KAIRÓS II° MEDIO 1. Objetivos: 2. Estructura de

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KAIRÓS II° MEDIO
PRIMER SEMESTRE
TIEMPO DE INICIACIÓN
KOINONÍA 5: Nuestro Sueño de Chile
Consideraciones previas:
- Resulta indispensable que el Padrino/Madrina de la Comunidad revise la pauta de reunión. Esto facilita la
fluidez y manejo de las partes.
- Se sugiere, además, que quienes dirijan la reunión se preocupen de ambientar el espacio y disponer de
medios que ayuden a rezar y compartir en comunidad (evitar distractores, control del tiempo, cirio, biblia,
etc.).
Materiales necesarios:
- 1 Copia para cada miembro de la comunidad de “Mi sueño de Chile” del Cardenal Raúl
Silva Henríquez (viene como material adjunto).
1. Objetivos:
- Reconocer el llamado de la Iglesia y la CVX a trabajar por la justicia y la construcción del
Reino.
- Reflexionar en torno a esto mirando la propia vida e identificando acciones concretas que
me permitan hacer realidad esta invitación y hacernos cargo de las injusticias que afectan a
personas de nuestro país.
2. Estructura de la Reunión:
2.1 Oración Inicial (5-10 minutos)
- Lectura sugerida: Marcos 10, 42 - 45
- Preguntas para compartir (elijan las que más les sirvan y hagan sentido):
- ¿Qué de lo escuchado resuena en mí? O ¿qué me llama la atención de la lectura?
- “Tampoco el Hijo del Hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida
como rescate para muchos”. A partir de este versículo: ¿cómo es Jesús?, ¿cómo es su
amor?, ¿qué nos viene a proponer?
- Se invita a rezar un Padre Nuestro ofreciendo la reunión de hoy y todos los frutos que de ella
salgan. Se puede dejar un espacio para pedir o agradecer.
2.2 Compartir la vida (10-15 minutos): A través de una Dinámica de Conocimiento, se
invita a cada miembro a compartir la vida brevemente.
1. Cada uno escribe en un papel el nombre de un animal con el que se siente identificado
(escribir con mayúscula para no reconocer la letra).
2. Entregan el papel al padrino/madrina y éste los revuelve para volver a entregarlos a cada
uno (si alguien recibe el animal que él mismo escribió, lo devuelve).
3. En voz alta cada uno debe decir el animal que le tocó y luego a qué persona cree que
representa y por qué.
4. Al final de la ronda, cada persona dice cuál animal efectivamente había escogido; si le
achuntó o no el que lo nombró y por qué lo eligieron. Por último, debe contar cómo viene a
la reunión (Expectativas, motivaciones, tareas de la semana, pruebas, cansancio…)
Recuerden: NO QUEDARSE EN LO ANECDÓTICO. COMPARTIR LO MÁS IMPORTANTE.
2.3 Tema Propuesto (30 – 40 minutos): Trabajo comunitario a partir de la lectura “Mi
Sueño de Chile” del Cardenal Raúl Silva Henríquez (viene como material adjunto).
El Padrino o Madrina de la Comunidad explica cuál es el tema a desarrollar en la reunión
[objetivos de la reunión] y entrega a cada miembro una copia de “Mi Sueño de Chile” del
Cardenal Raúl Silva Henríquez.
a) Antes de empezar la lectura, el padrino/madrina cuenta quién era Raúl Silva
Henríquez y su importancia en la historia de la Iglesia chilena (material adjunto).
b) El padrino/madrina invita a leer el “Mi sueño de Chile” con mucha atención (los chicos
pueden subrayar lo que les parezca más importante), fijándose en cada sueño que
propone Silva Henríquez. Para que nadie se pierda, se pueden ir alternando los turnos
de lectura.
Leerlo con calma para que la comunidad perciba lo potente y vigente del mensaje
c) Después de la lectura, se invita a compartir con las siguientes preguntas:
o ¿Cuál fue el “sueño” que más te llamó la atención?, ¿Por qué?
o Este texto fue escrito hace más de 20 años… ¿sigue teniendo vigencia?, ¿por
qué?
o ¿Por qué crees tú que se hace un llamado especial a los jóvenes?, ¿qué
responsabilidad tenemos nosotros?, ¿estás de acuerdo con eso?, ¿Por qué?
o A partir de lo leído, ¿a qué te sientes invitado?, ¿cuál es el “sueño” que tú te
sientes llamado a hacer realidad?
d) Para finalizar, se invita a que cada uno formule su propio sueño de Chile: Puede ser en
una frase u oración. Pueden hacerlo en parejas o individual. También pueden
escribirlos para que quede registro de este “Sueño de la comunidad”. La idea es que
cada uno se pregunte qué quiere para nuestro país.
2.4 Oración Comunitaria (10-15 minutos)
En Oración, el Padrino o Madrina invita a la Comunidad a compartir los frutos y/o gracias
recibidas durante la reunión. Invita a cada uno a identificar aquellas invitaciones, llamados,
desafíos, temores que aparecieron hoy. (Hoy hemos hablado de sueños e ideales y este es el
momento para “bajarlos” y que cada uno identifique a qué lo invita el Señor concretamente).
Después de compartir esto, se les invita a que cada uno pueda formular su propio Kerigma.
(Se recuerda que el Kerigma consiste en: “Actitudes y desafíos diarios que reflejan nuestro
seguimiento de Cristo. Los Kerigmas se ofrecen y evalúan en Comunidad.” El Kerygma se vive
en la vida cotidiana, es algo que yo me propongo, lo ofrezco y luego comparto en comunidad).
Se invita a que cada uno formule su propio Kerygma a partir del tema tratado en la reunión de
hoy. Todos asumen el compromiso de velar por su cumplimiento y evaluación en la próxima
Koinonía.
Se puede dejar un espacio para agradecer, pedir, pedir perdón…
2.5 Evaluación/Examen de la Reunión (10-15 minutos)
El Padrino o Madrina invita a que cada uno evalúe el desarrollo de la reunión a partir de las
siguientes preguntas:
1. ¿Qué elementos ayudaron a que la reunión se realizara de buena forma? (¿qué cosas
ayudaron a que la reunión saliera bien?)
2. ¿Cómo evalúo MI propia participación en la reunión?
3. ¿Qué aspecto habría que mejorar para una futura reunión?
Cada uno comparte 1 de estos puntos.
[Se sugiere que se elija al azar una pregunta por integrante y que la puesta en común sea breve y
sencilla. A veces ayuda resumir la pregunta en una palabra, emoción, frase…]
Se ofrecen los frutos de la reunión y le piden al Señor que los acompañe y regale fidelidad
para perseverar en sus propósitos. Terminan rezando la Oración de San Ignacio… Si no la
saben aún, recen un Padre Nuestro o Ave María.
2.6. Anexos:
MI SUEÑO DE CHILE
Me preguntan por el país que sueño o que deseo. Y debo decir que mi deseo es que en Chile el
hombre y la mujer sean respetados. El ser humano es lo más hermoso que Dios ha hecho. El ser
humano es “imagen y semejanza” de la belleza y de la bondad de Dios. Quiero que en mi patria
desde que un ser humano es concebido en el vientre de una mujer, hasta que llega a la ancianidad
sea respetado y valorado. De cualquier condición social, de cualquier pensamiento político, de
cualquier credo religioso, todos merecen nuestro respeto.
Quiero en mi país todos vivan con dignidad. La lucha contra la miseria es una tarea de la cual nadie
puede sentirse excluido. Quiero que en Chile no haya más miseria para los pobres. Que cada niño
tenga una escuela donde estudiar. Que los enfermos puedan acceder fácilmente a la salud. Que
cada jefe de hogar tenga un trabajo estable y que le permita alimentar a su familia. Y que cada
familia pueda habitar en una casa digna donde pueda reunirse a comer, a jugar y a amarse
entrañablemente.
Quiero un país donde reine la solidaridad. Muchas veces ante las distintas catástrofes que el país
ha debido enfrentar, se ha demostrado la generosidad y la nobleza de nuestro pueblo. No es
necesario que los terremotos solamente vengan a unir a los chilenos. Creo que quienes poseen
más riquezas deben apoyar y ayudar a quienes menos poseen. Creo que los más fuertes no
pueden desentenderse de los más débiles. Y que los más sabios deben responsabilizarse de los
que permanecen en la ignorancia. La solidaridad es un imperativo urgente para nosotros. Chile
debe desterrar los egoísmos y ambiciones para convertirse en una patria solidaria.
Quiero un país donde se pueda vivir el amor. ¡Esto es fundamental! Nada sacamos con mejorar
los índices económicos o con levantar grandes industrias y edificios, si no crecemos en nuestra
capacidad de amar. Los jóvenes no nos perdonarían esa falta. Pido y ruego que se escuche a los
jóvenes y se les responda como ellos se merecen. La juventud es nuestra fuerza más hermosa.
Ellos tienen el derecho a ser amados. Y tienen la responsabilidad de aprender a amar de un modo
limpio y abierto. Pido y ruego que la sociedad entera ponga su atención en los jóvenes, pero de un
modo especial, eso se lo pido y ruego a las familias ¡No abandonen a los jóvenes! ¡Escúchenlos,
miren sus virtudes antes que sus defectos, muéstrenles con sus testimonios un estilo de vivir
entusiasmante!
Y por último, quiero para mi patria lo más sagrado que yo pueda decir: que vuelva su mirada hacia
el Señor. Un país fraterno sólo es posible cuando se reconoce la paternidad bondadosa de nuestro
Dios. He dedicado mi vida a esa tarea: que los hombres y mujeres de mi tierra conozcan al Dios
vivo y verdadero, que se dejen amar por Él y que lo amen con todo el corazón. Quiero que mi
patria escuche la Buena Noticia del evangelio de Jesucristo, que tanto consuelo y esperanza trae
para todos. Este es mi sueño para Chile y creo que con la ayuda de María, ese sueño es posible
convertirlo en realidad.
CARDENAL RAÚL SILVA HENRÍQUEZ
Santiago, 19 de Noviembre de 1991
Monseñor Raúl Silva Henríquez
(1907 - 1999). Cardenal chileno. Preocupado de los trabajadores y
campesinos; mediador en momentos complicados del país y férreo
defensor de los derechos humanos.
Fue
un
destacado sacerdote salesiano y
abogado chileno, obispo
de
Valparaíso entre 1959 y 1961, arzobispo
de
Santiago entre 1961 y 1983 y
acérrimo defensor de los derechos humanos durante la dictadura
militar de Augusto Pinochet.
En el gobierno de Eduardo Frei Montalva, Silva Henríquez inició la Reforma
Agraria al impulsar la distribución de las tierras de la Iglesia entre
trabajadores y campesinos.
Durante las turbulentas décadas de los años 60 y 70, el cardenal intentó
mediar entre las diferentes facciones políticas. De igual manera, medió en
las protestas estudiantiles que protagonizaron los universitarios chilenos en
1967.
Entre 1972 y 1973 procuró lograr un entendimiento entre el gobierno
de Salvador Allende y la oposición. Pero no pudo evitar el golpe de
Estado del 11 de septiembre de 1973.
Al poco tiempo, Silva Henríquez se irguió como uno de los principales
defensores de los derechos humanos. Producto de su ecumenismo, fundó
con la ayuda de varias otras iglesias cristianas el Comité Pro Paz (1974),
con el fin de resguardar a los perseguidos de la dictadura. Con el tiempo,
este comité se transformó en la Vicaría de la Solidaridad (1976).
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