La trascendencia social de la influencia políticocarismática de Andrés Manuel López Obrador en el joven universitario de la BUAP www.proyectohunabku.tk Junio 2012 La estadística (descriptiva) comprende un conjunto de métodos y técnicas gráficas eventualmente y/o numéricas interpretar datos1. para Éstos resumir, (métodos presentar, y y técnicas) incluyen nociones más o menos comunes como pueden ser el promedio y/o la gráfica de barras, y conceptos no tan familiares (no obstante cruciales) como pueden ser la varianza y/o la desviación estándar. Vale la pena notar que en el planteamiento anterior otrilnr em ctqriuar {a oa{abqa “imseqoqesaq”, ya que la actividad por ella referida resulta por demás decisiva en la estadística en general sin formar como tal parte de ella. Los datos que maneja la estadística en general son (en su mayoría) números. Los números aluden a la racionalización por excelencia de la realidad. Los números son objetivos en sí mismos; de ahí que 2 + 2 sea igual a 4 aquí y en China. La controversia más bien se da en el momento en que dicha información numérica debe de ser interpretada, por ejemplo, en el lenguaje propio de la ciencia social. Obviamente, el problema de la interpretación en el ámbito estadístico no comienza ahí, sino más bien en el ejercicio mismo de 1 Ver (Anderson, Sweeney y Williams, 2010: Capítulo 1). 1 traducir al lenguaje numérico algún aspecto de la realidad (como puede ser una preferencia electoral). está más bien puesto en la No obstante, nuestro interés problemática de interpretación anteriormente aludida. Según Durkheim, la ciencia social3 2 es ciencia porque nos permite entender nuestro presente y pasado sociales4. Tal entendimiento aspira a ser objetivo, en la medida en que nos aleja como tal de nuestra percepción subjetiva de los mismos. La estadística a este respecto ofrece una maravillosa herramienta de objetivación hacer de ciencia la realidad, social ya que (basada en estadística) entraña necesariamente la comprensión de {a “mnqla{idad” (y/n” oasn{ngía” regúm rea e{ carn) de los hechos sociales en cuestión. El hecho social que ahora nos compete es el referente a los resultados del Simulacro de Elecciones Presidenciales BUAP 2012. A este respecto, dichos resultados ubican claramente al candidato de la Izquierda (Andrés Manuel López Obrador) como el amplio favorito de la contienda electoral mexicana de 2012 por la presidencia de la república. ¿Cómo entender (desde la ciencia social) dicha 2 http://www.iphonewallpaperblog.com/wp-content/uploads/2011/01/340x510xblackwhite-patterns-iphonewallpaper.jpg.pagespeed.ic.wbNZmow6KZ.jpg . 3 Nos tomamos el atrevimiento de generalizar los juicios siguientes al conjunto de las ciencias sociales, ya que Durkheim alude originalmente a la ciencia sociológica como tal. 4 Ver (Durkheim, 1972: Capítulo 2). 2 información estadística? Ofrecemos entonces al lector una interpretación propia basada en algunas lecciones epistemológicas de los padres fundadores de la ciencia social en general5. Marx explica que la asociación política de los trabajadores asalariados es una consecuencia inintencionada no obstante necesaria para la reproducción del capital6. La magia de dicha organización freno política que pretende poner al hambre insaciable de sobreproducción de mercancías, estriba en su carácter positivo; ya que representa el triunfo de la racionalidad “proletaria” cnln imcioiemse cnmsqaoaqse de {a qacinma{idad oqnoia del capital. Weber a este respecto comenta que toda organización social nace de una figura profética que no hace más que poner el ejemplo “cnqqecsn” em rt caqácseq de eielo{n diuimn emcaqmadn. E{ oqnb{ela estaría en que tal cualidad extraordinaria no puede perdurar más allá de la vida del poseedor. De ahí deviene el origen de la burocracia como pecado original del buen ejemplo. La racionalidad instrumental, una vez perdido su sentido original, se vuelve puro medio enroscado en sí mismo a manera de fin7. Podemos suponer entonces a la democracia electoral de hoy en día, como una forma de organización, justificada como tal por y para la reproducción del capital, que formaliza apriorísticamente (esto es, legítimamente) la cristalización de nuevos órdenes de 5 6 7 Karl Marx, Max Weber, Emile Durkheim y Georg Simmel. (Marx, 1968: Capítulo VI-VIII). Ver (Weber, 1968: Capítulo III de la Parte Uno) y (Weber, 1958: Capítulo II y V). 3 dominación carismáticos8. El extraordinario magnetismo que López Obrador ejerce en el sector universitario de Puebla, justifica claramente (la posibilidad de) el nacimiento de un sistema político “qeun{tcinmaqin”9. Retomando a Durkheim10, la clave de una ciencia social no sólo aceptable sino más bien exitosa, está en discernir la normalidad (o potencial de) de los fenómenos sociales. Cuando hablamos de normalidad (y no de patología social) estamos aludiendo a la necesidad utilitaria de los mismos. Un hecho social por el simple hecho de existir es útil (o potencialmente útil) para el cuerpo social. La popularidad abrumadora de López Obrador entre los jóvenes debe de ser vista y entendida bajo esta óptica. El último cuarto del siglo XX fue testigo del desgastamiento político de nuestra identidad gobernante. política unitaria en torno al entonces partido A este respecto, toda necesidad de diferenciación tiene que ser potencializada (que no gestada intelectualmente como un requerimiento formal) por la gente joven (como matriz del libido social); de ahí la necesidad de líderes con experiencia. Ahora, toda idea (como hecho) social pertenece al pasado; esto es, representa una experiencia social exitosa (o no). Por lo que si el joven es pura vitalidad, que no vida recorrida, éste tiende necesariamente a fungir como el portador legítimo de la historia (por otros vivida). 8 Teniendo en cuenta asimismo, las debilidades de dicha condición. Ver (Weber, 1968: Capítulo III de la Parte Uno). 9 En el sentido en que Marx entiende la dialéctica implicada en la evolución de los órdenes sociales a un momento imperantes. Ver (Marx y Engels, ¿?: Parte I y II). 10 Ver (Durkheim, 1972: Capítulo III, V y Conclusión). 4 El imaginario del mexicano 11 está plagado de grandes hombres; de hombres que simbólicamente han guiado nuestro destino como nación independiente Juárez, Porfirio Cárdenas, y Díaz, Carlos (Benito Lázaro Salinas de Gortari por mencionar algunos). Para una nación que vivió tantos años bajo la hegemonía políticoideología de una identidad más o menos definida (el PRI), resulta por demás importante forjarnos un imaginario colectivo que se refleje directamente en otra persona de carne y hueso como nosotros. En eso radica el poder carismático de López Obrador. Simmel12 en este sentido justificaría el denominador cnlúm de “e{ oteb{n” ({a “lara”) mexicano con la percepción hartazgo con la realidad social imperante. mayúscula de Dicho en pocas palabras, López Obrador es popular porque focaliza subjetivamente (ersn er, em tma oeqrnma cnmcqesa) e{ pte sndnr “erselnr hartos” de nuestra situación (cualquiera que ésta sea). En este sentido, López Obrador ya no se pertenece como tal a sí mismo, Obrador es ahora el nombre (uno de muchos) de un descontento social generalizado con la manera en que los mexicanos (de entrada) nos gobernamos. Inútil sería tacharlo como tal de “on{ísicn”, de “lemsiqnrn”, de “imcisadnq”; ya pte sndnr {nr on{ísicnr 11 12 http://farm3.static.flickr.com/2610/4075518283_dabc08c82c.jpg . Ver (Simmel, 1986: Capítulo 3). 5 al respecto contrario13). hacen lo mismo (aunque el mismo sostenga lo Aclaremos entonces que aunque Obrador es un político como todos los demás políticos con los que actualmente compite, la percepción que de él tiene un sector importante de la población (lo pte mnrnsqnr {{alalnr “caqirla”) es por demás distinta a la de los demás candidatos14. Weber en su momento15 precisó magistralmente que el ejercicio mismo de la política consiste en hacer valer la voluntad de uno16 por encima de la de los demás, y que la culminación de dicha empresa entraña necesariamente (esto es, en última instancia) el monopolio (legítimo) de la coerción (violencia). A este respecto, la política de Obrador es una política en nombre de un sector muy importante de la población (en este caso los jóvenes), y es una política destinada a gobernarnos, si es necesario (esto es, en última instancia), con mano dura. Marx entendió brillantemente que el motor material de la valorización del capital está en la (re)producción insaciable (casi ondqíalnr deciq uiqa{) de tma eroecie oaqsict{aq de “leqcamcía”; esto es, la mercancía fuerza de trabajo17. En sus tiempos18, el gqtern de {a onb{acióm eqa emsemdida cnln “nbqeqnr (onsemcia{lemse) ara{aqiadnr” em tm ersadn cqómicn de {asemcia {abnqa{. Maqx asimismo explica cómo la (intencionada) organización racional- 13 Ver http://info7.mx/a/noticia/333611 . De ahí pte re oeqcibam a rtr adueqraqinr cnln “lár de {nr lirln”. Veq http://lopezobrador.org.mx/2012/02/24/se-reunira-amlo-con-joe-biden-vicepresidentede-estados-unidos/ . 15 Ver (Weber, 1968: Ver Capítulo I de la Parte Uno). 16 Cnln lielbqn acsiun de tma “nqgamizacióm on{ísica” dada, pte btrca em sndn momento salvaguardar su existencia y estructura (orden) organizativa dentro de un territorio determinado. 17 Ver (Marx, 1968: Capítulo I, IV-VI, XXIII). 18 Escribiendo desde Inglaterra a mediados del siglo XIX. 14 6 laboral de los mismos (manufactura) devenga eventualmente (y de modo inintencionado desde el punto de vista de la racionalidad caoisa{irsa) em tma qerirsemcia “{ega{” (onq eielo{n, {nr rimdicasnr) al propio avance del capital. En ese sentido, bien podríamos pensar al sector universitario de la población como uno de los “ejércitos industriales de qerequa” de{ oqeremse (sino es que la punta de lanza de su acepción general). En Marx, el Ejército Industrial de Reserva es visto como la contraparte equilibradora material del avasallamiento del capital. Los humanos somos su última frontera, que fuimos nosotros mismos los que lo creamos. Dicho contingente en masa es el que presiona (en forma de oferta de trabajo eternamente disponible) porque los salarios no suban más allá de lo necesario, de lo necesario para que la plusvalía arrancada del trabajo real brindado por el trabajador no vea mermado como tal su incesante crecimiento (y por ende capitalización). En el caso de los estudiantes universitarios, esto conjunto heterogéneo de seres humanos ansiosos por conocer, crecen y se fortalecen (propulsado irónicamente por su propia y hasta diríamos, consciente iniciativa) en pos de mantener un sistema de control por demás interesante: el sistema electoral. El Sistema electoral, aquella idea social que sostiene el organismo estructural de delegación de responsabilidad colectiva por excelencia, representa hoy en día uno de los barómetros sociales más importantes. ¿Qué leemos en su actual medición para el caso que ahora nos compete (el resultado altamente favorecedor del ejercicio de simulación de elección electoral para el cargo de Presidente de México, por parte del estudiantado universitario de 7 la BUAP, para el candidato Andrés Manuel López Obrador)19? Leemos una demanda social del futuro por emular aquellos tiempos pasados en los que parecía irnos mejor20. Este eterno regreso al pasado este perfectamente explicado por Durkheim en su sociología de la religión, en términos de la distinción entre lo sagrado y lo profano. De acuerdo a lo anterior, la idea social de comunidad es el motor mental más importante de la civilización humana. La comunidad representa de dónde vienes no sólo como individuo social, sino sobre todo como especie orgánico-mental. La evolución material del hombre asociado con la fragmentación infinita de la idea original de comunidad21 es quizás el punto epistemológico de coincidencia más importante entre Marx, Weber, Durkheim y Simmel22. Mientras que en Marx dicha teleología se lee desde el punto de vista de la progresiva estructuración limitativa del deseo del hombre por medio del holograma de la economía del valor; en Weber aparece más bien como la mátrix de la racionalidad instrumental que evoluciona a partir de {a rtbiesiua gqacia “diuima” de{ carisma. Durkheim, desde una sociología de la religión harto distinta a la de Weber, interpretaría más bien nuestra pretensión infinita del regreso al pasado (lo sagrado como comunidad celular) por medio del incesante ejercicio material de la profandad. En los tres autores, la idea de una comunidad originaria adaptada al presente resuena fuertemente a modo de valor humano supremo. 19 El ¿Te das cuenta que ni siquiera hizo falta hacer mención de los partidos (PRD, PT, y Movimiento Ciudadano) que ahora representa? 20 Ver al respecto Midnight in Paris (2011) de Woody Allen. http://www.imdb.com/title/tt1605783/ . 21 La comunión unitaria de todos en el todo como una negación infinita de sí misma. 22 Que lo eleva perfectamente a la categoría de Lo Absoluto. 8 problema estaría en su progresiva fractalización a modo de reoaqacióm “fnqzada”; ersn er, el hecho de que toda idea de comunidad evolucione hacia {n pte emsemdelnr er “e{ ftstqn”, adaptando(se) meméticamente generacionalmente anterior. conforme Cuando a su hablamos de acepción un proceso generacional, estamos refiriendo que nosotros los humanos tendemos a subdividimos históricamente em séqlimnr de uidar htlamar “pte mnr amsecedem y mnr oqecedem” (onq eielo{n, e{ hiin qeroecsn de{ padre, el padre respecto del abuelo). De modo que la fascinación generacional de los jóvenes por López Obrador, estaría dada por su inexperiencia empírico-mental de vida23 que les lleva necesariamente a focalizar su propio futuro con base en la exoeqiemcia rtbiesiua de figtqar laynqer “cnm exoeqiemcia”, y rnbqe todo carismáticas. 24 23 En contraposición con la aplastante e inabarcable oferta de sensualidad empírica (¡vía el dinero por supuesto!, entendido éste como la simbolización perfecta del control social) que tan bien caracteriza a nuestras sociedades mercantiles modernas. 24 http://freephotoshoppatterns.com/wp-content/uploads/2010/11/Vintage-SquarePattern1.jpg . 9 La política de López Obrador representa entonces la utopía de una comunidad mejor (respecto del (re)creación de (lo mejor de) el pasado. presente), con base en la Qué mejor expresión de esto que el plantón de sus seguidores en el corredor Centro Histórico (avenida Juárez-Reforma) del DF en 2006, a modo de protesta por el resultado supuestamente fraudulento de las elecciones presidenciales entonces ocurridas en las que éste (como su entonces candidato) no resultó favorecido25. Más que una protesta se veía un verdadero escenario de fiesta, de celebración; de desfogue comunitario de un sector importante de la población ante la apremiante necesidad vital de estar juntos, de sentirse incluidos en algo que brindase seguridad anímica a modo de una inconformidad colectiva concreta (para ellos) legítima. Podemos entonces pensar a la conciencia colectiva universitaria que mayoritariamente se suma a la candidatura presidencial de López Obrador, no sólo bajo la óptica de una forma ritual comunitaria de recreación (y sobre todo iniciación) “qe{iginra”, en el sentido en el que Durkheim analiza de los ritos totémicos de Australia y Norte América26; sino también conforme al hecho de que el joven universitario parece sentirse más identificado con un líder carismático, que con una estructura social organizativa dada (como pueden ser los partidos políticos). A este respecto, carismática (y como la bien argumenta estructura Weber, organizativa la que dominación de ella inevitablemente deviene) tiende necesariamente a enfrentarse con 25 Ver http://www.jornada.unam.mx/2006/08/30/index.php?section=capital&article=043n1cap . 26 Ver (Durkheim, ¿?). 10 los órdenes de dominación social imperantes, como pueden ser ciertos grupos de poder empresariales, políticos, económicos, religiosos, etc.27. El movimiento cultural que Obrador ahora simboliza, representa realmente una de las fuerzas propulsoras del cambio social más significativas del México contemporáneo. Lo anterior viene dado por su carácter decididamente contestatario. Recordemos al respecto como Durkheim contempla a la conciencia colectiva, a las ideas sociales que la conforman, como la matriz en sí misma de su propia evolución28; por medio de su subjetivación individual, o sea, de su múltiple (y reconstitución ontológica. potencialmente infinita) iteración y Lo anterior no sólo concuerda con la dialéctica de reconstrucción inteligente del capital (a modo de una estructuración social en torno a la producción-satisfacción de necesidades humanas) que Marx plantea29; sino que es llevado a su máxima expresión en el pensamiento de Simmel30, a modo de la condición metafísica de fractalización31 de la realidad. No obstante, debemos a su vez aclarar que más allá de la notoriedad (sobre todo mediática) actual del movimiento que lidera López Obrador, por lo que se refiere a la demanda política del joven universitario (en este caso de la BUAP) por contar con mejores gobernantes (más preparados, mejor informados, más honestos, menos 27 Ver (Weber, 1968: Capítulo III de la Parte Uno). Entendida ésta como una adaptación interna respecto del ambiente externo. (Durkheim, 1972: Capítulo V). 29 Ver (Marx, 1968: Capítulo I, II, XXII, XXIII). 30 Ver (Simmel, 1978: Capítulo 6). 31 Término nuestro. Ver http://www.mat.ub.edu/futurs_ub/activitats/triptics/fractal.pdf y http://www.productions.caffix.org.mx/dimetiltriptamina-dmt-en-la-glandula-pineal . 28 11 corruptos, más nacionalistas, etc.)32, nos encontramos todavía con un fenómeno social de significación estadística muy focalizada. Lo anterior lo podemos apreciar en el hecho de que (aproximadamente) el 30% de la Lista Nominal del IFE (23.8 de 79.5 millones) es joven (18 a 29 años)33. Si suponemos que todos esos jóvenes son universitarios (lo cual creemos altamente improbable porque únicamente el 4.5% de la población joven34 [respecto del total poblacional -112 millones-35] se ubica en un nivel de escolaridad Superior36), la población estudiantil de la BUAP matriculada en el nivel Licenciatura (aproximadamente 47000)37 representaría solamente el 0.19% de La Lista Nominal del IFE38. tiene necesariamente tmiueqrisaqinr Sin embargo, este esbozo estadístico no porque desalentar “{noeznbqadnqirsar” de {a a BUAP, los rimn compañeros lár biem ubicarlos en el contexto real de la situación poblacional actual39. 32 Y que a su vez deviene en la recíproca exigencia social de contar con (y sobre todo preparar a) mejores estudiantes; aclarando asimismo que no sólo es el joven “nbqadnqirsa” e{ pte exige (y a{ pte re {e debe exigiq) ersn. 33 http://www.ife.org.mx/portal/site/ifev2/Estadisticas_Lista_Nominal_y_Padron_Elect oral/ 34 En este caso, de 15 a 29 años. 35 http://www.inegi.org.mx/Sistemas/temasV2/Default.aspx?s=est&c=17484 . 36 Ver http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/contenidos/estadisticas/2 010/juventud10.asp?s=inegi&c=2766&ep=41 . 37 Ver http://www.buap.mx/portal_pprd/wb/Vicerrectoria_docencia/concentrado_general . 38 Ver al respecto la metodología propia de la encuesta base. 39 Recordemos al respecto las aspiraciones de Durkheim y Marx por lograr una ciencia social realista. Ver (Durkheim, 1972, Capítulo I, II, V, y Conclusión) y (Marx, 1968: Capítulo XVI). 12 La política es el arte de la 40 dominación carismática; de otro modo, deviene en una simple reproducción adaptativa de la maquinaria organizativa social por excelencia (El Estado)41. Uno de los méritos más significativos de la política de López Obrador es su impresionante fuerza de arrastre entre la juventud universitaria. Estamos hablando entonces de un capital político por demás significativo; ya que debido a su naturaleza eminentemente revolucionaria, el inuem “erstdiadn” funge como uno de los arietes más promisorios del cambio social en el México contemporáneo (más allá de la proporción estadística que guarda dicho grupo respecto del total de la población). Considerar al joven universitario como un agente revolucionario es hablar de cómo el propio sistema capitalista construye, sino las armas de su propia destrucción, si los agentes reflexivos de su conducta. política al que irremediablemente el Más allá de{ “oe{igqn” de cnnosacióm joven expuesto42, (universitario el simple o hecho no) de que se ve quiera <<racionalmente>> conocer, probar, experimentar lo que empíricamente desconoce43, refleja claramente que vivimos en una sociedad mexicana viva que busca incesantemente un sentido trascendental de finalidad. 40 41 42 43 http://www.hdwallpapersdesktop.com/iPad/Vector/imagepages/image32.htm . Al que la política tiende inevitablemente. Ver (Weber, 1968: Capítulo I y III). Y ante el cual eventualmente cede (como hombre total). Como experiencia sensible, que no ideal. 13 En otras palabras, la forma en la que México se piensa como un país mejor, es proyectándose manifiestamente hacia un mismo futuro, hacia una misma dirección, y aunque suene un poco extraño, hacia una misma forma de hacer política. Epílogo (Julio 2012): Durkheim concluye su disertación sobre el método sociológico de la siguiente manera: Cuando se reclama a la gente, como condición previa de su iniciación, que se desprenda de los conceptos que suele aplicar a un orden de cosas, para repensarlo en una actitud de renovado esfuerzo, no es posible creer que se reclutará una clientela numerosa. proponemos. Pero no es éste el fin que nos Por el contrario, creemos que ha llegado el momento de que la sociología renuncie a los éxitos mundanos, por así decirlo, y adquiera el carácter esotérico que conviene a toda ciencia. De ese modo ganará en dignidad y en autoridad lo que quizá pierda en popularidad. Pues tras se contente con elaborar –con mayor lógica que el vulgo- las ideas comunes y, por consiguiente, no presuponga la posición de ninguna competencia especial, no tendrá derecho a hablar con voz suficiente vigorosa para aca{{aq {ar oarinmer y {nr oqeiticinr… (Dtqjheil, k97|: k84-185). Pretender entonces este escrito sociológico en el espíritu científico al que Durkheim aludía, nos obliga por tanto a hacer una lectura cuidadosa de los resultados preliminares de las (ahora) pasadas elecciones presidenciales mexicanas44, a contraluz del panorama universitario actual de la BUAP. 44 Ver http://www.difusorprepelecciones2012.unam.mx/prep/NACIONAL/PresidenteNacionalVPC.html y http://www.google.com.mx/elections/ed/mx/results . 14 El estudiante universitario de la BUAP45 puede a bien sentirse decepcionado, ya que el resultado electoral (para la elección de Presidente de la República) no fue el que se esperaba. Sin embargo, sa{ “derca{abqn” elncinma{ qeoqeremsa a rt uez tma nonqstmidad de oro para la reflexión y el aprendizaje intelectual. Antes de intentar justificar lo anterior, definamos la adolescencia como aquel periodo de la vida de todo hombre en el que éste se ve confrontado con la realidad: la realidad del amor (primordialmente en su faceta de desilusión), la realidad de la dependencia económica (en términos del trabajo asalariado), la realidad de la edad (en términos de la fragilidad de la vida orgánica), etc. A este respecto, ningún hombre puede jactarse de haber trascendido completamente la adolescencia; ya que ésta implica necesariamente la capacidad de soñar con una realidad (todavía) no alcanzada. En el caso que aquí nos compete, el que (para el estudiante universitario de la BUAP) López Obrador haya perdido la carrera de la Presidencia de la República46, representa en primer término una desilusión política. Cuando hablamos de desilusión, aludimos a la posibilidad del reconocimiento subjetivo47 de la imposibilidad de los ideales metafísicos (amor, vida, comunidad, autosubsistencia, etc.) per se; por lo que hablar de desilusión política nos remite 45 Por lo menos el sector aquí aludido; esto es, los simpatizantes de López Obrador. 46 Más allá de que éste, para variar, se niegue a aceptar el resultado del juego en el que previamente aceptó participar (como candidato formal). Ver http://www.jornada.unam.mx/2012/07/03/politica/003n1pol . 47 Como fractalización primigenia de la relación social. Ver al respecto (Weber, 1958a: 187). 15 necesariamente a la experiencia empírica de la dominación social del hombre48. E{ inuem tmiueqrisaqin {e oqegtmsa a rt oqnfernq “¿Ursed pté piensa de las elecciones profesor?, ¿Cree que hubo fraude?; con lo que expresa sutilmente su desconcierto ante una situación que está por demás clara: Lopez Obrador no ganó. Y es que el lado positivo de esta situación está en que dicho joven ya no se contenta con lo dado, lo cuestiona. Porque la función del joven, como el proletario lndeqmn de {a fábqica de cnmnciliemsn pte {{alalnr “ercte{a”, er precisamente revolucionar en torno a un ideal que poco importa tenga mucho o poco de irreal, fantástico, fundamentado, utópico, o lo que sea. No pretendemos cuestionar como tal la ideología embelsante de López Obrador, ese no es nuestro propósito; su justificación valorativa del mundo, como la de cualquier político, es sensualmente irreal. Sino no atraería a nadie. Lo que queremos más bien subrayar es el carácter trascendetal de la vida joven. El joven actúa, y en su actuar aprende. universitario, que simboliza una Y aun identidad, más, una su forma tono de identificación con dicha ejercicio del cuestionar muy particular, lo hace potencialmente inteligente. Cuando hablamos del carácter inteligente del joven universitario, estamos diciendo únicamente a su posición de privilegio en torno al conocimiento. La idea colectiva de la universidad, simboliza una posición de privilegio en torno a la información, sea esta tecnología, técnica, científica lúdica, etc. El hecho de que el joven universitario esté tan en contacto (respecto por ejemplo, de a aquel joven que primordialmente 48 Esto es, la dominación que el hombre, como una experiencia social, ejerce sobre sí mismo. 16 debe de trabajar para vivir49) con lo que llamamos globalización50, lo hace marcadamente activo. En este caso, su carácter activo implica una racionalidad progresiva que trastoca los órdenes sociales imperantes. nunca antes. El joven ahora se comunica y organiza como Su estructuración y movilidad social es casi horizontal, sin intermediarios, y sobre todo, evoluciona y crece exponencialmente. 51 Karl Marx muere intentando culminar su obra maestra El Capital. Para esos años (1867-1883) viejo y muy inteligente. ya se podía apreciar un Marx Éste ya no es el Marx Radical e incendiario del Manifiesto del Partido Comunista, que enfocaba sus baterías a los capitalistas (como crisálida antes-revolucionaria de clase revolucionaria); esto es, a los opresores del proletariado. Este Marx ya identifica y entiende plenamente la verdadera fuerza controladora de los hombres: el capital. 49 El capital es una Como puede ser el caso de aquel 67.1%de hombres y mujeres de 15 a 29 años que no asisten a la escuela. Ver http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/contenidos/estadisticas/2 010/juventud10.asp?s=inegi&c=2766&ep=41 . 50 Noción que más adelante intentaremos precisar. 51 http://image.naldzgraphics.net/2012/01/9-mono-circles.jpg . 17 entelequia inteligente paradigmáticamente de la y auto necesidad replicante de que satisfacción surge orgánico- sensual inalcanzable para y por el yo; es decir, solo posibilitada em {a ledida em {a pte emsqn em cnmsacsn cnm “e{ nsqn”. Era ondqía a bien ser una expresión filosófica de aquella relación social que llamamos trabajo asalariado; y que también advertía acertadamente Weber como la fractalización material del espíritu racional capitalista52. En El Capital, Marx demuestra cómo lo que llamamos capital, es un organismo colectivo mental que existe en la medida em pte {nr hnlbqer mnr uelnr nb{igadnr a “exo{nsaqmnr”. que tenemos que trabajar en (un) conjunto Ersn er, (irremediablemente estratificado) para poder sobrevivir como especie. De modo que tanto capitalistas como proletarios (a modo de la expresión bipolar con la que Marx explicaba la dialéctica económico material de su época) somos componentes asociativos (en un sentido durkhemiano) del (ahora) proceso originario de la realidad social53. La manera en que este ente evoluciona, es por medio de crear las condiciones mentales de posibilidades de confrontación material entre los hombres; es decir, de antagonizar (como un absoluto) a la sociedad en dos. De otro modo esta presencia no podría existir, moriría como tal. Tenemos entonces la necesidad de extraernos plusvalía unos de otros, con la asociada percepción mental de que ganamos; cuando en realidad solamente alimentamos un ego que cree trabajar para y por sí solo54. 52 53 54 De ese modo surgen siempre, de las clases dominantes, (Weber, 1958). Es decir, el capital. Una ilusión pues. 18 las clases originalmente-dominadas+potencialmente-dominantes55. El proletariado en esa época, representada la nueva y poderosa clase revolucionaria, pero ya en estos años maduros de Marx no se percibe tan notoriamente la posibilidad de una trascendencia digálnr{n arí “imsegqa{”. Maqx ya oaqa emsnmcer cnmncía lty biem a la Deux ex Machina56 de la fenomenología humana, como para no darse cuenta de su naturaleza homeostática; o sea, de la simbiosis autogestiva implicada. Sin embargo, este no es el tema de este ensayo, comentamos lo anterior para explicarle a usted lector, la posibilidad de que los jóvenes (en principio) universitarios estén ya fungiendo (aunque sólo sea de forma incipiente) como la encarnación contemporánea del espíritu comunista57. Durkheim llama lo sagrado al punto de reflexión infinita de nuestra actividad material; algo así como el principio teleológico de la existencia humana. A este respecto lo sagrado se define únicamente en contraposición con lo profano. Lo profano aludiría a nuestra actividad orgánico-material en esta realidad, el medio por el cual se recrea incesantemente lo sagrado58. Lo sagrado a este respecto está asociado con el eterno retorno, con la comunidad, con la comunión. argumento anterior. constreñido a He ahí el punto de conexión con nuestro Mientras que en Marx el obrero se veía organizarse políticamente como una forma de contrapesar (y por ende contraponerse a) la organización racional 55 El supuesto materialismo histórico. Para una expicación ilustrativa de dicho término, ver http://mimosa.pntic.mec.es/~sferna18/materiales/pepe/10_marx.pdf . 56 Ver http://filologiaclasica.blogspot.mx/2007/10/deus-ex-machina.html . 57 Ver el punto II de (Marx y Engels, ¿?). 58 (Durkheim, ¿?). 19 del trabajo que progresivamente le impuso el capital59, bien podemos afirmar que la organización autogestiva del joven universitario actual representa una respuesta funcionalmente necesaria ante el deruameciliemsn de {nr nqdemer rncia{er “sqadicinma{er”. Atm lár, si la forma industrial de la organización económica capitalista implicaba en Marx un dominio absoluto de la máquina sobre el obrero60, en universitario), el la caso de nuestro maquinaria obrero moderno (el joven tecnológica de nuestros tiempos (redes sociales, dispositivos móviles, conectividad digital, etc.)61 se ha fechitizado ante los ojos del mismo de tal modo que ésta acaba fungiendo simplemente como la herramienta, el medio de la acción62. En conclusión: La gente de mi generación, podemos sentirnos afortunados de haber labrado el suelo del que comienzan a brotar nuevos aires de cambio. No se malentienda lo anterior, el cambio social es en sí mismo una dialéctica omnipresente; solo quisimos enfatizar su coloración actual particular. Valores tales como La Democracia, La Ciencia, El Respeto a las Minorías, La Educación, La Tolerancia, La Trascendentalidad, La Multiculturalidad, La Libertad, La Autodeterminación63, no son históricas que ahora vivimos. agotados en las iteraciones Hay que tener paciencia, mucha paciencia. Tales ideales están apenas germinando en las cabezas inquietas de nuestros estudiantes. 59 Tenemos entonces que Hasta su configuración industrial. Lo que eventualmente termina anexándolo orgánicamente a la máquina en la fnqla de tm “aoémdice”. Veq a{ qeroecsn The Masqix (k999) de Laqqy y Amdy Wachowski. http://www.imdb.com/title/tt0133093/ . 61 En conjunción con la ciencia que la posibilita. 62 En el sentido en el que Weber contempla la progresiva racionalización del intelecto humano, a expensas de su justificación ideológica primigenia (como una ética religiosa de denominación protestante). Ver (Weber, 1958). 63 Como holografía de La Contemplación. 60 20 mostrarles una interpretación mucho más coherente de los mismos, a la luz de la realidad social. Con esto quisiéramos volver a la cita con la que comenzamos este epílogo. Creemos que el futuro social próximo del adolescente (esto es, la etapa adulta) no se verá expresado únicamente en expresiones vergonzosas64 que poco (o nada) justifican justifican por) la propia experiencia de su juventud. (y se Ubicamos más bien la acción política del joven mexicano universitario actual en el punto de contacto de la teoría weberiana del atomismo orgánico material en trascendental el que el universo construye al de ser la significación humano (como ideal sujeto holográficamente social), con la teoría durkheimiana de la eterna (re)creación practico-social-ritual-comunitaria-comunal65 de lo sagrado (la proyección simbólica del regreso al origen, como un proceso homeostático emergente). Al joven es fácil seducirlo (intelectualmente hablando). Su inexperiencia de vida lo hace proclive a creer aun en las historias más disparatadas. Sin embargo, dicha inexperiencia, sus ganas de vivir lo impulsan a revolucionar. El joven que a su vez tiene la oportunidad de ir a la escuela, logra un dinamismo mental impresionante; ya que entra en contacto apresurado con aquello que llamamos globalización. La globalización, es el entendimiento mundial de que todo lo social esta interconectado. La escuela (pero sobre todo su etapa universitaria) representa el punto de contacto neutral y obligado de las comunidades primigenias que llamamos 64 Ver http://tvolucion.esmas.com/noticieros/noticias-y-reportajes/179214/agredencarlos-marin/ . 65 ¿Podríamos decir además comunista? 21 familias66; esto es, representa el espacio simbólico del autoaprendizaje disciplinado. Con base en lo anterior, podemos anticipar (como ya ha sucedido en el pasado67) que la juventud universitaria vuelve a estar a la cabeza de una transformación social mucho más amplia. Creemos asimismo, como una tarea prioritaria, complementar su formación político-ideológica68 con una verdadera formación científica. Y es ahí donde podemos intervenir nosotros los profesores de la ciencia social: nuestra vocación consiste en estimular en nuestros estudiantes la ética epistemológica que Durhheim tanto anhelaba para el científico social. En otras palabras, hacer germinar en sus cabezas (esto es, llevar autogestivamente a la práctica) la idea de una ciencia social objetiva69 que posibilite intelectualmente la comprensión (y por ende la trascendencia) de lo real. Referencias (Anderson, Sweeney y Williams, 2010). Anderson David R., Sweeney Dennis J., Williams Thomas A. (2010). Estadística para administración y Economía (decima edición). México DF, México: CENGAGE Learning. 66 La familia representa la unidad básica de lo social. Ver http://siclapuebla.blogspot.mx/2011/01/movimiento-de-reformauniversitaria.html . 68 Más allá de que ésta se defina como obradorista, #yosoy132, priista, etc. 69 Por mucho que sus explicaciones nos confronten con nuestros propios miedos, fantasías, sueños y/o aspiraciones. 67 22 (Durkheim, ¿?). Durkheim Émile. Las Formas Elementales de (¿?). la Vida Religiosa. México: Colofón. (Durkheim, 1972). Durkheim Émile. (1972). Las Reglas del Método Sociológico. Buenos Aires: La Pléyade. (Marx, 1968). Marx Karl. [2000] (1968). El Capital: Crítica de la Economía Política. México: FCE. (Marx y Engels, ¿?). Marx Manifiesto del Partido Comunista. Karl, Engels Friedrich. (¿?). México: Ediciones de Cultura Popular. (Simmel, 1978). Simmel Georg. [1982] (1978). The Philosophy of Money. Boston, Londres, Melbourne, Henley: Routledge & Kegan Pual. (Simmel, 1986). Simmel Georg. (1986). Sociología I, Estudios Sobre las Formas de Socialización. Madrid: Alianza Editorial. (Weber, 1958). Weber Max. [2003] (1958). The Protestant Ethic and the Spirit of Capitalism. N.Y: Dover. (Weber, 1968). Weber Max. [1978] (1968). Berkeley: University of California Press. 23 Economy and Society.