MEMORIAI^ X»x: \m\M DEL EJÉBÜITO. ANO XLVI.-CUARTA ÉPOGA.-TOMO VIII. NÚM. XI. JULIO DE 1891. MADRID IMPBENTA DEL MEMORIAL DE INGENIEllOS. 1891. SUMARIO. IJn reducto de campaña, por el comandante D. Evaristo Liébana (con dos láminas). Meas generales sobre la organización del Cuerpo, por M. E. B. Algo de construcciones, por el teniente coronel D. José Marvá (con una lámina). Buques de guerra modernos, por S. Aparato belga de telegrafía militar, por el capitán D. Jacobo García Roure. Palomares militares. Revista militar. Crónica científica. Sumarios. Novedades ocurridas en el personal del Cuerpo, durante la segunda quincena de junio y primera de julio. * * Pliegos 6, 7 y 8 de Estudio sobre la guerra Franco-Germana de 1870, por el General de división D. José Almirante (se continuará). ANO X L V I . MADRID.—JULIO DE 1 8 9 1 . NUM. X . 3 u n i a r J o . = : Un reducto de vaniyaña, por el ooinaiiclauto D. Evaristo Liébana (con dos \h\m\\9i^).-^Ideas geneml^^ sobre l(t organización del Cuerpo, por M. H. B, — AI//0 de cnnatruccioues, por el teniente coronel D. Josó IVCarvA (cou u n a láiTiijia). — ISuques de guerra modernos, por S. — Aparato belga de telegrafía militar, por el capitán D. Jucobo G arela Eouro. — rahntm-es niiiitafcs. — lieoiata Militar. — Crónica cientificu. — Sumarios'. PN REDUCTO DE CAMPANA. —hst^— AS causas que influyen en las formas que debe revestir la fortificación pasajera para que satisfaga las condiciones de una hipótesis dada, son, según el capitán Girard, las siguientes: !."• La naturaleza de las armas que emplee el asaltante. 'i."' El tiempo de que se disponga. 'ó."" E l objeto táctico que se persiga. 4."' Las circunstancias topográficas. Pero dentro de la misma hipótesis en que se phxntée el problema, ya sea cuando se trate de organizar una posición ,á un cMaupo de bataUa defensivo para suplir la fortificación permanente en las plazas del momento, para constituir los puntos 4© apoyo de una línea de acordouamiento, ó bien, por último, para la organización defensiva de una plaza en que la fortificación permanente ocupe ya los puntos principales, hay que dar á las obras que constituyen la defensa, mayor carácter de resistencia, según el papel que estén llamadas á desempeñar, no sólo por lo que respecta á su perfil, sino también por las disposiciones del terraplén para que respondan á lo que de ellas se exige en el último período del combate. Tales son. por ejemplo, en los grupos de obras de la posición principal de combate, las que de éstas hayan de servir como de reductos á las demás. Si bien una obra como la del tipo en que nos fijamos, debe ser cerrada ó semicerrada y tener una organización diferente á las demás que constituyen Li posición, unas y otras tienen que satisfacer, en cuanto sea posible, á los cinco principios siguientes, que establece e! coronel Delambre para el empleo de la íortiíícación jiasujera: 206 MEMOBIAL- DE INGENIEBOS. 1." Toda organización defensiva debe permitir al defensor utilizar sus fuegos, al menos en el límite de su acción más eficaz. 2." Toda organización defensiva debe proporcionar la seguridad relativa al defensor. o." L a organización defensiva debe preparar la superioridad de la acción' del defensor, sobre el punto atacado, por la converjencia posible de sus esfuerzos y de sus fuegos sobre este punto. 4." La organización defensiva debe permitir contrarrestar los progresos que el enemigo haya hecho, y no proporcionarle, en caso de retirada parcial, ventajas decisivas ó puntos de apoyo serios. 6.*^ No debe estorbar la ofensiva. P a r a satisfacer estos principios, aparte de toda consideración sobre el conjunto de obras, deben las principales sobre las que el asaltante ha de dirigir con preferencia sus fuegos en el período de la preparación del combate, proporcionar al defensor el abrigo necesario contra estos mismos fuegos, ya sean con trayectoria rasante ó por elevación con proyectil de granada ó shrapnels, si se quiere que en el momento del asalto esté en condiciones de alcanzar la superioridad sobre el enemigo por la concentración de sus fuegos sobre el punto atacado; y de aquí las disposiciones de abrigos por medio de trincheras interiores y traveses (suponemos para el tipo de obra que presentamos, que no haya que temer más que tiros de frente con dirección normal ú oblicua al frente de cabeza) con la desenfilada al. -g- para poner á los defensores sentados'en los escalones de subida á la banqueta, completamente al abrigo de los proyectiles de los shrapnels: si bien en NUM. XI. la práctica, como opina el general Brialmont, basta llevar esta desenfilada al —. Teóricamente, el defensor, colocado en estas condiciones, poco tiene que te•mer de los proyectiles lanzados con el cañón; pero al cabo de algunas horas de fuego los parapetos no tienen el mismo relieve que presentan en los dibujos, sobre todo si el asaltante, como es natural, tira con el objeto de descrestarlos primero para emplear después los shrapnels. Las granadas, al atravesar el parapeto junto á la magistral, estallarán precisamente sobre los defensores colocados en la trinchera interior y en los escalones de subida á la banqueta, y estos efectos producidos durante u n período de tiempo más ó menos largo serán más que suficientes para quebrantar la moral del soldado más aguerrido; asi que para una obra en estas condiciones, que tenga que desempeñar un papel principal en la defensa y haya, por lo tanto, de ser rudamente batida por la artillería, creemos preferible abrigar su guarnición en trincheras profundas á su proximidad, mientras dure el período de la preparación del combate, como hicieron los turcos en Plewna, y prescindir de traveses y trin- • cheras interiores, dejando el terraplén completamente libre y expedito á la circulación, circunstancia esta última muy atendible, sobre todo para el momento del asalto, en que á la confusión propia del momento, se agrega la que ocasiona la dificultad de las comunicaciones por trincheras obstruidas, • en parte, por el efecto de los proyectiles enemigos. Y en corroboración de esto mismo citaremos el siguiente ejemplo que refiere el general Brialmont sobre una experiencia hecha en Tegel, en 1876. «A 1500 metros de distancia, con la XUM. XI. MEMORIAL DE I>^GENIEKOS. 207 pieza pesada de campaña (modelo 1873) que la acción del fuego no ha podido se dispararon 16 granadas y '63 slirap- .interrumpir; es, si no ol ataque cuerpo nels contra una trinchera, en la cual á cuerpo, al menos la amenaza de este 60 hombres ocuj)aban la banqueta y 42 ataque, lo que determina al defensor á estaban sentados en un escalón de 0"',50 abandonar sus trincheras ó suposición.» Sin entrar en consideraciones sobre más bajo. Treinta y nueve hombres de las ventajas ó inconvenientes de esta pie y seis sentados fueron bajas.» Después de lo que dejamos expuesto .clase de ofensiva, lo que sí es evidente, no creemos pecar de excesivamente tí- porque la práctica, con raras excepciomidos si suponemos que una obra sin nes que no destruyen la regla general, más abrigos que los que puedan pro- así lo demuestra, es que toda obra de porcionar los travieses y trincheras in- fortificación de campaña ó pasajera sí teriores, y que tenga que resistir duran- cuyo foso ha llegado el asaltante, es te algunas horas un rudo y certero ca- obra perdida; porque el defensor, cuya ñoneo, no responderá á lo que de ella se moral hay que suponer muy quebrantaexige en el momento supremo, por ague- da por los efectos de la artillería enerrida que sea su guarnición y por bien miga, no está en condiciones de afrontar una lucha cuerpo á cuerpo contra mandada que esté. el asaltante, muy superior en número, La experiencia demuestra con numeenardecido con las ventajas obtenidas rosos ejemplos de ataque á posiciones en su movimiento de avance, y convenatrincheradas durante la última guerra cido además de que, si retrocede, la rede Oriente, que el defensor abandona sus tirada sería para él desastrosísima. De obras antes que el enemigo llegue á dar aquí que en toda obra cuya defensa el asalto, y fundándose en estos ejemdeba ser muy obstinada ó á todo tranplos, opinan el general Tchebichew y el ce, es necesario evitar la lucha cuercapitán Schnur, del ejército ruso, que po á cuerpo ó retardarla lo más posible; la infantería debe emplear para el ataoponiendo al asaltante, dentro del teque de los atrincheramientos una ofenrraplén, u n obstáculo con el que no siva rápida sin detenerse para hacer uso cuente y que haga que su permanendel fuego de la fusilería, y aducen en ,cia en el interior de la obra sea más favor de su idea las siguientes razones: peligrosa que en cualquier otro mo«Está demostrado que el ataque pierde mento del asalto. siempre más jente que la defensa; hay más, los defensores, mientras que tiran E n todo lo que llevamos dicho no se á cubierto sobre un asaltante descubier- cuenta con que el asaltante dispongíi, to, conocen j)erfeotamente que hacen en su artillería más que del cañón para más daño que reciben, y deberían com- batir los atrincheramientos; pero adopprender que tienen la superioridad del tado ya en algunos ejércitos europeos fuego. Sin embargo de esto, se marchan, el mortero rayado de campaña con este y ¿por quér*... porque los otros llegan. objeto, la fortificación de campaña, eu No es, ni la superioridad del fuego ni lo que se' refiere principalmente á la palas pérdidas sufridas por el defensor lo sajera, tiene que proporcionar medios que asegura, en ixltimo caso, el resul- de mayor resistencia que los que hoy tado de un ataque; es el movimiento proporciona, si se quiere conservar su 208 MKMOKIAL DE INGEKIKBOS. importancia y sostener el principio de que la fortificación de campaña debe ser., en sus a,'pUcaciones, una consecuencia, de la táctica,; porque, en tal concepto, si á un nuevo orden de combate corresponde una nueva disposición general joara los atrinciieramientos de la defensa, á nuevas armas empleadas en el ataque deben corresponder también nuevas formas en las obx'as ó en la disposición particular de su organización, para estar en condiciones de resistir con ventaja al atacante. Con los fuegos verticales, ó sea con el empleo del mortero, caen, por tierra todos los procedimientos seguidos hasta ahora (ya muy deficientes según hemos pretendido probar) para cubrir al defensor contra los proyectiles enemigos por el medio exclusivo del movimiento de tierras; porque, aparte de que no hay desenfilada posible, con un perfil aceptable, para un proyectil cuyo ángulo de caida varíe entre 45" y 60". los lanzados por el mortero, en razón al mayor peso que tienen con respecto á los del cañón de campaña, pueden llevar mayor cantidad de pólvora que estos últimos, y por consiguiente, el cono de proyección, que con éstos viene á tener su eje casi horizontal ó muy poco inclinado á causa de ser mayor la velocidad del proyectil que la de los cascos de éste al estallar motivada por la carga explosiva, es en aquellos de eje casi vertical, por efecto de ser la carga mucho más grande, y esparciéndose los cascos en todos sentidos alcanzan lo mismo á los defensores sentados en los escalones de subida á la banqueta que á los que están dentro de las trincheras interiores. Si á esto se aña^de la gran precisión de los morteros, la ventaja de po(1er situarlos eii pliegues del terrenn. NÜM. X I . fuera del alcance de las vistas del defensor, lo que con la aplicación de la pólvora sin humo hará que su situación sea muy difícil de determinar, y por último, la de jiermitir continutir tirando más tiempo sobre las obras siu temor á que sus jjroyectiles alcancen al asaltante, no dudamos, como dice el general bávaro von Sauer, que tales armas sean el enemigo más poderoso de la fortificación. Los resultados de las experiencias hechas en 1882 y 83 en el polígono ruso de Ust-Ijorsk, para ciomparar el cañón de campaña con el mortero, tirando contra las obras de fortificación de campaña, corroboran cuanto acabamos de decir y demuestran la imposibilidad de sostenerse en una obi'a que no esté provista de blindajes, asi como la relativa insignificancia de los efectos producidos por el cañón, comparados con los del mortero ligero de 16 centímetros. E n virtud de lo que llevamos expuesto, si la fortificación de campaña ha de estar batida por estos fuegos, j& nos parecen inútiles los traveses, espaldones y trincheras, deritro del terraplén, para abrigarse coutxa sus proyectiles. y eremos preferible y ventajoso para la defensa colocar los defensores en trincheras profundas, situadas á la inmediación de las obras durante el período de la preparación del combate, esparciendo las tierras que se saquen para que no se pueda conocer su situación. E n la fortificación pasajera deben guarecerse los defensores en abrigos blindados, si es posible: j en caso contrario, como en la de campaña, en trincheras exteriores, á pesar del grave inconveniente que tiene este medio, cual es e) tiempo precioso que pierde el defensor para ir á colocarse detrás del [larapeto. I xuM. \"l;. MEMORIAL DE INGENIEROS. pérdida de tiempo tanto más sensible cuanto que, como acabamos de decir, el asaltante podrá acercarse á la obra, ahora mucho más que antes, protegido por el fuego de sus baterías. P a r a los casos en que puedan establecerse los abrigos blindados, no encontramos ninguI^o, entre los que nos son conocidos, que responda cumplidamente á su objeto, pues ni aun los del Manual del Zapador alemán, colocados sobre la trinchera interior detrás del parapeto, que por su disposición nos parecen los más aceptables, protegen completamente á los defensores contra los proyectiles de mortero lanzados en una dirección oblicua al frente detrás del cual se sitúan, aunque se construyan traveses de desenfilada á sus costados pai'íi abrigarse contra estos tiros. Ahora bien, si la obra hubiere de estar batida en todas direcciones por la artillería, no vemos posibilidad de colocar estos abrigos de manera que no puedan ser destruidos por sus proyectiles; pero en la mayoría de los casos se podrá por la disposición del trazado, desenfilar el frente de los fuegos de enfilada j de revés. Con esto nos basta, pues con esta condición podremos colocar el abrigo debajo del parapeto, poniéndolo completamente á cubierto de los fuegos de la a.rtillería á grandes distancias, y darle el carácter defensivo para que no pueda ser tomado á viva fuerza, presentando á última hora, ó sea en el momento del asalto, un obstáculo poderoso con que el enemigo no contaba y que no ha podido destruir. E l tipo de obra que presentamos (lámina 1."'), es para 250 hombres, ó sea una compañía en pié de guerra. Tiene un recinto exterior con un desarrollo de línea de fuego de 150 metros; y otro 209 interior, independiente, que haice el papel de reducto, con 60'",80. Ambos recintos tienen la gola comiin y se comunican por medio de blindajes á través del parapeto (perfil C D, lám. 2."'). E l terraplén del recinto exterior está, 0"',50 más bajo que el terreno natural, y labrado en pendiente hacia el interior para recoger las aguas, que tienen salida al foso por las cunetas a (fig. 1, lám. 1."'); el del interior está sobre el terreno nntural y resulta, por consiguiente, con O'",50 de dominación sobre el primero {^erñl A JB). El frente de cabeza del recinto exterior lleva un blindaje defensivo /> h (figuras 1 y 2, lám. I."'), de 30 metros de longitud, que se comunica con el terrnplón por medio de bajadas en escalones (perfil Z), dos á los extremos, de l."'.5(i de anchura, y una en, el medio, de c> metros; en el de gola Y-a. una caponera (perfil TJ^). y otro blindaje defensivo ce de 36 metros de longitud (fig. 1, lám. 1." y perfil M N). cuyas comunicaciones d d. de 1 metro de anchura en el fcmdo, se establecen por debajo de los frentes laterales de la obra interior (perfil X Y). La aspillera horizontal m, de todos estos blindajes, tiene 0'",16 de altura. E l foso tiene 2 metros de profundidad, 8 metros de anchura en la, parte superior y 0™;60 en la inferior. Las comunicaciones del blindaje de cabeza con el terraplén se cierran por medio de rastrillos que se pueden quitar y poner cuando sea necesario, cuj^os detalles aparecen en la figura 1 de la lámina 2.'^ y en el perfil Z; y con el objeto de no interrumpir la aspillera en estos puntos, se colocan tablones sobre los maderos r, que sirvan de .banquer ta cuando los rastrillos están puestos. E n t r e un recinto y otro, se colocan 210 MEMOHJAL DE INGENIEHOS. rastrillos qne se abran sobre la cara j>q (fig. 1, lám. 1."). Damos á los parapetos los espesoi'es mínimos reglamentarios de 4 metros en el frente de cabeza, 3 metros en los laterales y 2 metros en la gola, para el recinto exterior; 4 metros en el frente y laterales, y 3 en la gola, para la obra interior, por la necesidad de conseguir el suficiente espesor para la capa de tierras de los blindajes. La inclinación del plano de fuegos es en todos Hemos deducido la composición de los blindajes, en profundidad y altura, de las referidas experiencias hechas en el polígono ruso de Ust-Ijorsk para comparar el cañón de campaña con el mortero, tirando contra las obras de fortificación de campaña, y para comprobar el efecto de los proyectiles de este último sobre los blindajes; pero como en estas experiencias se disparó también con el mortero de sitio y los blindajes se construyeron para resistir á esta «lase de proyectiles, no tenemos datos precisos que determinen lo que corresponde á los que hayan de resistir solamente al mortero de campaña, guiándonos línicamente la comparación de los efectos para proponer el que presentamos; bien entendido que aólo es desde el punto de "vista experimental y de ningún modo definitivo, pu.es solo por repetidas experiencias se podrá deducir el tipo más conveniente. Únicamente hemos podido tener en cuenta que sobre un blindaje de 1"",80 de altura (compuesto de una capa de tierra de 0"',46, dos capas de faginas cruzadas, una de tierra, y una de maderos de 0"",30 por O^jaO de escuadría sobre otra de faginas) u n proyectil del mortero de 15 centímetros NUM. XI. ligero, no pudo atravesar las primeras capas de faginas; y si como resultado de estas experiencias se vino á sacar en consecuencia, que contra el mortero de sitio podrá, bastar, como término medio, u n blindaje compuesto de una capa, de tierra arenisca de O"*,45, una de faginas, una de maderos de 0'",.30 por 0°',30. una de tierras de 0'",30 y una de faginas sobre otra de maderos de la misma escuadría que la anterior, con la precaución de engrapar entre sí los maderos de la misma capa; creemos que serán suficientes, cuando se trata del mortero de campaña, una capa de tierra sacada del fondo del foso, de 0'",35, una de faginas sobre otra de maderos de 0"",20 X 0"'520, una de tierra de 0"',10 (la tierra es el elemento del blindaje que menos se opone á la penetración del proyectil, se emplea más bien como medio elástico), y por fin, una de faginas sobre otra de maderos de O^jlS X 0"\16 con la misma precaución, que dejamos dicha, de engrapar unos á otros los maderos de la misma capa. Este es el blindaje que proponemos á la experimentación. Las ventajas que creemos obtener con el tipo de obra . que presentamos, son las siguientes: I.'' Tener al defensor perfectamente resguardado de los proyectiles de la artillería durante el período de la preparación del combate y hacer imposible la lucha cuerpo á cuerpo, conservando aquél su acción sobre el asaltante cuando éste se haya posesionado del terraplén, por medio de los abrigos defensivos que la artillería á grandes distancias no puede destruir fácilmente. 2.*^ Disminuir el relieve del perfil rebajando el terraplén, con lo cual se consigue que la artillería precise menos SVU. \í. J\ÍEMOHXAI. DK INGENIKIIOS. sus tiros, y por la dominacióa que tiene el recinto interior sobre el exterior, conser\rar el defensor su acción sobre el parapeto de este último, y sobre el terreno exterior, en el momento del asalto. S.'^ Facilidad de comunicaciones sobre el terraplén y con la obra interior, para que el defensor que no forme parte de la guarnición de los abrigos defensivos pueda acogerse con prontitud á esta obra cuando el asaltante haya llegado al foso. La guarnición de los abrigos no debe salir á tomar parte en la defens'íi del parapeto. Aunque la defensa de una obra de fortificación de campaña es asunto sobradamente conocido, y nada nuevo podemos añadir á las descripciones detalladas que hacen todos los autores que de él se ocupan, como quiera que el tipo de la que presentamos varía algo en su organización de los que liasta aquí han estado sometidos á la experiencia de la guerra, creemos indispensable exponer nuestro pensataiento sobre la forma en que debe hacerse su defensa para realizar la idea que ha servido de fundamento á nuestro proyecto. Suponemos, desde luego, que todos los defensores han de estar dentro de los abrigos mientras la artillería esté tirando sobre la obra, ó mejor dicho, hasta que el asaltante llegue con sus tiradores á la zona eficaz de la fusilería del defensor tirando sin alza, y no antes. Porque si bien hasta ahora ha sido muy discutida la conveniencia de colocar la guarnición sobre la banqueta desde el momento en que el enemigo se presenta al alcance de sus fuegos, nos parece, por lo que hemos dicho acei'ca de los efectos causados por los proyec- 21.1 tiles de mortero, que las pérdidas de fuerza moral y gente que sufriría lá _ defensa por una prolongada exposición á estos proyectiles, no estarían compensadas con el mayor número de bajas causadas al asaltante. Y por lo que respecta á la principal razón que aducen los partidarios de aquella conveniencia, cual es la de aumentar la pirofundidad de la zona peligrosa que tiene que recorrer el enemigo, y como consecuencia, la pérdida de fuerza moral y la desorganización en el orden de combate con que marcha al asalto de la obra, en razón al mayor tiempo que está expuesto á los tiros del defensor, creemos que los llamados á conseguir estos resultados son los hombres colocados en trincheras convenientemente situadas delante y fí, los costados de las obras. Estas últimas tienen que desempeñar su principal papel en los postreros momentos del combate, y para estos momentos es para cuando queremos conservar íntegras las fuerzas del defensor, tanto físicas como morales. Dentro de los abrigos están los hombres sentados en dos filas, ocupando un espacio lineal, en cada fila, de 0"\65 por hombre; y con el objeto de perder el menor tiempo posible en salir á ocupar la banqueta, colocamos las guarniciones de estos abrigos (un hombre por metro, á excepción de los flancos de la caponera, donde se ponen dos por metro) en los puntos medios de los intervalos de las salidas, á fin de que no estorben, el paso á los defensores del parapetó. E n la banqueta del frente de cabeza colocamos los hombres para la defensa del parapeto, á razón de uno por O", 66. y en la de los frentes laterales y de gola de la obra exterior á razón de uno por metro. El resto de la guarnición queda 31.2 MEMOEIAL DE ÍNGEN-IP-ROS. .en reserva, debajo de los blindajes que cubren las comunicaciones de los dos recintos, para acudir con ella á donde sea precisa; E n caso de necesidad, y con el objeto de que la acción del defensor esté completamente expedita en el momento del íisalto cuando el enemigo, está ya dentro del terraplén exterior, se dedicarán algunos hombres á limpiar los frentes ele las aspilleras de los blindajes, de las ''-tierras y faginas desprendidas de los parapetos por efecto de los proyectiles de la artilUería, para lo cual creemos muy conveniente que esta clase de obras esté dotada con los útiles necesarios al efecto. El jefe de la guarnición, desde el momento que se haga cargo de la obra, deberá estudiar minuciosamente todos los detalles del terreno exterior, por lo menos hasta los límites á partir de los cuales debe empezar el fuego de la defensa, tanto en lo que se refiere á los accidentes naturales, como á las defensas accesorias colocadas para estorbar el paso al asaltante, con el objeto de poder dirigir y concentrar el fuego sobre puntos determinados, por descargas ó á discreción, según convenga. Por lo que respecta al interior de la obra, convendrá que la tropa ensaye más de una vez salir precipitadamente de los abrigos para ir á colocarse sobre la banqueta, á fin de que en el momento de verdadera aplicación no haya vacilaciones ni dudas en ocupar cada uno el sitio que le corresponda. Deberá elegir, entre la tropa que tiene á sus órdenes, los mejore» tiradores, que dejará afectos á la reserva, para emplearlos en tirar exclusivamente contra los grLipos de hombres decididos y de buena voluntad que se destacan siempre de los de- XUJf. X í . más, y que son los enemigos verdaderamente temibles, porqué arrastran con su audacia á los menos animosos; así que contra estos grupos es contra quienes principalmente se debe emplear el fuego por descargas. Cuando el asaltantfj haya llegado al glásis para pasar el foso y dar el asalto, los defensores de la obra exterior srretiran á la interior, cuyos parapetos deberán estar ya cortmados por la reserva, cerrando las comunica-ciones de ambos recintos. Ya en esta situa,ciÓTi. continúa el fuego sobre el terreno exterior y parapetos del primer recinto, para lo cual están dispuestos los relieves de ambas obras, según se ve en los perfiles. Se coloca el número de hombres necesario para la defensa de aquellas comunicaciones, y los defensores del blindaje de cabeza empiezan el fuego ta,n pronto como el asaltante haya, desembocado en el terraplén. Madrid, 22 de jvinio de 1891. EvAiiiSTO LIKBANA. JlOEAS GENERALES SOliKE LA ORGANIZACIÓN DEL CUERPO. L real decreto de 18 de febrero próximo pasado, en viitud del cual se crea el 13." batallón de artillería de plaza,, permite abrigar la creencia de que se atiende á las necesidades del ejército en cuanto se relaciona con ¿1 mejor servicio de la defensa del Estado, en la cual desempeña tan importa,nte papel el cuerpo de Ingenieros. P a r a que éste pueda responder á la misión que le está encomendada, es ne- XI;M. XI. MKArOKIAL T)K I N G E X X K K O Í cesario, no solamente que se le dote de todos los elementos que exigen á la ^'ez el estado actual del arte de la guerra y los adelantos de la ciencia, sino también que se tengan en cuenta los detalles de la organización, y en este sentido es lícito y natural manifestar, en la forma, respetuosa que corres])onde, cuáles son las necesidades de iin organismo que repi'esenta: para los que empiezan su cai-rera. dentro de él. esperanzas legítimas; para los que han llegado al límite ordinario de su posición militar, el orgullo y la satisfacción de haber contribuido con su celo á mantener su reputación dignísima; y para todos, algo de su p]'opia vida, una parte de su honra personal, pues los éxitos y las desgracias del Cuerpo repercuten dentro del coi-azón de los ingenieros militares, como repercuten en toda alma noble los éxitos y las desgracias de los que á ella están ligados por los lazos de la fa.mllia ó de la amistad. Podría creerse qne los detalles de la, organización no influyen gra,nd emente en la manera de ser de los cuerpos, ni en los servicios que pueden prestar á la patria. Error funesto sería éste, que. quitando al asunto de que nos ocupamos su importancia, haría que nuestros compañeros le mirasen con una indiferencia equivalente á un suicidio lento, ó con una apatía i'eiiida con el necesario progreso de todo organismo: y bien sabido es que la marcha de las ideas convierte en. elemento perturbador y retrógrado al que, por no moverse, ha quedado rezagado en el avance general. Influye la, organización en la, suerte de los individuos, por cuanto las ma,yores ó menores contrarieda,des y fatigas de la vida militarj las facilidades ó dificultades para realizar tal ó cual trabajo, la 2.1.3 mayor ó menor rapidez en los ascensos, que no es un crimen desear, dependen nada más que de la organización de los cuerpos. Influyen en los servicios que se pueden prestar á la patria, porque de nada sirven la iniciativa individual y el a,mor al pi'ogreso de los individuos de un. cuerpo considerados a,isla,damente, si el lazo que los une es defectuoso, si el ideal qne se les señala es fa,lso, si los medios que se les dan para realizar sus fines son imperfectos. La iniciativa individual es á veces causa de defectos, aun existiendo el buen deseo, y cuando tanta diversidad de objetivos tiene el ingeniero militar, es más necesaria en su profesión que en otra alguna, para que el conjunto resulte harmónico, que la organizaciíúi esté sabiamente estudiada. Como ejemplo del modo cómo nn riisifjnificante deta,lle de orga.nización puede a,fecta,r los servicios, citaremos un hecho notable, tomándolo de datos pnblicados en el MEMORIAL. E n la ÉeviMa quincenal de 1890, páginas 2 y 3, tratando de la reorganización de las tropas de ingenieros, se dice lo siguiente: «Con la legislación de 9 de junio de 1882, el regimiento formado por el batallón de pontoneros y aquellas seccio3i.es (telégra,fos y feri'ocarriles), saca,ba, reclutas pa,ra estas dos solamente en la provincia de Valencia, de modo que mientras los telegrafistas expertos y los buenos operarios de ferrocarriles que caían solda,dos en cualquier otra provincia iban á servir á infantería ó caballería, para las tropas especiales de te-^ légrafos y ferrocarriles, ha dado la saca de ]:eclutas en los dos años de práctica, los resultados más desfavorables. Como ejemplo de ello consignaremos que en 1883 la saca hecha en Valencia 214 iVEEAtOniAL DE I N G E X I E E O S . NÚM. X.Í. para las referidas dos secciones fué de 210 mozos, de los cuales solamente dijeron saber leer y escribir 109 (pero Alarios de ellos carecía-n de práctica y tuvieron que ir á las escuelas); con algunos conocimientos de telegrafía hubo tres; fogoiieros ó aprendices de maquinista, se obtuvieron ¿uatro solamente, y para completar el cupo fué preciso sacar, sin la talla reglamentaria y sin oficio utilizable en el servicio del arma, hasta 22 mozos. Los resultados de la saca de 1882 faeron tanto ó más desfavorables. individuos se han calificado del modo siguiente: telegrafistas del Estado, 4; maquinistas y fogoneros, 6; ajustadores de máquinas, 15; sentadores de vía férrea, 2; factores de ferrocarriles, 26; "deliueantes, 11; litógi'afos, tipógrafos é impresores, 8; fotógi'afo, 1; maestros de instrucción primaria, 12; estudiantes. 22; escribientes, 6; relojeros, 3; carpinteros, ebanistas y tallistas, 39; herreros y cerrajeros. 29; armeros, 3; albañiles, 12; canteros, 2; hojalateros, 2; pintor, 1; herradores, 2; comerciantes, 4; otros oficios, 39; total, 249.» »Habia, pues, hasta hoy imposibilidad de llenar el servicio y de preparar para la guerra á las tropas especiales de telégrafos y de ferrocarriles. E n vez del personal técnico, ó por lo menos preparado para recibir desde luego instrucción práctica, que en adelante se tendrá, había que empezar á enseñar á leer á la mitad de los reclutas, y á todos imbuirles una instrucción especial y difícil para hombres irudos en su mayor parte; así es que no bastaban los tres a,ños escasos que permanecen hoy en el servicio, para que supiera el suyo especial cada individuo y lo recordara en tiempo de guerra, al ser llamadas las reservas.» Véanse ahora los resultados que cita el mismo MEMORIAL en la página 178 del mismo tomo, que se condensan en la.s sigu.ientes líneas: «La saca de 1884 se ha hecho para las citadas tropas del tren en todas las provincias, menos la de Canarias. E n 46 de ellas se eligieron cinco, como estaba dispuesto; en la de Valencia se sacaron qiiince, y en la de Murcia solamente cuatro, lo que hace un total de 249 reclutas. De ellos saben leer y escribir 240. Por sus profesiones ú oficios dichos Esta diferencia de resultados, obtenida por efecto de uña simple orden, prueba, más que podrían hacerlo todas las disquisiciones imaginables, cuánto conviene estudiar la. organización de iin cuerpo para que produzca su máximo efecto útil. E s muy fácil que dentro de poco tiempo tengamos establecido el servicio militar obligatorio, y con él las esxtecialidades que vayan al ejército serán más numerosas, lo que podrá constituir una importante mejora para nuestras tropas, que contarán con personal apropiado para su servicio. Pero como esas especialidades no están distribuidas en todas las zonas de una manera proporcional á los reclutas que han entrado en caja, es necesario que la operación de la saca esté precedida ó sustituida por una selección que se haría fácilmente por raedio de los estados numéricos y de una clasificación por oficios de los mozos ingresados en caja, que podría remitirse al Ministerio, y de este modo los oficios y aptitudes útiles se distribuirían con arreglo á las necesidades de los diversos cuerpos. Quizá resultaría así que una zona nó daría ningún individuo para el batallón de telégrafos, por. ejemplo, y otra NUM. X I . M-EMOEIAL DE INGENIEROS. daría varios, pero esto no es n i con mucho una dificultad, y á lo sumo Jiaría un poco más molesta la distribución del contingente anual (1). Si. no bastaran las razones expuestas para demostrar la conveniencia de que el Cuerpo se ocupe de su organización, hay otra más poderosa que obliga á ello. Para nadie es un secreto que establecida la pi.'oporcionalidad para el ascenso al generalato, no dará el Cuerpo bastante número de oficiales generales para desempeñar los mandos superiores de los servicios en los distritos ó regiones militares y los altos centros consultivos y directivos. Pasará, quizá, una temporada, más ó menos larga., antes de que el caso llegue, pero al fin se tocará el inconveniente citado. ^Q^é se hará entonces? Buscar sin duda una solución ó un paliativo de circunstancias y, como tal, mediano. ¿No es mejor abordar desde luego el problema de frente y proponer una solución meditada que responda á las necesidades del ejército y del Cuerpo, y sea, además, de carácter definitivo, en vista de la proporción de generales que puede dar el Cuerpo? Sin alterar la proporcionalidad, la ley autoriza que se adelanten en casos especiales los ascensos; pues bien, fijo el mimero de generales que ha de dar ingenieros, como los que han de dar los demás cuerpos del ejército, si ocurre una va.ca.nte en un<,i de ellos, sin tocarle el turno pa.ra el ascenso, adelántese éste, con lo cual los cuerpos especiales Aterían siempre desempeñados los destinos que les corresponden por oficiales procedentes de sus respectivas escalas, y sin que al ascender tengan que ir á ocupar otros (j) E n los artículos qite en p a r t e se h a n transcrito se expresa esta conveniencia de no sacar ignal niímero de individuos do todas las provincias. 215 cargos menos propios para sus aptitudes. Téngase eu cuenta que no pedimos un privilegio, sino una disposici(5n de carácter general, que habría de facilitar el servicio, favoreciendo en algunos meses el ascenso de unos individuos y perjudicando á otros otro tanto, pero sin que la cosa tuviera mayor transcendencia. Bien desearíamos examinar la misión de los distintos organismos del Cuerpo, para deducir la necesidad de una reoí'ganización completa; pero no poseyendo bastantes elementos para ello, nos limitaremos á apuntar ligeramente algunas deficiencias quecreemosque existen, y que podrían subsaina.rse con una, mejor organización. Cualquiera que sea la división, territorial que se adopte, es natural que el regimiento de pontoneros, el batallón de telégrafos j el de ferrocarriles permanezcan indivisos, sin pertenecer de hecho á ningún cuerpo de ejército, si no estando á las órdenes del general en jefe, para ser destinados á los puntos en donde lo exijan las necesidades de una campaña, que de ningún modo hará necesaria la presencia en cada cuerpo de ejército de la misma fuerza de telégrafos, ferrocarriles ni pontoneros. Estas tres unidades tienen su misión bien marcada, y nada habría que objetar á su organización en conjunto si no nos encontráramos con que el batallón de telégrafos tiene á su cargo lo que se refiere á la aerostación é iluminación en la guerra, que realmente necesita personal aparte. Bueno es que, como eusayo, el cita.do batallón se ha.ya ocirpado de estos asuntos, pero creemos llegado el caso de establecer u n tren de servicios especiales, que comprendiera la escuela y el material de aerostación, los 2.1.6 MEJrOKIAL BE complicados aparatos de iluminación, el material de incendios y algunos otros elementos que escapan de las especialidades de los regimientos y batallones del cuerpo existentes, y que, sin embargo, son de reconocida utilidad. Los regimientos de znpadores-minai(lores. aunque es natural que tengan sus l)afcallones á la orden de los distintos Jefes de los cuerpos del ejército (sin formar parte de ninguna dÍTÍsión especial), conviene que de .hecho permanezcan reunidos, para, mayor facilidad de su instrucción, y también para evitar lo penoso que resultaría el servicio de los batallones aislados. Sería, además, conveniente la publicación de un reglamento pai.'a el régimen interior de los regimientos de ingenieros, que lejos de biiisarse en regias (|ne fuero.n escritas hace muchos anos jiai'a los cuerpos de infantería, se fundaran en los principios expuestos por ilustrados oficiales del cuerpo que se han ocupado de los métodos de instrucción para las tropas de ingenier-os, y en los que para el mismo objeto rigen en los ejércitos extranjeros. E l material de los regimientos podría reorganizarse bajo bases más pi'áctica.s que las actuales, oponiendo al sistema de tenerlo apai.'carlo en. Gua,dalajara. el de que, por el contrario, ca.da regimiento poseyera su material pro])io, que se aumentaría anua.lmente con el que se a.dquirierai pa.ra. las escuelas ]3rá.cticas. E l servicio del Cnerpo en los distritos está desempeñado, en primer término, por los generales subinspectores, auxiliados por un jefe que desempeña los cargos de ayudante y secretario. Compréndese desde luego que un centro constituido por tan escaso personal. INGKNITÍROS. NüM. X l . por cuyas manos han de pasar los múltiples asuntos que el Cuerpo tiene á su cargo en los distritos, no puede fijar su detenida atención en ninguno de ellos, y las subinspecciones quedan obligadas, por la insuficiencia oLe medios, á ser meras oficinas de trá.mite,' cuando, independientemente de los servicios que desempeñan las comandancias de las ]:)la.zas, deberían correí' á su cargo los estudios de conjunto en lo que se refiere á la. totalidad de su territorio; el examen de la zona de frontera terrestre ó marítima que pueda corresponderles: los medios adecuados de defensa, y el conocimiento detallado de las A'ías férreas y líneas de comunicación en genei'al, para derlucir la iniporta.ncia qne pudieran tener en caso de una guerra. Incumben ademiís á. la.s comandancias generales subinspecciones: la custodia, progreso y destino de los pa.rqnes de ingenieros del respectivo cuerpo de ejército, y todo lo que sale de los límites de la misión especial de las comandancias, y tiene su natural asiento en las comandancias generales, que de este modo verían realzado el prestigio de que debe estar rodeada la más eminente representación de los servicios técnicos junto á la autoridad de los generales de cuerpo de ejército. .En caso de grandes maniobras, de movilización del ejército ó de una campaña., se ha.n de notar mucho más las deficiencias de la actual organización de las subinspecciones. ¿Cómo admitir que en el ca.so ,de necesidades mayores, de servicios más activos, el general de Ingenieros y su secretario aba,ndonen su misión ordinaria para acompañar al gene]:al en jefe en el destino que les marca el reglamento de campaña? Quedaría encargado del despacho otro jefe. NUM. XI. MEMOKIAL DE INGENIEKOS. se nos dirá. ¿Pero cuál? ¿El de una comandancia? ¿El de un regimiento? Esto seria.aplicar al revés eLsv' v;'tó-jjftCCTuparcí fiiiU'Wiu, con virtiéndolo en oti'o aforismo más peregrino, que diría: «organízate en la paz de modo (.pie la organizaciíju no te sirva para la guerra». Si existiera más numeroso personal en las comandancias generales, podría realizar ambos servicios: el del cuerpo de ejército que se vá, y el de la reserva, acuartelamientos y defensas que quedan. Las comandancias de las plazas no están, por cierto, mejor atendidas. Su personal es tan escaso, que á duras penas puede cumplir con el servicio ordinario corriente, por decirlo así, de su misión; pero no puede destinar ninguna parte de su actividad á los importantes trabajos que debían encomendársele muchas veCes, que se le encomiendan, pero, que no se exigen, pues demasiado se sabe que no hay tiempo ni personal para cumplirlos. Es preciso decirlo muy alto, para (|U6 se comprenda hasta qué punto el cuerpo de Ingenieros está reducido á su más mínima expresión dentro de las necesidades de un ejército como el nuestro, en que todo ha de crearse todavía: mientras en todos los países del mundo al estudio de un campo atrincherado se destina personal numeroso, mientras en niiestro mismo país hay dependencias con inusitado lujo de funcionarios, se da el caso de que un oficial de modesta categoría se vea obligado á proyectar el campo atrincherado de una plaza de la que es comandante y jefe del detall á un tiempo, teniendo además á su cargo otras plazas secundarias, con sus informes, sus zonas, sus obras más ó menos importantes, etc.. etc. Y en otras plazas, se observa 217 también c[ue obras de gran desarrollo nu tícnaii nhuiüii jjersonal aaignadu y si^ lia de sacar éste de los regimientos de zapadores-minad oj'es. Una cosa auáloga podría decirse de cojn.isioues ta.ii impoj.'tantes como la dr la defensa de los Pirineos, que se ha conferido á oficiales que desempeñaban otros destinos, cuando hubiera si<h> vej.'dacierauíente justo que un personal permanente estudiara este asunto, que tan TÍ til es para la defensa de la J:*enínsula. Sin querer entrar en comparaciones, siempre odiosas, creemos que los trabajos que el Cuerpo ejecuta en .las plazas para su defensa y para el acuartelamiento, pueden equipararse (y suponemos q ue nadie nos tachará de exagerados) á los que realiza el de artilleriai. Pues compárese el personal de jefes y oficiales de ambos cuerpos que desempeñan destino en los parques y comandancias de varias localidades, y el curioso lector que haga la comparación se quedará asombrado de la escasa representación que por el número y categoría militar corresponde á nuestro Cuerpo. Así se comprende que este personal escaso no alcance á hacer más que lo preciso de su obligación, sin poder dedicarse para nada á otros asuntos de gran interés, y he aquí un ejemplo, entre otros varios que podrían citarse. La pobreza de nuestro erario no permite erigir foi'tificaciones en todos los puntos que la prudencia aconseja. E n estas condiciones, el Cuerpo, lamentando que esos lugares no se fortifiquen como es debido, podría tener dispuestos los proyectos de obras provisionales, para el caso de una guerra, inesperada como todas. ¿Se atrevería nadie á mandar- 218 MEMORIAL DE INGENIEBOS. lo? Quizá. ¿A exigir su cumplimiento? Creemos que no; tal es el convencimiento de que se pediría un imposible. Otro ejemplo. E l Cuerpo tiene á su cargo el servicio de palomas mensajeras. Las comandancias están encargadas de este servicio. Nadie ignora que en toda población hay aficionados particulares que, solicitados y apoyados por los jefes de ingenieros, aclimatarían y educarían por su cuenta las palomas. Esto no exigiría gasto: solo sería necesario q ue con artículos en los periódicos de la localidad, buscando amistades, haciendo, en fin, propaganda, se llegara á animar á unos cuantos aficionados. A.liora bien, si á un jefe abrumado de trabajo se le dieran instrucciones en este sentido ¿no sería probable que, á pesar de su buen deseo, le fuera imposible cumplimentarlas como él quisiera y como corresponde al caso? Ignoramos si en los altos centros directivos y consultivos existen ó no deficiencias de personal, pero puede decirse de ellos lo que del resto de las dependencias del Cuerpo: no basta que haya tiempo para despachar los asuntos corrientes, sino que es neoesario que sobre alguno para poder dedicar la atención al estudio de los progresos que conviene introducir en servicios como los nuestros, que mejoran todos los días. Quizá convendría encomendar á un comité central compuesto de jefes y oficiales, que entre todos poseyeran varios idiomas, el estudio de los adelantos que en el extranjero se introduzcan en los diversos ramos de la profesión del ingeniero militar, facilitando los datos adquiridos, bien al MEMOBIAL, bien á las dependencias á que más directamente pudieran interesar, sin perjuicio de archivar las noticias que se adqui- T\VM. X I . rieran respecto de ejércitos y defensas de las plazas extranjeras, que serían de gran valor en caso de una guerra. E s tos oficiales estarían en disposición de concurrir brillantemente á las maniobras y experiencias de los países que hubieran estudiado, y podrían además formar un útilísimo estado mayor de Ingenieros, junto al general en jefe del ejército, en una campaña. Se podría, para evitar privilegios, renovar el personal de esta junta por el ascenso de los individuos que la compusieran. E n resumen, creemos que, sin variar en nada la totalida,d del presupuesto de Griierra, existe el medio de buscar dentro de él recursos con que atender á los nuevos organismos que se crean necesarios, y que á grandes rasgos hemos señalado, guiados únicamente por el deseo de contribuir al mejor resultado que todos anhela,mos. M. K. B. yiLGO DE pONSTRUCCIONES. RECALCE DEL HOTEL D E V I L L E D E GREATYARMOUTH. ARMAZÓN BÓVEDAS D E CEMENTO CON METÁLKJO. TABIQUES ALAMBRADO G A L V A N I Z A D O . DE LA ,XILO- LITA. L Hotel de Yule de Gi-eatYarmoiith es un edificio de planta rectangular, de 40'",20 X 32'",90 y 15'",23 de altura en el cornisamento, provisto de una torre cuadrada de 33",50 de elevación. Fué inaugui'ado por el príncipe de Gales el ano 1882, y al m u y poco tiempo pudo observarse que las cimentaciones no reunían las condiciones necesarias para la estabilidad y resistencia •f^í * 1 NUM. X I . MEMOBIAL DE INGENIEROS. de la construcción; produjéronse asientos importantes que dieron lugar á la formación de grietas verticales en los muros, y el edificio fué declarado en ruina incipiente. Los asientos continuaron y de modo desigual, hasta tal punto que, en noviembre de 1886, la fachada Oeste, inmediata al rio Yare, tuvo un descenso, con respecto á la del Este, de 0'",30 en los extremos y 0"',20 en el centro, abriéndose nuevas grietas en las fachadas Norte y Sur. E l edificio carecía de fundamento suficientemeiite sólido. E l terreno sobre que se asienta está formado por una capa superficial de tierra arcülosa, de l'°,50 á 1"",80 de espesor, colocada sobre fango arcilloso en una profundidad de 4'",80 á 6"",50, y debajo existe un banco firme de arena y gi'ava. E n vez de alcanzar este banco para estribar sobre él toda la construcción, el ingeniero fundamentó la obra sobre el mal terreno superior, profundizando la caja de cimientos hasta l^jéO solamente, y se limitó á repartir las presiones retallando el muro en su parte inferior, y apoyándolo en un macizo de hormigón M (fig. 4) de 2"',50 de ancho y 0"",60 de grueso. P a r a salvar de la ruina al edificio pretendióse recalzarlo ensanchando la base del cimiento por medio de un nuevo macizo de hormigón, y también se pensó en el empleo de vigas de hierro que, haciendo el apeo de los muros por debajo del suelo, se apoyasen por sus extremos en macizos de hormigón de extensa base, para conseguir una pequeña presión por unidad superficial en el terreno; pero las trincheras abiertas en él se inundaban inmediatamente de agua procedente del inmediato rio 219 Yare, y hubo que renunciar á los trabajos de recalce, condenando á la demolición toda la parte Oeste para reconstruirla sobre fundamentos más sólidos. Presentaron entonces Mr. F . EliotDuckam y Mr. James Teasdel un proyecto de recalce verdaderamente práctico, y cuyos detalles ingeniosos, descriptos en los Nouveües Annales de la construction, creemos conveniente trasladar á las columnas del MEMOBiAa^. Aprobado el proyecto comenzaron las obras en mayo de 1887 bajo la dirección de Mr. Thomas Gibson, y han sido llevadas á feliz término. Paralelamente á los muros (fig. 1), á 2",70 de distancia de los paramentos, se hincaron en el terreno dos filas de columnas c de fundición, una de cada lado, hasta alcanzar el terreno firme (fig. 4). Estas columnas, que hacen el oficio de pilares, se componen de tres trozos que suman una longitud de 6",90, y el trozo inferior está provisto de rosca h, de O^jSO de salida y 0'",15 de paso, para facilitar la hinca. E l diámetro de las columnas es de O'",74 y de O", 90, segiiii que están destinadas á soportar cargas de 30 ó 60 toneladas, y el espesor es de 3 centímetros. E n realidad, para los efectos de resistencia á la compresión, hubiesen sido suficientes los diámetros 0",60 y O™,66; pero se contó con el desgaste y aun destrucción completa de la fundición, á causa de la oxidación, y era preciso que el hormigón que había de rellenar las columnas formase pilares de sección bastante grande para soportar por sí sola el peso del muro. Colocadas las filas de columnas de modo que la base superior estuviese á. la altura de la base del antiguo cimiento M, se rellenaron de hormigón hi- 220 MKMOKIAL va (Iráulico bien apisonado para evitar asientos más tarde. Por encima de cada fila de columnas se colocaron dos vigas laminadas de dol.ile T ('.'', fig. -1); con sepaj.'acióu de O"',053 entre los bordes interiores de las cabezas, y de estas \'igas se suspendieron otras m, también de doble T; ti'ansversales, que hacen el apeo del muro, pasando al efecto por debajo del antiguo cimiento, y refieren los pesos al terreno firme por intermedio de las columnas. Las vigas transversales m. 400 X 150 y 4"',80 de longitud. 20 están distribuidas de modo que su distancia, contada en el eje del muro, es de O'",90 entre ejes; y con objeto de dar más superficie de sustentación al cimiento antiguo, llevan en la cabeza superior una tabla de palastro de O'",30 de anclio y de longitud igual á la anchura de la base del citado cimiento. La suspensión de las vigas transversales m, tiene lugar del modo indicado por las figuras 2 y 3. Dos pernos h, de 5 centímetros de diámetro, descansan sobre la platina n. de 9,5 milímetros de espesor, doblada en los extremos, y llevan en la parte inferior el estribo e, sobre el que descansa la viga m. Apretando las tuercas de modo gradual y uniforme, se hizo desaparecer el asiento de los muros y éstos recobraron su antiguo aplomo sin que se produjese el más pequeño accidente ni en las maniposterías ni aun en la decoración interior de las salas. Apeado el edificio, se excavó una trinchera de O™,60 de profundidad por debajo del antiguo cimiento M (fig. 4). y'se extendió un grueso macizo N, de hormigón hidráulico, que envolvió las vigas longitudiimles }• transversales. IJÍGÜNIEJIOS. MÜM. X I . las cabezas de las columnas y el antiguo cimiento. Aun suponiendo la destrucción completa de toda la parte de tiiex'ro, caso el más desfavorable, que no ocurririí, nunca, esi^ecialmente en las vigas, i.'esulta el edificio fundamentado sobre un macizo sólido de hormigón hidráulico apoyado en pilares del mismo material, que asientan sobre terreno firme. Para el recalce de la torre se hizo uso del mismo procedimiento, sin más variantes que las de emplear fuertes vigas de celosía, transversales, y aumentar el número de vigas longitudinales. Una de las aplicac-iones más interesantes del cemento es, sin duda, á la construcción de bóvijdas. Con pequeñísimos espesores en la clave y en los arranques se obtiene, en bóvedas niuvrebajadas y de gran luz, fabricadas con mortero de cemento, resistencias verdaderamente sorprend(3ntes; y esta impox'tante cualidad mecánica del material, unida á la facilidad y rapidez en hi construcción que con él se alcanzan, han sido causa de que su uso se extienda cada vez más. No existe todavía una teoría completamente satisfactoria para el cálculo de esta clase de bóvedas, y á ello contribuye el desconocimiento de los valores exactos de los coeficientes de elasticidad, por extensión y compresión, del cemento; pero no cabe duda de que tratándose de verdaderos monolitos les es más aplicable la teoría de los arcos metálicos que la de las curvas de presión hipotéticas. De todos modos, la experiencia demuestra que la resistencia de una bóveda de cemento es mayor que la que dá el cálculo por la teoría de la XUM. X I . M E M Ó R Í A L D E IxGEÑiiíRÓS. §SÍ flexión, como si se tratase de un arco fábrica de la bóveda mortero de 1 vometálico sometido en sas diversas sec- lumen de cemento Portland, de la fáciones transversales á momentos de fle- brica de Kirchdorf, y 3 volúmenes de xión y esfuerzos constantes de intensi- arena del Danubio, lavada; y para las dad variable. pilas, estribos y tímpanos, hormigón Esta gran capacidad de resistencia de 1 cemento - j - 4 arena -\- 6 grava. del cemento en bóvedas de mía pieza, Si hay incertidumbre en el cálculo se aumenta considerablemente si se in- de una bóveda de cemento, todavía terpone en la masa un armazón ó enre- existe mayor cuando se emplea armajado de varilla delgada de hierro, y así zón metálico. No obstante, puede comlo lian demostrado recientes experien- prenderse perfectamente que el armacias realizadas en Buda-Pést, y las prac- zón aumenta considerablemente la reticadas por el eminente Bausohinger. sistencia al momento de flexión y á los E n Alemania se lian construido ya, esfuerzos cortantes. Cuando la carga en las carreteras, numerosos puentes estática ó en movimiento que pesa sode cemento con armazón metálico, y bre la bóveda, no es simétrica con ressu empleo empieza á extenderse en pecto á la clave, la curva de presiones Austria, como lo prueba la reciente re- en la semibóveda menos cargada, pasa construcción de los pasos superiores de por debajo de la línea media trazada Modling en el ferrocarril secundario en el espesor de ésta, en una cierta parte, de Liésing á Felixdorf. E l ingeniero contada á partir del arranque, produMr. Holzér, director de estas obras, des- ciéndose momentos de flexión negativos pués de experiencias en grande con una que se traducen en extensiones en el bóveda de 10 metros de luz, un metro trasdós en esta parte. E l objeto de los de flecha, 0™,200 de espesor en los arran- enrejados C D es el de aumentar la resisques y 0'",150 de grueso en la clave, ha tencia de la bóveda á estos esfuerzos. construido para uno de los citados paEl armazón metálico en macizos, se sos de Modling, bóvedas de cemento emplea también para la tabiquería de con armazón metálico, organizadas del distribución y con excelente resultamodo representado en la figura 8. do, como hemos tenido ocasión de ver Sobre la cimbra se colocó el arma- el año próximo pasado en el nuevo zón metálico A B en toda la extensión cuartel de artillería de Copenhague. E l de la bóveda, formado de una especie alma del tabique, formada por tela de de red de anchas mallas compuesta de alambre galvanizado, de anchas mallas, varillas A B de 7 milímetros de diáme- se clava por el contorno á listones sólitro, paralelas á los arcos de cabeza, y damente asegurados al techo, suelo y otras a, en sentido paralelo al eje, á muros ó tabicones laterales, y esta razón de 12 piezas de cada clase por alambrada se viste después por ambas metro corriente. El armazón A B pene- caras con yeso, resultando así un tabiti'a en el estribo ó pila hasta O",60 del que sumamente fuerte, de unos 4 cena.rranque. Otro armazón semejante CD. tímetros de espesor. de cada lado, próximo al intradós, termina en D á -7- de longitud del arco á * * partir de los arranques. Empleóse en la Es hoy de empleo corriente en algu- 222 M:EMOBIAL í. NÚM. DE INGENIEROS. nos países, especialmente en Austria, un material artificial de construcción, denominado xiloUta, que reúne cualida­ des excelentes para ser aplicado á re­ vestimiento de muros, payinientos y á otras partes de los edificios. Fabrican el nuevo material, mezclando serrin y una sustancia mineral pulverizada y sometiendo la mezcla á una gran pre­ sión, se obtiene de este modo una ma­ teria dura, tenaz, incombustible, re­ sistente á la humedad y á las infiuencias atmosféricas, que reúne, en suma, las cualidades de la madera dura y de la piedra. Tiene del primero de estos ma­ teriales, la tenacidad suficiente para trabajar por extensión y flexión con coeficientes grandes, y se presta tam­ bién á ser aserrada, torneada, cajeada, barrenada, etc., y es semejante á la pie­ dra en la dureza, que está comprendida entre la del feldespato y la del cuarzo, en la resistencia á la compresión, inal­ terabilidad á la intemperie, ó incom­ bustibilidad. De todas las aplicaciones de la xilolita, una de las más interesantes para el ingeniero militar es, sin duda, la que á los pavimentos se refiere, y ella sola justifica que dediquemos al nuevo pro­ ducto estas líneas. Conocida es de todos cuantos se dedican á la construcción de edificios destinados á colectividades, la dificultad de encontrar un buen mate­ rial para pavimentos; en ellos no es con­ veniente emplear la baldosa ordinaria, baldosín, mosaico, etc., por la poca du­ ración ó por el elevado precio; la lose­ ta de Portland, la piedra ó el asfalto, por la frialdad; la madera, por su com­ bustibilidad, poca duración y por razo­ nes de higiene, no siendo suficientes los frecuentes baldeos, tan destractores de los cabios de madera y del forjado de Xí. los pisos, para evitar la acumulación de materias infecciosas en los entari­ mados, calificados por esta razón de verdaderos nidos de microbios. La xilolita no es putrescible, ni hace el oficio de una esponja, como la madera, para los efectos de la infección miasmática, permitiendo, en cambio, lavados tan frecuentes como se quiera; no tiene la frialdad de la piedra, Portland ó asfal­ to, siendo en este punto comparable á la madera; es poco conductora del' soni­ do, es incombustible y tiene gran du­ ración, cualidades todas excelentes como material de pavimentos de cuarteles y hospitales. La cantidad máxima de agua que ab­ sorbe la xilolita después de nueve días de inmersión, es de 4,5 por 100 de su peso. La resistencia mínima correspon­ de á este estado, y la máxima la alcan­ za cuando después de haber sido im­ pregnada de un barniz de aceite de li­ naza es sometida á desecación. De las experiencias practicadas en el Institu­ to tecnológico de Berlin^ resultan los siguientes datos: Textura granular, finísima y homo­ génea. Densidad = 1,553. COEFICIENTES DE FRACTURA en kilogramos por o», cuadrado Exten- Compre­ Flexión. i5Íón. sión. I m p r e g n a d a de 162 749 412 ídem de barniz, y desecada después. 276 902 439 La xilolita se labra en baldosones de 7 á 30 milímetros de grueso, y hasta de 1 metro cuadrado de superficie de pavimento. Las baldosas se pueden co- NÜM. X I . MEMOEIAL DE INGENIEBOS. 2á3 locar sobre un entarimado de tabla or­ dinaria, sin labrar, sobre un embaldo­ sado de ladrillo ó macizo de hormigón, ó bien sobre rastreles colocados direc­ tamente encima de la viguería del piso, ó del forjado ordinario ó en bovedillas. Si se colocan las baldosas sobre enta­ rimado, no es preciso que las tablas es­ tén en contacto perfecto, ni que estén acepilladas, siendo suficiente para ob­ tener una superficie regular de asiento, extender una delgada capa de arena ó emplear tiras de cartón ii otro material semejante. Cuando no hay temor de humedad en el subsuelo, se colocan las baldosas en contacto inmediato, estu­ cando las juntas por la parte inferior, en el acto de la colocación, con un mastic compuesto de arcilla, cal viva y pol­ vos de cuarzo, á cuyo efecto las caras de contacto se achaflanan como se re­ presenta en la figura 6. Si el suelo es húmedo, se dejan entre las baldosas lla­ gas de 3 milímetros de ancho, que se rellenan con mástic de barniz, yeso y albayalde. Para fijar las baldosas á la madera, empléanse tornillos ó clavos de latón ó de hierro galvanizado, de cabeza avellanada, embebida en el es­ pesor de la baldosa. de hormigón, es preciso extender antes una tortada de mortero de cemento, ó de asfalto, que sustituirá al mástic de la,s juntas de que antes se hizo men­ ción. Si se emplea el mortero de cemen­ to como lecho de asiento, se enlucirán de asfalto, por la parte inferior, las bal­ dosas para que no se adhieran al ce­ mento. Cuando se emplean rastreles, se co­ locan éstos sobre los cabios (fig. 5), ó sobre el forjado (fig. 7), y á ellos se ase­ guran las baldosas de xilolita por me­ dio de los clavos ó tornillos antes cita­ dos. El grueso de la baldosa, en los cuarteles, depende, como es natural, de la separación de los rastreles: cuando ésta es de 0'",25, el grueso debe ser de 13 á 14 milímetros, y de 19 á 20 milí­ metros cuando la distancia entre aque­ llos llegue á 0'°,50. Si el embaldosado de xilolita ha de estar sobre un enladrillado ó macizo JUQUES DE GUERRA MODERNOS. Puede aplicarse la xilolita al revesti­ miento de muros para preservarlos de la humedad, y en este caso, las baldosas se aseguran del modo antes explicado, á un enlistonado formando celosía, apli­ cado al muro. E n Austria es ya del dominio del constructor el nuevo material, cuyas excelentes cualidades acabamos de ex­ poner. Su aplicación se extenderá, se­ guramente, cuando el perfeccionamien­ to en los medios de fabricación permi­ ta expenderla á precios más económicos que los actuales, que son algo elevados. La baldosa de un metro cuadrado y 7 á 8 milímetros de espesor, cuesta en Viena 2,40 florines (6 pesetas); y la de 25 á 26 milímetros de grueso, 5 florines ('12.60 pesetas). JOSÉ MABVÁ. HATÁNDOSE de asuutos de marina, es natural, al pasar re­ vista á las últimas construccio­ nes navales del extranjero, em­ pezar por Inglaterra, la nación marítima por excelencia. Los defectos que se han notado en los buques de la clase Admiral, algunos de los cuales se pueden también hacer extensivos al Nilo y al Trafalgar, que 224 MEMOBIAL DE'ÍNGENIEEÓS. son: en primer término, la escasez de obra muerta, y en segundo lugar, la reducida extensión del costado protegido por la coraza lateral, se han salvado al construir el Boyal Sovereign, acorazado de 14.150 toneladas; desplazamiento á que no ha llegado ningún otro buque de guerra del mundo. El casco de este barco es de acero, de enorme solidez, y está subdividido, por medio de mamparos, en numerosos compartimentos transversales y longitudinales. Monta, en torres acorazadas para tiro á barbeta, cuatro grandes cañones de 67 toneladas, de retrocarga, á semejanza de los demás Almirantes, excepción hecha del Hood, pero con la particularidad de que desciende la coraza de aquellas hasta lo alto de la faja blindada, con objeto de impedir que las granadas cargadas con faertes explosivos revienten debajo de las basas de las barbetas. La dominación, asunto que es de tanta importancia en la guerra naval como en la terrestre, está muy favorecida y lleva consigo, no sólo las ventajas inherentes á ella, considerada militarmente, sino también la de ofrecer, por la mayor altura de obra muerta, más cómodos alojamientos á la tripulación. E n Pembrohe se botó al agua hace poco tiempo otro acorazado del mismo desplazamiento que el anterior, L'Emjpress of India, de 125 metros de eslora, 24 de manga, 9 de calado medio y máquinas de tipo vertical de triple expansión, que darán una fuerza de 12.000 caballos con tiro forzado y una velocidad de 16 á 17 y medio nudos. Alemania, que en el año anterior puso en práctica un nuevo programa de organización de su flota y que ha NUM. XI. verificado en el pasado mes de junio maniobras de velocidad, ataque y defensa de costas, bloqueos, ejercicios de tiro al blanco, etc., etc., en las costas del mar del Norte priniero y después en las del Báltico, ha visto aumentada la lista oficial de sus buques con el crucero Fallce, de 1800 toneladas, botado al agua en Kiel, y el Princess Willielm, que se termina en Wilhemsltafejí: ni uno ni otro, sin embargo, señala ningún progreso notable en el arte naval: son copias, más ó menos exactas y mejor ó peor hechas, de tipos conocidos, sobre todo el segundo, que viene á ser un Sfax, con sus cañones que dan fuegos paralelos á la quilla, puente acorazado de pronunciada curvatura, y demás propiedades características del buque francés. La armada nacional italiana acaba de ser reforzada con otra nave de guerra: el acorazado Francesco Morossini, muy parecido y del mismo tipo que el inglés Colossus. Es de acero, desplaza 11.000 toneladas; su máquina desarrollará una fuerza de 10.000 caballos, que imprimirán una velocidad, con tiro natural, de 16,5 millas por hora. Su armamento consistirá en cuatro cañones Armstrong, de 43 centímetros de calibre y 105 toneladas de peso, montados en reductos á barbeta en el centro de una batería blindada, aparte de otras piezas de menor calibre y de tiro rápido, Nordenfeldt y Maxim. El arsenal de Venecia, donde se ha botado al agua este buque, recobra su perdida importancia y ha dado gallarda muestra de la inteligencia de sus operarios, que, contando quizás con menos recursos y luchando con más dificultades, han construido un barco igual al Engiero diLauria y al Andrea Doria, NUM. XI. MEMOBIAL DE INGENIEROS. botados al agua en Ñápeles y Spezia respectivamente. E n la primera quincena de julio quedó á flote en aquel mismo puerto el acorazado Sicilia, también de acero Ferni, de 13.000 toneladas, con máquinas de 16.000 caballos y armamento de cuatro piezas de 34 centímetros y 68 toneladas, montadas en torres, una á popa y otra á proa; el coste total de este buque llegará próximamente á 36 y medio millones de pesetas. Desde el año 1885 en que aceptó la presidencia de los Estados-Unidos Mr. Cleveland, ha recibido la marina del país un impulso vigoroso, y del cual ciertamente se hallaba necesitada, pues aunque parezca extraño, los únicos acorazados que formaban su escuadra, los célebres monitores, montaban aún cañones lisos: reconocida la poca eficacia de los buques de esta clase, todavía se construían con grave daño para el Erario público, y las primeras materias, el acero sobre todo, se adquirían en el extranjero. E l secretario de Marina actual, Mr. Tracy, sigue el camino de su predecesor, y ha conseguido que se construyan tres grandes acorazados de cerca de 10.000 toneladas, presupuestados en 4 millones de duros cada uno: un crucero protegido, otro crucero torpedero y un torpedero de gran velocidad. De los acorazados se prometen buenos resultados los norte-americanos, y llegan á decir que podrán luchar en condiciones iguales, si no mejores, con los líltimos hattle shijjs de 14.150 toneladas, ingleses, del tipo Boyal Sovereign. Pero entre todos los buques que tienen en construcción, el que verdaderamente es digno de citarse es el crucero número 12. Commerce Destróyer, conoci- 225 do vulgarmente por el Pirata. Este buque tendrá una velocidad de 21 millas con tiro natural y 22 con tiro forzado, y se construye siguiendo las ideas de Mr. Tracy, que no hace mucho tiempo decía á propósito de las construcciones navales: «Los acorazados están hechos para combatir y no para correr: en cambio los cruceros desempeñan un papel enteramente contrario; destruir al comercio, correr y no combatir». Para formarse idea de los resultados que, sin duda alguna, se pueden obtener con este buque, basta con saber que podrá recorrer 25.000 millas y estar 103 días en el mar, sin necesidad de hacer repuesto de carbón. Los grandes trasatlánticos, á pesar de sus condiciones de rapidez, tienen, como máximo, un andar de 17 nudos por hora, y fácilmente serían alcanzados por el Pirata, que arruinaría de esta suerte á las empresas, interrumpiendo las comunicaciones y aniquilando el tráfico. Los ingleses, en cuyos arsenales y bajo cuya dirección se han construido muchos de los buques de guerra norte-americanos, reconocen, como es natural, todo lo que vale un buque de las condiciones del Pirata; pero á fin de calmar la excitación producida en la opinión, tan impresionable allí en cuanto concierne á la supremacía naval, que de ninguna manera admiten en otra nación, dicen que el peso del carbón que llevará este crucero (2000 toneladas), es excesivo y que los elementos de combate en un barco están tan íntimamente ligados entre sí, que no se puede mejorar una propiedad sin perjudicar á otra, puesto que las leyes de la naturaleza son inmutables. Sean exagerados ó no los elogios que 226 MEMOBIAL DE INGENIEEOS. se hacen de las propiedades del Pirata, es preciso reconocer que debe haber en él algo de bueno, cuando los ingleses, que miran con cierto desden á los bu­ ques que no se construyen en sus asti­ lleros, se ocupan de él y discuten acer­ ca de la conveniencia de un andar tan considerable á espensas del mayor peso de combustible y de la disminución de la parte protegida por la coraza. Unas experiencias muy interesantes se han verificado en Dinamarca, á bor­ do del acorazado Hecla: sabido es que la doble pared que existe en el casco de los modernos buques de guerra se rellena en los puntos más vulnerables con la celulosa que se forma de la borra ó pelote de coco, comprimida, obtenién­ dose así los espacios que se llaman cofferdain. La propiedad que tiene aquella materia de hincharse al contacto del agua permite tapar automáticamente cualquier vía de agua producida por los proyectiles. La obturación, sin em­ bargo, no es completa, tanto porque los proyectiles que se usan abren boquetes de grandes dimensiones, cuanto por que, y muy principalmente, si la avería se produce en la obra muerta puede in­ flamarse la celulosa, sin que basten á impedirlo por completo y satisfactoria­ mente los procedimientos que para ha­ cerla incombustible se han empleado. A fin de comprobar de una manera precisa y verdadei'amente práctica la bondad del procedimiento de protec­ ción referido, disparó otro baque de guerra un proyectil de cinco pulgadas á corta distancia (35 metros) del costa­ do del Hecla, atravesándolo de parte á parte; esto, no obstante, el buque levó anclas y pudo navegar durante tres horas en aguas del Sund. La cantidad de agua que penetró en el comparti­ NÜM. X I . miento fué bien poca, á pesar de que la experiencia, como se ve, no pudo ser más concluyente. Sin embargo, es objeto de discusión el sustituir la celulosa por el amianto, que es incombustible, pero que en cam­ bio tiene un peso específico mucho ma­ yor, inconveniente muy digno de te­ nerse en cuenta, y que sin duda ha de ser una dificultad grave para su adop­ ción. yiPARATO JPELGA DE L aparato belga está dis­ puesto para la telefonía y te­ legrafía simultáneas por el mismo hilo. E l invento del profesor Van Rysselbergue, es muy conocido de todos, por lo cual nos limitaremos aquí á recordar el prin­ cipio en que se funda su procedimiento y la disposición prácdca del sistema. Estriba el procedimiento en evitar en el trabajo telegráfico las emisiones ó interrupciones brascas de corrientes, haciendo que estas últimas empiecen y concluyan de un modo gradual. Se con­ sigue este resultado: primero, al emitir la corriente, gastando parte de su ener­ gía en la imantación de los núcleos de electro-imanes; las bobinas de éstos han de ofrecer una resistencia, por lo menos, de 1000 ohms, en la estación de emi­ sión, y de 600 ohms en la de r ecepción. E n la figura 1 se observa, en efecto, que la corriente en la estación de partida atraviesa los dos electro-imanes gradua­ dores E^ E^, j en la de llegada (recep­ tora), uno solamente E'^. Segundo, al 227 MBMOBIAL DE INGENIEBOS. NUM. XI. Linta «op omhí Fig, 1. cesar la emisión de corriente, en el instante en que la palanca del manipulador en su movimiento no toca al primero ni al segundo contacto, el condensador unido al puente y que se ha cargado durante la emisión, envía á línea una corriente que se agota gradualmente, consiguiéndose asi que la señal telegráfica no termine de un modo brusco. Para que el condensador cumpla bien este objeto debe tener una capacidad de 2 microfarad. Si en un punto cualquiera de la línea que una dos estaciones dispuestas de la manera explicada, se hace una derivación y se intercala en ésta un teléfono, las señales telegráficas no se oyen, aunque la corriente atraviesa este aparato para marchar á tierra. La corriente deforma la placa del teléfono, pero no la hace vibrar. Sean A j B (fig. 2) dos estaciones provistas del sistema anti-inductor: en dos puntos de la línea mjn establecemos en derivación dos estaciones telefónicas, T y T'. C y C" son dos condensadores interpuestos entre los teléfonos y la línea. Por lo dicho anteriormente, la correspondencia telegráfica no produce perturbación en los teléfonos. Veamos ahora si la correspondencia telefónica altera el servicio telegráfico. Las corrientes transmitidas por la estación T, por ejemplo, cargan el condensador C; el movimiento eléctrico producido por esta causa en el hilo telegráfico ocasiona la carga del condensador C", y también la acción sobre el teléfono T'; es decir, que se verifican los mismos fenómenos que si T y T ' estuviesen unidas por un conductor especial y continuo. Pero las derivaciones que en teoría deben producirse en w y w hacia A Ti erra Fig. 2. y B, ¿debilitan la corriente de la estación T al extremo de que no pueda obrar con la suficiente energía sobre la T'? La experiencia demuestra que desde el momento en que de m á la tierra de A y de % á la de i? se intercale una resistencia de 500 ohms por lo menos, la acción ondulatoria de las estaciones telefónicas entre ellas es tan intensa como si no existieran los aparatos telegráficos A y B. No terminaremos estas indicaciones sin dar una descripción ligera de dos aparatos que forman parte del sistema, y que presentan formas especiales: nos referimos al pararrayo y al relevador. Mr. Rysselbergue, en el estudio del pro- 228 MEMOBIAL DE INGENIEHOS. blema, hubo de recurrir para la protec­ ción de sus condensadores á un sistema mucho más eficaz que los usados hasta entonces. Consiguió este objeto em­ pleando un pararrayo formado de dos discos de cobre, de diámetro de 58 mi­ límetros, ajustados el uno ai otro por medio de un tornillo, pero mantenidos á distancia por la interposición de una rodaja de papel delgado; es decir, adop­ ta el sistema de pararrayos de placas, pero sustituyendo el papel por una cajM de aire. P a r a preservar los condensado­ res, esta disposición es de gran eficacia, porque, antes que la corriente haya adquirido la suficiente tensión para atravesar una hoja de papel, encuentra su camino á través de la capa de aire del pararrayo, que ofrece menos resis­ tencia. Dada la disposición del sistema, no es posible mantener el timbre en el cir­ cuito de línea, si no que se necesita el concurso de un relevador que, accio­ nado por la corriente de aquella, cie­ rre el circuito de una pila local que obre sobre el timbre. E n el centro de una bobina de 2 centímetros de al­ tura y de un diámetro interior de 34 milímetros, y entre dos topes de con­ tacto, se encuentra suspendida una pla­ ca de hierro dulce que soporta verticalmente á una lámina de contacto. La bobina está envuelta por un imán cir­ cular que comunica su magnetismo á la placa de hierro dulce y la mantiene en el centro del espacio comprendido entre los dos topes. La pila local comunica con la placa de hierro y los topes con el timbre. Cuando una corriente recorre el hilo de la bobina, la placa polarizada gira á la derecha ó á la izquierda, se­ gún el sentido de la acción eléctrica; la lámina se pone en contacto con- uno de NUM. XI. ios topes, y la pila local acciona el tim­ bre, que funciona así independiente­ mente de la corriente de línea. Sin más, pasemos á la descripción del aparato de telegrafía militar. La fi­ gura 3 da una idea clara de las comu­ nicaciones entre sus elementos consti­ tutivos: los dos relevadores, el timbre, pararrayo, el galvanómetro, el conmu­ tador, el receptor y el manipulador, están montados sobre un zócalo que tiene 0"',34 de longitud y 0'",21 de an­ chura. Este zócalo es la tapa superior de una caja que encierra los dos elec­ tro-imanes (de 500 ohms de resistencia cada uno) y el condensador de capaci­ dad de 2 microfarad; la altura de la caja es de 0'",087 y la total del apara­ to 0",34. Ninguno de los elementos que for­ man el aparato exige descripción espe­ cial. E l pararrayo y los relevadores son de los sistemas antes explicados. Las letras grabadas en los cinco casquillos de la derecha del zócalo indican los em­ palmes que' se han de hacer en ellos. P inicial de pila (del aparato), L^ de línea segunda, L^ de línea primera, T de tie­ rra y P P de pila (del timbre). De la misma manera las letras de las placas del conmutador significan: P , Z'-^, L^ y T, pila, líneas y tierra; B galvanóme­ tro (Boussole); A^ y A'^ aparato; 11' y R^ relevadores. E l conmutador tiene cinco clavijas que en algunos casos se emplean todas y en otros solamente algunas de ellas, y de la manera siguiente (figuras 3 y 4): 1." liecepciün ó transmisión por U y observación por L"'^: una clavija entre las placas A' j L' y otra entre L^ y B.'^. 2.° Hecepjción ó transmisión por L- NUM. XI. 229 MEMOBIAL DE INGENIEBOS. Fig. 3. 3 Ojf^ OTO J^'[LKI~P}^ Fig. 4. y observación j)or L ' : una clavija entre E n cada uno de los dos casos ante­ riores, la línea {L^ ó L^) está dispuesta para el trabajo simultáneo telegráficotelefónico; pero si conviniera excluir los aparatos anti-inductores para em­ plear únicamente la correspondencia te­ legráfica, se colocan entonces dos cla­ vijas más, una entre LyL j otra entre F J P (parte inferior derecha del con­ mutador). 3.° El aparato constituye una esta­ ción central y lia de dar directa á sus dos colaterales: clavijas entre L^ j B j entre B y L^ jla, corriente recorre el galvanómetro. Si se desea excluir éste, póngase otra clavija entre B j B. 4." Para verificar ó comprobar una, de las dos líneas, la primera, por ejem­ plo, se desempalma el liilo de la línea segunda y se sitúan las clavijas entre TJjB, B y r- y i ' y ^'•^ y de este modo el galvanómetro queda interca­ lado en el circuito, tanto en la transmi­ sión, como en la recepción, 230 MEMORIAL DE INGENIEEOS. 6." E n t r e las dos placas B j B j la, de tierra (T) hay dos orificios (no indicados en la figura) -'\ para cuando se quiera dar directamente tierra á una ó á las dos líneas. Si es á la línea primera, se introduce una clavija entre L^ y JB y otra entre JB y T. Si es á la segunda, únase las placas L^ j B j B con T. Aparato micro-telefónico. Acompaña al aparato antes explicado una estación micro-telefónica (micrófono sistema Dejonh), provista de un condensador. E l empalme se hace en derivación en la estación telegráfica ó en un punto cualquiera de la línea. La caja del micrófono tiene cuatro casquillos L^ y L^ (lineas), P "(pila) y T (tierra); una pequeña palanca sirve de conmutador para utilizar la línea primera ó segunda, ó para dar directa. * t- * Antes de terminar y para dar idea del aumento de pila consiguiente al empleo del sistema anti-inductor, vamos á hacer el cálculo del número de elementos de pila necesarios en los dos casos: primero, de trabajo exclusivamente telegráfico, y segando, de trabajo simultáneo telegráfioo-telefónico. Supongamos para ello que se emplea la pila Leclanché de aglomerados (resistenca interior de un elemento 1 ohm, f. e. m. 1,48 volt), y 25 kilómetros de nuestro cable de campaña (los dos conductores como uno solo, cerrando el circuito por tierra); suponemos también que la resistencia de la comunicación con tierra en cada estación es de 15 ohms. Además de los datos anteriores, añadiremos que la resistencia eléctrica de nuestro cable, usado en las condicioC') Como hemos visto en los ajiaratos que h a adqiiirido el b a t a l l ó n de Telégrafos, pero qne no estaban indicados en los dibujos recibidos con anterioridad. NUM. X I . nes arriba expresadas, es de 20,85 ohms ó sea 21 próximamente; los 25 kilómetros representan, pues, 625 ohms. d e sistencia eléctrica del receptor del aparato belga 4Ü0 ohms. Como resultado de experiencias se ha determinado que cuatro elementos L e clanché hacen funcionar el aparato belga á través de una resistencia adicional de 5000 ohms ó sea que para el trabajo telegráfico es preciso que llegue al receptor una corriente de intensidad igual á 4 X 1,48 5000 4-400-1-4 es decir, 0,0011 ampere. Ahora bien, se sabe que las líneas telegráficas nunca presentan un aislamiento completo y que á las causas de pérdidas de corrientes hay que añadir también las que originan aumentos de resistencia, por todo lo cual, no es exagerado suponer la necesidad de una corriente de intensidad diez veces mayor que la antes calculada, ó sea, de once milésimas de ampere en vez de once diez milésimas. Con este dato volvamos á la fórmula de Ohm para determinar la incógnita X, número de elementos. 1." Para el trabajo exclusivamente telegráfico: íc X 1,48 526 + 400 + 3 0 - f . r = ° ' ' ' ' ' ^^P"^*^' de donde resulta, X (número de elementos) == 8 para los 25 kilómetros. 2.° Para la transmisión simultánea: X X 1,48 ^ ' = o 011 1500 + 526 4- 400 -^ 30 -I- a; ' ' ó sea a; = 18 elementos para los 25 kilómetros. JACOBO GABCÍA E O U B E . NUM. XI. 231 MEMOBIAL DE INGENIEEOS. p^ALOMARES jVllLITARES. I L periódico inglés United Service Gajelle, publica un artículo relativo á palomas mensajeras que puede considerarse como complemento de un trabajo muy interesante leído por el capitán H. T. Allat en la «United Service Institution;» en enero de 1886. De aquel tomamos los detalles que se refieren al desarrollo que ha tenido este servicio en algunos ejércitos europeos. Alemania tiene sus estaciones principales en Koenigsberg, Dantzig, Possen , T h o r n , Breslau, Torgau, Spandau, Stettin, Kiel, Toenning, Wilhelmshaven, Koln, Maguncia, Metz, Strasburgo y Würzburg. Todas las estaciones tienen comunicación con Berlín, menos las de Thorn, que está dispuesta para la correspondencia con Kcenigsbergy Dantzig; Würzburg, con Strasburgo; Metz, con Maguncia; Koln, con Metz y Maguncia. En 1890 existían en Alemania 233 sociedades, que disponían en total de 68.924 palomas. Bélgica, que cuenta con más de un millar de sociedades colombófilas, no tiene organizado este servicio militar, aunque sí las estaciones de Lieja, Namur y Amberes. En caso de guerra el Estado utilizará el servicio de las sociedades. Dinamarca tiene un palomar militar, único, á cargo del Cuerpo de Ingenieros militares. Existen algunos clubs protegidos por el gobierno. Francia tiene hoy estaciones militares en París, Marsella, Perpignan, Verdun, Lilla, Toul, Belfort, Vincennes, Douai, Langres, Meziéres, Besancon, Lyon, Briancon yGrenoble; Paris y Langres son estaciones centrales. La ley de i5 de septiembre de i885 manda el registro en el ministerio de la Guerra de todas las sociedades, y hoy existen en Francia 80 que están en este caso. Italia estableció la primera estación en Ancona en 1878. Los palomares militares organizados al presente están en Gaeta, Roma, Ancona, Bolonia, Plasencia, Alejandría, Fenestrelle, Moni-Cenis, Exilies, Vinadio, Cagliari y Magdalena. También existen en Massouah, Assab y Saati. Austria organizó el servicio en 1875. T i e ne estaciones en Komorn, Viena, Olmütz, Semmering, Franzensferte, Kalsburgo, Serajevo y Mostar. Rusia tiene hoy palomares en Moscou, San Petersburgo, Krasnoe-Selo, Kieff, NovoGeorgievsk, Ivangorod, Brest-Litovsk, Warsan y Luminez, y organiza algunos más en las fronteras. La primera estación se estableció en Moscou el año 1874. REVISTA MILITAR. Alemania. ..^, L presupuesto de guerra alemán para :, el año económico de 1891 á 92, es de V 596.168.416 pesetas, distribuidas de la manera siguente: 516.357.421 pesetas como presupuesto ordinario, en el cual se nota un numento de 32 millones sobre el del año anterior: el resto, hasta completar aquella cifra, corresponde al extraordinario, que ha disminuido notablemente, y se destina á construcción de cuarteles, almacenes, etc., para las guarniciones de las plazas fuertes fronterizas, creación de una segunda fábrica de conservas en Spandau y de un nuevo depósito de caballos para Prusia, adquisición de 88 caballos de tiro para reforzar los batallones números 14 y i5 del tren y servicios diversos. Para las grandes maniobras se destinan 255.000 pesetas más que en el ejercicio pasado, y también se encuentra aumentada la partida consignada para el servicio de artillería y armamento, y la subvención á la caja de viudas y seguros para la vejez y las enfermedades. Los 12 y medio millones que se pedían para la organización de los almacenes destinados á guardar el material de artillería, han quedado reducidos á la décima parte después de la discusión que se promovió en el Parlamento á propósito del asunto. Bélgica. En previsión de las complicaciones europeas que pueden surgir, aun cuando por ahora no parecen inminentes, destina Bélgica créditos extraordinarios para su defensa. El año anterior se presupuestaban las obras 232 MEMOBIAL DE INGENIEBOS. del Mosa en 54 millones de pesetas: hoy pide el gobierno, además de un aumento de 14 millones para las mismas, justificado poi^la naturaleza de algunas capas de terreno donde se han de elevar los fuertes, que son difíciles de trabajar y por la necesidad de emplear hormigones más ricos en cemento, la concesión de otros dos para mejorar el acuartelamiento; más de dos y medio para las fortificaciones de Amberes; tres y medio destinados á la adquisición de material de artillería de plaza y 1.180.000 para la escuela de pirotecnia, adquisición de terrenos próximos al polígono de Brasschaet, y equipo de la caballería. Al discutirse recientemente el presupuesto de Guerra, el ministro actual, general Pontus, ha propuesto organizar las reservas para elevar el efectivo del ejército en tiempo de guerra á 13o.000 combatientes, con lo cual, descontando las fuerzas destinadas á la defensa de las plazas, quedarían en línea, como ejército de campaña, 70.000 hombres, cifra que ha fijado Brialmont y otras autoridades respetables como la necesaria para asegurar de un modo eficaz la neutralidad del reino. Francia. Recientemente se ha suscitado en Francia una discusión interesante acerca de la aplicación délos frenos continuos á los trenes encargados de llevará cabo la movilización del ejército, con motivo de la orden dada por el ministro de la Guerra á las compañías de ferrocarriles de dotar á todos aquellos de frenos Wenger, de aire comprimido. Conviene, ante todo, indicar el precio de los aparatos de esta clase, para comprender la razón primordial que tienen his empresas para resistirse á la adopción de los mismos. Resulta de los antecedentes oficiales, que la aplicación de este freno no cuesta menos de 1.600 francos por máquina y de gSo por vagón. Partiendo de la estadística ferroviaria de hace tres años, y aun suponiendo que el material móvil no hubiese aumentado, lo cual no es cierto, porque continuamente se extiende la red de comunicaciones, resultaría que serían necesarios 267 millones de francos para cumplir el mandato oficial. Aducen los ingenieros en contra de él que desde hace veinte años que viene estudián- NUM. XI. dose con especial cuidado todo cuanto se relaciona con la movilización del ejército, á nadie se le ha ocurrido acelerar la velocidad media de los trenes de mercancías, que son los destinados exclusivamente al objeto de que se trata, y la razón consiste en que al aumento de velocidad no corresponde, como pudiera creerse, el incremento proporcional en la rapidez de los transportes, puesto que aquella lleva consigo la disminución de peso, y esto, á su vez, conduce á la formación de mayor niimcro de trenes. En apoyo de la tesis que defienden citan las opiniones de respetables autoridades en la materia, que se han mostrado partidarias de una velocidad máxima de 3o kilómetros por hora, pues de otro modo no se utilizarían muchas máquinas que pueden arrastrar grandes pesos, pero que no pueden dar velocidades excesivas, y agregan que la disminución de carga lleva, como es consiguiente, el fraccionamiento de las unidades tácticas, con notable perjuicio para el orden que debe haber en operaciones de esta clase, sin el cual huelgan todas las demás precauciones que se adopten. Otras razones aducen las empresas en pro de los frenos sencillos, sean de una ó de otra clase, entre las cuales las más dignas de tenerse en cuenta son: ó que sería necesario cerrar la entrada á los vagones suizos, belgas, italianos y alemanes que constantemente circulan por vías francesas, ó no se podrían emplear sino por excepción los frenos continuos en los trenes de mercancías; y que el entretenimiento de los aparatos Wenger tiene que ser objeto de un cuidado minucioso y continuo, incompatible muchas veces con la celeridad de las maniobras necesarias para la formación de los trenes. La cuestión, como se vé, es muy importante, porque sabido es que los caminos de hierro son un arma de guerra, útil cuando de ellos se sabe sacar partido y perjudicial en caso contrario, por lo cual hay que tener en cuenta y pesar cuidadosamente el pro y el contra en cuanto se refiera á sus aplicaciones militares. Italia. El presupuesto de guerra para 1891-92, se eleva á 254.493.964 pesetas: de ellas 8.600.000 están destinadas, en concepto de extraordi- MEMOBIA.L DK INGENIEROS. NUM. XI. nario, en la forma siguiente: á la transformación del material de artillería, i.Soo.ooo; dos y medio millones al armamento de los fuertes que aún no tienen dotación completa de piezas de retrocarga; 600.000 para material telegráfico militar y creación de parques aerostáticos, y 4 millones parala construcción del nuevo fusil, que, como es sabido, será el Wettcrli de pequeño calibre, cuyo coste será de 80 pesetas y la producción en las fábricas del reino de 100.000 anualmente, número suficiente para las necesidades del ejército italiano. En marina ha bajado el presupuesto, de n o millones (1890-91), á 98 para el ejercicio corriente. La economía proviene casi en su totalidad de la supresión de una de las cuatro divisiones que constituían las dos escuadras, en lugar de las cuales se formará una sola compuesta de i5 buques. El efectivo de la marinería también se rebaja proporcionalmente á la disminución del material flotante que ha de estar armado durante el año. Rusia. El ferrocarril transiberiano, tantas veces proyectado y tan necesario para el desarrollo comercial de Rusia, parece que será un hecho dentro de algunos años. El día 3i del posado mayo se comenzaron las obras en la sección oriental, de Vladivostok á Gra/ska'ia, que tendrá 426 kilómetros de longitud y que está presupuestada en 2.900.000 rublos, y ya están destinados Soo.ooo para la parte del lado europeo, de Slatooust á Chelabinsk. El trazado general de la vía será el siguiente: partirá de Slatooust (estación de los Urales, unida á Oufa en el interior del imperio por un ferrocarril recientemente concluido), seguirá por Tcheliaba, Kourgan, Ichim, Omsk, Kolyvan, Tomsk, Atchinsk, Krasndiarsk, Nidjne-Otidinsk, Irkoutsk, Verkhné-Oudinsk, Tcliila, Strictcnsk, Blagoviestchensk y Khabarovka, para ir á terminar en la estación fluvial de Grafska'ia y de aquí á Vladivostok. Apesar de lo que dice la prensa rusa, y de las seguridades que dá la misma acerca del objeto principal que con esta vía férrea se trata de conseguir, no es aventurado suponer, examinando el trazado, casi paralelo á la frontera china desde Irkousk, queja im- 233 portancia estratégica del camino está á la altura de su valor comercial si no le supera v que cuando se concluya no sería difícil una invasión en el celeste imperio, por la floreciente provincia de Mandclitiri. Por su parte los chinos no se descuidan y siguiendo agenas inspiraciones de otras naciones europeas, interesadas en detener á los rusos en su marcha hacia la Corea, acordaron con anterioridad prolongar el camino de hierro proyectado desde Tien-Tsin á Pekin, del cual sólo está construida una sección, hasta Chann-Ha'i-Koiiann y desde aquí á Houen-Tchoucn, á 180 kilómetros de Vladivostok. CRÓNICA CIENTÍFICA. N la sesión celebrada el i." de junio, de este año, por la academia de Ciencias francesa, ha presentado Mr. A. Dubouin un aparato para medir las más pequeñas variaciones de altitud de los aeróstatos, que es mucho más sencillo y menos costoso que el cstacóspcco de los señores Richard hermanos. En el aparato de Mr. Dubouin, que es una modificación del manómetro diferencial de Kretz, la variación de 10 metros en altitud, á la que corresponde i milímetro de diferencia de altura en el barómetro de mercurio, está indicada por una variación de más de 10 centímetros. En el número del MEMORIAL DE INGENIE- ROS correspondiente al mes de mayo, dimos una breve noticia de los puentes más notables, por su organización y dimensiones, que han sido proyectados recientemente ó se hallan en construcción. Merece figurar á la cabeza de todos ellos el puente sobre el North» River, de cuyo proyecto da cuenta Le Génic Civil del 1.3 de junio. Tiene por objeto esta obra colosal, proyectada por el ingeniero austríaco Mr. L i n denthal, establecer la unión de Nueva York con Jersey-City, importante ciudad á la que concurren varias líneas férreas del Oeste. La longitud total del puente, 1982 metros, se divide en tres tramos, dos de orilla, de 457,50 metros, y uno central, gigantesco, 234 MEMORIAL DE INGENIEROS. de 872 metros de luz. El tablero, que ha de sustentar seis vías férreas, tendrá 45 metros de altura sobre el nivel de las aguas, dejando así un claro suficiente para el paso de los mayores barcos en marea alta. Para tener idea de la magnitud de la obra de que damos noticia, recordaremos que la luz de los tramos centrales del puente del Forth, el mayor de los modernos, es de 527 metros, es decir, 345 metros menos que la del tramo central del puente proyectado. A más, las vigas del primero de estos puentes son rígidas, mientras que el puente americano será suspendido y permitirá el paso de seis trenes. El famoso puente suspendido de Brooklyn, sobre el East River, en Nueva York, cuyo tramo central, de 486 metros de luz, es el mayor entre los de su género, no da paso más que á líneas de tranvías, á carruajes ordinarios y á peatones. Sabido es que los puentes suspendidos son, como otros muchos tipos de puentes, de origen americano, y de autores americanos son también las modificaciones introducidas en su organización para dotarles de la rigidez y resistencia de que carecían. Desde fines del pasado siglo, en que aparecieron, los frecuentes accidentes á que dieron lugar, originados por su escasa aptitud para soportar cargas animadas de gran velocidad, por su poca rigidez, especialmente en sentido horizontal, y por su deficiente resistencia debida á los defectuosos sistemas de fabricación y colocación en obra de cables y fiadores, hicieron que cayeran en descrédito en Europa; pero los americanos no han abandonado el sistema, y han conseguido darle condiciones de seguridad suficientes, mediante la adición de vigas longitudinales, V de cables rígidos, y la combinación conveniente de tirantes y péndolas. El ya citado puentfe de Brooklyn, obra del afamado coronel W. A. Roebling, los puentes del Niágara (243'",84 y 386'",84), de Cincinnati (322'"), de Pittsbui-g (283"i), y otros, son buena prueba de las frecuentes y modernas aplicaciones que, para grandes luces, se han hecho de los puentes colgados en los Estados Unidos. El puente proyectado por el ingeniero Lindenthal deja muy atrás á los ya citados, incluso el de Brooklyn, que hasta hoy es el niayor de todos. En este último, los cables, NUM. X I . compuestos de 6244 alambres de acero, tienen o'",3g3 de diámetro; en el puente en proyecto hay, de cada lado, dos cables paralelos, de un diámetro de in',12. Estos enormes cables, cuyos ejes, colocados en un plano vertical, distan entre sí i5 metros, van envueltos por palastro de acero, y están ligados, rígidamente, por un enrejado de vigas metálicas. De ellos han de suspenderse las vigas rígidas, en celosía, que soportan el tablero, de anchura suficiente para dar colocación á seis vías férreas paralelas. Hace pocos meses se comenzó en Wheeling, ciudad de la Virginia occidental {Estados Unidos), la apertura de un pozo con objeto de obtener petróleo y gas natural, y se ha llegado ya á la profundidad de i25o metros, mucho mayor que la del famoso pozo de Vitoria. Los resultados obtenidos no han dado resultado satisfactorio, en el concepto industrial, pero se trata de utilizar las obras para un fin científico, cual es el del estudio geológico de las capas de terreno situadas á gran profundidad y el de sus condiciones termométricas y magnéticas. A este fin se trata de continuar el sondeo tanto cómo lo permitan los medios actuales, haciéndose hasta 1600 metros por cuenta de la sociedad Geolical Survey, y más allá con cargo á los presupuestos del Estado. Es indiscutible la grande importancia que para la ciencia geológica ha de tener este sondeo monstruo. Considerábase como axiomático, hasta ahora, entre ingenieros é industriales, que la iny-ección de agua en las calderas de vapor cuando el techo del hogar ó una parte cualquiera de la superficie de calefacción se halla al rojo, por haber quedado sin bañar por el líquido á causa de alimentación insuficiente, es ocasionada á explosiones debidas á la formación instantánea de grandes cantidades de vapor que no pueden encontrar pronta salida por los orificios de las válvulas de seguridad. Las experiencias que ha llevado á cabo el ingeniero inglés Fletcher, por encargo de la asociación de propietarios de máquinas de vapor de Manchester, demuestran, al parecer, que la proyección de agua fría sobre palastros al rojo, en los fogones de las calderas, no da lugar á la producción anormal de vapor; por el contrario, el manómetro NUM. XI. MEMOBIAL DE INGENIEROS. acusa una disminución de presión, de modo que, según e! citado ingeniero, puede hacerse sin temor alguno la alimentación, aun cuando esté sin cubrir de agua el techo del hogar. Mr. Fletcher hizo experiencias con una caldera del tipo Cornuailles, de 8™ de longitud y 2™ de diámetro, provista de dos hogares interiores de o™,90 de diámetro. Desguarnecida de líquido la parte superior de los hogares y activando enérgicamente la combustión, después de cargar bien las parrillas hasta conseguir que los palastros estuviesen al rojo en la parte no bañada de líquido, se proyectó agua fría sobre las superficies enrojecidas sin que ocurriese ningún incidente ni subiese el manómetro; por el contrario, como ya hemos indicado, la presión disminuyó. En la última de las 14 experiencias practicadas, la superficie de hogar puesta al rojo, medía más de un metro cuadrado, y el agua que sobre ella cayó suponía un gasto de 145 litros por minuto. Es de tal importancia esta cuestión, que creemos necesarias re'petidas y cuidadosas experiencias antes de aceptar las afirmaciones del ingeniero inglés, el cual va tan lejos en sus deducciones, que dice no hay que temer la destrucción de los palastros puestos al rojo y enfriados por la inyección de agua en la caldera, porque, antes bien, el metal gana en resistencia. En los Anuales Induslrielles se describe con algunos detalles la instalación de un ferrocarril eléctrico por la «Compagnie des Mines de Marles», que resulta una bonita aplicación de la electricidad en los trabajos de minas. Las locomotoras, construidas por la compañía Continental de Edison, se componen de una dinamo en serie, dispuesta en un carro de cuatro ruedas; la armadura está situada siguiendo el eje longitudinal de éste. Longitud total de la locomotora, 2™,20; anchura, o"',7o; altura, i™,5o; peso, 23oo kilogramos; trabajo útil, 10 caballos; velocidad máxima i5 kilómetros por hora. A esta velocidad puede transportar la locomotora 25 vagonetas cargadas, cada una, con 5oo kilogramos de mineral. El peso de la vagoneta vacía es de 200 kilogramos. -^ La línea tiene de longitud 2000 metros y está formada de carriles Vignole. Rendimiento mecánico: en la generatriz, 23o 92 por 100; en la receptora, 82 por 100; en la línea, g5 por 100; rendimiento total, 75 por 100 de la fuerza suministrada por la generatriz. Esta es una dinamo que da 900 revoluciones por minuto y que suministra 24.000 watts á potencial de 400 wolts. La sierra eléctrica ensayada por Mr. Warren es curiosa, aunque el principio en que se funda sea tan sencillo. Dos varillas fuertes de cobre ó de latón, dispuestas verticalmente sobre una base aisladora, sostienen bien tesado un hilo de platino. El aparato se intercala en el circuito de una pila de cuatro elementos Bunsen y cuando pasa la corriente, el hilo, puesto al rojo, corta fácilmente las maderas más duras. El hilo de platino tiene el inconveniente de que se rompe con facilidad y Mr. Warren evita este defecto reemplazando aquel por un hilo de acero revestido de una capa de platino. Este último hilo lo prepara sometiendo el de acero á la acción de una corriente eléctrica, estando sumergido en una disolución de cloruro de platino en éter. Una compañía de electricistas de Pittsburgo construye en la actualidad las lámparas eléctricas con una modificación que nos parece importante. Los carbones usuales se sustituyen por otros dos en forma de discos giratorios, colocados en planos perpendiculares; de esta manera se hace menos frecuente la operación molesta de renovar los carbones. El disco superior tiene 20 centímetros de diámetro, el inferior 10. La corriente eléctrica que alimenta la lámpara mueve también los discos, y el arco se produce entre los puntos que sucesivamente se van presentando más inmediatos. Con este sistema el gasto de los carbones es más regular y se aprovechan más. Según la revista de que tomamos esta noticia, las lámparas construidas de este modo funcionan sin interrupción quinientas horas. En una exposición que al ministro de Marina de Francia dirige Mr. Luciani, expone este industrial las excelencias del amianto como material para el blindaje de los nuevos buques de combate. De los repetidos ensayos practicados por Mr. Luciani, dedúcese que los agujeros abiertos en el amianto por 236 MEMOMAL DE INGENIEROS. un proyectil ó por el choque con la punta de una roca, se cierran automáticamente, debido á la elasticidad del material, y á que, en contacto con el agua, se hincha, hasta el punto de constituir una pasta impermeable. Si á esta interesante propiedad se unen las no menos importantes de ligereza é incombustibilidad que el amianto posee, resulta, según el citado industrial, que ha de prestar excelentes servicios en los barcos de guerra, y que deberá emplearse con preferencia á la celulosa amorfa, preconizada por el almirante Pallu. Las diversas líneas férreas de Suiza abiertas á la explotación á fines del año 1889, tienen 3o5i,58i kilómetros de desarrollo, y se clasifican, en razón á sus condiciones técnicas de establecimiento y al sistema de tracción empleado, del modo siguiente: Lineas ordinarias.—La tracción se opera con locomotoras, por el simple efecto de la adherencia. La anchura de la vía es de in',435. Lineas especiales.—Comprenden tres grupos: i.° Líneas de i",435 de ancho de vía. Tracción por locomotoras y sistema de adherencia. Fuertes rampas, hasta de 70 milímetros. 2.° Vías de cremallera, de i'",435 de ancho. Rampas máximas de go, 200 y 25o milimetros. 3.° Vías de un metro. Tracción por locomotoras y sistema de adherencia. Rampas de 36, 40, 46, 5o y 60 milímetros. 4.° Vías de i™, sistema de cremallera. 5." Vía de o™,80, sistema de cremallera. (Pilato y Monte Generoso.) ó." Vía de o™,75. Tracción por locomotoras y sistema de adherencia. Rampa máxima de 3o milímetros (Liestal á Waldenburg.) Líneas funiculares.'—De i™,435 y rampa máxima de 116 milímetros. De 1"' y rampas máximas de 238, 260, 320, 400, 53o y 575 milímetros. De o™,75 y rampa máxima de 3o2 milímetros. En el desarrollo de líneas férreas antes indicado no están incluidas las funiculares. En las vías de cremallera, que con tanto éxito se están aplicando hoy á los países montañosos, empieza á adoptarse en Suiza el sistema Abt. Entre otras líneas de este NUJI. XI. tipo merece citarse la del monte Generoso, con rampas hasta de 220 milímetros, y curvas de 60 metros. Cada locomotora remolca un carruaje capaz de transportar 56 viajeros. Recordaremos que la vía Abt se compone de dos carriles ordinarios y otro central, en cremallera, formado por varias hojas dentadas de acero dulce laminado, colocadas verticalmente, al lado unas de otras, de modo que sus dientes no se correspondan. La locomotora lleva dos mecanismos motores independientes: el ordinario, correspondiente á la simple adherencia de ruedas sobre c a rriles, que funciona constantemente, y el de engranaje, compuesto de ruedas de tantos discos dentados como hojas dentadas forman la cremallera, el cual funciona á voluntad. La locomotora lleva un poderoso freno de aire comprimido. La línea de Maniton al Pike's Peak (Colorado, Estados Unidos), que es del sistema Abt, tiene rampas hasta de 25o milímetros. El estado de los fondos de la Asociación filantrópica del cuerpo de Ingenieros, era en fin del tercer trimestre de 1890-91 el que á continuación se expresa: Pesetas. CARGO. Existencia en 3i de diciembre de 1890 420o'64 Recaudado en el tercer trimestre. . 2574*75 ídem por meses atrasados. . .' . ' . . i7i2'oo Suma. ..'.'... 8487*39 DATA. Por la cuota funeraria del comandante D, Manuel Matheu 20oo'ool „ „,;:„ T-i 2005 70 1 / For una goma para el í ' sello 5'ooi Por sellos de franqueó. . i 0'7o| Existencia en 3i de mar^o de 1891. 648i'69 BALANCE. Por lo que tiene que reintegrar al 2." regimiento. 2ooo'oo Por id. al regimiento de Ponto- • ñeros 20oo'oo Por id. al 4.° regimiento i67i'25 Por id. al batallón de Telégrafos. . 2ooo'oo Suma Existencia Debe la Asociación.<.••.•.-':•:•• 767i'25 6481*69 ii89-'56 287 M E M O H I A L U E IXGKXXKKOS. XLT.U. X I . La situación de los fondos de la Sociedad benéfica de Empleados de Ingenieros, en fin del tercer trimestre de 1890-91, era la siguiente: pesetas. CARGO. Existencia en fin de diciembre de 1890 ,. Recaudado del trimeste y atrasados Recibido del i.®'' regimiento de Zapadores-Minadores, en concepto de anticipo Suma 88o'62 i25o'oo looo'oo 3i3o'62 Abonado por telegramas y giros 3oo3'3o 3'3o| Existencia para el cuarto trimestre. Revista técnica de Infantería y Caballería.—Junio: E l m o n u m e n t o á Ruiz.—Télemetria.—-Telómetro•^ de prisma.—Telémetro Weldon.—Una teoría m á s . —Estudio sobre l a defensa de España.—Algo sobr*; simulación de enfermedades eji el ejército.—TrisecJción 'leí ángulo.—Necrología del feld-mariscal confie (lo Molko.—Biogríifía. do D. Modesto Navarro. Id.—Julio: _ Recuerdo de Villaiuartin.—La es'íopeta de retrocarga en la oxputüción á OrAu.—Manías del j i n e t e y del caballo cu el laberinto ecuestre.—Defensa de .F.ispaüa.—Minas m i l i t a r e s y fogatas.—Lecturas militares.—Variedades.—Muerte del general.—Revist a extranjera.—Advertencia. DATA. Por las cuotas funerarias 1 de los socios D. Juan Fernández y D. Francisco Bautista Benavides 2ooo'ool Reintegrado al i.'^'" regi' miento de ZapadoresMinadores en pago de su anticipo looo'oo] sayo A táctica racional de escuadra.—Los crucoros. —La catástrofe del Yiscaya.—Rumania y l a marin a rumana.—Blindaje moderno.—La guerra marít i m a en Chile.—La g u e r r a en Chile.—LQS ministerios de Marina en el extranjero:" orgauizaoión y funciones.—Chimeneas de los buques de vaijor.— Jí"oticia9 varias.—Bibliografía.—Apéndice. 127*32 LIQUIDACIÓN. Débito al 2." regimiento de Zapadores-Minadores 200O'0O Existencia en caja .' . . . 127*32 Débito de la Sociedad en fin de mar JO 1872*68 SUMARIOS. Memorial de Artillería.—Junio. ITusiles modernos de guerra y sus municiones.—Experiencias con a m i a s portátiles en Sevilla.—Experiencias con ol cañón de m o n t a ñ a de 6,5, proyecto del capitán Sangran.—T^as reformas de los reglamontos.—-Kl servicio do las baterías de costa eit tiempo de paz y en tiempo de guerra.—Me mori;. presentada como resultado do l a comisióii que desempeñaron en el extranjero, por r e a l orden de BO de julio de 1800, los comandantes de artillería D. Miguel Salvador y D. Onofre Mata.—Grupo de Daoi?. y Vclarde.—Iluminación de los campos de tiro.— Apuntes liistóricos sobre l a artillería española.— Crónica exterior.—Variedades. Revista Militar (Portuguesa).—3o junio: La casa do los xiltimos cartuchos.—La caballería en los tumultos.—Iniciativa y responsabilidad.—El trote levantado en el caballo peninsular.—Hechode a r m a s de los portugueses en l a edad media.— ^Noticias militares.—Bibliografía.—Consultas. O Exercito Portuguez.—iG junio: f ÜBLICAGIONES MILITARES. Revista Gientiflco-mUitar.—15 junio: Moltke.—Balística do Mata,—El tenieE^te de infantería D. Jacinto R\iiz y Mendoza.—El nuevo reglam e n t o táctico p a r a l a infantería italiana.—Becuer(ios de B . Jerónimo Merino.—Pliego 13 de Xas palotnas mensajeras ¡j los palomares militares. Id.—I." julio: U n a visita á, l a esencia m i l i t a r de Bruselas.—Artillería Canet.—Fusiles modernos de guerra y sus munioionos.—Pliego 14 de Las palomas mensajeras y los palomarca miliiarns. Biblioteca Militar.—15 junio: Pliegos í^ y 9 i de Ejecución de las operaciones estratégicas. Id.—I." julio: La gran táctica.—El aíio militar espaítol. R e v i s t a general de Marina.—Junio: Manera de dotar l a s escuadras.—Reorganización é instrucción de los ouerjios existentes.—Simple en- >jsbozo hjstóx-ico de la segunda invasión francoé.t con relación k la defensa de Oporto.—La táctica d«.' infantería en l a actualidad.—Abastecimiento dv vostnario y domas artículos p a r a uso dol ejército.— iPocumontos.—Xoticias. Id.—I." julio: l!>os jialabras sobro l a misión del inando.—Esbo^fhistórico do l a segunda invasión francesa con relación á l a defensa de Oporto.—Bibliografía.—Xoiiicias. Memorial de la Escuela militar de Guatemala.—3i mayo: (3-loriasNlo A-mórica.—La guerra y el doroclio internacional.— Telegrafía militar.—La guerra en la antigüeditdl—El mariscal von Moltke.—Colaboración "Cazadores".—Tesis..—Levantamientos topográficos.—Varios. Rivista di Artiglieria e Genio.—Abril: Xoticía sóbrenla reciente aplicación mecánioa usada en la preparación del oxigeno p a r a usos indu=itrialcs.—Xueva f ó r m u l a paro, ol cálculo exacto 'Je 3 \, 2>58 M E M O H I A L DE IN-GENIEHOS. iirmadnras. dedacida de la teoría m a t e m á t i c a de la ttlastioidiid.— E l perapectógrafo.— Verdad vieja y paradoja imeva.—Miscelánea.—^Noticias,—Bibliografía.^ R i v i s t a di Artiglieria e Genio.—Junio: Condioioue.s de estabilidad de los niuros que const i t u y e n los batientes de apoyo del íjaj-co-puerta en los diques do careaia.—Proyectiles cargados do fuertos explosivos liara l a artillería de campaña.—Estudio y proyecto sobre a r m a s de fuego portátiles.— Sobre el establecimiento Tedesclii.—Miscelánea.— Noticias.—Bibliografía. Revue d' Artillerie.—Junio: Modificaciones que conviene iutroducÍT en l a artillería por consecuencia de l a pólvora tón humo.— E l torpedo dirigible Sims-Edison.—Los dos generales de Sennrmont.—El cañón lanza-torpedos Crraydon.—Noticias diversas.—Noticias bibliográftcas.— Boletín bibliográfico. Journal des Sciences militaires.—Junio: L a Francia en Túnez.—Gmerra en país de m o n t a ñas.—Lebel contra Manlicner y Votterli en l a próx i m a guerríi.—Un ejórcito de i'rotección en 1813.— La canipaiVa de 1814.—Proyecto tic organización de u n ejército colonial.—La iiistrncción razonadla en l a infantería.—Unificación de sueldos.—Libros militares. Revue Militaire de I'étranger.—Junio: La reglamentación del a.tñq.ue en l a infantería alemana.—La situación a c t u a l de las tropas de reserva del ejército ruso.—El presu|txiesto de guerra alem á n para 18&1-02.—Las fuerzas coloniales de España.—Noticias militares. Revue du Cercle Militaire.—lo mayo: Tja semana militar.—Noticias criticas sobre el ejército suizo.—Las grandes vías comerciales d.el-Ton-' kin.—Las lieridas por balas de pequeño calibre.— Crónica militar.—Noticias militaTgs. Id.—21 junio: L a semana militar. — I>e'spués de l a b a t a l l a del Mans —Las enferiíiedades contagiosas en el ejército.—Eorniaeiones de m a r c h a de l a infantería.— Crónica militar.—Noticias militares. c Id.—28 junio: L a semana militar.—Ensayo do nnevó" calzado.— Las enfermedades contagiosas en el ejército.—Eiebros . eruptivas.—Cróinc.i militar.— Noticias militures. Id.—5 julio: l^a semana niilitar.—Las m a r c h a s y operaciones do noche en la infantería.—La organización d é l a oiioltchenté rusa.—Crótáca militar.—Noticias militares. Id.—12 julio: L a semana militar.—Ln opinión de u n oficial de los cuerpos alpinos do I t a l i a sobre su organización.— U n a p a l a l a b r a a ú n , s o l r e el ataque.—Las m a r c h a s y operaciones de lioche en la infantería.—Crónica militar.—Noticias militares. Le Spectateur Militaire.—15 junio: L a fortificación ofensiva.-^Distintas situaciones de los oficiales. — L a comisión oivil líormanente de aeronáutica según l a opinión do los aleniaues.—Las obras inéditas de Vauban.—La fortificación de oamp a ñ a y l a reorganización del ejército.—Los anuarios del ejército francés, ISlo-lSMi.—Crónica de la qxüu- XLM. XI. cena.—Eevista de l a prensa m i l i t a r extranjera.— índice del tomo I I I (entregas 13 á 18). Le Spectateur Militaire.—Julio: Espionaje y traición.—Historia de l a caballeriu.— Los coraceros y los dragoDies.—Los cazadores á c.iballo.—Las a r m a s y l a táctica delante de Troya.— Parlerías sobre los libros :aiilitares.—Crónica de lív quincena.—Hevista de laiirensa m i l i t a r extranjer.<v. —Bibliografía. Journal of the Royal United Service Institutión.— Junio: U n estudio sobre los cañones pesados y los ligeros y a l g u n a s observaciones relativas al a r m a m e n t o de los barcos Victorin, Sana Paretl y Jícuboiíi.—El uso de los ferrocarriles en l a defísnsa do puertos y costas. —Ultima -exposición m i l i t a r y su m é r i t o bajo el p u n t o de vista m i l i t a r . United Services Gazette.—i3 junio: N a p o l e ó n e n W a t e r l o o . — L a defensa do N n e v a Q a l e s del Sur. Id.—20 junio: U n sistema científico de retiro.—La defensa de Itv India. Id.—27 junio: Las fuerzas navales y l a defensa del I m p e r i o . Id.—4 julio: P r o g r a m a general de las maniobras de 1891-de Itt m a r i n a inglesa.— Maniobras navales.—I/a m a r i n a de guerra y l a defensa del.imperio. Id.—II julio: L a instrucción de nuestro-s reclutas.—La revista de Wimbledon.—Las manieliras navales.—Los voluntarios. Deutsche Heeres Zeitung.—6 junio: U n a biografía de Moltke.—Algunas palabras sobre las a r m a s de fuego y l a f(»rtna m á s conveniente de su rayado. Id.—10 junio: Estafetas ó correos en las tropas de á |tie.—tJambios de uniforme. Id.—20 junio: L a artillería francesa. Id.—27 junio: Sobre l a reorganización del ejército snizo. Id.—4 julio: E l décimo año de ejercicio del m i n i s t r o de lo. Guer r a de Rusia. Id.—8 julio: Cañoíios Canet.—El egcAndalo do l a TneXinitft.-^Laa fortificaciones de P a r í s . Jahrbücher für die dleutsche Armee und Marine.—Julio: A r t i l l e r í a divisionaria y.de ciicrpo de ejército.-rEficiicia y enipleo de l a caballecia en la guerra de 1866.—Ejército suizo en 1890.—RefloxioneR sóbrelas maniobras. Mittheilungen Über Gegenstánde des Artillerie und Grenie 'Wesens.—Junio: !Deter mi nación de los elementos balisticos de l a carabina de repetición, modelo 1890, sti eficacia y cualidades balUticas.—Hevista sobre ensayos tecnológicos.—Estado sanitario del ejército austro-húngaro en el mes de marzo de líí*l. ^ NLM. M . M ^ i t O R I A I i DE IxíTrÉXÍiíROíí. pOeUCACIONÉS piENTÍPlCAS. 289 El Telegrafista Español.—i."julio:l PertnrLaciones xior iiidaoción en lo.s circxiitos tolefónicos. R e v i s t a de Obras públicas.—15 junio: l'liegoH (le oondiciones p a r a la construcción de imentes metálicos.—Proyecto de saneamiento general de Valladolid, redactado en v i r t n d de orden del Excmo. Aynntam,iento.—Memoria' sobre l a cadena flotante de las minas do liierro de Dicitlo (provincia de Santander). Id.—3o junio: Proyecto de sauearaiento general de ValladoUd, redactado en virtnd de orden del Excmo. A y u n t a miento.—Memoria sobre la cadena flotante dé las m i n a s do hierro de Dicido ^provincia de Santander) —Boletín. ' R e v i s t a xúinera, m e t a l ú r g i c a y de ingeniería —16 junio: Desagüe de Almagrera.—Inflamabilidad del grisú porcias cMspag. — Los desechos de l a hojadelata: ©xtrpcci<'iu do su estaño.—Minas de dos aguas.—Variedades.— Sección mercantil.— Ingeniería m u n i cipal; j Id*.—24 junio: Desagüe de Sierra Almagrera.—Los fufefatos d e P e ñaflor.—Inflamabilidad del grisvi iior las chispas.— "Variedades.—Bibliografía, —Sección mercantil.— Ingeniería municii>al. . ' l a . — I . o julio: L a coinpañia do los ferrocarriles del Korto do E s paña.—Minas de plata, de Galayo.—Concentrador de minerales en seco de Clarkson y Stanfield.—Minas de Barmelo.—Variodades.—Bibliografía.—Sección mercantil. G a c e t a I n d u s t r i a l y Ciencia Eléctrica.— 10 junio: Neologismos niagnéticos.-^La instalación de a l u m brado eléctrico en el palacio de "La Ecitiitativa".— L a escuela especial do.ingenieros de caminos, canales y puertos.—Del criterio matemático en l a inrestigación de los itriñoipios fundaraííntales de l a física. Id.—25 junio: . • • Los sistemas de tríiíismisfón rápida.—Neologismos magnéticos.—-La instalación de alumbrado eléctrico en el palacio'de ''La Eqixitatica".—La escnela Politécnica española.—Empleo d é l o s acnmuladores en las estaciones centrales. Hevistá: de Telégrafos.—16 junio: Eecapituíación de las doctrinas anteriores.—Lá reparación del cable de Marsella en l a costa de Barcelona.—Terminología cieutifica. Id.—i.°,julio: l?eoapitnlíioión .do las doctrinas aaitoriorcs.—Los cables tolegrAfioos en los túneles. El Telegrafista Espafiol.—8 junio: ílagnetómotro diferencial de Ejckmeyer.—Kl tolijgrafo' mViltiple inrvi>re9or. Id.—15 junio: Bobinas /i oaja^ t'ie resistencias.—Túlografia doméstica. Id.—8 julio: Bobinas ó cajas .de resistencia.—Linterna liara señales alternativas. Scott L a Lumiére eléctrique.—13 junio: E l alumbrado eléctrico en Pnris.—Variacioues d»; conductibilidad bajo diversas influencias eléctricas.—Los fonógrafos.—Comparación de los circuitos magnéticos cerrados y abiertos en los transformadores de corrientes alternativas.—El alumbrado eléctrico en l a fábrica municipal de París. Id.—20 junio: L a electricidad y la riqueza m i n e r a l en 1889.—Detalles de construcción de las dinamos.—Comparación lie los circuitos magnéticos cerrados y abiertos en los transformadores de corrientes alternativas. —El alumbratio eléctrico en la fábrica municipal de París. Id.^—27 junio: E l ahimbrado eléctriíja en París.—Distribución de l a energía por corrientes alternativas.—Los regnladores eléctricos.—Historia cronológica de la electricidad, del galvanismo, del magnetismo y del telégrafo. Id.—4 julio: Sobro In. resistoncin. magnética en -la superficie.— Caminos de hiei-vo y tranvías eléctricos.—Empalme de los pararrayos á las canalizaciones de agua y de 'gas en l a ciudad de Hauib\irgo. Id.—II julio: Curvaselectro-ma.gnéticasisogónicas.—El aluminio y s u elcctrometaliTrgí».—Sobre la resistencia magnética en l a snx)erficie.—Estudio fotográfico del arco eléctrico, según las experiencias de Mr. Mynn. Le Génie Civil.—13 junio: Eusauchü de l a estación de Biarritz.—Inauguración de l a v í a f ó r r e a d e Lefké áBílódjik.—Sobre l a meoánica de los fenómenos naturales, las leyes física-; y los sistemas absolutos de unidades.—Influencia de la t e m p e r a t u r a en las propiedades mecánicas da los metales.—Proyecto de puente suspendido sol)ru ol Nortli-XUver, entre Niieva York y Jersey-Oity,— Nueva pila do óxido de cobre, sistema F . de Lalande. — Estudios económicos. — Estudios y trabajos parlamentarios.-—Noticias.-^Sociedades científicas ó industriales.-—Bibliografía. Id.—20 junio: Constrncción y colocación de cables armados d.j gran aislamiento p a r a distribución de energía eléctrica.—Eábrica de Belfort.—Keconstrucéión de los pasos BU]teriorcs do Modliug.—Conducción de a g u a por medio de tubos de palastro de acero, de 1™,50 tic tliámotro.—La instalación del congreso de diputados en París.—La casa C. Buffand y T. Bobatel, de Lyon.—Estudios econÓTnicos.— Notioias.—'Socicdntles científicas é indu.strialcs.—Bibliografía. id.—27 junio: E l nuevo trasatlántico Li Toiiraíne.—El torpedo dirigible Sims-Edison.—Adopción d é l o s cañones Vie tiro rápido, sistema Canet, en Rusia.—Las calderas muTtituluílares ¡ncxplosibles Babcock 5- M'ilcox.— 2-10 M E M O R I A L ^m Los contadores de energía olóctrica.—Laesiiosición de Praga.—Noticias. Annales Industrielles.—7 junio: Crónica. — L a m i n a d o r desbastador do Scratou.— Viaducto de l a Siagno (linea de D r a g n i g n a n á Grasse';.—Reducción do las tarifas de g r a n velocidad.—El trá-fico de las vías navegables francesas tíii 1889.—Ensayos mecánicos do hierros y aceros.— E l fermento do los tallos del lino.— Correspondencia. Id.—14 junio: Crónica.—De algunas innovaciones recientes en l a explotación de las grandes compañías ferrocarrileras.—El tfó.flco en las vías navegables francesas, on 1889.—Sociedad internacional de electricistaa.— El fermento de los tallos del lino.—Correspondencia. Id,—21 junio: Crónica,—Viaducto d u l a Siagno (lineade.Dragnig n a n á Grasse).—Detalles del montaje.—Ferrocar r i l á través d é l o s A n d e s . " F e r r o c a r r i l de Chile, la A r g e n t i n a y el Uruguay.—Noticia sobro l a mej o r a de navegación del bajo Garona y dol p u e r t o de Burdeos.—Lanúnador esbozador de Soranton (Pensüvania),—El alza a c t u a l de precio dol carbón.— Correspondencia.—Patentes de invención. Id.—28 junio: Crónica.—Coeficiente de explotación de los ferrocarriles.—Transmisión do fuerza por l a electricidad.— Transmisiones eléctricas. — E l a l u m b r a d o eléctrico do Londres y las grandos tensiones.—Ensayos do hierros y atieros.—El fermento de los t a llos del lino.—Correspondencia.—Patentes de i n vención. Asnales telegraphiques.—Mayo y junio: Sistema LIO telegrafía múltiple.— Conmutador telefónico c e n t r a l seccionado.— Telómetro eléctrico Fisko.—NxTOvo método jjara mejorar, el rendimiento de las lineas telefónicas á g r a n distancia,—Aparato de compensación y do descarga. Revista de Obras públicas é Minas.— Mayo y junio: influencia do las vías do comunicación en larirxueza pública.—La via forrea de carril único, sistema Lartiguo.—Ferrocarril de Bougado á Fafe.—Sección de noticias. Annales des Ponts et Chaussées.—Abril: Noticia sobre l a canalizu^üón do ríos on A l e m a n i a . —Noticia sobro el canal del Oder a l Sproo.—Aouncio de las crecidas del Elba.—Aparato r e ^ s t r a d o r autoniA-tioo de las profundidades dol talweg en los rios.—Obras do saneamiento doFranofort-s-le-!Mein. —Memoria sobre algunos puertos de navegación, interior de A l e m a n i a y Bobemia.—Puertos alemanes del Báltico.—Crónica.—Decretos. The Engineering Record.—6 junio: Kroccióii del puente Hawkosburg, Xuova Gales dol Sur.—El puente de l a G r a n Avenida, de San Luis. —Inspección; do los materiales de construcción en los Estados Unidos.—Ventilación y calofacoióu de l a esencia Jackson de MiiuieáxDolis. Id.—13 junio: Trabajos hi'lráulicos eu Eicbniond.—Uso' do los contadores (\o agna.—La erección dol x>uontc K a w - IKOKNIEROS, XUil. XI. kesburg, N u e v a Gales del Sur.—La fuerza eléctrica en las operaciones de minas.—Calefacción y ventilación del teatro de l a Opsra, de Pueblo. Id.—13 junio: Reedificación del teatro 3íc. Vicker, de Chicago.— Detalles de construcción del t e a t r o do l a ópera, St. P a u l , Minn.—Calefacción y ventilación do l a escuela Jackson de Minneapolis. Id.—27 junio: Dos sistemas de tracción por medio de cuerdas.— E l puente de l a Gran Avenida, de San Luis.—Aparatos de saneamiento del Hotel de Lakewood Id.—4 julio: E l puente de l a G r a n Avenida, de San Luis.—Cliímenea de l a Narrogansett Electric Lichiivy Company. en Providencia.—Notas sobre los depósitos de distribnoión de aguas.—Constjmcción de las pilas del p u e n t e Blaokfriars, do Londres.—Calefacción y ventilación de l a escuela Jackson, de Mincapolis. The £ngineer.—12 junio: E l caual de Nicaragua.—Locomotora de los trenes express del "Great E a s t e r n Railway'^.—Máquinas de triple expansión de los cruceros Pcarl y Philomel. —Cañones Canet de tiro riVj>ido.—Fotografía en colorea n a t u r a l e s . Id.—19 junio: Real exposición naval.—Nuevo compresor do airo en l a m i n a Bolcoath.—El crucero San Francisco, de los Estados Unidos.—El filtro W a r r e n . — E l electróm e t r o Teague.—MácLuina Micbele p a r a el ensayo do cementos. Id.—26 junio: R e a l exposición naval.—Ensayos en Doncaster tie inAqninas trilladoras de l a "Royal Society Agricultura!".—Exi)09ición de la R e a l Sociedail do Agricultura.—Combustible sin humo.—-Diagramo imrít el cálculo do los resortes de las vAlvxilas de seguridad. The Hailroad and Engineering journal. —Junio: Cartografía del mundo.—dJos túneles del ferrocar r i l transandino.—Contrilmciones á l a información práctica sobro ferrocarriles.—La escuadra de los !Rstados Unidos.—Desarrollo en las locon^otoras del sistema compound.—Torpedos y m i n a s sixbmarinás on l a defensa de costas.—Las fuerzas hidráulicas y l a transmisión eléctrica.—Una m á q u i n a m a r i n a do f.riple expansión.—Pruebas de u n a locomotora compound.—IJo esencial del dibujo lineal. Id.—julio: Locomotora compound ' V a u o l a i n . - - P r u e b a s del crucero Vcsuvio.— Cañones A^nistrong, de tiro rápido.— Aparato de aviación Maxim.—Nueva locomotora do viajeros.—Reloj de sol p a r a bajas l a t i tudes.—Exi>eriencias con u n eje ó árbol de acero.— U n nuevo crucero francos.—Puente " W h i t e " del " Dolaw-are, L a K a w a n n a , etc., W e s t e r n , Railroad.— Recientes csperimentos con planchas de blindaje.— Calderas tubulares.—Contribuciones á l a información ijráctica sobre ferrocarriles.—Lo esencial del dibujo lineal. If ADRID.—Imprenta del 3Vt>:M0RiAL DK TKGENIUHOS. M DOCC X C I . CUERPO DE INGENIEROS DEL EJÉRCITO. NO/ViEjpADES ocurridas en el personal del Cuerpo durante la segutida'q'idncena de l'J^'jdio/yprimera,de Julio cíe 1891. . . . •'• ., Empleos . j •en el ' '^ Gnerpo. .(•• ,• ífombres, motivos y fechas. •Ascensos. '-''•'• • ' _ • A capitán. A primeros tenientes. a.° T.^ D.. Emilio Toro y V i l a , por haber terminado con aprovechamiento ' •'•' los estudios reglamentarios y dis• '' ' ' • frutando er? su nuevo empleo la . ; -efectividad de 23 de marzo del año actual.—R.-O. 11 julio. 1 "•r •Q T 2 o 2 0 <= D. M a n u e l G a r c í a S a n z , p o r i d . •^D . Antonio Cué y Blanco, por id. "j- « D . Felipe'Martínéz Romero, por id. •]7_ « D . Laureano Miranda y Valcárcel, por id. 2 2 2 2 2 2 2 2 2 • . " . ' • P T D. Miguel Manella y Corrales, por id. e;D . S e b a s t i a n de la Torre y García, por id. :. .. - ' i', O TT « D . Julio Soto y Riojaj por id. O "Y «= D .jVíctpr Rojo y Cid,.pq>r id. o " j - e o . Luis Castañón y Cruzado, por id. 0 -p « D . José Gaztambidey Zapa,ta,poríd-, orf « D .:Juah déla Puente y Hortal,poríd.' O.-T. "D . Tomás Matheu y Orarpas, por id. OCjfi « D i Ricardo Echevarría, y .Óchoa, por id. • Condécoracioríe^. ,f.% i-M . ' i D. Ma.nuel Marsella, y Armas, la criíz sencilla de Sari Herrrieh'egi'l-do, con antigüedad de,3ode agoV ' ~to' de 1887.—R. O. II jialio: ' • D. MigupJ López Lózano,r|lfa id. id., ', con árítigüe'dad.de, 1,.°. de rio'víeiii•.í)re de. 1889.—R. O,- iÓ'.mayó. • '•. •r Nombres, motivos y fechas. S r . D . José Román y Rulz-Dávila,. una de un mes, sin derecho á indemnización, páralos distritos deAragón y Vascongadas.—O. del 1. G., 8 julio. ' .." ' -•< C." D..Manuel Acebal y del.Cueto, una.1 de un mes, sin id.,.para Gijón (As.,'túrias.)--rd.-íd., ^ id. Destinos. " -G. déB. Excmo. Sr, D. Carlos Barraquer y Rovira, á la Comandancia.general de Valencia.-r-.R.D. 8 jiiñió.i D. José, Artola y Foritela, á la c o ,C." mandancia de Ingerii'eros de la Coruña. (D.é excedente en CastiG.i , i.*^T."* D- Frájiciscp Díaz D,omenech;en la ... vacante ocurrida por pase á situación de supernumerario del de ' iguaiclaséD. PedroNúñez.—R.O. I i j u n i o . ., i Empleos • on el Cuerpo. ' Comisiones. '. •,c:n, 'í).'Máuro García ''y Mai-tin,' una de ••' 15 días; sin derecho á indemnización, para Madrid, Zaragoza, Bar•>" •'celoná y Valladolíd.-^O. del L G., 1 • !27JUnio,, • ••: , .: ,, M j ; -_;; --••[ i J5.;JoséjArtola yFontel,a> una de un r;í'.r!ines, sin id., pafaest.a^corte.—O. del Subse&retariOj 27 íd> ' l i a l a N L i e v a . ) ^ R . O . 2 4 Í d . ' ; -.'•. T- Baltasar Montaner y Bennazar, al . 4." regimiento activo. ¡(Del i . ° d e reserva.)—Id. ,, or -pe p). Jose.Ortíz de la Tone,, al i'-.^^ id. (Del batallón de Telégrafos.)—Id. I.!"• T.® D.Julio Berico y Arroyo, al bata.'., ,•: . llón de Telégrafos; (Del i.'^'^ regimiento activo.)—Id. •.'.; ''.-' .-, c. Casamientos.', [ er -pe j ^ Basilio Buendíay Parra, con doña Margarita Pérez,'Lará,.'vei-ifiJ . 'j cado en la ciudad de Baza (Gra.' .. nada) el día 3o de eneiro del año actual. .;.: I ; ;,C." D, Mariano, Sólis y Gort\ei.'áé"\tk Cortina, con D." Concepción Ba•- :' 'rrañco y Gonzá!ez--Es'téfani, en ,; .'esta corte', el-día 6,-de julio del año'actuaL : ' i'.. -; ' Licencias. .'' '..'"• D. Jiian Pagés y Mil.lán,, dos meses, -' .. por asuntos propios,; para Madrid : y provincias Vascongadas.—O. del ,C. G. de'Cataluña'i 23 -j;unio. ' T.^ b . Francisco Cano y, L§iss,o, dos meses, por id., para la de'Cuenca.— ; • Id. id. de Castilla,Ia Nuoya',-:^6 id. ÍT.^ D. Gerardo López,y Lonj'o, dos me.•' . ses,por,íd., para.'.Cóna^(Cáceres). —Id. id., 3oid.' V; ,1, ' T.^^D. Anto,n-Í0:Enri|í;, y .Gcin?^lezj- áofmeses, por id.,; .para.;,Panticosa ^ (Huesca,.) y pádiz,7y,Id. ¡id. de A n daliicía-, 2 ijulio. • • ;¡ • • *•; Empleos en el Cuerpo. Nombres, motivos y fechas. T. C. D. Marcos Cobo de Guzmán, dos meses, por enfermo, para la Aliseda, Mancha Real (Jaén) y Panticosa (Huesca.)—O. del C. G. de Andalucía, 4 julio. C" D. Salomón Jiménez y Cadenas, dos meses, por id., para Mondariz (Pontevedra), Viso de Aldier (Sevilla).—Id. id. C " D. Francisco Maciá y Llusá, un rnes, por asuntos propios, para Villanueva y Geltrú (Barcelona).—Id. id. de Cataluña, 3 id. C." D. Vicente Vinaria y Cervera, una de dos meses, por id., para Pamplona, San Sebastian j Valencia. —Id. id. de Burgos, 8 id. ^ er-p e £)_ Enrique Nava y Ortega, dos meses, por id., para la Coruña y Gijón (Oviedo).—Id. id. de Castilla la Nueva, 10 id. i.^'^T.'D. Honorio Hernández Ajero, un mes, por enfermo, para Caldas de Vesaya (Santander) y Guipúzcoa.—Id. id. •G.deB. Excmo. Sr. D. Francisco de Paz y Quevedo, dos meses, por enfermo, para Sobrón y Alcalá de Henares. —R. O. 10 julio. T . C. Sr. D. Ultano.Kíndelan y Sánchez Griñán, dos meses, por id., para Urberuaga de Ubilla (Vizcaya).— O. del C. G. de Andalucía, 10 id. C." D. Leopoldo Olay y Arguelles, dos meses, por id., para Zuazo (Álava) y Noreña (Oviedo).—Id. id de Burgos, II id. G.deD. Excmo. Sr. D. José Maria Aparici y. Biedma, dos meses, por id., para la provincia de Guipúzcoa.-r—R. O. to id. . • .i.''''T.® D. Enrique Pérez Villaamil, dos meses, por asuntos propios, para Fuenterrabía, San Sebastián y Santander.—O. del C. G. de Castilla la Nueva, 11 id. C." D . Pascual Fernandez Aceytuno, dos meses, por id., para la Coruña.—Id. id. C Sr. D. Estanislado Urquiza y Pascua, dos meses, por enfermo, para Panticosa (Huesca), San Hilario (Gerona) y Vascongadas.—Id. id., 14 id. i . ^ ' T . ^ D . Ricardo Alvarez Espejo, dos meses , por asuntos propios, para Aragón y Vascongadas.—Id. id., i5 id. ^ e r f e j) Ricardo de la Cámara y Cuadrado, dos meses, sin derecho á i n demnización, para la prov^iiicia de Guipúzcoa.—R. O. 10 id. Empleos en el Cuerpo. Nombres, motivos y fcclias. D. Antonio Cátala y Abad, dos meses, por asuntos propios, para las • provincias de Valencia y Castellón.—O. del C. G. de Cataluña, 17 julio. T . C. Sr. D. Florencio Caula y Villar, 20 dias, por id., para Lugo.—Id. id. de Galicia, 17 id. D . Regino Fernández y Romero, un mes, por id., para Pamplona, Zaragoza y Cucho (Zaragoza).— Id. id. de Burgos, 21 id. D. Dionisio Delgado y Domínguez, dos meses, por enfermo, para Soria.—Id. id. de Andalucía, 20 id. C." EMPLEADOS. Ascensos. Al sueldo de 3900 pesetas. O l C ^ i . '• D. Miguel Vázquez y Romero, en la OlC^ vacante por fallecimiento de don Valentín Ibañez y Valle.—R. O. i3 julio. ' D . Bruno Argos y Samperio, en la vacante por retiro de D. Pascual Díaz Casabuena.—Id. A oficiales celadores de 1."^ clase. OiC O'C ' D. José López y Ginés, en la vacante por ascenso d e D.- Miguel Vázquez y Romero;.—R'. O. i3 julio. ' D. Ricardo Prol y Villar, en la vacante' por ascenso de D. Bruno Argos y Samperio.—Id. A oficiales celadores de 2.*^ clase. O'C'^S.'* D. José Muñoz y Fernández, en la vacante por ascenso de D. José López y Ginés.—R. O. i3 julio. O'C^ 3. D.Mariano Aguado y Abril, en la vacante por ascenso dé D. Ricardo Prol y Villar.—Id. A oficiales celadores de 3.* clase. D. Luis Villanueva y Riésco, en 2 . " T . « ÍA la vacante por ascenso de D. MaI."-, antiguos riano Aguado y Abril.—R. O. i3 sarg. de Ing.l julio. D. Carlos Maroto y Sánchez, en la 2.°T.«ile vacante por ascenso de D. MaI.*, anügu» riano Huertas y Rodríguez.— sarg.de Ing. R. O . 12 j u l i o . D.Emilio Gutiérrez Mediano, en la vacante por regreso de Filipinas de D. Faustino Fernández de Mendoza.—Id. Excedente que entra en número. O^C^ 3.''D. Faustino Fernández de Mendoza, en-la vacante por ascenso de D. José Muñoz y Fernández.— R. O. 13 julio. 2."'T.*del I.*, antigno' sarg. de Ing. Empleos en el Cuerpo. Nombres, motivos y fechas. Destino. O'C" 3.^ D. Saturnino González Torrollo, de la comandancia de Ingenieros de Guadalajara á la de Toledo. — R. O. 6 julio. Licencia. M." O.^ D. Salvador Ferrín y Jiménez, cuatro meses de licencia por enfermo, para esta corte.—R. O. 26 junio. Empleos ene! Cuerpo. Nombres, motivos y fechas. Retiro. O'C^ I." D. Pascual Díaz Casabuena, por haber cumplido la edad reglamentaria.—R. O. 3o junio. Fallecido. OlCr i.« D. Valentín Ibáñez y Valle, falleció • en Toledo el i6 junio. OBRAS QUE SE VENDEN EN LA ADMINISTRACIÓN DE ESTE PERIÓDICO; y que pueden-adquirir los suscri|>tores al mismo, con l a s rebajas de 2 5 por lOO'u» ejemplar y 4 0 por 100 los demás que pidan, y los libreros con l a s de 2 5 por 100 m á » de un ejemplar" y 3 0 por 1 0 0 m á s de 1 0 . — L o s portes dé-cuenta del comprador. ¡ J I • 1 •; , ' :.• !:•• • ••' • • ! . . •- • • ! ' ••-"•' : : . - ! : '• ' - - - - j •-' •• -Pesetas. .' APÁRICÍ: Proyectó.de mejora de} puerto de Chafarinas o'5o ID.: El problema d é l a s letrinas. . . . i ID.: G^atálpgo./demaijipscj-itosdeGiqrr , • gio Martiniu i f I.:.; .-..Li. ./t . . . . i APARICI Y YERRO: Proyecto de un edi- ficio en el terreno de Buena Vista.. ARROQUIA: Signos convencionales para planos ' ID.: Guerra civil en 1874-75 ID.: Estudios topográficos ID.: Dibujo militar ALAS: Defensa de costas ID.: Cañones revólvers ID.: Guerra de sitos ID.: Proyecto de un túnel para la conducción de agua en Oviedo ALBARHÁN: Bóvedas de ladrillo sin cimbras ALBEAR: Canal de Isabel II en la Habana AMAT: Fortificación de Pancorbo. . . BERNÁLDEZ: Artillería moderna. . . . ID.: Casamatas para artillería ID.: Descripción de la plaza de Ambares ID.: Experiencias de guerra ID.: Guerra al Sur de Filipinas. . . . ID.: La fortificación moderna ID.: Reconocimientos topográficos.. . BRUNA: Equilibrio de los sistemas de enlaces Id.: La masita del soldado ID.: Puentes de cuerdas 2'5o 5 2'5o 2'5o o'aS 2 o'5o 2'5o 0*75 o'5o i'5o 3 o'5o 4 • ' • " • • • " •• • ' ' 1 o'25 4 3 o'5o GARCÍA Y BARRANCO: Organización y i o'5o 1 HERRERA GARCÍA: Examen compara- CANO Y BROCKMAN: Las obras del ca- nal de Panamá CASTRO: Rompe-olas y muelles de hierro CAYUELA: Tablas de reducción para uso del anteojo telémetro CEBOLLINO: La alimentación del soldado CERERO: Anteproyecto para el hospital militar de Cádiz ID.: Cañoneras de las casamatas.. . . ID.: Cementos fabricados en las provincias Vascongadas ID.: Construcción de azoteas '• CERERO: Estudios sobreiriáquipasiempleadas en las obras. . ;.'.•'. ,>; . . CLÍMENT Y CppEGipq: Naufragio del puente.militar en Logroño..- .-;. ..• . C0ELL0: Plan¡general-de.ferrocarriles ..'én/^spaña.-.'-i . : . •.'• i y••'3. •;;,.••; . . CONCA: Blindajes mixtos y de acero.. DIRUEL : Donativo para premio de tropa DÍEz DE PRADO: Lecciones de trigonometría esférica y de geometría analítica ESCARIO: Puentes provisionales de hierro GARCÉS: Estudio sobre la defensa activa de las plazas de guerra GARCÍA: Telégrafos electro-magnéticos de campaña ID.: Puentes militares ID.: Ideas sobre aplicación de la telegrafía en campaña ID.: Carros-wagones, botes, pontones, etc " Ib.:'Trabajos hechos por los pontoneros en África 2 o'5o servicio del cuerpo de pontoneros.. GARCÍA ROURE: Heliógrafos o'25 i i o'5o o'6o i ; o'jb' i,5o i o'zS- 6 o'5oo'75o'75o'5o o'25o'75' i 2 o'25' GARCÍA SAN PEDRO: Trabajos ejecuta- dos por la comisión de ingenieros en el extranjero en 1844 y 45. . . . do del arte de fortificar ID.: Examen de las observaciones hechassobreel sistema de fortificación IBÁÑEZ: El arte de la guerra ID.: Nivelación geodésica ID.: Discurso leido en la Academia de Ciencias.. . o'75 • Pesetas: 4 5 o'Soo'25 i o'So JEBB: Ataque y defensa de los edificios y pueblos o'5& LA LLAVE: Balística abreviada 3 ID.: Don Sebastián Fernández de Medrano o'So LizASO: Aplicación del carbón cuero. o'So LÓPEZ CARVAYO: Ametralladoras. . . 2 LONA: Noticias sobre una máquina trituradora i Jiriffas de C/iapa lam'-í^ JFi^. /£. J Ktlas de Yrerde^ y costad)} 9 CorUpor una. peTierairLz, 3. Remafe- inferior. 4Jlemaie^ superior' 5 Union erh ZO' ciave. 6 Corte, en- Yos" arranques 7Xlave cU aprima. 8 Tramcs<L de, unzon- de, las soleras S Seccúm, de las soleras W Escarpia-. ' ' \ • JSyJplicadon- • íleirafo d.& un parapetO' Zám^S^ JSTjffos de Chapa. Fiff. U :i.: rnrTTnj<;^ ^rw^r-^'t Tzff.íá '•^icaaarv a, ¿7 Taiyo cl& una. ^(iraZeía. J7 JÉdiñcacíoTt en. la. escuela,prádituí, de VersaJUes. MartinEÍB de Campana. 1 -, cík i! :3): c.-jl & (®i 1 & l| i \ 1 CONDICIONES DE LA PUBLICACIÓN. Se publica en Madrid todos los meses en un cuaderno de cuatro ó más pliegos de i6 páginas, dos de ellos de Revista científico-militar, y los otros dos ó más de Memorias facultativas, ú otros escritos de utilidad, con sus correspondientes láminas. Precios de suscripción: 12 pesetas al año en España y Portugal, 15 en las provincias de ultramar y en otras naciones, y 2 0 en América. Se suscribe en Madrid, en la administración, calle de la Reina Mercedes, palacio de San Juan, y en provincias, en las Comandancias de Ingenieros. ADVERTENCIAS. En '.te periódico se dará una noticia bibliográfica de aquellas obras ó publicaciones cuyos autores ó editores nos remitan dos ejemplares, uno de los cuales ingresará en la biblioteca del Museo de Ingenieros. Cuando se reciba un solo ejemplar se hará constar únicamente su ingreso en dicha biblioteca. Los autores de los artículos firmados, responden de lo que en ellos se diga. Se ruega á los señores suscriptores que dirijan sus reclamaciones á la Administración en el más breve plazo posible, y que avisen con tiempo sus cambios de domicilio. JULIO DE 1831