ISSN: 1989-208X Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1) Cartas al Director: Educación nutricional diseñada según las estrategias de aprendizaje preferentes de los receptores Nutrition education designed according to the preferred learning strategies of learners Sánchez Socarrás, Violeida; Aguilar Martínez, Alicia; Vaqué Crusellas, Cristina; Milá Villarroel, Raimón Motivos para la práctica de actividad física recreativa e inactividad en la población de Chihuahua (México) Motivation for practice of recreational physical activity and physical inactivity in population of Chihuahua (Mexico) Muñoz-Daw, María de Jesús; Muñoz-Duarte, Mónica; De La Torre-Díaz, María de Lourdes; Hinojos-Seáñez, Elsa; Pardo-Rentería, José Buenaventura Relação da obesidade com o comportamento alimentar e o estilo de vida de escolares brasileiros Overweight relationship with dietary behavior and lifestyle in brazilian students Parente Albuquerque, Lusyanny; Montenegro Cavalcante, Ana Carolina; Cézar De Almeida, Paulo; De Magalhães Carrapeiro, Mariana Fatores de risco para doenças cardiovasculares em adultos e idosos de um hospital universitário Risk factors for cardiovascular diseases in elderly and adults at a university hospital Franca Covatti, Chrissy; Maurino dos Santos, Jessica; Aparecida de Souza Vicente, Amanda; Tais Greff, Natalia; Pereira Vicentini, Andrea Evaluación y soporte nutricional en pacientes con carcinomatosis peritoneal por cáncer de ovario con citorreducción quirúrgica Nutritional assessment and support in patients with peritoneal carcinomatosis of ovarian cancer with cytoreductive surgery Garcia Martinez, Teresa; Montañes Pauls, Belen; Vicedo Cabrera, Ana; Llueca Abella, Jose Antonio; Escrig Sos, Javier; Herraiz Roda, Jose Luis; Monfort Gonzalez, Teresa; Moreno Clarí, Esther; Grupo de trabajo UMCOAP (Unidad Multidisciplinar de Cirugía Abdominopélvica) Pacientes con trastorno funcional intestinal: eficacia de una dieta baja en FODMAPS para el tratamiento de los síntomas digestivos Patients with functional bowel disorder: effectiveness of a diet low in FODMAPS for the treatment of gastrointestinal symptoms Vila Rovira, Neus; Ibáñez Solano, Patricia; Angós Musgo, Ramón Jesús; Betés Ibáñez, María Teresa; Carretero Ribón, Cristina; De la Riva Onandía, Susana Rosa; Herráiz Bayod, Maite; Prieto de Frías, César; Silva Frojan, Camilo; Margall Coscojuela, María Ángeles Constipação Intestinal: Prevalência e fatores associados em pacientes atendidos ambulatorialmente em hospital do Nordeste brasileiro Intestinal constipation: Prevalence and associated factors in hospital outpatients in Brazilian Northeast Silva, Mariana de Sousa; Sabino Pinho, Cláudia Porto Publicidad alimentaria según grupos y sub-grupos de alimentos en la televisión de Chile Food advertising by groups and sub-groups of food on television of Chile Prevalência de hipertensão arterial em escolares brasileiros: uma revisão sistemática Prevalence of arterial hypertension in children in schools of Brazil Crovetto Mattassi, Mirta; Coñuecar Silva, Sofía Felix Pereira, Flávia Erika; Da Costa Teixeira, Fabiana; Da Silva Barros Rausch, Ana Paula; Gonçalves Ribeiro, Beatriz Relación del índice de masa corporal, percepción de peso y variables relacionadas con los trastornos de la conducta alimentaria en estudiantes universitarios Relation of the body mass index, weight perception and variables related to eating disorder in university students Gestión de la nutrición enteral: factores clave en las mejores guías de práctica clínica y brechas en su aplicación Enteral nutrition management: key factors and application gaps in the best clinical practice guidelines Castejón Martínez, Mª Ángeles; Berengüí Gil, Rosendo; Garcés de los Fayos Ruiz, Enrique J. Pinzón Espitia, Olga Lucia; Chicaíza Becerra, Liliana Alejandra; García Molina, Mario; González Rodríguez, Javier Leonardo; Manrique Hernández, Ruben Darío La revista Nutrición Clínica y dietética hospitalaria está indexada en las siguientes Bases de datos: • • • • • CAB Abstracts Chemical Abstracts Services CAS Índice Bibliográfico Español en Ciencias de la Salud IBECS Índice Médico Español IME Índice MEDES • • • • DOAJ CABI databases LATINDEX SCOPUS Edición en internet: ISSN: 1989-208X Depósito Legal: M-25.025 - 1981 Publicación autorizada por el Ministerio de Sanidad como Soporte Válido. S.V. nº 276 MAQUETACIÓN: Almira Brea, S.L. - Madrid © Copyright 2012. Fundación Alimentación Saludable Reservados todos los derechos de edición. Se permite la reproducción total o parcial de los trabajos contenidos en este número siempre que se cite la procedencia y se incluya la correcta referencia bibliográfica. 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Áreas declaradas de interés: • NUTRICIÓN BÁSICA • TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA • NUTRICIÓN CLÍNICA • MALNUTRICIÓN • SALUD PÚBLICA • EVALUACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL • DIETÉTICA • NUTRICIÓN ENTERAL • NUEVOS ALIMENTOS • NUTRICIÓN PARENTERAL • ALIMENTOS E INGREDIENTES FUNCIONALES • SEGURIDAD E HIGIENE ALIMENTARIA • PATOLOGÍA NUTRICIONAL • NUTRIENTES • OBESIDAD • NOTICIAS PERIODICIDAD 3 números al año TÍTULO ABREVIADO Nutr. clín. diet. hosp. INTERNET Accesible desde URL = http://www.nutricion.org Acceso en línea libre y gratuito Con la colaboración del Colegio Mexicano de Nutriólogos DIRECCIÓN COMITÉ DE HONOR Dr. Jesús Román Martínez Álvarez Universidad Complutense de Madrid Dra. Ana Sastre Gallego Dª Consuelo López Nomdedeu Dr. José Cabezas-Cerrato Dra. Carmen Gómez Candela Hospital Universitario La Paz (Madrid) REDACTOR - JEFE SECRETARÍA DE REDACCIÓN Dr. Antonio Villarino Marín Rosa García Alcón COMITÉ DE REDACCIÓN Prof. Marià Alemany Lamana. Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular. Universidad Autónoma de Barcelona. Dra. Rosario Martín de Santos. Catedrática de Nutrición y Bromatología. Facultad de Veterinaria. Universidad Complutense de Madrid. Prof. José Cabo Soler. Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular. Universidad de Valencia. Dra. Rosa Ortega Anta. Catedrática de Nutrición y Bromatología. Facultad de Farmacia. Universidad Complutense de Madrid. Prof. Marius Foz Sala. Catedrático de Patología General y Propedéutica Clínica. Hospital Germans Trias i Pujol. Badalona. Dr. Alberto López Rocha. Presidente de la Sociedad Española de Médicos de Residencias. Prof. Andreu Palou Oliver. Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular. Universidad de las Islas Baleares. Dr. Primitivo Ramos Cordero. Presidente de la Sociedad Madrileña de Geriatría y Gerontología. Dra. Victoria Balls Bellés. Facultad de Medicina. Universidad de Valencia. Prof. Jordi Salas i Salvadó. Universidad Rovira i Virgili. Reus. Dra. Pilar Codoñer Franch. Facultad de Medicina. Universidad de Valencia. Prof. Manuel Serrano Ríos. Catedrático de Medicina Interna. Universidad Complutense de Madrid. Dra. Carmen Ambrós Marigómez. Hospital de León. Prof. Carlos de Arpe Muñoz. Dpto. de Enfermería. Universidad Complutense de Madrid. Prof. Carlos Iglesias Rosado. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Alfonso X el Sabio. Madrid. Prof. Mª Antonia Murcia Tomás. Facultad de Veterinaria. Universidad de Murcia. Prof. Alberto Cepeda Saéz. Catedrático de Nutrición y Bromatología. Universidad de Santiago de Compostela. Dra. Leonor Gutiérrez Ruiz. Instituto de Salud Pública. Comunidad de Madrid. Dra. Lucía Serrano Morago. Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética. Dr. Pedro Mº Fernández San Juan. Instituto de Salud Carlos III. Dr. Joan Quiles Izquierdo. Consejería de Sanidad. Generalitat Valenciana. Dr. Ismael Díaz Yubero. Real Academia Española de Gastronomía. Prof. Dr. Arturo Anadón Navarro. Facultad de Veterinaria. Universidad Complutense de Madrid. Prof. Dr. David Martínez Hernández. Facultad de Medicina. Universidad Complutense de Madrid. Dª. Mª Lourdes de Torres Aured. Unidad de Nutrición. Hospital Miguel Servet. Zaragoza. Dr. Manuel Moya. Presidente de la Sociedad Española de Investigación en Nutrición y Alimentación Pediátricas. Dª Ana Palencia García. Directora del Instituto Flora. Barcelona. Dra. Isabel Polanco Allué. Servicio de Gastroenterología y Nutrición. Hospital Universitario Infantil La Paz. Madrid. Dª Marta Hernández Cabria. Área de Nutrición y Salud. Corporación alimentaria Peñasanta. Oviedo. Prof. Antonio Sáez Crespo. Presidente de la Asociación iberoamericana de Medicina y Salud Escolar y Universitaria. Dr. Javier Morán Rey. Director de Food Consulting & Associates. Murcia. Dra. Mariette Gerber. Presidenta de la Sociedad Francesa de Nutrición. Dr. Francisco Pérez Jiménez. Profesor de Medicina Interna. Hospital U. Reina Sofía. Córdoba. Prof. Massimo Cocchi. Presidente de la Asociación Italiana de Investigación en Alimentación y Nutrición. Dra. Paloma Tejero García. Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética. Prof. Rosa Elsa Hernández Meza. Universidad de Veracruz. México. SUMARIO • Cartas al Director: Educación nutricional diseñada según las estrategias de aprendizaje preferentes de los receptores Nutrition education designed according to the preferred learning strategies of learners Sánchez Socarrás, Violeida; Aguilar Martínez, Alicia; Vaqué Crusellas, Cristina; Milá Villarroel, Raimón ......................................... • Motivos para la práctica de actividad física recreativa e inactividad en la población de Chihuahua (México) Motivation for practice of recreational physical activity and physical inactivity in population of Chihuahua (Mexico) Muñoz-Daw, María de Jesús; Muñoz-Duarte, Mónica; De La Torre-Díaz, María de Lourdes; Hinojos-Seáñez, Elsa; Pardo-Rentería, José Buenaventura.......................................................................................................................................... • Relação da obesidade com o comportamento alimentar e o estilo de vida de escolares brasileiros Overweight relationship with dietary behavior and lifestyle in brazilian students Parente Albuquerque, Lusyanny; Montenegro Cavalcante, Ana Carolina; Cézar De Almeida, Paulo; De Magalhães Carrapeiro, Mariana.. • Fatores de risco para doenças cardiovasculares em adultos e idosos de um hospital universitário Risk factors for cardiovascular diseases in elderly and adults at a university hospital Franca Covatti, Chrissy; Maurino dos Santos, Jessica; Aparecida de Souza Vicente, Amanda; Tais Greff, Natalia; Pereira Vicentini, Andrea • Publicidad alimentaria según grupos y sub-grupos de alimentos en la televisión de Chile Food advertising by groups and sub-groups of food on television of Chile Crovetto Mattassi, Mirta; Coñuecar Silva, Sofía ......................................................................................................................... • Relación del índice de masa corporal, percepción de peso y variables relacionadas con los trastornos de la conducta alimentaria en estudiantes universitarios Relation of the body mass index, weight perception and variables related to eating disorder in university students Castejón Martínez, Mª Ángeles; Berengüí Gil, Rosendo; Garcés de los Fayos Ruiz, Enrique J. ...................................................... • Constipação Intestinal: Prevalência e fatores associados em pacientes atendidos ambulatorialmente em hospital do Nordeste brasileiro Intestinal constipation: Prevalence and associated factors in hospital outpatients in Brazilian Northeast Silva, Mariana de Sousa; Sabino Pinho, Cláudia Porto ............................................................................................................... • Prevalência de hipertensão arterial em escolares brasileiros: uma revisão sistemática Prevalence of arterial hypertension in children in schools of Brazil Felix Pereira, Flávia Erika; Da Costa Teixeira, Fabiana; Da Silva Barros Rausch, Ana Paula; Gonçalves Ribeiro, Beatriz....................... • 24 31 41 54 64 75 85 Gestión de la nutrición enteral: factores clave en las mejores guías de práctica clínica y brechas en su aplicación Enteral nutrition management: key factors and application gaps in the best clinical practice guidelines Pinzón Espitia, Olga Lucia; Chicaíza Becerra, Liliana Alejandra; García Molina, Mario; González Rodríguez, Javier Leonardo; Manrique Hernández, Ruben Darío........................................................................................................................................... • 17 Pacientes con trastorno funcional intestinal: eficacia de una dieta baja en FODMAPS para el tratamiento de los síntomas digestivos Patients with functional bowel disorder: effectiveness of a diet low in FODMAPS for the treatment of gastrointestinal symptoms Vila Rovira, Neus; Ibáñez Solano, Patricia; Angós Musgo, Ramón Jesús; Betés Ibáñez, María Teresa; Carretero Ribón, Cristina; De la Riva Onandía, Susana Rosa; Herráiz Bayod, Maite; Prieto de Frías, César; Silva Frojan, Camilo; Margall Coscojuela, María Ángeles • 10 Evaluación y soporte nutricional en pacientes con carcinomatosis peritoneal por cáncer de ovario con citorreducción quirúrgica Nutritional assessment and support in patients with peritoneal carcinomatosis of ovarian cancer with cytoreductive surgery Garcia Martinez, Teresa; Montañes Pauls, Belen; Vicedo Cabrera, Ana; Llueca Abella, Jose Antonio; Escrig Sos, Javier; Herraiz Roda, Jose Luis; Monfort Gonzalez, Teresa; Moreno Clarí, Esther; Grupo de trabajo UMCOAP (Unidad Multidisciplinar de Cirugía Abdominopélvica) ................................................................................................................ • 8 Normas de publicación ....................................................................................................................................................................... 94 104 C artas al Director Educación nutricional diseñada según las estrategias de aprendizaje preferentes de los receptores Nutrition education designed according to the preferred learning strategies of learners Sánchez Socarrás, Violeida1; Aguilar Martínez, Alicia2; Vaqué Crusellas, Cristina3; Milá Villarroel, Raimón3 1. Facultad de Ciencias de la Salud de Manresa. Universidad de VicUniversidad Central de Cataluña. 2. Departamento de Ciencias de la Salud. Universitat Oberta de Catalunya. 3. Facultad de Ciencias de la Salud y el Bienestar. Universidad de Vic-Universidad Central de Cataluña. Recibido: 7/octubre/2015. Aceptado: 25/octubre/2015. Correspondencia: Violeida Sánchez Socarrás vsanchez@umanresa.cat Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):8-9 DOI: 10.12873/361socarras ABREVIATURAS TCA: Trastornos del Comportamiento Alimentario. EA: Estilos de Aprendizaje. VARK: Visula/Auditivo/Lecto-escritor/Kinestésico. CCP: Coeficiente de Correlación de Pearson. Q1: Cuestionario inicial. Q2: Cuestionario postformación. P1-10: Preguntas del cuestionario. Estimado Sr. Editor La investigación realizada por Sánchez y Colaboradores: “Evolución de los conocimientos acerca de los Trastornos del Comportamiento Alimentario (TCA), a través de una intervención educativa en estudiantes de enseñanza post-obligatoria”, publicada en vuestra re- 8 vista1, refuerza la importancia de la educación nutricional como una vía para mejorar los conocimientos sobre estas alteraciones, en un grupo de jóvenes. Según otros autores, adaptar las acciones de educación nutricional a las características de los receptores, garantizaría su calidad. De ahí que para el diseño del taller educativo realizado se eligieran técnicas educativas recomendadas según las preferencias de aprendizaje de los jóvenes. Estas preferencias fueron identificadas a través del cuestionario VARK de estilos de aprendizaje (EA)2-5. Se identificaron tres de los EA que conforman la teoría: Auditivo (38,5%), Kinestésico (35,9%) y Lecto-escritor (17,9%), el resto de los encuestados correspondió a combinaciones bimodales de estos estilos3 y no se identificaron jóvenes con EA Visual. Partiendo de estudios que describen las técnicas de aprendizaje preferentes en los individuos con los tres EA mayoritariamente identificados y del análisis del marco teórico que reconoce su implicación en la adquisición de conocimientos2,3,6, se seleccionaron para el diseño del taller educativo, las estrategias recomendadas a los estilos predominantes en el colectivo: lectura guiada de textos, para individuos con estilos Auditivo y Lecto-escritor; lluvia de ideas que permitió realizar un juegos de rol, consideradas estrategias preferidas por individuos con estilos Auditivo y Kinestésico y la exposición de criterios a través del debate y discusión, recomendados por facilitar la adquisición de conocimientos en los individuos de los tres estilos diagnosticados. A pesar de que no se detectaron individuos con estilo Visual, se utilizaron recursos visuales (presentación en Power Point, proyección de imágenes relacionadas con el texto y fotografías de los menús a elegir)1, para estimular en los participantes el empleo de recursos relacionados con esta preferencia sensorial7. El aumento del nivel de conocimientos acerca de los TCA, expuesta en los resultados del artículo1, se relacionó con los EA identificados a través del Coeficiente de Correlación de Pearson (CCP), considerando que valores ≥0,7 indicaban una buena correlación. Los valores obtenidos se muestran en la Tabla 1. Según los valores de correlación, las calificaciones medias obtenidas en el cuestionario post-intervención Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):8-9 C artas al director Tabla 1. Calificación media por preguntas (P) en las dos aplicaciones del cuestionario (Q1 y Q2), correlación de estas con los estilos de aprendizaje diagnosticados (CCP) y nivel de significación de esta correlación (p). Calificación media Correlación p Q1 Q2 CCP P1 0,63 0,76 0,857 0,032 P2 0,48 0,72 0,632 0,071 P3 0,82 0,97 0,961 0,010 P4 0,76 1,00 0,723 0,001 P5 0,43 0,88 0,654 0,062 P6 0,48 0,77 0,835 0,012 P7 0,64 0,71 0,843 0,023 P8 0,33 0,79 0,601 0,071 P9 0,21 0,88 0,652 0,058 P10 0,51 0,71 0,823 0,021 (Q2) en la mayoría de las preguntas, estuvieron significativamente relacionadas con los EA identificados (p<0.05). En las preguntas: ¿Qué alteraciones de la salud incluidos los TCA, podrían considerarse trastornos mentales? (P2), ¿En qué clase social suelen predominar los TCA? (P5), y en las dos preguntas en que los jóvenes debían explicar el significado de frases que exponían signos atribuibles a la Anorexia y a la Bulimia Nerviosas (P8 y P9)1; la débil correlación entre las calificaciones medias obtenidas en el cuestionario Q2 y los EA, podría estar justificada por las bajas calificaciones medias iniciales, sugiriendo que la evolución positiva de los conocimientos no solo tuvo lugar en los participantes cuyo EA preferente coincidía con los predominantemente identificados en el colectivo. El análisis que en esta ocasión añadimos a los resultados discutidos en el artículo, sugiere que un modelo de educación nutricional, adaptado a las preferencias de aprendizaje de los receptores, facilitaría la adquisición de conocimientos relacionados con los TCA y por tanto el cumplimiento de los objetivos de la actividad de educación nutricional realizada. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):8-9 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Sánchez V, Fornons D, Aguilar A, Vaqué C, Milà R. Evolución de los conocimientos acerca de los trastornos del comportamiento alimentario, a través de una intervención educativa en estudiantes de enseñanza porst-obligatoria. Nutr Clín Diet Hosp, 2015; 35 (1): 32-41. 2. Fleming D. I’m different; not dumb. Modes of presentation (VARK) in the education, proceedings of the 1995 Annual Conference of the Higher Education and Research Development Society of Australasia (HERDSA), HERDSA, 1995; (18): 308-313. 3. González B, Alonso C, Rangel R. El modelo VARK y el diseño de cursos en línea. Rev Mex de Bachillerato a Distancia, 2012; 8 (4): 96-103. 4. Fierro A, Alfaro M. Educación para la salud grupal. Form Act en Pediatr Aten Prim 2013; 6: 75-86. 5. Segura A. Promoción de la salud y responsabilidad de los profesionales. Aten Primaria, 2007; 39 (6): 285-290. 6. Milanese S, Gordon S, Pellatt A. Profiling physiotherapy student preferred learning styles within a clinical education context. Physiotherapy, 2013; 99 (2): 146-152. 7. López AM, Silva E. Estilos de aprendizaje: relación con motivación y estrategias. Revista Estilos de Aprendizaje, 2009; 4 (4): 43-66. 9 Artículo Original Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):10-16 DOI: 10.12873/361muñozdaw Motivos para la práctica de actividad física recreativa e inactividad en la población de Chihuahua (México) Motivation for practice of recreational physical activity and physical inactivity in population of Chihuahua (Mexico) Muñoz-Daw, María de Jesús1; Muñoz-Duarte, Mónica1; De La Torre-Díaz, María de Lourdes1; Hinojos-Seáñez, Elsa2; Pardo-Rentería, José Buenaventura1 1. Facultad de Ciencias de la Cultura Física. Universidad Autónoma de Chihuahua. Chihuahua, México. 2. Facultad de Enfermería y Nutriología. Universidad Autónoma de Chihuahua. México. Recibido: 2/enero/2015. Aceptado: 14/octubre/2015. RESUMEN Introducción: Los motivos por los cuales la población general practica actividad física recreativa o permanecen en la inactividad son diversos y varían de acuerdo a la edad y el sexo, en poblaciones donde hay una alta prevalencia de Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT), estos motivos deben ser estudiados para diseñar estrategias adecuadas a la población que logren incrementar la práctica de Actividad física adecuada (ejercicio físico) para promover la salud. Objetivo: Identificar los motivos por los que las personas realizan o no actividad física recreativa o deportiva en la ciudad de Chihuahua y su relación con el sexo y la edad. Material y Métodos: En 655 sujetos, 355 mujeres con edades entre 6 y 90 años; y 320 hombres con edades entre 6 y 91 años, que fueron divididos en 5 grupos por edad, se aplicó un cuestionario de creación propia durante los meses de mayo a junio del 2014, sobre los motivos por los cuales realizan o no actividad física. Correspondencia: mmunoz@uach.mx, loudelats@gmail.com 10 Resultados: Los principales motivos por los que realizan ejercicio son: por gusto 22.8% de las niñas y el 36.6% de los niños, 15.3% de las adolescentes y 33% de los adolescentes; por salud el 27.3% de los mujeres adultas jóvenes, 37.1% de mujeres adultas maduras y 28.4% de las mujeres adultas mayores; en contraste con el sexo masculino 32.3% adultos jóvenes, 52.2% adultos maduros y 21.9% adultos mayores. Los motivos por los que no la realizan en los adultos mayores son por enfermedad incapacitante, los demás grupos de edad y sexo masculino son por falta de tiempo, en el sexo femenino las niñas refieren por desmotivación, a las adolescentes no les gusta y las mujeres adultas jóvenes y maduras por falta de tiempo. Discusión: Los motivos por los que la población realiza o no ejercicio físico varían en relación a la edad y el sexo, es notable que las mujeres realizan menos actividad física que los hombres; en los niños y en los jóvenes se prefieren las actividades físicas de moderadas a vigorosas, en los escolares la proporción de quienes realizan ejercicio físico es mayor que quienes no lo practican. Sin embargo, al llegar a la edad de la adolescencia hasta la edad de 60 o más años, es evidente que es mayor la población que no realiza ejercicio físico, favoreciendo el desarrollo de las ENT. Conclusión: Los principales motivos por los que se realiza ejercicio son: por mejorar la salud y por gusto Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):10-16 NUTRICIÓN CLÍNICA correspondiendo a caminar, futbol y bailar, mientras que los motivos por los que no realizan ejercicio son por falta de tiempo, disgusto y desmotivación y en el caso de adultos mayores por enfermedad avanzada. PALABRAS CLAVE Actividad Física, Ejercicio Físico, deporte, recreación y sedentarismo. ABSTRACT Introduction: The reasons for the general population practiced recreational physical activity or inactivity remain are diverse and vary according to age and sex, in populations with high levels of Chronic Noncommunicable Diseases (NCDs), these grounds should be studied to design appropriate strategies to achieve population increasing participation in adequate physical activity (exercise) to promote health. Objective: To identify the reasons why people engage/not engage in sports or recreational physical activity in Chihuahua city and it´s relationship with age and gender. Methods: 655 subjects were recruited, including 335 6-to-90-year-old women, and 320 men among 6 and 91 years old. They were classified by age into five groups, and a questionnaire was applied to them during the months of May and June 2014, about the type of physical activity they were engaged in and the reasons behind this activity or inactivity. Results: The main motivations behind the practice of physical exercise were: pleasure (22.8% of the little girls and 36.6% of the little boys, 15.3% of the adolescent girls and 33% of the adolescent boys); and health (27.3% of the young women adults, 37.1% of the women mature adults, and 28.4% of the elderly woman. Among the masculine gender: 32.3% of young men, 52.2% of mature adults, and 21.9% of senior men). The reasons for inactivity were: lack of health — among the elderly people—; and lack of time —among the other age groups of the masculine gender—; among the femenine gender little girls referred to lack of motivation as the reason for not doing exercise, adolescent girls said they don’t like to work out, and young and mature adult women said they don’t have time to exercise. Discussion: The reasons why people realize or not exercise vary in relation to age and sex, it is remark- Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):10-16 Y DIETÉTICA HOSPITALARIA able that women do not exercise as much as men, children and youth prefer moderate to vigorous physical activity, the school children there are a higher proportion of those engaged in physical exercise than those who do not practice, however upon reaching the adolescence age and until age 60 or more, it is evident that there is a greater part of the population that does not perform physical exercise, encouraging the development of NCDs. Conclusion: The main reasons why exercise is performed are: to improve the health and taste corresponding to walking, football and dance, while the reasons for not exercise is lack of time, dislike and discouragement and in the case elderly for advanced disease. KEY WORDS Physical activity, physical exercise, sport, recreation, sedentarism. ABREVIATURAS ENT: Enfermedades No Transmisibles. AFR: Actividad Física Recreativa. EF: Ejercicio Físico. INEGI: Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática. ENSANUT: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición ACSM: American College of Sports Medicine. AHA: American Heart Association. AFD; Actividad Física Deportiva. METs: Unidad de Medida del Equivalente Metabólico. INTRODUCCIÓN La actividad física recreativa (AFR) es una buena opción para la salud, que actualmente se está considerando como parte del estilo de vida, porque al fortalecer la capacidad funcional se puede lograr una vida más activa e independiente principalmente en la edad adulta1. Por el contrario, la inactividad física o sedentarismo está asociado de forma significativa a la hipertensión, la hipercolesterolemia, la diabetes mellitus, el filtrado glomerular por debajo de 60 ml/min, una circunferencia de cintura elevada2,3 y puede ocasionar una reducción funcional de la masa muscular con un deterioro en la captación de la glucosa plasmática, de 11 MOTIVOS PARA LA PRÁCTICA DE ACTIVIDAD FÍSICA RECREATIVA E INACTIVIDAD EN LA POBLACIÓN DE la oxidación de grasas y el aumento de grasa intramuscular4. La promoción de la AFR ofrece importantes beneficios en la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares5. La población de la ciudad de Chihuahua, de acuerdo al censo INEGI del 2010, es de 819,543 habitantes. En dicha ciudad, existen parques en cada colonia y tres unidades deportivas6, que sirven para incentivar a la población a realizar AFR o actividad física deportiva (AFD), dado que, en la actualidad el sedentarismo es uno de los principales factores que determina la epidemia de sobrepeso y obesidad, que ocasiona enfermedades no transmisibles (ENT). Los cambios tecnológicos han propiciado que las personas desarrollen un estilo de vida más sedentario con episodios breves y ocasionales de actividad moderada o vigorosa durante el día. En México, más de la mitad de los adolescentes no realizan actividad física regular (ENSANUT, 2012)7, y en adultos se encontró que solo el 26.1% realiza actividad física frecuentemente8. Las recomendaciones expuestas en el año 2007 de actividad física para la salud, según el Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM) y la Asociación Americana del Corazón (AHA), son para las personas entre 18-65 años de edad, ejercicios con intensidad moderada aerobia por 30 minutos mínimo, 5 días a la semana; o intensidad vigorosa aerobia, al menos 20 minutos cada tercer día, incluyendo combinación de intensidades moderada y vigorosa y agregando actividades que preserven o incrementen la masa muscular (fortalecimiento), al menos dos veces por semana. Para la reducción del peso corporal o la mejoría de capacidades físicas se indica realizar mayor cantidad de ejercicio recomendado9. Según las recomendaciones de la OMS (2010) se señala que sesenta minutos de actividad diaria, de moderada a vigorosa para las personas entre cinco y diecisiete años de edad; 150 minutos por semana de actividad vigorosa para el grupo de 18 a 64 años y 150 minutos por semana de actividad moderada para los mayores de 65 años10. En un estudio realizado en Madrid, por edad y sexo, se reportaron los motivos por los cuales la población realiza ejercicio físico (EF), encontrándose que el principal motivo por el que las mujeres realizan EF es para mantenerse en forma y mantener la línea (29.7%), mientras que en los hombres el motivo principal es por diversión y para pasar el tiempo (37.8%), en la población de entre los 15 y los 29 años que realizan 12 CHIHUAHUA (MÉXICO) EF es principalmente para pasar el tiempo, entre los 30 y 44 años además de recreación también para mantenerse en forma, de los 45 a los 59 años, por este último motivo, y de los 60 años en adelante para mantener o mejorar la salud11. Para lograr que la población se habitúe a la AFR se deben reconocer cuales son los motivos que influyen para que se realice o no; en un estudio realizado en Francia, al cuestionar a pacientes que se reúnen en asociaciones de salud, sobre los motivos por los cuales realizaban AF, el principal motivo fue por diversión, los hombres además deseaban adquirir fuerza y salud, mientras que las mujeres bienestar e imagen corporal12. En otro estudio, con adultos mayores, encontraron que los motivos para realizar actividad física fueron sociales, emocionales, control de peso, estrés y porque lo disfrutan13. En el grupo de Servicio Social del adulto mayor del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, al evaluar la percepción de bienestar en el envejecimiento, la encontraron relacionada con la autonomía, la independencia y el afecto, sobre todo familiar14. El objetivo de esta investigación fue identificar los motivos por los cuales las personas realizan o no actividad física recreativa o deportiva en la ciudad de Chihuahua y su relación con el sexo y la edad. MÉTODOS Estudio transversal con 655 sujetos, (335 mujeres entre 6 y 90 años de edad; y 320 hombres entre 6 y 91 años de edad), con datos representativos a nivel global, un margen de error del ±4% y un intervalo de confianza del 99%, Se empleó el método de racimos en colonias y fraccionamientos seleccionados ad hoc. La población que aceptó participar en el estudio, se dividió en 5 grupos por rangos de edad (6 a 11, de 12 a 19, de 20 a 39, de 40 a 59 y de 60 o más años). Todos los sujetos firmaron una carta de consentimiento informado donde se explicaron los procedimientos a seguir en el estudio. La investigación se apegó a los estatutos de la Ley General de Salud en materia de investigación y a la Declaración de Helsinki promulgada por la Asociación Médica Mundial15. Técnicas y procedimientos Una vez explicado el procedimiento y después de firmar de la carta de participación voluntaria, un grupo Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):10-16 NUTRICIÓN CLÍNICA de porfesionales de la salud evaluaron el tiempo dedicado a las distintas formas de AF mediante un cuestionario breve de creación propia, que incluía datos personales y de ocupación. Dicho cuestionario fue aplicado durante los meses de mayo y junio del 2014, sobre el tipo de actividad física que realizaban, y los motivos por los cuales realizaban o no EF, AFR o AFD. Se clasificó la práctica de actividad física en ligera cuando la intensidad fue de 3 a 4 METs y moderada a vigorosa cuando la intensidad fue mayor a 4 METs16. Para el análisis estadístico se utilizó el programa SPSS v.18. Se determinó estadística descriptiva e inferencial, para determinar la relación del ejercicio con el sexo se realizó una tabla de contingencia de Chi2 para conocer la relación del ejercicio con el sexo, y se realizó una tabla de contingencia de Chi2 para determinar diferencias por sexo. Y DIETÉTICA HOSPITALARIA Tabla 2. Porcentaje de mujeres y hombres que realizan actividad física deportiva recreativa. Mujeres No realiza AFR Ligera Moderada a vigorosa 6 a 11 35.1 40.4 24.6 12 a 19 52.9 12.9 34.1 20 a 39 44.2 22.1 33.8 40 a 59 61.3 22.6 16.1 60 o más 61.7 22.2 16.0 No realiza AFR Ligera Moderada a vigorosa 6 a 11 22.5 49.3 28.2 RESULTADOS 12 a 19 24.7 19.6 55.7 En la tabla 1 se muestran por grupos de edad y sexo, el porcentaje de la población que realiza AFR y AFD, en el sexo femenino la población activa esta en los rangos de 38.3 y 60% mientras que en el sexo masculino el rango está entre 32.8 y 77.5%. Los adultos mayores son los que realizan actividad física en menor porcentaje. 20 a 39 29.2 12.3 58.5 40 a 59 30.4 21.7 47.8 60 o más 68.3 19 12.7 Tabla 1. Población estudiada de la Ciudad de Chihuahua. Rango de edad (años) N % N % 6 a 11 57 17 71 22.2 12 a 19 85 25.4 97 30.3 20 a 39 77 23 65 20.3 40 a 59 35 10.4 23 7.2 60 o más 81 24.2 64 20 TOTAL 335 100 320 100 Femenino Masculino En la tabla 2 se muestra el porcentaje de las mujeres y los hombres por grupo de edad que realizan actividad física recreativa de acuerdo a la intensidad (No realiza, ligera, moderada a vigorosa), apreciando que en mujeres en las edades de 12 a 39 años son quienes practican más actividad física, junto con los hombres en edades de 12 a 59 años; en ambos grupos en la edad de 60 y mayores es cuando menos se practica. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):10-16 Rango de edad (años) Hombres Rango de edad (años) En el Tabla 3 se observa el principal tipo de ejercicio que se realiza, por grupos de edad y sexo. Bailar y caminar son los principales ejercicios realizados por el sexo femenino y futbol y caminar por el sexo masculino. La Tabla 4 muestra en relación al sexo, quienes realizan más actividad física recreativa de moderada a vigorosa son los hombres. En la tabla 5 se observan los principales motivos por los cuales la población realiza ejercicio, encontrando Tabla 3. Principal tipo de ejercicio físico de la población de Chihuahua. Rango de edad (años) Femenino Masculino Tipo de ejercicio % Tipo de ejercicio % 6 a 11 Bailar 17.5 futbol 46.5 12 a 19 bailar 14.1 futbol 38.1 20 a 39 caminar 16.9 futbol 23 40 a 59 caminar 20 caminar 30.4 60 o más caminar 19.8 caminar 18.8 13 MOTIVOS PARA LA PRÁCTICA DE ACTIVIDAD FÍSICA RECREATIVA E INACTIVIDAD EN LA POBLACIÓN DE Tabla 4. Relación de Actividad Física moderada a vigorosa según sexo. Sexo Nivel de Actividad Total Femenino Masculino No realiza CHIHUAHUA (MÉXICO) Tabla 6. Principal motivo por el cual no realizan ejercicio la población de Chihuahua. Rango de edad (años) 1er motivo % 1er motivo % 6 a 11 desmotivación 9 falta de tiempo 6 Femenino Masculino Frecuencia 242 188 430 12 a 19 no les gusta 20 falta de tiempo 10.3 Valor esperado 219.9 210.1 430 20 a 39 falta de tiempo 13 falta de tiempo 12.3 % del sexo femenino 56.28 43.72 100 40 a 59 falta de tiempo 25.7 falta de tiempo 13 % del total 72.24 58.75 65.65 60 o más salud 32.1 salud 31.2 93 132 225 valor esperado 115.1 109.9 225 % del sexo femenino 41.33 58.67 100 % del total 27.76 41.25 34.35 Si realiza Frecuencia Pearson chi 13.2048 p=0.000. Tabla 5. Principal motivo por el cual realizan EF en Chihuahua. Rango de edad (años) 1er motivo % 1er motivo % 6 a 11 por gusto 22.8 por gusto 36.6 12 a 19 por gusto 15.3 por gusto 33 20 a 39 por salud 27.3 por salud 32.3 40 a 59 por salud 37.1 por salud 52.2 60 o más por salud 28.4 por salud 21.9 TOTAL 335 100 320 100 Femenino Masculino que lo realizan por gusto el 22.8% de las niñas y el 36.6% de los niños, 15.3 % de las adolescentes y 33% de los adolescentes; por salud, el 27.3%, 37.1% y el 28.4% de las mujeres jóvenes, adultas maduras y adultas mayores respectivamente. Y el 32.3%, 52.2% y 21.9% de varones jóvenes, adultos maduros y adultos mayores. En el tabla 6 se observan los principales motivos por los cuales la población no realiza ejercicio. Los adultos mayores que refieren que es por salud, los demás grupos de edad del sexo masculino es por falta de tiempo. 14 En la serie femenina las niñas refieren desmotivación, a las adolescentes no les gusta y en las adultas jóvenes y maduras por falta de tiempo. DISCUSIÓN Los resultados de este estudio muestran al igual que en el estudio realizado en Monterrey (México), donde se evaluó la actividad física durante el tiempo libre en diferentes grupos de edad, que los hombres jóvenes son los más activos físicamente17. El número de hombres que realizan AF, a excepción de los adultos mayores, es mayor que las mujeres en todos los demás grupos de edad18. Se ha documentado en mujeres, que la práctica de AF en general disminuye con la edad, especialmente en la transición a la adolescencia19. En los escolares, que es la edad en que los hábitos saludables se fortalecen, encontramos que una tercera parte de los niños no realiza AFR o AFD extraescolar, refiriendo falta de tiempo y desmotivación, situación similar a la encontrada en estudios de España20,21, en adolescentes que fueron deportistas y que por alguna razón se retiraron, presentan niveles más altos de desmotivación que los deportistas que continuaron en la misma22. Para este tipo de población habría que diseñar y aplicar programas específicos donde no se compita con los niños deportistas; sino que se realicen evaluaciones físicas y que la meta sea mejorar ellos mismos y logren apreciar los resultados; mas sin embargo, la clase escolarizada de educación física les agrada a los adolescentes en un 85% ya que la forma de impartir la clase, el compromiso y la entrega en el aprendizaje del profesor son muy valorados23, si existiera mayor tiempo de AF escolarizada, los niños y ado- Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):10-16 NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA lescentes pudieran reafirmar el hábito y la población se vería beneficiada en los niveles de salud. tivar la circulación y obtener un gasto energético por ejercicio, aunque este sea ligero. En el grupo de 12 a 19 años, la inactividad aumentó en las jóvenes, en investigaciones que han estudiado a adolescentes refieren que la inactividad se presenta cuando proviene de familias donde los padres nunca han realizado AFR o que los amigos la abandonan25,26, en universitarios zacatecanos mexicanos, la inactividad se ha presentado hasta en el 65% de las mujeres y en el 51% de los hombres, encontrando además que el 80% prefieren pasar el tiempo con equipos electrónicos, con el internet de parte del trabajo o en redes sociales o con algún juego27, por lo que sería interesante utilizar este mismo medio, tan explotado en la actualidad, como instrumento que las motive al ejercicio físico, pudieran ser el Wii Fit y los tapetes electrónicos para bailar (Power Pad) ya que en nuestro estudio quienes realizan AFR prefieren el baile, con los exergames o videojuegos de ejercicio interactivos que buscan hacer de la AF algo gratificante, generan en las personas motivación y estimulación suficiente en el tiempo empleado para hacer ejercicio28. Los adultos mayores tienen como motivo principal para realizar AF la salud, ya no es por competencia ni por estética sino mantener, controlar o evitar los problemas de salud. Una tercera parte de los adultos mayores en ambos sexos expresaron que no realizan ejercicio por salud, situación que se debería evaluar cuidadosamente y a que a excepción de enfermedades agudas, fracturas o por prescripción médica, por salud se recomienda realizar ejercicio, para prevenir o controlar mejor las ENT33,34. Los cambios socioeconómicos y de salud física asociados con la edad suelen ir asociados a una disminución en la autoestima35 para estos casos se requiere de motivación adecuada y de evaluaciones frecuentes y específicas y que ellos mismos aprecien los avances que tengan en las capacidades funcionales, en su salud y en su círculo social. En Chihuahua detectamos, al igual que en otro estudio29, que de 20 años en adelante, las mujeres tienen como principal AFR caminar, y con preferencia lo hacen por su cuenta, en vez de ir a gimnasios, sin duda es buen ejercicio; pero sería muy conveniente para la salud, diseñar programas en los parques de las colonias con mayor variedad de ejercicios adecuados que involucren diferentes grupo de músculos y que los instructores logren motivar con acciones e ideas positivas a más personas a la práctica de la AFR, La salud y la estética son los principales motivo por lo que las mujeres eligen ejercitarse, mientras que los hombres por salud y competición30,31. Los adultos entre 40 y 59 años que también refieren falta de tiempo para realizar actividad física recreativa, por el trabajo y los compromisos familiares, es recomendable recordarles los beneficios que para la salud tiene el ejercicio, porque es en esa edad donde el metabolismo presenta alteraciones que se pueden manifestar con cansancio, debilidad y disminución de las capacidades funcionales que conlleva dislipidemias, resistencia a la insulina, hipertensión y osteopenia, y con el ejercicio se puede controlar recuperando o manteniendo un mejor estilo de vida32, o una opción pudiera ser utilizar algún tipo de aparato para actividad física adicional, como pedales o escaladoras de pie, que durante el trabajo de oficina se puedan utilizar para ac- Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):10-16 Activar a la familia sería una opción para realizar acciones en que todos se integren, también se pueden organizar eventos de AFR familiar y sería compartir experiencias, motivaciones, metas y beneficios de salud en que se lograrían resultados más duraderos. CONCLUSIÓN Caminar, futbol y bailar son los ejercicios preferidos en la población, los principales motivos por los que se realiza ejercicio son: por mejorar la salud y por gusto, mientras que los motivos por los que no realizan ejercicio es por falta de tiempo, disgusto y desmotivación y en el caso de adultos mayores por enfermedad. REFERENCIAS 1. Dueñas DM, Bayarre HE, Triana EA, Rodríguez V. Calidad de vida percibida en adultos mayores de la provincia de Matanzas. Rev Cubana Med Gen Integr, 2011; 25 (2): 1-15. 2. Paredes R, Orraca O, Marimón E, Casanova M, González L. Influencia del sedentarismo y la dieta inadecuada en la salud de la población pinareña. Ciencias Médicas, 2014; 18 (2): 221-230. 3. Velasco-Contreras ME. Perfil de salud de los trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social. Rev Med Inst Mex Seguro Soc, 2013; 51 (1): 12-25. 4. Thijssen D, Cable N, Green D. Impact of exercise training on arterial wall thickness in humans. Clin Sci, 2012; 122: 311-22. 5. 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RESUMO Objetivo: Relacionar a obesidade com o comportamento alimentar e o estilo de vida de escolares. Métodos: Realizou-se um estudo transversal com 68 escolares de 7-9 anos de idade, matriculados em uma escola pública de Fortaleza -CE. Foi aplicado um formulário semiestruturado composto por quatro partes: dados pessoais, dados antropométricos, comportamento alimentar e estilo de vida. Segundo o índice IMC/I os escolares foram classificados em sobrepeso, obesidade e obesidade grave de acordo com os padrões da Organização Mundial de Saúde. O comportamento alimentar foi classificado em insuficiente, adequado e excessivo de acordo com as porções recomendadas pela pirâmide alimentar da criança. O estilo de vida foi investigado pela prática de atividade física, atividade sedentária e hábito de comer assistindo televisão. Resultados: Foi verificado elevada frequência de obesidade, segundo IMC/I, (55,9%) e inatividade física (69,1%); além do consumo insuficiente de frutas, hortaliças (100,0%), leite e derivados (91,2%); consumo excessivo de óleos (30,9%), açúcares (44,1%) e refrigerante e/ou suco de caixinha (75,0%). Foi realizada análise estatística para verificar associação entre as variáveis (Teste do Qui-quadrado ou Exato de Fisher) considerando o nível de significância menor do que 5%. Não foi observada diferença significativa entre os graus de excesso de peso, o comportamento alimentar e o estilo de vida. Conclusão: Não houve associação significativa entre a obesidade, o consumo alimentar e estilo de vida. Os resultados encontrados caracterizaram uma amostra de escolares com maior prevalência de obesidade do que de sobrepeso, inadequação do consumo alimentar e inadequado estilo de vida. Visto que tais crianças já estão com excesso de peso que somado ao inadequado comportamento alimentar e inatividade física resultam em consequências nocivas, tanto em curto quanto em longo prazo, para a saúde das mesmas. PALAVRAS-CHAVE Correspondencia: Ana Carolina Montenegro Cavalcante carolyna4481@hotmail.com Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):17-23 Obesidade Infantil; Consumo Alimentar; Estilo de Vida Sedentário. 17 RELAÇÃO DA OBESIDADE COM O COMPORTAMENTO ALIMENTAR E O ESTILO DE VIDA DE ESCOLARES BRASILEIROS ABSTRACT INTRODUÇÃO Objective: To relate overweight with students’ eating habits and lifestyle. A obesidade caracteriza-se como uma epidemia de caráter mundial, ocorrendo também um significativo crescimento de sua incidência na população infantil, tornando-se um problema de Saúde Pública, de acordo com a Organização Mundial de Saúde (OMS), que pode gerar prejuízos em curto e longo prazo, sendo um fator preditivo da obesidade na vida adulta1,2. Methods: A transversal study was done with 68 students with 7-9 years old of public school in FortalezaCE. A registration form with 4 parts was applied: personal information, anthropometric data, eating habits and lifestyle. According to BMI/A, the students were classified as overweight, obese and extreme obesity, considering the patterns of World Health Organization (WHO). Eating habits were classified as insufficient, appropriate and extreme, according to the portions recommended by children’s pyramid. Lifestyle was investigated, considering physical activity, sedentary lifestyle and the habit of eating in front of television. A Pesquisa de Orçamentos Familiares (POF) realizada no Brasil em 2008-09, que analisou características nutricionais e antropométricas, constatou que o excesso de peso entre crianças de 5 a 9 anos apresentou alta prevalência, sendo encontrado 34,8% e 32,0% de sobrepeso e 16, 6% e 11,8% de obesidade, em meninos e meninas, respectivamente3. Results: It was observed a high frequency of obesity, according to BMI/A (55,9%), lack of physical activity (69,1%), insufficient consumption of fruit and vegetables (100%), milk and milk derivates, high consumption of oil (30,9%), sugar (44,1%), soda and/or box of juice (75%). Statistical analysis was performed to assess the association between variables (chi-square test or Fisher’s Exact) considering the significance level of 5%. There was no significant difference between the degree of excess weight, eating habits and lifestyle. A obesidade é uma doença crônica de causa multifatorial, resultado de um balanço energético positivo, sendo desencadeada, em grande maioria dos casos, pela associação de fatores genéticos, ambientais e comportamentais4. Dentre os fatores ambientais e comportamentais podemos citar a inatividade física e o comportamento alimentar inadequado, como o alto consumo de produtos industrializados, associado ao reduzido consumo de frutas, hortaliças e leguminosas, além do consumo insuficiente de leite e derivados5,6. Conclusion: It was not observed a significant difference between overweight, eating habits and lifestyle. The students were classified, in general, as obese, instead of overweight, which means an inappropriate food consumption and lifestyle. This discovery is considered worrying, since these children are overweight. This, combining with eating habits and lack of physical activity, results in harmful consequences in short and long term in their health. Diante dos elevados índices de sobrepeso e obesidade infantil em nossa população e das consequências do excesso de peso corporal na infância verifica-se a importância do seu tratamento e, principalmente, prevenção e controle. Neste contexto este estudo teve o objetivo de relacionar o excesso de peso infantil (sobrepeso e obesidade) com o comportamento alimentar e o estilo de vida em escolares de uma escola pública. KEYWORDS Child Obesity; Food Consumption; Sedentary Lifestyle. LISTA DE ABREVIATURAS IMC: Índice de massa corpórea. OMS: Organização Mundial de Saúde. P/A: Peso, Altura. P/I: Peso/ Idade. A/I: Altura/Idade. IMC/I: Índice de Massa Corpórea/Idade. 18 MÉTODOS Realizou-se um estudo de caráter epidemiológico, com delineamento transversal, envolvendo escolares de 7 a 9 anos com excesso de peso, de ambos os sexos e matriculados em uma escola pública de Fortaleza - CE. Foram avaliadas 204 crianças, sendo encontrados 35,3% de excesso de peso (n=72) nessa amostra, porém houve a perda de 4 (5,6%) crianças que foram transferidas para outra escola no período da coleta, totalizando assim uma amostra de 68 escolares. Os dados foram coletados pela pesquisadora no período de julho a agosto de 2014, por meio da aplicação de um formulário semiestruturado composto por quatro par- Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):17-23 NUTRICIÓN CLÍNICA tes: dados pessoais (iniciais, sexo e data de nascimento), dados antropométricos (Peso, Altura (P/A), Peso/Idade (P/I), Altura/Idade (A/I) e Índice de Massa Corpórea/Idade (IMC/I), consumo alimentar e estilo de vida. Quanto as variáveis antropométricas, o peso foi aferido em uma balança da marca TechLine, enquanto que a estatura foi verificada com um estadiômetro Sanny. As medidas peso e altura foram utilizadas para a obtenção do índice antropométrico IMC/Idade e posteriormente comparado com os padrões de referência da OMS7. O diagnóstico nutricional foi realizado com o auxílio do programa WHO AnthroPlus (2007). Os escolares foram classificados em sobrepeso (> Escore-z +1 e ≤ Escore-z +2), obesidade (> Escore-z +2 e ≤ Escorez +3) e obesidade grave (> Escore-z +3). O comportamento alimentar foi avaliado através da aplicação de um formulário semiestruturado elaborado considerando as porções diárias recomendadas de grupos alimentares, por faixa etária, de acordo com a pirâmide alimentar da criança8 (Quadro 1). Quadro 1. Número de porções diárias recomendadas para escolares, conforme a Pirâmide Alimentar da Criança. Grupo Alimentar 5 Verduras, legumes e frutas 3 Leite, queijos e iogurtes 3 Carnes e ovos 2 Feijões 1 Óleo, gorduras, açúcares e doces 1 O presente estudo foi aprovado pelo Comitê de Ética do Centro Universitário Estácio do Ceará (parecer n0 874.915). As crianças participantes e seus pais ou responsáveis assinaram o termo de consentimento livre e esclarecido (TCLE). RESULTADOS Entre os escolares, 44,1% eram meninas e 55,9 % meninos, com idade média de 8,4±0,9. A frequência de sobrepeso, obesidade e obesidade grave segundo o IMC/I observada entre os escolares foi 44,1%, 39,7% e 16,2%, respectivamente (Tabela 1). Tabela 1. Distribuição do número de escolares com excesso de peso da Escola Pública brasileira estudada, segundo sexo, idade e IMC/I, Fortaleza(CE), 2014. Características O estilo de vida foi investigado pela prática de atividade física, horas disponibilizadas em atividade sedentárias e hábito de realizar refeições em frente à televisão. Foram consideradas ativas as crianças que praticavam alguma atividade desportiva9. Além disso, avaliou-se como comportamento sedentário inadequado a permanência de mais de duas horas diárias em frente à televisão e/ou computador e/ou vídeo game e/ou celular10. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):17-23 n (%) Sexo Feminino Masculino 30(44,1) 38(55,9) Faixa etária 6-7 8-9 19(27,9) 49(72,1) IMC/I Sobrepeso Obesidade Obesidade grave Verificada as porções dos grupos alimentares, foi realizada a classificação do consumo alimentar em adequado (consumo dentro da recomendação), insuficiente (consumo abaixo da recomendação) e excessivo (consumo acima da recomendação). DIETÉTICA HOSPITALARIA Os resultados foram organizados em tabelas. A associação entre graus de excesso de peso e as variáveis consumo alimentar e estilo de vida foi analisada pelo teste do Qui-Quadrado ou Exato de Fisher. Foram consideradas estatisticamente significantes as análises com p<0,05. Os dados foram processados no SPSS 20.0 licença nº 1010113007. Porções Cereais, pães, tubérculos e raízes Y 30(44,1) 27(39,7) 11(16,2) Na Tabela 2 encontramos a relação do grau de excesso de peso com o consumo alimentar. Observou-se que não houve diferença significativa (p>0,05) entre os graus de excesso de peso (sobrepeso, obesidade e obesidade grave) e o consumo alimentar, entretanto ressalta-se a prevalência da inadequação desse consumo na presente amostra. Quanto à quantidade de refeições diárias, apenas 20,6% realizam mais de cinco refeições e, este hábito foi pior nos escolares com obesidade grave, onde nenhum realiza mais de cinco refeições ao dia. Com relação ao consumo de alimentos fonte de carboidratos, 19,1% apresentam o consumo excessivo. Já 19 RELAÇÃO DA OBESIDADE COM O COMPORTAMENTO ALIMENTAR E O ESTILO DE VIDA DE ESCOLARES BRASILEIROS Tabela 2. Relação do grau de excesso de peso de escolares da Escola Pública brasileira estudada com o comportamento alimentar, Fortaleza (CE), 2014. Variáveis Porções / dia Sobrepeso n (%) Obesidade n (%) Obesidade Grave n (%) Total n (%) 13(43,3) 7(23,3) 10(33,3) 10(37,0) 7(25,9) 10(37,0) 8(72,7) 0(0,0) 3(27,3) 31(45,6) 14(20,6) 23(33,8) 0,266 13(43,3) 8(26,7) 9(30,0) 12(44,4) 3(11,1) 12(44,4) 4(36,4) 2(18,2) 5(45,5) 29(42,6) 13(19,1) 26(38,2) 0,577 4(13,3) 0(0,0) 26(86,7) 1(3,7) 1(3,7) 25(3,7) 0(0,0) 0(0,0) 11(100) 5(7,3) 1(1,5) 62(91,2) 0,219 27(90,0) 1(3,3) 2(6,7) 26(96,3) 1(3,7) 0(0,0) 10(90,9) 0(0,0) 1(9,1) 63(92,6) 2(2,9) 3(4,4) 0,637 3(10,0) 24(80,0) 3(10,0) 3(11,1) 17(63,0) 7(25,9) 0(0,0) 6(54,5) 5(45,5) 6(8,8) 47(69,1) 15(22,1) 0,315 10(33,3) 14(46,7) 6(20) 6(22,2) 6(22,2) 15(55,6) 6(54,5) 1(9,1) 4(36,4) 22(32,4) 21(30,9) 25(36,8) 0,016 19(63,3) 11(36,7) 14(51,9) 13(48,1) 5(45,5) 6(54,5) 38(55,9) 30(44,1) 0,512 7(23,3) 23(76,7) 6(22,2) 21(77,8) 4(36,4) 7(63,6) 17(25,0) 51(75,0) 0,633 p* Número de refeições/ dia Cinco Mais de cinco Menos de cinco Consumo pão, arroz, macarrão, cereal, batata e massas Adequado Excessivo Insuficiente Consumo de leite, queijo e iogurte Adequado Excessivo Insuficiente Consumo de carne em geral e ovos Adequado Excessivo Insuficiente Consumo de leguminosas Adequado Excessivo Insuficiente Consumo de manteiga, margarina, óleo e azeite Adequado Excessivo Insuficiente Consumo de bombom, biscoito recheado, sorvete e açúcar Adequado Excessivo Consumo de suco de caixinha e refrigerante Às vezes Diário * Teste do qui-quadrado de Pearson ou Exato de Fisher. quando se analisou o consumo de verduras, legumes e frutas, 100% dos escolares apresentou consumo insuficiente, independente do estado nutricional. Com relação ao consumo de leite e derivados verificou-se 91,2% de ingestão insuficiente, sendo esse fato mais preocupante no obeso grave (100,0%). Constatou-se também o consumo excessivo de óleos e açúcares, 30,9% e 44,1%, 20 respectivamente; além do fato de 75,0% consumirem diariamente suco de caixinha e/ou refrigerante. A Tabela 3 relaciona o grau de excesso de peso com o estilo de vida (prática de atividade física, atividade sedentária e hábito de comer assistindo televisão). Ressalta-se que não foram observadas diferenças signi- Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):17-23 NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA Tabela 3. Relação do grau de excesso de peso de escolares da Escola Pública estudada com o estilo de vida, Fortaleza (CE), 2014. Variáveis Sobrepeso n (%) Obesidade n (%) Obesidade Grave n (%) Total n (%) 10(47,6) 20(42,6) 8(38,1) 19(40,4) 3(14,3) 8(17,0) 21(30,9) 47(69,1) 0,918 22(73,3) 8(26,7) 16(59,3) 11(40,7) 8(72,7) 3(27,3) 46(67,6) 22(32,4) 0,487 21(47,7) 5(38,5) 4(36,4) 16(36,4) 7(53,8) 4(36,4) 7(15,9) 1(7,7) 3(27,3) 44(64,7) 13(19,1) 11(16,2) 0,627 p* Prática de atividade física Ativo Sedentário Prática de atividade sedentária/horas/dia > 2 horas/dia < 2 horas/dias Hábito de comer assistindo televisão Sim Não As vezes * Teste do qui-quadrado de Pearson ou Exato de Fisher ficativas entre o estilo de vida e o grau de excesso de peso (p<0,05). Destaca-se que 69,1% das crianças eram sedentárias, e que os escolares classificados como ativo em sua grande maioria apresentaram sobrepeso (47,6%) e, em minoria obesidade grave (14,3%). Com relação a prática de atividade sedentária, 67,6% passam mais de duas horas durante o dia assistindo televisão e/ou jogando vídeo game e/ou no computador e/ou no celular, além de que 64,7 % dos escolares possuem o hábito de comer assistindo televisão. DISCUSSÃO O presente estudo mostrou maior prevalência de obesidade do que de sobrepeso, entre os escolares com excesso de peso, sendo 55,9% (n=38) diagnosticados com obesidade e 44,1% (n=30) com sobrepeso; tais graus de excesso de peso não estiveram associação com o comportamento alimentar e o estilo de vida (p<0,05). A inexistência da desta corrobora com um estudo realizado em Ouro Preto (MG) com 661 escolares de 6 a 14 anos de idade no qual teve como objetivo analisar a relação do estado nutricional, hábito alimentar e nível de atividade física11. Já a prevalência de obesidade encontrada foi superior a um estudo realizado no Paraná com 939 crianças de 6 a 10 anos no qual se observou 32,8% (n=75) de obesidade e 67,3% (n=154) de sobrepeso12. Estes resultados reforçam a transição nutricional a qual o Brasil esta passando, com o índice de desnutrição sendo reduzido e a obesidade atingindo proporções epidêmicas13. Esta realidade é preocupante visto que a obesidade infantil tem como consequência modificações de caráter metabólico, anatômico e comportamental. Além Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):17-23 de possuir relação com distúrbios metabólicos, tais como: resistência à insulina, hipertensão arterial, aumento dos triglicerídeos e redução do HDL. Alterações estas que podem levar a criança a desenvolver doenças crônicas degenerativas14. Assim, a obesidade pode ser considerada como um importante problema de saúde pública entre a população pediátrica brasileira15. A prevenção da obesidade ainda na infância é a maneira mais eficiente de controlar essa doença crônica grave, que pode ser iniciada tanto na vida intrauterina quanto na adolescência. O excesso de peso em crianças tem associação com doenças crônicas do adulto, que podem ser desencadeadas ainda na infância13. O novo guia alimentar para população brasileira recomenda o hábito de realizar três grandes refeições diárias (café da manhã, almoço e jantar) intercaladas por pequenas refeições, principalmente no caso de crianças e adolescentes que estão em fase de crescimento e necessitam de uma ou mais pequenas refeições diárias16. O estudo mostrou que dos escolares com obesidade grave nenhum realiza mais de cinco refeições ao dia, o que pode caracterizar a ingestão excessiva de alimentos após longos períodos de jejum provocado pela restrição do número de refeições. A Sociedade Brasileira de Pediatria recomenda que as crianças realizem cinco ou mais refeições por dia, com o intervalo de três horas, entre elas2. Estudo realizado em Chapada (RS) com 214 escolares de escola pública e particular mostrou inadequação do consumo de frutas e hortaliças por este público. Ao considerar o consumo de vegetais cozidos e crus a ingestão média foi de duas vezes por semana, sendo muito abaixo das três porções diárias recomendadas. Quanto à ingestão de frutas encontrou-se também um resultado insatis- 21 RELAÇÃO DA OBESIDADE COM O COMPORTAMENTO ALIMENTAR E O ESTILO DE VIDA DE ESCOLARES BRASILEIROS fatório, sendo o consumo médio de quatro vezes por semana, quando a recomendação diária é de três porções distribuídas nos lanches e sobremesas8,17. As frutas e os vegetais são componentes fundamentais para uma alimentação saudável, sendo o seu consumo em quantidades adequadas associado a prevenção de várias doenças, como as cardiovasculares e alguns tipos de câncer, além também de contribuir para a prevenção do excesso de peso18. De acordo com a OMS o consumo inadequado de frutas e vegetais está entre os dez fatores de risco que mais causam mortes e doenças em todo o mundo19. Diante destes fatores é preocupante a realidade encontrada neste estudo, visto que todos os escolares com excesso de peso apresentaram consumo diário insuficiente de porções de frutas, legumes e verduras. Estudo realizado no Rio Grande do Sul, com crianças de 6 a 10 anos de idade, que analisou o perfil alimentar e nutricional encontrou que o consumo de doces foi adequado, com um consumo médio diário de 1,6 vezes, quando o preconizado é o consumo máximo de duas vezes por dia. Contudo quanto à ingestão de gorduras verificou-se o consumo médio excessivo, mais de uma vez por dia. Quando se compara tais achados com o presente estudo, observa-se que o consumo tanto de óleos quanto de açúcares foi excessivo para açúcares e gorduras, 30,9% e 44,1%, respectivamente17. Estudo realizado no Rio de Janeiro, que investigou a associação entre o consumo de refrigerantes, sucos e leite com o IMC em escolares mostrou que apenas 34,5% das crianças consumiam leite mais de duas vezes ao dia, quando a recomendação são três porções diárias. No presente estudo mais de 90,0% das crianças apresentou o consumo insuficiente de leite e derivados, estes achados são preocupantes visto que tais alimentos são importantes fontes de cálcio e que este mineral tem sua recomendação alta, nessa faixa etária. O cálcio dietético visa à promoção da densidade óssea e crescimento linear adequado durante o período da infância e adolescência, e à prevenção de osteoporose, osteopenia e outras complicações provenientes da deficiência de cálcio na vida adulta1,20,21. O novo guia alimentar para população brasileira propõe também o consumo de uma variedade de alimentos in natura ou minimamente processados e limita o consumo de alimentos processados, sendo o refrigerante classificado como alimento ultraprocessado16. O refrigerante é uma bebida à base de açúcar, sem valor nutricional, contribuindo desta forma para o consumo excessivo de calorias vazias. Além disso, pode estar substituindo alimentos com adequado valor nutricio- 22 nais, que atuam no saudável crescimento e desenvolvimento da criança e do adolescente, tais como sucos naturais, frutas e leite22,23. Dados de um estudo realizado em Pelotas (RS) que analisou o consumo de refrigerante entre crianças do 1° ao 4° mostraram que 18,7% dos escolares, com excesso de peso, ingeriam refrigerantes diariamente, sendo o percentual encontrado neste estudo quase quatro vezes maior (75,0%)24. No que tange a atividade física, o presente estudo mostrou que 61,9% dos escolares são sedentários; sendo o percentual de crianças ativas (47,6%) inversamente proporcional ao grau de excesso de peso. Estudo realizado em Divinópolis (MG) encontrou um menor percentual de sedentarismo (24,3%) entre escolares com excesso de peso25. A prática da atividade física deve ser incentivada tanto buscando uma rotina mais ativa quanto com atividades programadas ou supervisionadas. Toda a crianças ou adolescente devem praticar pelo menos 30 minutos diários de atividade com intensidade moderada9,26. Quando se analisou o tempo gasto em atividade sedentária, foi observado que 67,6% da amostra permanecia mais de duas horas por dia assistindo televisão e/ou no computador e/ou vídeo game e/ou celular, sendo esse achado maior do que a prevalência de 22,6% encontrada em um estudo realizado em Minas Gerais11. Vale salientar que o presente estudo possui limitações, sobretudo quanto ao delineamento de corte transversal. Os resultados apesar de mostrarem consistência, poderiam ser enriquecidos com pesquisas de delineamento longitudinal, consolidando a relação dos graus de excesso de peso com o comportamento alimentar e o estilo de vida dos escolares. Concluiu-se, com este trabalho, que a amostra de escolares com excesso de peso estudado apresentou maior frequência de obesidade do que de sobrepeso e, que de forma isolada tais graus de excesso de peso não foram relacionados à inadequação do consumo alimentar, à alta frequência de inatividade física e hábitos sedentários. Contudo os escolares apresentaram alta inadequação do consumo de frutas, hortaliças, leite e derivados, além de grande percentual de sedentarismo e prática de atividade sedentária. Desta forma, faz-se necessária a realização de mais estudos que tenham como o objetivo investigar os fatores relacionados ao excesso de peso infantil, visando gerar informações importantes para o planejamento estratégico de ações de tratamento, controle e prevenção da obesidade infantil, visto que excesso de peso está atingindo proporções epidêmicas e que possui consequências nocivas para a saúde da criança. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):17-23 NUTRICIÓN CLÍNICA AGRADECIMENTOS A diretora da escola estudada que autorizou a realização da pesquisa. As crianças e seus pais ou responsáveis que participaram do estudo. As colaboradoras (acadêmicas de nutrição) Cristiane Souto, Nayara Gaion e Tais Cavalcanti que contribuíram na coleta de dados. REFERÊNCIAS 1. Brasil. Ministério da Saúde. Normas e manuais técnicos. Caderno de atenção básica n.° 23. Saúde da criança: nutrição infantil, aleitamento materno e alimentação complementar. Brasília: Ministério da Saúde; 2009. http://www.sbp.com.br/pdfs/ Aleitamento_Complementar_MS.pdf.Acesso: 07/11/2014. 2. Bertin LR, Malkowski J, Zutter LCI, Ulbrich AZ. Estado nutricional, hábitos alimentares e conhecimentos de nutrição em escolares. Rev Paul Pediatr, 2010; 28(3): 303-8. 3. Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE). Pesquisa de Orçamentos Familiares 2008-2009: antropometria e estado nutricional de crianças, adolescentes e adultos no Brasil. Rio de Janeiro: Ministério do Planejamento, Orçamento e Gestão; 2010. http://www.ibge.gov.br/home/estatistica/populacao/condicaodev ida/pof/2008_2009_encaa/pof_20082009_encaa.pdf. Acesso em: 02/03/2014. 4. Escrivão MAMS. Fisiopatologia: Obesidade Na Infância e Na Adolescência.In: Obesidade Na Infância E Adolescência – Manual De Orientação. Sociedade Brasileira De Pediatria. 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Endocr Pract, 2012;18 (Supl 1):1-78. 23 Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):24-30 DOI: 10.12873/361covatti Artículo Original Fatores de risco para doenças cardiovasculares em adultos e idosos de um hospital universitário Risk factors for cardiovascular diseases in elderly and adults at a university hospital Franca Covatti, Chrissy; Maurino dos Santos, Jessica; Aparecida de Souza Vicente, Amanda; Tais Greff, Natalia; Pereira Vicentini, Andrea Universidade Federal da Grande Dourados, Dourados MS. Recibido: 10/diciembre/2014. Aceptado: 16/octubre/2015. RESUMO As doenças cardiovasculares (DCV) são consideradas as principais causas de morte no mundo, tendo forte impacto na qualidade de vida, causando incapacidade física prematura e aumento da permanência hospitalar do indivíduo. Além de, representarem grande impacto na economia e nos sistemas de saúde e seguridade social. O que justifica a busca pelos fatores de risco (FR) relacionados ao seu desenvolvimento. Dentre os diversos FR encontram-se os modificáveis como: fumo, sedentarismo, dieta, hipertensão arterial sistêmica, dislipidemias, intolerância à glicose e obesidade e não-modificáveis: idade, sexo, raça e hereditariedade. Esses fatores podem interagir entre si e aumentar o risco de desenvolvimento de DCV. Sendo assim, objetivou avaliar a presença de FR para DCV em pacientes adultos e idosos do Hospital Universitário. Utilizaram-se dados da triagem Nutritional Risk Screening 2002 (peso, altura, índice de massa corporal – IMC e identificação do paciente) e complementado com a medida da circunferência da cintura (CC), questionado o hábito de fumar e a prática de atividade física. Foram avaliados 914 pacientes com idade média de 53,2 ±17,2 anos, a maioria dos pacien- Correspondencia: Andréa Pereira Vicentini andreavicentini@ufgd.edu.br 24 tes relatou ser sedentária, com excesso de peso conforme o IMC e risco para DCV pela CC. Observou-se a maioria dos homens com baixo peso e sem risco para DCV e as mulheres com sobrepeso/obesidade e muito alto risco. Como limitação desse estudo pode-se atribuir o fato que cerca de 1/3 dos pacientes eram acamados, o que dificulta a mensuração da CC. Portanto, faz-se necessário o planejamento e concretização de ações de cuidado integral com enfoque na prevenção das DCV, possibilitando ao hospital universitário, como centro de formação de recursos humanos e de desenvolvimento de tecnologia para a área de saúde, aprimorar o atendimento e a elaboração de protocolos técnicos que melhorem os padrões de eficiência, à disposição da rede do Sistema Único de Saúde (SUS). PALAVRAS-CHAVE Estilo de vida sedentário, circunferência da cintura, Índice de Massa Corporal. ABSTRACT Cardiovascular diseases (CVD) are considered the main causes of death in the world, having a strong impact on quality of life, causing premature disability and increased hospital stay of the individual. Besides, representing vast impact on the economy and health and social security systems. What justifies the search for risk factors (RF) related to its development. Among the var- Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):24-30 NUTRICIÓN CLÍNICA ious FR are modifiable such as smoking, sedentary lifestyle, diet, hypertension, dyslipidemia, glucose intolerance, obesity and non-modifiable: age, sex, race and heredity. These factors can interact and increase the risk of developing CVD. Therefore, aimed to evaluate the presence of RF for CVD in elderly and adults patients at the University Hospital. We used data from screening Nutritional Risk Screening 2002 (weight, height, body mass index - BMI and patient ID) and supplemented with a measure of waist circumference (WC), questioned the habit of smoking and practice of physical activity. We evaluated 914 patients with a mean age of 53.2 ± 17.2 years, most patients reported being sedentary, overweight according BMI and risk for CVD according CC. There was a majority of men with low weight and no risk for CVD and women with overweight/obesity and very high risk. One limitation of this study can be attributed the fact that about 1/3 of the patients were bedridden, making it difficult to measure the CC. Therefore, it is necessary planning and implementation of comprehensive healthcare actions focusing on prevention of CVD, enabling the university hospital as a center for training of human resources and technology development for health, improve service and the preparation of technical protocols that improve the efficiency standards at the disposal of the Unified Health System network (SUS). KEYWORDS Sedentary Lifestyle, Waist Circumference, Body Mass Index. LISTA DE ABREVIATURAS DCNT: Doenças Crônicas Não Transmissíveis. DCV: Doenças Cardiovasculares. FR: Fatores de Risco. UFGD: Universidade Federal da Grande Dourados. NRS 2002: Nutritional Risk Screening 2002. IMC: Índice de Massa Corporal. CC: Circunferência da Cintura. AF: Atividade Física. CARMEN: Conjunto de Ações Integradas para Redução Multifatorial de Enfermidades Não-transmissível. SUS: Sistema Único de Saúde. AJ: altura do joelho. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):24-30 Y DIETÉTICA HOSPITALARIA INTRODUÇÃO Na América Latina e no Brasil, observou-se, nas últimas décadas, uma mudança no perfil da mortalidade da população, caracterizado pelo aumento dos óbitos causados por doenças crônicas não transmissíveis (DCNT). Dentre estas, destacam-se as doenças cardiovasculares (DCV)1, caracterizadas por afetarem o sistema circulatório, causando distúrbios no coração e vasos sanguíneos2. Constituem a principal causa de morte em todo mundo1 e nos países industrializados e em desenvolvimento3. Em 2008, do total de mortes ocorridas no mundo, 36 milhões (63%) foram causadas por DCNT sendo que, 17 milhões destas, foram por DCV4, o que representa cerca de 1/3 das mortes globais5. Sendo assim, as DCV têm forte impacto na qualidade de vida5 e aumentam a permanência hospitalar do individuo6, além de representarem grande impacto na economia e nos sistemas de saúde e seguridade social7. Dessa forma, a crescente incidência das DCV no último século, originou uma busca pelos fatores de risco (FR) relacionados ao seu desenvolvimento 8. Alguns dos principais FR para DCV são conhecidos e comprovados 5. Tais FR podem ser modificáveis 9, como é o caso do tabagismo, pressão arterial elevada, inatividade física, dislipidemia, diabetes e obesidade10 e não-modificáveis: idade, sexo, raça e hereditariedade9,10. Além disso, o ritmo de vida acelerado, o consumismo e a mídia, contribuem para a pouca atividade física e o consumo de fast foods, dentre outros. De modo que, o indivíduo encontra-se diariamente exposto aos FR e, consequentemente, alvo das DCV11. Estudos epidemiológicos confirmam que na ausência dos FR, as DCV seriam uma causa relativamente rara de morte10. Por isso, a prevenção primária com investigação, detecção e manuseio dos FR é a grande aposta para evitar ou reduzir a progressão das DCV e suas complicações de forma menos nociva e eficaz11. Sendo assim, o presente estudo avaliou os FR para DCV presentes na população hospitalizada com intuito de fornecer dados de base à equipe multidisciplinar local, que contribuirão para tomada de decisão com enfoque de promover estratégias para a redução dos FR e consequentemente, prevenção das DCV. 25 FATORES DE RISCO PARA DOENÇAS CARDIOVASCULARES EM ADULTOS E IDOSOS DE UM HOSPITAL UNIVERSITÁRIO OBJETIVO Avaliar a presença de fatores de risco para doenças cardiovasculares em pacientes adultos e idosos do Hospital Universitário da Universidade Federal da Grande Dourados (UFGD). MÉTODOS Trata-se de um estudo descritivo, transversal, que faz parte do projeto de pesquisa “Caracterização, Siste matização e Aplicação de um Instrumento de Avaliação de Risco Nutricional em Pacientes do Hospital Universitário da UFGD.” realizado no período de fevereiro a dezembro de 2013 em Dourados/MS. Este trabalho foi aprovado pelo Comitê de Ética em Pesquisa com Seres Humanos da UFGD sob o parecer nº 613.361. Fizeram parte do estudo, 914 pacientes, adultos e idosos de ambos os gêneros, que foram admitidos nos postos cirúrgico, clínica médica e psiquiatria/infectologia. Avaliaram-se os indivíduos até 72 horas após internação. Os critérios de inclusão foram: pacientes acima de 20 anos, e foram excluídos os pacientes da ginecologia/obstetrícia e indígenas. Utilizaram-se dados do protocolo de triagem Nutritional Risk Screening 2002 que compreende informações sobre estado nutricional, perda de peso recente, redução da ingestão alimentar na semana anterior e gravidade da doença12 e complementado com a medida da circunferência da cintura (CC), questionado o hábito de fumar e a prática de atividade física. O peso foi verificado em balança portátil previamente calibrada. Os pacientes edemaciados foram pesados normalmente e posteriormente descontou-se o peso do edema conforme literatura13. A altura foi aferida em estadiômetro portátil e CC mensurada no ponto médio entre a borda inferior da última costela e a crista ilíaca. O que dificultou a aferição da CC em pacientes acamados, havendo assim, uma redução no total de pacientes, apenas 284 avaliados conforme a CC. Essas medidas foram realizadas conforme técnica estabelecida pelo Sistema de Vigilância Alimentar e Nutricional14. No caso dos pacientes acamados, utilizou-se o método indireto, que inclui a altura do joelho (AJ) e a circunferência do braço, mensuradas conforme as técnicas descritas na literatura13. Para o cálculo do peso estimado, aplicou-se a fórmula adaptada de Chumlea15. Para estimativa da altura, optou-se por estatura recum- 26 bente, com o indivíduo em leito horizontal por completo mediu-se a distância entre as extremidades da cabeça e base do pé; a segunda opção foi hemienvergadura do braço, na qual o braço foi estendido de 90º com o tronco, medindo-se o comprimento entre o esterno e a ponta do dedo médio, multiplicando-se o valor encontrado por dois13. E a terceira opção foi mensuração da AJ para cálculo da fórmula descrita por Chumlea16. Classificaram-se os FR da seguinte maneira: excesso de peso para adultos17, e idosos18, CC para homens e mulheres19, atividade física (AF) e tabagismo como presente ou ausente. Para a análise estatística foi utilizado o programa Jandel Sigma Statistical – Versão 2.0, Inglês, 1995. Os dados contínuos foram analisados pelos testes de média com desvio-padrão. Os dados categóricos foram analisados pelo teste de qui-quadrado ou teste exato de Fischer. Adotou-se como nível de significância estatística o valor de p<0,05. RESULTADOS A idade média dos pacientes foi de 53,2±17,2 anos, a maioria (51,5%) do gênero masculino. Os FR não-modificáveis são aqueles cuja a presença não depende das escolhas dos indivíduos, como a idade, hereditariedade. Já os modificáveis, podem ser evitados, reduzidos ou até eliminados a partir de mudanças no estilo de vida do indivíduo. Dentre os FR modificáveis conhecidos, o presente estudo avaliou: o excesso de peso, o sedentarismo, o tabagismo e a CC aumentada. (I) O estado nutricional conforme o IMC identificou 42,2% dos pacientes com excesso de peso. Que esteve presente em 50,1% das mulheres e em 34,8% dos homens (p<0,001). (II) O sedentarismo foi relatado por 77,9% dos pacientes, sem diferença entre os gêneros (p=0,134). (III) Já, o hábito de fumar, foi relatado entre 14,9% dos homens (p<0,001) (Tabela 1). (IV) Ao avaliar o risco de DCV pela CC, foi observado que 56% dos pacientes apresentaram risco. Sendo o muito alto risco presente em metade das mulheres enquanto que a maioria dos homens não apresentou risco (p<0,001). No entanto, a CC foi avaliada em apenas 284 pacientes (Tabela 2). (V) Na comparação do risco cardiovascular conforme a CC com a classificação do IMC houve diferença entre gêneros, sendo que a maioria 60,1% dos homens sem Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):24-30 NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA Tabela 1. Estado nutricional segundo o IMC e estilo de vida de pacientes internados no HU/UFGD, Dourados-MS, 2013. Classificação do Estado Nutricional Total 914 (100) n (%) Feminino 443 (48,5) n (%) Masculino 471 (51,5) n (%) P χ2 Baixo Peso 190 (20,8) 66 (14,9) 124 (26,3) Eutrofia 338 (37,0) 155 (35,0) 183 (38,9) Sobrepeso/Obesidade 386 (42,2) 222 (50,1) 164 (34,8) Tabagismo Sim Não Ex 114 (12,5) 537 (58,8) 263 (28,8) 44 (9,9) 318 (71,8) 81 (18,3) 70 (14,9) 219 (46,5) 182 (38,6) <0,001* Atividade Física Não Sim 712 (77,9) 202 (22,1) 355 (80,1) 88 (19,9) 357 (75,8) 114 (24,2) 0,134*** <0,001* Estilo de vida Teste estatístico Qui- quadrado = : * 27,908; ** 62,169; *** 2,251. Tabela 2. Risco cardiovascular segundo a circunferência da cintura dos pacientes internados do Hospital Universitário, Dourados-MS, 2013. Classificação da CC para Risco cardiovascular Total 284 (100) n (%) Feminino 146 (51,4) n (%) Masculino 138 (48,6) n (%) Sem Risco* 125 (44,0) 42 (28,8) 83 (60,1) Alto** 56 (19,7) 30 (20,5) 26 (18,8) Muito Alto*** 103 (36,3) 74 (50,7) 29 (21,1) P χ2 <0,001 CC = circunferência da cintura. *feminino <80cm e masculino <94cm; ** feminino ≥80 e masculino ≥94cm; *** feminino ≥88cm e masculino ≥102cm. Teste estatístico: Qui- quadrado = 33,195. risco para DCV e 50,7% das mulheres com muito alto risco (p<0,001) e relação positiva entre baixo peso e ausência de risco para DCV (Tabela 3). (VI) Observou-se que 68,3% dos pacientes apresentaram mais de um FR, sendo que 71,2% das mulheres com 2 ou mais FR (p=0,006) (Tabela 4). Tabela 3. Comparação do risco cardiovascular segundo a CC com a classificação do IMC dos pacientes internados do Hospital Universitário, Dourados-MS, 2013. IMC Baixo Peso Eutrófico Sobrepeso/Obesidade Total Feminino n (%) Masculino n (%) Feminino n (%) Masculino n (%) Feminino n (%) Masculino n (%) Feminino n (%) Masculino n (%) 10 (66,7) 33 (97,1) 30 (53,6) 38 (73,1) 2 (2,7) 12 (23,1) 42 (28,8) 83 (60,1) Alto** 3 (20,0) 0 (0,0) 16 (28,6) 8 (15,4) 11 (14,7) 18 (34,6) 30 (20,5) 26 (18,8) Muito Alto*** 2 (13,3) 1 (2,9) 10 (17,9) 6 (11,5) 62 (82,7) 22 (42,3) 74 (50,7) 29 (21,1) CC Sem Risco* P 0,008† 0,107†† <0,001††† <0,001†††† IMC: índice de massa corporal; CC: circunferência da cintura; *feminino <80cm e masculino <94cm; ** feminino ≥80 e masculino ≥94cm; ***feminino ≥88cm e masculino ≥102cm. Teste estatístico: †Exato de Fischer = 9,731; ††Qui- quadrado= 4,446; †††Exato de Fischer = 24,519; ††††Qui- quadrado=33,195. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):24-30 27 FATORES DE RISCO PARA DOENÇAS CARDIOVASCULARES EM ADULTOS E IDOSOS DE UM HOSPITAL UNIVERSITÁRIO Tabela 4. Frequência de Fatores de Risco para Doenças cardiovasculares dos pacientes internados do Hospital Universitário, Dourados-MS, 2014. Quantidade de fatores de risco Total 284 (100) n (%) Feminino 146 (51,4) n (%) 0 16 (5,7) 4 (2,7) 12 (8,7) 1 90 (31,7) 38 (26,0) 52 (37,7) 2 82 (28,9) 42 (28,8) 40 (29,0) 3 89 (31,3) 58 (39,7) 31 (22,5) 4 7 (2,5) 4 (2,7) Masculino 138 (48,6) n (%) P χ2 0,006 3 (2,2) Teste estatístico: Qui- quadrado= 14,346. DISCUSSÃO A prevenção de um futuro desenvolvimento de DCV é viável, no entanto, não é de fácil execução, visto que envolve mudanças comportamentais do indivíduo e da sociedade20. Tornando necessária, a prevenção dos FR. Para isso, propuseram-se programas no âmbito da saúde pública de reabilitação cardiovascular e estratégias de promoção à saúde para a redução e/ou remoção de seus fatores de risco assim como, a possibilidade de minimizar a morbimortalidade das DCV21. É notório que, nas últimas décadas, houve pequenas melhoras no Brasil em relação aos programas federais direcionados às mudanças de maus hábitos à saúde como: combate às dietas ricas em colesterol, ao sedentarismo, à obesidade e ao tabagismo. E ainda, para fortalecer o comprometimento do país, foi lançado o Plano de Ações Estratégicas para o Enfrentamento das DCNT 2011-2022, que prioriza e define as ações e os investimentos necessários para tentar deter as DCNT e seus FR nos próximos dez anos22. Um dos FR que merece destaque é a obesidade. A qual, nas últimas décadas, passou a ser um dos maiores problemas de saúde. Além de crescente em todas as faixas etárias no mundo, associa-se a uma série de DCNT. Para verificar o surgimento desse FR, indica-se a antropometria, por seu baixo custo e fácil aplicabilidade. Desse modo, o IMC é um dos mais utilizados para avaliar a associação entre obesidade e várias doenças, principalmente as cardiovasculares2. Nesse estudo, o IMC mostrou que, assim como em outros hospitais23,24, o excesso de peso é predominante entre os pacientes. No entanto, devido ao IMC ser limitado para descrever a variação na composição corporal, fez-se necessário associá-lo a uma medida de distribuição de gor- 28 dura5. Pois, com o aumento do peso, surge à obesidade abdominal que é fortemente associada às DCV, e pode ser detectada pela medição da CC25. O alto risco para DCV e sua maior ocorrência nas mulheres, encontrados nesse estudo, corrobora com a literatura26. E pode estar relacionado às alterações corporais e hormonais, as quais as mulheres são expostas durante toda vida, e especialmente na gestação26. Para que haja redução do excesso de peso e da CC, se fazem necessárias mudanças nos hábitos de vida do indivíduo. Como por exemplo, a inserção da prática de AF em seu cotidiano. Fato esse, distante da realidade encontrada nesse estudo, pois apesar da AF trazer benefícios à saúde, como: melhora do perfil lipídico, controle da Hipertensão Arterial Sistêmica e benefícios nas doenças associadas à obesidade, como a resistência a insulina e hiperglicemia26. Quando questionados, a maioria dos pacientes relataram ser sedentários, semelhantemente a outros estudos20,27 brasileiros, que apresentam de 50 a 80% de sedentarismo. Além disso, praticar AF regularmente contribui para perda e manutenção de peso28. Assim, ressalta-se que a prevalência de excesso de peso encontrada neste estudo, pode estar relacionada à falta de atividade física relatada pelos pacientes investigados. Outro FR presente foi o tabagismo. O que corrobora com estudos realizados tanto em âmbito hospitalar29 quanto populacional30. Mas, apesar de presente, o hábito de fumar sofreu queda nos últimos anos. Apontamse como possíveis responsáveis as campanhas antitabaco promovidas pelo governo federal no Brasil. Uma das iniciativas é o CARMEN (Conjunto de Ações Integradas para Redução Multifatorial de Enfermidades Não-transmissível) realizada junto à Estratégia de Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):24-30 NUTRICIÓN CLÍNICA Saúde da Família desde 199831 que já evidenciou a redução do tabagismo1. Ao verificar a ocorrência de FR para DCV observou-se que quase todos os pacientes possuíam ao menos um FR. Sabe-se também que nem todos os que possuem algum fator desenvolverão DCV, entretanto, os FR avaliados neste estudo não são benéficos à saúde. O que justifica o incentivo para a mudança desses hábitos. Em estudos que avaliam FR, é comum observar variações nos fatores observados, o que dificulta a comparação entre os achados. Por isso, determinar a prevalência de FR é algo muito difícil. Mesmo assim, quando comparado a estudos32,33,34 que mais se assemelham, neste os FR foram elevados. E, similarmente ao estudo de Pereira et al35 prevaleceu dois ou mais fatores de risco no mesmo indivíduo. CONCLUSÃO Concluiu-se que quase a totalidade dos pacientes possui ao menos um FR e houve prevalência de dois ou mais FR no mesmo indivíduo, principalmente entre as mulheres, com destaque para o sedentarismo e a CC aumentada. Esses achados poderão auxiliar a equipe multidisciplinar, no acompanhamento rotineiro desses pacientes e na elaboração de estratégias para prevenção e controle dos FR, e dessa maneira, prevenir as DCV. Como limitação desse estudo pode-se atribuir o fato de cerca de 1/3 dos pacientes serem acamados, o que dificulta a mensuração da CC. Portanto, faz-se necessário o planejamento e concretização de ações de cuidado integral com enfoque na prevenção das DCV, possibilitando ao hospital universitário, como centro de formação de recursos humanos e de desenvolvimento de tecnologia para a área de saúde, aprimorar o atendimento e a elaboração de protocolos técnicos que melhore os padrões de eficiência, à disposição da rede do Sistema Único de Saúde (SUS). REFERÊNCIAS 1. Ribeiro AG, Cotta RMM, Ribeiro SMR. A Promoção da Saúde e a Prevenção Integrada dos Fatores de Risco para Doenças Cardiovasculares. Ciênc Saúde Colet, 2012;17(1):7-17. 2. Carlucci SEM, Gouvêa JAG, Oliveira AP, Silva JD, Cassiano ACM, Bennemann RM. Obesidade e sedentarismo: fatores de risco para doença cardiovascular. Com. Ciências Saúde, 2013;24(4): 375-384. 3. Schuter J, Oliveira AM, Bosco SMD. O papel da nutrição na prevenção e no tratamento de doenças cardiovasculares e metabóli- Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):24-30 Y DIETÉTICA HOSPITALARIA cas. 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XXXVI Reunión del Comitê Asesor de Investigaciones en Salud – Encuestra Multi- 29 FATORES DE RISCO PARA DOENÇAS CARDIOVASCULARES EM ADULTOS E IDOSOS DE UM HOSPITAL UNIVERSITÁRIO cêntrica – Salud Beinestar y Envejecimeiento (SABE) en América Latina e el Caribe, 2002 – Informe preliminar. 19. World Health Organization. Obesity: preventing and managing the global epidemic. Geneva: Wold Health Organization; 1997. 20. Muniz LC, Schneider BC, Silva ICM, Matijasevich A, Santos IS. Fatores de risco comportamentais acumulados para doenças cardiovasculares no sul do Brasil. Rev Saúde Pública, 2012;46(3): 534-42. 21. Magalhães FJ, Mendonça LBA, Rebouças CBA, Lima FET, Custódio IL, Oliveira SC. Fatores de risco para doenças cardiovasculares em profissionais de enfermagem: estratégias de promoção da saúde. Rev Bras Enferm, 2014;67(3):394-400. 22. Malta DC, Gosch CS, Buss P, Rocha DC, Rezende R, Freitas PC, Akerman M. 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Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):24-30 Artículo Original Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):31-40 DOI: 10.12873/361garciamartinez Evaluación y soporte nutricional en pacientes con carcinomatosis peritoneal por cáncer de ovario con citorreducción quirúrgica Nutritional assessment and support in patients with peritoneal carcinomatosis of ovarian cancer with cytoreductive surgery García Martínez, Teresa1; Montañés Pauls, Belén1; Vicedo Cabrera, Ana2; Llueca Abella, José Antonio3; Escrig Sos, Javier4; Herraiz Roda, José Luis3; Monfort González, Teresa4; Moreno Clarí, Esther5; Grupo de trabajo UMCOAP (Unidad Multidisciplinar de Cirugía Abdominopélvica)* 1. Servicio de Farmacia. Hospital General Universitario de Castellón. 2. Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (FISABIO)-Salud Pública, València, España. CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), España. 3. Servicio de Ginecologia. Hospital General Universitario de Castellón. 4. Servicio de Cirugía. Hospital General Universitario de Castellón. 5. Servicio de Medicina Intensiva. Hospital General Universitario de Castellón. * Delgado Barriga, Katty; Escrig Sos, Javier; Herraiz Roda, Jose Luis; Játiva Porcar, Rosa; Llueca Abella, Jose Antonio; Medina Medina, Carmen; Monfort Gonzalez, Teresa; Montañes Pauls, Belen; Moreno Clarí, Esther; Oliva Martí, Cristina; Rivadulla Serrano, Isabel; Rodrigo Aliaga, Miguel; Serra Rubert, Anna. Recibido: 27/febrero/2015. Aceptado: 20/octubre/2015. RESUMEN Introducción: El tratamiento multidisciplinar de la carcinomatosis peritoneal, también conocido como procedimiento Sugarbaker, pretende erradicar el tumor microscópico residual a la cirugía. Esta técnica de alta complejidad está asociada a morbilidad y mortalidad elevada por lo que es relevante la selección de los pacientes. Existe una relación directa entre el estado nutricional, la calidad de vida, la supervivencia y la capacidad de tolerancia al tratamiento. Por tanto, es importante evaluar previamente el estado nutricional para detectar si existe riesgo de malnutrición. Objetivos: El objetivo principal es evaluar los resultados de la valoración nutricional completa previa a to- Correspondencia: Teresa García Martínez garciamartinez.t@gmail.com Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):31-40 das las pacientes intervenidas por el procedimiento Sugarbaker. Los objetivos secundarios son: conocer las composición promedio de la fórmula de nutrición parenteral más utilizada y comparar los resultados obtenidos de dichas pacientes con una cohorte histórica a la que no se realizó la valoración nutricional previa. Métodos: Estudio prospectivo donde se incluyeron todas las pacientes adultas que se iban a someter al procedimiento Sugarbaker a las que se les realizó la valoración nutricional previa. Se compararon los datos clínicos del seguimiento postoperatorio de las pacientes con una cohorte histórica retrospectiva de pacientes sometidas al mismo procedimiento (a las que no se les realizó la valoración nutricional previa). Los parámetros que se utilizaron para el diagnóstico de malnutrición fueron antropométricos y analíticos. Los parámetros de estudio fueron los siguientes: edad, albúmina previa a la intervención, índice de carcinomatosis peritoneal, la administración o no de quimioterapia previa a la intervención y el estadiaje del tumor. En 31 EVALUACIÓN Y SOPORTE NUTRICIONAL EN PACIENTES CON CARCINOMATOSIS PERITONEAL POR CÁNCER DE OVARIO CON CITORREDUCCIÓN QUIRÚRGICA el seguimiento postoperatorio se establecieron como parámetros a valorar: días en unidad de cuidados intensivos, días en planta, días totales de hospitalización y complicaciones postoperatorias. Resultados: Se incluyeron un total de 32 pacientes: veinte pacientes sin valoración nutricional previa y doce pacientes con valoración nutricional previa con una edad media de 58,9±14 años. No se observan diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos en índice de carcinomatosis peritoneal, estadio tumoral, quimioterapia previa a la intervención y albúmina previa a la intervención. Requirieron nutrición parenteral 30 pacientes durante el postoperatorio. La composición media de la fórmula de nutrición parenteral fue 1,2±0,1 g de proteína por kg peso y día, 2,8±0,4g de hidratos de carbono por kg peso y día y 1±0,1g de lípidos por kg peso y día. De las doce valoraciones nutricionales previas realizadas, en nueve de ellas se observó algún tipo de desnutrición. En los parámetros evaluados durante el seguimiento de las pacientes no se obtuvieron diferencias estadísticamente significativas, aunque se observó una tendencia a una menor estancia en la unidad de cuidados intensivos y un menor número de complicaciones en las pacientes a las que se les ha realizado valoración nutricional previa. PALABRAS CLAVE Neoplasia ovario, estado nutricional, cuidados preoperatorios, complicaciones postoperatorias. ABSTRACT Introduction: The multidisciplinary treatment of peritoneal carcinomatosis, also known as Sugarbaker´s procedure, aims to eradicate microscopic residual tumor after surgery. This technique is highly complex and it´s associated with high mortality and morbidity, so the patient selection is relevant. There is a direct relationship between nutritional status, quality of life, survival and ability to tolerate treatment. It is therefore important to assess nutritional status prior to detect if there is risk or malnutrition. Objectives: The main objective is to evaluate the results of the nutritional assessment after all patients operated by Sugarbaker´s procedure. Secondary objectives are to know the parenteral nutrition composition formula most commonly used and to compare the results of those patients with a historical cohort to which the previous nutritional assessment wasn´t performed.. Discusión: Se observa que el índice de masa corporal y el porcentaje de pérdida de peso en estas pacientes no es representativo de la desnutrición que presentan. Las necesidades elevadas de nutrición parenteral en este estudio pueden ser debidas las complicaciones derivadas de la resección gastrointestinal. Posiblemente no se observen diferencias en los parámetros de estudio debido al tamaño muestral del mismo, pero si existe una tendencia a disminuir la estancia y complicaciones como muestra la bibliografía. La intervención nutricional aporta la energía y proteínas necesarias para disminuir la pérdida de peso y de masa muscular derivada del proceso patológico del cáncer y la cirugía. Methods: Prospective study where all adult patients who were undergoing Sugarbaker procedure and who underwent previous nutritional assessment were included. Postoperative clinical and patient follow-up data were compared with a historical cohort of patients undergoing the same procedure (which will not be made prior nutritional assessment). For the diagnosis of malnutrition were used anthropometric and laboratory parameters. Study parameters were: age, albumin prior to the intervention, peritoneal carcinomatosis index, quimiotherapy administration and tumor staging. In the postoperative follow-up, the study parameters were: days in intensive care unit, hospitalization days, total days of hospitalization and postoperative complications. Conclusiones: Los resultados de la valoración nutricional previa indican que la desnutrición es una patología que tiene elevada prevalencia en las pacientes con carcinomatosis peritoneal de origen ovárico. Se observa una tendencia de que la mejora del estado nutricional aumentará la calidad de vida reduciendo estos parámetros. La composición en macronutrientes de la nutrición parenteral es similar a los requierimientos nutricionales en un paciente crítico. Consideramos que la selección de pacientes que van a ser sometidos a un procedimiento Sugarbaker debe incluir la evaluación del estado nutricional previo. Results: A total of 32 patients were included: twenty patients without nutritional assessment and twelve patients with previous nutritional assessment with a mean age of 59 ± 14 years. No statistically significant differences are observed between groups in peritoneal carcinomatosis index, tumor stage, chemotherapy and albumin before the intervention. A total of 30 patients were required parenteral nutrition. The average composition formula of parenteral nutrition was 1.2 ± 0.1 g proteins per kg body weight and per day, 2.8 ± 0.4 g of carbohydrates per kg body weight and per day and 1 ± 0.1 g of lipid per kg body weight and per day. Of the twelve 32 Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):31-40 NUTRICIÓN CLÍNICA previous nutritional assessment conducted in nine of them some form of malnutrition was observed. In the parameters evaluated during follow-up of patients, no statistically significant differences were found, although was observed a trend to a shorter in the intensive care unit stay and fewer complications in patients who have undergone nutritional assessment. Discussion: It should be noted that body mass index and the percentage weight loss in these patients is not representative of the observed malnutrition. The high needs of parenteral nutrition in this study may be due the complications of gastrointestinal resection. Possibly no differences are observed in study parameters due to sample size, but if there is a tendency to increase the stay and complications as shown in the literature. Nutritional intervention provides energy and protein needed to reduce the loss of weight and muscle mass from the pathological process of cancer and surgery. Conclusions: The results of the previous nutritional assessment indicate that malnutrition is a pathology that has high prevalence in patients with peritoneal carcinomatosis of ovarian origin. A trend that improve nutritional status will increase the quality of life by reducing these parameters is observed. The macronutrient composition of parenteral nutrition is similar to nutritional requirement in critically ill patients. We believe that the selection of patients who are going to undergo a Sugarbaker procedure should include assessment of prior nutritional status. KEY WORDS Ovarian neoplasm, nutrition status, preoperative care, postoperative complications. ABREVIATURAS VNP: valoración nutricional previa. CP: carcinomatosis peritoneal. IMC: índice de masa corporal. %PP: porcentaje de pérdida de peso. VSG: valoración subjetiva global. ICP: índice de carcinomatosis peritoneal. NP: nutrición parenteral. UCI: unidad de cuidados intensivos. QT: quimioterapia. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):31-40 Y DIETÉTICA HOSPITALARIA INTRODUCCIÓN El término carcinomatosis peritoneal (CP) incluye toda diseminación tumoral que afecta, de forma localizada o masiva, a la serosa peritoneal y las estructuras anatómicas vecinas. Mayoritariamente se origina en tumores gastrointestinales y ginecológicos, y puede estar asociado a expresión tumoral metastásica. El planteamiento y el desarrollo del tratamiento multidisciplinar de la CP, definido como citorreducción quirúrgica con o sin quimioterapia intraperitoneal e hipertermia, y también conocido como técnica de Sugarbaker, está orientado a erradicar el tumor microscópico residual a la cirugía1,2. Los mayores índices de supervivencia descritos con este tratamiento corresponden a los pacientes en los que fue posible realizar una citorreducción completa del tumor3,4. Esta técnica de alta complejidad está asociada a morbilidad y mortalidad elevada por lo que es relevante la selección de los pacientes. Algunos aspectos a tener en cuenta son el estado nutricional, estado funcional (status funcional, Karnoskysky, ECOG, etc), el tumor original, la biología tumoral y el índice de carcinomatosis peritoneal. Los pacientes candidatos a este tratamiento deben cumplir unos criterios de inclusión establecidos, entre ellos se encuentra que no exista desnutrición moderada o severa. Las causas de malnutrición en el paciente oncológico son de origen multifactorial, ya que los mecanismos implicados dependen tanto del tumor como del tratamiento recibido. Se trata de un estado clínico que incluye un desequilibrio energético y de nutrientes que afecta a los tejidos y a la composición corporal5. La producción de hormonas y citoquinas proinflamatorias producidos durante el proceso patológico del cáncer, como son IL-6, IL-1, PCR, PIF, reducen el apetito produciendo anorexia. A su vez, estos mediadores alteran el metabolismo de los macronutrientes disminuyendo la masa muscular corporal y aumentando el gasto energético basal. Las demandas de proteínas comprometen las reservas proteicas, si no se cumplen los requerimientos la proteína visceral se agota llevando a malabsorción gastrointestinal y menor producción de proteínas plasmáticas en hígado6,7. Todo esto conlleva una pérdida de peso y menor respuesta inmunológica al tumor y al tratamiento recibido7,8. La prevalencia de signos de malnutrición en las pacientes con cáncer de ovario oscila desde el 28 al 67%, se trata del cáncer con mayor asociación a malnutri- 33 EVALUACIÓN Y SOPORTE NUTRICIONAL EN PACIENTES CON CARCINOMATOSIS PERITONEAL POR CÁNCER DE OVARIO CON CITORREDUCCIÓN QUIRÚRGICA ción9. De acuerdo con la bibliografía publicada al respecto, y según lo observado en la práctica asistencial diaria, la malnutrición en los pacientes con cáncer y en aquellos sometidos al tratamiento multidisciplinar de la CP está relacionada con un incremento del número de complicaciones postoperatorias infecciosas, cardiovasculares y respiratorias10-16. Existe, además, una relación muy importante entre el estado nutricional, la calidad de vida, la supervivencia y la capacidad de tolerancia al tratamiento multidisciplinar de la CP1,15. Se ha observado que estadios avanzados de cáncer de ovario se asocian a caquexia y ascitis relacionados con la malnutrición, debido posiblemente al efecto de la masa tumoral y obstrucción intestinal16. Éstos resultan ser un indicador de extensión tumoral, ya que indican un estado avanzado de la enfermedad y predicen la irresecabilidad del tumor17. A su vez, pacientes con cáncer de ovario presentan niveles más bajos de hemoglobina antes del inicio de la quimioterapia (QT), asociados a marcadores inflamatorios elevados e inversamente relacionados a parámetros nutricionales, por lo que se ha observado que la malnutrición también es un predictor de desarrollo de anemia18. La cirugía de citorreducción completa por el procedimiento Sugarbaker es una técnica extremadamente agresiva que puede prolongar la estancia en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y en unidades de hospitalización e implica frecuentemente la aparición de complicaciones1,17,19. Estas complicaciones postoperatorias son consecuencia del alto estrés producido por una estancia media de aproximadamente 10 días en la UCI y el mal estado clínico derivado de la resección intestinal, pérdida proteica y estrés post-quirúrgico20. A este proceso se añade la respuesta del organismo en cualquier cirugía donde se somete a un elevado estrés que incrementa el metabolismo basal y se utilizan las reservas de nitrógeno creándose un balance nitrogenado negativo. La pérdida de peso derivada del proceso quirúrgico y metabólico está directamente relacionada con la mortalidad21. En numerosos estudios se refleja la importancia de evaluar el estado nutricional previamente al tratamiento de CP para detectar riesgo de malnutrición y ser capaces de iniciar una intervención en ese sentido que nos permita mejorar el estado nutricional, los objetivos del tratamiento, y la calidad de vida5. Es muy importante, por tanto, evaluar el estado nutricional preoperatorio para ofrecer al paciente soporte nutricional si fuera necesa- 34 rio7. Por todo esto, se recomienda un asesoramiento y seguimiento nutricional que cubra desde el preoperatorio hasta transcurrido un año desde la cirugía. En el protocolo diseñado en el Hospital General Universitario de Castellón, se indica la realización de una evaluación nutricional completa previa, a todas las pacientes que vayan a ser intervenidas de CP de origen ovárico mediante el procedimiento Sugarbaker con el objetivo de mejorar su estado nutricional, frenar la pérdida de peso y por consiguiente mejorar la calidad de vida con la finalidad de aumentar la respuesta al tratamiento multidisciplinar. Junto a los cuidados anestésicos previos a la intervención, se planifica una valoración nutricional previa (VNP) con el fin de llegar a la intervención con el mejor estado nutricional posible1. Con este protocolo se decide si la paciente se encuentra en condiciones óptimas para la cirugía, o en su defecto se recomienda tratamiento nutricional vía oral, enteral o parenteral previo. OBJETIVOS El objetivo principal del estudio es evaluar los resultados de la VNP a todas las pacientes que vayan a ser intervenidas de CP de origen ovárico mediante el procedimiento Sugarbaker. Los objetivos secundarios son conocer la composición promedio de la fórmula de nutrición parenteral (NP) más utilizada en el postoperatorio y comparar los resultados obtenidos de dichas pacientes con una cohorte histórica intervenida mediante el mismo procedimiento a las que no se realizó VNP en cuanto a complicaciones postoperatorias, estancia en UCI y estancia en unidad de hospitalización. MÉTODOS Se diseñó un estudio prospectivo desde enero de 2014 a enero de 2015 donde se incluyeron todas las pacientes mayores de 18 años que se iban a someter al tratamiento multidisciplinar de CP de origen ovárico (procedimiento Sugarbaker) en el Hospital General de Castellón y a las que se les realizó la VNP al menos un mes antes de la intervención. Se compararon los datos clínicos del seguimiento postoperatorio de las pacientes de manera retrospectiva con una cohorte histórica de todas pacientes sometidas al mismo procedimiento quirúrgico de CP (a las que no se les realizó VNP) desde enero de 2013 hasta enero de 2014. Los parámetros que se utilizaron para el diagnóstico de malnutrición en la VNP son antropométricos (índice Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):31-40 NUTRICIÓN CLÍNICA de masa corporal (IMC), porcentaje pérdida de peso (PP), pliegue tricipital y circunferencia braquial) y analíticos (hemograma, perfil hepático, colesterol, PCR, triglicéridos, transferrina, albúmina y pre-albúmina). Los paramétros obtenidos se interpretan según la Figura 1 y se clasifican en desnutrición energética, proteica o mixta. La intervención nutricional fue una recomendación de suplementos adaptados de manera individual a cada paciente en función de su desnutrición (hiperproteicos, hipercalóricos o ambos) o, si la desnutrición era muy severa y no se toleraba la vía oral, se recomendaba el ingreso para administrar NP. También se realizó el cuestionario de valoración global subjetiva generado por la paciente (VGS-p) para confirmar el riesgo de desnutrición. En el postoperatorio inmediato, se inicia NP según criterio médico y grado de resección intestinal. Si la paciente fue candidata a soporte con NP, se realizó un seguimiento individualizado diario de la paciente valorando su evolución nutricional, función hepática, función renal y alteraciones hidroelectrolíticas. Los datos clínicos obtenidos en la VNP junto con los recogidos del seguimiento postoperatorio durante toda la estancia hospitalaria fueron los que se utilizaron para la construcción de la base de datos del estudio. Los parámetros de estudio fueron los siguientes: edad, albúmina previa a la intervención, índice de carcinomatosis peritoneal (ICP), la administración o no de QT previa a la intervención y el estadiaje del tumor. En el seguimiento postoperatorio se han establecido como parámetros a valorar: días en UCI, días en planta, días totales de hospitalización y complicaciones graves postoperatorias (sepsis, infección herida quirúrgica, derrame pleural, fistula intestinal, fallo hepático y fallo renal). Toda la información clínica utilizada en el estudio es accesible a los investigadores en su práctica clínica. Toda la información de las historias clínicas consultadas Y DIETÉTICA HOSPITALARIA fue tratada de acuerdo a lo contemplado en la Ley Orgánica 15/99 de Protección de datos de carácter personal. Se disoció toda la información clínica y personal de los pacientes en la construcción de la base de datos. El tratamiento y análisis estadístico se llevó a cabo con el paquete estadístico SPSS® para Windows versión 19.0. Para las variables continuas la comparación de las medias se realizó la prueba de T-Student, mientras que la comparación de proporciones en variables discretas se realizó el test de Chi cuadrado. Se consideró que existían diferencias estadísticamente significativas con un p-valor<0,05. RESULTADOS Se incluyeron un total de 32 pacientes intervenidas por el procedimiento Sugarbaker: veinte pacientes sin VNP y doce pacientes con VNP con una media de edad de 58,9±14,2 años sin diferencias estadísticamente significativas entre los dos grupos (p=0,344). En la Tabla 1 se muestran los resultados de las características de las pacientes. Requirieron NP 30 (94%) pacientes durante el postoperatorio con una duración de 9.5 ±2.6 días. La composición media de la fórmula de NP fue 1,2±0,1 g de proteína por kg peso y día, 2,8±0,4g de hidratos de carbono por kg peso y día y 1±0,1g de lípidos por kg peso y día. De las doce VNP realizadas, en nueve de ellas se observó algún tipo de desnutrición: cuatro pacientes con desnutrición proteica, dos pacientes con desnutrición calórica y tres pacientes con desnutrición mixta (Figura 2). Cabe destacar que seis de las nueve (67%) pacientes con desnutrición presentaban un IMC dentro de los valores de la normalidad. En ocho pacientes se realizó una recomendación nutricional con suplementación dietética previa a la cirugía, mientras que una paciente con desnutrición grave (según parámetros definidos previa- Figura 1. Parámetros empleados para el diagnóstico de desnutrición. Los valores son medias (X), DS (desviación estándar). Diferencias significativas (p<0.05). UCI: unidad de cuidados intensivos. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):31-40 35 EVALUACIÓN Y SOPORTE NUTRICIONAL EN PACIENTES CON CARCINOMATOSIS PERITONEAL POR CÁNCER DE OVARIO CON CITORREDUCCIÓN QUIRÚRGICA Tabla 1. Características de las pacientes sometidas a intervención de Carcinomatosis peritoneal (n=32). VALORACION NUTRICIONAL PREVIA NO (n=20) %/DS X %/DS 56,5 14,5 61,5 14,2 0,344 1 (<10) 7 35,0 2 16,7 0,067 2(10-20) 5 25,0 8 66,7 3(>20) 8 40,0 2 16,7 1 2 10,0 0 0,0 2 0 0,0 1 8,3 3 9 45,0 7 58,3 4 9 45,0 4 33,3 15 75,0 6 50,0 0,149 4,06 0,50 4,17 0,61 0,585 Estadio tumoral QT previa a la intervención Albumina previa a la intervención Los valores son medias (X), DS (desviación estándar). Diferencias significativas (p<0.05). QT: Quimioterapia. Figura 2. Resultados de la valoración nutricional previa (n=12 pacientes). mente), con un IMC de 18 kg/m2 e intolerancia de la vía oral requirió ingreso hospitalario para administración de nutrición parenteral. En la Figura 3 se muestra el tipo de intervención realizada según la desnutrición observada. Los parámetros evaluados durante el seguimiento postoperatorio de las pacientes se muestran en la Tabla 2. En la Figura 4 se muestra en gráfico de bigotes los días de estancia en UCI, planta y días totales de hospitalización de ambos grupos de pacientes. Aunque no se obtu- 36 p-valor X Edad (años) ICP SI (n=12) 0,336 ICP: índice de carcinomatosis peritoneal. Figura 3. Recomendación nutricional tras valoración nutricional previa (n=11 pacientes con desnutrición). vieron diferencias estadísticamente significativas entre los dos grupos en ninguno de estos parámetros, se observó una tendencia a una menor estancia en UCI en las pacientes a las que se les ha realizado VNP. Del total de 32 pacientes del estudio, 21 pacientes presentaron algún tipo de complicación postoperatoria grave (3 sepsis, 6 infección herida quirúrgica, 4 derrame pleural, 6 fistula intestinal, 1 fallo hepático y 1 fallo renal). En la Figura 5 se muestra de manera gráfica el porcentaje de pacientes Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):31-40 NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA Tabla 2. Parámetros de seguimiento de pacientes sometidas a intervención de Carcinimatosis peritoneal (n=32). VALORACION NUTRICIONAL PREVIA NO (n=20) SI (n=12) p-valor X %/DS X %/DS Días en UCI 9,1 8,3 4,8 2,3 0,094 Días en planta 16,6 8,7 14,0 6,9 0,387 Días hospitalización 25,2 12,4 18,9 8,2 0,132 15 75,0 6 50,0 0,149 Complicaciones postoperatorias Los valores son medias (X), DS (desviación estándar). Diferencias significativas (p<0.05). UCI: unidad de cuidados intensivos. Figura 4. Estancias (en días) en UCI, en planta y total hospitalización en ambos grupos (n=32). No VNP: Valoración nutricional previa. VNP: Valoración nutricional previa. UCI: unidad de cuidados intensivos con complicaciones en ambos grupos, no se observaron diferencias estadísticamente significativas (p=0,149) aunque sí una tendencia a menor número de complicaciones graves en el grupo de VNP. DISCUSIÓN En primer lugar, en el presente estudio se observa que ambos grupos de pacientes son similares, ya que no existen diferencias significativas entre sus características. A pesar de que se han tenido en cuenta a la hora de analizar los resultados, existen características diferenciales que pueden influir en la aparición de complicaciones y en consecuencia en la duración de la estancia hospitalaria siendo difícil diferenciar si éstas son Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):31-40 consecuencia de estos factores o de la influencia de la VNP, pudiendo sesgar así los resultados obtenidos. Del mismo modo resulta complejo establecer una relación entre el estado nutricional previo y la supervivencia de este grupo de pacientes debido a la elevada morbilidad que presentan y multitud de factores implicados. La prevalencia de desnutrición encontrada en las pacientes valoradas es del 75%, resulta superior de lo observado en la bibliografía9, siendo la desnutrición proteica la más frecuente en las pacientes por los motivos ya expuestos anteriormente. Resulta imprescindible establecer los parámetros que se van a utilizar para el diagnóstico de malnutrición en estos pacientes, tanto analíticos como antropométricos. 37 EVALUACIÓN Y SOPORTE NUTRICIONAL EN PACIENTES CON CARCINOMATOSIS PERITONEAL POR CÁNCER DE OVARIO CON CITORREDUCCIÓN QUIRÚRGICA Figura 5. Porcentaje de complicaciones postoperatorias en ambos grupos (n=32). VNP: Valoración nutricional previa. No VNP: No valoración nutricional previa. Como cuestionario subjetivo en este estudio se ha realizado la VGS, ya que algunos autores la citan como predictor de la estancia hospitalaria y de la supervivencia en pacientes con desnutrición moderada o severa1,19. Numerosos autores han utilizado la albúmina plasmática preoperatoria como predictor de buen pronóstico en el postoperatorio18 y también para realizar seguimiento nutricional junto con la pérdida de peso22,23. Se han observado que valores bajos de albúmina (<3,5 mg/dl) están asociados a mayores complicaciones postoperatorias y estancia hospitalaria7,19. En las pacientes de este estudio no se observan diferencias en cuanto a albúmina previa a la intervención en ambos grupos de pacientes, encontrándose la media de este valor en los dos grupos dentro de los valores de normalidad (3,5-5mg/dl). Es importante señalar que en este tipo de pacientes, datos como el IMC o el %PP no son representativos del estado nutricional, ya que son pacientes que en su mayoría presentan ascitis e incremento de su peso habitual con lo que estos valores se pueden ver falseados en exceso, como ocurre en nuestro estudio24. Como se ha comentado anteriormente es importante seleccionar las técnicas de diagnóstico adecuadas, por todo ello se han determinado tanto datos analíticos como antropro- 38 métricos que, además de predecir el grado de desnutrición, nos permiten identificar el tipo de desnutrición que presentan nuestras pacientes para proceder a la selección de la dieta más adecuada. Guías clínicas publicadas por la ESPEN recomiendan la administración de nutrición agresiva enteral o NP, según tolerancia, en los siete a diez días previos a una intervención quirúrgica en pacientes con desnutrición severa que no cubren sus requerimientos ya que mejora los resultados en el postoperatorio21,25. Incluso en pacientes que no cubran sus requerimientos nutricionales la combinación de nutrición enteral y NP puede ser la mejor opción25. A pesar de lo publicado por algunos autores que defienden el soporte mediante NP en todos los pacientes malnutridos en periodos perioperatorios1, en nuestro ámbito solo se le administró NP a una paciente frente a ocho pacientes que recibieron suplementación oral o enteral tras la VNP. Tras la cirugía, del total de 32 pacientes estudiadas, un 94% de ellas requirió NP en los días posteriores a la cirugía, cifra superior al 85% de pacientes que reflejan algunos autores20. En nuestra cohorte de pacientes la duración media de la misma fue de 9.5 ±2.6 días, debido posiblemente a las complicaciones derivadas de la resección gastrointestinal. En todos los casos se reco- Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):31-40 NUTRICIÓN CLÍNICA mienda la intervención postoperatoria nutricional, si el paciente no tolera la vía oral o enteral, se indica la NP total10. En una reciente revisión de Cochrane Library se recomienda valorar el paso a vía oral lo antes posible (48 horas siguientes a cirugía)9 con el fin de minimizar los riesgos de la NP (alteraciones metabólicas e infecciones del catéter). Las consecuencias de resecciones excesivas durante la cirugía citorreductora pueden llevar a complicaciones como el síndrome del intestino corto (malabsorción, diarrea, deshidratación y alteraciones electrolíticas), donde se requeriría un mayor seguimiento nutricional postquirúrgico26. En cuanto a las complicaciones postoperatorias y la duración de la estancia hospitalaria se observa que no existen diferencias significativas entre ambos grupos aunque encontramos una tendencia a la disminución de la misma en el grupo de VNP sobre todo en la estancia en la UCI. Posiblemente no se observen estas diferencias debido al tamaño muestral del estudio. Algunos autores han observado un incremento de la estancia hospitalaria asociada a niveles albúmina sérica inferiores a 3.5 mg/dl o hemoglobina inferior a 12 g/dL, así como una puntuación B o C en la VGS generada por el paciente (equivalente a una desnutrición moderada o severa)1,19. De momento no se disponen de resultados de seguimiento al alta de las pacientes a las que se les ha realizado la VNP, por lo que no se conoce los resultados a largo plazo. Por todo lo anterior opinamos que es necesario realizar una evaluación nutricional en el periodo perioperatorio, vinculada a un plan terapéutico para identificar, prevenir y tratar los pacientes con riesgo de malnutrición9. Nuestro centro, al igual que algunos grupos de trabajo1,11, ya incluyen en su práctica clínica diaria la evaluación nutricional preoperatoria y postoperatoria. Consideramos que sería interesante realizar estudios prospectivos aleatorizados sobre el estado nutricional preoperatorio de los pacientes con CP y diseñar protocolos de consejo nutricional en función de la extensión de la CP y el grado de resección intestinal realizada. La intervención nutricional aporta la energía y proteínas necesarias para disminuir la pérdida de peso y masa muscular derivada del proceso patológico del cáncer y la cirugía. Es necesario calcular los requerimientos nutricionales y buscar el método correcto para monitorizar y tratar a las pacientes previamente a la intervención quirúrgica. Se debería consensuar Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):31-40 Y DIETÉTICA HOSPITALARIA un protocolo multidisciplinar que permitiera determinar las intervenciones nutricionales a realizar mediante el apoyo con suplementos, dieta enteral o nutrición parenteral. CONCLUSIONES Los resultados de la VNP indican que la desnutrición es una patología que tiene elevada prevalencia en las pacientes con CP de origen ovárico. Según la bibliografía consultada, la malnutrición aumenta la morbilidad, las complicaciones postoperatorias y la estancia hospitalaria. Por todo ello, y según los resultados obtenidos, aunque no se encuentran diferencias estadísticamente significativas sí se observa una tendencia de que mejorar el estado nutricional aumentará la calidad de vida reduciendo los días de estancia en UCI. La composición en macronutrientes de la NP es similar a los requierimientos nutricionales en un paciente crítico. Consideramos que la selección de pacientes a las que se les va a someter a un procedimiento Sugarbaker debe incluir la evaluación del estado nutricional previo además, aunque todavía no se disponen de datos, sería recomendable realizar un seguimiento del mismo transcurrido al menos un año de la cirugía. BIBLIOGRAFÍA 1. 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RESUMEN Introducción: Obesidad, factor en el desarrollo de Enfermedades No Transmisibles. Se destaca entre sus causas el ver televisión que promueve el sedentarismo y consumo de alimentos alto en nutrientes críticos, mediante sus estrategias publicitarias. Objetivo: Describir la frecuencia, duración y contenido nutricional de la publicidad alimentaria emitida en los canales de la Asociación Nacional de Televisión de Chile durante noviembre del 2010, según grupos y sub-grupos de alimentos. Métodos: Estudio transversal con muestra dirigida. Fue observada la publicidad alimentaria emitida en los canales de la Asociación Nacional de Televisión chilena de lunes a domingo de 8:00-22:00 horas entre el 7 y 28 de noviembre del 2010. Se recolectaron los datos por observación estructurada con registro directo en instrumentos pre-diseñados y el análisis fue realizado según grupos y sub-grupos de alimentos. Resultados: De las 392 horas observadas un 17% fue publicidad y de ésta 24% publicidad alimentaria. Los grupos; bebidas e infusiones, lácteos, golosinas y snacks y cereales y los sub-grupos; bebidas gaseosas, yogurt, té y jugos, presentaron la mayor frecuencia y/o duración. La composición nutricional de los grupos de alimentos presentó un rango de carbohidratos de 10,448,6g, grasas totales de 0,4-13,1g, grasas saturadas de 0,4-3,7g y sodio de 25,4-247,7mg por 100g o ml de producto. Discusión: Los resultados demuestran la importancia de regular efectivamente la publicidad alimentaria emitida en la televisión chilena, especialmente la dirigida a menores. Conclusiones: La publicidad alimentaria chilena presenta un alto contenido de nutrientes críticos que pueden impactar sobre la obesidad y enfermedades no transmisibles. PALABRAS CLAVES Sobrepeso, Obesidad, Publicidad alimentaria, Enfermedades No Transmisibles, Nutriente crítico. ABSTRACT Correspondencia: María Mirta Crovetto Mattassi mcrovetto@upla.cl Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):41-53 Introduction: Obesity factor in the development of noncommunicable diseases. It stands out among its causes watching television that promotes a sedentary lifestyle and consumption of foods high in critical nutrients through their advertising strategies. 41 PUBLICIDAD ALIMENTARIA SEGÚN GRUPOS Y SUB-GRUPOS DE ALIMENTOS EN LA TELEVISIÓN DE Objective: To describe the frequency, duration and nutritional content of food advertising broadcast on channels of the National Association of Television of Chile during November 2010, according to groups and sub-groups of food. Methods: Cross-sectional study shows directed. It was observed food advertising broadcast on channels of the National Association of Chilean TV from Monday to Sunday from 8: 00-22: 00 hours between 7 and 28 November 2010. The data were collected by observation structured with direct registration pre-designed instruments and analysis was performed by groups and sub-groups of food. Results: Of the 392 hours was observed 17% advertising and 24% of this food advertising. The drinks and teas, milk, snacks and grain, groups and soft drinks, yogurt, and juice subgroups had the highest frequency and/or duration. The nutritional composition of the food groups presented a range 10,4-48,6g carbohydrates, 0,4-13,1g total fat, 0,4-3,7g saturated fat and 25,4247,7mg sodium per 100g or ml of product. Discussion: The results demonstrate the importance of effectively regulate food advertising broadcast on Chilean television, especially aimed at children. Conclusions: Chilean food advertising has a high content of critical nutrients that may impact on obesity and noncommunicable diseases. KEYWORDS Overweight, Obesity, Advertising food, Noncommunicable Diseases, Nutrient critical. ABREVIATURAS ENT: Enfermedades No Transmisibles. ENS: Encuesta Nacional de Salud. OMS: Organización Mundial de la Salud. JUNAEB: Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas. OPS: Organización Panamericana de la Salud. TV: Televisión. PA: Publicidad de Alimentos/Publicidad Alimentaria. ANATEL: Asociación Nacional de Televisión. GT: Grasa Total. GS: Grasa Saturada. CHOs : Carbohidratos Simples/Hidratos de Carbono Simples. 42 CHILE INTRODUCCIÓN Las Enfermedades No Transmisibles (ENT) representan el 63% del total de muertes anuales a nivel mundial y, el sobrepeso y obesidad corresponden al sexto factor de riesgo en su desarrollo, según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS)1. En Chile, la Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2010, mostró que un 64,5% de los mayores de 18 años presentaban exceso de peso2. Asimismo, la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB) en 2013 informó de un 50%, 51% y 51,8% de exceso de peso en niños(as) preescolares y de primer año básico del sistema público, respectivamente, con un aumento en la prevalencia de obesidad del 17% al 25,3% entre el 2001 y 2013 (figura 1)3,4. La etiopatogenia del sobrepeso y obesidad es multifactorial, destacándose el aumento del consumo de productos de bajo valor nutricional y alto contenido de azúcares, grasas y sal, la ingesta habitual de bebidas azucaradas y una actividad física insuficiente5-7. A su vez, el ver Televisión (TV), otro factor de riesgo para el desarrollo de malnutrición por exceso es considerado promotor del sedentarismo y de la alimentación no saludable, por las horas de permanencia y exposición a la Publicidad de Alimentos (PA), en especial la dirigida a niños(as) y adolescentes8,9. Estudios expresan que aproximadamente el 90% de los niños(as) ven TV diariamente y un 88,7% recuerda los comerciales que les gustan, antecedentes que pueden ser explicados porque los menores no tienen la capacidad de diferenciar entre un programa de TV y un anuncio, evidenciándose una asociación entre las horas de exposición a la TV y el mayor consumo calórico, selección y demanda de productos en la compra10-13. En respuesta a la epidemia del sobrepeso y obesidad, los países han implementado distintas iniciativas, tales como legislación y políticas de promoción de la lactancia materna, impuestos a bebidas azucaradas, y alimentos con alto contenido energético y bajo valor nutricional, mejoramiento de la alimentación en el entorno escolar, reglamentación de la comercialización de alimentos y etiquetado con mensajes de advertencia, entre otros6. La Organización Panamericana de Salud (OPS) a su vez, ha propuesto un plan de acción para aunar criterios en la región de las Américas, con el fin de detener el avance acelerado de la obesidad en la niñez y la adolescencia con acciones en; a) atención primaria de salud y promoción de la lactancia materna y Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):41-53 NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA Figura 1. Evolución de la obesidad en niños(as) de primer año de educación básica de escuelas públicas de Chile 2001-2013. En porcentaje (%). Fuente: Elaborada en base a datos de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas 2001-2013. la alimentación saludable, b) mejoramiento del entorno con respecto a la nutrición y la actividad física en los establecimientos escolares, c) políticas fiscales y reglamentación de la publicidad, promoción y etiquetado de alimentos, d) otras medidas multisectoriales y e) vigilancia, investigación y evaluación5, también señala que los anuncios publicitarios no deben explotar la credibilidad de los niños(as), evitando los mensajes promotores de hábitos alimentarios no saludables y sedentarismo, promoviendo mensajes positivos para la salud14. Asimismo, la OMS ha entregado doce recomendaciones respecto a la promoción de alimentos y bebidas no alcohólicas dirigidas a los niños(as), y sugiere la implementación de políticas de reducción tanto de la exposición como del poder de la promoción de los alimentos altos en nutrientes críticos, mediante distintos métodos (progresivo o integral) con definiciones claras de los componentes esenciales de las políticas, mecanismos de cumplimiento, aplicación y vigilancia, sistemas de evaluación de impacto y eficacia, e incentivo a la investigación12. Debido a que el perfil epidemiológico y nutricional de Chile, presenta una alta carga de enfermedades asociadas al patrón alimentario y nutricional con un aumento de la obesidad en todos los grupos etarios en un corto Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):41-53 período de tiempo15,16; se ha sumado a las estrategias de la OMS, con el Proyecto de Ley sobre Composición Nutricional de los Alimentos y su Publicidad, el que incorpora la regulación de la venta y publicidad de productos alimentarios no saludables en establecimientos escolares y a menores de catorce años, así como la prohibición de la promoción de productos alimentarios con juguetes, regalos, entre otros17; asimismo incorpora un impuesto del 18% a las bebidas azucaradas desde enero del 2015, el cual forma parte de la Nueva Reforma Tributaria18. OBJETIVO El objetivo del presente estudio fue describir la frecuencia, duración y contenido nutricional de la PA emitida en los canales de la Asociación Nacional de Televisión de Chile (ANATEL) durante noviembre del 2010, según grupos y subgrupos de Alimentos. MÉTODOS Estudio descriptivo no experimental transversal con muestra dirigida. Las variables en estudio fueron de tipo cuantitativas (tiempo y frecuencia de la PA, contenido de nutrientes críticos) y cualitativas (PA, grupos y 43 PUBLICIDAD ALIMENTARIA SEGÚN GRUPOS Y SUB-GRUPOS DE ALIMENTOS EN LA TELEVISIÓN DE sub-grupos de alimentos), las que fueron observadas y analizadas en un momento determinado. La muestra correspondió a la PA emitida de lunes a domingo de 8:00 a 22:00 horas (desde las 22:00 horas los canales de TV chilena pueden emitir programación para mayores de 18 años, por lo cual antes de este horario se espera la presencia de niños(as) y jóvenes por emitirse programación apta para menores) en la totalidad de los canales de TV abierta con cobertura nacional gratuita de ANATEL en Chile (canales de TV: TV Nacional de Chile, Chilevisión, Canal 13, Megavisión, Universidad Católica de Valparaíso, La Red y Telecanal). Los días a observar fueron escogidos aleatoriamente, seleccionando dos días de semana (lunes a viernes), y un sábado y un domingo por canal, entre el 7 y el 28 de noviembre del 2010, analizándose un total de cuatro días por canal, representando 14 horas diarias y 56 horas totales de programación por canal. Criterios de exclusión: Canales de TV regionales sin cobertura nacional y con acceso limitado a una contratación de servicio, anuncios de posicionamiento de productos (anuncios publicitarios de alimentos durante la narrativa de un programa de TV), anuncios dirigidos a alimentos sin representación de un producto específico y anuncios de supermercados con publicidad de varios alimentos en un mismo comercial. Las variables fueron las que se indican a continuación: • Publicidad de alimentos (cualitativa nominal): Herramienta utilizada para dar a conocer un producto alimentario a un grupo objetivo (anuncios, comerciales o avisajes de alimentos durante la programación televisiva). • Frecuencia (cuantitativa discreta): Magnitud que mide el número de repeticiones por unidad de tiempo de cualquier suceso periódico a través de un anuncio, comercial o avisaje. • Tiempo (cuantitativa continua): Magnitud física que mide el período que transcurre entre un estado y el instante en que se registra una variación susceptible para el observador, se midió en segundos (s) con cronómetro. • Contenido de Nutrientes (cuantitativa continua): Cantidad de nutrientes en un alimento, medido en g o mg de nutrientes por 100 g o ml de producto alimentario. Los nutrientes analizados fueron: Grasas Totales (GT), Grasas Saturadas (GS), Carbohidratos simples (CHOs) y sodio. 44 CHILE • Grupo de Alimentos (cualitativa nominal): Conjunto de alimentos con características nutricionales similares. • Sub-Grupo de Alimentos (cualitativa nominal): Sub-conjunto de alimentos perteneciente a un grupo de alimentos. La recolección de datos de frecuencia y duración de la PA fue por observación estructurada con tres observadores distintos con designación aleatoria de los canales y días a observar, quienes registraron directamente la PA, en instrumentos diseñados previamente en el estudio realizado por Crovetto et al.19. Para el análisis de datos, respecto de la frecuencia y tiempo, los productos alimentarios fueron clasificados en grupos y subgrupos de alimentos, teniendo como base la pirámide alimentaria de Chile20 y otros criterios definidos por los autores. Algunos productos de alimentos fueron considerados en grupos distintos a los dispuestos en la pirámide, por ejemplo, los postres de leche clasificados en golosinas y snacks, esto porque el contenido de azúcares es similar a los productos de este grupo. Asimismo, fueron creados grupos adicionales de alimentos, tales como bebidas alcohólicas, bebidas e infusiones, comida chatarra y golosinas y snacks, por corresponder a productos alimentarios procesados y ultra-procesados, además de tener un alto consumo en todos los grupos etarios (tabla 1). El contenido nutricional de los alimentos fue determinado, recopilando los datos de GT, GS, CHOs y sodio por 100 g o ml de producto alimentario, disponible en el etiquetado nutricional de cada producto alimentario. Análisis estadístico. Se utilizó el Programa Microsoft Excel 2007, donde se calcularon las frecuencias absolutas y relativas respecto del número de apariciones, duración en horas y contenido de nutrientes críticos en 100 g o ml de producto alimentario analizado. RESULTADOS Se observaron 392 horas de programación televisiva, de la cual el 83% correspondió a programación no publicitaria y el 17% a programación publicitaria de todo tipo de productos. De la totalidad de la publicidad de productos el 24% correspondió a PA, con una emisión total observada de 16 horas (tabla 2). Frecuencia de la PA por grupo y subgrupo de alimentos. Se observaron 1916 anuncios de productos alimentarios, cuya mayor frecuencia por grupo fue en Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):41-53 NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA Tabla 1. Clasificación de los productos alimentarios publicitados según grupos y sub-grupos de alimentos. Grupo de Alimentos Sub-grupo de Alimentos Aceites y Grasas 1) Aceite, 2) Margarina, 3) Mayonesa Bebidas Alcohólicas Bebidas e Infusiones 1) Agua mineral, 2) Bebidas gaseosas, 3) Bebidas hidratantes, 4) Jugos, 5) Café, 6) Té Cárneos 1) Vacuno, 2) Ave (Pollo), 3) Pescado Cereales 1) Pan, 2) Arroz, 3) Fideos, 4) Cereales Desayuno Comida Chatarra 1) Pizza, 2) Combos promocionales Golosinas y Snacks 1) Chicles, 2) Caramelos, 3) Chocolates, 4) Postres, 5) Helados, 6) Snacks Lácteos 1) Leche, 2) Queso, 3) Yogurt Otros Tabla 2. Distribución de la programación televisiva en los canales asociados a ANATEL noviembre 2010. Programación Televisiva TOTAL 1. Programación No publicitaria Distribución (h) Porcentaje (%) 392 100 325,4 83 2. Programación Publicitaria 66,6 17 Productos Alimentarios 16 24 50,6 76% Otros Productos bebidas e infusiones (47%), lácteos (20%) y golosinas y snacks (9%), representando el 76% del total de productos publicitados. Todos los grupos presentaron una frecuencia de PA mayor al 50% durante los días de semana (lunes a viernes), exceptuando el grupo de aceites y grasas, el cual presentó una mayor frecuencia durante los días de fin de semana (sábado y domingo) (figura 2). La distribución de la frecuencia según subgrupo de alimentos, estuvo representada en mayor cantidad en, bebidas gaseosas, yogurt, té y jugos, con un 20%, 14%, 11% y 9%, respectivamente, representando el 54% del total de la PA observada (figura 3). Duración de la PA según grupo y subgrupo de alimentos. De las 16 horas de PA, la duración de la publicidad estuvo distribuida en un 49% en bebidas e Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):41-53 infusiones, 20% en lácteos y 9% en cereales, los cuales representaron el 78% de la duración total de la PA. De la misma manera, que en la distribución de la frecuencia, todos los grupos presentaron una mayor duración durante la semana, exceptuando el de aceites y grasas, los que estuvieron presentes en mayor cantidad durante el fin de semana (figura 4). Respecto a la distribución de la duración según subgrupo de alimentos la mayor proporción estuvo presente en el de bebidas gaseosas, yogurt, té y jugos, con 19%, 14%, 13% y 10%, respectivamente; sumando un total de 56% de la duración de la PA (figura 5). Contenido de nutrientes críticos de la PA por grupo y subgrupos de alimentos. Los grupos cereales y, golosinas y snacks fueron los que presentaron el mayor promedio de CHOs superando los 40 g por 100 g o ml de producto alimentario analizado y sumando entre ambos 96,9 g de CHOs; los grupos con el aporte medio más alto de GT, GS y sodio fueron los grupos aceites y grasas y cárneos, con un total entre ambos grupos de 69.9 g, 14.4 g y 862.9 mg, respectivamente (tabla 3). Arroz, caramelos, fideos y pan fueron los subgrupos con un promedio mayor de CHOs, presentando valores de 76 g, 71 g, 69,7 g y 56 g, respectivamente por 100 g o ml de producto alimentario y sumando un total de 272,6 g de CHOs. Los subgrupos aceites, margarinas y mayonesas presentaron una media de GT superior a los 40 g, presentando una suma total de 194, g, mientras que los subgrupos aceites, margarinas y chocolates 45 PUBLICIDAD ALIMENTARIA SEGÚN GRUPOS Y SUB-GRUPOS DE ALIMENTOS EN LA TELEVISIÓN DE CHILE Figura 2. Distribución de la frecuencia de la publicidad alimentaria durante la semana y fin de semana según grupos de alimentos. Medida en porcentaje (%). Figura 3. Frecuencia de la publicidad alimentaria según subgrupos de alimentos. Medida en porcentaje (%). 46 Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):41-53 NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA Figura 4. Distribución de la duración de la publicidad alimentaria durante la semana y fin de semana según grupos de alimentos. Medida en porcentaje (%). Figura 5. Duración de la publicidad alimentaria según subgrupos de alimentos. Medida en porcentaje (%). Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):41-53 47 PUBLICIDAD ALIMENTARIA SEGÚN GRUPOS Y SUB-GRUPOS DE ALIMENTOS EN LA TELEVISIÓN DE CHILE Tabla 3. Promedio de nutrientes críticos por 100 g o ml de producto alimentario según grupo y sub-grupo de alimentos. Carbohidratos Simples* X̄ (Mín, Máx) Grasas Totales* X̄ (Mín, Máx) Grasas Saturadas* X̄ (Mín, Máx) Sodio** X̄ (Mín, Máx) 3.2 (0.0, 13.0) 59.5 (15.0, 92.0) 11.7 (1.9, 29.0) 521.0 (0.0, 1200.0) - Aceites 0.0 (0.0, 0.0) 92.0 (92.0, 92.0) 14.6 (14.0, 15.1) 0.8 (0.0, 2.0) - Margarinas 0.4 (0.4, 1.5) 59.8 (52.0, 60.0) 17.8 (17.6, 29.0) 568.7 (555.0, 1200.0) - Mayonesas 6.8 (0.9, 13.0) 42.3 (15.0, 67.5) 5.6 (1.9, 9.6) 758.5 (92.0, 1069.0) BEBIDAS ALCOHÓLICAS s/i s/i s/i s/i BEBIDAS E INFUSIONES 9.7 (0.0, 83.0) 0.2 (0.0, 13.0) 0.2 (0.0, 13.0) 24.3 (0.0, 310.0) 1.6 (0.0, 8.0) 0.0 (0.0, 0.0) 0.0 (0.0, 0.0) 10.2 (1.5, 41.0) 10.0 (0.0, 13.0) 0.0 (0.0, 0.0) 0.0 (0.0, 0.0) 7.9 (4.0, 18.0) 6.1 (6.0, 7.0) 0.0 (0.0, 0.0) 0.0 (0.0, 0.0) 48.2 (32.0, 49.0) - Café 49.0 (49.0, 49.0) 0.1 (0.1, 0.1) 0.0 (0.0, 0.0) 90.0 (90.0, 90.0) - Jugos 20.6 (2.2, 83.0) 0.1 (0.0, 0.3) 0.0 (0.0, 0.0) 60.9 (0.0, 310.0) - Té 1.8 (0.0, 13.0) 0.7 (0.0, 13.0) 0.7 (0.0, 13.0) 18.1 (5.0, 35.0) 0.1 (0.0, 3.6) 10.4 (4.6, 212.8) 2.7 (0.8, 57.6) 341.9 (176.0, 2816.0) - Pescado 0.9 (0.9, 0.9) 4.6 (4.6, 4.6) 0.8 (0.8, 0.8) 554.0 (554.0, 554.0) - Pollo 0.0 (0.0, 0.0.) 13.3 (13.3, 13.3) 3.6 (3.6, 3.6) 176.0 (176.0, 176.0) - Vacuno 0.0 (0.0, 0.0) 7.0 (7.0, 7.0) 1.8 (1.8,1.8) 600.0 (600.0, 600.0) CEREALES 53.3 (13.6, 76.0) 2.7 (1.0, 8.0) 0.7 (0.0, 3.2) 165.7 (2.0, 641.0) - Arroz 76.0 (76.0, 76.0) 1.1 (1.1, 1.1) 0.0 (0.0, 0.0) 13.6 (13.6, 13.6) - Cereales Desayuno 25.0 (13.6, 35.2) 4.7 (2.3, 8.0) 1.7 (0.9, 3.2) 375.6 (115.0, 641.0) - Fideos 69.7 (69.0, 70.0) 1.7 (1.0, 2.0) 0.0 (0.0, 0.0) 13.5 (2.0, 35.0) - Pan 56.0 (56.0, 56.0) 2.6 (2.6, 2.6) 0.5 (0.5, 0.5) 543.0 (543.0, 543.0) s/i s/i s/i s/i 43.6 (0.0, 87.0) 7.0 (0.0, 36.0) 2.4 (0.0, 11.0) 132.8 (0.0, 652.0) 71.0 (71.0, 71.0) 1.1 (1.1, 1.1) 0.5 (0.5, 0.5) 66.0 (66.0, 66.0) 5.0 (0.0, 70.0) 0.9 (0.0, 1.0) 0.0 (0.0, 0.0) 0.8 (0.0, 11.0) - Chocolates 52.0 (52.0, 52.0) 29.0 (29.0, 29.0) 11.0 (11.0, 11.0) 500.0 (500.0, 500.0) - Helados 21.6 (21.0, 22.6) 0.0 (0.0, 0.0) 0.0 (0.0, 0.0) 12.3 (10.0, 16.0) - Postres 48.3 (12.0, 87.0) 4.8 (0.0, 13.1) 3.1 (0.0, 10.1) 55.8 (35.0, 104.0) - Snacks 48.8 (48.0, 49.0) 27.5 (25.0, 36.0) 3.4 (3.1, 4.4) 631.1 (560.0, 652.0) LÁCTEOS 13.6 (0.6, 19.9) 3.3 (0.1, 13.9) 1.8 (0.0, 8.1) 94.9 (33.0, 408.0) - Leche 13.1 (5.0, 15.6) 1.5 (1.2, 1.6) 0.4 (0.0, 0.9) 49.8 (45.0, 80.0) - Queso 2.9 (0.6, 4.5) 11.9 (10.5, 13.9) 7.3 (6.7, 8.1) 369.1 (315.0, 408.0) - Yogurt 15.8 (7.3, 19.9) 2.5 (0.1, 3.8) 1.4 (0.0, 2.4) 63.6 (33.0, 81.0) 50.4 (0.0, 74.9) 0.4 (0.0, 3.0) 0.0 (0.0, 0.0) 451.9 (0.0, 900.0) Grupo y Sub-Grupo de Alimentos ACEITES Y GRASAS - Agua Mineral - Bebidas Gaseosas - Bebidas Hidratantes CÁRNEOS COMIDA CHATARRA GOLOSINAS Y SNACKS - Caramelos - Chicles OTROS * Carbohidratos simples, grasas totales y grasas saturadas fueron analizados en gramos por 100 g o ml de producto alimentario. ** Sodio fue analizado en mg por 100 g o ml de producto alimentario. 48 Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):41-53 NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA fueron quienes presentaron un promedio mayor de GS alcanzando valores sobre los 11 g de GS, con un total de 43,4 g. Finalmente, margarinas, mayonesas, pescado, vacuno, pan, chocolates y snacks correspondieron a los subgrupos con una mayor media de sodio, siendo superior en cada uno de ellos a los 500 mg, sumando un total de 4155.2 mg (tabla 3). gias de marketing)21,22 podría estar ejerciendo un efecto sobre los hábitos y conductas de los televidentes en la compra de alimentos procesados de alta densidad energética y nutrientes críticos, tales como GT, GS, CHOs y sodio23,24, siendo la población más susceptibles los niños(as) con sobrepeso u obesidad, especialmente los infantes de género masculino25,26. Total de nutrientes críticos publicitados por grupo y subgrupo de alimentos. Respecto a la cantidad total de nutrientes críticos publicitados según grupo y subgrupo de alimentos, durante todo el período de observación, se encontró que los grupos bebidas e infusiones, cereales y, golosinas y snacks fueron los que presentaron la mayor cantidad de CHOs publicitados, sumando cada grupo sobre 7000 g y alcanzando una publicidad de 24001,2 g de CHOs, además estos grupos representaron dentro de la PA observada una frecuencia del 63,8%. Los grupos aceites y grasas, lácteos y, golosinas y snacks presentaron la mayor cantidad de GT y GS publicitadas, superando los 1200 g de GT y 400 g de GS, con el 36,1% de la frecuencia del total de la PA analizada. Finalmente, en lo que respecta al sodio, aceites y grasas, lácteos y cereales fueron los grupos con mayor cantidad de sodio publicitado, presentando valores de entre 24000 mg y 76000 mg de sodio, grupos que representaron el 34,7% de la frecuencia de la PA observada (tabla 4). La distribución de la PA en este estudio, presenta valores similares a otros estudios realizados en Chile y México, donde el porcentaje de PA presentó una oscilación de 17% a 26%8,19,27,28. En relación a los G con mayor frecuencia y/o duración (bebidas e infusiones, lácteos, golosinas, snacks y cereales), su representación del 70% del total de la publicidad es comparable con lo señalado por la OMS, la cual informó que entre un 50% y 90% de la PA corresponde a este tipo de productos29. En relación a los subgrupos de alimentos; postres, jugos y yogurt correspondieron a los con un mayor contenido de CHOs con valores sobre los 3600 g de CHOs publicitados en total durante el período de observación. Aceites, margarinas y mayonesas fueron los subgrupos con mayor cantidad de GT y GS publicitados con valores entre 2700 g y 3200 g de GT y, entre 360 g y 500 g de GS. En último lugar, los subgrupos mayonesas, margarinas y cereales para el desayuno corresponden a los subgrupos de alimentos con mayor cantidad de sodio publicitado, observándose más de 21000 mg de este nutriente en cada uno de los grupos mencionados (tabla 4). DISCUSIÓN El hábito de ver TV es un factor predisponente para el desarrollo de la malnutrición por exceso, debido a que favorece el sedentarismo y un mayor consumo de alimentos, especialmente de aquellos publicitados a través de este medio de comunicación9,10. El ambiente obesigénico (mirar TV junto con la publicidad y estrate- Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):41-53 Respecto al contenido nutricional de los grupos de alimentos con mayor duración o frecuencia se aprecia que en promedio una porción de bebidas o jugos aporta 80 calorías, una de cereales (pan, arroz, fideos y cereales para el desayuno) 147 calorías, una de lácteos (leche, queso y yogurt) 112 calorías y una de golosinas o snacks (dulces, chicles, postres, galletas saladas) 257 calorías20. Al analizar estos datos y estimar en términos porcentuales cuánto representa el aporte de energía de una porción de alimentos de cada uno de los cuatro grupos con mayor frecuencia y/o duración observada (bebidas e infusiones, lácteos, golosinas y snacks y cereales) respecto al requerimiento energético de una comida (desayuno, almuerzo, once o cena) para un niño(a) de seis años con una actividad física liviana y 21,7 kg de peso, cuyo requerimiento es de 1350 kilocalorías30 y una distribución equitativa por cada comida de 340 kilocalorías; se observa que una porción de bebidas o jugos contribuye al 24%, una porción de cereales al 43%, una porción de lácteos al 33% y una porción de golosinas o snacks al 76% de los requerimientos energéticos de un niño(a) durante una comida. Lo señalado, es relevante dado que estos productos alimentarios son característicos de la dieta chilena, de consumo cotidiano y principales aportadores de nutrientes críticos tales como azúcares agregados, GS y sodio15,31, productos de alta densidad energética que se relacionan con la ganancia de peso en la población, y por tanto podrían ser uno de los factores del sobrepeso y de la obesidad32. Asimismo, si determinamos una distribución de macromoléculas de un P% de 10, un G% de 30 (con un máximo de 10% de GS) y un CHO% de 60, correspon- 49 PUBLICIDAD ALIMENTARIA SEGÚN GRUPOS Y SUB-GRUPOS DE ALIMENTOS EN LA TELEVISIÓN DE CHILE Tabla 4. Nutrientes críticos publicitados por 100 g o ml de producto alimentario según grupo y sub-grupo de alimentos. Total periodo (g ; mg). Carbohidratos Simples (g) Grasas Totales (g) Grasas Saturadas (g) Sodio (mg) 462.6 8689.5 1703.6 76063.0 - Aceites 0.0 3128.0 498.0 28.0 - Margarinas 19.9 2812.0 838.6 26730.0 - Mayonesas 442.7 2749.5 367.0 49305.0 BEBIDAS ALCOHÓLICAS s/i s/i s/i s/i BEBIDAS E INFUSIONES 8771.5 204.6 184.4 21999.0 - Agua Mineral 152.0 0.0 0.0 958.0 - Bebidas Gaseosas 3346.6 0.0 0.0 2646.0 - Bebidas Hidratantes 121.0 0.0 0.0 963.0 - Café 980.0 2.4 0.0 1800.0 - Jugos 3709.3 17.7 2.4 10953.0 - Té 462.6 184.5 182.0 4679.0 3.6 280.2 73.4 9232.0 - Pescado 3.6 18.4 3.2 2216.0 - Pollo 0.0 212.8 57.6 2816.0 - Vacuno 0.0 49.0 12.6 4200.0 CEREALES 7731.2 398.2 97.5 24020.4 - Arroz 2964.0 42.9 0.0 530.4 - Cereales Desayuno 1451.2 274.1 96.5 21784.0 - Fideos 3204.0 76.0 0.0 620.0 - Pan 112.0 5.2 1.0 1086.0 s/i s/i s/i s/i 7498.5 1209.7 414.2 22840.0 1278.0 19.8 9.0 1188.0 - Chicles 70.0 13.0 0.0 11.0 - Chocolates 260.0 145.0 55.0 2500.0 - Helados 518.4 0.0 0.0 294.0 - Postres 4299.1 426.9 275.5 4963.0 - Snacks 1073.0 605.0 74.7 13884.0 LÁCTEOS 5107.7 1251.8 682.5 35582.0 - Leche 1324.2 151.6 37.0 5029.0 - Queso 123.3 512.7 313.8 15870.0 - Yogurt 3660.2 587.5 331.7 14683.0 3373.8 28.0 0.0 30278.0 Grupo y Sub-Grupo de Alimentos ACEITES Y GRASAS CÁRNEOS COMIDA CHATARRA GOLOSINAS Y SNACKS - Caramelos OTROS 50 Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):41-53 NUTRICIÓN CLÍNICA diente a un requerimiento de 34 g de proteínas, 45 g de GT, 15 g de GS y 203 g de CHOs, y considerando una recomendación de consumo de 2000 mg de sodio; podemos ejemplificar cuánto sería la contribución de los productos publicitados por porciones en la alimentación diaria de este infante. Por tanto, una porción de bebidas e infusiones contribuye al 10,2% de los requerimientos de CHOs, al 1,8% de GT, al 5,3% de GS y al 2,5% de sodio; mientras que una porción de cereales contribuye a un 12% de CHOs, un 3,2% de GT, un 3,7% de GS y un 6,6% de sodio. Del grupo golosinas y snacks, 100 g de alguno de estos productos contribuye a un 19,9% de CHOs, un 24,9% de GT, un 21% de GS y un 10,5% de sodio, y del grupo lácteos una porción contribuye al 11,5%, 16,9%, 32% y 11,4%, respectivamente. Conjuntamente, al considerar el aporte de nutrientes críticos por porción de consumo, por ejemplo de CHOs, se aprecia que una porción de bebidas gaseosas (200ml) y una porción de cereales de desayuno(30g) y un snacks dulce (50g) representan más de un tercio de las recomendaciones de CHOs diarias de un infante de 6 años. El análisis realizado en relación al aporte energético y de nutrientes críticos de los grupos de productos alimentarios con mayor frecuencia y/o duración dentro de la programación televisiva, puede señalar que la contribución media de una porción de productos alimentarios de los distintos grupos analizados representa un porcentaje importante de las necesidades nutricionales diarias de un infante. Si bien es cierto, este estudio no presenta como objetivo clasificar los grupos, subgrupos ni los alimentos en saludables y no saludables, se puede desprender que dado el alto contenido de nutrientes críticos de los grupos de alimentos con mayor participación publicitaria, estaríamos frente a alimentos que podrán ser considerados no saludables. La obesidad y ENT son causadas por una serie de factores, los que no actúan de manera aislada, sino de manera conjunta e interrelacionada. No obstante, una de las causas en desarrollo de estas patologías es el hábito de ver TV, relación que ha sido evidenciada en diversos estudios y confirmada por organizaciones internacionales, las cuales han propuestos diferentes directrices para poder enfrentar este factor en la población, especialmente en la infantil5-7. Por ello, y analizando los resultados de este estudio, es necesaria la regulación de la PA en la TV, especialmente, porque la PA presenta un efecto sobre las preferencias y compras de Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):41-53 Y DIETÉTICA HOSPITALARIA la población10, y porque los productos alimentarios publicitados presentan una alta densidad energética y de nutrientes críticos. Hay evidencias que señalan que las estrategias poblacionales de regulación de la PA no saludable son costo efectivas33,34. En este aspecto, varios países han comenzado a implementar estrategias de regulación de la PA y de incorporación de mensajes saludables en la publicidad, no obstante, según el estudio de Fernández Gómez y Díaz-Campo (2014), la adherencia de la industria no ha sido suficiente a lo esperado, haciendo énfasis en la necesidad de concienciación de la industria en esta materia35. En Chile, se ha propuesto el Proyecto de Ley sobre composición nutricional y su publicidad, que corresponde a una política pública de tipo poblacional, con una clara orientación en los menores de edad, favoreciendo la protección de los niños(as) frente a la PA sin regulación de alimentos altos en nutrientes críticos, factores de riesgo para el desarrollo de obesidad y ENT17. Sin embargo, es un proyecto relativamente nuevo, sus resultados y evaluación de impacto aún no se encuentran disponibles, siendo importante señalar que el monitoreo y evaluación sistemática de esta ley permitirá evaluar, si es efectiva, factible de mejorar o será necesaria la implementación de otras medidas. CONCLUSIONES En síntesis, los grupos de alimentos que presentaron una mayor frecuencia y/o duración dentro de la programación publicitaria estudiada correspondieron a bebidas e infusiones, lácteos, cárneos y cereales, mientras que los subgrupos fueron bebidas gaseosas, yogurt, té y jugos, grupos y subgrupos que representaron más del 50% de la PA observada. Cabe destacar que estos grupos también fueron quienes presentaron un mayor contenido promedio de nutrientes críticos (CHOs, GT, GS y/o sodio) y una mayor cantidad total de nutrientes críticos publicitados. Se puede destacar que los grupos mencionados, corresponden a grupos de alimentos de alto consumo en la población chilena, los cuales además se caracterizan por su alto contenido de CHOs, GT, GS y sodio, nutrientes asociados con alimentos no saludables y de riesgo en el desarrollo de sobrepeso, obesidad y ENT. No obstante, es importante mencionar que si bien la PA puede tener un efecto sobre la ganancia de peso, este factor predisponente no es la única causa, sino 51 PUBLICIDAD ALIMENTARIA SEGÚN GRUPOS Y SUB-GRUPOS DE ALIMENTOS EN LA TELEVISIÓN DE que es posible que actúe de forma sumativa junto con otros factores. La literatura ha demostrado que la PA tiene influencia sobre las preferencias alimentarias y opciones de compra de las personas, especialmente de los más pequeños; por lo cual, conocer cómo se comporta la PA en la TV puede contribuir para orientar a los responsables del cuidado de los menores respecto de la PA a la cual están expuestos sus niños(as), y a los gobiernos para implementar medidas de control sobre estos anuncios, tal cual se ha hecho en países como Inglaterra, España, México y ahora en los últimos años en Chile. BIBLIOGRÁFIA 1. Organización Mundial de la Salud. Enfermedades No Transmisibles: perfiles de países. [En línea]. 2014 [Consulta el 15 de Diciembre de 2014]. Disponible en: http://www.who.int/nmh/ countries/chl_es.pdf?ua=1. 2. Chile. Ministerio de Salud. Resultados Encuesta Nacional de Salud ENS Chile 2009–2010. Santiago: MINSAL, 2010. 3. Chile. Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas. Departamento de Planificación y Estudios. Informe mapa nutricional 2013. 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Facultad de Psicología, Universidad de Murcia, España. Recibido: 15/septiembre/2015. Aceptado: 5/noviembre/2015. RESUMEN Introducción: Existen diferentes factores que pueden determinar el origen de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). Podemos destacar entre ellos presentar un elevado Índice de Masa Corporal (IMC) y una percepción distorsionada del propio peso, ya que ambos pueden conducir a la insatisfacción corporal y a la realización de conductas nocivas de alto riesgo. Objetivo: Analizar la relación entre el IMC, la percepción de peso y determinados factores psicológicos de los TCA, en estudiantes universitarios. Métodos: Participaron 248 estudiantes universitarios, con una edad media de 23,43 años. El 10,1% presenta algún tipo de delgadez o bajo peso, y el 17,9% muestran sobrepeso. Se empleó el Inventario de Trastornos de la Conducta Alimentaria (EDI-3), un cuestionario ad hoc de percepción de peso y se obtuvo el IMC. Resultados: Se registran correlaciones significativas de signo positivo entre el IMC y obsesión por la delgadez e insatisfacción corporal en mujeres, sujetos con sobrepeso y quienes consideran deben perder peso. Existen diferencias significativas entre los sujetos con sobrepeso y las escalas de obsesión por la delgadez, insatisfacción corporal, bulimia, perfeccionismo y ascetismo. Los sujetos con deseo de perder peso presentan mayor obsesión por la delgadez, la bulimia, la insatisfacción corporal y la baja autoestima. Conclusiones: Un mayor IMC se relaciona con una mayor obsesión por la delgadez e insatisfacción corporal, factores de riesgo de TCA, mostrando los sujetos mayor preocupación por el cuerpo, las dietas y miedo a engordar, además de descontento con la forma de su cuerpo. Estas características también son definitorias de sujetos con sobrepeso y quienes afirman su necesidad por perder peso. PALABRAS CLAVE Trastornos de la conducta alimentaria, índice de masa corporal, percepción de peso, insatisfacción corporal, estudiantes universitarios. ABSTRACT Correspondencia: Mª Ángeles Castejón Martínez macastejon@ucam.edu 54 Introduction: There are many factors that can influence the origin of eating disorders. We would like to highlight a high Body Mass Index (BMI) and a distorted Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):54-63 NUTRICIÓN CLÍNICA weight perception, These as both can induce lead to body dissatisfaction and high risk conducts. Objective: To analyze the relationship between body mass index, weight perception and certain psychological factors of eating disorders in college students. Methods: 248 students took part, with an average age of 23.43 years. 10.1% of the sample had low weight and 17.9% was overweight. The Inventory of Eating Disorders (EDI-3) and a questionnaire on weight perception were used and the body mass index was obtained. Results: There are significant positive correlations between the BMI, the obsession for being thin and body dissatisfaction in women, as well as between overweight participants and those who consider they should lose weight. Besides, there are significant differences in overweight participants regarding obsession for being thin, body dissatisfaction, bulimia, perfectionism and ascetism. The participants that wish to lose weight show a higher obsession for being thin, bulimia, body dissatisfaction and low self-esteem. Conclusions: A higher body mass index is related to a more significant obsession for being thin, body dissatisfaction and eating disorder risk factors. These students are more worried about their body, dieting and fear of getting fat, they are also dissatisfied with their body shape. These characteristics also define overweight respondents and those that confirm their need to lose weight. KEYWORDS Eating disorders, body mass index, weight perception, body dissatisfaction, college students. Y DIETÉTICA HOSPITALARIA tualidad los hábitos y modelos alimentarios han provocado un importante impacto en el vínculo cuerpo-alimentación y en los valores estéticos corporales, lo cual ha estimulado la obsesión por un bajo peso y la tendencia a querer alcanzar una figura delgada idealizada, lo que conlleva, en algunos casos, el desarrollo de conductas de riesgo, favoreciendo de esta forma el surgimiento de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA en adelante)2. Los TCA son enfermedades graves marcadas por alteraciones en el comportamiento, con rasgos psicopatológicos, relacionadas con el acto de comer, con la imagen corporal y con el desarrollo de la identidad, siendo afecciones estrechamente ligadas a la idolatría por la delgadez que afectan principalmente a mujeres adolescentes3. Hasta el momento los TCA más comunes eran la Anorexia Nerviosa, la Bulimia Nerviosa y el Trastornos Alimentarios No Especificados, pero tras la publicación de la Quinta Edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5)4, se han producido cambios que afectan a la clasificación de los TCA lo cuan se ha traducido en una reducción de la frecuencia de los Trastornos Alimentarios No Especificados, debido a la disminución del umbral para el diagnóstico de AN y BN; y a la adición del Trastorno por Atracón como un diagnóstico específico5. En relación a su etiología, muchas investigaciones coinciden en aportar un origen multidimensional o multicausal, así las principales explicaciones giran alrededor de una serie de factores genéticos, biológicos y psicosociales, como presiones sociales o fuerzas culturales6, y destacando elementos como la preocupación por la figura y el seguimiento de dietas de adelgazamiento, entre otros muchos, como importantes conductas de riesgo7. INTRODUCCIÓN Por tanto, son muchos los factores en el origen de los TCA, y entre ellos una alteración de la imagen corporal o insatisfacción corporal se ha considerado clave dentro de los posibles factores predisponentes a las distorsiones en la percepción del tamaño corporal, estableciéndose como un criterio diagnóstico de TCA en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5)4, y en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10)8. Por esta razón, uno de los ejes centrales en relación al estudio de los TCA ha sido la distorsión de la imagen corporal. La conducta alimentaria es el conjunto de acciones que lleva a cabo un individuo en respuesta a una motivación biológica, psicológica y sociocultural, todas éstas vinculadas a la ingestión de alimentos1. En la ac- La imagen corporal se define como la representación mental de diferentes aspectos de la apariencia física formada por tres componentes, el perceptivo, el cognitivo-afectivo y el conductual9. Una inadecuada percep- ABREVIATURAS IMC: Índice de Masa Corporal. TCA: Trastornos de la Conducta Alimentaria. DSM-5: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, Quinta edición. CIE-10: Clasificación Internacional de Enfermedades. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):54-63 55 RELACIÓN DEL ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PERCEPCIÓN DE PESO Y VARIABLES RELACIONADAS CON LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA EN ESTUDIANTES... ción o la alteración de la imagen corporal supone un desequilibrio o perturbación en sus componentes10, y tiene una participación causal en los TCA, aspecto alarmante que se inicia en la adolescencia, pero que sigue considerándose un factor de riesgo en la adultez. Precisamente la insatisfacción con el propio cuerpo y el peso propicia la aparición de conductas de control de peso como son el seguimiento de dietas alimentarias11. Del mismo modo siguiendo otras investigaciones, podemos afirmar que los sujetos cuyo IMC se sitúa por encima de la normalidad además de ser los que mayor riesgo tienen de desarrollar TCA, son los que más han interiorizado el modelo estético de la delgadez y están más insatisfechos con su imagen corporal18. Por tanto la insatisfacción corporal, entendida como la discrepancia entre la imagen corporal autopercibida y la imagen corporal ideal, es un constructo complejo que engloba percepciones, pensamientos, sentimientos y comportamientos referentes al propio cuerpo12. Su aparición, se asocia con consecuencias psicosociales negativas que pueden ser precursoras de desajustes psicológicos, como la angustia emocional, comportamientos de evitación a la comida o purgativos relacionados con trastornos de la conducta alimentaria, depresión e incluso ideación suicida13. En otro estudio, llevado a cabo con estudiantes universitarios de la universidad de Navarra, se afirma que las mujeres a diferencia de los hombres presentan mayor distorsión en su percepción de la imagen corporal y tienden más a sobreestimar su IMC, a pesar de que son los hombres quienes tienen un mayor IMC y peso corporal y muestran una tendencia a subestimar su IMC. Por otro lado, se concluye que la percepción de la imagen corporal se ve influenciada por el grado de sobrepeso/obesidad, y son los estudiantes con sobrepeso/obesidad quienes tienden a subestimar su IMC y los estudiantes con normopeso y bajo peso sobreestiman su IMC19. La investigación epidemiológica actual sobre TCA no solamente se dirige hacia el estudio de los cuadros clínicos, sino también a los comportamientos alimentarios desajustados y variables cognitivas asociadas en relación a la percepción de la imagen corporal para determinar los factores de riesgo y detectar a los sujetos más vulnerables11. Diferentes investigaciones muestran que más del 60% de los estudiantes universitarios se perciben de forma errónea, sobreestimando su IMC, y que más de la mitad de los estudiantes tienen un juicio valorativo distorsionado de su IMC, siendo los varones los que muestran una percepción corporal más real, mientras que las mujeres tienden a sobreestimar su IMC20. Existe unanimidad en señalar la importancia de factores socioculturales relacionados con la cultura de la delgadez, además de factores biológicos relacionados con el índice de masa corporal (IMC en adelante).El IMC es un indicador del estado nutricional y calculado a partir del peso corporal en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros (IMC= peso (Kg)/alturam2), siendo uno de los indicadores más estudiados como factor de riesgo ligado a los TCA14. En relación al IMC, diferentes estudios muestran que al incrementarse su valor, aumenta la distancia entre la figura real y la “ideal”, y en la mayoría de los casos crece la insatisfacción corporal. Por ello esta variable es considerada un buen predictor de riesgo para los TCA, hipótesis que ha sido objeto de diferentes trabajos15, en los cuales se le ha relacionado con algunos otros factores asociados a estos padecimientos, como las conductas alimentarias de riesgo16, e influencia sociocultural. En la misma línea, diversas investigaciones sugieren que los individuos con extrema delgadez, con anorexia nerviosa o con bulimia nerviosa, presentan cierto grado de insatisfacción corporal y de la imagen corporal personal distorsionada17. 56 OBJETIVO Por todo ello, el objetivo de este estudio es analizar la relación entre el IMC, la percepción de peso y determinados factores psicológicos de los TCA, en estudiantes universitarios. MÉTODO Muestra Los participantes fueron 248 estudiantes universitarios no diagnosticados de TCA previamente al estudio, 140 mujeres (56,5%) y 108 hombres (43,5%), con una edad media de 23,43 años (DT=3,98), y un rango de edades entre los 19 y 39 años. La muestra está conformada por estudiantes pertenecientes a universidades públicas, como privadas de la Comunidad Autónoma de Murcia, matriculados en los grados de Educación, Psicología y Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Del total, 25 sujetos (10,1%) presentan algún tipo de delgadez o bajo peso (23 mujeres y 2 hombres), mientras 42 (17,9%) muestran un IMC que los sitúa en al- Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):54-63 NUTRICIÓN CLÍNICA guno de los grupos de sobrepeso (13 mujeres y 29 hombres). Entre los sujetos con bajo peso, 8 (32,0%) señalan insatisfacción con su peso, frente a 17 (68,0%) que indican satisfacción. Las proporciones son muy diferentes entre quienes presentan sobrepeso, ya que hasta 42 (89,4%) afirman insatisfacción. Tabla 1. Estado nutricional de los sujetos según clasificación de la Organización Mundial de la Salud Mujeres n (%) Hombres n (%) Total N (%) Delgadez moderada 1 (0,4) 0 (0,0) 1 (0,4) Delgadez leve 22 (8,9) 2 (0,8) 24 (9,7) 104 (41,9) 77 (31,1) 181 (73,0) Preobeso 10 (4,0) 27 (10,9) 37 (14,9) Obesidad leve 0 (0,0) 2 (0,8) 2 (0,8) Obesidad media 2 (0,8) 0 (0,0) 2 (0,8) Obesidad mórbida 1 (0,4) 0 (0,0) 1 (0,4) 140 (56,5%) 108 (43,5%) 248 (100%) Normal Total: N (%) Para un apropiado análisis, se realizan varias clasificaciones de la muestra. Por una parte, se divide en sujetos con bajo peso (n=25), peso normal (n=181) y sobrepeso (n=42). Además se realiza una agrupación de los participantes según su percepción de peso: acuerdo o satisfacción con su peso (n=61), sujetos que consideran la necesidad de perder peso (n=135) y aquellos que desea más o ganar peso (n=52). Instrumentos Se emplea el Inventario de Trastornos de la Conducta Alimentaria (EDI-3) de Garner21, en su adaptación española22. El instrumento está compuesto por 91 ítems distribuidos en 12 escalas principales y seis índices que se obtienen sumando las puntuaciones T de dos o más escalas. Tres de las escalas principales (Obsesión por la delgadez (DT), Bulimia (B) e Insatisfacción corporal (BD)) se denominan escalas de riesgo de TCA, y varias investigaciones han demostrado que puntuaciones altas en estas escalas indican en el sujeto un mayor riesgo de desarrollar un TCA. Las nueve escalas restantes (Baja Autoestima (LSE), Alienación Personal (PA), Inseguridad Interpersonal (II), Desconfianza Inter- Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):54-63 Y DIETÉTICA HOSPITALARIA personal (IA), Déficits Introceptivos (ID), Desajuste Emocional (ED), Perfeccionismo (P), Ascetismo (A) y Miedo a la Madurez (MF)) evalúan constructos psicológicos que son conceptualmente relevantes en el desarrollo y mantenimiento de los TCA. El EDI-3 también introduce tres agrupaciones de ítems que proporcionan información adicional respecto a algunas áreas específicas de interés22. Por otra parte, el EDI-3 proporciona seis Índices que adicionan los totales de diversas escalas y llevan la suma a puntuación T. Estos índices permiten obtener el perfil clínico de los pacientes: Riesgo de Trastorno Alimentario (reúne los ítems de las tres escalas de riesgo), Ineficacia, Problemas Interpersonales, Problemas Afectivos, Exceso de Control y Desajuste Psicológico General (reúne los ítems no incluidos en el índice de riesgo, es decir los de las nueve escalas de características psicológicas)22. El inventario cuenta, además, con una “Forma de Referencia” conformada por los 25 ítems correspondientes a las escalas de riesgo diseñadas para evaluar, junto con información adicional, riesgo de trastorno alimentario. El EDI-3 incluye, a su vez, tres escalas de validez que permiten detectar patrones de respuesta inconsistentes o extraños22. Cada ítem se responde mediante escala tipo Likert, con seis opciones de respuesta (nunca=0, casi nunca=1, a veces=2, a menudo=3, casi siempre=4 y siempre=5).En relación con la estabilidad, Garner19 obtiene coeficientes excelentes en población clínica adolescente y adulta (r=.98 para el Índice de Riesgo de Trastorno Alimentario) en estabilidad test-retest. Además, las escalas muestran coeficientes de consistencia interna adecuados tanto para la muestra clínica (entre α= .74 y α= .96), como para la muestra no clínica (entre α= .46 y α= .95), También se hallaron evidencias de validez de constructo y criterio. También se administra un cuestionario ad hoc mediante el cual se obtiene información relativa a datos sociodemográficos y percepción de la imagen corporal. Se anotó su peso actual, altura, peso deseado aproximado, y se preguntó sobre su percepción de peso, concretamente se realizó la siguiente pregunta: “Teniendo en cuenta mi altura, constitución de mi cuerpo y mi edad, creo que: 1. Tengo el peso adecuado, 2. Necesito perder peso, 3. Necesito ganar peso”. 57 RELACIÓN DEL ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PERCEPCIÓN DE PESO Y VARIABLES RELACIONADAS CON LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA EN ESTUDIANTES... El IMC se empleó para evaluar el estado nutricional de los sujetos, ya que constituye un indicador antropométrico de fácil aplicación y bajo costo, resultando de gran valor para informar sobre la forma en que la masa del individuo se distribuye por unidad de área corporal de manera precisa y exacta23. Procedimiento Se contactó con los responsables de las titulaciones objeto de estudio, con el fin de explicar los objetivos del trabajo y solicitar permiso para la recogida de datos. Una vez obtenido el visto bueno, se procedió a contactar con los diferentes profesores que impartían clase en los cursos y aulas seleccionados, con el fin de solicitar su colaboración para la aplicación de las pruebas. El muestreo fue de tipo no aleatorio y por conveniencia. Los cuestionarios fueron contestados de forma, anónima y colectivamente en el aula, tras la explicación a los participantes de los objetivos del estudio, la relevancia de su participación, y el trato confidencial que recibirían los datos obtenidos. La participación de los estudiantes era voluntaria, pudiendo desistir en cualquier momento y no existiendo ningún tipo de compensación por su participación. Para poder cumplimentar los cuestionarios fue condición necesaria que los estudiantes firmaran un consentimiento de participación en el estudio. Los investigadores estuvieron presentes durante la aplicación de las pruebas, supervisando la correcta cumplimentación de los datos y resolviendo las posibles dudas que pudieran surgir. Análisis de datos Se emplearon métodos estadísticos estándar para el cálculo de las medias y la desviación estándar (DE). Se realizó un análisis de correlación (coeficiente de Pearson) para observar las pautas de variación común entre las puntuaciones en las escalas psicológicas y el IMC en los diferentes grupos. Para examinar las diferencias en escalas del EDI-3 entre mujeres y hombres, y entre grupos de bajo y alto peso en escalas del EDI3 según el IMC, se realiza la prueba t de Student para muestras independientes, y para conocer el tamaño o magnitud de las diferencias encontradas se calculó el tamaño del efecto (d) de Cohen. Para analizar las diferencias entre grupos en las escalas psicológicas en función de la percepción de peso se utilizó el análisis de varianza (ANOVA), y comparaciones post-hoc (Scheffé). En todo caso se consideró un nivel de significación estadística del 5% (p≤ 0,05).Para este análisis estadístico 58 se empleó el paquete informático SPSS para windows (versión 19.0, SPSS Inc., Chicago, Ilinois, EEUU). RESULTADOS Los resultados del análisis de correlaciones entre las escalas psicológicas del EDI-3 y el IMC de los diferentes grupos se presentan en la Tabla 2. Si bien son encontradas numerosas correlaciones estadísticamente significativas, destacan por su magnitud moderada las correlaciones entre el IMC de mujeres, sujetos con sobrepeso y quienes desean menos peso con las escalas Obsesión por la delgadez e Insatisfacción corporal. Por otro lado, las correlaciones son de signo negativo entre el IMC de sujetos con bajo peso y las escalas Baja autoestima y Miedo a la madurez. Respecto a las diferencias entre grupos, existen diferencias estadísticamente significativas entre sexos en varias escalas, concretamente, los promedios de las mujeres son superiores en Obsesión por la delgadez (t245,994=3,077; p=0,002: d=0,399) e Insatisfacción corporal (t246=3,462; p=0,001; d=0,431), mientras las medias de los hombres son más elevadas en Desajuste emocional (t213,401= -2,755; p=0,006; d=0,357), Perfeccionismo (t191,815= -2,182; p=0,030; d=0,288) y Ascetismo (t246= -2,348; p=0,020; d=0,301). El análisis comparativo entre grupos de peso según su IMC y acuerdo con su peso (ver Tabla 3) mostró diferencias estadísticamente significativas (X2=57,43; p<0,001). Profundizando en este análisis, señalar que entre quienes están de acuerdo con poseer un peso adecuado, el 52,5% son mujeres y el 47,5% hombres, pero sin embargo entre quienes perciben la necesidad de perder peso (n=135) un 64,4% son mujeres frente a un 35,6% de hombres, y quienes perciben necesidad de ganar peso, el 40,4% son mujeres y el 59,6% hombres, existiendo diferencias significativas (p<0,01). Ante la gran diferencia de sujetos en cada grupo, se realiza únicamente una comparación entre grupos de bajo peso y sobrepeso. Son encontradas diferencias significativas de gran magnitud en Obsesión por la delgadez e Insatisfacción corporal, y de magnitud moderada en Bulimia, Perfeccionismo y Ascetismo (ver Tabla 4). En todas ellas los promedios son superiores en el grupo de sobrepeso. Según la percepción de peso de los participantes en el estudio (Tabla 5), son halladas diferencias estadísticamente significativas en Obsesión por la delgadez (p<0,001), Bulimia (p<0,05) e Insatisfacción corporal Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):54-63 NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA Tabla 2. Correlaciones entre el Índice de Masa Corporal (IMC) según grupos y escalas del Eating Disorder Inventory (EDI-3). 1 2 3 4 5 6 7 8 9 IMC Obsesión por la delgadez 0,370** 0,596** 0,308** -0,084 0,190* 0,550** <0,001 0,561** 0,299** Bulimia 0,184** 0,224** 0,151 -0,200 0,059 0,276 0,092 0,103 0,200 Insatisfacción corporal 0,365** 0,525** 0,303** -0,375 0,122 0,582** 0,048 0,389** -0,081 Baja autoestima 0,121 0,215* 0,018 -0,535** -0,020 0,487* -0,004 0,109 -0,001 Alienación personal 0,135* 0,217* -0,030 -0,314 0,021 0,327* 0,089 0,060 0,210 Inseguridad interpersonal 0,017 -0,002 -0,003 <0,001 -0,099 0,187 -0,026 -0,017 0,040 Des. interpersonal -0,004 0,016 -0,103 0,057 -0,053 -0,109 0,122 -0,122 0,181 Déficits introceptivos , 0060 0,026 0,089 -0,256 0,004 0,084 -0,010 -0,037 0,206 Desajuste emocional 0,072 0,070 -0,039 -0,067 0,076 0,009 0,054 0,018 0,114 Perfeccionismo 0,175** 0,235** 0,040 -0,340 0,065 0,220 0,257* 0,119 0,273 Ascetismo 0,199** 0,294** -0,012 -0,240 0,100 0,343* 0,302* 0,113 0,288* 0,011 0,015 -0,011 -0,439* -0,014 0,065 -0,028 -0,049 0,025 Miedo a la madurez Nota: *p <0,05; **p <0,01; 1: Muestra total (n=248); 2: Mujeres (n=140), 3: Hombres (n=108); 4: Bajo peso (n=25); 5: Peso normal (n=181); 6: Sobrepeso (n=42); 7: Acuerdo con su peso (n=61); 8: Necesita perder peso (n=135); 9: Necesita ganar peso (n=52). Tabla 3. Percepción de peso según grupos de Índice de Masa Corporal (IMC). Bajo peso n (%) Peso normal n (%) Sobrepeso n (%) Total N (%) Acuerdo con peso 8 (3,2) 50 (20,2) 3 (1,2) 61 (24,6) Necesita perder peso 1 (0,4) 96 (38,7) 38 (15,3) 135 (54,4) Necesita ganar peso 16 (6,5) 35 (14,1) 1 (0,4) 52 (21,0) 25 (10,1%) 181 (73,0%) 42 (16,9) 248 (100%) Total (p<0,001) del grupo que considera necesitar perder peso respecto a los otros dos, de acuerdo y el de deseo de más peso. En Baja autoestima (p<0,001) las comparaciones post-hoc muestran diferencias entre el grupo de menos peso y de acuerdo (p<0,05). DISCUSIÓN El objetivo de este estudio ha sido examinar la relación entre el IMC, la percepción de peso y factores psicológicos de los TCA. Los resultados del presente estudio aportan muchos datos que confirman conclusiones y planteamientos de la investigación previa. De los di- Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):54-63 ferentes análisis destaca el fundamental papel de diferentes variables, especialmente el ejercido por Obsesión por la delgadez e Insatisfacción corporal, ambas escalas de riesgo de TCA. Son obtenidas correlaciones significativas entre el IMC de mujeres, sujetos con sobrepeso, y quienes perciben la necesidad de perder peso, con ambas escalas. Además los participantes con bajo peso y sobrepeso presentan diferencias de gran magnitud en las mismas, así como puntuaciones significativamente superiores en ambas de aquellos sujetos que consideran deben perder peso, frente a quienes consideran poseer un peso adecuado o consideran deben ganar peso. 59 RELACIÓN DEL ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PERCEPCIÓN DE PESO Y VARIABLES RELACIONADAS CON LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA EN ESTUDIANTES... Tabla 4. Diferencias de medias en escalas del Eating Disorder Inventory (EDI-3) entre grupos de bajo y alto peso según Índice de Masa Corporal (IMC). Bajo Peso(n=25) Sobrepeso (n=42) M (DT) M (DT) Obsesión por la delgadez 2,68 (3,91) Bulimia t p d 11,00 (7,945) -5,721 <0,001. 1,218 1,96 (2,354) 4,64 (6,024) -2,575 0.013 0,530 Insatisfacción corporal 7,60 (6,390) 15,81 (10,818) -3,905 0.009 0,859 Baja autoestima 3,36 (3,246) 3,95 (4,596) -,553 0.582 0,140 Alienación personal 3,08 (2,798) 4,76 (4,242) -1,765 0.082 0,439 Inseguridad interpersonal 5,28 (4,449) 5,83 (4,632) -,480 0.633 0,118 Desconfianza interpersonal 5,04 (3,878) 5,86 (4,735) -,729 0.469 0,182 Déficits introceptivos 4,40 (3,582) 6,00 (5,468) -1,304 0.197 0,324 Desajuste emocional 3,56 (4,204) 4,67 (5,173) -,906 0.369 0,226 Perfeccionismo 4,96 (2,715) 7,79 (5,154) -2,934 0.005 0,658 Ascetismo 2,68 (2,428) 5,50 (4,186) -3,490 0.001 0,765 Miedo a la madurez 11,40 (4,082) 11,40 (6,274) -,003 0,997 <0,001 Tabla 5. Diferencias de medias en escalas del Eating Disorder Inventory (EDI-3) según grupos de percepción de peso. Peso adecuado (n=61) Necesita menos peso (n=135) Necesita más peso (n=52) M (DT) M (DT) M (DT) Obsesión por la delgadez 4,48 (4,526) 11,17 (7,449) 2,98 (3,084) 45,729** Bulimia 2,51 (3,360) 4,47 (5,654) 2,46 (3,461) 5,303** Insatisfacción corporal 4,98 (5,581) 14,34 (8,795) 6,54 (6,105) 40,395** Baja autoestima 2,08 (3,504) 3,75 (3,998) 3,10 (3,483) 4,112* Alienación personal 3,57 (3,500) 4,81 (4,114) 3,77 (3,974) 2,657 Inseguridad interpersonal 4,54 (4,300) 5,96 (5,067) 5,87 (5,088) 1,860 Desconfianza interpersonal 5,18 (4,064) 5,90 (4,526) 5,27 (3,515) 0,793 Déficits introceptivos 5,28 (5,426) 6,31 (5,789) 4,27 (4,078) 2,870 Desajuste emocional 3,75 (4,512) 4,64 (4,448) 3,81 (4,325) 1,070 Perfeccionismo 6,93 (4,230) 7,23 (4,415) 6,48 (3,998) 0,582 Ascetismo 5,03 (3,568) 5,29 (4,079) 3,94 (4,531) 2,083 Miedo a la madurez 9,11 (5,000) 10,37 (5,397) 10,47 (5,357) 2,165 F Nota:*p <0,05; **p <0,01. 60 Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):54-63 NUTRICIÓN CLÍNICA La escala de obsesión por la delgadez del EDI-3 integra preguntas que evalúan el deseo de estar más delgado, preocupaciones por la alimentación y por el peso, y el miedo a engordar. Es un elemento central asociado al inicio y mantenimiento de los síntomas de los TCA en muestras clínicas, ya demás altas puntuaciones en la misma constituyen un importante factor de riesgo para el desarrollo de síntomas en muestras no clínicas21,22. Por su parte, la insatisfacción corporal expresa el descontento con la forma del cuerpo y el tamaño de determinadas partes del mismo, y se caracteriza por la presencia de juicios valorativos sobre el cuerpo que no coinciden con las características reales24. Las personas insatisfechas con su cuerpo muestran una tendencia a ocultarlo, someterse a dietas y ejercicio excesivo, y evitar situaciones sociales en donde puedan ser objeto de la mirada de otros25. De igual modo debemos destacar la tercera escala de riesgo de TCA del EDI-3, la escala Bulimia, o tendencia a sufrir atracones o ataques incontrolados de ingesta de comida, y a pensar en ellos22. Si bien en nuestro estudio no existe una importante correlación entre las puntuaciones en bulimia y el IMC, encontramos diferencias entre los grupos de sobrepeso y de bajo peso, y de los participantes que consideran necesitar perder peso respecto a quienes están de acuerdo o desean más peso. Altas puntuaciones en bulimia describen a personas con tendencia a los atracones, y con comportamientos como ingerir gran cantidad de comida a escondidas y en respuesta a estados emocionales desagradables22. El culto a la excesiva delgadez, desgraciadamente extendido en las sociedades industrializadas, ha ocasionado cambios drásticos en la forma de percibir el cuerpo y la figura, generando patrones de pensamiento distorsionados y desadaptativos. Por ello, la presión por alcanzar esa delgadez, y las dificultades por alcanzarla, promueven la insatisfacción con el propio cuerpo y esquemas anormales de percepción. En estudios previos se ha remarcado la importancia de la alteración de percepción de la imagen corporal como un síntoma precoz para la detección de TCA, como la anorexia y la bulimia26. Los resultados asimismo muestran diferencias en la escala baja autoestima entre quienes consideran necesitar menos peso y el grupo que afirma poseer un peso adecuado, así como una correlación significativa entre dicha escala y el IMC de sujetos con sobrepeso. Usualmente ha sido propuesta una estrecha y firme relación de la insatisfacción corporal con una autoestima baja27, pudiendo la insatisfacción con el propio cuerpo y el peso predecir cambios en la autoestima, siendo un Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):54-63 Y DIETÉTICA HOSPITALARIA claro factor de riesgo para el desarrollo de los TCA. Por ello es razonable que los individuos con sobrepeso muestren ese descontento en mayor grado, puesto que niveles inferiores de estima personal suelen estar ligados a sentimientos de inseguridad, insuficiencia, ineficacia, ausencia de valía personal, déficits de autonomía, y problemas en las relaciones con los demás22,28. En cuanto al IMC ha sido probado en diferentes estudios como un importante indicador en la predicción de la insatisfacción corporal, ya que al aumentar su valor aumenta la distancia entre la figura real y la ideal, y en consecuencia el descontento con el propio cuerpo. Esto sucede en especial en sujetos con sobrepeso u obesidad, teniendo así mayor probabilidad para el desarrollo de alteraciones en sus hábitos alimentarios y riesgo de TCA29. También determinadas investigaciones señalan que, en adolescentes y universitarios, a mayor IMC se presenta un mayor deseo de perder peso30. En nuestro estudio el 35,1% de las mujeres y el 19,35% de hombres señalan su necesidad de perder peso. Encontramos muy diferentes datos al respecto, ya que se obtienen porcentajes respecto a ese deseo de menos peso que oscilan en mujeres entre el 73,4% de las participantes31 hasta el 44%, y en hombres desde el 52,8% al 17%32. Tradicionalmente los adolescentes y adultos jóvenes, en especial mujeres, han sido los grupos poblacionales con un mayor riesgo de desarrollar un TCA. En este caso debemos destacar los firmes resultados obtenidos en el caso delas mujeres, siendo el grupo más vulnerable a presentar alteraciones de la imagen corporal y TCA. Entre los resultados se observa como entre los sujetos que consideran la necesidad de perder peso el 64,4% son mujeres, quienes presentan además diferencias significativas respecto a los hombres en las dos escalas de riesgo de TCA citadas, obsesión por la delgadez e insatisfacción corporal, y en ambas presentan una correlación mayor con su IMC. Normalmente las mujeres presentan más distorsión que los hombres a la hora de percibir correctamente su cuerpo, tanto subestimación como sobreestimación de su peso33, además de mayor insatisfacción con su peso e imagen corporal34.Por ejemplo, en el estudio de Montero, Morales y Carvajal35 las mujeres con valores de IMC real correspondientes a normo peso y sobrepeso se vieron más gruesas de lo que eran en realidad, mientras que las obesas se autopercibían más delgadas. Por el contrario, los hombres con normopeso y los obesos se autopercibieron más delgados, mientras que aquellos con sobrepeso se clasificaron correctamente. 61 RELACIÓN DEL ÍNDICE DE MASA CORPORAL, PERCEPCIÓN DE PESO Y VARIABLES RELACIONADAS CON LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA EN ESTUDIANTES... CONCLUSIONES Se considera que teniendo en cuanta los resultados hallados, el estudio tiene relevancia científica, pudiendo concluir que un mayor IMC en mujeres, sujetos con sobrepeso y aquellos que desean menos peso, se relaciona con una mayor obsesión por la delgadez e insatisfacción corporal, ambos índices de riesgo de TCA, mostrando por tanto esos sujetos mayor preocupación por el cuerpo, las dietas y miedo a engordar, además de descontento con la forma de su cuerpo. Además existen también diferencias de gran magnitud en obsesión por la delgadez e insatisfacción corporal entre sujetos con sobrepeso respecto a los participantes con bajo peso, y de magnitud moderada en bulimia, perfeccionismo y ascetismo. Respecto a la percepción de peso, quienes afirmaron la necesidad de perder peso registraron diferencias en obsesión por la delgadez, bulimia, insatisfacción corporal y baja autoestima. Las principales aportaciones de este estudio son el haber obtenido datos de una muestra de varones, puesto que existen escasas investigaciones que incluyan datos a este respecto, así como la incorporación de la evaluación de la percepción del peso como variable relevante en para el desarrollo de una TCA. Es preciso llevar a cabo investigaciones con un número mayor de participantes, entre los cuales se incluya una mayor cantidad de varones con el objetivo de obtener tamaños de efecto adecuados y así poder generalizar los resultados a la población. 6. Hewstone M, Fincham FD, Foster J. Psychology. Oxford: BPS Blackwell.2005. 7. Raich RM. Imagen Corporal. Conocer y Valorar el Propio Cuerpo. Madrid: Pirámide.2000. 8. Organización Mundial de la Salud. Clasificación Internacional de Enfermedades CIE-10. Ginebra: OMS. 1994. 9. Rodríguez-Camacho, DF, Alvis-Gome, KM. Overview of the body image and its implications in sport. Rev Fac Med, 2015; 63(2), 279-287. 10. Thompson JK. 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Antropo, 2004; 8: 107-16. 63 Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):64-74 DOI: 10.12873/361vilarovira Artículo Original Pacientes con trastorno funcional intestinal: eficacia de una dieta baja en FODMAPS para el tratamiento de los síntomas digestivos Patients with functional bowel disorder: effectiveness of a diet low in FODMAPS for the treatment of gastrointestinal symptoms Vila Rovira, Neus1; Ibáñez Solano, Patricia1; Angós Musgo, Ramón Jesús2; Betés Ibáñez, María Teresa2; Carretero Ribón, Cristina2; De la Riva Onandía, Susana Rosa2; Herráiz Bayod, Maite2; Prieto de Frías, César2; Silva Frojan, Camilo1; Margall Coscojuela, María Ángeles1 1. Área de Nutrición. Departamento de Endocrinología y Nutrición. Clínica Universidad de Navarra. 2. Departamento de Digestivo. Clínica Universidad de Navarra. Navarra. España. Recibido: 29/mayo/2015. Aceptado: 16/noviembre/2015. RESUMEN Introducción: Investigaciones recientes indican que los síntomas digestivos que presentan los pacientes con trastorno funcional intestinal mejoran con la restricción en la dieta de los hidratos de carbono de cadena corta (Fermentable Oligosaccharides, Disaccharides and Monosaccharides and Polyols: FODMAPs). Objetivos: 1. Valorar la eficacia de una dieta baja en FODMAPs en la mejoría de los síntomas digestivos en pacientes con trastorno funcional intestinal y en aquellos con enfermedades orgánicas del tubo digestivo. 2. Examinar qué alimentos dentro de cada grupo de hidratos de carbono (fructanos, galactanos, lactosa, exceso de fructosa y polioles) vuelven a tolerar los pacientes, después de realizar una dieta de reintroducción de alimentos con FODMAPs. Método: Investigación prospectiva que estudió de forma consecutiva 164 pacientes con trastorno funcional intestinal tratados en la consulta del Área de Nutri- Correspondencia: Neus Vila Rovira nvila@unav.es 64 ción de un hospital universitario de España. Los síntomas que presentaban eran dolor abdominal, distensión, gases, diarreas y/o estreñimiento. Durante 6-8 semanas siguieron dieta baja en FODMAPs, analizando en todos los casos la mejoría y la adherencia al tratamiento dietético. Posteriormente siguieron la dieta de reintroducción de alimentos con FODMAPs, evaluando la tolerancia a cada uno de los alimentos. Resultados: El ochenta y cuatro por ciento de los pacientes presentaron mejoría de los síntomas digestivos con una alta adherencia al tratamiento. Después de realizar la dieta de reintroducción, más del 80% de los pacientes volvieron a tolerar trigo, así como lácteos con lactosa y más del 70% legumbres y 2 raciones de frutas bajas en fructosa en la misma toma. Conclusiones: 1. La dieta baja en FODMAPs es eficaz para mejorar la sintomatología digestiva de los pacientes con trastorno funcional intestinal. 2. La mayor adherencia a la dieta se asocia con una mejoría total de los síntomas digestivos. 3. La mayoría de los pacientes, tras realizar la dieta de reintroducción, vuelve a tolerar trigo, leche, derivados lácteos con lactosa y legumbres, así como una variedad de frutas con alto contenido en FODMAPs. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):64-74 NUTRICIÓN CLÍNICA PALABRAS CLAVE Dieta, FODMAPs, síntomas digestivos, malabsorción de carbohidratos, trastorno funcional intestinal. ABSTRACT Introduction: Recent studies indicate that the gastrointestinal symptoms presented by patients with functional bowel disorder improve by restricting the intake of short-chain carbohydrates (Fermentable Oligosaccharides, Disaccharides and Monosaccharides and Polyols: FODMAPs). Objectives: l. Evaluate the efficacy of a diet low in FODMAPs for the improvement of most gastrointestinal symptoms in patients with functional bowel disorder and patients with organic gastrointestinal disorders. 2. Examine the foods within each group of carbohydrates (fructans, galactans, lactose, excess of fructose and polyols) that the patients can again tolerate, after following a diet of reintroducing foods with FODMAPs. Method: Prospective study of 164 patients consecutive with functional bowel disorder attending the Nutrition Unit of a Spanish university hospital. The symptoms presented were abdominal pain, bloating, wind, diarrhoea and/or constipation. Patients followed for 6-8 weeks a diet low in FODMAPs, analysing in every case the improvement and adherence to the dietary treatment. They subsequently followed a re-introductory diet of nutrients with FODMAPs, evaluating their tolerance to each one of the food items. Results: Eighty-four percent of the patients showed an improvement in the gastrointestinal symptoms with a high level of adherence to the dietary treatment. After performing the reintroduction diet, more than 80% of the patients tolerated again wheat as well as dairy products with lactose and more than 70%, legumes and 2 pieces of low-fructose fruits together. Conclusions: 1.The diet low in FODMAPs is effective in improving the gastrointestinal symptoms of patients with functional bowel disorder. 2. Greater adherence to the diet is associated with a general improvement in the gastrointestinal symptoms. 3. The majority of the patients, after following the re-introductory phase, tolerated again wheat, milk, dairy products with lactose and legumes, as well as a variety of fruits with high FODMAPs content. KEYWORDS Diet, FODMAPs, gastrointestinal symptoms, carbohydrate malabsorption, functional bowel disorder. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):64-74 Y DIETÉTICA HOSPITALARIA ABREVIATURAS P: Pacientes. FODMAP: Fermentable Oligosaccharides, Disaccharides, Monosaccharides and Polyols. FOS: Fructo-oligosacáridos. GOS: Galacto-oligosacáridos. SII: Síndrome de intestino irritable. NICE: National Institute for Health and Clinical Excellence. NUTTAB: Nutrient tables for use in Australia. DE: Desviación estándar. SPSS: Statistical Package for Social Sciences. INTRODUCCIÓN Los trastornos funcionales intestinales son procesos relativamente frecuentes que afectan a la calidad de vida de las personas que los padecen, causando, en algunos casos, absentismo laboral y escolar. La sintomatología que acompaña a estos procesos: dolor, distensión abdominal, gases y, en muchas ocasiones, alteraciones en el tránsito intestinal, interfiere en el ritmo normal de vida de estos pacientes. El origen de la producción de estos síntomas se encuentra en la hipersensibilidad visceral y en la distensión de la luz intestinal, inducida por la inadecuada absorción de determinados azúcares o hidratos de carbono de cadena corta contenidos en la dieta. Éstos al ser pobremente absorbidos en el intestino delgado pasan al intestino grueso siendo fermentados, rápidamente, por las bacterias, produciéndose gases y atrapando agua por un efecto osmótico1-3. En 1978 se publicó, por primera vez, que 4 pacientes (p) diagnosticados de malabsorción de fructosa-sorbitol, mediante test de hidrógeno positivo, mejoraron en su sintomatología digestiva tras la retirada de este tipo de hidrato de carbono o azúcar de la dieta4. Posteriormente diversas investigaciones, incluido trabajos nacionales, han corroborado este mismo resultado5-8. Actualmente se conoce que, además de la fructosasorbitol, existen otros hidratos de carbono de cadena corta y polioles (azúcares de los alcoholes) que producen estos mismos síntomas digestivos9-11. Para englobarlos a todos ellos, Gibson y Shepherd, en 200512, establecieron el acrónimo “FODMAP” –Fermentable 65 PACIENTES CON TRASTORNO FUNCIONAL INTESTINAL: EFICACIA DE UNA DIETA BAJA EN Oligosaccharides, Disaccharides, Monosaccharides and Polyols– que incluye: fructanos o fructo-oligosacáridos (FOS) e inulina, galactanos o galacto-oligosacáridos (GOS), lactosa (disacárido), fructosa (monosacárido) y polioles (manitol, sorbitol, xilitol, maltitol, entre otros). En un estudio retrospectivo llevado a cabo por estos mismos autores en pacientes con síndrome de intestino irritable (SII) y malabsorción de fructosa se obtuvo que, tras la restricción en la dieta de fructosa, fructanos y polioles, el 74% de los pacientes mejoraron en su sintomatología digestiva13. Asimismo, en diferentes ensayos clínicos aleatorizados, demostraron que una dieta con alto contenido en FODMAPs prolongaba la producción de hidrógeno en el intestino y, en consecuencia, el desarrollo de los síntomas digestivos en los pacientes2,10. Del mismo modo, en un estudio posterior, se observó que una dieta baja en FODMAPs era la responsable de la mejoría de los síntomas digestivos en pacientes con SII14. Igualmente, Staudacher et al.15 analizaron, en 86 pacientes, la eficacia de una dieta baja en FODMAPs comparándola con una dieta estándar, elaborada según los criterios de la guía NICE (National Institute for Health and Clinical Excellence) para pacientes con SII, obteniendo mejoría en la sintomatología digestiva el 86% de los pacientes que siguieron la dieta baja en FODMAPs frente al 49% que siguió la dieta estándar. Además, los resultados de dos estudios piloto realizados, uno de ellos, en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn) y, otro, en pacientes con anastomosis ileorectal o ileostomía tras colectomía sugieren que la reducción de la ingesta de FODMAPs es eficaz en la mejoría de los síntomas intestinales de estos pacientes16,17. Shepherd y Gibson desarrollaron un plan de alimentación bajo en FODMAPs, denominado The Monash University low FODMAP Diet18, se sirvieron para ello de los resultados de diversos estudios en los que se cuantificaban los hidratos de carbono de cadena corta contenidos en frutas y verduras, así como en granos y cereales 19,20 y de la base de datos electrónica Nutrient tables for use in Australia (NUTTAB), que contiene más de 2.600 alimentos y hasta 245 nutrientes por alimento. Asimismo, establecieron como punto de corte para considerar una dieta baja en FODMAPs: fructanos < 0,2 g por ración, galactanos < 0,2 g por ración, lactosa ≤ 4 g por ración, polioles < 0,3 g por ración y fructosa < 0,2 g de fructosa en exceso de glucosa por 100 g de alimento 18. Por otra parte, Barrett y Gibson21 elaboraron y validaron un cuestio- 66 FODMAPS PARA EL TRATAMIENTO DE LOS SÍNTOMAS DIGESTIVOS nario de frecuencia de consumo alimentario, que incluye el registro de alimentos con contenido de FODMAPs; asimismo, Dunn et al22 desarrollaron un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos con inulina y oligofructosa. Estos cuestionarios permiten conocer la frecuencia de consumo de este tipo de hidratos de carbono en la población. En el año 2008 en el Área de Nutrición de nuestro Centro hospitalario se instauraron dietas bajas en lactosa y/o fructosa-sorbitol para el tratamiento dietético de pacientes con estos tipos de intolerancia alimentaria. El seguimiento de 387 pacientes con malabsorción de fructosa-sorbitol que fueron tratados con un plan inicial de alimentación bajo en fructosa (0,025 gr de fructosa por toma) mostró buenos resultados con mejoría en la sintomatología digestiva en el 75% de los casos. Si bien, el segundo plan en el que se introducían alimentos con mayor contenido de fructosa presentaba ciertos inconvenientes, debido a que se tenían que pesar los diferentes alimentos para saber la cantidad que podían tomar, lo que disminuía, sensiblemente, la adherencia de los pacientes al plan de alimentación. En Enero de 2013, después de estudiar los recientes trabajos científicos que presentaban los avances en este campo, instauramos, en nuestra Área de Nutrición, una dieta baja en FODMAPs, basada en The Monash University low FODMAP Diet y, tras un año de implantación hemos querido analizar los resultados de este tratamiento dietético planteando el presente estudio con los siguientes objetivos: 1) valorar la eficacia de una dieta baja en FODMAPs en la mejoría de los síntomas digestivos en pacientes con trastorno funcional intestinal y en aquellos con enfermedades orgánicas del tubo digestivo; 2) examinar qué alimentos dentro de cada grupo de hidratos de carbono (fructanos, galactanos, lactosa, exceso de fructosa y polioles) vuelven a tolerar los pacientes, después de realizar una dieta de reintroducción de alimentos con FODMAPs. MÉTODOS Diseño, lugar y muestra Esta investigación descriptiva prospectiva se llevó a cabo en la consulta del Área de Nutrición de un hospital universitario de nivel terciario en España, que atiende a pacientes privados, de mutuas y del Sistema Nacional de Salud. La muestra de conveniencia estuvo compuesta por todos los pacientes ambulatorios, 164, con algún tipo Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):64-74 NUTRICIÓN CLÍNICA de trastorno funcional intestinal (incluido SII), que fueron remitidos por el Departamento de Digestivo al Área de Nutrición durante el periodo comprendido entre Enero y Diciembre de 2013; no se excluyeron del estudio los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn), ni aquellos que, además, tenían determinaciones positivas de enfermedad celiaca. En todos ellos se evaluó la eficacia de una dieta baja en FODMAPs en la resolución de los síntomas digestivos que presentaban. Datos registrados Se elaboró un documento de recogida de datos que incluía: • Género y edad del paciente. • Diagnóstico: trastorno funcional intestinal o SII (clasificado como un tipo de trastorno funcional intestinal)23; enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn) y si, además, tenían diagnóstico de enfermedad celiaca. • Síntomas digestivos que presentaban los pacientes: dolor, distensión abdominal, gases, alteración del ritmo intestinal (diarrea y/o estreñimiento), náuseas y/o vómitos. • Tiempo de evolución de la sintomatología digestiva. • Realización de test de hidrógeno para sobrecrecimiento bacteriano, intolerancia a fructosa-sorbitol e intolerancia a lactosa. • Determinación de serología de enfermedad celiaca y/o biopsia duodenal. • Valoración de la eficacia de la dieta baja en FODMAPs en la mejoría de los síntomas digestivos. Se definió: mejoría total como la desaparición de los síntomas (dolor, distensión abdominal, gases, alteración en el ritmo intestinal, náuseas y/o vómitos) o la presencia de síntomas muy leves con respecto a los que presentaba inicialmente cada paciente; mejoría parcial como la desaparición sólo de algunos síntomas o la persistencia de los síntomas en grado moderado; no mejoría como la permanencia de los mismos síntomas, que al inicio del tratamiento dietético. • Adherencia a la dieta que tuvieron los pacientes. Se consideró: adherencia total si habían seguido la dieta baja en FODMAPs el 75% o más del tiempo Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):64-74 Y DIETÉTICA HOSPITALARIA establecido (6 u 8 semanas); adherencia parcial si habían seguido la dieta entre el 74% y 50% del tiempo; no adherencia si el seguimiento de la dieta había sido inferior al 49% del tiempo establecido o la habían abandonado. Plan de alimentación FODMAPs El plan de alimentación constó de dos dietas, una primera o inicial con alimentos con bajo contenido en FODMAPs y una segunda o de reintroducción de alimentos con FODMAPs. Dieta baja en FODMAPs Básicamente, la dieta baja en FODMAPs excluye alimentos de los siguientes grupos de hidratos de carbono por su alto contenido en este tipo de azúcares. 1. Fructanos o Fructo-oligosacáridos contenidos en alimentos como el trigo, centeno y cebada, así como en algunas verduras y frutas. 2. Galactanos o Galacto-oligosacáridos contenidos fundamentalmente en las legumbres. 3. Lactosa contenida en leche, yogures, algunos quesos, nata y helados cremosos. 4. Exceso de Fructosa (alimentos que tienen mayor proporción de fructosa que de glucosa, en cuyo caso, el exceso de fructosa no se absorbe bien) miel, determinadas verduras y frutas y, algunos vinos y licores. 5. Polioles contenidos en las frutas de hueso, setas y champiñones, así como en algunos edulcorantes. La dieta baja en FODMAPs es una dieta equilibrada, ya que incluye la ingesta de cereales, frutas y verduras que tienen bajo contenido de este tipo de azúcares o hidratos de carbono permitiendo, de este modo, aportar la cantidad de vitaminas y minerales necesarias para cubrir los requerimientos diarios de este tipo de nutrientes. Además, la dieta permite la toma sin restricción de carne, pescado y huevos, así como leche y derivados lácteos sin lactosa. Dieta de reintroducción de alimentos con FODMAPs La segunda dieta de reintroducción de alimentos con FODMAPs se inicia si ha habido mejoría en la sintomatología digestiva. La reintroducción se realiza de modo progresivo “por semanas”, cada semana se van introdu- 67 PACIENTES CON TRASTORNO FUNCIONAL INTESTINAL: EFICACIA DE UNA DIETA BAJA EN ciendo los alimentos incluidos en cada uno de los grupos (fructanos, galactanos, lactosa, exceso de fructosa y polioles), por separado y en la cantidad especificada (medida casera sin pesar), para poder valorar, de esta forma, la tolerancia individual a cada alimento. Proceso de recogida de datos y consideraciones éticas El registro de datos lo realizaron los tres profesionales del Área de Nutrición que trataron a los pacientes en la consulta y tenían autorización para acceder a sus historias clínicas informatizadas. Asimismo, la confidencialidad de los datos está dentro de la protección de información de todo paciente atendido en el Centro hospitalario. A cada paciente se le realizó una consulta inicial, con una duración entre 60 y 90 minutos, que incluía historia dietética y educación nutricional: FODMAPS PARA EL TRATAMIENTO DE LOS SÍNTOMAS DIGESTIVOS Análisis de datos En primer lugar, se utilizó estadística descriptiva: medidas de frecuencia para las variables discretas (frecuencia y frecuencia relativa), medidas de tendencia central (media) y de dispersión (desviación estándar [DE], máximo y mínimo) para las variables continuas. En segundo lugar, se utilizó estadística inferencial: Chicuadrado de Pearson para comparar la variable de interés (mejoría de la sintomatología digestiva) con el género de los pacientes y ANOVA de un factor para comparar la variable de interés (mejoría de la sintomatología digestiva) con la edad de los pacientes. Los cálculos fueron realizados con el programa estadístico Statistical Package for Social Sciences (SPSS) en su versión 20.0. Las pruebas estadísticas fueron consideradas significativas si el nivel crítico observado era inferior al 5% (p < 0,05). RESULTADOS Historia dietética: antecedentes de enfermedad, historia de peso y dietas realizadas previamente, conducta alimentaria, recuento alimentario de 24 horas y registro de consumo de alimentos con alto contenido en hidratos de carbono de cadena corta. Educación nutricional: información referente a la diferencia entre una alergia y una intolerancia alimentaria, por qué se produce este tipo de malabsorción, qué desencadena los síntomas, qué alimentos pueden contribuir a la aparición de los síntomas y, finalmente, en qué consiste el plan de alimentación bajo en FODMAPs y cómo se debe seguir. A los pacientes que tenían test de hidrogeno para intolerancia a fructosa y/o para intolerancia a lactosa con resultado negativo, se les pautaba una dieta baja en FODMAPs sin excluir los alimentos con exceso de fructosa y/o lactosa, según cada caso. Si los pacientes tenían otras patologías asociadas como por ejemplo diabetes o celiaquía, esto se tenía, también, en cuenta para la elaboración del plan de alimentación. Después de 6-8 semanas, si presentaban mejoría en la sintomatología digestiva se realizaba una consulta de seguimiento dietético presencial o telefónica en la que se explicaba el segundo plan de alimentación de reintroducción de alimentos con FODMAPs, y cómo llevarlo a cabo. Posteriormente, se realizaba un seguimiento telefónico a cada paciente para conocer qué alimentos había vuelto a tolerar. 68 De los 164 pacientes que participaron en el estudio, 124 (75,6%) eran mujeres y 40 (24,4%) hombres, con una edad media de 41,3 años y una DE de 17,4 (mínimo 5 – máximo 77). Ciento cuarenta y dos pacientes (86,6%) estaban diagnosticados de trastorno funcional intestinal, 19 p (11,6%) de síndrome de intestino irritable y 3 p (1,8%) de enfermedad inflamatoria (2 p de colitis ulcerosa y 1 p de enfermedad de Crohn). Además, tres de los pacientes con trastorno funcional intestinal, tenían también diagnóstico de enfermedad celiaca. En la figura 1 se muestra la distribución de los pacientes según los síntomas digestivos que presentaban antes del tratamiento dietético. Además de estos síntomas, 5 de los pacientes (3,0%) presentaban también náuseas, por otro lado, en ningún caso se registraron vómitos. El tiempo que referían llevar con la sintomatología digestiva fue en 47 pacientes (28,7%) entre un mes y un año, en 65 p (39,6%) entre dos y cinco años y en 52 p (31,7%) de más de cinco años. Con respecto a la presencia de sobrecrecimiento bacteriano, 136 pacientes (82,9%) no lo presentaron y 28 p (17,1%) no se les realizó el test de Hidrógeno. En las figuras 2 y 3 se muestran la distribución de los pacientes según los resultados de los tests de hidrógeno para fructosa-sorbitol y lactosa. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):64-74 NUTRICIÓN CLÍNICA Figura 1. Distribución de los pacientes según los síntomas digestivos que presentaban antes del tratamiento dietético. Y DIETÉTICA HOSPITALARIA Figura 3. Distribución de los pacientes según los resultados del test de hidrógeno para lactosa. tiva y 1 p (0,6%) serología positiva y biopsia intestinal positiva. Figura 2. Distribución de los pacientes según los resultados del test de hidrógeno para fructosa- sorbitol. El 75,0% de los pacientes (123) presentó mejoría total de la sintomatología digestiva después de seguir durante 6 u 8 semanas la dieta baja en FODMAPs, el 9,1% (15 p) tuvo una mejoría parcial y el 15,9% (26 p) no mejoró. Con relación a la adherencia al plan de alimentación, el 79,3% de los pacientes (130) tuvieron una adherencia total a la dieta, el 9,1% (15 p) tuvo una adherencia parcial y el 11,6% (19 p) abandonaron la dieta o no la siguieron. En la figura 4 se muestra la relación entre la adherencia de los pacientes a la dieta baja en FODMAPs y la mejoría de la sintomatología digestiva. Los 3 pacientes que, además del trastorno funcional intestinal, tenían diagnóstico de enfermedad celiaca presentaron mejoría total de la sintomatología digestiva tras seguir con adherencia total el tratamiento dietético. En relación a las determinaciones de enfermedad celiaca, a 86 p (52,5%) no se les realizaron, 75 p (45,7%) tuvieron serología negativa, 2 p (1,2%) serología posi- Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):64-74 Con respecto a los 3 pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal, los 2 que estaban diagnosticados de colitis ulcerosa, no se adhirieron a la dieta y no mejoraron y, el paciente con enfermedad de Crohn, se adhirió a la dieta sin experimentar mejoría de la sintomatología digestiva. 69 PACIENTES CON TRASTORNO FUNCIONAL INTESTINAL: EFICACIA DE UNA DIETA BAJA EN FODMAPS PARA EL TRATAMIENTO DE LOS SÍNTOMAS DIGESTIVOS Figura 4. Adherencia de los pacientes a la dieta baja en FODMAPs y mejoría de la sintomatología digestiva. No se encontró diferencia estadísticamente significativa entre la edad de los pacientes y la mejoría de la sintomatología digestiva (F=1,396, p =0,250), ni entre el género y la mejoría de la sintomatología digestiva (X2= 0,775, p=0,679). La consulta de seguimiento dietético para valorar la eficacia del primer plan de alimentación, fue presencial en 88 p (53,7%) y telefónica en el resto (76 p; 46,3%), la duración de cada uno de estos seguimientos osciló entre 45 y 60 minutos. De todos los pacientes, 138, que presentaron una mejoría total o parcial, recibieron la dieta de reintroducción 131 p, puesto que no se pudo establecer contacto, posteriormente, con siete de ellos. De los 131 pacientes a los que se les entregó y explicó la dieta de reintroducción, 6 no la siguieron y con otros 3 p no se pudo establecer un contacto posterior de seguimiento; finalmente, siguieron la segunda dieta de reintroducción de alimentos con FODMAPs 122 pacientes. En la tabla 1 y 2 se presentan los resultados con relación al segundo objetivo del estudio, grado de tolerancia a los distintos alimentos que los pacientes reintrodujeron. Señalar que, dentro de la dieta de reintroducción, analizamos aquellos alimentos de cada uno de los grupos de hidratos de carbono de cadena corta, que consideramos más relevantes por su frecuencia de consumo en nuestro país. 70 Como se observa en la tabla 1, más del 80% de los pacientes volvió a tolerar la ingesta de alimentos que contienen trigo, así como leche y/o derivados lácteos con lactosa y más del 70% toleró las legumbres y 2 raciones de fruta bajas en fructosa en la misma toma ó 200 ml de zumo de naranja. Con respecto a otros alimentos (ver tablas 1 y 2) como: frutas de hueso, setas, manzanas, peras, cerezas, guisantes, coles, espárragos y sandía, el porcentaje de tolerancia fue más bajo, este dato tiene una interpretación relativa, al haber un porcentaje más elevado de pacientes que no los toman frente a los que no los toleran. Por otro lado, se observa que un tercio de los pacientes no llegó a tolerar la ingesta de ajo, cebolla o puerro. El tiempo de duración de la reintroducción de los diferentes alimentos fue de entre mes y medio y 2 meses. El número total de llamadas telefónicas o correos electrónicos realizados durante todo el proceso de implementación de los dos planes de alimentación y realización del seguimiento de los pacientes fue de 457, con una media de 3 por paciente. DISCUSIÓN La dieta baja en FODMAPs ha sido eficaz en la mejoría de los síntomas digestivos de la mayoría de los pacientes del estudio (84,1%), este resultado corrobora y supera, en algunos casos, los hallazgos de investigacio- Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):64-74 NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA Tabla 1. Grado de tolerancia de los pacientes a los distintos alimentos de la dieta de reintroducción. TOLERA %n NO TOLERA %n NO TOMA %n 84,4; 103 12,3; 15 3,3; 4 Ajo 59,0; 72 32,8; 40 8,2; 10 Cebolla 57,4; 70 34,4; 42 8,2; 10 Puerro 48,4; 59 27,9; 34 23,7; 29 72,1; 88 19,7; 24 8,2; 10 86,8; 106 6,6; 8 6,6; 8 2 raciones juntas de frutas bajas en fructosa ó 200 ml zumo de naranja 73,0; 89 5,7; 7 21,3; 26 Miel 39,3; 48 10,7; 13 50,0; 61 Frutas de hueso 68,0; 83 12,3; 15 19,7; 24 Setas, champiñones 68,0; 83 12,3; 15 19,7; 24 GRUPOS 1. FRUCTANOS Trigo (pan, pasta, bollería) 2. GALACTANOS Garbanzos, lentejas, alubias 3. LACTOSA Leche y/o yogures, derivados lácteos con lactosa 4. FRUCTOSA 5. POLIOLES n= 122 p. Tabla 2. Grado de tolerancia de los pacientes a los distintos alimentos de la dieta de reintroducción. GRUPOS TOLERA %n NO TOLERA %n NO TOMA %n 60,7; 74 17,2; 21 22,1; 27 45,1; 55 17,2; 21 37,7; 46 67,2; 82 7,4; 9 25,4; 31 54,1; 66 5,7; 7 40,2; 49 FRUCTOSA + POLIOLES Manzanas, peras, cerezas FRUCTANOS + POLIOLES >80 g de guisantes, coles FRUCTOSA + FRUCTANOS Espárragos FRUCTOSA+ FRUCTANOS+ POLIOLES Sandía n= 122 p. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):64-74 71 PACIENTES CON TRASTORNO FUNCIONAL INTESTINAL: EFICACIA DE UNA DIETA BAJA EN nes previas realizadas en otros países. En Australia Shepherd y Gibson publicaron por primera vez, en 2006, los resultados de un estudio retrospectivo en el que el 74% de los pacientes con SII mejoró de la sintomatología digestiva que presentaba después de seguir una dieta baja en FODMAPs13. Recientemente, este grupo de científicos australianos confirmaron este resultado en un ensayo clínico aleatorio14. Asimismo, Staudacher et al15 publicaron, en 2011, en un estudio realizado en el Reino Unido, que el 86% de los pacientes con SII mejoró con el seguimiento de una dieta baja en FODMAPs; mientras que De Roest el al24, en su investigación realizada en Nueva Zelanda con 90 pacientes con SII, obtuvieron que el 75,6% de los pacientes, que se adhirieron a la dieta, mejoraron en síntomas como dolor abdominal, distensión, gases y diarrea. La alta adherencia a la dieta (88,4%) encontrada en nuestro estudio y, en consecuencia, la mejoría de los síntomas digestivos, lo atribuimos, en gran parte, al igual que Gibson y Shepherd25, al seguimiento individualizado realizado a cada uno de los pacientes en la consulta de Nutrición, ya que durante la consulta se evalúan los hábitos nutricionales de cada uno de ellos, se les educa en la forma de llevar a cabo la dieta baja en FODMAPs, se les proporciona alternativas de comidas y se les orienta sobre los productos comerciales más adecuados. Además, se proporciona por escrito el plan de alimentación adaptado para cada paciente. Este documento de 6 páginas, incluye una explicación general sobre los FODMAPs, alimentos aconsejados y desaconsejados, opciones de desayunos, medias mañanas y meriendas, así como ejemplos de menús o ideas de platos para comidas y cenas. Asimismo, al no tener que pesar los alimentos les resulta más fácil de seguir, lográndose una mayor adherencia al tratamiento dietético. Todos los autores coinciden que existe una directa relación entre la adherencia y la mejoría de los síntomas digestivos7,24,26; por este motivo todas las estrategias o medidas educacionales por las cuáles se consigue una alta adherencia al plan de alimentación son esenciales para el éxito de este tratamiento dietético25,27,28. En nuestro estudio 19 pacientes no se han adherido al tratamiento dietético, esto nos lleva a reflexionar sobre la importancia que tiene valorar la capacidad y circunstancias de cada paciente para poder llevarlo a cabo, en concordancia con lo que indican Shepherd y Gibson18. En relación a los cinco pacientes (3,1%) que refieren adherencia total a la dieta y no experimentaron mejo- 72 FODMAPS PARA EL TRATAMIENTO DE LOS SÍNTOMAS DIGESTIVOS ría cabría señalar que cuatro de estos pacientes tenían asociados otros procesos que podían explicar, de algún modo, esta falta de respuesta al tratamiento dietético; un paciente estaba intervenido de resección intestinal y los otros tres presentaban trastorno de ansiedad con la repercusión que tiene sobre el sistema nervioso entérico; asimismo el quinto paciente estaba diagnosticado de enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn). Hay que puntualizar que el citado grupo de científicos australianos16 sugiere, tras un estudio piloto, que los pacientes con enfermedad de Crohn en fase inactiva mejoran de la sintomatología digestiva tras seguir una dieta baja en FODMAPs; del mismo modo lo afirma Lomer29. Por otro lado, en una reciente revisión bibliográfica sobre planes de alimentación para pacientes con enfermedades inflamatorias intestinales la dieta baja en FODMAPs se encuentra entre las dietas analizadas30. Aunque evaluar el efecto que la dieta baja en FODMAPs tiene en el estado anímico de los pacientes no ha sido uno de los objetivos de este estudio, cabe destacar que existen investigaciones en las que se concluye que la dieta no sólo mitiga los síntomas digestivos, sino que mejora, al mismo tiempo, el humor y los signos incipientes de depresión, disminuye el cansancio y mejora la calidad de vida de los pacientes2,24,31,32. La dieta baja en FODMAPs es una dieta nutricionalmente adecuada y debe estar indicada y supervisada de forma cercana por una dietista cualificada28,33. Si bien, los FODMAPs, y especialmente los fructo-oligosacáridos y galacto-oligosacáridos, tienen efectos prebióticos, fomentando el crecimiento de bifidobacterias y reduciendo la presencia de Escherichia coli, Bacteroides spp y Clostridium spp; y produciendo, además, después de ser fermentados, ácidos grasos de cadena corta, como el butirato, al que se atribuye un papel protector frente al cáncer de colon34, por todo ello los alimentos con alto contenido en FODMAPS deben ser reintroducidos. En un reciente ensayo clínico randomizado con pacientes de SII en el que se analizaba los efectos de la restricción de este tipo de carbohidratos sobre la microbiota intestinal, se demostró que existe una significativa reducción de bifidobacterias intestinales después de 4 semanas de restricción de estos carbohidratos35. Por lo tanto, como se acaba de señalar, para evitar que, de forma permanente, exista una disminución de los efectos prebióticos y protectores de estos alimentos, todos los pacientes deberían realizar la segunda fase del tratamiento dietético, que consiste en reintroducir Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):64-74 NUTRICIÓN CLÍNICA alimentos con FODMAPs, y determinar el nivel de tolerancia individual a cada uno de ellos18, de esta manera se asegura, también, una mayor variedad de alimentos en la dieta25. En la presente investigación se muestra como la mayoría de los pacientes vuelve a tolerar la ingesta de trigo (fructo-oligosacáridos), legumbres (galacto-oligosacáridos), así como una variedad de frutas con alto contenido en FODMAPs. Entre las aportaciones de este estudio se encuentra el haber evaluado, en la fase de reintroducción, la tolerancia de los pacientes a alimentos con FODMAPs, aspecto que según la bibliografía revisada aún no ha sido examinado; señalar, por otro lado, que ha sido realizada en una amplia muestra de pacientes, mayor que la de publicaciones previas, y con individuos de un país europeo no anglosajón, de la zona mediterránea. Lo que consolida que la dieta puede aplicarse en un ámbito amplio y se adecúa, igualmente, a los alimentos propios de cada lugar. Los resultados de este estudio corroboran lo que afirman Gibson et al28 que, actualmente, la dieta baja en FODMAPs, debe ser la primera opción de tratamiento para conseguir mejorar los síntomas digestivos que padecen los pacientes con trastorno funcional intestinal. CONCLUSIONES 1. La dieta baja en FODMAPs es un tratamiento eficaz para mejorar la sintomatología digestiva que presentan los pacientes con trastorno funcional intestinal. 2. La mayor adherencia a la dieta se asocia con una mejoría total de los síntomas digestivos. 3. La mayoría de los pacientes, tras realizar la dieta de reintroducción, vuelve a tolerar alimentos básicos como el trigo, la leche y derivados lácteos con lactosa y las legumbres, así como una variedad de frutas con alto contenido en FODMAPs. REFERENCIAS Y DIETÉTICA HOSPITALARIA 3. Barrett JS, Gearry RB, Muir JG, Irving PM, Rose R, Rosella O, Haines ML, Shepherd SJ, Gibson PR. Dietary poorly absorbed, short-chain carbohydrates increase delivery of water and fermentable substrates to the proximal colon. Aliment Pharmacol Ther, 2010; 31:874-82. 4. Andersson DE, Nygren A. Four cases of long-standing diarrhoea and colic pains cured by fructose-free diet—a pathogenetic discussion. Acta Med Scand, 1978; 203:87-92. 5. Fernández-Bañares F, Rosinach M, Esteve M, Forné M, Espinós JC, Viver JM. 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Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):64-74 Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):75-84 DOI: 10.12873/361sousa Artículo Original Constipação Intestinal: Prevalência e fatores associados em pacientes atendidos ambulatorialmente em hospital do Nordeste brasileiro Intestinal constipation: Prevalence and associated factors in hospital outpatients in Brazilian Northeast Silva, Mariana de Sousa1; Sabino Pinho, Cláudia Porto2 1. Nutricionista Residente do Programa de Residência em Nutrição Clínica do Hospital das Clínicas da Universidade Federal de Pernambuco (HC/UFPE). 2. Nutricionista do Clínica do Hospital das Clínicas da Universidade Federal de Pernambuco, Especialista em Nutrição pela Associação Brasileira de Nutrição, Mestre em Nutrição pela Universidade Federal de Pernambuco, Doutoranda em Nutrição pela Universidade Federal de Pernambuco. Recibido: 14/diciembre/2014. Aceptado: 23/marzo/2015. RESUMO Introdução: A constipação intestinal é uma desordem gastrointestinal multifatorial que acomete grande número de indivíduos. Poucos estudos descreveram sua prevalência considerando critérios mais atualizados. Objetivo: Investigar a prevalência e os fatores associados à constipação intestinal em pacientes atendidos ambulatorialmente. Métodos: Estudo de corte transversal com indivíduos de ambos os sexos e idade ≥20 anos. Foram incluídos 110 pacientes atendidos no ambulatório geral de Nutrição de hospital universitário localizado no Nordeste brasileiro, entre junho e novembro de 2013. Avaliou-se a prevalência de constipação intestinal, segundo os critérios de Roma III e através de autoavaliação. Foram estudadas características socioeconômicas e demográficas, comportamentais, antropométricas e clínicas. Resultados: A prevalência de constipação intestinal foi de 50% de acordo com Roma III e de 40% de acordo com autoavaliação, sendo considerada boa a Correspondencia: Mariana de Sousa Silva sousamariana_@hotmail.com Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):75-84 concordância entre os mesmos (Kappa=0,76). Maiores prevalências de constipação intestinal foram observadas no sexo feminino (p=0,047) e nos indivíduos com obesidade abdominal (p=0,045). Verificou-se maior escore de consumo de carboidratos refinados entre os pacientes com constipação intestinal (p=0,018). Conclusão: A prevalência de constipação intestinal foi elevada e associada ao sexo feminino, à obesidade abdominal e ao consumo de carboidratos refinados. Múltiplos fatores tradicionalmente considerados de risco para a constipação não foram associados a esta condição. PALAVRAS-CHAVES Trato gastrointestinal, constipação intestinal, fatores epidemiológicos, consumo de alimentos. ABSTRACT Introduction: Intestinal constipation is a multifactor gastrointestinal disorder that affects many individuals. Few studies have described the prevalence considering most current criteria. Objective: To investigate the prevalence and associated factors with intestinal constipation in hospital outpatients. 75 CONSTIPAÇÃO INTESTINAL: PREVALÊNCIA E FATORES ASSOCIADOS EM PACIENTES ATENDIDOS AMBULATORIALMENTE EM HOSPITAL DO Methods: A cross-sectional study was conducted in 2013, including 110 outpatients ≥20 years of age from university hospital in brazilian Northeast. It was evaluated the prevalence of intestinal constipation diagnosed by the Rome III criteria and through self-assessment. Socioeconomic and demographic, behavioral, anthropometric and clinical characteristics were studied. Results: Prevalence of intestinal constipation was 50% according by the Rome III criteria and 40% according by self-assessment with a good agreement between them (Kappa=0.76). Higher prevalence of constipation were observed in female gender (p=0.047) and in subjects with abdominal obesity (p=0.045). A higher score of refined carbohydrates consumption was observed in patients with constipation (p=0.018). Conclusion: The prevalence of chronic constipation was high and associated with female gender, abdominal obesity and consumption of refined carbohydrates. Multiple factors traditionally considered at risk for constipation were not associated with this condition. KEYWORDS Gastrointestinal tract, intestinal constipation, epidemiological factors, food consumption. LISTA DE ABREVIATURAS CC: Circunferência da Cintura. CI: Constipação Intestinal. IPAQ: International Physical Activity Questionnaire. IMC: Índice de Massa Corpórea. OMS: Organização Mundial de Saúde. INTRODUÇÃO Considerando pacientes atendidos ambulatorialmente, a constipação intestinal (CI) está entre as cinco desordens gastrointestinais mais frequentemente diagnosticadas pelos médicos¹. Somente nos Estados Unidos, as visitas médicas devido à constipação aumentaram para quase 8 milhões/ano entre 2001 e 2004, tendo sido estimados em mais de 230 milhões de dólares os gastos médicos anuais diretamente relacionados à CI2,3. Acometendo grande número de indivíduos, a prevalência de CI varia de acordo com os locais, com o grupo populacional avaliado e com o tipo de inquérito utili- 76 NORDESTE BRASILEIRO zado para diagnóstico, entre 2% a 27%4,5 tornando sua real prevalência de difícil determinação. Existem diversos fatores epidemiológicos de risco identificados na literatura para o desenvolvimento de CI, como a idade avançada, sexo feminino, baixo nível socioeconômico e uso de medicamentos6. Fatores comportamentais, como baixa ingestão hídrica, dieta pobre em fibras alimentares, sedentarismo e tabagismo também são associadas a esse quadro7,8. Além disso, a presença de comorbidades como diabetes e hipertensão tem sido investigada quanto à associação com a CI, porém os mecanismos explicativos ainda não estão completamente elucidados8,9. Embora se reconheça que a CI se trata de uma síndrome altamente frequente na população de todas as idades, são escassos os trabalhos que estimem sua prevalência10. Sendo assim, o objetivo deste estudo é investigar a prevalência de indivíduos atendidos em ambulatório acometidos pela CI e identificar possíveis fatores determinantes, como uma contribuição para caracterizar o problema e compreender as relações causais que devem ser consideradas como bases estratégicas para prevenir e tratar essa condição. MÉTODOS Estudo transversal, observacional, conduzido no ambulatório geral de Nutrição do Hospital das Clínicas, hospital universitário localizado na cidade de Recife-PE, no Nordeste brasileiro. O tamanho amostral foi calculado considerando-se uma prevalência de CI de 26,9%10 e um nível de confiança de 95%, totalizando 95 indivíduos a serem estudados. Para cobrir eventuais perdas, esse número foi elevado em 15%. A amostra foi obtida por conveniência, sendo entrevistados 110 pacientes de ambos os sexos, com idade ≥20 anos, durante o período de abril a novembro de 2013. Foram excluídos pacientes com diagnóstico de síndrome do intestino irritável, retocolite ulcerativa inespecífica, doença de Crohn, câncer colorretal, pacientes que não deambulam, gestantes, indivíduos em uso de colostomias/ ileostomias, indivíduos em uso crônico de laxantes e portadores de doenças neurológicas. O protocolo de pesquisa foi pautado pelas normas éticas para pesquisa envolvendo seres humanos, constantes na resolução N°466/12 do Conselho Nacional de Saúde, e foi submetido à avaliação do Comitê de Ética e Pesquisa em Seres Humanos da Universidade Federal de Pernambuco (CEP/UFPE), Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):75-84 NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA sendo aprovado sob o número de protocolo 269.409/13. Os indivíduos foram previamente informados dos objetivos da pesquisa, bem como dos métodos a serem adotados e mediante o seu consentimento, assinaram um termo de consentimento livre e esclarecido. Quanto às variáveis comportamentais, foi considerado fumante o indivíduo que relatou fumar 1 ou mais cigarros /dia no último mês; ex fumante aquele que relatou não fumar a mais de 30 dias, e não fumante o indivíduo que nunca fumou16. A CI foi definida de acordo com os critérios de Roma III11, que se baseiam nos seis critérios: esforço ao evacuar, fezes endurecidas ou fragmentadas, sensação de evacuação incompleta, sensação de obstrução ou bloqueio anorretal, manobras manuais para facilitar as evacuações e menos de três evacuações por semana. Os indivíduos foram orientados para que respondessem às perguntas sobre o funcionamento intestinal natural, sem o uso de laxantes, chás ou outro tipo de mecanismo de ajuda. A presença de dois ou mais desses critérios em pelo menos 25% das evacuações, nos últimos seis meses caracterizou a presença de constipação intestinal. O nível de atividade física da amostra foi avaliado através do International Physical Activity Questionnaire (IPAQ)17, em sua versão curta, o qual classifica como insuficientemente ativos aqueles indivíduos com escore de atividade física <150 minutos/ semana. Avaliou-se ainda constipação autorreferida por meio da pergunta: “O (a) Sr.(a) tem intestino preso ou prisão de ventre?”. Essa pergunta foi aplicada para medir a concordância entre a definição segundo os critérios de Roma III11 e a informação autorreferida pelo entrevistado. Foram avaliadas as variáveis demográficas: sexo, idade e raça (verificada através de observação da entrevistadora e posterior classificação em branca, parda ou preta)10 e escolaridade (avaliada em anos completos de estudo e categorizada em ≤8 anos e >8 anos). A presença das morbidades hipertensão arterial sistêmica e diabetes mellitus foram consideradas quando o paciente relatava diagnóstico prévio emitido pelo médico e/ou fazia uso de drogas prescritas para as respectivas condições. A avaliação antropométrica incluiu medidas de peso e altura coletadas segundo técnica de Lohman, Roche e Martorell12, sendo o estado nutricional classificado de acordo com recomendação da Organização Mundial de Saúde13 para adultos (≥18 e <60 anos), e de acordo com classificação de Lipschitz14 para idosos (≥60 anos). Para efeito de análise, o sobrepeso e obesidade foram agrupados e categorizados como excesso de peso (≥ 25 kg/m²)13. A obesidade abdominal foi avaliada a partir da medida da circunferência da cintura (CC), realizada com o paciente em pé e utilizando uma fita métrica não extensível circundando o indivíduo no ponto médio entre a costela e a crista ilíaca. Foram utilizados os pontos de corte de CC ≥ 88 cm para as mulheres, e ≥ 102 cm para os homens15. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):75-84 Ingestão hídrica foi determinada com base na quantidade de copos de água ingerida diariamente, sendo classificada como adequada uma ingestão de pelo menos 8 copos/dia. Ingestão < 8 copos/dia foi considerada insuficiente18. Dados referentes ao consumo alimentar foram coletados por meio de um Questionário de Frequência Alimentar (QFA) validado por Furlan-Viebig e Pastor Valero no ano de 2004. O modelo proposto por Fornés et. al19, com adaptações, foi utilizado na transformação dessas diferentes categorias de frequência em consumo mensal. Para este estudo foram considerados dois grupos de alimentos: alimentos-fonte de fibras (Grupo 1) e alimentos-fonte de carboidratos refinados (Grupo 2), os quais foram constituídos da seguinte forma: Grupo 1: Leguminosas, frutas, verduras, legumes, cereais integrais e derivados e Grupo 2: Cereais refinados, açúcares, guloseimas e bebidas açucaradas. O escore de cada alimento foi obtido e, posteriormente, o escore do grupo alimentar foi calculado a partir da soma dos escores individuais de cada item. As análises estatísticas foram realizadas no software SPSS versão 13.0. Foi realizada análise exploratória dos dados. As variáveis contínuas foram testadas quanto à normalidade da distribuição, pelo teste de Kolmogorov Smirnov. Os dados com distribuição normal foram expressos na forma de média e desvio padrão, os dados que apresentaram distribuição não Gaussiana foram apresentados sob a forma de medianas e seus respectivos intervalos interquartílicos. As medianas foram comparadas pelo teste não paramétricos “U” de Mann Whitney. A associação entre as variáveis categóricas foi avaliada pelo teste Qui-Quadrado de Pearson, sendo adotado um nível de significância de 5% para todas as análises estatísticas. A concordância do diagnóstico de constipação pelos critérios de Roma III e através da informação autorreferida foi avaliada pelo Índice Kappa. 77 CONSTIPAÇÃO INTESTINAL: PREVALÊNCIA E FATORES ASSOCIADOS EM PACIENTES ATENDIDOS AMBULATORIALMENTE EM HOSPITAL DO RESULTADOS Foram incluídos no estudo um total de 110 pacientes, com média de idade de 53,3 (±13,2) anos, variando entre 22 e 80 anos. Na tabela 1 pode-se observar predomínio do sexo feminino (80%) e que 41,8% dos entrevistados tinham a cor da pele branca. Quanto à escolaridade, 70,0% dos indivíduos relataram tempo de estudo inferior a 8 anos, indicando uma elevada prevalência de baixa escolaridade na amostra. A prevalência das comorbidades hipertensão arterial sistêmica e diabetes mellitus foi 46,4% e 23,6%, respectivamente. No que se refere às variáveis comportamentais, 70,9% dos entrevistados foram classificados como suficientemente ativos e 23,6% referiram ser fumantes ativos. A prevalência de excesso de peso, o que inclui sobrepeso e obesidade, foi 72,7% e a obesidade abdominal foi encontrada em 71,8% dos entrevistados. Apenas 37,3% da amostra apresentou uma ingestão hídrica considerada suficiente. NORDESTE BRASILEIRO Tabela 1. Caracterização de pacientes ambulatoriais com idade ≥20 anos segundo variáveis sociodemográficas, clínicas, comportamentais e antropométricas. Recife-PE, Nordeste, Brasil. Variável n % Masculino 22 20,0 Feminino 88 80,0 <60 anos 70 63,6 ≥60 anos 40 36,4 Branca 46 41,8 Parda 36 32,7 Preta 28 25,5 Urbana 80 72,7 Rural 30 27,3 ≤8 anos 77 70,0 >8 anos 33 30,0 Diabetes Mellitus 26 23,6 Hipertensão Arterial Sistêmica 51 46,4 Suficientemente Ativos 78 70,9 Insuficientemente Ativos 32 29,1 Fumante 26 23,6 Não fumante 29 26,4 Ex-fumante 55 50,0 Excesso de Peso 80 72,7 Obesidade Abdominal 79 71,8 Insuficiente 69 62,7 Suficiente 41 37,3 Sexo Idade Raça Àrea A prevalência de CI foi 50,0% de acordo com os critérios de Roma III e a prevalência de constipação autorreferida foi de 40,0%. O índice de Kappa da concordância entre esses dois critérios foi 0,76. O gráfico 1 descreve a frequência dos critérios utilizados na definição de CI entre os indivíduos classificados como constipados (n = 55). Os dois critérios mais prevalentes foram obstrução/bloqueio anorretal (53,6%) e sensação de evacuação incompleta (50,9%), enquanto que a utilização de manobras manuais para facilitar a evacuação foi o critério menos citado (8,2%). Em relação ao número de critérios positivos entre aqueles classificados como constipados (gráfico 2), observou-se que a maioria (32,7%) apresentou apenas dois dentre os seis critérios avaliados. Foi evidenciada maior prevalência de CI no sexo feminino (p=0,047) e nos indivíduos com obesidade abdominal (p=0,045) (tabela 2). Em relação ao consumo alimentar, observou-se que os indivíduos constipados apresentaram maior mediana de escore de consumo do grupo de alimentos ricos em carboidratos refinados (p=0,018) (Tabela 3). DISCUSSÃO A prevalência de CI estimada em 50,0% foi superior à encontrada em outras investigações, que revelaram percentuais variando de 2% a 27% na América do Norte2,3. No entanto, a comparação entre os dados 78 Escolaridade (anos de estudo) Atividade Física Tabagismo Ingestão hídrica Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):75-84 NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA Gráfico 1. Proporção de critérios diagnósticos positivos entre pacientes constipados. (n=55). Recife-PE, Nordeste, Brasil, 2013. Gráfico 2. Proporção do número de critérios positivos entre os constipados. Recife-PE, Nordeste, Brasil, 2013 (n= 110). deve ser realizada com cautela, considerando-se as diferenças entre as populações avaliadas e os critérios diagnósticos considerados. A literatura ainda é escassa acerca de dados sobre a magnitude da constipação considerando o critério Roma III, que é a definição Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):75-84 mais atualizada e adotada pelas diretrizes americanas de gastroenterologia. Além disso, sendo uma amostra obtida a partir de um ambiente hospitalar, considera-se a possibilidade de 79 CONSTIPAÇÃO INTESTINAL: PREVALÊNCIA E FATORES ASSOCIADOS EM PACIENTES ATENDIDOS AMBULATORIALMENTE EM HOSPITAL DO NORDESTE BRASILEIRO Tabela 2. Fatores associados à constipação intestinal em pacientes atendidos ambulatorialmente. Recife-PE, Nordeste, Brasil, 2013 (n= 110). Constipação Intestinal Não Variável Sim p-valor* n % n % Masculino 15 68,2 7 31,8 Feminino 40 45,5 48 54,5 <60 anos 33 47,1 37 52,9 ≥60 anos 22 55,0 18 45,0 Branca 24 52,2 22 47,8 Parda 15 41,7 21 58,3 Preta 15 57,1 12 42,9 Não 32 54,2 27 45,8 Sim 23 45,1 28 54,9 Não 39 46,4 45 53,6 Sim 16 61,5 10 38,5 Não fumante 11 37,9 18 62,1 Ex-fumante 14 53,8 12 462 Fumante 30 54,5 25 45,5 Insuficientemente ativo 17 53,1 15 46,9 Suficientemente ativo 38 48,7 40 51,3 Sim 14 46,7 16 53,3 Não 41 51,3 39 48,8 Sim 35 44,3 44 55,7 Não 20 64,5 11 35,5 <8 copos 34 49,3 35 50,7 ≥8 copos 21 51,2 20 48,8 Sexo 0,047 Idade 0,550 Raça 0,436 Hipertensão Arterial 0,444 Diabetes Mellitus 0,262 Tabagismo 0,314 Atividade Física 0,834 Excesso de peso 0,830 Obesidade abdominal 0,045 Líquidos 0,844 *Teste: Qui-quadrado de Pearson. 80 Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):75-84 NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA Tabela 3. Mediana (Med) e Intervalo interquartílico (IQ) dos escores de consumo alimentar em pacientes com e sem constipação intestinal atendidos ambulatorialmente. Recife-PE, Nordeste, Brasil, 2013. Sem constipação Com constipação p- valor* Med IQ Med IQ Grupo 1 3,20 2,83-3,58 3,23 2,80-3,70 0,890 Grupo 2 1,33 1,12-1,46 1,60 1,27-2,39 0,018 *Teste “U” de Mann Whitney. Grupo 1: alimentos-fonte de fibras; Grupo 2: alimentos-fonte de carboidratos refinados. viés de seleção na composição amostral. No entanto, o elevado percentual de indivíduos constipados aponta a importância de que o problema seja rotineiramente avaliado e monitorado clinicamente pelos profissionais de saúde, possibilitando uma intervenção precoce e orientações preventivas. É importante destacar que comumente as taxas de constipação são consideravelmente maiores quando baseadas na definição de auto relato comparadas a utilização de questionários validados20,21, ao contrário do que foi apresentado neste estudo. Esta discrepância tem sido atribuída a diferenças de percepção pessoal sobre o problema, ou poderia estar envolvida com a validade dos critérios diagnósticos. Além disso, a utilização de questionários depende da capacidade do paciente para recordar os sintomas. A concordância entre os critérios de Roma III e constipação auto referida encontrada nesta investigação foi considerada boa (Kappa =0,76), resultado superior ao descrito por Collete et al10, que em um estudo de base populacional envolvendo adultos com idade ≥20 anos no Sul do Brasil indicaram um coeficiente de concordância de 0,59. Tais resultados mostram que apesar das limitações ou da possível inferioridade da informação relatada pelo entrevistado, a informação autorreferida pode ser considerada. Os sintomas específicos relatados pelo paciente podem ser úteis na diferenciação dos tipos de constipação. Neste estudo, o sintoma mais frequente foi a presença de obstrução/bloqueio anorretal, o que pode sugerir uma condição fisiopatológica associada22. Este resultado corrobora com os achados descritos por outros autores que também descreveram obstrução anorretal como o sintoma mais comumente relatado e mais preciso para confirmar a constipação5,10. Assim como em outro estudo, nesta investigação o segundo critério mais frequentemente citado entre os constipados foi a sensação de evacuação incompleta. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):75-84 No entanto, segundo Lacerda-Filho et. al.23, essa sensação de incompletude, não identifica um tipo específico de constipação intestinal. Em relação ao número de critérios citados pelos constipados, a maioria apresentou 2 critérios positivos. Neste estudo, as análises não foram estratificadas por sexo, no entanto, o estudo de Collete et. al.10 mostraram que as mulheres são mais sintomáticas que os homens, apresentando um número maior de critérios positivos. A prevalência de constipação foi significativamente maior nas mulheres, assim como também tem sido observado na maioria dos estudos publicados até o momento3,10,24. No Brasil e na América do Norte, dados apontam prevalência de constipação duas vezes maior no sexo feminino10,25. Este predomínio tem sido atribuído a fatores hormonais, tal como o aumento dos níveis de estrogênio durante a fase lútea do ciclo menstrual, aumentando o tempo de trânsito intestinal25. Em relação à raça, alguns autores identificaram maior prevalência de constipação entre os indivíduos de cor da pele preta ou parda26. Higgins et. al.27 encontraram prevalências 25% maiores em indivíduos não brancos, porém não foi mencionada explicação biológica ou a relação de causalidade. Essas diferenças não foram identificadas neste estudo. Mudanças anatômicas relacionadas à idade, como atrofia da parede intestinal, redução do suprimento sanguíneo e alterações neuronais intrínsecas podem contribuir para um atraso no tempo de trânsito intestinal e redução no teor de água das fezes resultando em constipação26. A idade avançada tem sido mencionada como um dos fatores mais frequentemente associados à CI26,28. Esta investigação, porém, não observou tal associação, corroborando com os achados de Markland et. al.21, no qual a prevalência de constipação não aumentou com a idade em mulheres ou homens. Alguns autores apontam que a CI em idosos estaria muito mais 81 CONSTIPAÇÃO INTESTINAL: PREVALÊNCIA E FATORES ASSOCIADOS EM PACIENTES ATENDIDOS AMBULATORIALMENTE EM HOSPITAL DO relacionada aos fatores relacionados ao envelhecimento (doenças crônicas, imobilidade e medicamentos) do que por modificações fisiológicas intestinais decorrentes da progressão da idade29. Embora não tenha sido verificada associação entre a CI e condição social, avaliada neste estudo pelo número de anos estudados, alguns autores encontraram taxas de constipação maiores nos indivíduos pertencentes aos níveis sociais mais baixos3,26. Foi verificado elevado percentual de pacientes com hipertensão arterial sistêmica. Tendo em vista os efeitos colaterais dos medicamentos anti-hipertensivos como os bloqueadores de canal de cálcio e os diuréticos30, estes pacientes apresentam um maior risco de desenvolver constipação. Entretanto, tal associação não foi verificada neste estudo. Uma das doenças endócrinas mais associadas com constipação é o diabetes mellitus. Isso porque pacientes diabéticos com neuropatia autonômica têm maior tendência a desenvolver constipação, levando à ausência de resposta gastrocólica pós-prandial e a um trânsito intestinal lentificado31. No presente estudo não foi identificada associação entre diabetes e CI, estando este resultado de acordo com os dados descritos por Oliveira et. al.31, realizado com 100 mulheres na pósmenopausa, o qual também não identificou associação entre constipação e doenças metabólicas, como diabetes ou hipotiroidismo. Em relação ao tabagismo, há evidências de associação inversa entre o hábito de fumar e a presença de constipação8,9. Assim como no estudo de Collete et. al.10, neste estudo o tabagismo não se mostrou associado à constipação. No entanto, há evidências de que a nicotina presente no cigarro exerce uma influência direta sobre o intestino, aumentando a atividade motora9. Tal efeito é confirmado por estudos que demonstraram que a constipação é um dos sintomas mais relatados por pacientes que deixaram de fumar24. Embora não tenha sido verificada associação entre CI e prática de atividade física, a mesma é reportada nos estudos pela sua associação inversa com constipação. Dukas et al.8 mostraram que a atividade física realizada pelo menos 2 vezes por semana esteve associada com um risco 35% menor de constipação, e a atividade física diária com um risco 44% menor. Urgência ao defecar é frequentemente relatada durante e após o exercício32. No entanto, o estudo de Voldeholzer et. al.33, não encontrou tal associação. 82 NORDESTE BRASILEIRO É importante destacar que o estudo em questão usou como instrumento de análise o Questionário Internacional de Atividade Física17, que considera os minutos gastos em atividades cotidianas, domésticas, no lazer e ocupacionais, e não necessariamente em atividades físicas estruturadas, sendo este um possível motivo da alta prevalência de indivíduos ativos encontrada, o que não é condizente com o elevado percentual de excesso de peso observado na amostra. Quanto às fibras dietéticas, suas propriedades físicoquímicas são reconhecidas por produzirem efeitos fisiológicos reguladores do funcionamento intestinal. As fibras aumentam o volume do bolo fecal, reduzem o tempo de trânsito no intestino grosso e tornam a eliminação fecal mais fácil e rápida34. Entretanto, Markland et. al.21, avaliando a associação entre consumo de fibra dietética e ingestão de líquidos com constipação, observaram que homens e mulheres que relataram CI não tinham maiores níveis de ingestão de fibra alimentar quando comparados com aqueles sem constipação. Resultado similar foi identificado neste estudo, que constatou consumo de fibras similar entre os indivíduos constipados e aqueles sem constipação. Entretanto, como os constipados apresentaram maior consumo de carboidratos refinados, é possível que o hábito alimentar desses indivíduos seja caracterizado por um desequilíbrio percentual entre carboidratos complexos e refinados, comparados aos indivíduos não constipados. Ressalta-se que as associações entre fatores dietéticos e constipação devem ser interpretadas com cautela, pois sendo um estudo transversal, a ausência de associação verificada neste estudo pode ser interpretada à luz da causalidade reversa, dado que o consumo de alimentos relatado pelo indivíduo pode refletir mudanças na decisão alimentar induzidas pela CI. Ou seja, os indivíduos constipados aumentariam o consumo de fibra como uma forma de melhorar seu hábito intestinal. Deve-se levar em conta também as limitações quanto ao uso de inquéritos dietéticos, tendo em vista que os resultados apresentados podem ter sofrido influência da memória dos indivíduos entrevistados. Quanto à ingestão hídrica, sabe-se que este é um fator importante para proteção contra constipação pois a água é essencial para que as fibras possam agir alterando o peso e a consistência das fezes. Este estudo identificou alta prevalência de pacientes que relataram ingestão hídrica insuficiente, porém, não foi verificada Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):75-84 NUTRICIÓN CLÍNICA associação com a CI, diferentemente dos dados descritos por outros autores que indicaram que a menor ingestão diária de líquidos é fator preditor de constipação nos indivíduos, em ambos os sexos35. Embora tenha sido verificado um alto percentual de excesso de peso na amostra, não foi identificada associação com a presença de CI, porém observou-se associação entre CI e adiposidade central. Apesar de serem escassos na literatura estudos que tenham investigado a relação entre a obesidade abdominal e a constipação, algumas evidências apontam associação desta condição com o excesso de peso. De acordo com Dukas8, o aumento no IMC foi inversamente associado com baixa frequencia de movimentos intestinais. A razão para tal associação não é clara, no entanto, sabe-se que os hábitos alimentares inadequados e a falta de atividade física podem estar relacionados com a função intestinal dos indivíduos com sobrepeso ou obesidade. Sabe-se também que o parâmetro IMC quando analisado de forma isolada apresenta limitações por não ser capaz de descrever a variação que ocorre na composição corporal dos indivíduos e não considerar fatores como sexo e etnia, além de utilizar uma ampla faixa etária como ponto de corte. Sendo assim, torna-se necessário complementar os valores de IMC obtidos com os valores de CC. O delineamento transversal deste trabalho constitui uma limitação na análise das relações de causa e efeito entre as variáveis de exposição (notadamente as variáveis comportamentais como o nível de atividade física, tabagismo e consumo alimentar) e o desfecho (constipação). Além disso, deve-se ter cautela ao extrapolar os resultados aqui apresentados para populações com características diferentes. CONCLUSÃO As prevalências de CI encontradas no estudo foram elevadas para ambos os critérios diagnósticos, constipação autorreferida e Roma III, sendo maior quando se utilizou os critérios de Roma III. Houve boa concordância entre os diferentes critérios. Quanto aos fatores associados, o sexo feminino, a obesidade abdominal e o consumo de carboidratos refinados apresentaram associação positiva com a CI. Condições frequentemente relacionadas à CI, como idade avançada, baixa ingestão hídrica, inatividade física e menor consumo de alimentos-fonte de fibras, não foram relacionadas ao problema. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):75-84 Y DIETÉTICA HOSPITALARIA Devido ao impacto negativo na saúde e na qualidade de vida induzidos pela CI e às suas consequências econômicas individuais e em nível hospitalar, os profissionais de saúde devem estar cientes da magnitude do problema, e serem capazes de orientar os pacientes, principalmente em relação à prevenção. As evidências atuais fornecem uma ferramenta útil neste sentido, servindo de referência futura para mais estudos sobre a CI. Potencial conflito de interesses Declaro não haver conflitos de interesses pertinentes. REFERÊNCIAS 1. Shaheen NJ, Hansen RA, Morgan DR, Gangarosa LM, Ringel Y,Thiny MT, et al. The Burden of Gastrointestinal and Liver Diseases. Am J Gastroenterol, 2006; 101:2128–38. 2. Martin BC, Barghout V, Cerulli A. Direct medical costs of constipation in the United States. Manag Care Interface, 2006; 19(12): 43-9. 3. Shah ND, Chitkara DK, Locke GR, Meek PD, Talley NJ. 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Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):75-84 Artículo de Revisión Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):85-93 DOI: 10.12873/361pereira Prevalência de hipertensão arterial em escolares brasileiros: uma revisão sistemática Prevalence of arterial hypertension in children in schools of Brazil Felix Pereira, Flávia Erika1; Da Costa Teixeira, Fabiana2; Da Silva Barros Rausch, Ana Paula3; Gonçalves Ribeiro, Beatriz4 1. Nutricionista, pós-graduada em nutrição clínica pelo IMIP, Pesquisadora de Campo do Laboratório Integrado de Pesquisa em Saúde e Sociedade da Universidade Federal do Rio de Janeiro (UFRJ). 2. Doutoranda do Programa de Pós-Graduação em Nutrição – Instituto de Nutrição Josué de Castro (UFRJ). Mestre em Ciências Médicas pela Universidade Federal Fluminense (UFF). 3. Nutricionista, Pesquisadora de Campo do Laboratório Integrado de Pesquisa em Saúde e Sociedade da Universidade Federal de Janeiro (UFRJ). 4. Prof. Associada do Curso de Nutrição da Universidade Federal do Rio de Janeiro, Coordenadora do Laboratório Integrado de Pesquisa em Saúde e Sociedade da UFRJ. Recibido: 13/marzo/2015. Aceptado: 14/octubre/2015. Objetivo: Revisar a literatura acerca da prevalência de hipertensão arterial, entre crianças brasileiras em idade escolar. Resultados: Foram selecionados 8 artigos pertinentes. A faixa etária dos voluntários dos estudos selecionados variou de 6 a 10 anos de idade. Todos foram realizados em escolas públicas ou privadas e em municípios distintos. A prevalência de hipertensão arterial variou de 2,3% a 13,8%, dependendo do estado nutricional da amostra e da metodologia empregada. Entre os artigos em que a pré-hipertensão foi também avaliada a variação foi de 3,8% a 40,6%. Maiores prevalências foram observadas em crianças com excesso de peso. Métodos: Revisão sistemática de trabalhos científicos publicados entre janeiro de 2004 e julho de 2014. A busca foi realizada nas bases de dados Scielo e PubMed, além de pesquisa manual nos artigos presentes nas referências. Os descritores foram: “hipertensão arterial”, ‘pressão arterial alta’, “crianças”, “escolares” e “Brasil.” Conclusão: Os dados apresentados indicaram que a presença de níveis altos de pressão arterial na infância não é rara com prevalências distintas, influenciadas, principalmente, pelo estado nutricional. Novos estudos para avaliar a pressão arterial na infância são necessários a fim de fomentar subsídios para programas de prevenção. RESUMO Introdução: As doenças cardiovasculares representam a maior causa de morte no Brasil e no mundo, sendo a hipertensão arterial sistêmica, um importante fator de risco para seu desenvolvimento. É sugerido que a hipertensão arterial primária inicia-se na infância, podendo agravar com o avançar da idade. PALAVRAS CHAVE Correspondencia: Flávia Erika Felix Pereira pereirafef@gmail.com Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):85-93 Hipertensão; prevalência; estudantes; crianças; infância; brasileiros. 85 PREVALÊNCIA DE HIPERTENSÃO ARTERIAL EM ESCOLARES BRASILEIROS: UMA REVISÃO SISTEMÁTICA ABSTRACT INTRODUÇÃO Introdution: Cardiovascular diseases are the leading cause of death in Brazil and in the world, and high blood pressure is an important risk factor for its development. It is suggested that primary hypertension starts in childhood, and it may worse with advancing age. As doenças cardiovasculares (DC) representam a maior causa de morte na atualidade1,2. A hipertensão arterial sistêmica (HAS), caracterizada por níveis aumentados e sustentados de pressão arterial (PA), está associada a alterações morfofuncionais e alterações metabólicas. Suas complicações ao longo do tempo estão relacionadas à morbimortalidade, sendo o maior fator de risco para DC³. Objective: Review the literature about the prevalence of hypertension among Brazilian school-age children. Methods: Systematic review of cientific studies published from January 2004 to July 2014. The search was conducted in Scielo and PubMed databases, and manual research of articles presented in the references. The used key words were: “arterial hypertension”, “high blood pressure”, “children”, “school” and “Brazil.” Results: 8 articles were selected. The volunteer’s age range was from 6 to 10 years old. All studies were carried out in public or private schools and in different cities. The prevalence of hypertension ranged from 2.3% to 13.8% varying according to nutritional status of the sample and methodology used. In articles that pre-hypertension was also evaluated the range was from 3.8% to 40.6%. Highest prevalence rates were found in children with overweight. Conclusion: The presented data indicate that the presence of high levels of blood pressure in childhood is not rare, with distinct prevalence, influenced mainly by the lifestyle and nutritional status. New studies to evaluate blood pressure in childhood are necessary in order to promote grants for prevention programs. KEY WORDS Hypertension; prevalence; students; children; childhood; brazilian. LISTA DE ABREVIATURAS CA= Circunferência Abdominal. CDC= Centers for Disease Control and Prevention. DC= Doenças Cardiovasculares. HAS= Hipertensão Arterial Sistêmica. OMS= Organização Mundial de Saúde. PA= Pressão Arterial. 86 A HAS na infância foi por muito tempo desconsiderada, sendo os primeiros estudos realizados no final dos anos 70. Desde então a literatura sugere que a HAS primária inicia-se na infância, podendo agravar com o avançar da idade4. Embora a HAS em crianças não seja um fator de risco para eventos cardiovasculares ainda na infância, alterações cardiovasculares e hemodinâmicas podem ser evidenciadas em idades precoces5. Crianças hipertensas apresentam maiores chances de se tornarem adultos hipertensos, devido maior agregação de fatores de risco cardiovasculares, bem como maior período de exposição às alterações nos órgãosalvo6. As referências utilizadas para identificação da HAS foram elaboradas pelo The National High Blood Pressure Education Program dos Estados Unidos. A primeira publicação foi em 19777, seguida de atualizações em 19878, 19969 e, mais recentemente, em 200410, conforme idade, gênero e estatura. Para definição de valores pressóricos sugestivos de pré-hipertensão e HAS são preconizados os percentis de PA entre 90 a 95 e superiores ao percentil 95, respectivamente10. Embora estudos sobre o tema na população infantil não sejam muito frequentes, autores tem demonstrado aumento na incidência de HAS entre crianças, sendo mais evidente entre escolares, sobretudo em obesos11,12. Apesar de outros fatores, o excesso de peso representa o principal fator de risco para alterações na PA na infância13. Nos últimos anos ocorreram mudanças no perfil nutricional de crianças como aumento na ingestão de alimentos industrializados ricos em sódio, gorduras e açúcares, em detrimento da ingestão de frutas e vegetais, favorecendo o excesso de peso e doenças associadas, entre elas a HAS14. Em 2009, no Brasil, uma em cada três crianças de 5 a 9 anos estava acima do peso recomendado pela Organização Mundial de Saúde (OMS), o que reforça risco de alterações nos níveis pressóricos15. Considerando o impacto negativo de alterações na PA na saúde, a identificação precoce de crianças sob risco Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):85-93 NUTRICIÓN CLÍNICA de HAS é fundamental para possíveis intervenções para evitar complicações futuras. Atualmente, a recomendação da Força Tarefa dos Estados Unidos (2004)10 é que PA seja aferida anualmente, a partir de três anos de idade. No entanto, existem indícios de que na clínica esta conduta seja incomum entre os profissionais de saúde, proporcionando subdiagnóstico de HAS infantil16. Estudos epidemiológicos, úteis para identificação da prevalência de HAS, são frequentes em adultos17. Entretanto, na população infantil, esses dados ainda são escassos. A OMS (2003)2 recomenda o ambiente escolar, tanto para identificação, como para medidas educativas e de prevenção contra doenças. Estudos nacionais de base epidemiológica realizados em escolas vêm contribuindo para identificação de escolares sob risco de alterações na PA18,19. No entanto, até o momento, não foi identificado na literatura nenhum estudo que reunisse os resultados encontrados a fim de identificar HAS na população infantil. Desta forma, o presente artigo tem como objetivo revisar a literatura acerca da prevalência de HAS entre crianças brasileiras em idade escolar. MÉTODOS Este estudo de revisão sistemática foi realizado por meio de uma pesquisa bibliográfica, no período de ja- Y DIETÉTICA HOSPITALARIA neiro de 2004 a julho de 2014. Os idiomas pesquisados foram português e inglês e foram utilizados os seguintes descritores: “hipertensão arterial”, “pressão arterial alta”, “crianças”, “escolares”, “Brasil”. Para a busca eletrônica foram utilizados os bancos de dados Scielo e Pubmed, onde foram aplicados os filtros de 10 anos e de estudos realizados em humanos. Foi desenvolvido um protocolo para manejar o número de estudos inicialmente identificados. Nesse protocolo, todos os estudos cujos títulos ou resumos contivessem um ou mais descritores e dados de prevalência da HAS em crianças em idade escolar (entre 6 e 10 anos de idade) foram obtidos na íntegra e em seguida analisados. Este subconjunto de estudos foi avaliado quanto ao desenho do tipo transversal e à presença de dados originais de prevalência de HAS em escolares, sendo este o critério de elegibilidade adotado. Os estudos que não apresentaram dados originais ou que mesmo com um ou mais descritores não relatasse esta prevalência, que estivessem fora da faixa etária estudada ou não possuísse desenho transversal foram considerados não elegíveis para a inclusão na presente revisão sistemática. Esta estratégia foi aplicada por dois revisores de forma independente e eventuais discordâncias relacionadas à elegibilidade de determinado estudo foram resolvidas de forma consensual entre os mesmos. A Figura 1 traz um fluxograma que re- Figura 1. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):85-93 87 PREVALÊNCIA DE HIPERTENSÃO ARTERIAL EM ESCOLARES BRASILEIROS: UMA REVISÃO SISTEMÁTICA sume a estratégia adotada para identificação e inclusão dos estudos. As informações selecionadas nos artigos para compor a análise foram: autor, ano de publicação, tipo de desenho de estudo, tamanho da amostra, origem da informação, local de ocorrência do estudo, faixa etária, objetivo geral, metodologia usada na avaliação da pressão arterial, variáveis de controle utilizadas, associações investigadas e principais resultados encontrados nos estudos. Foram utilizados apenas os resultados relatados em termos absolutos para cada indicador, ou então se claramente a proporção se referisse a um denominador conhecido, para que os valores absolutos fossem resgatados. Para esse procedimento, usou-se o programa computacional Microsoft Office Excel, 2007, e para a estimativa da proporção média com suposição de amostragem aleatória simples e IC95%. RESULTADOS Oito estudos nacionais, transversais e de prevalência de HAS em crianças brasileiras em idade escolar foram selecionados. Nos estudos com faixa etária abrangente, foram considerados, apenas, os dados do grupo estudado. Todos foram realizados em escolas, públicas ou privadas, com amostra representativa dos estudantes de ambos os gêneros. A faixa etária variou de 6 a 10 anos de idade. Os estudos aconteceram em municípios distintos, em diferentes regiões do Brasil, com exceção da região Sul em que não foi encontrado nenhum estudo que se enquadrasse no critério de seleção no período da busca. Para identificação de alteração nos níveis pressóricos foi utilizado o protocolo proposto pela Força Tarefa dos Estados Unidos em suas diferentes publicações7-10. A tabela 1 apresenta os estudos por ano de publicação, local, características da amostra, faixa etária selecionada para o estudo, tipos de escolas, principais destaques dos métodos utilizados e resultados de prevalência de pré-hipertensão e HAS11,20-26. A prevalência de HAS apresentou a variação de 2,3% a 13,8% nos estudos selecionados, estando a mais baixa no estudo de Borges et al.22, realizado em Cuiabá e a mais alta no de Molina et al.24, realizado em Vitória. Entre os artigos em que a pré-hipertensão foi também avaliada21-23-26, os resultados apontaram para prevalências ainda superiores, variando entre 3,8%22 e 40,6%26. Agrupando os dados de todos os estudos analisados, foi observado que em média 7,67% das crianças apresentaram pré-hipertensão (IC 95% 1,8;13,4) e 8,41% das crianças apresentaram hipertensão arterial (IC 95% 3,9;12,8). 88 A pressão arterial elevada esteve associada ao estado nutricional, sendo mais prevalente em crianças com desvio ponderal positivo11,20,21,23,25 e circunferência abdominal (CA) aumentada23,25. Alguns autores avaliaram tanto crianças de escolas públicas, como de privadas20-22,26, enquanto outros apenas de escola pública11,23-25. Oliveira et al.20 observaram maior prevalência de HAS nos estudantes da rede privada em comparação com os da rede pública, embora os demais autores que fizeram esta estratificação não tenham encontrado diferença significativa. Quanto à prevalência de alterações tensionais por gênero, três estudos fizeram essa estratificação11, 21, 26, mas apenas um encontrou diferença significativa26, com as meninas apresentando maiores inadequações na PA em relação aos meninos. Foi ainda encontrada associação entre HAS com baixo nível de atividade física e alimentação inadequada21,24-26. A metodologia utilizada para aferição e interpretação dos níveis de pressão arterial nos estudos selecionados não foi uniforme. A maioria aferiu a pressão arterial duas vezes11,20,21,24-26 e apenas dois realizaram três aferições22,23, sendo a menor prevalência (2,3%) encontrada no que aferiu por três vezes e utilizou apenas a terceira medida como resultado para o diagnóstico22. A prevalência foi também influenciada pelo tempo de intervalo entre as medidas, em que os estudos que utilizaram o intervalo de 10 minutos apresentaram os menores resultados (2,3% e 2,7%)22,25. O estudo de Molina et al.24, o único em foi utilizado o equipamento digital para aferição da pressão arterial foi o que apresentou maior prevalência de HAS (13,8%) em relação aos demais que utilizaram o esfigmomanômetro com coluna de mercúrio11,22 ou aneróide20,21,25. DISCUSSÃO Estudos acerca da prevalência de HAS entre crianças na faixa etária estudada ainda são escassos. Sendo assim, para a presente revisão foram selecionados além dos artigos na faixa etária proposta, outros com maior amplitude de idade em que houve possibilidade de extrair os resultados por idade11,20,21,25,26. Embora estes estudos sejam com amostras representativas, em função de terem sido realizados recortes dos resultados, a amostra avaliada sofreu redução importante, variando de 137 crianças no estudo de Ribas & Silva26 a 717 no estudo de Monego et al.21. Entretanto, nos estudos específicos para faixa etária desta revisão, o número de Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):85-93 NUTRICIÓN CLÍNICA Y DIETÉTICA HOSPITALARIA Tabela 1. Características dos estudos nacionais de prevalência de hipertensão arterial em escolares de 6 a 10 anos de idade. AMOSTRA STUDO/LOCAL n e faixa etária (selecionado) MÉTODOS RESULTADOS Tipo de escola Auscultatório (esfigmomanômetro aneroide) 701 Oliveira et al. (2004)20 5 a 9 anos (6 a 9 anos) Feira de Santana, Bahia. Públicas e privadas Repouso prévio: 10 minutos Número de aferições: 2 Intervalo entre aferições: 2 minutos Hipertensão arterial: 3,5% Valor utilizado para diagnóstico: médias entre os valores Task Force on Blood Presure Control in Chidlren, 19777 Auscultatório (esfigmomanômetro com coluna de mercúrio) Moura et al. (2004)11 1253 (355) Repouso prévio: não relatado 7 a 17 anos (7 a 10 anos) Número de aferições: 2 Públicas Intervalo entre aferições: 2 minutos Maceió, Alagoas. Valor utilizado para diagnóstico: médias entre os valores Pressão arterial elevada: 6,5% Meninas: 8,4% Meninos: 4,2% Task Force on Blood Presure Control in Chidlren, 19879 Auscultatório (esfigmomanômetro aneróide) Monego et al. (2006)21 Goiânia, Goiás. 3169 (717) 7 a 14 anos (7 a 10 anos) Públicas e privadas Hipertensão arterial: 8,1% Repouso prévio: 2 minutos Meninas: 9% Número de aferições: 2 Meninos: 7,2% Intervalo entre aferições: 2 minutos Valor utilizado para diagnóstico: segunda medida Pré-hipertensão arterial: 8,5% Task Force on Blood Presure Control in Chidlren, 19968 Meninas: 8,6% Meninos: 8,5% Auscultatório (esfigmomanômetro com coluna de mercúrio) Repouso prévio: não relatado Borges et al. (2007)22 Cuiabá, Mato Grosso. 601 Número de aferições: 3 7 a 10 anos Intervalo entre aferições: 10 minutos Públicas e privadas Valor utilizado para diagnóstico: terceira medida Pressão arterial elevada: 2,3% Pré-hipertensão arterial: 3,8% Diagnóstico: The fourth report on the diagnosis, evaluation, and treatment of high blood pressure in children and adolescents 200410 Auscultatório (esfigmomanômetro aneróide) Repouso prévio: não relatado Queiroz et al. (2010)23 784 Número de aferições: 3 6 a 9 anos Intervalo entre aferições: 3 minutos Públicas Valor utilizado para diagnóstico: médias entre os valores João Pessoa, Paraíba. Diagnóstico: The fourth report on the diagnosis, evaluation, and treatment of high blood pressure in children and adolescents 200410 Pressão arterial elevada: 13,6 Pré-hipertensão arterial: 8,4% Método oscilométrico com aparelho automático Repouso prévio: 5 minutos Molina et al. (2010)24 Vitória, Espírito Santo. 1282 Número de aferições: 2 7 a 10 anos Intervalo entre aferições: não relatado Públicas Valor utilizado para diagnóstico: médias entre os valores Pressão arterial elevada: 13,8% Diagnóstico: The fourth report on the diagnosis, evaluation, and treatment of high blood pressure in children and adolescents 200410 Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):85-93 89 PREVALÊNCIA DE HIPERTENSÃO ARTERIAL EM ESCOLARES BRASILEIROS: UMA REVISÃO SISTEMÁTICA Tabela 1 (continuación). Características dos estudos nacionais de prevalência de hipertensão arterial em escolares de 6 a 10 anos de idade. AMOSTRA STUDO/LOCAL MÉTODOS n e faixa etária (selecionado) RESULTADOS Tipo de escola Auscultatório (esfigmomanômetro aneróide) Repouso prévio: não relatado Pinto et al. (2011)25 Salvador, Bahia. 1125 (299) Número de aferições: 2 7 a 14 anos (7 a 9 anos) Intervalo entre aferições: 10 minutos Públicas Valor utilizado para diagnóstico: médias entre os valores Diagnóstico: The fourth report on the diagnosis, evaluation, and treatment of high blood pressure in children and adolescents 200410 Ribas & Silva (2014)26 Belém, Pará. 557 (137) Pré-hipertensão arterial: 7,7% Método e aparelho não relatados Hipertensão arterial: 8,3% Repouso prévio: não relatado Meninas: 6,5% Número de aferições: 2 Meninos: 8% Intervalo entre aferições: 1 a 2 minutos Valor utilizado para diagnóstico: médias entre os valores Pré-hipertensão arterial: 40,6% Protocolo da Força Tarefa 19878 Meninas: 43,5% 6 a 19 anos (6 a 10 anos) Públicas e privadas Hipertensão arterial: 2,7% Meninos: 30,4% crianças avaliadas variou de 601 à 1282 no estudo de Borges et al.22 e Molina et al.24, respectivamente, entretanto, diferentes tamanhos de amostra podem interferir na interpretação dos resultados. A referência da Força Tarefa dos Estados Unidos para classificação da pressão arterial foi utilizada em todos os estudos, conforme recomendação de órgãos nacionais, entre eles, a Sociedade Brasileira de Pediatria27 e a Sociedade Brasileira de Cardiologia, 20103. Apesar disso, a prevalência de HAS apresentou ampla variação. Outros estudos, nacionais e internacionais, têm também demonstrado valores bem distintos de prevalência de alterações na PA3. Fatores como estado nutricional, alimentação, nível de atividade física, nível socioeconômico, gênero, podem estar relacionados à presença de HAS. Sendo assim, a prevalência de HAS está associada às características da população avaliada. Maior prevalência de HAS foi identificada em Vitória, localizada na região Sudeste. Não existem dados regionais em relação a HAS na infância, mas em adultos, essa mesma região apresenta a maior prevalência de HAS em comparação com outras regiões do país, o que pode sugerir reflexo de hábitos regionais28. Embora os diagnósticos tenham sido realizados por protocolos distintos, Must et al.29, Cole30, CDC31,32 e OMS33, em todos os estudos selecionados, a prevalên- 90 cia de excesso de peso foi elevada, com valores superiores a 20%. Tais resultados são compatíveis com dados da última Pesquisa de Orçamentos Familiares, indicando que 33,5% das crianças entre 5 a 9 anos de idade estavam com excesso de peso15. Considerando a estreita relação entre excesso de peso e HAS em crianças, é de se esperar maior índice de HAS entre obesos, como evidenciado em diversos estudos utilizados nesta revisão11,20,21,23,25. De fato, nos estudos de Moura et al.11, Oliveira et al.20, Monego et al.21, Queiroz et al.23, Pinto et al.25, as crianças com excesso de peso apresentaram maiores prevalências de valores elevados de PA. Lauer et al.28 identificaram em crianças obesas um risco aumentado em desenvolverem HAS de 2,4 vezes, em relação às eutróficas. Rezende, et al.34 fortaleceram estas evidências ao observarem que o peso corporal foi relacionado tanto com a HAS infantil como com altos valores da PA entre os normotensos. A medida de CA, utilizada para estimar a gordura visceral, quando avaliada nos estudos selecionados, também esteve associada à maior prevalência de HAS23,25. Os resultados são sustentados pela literatura que aponta que, além do excesso de peso, o excesso de gordura visceral é fator de risco importante para doenças cardiovasculares, inclusive HAS35,36. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):85-93 NUTRICIÓN CLÍNICA Ao compararem HAS entre estudantes de escola pública ou privada, Oliveira et al.20 encontraram mais que o dobro de prevalência de HAS nos da rede privada, sugerindo que a condição econômica favorável influencia o estilo de vida e os hábitos alimentares, refletindo diretamente na saúde. Estes dados corroboram com o estudo realizado por Constanzi et al.37 que também encontrou o dobro de prevalência nos escolares da rede privada do município de Caxias do Sul, RS. Os demais trabalhos não realizaram este tipo de associação, o que dificulta a comparação dos resultados. al.11, al.21 Monego et e Ribas Os estudos de Moura et & Silva26 fizeram a estratificação da pressão arterial por gênero, entretanto apenas Ribas & Silva26 encontraram diferença significativa, com as meninas apresentando maiores inadequações na PA em relação aos meninos. Os autores identificaram nas meninas um menor nível de atividade física, o que pode ter refletido nos resultados. Segundo Monego et al.21, o incremento desta prática, seja no lazer ou em programas de exercícios, evita a elevação da PA. No entanto, apesar de as meninas também terem apresentado menor nível de atividade física no estudo de Monego et al.21 e os valores de PA no grupo feminino terem sido discretamente maior, não houve significância estatística entre os gêneros. Além das características de cada população estudada, aspectos metodológicos podem também ter influenciado os resultados, podendo justificar, em parte, as divergências nas prevalências de HAS38. Como exemplo, cita-se a frequência das aferições de PA, o intervalo entre elas, assim como a seleção das medidas utilizadas para o diagnóstico. No estudo de Borges et al.22 diferenças de prevalência de PA elevada, baseadas nas primeiras medidas em comparação com as demais foram significativas, apresentando-se de 3 a 4 vezes superiores. Neste sentido, Borges et al.22 optaram em utilizar, para a classificação dos níveis tensionais, apenas da terceira medida, apresentando assim a menor prevalência de HAS entre os estudos selecionados (2,3%), corroborando com Costanzi et al.37,que também utilizaram para diagnóstico de HAS apenas a última medida. De fato, é evidenciado que as medidas subsequentes à primeira são geralmente mais baixas, provavelmente em função da diminuição da ansiedade39,40. Destaca-se que, caso duas ou três medidas tivessem sido consideradas para os resultados finais do estudo de Borges, et al.22, a prevalência de alteração de PA seria mais próxima à de outros estudos que aferiram a pressão em duplicidade e utilizaram a média entre as medidas. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):85-93 Y DIETÉTICA HOSPITALARIA Embora não exista um consenso do período de tempo entre as medidas de PA, um intervalo entre 1 e 2 minutos é sugerido pela Sociedade Brasileira de Cardiologia3. A maioria dos estudos fixou intervalos entre 2 e 3 minutos, com exceção dos realizados por Pinto et al.25 e Borges et al.22, em que foi preconizado o intervalo de 10 minutos. Especula-se que este intervalo tão superior aos demais possa ter contribuído para uma das mais baixas prevalências observadas entre os estudos aqui selecionados, 2,7% e 2,3%, respectivamente. Entre os estudos selecionados, os autores Moura et al.11 e Borges et al.22 utilizaram o esfigmomanômetro com coluna de mercúrio, preconizado pela Força Tarefa dos Estados Unidos (2004)10 como equipamento padrão ouro, enquanto Pinto et al.25, Monego et al.21, Oliveira et al.20 e Queiroz et al.23 optaram por utilizar o esfigmomanômetro aneróide. O único em que o equipamento digital foi relatado como o de escolha foi o estudo de Molina et al.24, após devida validação do equipamento. Os autores, em sua maioria, descreveram em suas metodologias a ocorrência de treinamento dos avaliadores e a adequação dos manguitos para as aferições, o que aumenta a precisão dos resultados. Entretanto, questiona-se se o aparelho digital possa ter superestimado a HAS no estudo de Molina et al.24, que evidenciou a maior prevalência de HAS entre os demais. Em todos os estudos, as aferições dos níveis tensionais foram realizadas no ambiente escolar, que apesar de favorecer a avaliação de grande número de crianças, pode influenciar de forma negativa em função da dificuldade em obter ambiente propício, calmo o suficiente para que as medidas sejam realizadas dentro dos padrões ideais. Além disso, é recomendado que as crianças não tenham praticado exercícios físicos de 60 a 90 minutos antes da aferição, o que pode ser difícil de controlar neste ambiente3. Apesar dos valores de prevalência de HAS aqui apresentados, destaca-se que, para o diagnóstico de HAS em crianças seja consolidado, é necessário que a média da PA esteja acima do ponto de corte ao menos em três dias distintos10. É relatado que as taxas de prevalência de HAS caem significativamente quando são considerados apenas os casos de HAS evidenciadas em duas ou três aferições10. Neste sentido, os autores dos artigos da presente revisão sugerem que os supostos diagnósticos de HAS publicados devem ser devidamente interpretados. Justamente por esse motivo, alguns autores optaram por utilizar o 91 PREVALÊNCIA DE HIPERTENSÃO ARTERIAL EM ESCOLARES BRASILEIROS: UMA REVISÃO SISTEMÁTICA termo “PA elevada” em substituição ao termo HAS11,22-24. Independente da nomenclatura utilizada, todos os autores realizaram a identificação de crianças sob risco de alterações na PA, o que é fundamental para medidas de prevenção e tratamento. Embora nem todos os estudos selecionados tenham avaliado a presença de pré-hipertensão, os resultados demonstraram em sua maioria, taxas de prevalência superiores aos de HAS ou PA elevada21,22-26, o que chama a atenção para um grupo de crianças com risco de desenvolver HAS em idades tão precoces. O estudo de Ribas & Silva26, o mais recente entre os selecionados para presente revisão, indicou a prevalência de 40,6% de pré-hipertensão entre as crianças de 6 a 10 anos de idade. Os dados podem ser compatíveis com estilo de vida sedentário e hábitos alimentares inadequados, como o crescente consumo de produtos industrializados, alimentos gordurosos e ricos em açúcares simples14,15. Este padrão alimentar está relacionado às alterações na PA diretamente pelo elevado consumo de sódio e, indiretamente por favorecer o ganho excessivo de peso. O estudo de Pinto et al.25 exemplifica tal relação, demonstrando correlação significativa entre a presença HAS e alimentação inadequada. CONCLUSÃO Entre as limitações do presente estudo, encontramse um número reduzido de artigos encontrados, além das diferenças metodológicas, que dificultam a interpretação e consolidação dos resultados. No entanto, destaca-se que apesar da dificuldade em realizar medidas fisiológicas em ambiente escolar, foi perceptível o rigor metodológico nos estudos selecionados para esta revisão, justamente com o intuito de minimizar erros. Independentemente de qualquer viés metodológico inerente a estudos epidemiológicos, os dados apresentados indicaram que a presença de HAS na infância não é rara, com prevalências distintas, influenciadas, principalmente, pelo estilo de vida e estado nutricional. Representando risco à saúde, os níveis pressóricos alterados devem ser identificados o mais precocemente possível, a fim de prevenir complicações futuras. Considerando o subdiagnóstico na clínica, o ambiente escolar parece propício para investigações de risco de alterações dos níveis tensionais. Novos estudos para avaliar a PA na infância são necessários a fim de fomentar subsídios para programas de prevenção e ações governamentais voltadas para alimentação, nutrição e saúde. 92 REFERÊNCIAS 1. Brasil - Ministério da Saúde (MS). Sistema de Informações de Mortalidade (SIM). DATASUS. Óbitos causados por doenças do aparelho circulatório; 2012. 2. World Health Organization. Global strategy on diet, physical activity and health Geneva: World Health Organization; 2003. 3. Sociedade Brasileira de Cardiologia; Sociedade Brasileira de hipertensão; Sociedade Brasileira de Nefrologia. VI Diretrizes Brasileiras de Hipertensão. Arq. Bras. Cardiol. [online]. 2010, vol.95, n.1, suppl.1, pp. I-III. 4. Berenson GS. Association between multiple cardiovascular risk factors atherosclerosis in children and young adults: the Bogalusa Heart Study. The New England Journal of Medicine. 1998; 1650-6. 5. Sociedade Brasileira de Cardiologia. 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Circulation. 1995;92:1049-57. 93 Artículo de Revisión Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):94-103 DOI: 10.12873/361pinzon Gestión de la nutrición enteral: factores clave en las mejores guías de práctica clínica y brechas en su aplicación Enteral nutrition management: key factors and application gaps in the best clinical practice guidelines Pinzón Espitia, Olga Lucia1,2; Chicaíza Becerra, Liliana Alejandra2; García Molina, Mario2; González Rodríguez, Javier Leonardo3; Manrique Hernández, Ruben Darío4 1. 2. 3. 4. Candidata PhD. Universidad del Rosario – Méderi. PhD. Universidad Nacional de Colombia. PhD. Universidad del Rosario. PhD. Universidad CES. Recibido: 19/agosto/2015. Aceptado: 27/noviembre/2015. RESUMEN Introducción: Una adecuada práctica clínica en soporte nutricional requiere de recomendaciones basadas en la mejor evidencia disponible, para apoyar a los profesionales en salud en la toma de aquellas decisiones concernientes al manejo del soporte nutricional enteral en las patologías de interés. Objetivo: Identificar los factores clave en la gestión de la nutricion enteral para prevenir y tratar la malnutrición a partir de las recomendaciones establecidas en las mejores Guías de Práctica Clínica (GPC). Métodos: Se realizó una búsqueda estructurada de las GPC en soporte nutricional. La selección de las guías se llevó a cabo de forma independiente por cinco evaluadores, que incluyeron las GPC basadas en la evidencia publicadas entre 2005 y 2015. La evaluación de la calidad se llevó a cabo mediante la herramienta AGREE II. Se seleccionaron las GPC teniendo en cuenta que la calificación de los dominios rigor metodológico e independencia editorial, fuera como mínimo Correspondencia: Olga Lucia Pinzón-Espitia pinzone.olga@urosario.edu.co 94 60% cada uno.Se compararon los hallazgos con la práctica en Colombia. Resultados: Se evaluaron 24 GPC, de las cuales 79.1% (n=19) desarrolladas por sociedades científicas, 12.6% (n=3) por entidades gubernamentales y 8.3% (n=2) por organismos desarrolladores de GPC. Las GPC seleccionadas fueron la elaborada por NICE con puntuación global de 92%, y dos guías elaboradas por CENETEC, que puntuaron 79.7% y 81.9%. Discusión: Con el fin de disminuir la heterogeneidad en la práctica, abordar nuevas opciones terapéuticas y brindar una atencion con calidad, se sugiere adoptar las mejores GPC, las cuales son desarrolladas por entidades gubernamentales y organismos desarrolladores de guías como CENETEC y NICE respectivamente, las cuales son poco estudiadas e implementadas en Colombia, donde las más consultadas son las ASPEN y ESPEN. Conclusión: Los factores claves recomendados en las mejores GPC de nutrición son: tamizaje nutricional de ingreso, seguimiento del riesgo nutricional, apoyo nutricional en el paciente desnutrido y/o malnutrido, soporte nutricional en el paciente con limitación de ingesta de alimentos, soporte nutricional especializado, educación en nutrición y creación del comité institucio- Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):94-103 NUTRICIÓN CLÍNICA nal de nutrición. Estos factores son útiles para generar confianza en la sociedad sobre la práctica asistencial. Debería incentivarse la consulta de GPC en Nutrición de alta calidad científica, con el fin de optimizar las capacidades técnicas ante las limitaciones en el sector salud. PALABRAS CLAVES Soporte nutricional, nutrición enteral, malnutrición, guías de práctica clínica, malnutrición proteico calórica, manejo de la atención al paciente. ABSTRACT Introduction: Adequate nutrition-support clinical practice requires recommendations based on the best available evidence, in order to help health professionals making decisions concerning the management of enteral nutritional support in pathologies of interest. Objective: To identify the key factors in the management of enteral nutrition, in order to prevent and treat malnutrition based upon the recommendations made in the best Practice Guidelines (CPG). Y DIETÉTICA HOSPITALARIA iting food intake, specialized nutritional support, nutrition education, and creation of institutional nutrition committees. These elements would be useful to build societal trust in clinical practice. Encouraging consultation of high quality nutrition CPG would help to optimize capacities in the face of technical limitations in the health sector. KEY WORDS Nutritional Support, Enteral nutrition, Malnutrition, Protein-Energy Malnutrition, Practice Guidelines as Topic, Patient Care Management. ABREVIATURAS ASPEN: American Society for Parenteral and Enteral Nutrition. CDR: Centre for Reviews and Dissemination. CENETEC: Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud. CPG: Clinical Practice Guidelines. Methods: A structured search of nutritional support in CPG was performed. Five referees independently selected the CPG among those published between 2005 and 2015. They used AGREE II in order assess quality and selected those CPG with a score no lower than 60% in the domains of methodological rigor and editorial independence. The findings were compared to the Colombian clinical practice. ESPEN: European Society for Clinical Nutrition and Metabolism. Results: 24 GPC were evaluated, of which 79.1% (n = 19) were developed by scientific societies, 12.6% (n = 3) by government agencies and 8.3% (n = 2) by CPG developing bodies. Selected CPG were those produced by NICE (global score 92%), and those developed by CENETEC, which scored 70.89% and 87.2%.8. MSAL: Ministerio de Salud Presidencia de la Nación Argentina. Discussion: In order to decrease clinical-practice heterogeneity, take into account new therapeutic options and provide quality care, it is suggested to adopt the best CPG, such as those developed by governmental institutions and CPG developing agencies like CENETEC and NICE. Attention and implementation of their recommendations in Colombia has been poor, as the most consulted CPG are the ASPEN and ESPEN ones. Conclusion: Key elements recommended in the best nutrition CPG, are: income nutritional screening, nutritional risk monitoring, nutritional support for malnourished patients, nutritional support for patients with lim- Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):94-103 GPC: Guías de Práctica Clínica. GIN: Guideline International Network. HAS: Haute Autorité de Santé. IMC: Índice de masa corporal. NCG: National Guideline Clearinghouse. NICE: National Institute for Clinical Excellence. NZGG: New Zealand Guidelines Group. SIGN: Scottish Intercollegiate Network. INTRODUCCIÓN La desnutrición hospitalaria es un problema global de salud pública que afecta al 30 - 50% de los pacientes hospitalizados y tiene un impacto significativo en la calidad de la prestación del servicio y la asistencia médica de la población hospitalizada1,2. En Brasil, Waitzberg, Caiaffa y Correia3 al evaluar el estado nutricional de 4000 pacientes mediante la valoración global subjetiva (VGS), reportaron cifras de malnutrición similares en el 95 GESTIÓN DE LA NUTRICIÓN ENTERAL: FACTORES CLAVE EN LAS MEJORES GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA Y BRECHAS EN SU APLICACIÓN 48% de los pacientes que ingresaban a los hospitales, de los cuales el 12.5% presentaba malnutrición severa. En general en el contexto latinoamericano, las cifras de desnutrición hospitalaria se encuentran alrededor del 50%, como se evidencia en un estudio epidemiológico transversal y multicéntrico que incluyó 9.348 pacientes hospitalizados mayores de 18 años, en el que se reportó que la desnutrición estaba presente en el 50,2% de los pacientes estudiados4. La etiología de la desnutrición es multifactorial, es el resultado de la convergencia de diversos factores relacionados con la enfermedad de base, el proceso de hospitalización, la ausencia de estrategias establecidas para evitar el ayuno, el inicio temprano de la nutrición enteral, la falta de identificación de los pacientes en riesgo de desnutrición y la dificultad para instaurar medidas de prevención y tratamiento8-11. En Colombia estudios realizados en instituciones hospitalarias reportaron cifras superiores al 30%; en el estudio llevado a cabo por Giraldo, et al5 se evaluó la prevalencia de malnutrición en adultos hospitalizados en una institución pública de alta complejidad y reportaron que el 63% de los pacientes presentó riesgo o desnutrición, mientras que en las instituciones privadas se encontraron cifras entre el 27% y el 61.1% de pacientes con riesgo de desnutrición6,7. Dada la alta prevalencia de desnutrición y la variación del enfoque de atención, es necesario generar directrices, y por consiguiente generar conciencia del impacto de la nutrición en el sistema de salud hospitalario12-15. Con el fin de llevar a cabo una adecuada práctica clínica en soporte nutricional, en la que se pretende disminuir la heterogeneidad, abordar nuevas opciones terapéuticas y brindar una atencion con calidad, es necesario evaluar y generar recomendaciones basadas en la mejor evidencia disponible, para asistir a los profesionales en salud y a los pacientes en la toma de las decisiones concernientes al manejo clínico de la patología de interés16. En el presente artículo se reporta el resultado de una revisión estructurada de varias guías de práctica clínica en soporte nutricional enteral a través de la herramienta AGREE II17. Una vez evaluadas las GPC, se identificaron los factores clave en la práctica clínica inherente a la atención nutricional en adultos hospitalizados. 96 OBJETIVO Identificar las brechas y las oportunidades de mejora en la práctica del soporte nutricional enteral en Colombia, mediante el analisis comparativo de la variabilidad de las practicas entre los hospitales y un centro de referencia versus lo encontrado en la literatura, a partir de las recomendaciones establecidas en las mejores Guías de Práctica Clínica (GPC) para prevenir y tratar la malnutrición en pacientes adultos hospitalizados. MÉTODOS La investigación se llevó a cabo en dos fases: 1) identificación de las GPC a través de un método estandarizado para el proceso de evaluación, que incluyó guías basadas en la evidencia con revisión sistemática de la literatura, relacionadas con la desnutrición en pacientes hospitalizados, que circunscribieran como intervención la nutrición enteral; y 2) contrastación de las prácticas recomendadas con las realizadas en la práctica clínica diaria. La estrategia de búsqueda incluyó los siguientes términos MeSH: Nutritional Support, Enteral nutrition, Malnutrition, Protein-Energy Malnutrition, Practice Guidelines as Topic, Patient Care Management, limitando la búsqueda a aquellas guías publicadas entre marzo de 2005 y marzo de 2015. Se consultaron las bases de datos electrónicas PubMed y EMBASE. Además, se realizó una búsqueda de recursos existentes en la web, los grupos de investigación dominantes en el campo y los grupos encargados de realizar revisiones sistemáticas en este campo, así como las bases de la Colaboración Cochrane y el Centre for Reviews and Dissemination (CDR) de la Universidad de York. De manera complementaria, se realizó la búsqueda de GPC en los siguientes recursos electrónicos, Organismos recopiladores de Guías como el National Guideline Clearinghouse (NCG), Guideline International Network (GIN). Organismos que producen GPC, como New Zeland Guidelines Group (NZGG), National Institute for Clinical Excellence (NICE), y Scottish Intercollegiate Network (SIGN); y organismos que publican guías de práctica Clínica nacionales o iberoamericanas, como Cenetec y GuiaSalud, todos ellos sugeridos en la guía metodológica para la elaboración de guías de atención integral en el sistema general de seguridad social en salud colombiano16. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):94-103 NUTRICIÓN CLÍNICA Se consultaron otras fuentes de evidencia para permitir el análisis de literatura publicada o no publicada (literatura gris) que no se hubiera detectado por medio de la búsqueda sistemática. Para este fin se usaron Google y el Sistema Integrado de Búsqueda del Centro de Recursos de Apoyo al Aprendizaje y la Investigación de la Universidad del Rosario. La selección de las guías se llevó a cabo de forma independiente por cinco evaluadores cuyos perfiles son: dos PhD en economía y gestión de salud, un Phd en economía, un PhD en epidemiología con experiencia en desarrollo de guías y un clínico experto en el tema con candidatura a PhD en dirección, todos con experiencia en evaluación de guías y uso del instrumento AGREE –II. Los criterios de inclusión fueron: documentos que se identificaran como guías en el título o en el resumen, que presentaran recomendaciones graduadas y que contaran con una sección de metodología. En los casos de desacuerdo en la elección de la guía, se consultó a un profesional en nutrición para definir la inclusión de los documentos en materia. Para evaluar la calidad de las guías se utilizó el instrumento AGREE - II versión en español17, que incluye seis dominios y 23 ítems. Se incluyeron para evaluación final las GPC en las que la calificación de los dominios rigor metodológico e independencia editorial tuviesen un puntaje mínimo del 60%, como lo establece la guía metodológica colombiana18. Se excluyeron aquellas guías de práctica clínica que no hubieran sido desarrolladas para el abordaje del soporte nutricional enteral en el contexto hospitalario. La búsqueda realizada en las bases disponibles (Ver figura 1) arrojó 323 títulos, de las cuales 244 se consiguieron a partir de las bases de datos y 79 mediante búsqueda manual. Posteriormente, se encontró que 194 cumplían el criterio de exclusión, razón por la que no fueron considerados dentro de esta revisión. Se revisaron 129 resúmenes de títulos potenciales, de los cuales 105 no cumplieron con los criterios de inclusión, 24 fueron seleccionados para hacer lectura completa del artículo. En la Tabla 1 se muestra el listado de Guías de Práctica Clínica en soporte nutricional enteral en paciente adulto hospitalizado evaluadas con la herramienta AGREE II. RESULTADOS 1. Descripción de las guías de práctica clínica seleccionadas Al realizar la caracterización de las guías (Tabla 2), se observó que el 87.5% de las guías se encuentra en Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):94-103 Y DIETÉTICA HOSPITALARIA idioma inglés, en comparación con un 12.5% en español desarrolladas por instituciones gubernamentales. Además, un número más alto de guías, equivalente a un 79.1 %, son desarrolladas por sociedades científicas. En referencia a la calidad global de los documentos, las guías que obtuvieron la mayor puntuación global fueron las elaboradas por el NICE39 y por CENETEC40,41 con 92, 79.7 y 81.9%, respectivamente. Las guías elaboradas por ASPEN tuvieron una puntuación de 31.6%13-17, y las de ESPEN un 36.8%18-30. En la Tabla 3 se muestra la distribución de las guías según su puntuación. En referencia a las guías con mayor puntuación global, se encontró el mayor porcentaje para el dominio 1 en la guía CENETEC para desnutrición hospitalaria con un 95%, la cual también tuvo la mayor puntuación en el dominio 2 referente a la participación. En el dominio 3, rigor de la elaboración, la puntuación promedio de las GPC fue de 52.1%. Tres documentos obtuvieron la mayor calificación global en la revisión de las GPC, y se escogieron como documentos orientativos en la gestión y práctica clínica del soporte nutricional enteral: la guía de práctica clínica Nutrition support in adults - NICE CG3239; la guía de práctica clínica de desnutrición intrahospitalaria: tamizaje, diagnóstico y tratamiento - CENETEC40; y la guía de práctica clínica Nutrición enteral: fórmulas, métodos de Infusión e interacción fármaco nutriente - CENETEC. A partir del análisis de estas tres guías se identificaron los factores clave con el fin de impactar la atención nutricional y la salud de los pacientes, en el contexto de la atención con calidad en las instituciones hospitalarias. Se identificaron los siguientes factores clave (Tabla 4): tamizaje nutricional de ingreso, seguimiento del riesgo nutricional, apoyo nutricional en el paciente con limitación de ingesta de alimentos y brindar un soporte nutricional especializado en pacientes con desnutrición o en riesgo de desarrollarla. Vale la pena destacar que en la práctica actual en Colombia la mayor parte de los hospitales no aplica la totalidad de los factores clave o aplican sólo uno de ellos. Alonso-Coello y García43 describieron el auge que han tenido las GPC en el sector salud, al pasar de 70 guías indexadas y reportadas en PubMed en 1990, a más de 2.000 en el año 2014. Las guías son documentos que incluyen recomendaciones dirigidas a optimizar la atención de los pacientes, se basan en revisiones de litera- 97 GESTIÓN DE LA NUTRICIÓN ENTERAL: FACTORES CLAVE EN LAS MEJORES GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA Y BRECHAS EN SU APLICACIÓN Tabla 1. Listado de Guías de Práctica Clínica en soporte nutricional enteral en paciente adulto hospitalizado evaluadas con la herramienta AGREE II. Sociedades Científicas Año A.S.P.E.N. Clinical Guidelines: Nutrition Support in Adult Acute and Chronic Renal Failure19 2013 A.S.P.E.N. Clinical Guidelines: Nutrition Screening, Assessment, and Intervention in Adults20 2011 A.S.P.E.N. Clinical Guidelines: Nutrition Support of Adult Patients With Hyperglycemia21 2012 A.S.P.E.N. Clinical Guidelines: Nutrition Support of Hospitalized Adult Patients With Obesity22 2013 A.S.P.E.N. Clinical guidelines: nutrition support therapy during adult anticancer treatment and in hematopoietic cell transplantation (23) 2009 ESPEN Guidelines on Enteral Nutrition: Wasting in HIV and other chronic infectious diseases24 2006 ESPEN Dietary advice with or without oral nutritional supplements for disease-related malnutrition in adults25 2011 ESPEN Guidelines on adult enteral nutrition: Gastroenterology26 2006 ESPEN Guidelines on Enteral Nutrition: Cardiology and Pulmonology27 2006 ESPEN Guidelines on Enteral Nutrition: Geriatrics28 2006 ESPEN Guidelines on Enteral Nutrition: Liver disease29 2006 ESPEN Guidelines on Enteral Nutrition: Intensive care30 2006 ESPEN Guidelines on Enteral Nutrition: Non-surgical oncology31 2006 ESPEN Guidelines on Enteral Nutrition: Pancreas32 2006 ESPEN Guidelines on Enteral Nutrition: Adult Renal Failure33 2006 ESPEN Guidelines on Enteral Nutrition: Surgery including Organ Transplantation34 2006 ERAS® Society recommendations. Guidelines for perioperative care for pancreaticoduodenectomy: Enhanced Recovery After Surgery35 2012 ERAS® Society recommendations. Guidelines for perioperative care in elective rectal/pelvic surgery: Enhanced Recovery After36 2012 CRITICAL CARE NUTRITION. Canadian Clinical Practice Guidelines37 2013 Organismos desarrolladores / recopiladores de guías HAS. Clinical practice guidelines from the French health high authority: Nutritional support strategy in protein-energy malnutrition in theelderly38 2011 NICE. Nutrition support in adults - NICE CG3239 2006 Entidades Gubernamentales CENETEC. Guía de Práctica Clínica. Desnutrición intrahospitalaria: Tamizaje, diagnóstico y tratamiento40 2013 CENETEC. Guía de Práctica Clínica. Nutrición enteral: Fórmulas, Métodos de Infusión e Interacción Fármaco Nutriente41 2012 MSAL. Guía de Práctica Clínica de Soporte Nutricional enteral y parenteral en pacientes hospitalizados y domiciliarios42 2007 98 Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):94-103 NUTRICIÓN CLÍNICA Tabla 2. Características de las GPC. Características de las GPC n % Naturaleza del desarrollador Sociedades Científicas 19 79.1 Organismos desarrolladores / recopiladores de guías 2 8.3 Entidades Gubernamentales 3 12.6 2011-2015 13 54.2 2005-2010 11 45.8 Norteamérica 5 2.1 Europa 16 66.7 Otros países 3 31.2 Tiempo de publicación Lugar de elaboración Idioma Ingles 21 87.5 Español 3 12.5 Y DIETÉTICA HOSPITALARIA tura e incluyen evaluaciones de los riesgos y beneficios para las diferentes opciones de tratamiento. Las GPC buscan favorecer los resultados en salud, para hacer eficientes los sistemas de atención en salud. En Colombia las guías ASPEN y ESPEN son por lo general las guías de referencia para orientar la práctica clínica. Sin embargo, estas guías presentan las menores puntuaciones de la evaluación, 31.6% y 36.8%, valores que cobran aún más relevancia en el contexto hospitalario. En una encuesta en internet dirigida a profesionales que actualmente se desempeñan en equipos de soporte nutricional en instituciones hospitalarias, se encontró que del 100% (n=89) de encuestados (88.8% de ellos nutricionistas), únicamente el 44.4% de los profesionales utiliza las GPC en su ejercicio profesional. Al indagar en estos últimos cuales eran las GPC de consulta, refirieron que la mitad de ellos trabajan con las generadas por ASPEN y la otra mitad recurre a las revisiones sistemáticas COCHRANE. Adicionalmente, el 55.6% de los profesionales encuestados refieren leer documentos publicados en español, siendo el idioma una limitante de acceso a considerar. Las guías incorporadas NICE CG32 y CENETEC, las cuales puntuaron valores superiores al 60% en los dominios de rigor de la elaboración e independencia editorial hacen referencia a los siguientes puntos clave en la implementación de las mismas. Tabla 3. Puntuación de la evaluación de cada GPC expresada en porcentaje sobre el máximo posible para cada dominio. Organización Dominio 2 Dominio 1 Dominio 3 Participación Alcance y Rigor de la de los objetivo Elaboración implicados Dominio 4 Claridad de presentación Dominio 6 Dominio 5 Puntaje Independencia Aplicabilidad Global Editorial ASPEN 45,3 31,0 23,8 52,8 21,6 15,0 31.6 ESPEN 51,5 28,8 22,7 62,5 38,4 16,8 36.8 HAS 56,0 43,3 40,2 55,0 27,5 25,0 41.5 NICE 95,6 94,5 88,0 95,9 80,6 97,3 92 CRITICAL CARE NUTRITION 61,0 51,3 57,2 69,6 38,9 59,8 56.7 CENETEC – Desnutrición hospitalaria 95,0 72,2 70,8 93,0 69,8 87,2 79.7 CENETEC – Nutrición enteral 94 72 72 93 76 84,6 81,9 MSAL 57,8 39,2 42,3 59,9 48,7 42,3 47.8 Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):94-103 99 GESTIÓN DE LA NUTRICIÓN ENTERAL: FACTORES CLAVE EN LAS MEJORES GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA Y BRECHAS EN SU APLICACIÓN Tabla 4. Factores claves recomendados en las mejores GPC en nutrición. Factor Clave NICE CG32 CENETEC Asistenciales Tamizaje nutricional de ingreso La detección de la desnutrición y del riesgo de malnutrición debe ser llevada a cabo por profesionales de la salud con conocimientos y la capacitación adecuadas. El tamizaje nutricional debe formar parte de los procesos rutinarios, estandarizados y sistemáticos que se realizan a un paciente durante su ingreso hospitalario, por lo que los instrumentos utilizados se deberán incorporar o adjuntar a las hojas de admisión, de enfermería y evolución, además de formar parte de la historia clínica. Todos los pacientes hospitalizados deben ser sometidos a una evaluación nutricional e intervención nutricional clasificándolos de acuerdo a los resultados en pacientes bien nutridos, en riesgo de desnutrición o desnutridos. Esta intervención mejora, controla y disminuye las causas más frecuentes de la desnutrición hospitalaria. Seguimiento del riesgo nutricional Todos los pacientes hospitalizados en la admisión en la atención de primera línea deben ser examinados. Dicho seguimiento al riesgo debe repetirse semanalmente para los pacientes hospitalizados. Todo paciente hospitalizado debe de ser sometido en forma rutinaria y sistemática a una evaluación nutricional con el fin de prevenir y/o tratar en forma oportuna al desarrollo de desnutrición y sus complicaciones. Apoyo nutricional en el paciente desnutrido y/o malnutrido Debe considerarse apoyo nutricional en las personas que están desnutridas, participación de expertos en soporte nutricional según lo definido por cualquiera de los siguientes parámetros: Los planes de alimentación para los pacientes hospitalizados, deberán incluir una variedad de opciones basadas en los resultados de la evaluación nutricia y de acuerdo a los recursos de la institución. Un IMC inferior a 18,5 kg / m2. Pérdida de peso involuntaria mayor al 10% en los últimos 3-6 meses. Un IMC de menos de 20 kg / m2 y la pérdida de peso involuntaria mayor al 5% en los últimos 3-6 meses. Soporte nutricional en el paciente con limitación de ingesta de alimentos Debe considerarse apoyo nutricional en las personas que están en riesgo de desnutrición, definido por: Soporte nutricional especializado Los profesionales de la salud deberían considerar la utilización de nutrición oral, enteral o parenteral, solos o en combinación, para las personas que están desnutridos o en riesgo de desnutrición, como se definió anteriormente. Los problemas potenciales de la deglución deberían ser tenidos en cuenta. Baja o no ingesta de alimentos por más de 5 días. Durante el tamizaje nutricional se debe incluir la evaluación en el tiempo de la ingesta dietaria y el comportamiento del peso corporal. Limitada capacidad de absorción y / o pérdidas de nutrientes y / o aumento de las necesidades nutricionales por causas como el catabolismo. Integrar equipos de manejo nutricional interdisciplinarios que contribuyan a disminuir la incidencia de desnutrición hospitalaria, su impacto en términos de morbimortalidad, costos asociados y acortar estancias hospitalarias. Disponer de la posibilidad de ofrecer manejo médico nutricio por vía oral, enteral o parenteral, de acuerdo a las necesidades específicas y condición particular de cada paciente, según los datos obtenidos en la evaluación nutricional. Prioridades organizativas Educación en nutrición Todos los profesionales de la salud que están directamente involucrados en el cuidado, deben recibir formación en los deberes de los pacientes a su cargo, acerca de la importancia de proporcionar una adecuada nutrición. Comité institucional de nutrición Todos los hospitales deben tener un comité de dirección en nutrición trabajando en el marco de la gobernanza clínica. 100 Conformar un equipo de apoyo nutricional con personal calificado. Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):94-103 NUTRICIÓN CLÍNICA 2. Brechas entre las mejores GPC Versus la práctica clínica en Colombia En Colombia, en los últimos cinco años se ha tenido un gran avance en relación con la gestión de la nutrición intrahospitalaria: Esto se evidencia en el Sistema Único de Habilitación44-48, que incluye el conjunto de normas, requisitos y procedimientos de obligatorio cumplimiento por parte de los Prestadores de Servicios de Salud, así como en el Sistema Único de Acreditación en Salud, cuya implementación es voluntaria y periódica. Se ha avanzado en establecer, entre otros, los siguientes puntos clave en el proceso de atención: la disponibilidad de talento humano en nutrición, la definición de la nutrición enteral y parenteral como procesos prioritarios, la valoración nutricional del paciente hospitalizado y la organización del soporte nutricional especial49. Sin embargo, se observan brechas importantes en los puntos clave de cuidado asistenciales recomendados por las mejores GPC. En Colombia las instituciones acreditadas o en proceso de acreditación son las que han fortalecido sus procesos de nutrición. De otro lado, el apoyo nutricional al paciente desnutrido se realiza por demanda de interconsultas generadas según concepto del médico tratante, conceptos con una alta variabilidad en la práctica clínica. Tanto las GPC recomendadas como las de uso de referencia en Colombia recomiendan priorizar a nivel institucional actividades de nutrición para abordar la malnutrición hospitalaria, y hacen énfasis en la educación y entrenamiento de los profesionales de la salud que están directamente involucrados en el cuidado nutricional de los pacientes. Una importante diferencia entre las recomendaciones y la práctica clínica, independientemente del ente emisor de la GPC, radica en que en el diario quehacer en los hospitales no se implementan las prácticas claves de cuidado nutricional, y en cambio se llevan a cabo prácticas aisladas propias en cada institución. Teniendo en cuenta lo anterior y unido a que en el país aún no se dispone de una GPC para el manejo de la malnutrición hospitalaria, se sugiere que los profesionales que trabajan en las instituciones de servicios de salud, soporten su práctica en guías de referencia internacional. Actualmente se encuentra en desarrollo una guía de práctica clínica dirigida a la atención y soporte nutricional en el paciente oncológico hospitalizado50. Las guías de práctica clínica permiten la aplicación del criterio de autonomía profesional en los diferentes escenarios en los que se prestan servicios de nutrición, Nutr. clín. diet. hosp. 2016; 36(1):94-103 Y DIETÉTICA HOSPITALARIA limitando el exceso de autoconfianza en un contexto en el que la capacidad técnica es cada vez más cuestionada por la sociedad, derivado de una inexplicable variabilidad de la práctica clínica y la posibilidad de los pacientes de acceder a información en la web, así como el derecho a una segunda opinión. Las GPC constituyen una herramienta fundamental en la gestión clínica, con carácter orientativo, ya que en ningún momento se asume que todos los pacientes son iguales, sino que se desarrollan bajo un supuesto importante y es que dentro de una curva el 95% de los problemas de salud se pueden resolver mediante recomendaciones generadas de la compilación de la mejor evidencia científica disponible, la experiencia clínica y las necesidades y expectativas de los pacientes51. Teniendo en cuenta lo anterior, se evidencia en el país la necesidad de una GPC basada en la evidencia para apoyar a los profesionales de los equipos de soporte nutricional en la toma de decisiones respecto al cuidado de los pacientes en circunstancias específicas. 3. Oportunidades de mejora La gestión de la nutrición enteral tiene posibilidades de experimentar cambios firmes, en un campo de estudio con grandes perspectivas, como lo es la nutrición clínica y hospitalaria, y generar oportunidades de mejora para la implementación y expansión de buenas prácticas. Los nuevos esquemas y modelos de intervención nutricional deben plantear nuevas convenciones de abordaje en donde se requiere de un modelo articulado a la normatividad vigente en salud. En la presente revisión se detectaron tres problemáticas importantes que se derivan de la falta de organización y articulación en la normatividad vigente, el no direccionamiento claro al gestionar las nuevas tendencias en la práctica clínica del soporte nutricional: 1) Aumento de la prevalencia de desnutrición hospitalaria como un problema de salud pública 2) Brechas entre la práctica clínica y las recomendaciones dadas por la mejor evidencia científica disponible 3) Inefectividad de los mecanismos de gestión de la calidad de la atención nutricional enteral, que podrían abordarse desde las estrategias por el derecho a la nutrición en los hospitales52,53. Finalmente, teniendo en cuenta que las recomendaciones de la GPC tienen implicaciones sociales, y no individuales, y que son fundamentales para generar confianza en la sociedad sobre la práctica asistencial, es 101 GESTIÓN DE LA NUTRICIÓN ENTERAL: FACTORES CLAVE EN LAS MEJORES GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA Y BRECHAS EN SU APLICACIÓN necesario que el Ministerio de Salud adopte temporalmente unas GPC internacionales en soporte nutricional, mientras se desarrollan las propias. Adicionalmente es perentorio y pertinente generar espacios de formación para satisfacer la necesidad de los profesionales en nutrición de capacitación, y fortalecimiento de la toma de decisiones clínicas con el fin de optimizar las capacidades técnicas ante las limitaciones en el sector salud. CONCLUSIONES Aunque la evidencia científica demuestra las ventajas clínicas y administrativas de implementar las mejores prácticas en soporte nutricional, al realizar la revisión se encuentra que estas difieren de la práctica actual, como consecuencia de una falta de estándares orientativos para el país. Las guías de práctica clínica internacionales juegan un papel clave para las instituciones prestadoras de servicios de salud al favorecer el desarrollo de competencias y fortalezas relacionadas con la promoción de una cultura de atención nutricional óptima, en favor de la gestión de la calidad y la seguridad de los pacientes. Asociado con esto, está claro que en Colombia aún existen brechas entre las mejores guías de práctica clínica versus la práctica asistencial, y que una adecuada intervención nutricional podría contribuir a mitigar los desenlaces asociados a la desnutrición en la población hospitalizada. AGRADECIMIENTOS Los autores agradecen a la Universidad Nacional de Colombia, la Universidad del Rosario, la Universidad CES y a Méderi. REFERENCIAS 1. Gallegos Espinosa S, Nicolalde Cifuentes M, Santana Porbén S. State of malnutrition in hospitals of Ecuador. Nutr Hosp. 2014; 30(2):425-35. 2. Porbén SS. Estado de la desnutrición en los hospitales de Cuba: una actualización necesaria. Nutr Hosp. 2015;31(05):1900-9. 3. Waitzberg DL, Caiaffa WT, Correia MI. Hospital malnutrition: the Brazilian national survey (IBRANUTRI): a study of 4000 patients. Nutr. 2001;17(7):573-80. 4. Espinosa SG, Cifuentes MN, Porbén SS. Estado de la desnutrición en los hospitales de ecuador. Nutr Hosp. 2014;30(02):425-35. 5. Giraldo N, Múnera N, Marrugo V, Piñeres L. Prevalencia de malnutrición y evaluación de la prescripción dietética en pacientes 102 adultos hospitalizados en una institución pública de alta complejidad. Perspect Nutr Humana.. 2011;9(1):37-47. 6. Pinzón O, Amado M. 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Exclusivamente se aceptan originales que no hayan sido publicados, ni estén siendo evaluados para su publicación, en cualquier otra revista sin importar el idioma de la misma. En la web de la revista (http://www.nutricion.org) están disponibles las presentes Normas de publicación. Para la correcta recepción de los originales deberá incluirse siempre: 1. Carta de presentación Deberá hacer constar en la misma: • Tipo de artículo que se remite. MODALIDADES DE PUBLICACIÓN • Declaración de que es un texto original y no se encuentra en proceso de evaluación por otra revista. Se admitirán originales que puedan adscribirse a las siguientes modalidades y tipos: • Cualquier tipo de conflicto de intereses o la existencia de implicaciones económicas. • Artículos originales. Descripción completa de una investigación básica o clínica que proporcione información suficiente para permitir una valoración crítica y rigurosa. 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Su extensión máxima será de 2 páginas. • Otros. Adicionalmente, se admitirán para su publicación noticias, informes, conferencias, cursos, convocatorias de reuniones y congresos así como de premios y becas. La extensión y forma de presentación de los textos recibidos para este apartado estarán sujetos sin notificación previa a las modificaciones que el Comité Editorial estime convenientes. • Los autores deben declarar como propias las figuras, dibujos, gráficos, ilustraciones o fotografías incorporadas en le texto. En caso contrario, deberán obtener y aportar autorización previa para su publicación y, en todo caso, siempre que se pueda identificar a personas. • Datos de contacto del autor principal: nombre completo, dirección postal y electrónica, teléfono e institución. • Si se tratase de estudios realizados en seres humanos, debe enunciarse el cumplimiento de las normas éticas del Comité de Investigación o de Ensayos Clínicos correspondiente y de la Declaración de Helsinki vigente, disponible en español en la URL: http://www.metodo.uab.es/enlaces.htm 2. Título Se indicarán, en página independiente y en este orden, los siguientes datos: ELABORACIÓN DE ORIGINALES • Título del artículo en español o portugués y en inglés. La preparación del manuscrito original deberá de hacerse de acuerdo las Normas y Requisitos de Uniformidad del Comité Internacional de Directores de Revistas Médicas (versión oficial en inglés accesible en la dirección electrónica: http://www.icmje.org. Para la traducción en español puede revisarse el enlace URL: http://www.metodo.uab.es/enlaces.htm). • Apellidos y nombre de todos los autores, separados entre sí por una coma. Se aconseja que figure un máximo de ocho autores. Mediante números arábigos, en superíndice, se relacionará a cada autor, si procede, con el nombre de la institución a la que pertenecen. 104 • Dirección de correo-e que desean hacer constar como contacto en la publicación. N ormas de publicación 3. Resumen 7. Agradecimientos Deberá ser comprensible por sí mismo sin contener citas bibliográficas. Será redactado obligatoriamente en los siguientes idiomas: a) español ó portugués y b) inglés, respetando en todo caso la estructura del trabajo remitido con un máximo de 250 palabras: En esta sección se deben citar las ayudas materiales y económicas, de todo tipo, recibidas señalando la entidad o empresa que las facilitó. Estas menciones deben de ser conocidas y aceptadas para su inclusión en estos “agradecimientos”. • Introducción • Objetivos 8. Bibliografía • Métodos Tienen que cumplir los Requisitos de Uniformidad del Comité Internacional de Directores de Revistas Médicas, como se ha indicado anteriormente. • Resultados • Discusión • Conclusiones 4. Palabras clave Debe incluirse al final de resumen un máximo de 5 palabras clave que coincidirán con los Descriptores del Medical Subjects Headings (MeSH) accesible en la URL siguiente: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez/query.fcgi?db=mesh 5. Abreviaturas Se incluirá un listado de las abreviaturas presentes en el trabajo con su correspondiente explicación. 6. Texto De acuerdo a la estructura siguiente: • Introducción Las referencias bibliográficas se ordenarán y numerarán por orden de aparición en el texto, identificándose mediante números arábigos en superíndice. Para citar las revistas médicas se utilizarán las abreviaturas incluidas en el Journals Database, disponible en la URL: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez/query.fcgi?db=journals 9. Figuras y fotografías Deben elaborarse teniendo en cuenta las siguientes indicaciones: Se realizarán utilizando programas informáticos adecuados que garanticen una buena reproducción (300 píxeles de resolución por pulgada) en formato BMP, TIF ó JPG. No se admiten ficheros de Power-point ni similares. Los gráficos y las figuras podrán ser enviados preferiblemente en color o, en su defecto, en blanco y negro o en tonos de grises. • Objetivos • Métodos ENVÍO DE ORIGINALES • Resultados Los trabajos se remitirán por vía electrónica utilizando exclusivamente el formulario disponible en la web de la revista: www.revista.nutricion.org • Discusión • Conclusiones • Bibliografía EVALUACIÓN DE ORIGINALES Es necesario especificar, en la metodología, el diseño, la población estudiada, los sistemas estadísticos y cualesquiera otros datos necesarios para la comprensión perfecta del trabajo. Los trabajos remitidos para publicación serán evaluados mediante el método de la doble revisión por pares. El autor principal podrá proponer revisores que no estén vinculados al original remitido. 105