CUADERNO CULTURAL DE DIARIO DE MALLORCA VIERNES, 8 DE SEPTIEMBRE DE Nº 404 2006 BeLLveR Novedades Saroyan, anarquista espiritual Por José Luis de Juan Grandes mitos PÁG. 3 El fin de los tiempos en la literatura Por Jean Schalekamp “CON EL SUFRIMIENTO SE APRENDE”. ESQUILO Ciencia PÁGS.4-5 Genes egoístas, individuos altruistas Por Fernando Alomar PÁG. 7 bellver.diariodemallorca@epi.es LITERATURA OBITUARIO MAHFUZ,UN HOMBRE BUENO Este hombre menudo y con gafas encarnaba todo lo que se valora en su país: era modesto, creativo, tenía un fabuloso sentido del humor y amaba la compañía de otras personas l egipcio Naguib MAHFUZ NACIÓ EN 1911 en el e Mahfuz, no era sólo un gran escritor y el primer árabe galardonado con el Premio Nobel de Literatura. Este hombre menudo con grandes gafas encarnaba también todo lo que se valora en su país, Egipto. Naguib Mahfuz, que falleció recientemente en El Cairo a la edad de 94 años, era modesto, creativo, tenía un fabuloso sentido del humor y amaba la compañía de otras personas. casco antiguo de El Cairo, séptimo hijo de una familia perteneciente a la pequeña burguesía. Era el típico egipcio que ama su país por encima de todas las cosas y apenas puso un pie en el extranjero. En lugar de viajar por el mundo, buscó la inspiración en los libros, en las calles de El Cairo, en las teterías o en sus regulares encuentros con otros intelectuales. Incluso su hija tuvo que encargarse de recoger el Premio Nobel en 1988. Una parte del dinero que recibió fue destinada a proyectos humanitarios en los territorios palestinos y el resto lo entregó a su familia. Mahfuz era además un hombre político, aunque menos radical que muchos otros escritores árabes, en su mayoría mucho más izquierdistas y con una postura que rechaza cualquier concesión respecto a Israel. Inclusive cuando ya no pudo escribir más debido a sus proble- Y ES QUE PRECISAMENTE su inte- rés por aquéllos que le rodeaban fue la clave de su éxito: su capacidad de observación y su manera de presentar las emociones y debilidades de las gentes de distintos medios dio una nueva dimensión a la novela árabe, que hasta entonces era un hijastro al lado de la poesía. Para su amigo y también escritor Gamal al Ghitani, él era la encarnación UNA PARTE DEL DINERO QUE RECIBIÓ POR EL NOBEL FUE DESTINADA A PROYECTOS HUMANITARIOS EN LOS TERRITORIOS PALESTINOS Y EL RESTO LO ENTREGÓ A SU FAMILIA MAHFUZ ERA UN HOMBRE POLÍTICO, AUNQUE MENOS RADICAL QUE MUCHOS OTROS ESCRITORES ÁRABES, EN SU MAYORÍA MUCHO MÁS IZQUIERDISTAS del “hombre bueno” que se gana la simpatía de la gente gracias a su sabiduría y su humildad. Y todo ello aunque su reconocimiento internacional llegara décadas más tarde, ya que Mahfuz compuso sus principales obras en los años cincuenta y sesenta. Su novela más polémica es Hijos de nuestro barrio (1959), en la que expone el conflicto entre la sabiduría, la fe y las falsas promesas curativas. El instituto islámico Al Azhar de El Cairo prohibió la publicación de esta obra, que supuestamente atenta contra Alá. PERO LA DISPUTA ALCANZÓ a Mahfuz, un musulmán liberal, 35 años después de completar su novela: un fanático del Islam que al parecer ni siquiera había leído el libro acechó al ya anciano escritor y le clavó un cuchillo en el cuello. Aunque sobrevivió, Mahfuz resultó gravemente herido de aquel intento de atentado. NAGUIB MAHFOUZ. FOTO: KHALED EL FIQI. UNA RELACIÓN DIFÍCIL CON EL ISLAM El escritor egipcio Naguib Mahfuz se declaraba devoto, pero tuvo problemas con el Islam por su famosa novela Hijos de nuestro barrio, que comenzaron con la censura y terminaron con un intento de asesinato. Los clérigos de Al Azhar –la institución más importante del Islam suní– prohibieron la novela, para algunos la más lograda de la carrera de Mahfuz, nada más escribirla en 1959, y desde entonces su publicación en Egipto nunca ha sido permitida. Los ulemas conservadores que controlaban Al Azhar en aquella época, consideraron dicha obra “blasfema” por representar, aunque fuera de forma alegórica y sin dar sus nombres, a Dios y a varios de los profetas venerados en el Islam. Al no dar su plácet, la novela no pudo ser publicada en su país, pero sí lo fue en el Líbano, con lo que la polémica obra acabó llegando a Egipto. Pero lo cierto es que hasta hoy ninguna editorial egipcia la ha publicado, entre otras razones porque Mahfuz se negó a ello, mientras Al Azhar no diera su brazo a torcer. Estos problemas con el Islam más intransigente no impidieron que Mahfuz se ganara la consideración y el respeto de sus coetáneos, egipcios y árabes, hasta que su fama traspasó las fronteras y se convirtió en 1988 en el primer y único escritor árabe en recibir el Premio Nobel de Literatura. El destacado abogado de los islamistas en Egipto, Muntasar Al Zayat, dijo que el intento de asesinarle “no refleja la postura oficial de los islamistas con Mahfuz, sino que fue un atentado único llevado a cabo por una o dos personas bajo ciertas circunstancias y presiones”. Zayat reconoció que los grupos islamistas no están de acuerdo con algunas obras de Mahfuz, pero aseguró que “eso no significa considerarle apóstata o matarle”. mas oculares, compuso comentarios políticos, que fueron llevados al papel por su amigo y periodista Mohammed Salmawi. En ellos siempre estaba presente su gran sentido de la justicia. Entre otras cosas, le afectó el cambio mundial tras los atentados terroristas del 11 de septiembre y la reacción de Estados Unidos. Y , A ENTRADO EN AÑOS sin apenas poder ver ni oír, Mahfuz publicó principalmente prosa breve y escribió sobre sus sueños con ayuda de su amigo. Parecía que el espíritu despierto del escritor egipcio no quisiera rendirse a la decadencia de su cuerpo. Mahfuz no era de los que se tomaban demasiado en serio los consejos de los médicos, y sus amigos tenían demasiado respeto al viejo maestro de la novela árabe como para impedirle que a sus 90 años todavía se fumara un cigarrillo. ANN B. CLASSMANN actualidad BeLLVeR 2 POR LAS SOLAPAS Diario de Mallorca MATÍAS VALLÉS LA CURACION POR EL ESPIRITU Stefan Zweig Acantilado 453 pgs. - 2006 JUVENILIA Miguel Cané Periférica 158 pgs. - 11 euros - 2006 “La salud es el estado natural del hombre; la enfermedad, el antinatural”. Y a partir de ahí, un derroche de facultades en la descripción de las afecciones corporales, del tránsito del brujo al médico. A qué otro autor le aguantaríamos hoy un ensayo sobre Mesmer –que ya sólo sobrevive en el idioma inglés a través del hipnótico mesmerizing–. A la hora de explicar su inesperada resurrección, habrá que convenir en que nadie escribe con el brío de Stefan Zweig, el modelo al que tienden asintóticamente los mejores ensayistas actuales. El asunto de La curación por el espíritu no puede ser más arduo, y su autor lo hace digerible, casi deseable. De postre de un volumen dedicado a Einstein, un perfil del Sigmund Freud con el que se carteó. LIBROS DISCOS Viernes, 8 de septiembre de 2006 LA RENTA BASICA Philippe van Parijs Paidós 155 pgs. - 2006 No ha quedado casualmente enlazado a un libro de Zweig. En la contraportada se nos promociona una inusitada conjunción de Edmundo de Amicis y Joyce, sombreada por Dickens. El autor encabeza sus reminiscencias juveniles con una cita en homenaje a SainteBeuve y, como los maestros franceses del artificio, muestra una notable habilidad para seducirnos con acontecimientos que jamás situaríamos en nuestra lista de preferencias. Hay tristeza y rebrotes de clasismo –al topar con compañeros de estudios maltratados por el destino– en esta Juvenilia, centrada en los alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires. También es curioso comprobar que, a un siglo muy largo de distancia, Argentina ha cambiado menos que el resto del mundo. Nos hallamos probablemente ante el huevo de Colón. Basta detenerse un segundo en el subtítulo de este ensayo que cuenta sus epígrafes por interrogantes –”Una medida eficaz para luchar contra la pobreza”–, para golpearse en la frente por no haber caído antes. Será necesario que las contrapartidas del abismo en la riqueza sean insoportables para los opulentos, y sólo entonces se aceptará que la dignidad humana es además un buen negocio. Curiosamente, los argumentos vertidos a escala planetaria en este ensayo escrito por dos belgas –Van Parijs y Yannick Vanderborght– ya han servido en los países occidentales, para paliar la situación del cuarto mundo en ellos incrustado. En cambio, no han solucionado la vigencia del islamismo violento. NOVEDADES EN EL NOMBRE DEL CERDO LA MUJER QUE ESPERABA LA JOYA PROHIBIDA CAFÉ BABILONIA EL VIENTO DE LA LUNA INÉS DEL ALMA MÍA Pablo Tusset, Destino El Comisario Principal Pujol investiga la muerte de una mujer degollada y despiezada tal y como se hace en el matadero. En su boca se ha encontrado un papel que reza: ‘en el nombre del cerdo’. Andrei Makine,Tusquets En un pequeño pueblo situado junto al mar Blanco, al norte de la Unión Soviética, Vera todavía espera, treinta años después, al hombre al que ama y que en 1945 partió al frente. Kylie Fitzpatrick, Salamandra Londres, 1864. Tres crímenes y un culpable inverosímil. Ante la dificultad de resolver un caso cuyas víctimas parecen relacionadas con unos diamantes, un grandullón inofensivo es enviado a la horca. Marsha Mehran, Grijalbo Tres jóvenes hermanas inmigrantes, procedentes de Persia, revolucionarán con sus artes culinarias la placidez de una pequeña localidad irlandesa. La originalidad de sus platos causan reacciones dispares. Antonio Muñoz Molina, Seix Barral En 1969 Neil Armstrong se convierte en el primer hombre en pisar la Luna. Las noticias sobre el viaje son el hilo conductor de esta novela protagonizada por un adolescente fascinado por estos acontecimientos. Isabel Allende, Plaza & Janés Isabel Allende escribe con el corazón y lo hace para narrar la historia de Inés Suárez, la mujer que conquistó Chile en el siglo XVI y que ahora conquistará el corazón de miles de lectores. LOS MÁS VENDIDOS EN CASTELLANO EN CATALÀ 1 LAMARCATEDRAL DEL DE LA 2 TRAVESURAS 3 EL QUINTO DÍA NIÑA MALA VERITATS DE 1 L’ESGLESIA DEL MAR 2 LESL’ESTATUT 3 EN EL NOM DEL PORC Ildefonso Falcones,Grijalbo Pasa el verano pero el libro de Ildefonso Falcones no abandona el primer puesto en las listas de los más leídos. Su historia ambientada en la Barcelona medieval sigue siendo del gusto de los lectores. Mario Vargas Llosa,Alfaguara Ricardo ve cumplido, a una edad muy temprana, el sueño que en su Lima natal alimentó desde que tenía uso de razón: vivir en París. Pero el rencuentro con un amor lo cambiará todo. Ildefonso Falcones, Plaza & Janés También en catalán, las aventuras de Bernat Estanyol y Francesca Esteve cautivan a los lectores. De momento, ninguna nueva publicación consigue arrebatar a Falcones el número uno de las listas. Pablo Tusset, Columna Edicions Una novela policiaca y de misterio llena de la ironía propia del escrito del texto, Pablo Tusset, autor también de la afamada historia Lo que le puede pasar a un cruasan, también llevada al cine. Frank Schätzing, Planeta Un pescador desaparece en Perú, sin dejar rastro. Los expertos noruegos de una empresa petrolífera se encuentran con extraños organismos que ocupan cientos de kilómetros en el fondo marino. Josep Sánchez Llibre, La esfera de los... Sánchez Llibre da las claves en este texto sobre todo lo acontecido antes, durante y después de la aprobación del Estatut catalán. Un ejercicio de reflexión con datos que sorprenderán a más de uno. NOVEDADES Latino Pop melódico DISCOGRAFÍA... David de María GRANDES ÉXITOS Carlos Baute WEA ESPAÑA WEA ESPAÑA Toda la discografía de David de María reunida en un revolucionario formato que contiene los 5 álbumes del artista y además, un DVD de regalo con todos los vídeo clips, documentales y material inédito. Dance Pop-rock Su nuevo álbum recopilatorio incluye las 4 mejores canciones de cada uno de sus cuatro discos editados y 2 temas nuevos, compuestos y arreglados por el propio Baute y producidos por Carlos Quintero. PARIS HILTON Paris Hilton TRAVEL Jazzamor WARNER BROS BLUE FAME Nos encontramos ante un sólido proyecto de pop, con colaboraciones de gran altura y un repertorio más que consistente. Cuenta con la producción de Scott Storch y mezclas de Tony Maserati. El disco más viajero de éste dúo de Frankfurt. Es su tercer trabajo y han querido hacer un recorrido por el mundo con su elegante e inconfundible estilo pop, que va desde la Bossa Nova hasta el Chill Out. LOS MÁS VENDIDOS EN PALMA 1 Amar es combatir Maná 2 Sigo siendo yo Marc Anthony 3 Rebelde RBD Tras una larga espera, 4 Modern Times Maná ha decido lanzar Bob Dylan su nuevo disco. Entre 5 Latinos del mundo las colaboraciones, Varios Juan Luis Guerra. DVD Dice Fer, líder del grupo, que las letras de su nuevo disco son muy personales... Sus historias merecen el número 1. 1 Amar es combatir Maná 2 Rebelde RBD 3 Sigo siendo yo Marc Anthony 4 Pájaros en la cabeza Amaral 5 Back to basics Christina Aguilera EN USA EN USA EN ESPAÑA 1 Danity Kane Danity Kane 2 Idlewild Outkast 3 Back to basics Christina Aguilera Esta nueva banda sólo 4 Amar es combatir de chicas ha dado la Maná campanada en los Es5 The cheetah girls 2 tados Unidos. Su álB.S.O. bum debut sorprende. 1 Empire Kasabian 2 Eyes open Snow Patrol 3 Modern Times Bob Dylan El cuarteto de música 4 A matter of life and... formado en Gran BretaIron Maiden ña regresa al mercado 5 Back to basics con nuevo disco lleno Christina Aguilera de funk y rock. ESTRENOS STONED MARINES Chechenia, en plena guerra. Una compañía de soldados americanos se involucra con el ejército rojo para luchar contra el terrorismo. Su misión: Aniquilar a Drazen Ilgauskas, un jefe rebelde. BODAS POR ENCARGO Brian Jones fue algo más que un Rolling Stone. Fue su fundador en 1962, su líder, su visionario, su mejor músico... Unos pocos años más tarde, Jones apareció muerto en el fondo de su piscina. Pippa es una escritora independiente de guías de viaje, contraria a cualquier tipo de relación. Un día, su padre enferma y le pide que se haga cargo de la edición de su revista, Campanas de Boda. EL COLOR DEL CRIMEN Ya entrada la noche, en un barrio obrero de las afueras de Nueva Jersey, una mujer ensangrentada llega, tambaleándose y aturdida, hasta la sala de urgencias del Centro Médico de Dempsy. TIENDAS CONSULTADAS: El Corte Inglés, Fnac, Xocolat, Los Cuarenta Principales, Casa del Libro y Videoart 7. Lista confeccionada del 1 al 7 de septiembre. EL BOSQUE MALDITO Un bosque que cobra vida en esta inquietante historia de terror psicológico. Falburn Academy es un prestigioso internado femenino situado en lo más profundo del bosque. BeLLVeR Viernes, 8 de septiembre de 2006 Diario de Mallorca libros EX - LIBRIS HERRALDE,POR ORDEN ALFABÉTICA ❚ POR ORDEN ALFABETICO Jorge Herralde Anagrama, 354 pgs. Barcelona, 2006 s i sentir debilidad por un autor ya es peligroso a la hora de comentarlo, la parcialidad hacia un editor que practica el intrusismo literario despierta sospechas adicionales. Es mi caso con Jorge Herralde, pero me aparto de las prevenciones para recomendar encarecidamente Por orden alfabético, una colección de textos de los años dos mil bajo la advocación del subtítulo del volumen, “Escritores, editores, amigos”. Con la particularidad de que el superviviente de la gauche divine se edita a sí mismo. Ocurre tal vez que ninguna contraindicación amortigua la inclinación viciada. O tal vez, y más simplemente, el libro merece la atención que nos negamos a prestarle, sin anotar más cautelas que las vigentes en el prospecto de un medicamento. En su dedicatoria, Herralde se aplica el agravante de “reincidente”, porque ya hubo unas Opiniones mohicanas que suscitaron interés en la ruptura del milenio. Personalmente le hubiera cambiado el género a la reincidencia, para convertirla en Por orden alfabética. Según se observa, la feminización del título redunda en su masculinidad, le otorga un ribete marcial. La índole prescriptiva se debe a que el medio centenar de piezas –de Bourdieu a Nabokov, de Patricia Highsmith a Arundhati Roy– destilan como diagnóstico que Herralde edita por necesidad. No podría HERRALDE, EL EDITOR QUE AMABA A LOS ESCRITORES.. prescindir de la lectura. Al tratarse de un ser bruscamente autónomo, prefiere confeccionar el guiso a nutrirse de otros fogones. En más breve, no querría hacer otra cosa. Esa avidez está ausente incluso en los lobeznos del negocio. Admitamos que en todo crítico no anida un escritor frustrado, sino un crítico frustrado. ¿Cuál es entonces el travestismo que aqueja a un editor que se despeña por la escritura? O, de nuevo, nos ceñiremos a la utilidad de Por orden alfabético, como material que ilustra la trastienda literaria, cada vez más concurrida en la producción editorial. Dejo a otros la novela, porque Alfaguara significó para mí la posibilidad de un pensamiento traducido al castellano, si no escrito siempre en esa lengua. Baudrillard bastaría para justificar ese empeño, y está significativamente ausente del infinito nomenclátor de este libro. En el encendido y atinado retrato del Duque de Alba, advertimos que el empeño de Herralde recoge la herencia de Taurus, que también ingresaría en la historia editorial sin más que acreditar la difusión en España de la obra de Cioran. El editor que ama a los escritores equivale al periodista que ama a los polí- ticos, una perversión irremediable. Además, el vigor y el brío suelen ser incompatibles con el tratamiento casi unánimemente elogioso a los autores evocados. Sin embargo, Herralde aúna la diplomacia con la personalidad resuelta. Por definición, actúa como productor del espectáculo literario. En Por orden alfabético, asume siempre una posición subsidiaria respecto a los artistas del circo. Hemos de suponer que las mandíbulas se le afilan en las negociaciones privadas. Ahora que la comparación está de moda, los autores no tienen nada que ver con los componentes de la selección de baloncesto, y caen más bien en el daguerrotipo de los insufribles futboleros. Herralde los dulcifica, pero sin perder el estilo. En este capítulo topamos con la confianza ciega, indigna de un editor, en que las palabras y las frases acabarán por ensamblarse y adquirirán la configuración de un perfil humano. En The talented Mr. Wolfe, se recomienda al lector del norteamericano que “abra cualquier página al azar y empiece la travesía”, una buena receta para definir el nuevo periodismo. La inclusión de autores como Tom Sharpe nos cura de la deriva exquisita. Herralde despierta los resortes precisos, al comparar el sexo masivo de Catherine Millet con el body art, o al emparentar a El Roto con Chumy Chúmez. En el balance, Mario Muchnik es decididamente más perverso que su colega catalán. A juzgar por las catas en su peripecia, el segundo necesita con urgencia un biógrafo, aunque es probable que se niegue a que nadie hunda el cálamo en su sangre, y sólo acepte la publicación de una autobiografía. La aguardamos, en cualquier caso. MATÍAS VALLÉS NOVEDADES WILLIAM SAROYAN,EL ANARQUISTA ESPIRITUAL ❚ LAS AVENTURAS DE WESLEY JACKSON William Saroyan El Acantilado, 392 pgs., 21 €. Barcelona, 2006. e n una antigua edición de José Janés que reunía varias obras de Saroyan, leí hace tiempo Las aventuras de Wesley Jackson. Cada palabra de ese libro me pareció verdad entonces, y ahora me lo sigue pareciendo, salvadas todas las distancias que se quieran y con la ventaja de una buena traducción. Aupado a la fama en los años 50, este hombre nacido en San Francisco de padres armenios fue uno de esos profetas de la adolescencia literaria que dejan una prole de lectores fascinados. Porque Saroyan escribe sin inhibiciones ni artificio desde un estado donde todo son expectativas y nada se da por supuesto para mostrarnos con ternura y realismo lo que hay más allá. Y más allá está la guerra. Y la amistad, el amor y la muerte. Singular equilibrista de la literatura, William Saroyan despachó esta novela de más de 300 páginas en pocas semanas de 1944, en el Savoy de Londres (era adicto a los hoteles caros y al juego, sus mejores historias las escribió en una lujosa suite justo después de perder hasta la camisa), mientras servía en el ejército americano. Tenía un hijo con la mujer de quien se divorciaría dos veces (ella acabó formando pareja con el actor Walter Matheau), y le habían prometido un largo permiso en Nueva York con la familia si escribía una buena historia sobre un soldado americano en Londres. Pero no les dio WILLIAM SAROYAN lo que querían, en modo alguno. Les salió el tiro por la culata. Saroyan sólo escribía de lo que sabía y era verdad en su conciencia. Para él, un escritor es “un anarquista espiritual, como en el fondo lo es cualquier persona. Nunca camina con la multitud ni vitorea con ella. El escri- 3 tor que es un escritor es un rebelde que nunca se detiene”. Wesley Jackson se alista en el ejército que va a ganar la Segunda Guerra Mundial y allí se da cuenta que es en todo un tipo como los demás, menos en que lo que escribe concierne a sus semejantes. Tiene algo que decir y sabe decirlo. El ejército no le gusta, lo encuentra estúpido y corrompido como tantos otros lugares indeseables. Le duele mentir y tiene ilusiones: la de la amistad que dura toda la vida, la del amor que convierte a las personas en mortales y que perpetúa la vida. Wesley es feo, aunque sus cualidades le transformarán. Cada vez que oye tararear su canción preferida, Valencia, sabe que anda por el buen camino. Wesley nos va contando cómo es el ejército, cómo son sus compañeros, porqué su padre anda perdido, de qué manera melodramática encuentra a su chica en Picadilly Circus y se casa con ella. Tiene miedo a morir y al mismo tiempo vergüenza de estar en la retaguardia sirviendo a snobs que jamás se pondrán en peligro. En esta novela encontramos el Saroyan genuino: puro instinto de narrador, una voz llana y firme, alguien que cuenta algo que quieres saber cómo continúa. Quizá no haya argumento en sentido estricto ni sólida estructura narrativa excepto el mismo flujo de la vida. Quizá a veces el entusiasmo retórico se le suba a la cabeza, al fin y al cabo es un joven de 19 años el narrador. Pero mantiene el interés. El ambiente picaresco se suaviza con un tono transcendente y lírico. Saroyan revela en el personaje de un soldado que odia su papel el dilema del individualismo mesiánico americano. Con él atisbamos las raíces del American Dream, de sus pesadillas, y porqué los americanos, como observa Jackson, parecen siempre tranquilos y en realidad están muy nerviosos. JOSÉ LUIS DE JUAN literatura 4 BeLLVeR Diario de Mallorca Viernes, 8 de septiembre de 2006 UN MITO LITERARIO EL FIN DE LOS TIEMPO El Apocalipsis ha inspirado numerosas novelas y obras de ficción. Las películas más taquilleras son siempre catastrofistas. Algunos escritores han aprovechado este tema del día final en novelas como las de Belcampo y V acia el final de los años 30 mi padre decía a veces, con una voz ominosa: “Hay tantas guerras, terremotos, disturbios y pestilencias. Todos esos signos nos anuncian que el fin de los tiempos se acerca”. Además, el Anticristo ya había llegado. Fue un Anticristo bicéfalo, con cabeza de Hitler y otra de Stalin. Después de haber dicho esto, cogía la Biblia, un enorme ejemplar antiguo con un peso de varios kilos, y nos leía en voz alta los fragmentos más terroríficos del Apocalipsis: el sol se convertiría en “un saco negro y peludo”, la luna sería “rojo como la sangre”, las estrellas caerían sobre la tierra con una lluvia de fuego y sangre, y los aterradores jinetes, junto con los siete ángeles con sus trombones, anunciarían más horror y muerte. ¡Huy qué miedo! Desde luego yo no estaría entre los elegidos que ganarían el paraíso. Me masturbaba a menudo, miraba furtivamente las bragas de las niñas cuando llegaban al colegio en bicicleta y, lo peor de todo, había empezado a dudar de la palabra de Dios. Una noche de invierno, caminando a casa, noté que el cielo nocturno estaba teñido de colores rojos, verdes y morados, que se movían como una cortina en el viento. ¡Qué susto! Ya debía de haber empezado el Juicio Final. Una vez en casa, mi padre me explicó que se trataba de una aurora boreal, un fenómeno que muy pocas veces se podía ver al sur de los países escandinavos. Pocos años después, en una noche de primavera del año 1940, el cielo de nuevo se tiño de rojo. Esta vez era la ciudad de Rotterdam, bombardeada por la Luftwaffe alemana. El inicio de cinco años de guerra y horrores del nazismo. Por muy apocalípticos que fuesen aquellos años, esto no era el Apocalipsis. h AHORA, MÁS DE SESENTA AÑOS DESPUÉS, siguen las guerras, las catástrofes naturales y las pestilencias, pero ni con el cambio del siglo llegó el fin de los tiempos, a pesar de las ominosas profecías y suicidios colectivos de extrañas sectas y otros iluminados. A lo sumo podría ser el cambio climático provocando a la larga el fin de la civilización en nuestro pequeño planeta. Pero nunca viviremos el fin de los tiempos aunque, claro, al fin y al cabo todo es temporal. Incluso las estrellas nacen y se mueren, aunque sea con una temporalidad de miles de millones de años. Sin embargo, la fascinación por la idea de un Apocalipsis sigue viva, sobre todo para la industria cinematográfica de Hollywood. No hay películas más taquilleras que las que tratan de catástrofes a escala mundial. También la literatura se ocupa del tema. Si quiero disfrutar de un poco de Juicio Final literario, busco en mis estanterías dos viejos libros de la literatura holandesa de los años 30 y 50, respectivamente. El primero es una novela corta de Belcampo, titulada El gran acontecimiento. El segundo una novela larga de Simon Vestdijk, titulada El camarero y los vivientes. Ambos autores eran originalmente médicos, pero Vestdijk se convirtió pronto en un escritor muy polifacético, uno de los más conocidos de Holanda. Publicó más de 50 novelas, y también poesía y libros de ensayos sobre literatura, filosofía y musicología. LA B PEQUEÑA NOVELA DE ELCAMPO está situada en Rijssen, un pueblo en la parte oriental de Holanda. El autor, para dar una idea de la vida pueblerina, nos explica lo que suelen decir los habitantes cuando alguien les pregunta cómo les va la vida allí: “Bueno, uno se pone los pantalones por la mañana y se los quita por la noche”. Pero una noche, de pronto su vida apacible se ve alterada por los alaridos de la mujer del maestro de la escuela. El autor, su vecino, acude a su ayuda. La causa de su terror es que en su cama ha encontrado un pequeño animal negro que no parece a ningún otro animal en la tierra. Junto con su marido lo cogen y lo encierran en el herbario de la escuela. Viernes, 8 de septiembre de 2006 BeLLVeR Diario de Mallorca 5 Luego los dos hacen un pequeño paseo y encuentran otro bicho insólito, mientras en el cielo aparece un fenómeno luminoso parecido a una espada ardiente. El día siguiente el cielo se llena de las más estrambóticas criaturas voladoras y por las calles se mueven innumerables bichos extraños, pero la gente del pueblo ni los mira. Siguen haciendo sus cosas como si nada. Hasta que, de pronto, como un torbellino, llegan los jinetes del Apocalipsis. El protagonista, uno de los poquísimos no creyentes, se asusta, pero la mayoría de los pueblerinos no tiene nada que temer: irán directamente al paraíso. Desde el ático de su casa el autor contempla el rápido desarrollo de los acontecimientos. Se oyen voces celestes, de una parte del cielo descienden ángeles con largos pelos rubios y falditas ondeantes para llevarse a la gente buena, y de otra parte desciende un ejército de diablos para buscar a los malos y llevarlos al infierno. De pronto se acuerda de que en un viejo baúl todavía tiene un disfraz de diablo para el carnaval, y se lo pone. Sale tranquilamente a la calle, donde los diablos le consideran uno de los suyos, ve con satisfacción que muchos de los que odia son llevados al infierno, contempla admirado la perfecta organización de todo este tinglado e incluso logra salvar a su amante preferida de las garras de un diablo, se acuesta con ella por última vez y la ve desaparecer feliz hacia el cielo. Después se queda solo en el pueblo. Al final encuentra a un grupo de ángeles que siguen buscando desesperadamente a un hombre para llevarle al paraíso. Les ofrece ayudarles, pero cuando se quita el disfraz, él mismo resulta ser el hombre al que buscan. OS las Vestdijk GRABADO DE DURERO MUY DISTINTA ES LA NOVELA DE VESTDIJK. En ella, no hay el humor tan fino o de un suave cinismo, de Belcampo. En El camarero y los vivientes destacan las magníficas descripciones de la apocalíptica atmósfera en la gigantesca estación de ferrocarriles donde se desarrolla la mayor parte de la acción, con sus siniestras locomotoras negras, escupiendo fuego y humo, y las terribles voces que llegan de las altavoces. El humor lo encontramos sobre todo en la burla y el sarcasmo de las conversaciones entre la docena de protagonistas, doce habitantes de un edificio de apartamentos en un barrio acomodado que una noche, sin explicación alguna, han sido detenidos y llevados hacia una gran sala de cine. Allí se dan cuenta que no son los únicos. De todas partes acuden más víctimas, la mayoría muertos desde hace ya años o siglos, resucitados para ser sometidas al juicio final. En el cine les espera una perfecta organización que distribuye distintas tarjetas y les dirige a un complicado laberinto de pasillos subterráneos, puertas, escaleras y ascensores que finalmente les lleva a la gran estación central, donde innumerables trenes van y vienen para llevar a los muertos juzgados al infierno o al paraíso. A los doce vivientes les ha sido designada una sala de espera especial en uno de los 500 andenes. Un amable camarero les sirve café gratis y luego una garrafa con agua que se convierte en vino tinto. Allí los doce, entre los cuales hay intelectuales escépticos pero también creyentes, empiezan a discutir de su situación. Los intelectuales siguen creyendo que se trata de un truco publicitario para promocionar alguna película apocalíptica, de un error burocrático o que están todos inmersos en una especie de sueño o pesadilla colectiva, pero ciertos signos inquietantes auguran la terrorífica realidad: todos los relojes en la estación y también en los bolsillos o muñecas de los doce vivientes han desaparecido. El tiempo ya no existe. Sin embargo, en esta sala de espera aún se encuentran en una situación relativamente cómoda. Incluso empiezan a emborracharse con el agua convertido en vino que, igual como el vino de la boda de Caná en la Biblia, parece inagotable. En los andenes la situación es muy distinta. Las enormes masas de seres muertos luchan entre sí para entrar en los trenes con destino al cielo, mientras los demás son empujados por soldados en los abarrotados vagones que van al infierno, un detalle que evoca inevitablemente lo que había ocurrido pocos años antes con los judíos transportados a los campos de exterminio. Se desarrollan escenas dantescas. Pero mientras tanto, los doce vivientes, con ayuda del camarero, han podido escaparse de la estación y ya se encuentran en la ciudad, caminando, en las primeras luces del alba, hacia su edificio de apartamentos. Donde les espera el camarero, confesándoles que todo ha sido un mal sueño. SIMON VESTDIJK DESDE EL ÁTICO DE SU CASA EL AUTOR CONTEMPLA EL RÁPIDO DESARROLLO DE LOS ACONTECIMIENTOS. SE OYEN VOCES CELESTES, DE UNA PARTE DEL CIELO DESCIENDEN ÁNGELES CON LARGOS PELOS RUBIOS Y FALDITAS ONDEANTES PARA LLEVARSE A LA GENTE BUENA, Y DE OTRA PARTE DESCIENDE UN EJÉRCITO DE DIABLOS PARA BUSCAR A LOS MALOS Y LLEVARLOS AL INFIERNO 6 música ARGUMENTARIO BeLLVeR Diario de Mallorca CÓMIC TEBEO Y NO LO CREO EL ROCK MORTECINO SEGÚN PEARL JAM ❚ PEARL JAM Pearl Jam 13 canciones J-Records/Sony BMG, 2006. os cuatro últimos álbumes de Pearl Jam se han publicitado de la misma manera: “PJ vuelven a sonar como en sus inicios”. La nostalgia delata la falacia. Pearl Jam hace 10 años que no suenan a Pearl Jam. De la misma manera que existe una perfecta codificación para crear música comercial, hay unas reglas totalmente perfiladas para la independencia. La artificiosidad existe en ambos bandos. Pearl Jam se han pasado 10 años pendientes de cumplir a rajatabla con el manual. En ellos supuso la adopción del vocabulario clásico para expresar cierta modernidad. Pero lo que consiguieron ayer Ronnie Van Zant (Lynyrd Skynyrd), Gregg Allman (Allman Brothers) o Robbie Robertson (The Band) y han logrado hoy Jeff Tweedy (Wilco), Will Oldham (Palace Music, Bonnie ‘Prince’ Billy) o Howe Gelb (Giant Sand, OP8, Friends of Dean Martínez), los de Seattle ni lo han intuido. De tanto mirar de soslayo lo que la audiencia “alternativa” esperaba de ellos han perdido toda su frescura y naturalidad. Hoy, Pearl Jam suenan descafeinados, anodinos. Y sus directos han sido la perfecta traslación de esa creatividad desvaída: cinco pasmarotes, prácticamente inmóviles durante dos horas y media, incapaces de comunicar emoción. Pearl Jam han editado Pearl Jam, pero con la doble ración no ha resucitado nada ni nadie. La energía y la vitalidad asoma al principio del CD (Life wasted y, sobre todo, Comatose, lo más punk que han grabado en una década), pero a la cuarta canción ya se impone lo acomodaticio. Un buen método para argumentar consiste en comparar: ¿llega lo más ajetreado del álbum a excitar mínimamente lo que Whippin’, Lukin, Porch, Animal, Spin the black cir- l música clàssica Viernes, 8 de septiembre de 2006 MARICAS Y NEGRATAS cle, Rearviewmirror o Deep? ¿Estremece el resto de este trabajo en algún momento como pueden hacerlo Nothingman, Elderly woman behind a counter, Release, Better Man o Present Tense? Durante los cuatro primeros años de su carrera, Pearl Jam nos tuvo a muchos radicalmente asombrados. Qué manera de expresar cólera, vesania y desengaño junto a belleza, desasosiego y afectividad. Y sus directos eran la traducción perfecta: magros, potentes y un poco melodramáticos. La mezcla de pop, folk, rock, punk y hardcore funcionaba. Después vinieron las patrañas espirituales y empezaba la etapa lánguida, cargante de tan calmosa, indolente y autosatisfecha. Probablemente azuzada en gran medida por Stone Gossard, no hubo quien PEARL JAM HAN pudiera llevarle la contraEDITADO ‘PEARL ria: Mike McCready iba de cabeza por sus problemas JAM’, PERO CON con las drogas, Eddie Vedder alelado con sus LA DOBLE RACIÓN sensibleces y su necesidad NO HA RESUCITADO de autoafirmación, Jeff Ament dedicado a Tree NADA NI NADIE Fish y el batería no existía, pues cambiaba cada año. Dicen que sus últimos directos han recuperado la actividad, que ya no salen apanfilados a tocar. Que tocan el material más ruidoso (Go, Even Flow, Alive) sin pausa y con violencia. Que se suben a los amplis y a las torres de luces, que Vedder rueda por los suelos y que Ament salta y gira como un poseso, que McCready maltrata a sus guitarras, Cameron a sus baterías y que Gossard sigue sin moverse de su baldosa. Cuentan que este pasado fin de semana, en el Azkena Festival, Vedder dijo en castellano “luna llena... noche clara... bueno para música alta...” y que patearon culos. Dicen que, en directo, vuelven a patear culos. Yupi. ANTONI PIZÀ FLORENTINO FLÓREZ LA ‘DIVA NAZI’ ELIZABETH SCHWARZKOPF les cançons de Hugo Wolf acompanyada pel pianista Gerald Moore. Els lectors que vulguin una sola mostra la delicadesa i subtilitat del seu art vocal poden escoltar les Quatre darreres cançons d’Strauss amb George Szell com a director. La seva veu es caracteritza per una dicció perfecta, un fraseig exacte i uns pianissimi aguts exquisits i insuperables. S’ha de dir, en tot cas, que el seu instrument, no és massa potent, fins i tot un poc prim i les seves versions en general sonen excessivament calculades, estudiades, mancades d’espontaneïtat. Amb freqüència, la cantant recorre a efectes extramusicals teatrals per donar expressivitat (xiuxiueigs, sospirs, rialletes etc.) que avui en dia es consideren passats de moda. Durant l’estiu del 83, gràcies al pianista i pedagog Joan Moll, un grup d’estudiants r mallorquins vam assistir als cursos d’estiu de la prestigiosa Universität Mozarteum. Ens allotjàvem a casa d’una bona aficionada a l’òpera i un dia em va dir suggerir que assistís a les master classes d’Elizabeth Schwarzkopf. A mi aquell nom no em sonava de res –ho he de reconèixer–, però als pocs dies d’arribar a Salzburg ja m’havia adonat que el vertader benefici d’aquell curs no serien les classes de piano a les que m’havia matriculat. Com a contrapartida, hi havia les classes magistrals dels millors intèrprets del moment: el vell Antonio Janigro, el beatífic Yehudi Menuhin, la vigorosa Tatiana Nikolayeva (amb un portentós pentinat estil “ensaïmada”), l’arrogant Alexis Weisenberg, l’excèntric Friedich Gulda i, naturalment, Elizabeth Schwarzkopf el somriure de la qual deixava entreveure les seves dents discretament esportellades. Sense pensar-m’ho dues vegades, vaig seguir el consell de la nostra hostessa i vaig anar a totes les classes magistrals d’Schwarzkopf que vaig poder. Per cert, no la record estricte, agressiva, altiva i un poc despectiva amb els alumnes, com s’ha dit tantes vegades. ¿Importa, ara que celebram el seu llegat artístic, que també recordem que va flirtejar amb el nazisme? Jo crec que sí, encara que just sigui per recordar que els artistes no sempre tenen vides exemplars i que –tornant a Benjamin– l’art i la maldat sovint se donen la mà. Al cap i a la fi, mantenir la memòria vigilant i atenta és una de les poques garanties que tenim perquè la barbàrie no reviscoli mai. VÍCTOR M. CONEJO “t STUCK RUBBER BABY Howard Cruise Dolmen Editorial, Palma, 2006 econozco que tardé en acercarme a esta novela gráfica. La recomendación de Boris Izaguirre en la portada me hacía temer lo peor. Tras el boom de Konig, los tebeos homosexuales han ido abriéndose paso en las estanterías de las librerías especializadas y resulta complicado distinguir lo que tiene interés de la morralla para consumo interno. Además, debo decir que Ralf Konig había acabado saturándome con su militancia. Si quiero oír un sermón me voy a misa. Pero esto es distinto. Cruise construye las andanzas de su héroe con calma y sensibilidad. Utiliza un dibujo situado a mitad de camino entre Crumb y Nazario, que empalaga al principio por su rigidez y la saturación de sus acabados, pero que acaba resultando convincente, gracias a su laboriosidad y eficaz narrativa. La obra adolece de cierta saturación textual, aunque es justo añadir que lo que se nos cuenta tiene interés, los párrafos están bien escritos y, en general, se sigue con mucha más fluidez de lo que parece en un primer vistazo. El tema se centra en la larga salida del armario de un joven blanco del sur de Estados Unidos durante el mandato de los Kennedy. Aunque reconoce sus impulsos, intenta negarlos iniciando una relación con una chica, que trabaja como activista a favor de la igualdad de derechos entre negros y blancos. El autor ensaya una jugada muy inteligente, comparando la posición de inferioridad de la comunidad negra con la situación de los gays. Y la interiorización, por parte de unos y otros, de los códigos de los dominantes, varones blancos y heterosexuales. Dicho así suena un poco esquemático, pero la gran baza de Cruise consiste en trascender esa tesis inicial y construir un relato emocionante en el que se presta especial atención a los sentimientos de los protagonistas y donde se nos permite echar un vistazo a otras formas de mirar el mundo, con naturalidad y sin truculencias. Un trabajo realista, adulto y que puede ser disfrutado por cualquiera con un mínimo de sensibilidad. No se lo pierdan. DISLOCACIONS otes les manifestacions de la civilització –diu Walter Benjamin– també ho són de la barbàrie”. I és que l’art i la cultura depèn, fins un cert punt, de la injustícia, la crueltat i el salvatgisme. Les imponents piràmides d’Egipte se van construir amb esclaus; els quadres de Velázquez se van pagar amb la plata del genocidi americà; avui en dia, els mateixos governs que patrocinen les arts mantenen sistemes socials injusts i arbitraris. En música, concretament, la història del segle XX, és pot edificant: directors com Karajan i Böhm, pianistes com Backhaus i Gieseking i compositors com Strauss i Orff van ser col˙laboradors del règim de Hitler. Molts d’ells, fins i tot, van exhibir orgullosos durant un temps el carnet oficial del partit. Elizabeth Schwarzkopf, la gran cantant desapareguda fa poques setmanes (la “diva nazi”, com la va qualificar el New York Times), va ser membre activa del partit nazi amb el carnet número 7548960. Realment, és tràgic descobrir que no hi ha bellesa sense maldat. Tanmateix, Schwarzkopf és sens dubte una de les grans cantants del segle XX. Per a la majoria d’aficionats Schwarzkopf ha gravat les versions definitives de molts de personatges de Mozart (Elvira a Don Giovanni, la Comtessa a Le Nozze i Fiordigli a Cosí). També destaquen les seves interpretacions de les òperes d’Strauss amb papers com Madeleine a Capriccio i sobretot la Mariscala a Der Rosenkavalier. Sempre s’ha dit, a més a més, que l’art de Schwarzkopf arriba a nivells òptims en el Lied i concretament en ❚ BeLLVeR Viernes, 8 de septiembre de 2006 Diario de Mallorca cine LA INDUSTRIA QUÉ GRANDE ES PÉREZ-REVERTE a ntes de enredarnos en otra trasnochada disquisición sobre la metabolización del cine en literatura, recorramos el camino inverso. Veamos Alatriste como si desconociéramos la novelería que sintetiza. Si a partir de ese engrudo cinematográfico, alguien ha construido una serie narrativa muy por encima del divertimento, sólo nos resta proclamar qué grande es Pérez-Reverte. No lo hacemos con los labios encogidos porque, si bien un compañero de estas páginas utilizaba La carta esférica para descerrajarle el tiro de su abominación perpetua, recordemos que ese error vino seguido de la inmejorable La reina del sur. Y así les he llevado donde quería, porque la última de las citadas es la novela que exige un largometraje inmediato, a falta de decidir si Salma Hayek sería la protagonista ideal. En esta decisión de casting entretuvimos precisamente una comida con su autor. Habrán adivinado que nos rendimos al novelista para disponer de una catapulta con la cual abalanzarnos sobre la película. Como no he sido capaz de averiguar qué idioma habla exactamente Viggo Mortensen –y lo mismo ocurre con Malatesta, hasta el punto de que barruntamos que este producto para la exportación es una amalgama de todos los idiomas europeos–, me detendré en alguno de los protagonistas a quienes se entendía en la mayoría de ocasiones. Por ejemplo, el Juan Echanove que, parafraseando el elogio que VIGGO MORTENSEN HABLA UN IDIOMA INDEFINIDO EN ‘ALATRISTE?. hemos escanciado sobre Pérez-Reverte, se afana en musitar continuamente “qué grande hubiera sido Quevedo, si se hubiera parecido a mí”. Datos, facts. En la desafortunada escena inicial, Eduardo Noriega –tan fuera de papel como la mayoría de participantes en el engendro– le alcanza o arroja suavemente una daga a un feroz enemigo, con el resultado de que el objeto punzante tan mansamente manipulado atraviesa la caja torácica del rufián, y se abre un hueco en sus pecadoras entrañas. Un gran efecto cómico, aunque a distancia del suicidio del portugués digno de Monty Python, o de la parodia que Javier Cámara ensaya sobre el conde-duque de Olivares, y en la 7 que a cada momento esperamos que el peluquín emprenda el vuelo sobre su propietario. Mientras tanto, el actor cavila “¿se me reconoce bajo el disfraz?” Alatriste no está concebida para personas que desconozcan la historia de España, sino para personas a quienes la historia de España les importe un comino. A algún genio de la mercadotecnia se le ha ocurrido que los adolescentes estadounidenses deglutirán este mejunje, donde la autodivinizada Ariadna Gil se interroga, “¿cuándo se encontrará un papel a mi altura, y cómo puede haber un solo hombre en el universo que no muera por poseerme?” Sus escenas de sexo vestido son deprimentes, la hacen más deplorable que las starlettes que prefieren desnudarse a tener que pronunciar una frase. Peor que mala, Alatriste es inocua, inofensiva, estéril. Cuando la proyección se cierra con el sonsonete de que no hemos visto al más honesto de los hombres, pero sí a un valiente, nuestra réplica silenciosa es que para ese viaje no necesitábamos dos horas y media de tormento. La misoginia de Pérez-Reverte sirve casi de consuelo, en ese manantial de gañotes sanguinolentos, hasta sellar una de esas películas de terror que protagoniza Paris Hilton, la cual no hubiera desentonado en el lugar de Ariadna Gil. Para el papel principal, Santiago Segura interpretaría a un mejor capitán que Mortensen, aunque esa mandíbula cincelada perdone cualquier desafuero. MATÍAS VALLÉS CIENCIA GENES EGOÍSTAS, INDIVIDUOS ALTRUISTAS ❚ EL GEN EGOÍSTA Richard Dawkins Salvat, colección Ciencia, 407 pgs., 10 € Barcelona, 1976. e ste año se cumple el 30 aniversario de la publicación de un de los libros más polémicos y destacados de divulgación científica: El gen egoísta, de Richard Dawkins (Salvat). ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos? son las tres preguntas que han torturado a muchos seres humanos en los últimos 20 ó 30 siglos (o quizás antes). Los líderes espirituales encontraron una respuesta sencilla y la impusieron a golpe de púlpito (y de látigo en algunos casos). Los científicos no se conformaron con eso y siguieron haciéndose las preguntas una y otra vez. La tercera pregunta (adónde vamos) no tiene respuesta. Y menos aún en estos tiempos de inminente apocalipsis climático. La segunda (de dónde venimos) fue respondida brillantemente por Darwin. Quedaba pendiente la primera. Quiénes somos, o dicho de otra manera, ¿por qué existimos?. Dawkins, con un valor y una inconsciencia casi infantiles, le hincó los dientes, y no le saltaron por los aires. Su planteamiento lo resume el propio autor en el prólogo de la edición de 1976: “Somos máquinas de supervivencia, vehículos autómatas programados a ciegas con el fin de preservar las egoístas moléculas conocidas con el nombre de genes”. Dawkins era (es) un darwinista convencido. De hecho sus detractores le bautizaron como “El rottweiller de Darwin”. Y además de darwinista (y ateo profeso) es muy modesto. En la edición revisada del libro (1989) afirma que lo del gen ya circulaba entre los científicos evolucionistas. Pero veía que no eran capaces de explicarlo bien, de romper el estereotipo del seleccio- RICHARD DAWKINS viven de noche y se esconden durante el día, el individuo se muere y esa línea genética desaparece. A partir de ahí Dawkins estudia a fondo comportamientos animales y humanos. Dedica por ejemplo un capítulo entero a analizar la teoría de los juegos (variantes del dilema del prisionero, halcones y palomas, etc) y demostrar que la cooperación siempre acaba imponiéndose. Hace treinta años la teoría de Dawkins fue acogida calurosamente. Con el tiempo comenzó a ser atacada, por dos frentes opuestos. Por un lado los psicólogos conductistas que ven peligrar su negocio. Aducen que sí, hay una cierta herencia genética (en enfermedades mentales graves está demostrado, en algunos casos de obesidad extrema) pero que hay cierto margen con sus tratamientos para corregir desajustes (por ejemplo con bulímicos, drogadictos, personas violentas...) Por otro lado, los fundamentalistas religiosos, desde los ayatolás del desierto a las camarillas de Benedicto o de uvedoble Bush, pretenden que sigamos creyendo que somos obra de una mano divina (tema al que Dawkins dedicó un libro posterior, “The blind watchmaker” El relojero ciego-). Estos fundamentalistas son halcones puros que, según todas simulaciones informáticas hechas del juego halcones vs. palomas, acabarán sucumbiendo. El problema es que no sabemos cuándo. nismo de grupo. Quería contar a la gente de la calle qué es exactamente el darwinismo. En un año sabático y en un arrebato de excitación escribió El gen egoísta. La edición de 1976 es brillante, excepcional. se nota que fue escrita en ese arrebato confesado por el autor. Se ve en los títulos de los capítulos (“Tu rascas mi espalda, yo cabalgo sobre la tuya”, “Los buenos chicos acaban primero” “El largo brazo del gen”) Lo genial de FERNANDO ALOMAR su tesis es que la selección natural que se da en las especies (el más listo o el que se adapta mejor sobrevive) lo lleva a los propios genes. Plantea que en las células de los óvulos y los espermatozoides hay un número de plazas fijas y se produce una lucha entre los propios genes (peludos contra calvos, por poner un ejemplo estúpido) para meterse en el coche ganador. Y siguiendo la metáfora, una vez que el vehículo está completo, Pedagogia i Psicologia se pone en marcha y la suerte está echada. Si Pge. Papa Joan XXIII, 5-E • Geranis Centre resulta que se ha metido el gen de ver mejor de Tel. 971 71 33 50 • Fax 971 21 36 41• 07002 Palma de Mallorca • embat@atlas-iap.es día que noche con el de alimentarse de seres que 8 literatura UN TESTIMONIO LITERARIO Diario de Mallorca BeLLVeR ‘DIETARIS’DE UN HOMBRE RESENTIDO EN AQUESTA PART DEL MÓN. DIETARIS. 1974-2003. Guillem Simó El Gall Editor, col.lecció El Cabàs nº 17. 373 pgs., 18 €, Pollença, 2005. s in duda, uno de los mejores libros que se publicaron en estas islas durante el pasado año fueron los Dietaris de Guillem Simó, catedrático de Lengua y Literatura Catalanas que ejercía de docente en el instituto Guillem Sagrera de Palma y que falleció el pasado 2004. Año a año, Simó fue legándonos memoria escrita de sus propias vivencias en una obra publicada por los pollencins de El Gall Editor y en la cual el filólogo no deja titere con cabeza: Jaume Vidal Alcover, Josep Maria Llompart, Román Piña, Josep Melià, su propia hermana, los psicólogos como colectivo... ¡Nadie se salva en el aquelarre de Simó! Algunos se consuelan afirmando que sólo se trataba de un pobre enseñante resentido –y quizá lo era–, pero lejos de la persona, lo que interesa aquí es destacar la prosa de un hombre que fluye de un modo que pocas veces encontramos en la literatura que se publica en Mallorca (y fuera de ella). L , ÓGICAMENTE PARTE DE lo más interesante que nos muestra es su experiencia como profesor de secundaria. Una experiencia que lo hastía y que, en buena medida, constituye el pozo de donde extrae Simó ese resentimiento tan hondo que lleva consigo: “Una feina on es troba la quantitat més gran d’idiotes i d’hipòcrites per metre quadrat –descomptant els alumnes”. Sin embargo, cuando no es el afligido quien habla, su palabra nos deja algunas afirmaciones muy válidas: “Un estudiant és un aprenent, no un oficial; cal informar-lo sobre política i cultura, però no se l’ha d’obligar a ser un polític, ni un creador, ni un investigador”. En la obra, el colectivo más atacado por un tedioso Simó es el de los psicólogos. Claro está que, por su profesión, éstos debieron cruzarse en su camino, y la verdad es no salieron muy bien parados del encuentro: “Tots ells són éssers folls, usurers de la infàmia, cecs, brutals, inútils; però sobretot són infeliços. Viuen ressentits perquè la natura, sàviament, menysprea el seu histèric ajut” y otras perlas de este estilo les dedica el escritor. Asqueado con su trabajo, tampoco a su vida personal le concede mejor suerte: “M’hi sent PLAGUETA DE NOTES (CXXXIX) DOS ESCRIPTORS JAPONESOS e vaig pensar que era una persona i no una mula”. La raíz de sus disputas reside en la eterna discusión de los enseñantes de si a los alumnos hay que hacerles leer los clásicos o lo que el autor moteja de “fems literari” (esto es, literatura juvenil). Si por un lado “la Mula” –y perdónenme que yo la llame también así, pero Simó, como hace normalmente con los personajes de sus Dietaris, no revela los nombres sino por sus iniciales– representa un modelo más pedagógico y didáctico, frente al cual Simó aboga por un criterio más a la antigua usanza. Finalmente, pues, el Catedrático pone en tela de juicio todo ese modelo y contraataca a los psicopedagogos, y acaba, en lo más alto de la cúspide docente, criticando a los directores de instituto (los “sergents”): “Tan míssera és la feina d’un director d’institut que mai no he comprès que hi hagi persones disposades a exercir aquest càrrec. De fet, tanmateix, tots els directors que he conegut tenien els dos dits d’intel˙ligència imprescindibles per exercir-lo; però ni un mil˙límitre més”. Así de ligero termina el autor las páginas de una obra que ya han hecho mella. stic dins una ona japonesa fa una bona temporada. Em va entusiasmar la visió toquiniana, Lost in translation, de la Sophie Coppola en cinema; Mishima va ser un dels meus mestres, la Yourcenar també m’ha fet entendre tant el Mishima com d’altres particularitats japoneses; l’Italo Calvino de Seis propuestas para el próximo milenio també, tan bé, m’ha ensenyat l’estructura de l’escriptura japonesa a través de curtes i intenses rondalles, un amic que ja és mort fa quasi deu anys, N. B., em va dur d’un viatge japonès dos llibres d’haikús i sobre haikús que m’eixamplaren els miradors d’aquesta forma poètica tan difícil i tan practicada pels poetes catalans des de Carles Riba; haikús que ja m’havia cantat i contat Roland Barthes arreu de la seva obra i especialment a L’empire dels signes –un llibre essencial i inacabable–; em va entusiasmar el Japó que em contaren en viu i en directe dos viatgers, els amics T. G. i M. N., que just suara acaben d’aterrar d’una estada mesal a Tòquio i encontorns. Per tot això quan vaig conèixer Albert Nolla, el premi de traducció Ciutat de Barcelona d’enguany per la feina de passar del japonès al català Tòquio blues (Empúries) d’Haruki Murakami, vaig tenir una alegria forta de parlar amb un jove que domina una llengua tan immensa i misteriosa, impossible de saber per a mi, com és el japonès. Li vaig parlar de la meva autora japonesa d’aquests darrers quinze anys, Banana Yoshimoto. Li vaig dir que Kitchen (Tusquets) em va produir la impressió de trobar una germana d’escriptura en el sentit més enigmàtic. Li vaig confessar que algunes frases de la Yoshimoto les havia llegides moltes de vegades i encara m’acompanyen. Ell, em va confessar que molt prest traduirà la Banana al català i això em va donar una d’aquestes petites felicitats que necessitam tant en temps de penúria. I tot seguit em vaig posar a llegir Tòquio blues. La narració de l’educació sentimental d’un estudiant universitari japonès de devuit anys a finals dels anys seixanta és un tema tan clàssic com apassionador. Des de la primera frase Toru Watanabe, el protagonista que escriu en primera persona, esdevé un col·lega que et conta les seves aventures d’entrada a l’edat adulta. Els amors del tímid i seriós Toru amb la misteriosa i pensadora Naoko formen el gruix del llibre. Són un cant al descobriment de la diferència de sexes, a les possibilitats difícils del contacte, a la força del desig amorós, a les foscúries dels sentiments i a les seves complicitats més fondes, a les desesperacions sobtades, als enyors constants, al desfici i a la serenitat. De tot això hi ha en aquesta novel·la que es llegeix com un conte xiuxiuejat a l’orella per un amic en un vespre en què heu begut massa i arriba l’hora de les confidències. Té fragments magnífics, que subratlles i copies més tard, com aquest: «Ara, però, sóc conscient que el que es pot posar en el recipient imperfecte de l’escriptura no són sinó records i idees imperfectes. També penso que quan més borrosos són els records que tinc de la Naoko millor la puc entendre. Ara sé per què es va girar cap a mi i em va demanar que no l’oblidés. Evidentment, ella també ho sabia. Sabia que els records que jo tingués d’ella es tornarien borrosos. Justament per això em va demanar que no l’oblidés mai, que em recordés que havia existit». M’entusiasmen també les influències occidentals que surten des del principi i, sobretot, en la música (el títol original de lllibre és Norwegian Wood que és el leitmoitiv musical de l’obra). Hi ha moments en què m’agradaria que hi hagués un cedé amb la banda sonora per escoltar-la mentre llegesc. I els secundaris són meleta: el company de cambra a la residència d’estudiants, el Soldat d’Assalt, ple d’inventives, la Midori, una al·lota que deixondirà Toru amb mètodes barrocs i enigmàtics, el Nagasawa, un amic ric que va al llit amb moltes al·lotes, la Hatsumi, sàvia nòvia de Nagasawa i la Reiko, una amiga de la Naoko al balneari que és tot un món, una força de joia i comprensió, vivíssima. Un llibre per rellegir. CARLES CABRERA BIEL MESQUIDA Jaume Vidal Alcover, Josep Maria Llompart, Román Piña, Josep Melià, su propia hermana, los psicólogos como colectivo...¡Nadie se salva en el aquelarre de Simó! ❚ Viernes, 8 de septiembre de 2006 tan mal a pler, dins aquesta còrpora, dins aquesta vida!”. Y, como un existencialista trasnochado, se siente distinto a los demás “tot el que és humà m’és aliè” y declara que “vaig començar a experimentar la rara sensació de trobar-me a casa –a Palma, al més país– com un estrany”, percepción que siente intensificada por el hecho de toparse con una ciudad cada vez más castellanizada y con un idioma propio que, para él, “està ben sentenciat si els encarregats de preservar-lo són un grapat de ganduls i beneits”. Pero si el libro es espléndido, su final asciende a la categoría de antológico. El autor reserva, y no creo que sea casual, para las últimas páginas un apartado intitulado “Pedagogia”. Desde mi conciencia de profesor de instituto (que no sé si me avala), me atrevería a juzgar las mismas de documento imprescindible para los de mi gremio y por ventura para todos aquellos que vivimos inmersos en el mundo la docencia. SIMÓ CARGA EN ELLAS LAS TINTAS contra una de sus compañeras de Departamento, una “mestra mula i beneita” como la tilda él, y le regala comentarios como, por ejemplo, “quan va arribar a l’Institut SI ESTE LIBRO ES ESPLÉNDIDO, SU FINAL ASCIENDE A LA CATEGORÍA DE ANTOLÓGICO