01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:55 Página 1 01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:55 Página 2 Una edición: G.E. on-off GRAN TEATRO CLÁSICO ESTUDIO 1 DOCE HOMBRES SIN PIEDAD © 2007 de la presente edición G.E. on-off bajo licencia de RTVE © RTVE S.A. Todos los derechos reservados Idea y concepción de la obra: G.E. on-off Director editorial: Marcos Méndez Director de producción: Ignacio Martín Edición: Felicidad Cirugeda Textos: Daniel Tubau Diseño: Yolanda Andrés Maquetación: Rafael Aguilar Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, su introducción en sistema informático, su transmisión en cualquier otra forma o medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia o por otros métodos sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright. 01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:55 Página 3 Sinopsis 3 Doce hombres sin piedad Los doce miembros de un jurado tienen que dictar sentencia en un caso de homicidio en el que un muchacho es acusado de haber asesinado a su padre. Si los doce jurados le consideran culpable, la sentencia irrevocable será la pena de muerte. Para que lo declaren inocente también tiene que haber unanimidad. El jurado número 8 es el único que no está seguro de la culpabilidad del acusado. José María Rodero, el jurado número 8 01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:55 Página 4 La edad de oro de la televisión Es frecuente que las obras de teatro sean adaptadas al cine o a la televisión, pero resulta excepcional que un producto televisivo o cinematográfico se adapte al teatro. Doce hombres sin piedad (Twelve Angry Men) es una de estas excepciones, pues su autor, Reginald Rose, la escribió primero para televisión (1954), después la adaptó al cine (1957) y, finalmente, la convirtió en una obra de teatro, que estrenó en 1964. Doce hombres sin piedad causó sensación en su estreno televisivo en 1954, lo que tiene especial mérito, ya que por entonces se estaba viviendo la llamada “edad de oro de la televisión americana”, los años que van de 1949 a 1960, una época en la que se estrenaron programas míticos que definieron los nuevos géneros televisivos, como Te quiero Lucy, Playhouse 90, Alfred Hitchcock presenta o The Twilight Zone. 01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:56 Página 5 Doce hombres sin piedad 5 Rod Serling con Robby el robot Muchos guionistas de televisión atrajeron entonces la atención, como Paddy Chayefsky, Tad Mosel, Rod Serling, o el propio Reginald Rose. Chayefsky ganó el Oscar en 1955 con la adaptación al cine de Marty y eso hizo que los estudios intentaran repetir un éxito semejante contratando a autores televisivos o adaptando sus obras. 01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:56 Página 6 Reginald Rose, un escritor comprometido Reginald Rose nació el 10 de diciembre de 1920 en Nueva York y participó en la segunda guerra mundial, que terminó con el grado de teniente. En 1950 empezó a trabajar en la CBS y un año después se emitió su primera obra, Autobús a ninguna parte (Bus to Nowhere). En 1954, un período conocido como “la temporada de Reginald Rose en la CBS”, causó sensación con varias obras, pero especialmente con Doce hombres sin piedad, que recibió un Emmy, el equivalente televisivo de los Oscar. Convertido desde ese momento en uno de los más célebres guionistas del país, Rose colaboró con las tres grandes cadenas televisivas entre 1950 y 1980. Su trabajo más conocido fue Los defensores (The Defenders), una serie semanal estrenada en 1961 en la que dos abogados, padre e hijo, trabajaban en casos difíciles y siempre polémicos. Rose volvió a ganar dos Emmy gracias a esta serie. 20/03/2007 17:56 Página 7 Además de Doce hombres sin piedad, otras obras de Rose fueron adaptadas al cine, como Crimen en las calles (1956) y Dino (1957); pero también escribió expresamente para la gran pantalla: El hombre del Oeste (1958), con Gary Cooper y Lee J. Cobb, o The Man in the Net, con Alan Ladd, entre otras. Rose siempre se caracterizó por su compromiso político y social. En sus guiones trató temas tan controvertidos como la pena de muerte, la eutanasia, el racismo o el aborto. Su ardor crítico le llevó a enfrentarse a menudo con la censura, directa o indirecta (el rechazo de los anunciantes), como en su polémica Tormenta sobre la calle Sycamore (1953), en la que el protagonista tiene que soportar la hostilidad del barrio en el que se instala. Originalmente se trataba de un hombre de raza negra, pero la presión de los anunciantes obligó a Rose a convertirlo en un ex presidiario. En otra ocasión escribió un capítulo de Los defensores en el que la postura de los protagonistas era favorable a la legalización del aborto, lo que provocó la retirada de tres de los anunciantes; la entrada de un nuevo patrocinador permitió que se emitiera el capítulo. 7 Doce hombres sin piedad 01_Doce hombres_V2.qxp 01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:56 Página 8 La obra Rose recuerda en sus memorias que la idea de Doce hombres sin piedad se le ocurrió en una ocasión en que fue designado jurado en un tribunal de Nueva York: «El lugar resultaba impresionante, una sala solemne con grandes paneles de madera, con un juez de pelo plateado, me anonadó. Estaba asombrado. Yo formaba parte del jurado de un caso de homicidio y me vi inmerso en aquel terrible, y furioso debate de ocho horas en la sala del jurado… Pensé: Vaya, que estupenda localización para un drama». Se ha dicho que Doce hombres sin piedad es un alegato contra la pena de muerte, pero lo cierto es que este asunto es tratado sólo de forma tangencial. También se ha considerado una crítica feroz contra el sistema judicial americano; sin embargo, es en cierto modo todo lo contrario, una defensa del sistema democrático y judicial, como parece indicar su desenlace y las palabras del jurado número 3: «Todos tenemos derecho a un juicio justo, es el sistema del país». Pero, obviamente, la película es una llamada de atención a la responsabilidad social, y un convincente aviso acerca del peligro de la demagogia y de los prejuicios. 20/03/2007 17:56 Página 9 Otros asuntos importantes tratados en la obra son la diferencia entre voto público y secreto, así como la influencia que sobre las decisiones pueden tener el calor, el hambre, las características personales y los prejuicios. Pero el tema central de la obra es el concepto legal de “duda razonable” y la necesidad de distinguir entre hechos probados y opiniones subjetivas. La obra de Rose ha sido estudiada por abogados, psicólogos y sociólogos como ejemplo de la influencia de una minoría razonable sobre una mayoría dogmática. El jurado número Diversas escenas 8, interpretado por Henry Fonda en del filme americano la película y por José María Rodero en la adaptación española, utiliza técnicas de resolución de conflictos como la consistencia, el debate, la flexibilidad y la autoridad moral para influir sobre los demás. También se ha analizado a fondo el rol que representa cada uno de los personajes, porque la sala en la que se reúnen los doce jurados es como un microcosmos a escala de la sociedad. 9 Doce hombres sin piedad 01_Doce hombres_V2.qxp 01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:56 Página 10 La adaptación al cine El éxito de la emisión llevó a su adaptación al cine en 1957. El actor Henry Fonda y el propio Rose fueron los productores y quienes decidieron darle a Sidney Lumet la oportunidad de dirigir su primera película. Tras dos semanas de agotadores ensayos, el rodaje se terminó en un tiempo récord, apenas 21 días. Aunque no tuvo mucho éxito de público, Doce hombres sin piedad fue nominada a tres Oscar –Mejor Director, Mejor Película y Mejor Guión Adaptado– pero los perdió en la dura competencia con El puente sobre el río Kwai. Sin embargo, poco tiempo después Doce hombres sin piedad se convirtió en uno de los clásicos indiscutidos del cine. Henry Fonda nunca llegó a cobrar la totalidad de su salario, pero siempre se mostró orgulloso de su papel como jurado número 8, que consideraba junto a Las uvas de la ira (1940) e Incidente en Ox-Bow (1943) lo mejor que había hecho en su vida. El American Film Institute sitúa 01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:56 Página 11 al jurado número 8 en el lugar 28 en la lista de los mayores héroes del cine del siglo XX, comparable por su altura moral al inolvidable Atticus Finch de Matar a un ruiseñor. En 1997, William Friedkin hizo un remake para televisión de la obra, con grandes actores como George C.Scott, James Gandolfini y Jack Lemmon. En esta ocasión, el juez era una mujer afroamericana, así como cuatro de los miembros del jurado. Aparte de estos cambios, la única novedad fue que estaba prohibido fumar en la sala. Doce hombres sin piedad 11 01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:56 Página 12 La adaptación en la España de Franco La obra se emitió en Estudio 1 el 6 de octubre de 1965 y es uno de los pocos ejemplos de adaptación de una obra originalmente no teatral, aunque ya se podía contar con la versión que el propio Rose había hecho para el teatro un año antes. Adaptar una obra que es un elogio encendido de la democracia y del papel de un jurado responsable y ético en la España franquista no resultaba fácil. En primer lugar, había que dejar claro que la acción transcurre en Estados Unidos. Por eso, desde el primer momento vemos una bandera americana (que no aparece en la película) y todas las referencias explícitas a la democracia son eliminadas. No obstante, los adaptadores consiguieron colarle algún gol a la censura franquista, como cuando el jurado número 11 dice: “Siempre he admirado que en este país los hombres puedan tener una opinión. Por eso me vine a vivir aquí. En mi país, me da vergüenza decirlo…” pero no llega a terminar la frase y es oportunamente interrumpido para evitar las tijeras censoras. 20/03/2007 17:56 Página 13 Aparte de las diferencias inevitables debidas a la particular situación política española, hay algunas diferencias llamativas, como que en la versión española no aparecen más escenarios que la sala y el cuarto de baño, respetando la apuesta original de la obra. Sólo aparece un personaje además de los doce testigos, el oficial que espera en la sala y cuya sombra se ve a menudo tras el cristal de la puerta. No conocemos el nombre de ninguno de los jurados, mientras que en la versión americana dos de ellos nos son presentados al final: Davies (Henry Fonda) y Cradle (Joseph Sweeney). Pero la diferencia más notable tal vez sea que en la película podemos ver al acusado, aunque sea brevemente, cosa que no sucede en la versión española. El chico acusado de matar a su padre es hispano, y mostrarlo en la película tiene la intención de dejar claro que no se trataba de un hombre negro. El acusado sí aparece en la versión cinematográfica americana 13 Doce hombres sin piedad 01_Doce hombres_V2.qxp 01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:56 Página 14 La dirección de Gustavo Pérez Puig El adaptador, director y realizador de la versión española de Doce hombres sin piedad fue Gustavo Pérez Puig. Todavía en activo, es uno de los directores de escena y realizadores más prestigiosos de España. Nació en 1931 y a los 21 años de edad convenció a Miguel Mihura para que le dejara estrenar su obra Tres sombreros de copa, acerca de la que el dramaturgo era muy escéptico. El éxito sorprendió antes que nadie al propio Mihura, e hizo que el nombre de Pérez Puig empezara a hacerse conocido. Don Juan Tenorio (1966) 01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:56 Página 15 Ha trabajado en teatro, televisión y cine en obras tan conocidas como Don Juan Tenorio, con Paco Rabal y Concha Velasco (1966) o ¡Vaya par de gemelas! (1983), con Lina Morgan. Fue director del Teatro Español entre 1990 y 2003, y ha recibido múltiples premios, como el Premio Nacional de Teatro en 1962 y 2003. 15 Doce hombres sin piedad La realización de Gustavo Pérez Puig sigue, a veces con extrema fidelidad, la de la película, pues algunos planos son exactamente iguales. Sin embargo, hay notables diferencias debidas a que la versión de Lumet es, al fin y al cabo, una película, e intenta alejarse del teatro filmado, mientras que la de Pérez Puig es voluntariamente teatral por ir destinada a un espacio que, precisamente, presumía de su naturaleza teatral. Pérez Puig sigue en muchas ocasiones la película americana Así, en la película, aunque brevemente, se puede ver la sala del juicio, los pasillos e incluso la entrada del edificio, mientras que la versión española se limita estrictamente a la sala en la que se reúnen los jurados y el cuarto de baño anexo. 01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:56 Página 16 Lumet intenta trasmitir al espectador una sensación de creciente claustrofobia. Para ello, empieza utilizando objetivos de gran angular para crear grandes espacios entre los personajes; pero a medida que avanza la acción, la distancia focal es incrementada, incluso con teleobjetivos, con lo que se reduce la profundidad de campo y la sensación de espacio y de profundidad. De este modo consigue que los personajes parezcan estar muy cerca unos de otros. Además, en la parte final abundan los primeros planos muy picados, vistos desde abajo, en vez de desde arriba, como hacía al inicio de la reunión; de este modo, el techo aparenta descender sobre los personajes, que parecen quedar encerrados en una caja. Por su parte, Pérez Puig se adapta al medio televisivo y al lenguaje teatral y recurre con más frecuencia a los planos de un solo actor o dos, que son los que mejor resultado dan en el formato de la pequeña pantalla, además de por Primer plano de José Bódalo 01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:56 Página 17 supuesto, a los inevitables planos de grupo cada vez que la acción lo requiere. El resultado es tan interesante para el teatro y la televisión como lo es la opción de Lumet para el cine, aunque resulta menos claustrofóbico. En la parte final, Pérez Puig coincide en el uso de primerísimos planos, reforzando así la intensidad de la situación. sión española tampoco se rebasan los 35 segundos, pero se afirma que han sido 40. En la obra, pues, sucede lo contrario de lo habitual en el cine, donde las escenas cronometradas, por ejemplo cuando queda un minuto para que explote la terrible bomba, suelen durar muchísimo. 17 Doce hombres sin piedad Tanto en la película como en la adaptación española, la acción parece continua y el espectador tiene la sensación de que no hay corte temporal alguno, pues la intención de Rose era respetar las tres unidades clásicas de acción, tiempo y lugar: una misma historia que trascurre en un único lugar y en un tiempo idéntico para los personajes y el espectador. Sin embargo, en ambos casos la realización contribuye a crear la sensación de que los jurados pasan más de dos horas discutiendo. Hay un detalle curioso que muestra esta distorsión del tiempo. Cuando en la película se cronometra el tiempo que el vecino del acusado podría haber tardado en llegar a la puerta, se dice que son 41 segundos, pero si el espectador se toma la molestia de cronometrar esa escena, en la que no hay corte alguno, descubrirá que transcurren solamente 30 segundos. En la ver- 01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:56 Página 18 Un reparto excepcional Doce hombres sin piedad reunió a un verdadero elenco de grandes actores españoles. Lo cierto es que pocas veces se puede ver tanto talento junto y no es por ello extraño que la obra sea recordada como un verdadero hito de la televisión de esa edad de oro de la televisión española, comparable a la americana. Algunos ya eran célebres en el momento de la grabación, como José Bódalo, Ismael Merlo o José María Rodero, mientras que otros estaban empezando, como es el caso de Pedro Osinaga o Sancho Gracia. 20/03/2007 17:56 Página 19 Jurado nº 1: Jesús Puente Una muestra de las dotes de Jesús Puente es que saca más partido al personaje que su colega norteamericano en la película de Lumet. No en vano, Jesús Puente ha sido uno de los grandes actores del teatro y la televisión, aunque muchos le recuerden más por programas como Su media naranja (Tele 5) y sobre todo Lo que necesitas es amor (Antena 3). Pero Jesús Puente, que nació en Madrid el 18 de diciembre de 1930, debutó en el cine ya en 1957 con la película Muchachas de azul dirigida por Pedro Lazaga y ese mismo año inició su andadura televisiva en programas como Primera Fila, Estudio 1, Novela o Teatro de Familia. Posteriormente, formó pareja artística con Juanjo Menéndez, y ambos se hicieron muy populares con el programa de TVE 625 líneas. Murió el 26 de octubre de 2000 a los 69 años de un ataque al corazón. Jurado nº 2: Pedro Osinaga Pedro Osinaga era el más joven de los actores, junto a Sancho Gracia, pues nació el 15 de diciembre de 1936 en Pamplona. Aunque ha intervenido en muchas películas, su carrera se ha desarrollado principalmente en la escena teatral, en la que ha sido un verdadero “llenasalas” con obras como Sé infiel y no mires con quién o, más recientemente, La extraña pareja. 19 Doce hombres sin piedad 01_Doce hombres_V2.qxp 01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:56 Página 20 Jurado nº 3: José Bódalo José Bódalo nació en Argentina durante una gira de sus padres, ambos artistas, pero en seguida la familia se estableció en Madrid. Después de la guerra civil española, la familia emigró a Venezuela, donde Bódalo, a pesar de haber estudiado medicina, debutó en la radio y también en el fútbol profesional. En 1947 regresó a España, donde empezó a ser conocido tanto en teatro como en cine y televisión. En 1965 se convirtió en primer actor de la compañía del Teatro Nacional María Guerrero. Su peculiar registro dramático hizo que interpretara papeles clave en algunas de las más destacadas películas de José Luis Garci: El Crack (1981), Volver a empezar (1982) (ganadora de un Oscar de la Academia Norteamericana) y Sesión continua (1984), así como en La colmena (1982), de Mario Camus, y Últimas tardes con Teresa (1984), de Gonzalo Herralde. Murió en Madrid el 24 de julio de 1985 a los 69 años de edad. Jurado nº4: Luis Prendes Luis Prendes nació en Melilla el 22 de agosto de 1930. Ha sido uno de los rostros más conocidos del teatro y la televisión y también intervino en muchas películas tras su debut en 1936. Murió en Madrid en 1998. 01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:56 Página 21 Jurado nº5: Manuel Alexandre Manuel Alexandre es uno de los más celebrados secundarios del cine español. Hijo de un fontanero, en su juventud abandonó los estudios y se enroló en el batallón del general Miaja en la defensa de Madrid. Jurado nº 6: Antonio Casal Antonio Casal nació el 10 de junio de 1910 en Santiago de Compostela y murió el 11 de febrero de 1974 en Madrid. Fue un galán cómico que destacó en la década de los años 40. Entre otros filmes, intervino en El hombre que se quiso matar (1942), Huella de luz, (1942), El fantasma y doña Juanita (1944), las tres dirigidas por Rafael Gil; Manolo guardia urbano (1956) y Las chicas de la Cruz Roja (1958), de Rafael J. Salvia. 21 Doce hombres sin piedad Al finalizar la guerra, se inició en el teatro profesional y se incorporó a la compañía de Guillermo Marín y Carmen Prendes. En 1947 interpretó su primera película, Dos cuentos para dos. A un promedio de cuatro o cinco títulos por año, es uno de los actores más prolíficos del cine español y ha intervenido en clásicos como Cómicos (1954), de Bardem, Calabuig (1956) o El verdugo (1963), de Berlanga, o Atraco a las tres (1962), de José María Forqué. En televisión se hizo popular con la serie Los ladrones van a la oficina. 01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:56 Página 22 Jurado nº 7: Sancho Gracia Sancho Gracia nació en Madrid en 1936. A consecuencia de la guerra civil emigró con su familia a Uruguay. Regresó a España en 1963 y al año siguiente debutó en el cine, pero su fama se debe sobre todo a las series de televisión como Curro Jiménez o Los camioneros. Jurado nº 8: José María Rodero Jose María Rodero encarna el papel que en el cine le correspondió a Henry Fonda. Rodero, un verdadero mito del teatro español, nació en Madrid en 1922. Actuó con la compañía del Teatro Español y en la del María Guerrero. En 1947 creó con su esposa, Elvira Quintillá, una compañía propia. Destacó en representaciones antológicas, como Luces de bohemia (1971), de Valle Inclán; El concierto de San Ovidio y El tragaluz, ambas de Buero Vallejo; y Calígula, de A. Camus. Jurado nº 9: Carlos Lemos Carlos Lemos nació en 1912. Entre sus películas destacan Siempre en domingo (1961), de Manuel Mur Oti; Nuevo en esta plaza (1966) de Pedro Lazaga; y El viaje a ninguna parte (1986) de Fernando Fernán Gómez. 01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:56 Página 23 Jurado nº 10: Ismael Merlo Ismael Merlo nació en Valencia en 1918. En su larga carrera destacó en cine, televisión y especialmente teatro. Murió en 1984. Jurado nº 11: Fernando Delgado Fernando Delgado nació en Porcuna (Jaén) el 28 de junio de 1930. Perteneciente a una familia de actores, debutó a los seis años. 23 Jurado nº 12: Rafael Alonso Rafael Alonso nació el 5 de julio de 1920 en Madrid y falleció el 24 de octubre de 1998. Ha intervenido en más de cien películas y aunque es uno de los grandes secundarios españoles él siempre se ha considerado un artesano. Era uno de los personajes principales de la serie de televisión protagonizada por Lina Morgan Hostal Royal Manzanares. Doce hombres sin piedad Desarrolló su carrera fundamentalmente en teatro y televisión. Treinta años después, Delgado volvió a interpretar Doce hombres sin piedad en el Teatro Fígaro. 01_Doce hombres_V2.qxp 20/03/2007 17:56 Página 24 FICHA TÉCNICA Y ARTÍSTICA Basada en la obra Twelve Angry Men de Reginald Rose Emisión: TVE Año de estreno de la obra original: 1964 Dirección: Gustavo Pérez Puig Adaptación: Gustavo Pérez Puig Realización: Gustavo Pérez Puig Producción: S. Augustin Imagen: P. Aparicio, S. González Polo Sonido: L. de Miguel Decoración: Fernando Saenz Iluminación: Ruiz-Capillas Reparto Jesús Puente Pedro Osinaga José Bódalo Luis Prendes Manuel Alexandre Antonio Casal Sancho Gracia José Mª Rodero Carlos Lemos Ismael Merlo Fernando Delgado Rafael Alonso