N&m. I S O . Tenues S 8 d e Fe|»irearo d e I S T O . ^ f t o IX. «JNDiaONBSDE U PÜBUCAGION feb • Sot-FEÓ, ^rím^rqj único éiario i e su índole que en España ee publica, insertará en toijos sus números caricatijras IKxIíticas ó de costumbres, y artículos humorísticos, revistas cómicas, noticias serias én 'ftroma, cartas del campamento carlista. Sus lemas: oposición constátate ó imparcialidad abso- En Madrid, en la R0da»^> cion y AdministrswííOB, If©- • ibentOy 6 y 8, baj®. ' >*.'; > En provinciaB, eii: im pttá cipales librerías. En Madrid, 6 rs. al meBri En provincias, 20 trím«ítrp. En Ultramar, 8 posftai al año. ANUNPIOS. ; Justicia seca y caiga eí que eáiga. fiúmer« suelto, Se insertan á m^edüo feMl ¡línea. DOS CUARTOS. ,. Númf:o suelto, DOS GUAflTOS. BROMAZO DIARIO PARA MÜSICOS Y DANZANTES. =2r D I R E C T O R » A . SAJVCH3EZ EL SOLFEO. M!a,dz-id S S d e F e b r e r o d e I S ' 7 ' 6 . PRELUDIOS. CLASIFICACIÓN PARLAMENTARIA. Si se pensara en hacer la estadisticia del Congreso, difícil seria establecer las clases ó categorías necesarias para agrupar en ellas á los padres de la patria. Desde luego se comprende que. la significación política de los representantes del país, de nada podría servirnos en tal caso. Aparte de la dificultad que en todo tiempo, y hoy más que nunca, ofrece el determinar el matiz político de agrupaciones ó individuos que reflejan todos los colores del prisma; prescindiendo de que personaje hay, que cuando se le ve de lado parece azul, y al miraMo áe frente se le halla lila; aun haciendo caso omiso de conciencias atornasoladas y de voluntades policromas, siempre resultarla que una clasiflcacion hecha sobre esa base, solo serviría para un momento, si es que al acabar de hacerla, no era indispensable ya modificarla. No mejores resoltados nos daría el adoptar como base para la clasificación la idoneidad parlamentaria ó las facultades oratorias. Si bien parece á primera vista muy natural y muy sencillo establecer como primera división dos grandes grupos, incluyendo en el uno álos diputados parlantes y á los taciturnos en el Otro, pronto se echa de ver que este sistema no resiste á la prueba d0l más ligero examen. • ¿En qué grupO hablamos de colocar á los diputados que aplauden á los ministros, á los que interrumpen al orador de oposición y á los que gritan: ¡No, no! ¡fuera, fuera! ¡que hable! ¡al orden! y otras frases que, ^ n llegar á constituir un discurso completo, requieren cierto desparpajó oratorio y un aparato pulmonar de no vulgares condiciones? ¿Dónde deberían estar puestos los que dan vivas y se hallan encargados de encender la mecha qué ha de hacer estallar las explosiones de enti|SJasmo? Y aquellos otros que hablan á coro en las discusiones tempestuosas y refuerzan la campanilla presidencial dando palmadas y puñetazos en los pupitres ¿á qué rango pertenecen? Pues si á éstos se les incluye entre los diputados que hablan, ¿cómo se niega ese derecho a|., que pide la palabra para hacer que su voto conste con los de la mayoría en la votación dsl dia anterior? ¿Y los FEBEZ. ^ue después de ensayarse un dia entero y aprender ¿t)e veras?... ¿Está Vd. seguro de lo que dice?... la frase de memoria se levantan á decir: tengo la Vamos á verlo. , i . 'exposición de presentar á la kpnra una firma con « setenta y cinco cámaras pidiendo la unidad catóPero antes, parémonos un instante para, hacerlica? nos cargo del nuevo sisteíná de escritores inventado Ya ven Vds. que una clasiflcacion en esa forma por el periódico en cuestión. ' es imposible. Más aun: yo estoy seguro deque cuanTrátase del «escritor patriótico» á quien, según tos esfuerzos se hagan para llegar á una agrupación el colega, «inspira hondas meditaciones la termfttametódica serán inútil^. La, misma división en macioai d(S la guerra.»;. . . yoría y minoría, con las con^jgi^ieníes subdivisiones Ejemplo* d^ escrítoreBipaiti'iótíbos: los del «Í)iarft» ' en extrema derecha, centro parlamentario, etc., etde Barcelona»; y los de «fil Siglo Futuro.» cétera, dista mucho de ser exacta: si alguien lo duda, En unos.y e» otros advierto graves conatos de no tiene más que estudiar ciertas votaciones verifimeditación desde el dia en que Estella cayó en jrtjder cadas én el Congreso y verá á lo que queda reducide nuestras tropas. da la exactitud de esa división tan generalmente' ¡adoptada. «Conatos» nada más; téngase muy pres6nte:]decir otra cosa seria calumniarlos. ' i Tratándose de aprobar las actas de ciertos diputados, la minoría apenas llega á 20; cuafido se quiere dar á Escobar la cuarta vicepresidencia, esa miA manera de introducción, y para hacer boca noría se quintuplica. Me parece que basta y sobra llámale el «Diario» á la agonizante guei'i'a civ^: este ejemplo para hacer que esa división de los fcitríste epopeya que entraña una profunda lección..,» diputados en mayoría y minoría es absurda. ÍEpopeya?... Pero hablemos claro: ¿por parte d» Yo creo que lo mejor sería i-er^unciar á toda claquién?... ¿de nuestros soldados ó d e lós cariistasf... Miflcacion metódica y.tomar á los diputados uno por •:, ¿Y para quién ha sido la lección?... Se olvida ii¿uno y examinarlos individualmente hasta hallar tpd de aclarar estas cosas, y cualqiiier mal interi-" osos rasgos y caracteres que permitan distribuirlos cSonado podría suponer..,. en especies y famihas. ' i Por algunas observaciones qué con tal objeto he • Y ahora entra lo gordo. * practicado, y que convenientemente proseguidas ¡ Es decir «La paz conservadora» del «Diario.»' podrían suministrar datos abundantes, he podido ir Recuerda este periódico á los hombfes de gobie^ í^rmando estos grupos: no; «que antes de regocijo impío y espansionés inDiputados que duermen. sensatas es hora solemne la que estamos pasando» Diputados que cuchichean. de meditación y recogimiento.» Diputados que escriben cartas. Meditemos, pues, ya que el colega se levantó tan. , Diputados que entran y salen con frecuencia. meditabundo el dia 24. Diputados que comen cfirameios. Y añade «qué nO es propio de pueblos viriles j Diputados que no alisten á las sesiones. cristianos cantar himnos de triufifo sobre el cádáVér , '= Y por últ mo, diputados que miran mucho hacia de un adversario noble y caballeresco...» algunas tribunas: los de esta clase todos llevan ; Me presto á meditar, ya que el «Diario de Barceguantes lona» asi lo quiere, y hasta me recogeré «den¿No les gusta á Vds. este método? tro de mí mismo» para que se vea cuánto interés SEMIFUSA. tengo en no disgustarle; llamaré implo y" sácfitégo> ^,\ regocijo que nuestras victorias nos inspiran, é in_ sensatas á las espansiones, campaneo y cohetes qu©. ¿DE VERDAD?. de entre los arruinados edificios de San Sebastian, Hernani y Guetaria, broten estos dias... Me í»arecb que el «Diario» se hallará satisfecho de mi docilidad... ¡pero llama adversario, noble y caballeresco al carr' ' Otra vez, á pesar suyo, ha asomado la punta de l)srao!l... 1^ oreja. Y así como por el hilo se saca el ovilto, por la *, * ' punta de la oreja de mi apreciable colega catalán Aunque es muy posible que mi apreciable colel>e sacado yo todo su ultramontaijismo. ga, aluda al «noble y caballesco» saqueo de Cuenca^ ; Dice el «Diario de Barcelona,» que aun cuando al incendio de los arrabales de Teruel, á las matanno lo confiesa, debe estar muy apesadumbrado eszfs de Haro ó á las hazañas del 4 de Junio en Caíi- . tcjs dias. áfena. ,> «tl-a paz es conservadora.» Temiendo estoy, que el «Diario de Barcelona» » - • • •• , • \ • :E^ me alucine ó seduzca con sus jeremiadas, y me obligue á llamarle también «nobles y caballerescos» á los fusilamientos de carabineros en Olot. Uft, pequeño obstáculo^se opone, no obstante, ¿ que yo me confiese vencido; pero confio, en que el articulista catalán, de acuerdo con la Divina Providencia, me allané el cátninó, y quite de enmedio todoe los estorbos, para que yo, con impiedad, pluma, cuartillas y.sáemás eíisereadel «oficio,» me pase al caDlfX) de los zurrados ó de los vencidos. » • • • Hé aquí el inconveniente de que más arriba ha'Wbi .'\^ Eí día 11 de Julio de 1873, Dorregaray con todas las fuerzas de su mando, se dirigió sobre Cirauqni, pequeño pueblo entre Guirguillano y Esquiriza, á la margen del río Salado, defendido por reductos de «tul de ilusión» y parapetos de «pitiminí,» que no otra cosa eran los tepes y preduzcos mal colocados, que un puñado de valientes interponían entre sus pechos y las balas enemigas. Dos dias estuvo la facción Dorregaray cetóndose cruelmente en la desdichada villa... Defendíanla un ciento de toluntarlos, con sus mujeres é hijos pequeños, que no padiendo «matar» como sus maridos y padres, llevaban víveres y municiones á los' combatientes, cargaban los: fusiles, recogían los cadáveres y con sus propios cuerpos tapaban las brechas que el proyectil enemigo abria en aquellas tapias, con honores de muralla. El día 13, Cirauqui era un nionton de ruina?; sms defensores, cada uno ¿6 Jos ciiales luchaba eion'20 enemigos, se hallaban rendidos de calor y fatiga y acribillados de heridas; faltó el aguaj ágoíSfoñsélas municiones... ¡Y la última bala, la emplearon aquellos vahentes, en el primero que osó decir «capitulación.» Pero la lucha era ya imposible, é inútil la resistencia; perdióse la esperanza dfe que llegasen refuerzos, en tanto que nuevas columnas coñtraríaé'venían á unirse á los sitiadores» .Gapifculó«e por fin, ño sin que t)orregáf*áy prometiere antes bajo su «palabra de hónot,** qué ToÚ voluntarios saldrían de Giráuqui Con hontírés dé gu^rrp., y qjjesus tropfes no-coiaBterian &1 fliasieve desnajáfl^n la poblacioií. ' Resultado.—Apenas entraron los facóiósofe éñ' ItL viUa, hubo cpntraorden; Dorregaray se ocultó, y sus soldados se dejlicaroH al saqueo, ál degüello y á toda clase de^prííaeíjes, por espátíío de doee horas. De &2 yoluptariós, óobceviwierón únicamente 22, que se escondieron en los lagares... -Puarenta fueron inhumana y traídoratifente degollados. Uno de los 22 que se salvaron, fué Tirso de Lacalie,^ ía) el «Qi^o de Cira;i^quí,» mi valiente amigo, cuya 9|isa incendiaron,iqs facciosos, y á quien puede dingií'^e el «Diario 4e Barcelona» pidiéndole detalles acerca, dp Jas «nobles y caballerescas» hazar ñas de los.ca^lí^tas.,. y.$. dig^q^^i no fuera por éste y otros inconvienientess qué, se llaman Flix, Savalls, Santa Cruz, etcétera..., etc...., me atrevería á opinar del mismo modo que el periódico catalán... é<:>íu^ibó. cañonazos, ó á argumentos ultramontanos, que todo ejs lo mismo. , •„ Í\: ¡Liá^tima grande que,el tiempo sea breve yferrto «Fespftcio de que dispoií^o! .j , .'=' •Porqiie todavía qufeda una buena racioíí dé «ytúsulito dicióndonos que «la paz|es conservadorii,» y qro los hemos dado un disgusto muy ^ a n d e á Ids carlistas y aperiódico del • Sr. Maño y Flá^éi* con apocferarnos de Estella. Usted dispense; si lo hubiéramos sabido... ' - - • _ • < » • ¡i No niego yo, respetable Sr. V... que «la paz nd sea conservadora;» pero como Vi. no me lo ha probado, tampoco lo afirmo. Aplaudo; eso sí, su buen corazón de Vd., qua no quiere que se le haga ningún daño;á loa carlistas, cuya causa «noble y caballeresca» defiende. ¡Pero hombre!... No; los mimemos hasta el punto de que se nos vuelvan á subir á las barbas. Apuesto cualquier cosa á que todavía no está usted conforme conmigo... jiyalo creo!... nicpnlaocupacionjde Tolqsa, ni de Vera, ni,do Peña-Plata. f ¡Carjlmbal...'¡Cuánto ló siento!... . Yo no sé en qué estarían pensando nuestras tropas para llevar á cabo sus triunfos sin acordarse de la gran sofocación que le iban á dar al «Siglo Futuro» de Barcelona... digo, al «Diario de Barcelona.» Pero como al fia pueda probarnos que «la paz es Conservadora,» «todo se lia perdido... menos el ultramontanismo.» : ^Verdad?... . • A. SÁNCHEZ RAMOK. PERO MUCHAS. Voy á confesar una debilidad mía, del mismo modo qué la comisión dé actas; por boca de uno de ¡sus individuos, confesó particularmente al Sr. Car!vajal-^sí son exactos los rumores que hasta mí han llegado—su ligereza al presentar el dictamen sobre él acta de Gaucín. • Lo cuál, dicho sea éiítre' paréntesis, lib fueófetáculo para que en el salón del Congreso so.stüviera precisamente lo contrario de lo que en una de las tribunas había dicho. Pues, como decía, confieso mí debilidad, sí debilidad puede lláAiárse á lá costutríbré, inveterada éfi mí; de leer^on fruición la prensa ministerial. Pero confieso también que nunca me ha proporcionado, esta áinena cuanto instrilctiva lectura, tanta satisfaccioii como ayer y hoy. Me río yo—¡no hé de reírme!—de los versos de Cheste, de los que Bago saca de su cabeza y de las circulares de Candáu, De Blas y compañía. Y, por lo vulgaroté de la frase; rio hablo de las pastorales, que me Sé muy bien lo íjue debo á los prelados que viajan, cobran y conferenciá'ri. * DÓride están los sueltos y artículo^ que Íós órganos del Gobierno, algo desaflnááos por desgracia, dedican á Castelar, que se callen té'dos los escritos y • » ., docuráéntos pretéritos, presentes y futuros. Y afirmp. piás adelaji^e el Sr. V..., autor del ar «La España» misma, nérvibáá y todo coriío ésta, tícyjp:, «La lRa# ¥(S coij^servadera,» «que el in&tínto dé no há tenido, al hablar del alcalde de Valdemóró, la .í|<c||^ obedece instantáneamente al impulso del ocurrencias tan peregrinas, chistes tan ingeniosos sen^miento lastimí^do..,» . , _ . como «El Popular» ó «El Tiempo,» ^ohgo por caso, Pero, ¡hombre de Diosl... ¡Quiénle hadicho á usal hablar de la «admiración' del miindo:» qué asi es ted ,^as cosas, ni quién ha lastimado aquí á como llama un C. colega á'Castelár, cbil ése peculiar nadie!... ..: ' . gracejo que le üístingüe. pespues de todo, resultar^ qjJie nosotros sea'móé Cierto; muy cierto qué rio es de la cosecha dé los. íiíx)rreados y que los carlistais se pongan la «El Tiempo» el calificativo que a'plica al ex-presivenda. dente de la República; verdad es tanibién qííé hóni^ y sabQn^ Vds. lo que á ip| colega }e dicen las pk- btes que por éminerifes pasan en Europa toda, así gina^ifíe pangre escritas por la moribunda guerra lo han reconocido; pero Vds. juzgarán de estos hé'firi deí:^pEte?..._,,,,,, , bres y de su eminenda, cuando ni han sido modera«VQiieloSjalaquqs á la religión son tan intolerados, ni hári fabricado conciliaciones, ni han pedido bles como el ya|5ío del tropo y el dominio de las exanunca «medianías» para ocupar asientos en Ifes Corgeraciones m^l llamfidas liberales en el Gobierno.» tes. ¡Quisiera yo haber visto á estos eminentes hom^ Sr. V..- le sucede ex,sujtamente lo mismo que bres—que ni siquiera son riotables—quisiera haberá siig deipi^ correHgionarips... Cada, neo se figura, los visto, repito, oyendo al presidente del Consejo de que to^i el qué no piensa comoél, efetá condenado ministros triturar uno por uno todos los argumenirremlfffileinejite. , tos «Inventados» por Cé¿stelar cuáncío impugnaba él acta de Barcelona! . ^ ,. y yo no sé por qué no se ha de admitir lo con trario. ' Ségurftníérite hubieran quedado convencidos de Para el «Diario de Barcelona» la insurrección que en España abúrídári1,anto los grkndes Oradores, carlista ha sido aíi'ñiéntácla {íor todo el país... retóricos, según algurtbs, como los presbíteros; y ée F*arécéme que está* MúlvocfidQ; articulistas como que pscra, nosotros vale tanto hacer un discurso 6oel Sr. y..'." no éxistép fnas qué en Tas Ámezcoas y en.,I irio obhgará.muertos á que flrriien éxposicioriés. Ja redacción dfe mi colega... De lo cual se deduce, según los diarios ministeUnos y otros tjratan de imponernos la religión á riales y según yo, que Emilio Castelar es ürib'de tantos oradores buenos como tenemos en España, Morcillo inclusive; y por tanto que está muy lejos de merecer la importancia que hasta hoy habíamos convenido en concederle amigos y adveráaríófe. Y aun decimos más «El Tiempo» y yo: el señor Castelar está prendadode sí mismo, aspir^i al aplájiso; luego sus discureos,l^ósáé',éstár ítiápit^a. dos $n un espíritu esencialmente páiriótíco ^ á^uii democrático, obedecen sóío á finés párticiilarés, k un |iueril deseo. Opinión de que participa tambieti «El Popiilar,» que en un arranque de nunca bien ponderado mínísteri'alisfno mega alSr. Castelar pre cedentesbastantes para alcanzar popularidad. Axío ma indíscutiljie desde que muchos coriciirádós, entre notablesy niedianos, han venido á demostrarnos que apenas qiieda un español que no sea ministerial, con ó sin f^We de caballería. Y adeihks, ¿dónde está la historia de Castelárt" ¿Dónde sus pruebas de patriotismo y de virtudes cívicas? ¿Dónde sus servicios á la patria?... De suerte que, sentado queda, que Castelar es uno de t a h ^ ; y, que si para los "extranjeros es la «adrairacibií deFmundo,» admiraciones de ésta clase las tenemos nosotros á granel, sin salir de las cqm|)ai;'tas filas 4e la mayoría del Congreso. AMIRO. CARAS Y CARETAS. Digo con frases muy claras, y quizá muy indiscretas, que hay caras como caretas y caretas como caras: ¡sí señor! . tanto es así, que yo veo con dolor; que el desdichado mortal que quiere dar un paseo un día de aarnaval, se pone en apuro grave, pues no sabe viendo pasar ^no* á uno hombres de distintos modos, si llevan caretas todos ó no la lleva ninguno. Es claro; el que más repara y tiene riiás experiencia, ¿podrá hallar la diferencia que hay entre careta y cara? ¡Quia, hombre, quíá! Digo que np puede ser y que nadie la hallará. Y si no, vamos á ver. El ministro que ha servido á todo el que le ha pagado,. . que no encuentra hoy un partid» en que no haya militado; que á sí se eleva un altar y adora lo que odió ayer, y al que se puede Uftmar un ministro de alquiler; que le juega una tostada al más anjigo". y que nada en este mundo jfpspeta, ¿qué tiene? ¿Cara ó careta? Él presbítero de juicio que en un sermón muy moral, condena enérgico el vicio como la fuente del ¡mal; que pide auxiUp á los cielos p p a el que en aqior so inflama y vive con tres, chicuelos muy parecidos, p.1 ania; que ufi día su oficio olvida, y mandando uña partida . de lá iglesia se separa , ¿qué tiene? ¿Careta ó cara? • Él hiaríéégó''átrabili^rii) quefeinsáfee'r'd'óndé val presüriie dé 'réacclóí^ário porque ló Mé Sji «papa:» Que en tal partido Se alista' y árriiárido siempre gran gresca urt altó pliésto conquista 'sin saber lo que se pesca: y luego allí se da íonp, E t . SCftLJPTEO. FRUTA DEL TIEMPO É l <íii>síraa5 '<lél <lia, y V d s . d i s p e n s e n la, m a n e r - a t l e s e ñ a l a x - , y hecho un danzante v un mono flice lo que más le peta: ¿Qué tiene? ¿Cara ó c^'retéi'? Tocios; el cuerdo y el loco y el vivaracho y el grave, ¿tiene]» eara? No se sabe, ¿tienen careta? Tampoco: por eso yo con deseco, sin'valerme (le otréis treta?, digo con frases discretas, y al mismo tiempo muy claras, que hay caretas como caras y caras como caretas. EusÉBio SIERRA. NOTAS YJOTITAS. En variog g^íJiódicos d« ayer lei his lineas que á continuación reproduzco; ^ j^a opiniqri p í r i c a seftii^^fetrffef*nhi»aa de la forma extraña con que los carlistas se han declarado rendidos, sin hacer un último esfuerzo en favor de la honra de su bandera; pero el país no puede menos de ver con satisfacción esa singular desbandada que abrevia el termino de la guerra y economiza sartgre preciosa.» Sí, sí; la verdad es que yo aplaudo como el país, y me asombro como la opinión pública. Es probable el levantamiento del estado de sitio para el 12 de marzo... ' Asípó diceb telegráficamente desdé París. Aquí no se piensa en eso .todavía. * LEO on «La Correspondertcia:» . , «Algunos redactores de lá «Gaceta *Üe Barcelona» han (Obsequiado esta mañana en Los Cisnes con un deMcádo almuerzo á los perioáistas-defhóerataB que remiden en esta corté, como una delicada prueba de compañerismo.» Así es verdad; como el d.arÍ9 no tic.'ero lo dice. Lo que no dice «La Corresj.ondencia» es q'ie e os redactores de la «(íaceta de Barcelona» se han vis to obligados á venir á Madrid para poder almorzar con amigos, pues en Barcelona se lo impidieron las autoridades. Decididamente se vive mejor en Madrid que en ninguna otra parte de España. Aquí no dejan escribir; aquí suelen no dejar qu« se hable; pero ¡qué,demonio! cuando menos leílejfan ^ u^oque almuerce con quien biei) le pat-ezca,^ den de lo juzgue conveniente. Algo es. La escena pasa en Valladolid. Actores: unas «ellas» j unos pTesbitei'oíS. No hay que asustarse. ,. Creyendo «ellas» que los padres—de la ;páti"ia«**« necesitan iluminarse pap& resolver la Cilfifistíbrtlí'eligidsa acuerdan celebrar un triduo. Conviene advertir que triduo no es líll dwft triple. EIJ Pero las ruedas no andan si no «se untan.» Y fué preciso buscar «unto.» Cuartos, prosaicamente li ablando. SOfeLF-EO. ílMorado? ¡Qué caprichoso! No me ha parecido mal en dias de carnaval. Y decidieron pedirlos. ¡Cosa más natural! Y para pedirlos necesitaban un pretexto. Y el pretexto fué la lluvia que no cala para beneficiar los sembrados,, Ha visto la luz pública el tereet número de «La Guia del peluquero.» ; Me tiene sin cuidado: yo nó-sniipro que nadie me haga la barba, y me afeito solo. "" • Y no faltó quien los diera. Que las palabras de los ángeles con faldas suelen otocar al corazón.» , Por más que algunos paganos tocaran luego el cielo con las manos. Pero el «triduo» se verificó. Esperemos, pues, que las Cortes voten la unidad religiosa. . * • I •••>^" El dictamen de la sección del Consejo de Estado sobre la bula del coto Redondo se reduce á pedir que se reserve al gran maestre el derecho de pombrar obispo. El Sr. Orovio ha presentado voto particular. Yo me atrevo á presentar al Sr. Orovio para... obispo. En los diez dias que ha durado la discusión de actas se han pronunciado 89 discursos. Los de Saturnino inclusive. " Que no por ser malos dejaron de ser disciirsos. * * Pregunta «La España» si dentro-íe la conciliación caben los carlistas. Aquí de la política «de ancha bage."»-.!,, • » ' • Dos jóvenes algo dados al agüardieiite, á juzgar por las señales, se tiraron aJ-cíierpo "girteanoche un par de cuartillos de dicho liquido cada uño, muriendo uno de ellos con tal motivo. _ Hablan apostado á cual podía más, y ya ge vé quien venció. "^ • El aguardiente. ~-.¿ Se ha autorizado á Ja idíputacioir provincial de Madrid para que tenga cuatr"© mnoeros vestidos de olor morado. X.^.*' —— •• >—1#''"' El jueves se elegirá en el Congreso la comisión de corrección de estilo. ¡Lástima que no sea diputado Rodríguez Ferrerl -".-„ •• " . .- Se asegura que ha entrado eji Francia el cabecilla Ochavo. ! Supongo que no querrán admitirle los fráneesea.s Aló no pasa esa moneda. . . « * * Dice un anuncio: «Se desea uria mujer formal.»' ¿Y quién no desea eso? Todos, honlbre, todos. ; -En la Habana se publicará pronto uti periódico político titulado «La Paz.» •. El título me gusta. : Verdad es que, según las noticias que tengo de el periódico y de su director, es seguro que el diario %s^ de gustarme más que el título todavía.. • • Comentando una noticia dice «La España:» «He aquí las consecuenpias de las insensatas aspiraciones de una fllósófía rebelde.» Vean Vds. una fllosoíía original. Aunque más originaLme parece Ja filosofía «adicta» que debe existir para que exista la «rebelde.» "'Y sin embargo, «La España» no alude á la filosofía de Santa Cruz, Samaniego y compañía. •» ;', Dice «La Época:» «Hoy es diatie dejarse llevar, del entusiasmó.» Pues, vaya Vd. con Dios. Y buen viaje. Ha sido derrotado ' Campo Sagrado. >, Ahora comprendo el viaje-j' el entusiasmo def «La Épocas' " • », Ei dipuraúlo Sr. Ciruelo áe sintió indispu^to anteayer durante la sesión del Congreso. -;Ror 1(^ visto corren allí malos aires. • * « » «La Correspondencia de España» del dia 10 del actual, edición de la noche, dijo: «Hoy ha sido nombrado catedrático de Historia de ^spaña de la Universidad de Madrid, D. Faustino; Sancho y Gil,» y el mi^iror periódico en su número del dia 24, edición también de la noche dice: «Segunínuestras noticia.s, %.stá acoPdadofel nombramiento del Sr. Pedrayo para cátedrálléó de Historia de España de Madrid.» Y pmguütoi.i'p. Si íüé noriibrado el Sr. Sancho y Gil (y esto lo ¿(ivmaron también otros varios periódicos de la corte), nq,debe estar acordado el nombramiento del Sr. Pedra|loi f É este acuerdo existe, no será verdad el nombránñenli) del Sr. Sancho. Porque, ¿i fíese posible la existencia de. los dos nombramientos... puedo asegui'ar que acertaría á expiicáíijae elhecho. —;.Y. Vdá? jiSakrá algo de ésto mi colega «El Tiempo» que nadíiSe ha servido decirme del expediente'de la mi» na Violeta? ¡AyT-temo que no se digne contestarme. ESPECTÁCULOS PARA. HOT. . TE«;tRO SEAL.-No hay función. i K J P A S O L . ^ A las ocho y media.— Tur»» '¿.° fir. — La dulce mliansa. — El fogón y el ministerio. CIRCO.— A la.s cuatro y media.— Turno l.° ftv. — El caslig» Sin venganza. — Pi^Tio escribirle las señas. VARIEDADES.—A las eaatro y meáii. —Ilinestrosa padre é hijo. —Un el portal.—Á-l'ft-jmerta de la iglesia. —ül preceptor y si( mujer. .. ,_ SALONfiS DE CAPELLANES.--El Faustito: Gran baile de Máscaras de tres y «ledla á siete y SaiMia de la tarde. El Fausto: firan baile de máscaras dedicado al ejército, de nuere i tres de la madrugada. ^ EL PENS.VMie<>(TO.-Gran baile de «cho ie la noche á ta madr«f ada. MADRID: 1876. ImprnBta^fttSi>i.re»i4 caít»!ift A. Jalesta, calle de Fímento, — — — ÜLTMMARM Y CONFITERÍA DE CARLOS PRAST. Gran surtido en comestibles, vinos y licosar del reino y extranjeros. Cajas de dulces para bodas y bautizos, bombones, ramilletes, pastillas y caramelos. Todos los encargos son llevadosá domicilio en carruaje que la casa ha hecho construir expresamente para este objeto. LAS COLONIAS, ARENAL, NÚMERO 8. ESO_yER. EXTRACCIÓN de muelas sin dolor, confección do dentaduras, presión atmós " férica. Gabinete del licenciado en medicina y cirugía Sr. Esquer, que tantas pruebas tiene dadas de su destreza e» cuanta.s oporaciottes de la hoca ha practicado públicamente sobre el caballo. Montera, 35, pas;ye, entresuelo. EL MOLINERO DE SUBIZA, ZARZUELA EN TRES ACTOS. MÚSICA DEL MAESTRO OU.DRlt).' Todas las piezas de esta aplaudidísima zarzuela, arregladas para canto y piano y para piano solo, se hallan de venta en casa de su actual editor piHj^ietario D. A. ROMERO Y ANDÍA. 3Iadrid: calle despreciados, núm. 1. 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CfiNFJTERIA DE IZQÜiEROO. El dúeüo de este establecimiento, que por tan;to aSos lo ha tenido en la calle (le AíBicfia, *9 y 21, esquina á la de Car^ retas, «frece á sus numerosos parroquianos y al público en general, en el nuevo establecimiento, calle de CSrretas, nú» mero 22, itn completo surtido de Hojaldres de varios precios, elaborados coft el esmero que lo tenia acreditado. AGENCIA. [ Esi>^jo, 4 , Seg-lindo. Se gestiona el cobro de toda clase de créditos, se administran casas en esta corte y se íiguen comprando reeibos del empréstito. " E N S E Ñ A N Z A DE FRANCÉS EN OCHENTA DIAS LECTURA, ESCRITURA Y TRADUCCIÓN. Santa Polonia, núm. 7, principal, informaráq. LA MALAGUEÑA. Informes: D. M. A. Amusátegui, en Cádiz. —Galofre y compañía, en Barcelona. MADRID. MONLEON. No se cansen mis enemigos, en dirigirme anónimos, que ni me intimidan, ¡if toe harán cejar en hacer la competen<4^, cada dia mayor, á cada uno de los fioricantes de chocolates. El caíé que lleva mi nombre es el único q«« puede ser higiénico á los consumidores, y en particular á los que, por tomar la BASURA que otros establecimientos titulan Café, estén delicados del estómago. No tiene rival en su clase: mi casa Jacometrezo, 36 y 38. HUERTAS, í). BAJO, IZQUIERDA. ERFES.-SECUR.VN RADICALMENTE con las pildoras de Larra. —Botica de Escolar, plaza del Ángel, núm. 3.— Salón especial para peinar señoras. Caja 16 rs. 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