BeLLVeR - Diario de Mallorca

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CUADERNO CULTURAL DE
DIARIO DE MALLORCA
VIERNES,
8
DE SEPTIEMBRE DE
Nº 404
2006
BeLLveR
Novedades
Saroyan, anarquista espiritual
Por José Luis de Juan
Grandes mitos
PÁG. 3
El fin de los tiempos en la literatura
Por Jean Schalekamp
“CON EL SUFRIMIENTO SE APRENDE”.
ESQUILO
Ciencia
PÁGS.4-5
Genes egoístas, individuos altruistas
Por Fernando Alomar
PÁG. 7
bellver.diariodemallorca@epi.es
LITERATURA OBITUARIO
MAHFUZ,UN HOMBRE BUENO
Este hombre menudo y con gafas encarnaba todo lo que se valora en su país: era modesto, creativo, tenía
un fabuloso sentido del humor y amaba la compañía de otras personas
l
egipcio
Naguib
MAHFUZ NACIÓ EN 1911 en el
e
Mahfuz, no era sólo un
gran escritor y el primer
árabe galardonado con
el Premio Nobel de
Literatura. Este hombre menudo con
grandes gafas encarnaba también todo
lo que se valora en su país, Egipto.
Naguib Mahfuz, que falleció recientemente en El Cairo a la edad de 94 años,
era modesto, creativo, tenía un fabuloso sentido del humor y amaba la compañía de otras personas.
casco antiguo de El Cairo, séptimo hijo
de una familia perteneciente a la pequeña burguesía. Era el típico egipcio que
ama su país por encima de todas las
cosas y apenas puso un pie en el extranjero. En lugar de viajar por el mundo,
buscó la inspiración en los libros, en las
calles de El Cairo, en las teterías o en
sus regulares encuentros con otros intelectuales. Incluso su hija tuvo que
encargarse de recoger el Premio Nobel
en 1988. Una parte del dinero que recibió fue destinada a proyectos humanitarios en los territorios palestinos y el
resto lo entregó a su familia.
Mahfuz era además un hombre político, aunque menos radical que muchos
otros escritores árabes, en su mayoría
mucho más izquierdistas y con una postura que rechaza cualquier concesión respecto a Israel. Inclusive cuando ya no
pudo escribir más debido a sus proble-
Y ES QUE PRECISAMENTE su inte-
rés por aquéllos que le rodeaban fue la
clave de su éxito: su capacidad de
observación y su manera de presentar
las emociones y debilidades de las gentes de distintos medios dio una nueva
dimensión a la novela árabe, que hasta
entonces era un hijastro al lado de la
poesía.
Para su amigo y también escritor
Gamal al Ghitani, él era la encarnación
UNA PARTE
DEL DINERO QUE
RECIBIÓ POR EL NOBEL
FUE DESTINADA
A PROYECTOS
HUMANITARIOS
EN LOS TERRITORIOS
PALESTINOS Y EL
RESTO LO ENTREGÓ
A SU FAMILIA
MAHFUZ ERA
UN HOMBRE
POLÍTICO, AUNQUE
MENOS RADICAL
QUE MUCHOS OTROS
ESCRITORES ÁRABES,
EN SU MAYORÍA
MUCHO MÁS
IZQUIERDISTAS
del “hombre bueno” que se gana la
simpatía de la gente gracias a su sabiduría y su humildad. Y todo ello aunque su reconocimiento internacional
llegara décadas más tarde, ya que
Mahfuz compuso sus principales obras
en los años cincuenta y sesenta. Su
novela más polémica es Hijos de nuestro barrio (1959), en la que expone el
conflicto entre la sabiduría, la fe y las
falsas promesas curativas. El instituto
islámico Al Azhar de El Cairo prohibió
la publicación de esta obra, que
supuestamente atenta contra Alá.
PERO
LA DISPUTA ALCANZÓ a
Mahfuz, un musulmán liberal, 35 años
después de completar su novela: un
fanático del Islam que al parecer ni
siquiera había leído el libro acechó al
ya anciano escritor y le clavó un cuchillo en el cuello. Aunque sobrevivió,
Mahfuz resultó gravemente herido de
aquel intento de atentado.
NAGUIB MAHFOUZ. FOTO: KHALED EL FIQI.
UNA RELACIÓN DIFÍCIL CON EL ISLAM
El escritor egipcio Naguib Mahfuz se declaraba devoto, pero tuvo problemas con el Islam por su famosa novela Hijos de nuestro barrio, que comenzaron con la censura y terminaron con un intento de
asesinato. Los clérigos de Al Azhar –la institución más importante del Islam suní– prohibieron la novela, para algunos la más lograda de la carrera de Mahfuz, nada más escribirla en 1959, y desde entonces su publicación en Egipto nunca ha sido permitida. Los ulemas conservadores que controlaban
Al Azhar en aquella época, consideraron dicha obra “blasfema” por representar, aunque fuera de forma alegórica y sin dar sus nombres, a Dios y a varios de los profetas venerados en el Islam.
Al no dar su plácet, la novela no pudo ser publicada en su país, pero sí lo fue en el Líbano, con lo
que la polémica obra acabó llegando a Egipto. Pero lo cierto es que hasta hoy ninguna editorial egipcia la ha publicado, entre otras razones porque Mahfuz se negó a ello, mientras Al Azhar no diera su
brazo a torcer. Estos problemas con el Islam más intransigente no impidieron que Mahfuz se ganara la
consideración y el respeto de sus coetáneos, egipcios y árabes, hasta que su fama traspasó las fronteras y se convirtió en 1988 en el primer y único escritor árabe en recibir el Premio Nobel de Literatura.
El destacado abogado de los islamistas en Egipto, Muntasar Al Zayat, dijo que el intento de
asesinarle “no refleja la postura oficial de los islamistas con Mahfuz, sino que fue un atentado
único llevado a cabo por una o dos personas bajo ciertas circunstancias y presiones”. Zayat reconoció que los grupos islamistas no están de acuerdo con algunas obras de Mahfuz, pero aseguró que “eso no significa considerarle apóstata o matarle”.
mas oculares, compuso comentarios políticos, que fueron llevados al papel por su
amigo y periodista Mohammed Salmawi.
En ellos siempre estaba presente su gran
sentido de la justicia. Entre otras cosas, le
afectó el cambio mundial tras los atentados terroristas del 11 de septiembre y la
reacción de Estados Unidos.
Y
,
A ENTRADO EN AÑOS sin apenas
poder ver ni oír, Mahfuz publicó principalmente prosa breve y escribió sobre
sus sueños con ayuda de su amigo.
Parecía que el espíritu despierto del
escritor egipcio no quisiera rendirse a
la decadencia de su cuerpo. Mahfuz no
era de los que se tomaban demasiado
en serio los consejos de los médicos, y
sus amigos tenían demasiado respeto
al viejo maestro de la novela árabe
como para impedirle que a sus 90
años todavía se fumara un cigarrillo.
ANN B. CLASSMANN
actualidad
BeLLVeR
2
POR LAS SOLAPAS
Diario de Mallorca
MATÍAS VALLÉS
LA CURACION POR EL ESPIRITU
Stefan Zweig
Acantilado
453 pgs. - 2006
JUVENILIA
Miguel Cané
Periférica
158 pgs. - 11 euros - 2006
“La salud es el estado natural del hombre; la enfermedad, el antinatural”. Y a partir de ahí, un derroche de
facultades en la descripción de las afecciones corporales, del tránsito del brujo al médico. A qué otro autor le
aguantaríamos hoy un ensayo sobre Mesmer –que ya
sólo sobrevive en el idioma inglés a través del hipnótico mesmerizing–. A la hora de explicar su inesperada
resurrección, habrá que convenir en que nadie escribe
con el brío de Stefan Zweig, el modelo al que tienden
asintóticamente los mejores ensayistas actuales. El
asunto de La curación por el espíritu no puede ser más
arduo, y su autor lo hace digerible, casi deseable. De
postre de un volumen dedicado a Einstein, un perfil
del Sigmund Freud con el que se carteó.
LIBROS
DISCOS
Viernes, 8 de septiembre de 2006
LA RENTA BASICA
Philippe van Parijs
Paidós
155 pgs. - 2006
No ha quedado casualmente enlazado a un libro de
Zweig. En la contraportada se nos promociona una inusitada conjunción de Edmundo de Amicis y Joyce,
sombreada por Dickens. El autor encabeza sus reminiscencias juveniles con una cita en homenaje a SainteBeuve y, como los maestros franceses del artificio,
muestra una notable habilidad para seducirnos con
acontecimientos que jamás situaríamos en nuestra lista
de preferencias. Hay tristeza y rebrotes de clasismo –al
topar con compañeros de estudios maltratados por el
destino– en esta Juvenilia, centrada en los alumnos del
Colegio Nacional de Buenos Aires. También es curioso
comprobar que, a un siglo muy largo de distancia, Argentina ha cambiado menos que el resto del mundo.
Nos hallamos probablemente ante el huevo de Colón.
Basta detenerse un segundo en el subtítulo de este ensayo que cuenta sus epígrafes por interrogantes –”Una
medida eficaz para luchar contra la pobreza”–, para
golpearse en la frente por no haber caído antes. Será
necesario que las contrapartidas del abismo en la riqueza sean insoportables para los opulentos, y sólo entonces se aceptará que la dignidad humana es además un
buen negocio. Curiosamente, los argumentos vertidos
a escala planetaria en este ensayo escrito por dos belgas –Van Parijs y Yannick Vanderborght– ya han servido en los países occidentales, para paliar la situación
del cuarto mundo en ellos incrustado. En cambio, no
han solucionado la vigencia del islamismo violento.
NOVEDADES
EN EL NOMBRE DEL
CERDO
LA MUJER QUE
ESPERABA
LA JOYA PROHIBIDA
CAFÉ BABILONIA
EL VIENTO DE LA
LUNA
INÉS DEL ALMA MÍA
Pablo Tusset, Destino
El Comisario Principal Pujol investiga
la muerte de una
mujer degollada y
despiezada tal y como se hace en el
matadero. En su boca se ha encontrado un papel que
reza: ‘en el nombre del cerdo’.
Andrei Makine,Tusquets
En un pequeño
pueblo situado junto al mar Blanco, al
norte de la Unión
Soviética, Vera todavía espera, treinta años después, al
hombre al que ama y que en 1945
partió al frente.
Kylie Fitzpatrick, Salamandra
Londres, 1864. Tres
crímenes y un culpable inverosímil.
Ante la dificultad
de resolver un caso
cuyas víctimas parecen relacionadas
con unos diamantes, un grandullón
inofensivo es enviado a la horca.
Marsha Mehran, Grijalbo
Tres jóvenes hermanas inmigrantes,
procedentes de Persia, revolucionarán
con sus artes culinarias la placidez de
una pequeña localidad irlandesa. La originalidad de sus
platos causan reacciones dispares.
Antonio Muñoz Molina, Seix Barral
En 1969 Neil Armstrong se convierte
en el primer hombre
en pisar la Luna. Las
noticias sobre el viaje son el hilo conductor de esta novela protagonizada por un adolescente
fascinado por estos acontecimientos.
Isabel Allende, Plaza & Janés
Isabel Allende escribe con el corazón y
lo hace para narrar
la historia de Inés
Suárez, la mujer que
conquistó Chile en
el siglo XVI y que
ahora conquistará el corazón de miles
de lectores.
LOS MÁS VENDIDOS EN CASTELLANO
EN CATALÀ
1 LAMARCATEDRAL DEL
DE LA
2 TRAVESURAS
3 EL QUINTO DÍA
NIÑA MALA
VERITATS DE
1 L’ESGLESIA DEL MAR 2 LESL’ESTATUT
3 EN EL NOM DEL PORC
Ildefonso Falcones,Grijalbo
Pasa el verano pero
el libro de Ildefonso
Falcones no abandona el primer
puesto en las listas
de los más leídos. Su
historia ambientada
en la Barcelona medieval sigue siendo del gusto de los lectores.
Mario Vargas Llosa,Alfaguara
Ricardo ve cumplido, a una edad
muy temprana, el
sueño que en su Lima natal alimentó
desde que tenía
uso de razón: vivir
en París. Pero el rencuentro con un
amor lo cambiará todo.
Ildefonso Falcones, Plaza & Janés
También en catalán,
las aventuras de
Bernat Estanyol y
Francesca Esteve
cautivan a los lectores. De momento,
ninguna nueva publicación consigue arrebatar a Falcones el número uno de las listas.
Pablo Tusset, Columna Edicions
Una novela policiaca y de misterio llena de la ironía propia del escrito del
texto, Pablo Tusset,
autor también de
la afamada historia
Lo que le puede pasar a un cruasan,
también llevada al cine.
Frank Schätzing, Planeta
Un pescador desaparece en Perú, sin
dejar rastro. Los expertos noruegos de
una empresa petrolífera se encuentran con extraños
organismos que ocupan cientos de
kilómetros en el fondo marino.
Josep Sánchez Llibre, La esfera de los...
Sánchez Llibre da
las claves en este
texto sobre todo lo
acontecido antes,
durante y después
de la aprobación
del Estatut catalán.
Un ejercicio de reflexión con datos
que sorprenderán a más de uno.
NOVEDADES
Latino
Pop melódico
DISCOGRAFÍA...
David de María
GRANDES ÉXITOS
Carlos Baute
WEA ESPAÑA
WEA ESPAÑA
Toda la discografía de David de
María reunida en un revolucionario formato que contiene los
5 álbumes del artista y además, un DVD de regalo con todos los vídeo clips, documentales y material inédito.
Dance
Pop-rock
Su nuevo álbum recopilatorio incluye las 4 mejores canciones de
cada uno de sus cuatro discos
editados y 2 temas nuevos, compuestos y arreglados por
el propio Baute y producidos por Carlos Quintero.
PARIS HILTON
Paris Hilton
TRAVEL
Jazzamor
WARNER BROS
BLUE FAME
Nos encontramos ante un sólido
proyecto de pop, con colaboraciones de gran altura y un repertorio más que consistente. Cuenta con la producción de
Scott Storch y mezclas de Tony Maserati.
El disco más viajero de éste dúo
de Frankfurt. Es su tercer trabajo
y han querido hacer un recorrido por el mundo con su elegante e inconfundible estilo
pop, que va desde la Bossa Nova hasta el Chill Out.
LOS MÁS VENDIDOS
EN PALMA
1 Amar es combatir
Maná
2 Sigo siendo yo
Marc Anthony
3 Rebelde
RBD
Tras una larga espera,
4 Modern Times
Maná ha decido lanzar
Bob Dylan
su nuevo disco. Entre
5 Latinos del mundo
las colaboraciones,
Varios
Juan Luis Guerra.
DVD
Dice Fer, líder del grupo,
que las letras de su nuevo disco son muy personales... Sus historias merecen el número 1.
1 Amar es combatir
Maná
2 Rebelde
RBD
3 Sigo siendo yo
Marc Anthony
4 Pájaros en la cabeza
Amaral
5 Back to basics
Christina Aguilera
EN USA
EN USA
EN ESPAÑA
1 Danity Kane
Danity Kane
2 Idlewild
Outkast
3 Back to basics
Christina Aguilera
Esta nueva banda sólo
4 Amar es combatir
de chicas ha dado la
Maná
campanada en los Es5 The cheetah girls 2
tados Unidos. Su álB.S.O.
bum debut sorprende.
1 Empire
Kasabian
2 Eyes open
Snow Patrol
3 Modern Times
Bob Dylan
El cuarteto de música
4 A matter of life and...
formado en Gran BretaIron Maiden
ña regresa al mercado
5 Back to basics
con nuevo disco lleno
Christina Aguilera
de funk y rock.
ESTRENOS
STONED
MARINES
Chechenia, en plena guerra.
Una compañía de soldados
americanos se involucra con
el ejército rojo para luchar
contra el terrorismo. Su misión: Aniquilar a Drazen Ilgauskas, un jefe rebelde.
BODAS POR ENCARGO
Brian Jones fue algo más
que un Rolling Stone. Fue su
fundador en 1962, su líder,
su visionario, su mejor músico... Unos pocos años más
tarde, Jones apareció muerto
en el fondo de su piscina.
Pippa es una escritora independiente de guías de viaje,
contraria a cualquier tipo de
relación. Un día, su padre
enferma y le pide que se haga cargo de la edición de su
revista, Campanas de Boda.
EL COLOR DEL CRIMEN
Ya entrada la noche, en un barrio obrero de las afueras de
Nueva Jersey, una mujer ensangrentada llega, tambaleándose y aturdida, hasta la sala de urgencias del Centro Médico de Dempsy.
TIENDAS CONSULTADAS: El Corte Inglés, Fnac, Xocolat, Los Cuarenta Principales, Casa del Libro y Videoart 7. Lista confeccionada del 1 al 7 de septiembre.
EL BOSQUE MALDITO
Un bosque que cobra vida
en esta inquietante historia
de terror psicológico. Falburn Academy es un prestigioso internado femenino
situado en lo más profundo
del bosque.
BeLLVeR
Viernes, 8 de septiembre de 2006
Diario de Mallorca
libros
EX - LIBRIS
HERRALDE,POR ORDEN ALFABÉTICA
❚
POR ORDEN ALFABETICO
Jorge Herralde
Anagrama, 354 pgs.
Barcelona, 2006
s
i sentir debilidad por un
autor ya es peligroso a la
hora de comentarlo, la parcialidad hacia un editor
que practica el intrusismo
literario despierta sospechas adicionales.
Es mi caso con Jorge Herralde, pero me
aparto de las prevenciones para recomendar encarecidamente Por orden alfabético, una colección de textos de los años
dos mil bajo la advocación del subtítulo
del volumen, “Escritores, editores, amigos”. Con la particularidad de que el superviviente de la gauche divine se edita a
sí mismo. Ocurre tal vez que ninguna
contraindicación amortigua la inclinación viciada. O tal vez, y más simplemente, el libro merece la atención que
nos negamos a prestarle, sin anotar más
cautelas que las vigentes en el prospecto
de un medicamento.
En su dedicatoria, Herralde se aplica
el agravante de “reincidente”, porque ya
hubo unas Opiniones mohicanas que suscitaron interés en la ruptura del milenio.
Personalmente le hubiera cambiado el
género a la reincidencia, para convertirla
en Por orden alfabética. Según se observa, la feminización del título redunda en
su masculinidad, le otorga un ribete marcial. La índole prescriptiva se debe a que
el medio centenar de
piezas –de Bourdieu a
Nabokov, de Patricia
Highsmith a Arundhati Roy– destilan como diagnóstico que
Herralde edita por necesidad. No podría
HERRALDE, EL EDITOR QUE AMABA A LOS ESCRITORES..
prescindir de la lectura. Al tratarse de un
ser bruscamente autónomo, prefiere confeccionar el guiso a nutrirse de otros fogones. En más breve, no querría hacer
otra cosa. Esa avidez está ausente incluso
en los lobeznos del negocio.
Admitamos que en todo crítico no
anida un escritor frustrado, sino un crítico frustrado. ¿Cuál es entonces el travestismo que aqueja a un editor que se despeña por la escritura? O, de nuevo, nos
ceñiremos a la utilidad de Por orden alfabético, como material que ilustra la trastienda literaria, cada vez más concurrida
en la producción editorial.
Dejo a otros la novela, porque Alfaguara significó para mí la posibilidad de
un pensamiento traducido al castellano,
si no escrito siempre en esa lengua. Baudrillard bastaría para justificar ese empeño, y está significativamente ausente del
infinito nomenclátor de este libro. En el
encendido y atinado retrato del Duque de
Alba, advertimos que el empeño de Herralde recoge la herencia de Taurus, que
también ingresaría en la historia editorial
sin más que acreditar la difusión en España de la obra de Cioran.
El editor que ama a los escritores
equivale al periodista que ama a los polí-
ticos, una perversión irremediable. Además, el vigor y el brío suelen ser incompatibles con el tratamiento casi unánimemente elogioso a los autores evocados.
Sin embargo, Herralde aúna la diplomacia con la personalidad resuelta. Por definición, actúa como productor del espectáculo literario. En Por orden alfabético,
asume siempre una posición subsidiaria
respecto a los artistas del circo. Hemos
de suponer que las mandíbulas se le afilan en las negociaciones privadas.
Ahora que la comparación está de
moda, los autores no tienen nada que ver
con los componentes de la selección de
baloncesto, y caen más bien en el daguerrotipo de los insufribles futboleros. Herralde los dulcifica, pero sin perder el estilo. En este capítulo topamos con la confianza ciega, indigna de un editor, en que
las palabras y las frases acabarán por ensamblarse y adquirirán la configuración
de un perfil humano.
En The talented Mr. Wolfe, se recomienda al lector del norteamericano que
“abra cualquier página al azar y empiece
la travesía”, una buena receta para definir
el nuevo periodismo. La inclusión de autores como Tom Sharpe nos cura de la
deriva exquisita. Herralde despierta los
resortes precisos, al comparar el sexo
masivo de Catherine Millet con el body
art, o al emparentar a El Roto con
Chumy Chúmez. En el balance, Mario
Muchnik es decididamente más perverso
que su colega catalán. A juzgar por las
catas en su peripecia, el segundo necesita
con urgencia un biógrafo, aunque es probable que se niegue a que nadie hunda el
cálamo en su sangre, y sólo acepte la publicación de una autobiografía. La aguardamos, en cualquier caso.
MATÍAS VALLÉS
NOVEDADES
WILLIAM SAROYAN,EL ANARQUISTA ESPIRITUAL
❚
LAS AVENTURAS DE WESLEY JACKSON
William Saroyan
El Acantilado, 392 pgs., 21 €.
Barcelona, 2006.
e
n una antigua edición de José Janés que
reunía varias obras de Saroyan, leí hace
tiempo Las aventuras de Wesley
Jackson. Cada palabra de ese libro me
pareció verdad entonces, y ahora me lo
sigue pareciendo, salvadas todas las distancias que se
quieran y con la ventaja de una buena traducción.
Aupado a la fama en los años 50, este hombre nacido
en San Francisco de padres armenios fue uno de esos
profetas de la adolescencia literaria que dejan una prole
de lectores fascinados. Porque Saroyan escribe sin
inhibiciones ni artificio desde un estado donde todo son
expectativas y nada se da por supuesto para mostrarnos
con ternura y realismo lo que hay más allá. Y más allá
está la guerra. Y la amistad, el amor y la muerte.
Singular equilibrista de la literatura, William Saroyan
despachó esta novela de más de 300 páginas en pocas
semanas de 1944, en el Savoy de Londres (era adicto a los
hoteles caros y al juego, sus mejores historias las escribió
en una lujosa suite justo después de
perder hasta la camisa), mientras servía
en el ejército americano. Tenía un hijo
con la mujer de quien se divorciaría
dos veces (ella acabó formando pareja
con el actor Walter Matheau), y le habían prometido un largo permiso en
Nueva York con la familia si escribía
una buena historia sobre un soldado
americano en Londres. Pero no les dio
WILLIAM SAROYAN
lo que querían, en modo alguno. Les salió el tiro por la
culata. Saroyan sólo escribía de lo que sabía y era verdad
en su conciencia. Para él, un escritor es “un anarquista
espiritual, como en el fondo lo es cualquier persona.
Nunca camina con la multitud ni vitorea con ella. El escri-
3
tor que es un escritor es un rebelde que nunca se detiene”.
Wesley Jackson se alista en el ejército que va a ganar
la Segunda Guerra Mundial y allí se da cuenta que es en
todo un tipo como los demás, menos en que lo que escribe concierne a sus semejantes. Tiene algo que decir y sabe
decirlo. El ejército no le gusta, lo encuentra estúpido y
corrompido como tantos otros lugares indeseables. Le
duele mentir y tiene ilusiones: la de la amistad que dura
toda la vida, la del amor que convierte a las personas en
mortales y que perpetúa la vida. Wesley es feo, aunque
sus cualidades le transformarán. Cada vez que oye tararear su canción preferida, Valencia, sabe que anda por el
buen camino. Wesley nos va contando cómo es el ejército, cómo son sus compañeros, porqué su padre anda perdido, de qué manera melodramática encuentra a su chica
en Picadilly Circus y se casa con ella. Tiene miedo a morir
y al mismo tiempo vergüenza de estar en la retaguardia
sirviendo a snobs que jamás se pondrán en peligro.
En esta novela encontramos el Saroyan genuino:
puro instinto de narrador, una voz llana y firme, alguien
que cuenta algo que quieres saber cómo continúa. Quizá
no haya argumento en sentido estricto ni sólida estructura narrativa excepto el mismo flujo de la vida. Quizá
a veces el entusiasmo retórico se le suba a la cabeza, al
fin y al cabo es un joven de 19 años el narrador. Pero
mantiene el interés. El ambiente picaresco se suaviza
con un tono transcendente y lírico. Saroyan revela en el
personaje de un soldado que odia su papel el dilema del
individualismo mesiánico americano. Con él atisbamos
las raíces del American Dream, de sus pesadillas, y porqué los americanos, como observa Jackson, parecen
siempre tranquilos y en realidad están muy nerviosos.
JOSÉ LUIS DE JUAN
literatura
4
BeLLVeR
Diario de Mallorca
Viernes, 8 de septiembre de 2006
UN MITO LITERARIO
EL FIN DE LOS TIEMPO
El Apocalipsis ha inspirado numerosas novelas y obras de ficción. Las películas más taquilleras son siempre
catastrofistas. Algunos escritores han aprovechado este tema del día final en novelas como las de Belcampo y V
acia el final de los años 30 mi padre
decía a veces, con una voz ominosa:
“Hay tantas guerras, terremotos, disturbios y pestilencias. Todos esos signos nos anuncian que el fin de los
tiempos se acerca”. Además, el Anticristo ya había
llegado. Fue un Anticristo bicéfalo, con cabeza de
Hitler y otra de Stalin. Después de haber dicho esto,
cogía la Biblia, un enorme ejemplar antiguo con un
peso de varios kilos, y nos leía en voz alta los fragmentos más terroríficos del Apocalipsis: el sol se convertiría en “un saco negro y peludo”, la luna sería
“rojo como la sangre”, las estrellas caerían sobre la
tierra con una lluvia de fuego y sangre, y los aterradores jinetes, junto con los siete ángeles con sus trombones, anunciarían más horror y muerte. ¡Huy qué
miedo!
Desde luego yo no estaría entre los elegidos que
ganarían el paraíso. Me masturbaba a menudo, miraba furtivamente las bragas de las niñas cuando llegaban al colegio en bicicleta y, lo peor de todo, había
empezado a dudar de la palabra de Dios. Una noche
de invierno, caminando a casa, noté que el cielo nocturno estaba teñido de colores rojos, verdes y morados, que se movían como una cortina en el viento.
¡Qué susto! Ya debía de haber empezado el Juicio
Final.
Una vez en casa, mi padre me explicó que se trataba de una aurora boreal, un fenómeno que muy pocas
veces se podía ver al sur de los países escandinavos.
Pocos años después, en una noche de primavera del
año 1940, el cielo de nuevo se tiño de rojo. Esta vez
era la ciudad de Rotterdam, bombardeada por la
Luftwaffe alemana. El inicio de cinco años de guerra
y horrores del nazismo. Por muy apocalípticos que
fuesen aquellos años, esto no era el Apocalipsis.
h
AHORA,
MÁS DE SESENTA AÑOS DESPUÉS,
siguen las guerras, las catástrofes naturales y las pestilencias, pero ni con el cambio del siglo llegó el fin de
los tiempos, a pesar de las ominosas profecías y suicidios colectivos de extrañas sectas y otros iluminados.
A lo sumo podría ser el cambio climático provocando
a la larga el fin de la civilización en nuestro pequeño
planeta. Pero nunca viviremos el fin de los tiempos
aunque, claro, al fin y al cabo todo es temporal.
Incluso las estrellas nacen y se mueren, aunque sea
con una temporalidad de miles de millones de años.
Sin embargo, la fascinación por la idea de un
Apocalipsis sigue viva, sobre todo para la industria
cinematográfica de Hollywood. No hay películas más
taquilleras que las que tratan de catástrofes a escala
mundial. También la literatura se ocupa del tema. Si
quiero disfrutar de un poco de Juicio Final literario,
busco en mis estanterías dos viejos libros de la literatura holandesa de los años 30 y 50, respectivamente.
El primero es una novela corta de Belcampo, titulada
El gran acontecimiento. El segundo una novela larga
de Simon Vestdijk, titulada El camarero y los vivientes. Ambos autores eran originalmente médicos, pero
Vestdijk se convirtió pronto en un escritor muy polifacético, uno de los más conocidos de Holanda.
Publicó más de 50 novelas, y también poesía y libros
de ensayos sobre literatura, filosofía y musicología.
LA
B
PEQUEÑA NOVELA DE ELCAMPO está
situada en Rijssen, un pueblo en la parte oriental de
Holanda. El autor, para dar una idea de la vida pueblerina, nos explica lo que suelen decir los habitantes
cuando alguien les pregunta cómo les va la vida allí:
“Bueno, uno se pone los pantalones por la mañana y
se los quita por la noche”. Pero una noche, de pronto
su vida apacible se ve alterada por los alaridos de la
mujer del maestro de la escuela. El autor, su vecino,
acude a su ayuda. La causa de su terror es que en su
cama ha encontrado un pequeño animal negro que no
parece a ningún otro animal en la tierra. Junto con su
marido lo cogen y lo encierran en el herbario de la
escuela.
Viernes, 8 de septiembre de 2006
BeLLVeR
Diario de Mallorca
5
Luego los dos hacen un pequeño paseo y encuentran otro bicho insólito, mientras en el cielo aparece
un fenómeno luminoso parecido a una espada ardiente. El día siguiente el cielo se llena de las más estrambóticas criaturas voladoras y por las calles se mueven
innumerables bichos extraños, pero la gente del pueblo ni los mira. Siguen haciendo sus cosas como si
nada. Hasta que, de pronto, como un torbellino, llegan los jinetes del Apocalipsis.
El protagonista, uno de los poquísimos no creyentes, se asusta, pero la mayoría de los pueblerinos no
tiene nada que temer: irán directamente al paraíso.
Desde el ático de su casa el autor contempla el rápido desarrollo de los acontecimientos. Se oyen voces
celestes, de una parte del cielo descienden ángeles
con largos pelos rubios y falditas ondeantes para llevarse a la gente buena, y de otra parte desciende un
ejército de diablos para buscar a los malos y llevarlos
al infierno.
De pronto se acuerda de que en un viejo baúl
todavía tiene un disfraz de diablo para el carnaval, y
se lo pone. Sale tranquilamente a la calle, donde los
diablos le consideran uno de los suyos, ve con satisfacción que muchos de los que odia son llevados al
infierno, contempla admirado la perfecta organización de todo este tinglado e incluso logra salvar a su
amante preferida de las garras de un diablo, se acuesta con ella por última vez y la ve desaparecer feliz
hacia el cielo. Después se queda solo en el pueblo. Al
final encuentra a un grupo de ángeles que siguen buscando desesperadamente a un hombre para llevarle al
paraíso. Les ofrece ayudarles, pero cuando se quita el
disfraz, él mismo resulta ser el hombre al que buscan.
OS
las
Vestdijk
GRABADO DE DURERO
MUY DISTINTA ES LA NOVELA DE VESTDIJK.
En ella, no hay el humor tan fino o de un suave cinismo, de Belcampo. En El camarero y los vivientes destacan las magníficas descripciones de la apocalíptica
atmósfera en la gigantesca estación de ferrocarriles
donde se desarrolla la mayor parte de la acción, con
sus siniestras locomotoras negras, escupiendo fuego
y humo, y las terribles voces que llegan de las altavoces.
El humor lo encontramos sobre todo en la burla y
el sarcasmo de las conversaciones entre la docena de
protagonistas, doce habitantes de un edificio de apartamentos en un barrio acomodado que una noche, sin
explicación alguna, han sido detenidos y llevados
hacia una gran sala de cine. Allí se dan cuenta que no
son los únicos. De todas partes acuden más víctimas,
la mayoría muertos desde hace ya años o siglos, resucitados para ser sometidas al juicio final.
En el cine les espera una perfecta organización
que distribuye distintas tarjetas y les dirige a un complicado laberinto de pasillos subterráneos, puertas,
escaleras y ascensores que finalmente les lleva a la
gran estación central, donde innumerables trenes van
y vienen para llevar a los muertos juzgados al infierno o al paraíso. A los doce vivientes les ha sido designada una sala de espera especial en uno de los 500
andenes.
Un amable camarero les sirve café gratis y luego
una garrafa con agua que se convierte en vino tinto.
Allí los doce, entre los cuales hay intelectuales escépticos pero también creyentes, empiezan a discutir de
su situación. Los intelectuales siguen creyendo que se
trata de un truco publicitario para promocionar alguna película apocalíptica, de un error burocrático o que
están todos inmersos en una especie de sueño o pesadilla colectiva, pero ciertos signos inquietantes auguran la terrorífica realidad: todos los relojes en la estación y también en los bolsillos o muñecas de los doce
vivientes han desaparecido. El tiempo ya no existe.
Sin embargo, en esta sala de espera aún se encuentran
en una situación relativamente cómoda. Incluso
empiezan a emborracharse con el agua convertido en
vino que, igual como el vino de la boda de Caná en la
Biblia, parece inagotable.
En los andenes la situación es muy distinta. Las
enormes masas de seres muertos luchan entre sí para
entrar en los trenes con destino al cielo, mientras los
demás son empujados por soldados en los abarrotados vagones que van al infierno, un detalle que evoca
inevitablemente lo que había ocurrido pocos años
antes con los judíos transportados a los campos de
exterminio. Se desarrollan escenas dantescas. Pero
mientras tanto, los doce vivientes, con ayuda del
camarero, han podido escaparse de la estación y ya se
encuentran en la ciudad, caminando, en las primeras
luces del alba, hacia su edificio de apartamentos.
Donde les espera el camarero, confesándoles que
todo ha sido un mal sueño.
SIMON VESTDIJK
DESDE EL ÁTICO DE SU
CASA EL AUTOR
CONTEMPLA EL RÁPIDO
DESARROLLO DE LOS
ACONTECIMIENTOS. SE
OYEN VOCES CELESTES,
DE UNA PARTE DEL
CIELO DESCIENDEN
ÁNGELES CON LARGOS
PELOS RUBIOS Y
FALDITAS ONDEANTES
PARA LLEVARSE A LA
GENTE BUENA, Y DE
OTRA PARTE DESCIENDE
UN EJÉRCITO DE
DIABLOS PARA BUSCAR
A LOS MALOS Y
LLEVARLOS AL
INFIERNO
6
música
ARGUMENTARIO
BeLLVeR
Diario de Mallorca
CÓMIC
TEBEO Y NO LO CREO
EL ROCK MORTECINO
SEGÚN PEARL JAM
❚
PEARL JAM
Pearl Jam
13 canciones
J-Records/Sony BMG, 2006.
os cuatro últimos álbumes de Pearl Jam se han
publicitado de la misma manera: “PJ vuelven a
sonar como en sus inicios”. La nostalgia delata la
falacia. Pearl Jam hace 10 años que no suenan a
Pearl Jam. De la misma manera que existe una perfecta codificación para crear música comercial, hay unas reglas
totalmente perfiladas para la independencia. La artificiosidad existe en ambos bandos. Pearl Jam se han pasado 10 años pendientes
de cumplir a rajatabla con el manual. En ellos supuso la adopción
del vocabulario clásico para expresar cierta modernidad. Pero lo
que consiguieron ayer Ronnie Van Zant (Lynyrd Skynyrd), Gregg
Allman (Allman Brothers) o Robbie Robertson (The Band) y han
logrado hoy Jeff Tweedy (Wilco), Will Oldham (Palace Music,
Bonnie ‘Prince’ Billy) o Howe Gelb (Giant Sand, OP8, Friends of
Dean Martínez), los de Seattle ni lo han intuido. De tanto mirar de
soslayo lo que la audiencia “alternativa” esperaba de ellos han perdido toda su frescura y naturalidad. Hoy, Pearl Jam suenan descafeinados, anodinos. Y sus directos han sido la perfecta traslación de
esa creatividad desvaída: cinco pasmarotes, prácticamente inmóviles durante dos horas y media, incapaces de comunicar emoción.
Pearl Jam han editado Pearl Jam, pero con la doble ración no
ha resucitado nada ni nadie. La energía y la vitalidad asoma al principio del CD (Life wasted y, sobre todo,
Comatose, lo más punk que han grabado
en una década), pero a la cuarta canción
ya se impone lo acomodaticio. Un buen
método para argumentar consiste en comparar: ¿llega lo más ajetreado del álbum a
excitar mínimamente lo que Whippin’,
Lukin, Porch, Animal, Spin the black cir-
l
música clàssica
Viernes, 8 de septiembre de 2006
MARICAS
Y NEGRATAS
cle, Rearviewmirror o Deep? ¿Estremece el resto de este trabajo en
algún momento como pueden hacerlo Nothingman, Elderly woman
behind a counter, Release, Better Man o Present Tense?
Durante los cuatro primeros años de su carrera, Pearl Jam nos
tuvo a muchos radicalmente asombrados. Qué manera de expresar cólera, vesania y desengaño junto a belleza, desasosiego y
afectividad. Y sus directos eran la traducción perfecta: magros,
potentes y un poco melodramáticos. La mezcla de pop, folk,
rock, punk y hardcore funcionaba. Después vinieron las patrañas espirituales y empezaba la etapa lánguida, cargante de tan
calmosa, indolente y autosatisfecha. Probablemente azuzada en
gran medida por Stone
Gossard, no hubo quien
PEARL JAM HAN
pudiera llevarle la contraEDITADO ‘PEARL
ria: Mike McCready iba de
cabeza por sus problemas
JAM’, PERO CON
con las drogas, Eddie
Vedder alelado con sus
LA DOBLE RACIÓN
sensibleces y su necesidad
NO HA RESUCITADO de autoafirmación, Jeff
Ament dedicado a Tree
NADA NI NADIE
Fish y el batería no existía,
pues cambiaba cada año.
Dicen que sus últimos directos han recuperado la actividad,
que ya no salen apanfilados a tocar. Que tocan el material más ruidoso (Go, Even Flow, Alive) sin pausa y con violencia. Que se
suben a los amplis y a las torres de luces, que Vedder rueda por los
suelos y que Ament salta y gira como un poseso, que McCready
maltrata a sus guitarras, Cameron a sus baterías y que Gossard
sigue sin moverse de su baldosa. Cuentan que este pasado fin de
semana, en el Azkena Festival, Vedder dijo en castellano “luna
llena... noche clara... bueno para música alta...” y que patearon
culos. Dicen que, en directo, vuelven a patear culos. Yupi.
ANTONI PIZÀ
FLORENTINO FLÓREZ
LA ‘DIVA NAZI’
ELIZABETH SCHWARZKOPF
les cançons de Hugo Wolf acompanyada
pel pianista Gerald Moore. Els lectors que
vulguin una sola mostra la delicadesa i subtilitat del seu art vocal poden escoltar les
Quatre darreres cançons d’Strauss amb
George Szell com a director. La seva veu es
caracteritza per una dicció perfecta, un fraseig exacte i uns pianissimi aguts exquisits
i insuperables. S’ha de dir, en tot cas, que el
seu instrument, no és massa potent, fins i tot
un poc prim i les seves versions en general
sonen excessivament calculades, estudiades, mancades d’espontaneïtat. Amb freqüència, la cantant recorre a efectes extramusicals teatrals per donar expressivitat
(xiuxiueigs, sospirs, rialletes etc.) que avui
en dia es consideren passats de moda.
Durant l’estiu del 83, gràcies al pianista
i pedagog Joan Moll, un grup d’estudiants
r
mallorquins vam assistir als cursos d’estiu
de la prestigiosa Universität Mozarteum.
Ens allotjàvem a casa d’una bona aficionada a l’òpera i un dia em va dir suggerir que
assistís a les master classes d’Elizabeth
Schwarzkopf. A mi aquell nom no em
sonava de res –ho he de reconèixer–, però
als pocs dies d’arribar a Salzburg ja m’havia adonat que el vertader benefici d’aquell
curs no serien les classes de piano a les que
m’havia matriculat. Com a contrapartida,
hi havia les classes magistrals dels millors
intèrprets del moment: el vell Antonio
Janigro, el beatífic Yehudi Menuhin, la
vigorosa Tatiana Nikolayeva (amb un portentós pentinat estil “ensaïmada”), l’arrogant Alexis Weisenberg, l’excèntric
Friedich Gulda i, naturalment, Elizabeth
Schwarzkopf el somriure de la qual deixava entreveure les seves dents discretament
esportellades. Sense pensar-m’ho dues
vegades, vaig seguir el consell de la nostra hostessa i vaig anar a totes les classes
magistrals d’Schwarzkopf que vaig
poder. Per cert, no la record estricte,
agressiva, altiva i un poc despectiva amb
els alumnes, com s’ha dit tantes vegades.
¿Importa, ara que celebram el seu llegat artístic, que també recordem que va
flirtejar amb el nazisme? Jo crec que sí,
encara que just sigui per recordar que els
artistes no sempre tenen vides exemplars
i que –tornant a Benjamin– l’art i la maldat sovint se donen la mà. Al cap i a la fi,
mantenir la memòria vigilant i atenta és
una de les poques garanties que tenim
perquè la barbàrie no reviscoli mai.
VÍCTOR M. CONEJO
“t
STUCK RUBBER BABY
Howard Cruise
Dolmen Editorial, Palma, 2006
econozco que tardé
en acercarme a esta
novela gráfica. La
recomendación de
Boris Izaguirre en la
portada me hacía temer lo peor. Tras
el boom de Konig, los tebeos homosexuales han ido abriéndose paso en
las estanterías de las librerías especializadas y resulta complicado distinguir lo que tiene interés de la
morralla para consumo interno.
Además, debo decir que Ralf Konig
había acabado saturándome con su
militancia. Si quiero oír un sermón
me voy a misa. Pero esto es distinto.
Cruise construye las andanzas de
su héroe con calma y sensibilidad.
Utiliza un dibujo situado a mitad de
camino entre Crumb y Nazario, que
empalaga al principio por su rigidez
y la saturación de sus acabados,
pero que acaba resultando convincente, gracias a su laboriosidad y
eficaz narrativa. La obra adolece de
cierta saturación textual, aunque es
justo añadir que lo que se nos cuenta tiene interés, los párrafos están
bien escritos y, en general, se sigue
con mucha más fluidez de lo que
parece en un primer vistazo.
El tema se centra en la larga salida del armario de un joven blanco
del sur de Estados Unidos durante el
mandato de los Kennedy. Aunque
reconoce sus impulsos, intenta
negarlos iniciando una relación con
una chica, que trabaja como activista
a favor de la igualdad de derechos
entre negros y blancos. El autor
ensaya una jugada muy inteligente,
comparando la posición de inferioridad de la comunidad negra con la
situación de los gays. Y la interiorización, por parte de unos y otros, de
los códigos de los dominantes, varones blancos y heterosexuales. Dicho
así suena un poco esquemático, pero
la gran baza de Cruise consiste en
trascender esa tesis inicial y construir un relato emocionante en el que
se presta especial atención a los sentimientos de los protagonistas y
donde se nos permite echar un vistazo a otras formas de mirar el mundo,
con naturalidad y sin truculencias.
Un trabajo realista, adulto y
que puede ser disfrutado por cualquiera con un mínimo de sensibilidad. No se lo pierdan.
DISLOCACIONS
otes les manifestacions de
la civilització –diu Walter
Benjamin– també ho són de
la barbàrie”. I és que l’art i
la cultura depèn, fins un cert
punt, de la injustícia, la crueltat i el salvatgisme. Les imponents piràmides d’Egipte
se van construir amb esclaus; els quadres
de Velázquez se van pagar amb la plata del
genocidi americà; avui en dia, els mateixos
governs que patrocinen les arts mantenen
sistemes socials injusts i arbitraris. En
música, concretament, la història del segle
XX, és pot edificant: directors com
Karajan i Böhm, pianistes com Backhaus i
Gieseking i compositors com Strauss i Orff
van ser col˙laboradors del règim de Hitler.
Molts d’ells, fins i tot, van exhibir orgullosos durant un temps el carnet oficial
del partit. Elizabeth Schwarzkopf, la
gran cantant desapareguda fa poques setmanes (la “diva nazi”, com la va qualificar el New York Times), va ser membre
activa del partit nazi amb el carnet número 7548960. Realment, és tràgic descobrir que no hi ha bellesa sense maldat.
Tanmateix, Schwarzkopf és sens dubte
una de les grans cantants del segle XX. Per
a la majoria d’aficionats Schwarzkopf ha
gravat les versions definitives de molts de
personatges de Mozart (Elvira a Don
Giovanni, la Comtessa a Le Nozze i
Fiordigli a Cosí). També destaquen les
seves interpretacions de les òperes
d’Strauss amb papers com Madeleine a
Capriccio i sobretot la Mariscala a Der
Rosenkavalier. Sempre s’ha dit, a més a
més, que l’art de Schwarzkopf arriba a
nivells òptims en el Lied i concretament en
❚
BeLLVeR
Viernes, 8 de septiembre de 2006
Diario de Mallorca
cine
LA INDUSTRIA
QUÉ GRANDE ES PÉREZ-REVERTE
a
ntes de enredarnos en
otra trasnochada disquisición sobre la metabolización del cine en literatura, recorramos el camino inverso. Veamos Alatriste como
si desconociéramos la novelería que
sintetiza. Si a partir de ese engrudo cinematográfico, alguien ha construido
una serie narrativa muy por encima del
divertimento, sólo nos resta proclamar
qué grande es Pérez-Reverte. No lo hacemos con los labios encogidos porque,
si bien un compañero de estas páginas
utilizaba La carta esférica para descerrajarle el tiro de su abominación perpetua, recordemos que ese error vino
seguido de la inmejorable La reina del
sur. Y así les he llevado donde quería,
porque la última de las citadas es la novela que exige un largometraje inmediato, a falta de decidir si Salma Hayek
sería la protagonista ideal. En esta decisión de casting entretuvimos precisamente una comida con su autor.
Habrán adivinado que nos rendimos al novelista para disponer de una
catapulta con la cual abalanzarnos sobre la película. Como no he sido capaz
de averiguar qué idioma habla exactamente Viggo Mortensen –y lo mismo
ocurre con Malatesta, hasta el punto de
que barruntamos que este producto para la exportación es una amalgama de
todos los idiomas europeos–, me detendré en alguno de los protagonistas a
quienes se entendía en la mayoría de
ocasiones. Por ejemplo, el Juan Echanove que, parafraseando el elogio que
VIGGO MORTENSEN HABLA UN IDIOMA INDEFINIDO EN ‘ALATRISTE?.
hemos escanciado sobre Pérez-Reverte, se afana en musitar continuamente
“qué grande hubiera sido Quevedo, si
se hubiera parecido a mí”.
Datos, facts. En la desafortunada
escena inicial, Eduardo Noriega –tan
fuera de papel como la mayoría de participantes en el engendro– le alcanza o
arroja suavemente una daga a un feroz
enemigo, con el resultado de que el objeto punzante tan mansamente manipulado atraviesa la caja torácica del rufián, y se abre un hueco en sus pecadoras entrañas. Un gran efecto cómico,
aunque a distancia del suicidio del portugués digno de Monty Python, o de la
parodia que Javier Cámara ensaya sobre el conde-duque de Olivares, y en la
7
que a cada momento esperamos que el
peluquín emprenda el vuelo sobre su
propietario. Mientras tanto, el actor cavila “¿se me reconoce bajo el disfraz?”
Alatriste no está concebida para
personas que desconozcan la historia
de España, sino para personas a quienes la historia de España les importe un
comino. A algún genio de la mercadotecnia se le ha ocurrido que los adolescentes estadounidenses deglutirán este
mejunje, donde la autodivinizada
Ariadna Gil se interroga, “¿cuándo se
encontrará un papel a mi altura, y cómo
puede haber un solo hombre en el universo que no muera por poseerme?”
Sus escenas de sexo vestido son deprimentes, la hacen más deplorable que
las starlettes que prefieren desnudarse
a tener que pronunciar una frase.
Peor que mala, Alatriste es inocua,
inofensiva, estéril. Cuando la proyección se cierra con el sonsonete de que
no hemos visto al más honesto de los
hombres, pero sí a un valiente, nuestra
réplica silenciosa es que para ese viaje
no necesitábamos dos horas y media de
tormento. La misoginia de Pérez-Reverte sirve casi de consuelo, en ese manantial de gañotes sanguinolentos, hasta sellar una de esas películas de terror
que protagoniza Paris Hilton, la cual no
hubiera desentonado en el lugar de
Ariadna Gil. Para el papel principal,
Santiago Segura interpretaría a un mejor capitán que Mortensen, aunque esa
mandíbula cincelada perdone cualquier
desafuero.
MATÍAS VALLÉS
CIENCIA
GENES EGOÍSTAS, INDIVIDUOS ALTRUISTAS
❚
EL GEN EGOÍSTA
Richard Dawkins
Salvat, colección Ciencia, 407 pgs., 10 €
Barcelona, 1976.
e
ste año se cumple el 30 aniversario de
la publicación de un de los libros más
polémicos y destacados de divulgación
científica: El gen egoísta, de Richard
Dawkins (Salvat). ¿Quiénes somos?
¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos? son las tres
preguntas que han torturado a muchos seres humanos
en los últimos 20 ó 30 siglos (o quizás antes). Los líderes espirituales encontraron una respuesta sencilla y la
impusieron a golpe de púlpito (y de látigo en algunos
casos). Los científicos no se conformaron con eso y
siguieron haciéndose las preguntas una y otra vez.
La tercera pregunta (adónde vamos) no tiene respuesta. Y menos aún en estos tiempos de inminente apocalipsis climático. La segunda (de dónde venimos) fue respondida brillantemente por Darwin. Quedaba pendiente
la primera. Quiénes somos, o dicho de otra manera, ¿por
qué existimos?. Dawkins, con un valor y una inconsciencia casi infantiles, le hincó los dientes, y no le saltaron
por los aires. Su planteamiento lo resume el propio autor
en el prólogo de la edición de 1976: “Somos máquinas de
supervivencia, vehículos autómatas programados a ciegas con el fin de preservar las egoístas moléculas conocidas con el nombre de genes”. Dawkins era (es) un darwinista convencido. De hecho sus
detractores le bautizaron como “El
rottweiller de Darwin”. Y además
de darwinista (y ateo profeso) es
muy modesto. En la edición revisada del libro (1989) afirma que lo del
gen ya circulaba entre los científicos evolucionistas. Pero veía que no
eran capaces de explicarlo bien, de
romper el estereotipo del seleccio-
RICHARD DAWKINS
viven de noche y se esconden durante el día, el individuo se muere y esa línea genética desaparece. A partir
de ahí Dawkins estudia a fondo comportamientos animales y humanos. Dedica por ejemplo un capítulo entero a analizar la teoría de los juegos (variantes del dilema del prisionero, halcones y palomas, etc) y demostrar
que la cooperación siempre acaba imponiéndose.
Hace treinta años la teoría de Dawkins fue acogida
calurosamente. Con el tiempo comenzó a ser atacada,
por dos frentes opuestos. Por un lado los psicólogos
conductistas que ven peligrar su negocio. Aducen que
sí, hay una cierta herencia genética (en enfermedades
mentales graves está demostrado, en algunos casos de
obesidad extrema) pero que hay cierto margen con sus
tratamientos para corregir desajustes (por ejemplo con
bulímicos, drogadictos, personas violentas...) Por otro
lado, los fundamentalistas religiosos, desde los ayatolás del desierto a las camarillas de Benedicto o de uvedoble Bush, pretenden que sigamos creyendo que
somos obra de una mano divina (tema al que Dawkins
dedicó un libro posterior, “The blind watchmaker” El relojero ciego-). Estos fundamentalistas son halcones puros que, según todas simulaciones informáticas
hechas del juego halcones vs. palomas, acabarán
sucumbiendo. El problema es que no sabemos cuándo.
nismo de grupo. Quería contar a la gente de la calle qué
es exactamente el darwinismo. En un año sabático y en
un arrebato de excitación escribió El gen egoísta.
La edición de 1976 es brillante, excepcional. se nota
que fue escrita en ese arrebato confesado por el autor.
Se ve en los títulos de los capítulos (“Tu rascas mi
espalda, yo cabalgo sobre la tuya”, “Los buenos chicos
acaban primero” “El largo brazo del gen”) Lo genial de
FERNANDO ALOMAR
su tesis es que la selección natural que se da en las
especies (el más listo o el que se adapta mejor
sobrevive) lo lleva a los propios genes. Plantea
que en las células de los óvulos y los espermatozoides hay un número de plazas fijas y se produce una lucha entre los propios genes (peludos
contra calvos, por poner un ejemplo estúpido)
para meterse en el coche ganador. Y siguiendo la
metáfora, una vez que el vehículo está completo,
Pedagogia i Psicologia
se pone en marcha y la suerte está echada. Si
Pge. Papa Joan XXIII, 5-E • Geranis Centre
resulta que se ha metido el gen de ver mejor de
Tel.
971
71
33
50
•
Fax
971
21
36
41•
07002
Palma de Mallorca • embat@atlas-iap.es
día que noche con el de alimentarse de seres que
8
literatura
UN TESTIMONIO LITERARIO
Diario de Mallorca
BeLLVeR
‘DIETARIS’DE UN
HOMBRE RESENTIDO
EN AQUESTA PART DEL MÓN. DIETARIS. 1974-2003.
Guillem Simó
El Gall Editor, col.lecció El Cabàs nº 17.
373 pgs., 18 €, Pollença, 2005.
s
in duda, uno de los mejores libros
que se publicaron en estas islas
durante el pasado año fueron los
Dietaris de Guillem Simó, catedrático de Lengua y Literatura Catalanas
que ejercía de docente en el instituto Guillem
Sagrera de Palma y que falleció el pasado 2004.
Año a año, Simó fue legándonos memoria escrita de sus propias vivencias en una obra publicada
por los pollencins de El Gall Editor y en la cual el
filólogo no deja titere con cabeza: Jaume Vidal
Alcover, Josep Maria Llompart, Román Piña, Josep
Melià, su propia hermana, los psicólogos como
colectivo... ¡Nadie se salva en el aquelarre de Simó!
Algunos se consuelan afirmando que sólo se trataba de un pobre enseñante resentido –y quizá lo
era–, pero lejos de la persona, lo que interesa aquí
es destacar la prosa de un hombre que fluye de un
modo que pocas veces encontramos en la literatura
que se publica en Mallorca (y fuera de ella).
L
,
ÓGICAMENTE PARTE DE lo más interesante
que nos muestra es su experiencia como profesor
de secundaria. Una experiencia que lo hastía y que,
en buena medida, constituye el pozo de donde
extrae Simó ese resentimiento tan hondo que lleva
consigo: “Una feina on es troba la quantitat més
gran d’idiotes i d’hipòcrites per metre quadrat
–descomptant els alumnes”. Sin embargo, cuando
no es el afligido quien habla, su palabra nos deja
algunas afirmaciones muy válidas: “Un estudiant
és un aprenent, no un oficial; cal informar-lo sobre
política i cultura, però no se l’ha d’obligar a ser un
polític, ni un creador, ni un investigador”.
En la obra, el colectivo más atacado por un tedioso Simó es el de los psicólogos. Claro está que, por su
profesión, éstos debieron cruzarse en su camino, y la
verdad es no salieron muy bien parados del encuentro:
“Tots ells són éssers folls, usurers
de la infàmia, cecs, brutals, inútils; però sobretot són infeliços.
Viuen ressentits perquè la natura,
sàviament, menysprea el seu
histèric ajut” y otras perlas de
este estilo les dedica el escritor.
Asqueado con su trabajo, tampoco a su vida personal le concede mejor suerte: “M’hi sent
PLAGUETA DE NOTES
(CXXXIX)
DOS ESCRIPTORS
JAPONESOS
e
vaig pensar que era una persona i no una mula”. La
raíz de sus disputas reside en la eterna discusión de los
enseñantes de si a los alumnos hay que hacerles leer
los clásicos o lo que el autor moteja de “fems literari”
(esto es, literatura juvenil). Si por un lado “la Mula” –y
perdónenme que yo la llame también así, pero Simó,
como hace normalmente con los personajes de sus
Dietaris, no revela los nombres sino por sus iniciales–
representa un modelo más pedagógico y didáctico,
frente al cual Simó aboga por un criterio más a la antigua usanza. Finalmente, pues, el Catedrático pone en
tela de juicio todo ese modelo y contraataca a los psicopedagogos, y acaba, en lo más alto de la cúspide
docente, criticando a los directores de instituto (los
“sergents”): “Tan míssera és la feina d’un director
d’institut que mai no he comprès que hi hagi persones
disposades a exercir aquest càrrec. De fet, tanmateix,
tots els directors que he conegut tenien els dos dits
d’intel˙ligència imprescindibles per exercir-lo; però
ni un mil˙límitre més”. Así de ligero termina el autor
las páginas de una obra que ya han hecho mella.
stic dins una ona japonesa fa una bona temporada.
Em va entusiasmar la visió toquiniana, Lost in
translation, de la Sophie Coppola en cinema;
Mishima va ser un dels meus mestres, la
Yourcenar també m’ha fet entendre tant el Mishima
com d’altres particularitats japoneses; l’Italo Calvino de Seis propuestas para el próximo milenio també, tan bé, m’ha ensenyat l’estructura de l’escriptura japonesa a través de curtes i intenses rondalles, un amic que ja és mort fa quasi deu anys, N. B., em va dur d’un
viatge japonès dos llibres d’haikús i sobre haikús que m’eixamplaren
els miradors d’aquesta forma poètica tan difícil i tan practicada pels
poetes catalans des de Carles Riba; haikús que ja m’havia cantat i
contat Roland Barthes arreu de la seva obra i especialment a
L’empire dels signes –un llibre essencial i inacabable–; em va entusiasmar el Japó que em contaren en viu i en directe dos viatgers, els
amics T. G. i M. N., que just suara acaben d’aterrar d’una estada
mesal a Tòquio i encontorns. Per tot això quan vaig conèixer Albert
Nolla, el premi de traducció Ciutat de Barcelona d’enguany per la
feina de passar del japonès al català Tòquio blues (Empúries)
d’Haruki Murakami, vaig tenir una alegria forta de parlar amb un
jove que domina una llengua tan immensa i misteriosa, impossible
de saber per a mi, com és el japonès. Li vaig parlar de la meva autora japonesa d’aquests darrers quinze anys, Banana Yoshimoto. Li
vaig dir que Kitchen (Tusquets) em va produir la impressió de trobar
una germana d’escriptura en el sentit més enigmàtic. Li vaig confessar que algunes frases de la Yoshimoto les havia llegides moltes de
vegades i encara m’acompanyen. Ell, em va confessar que molt prest
traduirà la Banana al català i això em va donar una d’aquestes petites
felicitats que necessitam tant en temps de penúria. I tot seguit em
vaig posar a llegir Tòquio blues. La narració de l’educació sentimental d’un estudiant universitari japonès de devuit anys a finals dels
anys seixanta és un tema tan clàssic com apassionador. Des de la primera frase Toru Watanabe, el protagonista que escriu en primera
persona, esdevé un col·lega que et conta les seves aventures d’entrada a l’edat adulta. Els amors del tímid i seriós Toru amb la misteriosa i pensadora Naoko formen el gruix del llibre. Són un cant al descobriment de la diferència de sexes, a les possibilitats difícils del
contacte, a la força del desig amorós, a les foscúries dels sentiments i
a les seves complicitats més fondes, a les desesperacions sobtades,
als enyors constants, al desfici i a la serenitat. De tot això hi ha en
aquesta novel·la que es llegeix com un conte xiuxiuejat a l’orella per
un amic en un vespre en què heu begut massa i arriba l’hora de les
confidències. Té fragments magnífics, que subratlles i copies més
tard, com aquest: «Ara, però, sóc conscient que el que es pot posar
en el recipient imperfecte de l’escriptura no són sinó records i idees
imperfectes. També penso que quan més borrosos són els records
que tinc de la Naoko millor la puc entendre. Ara sé per què es va
girar cap a mi i em va demanar que no l’oblidés. Evidentment, ella
també ho sabia. Sabia que els records que jo tingués d’ella es tornarien borrosos. Justament per això em va demanar que no l’oblidés
mai, que em recordés que havia existit». M’entusiasmen també
les influències occidentals que surten des del principi i, sobretot,
en la música (el títol original de lllibre és Norwegian Wood que
és el leitmoitiv musical de l’obra). Hi ha moments en què m’agradaria que hi hagués un cedé amb la banda sonora per escoltar-la
mentre llegesc. I els secundaris són meleta: el company de cambra a la residència d’estudiants, el Soldat d’Assalt, ple d’inventives, la Midori, una al·lota que deixondirà Toru amb mètodes
barrocs i enigmàtics, el Nagasawa, un amic ric que va al llit amb
moltes al·lotes, la Hatsumi, sàvia nòvia de Nagasawa i la Reiko,
una amiga de la Naoko al balneari que és tot un món, una força
de joia i comprensió, vivíssima. Un llibre per rellegir.
CARLES CABRERA
BIEL MESQUIDA
Jaume Vidal Alcover, Josep Maria Llompart, Román Piña,
Josep Melià, su propia hermana, los psicólogos como
colectivo...¡Nadie se salva en el aquelarre de Simó!
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Viernes, 8 de septiembre de 2006
tan mal a pler, dins aquesta còrpora, dins aquesta
vida!”. Y, como un existencialista trasnochado, se
siente distinto a los demás “tot el que és humà m’és
aliè” y declara que “vaig començar a experimentar
la rara sensació de trobar-me a casa –a Palma, al
més país– com un estrany”, percepción que siente
intensificada por el hecho de toparse con una ciudad
cada vez más castellanizada y con un idioma propio
que, para él, “està ben sentenciat si els encarregats
de preservar-lo són un grapat de ganduls i beneits”.
Pero si el libro es espléndido, su final asciende a la
categoría de antológico. El autor reserva, y no creo
que sea casual, para las últimas páginas un apartado
intitulado “Pedagogia”. Desde mi conciencia de profesor de instituto (que no sé si me avala), me atrevería a juzgar las mismas de documento imprescindible
para los de mi gremio y por ventura para todos aquellos que vivimos inmersos en el mundo la docencia.
SIMÓ CARGA EN ELLAS LAS TINTAS contra
una de sus compañeras de Departamento, una “mestra
mula i beneita” como la tilda él, y le regala comentarios como, por ejemplo, “quan va arribar a l’Institut
SI ESTE LIBRO ES ESPLÉNDIDO,
SU FINAL ASCIENDE A LA
CATEGORÍA DE ANTOLÓGICO
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