Segunda Conferencia: Kerigma, Palabra de Dios y Pastoral Social. I. LA EXPERIENCIA COMUNITARIA DE CEBs. Sra. Ma. de los Ángeles Alvarado González1 La Sagrada Escritura, en el Libro del Génesis.,1, 27 y la Constitución “Gaudium Et Spes” nos dice: Pero Dios no creó al hombre solo, ya que, desde los comienzos, “los creó varón y hembra, haciendo así, de esta asociación de hombre y mujer, la primera forma de una comunidad de personas; el hombre, por su misma naturaleza, es un ser social, y sin la relación con los otros no puede ni vivir ni desarrollar sus propias cualidades. Por lo tanto, al formar parte de una familia (por cierto numerosa) donde se practica la caridad, la persona, cuando crece, en edad, entiende este concepto y se da cuenta, cómo, desde pequeña y sin tenerlo muy claro, estaba practicando la caridad, en comunidad. Ya mayor, preguntando a Dios dónde, con quién y cómo le podía servir, un buen día, allá por el año 83, en un retiro de cuaresma encontré la Buena Noticia, la Única Buena Noticia. Desde entonces, en diferentes formas voy siguiendo los pasos de Jesús. No ha sido fácil, pero el saber que no estamos solos @s, que el Espíritu Santo está siempre ahí, para socorrernos en nuestras necesidades, me da el valor para seguir adelante en este proyecto que no es mío, es de Dios. Cuando alguien me pregunta qué son las CEBs. (Comunidades Eclesiales de Base), con orgullo contesto. Es hacer vida el Evangelio, es tratar de vivir al estilo de Jesús. Es llevar el mensaje de salvación a quienes lo necesitan. A las personas enfermas, física o espiritualmente. La comunidad es un lugar donde las personas que asisten cada semana para recibir la formación que las animadoras y los animadores les compartimos, está basada en la Palabra de Dios, y en los Documentos del Magisterio de la Iglesia. Esta formación es el principal objetivo en nuestras reuniones, pero estas reuniones no son sólo para evangelizar a nuestros hermanos y hermanas. Es acompañarnos, es rezar unidos @s, es preocuparnos y ocuparnos en atender las necesidades de las demás personas, no sólo del pequeño grupo. Es llorar con el que llora, es alegrarnos juntos por tantos beneficios que recibimos de Dios. En las comunidades hemos aprendido a discernir, para saber qué es lo que Dios quiere de nosotros. Por ejemplo, en esta nueva sociedad en la que la mujer, 1 Animadora parroquial de CEBs; Pertenece al equipo diocesano de CEBs; Alumna del Instituto para la Nueva Evangelización Benedicto XVI forzada por las necesidades económicas, sale a trabajar, dejando a sus hijos en manos de otras personas para que los cuiden en las guarderías, pero solamente se da este servicio, a las madres trabajadoras afiliadas al IMSS, una consecuencia de esta situación, es la gran cantidad de personas adultas y enfermas que vemos cuidando niños, cuando deberían estar disfrutando esa etapa de su vida. Y hacen esto, primero, por amor a Dios y al prójimo, (yo me incluyo). Pues tenemos presente el mandamiento nuevo que nos dejó Nuestro Señor Jesucristo, y también porque sabemos que sin el testimonio de vida se corre el riesgo de empobrecer el Evangelio. En el orden de la fe; las evangelizadoras y yo nos cuestionamos, especialmente cuando pasamos por tribulaciones y sufrimientos, sabedoras de que, no es lo mismo sufrir con el que sufre que cargar con nuestros propios dolores. Sin embargo nuestra fe en Jesucristo, se acrecienta, cuando vemos su presencia salvadora en nuestros hermanos y @s de las CEBs. Sé que hablar de fe, es hablar también de pruebas dolorosas. Pero también sé, que en la debilidad y en el sufrimiento, se palpa y se manifiesta el poder de Dios. El compromiso evangelizador que se adquiere en las comunidades ha dado frutos de conversión y participación por parte de las personas que asisten a la formación de cada semana, ya sea acompañando a algún enfermo, compartiendo los alimentos con otro, llevando el mensaje de salvación a la casa de alguna persona que no puede salir, etc. Organizamos nuestra vida de tal manera que se pueda estar bien, con la familia y con nuestro apostolado. Sin dejar de lado nuestro crecimiento espiritual, especialmente la Sagrada Eucaristía, alimento que da vida, y fuerza para seguir trabajando por el Reino de Dios. Sin embargo, reconocemos que no hemos logrado que nuestras reuniones sean de familias, pues por lo general asisten sólo amas de casa, que comparten con su familia la reflexión que se da en la comunidad. Las CEBs, somos un nivel de Iglesia y estamos articuladas así: la Comunidad, la Parroquia, la Diócesis, la Región, el País y Latinoamérica. Estamos insertas en la actividad parroquial y en comunión con el Párroco, con nuestro Obispo y a través de él, con el Papa. El Documento de Puebla en el # 629 dice: “Se comprueba que las pequeñas comunidades, sobre todo las comunidades eclesiales de base crean mayor interrelación personal, aceptación de la Palabra de Dios, revisión de vida y reflexión sobre la realidad, a la luz del Evangelio; se acentúa el compromiso con la familia, el trabajo, el barrio y la comunidad local”. También el Documento de la V Conferencia del CELAM en Aparecida habla sobre las CEBs. En los nn. 99-c, 99-e, 172, 178-180, 211, 307 y 308. Se habla del ministerio de animadoras, se constata el florecimiento en algunos lugares, la renovación de la parroquia: una red de comunidades y grupos, articulados y en comunión. Los destinatarios preferenciales de las CEBs son los alejados y los pobres. Incorporándose a la pastoral diocesana son signo de vitalidad. Contribuyen a que las Parroquias sean una comunidad de comunidades. Junto con las CEBs existen otras formas válidas de pequeñas comunidades. Reconocimiento a los animadores @s entre otros. Son medio privilegiado para llegar a todos los bautizados @s. Son un medio privilegiado para vivir la espiritualidad de comunión. Necesarias en una cultura secularizada y hostil a la Iglesia. En nuestra Diócesis contamos con un excelente equipo de Sacerdotes Asesores siempre dispuestos, y solidarios. Ustedes nos pueden preguntar ¿Cómo utilizan la Sagrada Escritura en las CEBs? Lo primero que les debo decir es que en las CEBs siempre estamos en contacto con la Palabra de Dios. Nos gusta partir de la realidad, de la realidad de nuestras familias y comunidades, paso que conocemos como El VER; y el contacto con la Biblia nos viene en la iluminación, cuando le preguntamos a Dios qué es lo que Él quiere de nosotros en las distintas realidades que vivimos, en las diferentes circunstancias, a este paso donde la Biblia es lámpara para nuestros pasos lo conocemos como JUZGAR; y finalmente tratamos de llevar esta palabra a nuestra vida haciendo un compromiso liberador y transformador de la realidad. Este último paso se llama ACTUAR. Para nosotros la Biblia es esencial, ella articula todo nuestro quehacer: en los grupos de reflexión, en los círculos bíblicos, en las Celebraciones de la Palabra, en los cursos y adiestramientos, en los encuentros, Eucaristías; en el teatro, en la música y en el arte en general; en la religión popular, etc. Se trata de una dejarla que nos ilumine en el ritmo de la transformación social, aunque no se reduzca a ella. En las CEBs, la teología se encuentra con el pueblo, y así leer la Biblia significa actuar de manera transformadora. El Biblista para nosotros es un servidor de la comunidad, trata de poner en común la luz de la Biblia y provocar la participación de todos, porque Dios nos habla en cada persona que escucha. Para nosotros Dios nos acompaña en la Biblia, nos instruye y nos da vida con ella. Aunque no todo es perfecto y siempre tenemos preguntas, tratamos de dejarnos iluminar por el Espíritu Santo. II.- TESTIMONIO DE MI ENCUENTRO PERSONAL CON CRISTO H. Guillermina Burciaga Mata Compañía María de Nazareth Gradualmente en mi familia se preparó este encuentro que transformaría mi vida. Desde pequeña pertenecí a la Acción Católica y de adolescente fui Catequista; esto creo la atmósfera propicia para mi encuentro personal con Dios. A mis 14 años a través del Evangelio de San Lucas experimenté la llamada de Jesús de Nazareth para seguirle más radicalmente. Desde la fidelidad a este encuentro opté por la vida Religiosa ingresando a la Congregación de Misioneras Marianas, donde ejercí el magisterio, y presté algunos servicios generales en la misma. En la madurez de mi vida nuevamente experimenté un Encuentro a profundidad con Dios que me llevó a desinstalarme y a renunciar a las seguridades que vivía en la Congregación; y a través del discernimiento, la oración, la orientación espiritual y la Palabra de Dios, lanzarme confiada sólo en Él a la aventura de una NUEVA MANERA DE HACER VIDA EL EVANGELIO, dando respuesta desde la Iglesia a los signos de los tiempos en el fenómeno de las pandillas con un alto grado de violencia y drogadicción que se vivía en Monterrey, N.L. y su área metropolitana. Siendo fiel a esta llamada y bajo el impulso del Espíritu Santo, en 1990 en la Parroquia San Rafael Arcángel de Guadalupe, N.L. inicié la comunidad Compañía María de Nazareth al servicio de la Evangelización de los adolescentes y jóvenes pandilleros, cuya transformación desde su encuentro personal con Dios, lleva un ritmo especial que acogemos y respetamos para que el Espíritu Santo actúe en sus vidas. A. Realidad de las pandillas. Las ciudades crecen demográfica y económicamente junto con una imposibilidad de cambio igualitario quedando divididas en zonas por clases sociales y aumentando la división del trabajo; aunado a esto se da el fenómeno de migración e inmigración que deja fuera etnias y diferentes grupos a quienes se les impide compartir su cultura e incluso pierden la interacción con la sociedad. Esto ha ocasionado que algunos adolescentes y jóvenes vivan excluidos, desfigurados por el dolor de experimentar el rechazo incluso de sí mismos, el vacío y el sin sentido de la vida, que los hace buscar un refugio en las drogas, en la violencia y en casos extremos en el suicidio. B. Compañía María de Nazareth. Nuestra misión es llevar a las bandas juveniles el KERIGMA, PRIMER ANUNCIO DE LA BUENA NUEVA a través de la pedagogía del amor que Jesús de Nazareth hizo vida con sus discípulos y apóstoles. El proceso de la conversión de las bandas juveniles y la integración a la familia, a la sociedad y a la Iglesia se arraiga en el encuentro personal con Jesús de Nazareth. Los misioneros contribuyen con su granito de arena por su constancia en la oración y la perseverancia de caminar con ellos, acompañándolos y propiciando el ambiente para que se autodefinan como personas valiosas e importantes, con dones capacidades, y herramientas para cumplir la misión que Dios les ha dado. Jesús de Nazareth nos transmite la pedagogía del amor que para nosotros es esencial en el anuncio del Evangelio a las bandas juveniles, Él fue un caminante infatigable, sus pies incansables en los caminos marcan huellas de amor. Es impresionante y produce un gran gozo el contemplar como a través de los siguientes verbos se da en su plenitud la pedagogía del amor: 1) Salir 2) Buscar 3) Encontrar 4) Ver 5) Llamar 6) Invitar 7) Aceptar 8) Valorar 9) Formar 10) Enviar La presencia de María de Nazareth es una atmósfera de ternura, de docilidad al Espíritu y de acogida maternal a las bandas juveniles en la que se desarrolla su proceso de conversión; a quien aman y reconocen como su Madre. “Yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia” Jn. 10, 10 III.- TESTIMONIO DE VIDA Hna. Anastasia Jaramillo Esquivel, Sierva del Señor de la Misericordia En el año de 1982 recibo la bendición del kerigma, lo que da luz a mi vida y me libera sintiéndome perdonada y amada por Dios, y así mismo yo pedir perdón y perdonar, dando así un sentido a mi vida ya que unos meses atrás no le encontraba ninguno, la palabra de Dios (Lucas 4,18ss) fue cambiando mi forma de pensar, mi sentir, mis actitudes y mis valores dando un nuevo sentido a mi vida, lo que antes era tan importante o necesario para mí, me fui dando cuenta que no lo era al descubrir tanta necesidad en mis hermanos enfermos y en especial en que necesitaban como yo, antes el saber que Dios los ama, esto me dio luz también. Una reflexión que leí y que decía “YO TAMBIEN VESTIDO Y EL SR. CON FRIO, YO TAMBIEN COMIDO Y EL SR. CON HAMBRE” esta reflexión la veo después de leer Mateo 25,31SS y siguientes, creo que soy testiga de ese amor de Dios que ha transformado y transforma nuestras vidas. Se me evangeliza y catequiza a través del Hermano Óscar Gutiérrez Flores fundador de la comunidad de Eliab, una comunidad de alianza de renovación católica, posteriormente se me invita a ir a evangelizar a las parroquias, después leo la vida de San Francisco de Asís lo cual deja una huella muy fuerte en mi vida, y es en la parroquia de San Alfonso María Ligorio donde estaba como párroco el padre Miguel Neftalí donde empiezo a encontrar personas enfermas y descubro una área carente de lo más elemental como es la salud y el simple hecho de sentirse personas, ya que estos hijos de Dios que fui encontrando en mi camino no sólo estaban enfermos sino rechazados y solos. Y es así como a través de la palabra de Dios en el cántico del siervo en Isaías 51,52 SS que al ver a los enfermos de tuberculosis en un abandono total viene a mi mente ese pasaje de la escritura y empiezo a darme cuenta que ahí esta Jesús sufriente y doliente. Dos años después recibo el llamado estando en oración ante el Santísimo, fue algo que no entendí de pronto, momentos después nos dio una plática el Padre Juan José Hinojosa y presento a unas hermanas que acababan de consagrarse como laicas unos dos días antes, como mensajeras del Espíritu santo, y en ese momento pude entender que el llamado que había recibido lo podía hacer al igual que ellas. Posteriormente se nos prepara a otras dos hermanas y a mí para consagrarnos como Siervas del Señor de la Misericordia, nos recibe los votos el Sr. Obispo Alfonso Hinojosa Berrones en la iglesia del Carmen en San Jerónimo, el cual nos ha acompañando hasta los votos perpetuos. Comenzamos a atender enfermos, pero dos años después se me empieza a dificultar el que yo siga atendiendo a enfermos de tuberculosis y de SIDA motivo por el cual me voy a un retiro de silencio con los Jesuitas y regreso con la decisión de empezar a atender en especial a estos enfermos, es así como nace Casa Simón de Betania, voy con el Padre David García Limón para comunicarle mi decisión, ya que él era mi guía espiritual, y me invitaban a ingresar con la Hermanas de la Madre Teresa de Calcuta en Tampico, también me invitaba una Hermana a que me fuera a Ciudad Juárez a empezar allá y también una Religiosa me invitaba a comenzar en Coahuila, pero antes de ir con el Padre David llega a mis manos una revista de los misioneros combonianos y al abrir esa revista y leo un pensamiento de la Madre Teresa de Calcuta, “La casa de los pobres”, para mí fue algo muy significativo ya que sentí reflejado lo que ya estábamos haciendo, y le explico al Padre García Limón que si no se puede hacer aquí en Monterrey tengo otras opciones a lo que él responde que siga a delante aquí en Monterrey, voy a Santa Catarina pensando en la posibilidad de empezar ahí una casa, pero el párroco me dice que ahí no, que ellos no necesitan ninguna casa para enfermos, lo que me contraría mucho y me retiro de ahí muy molesta, días después me dice una persona que puedo ir a tomar posesión de dos lotes en la Col. Gloria Mendiola en Monterrey, al llegar días después y ver que eran tiraderos de basura y que era un área proletaria y que íbamos a vivir con las mismas carencias y necesidades como los demás que ya estaban ahí, sentí mucho gusto dentro de mí y me pude dar cuenta que era ahí donde hacía mucha falta un lugar de apoyo y de ayuda tanto espiritual como material, y es así como se empieza Casa Simón de Betania. Mi primer pensamiento fue que era ahí y no en Santa Catarina y que Dios no iba a bajar a decirme que era ahí, porque estoy convencida que todo esto lo hace y lo ha hecho Dios, no pensé que esto fuera a ir creciendo como ha crecido, esto me confirma y estoy segura de que yo no he hecho nada, simplemente el estar y confiar en que es Dios el que mueve los corazones y la voluntad del hombre. No ha sido fácil pero pienso en ese gran amor, sufrimiento y soledad del crucificado, todo lo que padeció y padece por mí y por todos nosotros y sólo porque nos ama y no quiere que ninguno de nosotros se pierda, el saber que está vivo y me ama es lo que me sostiene. Sólo le pido a Dios que me enseñe a amar como Él me ama, para proclamar al mundo su amor y misericordia. Al atender a estos hijos de Dios tratamos de hacer vida Mateo 25,31 SS y siguientes. Preguntas Mesa de Trabajo Conferencia 2. Recuerda: Durante las mesas de trabajo no pierdas de vista el tema de la AED 13: El Kerigma y la Palabra de Dios; tampoco olvides que la palabra Kerigma es entendida como un encuentro personal con Cristo y que tus respuestas representan a todo el Pueblo de Dios. 1.- ¿En qué signos/actitudes de nuestra pastoral social descubrimos un encuentro personal con Cristo? …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... 2.- ¿Cómo podemos impulsar el encuentro personal con Cristo en la pastoral social? …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………................................................................................................................................... …………………………………………………………………………...................................................................................................................................