las consecuencias de estos cambios en el sistema de ciudades son dobles: a. Declive de ciertas ciudades en sectores industriales maduros, como las del norte peninsular. Esto favorece el desarrollo de políticas de revitalización. Ejemplo: Bilbao con el Museo Gugenheim. b. Ofrecen a las ciudades la posibilidad de insertarse o de mejorar su posición en el sistema urbano mundial. Para que una ciudad se inserte en el sistema mundial tiene que ser sede de organismos y empresas internacionales, o bien por la proyección exterior de sus actividades a través del comercio, el turismo o la cultura. Para ello, la ciudad ha de tener numerosos requisitos: accesibilidad, buenos transportes, equipamientos, recursos humanos de calidad, clima social adecuado (paz social), calidad medioambiental, … Hasta hace poco, estos requisitos sólo estaban al alcance de las grandes ciudades. Sin embargo, las ciudades medias (como Las Palmas de Gran Canaria) también pueden ser competitivas si desarrollan estrategias adecuadas como: formación de redes urbanas regionales integradas por ciudades próximas con especializaciones complementarias y diferentes, o con una especialización similar pero con relaciones de cooperación para instalar equipamientos conjuntos atractivos. P5.2. Gráficos: “Saldo migratorio de España (20082012)” y “Países de destino de la emigración española (2008-2013)”. Nos encontramos ante dos gráficos de barras: uno, “Saldo migratorio ….”, de barras verticales; y el otro, “Países de destino ….”, de barras horizontales. En el gráfico superior (“Saldo migratorio de España 2008-2012), vemos un gráfico de barras verticales que pone en relación cuatro variables: la Emigración (en color negro), la Inmigración (en color amarillo), el Saldo Migratorio (en color gris) y los años (de 2008 a 2012 en el eje horizontal o de abscisas). En el eje vertical a la izquierda tenemos los miles de personas (desde -20.000 hasta 50.000 personas). Entendemos por Emigración la salida de personas de un país para buscar trabajo o quedarse a vivir en el extranjero. Por Inmigración, la llegada de personas a un país para quedarse a vivir o residir. Y el Saldo Migratorio sería el resultado de restar Emigración-Inmigración. Cuando la Emigración es mayor que la Inmigración el Saldo Migratorio es positivo (llegan más personas que las que se van). Cuando la Inmigración es mayor que la Emigración el Saldo Migratorio es negativo (se va más gente de la que viene). Vemos que en 2008 emigraron (se fueron) de España unas 33.000 personas e inmigraron (vinieron a España) aproximadamente 31.000 personas. El Saldo Migratorio es ligeramente negativo: -2.000 personas, aproximadamente. En 2009 vemos que la Emigración aumenta hasta unas 35.000 personas, mientras que la Inmigración disminuye hasta unas 28.000 personas. El Saldo Migratorio es aún mayor en sentido negativo: -9.000 personas. En 2010 la Emigración aumenta hasta las 40.000 personas y la Inmigración sube ligeramente hasta las 30.000 personas. El Saldo Migratorio sigue creciendo negativamente: -10.000 personas. En 2011 la Emigración sigue disparándose hasta unas 55.000 personas y la Inmigración crece también hasta unas 35.000 personas. Por tanto, el Saldo Migratorio sigue creciendo negativamente hasta llegar a las -20.000 personas, es decir, el doble que en el año anterior (2010). Por último, en 2012 la E$migración sigue creciendo hasta unas 56.000 personas y la Inmigración desciende hasta unas 31.000 personas. El Saldo Migratorio se sigue incrementando negativamente hasta llegar -25.000 personas, aproximadamente. En resumen, podemos comprobar como la Emigración española (personas que se van de España) no deja de crecer llegando a doblarse en apenas cuatro años. Este aumento vertiginoso hace que el Saldo Migratorio Negativo se multiplique por doce, pasando de unas -2.000 personas a unas -25.000 personas en apenas cuatro años. La Inmigración sufre ligeros altibajos y en ningún caso sirve para compensar la pérdida poblacional debida a la Emigración. Las causas de estos movimientos demográficos tan negativos son debidas, sin duda, a la crisis económica que padece España. En esos cuatro años (2008-2012) se perdieron millones de empleos que tardaremos en recuperar. España es un país especializado en la Construcción y los Servicios (Turismo, Hostelería, ….) y con escaso tejido industrial, lo cual hace de España un país especialmente frágil e inestable ante cualquier crisis. La mayor parte de la población que se va de España es gente joven con una cierta cualificación profesional que no encuentra salidas laborales y profesionales en España. Otro contingente de emigrantes son los inmigrantes que vinieron con el boom de la construcción y que ahora no encuentran ocupación, por lo que deciden regresar a su país. Si vemos el gráfico de barras inferior (“Países de destino de emigrantes españoles 2008-2013), podemos ver hacia dónde se dirige la Emigración española. Si observamos los países, podemsos dividirlos en tres grupos: por un lado, países europeos (Reino Unido, Francia, Alemania y Bélgica, pertenecientes los cuatro a la Unión Europea; y Suiza, país de Europa pero no comunitario, no pertenece a la UE); por otro, países latinoamericanos (Ecuador, Argentina, Venezuela, Brasil); y como un verso suelto tenemos a los EE. UU. de América del Norte. Los cuatro países a los que emigran más población española son países con un gran dinamismo económico y un fuerte tejido industrial que parecen ofrecer oportunidades laborales, en especial a los jóvenes: Reino Unido (33.000 españoles), Francia (24.000 españoles), USA (22.000 españoles) y Alemania (19.000 españoles). Le sigue Ecuador con unos 18.000 españoles emigrados. Y así hasta llegar a los 6.000 españoles emigrados a Brasil. Por estos países de destino de la población española podemos agrupar a los españoles emigrantes en dos grandes grupos: españoles nativos (en especial jóvenes) que buscan trabajo fuera; y antiguos inmigrantes latinoamericanos (ecuatorianos, argentinos, …) que vinieron a España cuando el boom inmobiliario y que ahora regresan a sus países de origen (Ecuador, Venezuela, Aregentina, …). Las consecuencias de este Saldo Migratorio crecientemente negativo son dobles. Por un lado, puede tener de positivo que la marcha al exterior de una parte de la población alivie la presión con respecto a la Tasa de Paro (menos parados porque se van al exterior), al cobro de desempleo, etc. Pasa un poco como en los años 60, cuando el otro “milagro español”: pudo producirse porque un contingente de la población española emigró a Europa y Latinoamérica. Pero también tiene unas consecuencias muy negativas a medio y largo plazo: España pierde a una parte de su población joven más dinámica y cualificada (investigadores, licenciados, graduados, emprendedores, ….), lo cual compromete seriamente el futuro de España al perder a ese segmente poblacional cualificado que podría ser fundamental para impulsar un crecimiento científico, empresarial y cultural de España. Esa sangría de población joven cualificada sería muchísimo más grave si no regresa de nuevo a España y se pierde para siempre. Si vuelve a España podrían aportarnos sus experiencias en otros países europeos con más eficiencia y productividad. Destacar también el sinsentido de que España invierte en la Educación de sus jóvenes para que luego lo aprovechen otros países con más medios que España. En otras palabras, en cierto sentido, España transfiere dinero a países más ricos que España. P5.3. Mapa de “La jerarquía urbana española” Nos encontramos ante un mapa de España. Es un mapa temático (de Geografía Urbana: La jerarquía urbana española) de figuras (utiliza símbolos –cuadrados, círculos, …- para localizar fenómenos puntuales), de coropletas (utiliza colores o tramas para representar el área ocupada por un fenómeno geográfico) y de flujos (utiliza líneas o flechas para cartografiar movimientos). El mapa tiene una escala gráfica en el que cada segmento equivale a 100 kms. en la realidad. Por tanto, la escala es pequeña (no muestra detalles del territorio representado). Está sacado de un libro de Geografía de la Editorial Anaya (página 344). No especifica año ni autor concreto. Veamos la leyenda. En la leyenda aparecen tres variables o aspectos a considerar: el tipo de ciudad (con cuadrados y círculos de diversos tamaños y colores), las ligazones entre ciudades (líneas violetas con distinta continuidad) y los ejes urbanos (con distintos colores). Comencemos por las ciudades. Encontramos cinco tipos de ciudades. En cuadrados grandes y rojos tenemos las metrópolis nacionales, que son las capitales de los países así como aquellas ciudades con gran influencia dentro del país. En España tenemos dos: Madrid (capital de España) y Barcelona (segunda ciudad del país y urbe con innegable importancia). Ambas tienen una importante y conflictiva relación. Ambas superan los tres millones de habitantes, ejercen una gran cantidad de funciones (servicios muy especializados, son sedes de multinacionales, etc.) y mantienen relaciones con otras metrópolis internacionales, enlazando las urbes españolas con las europeas (Lisboa, París, …). A continuación tenemos las metrópolis regionales en cuadrado azul. Son ciudades importantes y con influencia en una determinada área o región del país. En el norte tenemos Bilbo/Bilbao (Euskadi); en el valle del Ebro (noreste) tenemos Zaragoza (Aragón); en el este tenemos Valencia (Comunitat Valenciana); y en el sur comparten importancia Sevilla y Málaga (Andalucía). Cada una tiene entre 1,5 millones y 500.000 habitantes. Tienen funciones y servicios diversificados, pero su influencia es regional. Las metrópolis y submetrópolis regionales han cobrado gran importancia a partir del desarrollo del Estado de las Autonomías y la descentralización subsiguiente. No siempre esta descentralización es positiva: una veces porque se han creado nuevos centralismos y en otras ocasiones porque se han duplicado las burocracias y servicios con los gastos y confusión que ello conlleva. En cuadrado verde tenemos las metrópolis subregionales, similares a las metrópolis regionales, pero con menor número de habitantes e influencia reducida a una parte de la región. En el caso de Canarias tenemos a las dos capitales autonómicas, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, cada una con mayor influencia en las islas de su provincia: la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en las islas de la provincia de Las Palmas (Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote); y la ciudad de Santa Cruz de Tenerife en las islas de la provincia de Santa Cruz de Tenerife ((Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro). En el resto de España tenemos: Palma de Mallorca en Baleares, La Coruña y Vigo en Galicia, Valladolid en Castilla y León, varias en la cornisa cantábrica (Oviedo, Santander, Vitoria/Gasteiz, Donosti/San Sebastián y Pamplona), Alicante y Murcia en el Levante peninsular, y en Andalucía nos encontramos con Granada, Córdoba y Cádiz. En un círculo pequeño azul tenemos las ciudades medias, es decir, aquellas capitales de provincia y ciudades entre los 250.000 y los 200.000 habitantes. En la península hay varias, pero en Canarias destacan tres: Telde (Gran Canaria), Arrecife (Lanzarote) y Arona (sur de Tenerife). Sus funciones son menos diversificadas y se centran en servicios comerciales, administrativos y sociales de ámbito provincial/insular. En círculo pequeño y de circunferencia roja e interior blanco aparecen las ciudades pequeñas o villas de entre 50.000 y 100.000 habitantes. Sus funciones son escasas y poco especializadas , aunque pueden contar con algunos equipamientos de cierta especialización (centros educativos, …). En Canarias podemos distinguir, malamente en algunos casos, hasta siete ciudades pequeñas: Santa Lucía de Tirajana (sureste de Canaria/Gran Canaria), Puerto Cabras/Puerto del Rosario (Erbani/Fuerteventura), y cinco ciudades pequeñas en Tenerife (La Laguna, La Orotava, y Puerto de la Cruz en el norte; y Adeje y Granadilla de Abona, en el sur). Prosigamos con las ligazones interurbanas (entre ciudades) aparecen en líneas continuas de color violeta, y las ligazones más débiles aparecen reflejadas con líneas del mismo color pero discontinuas. En Canarias,las ligazones son en línea continua y aparecen ligando a cada capital autonómica/provincial entre sí (Las Palmas de Gran Canaria – Santa Cruz de Tenerife) y con las capitales de las islas de su propia provincia: Las Palmas de Gran Canaria con Arrecife y Puerto Cabras/Puerto del Rosario; y Santa Cruz de Tenerife con Santa Cruz de La Palma, San Sebastián de La Gomera y Valverde. En la península son numerosos los ligazones y aparecen polarizados alrededor de las dos metrópolis nacionales y de las metrópolis regionales.. Por último, tenemos los ejes urbanos. En la España peninsular, el sistema urbano es heredado de la etapa industrial y se encuentra conformado por un centro (Madrid) con la mayor aglomeración humana del país, rodeado por ejes urbanos periféricos y por un interior poco urbanizado, sin ejes integrados. Los ejes urbanos periféricos se disponen de forma semianular en torno a la capital. Así, en el noreste tenemos el eje atlántico gallego (de color verde claro en el mapa) que se extiende por la costa gallega entre Ferrol y Vigo con prolongaciones hacia el interior (Ourense y Lugo). Está especializado en el comercio. En el norte tenemos el eje cantábrico (en color calabaza) que es discontinuo: un triángulo asturiano (Oviedo-Gijón-Avilés), Santander y un triángulo vasco (Bilbao-San Sebastián-Vitoria). El eje cantábrico tiene prolongaciones hacia el interior (León, Burgos y Logroño) . Está en fase de reajuste y ya la industria no es el factor principal de urbanización, es decir, que la industria ya no es el principal factor para que se formen y crezcan ciudades. El eje mediterráneo (en color rosado en el mapa) va desde Girona (Catalunya) hasta Cartagena (Murcia) y es el eje más dinámico con una industria muy diversificada y un fuerte peso de los servicios, en especial el turismo, que han desplazado a la industria como principal factor de urbanización. El eje del Valle del Ebro (en color violeta en el mapa) enlaza los ejes cantábricos y mediterráneo y tiene como principal ciudad a Zaragoza (Aragón). Es un eje dinámico con equilibrio entre industria y servicios. En el sur, tenemos un doble eje andaluz (en color marrón en el mapa). Por un lado, tenemos el eje andaluz litoral, entre Almería y Huelva, dinámico y especializado en comercio, turismo y agricultura tecnificada (recuerda el comentario de la imagen de Berja). Por otro lado, tenemos el eje andaluz del valle del Guadalquivir, entre la costa atlántica y Jaén, que es menos dinámico y sus ciudades están ligadas a las actividades agrarias del entorno, a industrias locales y a actividades turísticas. En el interior peninsular no hay ejes urbanos integrados, y predominan pequeñas ciudades especializadas en el comercio y la agroalimentación. En Baleares y el País Canario el hecho insular (la fragmentación del territorio en islas) dificulta la formación de ejes urbanos. Las ciudades más destacadas son las capitales autonómicas (Palma de Mallorca en Baleares; y Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife en Canarias). El principal factor de urbanización (de que se formen y crezcan ciudades) es el turismo. Un ejemplo lo tenemos en Vecindario-El Doctoral que crece al calor de las áreas turísticas cercana de Maspalomas-Playa del Inglés.