Literatura 3 completo - Ministerio de Educación y Cultura

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 Presidente de la República Horacio Manuel Cartes Jara Ministra de Educación y Cultura Marta Lafuente Viceministra de Educación para la Gestión Educativa Myrian Mello Directora General de Currículum, Evaluación y Orientación María Gloria Pereira de Jacquet Director General de Educación Media Arnaldo Ramón Liuzzi Velázquez Lengua Castellana y Literatura 3
Silveria Concepción Laguardia Viñales, Directora de Currículum Nidia Esther Caballero de Sosa, Directora de Gestión Pedagógica y Planificación Diana Elena De Giácomi de Silva, Jefa del Departamento de Apoyo para la Implementación Curricular en Medios Educativos Zonia Maricel Centurión Benítez, Jefa del Departamento de Diseño Curricular Maura Graciela López Jara, Jefa del Departamento de Evaluación Curricular María Isabel Roa, Jefa del Departamento de Enseñanza de Lenguas Elaboradoras Aida Ortiz de Coronel María Isabel Barreto de Ramírez Ela Salazar Revisión y ajustes María Isabel Roa – Dirección de Currículum Laura Liliana Delvalle – Dirección de Gestión Pedagógica y Planificación Diseño Editorial Víctor Ramón López Amarilla Diseño y diagramación Lengua Castellana y Literatura 3
PRESENTACIÓN
Queridas y queridos estudiantes:
Los libros que reciben este año 2016, junto con los materiales de la biblioteca del colegio son
herramientas de apoyo para aprender. Para aprender hay que formularse preguntas y multiplicar
interrogantes. No encontrarán todas las respuestas en una sola fuente, el aprendizaje es una
excursión que dura a lo largo de la vida. Cada respuesta da lugar a nuevas búsquedas y no hay
que detenerse en esa exploración.
La lectura de estos textos, acompañada de un constante proceso de investigación, les ayudará
a aumentar sus conocimientos para enfrentar los retos de la vida ciudadana, la construcción de
la cultura y el acceso a los saberes científicos.
En este proceso contarán con el acompañamiento de los docentes y de la comunidad educativa.
Como jóvenes son protagonistas de sus proyectos de vida y del futuro de la nación.
El Paraguay con vida digna y trabajo decente, que todos nos merecemos, tiene a los estudiantes
de la Educación Media como impulsores de nuevos sueños y de la renovación del pensamiento.
En este sentido, como actores de cambio les invitamos a estudiar y a preparase para servir a la
patria, honrando el esfuerzo de sus familias con dedicación y compromiso diario. Estudiar es
un derecho y un deber con ustedes mismos.
Mitãrusu ha mitãkuñanguéra: pendekerapoty ningo orekerapotýnte avei. Jajepytasókena
oñondive opavave ñane retãme ani oñemboyke avave hekombo’epýpe.
Ñane retã oikotevẽ penderehe ko’ágã ha ko’ẽrõrã. Ñañemoíkena ojoykére jahechápa ndajahupytýi tekojoja, tekosãso, mborayhu ha mba’eporã opavavépe g̃uarã vokoieténte.
3
Lengua Castellana y Literatura 3
Lengua Castellana y Literatura 3
CÓDIGOS PARA EL APRENDIZAJE
Cada unidad del libro consta de un proceso de enseñanza desarrollado
sistemáticamente. Los temas cambian, pero el proceso es el mismo en cada
unidad. Por eso se establecen códigos icónicos para que por medio de ellos
se puedan comprender en qué instancia del aprendizaje se halla.
Este es el icono que indica las Capacidades propuestas para cada unidad. Se
las debe leer con atención para precisarlas.
Cada unidad presenta, con este signo, Textos de lectura para que a partir de
ellos se inicie el proceso de aprendizaje de la lengua castellana.
El significado de aquellas palabras difíciles de comprender se aclaran con el
Estudio léxico y semántico de las lecturas.
Aquí se encuentra el Campo referencial que contiene las informaciones teóricas para la mejor comprensión del contenido estudiado.
Este es el símbolo del Análisis y comentario de los textos leídos, punto clave
de competencia comunicativa.
Leer y reflexionar sobre temas de importancia, para la convivencia con los
demás, es fundamental para mejorar el juicio crítico.
Los textos de la Expresión oral son indispensables para adquirir la competencia lingüística necesaria.
Este signo indica el momento de la interacción comunicativa con la práctica
intensiva de las Propuestas de actividades orales y escritas. Además señala
las capacidades De la lectura a la producción escrita.
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Lengua Castellana y Literatura 3
ÍNDICE GENERAL
UNIDAD 1
El hombre y su sed de conocimiento ......................................... 9
Capacidades
•
•
•
•
•
•
•
Analiza los elementos estéticos utilizados en obras literarias paraguayas y universales.
Identifica rasgos socioculturales presentes en las obras de la literatura paraguaya y universal.
Analiza los estilos lingüísticos de los autores paraguayos y universales.
Interpreta los mensajes transmitidos en textos orales y escritos: estructura de los diferentes tipos de texto, tipología
textual, secuenciación.
Interpreta mensajes transmitidos en textos escritos publicitarios y científicos.
Produce textos escritos publicitarios con intención literaria que presentan características de cohesión y coherencia.
Analiza obras literarias narrativas desde perspectivas críticas de análisis. El uso del tiempo en la narración literaria.
La voz del narrador y la polifonía en la narración.
UNIDAD 2
El tema del Libre Albedrío ..................................................... 23
Capacidades
•
•
•
•
•
•
•
Analiza los elementos estéticos utilizados en obras literarias paraguayas y universales.
Identifica rasgos socioculturales presentes en las obras de la literatura paraguaya y universal.
Interpreta mensajes transmitidos en textos orales.
Interpreta mensajes transmitidos en textos escritos científicos y literarios.
Produce textos escritos con intención literaria que presenten características de cohesión y coherencia.
Redacta ensayos argumentativos sobre temas de interés social, político y cultural.
Contrasta rasgos estéticos de las obras leídas de diferentes autores y de diferentes corrientes y tendencias literarias.
El contexto histórico de producción de las obras leídas, temas recurrentes y características de estilos comunes, así
como sus diferencias.
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Lengua Castellana y Literatura 3
UNIDAD 3
La guerra y la paz en la literatura ............................................ 53
Capacidades
•
•
•
•
•
•
•
•
Analiza los elementos estéticos utilizados en obras literarias paraguayas y universales.
Identifica rasgos socioculturales presentes en las obras de la literatura paraguaya y universal.
Analiza estilos lingüísticos de autores paraguayos y universales.
Interpreta mensajes transmitidos en textos orales.
Produce textos orales con características de cohesión y coherencia.
Interpreta mensajes transmitidos en textos escritos.
Produce textos escritos con intención literaria.
Compara los aspectos sociológicos e ideológicos entre las obras paraguayas y las obras de la literatura universal.
UNIDAD 4
Conflictos a partir del contacto de culturas ................................ 83
Capacidades
•
•
•
•
•
•
Analiza los elementos estéticos utilizados en las obras de autores paraguayos e iberoamericanos.
Identifica rasgos socioculturales presentes en las obras.
Analiza los estilos lingüísticos de los textos estudiados.
Interpreta los mensajes transmitidos en textos literarios.
Produce textos orales argumentativos con características de cohesión y coherencia.
Interpreta mensajes transmitidos en textos escritos.
UNIDAD 5
Comienzo y fin del ser humano ............................................. 111
Capacidades
•
•
•
•
•
•
•
Analiza los elementos estéticos utilizados en obras literarias paraguayas y universales.
Identifica rasgos socioculturales presentes en las obras de la literatura paraguaya y universal.
Analiza los estilos lingüísticos de autores paraguayos y universales.
Interpreta los mensajes transmitidos en textos orales.
Produce textos orales con características de cohesión y coherencia.
Interpreta mensajes transmitidos en textos escritos.
Redacta textos instrumentales atendiendo sus características, su formato y los ámbitos de uso.
Bibliografía................................................................................................................. 138
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CAPACIDADES
• Analiza los elementos estéticos utilizados en obras literarias paraguayas y universales.
• Identifica rasgos socioculturales presentes en las obras de la literatura paraguaya y
universal.
• Analiza los estilos lingüísticos de los autores paraguayos y universales.
• Interpreta los mensajes transmitidos en textos orales y escritos: estructura de los diferentes tipos de texto, tipología textual, secuenciación.
• Interpreta mensajes transmitidos en textos escritos publicitarios y científicos.
• Produce textos escritos publicitarios con intención literaria que presentan características
de cohesión y coherencia.
• Analiza obras literarias narrativas desde perspectivas críticas de análisis. El uso del tiempo
en la narración literaria. La voz del narrador y la polifonía en la narración.
Lengua Castellana y Literatura 3
El hombre y su sed de
conocimiento
unidad 1
1
unidad
Introducción a la unidad
“Diosnoobramal.NosdalaRazónyel
Conocimiento para que estemos siempre
enguardiacontralospeligrosdelerrory
ladestrucción”
9
unidad 1
Lengua Castellana y Literatura 3
Camino hacia la lectura
Vicente Aleixandre
(1898–1985)
Poeta sevillano, Premio Nobel de
Literatura en 1977. Desde muy
joven residió en Madrid, donde
vivió hasta el fin de sus días. Se
nutrió con las letras de las obras
de los poetas de la Generación
del 98. En 1919 inicia una amistad
que ejercería una gran influencia
sobre su producción literaria, el
encuentro con Dámaso Alonso
que se considera un paso importante en su producción poética.
Por ese tiempo es ferviente lector de las obras de Bécquer y de
Rubén Darío, a quien admira.
Poseedor de un rico lenguaje,
poco común, utiliza la versificación irregular. Una lengua innovadora tanto en el plano sintáctico
como en el simbólico; las asociaciones que establece multiplican
los planos porque la naturaleza y
sus elementos adquieren el valor
del símbolo.
Las hipérboles adquieren dimensiones cósmicas.
Sus versos persisten en la ruptura
de la estrofa tradicional.
- Comentamoslassiguientesexpresiones:
El saber no ocupa lugar.
El mundo es uno solo.
A buen entendedor, pocas palabras.
La universidad no acorta las orejas.
- Elegimosunadelassiguientespalabrasqueserelacionaconestasexpresiones.Justifica
laelección.
Pensamiento-Conocimiento-Existencia
musgo
bogan lluvia rumoresespuma
cautivo
- ElaboramoselcamposemánticodelaspalabrastomadasdeltextodeAleixandre.
El deseo de conocer el secreto de la existencia
Teinvitamosalalecturadelpoema.
QUIERO SABER
de Vicente Aleixandre, español
Dime pronto el secreto de tu existencia;
quiero saber por qué la piedra no es pluma,
ni el corazón un árbol delicado,
ni por qué esa niña que muere entre dos ríos
no se va hacia la mar como todos los buques.
Quiero saber si el corazón es una lluvia o margen,
lo que se queda a un lado cuando dos se sonríen,
o es sólo la frontera entre dos manos nuevas
que estrechan una piel caliente que se separa.
Flor, risco o duda, o sed o sol o látigo :
el mundo todo es uno, la ribera y el párpado,
ese amarillo pájaro que duerme entre dos labios
cuando el alba penetra con esfuerzo en el día.
Quiero saber si un puente es hierro o es anhelo,
esa dificultad de unir dos carnes íntimas,
esa separación de los pechos tocados
por una flecha nueva surtida entre lo verde.
Musgo o luna es lo mismo, lo que a nadie sorprende,
esa caricia lenta que de noche a los cuerpos
recorre como pluma o labios que ahora llueven.
Quiero saber si el río se aleja de sí mismo
estrechando unas formas en silencio,
catarata de cuerpos que se aman como espuma.
Hasta dar en la mar como el placer cedido.
Los gritos son estacas de silbo, son lo hincado,
desesperación viva de ver los brazos cortos
alzados hacia el cielo en súplicas de lunas,
cabezas doloridas que arriba duermen, bogan,
sin respirar aún como láminas turbias.
Quiero saber si la noche ve abajo
cuerpos blancos de tela echados sobre tierra,
rocas falsas, cartones, hilos, piel, agua quieta,
pájaros como láminas aplicadas al suelo,
o rumores de hierro, bosque virgen al hombre.
Quiero saber altura, mar vago o infinito;
si el mar es esa oculta duda que me embriaga
cuando el viento traspone crespones transparentes,
sombra, pesos, marfiles, tormentas alargadas,
lo morado cautivo que más allá invisible
se debate, o jauría de dulces asechanzas.
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Seguimoselesquemapropuesto.
Localización
ElpoemaperteneceallibroDiálogos del Conocimiento,aparecidoen1974.
Clasificación
Poemalírico-filosófico.Develarlossecretosdelavida.
Tema o Idea Central
Estructura interna
Ideasesencialesdecadaestrofa.Escribimosloqueseexpresaencadaunadeellas.
Contenido ideológico
-Propósitodelescritor
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Lengua Castellana y Literatura 3
-Elporquédeltítulo
-Dequémodosealudeenlosversosestasrealidades:vida-dolor-amor-naturaleza
Estructura externa
Estrofas de que consta el poema
Versosymétrica
Unidadesestróficas
¿Existelarimaenelpoema?
Nivel léxico-semántico
Elléxicoesconvencionalmenteliterario.
Decirenquésentidoseutilizaenlosversossiguienteslosvocablossubrayados
-Losgritossonestacasdesilbo.
-Cataratadecuerposqueseamancomoespuma.
-Pájaroscomoláminasaplicadasalsuelo.
Presencia de elementos icónicos
-Identificamoslasequivalencias,segúnelusoeneltexto:
Flor,risco,látigo,jauría,amarillo.Pájaro,estacas,cresponestransparentes.
-Imaginamoslasimágenesquerepresentancadaunadelaspalabrasylasexpresamoscon
dibujoscreativos.
- Expresamoseltemadediversosmodos,cadaestudianteloenunciaconunafrasedistinta
yaunqueequivalente.
- Establecemos un paralelismoentre lapoesíadeRaquel ChavesyVicenteAleixandre en
cuantoaltemaylaconstruccióndelosversos.
Todas las cosas están relacionadas, son parte de un todo
LA RAMA EN EL VIENTO
de Raquel Chaves, paraguaya
El peregrino, ¿ adónde va?
Lejos,
muy lejos...
El peregrino, ¿ adónde irá?
Más allá del tiempo...
Soy el viajero
¡El que viene de un país en sombras!
Me encuentro en la tierra del origen...
El yvypuru´a del mundo...
¡Un espacio sagrado que hollar al fin!
Estaba ahí
Absorto en la llanura
“enfermo de universo”
frente al cerro lejano.
Voy de camino con los Paí...
El viento silba en el pastizal
Lejos, en el horizonte
el cerro nos espera...
Voy cruzando portones
que nadie ve...
Voy pasando los hitos
de un viaje sin caminos
Ante las dormidas piedras
mi alma espera...
Vengo del Sur
de ese país en grietas...
Vengo con dos milenios
y el polvo de Hiroshima
formando nubes
de horror
en la memoria...
Soy el viajero,
El que pregunta
Llego al Yvypyté
sin asirme a nada
en el silencio del campo
escuchando
los antiguos Cantos...
Ellos me dicen:
¡Aquí nacieron
los primeros árboles
las aves y animales
el hombre y la mujer!
Ante el umbral de ese espacio
antes de subir mi alma
saluda a los custodios del Yvypyté.
Perforan las paredes
empinadas del cerro
centenares de cuevas
abrigo de los signos...
En la arenisca frágil
vigilan los signos
de un mensaje olvidado...
Los círculos y soles
Entregan su mensaje:
“¡Busquen al viajero
en la ruta del sol!”
Es un vértigo caer
al país sin tiempo
ante la eternidad
uniéndome al Todo.
unidad 1
Es un poeta conceptual, su poesía
transita los caminos de lo absoluto,
de lo irreal; sus temas se acercan a
lo trágico, al amor y a la muerte, a la
luz y a la destrucción. Su actitud es
de evasión de lo cotidiano y de ruptura con lo inmediato. Sus versos
parecen emerger del mundo del
subconsciente, bucean en la interioridad para indagar muy adentro.
Obra poética
Ámbito (1928), poesía de alucinación. Espadas como labios (1932),
La destrucción o el amor (1934),
considerado por la crítica como lo
mejor de su producción. Pasión por
la tierra (1935), Sombra del Paraíso
(1944), en la que se refiere a un
mundo feliz deseado, que la crítica
interpreta como el exilio interior a
causa del paraíso perdido en las
sombras de la guerra civil. Nacimiento íntimo (1953), Historia del
corazón (1954), En un vasto dominio
(1962), Poemas de la Consumación
(1968), Diálogos del Conocimiento
(1974).
Aleixandre fue uno de los entusiastas juveniles del surrealismo español. El surrealismo de Aleixandre se
distingue del Surrealismo francés
por carecer de la ironía de aquel
y por el tratamiento de los temas
pasionales.
Es la felicidad
de antigua sed saciada...
La bendición de ser
una parte del Todo.
Más allá de sus piedras
ese Reino se enciende
y la noche ilumina...
Más allá del tiempo
sin asirme a nada...
Danzan los Pai...
En la noche esperan
con sonajas y takuaras
esperan la voz
desde la Otra Orilla
Árboles míos propiedad de la
Tierra
aves y agrestes animales
criaturas soñadoras del Yvypyté
¡adiós!
Escruté los signos. Consigné el
misterio
Escribí en el territorio del alma
mía...
Desde el Reino que los ojos
no ven ¡adiós!
11
unidad 1
Raquel Chaves
(1938)
Nació en 1938. Poetisa, periodista
y profesora de Literatura en la
Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción.
Cultiva una poesía profunda
de forma breve, versos alados y
simbólicos, cuyo contenido pasa
por alusiones al cristianismo, al
mundo mítico guaraní y al simbolismo oriental.
Uno de sus temas favoritos es
la unión del hombre con la
naturaleza, ese lazo que ata a
la humanidad con el cosmos;
todos formamos parte del Todo,
el Universo.
Cultiva una poesía que penetra en el mundo metafísico, su
mundo poético alude a espacios
espirituales, sagrados, donde
los sueños cobran vigencia para
referirse al mundo material cuya
existencia es pasajera frente a lo
eterno, al Todo.
Publicó Tierra sin males (1977),
poesía social.
Espacio Sagrado (1988), minipoemas de contenido mítico,
filosófico. Siete Viajes (1984), obra
que recibio el Premio Municipal
en 1977.
Lengua Castellana y Literatura 3
“Fielalasombrabreve,RaquelChavesnosofreceunaseriedepoemasreunidosentrespartes:La
rama en el viento,El corazón centralyUn largo viaje juntos.Estasconstituyenelesqueletoesencial
desupensamiento;elespacioquelosojosbuscanantesdelsueño...(Epitalamio II),Unatotalidad
alavezcontingenteygeográfica(Serenata a la niña de Talca)yarmoniosa,musicalypitagórica
(Epitalamio I),curiosamentedariano,delRubéndeMíadeProsasProfanas,totalidadquegirasobre
símismacomoese“corazóncentral”aparentementeredundante,íconodelTodocomocontenido
ycontinente.Continentequeelalmaocupallenándolodesímbolostrascendentescomoloesella
(Invocación):laarena,elagua,elviento.Porquelesonindispensablesalhombre,laluzque,naciendoenDios,sedesparramaporesamultituddeminúsculosseresquecomoinfinidaddevidasdanla
medidadelalientodivino,ymezclándosealagua,alimentanuestrosmásrecónditospensamientos”.
Enrique Marini Palmieri (crítico paraguayo)
París, 2000
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Análisis semántico: desarrollo y gradación de las ideas
Losviajesalosquealudeparecenseñalarelcaminohacialaperfección,lossufrimientos,los
escollosquedebevencerelhombreenlabúsquedadelameta,lostrabajosparaarribaralúltimo
puertodondeleaguardalacomuniónconeltodo.
Laspotenciasdelanaturalezaquedesenvuelveeltiempocircularenqueelpresentesecruzacon
elpasadoysefundeconlaeternidad,elfinaldelostiemposenqueelmilagrodelareconciliación
uniráloscaminosopuestos.
EnlossueñosdeRaquelChaves,elespacioestápobladodelapachos,elríosiguesuincansable
curso,elárbolanuncialallegadadelasestaciones.Eneseespaciodondehabitaelalma,tieneque
lucharcontralospoderesdelaspasionescomolaira,laambiciónparatriunfaryasíanunciarlafraternidad,lajusticia.Elhombreesuneternoperegrinoquebuscasuraigambre,vencelasvicisitudes
dentrodesupropiahistoriapersonaltratando.
Elviajero,untrotamundoquebuscaidealmenteunarealidadqueseencuentraescondida,oculta
alosojos,losmisteriosdelavida.
Loschamanesalfrentedesupueblobuscanlatierraprometida:elYvymarane’y,segúnlosmitos
guaraníesla tierra sin maldondeseencuentraelparaísodondemora.
La poesía busca lo absoluto,laconcepcióndelavidacomounfluirpermanente,quebuscala
uniónconelcosmos,desdeelprincipiocumpliendoelprocesovitaldelabúsquedacontinuahastala
fusiónconelTodoyconseguirlaunidad.
Elacentorecaesobrelaideadeencontrarlaluz,elviajeroquesaledelassombrasparacaminar
enlarutadelsol,quesimbolizalaclaridad,laverdad,elalejamientodelastinieblas,elcaminode
lafelicidad“parahollarelespaciosagrado”,la tierra sin mal paralosPai,el paraíso.
Los“Círculossoles”,expresiónquesignificalatotalidad,launidad.Dioscomoinfinito,lavidaen
suformaprimordialylabúsquedadelaperfección.
El viento: “Elvientosilbaenelpastizal
Lejos,enelhorizonteelcerronosespera...»
Elalmaviajera,etérea,elespíritualado,lainspiración.Elalmaesperaelevarsehastaelcerro,
esdecir,subirhastalaaltura,alacimadelcerroqueseencuentralejos,enelhorizonte;“nosespera”...Laautoraincorporaallectoraeseviajeyaesaesperacuyaperemnidadsimbolizaconlos
puntossuspensivos.Laesperaespermanente,elascensoalaperfecciónnoacaba,elvientoinfunde
eldinamismo;eselsímbolodelansiadeelevaciónydeexpansióndelalma.
Análisis semiótico
Las nubes sonlassombrasdelespíritudelmal,“nubesdehorror”.
Amedidaqueelpoemaavanzahaciaelfinal,enfatizalaideadelperegrinardelhombrequebusca
elparaíso,elespaciodelYvypyte,elespaciosagrado.
Lasucesióndelospensamientossemantienebásicamentesimple,unaideafuerza,elascensoa
laperfección,elviajedelahumanidadatravésdelespacioydeltiempo.
La sombra significaelladomásoscurodenuestroinconsciente,losaspectosinferiores,laspasiones
quedegradan;noserefiereaaquellasqueenaltecen,sinoalladomenosplacenterocuandonecesita
vencerescollosyalespíritudelmal.
Lo simbólico. Elviajeroestámásalládeltiempo,marcasuvocacióndeeternidad“enelsilencio
deltiempo”,escuchalavozdelosantiguos,losprimeros,losPai,en“unviajesincaminos”. “Dos
milenios”aludealaperegrinaciónenuntiempobiendelimitado,laeracristianaylos“horroresde
Hiroshima”,ladestrucciónconlabombaatómica.Elhombrequeusalacienciaylainteligenciapara
ladestruccióndesumundo.
12
Lengua Castellana y Literatura 3
“Las Partes del Todo”, de Raquel Chaves,
desde un enfoque formal.
Insinuación del título
Elhombreintegraeluniverso,sudestinoes
unirsealatierra,alosdemásseresquelapueblanparavivirenlaeternidad.
Palabras clave Entresacamosalgunaspalabrasqueconsideramos importantes dentro de la estructura del
poema.
Peregrino—viajero
“¿Elperegrinoadóndeva?”
“¿Elperegrinoadóndeirá?”
“VengodelSur”
“Vengocondosmilenios”
“Soyelviajero”
“VoydecaminoconlosPai”
“Voycruzandoportones”
“Voypasandoloshitos”
“Busquenalviajeroenlarutadelsol”
Todosestosversosindicanmovimiento,aluden
alviaje.
Eselhombreensupermanentebúsquedadel
camino, busca la ruta del sol, está fuera del
tiempoensubúsquedadelreino,necesitallegar
alterritoriosoñado.
“Sol, círculos y soles, ruta del sol.”
Fuegoycieloestánrelacionadosconlaenergía
creadora,conelpensamiento,laluzquedala
sabiduría.
Elsoltambiénsimbolizaelpasodeltiempoy
lavida.
Lacuidadosayuxtaposicióndelasformasnoche,
sombra-luz,sol,verdad,camino-espera,lucha,
ascenso,cerro-horizonte,yvypyte,elverdadero
conocimientodelosmundosdelbienydelmal.
unidad 1
LapoesíadeRaquelChaves busca lo absoluto,
una especie de cielo al
quequiereascender,un
paraísoalquedeseaarribarcuandose“escucha
lavozdelaOtraOrilla”,
quepuedeserlamuerte,
lallamadadeDios.
El tema persistealolargodelpoema:elhombrenecesitacompenetrarseconlanaturaleza,
conlatierra,preservarlosárboles,lasaves,los
animales,salirdelpaísdelassombrasparapoderalfinhollarelespaciosagrado,latierradel
origen,“elyvypuru’ãdelmundo”paraencontrar
lafelicidadcuandoelserseintegraalTodo,el
Yocomopartedeluniverso,delTodo.
En el poema se percibe la modestia
simpledelaartista,libredelmaterialismo,
solitaria,sensible,afligidaporeldestinode
losPai.Independientementedesuperspectiva,engeneralrealista.Esunaidealista,una
soñadora, dueña de una sensibilidad poco
comúnantelapresenciadelabellezadivina
enlanaturaleza.Nosepercibeensupoesía
la melancolía pesimista sino, lo que es más
importante,susentidodehumanidad.
TEORÍA LITERARIA
El enfoque formalpermiteencontrarla
clavedelaestructuraysignificacióndelaobra
literaria que resulta absolutamente necesaria
parapercibirlaobraartística.
Sedebecentrarenquédicelaobray
cómolodice.Laspalabrasdeunpoemadeben
ser minuciosamente exploradas en todos sus
valoresdenotativosyconnotativos,locualpuede
serunaguíaimportanteparalacomprensióndel
mensajepoético.
Unbuenlectordebeencontrarelprincipio
quepermitequelaobrasereveleasímisma,las
manerasenquelaspalabrasestáncombinadas
paraformarunaentidadautónomayúnica.
El análisis del texto: (palabras, frases,
oraciones,estrofas)debeconduciraunaexperienciatotaldelaobra.
La técnica es el enfoque artístico que
adoptaelpoetaparaqueellectorexperimente
la naturaleza de la imaginación. Es el medio
queutilizaparaexplorarydesarrollarsutema.
Los símbolos sonaquellasimágenesque
están cargadas de significado más allá de sus
denotacioneshabituales.
La imagen conduce a la imagen-idea
quefinalmentenosllevaaltema,alsignificado
totaldelaobra.Lasimágenesresultanvaliosas
y sugerentes para hacer las deducciones, las
relaciones,lasconclusiones.
Símbolo es el paralelo verbal de un
modelodeexperiencia.Esasformasliterarias
despiertan con fuerza reacciones humanas, a
vecesdramáticasyuniversales.
Los poetas recurren a los mitos porque
estossonproyeccionessimbólicasdelosvalores,
lasesperanzas,lostemoresylasaspiraciones
deunpueblo.Elmitoestáencerradoenuna
estructuraarticuladadesímbolos,unavisión
delarealidad.
Ejemplos:
“Voy de camino con los Pai...
En el umbral de ese espacio
antes de subir mi alma
saluda a los custodios del Yvypyte!
Llego al Yvypyte....
.................................
Me encuentro en la tierra del origen
El yvypuru´ã del mundo
¡Un espacio sagrado que hollar al fin!”
Reconocemos la intertextualidad en los versos
citados.
13
unidad 1
Lengua Castellana y Literatura 3
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Gibrán Khalil Gibrán
(1833-1931)
Nació en Bicharre, en las montañas del Líbano y junto a sus cedros milenarios. En 1894,emigra a
los Estados Unidos y se radica en
Boston. Vuelve al Líbano en 1898,
donde se queda hasta 1902.
Completa sus estudios árabes
en el Colegio de la Sabiduría, en
Beirut. Vuelto a Boston, gana una
beca para estudiar pintura en
París hasta 1910. Regresa a EE.UU.
en ese año; allí permanece hasta
su muerte, acaecida en 1931 en
Nueva York.
Sus obras más conocidas son: El
Loco (1918), El Precursor (1920),
El Profeta (1923), Arena y Espina
(1927), Jesús, Hijo del Hombre
(1928), Los Dioses de la Tierra
(1931).
Elanálisisliterario,desdeunenfoqueformaloformalista,sepuedehacerdeunaformabiensencilla.
LoaplicamosalpoemadeRaquelChavesquehemosleído.
1er paso
Descubrimosloquelaspalabrassignificanentodoelvalordenotativo,esdecir,elsignificadoliteral
(eldeldiccionario)yelconnotativo,elvalorsugerente,elqueleatribuyeelpoetamediantelas
combinacionesqueestablececonotrosvocablosenelversooenlaestrofaoenlafrasesiesprosa.
2° paso
Descubrimoslasreferencias,lareddesentidosqueestablececonlahistoria,lafilosofía,lamitología,
etc.
3er paso
Determinamosenquécontextosedicenlaspalabras,loscomponentesdelassituaciones.
4° paso
Identificamoslasimágenesylossímbolos.Laformaenqueestosrecursosseentretejenartísticamente.
5° paso
Medianteelenfoquesimbólico,rastreamoseltemaolaseriedetemas.Eltemadaráelprofundo
sentidodeunidad.
Evaluación
-Preparamosvideos,cartelesoprogramasinformáticossobrelosaspectosquenoshanimpresionado
conmásfuerza.
-Lopresentamosenplenariaparasercomentadosyevaluados.
LA VOZ DEL MAESTRO
de Khalil Gibrán, libanés
Presentamosuncapítulodellibroconsideradocomounadelasobrasmaestrasdel
sigloXX.Haalcanzadoéxitouniversal.Traducidoatreintaidiomas.
Lostemassondeinteréshumanouniversal:razónyconocimiento.
“La voz del Maestro no es sólo una filosofía alentadora y una concepción
positivadelavidadelhombresobrelaTierra.Es,además,unaobramaestradela
literaturacondeliciososabororiental,convirtudluminosaybalsámica,reposante.
Abrirsuspáginasequivaleadesearleerlastodasy,almismotiempo,aquerer
detenerseencadaunaparasaborearaplacerelfondoylaformadecadaunode
losconceptos”.
Editorial Diana, México, 1976.
Razón y conocimiento
CuandotehablelaRazón,escuchaloquetediceyserássalvo.Hazbuenusodesusrecomendacionesyseráscomounhombrearmado.PorqueelSeñornotehadadoguíamejorquelaRazón,
nibrazomásfuertequelaRazón.CuandolaRazónhablaatuyomásrecóndito,teponeaprueba
contraelDeseo.PorquelaRazónesunministroprudente,unguíalealyunsabioconsejero.La
razónesluzenlastinieblas,comolairaesoscuridadenmediodelaluz.Sésabio,quetuguíasea
laRazón,noelImpulso.
Perodebestenerpresenteque,aunquelaRazónestéatulado,denadatevalesinlaayudadel
Conocimiento.Sinsuhermanodesangre,elConocimiento,laRazónescomolapobrezasinhogar;
yelConocimientosinlaRazónescomounacasasinprotección.Ydepocotevaldráhastaelmismo
Amor,laJusticiaylaBondad,sinovanacompañadasdelaRazón.
Elhombredocto,perocarentedejuicio,escomounsoldadoqueentraenlaluchasinarmas.
Sucóleraemponzoñaráelhontanarpurodesucomunidad,yélserácomoelgranodeláloeenuna
vasijadeaguapura.
Razónyconocimientosoncomocuerpoyalma.Sinelcuerpo,elalmanoesmásquevientovacío.
Sinelalma,elcuerponoesmásqueunaestructuracarentedesentimiento.
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Lengua Castellana y Literatura 3
Larazónsinconocimientoescomolatierrasinlabrar,comouncampoyermo,ocomoelcuerpo
humanosinalimento.
Larazónnoescomolasmercancíasquesevendenenlosmercados,que,mientrasmásabundan,
menosvalen.Elvalordelarazónmermaalabundar.Pero,cuandosevendeenelmercado,sóloel
sabioescapazdeentendersuverdaderovalor.
Elinsensatonovesinoinsensateces;yelloconovesinolalocura.Ayerroguéauntontoque
contaselostontosquesemovíanentornonuestro.Seechóareírymecontestó:
-Esunatareademasiadodifícilymellevaríamuchotiempo.¿Noseríamejorquecontasesólo
lossabios?
Conocetuverdaderovalorynoperecerás.LarazónestuluzytuantorchadelaVerdad.Larazón
eslafuentedelaVida.DiostehadadoelConocimientoparaqueasuluznosóloleadoresaÉl,sino
queteveasatimismocontusflaquezasycontufortaleza.
Sinotequitasprimerolamotaquetienesenelojo,nopodrásverladetuvecino.
Examinacadadíatuconcienciaycorrigetusfaltas;sinocumplesconestedeber,noserásfielal
ConocimientoyalaRazónquehaydentrodeti.
Obsérvateatimismo,comosifuerastupropioenemigo;porquenopuedesaprenderagobernarte,
mientrasnoaprendasprimeroagobernartuspasionesyaobedeceralosdictadosdetuconciencia.
Oíunavezdeciraunhombre:
-Todoslosmalestienenremedio,menoslainsensatez.Reprenderaunnecioinsensatoopredicar
aunidiotaescomoescribirenelagua.Cristocuróalosciegos,aloslisiados,alosparalíticosya
losleprosos,peroalosidiotasnopudocurarlos.
Estudiaunproblemadesdetodoslosángulosytendráslaseguridaddedescubrirdóndeseha
deslizadoelerror.
Cuandoelportaldetucasaesancho,procuraqueelpostigodeatrásnoseademasiadoestrecho.
Elqueintenteaprovecharunaoportunidaddespuésquehapasadojuntoaél,escomoelquela
veacercarse,peronosaleasuencuentro.
Diosnoobraelmal.NosdalaRazónyelConocimientoparaqueestemossiempreenguardia
contralospeligrosdelErrorydelaDestrucción.
BienaventuradosaquellosaquienesDioshahechomerceddeldondelaRazón.
unidad 1
“Pocos libros han alcanzado el
éxito universal de El Profeta,
escrito originalmente en árabe
y luego en inglés. Fue publicado
por primera vez en Nueva York
en 1923. Ha sido traducido a más
de treinta idiomas. El éxito asombroso, según el escritor árabe
Mansour Challita, se debe a los
grandes temas en él tratados, y
al cuadro en el que son tratados
como ser: el amor, el matrimonio,
la libertad, la religión, los hijos, el
trabajo, la muerte y otros análogos, como el libre cuadro de la
Naturaleza, que seducen al lector
contemporáneo”.
Editorial Pomaire
Camino hacia la lectura
LeamosparacomentarestepensamientodeGoëthe.
“Haytresclasesdelectores:elquedisfrutasinjuicio,elquesindisfrutarenjuicia,yotrointermedioqueenjuiciadisfrutando;ésteeselquedeverdadreproduceunaobradearteconvirtiéndola
enalgonuevo”.(CartadirigidadeJ.F.Rochlitzen1819).
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Dividimoselcursoenvariosgrupos.
1. Interpretamos gráficamente el texto preparando carteles que expongan las ideas
esencialesexpresadasconunsintagmabreve.Sepuedeenriquecerelgráficoconundibujo
alusivo,creadoenelgrupodetrabajo.
2.Creamosuntextodialógicosondosotrespersonajes,quediscutensobrelasprincipales
ideasexpuestaseneltexto.
Pautasaseguir:
a)Utilizarnivelfamiliardelalengua
b)Elegimostresocuatroideasdeltextoqueseconsiderenesenciales.
c)Separarconunguionlaspalabrasdecadaemisor.
d)Quelospersonajesexpresenideascompletas.
e)Conseguirquelapartefinalseaconclusiva.
f)Corregireltrabajoypresentarloenlaclase.
g)Evaluacióndeldocenteydelosalumnos.
Estetextosobrelarazóncomolabasedelconocimientollenadeluzelespíritu;
sinlarazón,nilabondadnielamortienenvalor,porquequienlatienepuedeencauzar
adecuadayordenadamentesuvidaypodráaprenderagobernarsuspasiones.Larazón
eslaautoridaddelaverdad,eslafuentedelavida.
Nosconvencedequelarazónesundon,unregalodeDiosconlocualpodremos
alcanzaraserfelices.
15
unidad 1
Lengua Castellana y Literatura 3
Gibránquiereparticiparatodohombresupropiaexperiencia,susconviccionesprofundas,suvisióninteriorsobre
elmundo,sobretemastanimportantes.Suvisiónespositiva,llenadedignidad;lalecturarefrescaelalma,animael
espíritu,comointroducirenlamenteunagrandosisdeoptimismo,debondad,deamor.
Lalecturaconstituyeunestímuloparavivirlagloriadelamorydelaluz,porquetodolohermosoesdestellode
Dios,segúnaseguraelautor.
Para reflexionar y disentir
Discutimos sobre el texto:
• Si consideramos la teoría que dice:
Laobraeslaexpresióndelalmadelcreador,deduzcamosquésentimientoshabráabrigadoelescritorcuandoescribíaeltexto.
Dialoguemos
¿Quéclasedepersonahabrásido?¿Quévivenciashabrátenido?
Miremoslaconstruccióndeltexto,pararesponder:
-Sicadapárrafocompletaunaidea;
-Sicadapárrafoguardarelaciónconelanterioryel
posterior;
-Enquépárrafosehallaexpuestalaideacentraldel
texto.
•Sugerimos realizar el trabajo en grupo.
-Escojemoscincoexpresionesquedefinanoexpliquenquéeslarazón.
-Entresacamosdosejemplosquesirvenparadefinir
lainsensatez.
-Analizamoselverdaderosentidodelpárrafointroductorioy
elconclusivo.
-Segúneltexto,¿cuáleslarelaciónentrelarazónyel
conocimiento?
-¿Cuálessonlasventajasdelbuenusodelarazón?
•Después de la lectura.
1.Elaboramosunbrevecomentariosobreunodeestostemas.
“Sinelcuerpo,elalmanoesmasquevientovacío”.
“Larazónsinconocimientoescomolatierrasinlabrar,comouncampoyermo”.
Pararealizarestetrabajoconsultalainformacióndelapáginasiguiente.
A PROPÓSITO DE LAS ANTICIPACIONES
DE OSVALDO GONZÁLEZ REAL
de Carlos Villagra Marsal, paraguayo
Invitoaldiscretolectoraimaginarelmundodelosbisnietosdenuestrosnietos.¿Quélunasmetálicas?¿Quécriaturas
hechasporelhomosapiensasuimagen,peronoasusemejanza,usurparánlastareasydesvelosdelaespecie?Yenel
corazóndeplástico,titanioycristaldeesosAdanes,¿alentará
de pronto -por algún descuido electrónico infinitesimal- la
envidia,elodioasuscreadores?Yloqueesmásseriotodavía:¿Prevalecerácontralosárboleslababilónicaconfusión
deconcreto,altillos,petróleoytuboscloacalesdelasurbes
venideras?¿Continuaránnuestroslejanosdescendientescon
el privilegio de sentir cómo empieza la Tierra a partir del
trinodelaalondra,delsinsonte,delruiseñor,delcorochiré?
¿Seguirádefiniendolamadrugadaelperfumedelaazucena,y
lanocheeldeljazmín?¿Podránnuestrosvástagosaúnnonatos
arrancarlafruta,exclamandoensudíacomoRubénBareiro
16
Saguier:“Lanaranjachorreaconelmordiscón.Elríocorre
pormibarba,relucientedefrescura”?
Nadie-nisiquieraunpoeta-considerabaestasconjeturas
hacetres,cuatrogeneraciones.Ahorahastaeldesaprensivo
lasjuzgaválidas.Lavelocidaddeladelantocibernéticoyel
gigantismotecnológicodelospaísesindustrializados,ladepredaciónmasivadelecosistemaylairreparablealteraciónde
losbiotoposenlospaísesindigentes,juntoconlosdesechosa
escalaplanetaria,laleydeMalthusinsertaenladelembudo,
elefectivoalparquedifusohorrornucleary,desdelasalturasdelmando,elOrdendeloscamposdeconcentración,el
sadismodela“razasuperior”yotrasocurrenciassiniestras,
sonargumentossuficientesafavordelaspeoressuposiciones
sobrelasupervivenciamismadelhombreosureducciónauna
tristemaquinariadeobediencias.
Lengua Castellana y Literatura 3
unidad 1
Laproyeccióndeesasdesmesurasmásquebíblicasenelfuturodelacondiciónhumana
haoriginadolaliteraturadenominadade“ciencia-ficción”odeanticipación.Ybien,lamayoríadeloscuentosqueOsvaldoGonzálezRealhareunidoenvolumencorrespondeatales
ficciones,inéditashastahoyenlaliteraturaparaguaya.
Camino hacia la lectura
-Dialogamosconnuestrocompañero
-¿Quétedicelapalabraanticipaciones?
-¿Cómoimaginaselmundodelfuturo?
-DescribealhombredelfuturosegúntuversióndeCarlosVillagraMarsal,inspirado
enloscuentosdeOsvaldoGonzálezReal.
Teinvitamosalalecturadeesteinteresantetexto
Después de la lectura
Evaluamoslacomprensiónlectoradeacuerdoconestaspreguntas:
-¿Enquépárrafoseencuentralapredicciónounamiradaalfuturo?¿Quéanuncia?
-¿Conquéexpresionessedescribenlascausasdeladestruccióndelanaturaleza?
-¿Conquéhechosdefineelautorelfinaldelarazahumana?
-¿Cómonacelaliteraturadeciencia-ficciónsegúnelescritorVillagraMarsal?
Te recomendamos la lectura del cuento
OTRA VEZ ADÁN
de Osvaldo González Real, paraguayo
“El tiempo es el polen del universo”.
Mahabharata
“La Tierra: ¿es el infierno de otro planeta?”.
Necronomicón
Elcohetepartióconunestruendo.Abordodelanave,elDr.Axes–unhombreanciano,testigode
loscomienzosdelaNuevaCivilización-seajustóloscinturonesdeseguridadyhablóalostripulantes:
-Estaesunamisiónmuydelicada–dijoconseriedad-.Debemostenercuidado.Hayalgomisteriosoenrelaciónconeseárbol.Circulanleyendassobresuinvulnerabilidad.Nuestrosantepasados,
poralgunaextrañarazón,nopudieronecharloabajo–observó-.Sehaconvertidoenunmitopeligroso
desdequelasexpedicionesanterioresfracasaron.Nuncasesuporealmenteloquepasó.Estavez
trataremosdecortarloconellásero,ensudefecto,lodestruiremosconunproyectilatómico.
DespuésdeescucharalProfesorconatención,unodelosespecialistasenláserexclamócon
tonodesuficiencia:
-Pierdacuidado,Dr.Axes,lasnuevascortadorassoninsuperables.Nohaynadasobrelafazdel
planetaquelaspuedaresistir.Nuestrosantepasadosdelaño2000quizáeranmuysupersticiososo,
talvez,sussierrasnoeransuficientementeduras–añadióconunapequeñasonrisa-.
- Puede ser, –respondió el Profesor- pero, de todos modos, tengan mucho cuidado con la
radiacióndelosalrededores.Noolvidenquehaydesperdiciosatómicosportodaspartes.Nosési
nuestroslíderesestuvieronacertadosalaislarnosenlasciudades,bajolascúpulas,ycontaminaral
restodelplaneta.Quizáseaelpreciodelacivilización–comentócomoparasímismo-.Encuanto
alossemisalvajesquemerodeanenesazona,nocreoqueseatrevanaenfrentarnos.Vivenenun
estadodedesnudezprimitiva,ysonimpotentescontraslasarmasquellevamos.
-Nosepreocupe,profesor–dijoelotroespecialista,convozsimilaraladesucolega-;sabemos
cuidarnos,somosexpertoseneloficio.Hemosestadocortandoárbolesdesdehaceaños.
Laexpediciónalalejanacomarcasudamericana–dondeseencontrabaelúltimoárbolsobrevivientedelaGranPodadelaño2000-estabaalmandodeleminentecientífico,alqueacompañaban
dosexpertosenelmanejodelláseryunjovende17años,MarioAdam,alumnoaventajadodel
profesor.Elmuchachonuncahabíavistounárbol,salvoenlosviejoslibrosdelabibliotecaprivada
desumaestro,yesperabaconansiedadcontemplarunoauténtico.
LaGranPodafuelaprimeramedidatomadaporlosIndustrialesAvanzados,conelfindedemostrarqueelhombreyanodependeríadelmundovegetal.
Conladestruccióndelosárboles,sehabíanidoelotoño,laprimavera,lasaves,yconellasel
Osvaldo González Real
(1938)
Crítico de Arte, poeta, cuentista
y ensayista. Estudió Psicología
en la Universidad de Hanline,
EE.UU., Filosofía y Arte del Japón
en la Shophia University de Tokio
y Cultura Alemana en el Goethe
Institute de Munich, Alemania.
Es profesor de Lengua Inglesa
y de Historia del Arte y de la
Literatura. Sus trabajos críticos,
ensayos, poemas y cuentos han
sido publicados en los diarios La
Tribuna, ABC Color, Hoy, Última
Hora y la Nación, del Paraguay,
así como en revistas y periódicos
del exterior como “Mundo Nuevo” de París, Francia; The Texas
Quarterly de la Universidad de
Texas, E.E.U.U., Occidente, de Cali,
Colombia, La Opinión de Buenos
Aires, etc.
Fue asiduo colaborador de las
revistas “Alcor”, “Péndulo”, “Época”, “Criterio” y “Diálogo” del
Paraguay.
En su libro Anticipación y Reflexión reúne cuentos y ensayos;
y en Memorias del Exilio y Poemasutra, algunos de sus poemas.
Sus trabajos figuran en antologías como: El Cuento Hispanoamericano de Ángel Flores (siglo
XXI), “Panorama del Cuento
Paraguayo” de Rodríguez Barilasi (Lectores de Banda Oriental,
Uruguay), Antología de la Poesía
y Narrativa Paraguaya de Teresa
Méndez Faith, (Inter- continental), Antología Bilingüe Español-Francés, (Ediciones Patiño )
Ginebra, Suiza.
17
unidad 1
Es pionero de la literatura de
Ciencia-Ficción en el Paraguay.
Tradujo a Ray Bradbury, Tomás
Eliot, Ezra Pound, Tomás Auden
y otros.
Asiduamente convocado para
integrar jurados de Arte y Literatura. Fue Director de la Escuela de
Bellas Artes y del Departamento
de Fomento del Libro y la Lectura
del Ministerio de Educación y Cultura del Paraguay. Se desempeñó
como Viceministro de Cultura.
Fue varias veces curador de la
Bienal de San Pablo y miembro
de jurados internacionales.
Ha sido condecorado con la medalla Simón Bolívar de la UNESCO
y la Orden de las Palmas y las
letras del Ministerio de Cultura
de Francia.
18
Lengua Castellana y Literatura 3
canto.Nadiepodríayaencenderunafogataenmediodelanocheestrelladaparacontarextrañas
historias,nisentarseanteunamesadesólidoroble,frenteauncuencodefrutillas.Todaslasrosasy
sumudolenguajedelamordesaparecieron,implacablementesegadasporlosjardinerosdelamuerte.
EnelNuevoOrdensólosetolerabanlasfloresdeplásticoylossaboressintéticos.Todoun
cosmosdepoesíafuesepultadoenelolvido.ElSolquemaba,incontrolado,unatierrasinsombras.
Lahumanidadhabíaperdido–quizáparasiempre-elantiguoperfumedelosnaranjos,elsaboragridulcedeloslimones,lasidradelosmanzanos.Losárbolesyanoteníancabidabajolasgigantescas
cúpulasopacasquecubríanlasciudades.Lossolesartificialesbrillabansinocasoenunmundodonde
noexistíalanoche.Sóloenlasyermastierrasdelexterior–devastadasporlosresiduosatómicosde
lasgrandesindustrias-elciclocontinuabasumarcha.
Elhombre,ensuorgullotecnológico,habíarotounequilibriologradoatravésdemillonesde
años.
Lostripulantesdelanaveestabanembargadosporelsentimientodelaimportanciahistórica
desumisión:¡Elúltimoárbol...–sedecían,sinocultarelorgulloquesentíanporhabersidoelegidos
paralagranempresa.
Sólounmiembrodelaexpediciónnoparecíacontento.Eljovenestudiantenocomprendíadel
todolosverdaderosmotivosdelaexpedición.Estabaescuchandolaconversaciónentreelprofesory
losexpertoscuando,súbitamente,comosiloasaltaseunaduda,seincorporóensuasientoypreguntó:
-¿Esabsolutamentenecesarioquelocorten,doctor?
-Porsupuesto–respondióelcientífico-.EselúnicoejemplarvivientedelaEraEcológica,y
nuestrosgobernantesnodeseanquealgúnciudadanodecente,queporalgúndesperfectodesu
vehículodesciendafueradelascúpulas,lodescubraaccidentalmenteycomienceapreguntar.Estas
preguntasocasionaríanmuchosproblemasalasautoridadesy,quizá,hastapodríanprovocaruna
revolución–afirmó,conseriedad,elanciano.Podríanponerseendudalosfundamentosmismosde
nuestracivilizaciónysusgrandeslogros–agregó-.Además,nohayqueolvidaralossalvajes...
ElProfesorAxessereferíaalgrupodehombresymujeresrebeldesquehabíansidodeportados
fueradelascúpulasporhaberseopuestoalaGranPoda.Estosseresmarginadoshabíaninstaurado,
aparentemente,unaespeciedecultoalanaturaleza.Nosesabíaacienciaciertasiadorabanalviejo
árbol,osimplementesereuníanasusombraparacelebrarsusextrañosritos.Semanteníanenbasea
unaagriculturaincipiente,graciasaalgunassemillassalvadasdeladestrucciónporciertosexiliados.
Existíalasospechadequeestacolectividadrebeldehabíaredescubiertoelamor;unadesagradable
costumbredesterradaenelNuevoOrdenyreemplazadaporlaobediencia.
Elmuchacho,despuésdelaexplicacióndelDr.Axes,nopareciósatisfechoconlarespuestae
insistió,diciendo:
-¿Esentonces,unárbol,algomuypeligroso?Lasreproduccionesqueustedmemostróen
aquellasviejasláminasnolopintanasí.
-No,porfavor–exclamósonriendoelprofesorAxes-;losárbolesnosonterriblesenesesentido.
Sóloquenollenanningunafunciónennuestrosistema.Antiguamenteservíanparaalgo.Susfrutos
erancomestiblesydelamaderapodíanfabricarseobjetoshermosos;perotambiéngarrotes,lanzas,
yhorcas.Selausabatantoparacalentarseeninviernocomoparaquemarbrujasyherejes.Undios
antiguofuecrucificadosobreunodeestostroncos–rematóelcientífico,conairedehistoriador.
-¡Ah!,yacomprendo–dijoMario,coninocencia-,unárboleraalgoqueservíatantoparaelbien
yelmal,ylaposibilidaddeelegirlibremente,sonatavismosyasuperados.Sólopuedenocasionar
problemasalperfectofuncionamientodeunasociedadquehallegadoalatranquilidadabsoluta,yde
dondesehadesterradoelpensamiento,porconsiderárseloinnecesario–agregó,ajustándoseloslentes.
Lainteresanteconversaciónfuerepentinamenteinterrumpidaporelpilotodelcohete,quien
anuncióqueyaseaproximabanadestino.
-EstamossobrevolandolaregiónquelosantiguosllamabanChaco–hizonotarelpiloto;nuestro
objetivoseencuentracercadelaconfluenciadedosríos–añadióconvozimpersonal-.
Lanavedisminuyóconsiderablementelavelocidadycomenzóadescenderenlínearecta.
ElDr.Axesseacercóinmediatamentealtelescopiodemandoyobservócuidadosamentela
región.Unatenuesiluetaserecortabaenmediodelallanura.
Elmilenarioejemplar,quehabíaresistidolosembatesdelastormentasylosrepetidosintentos
dedestruccióndepartedevariasexpediciones,semanteníaaúnensusitio.
-Sí,talcomolodescriben,allíestá-dijoelprofesor,conciertaemoción.Todavíaseyergue
majestuosamente,apesardeltranscursodelossiglos.Porestosmismoslugaresvagabanhacemiles
deañostribuscasiprehistóricasquebuscabanunsoñadoparaísoterrenal,latierradondenoexistía
elmal:el“Yvymaraey”,comolollamaban,concluyóelDr.Axes,haciendoalardedesuerudición
enlenguasarcaicas.
-Bajemosinmediatamente-ordenóalpiloto-.Veremossielárbolestandurocomodicen.Y
noseolvidendesusarmas-agregó;nocorreremosningúnriesgo.
Ungrupodehombressemidesnudos,reunidoenlasinmediacionesdelárbol,huyóapresuradamentehaciaeldesiertoalnotarlaproximidaddelcohete
Lanavedescendiósuavementeaciertadistanciadesuobjetivo.Lasramasdelárbolseestremecieronporunossegundosbajoelvientorepentinogeneradoporlosmotores.Elsol,enelocaso,
Lengua Castellana y Literatura 3
senublóporuninstante,enuntorbellinodepolvo.
ElprimeroendescenderfueMario.
Eljovencaminórápidamentehaciaellugarenqueseencontrabaelextraordinarioejemplar.
Jadeante,sedetuvoaunospasosdedistancia,yluegoseacercódespacio,asombrado,comoante
lapresenciadeundiosdesconocido.
Mariocontemplóelárbolconsucorazónadolescente,yloencontróhermoso.Elgruesotronco,
dedurísimacorteza,sealzabahaciaelcieloenunafrondosacopaverdioscuraderamasflexiblesy
ondulantes.Abajo,susfuertesraícesseintroducíanenlatierracomoserpientesenfurecidas.Veresta
nobleestructuramecersealvientocomounviejonavíoconvelasdesplegadasfueparaeljovenun
espectáculomaravillosoyúnico:unaverdaderarevelación.
Mientraslocontemplaba,sesintióperturbadoporunasensaciónextraña.Algoindefiniblese
desperezabaenelfondodesuser,comounamareasinnombre,ylesusurrabapalabrasmisteriosas
ylejanas.Elmuchacho,extendiendolamano,seacercóaúnmásaltroncoy,casitemblando,lo
tocó.Unsúbitoresplandor-comounrelámpago-lerecorriólasangre.Eracomounfuegoserpentino,
traspasandosucuerpo.Asustado,retrocedió,mirándoselapalmadelamano,comobuscandoalguna
señal.Sólolaslíneasdeldestinoquesurcabansupielparecíanmásclarasyprofundas.Eljoven,desconcertado,apretóelpuñoconfuerzaypensóquesuimaginaciónleestabajugandounamalapasada.
Unmomentodespuéssintiólaspisadasdelprofesor,queseacercaba.
-¡Ah!Yalohasexaminadodecerca–dijo-Parecequetehaimpresionadobastante.Estás
pálido.-Mirabafijamentealmuchacho-.¿Tesientesbien?
Marionorespondió.Volviendoamirarselamano,sealejócomoentranceendirecciónalcohete.
-Bueno,parecequelohasorprendidounpoco–sedijoelprofesor-;sinembargo,mirándolo
bien,estansólounárbolmuyviejo,quenoseresignaamorir-pensó,mientrasobservabaelárbol
conciertacompasión.
Entretanto,loshombresencargadosdecortarlohabíanllegadoalsitiodondeseencontraba
eldoctor.
Este,dirigiéndoseaellos,hizounademánhaciaelnudosoárbol:
-Ahílotienen:examínenloconatención.Nomeparecenadaexcepcional,creoquenotendrán
problemas.Además,nohayrastrosdesusadoradores.Lospobresdebenestarmuyasustados.No
debenvercohetescomoelnuestromuyamenudo-comentó,conundejodeironía.
Losdosespecialistassonrieronyseacercaronalárbolconmiradaprofesional,comoparamedir
supotencia.Despuésdeuncortoexamen,unodeellossedirigióalprofesor:
-Esunárbolantiquísimo;lamaderaparececasipetrificada.Nocreo,sinembargo,queresista
anuestrosaparatos-dijoconpresunción.
-Aunasí,nosllevaráciertotiempocortarlo–observósucolega.Creoserámejorhacerlomañana.Prontooscureceráynoesprudentearriesgarnos,teniendoasusadoradoresenlascercanías.
-Tienerazón;esperaremoshastamañana–respondióelDoctormirandoalárbolunavezmás-;
esunalástimaquetengaquedesaparecer.Podríaconservárselocomomonumentoanuestropasado.
Mario,sentadoenlaescalerilladelcohete,intentabaenvanoordenarsuspensamientosy
calmarsuexcitación.Elárbolejercíasobreélunaoscuraseducción.Yanopodíaaceptarlaideade
quelofuesenacortar.Elmuchachohabíasucumbidoantelosencantossecretosdelanaturalezay
suprohibidahermosura.
Viendoaljoventanensimismado,elprofesorseacercóalaescalerillaytomandoaMariopor
elbrazo,ledijo:
-Notepreocupes,hijomío;loshombreslocortaránsólomañana.Asílopodráscontemplarpor
mástiempo.Adivinoqueletienessimpatía.Ahoraregresemosanuestrocompartimento:yaoscurece,
ylanocheenestasregionesesbastantefría.
Eljovenmusitóalgoininteligible,levantándosesiguióobedienteasumaestro.
Esanoche,despuésdecomunicarseconlabaseparainformarsobreeldesarrollodelamisión,
elprofesorylosdemástripulantesseintrodujeronensusliterasy,debidoquizáalaexcitacióny
ansiedadocasionadosporeltrascendentalviaje,prontoquedarondormidos.
Elmuchacho,porsuparte,sabiendoqueleseríadifícilconciliarelsueño,seofrecióahacer
laprimeraguardia.Asaltadoporoscurospresagios,sepaseabadeunladoaotro,mirandoconstantementeatravésdelaenormeventanadelanaveendirecciónalárbol,nopudiendoresistirsea
suencanto.Allá,alolejos,sepodíaadivinarsuscontornosiluminadosligeramenteporlasluces
exterioresdelcohete.
Mariocomenzóapensarquetodolosucedidoesatardehabíasidosólofrutodesuimaginación
exaltada,cuandocreyódistinguirunraroresplandorprovenientedelasramasdelárbol.
Eljovenseconcentróintensamenteyobservóconredobladaatención.Enefecto,eraunaluz
pálidaybrillabaintermitentemente.
Pero,no,nopodíaser.Eracomosileestuviesenhaciendounaseñalcomosiloestuvieran
llamando.
Yeracomosiélhubieraestadoesperandoesellamadodesdesiempre.
Volvióasentirelfuegoabrasadorrecorriéndolelasvenasyyanopudoresistirmás....
Afueraelvientodelanoche,obligóaMarioabajarlaviseradesucascoparaprotegerseel
unidad 1
“Esunalástimaquetenga
quedesaparecer-respondióeldoctormirando
alárbol”
19
unidad 1
Lengua Castellana y Literatura 3
rostro.Alaluzdelalunaybajoelsuaveresplandordelanave,el
árbolparecíalasombradeunarcángel.Hipnotizadoporlosdestellos,
eljovenseaproximólentamente.Apocosmetrosdedistancia,
sedetuvoparasacarselasbotas.Laluzaumentabaenintensidad,
ysuhechizoeracomoeldeunaestrellapolarparalosnáufragos.
Elmuchachosequitóelcascotransparenteyloarrojóasuspies.
Estabayabajolasramas;susplantashollabantierrasagrada.Sintió
queunvértigoexquisitoseapoderabadesussentidosypensó,por
uninstante,quetalvezsoñaba.
Perono.Allí,antesusojosasombrados,pendiendodeuna
ramaybalanceándosealvientodelanoche,colgabaunafruta.
Elmuchachonorecordabahaberlavistoantes.Sinembargo,ahí
estaba,brillandotentadoraalaluzdelaluna.
Dudóunmomento...Unossegundosdespués,Mariolaarrancó.
Aldíasiguiente,lostripulantesdelanaveselevantaronal
amanecer.Extrañadosporlaausenciadeljoven,-quiennohabía
despertadoalquedebíarelevarlo-bajaronrápidamentedelanavey
sedirigieronalárbol.Apenasllegaronjuntoaél,fueronsorprendidos
poruninsólitoespectáculo.Elárbolsehabíasecadototalmentey
susramascolgabanmarchitas.Sushojasseesparcíanenremolinos,
arrastradasporelvientodelnuevodía.Cercadeltroncoestabanel
cascoylasbotasdelmuchacho.Másallá,sobrelaarenacalcinada,
seveíanclaramenteimpresaslashuellasdeunospiesdescalzosque
seinternabaneneldesierto:
ElDoctorysusacompañantesnoatinabanacomprenderlo
sucedido.Porunmomento,sospecharonqueeljovenhabíasido
secuestradoporlossalvajes.Peroelancianoprofesor,alexaminar
con mayor detenimiento las proximidades del árbol, descubrió,
repentinamente,losrestosdelafruta.
¡Peroquéesesto!-exclamósorprendidoelprofesor-.Pensé
queelárboleraestéril.
ElDr.Axesibaaseguirlashuellastodavíafrescas,cuandose
detuvoy,comotratandodealejardelamenteunterriblerecuerdo
-perdidohacíamuchísimotiempoenlosmásremotosconfinesde
lamemoria,murmuró:
-¡No!!Noesposible!¡Noporsegundavez,Diosmío!
Elprofesormiróansiosamenteendirecciónaldesiertoyluego,
girandorepentinamentesobresímismo,sedirigióapresuradamente
alanave.
Los demás hombres, aún sin comprender, lo siguieron en
silencio.
Asunción,1972
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Trabajo grupal
1. Comentamos oralmente con nuestro grupo el verdadero sentido de los conceptos científicos. Para ello buscamos información
sobre los siguientes temas, para lo cual recurrimos a fuentes de información.
-radiación
-desperdiciosatómicos
-materialessintéticos
-cohete
2. Según el contexto, explicamos el significado de las siguientes expresiones. Opinamos en nuestro grupo presentando nuestras
ideas.
-Eraecológica
-Latierrasinmal
-Elárbol,diosdesconocido
3. ¿Cómo explicamos la comparación del árbol con el navío?
-¿Aquiénesserefierecuandodice“adoradoresdelárbol”?
-¿Quésignificadotienelaexpresión“monumentoalpasado”,dentrodel
texto?
4. Relatamos oralmente el cuento. Tenemos en cuenta esos puntos:
-pronunciacióncorrecta
-tonoadecuadodevoz
-controldelvolumendelavoz
5. Discutimos sobre estos hechos misteriosos
-Sintióelllamadodelárbol.
-Elmuchachocomiólafrutaydesapareció.
-“Elhombreensuorgullo,habíarotoenequilibriologradoatravésdemillonesdeaños”.
6. Trabajamos individualmente. Escribe un comentario sobre:
-Larelaciónexistenteentreeldesenlaceyeltítulodelcuento.
-Laintencionalidaddelescritorylaenseñanzaquedejaelcuento.
20
Lengua Castellana y Literatura 3
unidad 1
TEORÍA LITERARIA
Código ideológico
Consisteenelconjuntodevalorespolíticos,sociales,filosóficosyestéticosqueseinterrelacionanymanifiestansignificaciónatravésdellenguajeverbal.
La temporalidad de la historia y el discurso
Ladimensióntemporalnoofrecelasmismascaracterísticasentodoslostiposderelato.Enelcuento,lanovela
olaepopeya,hayunadobletemporalidad,pues,generalmente,elnarradoresunintermediarioentrelahistoria
yellector,quecomunicalossucesospasadosmientrasél
mismoorganizaloselementosdelahistoriayloscuenta,
posteriorasuocurrencia,enunpresente,contingente,
queeselpresenteenelqueseefectúaelactodenarrar
yapartirdelcualsedelimitaelpretéritodelahistoria.
Estoabreunadistanciaentreelprocesodelaenunciaciónoactodelaescriturayelprocesodeloenunciado,lo
narrado,ladiégesisohistoria.Tambiénpuedeocurrirque
elnarradorrelateenunpresente históricolosucedido
enelpasado,ubicándoseasíélmismoenel“presente”
delsucesonarradoyloquehaceesproducirunefectode
actualizacióntemporal.Ej.LosespañoleslleganaAmérica
enelsigloXV.
Elorden temporalqueofrecelahistoria,porunaparte,
estáconstituidoporladistribuciónsucesivadelasacciones
narradasenelordencanónicodelafábula;peroporotra
parte,sedaelordenenqueserelatanloshechos:esel
ordenimpuestoalahistoriaporelnarrador;“unodeestos
órdenescorrespondealsignificante,otroalsignificado”
(Genette).
Enlanovela,secuentamásdeunahistoria,pueslaestrategiadelnarradorseencargadeescalonarcadaunade
lashistoriasquegiranentornoalosdiferentespersonajes.
Enunrelatoesposibleidentificarlatrayectoriadecada
personajeogrupodepersonajescomohistoriasindividuales
omenoresqueseentretejendentrodeunamayoryque
sepuedencombinardetresmaneras:
a)Coordinaciónoencadenamiento(yuxtaponediversas
historias).
b)Subordinaciónointercalación(unahistoriaseincluye
dentrodeotra).
c)Alternanciaocontrapunto(desarrollodedoshistorias
simultáneamente).
Undiscursopoético(unpoema,unrelato)constituye
unespacioenelqueseproduceunanutridaredderelacionessintagmáticasyparadigmáticas.Enélseaplicane
interrelacionanuncódigolingüístico,uncódigoretóricoy
uncódigoideológicoquesemanifiestan(atravésdelos
códigosanteriores)consusvaloresculturalesquecorrespondenaundeterminadocontexto.
Asícomolalingüísticasedetieneenlaoración,el
análisisdelrelatosedetieneeneldiscurso.
Serefierealasecuencialineal,introducción,nudoy
desenlace.
Después de la lectura
Elaboramosunesquemadellavesquecontenganlasideas
principalesdeltextoleído.Estetrabajonosservirádeautoevaluación.
Ejemplo:Códigoideológico
Aquíseconsignanlascaracterísticas
1.Dimensionestemporales
a.
b.
c.
21
unidad 1
Lengua Castellana y Literatura 3
TEORÍA LITERARIA
La narratología en la teoría de los textos narrativos
Un texto narrativoesaquelenqueunrelatorcuenta
unahistoria.
Unahistoriaesunafábulapresentadaconpalabraso
pormediodeimágenes.
Unahistoriaesunaseriedeacontecimientoslógicay
cronológicamenterelacionadosqueunosactorescausano
experimentan.
Losactoressonagentesquellevanacabolasacciones,
nosonnecesariamentehumanos.
Un acontecimiento, por muy insignificante que sea,
ocupauntiempoenlarealidad.
Losacontecimientos,losactores,eltiempoyellugar
constituyenconjuntamenteelmaterialdelahistoria,son
loselementosconqueseorganizalahistoria.
Existenvariosprocesosimplicadosenlaordenaciónde
losdiversoselementosdeunahistoria.
a-Losacontecimientosseordenanenunasecuenciaque
puedediferirdela cronológica.
b-El tiempoasignadoalosacontecimientossedeterminasobrelacantidaddetiempoqueestosocupanenel
relato.
c-Los espaciosenquesucedenlosacontecimientosse
conviertenenlugaresespecíficos.
d- Se eligen los puntos de vista desde los que cabe
presentarlahistoria.Elresultadoesunahistoriadistinta
aotrashistorias.
Un texto narrativo es una historia que se cuenta con
lenguaje,esdecir,seconvierteensignoslingüísticos.
Seapoyaenunportavozficticioquesedenominanarrador o relator.
La Focalización recibe también los nombres de visión o perspectiva,
alude al punto de vista del relator.
La realidad nunca es una sola, sino múltiple, pues cada persona mira el
mundo desde su óptica, desde una perspectiva adoptada en cada caso.
Cada persona encarna un punto de vista propio ante la realidad, es
decir, una peculiar visión del mundo.
Eso mismo ocurre con el relator, que focaliza su relato desde un ángulo
propio de visión adoptando distintas posturas.
El papel configurador del narrador se pone de manifiesto, en especial,
en los permanentes cambios de perspectiva que operan en el tiempo
y en el espacio. M. Bajtín declara que: “El concepto de punto de vista
o perspectiva se encuentra estrechamente asociado a su concepción
de la novela como realidad heterogénea, plurilingüe, pluriestilística y
plurivocal” 1.
22
Elnarrador eselelementocentraldelrelato.Elnarradorconocetodoslosentresijosdelahistoriaquerelata,
aunque su saber depende del ángulo de visión adoptado
paratransmitirlainformación.
Elnarradoryla
organizacióndela
estructuranarrativa.
Elnarradorsolapado,narradorobservador
Elnarradorcomoemisor,sujetohablantedelaenunciación.
Esimposibleunrelatosinnarrador(Todorov).
Elautoren
eltexto
autor implícito: (ficcional):eslaimagenqueelautorreal
proyectaenlaobra(intratextual).
autor explícito:autorreal(decarneyhueso).
El autor no debe confundirse con el narrador, este
domina todo el universo del relato y, por consiguiente,
trasciendeelámbitodelpersonaje.
Enelgéneroautobiográficoseinstauraunpactoentre
elautorreal,elnarradoryelpersonaje,mediantelarelacióndeidentidadexpresadaen1ªpersona(yo)ylafirma
estampadaporelautorenlaportadadellibro.
Elautorseobjetivaenelrelatomientrasqueelnarrador- personaje cuenta con un referente externo, un ser
deficción.
La originalidad de la novela reside precisamente en el ensamblaje y
armonización de esos elementos muy diversos.
Toda esa pluralidad lingüística reclama la presencia de un organizador,
que es el relator.
Desde este punto de vista la novela se define por su carácter dialógico,
como diálogo de lenguas y sobre todo de ideologías.
El punto de vista se refiere a la perspectiva desde la cual se observa la
realidad.
El punto de vista imprime al texto cierta orientación.
El autor presta su voz al personaje, puede asumir la visión de uno u otro
personaje o combinarlas alternativamente.
Lengua Castellana y Literatura 3
Funciones del narrador
Función emotiva.
Estestimonial,
reacción
sentimental,moral
ointelectual.
Función
ideológica:
Elautorintroduce
supropiocomentariodentrodela
narración.
Función comunicativa: eslarelación
conelcontenido,
conlonarrado.
Función de control:elnarrador
puedehacerreferenciaasu
propiodiscurso.
unidad 1
Narración en primera persona
Cuandocoinciden
elsujetoperceptor
yelobjeto
percibido.
Encuantoalplano
psicológico,el
puntodevista
puedeser:
Interno:através
delospersonajes
vistospordentro.
Externo:cuando
lahistoriase
presentadesde
afuera.
Libertadydominio
deltiempo(3ª
persona).
Doble
perspectiva:
Combinandolos
planostemporal
eideológicode
obtienennuevas
modalidades:
a-Desdeel
presentehaciael
futuro.
b-Pasadoyfuturo
vistosalaluzdel
presente.
Modelo de la omniscencia:
relatonofocalizado,ilimitadavisióndelnarrador.
Focalización:-----
funcionacomofiltroinformativo.
Focalización interna:
fija-----------------
coincideconunpersonaje
variable-----------
visiónnolimitada
múltiple-----------
mediantevariospersonajes.
Focalización externa:
Sesitúafueradeluniversointerior,esexterioracualquierpersonaje.
Lafocalizacióninternaylaexternapuedenalternaralolargodelrelato.
Ejemplosdefocalizacióninterna:
•Conflictosinternosdelpersonaje
•Peculiarvisióndelmundo
•Monólogointerior.Presentaciónsinintermediariosdeloscontenidosdelaconciencia.
•Estiloindirectolibre:Elnarradorsesitúaenlaconcienciadelpersonaje.
(1) Heterogénea: Diversa, diferente.
Plurilingüe: Cada una de las
lenguas o sociolectos son portadoras de una visión distinta.
Pluriestilística: Cada personaje
utiliza un estilo diferente.
Plurivocal: diversas voces. Cada
personaje habla en forma diferente.
Responsable del discurso narrrativo
Ladiferenciaentrelosactosdehabladelnarradorydelospersonajesesqueelprimero
sesitúaenelplanodeldiscursoylospersonajessecircunscribenalplanodelahistoria.
23
CAPACIDADES
•
•
•
•
•
•
•
Analiza los elementos estéticos utilizados en obras literarias paraguayas y universales.
Identifica rasgos socioculturales presentes en las obras de la literatura paraguaya y
universal.
Interpreta mensajes transmitidos en textos orales.
Interpreta mensajes transmitidos en textos escritos científicos y literarios.
Produce textos escritos con intención literaria que presenten características de cohesión
y coherencia.
Redacta ensayos argumentativos sobre temas de interés social, político y cultural.
Contrasta rasgos estéticos de las obras leídas de diferentes autores y de diferentes corrientes y tendencias literarias. El contexto histórico de producción de las obras leídas,
temas recurrentes y características de estilos comunes, así como sus diferencias.
Lengua Castellana y Literatura 3
El tema del
“Libre Albedrío”
unidad 2
2
unidad
Introducción a la unidad
Leemos cada párrafo y lo comentamos oralmente
Libertad
El término tiene tres significados fundamentales que
corresponden a tres concepciones que se han intercalado
en el curso de la historia y que pueden caracterizarse del
modo siguiente:
La concepción de la libertad como la autodeterminación o autocasualidad según la cual la libertad es ausencia
de condiciones y limitaciones.
La concepción de la libertad como necesidad que se
funda en el mismo concepto que la precede, o sea, en el
de autodeterminación, pero que atribuye la autodeterminación misma a la totalidad (mundo, sustancia, estado) a
la cual el hombre pertenece.
La concepción de la libertad como posibilidad o elección, según la cual la libertad es limitada y condicionada,
esto es finita. No constituye conceptos diferentes de
libertad, la forma que adquiere en los diferentes campos,
por ejemplo la libertad metafísica, la libertad moral, la
libertad política, la económica, etc.
La primera concepción de la libertad según la cual es
absoluta, incondicional y, por lo tanto, no sufre limitaciones y no tiene grados, se expresa diciendo que es libre lo
que es causa de sí mismo. Aristóteles comienza diciendo
que la virtud depende de nosotros, lo mismo que el vicio.
En las cosas, en efecto, en las que el obrar depende de nosotros
y allí donde nos encontramos es situación de decirnos, podemos
decir también sí. De tal manera, si cumplir una acción bella depende de nosotros, también dependerá de nosotros no cumplir
una mala acción. Para Aristóteles significa que el hombre es el
principio y el padre de sus actos como de sus hijos. Sólo para
aquél que tiene en sí mismo su propio principio, el obrar o el no
obrar depende de sí mismo.
San Agustín. El hombre mismo elige como móvil, la libertad,
por la razón de ser juez y árbitro de las circunstancias externas.
El libre arbitrio designa la posibilidad de elegir entre el bien
y el mal; es “la facultad de la razón y de la voluntad por medio
de la cual es elegido el bien por auxilio de la gracia y el mal por
la ausencia de ella”.
San Alberto Magno llamó libre al hombre que es causa de sí y
que el poder de los demás no puede constreñir.
Y para Santo Tomás, el libre albedrío es la causa del propio
movimiento, porque el hombre mediante el libre albedrío, se
determina a sí mismo a obrar. Santo Tomás agrega que no es
necesario para que haya libertad que el hombre sea la primera
causa de sí mismo y en efecto no es, porque tal primera causa
es Dios. Pero la Primera causa no quita nada a la auto-causalidad
del hombre.
25
unidad 2
Lengua Castellana y Literatura 3
Te presentamos el tema del Libre Albedrío en dos cuentos paraguayos.
EL TROPIEZO DE FELIPA
de Gabriel Casaccia, paraguayo
Gabriel Casaccia
(1907–1980)
Nació en Asunción en 1907. Novelista, periodista y dramaturgo
paraguayo, es uno de los escritores que con mayor profundidad
ha reflejado en su producción
literaria la realidad del país.
Creador de una valiosa y variada producción narrativa, en
1930 publica “Hombres, mujeres y fantoches”, El bandolero,
obra teatral (1950). Sus primeras
producciones, consideradas de
aprendizaje revelan la influencia del modernismo. El mismo
Casaccia afirma: Es obvio que las
novelas del Ruedo Ibérico y de
las Comedias Bárbaras de Valle
Inclán gravitan sobre mis dos primeras obras.Una vez encontrado
el verdadero camino que seguir,
diría: Posteriormente los autores
que más han influenciado en mi
creación son: Dostoievski, Proust,
Hemingway y Pío Baroja. Si hubiera comenzado mis lecturas
con un escritor como éste último,
no hubiera necesitado tantos
años para aprender…
Con el volumen de cuentos El
Guajhu (aullido) 1938, rompe los
moldes iniciales de su narrativa
para entrar en la “contemporaneidad” la narrativa paraguaya y
así estar en consonancia con los
otros pueblos de Hispanoamérica. A partir de El Guajhú la
constante de su producción será
despojar al paraguayo de ese disfraz paradisíaco e irreal en que se
encontraba , a consecuencia del
paternalismo histórico-literario.
26
Sentada en el borde de la cama de tientos, Elizarda Patiño acompañaba sus palabras con un pausado balanceo de sus canillas desnudas. Era la tía Elizarda larga de cuerpo, huesuda, de faz morocha
y de pómulos salientes, los que le ponían tan tirante la piel, que daba la impresión de que ésta se
rompería al menor gesto. De tanto en tanto, dejaba de hablar y de mover las piernas para tomar
el mate que le alcanzaba su sobrina Felipa, quien enfrente de ella, apoyada en uno de los rústicos
pilares de madera, aparentaba poner atención a las palabras de su tía. Pero, su mirada vaga, así como
el gesto maquinal con que tendía la mano para recibir el mate que la otra le pasaba, demostraban
lo contrario. Ella se encargaba de cebar el mate, echándole el agua de una pava ennegrecida por el
humo, que hervía al fuego de unos leños, asentada sobre dos ladrillos puestos de canto. Y una vez,
la tía y otra ella, por turno, sorbían de la bombilla, gorda y repujada.
Elizarda había dormido en la cama de tientos sobre la cual estaba sentada y como de costumbre había dormido con la ropa puesta. Ni bien las primeras luces del alba le dieron en la cara,
levantóse con presteza, y lo primero que hizo fue encender el fuego, calentar el agua en la pava y
echar yerba al mate como hacía todas las mañanas. Enseguida, despertó a Felipa, y muy nerviosa,
sin esperar que saliese del todo de su modorra, comenzó a hacerle preguntas y darle consejos. La
muchacha escuchaba a su tía con desgano, alcanzando a enterarse a medias de lo que hablaba; pero
fingía escucharla con atención y la tranquilizaba con leves gestos de cabeza.
Elizarda estaba muy preocupada. El día anterior había recibido una noticia que la desasosegó y afligió mucho. Decíase para sí que esa preocupación era muy razonable y que a cualquiera
otra en su lugar le hubiese pasado lo mismo. El hecho era grave. Pero no como para desesperarse.
Había que tratar de tomarlo con calma y ver las consecuencias que podía tener. Que su sobrina se
entregue a Pascual, el selvático hijo de Conrado, un muchacho fornido y amigo de hacerles el amor
a las muchachas del pueblo era cosa natural y que a nadie podía asombrar. Cuando ella supo lo que
había hecho Felipa, ¡bien sabe Dios, que no puso el grito al cielo ni se lamentó! Pero le asaltaban
escrúpulos y temores de otro orden y bastante motivo tenía para ello.
En el pueblo todos sabían que Felipa –que tendría diecisiete años, aunque aparentaba más por
ser alta y maciza de carnes –desde su llegada de la ciudad, hacía un año más o menos, donde estuvo
sirviendo en una casa de familia y aprendiendo las primeras letras, fue tomada bajo la protección del
cura párroco, el cual demostraba por ella un gran afecto. Entre su cristiana y femenina Grey era la
preferida. No tenía reparo en hacer pública esta preferencia. Los del pueblo notaban la inclinación de
su párroco y la comentaban con sonrisa maliciosa. Por esta protección parroquial vino a convertirse
Felipa en un objeto casi sagrado y digno de respetuoso tratamiento. El párroco le había infundido, por
así decirlo, un hálito santo, haciéndola partícipe de su propia religiosidad y de su carácter sagrado. Por
donde Felipa llegó a revestir, a los ojos de su tía y de los del pueblo, los atributos espirituales de una
mujer sobada por manos eclesiásticas. De aquí, pues, nacían la zozobras y los escrúpulos que tenían
tan atribulada a Elizarda al enterarse de lo que había sucedido entre su sobrina y Pascual. Pensaba
también con tristeza en la posible pérdida de la copiosa comida parroquial con que la obsequiaba el
padre Martín casi a diario y sentíase traspasada de amargura viendo avecinarse días de escasez. En
medio de un vivir tranquilo y sin mayores apremios le caía este infortunio, inesperado y recio como
chubasco de verano. ¿Qué excusas podría alegar ante el cura, el cual había confiado a su vigilante y
segura atención el cuidado de la muchacha? ¿Qué rabia, qué furia no irían a apoderarse del párroco
cuando supiese lo que Felipa había hecho? Pero entre tantos y tan atropellados pensamientos había
uno que inquietaba más que los otros a Elizarda. El paí Martín, ignorante de lo sucedido, continuaría
en sus relaciones con la muchacha, manchándose con la impureza de ésta. ¡Qué hacer , Dios mío! Y
Elizarda se llenaba de incertidumbre y desconsuelo. Ella estaba segura de que no era posible ocultarle
al párroco lo que había sucedido, porque éste, con ese poder que de Dios le venía, al tomar entre sus
manos a la muchacha lo descubriría todo, como por revelación divina. Elizarda miraba a su sobrina
con insistencia e inquietud. ¿Qué iba a pasar? Felipa entretanto parecía ajena a las preocupaciones
que estaba causando. Al fin, se levantó del catre, a tiempo que decía a su sobrina:
Ajhá ta ajhechá Casiana pe, aporandú jhaguá ichupé, mbaé pa la ayapó vaerá.
Y se fue a pedir ayuda y consejo a su vieja vecina. Cuando volvió, traía la angulosa cara resplandeciente de alegría se notaba que la mucha experiencia de Casiana le había sacado de apuros. En
cuanto estuvo junto a su sobrina le dijo alborozada:
- Ya asé-ma tapé-re: aicuaá-ma la ayapó vaerá.
Felipa la miró con curiosidad, como si le estuviese hablando de algo que no conocería.
Elizarda le explicó que según Casiana el mejor camino para salir del atolladero era contárselo todo
Lengua Castellana y Literatura 3
al párroco en el secreto del confesionario. Así el párroco no sólo se enteraría del pecado de Felipa,
sino que si quería castigarla se encontraría atado por el secreto de la confesión. Elizarda no cabía en
sí de contenta por haber hallado, gracias a la viveza de Casiana, una solución tan buena y fácil. Y le
aseguró a su sobrina que a Casiana y nada más que a Casiana, había que pedirle ayuda para resolver
los problemas difíciles. Ni al maestro de escuela, y eso que el maestro había estudiado en la ciudad
y usaba zapatos, se le hubiese pasado por la cabeza algo igual.
Durante todo el tiempo que Elizarda estuvo hablando, y que fue muy larga por cierto, Felipa
casi no le prestó atención, como si aquello de que su tía le hablaba no le concerniese. Para Felipa no
había diferencia entre el cura y Pascual. Y así se lo dijo llanamente, con ruda franqueza. Sin embargo, había encontrado una diferencia. Pascual era más impetuoso, más fuerte. El paí en cambio era
más tranquilo. Pero eso sí, tanto el uno como el otro, no despertaban en su alma ningún género de
sentimiento.
Quien en realidad de verdad cautivaba su corazón era González, el comisario de policía, con
su elevada estatura, sus botas siempre relucientes y ese respeto con que se le miraba en el pueblo;
pero aquél desgraciadamente no se fijaba en ella. Elizarda no se acertaba a comprender cómo el
comisario que, aunque era buen mozo, no pasaba de ser un buen mozo común, pudiera ser preferido
al cura, que era el representante de “Ñandejara Guazú” sobre la tierra, además de sus condiciones
de varón, que no eran pocas. Lo que es ella no hubiese dudado mucho para hacer su elección.
Gran trabajo y maña debió darse Elizarda para convencer a Felipa que debía ir a ver al cura
y contárselo todo. Felipa encontraba más natural y fácil guardar el secreto. Pero al fin obedeció y
juntas salieron camino de la iglesia. Entraron por la puerta principal, abierta de par en par, y no habían dado aún cuatro pasos cuando llegó hasta ellas el tronido de un fuerte vozarrón, que enseguida
reconocieron como el del párroco. Por el tono debía estar muy irritado. Ambas mujeres adelantaron
unos pasos y se detuvieron. Elizarda con temor; Felipa sin dar muestras de inquietud.
Hora vai pe ñanguajhé – murmuró Elizarda al oído de la sobrina.
Felipa la escuchó con indiferencia. Su mirada no se turbó con el más leve signo de zozobra. Quieta
y tranquila, aguardaba la determinación que tomase su tía. Ella no se culpaba de nada. ¿ Por qué
entonces temer? Ni el cura Martín ni su tía ni Pascual le inspiraban miedo. Su corazón solo se azoraba
al oír hablar de aparecidos y fantasmas que salen a vagar de noche por huraños senderos y alrededor
de ranchos derruidos; de ánimas que se levantan de sus sepulturas en las noches de tempestad; de
endemoniados que ruedan de súbito por tierra con castañear de dientes y la boca cubierta de espuramajos; pero no le producían pavor ni mucho menos los seres de carne y hueso como el paí Martín.
Volvió a resonar la dura voz del sacerdote. Hasta Dios debía sobrecogerse al oírla. Era una rara
potencia y bronquez, Con ella, con esos gritos estentóreos, el paí Martín guiaba su fiel rebaño hacia
Dios. A fuerza de romperles los tímpanos y amenazarles con el puño cerrado les metía en la cabeza
las verdades celestes. Con el mismo tono y los mismos aires de orador impetuoso propagaba sus ideas
políticas y catequizaba a los campesinos en las reuniones partidarias a campo raso, bajo el cielo y la
mirada de “Ñandeyara Gauzú”. Al fin y al cabo, en el fondo de su corazón apasionado, todo era uno, y
con la misma fuerza y el mismo convencimiento sepultaba en lo profundo de los infiernos a los herejes
como a los que no pertenecían a su partido.
Ya se preparaba Elizarda a volverse atrás cuando apareció el párroco Martín en la puerta de la
sacristía. Alto, corpulento, con una cabeza grande sobre el corto y ancho cuello, tenía una figura imponente. Vestía una sotana desteñida, y por las mangas deshilachadas asomaban dos manos velludas,
pesadas. Al ver a las dos mujeres, voceó malhumorado:
Mbaé la peipotá?
Retumbó su voz por toda la iglesia. Elizarda no se atrevió a decir esta boca es mía. El cura, con los
brazos en jarra, golpeando impaciente con un pie en el suelo, esperó que alguna de las dos hablase.
Elizarda, para desenojarle, frunció la boca con un gesto que quiso ser una sonrisa, y con indecisión
avanzó unos pasos. Como nada sucedía, ya más confiada, adelantó hacia aquel pastor de almas, que
echaba el lazo en los rodeos y vociferaba palabrotas sobre las cartas de truco. Felipa no se movió.
Entretanto, Elizarda, con medias palabras primero, y luego más serena, le dijo que Felipa quería
confesarse para que la absolviese de un pecado mortal, que había cometido sin querer. El párroco
husmeó que Elizarda intentaba ponerle la mordaza de la confesión y bramó:
unidad 2
La aparición de La Babosa (1952)
cuyo título se refiere al personaje
típico de las ciudades pequeñas,
en Areguá, La Babosa identifica
con la mujer que vive dedicada
a los chismes y las intrigas, hostigando a los vecinos y parientes
de su localidad. Con esta obra,
el autor se acercó al alma misma del paraguayo: aventó esos
mitos tras los cuales ocultaba
el paraguayo una realidad que
lo acosaba (Correspondencia
privada, Bs. Aires, 1973). La llaga
(1963), Los exiliados (1966) con
el premio de la revista porteña
“Primera Plana”. Los Herederos
(1975), Las Huertas, editada después de su muerte en 1981. Autor
de dos libros de cuentos, el citado
El Guajhu y El pozo (1947).
Tomombeú cheve anga ité voí.
Paseó una mirada enfurecida sobre las dos mujeres, que la soportaron impasibles. El cura comprendió que estando presente Elizarda no podía obtener nada de Felipa, pues de seguro ya estaba
instruida. Entonces, levantando su recia mano, le indicó a la muchacha que se fuese al confesionario, y
él a su vez se dirigió hacia el mismo, hundiéndose en el templete de madera, que crujió como si fuera
a partirse en dos; pero antes de entrar tuvo tiempo de reparar que la tía le cuchicheaba a la sobrina. Y
pensó: “Esa vieja arpía le está enseñando lo que debe decirme. Ya verá…”. Sonrió para sus adentros a
27
unidad 2
Los títulos de sus obras encierran símbolos… “yo creo que
mi obra interpreta al Paraguay
y al hombre paraguayo en profundidad, en cierto momento
de su historia”. Ve su condición y
su realidad. “Doy testimonio sin
comprometer mi juicio, cumplo
con el fin intelectual que es ser
parte necesaria de la conciencia
de su patria durante los años de
su vida” (Correspondencia privada, Bs. Aires, 27 de mayo de 1973).
La corriente a que se adhiere
Casaccia es el naturalismo, pero
descarta lo meramente sentimental para dirigirse a los aspectos profundos del alma humana,
a aquello que no se desea que
aflore. Este método denominó el
autor realismo psicológico, que
aplicó en sus siete novelas y en
sus cuentos.
Lengua Castellana y Literatura 3
la idea que se le había venido a la cabeza. Muy humilde, y con la mirada baja, Felipa se arrodilló con
la boca pegada a la rejilla. Fue entonces que le pareció que lo que había hecho con Pascual, teniendo
por lecho la blanda frescura de la yerba, era gravísimo pecado contra Dios, y se llenó de congoja,
temiendo que el sacerdote no le diera su bendición. Con acento turbado comenzó a murmurar su
falta; pero ni bien pronunció las primeras palabras, el paí Martín, hecho una furia, dio un salto en su
asiento y descargando un fuerte puñetazo contra la rejilla, que saltó en pedazos, hizo rodar a Felipa
por los suelos. Esta se incorporó rápidamente y corrió a refugiarse junto a uno de los altares menores.
El Párroco Martín salió del confesionario tan impetuosamente que faltó para que lo derribara.
Dirigióse a donde se encontraba Felipa, que se cubría el rostro con ambas manos y lloraba a lágrima
viva, y arrancándoselas de la cara llorosa le aplicó un puñetazo al tiempo clamaba rojo de ira:
-¡Puta! ¡Mil veces puta!
Espantada con la cólera del sacerdote, capaz de cometer una atrocidad, Elizarda púsose a pedir
socorro a gritos. Acudió el sacristán, quien hizo lo posible por aplacar la rabia del cura, haciéndole
recordar que estaba en la casa de Dios:
-Padre,… El templo…
Y se le trabó la lengua al pensar que la ira del cura podía volverse contra él.
-El templo es mi casa – rugió el cura.
Después de largo rato se calmó; pero para que ello sucediese tuvo que desahogarse dando varias
vueltas por la iglesia, sin apartar de Felipa los ojos inyectados en sangre. A ratos, sin embargo, adquiriría
una expresión de ausencia como si rumiase algún pensamiento. Al fin, dijo:
Está bien.
Se metió en la sacristía, dejando a las dos mujeres con el sacristán.
Pocos días después, el pueblo se enteró de la terrible penitencia que impuso el paí Martín a Felipa
por su grave pecado y a su tía Elizarda por la falta de vigilancia. Según se decía, el cura, al día siguiente
de la confesión, hizo venir a las dos mujeres a su casa, donde, atándolas a un árbol que había en el
patio, las hizo azotar por el sacristán, con un “mboreví”. Eso se dijo, y tal vez no fuese cierto, porque
demasiado se sabe lo que son las habladurías en los pueblos.
El domingo siguiente, el paí Martín pronunció un arrebatado sermón en medio del silencio respetuoso de sus feligreses. Hizo una larga y personalísima glosa del sexto mandamiento; puso en sus
palabras mucha pasión, y más de una vez su puño gigantesco e indignado cayó como una maza sobre
la imaginaria cabeza de los que lo quebrantaban.
La mayor parte de la oración la dijo en guaraní, para hacerse comprender más fácilmente; pero,
al final, cuando apenas le salía la voz y ríos de sudor le corrían por la ancha cara, remató su furibunda
oración en castellano: “Pobre de aquellos que pecan contra el sexto mandamiento. Dios no tiene piedad de esos infieles, traidores, miserables, ¡descastados! ¡Pobre de ellos! ¡Condenación para los que
se dejan arrastrar por el pecado de la carne! ¡Que se cuiden! Cuando menos se lo espera, la justicia
de Dios los aniquilará, como se aniquila una hormiga”. Y terminó su tremenda oración con la diestra
prendida como un garfio al barandal del púlpito.
Una semana después, si algún incrédulo puso en duda las palabras fatídicas del padre Martín durante
el sermón, no tuvo más remedio que inclinarse ante la evidencia, porque el presagio del párroco se
había cumplido al pie de la letra y antes de lo esperado. Próximo a su rancho, entre unas malezas.
Pascual fue herido por una mano vengadora y oculta. Sólo que esta vez la justicia divina se sirvió,
para cumplir sus misteriosos designios, de un arma tan humana y sencilla como lo es una escopeta.
Caminos hacia la lectura
- Leamos el título del cuento
- ¿Qué nos hace suponer la palabra tropiezo?
- ¿Con qué palabras relacionamos el vocablo tropiezo?
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Explicamos oralmente:
¿En qué consiste el tropiezo?
¿Cuál es el pecado de Felipa?
¿Cómo se manifiesta en el pa’í Martín sus excesos?
¿Qué trata de ocultar con ellos?
¿Qué motivos profundos impulsan a Felipa a actuar libre, despreocupada e indiferente ante
la situación en que se encuentra?
Comentamos estos puntos
El libertinaje del padre Martín.
El desenlace del cuento.
El sermón sobre el sexto Mandamiento.
28
Lengua Castellana y Literatura 3
unidad 2
El destino de Pascual.
Elaboramos las secuencias principales del cuento.
Redactamos una historia realista en la cual una mujer debe enfrentar una situación límite
causada por una circunstancias de injusticia y discriminación.
Trascribimos del cuento fragmentos que ilustran el tema del “Libre Albedrío”.
Convertimos el cuento en una historieta, para ello seguimos los siguientes pasos.
- Cada secuencia corresponde a una viñeta
- Los diálogos van dentro de las viñetas.
- Los diálogos serán breves y precisos.
Evaluación:
- Se puede narrar desde adentro en 1ª persona o desde afuera, como observador en 3ª persona.
- Presentamos nuestro trabajo al docente para evaluarlo.
La historieta presenta la secuencia narrativa de hechos
que ejecutan los personajes y se
desarrollan en el tiempo.
Hay un espacio, un escenario en
que transurren los hechos: época
- hora - momento.
Cada núcleo representa una
acción
Cadena nuclear
Nucleo 1 Nucleo 2
Comentario
Gabriel Cassacia presenta en este
cuento a un sacerdote de una comunidad
rural que, a espaldas de su ministerio
sacerdotal, vivía en el desenfreno de
las pasiones.
El personaje femenino Felipa, joven
de 17 años, vivía en “amancebamiento”
con el cura Martín. El error de entregarse
a Pascual, “conocido mujeriego de la comarca”, se constituyó en el detonante
de la ira del Padre Martín que reaccionó
violentamente cuando Felipa confiesa
su pecado, propinándole puñetazos y
ofensas.
El autor nos informa con un lenguaje
sencillo y directo los tropiezos del Padre
Martín , (y no los de Felipa).
Con la descripción psicológica de
los personajes seleccionados, Casaccia
deja al descubierto la intimidad del ser
humano que muchas veces debe recurrir
al engaño, a la mentira y al soborno. El
personaje seleccionado es un cura rural
tosco y poco comedido.
La misma calidad creativa del autor
se halla en el personaje femenino escogido. Felipa, joven callada y desprejuiciada. La irresponsabilidad sensual condiciona su conducta. A Felipa acompaña
la tía Elizarda, que pretende engañar
recurriendo a tontos ardides.
Con estos tres personajes, Gabriel
Casaccia logra un cuento considerado
excelente.
viñeta
viñeta
hechos
hechos
Nucleo 3 Nucleo 4
viñeta
viñeta
hechos
hechos
La sucesión de los hechos componen la cadena nuclear
Acción inicial
Acciones sucesivas
Acción final
Camino para la lectura
Con la ayuda de nuestro profesor de Ética, aclaramos la expresión: ético-psicológico.
PARA LECTURA Y REFLEXIÓN
Enfoque ético–psicológico en la obra de Casaccia
El gran narrador se enfrenta a las múltiples incitaciones narrativas que ofrece la vida del hombre en el Paraguay, con una actitud
liberada de todo preconcepto mítico. Su agudeza de visión, su
gran captación objetiva y crítica del hecho humano, su sentido
de lo auténtico y su penetración en la zonas de lo anímico, han
posibilitado la creacción de cuentos tan definitorios de nuestra
realidad, en los cuales determinados fenómenos sociales comunes
en nuestro país sirven de encuadramiento eficaz a la presentación
de una personalidad tan viva como auténtica. Al mismo tiempo,
su peculiar humorismo, fino y delicado, desvincula la atmósfera
de sus relatos de todo narcisismo y pintoresquismo sentimental
como de toda propensión al idealismo lírico y decorativo en ambiente y personajes. Dos libros de cuentos recogen la cuentística
de este escritor: “El guajhú” y “El pozo”.
El primero, editado en Buenos Aires en 1938, es una serie de
nueve cuentos de temática campesina cuyo valor fundamental
reside en la adopción del ángulo sicológico, en la configuración
narrativa de los elementos folklórico-costumbristas en función
caracterizadora del hombre, cuya interpretación estética persigue el artista. El segundo es una colección en la que el sesgo
sicológico se acentúa, orientándose hacia la presentación de
personalidades inquietas y contradictorias, sirviéndose de las
técnicas narrativas más o menos kafkianas o dostoievskianas.
Como consecuencia de este planteo sicológico, al enfocar con
mayor inmediatez y precisión los problemas tratados, el personaje
deja de ser un elemento, que se mueve a capricho del autor –un
ser esquemática y rígidamente bidimensional-, para asumir la
categoría de real protagonista de su historia, es decir, de agonista
lúcido y marcado por las contradicciones interiores. Pero como
al presentarnos en su desnuda plenitud una realidad humana
viva, el escritor no despoja al hombre de sus raíces sociales y
terrígenas, éstas trasparecen con desusada intensidad al través
de la problemática humana interior desarrolladas estéticamente
en el relato.
29
unidad 2
Lengua Castellana y Literatura 3
Los nueve cuentos del primer volumen se inician con el que da
nombre al libro y concluyen con el titulado La sortija. En todos
ellos, los temas campesinos enfocados reciben un tratamiento
o desarrollo argumental nítidamente diseñado en función de la
estructura sicológica del protagonista. En el primero, el motivo
folklórico del aullido sirve de elemento conformador para la manifestación sicológica del terror supersticioso. En el segundo- El
viático-, el motivo tratado le permite descubrirnos las vertientes
contradictorias de la religiosidad primitiva y milagrera que ha
caracterizado a nuestro pueblo.
Una fijación infantil y su efecto en la conducta adulta es el
tema de La calesita de Ferreira, uno de los primeros buceos
de Casaccia en los entresijos sicológicos de profundidad. «El Mayor», cuarto relato del volumen, juntamente con El tropiezo de
Felipa, son dos verdaderas obras maestras de justeza temática,
penetración sicológica y precisión estilística.
Casaccia, Gabriel. Cuentos Completos. El Lector 1996,
Asunción.
Después de la lectura
Elaboramos un esquema de llaves que contenga las ideas principales de la lectura.
Para elaborar un esquema de llaves se siguen los siguientes pasos a saber:
- Reconocer las ideas esenciales de cada párrafo.
- Reemplazar por una expresión corta cada idea.
- Abrir la llave, hacia la derecha de la expresión.
- Desarrollar o explicar brevemente cada punto.
Evaluación:
- Analizamos si la síntesis cumple con las características de la técnica.
LUCHA HASTA EL ALBA
En La lucha hasta el alba, Augusto
Roa Bastos recrea el pasaje bíblico
de Jacob y Esaú. La obra es una fusión y reconstrucción de la mítico,
lo bíblico y lo autobiográfico. En
ella se hallan presentes los constantes de su narrativa posterior: El
Karai Guasu, El Supremo -personaje favorito de Roa, mencionado
en varios párrafos del cuento. El
mito de los Maka con sus cinturones de luciérnagas, el mito de
los mellizos, que representa la
lucha por el derecho de la primogenitura, la crisis de identidad de
los que nacen juntos. El mito de
los gemelos es habitual en casi
todas las tradiciones de los pueblos. Caracterizan a esta obra la
superposición de los personajes
del relato y del génesis y el cariz
autobiográfico que da el autor al
tratamiento del mito.
30
de Augusto Roa Bastos, paraguayo
“Y quedóse Jacob solo, y luchó con él una Persona hasta que
Rayaba el alba.” (Génesis, 32,24)
Tendido en el camastro boca abajo, el muchacho oyó la tos seca del padre, el soplido para apagar
la lámpara. Esperó aún un buen rato hasta que la noche se metiera bien adentro en la casa. Siempre
era posible que el hermano mellizo acechara despierto en el cuarto contiguo. Cuando el silencio dejó
oír el suave retumbo del río en las barrancas, el muchacho se inclinó y sacó el envoltorio escondido. Los
verdugones del castigo de la tarde le escocieron de nuevo hasta el hueso; en las rodillas, las punzadas
de los maíces sobre los cuales el padre le Manorâ, Tape – Mokõi. Algo o alguien le saltó por detrás
clavándole uñas como garras en contra la nuca. El muchacho giró y comenzó a luchar contra su invisible adversario con toda la furia y la tristeza que llevaba adentro, con un ansia mortal de destruirlo.
Luchó cada vez con más fuerza logrando que todo el peso de la noche entrara en su brazo. Sintió
que ese esfuerzo desbarataba los malos recuerdos; sintió que los arrojaba de sí en los espumarajos
que echaba por la nariz y por la boca. Sintió que sudaba sangre y que este sudor lo purificaba, que
lo volvía más liviano, sin peso ninguno.
Pero que todavía estaba vivo y que sólo vivía para triunfar en esa lucha con el Desconocido. Como
éste notó que no podía contra él, puso su puño forzando la palma del anca del muchacho y le descoyuntó el muslo. Pero el muchacho no cejaba y arremetía con creciente encarnizamiento.
La voz dijo: “¡Déjame que el alba sube negras!” Y el muchacho gritó fuerte, no como un ruego
sino como una orden: “¡No te dejaré si no me bendices!”.
La voz dijo: “¡No puedo bendecirte porque estás maldito para siempre!...”
El muchacho siguió luchando ciegamente, hasta que se dio cuenta de que había estrangulado a
su adversario; su cuerpo permanecía abrazado a él, pero ya inerte y sin vida. El muchacho se sacudió
y lo dejó caer. Su pie tropezó con una piedra. La levantó y contempló entonces la cabeza separada
del tronco. Y en esa cabeza descubrió el rostro de filudo perfil de ave de rapiña del Karaí – Guasú, tal
como lo mostraban los grabados de la época.
Pero también vio en la cabeza muerta el rostro de su padre. Dudó un instante como en el centro
de una alucinación o de una pesadilla. Pero la palma del anca descoyuntada le mostró que si era un
sueño se trataba de un sueño de otra especie. El día claro le mostró dos paisajes superpuestos, dos
tierras, dos tiempos, dos vidas, dos muertes.
…Yo también, como Jacob, vi a Dios cara a cara y fue liberada mi alma…
Pero esa voz no era la suya, ni la de su madre, ni la de las Escrituras, ni la voz que había entrado
muchas noches en su vigilia cuando al resplandor fosfórico de las luciérnagas escribía a su manera la
historia de Jacob. Sintió en lo hondo de sí que todo eso era falso. Un sueño. Pero que esa falsedad,
ese sueño, era la única verdad que le estaba permitida.
El sol, el rescoldo neblinoso de un sol que no se veía quemaba todo el cielo y borroneaba el día
en una tiniebla blanca. El muchacho continuó su camino rengueando del anca descoyuntada. Llevaba
la cabeza sanguinolenta bajo el brazo. El fuego blanco del sol la iba despellejando por instantes.
Pronto quedó el cráneo calcinado, arrugado, cada vez más pequeño. El muchacho no se dio cuenta
Lengua Castellana y Literatura 3
de ello entre las reverberaciones y el polvo que subían del camino,
ni de que sus propios cabellos le habían crecido hasta los hombros
y habían tomado el color de la ceniza.
Se dirigió hacia el pueblecito de Nazareth.
Llegó a casa del rabino Zacarías que no lo reconoció y lo tomó
por un mendigo. El muchacho Jacob le tendió las manos sin ver que
en ellas no había ningún cráneo.
-¡Es de una persona importante de Phanuel! –dijo-. Se lo vendo
por poco dinero…
El rabino Zacarías no entendió lo que el otro le dijo. Salvo la
palabra Phanuel, el nombre hebreo que quiere decir: el–que–ha-vistola-faz-de-Dios. Le sorprendió que un muchacho campesino de Manorâ
pudiese conocer el nombre y pronunciarlo con acento arcaico. Se lo
hizo repetir. El muchacho Jacob volvió a decir claramente:
-¡Phanuel!
El rabino Zacarías retrocedió. Su voz se volvió dura:
-¡Deja en paz lo que no entiendes y es sagrado! El hombre malo,
el hombre depravado anda en perversidad de boca. Y tú no eres
el suplantador que estará en lugar de aquel hombre santo. Anda y
trabaja los campos y siembra y cosecha.
El muchacho Jacob inclinó la cabeza. De entre los cabellos
encanecidos cayeron sobre sus pies gotas de sudor o de lágrimas.
-Vete- le dijo el rabino, y cerró la puerta después de arrojarle
unas monedas.
La noche había caído de nuevo. La silueta que rengueaba entró
unidad 2
en un rancho de expendio de bebidas, que brillaba con resplandor
calcáreo a la luz de la luna, en un recodo del camino. Pidió al bolichero con voz ronca apenas audible una botella de aguardiente y dejó
caer las monedas sobre las tablas. Bebió a sorbos largos apretando la
boca ansiosamente contra el gollete, sin una pausa, sin un respiro,
como si ya no tuviera aire adentro. Se retiró bamboleándose hacia
un rincón del rancho, y se tendió en lo oscuro poniéndose el anca
descoyuntada como cabezal.
Entraron dos hombres del lugar y también se pusieron a beber.
De pronto uno de ellos se fijó en el que yacía en la sombra, y dirigiéndose al patrón, le preguntó con un guiño de picardía:
-¿No es ése el hijo de don Pedro, el de la azucarera?
El patrón asintió encogiéndose de hombros.
-Los muchachos de ahora pronto empiezan a darle al trago – dijo
el que había hablado-.Pero el padre le va a sacar el vicio a latigazos.
Don Pedro no se anda con vueltas.
-El segundo hombre se aproximó, husmeó la sombra y removió
el cuerpo yacente.
-A éste no le puede pasar ya nada – dijo moviendo la cabeza.
- ¿Qué quieres decir? – preguntó el posadero.
El hombre regresó al mostrador, a beberse de un trago la media
caña. Después dijo con la voz opaca:
-Ése ya huele a muerto.
Augusto Roa Bastos
Camino hacia la lectura
- Leemos el epígrafe inicial.
- Lo comparamos con la Biblia
- Deducimos si es una estrategia artística o una cita verdadera.
ANÁLISIS Y COMENTARIO
El cuento recrea el tema bíblico de Jacob y Esaú, recuperado
después de treinta años. La obra es una fusión y reconstrucción
de lo mítico, lo bíblico y lo autobiográfico. En ella se hallan presentes las constantes de su narrativa posterior:
-El Karai-Guasu, El Supremo, personaje favorito de Roa Bastos,
mencionado en varios párrafos del cuento.
El mito de los mellizos, de los que nacen juntos, representa
la lucha por el derecho de la progenitura; la crisis de identidad
de los que nacen juntos. El mito de los gemelos es habitual en
casi todas las tradiciones de los pueblos, no es privativo de ésta.
El mito de los Maka con sus cinturones de luciérnagas también
presente en el cuento, así como el cariz autobiográfico que da
al tratamiento del mito.
La superposición de los personajes, los del relato y los del
génesis.
Después de una atenta lectura y relectura estaremos en condiciones de ubicar y responder sobre estos puntos.
¿Qué indicios encuentamos en el texto que justifiquen la
aplicación de la Caja China como varios actos de narrar?
ACTIVIDADES
Hacemos un reconocimiento textual en donde encontramos
la inserción de un relato dentro de otro relato.
Reconocemos cuáles son los momentos en que se establecen
las conexiones:
- A través de los personajes;
- A través de los temas;
- Por medio de la fantasía y realidad.
Explicamos de qué manera se funden los tiempos y espacios
en el texto.
Elaboramos un esquema con las ideas asenciales para estudiar
la progresión de las mismas: avances - retrocesos - avances.
Evaluamos nuestro trabajo con ayuda del docente.
CAMPO REFERENCIAL
El empleo del tiempo en el cuento
Roa en una entrevista sostenida con Rubén Bareiro Saguier
declara: “Yo me interesé por Freud, y tengo un trabajo sobre la
acumulación del tiempo en el inconsciente, esa nuestra densidad
humana mayor, la cuestión del tiempo que trabaja a través de la
memoria, opera por medio de una serie de mecanismos profundos
del ser humano en general, el tiempo acumulado en los estratos
conscientes, inconscientes y subconscientes”…
Los psicoanalistas Freud, Adler y Jung han estudiado
31
unidad 2
Lengua Castellana y Literatura 3
Sobre el mito y su significado en el psicoanálisis
los mitos como expresión de las aspiraciones ocultas y las
frustraciones colectivas de los hombres.
Los sueños y los mitos son las proyecciones simbólicas de
los valores, esperanzas, miedos y aspiraciones de un pueblo.
Ellos reflejan una realidad más profunda. Recordemos que los
mitos son colectivos y patrimonio de la comunidad.
“El mito consiste en un complejo de historias algunas reales
y otras fantásticas, consideradas por los seres humanos como
la demostración de significados internos del universo y de la
vida humana”, según Alan W. Walts, 1954.
El mito trasciende el tiempo, une las creencias tradicionales con el presente (valores actuales) y llega hasta el
futuro con las aspiraciones culturales y espirituales.
La mitología es universal porque pueden encontrarse
temas similares entre muchas mitologías diferentes y ciertas
imágenes que se repiten. Tales imágenes o motivos se llaman
“arquetipos o símbolos”.
Esos símbolos son:
Agua: el misterio de la creación, nacimiento, muerte, resurrección, purificación.
a- Mar: la madre de toda la vida.
b- Río: muerte y renacimiento.
Sol: energía creadora, la ley de la naturaleza.
a- El Sol naciente: nacimiento, creación, ilustración;
b- El Sol poniente: muerte
Colores:
Negro: oscuridad, caos, misterio, muerte, el inconsciente,
mal, melancolía.
Rojo: sangre, sacrificio, pasión.
Verde: crecimiento, esperanza.
Círculo: totalidad, unidad, Dios como infinito, vida en su forma
primordial, unión de lo consciente y lo inconsciente.
La Mujer “Arquetípica”:
a- La Gran Madre: buena madre, madre tierra.
b- La Madre Terrible: la bruja, hechicera, sirena, peligro.
Viento: (y respiración) inspiración, concepción.
Barco: viaje
Jardín: paraíso.
Estos casos no son sino aquellos que representan a imágenes
arquetípicas más comunes, pero el lector comprenderá que
no todas las veces que éstas aparecen en una obra literaria
actúan necesariamente como arquetípicas.
TEORÍA LITERARIA
La narrativa
Leamos algunos conceptos que nos ayudarán al esclarecimiento de algunas ideas.
VARIOS ACTOS DEL NARRAR
Los niveles narrativos: Una estructura de cajas chinas
Estrechamente unido al tema de la relación que tienen en un
texto narrador y narratario se encuentra el problema de los niveles narrativos, que a partir de esos vínculos quedan determinados.
Con frecuencia, en un mismo relato, se observan distintos
estratos narrativos, tal como se pudo visualizar en el cuento de
Roa donde se manifestaba un primer nivel externo, determinado
por un narrador que, sin participar en ningún relato, cuenta la
historia “La lucha hasta el alba”, y un segundo nivel interno,
relato dentro del relato, determinado por el texto bíblico.
De acuerdo con el nivel narrativo en que se encuentre el acto
de narrar, el relato recibe las siguientes denominaciones.
Acto de narrar fuera de la historia: Relato primero
Cuando un narrador refiere una historia sin intervenir
como personaje en ella, pues es simplemente una voz
que cuenta, nos encontramos en presencia de un caso
que podríamos denominar clásico, ya que es uno de los
más usuales. El cuento de Roa tiene estas características
pues un narrador que no pertenece a la historia refiere,
a un narratorio externo, los acontecimientos que llevan
a otro relato.
En este caso, la ficción narrada se denomina relato primero
y se caracteriza por ser una instancia narrativa interna de
primer grado, (un cuento, una novela, una fábula, etc.).
Es éste el relato propiamente dicho, que anuncia todo
título de un texto, y contiene los acontecimientos de la
historia referida por el discurso narrativo. En “La lucha
hasta el alba”, todo lo que se cuenta allí (la historia del
niño Jacob) constituye el relato de primer grado.
32
Acto de narrar incluido dentro de un relato: Relato segundo
Cuando el personaje de una historia se convierte en narrador de otro relato nos encontramos en presencia de
una narración que se encuentra dentro de otra narración.
En “La lucha hasta el alba”, por ejemplo, “El relato bíblico” está incluido en el relato de la historia del joven Jacob.
Se habla, entonces, de un relato de segundo grado o
relato segundo.
Varios actos de narrar: Varios relatos incluidos unos en
otros.
En algunas narraciones en las que existen varios actos de
narrar, unos incluidos en otros, se pueden observar casos
en los que existen muchos niveles de relato. Un ejemplo
típico es el de “Las mil y una noche” donde se narra una
serie de cuentos, unos dentro de otros. Estos distintos
niveles en los que se desarrollan los relatos, pueden estar
vinculados entre sí por distintas circunstancias:
Por causalidad directa: Entre los acontecimientos del relato
de segundo grado y los del relato primero se da una función
explicativa. Una narración secundaria explica lo que sucede en la principal a la cual esta subordinada. Supongamos
que en un cuento un personaje mata a otro, y que para
explicar los motivos de ese crimen se cuenta una historia.
Esto ocurre en muchos cuentos o novelas policiales donde
la historia principal es la historia de la investigación de un
crimen o robo, y la historia secundaria es el relato de todos
los acontecimientos que lo provocaron (relato segundo).
Por relación temática: Entre el relato principal y aquel que
se le subordina se establece un vínculo de contraste o
de analogía como el caso de “La lucha hasta el alba”, el
del niño Jacob, el relato bíblico y la alusión al Supremo
(Dr. Francia). Esta es la famosa puesta en abismo, a la
Lengua Castellana y Literatura 3
que la crítica literaria alude tantas veces, que es una modalidad extrema de relación de
analogía pues entre relato primero y relato segundo se establece un vínculo de identidad,
es decir, lo que cuenta uno es lo que cuenta metafóricamente el otro. Esto ocurre en
muchas narraciones donde lo que sucede en una historia es metáfora o alegoría de lo que
ocurre en la otra.
Lectura
NICOLASITA DEL ESPÍRITU SANTO
de Julio Correa, paraguayo
Nicolasita tenía cuarenta y dos años; cuarenta y dos años castos y limpios de todo pecado. No
faltaba quien dijese que, después de muerta, haría toda suerte de milagros.
Hoy se la señala con el dedo.
- Nicolasita está encinta.
- Nicolasita se ha perdido. ¡Qué horror!
- Salirse de debajo del manto de la Virgen a su edad.
Las amigas le cerraron las puertas de sus casas. Huyen de ella como de una apestada. Hasta
pidieron al cura párroco que la expulsase de las cofradías, porque una “tía” de esa calaña no debía
manchar con su presencia las santas congregaciones, fundadas en el culto del Señor, para amarle y
servirlo como es su gusto y obligación de todos los buenos cristianos.
El santo padre no quiso dar crédito a lo que decían de Nicolasita; y hubo de ir a su casa una vez
para enterarse por sí mismo.
Nicolasita le confirmó la terrible acusación que pesaba sobre ella:
- Sí, padre, a qué negarlo…Estoy así por obra y gracia del Espíritu Santo.
Al otro día, Domingo de Ramos, después de la misa mayor, el sacerdote subió al púlpito y expulsó
a Nicolasita de las cofradías y de la Iglesia, por deshonesta y sacrílega.
Nicolasita, con los ojos bajos –más que de vergüenza, por contemplar su seno bendecido, sonrió
con dolorosa dulzura y se marchó del templo musitando el pasaje del Evangelio: - “Bienaventurados
los que sufren, porque ellos recibirán consolación”.
Los mozos de la aldea le han apodado ya divinamente llamándola Nicolasita del Espíritu Santo.
Ella sabe y oye el mote sublime, y un rubor de orgullo colorea su cara feúcha de un rojo alegremente cándido.
-Nicolasita es una lagartona-dicen unos.
-Nicolasita es una desvergonzada- dicen los demás.
En tanto, ella, sola en su casa y en la calle, marcha ufana, echando hacia atrás el cuerpo para
ostentar con altivez el triunfo de su maternidad gloriosa.
…Cinco meses, seis, siete, ocho y nueve meses…
-¿Qué será esto?- se pregunta el pueblo.
Nicolasita habrá tomado alguna droga. No tuvo valor de criar su hijo que, seguramente, es de un
buhonero que la habría conquistado por algunas barajitas, o de aquel anarquista que todo el pueblo
le apedreó y se refugió en su casa.
Alguien dijo que se la había visto una noche obscura llena de relámpagos con un bulto bajo el
rebozo negro, camino de la selva.
- No, no era negro, sino de color café y con rayas blancas –objetó doña Miguela.
Le constaba porque lo había visto cuando se lo regaló su comadre doña Carmelita en pago de la
novena que siguió por su finado esposo, don Germán, que murió del hígado a causa de la bebida. Y
agregó:
Dios le perdone por los malos tratos que le dio a su esposa; y no digo más por no caer en
el pecado de la maledicencia, que es el peor de todos, según los sabios doctores de la Santa Madre
Iglesia.
Faustinita, una beata larguirucha y gangosa, se levantó hecha una furia y concluyó:
Ese tío era un malvado. Y sólo merecía el rezo de Nicolasita…Siempre dije de ella que era
una hipócrita… Y ya ven cómo mis dichos se confirman. Ahora, hasta ha matado a su hijo, que está
en el limbo por falta de bautismo, pudiendo haber sido un angelito de Dios y rogar por los pecadores
y por las benditas ánimas del Purgatorio, a quienes Dios misericordioso las tiene allí entre las llamas
para que se purifiquen y sean dignas de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
En “El Defensor”, periódico defensor de los intereses generales y que se “ditaba” por la única
máquina de escribir del pueblo, apareció una gacetilla de don Pedro Nolasco, en la cual se sindicaba
al juez y al comisario como encubridores del crimen de infanticidio cometido por Nicolasita.
¡Oh, el poder de la prensa! El domicilio de Nicolasita fue allanado. Una multitud de curiosos
acompañó al juez instructor.
Hallaron a la presunta delincuente, a quien no se veía hacía un mes, tendida en su viejo lecho.
unidad 2
Diagrama de las cajas chicas
Relato principal
Relato inserto
en el
principal
Otro relato
superpuesto
El Boom
latinoamericano
“Boom latinoamericano” es
el nombre con que la crítica
internacional designó a un
grupo de novelas de gran
valor artístico y sorprendente
originalidad que aparecen en
varios países de Hispanoamérica en los años ´50 y ´60 del
Siglo XX. Estas novelas fueron
acogidas internacionalmente.
El punto de partida de esta
nueva novela es la superación
de la moda vigente en las tres
primeras décadas del siglo en
la literatura de hispanoamérica: el realismo de la narrativa
regionalista e indigenista,
cuyas muestras más conocidas
“Huasipungo” (1934), de Jorge
Icaza y “El mundo es ancho y
ajeno”, de Jorge Ciro Alegría
(1941).
En Estebanez Calderón. (Diccionario de Términos Literarios).
33
unidad 2
Julio Correa
(1890-1953)
Hijo de Eleuterio Correa, comerciante portugués, radicado en el
Paraguay al término de la guerra
de 1864-1870. Formó parte de la
generación de la revista “Crónica”
(1913-1914) y posteriormente
participó de las reuniones de
“Alas” y “Juventud”.
En 1920 se casó con Georgina
Martínez con quien compartió
toda su vida. Ella mantuvo vivo
su recuerdo en la quinta–museo
de Luque visitada por estudiantes
y artistas.
Hombre de gran sensibilidad social, la Guerra del Chaco, con sus
consecuencias sociales evidenció
en él, el autor realista comprometido con las causas populares. En
sus obras predominan los temas
sociales juntamente con las motivaciones afectivas y existenciales
de los personajes.
Escribió obras en lengua guaraní
como Karu Pokã, Karai, Ulogio, Ñanembaeray, Guerra Aja, Terehojey
Frente pe, Sandía Yvyguy. En sus
obras promovió la participación
del campesino pobre y de los
habitantes de los suburbios. Dice
de él don Felix de Guaranía “Julio
Correa, imagen de nuestra tierra”.
Cuentos: fueron publicados
póstumamente en la edición
de Poesías y cuentos completos
(1996). Uno de sus relatos más
destacados es Nicolasita del Espíritu Santo (obra que nos ocupa).
Lengua Castellana y Literatura 3
El juez se acercó con su secretario y comenzó el interrogatorio.
Diga, ¿cuándo nació el niño?
No ha nacido todavía – respondió la interpelada. – Parece que quiere hacerse grande como
San Cristóbal… Sí – continuó luego de un quejido-. Y podrá pasar los mares y los ríos con el Niño Jesús
sobre los hombros, y el agua le llegará apenas a media rodilla.
Todos los que entraron en la casa tras el juez se fijaron con ansiosa expectación en don Pablo,
hombre docto en historia de santos y en curar las bestias.
-¿Por qué no? – Contestó éste a las miradas-. Para Dios no hay imposible; el que hizo el cielo y la
tierra puede obrar ese milagro y otros aún de mayor importancia.
Los presentes volvieron los ojos hacia Nicolasita y vieron que su enorme vientre probaba ser
depositario de un gigante.
De pronto Nicolasita dio un espantoso alarido y pidió un sacerdote.
Unos se apresuraron a cumplir su deseo y otros en procura del médico, doctor Benítez, hijo de
doña Gertrudis, que estaba pasando sus vacaciones en el pueblo de vuelta de su viaje de perfeccionamiento por Europa.
Nicolasita volvió a dar un bárbaro quejido, y murmuró:
-¡Oh, rey mío, querido travieso que me estás mortificando el corazón…! Allí en el baúl está la
ropita bordada que le hice… Padre nuestro que estás en el … Y murió.
El médico se abrió paso entre los que rodeaban el lecho de Nicolasita, y después de palpar el
cadáver frío, se preparó a extender el certificado.
Todos le rodearon y le pidieron que salvara a la criatura.
-Sálvela, por favor, señor doctor-decían-, mire que es la voluntad de Dios que viva y honre al pueblo.
Don Pablo intervino decididamente, con toda autoridad:
-Sí, es necesario que usted parta el vientre de esa bienaventurada, porque de ahí tendrá que salir
un santo más milagroso aún que San Nonato.
El médico sonrió con pasión despreciativa y se sentó a escribir el certificado de defunción: “Muerte
por quiste hidático”.
Camino hacia la lectura
- Comentamos estas frases tomadas del cuento.
- “Hoy se la señala con el dedo”.
- “Las amigas le cerraron las puertas”.
- “Bienaventurados los que sufren por que ellos recibirán consolación”.
ANÁLISIS Y COMENTARIO
1-
Resumen de la obra
Nicolasita, soltera de 42 años, es considerada en su aldea una virtuosa. De la noche a la mañana
esta opinión ha cambiado radicalmente ante el hecho supuesto de su embarazo, la noticia cunde con
rapidez por toda la aldea, se cierran las puertas a su paso, la desairan… cientos de comentarios mal
intencionados, de virtuosa a callejera, hasta el sacerdote la expulsa del templo.
Ella no reacciona ante las habladurías, acepta con serenidad y dulzura su situación, no se
revela. Atribuye su embarazo al Espíritu Santo pues ella no conoció a ningún hombre, por lo que los
mozos la apodaron Nicolasita del Espíritu Santo.
Pasaba el tiempo y el hijo no llegaba, ella dejó de concurrir a los lugares habituales y nuevamente surgieron los comentarios, hasta la llegaron a acusar de infanticidio. El periódico local se
hizo eco de esta noticia.
Esta publicación alertó a las autoridades que acudieron a su humilde vivienda. Aquí la encontraron, tendida en la cama, enferma. Cuando la interrogaron sobre el niño, ella explicó que aún no
había nacido y la prueba la tenían en su enorme vientre. De repente, ante unas muecas de dolor pidió
la presencia de un sacerdote que salieron a buscar, otros fueron por un doctor que en ese momento
estaba de paso por el lugar. Lo trajeron, pero ella ya había muerto. Finalmente, el doctor certifica
que su muerte se debió a una enfermedad y se descubre que Nicolasita nunca estuvo embarazada.
2-
34
-
Esquema de acciones
Embarazo de Nicolasita
Repudio de la población
Enfrentamiento de Nicolasita que asume su rol con valentía
Nueva preocupación, provoca da por la ausencia del niño
Se tejen suposiciones
Lengua Castellana y Literatura 3
unidad 2
El periódico local se hace eco de esta noticia
Allanamiento de la casa por las
autoridades
Muerte de Nicolasita, tras mucho sufrimiento
Diagnóstico del médico: “quiste hidático”
Las acciones son llevadas a cabo por Nicolasita y otros personajes: el cura, el juez. Los hechos (ya expresados) y las conductas de los
personajes entrelazados por la causalidad narrativa impuesta por el autor constituyen el entramado de la historia.
Un hecho tiene como consecuencia otro y éste a su vez desencadena en una nueva situación:
- embarazo - escándalo
- repudio
- muerte
- revelación
Pero el sentido general del texto, surge de las relaciones sintácticas entre las unidades según dos niveles; el sintáctico o estructura
general de texto y el semántico o contenido de las relaciones entre los hechos.
CAMPO REFERENCIAL
Leemos en qué consiste el enfoque sociológico
Las relaciones de un obra literaria con la sociedad pueden referirse a tres aspectos:
·
La sociología del autor;
·
El contenido social de la obra;
·
La influencia de la literatura en la sociedad.
Si tomamos como punto de partida el cuento de Julio Correa
“Nicolasita del Espíritu Santo” y nos detenemos en la sociedad que
presenta, identificamos que se trata de una sociedad donde se
mueven personajes humildes, ignorantes, sujetos a creencias supersticiosas. El chisme y la maledicencia se enseñorea en ella. Una
sociedad primitiva, olvidada (por las autoridades), pues habitantes
no cuentan con las míninas asistencias sociales, ni médico tienen;
la educación, a juzgar por la forma de actuar de sus personajes,
es escasa.
El sacerdote, poco inclinado a la compasión y misericordia, asume la posición de juez que solo juzga; no ayuda, ni
demuestra piedad por una colaboradora, (la expulsa del
templo a Nicolasita). No se detiene a investigar, ni a analizar
la situación; demuestra poco conocimiento de los que trabajan con él, ofrece muy poco apoyo espiritual. Como todos los
demás se deja estar. ¿Cómo puede aceptar la respuesta de
su parroquiana que el hijo fuese del Espíritu Santo? ¿Por qué
no ayudó a Nicolasita a comprender?
El único que se muestra consciente de la situación es el Dr.
Benítez, pero está de paso… y si pudo hacer algo, no lo hizo porque
cuando llegó estaba muerta. Finalmente, el doctor certifica que
su muerte se debe a una enfermedad y se descubre que Nicolasita
nunca estuvo embarazada.
ACTIVIDADES INDIVIDUALES
1. Completamos estos aspectos:
- Establecimiento de los núcleos narrativos.
- Tema de la obra.
2. Identificamos los personajes del cuento. Explicamos la relación que ellos mantienen entre sí
y la función desempeñada por cada uno en el desarrollo de las acciones. Comentamos la clase de
sociedad que se ve retratada.
3. Identificamos los párrafos en donde se tratan: el chisme, la superstición, la maledicencia, la
ignorancia, la falta de projimidad, el olvido de las autoridades del gobierno, el olvido delas autoridades educativas y de la salud.
4. Comentamos si los valores necesitan ser cultivados en las comunidades rurales.
5. Convertimos el cuento en guión teatral para dramatizarlo en clase.
- Comparamos el contexto de la obra Nicolasita del Espíritu Santo y El Tropiezo de Felipe en los
aspectos socioculturales y la psicología de los personajes.
6. Discutimos sobre el conocimiento científico versus conocimiento cotidiano.
La crítica sociológica considera
que “La sociedad condiciona los
temas, el estilo, la forma…Se
toma la sociedad como punto
de partida para estudiar la literatura. En cambio,la sociología de
la literatura estudia los efectos
de la obra sobre la sociedad
como punto de llegada. (Crítica
Marxista)”.
David Viñas Piquer.
Estudio de la Crítica literaria. Ariel,
Barcelona, 2002 P 407.
Libre albedrío o libertad individual es una sensación subjetiva que
procede de lo imprevisto, que existe siempre en nuestras acciones haciéndosenos imposible prever las circunstancias.
El libre albedrío supone en el ser humano la capacidad de discernir el
bien del mal, lo justo de lo injusto.
35
unidad 2
San Lucas: es uno de los cuatro
evangelistas. Nació en Antioquia,
murió hacia los años 70. Autor del
tercer evangelio y de los “Hechos
de los apóstoles”.
El evangelio de San Lucas, es
publicado en los años 62-66.
Estaba redactado en griego, lengua comercial e internacional de
aquel tiempo.
El evangelio de Lucas se parece a
los de Mateo y Marcos en muchos
pasajes, porque narran los mismos hechos y casi en el mismo
orden. Por ello reciben el nombre
de evangelios Sinópticos. Esto
significa que los tres dispuestos
en columnas yuxtapuestas para
comparar, guardan mucha similitud uno con otro.
La obra de Lucas se caracteriza
por la simplificación de muchos
pasajes propios de Marcos, especialmente los que se referían a
leyes y cultura judía. Su herencia.
La que es rápidamene dilapidada.
Tras ruina,regresa a su padre
arrepentido.
Evangelio: Doctrina de Jesucristo. Libro que lo contiene. Fig:
Verdad indiscutible. “Pequeño
Larousse”
Lengua Castellana y Literatura 3
EL HIJO PRÓDIGO
Jesús puso otro ejemplo: Un hombre tenía
dos hijos. El menor dijo a su padre: «Padre, dame
la parte de la propiedad que me corresponde.»
Y el padre la repartió entre ellos.
Pocos días después, el hijo menor reunió
todo lo que tenía, partió a un lugar lejano y allí
malgastó su dinero en una vida desordenada.
Cuando lo gastó todo, sobrevino en esa región
una escasez grande y comenzó a pasar necesidad. Entonces fue a buscar trabajo y se puso al
servicio de un habitante de ese lugar que lo envió
a sus campos a cuidar cerdos. Hubiera deseado
llenarse el estómago con la comida que daban
a los cerdos, pero nadie le daba nada.
Fue entonces cuando entró en sí: «¡Cuántos trabajadores de mi padre tienen pan de
sobra, y yo aquí me muero de hambre! ¿Por
qué no me levanto? Volveré a mi padre y le
diré: Padre, pequé contra Dios y contra ti; ya
no merezco llamarme hijo tuyo, trátame como
a uno de tus siervos.» Partió, pues, de vuelta
donde su padre.
Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio
y sintió compasión, corrió a echarse a su cuello
y lo abrazó. Entonces el hijo le habló: «Padre,
pequé contra Dios y contra ti, ya no merezco
llamarme hijo tuyo.» Pero el padre dijo a sus
servidores: «Rápido, tráiganle la mejor ropa y
póngasela, colóquenle un anillo en el dedo y
zapatos en los pies. Traigan el ternero más gordo
y mátenlo, comamos y alegrémonos, porque
este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la
vida, estaba perdido y lo he encontrado.» Y se
pusieron a celebrar la fiesta.
El hijo mayor estaba en el campo. Cuando
al volver, llegó cerca de la casa, oyó la música
y el baile. Llamando a uno de los sirvientes, le
preguntó qué significaba todo eso. Este le dijo:
«Tu hermano está de vuelta y tu padre mandó
matar el ternero gordo, por haberlo recobrado
con buena salud.» El hijo mayor se enojó y no
quiso entrar.
Entonces el padre salió a rogarle. Pero él
le contestó: «Hace tantos años que te sirvo sin
haber desobedecido jamás ni una sola de tus
órdenes, y a mí nunca me has dado un cabrito
para hacer una fiesta con mis amigos, pero
llega el hijo tuyo, después de haber gastado tu
dinero con prostitutas y para él haces matar el
ternero gordo.»
El padre le respondió: «Hijo, tú estás siempre
conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero había que
hacer fiesta y alegrarse, puesto que tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba
perdido y ha sido encontrado.»
Camino hacia la lectura
1. Leemos y luego comentamos el concepto de libre albedrío.
2. ¿Has oído hablar de la parábola del hijo pródigo del Nuevo Testamento. En la Sagrada
Escritura qué significa hijo pródigo. Pródigo significa derrochador.
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Reflexionamos para responder
Dios dio al hombre dones para hacer buen uso de ellos. ¿Cómo usa su libertad el hijo menor?
Todos recibimos dones de Dios? ¿Cuál es la obligación del hombre con respecto a estos dones? El
hombre “como rey de la creación”, ¿qué responsabilidad tiene?
Comparamos la actitud del hijo mayor con la del padre.
¿Qué esperaba el hijo mayor como “Hombre cumplidor”. ¿Cuál es el verdadero significado de
este pasaje?
36
Lengua Castellana y Literatura 3
Explicamos qué significan: los cerdos, el banquete, la herencia o la riqueza, la esclavitud dentro
del relato.
Opinamos en un párrafo explicativo.
“La primera manifestación de nuestra libertad es muchas veces
la rebeldía”.
“Dios, que ve los secretos premia tus buenas obras”
Después de la lectura
Redactamos un breve texto argumentativo sobre el mensaje de la parábola.
Evaluación. Escribimos un comentario donde se exprese la idea central del texto, la actitud
del padre y las posibles implicaciones de la situación en el texto. Si el texto puede ser interpretado
moral, religiosa y socialmente.
Inferimos del texto una reflexión sobre algún caso de la vida real relacionado con el mensaje de
la parábola.
Coevaluamos la actividad.
unidad 2
Sinónimos de pródigo:
dadivoso, generoso, derrochador, gastador, manirroto,
despilfarrador
Antónimo:
Egoísta, avaro, ambicioso
Parábola:
Narración de un suceso ficticio
que encierra por comparación
una enseñanza moral.
EL TEXTO ARGUMENTATIVO
Sirve para persuadir o convencer, para que el receptor cambie de parecer sobre algún tema.
En la introducción se presenta el tema.
En el desarrollo se argumenta a favor o en contra de la tesis.
En la conclusión se recuerda al receptor los argumentos a favor de la tesis para confirmar la validez.
Leemos el texto para enterarnos de algunos pasajes de la vida de este poeta
mexicano.
AMADO NERVO
Nervo había iniciado su obra como modernista, pero no tardó en reaccionar ante la abundancia
ornamental para orientarse hacia una simplicidad expresiva que a veces llega a ser descarnada.
Amado Nervo fue un espíritu meditativo y religioso. Estuvo constantemente preocupado por
los problemas del alma y el destino del hombre. Por eso, aparece con frecuencia el tema de la vida
y de la muerte en sus poemas.
Su poética refleja sus angustias y sus sucesivos libros, la evolución de su pensamiento.
En Místicas (1898), la religiosidad es fundamental y se expresa en una suerte de panteísmo y
ascetismo de procedencia cristiano-medieval. En esta obra se evidencia la influencia del Seminario.
Sería más exacto hablar de religiosidad difusa que se acentúa después de la muerte de su esposa. Su
amor por ella lo induce a pensar en un reencuentro en otra vida, lo cual supone una profunda fe en
lo divino.
Su lucha interior por la búsqueda de la verdad religiosa, lo llevó ya al final de su vida hacia el
budismo, a las religiones de origen oriental, en las cuales creía encontrar la serenidad y la melancolía
que le eran preferidas.
Su obra cobra un carácter intimista y confidencial. Una gran parte de sus composiciones
expresan las reflexiones o los sentimientos que el poeta tiene sobre el mundo y las cosas, y en este
sentido puede considerárselo un temperamento lírico.
La muerte de su amada (1912), le motivó el volumen «La amada inmóvil»(1922), donde
abunda en reflexiones sobre la muerte, uno de sus temas preferidos.
En «La amada inmóvil», la presencia de la amada se vuelve obsesiva y llega a una depuración
cada vez mayor del verso, a una aproximación hacia lo sagrado para encontrar consuelo. Es así como
Cristo se convierte en fuente de paz. Nervo es una personalidad marcada por la búsqueda de Dios y
por establecer una relación con la naturaleza de corte místico trascendente.
Con Amado Nervo, el Modernismo conoce una seriedad inédita, una sinceridad de acentos,
sin notas desesperadas que reflejan las visicitudes del alma del poeta.
PROPUESTA DE ACTIVIDADES
Trabajo individual
Amado Nervo
(1870–1919)
Fue otro de los grandes líricos
del Modernismo mexicano, muy
popular. Natural de Tepic, nació
en 1870. Ingresó joven a un seminario, para seguir su vocación
sacerdotal, que abandonó. Se dedicó al periodismo en Mazatlán,
donde inició su carrera literaria.
Fue una compleja figura, mezcla
de literato y de político. Pertenece al grupo de poetas que se
reunieron en torno a la Revista
Azul y dirigió más tarde la Revista
Moderna, que congregó a los
modernistas mexicanos.
Ferviente admirador de Manuel
Gutiérrez Nájera y de Rubén
Darío, a quien conoció en 1900
en París, el contacto con el poeta
nicaragüense significó para su
poesía la acentuación de la musicalidad, aplicada a una esencial
profundización interior que lo
caracteriza.
En la Revista Moderna aparecieron sus primeros poemas de tono
místico–religioso.
Investiga en el CRA sobre la vida del autor y luego escribe sobre tres hechos resaltantes
que marcaron su existencia.
37
unidad 2
Lengua Castellana y Literatura 3
Leemos el poema para analizarlo
Una gran parte de su actividad
pública la dedicó a la diplomacia.
Fue secretario de la Legación
mexicana en Madrid, donde
produjo y publicó gran parte de
su obra. Más tarde se trasladó
a Buenos Aires como Ministro
Plenipotenciario mexicano de la
Argentina y Uruguay. Murió en
Montevideo en 1919.
EN PAZ
de Amado Nervo, mexicano
Artifex vital, artifex sui
ANÁLISIS Y COMENTARIO
1- ESTRUCTURA
La apertura se da con el tema al que se refiere y su justificación en tres versos. La visión de la vida
desde el ocaso. Un balance.
Progreso: El progreso, en los diez versos siguientes:
- Es arquitecto de su propio destino.
- La vida es:
· Bendición;
· Reconocimiento;
· Aceptación de la realidad aunque
“es cierto que a mis lozanías va a seguir el invierno”
· Es pena.
· Noches buenas.
· Largas, serenas.
Cierre: el autor concluye, reforzando todo lo dicho anteriormente, con un pareado: “Amé, fui
amado, el sol acarició mi faz” “Vida, nada me debes. Vida, estamos en paz»
El poeta, autor de su propio destino, dueño de su albedrío ha orientado su vida correctamente;
por ello, está en paz consigo mismo.
2- DISPOSICIÓN ESPACIAL DE LOS VERSOS
Quince versos alejandrinos distribuidos en:
- Una estrofa de tres versos
- Dos estrofas de cinco versos
- Un pareado final
Medida de los versos:
Alejandrinos :Quince versos de 14 sílabas cada uno divididos en dos hemistiquios o cesura.
“Muy cer ca de mi o ca so, //
7
Yo te ben di go vi da” = 14
7
¡Mas tú no me di jis te //
7
38
Lengua Castellana y Literatura 3
que ma yo fue se e ter no! = 14
7
Rima: faz con paz
Ritmo: Esto se da con la:
Acentuación
Amé, fui amado el sol acarició mi faz,
2
4
Repeticiones de palabras: amé – amado, vida, vida.
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz
Vida, nada me debes, Vida, vida
estamos en paz
3- VOCABULARIO
Significaciones opuestas
Antónimos
Pena – esperanza
Ocaso – vida
Hiel – mieles
Invierno – lozanías
Sinónimos
Camino – destino
Invierno – noche
Rosal – rosa
Noches - penas
Adjetivos y epítetos
Rudo camino
Fallida esperanza
Sabrosas mieles
Buenas noches
Serenos sentimientos
unidad 2
Metáforas
Arquitecto de su propio destino
Invierno : vejez
Rosales : rosas – felicidad
Lozanías: juventud
SINTAXIS
Oraciones coordinadas y yuxtapuestas
“Hallé sin dudas largas noches… mas no me prometiste tan solo
noches buenas”
“Cierto a mis lozanías va a seguir el invierno”
“Amé, fui amado, el sol acarició mi faz”
SUBORDINACIONES:
Causales:
“Porque nunca me diste ni trabajo injusto, ni pena inmerecida”
“Porque veo al final de mi rudo camino”
“Porque en ella puse hiel o mieles….”
Sustantivas:
“Que yo fui el arquitecto…”
“Que mayo fuese eterno…”
Evaluación - Juicio crítico
Expresamos un juicio valorativo sobre el mensaje de los versos.
“Porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de
mi propio destino”
Dudicimos del poema: ¿qué debemos hacer en el presente para
asegurar nuestro éxito o felicidad en el futuro?
El profesor evalúa por la observación nuestro trabajo.
TEORÍA LITERARIA
CARACTERÍSTICAS DEL DISCURSO POÉTICO
El poema es un tipo de discurso que no posee esquemas temporales.
Se caracteriza por:
Una dinámica propia de cada poema que generalmente considera:
- una apertura del tema.
- progreso
- cierre
Predominio de la función poética del lenguaje que considera aspectos fonéticos como rima, repeticiones,
aliteración; semántico: las palabras; sus significados y sus connotaciones; rítmico y gráfico.
Uso de recursos literarios, imágenes, metáforas, metonimias, personificaciones…
Una sintaxis especial
Disposición espacial diferente a la prosa consistente en distribución del texto en versos que se agrupan en
estrofas; espacios en blanco alrededor del texto entre versos, estrofas
Mención de título y autor
ACTIVIDADES
Leemos atentamente el poema para realizar el análisis del mismo.
Identificamos en el poema analizado los siguientes recursos literarios: Antítesis, metáfora,
personificación.
Según los versos finales interpretamos: ¿qué piensa el poeta acerca de la vida y que opinión
nos merece?
39
unidad 2
Lengua Castellana y Literatura 3
En un texto breve exponemos un comentario sobre el poema analizado. Fundamentamos
nuestra opinión con citas del texto.
El autor del poema es modernista ¿Qué características del Modernismo podemos identificar
en el texto leído?
Delfín Chamorro
(1863-1931)
Nació en Pisadera, Guairá, quien
con el tiempo llegó a ser un representante destacado de la cultura
nacional. En 1911, Chamorro se
trasladó a Asunción para estudiar
en el Colegio Nacional. Ejerció la
docencia en el Colegio Nacional
y en la Escuela Normal.
Antes de trasladarse a la capital
escribió su poema Adiós a Yvyty,
esta composición fue hallada en
un álbum. Ausente del Guairá,
enmudeció su lira, este clásico de
nuestras letras, al decir de J. Natalicio González.
Su natural modestia le impidió
la publicación de sus versos y
la mayor parte de sus obras fue
destruida por su propio autor.
De sus poemas solo llegaron a
nuestras manos Todo está perdido
de corte postromántico. Después
de la guerra del 70, La despedida,
La esperanza, Leandra y su muñeca, Juego de pelotas, En el álbum
de María Rufinelli, Adiós a Yvyty,
Los socialistas y los colonos, El
zagal y el niño. Como profesor de
Castellano siguió la apliación del
Método de Andrés Bello. Falleció
el 15 de agosto de 1931.
EL LIBRE ALBEDRÍO
EN LA VOZ DE DOS POETAS
LIBRE
Libre para nacer sin elegir el día
Libre para besar sin saber el porqué
esta boca y no otra
Libre para engendrar y concebir lo
que ha de traicionarte
Libre para pedir lo que después
te será inútil
Libre para buscar lo que mañana
ya no tendrá significado
TODO ESTÁ PERDIDO
Libre cual brisa de la mar un día
Las calles recorría
En suelta vaguedad;
Y en la mágica red de tu mirada,
Cual siempre despiadada,
Perdí mi libertad.
Luego, una chispa de sonrisa ardiente
Vino a encender mi mente
En llamas de ilusión;
Y soñando inocente como un niño,
Al ganar tu cariño
Perdí mi corazón.
Mas la hoguera también hase apagado
Acaso al soplo helado
De tu cruel desdén;
Y hoy la dicha soñada de tu seno,
Libre para morir sin elegir el día
Libre para volver al polvo sin memoria
Libre para seguir el rumbo de la raíz
pequeña
Libre para mirar al sol que no te mira
Libre para nacer sin elegir el día
Josefina Plá
De mil placeres lleno,
Perdida está también.
Sé que la rosa de tus labios pura,
Jamás con su hermosura
Mis labios tocará,
Y hasta la luz de la esperanza mía,
También desde este día
Miro perderse ya.
Otro amor en tu pecho inmaculado,
Holgándose a tu lado,
Su edén encontrará;
Yo sólo espero como bien la muerte,
Pues para mí, al perderte,
Perdido todo está.
Delfín Chamorro
PARA TRABAJO GRUPAL
Ofrecemos dos poemas para el análisis y comentario
Investigamos cómo vino al Paraguay Josefina Plá y porqué se quedó a vivir acá.
Identificamos el tema en los dos poemas.
Reconocemos y explicamos los significados que aportan los poemas “Libre” y “Todo
está perdido”
¿Cuál es la distribución espacial de los versos, estrofas?
¿Qué ideas se asocian con la libertad en los poemas?
Redactamos un comentario con sus conclusiones sobre las ideas de la libertad. Recordamos que el comentario debe componerse: a)introducción o presentación. b)desarrollo
de las ideas y c)conclusiones con opiniones personales.
40
Lengua Castellana y Literatura 3
unidad 2
La decisión de asumir el propio destino
Las presentamos la obra teatral: La colección de relojes, comedia dramática en un acto, de Reneé Ferrer para que
gocen leyéndola o para que la representen.
LA COLECCIÓN DE RELOJES
Personajes
Isabel - Desconocido - Omar
ESCENA PRIMERA
(Isabel frente al espejo, sentada en la banqueta, en bata,
se cepilla el pelo
largo y pelirrojo, se lima las uñas, elige un pañuelo. Se la
ve muy pulcra,
muy convencional, una dama).
Isabel -¿Por qué será que nos parece que el tiempo vuela si es
una rueda que gira sobre sí misma repitiendo un mismo círculo.
Empezamos un día sin consulta previa, con el grito inicial rompiendo el aire, y de pronto resulta que te bebiste media vida,
o la vida hizo un brindis contigo hasta ver el fondo. Cómo me
visto hoy, de gris, de lila, de marrón (examina el guardarropa),
Um, o me pongo un composé. Este conjunto lo usaba cuando iba
a enseñar a la Universidad, (recordando). Éste no, porque ...,
bueno, eso ya no importa. A ver, aquí está.(elige un vestido lila).
Sensual, pero con estilo. Todo debe combinar, hasta el bolígrafo
y el armazón de los lentes.
(Isabel sigue buscando qué ponerse en su guardarropa).
Isabel - Pensar que el tiempo da vueltas me consuela, aunque
corra el riesgo de duplicarme indefinidamente. El eterno retorno
tiene sus bemoles y sus ventajas; porque si te pude atravesar la
misma espina, también es factible que la felicidad germine una
y otra vez en tu piel.
La primavera de la vida es la mejor etapa, pero la más peligrosa,
dictaminaba mi abuela cuando me miraba salir, como si yo llevara
la promesa de no volver en la casa. O de volver con algún cambio
en las partes ocultas.
El dedo de la experiencia me seguía hasta la puerta hincándome
la sentencia en los oídos. “No sólo hay que ser sino parecer”.
Parecer, ahí está la punta del ovillo que nos enreda en una maraña de falsedades.
(Isabel se pone un vestido de yersey muy ajustado, las medias del
mismo color y un pañuelo al tono. Se pinta los labios, se peina).
Isabel - A pesar del peligro de la reincidencia, prefiero el tiempo
que retorna a la misma encrucijada. Por lo menos podés corregir
tu propia biografía. Confiar que no hay nada irreversible nos
asegura un por si acaso feliz. El tiempo en línea recta, por el
contrario, me perturba con su prolongación indefinida huyendo
como un tren que se detiene sólo para bajar los muertos. El
ridículo, el crimen, las pasiones serían un asunto concluido sin
posibilidad de redención.
Prefiero la esperanza de tachar mis equivocaciones y abolir los
desencuentros.
Cómo duelen las personas que se buscan sin dar nunca la una con
la otra. Si fijan un lugar para encontrarse, seguro que la esquina
se desploma; si acuerdan una cita se cierran los reservados; el
teléfono queda mudo, o la hora convenida es absorbida por un
agujero negro, hasta que la espera se hace insoportable. Cada
cual toma líneas divergentes, sin que se rocen nunca sus destinos.
Lo que importa ahora es salir de esta casa, donde las persianas
clausuran la luz y los relojes no dejan de sonar nunca.
(Isabel se mira en el espejo con aprobación).
Isabel - Siempre me gustó respetar la armonía de los colores; la
falda haciendo juego con las medias, los zapatos, la cartera y el
cinto, el lápiz labial y el esmalte de las uñas (Se pinta, une los
labios. Se vuelve a cepillar y mirar al espejo). Pero, eso sí, dentro
de la gama de matices que combinan con mi pelo.
A los hombres les encantan las pelirrojas; les damos miedo,
porque tanta voluptuosidad en la melena les trae presagios de
malos pensamientos.
¿Nuestros o de ellos?
El tema es que me gusta sentirme linda.
Te olvidaste de aquel pelo fogoso que se amotinaba con el viento.
Apenas te casaste lo remataste en un rodete, como si atártelo
en la nuca fuera un seguro contra incendios.
¿No será que tenés miedo de tus propios pensamientos, Isabel?
De todas formas, atados a no, estos son mis últimos pelos largos.
(Isabel mira el reloj pulsera y se apresura).
Isabel - ¡Por Dios, qué tarde es! Aunque nunca se hace tarde para
ir a ninguna parte.
Sin destino conocido no existe hora de llegada.
Es imperioso que me encuentre en la calle. Ni me atrevo a pensar
lo que puede pasar, si me quedo.
Sabés muy bien lo que sucede, Isabel.
¿Comprendo realmente lo que me pasa? Basta de demoras, tengo
que volar lo antes posible; y si nadie se entera, mejor.
Recordás, Isabel, cuando necesitabas tener algún testigo para
que diera fe de tu buena conducta.
Esa obsesión perdura, me parece. Preferirías que se detuviera el
tiempo para evitar cualquier riesgo, o dar media vuelta antes de
cruzar el puente. Hasta la muerte parecía un escape más seguro
frente a las situaciones peligrosas.
¿No son las situaciones límite la única ocasión en que se hace
contacto con el verdadero ser?
Acabemos, Isabel. La intimidad de una persona no necesita testigos. Ciertamente, al fin y al cabo, mi testigo soy yo.
(Se escucha el tictac de los relojes subiendo el tono).
Isabel- Estoy sola en las habitaciones enormes de esta casa. Peor,
conmigo misma, y con el tiempo que se demora en la rutina.
Es terrible sentir cómo te camina encima dejándote sus huellas,
sin que caigas en la cuenta de que el mundo ni comienza ni
termina contigo.
La existencia es una suma de momentos que se escurren. De
pronto te das cuenta de que los días ruedan cuesta abajo porque
han llegado a una hipotética cima, y sólo resta emprender el
descenso. El descenso ¿hacia dónde?, Isabel. Hacia el descanso
perpetuo; hacia la soledad, que se honda en la carne convale-
41
unidad 2
Lengua Castellana y Literatura 3
ciente y sin deseo.No quiero escuchar más. Rápido. Falta muy
poco para que den las doce. (Isabel siente un temblor).
Isabel - Siempre me atrajo ir hasta la médula de las cosas, aunque
después me paralice la posibilidad de reconocerlo.
Por eso me perturba lo que me pasa.
Es como si me llenara de sombras cada vez más densas; como si
una presencia ambigua hubiese entrado en mi dormitorio, en los
pasillos, acomodándose a la ausencia que me acompaña siempre.
Algo deambula en la penumbra, y me da miedo.
¿Quién habita del otro lado de la ausencia?
La realidad, Isabel.
La realidad transcurre paralela a mí, pero ajena a mi respiración, como si yo no formara parte de ella, ni ella tuviera que
ver conmigo.
Sos una espectadora de losa que mira la vida desde atrás de un
enrejado de ramas secas.
¿Quién conoce los ojos de la ausencia?
¿Y el primer surco en la frente?
¿Y la sonrisa que tapa la desdicha?
¿Y la alegría fugaz que no se intenta retener, y dejamos que se
doblegue como un pabilo en la corriente, porque alguien le dará
un soplo de todas formas en cualquier momento.
Y no te animás a defenderla con uñas y dientes.
¿Conozco verdaderamente lo que acontece más allá de las cortinas de mi casa?
El egoísmo es un bastión feroz, Isabel. Los demás mueren tranquilamente en la esquina limpiando el parabrisa de los autos, o
del otro lado del mundo mientras te tomás un aperitivo frente
al televisor.
¿Por qué será que no tengo recuerdos, salvo mi propio presente?
Como si el viento hubiera dejado de cantar en mis sienes.
La verdad es que los demás te tienen sin cuidado.
(Isabel mira la hora, se pone nerviosa).
Isabel - No divagues más, Isabel. Lo importante es salir.
Respirar el aire límpido de la mañana, ensimismada en las ranuras de las baldosas, evitando pisarlas como cuando jugabas al
descanso; levantar el rostro para mirar a cualquiera sin disimulo,
abiertamente.
Incluso besar un sapo por si se tratara de un príncipe encantado.
Y si no lo fuera aceptar el chasco repugnante.
Bueno, basta de cuentos de hadas. Me voy.
. . . . . .
¿La perdiste o los viejos esquemas se rebelaron?
Durante todo el día me comporto de la manera conveniente.
Tomo las píldoras sin que nada turbe mi semblante. Sólo cuando suenan se derrumba la claudicación culpable dando paso al
entendimiento, a la responsabilidad de vivir por cuenta propia.
Sí, tenías que haber hablado. No para detener los engranajes,
sino porque le silencio es un pozo donde se pudre el sentimiento
y se fabrican las máscaras.
El silencio no engulle, aplastándonos la lengua y alejándonos de
la mentira. Salvo el tictac de los relojes nadie interrumpía mi
soledad. Ahora sé que sin ellos el silencio me hubiera destrozado.
(Isabel recuerda casi con alegría).
Isabel - La última vez que me senté al piano, la pesadilla no había
terminado. Apenas dieron las doce me colmó la alegría, el vacío,
el misticismo, el mareo, el deseo y aquellos dedos cortándome
la respiración, hasta que Omar me separó las manos cuando casi
me estaba ahogando, y me internó en este lugar donde no hay
helados, ni jardín, ni música.
(Se escucha el cuarto movimiento de la Sinfonía El Reloj, de
Haydn).
42
Isabel - Ahora estoy aquí, sola, pero sin miedo a los relojes. Nada
ha cambiado en cierta forma, aunque nada es igual.
Los días se suceden como antes. Sé con exactitud la distancia
que media entre cada minuto de esta realidad que me amordaza,
entendiendo que tras ella existe la verdadera realidad, de la cual
no me puedo desligar sin traicionarme.
(La música va en aumento. La luz invade el escenario).
Isabel - Mientras los relojes funcionen mantendré la compostura de antaño, salvo cuando me sacuden y encuentro a la que
verdaderamente soy, reconociendo que los demás existen tanto
como yo.
(La música se intensifica)
Isabel - ¿Dónde estoy? Me pierdo en un laberinto, mi clarividencia
se agiganta. ¿No escuchas el gran girasol que gime? Soy yo la que
llora. Socorro. Me caigo. Me persiguen. Otra vez las ganas de
rezar. Padre nuestro no me dejes. Un olor a hombre me perturba.
Vení, acercá las manos, así, así. Abrazame fuerte, fuerte. Socorro. Las mujeres de blanco ya vienen de nuevo. Malditas (Isabel
lucha con las enfermeras) No quiero. No quiero. Déjenme. No
me aten los brazos. No. (Le ponen una camisa de fuerza). No
quiero ir. No, a esa pieza vacía, no. (Isabel patea). No podrán
conmigo, no podrán sujetarme otra vez.
Suéltenme. No. Basta. Esto terminó.
(Las enfermeras salen. El cuarto movimiento (finale) de El Reloj
se escucha más fuerte. Los paneles quedan totalmente blancos).
Isabel- No sé cuánto tiempo seguiré sola, imposibilitada de hacer
contacto con alguien, sabiendo que conviviré de ahora en más
con esta lucidez irreversible, que me impide engañarme y me
reclama. No sé si existe un final, o éste es el final donde comienzan a disolverse las ataduras, la enajenación, las máscaras.
La esperanza es la más obstinada de todas las virtudes. O el
mayor vicio de los desamparados.
El único vicio es dejarse manipular por los demás.
Ahora mi único deseo es transitar el puente que se tiende hacia
esa otra orilla de mi ser, escuchar el llamado de los otros, liberando de mi cantera de silencio el timbre genuino de mi voz.
(Una luz intensa llena toda la escena).
Isabel - No me importa que suenen. Este encierro es una mera
falacia de la que lograré safarme. Ni las campanadas ni el tiempo
pueden hacerme daño; sólo enseñarme los múltiples rostros que
se esconden detrás de una mentira existencial. Ahora yo soy la
dueña de mi propio destino. Yo decido que camino tomar.
Este estado me ha poblado de luz.
Con la luz vendrá la libertad y el valor de asumirla, aunque Omar,
ajeno a mi existencia, siga atrapado en su manía de darle cuerda
puntualmente a los relojes.
(Se escucha muy fuerte el cuarto movimiento de la Sinfonía El
Reloj. La escena que da totalmente a oscuras).
Lengua Castellana y Literatura 3
unidad 2
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Teatro leído
1. Lectura dramatizada es una técnica de comunicación oral
utilizada en el aula, cuyo objetivo es incentivar el gusto por la
lectura.
Pasos para su aplicación:
a) Elección de los lectores, de acuerdo con el número de
personas.
b) Designar uno o dos relatores que leerán las partes explicativas del texto elegido.
c) Fijar las pautas para la correcta pronunciación, adecuada
entonación de la voz y efectiva modulación.
d) Evaluar la lectura de acuerdo con las pautas fijadas en el
punto anterior.
2. Después de la lectura del texto completo, abran la discusión sobre los siguientes puntos. Descubran el tema principal y
algunos secundarios.
· La escena más dramática.
· La evolución de Isabel en el aspecto psicológico. Diferencias los
momentos de alucinación de la realidad.
· Las causas que la llevaron a la locura.
· Situaciones que culminaron en el encierro.
· El papel de la sirvienta
. El nivel social al que pertenece Isabel.
. La relación matrimonial.
. El tedio, el aburrimiento por qué vienen.
3. Análisis del texto
Investigamos a qué género pertenece la obra leída.
Qué características reúne para que sea incluida en el género
de comedia dramática.
4. Contestamos
¿Cuáles habrán sido las causas del gradual sometimiento de
Isabel?
¿Por qué su esposo la habrá aislado y la habrá separado de
las cosas que más quería?
¿Existe algún rasgo machista en la obra?
¿Cuáles son los diversos sentimientos que expresa Isabel en
la obra?
Después de un análisis psicológico de ambos personajes explicamos los traumas, aversiones, deseos, sometimiento, amor
y angustias de la mujer.
Indiferencia, descuido, ambición y egoísmo del hombre.
5. Reflexionamos sobre el valor de la obra en los aspectos:
a) social
b) psicológico
c) literario
6. Escribimos un comentario sobre la idea del libre albedrío en
la obra La colección de relojes y tomamos esta expresión textual:
“Ahora yo soy la dueña de mi propio destino. Yo decido qué
camino tomar”
“Este estado me ha poblado de luz”.
“Con la luz vendrá la libertad”.
CAMPO REFERENCIAL
Tipología Textual. La argumentación
Lectura. La risa, antídoto natural
Que se diga que la risa genera salud no es nada nuevo. Recientes estudios vuelven a confirmar que ejercen efectos positivos
en el estado físico y mental de la gente. No solamente alegra el alma, también actúa como mecanismo de defensa contra la
ansiedad y el estrés.
Sin tener grandes conocimientos, cualquiera puede percibir que la risa exterioriza, a la vez que potencian sentimientos de
esperanza, alegría, felicidad, optimismo y deseos de vivir.
Está comprobado que gracias a la risa, el sistema endocrino ordena al cerebro la secreción de tranquilizantes y analgésicos naturales que disminuyen considerablemente la ansiedad y alivian el dolor. Además, se liberan sustancias que ayudan a la
digestión y otras que favorecen la circulación de la sangre. Sin embargo, la gente tiende a olvidar lo maravillosa que puede
resultar una terapia de risa y no le saca todo el provecho que debiera. Pero esto encuentra su fundamento en una vida llena de
preocupaciones y estrés que generan pocas ganas de reír y mucho de andar serios y mustios.
Los niños ríen con facilidad y muchísimas más veces que los adultos, quienes a medida que pasan los años lo hacen en menor
cantidad, perdiendo la oportunidad de generar su propio antídoto contra varios males.
“La Nación” 4 de abril de 2004 - Nº 463. P5
ANÁLISIS Y COMENTARIO
El texto que acabas de leer es un texto argumentativo. Cuando
el lenguaje utilizado tiene como propósito influir en la forma de
pensar o de actuar en nuestro interlocutor (receptor) creamos
textos de este tipo.
El texto argumentativo es un tipo de texto que intenta persuadir
o convencer (al receptor con el fin de que comparta la opinión o
para que cambie de parecer sobre algún tema o para que realice
una acción determinada.
El texto argumentativo es el que se utiliza en un debate, en
artículos de opinión. Lo emplea el periodista que analiza un acontecimiento de actualidad, el político que defiende su programa
político ante los lectores, el abogado que defiende a su cliente ante
el juez también se lo utiliza, en la publicidad y en posibles textos
didácticos. A pesar de su apariencia de texto expositivo se refleja
en él, claramente, en la intención de influir el pensamiento de los
interlocutores.
43
unidad 2
Lengua Castellana y Literatura 3
CARACTERÍSTICAS DE
LOS TEXTOS ARGUMENTATIVOS
El emisor, autor del texto argumentativo actúa, movido por
la intención comunicativa de persuadir a los demás, de incidir
en su opinión. En el texto anterior, el emisor, el articulista de la
revista, tiene como propósito comunicativo convencer que la risa
es saludable. Para esto expone argumentos: que la risa potencia
sentimientos de esperanzas, optimismo, felicidad; pero el más
convincente, optimismo felicidad, que la risa es terapia pues
disminuye la ansiedad y alivia el dolor.
El destinatario es la persona o conjunto de personas a las
que va dirigido el mensaje. El emisor se convierte en un elemento esencial, pues el objetivo de la comunicación es que
el destinatario cambie su forma de pensar y adopte el punto
de vista del emisor. En el caso del texto, el destinatario del
texto es el lector.
El objeto de la argumentación es el tema de que trata el texto
argumentativo. En nuestro caso, la risa como terapia.
El texto argumentativo es el mensaje. Éste adopta diversas
formas según las características del contexto: una carta, un
anuncio publicitario, un ensayo literario etc.
ESTRUCTURA
En todo texto argumentativo es posible encontrar una estructura aunque adopten distintas formas.
INTRODUCCIÓN
Aparece al comienzo del texto: presenta el tema y la tesis a punto
de vista del emisor. La proposición o tesis que se quiere defender,
los argumentos a favor (o en contra). Que se diga que la risa genera
salud no es nada nuevo. Recientes estudios vuelven a confirmar que
ejercer efectos positivos en el estado físico y mental de la gente.
No solamente alegra el alma, también actúa como mecanismo de
defensa contra la ansiedad y el estrés. Desde el primer momento el
autor del artículo busca la adhesión del lector: “Recientes estudios
vuelven a confirmar que ejercen efectos positivos en el estado físico y mental de la gente.”…..se apoya en trabajos de investigación
científica para atrapar la confianza del lector.
EL TEMA DEL TEXTO: La risa como medicina
La tesis aparece introducida por una expresión que la hace
incuestionable:
Que se diga que la risa genera salud no es nada nuevo.
DESARROLLO
El desarrollo es la parte fundamental del texto. Aparece estructurado en distintos párrafos en los que se presentan los argumentos
a favor de la tesis; en ocasiones se juntan las ideas contrarias a los
planteamientos del emisor. En el artículo leído en los párrafos segundo, tercero. El desarrollo suele incluir conclusiones parciales, en
nuestro ejemplo aunque el texto es breve podríamos señalar como
conclusión parcial pero esto encuentra su fundamento en una vida…
CONCLUSIÓN
La conclusión recuerda al receptor los argumentos a favor de la
tesis para confirmar su validez. En nuestro texto es el último párrafo
que echa mano a un refuerzo irrefutable. ¿Quién puede dudar de la
alegría de los niños en esa sonrisa despreocupada?
“Los niños ríen con facilidad…”
Termina con la frase que confirma aún más la tesis.
“Los adultos, quienes a medida que pasan los años lo hacen en
menor cantidad, perdiendo la oportunidad de generar su propio
antídoto contra varios males”.
Los anuncios publicitarios son textos
argumentativos de carácter icono –
verbal.
Indicadores textuales
Generalmente, los marcadores discursivos introducen y señalan
las partes de la argumentación. Ejemplos:
- antes que nada, para comenzar, en principio.
- En primer lugar, además, por otra parte.
- En suma, en conclusión, en resumen.
- Los que expresan causa o consecuencia: porque, por lo tanto, no
obstante, aunque, etc.
44
- Las comillas y las citas de autoridad, textuales o indirectas para
reforzar la tesis.
- Las ejemplificaciones.
- Los datos estadísticos.
- La antítesis o las contrastaciones.
- Las comparaciones.
Lengua Castellana y Literatura 3
unidad 2
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Leemos atentamente el texto para reconocer las partes
de la argumentación.
“El libro ya no ejerce más el poder que ha sido suyo, ya
no es más el amo de nuestros razonamientos o de nuestros
sentimientos frente a los nuevos medios de información y
comunicación de los que a partir de ahora disponemos”. Esta
observación del historiador del libro Henri – Jean Martin, constituirá el punto de partida de mi reflexión. Ella quisiera señalar
y nombrar los efectos de una revolución, tomada por unos y
aplaudida por otros, dada como ineluctable o simplemente
designada como posible; a saber la transformación radical de
las modalidades de producción, de transmisión y de recepción
de lo escrito. Disociados de los soportes en los que tenemos la
costumbre de encontrarnos (el libro, el diario, el periódico),
los textos estarían de ahora en adelante consagrados a una
existencia electrónica: compuestos en el ordenador llegarán
a un lector que los aprehenderá en una pantalla.
¿Cómo situar en la historia larga del libro, de la lectura
y de las relaciones con el escrito la revolución ya empezada
que nos hace pasar del libro tal como nosotros lo conocemos,
con sus hojas y sus páginas, al texto electrónico y a la lectura
sobre la pantalla? Esta revolución es, evidentemente, mayor
que la de Gutenberg, que transformó a mediados del siglo XV la
técnica de reproducción de los textos y de la producción de los
libros. La invención de la imprenta no modificó las estructuras
esenciales del libro. El libro impreso fue el heredero directo
del libro manuscrito por la organización en cuadernos, por la
sucesión de las páginas, por la jerarquía de los formatos. Con
la pantalla sustituyendo al códice, el cambio es mucho más
radical ya que son los modos de organización, de estructuración
y de consulta de los escritos que se encuentran modificados.
En consecuencia, no es solamente una revolución técnica
sino también una revolución de la lectura. Leer sobre la pantalla del ordenador no es leer en un códice manuscrito o impreso. La representación electrónica de los textos modifica, en
efecto, totalmente su condición: sustituye la materialidad del
libro con la inmaterialidad de textos sin lugar propio; opone a
las relaciones de contigüidad establecidas en el objeto impreso
la libre composición de fragmentos manipulables indefinidamente, a la aprehensión inmediata de la obra, hecha visible
por el libro que la contiene, hace que le sucedan archipiélagos
textuales en movimientos. Estas mutaciones ordenan, inevitablemente, imperativamente, nuevas maneras de leer, nuevos
usos de lo escrito, nuevas técnicas intelectuales.
Respondemos
1. ¿Cuál es la tesis que defiende el articulista?
2. Los argumentos ¿en qué se basan?
3. ¿Qué tipo de conectores utiliza el texto? Transcribimos las
oraciones y explicamos la función que cumplen los conectores.
4. ¿Utiliza las contrastaciones? ¿Cuáles son y con qué fin
se usan?
5. ¿En qué párrafo crees que se materializa la conclusión?
ENFRENTAMIENTO Y VENGANZA DE UN PRINCIPE
William Shakespeare (1564-1616)
Nació en Stranfford del río Avon, de una casa de familia de comerciantes. Antes de terminar
sus estudios en la escuela, salió para Londres. Desde muy joven tuvo aficiones teatrales. Empezó a
trabajar en las compañías teatrales como cuidador de caballos. Los documentos confirman que a
partir de 1574 Shakespeare formó parte de la compañía de Lord Chamberlain. En 1603 se convertía
en la compañía del Rey.
Comparaciones con otros autores
Tanto Shakespeare como Calderón (español, S. X - XVII) tienen en común la universalidad de sus
personajes, verdaderos estudios de pasiones y la manera de expresar la intimidad psicológica. Los
personajes de la tragedia griega estaban sometidos al destino y los de Shakespeare al determinismo
interno de la pasión, del carácter y de las circunstancias. Tiene en común con Lope de Vega el haber
sido el creador del teatro nacional.
Producción literaria
Comprende 37 obras de teatro organizadas en tres grupos. Ciento cincuenta sonetos y masquez1.
(1) Masquez
Obra dramática breve utilizada en
celebraciones como bodas, cumpleaños. En estas piezas, el poema
lírico ocupa un lugar de relevancia,
también la música y el baile. De
ópera la han calificado muchos.
(Ramón D. Perés.Sopena. Barcelona)
El primer grupo comprende:
“Las alegres comadres de Windsor”, “El mercader de Venecia”, de carácter fantástico, “El sueño
de una noche de verano”, “La tempestad”, “Trabajos de amor perdidos”, “Los caballeros de Verona”.
Sobresale en este grupo la creación del personaje Shylock, judío usurero que presta dinero bajo
la extraña condición de que si no paga la deuda el día fijado, el deudor se dejará cortar una libra de
carne. Shyloc es personaje del Mercader de Venecia y el personaje Falstaff, de “Las alegres comadres
de Windsor”, hombre pobre, sin dinero, decide cortejar a dos ricas burguesas de Windsor, casadas, la
señora Ford y la señora Page, a quienes envía cartas idénticas declarándoles su amor. Estas deciden
vengarse y lo consiguen.
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unidad 2
Lengua Castellana y Literatura 3
El segundo grupo comprende dramas históricos-nacionales:
Ricardo III, Enrique IV, Enrique VIII, dedicadas a las glorias y
fracasos de Inglaterra.
los argumentos de sus obras y no era el único entre los clásicos. En
un drama antiguo halló abundantes materiales para su magnífica
obra “El rey Lear”.
El tercer grupo reúne tragedias de asunto romano.
“Antonio y Cleopatra”, “Julio César”. Las basadas en las crónicas medievales y cuentos italianos: “Romeo y Julieta”, “Otelo”,
“Macbeth”, “Hamlet” y “El Rey Lear”. “Hamlet” representa el
sentimiento de venganza en sus dudas intelectuales. “Otelo” se deja
llevar por los celos y “Romeo y Julieta”, por el amor.
En viejas crónicas para sus dramas históricos; “Otelo” halla
material en el cuentista italiano Cintío, lo mismo se puede decir
de “Romeo y Julieta”. Se basó en una leyenda italiana... Pero la
genialidad de este autor convirtió el “plomo en oro”, “El sueño
de una noche de verano” halló fuentes en “El asno de oro de
Apuleyo”, “El descubrimiento de la hechicería”, de Reginal Scott,
“Chaucer”, Plutarco, etc.
La originalidad y Shakespeare
A Shakespeare no preocupó mucho la falta de originalidad en
En El sueño de una noche de verano, la encantadora ligereza del mundo de los elfos concierta
con la vicisitud humana; hasta los movimientos y las
pasiones de los enamorados parecen desarrollarse
según arabescos de ensueños, se desenvuelven en
absurdas dificultades y se disipan en un encanto
como una danza elegante y obstrusa gobernada por
el capricho del amor.
M. Praz.
Parnaso T. 4. Barcelona
Romeo y Julieta ha sido calificada como
tragedia novelesca; en ella Shakespeare comienza
a separarse de sus iguales, es apasionado y audaz
en la persona de los jóvenes amantes.
Romeo y Julieta es sin duda alguna el mejor
por su riqueza de metáforas, que aprovecha los
convencionalismos de la poesía cortesana, por el
patetismo del desenlace, por la angustia que sabe
dejar en el corazón del espectador.
Romeo y Julieta conmovió a los románticos
que, fascinados, hicieron de la pareja el ideal del
amor.
Marcos Salas
CAMPO REFERENCIAL
El Renacimiento Inglés
El Renacimiento tiene dos fases: una “literaria”, que se
caracterizó por la imitación de las formas clásicas a través de
Italia; otra, “ideológica”, de libertad de pensamiento a través
de humanistas germanos, caracterizada por la inclinación hacia
lo nacional y a la separación de la iglesia anglicana.
Características del Renacimiento Inglés
En el aspecto político, la valorización del individuo que conduce a la teoría absolutista de Tomás Hobbes (1588-1619), autor
de Leviatán, obra en la cual sostiene en Filosofía el materialismo,
en moral el utilitarismo y el despotismo en política.
En lo artístico, sigue la línea del Renacimiento francés, el
castillo se convierte en palacio y junto al desarrollo de las universidades de Oxford y Cambridge se crea en arquitectura el estilo
gótico Tudor, dinastía que dio nombre a un estilo arquitectónico
conocido como el gótico inglés.
En lo religioso, la iglesia de Inglaterra pasa a depender del
monarca. Excomulgado Enrique VIII, sobreviene el Cisma, y el
Parlamento inglés vota el “Acta de Supremacía” (1534) que coloca
a la iglesia dependiente del monarca.
En lo literario, caracteriza la armonía que reina entre lo culto
y lo popular; por esto el Renacimiento inglés se une a la tradición
medieval. Lo nuevo y lo tradicional se funden sin destruirse.
El teatro de Shakespeare
Como actor dramaturgo, Shakespeare dependía necesariamente del patronazgo y la protección de los aristócratas.
En los orígenes del arte de este autor-dramaturgo, se nos
ofrece como postulado fundamental una idea aristocrática de
46
la cultura.
Shakespeare posee agudeza cognitiva, energía lingüística y
poder de invención. Es posible que ese triple talento se funda en
una pasión ontológica que es capacidad para el goce.
El poder de crear es un don individual presente en todas las
épocas, pero evidentemente mucho más estimulado por contextos
concretos, convulsiones nacionales, etc.
Shakespeare no es uno de esos poetas que no necesitan sufrir
un desarrollo, que parecen completamente formados. No. El
Shakespeare de las primeras farsas es solo de lejos el autor de
Hamlet, Otelo, El rey Lear y Macbeth, en las que el autor había
alcanzado la “magnificencia cosmológica” de la segunda.
Podemos afirmar que Shakespeare impone “el modelo y los
límites de la literatura”, ha sido el poeta de la gente: su universalismo literario se debe a su incomparable excelencia literaria, a
una fuerza de pensamiento, caracterización y metáfora capaz de
sobrevivir a la tradición y a la trasposición y de obligar al lector a
que le preste atención en casi todas las culturas. Las obras teatrales y los sonetos forman una “discontinua comedia terrena”.
Estudio de Hamlet
Antecedente
La historia de Hamlet ya era conocida en obras aparecidas
mucho tiempo antes. Hamlet, tragedia en cinco actos en verso y
prosa, escrita hacia el 1600. La historia de Hamlet en las “histoires
tragiques” de F. de Bello Forest y a la vez la había tomado de
Saxo Grammaticus en la gesta de los daneses, de principio, del
siglo XIII muy anteriores al drama de Shakespeare. La lectura de
Hamlet nos enfrenta con una de las obras más complejas de la
literatura universal.
Lengua Castellana y Literatura 3
Prueba de ello son las variadas interpretaciones presentaciones que ha recibido a través del tiempo por la crítica, así como
por las escenificaciones; ha sido llevada a la pantalla, con más
de una versión.
El análisis debe encaminar a descubrir y a explicar los aspectos
citados, así como todos los aspectos que se consideran necesarios
unidad 2
para lograr su conocimiento completo. Por ello trabajaremos en
primer lugar con el resumen, lo que implica considerar el texto
como un relato.
Este resumen permite: la organización la secuencia de acciones fundamentales y la sucesión cronologica de dichas acciones
en cinco actos.
Resumen de la Obra
Acciones principales o centrales
Acciones paralelas
Acto primero
• Aparición de la sombra del difunto rey.
Denuncia del asesinato y promesa de venganza de Hamlet.
Hamlet confirma su sospecha y trama un plan, finge estar
“loco”.
Acto segundo
• Se tejen conjeturas sobre la “locura” de Hamlet.
• Llegada de unos cómicos al palacio para “curar” a Hamlet.
Representación teatral.
• Hamlet los utiliza como medio de prueba del crimen.
Acto tercero
• El rey sospecha de la “locura” de Hamlet: lo teme.
• La representación teatral prueba la culpabilidad del rey.
• El rey a solas confiesa su crimen, reza.
• Hamlet se encuentra con su madre y mata involuntariamente
a Polonio.
Acto cuarto
• El rey envía a Hamlet a Inglaterra y expresa el deseo de que
aquél muera. Actitud que deriva de la representación teatral.
• El rey y Laertes traman la muerte de Hamlet.
Acto quinto
• Hamlet se entera de la muerte de Ofelia al regreso de Dinamarca, después de haber frustrado el plan del rey.
Desenlace trágico
• Mueren la reina y el rey, Laertes y Hamlet
• El reino queda en poder de Fortinbrás, principe noruego.
• Polonio prohibe a su
hija Ofelia corresponder al
amor de Hamlet.
• Hamlet lamenta no haber
vengado aún a su padre.
•Encuentro de Hamlet y
Ofelia
• Nuevo retraso. No se
produce el desenlace prometido por Hamlet. Nuevo
retraso para concretar su
venganza.
• Ofelia enloquece
• Laertes exige explicaciones y responsabilidades.
• Ofelia muere ahogada.
• Final trágico
Argumento de Hamlet
Hamlet, príncipe heredero del trono de Dinamarca, a los
dos meses de morir su padre se muestra apenado por la madre,
que contrae nuevas nupcias con Claudio, hermano del Rey difunto.
La guardia del castillo real ve durante tres noches consecutivas el
fantasma del rey muerto. Avisa Horacio a su amigo Hamlet de lo
ocurrido y acude este al lugar de la aparición. A media noche se
le aparece la sombra del rey y le revela que su madre ha faltado
a la fidelidad jurada, y que Claudio ha asesinado a su hermano.
Luego invita a su hijo a la venganza.
Desde este momento, el príncipe se muestra más raro,
finge la locura y hasta da por terminado simultáneamente sus
amores con Ofelia. Aprovecha la visita de unos cómicos y, de
acuerdo con él reproduce en escena la muerte del rey, tal y
como se la reveló el fantasma, para comprobar la veracidad del
relato. El efecto que produce esta representación en Claudio es
acusador. Hamlet habla con su madre cuando advierte el movimiento de una cortina y pensando que es Claudio, hiere a ciegas
y mata a Polonio. Persuadido Claudio de que Hamlet constituye
para él un peligro, le encomienda una embajada, con orden
secreta de que le den muerte al llegar, Hamlet se apodera de
esta orden y vuelve a la corte. Entre tanto, Ofelia, apenada por
estos desvaríos de Hamlet, se vuelve loca y cae a un lago. Con
motivo de esta muerte, el príncipe platica en el cementerio con
Horacio y los sepultureros.
El rey Claudio inventa una nueva intriga para deshacerse
de él. Propone a Hamlet un juego a espada, de acuerdo con su
contrincante, para que le hiera de muerte. Prepara una bebida
con un veneno para después del certamen. La reina siente sed y
bebe una bebida envenenada sin que Claudio pueda darse cuenta.
Por un cambio de espadas, los dos esgrimidores se hieren a la
vez.
Hamlet, antes de morir, clava con la espada a Claudio y le
obliga a que se agote la copa en que bebió la reina. Resultan
muertos los cuatro, y Horacio sobrevive para dar memoria de la
venganza de Hamlet.
Estudio del personaje principal, Hamlet
Complejidad del personaje. El ser y no ser de Hamlet.
Hamlet es de carácter irresoluto; comienza el príncipe de
Dinamarca fingiéndose loco para ocultar sus designios. Para ese
conocimiento del personaje, hay que tener en cuenta lo que
Hamlet dice y lo que hace, la relación entre palabra y acción.
Por ello asume gran importancia los monólogos, los soliloquios y
porque no los diálogos con los otros personajes.
Hamlet es conflictivo y
singular. Así:
47
unidad 2
Lengua Castellana y Literatura 3
— en la utilización del aparte1: “un poco menos que primado y un más que primo”, como comentario sobre un personaje
del que desconfía y hacia quien siente desprecio y agresividad.
Esta misma actitud asume hacia cualquier personaje que desempeña papel de “enemigo”.
— en la respuesta a la reina “Parece señora! ¡No es! Yo
no sé parecer.... “son respuestas que dan muestra de la actitud
ética y mental de Hamlet
— la crítica de determinadas formas de actuaciones
sociales.
— la preocupación que muestra para distinguir entre el
“ser” y el “parecer”, motivo de su famoso diálogo (act. 3º, esc.
1ª) que empieza por “ser o no ser, he aquí el problema”, palabras
éstas que identifican a Hamlet.
— la construcción del discurso es eminentemente poético. La personalidad de Hamlet es literalmente irrepetible.
— el encuentro de Hamlet con el rey su tío y la reina su
madre, en el soliloquio del final del encuentro “¡Oh!, Que esta
sólida, excesivamente sólida carne pudiera derretirse, deshacerse
y disolverse en rocío”, permite avanzar algo más en el conocimiento del personaje
— el tono enfático es la característica de todos los
enunciados; una exclamación, un asombro del personaje ante la
realidad que acaba de descubrir. En esas motivaciones se mezclan
reacciones afectivas, la situación determinada por los elementos
padre-madre-tío usurpador de la madre y del trono.
Todos los restantes monólogos constituyen confesiones
del personaje, exploración de su ser intelectual y psicológico.
El mundo para Hamlet es una cárcel “una soberbia cárcel, en la que hay muchas celdas, calabozos y mazmorras”; sin
embargo Hamlet al no llevar a cabo la idea de suicidio que en
determinado momento lo ha perturbado, porque la ética cristiana
lo detiene.
Hamlet es la personificación de la duda. Es el hombre contemplativo que se siente incapaz de ejecutar lo que se propone, por
su inclinación a la meditación, a reflexionar sobre todo; acciona
sólo cuando le domina la emoción. “La conciencia hace de todos
nosotros unos cobardes”.
(1) Aparte: Lo que en el teatro dice cualquiera de los actores,
suponiendo que no le oyen los demás.
PROPUESTA DE ACTIVIDADES
Trabajo grupal
1. Guía de trabajo para la escena IV.
- Analicemos el texto que te presentamos. Sigue las recomendaciones sugeridas o las que el profesor propone.
- Leemos el texto lo más atentamente posible e indica en
forma oral o escrita el tema.
- ¿Cuáles son los enfrentamientos que Hamlet realiza en
este texto? ¿Son todos conflictos generacionales o hay de otro
tipo?
- Las frase “no os moveréis de aquí, ni saldréis hasta que
os haya puesto ante un espejo donde veáis lo más íntimo de
vuestro ser” resume el objetivo perseguido por Hamlet en esta
entrevista con la Reina. Analiza la forma en la que Hamlet va a
desarrollar aquel objetivo. Ten en cuenta entre otros aspectos:
a) la idea básica que Hamlet quiere comunicar a la madre;
b) el camino oblicuo y ramificado que utiliza para expresar
aquella idea;
c) los varios tipos de argumento que emplea hasta conseguir vencer la resistencia de la madre cuando ella acaba
rindiéndose con las palabras “¡Oh, Hamlet, no digas más!”...;
d) la función del lenguaje metafórico y su contribución a
la victoria de Hamlet sobre la madre.
- Como se ha observado ya, el lenguaje de Hamlet es
predominantemente metafórico. Haz una relación de las metáforas y comparaciones que aparecen en el texto, interpreta
y comenta dos o tres de ellas.
2. Trabajo domiciliario
Lectura de la obra «Hamlet», a cargo de los alumnos.
Guía de trabajo
- Lee el monólogo “ser o no ser” (Act. 3º, esc. 1ª) para
interpretar los enunciados que se suceden, según las perspectivas siguientes:
¿Qué problema filosófico plantea?
¿Cuál es el conflicto psicológico del protagonista?
¿Qué relación hay entre la lógica y la práctica
política en la obra?
Explica brevemente en cada uno de los puntos solicitados qué significa “ser” o “no ser”.
- Analiza detenidamente el lenguaje de Hamlet, teniendo
en cuenta su interlocutor en cada momento.
Leamos con atención la escena IV del acto de la obra de Shakespeare.
HAMLET
de William Shakespeare, inglés
ESCENA IV
Gabinete de la reina
Entran la REINA y POLONIO
POLONIO: Vendrá ahora mismo. Acometedlo a fondo; decidle
que sus locuras han sido demasiado atrevidas para que puedan
48
tolerarse, y que Vuestra Gracia le ha amparado, interponiéndose entre él y la ardiente cólera que suscitara,.. Yo voy a
esconderme aquí mismo, ¡Os ruego que le habléis claro!
HAMLET: (Dentro.) ¡Madre, madre, madre!...
REINA: Os lo aseguro: no temáis por mí. Retiraos; oigo que
viene. (Se sienta. POLONIO se oculta detrás de un tapiz.)
Lengua Castellana y Literatura 3
Entra HAMLET
HAMLET: ¡HoIa, madre! ¿Qué hay?
REINA: Hamlet, tienes muy ofendido a tu padre.
HAMLET: Madre, tenéis muy ofendido a mi padre.
REINA: Vaya, vaya. Estás respondiendo con lengua insensata.
HAMLET: Toma, toma. Estás preguntando con lengua procaz.
REINA: ¡Cómo! ¿Qué es eso, Hamlet?
HAMLET: Pues ¿qué pasa?
REINA: ¿Has olvidado quién soy?
HAMLET: ¡No por la cruz bendita!... Sois la reina, la esposa
del hermano de vuestro anterior marido, y ,(¡ojalá no fuera
así!) sois mi madre.
REINA: (Levantándose). Pues bien: voy a mandarte algunos
que sepan entenderse contigo.
HAMLET: (Cogiendo a la REINA por el brazo y obligándola a
sentarse.) ¡Vamos, vamos! ¡Sentaos: no os moveréis de aquí, ni
saldréis hasta que os haya puesto ante un espejo donde veáis
lo más íntimo de vuestro ser!
REINA: ¿Qué intentas? ¿Quieres matarme? ¡Socorro, socorrol
POLONIO: (Detrás del tapiz.) ¿Qué pasa? ¡Oh! ¡Socorro, socorro!
HAMLET: (Desenvainando.) ¿Qué es eso? ¿Un ratón? (Tira una
estacada a través del tapiz) ¡Muerto! ¡Un ducado a que está
muerto!
POLONIO: (Detrás del tapiz.) ¡Oh! ¡me han matadol
REINA: ¡Ay de mí! ¿Qué ha hecho?
HAMLET: ¿Y que sé yo? ¿Es el rey?
REINA: ¡Oh, que acción más loca y criminal!
HAMLET: ¡Criminal! ¡Casi tan horrible, buena madre, como
matar a un rey y casarse luego con su hermano!
REINA: ¡Matar a un rey!
HAMLET: Sí, señora: esas son mis palabras. (Levanta el tapiz y
descubre el cadáver de POLONIO.) Y tú, miserable, temerario,
entremetido bobo, ¡adiós! Te había tomado por alguien más
elevado sufre tu suerte. Ya ves cómo tiene sus riesgos el ser
demasiado oficioso. (Deja caer el tapiz. A la REINA) ¡Recordad
de retorceros las manos! ¡Calma, calma! ¡Sentáos, y dejad que
yo os retuerza el corazón! ¡Qué eso es lo que voy a hacer, si el
hábito del mal no lo ha acorazado de tal modo que se halle a
prueba de sentimiento!
REINA: Pero ¿qué he hecho yo para que así te atrevas soltar la
lengua y con tal aspereza me insultes?
HAMLET: Una acción que empaña la gracia y el sonrojo del
pudor: tacha de hipócrita a la virtud: arrebata su rosa a la tersa
frente del amor puro, dejando allí una infame llaga: hace los
votos conyugales tan falsos como juramentos de tahúr: ¡oh!,
una acción tal, que del cuerpo del santo vínculo arranca su
mismo espíritu y convierte la dulce religión en loca algarabía.
¡Inflama el rostro de los cielos, sí, y hasta esta sólida y compacta masa del mundo, con doliente aspecto, cual si se acercara
el Juicio final, se siente acongojada por tal acto!
REINA: ¡Ay de mí! ¡Qué acción es esa, cuyo solo anuncio
retumba con tan fuertes rugidos?
HAMLET: Mirad aquí este cuadro y este otro, representación
en lienzo de dos hermanos. Ved cuánta gracia reside en este
rostro: los rizos de Apolo, la frente del mismo Júpiter, los ojos
como de Marte, por su imperio y su amenaza; un continente
como el de Mercurio, el mensajero, cuando acaba de posarse en
unidad 2
la cima de un monte que besa el cielo; un conjunto de perfecciones ciertamente, donde no parece sino que todos los dioses
quisieron poner su sello para ofrecer al mundo un prototipo de
hombre. Este era vuestro esposo. Mirad ahora el que sigue. Ahí
está vuestro marido, cual espiga atizonada, que agosta a su gallardo hermano. ¡Tenéis ojos? ¡Pudisteis dejar de pacer en esta
hermosa colina, para bajar a cebaros en tan cenagoso pantano?
¡Ah! ¿Tenéis ojos? No me digáis que eso es amor, porque a vuestra
edad aplaca la sangre sus ardores, volviéndose sumisa y obediente a la prudencia. ¿Y qué prudencia descendería de este a este
otro? Algún sentido tendréis, seguramente, pues de no ser así
careceríais de afección; pero con seguridad que ese sentido está
en vos paralizado, pues ni la misma locura padecería tal yerro,
ni el buen sentido se esclavizó nunca al delirio hasta un extremo que no conservase suficiente discernimiento para apreciar
semejante distinción. ¡Qué demonio fue, pues, el que os burló
en este juego de la gallina ciega? La vista sin tacto, el tacto sin
vista, el oído sin manos o sin ojos, el olfato puro y simple, la más
insignificante parte de un solo y sano sentido, hubiera bastado
para impedir la estupidez. ¡Oh vergüenza! ¿Dónde está tu rubor?
Si tú, rebelde infierno, puedes amotinarte en los huesos de una
matrona, deja que para la ardiente juventud sea la castidad
como la cera y se derrita en su propio fuego. No clames oprobio
cuando el imperioso ardor corre al asalto, puesto que el mismo
hielo se enardece tan vivamente y la razón trafica con la carne.
REINA: ¡Oh, Hamlet, no digas más! ¡Me haces volver los ojos
alma adentro, y allí distingo tan negras y profundas manchas que
nunca podrán borrarse!
HAMLET: ¡Y todo no más que para vivir entre el hediondo sudor
de un lecho infecto, encenagado en la corrupción, prodigando
halagos y amorosos mimos en una inmunda sentina!
REINA: ¡Oh! ¡Basta, basta! ¡Esas palabras penetran como
puñales en mis oídos! ¡No más, querido Hamlet!
HAMLET: ¡Un asesino y malvado, un miserable que no vale ni
la centésima parte de vuestro primer esposo; un rey de farsa;
un cortabolsas del reino y del poder, que hurtó de un anaquel la
preciosa diadema y se la metió en el bolsillo!
REINA: ¡Basta!
HAMLET: ¡Un rey de parches y remiendos!...
Entra la SOMBRA
HAMLET: (Cayendo de rodillas.) ¡Oh! ¡Salvadme y guarecedme con vuestras alas, celestes guardianes! (AI Espectro.) ¡Qué
deseáis, sombra venerada?
REINA: (Aparte.) ¡Ay, loco está!
HAMLET: ¿Venís acaso a reprender la negligencia de vuestro
hijo, que, tardo en la oportunidad y vehemencia de la pasión,
olvida el ineludible cumplimiento de vuestros respetables mandatos? ¡Oh, hablad!
SOMBRA: No lo olvides. Vengo a verte sólo para aguzar tu casi
embotada resolución. Pero observa cómo el espanto se apodera
de tu madre. Interponte en la lucha que sostiene con su alma,
que en los cuerpos más débiles la fantasía obra con más fuerza.
Háblale, Hamlet.
HAMLET: (A la REINA.) ¡Cómo os sentís, señora?
REINA: ¡Ay! ¡Cómo te sientes tú, que fijas tus miradas en
el vacío y mantienes conversación con el aire incorpóreo? ¡Por
tus ojos asoman fieramente tus espíritus, y como soldados sor-
49
unidad 2
Johann Wolfgan von
Goethe (1749-1832)
Es uno de los grandes sueños de
la humanidad. Nació en Francfort,
Alemania, murió en Weimar. Estudió leyes en Estrasburgo donde
obtuvo el título de abogado. Fue
un gran lector durante su vida. Su
primera publicación comenzó a
los dieciocho años, fue un escritor
muy fecundo, cultivó todos los
géneros literarios, lírica, teatro,
novela, historia y filosofía. Sus
obras produjeron admiración
en su tiempo y aún hoy día son
consideradas modelos, bienes
espirituales de la humanidad.
Su ideología consistía en que la
persona que posee talentos debe
ponerlos al servicio de los demás.
Su actividad literaria tuvo una
evolución constante, en sus comienzos fue muy romántico pero
en sus últimos años se volvió muy
racionalista.
Su mirada sobre el mundo fue
conciliadora, equilibrada.
De su obra poética descuellan
las siguientes: Poesías amorosas,
El pescador, El rey de los Elfos,
El canto, Los sonetos amorosos.
Entre sus dramas se destacan: Los
cómplices, Goetez, Ifigenia, Torcuato Tasso, Pandora y las novelas
Werthes, Hernán y Dorotea y las
tragedias Clavijo, Estela y Fausto.
Lengua Castellana y Literatura 3
prendidos en el sueño por el toque de alarma, tus alisados cabellos, cual excrecencias vivas,
se enderezan y ponen de punta! ¡Oh, hijo de mi vida! ¡Vierte un rocío de fría templanza en el
ardiente fuego de tu sobreexcitación! ¿Adónde miras?
HAMLET: (Señalando al Espectro.) ¡A él, ¡a él! ¡Ved cuán pálido deslumbra! ¡Su presencia y su
causa unidas, predicando a las piedras, llegarían a ablandarlas! (AI Espectro.) ¡No me miréis así;
no sea que ese ademán tan lastimero aplaque mis fieros propósitos! ¡Porque entonces perdería
su verdadero matiz lo que deba realizar, corriendo lágrimas en vez de sangre!
REINA: Pero ¿a quién dices eso?
HAMLET: ¿No veis nada allí?
REINA: Nada absolutamente, y, sin embargo, veo cuanto hay a mi alrededor.
HAMLET: ¿No oísteis tampoco?
REINA: No; vuestras voces tan sólo.
HAMLET: ¡Cómo! ¡Mirad allí! ¡Ved cómo se aleja a hurtadillas! ¡Mi padre, con el traje que
usaba en vida! ¡Vedle en ese momento salir por el pórtico! (Sale la Sombra).
REINA: ¡Eso no es más que invención de tu cerebro! ¡El delirio es muy diestro en esas quiméricas creaciones!
HAMLET: ¡El delirio! Mi pulso, como el vuestro, late acompasadamente y con igual saludable
ritmo. No hay demencia en lo que acabo de proferir; ponedme a prueba, y os lo repetiré todo,
palabra por palabra, de lo cual huiría a brincas la locura. Por la gracia de Dios, madre, no vertáis sobre vuestra alma habla. Eso no haría más que cubrir y encallecer la úlcera, mientras la
hedionda gangrena, minando el interior, lo infectaría todo solapadamente. Confesaos al Cielo,
arrepentíos de lo pasado, evitad lo venidero, y no arrojéis estiércol a la cizaña para aumentar
su lozanía. Perdonad este desahogo a mi virtud, porque en la grosera sensualidad de nuestros
tiempos, la virtud misma ha de pedir perdón al vicio, y aún debe a sus pies postrarse, implorando
su gracia, para hacerle bien.
REINA: ¡Oh, Hamlet, me has partido en dos el corazón!
HAMLET: Pues arrojad de él la peor parte y vivid más pura con la otra. ¡Buenas noches! Pero
no volváis al lecho de mi tío; aparentad al menos cierta virtud, si es que la tenéis. La costumbre,
ese monstruo que devora todo sentimiento, a pesar de ser un demonio en materia de hábitos,
es un ángel, sin embargo, en cuanto que, para ejecutar bellas y nobles acciones, también nos
proporciona un sayo o una librea de fácil quita y pon. Refrenaos esta noche; eso hará algo más
fácil la próxima abstinencia, y aún más fácil la siguiente, puesto que la costumbre puede casi
cambiar el sello de la Naturaleza y es capaz de domeñar al diablo o de arrojarlo con fuerza prodigiosa. ¡Buenas noches!, repito, y cuando aspiréis de veras a la gracia del Cielo, yo imploraré
por vos la bendición. En cuanto a este señor (Señalando a POLONIO), me arrepiento; pero a Dios
le plugo, para castigarme a mí con él y a él conmigo, que fuera yo el instrumento de su enojo.
Voy a ocultarle convenientemente, y ya responderé a satisfacción de la muerte que le di. Conque
de nuevo, ¡buenas noches! Debo ser cruel, pero no convertirme en desnaturalizado. Si tan malo
es el principio, peor será lo que siga. Una palabra más, buena señora.
REINA: ¿Qué debo hacer?
HAMLET: (Con ironía). Nada, por supuesto, de lo que os he dicho. Dejar que el cebado rey os
atraiga nuevamente al lecho, os pellizque lascivo las mejillas, os llame su pichona, y que con un
par de inmundos besos, o sobandoos la garganta con sus dedos malditos os haga desembuchar
todo este asunto, de que yo realmente no estoy loco, sino loco sólo por astucia. Bueno fuera que
se lo contarais. Porque ¿quién, como no sea una reina hermosa, y prudente, podría ocultar a ese
sapo, a ese murciélago, a ese viejo morrongo, tan preciosa confidencia? ¿Quién sería capaz de
ello? No: a despecho del buen sentido y de la discreción, abrid la cesta en el tejado y dejad que
los pájaros echen a volar; y luego, como el mono del cuento, colaos en la cesta para probar la
experiencia v rompeos la nuca al caer.
REINA: Ten la seguridad de que, si las palabras están hechas de aliento, y el aliento es vida,
no tengo yo vida ni aliento para contar a nadie lo que me has hecho.
HAMLET: Tengo que partir para Inglaterra. ¿Lo sabéis?
REINA: ¡Ay de mí! Se me olvidaba: está resuelto.
(fragmento)
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Lengua Castellana y Literatura 3
El Fausto
Argumento
Es un poema dramático, es la obra cumbre de Goethe. Consta
de dos partes. El personaje principal es el doctor Fausto.
1ª Parte.
El Doctor Fausto queriendo conocer todas las verdades humanas, además su desesperación por conocer los misterios del
más allá lo deciden a suicidarse, ya que se siente hastiado del
mundo. La ciencia no le satisface, no le da respuestas a sus inquietudes. Se mete en su laboratorio y se entrega a sus sombrías
meditaciones. Entonces se le presenta Mefistófeles (el diablo)
con quien firma un pacto. El diablo hace que el anciano sabio
recupere su juventud. Su primer amor Margarita, a quien seduce
y luego la abandona. Ella por despecho mata a su hijo; fruto de
este amor, culpable, es condenada a muerte. Mefistófeles, a
instancias del Dr. Fausto, decide salvarla pero ella lo rechaza y
muere ofreciendo su alma a la Virgen Madre de Dios
2ª Parte
Fausto se entrega a los placeres del mundo, se traslada a
la Corte Imperial a instancias del Mefistófeles. A Fausto le es
unidad 2
concedido el deseo de estar con Helena, la esposa del rey griego
Menéalo. Fausto lleva a Helena a una ciudad alemana y le da un
hijo a quien llaman Euforión, que tiene corta vida, pues muere
al poco tiempo y Helena vuelve con las hadas.
El Doctor Fausto decide romper el pacto con el diablo en vista
de que no consigue su ideal, el diablo quiere cobrar su presa,
pero Margarita desde el cielo intercede por él y lo salva gracias
a sus ruegos a la Santísima Virgen María, la Madre Celestial.
“Fausto es la síntesis y símbolo del hombre universal. En el
Fausto Goethe ha integrado todos los logros, tipos, estructuras,
formas, motivos, de una tradición literaria tan amplia, mitos,
tradiciones han quedado integrados en la figura de Fausto, merced al genio goethiano.
El espíritu romántico
El Romanticismo fue la tendencia emocional y sentimental
de aquellos que buscaban la libre expresión del individuo, de su
imaginación, sus emociones y sus sueños.
Practicamos la lectura dialogada en voz alta, elegimos a compañeros que representen a cada personaje. Prestamos atención
al tono, al ritmo y a las pautas en la lectura.
SUEÑO EN EL GABINETE DE ESTUDIO DE FAUSTO
de Johann Wolfgang Goethe, alemán
Fausto, el Espíritu, Mefistófeles
Fausto (entrando con el perro de aguas). – He dejado
el llano y la campiña envueltos en una noche profunda; el
alma superior despierta en mí en medio de presentimientos
que me infunden un sagrado terror. Los groseros instintos
dormitan, y con ellos toda actividad borrascosa; y el amor
de los hombres y también el amor de Dios, se reaniman
en mi seno.
Perro, estáte quieto, no corras de una parte a otra:
¿qué es lo que estás olfateando en el umbral de esa puerta? Échate detrás de la estufa y te daré mi mejor cojín. Ya
que en el camino de la montaña nos ha divertido con tus
vueltas y tus saltos, justo es que ahora te trate como a un
huésped querido y pacífico.
secar tan pronto el río, sin apagar nuestra sed? ¡Cuántas
veces he sufrido el mismo desengaño! Sin embargo, tiene
esta miseria sus compensaciones, así aprendemos a conocer
el precio de lo que se eleva sobre las cosas de la tierra; así
aspiramos a la revelación que en ninguna parte brilla con
una luz tan pura como en el Nuevo Testamento. Su texto
me atrae; quiero leerlo, entregarme enteramente a los
sentimientos que me inspire, y hasta traducir su original
sagrado a mi querida lengua alemana.
(Abre un tomo y se dispone a leerlo.)
¡No gruñas, perro! Tus aullidos no se avienen con los
acentos sagrados que llenan ahora enteramente mi alma.
No es raro ver despreciar a los hombres las cosas que no
pueden comprender, y murmurar ante lo bueno y lo hermoso
que les importuna: ¿si el perro gruñera también como ellos?
Está escrito: En un principio existía el verbo. Ya aquí
tengo que pararme. ¿Quién me ayudara para ir más lejos? Es
del todo imposible que pueda dar tanto valor a la palabra
Verbo; es preciso que lo traduzca de otro modo, si el espíritu
me ilumina. Está escrito: En un principio existía el espíritu.
Reflexionemos bien sobre esta línea, y no permitamos que
nuestra pluma se apresure. Es indudable que el espíritu lo
hace y lo dispone todo, por lo tanto debería decir: En un
principio existía la fuerza, y sin embargo, al escribir esto,
siento en mí algo que me dice no ser éste su verdadero
sentido. Por fin, parece venir el espíritu en mi auxilio. Ya
empiezo a ver más claro, y escribo con mano firme: En un
principio existía la acción.
¡Ah! Bien veo que, a pesar de mis deseos, no puede
anidar en mi pecho satisfacción alguna. ¿Por qué se ha de
No me opongo a compartir contigo mi habitación, con tal
que ceses, perro, en tus gritos y en tus aullidos, porque me
¡Ah!, así que alumbra la lámpara amiga nuestra estrecha
celda, la luz penetra en nuestro seno, en nuestro corazón
que se encuentra de nuevo a sí mismo. La razón empieza de
nuevo a hablar, la esperanza a florecer, y se baña uno en los
raudales de la vida, en el puro manantial de donde brotó.
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unidad 2
Lengua Castellana y Literatura 3
es imposible tolerar por más tiempo a mi lado un compañero tan importuno. Uno de los dos sobra en esta estancia.
Con gran pesar por mi parte me veo obligado a violar los
derechos de la hospitalidad: la puerta está abierta; tienes
libre el paso. Pero ¿qué es lo que veo? ¡Esto raya en prodigio! ¿Será una ilusión o una realidad? ¡Cómo se hincha mi
perro! Se levanta con fuerza y hasta ha perdido su primitiva
forma. ¿Si habré abierto mi puerta a un espectro? Parece un
hipopótamo con sus ojos de fuego y su terrible boca. Desde
ahora vas a pertenecerme, porque la clave de Salomón es
infalible para semejante aborto del infierno.
ESPIRITUS (en el corredor). – Hay uno de los nuestros que
está detenido ahí dentro; espíritus ardientes, quedaos en
la parte de afuera, ya que, como un zorro, ha caído en la
trampa un viejo diablo. Volemos a su alrededor y no tardará
en verse libre; no abandonemos a un amigo que tanto ha
hecho siempre por nosotros.
FAUSTO. – Para acercarme al monstruo empezaré por
emplear el conjuro del los cuatro:
La salamandra que se abrase, serpentee la Ondina,
desaparezca el Silfo y sufra el Duende.
El que no conozca los elementos, su fuerza y sus propiedades, nunca podrá hacerse dueño de los espíritus.
Dispérsate en las llamas, Salamandra; en las olas del
mar súmete, Ondina; piérdete, Silfo, en claro meteoro;
íncubo: tu labor presta a la mía.
Ninguno, empero, de los cuatro existe en el interior
del monstruo. Queda inmóvil y me rechina los dientes, sin
que yo le haya causado ningún daño. Pero aguarda, que ya
sabré combatirte con más fuertes conjuros.
¿Eres, por ventura, oh, compañero, un desertor del infierno? En tal caso abre los ojos y contempla este signo, al
que en vano intentaría resistir la infernal cohorte.
Ya empieza a hincharse; ya se le erizan las crines. Ente
maldito, ¿puedes leerle? ¿Puedes descifrar el nombre del
Incomprensible, del Increado, de Aquel a quien los cielos
adoran, y al que el crimen intentó derrocar en su delirio?
Se hincha detrás de la estufa como un elefante, llenando
el espacio: al verle hinchado así diría cualquiera que va a
convertirse en una nube. Guárdate de subir hasta el techo;
mejor será que vengas a arrojarte a los pies de tu dueño.
Vamos, obedece sin murmurar, pues ya sabes que no amenazo en vano, y que soy capaz de abrazarte en un mar de
llamas; no aguardes al más poderoso de todos mis conjuros.
(La nube de desvanece, y Mefistófeles, en traje de
estudiante sale de detrás de la estufa y se adelanta hacia
Fausto)
Mefistófeles.- ¿Por qué tanto alborto? Caballero, ¿en
qué puedo servirte?
Fausto.- ¡el perro de aguas convertido en estudiante
vagabundo no deja de ser divertido!
52
Mefistófeles.- Salud al sabio doctor que tanto me ha
hecho sudar.
Fausto.- ¿Cómo te llamas?
Mefistófeles.- Muy pueril me parece la pregunta, sobre
todo, para quien desprecia tanto las palabras y que en su
desprecio por las apariencias sólo desea conocer la esencia
de los seres.
Fausto.- Entre vosotros, señores, todo ser podrá conocerse por el nombre que lleva, puesto que se os llama Belcebú, corruptores, embusteros. Con todo, dime: ¿quién eres?
Mefistófeles.- Una parte de aquella fuerza que siempre
quiere el mal y que siempre hacen el bien.
Fausto.- ¿Qué significa este enigma?
Mefistófeles.- Soy el espíritu que todo lo niega y no sin
motivo, porque todo cuando existe en la tierra debiera
perecer; por lo tanto, sería mejor que nada hubiera nacido. Todo lo que vosotros conocéis con los nombres de mal,
destrucción y pecado es mi propio elemento.
Fausto.- Te titulas por una parte, y te veo, sin embargo,
entero en mi presencia.
Mefistófeles.- Te digo la pura verdad. Si el hombre, ese
pequeño mundo de orgullo y locura, se cree por lo regular
ser un todo, de mí sé decirte que sólo soy una parte de la
parte que en un principio era todo; una parte de las tinieblas
de que solo salió la luz, la luz soberbia, que ahora disputa
a su madre la Noche su antiguo rango y el espacio en que
imperaba; si bien con poco resultado, porque a pesar de
todos sus esfuerzos se ve rechazada en todas partes, logrando tan solo arrastrarse por la superficie de los cuerpos.
Brota de la materia y la embellece, y hasta no obstante
un solo cuerpo para detenerla en su curso. Por esto espero
que no será de larga duración y que acabará por quedar
anonadada con los cuerpos.
Fausto.- Ahora conozco las dignas funciones que ejerces:
no puedes destruir el todo y procuras aniquilar la parte.
Mefistófeles.- Y, a la verdad, no he adelantado mucho en
mi obra. Lo que se opone a la nada, ese algo, ese mundo
material, no he podido destruirlo hasta aquí, a pesar de
todos mis esfuerzos; las olas, las tempestades, los terremotos, los incendios, nada puede desquiciarle enteramente;
siempre el mar y la tierra maldita semilla, principio de los
animales y los hombres, no perece nunca. He sepultado a
muchos y veo, sin embargo, circular siempre sangre nueva.
Hay para volverse loco del modo como van las cosas; en el
aire, en las aguas, en las tierras, en todas partes, en fin,
es cada vez más potente la fuerza creadora, y siempre
brotan por doquier nuevos seres. Nada tendría para mí, a
no haberme reservado la llama.
Fausto.- Así, pues, a la eterna actividad, a la fuerza
saludable y creadora, opones tú la mano helada del diablo
que en vano se crispa en su maldad. ¡Preciso te será ocu-
Lengua Castellana y Literatura 3
parte de otras cosas, extraño hijo del caos!
unidad 2
Fausto.- Pero, ¿por qué no sales por la ventana?
Mefistófeles.- Ya hablaremos de esto extensamente en
nuestra próxima entrevista. ¿Me atreveré por esta vez a
alejarme?
Mefistófeles.- Es una ley para diablos y espectros el
salir por donde han entrado. El primero de estos dos actos
depende de nosotros, pero somos esclavos del segundo.
Fausto.- No se por qué me lo preguntas. Ahora que te
conozco, podrás visitarme según tu deseo; aquí tienes la
ventana, la puerta, y hasta la chimenea: puedes escoger.
Fausto.- ¿Luego el infierno tiene también sus leyes? Me
complace saberlo. De este modo, señores, ¿se puede sin
temor, firmar un pacto con vosotros?
Mefistófeles.- ¿Lo confesaré? Hay un pequeño obstáculo
que impide mi salida; el signo mágico de tu umbral.
Mefistófeles.- Lo que se te promete podrás gozarlo
plenamente, y nadie te privará de más mínima parte; pero
como es la cosa de mucho interés, ya volveremos a hablar
de ello en nuestra próxima entrevista. Ahora te ruego encarecidamente que me dejes salir.
Fausto.- ¿Tanto te inquieta el pentalfa? Dime, hijo del
infierno, si tanto te incomoda, ¿por qué has entrado aquí?
¿Es posible que un espíritu como tú se haya dejado coger
de este modo?
Mefistófeles.- Luego lo comprenderás, porque está mal
colocado: el ángulo vuelto hacia la calle, se presenta, como
ves, algo abierto.
Fausto.- Quédate conmigo cuando menos un instante,
para predecirme el porvenir.
Mefistófeles.- Déjame partir, por hoy; no tardaré en
volver, y entonces podrás preguntarme todo cuanto gustes.
Fausto.-¡Feliz casualidad! ¿Serás, pues, mi prisionero?
He aquí que, sin proponérmelo, he conseguido acaso mi
objeto..
Fausto.- No te he puesto celada, y sólo por tu culpa
caíste en el lazo. Dicen que el que tenga el diablo no lo
dejare escapar, porque no volverá a cogerle tan pronto.
Mefistófeles.- Nada notó el perro al entrar de un brinco
en la habitación. Pero ahora es la cosa enteramente distinta, y el diablo no puede salir de la casa.
Mefistófeles.- si tanto lo deseas, me quedaré para hacerte compañía, pero con la condición de que he de emplear
todos los recursos de mi arte para hacerte pasar el tiempo
dignamente.
Camino hacia la lectura
Buscamos el significado de estas palabras que se refieren a seres mitológicos.
- Ondina, Silfo, Duende.
Contestamos ¿Qué es un salamandra?
ANÁLISIS Y COMENTARIO
•
Si el Fausto tiene como tema la lucha metafísica
entre el Bien y el Mal por la posesión de la libre voluntad
humana, reconocemos en el texto expresiones que justifican
esta aseveración.
•
El Fausto es la obra de un sabio Goethe, a punto
ya de finalizar su carrera por este mundo, pone en boca del
doctor Fausto las siguientes palabras: “Me llaman maestro y
hasta doctor, diez años llevo peleando con mis discípulos y
veo que no podemos saber nada. No me imagino saber nada
a derechas, no me hago ilusión de poder enseñar nada ni de
poder mejorar y convertir a los hombres”.
•
Explicamos el sentido de la cita que hemos leído y la
identificamos en el léxico.
•
Discutimos sobre la presencia del diablo en la obra,
deducimos la influencia del mismo sobre el ánimo del personaje.
•
Inferimos causas por las que el Dr. Fausto hizo tratos
con el diablo, decimos si estamos de acuerdo o no en que para
conseguir lo que se quiere se puede vender el alma al diablo.
Exponemos razones.
53
CAPACIDADES
•
•
•
•
•
•
•
•
Analiza los elementos estéticos utilizados en obras literarias paraguayas y universales.
Identifica rasgos socioculturales presentes en las obras de la literatura paraguaya y
universal.
Analiza estilos lingüísticos de autores paraguayos y universales.
Interpreta mensajes transmitidos en textos orales.
Produce textos orales con características de cohesión y coherencia.
Interpreta mensajes transmitidos en textos escritos.
Produce textos escritos con intención literaria.
Compara los aspectos sociológicos e ideológicos entre las obras paraguayas y las obras
de la literatura universal.
Lengua Castellana y Literatura 3
La guerra y la paz en
la literatura
unidad 3
3
unidad
SÍ A LA PAZ
¡Paz!
Palabra suave y solemne.
Oprime y exalta.
Desciende del reino invisible:
los cielos.
Tiene fuerza profética:
“Paz a los hombres que el Señor ama”.
¡La Paz debe existir!
¡La Paz es posible!
No es un sueño puramente ideal.
No es una utopía inalcanzable.
Es y debe ser una realidad.
Realidad mutable
que se debe crear en cada
periodo de la civilización.
La Paz no es pereza pública.
Es un equilibrio que se sostiene
en el movimiento y que despliega
constantes energías
de espíritu y de acción.
Es una fortaleza inteligente
y siempre viva.
A fin de que a su sombra bienhehora,
Resuenen las sirenas de las fábricas
Trabajen sin descanso los talleres…”
…“Bendita sea y respetada siempre
la libertad, el don más elevado
después del don supremo de la
vida…”
Maldita sea la implacable guerra,
maldita la ambición que la provoca,
maldito el odio torvo que la enciende…
maldito el furor negro que la atiza
“…Y nunca vuelva
a ensangrentar el suelo donde duerme
inmortalmente nuestros padres todos!”
“Paz como manda el nacional escudo!”
Fariña Núñez, Eloy
Obra Poética, dicaudar.
Asunción, 1982
Decir sí a la Paz
Es decir sí a Dios.
Pablo VI
“Paz, como manda el nacional escudo
55
unidad 3
Elegía
significa llanto
La Elegía es un poema lírico
extenso que expresa sentimientos de dolor, bien sea ante
una desgracia individual, bien
ante una calamidad de tipo
colectivo.
Lengua Castellana y Literatura 3
LA GUERRA Y LA PAZ
EN LA VOZ DE LOS POETAS
Este texto poético pertenece a Josefina Plá;
leámoslo con atención
Los treinta mil ausentes
XXV
“Patria, hemos muerto para que vivieras
Hemos callado para que cantaras
Hemos dado la sangre y la sonrisa
para que tu sonrisa prosiguiera
Patria, caímos para
que inconmovible en pie siguieras
Patria, cegamos para que más fulgiera
tu horizonte
La juventud que no tuvimos
es juventud que entre tus venas se renueva
Patria, hemos muerto para que vivieras
hemos caído
para que mientras
en ti seamos latido
de raíz y de simiente
inconmovible e intocada sigas
Y mientras no nos dejes morir en el recuerdo
mientras en ti vivamos no lo olvides
tú seguirás viviendo!...”.
Plá, Josefina. Los treinta mil
ausentes. Editores Arte Nuevo,
Asunción, 1985.
Ilustración de Carlos Colombino
Camino hacia la lectura
Leemos expresivamente el poema «Sí a la paz». Resuminos el contenido y lo evaluamos.
« Los treinta mil ausentes»
ANÁLISIS Y COMENTARIO
1. Interpretamos los siguientes puntos.
La relación íntima entre los soldados muertos y la tierra;
El significado de los dos últimos versos del poema XXV.
Reconocemos los casos de construcción reiterativa.
2. Escribimos un párrafo expositivo sobre la ofrenda de las
jóvenes vidas en la defensa del Chaco.
3. Redactamos dos párrafos argumentativos en pro o en contra
sobre la Guerra del Chaco.
4. Entregamos nuestros trabajos al profesor para su corrección
y evaluación.
Localización del texto
Este canto elegíaco es uno de los 35 poemas que constituyen
el libro “Los treinta mil ausentes” que la escritora había dedicado
a los caídos en la Guerra del Chaco. Todos los poemas conforman
una unidad encadenada por su motivación y contenido, cual es
el homenaje a los soldados combatientes muertos durante la
guerra con Bolivia.
Clasificación
Hugo Rodríguez Alcalá es considerado
como uno de nuestros más grandes críticos; lo clasifica como
56
“una composición del género heroico, un canto elegíaco”. Es un
canto a los treinta mil soldados muertos en la Guerra del Chaco.
Propósito de la autora
Es un poema escrito para exaltar la gloria de los muertos que
en la visión poética de la autora se transfiguran en cuerpos gloriosos que vivirán eternamente en el recuerdo de los paraguayos.
Estructura externa.
Son 19 versos de métrica variada.
Estructura interna.
Es un cántico que entonan los muertos, reaparecen los muertos ahora para imprecar a la patria.
“Patria, hemos muerto para que vivieras / hemos callado
para que cantaras”.
Se expresan en la primera persona del plural; es un personaje lírico convencional, es una voz trágica pero no amarga. Este
personaje literario es un ser desgarrado, cuya voz domina el
poema, nuestra poetisa elige la voz de los muertos para cantar
a los héroes y lo hace con singular maestría, al hacer aparecer
Lengua Castellana y Literatura 3
el fantasma juvenil.
“La juventud que no tuvimos / es juventud que entre tus venas se renueva”.
Nivel léxico-semántico
El poema contrasta vida y muerte, olvido y recuerdo.
Expresiones como: «hemos caído para que en pie siguieras, hemos muerto para que vivieras,
hemos callado para que cantaras», configuran antítesis con las cuales logra imprimir una mayor
fuerza expresiva, un mayor vigor representativo al cuadro que pinta, cual es llamar a los muertos
al desfile para que los vivos sigan teniendo patria.
Es un acertado juego poético, un procedimiento que emplea para destacar con más energía
el relieve de contradicciones de lo que quiere afirmar; negación y afirmación a un tiempo:
los muertos están vivos.
hemos caído / para que mientras / en ti seamos latido / de raíz y de simiente/ inconmovible
e intocada sigas.
unidad 3
La imagen de los guerreros triunfantes que desfilan gloriosos ante
su pueblo.
Están todos de pie como antes,
dispuestos al reposo, lejos de
las balas que más les hirieron en
el alma.
En los versos se conjugan el amor
y la vida, la muerte y el dolor. El
poema constituye un doloroso
testimonio impregnado de profunda humanidad.
Valoración global
Se lamenta el holocausto de tanta vida joven, tantos jóvenes ofrendaron sus vidas que ahora
en este canto claman seguir viviendo, no desean ser olvidados. Es conmovedor este poema con
el cual Josefina Plá logra llamar a las conciencias de los compatriotas a no olvidar a los caídos.
Lectura
POEMA IV1
Los treinta mil que allá quedaron
prendidos a la tierra
como queriendo oírla
como queriendo asirla
como queriendo hacerse raíz de ella
o cara al sol gritando sin palabras.
¡Oh voz inacallable de los muertos!
Una vez más su voto
de colgar en los lindes de la patria
arco triunfal de las fronteras
los ramos de sus verdes primaveras.
(1) Plá, Josefina. Los treinta mil
ausentes. Editores Arte Nuevo,
Asunción, 1985. Ilustración de
Carlos Colombino
ANÁLISIS Y COMENTARIO
La poetisa tiene la visión, la sensibilidad especial para hablar con imágenes primordiales que transmiten que los soldados muertos
se hicieron raíces y gritan con voces que no se apagan y que gracias a que ofrendaron su juventud, la patria puede sentirse triunfante.
Después de una lectura atenta, trabajaremos en grupo
XXVI
Siguen pasando erguidos y bizarros
Nadie como ellos el compás ajusta
a la espalda llevando los fusiles
y en la boca la sonrisa de la última
broma jugada al compañero
No busquéis sus heridas
no les contéis las llagas
no les contéis las puertas
que buscando su alma les abrieron las
balas
Están todos de pie de pie como antes
de acostarse la última vez en casa
dispuestos al reposo sobre la media
luna
de la hamaca
Lejos están las llagas las heridas
lejos lo que mutila y desfigura.
57
unidad 3
Lengua Castellana y Literatura 3
EXPRESIÓN ORAL
Respondemos a estas cinco preguntas en forma oral
Josefina Plá
(1903-1999)
Natural de las Islas Canarias, nació
en 1903, llegó al Paraguay en
1927 con su esposo, el ceramista
Andrés Campos Cervera. Participó junto a Augusto Roa Bastos y
Andrés Campos Cervera de la renovación poética de nuestro país.
Fue redactora de varios diarios
en nuestro país como La Tribuna,
El Orden, La Nación y El Liberal.
Durante décadas colaboró en
publicaciones periodísticas locales y del exterior por medio de
ensayos críticos de arte, historia,
teatro, literatura, etc. Juntamente
con Roque Centurión Miranda,
emitía un programa radial literario en el cual daba a conocer los
fundamentos de las innovaciones
en el arte. Ella lideraba el grupo
Arte Nuevo.
Mujer excepcional, puso todo su
talento al servicio de la cultura en
nuestro país. Fue miembro de la
Academia Paraguaya de la Lengua Española y de la Academia
de la Historia.
Falleció en Asunción en 1999.
¿Con qué versos, Josefina Plá pinta el desfile de los combatientes?
¿En qué versos, la autora destaca el talante juvenil?
¿En qué versos expresa las consecuencias de la guerra?
Escribimos un listado con los vocablos que reflejan la violencia de la guerra.
¿En qué versos se expresa la idea de la paz?
Anotamos las respuestas en la pizarra.
Leemos y evaluamos el trabajo.
ACTIVIDADES
Después de la lectura
Escribimos un texto expositivo en el cual expresamos nuestra opinión en cinco líneas
sobre las consecuencias de la Guerra con Bolivia. Recordamos que al dar muestra opinión
podemos utilizar valoraciones subjetivas como objetivas.
Presentamos el trabajo al profesor para ser evaluado.
Josefina Plá
Obras literarias
En sus obras, los temas del dolor, el sufrimiento y la muerte constituyen una constante. En el género lírico destacan los poemarios
El precio de los sueños (1934), Rostros en el
agua (1939), Invención de la muerte (1982),
Satélites oscuros (1966), Tiempo y Tiniebla
(1982), Follaje del tiempo (1985), La llama
y la arena (1987), Los treinta mil ausentes
(1985). Todos estos fueron reunidos en el
libro Josefina Plá, Obras completas (1996),
aparecido con el prólogo de Augusto Roa
Bastos y datos bibliográficos de Miguel Ángel
Fernández.
Entre sus obras narrativas se destacan: La mano en la tierra (1963), El Espejo
y El Canasto (1981), La pierna de Severina
(1983) y La muralla robada (1989).
Publicó importantes obras teatrales
como: La cocina de las sombras e Historia de
un número (1969), Fiesta en el río (1977), que
ganó el concurso teatral de Radio Charitas.
En el género ensayístico publicó Voces
femeninas en la poesía paraguaya (1982), La
cultura paraguaya y el libro (1983), En la piel
de la mujer (1987), entre otros.
Su actividad literaria abarcó todos los géneros: poesía,
narrativa, periodismo, ensayos
históricos, crítica de arte y crítica literaria, las artes plásticas
en dos expresiones: grabado y
cerámica.
58
Josefina Plá articula los poemas de modo que no se suscite un
quiebre en el desarrollo de las ideas,
pues apunta a una valoración regular
de cada agrupación verbal. Ningún
verso es más importante cuando en
él se precipitan todos los hallazgos
poemáticos y los valores rítmicos a
lo largo de la secuencia estrófica.
En cada poema se esboza el
contenido al inicio, luego se intensifica dicho contenido que se concluye
en el último verso. Cada uno de los
poemas constituye una unidad perfecta.
Trabajó con verdadero heroísmo, con pasión, con verdadera vocación hacia la cultura
en su país de adopción, donde permaneció
hasta su muerte. Llevó una vida entregada
al trabajo intelectual con fe, constancia,
alejada de las ambiciones materiales.
Josefina Plá ha sido merecedora de
numerosas distinciones como la de Dama de
la Orden de Isabel La Católica conferídale
por los Reyes de España en 1997, en ese
mismo año recibió el reconocimiento de
Mujer del Año, Asunción Paraguay y recibió
la ciudadanía honoraria otorgádale por el
Congreso Nacional en el año 1998.
Lengua Castellana y Literatura 3
unidad 3
“Josefina Plá llegó a nuestra tierra por razones de amor, y aquí quedó, fecundando con amor la tierra
de nuestra cultura. Con su obra poética, es la primera que franquea la barrera de la modernidad en nuestras
letras” (Rubén Bareiro Saguier).
ESTAMPAS DE LA GUERRA
Presentamos el poema para que lo leamos expresivamente
Horror y muerte en la guerra
Iba yo al frente de mi Compañía
cuando, tendido en el camino,
lo encontré. Me miró con ojos ya vidriosos. Movió unos labios lívidos,
alzó una mano vacilante
y, muy dificultosamente, dijo:
-¡Agua, agua, por Dios, sólo una gota.
Era su voz un apagado grito.
Me arrodillé a su lado,
limpié aquel rostro ya amarillo
y cubierto de polvo,
y le di de beber. Un gran gemido
exhaló el boliviano moribundo
y expiró. No sé qué me dijo
o qué quiso decirme,
pero aquellos opacos, fríos ojos de
vidrio, me mirarán eternamente y
eternamente agradecidos.
Hugo Rodríguez Alcalá, paraguayo.
ANÁLISIS Y COMENTARIO
1. Reflexionemos sobre el poema.En el poema que leemos predomina la función poética o
estética, aunque presente el relato de un hecho ocurrido en el frente de batalla, son versos que
reflejan el estado de ánimo y los sentimientos del poeta que se halla invadido de fuertes emociones.
2. El poema está estructurado en pareados. Cada estrofa encierra una idea. Ellas están encadenadas en progresión hasta llegar al final con la muerte.
1º
contexto de la guerra
2º
3º
agonía
4º
5º
desesperación a causa
de la sed
6º
misericorida
7º
solidaridad
8º
muerte
9º
gratitud
3. Manifiesta de manera clara el horror de la muerte a causa de la sed durante la Guerra del Chaco.
La función poética de la lengua está orientada hacia el mensaje mismo, en ella el referente; aunque
subsiste, se hace ambiguo como consecuencia de que en el texto los signos contraen no solamente
relaciones sintagmáticas, de continuidad con otros signos, sino también, simultáneamente, relaciones
paradigmáticas. Todo ello, corresponde a un propósito estético.
4. La concisión de los pareados y el sentimiento exaltado y dolorido del poeta, hacen que el poema
lírico-narrativo, sin duda dictado por sentimientos penosos, en que el poeta parece verter su angustia,
aunque dramáticamente.
5. La conexión entre las estrofas se establece métrica y conceptualmente. El léxico del poema
es convencionalmente sencillo. Los dos últimos versos “me mirarán eternamente / y eternamente
agradecidos” pretenden condensar la observación sobre la muerte y el valor del sentimiento de humanidad, de fraternidad.
6. El tema del poema se centra en un eje que apunta al horror de la guerra, al horror de la sed, a
mostrar el poco valor de la vida en el campo de batalla.
La función poética de la lengua
está orientada hacia el mensaje
mismo, en ella, el referente, aunque subsiste, se hace ambiguo
como consecuencia de que en el
texto los signos contraen no solamente relaciones sintagmáticas,
de continuidad con otros signos,
sino también, simultáneamente,
relaciones paradigmáticas. Todo
ello corresponde a un propósito
estético.
ACTIVIDAD
Escribimos un comentario, teniendo en
cuenta uno de los siguientes puntos:
. El escenario de la guerra
. La sed en el campo de batalla
. La presencia de la muerte
59
unidad 3
Lengua Castellana y Literatura 3
TEORÍA LITERARIA
Los relatos
1. Los relatos son textos literarios, incluyen los dramas, obras de teatro y las narraciones (novelas, mitos, leyendas,
epopeyas y cuentos); es decir, son las obras que relatan historias.
El hecho de que contienen series de acciones ligadas temporal y causalmente y ejecutadas por personajes, es lo que
tienen en común todos los relatos. Pero una simple cronología, es decir, una sucesión de hechos no integrados en una unidad
de acción, tampoco constituye un relato.
La noción de consecutividad, (luego de temporalidad) es esencial en la defi- nición del relato. Si no hay sucesión temporal, posiblemente nos hallamos frente a una descripción, siempre que los objetos que mencione el texto; se encuentren
relacionados entre sí por su contigüidad en el espacio.
Los niveles del relato
1. La Historia. El hecho relatado o proceso de lo enunciado
Primer nivel. Funciones
narrativa
Morfología Sintaxis
Segundo nivel. Acciones
Matriz actancial
narrativa
Tercer nivel
2. Espacialidad
|
Disbribución del espacio en
el discurso
|
Coordinación
|
Encadenamiento
|
Subordinación
|
Intercalación
Relación entre
actores y actantes
3. Temporalidad
duración
orden
pausa
escena
elipsis
retrospección o
analepsis
prospección
o prolepsis
frecuencia
Cuarto nivel
4. Estrategias de presentación del discurso
Estilo indirecto, narración
Estilo directo, representación
Isotopías - análisis semántico
Retórica
Niveles de la lengua
Figuras
60
Puntos de vista
temporalidad
singulativo
iterativo
competitivo
de la encunciación
de la lectura
5 Perspectiva del narrador
Objetividad narrador menor
Subjetividad
|
Narrador igual que el personaje
Lengua Castellana y Literatura 3
unidad 3
CAMPO REFERENCIAL
El narrador y las acciones en el relato literario
El narrador
Es un locutor imaginario. Es
un mediador
El narrador no solo comunica
la historia al virtual lector, el
destinatario.
También puede aparecer
como personaje o como testigo
al tratar de manipular al lector
con sus comentarios indiferentes
y explicaciones respecto a lo
narrado.
Nunca es el autor sino un
personaje de ficción en el que el
autor se ha metamorfoseado
Representa un papel ideado
para él por el mismo autor
La historia puede ser narrada
en cualquiera de las tres personas gramaticales
La primera per- En tercera persona:
sona:
un personaje puede parecer
un observador
narrador
José Antonio Bilbao
(1919–1998)
Nacido en Asunción. Sus primeros
estudios los cursa en el Colegio
Monseñor Lasagna de Asunción
y luego en el Colegio de los Padres Salesianos de Montevideo
(Uruguay).
Vuelto a la patria, se matricula en
la Facultad de Derecho de donde
egresa con el título de doctor en
1946. Sus primeros trabajos ven la
luz en “Acción” y “Trabajo”, órganos
de publicación católica de esa
época. Fue director de la revista
“Acción” en 1939 y en 1947 dirige
“Trabajo”. En Montevideo publica
algunas obras en El Bien Público.
En 1946, publica en Buenos Aires
su libro de poemas El Claro Arrobo.
En 1953, El verde umbral.
Si es en segunda persona se dirige al lector
En 1959, La clara espiga.
En 1961, La saeta y El arco.
1970, Itinerario de amor.
1981, Candil de sebo.
1982, Sobre tu piel oscura.
El narrador puede intervenir en la historia o saber de ella más que cualquiera de
los personajes, ofreciendo así una visión por detrás de la escena. Es el narrador omnisciente y omnipresente cuyo discurso produce la ilusión en el lector de que la historia le
está siendo narrada por alguien que sabe mucho más que los personajes, pues puede sondear las conciencias o puede anticipar los acontecimientos sin que encuentre obstáculos
espaciales o temporales. En el relato pueden coexistir varias voces narrativas, cada una
independiente y libre.
1982, Peremnidad del recuerdo.
1987, Tiempos de Ciudad.
1988, El espectro del agua, último
poemario publicado antes de su
partida definitiva, ocurrida en
Asunción en 1998.
Las acciones y los acontecimientos agrupados en secuencias engendran el relato.
Hay una relación texto-contexto, de modo que es necesario en cada caso atender
a la naturaleza misma del texto, a su contenido, a la sociedad y a la cultura de la época
de su producción o marco histórico.
Una misma acción puede tener significados diferentes en siglos distintos, según las
costumbres, los ideales, los valores (qué es delito, qué es castigo, en cierta época). La
lógica de una sociedad en un momento histórico es la misma lógica del relato que en esa
sociedad se produce.
61
unidad 3
Lengua Castellana y Literatura 3
EL CABO
José Antonio Bilbao
Fijos los ojos, sin sonido el pulso;
Prieta la boca, congelado el gesto,
Yace el cabo, por moscas descompuesto,
Caído en cruz en el final impulso.
La guerra lo sacó de su capuera,
de su valle mojado por fontanas,
de sus cálidas albas con campanas
aromadas de miel y de madera.
Fue al combate en profundos cañadones,
en abras de dorados espartillos
y vio morir de frente a mocetones.
En Boquerón, su daga destructora,
empurpuró los pastos amarillos
con una antigua fe conquistadora.
LA PATRULLA
José Antonio Bilbao
Una exploración, teniente.
Debe entrar por el monte
y hacer un pique buscando al enemigo.
Luego regrese. De usted depende
que la maniobra sea un éxito.
Con doce hombres salió el teniente.
Machete en mano fueron abriendo
en la espinosa selva angosto pasadizo.
Vayan dejando marcas
apenas perceptibles. Si no el regreso
se hará imposible.
Eran trece sombras que marchaban
despacio, como tigres.
De tanto en tanto descansaban
y en silencio reunidos
se miraban en los ojos, como en vidrios
y cada uno comprendía
que iban haciendo, con duro sacrificio,
en esa maraña de púas agresivas
un sendero para ubicar un sitio.
Todos sabían manejar el arma
porque eran campesinos.
El machete dócil abría los espinos,
seccionaba ramillas del aromo
que estaba florecido. Un sahumerio amarillo
purificaba el aire verde y tibio.
Después de andar kilómetros
como culebras en busca de una aguada,
vieron, por fin, el abra y el fortín enemigo.
El teniente almacenó en su mente
lo que vio. No había nadie.
El enemigo se había ido. El campo estaba libre.
Por el mismo pique
que los sangró, volvieron.
Cumplida está la orden, mi mayor.
Puede Ud. disponer su maniobra.
Con su venia, me retiro.
62
Lengua Castellana y Literatura 3
unidad 3
Bilbao pertenece a la generación de poetas y escritores de
la Promoción del 40.
ACTIVIDADES
1.
Comentamos en grupo el poema El Cabo.
El siguiente esquema puede servir de guía, aunque con la creatividad del curso
pueden surgir otras propuestas:
Estudiamos la estructura del poema e interpretamos el contenido del mismo.
. El Soneto. Su estructura.
· Intencionalidad del poeta según la impresión del lector.
· 1ª estrofa. La muerte del soldado; cómo la describe.
· 2ª estrofa. Referencias a la vida antes de la Guerra. Época de paz.
· 3ª estrofa. Lugares donde combatió.
· 4ª estrofa. Batalla famosa; las consecuencias.
Interpretamos y expresamos oralmente el sentido de los versos:
“caído en cruz en el final impulso”
“de su valle mojado por fontanas”
“en abras de dorados espartillos”
“En Boquerón su daga destructora”
“empurpuró los pastos amarillos”
Fue distinguido con el Mburucuya de Oro, premio otorgado
por la Municipalidad de la Capital, por haber ganado el primer
premio de poesía con motivo
del Concurso por los cuatrocientos cincuenta aniversario
de la fundación de Asunción.
Ha sido presidente del PEN Club
del Paraguay, miembro de la
Academia Paraguaya de la Lengua Española, e integrante de la
junta directiva de la Asociación
Paraguaya de Escritores.
Tarea domiciliaria
2. La patrulla es un poema narrativo cuyo protagonista es el teniente. A partir de la lectura describe y comenta:
. La misión que recibe.
. Los pasos que da para cumplir esa misión.
. Las acciones.
. Vuelta y resultado.
3. Escribimos un un texto expositivo acerca de los
sufrimientos que trae la guerra y manifestamos nuestra
opinión sobre sus consecuencias.
63
unidad 3
Lengua Castellana y Literatura 3
DIENTE POR DIENTE
de Rubén Bareiro Saguier, paraguayo
Para Pierre Clastres, que conoció a Dalmacio Tarová.
Rubén Bareiro Saguier
(1930)
Nació en Villeta del Guarnipitán,
donde cursó sus estudios primarios. Partió a la capital para seguir
sus estudios secundarios. Luego
obtuvo el título de Abogado y el
de Licenciado en Letras en la Universidad Nacional de Asunción.
Se desempeñó como profesor de
Literatura Hispanoamericana en
la Facultad de Filosofía de la UNA.
A causa de sus ideas políticas
sufrió persecuciones y exilio durante la dictadura. Fue apresado
y expulsado del país en 1972. Su
exilio duró hasta la caída de la
dictadura.
Partió a París para especializarse
en Literatura. Ejerció la cátedra
de Literatura y Civilización Latinoamericana en la Universidad
de París – Nanterre y luego en
la de París – Vincenes, en donde
ejerció la cátedra de Lengua y
Cultura Guaraní.
64
Sí, señor, ese es Dalmacio Tatú, mi vecino de la chacra a media legua de aquí. Y usted va a
saber lo que pasó. Yo, señor, no soy político ni pendenciero; no me gusta la sangre de cristiano.
Claro que tengo mi color, como todo el mundo. Desde que nací tengo el color que mi padre y
mis abuelos me ataron como un ñudo mordido al cuello, a los huesos, a la sangre. Bueno, todos
somos así; yo y mis hermanos y mis primos y mis tíos. Y lo mismo pasa con mis vecinos. Cada uno
tiene su color. Con las mujeres es diferente; ellas tienen que tener el color del hombre, el del
padre cuando son hijas de dominio, después cuando se arrejuntan, si que el de su compañero.
Eso no quiere decir que uno ande persiguiendo al prójimo, porque no es del mismo color. Qué se
gana con eso, sembrar más cruces al borde de los caminitos, sembrar huérfanos, hacer crecer
yuyos, porque cuando se suelta la persecución, los que pueden se van lejos, al otro lado del
río, y los que no, se quedan a la orilla de los caminos, esperando que un cristiano caritativo les
prenda una vela, para evitar que su alma ande penando por ahí, asustando a la gente y a las
vacas. Ya hay bastante pobreza en este valle como para seguir haciendo caso de los que vienen
de la capilla a decirnos que nuestro vecino es nuestro enemigo y que hay que matarle porque
el color de su familia no es el del gobierno. Por lo que ellos se acuerdan de nosotros más que
cuando necesitan; después, barriga de perro, uno se puede morir de hambre si en su sembrado la
sequía o la langosta, o los granizos hacen la porquería. Nadie le da bola; qué se van a acordar...
Usted sabe, señor, aquí en este valle siempre hemos sido bastante amigos; a mí no me persiguieron mayormente cuando mandaba el otro partido, o bueno, fue sonsera lo que me hicieron. Así
también nosotros respetamos a nuestros semejantes que no son nuestros correligionarios. Bueno,
eso fue antes de lo que le cuento; los poguasú no llegaban hasta nuestro rincón, seguramente
porque estaba muy lejos o porque somos pobres por aquí, y los jefes no tienen gran cosa que
sacarnos. Después pasó lo que pasó y todo es diferente; ya ve lo que le ocurrió a Dalmacio Tatú.
Pero él no tiene toda la culpa, tampoco se entremetía en política; antes era un cristiano como
cualquiera, hasta que esas gentes llegaron a la región. Al principio creímos que eran evangelios,
que venían a hablarnos de la Biblia y a vendernos o a regalarnos la Guía Práctica de la Salud,
¿sabe?, ese libro con muchas fotografías. Pero ésos siempre son gringos y éstos hablaban en guaraní puro, como el que más; eran de los nuestros... Venían del otro lado del río. Parecía buena
gente; hablaron con nosotros, trataron de explicarnos para qué venían. No estaba mal lo que
decían, pero parece que querían engañarnos con lindas palabras, como dijo el Ministro. Usted
sabe, señor, a nosotros ignorantes no es difícil jodernos; cuando un letrado sabe hablar puede
darnos vuelta de todos lados. Una cosa sí es cierta, todo lo que necesitaban nos pagaban; nunca
nos robaron, nunca nos sacaron nada de balde, al contrario, nos daban remedios y se ofrecieron
para enseñarnos a leer y todo. Y hablaban lindo; era verdad lo que nos decían para mostrarnos
cómo vivíamos aquí perdidos y olvidados de los karaí, de los señores que sólo se acuerdan de
nosotros cuando hay elecciones... Pero, usted sabe, parece que todo era para jodernos, al menos
eso dijo el Señor Ministro. El Ministro no es un cualquiera, es un jefe, un jefe grande del Partido,
y él vino a hablarnos, a nosotros, pobres campesinos. Nosotros no somos nadie, y sin embargo,
él vino, personalmente, a explicarnos quiénes eran los montoneros. Primero nos reunió en la
Alcaldía de Pindoty y nos hizo repartir caña; después del asado nos entregó un poncho Pilar a
cada uno y nos habló más de dos horas. Parece que los guerrilleros eran enemigos de la patria;
que venían desde el extranjero, pagados para destruir nuestro país y nuestra religión. Nosotros
no vemos mucho al Pa‘í, pero creemos en nuestra Santa Patrona del Rosario. Nosotros peleamos en la guerra contra los invasores, y no nos gusta que nadie venga de afuera a invadirnos
y a tratar de derrocar nuestro gobierno del Partido y a destruir nuestra religión. Todo eso nos
explicó el Señor Ministro y nos hizo repartir machetes nuevitos, brillantes. Cuando le trajeron
a Secú Quiñónez, yo no lo reconocí. ¿Usted sabe quién es? Un arriero simpático y corajudo de
nuestro valle, hacia el lado de Loma Perõ. No había un pedazo de su piel sin un moretón; los
ojos no se veían bajo la hinchazón de la cara monstruosa y en el lugar de la oreja izquierda
había un pedazo de sangre coagulada. Ese no era un cristiano ni siquiera un animal; al animal
se le deguella, se le carnea, pero no se le juega de esa manera. Era un pora, una mala visión
que venía arrastrado por dos soldados de las Fuerzas. Lo tiraron delante de nosotros y si no se
hubiera movido un poco y lanzado dos a tres gruñidos –le habían cortado la lengua-, yo hubiera
dicho que estaba muerto. La cara del Señor Ministro se endureció y sus ojos brillaban como un
machete cuando nos dijo que eso, y peor, nos esperaba si nos convertíamos en traidores a la
patria y al partido y apoyábamos a los guerrilleros. A mí, no me gustan esas cosas, pero la caña
seguía corriendo y uno empieza a perder un poco la cabeza después de varias vueltas; todo el
mundo puteaba contra Secú, su primo Tanasio escupió sobre el montón de queresa tirado encima;
otros creen que el muerto se levantó y le escupió la sangre en la cara; otros si que aseguran
Lengua Castellana y Literatura 3
que era su hermano. Yo no sé; la cosa es que cuando fuimos a ver lo que pasaba, Dalmacio
Tatú estaba sentado en el suelo, gimiendo despacito; una mancha de sangre le subía desde el
pecho por la garganta hasta la boca. El resto de la cara era una máscara amarilla, una careta
de cadáver, y sus ojos, de vidrio vacío, como el del muerto acostado a unos metros de él. Ya
ve usted, señor, las cosas se pagan. Ese que usted pregunta se llamaba Dalmacio Tatú. Ahora
es Dalmacio Tarová, el loco de Pindoty.
ANÁLISIS Y COMENTARIO
1. Leemos atentamente el texto y tratamos de precisar el sentido contextual de las expresiones
abajo citadas. Discutimos sobre su contenido.
. No soy político ni pendenciero.
. Cada uno tiene su color.
. Las mujeres tienen que tener el color del hombre.
. Sembrar cruces al borde de los caminos.
. Cuando se suelta la persecución, los que pueden se van lejos.
. Vienen de la capilla a decirnos que nuestro vecino es nuestro enemigo y que hay que matarlo
porque el color de su familia no es el color del gobierno.
. A mí no me persiguieron mayormente cuando mandaba el otro partido.
. Los señores sólo se acuerdan de nosotros cuando hay elecciones.
2. Hacemos el juego de los curiosos.
Dividimos el curso en dos grupos. El primer grupo escribe cinco preguntas en un papel sobre
el argumento del cuento y se las pasa al otro grupo que hace lo mismo, otras cinco preguntas
que deben contestar los integrantes del primer grupo.
3. Escribimos cortas explicaciones sobre los temas que se sugieren en el cuento.
a) El tema político-partidario desde la vivencia del hombre campesino
b) La situación de la mujer desde la conciencia del relator
c) Los guerrilleros como enemigos de la patria
d) Cómo se justificaban las ejecuciones.
4. Investigamos con el profesor de Historia:
a) A quiénes se los llamaba montoneros y en qué revolución en nuestro país se utilizó este
vocablo.
b) Dónde queda Pindoty en el Paraguay.
c) Si el valle de Loma Perõ es ficticio o real.
5. Entresacamos del texto las expresiones que aluden a la violencia desatada por la revolución.
6. El personaje Dalmacio Tatú es utilizado en la “matación” (1). Escribimos su historia en 1ª
persona, desde la conciencia del personaje.
7. Escribimos un comentario sobre el texto desde nuestra perspectiva. Abarcando los siguientes
puntos:
. El modo como es instrumentado el campesino.
. Las consecuencias de las revueltas contra el gobierno.
. Los estragos que dejan la persecución política y el fanatismo partidario.
. La crueldad con que actúan los verdugos de los que mandan.
8. Ahora te invitamos a imaginar con los ojos cerrados, un lugar donde se ubique el protagonista.
Descríbelo: qué hace allí, cómo
actúa y cómo cuenta su historia.
unidad 3
En la Universidad “Paul Valery”
de Montphellier, obtuvo el título
de Doctor de Estado en Letras y
Ciencias Humanas (Cum Laude).
Su tesis se titula “De la Literatura
Guaraní a la Literatura Paraguaya;
un proceso colonial”.
En sus últimos años de actividad
académica se dedicó a la investigación en el Centro de Investigación Científica de Francia.
A su regreso a Asunción participó
como miembro electo en la Convención Nacional Constituyente.
Ocupó el cargo de Embajador
del Paraguay ante el Gobierno de
Francia y el de Delegado permanente ante la UNESCO.
Recibió la Orden Nacional del
Mérito de Francia en el grado
de Caballero y en el año 1997, la
Legión de Honor, en el Grado de
Comendador.
CAMPO REFERENCIAL
La nueva narrativa en el Paraguay
Panorama de la literatura paraguaya
La narrativa paraguaya se ubica dentro de las literaturas nacionales hispanoamericanas, aunque
con unas características de atraso y marginalidad cuyas causas no son exclusivamente culturales. El
atraso cultural del Paraguay en correspondencia con su atraso social y económico tiene causas históricas irremediables: las dos guerras internacionales, las luchas intestinas, continuas revoluciones, y la
prolongada dictadura han sumido al país en la pobreza que lo ha dejado al margen de los movimientos
culturales y de los avances científicos y tecnológicos durante mucho tiempo.
(1) Matación. Se refiere a matanza
ordenada desde por el gobierno.
65
unidad 3
Entre sus obras citamos:
Biografía de Ausente (1977), A la
Víbora de la Mar (1987), Estancias,
Errancias, Querencias (1982), El
séptimo pétalo del Viento (1984),
Ojo por diente obtuvo el premio
de Casa de las Américas en 1971.
De Nuestras Lenguas y otros
discursos.
Literatura Guaraní del Paraguay
“En Cuentos de las Dos Orillas»
(1998), el autor busca desde la
distancia las raíces de su patria,
explora las claves de su cultura e “interroga el destino de su
pueblo...”.
La violencia de la guerra y la postguerra civil se ha instalado en la
sociedad.
Antes que de ideas o programas, ellas se nutren de símbolos
primarios, canciones, colores,
banderas, consignas y termina por
inficionarlo todo. Lazos de sangre,
de parentesco y de compadrazgo
son devorados por un abismo
de odio.
Hay que aceptarlo, con la resignada convicción de que todo está
inscripto en las tablas secretas
del destino. «Mi hijo, nadie muere en la víspera», dice en Solo un
Momentito el padrino al ahijado a
quien va a fusilar, un joven revolucionario capturado”.
Helio Vera
Lengua Castellana y Literatura 3
El Paraguay es el único país totalmente bilingüe, junto al español o castellano se mantiene la
vigencia de la lengua aborigen, el guaraní, como el más efectivo vínculo de comunicación social,
nacional y popular.
Una lengua oral cuyo predominio continúa siendo neto frente a la lengua heredada, los hablantes
que dominan y practican ambas lenguas son mayoría, frente a una minoría monolingüe castellanohablante que no entiende el guaraní. En el plano sociolingüístico, los dos universos lingüísticos coexisten,
se complementan y se enriquecen mútuamente, ha producido un fenómeno de mutua invasión, no
sólo lexical sino semántica y sintáctica que ha dado por resultado la castellanización del guaraní y la
guaranización del castellano que da como resultado el jopara. Lingüistas, sociólogos y antropólogos
se han visto precisados a clasificar, en términos pragmáticos el idioma formal y dominante como
castellano paraguayo.
Éste es el universo lingüístico de los lectores de la literatura paraguaya.
En la década del 80 se produce una evolución con la toma de conciencia del ser nacional con el
abandono de los temas sentimentales y surge una visión crítica del entorno social y de la vida de los
personajes.
El costumbrismo local exento de pintoresquismo, incluye temas cotidianos sin idealizaciones.
Aparecen temas como los del agro, de los yerbales, todos ellos con sus diversos condicionamientos
socio económicos.
Otros escritores como Gabriel Casaccia desarrollan el tema del hombre acosado, perseguido,
preso, exiliado, otros se concentran en temas socio-económicos.
Algunos como Concepción Leyes de Chaves desarrollan temas históricos o costumbristas.
Leemos con atención, en voz alta y completamos
un mapa de conceptos en la pizarra.
La narrativa de la Guerra del Chaco
Ha contribuido a la renovación de la producción literaria en el Paraguay. Tuvo consecuencias
positivas para la conciencia del estudio de la realidad nacional; surgen temas tales como el estudio
del hombre paraguayo y su entorno de miserias y grandezas.
La narrativa, al desprenderse de la política y de la historia, adquiere autonomía; también la
sociología pasa a segundo plano.
Una nueva conciencia artística y crítica configurará, una realidad lingüística, formal y temática
diferente, lo cual contribuye a la formación de una literatura realista que coloca al Paraguay en el
cauce de las nuevas corrientes literarias.
Los grandes problemas del país, ya sean ellos políticos, sociales, religiosos, se convierten en
material para la literatura. La realidad del hombre y de la mujer inmersos en circunstancias históricopolíticas o socio- económicas, como el mundo campesino, la vida del trabajador urbano, el hombre
del yerbal, el peón de estancia, el hachero de los quebrachales del Chaco o el de la selva del Alto
Paraná, la realidad pueblerina de las comunidades del interior del país, todo ello se constituye en
interés para el escritor.
La historia o la política entran dentro del relato como factor circunstancial no como determinante,
porque es la dimensión humana y su psicología que importa en la construcción de la obra.
La configuración del mundo ficticio de la narración contribuyen al mejoramiento del nivel estético.
La literatura paraguaya de siglo XX
La literatura paraguaya, en las primeras décadas del siglo xx, toma dos cauces bien diferentes.
Uno de carácter evasivo, romántico, de ambientación idílica, exalta los valores de la nacionalidad y
enaltece a los héroes nacionales, se inscribe dentro de la corriente romántica. Lo inician el argentino
Martín de Goicochea Menéndez (1897-1966) y Concepción Leyes de Chávez (1899-1988).
La otra corriente toma carácter social con el español Rafael Barret (1876-1910), que fue el primero que consideró la realidad paraguaya. Sus cuentos responden a la línea realista naturalista, en
ellos se da una visón cruel de la vida en estas tierras, con sus miserias e injusticias, pero su literatura
de denuncia no fue comprendida, resultaba inoportuna; el pueblo no podía comprenderlo porque
subsistía la obsesión de la catástrofe nacional del 70 con sus horrores. El país entero estaba ansioso
de reivindicaciones; por ello lo heroico y sentimental cobraba actualidad porque ofrecía la imagen
idealizada de los héroes-mártires, lo cual ayudaba a saciar las heridas del alma nacional.
Esa podría ser la razón por la que en el Paraguay no haya surgido en esa época una literatura realista
de denuncia, pues el país estaba transitando una etapa empeñada en levantar el sentimiento nacional.
Sin embargo, las experimentaciones en cuanto a las técnicas narrativas llegaron más tarde, con
las obras de Roa Bastos publicadas en el exilio.
El abandono de los esquemas románticos muestran a la mujer dentro de la verdadera problemática
rural o urbana en contraste con las descripciones idealizadas de la literatura romántica.
La narrativa paraguaya contemporánea ha sido clasificada según la historiadora y crítica de la
literatura paraguaya Teresa Méndez Faith en dos vertientes. Una de tendencia conservadora, en la
66
Lengua Castellana y Literatura 3
que predominan los temas costumbristas y hasta folclóricos, que
se manifestó con mucha más fuerza en el teatro de Julio Correa y
de Mario Halley Mora.
La segunda vertiente recupera e incorpora el cauce abierto por
Rafael Barrett, pero que en su momento no prosperó debido a la
psicología colectiva que necesitaba superar sus frustraciones durante
la postguerra, que se extendió por varias décadas.
Merecen ser citadas las novelas del escritor en el exilio Gabriel
Casaccia; son obras realistas que enfocan con crudeza la sociedad
paraguaya y los problemas del hombre y de la mujer, víctimas de
los avatares políticos, de las injusticias sociales. Las novelas de
Juan Bautista Rivarola Matto y de José María Rivarola Matto son
profundamente realistas.
Toda la producción sobre la guerra del Chaco, como las obras
de Arnaldo Valdovinos, de José Santiago Villarejo, son realistas
ya que desterraron la visión idealizadora que mucho tiempo signó
nuestra literatura.
A la corriente del costumbrismo sentimental, a veces, con matices idílicos pertenecen Tava-í de Concepción Leyes de Chaves;
Huertos de Odios de Teresa Lamas de Rodríguez Alcalá; La Raíz
Errante de J. Natalicio González publicada en México (1951) y se
reviste de lo tradicional y lo folclórico.
Reinaldo Martínez desarrolla el tema de la estancia en la novela
Juan Bareiro (1987). Las descripciones del ambiente rural se llevan a
unidad 3
cabo con humor y acierto. De Concepción Leyes de Chaves, Madama
Linch es una biografía novelada de la compañera de Solano López;
las acertadas descripciones de la vida en Asunción, las costumbres
hacen que la obra resulte interesante.
Jorge Ritter (1914-1976), médico que ejerció su profesión en
comunidades del interior del país, lo cual le ha puesto en contacto
con dolorosas realidades del mundo campesino y de los pequeños
pueblos del interior.
Descubre las angustias y la dolorosa realidad de las familias de
campo en su novela El pecho y la espalda, La hostia y los jinetes,
en la que manifiesta su preocupación por el desamparo social del
hombre del interior, a través de la experiencia de un sacerdote.
La novela urbana se inicia en la década del 50 con cargado
tinte psicológico y social; con José María Rivarola Matto y su
novela Follaje en los ojos (1952), configurada en torno a un personaje de la ciudad, confinado en los yerbales del Alto Paraná
por circunstancias diversas. La novela interesante de reciente
publicación, en la que se plantea el choque de culturas y la difícil
vida del inmigrante es La Suela. Juan Bautista Rivarola Matto
mezcla temas políticos, sociales y de la tradición popular en su
novela “Yvypóra”, temas históricos en “Diagonal de Sangre”,
ambientada durante el gobierno de Francisco Solano López. Los
temas del destierro, con “Los Exiliados” de Gabriel Casaccia y
en “Imágenes sin tierra” , de José Luis Appleyard.
Leemos con atención el cuento
LA CANTIMPLORA
de Hugo Rodríguez Alcalá, paraguayo
Dormía yo pesadamente en mi catre de campaña cuando
me despertaron unas voces confusas, excitadas, y una rápida
sucesión de estallidos secos, como de bombillas eléctricas que
estuvieran explotando, allí mismo, bajo la tienda polvorienta.
Debo advertirles que yo estaba hospitalizado en un puesto
sanitario, a unos doce kilómetros detrás de la línea de fuego,
y esto me sucedió en una siesta sofocante en que soplaba un
viento lleno de arena. Yo, tendido en el catre desde hacia una
semana, no sabía si aquel viento que sacudía las lonas de la
tienda venía desde el norte o desde los oscuros paisajes de
la fiebre.
Las voces me despertaron, eran de mi compañero de carpa,
el capitán Díaz, un hombre de cuarenta años, que solía hablar
solo durante horas, y cuyo catre de campaña, hundidas las patas en la arena finísima del Chaco, estaba ahora a la izquierda
del mío, a un metro de distancia.
-¡Morales! ¡Morales! ¡ A levantarse!
¡A correr!
Medio dormido aún, más en la fiebre que en la carpa, volví
la cabeza hacia ese lado. Lo primero que vi fueron las polainas
pardas de Pedro Díaz. Luego advertí que se las estaba poniendo
con unas manos huesudas que le temblaban. Esto lo hacía con
el sobresalto que seguía a un sueño interrumpido bruscamente
en el bochorno de la siesta, entre el rumor del viento caliente.
Las bombillas eléctricas dejaron de estallar dentro de la
carpa.
(Mejor dicho: caí en la cuenta de que no había bombillas,
como había creído al principio, con el temor de que, al estallar, los fragmentos de vidrio me lastimasen la cara). Pero
los estampidos seguían, violentos persistentes, cada vez más
próximos: eran ráfagas de ametralladora.
La fiebre, sin embargo, amortiguó aquellos ruidos (ya tan
familiares) y se me cerraron los ojos. Cesó el viento, huyó
la arena; se hizo en mí un silencio. En rigor, no me habían
abandonado todavía.
Las imágenes del sueño reciente se habían agazapado en
la sombra y volvían a apoderarse de mí, como en la sala de
pronto tenebrosa de un teatro, el haz de luz del proyector
inunda la pantalla con súbitas visiones.
Y otra vez volví a encontrarme lejos, muy lejos del frente,
del árido desierto; lejos de la guerra, en suma.
Volví a encontrarme en Asunción, en mi casa de Asunción,
en el alegre patio embaldosado de mi casa de Asunción; un
patio poblado de palmas de hojas brillantes, con un gran
jazminero abrazado al muro blanco, y una parra verdísima,
abundante en racimos maduros. Un sol benigno, colándose
entre los sarmientos, iluminaba las baldosas azules, rojas y
blancas.
Apagado completamente el estruendo de los disparos, oía
yo otra vez la voz de mi madre, la risa de mis hermanitas y
el chirrido de la polea balanceante sobre el aljibe de brocal
húmedo, del que Petrona, la criada, sacaba un balde de agua
limpia y luminosa.
- No hay un minuto que perder. ¡Arriba muchacho, arriba!
- Pedro Díaz me sacudió con fuerza y volvió a gritarme:
- ¡Arriba!
Luego corrió hacia la salida de la carpa, alzó la lona que a
ésta servía de puerta, y desapareció en fuga ya hacia la selva.
Entonces, sí, me desperté del todo y lo comprendí todo: una
fuerte patrulla enemiga había salido a retaguardia, cortando
el único camino que conducía hacia nuestras bases, en el sur;
y hacia la línea de fuego , en el norte. Y ahora, los patrulleros
enemigos, escondidos en los matorrales a uno y otro lado del
67
unidad 3
Hugo Rodríguez
Alcalá (1917)
Nació en el año 1917. Su formación académica la hizo en el
Colegio Nacional de Asunción y
en esa época empezó a escribir
en los periódicos estudiantiles.
Rodríguez Alcalá acudió al llamado de la Patria cuando se desató
la Guerra del Chaco (1932-1935),
fruto de esa terrible experiencia
es su libro Estampas de la Guerra,
aparecido en 1939.
Sus primeros poemas y ensayos
fueron publicados por El Diario,
periódico de la época. En 1938,
publicó su primer libro Poemas,
analizado y elogiado por Josefina Plá.
Doctor en Derecho y Ciencias
Sociales por la Universidad Nacional de Asunción (1943) y
Doctor en Filosofía y Letras por
la Universidad de Wisconsin (Madison 1953). Ejerció la cátedra de
Literatura en varias universidades
norteamericanas por más de
cuatro décadas.
Fue fundador y el primer director del Instituto de Estudios
Hispánicos en la Universidad de
California.
68
Lengua Castellana y Literatura 3
camino, descargaban sus automáticas sobre las carpas de los enfermos y heridos del puesto
sanitario.
-¡Aquino! ¡ Aquino!
Mi ordenanza no me contestó. Más que ordenanza, Aquino era en aquellos días mi enfermero y tenía orden de no alejarse de mi tienda.
-¡Aquino!
Por suerte yo dormía casi enteramente vestido. Sólo debía calzarme las botas y ceñirme
el cinturón con brújula y revólver. Recordé que en el revólver no me quedaban más que
cuatro cartuchos acardenillados.
Corrí hacia la salida de la tienda. El estruendo de los disparos me taladraba las sienes
haciéndome cerrar los ojos. Soplaba el viento como cargado de ceniza y pólvora. Algunos
disparos -disparos de fusil- sonaban a cinco, a diez, a quince metros de donde estaba yo:
unos cuantos camilleros, vueltos de su sorpresa, contestaban al fuego con los nueve o diez
fusiles que había en el puesto sanitario. Trataban así no sólo de ganar tiempo hasta que
llegasen refuerzos desde nuestra línea de combate, sino de cubrir la retirada de los que
pudieran ponerse en pie y huir hacia el monte o esconderse en los montes.
Me alejé de la tienda hacia el camino, mimetizándome entre los bajos arbolitos de un
verde grisáceo que allí crecían, siempre abatidos de sed. Y vi, a unos cien metros de distancia,
a unos jinetes cruzar al galope un claro del monte: eran patrulleros enemigos que buscaban
una posición nueva para ametrallarnos más cómodamente.
Volví a zancadas a la tienda creyendo encontrar en ella a mi ordenanza. Pero Aquino no
aparecía por ningún lado. Distinguí su gurupa y su manta en el suelo, pero no su carabina
de la que nunca se separaba.
-¡Aquino!
¡Y yo que solía tenerle lástima y que por eso lo trataba casi como a un camarada, compartiendo con él cuanto me enviaban de casa para suplir la dieta terrible de la campaña!
De pronto me acordé de la cantimplora, de mi abollada caramañola que debía de estar
colgando de uno de los palos de la tienda, junto a mi catre. ¡La caramañola! En aquel desierto
de tierra seca como ceniza, de árboles verde-grises, de inmensas formaciones de cactos,
entrar en la selva sin cantimplora era marchar a la muerte por laberintos de sed.
Penetré en la carpa. Colgando, junto al catre, la cantimplora. El viento, que se arremolinaba dentro de la carpa ,la hacía balancearse, al extremo de la vieja correa, una correa
que había absorbido el sudor de las marchas de toda una campaña. La cantimplora estaba
vacía. Salí de la tienda. A pocos pasos de ésta, había un barril de gasolina, de metal gris
brillante, que ahora estaba lleno de agua turbia de una aguada remota; un agua fangosa,
calentada por el sol de enero.
Traté de inclinar el barril a fin de trasegar su líquido a mi cantimplora, a través del único
agujero (de dos pulgadas de diámetro) que aquél tenía en el disco de metal que le servía
de tapa. Fueron inútiles mis esfuerzos. Estaba yo demasiado débil para mover el peso del
barril. Las manos, enflaquecidas y amarillas, se me quemaban y lastimaban luchando contra
la geometría de hierro del cubo hecho por la Standard Oil. Un sudor copiosísimo se me convertía en una capa de barro sobre la cara cubierta por el polvo del viento.
-¡Aquino! ¡Aquino!
Me ardía la garganta. Con alivio vi venir hacia mí una figura de un palúdico, delgada y filosa,
en la que al fin me pareció distinguir a mi ordenanza. La figura se arrodilló y se tendió en la
tierra. Fui hacia el caído y lo miré de cerca, apoyándome en una rama baja. No: aquel no era
Aquino. Era otro palúdico, que ya no tomaría más quinina.
El tiroteo castigaba los arbolitos circundantes y ahora se concentraba sobre mi tienda.
Las ráfagas acribillaban las lonas sacudidas por el viento, restallaban perforando los palos,
picoteando troncos y en este instante hacían sonar, como a un tambor asordinado, el barril
de metal lleno de agua.
Entonces, sí, pude cargar mi cantimplora. Por las perforaciones de las balas, el agua
fangosa caía en oscuros chorros sobre la arena. Recuerdo bien que, después de aplicar el
gollete de la cantimplora bajo uno delos chorros, vi que había otro chorro más grueso. Y bajo
este chorro se llenó mi cantimplora.
Eché a correr hacia un bosque de cactos adivinando una ruta más corta hasta nuestras
líneas a través de aquel paraje. Por entre los cactos apenas podía correr; la fiebre y un mareo
cruzado de ígneas visiones me hacían vacilar sobre las botas ahora erizadas de espinas. A
veces un brazo mío, torpemente extendido para conservar el equilibrio en los saltos de la
fuga, chocaba con aquellas duras masas de pulpa verde y espinosa y sentía yo la carne rasgada
por largos alfilerazos. En torno a mí , los árboles giraban: un cielo plomizo, reverberante, se
llenaba de cohetes y el aire se quemaba. Caí varias veces. En una de ellas pensé que acaso
sería mejor quedarme allí sobre la tierra, esconderme, dormirme acaso, volver al sueño.
Pero los ladridos de metal de las ametralladoras me empujaban hacia el norte. Me detuve
un instante al llegar bajo el follaje de un aromita. Tenía sed. La cantimplora se había caído.
Lengua Castellana y Literatura 3
-¡Mi teñiente, mi teñiente...
Una voz avanzaba detrás de mí; una voz opaca, nasal,
urgente y humilde:
-Mi teniente...
La reconocí: era la voz de Aquino, voz de una boca minada
por el escorbuto.
Volví la cabeza y lo vi llegar a mí llevando en las manos
pajizas una cantimplora con la correa soltada.
-Su caramayola...se le cayó...
Me apoderé de la cantimplora y bebí en largos sorbos el
agua oscura y caliente. Y le ordené que me siguiera, que se
viniese conmigo a un cauce seco próximo donde podríamos hallar
refugio del fuego y orientarnos juntos, allí, para después proseguir
la fuga. Corrimos hacia el cauce.
-Yo estaba con los camilleros, con la carabina...Tiré todas las
balas...Y vine a la carpa...La voz entonces se le hizo un grito. Volví
la cabeza y vi a Aquino desplomarse sobre el mentón, con los brazos
abiertos.
-¡Mi teniente ¡
Me incliné sobre él sintiendo una fuerte opresión en la garganta.
-Mi teñiente, la caramayola..
Quería él hablar sin poder mirarme, con la mejilla izquierda
apoyada sobre la tierra seca. Y acaso en esa postura, comprendió
que no necesitaba terminar la frase. Y allí se quedó tendido Marcial
Aquino, el cabo Marcial Aquino, entre los cactos, como profunda-
unidad 3
mente dormido, con una mancha roja sobre la espalda.
***
Vagué perdido por el bosque, mucho después de que se dejaron
de oír las ametralladoras de los patrulleros. Pasé la noche bajo
unas aromitas. Al día siguiente, oí rumor de lejana artillería. Eso
me orientó, no la brújula, que ya no servía.
Cuando llegué a nuestro campamento, lo primero que vi fue al
coronel, de pie, en la mitad de la carretera, rodeado de sus oficiales.
El coronel, famoso viejo corajudo, tan famoso por su valor como
por sus sarcasmos, me recibió con estas palabras:
-¡Aquí viene otro de nuestros corredores! ¡Qué susto les ha
dado a ustedes la patrullita de ayer! ¡Me place tener en mi unidad
mozos que después de la guerra podrían participar con honor en
las Olimpiadas...!
La cara del viejo coronel estaba llena de risa. Lo miré en silencio,
pero sólo un instante, porque su rostro colorado burlón se desvaneció y, por rara alucinación, en vez del suyo, ancho y bermejo, vi
el palúdico y cetrino de Marcial Aquino y oí que la voz jadeante y
angustiada de mi ordenanza me decía:
-¡Mi teniente!...su caramayola...
Y allí mismo, acaso por estar enfermo y exhausto, caí desmayado
a los pies del coronel.
El viejo, mientras unos soldados me llevaban a la Sanidad, recogió
del suelo mi cantimplora – me contaron después – y ordenó que como
la correa se había soltado le pusiesen otra nueva.
Caminos hacia la lectura
Conversamos sobre la Guerra del Chaco.
Comentamos sobre el poblema más acuciante cual es la falta agua.
La sed mató a muchos combatientes.
ANÁLISIS Y COMENTARIO
123-
Después de una lectura atenta del cuento, nos disponemos a
comentarlo oralmente, con ayuda de nuestro profesor.
Las informaciones que nos proporciona el relato ubican espacial
y temporalmente no sólo a los protagonistas, sus acciones y
sus evocaciones sino también al narrador.
Contestamos:
- ¿Cuál es el sentido del título?
- ¿A quién representa la primera persona?
- ¿Qué le sucede a Morales?
4-
5-
- ¿Por qué busca a Aquino?
- ¿Cuál es el problema?
- ¿Qué opinamos del final?
Escribimos en la pizarra el siguiente esquema y lo completamos.
- Intencionalidad del escritor
- La idea esencial del tema, utilizando sustantivo abstracto
- El desenlace. Lo expresamos con una frase breve.
Coevaluamos nuestra actividad.
Leemos con interés el cuento Boquerón, inspirado en la contienda chaqueña.
BOQUERÓN
de Luisa Moreno, paraguaya
No sé por qué nadie se acuerda de nosotros, sin embargo fuimos indispensables. En esa llanura fogosa y áspera, el
soldado tenía sólo dos grandes fantasías: El agua y la mujer.
El comandante Estigarribia sabía que la palabra vital en aquella sería el agua, sí señor, el agua, y nosotros éramos los
poceros. Nuestro “Regimiento” era muy especial. Cada grupo
constaba de cuatro hombres y tenía su apodo. El nuestro se
llamaba “Teru-teru”.
Con la llegada del Comandante Estigarribia a nuestro
campamento en Isla-Poí, se intensificaron los aprestos para
recuperar el fortín caído meses atrás en poder de Bolivia.
Se organizaron dos columnas. Nuestro Comandante se puso
al frente de una de ellas y, con un “Viva el Paraguay” que
permaneció retumbando en el desierto, el 7 de setiembre de
1932 partimos hacia el camino de Yucra, rumbo a Boquerón.
Mi “Regimiento” tenía la misión de apoderarse de los pozos
69
unidad 3
Luisa Moreno
Paraguaya chaqueña, Doctora en
Ciencias Veterinarias, año 1976,
socia fundadora de PRONATURA,
socia del Club del Libro Nº 1, integrante del Taller de Cuento Breve.
En el año 1988 obtiene el segundo premio con su cuento
Capibara, presentado en el concurso literario «Veuve Clic-quot
Ponsardin».
En 1990 ganó el Segundo Premio
otorgado por el cuento Requiem
para un dorado por la revista
uruguaya Punto de Encuentro
con el cuento El antiguo catalejo.
El mismo año fue galardonada
con el Segundo Premio del Círculo Español de Puebla, México,
por el poema Pantera Onza.
Sus libros de cuentos son Ecos de
monte y arena (1992 ), reedición
en guaraní Kapi´yva, traducida
por Mario Rubén Álvarez (1993),
El último pasajero y Nardita en
el paisaje
(2000). Es autora también del
poemario Canela encendida
(1994).
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de agua que abastecían a las tropas enemigas.
Generalmente nos movíamos de noche mediante sendas de fosos cavados en las tinieblas que nos permitían aproximarnos a las líneas interiores de la defensa. De día rastreábamos
el agua con una horqueta verde, una especie de misión imposible por la cantidad de venas
saladas que casi siempre nos engañaban.
Nos comunicábamos con los otros grupos según los silbos o gritos de pájaros u otros
animales que habíamos elegido como apodo para identificarnos. Una madrugada en que
habíamos salido a cazar un venado, el cielo estaba nublado y nos desatinamos.
No recuerdo cuántos días anduvimos buscando a nuestros compañeros hasta que una
madrugada oímos el lejano rumor de estampidos, y hacia allá nos dirigimos. Costeando el
monte entramos a una picada recién hecha, pero por precaución tomamos un camino paralelo, un tacuruzal caliente infestado de tunas.
Al medio día, el sol era una incesante llamarada de polvo blanco, brotaba de la tierra
una especie de vapor hirviente y el viento norte traía olor a azufre y a carroña. El cansancio y
la sed comenzaban a jugarnos una mala pasada. Algunos sentían náuseas, otros, fuerte dolor
de cabeza y, de cuando en cuando, aparecían las visiones. A menudo creíamos encontrarnos
con el enemigo, se nos aparecían en grupos miserables, o como solitarios en piel y huesos,
le alteábamos y desaparecían en la densa polvareda. Sabíamos de esas cosas. Sucedían a
menudo en aquel desolado infierno. Era el delirio, la sed que comenzaba a atormentarnos
con las primeras irisaciones del llano y crecía oprimiéndonos en una especie de camisa de
goma caliente que nublaba el juicio. Después de la media tarde, a lo lejos vi algo verdaderamente absurdo, una figura que se desprendía de un algarrobo seco y venía directamente
hacia nosotros en un remolino de arena y de larga falda negra. Usaba botas y guerrera caqui
de oficial. Era una mujer de grandes ojos castaños. Me impresionó su palidez, su extrema
flacura, su abundante cabellera negra.
Tenía los labios amoratados cubiertos de llagas. Visiblemente aturdida, gesticulaba
diciendo cosas extrañas. Creí que se trataba de otro espejismo, pero la mujer se acercó
a uno de mis compañeros y suplicando en un idioma que supusimos sería el Quechua, le
entregó un cuaderno sucio de sangre reciente. Era el diario de un tal “sub Teniente Tabora”
que, hojeando rápidamente, decía: Nunca esperamos que los paraguayos planearan una
ofensiva tan importante. Se oye un griterío atroz, los dientes castañetean y es imposible
dominar el temblor de las piernas.
Presentimos la derrota antes de iniciarse la batalla, suenan bandas de música a lo
lejos. Son las polcas épicas paragua yas “ Campamento” y otras, que más los enardecen. Dos
escuadrones progresan sin precaución alguna, marchando al trote. Con gritos de ¡Hurra! ¡Nos
desafían! A los cuatrocientos metros inician el asalto: “Viva el Paraguay”.
“Es la primera vez que oímos su grito de guerra. Cuando llegan a los trescientos metros
que tenemos marcados en el espartillar, doy la señal. Vomitan las pesadas, vibran las livianas,
no cesa la fusilería. Hierve el caldero de la guerra”.
Vivamente impresionados por la presencia de la mujer y del diario, al mismo tiempo nos
enterábamos de la reciente batalla librada en ese mismo terreno en el cual, tal vez, el oficial,
autor del diario había muerto. Lo que nunca pudimos averiguar fue cómo había llegado a manos
de la mujer ni qué era ella del sub. Tte. Tabora.
La chica repetía insistentemente “agua, agua”. Nosotros teníamos una caramañola de
reserva, pero estábamos desorientados, éramos cuatro y no teníamos ningún deseo de compartirla
con el enemigo; de pronto, la mujer vio nuestra caramañola y se abalanzó sobre el recipiente
atacándonos con mordiscos, patadas, arañazos, y cuando al fin pudimos reducirla, le mojé los
labios, dándole un pequeño sorbo de agua y, al tragarla, se desmayó.
No sabíamos qué hacer con ella. Era nuestra prisionera, se nos acababa el agua, y no teníamos ni idea del rumbo que llevábamos. No podíamos dejar ir a la mujer, podría delatarnos,
podría ser una trampa del enemigo.
Sus compañeros, tal vez estarían muy cerca buscándola. Con sólo gritar nos pondría en
serios problemas. Pero tampoco la queríamos abandonar en ese llano desolado donde no sobreviviría ni dos horas más. Resolvimos llevarla con nosotros. Volvimos al foso que habíamos cavado
esperando que oscureciera para continuar hacia donde se originaban los rumores de voces.
Era la primera vez, en mucho tiempo, que veía una mujer y, a pesar de su aspecto lastimoso, no menos de sentir el fuerte impacto de su presencia. Había en ella cierto aire desvalido,
cierto pudor que desconcertaba sometiendo suavemente mi voluntad a su servicio. Poco a poco
nuestro estado de ánimo iba cambiando. A mí se me entumecían las piernas, y el más charlatán
de mis camaradas de golpe se había quedado mudo. La poderosa energía que nos impulsaba hacia
nuestro objetivo se estaba debilitando. Había una especie de flojera, un malhumor creciente,
injustificado. Cualquier disparate insignificante recibía un insulto desmesurado. Y sin darnos
cuenta se había establecido entre nosotros un afán de competencia, el motivo no importaba.
La inesperada “visita” había traído consigo una tensión extra sobre nuestros nervios,
además ella no sacaba la vista de la cantimplora y al menor descuido intentaba apoderarse del
Lengua Castellana y Literatura 3
líquido. Horas más tarde, unos morterazos nos obligaron a reaccionar; asustada por los estampidos, la mujer comenzó a hablar en un perfecto castellano.
Eran cosas incoherentes, hablaba de un tal Guzmán, de algunos momentos de la batalla
reciente, de paraguayos muertos a los que arrancaron galletas, cigarros, agua. Con espanto nos
dimos cuenta de que estábamos en pleno territorio enemigo.
Jamás pude entender cómo fue posible que nos acercáramos tanto sin que nadie nos
viera. Por suerte la noche nos cubrió, pero antes de que entrara el sol ya habíamos avistado un
buen refugio, un enorme “samuhu” no estaba lejos y junto a él nos asilamos. Cerca de las raíces
cavamos una cueva bastante amplia cuya abertura tapamos con ramas y espinas.
Pero estábamos demasiado cerca del campamento boliviano. Estábamos en el ojo del
polvorín. Por el azar habíamos conseguido penetrar hasta las mismas barbas de Marzana, pero
la misión había fracasado: por un lado, un grupo de cuatro hombres era insuficiente para cualquier maniobra y por otro lado, los pozos de agua ya no servirían para nadie. Estaban infestados
de cadáveres.
En el aire flotaba una pestilencia maligna y nosotros no teníamos más que un resto de
agua y algunos pedazos de cogollo de palma . Pero según la mujer que en su delirio no paraba
de hablar, los bolivianos también estaban llegando al límite del sufrimiento. Desde hacía tiempo
vivían de carne de mula y del escaso alimento que se les arrojaba desde el aire, y cuando acabaron las mulas, se resignaron a raspar huesos o a masticar cueros remojados.
Esa noche hubo un gran movimiento de tropas después del avión que pasó rasando el
campamento. Al parecer habían estado esperando víveres, pero sólo cayeron mensajes con la
orden de que siguieran resistiendo.
Pensé que tal vez, cuando se sosegaran las cosas, podríamos intentar escaparnos. El cielo
estaba despejado, pero hasta las estrellas parecían nerviosas aquella noche fragante y terrible
en compañía de nuestra inquietante enemiga que se valía de todas las artimañas femeninas
para obtener el agua o escapar.
Contrariamente a mis esperanzas, sentía que la tensión aumentaba en el bando enemigo.
Sentados en torno a las hogueras murmuraban algo que pronto fue subiendo de tono; estaban
excitados, hablaban de nosotros, de los feroces combatientes de la llanura, de grandes masas
de tropas paraguayas cuya presencia anticipaban las charlas de los soldados y el ruido de los
camiones. El silencio extraño del monte multiplicaba los ojos del miedo y crecía la impaciencia,
sólo interrumpido por los siniestros aullidos de los zorros del Chaco.
La noche era luminosa, sin embargo, todo anunciaba un aire de tragedia. La tragedia no
se había producido todavía, pero estaba en el ambiente. Estaba en el brillo de los ojos de aquella
joven enajenada, dulce, indefensa, demasiado amistosa. Ella era el más temible enemigo que
yo enfrentaba en esa madriguera donde la tenía apretujada a mi cuerpo. Donde el aire viciado
y caliente nos sumía en una especie de ansiedad insoportable. Cerca de la madrugada el rocío
fue serenando los ánimos. Una hora después la mayoría de los soldados dormía sobre sus armas.
Yo no sentía que había vuelto entre nosotros aquella alianza compacta que nos movía como
si estuviéramos conectado a una sola voluntad. Creíamos que era el momento y, siempre con la
mujer entre nosotros y, siguiendo el rumbo del foso que habíamos cavado, salimos reptando con
los codos, alejándonos de nuestra guarida, pero cuando estábamos por salir del monte, sentimos
la fuerte sacudida de la tierra por el cañoneo incesante, por los gritos y maldiciones. La mujer
temblaba a mi lado; de pronto intentó escapar, pero uno de mis hombres la detuvo a tiempo,
protegiéndola con su cuerpo, a pesar de que ella se defendía como una leona para recuperar su
libertad, la que hubiera sido muy fugaz a campo raso.
El infierno duró unas horas. Los morteros y la artillería martillaban sin cesar, mezclados a
los gritos del Tte. Coronel Marzana que animaba a los combatientes bolivianos a cumplir con su
deber, pero los hombres al límite del sufrimiento, locos de sed abandonaban las líneas sumidos
en un delirio sin retorno. El agua era el elemento que controlaba la batalla. Pronto se apoderó
de los sitiados una loca desesperación agravada por las voces de algunos soldados que gritaban
en Quechua a sus compañeros para que se rindieran para tomar un poco de agua.
Fue entonces cuando de todas trincheras enemigas brotaron banderitas blancas y al rato
vimos a nuestros compañeros que pasaban intrépidamente delante de los cañones, y nos unimos
a ellos. Los bolivianos temían ser pasados a bayonetazos, pero al darse cuenta de que los nuestros les ofrecían agua y lo poco que les quedaba de comida, salían alborozados a estrecharnos
las manos.
El Tte. Coronel Gaudioso Núñez exclamaba a su paso: “Oficiales y soldados del Paraguay,
saludemos las lágrimas de estos valientes. Los guerreros también lloran”. Todos nos cuadramos
con los ojos empañados: Los bolivianos que salían de sus trincheras nos dejaban mudos de asombro. Eran meros esqueletos harapientos y enfermos.
La última vez que vimos a nuestra prisionera estaba de espaldas abrazada a sus compañeras de la Cruz Roja, con mi cantimplora en la mano.
El Tte. Coronel Marzana y sus hombres fueron el primer contingente de prisioneros desembarcados del “Humaitá” en Asunción, donde una hostil muchedumbre los observaba en silencio,
unidad 3
El argumento se llama también “intriga”
pues en él ofrecen
los sucesos, un orden
artificial, artístico,
transformado por
el escritor para sus
fines.
Si reacomodamos
esos mismos sucesos de acuerdo a un
orden lógico y cronológico ideal estamos
ante la fábula.
71
unidad 3
Lengua Castellana y Literatura 3
pero al ver los cientos de espectros barbudos, rengueando, con las camisas hechas jirones... la
actitud del público se transformó de inmediato. El rictus amargo del rencor desapareció de todos
los rostros, para dar paso al asombro y luego a la piedad. Un conmovido silencio fue el mejor
tributo; de pronto, un grupo de vendedores ambulantes rompió filas ofreciendo espontáneamente
a los cautivos, chipas, naranjas, cigarros.
Una vez más resplandecía la nobleza del pueblo paraguayo.
Camino hacia la lectura
Augusto Casola
(1944)
Nació en Asunción. Es miembro
de PEN Club del Paraguay desde
1973. Ocupó los cargos de secretario General y Presidente. Es
además miembro de la Sociedad
de Escritores del Paraguay.
Actuó de Jurado en varios concursos literarios.
Tiene algunos cuentos premiados como El Padre del Luisón (Instituto Nacional del Libro Español.
(INLE, 1972)
Todas las mujeres, Elvira (Mención
Cooperativa Universitaria, 1986),
La Princesa (Primer Premio Cooperativa Universitaria, 1992) El
muerto (1ª Mención 4º Concurso
del Club Centenario, 1994)
Obras publicadas
El Laberinto (novela, 1972). 1er
premio, Concurso PEN Club del
Paraguay y Cámara Paraguaya
del Libro).
27 Silencios (poesía, 1975).
Recordamos la fecha de la batalla de Boquerón. ¿Por qué es feriado nacional?
¿Por qué se la considera como la batalla más importante de la Guerra del Chaco?
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Nos dividimos en grupo, leemos el texto y comentamos el contenido. Nos detenemos en el análisis
de los siguientes elementos:
1- El Contexto: Los hechos suceden durante la Guerra del Chaco, el lugar es el campamento
de Isla-Poi y el camino de Yucra, rumbo a Boquerón. Los soldados tenían la misión de apoderarse
de los pozos de agua que estaban en poder de los enemigos.
«El infierno de la guerra, los morteros y la artillería entraban en acción mezclados a los gritos
de los combatientes bolivianos y paraguayos. La desesperación en las trincheras. Los soldados
enemigos gritaban en quechua y los nuestros en guaraní. Los soldados de ambos bandos estaban
locos de sed, el agua era el elemento que controlaba la batalla».
2- Los personajes históricos: El relator, un combatiente, soldado paraguayo; una mujer oficiala
del ejército boliviano. El comandante Estigarribia y el coronel Gaudioso Núñez son nombrados
por el protagonista, a más del general boliviano Marzana, derrotado en Boquerón.
3- Reflexionamos sobre las acciones:
. La llegada del Comandante Estigarribia.
. La misión del regimiento. La búsqueda del agua.
. La comunicación entre los grupos.
. El encuentro con la mujer boliviana hecha prisionera.
. La descripción de cómo iniciaban el combate los soldados compatriotas.
. La tensión provocada por la presencia femenina en el campo de batalla.
. La noche del combate.
. La rendición del enemigo.
. La llegada de los prisioneros a Asunción.
4- Discutimos sobre el sentido de la expresión con que termina el relato.
5- Exponemos nuestras ideas ante el curso.
6- Argumentamos oralmente
Por qué pelearon los paraguayos.
La guerra, sus consecuencias, los estragos causados por la guerra.
Los beneficios de la paz.
7- Escribimos sobre uno de estos temas:
- Un resumen del argumento.
- Una descripción del clima psicológico que reina en el cuento.
- Un comentario sobre la sed, la falta de agua durante la guerra con Bolivia
8- Escribimos un texto argumentativo sobre los beneficios de la paz.
9. Presentamos nuestros trabajos para su evaluación.
RECUERDA: Para una argumentación eficaz se tendrán en cuenta algunos puntos:
La argumentación sirve para sostener las ideas con fundamentaciones valederas,
lógicas o para atacar puntos de vista, ideas de otros con oposiciones razonables
que puedan refutar los juicios expuestas por los oponentes.
El lenguaje empleado debe ser objetivo, directo, claro, preciso, que sirva para
aclarar y no para enredar los conceptos.
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Lengua Castellana y Literatura 3
unidad 3
Estampas de la Guerra del 70
EL VIENTO DE LA CORDILLERA
de Augusto Casola, paraguayo
Cuando sopla el viento norte bajando por la falda de la cordillera del Amambay, su aliento denso
y bochornoso, en cualquier otro sitio de la geografía del país se hace frío y picante de un modo
especial.
Al sentirlo, la primera vez, uno queda desconcertado y se pregunta si será alisio o acaso del sur,
aunque más bien se podría presumir que viene del oeste para rendirse a la evidencia final de
que no puede ser sino viento norte, pues conserva la alienante tozudez de su temperamento,
apenas disfrazada con el hálito helado que le roba a la cordillera al rozarla, y lo conserva por
algún tiempo, en su camino hacia el sur.
Bernardita se envolvió más estrechamente en el rebozo que le protegía los hombros y la espalda
y miró hacia donde Ysoindy había encendido la fogata para pasar la noche.
La india daba de mamar al niño, rubio y brillante al resplandor de las llamas cuyas lenguas crepitaban en lucha contra la cada vez más nutrida oscuridad de la selva.
Bernardita le sonrió por hábito sin esperar respuesta, al encontrarse sus miradas, porque jamás
se alteraban los rasgos hieráticos de la india.
Antonio jugaba, curioseando por los alrededores, pero sin internarse en la noche que, como
siempre, se abatió de golpe, transformando la selva y el paisaje serrano en una mole compacta
y dura, embriagada de ruidos equívocos y susurros extraños que se repetían en un monótono ir
y venir en la enmarañada vegetación circundante.
En un extremo de la claridad creada por la hoguera, la carreta en que viajaban parecía dormir
junto al buey que la tiraba desde el comienzo de esa fuga infinita.
Ysoindy se unió a Bernardita y a su hijo Antonio unas dos semanas atrás y, juntos siguieron adelante, profanando la selva sin senderos, sumidos en la desamparada soledad del miedo.
Hablaban poco, lo indispensable para comunicarse. El resto del tiempo cada uno se mantenía
en su isla rodeada del océano propio de brumas y recuerdos, o de olvido; lo que les confería un
aspecto patético de monigotes de mirada atónita.
Los últimos seres vivos que vieron eran los hombres de una columna que se movía hacia el sur. De
sus cuerpos, sucios y desnutridos, colgaban correosos tendones de tela que alguna vez lucieron
como orgullosos uniformes de soldado. En sus ojos hundidos brillaba el destello inmanifiesto
del terror.
Cuando ya casi terminaron de pasar frente al escondrijo que eligieron las mujeres, por temor
a sufrir el arrebato desquiciado que el guerrero suele tener hacia la hembra, Bernardita tomó
ánimos y corrió para alcanzar a los fantasmas, que posaron sus miradas sobre ella, como si fuera
un complemento del paisaje agobiado del sol.
Corrió sosteniendo con las manos la falda desflecada de su vestido y al alcanzar al último de la
columna y sacudirlo en demanda de información, sólo obtuvo por respuesta una mirada turbia,
henchida de indecible desconsuelo.
Bernardita sintió en la nuca los ojos fijos y sin expresión de Ysoindy, con su niño blanco colgado
a la espalda en el cesto indio del cual nunca se desprendía y los ojos muy abiertos y asombrados
de su hijo, queriendo saber más de ese extraño mundo.
Pero el único contacto con la realidad eran esos esqueletos harapientos y olvidados, era la breve polvareda roja levantada por sus pies descalzos al arrastrarlos sobre la arena del surco que
abrían al caminar.
El niño alcanzó a la india un trozo de carne que Ysoindy atravesó con la estaca de tacuara que
hacía de asador y la clavó en el suelo, cerca del fuego.
Acomodó al niño rubio a unos metros de la fogata, hasta donde le alcanzaba el calor sin peligro
de la salpicadura de las pavesas encendidas que cada tanto esparcía el viento.
Tiene olor a india, pensó Antonio la primera vez que olfateó en Ysoindy ese olor rancio que despedía
la mujer, mezcla de humo de raja y catinga, adherido a su ropa como parte de su personalidad,
a india puerca, se dijo para enseguida sentirse avergonzado.
Para Antonio, la huida incesante era una aventura y sólo el cansancio lo abatía al final de cada
jornada.
Aun la tristeza de los pueblos arrasados y los cadáveres, que en ocasiones se mostraban con una
insolencia obscena a su madre y a él (ella apartaba la vista y era agitada por arcadas a causa del
olor putrefacto que emitían los cuerpos de hombres y animales), eran motivo de nuevas emociones y despertaban en él una curiosidad atenta y concentrada ajena de temor o de repugnancia.
Observaba todo con ojos cándidos, absortos, maliciosos, sin detenerse a considerar las sensaciones que le sacudían. Estaba allí como espectador involuntario del universo caótico en que se
La catedral sumergida (cuentos,
1984)
Tierra de nadie – Ninguen (novela, 2000)
Segundo Horror (novela, 2001).
Primer premio “Roque Gaona,
2001”.
Tiempo (poesía, 2002).
Las obras de Augusto Casola
aparecieron en diversas antologías como en los libros de Teresa
Méndez Faith: Poesía Paraguaya
de ayer y de hoy y Narrativa Paraguaya de ayer y de hoy (1999).
Narrativa Paraguaya de Guido
Rodríguez Alcalá y María Elena Villagra (1992). Cuentos. Cooperativa Universitaria, 1986. Naciones
Hispanoamericanas de tradición
oral. INL. E, España, 1972
73
unidad 3
Lengua Castellana y Literatura 3
transformó la anterior placidez de su infancia y cuya memoria
se hundía, de a poco, en la intrincada nebulosa de un sueño del
pasado que presentía como algo que una vez fue realidad, en
especial cuando su madre le hablaba de cosas que él o desconocía
o ya había olvidado.
El mundo de Antonio estaba formado por esa carreta de ejes
chirriantes, la cantimplora, la ropa sucia, el toldo de harapos, los
pocos animales que podían cazar con la hondita, las trampas que
preparaba su madre cada noche, las frutas silvestres que muchas
veces constituían todo su alimento durante días, el niño rubio,
casi transparente de tan blanco que era e Ysoindy.
Pero el hambre se aplacaba y la miseria, a su edad, es una compañía apenas molesta.
A ella sí, a su madre la notaba extraña desde que salieron de su
casa para internarse en la encrucijada de matorrales y bosques
misteriosos donde eran torturados por los mosquitos, el miedo
y la desesperación.
Antonio observaba el cielo claro o nublado, el amplio campo, los
arroyos que de pronto cruzaban el camino sonando a fresco y a
risas. Se metía en el agua que le acariciaba el cuerpo limpiándole
con ingenua voluptuosidad de la polvareda y haciéndole sentir
que esa situación hasta era preferible a la vida anterior, ordenada
y discreta en la casa solariega.
Pero él también tuvo miedo una vez, aunque sólo más tarde
comprendió que esa emoción que le embargó era de miedo.
Fue cuando vio al hombre, cuando la india lo mató atravesándole
la barriga con una tacuara de punta aguda, cuando vio la cara
que puso el hombre y al escuchar su grito (grito de terror animal)
y comprender que el hombre moriría pero que aún estaba vivo
y se daba cuenta de que pronto iba a morir sin poder sacar el
palo que tenía metido en el cuerpo y al que se enroscaron, como
culebras, unos hilillos de sangre salpicados de pequeños trozos
de carne que le salían de adentro.
Entonces tuvo miedo, tanto miedo que se le apretó el estómago
mirando el cuerpo caído en el suelo y que seguía retorciéndose
sin hacer ruido hasta que por último quedó inmóvil y con los ojos
abiertos, como de los cientos de muertos del camino.
Sólo que esos eran muertos muertos y éste un hombre vivo que,
ante sus ojos, pasó a ser un muerto.
La columna seguía avanzando, ajena a la mujer que les forzaba
a volver el rostro hacia el suyo sin conseguir sacar respuestas de
esas bocas herméticas, algunas selladas con la barba espesa de
muchos días, otras, con la pelusilla incipiente de la pubertad.
Casi al alcanzar la cabecera de la fila, uno de los hombres pareció
notar su presencia y tras un enorme esfuerzo de concentración
para buscar la olvidada articulación de las palabras, dijo:
López se murió. Ya no hay ni la patria ni nada. Ya no hay más
nada, y siguió como si nunca hubiera existido esa mujer de la
vera del camino que osó asomarse al portal de las sombras, de
los vencidos, de los muertos.
La ciudad se convirtió en un recuerdo pastoso, un sueño
reiterativo que afloraba a la memoria de Bernardita como esos
cohetes que se encienden y escapan de las girándulas de feria.
Fuegos de artificio que existieron en ese mundo de fiestas y alegrías, de bailes distinguidos para las más distinguidas señoritas
que los frecuentaban. Salones espaciosos y brillantes de donde
nunca hubiera creído ser apartada con el brusco empellón que
la echó a rodar por la pendientes de ese abismo sin destino.
Como todas las tardes, el calor cedió paso a los mosquitos y a la leve brisa que trasladaba de un lado a otro el espeso y
abotagante eructo de la siesta.
Ysoindy se sentó como al descuido en la dura silla de
madera y la recostó contra la pared del rancho. Encendió uno de
los cigarros poguazú que ella misma preparaba, levantó la falda
sobre las pantorrillas y se mantuvo inmóvil, mirando hacia donde
74
la noche ya se hizo espesa y silenciosa de una manera especial,
saturada de trinos de pájaros y chillidos de monos y el silencio
quebrado cada tanto por el gran silencio que se adueñaba de
todo e imponía su poder.
La última casa del pueblo quedaba separada de la de
Ysoindy por un gallinero donde las gallinas que había, prestaban
escaso servicio al gallo envejecido que mucho más se hubiera
convertido en comida si no fuera por la falta de otro más joven
en el corral de las aves.
Como todas las noches, tras haber acostado al niño en la
rústica hamaca, protegida contra los mosquitos y otros bichos con
una tela sucia y liviana, se acercó a la hornalla donde cocinaba y
donde aún sobraban algunos carbones encendidos a los que sopló
para reavivarlos, primero con la boca y después con un manojo
de yuyos resecos atados a modo de pantalla hasta que el fuego
despertó en brasas sin llama.
Entonces Ysoindy arrojó sobre ellas unas ramas y hojas
que al quemarse inundaron el aire del rancho con un aroma fresco
y dulzón.
Miró hacia el fondo donde dormía el niño y sintió como
le cruzaba por el pecho un cosquilleo íntimo que casi le inclinaba
a la sonrisa. Echó hacia atrás el pelo enmarañado y grasiento y
se sentó sobre el piso de tierra apisonada, sostenida por medios
troncos de palma tomados entre sí por gruesos alambres oxidados
por tiempo y que servían de zócalo.
Las sombras reflejadas en las paredes del interior le integraron a la placidez de la noche y ella misma se sintió poseída
de una tranquila quietud originada en la fresca brisa que comenzó
a soplar.
Separó los muslos, como era su costumbre al estar sentada casi en cuclillas y dejó a su mente sumergirse en la oscuridad,
flotando en el apacible temblor de sonidos lejanos, cortado a
veces, por un inesperado gemido proveniente, pensaba ella, de
las almas irredentas tan abundantes en la selva.
Esperaba la llegada del primer hombre. Conocía a todos
los del pueblo y no tardarían en venir.
-¡Asunción! –suspiró Bernardita-¡Asunción!
La palabra retumbó en la caverna de su memoria y cerró
los ojos para retroceder kilómetros de amargura y sufrimientos.
Cruzó sin cuidarse de los matorrales espesos que le chicoteaban
el cuerpo, saltó sobre los cadáveres tendidos al azar en posturas
grotescas, corrió sin detenerse a escuchar el lamento de los moribundos que clamaban por agua o la piedad de una muerte menos
esquiva a la que veían acercarse, oculta en el lento chorrear de
sus tripas saltadas por la bayoneta o la metralla.
Voló impávida sobre campos envueltos en olor a pólvora y saturados del griterío estentóreo de los combatientes que
mataban y morían alternándose en los avatares de ese juego
despiadado.
Apartó los ojos para no ver la mirada de desamparo de
mujeres y niños que marchaban en hileras ondulantes sin saber a
dónde dirigirse, y, borrando con un rápido cabeceo cinco años de
devastación, se encoró de nuevo sentada en el amplio corredor
de su casa, en su sillón de mimbre, contemplando al agitado
juguetear de las hojas de los crotos de las planteras patonas del
corredor.
De la galería se llegaba al patio de los rosales bajando
cinco amplios escalones de mármol integrados al paseo de piedra
loza bordeado de brillantes rosas que conferían un aire alegre y
señorial al amplio patio de la casa quinta donde residía la familia.
De adentro de la casa llegaban los sonidos casuales de
la tarde, producidos por el trajinar de las criadas preparando la
mesa para la merienda. Su marido estaría en el escritorio, como
acostumbraba a encerrarse los últimos meses, conversando con
dos o tres señores acerca de la situación política y de las rela-
Lengua Castellana y Literatura 3
ciones del país con sus vecinos que se mostraban, hasta donde
ella alcanzaba a comprender, cada vez más amenazantes por la
intransigencia de sus posiciones.
Cosas de hombres – pensó Bernardita y sonrió al ver a su hijo de
ocho años acercarse sudoroso, saliendo de uno de los extremos
del patio, del lado del mangal – Ya tendríamos que preocuparnos
más de la educación de Antonio –dijo para sí– que de lo que piense
hacer el Gobierno con los porteños.
El niño gimió en sueños. Ysoindy, que estaba en cuclillas frente al fuego, se levantó y fue hasta donde había estado la
criatura.
Después de la lluvia, que no cesó en cuatro días, el animo de
Bernardita pasó de la resignación (que decidiera adoptar como nota
de conducta desde que subieron a la carreta en busca de un horizonte
desconocido, lejano y sin esperanzas), a la mas furibunda ira, cuya
conclusión fue el estremecimiento de su garganta retumbando en
el bosque, a la vez que se arrojaba de bruces sobre el barro rojo del
suelo, hundiendo el rostro en esa tierra cruel de la cual levantaba
rítmicamente las facciones desencajadas para elevar los ojos al cielo
encapotado y hostil, que no era el de su infancia risueña ni el de su
adolescencia feliz que albergaba a un Dios cariñoso y gentil.
Todo sucedió de un solo golpe cuando se encontró subordinada a la carreta. Con el niño semidormido que miraba sin
comprender y asustado de ese ir y venir en la casa, dentro de
cuyas habitaciones trajinaban sombras inquietas y escurridizas que
sostenían en sus manos candelabros, cirios y lámparas, yendo de
un lado a otro, hablando lo imprescindible, con el sigilo-lo supo
Antonio-propio de espíritus del purgatorio.
El cielo continuaba gris y de las hojas de los árboles caían
gotas que tras resbalar sobre ellas acababan saltando a los charcos
del suelo para perderse en breves ondulaciones. Un coro de ranas
se mofó del grito agónico que un instante corto la atmósfera mágica
al desgarrarse el velo que cubría la desaparición de la mujer.
- El mundo de las ranas - pensó y quiso echarse a reír, pero
se contuvo.
Atrajo hacia sí al niño, que no opuso resistencia. - Pronto va a dejar
de llover -le dijo y se abrazó a él.
La hilera se perdió a los lejos.
Ya no tenía sentido buscar en el pasado la razón o la locura
que movió a un hombre a arrojar al holocausto a todo un pueblo. Ya
vendrían generaciones a ensalzar o denigrar su nombre. Ya vendrían
eruditos historiadores y advenedizos aventureros a justificar sus
crímenes o a avergonzar su heroísmo, su muerte honrosa, su caída
grotesca, su valor imbatible, su cobarde huida, su cuerpo atravesado
por una estaca, el último cadáver que exigía la vergüenza: el cadáver
del héroe, del megalómano, del mártir, del monstruo.
El llanto de la india sonó como el crujido del alma al separarse del cuerpo camino a la eternidad. Sonó áspero y sin lágrimas
igual a de un animal herido que sucumbe sobre el polvo infame del
camino sin prorrumpir el grito que la atraviesa las entrañas con el
dolor inenarrable de su impotencia.
Volvió la vista.
El rancho que le servía de hogar y burdel era un mar de
fuego y escombros. Fue tan rápido todo, que ni tuvo tiempo de
rescatar a su hijo.
El pueblo se convirtió en un infierno cruzado de lado a lado
por el aullido lastimero de hombres, mujeres y niños que corrían
por las calles sin saber qué hacer.
La placidez de la madrugada se estremeció con el golpear
de cascos contra el suelo duro y agrietado por la sequía. De pronto
todo fue confusión y muerte. La mesnada arrasó el poblado sin
bajar de sus monturas. Le bastó arrojar sobre los techos de paja las
antorchas encendidas que traían en las manos. El resto fue sencillo:
a quienes salían a la calle los ensartaban con sus lanzas si estaban
cerca o los bajaban de un disparo, en caso contrario, riendo sin
unidad 3
cesar y tratando de apoderarse de las mujeres que huían sin poder
defenderse. Tres o cuatro de ellas fueron izadas a los caballos y desaparecieron, forcejeando por librarse de sus captores que volvieron
sobre sus pasos, confundidos en la indecisa claridad del amanecer.
Al caer la tarde quedaban ruinas humeantes y cenizas,
trozos de madera quemada y algunos muertos sin enterrar. Los
gritos alucinados del día se acallaron hasta convertirse en el casi
inaudible susurro de la desesperación. Los vivos se encargaron de
enterrar a los muertos y de levantar precarias casuchas utilizando
palos, trapos, ropas y lo poco de paja que se salvó del fuego.
Ysoindy salió de su modorra obtusa al escuchar a su lado
el llanto de un niño blanco, casi albino, envuelto en un lío de trapos
de donde salía el chillido exigente. Sintió que le dolían los pechos
de tanta leche que se había acumulado en ellos. Alzó al niño y le
acercó a las tetas rebosantes de las que se prendió la pequeña boca
con un hambre goloso y voraz.
La india supo que ya no tenía lugar en ese sitio. Cargó a sus
espaldas al niño, dormido luego de mamar, y se internó en la selva
antes que la noche volviera a posesionarse del mundo.
La noche iba a caer pronto y el viento norte, frío y sibilante empezaba a descender de la cordillera trayendo el rumor de extraños
presagios recogidos a lo largo y lo ancho de su falda.
De improviso, el sol casi hundido en el horizonte, se abrió
paso entre las nubes y, al herirlas, las hizo sucumbir en silenciosa
explosión de matices cambiantes de rojo y violeta cuyas tonalidades
intensas se diluían aguadas al acercarse a los árboles que bordeaban
el dosel todavía plomizo del cielo.
Bernardita buscó un lugar protegido para encender el
fuego, lo que requirió de ella no poco esfuerzo pues casi todo a su
alrededor estaba empapado del agua de tantos días.
Hurgó en la carreta donde encontró algunos tablones secos
a los que con ayuda de Antonio transformó en leña.
Bernardita se aprestaba a dormir, el niño ya lo hacía, cuando
le pareció escuchar el chasquido de una rama al quebrarse. Se sentó
sobre la manta que había extendido en el suelo y trató de distinguir
algo más entre el cri-cri de los grillos, el desafinado concierto de
las ranas y el susurro de la hojarasca al acariciarse con el paso del
viento. Se volvió a acostar.
Sólo entonces percibió espantada la respiración espesa que
acompañaba al cuerpo que se le derrumbó encima. Una mano le
cubrió la boca y otra, deslizándose desde sus rodillas hacia arriba,
entre los muslos, trató de levantarle la falda. Era una mano áspera,
callosa y fuerte que la obligó a separar las piernas.
Bernardita hizo un esfuerzo y empujó al hombre apartando de sí ese cuerpo sudado y resbaladizo que la oprimía contra el
suelo. Al sentir la boca libre, la mujer lanzó un alarido de asco y
furor y pudo ver al trasluz del fuego que el asaltante se desprendía
el pantalón bajo el cual estaba desnudo.
Volvió a arrojarse sobre Bernardita. La golpeó en el rostro
tumbándola en posición supina, seminconsciente. De un violento
tirón le desgarró la ropa interior y sin prisa, consciente de la superioridad alcanzada, se arrodilló entre las piernas de la mujer que,
al intentar una nueva resistencia, recibió en la nariz otro violento
golpe que la tumbó ensangrentada.
Sin comprender lo que ocurría, oyó el crujido de ramas
al quebrarse en agil sucesión y una sombra, precedido de olor penetrante animal selvático, saltó al centro de la semipenumbra del
fuego.
Bernardita recibió en el pecho el vómito de sangre caliente
que escapó de la boca de su agresor. Lo oyó boquear y vio que se
levantaba tambaleante. Giró sobre sí con los ojos desorbitados y la
boca desmesuradamente abierta dando paso al alarido de muerte
que se le apretaba en el pecho, antes de caer, retorciéndose de
dolor a los pies de la mujer que lo atravesó de lado a lado con una
gruesa estaca de tacuara transformada en lanza.
75
unidad 3
Lengua Castellana y Literatura 3
Bernardita se cubrió lo mejor que pudo e intentó levantarse
pero ya la mujer estaba a su lado humedeciéndole el rostro magullado con un trapo húmedo. Observó que era india y llevaba colgado
en un cesto, a la espalda, a una criatura rubia, casi transparente,
que mantenía los ojos rojos mirando a su alrededor con curiosidad.
Antonio se acercó a su madre llorando con desconsuelo y
ella lo abrazó. Quiso estrechar también a su salvadora pero ésta se
apartó con brusquedad.
Yo soy Ysoindy, india puta. Me puede llevar por tu carreta
si queré.
Al amanecer, el sol alumbró la vastedad infinita de matices
verdes de la vegetación, cruzada por franjas de tierra roja que, aquí
y allá, contrastaban con el espeso resplandor del follaje y el colorido
aletear de mariposas.
Desde el fondo del paisaje, la cordillera emitía su aliento
frío que, bajando hacia las profundidades de la selva, iba a chocar
contre el grupo que descendía una cuesta hacia el valle. La carreta
semejaba un raro animal flecudo y chirriante en busca de su querencia.
En el interior, sus huéspedes mantenían un silencio obstinado y sin regocijo al descubrir que otro día estaba comenzando.
Y no les prometía nada, era igual a los superados y a los por venir,
como si un titiritero abriera y cerrara el telón del escenario donde
los monigotes representaban siempre la misma farsa: huir, caminar,
ir sin objeto de la noche al día y otra vez a la noche, afanados
sólo en aplacar el hambre y la sed, logrando olvidar el miedo sólo
cuando el sueño cernía sobre ellos su manto de piedad.
Bernardita se abrigó mejor con el rebozo que la protegía
y miró hacia Antonio que echó a correr pendiente abajo siguiendo
el sinuoso trazado de huellas marcadas profundamente en la
tierra, como si por ese mismo sendero hubieran pasado recientemente otras carretas.
A lo mejor llega a algún lado, pensó Bernardita y el
olvidado gesto de una sonrisa asomó a sus labios.
El niño saltaba de una a otra huella, gritando con alegría.
Ysoindy conducía el buey, a pie, haciendo que la carreta
avanzara con quejumbrosa lentitud. A lo lejos, de entre las ramas
de los árboles ocultas por la densa hojarasca, llegaba hasta ellos
el continuo trinar de las aves y algunos estridentes silbidos de
cigarra que rompían con sobresalto la pesada transparencia del
silencio de alrededor.
Bernardita miró a la india, que colgaba de su espalda al
niño rubio y la bolsa con sus pertenencias sujeta a la frente con
un correaje lo que le permitía mantener las manos libres, en una
de las cuales sostenía la lanza que ahora hacía de cayado.
Habían hablado muy poco desde que comenzaron a viajar
juntas, sólo lo imprescindible, pero Bernardita sentía que entre
ellas iba creciendo un afecto mudo brotando de las circunstancias
y el dolor que, seguramente, también latía detrás de esos ojos
impávidos, haciéndole sangrar heridas a las que jamás la india
permitiría abrirse paso al exterior.
El viento de la cordillera se anunciaba intenso y bochornoso agrediendo con ese silbido frío y punzante con que mimetiza
su excecrable condición de viento norte.
Ana Inés prestó poca atención a la última fotografía,
muy desteñida, del viejo álbum. La conocía. Representaba a una
pareja y debajo tenía una inscripción hecha a tinta que se podía
leer todavía forzando un poco la vista: Carlos y Bernardita, 1868.
Afuera hacía calor y el viento norte levantaba tirabuzones de arena y ramitas secas. Sobre las cumbres más altas de la
cordillera corrían algunas nubes, espesas, amenazando lluvia.
Volvió a mirar la vieja foto, considerando su parecido
con la mujer que la observaba desde la cartulina. Los parientes
le solían hacer bromas diciendo que en ella se había reencarnado
la tatarabuela residenta.
Sonrió consigo misma y cerró el álbum.
Camino hacia la lectura
1. ¿Qué ideas nos inducen el epígrafe siguiente?
Todas las guerras son crueles, pero la Guerra contra la Triple Alianza no tiene parangón en la historia.
2. Relatamos una anécdota sobre la Guerra del 70?
3. Opinamos sobre los relatos narrados en cuanto al sacrificio de los personajes.
4. Evaluamos en forma grupal la actividad.
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Expresión oral
1. Determinamos la ubicación temporal o marco histórico:
- Época en que suceden las acciones narradas.
- Relacionamos los acontecimientos históricos: gobierno,
gobernante y el pueblo paraguayo.
2. Ubicación espacial
Leemos de nuevo el texto para localizar los párrafos que
determinan los escenarios geográficos donde se desarrollan los
acontecimientos y transcribimos en una línea la referencia sobre
cada lugar.
3. Comentamos el encuentro de Bernardita y Antonio con la
india Ysoindy. Inventamos un diálogo entre Bernardita y Antonio
con la india Ysoindy.
4. Caractertizamos a los personajes femeninos Bernardita e
Ysoindy según los datos que proporciona el texto.
76
. Expresamos nuestras ideas por comparación o contraste en una exposición de causa-efecto.
. Proponemos el siguiente esquema, aunque son libres
de aceptarlo o recha zarlo y elegir libremente el esquema
de trabajo que les convenga.
Estructura del comentario
- Exposición de los puntos de vista del equipo
- Ideas principales que desean expresar
- Expresiones que sustentan las ideas
- Tono, carácter o tendencia del texto
- Comentarios y conclusiones finales
Lengua Castellana y Literatura 3
5. Comentamos oralmente el contexto histórico teniendo en
cuenta:
- La situación del Paraguay durante la guerra.
- La huida de los habitantes de Asunción.
- La situación después de la muerte de López.
Expresión escrita
6. Escogemos tres actos violentos ocurridos en el cuento y
argumentamos justificando el calificativo.
7. Escribimos un comentario de diez líneas, explicando las
causas de la miseria en que se halla Bernardita después de una
vida opulenta.
8. Trabajamos en grupo en un proyecto multidisciplinario que
incluye a nuestros profesores de Ciencias Sociales sobre el tema. El
Final de la guerra contra la Triple Alianza y el estado en que quedaron
los pueblos, los hombres, las mujeres y los niños.
Sugerimos algunas estrategias:
a) Buscar información en libros de Historia del Paraguay sobre
la guerra del 70.
b) Entrevistar a uno o dos profesores sobre las consecuencias
de la guerra del 70.
c) Entrevistar a otros profesores sobre el tema «los beneficios
de la paz»; y el estado en que ha quedado el pueblo paraguayo
al final de la guerra contra la Triple Alianza.
unidad 3
Indicadores de evaluación
1. Se ajusta al tema.
2. Originalidad de la presentación.
3. Calidad de las imágenes seleccionadas.
4. Estructura coherente.
FOTONOVELA
Consiste en narrar por medio de imágenes.
Sirve para recrear un relato compaginando
fotografías sacadas de revistas, periódicos,
afiches, etc.
Diagrama
Texto
Imagen
Diálogo
e) Elaborar el proyecto.
f) Fijar las pautas de evaluación con cada profesor y consignarlas.
g) Presentar el proyecto y evaluarlo con el grupo.
9. Convertimos el cuento en un fotorelato
Sugerencias: relato por medio de fotos.
LA CASA DE LOS ESPÍRITUS
de Isabel Allende, chilena
Rosa, la Bella
Barrabás llegó a la familia por vía marítima, anotó la niña
Clara con su delicada caligrafía. Ya entonces tenía el hábito de
escribir las cosas importantes y más tarde, cuando se quedó muda,
escribía también las trivialidades, sin sospechar que cincuenta años
después, sus cuadernos me servirían para rescatar la memoria del
pasado y para sobrevivir a mi propio espanto. El día que llegó Barrabás era Jueves Santo. Venía en una jaula indigna, cubierto de sus
propios excrementos y orines, con una mirada extraviada de preso
miserable e indefenso, pero ya se adivinaba –por el porte real de su
cabeza y el tamaño de su esqueleto- el gigante legendario que llegó
a ser. Aquél era un día aburrido y otoñal, que en nada presagiaba
los acontecimientos que la niña escribió para que fueran recordados
y que ocurrieron durante la misa de doce, en la parroquia de San
Sebastián, a la cual asistió con toda su familia. En señal de duelo, los
santos estaban tapados con trapos morados, que las beatas desempolvaban anualmente del ropero de la sacristía, y bajo las sábanas
de luto la corte celestial parecía un amasijo de muebles esperando
la mudanza, sin que las velas, el incienso o los gemidos del órgano,
pudieran contrarrestar ese lamentable efecto. Se erguían amenazantes bultos oscuros en el lugar de los santos de cuerpo entero, con sus
rostros idénticos de expresión constipada, sus elaboradas pelucas de
cabello de muerto, sus rubíes, sus perlas, sus esmeraldas de vidrio
pintado y sus vestuarios de nobles florentinos. El único favorecido
con el luto era el patrono de la iglesia, San Sebastián, porque en
Semana Santa le ahorraba a los fieles el espectáculo de su cuerpo
torcido en una postura indecente, atravesado por media docena
de flechas, chorreando sangre y lágrimas, como un homosexual
suficiente, cuyas llagas, milagrosamente frescas gracias al pincel
del padre Restrepo, hacían estremecer de asco a Clara.
Era ésa una larga semana de penitencia y de ayuno, no se
jugaba baraja, no se tocaba música que incitara a la lujuria o al
olvido, y se observaba, dentro de lo posible, la mayor tristeza y
castidad, a pesar de que justamente en esos días, el aguijonazo del
demonio tentaba con mayor insistencia la débil carne católica. El
ayuno consistía en suaves pasteles de hojaldre, sabrosos guisos de
verdura, esponjosas tortillas y grandes quesos traídos del campo,
con los que las familias recordaban la Pasión del Señor, cuidándose
de no probar ni el más pequeño trozo de carne o de pescado, bajo
pena de excomunión, como insistía el padre Restrepo. Nadie se
habría atrevido a desobedecerle. El sacerdote estaba provisto de
un largo dedo incriminador para apuntar a los pecadores en público
y una lengua entrenada para alborotar los sentimientos.
¡Tú, ladrón que has robado el dinero del culto! –gritaba desde
el púlpito señalando a un caballero que fingía afanarse en una pelusa de su solapa para no darle la cara. ¡Tú, desvergonzada que te
prostituyes en los muelles! –y acusaba a doña Ester Trueba, inválida
debido a la artritis y beata de la Virgen del Carmen, que abría los ojos
sorprendida, sin saber el significado de aquella palabra ni adónde
quedaban los muelles-. ¡Arrepentíos, pecadores, inmunda carroña,
indignos del sacrificio de Nuestro Señor! ¡Ayunad! ¡Haced penitencia!
Llevado por el entusiasmo de su celo vocacional, el sacerdote
debía contenerse para no entrar en abierta desobediencia con las
instrucciones de sus superiores eclesiásticos, sacudidos por vientos
de modernismo, que se oponían al cilicio y a al flagelación. El era
partidario de vencer las debilidades del alma con una buena azotaina
de la carne. Era famoso por su oratoria desenfrenada. Lo seguían
77
unidad 3
Isabel Allende
(1942)
Isabel Allende, nacida en Chile.
Periodista de profesión, tuvo
durante 15 años una columna
humorística en su país, más tarde
en Venezuela, donde residió después del golpe militar de Chile
en 1973. Hizo televisión, escribió
crónicas periodísticas que abarcaron diversidad de temas, obras
de texto y cuentos infantiles. Hoy
en día, según los comentaristas
de editoriales, es sin duda la
novelista latinoamericana más
leída en el mundo.
“En la zona donde los límites de
la realidad ceden flexiblemente
ante la invasión de una causalidad distinta, que tiene el vértigo
de una fantasía dirigida, Isabel
Allende cuenta con sencillez una
historia de amor. Una historia
que contiene muchas historias,
algunas de delicadeza tan frágil y
decisiva que parecen requerir un
repertorio de imágenes a su medida, como si sobre el laberinto
tórrido de la selva americana se
imprimiese la belleza helada de
un paisaje, de Brueghel.
78
Lengua Castellana y Literatura 3
sus fieles de parroquia en parroquia, sudaban oyéndolo describir los tormentos de los pecadores en el
infierno, las carnes desgarradas por ingeniosas máquinas de tortura, los fuegos eternos, los garfios que
traspasaban los miembros viriles, los asqueroso reptiles que se introducían por los orificios femeninos
y otros múltiples suplicios que incorporaba en cada sermón para sembrar el terror de Dios. El mismo
Satanás era descrito hasta en sus más íntimas anomalías con el acento de Galicia del sacerdote, cuya
misión en este mundo era sacudir las conciencias de los indolentes criollos.
Severo del Valle era ateo y masón, pero tenía ambiciones políticas y no podía darse el lujo
de faltar a la misa más concurrida cada domingo y fiesta de guardar, para que todos pudieran verlo.
Su esposa Nívea prefería entenderse con Dios sin intermediarios, tenía profunda desconfianza de las
sotanas y se aburría con las descripciones del cielo, el purgatorio y el infierno, pero acompañaba a
su marido en sus ambiciones parlamentarias, en la esperanza de que si él ocupaba un puesto en el
Congreso, ella podría obtener el voto femenino, por el cual luchaba desde hacía diez años, sin que
sus numerosos embarazos lograran desanimarla. Ese Jueves Santo el padre Restrepo había llevado a
los oyentes al límite de su resistencia con sus visiones apocalípticas y Nívea empezó a sentir mareos.
Se preguntó si no estaría nuevamente encinta. A pesar de los lavados con vinagre y las esponjas con
hiel, había dado a luz quince hijos de los cuales todavía quedaban once vivos, y tenía razones para
suponer que ya estaba acomodándose en la madurez, pues su hija Clara, la menor, tenía diez años.
Parecía que por fin había cedido el ímpetu de su asombrosa fertilidad. Procuró atribuir su malestar al
momento del sermón del padre Restrepo cuando la apuntó para referirse a los fariseos que pretendían
legalizar a los bastardos y al matrimonio civil, desarticulando a la familia, la patria, la propiedad y la
Iglesia, dando a las mujeres la misma posición que a los hombres, en abierto desafío a la ley de Dios,
que en ese aspecto era muy precisa. Nívea y Severo ocupaban, con sus hijos, toda la tercera hilera de
bancos. Clara estaba sentada al lado de su madre y ésta le apretaba la mano con impaciencia cuando
el discurso del sacerdote se extendía demasiado en los pecados de la carne, porque sabía que eso
inducía a la pequeña a visualizar aberraciones que iban más allá de la realidad, como era evidente
por las preguntas que hacía y que nadie sabía contestar. Clara era muy precoz y tenía la desbordante
imaginación que heredaron todas las mujeres de su familia por vía materna. La temperatura de la
iglesia había aumentado y el olor penetrante de los cirios, el incienso y la multitud apiñada, contribuían
a la fatiga de Nívea. Deseaba que la ceremonia terminara de una vez, para regresar a su fresca casa,
a sentarse en el corredor de los helechos y saborear la jarra de horchata que la Nana preparaba los
días de fiesta. Miró a sus hijos, los menores estaban cansados, rígidos en su ropa de domingo, y los
mayores comenzaban a distraerse. Posó la vista en Rosa, la mayor de sus hijas vivas, y, como siempre,
se sorprendió. Su extraña belleza tenía una cualidad perturbadora de la cual ni ella escapaba, parecía fabricada de un material diferente al de la raza humana. Nívea supo que no era de este mundo
aun antes que naciera, porque la vio en sueños, por eso no le sorprendió que la comadrona diera un
grito al verla. Al nacer, Rosa era blanca, lisa sin arrugas, como una muñeca de loza, con el cabello
verde y los ojos amarillos, la criatura más hermosa que había nacido en la tierra desde los tiempos
del pecado original, como dijo la comadrona santiguándose. Desde el primer baño, la Nana le lavó el
pelo con infusión de manzanilla, lo cual tuvo la virtud de mitigar el color dándole una tonalidad de
bronce viejo, y la ponía desnuda al sol, para fortalecer su piel, que era translúcida en las zonas más
delicadas del vientre y las axilas, donde se adivinaban las venas y la textura secreta de los músculos.
Aquellos trucos de gitana, sin embargo, no fueron suficiente y muy pronto se corrió la voz de que
les había nacido un ángel. Nívea esperó a que las ingratas etapas del crecimiento otorgarían a su
hija algunas imperfecciones, pero nada de eso ocurrió, por el contrario, a los dieciocho años Rosa
no había engordado y no le habían salido granos, sino que se había acentuado su gracia marítima.
El tono de su piel, con suaves reflejos azulados, y el de su cabello, la lentitud de sus movimientos
y su carácter silencioso, evocaban a un habitante del agua. Tenía algo de pez si hubiera tenido
una cola escamada habría sido claramente una sirena, pero sus dos piernas la colocaban en un
límite impreciso entre la criatura humana y el ser mitológico. A pesar de todo, la joven había
hecho una vida casi normal, tenía un novio y algún día se casaría con lo cual la responsabilidad
de su hermosura pasaría a otras manos. Rosa inclinó la cabeza y un rayo se filtró por los vitrales
góticos de la iglesia, dando un halo de luz a su perfil. Algunas personas se dieron vuelta para
mirarla y cuchichearon, como a menudo ocurría a su paso, pero Rosa no parecía darse cuenta
de nada, era inmune a la vanidad ese día estaba más ausente que de costumbre, imaginando
nuevas bestias para bordar en su mantel, mitad pájaro y mitad mamífero, cubiertas con plumas
iridiscentes y provistas de cuernos y pezuñas, tan gordas y con alas tan breves, que desafiaban
las leyes de la biología y de la aerodinámica. Rara vez pensaba en su novio, Esteban Trueba, no
por falta de amor, sino a causa de su temperamento olvidadizo y porque dos años de separación
son mucha ausencia. El estaba trabajando en las minas del Norte. Le escribía metódicamente y
a veces Rosa le contestaba enviando versos copiados y dibujos de flores en papel de pergamino
con tinta china. A través de esa correspondencia, que Nívea violaba en forma regular, se enteró
de los sobresaltos del oficio de minero, siempre amenazado por derrumbes, persiguiendo vetas
escurridizas, pidiendo créditos a cuenta de la buena suerte, confiando en que aparecería un
maravilloso filón de oro que le permitiría hacer una rápida fortuna y regresar para llevar a Rosa
del brazo al altar, convirtiéndose así en el hombre más feliz del universo, como decía siempre al
Lengua Castellana y Literatura 3
final de las cartas. Rosa, sin embargo, no tenía prisa por casarse y casi había olvidado el único
beso que intercambiaron al despedirse y tampoco podía recordar el color de los ojos de ese novio tenaz. Por influencia de las novelas románticas, que constituían su única lectura, le costaba
imaginarlo con botas de suela, la piel quemada por los vientos del desierto, escarbando la tierra
en busca de tesoros de piratas, doblones españoles y joyas de los incas, y era inútil que Nívea
tratara de convencerla de que las riquezas de las minas estaban metidas en las piedras, porque a
Rosa le parecía imposible que Esteban Trueba recogiera toneladas de peñascos con la esperanza
de que, al someterlos a inicuos procesos crematorios, escupieran un gramo de oro. Entretanto,
lo aguardaba sin aburrirse, imperturbable en la gigantesca tarea que se había impuesto: bordar
el mantel más grande del mundo. Comenzó con perros, gatos y mariposas, pero pronto la fantasía se apoderó de su labor y fue apareciendo un paraíso de bestias imposibles que nacían de su
aguja ante los ojos preocupados de su padre. Severo consideraba que era tiempo de que su hija
se sacudiera la modorra y pusiera los pies en la realidad, que aprendiera algunos oficios domésticos y se preparara para el matrimonio, pero Nívea no compartía esa inquietud. Ella prefería
no atormentar a su hija con exigencias terrenales, pues presentía que Rosa era un ser celestial,
que no estaba hecho para durar mucho tiempo en el tráfico grosero de este mundo, por eso la
dejaba en paz con sus hilos de bordar y no objetaba aquel zoológico de pesadilla.
Una barba del corsé de Nívea se quebró y la punta se le clavó entre las costillas. Sintió
que se ahogaba dentro del vestido de terciopelo azul, el cuello de encaje demasiado alto, las
mangas muy estrechas, la cintura tan ajustada, que cuando se soltaba la faja pasaba media
hora con retorcijones de barriga hasta que las tripas se le acomodaban en su posición normal.
Lo habían discutido a menudo con sus amigas sufragistas y habían llegado a la conclusión de que
mientras las mujeres no se cortaran las faldas y el pelo y no se quitaran los refajos, daba igual que
pudieran estudiar medicina o tuvieran derecho a voto, porque de ningún modo tendrían ánimo
para hacerlo, pero ella misma no tenía valor para ser de las primeras en abandonar la moda.
Notó que la voz de Galicia había dejado de martillarle el cerebro. Se encontraba en una de esas
largas pausas del sermón que el cura, conocedor del efecto de un silencio incómodo, empleaba
con frecuencia. Sus ojos ardientes aprovechaban esos momentos para recorrer a los feligreses
uno por uno. Nívea soltó la mano de su hija Clara y buscó un pañuelo en su manga para secarse
una gota que le resbalaba por el cuello. El silencio se hizo denso, el tiempo pareció detenido en
la iglesia, pero nadie se atrevió a toser o a acomodar la postura, para no atraer la atención del
padre Restrepo. Sus últimas frases todavía vibraban entre las columnas.
Y en ese momento, como recordara años más tarde Nívea, en medio de la ansiedad y el
silencio, se escuchó con toda nitidez la voz de su pequeña Clara.
- ¡Pst! ¡Padre Restrepo! Si el cuento del infierno fuera pura mentira, nos chingamos
todos...
El dedo índice del jesuita, que ya estaba en el aire para señalar nuevo suplicios, quedó
suspendido como un pararrayos sobre su cabeza. La gente dejó de respirar y los que estaban
cabeceando se reanimaron. Los esposos del Valle fueron los primeros en reaccionar al sentir que
los invadía el pánico y al ver que sus hijos comenzaban a agitarse nerviosos. Severo comprendió
que debía actuar antes que estallara la risa colectiva o se desencadenara algún cataclismo celestial. Tomó a su mujer del brazo y a Clara por el cuello y salió arrastrándolas a grandes zancadas,
seguido por sus otros hijos, que se precipitaron en tropel hacia la puerta. Alcanzaron a salir antes
que el sacerdote pudiera invocar un rayo que los convirtiera en estatuas de sal, pero desde el
umbral escucharon su temible voz de arcángel ofendido:
-¡Endemoniada! ¡Soberbia endemoniada!
Esas palabras del padre Restrepo permanecieron en la memoria de la familia con la gravedad de un diagnóstico y, en los años sucesivos, tuvieron ocasión de recordarlas a menudo. La
única que no volvió a pensar en ellas fue la misma Clara, que se limitó a anotarlas en su diario
y luego las olvidó. Sus padres, en cambio, no pudieron ignorarlas, a pesar de que estaban de
acuerdo en que la posesión demoníaca y la soberbia eran dos pecados demasiado grandes para
una niña tan pequeña. Temían a la maledicencia de la gente y al fanatismo del padre Restrepo.
Hasta ese día, no habían puesto nombre a las excentricidades de su hija menor ni las habían
relacionado con influencias satánicas. Las tomaban como una características de la niña, como la
cojera lo era de Luis o la belleza de Rosa. Los poderes mentales de Clara no molestaban a nadie
y no producían mayor desorden; se manifestaban casi siempre en asuntos de poca importancia
y en la estricta intimidad del hogar. Algunas veces, a la hora de comida, cuando estaban todos
reunidos en el gran comedor de la casa, sentados en estricto orden de dignidad y gobierno, el
salero comenzaba a vibrar y de pronto se desplazaba por la mesa entre las copas y platos, sin
que mediara ninguna fuente de energía conocida ni truco de ilusionista. Nívea daba un tirón a
las trenzas de Clara y con ese sistema conseguía que su hija abandonara su distracción lunática
y devolviera la normalidad al salero, que al punto recuperaba su inmovilidad. Los hermanos se
habían organizado para que, en el caso de que hubiera visitas, el que estaba más cerca detenía
de un manotazo lo que se estaba moviendo sobre la mesa, antes que los extraños se dieran cuenta
y sufrieran un sobresalto. La familia continuaba comiendo sin comentarios. También se habían
habituado a los presagios de la hermana menor. Ella anunciaba los temblores con alguna anticipa-
unidad 3
En 1982 apareció en el ámbito
literario una nueva autora, Isabel
Allende, que se dio a conocer
con una novela excepcional, La
Casa de los Espíritus, con la cual
alcanzó subido éxito mundial. Su
nombre pasó a ocupar un lugar
muy destacado entre los grandes
narradores.
La autora se encontró entonces
ante el reto de escribir a la altura
de su primera obra y lo consiguió
con De Amor y de Sombra, una
poderosa novela sobre el miedo
y la esperanza. Con su tercera
novela Eva Luna, la autora atrapa
a los lectores en un fascinante
juego de cajas chinas, es un libro
que puede leerse en muchos
niveles. Paula es una novela de
suspenso, muy descarnada que
se lee sin respirar.
Su libro de relatos Cuentos de
Eva Luna y su novela Eva Luna
han sido traducidos a más de 25
lenguas, encabezan la lista de
libros más leídos en varios países
de América y Europa.
La escritora expresó: “En mis
libros, he querido contar la tragedia de este torturado continente
y la esperanza de los hombres
y mujeres que luchan por un
mundo mejor”.
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unidad 3
La imaginación de Isabel Allende
es vasta y consecuente; se ocupa
de evidencias y de secretos,
de razones y de caprichos, de
despotismos recalcitrantes y de
ternuras súbitas. Una ola suave
de erotismo enlaza sus cadencias
exactas y deslumbrantes.
Bañado por la luz diurna, con la
fascinación plausible de un descenso natural evoca un copo de
nieve que se derrite en una hoja
de palmera.
Historias de amor y violencia
en todos sus libros, el paisaje
exhuberante y las extravagantes
pasiones que determinan el destino de sus personajes.
Isabel Allende demuestra un
profundo conocimiento del alma
humana”.
Editorial Sudamericana
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Lengua Castellana y Literatura 3
ción, lo que resultaba muy conveniente en ese país de catástrofes, porque daba tiempo de poner
a salvo la vajilla y dejar al alcance de la mano las pantuflas para salir arrancando en la noche.
A los seis años Clara predijo que el caballo iba a voltear a Luis, pero éste se negó a escucharla y
desde entonces tenía una cadera desviada. Con el tiempo se le acortó la pierna izquierda y tuvo
que usar un zapato especial con una gran plataforma que él mismo se fabricaba. En esa ocasión
Nívea se inquietó, pero la Nana le devolvió la tranquilidad diciendo que hay muchos niños que
vuelan como las moscas, que adivinan los sueños y hablan con las ánimas, pero a todos se les
pasa cuando pierden la inocencia.
- Ninguno llega a grande en ese estado –explicó-. Espere que a la niña le venga la demostración y va a ver que se le quita la maña de andar moviendo los muebles y anunciando desgracias.
Clara era la preferida de la Nana. La había ayudado a nacer y ella era la única que comprendía realmente la naturaleza estrafalaria de la niña. Cuando Clara salió del vientre de su madre,
la Nana la acunó, la lavó y desde ese instante amó desesperadamente a esa criatura frágil, con los
pulmones llenos de flema, siempre al borde de perder el aliento y ponerse morada, que había tenido
que revivir muchas veces con el calor de sus grandes pechos cuando le faltaba el aire, pues ella sabía
que ése era el único remedio para el asma, mucho más efectivo que los jarabes aguardentosos del
doctor Cuevas.
Ese Jueves Santo, Severo se paseaba por la sala preocupado por el escándalo que su hija
había desatado en la misa. Argumentaba que sólo un fanático como el padre Restrepo podía creer
en endemoniados en pleno siglo veinte, el siglo de las luces, de la ciencia y la técnica, en el cual el
demonio había quedado definitivamente desprestigiado. Nívea lo interrumpió para decir que no era
ése el punto. Lo grave era que si las proezas de su hija trascendían las paredes de la casa y el cura
empezaba a indagar, todo el mundo iba a enterarse.
- Va a empezar a llegar la gente para mirarla como si fuera un fenómeno – dijo Nívea.
- Y el Partido Liberal se irá al carajo – agregó Severo, que veía el daño que podía hacer a su
carrera política tener una hechizada en la familia.
En eso estaban cuando llegó la Nana arrastrando sus alpargatas con su frufrú de enaguas almidonadas, a anunciar que en el patio había unos hombres descargando un muerto. Así era. Entraron
en un carro con cuatro caballos, ocupando todo el primer patio, aplastando las camelias y ensuciando
con bosta el reluciente empedrado, en un torbellino de polvo, un piafar de caballos y un maldecir de
hombres supersticiosos que hacían gestos contra el mal de ojo. Traían el cadáver del tío Marcos con
todo su equipaje. Dirigía aquel tumulto un hombrecillo melifluo, vestido de negro, con levita y un
sombrero demasiado grande, que inició un discurso solemne para explicar las circunstancias del caso
pero fue brutalmente interrumpido por Nívea, que se lanzó sobre el polvoriento ataúd que contenía
los restos de su hermano más querido. Nívea gritaba que abrieran la tapa, para verlo con sus propios
ojos. Ya le había tocado enterrarlo en una ocasión anterior, y, por lo mismo, le cabía la duda de que
tampoco esta vez fuera definitiva su muerte. Sus gritos atrajeron a la multitud de sirvientes de la casa y
a todos los hijos, que acudieron corriendo al oír el nombre de su tío resonando con lamentos de duelo.
Hacía un par de años que Clara no veía a su tío Marcos, pero lo recordaba muy bien. Era la
única imagen perfectamente nítida de su infancia y para evocarla no necesitaba consultar el daguerrotipo del salón, donde aparecía vestido de explorador, apoyando en una escopeta de dos cañones
de modelo antiguo, con el pie derecho sobre el cuello de un tigre de Malasia, en la misma triunfante
actitud que ella había observado en la Virgen del altar mayor, pisando el demonio vencido entre nubes
de yeso y ángeles pálidos. A Clara le bastaba cerrar los ojos para ver a su tío en carne y hueso, curtido
por las inclemencias de todos los climas del planeta, flaco, con unos bigotes de filibustero, entre los
cuales asomaba su extraña sonrisa de dientes de tiburón. Parecía imposible que estuviera dentro de
ese cajón negro al centro del patio.
En cada visita que hizo Marcos al hogar de su hermana Nívea, se quedó por varios meses,
provocando el regocijo de los sobrinos, especialmente el de Clara, y una tormenta en la que el orden
doméstico perdía su horizonte. La casa se atochaba de baúles, animales embalsamados, lanzas de
indios, bultos de marinero. Por todos lados la gente andaba tropezando con su bártulos inauditos,
aparecían bichos nunca vistos, que habían hecho el viaje desde tierras remotas, para terminar
aplastados bajo la escoba implacable de la Nana en cualquier rincón de la casa. Los modales del tío
Marcos eran los de un caníbal, como decía Severo. Se pasaba la noche haciendo movimientos incomprensibles en la sala, que, más tarde se supo, eran ejercicios destinados a perfeccionar el control
de la mente sobre el cuerpo y a mejorar la digestión. Hacía experimentos de alquimia en la cocina,
llenando toda la casa con humaredas fétidas y arruinaba las ollas con substancias sólidas que no se
podían desprender del fondo. Mientras los demás intentaban dormir, arrastraba sus maletas por los
corredores, ensayaba sonidos agudos con instrumentos salvajes y enseñaba a hablar en español a
un loro cuya lengua materna era de origen amazónico. En el día dormía en una hamaca que había
tendido entre dos columnas del corredor, sin más abrigo que un taparrabos que ponía de pésimo humor a Severo, pero que Nívea disculpaba porque Marcos la había convencido de que así predicaba el
Nazareno. Clara recordaba perfectamente, a pesar de que entonces era muy pequeña, la primera vez
que su tío Marcos llegó a la casa de regreso de uno de sus viajes. Se instaló como si fuera a quedarse
para siempre. Al poco tiempo, aburrido de presentarse en tertulias de señoritas donde la dueña de
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la casa tocaba el piano, jugar al naipe y eludir los apremios de todos sus parientes para que sentara
cabeza y entrara a trabajar de ayudante en el bufete de abogados de Severo del Valle, se compró
un organillo y salió a recorrer las calles, con la intención de seducir a su prima Antonieta y, de paso,
alegrar al público con su música de manivela. La máquina no era más que un cajón roñoso provisto
de ruedas, pero él la pintó con motivos marineros y le puso una falsa chimenea de barco. Quedó con
aspecto de cocina a carbón. El organillo tocaba una marcha militar y un vals alternadamente y entre
vuelta y vuelta de la manivela, el loro, que había aprendido el español, aunque todavía guardaba
su acento extranjero, atraía a la concurrencia con gritos agudos. También sacaba con el pico unos
papelitos de una caja para vender la suerte a los curiosos. Los papeles rosados, verdes y azules, eran
tan ingeniosos, que siempre apuntaban a los más secretos deseos del cliente. Además de los papeles
de la suerte, vendía pelotitas de aserrín para divertir a los niños y polvos contra la impotencia, que
comerciaba a media voz con los transeúntes afectados por ese mal. La idea del organillo nació como
un último y desesperado recurso para atraer a la prima Antonieta, después que le fallaron otras formas más convencionales de cortejarla. Pensó que ninguna mujer en su sano juicio podía permanecer
impasible ante una serenata de organillo. Eso fue lo que hizo. Se colocó debajo de su ventana un
atardecer, a tocar su marcha militar y su vals, en el momento en que ella tomaba el té con un grupo
de amigas. Antonieta no se dio por aludida hasta que el loro comenzó a llamarla por su nombre de pila
y entonces se asomó por la ventana. Su reacción no fue la que esperaba su enamorado. Sus amigas se
encargaron de repartir la noticia por todos los salones de la ciudad, y, al día siguiente, la gente empezó
a pasear por las calles céntricas en la esperanza de ver con sus propios ojos al cuñado de Severo del
Valle tocando el organillo y vendiendo pelotitas de aserrín con un loro apolillado, simplemente por el
placer de comprobar que también en las mejores familias había buenas razones para avergonzarse.
Ante el bochorno familiar, Marcos tuvo que desistir del organillo y elegir métodos menos conspicuos
para atraer a la prima Antonieta, pero no renunció asediarla. De todos modos, al final no tuvo éxito,
porque la joven se casó de la noche a la mañana con un diplomático veinte años mayor, que se la
llevó a vivir a un país tropical cuyo nombre nadie pudo recordar, pero que sugería negritud, bananas
y palmeras, donde ella consiguió sobreponerse al recuerdo de aquel pretendiente que arruinó sus
diecisiete años con sus marcha militar y su vals. Marcos se hundió en la depresión durante dos o tres
días, al cabo de los cuales anunció que jamás se casaría y que se iba a dar la vuelta al mundo. Vendió
el organillo a un ciego y dejó el loro como herencia a Clara, pero la Nana lo envenenó secretamente
con una sobredosis de aceite de hígado de bacalao, porque no podía soportar sus mirada lujuriosa,
sus pulgas y sus gritos destemplados ofreciendo papelitos para la suerte, pelotas de aserrín y polvos
para la impotencia.
Ese fue el viaje más largo de Marcos. Regresó con un cargamento de enormes cajas que se
almacenaron en el último patio, entre el gallinero y la bodega de la leña, hasta que terminó el invierno,
al despuntar la primavera, las hizo trasladar al Parque de los Desfiles, un descampado enrome donde
se juntaba el pueblo a ver marchar a los militares durante las Fiestas Patrias, con el paso de ganso
que habían copiado de los prusianos. Al abrir las cajas se vio que contenían piezas sueltas de madera,
metal, y tela pintada. Marcos pasó dos semanas armando las partes de acuerdo a las instrucciones de
un manual en inglés, que descifró con su invencible imaginación y un pequeño diccionario. Cuando
el trabajo estuvo listo, resultó ser un pájaro de dimensiones prehistóricas, con un rostro de águila
furiosa pintado en su parte delantera, alas móviles y una hélice en el lomo. Causó conmoción. Las
familias de la oligarquía olvidaron el organillo y Marcos se convirtió en la novedad de la temporada.
La gente hacía paseos los domingos para ir a ver al pájaro y los vendedores de chucherías y fotógrafos
ambulantes hicieron su agosto. Sin embargo, al poco tiempo comenzó a agotarse el interés del público.
Entonces Marcos anunció que apenas se despejara el tiempo pensaba elevarse en el pájaro y cruzar la
cordillera. La noticia se regó en pocas horas y se convirtió en el acontecimiento más comentado del
año. La máquina yacía con la panza asentada en la tierra firme, pesada y torpe, con más aspecto de
pato herido, que de uno de esos modernos aeroplanos que empezaban a fabricarse en Norteamérica.
Nada en su apariencia permitía suponer que podría moverse y mucho menos encumbrarse y atravesar las montañas nevadas. Los periodistas y curiosos acudieron en tropel. Marcos sonreía inmutable
ante la avalancha de preguntas y posaba para los fotógrafos sin ofrecer ninguna explicación técnica
o científica respecto a la forma en que pensaba realizar su empresa. Hubo gente que viajó de provincia para ver el espectáculo. Cuarenta años después, su sobrino nieto Nicolás, a quien Marcos no
llegó a conocer, desenterró la iniciativa de volar que siempre estuvo presente en los hombres de su
estirpe. Nicolás tuvo la idea de hacerlo con fines comerciales, en una salchicha gigantesca rellena
de aire caliente, que llevaría impreso un aviso publicitario de bebidas gaseosas. Pero, en los tiempos
en que Marcos anunció su viaje en aeroplano, nadie creía que ese invento pudiera servir para algo
útil. El lo hacía por espíritu aventurero. El día señalado para el vuelo amaneció nublado, pero había
tanta expectación, que Marcos no quiso aplazar la fecha. Se presentó puntualmente en el sitio y no
dio ni una mirada al cielo que se cubría de grises nubarrones. La muchedumbre atónita, llenó todas
las calles adyacentes, se encaramó en los techos y los balcones de las casa próximas y se apretujó
en el parque. Ninguna concentración política pudo reunir a tanta gente hasta medio siglo después,
cuando el primer candidato marxista aspiraba, por medios totalmente democráticos, a ocupar el sillón
de los Presidentes. Clara recordaría toda su vida ese día de fiesta. La gente se vistió de primavera,
unidad 3
“Nací en Lima por casualidad,
pues soy chilena. Tuve un padre
que desapareció sin dejar rastros.
Mi madre fue el norte de mi infancia. Tal vez por eso me resulta
más fácil escribir sobre mujeres.
Ella me dio un cuaderno para
anotar la vida a la edad en que
otras niñas juegan con muñecas,
plantando así la semilla que treinta años más tarde me llevaría a
incursionar en la literatura”.
De Cuentos de Eva Luna
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unidad 3
Lengua Castellana y Literatura 3
adelantándose un poco a la inauguración oficial de la temporada,
los hombres con trajes de lino blanco y las damas con los sombreros
de pajilla italiana que hicieron furor ese año. Desfilaron grupos de
escolares con sus maestros, llevando flores para el héroe. Marcos recibía las flores y bromeaba diciendo que esperaran que se estrellara
para llevarle flores al entierro. El obispo en persona, sin que nadie
se lo pidiera, apareció con dos turiferarios a bendecir el pájaro y el
orfeón de la gendarmería tocó música alegre y sin pretensiones, para
el gusto popular. La policía, a caballo y con lanzas, tuvo dificultad
en mantener a la multitud alejada del centro del parque, donde
estaba Marcos vestido con una braga de mecánico, con grandes
anteojos de automovilista y su cucalón de explorador. Para el vuelo
llevaba, además, su brújula, un catalejos y unos extraños mapas
de navegación aérea que él mismo había trazado basándose en las
teorías de Leonardo Da Vinci y en los conocimientos australes de los
incas. Contra toda lógica, al segundo intento el pájaro se elevó sin
contratiempos y hasta con cierta elegancia, entre los crujidos de su
esqueleto y los estertores de su motor. Subió aleteando y se perdió
entre las nubes, despedido por una fanfarria de aplausos, silbatos,
pañuelos, banderas, redobles musicales del orfeón y aspersiones
de agua bendita. En tierra quedó el comentario de la maravillada
concurrencia y de los hombre más instruidos, que intentaron dar
una explicación razonable al milagro. Clara siguió mirando el cielo
hasta mucho después que su tío se hizo invisible. Creyó divisarlo
diez minutos más tarde, pero sólo era un gorrión pasajero. Después
de tres días, la euforia provocada por el primer vuelo de aeroplano
en el país, se desvaneció y nadie volvió a acordarse del episodio,
excepto Clara, que oteaba incansablemente las alturas.
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Los temas de la novela
El mundo fabuloso que nos presenta la novelista abarca la
historia de tres generaciones de la familia Trueba-Delvalle, que
ahonda en los avatares de la política criolla, las excentricidades de
la sociedad oligárquica, dentro de un marco histórico que desnuda
a la dictadura cruel y sombría de Chile.
Es la saga de una familia patriarcal y aristocrática en franca
decadencia, es a la vez testimonial desde el momento de la campaña
política para el triunfo de la alianza popular y más tarde el golpe
militar con sus errores y abusos.
El tiempo del relato
El mundo novelístico de La Casa de los Espíritus se organiza
en un tiempo prolongado y difuso, esa figuración temporal atraviesa
el relato como un remolino en que pasado, presente y futuro se
confunden en la espiral de la infinitud, porque invade el mundo
del más allá, la vuelta de los muertos, tal ocurre en la última parte
en la que el viejo Senador se percata de la presencia de Clara, su
esposa muerta.
La novela es como una nave viajera del tiempo que se fugó al
pasado y en ocasiones horada el futuro. La sujeción a un presente se
realiza mediante el “cuaderno de la vida” en el que Clara escribe sus
memorias y que es completada por su nieta Alba ya al final del relato.
Estrategias del relato
La mención recurrente al cuaderno de Clara, la repetición
incesante se vuelve catafórica, el relato se construye en un tiempo
que parece doblado sobre sí mismo. Los mismos hechos son contados
por los distintos personajes, en un tiempo que parece plegado. Como
ejemplo tenemos la historia de Rosa, la Bella, la de los cabellos verdes, que es contada sucesivamente por el novio, por el padre de ella,
por su hermana Clara, más tarde por su sobrina Blanca y luego por su
sobrina Alba. La memoria está compuesta, en ese sentido, de fragmentos a los que se da continuidad en el recuerdo; trasmutándose
a veces, por olvido, en ocasiones por desplazamientos cuando Clara
cuenta la historia del tío Marcos o la repite con variantes más tarde
Clara o cuando Alba lee la historia de la abuela, es como reorganiza
el tiempo para dar nuevos sentidos a los sucesos.
La narración de hechos históricos como la alusión “al poeta”,
refiriéndose a Pablo Neruda, recurre también a anticipaciones como
la narración del espanto ante la muerte del Presidente, el bombardeo al Palacio de Gobierno, las escenas de horror de las torturas. Se
condensa la imagen del presente que permanece y se patentiza en
la memoria para vivir en ella. Las distintas voces de los diferentes
personajes se erigen como una continua resistencia al olvido.
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Como estrategia discursiva se adelgaza el límite entre el
pasado y el presente. En el nivel de la trama el entrecruzamiento de
imágenes, circunstancias veladas y significaciones nunca unívocas.
Mirando el contexto social
La evolución de la sociedad desde la perspectiva de una
economía agraria y rural es descrita con minuciosidad, precisión
y dinamismo como lo referente a la explotación del campesinado.
Hombres, mujeres y niños trabajaban de sol a sol, sin descanso dominical, sin atención a la salud. Las mujeres y los niños
ayudaban en las cosechas, cuidaban las aves, proveían de ropa
tejiendo la lana. Esteban aplicó por ese tiempo, la política del autoabastecimiento, aunque les trataba con dureza y hasta con crueldad,
se preocupó de sustituir los ranchos por casitas de ladrillos y edificó
una escuelita para los niños, a más de proveerles de lo necesario
bancos, cuadernos, libros y un maestro traído de la capital.
Pero a los campesinos ya no les satisfacía la política proteccionista, soñaban con poder conseguir su autonomía.
Por esa época llegaron los primeros políticos de izquierda
que les abrían los ojos y les hacían discursos sobre los patrones a
quienes calificaban como explotadores inhumanos, que gobernaban para su provecho en detrimento del campesino.
El clima político
En la capital se incubaba la gran coalición, la gente pobre
deseaba el cambio, surgió un gran movimiento que reunió a los
partidos de oposición en una gran alianza que inició una campaña
electoral que duró muchos meses. Los campesinos tenían noticias
aunque todavía lejanas de los cambios que se anunciaban, les
llegaban panfletos distribuidos en forma clandestina. Los ecos
de ese movimiento tardaron en llegar a la hacienda de Esteban
Trueba porque él se encargaba de controlarlo todo, pero la infiltración dio resultados positivos y el pueblo entregó su voto a la
Alianza Popular que triunfó por amplia mayoría.
El gobierno que se instaló tuvo que enfrentar serios problemas: conspiraciones contínuas del empresariado internacional
unido al liberalismo y al capitalismo chileno. La resistencia de los
izquierdistas fue fuerte y la prensa denunciaba constantemente la
intromisión extranjera. Toda esta situación culmina con el golpe
militar en que muere el Presidente dentro del Palacio durante
el bombardeo.
La presencia de la mujer
Las mujeres, compañeras de causa, son presentadas
desde su psicología profunda, la obsesión, la interpretación de
Lengua Castellana y Literatura 3
los sueños secretos, la identificación total con los ideales de la
revolución, el sufrimiento que viven por amor, el amor total que
asume solidariamente el destino de su amado. Mujeres valientes, fuertes, que sufrían las vejaciones de soldados vandálicos,
salvajes, borrachos, en perpetua excitación erótica, que abusaban de ellas en presencia de sus esposos, de sus hijos o de sus
compañeros de celda.
Galería de Personajes
Mujeres estrafalarias, hombres extravagantes conforman
la galería de personajes excéntricos que pueblan el universo
novelístico de la Casa de los Espíritus.
Rosa, la bella, dueña de una extraña belleza, blanca, lisa
como una muñeca de losa, posee una extraña atracción de la que
nadie podía escapar, con el cabello verde y los ojos amarillos.
Murió envenenada por un aguardiente que le habían regalado sus amigos políticos a su padre, el Senador Delvalle. Rosa
vive un amor que no se concreta a causa de su muerte.
Clara, la hermana de Rosa, desde pequeña podía ver con
anticipación los acontecimientos, anunciaba las desgracias y sus
predicciones eran infalibles. El sacerdote la tachaba de endemoniada porque hacía volar los saleros en la mesa y movía con
su mirada las tazas.
Férula, la hermana de Esteban Trueba, cuidaba de su
madre tullida a causa de las artritis, los días sábados rezaba el
rosario en el barrio rojo por la conversión de las prostitutas o iba
a los barrios miserables a bañar “enfermos y mendigos”.
El tío Marcos, otro extravagante, había viajado a tierras
remotas; a su vuelta trajo animales embalsamados, bichos nunca
vistos, colmillos de elefantes, lanzas de indios. Hacía experimentos de alquimia en la cocina y tocaba el organillo en las calles
unidad 3
entre vuelta y vuelta de la manivela una marcha militar y un vals
alternadamente, mientras un loro amaestrado sacaba papelitos
con el pico de una caja para vender la suerte.
Esteban Trueba hacía gala de neurosis, en sus juventud
explotó una mina, luego se dedicó a la hacienda en un valle; entre
montañas, en el sur de Chile, allí vivió una década sin alternar
con nadie. Se le agrió su carácter y se volvió cruel. Violaba a
cuanta campesina iba creciendo o llegaba a la pubertad (p. 55).
En la ciudad, maltrataba a sus criados, solo respetaba a la Nana,
la que crió a sus hijos. La mente de él quedó perturbada y en su
vejez veía visiones.
La galería de seres casi irracionales la integran también
los mellizos, hijos de Clara. Uno de ellos se vuelve budista,
nudista, realiza largas sesiones de meditación, se alimenta
sólo de hierbas, se debilita y pierde el juicio, se hace bailarín
y zapatea desnudo sobre la mesa de los bares, de donde lo
sacaban a rastras.
También aparece la amiga del bailarín, una universitaria
comunista, que se acuesta con él y queda embarazada; practica
el aborto; como consecuencia se debate entre la vida y la muerte
y luego se vuelve drogadicta.
Intencionalidad de la autora
En la novela se concentra toda la amargura del intelectual latinoamericano que condena la opresión política, toda la
frustración de los que acunan ideas libertarias, que no duda de
la eficacia de la rebeldía juvenil.
Muestra la pobreza urbana, la vida miserable en las barriadas, las rancherías que afean la ciudad capital, los campesinos,
los auténticos desheredados, la muerte pequeña de los pobres
del basural que se muestra como algo cotidiano y natural.
Una obra como La Casa de los Espíritus no puede tener un solo significado, es obvia la plurisignificación, admite varios
niveles de lectura, abre las puertas de múltiples lecturas y reactualizaciones del mismo texto que configurarán nuevas
interpretaciones con el acopio de nuevas informaciones sobre las situaciones y los acontecimientos narrados.
ACTIVIDADES
Después de la lectura. Relación lectora-expresión escrita.
1. Escribimos algunas ideas básicas sobre el sentido histórico del texto. Sugerimos estas guías.
- Época que abarca la novela
- Acontecimientos y sucesos reales que fueron narrativizados
- Personajes de existencia real
2. Elaboramos una lista de acontecimientos que ilustran la evolución social de Chile según el texto.
3. Encontramos en el texto acciones que aluden al cambio social y comentarlas.
4. Organizamos un esquema de causas y consecuencias de la muerte del Presidente.
5. Escribimos un texto argumentativo para justificar las causas de la revolución, según la novela leída, para la cual consideramos estas propuestas como un camino posible:
- Relacionamos los conceptos de revolución con las manifestaciones de los hablantes, relatores o voces narrativas.
- Según el comportamiento de los personajes.
- Organizamos el texto con una breve introducción. En el desarrollo exponemos las ideas siguiendo un orden lógico.
- Agrupamos las ideas afines en el mismo párrafo, para evitar contradicciones.
3. Establecemos causas y consecuencias para que los argumentos resulten convincentes.
4. Concluimos con un párrafo que sintetice el contenido expuesto y que deje una opinión justificada sobre el tema analizado.
5. Presentamos nuestro trabajo para ser evaluado vía portafolio.
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CAPACIDADES
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•
•
•
•
•
Analiza los elementos estéticos utilizados en las obras de autores paraguayos e iberoamericanos.
Identifica rasgos socioculturales presentes en las obras.
Analiza los estilos lingüísticos de los textos estudiados.
Interpreta los mensajes transmitidos en textos literarios.
Produce textos orales argumentativos con características de cohesión y coherencia.
Interpreta mensajes transmitidos en textos escritos.
Lengua Castellana y Literatura 3
Conflictos a partir
del contacto de culturas
unidad 4
4
unidad
INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD
Camino hacia la lectura
Leemos con atención para comprender los alcances del vocablo conflicto.
Conflicto: según la definición de este
vocablo es la tensión u oposición que
se produce entre personajes o grupos
sociales, cuando estos, en el transcurso
de una acción novelesca o dramática,
encuentran un obstáculo entre los objetivos que persiguen: amor, dinero, ideales, etc. El término conflicto se emplea
fundamentalmente en el teatro, donde
es esencial para el desarrollo de la acción
dramática (Dic. De términos literarios. E.
Calderón). Las raíces del conflicto puede
ser de variado tipo:
Personal (dos rivales por la relación
amorosa de una dama, Ej. Fuenteovejuna
de Lope de Vega, (el conflicto individual
entre el Comendador y también Frondoso
al término de la primera jornada); el
blanco con el negro en “la Cabaña del
Tío Tom” de carácter social. Otros tipos
de conflictos: la violencia ejercida contra
el desvalido, la explotación del hombre
por el hombre, como en Hijo de Hombres
de Augusto Roa Bastos; Follaje en los
ojos, de Rivarola Matto, la Vorágine de
José Eustasio Rivera; Vagos sin tierra, de
Renée Ferrer.
Culturales, La mano en la tierra de
Josefina Plá, en donde se observan las
características propias de la sociedad
guaraní y la española en contraste (Blas
de Lemos no participa ni se relaciona con
sus hijos con la misma confianza con que
lo hacen con su madre india, ella es la
encargada del cuidado y la transmisión
de sus costumbres, lengua y cultura). En
la novela de Camus El Extranjero, Mersault vive una angustiosa situación que lo
hace sentirse extraño en su propio medio.
Como vemos el conflicto puede producirse entre dos concepciones irreconciliables
de orden social, político, moral, etc. Y
como consecuencia de ver la vida y organizar la conciencia: Ej.: Carlos e Ignacio
en La ardiente oscuridad de Buero Vallejos. La raíz del conflicto también puede
encontrarse en un principio, en un poder
que pesa sobre la conciencia del personaje. Es el caso del honor en los dramas de
Calderón y El médico de su honra.
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unidad 4
Lengua Castellana y Literatura 3
Leemos estos interesantes textos con nuestros compañeros y luego informamos oralmente a la clase. ¿Qué valores culturales se detectan en cada uno de ellos?
¿Qué conflictos culturales reproducen estos textos ?
«Daban la impresión de no participar de la brutal realidad del mundo que los rodeaba: cada vez más pobres, sin atinar
a nada sensato para ganar dinero o por lo menos para mantener los restos de su patrimonio, sin sentido de las proporciones ni de la política, viviendo en un lugar que era ocasión de comentarios irónicos y malévolos de sus parientes lejanos;
cada día más alejados de su clase, los Olmos daban la impresión de constituir el final de una antigua familia en medio del
furioso caos de una ciudad cosmopolita y mercantilizada, dura e implacable. Y mantenían, y desde luego sin advertirlo,
las viejas virtudes criollas que las otras familias habían arrojado como un lastre para no hundirse: eran hospitalarios,
generosos, sencillamente patriarcales, modestamente aristocráticos. Y quizá el resentimiento de sus parientes lejanos
y ricos se debía en parte a que ellos, en cambio, no habían sabido guardar esas virtudes y habían entrado en el proceso
de mercantilización y del materialismo que el país empezó a sufrir desde fines de siglo».
Ernesto Sábato, Sobre Héroes y tumbas. Pág. 484
Ha llegado la hora de sacar a nuestra nación de las arenas movedizas de las injusticias raciales y de alzarla sobre
la roca firme de la fraternidad.
Ha llegado la hora de que la justicia se convierta en una realidad para todos los hijos de Dios.
Nuestra nación se vería abocada a un desastre si no se diese por enterada de la urgencia de la situación actual.
Este verano tan caluroso, tan apremiante como el justificado descontento del hombre negro, no se acabará hasta
que no llegue el otoño refrescante de la libertad y de la justicia. 1963 no es un final, sino un comienzo. Quien espere
que el negro, ahora que se ha desfogado, esté contento, se llevará una desagradable sorpresa si el país sigue en la
misma línea que hasta ahora.
No habrá ni paz, ni descanso en América hasta que no se le concedan al hombre negro todos los derechos ciudadanos...
Luther King, Martín. Discurso. (Fragmento)
No echas de ver cómo abusan de nosotros. Nos juegan sucio, Paulina.
La autoridad siempre le juega sucio a quienes están en la miseria. Todo les tenemos que dar: para la Iglesia, el
diezmo, el grueso para la Administración; los frutos en su punto para el patrón. No importa cómo se llame: cura, oficial, o encomendero. Y a nosotros solo nos quedan las sobras. Demasiado pesada se está volviendo esta vida, Paulina.
Renée, Ferrer. Vagos sin tierras (Pag.38).
Su obra dará testimonio de la miseria y la belleza del mundo y de los hombres que la habitan. En sus orígenes se
hallan los presupuestos para el no y el sí que llevan a la existencia.
Argelia le ofreció diariamente un doble espectáculo: por un lado el hechizo que ejerce el mar Mediterráneo, por
otro el trasunto de culturas ya fenecidas que habían pervivido de algún modo hasta el presente: El amor hacia la
tierra que lo acompañó durante toda su vida.
Camus, Albert; Grenzmann, Wilhelm. Problemas y figuras de la literatura Contemporánea (Pag. 218).
El encuentro de culturas en la voz de los poetas
VOLVER
de César Alonso de las Heras, paraguayo
Hay que volver, amigo
No dejes que una noche muy larga te lo impida
Controla tus luceros.
Cuando sientas que va a caer la tarde
Ponte el hato a las espaldas
Y regresa.
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Te esperan los lapachos
Hay uno, siempre –el tuyo- inflorecido
por tu ausencia
Te espera el manantial que ha detenido su corriente
Verás cómo, otra vez, se desparrama
Verás cómo florece de nuevo
Lengua Castellana y Literatura 3
aquel jazmín de tus ensueños.
Hay que volver, amigo
Hay que volver desde la pena
Desde la pobre pena agazapada
en la esquina
para el escalofrío de una inquietud
de la que huyes.
Vive como si no vivieras
No se enraícen tus entrañas
en el suelo que pisas y no es tuyo
No es verdad que seamos ciudadanos
de toda la tierra
Te hicieron la selva y el Chaco
Te hicieron estos ríos
de tibio caudal como el de las venas
Te hizo esta tierra roja,
la sangre de la historia de tus padres
y la esperanza que anida
soñolienta
en el surco apenas iniciado
Hay que volver, amigo
Yo vuelvo
Es aquello lo mío. Aquí
unidad 4
sin duda tengo más. Tengo
los lazos de la sangre, el sentimiento
la cultura de siglos
y un provenir que ríe en cada alba.
Pero el hilo sutil de aquella voz
el cuenco
de un cariño infantil, que añora verte
el azahar de los naranjos
el sortilegio de algún atardecer
entre las palmas
el misterio, la angustia y el suspiro,
el dolor y el gozo eviscerante,
eso sólo está allí.
y no puedo vivir faltándome tanta alma.
Pronto,
antes de que te clave otro lucero
hay que volver amigo
Allí te espero
Y allí, cuando te duela todo,
cuando sientas que muerde la malicia
has de quedarte.
Alonso de las Heras. Que cercano tu recuerdo. Edic. S.M. As.
1970.
Camino hacia la lectura
Conversemos sobre el sentido que te sugieren las palabras “volver”, “noche”, “lucero”.
Buscamos el significado de los vocablos de las lista y luego le agregamos un sinónimo a cada una de las palabras.
hato
sutil
eviscerante
agazapar
añora
malicia
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Reflexionamos sobre el contenido del texto
El título del poema nos da una clave para la comprensión
de su contenido, que, por lo demás, no ofrece excesivas dificultades, dada la sencillez de su léxico. El poeta realiza un llamado, una
invitación al regreso. Para ello, se vale de la optación imperativa
«Hay que volver», que se repite varias veces a lo largo del poema.
Este primer verso se refuerza con otro que contiene el porqué No
dejes que una noche muy larga te lo impida, la noche, palabra,
que denota oscuridad, connota ausencia, separación de acuerdo
con el contexto. El verso siguiente, controla tus luceros, igualmente
la palabra luceros, nos lleva a pensar en claridad, juventud, luz, no
conviene que el tiempo pase. Cuando veas caer la tarde prepárate
y vuelve. Volver antes de que la ausencia sea muy larga.
El poeta, en la segunda estrofa, identifica el lugar adonde
Hay que volver, su país. Para ello recurre a una serie de identificaciones, Te esperan los lapachos, el inflorecido, el jazmín de ensueño,
El manantial que detuvo su curso. La naturaleza ha cobrado vida,
ella se ha detenido, se ha personificado, estos elementos naturales
forman parte de un lugar determinado, su patria, su terruño y lo
están esperando.
En la tercera estrofa, el poeta menciona el motivo que
llevó al receptor (tú) a otras tierras, la pena agazapada, ese escalofrío esa inquietud. Pero esa pena no es un obstáculo para la vuelta.
En la cuarta estrofa, el poeta le recuerda su calidad de
extranjero Vive como si no vivieras, No se enraícen tus entrañas
en ese lugar al cual no perteneces, corresponde a otra cultura.
Nuevamente menciona su tierra con bellas imágenes, metáforas y
personificaciones.
En la quinta estrofa se produce el encuentro el “yo”
poético y el “tú” (receptor amigo) Hay que volver, Yo me vuelvo.
En la sexta estrofa, se insiste en el porqué, no sólo en el
paisaje, que lo está esperando, el cuenco de un cariño infantil que
añora verte, el sortilegio de un atardecer… Nuevamente se produce
la identificación Yo, tú Yo no puedo vivir faltándome tanta alma.
Verso cargado de significación emotiva.
En la última estrofa, el poeta urge al regreso, el amigo lo
espera. La premura del retorno. Volver a la patria, antes de que la
noche se lo impida.
La forma utilizada:
El poema adopta el verso libre, las estrofas desiguales (de
seis, siete, seis, trece, siete, diez y ocho versos)
La reiteración del verso Hay que volver, amigo le da
estructura paralelística. El uso de oraciones simples, optativas,
repeticiones de frases, palabras, enumeraciones, «verás cómo»
«Verás como» «Hay que volver» « Allí, te espero» «Allí, cuando»
coordinadas y subordinadas, adjetivas e interrogativas contribuyen
al logro del poema.
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unidad 4
Lengua Castellana y Literatura 3
El tiempo verbal predominante es el presente con significación de futuro – El regreso urge = regreso futuro/presente.
Las frases verbales. Hay que volver, con significado de
obligación.
El pretérito para recordarle su pasado y origen: te hicieron
los lapachos – la selva, esta tierra roja.
En cuanto al lenguaje poético, cabe destacar el uso de
imágenes, metáforas, personificaciones que aclaran y complementan, al mismo tiempo que enriquecen y embellecen el poema; es
una muestra de la persistencia del lenguaje poético.
La invitación al regreso de ese amigo a su patria, queda
tan bellamente expresada.
ACTIVIDADES
Propuestas de trabajo:
Te hemos ayudado con la interpretación, ahora te corresponde completarla.
1. Asociación léxica
Di con qué palabras se relacionan cada uno de los grupos.
bosque, arboleda
espesura, monte
floresta, boscaje
tosco, sombra,
rústico, jungla
regreso, tornar
torcer, revertir,
trocar, virar
girar, invertir,
restituir
aguada, fuente,
corriente, origen,
arroyo, brotar,
cristalino,
vertiente
manantial
surco
sortilegio
cauce,
hendidura, corte
sementera, pliegue,
sendero, zanja,
cuneta, rastro
adivinación,
embrujo, hechizo,
profecía,
atractivo,
encanto
volver
selva
2.Transcribimos tres versos del poema y elegimos las palabras claves.
3. Entre las cuatro palabras sólo una se ajusta a la palabra clave, elegimos la palabra adecuada y justificamos nuestra elección.
Controla tus luceros
aquel jazmín de tus ensueños
y mi porvenir que ríe en cada alba
cielo - luminoso
estrella - astro
imaginación - fantasía
ilusión - sueño
blanco - día
amanecer - luz
Después de la lectura
1- Investigamos en el CRA sobre la biografía del autor. Leemos el subtítulo y el nombre de la antología de la cual forma parte
este texto. «Poesías del Paraguay».
2- Explicamos el significado y sentido de estas expresiones.
- “Y Yo no puedo vivir faltándome tanta alma”
- “el cuenco de un cariño infantil”
- “el dolor y el gozo eviscervante”
- “aquel jazmín de tus ensueños”.
- “escalofrío de una inquietud”.
3- Reconocemos y transcribimos expresiones que contengan identificaciones con su patria y con la otra tierra en la cual vive.
4- Escribimos una carta a un amigo ausente instándole para que vuelva al país, para empiece de nuevo y logre ser feliz.
5- Leemos nuestro trabajo y esperamos la evaluación de nuestro profesor.
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Lengua Castellana y Literatura 3
unidad 4
CARTA A SIMÓN BOLIVAR
de Carlos Villagra Marsal, paraguayo
Simón Bolívar:
Hoy te escribo esta carta
y te recuerdo y quiero
alcanzar desde lejos tu rostro y tu memoria
y me acuerdo y me inclino
hasta tocar tu nombre con la frente.
Cuando estabas por montar a caballo
un perfume alto como un cántico
se esparció por el cielo de tu América y la mía.
Y a tu paso
los volcanes tañían como campanas,
las campanas derramaban lágrimas de alegría
como mujeres,
las mujeres se abrían el pecho como los hombres,
los hombres flameaban como roncas banderas,
las banderas se entrechocaban
con un rumor creciente
de sangre que incendia los caminos,
las banderas eran invencibles como los muertos
y los muertos levantaban nuevamente sus ojos
con luz bajo la tierra.
Y recuerdo
cómo florecías
cada vez que colmaba tu boca la palabra libertad.
La libertad
populosa como un trueno,
despertada por tu voz de mando,
rodando con los cañones,
traspasando como una lanza interminable
el frío en la aguda cordillera,
relámpago y amor de los jinetes,
recién nacido azul para las gentes
que encontraban tu abrazo.
La libertad, esa pequeña palabra
que después de la derrota
alzaste en hombros
como a una niña
que estuviese latiendo todavía
y que supo
vuelta a vuelta
crecer junto a tu puño trozador
de cabezas y cadenas.
La libertad,
pétalo del mundo,
antiguo corazón del hombre,
aroma de plata entre las constelaciones,
madrugada sin tiempo,
enceguecedora columna en el océano
y ala eminente
sobre el claro territorio de tu América y la mía.
También me acuerdo que una noche,
frente al mar,
cuando ya no se sabía si continuabas siendo
un hombre
o te habías vuelto un astro remotísimo,
frente al mar,
dijiste:
He arado en el mar.
Y porque araste, Simón, no sólo el mar
sino el curso callado de las venas,
yo no puedo olvidar el aire que respiro,
yo no podré olvidar tu delirio y su sombra.
no podría olvidar tu brazo y su centella.
Y así, general, yo sé que sigues
corriendo por tu América y la mía
como una sangre faenosa
desde la inaccesible mirada de la nieve
al secreto metal
en las profundas edades de la tierra,
sí, como una sangre
que ruge oscuramente
de un mar a otro mar.
Una sangre, Bolívar, una sangre
que está haciendo palpitar las estrellas,
savia en los montes
que mueren y nacen cada día, sangre
de la roca al temblor de la paloma,
del guayacán al viento,
del jaguar a la espuma
sangre, Simón, una sangre
que se escucha de repente en la orquídea
y el cerrado aguacero,
en el palmar y el alba escondida
sangre, raíz entera
en la planta de todos
los que lloramos y creemos y luchamos
con el arma o el grito que tú nos enseñaste.
Carlos Villagra Marsal
(1932)
Nació en Asunción. Poeta, narrador y ensayista. Fue integrante de
la Promoción del 50. Colaborador
de temas culturales en periódicos
nacionales y de otros países. Representó al país como Embajador
de Ecuador y Chile hasta 1999.
Su producción literaria comprende Antología Mínima (1975), Guarania del desvelado (1979) El Júbilo
difícil (1995). Mancuello y la perdiz
(1965), novela, Poesía congregada
y otros afanes (1995), Ñe’ênga
Dichos populares del Paraguay
(2010), Papeles de Última Altura
(1991, ensayo).
Falleció el 10 de marzo de 2016.
Y es por esa sangre Bolívar
que duele desde el cuerpo
a la pluma que escribe,
con esa sangre Bolívar
yo te escribo esta carta, Simón,
y me prosterno
hasta rozar tu nombre con la frente
y te escribo y te recuerdo y quiero
decirte una palabra más.
Simón Bolívar:
mira
hacia el Sur,
aquí en el quemante centro de tu América y la mía,
aquí donde te escribo,
en este crisol de fiebre,
recinto de músicas curtiéndose
en una afilada fragancia de sombras y azahares,
aquí en mi patria de fáciles cuchillos
y luna que hinca lentamente ese blanco fervor
en sus escuetas criaturas
en mi ignorado Paraguay
de rostro grávido
de siglos y castigo,
aquí está mi patria en el Sur, Simón Bolívar
aquí está su norte de guitarras sin sueño,
sus islerías
perdidas en el viejo silencio,
las cruces, que acechan y costean
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unidad 4
Lengua Castellana y Literatura 3
sus delgados caminos,
y aquí se yergue
su intacto corazón valiente
como una llamarada
coronada de espinas.
Pero atiende
a mi patria en el Sur, Simón Bolívar
en el abandono inmemorial y el sol venciendo
se abre una mano amoratada y sedienta
una mano enguantada de llanto y cicatrices,
una mano que tantea como una pobre ciega
la firme ruta de tu pecho,
una mano de pueblo que te busca,
mano en alto.
compañera de tantas que definen
este cielo entregado de tu América y la mía
mano que te demanda, como tantas y tantas,
a caballo una vez más, general,
Bolívar con el sable sangrando en el fondo del mar,
Bolívar gritando con los caballos más allá
de los cóndores,
Bolívar diluviando en el desierto,
Bolívar desnudo con un terremoto a los pies,
Bolívar peleando solo en las esquinas,
Bolívar llorando como un río sin madre,
Bolívar en el llano, Bolívar en el tiempo
Bolívar celeste en la tormenta,
a caballo otra vez, con un clamor sin número
de hombres flameantes,
de bendiciones y lumbres y de flores
y de sangre que encienda los caminos
¡Al galope de nuevo, con banderas
insurgiendo a la orden
de tu rápido ceño!
¡Qué tu condición de fuego
nos señale y ocupe
en la hora del combate
final!
Camino hacia la lectura
1. Conversamos sobre Simón Bolívar, quién fue, en qué época vivió y dónde.
2. Procuramos escribir dos versos parecidos a los del ejemplo usando las palabras que se destacan en negrita.
“Simón Bolívar:
mira hacia el sur,
aquí en el quemante centro de tu América y la mía,
aquí donde te escribo,
en este crisol de fiebre,
recinto de música curtiéndose
en una afilada fragancia de sombras y azahares,
aquí en mi patria de fáciles cuchillos”
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Después de la lectura, analizamos estos puntos propuestos
Optación:
Figura retórica, consistente en la
enunciación vehemente de un deseo Ejemplos: “Simón Bolívar / Hoy
te escribo una carta”/Villagra Marsal
Bernarda:
¡Encerradla!, María Josefa:/ ¡Déjame
salir, Bernarda! / García Lorca.
90
En el poema Carta a Simón Bolívar, el poeta en primera persona, se dirige al libertador con una
oración optativa (u optación).
«Simón Bolívar:
Hoy te escribo una carta»
El destinatario de la carta, se encuentra en los dos primeros versos: Simón Bolívar.
El objeto de la recordación es la memoria, su obra libertaria. Ésta es recordada y admirada
«acuerdo, inclino». El libertador, ya ausente de este mundo, ha dejado una obra admirable.
El tema de admiración aparece en los dos versos que siguen, se utilizan oraciones coordinadas
breves: Te recuerdo y quiero
Alcanzar desde lejos tu rostro y tu memoria
Y me acuerdo y me inclino.
En la segunda estrofa. Se recuerda, los hábitos de la persona alabada con metáforas, personificaciones, imágenes que utiliza el poeta en la descripción.
Tu memoria – perfume alto – como un cántaro
Se esparció por tu América y la mía.
Se insiste en la recordación con dos oraciones coordinadas. Me acuerdo y me inclino a tu paso.
En la tercera estrofa: Aparece la idea de libertad, que es el tema del poema, libertad identificada con la persona de Bolívar, con la firmeza y empeño de su emprendimiento, se refuerza el tema,
pronunciación de la palabra libertad por el libertador, con voz de mando (era un militar), voz de
mando como trueno traspasando como una lanza interminable / el frío de la cordillera».
Las tres primeras estrofas están concebidas como un viaje metafórico, expresado a través de formas
verbales y de la reiteración de construcciones oracionales: optativas, coordinadas y subordinadas.
Lengua Castellana y Literatura 3
Cuarta estrofa. En ésta sigue con el tema del poema libertad y
se agrega la fortaleza de Bolívar, ya que no siempre fue todo gloria,
su fortaleza le ayudó a enfrentar la derrota. La oración comparativa:
cargaste en hombros como a una niña, que supo crecer, junto a tu
puño trozador (de cabezas y cadenas) contiene el empeño, el tesón
del libertador
Quinta estrofa: Se refuerza el tema con la frase la libertad.
La libertad es:
- pétalo del mundo, corazón del hombre
- aroma de plata, madrugada sin tiempo
-columna en el océano y ala (vuelo) sobre tu América y la mía
El poeta se identifica plenamente con el libertador, la metáfora
se apodera de esta estrofa.
El tema está expuesto: Libertad – Simón Bolívar (Sujeto).
En la siguiente agrupación estrófica: La construcción He arado
en el mar expresa el desaliento del libertador, pero para nuestro
poeta, la palabra arado significa surco- siembra y mar- espacio
abierto- grandeza, pues su ejemplo ha cundido por toda América
y ha llegado hasta el poeta “no puedo olvidar el aire que respiro,
ni tu delirio, ni tu brazo y su centella”.
Reiteraciones expresadas por medio de construcciones metafóricas, comparaciones imágenes, personificaciones refuerzan el
tema de la obra literaria, el tema es constante.
En la estrofa que sigue se da el tema: el encuentro con la
América del Sur (El sueño de Bolívar fue ver una América unida).
Para ello, el poeta solicita su mirada, su sangre faenosa, trabajadora incansable, con personificaciones: “Sangre que tiene voz
unidad 4
en las flores, en las plantas, en el llanto” y cierra con el verso
“en el grito que tú nos enseñaste”, con el que quiere significar
el poeta que su deseo ha llegado a esta América.
En las estrofas que siguen continúa el tema de la unificación americana y el poeta hace suyo el sueño de libertad,
de la grandeza para su país, con el que justifica el motivo de
su carta. También él como aquel a quien se dirige desea la
libertad para su país, para su América... “Yo te escribo esta
carta, Simón / y me prosterno/ hasta rozar tu nombre con
la frente/ y te escribo/ y te recuerdo... Desde mi ignorado
Paraguay/ aquí está mi patria en el sur/ azotado por siglos de
castigo/ perdida en el viejo silencio”. Y varias otras reiteraciones para calificar a su país “pobre, sufrido, pero aromado
de azahares y música”.
En la penúltima estrofa, el autor se identifica con el libertador,
ambos él como aquél Simón Bolívar pregonan la libertad, el bienestar
para todos los pueblos de América...
Concluye este extenso poema con una oración desiderativa
coordinada que contiene la intención, el deseo ferviente de que
esa energía trasmitida, infunda esperanzas de un mañana mejor,
más venturoso.
La idea de fuego y fuerza están unidos en el poema y cierran
este texto con estos versos:
“¡Que tu condición de fuego
nos señale y ocupe
en la hora del combate
final!”
ACTIVIDADES
Trabajamos en clase
1- Hemos explicado el poema y solicitamos de ustedes el análisis de estos puntos:
- ¿En qué versos identificamos el tema de la unidad? “Conflicto de valores a partir
del contacto de culturas”, los transcribimos.
2- Reemplazamos estas expresiones por otra expresión sinónima.
“después de la derrota”
“frío en la aguda cordillera”
“puño trozador”
“cruces que acechan”
3- Explicamos el significado de estas frases:
- Sigues recorriendo América como una sangre pura
- crisol de fiebre y música
- este cielo entregado de tu América y la mía
- en una afilada fragancia de sombras y azahares, y de fáciles cuchillos
Teoría literaria
Verso libre: No está sujeto a rima
ni a la regular distribución de
acentos y pausas, ni a las exigencias del cómputo silábico de la
métrica tradicional. Se centra en
la consecución de un ritmo interno basado en ciertas recurrencias
de orden lógico, repetición de
palabras y estructuras sintácticas.
Responde al deseo de dar rienda
suelta a la inspiración poética, al
margen de las normas métricas.
4- Trabajo domiciliario. Para ser entregado y corregido.
- Los versos del poema son libres. Esto quiere decir que no están sujetos a medida.
Las pausas son variables y el ritmo está dado por la forma del contenido.
- Seleccionamos la penúltima estrofa para analizar los versos que la integran. Informamos brevemente el trabajo en media página.
- Escritura: Inferimos una conclusión sobre el poema “Carta a Simón Bolivar”. En ella
exponemos mensajes del texto y agregamos nuestra opinión personal sobre la libertad
y el bienestar para todos.
5- Escribimos:
- Un texto argumentativo sobre uno de estos temas. Necesidad de la unión americana
para hacer frente a intereses foráneos.
91
unidad 4
Lengua Castellana y Literatura 3
INSOMNIO
de Gerardo Diego, español
Gerardo Diego
(1896-1987)
Poeta, catedrático de Lengua y
Literatura en Institutos de Soria,
Santander y Madrid. En 1925,
obtuvo el Premio Nacional de
Literatura con Alberti. Organizó
una importante Antología en que
recogió la obra de los poetas del
27. A partir de 1947 es miembro
de la Real Academia Española.
En 1979, se le otorgó el Premio
Cervantes.
Diego es considerado una de las
figuras más representativas de la
generación del 27.
Se inició como poeta con El romancero de la novia (1920) obra
con influencias de Juan Ramón
Jiménez y su aprecio por las
formas tradicionales.
Imagen (1920) y Manual de espuma (1927) resultado de su
incursión dentro del Creacionismo. Alondra de Verdad (1930)
Primera Antología (1941) Biografía Incompleta (1953) Paisaje
con figuras (1956) y La Suerte o la
muerte (1963).
Una gran maestría técnica, un
gran conocimiento de recursos
del verso y del lenguaje caracterizan su obra.
11A
11B
11B
11A
Tú y tu desnudo sueño. No lo sabes
Duermes. No. No los sabes. Yo en desvelo
Y tú, inocente, duermes bajo el cielo
Tú por tu sueño y por el mar las naves.
11A
11B
11B
11A
En cárceles de espacio, aéreas llaves
Te me encierran, recluyen, roban. Hielo,
Cristal de aire en mil hojas. No. No hay vuelo
que alcance hasta ti las alas de mis aves
11C
11C
11D
saber que duermes tú, cierta, segura
cauce fiel de abandono, línea pura
tan cerca de mis brazos maniatados
11E
11D
11E
Qué pavorosa esclavitud de isleño
Yo insomne, loco, en los acantilados
las naves por el mar, tú por tu sueño.
El Soneto que nos ocupa forma parte de Alondra de Verdad (1930).
Como todo soneto, son catorce versos distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos.
Los versos son endecasílabos.
La rima de los cuartetos: ABBA.
Los tercetos riman: CCD EDE, no siguen los esquemas usuales.
Camino hacia la lectura
¿Con qué palabras se relacionan los vocablos insomnio, insomne, sonnolencia?
¿Con qué palabra se asocian estos vocablos?
cárceles - llave - maniatados
¿Por qué son sinónimos los verbos encierran y recluyen?
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Leamos este texto que explica las claves del contenido de cada
estrofa.
En la primera estrofa, el poeta describe la situación: el tú a quien se dirige, la amada duerme,
mientras él está en desvelo. Él desconoce la angustia, el tormento o sigue durmiendo.
El emisor no logra comunicarse con la amada. Eso lo angustia. Esta imposibilidad da lugar a varias
metáforas en el segundo cuarteto, las visiones de la incomunicación, que son los obstáculos que le
impiden llegar hasta ella.
“Amada durmiente”. El desconocimiento expresado en el primer terceto concluye con la frase
final, intensa, desesperada “Tan cerca, de mis brazos maniatados”.
En el último terceto, aparece con variantes el verso cuarto, que contribuye para otorgar intensidad
al texto “Las naves por el mar tú por tu sueño”.
La incomunicación entre la amada y el poeta
Conflicto planteado:
él insomne, ella despierta
El tema se da por medio de la antítesis ya en el primer cuarteto, segundo verso Duermes Yo desvelo
No lo sabes. Saber qué, del que parte el poeta.
El ritmo entrecortado que la yuxtaposición de breves oraciones crea, sirve para forjar la desazón:
Duermes. No lo sabes. Yo desvelo
En el verso «Y tú, inocente, duermes bajo el cielo». Se funden sueño y desconocimiento. Si nos
fijamos en el cuarto verso “Tú por tu sueño y por el mar las naves”, constituyen un paralelo; navegar
y sueño de la amada se emparejan: navegar y sueño = ausencia.
92
Lengua Castellana y Literatura 3
unidad 4
Las metáforas del segundo cuarteto: Cárceles del espacio, aéreas llaves, Te me encierras, recluyen, roban/ Hielo, cristal del aire en mil hojas. No. No hay vuelo que alcance hasta ti las alas
de mis aves para expresar la incomunicación con la amada que atormenta al poeta. El espacio y el
aire no representan la libertad sino la prisión. El sueño, aérea navegación le roba a la amada. No hay
vuelo, el vuelo, es imposible para el poeta.
La suavidad otorgada por la aliteración de aes y de eles (“alce, hasta, las alas, aves) las alas de
mis aves, son las que ahora no pueden alzarse hasta ella.
El primer terceto dedicado al dormir de la amada, al fluir del inconsciente durante el sueño –
cauce fiel de abandono, línea pura – El último verso tan cerca de mis brazos maniatados expresa la
imposibilidad del poeta de llegar hasta ella, ahora es él, el prisionero: la tiene junto a él pero no
puede llegar hasta ella.
El último terceto contiene la explosión final: la incomunicación Que pavorosa esclavitud de isleño. La metáfora esclavo, en una isla sin playa, en los acantilados sin poder llegar al mar por donde
siguen navegando la amada por su sueño, y las naves por el mar.
Conclusión
El poeta grita en su desesperación; él por su desvelo, ella por su sueño sin un posible
encuentro. El último verso: el sueño tranquilo de ella, su navegar onírico es aceptado por el
poeta y la serenidad se asienta en él. La imposible comunicación, el imposible encuentro.
Después de concluír el análisis, elaboramos un esquema con los núcleos semánticos
o ideas esenciales de cada estrofa.
Presentamos nuestro trabajo para ser evaluado por el docente.
CAMPO REFERENCIAL
El texto como obra abierta y sus diferentes planos
Recordemos que el texto es una unidad estructurada. El lector debe ver la interrelación de
los elementos que lo componen para entenderlo. En primer lugar debe leerlo en su totalidad para
aprehender su unidad. El texto se destacará con sus límites; el blanco de las páginas lo enmarcará,
y cobrará sentido el entramado, los elementos que lo forman si en este primer acercamiento, tras
su lectura, hace que éste cobre sentido a los ojos del lector. La última palabra la cierra en forma
definitiva. Cualquier cambio puede alterar el sentido.
Sabemos que toda palabra cobra sentido en su contexto (el que hay que determinar y completar). Para comentar el texto es indispensable la lectura completa del mismo. Cuando el texto es
literario es probable que en la lectura inicial las palabras surjan aparentemente sin sentido como el
término «insomne», por ejemplo, acaso en un poema, es difícil asociarlo a situaciones conocidas; pero
a medida que se lee esa oscuridad inicial irá desapareciendo, una vez que el lector ha comprendido
lo que significa cada palabra en el texto que está leyendo.
En segundo lugar, como no hay un método único y, como ya se ha comprendido el texto, se adoptará aquel método que se seguirá, según los pasos señalados.
En el trabajo, hemos seguido los siguientes pasos:
- Determinación de la estructura y descripción.
- Identificación del tema en el texto.
- Reconocimiento:
- En el plano fónico: rima, efectos de la rima, aliteración, repeticiones;
- En el semántico: significado de las palabras, connotaciones, exploración de las posibilidades del
Insomne: Que no duerme.
Acantilados: Costa cortada verticalmente. Escarpa casi vertical
de un terreno.
93
unidad 4
Lengua Castellana y Literatura 3
lenguaje que se revelan en el uso de imágenes, comparaciones.
- En el plano sintáctico: la elipsis y la síntesis, y su implicación en el poema.
Por último, el texto debe situarse en su contexto. No se puede analizar un poema de un autor sin
ubicarlo en la obra a la cual pertenece y sin situar a éste en su ámbito temporal y literario.
Comentar un texto del Renacimiento (Edad de oro) supone conocimientos previos indispensables.
El poeta contemporáneo tiene en cambio la libertad para hablar de sí o no hacerlo, para vincularse
con una tradición literaria o no.
El texto se ofrece como una obra abierta, para que el lector recree con su lectura. Comentar uno
u otro tipo de obras, nos obligará a seguir caminos diferentes. En una obra en prosa se carece de
marco previo que ofrece la versificación. Los procedimientos de análisis deben acomodarse a cada
tipo de texto.
Camino hacia la lectura
¿Te gustaría saber más sobre Nicolás Guillén, el poeta cubano, el porqué del nombre de versos
mulatos?
Comentamos sobre el significado de la palabra mulato.
Discutimos sobre lo que se entiende por la palabra mestizo.
LA PRODUCCIÓN POÉTICA DE NICOLÁS GUILLÉN
Nicolás Guillén
(1902-1989)
Es una de la figuras más representativa de la llamada “poesía
negra” centroamericana y “poeta
nacional” de la isla por su producción literaria, ligada a la cultura
afrocubana. Cursó estudios de
Derecho en La Habana, que
abandonó para dedicarse al
periodismo. En su ciudad natal,
trabajó como redactor y tipógrafo
de «El Camagueyano», en cuyas
páginas publicó sus primeros
trabajos poéticos. Regresó a la
capital en 1925, allí participó
activamente en la vida cultural
y política de protesta. En 1937
ingresó en el Partido Comunista
de Cuba fundado por su amigo R.
Martínez Villena. Conoció a Pablo
Neruda, Rafael Alberti y Federico
García Lorca.
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Los versos mulatos. El espíritu de Cuba es mestizo.
Se inició en el pos modernismo que luego abandonará para participar de la línea realista de los
movimientos de Vanguardia cubanos, cultivando como ninguno la llamada poesía negra o antillana.
Desde su condición de mulato, pudo expresar con particular sentido rítmico, la temática del mestizaje en un ambiente social-político donde imperaba la opresión y servidumbre sufridas por el pueblo.
Su primera publicación tituló “Motivos de son” (1930) contiene ocho poemas que reproducen el
habla del negro, donde, generalmente no se pronuncian las consonantes finales entre las que se hallan
la “s”, “ll”, a”, n” (finales), o se eliminan sonidos, así la “v” sustituida por “b”, la “ll” por “y”, como
se puede visualizar en este fragmento.
Camina, negra, y no yore,
Be p’ayá,
Camina, y no yore, negra,
Ben p’acá,
Camina, negra, Camina,
¡que hay que tené boluntá!
(“Hay que tené boluntá!)
En Songoro Cosongo (1931) el poeta cubano abandona las formas oralizantes optando por un
lenguaje más castellano. Guillén incorpora un proyecto estético, ideológico para la poesía mediante
la temática mestiza y el sincretismo religioso cristiano–yoruba.
La propuesta aparece en el prólogo del libro, uno de los pocos documentos en defensa de la poesía
mestiza donde reconoce que su público es el pueblo de Cuba, lo llamó “versos mulatos”, pues “el
espíritu de Cuba es mestizo”.
Songoro Cosongo reúne poemas en los que son evidentes algunos de los rasgos de su lírica anterior
«motivos de son», como la onomatopeya.
Mayombe – bombe – mayombé!
Mayombe – bombe – mayombé!
Mayombe – bombe – mayombé!
West Indies Limited (1934) obra en la que se alejó del mero ejercicio rítmico para incorporar la
protesta política y antiimperialista. El poema más conocido del libro es Balada de los Dos Abuelos en
donde se observa la madura aceptación de lo africano y lo español en una misma sangre. En poemas
como Sensemaya y La muerte del Negro se inspiró en ritos y creencias africanos.
En su obra «España» (1937), Nicolás Guillén siente la lejana voz de sus antepasados españoles y
se convierte en el poeta de la democracia, en la obra expresa la angustia de una nación muriéndose
en medio de luchas internas. En El son entero (1947) el poeta sigue conservando el elemento rítmico
que fue cediendo en beneficio de un tono más elevado y ambicioso, La paloma de vuelo popular
(1958) mantiene las mismas características que la anterior.
Sus poesías de corte revolucionario se hallan en Antología mayor (1964), en los que expresó su
Lengua Castellana y Literatura 3
compromiso con la revolución cubana y los necesitados. Se hizo eco
de poemas de corte neorrománticos e inquietudes metafísicas del
momento en Tengo (1964), en el cual manifiesta su alegría por la
Cuba revolucionaria Poemas de amor, que apareció el mismo año
(1964).
Otros títulos: El gran Zoo (1967), La rueda dentada (1972),
El diario de a diario (1972), Poemas para niños y mayores de edad
(1977) donde siguió demostrando su gran capacidad creadora
unidad 4
Guillén es sin duda un clásico, ya que ha logrado el
control de su técnica, y el conocimiento profundo
del arte poética.
Rasgos estilísticos
Entre los peculiares de esta poesía negra sobresalen: una sencillez evocadora de los ritmos de la danza negra, la sencillez de
recursos estilísticos, la relevancia de los valores acústicos de la lengua con sus virtualidades sugeridoras y rítmicas, la presencia del
léxico afro negroide y de topónimos. La rima ayuda a la métrica, lo que intensifica las resonancias propias de la danza negra.
Los temas predominantes en este poeta giran sobre la afirmación social del negro, la esclavitud, el rechazo de la civilización
europea, la toma de conciencia del ser negro, el descubrimiento del hombre y la mujer mulato/a y el sentimiento de inferioridad.
Negrismo:
Término con el que se reconoce a un
movimiento literario surgido en la segunda década del siglo XX en América del Sur
(también en EE.UU.) que convierte al negro
y su problemática humana, especialmente
social, en el centro de sus preocupaciones
y de su creación estética.
Sin embargo, el tema del negro tiene
antecedentes en ciertos poetas del siglo
de oro como Gil Vicente, Lope de Vega y
Quevedo, y en escritores hispanoamericanos de los siglos XVII al XIX. Silvestre de
Balboa, (1536, 1649) y los cubanos Domingo del Monte (1804–1853) y J.F. Manzano
(1797–1854) que era negro y esclavo.
Es a partir de los años veinte de este
siglo cuando se desarrolla plenamente el
negrismo y es en la poesía lírica donde se
da la mayor expresión.
Jitanjáfora:
Término aplicado por Alfonso Reyes en su libro “La experiencia literaria” (1942), a un tipo de composición poética constituida por palabras
o expresiones, la más de las veces inventadas, carentes de significado
en sí mismas, y cuya función poética radica en sus valores fónicos que
pueden cobrar sentido en relación con el texto adjunto.
En la literatura hispanoamericana hay constancia de la utilización de
la Jitanjáfora en Palos Matos, Nicolás Guillén, V. Huidobro entre otros.
Pueden aparecer como Jitanjáfora pura o en forma de Onomatopeya.
En Nicolás Guillén se construyen, a veces, a base de topónimos
africanos o con voces afronegroides que actúan como puro significantes
que otorgan, no obstante, una melodía de eco africano al texto.
“Bombe soy, soy lucumí,
mandinga, congo, carabalí.”
“Mayombe-bombe-mayombe”
La Jitanjáfora se diferencia, tanto de la onomatopeya en la que el
significante imita o reproduce fónicamente alguna acción o cualidad
del referente que evoca al tic-tac del reloj y al Ki-Ki-ri-Ki del gallo, etc.
Estébanez Caderón, D.
Diccionario de términos literarios 2001, p 587.
ACTIVIDADES
1- Te ofrecemos el poema de Sensemayá en donde se combinan ritmo y sonoridad del verso. Identificamos en él la
onomatopeya, y la Jitanjáfora. Estudiamos las resonancias rítmicas y el verso agudo del poema. Sensemayá es un canto
para matar una culebra. Acompañamos con movimientos nuestra lectura oral.
Sensemayá
Mayombe – bombe – mayombé!
Mayombe – bombe – mayombé!
Mayombe – bombe – mayombé!
La culebra tiene ojos de vidrio;
La culebra viene, y se enreda en un palo;
Con sus ojos de vidrio, en un palo,
Con sus ojos de vidrio.
La culebra camina sin patas;
La culebra se esconde en la yerba;
Caminando se esconde en la yerba;
¡caminando sin patas!
Mayombe
Mayombe
Mayombe
Mayombe
–
–
–
–
bombe
bombe
bombe
bombe
–
–
–
–
mayombé!
mayombé!
mayombé!
mayombé!
Tú le das con el hacha, y se muere;
¡dale ya!
No le des con el pie, que te muerde,
¡no le des con el pie, que se va!
Sensemayá, la culebra,
Sensemayá.
95
unidad 4
Lengua Castellana y Literatura 3
Sensemayá, con sus ojos,
Sensemayá.
Sensemayá, con su lengua,
Sensemayá.
Sensemayá, con su boca,
Sensemayá.
La culebra muerta no puede comer;
La culebra muerta no puede silbar:
No puede caminar,
¡no puede correr!
La culebra muerta no puede mirar;
La culebra muerta no puede beber;
No puede respirar,
¡No puede morder!
Mayombe – bombe – mayombé!
Sensemayá, la culebra
Mayombe – bombe – mayombé!
Sensemayá, no se mueve;
Mayombe – bombe – mayombé!
Sensemayá, la culebra
Mayombe – bombe – mayombé!
Sensemayá, se murió!...
2- Leemos atentamente para responder a los puntos que siguen.
- ¿Qué tipo de sonoridad y ritmo se perciben en las estrofas del poema?
- ¿Qué significados se le atribuye a la culebra?
- ¿Qué relación se puede establecer entre la culebra y el hombre.
- ¿En qué contexto se da esta obra poética? ¿En qué reside el encuentro de culturas? ¿Existe conflicto?
3 - Con ayuda del profesor de Guaraní, leemos un poema del poeta paraguayo Ramón Silva, luego lo comparamos con el
texto de Guillen Sensemayá, en los siguientes aspectos: fónico y lírico1. Evaluamos oralmente nuestras respuestas.
4Leemos atentamente el poema y tratamos de identificar las características del negrismo, el motivo, los rasgos de
estilo. Los comentamos brevemente en no más de una página.
Canto Negro
¡Yambambó, yambambé!
Repica el congo Solongo
Repica el negro bien negro,
Congo solongo de songo,
Baila yambó sobre un pie.
Mamatomba,
El negro canta y se va.
Acuememe serembó,
Aé,
Yambó,
Aé.
Tamba, tamba, tamba, tamba,
Tamba del negro que tumba:
¡Yamba, yambó, yambambé!
Sembe cuserembá
El negro canta y se ajuma,
El negro se ajuma y canta,
Nicolás Guillén.
La identificación con el destino
EL SUR
de Jorge Luis Borges, argentino
(1) Fónico: mundo sonoro, distribución de sonidos onomatopéyicos.
Lírico: lo referente a lo poético y
al sentimiento.
Estructural: referente a la construcción del poema.
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El hombre que desembarcó en Buenos Aires en 1871 se llamaba Johannes Dahlmann y
era pastor de la iglesia evangélica; en 1939, uno de sus nietos, Juan Dahlmann, era secretario
de una biblioteca municipal en la calle Córdoba y se sentía hondamente argentino. Su abuelo
materno había sido aquel Francisco Flores, del 2 de Infantería de línea, que murió en la frontera
de Buenos Aires, lanceado por indios de Catriel; en la discordia de sus dos linajes, Juan Dahlmann (tal vez a impulso de la sangre germánica) eligió el de ese antepasado romántico, o de
muerte romántica. Un estuche con el daguerrotipo de un hombre inexpresivo y barbado, una
vieja espada, la dicha y el coraje de ciertas músicas, el hábito de estrofas del Martín Fierro, los
años, el desgano y la soledad, fomentaron ese criollismo algo voluntario, pero nunca ostentoso.
A costa de algunas privaciones, Dahlmann había logrado salvar el casco de una estancia en el
Sur, que fue de los Flores; una de las costumbres de su memoria era la imagen de los eucaliptos
balsámicos y de la larga casa rosada que alguna vez fue carmesí. Las tareas y acaso la indolencia
lo retenían en la ciudad. Verano tras verano se contentaba con la idea abstracta de posesión y
Lengua Castellana y Literatura 3
con la certidumbre de que su casa estaba esperándolo, en un sitio preciso de la llanura. En los
últimos días de febrero de 1939, algo le aconteció.
Ciego a las culpas, el destino puede ser despiadado con las mínimas distracciones. Dahlmann
había conseguido, esa tarde, un ejemplar descalabrado de Las Mil y una Noche de Weil; ávido
de examinar ese hallazgo, no esperó que bajara el ascensor y subió con apuro las escaleras; algo
en la oscuridad le rozó la frente: ¿un murciélago, un pájaro? En la cara de la mujer que abrió la
puerta vio grabado el horror, y la mano que se pasó por la frente salió roja de sangre. La arista de
un batiente recién pintado que alguien se olvidó de cerrar le había hecho esa herida. Dahlmann
logró dormir, pero a la madrugada estaba despierto y desde aquella hora el sabor de todas las
cosas fue atroz. La fiebre lo gastó y las ilustraciones de Las Mil y Una Noches sirvieron para decorar
pesadillas. Amigos y parientes lo visitaban y con exagerada sonrisa le repetían que lo hallaban
muy bien. Dahlmann los oía con una especie de débil estupor y le maravillaban que no supieran
que estaba en el infierno. Ocho días pasaron, como ocho siglos. Una tarde, el médico habitual
se presentó con un médico nuevo y lo condujeron a un sanatorio de la calle Ecuador, porque era
indispensable sacarle una radiografía. Dahlmann, en el coche de plaza que los llevó, pensó que
en una habitación que no fuera la suya podría, al fin, dormir. Se sintió feliz y conversador; en
cuanto llegó, lo desvistieron, le raparon la cabeza, lo sujetaron con metales a una camilla, lo
iluminaron hasta la ceguera y el vértigo, lo auscultaron y un hombre enmascarado le clavó una
aguja en el brazo. Se despertó con náuseas, vendado, en una celda que tenía algo de pozo y en
los días y noches que siguieron a la operación pudo entender que apenas había estado, hasta
entonces, en un arrabal del infierno. El hielo no dejaba en su boca el menor rastro de frescura.
En esos días, Dahlmann minuciosamente se odió; odió su identidad, sus necesidades corporales,
su humillación, la barba que le erizaba la cara. Sufrió con estoicismo las curaciones que eran
muy dolorosas, pero cuando el cirujano le dijo que había estado a punto de morir de una septicemia, Dahlmann se echó a llorar, condolido de su destino. Las miserias físicas y la incesante
previsión de las malas noches no le habían dejado pensar en algo tan abstracto como la muerte.
Otro día, el cirujano le dijo que estaba reponiéndose y que, muy pronto, podría ir a convalecer
a la estancia. Increíblemente, el día prometido llegó.
A la realidad le gustan las simetrías y los leves anacronismos; Dahlmann había llegado al
sanatorio en un coche de plaza y ahora un coche de plaza lo llevaba a Constitución. La primera
frescura del otoño, después de la opresión del verano, era como un símbolo natural de su destino
rescatado de la muerte y la fiebre. La ciudad, a las siete de la mañana, no había perdido ese
aire de casa vieja que le infunde la noche; las calles eran como largos zaguanes, las plazas como
patios. Dahlmann la reconocía con felicidad y con un principio de vértigo; unos segundos antes
de que las registraran sus ojos, recordaba las esquinas, las carteleras, las modestas diferencias
de Buenos Aires. En la luz amarilla del nuevo día, todas las cosas regresaban a él.
Nadie ignora que el Sur empieza del otro lado de Rivadavia. Dahlmann solía repetir que
ello no es una convención y que quien atraviesa esa calle entra en un mundo más antiguo y más
firme. Desde el coche buscaba entre la nueva edificación, la ventana de rejas, el llamador, el
arco de la puerta, el zaguán, el íntimo patio.
En el hall de la estación advirtió que faltaban treinta minutos. Recordó bruscamente
que en un café de la calle Brasil (a pocos metros de la casa de Yrigoyen) había un enorme gato
que se dejaba acariciar por la gente, como una divinidad desdeñosa. Entró. Ahí estaba el gato,
dormido. Pidió café, la endulzó lentamente, la probó (ese placer le había sido vedado en la clínica)
y pensó, mientras alisaba el negro pelaje, que aquel contacto era ilusorio y que estaban como
separado por un cristal, porque el hombre vive en el tiempo, en la sucesión, y mágico animal,
en la actualidad en la eternidad del instante.
A lo largo del penúltimo andén el tren esperaba. Dahlmann recorrió los vagones y dio con
uno casi vacío. Acomodó en la red la valija, cuando los coches arrancaron, la abrió, y sacó, tras
alguna vacilación, el primer tomo de las Mil y Una Noches. Viajar con este libro, tan vinculado
a la historia de su desdicha, era una afirmación de que esa desdicha había sido anulada y un
desafío alegre y secreto a las frustradas fuerzas del mal.
A los lados del tren, la ciudad se desgarraba en suburbios; esta visión y luego la de
jardines y quintas demoraron el principio de la lectura. La verdad es que Dahlmann leyó poco;
la montaña de piedra imán y el genio que ha jurado matar a su bienhechor eran, quién lo niega,
maravillosos, pero no mucho más que la mañana y que el hecho de ser. La felicidad lo distraía
de Shahrazad y de sus milagros superfluos; Dahlmann cerraba el libro y se dejaba simplemente
vivir.
El almuerzo (con el caldo servido en boles de metal reluciente como en los ya remotos
veraneos de la niñez) fue otro goce tranquilo y agradecido.
Mañana me despertaré en la estancia, pensaba, y era como si a un tiempo fuera dos
hombres: el que avanzaba por el día otoñal y por la geografía de la patria, y el otro, encarcelado
en un sanatorio y sujeto a metódicas servidumbres. Vio casas de ladrillo sin revocar, esquinadas
y largas, infinitamente mirando pasar los trenes; vio jinetes en los terrosos caminos; vio zanjas
y lagunas y hacienda; vio largas nubes luminosas que parecían de mármol, y todas estas cosas
unidad 4
Jorge Luis Borges
(1899 -1986)
Nació en Buenos Aires el 24 de
agosto de 1899. Su figura se
ha convertido en un hito de la
literatura argentina y, por qué
no decirlo, de la continental. Sus
biógrafos lo describen como
un hombre tímido, de sonrisa
radiante, ojos límpidos y a quien
le gusta hablar con rapidez.
Desciende de una culta y acomodada familia que le ofreció
una esmerada formación. Sus
conocimientos y erudición son
conocidos. Su afición por las
letras la inició desde muy temprano como escritor.
“Durante muchos años yo creí
haberme criado en un suburbio
de Buenos Aires, un suburbio de
calles aventuradas y de ocasos
visibles. Lo cierto es que me crié
en un jardín, detrás de un largo
muro, y en una biblioteca de
limitados libros ingleses”.
97
unidad 4
Viaja a España. Durante su estadía en Madrid tuvo ocasión de
relacionarse con los integrantes
del entonces movimiento de
Vanguardia, reunidos en torno a
la revista Ultra, por eso llamados
Ultraístas. Los mismos estaban
afanados en combatir los excesos
del modernismo rubendariano
y fueron los renovadores de la
poesía española pero, como
se sabe, el movimiento fue de
escasa duración. Cuando Borges
lo trae a Buenos Aires ya estaba
en franca decadencia.
En 1912 regresa a Buenos Aires
e introduce en el ámbito literario el “ultraísmo” y publica en
revistas las características del
movimiento.
Con Macedonio Fer-nández,
quien influyera notablemente en
él, funda la revista “Proa” (1922).
Con esta se inicia la literatura
argentina contemporánea, integrada por escritores nacidos
alrededor de 1900. Otro grupo
conocido es el “Martinfierrista”,
grupo que recibió ese nombre
por el vocero del grupo la revista
Martín Fierro.
En 1925 publica Luna de enfrente,
Inquisiciones (ensayos), y al año
siguiente, 1926, El tamaño de
mis esperanzas; estas primeras
publicaciones un tanto retóricas y grandilocuentes todavía,
son exponentes de la época de
iniciación.
Completa este ciclo: El idioma de
los argentinos.En 1935, Historia
universal de la Infamia e Historia
de la eternidad, obras que marcan
notables avances en su evolución
literaria. La primera reúne una
serie de interesantes anécdotas
pintorescas; la segunda viene a
ser un exponente de lo que será
más adelante el estilo borgeano.
Trabaja incansablemente.
En
1937 edita con Bioy Casares Antología de la literatura fantástica y
otra de la poesía argentina, 1941.
También en 1941, su primera
98
Lengua Castellana y Literatura 3
casuales, como sueños de la llanura. También creyó reconocer árboles y sembrados que no hubiera podido nombrar, porque su directo conocimiento de la campaña era harto inferior a su
conocimiento nostálgico y literario,
Alguna vez durmió y en sus sueños estaba el ímpetu del tren. Ya el blanco sol intolerable
de las doce del día era el sol amarillo que precede al anochecer y no tardaría en ser rojo. También el coche era distinto; no era el que fue en Constitución, al dejar el andén; la llanura y las
horas lo habían atravesado y transfigurado. Afuera la móvil sombra del vagón se alargaba hacia
el horizonte. No turbaban la tierra elemental ni poblaciones ni otros signos humanos. Todo era
vasto, pero al mismo tiempo era íntimo y, de alguna manera, secreto. En el campo desaforado,
a veces no había otra cosa que un toro. La soledad era perfecta y tal vez hostil, y Dahlmann
pudo sospechar que viajaba al pasado y no sólo al Sur. De esa conjetura fantástica lo distrajo el
inspector, que, al ver su boleto, le advirtió que el tren no lo dejaría en la estación de siempre sino
en otra, un poco anterior y apenas conocida por Dahlmann. (El hombre añadió una explicación que
Dahlmann no trató de entender ni siquiera de oír, porque el mecanismo de los hechos no le importaba).
El tren laboriosamente se detuvo, casi en medio del campo. Del otro lado de las vías quedaba
la estación, que era poco más que un andén con un cobertizo. Ningún vehículo tenían, pero el jefe
opinó que tal vez pudiera conseguir uno en un comercio que le indicó a unas diez, doce, cuadras.
Dahlmann aceptó la caminata como una pequeña aventura. Ya se había hundido el sol, pero
un esplendor final exaltaba la viva y silenciosa llanura, antes de que la borrara la noche. Menos para
no fatigarse que para hacer durar esas cosas, Dahlmann caminaba despacio, aspirando con grave
felicidad el olor del trébol.
El almacén, alguna vez, había sido punzó, pero los años habían mitigado para su bien ese color
violento. Algo en su pobre arquitectura le recordó un grabado en acero, acaso de una vieja edición
de Pablo y Virginia. Atados al palenque había unos caballos. Dahlmann, adentro, creyó reconocer al
patrón; luego comprendió que lo había engañado su parecido con uno de los empleados del sanatorio.
El hombre, oído el caso, dijo que le liaría atar la jardinera; para agregar otro hecho a aquel día y para
llenar ese tiempo, Dahlmann resolvió comer en el almacén.
En una mesa comían y bebían ruidosamente unos muchachones, en los que Dahlmann, al
principio, no se fijó. En el suelo, apoyado en el mostrador, se acurrucaba, inmóvil como una cosa,
un hombre muy viejo. Los muchos años lo habían reducido y pulido como las aguas a una piedra o
las generaciones de los hombres a una sentencia. Era oscuro, chico y reseco, y estaba como fuera
del tiempo, en una eternidad. Dahlmann registró con satisfacción la vincha, el poncho de bayeta, el
largo chiripá y la bota de potro y se dijo, rememorando inútiles discusiones con gente de los partidos
del Norte o con entrerrianos, que gauchos de esos ya no quedan más que en el Sur.
Dahlmann se acomodó junto a la ventana. La oscuridad fue quedándose con el campo, pero
su olor y sus rumores aún le llegaban entre los barrotes de hierro. El patrón le trajo sardinas y después
carne asada; Dahlmann las empujó con unos vasos de vino tinto. Ocioso, paladeaba el áspero sabor
y dejaba errar la mirada por el local, ya un poco soñolienta. La lámpara de kerosén pendía de uno
de los tirantes; los parroquianos de la otra mesa eran tres: dos parecían peones de chacra; otro, de
rasgos achinados y torpes, bebía con el chambergo puesto. Dahlmann, de pronto, sintió un leve roce
en la cara. Junto al vaso ordinario de vidrio turbio, sobre una de las rayas del mantel, había una bolita
de miga. Eso era todo, pero alguien se la había tirado.
Los de la otra mesa parecían ajenos a él. Dahlmann, perplejo, decidió que nada había ocurrido y abrió el volumen de Las Mil y Una Noches, como para tapar la realidad. Otra bolita lo alcanzó
a los pocos minutos, y esta vez los peones se rieron, Dahlmann se dijo que no estaba asustado, pero
que sería un disparate que él, un convaleciente, se dejara arrastrar por desconocidos a una pelea
confusa. Resolvió salir; ya estaba de pie cuando el patrón se le acercó y lo exhortó con voz alarmada:
-Señor Dahlmann, no les haga caso a esos mozos, que están medio alegres.
Dahlmann no se extrañó de que el otro, ahora, lo conociera, pero sintió que estas palabras
conciliadoras agravaban, de hecho, la situación. Antes, la provocación de los peones era a una cara
accidental, casi a nadie; ahora iba contra él y contra su nombre y lo sabrían los vecinos. Dahlmann
hizo a un lado; el patrón, se enfrentó con los peones les preguntó qué andaban buscando.
El compadrito de la cara achinada se paró, tambaleándose. A un paso de Juan Dahlmann, lo
injurió a gritos, como si estuviera muy lejos. Jugaba a exagerar su borrachera y esa exageración era
una ferocidad y una burla. Entre malas palabras y obscenidades, tiró al aire un largo cuchillo, siguió
con los ojos, lo barajó, e invitó a Dahlmann a pelear. El patrón objetó con trémula voz que Dahlmann
estaba desarmado. En ese punto, algo imprevisible ocurrió.
Desde un rincón, el viejo gaucho extático, en el que Dahlmann vio una cifra del Sur (del Sur
que era suyo), le tiró una daga desnuda que vino a caer a sus pies. Era como si el Sur hubiera resuelto
que Dahlmann aceptara el duelo. Dahlmann se inclinó a recoger la daga y sintió dos cosas. La primera,
que ese acto casi instintivo lo comprometía a pelear. La segunda, que el arma, en su mano torpe, no
serviría para defenderlo, sino para justificar que lo mataran. Alguna vez había jugado con un puñal,
corno todos los hombres, pero su esgrima no pasaba de una noción de que los golpes deben ir hacia
arriba y con el filo para adentro. No hubieran permitido en el sanatorio que me pasaran estas cosas,
pensó.
Lengua Castellana y Literatura 3
—Vamos saliendo —dijo el otro.
Salieron, y si en Dahlmann no había esperanza, tampoco había temor. Sintió, al atravesar el
umbral, que morir en una pelea a cuchillo, a cielo abierto y acometiendo, hubiera sido una liberación
para él, una felicidad y una fiesta, en la primera noche del sanatorio, cuando le clavaron la aguja.
Sintió que si él, entonces, hubiera podido elegir o soñar su muerte, ésta es la muerte que hubiera
elegido o soñado.
Dahlmann empuña con firmeza el cuchillo, que acaso no sabrá manejar, y sale a la llanura.
Jorge Luis Borges, “El Sur”, en Ficciones. Buenos Aires, Ed. Emecé, 1972.
Camino hacia la lectura
• ¿De qué palabras derivan los términos criollismo, empuñar, condolido, ilusorio, puñal?
• ¿Qué entiendes por literatura fantástica?
• En vez de pulpería, ¿qué palabra se usa en nuestro país?
• Con estos vocablos tomados del texto construimos sintagmas nominales (frases): discordia, impulso, posesión, vértigo, gaucho, náuseas, estoicismo, bienhechor, rincón.
unidad 4
colección de cuentos: El jardín
de senderos que se bifurcan, los
cuentos de El Aleph (1949), un estudio sobre literatura gauchesca
en 1950. Dos obras importantes:
La muerte y la brújula (1951) y
Otras Inquisiciones (1952). En
1955 con Bioy Casares edita una
selección de Cuentos breves y
extraordinarios. En 1956 obtiene
el Premio Nacional de Literatura
y en 1961, compartió el Premio
Internacional de Editores con
Samuel Beckett. Otras obras son:
Elogio de la sombra, El informe de
Brodie (1970), El oro de los tigres.
Características de sus cuentos
Sus cuentos rompen los moldes clásicos. Combinan las formas más inesperadas: el
suspenso, el teorema, “mezcla la mofa y la metafísica, la realidad y el hecho apócrifo;
pone un cuento dentro de otro cuento”. Con Ficciones gana el “Premio de Honor de
la Sociedad de Escritores”.
“Borges propone la posibilidad de considerar a la eternidad como una especie de
dimensión inmanente”.
No fue un escritor popular; su extraordinaria cultura, sus conocimientos sobre
filosofía y temas mitológicos hacen de él un autor reservado para lectores selectos.
Ha sido propuesto en varias oportunidades para el Premio Nobel de Literatura.
Después de la revolución de 1955 ocupó el cargo de Director de la Biblioteca Nacional. En 1956 recibió el Premio Nacional de Literatura cuando ya se encontraba ciego.
Numerosas universidades del mundo le rindieron justiciero homenaje y le otorgaron
el título de Doctor “Honoris causa” como: la Universidad de los Andes de Colombia,
La de Cuyo, Oxford, Columbia, Michigan, Cincinati, Jerusalén, La Sorbona, Santiago
de Chile y Tucumán.
En 1973, abandonó la Biblioteca Nacional. En 1980 fue honrado con el Premio
“Cervantes” que lo compartió con el español Gerardo Diego. En los años subsiguientes
recibió condecoraciones de varios gobiernos europeos.
En 1986 viaja a Ginebra, se casa con su colaboradora María Kodama.Ese es su
viaje final. Allí muere el 14 de junio de 1986. Parecía presentir su muerte. Su poema
parece una profecía.
RESUMEN
El desarrollo de las acciones
Es la historia de un hombre de ciudad, Johannes Dahlmann, con una marcada propensión por el Sur, donde mantiene parte de una vieja estancia; allí halla la muerte,
en una tonta pelea.
“A costa de algunas privaciones había logrado salvar el casco de una estancia al sur,
que fue de Flores”.
El personaje Juan Dahlmann es un argentino de origen germano pero inclinado hacia
su ascendencia criolla. Se desempeña como Secretario de la Biblioteca Municipal en
donde lleva una vida sedentaria, alimentada por la autopromesa de un viaje al Sur.
“Las tareas y acaso la indolencia lo retenían en la ciudad verano tras verano; se
contentaba con la idea abstracta de posesión y con la certidumbre de que su casa
estaba esperándolo en un sitio preciso de la llanura. En los últimos días de febrero de
1939, algo le aconteció”.
Dahlmann consideraba al Sur como un “mundo más antiguo y más firme”.
Un accidente aparentemente tonto, un golpe recibido al azar, que configura el tema
del cuento y su significado, desemboca en una dolencia de gravedad que provoca su
traslado a un sanatorio donde el dolor y la fiebre lo hacen sufrir horrores. La fiebre lo
gastó y las ilustraciones de “Las Mil y Una Noches” sirvieron para decorar pesadillas.
La Segunda parte se inicia cuando Dahlmann deja el sanatorio para ir a reponerse
99
unidad 4
Lo fantástico en el cuento
“El Sur” pertenece a la literatura
fantástica. Borges explica los procedimientos de esta literatura: “la
obra de arte dentro de la misma
obra, la introducción del sueño
en la realidad que por ello queda
contaminada de fantasía, el viaje
en el tiempo es doble”.
En el cuento comentado, el sueño
o el ensueño y hasta el delirio
aparecen desde el momento en
que el personaje abandona el
sanatorio; el autor expresa a través de detalles y de expresiones
que la muerte se avecina como
esperando en la llanura, que tiene
mucho de fantástico.
Lengua Castellana y Literatura 3
en su estancia del Sur cumpliendo así con un deseo largamente acariciado a lo largo de
sus días, “su casa estaba esperándolo en un sitio preciso de la llanura”.
LOS PLANOS DEL RELATO
El plano temporal
El tiempo en “El Sur” es paralelo; en la primera parte encontramos fechas: “En los
últimos días de febrero”, “ocho días pasaron”, este contaje se pierde al iniciarse el
viaje al Sur.
Un tercer momento: el tren deja al protagonista en una estación anterior al lugar
de su destino, recorre unas pocas cuadras para llegar a un almacén donde es provocado
a una pelea por uno de los presentes.
El plano espacial
El viaje en tren y las alegres reminiscencias de su niñez por verdes llanuras y lo
que podría ser simple descripción de la pampa bonaerense adquiere eficacia simbólica:
-la vastedad del espacio y el tiempo en que las cosas son ellas mismas y al par no el
verdadero ser sino una apariencia o un sueño.
Plano psicológico
Si antes, el sanatorio fue una especie de infierno, ahora la llanura, tan amplia y al
mismo tiempo tan íntima, es la figura del universo en que el hombre vaga en soledad.
“El compadrito de la cara achinada se paró... lo injurió a gritos...”. La respuesta
no le llega a Dahlmann, alguien le tira una daga y en ello ve un emblema del sur, “del
sur que era suyo”. Siente que el puñal “en su mano torpe no serviría para defenderlo, sino para justificar que lo mataran”, y acepta serenamente, como una manera de
identificarse con su destino.
La voz narrativa
El narrador es omnisciente.
ANÁLISIS Y COMENTARIO
El Sur
El cuento está enmarcado por tres incidentes:
·
La presentación del protagonista: el golpe y la enfermedad;
·
El viaje de convalecencia a la estancia;
·
Una demora en la pulpería (que provoca su muerte)
Tema: el destino prefijado del personaje respondiendo al culto de la hombría y del coraje.
Materia de relato
·
Condición humana y destino, predestinación y muerte.
·
“El Sur”, cuento que pertenece al género fantástico. La realidad es interpretada
simbólicamente.
ACTIVIDADES
1- Ubicamos y transcribimos del texto los párrafos que contienen los dos incidentes
portadores de la premonición de la muerte.
2- Reconocemos todas las expresiones portadoras de misterio. Explicamos qué confieren
éstas a la narración.
3- ¿Qué tiempo verbal predomina?
El cambio de tiempo verbal ¿en qué momento se da?
Al plano temporal, a más de lo señalado. ¿qué otros aspectos lo pueden enriquecer?
4- Interpretamos la frase y la explicamos.
“Dahlmann empuña con firmeza el cuchillo, que acaso no sabrá manejar, y sale a la llanura”.
5- ¿Cuál es el conflicto planteado?
¿Se produce un encuentro de culturas? ¿Cuáles?
6- Comentamos “lo fantástico”. Apoyamos el comentario con frases extraídas del texto.
100
Lengua Castellana y Literatura 3
unidad 4
Lectura
FLORES Y TUMBAS
de Maribel Barreto, paraguaya
El Jeep avanzaba sobre la cinta roja de esa zona del Alto Paraná paralela al
río. El recto camino cortaba regularmente las plantaciones de soja y de trigo. Diversos
matices de verde decoraban el paisaje: un verdor claro brillante del trigal, verdiopacos
los plantíos de soja y, más al norte, verdinegros los yerbales. Corríamos hacia el norte
por la extensa propiedad de la transnacional, donde enormes tractores, parados a un
costado del camino, esperaban a los maquinistas. Los extranjeros fueron comprando
cada una de las propiedades, los paraguayos se vieron obligados a entregar su tierra,
porque sin darse cuenta, se encontraron cercados; ya no podían salir de sus propiedades
para buscar provisiones; los guardias armados no les dejaban pasar las cercas de púas; se
sintieron acorralados y uno a uno fueron despojándose de su heredad, como empujados
por la impotencia.
Nuestro amable anfitrión nos señalaba que, pasando el bosque, algunas leguas
más allá, se encuentra San Juan Nepomuceno y que siguiendo aquella senda, que bordea
el trigal, se podría llegar hasta un ramal que empalma con un sendero de tierra que
conduce hasta Caazapá.
El vehículo se adentraba cada vez más lejos. De pronto, quedó frente a un
rancho culata jovái. Un hombre de unos cincuenta años, que vestía unos pantalones
hasta la rodilla y una camisa a cuadros, nos saludó desde la puerta, agitó el sombrero de
karanda´y, que sostenía en la mano derecha e inmediatamente penetró en la habitación
-¿Qué le pasa? ¿No le gusta nuestra presencia?
-Nada de eso, es que no quiere conversar con nadie, perdió a toda su familia,
vive solitario. Se aisló, no desea comunicarse, está sordo, se volvió huraño y muy desconfiado.
¿Cómo fue eso?
-Cuando las guerrillas. Ahora se empecina en vivir solo, aunque tiene una hija en
Buenos Aires y lo quiere llevar, él se niega, dice que morirá aquí, no quiere abandonar
las tumbas; además dice que él no venderá su lote a los gringos, prefiere quedarse
encerrado dentro de las diez hectáreas antes que ceder. Es un rebelde; tiene dos perros, una yunta de bueyes y dos lecheras. Ocupa su tiempo en cultivar la tierra para su
propia subsistencia.
-Repite obstinadamente, con los labios apretados por el dolor o la ira: yo moriré en
mi tierra, no habrá gringo que me compre mi lote, yo no me vendo, aunque me ofrezcan
mucha plata. ¡Nos invaden, nos están sacando nuestras tierras! Suerte que ya no están
ellos; a ellos no les hubiera gustado trabajar para estos patrones.
-¡Oh, es increíble!, pero, ¿qué es eso de las tumbas?
-Ya lo verás, mirá aquella islita, allá vamos. Desde aquí se ve un oscuro manchón
que emerge sobre el trigal; desde lejos no es más que un enmarañado retazo de la selva
virgen, la esencia boscosa que se empeña en permanecer, imperturbable, resistiéndose
a la tala, enfrentando impasible a la acción devastadora de la máquina. Sí, lo que no
hace tanto tiempo fue un bosque impenetrable, hoy día es una vasta pradera.
Un camino de tierra dobla en ángulo recto hacia el este, como a dos kilómetros
del rancho; nos conduce al bosquecillo y, en el claro, unos rústicos postes de Kurupa´y
sostienen cuatro vueltas de alambre de púa, que, oxidados y añadidos en muchos tramos,
cercan un corralito de diez por diez metros aproximadamente, la barranca está cerca.
Descendimos silenciosamente. Un hondo recogimiento nos sobrecoge, quedamos callados, alterados, atónitos; observamos las pequeñas cruces de madera plantadas en el
sitio, mudos testimonios de hechos horrorosos sucedidos en aquel rincón de nuestro suelo.
Un corpulento lapacho levantaba enhiesta la copa como una orgullosa torre de control.
Me alejé, sentí como unas tenazas alrededor de mi garganta. No pude articular una
sola palabra, se nublaron mis ojos y pude vislumbrar la imagen de jóvenes lanzados desde
las nubes, destrozados al tocar la tierra, descuartizados por los perros hambrientos,
Maribel Barreto (1936)
Docente, narradora y ensayista.
Licenciada en Humanidades
(UCA, 1974). Master en Literatura
(Uninorte). Ejerce la docencia en
la Facultad de Filosofía y Letras
de la Universidad Nacional de
Asunción.
Como profesora de Castellano y
Literatura dio cursos y conferencias en instituciones culturales y
educativas de todo el país.
Desde el año 1989 tiene publicados libros de Castellano
y Literatura, textos didácticos
orientadores para estudiantes y
docentes de la especialidad.
La autora, Maribel, es dueña de
una prosa correcta, impecable y
sencilla. Conocedora de los recursos del lenguaje, de las distintas
técnicas narrativas, variedad de
voces y cambios de perspectivas los maneja con maestría y
precisión.
Con igual dominio aborda temas
ligeros, leyendas populares y
los asuntos profundos que son
temas de varios cuentos suyos
manejados con noble gravedad:
sabiduría y sensibilidad confieren
valor a su obra.
Sus cuentos sorprenden por la
variedad de temas, tonos y estilos. “El gigante del Cerro” reúne relatos para entretener a pequeños
y grandes, para emprender viajes
por nuestra historia, conocer a
gigantes y duendes y a pájaros
parlanchines.
“La otra orilla” recoge cuentos de
tono serio, de historias dolorosas,
verdaderas denuncias de abusos
y violaciones cometidas y documento de una época no muy
lejana en la que los derechos de
las personas han sido violentados
y avasallados.
101
unidad 4
El país de las aguas es una selección de tiernos y entretenidos
cuentos para niños. Código Araponga, novela que obtuvo el
premio Bienio del PEN CLUB del
Paraguay (2004-2006).
“La autora conduce la secuencia
en una prosa sencilla e impecable. Su lenguaje directo y accesible en funcionalidad demuestra
habilidad en las variantes del discurso y belleza en las imágenes y
estilo singularmente elaborado y
a la vez sencillo.”
Esther González Palacios
“Muchas voces de denuncia y crítica social y política se han alzado
en nuestra literatura, tanto en
poesía como en prosa. A ellas se
suman los relatos de La otra orilla,
en que a la ficción propia de esta
literatura se suman las propias
y dolorosas experiencias que
marcaron la vida de la autora...”
María del Carmen Pompa. Su novela Código Araponga de reciente
publicación.
Lengua Castellana y Literatura 3
que expiraban sin un gemido, sin un ¡ay! Me estremecí de horror; cerré con espanto los
ojos y la visión de los maniatados arrojados al vacío, como en un destello me envolvió.
-He aquí la gloria del generalote, comentó con sarcasmo nuestro guía. Este corralito
donde florece el ynanmbú sevói, nos habla con ironía de la crueldad con que procedieron. Dice el viejo que él los veía cuando los arrojaban desde el avión, uno a uno; morían
destrozados, y , como mordiendo las palabras, masculló: - yo esperé que llegara la noche
para recoger los huesos que los animales dejaron esparcidos y los fui enterrando...;mucho
tiempo después, corté los palos para plantar las cruces.
-¿Nadie viene a ver esto?
-Nadie. Todos quieren olvidar...la gente ya se olvidó de todo.
Me aparté un poco, ni inútiles lágrimas, ni palabras absurdas, ni gestos vanos. Algo
amargo arañó mi garganta, se instaló en mi boca. ¡Mierda!
¡Tirano de mierda! Los que lo obedecían eran monstruos, sí, monstruos o habrían
estado ebrios de sangre; ya estaban insensibles ante la provocada tragedia.
-.La gente no quiere buscar problema. En dos oportunidades hubo quemazón...y la
hierba tercamente vuelve a crecer sobre las tumbas; pero el viejo la arranca siempre,
siempre - prosiguió.
Más allá el yukerí nos cierra el paso; es esta una renegada islita en medio del
trigal. Percibimos nítidamente los arpegios del vyra campana, desde la copa de un gigantesco Kurupa´y, el último que queda en la islita.
Mis recuerdos retrocedieron con rapidez, pasaron fugazmente ante mi vista las siluetas de aquellos jóvenes, no podía sustraerme al misterio de la muerte, al enigma de las
tumbas anónimas. ¿Quiénes serán los que aquí quedaron? Repito algunos nombres que
recuerdo, quedo como despegada de la realidad y me interno en el pasado. ¿Cuál será
la tumba de Barrios, de Sánchez...? ¿Para qué nombrarlos? Nunca lo sabremos.
Con profunda piedad, casi con devoción me acerco al lugar...una, dos, tres, cuatro,
varias...muchas cruces, toscas, chamuscadas, sin estolas ni nombres, ignoradas y olvidadas, mudos testigos de un época que fue y que no queremos recordar.
Pienso en ellos; ni lástima ni clemencia, solo ternura. Los hemos borrado; el olvido
y nuestra memoria se alían; no deseamos recuperar el recuerdo; sufrimos esa amnesia social, esa omisión inconsciente que nos provoca el aturdimiento de vivir. Ese
desacuerdo del ayer y esa desmemoria es como una doble muerte para aquellos que
gritan ¡misericordia!
Yo miré el campo verde, el sol, los bosques, ya todo en mis recuerdos se fundía, la
florida juventud y el ideal soñador.
Busqué florecillas silvestres; santalucías blancas y azules lucían entre las hierbas; las
arranqué, y con entrañable pasión las fui arrojando desde arriba...; una a una fueron
descendiendo dulcemente y las flores como gráciles mariposas fueron posándose sobre
las tumbas.
Camino hacia la lectura
¿Qué predice el título?
Escribimos cinco palabras que componen el campo semántico de flores.
Escribimos cinco vocablos relacionados con tumbas.
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Trabajo grupal
Después de la lectura. Trabajamos oralmente.
• Inferimos la situación social y política de los personajes.
Deducir del cuento donde se plantea el conflicto de culturas.
• Leemos con atención el cuento. Otra relectura nos ayudará a comprender mejor y el
trabajo resultará muy agradable.
. Explicamos el contexto histórico-político del cuento.
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Lengua Castellana y Literatura 3
unidad 4
. Resumimos la historia de “Flores y Tumbas”.
. Organizamos las secuencias principales.
. Reconocemos:
El tema principal.
Otros temas como la soledad, la injusticia, el abandono de las tumbas anónimas.
Los párrafos donde se denuncian la violación de los derechos humanos.
Las frases y oraciones que expresan sentimientos de dolor, de rebelión.
• Citamos las palabras y expresiones relacionadas con los colores.
• Citamos expresiones textuales que forman imágenes sensoriales.
. Identificamos:
- las historias que contiene el cuento y explicamos en cuál de ellas se produce
el conflicto de culturas.
- el punto de vista o los puntos de vista del narrador.
• Nivel léxico semántico
. Sustituimos estas expresiones por un sinónimo:
“no quiere conversar con nadie”.
“perdió toda su familia”.
“no quiere abandonar las tumbas”.
“se volvió huraño”.
“enmarañado retazo de la selva”.
• Explicamos el simbolismo de “Flores y tumbas”.
¿Cuál es el personaje que resume en su vida el conflicto de culturas?
Producción escrita
• Escribimos un comentario sobre: “La incomunicación y el aislamiento”.
• Reflexionamos y escribimos párrafos expositivos sobre las siguientes expresiones tomadas del cuento.
¿Qué opinión merecen estas frases en las que se detectan el contacto de culturas?:
“No abandonaré las tumbas, ni venderé lote a los gringos”.
“El viejo prefiere quedarse encerrado dentro de las diez hectáreas”.
“Moriré en mi tierra, no hay gringo que me compre”.
• Convertimos el cuento en fotorrelato1 siguiendo los siguientes pasos.
Lectura
EL EXTRANJERO
de Albert Camus, francés
Comentamos el siguiente epígrafe.
“El hombre no es otra cosa que lo que él hace”.
Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo: “Falleció
su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias”. Pero no quiere decir nada. Quizá
haya sido ayer.
El asilo de ancianos está en Marengo, a ochenta kilómetros de Argel. Tomaré el autobús
a las dos y llegaré por la tarde. De esa manera podré velarla, y regresaré mañana por
la noche. Pedí dos días de licencia a mi patrón y no pudo negármelos ante una excusa
semejante. Pero no parecía satisfecho. Llegué a decirle: “No es culpa mía”. No me respondió. Pensé entonces que no debía haberle dicho esto. Al fin y al cabo, no tenía por
qué excusarme. Más bien le correspondía a él presentarme las condolencias. Pero lo hará
sin duda pasado mañana, cuando me vea de luto. Por ahora, es un poco como si mamá
no estuviera muerta. Después del entierro, por el contrario, será un asunto archivado y
todo habrá adquirido aspecto más oficial.
Tomé el autobús a las dos. Hacía mucho calor. Comí en el restaurante de Celeste,
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unidad 4
(1) Fotorrelato
Redactar un resumen del texto
original.
La viñeta incluye partes del texto
que sirve de soporte a la imagen.
Atender la secuencia de las imágenes que irán en los cuadros.
El texto debe expresarse con pocas
palabras.
Presentamos nuestro trabajo y
coevaluamos.
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Lengua Castellana y Literatura 3
como de costumbre. Todos se condolieron mucho de mí, y Celeste me dijo: “Madre hay
una sola”. Cuando partí, me acompañaron hasta la puerta. Me sentía un poco aturdido
pues fue necesario que subiera hasta la habitación de Manuel para pedirle prestados
una corbata negra y un brazal. Él perdió a su tío hace unos meses.
Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo: “Falleció
su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias”. Pero no quiere decir nada. Quizá
haya sido ayer.
El asilo de ancianos está en Marengo, a ochenta kilómetros de Argel. Tomaré el autobús
a las dos y llegaré por la tarde. De esa manera podré velarla, y regresaré mañana por
la noche. Pedí dos días de licencia a mi patrón y no pudo negármelos ante una excusa
semejante. Pero no parecía satisfecho. Llegué a decirle: “No es culpa mía”. No me respondió. Pensé entonces que no debía haberle dicho esto. Al fin y al cabo, no tenía por
qué excusarme. Más bien le correspondía a él presentarme las condolencias. Pero lo hará
sin duda pasado mañana, cuando me vea de luto. Por ahora, es un poco como si mamá
no estuviera muerta. Después del entierro, por el contrario, será un asunto archivado y
todo habrá adquirido aspecto más oficial.
Tomé el autobús a las dos. Hacía mucho calor. Comí en el restaurante de Celeste,
como de costumbre. Todos se condolieron mucho de mí, y Celeste me dijo: “Madre hay
una sola”. Cuando partí, me acompañaron hasta la puerta. Me sentía un poco aturdido
pues fue necesario que subiera hasta la habitación de Manuel para pedirle prestados
una corbata negra y un brazal. Él perdió a su tío hace unos meses.
Corrí para alcanzar el autobús. Me sentí adormecido, sin duda por la prisa y la carrera, añadidas a los barquinazos, al olor a gasolina y a la reverberación del camino y del
cielo. Dormí casi todo el trayecto. Y cuando desperté, estaba apoyado contra un militar
que me sonrió y me preguntó si venía de lejos. Dije “sí” para no tener que hablar más.
El asilo está a dos kilómetros del pueblo. Hice el camino a pie. Quise ver a mamá
enseguida. Pero el portero me dijo que era necesario ver antes al director. Como estaba
ocupado, esperé un poco. Mientras tanto, el portero me estuvo hablando, y en seguida
vi al director. Me recibió en su despacho. Era un viejecito condecorado con la Legión
de Honor. Me miró con sus ojos claros. Después me estrechó la mano y la retuvo tanto
tiempo que yo no sabía cómo retirarla.
Consultó un legajo y me dijo:”La señora de Mersault entró aquí hace tres años. Usted
era su único sostén”. Creí que me reprochaba alguna cosa y empecé a darle explicaciones.
Pero me interrumpió: “No tiene usted por qué justificarse, hijo mío. He leído el legajo de
su madre. Usted no podía subvenir a sus necesidades. Ella necesitaba una enfermera. Su
salario es modesto. Y, al fin de cuentas, era más feliz aquí”. Dije: “Sí, señor director”. Él
agregó: “Sabe usted, aquí tenía amigos, personas de su edad. Podía compartir recuerdos
de otros tiempos. Usted es joven y ella debía de aburrirse con usted”.
Era verdad. Cuando mamá estaba en casa, pasaba el tiempo en silencio, siguiéndome
con la mirada. Durante los primeros días que estuvo en el asilo, lloraba a menudo. Pero
era por la fuerza de la costumbre. Al cabo de unos meses habría llorado si se le hubiera
retirado del asilo. Siempre por la fuerza de la costumbre. Un poco por eso el último año
casi no fui a verla. Y también porque me quitaba el domingo, sin contar el esfuerzo de
ir hasta el autobús, comprar los billetes y hacer dos horas de camino.
El director me habló aún. Pero casi no lo escuchaba. Luego me dijo: “Supongo que
usted quiere ver a su madre”. Me levanté sin decir nada, y salió delante de mí. En la
escalera me explicó: “La hemos llevado a nuestro pequeño depósito. Para no impresionar
a los otros. Cada vez que un pensionista muere, los otros se sienten nerviosos durante
dos o tres días. Y dificulta el servicio”. Atravesamos un patio en donde había muchos
ancianos, charlando en pequeños grupos. Callaban cuando pasábamos. Y reanudaban
las conversaciones detrás de nosotros. Hubieras dicho un sordo parloteo de cotorras.
En la puerta de un pequeño edificio el director me abandonó: “Lo dejo a usted, señor
Meursault. Estoy a su disposición en mi despacho. En principio, el entierro está fijado
para la diez de la mañana. Hemos pensado que así podría usted velar a la difunta. Una
última palabra: según parece, su madre expresó a menudo a sus compañeros el deseo
de ser enterrada religiosamente. He tomado a mi cargo hacer lo necesario. Pero quería
Lengua Castellana y Literatura 3
informar a usted”. Le di las gracias. Mamá, sin ser atea, jamás había pensado en la
religión mientras vivió.
Entré. Era una sala muy clara, blanqueada a la cal, con techo de vidrio. Estaba
amueblada con sillas y caballetes en forma de X. En el centro de la sala, dos caballetes
sostenían un féretro cerrado con la tapa. Sólo se veían los tornillos relucientes, hundidos
apenas, destacándose sobre las tapas pintadas de nogalina. Junto al féretro estaba una
enfermera árabe, con blusa blanca y un pañuelo de color vivo en la cabeza.
En ese momento el portero entró detrás de mí. Debió de haber corrido. Tartamudeó
un poco: “La hemos tapado, pero voy a destornillar el cajón para que usted pueda verla”.
Se aproximaba al féretro cuando lo paré. Me dijo: “¿No quiere usted?”. Respondí: “No”.
Se detuvo, y yo estaba molesto porque sentía que no debí haber dicho eso. Al cabo de
un instante me miró y me preguntó: “¿Por qué?”, pero sin reproche, como si estuviera
informándose. Dije: “No sé”. Entonces, retorciendo el bigote blanco, declaró, sin mirarme: “Comprendo”. Tenía ojos hermosos, azul claro, y la tez un poco roja. Me dio una
silla y se sentó también, un poco a mis espaldas. La enfermera se levantó y se dirigió
hacia la salida. El portero me dijo: “Tiene un chancro”. Como no comprendía, miré a la
enfermera y vi que llevaba, por debajo de los ojos, una venda que le rodeaba la cabeza. A
la altura de la nariz la venda estaba chata. En su rostro sólo se veía la blancura del vendaje.
Cuando hubo salido, el portero habló: “Lo voy a dejar solo”. No sé qué ademán hice,
pero se quedó, de pie detrás de mí. Su presencia a mis espaldas me molestaba. Llenaba la
habitación una hermosa luz de media tarde. Dos abejorros zumbaban contra el techo de
vidrio. Y sentía que el sueño se apoderaba de mí. Sin volverme hacia él, dije al portero:
“¿Hace mucho tiempo que está usted aquí?”. Inmediatamente respondió: “Cinco años”,
como si siempre hubiese esperado mi pregunta.
Charló mucho en seguida. Se habría quedado muy asombrado si alguien le hubiera dicho
que acabaría de portero en el asilo de Marengo. Tenía sesenta y cuatro años y era parisiense. Lo interrumpí en ese momento: !Ah! ¿Usted no es de aquí? Luego recordé que antes de
llevarme a ver al director me había hablado de mamá. Me había dicho que era necesario
enterrarla cuanto antes porque en la llanura hacía mucho calor, sobre todo en esta región.
Entonces me había informado que había vivido en París y que le costaba mucho olvidarlo.
En París se retiene al muerto tres, a veces cuatro días. Aquí no hay tiempo; todavía no se
ha hecho uno a la idea cuando hay que salir corriendo detrás del coche fúnebre. Su mujer
le había dicho: “Cállate, no son cosas para contarle al señor”. El viejo había enrojecido y
había pedido disculpas. Yo intervine para decir: “Pero no, pero no…”. Me pareció que lo que
contaba era apropiado e interesante.
En el pequeño depósito me enteró de que había entrado al asilo como indigente. Como
se sentía válido, se había ofrecido para el puesto de portero. Le hice notar que en resumidas
cuentas era pensionista. Me dijo que no. Ya me había llamado la atención la manera que tenía
de decir: “ellos”, “los otros” y, más raramente, “los viejos”, al hablar de los pensionistas,
algunos de los cuales no tenían más edad que él. Pero, naturalmente, no era la misma cosa.
Él era portero y, en cierta medida, tenía derechos sobre ellos.
La enfermera entró en ese momento. La tarde había caído bruscamente. La noche habíase
espesado muy rápidamente sobre el vidrio del techo. El portero oprimió el tablero y quedé
cegado por el repentino resplandor de la luz. Me invitó a dirigirme al refectorio para cenar.
Pero no tenía hambre. Me ofreció entonces traerme una taza de café con leche. Como me
gusta mucho el café con leche, acepté y un momento después regresó con una bandeja.
Bebí. Tuve deseos de fumar. Pero dudé, porque no sabía si podía hacerlo delante de mamá.
Reflexioné. No tenía importancia alguna. Ofrecí un cigarrillo al portero y fumamos.
En un momento dado me dijo: “Sabe usted, los amigos de su señora madre van a venir a
velarla también. Es la costumbre. Tengo que ir a buscar sillas y café negro”. Le pregunté si
se podía apagar una de las lámparas. El resplandor de la luz contra las paredes blancas me
fatigaba. Me dijo que no era posible. La instalación estaba hecha así: o todo o nada. Después
no le presté mucha atención. Salió, volvió, dispuso las sillas. Sobre una de ellas apiló tazas
en torno de una cafetera. Luego se sentó enfrente de mí, del otro lado de mamá. También
estaba la enfermera, en el fondo, vuelta de espaldas. Yo no veía lo que hacía. Pero por el
movimiento de los brazos me pareció que tejía. La temperatura era agradable, el café me
había recalentado y por la puerta abierta entraba el aroma de la noche y de las flores. Creo
unidad 4
Albert Camus
(1913-1960)
Mandovi, Argelia, 1913. Villeblevín,
Francia, 1960. Novelista, autor dramático, periodista y ensayista en
lengua francesa. El absurdo constituye el elemento unificador de su
obra. Amigo de Sartre; tienen en
común la convicción del vivir en
un mundo sin Dios y en irremediable soledad. Difiere de Sartre en la
calidez e inclinación que prodiga
a los pobres y humillados contra
el poderío arrollador del Todo.
Su deseo es proporcionarles un
consuelo que dé a los hombres la
fuerza necesaria para resistir a un
mundo cruel. Este consuelo puede
ser aceptado o no.
Nacido en Argelia, entre el silencio
de una madre incapaz de leer o de
escribir, la ausencia de un padre,
obrero agrícola, muerto en la
guerra de 1914, al que no conoció más que en fotografía. Argel
fue el lugar donde completó su
formación intelectual.
105
unidad 4
Allí fue a la escuela y universidad,
su infancia y adolescencia transcurrieron en un barrio de Argel.
Amenazado de tuberculosis
tuvo que defenderse en varias
ocasiones de esta enfermedad
que se ensañó brutalmente con
el estudiante solitario. Se volcó al
periodismo y al teatro. Con sólo
veintiún años era ya un conocido
actor escénico.
Su encuentro con el profesor de
literatura Jean Grenier y Frederich
Nietzsche fueron fundamentales
para él. Fundó el Teatro de equipo, cuyo repertorio da la pauta
de su preferencia por el teatro
español e Isabelino.
Albert Camus
Obras publicadas
El revés y el derecho, ensayos
(1937). En ellos combina sus
experiencias personales, la reflexión sobre la moral y su alcance
simbólico.
A partir de 1940 publicó lo que
el llamó el Ciclo del absurdo: El
extranjero (1942), El mito de Sísifo,
El Malentendido (1944), Calígula
(1945). En 1947, con la publicación de La peste, abre otro Ciclo,
El hombre rebelde (1951); Estado
de Sitio (1948), Los Justos (1949).
El presupuesto esencial del pensador y del escritor es la experiencia de la autonomía y el
desacuerdo en que se halla la
totalidad del mundo.
La filosofía de la libertad enarbolada por Camus desentonaba
en una época en la que los existencialistas eran apologistas del
comunismo soviético. Su fama y
su valía se vieron refrendada con
la obtención del Premio Nobel.
Y cuando, en los primeros días
de 1960, Camus murió en un
accidente de automóvil, todo el
mundo occidental se reunió en
luto y tristeza en torno a un autor
a quien siempre distinguieron la
honradez y la sinceridad.
106
Lengua Castellana y Literatura 3
que dormité un poco.
Me despertó un roce. Como había tenido los ojos cerrados, la habitación me pareció aún
más deslumbrante de blancura. Delante de mí no había ni la más mínima sombra, y cada
objeto, cada ángulo, todas las curvas, se dibujaban con una pureza que hería los ojos. En
ese momento entraron los amigos de mamá. Eran una decena en total, y se deslizaban en
silencio en medio de aquella luz enceguecedora. Se sentaron sin que crujiera una silla. Los
veía como no he visto a nadie jamás, y ni un detalle de los rostros o de los trajes se me
escapaba. Sin embargo, no los oía y me costaba creer en su realidad. Casi todas las mujeres
llevaban delantal, y el cordón que les ceñía la cintura hacía resaltar aún más sus abultados
vientres. Nunca había notado hasta qué punto podían tener vientre las mujeres ancianas.
Casi todos los hombres eran flaquísimos y llevaban bastón. Me llamaba la atención no ver los
ojos, en los rostros, sino solamente un resplandor sin brillo en medio de un nido de arrugas.
Cuando se hubieron sentado, casi todos me miraron e inclinaron la cabeza con molestia,
los labios sumidos en la boca desdentada, sin que pudiera saber si me saludaban o si se
trataba de un tic. Creo más bien que me saludaban. Advertí en ese momento que estaban
todos cabeceando, sentados enfrente de mí, en torno del portero. Por un momento tuve la
ridícula impresión de que estaban allí para juzgarme.
Poco después una de las mujeres se echó a llorar. Estaba en segunda fila, oculta por una
de sus compañeras, y no la veía bien. Lloraba con pequeños gritos, regularmente; me parecía
que no se detendría jamás. Los demás parecían no oírla. Se mostraban abatidos, tristes y
silenciosos. Miraban el féretro o a sus bastones, o a cualquier cosa, pero no miraban nada
más. La mujer seguía llorando. Yo estaba muy asombrado porque no la conocía. Hubiera
querido no oírla más. Sin embargo no me atrevía a decírselo. El portero se inclinó hacia
ella y le habló, pero sacudió la cabeza, murmuró algo, y continuó llorando con la misma
regularidad. El portero vino entonces hacia mi lado. Se sentó cerca de mí. Después de un
rato bastante largo me informó sin mirarme: “Estaba muy unida con su señora madre. Dice
que era su única amiga aquí y que ahora ya no le queda nadie”.
Quedamos un largo rato así. Los suspiros y los sollozos de la mujer se hicieron más raros.
Sorbía mucho, luego me sentía fatigado y me dolía la cintura. Ahora me resultaba penoso el
silencio de toda esa gente. Sólo de vez en cuando oía un ruido singular y no podía comprender
qué era. A la larga acabé por adivinar que algunos de los ancianos chupaban el interior de las
mejillas y dejaban escapar unos raros chasquidos. Tan absortos estaban en sus pensamientos
que ni se daban cuenta. Tenía la impresión de que aquella muerta, acostada en medio de
ellos, no significaba nada ante sus ojos. Pero ahora creo que era una impresión falsa.
Todos tenemos café, servido por el portero. Después, no sé más. La noche pasó. Recuerdo
que en cierto momento abrí los ojos y vi que los ancianos dormían amontonados, excepto
uno que me miraba fijamente, con la barbilla apoyada en el dorso de las manos aferradas al
bastón, como si no esperase sino mi despertar. Luego volví a dormirme. Me desperté porque
cada vez me dolía más la cintura. El día resbalaba sobre el techo de vidrio. Poco después
uno de los ancianos se despertó, y tosió mucho. Escupía en un gran pañuelo a cuadros y
cada una de las escupidas era como un desgarramiento. Despertó a los demás, y el portero
dijo que debían marcharse. Se levantaron. La incómoda velada les había dejado los rostros
de color ceniza. Al salir, con gran asombro mío, todos me estrecharon la mano, como si esa
noche durante la cual no cambiamos una palabra hubiese acrecentado nuestra intimidad.
Estaba fatigado. El portero me condujo a su habitación y pude arreglarme un poco. Tomé
café con leche, que estaba muy bueno. Cuando salí era completamente de día. Sobre las
colinas que separan a Marengo del mar, el cielo estaba arrebolado. Y el viento traía olor a
sal. Se preparaba un hermoso día. Hacía mucho que no iba al campo y sentía el placer que
habría tenido en pasearme de no haber sido por mamá.
Pero esperé en el patio, debajo de un plátano. Aspiraba el olor de la tierra fresca y no
tenía más sueño. Pensé en los compañeros de oficina. A esta hora se levantaban para ir al
trabajo; para mí era siempre la hora más difícil. Reflexioné un momento sobre esas cosas,
pero me distrajo una campana que sonaba en el interior de los edificios. Hubo movimientos
detrás de las ventanas; luego, todo quedó en calma. El sol estaba algo más alto en el cielo;
comenzaban a calentarme los pies. El portero cruzó el patio y me dijo que el director me
llamaba. Fui a su despacho. Me hizo firmar cierta cantidad de documentos. Vi que estaba
Lengua Castellana y Literatura 3
vestido de negro con pantalón a rayas. Tomó el teléfono y me interpeló: “Los empleados de
pompas fúnebres han llegado hace un momento. Voy a pedirles que vengan a cerrar el féretro. ¿Quiere usted ver antes a su madre por última vez?”. Dije que no. Ordenó por teléfono,
bajando la voz: “Figeac, diga usted a los hombres que pueden ir”.
En seguida me dijo que asistiría al entierro y le di las gracias. Se sentó ante el escritorio
y cruzó las pequeñas piernas. Me advirtió que yo y él estaríamos solos, con la enfermera
de servicio. En principio los pensionistas no debían asistir a los entierros. Él sólo les
permitía velar. “Es cuestión de humanidad”, señaló. Pero en este caso había autorizado
a seguir el cortejo a un viejo amigo de mamá: “Tomás Pérez”. Aquí el director sonrió.
Me dijo: “Comprende usted, es un sentimiento un poco pueril. Pero él y su madre casi
no se separaban. En el asilo les hacían bromas; le decían a Pérez: “Es su novia”. Pérez
reía. Aquello le complacía. La muerte de la señora de Mersault lo ha afectado mucho.
Creí que no debía negarle la autorización. Pero le prohibí velarla ayer, por consejo del
médico visitador”.
Quedamos silenciosos bastante tiempo. El director se levantó y miró por la ventana
del despacho. Después de un momento observó: “Ahí está el cura de Marengo. Viene
antes de hora”. Me advirtió que llevaría tres cuartos de hora de marcha, por lo menos,
llegar a la iglesia, que se halla en el pueblo mismo.
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Después de una atenta lectura, nos informamos de algunos puntos relacionados con
la obra.
El extranjero ha fundado la fama de Camus. Es una novela capital, un caso modelo del
absurdo de la vida. Describe en forma muy detallada la carencia de valores del mundo contemporáneo, en una triste primavera durante la ocupación alemana. Mersault, el extranjero,
vive una angustiosa situación que lo lleva a sentirse extraño en su propio medio, ajeno al
alcance moral de sus actos, llega al asesinato, a la prisión, a la muerte y no hay para él, en
este inevitable proceso, ni rebeldía, ni esperanza.
Estructura
La novela consta de dos partes. La primera nos relata un suceso ocurrido verdaderamente
con todos sus extraños pormenores. La segunda parte narra los reflejos de este suceso en los
ojos de los hombres, su enjuiciamiento por sus contemporáneos, su torcida interpretación
por parte de la justicia y el inesperado final por medio de la guillotina.
unidad 4
Resumen de la obra de
Albert Camus
Conclusión
Meursault es el fiel reflejo del
aburrimiento, la desidía, el absurdo. Todo su proceder es casi
inhumano. Parece aceptar la
vida, el devenir como algo automático. La cotidianidad lo va
socavando en su humanidad, en
su dignidad. Su descreimiento,
su falta de arrepentimiento, la
carencia de valores todo en él,
es un despropósito. El fiscal explotó sus errores para obtener
la condena. Más que el crimen,
su propia vida fue la razón de su
ejecución.
En el extranjero, se nos presenta
la vida de Mersault, un hombre
que vive como todos los otros,
pero cuyo sentir y actuar son
diferentes, ni mejor, ni peor, solo
distinto y es esto lo que produce
el choque con los miembros de
la sociedad.
PARA TRABAJO GRUPAL
1. Leemos detenidamente el texto. Después de la lectura aplicamos la técnica de la
discusión sobre los siguientes puntos:
La actitud de Mersault ante la noticia de la muerte de su madre, su posterior visita
en el asilo de ancianos. • Presentamos nuestra opinión al grupo y discutimos con los
demás integrantes.
- ¿En qué reside el choque del personaje principal con los demás miembros de esa
sociedad?
- ¿Qué tipo de conflicto se plantea?
Los motivos que mueven a actuar como lo hace Mersault.
2. Investigamos época, características de la doctrina existencialista, su influencia el
contexto histórico – social de la época así como la historia y las características de la
generación literaria a la que pertenece Camus, en el capítulo El Existencialismo.
3. Presentamos los trabajos en clase y cohevaluamos la actividad con ayuda del profesor.
107
unidad 4
Lengua Castellana y Literatura 3
El extranjero y su conflicto de valores
a partir del contacto de culturas
Es distinto por:
• Su falta de emociones;
• Su conciencia pasiva, aburrida;
• Su insensibilidad, confiere a la vida una especie de sin sentido;
• Su viaje hacia un fin es una lenta agonía diaria en una existencia que se desenvuelve ciega, vacía,
en una eterna repetición de acciones y gestos;
• Posee una sinceridad que llega a la crudeza;
• No es capaz de mentir, se rehúsa a mentir, no lo hace ni para salvar su vida; se niega a mentir en
el juicio;
• No intenta sentir lo que no siente;
Es un individuo que, renunciando al automatismo y alienación ciega de la vida cotidiana, se
entrega a la muerte por libre albeldrío.
Mersault, es El extranjero, el extraño en esa sociedad, ajeno a las normas sociales, practica una
honestidad brutal contra todas aquellas convenciones que se presentan como absurdas y manipuladoras, en una vida que parece no tener sentido y en la que el hombre común es la víctima. La muerte
de su madre no lo conmueve más que la pérdida del perro del vecino.
La arbitrariedad de los jueces que lo condenan, el desinterés de los abogados, el sensacionalismo
de la prensa que se ocupa del juicio, representan parte de los elementos sociales hipócritas, añejos
y peligrosos.
Se revela ante la mentira general que le produce el juicio y castigo por parte de la mayoría social
amenazada por este individuo que se niega a aceptar todas las convenciones usuales. En este caso,
el protagonista de El extranjero sería una especie de héroe de la “sinceridad y de la verdad”, condenado por una sociedad falsa, incapaz de aceptar ni tolerar disidentes, aniquilando al que muere
por la libertad, que se niega a perder ante la sociedad adversa que reprime la verdad de sus actos.
La novela no resuelve si el protagonista es mejor o peor que los jueces; pero sí aclara que, el
existencialismo como filosofía puede aportar una nueva mirada sobre el mundo en el que los valores
sociales y religiosos pueden ser revistos a la luz de circunstancias que parecen reclamar mayores y
más efectivas respuestas o alternativas.
CAMPO REFERENCIAL
Existencialismo
Movimiento filosófico que se desarrolla en Europa durante el período (1918–1939) y
en la etapa inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial. Este movimiento
da lugar a numerosas interdisciplinas y al movimiento literario del mismo nombre. Son
representantes: Martín Heidegger, y Karl Jaspers en Alemania, Jean Paul Sartre y Gabriel
Marcel en Francia, N.A. Berdiaiev y Anton Chéjov en Rusia, N. Abbognano en Italia.
El verdadero apogeo del Existencialismo debe situarse entre la publicación de Ser y
Tiempo (1927) de Martín Heidegger, Existencialismo Positivo, de Nicola Abbagnano, El Ser
Ilustración, Argos Vergara
108
y la nada y El existencialismo es un humanismo de Sartre, veinte años después.
Con esta corriente de pensamiento se ha relacionado a una serie de escritores en cuyas producciones
literarias se han venido manifestando «El sentimiento trágico de la vida» como Miguel de Unamuno,
Fiodor Dostoiewsky, Franz Kafka, Graham Green, Luigui Pirandello.
A partir de la Segunda Guerra Sundial y finales de ésta, desemboca en las denominadas literatura de la desesperación y literatura del absurdo, de las que serían exponentes Albert Camus, André
Malraux, Simone de Beauvoir, Graham Green, H. Boll, C. Wilson, y los dramaturgos Samuel Beckett,
André Malraux, Eugene Ionesco.
El punto de partida de esta corriente, filosófica radica en el principio de que en la conformación
del ser humano «La existencia precede a la esencia». Lo que lleva a la conclusión de que no hay
naturaleza humana previa que condicione al hombre concreto, el cual se va haciendo a sí mismo
en el transcurso de su trayectoria existencial. La corriente trata de fundar el conocimiento de toda
realidad sobre la experiencia.
El origen de esta propuesta se encuentra en la obra Soren Kierkegaard. Gran parte de los conceptos, básicos del Existencialismo como la autoconciencia de la nihilidad o de la nada, la vivencia de
la angustia y de la desesperación y el sentido del absurdo aparecen ya analizados en este escritor
danés. Pero, lo que convierte a Kierkegaard en iniciador de esta corriente filosófica, es la afirmación
de la supremacía del individuo concreto frente al universal, de la existencia frente a la esencia.
Lengua Castellana y Literatura 3
Para el escritor danés, la indagación filosófica sólo tiene sentido en la medida que aporta un conocimiento sobre esa existencia
del hombre concreto, marcado por la angustia en la dirección del
destino.
En síntesis, las ideas básicas de esta corriente filosófica son:
La existencia humana precede a su posible esencia, lo cual
significa que el hombre cuando surge en el mundo comienza por no
ser nada- se va haciendo a sí mismo. El hombre no es otra cosa que
lo que él se hace. Este es el primer principio del existencialismo
(Sartre 1946). El es, primordialmente un proyecto o como insiste
Heidegger, un Poder ser un Salto, un Anticiparse.
El ser humano comporta una conciencia desgraciada, ya que se
encuentra dominado por unos sentimientos de soledad, angustia y
desamparo.
El hombre está abocado a la decepción, a la desesperación, en
la medida en que es consciente de que vive en un mundo absurdo
dominado por la muerte. La existencia es una realidad vacía, que
provoca esa conciencia desgraciada anteriormente aludida. Esta
decepción resulta totalmente coherente en el contexto de un mundo
convulsionado por las dos guerras mundiales.
Sin embargo, el humanismo existencialista no es una doctrina
quietista o pesimista. El hombre existe y como tal el proyecto que
se asigna a sí mismo, no debe caer en un resignado masoquismo:
sabe que por su compromiso (Sartre) puede dar sentido a su vida (es
absurdo que todo sea absurdo) y así contribuir a crear una comunidad
humana. Martín Heidegger sostiene que el hombre está en el mundo,
unidad 4
Camus, dando instrucciones a los actores de su adaptación “El Caballero
de Olmedo”. Ilustración, Argos Vergara
no como un espectador solitario, sino como un ser histórico, un ser
(Mitsein) preocupado en buscar una existencia auténtica eraizada
en la tradición y en el devenir de la humanidad. Para G. Marcel y K.
Jaspers, la existencia es comunicación y diálogo.
Relación entre Existencialismo y Literatura
Leamos el siguiente texto informativo para enterarnos de qué manera la literatura asimiló
el inconformismo denominado más tarde existencialismo.
Simone de Beauvoir
Ilustración, Argos Vergara
Al final de la guerra, la personalidad y la obra de Sartre y de Albert Camus, su compromiso
personal durante la Contienda, los hizo reunir bajo la denominación de Existencialismo, que Gabriel Marcel había lanzado en 1943 y que la prensa lanzó a los cuatro vientos en 1845. Él público
asimiló bajo este vocablo ya consagrado a la bohemia ya conocida de Saint Germain des Prés, a
las canciones de determinados cantantes como Juliette Greco, a la postura anticonformista de
la Juventud de entonces y al pensamiento de filósofos y literatos que habían leído a Hegel, a
Kierkegaard y Martín Heidegger. Entre 1945 y 1955 se constata la búsqueda de un nuevo humanismo, consecuencia lógica del horror a la guerra, se centra en torno a Sartre, Camus y a Simone
de Beauvoir, defensora de la marginalidad, primera línea del existencialismo.
Queda claro que desde sus inicios esta corriente filosófica se ha relacionado con la literatura, Kierkegaard y Heidegeer se han interesado por los recursos lingüísticos y literarios o han
transladado la reflexión filosófica de sus ensayos a sus obras de ficción.
Así Unamuno en la obra Niebla o San Manuel Bueno Mártir, novelas en las cuales ha
trasvasado la reflexión filosófica y que son las primeras novelas existenciales en Europa. Él utiliza
la novela como medio de conocimiento de la realidad humana a la que la filosofía se muestra
incapaz de acceder.
Esta interrelación entre Literatura y Filosofía se percibe, en un grupo de novelistas y
dramaturgos europeos como Dostoiewsky, Kafka, MalrauX, Beckett, Ionesco, Pirandelo, etc, cuyas
producciones literarias contienen una reflexión o interrogante sobre el sentido de la vida. Algunas
obras se convierten en un medio de indagación filosófica ej: La Náusea de Sartre, El extranjero,
de Albert Camus.
En la literatura española, la obra Unamuniana y la de Ortega y Gasset ilustran la filosofía
existencialista. En América El Pozo, de Juan Carlos Onetti (1939) que los críticos consideran
el más claro ejemplo de la literatura existencialista hispanoamericana; Roberto Arlt Los siete
locos una inquietante novela sobre la impotencia del hombre para enfrentar la sociedad que lo
condena y oprime; y Los lanzallamas, etc.
109
unidad 4
Lengua Castellana y Literatura 3
ACTIVIDAD
Después de la lectura
Alejo Carpentier
(1940-1980)
Cubano de origen francés y ruso.
Su formación cultural es esencialmente europea. En los años
veinte participa activamente en
la política, motivo por el cual es
encarcelado en 1928. Se exilia
de su patria y no regresó hasta
que triunfo el régimen de Fidel
Castro. Es musicólogo profesional,
escribió una historia de la música
cubana y siempre se ha interesado
por el arte musical. Esto se refleja
en el motivo de varias de sus
novelas y sus cuentos. El Arpa y la
Sombra. Concierto Barroco (1974)
o cuento largo en que el choque
de civilizaciones. Se traslada a la
Venecia de 1709, en la que un indiano y su esclavo negro asisten a
las representaciones del Ospedale
de la Pieta, donde Vivaldi estrena su
opera Montezuma. Viaje a la Semilla relata la vida de un latifundista
desde su lecho de muerte hasta su
nacimiento, y aún más, hasta los
orígenes anteriores a la existencia
humana. Es un cuento divertido.
110
- Un panel sobre Existencialismo y Literatura
- Debatimos sobre el sentido de la vida para los existencialistas, cada panelista podría explicar
desde su punto de vista:
. postura anticonformista
. conocimiento de la realidad humana a la que la filosofía se muestra incapaz de acceder.
. interrogantes sobre el sentido de la vida.
. defensa de la marginalidad como Simone de Beauvoir.
Te ofrecemos tres lecturas de la novela para que las comentes.
EL ARPA Y LA SOMBRA
de Alejo Carpentier, cubano
TEXTO 1
“Esta noche es Nochebuena Y no es noche de dormir,
Que la Virgen está de parto Y a las doce ha de parir”.
Pero, de pronto, la gran voz de Santa María Minerva lo apartó de evocaciones acaso
demasiado frívolas para un día en que, algo descansado de la prolongada ceremonia que
había encendido los soles de la Cátedra de San Pedro, habría de resolverse a tomar una importante determinación. Entre un orfebrado portapaz atribuido a Benvenuto Cellini y la nave
de cristal de roca, muy antigua en su factura, cuya forma era la del Ictus de los primitivos
cristianos, estaba el legajo —¡el famoso expediente!— en espera desde el año anterior. Nadie
había tenido la desconsideración de apremiarlo, pero era evidente que el muy Venerable
Cardenal de Burdeos, Metropolitano de las Diócesis de las Antillas, su Eminencia el Cardenal
Arzobispo de Burgos, el muy Ilustre Arzobispo de México, así como los seiscientos y tantos
obispos que habían estampado sus firmas en el documento, debían estar impacientes por
conocer Su Resolución. Abrió la carpeta llena de anchas hojas cubiertas de sellos lacrados,
con cintas de raso encarnado para unirlas en folio, y, por vigésima vez, leyó la propuesta
de Postulación ante la Sacra Congregación de Ritos que se iniciaba con la bien articulada
frase: “Post hominurm salutem, ab Incarnato Dei Verbo, Domino Nostro Jesu Christo, feliciter instauratam, mullum profecto eventum extitit aut praeclarius, aut utilius incredibili
ausu Januensis nautae Christophori Columbi, qui omnium primus inexplorata horrentiaque
Oceani aequora pertransiens, ignotum Mundum detexit, et ita porro terrarum mariumque
tractus Evangelicae fidei propagationi duplicavit.” . . . Bien lo decía el Primado de Burdeos:
el descubrimiento del Nuevo Mundo por Cristóbal Colón era el máximo acontecimiento
contemplado por el hombre desde que en el mundo se hubiese instaurado una fe cristiana
y, gracias a la Proeza Impar, se había doblado el espacio de las tierras y mares conocidos
a donde llevar la palabra del Evangelio... Y, junto a la respetuosa solicitud, había, en foja
separada, un breve mensaje dirigido a la Sacra Congregación de Ritos que, al recibir el aval
de la firma pontificia, echaría a andar, de inmediato, el intrincado proceso de la beatificación
del Gran Almirante de Fernando e Isabel. Su Santidad tomó la pluma, pero la mano empezó
a sobrevolar la página, como dubitativa, desmenuzando una vez más las implicaciones de
cada palabra. Siempre ocurría así cuando se sentía más resuelto a trazar la rúbrica decisiva al pie de aquel documento. Y era porque en un párrafo del texto aparecía una frase,
Lengua Castellana y Literatura 3
especialmente subrayada, que siempre detenía su gesto: “…pro introductione illius causae
exceptionali ordine”. Esto de introducir la postulación “por vía excepcional” hacía vacilar,
una vez más, al Sumo Pontífice. Era evidente que la beatificación —camino previo para la
canonización— del Descubridor de América constituiría un caso sin precedente en los anales
del Vaticano porque su expediente carecía de ciertos respaldos biográficos que, según el
canon, eran necesarios al otorgamiento de una aureola. Esto, confirmado por los sabios e
imparciales bolandistas invitados a opinar, sería utilizado, sin duda alguna, por el Abogado
del Diablo, sutil y temible Fiscal de la República de los Infiernos... En 1851, cuando él, Pío IX,
después de haber pasado por el arzobispado de Espoleto, el obispado de Imola, y de haberse
tocado con el capelo cardenalicio, no llevaba más de cinco años elevado al Trono de San
Pedro, había encargado a un historiador francés, el conde Roselly de Lorgues, un Historia
de Cristóbal Colón, varias veces leída y meditada por él, que le parecía de un valor decisivo
para determinar la canonización del Descubridor del Nuevo Mundo. Ferviente admirador de
su héroe, el historiador católico había magnificado las virtudes que agigantaban la figura del
insigne marino genovés, señalándolo como merecedor de un lugar destacado en el santoral,
y hasta en las iglesias —cien, mil iglesias... —, donde se venerara su imagen (imagen harto
imprecisa hasta ahora, ya que no se tenían retratos suyos —¿y con cuántos santos no pasaba
lo mismo?— pero que pronto cobraría corporeidad y carácter gracias a las investigaciones
guiadoras de algún pincel inspirado que diese al personaje la fuerza y expresión que el
Bronzino, retratista de César Borgia, había conseguido al ilustrar la figura del insigne marino
Andrea Doria en óleo de una excepcional belleza). Esta posibilidad había obsesionado al
joven canónigo Mastaï desde su regreso de América, cuando estaba muy lejos todavía de
barruntarse que sería entronizado algún día en la basílica de San Pedro. Hacer un santo de
Cristóbal Colón era una necesidad, por muchísimos motivos, tanto en el terreno de la fe
como en el mismo terreno político —y bien se había visto, desde la publicación del Syllabus,
que él, Pío IX, no desdeñaba la acción política, acción política que no podía inspirarse sino
en la Política de Dios, bien conocida por quien tanto había estudiado a San Agustín. Firmar
el Decreto que tenía delante era gesto que quedaría como una de las decisiones capitales
de su pontificado... Volvió a mojar la pluma en el tintero, y, sin embargo, quedó la pluma
otra vez en suspenso. Vacilaba nuevamente, esta tarde de verano en que no tardarían las
campanas de Roma a concertar sus resonancias al toque del Angelus.
unidad 4
El acoso (1958) es la novela que
refleja con mayor fidelidad el
ambiente de Cuba de los años
cincuenta, el inflexible círculo
de represión y violencia, aunque
está bien distante, como todas
las obras de Carpentier, de ser
documental. La partitura sinfónica es la tela de araña en la cual
el protagonista, el acosado, cae
prisionero. La sinfonía termina,
el acosado muere a manos de
los estudiantes a los que ha
traicionado, incapaz de evitar su
destino. Es una obra que trata
de reflejar las frustraciones del
régimen de Batista. El acoso, Los
pasos donde, el protagonista es un
majestuoso músico que trabaja
en partitura para películas de su
esposa, actriz de mucho éxito, en
un gran país industrial; interpreta
una obra interminable, su amante
Mousche, que vive de la astrología. El músico emprende un viaje
a un país latinoamericano que no
tiene nombre en busca de primitivos instrumentos musicales. Este
viaje será como buscar sus pasos
perdidos.
Camino hacia la lectura
1. Leemos este epigrafe que trae en sus comienzos la novela. Comentamos qué ideas
nos sugieren.
2. Escuchamos un villancico navideño y lo comentamos.
3. Leemos atentamente qué sentimientos produce en nuestro ánimo el texto.
ACTIVIDADES
Después de la lectura
1. Organizamos y respondemos oralmente sobre los siguientes puntos:
El fragmento pertenece a la primera parte de la novela subtitulada El
arpa al que acompaña el salmo 150.
El significado de las siguientes expresiones:
¡Loado sea con los címbalos triunfantes!
¡Loado sea con el arpa. Salmo 150.
2. Luego contestamos.
¿Qué significado otorga al texto leído? Fundamentamos nuestra respuesta.
¿En qué contexto se da? ¿Cuál es el tema planteado?
¿Qué elementos de alerta halla el Papa en el pedido de Canonización?
¿Cuál es el problema que se le presenta? ¿Cómo lo resuelve?
El foco narrativo seleccionado, confiere al texto una significación especial. Explicamos
y fundamentamos nuestra respuesta.
111
CAPACIDADES
•
•
•
•
•
•
•
Analiza los elementos estéticos utilizados en obras literarias paraguayas y universales.
Identifica rasgos socioculturales presentes en las obras de la literatura paraguaya
y universal.
Analiza los estilos lingüísticos de autores paraguayos y universales.
Interpreta los mensajes transmitidos en textos orales.
Produce textos orales con características de cohesión y coherencia.
Interpreta mensajes transmitidos en textos escritos.
Redacta textos instrumentales atendiendo sus características, su formato y los
ámbitos de uso.
Lengua Castellana y Literatura 3
unidad 5
5
Comienzo y fin
del ser humano
unidad
CAMPO REFERENCIAL
El Modernismo
El Modernismo es el movimiento literario más importante de las dos últimas décadas del siglo veinte y de los
años iniciales del siglo actual. Este movimiento abarcó a
los pueblos de nuestra América y también a España. Su
aparición ha ocasionado una serie de divergencias entre
críticos e investigadores y el nombre de Modernismo, con
el cual se lo bautizó, ha subsistido hasta hoy en la historia
literaria. Es el primer movimiento continental desde la
independencia, que influyó sobre Europa y fue introducido
por Rubén Darío que surge como reacción general contra
el espíritu de la literatura del Realismo frente al espíritu
burgués de la segunda mitad del siglo XIX. El Modernismo
busca dar al arte un tono aristocrático y exquisito.
1. Poesía cuidada en busca de bellos efectos musicales
y coloristas. Refinamiento y asociación de las sensaciones
Esteticismo. Arte por el arte. Métrica, ampliada y flexible.
Verso sonoro.
2. En el Modernismo se encuentran influencias en todas
las tendencias literarias del S. XIX, el Parnasianismo, el
Simbolismo, el Realismo, el Naturalismo, el Impresionismo y también el Romanticismo, cuyos excesos combatía.
Los modernistas no se cerraron al influjo de los grandes
románticos en lo que tenían de honda emoción lírica y
sonoridad verbal.
3. Representantes. Rubén Darío, Julián de Casal, Leopoldo Lugones, Amado Nervo.
4. En España, fueron modernistas, Salvador Rueda,
Juan Ramón Jiménez, Manuel Machado, Antonio Machado
y Ramón del Valle Inclán
Parnasianismo: Escuela de poetas franceses (1866-1890)
que practicaron el arte por el arte y contribuyeron sus poemas con gran rigor formal. Influyeron sobre el modernismo.
Simbolismo: Movimiento literario que se desarrolló en
Francia en los últimos quince años del siglo XIX. Se opone
al Parnasianismo cuya aspiración es conseguir la belleza
formal de la poesía, así como frente al Naturalismo y su
deseo de alcanzar una literatura de fundamentación científica, trata de crear una poesía que sugiera la vida y las
emociones íntimas del poeta mediante correspondencia
entre ella y el mundo de los objetos. Describe un modo de
expresión literaria en el que las palabras se utilizan para
sugerir estados mentales más que por su contenido objetivo.
“Por la senda caminaba
y se oían los ladridos de los perros a la luna,
a la luna pálida
y el chillido
de las ranas
sentí frío, era el frío que tenían en la alcoba
tus mejillas y tus manos adoradas
entre las blancuras níveas
de las mortuorias sábanas”
Asunción Silva
Símbolo: Procedimiento metafórico que consiste en la
asociación de los planos: el real y el imaginario, sin que
entre ellos exista una relación aparente ni una equiparación
física, sino solamente emotiva.
“Fue una clara tarde, triste y soñolienta
tarde de verano. La hiedra asomaba
al muro del parque, negra y polvorienta
La fuente sonaba
Rechinó en la vieja cancela mi llave;
con agrio ruido abrióse la puerta
de hierro mohoso y, al cerrarse grave
golpeó el silencio de la tarde”
Antonio Machado
113
unidad 5
Lengua Castellana y Literatura 3
ANOCHE CUANDO DORMÍA...
de Antonio Machado, español
Elsa Wiezel
Licenciada en Filosofía. Siguió
cursos de perfeccionamiento
de filosofía moderna en Río de
Janeiro y también allí estudió
publicidad, periodismo, radio,
arte dramático.
En 1954, fue nombrada jefa de
redacción del periódico El Feminista, vanguardia en la lucha por
los derechos civiles y políticos de
la mujer en el Paraguay. Participa
activamente en el periodismo radial y en la prensa escrita del país
(Radio Cáritas, Nacional, Itapúa;
en periódicos: Última Hora, ABC,
La Tribuna.
Su obra poética
Elsa Wiezel posee varios poemarios cuyos títulos citamos:
Poemas de un mundo en brumas
(1951); Poema ciego (1956), Orbitas de visiones (1962), Paraguay
con su horizonte secreto (1966);
Palabras para otros planetas
(1967); Puente sobre el tapekue
(1968); Ego tridimensional (1968);
Sembradores de sol (1970); Virazón (1972); La cosecha del viento
norte (1974); El amor en la brisa
del sur (1975); El duende fugitivo
(1976); Antología poética (1962);
Poemas del aire profundo (1962);
La tierra de los maizales (1993);
Los dos y el mar (1994); Rumbo al
arco iris (1995); Memoria del amor
efímero (1996).
15 con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.
1 Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que un ardiente sol lucía
20 dentro de mi corazón.
5 Di: ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.
Anoche cuando dormía
10 soñé ¡bendita ilusión!
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban frabricando en él
25 Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.
ES UNA TARDE...
2- Es una tarde.....
Es una tarde cenicienta y mustia,
destartalada, como el alma mía
y es esta vieja angustia
que habita mi usual hipocondría.
5 La causa de esta angustia no consigo
ni vagamente comprender siquiera;
pero recuerdo y, recordando, digo:
— si yo era niño, y tú, mi compañera.
y no es verdad, dolor, yo te conozco.
10 tú eres nostalgia de la vida buena
y soledad de corazón sombrío,
de barco sin naufragio y sin estrella.
Como perro olvidado que no tiene
huella ni olfato, y yerra
15 por los caminos, sin camino, como
el niño que en la noche de una fiesta
se pierde entre el gentío
y el aire polvoriento y las candelas
chispeantes, atónito, y asombra
20 su corazón de música y de pena,
así voy yo, borracho melancólico
guitarrista, lunático, poeta
y pobre hombre en sueños, entre la niebla
siempre buscando a Dios.
Caminos hacia la lectura
- Te ofrecemos estos bellos poemas de Machado para leerlos expresivamente.
ANÁLISIS Y COMENTARIO
“Anoche Cuando dormía”
1- Determinamos en los textos los siguientes puntos
solicitados:
- Junto con el tema del sueño, reconocemos la otra
preocupación de Machado y que constituye el tema central.
¿Cuál es?
114
2- Realizamos el análisis de: la realidad exterior, (elementos que la integran) y la situación temporal.
- evocación de los elementos que lo elevan a la ensoñación
- encuentro con el pasado.
3- Comentamos los símbolos que aparecen (para aclarar
este punto podemos acudir a la información sobre el autor)
Lengua Castellana y Literatura 3
4- Comentamos brevemente lo relevante en el poema.
Leemos y corregimos nuestro trabajo.
5- Presentamos al profesor nuestro trabajo para su
revisión y evaluación.
“Era una tarde”
1. Leemos atentamente el texto. Aclaramos el vocabulario desconocido.
2. Reconocemos las palabras con que Machado expresa
su estado de ánimo.
3. Expresamos el tema central con una frase.
4. Se inicia el poema con la referencia a la tarde. Identificamos los adjetivos que se aplican a tarde.
5. Explicamos con qué recurso se pone de relieve “destartalada como el alma mía”
unidad 5
6. Analizamos cuál o cuáles son la “causa de esa angustia”.
7. En los versos 12 - 20 “barco” - “perro”-“niño” son
símiles que se relacionan con el poeta, con su desamparo.
Explicamos que guardan el uno con el otro.
8. El último verso hace explícito el tema. Comentamos
brevemente acerca de la organización del poema, las simbolizaciones de su problema y el de dejar para el último
verso su formulación.
9. Escritura. Redactamos un juicio valorativo sobre el
poema. Lo presentamos al profesor para la corrección y la
evaluación.
PERFECCIÓN INTERIOR
de Elsa Wiezel, paraguaya
Camino de liberación
Camino construido por dentro
De la carne y vuela inquieta
En forma de perfume
Murallas interiores de silencio
Esencia de la humildad mística,
Como una hostia callada,
Como una estrella triste.
Con jardines de músicas
Camino único
Camino hondamente humano
Y dolorosamente querido
Camino con heridas sangrientas
Y surcos de cosechas
Camino de liberación,
Cuando la carne se desprende
Camino de la juventud
Y de los años cenicientos.
Camino de los días dorados
Y de las horas ansiosas
Camino de liberación,
Cuando pensamos en el sueño de un astro
Y plantamos en la raíz de un árbol
Camino hacia la lectura
-
Leemos en forma expresiva el poema Perfección interior.
Comentamos sobre el significado del título.
Escuchamos las opiniones y las copiamos en la pizarra.
Evaluamos nuestro trabajo.
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Actividades
- Aclaramos el vocabulario: liberación, esencia, cenicientas, perfección, hastío.
- Explicamos la visión de la perfección interior.
- Precisamos la estructura del poema (verso, rima, ritmo, tema).
- Reconocemos la metáfora con que se cierra el poema.
- Redactamos un juicio crítico sobre el poema.
- Evaluamos la actividad con una lista de control.
115
unidad 5
Lengua Castellana y Literatura 3
EL VELO DE LA REINA MAB
Rubén Darío
(1867-1916)
Félix Rubén García Sarmiento nace
en Metapa (Nicaragua), en 1867, y
muere en su patria en febrero de
1916, después de un largo peregrinaje por el extranjero.
Escribe versos desde los 13 años,
lo que le valió la denominación de
“poeta niño”. A los 15 años, en la
República de El Salvador, ensaya sus
primeros alejandrinos traduciendo
a los poetas franceses. Con anhelos
de nuevos horizontes llega a Chile
en 1887; allí estrecha amistad con
intelectuales y hombres de letras.
En su libro Azul, publicado en Santiago en julio de 1888, se siente la influencia del París soñado, que el poeta
con su temperamento exquisito ha
podido, evocar aún sin conocer.
En Prosas Profanas se destacan los
aspectos más sobresalientes del
modernismo: el exotismo, la fantasía
y el preciosismo en el lenguaje.
En 1905, Darío publica sus poemas
Cantos de vida y esperanza, el más
importante de sus libros.
En Rubén Darío se representan todas y cada una de las etapas del
movimiento modernista, el que
prácticamente con él cierra, su ciclo.
116
La reina Mab, en su carro hecho de una sola perla, tirado por cuatro coleópteros de
petos dorados y alas de pedrería, caminando sobre un rayo de sol, se coló por la ventana de una buhardilla donde estaban cuatro hombres flacos, barbudos e impertinentes,
lamentándose como unos desdichados.
Por aquel tiempo, las hadas habían repartido sus dones a los mortales. A unos habían
dado las varitas misteriosas que llenan de oro las pesadas cajas del comercio; a otros
unas espigas maravillosas que al desgranarlas colmaban las trojes de riqueza; a otros
unos cristales que hacían ver en el riñón de la madre tierra oro y piedras preciosas; a
quiénes, cabelleras espesas y músculos de Goliat, mazas enormes para machacar el hierro encendido; y a quiénes, talones fuertes y piernas ágiles para montar en las rápidas
caballerías que se beben el viento y que tienden las crines en la carretera. Los cuatro
hombres se quejaban. Al uno le había tocado en suerte una cantera, al otro iris, al otro
el ritmo, al otro el cielo azul.
La reina Mab oyó sus palabras. Decía el primero:
¡Y bien! ¡Héme aquí en la gran lucha de mis sueños de mármol! Yo he arrancado el
bloque y tengo el cincel. Todos tenéis, unos el oro, otros la armonía, otros la luz; yo
pienso en la blanca y divina Venus, que muestra su desnudez bajo el plafón color del
cielo. Yo quiero dar a la masa la línea y la hermosura plástica; y que circule por las venas
de la estatua una sangre incolora como la de los dioses Yo tengo el espíritu de Grecia en
el cerebro, y amo los desnudos en que la ninfa huye y el fauno tiende los brazos. ¡Oh,
Fidias Tú eres para mí soberbio y Augusto como un semidiós, en el recinto de la eterna
belleza, rey ante un ejército de hermosuras que a tus ojos arrojan el magnifico Kitón,
mostrando la esplendidez de la forma en sus cuerpos de rosa y de nieve.
Tú golpeas, fundes y domas el mármol, y suena el golpe armónico como un verso, y
te adula la cigarra amante del sol oculta entre los pámpanos de la viña virgen. Para ti
son los Apolos rubios y luminosos, las Minervas severas y soberanas. Tú, como un mago,
conviertes la roca en simulacro y el colmillo del elefante en copa de festín Y al ver tu
grandeza siento el martirio de mi pequeñez. Porque pasaron los tiempos gloriosos. Porque tiemblo ante las miradas de hoy. Porque contemplo el ideal inmenso y las fuerzas
exhaustas. Porque a medida que cincelo el bloque me ataraza el desaliento.
Y decía el otro:
- Lo que es hoy romperé mis pinceles ¿Para qué quiero el iris y esta gran paleta de
campo florido, si a la postre mi cuadro no será admitido en el salón? ¿Qué abordaré?
He recorrido todas las escuelas, todas las inspiraciones artísticas. He pintado el torso
de Diana y el rostro de la Madona. He pedido a las campiñas sus colores, sus matices;
he adulado a la luz como a una amada, y la he abrazado como a una querida. He sido
adorador del desnudo, con sus magnificencias, con los tonos de sus carnaciones y con
sus fugaces medias tintas. He trazado en mis lienzos los nimbos de los santos y las alas
de los querubines ¡Ah, pero siempre el terrible desencanto!, ¡el porvenir! ¡Vender una
Cleopatra en dos pesetas para poder almorzar!
¡Y yo que podría, en el estremecimiento de mi inspiración, trazan el gran cuadro que
tengo aquí dentro!
Y decía el otro:
- Perdida mi alma en la gran ilusión de mis sinfonías, temo todas las decepciones Yo
escucho todas las armonías, desde la lira de Terpandro hasta las fantasías orquestales
de Wagner.
Mis ideales brillan en medio de mis audacias de inspirado. Yo tengo la percepción del
filósofo que oyó la música de los astros. Todos los ruidos pueden aprisionarse, todos los
ecos son susceptibles de combinaciones. Todo cabe en la línea de mis escalas cromáticas.
La luz vibrante es himno, y la melodía de la selva halla un eco en mi corazón. Desde el
ruido de la tempestad hasta el canto del pájaro, todo se confunde y enlaza en la finita
cadencia.
Lengua Castellana y Literatura 3
Entretanto, no diviso sino la muchedumbre que befa, y
la celda del manicomio.
Y el último:
- Todos bebemos del agua clara de la fuente de Jonia.
Pero el ideal flota en el azul, y para que los espíritus gocen
de su luz suprema es preciso que asciendan. Yo tengo el
verso que es de miel y el que es de oro, y el que es de hierro candente. Yo soy el ánfora del celeste perfume: tengo
el amor. Paloma, estrella, nido, lirio, vosotros conocéis
mi morada. Para los vuelos inconmensurables tengo alas
de águila que parten a golpes mágicos el huracán. Y para
hallar consonantes, los busco en dos bocas que se juntan;
y estalla el beso, y escribo la estrofa, y entonces, si veis
mi alma, conoceréis a mi musa. Amo a las epopeyas porque
de ellas brota el soplo heroico que agita las banderas que
ondean sobre las lanzas y los penachos que tiemblan sobre
los cascos; los cantos líricos, porque hablan de las diosas y
de los amores; y las églogas, porque son olorosas a verbena
y a tomillo, y al santo aliento del buey coronado de rosas.
unidad 5
Yo escribiría algo inmortal; mas me abruma un porvenir de
miseria y de hambre.
Entonces la reina Mab, del fondo de su carro hecho de
una sola perla, tomó un velo azul, casi impalpable, como
formado de suspiros, o de miradas de ángeles rubios y
pensativos. Y aquel velo era el velo de los sueños, de los
dulces sueños, que hacen ver la vida del color de rosa. Y
con él envolvió a los cuatro hombres flacos, barbudos e
impertinentes. Los cuales cesaron de estar tristes, porque
penetró en sus pechos la esperanza, y en sus cabezas el sol
alegre, con el diablillo de la vanidad, que consuela en sus
profundas decepciones a los pobres artistas.
Y desde entonces, en las buhardillas de los brillantes
infelices, donde flota el sueño azul, se piensa en el porvenir
como en la aurora, y se oyen risas que quitan la tristeza, y
se bailan extrañas farándulas alrededor de un blanco Apolo,
de un lindo paisaje, de un violín viejo, de un amarillento
manuscrito.
Camino hacia la lectura. Vocabulario
En el cuento aparecen personajes de la mitología grecolatina. Aclaramos quiénes eran
y qué virtud se le atribuía a cada uno. Venus, Minerva, Diana, Apolo, Ninfas, Faunos.
Consultamos en el CRA libros sobre la mitología griega.
El titulo del cuento: el velo de la Reina Mab, personaje fantástico con dotes maravillosos que prodiga dones. ¿A qué experiencia te remita? ¿Podrás predecir algo sobre
el contenido?
ANÁLISIS Y COMENTARIO
1. Estudiamos el léxico del cuento El velo de la reina
Mab.
2. Acudimos al diccionario y averiguamos el significado
de: ánfora, petos, pedrería, buhardilla, armónico, iris,
paleta, befa, musa, velo, sórdida, sinfonía, fauno, Mab,
coleóptero, Venus, Apolo, Diana, Minerva, Madona.
3. Leemos el significado y aplicamos las palabras en
frases u oraciones.
4. Comprobamos nuestros trabajos con ayuda de la clase
y del docente.
5. Pasamos a la lectura del cuento.
Trabajo grupal
1- Identificamos y explicamos:
-El tema del cuento.
-El oficio de cada uno de los artistas que se mencionan en el cuento.
-La causa de la tristeza de los cuatro personajes.
- La actitud adoptada por la reina Mab.
2-Resumimos en cinco o seis líneas el argumento del
cuento.
3- Interpretamos y exponemos la crítica a la sociedad
que realiza el autor.
4- Identificamos estas características del movimiento
modernista en el cuento: amor a la elegancia, exotismo, invenciones fabulosas, esmero en la elaboración de la forma,
refinamiento verbal (ejemplos), exaltación de la belleza y
lo ideal, recreación de temas mitológicos.
5. Exponemos por escrito argumentos que sustenten
estas opiniones:
-“El arte no siempre es valorado en nuestra sociedad”.
-“Existen carreras profesionales consideradas de
menor rango”.
-Leemos los trabajos para analizarlos.
6. Organizamos un debate para cuya realización nombramos un moderador que conceda la palabra ordenadamente.
7. La evaluación es realizada por el profesor que observa
y acompaña el trabajo.
117
unidad 5
Lengua Castellana y Literatura 3
La vida es comienzo y fin.
El poeta compara la vida con el fluir del río,
que corre para terminar en el mar de la muerte.
LECTURA
Coplas por la muerte de su
padre
“Nuestras vidas son los ríos/ que
van a dar en la mar/ que es el
morir;/ allí van los señoríos derechos a se acabar/ y consumir”.
Jorge Manrique
El poeta en sus coplas1 presenta una
serie de temas subordinados a una función común: el tiempo.
Jorge Manrique acomete contra lo
temporal y para ello se dirige a la esencia
misma al tiempo.
Tiempo, desesperación, esperanza,
fugacidad, muerte, son los temas de
las coplas.
La vida es tiempo, evolución. Lo presente huye, luego el hombre ha de saber
que el futuro, cuando llegue, se hará
rápidamente presente y se escapará del
mismo modo. Lo que venga no va a durar
más que lo que vino y ya no es otra cosa
que memoria, resultando la inapelable
sentencia de lo fugaz.
Camino hacia la lectura
-
Leemos los pensamientos escritos en el cuadro.
Conversamos sobre cada pensamiento.
Nuestro coloquio estará dirigido por nuestro profesor.
Leemos con interés la copla.
Coplas
35
“No se os haga tan amarga
la batalla temerosa
que esperáis
pues otra vida más larga
de la fama gloriosa acá dejáis
(aunque esta vida de honor
tampoco no es eternal
ni verdadera);
más, con todo, es muy mejor
que la otra temporal,
perecedera”.
37
“Y pues vos, Claro varón,
Tanta sangre derramasteis,
esperad el galardón
que este mundo ganasteis
por las manos;
partid con buena esperanza,
que esta vida tercera ganaréis”.
Jorge Manrique
Coplas III, XXXV y 37
Literatura universal
GÉNESIS2
(1) Copla: Estrofa de seis versos
que combina octosílabos y tetrasílabos con rima consonante (pie
quebrado: 8a 8b 4c 8a 8b 4c)
(2) Génesis quiere decir comienzo; este texto proclama un Dios
único, creador de todo.
118
Leamos atentamente este texto de la Biblia en el cual se marca el comienzo
del mundo.
En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo,
el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
Y vio que la luz era buena; separó la luz de las tinieblas, llamó a la luz Día, a las
tinieblas Noche. Luego dijo: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas
de las aguas.
Hizo la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las
aguas que estaban sobre la expansión. Llamó a la expansión Cielos.
Dijo también: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. Llamó a lo seco Tierra, y a las aguas llamó Mares.
Lengua Castellana y Literatura 3
Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, árbol de fruto según su género, que su semilla esté en él; las
aguas, seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en
la abierta expansión de los cielos; la tierra, seres vivientes
según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra
según su especie, y luego les dijo: fructificad y multiplicaos
cada uno en su ambiente. Y fue así. Hizo animales de la
tierra, ganado, y todo animal que se arrastra sobre la tierra
según su especie. Y vio Dios que era bueno.
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces
del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda
la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
Creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó.
unidad 5
Los bendijo y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad
la tierra, y sojuz- gadla. He aquí que os he dado toda planta
que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol
en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.
Y acabó en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el
día séptimo. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De
todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la
ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que
de él comieres, ciertamente morirás.
No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda
idónea para él.
Hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste
dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su
lugar e hizo una mujer; dijo: ésta será llamada Varona,
porque del varón fue tomada.
ACTIVIDADES
Leemos con interés el texto, luego examinamos el tema entre los compañeros, razonando cada uno su punto de vista. Trabajamos juntos.
- Elaboramos la secuencia de ideas
Explicamos los hechos, las causas y los efectos
- ¿Contestamos cuáles son las secuencias principales de la creación del mundo según
la Biblia?
¿A quién confía Dios el dominio del mundo?
¿Cuál es el mensaje del texto?
- Presentamos nuestros trabajos y coevaluamos.
Comienzo y fin del ser humano
SETIEMBRE ARDIENTE
de William Faulkner, norteamericano
En el crepúsculo sangriento, después de sesenta y seis días sin lluvia, el rumor corrió
como fuego sobre hierba seca. Se trataba sobre algo relacionado con la señorita Minnie Cooper
y un negro. Asaltada, atacada, aterrorizada: entre hombres congregados aquel sábado en la barbería, ninguno sabía exactamente lo que había ocurrido. El ventilador batía, sin lograr refrescar
el aire viciado por los olores y hálitos acres mezclado al de lociones y pomadas.
-No puede haber sido Will Mayes- dijo uno de los barberos, un hombrecito delgado, de
mediana edad, que tenía los cabellos de un color arena y un rostro bondadoso; estaba afeitando
a un cliente-. Conozco a Will Mayes. Es una buena persona. Y también conozco a la señorita
Minnie Cooper.
-Y ¿qué sabes tú de ella? - preguntó otro de los barberos.
-¿Quién es ella? - preguntó el cliente-. ¿Alguna muchacha?
-No- contestó el barbero-. Debe tener sus cuarenta años y no es casada. Por eso precisamente no creo.
-Es que debes creerlo- dijo un muchachote pesado, cuya camisa estaba empapada de
sudor - ¿Cómo te atreves a creer más en la palabra de un negro que en la de una blanca?
-No creo que Will Mayes lo haya hecho - insistió el barbero-. Conozco a Will.
-En ese caso, tú sabrás quién lo hizo y hasta lo habrás ayudado a escapar de la ciudad, maldito negrófilo.
-No creo que nadie lo haya hecho. Creo que no ha sucedido nada. Lo que pasa es que estas
119
unidad 5
William Faulkner
(1897-1962)
Narrador estadounidense que
impuso un estilo narrativo complejo, caracterizado por el monólogo interior, las oraciones interminables, los súbitos cambios
de punto de vista, los paréntesis
inesperados y la complicación
de tramas que muchas veces no
conectan entre sí. Con Sartoris inauguró un ciclo de novelas y relatos ambientados en el imaginario
condado de «Yoknapatawapha»,
vasta recreación del Sur de Estados Unidos y su decadencia. Según Jorge Luis Borges, Faulkner
«ha jugado poderosamente con
el tiempo, deliberadamente ha
barajado el orden cronológico,
deliberadamente multiplicó los
laberintos y los equívocos». Sus
cuentos, que poseen una gran
fuerza dramática, son más concretos que sus novelas, como
los antológicos Todos los pilotos
mueren, Una rosa para Emily y
Septiembre ardiente.
Recibió el premio Nobel en 1949.
120
Lengua Castellana y Literatura 3
damas de cierta edad, que no han logrado casarse, se figuran que un hombre no puede...
-¡Oiga, que clase de blanco es usted!- exclamó el cliente moviéndose la toalla, mientras el
muchachote se ponía de pie de un salto.
-¿Qué, no lo crees? -dijo este último. ¿Te atreverías a acusar a una blanca de mentirosa?
-La culpa es de este maldito tiempo -opinó uno de los presentes-. Es capaz de incitar a un
hombre a hacer cualquier cosa, aun con ella.
Nadie rió. El barbero insistió con su voz suave y testaruda:
-Yo no acuso a nadie de nada. Todo lo que sé, y todo lo que ustedes saben también, es que
ella es una mujer que jamás ha...
-¡Maldito negrófilo! -exclamó el joven.
-¡Cállate Butch!-pidió un tercero-. Vamos a tener tiempo de sobra para proceder cuando
conozcamos los hechos.
-¿Quién está haciendo la averiguación? -preguntó el muchachote-.¡Hechos! ¡Al diablo con
los hechos! Yo...
-Tú sí que eres un blanco como debe ser -dijo el cliente. Con su barba cubierta de espuma
parecía una rata de desierto de película-. Óyeme bien, Jack, si en este pueblo no hay hombres
blancos, puedes contar conmigo, a pesar de que soy un viajante que está aquí sólo de paso.
-Está bien, muchachos- dijo el barbero-. Averigüen la verdad primero. Les repito que conozco
a Will Mayes.
-¡Por Dios!- exclamó el muchachote-Pensar que hay en este pueblo un blanco que...
-Cállate Butch- dijo el que había hablado después de él-. Tenemos tiempo de sobra.
El cliente se irguió para mirar a este último.
-Pero, ¿acaso pretenderán que un negro que ataca a una blanca puede tener excusa? Usted
que es blanco, ¿se atreve a sostener semejante cosa? Lo mejor que podría hacer es regresar al
norte, de donde viene. El sur no necesita tipos de su calaña.
-¿A qué norte? -le preguntó su interlocutor-. Yo nací y me crié en este pueblo.
-Bueno, ¡por Dios! -exclamó el muchachote mientras miraba a su alrededor con una expresión
forzada y de contrariedad, como si tratara de recordar lo que quería decir no hacer. Se pasó la
manga de la camisa por su empapado rostro-. ¡Qué el diablo me lleve si yo voy a permitir que
una blanca...!
-Así se habla Jack- dijo el viajante-. Por vida de...ellos...
La puerta metálica se abrió bruscamente y apareció un hombre de modales desenvueltos,
a pesar de su corpulencia. Llevaba una camisa blanca, abierta en el cuello, y un sombrero de
fieltro. Paseó por el grupo su mirada ardiente y audaz. Se llamaba McLendon, había mandado
tropas en el frente de Francia y había sido condecorado por su valentía.
-¡Vamos!-exclamó—. ¿Así permanecen ustedes, sentados aquí, permitiendo que un negro
ultraje a una blanca en las calles de Jefferson?
Butch, el hombre de la camisa de seda, saltó de nuevo. La seda de su camisa estaba
pegada a sus espaldas y bajo cada axila había una media luna oscura.
-Eso es precisamente lo que decía. Eso es lo que...
-¿Acaso ha ocurrido algo realmente? - preguntó un tercero-. No sería la primera vez que ella
tiene miedo de un hombre, como decía Hawkshaw. ¿No hace más o menos un año que se corrió
una historia de un hombre que se había subido al techo de la cocina para verla desnudarse?
-¡Cómo!- dijo el cliente -. ¿Qué historia es esa?
Poco a poco el barbero lo empujaba hacia atrás en la silla; pero él se detuvo semirreclinado con la cabeza levantada, mientras el barbero continuaba tratando de reclinarla.
- ¿Qué tiene que ver eso?- preguntó McLendon-. ¿Van a permitir que los negros intenten estas
cosas hasta que uno de ellos lo haga de verdad?
- ¡Eso es lo que yo he estado diciéndoles!- gritó Butch, quien lanzó a continuación una serie
de maldiciones.
¡Eh,eh!- exclamó otro de los presentes-. No tan fuerte. No grites tanto.
Sí- dijo McLendon-Es inútil seguir discutiendo. Yo he dicho lo que tenía que decir. ¿Quién
está conmigo-y plantándose sobre sus talones, paseó la mirada por los circunstantes.
El barbero obligaba a su cliente a mantener la cabeza inmóvil bajo su navaja.
-Infórmense bien primero, muchachos- dijo- Conozco a Will Mayes. No fue él. Hay que hacer
las cosas en regla e ir a buscar al sheriff.
McLendon lo miró furioso, mas el barbero sostuvo su mirada. Si hubiese dicho que eran
Lengua Castellana y Literatura 3
dos hombres de raza diferente. Los demás barberos también
habían cesado de trabajar sobre sus postrados clientes.
¡Vaya!- exclamó McLendon- Acaso pretende creer en la
palabra de un negro más en la de una blanca?...¡Maldito negrófilo!...
El tercer interlocutor, que también había sido soldado,
se levantó y cogió a McLendon del brazo:
-¡Calma, calma! Aclaremos el asunto.
-¿Quién sabe qué ocurrió realmente?
-¡Qué lo aclare el infierno!-dijo McLendon, liberando su brazo
con un brusco tirón-Los que estén de mi parte que se pongan de
pie. En cuanto a los otros... - y miró a su alrededor, pasándose
la manga por el rostro.
Tres hombres se levantaron. El viajante de comercio se
enderezó en su sillón.
-Sáqueme este paño -dijo y tironeó la toalla que lo envolvía-.
Yo estoy con él. Yo no vivo aquí, santo Dios, pero si nuestras madres y nuestras hermanas... -se pasó la toalla por el rostro y la
arrojó al piso enseguida. McLendon, de pie, renegaba, mientras
tanto contra los otros. Un segundo cliente se levantó. Los otros
permanecieron sentados, muy incómodos, y evitaban mirarse.
Después, uno a uno, se levantaron y se unieron a McLendon.
El barbero recogió la toalla del piso y comenzó a doblarla
con cuidado.
unidad 5
-Amigos míos- dijo-, no hagan eso. Will no es culpable.
-¡Adelante!- exclamó McLendon, dando media vuelta. La culata de un revolver automático asomaba por uno de sus bolsillos.
Salieron y la puerta metálica se cerró tras ellos, resonando en
el aire muerto.
El barbero limpió rápida y meticulosamente su navaja,
la guardó, corrió hacia el fondo de su local y cogió su sombrero.
-Volveré en cuanto pueda -dijo a los demás barberos-. No
puedo permitir que... -y salió corriendo.
Los otros dos barberos lo siguieron hasta la puerta, que
sujetaron al rebotar. Después se asomaron a la calle y lo miraron
alejarse. El aire era pesado y muerto. Dejaba en la lengua un
sabor metálico.
-¿Qué puede hacer él?-preguntó el primero.
Mientras el segundo repetía a media voz.
-¡Santo Dios, Santo Dios!...
-No quisiera estar en el pellejo de Will Mayes, pero tampoco
en el de Hawk, pues si él llega a encolerizar a McLendon...
-¡Santo Dios! ¡Santo Dios! - repetía el segundo.
-¿Tú crees que el negro en verdad le hizo algo a ella?-preguntó
el primero.
“Ahora bien, un cuento tiene una conducta, pasa por diferentes etapas. Algunos cuentos dejan un halo de
luz tras ellos, como meteoros, de manera que mucho tiempo después de haber impactado nuestros ojos, podemos
descubrir su significado, como un efecto retardado.
Estos cuentos que van y vienen fuera de control se cuentan, por muchos motivos, entre los más interesantes de
todos, y en ocasiones son llamados apocalípticos. Creo que los cuentos de Faulkner no eran meteoros sino cometas.
De un modo que sobrepasa su extravagancia y sorpresividad y su deprecio por las leyes más estables de tiempo y
espacio; los cuentos de Faulkner son como los cometas que tienen una maravillosa ruta propia. Reaparecen, en su
momento reiteran su significado y, al reiterarlo, ofrecen toda una historia posterior, más allá de una significación única”.
Eudora Welty, La lectura y la escritura de cuentos.
Camino hacia la lectura
Investigamos en el CRA sobre William Faulkner.
Expresamos nuestra opinión sobre la discriminación racial con respecto al negro en algunos países.
ANÁLISIS Y COMENTARIO
1. Durante la lectura identificamos estos hechos:
· Una violación o un intento de violación;
· En el pueblo muchos creen; otros no;
· El comentario hecho en la barbería;
· Un hombre acusa a un negro;
· La defensa que hace el barbero.
· Los blancos liderados por McLendon deciden hacer justicia
por sus manos;
· Obligan al negro a subir al auto y lo conducen lejos del
pueblo para eliminarlo;
· Al barbero también lo amenazan, pero él se tira del auto;
· Huye por caminos polvorientos;
· McLendon llega a su casa, maltrata a su mujer, se saca la
camisa como queriendo olvidar lo ocurrido.
2 - Enunciamos el tema del texto en una frase.
121
unidad 5
Lengua Castellana y Literatura 3
Después de la lectura
1. Debatimos sobre los subtemas
- El único personaje que tenía la mente abierta es
- La mujer es incomprendida por la sociedad prejuiciosa
- “La desconfianza hacia el negro crea el ambiente propicio
para incriminar al negro”.
- Una sociedad machista que no respeta a la mujer.
En el cuento se dejan traslucir los siguientes temas, lo
comentamos en nuestro grupo luego presentamos nuestras
conclusiones.
· El odio a los negros.
· La murmuración irresponsable
· La acusación infundada
· El sentimiento de superioridad y la postura fanática.
2 - Análisis psicológico
- Desde la conciencia de Minnie relaten su vida en esa
ciudad pequeña, donde una soltera mayor no es bien mirada.
- Pongámonos en el lugar del pobre negro acusado de un
crimen que no cometió y expresemos los sentimientos
que habrá experimentado desde el momento en que lo
capturaron.
- Expresamos por qué el barbero no pudo ser comprendido
por los demás blancos.
Trabajo en grupo. Discutimos sobre estos puntos. Fundamentamos nuestras respuestas.
· El blanco sólo confía en el blanco y cree que todo lo malo
es obra de los negros.
· Los negros son tratados como «sucios cochinos».
· Una mujer que viste en forma llamativa, necesariamente
será una mujer liviana.
· La esposa maltratada no osa revelarse ni protestar.
· La barbería como punto de encuentro y un lugar donde
se habla mal de las mujeres.
3 - Desde nuestra percepción lectora formemos grupos y
organicemos el juego de roles con entrevistas.
- Podríamos jugar a representar a los personajes y entrevistarlo según el rol que asumamos.
Te sugerimos los siguientes pasos:
- Seleccionamos un grupo de estudiantes que asuman los
papeles de cual uno de los personajes elegidos. Cada uno
elegirá el personaje con quien se siente identificado.
- Información sobre las acciones y las ideas de cada personaje.
- Determinación los temas que abordarán con los personajes.
- Planteamiento de opiniones propias.
- Registro la entrevista mediante un grabador o tomar notas.
- Transcripción de la misma para ponerla a consideración
del entrevistado.
- Elaboramos la redacción definitiva para someterla a la
crítica de la clase en cuanto a:
a) Presentación de la entrevista
b) Si se cumplieron los pasos
c) Utilización correcta del lenguaje.
NOS HAN DADO LA TIERRA
de Juan Rulfo, mexicano
Después de tantas horas de caminar sin encontrar ni
una sombra de árbol, ni una semilla de árbol, ni una raíz
de nada, se oye el ladrar de los perros.
Uno ha creído a veces, en medio de este camino sin orillas, que nada habría después; que no se podría encontrar
nada al otro lado, al final de esta llanura rajada de grietas
y de arroyos secos. Pero sí, hay algo. Hay un pueblo. Se
oye que ladran los perros y se siente en el aire el olor del
humo, y se saborea ese olor de la gente como si fuera una
esperanza.
Pero el pueblo está todavía muy allá. Es el viento el que
lo acerca.
Hemos venido caminando desde el amanecer. Ahorita son
algo así como las cuatro de la tarde. Alguien se asoma al
cielo, estira los ojos hacia donde está colgado el sol y dice:
—Son como las cuatro de la tarde.
Ese alguien es Melitón. Junto con él, vamos Faustino,
Esteban y yo. Somos cuatro. Yo los cuento: dos adelante,
otros dos atrás. Miro más atrás y no veo a nadie. Entonces
me digo: “Somos cuatro”. Hace rato, como a eso de las
once, éramos veintitantos; pero puñito a puñito se han ido
desperdigando hasta quedar nada más este nudo que somos
nosotros.
122
Faustino dice:
—Puede que llueva.
Todos levantamos la cara y miramos una nube negra y
pesada que pasa por encima de nuestras cabezas. Y pensamos: “Puede que sí”.
No decimos lo que pensamos. Hace ya tiempo que se
nos acabaron las ganas de hablar. Se nos acabaron con el
calor. Uno platicaría muy a gusto en otra parte, pero aquí
cuesta trabajo. Uno platica aquí y las palabras se calientan
en la boca con el calor de afuera, y se le resecan a uno en
la lengua hasta que acaban con el resuello. Aquí así son las
cosas. Por eso a nadie le da por platicar.
Cae una gota de agua, grande, gorda, haciendo un agujero en la tierra y dejando una plasta como la de un salivazo.
Cae sola. Nosotros esperamos a que sigan cayendo más y
las buscamos con los ojos. Pero no hay ninguna más. No
llueve. Ahora si se mira el cielo se ve a la nube aguacera
corriéndose muy lejos, a toda prisa. El viento que viene
del pueblo se le arrima empujándola contra las sombras
azules de los cerros. Y a la gota caída por equivocación se
la come la tierra y la desaparece en su sed.
¿Quién diablos haría este llano tan grande? ¿Para qué
sirve, eh?
Lengua Castellana y Literatura 3
Hemos vuelto a caminar, nos habíamos detenido para ver llover. No llovió. Ahora
volvemos a caminar. Y a mí se me ocurre que hemos caminado más de lo que llevamos
andado. Se me ocurre eso. De haber llovido quizá se me ocurrieran otras cosas. Con
todo, yo sé que desde que yo era muchacho, no vi llover nunca sobre el llano, lo que
se llama llover.
No, el llano no es cosa que sirva. No hay ni conejos ni pájaros. No hay nada. A no ser
unos cuantos huizaches trespeleques y una que otra manchita de zacate con las hojas
enroscadas; a no ser eso, no hay nada.
Y por aquí vamos nosotros. Los cuatro a pie. Antes andábamos a caballo y traíamos
terciada una carabina. Ahora no traemos ni siquiera la carabina.
Yo siempre he pensado que en eso de quitarnos la carabina hicieron bien. Por acá
resulta peligroso andar armado. Lo matan a uno sin avisarle, viéndolo a toda hora con
«la 30» amarrada a las correas. Pero los caballos son otro asunto. De venir a caballo ya
hubiéramos probado el agua verde del río, y paseado nuestros estómagos por las calles
del pueblo para que se les bajara la comida. Ya lo hubiéramos hecho de tener todos
aquellos caballos que teníamos. Pero también nos quitaron los caballos junto con la
carabina.
Vuelvo hacía todos lados y miro el llano. Tanta y tamaña tierra para nada. Se le resbalan a uno los ojos al no encontrar cosa que los detenga. Sólo unas cuantas lagartijas
salen a asomar la cabeza por encima de sus agujeros, y luego que sienten la tatema del
sol corren a esconderse en la sombrita de una piedra. Pero nosotros, cuando tengamos
que trabajar aquí, ¿qué haremos para enfriarnos del sol, eh? Porque a nosotros nos dieron
esta costra de tepetate para que la sembráramos.
Nos dijeron:
—Del pueblo para acá es de ustedes.
Nosotros preguntamos:
—¿El Llano?
—Sí, el llano. Todo el Llano Grande.
Nosotros paramos la jeta para decir que el llano no lo queríamos. Que queríamos
lo que estaba junto al río. Del río para allá, por las vegas, donde están esos árboles
llamados casuarinas y las paraneras y la tierra buena. No este duro pellejo de vaca que
se llama el Llano.
Pero no nos dejaron decir nuestras cosas. El delegado no venia a conversar con nosotros. Nos puso los papeles en la mano y nos dijo:
—No se vayan a asustar por tener tanto terreno para ustedes solos.
—Es que el llano, señor, delegado…
—Son miles y miles de yuntas.
—Pero no hay agua. Ni siquiera para hacer un buche hay agua.
— ¿Y el temporal? Nadie les dijo que se les Iba a dotar con tierra de riego. En cuanto
allí llueva, se levantará el maíz como si lo estiraran.
—Pero, señor delegado, la tierra está deslavada, dura. No creemos que el arado se
entierre en esa como cantera que es la tierra del Llano. Habría que hacer agujeros con
el azadón para sembrar la semilla y ni aun así es positivo que nazca nada; ni maíz ni
nada nacerá.
—Eso manifiéstenlo por escrito. Y ahora váyanse. Es al latifundio al que tienen que
atacar, no al Gobierno que les da la tierra.
—Espérenos usted, señor delegado. Nosotros no hemos dicho nada contra el Centro.
Todo es, contra el Llano... No se puede contra lo que no se puede. Eso es lo que hemos
dicho... Espérenos usted para explicarle. Mire, vamos a comenzar por donde íbamos...
Pero él no nos quiso oír.
Así nos han dado esta tierra. Y en este comal acalorado quieren que sembremos semillas de algo, para ver si algo retoña y se levanta. Pero nada se levantará de aquí. Ni
zopilotes. Uno los ve allá cada y cuando, muy arriba, volando a la carrera; tratando de
salir lo más pronto posible de este blanco terregal endurecido, donde nada se mueve y
por donde uno camina como reculando.
Melitón dice:
—Ésta es la tierra que nos han dado.
Faustino dice:
— ¿Qué?
Yo no digo nada. Yo pienso: “Melitón no tiene la cabeza en su lugar. Ha de ser el calor
el que lo hace hablar así. El calor que le ha traspasado el sombrero y le ha calentado
la cabeza y si no, ¿por qué dice lo que dice? ¿Cuál tierra nos han dado, Melítón? Aquí
unidad 5
Juan Rulfo
(1918-1986)
Otro narrador que ocupa un lugar
de privilegio en la literatura hispanoamericana es el mejicano Juan
Rulfo, del estado de Jalisco. Se
inició en la literatura alrededor de
1940. Su primera obra, de escasa
trascendencia como él mismo lo
reconociera, es La vida no es muy
seria en sus cosas (1945), aparecida
en la revista Pan de Guadalajara.
Durante su infancia, perdió a
su padre en 1924 y a su madre
en 1930. Vivió muy cerca de las
revueltas campesinas y cristeras
que tendrían decisiva influencia en
su producción literaria. Rulfo está
inserto en ese mundo triste y violento, el cual constituye la trama de
sus obras; esa experiencia trágica
del desamparo, que conoció muy
de cerca, trasciende a su producción artística. Tras un proceso de
consideración y laconismo que
caracteriza a su narrativa, publica
la colección de cuentos El llano
en llamas (1953) y la novela Pedro
Páramo (1955), obras con las que
ha ganado fama continental. En
1980 publica El gallo de Oro, que
agrupa textos dedicados al cine.
123
unidad 5
Lengua Castellana y Literatura 3
no hay ni la tantita que necesitaría el viento para jugar a
los remolinos.”
Melitón vuelve a decir:
—Servirá de algo. Servirá aunque sea para correr yeguas.
— ¿Cuáles yeguas? —le pregunta Esteban.
Yo no me había fijado bien a bien en Esteban. Ahora que
habla, me fijo en él. Lleva puesto un gabán que le llega al
ombligo, y debajo del gabán saca la cabeza algo así como
una gallina.
Sí, es una gallina colorada la que lleva Esteban debajo del
gabán. Se le ven los ojos dormidos y el pico abierto como
si bostezara. Yo le pregunto:
—Oye, Teban, ¿de dónde pepenaste esa gallina?
- ¡Es la mía! —dice él.
—No la traías antes. ¿Dónde la mercaste, eh?
—No la merqué, es la gallina de mi corral.
—Entonces te la trajiste de bastimento, ¿no?
—No, la traigo para cuidarla. Mi casa se quedó sola y sin
nadie para que le diera de comer; por eso me la traje.
Siempre que salgo lejos cargo con ella.
—Allí escondida se te va a ahogar. Mejor sácala al aire.
Él se la acomoda debajo del brazo y le sopla el aire caliente
de su boca. Luego dice:
—Estamos llegando al derrumbadero.
Yo ya no oigo lo que sigue diciendo Esteban. Nos hemos
puesto en fila para bajar la barranca y él va mero adelante. Se ve que ha agarrado a la gallina por las patas y la
zangolotea a cada rato, para no golpearle la cabeza contra
las piedras.
Conforme bajamos, la tierra se hace buena. Sube polvo
desde nosotros como si fuera un atajo de mulas lo que bajara por allí; pero nos gusta llenarnos de polvo. Nos gusta.
Después de venir durante once horas pisando la dureza del
llano, nos sentimos muy a gusto envueltos en aquella cosa
que brinca sobre nosotros y sabe a tierra.
Por encima del río, sobre las copas verdes de las casuarinas,
vuelan parvadas de chachalacas verdes. Eso también es lo
que nos gusta.
Ahora los ladridos de los perros se oyen aquí, junto a nosotros, y es que el viento que viene del pueblo retacha en
la barranca y la llena de todos sus ruidos.
Esteban ha vuelto a abrazar su gallina cuando nos acercamos a las primeras casas. Le
desata las patas para
desentumecerla, y luego él y su gallina desaparecen detrás
de unos tepemezquites.
— ¡Por aquí arriendo yo! —nos dice Esteban. Nosotros seguimos adelante, más adentro del pueblo. La tierra que nos
han dado está allá arriba.
CAMPO REFERENCIAL
Leemos con atención algunas pautas sobre las obras de Rulfo.
Características de la producción de Juan Rulfo
La obra de Rulfo conforma unos relatos parcos y
densos, caracterizados por una economía verbal. Los personajes lacónicos que casi no se expresan, se mueven en
un mundo cerrado, aparentemente sin salida, pero que a
través de sutiles indicios dan cuenta de una búsqueda de
lo sagrado y trascendente.
El amor como sentimiento conciliador no aparece, sobre todo en sus cuentos; a veces se lo percibe, pero muy
fugazmente, como en la mujer de Pichón, el guerrillero
de El llano en llamas; ella cría a su hijo y espera al padre
amorosamente por largos años.
El llano en llamas es un conjunto de cuentos; uno de
ellos da el título a la colección.
El tema común en todos ellos es el sometimiento del
hombre a un orden cósmico predeterminado e invariable y
su impotencia para eludirlo.
Los personajes de estos relatos aceptan resignados lo
que el destino les depara, sin revelarse. El sufrimiento de
una vida sin redención ni consuelo los lleva a un peregrinar
continuo que desemboca en el desconsuelo.
Pero esa visión desesperanzada del mundo tiene sus
raíces en experiencias vitales y sociales, de frustración,
que la justifican, las que aparecen sutilmente aludidas.
Los hombres de El Llano en llamas son como fantasmas
o sombras que se mueven: les falta la dimensión de la
esperanza ya que no hay trascendencia sino ensimismamiento en el yo. Los campesinos no dialogan, van siempre
124
en silencio, atravesando esa tierra dura y estéril que se les
ha dado. En Nos han dado la tierra ni siquiera ven al otro,
al que marcha a su lado, por más de que todos tienen la
misma desventura.
“Así nos han dado esta tierra. Y en este comal acalorado quieren que sembremos semillas de algo, para ver
si algo retoña y se levanta. Pero nada se levantará aquí”.
“Ni zopilotes. Uno los ve allá cada y cuando, muy arriba,
volando a la carrera, tratando de salir lo más pronto posible
de este blanco terregal endurecido, donde nada se mueve
y por donde uno camina como reculando”...
“Yo no me había fijado bien en Esteban. Ahora que habla
me fijo en él. Lleva puesto un gabán que le llega al ombligo,
debajo del gabán saca la cabeza algo así como una gallina”.
La mayoría de los cuentos tienen como personajes
principales a hombres viejos, quietos, que escudriñan el
horizonte monologando casi siempre, o con un interlocutor
silencioso. Son ejemplos de este tipo de protagonista Esteban, En la madrugada, el de La cuesta de las comadres
especie de no memoria colectiva. Viejos también son los
personajes de Diles que no me maten, El día del derrumbe y de Acuérdate: no así en Es que somos muy pobres y
Macario. La narración se establece desde el punto de vista
de una sucesión de recuerdos, que se hace a través de un
personaje central dominante, con lo cual se consigue que
el monólogo interior y el soliloquio, más que técnicas, se
constituyan en verdaderas estructuras narrativas. Estos per-
Lengua Castellana y Literatura 3
sonajes están descritos con vaguedad, sin ninguna precisión
de rasgos físicos que puedan individualizarlos en perfecta
consonancia con su condición de símbolos.
La conciencia de culpa tratada reiteradas veces en El
llano en llamas y presente en la novela Pedro Páramo viene
a ser el denominador común de toda la narrativa de Rulfo.
Las técnicas utilizadas por el autor de El llano en llamas
son bien modernas, a saber: ruptura del tiempo cronológico
y fracturas de planos espaciales. Otras con las que logra
unidad 5
mayor dramatismo, son: el monólogo interior, el soliloquio,
el diálogo, recursos propios del lenguaje cinematográfico
(flash-back, montaje espacial y temporal).
El ambiente en el cual se desarrolla las acciones: Talpa, San Gabriel, Cuastecomate, Petacal, pertenecerán a
la geografía mexicana, pero los hombres que pasan por
los cuentos están envueltos en un halo de misterio, como
figuras míticas que se mueven en un escenario atemporal.
VOCABULARIO REGIONAL
Huizaches trespeleques:_____
Zacate:____________________
Tatema:___________________
Tepetate:__________________
Comal:____________________
árboles espinosos.
forraje de plantas gramíneas.
calor, llama. En México se utiliza tatemar; asar raíces o frutas.
terreno predregoso.
disco de barro cocido para cocer tortilla de maíz
y tostar café.
Zopilote:__________________ especie de buitre que tiene el cuello y el cuerpo
negros y en la cabeza carece de plumaje.
Vive en países templados y cálidos.
Terregal:_________________ polvareda.
Pepenar:_________________ asir o agarrar.
Parvadas:________________
bandada, gran cantidad.
Bastimento:
_________
provisión de boca que acostumbra llevar
consigo el indio cuando viaja.
Derrumbadero:____________ despeñadero.
Mero: ____________________ en México se lo utiliza con la acepción de propio,
mismo y como adverbio de tiempo y cantidad con
el sentido de pronto, casi.
Chachalaca:
____________ ave de color pardo en el lomo y las alas, blanco el
vientre, cola larga y plumas amarillentas.
Se caracteriza por su grito estridente que no
cesa mientras vuela.
Retachar:________________ rebotar un cuerpo elástico.
Tepemezquite:___________
arbusto de la familia del gomero.
Capacidades e indicadores
- Analiza hechos, ideas, sentimientos, situaciones
- Elabora explicaciones de situaciones concretas.
ANÁLISIS LITERARIO DEL CUENTO
La obra se limita a narrar la marcha de cuatro
hombres que durante horas atraviesan una región estéril,
desolada, seca. Esta región es el Llano Grande, que ha sido
concedida por el Gobierno para que la trabajaran estos
hombres.
Se puede distinguir en el cuento un mundo externo
consistente en una larga caminata extenuante que va desde
el amanecer hasta las cuatro de la tarde. Una gota de agua
deja caer la nube negra, una sola gota para marcharse
rápidamente.
Una pobreza de acción exterior que contrasta con
otra interior se observa en la obra.
125
unidad 5
Lengua Castellana y Literatura 3
La pobreza, la parquedad y la lenta acción exterior
logra que el lector se concentre en el ambiente, no en el
suceso, el Llano Grande seco, yerno estéril y, en similitud,
la vida de quienes son sus prisioneros.
La larga caminata de estos cuatro hombres expuestos al calor sofocante, a la aridez del paisaje, en donde una
gota de agua logra plasmar el clima del cuento: Expresar
el desamparo, la pobreza extrema y la desesperanza de la
gente del Llano Grande.
La marcha es expresada en forma parca, lenta,
concisa. El único incidente que interrumpe esta monotonía
es la esperanza de la lluvia que no llega.
Desde el punto de vista del personaje relator todo el
cuento es una amarga reflexión acerca del llano, su aridez,
el calor sofocante, su inutilidad para lo que le han dado,
tierra estéril pero es lo único que le han dado.
_ «¿Quién diablos haría este llano tan grande? ¿Para
qué sirve, eh?».
…» ¿Qué haremos para enfriarnos del sol, eh?»
consideraciones acerca de la naturaleza del llano, de evocaciones (el diálogo con el delegado de gobierno, la tierra
estéril) a través de miradas a esa inmensa extensión. Este…
interior, en primera persona contrasta con la parquedad
de los hechos externos y hace que el tema adquiera mayor
patetismo.
Personajes: El narrador, Melitón, Faustino y Esteban. Estos….no son caracterizados individualmente, todos
los rasgos son comunes a los cuatro, por lo que es innecesaria la individualidad.
Los cuatro son seres solitarios, encerrados en sí mismos,
hablan poco, son solitarios, totalmente desposeídos (Esteban se aferra a su única gallina), son humildes y resignados.
Estos rasgos son expresados en oraciones breves y reiterativas, que acentúan el calor asfixiante del Llano Grande.
La voz narrativa: El punto de vista de uno de los personajes permite un mejor conocimiento de las situaciones
y ambientes y, sobre todo, logra la intención de mostrar
la funesta influencia del Llano Grande en los seres que lo
habitan.
Motivo conductor: Es “El Llano Grande”, eje de todo
el relato.
Ahora les corresponde a ustedes completar el análisis.
Para ello, conviene que relean el cuento para responder a
los ejercicios propuestos.
ACTIVIDADES
Trabajo oral
1- En el primer párrafo encontramos lo esencial del cuento. Son tres situaciones.
Las reconocemos para expresarlas brevemente:
a)
b)
c)
2- A las tres situaciones se unen otras que las refuerzan. Te ayudamos con estos datos para que las localices en
el texto:
a) La duración de la marcha, ¿dónde se expresa?
b) La inútil espera de la lluvia, ¿en qué párrafo se da?
c) La razón por la cual van caminando, ¿cuál es?
3 - Ubica en el cuento estos temas:
- Ansiedad y desilusión,
- Humanización de los elementos del paisaje,
- Características del llano: ausencia de vida vegetal, sequedad de la tierra, calor sofocante, ausencia de
vida animal, el sol sofocante, esterilidad, ausencia de aves de rapiña y de tierra apta.
4 - ¿Cómo concluye el cuento? Ubica el párrafo que contiene el desenlace.
5 - Trabajo escrito. Trascribimos las reiteraciones:
a) Que expresan negación,
b) De adverbios referidos al llano,
c) De expresiones que se refiere al paisaje que se humaniza en un momento dado.
6 - Expresamos el tema en una frase breve.
7 - ¿Qué tipo de vida ofrece el Llano Grande? Enunciamos nuestra opinión sobre el texto analizado.
8 - Trabajo domiciliario
- Redactamos un comentario final sobre el cuento a partir de este tema:
“La vida en estas tierras áridas y el problema social que acarrea”.
126
Lengua Castellana y Literatura 3
unidad 5
CAMPO REFERENCIAL
Leamos con atención el texto que sigue para interpretarlo.
Títulos que integran El llano en llamas
Macario, Nos han dado la tierra, La cuesta de las
comadres, Es que somos muy pobres, El hombre, En la madrugada, Talpa, El llano en llamas, Diles que no me maten,
Luvina, La noche que lo dejaron solo, Acuérdate, No oyes
ladrar los perros, Anacleto Morones, El día del derrumbe,
La herencia de Matilde Arcángel.
Pedro Páramo (1955) narra la historia de un cacique
de Comala, cuya vida la va reconstruyendo su hijo errabundo
Juan Preciado. La novela es la historia de todo un pueblo visto
a través de la conciencia de sus personajes. Por su condición
esencial es novela mítica. Narra los sucesos de un pueblo
fantasmal en una atmósfera mágica e irreal, Cuando Pedro
menciona la revolución se refiere a ella como a algo distante.
“La revolución para Comala es un galope de caballos que se
pierde en la noche, porque Comala es espejo de la muerte”.
Unos acontecimientos ubican a la novela en otra
dimensión, la histórico-social, la guerra de los cristeros. Estos
acontecimientos permiten ubicar Pedro Páramo entre dos
fechas, antes de 1910 y antes de 1926. Pero en la novela no
hay cronología, sino encadenamiento artístico de momentos,
fragmentos de tiempos que ordenados por el lector adquieren
sentido.
La estructura de la novela es la circular porque
rompe con la cronología temporal y ofrece una estructura
abierta con posibilidades de simultaneidad o regresión y
superposiciones que envuelven a las anteriores.
ACTIVIDADES
1. Aclaramos el significado de los siguientes términos y escribamos dos sinónimos de cada uno de ellos: errabundo,
mítico, fantasmal, cronologías
2. Reemplazamos el tercer párrafo de la lectura por otro de lenguaje denotativo del mismo contenido.
3. Comentamos el siguiente juicio sobre Rulfo:
“Rulfo no cuenta con una historia, capta la esencia de una experiencia. Pedro Páramo no es épica sino elegía”. Luis
Harss.
4. Busca alguna referencia en una enciclopedia sobre la “Guerra de los cristeros” en México. Acude para ello al CRA.
Principio y fin de un resero en la evocación de un poeta
EPITAFIOS AUSTRALES
de Leopoldo Marechal, argentino
Al resero Facundo Coravalán
Aquí yace Facundo
Corvalán, un resero.
Porque había nacido en la cama del viento,
Sopló todo su día.
Empujando furiosas
Novilladas al Sur,
Atropelló el desierto, vio su cara de hiel,
Y le dejó una pastoral
Montada en un caballo blanco.
127
unidad 5
Lengua Castellana y Literatura 3
Vivió y amó según la costumbre del aire:
Con un pie en el estribo
Y el otro en una danza.
Y, como el aire, se durmió en la tierra
Que su talón había castigado.
Nadie toque su sueño:
Aquí reposa el viento.
Leopoldo Marechal
(1900-1970)
Fue una de las figuras más relevantes del movimiento de
Vanguardia denominado Martín
Fierro. Profesor Universitario,
perteneció a los grupos literarios
reunidos bajo las revistas Prisma
y Proa.
Cultivó la poesía, la narrativa el
teatro y el ensayo. Fue un poeta
precoz; a los doce años escribió
sus primeros versos y publicó
Los aguiluchos con poco más de
veinte años. En esta primera etapa de su producción se observan
influencias de Victor Hugo, de
Leopoldo Lugones y de Olegario
Andrade.
Otros poemarios publicados: Laberinto de Amor (1936), dedicado
a su primera esposa, Cinco poemas australes (1937), El Centauro
y Soneto de Sophia (1940).
En la obra Descanso y ascenso
del alma por la belleza (1939)
expone su visión poética. En 1947
enviudó y en 1950 se unió a Elvia
Rosbaco.
Marechal es autor de la novela
Adan Buenos Ayres (1948), El
banquete de Severo Arcángelo,
segunda novela (1965).
128
Camino hacia la lectura
Explicar la función de los recursos poéticos
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Luego de la lectura atenta del poema, aclaramos el significado de aquellas palabras
que lo necesitan.
Te ayudamos con el análisis:
El tema del poema es la evocación de la vida del hombre Facundo Corvalán, a quien
admiraba el poeta. Estructura: el poema consta de dieciséis versos organizados en tres
estrofas y un pareado. La primera estrofa, de cuatro versos, la segunda y la tercera,
de cinco versos.
Identificamos en el poema tres partes bien diferenciados:
- Primera parte: Los dos primeros versos con que se inicia el poema,
Aquí yace Facundo
Corvalán, un resero.
En los versos trascriptos se presenta al personaje cuya recordación es el motivo
central.
- Segunda Parte: Los doce versos siguientes presentan una reseña de todo lo que fue
la vida del resero: su origen vinculado con el viento, palabra que se fusionará, al final
con otra resero y viento enmarcan poéticamente el comienzo y el final del poema.
Su trabajo: furiosas novilladas, y donde el áspero desierto de la cara de hiel, a
través de su empuje bravío y decidido, expresado en el verbo atropelló y condenado en
su carácter de poema cantando a la tierra, al esfuerzo y coraje.
Y le dejó una pastoral
montada en su caballo blanco.
Sus sentimientos: El poeta echa mano a la figura poética del aire, que adquiere
significado de símbolo e infunde a la figura del resero un carácter alado, inmaterial y
dinámico; la imagen del aire domina todo el poema. Marechal lo resume con dos versos
el resero:
Con un pie en el estribo
Y el otro en una danza.
El resero, buen jinete y buen bailarín. Trabajo y diversión unidos en Facundo.
Su fin: Expresado en los versos:
Y, como al aire, se durmió en la tierra
que su talón había castigado.
El resero regresa a la tierra para descansar en ella; el aire está nuevamente presente
Lengua Castellana y Literatura 3
en la vida y en la muerte. Así como había vivido, a la manera
de aire “Y como el aire durmió”.
- Tercera parte: Comprende como la primera, de dos versos,
pero los finales:
Nadie toque su sueño
Aquí reposa el viento.
El último verso sintetiza la característica principal del
personaje: nació en la cama del viento y desaparece de-
unidad 5
finitivamente para convertirse en viento. Y es aquí donde
el poema condensa y logra la total identificación viento –
resero que se ha venido desarrollando en todo el poema.
Los dos primeros versos y los dos ultimos enmarcan simétricamente los doce versos que se refieren a su vida y
condición de resero, de luchador, de trabajador dinámico,
en constante movimiento “empujando furiosas / novilladas
al sur / atropelló el desierto, vio su cara de hiel”.
CAMPO REFERENCIAL
Te sugerimos una lectura atenta del siguiente texto
informativo.
El Vanguardismo en la Argentina. El martinfierrismo
es un movimiento de renovación que dio a conocer en la
Argentina en la década de 1920, Borges regresa de Europa
en 1921 y comenzó a difundir el Ultraísmo en la revista
Nosotros. Meses más tarde firmó una Proclama en la revista
Prisma en la cual expuso sus principios.
Nosotros los ultraístas…queremos desanquilosar el
arte…hemos sintetizado la poesía en su elemento primordial la metáfora, a la que concedemos una máxima
independencia…
Poco tiempo después, Borges desdeñó este movimiento,
lo consideró falso, y encauzó sus ansias de renovación en el
martinfierrismo. Su nombre no se relaciona con la poesía
gauchesca ni con las características literarias del siglo XIX.
Nace sin ideología política, pero con el tiempo dio origen
a dos grupos : el de Florida (conservador) y el de Boedo
(socializante).
El martinfierrismo surgió como movimiento literario con
el periódico Martín Fierro, de publicación quincenal y que
se extendió de 1924 a 1927.
Defendía los principios del Ultraísmo pero no se
cerraba a otras tendencias y orientaciones. Su objetivo:
promover la renovación poética y alentarla en toda forma:
ayudar a que la juventud eleve el nivel de la lírica en Améri-
ca (…) y cumplir aquí la evolución que la poesía experimentó
en otros continentes.
El nombre del periódico se extendió a sus redactores, quienes se llamaban martinfierristas.
Representantes de este movimiento.
Los postmodernistas: Conrado Nalé Roxlo (18981973), Cayetano Córdova Yturburu (1902-1977), Luis
Leopoldo Franco (1898), Horacio Rea Molinas (1899-1957).
Versolibristas (adeptos al ultraismo):
Ricardo Güiraldes (1866-1927), Oliverio Girondo Girondo
(1891–1967), Jorge Luis Borges (1899-1986), Leopoldo Marechal (1900-1970), Francisco Luis Bernárdez (1900- 1978).
Ricardo Güiraldes colaboró en Martín Fierro desde mayo
de 1924 . En agosto de ese año, funda Proa con Jorge Luis
Borges. Desde estas páginas comunica su experiencia literaria.
Luego de la lectura, elaboramos un esquema de llaves,
donde sintetizamos los conceptos para que nos sirvan
como ficha de estudio.
Recursos poéticos
La parquedad le otorga sobriedad, cada palabra está
relacionada para desempeñar una función expresiva precisa, el poeta casi ni utiliza adjetivos, los reemplaza por
construcciones nominales que le confieren mayor fuerza.
ACTIVIDADES
Durante la lectura
Te proponemos estas tareas para completar el análisis literario:
1 - Clasificamos y explicamos la función de estos recursos poéticos:
- Empujando furiosas
novilladas al Sur,
atropelló el desierto…
- Con un pie en el estribo
y el otro en una danza
- Cara de hiel
- Y le dejó una pastoral
129
unidad 5
Lengua Castellana y Literatura 3
montada en un caballo blanco
- Aquí reposa el viento
2 - El valor de los tiempos verbales:
- yace; había nacido; atropelló; dejó; vivió; amó; durmió; había castigado; reposa ¿Qué proceso señala?
3 - Reconocemos los tiempos verbales y el valor temporal de los verbos en los siguientes versos:
“Aquí yace Facundo Corvalán”
“Había nacido en la cama del viento”
“Atropelló el desierto”
“Vivió y amó según la costumbre del aire”
4. Con los siguientes verbos: yace, había nacido, atropelló, dejó, vivió, amó, durmió, había castigado, reposa, reconstruye
en un párrafo en prosa la vida del resero. Utilizamos para ello expresiones personales.
CAMPO REFERENCIAL
Textos periodísticos
El periodismo nos pone en contacto con nuestro mundo
en el sentido amplio, pues pretende proporcionar información sobre acontecimientos de actualidad o aportar datos,
comentarios, documentos, que por alguna razón son de
interés general en el momento presente a través de los
medios de comunicación de masas.
Se dividen en tres grupos:
palabras habladas
radiofónicos
radio
comunicación de radio
audiovisuales
prensa
imagen y palabra
diario
semanario
revistas
folletos
Características del texto periodístico
La prensa sirve de base a los demás medios: radio y
televisión.
La prensa ofrece ventajas como las de permitir reflexionar con mayor libertad, permite que el lector ponga
atención en aquello que le interesa.
En un periódico, lo primero que interesa es su disposición
formal, no existe lector que pueda leer cada día de cabo
a rabo, incluido los anuncios.
130
El lector elige los títulos que le interesan, selecciona las
informaciones que desea conocer: artículo sobre política,
economía o arte; escoge las noticias que más le llaman la
atención y los artículos firmados por periodistas que son
de su agrado.
El lenguaje de la noticia
Las características del lenguaje periodístico proceden,
como es natural, de los condicionamientos del emisor, del
mensaje, y del receptor.
El periodista, como el emisor, se debe a su público
lector. Cuando redacta noticias, no manifiesta libremente
sus propios pensamientos, por lo que evita el sello personal
o expresión individual de sus artículos, en cambio, en los
artículos firmados, tiende a expansionarse.
Como el trabajo de prensa es trabajo en equipo, el
periodista sabe que puede ser corregido por su jefe de
prensa en razón de la oportunidad del tema o del espacio.
También se ve condicionado por su público.
La noticia como mensaje debe ser oportuna, está condicionada por las coordenadas espacio–temporales, la inmediatez de la noticia se traduce en un lenguaje actualizado,
como vivido en el momento.
El lector, como vive las mismas circunstancias de espacio
y tiempo que el periodista, acepta con facilidad los cambios
lingüísticos como signos de modernidad.
Es común encontrar formas incorrectas en los textos
periodísticos, dada la premura con que trabaja el periodista, también se suele encontrar abundante presencia de
términos locales, neologismos, préstamos de otras lenguas,
como giros lingüísticos, muchas veces innecesarios.
Galicismo como tiraje por tirada
Anglicismos como body, Light, spray, handicap, ect.
Abundancia de sufijo, antisolidario por no solidario.
La actualización es un mecanismo el lenguaje periodístico que permite una mayor participación emocional del
lector, como cuando el periodista utiliza la primera persona
Lengua Castellana y Literatura 3
del plural. Ej., ayudaremos a los niños de la calle…involucrando al receptor. Otras veces, usa el presente activo sin
precisar el tiempo. Ej., El presidente llega a las 10 hs., en
vez de llegará…
El texto periodístico que analiza causas y consecuencias
problemáticas de un hecho de actualidad y plantea soluciones, recibe el nombre de editorial. El editorial intenta
persuadir al lector a través del análisis fundamentado de
una situación y de su propuesta de soluciones.
Tienen una base informativa en la que se expresan
opiniones fundamentales en la que se intenta influir en el
lector. Propone vías de acción sobre el tema tratado, refleja
la ideología del periódico y no lleva firma. El responsable
es el periódico.
Cómo se organiza el editorial
El esquema estructural del editorial es como sigue.
- Exposición directa de los hechos.
- Análisis de los hechos y del problema.
- Postura ideológica que adopta el periódico.
- Se sacan conclusiones.
- Se da una opinión pero respetando la libertad de prensa.
- Si el primer párrafo es para captar la atención del
lector, el ultimo, claramente tiende a deja en la mente
del lector le esencial del articulo.
Sirven para formar opinión sobre los hechos mas importantes de la vida social, política o cultural.
El lenguaje periodístico es un terreno donde convergen
varios registros: el literario, el administrativo y el oral.
De las formas literarias, se destacan aquellos que tienen que ver con el género épico, porque el periodismo es
sobre todo narración de acontecimientos de la colectividad. Abundan sustantivos y verbos de significados bélicos:
proeza, batalla, víctima.
Empleo de hipérboles como las siguientes: Las noticias
sobre corrupción invaden los medios informativos.
Del lenguaje Administrativo: cabe destacar los términos
que rehuyen la sencillez de expresión: eufemismos, tecnicismo y en general expresiones que buscan solemnidad
como cuando comunica las disposiciones oficiales que se
ocupan en gran medida, del mundo político o económico.
La lengua oral: aparece en la prensa a través de encuesta, mesas redondas y cada vez que se reproduce en
estilo directo lo que alguien ha dicho.
El periódico requiere un lenguaje coloquial o conversacional sin formalismo, como si se estuviera hablado en familia cuando se hace un comentario. El periodista consigue
así un tono de intimidad con los lectores que de ninguna
manera conseguirá con un tono más formal.
unidad 5
La tecnología expande el dominio
de las comunicaciones
El mundo en que vivimos ha sufrido grandes cambios,
en todos los órdenes, que ha repercutido en el campo
educativo y el lingüístico en especial.
Hasta mediado del S. XX, la comunicación a distancia
se hacia por teléfono o por radio. Desde 1950 a 1975,
irrumpe el ordenador, que constituye una explosión en
el campo tecnológico, pero la revolución tecnológica no
se detiene con el nacimiento y expansión de la televisión (1900-1950). Entre 1990 y 1995 comienza el sistema
multimedia.
Mediante computadoras se adquiere la capacidad
de lograr toda la información sobre diferentes temas,
diversas formas de tratar el mismo asunto, distintos enfoques o estudios de alguna materia que sea de interés
del usuario.
El material sonoro se presenta como sonidos, ruidos;
voces, textos orales, cintas de audio, discos compactos
visuales vienen como imágenes estáticas, dibujos, fotografías, gráficos o dinámicas como películas, videotapes,
videodiscos, la información es captada en todos los niveles sensoriales con la mayor amplitud posible.
Los multimedias son interactivos, es decir, los consumidores dejan de ser consumidores pasivos, simples
receptores de la información. El receptor puede formular preguntas, aceptar o rechazar respuestas, indagar,
explorar y hasta formular propuesta.
Internet es una red de redes de computadoras unidas
por sistema de telefonía, una especie de telaraña que
permite al usuario investigar desde su teléfono sobre el
tema requerido.
Los mensajes que circulan por la red viajen en forma
veloz por medio de circuitos visuales por todo el globo
a través de cables submarinos, fibras ópticas y hasta
enlaces satelitales. Los textos electrónicos, según los
medios publicitarios se erigirán como los medios de
lectura del S. XXI.
En este nuevo sistema de consulta hasta los clásicos
de literatura, las enciclopedias, las músicas, los juegos
didácticos, los nuevos libros están en los CD-ROM. Ya
existen en los comercios del ramo una gran variedad de
libros electrónicos, en las disquerías, en algunos locales
de computación. Con el auge de los cd rom, los lectores
de este siglo encontrarán toda la información almacenada
en los compactos discos láser.
El libro ya tiene su lugar ganado, siempre servirá de
soporte a la información a pesar de las nuevas tecnologías. Especialistas de las mas afamadas universidades
como Harvard consideran que el exceso de computación
en la enseñanza disminuye la capacidad de pensar de los
alumnos, pero como el cerebro crea tecnologías, no sería
bueno que ésta anule a los cerebros que las inventaron.
131
unidad 5
Lengua Castellana y Literatura 3
Leemos un fragmento de la novela Eugenia Grandet de Honoré de Balzac, con el
propósito de comentarla con nuestros compañeros de grupo.
EUGENIA GRANDET
de Honoré de Balzac, francés
Amores de Provincia
En la pura y monótona vida de las jóvenes, llega un
momento delicioso en que el sol derrama sus rayos en el
alma, en que la flor les expresa pensamientos, en que las
palpitaciones del corazón comunican al cerebro su cálida
fecundidad y funden las ideas en un vago deseo. ¡Día de
inocente melancolía y de suaves goces! Cuando los niños
comienzan a ver, sonríen; cuando la muchacha entrevé el
sentimiento en la naturaleza, sonríe como sonreía cuando
niña. Si la luz es el primer amor de la vida, ¿no es acaso
el amor la luz del corazón? El momento de ver claro en las
cosas de aquí abajo había llegado por Eugénie.
Como era madrugadora como todas las muchachas
provincianas, se levantó temprano, rezó sus oraciones y
comenzó la tarea de su arreglo personal, ocupación que en
adelante iba a tener para ella un sentido. En primer lugar
peinó sus cabellos castaños, se hizo sus gruesas trenzas y
las enrolló encima de la cabeza con sumo cuidado, evitando
que se le escapasen los pelos de las mechas, e introdujo en
su peinado una simetría que realzaba el tímido candor de
su rostro armonizando la sencillez de los accesorios con la
ingenuidad de sus rasgos. Al lavarse varias veces las manos en
el agua pura que le endurecía y enrojecía la piel, contempló
sus redondos y hermosos brazos y se preguntó que haría su
primo para tener las manos tan suaves y tan blancas, y las
uñas tan bien cuidadas. Se puso medias nuevas y sus mejores
zapatos, y se anudó los cordones sin pasarlos por los ojetes.
Finalmente, deseando por primera vez en su vida parecer
hermosa, conoció la dicha de tener un vestido nuevo bien
hecho y que le favoreciese.
Cuando terminó su tocado oyó las campanadas de la parroquia y se extraño de no contar más que siete. El deseo de
tener todo el tiempo necesario para vestirse bien le había
hecho levantarse demasiado temprano, y como desconocía
el arte de retocar diez veces un bucle y de estudiar el efecto, Eugénie se cruzó buenamente de brazos, se sentó a la
ventana, contempló el patio, el jardín estrecho y las altas
terrazas que lo dominaban; paisaje melancólico y limitado,
pero que no estaba desprovisto de las misteriosas bellezas
propias de los lugares solitarios o de la naturaleza agreste.
Junto a la cocina había un pozo rodeado de un brocal
y con la polea sostenida en un brazo de hierro curvado,
recubierto éste con una parra de pámpanos marchitos
enrojecidos, agostados por el sol; desde allí el tortuoso
sarmiento llegaba a la pared y, adhiriéndose a ella, corría
a lo largo de la casa hasta terminar en una leñera donde
132
la leña estaba ordenada con tanta exactitud como pueden
estar los libros de un bibliófilo. El suelo del patio presentaba
esas tonalidades negruzcas que producen con el tiempo los
musgos y las hierbas por falta de movimiento. Los espesos
muros mostraban su vestidura verde, ondeaba por largas
líneas oscuras. Por último, los ocho escalones que había en
el fondo del patio, y que conducían a la puerta del huerto,
estaban desunidos y sepultados bajo plantas altas, como la
tumba de un caballero enterrado por su viuda en tiempo
de las cruzadas. Encima de poyos de piedra carcomida se
elevaba una reja de madera, medio caída de puro vetusta,
pero a la cual se unían gustosamente numerosas plantas
trepadoras. Por ambos lados de la puerta de claraboya
penetraban las ramas retorcidas de dos manzanos achaparrados. Tres avenidas paralelas, enarenadas y separadas
por macizos cuyas tierras estaban rodeadas de un cesto de
boj, componían este jardín que estaba limitado, al pie de
la terraza, por un cobertizo de tilos. En un extremo había
frambuesos, en el otro un inmenso nogal que inclinaba sus
ramas hasta el despacho del tonelero. Una luminosidad pura
y el hermoso sol de otoño, propios de las orillas del Loira,
comenzaban a disipar la veladura que la noche imprime en
los pintorescos objetos, en los muros y en las plantas que
poblaban el jardín y el patio.
Eugénie encontró encantos totalmente nuevos en el
aspecto de aquellas cosas que hasta entonces habían sido
tan vulgares para ella. Mil pensamientos confusos nacían
en su alma y crecían a medida que crecían fuera los rayos
del sol. Sintió, en fin, ese placer vago e inexplicable que
envuelve al ser moral igual que una nube envolvería al ser
físico. Sus reflexiones armonizaban con los detalles de este
singular paisaje, y las armonías de la naturaleza.
Cuando el sol alcanzó el muro sobre el cual caía una mata
de culantrillo de espesas hojas y matizados colores como
la pechuga de las palomas, celestiales rayos de esperanza
iluminaron el porvenir para Eugénie, la cual, desde aquel
día, se complacía en mirar aquel muro con sus pálidas flores, sus campanillas azules y sus secas hierbas que le traían
un recuerdo gracioso como los de la infancia. El ruido de
cada hoja producía en aquel sonoro patio al desprenderse
de su rama daba respuesta a las secretas preguntas de la
muchacha, que hubiera permanecido allí todo el día sin
darse cuenta del paso de las horas.
Después llegaron los tumultuosos impulsos del alma.
Se levantaba con frecuencia, se ponía ante el espejo y se
miraba, como un actor de buena fe que contempla su obra
para criticarse y decirse injurias a sí mismo.
Lengua Castellana y Literatura 3
«!No soy bastante hermosa para él!»
Tal era el pensamiento de Eugénie, pensamiento humilde y fértil en sufrimientos. La
pobre muchacha no se hacía justicia; pero la modestia, o mejor el temor, es una de las
primeras virtudes del amor. Eugénie pertenecía a ese tipo de jóvenes de constitución
fuerte, como suele ser en las familias pequeñoburguesas, y de belleza que suele parecer
vulgar; pero aunque se pareciese a la Venus de Milo, sus formas se hallaban ennoblecidas
por la suavidad del sentimiento que purifica a la mujer y le da una distinción desconocida
para los escultores antiguos. Tenía una cabeza enorme, la frente masculina pero delicada,
del Júpiter de Fidias, y ojos grises en los cuales su casta vida imprimía una luz radiante.
Los rasgos de su cara redonda, en otro tiempo fresca y rosada, estaban un poco abultados
como consecuencia de una viruela lo bastante benigna como para no dejarle huellas, pero
que había destruido la lozanía de su piel, la cual, sin embargo, era aún suficientemente
suave y fina para que el casto beso de su madre dejase en ella una pasajera marca roja.
Su nariz era un poco gruesa, pero estaba en armonía con su color rojo claro y con sus
labios, muy estriados, llenos de amor y de bondad. Su cuello tenía una redondez perfecta.
Su bien torneado busto, cuidadosamente velado, atraía las miradas y las hacía soñar;
carecía sin duda de la gracia del artificio indumentario, mas para los conocedores la falta
de flexibilidad de su elevado talle debía ser un encanto. Eugénie, alta y robusta, no tenía
la belleza que agrada a la gente; pero era hermosa con esa hermosura fácil de reconocer,
y que sólo enamora a los artistas. El pintor que busca en la tierra un tipo de la celestial
pureza de María, que busca en toda naturaleza femenina los ojos modestamente altivos
adivinados por Rafael, y las líneas vírgenes debidas al azar de la concepción, pero que
sólo una vida cristiana y púdica pueden conservar o adquirir; ese pintor, enamorado de
tan raro modelo, hubiera encontrado inmediatamente en el rostro de Eugénie la nobleza
innata que ella ignoraba; hubiese visto bajo su tranquila frente un mundo de amor, y en
el trazado de sus ojos, en la disposición de sus párpados, un algo divino. Sus rasgos, los
contornos de su cabeza que nunca habían sido alterados por el placer, parecíanse a las
líneas del horizonte que tan suavemente se dibujan en la lejanía de los lagos tranquilos.
Esta fisonomía tranquila, coloreada y rodeada de un resplandor como una hermosa flor
recién abierta, era como el descanso para el alma, comunicaba el encanto de la conciencia
que en ella se reflejaba y atraía la mirada.
Eugénie se encontraba aún en la vertiente de la vida en que florecen las ilusiones infantiles y en que se cogen las margaritas con un gozo que más tarde se hace desconocido.
Por eso se decía al contemplarse, sin saber aún lo que era el amor:
«!Soy demasiado fea, no se fijará en mí!»
Seguidamente abrió la puerta de la habitación, que daba a la escalera, y asomó la
cabeza para escuchar los ruidos de la casa.
«Todavía no se ha levantado», pensó al oír la tos mañanera de Nanon y el ir y venir
de la mocetona barriendo la sala, encendiendo el fuego, atando al perro y hablando con
las bestias en la cuadra.
Inmediatamente Eugénie bajó y corrió junto a Nanon, que ordeñaba la vaca, para
decirle.
Nanon, mi buena Nanon, haz crema para el café de mi primo.
Pero, señorita, habría que haberlo pensado ayer – dijo Nanon, soltando una carcajada-. No puedo hacer crema. Su primo es guapo, verdaderamente guapo. Y eso que
usted no le ha visto con su bata de seda y de oro. Yo sí que lo he visto. Y la ropa interior
que lleva es tan fina como la sobrepelliz del señor cura.
Nanon, entonces haznos torta.
¿Quién me dará leña para el horno, harina y manteca? – dijo Nanon, que, en su
calidad de primer ministro de Grandet, a veces adquiría una importancia enorme a los
ojos de Eugénie y de su madre - ¿Tendré que robar al señor para agasajar a su primo?
Pídale usted manteca, harina y leña; es su padre y se lo puede dar. Mire, ahora baja para
ocuparse de las provisiones...
Eugénie se escapó asustada al jardín al oír temblar la escalera bajo los pasos de su
padre. Ya experimentaba los efectos del profundo pudor y de esa conciencia particular
de nuestra dicha que nos hace creer, acaso no sin razón, que llevamos grabados nuestros
pensamientos sobre la frente y que saltan a la vista de la gente. Al darse cuenta de la fría
unidad 5
Honoré de Balzac
(1799-1850)
Creador de la novela realista.
Nace en Tours, Francia. Con el
título de La Comedia Humana
reúne la mayor parte de sus
novelas; forman un complejo de
noventa y seis relatos novelados,
como un contraste de la Divina
Comedia quiere ofrecer un cuadro de la vida y las costumbres de
su época. Balzac merece el título
de creador del Realismo.
Su potencia creadora suele compararse a la Shakespeare o a
Moliere. Es realista por la observación minuciosa y realista de
los hechos, el retrato de los protagonistas, la pincelada fiel de los
sucesos y el análisis psicológico
de los caracteres. Ganó mucho
dinero, pero él siempre fue un
gran despilfarrador y sus deudas
sobrepasaron sus ganancias.
Emprendió varios trabajos entre
ellos una imprenta, pero fracasó
en todos ellos.
Se entregó de lleno a las letras.
Se casó con una polaca, poco
tiempo antes de morir.
133
unidad 5
Su gigantesca obra es una concatenación de novelas que pretende retratar toda la sociedad
francesa. Describe a financieros
voraces y avaros; Vautrín el viejo
presidiario, Grandet el avaro,
Rigau, el usureo, Bridau, el sinvergüenza, César el perfumista ambicioso, un desfile de personajes
desventurados, con excepción
de la amable figura de Eugenia
Grandet. Para Balzac la sociedad
estaba divida en especies sociales
así como el mundo animal en
especies zoológicas. Su impresionante fantasía recibe a veces,
retoques románticos. Inicia con
la Comedia Humana la escuela
realista. Acostumbrando a la
variedad de ambientes, escenas
de la vida parisina, de la vida
provinciana, de la vida política,
de la vida militar, de la vida del
campo y estudios filosóficos;
planteamiento de conflictos
sociales; lo más característico
en su personalidad es la novela
psicológica.
Balzac es considerado un gran
observador y tremendo analizador del corazón humano.
134
Lengua Castellana y Literatura 3
desnudez de la casa paterna, la pobre muchacha sentía una especie de despecho de no
poderla poner en armonía con la elegancia de su primo, y experimentó una viva necesidad de hacer algo por él: ¿qué? Aún no tenía idea. Ingenua y sincera como era, Eugénie
se dejaba llevar por su naturaleza angelical, sin desconfiar de sus impresiones ni de sus
sentimientos. La sola presencia de su primo había despertado en ella las inclinaciones
naturales de la mujer, que se desplegaron con tanta mayor fuerza cuanto que, habiendo
ya cumplido veintitrés años, Eugénie se encontraba en la plenitud de su inteligencia y
de sus deseos. Por primera vez en la vida sintió en el corazón terror ante la presencia de
su padre, vio en él al dueño de su suerte y se creyó culpable de una falta de ocultarle
algunos pensamientos. Se puso a andar con pasos precipitados, extrañándose de respirar
un aire más puro, de sentir los rayos del sol más vivificante y extraer de ellos un calor
moral, una vida nueva.
Mientras buscaba un pretexto para obtener las deseadas tortas, se originaban entre
la gran Nanon y Grandet una disputa, tan rara entre ellos como lo son las golondrinas
en invierno. Armado de sus llaves, el anciano había ido a calcular los víveres necesarios
para el consumo del día.
¿Queda pan de ayer? – preguntó a Nanon
Ni una miga, señor.
Grandet tomó un gran pan redondo, bien enharinado y moldeado en uno de esos
cestos planos que sirven para la fabricación del pan de Anjou, y lo iba a cortar cuando
Nanon le dijo:
Hoy somos cinco, señor.
Es verdad – respondió Grandet -, pero este pan pesa seis libras, aún quedará algo.
Además, ya veras como estos jóvenes de París no comen pan.
Entonces, ¿qué comen? ¿Frippe? – preguntó Nanon.
En anjou, frippe, palabra del léxico popular, expresa todo aquello que sirve de acompañamiento al pan, desde la manteca extendida sobre la rebanada, que es la frippe más
vulgar, hasta el dulce de albérchigo, que es la más distinguida de las frippes; y todos los
que en su infancia han lamido la frippe y se han dejado el pan, comprenderán la importancia de esta expresión.
No – respondió Grandet -, esta gente no come ni frippe ni pan. Son como las
mozas casaderas.
Por último, después de haber establecido el menú cotidiano con suma parquedad, el
buen hombre iba a encaminarse al cuarto donde guardaba las frutas, una vez que hubo
cerrado la despensa, cuando Nanon le detuvo para decirle:
Señor, déme usted harina y mantequilla para hacer una torta a los muchachos.
¿Es que vas a tirar la casa por la ventana porque haya venido mi sobrino?
No pensaba más en su sobrino que en su perro, no más de lo que usted piensa en
él... Pero, ¿no ve usted que no me ha dado más que seis terrones de azúcar, y necesito
ocho?
¡Pero Nanon! No te he visto nunca así. ¿Qué es lo que te ha pasado? ¿Eres acaso
la dueña aquí? No te doy más que seis terrones de azúcar.
¿Y con qué endulzará su sobrino el café?
Con dos terrones; yo me pasaré sin ellos.
¿Privarse usted de azúcar a su edad? Preferiría comprárselo con mi dinero.
Métete en lo que te importe.
A pesar de lo que había bajado de precio, el precio seguía siendo a los ojos del tonelero el más precioso de los productos coloniales, y para él seguía costando seis francos
la libra. La obligación de escatimarlo, adquirida como hábito en la época del Imperio,
era la más indeleble de sus costumbres.
Todas las mujeres, hasta la más necia, saben usar de la astucia para lograr sus fines,
así es que Nanon abandonó la cuestión del azúcar para conseguir la torta.
Señorita – gritó desde la ventana -, ¿verdad que quiere usted torta?
No, no – respondió Eugénie.
Vamos, Nanon – dijo Grandet al oír la voz de su hija -, toma. – Y diciendo esto,
abrió la artesa donde estaba la harina, le dio una medida, y añadió algunas onzas de
mantequilla al trozo que ya había cortado.
Lengua Castellana y Literatura 3
Necesitaré leña para calentar el
horno – dijo
la implacable Nanon.
Esta bien, coge lo que necesites – respondió el avaro
melancólico -, pero entonces haznos una tarta de frutas, y
cuece en el horno todo el resto de la comida; así no tendrás
que encender dos fuegos.
¡Claro! – exclamo Nanon -. No tiene necesidad de
decírmelo.
Grandet dirigió a su gran ministro una mirada casi paternal.
Señorita –gritó la cocinera-, tendremos torta.
El tío Grandet regresó cargado de frutas y llenó con ella
un plato que colocó sobre la mesa de la cocina.
Mire, señor –le dijo Nanon-, qué bonitas botas tiene
su sobrino. ¡Qué buen cuero y que bien huelen! ¿Con qué se
limpia eso? ¿Habrá que ponerle su pasta de huevo?
Nanon, yo creo que el huevo estropearía ese cuero.
Además, puedes decirle que no sabes cómo se limpia el
unidad 5
tafilete... Sí, es tafilete, así el mismo comprará en Saumur
lo necesario para sacar brillo a sus botas. He oído decir que
se echa azúcar en la crema para sacarlas más brillo.
¿Entonces se puede comer? – dijo la criada, llevándose las botas a la nariz -. ¡Andá, andá! ¡Huelen como el
agua de colonia de la señora! ¡Qué gracioso!
¿Gracioso? – dijo el amo -. Te parece que es gracioso
gastar en las botas más dinero del que vale el que las lleva?
Señor – dijo Nanon a su amo, cuando éste volvía por
segunda vez de cerrar el cuarto de la fruta -. ¿No pondrá
usted una o dos veces por semana el puchero, ahora que
esta aquí su...?
Sí.
Tendré que ir a la carnicería.
Nada de eso; no harás caldo de gallina, los colonos
te proporcionarán todas las que necesites. A propósito, voy
a decirle a Cornoyller que me mate unos cuervos. Es la caza
que hace el mejor caldo del mundo.
Camino hacia la lectura
Leemos algunas referencias sobre Honoré de Balzac, luego las comentamos en la clase bajo orientación de nuestro
profesor.
Balzac querrá ser muy pronto el Napoleón de la literatura, seguir el ejemplo máximo que le ofrecía su época,
sin conformarse con menos. Conquistar Europa - en espera
de conquistar el mundo entero - y rehacerla remodelarla,
según unos nuevos principios, es una quimera casi accesible
para los franceses de comienzos del siglo XIX. Luego vendrá
Waterloo, el fin de los sueños insensatos, pero la leyenda
tendría ser inmortal, y en Francia cunde el contagio de esa
fiebre de inextinguible grandeza.
Balzac iba a ser el gran emperador de la novela, que
no se resigna a pintar unos ambientes determinados, unas
vidas privadas, a tratar unos aspectos o franjas del mundo.
Él aspira a controlarlo y resumirlo todo, estrujando la vida
entera para obtener un significado que solo puede expresarse en la libertad de la forma novelesca.
Su ambición será, según su propia frase “hacer la
competencia al registro civil”, es decir, crear otro mundo
completo que rivalice con la realidad
ANÁLISIS Y COMENTARIO
Seguimos los pasos que nos indica la ficha de lectura
Obra: Eugenia Grandet.
Autor: Honoré de Balzac.
Género: Novela.
Corriente a que pertenece: Realismo.
Época y lugar de aparición: Francia, época napoleónica, Siglo XIX.
Prestamos atención a :
Los personajes principales, caracteres, costumbres.
Las acciones, escenas que nos impresionan.
Las descripciones de los espacios donde suceden los hechos.
El lenguaje utilizado por el escritor.
Anotamos en nuestras carpetas nuestras observaciones.
Las presentamos para su evaluación.
135
unidad 5
Lengua Castellana y Literatura 3
Leemos con atención el texto
LA METAMORFOSIS
de Franz Kafka, checoslovaco
Franz Kafka
(1883–1924)
El primer novelista checo; enfermizo y concentrado escribió
obras de creciente angustia
enigmática.
Nació en Praga (Checoslovaquia)
en el seno de una familia judía
de la clase media. Educado en
escuelas alemanas. Era abogado,
pero sólo tenía deseos de escribir
aunque no ambicionaba publicar
sus escritos, pues creía que sus
obras no poseían valor alguno.
Fue además periodista y comerciante. Su gran amigo fue otro
escritor y crítico Max Brod, quien
se encargó de editar sus obras
después de su muerte, a pesar de
que Kafka le pidió que quemara
todas sus obras. Mantuvo con su
familia una relación muy conflictiva, especialmente con el padre,
un hombre muy autoritario.
Era un hombre sensible ante
las necesidades de la sociedad
de su época, se mostraba muy
preocupado por la situación de
la clase obrera y por las clases más
humildes de la sociedad.
136
Una mañana, tras un sueño intranquilo, Gregorio Samsa, despertó convertido en
un monstruoso insecto. Estaba echado de espaldas sobre un duro caparazón y, al alzar
la cabeza, vio su vientre convexo y oscuro, surcado por curvadas callosidades, sobre
el que casi no se aguantaba la colcha, que estaba a punto de escurrirse hasta el suelo.
Numerosas patas, penosamente delgadas en comparación con el grosor normal de sus
piernas, se agitaban sin concierto.
¿Qué me ha ocurrido?
Su habitación, una habitación normal, aunque muy pequeña, tenía el aspecto habitual. Sobre la mesa había desparramado un muestrario de paños –Samsa era viajante de
comercio-, y de la pared colgaba una estampa recientemente recortada de una revista
ilustrada y puesta en un marco dorado. La estampa mostraba a una mujer tocada con
un gorro de pieles, y que muy erguida, esgrimía un amplio manguito, asimismo de piel,
que ocultaba todo su antebrazo.
Gregorio miró hacia la ventana; estaba nublado, y sobre el cinc del alféizar repiqueteaban las gotas de lluvia, lo que le hizo sentir una gran melancolía.
«Bueno –pensó-; ¿y si siguiese durmiendo un rato y me olvidase de todas estas locuras?»
Pero no era posible, pues Gregorio tenía la costumbre de dormir sobre el lado derecho,
y su actual estado no le permitía adoptar tal postura. Por más que se esforzara volvía
a quedar de espaldas. Intentó en vano esta operación numerosas veces; cerró los ojos
para no tener que ver aquella confusa agitación de patas, que no cesó hasta que notó
en el costado un dolor leve y punzante, un dolor jamás sentido hasta entonces.
¡Qué cansada es la profesión que he elegido! – se dijo -. Siempre de viaje.
Las preocupaciones son mucho mayores cuando se trabaja fuera, por no hablar de las
molestias propias de los viajes: estar pendiente de los enlaces de los trenes; la comida
mala, irregular; relaciones que cambian constantemente, que nunca llegan a ser verdaderamente cordiales, y en las que no tienen cabida los sentimientos. ¡Al diablo con
todo!
Sintió en el vientre una ligera picazón. Lentamente, se estiró sobre la espalda en
dirección a la cabecera de la cama, para poder alzar mejor la cabeza. Vio que el sitio
que le picaba estaba cubierto de extraños puntitos blancos. Intentó rascarse con una
pata; pero tuvo que retirarla inmediatamente, pues el roce le producía escalofríos.
Estoy atontado de tanto madrugar – se dijo –. No duermo lo suficiente. Hay viajantes que viven mucho mejor. Cuando a media mañana regresó a la fonda para anotar
los pedidos, me los encuentro desayunando cómodamente sentados. Si yo, con el jefe
que tengo, hiciese lo mismo, me despedirían en el acto. Lo cual, probablemente, sería
lo mejor que me podría pasar. Si no fuese por mis padres, ya hace tiempo que me hubiese marchado. Hubiera ido a ver al director y le habría dicho todo lo que pienso. Se
caería de la mesa, ésa sobre la que se sienta para, desde aquella altura, hablar a los
empleados, que, como es sordo, han de acercársele mucho. Pero todavía no he perdido
la esperanza. En cuanto haya reunido la cantidad necesaria para pagarle la deuda de
mis padres –unos cinco o seis años todavía-, me va a oír. Bueno; pero, por ahora, lo que
tengo que hacer es levantarme, que el tren sale a las cinco.
Volvió los ojos hacia el despertador, que tictaqueaba encima del baúl.
¡Dios mío! – exclamó para sí.
Eran más de las seis y media, y las manecillas seguían avanzando tranquilamente. En
realidad, ya eran casi las siete menos cuarto. ¿Es que no había sonado el despertador?
Desde la cama se veía que está puesto a las cuatro; por tanto, tenía que haber sonado. Pero ¿era posible seguir durmiendo a pesar de aquel sonido que hacía estremecer
hasta los muebles? Su sueño no había sido tranquilo. Pero, por eso mismo, debía haber
Lengua Castellana y Literatura 3
dormido al final más profundamente. ¿Qué podía hacer ahora? El tren siguiente salía a
las siete; para cogerlo tendría que darse muchísima prisa. El muestrario no estaba aún
empaquetado, y él mismo no se sentía nada dispuesto. Además, aunque alcanzase el
tren, no evitaría la reprimenda del amo, pues el mozo del almacén, que habría acudido
al tren de las cinco, debía de haber dado ya cuenta de su falta. El mozo era un esbirro
del dueño, sin dignidad ni consideración. Y si dijese que estaba enfermo, ¿qué pasaría?
Pero esto, además de ser muy penoso, despertaría sospechas, pues Gregorio, en los
cinco años que llevaba empleado, no había estado nunca enfermo. Vendría el gerente
con el médico del Montepío. Se desharía en reproches, delante de los padres, respecto
a la holgazanería de Gregorio, y refutaría cualquier objeción con el dictamen del doctor,
para quien todos los hombres están siempre sanos y sólo padecen de horror al trabajo.
Y la verdad es que, en este caso, su diagnóstico no habría sido del todo infundado.
Salvo cierta somnolencia, fuera de lugar después de tan prolongado sueño, Gregorio
se sentía francamente bien, además de muy hambriento.
Mientras pensaba atropelladamente, sin decidirse a levantarse, y justo en el momento
en que el despertador daba las siete menos cuarto, llamaron a la puerta que estaba
junto a la cabecera de la cama.
Gregorio –dijo la voz de su madre-, son las siete menos cuarto. ¿No tenías que
ir de viaje?
¡Qué voz tan dulce! Gregorio se horrorizó al oír en cambio la suya propia, que era la
de siempre, pero mezclada con un penoso y estridente silbido, en el cual las palabras,
al principio claras, se confundían luego y sonaban de forma tal que no estaba seguro de
haberlas oído. Gregorio hubiera querido dar una explicación detallada; pero, al oír su
propia voz, se limitó a decir:
Sí, sí. Gracias, madre. Ya me levanto.
A través de la puerta de madera, la transformación de la voz de Gregorio no debió
notarse, pues la madre se tranquilizó con esta respuesta y se retiró. Pero este breve
diálogo reveló que Gregorio, contrariamente a lo que se creía, estaba todavía en casa.
Llegó el padre a su vez y, golpeando ligeramente la puerta, llamó:
¡Gregorio! ¡Gregorio! ¿Qué pasa?
Esperó un momento y volvió a insistir, alzando la voz:
¡Gregorio!
Mientras tanto, detrás de la puerta, la hermana le preguntaba suavemente:
Gregorio, ¿no estás bien? ¿Necesitas algo?
Ya estoy bien – respondió Gregorio a ambos a un tiempo, esforzándose por pronunciar con claridad, y hablando con gran lentitud, para disimular el insólito sonido de
su voz. El padre reanudó su desayuno, pero la hermana siguió susurrando:
Abre, Gregorio, por favor.
Gregorio no tenía la menor intención de abrir, felicitándose, por el contrario, de la
precaución – contraída en los viajes – de encerrarse en su cuarto por la noche, aun en
su propia casa.
Lo primero que tenía que hacer era levantarse tranquilamente, arreglarse sin que
le molestaran y, sobre todo, desayunar. Sólo después de hecho todo esto pensaría en lo
demás, pues se daba cuenta de que en la cama no podía pensar con claridad. Recordaba
haber sentido en más de una ocasión un vago malestar en la cama, producido, sin duda,
por alguna postura incómoda, el cual, una vez levantado, se disipaba rápidamente;
y tenía curiosidad por el desvanecerse paulatinamente sus imaginaciones de hoy. En
cuanto al cambio de su voz era simplemente el preludio de un resfriado, enfermedad
profesional del viajante de comercio.
Apartar la colcha era cosa fácil. Le bastaría con arquearse un poco y la colcha
caería por sí sola. Pero la dificultad estaba en la extraordinaria anchura de Gregorio.
Para incorporarse, podía haberse apoyado en brazos y manos; pero, en su lugar, tenía
innumerables patas en constante agitación y le era imposible controlarlas. Y el caso es
que no quería incorporarse. Se estiraba; lograba por fin dominar una de sus patas; pero,
mientras tanto, las demás proseguían su anárquica y penosa agitación.
«No es bueno haraganear en la cama», pensó Gregorio.
Primero intentó sacar la parte inferior del cuerpo. Pero dicha parte inferior –que no
unidad 5
Su amigo Max Brod lo recuerda
como un hombre risueño, que
amaba la vida sencilla, los paseos por el campo, los deportes
acuáticos, sabía reír a carcajadas y
gustaba de hacer reir a los demás
con sus bromas.
Enfermó de cáncer a los cuarenta
y un años. Cuando desapareció
en la cúspide de su carrera, su
influencia entre los escritores
jóvenes era inmensa.
Entre sus obras de mayor difusión
tenemos: El proceso, La Metamorfosis, Carta al padre, América, La
Condena y El Castillo.
Tuvo grandes amores, intensos,
dramáticos, aunque de poca
duración. Trabajó como abogado
de una compañía de seguros,
realizaba constantes viajes de
trabajo por la zona.
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unidad 5
Lengua Castellana y Literatura 3
había visto todavía y que, por tanto, no podía imaginar
con exactitud- resultó sumamente difícil de mover. Inició
la operación muy lentamente. Hizo acopio de energías y
arrastró hacia adelante. Pero calculó mal la dirección, se
dio un fuerte golpe contra los pies de la cama, y el dolor
subsiguiente le reveló que la parte inferior de su cuerpo era
quizá, en su nuevo estado, la más sensible. Intentó, pues,
sacar primero la parte inferior de su cuerpo era quizá, en su
nuevo estado, la más sensible. Intentó, pues, sacar primero
la parte superior, y volvió cuidadosamente la cabeza hacia
el borde del lecho . Hizo esto sin problemas y, a pesar de
su anchura y su peso, el cuerpo siguió por fin, lentamente,
el movimiento iniciado por la cabeza. Pero entonces tuvo
miedo de continuar avanzando de aquella forma, porque,
si se dejaba caer así, sin duda se haría daño en la cabeza; y
ahora menos que nunca quería Gregorio perder el sentido.
Prefería quedarse en la cama.
Pero cuando, después de realizar a la inversa los mismos
movimientos, en medio de grandes esfuerzos y jadeos, se
halló de nuevo en la misma posición y volvió a ver sus patas moviéndose frenéticamente, comprendió que no podía
hacer otra cosa, y volvió a pensar que no debía seguir en
la cama y que lo más sensato era arriesgarlo todo, aunque
sólo tuviera una mínima posibilidad. Pero enseguida recordó
que meditar serenamente era mejor que tomas decisiones
drásticas. Sus ojos se clavaron en la ventana; pero, por desgracia, la niebla que aquella mañana ocultaba por completo
el lado de la calle, pocos ánimos le infundió.
La Metamorfosis
la comida que le lleva su hermana. Con el tiempo él fue
dándose cuenta de que tenía un cuerpo nuevo y que iban
cambiando sus gustos. Grete, su hermana, lo veía, cada día
que pasaba como un animal y quitaron los muebles para que
tenga más libertad de acción. El pobre Gregorio impotente
ante el dominio y poder del padre, que también domina a
las mujeres. El padre entra y comienza a aporrear a Gregorio, que ya se iba acostumbrando a su estado animal, la
familia ya lo evita como a un leproso y su hermana lo mira
cada vez con más asco.
Gregorio está cada día más debilitado, una noche escucha que la hermana dice: tenemos que quitárnoslo de
encima.
Argumento
Gregorio Samsa, presionado por su padre, acorralado por
sus deudas, se hace viajante de comercio, una actividad
que le desagrada. Una noche sufre una transformación y se
convierte en un gran escarabajo. Cuando se despierta se da
cuenta que no puede levantarse para ir a trabajar, ya no
domina su propio cuerpo. Lo llaman, pero ahora él extraña
su propia voz, lo llaman su hermana y su madre, pero la
puerta está cerrada. Cuando consigue abrir la puerta la
familia y el apoderado de la agencia donde trabaja, entran
en pánico, huye el hombre, la madre cae desmayada, el
padre lo golpea con un bastón hasta causarle heridas.
Le encierran en una habitación y sobrevive gracias a
ANÁLISIS Y COMENTARIO
La Metamorfosis es una obra desafiante, inagotable, sigue sorprendiendo al lector
en cada nueva lectura “Después de Kafka, nadie ha sido ajeno al mundo que él sacó
de los dobleces más inextrincables - pero también más patentes- del alma humana, las
relaciones con el poder, con un poder absurdo”1.
El universo kafkiano es sinónimo de lo absurdo y siniestro, es indudable que es una
parábola de ese mundo caótico en que se convirtió Europa a causa de la Primera Guerra
Mundial, esa terrible realidad que vivió y sufrió el escritor, en sus obras se traducen la
expresión y la angustia que vivió el hombre en el Siglo XX.
Actividades:
• Después de una lectura inteligente, identificamos los párrafos y las expresiones
que reflejan una atmósfera de pesadillas.
(1) Juan José del Solar en Historia
Universal de la Literatura, V. 5, Hispamérica - Madrid. 1982.
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• El texto es una parábola de la angustia existencial; de qué manera se traduce
en la obra.
• Reconocemos frases que revelan motivos de terror
• Identificamos expresiones en las que el personaje sufre transformaciones, se
vuelve irreconocible.
• Comentamos el tema de la soledad a causa del aislamiento que sufre el personaje.
• Discutimos sobre: cómo la soledad y el abandono pueden destruir a la persona,
participamos todos.
• Evaluamos oralmente nuestros discursos.
Lengua Castellana y Literatura 3
unidad 5
CAMPO REFERENCIAL
El Expresionismo debe considerarse como la aportación
alemana al proceso de renovación intelectual definitivamente abocada a la desintegración de los valores del
antiguo orden burgués. Se fija entre 1910 y 1920 la época
en que se origina y desarrolla.
Surge una poesía caótica producto de la época de la
Europa destrozada, fragmentada por la Primera Guerra
Mundial. La estética expresionista que daría sus mejores
frutos en la poesía y en el drama, incluye entre sus rasgos
esenciales la exaltación del irracionalismo y lo grotesco;
una exacerbación de la visión subjetiva del mundo exterior,
que pierde su identidad y se convierte en una proyección
del yo, desembocando por lo general, en un visionarismo
apocalíptico y la agresión y rebeldía permanentes como
posición vital.
El Expresionismo se manifestó en las artes plásticas, en la música y sobre todo, en la literatura, en el corazón mismo de Praga, la vieja y misteriosa capital del Reino
de Bremia, sede de la universidad más antigua de Alemania.
En esta ciudad nació Kafka uno de los representantes más
genuinos del Expresionismo alemán.
Características del Expresionismo
•
•
•
•
Desemboca siempre en un espacio fantástico.
Fuga de la realidad mediante un encantamiento verbal.
Atmósfera de pesadilla que enmarcan hechos increíbles.
Lo diabólico y lo oscuro se reúnen para crear un ambiente en que campea el
mal.
• El absurdo como elemento componente temático.
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Lengua Castellana y Literatura 3
unidad 5
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