La comprensión hermenéutica en la investigación educativa

Anuncio
La comprensión hermenéutica en la investigación
educativa
Por José Nava Ortiz
Introducción
Mientras que las ciencias naturales buscan explicar y controlar (Erklären) las leyes del
mundo físico mediante procesos estructurados en forma rígida, normativa o como un
canon llamado "métodos cuantitativos" que tiene su fundamento en la filosofía
positivista, las ciencias sociales buscan interpretar y comprender (Verstehen) los
motivos internos de la acción humana, mediante procesos libres, no estructurados, sino
sistematizados, a los que inapropiadamente se les llama "métodos cualitativos", por la
resonancia positivista, pudiendo llamarse "procesos cualitativos", que han dado origen a
diversos enfoques hermenéuticos como el fenomenológico, del Dasein, de la
comprensión del sentido, el neokantiano, el lingüístico, etc., que tienen su fuente en la
filosofía humanista, y que han facilitado el estudio de los hechos históricos, sociales y
psicológicos del ser humano, soslayados en un tiempo por los métodos positivistas.
Estos "procesos cualitativos", que se preguntan ¿cómo se interpretan los motivos de la
acción humana? y ¿cómo se comprende lo interno y subjetivo del hombre?, han dado
respuesta a las cuestiones fundamentales referidas al origen y sentido de la comprensión
humana, las cuales han tenido un desarrollo intelectual importante desde el siglo XIX, a
raíz de la complejidad que caracteriza a la sociedad postindustrial, lo que ha dado origen
a diversas escuelas y corrientes hermenéuticas como son: a) Las ciencias del espíritu de
Wilhelm Dilthey, b) La Sociología Comprensiva de Max Weber, c) La Formación de
Conceptos y teoría de las Ciencias Sociales de Alfred Schütz, d) El Lenguaje como
Medio de la Experiencia Hermenéutica de Hans-Georg Gadamer, e) La filosofía del
Lenguaje de Ludwig Wittgenstein y f) La Intencionalidad y Explicación Teleológica de
Henrik von Wright, que constituyen hoy en día los pilares de la interpretación y
comprensión hermenéutica, como procesos cualitativos que pueden constituir una base
para la investigación educativa.
Estas escuelas, corrientes y enfoques, se abordan bajo una mirada descriptiva y
comprensiva, es decir, integradora, con el propósito de apoyar a los interesados en
conocer su filosofía y aplicaciones en los procesos educativos, ya que la era del
conocimiento y de la globalización económica vuelven indispensables para saber cómo
mejorar la calidad educativa y el desarrollo humano, tareas en que los educadores
estamos comprometidos. A continuación se resumen su origen histórico, la necesidad
social a la que responden, las características generales, definiciones, técnicas más
importantes, punto nodal, procedimientos, ventajas, desventajas y su aplicación en
educación, a través de los siguientes apartados:
Problematización, caracterización, técnicas más importantes y conclusiones.
1. Problematización
1.1 Origen histórico
De acuerdo a Ferraris (2002; p. 11), la hermenéutica nació con la mitología griega como
un ejercicio informativo y comunicativo de Hermes, el mensajero de los dioses, quien
ejerció la tarea de llevar y traer amonestaciones, anuncios o profecías entre los hombres
y los dioses, convirtiéndola en una actividad práctica, en contraposición a un sistema
filológico, como hoy los entendemos (1) .
Otros autores como Reynolds-Wilson (1968; p. 5), sitúan su origen más allá de la época
griega, ubicándola en la era Helenística (siglo III a. C.), cuando surgió como sistema
filológico dirigido a estudiar las leyes etimológicas, gramaticales, históricas y
lexicológicas de las lenguas, papel que asumió la Biblioteca de Alejandría, el gran
acervo bibliográfico del Egipto, el que –según testimonios antiguos– tuvo de 200,000 a
490,000 volúmenes, aunque cada uno sólo contuviese una tragedia ática o un diálogo de
Platón. La necesidad de recoger y corregir los manuscritos, para verificar con la mayor
certeza posible su versión original, excluyendo interpolaciones y corrupciones, llevó al
florecimiento del primer método de la hermenéutica denominado Método históricogramatical, que tuvo a su exponente más célebre en Aristarco de Samotracia (217-143 a.
C.), quinto bibliotecario del Museo, quien en la corrección de los poemas homéricos
elaboró el principio básico de este método, según el cual, en la lectura del corpus de los
escritos de un autor es donde se resuelven las dificultades de su interpretación. Por otro
lado, hacia el año 525 a. C., surgió en Pérgamo otro método de la hermenéutica
relacionado con los Sofistas y después recuperado por los Estoicos, el llamado Método
de interpretación alegórica, caracterizado por adaptar a la mentalidad de la época,
mediante alegorías (o metáforas), los textos de la tradición.
Ambos métodos, dice Szondi (1975; p. 17), se vincularon al problema de la historicidad,
donde la interpretación gramatical apuntó a lo que en algún tiempo pretendía decirse y
quería conservarse o sustituirse por la expresión verbal devenida históricamente en un
nuevo signo, acotado a una glosa (explicación de textos oscuros). Mas, como dijo
Dilthey (1900; p. 10), por nuestros prejuicios modernos llegamos a considerar como
más "adecuado" y "racional", al Método histórico-gramatical por cuanto no era
alegórico, momento que la hermenéutica empezó a padecer por el embate del
positivismo.
Hay que advertir agrega Szondi, que la filología (sensus litteralis) y la alegoría (sensus
grammaticus), no fueron fases sucesivas del mismo desarrollo histórico de la
hermenéutica que hayan pasado del mito al logos y del logos a la episteme, sino que
sólo ilustran el doble propósito que ha dominado a esta actividad desde sus orígenes.
1.2 Necesidad social a la que responde
Como menciona Ferraris (2002; p. 19), al posesionarse la cultura hebrea dos siglos antes
de Cristo de los métodos creados por la koiné helenística, originó que los problemas
planteados en la interpretación de la Sagrada Escritura fueran diferentes a los
estimulados por la lectura de los clásicos (literatura griega), debido a que la inspiración
divina de los poetas griegos era diferente a la de los profetas hebreos, ya que el pueblo
hebreo afrontó la interpretación de la Sagrada Escritura como dogma (significado
unívoco), al considerarlas un dictado directo de Dios, cuyo valor veritativo no sólo
cultural es superior a la literatura helénica, por más que el mundo de los poemas
homéricos tuviese un valor canónico similar. Fue esta visión teológica la que condujo al
empleo de la exégesis (explicación e interpretación de textos, sobre todo sagrados)
como la técnica prominente de la era Patrística (s. II a. C.–II d. C.), que luego se
extendió a la etapa Escolástica (s. V–XIII d. C.) y al Renacimiento tardío (s. XIII–XV d.
C.), caracterizada, como dice Ebeling (1959), por
"algunos elementos míticos, de una historia en cuyo proceso se tomaba parte y cuya
interpretación debía recordarse. El punto focal consistía, pues, en la interpretación
concreta, lo más literal posible, de la Ley" (p. 53).
Este modelo de significado unívoco o de interpretación literal de la Ley, generó un
proceso de interpretación lineal, que en términos hermenéuticos debía resolverse. Fue
así como surgió el exponente de la complementariedad, llamado Filón de Alejandría (20
a. C.-50 d. C.), quien al interpretar la Sagrada Escritura conjuntó la filología griega y la
tradición hebraica, partiendo de su sentido literal e histórico hasta llegar a la
determinación de su sentido unívoco, que fue de tipo alegórico. De este modo, filología
y alegoría se trataron como niveles diferentes pero a la vez complementarios, donde el
sentido último, que era el teológico, se lograba comprendiéndolo en el marco de un acto
de fe (Ferraris, 2002; p. 19).
Con la llegada del cristianismo surgieron nuevos retos para la hermenéutica por la
ruptura que introdujo el Nuevo Testamento, ya que la predicación de Cristo, si bien era
una novedad que ya se había anunciado en las profecías del Antiguo Testamento, ahora
se requería mostrarlas como evidencia de lo dicho; a esto se debe que el Método de
interpretación alegórica intensificara su utilización no sólo como el relato de la vida de
Cristo, sino como la legitimación de la Iglesia, de la jerarquía eclesiástica y el destino
de la humanidad. Fue entonces (s. V d. C.), cuando la hermenéutica tuvo dos vertientes
de interpretación: de tipo alegórico-aristotélica, en la Escolástica y el Renacimiento,
asociada a la filosofía idealista y humanista y filológico-platónica, a partir de la era
moderna y la época contemporánea, asociada a la filosofía materialista y positivista,
cuya hegemonía fue prevaleciendo con los aportes del racionalismo de Renato
Descartes (s. XVI), del empirismo de J. Locke (s. XVII), del positivismo de Augusto
Comte (s. XVIII), del utilitarismo de J. S. Mill (s. XIX), del pragmatismo de W. James
y Ch. Sanders Peirce (s. XIX en adelante), cuyas aportaciones, según los representantes
de la teoría crítica (T. W. Adorno, J. Habermas, etc.), han respondido a una misma
razón: la razón instrumental. Así, frente al predominio de la filosofía positivista en
Europa del siglo XIX y adelante, se fue fraguando sobre todo en Alemania, una
tendencia anti-positivista de la ciencia, de donde emergió la filosofía humanista y de
ésta una nueva hermenéutica, interesada en rescatar la comprensión de los rasgos
"internos" del hombre, relegados por el canon positivista.
Mardones y Ursúa (1994; p. 22), afirman que entre las figuras más destacadas de este
movimiento están Droysen, Dilthey, Simmel, Max Weber, los neokantianos de la
Escuela de Baden, Windelband y Rickert y fuera de Alemania, Collingwood en
Inglaterra y Croce en Italia, unificados todos ellos por su rechazo al monismo
metodológico que pretendió universalizarse (pretensión conocida como Unidad de la
Ciencia), en las demás ciencias (históricas, sociales, del espíritu). Los diferentes
nombres que ha adoptado el método o canon positivista y frente al cual la hermenéutica
ha respondido con energía son: método científico, positivista, lógico, racionalista,
causalista, verificacionista, objetivista, empirista, analítico, etc., compuestos de pasos
fijos, entre los cuales están la: observación, predicción, explicación, generalización y
control, como única vía para la obtención de la veracidad y conocimiento del hombre
sobre la naturaleza física.
La respuesta de los pensadores de la filosofía humanista a este canon, fue dirigir su
mirada hacia la teoría del conocimiento o epistemología, para desarrollar nuevas formas
de investigación científica que dieron origen a los llamados "métodos cualitativos"
(mejor dicho, "procesos cualitativos"), dentro de los cuales están las distintas escuelas,
corrientes y enfoques de la hermenéutica, en los cuales se ha apoyado la investigación
educativa para llevar a cabo las tareas de interpretación y comprensión de los datos
"internos" y "subjetivos" de hechos como los históricos, las posturas ideológicas, las
motivaciones psicológicas, la cultura y el interés cognoscitivo o fin último, que mueve a
la acción humana y que constituyen el objeto de estudio de la comprensión
hermenéutica. Hechos no manipulables empíricamente (como los positivistas), sino
derivados del corpus filológico, alegórico y del contexto histórico, social y cultural en
que surgen.
En general la filosofía humanista y en particular la comprensión hermenéutica han
respondido a la necesidad trascendente de hacer prevalecer la comprensión humana
sobre la objetivación natural. Necesidad que se acrecentó a partir del siglo XIX por el
predominio positivista, convirtiéndose en una necesidad social de comprender con
"lecturas" críticas o develadoras lo interno, oculto, confuso o denegado por la razón
instrumental. Por ello, los hermeneutas que se alzaran contra ese predominio insensible,
dijeron en voz de Droysen (1858) lo siguiente:
"...el ser humano expresa su interioridad mediante manifestaciones sensibles y toda
expresión humana sensible, refleja una interioridad. No captar, por tanto, en una
manifestación, conducta, hecho histórico o social esa dimensión interna, equivale a no
comprenderlo" (2) .
2. Caracterización
2.1 Características generales
La hermenéutica es una técnica, un arte y una filosofía de los métodos cualitativos (o
procesos cualitativos), que tiene como característica propia interpretar y comprender,
para desvelar los motivos del actuar humano.
La realidad subjetiva, metafísica y psicológica del hombre seguía ahí, a pesar de su
negación por las ciencias naturales. Por ello, los procesos hermenéuticos de conducir,
comunicar, traducir, interpretar y comprender los mensajes y significados no evidentes
de los textos (libros) y contextos (historia, cultura, política, religión, filosofía, sociedad,
educación, etc.) del ser humano emergieron con gran resolución y sin importarles la
exigencia positivista-cuantitativa de "rigor científico", desde Droysen hasta nuestros
días, sin olvidar que algunos hermeneutas se han preocupado por su "sistematización
metódica", como sucedió con Dilthey y Weber.
Así, lo que ha caracterizado a las diversas escuelas, corrientes y enfoques de la
hermenéutica ha sido su compromiso de conducir mensajes de un texto a un lector,
como lo hizo Hermes; de comunicar un mensaje de un sujeto a otro, como lo hace el
maestro o el padre de familia a sus pupilos; de traducir y volver inteligible un mensaje
de un interlocutor a otro, como el intérprete de otra lengua y, finalmente, de comprender
o hacer comprensible el significado y fin de un texto o un contexto entre personas,
sustrayéndolos del positivismo, permitiendo recuperar el sentido de la existencia
humana.
2.2 Definiciones
Hay diversas concepciones filosóficas, históricas y sociales, en las que se inscribe la
hermenéutica, que han dado origen a enfoques como el fenomenológico, el del Dasein*,
el de la comprensión del sentido, el neokantiano, el lingüístico, etc., que se resumen a
continuación junto con sus autores y definiciones.
2.2.1 Enfoque fenomenológico
W. Dilthey, fundador de la Fenomenología del espíritu sustentada en la historia, es
decir, en el estudio de los procesos internos referidos al conocimiento de la realidad
histórico-social dice:
"... la historia es la diversidad en despliegue de las formas humanas de vida, diversidad
que radica en la fuerza genética de la naturaleza humana y que se presenta en la
existencia por la acción de las diversas condiciones geográficas, climáticas y sociales
de vida. La doctrina del desarrollo extrae luego todas las consecuencias de la
conciencia histórica" (Dilthey, 1978; p. 5).
En otra obra agrega lo siguiente:
"De aquí nace la diferencia entre nuestra relación con la sociedad y con la naturaleza.
Las situaciones en la sociedad nos son comprensibles desde dentro; podemos
reproducirlas, hasta cierto punto, en nosotros, en virtud de la percepción de nuestros
propios estados, y acompañamos con amor y odio, con apasionada alegría, con todo el
juego de nuestros afectos, la contemplación de la imagen del mundo histórico. La
naturaleza es muda para nosotros. Sólo el poder de la imaginación vierte sobre ella un
vislumbre de vida e intimidad. Pues en cuanto somos una sola cosa con un sistema de
elementos corporales en interacción, ninguna conciencia interna acompaña al juego de
esa acción recíproca. Por esto también puede tener para nosotros la naturaleza la
expresión de una sublime calma" (Mardones y Ursúa, 1994; p. 69).
2.2.2 Enfoque del Dasein (3)
K. Jaspers (1985; pp. 7-8), creador del enfoque hermenéutico del Dasein y fundador de
la filosofía de la existencia, que es una forma de interpretación y comprensión de lo
interior del ser humano, como su existencia y conciencia plena de ese hecho desde la
autorreflexión, libre de convencionalismos, dice al respecto:
"La llamada filosofía de la existencia es sólo una forma de la filosofía: de la filosofía
una y primigenia. Sin embargo, no es casual que existencia se haya convertido por el
momento, en la palabra caracterizadora. Subraya lo que constituye la tarea –desde
hace mucho casi olvidada– de la filosofía: sorprender a la realidad en su surgimiento
originario y aprenderla del mismo modo que yo me aprendo en mi obrar interno
mediante la autorreflexión... Existencia es una de las palabras que se emplean con el
fin de designar la realidad, según el acento que le dio Kierkegaard: todo lo
esencialmente real para mí solo en cuanto yo soy yo mismo. No estamos ahí
meramente, sino que nuestro existente* no es confiado como lugar y como cuerpo de la
realización de nuestro surgimiento originario".
2.2.3 Enfoque de la comprensión del sentido
Un siguiente concepto de la interpretación y compresión hermenéutica lo ofrece M.
Weber (1992) en la siguiente cita, referida a las finalidades de la interpretación y su
abordaje mediante los procesos del método científico y los métodos humanista:
"Toda interpretación, como toda ciencia en general, tiende a la ‘evidencia’. La
evidencia de la comprensión puede ser de carácter racional (y entonces, bien lógica,
bien matemática) o de carácter endopático: afectiva, receptivo-artística... Y hay
evidencia endopática de la acción cuando se revive plenamente la ‘conexión de
sentimientos’ que se vivió en ella" (p. 6).
Una acción con sentido es comprendida no sólo por medios psicofísicos, sino además,
por medios intelectuales como sucede con los históricos y sociales; observación que
permitió a Weber fundar la Sociología comprensiva, empleando para ello procesos
positivistas (como el uso de pasos fijos en los modelos ideales) y procesos de la
naciente ciencia social (retomada posteriormente por Durkheim), a través de la cual
planteó el estudio de dos tipos de fenómenos humanos: los racionales, apegados a las
reglas de las ciencias naturales y los endopáticos, pertenecientes al estudio de los
aspectos internos del sujeto como sus emociones, afectos, gustos, arte, cultura, etc., que
posibilitaron a la hermenéutica la ampliación de su campo de estudio.
2.2.4 Enfoque neokantiano
La escuela neokantiana dio un giro a la corriente histórica de Droysen y Dilthey al
introducir el concepto de teoría del conocimiento (Enkenntnistheorie), que en el siglo
XIX dice Gadamer (1993; pp. 280 y 309), produjo no sólo la disolución de la filosofía
hegeliana que sustentaba la correspondencia natural e inmediata entre el logos y el ser,
en la medida que Hegel argüía que la razón estaba en todo, incluso en la historia. Ahora,
de cara a la teoría del conocimiento y su crítica a la filosofía apriorística de la historia,
entró en el campo de la crítica neokantiana que planteaba el rechazo a la pretensión de
una construcción racional de la historia del mundo y de un conocimiento histórico de la
experiencia.
En este momento ya los neokantianos intentaban implicar a la ciencia del espíritu en la
renovación de la filosofía crítica, pero Dilthey, fundador de esa ciencia, rechazó al
criticismo neokantiano por considerarlo un retroceso al sujeto epistemológico.
Nuevamente aquí, la hermenéutica incorporó los elementos de la epistemología
neokantiana en su proceso de interpretación-comprensión, sin guardar necesariamente
una identidad directa con ella.
2.2.5 Enfoque lingüístico
Gadamer es uno de los seguidores del enfoque hermenéutico centrado en la lingüística,
conocido también como el lenguaje como experiencia hermenéutica. Los postulados de
este enfoque señalan que el ponerse de acuerdo con el otro es lo más importante y dicho
acuerdo se logra mediante el lenguaje. El contexto lingüístico y su medio de operación:
la acción comunicativa a través del habla constituye hoy en día el enfoque más
importante de la hermenéutica actual.
Al respecto, Gadamer (1993) afirma:
"Ya en el análisis de la hermenéutica romántica hemos podido ver que la comprensión
no se basa en un desplazarse al interior del otro, a una participación inmediata de él.
Comprender lo que alguien dice es, como ya hemos visto, ponerse de acuerdo en la
cosa, no ponerse en el lugar del otro y reproducir sus vivencias. Ya hemos destacado
también cómo la experiencia de sentido que tiene lugar en la comprensión encierra
siempre un momento de aplicación. Ahora consideraremos que todo este proceso es
lingüístico. No en vano la verdadera problemática de la comprensión y el intento de
dominarla por arte –el tema de la hermenéutica– pertenece tradicionalmente al ámbito
de la gramática y de la retórica. El lenguaje es el medio en el que se realiza el acuerdo
de los interlocutores y el consenso sobre la cosa" (pp. 461-462).
Para Gadamer, la comprensión hermenéutica se concibe y se da a través del lenguaje.
Este hecho debería hacer pensar a los educadores que la escuela es un espacio
privilegiado de acción comunicativa centrada en el lenguaje; sin embargo, la
comprensión humana al parecer no es alcanzada, de ahí sus resultados.
Gadamer (1993; p. 378), promotor del enfoque lingüístico o del lenguaje como
experiencia hermenéutica, agrega que ésta tiene tres momentos y son: la subtilitas
intelligendi o comprensión, la subtilitas explicandi o interpretación y la subtilitas
applicandi o aplicación, incorporada durante el pietismo (4) .
Para Vico, el sensus communis es el sentido de lo justo y del bien común que vive en
todos los hombres.como tercer componente. Estos tres momentos contribuyen a la
comprensión, por lo cual resulta ser significativo que los tres reciban el nombre de
subtilitas, esto es, que se comprendan menos como un método disponible que como un
saber hacer que requiere de una particular finura del espíritu.
Estos tres elementos, junto con la construcción social de los aprendizajes y la acción
comunicativa, conforman un movimiento mundial en educación, conocido con nombres
como la sociología comprensiva de M. Weber, el constructivismo de L. Vygotsky y J.
Piaget y la acción comunicativa de J. Habermas. Aportaciones que constituyen la
plataforma del modelo educativo actual, llamado globalmente constructivistacomunicativo, mediante el cual se llevan a cabo cotidianamente ejercicios de
comprensión hermenéutica en las comunidades de aprendizaje, cuyo contexto es el aula
y el lenguaje, pero quizás haga falta clarificar más sus procedimientos, a fin de mejorar
su empleo y por ende, la calidad educativa.
2.3 Escuelas y corrientes
Las seis escuelas más importantes enunciadas en la introducción, que apoyan a la
hermenéutica para llevar a cabo sus procesos de interpretación y comprensión,
provienen en su mayoría de la era Moderna (s. XIX en adelante) y son:
- Ciencias del espíritu de Wilhelm Dilthey.
- Sociología comprensiva de Max Weber.
- Formación de conceptos y teoría de las ciencias sociales de Alfred Schütz.
- Lenguaje como medio de experiencia hermenéutica de Hans-Georg Gadamer.
- Filosofía del lenguaje de Ludwig Wittgenstein.
- Intencionalidad y explicación teleológica de Henrik von Wright.
No hay que olvidar que dichas escuelas y corrientes surgieron como reacción opuesta al
predominio del positivismo, de ahí que no adopten una estructura con los pasos típicos
de los métodos positivistas. Por lo que a continuación se resume de cada una su origen,
objeto de estudio, características y procedimientos.
2.3.1 Ciencias del Espíritu de W. Dilthey
a) Origen
Las denominadas "ciencias del espíritu" nacieron en Europa a finales del siglo XIX
cuando estalló la polémica entre las ciencias naturales y las ciencias del espíritu
(Mardones y Ursúa, 1994; p. 54). Esto llevó dice Dilthey (1833-1911), alumno de
Ranke, a fundamentar la historia y las ciencias del hombre, descubriendo que la teoría
de la ciencia no había hecho justicia a la peculiaridad de dichos estudios, por lo que se
abocó a fundar las ciencias del espíritu, como el estudio "del medio en que el hombre
está inserto" y que permite captar los hechos "desde dentro".
b) Objeto de estudio
Las ciencias del espíritu y las demás ciencias del hombre que abarcó la investigación de
Dilthey fueron: la metafísica, que subsistió en el espíritu europeo hasta el siglo XIV
gracias a su alianza con la Teología. De la religión, agrega el autor, surgieron el derecho
y la moral; y en el siglo XVII, sobre la ciencia llegada a su madurez por influencia del
humanismo y la Reforma, resurgieron la historia, la teología, la psicología, la
antropología (Dilthey, 1978a; pp. 11, 13 y 123). La filosofía, el arte, la religión y la
pedagogía son ciencias del espíritu que fueron fundamentadas (Dilthey, 1978b; pp. 67,
261, 303, 321).
Para otros autores, como Gadamer (1993; pp. 74, 124, 218), existen otras ciencias que
recibieron los beneficios del aporte de Dilthey como la estética, sustentada en estudios
previos de Kant; la educación (Bildung), que Hegel había fundamentado ya; a finales
del siglo XIX, el resurgimiento de la hermenéutica como disciplina auxiliar de la
teología y la filosofía, y la psicología, que tomó fundamentos de todas las ciencias del
espíritu (Gadamer, 1992; p. 35).
c) Características
Dilthey (1980; pp. 40-42), observó que la Lógica de J. S. Mill gozaba de una gran
influencia en las ciencias, al grado de englobarlas en dos grandes grupos: las ciencias
naturales (lógica, matemáticas, física, etc.) y las ciencias del espíritu (todas las demás),
por lo que se preguntó si debieran separarse los hechos de la vida espiritual, de los de la
psicofísica humana y así sucesivamente. Fue entonces que inició la formulación de una
teoría que caracterizara a cada uno de los hechos del conocimiento humano, mediante
una visión de totalidad que no se limitara a lo espiritual, dando origen a las ciencias
humanas y sociales ahora conocidas.
Por más que Dilthey defendiera la autonomía epistémica de las ciencias del espíritu,
comenta Gadamer (1993; p. 36), lo que se llama método en la ciencia moderna, es en
todas partes una sola cosa que se acuña de manera ejemplar en las ciencias naturales, de
ahí que no exista un método propio de las ciencias del espíritu, pero cabe preguntarse
como Helmholtz: ¿qué peso tiene aquí el método?
d) Procedimientos
No obstante que las ciencias del espíritu no cuentan con métodos propios, agrega
Gadamer (1993; p. 37), están muy lejos de sentirse inferiores a las ciencias naturales.
Helmholtz destacó que la memoria, la autoridad y el tacto psicológico, constituían parte
de sus procedimientos. En el caso del arte –dijo–, predominaba el sentimiento artístico y
la inducción artística y para el conocimiento histórico, el método inductivo, ya que en la
historia no hay leyes, sino una sumisión voluntaria a hechos prácticos. Sus
planteamientos fueron poco convincentes para los demás.
Fue el concepto de formación el que adquirió preponderancia y validez como el
elemento con el que proceden las ciencias del espíritu. La formación dice Gadamer
(1993; p. 39), pasó a ser algo muy estrechamente vinculado al concepto de cultura y
designa en primer término el modo específicamente humano de dar forma a las
disposiciones y capacidades naturales del hombre. Hegel habla de "formarse" y de
"formación" precisamente cuando se acoge a la idea kantiana de las obligaciones para
consigo mismo. Pero, cuando en nuestra cultura nos referimos a la palabra "formación"
(Bildung), se trata de algo más elevado y más interior: el modo de percibir que procede
del conocimiento y del sentimiento de toda la vida espiritual y ética de la persona y que
se derrama armoniosamente sobre su sensibilidad y carácter. Aquí, "formación" no
quiere decir sólo cultura, esto es, desarrollo de capacidades y talentos, sino reconstruir
al hombre y su ser en sí.
Los procedimientos principales de esta escuela se resumen de la siguiente forma:
· Los procesos de memorización, de autoridad y del tacto psicológico fueron parte de las
formas de intervención de las ciencias del espíritu, más no todas.
· En el caso del arte los sentimientos y la inducción artística fueron algunos de los
procedimientos empleados, pero como complemento de otras técnicas.
· Fue la formación (Bildung) del ser humano, la técnica principal que aportaron las
ciencias del espíritu, entendiendo por formación la transformación del ser.
====
2.3.2 Sociología comprensiva de M. Weber
a) Origen
M. Weber (1864-1920) detectó en 1903, señalan Mardones y Ursúa (1994; p. 151),
ambigüedad en los juicios de valor en el ámbito de las ciencias sociales, captando de ese
modo el carácter compresivo de las acciones históricas y culturales del ser humano.
Decía que si no se comprendía el significado de un objeto (Verstehen), no se entendía
en absoluto, de ahí que introdujera la necesidad del método comprensivo en las ciencias
sociales, dando origen a la sociología comprensiva.
b) Objeto de estudio
El objeto de estudio de la sociología comprensiva de Weber es la acción social, pero no
toda clase de acción es social, como lo señaló (Weber, 1992; p. 18). Por ello, la
sociología compresiva a la que se refiere es aquella que realiza sus acciones con arreglo
a un fin y se integra con los siguientes elementos: constitución de una disciplina social,
que tenga un significado, que clarifique su acción social, que tenga sentido, que ofrezca
evidencia de sus acciones y siga algunos pasos del método científico.
A Weber le llevó varios años (1903 a 1919) captar la estructura de la sociedad donde se
desenvolvía (Alemania del Este) y definir dentro de élla los elementos de una acción
social, que luego constituyeron su escuela. Concluida la Primera Guerra Mundial e
iniciada la era industrial europea, Weber tenía lista su concepción sociológica, la cual se
inscribió en los postulados del humanismo, que opuso al racionalismo dominante.
c) Características
Weber concibió a la sociología como la ciencia que pretende entender e interpretar la
acción social. Por acción social designó a la conducta humana donde el sujeto o sujetos
se enlazan por un sentido subjetivo y comparte un sentido. Consideró a una acción
social comprensible, ya sea porque existe de hecho, porque es un caso históricamente
dado, porque es una acción promedio de un número determinado de acciones o porque
es una acción construida bajo un tipo ideal, donde la evidencia es la posibilidad de
revivir plenamente la conexión de sentido o los sentimientos vividos con arreglo a fines;
es decir, cuando son conocidos los valores y el carácter último que orienta a la acción
social.
Todo este esquema le llevó a construir tipos puros o tipos ideales de acción, que son
aquellas estructuras que muestran en sí la unidad más consecuente de una adecuación de
sentido lo más plenamente posible, siendo por eso mismo, tan poco frecuentes quizás en
la realidad –en la forma pura absolutamente ideal– como una reacción física calculada
sobre el supuesto de un espacio absolutamente vacío (Weber, 1992; pp. 5-9, 17).
d) Procedimientos
Las estructuras de la sociología comprensiva propuestas por Weber que permiten
identificar y comprender una acción social con sentido, dicen Mardones y Ursúa (1994;
pp. 151-158), se apegan a los siguientes procedimientos:
· Una acción social es la que presenta un sentido objetivamente justo o de un sentido
verdadero metafísicamente fundado.
· Los límites de una acción con sentido y un modo de conducta reactivo es que no está
unida a un sentido subjetivamente mentado.
· Toda interpretación como toda ciencia tiende a la evidencia de la comprensión;
pudiendo ser ésta racional (lógica) o endopática (afectiva). La llamada Ley de Gresham
conlleva una interpretación racional evidente de la conducta humana en determinadas
condiciones y desde el punto de vista típico-ideal.
· Los procesos y objetos ajenos al sentido entran en el ámbito de las ciencias de la
acción como ocasión, resultado, estímulo u obstáculo de la acción humana.
· Puede entenderse por comprensión: i) la comprensión actual del sentido de una acción,
ii) la comprensión explicativa que se comprende por sus motivos.
· Comprensión equivale en los casos a captación interpretativa de sentido o conexión de
sentido: i) mentado realmente en la acción, ii) mentado en promedio o de modo
aproximativo, y iii) construido científicamente por métodos tipológicos para la
elaboración del tipo ideal de un fenómeno frecuente.
· Los procesos y regularidades que son incomprensibles, en el sentido aquí empleado,
no pueden ser clasificados de hechos o leyes sociológicas como lo implica la sociología
comprensiva.
2.3.3 Formación de conceptos y teoría de las ciencias sociales de Alfred Schütz
a) Origen
A. Schütz (1899-1959) nació en Viena. Se educó en Alemania en contacto con Husserl
pero ejerció su mayor influjo en el ámbito de la sociología americana, desde la cátedra
en la New School for Social Research de Nueva York, donde escribió en 1932 La
estructura significante del mundo social, cuyo título da entrada a la obra de Carnap: La
estructura lógica del mundo, en la cual este autor se manifiesta en pro del proyecto
positivista de una ciencia unificada (unidad de la ciencia). Schütz, en cambio, ofreció
una fundación fenomenológica de la sociología, donde los sujetos de la acción social no
son considerados a través de un "ilusorio metodologismo" o como simples objetos
(Ferraris, 2002; p. 243).
No obstante que muy pronto se interesó en la obra de M. Weber, sobre todo en sus ideas
centrales sobre significado y comprensión interpretativa (Verstehen) –dicen Mardones y
Ursúa (1994; p. 168)–, Schütz buscó una teoría que fuera coherente con el significado
que encontró en Husserl y su análisis fenomenológico; por ello escribió su
Fenomenología del mundo social en la cual vinculó los conceptos fenomenológicos con
los sociológicos, principalmente los de Weber.
b) Objeto de estudio
Desde el punto de vista de Schütz, el objetivo primario de las ciencias sociales es lograr
un conocimiento organizado de la sociedad, entendiendo por realidad social la suma
total de objetos y sucesos entro del mundo social cultural, tal como lo experimenta el
pensamiento de sentido común de los hombres que viven su existencia cotidiana entre
sus semejantes (Mardones y Ursúa, 1994; pp. 168-169). El mundo de los objetos
culturales e institucionales en el que todos hemos nacido y con el cual tenemos que
entendernos es al mismo tiempo no privado e intersubjetivo, o sea, común a todos y
potencialmente accesible a cada uno, lo que supone intercomunicación y lenguaje para
compartirlo. Constituyen el objeto de estudio de la teoría de Schütz hechos, objetos y
sucesos del mundo social, cultural e institucional como la intersubjetividad, la
interacción, la intercomunicación y el lenguaje.
c) Características
El análisis de los presupuestos epistemológicos que acompañan a la actitud natural
propia del mundo de la vida cotidiana, conducirá a Schütz a penetrar profundamente en
la distinción entre ciencias del espíritu y ciencias de la naturaleza, concibiendo a las
ciencias sociales como profundamente comprensivas, al tratar de comprender el
significado subjetivo de la acción social. Por esta razón –dicen Mardones y Ursúa
(1994; pp. 168-169)– su metodología no puede ser la misma de las ciencias naturales.
Su objetivo tiene que ser alcanzado mediante el uso de tipos ideales que reconstruyen el
significado de una acción desde contextos subjetivos de significado.
Schütz tuvo que encarar la crítica de hombres como Nagel y Hempel, por el llamado
método del Verstehen; no obstante, mediante el análisis fenomenológico de la
formación de conceptos llegó a la conclusión de que el Verstehen no es en primer
término una técnica o un método, sino la forma particular como el pensamiento de
sentido común conoce al mundo social y cultural. Pero es ineludible que tras el
Verstehen hay un problema epistemológico: ¿cómo se comprenden los motivos de la
acción de otro hombre? (lo que Weber llamaba la interpretación subjetiva), ante lo cual
Schütz explica cómo se puede y se debe referir al sentido subjetivo de las acciones
sociales. Aquí el Verstehen puede entenderse como la forma particular de intervención
de las ciencias sociales donde el análisis fenomenológico es el más apto para responder
a la cuestión fundamental y radical de cómo es el posible alcanzar el conocimiento
científico.
d) Procedimientos
En cuanto a los procedimientos de la escuela de Schütz, Mardones y Ursúa (1994; pp.
169-177) plantean los siguientes:
· Lo primero que persigue la formación de conceptos es lograr un conocimiento
organizado de la realidad mediante procesos del sentido común.
· La intersubjetividad, la interacción, la intercomunicación y el lenguaje son los objetos
de conocimiento que permiten dar cuenta de la formación de conceptos, sin que esto
presuponga que son objetos fijos o prefigurados.
· La realidad social contiene creencias y convicciones que son reales porque así lo
definen sus participantes, escapan a la observación sensorial.
· La conducta humana manifiesta y adopta como modelo un sector particular y
relativamente pequeño del mundo social, situaciones en las que el individuo se presenta
al observador en una relación cara a cara.
· En términos del pensamiento de sentido común, en la vida cotidiana los hombres
tienen conocimiento de las diversas dimensiones del mundo social en que viven. Este
conocimiento es fragmentario y con frecuencia contradictorio y presenta distintos
grados de claridad y nitidez.
· Experimentamos la acción de nuestros semejantes en términos de sus motivos y fines,
de igual manera que experimentamos los objetos culturales en términos de la acción
humana de la cual son resultado.
· El Verstehen no es primordialmente un método empleado por el científico social, sino
la particular forma experiencial en que el pensamiento de sentido común toma
conocimiento del mundo social y cultural.
· El Verstehen es un término subjetivo porque se propone descubrir el sentido de la
acción del actor en contraste con el sentido que tiene para el observador. Este puede
adoptar las siguientes formas: i) como forma experiencial de conocimiento de los
asuntos humanos, ii) como problema epistemológico y iii) como forma específica de
intervención de las ciencias sociales.
· El conocimiento de sentido común de la vida cotidiana es cuestionable, pero es el
único de cuyo interior comienza la investigación.
· Tanto en el pensamiento de sentido común como en la ciencia supone construcciones
mentales, generalizaciones, formalizaciones, idealizaciones y síntesis específicas del
nivel respectivo de organización del pensamiento.
· El postulado de la interpretación subjetiva deber ser entendido como Weber lo había
propuesto: todas las explicaciones científicas del mundo social pueden y, para cierto
fines, deben referirse al sentido subjetivo de las acciones de los seres humanos en los
que se origina la realidad social.
2.3.4 El lenguaje como medio de experiencia hermenéutica de H. G. Gadamer
a) Origen
Fue en el siglo XIX –dice Gadamer (1993; p. 19)– que la hermenéutica experimentó,
como disciplina auxiliar de la teología y la filosofía, un desarrollo impresionante que la
convirtió en el fundamento de las ciencias del espíritu y la elevó por encima de los
enfoques pragmáticos centrados en la interpretación literal de los textos aplicados
durante el Renacimiento (s. XV-XVII) y la Ilustración (s. XVII-XVIII) al asignarle la
exégesis. Fue hasta la era contemporánea cuando la hermenéutica recuperó su enfoque
filosófico de comprensión del "sentido interno" de los textos (necesitados ya de una
correcta interpretación), además de todos los objetos de estudio hermenéutico como el
arte, la ciencia, la religión, la filosofía, etc.
Según Ferraris (2002; pp 27-28), Gadamer pudo llevar a cabo en Verdad y método una
rehabilitación con gran estilo de la tradición humanista. La hipótesis de donde partió fue
que el humanismo constituía en general el momento de la revitalización sustancial de la
cultura y de la paideia clásica y, a través de esto, el antecedente necesario para el
desarrollo de las ciencias del espíritu. El entusiasmo con que los humanistas se
dedicaron a la lengua griega y proclamaron la necesidad de la erudición fue mucho más
que la pasión por lo antiguo. Fue el despertar de las lenguas clásicas lo que llevó
consigo a una nueva valoración de la retórica, que tenía enemigos entre los escolásticos
sólo por defender un ideal de sabiduría humana que estos no supieron exponer.
b) Objeto de estudio
Ya hemos mencionado antes que el objeto de estudio de la experiencia hermenéutica es
la comprensión "del otro" a través del lenguaje. A estos se refiere Gadamer cuando dice
que la experiencia de sentido se lleva a cabo mediante un proceso completamente
lingüístico; no en vano la verdadera problemática de la comprensión y el intento de
dominarla pertenece tradicionalmente al ámbito de la gramática y de la retórica
provenientes del humanismo. El lenguaje es el medio en que se realiza el acuerdo de los
interlocutores y el consenso sobre la cosa (Gadamer, 1993; pp. 461-4 62).
La conversación es un proceso por medio del cual se busca llegar a un acuerdo. Toda
verdadera conversación requiere atender realmente al interlocutor y dejar valer sus
puntos de vista y ponerse en su lugar, no en el sentido de ocupar su lugar, sino de
entender lo que expresa. Conversar, escuchar a otro y comprender lo que expresa son
los objetos principales de esta escuela, proceso que se da en un ambiente de lenguaje.
Para Gadamer (1993; p.467), ya no cabe pensar como si los conceptos de la
interpretación acudiesen atraídos según las necesidades de un reservorio lingüístico en
el que se encontrarían ya dispuestos en el caso de que la comprensión no fuera
inmediata. Por el contrario, el lenguaje es el medio universal en el que se realiza la
comprensión misma, y la forma de realización de la comprensión es la interpretación.
c) Características
Debido a la dimensión práctica en que fue concebida, la hermenéutica recibió su
tradicional prestigio como arte de la interpretación y comprensión más no como teoría
filosófica o de contemplación. Por esta visión, Kerényi (1963) escribió que su
procedencia del mito de Hermes fue la causa de su reducción, ya que se trató de una
reconstrucción a posteriori, pues el término hermeneia estaba en la base de las palabras
derivadas de la raíz (hermeneus, hermeneutes, hermeneutike), que son idénticas.
Ferraris (2002; p. 12) (5)* agrega que la palabra latina sermo no tiene ninguna relación
lingüística o semántica –salvo su sonido semejante– con Hermes el dios griego. De aquí
que la hermenéutica debiera más bien equipararse con los vocablos elocutio,
verständlich machen y exeghesis, que significan pronunciar y que es la función de la
lengua que está en la significación primitiva del término hermenéutica.
El sentido original de la palabra hermeneia –señala Kerényi– fue la eficacia de la
expresión lingüística, que hoy es considerada la esencia de la hermenéutica; por tal
motivo, Heidegger y Gadamer recuperaron la idea de la lengua del humanismo y del
romanticismo, que situaron a la experiencia hermenéutica en el universo del lenguaje y
del logos como verbum y como sermo, confirmado esto por el uso común del concepto
de interpretación, referido en expresiones tales como "ser intérprete" o "hacerse
intérprete de un sentimiento" (Ebeling, 1959).
d) Procedimientos
· La comprensión hermenéutica de esta escuela alude a una mezcla de procesos internos
y externos. Por un lado, se comprende a través de un lenguaje, pero, por el otro, los
interlocutores conocen ambos el sentido oculto de sus mensajes.
· Se conversa o se escucha a un interlocutor y a través de su mensaje el otro capta lo que
quiere decir.
· La relación conversación-comprensión no es mecánica, sino que requiere de un
traductor, el cual puede ser el propio sujeto si conoce la lengua y los códigos del
hablante.
· No obstante, el lenguaje es el medio fundamental de la comprensión.
· El lenguaje como medio de comunicación y comprensión fue rescatado del
humanismo, y vino a restituir a la hermenéutica la posibilidad de comprender de forma
libre (porque la conversación no tiene límites) y a la vez metódica (porque los hablantes
requieren del dominio del lenguaje del otro y de sus códigos culturales y sociales en que
se expresa).
· Una relación comunicativa, mediante la experiencia del lenguaje, puede arribar a una
interpretación de los códigos culturales del hablante y/o a una total compresión del
espíritu que anima al hablante, si se vive en su atmósfera cultural y social.
· La eficacia del lenguaje, es decir la comprensión del sentido del mensaje emitido por
el otro, será la clave de la experiencia lingüística.
· Los mensajes transmitidos a través de una comunicación lingüística podrán ser de
carácter filosófico o práctico; la clave del éxito está en la eficacia del lenguaje utilizado.
· La interpretación y comprensión hermenéutica a través del lenguaje podrá comunicar
palabras, sentimientos, acciones sociales o cualquier tipo de mensajes; basta con que
sean comprensibles para el interlocutor.
2.3.5 Filosofía del Lenguaje de L. Wittgenstein
a) Origen
Gadamer (1992; p. 401) dice que el último Wittgenstein revisó los prejuicios
nominalistas que él mismo había expresado tiempo atrás en su obra Philosophical
investigations, reconduciendo todo el lenguaje al contexto de la praxis vital. El
resultado de dicha revisión fue para él ampliamente negativo, pues consistió en la
exclusión de todas las preguntas indemostrables de la metafísica y no en la recuperación
de las mismas por muy indemostrables que fueran escuchándolas desde la constitución
lingüística de nuestro ser-en-el-mundo.
A través de la filosofía del lenguaje dicen Mardones y Ursúa (1994; pp. 186-187),
Wittgenstein ha desarrollado la idea de que los lenguajes se deben comprender como
"juegos lingüísticos", los cuales poseen sus propias reglas de acuerdo al contexto o
forma de vida. Winch (citado por Mardones y Ursúa) desarrolla lo que significa
"comprender lo que alguien dice a través del sentido de las palabras".
b) Objeto de estudio
El lenguaje manejado a través de "juegos lingüísticos" por Wittgenstein permitió revisar
lo que significa comprender, proceso que se había dado por hecho con las definiciones
de los autores clásicos de la comprensión. Muestra cómo el sentido de las palabras
supone algo más que su definición convencional. El significado de las palabras se
obtiene a partir de las reglas de uso común o de comunicación. Estas reglas que no son
de origen individual, sino que se forjan en un contexto social determinado (forma de
vida) y que tienen un carácter normativo para la conducta de las personas implicadas.
Prolongando estos razonamientos, Winch llega a la conclusión de que la sociología es
una "comprensión" de las reglas que siguen las acciones humanas en un contexto de
interacciones mediadas lingüísticamente.
c) Características
Un tratado de "juego lingüísticos" lo expresa Wittgenstein en su obra Gramática
filosófica (1992), donde puede leerse:
"1. ¿Cómo puede hablarse de ‘comprender’ y ‘no comprender’ una proposición? ¿Qué
una proposición no es tan sólo cuando la comprendemos? (p. 7)"
"8. ¿Debo comprender una oración para poder actuar de acuerdo con ella? –Si
comprender una oración quiere decir actuar de alguna manera de acuerdo con ella–,
entonces la comprensión no puede ser la condición para que actuemos de acuerdo con
ella. ¿Qué sucedió cuando de pronto comprendí a la otra persona? Hay aquí muchas
posibilidades (p. 9)".
Este giro en el lenguaje llevó a Gadamer (1992; p. 366), a decir que la orientación al
lenguaje vivo y hablado enseña no sólo a desenmascarar problemas aparentes, sino a
resolver problemas reales. Este giro tuvo una amplia resonancia tras la publicación de la
obra póstuma de Wittgenstein: Investigaciones filosóficas (1953).
d) Procedimientos
· El contenido de un texto puede ser convertido en proposiciones de sentido común y
éstas someterse a las reglas del lenguaje para detectar sus contradicciones.
· Aplicar a toda proposición las reglas básicas del lenguaje, para desentrañar los
problemas aparentes.
· La filosofía del lenguaje demuestra que el sentido de las palabras supone algo más que
su definición convencional.
· El significado de las palabras se obtiene a partir de las reglas de uso común o de
comunicación, reglas que no son de origen individual, sino que se forjan en un contexto
social.
· Estas reglas no son de origen individual, sino social y se forjan en un contexto
determinado (forma de vida) y tienen carácter normativo para las personas implicadas.
2.3.6 Intencionalidad y Explicación Teleológica de H. von Wright
a) Origen
G. H. von Wright (1979), representante de la Intencionalidad y explicación teleológica,
al referirse a los dos grandes conceptos aportados por Droysen que distinguieron a la
hermenéutica de la ciencia, dice lo siguiente:
"El filósofo e historiador alemán Droysen parece haber sido el primero en introducir una
dicotomía metodológica que ha ejercido gran influencia. Acuñó en tal sentido los
nombres de explicación y comprensión, en alemán Erklären y Verstehen. El objetivo de
las ciencias naturales consiste, según él, en explicar; el propósito de la historia es más
bien comprender los fenómenos que ocurren en su ámbito. Estas ideas fueron luego
elaboradas hasta alcanzar plenitud sistemática por Dilthey. Para designar todo el
dominio de aplicación del método de comprensión se sirvió del término
Geisteswissenschaften" (pp. 23-24).
Este mismo autor, al referirse a la crítica del positivismo o antipositivismo como razón
del resurgimiento de la hermenéutica, dice lo siguiente:
"Otra posición en el debate sobre las relaciones entre las ciencias de la naturaleza y las
ciencias del hombre, fue su reacción contra el positivismo. La filosofía antipositivista de
la ciencia, que alcanzó un lugar prominente a finales del siglo XIX, representa una
tendencia mucho más diversificada y heterogénea que el positivismo. El rótulo de
‘idealismo’, utilizado a veces para su caracterización, sólo es apropiado para algunos
aspectos de esta tendencia. Me parece preferible el nombre de ‘hermenéutica’.
Comentario que confirma el rescate y función de la hermenéutica en el marco de la
modernidad y para la defensa de la comprensión humana.
3. Técnicas principales
A continuación se describen las técnicas principales (llamadas aquí métodos), los cuales
se mencionan en el apartado de la problematización y que son presentados aquí en dos
grupos: a) Método Histórico-Filológico o Retórico y b) Método Histórico Alegórico o
Simbólico, aludiendo a su características, usos y finalidades:
3.1 Método Histórico-Filológico o Retórico
Este método de compresión hermenéutica tuvo a su mejor exponente al célebre filólogo
Aristarco de Samotracia (217-143 a. C.), quinto bibliotecario del Museo de Alejandría,
quien durante la revisión y corrección de los poemas homéricos, llegó al principio
básico de este método, consistente en encontrar que en la lectura del corpus general de
los escritos de un autor, es donde se resuelven las dificultades de su interpretación,
precisamente por la claridad que deja en el intérprete la lectura completa de sus textos.
Algunas característicos principales de este método, son las siguientes:
· Surgió como sistema filológico orientado a estudiar las leyes etimológicas,
gramaticales, históricas y lexicológicas de las lenguas.
· Este papel lo asumió la Biblioteca de Alejandría, el gran acervo bibliográfico de
Egipto, sobre todo durante la revisión y corrección de la cultura helénica.
· La necesidad de recoger y corregir los manuscritos para verificar con la mayor certeza
posible su versión original, excluyendo interpolaciones o corrupciones en la
interpretación, llevó al florecimiento de este método el cual conlleva una interpretación
lineal o literal de los textos.
3.2 Método Histórico-Alegórico o Simbólico
Surgió en Pérgamo, hacia el año 525 a. C. y se relaciona con los Sofistas y después con
los Estoicos. Se característica principal es la adopción de una interpretación de acuerdo
a la mentalidad y contexto histórico del lector o intérprete, a través de alegorías o
metáforas de los textos y contextos.
· Lo originaron los Sofistas y después lo recuperaron los Estoicos.
· Se basa en una interpretación simbólica, mediante alegorías o metáforas hechas por el
lector o intérprete.
· Su procedimiento consiste en adaptar a la mentalidad y el contexto histórico del
intérprete y mediante alegorías o metáforas, los textos de interpretación.
Ambos métodos se vincularon a un problema de historicidad, es decir, a una
interpretación de tipo gramatical, que apuntó a lo que en algún tiempo pretendía decirse,
conservarse o sustituirse mediante una expresión verbal devenida históricamente en un
nuevo signo. Más como dijo Dilthey (1900; p. 10), por nuestros prejuicios modernos
llegamos a considerar como más adecuado y racional el Método Histórico-Gramatical,
por cuanto no era alegórico, momento que la hermenéutica empezó a padecer el embate
del positivismo.
4. Conclusiones
1º. El origen de la hermenéutica se sitúa en la mitología de la Grecia antigua, donde
Hermes fue designado por los dioses para llevar y traer mensajes, consejos o
amonestaciones a los hombres. Sin embargo, la primera función consistió sólo en
transmitir mensajes, sin mediar en su interpretación.
2º. Los procesos de la interpretación hermenéutica se denominan bajo dos grupos: a)
Método Histórico-Filológico o Retórico, caracterizado por la interpretación literaria de
los textos, sobre todo los bíblicos, bajo un enfoque dogmático o de interpretación literal,
fenómeno que se observó sobre todo, durante la era Patrística y el Método HistóricoAlegórico o Simbólico, caracterizado por adaptar la lectura e interpretación de los textos
a la mentalidad y época de los lectores o intérpretes, fenómeno que se observó sobre
todo era Escolástica, a partir de la interpretación de los simbolismos ocultos en el
Nuevo Testamento, todo ello mediante alegorías o metáforas.
3º. Fue en a era Patrística o Hebrea (siglos I. a V d. C.) y la era Griega Clásica o
Helenística (s. V a I a. C.), cuando surgieron, se delimitaron y perfeccionaron los
métodos de interpretación hermenéutica.
4º. Con el surgimiento del Cristianismo (incluyendo el movimiento de Reforma y la
difusión de la Biblia como texto de la Iglesia Romana) a inicios de la era moderna,
cuando se presentó una ruptura del Método Histórico-Filológico, resurgiendo el Método
Histórico Alegórico, como técnica, arte, método y filosofía de interpretación y
comprensión humanos.
5º. Ambos métodos se vincularon con al problema de la historicidad, donde la
interpretación gramatical apuntó a lo que en algún tiempo pretendió decirse y quiso
conservarse o sustituirse, a través de una expresión verbal devenida históricamente en
un nuevo signo.
6º. Todavía no existe un consenso para considerar a la hermenéutica una técnica, un
método, un arte o una filosofía, ya que se considera todo a la vez, más sus
interpretaciones no son ambiguas.
7º. Hay que recordar también que para algunos autores la hermenéutica nació de la
mitología griega sólo como un ejercicio informativo y comunicativo, sin que el
conductor de los mensajes conociera el sentido y significado de los mismos.
8º. La hermenéutica tiene como finalidad principal interpretar y comprender textos y
contextos. Dicha interpretación y comprensión son conceptos derivados del Verstehen,
que nació en oposición al Erklären o descripción, términos acuñados por el filósofo
alemán de finales del siglo XIX y principios del XX J. G. Droysen.
9º. Fue durante el predomino de los métodos positivistas que se impuso el Método
Histórico-Gramatical, por cuanto no era alegórico, momento en que la hermenéutica
empezó a padecer los embates del positivismo.
10º Debido al predominio de los métodos positivistas que dejaban fuera toda
interpretación de lo sensible e interno de los individuos, la hermenéutica resurgió hacia
el siglo XIX, como parte de un movimiento de rechazo al predominio de los cánones y
hegemonías ideológicas y de apertura de una nueva dialogicidad.
11º El planteamiento que hizo la hermenéutica al positivismo, fue captar y comprender
los "aspectos internos del ser humano", que Droysen definió como manifestaciones
sensibles de la "interioridad de los sujetos", cuyas manifestaciones expresan la
interioridad y las expresiones sensibles del ser humano. No captarlas, equivaldría a no
comprenderlas, de ahí la importante tarea que cubre la hermenéutica.
12º. La Fenomenología, la Compresión Sociológica, la Filosofía Crítica, campos del
espíritu y de las ciencias humanas, han restituido enormemente el estatus actual de la
interpretación hermenéutica.
13º. La aplicación de la comprensión hermenéutica en los procesos educativos, todavía
está en ciernes en nuestro país, dado que la investigación educativa de los distintos
enfoques y escuelas hermenéuticas, aún no se ha esforzado lo suficiente para investigar,
aplicar y difundir esta disciplina en el campo de la praxis educativa, en la formación y
actualización de profesores, en la tareas de vinculación con los padres de familia y por
supuesto, en la facilitación de los aprendizajes de los alumnos y la adquisición de
actitudes de comprensión "del otro".
14º. Dado que la aplicación de los programas educativos y la explicación de los
contenidos curriculares es lo que más frecuente en la práctica educativa y que los
resultados del aprendizaje de los alumnos no son tan alentadores, la hermenéutica es una
alternativa metodológica no explotada en la educación, por lo que debería ensayarse
sobre todo a través de los enfoques mediacionales que promueve la nueva escuela,
ejercicio que podría acelerar los procesos cognitivos y metacognitivos de profesores y
alumnos.
15º. La comprensión de saberes y valores, así como la posibilidad de transferirlos a
situaciones prácticas (resolución de problemas, expresión oral y escrita, construcción de
esquemas, de mapas conceptuales y mentales y incrementar los procesos cognitivos y
metacognitivos de los alumnos, lo que posibilitaría la generación de nuevos
conocimientos y competencias altamente demandadas por la sociedad del conocimiento
y la globalización. Por ello, si un profesor transmite a sus alumnos conceptos y
contenidos de una asignatura, enajena en parte la capacidad natural de aprendizaje del
alumno, por los métodos de enseñanza que utiliza, de ahí que se haga necesaria una
mediación profesor-alumno, para lograr lo más pronto posible la comprensión
hermenéutica de sentido y la transferencia de saberes a hechos prácticos.
Notas
1. Estudio y conocimiento de los fenómenos espirituales manifestados por el lenguaje.
Más estrictamente estudio y conocimiento de las leyes etimológicas, gramaticales,
históricas y lexicológicas de una o varias lenguas (Diccionario Léxico Hispánico.
Jackson Editores, México).
2. Droysen, G. (1858). "Grundriss der historik", en K. O. Apel. Die Erklären: Verstehen
Kontroverse in Transzendentalpragmatischer Sicht. Suhrkamp, Ffm., citado por
Mardones, José Ma. y N. Ursúa (1994). filosofía de las ciencias humanas y sociales.
Materiales para una fundamentación científica. Fontamara, México, p. 23.
3. Dasein ("ser ahí") en Karl Jaspers significa el "existente" y, al mismo tiempo, la
"existencia". Cuando se aplica este término al hombre, se refiere a lo existente en sí
mismo; es decir, que tiene existencia.
4. Pietismo: filosofía centrada en el sentido común que no busca la demostración. Para
Vico, el sensus communis es el sentido de lo justo y del bien común que vive en todos
los hombres.
5. Fue precisamente la idea del papel constitutivo del logos propuesto por Heidegger y
después retomado por Gadamer, quien lo enlazó con la antigua hermeneia como sermo
y como verbum, la cual permitió restaurar la pretensión de universalidad de la
hermenéutica contemporánea como hermenéutica filosófica, al recuperar la
interpretación como tarea fundamental de la filosofía.
Bibliografía
Dilthey, Wilhelm (1900). "Die Entstehung der Hermeneutik. En Gesammelte
Schriften, vol. V, Stuttgart, Teubner, citado por Ferraris, M., p. 18.
_____________ (1978a). Hombre y mundo en los siglos XVI y XVII. FCE, México.
_____________ (1978b). Teoría de la concepción del mundo. FCE, México.
Droysen, G. (1858). "Grundriss der historik", en K. O. Apel. Die Erklären:
Verstehen Kontroverse in Transzendentalpragmatischer Sicht. Suhrkamp, Ffm., citado
por Mardones, J. M. y N. Ursúa, p. 23.
Ebeling, G. (1959). "Hermeneutik". En Die Religion in Geschichte und Genewart.
Vol. III, Tubinga, colecc. 242-262, citado por Ferraris, M., p. 19.
Ferraris, Mauricio (2002). Historia de la hermenéutica. Siglo XXI, México.
Gadamer, Hans-Georg (1993). Verdad y método, t. I. Sígueme, Salamanca.
__________________ (1992). Verdad y método, t. II. Sígueme, Salamanca.
Geldsetzer, L. (1983). "Che cos’é l’ ermeneutica?", en Rivista di Filosfia NeoScolastica, vol. LXXV, octubre-diciembre, Italia.
Habermas, Jürgen (1990). La lógica de las ciencias sociales. Tecnos, Madrid.
Heidegger, M. (1959). Unterwegs zur Sprache. Pfullingen, Neske, citado por
Ferraris, M., p. 13.
Jaspers, Karl (1985). Filosofía de la existencia. Planeta-De Agostini, México.
Kerényi, K. (1963). "Origine e senso dell’ermeneutica", en Archivio di filosofia,
núm. 1-2, Italia.
Lefebvre, Henri y Guterman, N. (1975). Qué es la dialéctica. La Pléyade, Buenos
Aires.
Mardones, J. M. y N. Ursúa. Filosofía de las ciencias humanas y sociales.
Materiales para una fundamentación científica. Fontamara, México.
Murueta Reyes, Marco Eduardo (2002). Heidegger frente a la teoría de la praxis.
Discusiones sobre psicología y ontología. Ediciones AMAPSI, México.
Reynolds, L. D., N. G. Wilson (1968). "Scribes and Scholars", Oxford, U. P., citado
por Ferraris, M., p. 19.
Schleiermacher, Friedrich D. E. (s/f). "Aesthetik". Odebrecht, citado por Gadamer,
H-G. (1993), p. 219.
Szondi (1975). Einfuhrung in die literische Hermeneutik Studienausgabe der
Vorlesungen, vol. 5, Suhrkamp, Frankfurt/M., citado por Ferraris, M., p. 19.
Wright, von Georg Henrik (1979). Explicación y comprensión. Alianza Universidad.
España.
Weber, Max (1992). Economía y sociedad. FCE, México.
Winch, Peter (1990). Ciencia social y filosofía. Amorrortu, Argentina.
Wittgenstein, Ludwig (1992). Gramática filosófica. UNAM, México.
Autor: José Nava Ortiz
Descargar