Ultimas tardes con Teresa Escribe: HUGO RUIZ ROJAS UltiTnas tardes con T e?·esa, del escritor español Juan Marsé, viene a llamar la atención sobt·e este joven autor, que ya en sus libros anteriores, Es ta car a de la luna y Encen·ados con un solo juguete, había demostrado claras dotes de novelista, puesto que no solo tenía algo que decir sino que sabía también cómo decirlo. Sin embargo, el conocimiento en Colombia de Marsé es relativamente nuevo, y esto se debe pr incipalmente al hecho de que haya ganado el premio Biblioteca Breve 1965, con la novela de que intenta ocupar se esta breve nota. Como sucede a menudo - P aster nak, P erse, Quasimodo- un premio de carácter nacional continental o universal logra en ocasiones atraer la mirada del público hacia la obra premiada y si esta posee cualidades ciertas, hacia el resto de la producción del autor. Es el caso de Marsé, cuyas dos primeras novelas se habían publicado ya hace varios años, sin que fueran apenas conocidas. Con Ultimas tardes con Teresa, los calores indiscutibles que posee y la publicidad que por r azón del premio se le ha dado, los restantes libros del autor aparecen ahora revestidos de aciertos. Concepto este absurdo a la luz de una crítica desprevenida y sincera y un público lector más o menos culto, más o menos atento a las novedades literarias, pero que explica muy bien el criterio superficial y snobi sta de nuestra gente. UltiTnas ta1·des con T e1·esa, narra las relaciones a morosas entre Manolo, un joven ladrón de motocicletas perteneciente a las clases desposeídas de un suburbio de Barcelona, y una j oven burguesa económicamente solvente, T eresa Serrat. A través de elementos sencillos Marsé describe el mundo falso de unos universitarios que juegan a líderes de izquierda cuando en r ealidad solo son, como el tiempo se encargará de demostrarlo, buenos burgueses que terminarán dirigiendo la empresa de sus padres o desempeñando altos cargos ejecutivos. Asimismo, Teresa, quien piensa sobre el amor de acuerdo con las teorías aprendidas de los libros de Simone de Beauvoir y de Marx, pero en una forma superficial, i nauténtica, cuando todo se 1654 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. reduce a un deseo sexual que necesita ser cubierto con diferentes ropajes (lintelectuales" para ocultar los prejuicios que dice despreciar y haber supera do, pero que en realidad lleva hondamente arraigados. Desde lu ego, sobre los prejuicios vencerá el deseo -no el amor- y Teresa se desembarazará de su virginidad, pero no con Manolo, a quien la s uerte parece jugarle una mala pasada, yendo a parar a la cárcel. Teresa contará después su aventura con Manolo en una forma totalmente desprovista de afecto, riendo. Y él, Manolo, comprenderá que no significó nada más que un capricho, y era difícil esperar que pudiera haber llegado a significar algo más, dada la diferencia de mundos a que él y ella pertenecían. Porque Manolo ha intentado filtrarse en un mundo que no le pertenece, y aspira a ascender en la escala económica y por ende social por la línea de menor resistencia -el amor de Teresa-. E s un perfecto proletario con aspiraciones burguesas, un soñador y esencialmente un desclasado. Al final entiende que era un juego en que se pierde el que intentó hacer y que no contaba para nada en el sitio donde había tratado de afincarse. Con tan sencillo argumento, Marsé log ra desenma scarar a esta juventud -sus vanas pasiones, su inautenticidad, sus falsos ideales y conceptos, su vaci edad casi total, en resumen- pero además, y lo que es realmente importante, alcanza a crear un clima tal que los personajes adquieren p or si solos una vid a independiente, propia, de tal forma intensa que nos compenetra con los seres que habitan estas páginas, sus motivos, sus soluciones, y que en consecuencia ha ce más efectiva la denuncia que se preten dió -y logró- plasmar. Porque aquí el argumento no cuenta, carece totalmente de importancia. Son las causas, los sentimientos, las reacciones, la s maneras de vivir y pensar, lo que conforma por sí solo la novela. Ya en sus dos libros anteriores, Marsé se había ocupado de la desintegración mo1·al e intelectual de una juventud proveniente de la guerra civil española, pero es en Ultimas tardes con T e'resa donde este análisis aparece más convincente, po1· el intenso amor, odio y desprecio que el propio autor ha puesto en s ns personajes, comunicándoles así cierta vida interior que deja de pertenecerle como novelista pa1·a independizarse por completo en las páginas de la obra. De ahí que teng-a razón Vargas Llosa cuando anota, en un comentario que trae en su contrap01·tada el libro, que al leer Ultimas tardes con T eresa "he tenido la impresión de asistir a los minuciosos e impecables preparativos de un suicidio que está cien veces a punto de culminar en una hecatombe grotesca y que siempre se frustra en el último instante por la intervención de esa oscura fuerza incontrolable y espontánea que anima las palabras y comunica la verdad y la vida a todo lo que toca, incluso a la mentira y a la muerte, y que constituye la más alta y misteriosa facultad humana: el poder de creación. Pocas veces ha reunido un autor tan variados y eficaces recursos para escribir una mala novela y - 1655 - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. p or eso mismo resulta tan notable y asombrosa la victoria de su talento sobre su razón. El libro, en efecto, no solo es bueno, sino tal vez el más vigoroso y convincente de los escritos estos últimos años en España. Medio desconcertado aún por la sangrienta burla que juega en este libro, a su autor, ese indefinible poder de animación, ese flujo profundo que recorre a sus personajes y a Teresa sob1·e todo los emancipa y desvía de la esquemática función que les había trazado, no puedo dejar de pensar qué alto y fascinante monumento literario hubiera sido este si todo el aparato racional de la novela estuviera al servicio y no en contra de este chorro vital, si este no debiera vencer tantos y tan crueles obstáculos para manifestarse Entrar a contar con mayores detalles la histo1·ia que narra el libro resulta un p oco inútil. Porque, como ya se dijo antes, el "argumento" no importa. Marsé, se podría decir, describe en Ulti1nas ta1'des con Ter esa la historia de dos clases sociales encontradas, y no sería del todo incierto. Pero, como lo anota Vargas Llosa, en este libro todo se escapa a la prime1·a intención del autor. De cualquier forma, la novela es una de las mejo1· escritas y con mayor poder de análi sis de la condición humana que se han publicado últimamente en E spaña. - 1656 - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.